análisis judas 1 25

33
LA PALABRA CRISTIANA DE DIOS, POR MEDIACION HUMANA; Y SU MENSAJE A SU PUEBLO "Judas, siervo de Jesucristo, y hermano de Jacobo, a los llamados, santificados en Dios Padre, y guardados en Jesucristo..." (Judas I. 1) I. "Judas..." El instrumental, de carácter personal, humano. La antropología y su testimonial, al servicio del Creador. Vasos de honra. Hombres perfectos, enteramente preparados para toda buena obra. La historia del cristianismo escrita en el corazón de los hombres. El testimonio viviente del carácter experimental del cristianismo. La encarnación de la vida del orden espiritual en la humanidad. Hombres que a partir de Cristo encuentran su identidad y vocacion. Testigos cristianos de Dios a su pueblo. II. "...siervo de Jesus-Cristo..." La historia de un hombre que contando con la condición fraternal cristiana, acepta por eleccion libre ser siervo. Hombres absolutamente convictos cristianos. Copartícipes del Reino Cristiano de Dios. La proclamacion del Cristo viviente y reinante. La revelacion del Reino Cristiano de Dios, Espiritual y Militante. El humano que sabe que la mejor manera de colaborar con la causa de los de su género, no es el humanismo, sino el cristianismo. El humano que ha aprendido de su propia historia, que el camino a la libertad, no es la pretensiosa y presuntuosa independencia de Su Creador, sino la aceptación del honroso yugo cristiano. III. "...y hermano de Jacobo..." El reencuentro del hombre con Dios, traducido como existencias ofrecidas en el altar de adoración, en sacrificio vivo al Dios Vivo y Reinante; atestigua y da fe de la reconciliación que ha tomado efecto a partir de la relación fraternal con los de su género. La Iglesia Cristiana, el pueblo de Dios, la nueva humanidad cuya historia de homicidios, fratricida ha sido cambiada. Las relaciones fraternas humanas, son toda una realidad solamente cuando estos han sido llevados nuevamente a la vida en plena comunión con Dios. El Pueblo de Dios, Un pueblo fraterno. Las relaciones interpersonales de los integrantes del Reino Cristiano de Dios. Cristo Señor y Su Iglesia. IV. "...a los llamados..." La Iglesia Cristiana, Un pueblo con Vocación. La vocación cristiana. Hombres cristianos, elegidos por Dios. La Palabra Cristiana de Dios, por mediación humana y su predica a su pueblo. La Palabra de Dios, Una Palabra que reclama con urgencia a los suyos. El llamado del buen pastor a su rebaño. El buen pastor conoce a sus ovejas, y sus ovejas le conocen a Él. Pues todo lo que el Padre le ha dado vendrá necesariamente a Él. Nadie puede venir a Él si no le fuere dado por El Padre. V. "...santificados en Dios Padre..." El Pueblo de Dios. Dios, El Santo De los Santos. El Pueblo santo de Dios. La nueva humanidad cristiana discernida por Dios. La Iglesia Cristiana, la comunidad humana cristiana justificada por Dios. Ciertamente Dios conoce a los que son suyos, por lo tanto, apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre del Señor. VI. "...y guardados en Jesucristo..." Dios: Padre y Jesucristo. La Suma

Upload: levhor

Post on 28-Mar-2016

231 views

Category:

Documents


6 download

DESCRIPTION

Estudio Biblico.

TRANSCRIPT

LA PALABRA CRISTIANA DE DIOS, POR MEDIACION HUMANA; Y SU MENSAJE A SU

PUEBLO

"Judas, siervo de Jesucristo, y hermano de Jacobo, a los llamados,

santificados en Dios Padre, y guardados en Jesucristo..." (Judas I. 1)

I. "Judas..." El instrumental, de carácter personal, humano. La

antropología y su testimonial, al servicio del Creador. Vasos de honra.

Hombres perfectos, enteramente preparados para toda buena obra. La

historia del cristianismo escrita en el corazón de los hombres. El

testimonio viviente del carácter experimental del cristianismo. La

encarnación de la vida del orden espiritual en la humanidad. Hombres que

a partir de Cristo encuentran su identidad y vocacion. Testigos

cristianos de Dios a su pueblo.

II. "...siervo de Jesus-Cristo..." La historia de un hombre que contando

con la condición fraternal cristiana, acepta por eleccion libre ser

siervo. Hombres absolutamente convictos cristianos. Copartícipes del

Reino Cristiano de Dios. La proclamacion del Cristo viviente y reinante.

La revelacion del Reino Cristiano de Dios, Espiritual y Militante. El

humano que sabe que la mejor manera de colaborar con la causa de los de

su género, no es el humanismo, sino el cristianismo. El humano que ha

aprendido de su propia historia, que el camino a la libertad, no es la

pretensiosa y presuntuosa independencia de Su Creador, sino la aceptación

del honroso yugo cristiano.

III. "...y hermano de Jacobo..." El reencuentro del hombre con Dios,

traducido como existencias ofrecidas en el altar de adoración, en

sacrificio vivo al Dios Vivo y Reinante; atestigua y da fe de la

reconciliación que ha tomado efecto a partir de la relación fraternal

con los de su género. La Iglesia Cristiana, el pueblo de Dios, la nueva

humanidad cuya historia de homicidios, fratricida ha sido cambiada. Las

relaciones fraternas humanas, son toda una realidad solamente cuando

estos han sido llevados nuevamente a la vida en plena comunión con Dios.

El Pueblo de Dios, Un pueblo fraterno. Las relaciones interpersonales

de los integrantes del Reino Cristiano de Dios. Cristo Señor y Su

Iglesia.

IV. "...a los llamados..." La Iglesia Cristiana, Un pueblo con Vocación.

La vocación cristiana. Hombres cristianos, elegidos por Dios. La Palabra

Cristiana de Dios, por mediación humana y su predica a su pueblo. La

Palabra de Dios, Una Palabra que reclama con urgencia a los suyos. El

llamado del buen pastor a su rebaño. El buen pastor conoce a sus ovejas,

y sus ovejas le conocen a Él. Pues todo lo que el Padre le ha dado vendrá

necesariamente a Él. Nadie puede venir a Él si no le fuere dado por El

Padre.

V. "...santificados en Dios Padre..." El Pueblo de Dios. Dios, El Santo

De los Santos. El Pueblo santo de Dios. La nueva humanidad cristiana

discernida por Dios. La Iglesia Cristiana, la comunidad humana cristiana

justificada por Dios. Ciertamente Dios conoce a los que son suyos, por

lo tanto, apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre del

Señor.

VI. "...y guardados en Jesucristo..." Dios: Padre y Jesucristo. La Suma

Teológica. La Deidad y su obra completa. La Deidad, fortaleza y soporte

del Reino Cristiano. Inexpugnable la vida cristiana de los hijo de Dios.

El pueblo de Dios no es aquel rebaño sin pastor, que pueda ser vulnerado

por entidades extrañas y amenazantes de su integridad. La Deidad es

guarda de su propio Reino. Porque el Cristo Viviente y Reinante es el

vigilante activo y guardador de los que le han confiado su vida. Dando

seguridad eterna de que ninguno será avergonzado. Las bondades cristianas

tienen aplicaciones presentes y futuras, hasta la misma eternidad. Lo

mismo redimen del conflicto temporal presente que de la condenacion

futura eterna.

SALUDOS Y BUENAVENTURA CRISTIANA

“Misericordia y paz y amor os sean multiplicados.” (Judas I. 2)

I. “...Misericordia...” Perfección, propiedad y virtud de La Deidad, en

estado activo, en su trato relacional con sus criaturas para fines de

perdón y Salvación. El testimonio de la nueva dispensación de la

Gracia de Dios a la humanidad cristiana. La Omnipotencia moral de La

Deidad operando en la dimensión existencial de sus criaturas para el

desarrollo de la común-unión y cumplimiento perfecto de propósitos. La

razón y como base de la perpetuación de la especie humana sobre la

tierra. La compasión de Dios por los pecadores.

II. “...y paz...” La condición estatal 1) ontológica (relativa al ser)

Propia de La Deidad, en sí misma y que se traduce en la expresión

perfectamente armónica de su ser. En los seres existenciales a partir

del hombre mismo, su mayor necesidad y búsqueda constante. 2) Comunión

ontólogica. El fruto del ministerio sacrificial cristiano, consistente

en la reconciliación de los hombres con Dios y Dios con los hombres,

matando las enemistades. A partir de lo cual se puede entender la

magnitud de tal condición y estado cristiano. Pues tal paz no es

conforme el mundo (sistema de vida presente) la da, Cristo la da.

III. “...y amor...” Dios es amor. Máximo Exponente y representante de la

mayor de todas las propiedades y virtudes. La omnipotencia moral

cristiana. Experiencias de dimensión sublime, como bendiciones,

benignidades, bondades y hasta afectos que transforman la vida humana

y sus experiencias ordinarias, en indecibles. El fundamento angular

principal de la obra de redención de La Deidad con los hombres,

mediante la entrega del Primógeno Unígeno. Por ello, el Amor Dios, es

un amor restaurador, redentor y salvífico, pero también sustentador,

apacentador.

IV. “...os sean multiplicados.” Un mensaje de bienaventuranza al pueblo

de Dios. La fructificación de las bondades y benignidades propias de

La Deidad y Valores fundamentales del Reino Espiritual Cristiano,

conferidas a la Iglesia Cristiana espiritual Militante. La Palabra

cristiana de Dios por mediación humana rebosante de bendición,

facultad propia, de suyo, mediante decreto, como declaratoria de la

voluntad agradable y perfecta de la Divinidad.

