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(ANÓNIMOS) ZACATECAS, ZAC. 2004

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(ANNIMOS)

ZACATECAS, ZAC.

2004

NDICE

TTULO

1RESPONSABILIDAD: DEL CUMPLIMIENTO AL CUMPLO Y MIENTO

2LA ACERTIVIDAD

3EL ALBAIL

4REUNIN DE NMEROS

5DOS HISTORIAS PARALELAS

6ERAN ALGUNA VEZ ALGUNOS SENTIMIENTOS

7LAS TINAJAS

8ANIMO A TODOS... LAS COSAS PASAN POR ALGO!

9AMAR CON LAS MANOS ABIERTAS

10DESCANSA EN PAZ "NO PUEDO"

11LOS TRES DESEOS

RESPONSABILIDAD: DEL CUMPLIMIENTO AL CUMPLO Y MIENTO

Uno de los valores decisivos para conseguir una personalidad madura y construir una sociedad sobre bases slidas es la RESPONSABILIDAD.

En nuestro ambiente, la responsabilidad, adems de ser una meta es un RETO. Contagiados por un estilo de vida dominado por el egosmo, el individualismo, la ley del mnimo esfuerzo o del slvese quien pueda y como pueda, son cada vez ms los adultos y jvenes que evaden toda responsabilidad y compromiso, que rechazan instintivamente todo lo que pueda complicar su vida , que han cambiado el cumplimiento de sus deberes en el trabajo, en el estudio, en el hogar, en la sociedad por el CUMPLO Y MIENTO donde lo que importa es seguir tirando, y donde se aspira slo al MAS O MENOS o al COMO TODOS. Ha desaparecido la pasin hacer bien las cosas, por dar lo mejor de uno mismo, por dejar la huella de la calidad donde uno pone la mano, por la alegra del deber bien cumplido. Y entonces lo ms cmodo es echar la culpa a ese personaje a quien todos llamamos la gente o la mala suerte.

Obligacin o conviccin?La responsabilidad viene exigida por nuestra misma naturaleza humana. Su fuente no es la OBLIGACIN EXTERNA, impuesta, sino la CONVICCIN PERSONAL. Nuestra vida fue un regalo pero cada da se convierte en una decisin y en una tarea por construirnos como persona humana. Cada uno es responsable de esa vida nica que tiene, de ah que la responsabilidad para una persona adulta madura no sea una obligacin pesada, sino una necesidad urgente.Yo puedo responder de algo slo en la medida en que mi respuesta este libre de presiones, por ello la responsabilidad supone libertad lo cual SIGNIFICA NO SOMETERSE a ningn tipo de coaccin (la externa del influjo social y la interna de los instintos) y elegir en cada momento no en virtud de deseos inmediatos sino de las exigencias del IDEAL que debe ORIENTAR la vida de cada persona, luego:A mayor libertad, debe corresponder siempre una mayor responsabilidad LA ACERTIVIDAD

Haba una vez... un chico que naci enfermo. Una enfermedad que no tenia cura. Con 17 aos y podra morir en cualquier momento. Siempre vivi en su casa, bajo el cuidado de su madre. Ya estaba harto y decidi salir slo por una vez. Le pidi permiso a su madre y ella acept. Caminando por su cuadra vio muchas tiendas. Al pasar por una tienda de msica y ver el aparador, not la presencia de una nia muy tierna de su misma edad aproximadamente. Fue amor a primera vista. Abri la puerta y entr sin mirar nada que no fuera ella. Acercndose poco a poco, lleg al mostrador donde se encontraba ella. Ella lo mir y le dijo sonriente: - "Te puedo ayudar en algo?" Mientras l pensaba que era la sonrisa ms hermosa que haba visto en toda su vida. Sinti deseos de besarla en ese mismo instante. Tartamudeando le dijo: - "Si, eeehhh, uuuhhh...me gustara comprar un CD". Sin pensar, tom el primero que vio y le dio el dinero. - "Quieres que te lo envuelva?"- Pregunto la nia sonriendo de nuevo. El respondi que si, moviendo la cabeza; y ella fue al almacn para volver con el paquete envuelto y entregrselo. l lo tom y sali de la tienda. Se fue a su casa, y desde ese da en adelante visito la tienda todos los das para comprar un CD. Siempre se los envolva la nia para luego llevrselos a su casa y meterlos a su armario. l era muy tmido para invitarla a salir y aunque trataba, no poda. Su mam se entero de esto e intent animarlo a que se aventara, as que al siguiente da se arm de coraje y se dirigi a la tienda. Como todos los das compr otra vez un CD, y como siempre, ella se fue atrs para envolverlo. l tom el CD; y mientras ella no estaba viendo, rpidamente dejo su mmero telefnico en el mostrador y sali corriendo de la tienda. Al da siguiente, la nia llam a la casa del joven. - Ringggg !!! Su mama contest: - "Bueno?".- Era la nia, quien pregunt por su hijo; y la madre desconsolada, comenz a llorar mientras deca:

- Qu, no sabes?... muri ayer". Hubo un silencio prolongado, excepto los lamentos de su madre. Ms tarde, la mam entr en el cuarto de su hijo para recordarlo. Ella decidi empezar por ver su ropa, as que abri su armario. Para su sorpresa se top con montones de CD envueltos. Ni uno estaba abierto. Le causo curiosidad ver tantos y no se resisti; tomo uno al azar y se sent sobre la cama para verlo, al hacer esto, un pequeo pedazo de papel sali de la cajita plstica. La mam lo recogi para leerlo y decia:- " Hola!!!, ests super guapo? Quieres salir conmigo? TQM... Sofia, de la tienda de CD's. De tanta emocion, la madre abri otro y otro, haba pedazos de papel en varios CD's, y estos decian lo mismo... Moraleja: As es la vida, no esperes demasiado para decirle a ese alguien especial lo que sientes. Dselo hoy. Maana puede ser muy tarde. EL ALBAIL

Un maestro albail ya entrada en aos estaba listo para retirarse. Le dijo a su Jefe de sus planes de dejar el negocio de la construccin para llevar una vida ms placentera con su esposa y disfrutar a su familia.l iba a extraar su cheque mensual, pero necesitaba retirarse. Ellos superaran esta etapa de alguna manera.El jefe senta ver que su buen empleado dejaba la compaa y le pidi que si pudiese construir una sola casa ms, como un favor personal. El albail accedi, pero se vea fcilmente que no estaba poniendo corazn en su trabajo. Utilizaba materiales de inferior calidad y el trabajo era deficiente. Era una desafortunada manera de terminar su carrera. Cuando el albail termin su trabajo y su Jefe fue a inspeccionar la casa, el Jefe le extendi al albail las llaves de la puerta principal."Esta es tu casa" dijo," es un regalo para ti."Qu tragedia! Qu pena! Si solamente el albail hubiera sabido que estaba construyendo su propia casa, lo hubiera hecho de manera totalmente diferente. Ahora tendra que vivir en la casa que construy "No muy bien" que digamos. S l lo hubiera sabido antes, lo habra hecho diferente.Si Construimos nuestras vidas, de manera distrada, reaccionando cuando deberamos actuar dispuestos a poner en lo que hacemos menos de lo que podemos poner... entonces con pena veremos la situacin que hemos creado y encontraremos que estamos viviendo en la casa que nosotros mismos hemos construido.Piensen como si fueran el albail.

Piensen en su casa.Cada da clavamos un clavo, levantamos una pared o verificamos un techo.Construyan con sabidura.

Es la nica vida que podrn construir.Inclusive si slo la viven por un da ms, ese da merece ser vivido con gracia y dignidad." La vida es un proyecto de... Hgalo usted mismo! Quin podra decirlo ms claramente?TU VIDA AHORA, ES EL RESULTADO DE TUS ACTITUDES Y ELECCIONES DEL PASADO.TU VIDA MAANA SER EL RESULTADO DE TUS ACTITUDES Y ELECCIONES HECHAS HOY

REUNIN DE NMEROS

Estaban todos los nmeros reunidos del cero al nueve cuando de pronto el nmero uno dijo:" Yo soy el ms importante de los nmeros, sin m no empieza ni termina ningn otro nmero". El nmero 2 que lo escuchaba dijo: "yo soy el ms importante porque represento al par y sin m, no existe la pareja, el amor de enamorados, de padres y abuelos; el nmero 3 no se qued callado y dijo: " Pero yo soy el ms importante, pues represento a la santa trinidad y por lo tanto a Dios y sin Dios no existira nada." Yo soy el ms importante " dijo gritando el nmero 4 y continu diciendo," sin m no existe soporte de la vida, pues las sillas tienen cuatro patas, y las mesas tienen cuatro patas, las camas tienen cuatro patas,...". En ese momento fue interrumpido por el nmero 5 quien dijo:" Yo soy el ms importante de los nmeros, debido a que todo lo que existe en el mundo fue hecho por los cinco dedos de la mano del hombre ". Entonces habl el sexto nmero:" Yo soy el ms importante de los nmeros porque Dios nos dio este da para descansar del trabajo de la semana y si no descansramos el mundo no continuara trabajando... " si se trata de los das de la semana, yo soy el ms importante, porque conmigo termina los das de la semana para dar inicio otra semana as sucesivamente hasta dar un ao ", dijo con voz enrgica el sptimo nmero. Cuando entr gritando el nmero ocho diciendo:" Cllense, todos los que han hablado son menores a mi y por ser el mayor soy el ms importante... ", entonces habl el nueve con voz ceremoniosa:" Yo soy, el mayor a todos pues mi nmero est por encima de todos los dems nmeros hasta del 8, por lo tanto yo tengo el mayor valor en dinero ".Cuando de repente el cero dijo: Un momento... Y apenas abri la boca todos los nmeros echaron a rer diciendo: ja, ja, ja, Qu nos vas a decir? qu t eres el mejor?... ja, ja, ja! El cero, tranquilamente continu hablando, y dijo as: No, todos somos igualmente importantes. Yo no creo que alguno de nosotros, individualmente sea ms importante que el otro, como tambin s, que si nos unimos de maneras distintas podemos adquirir mayor fortaleza y valor, de esa manera podremos valer 345 3450, en donde mi sola presencia eleva el valor de cada uno de ustedes, pero de la misma manera estaremos en condiciones de adquirir otros valores como, 1 234 567 890 5 678 901 234... por lo tanto unamos nuestros talentos y valores individuales, pues trabajando de manera colectiva obtendremos un mayor valor.

Todos los nmero callaron y a partir de ese da han vivido muy felices, valorndose y respetando sus individualidades.

DOS HISTORIAS PARALELAS

Adaptado : Prevencin del sndrome de inmune deficiencia adquirida (SIDA)en la familiaFundacin CRESALC, BOGOTA, 1994

Sandra tiene seis aos y le gusta mirarse al espejo. A veces se observa desnuda, le gusta mucho ver cada parte de su cuerpo.Un da, su madre le encuentra mirndose entretenida y le dice: veo qu ests conociendo tu cuerpo. Te has dado cuenta de lo bonito que es?. " Si mam ", corresponde Sandra." A m me gusta mucho ". La mam le hace cosquillas y Sandra re contentaLuca tiene seis aos y le gusta mirarse al espejo. A veces se observa desnuda. Le gusta mucho ver cada parte de su cuerpo. Un da su madre le encuentra entretenida mirndose y le grita furiosa:"

Qu ests haciendo all sin ropa? Cuidadito con esas maas!

