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Común para todos los ciclos de mecanizado y mantenimiento 1 TEMA-1. SEGURIDAD DEL OPERARIO INTRODUCCION Un accidente en el taller mecánico puede ser una experiencia muy penosa y nefasta. La inmensa mayoría de los accidentes que suceden en los talleres, son consecuencia de una falta de cuidado y atención, puesto que la persona afectada - generalmente— sabe de antemano que no debe hacer lo que pretende, pero arriesga (se la juega, como habitualmente se dice), alguna vez con suerte, pero el 99% restante con ¡¡¡ACCIDENTE...!!! Como resultado: dolor, pérdida de tiempo y dinero, herramientas y equipo deteriorados, trabajo echado a perder, etc. A ello debe añadirse la posibilidad de deformaciones / amputaciones e inhabilitación permanentes. La formación de un mecánico experto requiere tiempo y experiencia, por ello raramente se ve implicado en accidentes, puesto que sabe que no puede enfrentarse con la evidencia del funcionamiento de la máquina ni con la potencia de su movi- miento. Existen reglas básicas para la adquisición de hábitos de seguridad en el trabajo. Éstas deben ser primeramente comprendidas y luego practicadas, hasta que se conviertan en un hábito. Cualquier máquina se erige en un potencial peligro para la seguridad de un operario negligente, precipitado y/o distraído. Contrariamente, el operario meticuloso observa rápidamente las probabilidades de peligro y determina una serie de com- portamientos en el trabajo que le impiden incurrir en prácticas arriesgadas. Por tanto, durante el período de trabajo en el taller mecánico, debe utilizarse la indumentaria adecuada a los propósitos de seguridad. No llevar nada que pueda quedar agarrado a la máquina, pieza y/o herramienta en movimiento. Es importante ser consciente del peligro que representan y de los terribles efectos que pueden causar en el ojo humano: las virutas que saltan de la piezas que se mecanizan, las minúsculas partículas que se desprenden de las muelas, las partículas procedentes de brocas y herramientas de corte, etc. por lo que es vital llevar puestas las gafas de seguridad desde que se entra en el taller hasta que sale de él. Indumentaria adecuada. Correcta atención en el manejo de las herramientas de corte afiladas. Procurar que, alrededor del puesto de trabajo el suelo esté libre de aceites y/o grasas, así como de pequeños trozos de material, manteniendo el orden y la limpieza para facilitar el trabajo seguro. Disponer separada y adecuadamente las piezas en bruto y las terminadas, eliminando la posibilidad de que el material amon- tonado estorbe los movimientos del operario alrededor de la máquina y constituya, por tanto, un riesgo para su seguridad. Cuando una pieza a mecanizar y/o un accesorio de la máquina son demasiado voluminosos o pesados para que una sola per- sona pueda manejarlos confortablemente, deben utilizarse los aparatos de elevación correspondientes: puente grúa, carretillas elevadoras, grúas tipo pluma, etc., con el fin de evitar futuras lesiones musco-esqueléticas (desgarros, ciática, hernia discal, etc.). En caso de no disponer de ellos, solicitar ayuda para tal fin. Son muchas las cosas y actitudes que un operario experto realiza para salvaguardarse de accidentes. Así pues, el alumnado debe observar y aprovechar las experiencias seguras de operarios mecánicos expertos que aparecen en este bloque.

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Común para todos los ciclos de mecanizado y mantenimiento

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TEMA-1. SEGURIDAD DEL OPERARIO

INTRODUCCION

Un accidente en el taller mecánico puede ser una experiencia muy penosa y nefasta. La inmensa mayoría de los accidentes que suceden en los talleres, son consecuencia de una falta de cuidado y atención, puesto que la persona afectada -generalmente— sabe de antemano que no debe hacer lo que pretende, pero arriesga (se la juega, como habitualmente se dice), alguna vez con suerte, pero el 99% restante con ¡¡¡ACCIDENTE...!!!