LAS POLÉMICAS APOLOGÉTICAS DEL CRISTIANISMO

“Amados, por la gran solicitud que tenía de escribiros acerca de

nuestra común salvación, me ha sido necesario escribiros exhortándoos

que contendáis ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los

santos.” (Judas I. 3)

I. “Amados...” El nombre para el género de los Hijos de Dios. Los frutos

del amor. El llamado de Dios a su pueblo, La Iglesia Cristiana. El

testimonio acerca del carácter, naturaleza y nueva identidad de la

humanidad cristiana, La Iglesia, en su común-unión con Dios. La nueva

vocación humana en Cristo, dignificante, gloriosa y sublime. Seres

humanos cristianos, re-generados, nacidos de nuevo, con una nueva

historia, la historia de la salvación eterna. Seres humanos cristianos

gozando de la gracia plena de La Deidad. La Palabra de Dios y su

convocatoria a la humanidad cristiana, con una voz y un mensaje

plenamente digno de toda confianza.

II. “...por la gran solicitud que tenía de escribiros acerca de nuestra

común salvación...” La salvación, común en la iglesia cristiana, tema

de continua actualidad en el pueblo de Dios. La salvación no es un tema

de exclusiva privacidad personal. El cristianismo como estilo de vida

relacional, involucra integral pero armónicamente cada ser. Y más cuando

se trata del desempeño de cada ministerio, sea que este tenga como

fundamento para su funcionalidad los dones espirituales, o el llamamiento

personal de La Deidad. Se hace necesario asumir con responsabilidad y

completo apego a las disposiciones divinas, estas como reguladoras de

cada don y por consecuencia cada ministerio, el ejercicio de los mismos.

Por lo tanto quien habla lo hace conforme a las palabras de Dios. La

salvación es un tema de proporciones mayúsculas. Y debe ser objeto de

constantes análisis, escrutinios y cuidados. Es el tema preeminente en

la presente Palabra de Dios para La Iglesia Cristiana.

III. “...me ha sido necesario escribiros exhortándoos...” La Palabra de

Dios a la Iglesia Cristiana en su exposición de la doctrina de La

Salvación, con carácter de Exhordio. Es absolutamente importante la

responsable consideración del documento presente. Reclama el carácter

de Palabra Cristiana de Dios. Una Palabra eterna, autoritativa, veraz.

Fiel inmutable, inerrante. Es La Palabra Escrita de Dios. Reclama

destinatarios responsables lectores. Fieles creyentes. Hombres de fe

cristiana, llenos del Espíritu Santo. Como Palabra de Dios dirigida a

su pueblo, ha sido escrita en un acto de urgente necesidad, inicialmente

para el instrumento mediático, el escritor. La Salvación cristiana, que

es el asunto principal, siendo de importancia común, es un indicador de

los alcances también globales de la necesidad.

IV. “...que contendáis ardientemente por la fe...” La batalla de fe y

por la fe. La otra forma de dar testimonio de la fe, mediante la práctica

de la defensa del evangelio. Es, no sólo la acción permisiva de Dios a

su pueblo para librar polémicas apologéticas, sino el exhordio directo

como todo un imperativo ético categórico. El cuerpo de doctrina

cristiano no es un pretexto para la beligerancia y los pleitos, es la

más poderosa razón dada para que el pueblo de Dios presente una defensa

activa y ferviente. En gran medida, las polémicas apologéticas (la

defensa de la fe), son el fruto de la obra que Dios efectua en sus hijos.

La integración del hombre al Reino de Dios, mediante el ministerio

redentor cristiano, así como su confirmación, establecimiento y todo el

proceso de crecimiento hasta alcanzar la estatura del varón perfecto,

se expresarán a travéz de un carácter forjado por la lucha contra

Satanás, el pecado y el mundo. Para ejercer la fe en el contexto de vida

natural humano, es necesario luchar contra todo y contra todos. Es la

tarea de la Iglesia Cristiana, el pueblo de Dios.

V. “...que ha sido una vez dada a los santos.” El don de Dios a La

Iglesia. El pueblo de Dios depositario del legado cristiano. El

establecimiento de la responsabilidad de La Iglesia Cristiana en

función del don recibido. La revelación de La Palabra de Dios de

aquella su obra realizada en su pueblo: la conferencia del cuerpo de

doctrina cristiano. La fe: el cuerpo de doctrina cristiano ha sido

puesto en manos del pueblo santo de Dios. Ahora bien se requiere de

los administradores que sean hallados fieles. La fidelidad en la

administración del cuerpo de doctrina cristiano, asegura dos cosas 1

la propia integridad espiritual, moral, ética de la Iglesia y 2) la

proclamación genuina, inalterable, sin diluciones, sin negociaciones,

incorruptible, de todo el consejo salvífico cristiano. El pueblo que

se precie de serlo de Dios, será conocido por su fidelidad a su Señor,

porque La Iglesia tiene un sólo Señor y Dios, Salvador, Sustentador y

Juez.

LA DENUNCIA DE LA PALABRA DE DIOS, DE LAS TENTATIVAS CORRUPTORAS DEL

REINO DE LAS TINIEBLAS AL REINO CRISTIANO DE LA DEIDAD

“Porque algunos hombres han entrado encubiertamente, los que desde

antes habían sido destinados para esta condenación, hombres impíos,

que convierten en libertinaje la gracia de nuestro Dios, y niegan a

Dios el único soberano, y a nuestro Señor Jesucristo.” (Judas I. 4)

I. “Porque algunos hombres han entrado encubiertamente...” Revelación

exposicional de la Palabra de Dios con carácter de denuncia. La

consignación de hechos impropios y antinaturales en El Reino de Dios.

Acciones que corresponden más al proceder de los siervos del reino de

tinieblas que al Reino de La Luz Cristiana. Por eso han sido plenamente

discernidas, porque no hay nada oculto a los ojos de Dios. Dios mismo y

sus medidas protectoras, suficientes y eficientes para la salvaguarda

de la integridad de su Reino.

II. “...los que desde antes habían sido destinados para esta

condenación...” La soberania divina y su perfecta expresión en la

historia de vida humana. Dios, el Un Juez Justo. El juicio de Dios

diferido, pero jamás burlado. Las criaturas de Dios, nunca, en ninguna

forma escaparán a su Juicio y condenación. Para algunos seres humanos,

su ingreso al Reino de Dios, que debiera traducirse en salvación y vida

eterna, su incorporación será la ocasión para su juicio. El reino de

Dios es aquel tribunal donde los hombres encuentran la absolución y

también la condenación. Nunca la vida de los hombres está más expuesta

y desnuda que en el Reino de la misma Luz. La Iglesia Cristiana es el

último lugar donde los pecadores irredentos y sin arrepentimiento deben

pretender ocultarse, pues la Palabra de Dios es viva y eficaz y más

cortante que toda espada de dos filos... y cuando hay un pueblo de Dios

que esgrime bien la Palabra de Verdad, La espada del Espíritu, ese pueblo

estará seguro.

III. “...hombres impíos...” La declaratoria de La Palabra de Dios contra

la impiedad. El pronunciamiento divino de consignación y juicio sobre

pecadores no arrepentidos y sin redención. El juicio divino sin

misericordia para los burladores y profanos. La destitución del Reino

de Dios de instrumentales de corrupción del Reino de Satanás. Los

juicios, no arbitrios de la comunidad cristiana, si, los juicios de Dios

mediante su Palabra escrita. El juicio moral y espiritual de Dios sobre

sus criaturas.

IV. “...que convierten en libertinaje la gracia de nuestro Dios...”

Instrumentales prestidigitadores, que mediante la hábil y diestra

manipulación obtienen para sí mismos y para los demás, concesiones

ilegítimas, presuntamente de parte de Dios y su Palabra escrita. La

respuesta de Dios es una evidente exposición de la corrupción que obra

en las acciones de tales hombres. Hombres licensiosos, libertinos,

corruptos. Dios no solo no esta de acuerdo, sino que en un acto soberano

hace los deslindamientos necesarios y el establecimiento de

responsabilidades personales a fin de efectuar su juicio inflexible y

perfecto.

V. “...y niegan a Dios, el único soberano, y a nuestro Señor Jesucristo.”

Un ateísmo humanista. El entronamiento del sistema de vida humano, en

actos claramente de arbitria deificación. Renegados. Muertos

espirituales, imposibilitados para experimentar sensorialmente a La

Deidad y todo su sistema de vida espiritual. Existencias carnales en

franca rebeldía y oposición al Dios Creador. El hombre y sus doctrinas

humanistas como tentativas de propia entronación. La remanifestación

de Satanás encarnado en el ser humano, dando evidencia de que su máxima

aspiración a usurpar el trono de Dios, haciéndose a sí mismo Dios, no

es cosa del pasado, sino pretensiones diferidas al presente. Seres

autócratas, anárquicos, arbitrarios, blasfemos y herejes.

EL JUICIO Y CONDENACION DE LOS APÓSTATAS EN EL REINO DE DIOS, MEMORIAL

MORTAL COMO TESTIMONIAL A LA IGLESIA CRISTIANA EN SU LUCHA POR LA FE

“Mas quiero recordaros, ya que una vez lo habéis sabido, que el Señor,

habiendo salvado al pueblo sacándolo de Egipto, después destruyó a los

que no creyeron.” (Judas I. 5)

I. “Mas quiero recordaros...” Memorial cristiano. La Palabra de Dios y

su obra en medio de su pueblo apelando a la poderosa y profunda reflexión,

con fundamento en la historia de los hechos gloriosos de Dios. La obra

concientizadora de Dios mediante su Palabra Escrita. La Palabra escrita

de Dios, no necesariamente está comprometida con la nueva revelación a

fin de dar cumplimiento a la voluntad de Dios agradable y perfecta en

medio de su pueblo. Para efecto de los propósitos presentes del documento

escrito al pueblo de Dios, basta y es suficiente apelar a la historia.