OCHO AOS DESPUS

Sandra acaba de cumplir catorce aos y sigue pendiente de su cuerpo. Lo consciente, lo arregla, hace ejercicio. Ella y su madre conversan con frecuencia a cerca de los cambios por los que estn pasando su cuerpo y las cosas que tienen que aprender a hacer para cuidarlo. Esto hace que Sandra se sienta muy bien consigo misma.Un da, una amiga le invita a una reunin. La reunin es muy agradable hasta el momento en que comienzan a ofrecer alcohol. Sandra rechaza el ofrecimiento a pesar de la insistencia de todos.Luego Sandra conversa con un compaero de estudios llamado Jaime, a quien no conoce mucho. Se da cuenta de que Jaime se le acerca cada vez ms. De pronto, l propone que hagan algo diferente y trata de acariciarle las piernas. Ella lo rechaza diciendo:" No me gusta que me toques ni que me hables de ese modo, yo no te he dado confianza ". Despus de decir esto se va a su casa.Luca tiene 14 aos, se ha dado cuenta de que los cambios de su cuerpo y tiene dudas. Nunca le ha comentado nada a su madre, pues le da vergenza. Prefiere hablar con sus amigas, con quienes le resulta mejor hacerlo.Un da, una amiga la invita a una reunin con sus compaeras del curso, con estudiantes del ltimo grado. La reunin transcurre agradablemente; y en un momento dado, le ofrecen alcohol, ella duda en aceptar, pero le insisten que pruebe. Finalmente accede para no quedar mal, la botella circula. Algo morada ya, se encuentra conversando con Jorge, un estudiante al que apenas conoce. Siente que se acerca cada vez ms. De pronto, l propone que hagan algo diferente y empieza acariciarle las piernas. Luca se confunde y se siente incmoda Intenta pararse y le dice Jorge:" Bailemos un rato". Jorge no acepta, le contesta que ella le gusta. Luca intenta rechazarlo, pero Jorge insiste y se pone malhumorado. Luca deja que l siga adelante sin oponer ms resistencia.

UN TIEMPO DESPUS

Sandra est en la escuela. Tiene muchos maestros y un da uno de ellos descubre que otros estudiantes del aula se encuentran mirando dibujos de cuerpos desnudos.El maestro se da cuenta de lo que ocurre, se acerca un grupo y todos los chicos se asustan. Mirando cmo se acerca ...el que trajo las figuras se pone muy nervioso. El maestro le solicita que le enseen lo que estn mirando. Recibe las figuras y las observa... Los alumnos del grupo se pone el doble de nerviosos.Luego el maestro les dice a los alumnos: " vamos a dialogar: todos junto a cerca de nuestros cuerpos ". Inicia un dilogo agradable sobre la sexualidad y el cuerpo.No culpa a nadie, no preguntan nada.Todos los chicos narran sus experiencias y hacen muchas preguntas. El profesor sonre y les habla con calma sobre el tema; les dice: "vamos a seguir dialogando de todo esto ".Sandra habla abiertamente acerca de lo que estn tratando. Sus compaeros no dicen muchas cosas. Ella no tiene vergenza. Se muestra confiada, asegura, abierta.Cuando vuelve a su casa conversa con su madre y le cuenta lo sucedido. Le dice: "El profesor nos ha explicado algunas cosas de nuestro cuerpo que t no me habas dicho. Estoy contenta de ser mujer.Luca esta en la escuela. Tienen muchos maestros y un da uno de ellos descubre que algunos estudiantes del aula estn mirando dibujos de cuerpos desnudos. El maestro se da cuenta de lo que ocurre, se aproxima al grupo y todos los chicos se asustan, mirando cmo se acerca... el que trajo las figuras se pone muy nervioso.El maestro les solicita que le ensee lo estn mirando. Recibe las figuras y las observa... Los alumnos del grupo se ponen el doble de nerviosos.Luego, el maestro les dice a los alumnos: Quin ha trado estas porqueras? " Inicia una pesquisa en el aula. Lucia est muy nerviosa, ningn alumno habla. El maestro comienza a decir que los que hacen esas cosas son maosos, que no tienen moral. Descubre a los responsables de haber llevado las figuras y los lleva al departamento de Orientacin y Bienestar del Educando (OBE).Los alumnos son suspendidos por una semana. Al da siguiente, sus padres son llamados al colegio.Lucia se siente culpable, maosa, porque ella tambin vio las figuras.

Vuelve a su casa y no dice nada, no habla con su madre, se queda callada.

Las reflexiones y el mensaje van dirigidas a los adultos, para que valoren su actitud y sus formas de relacionarse con los nios, nias y jvenes.

ERAN ALGUNA VEZ ALGUNOS SENTIMIENTOSUn da avisaron a los moradores de una isla que se iba a inundar.Con pnico el amor cuid para que todos los sentimientos se salvaran.Entonces l dijo: Vayan todos! La isla va a ser inundada.Todos corrieron y subieron a sus barquitas.Pero el amor no se apresur porque quera quedarse ms tiempo en la isla.Cuando estaba ahogndose el amor corri a pedir ayuda.Estaba pasando la riqueza, y el amor dijo:Riqueza llvame contigo!Ella respondi:No puedo, mi barco est lleno de platay oro y t no vas a caberPas entonces la vanidad y le pidi-OH vanidad, llvame contigo!-No, no puedo, t ensuciars mi barco; vete con la tristeza.-Tristeza, puedo ir contigo?-Yo estoy muy triste. Prefiero irme sola.Pas la alegra, pero estaba tan alegre queno escuch al amor llamarla.

Ya desesperado, pensando que quedabasolo; el amor se puso a llorar.Entonces paso un barco con un viejo que le dijo:-Sube, amor, que te llevo.El amor se qued tan radiante de felicidad que se olvid de preguntar quien era.Llegando a la isla ms alta donde estaban los otros sentimientos, l pregunt a la sabidura quin era aquel viejo. Ella respondi: -El tiempo.-El tiempo? Pero, por qu slo el tiempo me trajo aqu?Porque slo el tiempo es capaz de ayudar a entender el amor.LAS TINAJAS

Un cargador de agua en la India tena dos grandes vasijas que colgaban a los extremos de un palo que l llevaba encima de los hombros. Una vasija tena varios agujeros, mientras que la otra era perfecta y conservaba toda el agua al final del largo camino a pie desde el arroyo hasta la casa de su patrn.

Llegaba la vasija rota conservaba slo la mitad del agua. Durante dos aos completos esto fue as diariamente. Desde luego la vasija perfecta estaba muy orgullosa de sus logros, pues se saba perfecta para los fines que fueron creadas. Pero la pobre vasija agrietada estaba muy avergonzada de su imperfeccin y se senta miserable y se senta miserable, por que slo poda hacer la mitad de lo que se supona que era su obligacin.

Despus de un tiempo, la tinaja quebrada le hablo al aguador dicindole: Estoy avergonzada y me quiero disculpar contigo. Por que debido a mis grietas, slo puedes entregar la mitad de mi carga y slo obtienes la mitad del valor que debas recibir.

El aguador, apesadumbrado le dijo compasivamente: Cuando regresemos a la casa quiero que notes las bellsimas flores que crecen a lo largo del camino. As lo hizo la tinaja. Y en efecto, vio muchsimas flores hermosas. Pero de todos modos se sinti apenada porque, al final, slo quedaba dentro de s la mitad del agua que deba llevar. El aguador le dijo entonces:Te diste cuenta de que las flores slo crecen en tu lado del camino? Siempre he sabido de tus grietas y quise sacar el lado positivo de ello, sembr semillas de flores a todo lo largo del camino por donde vas y todos los das las has regado por dos aos yo he podido recoger estas flores para decorar el altar de mi Maestro. Si no fueras exactamente como eres, con todos tus defectos, no hubiera sido posible crear esta belleza.

Cada uno de nosotros tiene sus propias grietas. Todos somos vasijas agrietadas, pero debemos saber que siempre existe la posibilidad de aprovechar las grietas para obtener buenos resultados. Es que en la gran economa de Dios, nada se desperdicia. ANIMO A TODOS... LAS COSAS PASAN POR ALGO!

Se cuenta que alguna vez, en Inglaterra, exista una pareja que gustaba de visitar las pequeas tiendas del centro de Londres. Una de sus tiendas favoritas era una en donde vendan vajillas antiguas. En unas de sus visitas a la tienda vieron una hermosa tacita. Me permiten ver esa taza?. Pregunt la seora, "Nunca he visto nada tan fino como eso!". En cuanto tuvo en sus manos la taza, escuch que la taza comenz a hablar.La tacita le comento: "Usted no entiende; Yo no siempre he sido esa tasa que usted est sosteniendo!". Hace mucho tiempo yo slo era un montn de barro amorfo. Mi creador me tom entre sus manos y me golpe y me amoldo cariosamente. Lleg un momento en que me desesper y le grit: " por favor, ya djame en paz! ". Pero mi amo slo me sonri y me dijo "aguanta un poco ms, todava no es tiempo". Despus me puso en un horno. Yo nunca haba sentido tanto calor. Me pregunt porque mi amo querra quemarme, as que toqu la puerta del horno. A travs de la ventana del horno pude leer los labios de mi amo que deca: "Aguanta un poco ms todava no es tiempo".Finalmente se abri la puerta. Mi amo me tomo y me puso en una repisa para que me enfriara. "As est mucho mejor!" Me dije a m misma, pero apenas y me haba refrescado cuando mi creador ya me estaba cepillado y pintando. El olor de la pintura era horrible!. Senta que me ahogara!."Por favor detente!", Le gritaba yo a mi amo, pero l slo mova la cabeza haciendo un gesto negativo y deca "aguanta un poco ms, todava no es tiempo". Al fin mi amo deja de pintarme; pero esta vez me tom y me meti nuevamente a otro horno. No era un horno como el primero; sino que era mucho ms caliente.Ahora s que estaba segura que me sofocaba y le rogu y le supliqu a mi amo que me sacara. Grit, llor: pero mi creador slo me miraba diciendo "aguanta un poco ms, todava no es tiempo".En ese momento me di cuenta que no haba esperanza, Nunca lograra sobrevivir en ese horno!.Mi amo me dio un espejo y me dijo: Mrate, Est eres t!". Yo no poda creerlo. Esa no poda ser yo, Lo que vea era hermoso!.Mi amo nuevamente me dijo: Yo se que te doli haber sido golpeada y amoldada por mis manos; Pero s te hubiera dejado cmo estabas, te hubieras secado.S que te caus mucho calor y dolor en el primer horno, pero de no haberte puesto all. Seguramente te hubieras estrellado. Tambin s que los gases de la pintura te provocaron muchas molestias, pero de no haberte pintado tu vida no tendra color. Y si yo no te hubiera puesto en el segundo horno, no hubieras sobrevivido mucho tiempo, porque tu dureza no habra sido lo suficiente para que subsistieras. Ahora t eres y producto terminado!. Eres lo que yo tena en mente cuando te comenc a formar.Moraleja: Un educador nunca obliga a sus alumn@s a que vivan algo que no puedan soportar. Un educador sabe siempre lo que est haciendo con cada uno de sus alumn@s. El educador es el artesano y los alumn@s son el barro en el cul l trabaja. El educador amolda y da forma para que lleguemos a ser una pieza perfecta y podamos cumplir nuestra voluntad.

AMAR CON LAS MANOS ABIERTAS

Esta semana mientras conversaba con un amigo record una historia que haba escuchado en el verano.Una persona compasiva, viendo que una mariposa luchaba por liberarse de su crislida, y deseando ayudarla, con mucha delicadeza solt los filamentos, para formar un agujero. La mariposa fue liberada, emergi del capullo, y aleteo a su alrededor, pero no poda volar. Lo que la persona compasiva no saba, era que slo a travs de la lucha por nacer pueden fortalecerse las alas lo suficiente para volar. Su abreviada vida transcurri en el suelo, jams conoci la libertad, jams vivi en realidad.