Como resultado: dolor, pérdida de tiempo y dinero, herramientas y equipo deteriorados, trabajo echado a perder, etc. A ello debe añadirse la posibilidad de deformaciones / amputaciones e inhabilitación permanentes.

La formación de un mecánico experto requiere tiempo y experiencia, por ello raramente se ve implicado en accidentes, puesto que sabe que no puede enfrentarse con la evidencia del funcionamiento de la máquina ni con la potencia de su movi-miento.

Existen reglas básicas para la adquisición de hábitos de seguridad en el trabajo. Éstas deben ser primeramente comprendidas y luego practicadas, hasta que se conviertan en un hábito.

Cualquier máquina se erige en un potencial peligro para la seguridad de un operario negligente, precipitado y/o distraído. Contrariamente, el operario meticuloso observa rápidamente las probabilidades de peligro y determina una serie de com-portamientos en el trabajo que le impiden incurrir en prácticas arriesgadas.

Por tanto, durante el período de trabajo en el taller mecánico, debe utilizarse la indumentaria adecuada a los propósitos de seguridad. No llevar nada que pueda quedar agarrado a la máquina, pieza y/o herramienta en movimiento.

Es importante ser consciente del peligro que representan y de los terribles efectos que pueden causar en el ojo humano: las virutas que saltan de la piezas que se mecanizan, las minúsculas partículas que se desprenden de las muelas, las partículas procedentes de brocas y herramientas de corte, etc. por lo que es vital llevar puestas las gafas de seguridad desde que se entra en el taller hasta que sale de él.

Indumentaria adecuada.

Correcta atención en el manejo de las herramientas de corte afiladas.

Procurar que, alrededor del puesto de trabajo el suelo esté libre de aceites y/o grasas, así como de pequeños trozos de material, manteniendo el orden y la limpieza para facilitar el trabajo seguro.

Disponer separada y adecuadamente las piezas en bruto y las terminadas, eliminando la posibilidad de que el material amon-tonado estorbe los movimientos del operario alrededor de la máquina y constituya, por tanto, un riesgo para su seguridad.

Cuando una pieza a mecanizar y/o un accesorio de la máquina son demasiado voluminosos o pesados para que una sola per-sona pueda manejarlos confortablemente, deben utilizarse los aparatos de elevación correspondientes: puente grúa, carretillas elevadoras, grúas tipo pluma, etc., con el fin de evitar futuras lesiones musco-esqueléticas (desgarros, ciática, hernia discal, etc.). En caso de no disponer de ellos, solicitar ayuda para tal fin.

Son muchas las cosas y actitudes que un operario experto realiza para salvaguardarse de accidentes. Así pues, el alumnado debe observar y aprovechar las experiencias seguras de operarios mecánicos expertos que aparecen en este bloque.

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Todos los operarios y/o aprendices de un taller mecánico conocen los peligros que les rodean: han sido informados y formados sobre ellos, debiendo ser capaces de evaluar los posibles riesgos y protegiéndose de aquellos que no se pueden evitar. Pero ello, parece ser que no es suficiente para convertirlo en un operario seguro.

Para cualquier persona que desarrolle su trabajo en un taller mecánico -sea operario, aprendiz o ayudante- es imprescindible que comprenda por sí misma la importancia que tiene la prevención de accidentes y la existencia de los posibles riesgos que su trabajo encierra, desarrollando técnicas seguras de trabajo, estando alerta respecto a los posibles peligros que le aguardan, y corrigiendo enérgicamente las condiciones o hábitos de trabajo que puedan ocasionar accidentes y/o daños.

SEGURIDAD EN EL TALLER

Este es el primer apartado donde empezaremos a desarrollar la forma de exposición descrita en la introducción de este bloque: pregunta-respuesta.

¿Qué se entiende como indumentaria adecuada para el operario de taller?

El operario debe llevar un buzo (también conocido como "mono") o traje-chaqueta de taller, ajustado, pero sin apreturas incómodas ni que dificulten su movilidad. En los bolsillos no hay que llevar algodones o trapos que sobresalgan, ni herramientas punzantes (destornilladores, etc.). En el caso de tener que utilizar un delantal -o mandil- en trabajos que lo requieran, p.ej.: soldadura, éste-irá por encima del buzo y las tiras del delantal se atarán por detrás.