La historia humana, es el mayor compendio que atestigua de las acciones

siempre presentes de Dios, a fin de consumar su soberana voluntad y

eternos propósitos.

II. “...ya que una vez lo habéis sabido...” El pueblo de Dios, el pueblo

de La Fe Cristiana, la nación que fundamenta su credo y sus prácticas,

en la conciencia plena de Dios. La fe, no ha sido jamás el pretexto del

pueblo de Dios para el ejercicio de un sistema de vida irresponsable,

en vanidad, en ignorancia y a ciegas. De hecho, el testimonial glorioso

de Dios en la historia humana, así como de forma personal en la vida de

cada ser humano, como hombre de fe, son las credenciales de presentación

de La Deidad que reclaman el juicio racional de los hombres, para

terminar con el con-vencimiento pleno de los mismos. Para eso, el pueblo

de Dios tiene que leer y reeler su Palabra Escrita.

III. “...que el Señor...” El carácter Teocéntrico del testimonial De La

Palabra Escrita de Dios. Fundamento espiritual, moral, intelectual de

La Iglesia Cristiana. El saber necesario y obligado del pueblo de Dios.

El cuerpo de doctrina cristiano, constituido fundamentalmente por la

revelación que La Deidad misma ha realizado. Heroes de la fe, santos,

son eso, testigos humanos experimentales de Dios, que probaron la

eficacia de la fe en el Dios vivo y verdadero, y que obtuvieron la

recompensa de la fe, no semidioses que por propiedades y virtudes

personales, (aparte de la fe) hayan alcanzado la deificación personal

para ser hoy los objetos de estudio, de enseñanza aprendizaje, mucho

menos de honra personal y veneración, hasta la alabanza y adoración

misma.

IV. “...habiendo salvado al pueblo sacándolo de Egipto...” La certera

precisión del testimonial escrito de La Palabra de Dios, revelándole

como autor de la salvación. Las acciones salvíficas de Dios con enfoque

humano. El género de los hombres, perdido, esclavo, muerto y destinado

a la destrucción eterna. El testimonio glorioso de la redención como

obra de Dios, en favor de los hombres. La historia de la intervención

de La Deidad en la experiencia de vida del género humano para salvación.

El testimonio del carácter y naturaleza redentora de Dios. La garantia

para la fe y certidumbre de La Iglesia Cristiana en su presente hostil.

V. “...después destruyó a los que no creyeron.” El testimonio de la

soberania de Dios y su aplicación en la historia de vida de los

hombres, en su propio pueblo. La corrupción humana en sus diferentes

formas, de ninguna manera encuentra ni entrada ni cabida, ni

disimulación en el pueblo de Dios. La corrupción es el principal

detractor y destructor de toda criatura, arriba, abajo y debajo. La

nación que se precie incluso hasta gloriarse, de ser pueblo de Dios,

jamás pretenderá la conciliación de los valores propios del Reino de

Dios con la corrupción. Ni de hecho ni de intención, el pueblo de Dios

se escudará en el pasado para excusar su responsabilidad presente.

Entre tanto existencial, el hombre deberá responder a Dios por cada

instante de vida. De no hacerlo la pena por la culpa sigue siendo la

misma: la paga del pecado es muerte.

LA PROCLAMA CRISTIANA DE LA PALABRA DE DIOS DEL JUICIO FINAL Y DE

CRIATURAS ESPIRITUALES DEGRADADAS Y CORRUPTAS, PREDESTINADAS PARA LA

CONDENACIÓN Y CASTIGO ETERNO.

"Y a los ángeles que no guardaron su dignidad, sino que abandonaron su

propia morada, los ha guardado bajo oscuridad, en prisiones eternas,

para el juicio del gran día..."

(Judas I. 6)

I. "Y a los ángeles que no guardaron su dignidad, sino que abandonaron

su propia morada..." La Palabra Cristiana Escrita de Dios y su Revelación

exposicional de seres celestes, angélicos; criaturas espirituales y su

corrupción e indignidad. Criaturas que incurrieron en irresponsabilidad

y se degradaron hasta la corrupción. La corrupción no comenzó con la

caída del hombre, ni en la tierra, sus origenes se remontan no en la

historia, sino a la esfera de vida espiritual. El juicio de Dios sobre

criaturas morales angélicas. El discernimiento juicioso de La Palabra

de Dios exponiendo a criaturas espirituales, que han incurrido en actos

de irresponsabilidad y de menosprecio a sus investiduras, quedando

convictas de pecado. El tribunal soberano de Dios y su juicio de los

universos existentes creados. Tan alto como la corrupción se encumbre,

para consumar la degradación de verdaderas glorias eternas, no será la

ocasión para escapar de la soberanía divina y su juicio y condenación.

El testimonio presente deja sin argumentos a los hombres, que escudándose

en su naturaleza carnal humana pretenden justificar su debilidad y

pecado.

III. "...los ha guardado bajo oscuridad, en prisiones eternas..."

Criaturas espirituales que de la libertad gloriosa transitan al

denigrante cautiverio. El soberano Dios regente de la expresión de vida

sea cual sea la forma y estatura de esta. Testimonios espirituales de

La Palabra Cristiana de Dios que debieran ser suficientes para disuadir

a otras esferas de vida y a otras criaturas de cometer el mismo error.

Criaturas descarnadas, inhumanas,

sí espirituales, pero que igual menospreciaron la paga del pecado y la

corrupción y cayeron en su trampa. La naturaleza humana de los hombres

en nada mengua su responsabilidad moral ante Dios. Hombres que pretenden

que una vez descarnados y revestidos de plena espiritualidad, serán

inmunes a la corrupción, el presente testimonio ilustra, la importancia

de ser vigilantes, pues la corrupción y pecado, así como la santidad y

pureza, después de todo son actos racionalmente volitivo.

V. "...para el juicio del gran día..." La convocatoria de Dios a sus

criaturas para que comparezcan ante su trono el día del gran juicio. La

expresión pura y perfecta de La Deidad y su carácter soberano. El

anuncio profético del evangelio cristiano. La revelación profética de

propósitos divinos y su cumplimiento más allá de las edades y las eras

de los universos creados de Dios. La readjudicatura de La Deidad. Cuando

todos los poderes existentes arriba, abajo y debajo, serán reincorporados

como ejercicio exclusivo y propio de La Divinidad. Hasta el juicio divino

es un propósito resguardado para el tiempo preestablecido. Hasta el

castigo y la condenación de toda corrupción, malignidad y pecado tiene

un día para ser ejecutado. Algo es seguro, el juicio de Dios ya cuenta

con garantía plena de realización y satisfacción en criaturas angélicas

celestes degradadas y corruptas.

"DIOS NO PUEDE SER BURLADO, TODO LO QUE EL HOMBRE SEMBRARÉ, ESO

TAMBIÉN SEGARÁ"

"...como Sodoma y Gomorra y las ciudades vecinas, las cuales de la

misma manera que aquéllos, habiendo fornicado e ido en pos de vicios

contra naturaleza, fueron puestas por ejemplo, sufriendo el castigo

del fuego eterno." (Judas I. 7)

I. "...como Sodoma Y Gomorra y las ciudades vecinas, las cuales de la

misma manera que aquellos." El imperio Humano. El testimonial acerca del

sistema de vida de los hombres como un sistema capitalista. Sistemas de

vida a partir de la acción creadora de Dios. Esferas de vida de sustancias

y consistencias diferentes, pero que tienen algo en común, su

susceptibilidad y vulnerabilidad, hasta la misma degradación corrupción

y muerte. Una y otra vez, sea un sistema de vida espiritual y uno

terrenal, han experimentado su degradación, humillación y corrupción,

y hasta el juicio del Dios Creador. De forma tal que lo que antes se

erguia imperial y desafiante, ahora sólo son ruinas, que dan fe de lo

ineludible e inpostergable de su juicio. El Un Juez Divino, ha dejado

huellas claras y profundas en la historia de vida de los diferentes

sistemas creados. Son testimonios memoriales que confirman que el juicio

de La Deidad es real y no hay forma de burlarlo.

II. "...habiendo fornicado e ido en pos de vicios contra naturaleza..."

Sistemas de vida capitalistas cuyo mayor infortunio y desgracia ha sido

su carácter moral. Pues a costas de este carácter moral, es que las

criaturas de Dios se han aventurado a construir sus imperios. De tal

forma que El Juicio de La Divinidad mediante su Palabra Escrita revela

como, por más esfuerzos que hagan las criaturas, sus estilos de vida,

no son más que sepulcros blanqueados, hermoseados y deslumbrantes por

fuera pero espiritualmente inundados de total corrupción. Y lo que es

peor, la degradación y corrupción personal es la principal causa de su

caída. Es decir, las acciones de juicio del Dios Creador, obedecen

primeramente a la necesaria expresión de su soberanía en Su Creación,

pero revelando que detrás de cada juicio suyo hay un propósito sublime,

que es salvaguardar la intergridad del resto de sus criaturas. Antes que

esto, los sistemas vivientes arriba y abajo, han demostrado que su

principal y primer enemigo es la misma criatura. No son enemigos ajenos

y extraños, sino la degradación y la corrupcion moral y espiritual de

cada uno.