Yo llamo a esto aprender a amar con las manos abiertas. En suma aprendizaje que me ha sobrevenido lentamente y que ha sido trabajando con los fuegos del color y en las aguas de la paciencia. Estoy aprendiendo qu debo liberar a quien amo porque si oprimo o me adhiero, o trat de controlar pierdo lo que intent retener.Si yo quiero cambiar a alguien que amo porque siento que s cmo debera ser esa persona, le rob un precioso derecho, el derecho de asumir; siempre que impongo mis deseos o mis necesidades o trato ejercer poder sobre otro, le robo la plena realizacin de su crecimiento y de su madurez. Limito y sofoco mi acto de posesin, sin importar cun amable sea mi intencin. Yo puedo limitar y herir con los actos ms amables de proteccin o de preocupacin y le estoy diciendo a la persona muy elocuentemente y sin hablar "eres incapaz de cuidarte a ti mismo, yo te debo proteger porque eres casa ma. Yo soy responsable de ti"Mientras aprendo y prctico ms y ms y puedo decirle a quien amo: Yo te amo, te valoro, te respeto y confo que puedas tener o puedas desarrollar tu fortaleza, para llegar a ser todo lo que es posible que seas sin que yo interfiere en tu camino. Que am tanto que puedo darte la libertad para caminar a mi lado en alegra o en dolor.Compartir tus lgrimas pero no te pedir que no llores. Responder a tus necesidades, te consolar y te dar afecto pero no te llevar del brazo cuando puedas caminar slo. Estar dispuesto a estar contigo en tu dolor y en tu soledad pero no puede suprimirlos de ti. Me esforzar por escuchar lo que quieres decir pero no siempre estar de acuerdo.Algunas veces tendr rabia y cuando esto ocurra te lo dir abiertamente de modo que no se resienta la amistad por las diferencias. No siempre puedo estar contigo para or lo que tienes que decir, pues hay ocasiones en las que yo tengo que escuchar y cuidar de m mismo, y cuando esto suceda ser tan honesto contigo como pueda serlo.Estoy aprendiendo a decir esto, ya sea con palabras o a travs de mi modo de ser como los otros y conmigo mismo, a quienes amo y a quienes me consagro. Y llamo a esto a amar con las manos abiertas. No siempre puedo mantener las manos lejos de la crislida, pero poco a poco voy mejorando.DESCANSA EN PAZ "NO PUEDO"

La clase de cuarto grado de Diana se pareca a muchas que haba visto en el pasado. Los alumn@s estaban sentados en cinco hileras de seis bancos. El escritorio de la maestra estaba al frente de cara a los estudiantes. La pisada de los anuncios mostraba trabajos escolares. En la mayora de los aspectos, pareca un aula tradicional de escuela primaria. Sin embargo, el mismo da en que entr por primera vez, algo me pareci distinto. Pareca haber una corriente subterrnea de excitacin. Diana era una maestra veterana en una pequea ciudad de Michigan, le faltaban apenas dos aos para jubilarse. Adems, se haba ofrecido como voluntaria en un proyecto de desarrollo personal que yo haba organizado y dirigido en todo el condado. La capacitacin se centraba en ideas relacionadas con el lenguaje y el arte que pudiera hace sentir bien consigo mismos a los estudiantes y hacerse cargo de sus vidas. La tarea de que Diana consista en asistir a las sesiones de capacitacin y poner en prctica los conceptos que se presentaba. Mi tarea consista en hacer visitas a las clases y alentar la puesta en prctica. Me sent en un banco vaco al fondo de la clase y observ. Todos los alumn@s estaban trabajando en una tarea que consista en llenar una hoja de cuaderno con pensamientos e ideas. La alumna de diez aos que estaba ms cerca de m estaba llenando su pgina con "no puedo":"No puedo patria la pelota de ftbol ms all de la segunda lnea""No puedo hacer una divisin larga con ms de tres nmeros""No puedo hacer que mi hermano me quiera"Haba llenado media pgina y no mostraba signos de parar. Trabajaba con determinacin y persistencia. Camin junto a los bancos mirando las hojas de los chicos. Todos escriban oraciones describiendo cosas que no podan hacer. "No puedo 10 abdominales""No puedo pasar la defensa del campo izquierdo""No puedo comer solamente una galletita"A esta altura, la actividad atrajo mi curiosidad, de modo que decid a hablar con la maestra para ver qu pasaba. Al acercarme not que ella tambin estaba ocupada escribiendo. Me pareci mejor no interrumpirla. "No puedo conseguir que la madre Benito venga a la reunin de maestros""No puedo conseguir que mi hija a la sola sus tareas""No puedo lograr que Rodrigo use palabras en vez de sus puos" Derrotada en mis esfuerzos por determinar alumn@s y maestra se demoraba en lo negativo en lugar de escribir las afirmaciones "puedo", ms positivas, volv a mi asiento y continu mis observaciones. Los alumn@s escribieron durante otros 10 minutos. La mayora de ellos llenaron su pgina. Algunos empezaron otra."Terminen lo que estn haciendo no empiecen otra", fue la instruccin de Diana para indicar el final de la actividad. Los estudiantes recibieron luego la indicacin de doblar sus hojas por la mitad y llevarlas al frente. Al llegar al escritorio de la maestra, colocaban sus declaraciones de "No Puedo" en una caja de zapatos vaca. Una vez recogidas hojas de todos los alumn@s, Diana agreg la suya. Tap la caja, se la puso bajo el brazo, se encamin hacia la puerta y sali del aula. Los alumn@s siguieron a la maestra. Yo segua los alumn@s. La maestra sali con una pala en una mano y la caja de zapatos en la otra. Diana condujo a los estudiantes hasta el rincn ms alejado del parque. All empezaron a acabar. Iban a enterrar sus "No Puedo"! La excavacin y llev ms de 10 minutos porque la mayora de los chicos quera colaborar. Cuando el pozo alcanz 90 cm de profundidad, dejaron de acabar. Acomodarn la caja de los "No Puedo" en el fondo del pozo y la cubrieron rpidamente con tierra. Alrededor de la tumba recin cavada, haba treinta y un chico de diez y once aos. Cada uno tena por lo menos una pgina llena de "No Puedo" en la caja de zapatos, a 1 m de profundidad. La maestra tambin. . En ese momento, Diana anuncio:"Chicos, por favor junten las manos y bajen la cabeza". Los alumn@s obedecieron. Enseguida, formaron un crculo en torno de la tumba y formaron una ronda tomados de la mano. Bajaron la cabeza y esperaron. Diana dijo oracin."Amigos, estamos aqu reunidos para honrar la memoria de "No Puedo. Mientras estuvo con nosotros en la tierra, afecto la vida de todos, y algunos ms que de otros. Desgraciadamente su nombre ha sido pronunciado en todo los edificios pblicos, escuelas, municipalidades, congresos y si, hasta en la Casa Blanca. Acabamos de darle una morada definitiva al "No Puedo" Y su lpida contiene su epitafio. Los sobreviven sus hermanos, "Puedo","quiero" y "lo har ya mismo". No son tan conocidos como su famoso pariente indudablemente todava no resultan tan fuertes y poderosos. Tal vez algn da, con su ayuda, tengan una incidencia mayor en el mundo. "Roguemos que "No Puedo" descanse en paz; y en su ausencia, todos los presentes puedan hacerse cargo de sus vidas y avanzar. Amn". Al or la oracin, me di cuenta de que esos alumn@s nunca olvidaran ese da. La actividad era simblica, una metfora de la vida. Era una experiencia del lado derecho del cerebro que quedara a adherida a la mente inconsciente y consciente para siempre. Escribir los "No Puedo", enterrarlos y escuchar la oracin. Era un esfuerzo muy grande por parte de esa maestra. Y todava no haba terminado. Al trmino del panegrico, y llev a los alumn@s nuevamente a la clase e hicieron un festejo.Celebraron la muerte de "No Puedo", con dulces, galletas, frugos y frutas. Como parte de la celebracin Donna cort una gran lpida en papel y escribi las palabras "No Puedo" y en el medio Q.E.P.D.. Abajo, agreg la fecha. Y lpida de papel qued en el aula de Donna durante el resto del ao. En las escasas ocasiones en que un alumn@ se olvidaba y deca: "No Puedo", Donna simplemente sealaba el cartel. El alumn@ recordaba entonces que "No Puedo" estaba muerto y optaba por reformular su afirmacin. Yo no era alumn@ de Donna. Ella si era alumna ma. Sin embargo, ese da aprend de ella una leccin perdurable. Ahora, aos ms tarde, cada vez que oigo "No Puedo", veo las imgenes de ese funeral de cuarto grado. Como los alumn@s, me acuerdo de que "No Puedo" se muri.LOS TRES DESEOS

Hace unos das acompa a mi novia a una tienda departamental. Necesitaba hacer algunas compras, y no pude negarme. Compr varias cosas: tres blusas, un par de zapatillas, un bolso de mano, un perfume y tres pelotas de golf. Todo me pareca bien, pero,... tres pelotas.....de golf...? Esto ltimo me dej muy desconcertado, pues jams me imagin que ella practicara este deporte.

En el camino de regreso a su casa no pude contener mi curiosidad y le coment la sorpresa que me caus verla comprar las pelotas, le pregunt desde cundo se interesaba en ese juego y por qu nunca me haba comentado nada al respecto. Su respuesta me provoc mayor desconcierto an; me dijo que efectivamente no saba jugar golf, pero que dos das antes se haba inscrito en un curso que ofertaban en el peridico y que estaba resuelta a aprender. Le dije el gusto que me daba saber su decisin por aprender un deporte. Pero, si la compra de las pelotas me provoc tal sorpresa; la siguiente aclaracin fue de mayor impacto todava, pues me dijo: ...slo es el primero de mis tres deseos. Sus... tres..., deseos?

Sinceramente, me cost mucho trabajo aguantar la curiosidad, y despus de varios minutos de silencio, decid interrogarla. Disculpa... amorcito,...me puedes platicar, cmo est eso de tus tres deseos? De dnde nace esa idea o quin te los concede? Ella me envolvi en una mirada, mezcla de comprensin y de cario, y con un tono de voz, que an disfrutan mis odos, me dijo: --hace como tres meses, lleg a mis manos un peridico, en l daban la noticia de un anciano que fue aparatosamente atropellado, el cual qued gravemente herido y cuando el doctor le pregunt, qu era lo que le dola, con voz agnica contest: --El dolor ms grande que tengo, es llegar a este momento sin haber cumplido el deseo ms grande de mi vida: volar un avin--, y muri. Desde entonces estoy decidida a vivir para llevar a cabo las tres cosas que ms he deseado, antes de que llegue mi ltimo da. Tal comentario me introdujo en una silenciosa reflexin.

Llegamos a su casa, le ayud a bajar sus paquetes que haba comprado, pero no me quiso decir cules eran sus otros dos deseos. Durante un buen rato estuve insistiendo para que me los dijera, pero no revel su secreto.

