capÍtulo v an Álisis e interpretaciÓn de la informaciÓn
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CAPÍTULO V
ANÁLISIS E INTERPRETACIÓN DE LA INFORMACIÓN
Tomando en consideración que la investigación desarrollada está
basada en la metodología etnográfica se utiliza como técnica para la
recolección de la información la entrevista semiestructurada, las anotaciones
de campo u observaciones participativas. En este estudio, se utilizaron
instrumentos como: grabaciones de audio y video e igualmente la
investigadora tuvo que decidir a qué experto entrevistar, lo cual exige un
orden sistemático altamente fiel a la realidad que emerge del proceso
investigativo.
Como se especificó en el párrafo anterior, se aplicó una entrevista
semiestructurada además de observaciones participativas las cuales fueron
sometidas a un proceso de contrastación - triangulación de fuentes con la
teoría expresada en el capítulo III del presente estudio. Esto permitió
conocer, disertar sobre múltiples puntos de vista conjugados en torno a un
mismo tema o circunstancia como lo es la gerencia universitaria interpretada
a través de la perspectiva diversa y crítica de la ética de la esperanza, con el
propósito de aproximarse a un entendimiento profundo de la realidad que
permitió construir posteriormente interpretaciones justificadas de acuerdo a
la realidad.
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Por un lado, la entrevista semiestructurada contiene preguntas
generales a partir de las cuales se adoptó una forma de dialogo coloquial
básicamente flexible, dinámica, no directiva. La idea principal estribó en
hacer que el entrevistado hablara libremente en el marco de su experiencia
vivencial y su personalidad, de tal modo que se facilitara el hecho de
descubrir tendencias espontáneas como motivaciones e intensiones, entre
otros aspectos importantes. La idea estuvo centrada en sensibilizar la
conciencia del entrevistado, en su papel de coinvestigador, pues el éxito de
la entrevista estuvo asociado íntimamente al de la investigación. Se trató de
buscar lugares dentro del recinto universitario donde el entrevistado se
sintiera con plena libertad para expresar sus opiniones.
En cuanto a la observación participante se tomaron notas de cada uno
de los lugares donde se desarrollaron las entrevistas, las personas que
sirvieron para tal fin, los detalles que se notaron más allá del discurso, la
fecha de realización, y en líneas generales, información de suma
importancia para el momento de la contrastación de la información agrupada
por el investigador.
1. CATEGORIZACIÓN
El proceso de categorización se clasifica, conceptualiza o codifica
mediante un término o expresión breve, claro y preciso, lo cual se denomina
categoría descriptiva; el contenido o idea central de cada unidad temática se
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escribe en el tercio izquierdo de la página, puesto que las categorías
emergentes tienen propiedades o atributos diferentes a las cuales se le
asignarán subcategorías o propiedades descriptivas, es decir, pueden ser
causas, condiciones, dimensiones, consecuencias, entre otras.
Asimismo, fue de gran ayuda el incluir categorías comprensivas. En la
presente investigación se fueron develando numerosas sub-categorías,
perfectamente enmarcables dentro de las categorías iniciales por el parte de
la investigadora. En el anexo A, se describen todas las entrevistas y su
categorización respectiva a objeto de sostener y sustentar los hallazgos
emanados de los discursos vivos de los actores.
2. ESTRUCTURACIÓN INDIVIDUAL
La estructuración individual está referida a cada miembro o fuente de
información, es decir, a cada entrevista realizada, de allí se agrupan las
categorías y se llevan a un entorno gráfico a fin de visualizar los discursos
vivos de los actores (gerentes universitarios pertenecientes al nivel
estratégico). De este proceso se obtuvieron tres momentos globalizantes o
categorías madre (problematización, la situación actual y la propuesta de
acción) que una vez elaboradas sirvieron de base para estructura una matriz
de análisis del proceso de contrastación desde el enfoque de la ética de la
esperanza. En los gráficos (2,3,4,5,6,7,8) se muestran las estructuras que la
investigadora interpretó partiendo de los resultados de la entrevista.
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3. ESTRUCTURACIÓN GENERAL
La estructuración general para la investigación, entrelazó la
información obtenida de todos informantes (estructurada individualmente),
buscando las categorías afines en cada uno, paso que condujo a la
clasificación y agrupación en tres categorías madre (problematización,
situación actual y propuesta de acción). El nuevo proceso de interpretación
favoreció la formación de una visión mucho más articulada y coherente de la
realidad en torno a la relación causa-efecto de los nudos críticos existentes,
así como de las alternativas de mejora significativa de la realidad.
En este sentido, se estructuró una red multifactorial de interrelaciones
(ver gráfico 9) como el corazón de la actividad investigativa a través de una
organización sistemática de los eventos investigados, además de la síntesis
teórica de todo el trabajo pues ilustran el procedimiento y el producto de la
verdadera investigación; es decir, cómo se produce la estructura o síntesis
teórica de todo el trabajo, pero además, cómo se evalúa. En síntesis, ser
humano es ser interpretativo; significa que la interpretación más que un
instrumento para adquirir conocimientos, es el modo natural de “ser” de los
seres humanos y todos los intentos cognoscitivos para desarrollar
conocimientos no son sino expresiones de la interpretación sucesiva del
mundo con los respectivos modelos como fuentes fecundas de teorías
científicas.
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Gráfico 2: Estructuración individual del Informante 1. Fuente: Tovar (2013)
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Gráfico 3: Estructuración individual del Informante 2. Fuente: Tovar (2013)
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Gráfico 4: Estructuración individual del Informante 3. Fuente: Tovar (2013)
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Gráfico 5: Estructuración individual del Informante 4. Fuente: Tovar (2013)
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Gráfico 6: Estructuración individual del Informante 5. Fuente: Tovar (2013)
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Gráfico 7: Estructuración individual del Informante 6. Fuente: Tovar (2013)
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Gráfico 8: Estructuración individual del Informante 7. Fuente: Tovar (2013)
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Gráfico 9: Red multifactorial de interrelaciones. Síntesis conceptual .Fuente: Tovar (2013)
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Gráfico 9 (continuación): Red multifactorial de interrelaciones. Síntesis conceptual. Fuente: Tovar (2013)
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4. CONTRASTACIÓN Y SÍNTESIS CONCEPTUAL
La gerencia universitaria (GU) es heredera de la turbulencia y
vertiginosidad de las transformaciones de la sociedad contemporánea. En
este sentido, registra y proyecta tanto el impacto como las demandas que
conforman su tejido social; por tal motivo, se analiza en un modelo triádico
que combina las opiniones derivadas de los discursos, los aportes teóricos
relacionados y la perspectiva de la investigadora respecto al escenario de
transformación o reestructuración de los espacios políticos, sociales,
económicos-culturales dinamizados por el conocimiento de sus actores.
Gráfico 10: Modelo triádico para el análisis del discurso. Fuente: Tovar (2013)
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En este sentido, el análisis de la GU se fragmenta en tres momentos
descritos por de siete informantes con experiencias muy diferentes, y
ponderado por la investigadora. Los aspectos emergentes del discurso de
los actores pueden resumirse en tres categorías madres: problematización
(modelos mentales de los actores, referidos a los nudos críticos que
prevalecen en la universidad ); situación actual (lo que está ocurriendo como
derivación de ausencia de medidas orientadas a la obtención de soluciones)
y; cambios y transformaciones (planes de acción para superar los
obstáculos) que serán examinados en el marco de las dimensiones:
Intelectual (verdad); esté tica (belleza); ética (bondad) y espiritual (unidad).
Bajo esta secuencia, el primero de los elementos destacado dentro de
la problematización es la autonomía universitaria , respecto a la cual los
actores opinan se encuentra desvirtuada en su naturaleza primaria (pág.
53,línea 2), aspecto que obedece a que en la actualidad ésta subyace ante
el poder político del estado tal como se refiere en (pág. 53, líneas 3-5).
Asimismo, argumentan que para producir cambios en esta situación la
universidad debe alcanzar independencia frente al poder político como
elemento disociado de la esencia del proceso gerencial, en tanto el ejercicio
del poder se oriente a partir de políticas institucionales (Pág 53. Línea 6-9).
“El desarrollo de políticas representa un avance muy importante la
consagración de la autonomía universitaria en el artículo 109 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela”.
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Cabe agregar, que Delgado (2008) argumenta el desconocimiento
ocasional de la autonomía universitaria a partir de algunos abusos
gubernamentales en la interpretación y el afán de cumplimiento de otros
derechos establecidos en el texto constitucional por encima de ésta.
Aunados a diversas acciones de desinstitucionalización de la educación y
del reiterado acoso oficial a la autonomía universitaria, la dinámica actual es
motivo de serias tensiones en el ejercicio de la autonomía universitaria
desde la fecha de su reconocimiento constitucional hasta el presente.
En ese cuadro de angustias, tensiones e incertidumbres se han
hecho sentir diversas voces individuales y colectivas de la comunidad
universitaria en defensa de la autonomía. En concordancia Albornoz (2013) ,
dice que existe la convicción plena de que es necesario y urgente
trascender a una postura meramente reactiva en la reivindicación de la
autonomía universitaria, y ser más proactivo en el fortalecimiento de la
misma como eje transversal de las propuestas de transformación.
En tal sentido, se ha venido planteando con mucho énfasis la
necesidad de asumir el gran desafío de convertir la autonomía en un
concepto integrador y movilizador de la comunidad universitaria e igualmente
de toda la sociedad en la defensa y transformación de la universidad; vale
decir, en el concepto madre para darle respuesta a las complejas exigencias
que en la actualidad le toca enfrentar a la institución universitaria
venezolana.
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En consecuencia, la universidad necesita concretar el ejercicio de su
autonomía, a fin de potenciar la confianza de la comunidad universitaria y la
sociedad en general, para abrir sus puertas a la búsqueda de nuevos
horizontes de racionalidad, profundizar su compromiso social, su pertinencia
en diferentes dimensiones y crear múltiples espacios de amplio compromiso,
participación con distintos actores en la formulación y desarrollo de sus
políticas.
El segundo elemento destacado en la problematización es el
presupuesto, respecto al cual los actores opinan está en crisis por ser
absolutamente deficitario (Pág.9 Línea 8-16); este aspecto obedece a que en
la actualidad existe insuficiencia salarial y desvío de recursos. (Pág. 1 Línea
7-9). Asimismo, los actores sostienen que para producir cambios en esta
situación la universidad debe hacer autogestión creativa con absoluta
transparencia en el proceso gerencial (Pág. 41 Línea 5).