III. "...fueron puestas por ejemplo..." Memoriales judiciales de La

Deidad a los sistemas de vida creados. Testimonios mortales, con una

doble finalidad: 1) la disuación de las generaciones venideras y 2) La

confirmación de que la paga del pecado sigue siendo muerte. El testimonio

de que Dios, ni puede ser burlado y ni el hombre prosperará en el

ejercicio de un estilo de vida independentista, inmoral y lleno de

corrupción. El presente testimonio, como un hecho consumado, que da fe

que mediante el Ejercicio Divino de La Justicia, hay generaciones humanas

que perecen. Lo crean sus criaturas o no. Así, El testimonial de La

Palabra Escrita de Dios, deja las especulaciones de lado, para atenerse

a los hechos. Por lo cual el Evangelio Cristiano de La Palabra de Dios,

es un evangelio del juicio de La Deidad.

IV. "...sufriendo el castigo del fuego eterno." Ejemplos de la ira

inextinguible de Dios, predestinando al sufrimiento eterno a criaturas

degradadas y corruptas. Criaturas que ya "gozan" de la inmortalidad como

acción divina, para efectos de las penalidades suprahumanas. El

testimonio Verdadero de La Palabra Cristiana de Dios, revelando el

agónico sufrimiento de seres rebeldes, que desde el siglo y hasta el

siglo penarán. Por lo tanto, Dios dice que la vida es más que el momento

temporal existencial terreno. Dios dice, que los hombres, como creación

suya, comparecerán para ser juzgados por su vida y acciones. Dios dice,

que la paga del pecado es muerte. Dios dice, que su juicio es ineludible

y no puede ser burlado. Dios dice, que ni la misma muerte, servirá de

refugio a sus criaturas, el se encarga de inmortalizarlos para que sean

juzgados.

La Palabra de Dios y su acción judicial, estableciendo las

responsabilidades legales en contra de criaturas renegadas que lo

mismo rechazan el gobierno civil y blasfeman de La Deidad

“No obstante, de la misma manera también estos soñadores mancillan la

carne, rechazan la autoridad y blasfeman de las potestades

superiores.” (Judas I. 7)

I. “No obstante, de la misma manera, también estos soñadores mancillan

la carne...” Corrupción, el legado humano a sus generaciones.

Criaturas humanas que desfían osadamente al Dios Creador, a pesar de

la conciencia acerca de lo acontecido a criaturas celestes angélicas.

Apóstatas, que teniendo antecedentes de lo ocurrido a la generación

hebrea en el desierto, donde fueron muertos, desprecian el temor al

Dios Cristiano. El perfil de criaturas predestinadas a la destrucción,

y que vendrán a engrosar la lista de testimoniales mortales, que

confirmen la veracidad de los juicios divinos. La Palabra Cristiana

de Dios, en acciones legales estableciendo las debidas

responsabilidades, mediante la aplicación de las leyes de La Deidad.

Conforme a la regla moral graduada de Dios, la única diferencia

existente entre los actuales transgresores, y aquellos de las edades

pasadas y esferas espirituales, es que los precedentes sentados por

la Palabra de Dios en su testimonial con fines disuasorios, es

menospreciado y pretendidamente burlado por los apóstatas e infieles.

II. “...rechazan la autoridad, y blasfeman de las potestades superiores.”

Inicuos, rebeldes, arbitrios, usurpadores y anárquicos. Seres

pretensiosos que se han entronado y asumen actitudes y acciones

deíficas. El testimonio del humanísmo en toda su expresión, reclamando

funciones, posiciones e investiduras que solo corresponden a La

Deidad. Criaturas que emulan a los primeros padres del género humano,

que inventan y defienden un sistema de vida anárquico e independiente

de su Creador y Dios. Existencias rebosantes de hostilidad,

encarnadoras de la incongruencia y la contradicción. No son seres

ignorante de la verdad, sino renegados y rebeldes que apuestan por sus

propios criterios y por su propio orden social. Es el juicio de Dios

sobre criaturas moralmente corruptas y para quienes las bondades del

evangelio cristiano hace mucho que dejaron de proceder, desde el día

que renegaron de la fe.

UN TESTIMONIO DE CARÁCTER ESPIRITUAL, QUE DISCIERNE A TRAVÉS DE LA

POLÉMICA JUSTA Y CON PROPÓSITO SUBLIME, DE AQUELLAS ARMAS CARNALES

PROPIAS DE LA INJUSTICIA Y LA SIN RAZÓN

“Pero cuando el arcángel Miguel contendía con el diablo, disputando

con él por el cuerpo de Moisés, no se atrevió a proferir juicio de

maldición contra él, sino que dijo: El Señor te reprenda. “ (Judas I.

9)

I. “pero cuando el arcángel miguel contendía con el diablo...” La

Palabra de Dios y su revelación exposicional acerca del conflicto entre

criaturas espirituales. Potencias espirituales morales en conflicto.

Criaturas en completa oposición, en carácter y naturaleza como en misión

y propósito. La batalla de Dios vs Satán. La Realidad de vida espiritual,

como fundamento testimonial de La Palabra Cristiana Escrita de Dios a

los hombres. El registro escrito de actividad espiritual, y que involucra

directamente al género humano. Actividad espiritual hostil, revelando

que Dios y Su Reino, tiende a ser constantemente violentado, con

tentativas que van desde su destronamiento, hasta el fracaso de Su

sistema de vida espiritual y eterno. La aparición en la escena de La

Palabra de Dios del primer ser degradado y corrupto y su principal

contrariedad. La historia de las criaturas de Dios, arriba, abajo y

debajo, está llena de deslealtades, infidelidades, pretensiosos

usurpadores, traidores, pero finalmente solo criaturas degradadas,

corrompidas y fracasadas. Aunque también de siervos leales, fieles y

cuya mayor gloria es servir al Rey de reyes y Señor de señores.

II. “...disputando con él por el cuerpo de Moisés...” La batalla entre

el bien y el mal. Batallas espirituales que afectan de manera directa

el destino eterno de los hombres. Seres humanos mortales y mortificados

cuyo autocontrol y destino se le ha escapado de las manos, y hoy se

dilucida su futuro eterno en términos espirituales. A pesar de la

naturaleza, carácter y estilo de vida humano, el Creador de los hombres

les asegura su defensa personal a partir de acciones gloriosas, hasta

obtener su completa salvación. Ha sido de hecho, la historia de vida

humana, un testimonial constante de las acciones, iniciativas, esfuerzos

de La Deidad, para salvar a su creación y sus criaturas de la corrupción

y muerte. Es por otro lado, de hecho también, el testimonio real de las

tentativas de satanás, procurando prevalecer, mediante posesionarse

completamente de la creación y las criaturas de Dios. Un cuadro

espiritual que resume la historia de la creación como campo de batalla

de potestades espirituales, el bien y el mal, Satán vs Dios.

III. “...No se atrevió a proferir juicio de maldición contra él...” Un

testimonio acerca de las propiedades espirituales de las criaturas de

Dios. El testimonio de cuando el carácter y la naturaleza juegan el

papel más importante en la lucha contra los enemigos. Una lección acerca

de las polémicas apologéticas y la metodología más eficiente. Cuando la

lucha tiene como fundamento a Dios, Su Reino y Sus Propósitos. Cuando

la Verdad es la principal causa de la batalla. Cuando están de por medio

y han sido confiados los propósitos de La Deidad. Cuando se ha sido

constituido para la defensa de la fe y de los que ejercen la fe. Se da

por sentada la maldición sobre los antagonistas. La lucha no es a título

personal, son las batallas de Dios. La lucha no es por conflicto de

intereses personales, son los valores del Reino de Dios. Se ha recibido

la conferencia del carácter defensor y rehusar la lucha es traicionar y

traicionarse a sí mismo. Y, es otra forma de obispado y pastoreo.

IV. “...sino que dijo: El Señor te reprenda.” En las polémicas apologéticas

Cristianas, hay formas dignas y gloriosas de defender la fe. Los

verdaderos defensores de la fe, jamás en ninguna forma incurrirán en

transgresión de su propia naturaleza y carácter, misión y propósito

so pretexto de defender la fe, mucho menos transgredirán la ley de La

Deidad. Una polémica apologética de la fe cristiana que recurra a las

armas carnales y metodologías propias del mal, es una verguenza y otra

forma de apostasía pragmática. La defensa de la fe es coherente y

congruente entre Ley Divina, credos, convicciones, prácticas y

acciones. Hay un solo Juez. Todos, incluidos los apologetas están

sujetos al solo Soberano Rey de reyes y señor de señores.

LA PALABRA, EL VERBO DE DIOS, DE LENGUA ESPADA Y SU APOLOGÍA CONTRA

APÓSTATAS DE LA FE CRISTIANA

“Pero éstos blasfeman de cuantas cosas no conocen; y en las que por

naturaleza conocen, se corrompen como animales irracionales.” (Judas

I. 10)

I. “Pero estos blasfeman de cuantas cosas no conocen…” La Palabra

Cristiana de Dios y su juicio de seres que evidencian su gran ignorancia

a partir de su desbocamiento y desenfrenada charlatanería. Criaturas

parlantes que por su propia boca mueren. Pretensiosos instrumentales de

guerra, pero que no se han sentado a considerar si sus recursos y los

alcances de estos son suficientes para triunfar. Son rebeldes y

contradictores que presumen de su lengua parlanchina, pero que serán

abatidos por la Palabra Cristiana de Dios. Estos ignoran que para

contradecir polémicamente a la Deidad, deben exponerse en el campo de

batalla espiritual donde el Verbo de Dios cuenta con una espada aguda

para herir con ella a todos los contradictores e incrédulos.