Esa noche, en la tranquilidad de mi recmara, me sent y decid hacer una lista de las cosas que me gustara hacer, antes de morir. Las primeras tres o cuatro las apunt con bastante rapidez: esquiar en la nieve, tirarme en paracadas, bucear entre tiburones, salir en la tele; luego tuve qu frenar y reflexionar un poco ms profundo y termin anotando cosas que, aun teniendo gran significado para m, dej en el olvido,...porque... no me atrev: participar en las misiones de la Sierra Tarahumara, disfrazarme de payaso y visitar los hospitales infantiles, donde atienden a los nios con enfermedades incurables y llevarles un poco de alegra, organizar un da de campo para todos los viejecitos de algn asilo, procurar alguna maternidad de bajos recursos y repartir rosas entre las nuevas mams ( estoy seguro que encontrar a ms de una mujer sola, plida y triste, sin esposo a su lado); en fin, tantas y tantas cosas que tuve la intencin de hacer, y que por desidia, por vergenza o por mil cosas nunca llev a cabo.

Sorprendido, admir la relacin de cosas que deseaba hacer y del tiempo que miserablemente perd sin siquiera intentar hacer algo productivo en mi vida. Me reprend, y a partir de ese momento me decid a vivir realmente como me gusta la vida.

Esa es la razn por la que hoy me encuentro escribiendo esto, durante este viaje en camin; rodeado de jvenes inquietos, alegres, dinmicos y, sobre todo, impacientes por que lleguemos al final del viaje: la Sierra Tarahumara.

Probablemente no tenga la oportunidad de realizar todas mis aspiraciones que me propuse; sin embargo, estoy seguro que con decisin y constancia, nada ni nadie, me impedir cumplir lo que me he trazado y llevarlo a cabo el da de maana. Al igual que mi novia estoy firmemente decidido a hacer realidad este sueo mo. No quiero pasar mi vida lamentndome de las oportunidades desaprovechadas. A partir de hoy, convertir los das de mi vida en escalones que me conduzcan a la realizacin plena de mis metas.

COMO CRECER?

Un rey fue hasta su jardn y descubri que sus rboles, arbustos y flores se estaban muriendo.

El Roble le dijo que se mora porque no poda ser tan alto como el Pino.

Volvindose al Pino, lo hall cado porque no poda dar uvas como la Vid. Y la Vid se mora porque no poda florecer como la Rosa.

La Rosa lloraba porque no poda ser alta y slida como el Roble. Entonces encontr una planta, una fresia, floreciendo y ms fresca que nunca.

El rey pregunt:

Cmo es que creces saludable en medio de este jardn mustio y sombro?

No lo s. Quizs sea porque siempre supuse que cuando me plantaste, queras fresias. Si hubieras querido un Roble o una Rosa, los habras plantado. En aquel momento me dije: "Intentar ser Fresia de la mejor manera que pueda".

Ahora es tu turno. Ests aqu para contribuir con tu fragancia. Simplemente mirate a vos mismo.

No hay posibilidad de que seas otra persona.

Podes disfrutarlo y florecer regado con tu propio amor por vos, o podes marchitarte en tu propia condena...

ANIMARSE A VOLAR..Y cuando se hizo grande, su padre le dijo:

-Hijo mo, no todos nacen con alas. Y si bien es cierto que no tienes obligacin de volar, opino que sera penoso que te limitaras a caminar teniendo las alas que el buen Dios te ha dado.

-Pero yo no s volar contest el hijo.

-Ven dijo el padre.

Lo tom de la mano y caminando lo llev al borde del abismo en la montaa.

-Ves hijo, este es el vaco. Cuando quieras podrs volar. Slo debes pararte aqu, respirar profundo, y saltar al abismo. Una vez en el aire extenders las alas y volars...

El hijo dud.

-Y si me caigo?

-Aunque te caigas no morirs, slo algunos machucones que harn ms fuerte para el siguiente intento contest el padre.

El hijo volvi al pueblo, a sus amigos, a sus pares, a sus compaeros con los que haba caminado toda su vida.

Los ms pequeos de mente dijeron:

-Ests loco?

-Para qu?

-Tu padre est delirando...

-Qu vas a buscar volando?

-Por qu no te dejas de pavadas?

-Y adems, quin necesita?

Los ms lcidos tambin sentan miedo:

-Ser cierto?

-No ser peligroso?

-Por qu no empiezas despacio?

-En todo casa, prueba tirarte desde una escalera.

-...O desde la copa de un rbol, pero... desde la cima?

El joven escuch el consejo de quienes lo queran.

Subi a la copa de un rbol y con coraje salt...

Despleg sus alas.

Las agit en el aire con todas sus fuerzas... pero igual... se precipit a tierra...

Con un gran chichn en la frente se cruz con su padre:

-Me mentiste! No puedo volar. Prob, y mira el golpe que me di!. No soy como t. Mis alas son de adorno... llorique.

-Hijo mo dijo el padre Para volar hay que crear el espacio de aire libre necesario para que las alas se desplieguen.

Es como tirarse en un paracadas... necesitas cierta altura antes de saltar.

Para aprender a volar siempre hay que empezar corriendo un riesgo.

Si uno quiere correr riesgos, lo mejor ser resignarse y seguir caminando como siempre.

EL BUSCADOREsta es la historia de un hombre al que yo definira como buscador

Un buscador es alguien que busca. No necesariamente es alguien que encuentra. Tampoco esa alguien que sabe lo que est buscando. Es simplemente para quien su vida es una bsqueda.

Un da un buscador sinti que deba ir hacia la ciudad de Kammir. l haba aprendido a hacer caso riguroso a esas sensaciones que venan de un lugar desconocido de s mismo, as que dej todo y parti. Despus de dos das de marcha por los polvorientos caminos divis Kammir, a lo lejos. Un poco antes de llegar al pueblo, una colina a la derecha del sendero le llam la atencin. Estaba tapizada de un verde maravilloso y haba un montn de rboles, pjaros y flores encantadoras. La rodeaba por completo una especie de valla pequea de madera lustrada Una portezuela de bronce lo invitaba a entrar. De pronto sinti que olvidaba el pueblo y sucumbi ante la tentacin de descansar por un momento en ese lugar. El buscador traspaso el portal y empez a caminar lentamente entre las piedras blancas que estaban distribuidas como al azar, entre los rboles. Dej que sus ojos eran los de un buscador, quiz por eso descubri, sobre una de las piedras, aquella inscripcin "Abedul Tare, vivi 8 aos, 6 meses, 2 semanas y 3 das". Se sobrecogi un poco al darse cuenta de que esa piedra no era simplemente una piedra. Era una lpida, sinti pena al pensar que un nio de tan corta edad estaba enterrado en ese lugar Mirando a su alrededor, el hombre se dio cuenta de que la piedra de al lado, tambin tena una inscripcin, se acerc a leerla deca "Llamar Kalib, vivi 5 aos, 8 meses y 3 semanas". El buscador se sinti terrible mente conmocionado. Este hermoso lugar, era un cementerio y cada piedra una lpida. Todas tenan inscripciones similares: un nombre y el tiempo de vida exacto del muerto, pero lo que lo contact con el espanto, fue comprobar que, el que ms tiempo haba vivido, apenas sobrepasaba 11 aos. Embargado por un dolor terrible, se sent y se puso a llorar. El cuidador del cementerio pasaba por ah y se acerc, lo mir llorar por un rato en silencio y luego le pregunt si lloraba por algn familiar.

- No ningn familiar dijo el buscador - Qu pasa con este pueblo?, Qu cosa tan terrible hay en esta ciudad? Por qu tantos nios muertos enterrados en este lugar? Cul es la horrible maldicin que pesa sobre esta gente, que lo ha obligado a construir un cementerio de chicos?.

El anciano sonri y dijo: -Puede usted serenarse, no hay tal maldicin, lo que pasa es que aqu tenemos una vieja costumbre. Le contar: cuando un joven cumple 15 aos, sus padres le regalan una libreta, como esta que tengo aqu, colgando del cuello, y es tradicin entre nosotros que, a partir de all, cada vez que uno disfruta intensamente de algo, abre la libreta y anota en ella: a la izquierda que fu lo disfrutado, a la derecha, cuanto tiempo dur ese gozo. Conoci a su novia y se enamor de ella? Cunto tiempo dur esa pasin enorme y el placer de conocerla?Una semana?, dos?, tres semanas y media? Y despus la emocin del primer beso, cunto dur?, El minuto y medio del beso?, Dos das?, Una semana? y el embarazo o el nacimiento del primer hijo? , y el casamiento de los amigos?, y el viaje ms deseado?, y el encuentro con el hermano que vuelve de un pas lejano?Cunto dur el disfrutar de estas situaciones? horas?, das? As vamos anotando en la libreta cada momento, cuando alguien se muere, es nuestra costumbre abrir su libreta y sumar el tiempo de lo disfrutado, para escribirlo sobre su tumba. Porque ese es, para nosotros, el nico y verdadero tiempo vivido.

EL ELEFANTE ENCADENADOCuando yo era chico me encantaban los circos, y lo que ms me gustaba de los circos eran los animales. Tambin a m como a otros, despus me enter, me llamaba la atencin el elefante. Durante la funcin, la enrome bestia hacia despliegue de su tamao, peso y fuerza descomunal... pero despus de su actuacin y hasta un rato antes de volver al escenario, el elefante quedaba sujeto solamente por una cadena que aprisionaba una de sus patas clavada a una pequea estaca clavada en el suelo. Sin embargo, la estaca era solo un minsculo pedazo de madera apenas enterrado unos centmetros en la tierra. Y aunque la cadena era gruesa y poderosa me pareca obvio que ese animal capaz de arrancar un rbol de cuajo con su propia fuerza, podra, con facilidad, arrancar la estaca y huir. El misterio es evidente: Qu lo mantiene entonces? Por qu no huye? Cuando tena 5 o 6 aos yo todava en la sabidura de los grandes. Pregunt entonces a algn maestro, a algn padre, o a algn to por el misterio del elefante. Alguno de ellos me explic que el elefante no se escapaba porque estaba amaestrado. Hice entonces la pregunta obvia: -Si est amaestrado, por qu lo encadenan? No recuerdo haber recibido ninguna respuesta coherente. Con el tiempo me olvide del misterio del elefante y la estaca... y slo lo recordaba cuando me encontraba con otros que tambin se haban hecho la misma pregunta. Hace algunos aos descubr que por suerte para m alguien haba sido lo bastante sabio como para encontrar la respuesta: El elefante del circo no se escapa porque ha estado atado a una estaca parecida desde muy, muy pequeo. Cerr los ojos y me imagin al pequeo recin nacido sujeto a la estaca. Estoy seguro de que en aquel momento el elefantito empuj, tir, sud, tratando de soltarse. Y a pesar de todo su esfuerzo, no pudo. La estaca era ciertamente muy fuerte para l. Jurara que se durmi agotado, y que al da siguiente volvi a probar, y tambin al otro y al que le segua... Hasta que un da, un terrible da para su historia, el animal acept su impotencia y se resign a su destino. Este elefante enorme y poderoso, que vemos en el circo, no se escapa porque cree -pobre- que NO PUEDE. l tiene registro y recuerdo de su impotencia, de aquella impotencia que sinti poco despus de nacer. Y lo peor es que jams se ha vuelto a cuestionar seriamente ese registro. Jams... jams... intent poner a prueba su fuerza otra vez...

EL OSO

Esta historia habla de un sastre, un zar y su oso.

Un da el zar descubri que uno de los botones de su chaqueta preferida se haba cado.

El zar era caprichoso, autoritario y cruel (cruel como todos los que enmaraan por demasiado tiempo en el poder), as que, furioso por la ausencia del botn mand a buscar a su sastre y orden que a la maana siguiente fuera decapitado por el hacha del verdugo.

Nadie contradeca al emperador de todas la Rusias, as que la guardia fue hasta la casa del sastre y arrancndolo de entre los brazos de su familia lo llev a la mazmorra del palacio para esperar all su muerte.