La constitución nacional en su artículo 102 y 103 garantiza la
educación democrática, gratuita y obligatoria lo cual se articula con los
artículos 311 al 315 que hablan de un presupuesto solvente, eficiente,
transparente, responsable-equilibrado que el estado venezolano tiene la
obligación de proveer a las universidades. Esto contrasta con la visión de
Albornoz (2013), quien afirma que la universidad ha trabajado con un
presupuesto reconducido desde hace cinco años, el cual, desde el tercer
trimestre del año se gestiona con créditos adicionales; además, muchas
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insuficiencias de años anteriores hoy son deuda acumulada. Para Barroso
(2013), el presupuesto universitario depende de la gestión de la crisis; en
otras palabras, lo urgente (gastos operativos) priva sobre lo importante
(gastos por providencias, de inversión o contingencias especiales)
Para la investigadora el proceso de evaluación presupuestaria
mediante la rendición transparente de cuentas dará origen a nuevas
asignaciones de recursos al sector universitario. Dicho proceso debe estar
fundamentado en los indicadores de gestión debidamente jerarquizados, los
cuales se contrastarán con estándares de referencia nacional e
internacional.
Por ende, desarrollar una política de asignación de recursos
financieros al sector universitario equivalente a un 5% del PIB representa
hasta un 8%, progresivo en el tiempo. Dicho planteamiento está en plena
concordancia con los lineamientos estratégicos del ejecutivo nacional, por
tanto, permitirá a las universidades contribuir efectivamente al desarrollo
armónico y sostenido de la sociedad.
Proveer los medios para una debida y oportuna validación del gasto
universitario reducirá al máximo la mayor parte de las contingencias. Así, la
universidad estará en la obligación de rendir cuentas a la sociedad sobre la
forma en que fueron utilizados los recursos. Establecer las bases para la
definición del sistema de indicadores favorecerá la evaluación del
desempeño de las universidades, tanto cualitativo como cuantitativo.
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El tercer elemento evidenciado en la problematización es la excesiva
politización, respecto al cual los informantes opinan que la sociedad está
inmersa un proceso social radicalizado (Pág.46 Línea 3-6); lo cual obedece
a la existencia de grupos de poder y abusos de autoridad (Pág. 48 Línea 3-
9). Asimismo, sostienen que para producir cambios en la universidad debe
haber apertura por parte de todas las corrientes del pensamiento (Pág. 54
Línea17-19).
Cabe destacar, que la ley de universidades (1970) vigente
actualmente, en su artículo 4 argumenta que la educación universitaria se
inspirará en un definido espíritu de democracia, de justicia social y de
solidaridad humana, y estará abierta a todas las corrientes del pensamiento
universal. La marcada polarización e intolerancia política existente en la
sociedad venezolana contradice el equilibrio tan necesario como apremiante
para la universidad al mismo tiempo que reduce la oportunidad de generar
criterios políticos que ofrezcan soluciones reales a las necesidades del país..
En este orden, para Delgado (2008) es ingenuo pensar que la
universidad no es una institución partidista, la misma se nutre
ocasionalmente del gobierno (presupuesto, personal, entre otros). La mayor
parte de la comunidad universitaria cuenta con su propio horizonte
ideológico y regularmente pertenece a los partidos políticos. Poder
expresarlo dentro del recinto universitario también es un derecho que debe
ser respetado entre todos.
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Bajo la perspectiva de la investigadora, la política es un arte y una
técnica del gobierno universitario: el arte y la técnica de dirigir a los hombres
a través de directivas generales en la orientación hacia un fin común que es
la realización de condiciones de vida favorables para el mejor y más pleno
desarrollo del hombre; por lo tanto, es prioridad la existencia de espacios
para promover la política desde la premisa del servicio a la sociedad y no de
ser servido por ésta a través del usufructo o la corrupción. La gerencia debe
actuar con sensatez, colaborar con entusiasmo, respeta r las ideas de todos,
y ponerse al servicio del país, pues hoy, sin el esfuerzo de todos no podrá
salir adelante hacia el progreso.
Actualmente se vive una sociedad totalmente fragmentada. Por ello se
debe olvidar la cultura del resentimiento y volver a la cultura de la
comprensión, de los valores ciudadanos, comprender a quienes están del
mismo lado como a quienes opinan de diferente manera, tolerar al prójimo y
ofrecer la solidaridad a nuestros vecinos o a quien lo necesite.
El cuarto elemento destacado en la problematización es el manejo de
la verdad, en torno al cual los actores opinan existe censura y veto a la
verdad (Pág. 1 Línea 11-13); generado por el solapamiento de
irregularidades, indulgencia y apatía ante ilícitos. (Pág. 39 Línea 23-27).
Paralelo a ello, argumentan que para producir cambios en la universidad
debe haber debates centrados en la verdad (Pág. 30 Línea 7-19) como
respuesta a la necesidad de diálogo permanente .
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En este aspecto, el artículo 1 de la ley de universidades (1970)
advierte: la universidad es fundamentalmente una comunidad de intereses
espirituales que reúne a profesores y estudiantes en la tarea de buscar la
verdad y afianzar los valores trascendentales del hombre. La universidad
utiliza la ciencia para buscar la verdad, la pone al servicio del hombre y el
hombre debe estar al servicio de la verdad. Que la ciencia busque la verdad
parece trivial pero esta afirmación ha dado lugar a graves errores.
En efecto, históricamente, se tuvo la opinión, todavía extendida, de
que gracias al método experimental se disponía por fin de un saber seguro
en el ámbito natural. El problema que se tenía es que se desconocía
bastante el método empleado. Para Descartes con este método se conocía
parcialmente la realidad. Algunos filósofos intentaron dar explicaciones más
profundas pero sólo consiguieron introducir nuevos equívocos: el apriorismo
de Kant consideraba la física newtoniana como expresión definitiva de la
ciencia natural.
Adicionalmente, las cosas se complicaron todavía más con el
positivismo de Comte, el idealismo. Para Barroso (2013) la gerencia
universitaria está influenciada por la voz oficial de voceros políticos en las
que se justifican ciertos acontecimientos solapando irregularidades o
vetando la verdad por ser incomoda o poco ventajosa para el partido político.
Para la investigadora la ciencia tiene su sentido y su derecho, si es
reconocida como ciencia capaz de tender a la verdad, y la verdad es
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reconocida a su vez como un bien humano. Entonces, queda justificada
también la exigencia de la libertad de la ciencia ante la verdad, porque, o de
otro modo, cómo podrá un bien humano conseguir su realización sino a
través de la libertad. La ciencia tiene que ser libre y debatible también, en el
sentido de que su desarrollo no puede quedar determinado a fines
inmediatos, por ventajas sociales o por intereses económicos. Esto no
significa que ella tenga que estar separada por principio de la praxis. Pero
para tender a la praxis, ésta tiene que estar previamente determinada por la
verdad, tiene que ser por tanto, libre, absoluta.
El quinto elemento destacado en la problematización es la ética,
respecto a la cual los expertos consideran atraviesa por una concepción
errónea. En tal sentido afirman: “la gente asocia ética a la conveniencia, y lo
disfrazan de legalidad o ilegalidad” (Pág. 13 Línea 28-31); aspecto que
obedece a que existe una gestión solo centrada en resultados. (Pág. 43
Línea 5-7). Asimismo se argumentan que para producir cambios en la
universidad debe haber una gestión centrada en las personas es decir,
vuelta al sujeto (Pág. 65 Línea 22-24).
Para Morris (1997,p.147) la ética trata de las personas espiritualmente
sanas en relaciones socialmente armónicas; es decir, poco tiene relación
con conceptos como: conveniencias circunstanciales, legalidad o ilegalidad.
Por otra parte, Cortina (2008) afirma que la ética consiste en acoger el
mundo moral en su especificidad y en dar reflexivamente razón de él, con
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objeto de que los hombres crezcan en saber acerca de sí mismos, y, por
tanto, en libertad. En la misma dirección, Camps (1991) afirma que
semejante tarea no tiene una incidencia inmediata en la vida cotidiana pero
sí ese poder esclarecedor, propio de la filosofía, que es insustituible en el
camino hacia vida virtuosa llena de libertad y claridad.
Así pues, cabe cuestionarse sobre qué se gana actuando éticamente
en la gerencia universitaria. Simplemente la satisfacción personal suprema y
con ella la fortaleza corporativa suprema. Sustancia interna y grandeza
externa. Buena gente trabajando en buenas relaciones laborales, que a su
vez conforman una red humana, una comunidad de la que pueden surgir
unos poderosos asociados. Fortaleza interior y satisfacción común.
Lamentablemente , las personas abordan la ética de una manera negativa y
legalista, como si fundamentalmente no fuera más que una cuestión de mero
acatamiento, como si el punto principal de la ética consistiera en mantenerse
alejado de los problemas. Se trata de crear fortalezas de toda índole.
Otro elemento revelador en la problematización es el liderazgo, al
cual los entrevistados juzgan como carente de respuesta social (Pág. 2
Línea 2-5); como derivación del restringido acceso a la gerencia (Pág. 52
Línea 29-32). En consecuencia, para producir cambios es útil el uso de las
TIC para las comunicaciones (Pág.57 Línea 14-16) “la comunicación basada
en las TIC es la base de todas las relaciones. Si tu no comunicas no hay
respuesta efectiva y por lo tanto la gente no se integra”.
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La comunicación es un componente primordial para la vida de las
organizaciones. En línea con esta afirmación, Martín (2008,p.30) opina: "...si
la comunicación es consustancial a cualquier forma de relación humana,
también será consustancial a la organización. No es posible imaginar una
organización sin comunicación". Los procesos organizativos requieren,
siempre de procesos comunicativos paralelos.
El liderazgo debe garantizar que todos los miembros de una
organización tengan responsabilidades de comunicación para dar una
respuesta social a los problemas que enfrentan, en tanto que, para el
desempeño de cualquier función, es necesario algún tipo de procedimiento
para recopilar, procesar y emitir mensajes, así como para almacenar
información.