II. “…y en las que por naturaleza conocen, se corrompen como animales

irracionales.” El desenfreno, degradación, insensatez, pasando por la

estupidez, hasta terminar en el entenebrecimiento de la conciencia,

como el más claro testimonio de la mortalidad espiritual de que son

objeto, es la parte de La Palabra de Dios y su pronunciamiento de

repudio, rechazo y condenación a seres muertos en delitos y pecados.

De tal magnitud es el testimonio que Dios, a través de su Palabra

escrita expone, que aquellos apóstatas, superan en degradación al

mismo hombre natural. Porque Dios evidencia aquella gran diferencia

existente entre quienes no han conocido la verdad, de quienes

habiéndola conocido, finalmente terminaron por rechazarla.

LAMENTOS Y AYES A CAUSA DE LOS JUICIOS GENERACIONALES DE LA DEIDAD

SOBRE CRIATURAS REBELDES, LOS CUALES ANTICIPAN LA MÁS HORRIBLE

PENALIDAD A SERES QUE INCURREN EN LA INCONCIENCIA ESPIRITUAL,

DESAFIANDO A LA POTESTAD SUPERIOR

“¡Ay de ellos! porque han seguido el camino de Caín, y se lanzaron por

lucro en el error de Balaam, y perecieron en la contradicción de

Coré.” (Judas I. 11)

I. “¡Ay de ellos...” Lamento y pesar. El testimonio de La Palabra

Cristiana de Dios que sentencia las penalidades correspondientes a seres

que han sido destituidos de la gloria de Dios. Ayes de La Palabra de

Dios por criaturas indolentes y que viviendo en completa inconciencia

son impotentes para lamentar siquiera su patética condición y destino

eterno. Testimonial profético divino, anticipando la triste suerte de

seres dignos de la más absoluta compasión y conmiseración, predestinados

al más horrible de todos los castigos y tormentos.

II. “...porque han seguido el camino de Caín...” Seres en caminos de

sombras y de muerte. Existencias en completo extravío. Hostiles, Ego-

céntricas, egó-latras, carnales y fratricidas capitales. Descendientes

de la serpiente antigua y dragón, llamado Satanás. Seres que se han

negado a si mismos las bondades de la persuación. Hombres cuyos héroes

son verdaderos criminales fratricidas, enajenados de Dios su Creador.

La encarnación de aquel sistema de vida aborrecible y aborrecido por

Dios, predestinado a la errabundez, vagancia y extranjería eterna, sin

lugar para el descanso y reposo.

III. “...y se lanzaron por lucro en el error de Balaam...” Seres

degradados hasta la más completa corrupción. La degeneración de la imágen

y semejanza del hombre, como criatura, del Dios Creador. Seres que

apostaron hacer tesoros en la tierra antes que en el cielo. Criaturas

dominadas por la avaricia, codicia e idolatría. Actitudes y acciones

desafiantes, osadas y en completo y abierto de- safío a La Deidad.

Hombres que olvidan hasta el extremo del menosprecio, antes que aprender

las bondades del temor reverente la historia. Vidas compulsivas.

Verdaderos mercantes, negociantes de La doctrina ortodoxa de La Palabra

de Dios. Predicadores y maestros que por la avaricia de ganancias

deshonestas, negocian todo el consejo de la Palabra Cristiana de Dios.

Practicantes de las malas artes, hechizería, adivinación, espiritísmo

ocultismo y conjuros esotéricos diabólicos.

IV. “...y perecieron en la contradicción de Coré.” El origen de los cismas, el divisionismo, fragmentamientos, rebeldías, anarquias,

vacíos de autoridad y poder. Personalidades que cuestionan, hasta la

envidia, las acciones soberanas divinas electivas. Murmuradores y

querellosos de toda autoridad y que generan, provocadamente,

levantamientos, insurrecciones y desafíos a toda autoridad. Pero que

de la misma manera, serán presas de la historia. Historia de rebeliones

humanas y juicios divinos hasta la absoluta condenación. Intentos

contradictorios generacionales de las criaturas de Dios, y otras

tantas veces, sufrientes de la devastación infligida por el Un Soberano

Juez. Porque la paga del pecado es muerte.

LA REVELACIÓN DE LA PALABRA DE DIOS, LA ANTITESIS CRISTIANA UNA

EXPOSICIÓN DE SISTEMAS DE VIDA REBOSANTES DE VANIDAD Y CORRUPCIÓN

“Estos son manchas en vuestros ágapes, que comiendo impúdicamente con

vosotros se apacientan a sí mismos; nubes sin agua, llevadas de acá

para allá por los vientos; árboles otoñales, sin fruto, dos veces

muertos y desarraigados...” (Judas I. 12)

I. “Estos son manchas en vuestros ágapes...” La Palabra Cristiana de

Dios y su discernimiento juicioso, revelando las inconsistencias,

impurezas, imperfecciones, y pecados en medio de Su pueblo. Testimonio

revelador de la condición moral de La Iglesia Cristiana. Denuncias y

consignaciones escritas, como acciones divinas preservadoras de la

integridad cristiana. La cordial comunión fraternal armónica cristiana

contaminada por personalidades que son inconsistentes y contrastan

totalmente con su entorno espiritual, El Reino de Dios militante. Dios

mediante su Palabra Escrita, expone evidentemente la condición interna

espiritual de seres que de otra manera, podrían pasar desapercibidos en

la comunidad cristiana, a fin de revelar su juicio moral sobre su pueblo.

II. “...que comiendo impúdicamente con vosotros se apacientan a sí

mismos...” La susceptibilidad, propensión y vulnerabilidad del

cristianismo, en el caso de cuando este tiene por fundamento rituales y

ceremoniales externos, antes que el carácter espiritual. La denuncia de

hechos rituales, ceremoniales y religiosos, a título de Cristo, pero que

sólo son el escaparate y camuflage de seres inconsistentes e

incongruentes, contradictorios e impropios. El testimonio de cuando los

esfuerzos fraudulentos malignos, resultan insuficientes y no pueden en

forma alguna burlar al omnisciente y sabio Dios. El fundamento doctrinal

cristiano como base para no comprometer la naturaleza, carácter y misión

cristiana, por causa del ritualismo externo, pues “el hábito no hace al

monje”. Esto es: no por ser bautizado, o haber lavado los pies de los

santos o haber participado de la mesa del Señor, son en sí mismos

elementos confirmatorios de la genuidad del carácter cristiano.

Finalmente solo son rituales religiosos. De hecho, estos rituales cobran

sentido y razón de ser cuando son efectuados, no para alcanzar un grado

mayor de gracia, ni para certificar; sino cuando son la consecuencia del

ser cristiano. Una cuestión de conciencia pura para la fe cristiana.

III. “...nubes sin agua, llevadas de acá para allá por los vientos...”

Despropósito, infertilidad, infructuosidad y sin razón, propiedades

características de seres ajenos a La Divinidad, aunados a la

inconsistencia, inconstancia, volubilidad y superficialidad vana.

fenómenos aberrantes antinaturales, renegados y cuyos registros

genealógicos no se encuentran en los anales de la creación de Dios. La

acción disvinculadora de La palabra de Dios, negando el beneficio de su

paternidad creadora a verdaderos fenómenos, concebidos para destrucción.

IV. “...árboles otoñales, sin fruto, dos veces muertos y desarraigados...”

Degradación y corrupción hasta la muerte, dos veces. Testimonial

temerario de La Palabra de Dios de criaturas que son y que nunca han

sido. La encarnación de la corrupción y vanidad. Seres que existen

nada más por existir, como acción divina, con propósito del más alto

orden, revelar la antitesis cristiana. Exponer el rostro de la maldad

y el pecado, y su juicio único y singular. También que su pueblo puede

valorar en su dimensión plena, la obra redentora cristiana.

EL JUICIO DE LA CREACIÓN CAÍDA, HOSTIL, EN DESPROPÓSITO Y SIN RAZÓN,

PREDESTINADA AL CASTIGO ETERNO

“fieras ondas del mar, que espuman su propia vergüenza; estrellas

errantes, para las cuales está reservada eternamente la oscuridad de

las tinieblas.” (Judas I. 13)

I. “...fieras ondas del mar, que espuman su propia verguenza...”

Reduccionismos absurdos. Seres cuyas pretensiones y presunciones, así

como sus amenazantes tentativas, no son otra cosa sino el inflingimiento

a si mismos de humillación, verguenza y castigo. El que cosecha vientos,

recoge tempestades. Todo lo que el hombre sembraré, eso también segará.

La inoperancia, inutilidad, ineficiencia e inefectividad del caos en sus

tentativas dañinas y corruptoras. Los hijos de perdición trabajando su

propia recompensa.

II. “...estrellas errantes, para las cuales está reservada eternamente la

oscuridad de las tinieblas.” Glorias, temporales, pasajeras y efímeras

que terminarán apagándose en las más tenebrosas tinieblas. Criaturas

en completo e incansable extravío, a quienes les está negada la bondad

del reposo y la paz. Criaturas humanas predestinadas a sufrir

juntamente con criaturas celestes corruptas y degradadas, el más

terrible de los juicios, el Juicio del solo Soberano Dios, Rey de

reyes y Señor de señores. El testimonial revelador de La Palabra

Cristiana de Dios.

EL HOMBRE CELESTE, GLORIFICADO HASTA LA ETERNIDAD Y SU JUICIO SOBRE EL

HOMBRE MORTAL TERRENO; LA PROFECÍA CRISTIANA

“De éstos también profetizó Enoc, séptimo desde Adán, diciendo: He

aquí, vino el Señor con sus santas decenas de millares...” (Judas I.