Cuando, cayo el sol un guardiacrcel le llev al sastre la ltima cena, el sastre revolvi el plato de comida con la cuchara y mirando al guardiacrcel dijo Pobre del zar.

- El guardiacrcel no puedo evitar rerse - Pobre del zar?, dijo pobre de ti tu cabeza quedar separada de tu cuerpo unos cuantos metros maana a la maana.

- Si, lo s pero maana en la maana el zar perder mucho ms que un sastre, el zar perder la posibilidad de que su oso la cosa que ms quiere en el mundo su propio oso aprenda a hablar.

- T sabes ensearle a hablar a los osos?, pregunt el guardiacrcel sorprendido.

- Un viejo secreto familiar... dijo el sastre.

Deseoso de ganarse los favores del zar, el pobre guardia corri a contarle al soberano su descubrimiento:

El sastre saba ensearle a hablar a los osos!!

El zar se sinti encantado. Mand rpidamente a buscar al sastre y le orden:

-Ensale a mi oso a hablar nuestro gustara complaceros pero la verdad, es que ensear a hablar a un oso es una ardua tarea y lleva tiempo... y lamentablemente, tiempo es lo que menos tengo...

-El zar hizo un silencio, y pregunt cunto tiempo llevara el aprendizaje?

- Bueno, depende de la inteligencia del oso... Dijo el sastre.

- El oso es muy inteligente!! interrumpi el zar

De hecho es el oso ms inteligente de todos los osos de Rusia.

-Bueno, musit el sastre... si el oso es inteligente... y siente deseos de aprender... yo creo... que el aprendizaje durara... durara... no menos de...... DOS AOS.

El zar pens un momento y luego orden:

- Bien, tu pena ser suspendida por dos aos, mientras tanto t entrenars al oso. Maana empezars!

- Alteza - dijo el sastre Si tu mandas al verdugo a ocuparse de mi cabeza, maana estarn muerto, y mi familia, se las ingeniar para poder sobrevivir. Pero si me conmutas la pena, yo tendr que dedicarle el tiempo a trabajar, no podr dedicarme a tu oso... debo mantener a mi familia.

- Eso no es problema dijo el zar A partir de hoy y durante dos aos t y tu familia estarn bajo la proteccin real. Sern vestidos, alimentados y educados con el dinero de la corte y nada que necesiten o deseen, les ser negado... Pero, eso s... Si dentro de dos aos el oso no habla... te arrepentirs de haber pensado en esta propuesta... Rogars haber sido muerto por el verdugo... Entiendes, verdad?.

- S, alteza.

- Bien... Guardias!! - grit el zar Que lleven al sastre a su casa en el carruaje de la corte, denle dos bolsas de oro, comida y regalos para sus nios. Ya... Fuera!!.

El sastre en reverencia y caminando hacia atrs, comenz a retirarse mientras musitaba agradecimientos.

- No olvides - le dijo el zar apuntndolo con el dedo a la frente Si en dos aos el oso no habla... Alteza... -

...Cuando todos en la casa del sastre lloraban por la prdida del padre de familia, el hombre pequeo apareci en la casa en el carruaje del zar, sonriente, eufrico y con regalos para todos.

La esposa del sastre no caba en su asombro. Su marido que pocas horas antes haba sido llevado al cadalso volva ahora, exitoso, acaudalado y exultante...

Cuando estuvo a solas el hombre le cont los hechos.

- Ests LOCO chill la mujer ensear a hablar al oso del zar. T, que ni siquiera has visto un oso de cerca, Ests, loco!

Ensear a hablar al oso... Loco, ests loco...

- Calma mujer, calma. Mira, me iban a cortar la cabeza maana al amanecer, ahora... ahora tengo dos aos... En dos aos pueden pasar tantas cosas en dos aos.

En dos aos... sigui el sastre - se puede morir el zar... me puedo morir yo... y lo ms importante... por ah el oso habla!!

EL TEMIDO ENEMIGOLa idea de este cuento lleg a m escuchando un relato de Enrique Mariscal. Me permit, partir de all prolongar el cuento transformarlo en otra historia con otro mensaje y otro sentido. As como est ahora se lo regal una tarde a m amigo Norbi. Haba una vez, en un reino muy lejano y perdido, un rey al que le gustaba sentirse poderoso. Su deseo de poder no se satisfaca slo con tenerlo, l, necesitaba adems, que todos lo admiraran por ser poderoso, as como la madrastra de Blanca Nieves no le alcanzaba con verse bella, tambin l necesitaba mirarse en un espejo que le dijera lo poderoso que era.

l no tena espejos mgicos, pero contaba con un montn de cortesanos y sirvientes a su alrededor a quienes preguntarle si l, era el ms poderoso del reino.

Invariablemente todos le decan lo mismo:

-Alteza, eres muy poderoso, pero t sabes que el mago tiene un poder que nadie posee: l, l conoce el futuro.

( En aquel tiempo, alquimistas, filsofos, pensadores, religiosos y msticos eran llamados, genricamente "magos").

El rey estaba muy celoso del mago del reino pues aquel no slo tena fama de ser un hombre muy bueno y generoso, sino que adems, el pueblo entero lo amaba, lo admiraba y festejaba que l existiera y viviera all.

No decan lo mismo del rey.

Quizs porque necesitaba demostrar que era l quien mandaba, el rey no era justo, ni ecunime, y mucho menos bondadoso.

Un da, cansado de que la gente le contara lo poderoso y querido que era el mago o motivado por esa mezcla de celos y temores que genera la envidia, el rey urdi un plan:

Organizara una gran fiesta a la cual invitara al mago y despus la cena, pedira la atencin de todos. Llamara al mago al centro del saln y delante de los cortesanos, le preguntara si era cierto que saba leer el futuro. El invitado, tendra dos posibilidades: decir que no, defraudando as la admiracin de los dems, o decir que s, confirmando el motivo de su fama. El rey estaba seguro de que escogera la segunda posibilidad. Entonces, le pedira que le dijera la fecha en la que el mago del reino iba a morir. ste dara una respuesta, un da cualquiera, no importaba cul. En ese mismo momento, planeaba el rey, sacar su espada y matarlo. Conseguira con esto dos cosas de un solo golpe: la primera, deshacerse de su enemigo para siempre; la segunda, demostrar que el mago no haba podido adelantarse al futuro, y que se haba equivocado en su prediccin. Se acabara, en una sola noche. El mago y el mito de sus poderes...

Los preparativos se iniciaron enseguida, y muy pronto el da del festejo lleg...

...Despus de la gran cena. El rey hizo pasar al mago al centro y ante le silencio de todos le pregunt:

- Es cierto que puedes leer el futuro?

- Un poco dijo el mago.

- Y puedes leer tu propio futuro, pregunt el rey?

- Un poco dijo el mago.

- Entonces quiero que me des una prueba - dijo el rey -

Qu da morirs?. Cul es la fecha de tu muerte?

El mago se sonri, lo mir a los ojos y no contest.

- Qu pasa mago? - dijo el rey sonriente -No lo sabes?... no es cierto que puedes ver el futuro?

- No es eso - dijo el mago - pero lo que s, no me animo a decrtelo.

- Cmo que no te animas?- dijo el rey-... Yo soy tu soberano y te ordeno que me lo digas. Debes darte cuenta de que es muy importante para el reino, saber cuando perdemos a sus personajes ms eminentes... Contstame pues, cundo morir el mago del reino?

Luego de un tenso silencio, el mago lo mir y dijo:

- No puedo precisarte la fecha, pero s que el mago morir exactamente un da antes que el rey...

Durante unos instantes, el tiempo se congel. Un murmullo corri por entre los invitados.

El rey siempre haba dicho que no crea en los magos ni en las adivinaciones, pero lo cierto es que no se anim a matar al mago.

Lentamente el soberano baj los brazos y se qued en silencio...

Los pensamientos se agolpaban en su cabeza.

Se dio cuenta de que se haba equivocado.

Su odio haba sido el peor consejero.

- Alteza, te has puesto plido. Qu te sucede? pregunt el invitado.

- Me siento mal - contest el monarca voy a ir a mi cuarto, te agradezco que hayas venido.

Y con un gesto confuso gir en silencio encaminndose a sus habitaciones...

El mago era astuto, haba dado la nica respuesta que evitara su muerte.

Habra ledo su mente?

La prediccin no poda ser cierta. Pero... Y si lo fuera?...

Estaba aturdido

Se le ocurri que sera trgico que le pasara algo al mago camino a su casa.

El rey volvi sobre sus pasos, y dijo en voz alta:

- Mago, eres famoso en el reino por tu sabidura, te ruego que pases esta noche en el palacio pues debo consultarte por la maana sobre algunas decisiones reales.

- Majestad!. Ser un gran honor... dijo el invitado con una reverencia.

El rey dio rdenes a sus guardias personales para que acompaaran al mago hasta las habitaciones de huspedes en el palacio y para que custodiasen su puerta asegurndose de que nada pasara...

Esa noche el soberano no pudo conciliar el sueo. Estuvo muy inquieto pensando qu pasara si el mago le hubiera cado mal la comida, o si se hubiera hecho dao accidentalmente durante la noche, o si, simplemente, le hubiera llegado su hora.

Bien temprano en la maana el rey golpe en las habitaciones de su invitado.

l nunca en su vida haba pensado en consultar ninguna de sus decisiones, pero esta vez, en cunto el mago lo recibi, hizo la pregunta... necesitaba una excusa.

Y el mago, que era un sabio, le dio una respuesta correcta, creativa y justa.

El rey, casi sin escuchar la respuesta alab a su husped por su inteligencia y le pidi que se quedara un da ms, supuestamente, para "consultarle" otro asunto... (obviamente, el rey slo quera asegurarse de que nada le pasara).

El mago que gozaba de la libertad que slo conquistan los iluminados acept...

Desde entonces todos los das, por la maana o por la tarde, el rey iba hasta las habitaciones del mago para consultarlo y lo comprometa para una nueva consulta al da siguiente.

No pas mucho tiempo antes de que el rey se diera cuenta de que los consejos de su nuevo asesor eran siempre acertados y terminara, casi sin notarlo, tenindolos en cuenta en cada una de las decisiones.

Pasaron los meses y luego los aos.

Y como siempre... estar cerca del que sabe vuelve el que no sabe, ms sabio.

As fue: el rey poco a poco se fue volviendo ms y ms justo.

Ya no era desptico ni autoritario. Dej de necesitar sentirse poderoso, y seguramente por ello dej de necesitar demostrar su poder.

Empez a aprender que la humildad tambin poda ser ventajosa empez a reinar de una manera ms sabia y bondadosa.

Y sucedi que su pueblo empez a quererlo, como nunca lo haba querido antes.

El rey ya no iba a ver al mago investigando por su salud, iba realmente para aprender, para compartir una decisin o simplemente para charlar, porque el rey y el mago haban llegado a ser excelentes amigos.

Un da, a ms de cuatro aos de aquella cena, y sin motivo, el rey record.

Record aquel plan aquel plan que alguna vez urdi para matar a este su entonces ms odiado enemigo

Y s dio cuenta que no poda seguir manteniendo este secreto sin sentirse un hipcrita.

El rey tom coraje y fue hasta la habitacin del mago. Golpe la puerta y apenas entr le dijo:

- Hermano, tengo algo que contarte que me oprime el pecho

- Dime dijo el mago y alivia tu corazn.

- Aquella noche, cuando te invit a cenar y te pregunt sobre tu muerte, yo no quera en realidad saber sobre tu futuro, planeaba matarte y frente a cualquier cosa que me dijeras, porque quera que tu muerte inesperada desmitificara para siempre tu fama de adivino. Te odiaba porque todos te amaban... Estoy tan avergonzado...