Igualmente, se destaca en la problematización la identidad, la cual
diagnostican en una acentuada crisis cuando argumentan: “la actual
crisis…yo diría de identidad: es la falta de cohesión, de unidad entre los
actores para entender la universidad (su esencia, su propósito, sus objetivos,
su dinámica)” (Pág. 52 Línea 24-26); esto lo adjudican a la desvinculación
socio cultural manifiesta (Pág. 27 Línea 6-8). A juicio de los expertos, para
producir cambios en la universidad debe haber un pleno conocimiento de la
institución y de su espíritu corporativo (Pág. 42 Línea 20-22). ”Debe existir
compromiso de la comunidad universitaria de trabajar en la búsqueda de
mecanismos que permitan la excelencia académica y administrativa.”
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Para Dubar (2008) la identidad no es lo que permanece
necesariamente “idéntico”, sino el resultado de una “identificación”
contingente. Es el resultado de una doble operación lingüística:
diferenciación y generalización. Estas dos operaciones están en el origen
de la paradoja de la identidad: lo que hay de único es lo que hay de
compartido.
En palabras de Olins (1989), la identidad corporativa es la
manifestación tangible de la personalidad de una empresa, porque refleja y
proyecta la personalidad real de la misma”. También, Riel (2000, p.31)
considera que “la identidad corporativa es la auto-presentación y el
comportamiento de una empresa a nivel interno y externo, estratégicamente
planificados, y operativamente aplicados”.
De este modo, el mundo académico invita a considerar de nuevo el
tema de la crisis de identidad, algo que los últimos decenios someten
dramáticamente a consideración de las masas. La Universidad es uno de los
lugares más calificados para intentar encontrar caminos de salida de esta
situación. Allí se forman las nuevas generaciones, esperanzadas en una
respuesta seria, unida, comprometida y capaz de contestar a la eterna
pregunta acerca del sentido de la propia existencia.
Esta esperanza debe llevar a que exista un sentido de unidad,
pertenencia que se identifique con la institución y su forma de gobierno
universitario. No se puede decretar, ni imponer solo incluir el amor a la
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institución a partir de involucrar a los actores para que vivan la cultura o
experiencia universitaria en toda su dimensión.
Continuando con los elementos de la problematización, los
informantes destacan la falta de cohesión en la comunidad universitaria
(Pág. 25 Línea 7); constatada en proyectos disgregados producto de la
ausencia de políticas de integración. (Pág. 59 Línea 10-12): ”…No existe una
verdadera intención de generar políticas hacia la integración, por eso
observas la apatía propia de un modelo anacrónico en una estructura
académica y administrativa que ya no da más”. De tal modo, sugieren como
propuesta de acción, producir cambios en la universidad que partan de un
proyecto de vida compartido; sin embargo, la realidad vivida apunta a todo
lo contrario. “No hay proyecto de vida universitaria, a duras penas la gente
sabe lo que se tiene que hacer y punto” (Pág. 24, Líneas25-26).
Para Gómez (2003) de una visión acertada y bien orientada hacia la
conciencia universitaria dependerá la eficacia, la capacidad real de
emprender políticas de largo, mediano y corto plazo. Esto tiene mucho que
ver con la inconveniente pero no menos reactiva dialéctica que se da con la
relación de dependencia, o de precedencia, entre los intereses individuales o
colectivos (universitarios). De acuerdo con la premisa anterior, Zuleta (2009,
p. 45) afirma: “el bien común está basado en el conjunto de condiciones
sociales que consienten y favorecen en los seres humanos el desarrollo
integro de su persona”.
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En palabras de la investigadora, debe existir un bien común
universitario que cuente con el concurso de todas las condiciones de orden
social, político, académico, entre otros aspectos de importancia vital, como
exigencia de la dignidad humana personal de cada uno de los individuos que
participen en la universidad. Esto se conjuga en un sistema de intereses
colectivos dependientes y complementarios que condiciona definitivamente,
la plena realización de los más deseados e indiscutiblemente legítimos
intereses individuales.
Se aspira entonces en asirse a un proyecto de vida compartido
basado en una esfera de interacción social o ámbito de participación
compartida y de comunicación donde convergen todos los integrantes de la
universidad. Así se reivindica el carácter nato y genuino de la participación
en lo que respecta a un proyecto de vida sin privilegios ni exclusiones.
Otro elemento emergente de la problematización es el escaso
sentido de pertenencia, que deriva actualmente en el poco apego a la
institución (Pág. 53 Línea 8-9) “el poco arraigo y sentido de pertenencia que
desune a estructuras y personas dentro de un mismo subsistema, debe
sustituirse por una participación comprometida del colectivo, mas no con
individualidades”; En los momentos actuales, priva el interés personal y de
los grupos de poder (Pág. 5 Línea 17-19). En consecuencia, para producir
cambios se debe disponer de una gerencia de intereses institucionales. ”Le
estamos dando prioridad al interés institucional que es el que debe privar,
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¿por qué?, bueno sencillamente porque si el colectivo está bien, tú vas a
estar bien porque tú formas parte de ese colectivo” (Pág.58 Línea 20-21)
En contraste con la situación expuesta, Delgado (2008) define el
término pertinencia como el grado de contribución o intervención de las
universidades en la solución de las necesidades o demandas de la sociedad,
en sus dimensiones técnica, social, actual, futura, los aportes y la manera
como aquella es sentida y percibida por ésta, en una interacción que toma el
entorno como su objeto de estudio a fin de identificar problemas, proponer
soluciones y participar en ellas, desde una posición reflexiva que permite
mantener vigentes los principios inherentes a su condición de universidad.
Una universidad con un alto grado de pertinencia social analiza,
estudia e investiga los problemas prioritarios de su entorno social a objeto de
identificarlos, jerarquizarlos, proponer y/o participar en las soluciones
factibles que se derivan de este proceso investigativo. Si estas soluciones
tienen un carácter prospectivo, se habla de pertinencia social prospectiva.
En este sentido, es clara la UNESCO (1996) cuando establece que las
acciones de pertinencia que se formulen carecerán de real sentido social si
no son anticipatorias de escenarios futuros y no manifiestan su intención de
modificar la realidad vigente.
La pertinencia debe ser el resultado de un acuerdo entre la
comunidad extra e intrauniversitaria a fin de ofrecer respuestas tan
oportunas como apropiadas para la formación de recursos humanos críticos,
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con elevadas potencialidades y capacidades para convertirse en agentes de
transformación, innovación o cambio, contribuyendo de esta manera a
consolidar un auténtico proceso de desarrollo social, así como a participar en
la solución de los problemas del entorno socio-económico donde está inserta
y de los problemas apremiantes de la humanidad, integrando las funciones
universitarias de docencia, investigación, extensión y producción en
programas, proyectos, actividades de gestión académico-administrativa.
Otro componente manifiesto en la problematización es la ausencia de
una gestión compartida (Pág. 22 Línea 15-16) “… Si tuviéramos humildad,
si tuviéramos una visión compartida de equipo, nuestra universidad fuera
otra. Carecemos de fe institucional, ya nadie cree en la gestión compartida
de la universidad”; aspecto suscrito a la existencia de una hegemonía de
poder y nepotismo (Pág. 14 Línea 4-7) Por tanto, suponen soluciones
vinculadas a la producción de cambios en la universidad impulsados por un
liderazgo integrador-servicial (Pág. 39 Línea 14-17).
Según Druker (2009), la gerencia debe pensar en escenarios inéditos
que cuenten con apoyos más allá de lo tangible como una visión compartida
que brinde la unificación de todos los recursos, además la fortaleza para
alcanzar un futuro prometedor. En relación con esta idea, Senge (2008)
sugiere un modelo de gestión que descansa sobre la autoridad formal de un
jefe, las sanciones y el control, los trabajadores del conocimiento no logran
rendir adecuadamente.
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Desde el enfoque particular de la investigadora, el capital relacional -
basado en la confianza, la capacidad para desarrollar iniciativas el
desempeño o debe ser- requiere un estilo basado en la confianza, donde la
autoridad formal es cada vez más superflua. La gestión compartida exige un
líder y conductor con gran sentido de equipo, armonizando los intereses de
grupo, impulsando actividades y moderando las apetencias particulares.
Para un líder es fundamental convencer y no vencer, transmitir la ilusión de
unidad y cortar el conformismo. El liderazgo integrado que se sugiere se
puede entender como la función de creación de imagen y cultura corporativa
en una organización, mediante la dirección estratégica de la actividad, la
renovación constante y en continuidad, adaptándose a las nuevas
circunstancias, y la representación y promoción del negocio en su conjunto.
Por otra parte, la problematización de las ideas de los entrevistados
resaltó la existencia de una crisis de paradigma en la gerencia
universitaria (Pág. 7 Línea 17-20); originada desde un enfoque anacrónico
en estilo de gestionar la universidad (Pág. 59 Línea 10-12). Ante esta
verdad ineludible los actores manifiestan que producir cambios en la
universidad para necesaria elaboración de un plan de relanzamiento
estratégico (Pág. 38 Línea 22-26).
En esta línea de acción, Cordeiro (2007,p.64) afirma que las
transformaciones sociales están influyendo en el surgimiento de nuevos
roles en la universidad como respuesta a su relación con la sociedad y con
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el conocimiento. Para Senge (2008), en el proceso de transformación
paradigmático y cambio organizacional, la alta gerencia cumple con roles
importantes como comunicador, negociador, educador, consejero y
emprendedor.
Producto de estas afirmaciones, es posible acotar que los acelerados
cambios en el contexto globalizado de la tecnología, los sistemas de
información, la economía y política, han conllevado a las organizaciones a
desarrollar procesos de transformación que las conduzcan a ser
competitivas, responder con productos y servicios de calidad para satisfacer
al estudiante. Ahora bien, las universidades proyectadas en el siglo XXI
tienen que poseer los siguientes rasgos: una posición frente a un desarrollo
sostenible que conserve el medio ambiente planetario, nacional y local, una
actuación protagónica en la sociedad del conocimiento, contribuir al
desarrollo humano y a la calidad de vida, por último su incorporación a la
integración regional e igualmente global.
Adicionalmente, en la problematización se hace mención a la
desesperanza, cuando los informantes manifiestan: “existe desesperanza…
hay un escepticismo de lado y lado entonces como no hay confianza, cada
bando impone la fuerza con aquello que tiene.” (Pág. 9 Línea 26-28); estas
percepciones degeneran en falta de fe institucional y en consecuencia gran
desapego (Pág.22, líneas 15-16). “Carecemos de fe institucional ya nadie
cree en la universidad”. En atención a este particular, sostienen que para
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producir una verdadera transformación de la universidad es prioritario asumir
a la esperanza como herramienta fundamental para informar dicho cambio
(Pág. 38 Línea 2-9).