14)

I. “De estos también profetizó Enoc, séptimo desde Adán, diciendo...”

Una humanidad inmortalizada. El testimonial de La Palabra de Dios de

aquel ser de orígenes terrenos pero que fue inmortalizado. Un estilo de

vida espiritual y de completo desapego al sistema de vida mundano y

carnal. Un ser glorificado y que en tal condición se ve facultado para

emitir un pronunciamiento de juicio sobre seres que en la misma condición

original, optan por la degradación hasta la total corrupción. “...el que

siembra para la carne, de la carne segará corrupción; El que siembra

para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna.” (Gálatas. VI. 8) Los

contrastes de seres existenciales, cuya experiencia de vida eterna es

totalmente diferenciada a partir de la calidad de relación personal con

su Creador y Dios. Se da el caso de hombres a quienes les es concedido

romper sus vínculos con la degradación y corrupción propia de los de su

especie. Como también de los demás, llamados a cumplir con su destino.

II. “...He aquí, vino el Señor con sus santas decenas de millares...” La

profecía cristiana. El testimonial de todo un sistema de vida

espiritual, glorioso, imperial, triunfante. El juicio de sistemas de

vida débiles, menores y con la obligación moral de rendir cuentas a

su Creador y Dios. La visitación cristiana a los hombres de vuelta en

todo su esplendor y gloria. Los días de debilidad y sometimiento

voluntario a las necesidades humanas a pasado a la historia, ahora

Jesucristo, Señor, viene para hacer juicio. El anuncio angélico

pacifista del primer adviento, ha sido tornado en un clamor majestuoso,

poderoso, que anticipa invencibilidad, imbatibilidad, pues como

ejército de Dios es inconquistable y presagia el abatimiento de

rebeldes, revoltosos y beligerantes. El anunciamiento profético de la

segunda venida cristiana.

EL JUICIO UNIVERSAL CRISTIANO DE DIOS, UN JUICIO QUE FINCA

RESPONSABILIDADES ESTABLECIENDO COMO CAUSAL LA IMPIEDAD, ASÍ DE ACCIÓN

COMO DE PALABRA

“para hacer juicio contra todos, y dejar convictos a todos los impíos

de todas sus obras impías que han hecho impíamente, y de todas las

cosas duras que los pecadores impíos han hablado contra él.” (Judas I.

15)

I. “...para hacer juicio contra todos...” El anunciamiento del juicio

cristiano de Dios, un juicio general, sin acepción de personas. La

declaración de misión y propósito del segundo adviento cristiano. La

revelación, así de la naturaleza gloriosa y autoritativa, como del

carácter judicial de Jesucristo. La revelación exposicional de La palabra

Cristiana de Dios acerca del tribunal cristiano, anticipando a la

humanidad la firme determinación divina de llamar a comparecer a todo

hombre, a pequeños como a grandes. Finalmente toda la vida, en su

carácter existencial, de las diferentes generaciones humanas, tiene que

ver con la justicia de Dios. También, todo el consejo de Dios para los

hombres, a través de Su palabra viva, escrita, inmutable y eterna, tiene

que ver con Su justicia. Para Dios, como El Creador de los hombres, y

muy independientemente de las acciones que estos han desarrollado para

hacer de la justicia y el derecho, una materia exclusiva de determinados

profesionales, todo hombre será confrontado judicialmente. Porque,

después de todo, la justicia y el derecho son elementos inalienables de

la vida, naturaleza, persona y carácter humano, sea en su sentido

positivo y/o negativo.

II. “...y dejar convictos a todos los impíos...” No es una amenaza

sentenciosa. Tampoco es una presunción de algún determinado tipo de

sistema judicial, en los términos conocidos por los hombres. Es La

promesa y Garantía del Sistema Judicial de Dios y su Reino Espiritual

Cristiano Eterno. Su Juicio garantiza justicia. Su Juicio asegura la

plena satisfacción de sus leyes y la correspondiente penalización de

todos los hombres que viven en la impiedad. Su Juicio significa el

discernimiento entre lo bueno y lo malo, para redención y vida eterna,

y para condenación y destrucción eterna.

III. “...de todas sus obras impías que han hecho impíamente...” La

condenación de criaturas inmorales. El sistema judicial del Reino

Cristiano de Dios no necesariamente diferencia entre acciones morales o

inmorales y/o acciones legales o ilegales. La impiedad, como la causa

principal para que procedan las penalidades establecidas por la ley de

Dios, incluye tanto el carácter y la conciencia moral humana, como sus

acciones ilegales. Porque El Dios Cristiano es El Un Juez de los hombres,

de su vida y acciones, y de sus conciencias. En el regreso Señorial

Cristiano, no se juzgará a los hombres, por sus credos, confesiones de

fe, creencias, y teologías especulativas; más bien por sus acciones

obreras, como el fruto en suma de todo esto. Porque el hombre, es la

única criatura que puede confesar con su boca determinado credo pero con

sus acciones contrariarlo. Más Dios muestra que las acciones deberán,

para efectos legales, ser el producto de convicciones, fe y creencias.

IV. “...y de todas las cosas duras que los pecadores impíos han hablado

contra él.” La integralidad del juicio cristiano de Dios sobre

criaturas integrales. El hombre y sus diferentes facultades

personales, objeto del juicio cristiano de Dios. Las habladurías

humanas contra La Deidad, blasfemias, herejías, murmuraciones y

contradicciones, no solo son objeto de juicio, son acciones

penalizadas rigurosamente, con el mayor castigo existente en el

sistema judicial divino. Para una sociedad que al amparo de leyes

arbitrias, que pretenden defender la libertad de expresión, pero que

solamente encubren sus vicios y crímenes verbales, será un verdadero

desafío y prueba, el domar su lengua. Pues, el sistema judicial divino,

no solamente presume la transgresión cuando los vituperios verbales

son dirigidos a La deidad, sino, cuando, incluso, el hombre llama

fatuo a su hermano.

LA EXPOSICIÓN DE LA PALABRA DE DIOS DEL PERFIL DEL VIEJO HOMBRE CON

SUS HECHOS, Y CON UNA GRAN BOCA, QUE LO HACEN EL GRAN BOCÓN.

“Estos son murmuradores, querellosos, que andan según sus propios

deseos, cuya boca habla cosas infladas, adulando a las personas para

sacar provecho.” (Judas I. 16)

I. “Estos son murmuradores...” La exposición de La palabra Cristiana de

Dios, del perfil de seres humanos impropios, y encarnadores de todos los

vicios. Detractores de todo lo bueno. Actores de aquel estilo de vida

viejo y arranciado que en el pasado ya ha sido juzgado y penalizado con

el castigo más horrible, que es el repudio de su Creador y Dios y en

consecuencia la muerte eterna. La descalificación cristiana de criaturas

que utilizan el don de la palabra hablada en tentativas de socavar

crediticiamente a su prójimo y a La Deidad. Estilos de vida insatisfechos

e inconformes y que inculpan, en acciones profanas, a Dios.

II. “...querellosos...” Existencias que respiran hostilidad. Hombres que

violentan su entorno con acciones legalistas, siempre en abierto reclamo

y desafío a todo y contra todos con actitudes soberbias y altaneras,

además de expedir aires de perdonavidas. Hombres que creen que se lo

merecen todo, porque dicen que el mundo gira en torno a su persona.

III. “...que andan según sus propios deseos...” Humanismo carnal

concupiscente, pecaminoso. Autoridades tiranas arbitrias, ególatras,

autócratas y que incurren en la mayor pretensión de las criaturas de

Dios, que es la autoentronación hasta la misma autodeificación. Sistemas

de vida carnales conformadas a este siglo y sus influenciosas demandas.

El viejo hombre con sus vicios y pecados reconstituyéndose como árbitro

final en cuestiones de vida personal, con tentativas a construir su

imperio a costas y expensas del solo Soberano Dios.

IV. “...cuya boca habla cosas infladas...” El viejo hombre con sus hechos

pero con una gran boca, constituyéndose en el gran bocón. Criaturas que

han perdido toda proporción deb-vida. Hombres que muerden mucho, pero

mucho más de lo que pueden masticar. En inconsciencia completa hasta no

darse cuenta de que todas y cada una de sus palabra está siendo escuchada

por Dios, Creador y Juez, ante quien todos los hombres deberán dar cuenta

de cada una de sus palabras. Si el hombre ha expresado en voz alta sus

pensamientos deseando ser escuchado por Dios, lo ha conseguido. Y ahora

debe disponerse a la pena por insuflarse ante La Deidad.

V. “...adulando a las personas para sacar provecho.” El círculo vicioso

propio de una sociedad interesada y que paga por ser engañada. El

cometido de la sico-logía. La prefabricación de aquel mundo ficticio

y fantasioso del cual han huido todo problema y sufrimiento, y ahora

se dice que el verdadero y real problema es la pobre mentalidad humana.

Las tentativas diabólicas a fin de contradecir a Dios y su Palabra

pues hasta eso, dicen que La palabra de Dios es un cáncer porque ella

hace sentir mal a los hombres fincandoles responsabilidades hasta

llamarles pecadores, por lo cual, dicen: “Dios como su religión, es

malo.” El quehacer de negociantes de almas humanas.

LA CONFIRMACIÓN Y REACREDITACIÓN DEL CARÁCTER APOSTOLAR CRISTIANO COMO

MENSAJEROS DE DIOS A SU PUEBLO, LA IGLESIA CRISTIANA, PARA EFECTOS DE

SALVAGUARDA DE LA INTEGRIDAD ESPIRITUAL DE LA IGLESIA

“Pero vosotros, amados, tened memoria de las palabras que antes fueron

dichas por los apóstoles de nuestro Señor Jesucristo...” (Judas I. 17)

I. “pero vosotros, amados,...” El mensaje de La palabra Cristiana de

Dios a su pueblo. El carácter, la naturaleza y el mensaje mismo de La

palabra de Dios a La Familia de La Deidad. Un mensaje que proclama el

amor divino a La Iglesia Cristiana. El testimonial acerca de La Deidad

y sus relaciones humanas cristianas, a diferencia de su relación con

detractores apóstatas, con su pueblo existe comunión armónica y una

perfecta relación fundamentada en el amor. La Iglesia cristiana, el

testimonio de aquel pueblo que vive de y por el amor Divino.