- Aquella noche no me anim a matarte y ahora que somos amigos, y ms que amigos, hermanos, me aterra pensar lo que hubiera perdido si lo hubiese hecho.

Hoy he sentido que no puedo seguir ocultndote mi infamia.

Necesit decirte todo esto para que t me perdones o me desprecies, pero sin ocultamientos.

El mago lo mir y le dijo:

- Has tardado mucho tiempo en poder decrmelo. Pero de todas maneras, me alegra, me alegra que lo hayas hecho, porque esto es lo nico que me permitir decirte que ya lo saba. Cuando me hiciste la pregunta y bajaste tu mano sobre el puo de tu espada, fue tan clara tu intencin, que no haca falta adivino para darse cuenta de lo que pensabas hacer, - el mago sonri y puso su mano en el hombro del rey. Como justo pago a tu sinceridad, debo decirte que yo tambin te ment... Te confieso hoy que invent esa absurda historia de mi muerte antes de la tuya para darte una leccin. Una leccin que recin hoy ests en condiciones de aprender, quizs la ms importante cosa que yo te haya enseado nunca.

Vamos por el mundo odiando y rechazando aspectos de los otros y hasta de nosotros mismos que creemos despreciables, amenazantes o intiles... y sin embargo, si nos damos tiempo, terminaremos dndonos cuenta de lo mucho que nos costara vivir sin aquellas cosas que en un momento rechazamos.

Tu muerte, querido amigo, llegar justo, justo el da de tu muerte, y ni un minuto antes. Es importante que sepas que yo estoy viejo, y que mi da seguramente se acerca. No hay ninguna razn para pensar que tu partida deba estar atada a la ma. Son nuestras vidas las que se han ligado, no nuestras muertes.

El rey y el mago se abrazaron y festejaron brindando por la confianza que cada uno sent en esta relacin que haban sabido construir juntos...

Cuenta la leyenda... que misteriosamente... esa misma noche... el mago... muri durante el sueo.

El rey se enter de la mala noticia a la maana siguiente... y se sinti desolado.

No estaba angustiado por la idea de su propia muerte, haba aprendido del mago a desapegarse hasta de su permanencia en el mundo.

Estaba triste, simplemente por la muerte de su amigo.

Qu coincidencia extraa haba hecho que el rey pudiera contarle esto al mago justo la noche anterior a su muerte?.

Tal vez, tal vez de alguna manera desconocida el mago haba hecho que l pudiera decirle esto para quitarle su fantasa de morirse un da despus.

Un ltimo acto de amor para librarlo de sus temores de otros tiempos...

Cuentan que el rey se levant y que con sus propias manos cav en el jardn, bajo su ventana, una tumba para su amigo, el mago.

Enterr all su cuerpo y el resto del da se qued al lado del montculo de tierra, llorando como se llora ante la prdida de los seres queridos.

Y recin entrada la noche, el rey volvi a su habitacin.

Cuenta la leyenda... que esa misma noche... veinticuatro horas despus de la muerte del mago, el rey muri en su lecho mientras dorma... quizs de casualidad... quizs de dolor... quizs para confirmar la ltima enseanza del maestro.

LA ALEGORIA DEL CARRUAJE

Un da de octubre, una voz familiar en el telfono me dice: -Sal a la calle que hay un regalo para vos.

Entusiasmado, salgo a la vereda y me encuentro con el regalo. Es un precioso carruaje estacionado justo, justo frente a la puerta de mi casa. Es de madera de nogal lustrada, tiene herrajes de bronce y lmparas de cermica blanca, todo muy fino, muy elegante, muy "chic". Abro la portezuela de la cabina y subo. Un gran asiento semicircular forrado en pana bord y unos visillos de encaje blanco le dan un toque de realeza al cubculo. Me siento y me doy cuenta que todo est diseado exclusivamente para m, est calculado el largo de las piernas, el ancho del asiento, la altura del techo... todo es muy cmodo, y no hay lugar para nadie ms.

Entonces miro por la ventana y veo "el paisaje": de un lado el frente de mi casa, del otro el frente de la casa de mi vecino... y digo: "Qu brbaro este regalo! "Qu bien, qu lindo...!" Y me quedo un rato disfrutando de esa sensacin.

Al rato empiezo a aburrirme; lo que se ve por la ventana es siempre lo mismo.

Me pregunto: "Cunto tiempo uno puede ver las mismas cosas?" Y empiezo a convencerme de que el regalo que me hicieron no sirve para nada.

De eso me ando quejando en voz alta cuando pasa mi vecino que me dice, como adivinndome: -No te das cuenta que a este carruaje le falta algo?

Yo pongo cara de qu-le-falta mientras miro las alfombras y los tapizados.

-Le faltan los caballos - me dice antes de que llegue a preguntarle.

Por eso veo siempre lo mismo -pienso-, por eso me parece aburrido.

-Cierto - digo yo.

Entonces voy hasta el corraln de la estacin y le ato dos caballos al carruaje. Me subo otra vez y desde adentro les grito:

-Eaaaaa!!

El paisaje se vuelve maravilloso, extraordinario, cambia permanentemente y eso me sorprende.

Sin embargo, al poco tiempo empiezo a sentir cierta vibracin en el carruaje y a ver el comienzo de una rajadura en uno de los laterales.

Son los caballos que me conducen por caminos terribles; agarran todos los pozos, se suben a las veredas, me llevan por barrios peligrosos.

Me doy cuenta que yo no tengo ningn control de nada; los caballos me arrastran a donde ellos quieren. Al principio, ese derrotero era muy lindo, pero al final siento que es muy peligroso.

Comienzo a asustarme y a darme cuenta que esto tampoco sirve.

En ese momento veo a mi vecino que pasa por ah cerca, en su auto. Lo insulto: -Qu me hizo!

Me grita:-Te falta el cochero!

-Ah! - digo yo.

Con gran dificultad y con su ayuda, sofreno los caballos y decido contratar un cochero. A los pocos das asume funciones. Es un hombre formal y circunspecto con cara de poco humor y mucho conocimiento.

Me parece que ahora s estoy preparado para disfrutar verdaderamente del regalo que me hicieron. Me subo, me acomodo, asomo la cabeza y le indico al cochero a dnde ir.

l conduce, l controla la situacin, l decide la velocidad adecuada y elige la mejor ruta.

Yo... Yo disfruto el viaje.

"Hemos nacido, salido de nuestra casa y nos hemos encontrado con un regalo: nuestro cuerpo.

A poco de nacer nuestro cuerpo registr un deseo, una necesidad, un requerimiento instintivo, y se movi. Este carruaje no servira para nada si no tuviera caballos; ellos son los deseos, las necesidades, las pulsiones y los afectos.

Todo va bien durante un tiempo, pero en algn momento empezamos a darnos cuenta que estos deseos nos llegaban por caminos un poco arriesgados y a veces peligrosos, y entonces tenemos necesidad de sofrenarlos. Aqu es donde aparece la figura del cochero: nuestra cabeza, nuestro intelecto, nuestra capacidad de pensar racionalmente.

El cochero sirve para evaluar el camino, la ruta. Pero quienes realmente tiran del carruaje son tus caballos.

No permitas que el cochero los descuide. Tienen que ser alimentados y protegidos, porque... qu haras sin los caballos? Qu sera de vos si fueras solamente cuerpo y cerebro? Si no tuvieras ningn deseo, cmo sera la vida? Sera como la de esa gente que va por el mundo sin contacto con sus emociones, dejando que solamente su cerebro empuje el carruaje. Obviamente tampoco pods descuidar el carruaje, porque tiene que durar todo el proyecto. Y esto implicar reparar, cuidar, afinar lo que sea necesario para su mantenimiento. Si nadie lo cuida, el carruaje se rompe, y si se rompe se acab el viaje..."

OBSTCULOS

Voy andando por un sendero.

Dejo que mis pies me lleven.

Mis ojos se posan en los rboles, en los pjaros, en las piedras. En el horizonte se recorte la silueta de una ciudad. Agudizo la mirada para distinguirla bien. Siento que la ciudad me atrae.

Sin saber cmo, me doy cuenta de que en esta ciudad puedo encontrar todo lo que deseo. Todas mis metas, mis objetivos y mis logros. Mis ambiciones y mis sueos estn en esta ciudad. Lo que quiero conseguir, lo que necesito, lo que ms me gustara ser, aquello a lo cual aspiro, o que intento, por lo que trabajo, lo que siempre ambicion, aquello que sera el mayor de mis xitos.

Me imagino que todo eso est en esa ciudad. Sin dudar, empiezo a caminar hacia ella. A poco de andar, el sendero se hace cuesta arriba. Me canso un poco, pero no me importa.

Sigo. Diviso una sombra negra, ms adelante, en el camino. Al acercarme, veo que una enorme zanja me impide mi paso. Temo... dudo.

Me enoja que mi meta no pueda conseguirse fcilmente. De todas maneras decido saltar la zanja. Retrocedo, tomo impulso y salto... Consigo pasarla. Me repongo y sigo caminando.

Unos metros ms adelante, aparece otra zanja. Vuelvo a tomar carrera y tambin la salto. Corro hacia la ciudad: el camino parece despejado. Me sorprende un abismo que detiene mi camino. Me detengo. Imposible saltarlo

Veo que a un costado hay maderas, clavos y herramientas. Me doy cuenta de que est all para construir un puente. Nunca he sido hbil con mis manos... Pienso en renunciar. Miro la meta que deseo... y resisto.

Empiezo a construir el puente. Pasan horas, o das, o meses. El puente est hecho. Emocionado, lo cruzo. Y al llegar al otro lado... descubro el muro. Un gigantesco muro fro y hmedo rodea la ciudad de mis sueos...

Me siento abatido... Busco la manera de esquivarlo. No hay caso. Debo escalarlo. La ciudad est tan cerca... No dejar que el muro impida mi paso.

Me propongo trepar. Descanso unos minutos y tomo aire... De pronto veo, a un costado del camino un nio que me mira como si me conociera. Me sonre con complicidad.

Me recuerda a m mismo... cuando era nio.

Quizs por eso, me animo a expresar en voz alta mi queja: -Por qu tantos obstculos entre mi objetivo y yo? El nio se encoge de hombros y me contesta: -Por qu me lo preguntas a m? Los obstculos no estaban antes de que t llegaras... Los obstculos los trajiste t.

SUEOS DE SEMILLAEn el silencio de mi reflexin percibo todo mi mundo interno como si fuera una semilla, de alguna manera pequea e insignificante pero tambin pletrica de potencialidades.

...Y veo en sus entraas el germen de un rbol magnfico, el rbol de mi propia vida en proceso de desarrollo.

En su pequeez, cada semilla contiene el espritu del rbol que ser despus. Cada semilla sabe cmo transformarse en rbol, cayendo en tierra frtil, absorbiendo los jugos que la alimentan, expandiendo las ramas y el follaje, llenndose de flores y de frutos, para poder dar lo que tienen que dar.

Cada semilla sabe cmo llegar a ser rbol. Y tantas son las semillas como son los sueos secretos.

Dentro de nosotros, innumerables sueos esperan el tiempo de germinar, echar races y darse a luz, morir como semillas... para convertirse en rboles.

rboles magnficos y orgullosos que a su vez nos digan, en su solidez, que oigamos nuestra voz interior, que escuchemos la sabidura de nuestros sueos semilla.

Ellos, los sueos, indican el camino con smbolos y seales de toda clase, en cada hecho, en cada momento, entre las cosas y entre las personas, en los dolores y en los placeres, en los triunfos y en los fracasos. Lo soado nos ensea, dormidos o despiertos, a vernos, a escucharnos, a darnos cuenta.