Indumentaria inadecuada.

Las batas no son muy aconsejables cuando se tiene contacto directo y permanente con las máquinas y sus elementos móviles, p.ej.: ejes, engranajes, etc.

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Deben eliminarse las corbatas, los relojes de pulsera y complementos tales como cadenas y colgantes, pendientes, brazaletes, anillos, etc.

Las mangas no constituyen ningún peligro si se enrollan hacia arriba, o llevan puños elásticos en perfecto estado

-no deshilacliados- que se ajusten a las muñecas.

Además, deben llevarse puestas las gafas y calzado de seguridad desde que se entra hasta que sale del taller.

¿Por qué se entiende como peligroso para el operario que vista ropa holgada?

Más que en la holgura, el peligro se encuentra en los elementos del vestuario susceptibles de ser atrapados y arrastrados por cualquier elemento móvil, p.ej.: puños de mangas desabrochados, tirillas, solapas... así como los hilos de los puños deshilacliados y los jerseys de lana u otras fibras.

Para la confección de un jersey de lana se emplean hebras largas y continuas. Si una de ellas queda atrapada por una pieza giratoria o entre. Una brida, el operario puede ser arrastrado hacia la máquina. Los husillos de las máquinas-herramienta giran a muchas revoluciones por minuto, y en una situación como la planteada pueden ocasionar graves daños antes de que sea posible detenerla.

¿Por qué no se puede utilizar calzado normal o deportivo en el taller de mecanizado?

La parte superior de cualquier calzado normal y del deportivo -especialmente el de tela o lona- está hecha de material poco resistente (puesto que no está diseñado para ello) y no ofrece resistencia de impacto a cualquier objeto pesado que caiga sobre él y/o con cualquier otro que se tropiece.

Las suelas de caucho de los deportivos se cortan fácilmente con las virutas de acero y con las aristas vivas de las superficies mecanizadas, pudiendo incluso perforarla y dañar el pie.

Las suelas de piel —aunque más duras, pero más delgadas que las de caucho- son muy adecuadas para producir resbalones y las consecuentes caídas, puesto que sobre cualquier líquido se deslizan muy fácilmente, así como con las virutas clavadas. A todo ello cabe añadir que son menos aislantes

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Además, suele ser muy común que los cordones se aflojen y acaben desatados sin que el operario se dé cuenta de ello, generando una causa de tropiezo y caída.

El calzado de seguridad, sólido y provisto de puntera y/o entresuela de acero, ofrece en cambio una muy buena protección, tanto aislante como contra choque, incrustado de virutas y deslizamiento

Las suelas blandas se cortan fácilmente Calzado de seguridad

También es necesario ponerse guantes cuando se manejan líquidos nocivos para la piel humana y siempre que sea necesario remover virutas metálicas de cualquier forma o tamaño.

Aunque aparentemente no conlleva ningún peligro el manejo de eslingas, cables y cadenas -para el desplazamiento de piezas grandes y/o barras- en realidad produce muchos accidentes por aprisionamiento de los dedos o por pinchazos de los hilos que forman los cables. Por tanto, en estos casos también es aconsejable el uso de guantes de protección.

Ni qué decir tiene, cuando manejamos piezas o elementos calientes.

¿Es necesario el uso de guantes en el taller de mecanizado?

Aunque de todos es conocido ej refrán: «gato con guantes no pilla ratones», no siempre es aconsejable cumplirlo al pie de la letra.

Distintos modelos de guantes de protección.

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Deben llevarse guantes cuando se transportan y/o manejan planchas, barras, 6 cualquier otro elemento que pueda disponer de cantos agudos y/o tener rebabas.

¿Por qué es obligatorio el uso de gafas de seguridad por parte de todo el personal en el taller de mecanizado?