II. “...tened memoria de las palabras que antes fueron dichas...” La

consistencia de La Palabra cristiana de Dios, así como su eternidad,

inmutabilidad, fidelidad, veracidad y suficiencia, para efecto de los

propósitos de Dios en su pueblo. El consejo divino totalmente armónico,

jamás suplementario, ni contradictorio, sí complementario y consistente.

La exhortación divina a su pueblo apelando a la racional fe. Primero

conciencia racional en el testimonial escrito y luego el ejercicio de

la fe para obtención de la bondades prometidas. Dios, como su consejo,

inmutable, nunca cambia, por eso es confiable y digno de ser recibido

por todos, pues no defrauda a los que confían en Él.

III. “...por los apóstoles de nuestro Señor Jesucristo...” El carácter

apostólico de la palabra cristiana de Dios. Apóstoles cristianos.

Proclamadores del evangelio de salvación de Dios a los hombres. La

sublime y dignísima vocación apostolar cristiana. La palabra de Dios

siempre volviendo a Dios. La reacreditación apostolar como acción de

La Palabra Cristiana de Dios, sellando tal ministerio con un carácter

singular, único y especial. Salvaguardando dicha vocación de

potenciales profanadores y que pretensiosamente buscan adjudicarse tal

llamamiento en aras de intereses mezquinos, carnales y de índole

personal. Los fundamentos proféticos, apostólicos de la Iglesia

teniendo a Jesucristo como la principal piedra del ángulo.

LA PALABRA APOSTÓLICA PROFÉTICA CRISTIANA Y SU DOCTRINA ESCATOLÓGICA;

LOS ÚLTIMOS TIEMPOS “...los que os decían: En el postrer tiempo habrá burladores, que

andarán según sus malvados deseos.” (Judas I. 18)

I. “...los que os decían: en el postrer tiempo habrá burladores...” La

Palabra Apostólica profética Cristiana de Dios. Una palabra verdadera y

fiel. La doctrina escatológica, los últimas tiempos. Una palabra de

advertencia. La denuncia profética de individuos no deseables, más bien

aborrecibles y despreciables. El testimonial apostólico, además de

evangélico, para la segura edificación del pueblo de Dios. Iniciativas

divinas procuradoras de la salvaguarda de La integridad espiritual de

la iglesia Cristiana. El valor real de ministros y ministerios ejercidos

en tiempo y forma con absoluta fidelidad y responsabilidad. Iniciativas

previsoras de Dios, dando testimonio de la necesaria responsabilidad

cristiana para enfrentar a sus enemigos. Ahora es el tiempo, ahora se

le demanda al pueblo de Dios el conocimiento cabal para confrontar a

los burladores.

II. “...que andarán según sus malvados deseos.” Estilos de vida malignos

y perversos. Estilos de vida humanos anticipados proféticamente por La

palabra Cristiana de Dios. Nada nuevo que haya de sorprender o tomar

desprevenido al pueblo cristiano, mucho menos a Dios. Son seres que han

sido predestinados desde el origen de los tiempos para esto mismo. Para

un pueblo, como lo es el pueblo cristiano de Dios, que ha conocido en

el pasado la maldad y el pecado, no debe ser ocasión de escándalo tal

realidad. La iglesia cristiana está integrada por hombres y mujeres que

han sido rescatados del reino de satanás, y que por lo tanto están

capacitados para enfrentar las luchas por la fe, sabiendo del poder y

la gracia de La Deidad.

EXPOSICIÓN REVELACIONAL DE LA PALABRA CRISTIANA DE DIOS DE LA

CONDICIÓN NO ESPIRITUAL DE ENTIDADES PROFANAS, DEPRAVADAS Y MUERTAS EN

VIDA

“Estos son los que causan divisiones; los sensuales, que no tienen al

Espíritu.” (Judas I. 19)

I. “Estos son los que causan divisiones...” Testimonial demostrativo

de La Palabra cristiana de Dios, con-signando causantes del mutilamiento

del Cuerpo cristiano. Los detractores del cristianismo. Malhechores

cristianos. Personalidades para quienes no ha sido suficiente forjar una

carrera delictiva, en su estilo de vida natural humano, sino que además

se han infiltrado al pueblo cristiano de Dios con tentativas

profanadoras, a sabiendas de la pena por la herejía y la blasfemia.

Seres humanos anticristianos cuyas acciones son tendientes a nulificar,

contrarrestar, contradecir y destruir la nueva creación de Dios en Cristo

Jesús, la Iglesia cristiana, el nuevo hombre espiritual. En tanto que

el ministerio cristiano fue sellado con sangre con la finalidad de

pulverizar las barreras de separación, y toda diferencia hostil entre

los hombres, y entre los hombres y Dios, estos individuos pretenden

reconstruir los mismos, atentando de una manera osada y temeraria contra

Dios y sus designios eternos.

II. “...los sensuales...” La depravación encarnada, personalizada,

humanada. Entes corruptos. La antitesis espiritual. La polaridad

cristiana. Todo lo opuesto al nuevo hombre espiritual cristiano. Estilos

de vida depravados, pervertidos, distorsionados. Criaturas que encarnan

todos los vicios habidos y por haber. Criaturas enajenadas del Dios

Creador y su Reino Espiritual. Humanidades corrompidas y degradadas.

Hombres que propugnan por el estilo de vida libertino, caracterizado por

la disolución y que buscan socavar la santidad y pureza del pueblo de

Dios con argumentos falsos y engañosos.

III. “...los que no tienen el Espíritu.” La Palabra cristiana y su

declaración de la consistencia de la naturaleza y carácter de las

esencias y las substancias. Acciones desvinculatorias de La Deidad, de

aquellas criaturas dos veces muertas y desarraigadas. De hecho, el

testimonial espiritual de Dios de existencias temporales muertas en

vida, sin esperanza de salvación y cuyo destino es la ira divina.

Bastardos de quienes incluso su Creador y Dios reniega. La revelación

de la Palabra Cristiana de Dios de aquellas condiciones internas, íntimas

y privadas de personas indeseables y aborrecibles; que de no ser por la

acción espiritual de Dios pasarían desapercibidas para su pueblo, pero

que han sido evidenciadas como una forma de advertirlo para evitar sufrir

por causa del engaño y el error de los inicuos. Dios sí expone las

condiciones espirituales internas de los hombres. Por ello la

importancia de su Palabra escrita doctrinalmente correcta y toda

suficiente en autoridad, para conducir a su pueblo con seguridad y

garantía de glorificación.

LA IGLESIA CRISTIANA, EL NUEVO HOMBRE ESPIRITUAL, EL CUERPO DE CRISTO

Y SU LENGUAJE FAMILIAR A LA DEIDAD; EL PUEBLO DE LA FE COMO FUNDAMENTO

DE SU EXISTIR TEMPORAL, Y GARANTÍA DE MADUREZ HASTA ALCANZAR LA

ESTATURA PLENA Y SU PROPIEDAD ETERNA

“Pero vosotros, amados, edificándoos sobre vuestra santísima fe,

orando en el Espíritu Santo...” (Judas I. 20)

I. “Pero vosotros, amados, edificándoos...” la Iglesia Cristiana, El

Nuevo Hombre Espiritual, en pro de su vocación, el exhordio de La Palabra

Escrita de Dios. La entidad cristiana en pleno proceso de crecimiento,

desarrolo y madurez hasta la perfección. El testimonio escrito de La

Palabra de Dios acerca del cristianismo como un organismo viviente,

pujante, completamente expresivo de sus funciones vitales, y que en

esfuerzos activos fundamenta su existir, que va desde la experiencia

temporal militante, hasta introducirse a la misma eternidad.

II. “...sobre vuestra santísima fe...” La Fe Cristiana. Las propiedades

y virtudes de la sustancia y esencia llamada fe. Propiedades atribuidas

y conferidas por el objeto de la fe Jesús-Cristo. Propiedades que van

desde la consagración en exclusivo para descanzar en La Deidad, hasta

la pureza como virtud forjada a partir de los procesos de refinamiento

que son desarollados por La Divinidad. La fe, como fundamento de la

persona, vida y acciones del Nuevo Hombre Espiritual, La Iglesia

Cristiana, El Cuerpo de Cristo. La comunidad de La Fe Cristiana. Un

organismo que vive por fe y para fe y que alcanzará su máxima estatura

a través del ejercicio existencial de la misma. Esto mientras alcanza

la propiedad eterna.

III. “...orando en el Espíritu Santo...” El Nuevo Hombre espiritual, La

Iglesia Cristiana, El Cuerpo de Cristo, y su dialéctica espiritual. La

relación-Comunicación-Comunión-diálogo de carácter espiritual, entre La

Deidad y La recreación Cristiana. El lenguaje familiar de La Deidad y

Sus Hijos. Porque, la comunión verbal de Dios con Sus Hijos, más que

consistir en una serie de sonidos ininteligibles, se ve constituida de

propiedades naturales espirituales, como virtudes, que dan testimonio

de la santidad de vida y acciones, esgrimida en la interrelación divina-

humana. El Espiritu es el que da vida, haciendo de la Iglesia de Cristo

un organismo animado, expresivo y dinámico. El pueblo de los hijos de

Dios.

