análisis judas 1 25
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LA PALABRA CRISTIANA DE DIOS, POR MEDIACION HUMANA; Y SU MENSAJE A SU
PUEBLO
"Judas, siervo de Jesucristo, y hermano de Jacobo, a los llamados,
santificados en Dios Padre, y guardados en Jesucristo..." (Judas I. 1)
I. "Judas..." El instrumental, de carácter personal, humano. La
antropología y su testimonial, al servicio del Creador. Vasos de honra.
Hombres perfectos, enteramente preparados para toda buena obra. La
historia del cristianismo escrita en el corazón de los hombres. El
testimonio viviente del carácter experimental del cristianismo. La
encarnación de la vida del orden espiritual en la humanidad. Hombres que
a partir de Cristo encuentran su identidad y vocacion. Testigos
cristianos de Dios a su pueblo.
II. "...siervo de Jesus-Cristo..." La historia de un hombre que contando
con la condición fraternal cristiana, acepta por eleccion libre ser
siervo. Hombres absolutamente convictos cristianos. Copartícipes del
Reino Cristiano de Dios. La proclamacion del Cristo viviente y reinante.
La revelacion del Reino Cristiano de Dios, Espiritual y Militante. El
humano que sabe que la mejor manera de colaborar con la causa de los de
su género, no es el humanismo, sino el cristianismo. El humano que ha
aprendido de su propia historia, que el camino a la libertad, no es la
pretensiosa y presuntuosa independencia de Su Creador, sino la aceptación
del honroso yugo cristiano.
III. "...y hermano de Jacobo..." El reencuentro del hombre con Dios,
traducido como existencias ofrecidas en el altar de adoración, en
sacrificio vivo al Dios Vivo y Reinante; atestigua y da fe de la
reconciliación que ha tomado efecto a partir de la relación fraternal
con los de su género. La Iglesia Cristiana, el pueblo de Dios, la nueva
humanidad cuya historia de homicidios, fratricida ha sido cambiada. Las
relaciones fraternas humanas, son toda una realidad solamente cuando
estos han sido llevados nuevamente a la vida en plena comunión con Dios.
El Pueblo de Dios, Un pueblo fraterno. Las relaciones interpersonales
de los integrantes del Reino Cristiano de Dios. Cristo Señor y Su
Iglesia.
IV. "...a los llamados..." La Iglesia Cristiana, Un pueblo con Vocación.
La vocación cristiana. Hombres cristianos, elegidos por Dios. La Palabra
Cristiana de Dios, por mediación humana y su predica a su pueblo. La
Palabra de Dios, Una Palabra que reclama con urgencia a los suyos. El
llamado del buen pastor a su rebaño. El buen pastor conoce a sus ovejas,
y sus ovejas le conocen a Él. Pues todo lo que el Padre le ha dado vendrá
necesariamente a Él. Nadie puede venir a Él si no le fuere dado por El
Padre.
V. "...santificados en Dios Padre..." El Pueblo de Dios. Dios, El Santo
De los Santos. El Pueblo santo de Dios. La nueva humanidad cristiana
discernida por Dios. La Iglesia Cristiana, la comunidad humana cristiana
justificada por Dios. Ciertamente Dios conoce a los que son suyos, por
lo tanto, apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre del
Señor.
VI. "...y guardados en Jesucristo..." Dios: Padre y Jesucristo. La Suma
Teológica. La Deidad y su obra completa. La Deidad, fortaleza y soporte
del Reino Cristiano. Inexpugnable la vida cristiana de los hijo de Dios.
El pueblo de Dios no es aquel rebaño sin pastor, que pueda ser vulnerado
por entidades extrañas y amenazantes de su integridad. La Deidad es
guarda de su propio Reino. Porque el Cristo Viviente y Reinante es el
vigilante activo y guardador de los que le han confiado su vida. Dando
seguridad eterna de que ninguno será avergonzado. Las bondades cristianas
tienen aplicaciones presentes y futuras, hasta la misma eternidad. Lo
mismo redimen del conflicto temporal presente que de la condenacion
futura eterna.
SALUDOS Y BUENAVENTURA CRISTIANA
“Misericordia y paz y amor os sean multiplicados.” (Judas I. 2)
I. “...Misericordia...” Perfección, propiedad y virtud de La Deidad, en
estado activo, en su trato relacional con sus criaturas para fines de
perdón y Salvación. El testimonio de la nueva dispensación de la
Gracia de Dios a la humanidad cristiana. La Omnipotencia moral de La
Deidad operando en la dimensión existencial de sus criaturas para el
desarrollo de la común-unión y cumplimiento perfecto de propósitos. La
razón y como base de la perpetuación de la especie humana sobre la
tierra. La compasión de Dios por los pecadores.
II. “...y paz...” La condición estatal 1) ontológica (relativa al ser)
Propia de La Deidad, en sí misma y que se traduce en la expresión
perfectamente armónica de su ser. En los seres existenciales a partir
del hombre mismo, su mayor necesidad y búsqueda constante. 2) Comunión
ontólogica. El fruto del ministerio sacrificial cristiano, consistente
en la reconciliación de los hombres con Dios y Dios con los hombres,
matando las enemistades. A partir de lo cual se puede entender la
magnitud de tal condición y estado cristiano. Pues tal paz no es
conforme el mundo (sistema de vida presente) la da, Cristo la da.
III. “...y amor...” Dios es amor. Máximo Exponente y representante de la
mayor de todas las propiedades y virtudes. La omnipotencia moral
cristiana. Experiencias de dimensión sublime, como bendiciones,
benignidades, bondades y hasta afectos que transforman la vida humana
y sus experiencias ordinarias, en indecibles. El fundamento angular
principal de la obra de redención de La Deidad con los hombres,
mediante la entrega del Primógeno Unígeno. Por ello, el Amor Dios, es
un amor restaurador, redentor y salvífico, pero también sustentador,
apacentador.
IV. “...os sean multiplicados.” Un mensaje de bienaventuranza al pueblo
de Dios. La fructificación de las bondades y benignidades propias de
La Deidad y Valores fundamentales del Reino Espiritual Cristiano,
conferidas a la Iglesia Cristiana espiritual Militante. La Palabra
cristiana de Dios por mediación humana rebosante de bendición,
facultad propia, de suyo, mediante decreto, como declaratoria de la
voluntad agradable y perfecta de la Divinidad.
LAS POLÉMICAS APOLOGÉTICAS DEL CRISTIANISMO
“Amados, por la gran solicitud que tenía de escribiros acerca de
nuestra común salvación, me ha sido necesario escribiros exhortándoos
que contendáis ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los
santos.” (Judas I. 3)
I. “Amados...” El nombre para el género de los Hijos de Dios. Los frutos
del amor. El llamado de Dios a su pueblo, La Iglesia Cristiana. El
testimonio acerca del carácter, naturaleza y nueva identidad de la
humanidad cristiana, La Iglesia, en su común-unión con Dios. La nueva
vocación humana en Cristo, dignificante, gloriosa y sublime. Seres
humanos cristianos, re-generados, nacidos de nuevo, con una nueva
historia, la historia de la salvación eterna. Seres humanos cristianos
gozando de la gracia plena de La Deidad. La Palabra de Dios y su
convocatoria a la humanidad cristiana, con una voz y un mensaje
plenamente digno de toda confianza.
II. “...por la gran solicitud que tenía de escribiros acerca de nuestra
común salvación...” La salvación, común en la iglesia cristiana, tema
de continua actualidad en el pueblo de Dios. La salvación no es un tema
de exclusiva privacidad personal. El cristianismo como estilo de vida
relacional, involucra integral pero armónicamente cada ser. Y más cuando
se trata del desempeño de cada ministerio, sea que este tenga como
fundamento para su funcionalidad los dones espirituales, o el llamamiento
personal de La Deidad. Se hace necesario asumir con responsabilidad y
completo apego a las disposiciones divinas, estas como reguladoras de
cada don y por consecuencia cada ministerio, el ejercicio de los mismos.
Por lo tanto quien habla lo hace conforme a las palabras de Dios. La
salvación es un tema de proporciones mayúsculas. Y debe ser objeto de
constantes análisis, escrutinios y cuidados. Es el tema preeminente en
la presente Palabra de Dios para La Iglesia Cristiana.
III. “...me ha sido necesario escribiros exhortándoos...” La Palabra de
Dios a la Iglesia Cristiana en su exposición de la doctrina de La
Salvación, con carácter de Exhordio. Es absolutamente importante la
responsable consideración del documento presente. Reclama el carácter
de Palabra Cristiana de Dios. Una Palabra eterna, autoritativa, veraz.
Fiel inmutable, inerrante. Es La Palabra Escrita de Dios. Reclama
destinatarios responsables lectores. Fieles creyentes. Hombres de fe
cristiana, llenos del Espíritu Santo. Como Palabra de Dios dirigida a
su pueblo, ha sido escrita en un acto de urgente necesidad, inicialmente
para el instrumento mediático, el escritor. La Salvación cristiana, que
es el asunto principal, siendo de importancia común, es un indicador de
los alcances también globales de la necesidad.