Las partículas y líquidos (taladrinas y líquidos de corte) que se desprenden durante el proceso de arranque del material en el mecanizado, por cualquiera de los procedimientos, ya sea en máquina o manualmente, se dispersan de forma errante pudiendo causar graves daños a la vista.

Los trozos que saltan pueden alcanzar no sólo a la persona que se encuentra junto a la herramienta de corte, sino a cualquier otra que esté en el taller, puesto que se difunden en todas direcciones.

Por tanto, todo el personal del taller y quien lo visite, necesita proteger su vista con gafas o pantallas de seguridad adecuadas: contra impacto y contra partículas incandescentes.

¿Por qué no es conveniente llevar corbata cuando se trabaja en una máquina o se está cerca de ella?

Aunque la corbata esté recogida dentro de la camisa y ésta abrochada, y a su vez el buzo cerrado, no sería la primera vez que se deslizase hacia fuera.

Si la corbata está suelta, en un instante fácilmente podrá agarrarse a cualquier parte giratoria de la máquina. El resultado es espantoso. Lo mismo puede suceder con los extremos de las tiras de sujeción de un delantal. Por eso es aconsejable que queden en la parte de la espalda.

Los hilos y trozos de trapo o algodón que salen de los bolsillos del buzo, también son candidatos al mismo fin.

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¿Qué es más seguro: enrollar las mangas hacia arriba o abotonarlas en los puños? A menos que nuestra ropa de trabajo disponga de puños elásticos que se ajusten a las muñecas, las mangas enrolladas

suponen mucho menos peligro que las mangas abotonadas. Las mangas abotonadas pueden desabrocharse porque salte el botón o se rompa el ojal, quedando sueltas y pudiendo,

fácilmente, engancharse a la pieza o cualquier elemento en movimiento, lo que acarrea serias consecuencias al operario.

¿Cuál es el modo seguro de levantar un objeto pesado? No conviene intentar ievantar ninguna pieza o accesorio demasiado pesado y/o voluminoso para una sola persona. Antes de levantar cualquier objeto, primero debemos asegurarnos de que no hay ningún obstáculo en la trayectoria por la

que transcurriremos con la carga; y si los hay, debemos retirarlos. Es importante asegurarnos de que disponemos de una base firme. Conviene tener los pies separados más de 30 cm (apro-

ximadamente una distancia igual a la de los hombros) y conseguir un buen equilibrio. Manténganse los pies cerca de la carga a levantar.

Curvamos las rodillas al agacharnos pero mantenemos la espalda recta. Cuando se está preparado para levantar, empu-jamos el cuerpo hacia arriba haciendo fuerza con las piernas.

Es conveniente mantener el objeto lo más cercano posible al cuerpo hasta tenerlo en la posición adecuada para su transporte.

No es aconsejable andar a tropezones, se debe andar con paso firme, sin torcer el cuerpo para cambiar de dirección, sino variando la posición de los pies.

Tampoco es adecuado retener la respiración, conviene respirar normalmente. Cuando contamos con la ayuda de otra persona para levantar un objeto, primero deberemos ponernos de acuerdo sobre la forma en que vamos a actuar, para luego, manejar conjuntamente.

¿Cómo deben transportarse dentro del taller las barras largas? Es muy común en los talleres, puesto que resulta fácil, llevar barras largas sobre los hombros (véase figura de la página

siguiente). Cabe remarcar que no es un sistema seguro, puesto que la tendencia es vigilar sólo la parte comprendida en la dirección que se avanza, olvidando lo que sucede detrás.

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Las barras deben transportarse -en la medida de lo posible- en posición vertical, de manera que se pueda controlar toda su

longitud (véase figura inferior). ¿Es peligroso dejar trozos, recortes de barra o alguna pieza en el suelo del taller? Habitualmente, no se tiene la costumbre de andar por el taller -o cualquier otro espacio conocido- mirando al suelo. Así

pues, es posible y más que probable que alguien pueda tropezar con un trozo pequeño tirado en el suelo o que lo pise, tal como se muestra en la figura inferior, provocando el giro del cilindro y el desplazamiento del pie. Consecuencia de ello, una caída descontrolada.

