Una aparición esperada

La luz blanco azulada de los focos iluminaba la figura del anciano mientras lentamente explica a los jóvenes cual es la

razón de estar allí, el porqué la vida humana no es en realidad más que un conjunto de reacciones químicas que llevan a todos

irremisiblemente al sueño eterno.Las perdidas miradas de los alumnos reflejan su

incomprensión ante tales conceptos, la sabia mirada del profesor recorre las impresionadas expresiones de sus

tertulianos y sus ojos ocultos tras las redondas gafas de pasta negra vuelven a mostrar ese extraño brillo de inteligencia, esa

inteligencia que llevaba a los que lo conocían a marcharse de su presencia lo más rápido posible.

Con gesto despreocupado el hombre camina de un lado a otro de la tarima de manera introduciendo una mano en el bolsillo de su raída chaqueta vaquera, despacio acaridia las prominentes entradas de su redondo cráneo suspirando antes

de iniciar de forma paciente su explicación de nuevo.

Darkpasionplay

Su ronca voz retumba en la sala donde tenía que impartir clase aquél día, a medida que el tiempo avanza el sol comienza a bajar en el horizonte

extendiendo la sombra de los barrotes sobre el marmóreo suelo, con una sonrisa en el profesor el ambiente se torna pesado y las caras de los alumnos

parecen más perdidas que antes.

-Acabo la clase… gracias por la atención… -Dice el anciano dejándose caer en su silla mientras los chicos abandonan la estancia con rapidez.

Solo una joven permanece frente a él observándole en la semioscuridad que caía rápidamente, los castaños ojos de la muchacha muestran una determinación y una inteligencia muy superior a la de

cualquier humano.

-Así que me has encontrado…-susurra el hombre mirándola fijamente.-Es la hora…-se limita a decir la muchacha con una voz suave que

envuelve al viejo.

El oscuro cabello de la muchacha se mueve sobre sus hombros cuando se levanta grácilmente encaminándose hacia el anciano, cuando

lentamente sube el pequeño escalón de la tarima el tiempo parece detenerse a su alrededor entregando al ambiente una extraña apariencia sobrenatural

mientras el viejo la observa fijamente sin mudar la expresión.

-Sea así mi amado compañero, esta es la vida que tú elegiste, una vida mortal…-Susurra colocándose a la derecha del anciano.

Las blancas manos de la muchacha acarician el arrugado rostro del anciano que en la penumbra aparecía como un títere sin sentido, mientras ella tomaba la apariencia de una muñeca cuyos

castaños ojos se centran en estudiar la expresión del anciano que se torna amable con su caricia.

-No podrás evitarla eternamente querida mía…-Dice cogiendo lentamente las muñecas de la muchacha- Es algo natural…

-No lo entiendes querido, siempre estuviste demasiado encerrado en tu propia ciencia.-Susurra la muchacha.- Yo soy la muerte mi Amor…

Los labios fríos de la joven se aferran a los del anciano mientras este sorprendido aprieta sus manos contra los reposabrazos del

asiento, seguidamente la joven acaricia su rostro lentamente con una mirada llena de felicidad y paz.

-Adios querido…-susurra al anciano.

Su pálido rostro desaparece en el cuello del hombre para luego disolverse en la oscuridad dejando tras de sí únicamente el cálido

perfume a rosas y el frío y muerto rostro del anciano, contraído a su vez en una extraña mueca de felicidad.