IV. “...que contendáis ardientemente por la fe...” La batalla de fe y
por la fe. La otra forma de dar testimonio de la fe, mediante la práctica
de la defensa del evangelio. Es, no sólo la acción permisiva de Dios a
su pueblo para librar polémicas apologéticas, sino el exhordio directo
como todo un imperativo ético categórico. El cuerpo de doctrina
cristiano no es un pretexto para la beligerancia y los pleitos, es la
más poderosa razón dada para que el pueblo de Dios presente una defensa
activa y ferviente. En gran medida, las polémicas apologéticas (la
defensa de la fe), son el fruto de la obra que Dios efectua en sus hijos.
La integración del hombre al Reino de Dios, mediante el ministerio
redentor cristiano, así como su confirmación, establecimiento y todo el
proceso de crecimiento hasta alcanzar la estatura del varón perfecto,
se expresarán a travéz de un carácter forjado por la lucha contra
Satanás, el pecado y el mundo. Para ejercer la fe en el contexto de vida
natural humano, es necesario luchar contra todo y contra todos. Es la
tarea de la Iglesia Cristiana, el pueblo de Dios.
V. “...que ha sido una vez dada a los santos.” El don de Dios a La
Iglesia. El pueblo de Dios depositario del legado cristiano. El
establecimiento de la responsabilidad de La Iglesia Cristiana en
función del don recibido. La revelación de La Palabra de Dios de
aquella su obra realizada en su pueblo: la conferencia del cuerpo de
doctrina cristiano. La fe: el cuerpo de doctrina cristiano ha sido
puesto en manos del pueblo santo de Dios. Ahora bien se requiere de
los administradores que sean hallados fieles. La fidelidad en la
administración del cuerpo de doctrina cristiano, asegura dos cosas 1
la propia integridad espiritual, moral, ética de la Iglesia y 2) la
proclamación genuina, inalterable, sin diluciones, sin negociaciones,
incorruptible, de todo el consejo salvífico cristiano. El pueblo que
se precie de serlo de Dios, será conocido por su fidelidad a su Señor,
porque La Iglesia tiene un sólo Señor y Dios, Salvador, Sustentador y
Juez.
LA DENUNCIA DE LA PALABRA DE DIOS, DE LAS TENTATIVAS CORRUPTORAS DEL
REINO DE LAS TINIEBLAS AL REINO CRISTIANO DE LA DEIDAD
“Porque algunos hombres han entrado encubiertamente, los que desde
antes habían sido destinados para esta condenación, hombres impíos,
que convierten en libertinaje la gracia de nuestro Dios, y niegan a
Dios el único soberano, y a nuestro Señor Jesucristo.” (Judas I. 4)
I. “Porque algunos hombres han entrado encubiertamente...” Revelación
exposicional de la Palabra de Dios con carácter de denuncia. La
consignación de hechos impropios y antinaturales en El Reino de Dios.
Acciones que corresponden más al proceder de los siervos del reino de
tinieblas que al Reino de La Luz Cristiana. Por eso han sido plenamente
discernidas, porque no hay nada oculto a los ojos de Dios. Dios mismo y
sus medidas protectoras, suficientes y eficientes para la salvaguarda
de la integridad de su Reino.
II. “...los que desde antes habían sido destinados para esta
condenación...” La soberania divina y su perfecta expresión en la
historia de vida humana. Dios, el Un Juez Justo. El juicio de Dios
diferido, pero jamás burlado. Las criaturas de Dios, nunca, en ninguna
forma escaparán a su Juicio y condenación. Para algunos seres humanos,
su ingreso al Reino de Dios, que debiera traducirse en salvación y vida
eterna, su incorporación será la ocasión para su juicio. El reino de
Dios es aquel tribunal donde los hombres encuentran la absolución y
también la condenación. Nunca la vida de los hombres está más expuesta
y desnuda que en el Reino de la misma Luz. La Iglesia Cristiana es el
último lugar donde los pecadores irredentos y sin arrepentimiento deben
pretender ocultarse, pues la Palabra de Dios es viva y eficaz y más
cortante que toda espada de dos filos... y cuando hay un pueblo de Dios
que esgrime bien la Palabra de Verdad, La espada del Espíritu, ese pueblo
estará seguro.
III. “...hombres impíos...” La declaratoria de La Palabra de Dios contra
la impiedad. El pronunciamiento divino de consignación y juicio sobre
pecadores no arrepentidos y sin redención. El juicio divino sin
misericordia para los burladores y profanos. La destitución del Reino
de Dios de instrumentales de corrupción del Reino de Satanás. Los
juicios, no arbitrios de la comunidad cristiana, si, los juicios de Dios
mediante su Palabra escrita. El juicio moral y espiritual de Dios sobre
sus criaturas.
IV. “...que convierten en libertinaje la gracia de nuestro Dios...”
Instrumentales prestidigitadores, que mediante la hábil y diestra
manipulación obtienen para sí mismos y para los demás, concesiones
ilegítimas, presuntamente de parte de Dios y su Palabra escrita. La
respuesta de Dios es una evidente exposición de la corrupción que obra
en las acciones de tales hombres. Hombres licensiosos, libertinos,
corruptos. Dios no solo no esta de acuerdo, sino que en un acto soberano
hace los deslindamientos necesarios y el establecimiento de
responsabilidades personales a fin de efectuar su juicio inflexible y
perfecto.
V. “...y niegan a Dios, el único soberano, y a nuestro Señor Jesucristo.”
Un ateísmo humanista. El entronamiento del sistema de vida humano, en
actos claramente de arbitria deificación. Renegados. Muertos
espirituales, imposibilitados para experimentar sensorialmente a La
Deidad y todo su sistema de vida espiritual. Existencias carnales en
franca rebeldía y oposición al Dios Creador. El hombre y sus doctrinas
humanistas como tentativas de propia entronación. La remanifestación
de Satanás encarnado en el ser humano, dando evidencia de que su máxima
aspiración a usurpar el trono de Dios, haciéndose a sí mismo Dios, no
es cosa del pasado, sino pretensiones diferidas al presente. Seres
autócratas, anárquicos, arbitrarios, blasfemos y herejes.
EL JUICIO Y CONDENACION DE LOS APÓSTATAS EN EL REINO DE DIOS, MEMORIAL
MORTAL COMO TESTIMONIAL A LA IGLESIA CRISTIANA EN SU LUCHA POR LA FE
“Mas quiero recordaros, ya que una vez lo habéis sabido, que el Señor,
habiendo salvado al pueblo sacándolo de Egipto, después destruyó a los
que no creyeron.” (Judas I. 5)
I. “Mas quiero recordaros...” Memorial cristiano. La Palabra de Dios y
su obra en medio de su pueblo apelando a la poderosa y profunda reflexión,
con fundamento en la historia de los hechos gloriosos de Dios. La obra
concientizadora de Dios mediante su Palabra Escrita. La Palabra escrita
de Dios, no necesariamente está comprometida con la nueva revelación a
fin de dar cumplimiento a la voluntad de Dios agradable y perfecta en
medio de su pueblo. Para efecto de los propósitos presentes del documento
escrito al pueblo de Dios, basta y es suficiente apelar a la historia.
La historia humana, es el mayor compendio que atestigua de las acciones
siempre presentes de Dios, a fin de consumar su soberana voluntad y
eternos propósitos.
II. “...ya que una vez lo habéis sabido...” El pueblo de Dios, el pueblo
de La Fe Cristiana, la nación que fundamenta su credo y sus prácticas,
en la conciencia plena de Dios. La fe, no ha sido jamás el pretexto del
pueblo de Dios para el ejercicio de un sistema de vida irresponsable,
en vanidad, en ignorancia y a ciegas. De hecho, el testimonial glorioso
de Dios en la historia humana, así como de forma personal en la vida de
cada ser humano, como hombre de fe, son las credenciales de presentación
de La Deidad que reclaman el juicio racional de los hombres, para
terminar con el con-vencimiento pleno de los mismos. Para eso, el pueblo
de Dios tiene que leer y reeler su Palabra Escrita.
III. “...que el Señor...” El carácter Teocéntrico del testimonial De La
Palabra Escrita de Dios. Fundamento espiritual, moral, intelectual de
La Iglesia Cristiana. El saber necesario y obligado del pueblo de Dios.
El cuerpo de doctrina cristiano, constituido fundamentalmente por la
revelación que La Deidad misma ha realizado. Heroes de la fe, santos,
son eso, testigos humanos experimentales de Dios, que probaron la
eficacia de la fe en el Dios vivo y verdadero, y que obtuvieron la
recompensa de la fe, no semidioses que por propiedades y virtudes
personales, (aparte de la fe) hayan alcanzado la deificación personal
para ser hoy los objetos de estudio, de enseñanza aprendizaje, mucho
menos de honra personal y veneración, hasta la alabanza y adoración
misma.
IV. “...habiendo salvado al pueblo sacándolo de Egipto...” La certera
precisión del testimonial escrito de La Palabra de Dios, revelándole
como autor de la salvación. Las acciones salvíficas de Dios con enfoque
humano. El género de los hombres, perdido, esclavo, muerto y destinado
a la destrucción eterna. El testimonio glorioso de la redención como
obra de Dios, en favor de los hombres. La historia de la intervención
de La Deidad en la experiencia de vida del género humano para salvación.