La desesperanza es para Cordeiro (2007), la pérdida de esperanza
basada en la confianza hacia otra persona o institución debido a un
agotamiento emocional, causado por la mala intención de la persona o
entidad, que fomenta la incapacidad de cumplir con lo prometido de forma
continuada en el tiempo.
En otras palabras, si las personas son reacias a la comprensión de las
complejidades del mundo y de las relaciones entre humanos, se puede caer
en la ingenuidad, la desconfianza o, más aún, desesperanza permanente.
Con ambas habrá pérdidas notables. La ingenuidad expone a amenazas que
se podrían haber evitado. Actualmente, se viven tiempos de revolución en
medio de una psicosis colectiva que se ha ido afianzando a partir de las
mismas tramas vividas en una sociedad en crisis. No existe confianza en
nadie, toda la gente es sospechosa, hay sordera colectiva o selectiva, y más
aún priva la ignorancia en el sentido estricto de la palabra.
Además, el temor y la desconfianza hacia todo lo que se mueve aleja
a las personas de la tranquilidad e impide el trabajo digno y saludable. Esta
condición hace que sea un reto recuperar algún nivel de confianza, de
escucha para volver a sonreír, pues ante todo las personas poseen la
capacidad de comunicar, y resulta muy grave en las Instituciones el silencio
182
y la sumisión sustentados en el miedo o desconfianza. De este modo, es de
vital importancia negarse a estos dos desgastantes elementos a través de la
comunicación respetuosa y cordial.
Siguiendo con los elementos de la problematización, se encontró la
visión individualista (Pág. 47 Línea 7); con efecto directo en la autocracia,
egoísmos y supremacía de poder (Pág. 48 Línea 2-3). Como propuesta de
cambio, se sugiere desarrollar la sinergia relacional de las autoridades con el
colectivo académico (Pág. 52 Línea 31-32).
Para Barroso (2013, p.9) “el individualismo tiene dos caras a) es
anárquico porque posee pocos compromisos con los grupos a los que
pertenece b) es una expresión reciente que surge de una nueva idea de
egoísmo”. En la opinión de Zuleta (2009), la visión individualista está unida a
una pobreza de espíritu y mente, a la falta de escrúpulos, a pego a la rigidez,
leyes o normas. La interpretación errónea de la lealtad, regida por un
beneficio a futuro que ignora en la mayoría de los casos el impacto que
genera en el entorno inmediato o en una escala superior.
La visión colectiva propuesta por la investigadora está basada en un
principio de organización social sinérgica fundamentado en las relaciones
interpersonales, la responsabilidad, la reciprocidad, la ayuda mutua, el
cooperativismo así como reglas de obligación mutua. El caso universitario se
hace particularmente complejo porque en él encontramos la presencia
sincrónica de modos de valoración contrastantes, una desordenada mezcla
183
de la colectivista (tan importante para el estudio de la corrupción
administrativa, por ejemplo) con un modo de existir individualista centrado
en el valor absoluto del ser y no del hacer. Los problemas de desarrollo
social y económico venezolano no obedecen a un supuesto colectivismo
tradicional o falta de individualismo sino, todo lo contrario, al exceso
individualista, al genuino voluntarismo.
Otro elemento revelador en la problematización es la viveza criolla,
respecto al cual los entrevistados califican como presente en todo momento
(Pág. 59 Línea 31-32); aspecto que obedece a relativismo, clientelismo y
disvalores (Pág. 9 Línea 30-32). En consecuencia, para producir cambios se
debe poseer una actitud crítico-reflexiva capaz de romper esquemas de
comportamiento no institucionales (Pág.65 Línea 1 -2).
Según señala Capriles (2012), la denominada viveza criolla es un
arquetipo acompañado de simpatía y humor, que lo hace flexible; es la
necesidad de saltar los procesos estandarizados. Es llegar y querer tener
algo a lo que no se tiene acceso, va a acompañado de un rechazo visceral a
las normas, es decir las normas nos incomodan. El trabajo en Venezuela
más que apoyarse como presunto defecto, es una función de viveza o de
habilidad, sostenida básicamente en una parodia del trabajo. Cuando se
trabaja, se parodia el trabajo, porque la cultura no tiene expresión del
trabajo, ni ha logrado representar el trabajo como parte indispensable de sí
misma.
184
A su vez, Cabrujas (1995, p.86) lo define como la habilidad para
aprovechar todas las situaciones, obtener beneficios o ventajas para sí,
especialmente cuando es en detrimento de otro, “…un país de vivos es un
país de bobos, ¿Es viveza? No…, es un drama, es un gran conflicto
humano, hay una viveza-picaresca”. Dicho aspecto, va desde una actitud
meramente vivaz, vitalista, propia de un individuo ingenioso, agudo,
perspicaz, que actúa dentro de los límites de la honradez y la decencia,
hasta la del que, sin transgredir los principios éticos, bordea peligrosamente
los linderos de la indecencia.
La viveza también se expresa a través del desdén por el orden, el
rechazo. La rebeldía e insumisión frente a cualquier norma colectiva son,
ciertamente, expresión de desorden, nada cercano al sacrificio, al trabajo
metódico requerido para acumular capital y producir el crecimiento
económico sostenido indispensable para comenzar a salir de los abrumantes
niveles de pobreza que hoy sacuden los fundamentos de nuestro orden
social.
El peculiar anarquismo criollo, el valor de un vivir donde el
provecho particular es el valor principal, la afirmación de la relación
personal e individualizada por encima de toda ordenanza, el hosco
rechazo a la autoridad y a las reglas, hacen de cada actor social un rector
de su propia vida ajeno al civismo solidario y al bienestar colectivo.
Estamos frente a una agenda de educación ciudadana que pueda
185
acompañar los grandes lineamientos de política capaz de transformar la
Venezuela del siglo XXI.
Igualmente se destaca en la problematización la fractura social
producto de el enfoque político partidista (Pág. 5 Línea 9-11); aspecto
que obedece a que existe polaridad, escepticismo, confrontación ideológica
según se expresa en (Pág. 48 Línea 3-6). Los informantes señalan que para
producir cambios en la universidad debe haber integración y participación
activa en todos los procesos internos de la universidad (Pág. 10 Línea 15-
16). Este aspecto es una constante en el discurso de todos los actores.
En concordancia con lo afirmado, Zuleta (2009) opina que la división
política podría ser una gran tentación, motivos altruistas nunca faltan, no
obstante se denigra ocasionalmente en el sectarismo o fundamentalismo.
Compartiendo motivos “comunes” se llega a constituir en ocasiones un grupo
muy especial. Los integrantes se amurallan en un círculo estrecho y a poco
andar su actitud parece la única correcta.
En esta misma línea, Vitali (2010) asegura que se ordenan pequeños
grupos a modo de sectas, estableciendo jerarquías la mayoría de las veces
inútiles, sobre todo tratándose de tan poca gente y tan especial. Gente por lo
demás bastante reacia a admitir jefaturas, porque cada uno se cree con una
capacidad innata de liderazgo. A su vez, el jefe sectario suele ser arbitrario,
creyéndose el elegido de los dioses y dando voces a diestra y siniestra, las
que a menudo nadie oye y menos aún obedece.
186
La observación participante arroja que la realidad es tan cambiante y
compleja como la vida; por ésta razón, el modo de desarrollar ideas políticas
debe adecuarse a la realidad. Es una cuestión de actitud. La universidad
requiere que los responsables políticos consideren la interrelación de los
diferentes aspectos del crecimiento inteligente, sostenible e integrador. Las
estrategias de especialización inteligente integradas responden a complejos
retos de desarrollo y adaptan la política al contexto. Animan a todos los
participantes a unirse bajo una visión compartida. Vinculan a las empresas
pequeñas, medianas y grandes, fomentan la gobernabilidad a varios niveles
ayudando a generar capital creativo y social dentro de la comunidad.
Otro componente manifiesto en la problematización es la
comunicación, respecto al cual los actores consideran que están en una
constante crisis por ser manipulada (Pág. 54 Línea 24-26); aspecto que
obedece a que se generan falsas expectativas según (Pág. 14 Línea 4-7)
cuando dice: “La conciencia en uno mismo, no generar falsas expectativas
saber estar en minoría para disfrutar de que tienes que crear más
argumentos para que el tuyo sea el que al final realmente venza por
convicción y no por votos”. Asimismo se argumentan que para producir
cambios en la universidad debe haber transparencia y verdad en la gestión
(Pág. 39 Línea 14-17).
Para Vitali (2010) la política es en última ins tancia un fenómeno de
instigación, tiene siempre que ver con los diversos modos que los hombres
187
emplean para influir en el comportamiento de otros hombres. En este sentido
Barroso (2004) argumenta que ha cuatro formas puras de influencia: el
poder (con recurso final a la fuerza); el control social (que supone normas de
conducta aceptadas); la fascinación (que es un ascendiente por sugestión) y
la manipulación.
Según la investigadora la manipulación se caracteriza por ser oculta
(los manipuladores tratan de que los manipulados no se den cuenta de las
presiones que reciben). Es, por lo tanto, ilegítima y no usa sanciones. Los
desarrollos de las ciencias del hombre han ampliado mucho, en sus
aplicaciones técnicas, las posibilidades de manipulación, entendida como
creación deliberada en otros (sin que ellos lo adviertan) de predisposiciones
a recibir y aceptar ciertos mensajes y no otros, o a reaccionar de
determinadas maneras ante los estímulos que les son proporcionados.
Siempre la comunicación política fue indispensable para el
funcionamiento de los sistemas humanos, pero en tiempos recientes, el
desarrollo vertiginoso de los medios de comunicación social así como la
evolución tecnológica que lo acompaña, produce una modificación cualitativa
de su influencia, a la que se denomina impacto comunicacional. Cada vez
tiende a ser más cierta la expresión "Política igual a comunicación". Lo que
no se comunica es como si no existiera. Inculcar principios y valores éticos
para luego accionar es primordial para abonar una gestión transparente. La
política parece cada vez más una actividad destinada a asegurar un
188
tratamiento preferencial a ciertos mensajes sobre otros. Al mismo tiempo, la
sobre-saturación de información y de mensajes ha provocado el alzamiento
de ciertas barreras defensivas, como puede verse en el desmedido
propagandístico que provocan las campañas electorales.