Nos muestra el rumbo en presentimientos huidizos o en relmpagos de lucidez cegadora.

Y as crecemos, nos desarrollamos, evolucionamos... Y un da, mientras transitamos este eterno presente que llamamos vida, las semillas de nuestros sueos se transformarn en rboles, y desplegarn sus ramas que, como alas gigantescas, cruzarn el cielo, uniendo en un solo trazo nuestro pasado y nuestro futuro.

Nada hay que temer,... una sabidura interior las acompaa... porque cada semilla sabe... cmo llegar a ser rbol...UN RELATO SOBRE AMOR

Se trata de dos hermosos jvenes que se pusieron de novios cuando ella tena trece y l dieciocho. Vivan en un pueblito de leadores situado al lado de una montaa. l era alto, esbelto y musculoso, dado que haba aprendido a ser leador desde la infancia. Ella era rubia, de pelo muy largo, tanto que le llegaba hasta la cintura; tena los ojos celestes, hermosos y maravillosos..

La historia cuenta que haban noviado con la complicidad de todo el pueblo. Hasta que un da, cuando ella tuvo dieciocho y l veintitrs, el pueblo entero se puso de acuerdo para ayudar a que ambos se casaran.

Les regalaron una cabaa, con una parcela de rboles para que l pudiera trabajar como leador. Despus de casarse se fueron a vivir all para la alegra de todos, de ellos, de su familia y del pueblo, que tanto haba ayudado en esa relacin.

Y vivieron all durante todos los das de un invierno, un verano, una primavera y un otoo, disfrutando mucho de estar juntos. Cuando el da del primer aniversario se acercaba, ella sinti que deba hacer algo para demostrarle a l su profundo amor. Pens hacerle un regalo que significara esto. Un hacha nueva relacionara todo con el trabajo; un pulver tejido tampoco la convenca, pues ya le haba tejido pulveres en otras oportunidades; una comida no era suficiente agasajo...

Decidi bajar al pueblo para ver qu poda encontrar all y empez a caminar por las calles. Sin embargo, por mucho que caminara no encontraba nada que fuera tan importante y que ella pudiera comprar con las monedas que, semanas antes, haba ido guardando de los vueltos de las compras pensando que se acercaba la fecha del aniversario.

Al pasar por una joyera, la nica del pueblo, vio una hermosa cadena de oro expuesta en la vidriera. Entonces record que haba un solo objeto material que l adoraba verdaderamente, que l consideraba valioso. Se trataba de un reloj de oro que su abuelo le haba regalado antes de morir. Desde chico, l guardaba ese reloj en un estuche de gamuza, que dejaba siempre al lado de su cama. Todas las noches abra la mesita de luz, sacaba del sobre de gamuza aquel reloj, lo lustraba, le daba un poquito de cuerda, se quedaba escuchndolo hasta que la cuerda se terminaba, lo volva a lustrar, lo acariciaba un rato y lo guardaba nuevamente en el estuche.

Ella pens: "Que maravilloso regalo sera esta cadena de oro para aquel reloj." Entr a preguntar cunto vala y, ante la respuesta, una angustia la tom por sorpresa. Era mucho ms dinero del que ella haba imaginado, mucho ms de lo que ella haba podido juntar. Hubiera tenido que esperar tres aniversarios ms para poder comprrselo. Pero ella no poda esperar tanto.

Sali del pueblo un poco triste, pensando qu hacer para conseguir el dinero necesario para esto. Entonces pens en trabajar, pero no saba cmo; y pens y pens, hasta que, al pasar por la nica peluquera del pueblo, se encontr con un cartel que deca: "Se compra pelo natural". Y como ella tena ese pelo rubio, que no se haba cortado desde que tena diez aos, no tard en entrar a preguntar.

El dinero que le ofrecan alcanzaba para comprar la cadena de oro y todava sobraba para una caja donde guardar la cadena y el reloj. No dud. Le dijo a la peluquera:

- Si dentro de tres das regreso para venderle mi pelo, usted me lo comprara?

- Seguro - fue la respuesta.

- Entonces en tres das estar aqu.

Regres a la joyera, dej reservada la cadena y volvi a su casa. No dijo nada.

El da del aniversario, ellos dos se abrazaron un poquito ms fuerte que de costumbre. Luego, l se fue a trabajar y ella baj al pueblo.

Se hizo cortar el pelo bien corto y, luego de tomar el dinero, se dirigi a la joyera. Compr all la cadena de oro y la caja de madera. Cuando lleg a su

casa, cocin y esper que se hiciera la tarde, momento en que l sola regresar.

A diferencia de otras veces, que iluminaba la casa cuando l llegaba, esta vez ella baj las luces, puso slo dos velas y se coloc un pauelo en la cabeza. Porque l tambin amaba su pelo y ella no quera que l se diera cuenta de que se lo haba cortado. Ya habra tiempo despus para explicrselo.

l lleg. Se abrazaron muy fuerte y se dijeron lo mucho que se queran. Entonces, ella sac de debajo de la mesa la caja de madera que contena la cadena de oro para el reloj. Y l fue hasta el ropero y extrajo de all una caja muy grande que le haba trado mientras ella no estaba. La caja contena dos enormes peinetones que l haba comprado... vendiendo el reloj de oro del abuelo.

Si ustedes creen que el amor es sacrificio, por favor, no se olviden de esta historia. El amor no est en nosotros para sacrificarse por el otro, sino para disfrutar de su existencia.

LA TRISTEZA Y LA FURIA

En un reino encantado donde los hombres nunca pueden llegar, o quizs donde los hombres transitan eternamente sin darse cuenta...

En un reino mgico, donde las cosas no tangibles, se vuelven concretas.

Haba una vez... un estanque maravilloso.

Era una laguna de agua cristalina y pura donde nadaban peces de todos los colores existentes y donde todas las tonalidades del verde se reflejaban permanentemente...

Hasta ese estanque mgico y transparente se acercaron a baarse hacindose mutua compaa, la tristeza y la furia.

Las dos se quitaron sus vestimentas y desnudas las dos entraron al estanque.

La furia, apurada (como siempre esta la furia), urgida -sin saber por qu- se bao rpidamente y ms rpidamente an, sali del agua...

Pero la furia es ciega, o por lo menos no distingue claramente la realidad, as que, desnuda y apurada, se puso, al salir, la primera ropa que encontr...

Y sucedi que esa ropa no era la suya, sino la de la tristeza...

Y as vestida de tristeza, la furia se fue.

Muy calma, y muy serena, dispuesta como siempre a quedarse en el lugar donde est, la tristeza termin su bao y sin ningn apuro (o mejor dicho, sin conciencia del paso del tiempo), con pereza y lentamente, sali del estanque.

En la orilla se encontr con que su ropa ya no estaba.

Como todos sabemos, si hay algo que a la tristeza no le gusta es quedar al desnudo, as que se puso la nica ropa que haba junto al estanque, la ropa de la furia.

Cuentan que desde entonces, muchas veces uno se encuentra con la furia, ciega, cruel, terrible y enfadada, pero si nos damos el tiempo de mirar bien, encontramos que esta furia que vemos es slo un disfraz, y que detrs del disfraz de la furia, en realidad... est escondida la tristeza.

AUTODEPENDENCIA"Me acuerdo siempre de esta escena:

Mi primo, mucho ms chico que yo, tena tres aos. Yo tena uno doce...

Estbamos en el comedor diario de la casa de mi abuela. Mi primito vino corriendo y se llev la mesa ratona por delante. Cay sentado de culo en el piso llorando.

Se haba dado un golpe fuerte y poco despus un bultito del tamao de un carozo de durazno le apareci en la frente.

Mi ta que estaba en la habitacin corri a abrazarlo y mientras me peda que trajera hielo le deca a mi primo: Pobrecito, mala la mesa que te peg, chas chas a la mesa..., mientras le daba palmadas al mueble invitando a mi pobre primo a que la imitara... Y yo pensaba: ...? Cul es la enseanza? La responsabilidad no es tuya que sos un torpe, que tens tres aos y que no mirs por dnde camins; la culpa es de la mesa. La mesa es mala.

Yo intentaba entender ms o menos sorprendido el mensaje oculto de la mala intencionalidad de los objetos. Y mi ta insista para que mi primo le pegara a la mesa...

Me parece gracioso como smbolo, pero como aprendizaje me parece siniestro: vos nunca sos responsable de lo que hiciste, la culpa siempre la tiene el otro, la culpa es del afuera, vos no, es el otro el que tiene que dejar de estar en tu camino para que vos no te golpees...

Tuve que recorrer un largo trecho para apartarme de los mensajes de las tas del mundo.

Es mi responsabilidad apartarme de lo que me daa. Es mi responsabilidad defenderme de los que me hacen dao. Es mi responsabilidad hacerme cargo de lo que me pasa y saber mi cuota de participacin en los hechos.

Tengo que darme cuenta de la influencia que tiene cada cosa que hago. Para que las cosas que me pasan me pasen, yo tengo que hacer lo que hago. Y no digo que puedo manejar todo lo que me pasa sino que soy responsable de lo que me pasa porque en algo, aunque sea pequeo, he colaborado para que suceda. Yo no puedo controlar la actitud de todos a mi alrededor pero puedo controlar la ma. Puedo actuar libremente con lo que hago. Tendr que decidir qu hago. Con mis limitaciones, con mis miserias, con mis ignorancias, con todo lo que s y aprend, con todo eso, tendr que decidir cul es la mejor manera de actuar. Y tendr que actuar de esa mejor manera. Tendr que conocerme ms para saber cules son mis recursos. Tendr que quererme tanto como para privilegiarme y saber que esta es mi decisin. Y tendr, entonces, algo que viene con la autonoma y que es la otra cara de la libertad: el coraje. Tendr el coraje de actuar como mi conciencia me dicta y de pagar el precio. Tendr que ser libre aunque a vos no te guste. Y si no vas a quererme as como soy; y si te vas a ir de mi lado, as como soy; y si en la noche ms larga y ms fra del invierno me vas a dejar solo y te vas a ir... cerr la puerta, viste? porque entra viento. Cerr la puerta. Si esa es tu decisin, cerr la puerta. No voy a pedirte que te quedes un minuto ms de lo que vos quieras. Te digo: cerr la puerta porque yo me quedo y hace fro. Y esta va a ser mi decisin. Esto me transforma en una especie de ser inmanejable. Porque los autodependientes son inmanejables. Porque a un autodependiente solamente lo manejas si l quiere. Esto significa un paso muy adelante en tu historia y en tu desarrollo, una manera diferente de vivir el mundo y probablemente signifique empezar a conocer un poco ms a quien est a tu lado.

Si sos autodependiente, de verdad, es probable que algunas personas de las que estn a tu lado se vayan... Quizs algunos no quieran quedarse. Bueno, habr que pagar ese precio tambin. Habr que pagar el precio de soportar las partidas de algunos a mi alrededor y prepararse para festejar la llegada de otros (Quizs...)"

GALLETITASA una estacin de trenes llega una tarde, una seora muy elegante. En la ventanilla le informan que el tren est retrasado y que tardar aproximadamente una hora en llegar a la estacin.

Un poco fastidiada, la seora va al puesto de diarios y compra una revista, luego pasa al kiosco y compra un paquete de galletitas y una lata de gaseosa.

Preparada para la forzosa espera, se sienta en uno de los largos bancos del andn. Mientras hojea la revista, un joven se sienta a su lado y comienza a leer un diario. Imprevistamente la seora ve, por el rabillo del ojo, cmo el muchacho, sin decir una palabra, estira la mano, agarra el paquete de galletitas, lo abre y despus de sacar una comienza a comrsela despreocupadamente.