El testimonio del carácter y naturaleza redentora de Dios. La garantia
para la fe y certidumbre de La Iglesia Cristiana en su presente hostil.
V. “...después destruyó a los que no creyeron.” El testimonio de la
soberania de Dios y su aplicación en la historia de vida de los
hombres, en su propio pueblo. La corrupción humana en sus diferentes
formas, de ninguna manera encuentra ni entrada ni cabida, ni
disimulación en el pueblo de Dios. La corrupción es el principal
detractor y destructor de toda criatura, arriba, abajo y debajo. La
nación que se precie incluso hasta gloriarse, de ser pueblo de Dios,
jamás pretenderá la conciliación de los valores propios del Reino de
Dios con la corrupción. Ni de hecho ni de intención, el pueblo de Dios
se escudará en el pasado para excusar su responsabilidad presente.
Entre tanto existencial, el hombre deberá responder a Dios por cada
instante de vida. De no hacerlo la pena por la culpa sigue siendo la
misma: la paga del pecado es muerte.
LA PROCLAMA CRISTIANA DE LA PALABRA DE DIOS DEL JUICIO FINAL Y DE
CRIATURAS ESPIRITUALES DEGRADADAS Y CORRUPTAS, PREDESTINADAS PARA LA
CONDENACIÓN Y CASTIGO ETERNO.
"Y a los ángeles que no guardaron su dignidad, sino que abandonaron su
propia morada, los ha guardado bajo oscuridad, en prisiones eternas,
para el juicio del gran día..."
(Judas I. 6)
I. "Y a los ángeles que no guardaron su dignidad, sino que abandonaron
su propia morada..." La Palabra Cristiana Escrita de Dios y su Revelación
exposicional de seres celestes, angélicos; criaturas espirituales y su
corrupción e indignidad. Criaturas que incurrieron en irresponsabilidad
y se degradaron hasta la corrupción. La corrupción no comenzó con la
caída del hombre, ni en la tierra, sus origenes se remontan no en la
historia, sino a la esfera de vida espiritual. El juicio de Dios sobre
criaturas morales angélicas. El discernimiento juicioso de La Palabra
de Dios exponiendo a criaturas espirituales, que han incurrido en actos
de irresponsabilidad y de menosprecio a sus investiduras, quedando
convictas de pecado. El tribunal soberano de Dios y su juicio de los
universos existentes creados. Tan alto como la corrupción se encumbre,
para consumar la degradación de verdaderas glorias eternas, no será la
ocasión para escapar de la soberanía divina y su juicio y condenación.
El testimonio presente deja sin argumentos a los hombres, que escudándose
en su naturaleza carnal humana pretenden justificar su debilidad y
pecado.
III. "...los ha guardado bajo oscuridad, en prisiones eternas..."
Criaturas espirituales que de la libertad gloriosa transitan al
denigrante cautiverio. El soberano Dios regente de la expresión de vida
sea cual sea la forma y estatura de esta. Testimonios espirituales de
La Palabra Cristiana de Dios que debieran ser suficientes para disuadir
a otras esferas de vida y a otras criaturas de cometer el mismo error.
Criaturas descarnadas, inhumanas,
sí espirituales, pero que igual menospreciaron la paga del pecado y la
corrupción y cayeron en su trampa. La naturaleza humana de los hombres
en nada mengua su responsabilidad moral ante Dios. Hombres que pretenden
que una vez descarnados y revestidos de plena espiritualidad, serán
inmunes a la corrupción, el presente testimonio ilustra, la importancia
de ser vigilantes, pues la corrupción y pecado, así como la santidad y
pureza, después de todo son actos racionalmente volitivo.
V. "...para el juicio del gran día..." La convocatoria de Dios a sus
criaturas para que comparezcan ante su trono el día del gran juicio. La
expresión pura y perfecta de La Deidad y su carácter soberano. El
anuncio profético del evangelio cristiano. La revelación profética de
propósitos divinos y su cumplimiento más allá de las edades y las eras
de los universos creados de Dios. La readjudicatura de La Deidad. Cuando
todos los poderes existentes arriba, abajo y debajo, serán reincorporados
como ejercicio exclusivo y propio de La Divinidad. Hasta el juicio divino
es un propósito resguardado para el tiempo preestablecido. Hasta el
castigo y la condenación de toda corrupción, malignidad y pecado tiene
un día para ser ejecutado. Algo es seguro, el juicio de Dios ya cuenta
con garantía plena de realización y satisfacción en criaturas angélicas
celestes degradadas y corruptas.
"DIOS NO PUEDE SER BURLADO, TODO LO QUE EL HOMBRE SEMBRARÉ, ESO
TAMBIÉN SEGARÁ"
"...como Sodoma y Gomorra y las ciudades vecinas, las cuales de la
misma manera que aquéllos, habiendo fornicado e ido en pos de vicios
contra naturaleza, fueron puestas por ejemplo, sufriendo el castigo
del fuego eterno." (Judas I. 7)
I. "...como Sodoma Y Gomorra y las ciudades vecinas, las cuales de la
misma manera que aquellos." El imperio Humano. El testimonial acerca del
sistema de vida de los hombres como un sistema capitalista. Sistemas de
vida a partir de la acción creadora de Dios. Esferas de vida de sustancias
y consistencias diferentes, pero que tienen algo en común, su
susceptibilidad y vulnerabilidad, hasta la misma degradación corrupción
y muerte. Una y otra vez, sea un sistema de vida espiritual y uno
terrenal, han experimentado su degradación, humillación y corrupción,
y hasta el juicio del Dios Creador. De forma tal que lo que antes se
erguia imperial y desafiante, ahora sólo son ruinas, que dan fe de lo
ineludible e inpostergable de su juicio. El Un Juez Divino, ha dejado
huellas claras y profundas en la historia de vida de los diferentes
sistemas creados. Son testimonios memoriales que confirman que el juicio
de La Deidad es real y no hay forma de burlarlo.
II. "...habiendo fornicado e ido en pos de vicios contra naturaleza..."
Sistemas de vida capitalistas cuyo mayor infortunio y desgracia ha sido
su carácter moral. Pues a costas de este carácter moral, es que las
criaturas de Dios se han aventurado a construir sus imperios. De tal
forma que El Juicio de La Divinidad mediante su Palabra Escrita revela
como, por más esfuerzos que hagan las criaturas, sus estilos de vida,
no son más que sepulcros blanqueados, hermoseados y deslumbrantes por
fuera pero espiritualmente inundados de total corrupción. Y lo que es
peor, la degradación y corrupción personal es la principal causa de su
caída. Es decir, las acciones de juicio del Dios Creador, obedecen
primeramente a la necesaria expresión de su soberanía en Su Creación,
pero revelando que detrás de cada juicio suyo hay un propósito sublime,
que es salvaguardar la intergridad del resto de sus criaturas. Antes que
esto, los sistemas vivientes arriba y abajo, han demostrado que su
principal y primer enemigo es la misma criatura. No son enemigos ajenos
y extraños, sino la degradación y la corrupcion moral y espiritual de
cada uno.
III. "...fueron puestas por ejemplo..." Memoriales judiciales de La
Deidad a los sistemas de vida creados. Testimonios mortales, con una
doble finalidad: 1) la disuación de las generaciones venideras y 2) La
confirmación de que la paga del pecado sigue siendo muerte. El testimonio
de que Dios, ni puede ser burlado y ni el hombre prosperará en el
ejercicio de un estilo de vida independentista, inmoral y lleno de
corrupción. El presente testimonio, como un hecho consumado, que da fe
que mediante el Ejercicio Divino de La Justicia, hay generaciones humanas
que perecen. Lo crean sus criaturas o no. Así, El testimonial de La
Palabra Escrita de Dios, deja las especulaciones de lado, para atenerse
a los hechos. Por lo cual el Evangelio Cristiano de La Palabra de Dios,
es un evangelio del juicio de La Deidad.
IV. "...sufriendo el castigo del fuego eterno." Ejemplos de la ira
inextinguible de Dios, predestinando al sufrimiento eterno a criaturas
degradadas y corruptas. Criaturas que ya "gozan" de la inmortalidad como
acción divina, para efectos de las penalidades suprahumanas. El
testimonio Verdadero de La Palabra Cristiana de Dios, revelando el
agónico sufrimiento de seres rebeldes, que desde el siglo y hasta el
siglo penarán. Por lo tanto, Dios dice que la vida es más que el momento
temporal existencial terreno. Dios dice, que los hombres, como creación
suya, comparecerán para ser juzgados por su vida y acciones. Dios dice,
que la paga del pecado es muerte. Dios dice, que su juicio es ineludible
y no puede ser burlado. Dios dice, que ni la misma muerte, servirá de
refugio a sus criaturas, el se encarga de inmortalizarlos para que sean
juzgados.
La Palabra de Dios y su acción judicial, estableciendo las
responsabilidades legales en contra de criaturas renegadas que lo
mismo rechazan el gobierno civil y blasfeman de La Deidad
“No obstante, de la misma manera también estos soñadores mancillan la
carne, rechazan la autoridad y blasfeman de las potestades
superiores.” (Judas I. 7)
I. “No obstante, de la misma manera, también estos soñadores mancillan
la carne...” Corrupción, el legado humano a sus generaciones.