Siguiendo con los elementos de la problematización la filosofía de
gestión los entrevistados lo exponen como ausente (Pág. 17 Línea 4-5);
aspecto que obedece a que existe una crisis de valores y principios según
(Pág. 29 Línea 20-21). Asimismo se argumentan que para producir cambios
en la universidad debe haber una plataforma ética sólida (Pág. 24 Línea 4).
La filosofía de gestión para Druker (2009) es el corazón de una
organización, y envuelve a todos los elementos de la misma. Dentro de la
filosofía se precisan los principios y valores guías que la institución quiere
impulsar como cultura y lo que desea finalmente que la gente adopte como
una forma de vida. Martín (2008) afirma que para que la filosofía de gestión
sea algo más que un enunciado o un documento muerto de la organización,
se requiere la identificación y alto compromiso de sus líderes con la misma.
Para la investigadora la importancia de la filosofía de gestión consiste
en que establece las pautas y expectativas para el desarrollo de los demás
criterios que se evalúan según la norma de excelencia de gestión. Donde se
tiene presente: a) la claridad en la definición de la misión, visión, principios y
valores. b) impacto del liderazgo en toda la organización con esta filosofía. c)
la integración de los principios y valores en los sistemas gerenciales de la
189
organización. d) establecimiento de planes gerenciales anuales de
mejoramiento alineados con esta filosofía y la auditoria de los mismos. La
universidad posee todos los componentes de una filosofía de gestión; sin
embargo, los elementos b, c y d expuestos anteriormente no se cumplen.
Igualmente se destaca en la problematización es la continuidad,
respecto al cual los actores consideran existe una falta de continuidad y
seguimiento de las normas (Pág. 3 Línea 24-26); aspecto que obedece a
las transgresiones a las normas y reglas según (Pág. 43 Línea 12-13).
Asimismo se argumentan que para producir cambios en la universidad debe
haber una política concertada producto del consenso (Pág. 54 Línea 4 -5).
Para Zuleta (2009) las normas son pautas, límites, reglas básicas o
guías que orientan al personal con respecto a una institución. También Se
necesitan normas para mantener el orden, el equilibrio la puntualidad,
calidad, entre otras. También Barroso (2013) habla que la trasgresión o la
relativización de las normas, pone en riesgo toda la actividad productiva y
promueve el desacierto, deterioro, incoherencia así como el desorden.
Para la investigadora las normas deben salir de un acuerdo o afinidad
entre los miembros de una organización, referido en principio, a valores
culturales; Hay dos niveles de consenso: el consenso sobre las reglas del
juego político, que es el más importante; y el consenso sobre fines o medios
instrumentales específicos. La falta de consenso sobre fines y medios
produce conflictos políticos. La falta de consenso sobre las reglas del juego
190
produce crisis del régimen político universitario de gobernabilidad: de allí
deriva su mayor importancia y la mayor gravedad de su carencia.
El consenso es menos notorio que el disenso; el consenso se expresa
en una conducta "normal", mientras que el disenso es ruidoso. Hay factores
que favorecen la obtención de consenso, como la homogeneidad socio-
cultural, la sucesión regular de los gobiernos, la existencia de buenos
mecanismos de socialización política, un estilo de convivencia política
flexible y pragmático. El consenso significa un vínculo de solidaridad social,
una reducción de la necesidad de recurrir a la violencia para resolver
conflictos creando orden y, sobre todo, un incremento de la eficiencia global
del sistema, al no desviar energías aplicables a los fines propios del sistema.
Siguiendo con los elementos de la problematización el liderazgo los
entrevistados lo exponen como carencia de liderazgo inspirador (Pág. 47
Línea 7); aspecto que obedece a la existencia de gran desmotivación-apatía
según se describe en la (Pág. 48 Línea 2-3). Asimismo, se argumentan que
para producir cambios en la universidad debe haber un modelaje en la
conducción social (Pág. 52 Línea 31-32).
Giladi (2004) plantea que el liderazgo es un ejercicio abierto a quien
pueda y quiera ejercerlo, que no se logra a través del poder, se logra por la
autoridad informal convenciendo, tiene que ver con influencia, creatividad,
innovación, cambio ó transformación, no está necesariamente asociado a
una posición jerárquica, es un proceso, una decisión personal. Para
191
Chiavenato (2007) la historia ha demostrado la importancia del liderazgo y
la necesidad de su desarrollo en las organizaciones, para lograr la eficacia y
la calidad que el mundo de hoy exigente, dinámico y cambiante demanda de
ellas.
De lo anterior se desprende que actualmente las empresas y los
países consideran al capital humano como una inversión en las personas,
dependiendo de la empresa el proceso se lleva de distinta manera pero a la
final tiene la misma función, es apoyar y darle seguridad al nuevo empleado
para que este se adapte rápidamente así se sentirá conforme y
comprometido a la organización y comenzara a desarrollar sus actividades
exitosamente que es lo que desea la empresa que el personal se sienta bien
de todas las formas.
En esta perspectiva, cuando el líder predica con el ejemplo es
congruente en su decir y su actuar, genera una nube de confianza que
envolverá a todos así como a cada uno de sus colaboradores internos o
externos. Garantizar resultados universitarios se volverá entonces una
disciplina de trabajo, siempre y cuando el líder garantice su conducta de un
modo permanente. Por ello debe ser cuidadoso de su actuar y su decir, de
su hacer y su pensar, y ante todo, de la confianza que deposite y transmite a
quienes de él dependen, quienes con él colaboran.
Otro componente manifiesto en la problematización es la
infraestructura, respecto al cual los actores consideran que están carentes
192
de espacios dignos (Pág. 21 Línea 13-17) “yo me pregunto cómo hicieron
para colocar el comedor en lo que estaba destinado al aula magna”; aspecto
que obedece a que la infraestructura no apropiada para las necesidades
académicas y de investigación según (Pág. 24 Línea 21-23). Asimismo se
argumenta que para producir cambios en la universidad debe haber dotación
de espacios con belleza confort y seguridad (Pág. 47 Línea 11).
Para Martín (2008) el entorno afecta ya que se pierde la conciencia de
quienes son los universitarios y qué quieren. Los países andan entre la
pobreza y la riqueza, entre la violencia y la paz, entre la honestidad y la
corrupción. Las organizaciones y personas se adaptan al vaivén, optando
por lo más fácil, implementando modelos de comportamientos adaptativos.
Para Druker (2009) la infraestructura es un factor fundamental y se compone
de un conjunto de instalaciones o servicios los cuales sirven de soporte para
el desarrollo de las actividades.
Más allá de todo esto, se orienta a la satisfacción personal y estados
de ánimo que se generan en los espacios de trabajo. Considera no solo los
aspectos físicos, cognitivos y ambientales sino también criterios
organizacionales que consideran las estructuras, la estética, la belleza, y los
sistemas de gestión. Teniendo en cuenta lo anterior se afirma que existen
dos dimensiones del trabajo: la física y la cognitiva. Esto ha ayudado a la
seguridad, la salud, la productividad, la calidad, satisfacción en los contextos
psicológicos y organizacionales.
193
Igualmente se destaca en la problematización es el cambio, respecto
al cual los actores consideran inadaptabilidad frente a los cambios (Pág. 27
Línea 3-5); aspecto que obedece a que hay una brecha tecnológica
marcada según (Pág. 55 Línea 14-17) cuando dice: “la amplia brecha
tecnológica existente entre los planes, objetivos estratégicos y la real
concreción en términos prácticos”. Asimismo se argumentan que para
producir cambios en la universidad debe haber la incorporación de las TIC
en los procesos inter y extra universitarios (Pág. 57 Línea 14-16).
La administración del cambio Duran (2000) es el proceso de
transformación que asegura el éxito organizacional de la empresa
reconociendo al cambio humano como una constante ante el avance
acelerado de la tecnología de información y los cambios en las empresas.
Chiavenato (2007) habla del factor de resistencia al cambio como un
componente habitual en todos los procesos de cambio social. La
intransigencia a la innovación es por lo general activa y persistente y se
encuentra bajo muy diversas modalidades.
El ambiente en general que envuelve a las organizaciones esta en
continuo movimiento y es dinámico, exige una elevada capacidad de
adaptación de supervivencia. Deben enfrentarse a un entorno inestable, de
cambio constante. Así, pues, para sobrevivir y competir hay que adaptarse al
cambio rápida y eficazmente hacia las nuevas tecnologías. El cambio que se
realice, afectará en algún grado las relaciones de poder, estabilidad de roles
194
y satisfacción individual al interior de la organización. Las personas solo
buscan el cambio cuando experimentan un quiebre, además de reconocer el
problema, se debe comprender suficientemente bien la intervención para
identificar y prever nuevos quiebres.
Tanto la creación como la aplicación de la tecnología han
proporcionado ventajas competitivas. Los grupos sociales que han
aprovechado estas ventajas en beneficio de sus integrantes, han adquirido
un nivel de desarrollo material e intelectual que los separa de otros grupos
sociales menos privilegiados. Esta “brecha tecnológica” se da desde los
primeros albores de organización humana creando polos de dominio e
inclusive opresión entre aquéllos que manejan o tienen acceso al desarrollo
tecnológico y aquéllos que no lo tienen.
El aumento además de la persistencia de esta brecha tecnológica ha
contribuido a la creación de diferencias sociales que alimentadas por
prejuicios raciales, de clase, religiosos, entre otros, a nivel mundial se han
constituido en obstáculos para un desarrollo humano integral. Una versión
moderna de brecha tecnológica es la fisura en el orden digital que está
relacionada con las limitaciones de acceso o aplicación a las Tecnologías de
la Información y Comunicación (TIC): telecomunicaciones e informática.
El próximo elemento destacado en la problematización es la
burocratización, respecto al cual los actores consideran que esta presente
(Pág. 42 Línea 3-4) cuando se dice “Evaluarla, adaptarla, cambiarla,
195
minimizar la burocracia, hacer más online los procesos”; aspecto que
obedece a que existe una gestión retardos operativos – contratación de
personas sin justificación según (Pág. 19 Línea 25-28). Asimismo se
argumentan que para producir cambios en la universidad debe haber una
simplificación de funciones además de una sinceración de cargos (Pág. 65
Línea 22-24).
La palabra burocracia para el DRAE tiene su origen en dos palabras
una francesa y grecolatina. La primera “burocratie”, “bureau” oficina y
“cratos” poder. Es decir el poder a través del escritorio. Actualmente es
utilizado como un término peyorativo para etiquetar negativamente cualquier
institución sea pública, privada. Según Webber la burocracia se hizo
necesaria en la organización racional, capaz de caracterizar todas las
variables involucradas, y el comportamiento de los miembros, aplicable a la
fábrica y a todas las formas de organización humana, El creciente tamaño y
la complejidad de las empresas pasó a exigir modelos organizacionales
mejor definidos.