EL LLAMAMIENTO CRISTIANO A SU PUEBLO A VIVIR CON ESPERANZA SU REALIDAD

PRESENTE, EN ACTUACIÓN MORAL, MANTENIENDO LOS OJOS EN EL AUTOR Y

CONSUMADOR DE LA FE “...conservaos en el amor de Dios, esperando la misericordia de

nuestro Señor Jesucristo para vida eterna.” (Judas I. 21)

I. “...conservaos en el amor de Dios...” La Iglesia Cristiana, El

Pueblo del Amor de Dios. El exhordio moral de la Palabra Cristiana

Escrita. La Ley Cristiana del Amor. Un sistema de vida, El Cristianismo,

sustentado existencialmente por el Amor divino. Tal actitud existencial,

asegura el ejercicio de la consagración en santidad, de toda la vida y

esfuerzos del pueblo de Dios, manteniendo buena su manera de vivir,

inspirado por el amor de su Señor. Un estilo de vida con fundamento en

el ejercicio de toda la capacidad moral del nuevo hombre cristiano

espiritual, que no permite la divagación ni el extravío en pos de “otros

señores”.

II. “...esperando la misericordia de nuestro Señor Jesucristo...” La

esperanza cristiana de La Piedad. La profesión de La Fe Cristiana. El

señorío cristiano. El Un Juez de los hombres. La única preocupación de

los hombres, en virtud y función de Cristo como Salvador, Señor y Juez,

es obtener su gracia salvadora. Se demanda de los hombres vivir en

ocupación piadosa. El humanismo y su transición hacia Cristo Señor, es

ahora toda una necesidad. En el reencuentro cristiano no hay lugar para

los méritos personales, la autosuficiencia, e independencia; sólo para

la misericordiosa compasión divina. Es otra forma en la cual, La Iglesia

cristiana, rinde tributo y gloria y honor a su Señor.

III. “...para vida eterna.” La propiedad de La Deidad. La necesidad de

criaturas, por generacionales, existenciales. El don prometido de Dios

a los hombres bajo maldición mortal. La abolición de la maldición y

muerte, como experiencias críticas humanas. El aliciente que mantiene

muy en alto las esperanzas del hombre de la fe cristiana. El sistema de

vida cristiano, espiritual eterno. El acceso del hombre a la realidad

de vida espiritual de La Divinidad. El despertar del hombre a la realidad

de Dios. La glorificación cristiana. La dádiva de Dios en Cristo Jesús

Señor nuestro.

DISPOSICIONES PARA LA VIDA ESPIRITUAL CRISTIANA EN MILITANCIA, EN

PROCURACIÓN DE LA PREPARACIÓN, PARA EL PLENO PERFECCIONAMIENTO DEL

PUEBLO DE DIOS

“A algunos que dudan, convencedlos.” (Judas I. 22)

Las disposiciones de vida espiritual cristiana militante para el pueblo

de Dios. La procuración en activo, de la madurez y el perfeccionamiento

del cristianismo. Iniciativas preparatorias cristianas, a fin de que el

hombre de Dios sea enteramente perfecto. El fortalecimiento de las

debilidades algunas del pueblo de Dios. Acciones de carácter volitivo.

La obra de convencimiento, en el caso de aquellos algunos cuya fe es

incipiente y/o débil. La obra de proclamación de la Palabra de Dios,

pues “la fe viene por el oir, y el oir por La Palabra de Dios” Acciones

fraternales cristianas. La mayor, principal y más importante función en

muestra del amor de Cristo al hermano. Las situaciones de apremio que

vive el cristianismo, 1) bajo la influencia de los falsos maestros y

sus falsas doctrinas y 2) La realidad del juicio y condena de Dios;

justifican la urgencia de la exhortación.

DISPOSICIONES PARA LA VIDA ESPIRITUAL CRISTIANA EN MILITANCIA, EN

PROCURACIÓN DE LA PREPARACIÓN, PARA EL PLENO PERFECCIONAMIENTO DEL

PUEBLO DE DIOS

“A otros salvad, arrebatándolos del fuego; y de otros tened

misericordia con temor, aborreciendo aun la ropa contaminada por su

carne.” (Judas I. 23)

I. “A otros salvad, arrebatándolos del fuego...” El ministerio de

carácter salvífico de La Iglesia Cristiana. La Iglesia, la extensión del

brazo salvador cristiano. Como Cuerpo de Cristo, es evidente la

multiplicidad de ministerios potenciales a desarrollar, así como los

diferentes rostros de la necesidad. El pueblo de Dios es urgido a

desarrollar diferentes acciones, las necesarias para garantizar la

salvaguarda de su integridad. No se trata de acciones desbocadas y

desesperadas por salvar lo insalvable, seres bajo el juicio de Dios y

condenados a la perdición, sino de evitar que en su caída, estos

arrastren a muchos.

II. “...y de otros tened misericordia con temor, aborreciendo aun la

ropa contaminada por su carne.” Acciones de purificación, santificación

y consagración de la Iglesia Cristiana. La degradación de criaturas

corruptas demanda del pueblo cristiano una total separación de lo santo

y lo profano. El caso de cuando, en un acto de obediencia a la ley

cristiana, la Iglesia deberá romper todo vínculo con el anatema. En cada

caso específico, La Palabra de Dios establece disposiciones precisas, a

fin de que su pueblo actue con absoluta certeza y perfecto conocimiento

de causa, que pueda garantizar el cumplimiento de la voluntad de Dios.

EL OMNIPOTENTE DIOS Y SUS ACCIONES SUFICIENTES, EL GARANTE DE LA

MILITANCIA CRISTIANA DE SU CALIDAD DE VIDA MORAL Y ESPIRITUAL, HASTA

LA MISMA GLORIFICACIÓN

“Y a aquel que es poderoso para guardaros sin caída, y presentaros sin

mancha delante de su gloria con gran alegría...”(Judas I. 24)

I. “Y aquel que es poderoso para guardaros sin caída...” El testimonial

del Omnipotente Dios, como fundamento de Su Reino Espiritual Cristiano

Militante. El Garante de la integridad del cristianismo, como un estilo

de vida sacro. El Sustentador de La Iglesia. Un testimonio confirmatorio

de la fe cristiana. El respaldo de la fe. La Divinidad y sus acciones

salvíficas como principal argumento, a favor de aquel estilo de vida

triunfante, invicto, victorioso y hasta glorioso, el sistema de vida

cristiano. Jesucristo es el mismo, ayer, hoy y por lo siglos. Es el

creador y Juez de toda la creación, y ni la distancia geográfica, ni la

cronológica, han menguado su naturaleza, carácter y acciones. Como Alfa,

está presente en el inicio de los tiempos para garantizar su desarrollo

progresivo hacia el futuro. Como Omega, viene al encuentro del fin de

los tiempos para culminar su obra.

II. “...y presentaros sin mancha delante de su gloria con gran

alegría...” El magnificente y Glorioso Señor y Dios de todo lo Creado,

ha asumido la titánica obra de hacer de aquellas sus criaturas de origen

terreno, seres que a su imagen y semejanza, cuenten con propiedades y

virtudes naturales espirituales, erradicando toda desavenencia y

conflicto con la gloria Suya. Seres gloriosos. Una obra de autoría

exclusiva de La Deidad. Sólo La Divinidad está en la condición de

infundir en el hombre cristiano, la consistencia esencial y substancial

para ser digno de estar en su gloriosa presencia. La glorificación es

la meta suprema de Dios en Cristo-Jesús para los hombres cristianos. La

glorificación ha comenzado, e incluye las acciones directas de la

divinidad como resguardador de la integridad, moral, física y espiritual

de su pueblo; a la vez que las acciones responsables de este,

incorporando aplicadamente y de manera práctica cada disposición

predeterminada por Dios. El plan eterno de Dios en Cristo para la

realización gozosa del cristinismo.

DOXOLOGIA TEOLOGAL CRISTIANA

“...al único y sabio Dios, nuestro Salvador, sea gloria y majestad,

imperio y potencia, ahora y por todos los siglos. Amén.” (Judas I. 25)

I. “...al único y sabio Dios...” Reconocimiento Deífico. La

invocación a La Deidad. El tributo de las criaturas al Creador como

Dios. Un testimonial espiritual, pleno de racionalidad y perfecta

conciencia. Reconocimiento, adoración, alabanza y honra, un ofertorio

purificado de elementos idolátricos, y otorgado en una acción especial

consecratoria a la Divinidad. Un ser humano con vocación de vida

espiritual eterna.

II. “...nuestro Salvador...” La profesión de fe como declaración

estatal cristiana. Declaración de fe de criaturas que viven

experimentalmente la realidad de la redención efectuada por Cristo-

Jesús. La confesión de fe del cristianismo en su carácter corporativo.

El pueblo cristiano de Dios, un pueblo en comunión de la salvación. El

carácter así presente como real de la salvación cristiana.

III. “...sea la gloria y majestad, imperio y potencia...” Ofertorio

Doxológico. Tributo de benedicciones. La abnegación, renuncia

humanista y rendición incondicional de la vida, dones, blasones,

lauleres, diademas y coronas a La Divinidad. El cristianismo, un

estilo de vida volcado a Dios, en adoración. La condición estatal

perfecta de plena comunión armónica, entre el Creador y sus criaturas.

Dios y El Reino de Dios.

IV. “...ahora y por todos los siglos. Amén.” La condición y estado del

Ser Dios. Inmutabilidad y Eternidad, Eterno Presente, y

plenipotencialidad. Perfección y Plenitud. Amén.