Criaturas humanas que desfían osadamente al Dios Creador, a pesar de
la conciencia acerca de lo acontecido a criaturas celestes angélicas.
Apóstatas, que teniendo antecedentes de lo ocurrido a la generación
hebrea en el desierto, donde fueron muertos, desprecian el temor al
Dios Cristiano. El perfil de criaturas predestinadas a la destrucción,
y que vendrán a engrosar la lista de testimoniales mortales, que
confirmen la veracidad de los juicios divinos. La Palabra Cristiana
de Dios, en acciones legales estableciendo las debidas
responsabilidades, mediante la aplicación de las leyes de La Deidad.
Conforme a la regla moral graduada de Dios, la única diferencia
existente entre los actuales transgresores, y aquellos de las edades
pasadas y esferas espirituales, es que los precedentes sentados por
la Palabra de Dios en su testimonial con fines disuasorios, es
menospreciado y pretendidamente burlado por los apóstatas e infieles.
II. “...rechazan la autoridad, y blasfeman de las potestades superiores.”
Inicuos, rebeldes, arbitrios, usurpadores y anárquicos. Seres
pretensiosos que se han entronado y asumen actitudes y acciones
deíficas. El testimonio del humanísmo en toda su expresión, reclamando
funciones, posiciones e investiduras que solo corresponden a La
Deidad. Criaturas que emulan a los primeros padres del género humano,
que inventan y defienden un sistema de vida anárquico e independiente
de su Creador y Dios. Existencias rebosantes de hostilidad,
encarnadoras de la incongruencia y la contradicción. No son seres
ignorante de la verdad, sino renegados y rebeldes que apuestan por sus
propios criterios y por su propio orden social. Es el juicio de Dios
sobre criaturas moralmente corruptas y para quienes las bondades del
evangelio cristiano hace mucho que dejaron de proceder, desde el día
que renegaron de la fe.
UN TESTIMONIO DE CARÁCTER ESPIRITUAL, QUE DISCIERNE A TRAVÉS DE LA
POLÉMICA JUSTA Y CON PROPÓSITO SUBLIME, DE AQUELLAS ARMAS CARNALES
PROPIAS DE LA INJUSTICIA Y LA SIN RAZÓN
“Pero cuando el arcángel Miguel contendía con el diablo, disputando
con él por el cuerpo de Moisés, no se atrevió a proferir juicio de
maldición contra él, sino que dijo: El Señor te reprenda. “ (Judas I.
9)
I. “pero cuando el arcángel miguel contendía con el diablo...” La
Palabra de Dios y su revelación exposicional acerca del conflicto entre
criaturas espirituales. Potencias espirituales morales en conflicto.
Criaturas en completa oposición, en carácter y naturaleza como en misión
y propósito. La batalla de Dios vs Satán. La Realidad de vida espiritual,
como fundamento testimonial de La Palabra Cristiana Escrita de Dios a
los hombres. El registro escrito de actividad espiritual, y que involucra
directamente al género humano. Actividad espiritual hostil, revelando
que Dios y Su Reino, tiende a ser constantemente violentado, con
tentativas que van desde su destronamiento, hasta el fracaso de Su
sistema de vida espiritual y eterno. La aparición en la escena de La
Palabra de Dios del primer ser degradado y corrupto y su principal
contrariedad. La historia de las criaturas de Dios, arriba, abajo y
debajo, está llena de deslealtades, infidelidades, pretensiosos
usurpadores, traidores, pero finalmente solo criaturas degradadas,
corrompidas y fracasadas. Aunque también de siervos leales, fieles y
cuya mayor gloria es servir al Rey de reyes y Señor de señores.
II. “...disputando con él por el cuerpo de Moisés...” La batalla entre
el bien y el mal. Batallas espirituales que afectan de manera directa
el destino eterno de los hombres. Seres humanos mortales y mortificados
cuyo autocontrol y destino se le ha escapado de las manos, y hoy se
dilucida su futuro eterno en términos espirituales. A pesar de la
naturaleza, carácter y estilo de vida humano, el Creador de los hombres
les asegura su defensa personal a partir de acciones gloriosas, hasta
obtener su completa salvación. Ha sido de hecho, la historia de vida
humana, un testimonial constante de las acciones, iniciativas, esfuerzos
de La Deidad, para salvar a su creación y sus criaturas de la corrupción
y muerte. Es por otro lado, de hecho también, el testimonio real de las
tentativas de satanás, procurando prevalecer, mediante posesionarse
completamente de la creación y las criaturas de Dios. Un cuadro
espiritual que resume la historia de la creación como campo de batalla
de potestades espirituales, el bien y el mal, Satán vs Dios.
III. “...No se atrevió a proferir juicio de maldición contra él...” Un
testimonio acerca de las propiedades espirituales de las criaturas de
Dios. El testimonio de cuando el carácter y la naturaleza juegan el
papel más importante en la lucha contra los enemigos. Una lección acerca
de las polémicas apologéticas y la metodología más eficiente. Cuando la
lucha tiene como fundamento a Dios, Su Reino y Sus Propósitos. Cuando
la Verdad es la principal causa de la batalla. Cuando están de por medio
y han sido confiados los propósitos de La Deidad. Cuando se ha sido
constituido para la defensa de la fe y de los que ejercen la fe. Se da
por sentada la maldición sobre los antagonistas. La lucha no es a título
personal, son las batallas de Dios. La lucha no es por conflicto de
intereses personales, son los valores del Reino de Dios. Se ha recibido
la conferencia del carácter defensor y rehusar la lucha es traicionar y
traicionarse a sí mismo. Y, es otra forma de obispado y pastoreo.
IV. “...sino que dijo: El Señor te reprenda.” En las polémicas apologéticas
Cristianas, hay formas dignas y gloriosas de defender la fe. Los
verdaderos defensores de la fe, jamás en ninguna forma incurrirán en
transgresión de su propia naturaleza y carácter, misión y propósito
so pretexto de defender la fe, mucho menos transgredirán la ley de La
Deidad. Una polémica apologética de la fe cristiana que recurra a las
armas carnales y metodologías propias del mal, es una verguenza y otra
forma de apostasía pragmática. La defensa de la fe es coherente y
congruente entre Ley Divina, credos, convicciones, prácticas y
acciones. Hay un solo Juez. Todos, incluidos los apologetas están
sujetos al solo Soberano Rey de reyes y señor de señores.
LA PALABRA, EL VERBO DE DIOS, DE LENGUA ESPADA Y SU APOLOGÍA CONTRA
APÓSTATAS DE LA FE CRISTIANA
“Pero éstos blasfeman de cuantas cosas no conocen; y en las que por
naturaleza conocen, se corrompen como animales irracionales.” (Judas
I. 10)
I. “Pero estos blasfeman de cuantas cosas no conocen…” La Palabra
Cristiana de Dios y su juicio de seres que evidencian su gran ignorancia
a partir de su desbocamiento y desenfrenada charlatanería. Criaturas
parlantes que por su propia boca mueren. Pretensiosos instrumentales de
guerra, pero que no se han sentado a considerar si sus recursos y los
alcances de estos son suficientes para triunfar. Son rebeldes y
contradictores que presumen de su lengua parlanchina, pero que serán
abatidos por la Palabra Cristiana de Dios. Estos ignoran que para
contradecir polémicamente a la Deidad, deben exponerse en el campo de
batalla espiritual donde el Verbo de Dios cuenta con una espada aguda
para herir con ella a todos los contradictores e incrédulos.
II. “…y en las que por naturaleza conocen, se corrompen como animales
irracionales.” El desenfreno, degradación, insensatez, pasando por la
estupidez, hasta terminar en el entenebrecimiento de la conciencia,
como el más claro testimonio de la mortalidad espiritual de que son
objeto, es la parte de La Palabra de Dios y su pronunciamiento de
repudio, rechazo y condenación a seres muertos en delitos y pecados.
De tal magnitud es el testimonio que Dios, a través de su Palabra
escrita expone, que aquellos apóstatas, superan en degradación al
mismo hombre natural. Porque Dios evidencia aquella gran diferencia
existente entre quienes no han conocido la verdad, de quienes
habiéndola conocido, finalmente terminaron por rechazarla.
LAMENTOS Y AYES A CAUSA DE LOS JUICIOS GENERACIONALES DE LA DEIDAD
SOBRE CRIATURAS REBELDES, LOS CUALES ANTICIPAN LA MÁS HORRIBLE
PENALIDAD A SERES QUE INCURREN EN LA INCONCIENCIA ESPIRITUAL,
DESAFIANDO A LA POTESTAD SUPERIOR
“¡Ay de ellos! porque han seguido el camino de Caín, y se lanzaron por
lucro en el error de Balaam, y perecieron en la contradicción de
Coré.” (Judas I. 11)
I. “¡Ay de ellos...” Lamento y pesar. El testimonio de La Palabra
Cristiana de Dios que sentencia las penalidades correspondientes a seres
que han sido destituidos de la gloria de Dios. Ayes de La Palabra de
Dios por criaturas indolentes y que viviendo en completa inconciencia
son impotentes para lamentar siquiera su patética condición y destino
eterno. Testimonial profético divino, anticipando la triste suerte de
seres dignos de la más absoluta compasión y conmiseración, predestinados
al más horrible de todos los castigos y tormentos.