La única forma de afrontar la complejidad es analizándola y
fraccionándolas en diversas materias y aplicando la fuerza de los
funcionarios a estas materias limitadas, a fin de lograr su dominio. No
obstante, la excesiva burocratización de la que hablan los entrevistados da
lugar a nepotismo, enfrentamiento político, corrupción, la creación de la
jerarquía vertical de autoridad, puede no ser lo suficientemente explícita o
196
delineada, causando confusión y conflictos de competencia. Las
competencias pueden ser poco claras y usadas contrariamente al espíritu de
las reglas; en ocasiones el procedimiento en sí mismo puede considerarse
más importante que la decisión. Los funcionarios pueden eludir
responsabilidades, rigidez en los procesos e inercia creación de procesos
complejos disminuyendo la coordinación facilitando la creación de reglas
contradictorias.
Otro componente manifiesto en la problematización es la visión
presentista, respecto a la cual los actores reportan “no existe pasado, ni
futuro, por lo tanto van solucionando únicamente emergencias” (Pág. 49
Línea 20-21). “El caso es que se debe vivir viviendo, no se planifica porque
no hay tiempo; de forma que hago énfasis en el presente más que en el
futuro.”; aspecto que obedece a que una gestión centrada en la emergencia,
improvisación y visión cortoplacista según (Pág. 47 Línea 14-15). A
consecuencia de esto, se sugiere producir cambios en la universidad
orientados por pensamiento estratégico proactivo en el proceso de gestión
(Pág. 61 Línea 18-20). “La planificación te permite ser proactivo –cuestión
por demás necesaria para la gerencia- actuar en función de un pensamiento
estratégico”.
La visión presentista guarda relación con la carencia de horizontes.
Esta afirmación la realiza Altman (2010, p. 71) quien continúa diciendo, “el
planeta sufre desde hace varias décadas una epidemia de miopía que están
197
poniendo en peligro nuestra calidad de vida más que ninguna otra cosa”.
También Chiavenato (2007), afirma que la miopía de hacer el día a día en
términos administrativos hace que el corto plazo sea el punto de partida y de
llegada al mismo tiempo.
En concordancia con esta idea, la gerencia estratégica arranca con
una revisión de los procesos estratégicos: visión, misión, objetivos, valores,
plan de acción a corto, mediano y largo plazo, además de revisar los
procesos culturales: información, valores, costumbres, tradiciones, rituales
es decir todo lo que comprende el qué y el cómo de la universidad. También
se debe tener en consideración la gerencia por objetivos donde entran en
juego otras necesidades ajenas a la empresa y que presentan conflictos de
intereses en el análisis y en las soluciones.
Partiendo de esta premisa, es oportuno mirar hacia el pasado,
analizando y evaluando causas e impactos. También, observar el futuro
creando una visión para el desarrollo. Prever situaciones, adelantarse a ellas
y trabajar sobre lo real, lo contingente, poniendo las bases para el desarrollo.
No es aconsejable, esperar que los acontecimientos sucedan; en sustitución,
se debe adelantar y decidir, evitando el costo de la improvisación.
La acentuada crisis estructural (pág. 27, línea 5), ubicada como
elemento de importancia dentro de la problematización según los relatos de
los informantes, actúa como desencadenante -en la situación actual- de la
ausencia de políticas institucionales dirigidas a la formación de sus
198
autoridades y cuadros de relevo (pág. 27, línea 4). Igualmente, señalan poca
valoración al componente formación, pues regularmente se asume que por
el hecho de ser profesor universitario con cierta trayectoria institucional se
puede ejercer con cierta calidad (pág. 60 líneas 13-16) “El caso es que
somos docentes investigadores y en algunas oportunidades nos toca asumir
el liderazgo y aplicar todo el conocimiento aprendido en nuestros estudios
para gerenciar a una institución con su núcleo crítico dentro de su contexto”.
Por otra parte, se adjudica el nombramiento de cargos
exclusivamente al aspecto político, sin considerar la carrera académica-
administrativa de los seleccionados para tal objeto como se expresa en la
(pág. 27 líneas 17-21) “existe poca formación gerencial de quienes llegan a
cargos de autoridad universitaria y gerentes; quienes llegan a esos cargos lo
hacen por razones políticas o decisiones grupalistas”. Sin duda, en torno a
este tema existen también hay opiniones contradictorias como la comentada
en la (pág.42, línea 28) “Se está formando con herramientas innovadoras a
un personal integral quienes serán el relevo de la gerencia actual”. En otros
casos reseña como positivo el proceso de formación para cargos
gerenciales, pero sujeto al aspecto político (pág.49, línea 14).
Ante estas debilidades, las opciones propuestas por los actores
apuntan a la necesidad de reconocimiento al mérito académico y el estímulo
a al trabajo como medio para hacer explícitas las potencialidades del
personal que llega a cargos gerenciales. (Pág. 31, líneas 27-28).
199
Todo lo expresado anteriormente, desde la perspectiva de la
investigadora encuentra sentido en la forma como la academia ha significado
la gerencia. En algunos casos, desde los espacios de poder, se ha mitificado
la gerencia como algo inalcanzable, la república de los sabios, logrando de
esta manera un marcado rechazo en los ambientes académicos por todo lo
que suene a gerencia.
De esta manera, la urgencia de desmitificar esas falsas premisas es
una tarea de corto plazo, que apunta necesariamente a una revalorización
de su importancia para el mundo universitario, la incorporación de un mayor
número de actores a participar en la conducción de la universidad, la
actualización y perfeccionamiento profesional de sus actores. En general es
prioridad desarrollar un clima interno sin estructuras superpuestas que
desvanezcan la voluntad de trabajo del grupo social y de cada persona en
particular.
Otro elemento revelador en la problematización es el
desconocimiento , sobre al cual los entrevistados afirman que el gerente
desconoce la universidad y el contexto (Pág. 20 Línea 12-15); esta
situación observada actualmente produce la desvinculación externa e interna
de la gestión (Pág. 27 Línea 1-8). “lo académico-curricular se basa en una
oferta académica anacrónica desvinculada de las necesidades de la
sociedad. Planes de estudio y currículos poco flexibles, ofertas con
contenidos repetitivos, materiales y electivas rutinarias”. En consecuencia,
200
para producir cambios debe haber claridad de visión-misión y objetivos
(Pág.39 Línea 14-16).
Distinto a esta realidad, para Delgado (2008) la universidad de hoy es
el resultado de una inactividad, pasividad o letargo que se ha acumulado a lo
largo de muchos años, trayendo como consecuencia el deterioro creciente.
La desvinculación interna y externa es alarmante, la ausencia de los grandes
problemas nacionales como mundiales están presente. Estos aspectos
llevan al desmoronamiento de la institución y de quienes forman parte de
ella. Sumado a ello, Gómez (2003, p.302) señala “ha llegado la hora de
cambios verdaderos, efectivos, profundos en las instituciones universitarias
cuyo logro no debe estar basado en métodos punitivos”.
Independientemente del criterio que las personas tienen del proceso
político adelantado en el país, es innegable que se producen cambios cuyas
corrientes deben influenciar tanto a la universidad como a sus relaciones. Se
necesita la participación de toda la sociedad, empresas productivas así
como las fuerzas vivas. Un movimiento que tenga no solo la potencia sino la
capacidad suficiente para hacer las bases de la organización aunada a la
vinculación de la universidad con el sector empresarial y con el gobierno
hacia la construcción de mejoras significativas.
Asimismo, para tejer dichas relaciones se resaltan la creatividad, la
productividad como valores, vinculando el equipo de la organización con la
cultura de trabajo dinámica en pro de adquirir nuevas tecnologías para el
201
desarrollo. Así la universidad se posiciona a futuro en áreas más eficientes,
achatando organigramas con un estilo gerencial menos recargado.
Igualmente se destaca en la problematización la escasa capacidad
negociación, “la realidad desdice mucho de nuestra capacidad de
negociación como expresión de madurez política. Hoy por hoy aplica el arte
de incluir vs el arte de excluir en el ámbito universitario “(Pág. 53 Línea 10-
12); esto es una clara muestra de la debilidad gerencial para el manejo del
conflicto según (Pág. 62 Línea 27-29). La alternativa de cambio para esta
situación es establecer alianzas para el bien común a través de acuerdos
ganar-ganar (Pág. 54 Línea 17-19).
La negociación según Senge (2008), es un proceso entre dos partes
en donde existen posiciones diferentes sobre un mismo asunto, ambas
porciones quieren llegar a un acuerdo en consecuencia se comunican
intercambiando propuestas y concesiones. Por otro lado, Cohen (2007)
afirma que es la actividad dialéctica en la cual las partes que representan
intereses discrepantes se comunican e interactúan influenciándose
recíprocamente, para lo cual utilizan tanto el poder como la disposición que
pueda existir para aceptarlo con el fin de arribar a un acuerdo mutuamente
aceptado que configura, desde entonces, un objetivo en cuyo logro las
partes se comprometen.
A partir de estos señalamientos, se deduce que todos los días y a
cada momento el ser humano en sociedad debe estar dispuesto a negociar y
202
llegar a acuerdos como resultado armónico de vivir, esto parte inherente a la
condición humana. Sin embargo, esta no es una tarea fácil. Más aún se
justifica la negociación política de grupos cuando ésta alcanza mayor
relevancia dada la complejidad en las funciones de un gobierno o gestión
universitaria, por ello la negociación no es la simple transacción de intereses
o el regateo de posiciones.
Esto es, el esfuerzo constante de dos o más partes por comunicar
correctamente sus necesidades y consensuar acuerdos de satisfacción para
las partes involucradas. Es un hecho que el país está polarizado
políticamente, realidad en la cual los extremos generalmente poco quieren
conciliar. Se enfrentan personas mas no se atienden los problemas. No
existe el reconocimiento del otro por considerarlo indigno, infame, malvado
o simplemente observarlo como un obstáculo para el logro de los fines.
El principio de ganar/ganar es fundamental para el éxito en todas las
interacciones, y abarca dimensiones interdependientes de la vida. Empieza
con el carácter, y a través de las relaciones fluye en acuerdos. Se cultiva en
un ambiente en el que la estructura y los sistemas se basan en ganar/ganar.