La mujer est indignada. No est dispuesta a ser grosera, pero tampoco a hacer de cuenta que nada ha pasado; as que, con gesto ampuloso, toma el paquete y saca una galletita que exhibe frente al joven y se la come mirndolo fijamente.

Por toda respuesta, el joven sonre... y toma otra galletita.

La seora gime un poco, toma una nueva galletita y, con ostensibles seales de fastidio, se la come sosteniendo otra vez la mirada en el muchacho.

El dilogo de miradas y sonrisas contina entre galleta y galleta. La seora cada vez ms irritada, el muchacho cada vez ms divertido.

Finalmente, la seora se da cuenta de que en el paquete queda slo la ltima galletita. " No podr ser tan caradura", piensa, y se queda como congelada mirando alternativamente al joven y a las galletitas.

Con calma, el muchacho alarga la mano, toma la ltima galletita y, con mucha suavidad, la corta exactamente por la mitad. Con su sonrisa ms amorosa le ofrece media a la seora.

- Gracias! - dice la mujer tomando con rudeza la media galletita.

- De nada - contesta el joven sonriendo angelical mientras come su mitad.

El tren llega.

Furiosa, la seora se levanta con sus cosas y sube al tren. Al arrancar, desde el vagn ve al muchacho todava sentado en el banco del andn y piensa: " Insolente".

Siente la boca reseca de ira. Abre la cartera para sacar la lata de gaseosa y se sorprende al encontrar, cerrado, su paquete de galletitas... ! Intacto!.

QUIEROQuiero que me oigas, sin juzgarme.

Quiero que opines, sin aconsejarme.

Quiero que confes en mi, sin exigirme.

Quiero que me ayudes, sin intentar decidir por mi

Quiero que me cuides, sin anularme.

Quiero que me mires, sin proyectar tus cosas en mi.

Quiero que me abraces, sin asfixiarme.

Quiero que me animes, sin empujarme.

Quiero que me sostengas, sin hacerte cargo de mi.

Quiero que me protejas, sin mentiras.

Quiero que te acerques, sin invadirme.

Quiero que conozcas las cosas mas que ms te disgusten,

que las aceptes y no pretendas cambiarlas.

Quiero que sepas, que hoy,

hoy puedes contar conmigo.

Sin condiciones.AMARSE CON LOS OJOS ABIERTOSQuizs la expectativa de felicidad instantnea que solemos endilgarle al vnculo de pareja, este deseo de exultancia, se deba a un estiramiento ilusorio del instante de enamoramiento.

Cuando uno se enamora en realidad no ve al otro en su totalidad, sino que el otro funciona como una pantalla donde el enamorado proyecta sus aspectos idealizados.

Los sentimientos, a diferencia de las pasiones, son ms duraderos y estn anclados a la percepcin de la realidad externa. La construccin del amor empieza cuando puedo ver al que tengo enfrente, cuando descubro al otro.

Es all cuando el amor reemplaza al enamoramiento.

Pasado ese momento inicial comienzan a salir a la luz las peores partes mas que tambin proyecto en l. Amar a alguien es el desafo de deshacer aquellas proyecciones para relacionarse verdaderamente con el otro. Esteproceso no es fcil, pero es una de las cosas ms hermosas que ocurren o que ayudamos a que ocurran.

Hablamos del amor en el sentido de "que nos importa el bienestar del otro".

Nada ms y nada menos. El amor como el bienestar que invade cuerpo y alma y que se afianza cuando puedo ver al otro sin querer cambiarlo.

Ms importante que la manera de ser del otro, importa el bienestar que siento a su lado y su bienestar al lado mo. El placer de estar con alguien que se ocupa de que uno est bien, que percibe lo que necesitamos y disfruta al drnoslo, eso hace al amor.

Una pareja es ms que una decisin, es algo que ocurre cuando nos sentimos unidos a otro de una manera diferente. Podra decir que desde el placer de estar con otro tomamos la decisin de compartir gran parte de nuestra vida con esa persona y descubrimos el gusto de estar juntos. Aunque es necesario saber que encontrar un compaero de ruta no es suficiente; tambin hace falta que esa persona sea capaz de nutrirnos, como ya dijimos, que de hecho sea una eficaz ayuda en nuestro crecimiento personal.

Welwood dice que el verdadero amor existe cuando amamos por lo que sabemos que esa persona puede llegar a ser, no solo por lo que es.

"El enamoramiento es ms bien una relacin en la cual la otra persona no es en realidad reconocida como verdaderamente otra, sino ms bien sentida e interpretada como si fuera un doble de uno mismo, quizs en la versin masculina y eventualmente dotada de rasgos que corresponden a la imagen idealizada de lo que uno quisiera ser. En el enamoramiento hay un yo me amo al verme reflejado en vos." Mauricio Abadi.

Enamorarse es amar las coincidencias, y amar es enamorarse de las diferencias.

EL VERDADERO VALOR DEL ANILLO

Un joven concurri a un sabio en busca de ayuda.

- Vengo, maestro, porque me siento tan poca cosa que no tengo fuerzas para hacer nada. Me dicen que no sirvo, que no hago nada bien, que soy torpe y bastante tonto. Cmo puedo mejorar maestro?. Qu puedo hacer para que me valoren ms?

El maestro, sin mirarlo, le dijo:

- Cunto lo siento muchacho, no puedo ayudarte, debo resolver primero mis propios problemas. Quizs despus... Si quisieras ayudarme t a m, yo podra resolver este tema con ms rapidez y despus tal vez te pueda ayudar.

- E... encantado, maestro -titube el joven pero sinti que otra vez era desvalorizado y sus necesidades postergadas-.

- Bien -asinti el maestro-. Se quit un anillo que llevaba en el dedo pequeo de la mano izquierda y dndoselo al muchacho agreg: Toma el caballo que est all afuera y cabalga hasta el mercado. Debo vender este anillo para pagar una deuda. Es necesario que obtengas por l la mayor suma posible, pero no aceptes menos de una moneda de oro. Vete y regresa con esa moneda lo ms rpido que puedas.

El joven tom el anillo y parti. Apenas lleg, empez a ofrecer el anillo a los mercaderes. Estos lo miraban con algn inters hasta que el joven deca lo que pretenda por el anillo. Cuando el joven mencionaba la moneda de oro, algunos rean, otros le daban vuelta la cara y slo un viejito fue tan amable como para tomarse la molestia de explicarle que una moneda de oro era muy valiosa para entregarla a cambio de un anillo.

En afn de ayudar, alguien le ofreci una moneda de plata y un cacharro de cobre, pero el joven tena instrucciones de no aceptar menos de una moneda de oro, as que rechaz la oferta.

Despus de ofrecer su joya a toda persona que se cruzaba en el mercado -ms de cien personas- y abatido por su fracaso, mont su caballo y regres.

Cunto hubiese deseado el joven tener l mismo esa moneda de oro! Podra habrsela entregado al maestro para liberarlo de su preocupacin y recibir entonces su consejo y su ayuda.

- Maestro -dijo- lo siento, no es posible conseguir lo que me pediste. Quizs pudiera conseguir 2 3 monedas de plata, pero no creo que yo pueda engaar a nadie respecto del verdadero valor del anillo.

- Qu importante lo que dijiste, joven amigo! -contest sonriente el maestro-. Debemos saber primero el verdadero valor del anillo. Vuelve a montar y vete al joyero. Quin mejor que l para saberlo?. Dile que quisieras vender el anillo y pregntale cunto da por l. Pero no importa lo que ofrezca, no se lo vendas. Vuelve aqu con mi anillo.

El joven volvi a cabalgar. El joyero examin el anillo a la luz del candil, lo mir con su lupa, lo pes y luego le dijo:

- Dile al maestro, muchacho, que si lo quiere vender ya, no puedo darle ms que 58 monedas de oro por su anillo.

- 58 monedas???? -exclam el joven-.

- S, -replic el joyero-. Yo s que con tiempo podramos obtener por l cerca de 70 monedas, pero no s... Si la venta es urgente...

El joven corri emocionado a casa del maestro a contarle lo sucedido.

- Sintate -dijo el maestro despus de escucharlo-. T eres como este anillo: una joya nica y valiosa. Y como tal, slo puede evaluarte verdaderamente un experto. Qu haces por la vida pretendiendo que cualquiera descubra tu verdadero valor?

Y diciendo esto, volvi a ponerse el anillo en el dedo pequeo de su mano izquierda.

EL PORTERO DEL PROSTIBULONo haba en el pueblo un oficio peor conceptuado y peor pago que el de portero del prostbulo. Pero qu otra cosa podra hacer aquel hombre?

De hecho, nunca haba aprendido a leer ni a escribir, no tena ninguna otra actividad ni oficio. En realidad, era su puesto porque sus padres haba sido portero de ese prostbulo y tambin antes, el padre de su padre.

Durante dcadas, el prostbulo se pasaba de padres a hijos y la portera se pasaba de padres a hijos.

Un da, el viejo propietario muri y se hizo cargo del prostbulo un joven con inquietudes, creativo y emprendedor. El joven decidi modernizar el negocio.

Modific las habitaciones y despus cit al personal para darle nuevas instrucciones.

Al portero, le dijo: A partir de hoy usted, adems de estar en la puerta, me va a preparar una planilla semanal. All anotar usted la cantidad de parejas que entran da por da. A una de cada cinco, le preguntar cmo fueron atendidas y qu corregiran del lugar. Y una vez por semana, me presentar esa planilla con los comentarios que usted crea convenientes.

El hombre tembl, nunca le haba faltado disposicin al trabajo pero.....

Me encantara satisfacerlo, seor - balbuce - pero yo... yo no s leer ni escribir.

Ah! Cunto lo siento! Como usted comprender, yo no puedo pagar a otra persona para que haga esto y tampoco puedo esperar hasta que usted aprenda a escribir, por lo tanto...

Pero seor, usted no me puede despedir, yo trabaj en esto toda mi vida, tambin mi padre y mi abuelo...

No lo dej terminar.

Mire, yo comprendo, pero no puedo hacer nada por usted. Lgicamente le vamos a dar una indemnizacin, esto es, una cantidad de dinero para que tenga hasta que encuentre otra cosa. As que, lo siento. Que tenga suerte.

Y sin ms, se dio vuelta y se fue.

El hombre sinti que el mundo se derrumbaba. Nunca haba pensado que podra llegar a encontrarse en esa situacin. Lleg a s casa, por primera vez desocupado. Qu hacer?

Record que a veces en el prostbulo, cuando se rompa una cama o se arruinaba una pata de un ropero, l, con un martillo y clavos se las ingeniaba para hacer un arreglo sencillo y provisorio. Pens que esta podra ser una ocupacin transitoria hasta que alguien le ofreciera un empleo.

Busc por toda la casa las herramientas que necesitaba, slo tena unos clavos oxidados y una tenaza mellada.

Tena que comprar una caja de herramientas completa.

Para eso usara una parte del dinero recibido.

En la esquina de su casa se enter de que en su pueblo no haba una ferretera, y que deba viajar dos das en mula para ir al pueblo ms cercano a realizar la compra.

Qu ms da? Pens, y emprendi la marcha.

A su regreso, traa una hermosa y completa caja de herramientas. No haba terminado de quitarse las botas cuando llamaron a la puerta de su casa. Era su vecino.

Vengo a preguntarle si no tiene un martillo para prestarme.

Mire, s, lo acabo de comprar pero lo necesito para traba