II. “...porque han seguido el camino de Caín...” Seres en caminos de
sombras y de muerte. Existencias en completo extravío. Hostiles, Ego-
céntricas, egó-latras, carnales y fratricidas capitales. Descendientes
de la serpiente antigua y dragón, llamado Satanás. Seres que se han
negado a si mismos las bondades de la persuación. Hombres cuyos héroes
son verdaderos criminales fratricidas, enajenados de Dios su Creador.
La encarnación de aquel sistema de vida aborrecible y aborrecido por
Dios, predestinado a la errabundez, vagancia y extranjería eterna, sin
lugar para el descanso y reposo.
III. “...y se lanzaron por lucro en el error de Balaam...” Seres
degradados hasta la más completa corrupción. La degeneración de la imágen
y semejanza del hombre, como criatura, del Dios Creador. Seres que
apostaron hacer tesoros en la tierra antes que en el cielo. Criaturas
dominadas por la avaricia, codicia e idolatría. Actitudes y acciones
desafiantes, osadas y en completo y abierto de- safío a La Deidad.
Hombres que olvidan hasta el extremo del menosprecio, antes que aprender
las bondades del temor reverente la historia. Vidas compulsivas.
Verdaderos mercantes, negociantes de La doctrina ortodoxa de La Palabra
de Dios. Predicadores y maestros que por la avaricia de ganancias
deshonestas, negocian todo el consejo de la Palabra Cristiana de Dios.
Practicantes de las malas artes, hechizería, adivinación, espiritísmo
ocultismo y conjuros esotéricos diabólicos.
IV. “...y perecieron en la contradicción de Coré.” El origen de los cismas, el divisionismo, fragmentamientos, rebeldías, anarquias,
vacíos de autoridad y poder. Personalidades que cuestionan, hasta la
envidia, las acciones soberanas divinas electivas. Murmuradores y
querellosos de toda autoridad y que generan, provocadamente,
levantamientos, insurrecciones y desafíos a toda autoridad. Pero que
de la misma manera, serán presas de la historia. Historia de rebeliones
humanas y juicios divinos hasta la absoluta condenación. Intentos
contradictorios generacionales de las criaturas de Dios, y otras
tantas veces, sufrientes de la devastación infligida por el Un Soberano
Juez. Porque la paga del pecado es muerte.
LA REVELACIÓN DE LA PALABRA DE DIOS, LA ANTITESIS CRISTIANA UNA
EXPOSICIÓN DE SISTEMAS DE VIDA REBOSANTES DE VANIDAD Y CORRUPCIÓN
“Estos son manchas en vuestros ágapes, que comiendo impúdicamente con
vosotros se apacientan a sí mismos; nubes sin agua, llevadas de acá
para allá por los vientos; árboles otoñales, sin fruto, dos veces
muertos y desarraigados...” (Judas I. 12)
I. “Estos son manchas en vuestros ágapes...” La Palabra Cristiana de
Dios y su discernimiento juicioso, revelando las inconsistencias,
impurezas, imperfecciones, y pecados en medio de Su pueblo. Testimonio
revelador de la condición moral de La Iglesia Cristiana. Denuncias y
consignaciones escritas, como acciones divinas preservadoras de la
integridad cristiana. La cordial comunión fraternal armónica cristiana
contaminada por personalidades que son inconsistentes y contrastan
totalmente con su entorno espiritual, El Reino de Dios militante. Dios
mediante su Palabra Escrita, expone evidentemente la condición interna
espiritual de seres que de otra manera, podrían pasar desapercibidos en
la comunidad cristiana, a fin de revelar su juicio moral sobre su pueblo.
II. “...que comiendo impúdicamente con vosotros se apacientan a sí
mismos...” La susceptibilidad, propensión y vulnerabilidad del
cristianismo, en el caso de cuando este tiene por fundamento rituales y
ceremoniales externos, antes que el carácter espiritual. La denuncia de
hechos rituales, ceremoniales y religiosos, a título de Cristo, pero que
sólo son el escaparate y camuflage de seres inconsistentes e
incongruentes, contradictorios e impropios. El testimonio de cuando los
esfuerzos fraudulentos malignos, resultan insuficientes y no pueden en
forma alguna burlar al omnisciente y sabio Dios. El fundamento doctrinal
cristiano como base para no comprometer la naturaleza, carácter y misión
cristiana, por causa del ritualismo externo, pues “el hábito no hace al
monje”. Esto es: no por ser bautizado, o haber lavado los pies de los
santos o haber participado de la mesa del Señor, son en sí mismos
elementos confirmatorios de la genuidad del carácter cristiano.
Finalmente solo son rituales religiosos. De hecho, estos rituales cobran
sentido y razón de ser cuando son efectuados, no para alcanzar un grado
mayor de gracia, ni para certificar; sino cuando son la consecuencia del
ser cristiano. Una cuestión de conciencia pura para la fe cristiana.
III. “...nubes sin agua, llevadas de acá para allá por los vientos...”
Despropósito, infertilidad, infructuosidad y sin razón, propiedades
características de seres ajenos a La Divinidad, aunados a la
inconsistencia, inconstancia, volubilidad y superficialidad vana.
fenómenos aberrantes antinaturales, renegados y cuyos registros
genealógicos no se encuentran en los anales de la creación de Dios. La
acción disvinculadora de La palabra de Dios, negando el beneficio de su
paternidad creadora a verdaderos fenómenos, concebidos para destrucción.
IV. “...árboles otoñales, sin fruto, dos veces muertos y desarraigados...”
Degradación y corrupción hasta la muerte, dos veces. Testimonial
temerario de La Palabra de Dios de criaturas que son y que nunca han
sido. La encarnación de la corrupción y vanidad. Seres que existen
nada más por existir, como acción divina, con propósito del más alto
orden, revelar la antitesis cristiana. Exponer el rostro de la maldad
y el pecado, y su juicio único y singular. También que su pueblo puede
EL JUICIO DE LA CREACIÓN CAÍDA, HOSTIL, EN DESPROPÓSITO Y SIN RAZÓN,
PREDESTINADA AL CASTIGO ETERNO
“fieras ondas del mar, que espuman su propia vergüenza; estrellas
errantes, para las cuales está reservada eternamente la oscuridad de
las tinieblas.” (Judas I. 13)
I. “...fieras ondas del mar, que espuman su propia verguenza...”
Reduccionismos absurdos. Seres cuyas pretensiones y presunciones, así
como sus amenazantes tentativas, no son otra cosa sino el inflingimiento
a si mismos de humillación, verguenza y castigo. El que cosecha vientos,
recoge tempestades. Todo lo que el hombre sembraré, eso también segará.
La inoperancia, inutilidad, ineficiencia e inefectividad del caos en sus
tentativas dañinas y corruptoras. Los hijos de perdición trabajando su
propia recompensa.
II. “...estrellas errantes, para las cuales está reservada eternamente la
oscuridad de las tinieblas.” Glorias, temporales, pasajeras y efímeras
que terminarán apagándose en las más tenebrosas tinieblas. Criaturas
en completo e incansable extravío, a quienes les está negada la bondad
del reposo y la paz. Criaturas humanas predestinadas a sufrir
juntamente con criaturas celestes corruptas y degradadas, el más
terrible de los juicios, el Juicio del solo Soberano Dios, Rey de
reyes y Señor de señores. El testimonial revelador de La Palabra
Cristiana de Dios.
EL HOMBRE CELESTE, GLORIFICADO HASTA LA ETERNIDAD Y SU JUICIO SOBRE EL
HOMBRE MORTAL TERRENO; LA PROFECÍA CRISTIANA
“De éstos también profetizó Enoc, séptimo desde Adán, diciendo: He
aquí, vino el Señor con sus santas decenas de millares...” (Judas I.
14)
I. “De estos también profetizó Enoc, séptimo desde Adán, diciendo...”
Una humanidad inmortalizada. El testimonial de La Palabra de Dios de
aquel ser de orígenes terrenos pero que fue inmortalizado. Un estilo de
vida espiritual y de completo desapego al sistema de vida mundano y
carnal. Un ser glorificado y que en tal condición se ve facultado para
emitir un pronunciamiento de juicio sobre seres que en la misma condición
original, optan por la degradación hasta la total corrupción. “...el que
siembra para la carne, de la carne segará corrupción; El que siembra
para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna.” (Gálatas. VI. 8) Los
contrastes de seres existenciales, cuya experiencia de vida eterna es
totalmente diferenciada a partir de la calidad de relación personal con
su Creador y Dios. Se da el caso de hombres a quienes les es concedido
romper sus vínculos con la degradación y corrupción propia de los de su
especie. Como también de los demás, llamados a cumplir con su destino.
II. “...He aquí, vino el Señor con sus santas decenas de millares...” La
profecía cristiana. El testimonial de todo un sistema de vida
espiritual, glorioso, imperial, triunfante. El juicio de sistemas de
vida débiles, menores y con la obligación moral de rendir cuentas a
su Creador y Dios. La visitación cristiana a los hombres de vuelta en
todo su esplendor y gloria. Los días de debilidad y sometimiento
voluntario a las necesidades humanas a pasado a la historia, ahora
Jesucristo, Señor, viene para hacer juicio. El anuncio angélico
pacifista del primer adviento, ha sido tornado en un clamor majestuoso,
poderoso, que anticipa invencibilidad, imbatibilidad, pues como
ejército de Dios es inconquistable y presagia el abatimiento de
rebeldes, revoltosos y beligerantes. El anunciamiento profético de la
segunda venida cristiana.