Parece sencillo pero cada grupo enfrentado debe poner de su parte lo cual
es el verdadero reto porque la solución se construye entre todos sus actores
antes es prácticamente imposible. No existen soluciones mágicas, ni recetas
o paliativos. Lo que es más evidente es la actitud política de ambos grupos
de generar más y más conflictos en vez de soluciones.
203
Siguiendo con los elementos de la problematización, está la rigidez
de modelos mentales, la cual, los entrevistados describen en (Pág. 18
Línea 2); como un aspecto derivado de la resistencia al cambio (Pág. 59
Línea 27-30) cuando afirman “La ausencia de claridad para asumir los
principios rectores que orientan la vida de la institución, la incapacidad para
manejar cambios, resistencia a romper esquemas de comportamiento
negativo para la universidad aquejan en gran medida a la universidad”.
Asimismo sostienen que para producir cambios, la gestión debe centrar en
sus acciones la autocritica, trascendencia y descongelamiento del estilo
tradicional de gestión (Pág. 60 Línea 6-8).
Para O`Neil (2007) ocasionalmente las personas se limitan a una sola
metodología de trabajo única; sin embargo, tienen la consigna del cambio
para todos los demás. De acuerdo con esta afirmación Jobs (2011) sostiene
que un gerente debe estar dispuesto a destruir muros, construir puentes y
encender fuegos. Tener mucha energía, un poco de esa visión de las cosas,
además no temer empezar desde el principio con ímpetu, voluntad, empeño
sin descuidar la constancia.
Algunos gerentes universitarios temen que su organización pase de
un estado a otro, sin embargo, todo proceso de cambio será positivo siempre
que éste beneficie a los trabajadores, estudiantes, sociedad. El cambio
puede llevarse a cabo en diferentes áreas: tecnologías utilizadas, actitudes,
administración, procesos u organización, entre otros. El cambio traerá
204
beneficios efectivos si el equipo está comprometido con ello, si todos están
alineados a una misma estrategia, a la misión y visión de la empresa. En el
camino, es muy probable que surjan algunos inconvenientes, pero los
directivos deben estar preparados para asumir riesgos solventando todos los
obstáculos.
Lo más importante en este proceso es el recurso humano; los actores
involucrados deben colaborar entre sí y poner mucho de su esfuerzo,
motivación, preparación, satisfacción en todo lo que hacen. Es muy
importante que el gerente universitario sienta confianza en su equipo y los
estimule a ser cada vez mejores. La desconfianza solo traerá desmotivación
y diatribas en el equipo.
El proceso de cambio no puede ser autoritario, ni acelerado. Todo lo
contrario, el ambiente de trabajo durante esta fase cambiante debe ser
tranquilo y flexible, con la meta de que todos puedan avanzar sin presión. La
necesidad del cambio debe ser aceptada y asimilada por los principales
directivos universitarios, pero también por todo el personal. Para llevar a
cabo la gerencia del cambio, es necesario cumplir con tres fases: en un
principio, los directivos deben cuestionar la situación actual de la
organización, preguntarse si es necesario un cambio, en todos los aspectos
y, de ser así, fijar y diseñar las metas a cumplir.
En este sentido, es prioritario propiciar el cambio, aclarar el panorama
organizacional, reforzar las responsabilidades así como las tareas de las
205
personas involucradas, crear las estructuras necesarias, desarrollar y
diseñar nuevos sistemas para impulsar nuevas actitudes o formas de
trabajo. Es muy posible que, una vez producido el cambio, la organización
caiga en cuenta que el entorno ha seguido actualizándose con nuevos
avances tecnológicos y formas de hacer negocio.
Una vez analizadas todas las categorías emergentes del discurso de
los informantes, agrupadas en las categorías madres (problematización,
situación actual, cambios, transformaciones), la investigadora profiere un
análisis enmarcado en los trascendentes de la ética de la esperanza como
elemento impulsador de la excelencia humana a partir del desarrollo de la
bondad, la preocupación por la belleza, el logro de la unidad y el manejo de
la verdad en el entorno socio-cognitivo de la gerencia universitaria, tratados
a continuación.
Así, los modelos mentales actúan básicamente como creencias
profundamente arraigadas, imágenes y supuestos, que poseen las personas
acerca de sí mismos, de su mundo, de las organizaciones o de cómo se
unen a ellas. En relación con este aspecto, cobran vida e importancia la
diversidad de interpretaciones de dicha realidad que abarcan desde la
particularidad del ser hasta el modo propio de comprender la dinámica en el
grupo social en función de sus hábitos, costumbres o verdades cotidianas.
En lo referente a la dimensión verdad, se encontraron grandes
debilidad en la forma de manejar las verdades más profundas que aqueja a
206
la universidad con sus respectivas derivaciones. La comunidad académica
reclama una participación libre de censuras, desesperanza, politización,
valores descontextualizados, abusos de autoridad, retardos operativos, entre
otros aspectos. No, obstante depurar el sistema requiere presentar un mapa
exacto con el que guiarse, cuya posesión más virtuosa es el conocimiento
que conecta con la realidad.
Vinculado a éstas afirmaciones, Morris (1997) sostiene que para
discernir las necesidades de las personas, controlar los movimientos del
entorno, beneficiarse de la experiencia de los involucrados y servir bien a los
demás, resulta difícil encontrar algo que, en última instancia, sea más
importante que la verdad. En función de ello, se infiere que la verdad es un
bien para la organización que debe ser respetado además de utilizado en
beneficio del colectivo. Lo que esto implica, es que el trabajo realizado con
negligencia no puede resultar satisfactorio, sobre todo porque los seres
humanos no son máquinas, y es eso precisamente lo que tiende a asumir
gran parte de práctica universitaria.
Por ende, ni la universidad ni la gerencia pueden asumir a la
comunidad sólo como medio para un fin extrínseco, sino como un fin en sí
mismo. Para reforzar esta afirmación se acota la idea de Morris (1997)
donde afirma que nunca se tiene que valorar a las persona sólo por el
trabajo que desempeñan para la organización, pues la actitud correcta es
una relación de respeto y dignidad.
207
El tratamiento que se da a la verdad en la universidad ha contribuido
en gran medida a que el rumor y las interpretaciones erróneas se instalen,
para desconfigurar el tejido de las relaciones tanto como el flujo efectivo de
la comunicación. Tal aseveración, es soportada por Morris (1997) al sostener
que ante la ausencia de la verdad, las personas se conformarán con
cualquier otra opción por inexacta que ésta sea, lo cual puede crear serios
problemas en cualquier empresa.
En torno a esta idea, el papel de gerencia estará centrado en
descubrir a la par de eliminar todas las fuentes despilfarro e ineficiencia que
existan, pero allí se enfrenta con algo sobre lo que nunca se discute cuando
se habla de eficiencia. En la vida universitaria actual, no hay menor pérdida
de tiempo energía , o de ambas a la vez, que la distracción surgida en el
medio laboral cuando no hay acceso a la verdad. En su lugar, la
especulación, las habladurías, los rumores llenan el vacío que deja,
ocasionando fuertes distorsiones a la verdad que degeneran en la ruptura
del ciclo normal de las operaciones con sus resultados inclusive.
Como propuestas de acción, el gerente está en la responsabilidad de
generar debates centrados en la verdad, con apertura a todas las tendencias
políticas, la simplificación e independencia de funciones. Según Morris
(1997) en el trato de las relaciones basadas en la verdad está el núcleo de
una relación moralmente sólida y si se mantiene en el espíritu correcto,
siempre es apreciada. De allí se infiere, que el interés por compartir la
208
verdad, por transmitirla y recibirla correctamente, ayuda siempre a generar
un espíritu de cooperación que es crucial para mantener unas relaciones de
trabajo sólidas y duraderas.
A partir del enfoque estético de la dimensión humana, se abordan
elementos que definen aspectos problematizadores entre los cuales se ubica
la carencia de espacios físicos que generen confort, falta de seguridad,
tranquilidad, relajamiento, al mismo tiempo que se resalta por parte de los
actores el veto a la verdad como principal inhibidor de la belleza en las
relaciones, lo cual contradice el clima de empatía que debe existir entre la
gerencia y la comunidad académica.
En este sentido Morris (1997), argumenta que cuando las personas se
alejan de la verdad, por lo general les resulta difícil establecer la belleza a su
alrededor. Habla asimismo, de fealdades verdaderas y falsa belleza,
aspectos a los cuales considera formas de expresión erróneas. Los dos
trascendentes Belleza y verdad suelen encontrarse juntos, es decir,
interconectados e interdependientes.
Tomando en cuenta lo expuesto por el autor, se deduce que no son
necesarias grandes inversiones en construir instalaciones o contratar
arquitectos para rediseñar el espacio laboral, dentro del contexto que se
ofrece para el trabajo, puede hacerse todo tipo de cosas sencillas que
cubran las necesidades estéticas de las personas y proporcionen un entorno
laboral más agradable. El quid del asunto está, en que el estímulo por
209
pequeño que sea hace que las personas se sientan de un modo especial,
hace que se sientan valoradas al convertir el entorno laboral en un sitio de
distracción dentro de los límites de lo posible.
Para Morris (1997), al prestar atención a lo estético, se correrá la voz.
A lo que añade, que las personas que ocupan cargos directivo no tienen que
hacerlo todo solas; sino alentar a sus asociados a embellecer sus espacios
de trabajo, sentando el precedente e invitando a otros a ejercitar su
creatividad. De esta manera, es factible afirmar que las inquietudes del
personal académico, respecto a la dotación de espacios con belleza,
confort, seguridad, responde a la tendencia natural de los seres humanos a
estar rodeados con pequeños fragmentos de belleza, expectativa que se
mantendrá siempre que las circunstancias lo permitan y la cultura del
entorno lo estimule. Pero lo más importante es que ésta abarca más que
aspectos materiales, pequeños detalles que hacen la diferencia.
Aunado a los señalamientos previos, se encuentra el trascendente de
la bondad, el para Morris (1997, p.147), se resume en: “Personas
espiritualmente sanas en unas relaciones sociales armónicas”. En la
recogida de opiniones de los actores se manifiesta una marcada crisis
paradigmática, marcada por abusos de grupos de poder, ausencia de
liderazgo inspirador, desconocimiento de la universidad y gran
desesperanza. Estas situaciones constituyen en la mayoría de los casos un
desencadenante en la situación actual de la falta de fe en la institucionalidad,
210
y el asentamiento de un modelo desajustado conforme a la realidad socio-
económica, cultural que vive la universidad.