EL JUICIO UNIVERSAL CRISTIANO DE DIOS, UN JUICIO QUE FINCA
RESPONSABILIDADES ESTABLECIENDO COMO CAUSAL LA IMPIEDAD, ASÍ DE ACCIÓN
COMO DE PALABRA
“para hacer juicio contra todos, y dejar convictos a todos los impíos
de todas sus obras impías que han hecho impíamente, y de todas las
cosas duras que los pecadores impíos han hablado contra él.” (Judas I.
15)
I. “...para hacer juicio contra todos...” El anunciamiento del juicio
cristiano de Dios, un juicio general, sin acepción de personas. La
declaración de misión y propósito del segundo adviento cristiano. La
revelación, así de la naturaleza gloriosa y autoritativa, como del
carácter judicial de Jesucristo. La revelación exposicional de La palabra
Cristiana de Dios acerca del tribunal cristiano, anticipando a la
humanidad la firme determinación divina de llamar a comparecer a todo
hombre, a pequeños como a grandes. Finalmente toda la vida, en su
carácter existencial, de las diferentes generaciones humanas, tiene que
ver con la justicia de Dios. También, todo el consejo de Dios para los
hombres, a través de Su palabra viva, escrita, inmutable y eterna, tiene
que ver con Su justicia. Para Dios, como El Creador de los hombres, y
muy independientemente de las acciones que estos han desarrollado para
hacer de la justicia y el derecho, una materia exclusiva de determinados
profesionales, todo hombre será confrontado judicialmente. Porque,
después de todo, la justicia y el derecho son elementos inalienables de
la vida, naturaleza, persona y carácter humano, sea en su sentido
positivo y/o negativo.
II. “...y dejar convictos a todos los impíos...” No es una amenaza
sentenciosa. Tampoco es una presunción de algún determinado tipo de
sistema judicial, en los términos conocidos por los hombres. Es La
promesa y Garantía del Sistema Judicial de Dios y su Reino Espiritual
Cristiano Eterno. Su Juicio garantiza justicia. Su Juicio asegura la
plena satisfacción de sus leyes y la correspondiente penalización de
todos los hombres que viven en la impiedad. Su Juicio significa el
discernimiento entre lo bueno y lo malo, para redención y vida eterna,
y para condenación y destrucción eterna.
III. “...de todas sus obras impías que han hecho impíamente...” La
condenación de criaturas inmorales. El sistema judicial del Reino
Cristiano de Dios no necesariamente diferencia entre acciones morales o
inmorales y/o acciones legales o ilegales. La impiedad, como la causa
principal para que procedan las penalidades establecidas por la ley de
Dios, incluye tanto el carácter y la conciencia moral humana, como sus
acciones ilegales. Porque El Dios Cristiano es El Un Juez de los hombres,
de su vida y acciones, y de sus conciencias. En el regreso Señorial
Cristiano, no se juzgará a los hombres, por sus credos, confesiones de
fe, creencias, y teologías especulativas; más bien por sus acciones
obreras, como el fruto en suma de todo esto. Porque el hombre, es la
única criatura que puede confesar con su boca determinado credo pero con
sus acciones contrariarlo. Más Dios muestra que las acciones deberán,
para efectos legales, ser el producto de convicciones, fe y creencias.
IV. “...y de todas las cosas duras que los pecadores impíos han hablado
contra él.” La integralidad del juicio cristiano de Dios sobre
criaturas integrales. El hombre y sus diferentes facultades
personales, objeto del juicio cristiano de Dios. Las habladurías
humanas contra La Deidad, blasfemias, herejías, murmuraciones y
contradicciones, no solo son objeto de juicio, son acciones
penalizadas rigurosamente, con el mayor castigo existente en el
sistema judicial divino. Para una sociedad que al amparo de leyes
arbitrias, que pretenden defender la libertad de expresión, pero que
solamente encubren sus vicios y crímenes verbales, será un verdadero
desafío y prueba, el domar su lengua. Pues, el sistema judicial divino,
no solamente presume la transgresión cuando los vituperios verbales
son dirigidos a La deidad, sino, cuando, incluso, el hombre llama
fatuo a su hermano.
LA EXPOSICIÓN DE LA PALABRA DE DIOS DEL PERFIL DEL VIEJO HOMBRE CON
SUS HECHOS, Y CON UNA GRAN BOCA, QUE LO HACEN EL GRAN BOCÓN.
“Estos son murmuradores, querellosos, que andan según sus propios
deseos, cuya boca habla cosas infladas, adulando a las personas para
sacar provecho.” (Judas I. 16)
I. “Estos son murmuradores...” La exposición de La palabra Cristiana de
Dios, del perfil de seres humanos impropios, y encarnadores de todos los
vicios. Detractores de todo lo bueno. Actores de aquel estilo de vida
viejo y arranciado que en el pasado ya ha sido juzgado y penalizado con
el castigo más horrible, que es el repudio de su Creador y Dios y en
consecuencia la muerte eterna. La descalificación cristiana de criaturas
que utilizan el don de la palabra hablada en tentativas de socavar
crediticiamente a su prójimo y a La Deidad. Estilos de vida insatisfechos
e inconformes y que inculpan, en acciones profanas, a Dios.
II. “...querellosos...” Existencias que respiran hostilidad. Hombres que
violentan su entorno con acciones legalistas, siempre en abierto reclamo
y desafío a todo y contra todos con actitudes soberbias y altaneras,
además de expedir aires de perdonavidas. Hombres que creen que se lo
merecen todo, porque dicen que el mundo gira en torno a su persona.
III. “...que andan según sus propios deseos...” Humanismo carnal
concupiscente, pecaminoso. Autoridades tiranas arbitrias, ególatras,
autócratas y que incurren en la mayor pretensión de las criaturas de
Dios, que es la autoentronación hasta la misma autodeificación. Sistemas
de vida carnales conformadas a este siglo y sus influenciosas demandas.
El viejo hombre con sus vicios y pecados reconstituyéndose como árbitro
final en cuestiones de vida personal, con tentativas a construir su
imperio a costas y expensas del solo Soberano Dios.
IV. “...cuya boca habla cosas infladas...” El viejo hombre con sus hechos
pero con una gran boca, constituyéndose en el gran bocón. Criaturas que
han perdido toda proporción deb-vida. Hombres que muerden mucho, pero
mucho más de lo que pueden masticar. En inconsciencia completa hasta no
darse cuenta de que todas y cada una de sus palabra está siendo escuchada
por Dios, Creador y Juez, ante quien todos los hombres deberán dar cuenta
de cada una de sus palabras. Si el hombre ha expresado en voz alta sus
pensamientos deseando ser escuchado por Dios, lo ha conseguido. Y ahora
debe disponerse a la pena por insuflarse ante La Deidad.
V. “...adulando a las personas para sacar provecho.” El círculo vicioso
propio de una sociedad interesada y que paga por ser engañada. El
cometido de la sico-logía. La prefabricación de aquel mundo ficticio
y fantasioso del cual han huido todo problema y sufrimiento, y ahora
se dice que el verdadero y real problema es la pobre mentalidad humana.
Las tentativas diabólicas a fin de contradecir a Dios y su Palabra
pues hasta eso, dicen que La palabra de Dios es un cáncer porque ella
hace sentir mal a los hombres fincandoles responsabilidades hasta
llamarles pecadores, por lo cual, dicen: “Dios como su religión, es
malo.” El quehacer de negociantes de almas humanas.
LA CONFIRMACIÓN Y REACREDITACIÓN DEL CARÁCTER APOSTOLAR CRISTIANO COMO
MENSAJEROS DE DIOS A SU PUEBLO, LA IGLESIA CRISTIANA, PARA EFECTOS DE
SALVAGUARDA DE LA INTEGRIDAD ESPIRITUAL DE LA IGLESIA
“Pero vosotros, amados, tened memoria de las palabras que antes fueron
dichas por los apóstoles de nuestro Señor Jesucristo...” (Judas I. 17)
I. “pero vosotros, amados,...” El mensaje de La palabra Cristiana de
Dios a su pueblo. El carácter, la naturaleza y el mensaje mismo de La
palabra de Dios a La Familia de La Deidad. Un mensaje que proclama el
amor divino a La Iglesia Cristiana. El testimonial acerca de La Deidad
y sus relaciones humanas cristianas, a diferencia de su relación con
detractores apóstatas, con su pueblo existe comunión armónica y una
perfecta relación fundamentada en el amor. La Iglesia cristiana, el
testimonio de aquel pueblo que vive de y por el amor Divino.
II. “...tened memoria de las palabras que antes fueron dichas...” La
consistencia de La Palabra cristiana de Dios, así como su eternidad,
inmutabilidad, fidelidad, veracidad y suficiencia, para efecto de los
propósitos de Dios en su pueblo. El consejo divino totalmente armónico,
jamás suplementario, ni contradictorio, sí complementario y consistente.
La exhortación divina a su pueblo apelando a la racional fe. Primero
conciencia racional en el testimonial escrito y luego el ejercicio de
la fe para obtención de la bondades prometidas. Dios, como su consejo,
inmutable, nunca cambia, por eso es confiable y digno de ser recibido
por todos, pues no defrauda a los que confían en Él.
III. “...por los apóstoles de nuestro Señor Jesucristo...” El carácter
apostólico de la palabra cristiana de Dios. Apóstoles cristianos.
Proclamadores del evangelio de salvación de Dios a los hombres. La
sublime y dignísima vocación apostolar cristiana. La palabra de Dios
siempre volviendo a Dios. La reacreditación apostolar como acción de
La Palabra Cristiana de Dios, sellando tal ministerio con un carácter
singular, único y especial. Salvaguardando dicha vocación de
potenciales profanadores y que pretensiosamente buscan adjudicarse tal
llamamiento en aras de intereses mezquinos, carnales y de índole
personal. Los fundamentos proféticos, apostólicos de la Iglesia
teniendo a Jesucristo como la principal piedra del ángulo.
LA PALABRA APOSTÓLICA PROFÉTICA CRISTIANA Y SU DOCTRINA ESCATOLÓGICA;
LOS ÚLTIMOS TIEMPOS “...los que os decían: En el postrer tiempo habrá burladores, que
andarán según sus malvados deseos.” (Judas I. 18)
I. “...los que os decían: en el postrer tiempo habrá burladores...” La
Palabra Apostólica profética Cristiana de Dios. Una palabra verdadera y
fiel. La doctrina escatológica, los últimas tiempos. Una palabra de
advertencia. La denuncia profética de individuos no deseables, más bien
aborrecibles y despreciables. El testimonial apostólico, además de
evangélico, para la segura edificación del pueblo de Dios. Iniciativas
divinas procuradoras de la salvaguarda de La integridad espiritual de
la iglesia Cristiana. El valor real de ministros y ministerios ejercidos
en tiempo y forma con absoluta fidelidad y responsabilidad. Iniciativas
previsoras de Dios, dando testimonio de la necesaria responsabilidad
cristiana para enfrentar a sus enemigos. Ahora es el tiempo, ahora se
le demanda al pueblo de Dios el conocimiento cabal para confrontar a
los burladores.
II. “...que andarán según sus malvados deseos.” Estilos de vida malignos
y perversos. Estilos de vida humanos anticipados proféticamente por La
palabra Cristiana de Dios. Nada nuevo que haya de sorprender o tomar
desprevenido al pueblo cristiano, mucho menos a Dios. Son seres que han
sido predestinados desde el origen de los tiempos para esto mismo. Para
un pueblo, como lo es el pueblo cristiano de Dios, que ha conocido en
el pasado la maldad y el pecado, no debe ser ocasión de escándalo tal
realidad. La iglesia cristiana está integrada por hombres y mujeres que
han sido rescatados del reino de satanás, y que por lo tanto están
capacitados para enfrentar las luchas por la fe, sabiendo del poder y
la gracia de La Deidad.
EXPOSICIÓN REVELACIONAL DE LA PALABRA CRISTIANA DE DIOS DE LA
CONDICIÓN NO ESPIRITUAL DE ENTIDADES PROFANAS, DEPRAVADAS Y MUERTAS EN
VIDA
“Estos son los que causan divisiones; los sensuales, que no tienen al
Espíritu.” (Judas I. 19)
I. “Estos son los que causan divisiones...” Testimonial demostrativo
de La Palabra cristiana de Dios, con-signando causantes del mutilamiento
del Cuerpo cristiano. Los detractores del cristianismo. Malhechores
cristianos. Personalidades para quienes no ha sido suficiente forjar una
carrera delictiva, en su estilo de vida natural humano, sino que además
se han infiltrado al pueblo cristiano de Dios con tentativas
profanadoras, a sabiendas de la pena por la herejía y la blasfemia.
Seres humanos anticristianos cuyas acciones son tendientes a nulificar,
contrarrestar, contradecir y destruir la nueva creación de Dios en Cristo
Jesús, la Iglesia cristiana, el nuevo hombre espiritual. En tanto que
el ministerio cristiano fue sellado con sangre con la finalidad de
pulverizar las barreras de separación, y toda diferencia hostil entre
los hombres, y entre los hombres y Dios, estos individuos pretenden
reconstruir los mismos, atentando de una manera osada y temeraria contra
Dios y sus designios eternos.
II. “...los sensuales...” La depravación encarnada, personalizada,
humanada. Entes corruptos. La antitesis espiritual. La polaridad
cristiana. Todo lo opuesto al nuevo hombre espiritual cristiano. Estilos
de vida depravados, pervertidos, distorsionados. Criaturas que encarnan
todos los vicios habidos y por haber. Criaturas enajenadas del Dios
Creador y su Reino Espiritual. Humanidades corrompidas y degradadas.
Hombres que propugnan por el estilo de vida libertino, caracterizado por
la disolución y que buscan socavar la santidad y pureza del pueblo de
Dios con argumentos falsos y engañosos.
III. “...los que no tienen el Espíritu.” La Palabra cristiana y su
declaración de la consistencia de la naturaleza y carácter de las
esencias y las substancias. Acciones desvinculatorias de La Deidad, de
aquellas criaturas dos veces muertas y desarraigadas. De hecho, el
testimonial espiritual de Dios de existencias temporales muertas en
vida, sin esperanza de salvación y cuyo destino es la ira divina.
Bastardos de quienes incluso su Creador y Dios reniega. La revelación
de la Palabra Cristiana de Dios de aquellas condiciones internas, íntimas
y privadas de personas indeseables y aborrecibles; que de no ser por la
acción espiritual de Dios pasarían desapercibidas para su pueblo, pero
que han sido evidenciadas como una forma de advertirlo para evitar sufrir
por causa del engaño y el error de los inicuos. Dios sí expone las
condiciones espirituales internas de los hombres. Por ello la
importancia de su Palabra escrita doctrinalmente correcta y toda
suficiente en autoridad, para conducir a su pueblo con seguridad y
garantía de glorificación.
LA IGLESIA CRISTIANA, EL NUEVO HOMBRE ESPIRITUAL, EL CUERPO DE CRISTO
Y SU LENGUAJE FAMILIAR A LA DEIDAD; EL PUEBLO DE LA FE COMO FUNDAMENTO
DE SU EXISTIR TEMPORAL, Y GARANTÍA DE MADUREZ HASTA ALCANZAR LA
ESTATURA PLENA Y SU PROPIEDAD ETERNA
“Pero vosotros, amados, edificándoos sobre vuestra santísima fe,
orando en el Espíritu Santo...” (Judas I. 20)
I. “Pero vosotros, amados, edificándoos...” la Iglesia Cristiana, El
Nuevo Hombre Espiritual, en pro de su vocación, el exhordio de La Palabra
Escrita de Dios. La entidad cristiana en pleno proceso de crecimiento,
desarrolo y madurez hasta la perfección. El testimonio escrito de La
Palabra de Dios acerca del cristianismo como un organismo viviente,
pujante, completamente expresivo de sus funciones vitales, y que en
esfuerzos activos fundamenta su existir, que va desde la experiencia
temporal militante, hasta introducirse a la misma eternidad.
II. “...sobre vuestra santísima fe...” La Fe Cristiana. Las propiedades
y virtudes de la sustancia y esencia llamada fe. Propiedades atribuidas
y conferidas por el objeto de la fe Jesús-Cristo. Propiedades que van
desde la consagración en exclusivo para descanzar en La Deidad, hasta
la pureza como virtud forjada a partir de los procesos de refinamiento
que son desarollados por La Divinidad. La fe, como fundamento de la
persona, vida y acciones del Nuevo Hombre Espiritual, La Iglesia
Cristiana, El Cuerpo de Cristo. La comunidad de La Fe Cristiana. Un
organismo que vive por fe y para fe y que alcanzará su máxima estatura
a través del ejercicio existencial de la misma. Esto mientras alcanza
la propiedad eterna.
III. “...orando en el Espíritu Santo...” El Nuevo Hombre espiritual, La
Iglesia Cristiana, El Cuerpo de Cristo, y su dialéctica espiritual. La
relación-Comunicación-Comunión-diálogo de carácter espiritual, entre La
Deidad y La recreación Cristiana. El lenguaje familiar de La Deidad y
Sus Hijos. Porque, la comunión verbal de Dios con Sus Hijos, más que
consistir en una serie de sonidos ininteligibles, se ve constituida de
propiedades naturales espirituales, como virtudes, que dan testimonio
de la santidad de vida y acciones, esgrimida en la interrelación divina-
humana. El Espiritu es el que da vida, haciendo de la Iglesia de Cristo
un organismo animado, expresivo y dinámico. El pueblo de los hijos de
Dios.