En torno a esto, Morris (1997, p.155) refiere: “las buenas personas en
un buen entorno hacen un buen trabajo, por tanto, la bondad es la única
inversión que nunca baja, y que recompensa a sus inversores de muchas
maneras”. Este señalamiento, permite afirmar que la esencia de los negocios
no debe considerarse nunca un intento de beneficiarse a costa del daño
ajeno. Mas bien tiene que considerarse un arte del rendimiento, la creación
y el cuidado de unas estructuras en el seno de las cuales las personas
puedan unirse en asociaciones para el bienestar.
Entre tanto, los actores sostienen que la esperanza en el desarrollo de
las acciones debe ser entendida como herramienta de cambio que impulse
un plan de relanzamiento estratégico para la universidad, así como también
otorgan gran relevancia a la gestión centrada en personas donde el gerente
sirva de modelaje para acciones más sanas, apropiadas a las inquietudes
del colectivo, en búsqueda constante de participación comprometida y de
valoración del trabajo colaborativo.
Para soportar la reflexión previa, se acota el planteamiento Morris
(1997), en cual hace mención a que un liderazgo amoral que hace buenas
obras sólo de cara a los medios de comunicación da peor imagen a sus
empleados además de sus clientes, que saben lo que en realidad ocurre.
Los buenos negocios deben empezar siempre en casa, en la forma de tratar
211
a los nuestros y en la toma de decisiones cotidianas. Lo que ocurre en el
círculo interno irradia hacia afuera.
Como complemento a la explicación del autor, se acota que si en el
grupo de trabajo no hay una conducta ética las personas se sentirán
presionadas a comportarse del mismo modo. Es decir, cuando se presiona a
la gente para ser parte de un equipo, esa presión puede ser algo positivo o
negativo. Si las cosas se hacen bien, con excelencia y en un marco ético
sólido, suele resultar un estímulo para el crecimiento personal, una
motivación o incentivo para mejorar, una fuerza para el bien.
No obstante en un entorno inadecuado, estas presiones pueden tener
efectos terriblemente perjudiciales. El conformismo tiene a veces sus
recompensas a corto plazo, pero no se deben olvidar sus costos e
implicaciones. En consecuencia, éste –que a priori pareciera enajenar de los
problemas habituales a las personas- se traduce en desapego, lo cual, en el
lenguaje humano es sinónimo de insatisfacción o falta de fe en los procesos
o sus resultados; es desesperanza instalada en el invivir socio-institucional
En cuanto a la dimensión espiritual, la concepción de los actores en
torno a la problematización contempla un exacerbado individualismo, falta de
cohesión, carencia de una gestión verdaderamente compartida por los
actores, poca o nula capacidad d negociación y un limitado sentido de
pertenencia. Todos estos factores generan fuertes conflictos en las
condiciones actuales en las que se desarrolla la gerencia universitaria, entre
212
los cuales destacan: la autocracia, hegemonía de poder, nepotismo,
relativismo, clientelismo, disvalores y un escenario estéril para la
participación de la mano con la desatención de los intereses del colectivo.
Esta realidad contrasta con lo que Morris (1997) establece como
dimensión espiritual: aspecto de la naturaleza humana que aspira a la
unidad o a la conectividad. Aunado a ello, sostiene que entre la mayoría de
los hombres de negocios, la unidad espiritual puede ser lo último que les
venga a la mente cuando piensan y hablan de fortalecer sus empresas. En
esta misma línea Sócrates dijo: “parece que cuanto menos importantes son
las cosas, más hablamos de ellas, y cuanto más importantes son, menos
pensamos y hablamos sobre ellas. Pensar y hablar de la dimensión espiritual
del trabajo es fundamental”.
Aun cuando, en el seno universitario se manifiestan pocas
expresiones asociadas a la necesidad de integración, reconocimiento y
participación de los actores, no significa que esto sea menos importante. En
ocasiones, el desconocimiento determina muchas de las formas de
comportamiento, que son en realidad un bagaje de conceptos aprendidos
desde la niñez hasta la edad adulta; pero el desconocimiento no justifica
falta de preocupación por las cosas de mayor significación para las
personas.
Desafortunadamente, vivimos tiempos de gran desunión, de profunda
incoherencia entre las personas y sus comunidades, entre razas, dentro de
213
las familias, entre los ciudadanos de a pie, de sus sistemas en relación
representantes políticos. Por todas partes, abunda la alienación en estrecho
vínculo con la mentalidad competitiva (erróneamente entendida). No existe
un estado de ser espiritual, sino mas bien la antítesis de lo que la
espiritualidad aspira a lograr.
De acuerdo con lo establecido por Morris (1997), para ver la
coherencia que existe alrededor, bajo las apariencias superficiales, es
necesario liberarse de la ilusión de una autonomía individual completa.
Desde este matiz, se puede afirmar que el objetivo último de la dimensión
espiritual es la unidad, la coherencia o íntima integración entre pensamientos
y acciones, creencias, emociones, entre sí mismos y los demás, entre los
seres humanos y el resto de la naturaleza, entre la naturaleza toda y la
fuente de la que surge. Una coherencia sin límites, una unidad última.
De algún modo, el sentir de los actores de la gerencia colinda con el
tema de la unidad referido por el autor, pues hacen expresa la necesidad de
participación de la comunidad en apoyo a las acciones emprendidas. Sin
embargo, desde un ángulo más específico se podría decir que la visión de
éstos se reduce en este caso a la de sujeto-objeto, en aras de conseguir la
anuencia de las personas hacia los planes o proyectos. Es entonces, un
enfoque reduccionista respecto a los conceptos de integración, humildad y
nobleza. Interiorizar los preceptos de la dimensión espiritual ayudaría en
gran medida a legitimar todo cambio o transformación en puerta.
214
Igualmente, este proceso de interiorización pasa por comprender que
la excelencia corporativa o institucional es una forma de excelencia humana.
La produce la gente que cree en lo que está haciendo. Es mantenida por
personas que, en lo que hacen, reciben el apoyo de una cultura que respeta
al tiempo que nutre las cuatro dimensiones fundamentales de la experiencia
verdaderamente humana: la dimensión intelectual (verdad), la dimensión
estética, la dimensión mora y la dimensión espiritual.
El éxito institucional así como la satisfacción personal requieren de
abundantes dosis de verdad, belleza, bondad y unidad. Estas cuatro virtudes
atemporales constituyen los cuatro pilares de la excelencia sostenible . Si se
parte de la idea de que el hombre es un ser dimensional en el cual, mente –
cuerpo- espíritu deben alcanzar el equilibrio natural pese a las fuerzas que le
impactan, es absolutamente válido pensar que dicho equilibro descansa
tanto en sus modos de interpretar la realidad como en la forma de establecer
sus relaciones con el entorno.
A manera de reflexión, el individuo hecho persona, es uno, integral,
infinito e indivisible de todo lo que le constituye; por tanto, es el mismo ser en
casa, el trabajo o la calle, solo que adapta su conocimiento (formal-
empírico), emociones, sensaciones y conductas de acuerdo al espacio en
que se mueve. No obstante, esta movilidad no es impedimento para
preservar sus principios de vida, mucho menos su capacidad de
discernimiento o la libertad reflexiva en la que sustentar sus acciones.
215
Cuadro 3. Matriz de análisis para la contrastación desde la ética de la esperanza. Tovar (2013)
PROBLEMATIZACIÓN
SITUACIÓN ACTUAL
PROPUESTA DE
ACCIÓN
VERDAD
• Verdad respecto a la política. • Transparencia en autonomía • Tolerancia- Aceptación • Esperanza en el trabajo • Viabilidad de procesos • Creación de filosofía de gestión • Conducta asertiva ante ilícitos.
• Sanción ante irregularidades • Libertad de criterio político. • Libertad de expresión • Fe en la institucionalidad • Agilización del flujo operativo • Despliegue de valores y principios • Equipos de alto desempeño
• Debate centrado en la verdad • Independencia frente al poder político • Apertura a corrientes de pensamiento • Esperanza como herramienta de cambio • Simplificación de funciones y sinceración cargos • Creación de una plataforma ética sólida • Desmitificación de acciones indebidas
BELLEZA
• Verdad como activo • Autonomía como forma ideal de gobierno • Universidad abierta al pensamiento universal • Esperanza en el futuro • División del trabajo Inter y transdisciplinariedad • Difusión de la filosofía. • La elegancia en las Verdades
• Verdad para descubrir caminos virtuosos • Autonomía (docencia, investigación, extensión) • Inhabilitac ión de grupos de poder • Instituciones fuertes para y por la gente • Eficiente desarrollo de facultades • Gestión como factor de cambio • Fortalecimiento de la moral y los valores
• Verdad como pilar de las relaciones • Autonomía • Amalgama política de acción creadora • Esperanza como guía de evolución continua • Desarrollo integral de la universidad • Universidad como tierra fértil para el futuro • Modelaje ético
BONDAD
• Sabiduría y tacto para enfrentar la mentira • Administración eficiente y vigilada • Convivencia política y legitimidad • Esperanza como proyecto • Formación de cuadros de relevo • Definición de sistema de valores • Modelaje de acciones
• Investigación colaborativa • Política como elemento asistencial • Gestión centrada en la educar • Instituciones formadora de ciudadanos íntegros • Reasignación equilibrada de puestos de trabajo • Generador de cambio en valores y principios • Amor creativo.
• Buenas personas en buenas relaciones • Autonomía espiritual-cognitiva • Legitimación de acciones para el bien común • Esperanza como generadora de libertad. • Trabajo creador en cargos de poder • Sabiduría ética en la plataforma filosófica • Bondad como construcción social
UNIDAD
• Verdad integradora • Respeto al recinto universitario Inviolabilidad • Política como instrumento de paz • Concurso colectivo como esperanza futura • Intercambio disciplinario • Transmisión de la filosofía de gestión • Grupos de reforzamiento del ser humano
• Universitarios unidos en una gestión virtuosa • Resguardo de la autonomía como forma de vida • Conectividad • Voluntad política de lucha • Desburocratización de estructuras • Aprendizaje en valores • Templanza en la gestión de capital humano
• Verdad como instrumento transformacional • Autonomía cónsona con propósitos universitarios • Trascendencia política-sociocultural • Esperanza integradora • Cargos generadores de ventajas competitivas • Plataforma ética concertada • Gerencia centrada en personas