EL LLAMAMIENTO CRISTIANO A SU PUEBLO A VIVIR CON ESPERANZA SU REALIDAD
PRESENTE, EN ACTUACIÓN MORAL, MANTENIENDO LOS OJOS EN EL AUTOR Y
CONSUMADOR DE LA FE “...conservaos en el amor de Dios, esperando la misericordia de
nuestro Señor Jesucristo para vida eterna.” (Judas I. 21)
I. “...conservaos en el amor de Dios...” La Iglesia Cristiana, El
Pueblo del Amor de Dios. El exhordio moral de la Palabra Cristiana
Escrita. La Ley Cristiana del Amor. Un sistema de vida, El Cristianismo,
sustentado existencialmente por el Amor divino. Tal actitud existencial,
asegura el ejercicio de la consagración en santidad, de toda la vida y
esfuerzos del pueblo de Dios, manteniendo buena su manera de vivir,
inspirado por el amor de su Señor. Un estilo de vida con fundamento en
el ejercicio de toda la capacidad moral del nuevo hombre cristiano
espiritual, que no permite la divagación ni el extravío en pos de “otros
señores”.
II. “...esperando la misericordia de nuestro Señor Jesucristo...” La
esperanza cristiana de La Piedad. La profesión de La Fe Cristiana. El
señorío cristiano. El Un Juez de los hombres. La única preocupación de
los hombres, en virtud y función de Cristo como Salvador, Señor y Juez,
es obtener su gracia salvadora. Se demanda de los hombres vivir en
ocupación piadosa. El humanismo y su transición hacia Cristo Señor, es
ahora toda una necesidad. En el reencuentro cristiano no hay lugar para
los méritos personales, la autosuficiencia, e independencia; sólo para
la misericordiosa compasión divina. Es otra forma en la cual, La Iglesia
cristiana, rinde tributo y gloria y honor a su Señor.
III. “...para vida eterna.” La propiedad de La Deidad. La necesidad de
criaturas, por generacionales, existenciales. El don prometido de Dios
a los hombres bajo maldición mortal. La abolición de la maldición y
muerte, como experiencias críticas humanas. El aliciente que mantiene
muy en alto las esperanzas del hombre de la fe cristiana. El sistema de
vida cristiano, espiritual eterno. El acceso del hombre a la realidad
de vida espiritual de La Divinidad. El despertar del hombre a la realidad
de Dios. La glorificación cristiana. La dádiva de Dios en Cristo Jesús
Señor nuestro.
DISPOSICIONES PARA LA VIDA ESPIRITUAL CRISTIANA EN MILITANCIA, EN
PROCURACIÓN DE LA PREPARACIÓN, PARA EL PLENO PERFECCIONAMIENTO DEL
PUEBLO DE DIOS
“A algunos que dudan, convencedlos.” (Judas I. 22)
Las disposiciones de vida espiritual cristiana militante para el pueblo
de Dios. La procuración en activo, de la madurez y el perfeccionamiento
del cristianismo. Iniciativas preparatorias cristianas, a fin de que el
hombre de Dios sea enteramente perfecto. El fortalecimiento de las
debilidades algunas del pueblo de Dios. Acciones de carácter volitivo.
La obra de convencimiento, en el caso de aquellos algunos cuya fe es
incipiente y/o débil. La obra de proclamación de la Palabra de Dios,
pues “la fe viene por el oir, y el oir por La Palabra de Dios” Acciones
fraternales cristianas. La mayor, principal y más importante función en
muestra del amor de Cristo al hermano. Las situaciones de apremio que
vive el cristianismo, 1) bajo la influencia de los falsos maestros y
sus falsas doctrinas y 2) La realidad del juicio y condena de Dios;
justifican la urgencia de la exhortación.
DISPOSICIONES PARA LA VIDA ESPIRITUAL CRISTIANA EN MILITANCIA, EN
PROCURACIÓN DE LA PREPARACIÓN, PARA EL PLENO PERFECCIONAMIENTO DEL
PUEBLO DE DIOS
“A otros salvad, arrebatándolos del fuego; y de otros tened
misericordia con temor, aborreciendo aun la ropa contaminada por su
carne.” (Judas I. 23)
I. “A otros salvad, arrebatándolos del fuego...” El ministerio de
carácter salvífico de La Iglesia Cristiana. La Iglesia, la extensión del
brazo salvador cristiano. Como Cuerpo de Cristo, es evidente la
multiplicidad de ministerios potenciales a desarrollar, así como los
diferentes rostros de la necesidad. El pueblo de Dios es urgido a
desarrollar diferentes acciones, las necesarias para garantizar la
salvaguarda de su integridad. No se trata de acciones desbocadas y
desesperadas por salvar lo insalvable, seres bajo el juicio de Dios y
condenados a la perdición, sino de evitar que en su caída, estos
arrastren a muchos.
II. “...y de otros tened misericordia con temor, aborreciendo aun la
ropa contaminada por su carne.” Acciones de purificación, santificación
y consagración de la Iglesia Cristiana. La degradación de criaturas
corruptas demanda del pueblo cristiano una total separación de lo santo
y lo profano. El caso de cuando, en un acto de obediencia a la ley
cristiana, la Iglesia deberá romper todo vínculo con el anatema. En cada
caso específico, La Palabra de Dios establece disposiciones precisas, a
fin de que su pueblo actue con absoluta certeza y perfecto conocimiento
de causa, que pueda garantizar el cumplimiento de la voluntad de Dios.
EL OMNIPOTENTE DIOS Y SUS ACCIONES SUFICIENTES, EL GARANTE DE LA
MILITANCIA CRISTIANA DE SU CALIDAD DE VIDA MORAL Y ESPIRITUAL, HASTA
LA MISMA GLORIFICACIÓN
“Y a aquel que es poderoso para guardaros sin caída, y presentaros sin
mancha delante de su gloria con gran alegría...”(Judas I. 24)
I. “Y aquel que es poderoso para guardaros sin caída...” El testimonial
del Omnipotente Dios, como fundamento de Su Reino Espiritual Cristiano
Militante. El Garante de la integridad del cristianismo, como un estilo
de vida sacro. El Sustentador de La Iglesia. Un testimonio confirmatorio
de la fe cristiana. El respaldo de la fe. La Divinidad y sus acciones
salvíficas como principal argumento, a favor de aquel estilo de vida
triunfante, invicto, victorioso y hasta glorioso, el sistema de vida
cristiano. Jesucristo es el mismo, ayer, hoy y por lo siglos. Es el
creador y Juez de toda la creación, y ni la distancia geográfica, ni la
cronológica, han menguado su naturaleza, carácter y acciones. Como Alfa,
está presente en el inicio de los tiempos para garantizar su desarrollo
progresivo hacia el futuro. Como Omega, viene al encuentro del fin de
los tiempos para culminar su obra.
II. “...y presentaros sin mancha delante de su gloria con gran
alegría...” El magnificente y Glorioso Señor y Dios de todo lo Creado,
ha asumido la titánica obra de hacer de aquellas sus criaturas de origen
terreno, seres que a su imagen y semejanza, cuenten con propiedades y
virtudes naturales espirituales, erradicando toda desavenencia y
conflicto con la gloria Suya. Seres gloriosos. Una obra de autoría
exclusiva de La Deidad. Sólo La Divinidad está en la condición de
infundir en el hombre cristiano, la consistencia esencial y substancial
para ser digno de estar en su gloriosa presencia. La glorificación es
la meta suprema de Dios en Cristo-Jesús para los hombres cristianos. La
glorificación ha comenzado, e incluye las acciones directas de la
divinidad como resguardador de la integridad, moral, física y espiritual
de su pueblo; a la vez que las acciones responsables de este,
incorporando aplicadamente y de manera práctica cada disposición
predeterminada por Dios. El plan eterno de Dios en Cristo para la
realización gozosa del cristinismo.
DOXOLOGIA TEOLOGAL CRISTIANA
“...al único y sabio Dios, nuestro Salvador, sea gloria y majestad,
imperio y potencia, ahora y por todos los siglos. Amén.” (Judas I. 25)
I. “...al único y sabio Dios...” Reconocimiento Deífico. La
invocación a La Deidad. El tributo de las criaturas al Creador como
Dios. Un testimonial espiritual, pleno de racionalidad y perfecta
conciencia. Reconocimiento, adoración, alabanza y honra, un ofertorio
purificado de elementos idolátricos, y otorgado en una acción especial
consecratoria a la Divinidad. Un ser humano con vocación de vida
espiritual eterna.
II. “...nuestro Salvador...” La profesión de fe como declaración
estatal cristiana. Declaración de fe de criaturas que viven
experimentalmente la realidad de la redención efectuada por Cristo-
Jesús. La confesión de fe del cristianismo en su carácter corporativo.
El pueblo cristiano de Dios, un pueblo en comunión de la salvación. El
carácter así presente como real de la salvación cristiana.
III. “...sea la gloria y majestad, imperio y potencia...” Ofertorio
Doxológico. Tributo de benedicciones. La abnegación, renuncia
humanista y rendición incondicional de la vida, dones, blasones,
lauleres, diademas y coronas a La Divinidad. El cristianismo, un
estilo de vida volcado a Dios, en adoración. La condición estatal
perfecta de plena comunión armónica, entre el Creador y sus criaturas.
Dios y El Reino de Dios.
IV. “...ahora y por todos los siglos. Amén.” La condición y estado del
Ser Dios. Inmutabilidad y Eternidad, Eterno Presente, y
plenipotencialidad. Perfección y Plenitud. Amén.