Una caída descontrolada puede causar lesiones muy serias, pero una caída hacia una máquina en movimiento puede ser fatídica

Si la grasa y los lubricantes son beneficiosos para la mayoría de mecanismos, ¿cómo es que

constituyen un peligro para la segundad? Cuando gotean o se desparraman sobre el suelo del taller, cualquier mancha de aceite que sea pisada por un pie en movi-

miento puede ocasionar un accidente serio (véase figura inferior) Así pues, hay que secar la grasa y/o el aceite que hayan caído en el suelo, así como limpiar el exceso de lubricante que quede

junto a los cojinetes, rodamientos, engrasadores, etc. Ésta es una de las situaciones típicas que muestran dejadez en la conservación y mantenimiento de los equipos y/o máquinas:

desgaste y/o rotura de retenes, engrasadores, juntas toncas, etc.

A veces, durante el mantenimiento de las máquinas, se llenan más de lo necesario y estipulado los depósitos de aceite de las máquinas. Consecuencia de ello, al trabajar, la máquina expulsa el excedente, provocando -en algunos casos- la rotura de retenes. Los indicadores de nivel tienen su función, y no es precisamente decorativa.

¿Cuáles son algunas de «las reglas básicas» que contribuyen a mantener la seguridad en un taller? Mantener los suelos, los pasillos y el espacio alrededor de las máquinas limpios y libres de piezas, de accesorios y de utillajes.

En los sitios estipulados debe disponerse suficiente cantidad de recipientes, correctamente señalizados para echaren ellos los residuos (trapos y/o papel con aceite, etc.), virutas de las máquinas y escombro general. Los pasos entre máquinas deben estar claramente delimitados.

Conviene disponer de un lugar para cada herramienta, accesorio y utillaje. Cada uno de éstos se volverá a colocar

en su sitio una vez utilizado.

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¿Cómo deben eliminarse las virutas de la mesa, de la bandeja o de cualquier parte de la máquina? Puesto que las virutas tienen cantos agudos -como filos de cuchillo- que generalmente penetran en la piel y

cortan, nunca deben tocarse con las manos. Las máquinas deben limpiarse periódicamente de virutas, mediante el uso de una brocha y/o cepillo adecuado

(con forma para poder acceder a los distintos recodos), pistolas sopladoras, ganchos con pantalla protectora, dispositivos para ranuras en T, etc.

¿Qué precauciones deben tomarse antes de empezar a reparar una máquina? Sin excusa, y antes de sacar las protecciones o de tocar cualquier parte del mecanismo, debe desconectarse el

diferencial que permite la alimentación eléctrica de la máquina.

A su vez, indicar o señalizar con claridad el peligro de conexión.No manipular los sistemas de seguridad contra el riesgo eléctrico anulando sus funciones de protección («puentear» el diferencial)

Bastantes operarios que menospreciaron esta práctica de seguridad han perdido uno o varios dedos porque alguien -sin querer- apretó el pulsador de arranque.

Tiene vital importancia señalizar el perímetro de la máquina en reparación, con soportes y banda, y los correspondientes triángulos normalizados para información rápida y clara de todo el personal que funciona dentro del taller.

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¿Conlleva algún peligro el hacer funcionar una máquina a la que se le han quitado las protecciones?

Las protecciones y resguardos que se hayan quitado para reparar o para efectuar modificaciones en una máquina, deben montarse de nuevo antes de conectar ésta a la red eléctrica.

Trabajar con máquinas desprovistas de protecciones conlleva varios peligros de distinta índole, no sólo para el propio ope-rario, sino también para los demás trabajadores del taller, puesto que pueden recibir el impacto de virutas proyectadas, entrar en contacto con engranajes y/u otros órganos en movimiento. No debe ponerse en marcha una máquina hasta que todas sus protecciones estén debidamente colocadas y operativas.

Protección de los husillos en la bancada de un torno.

INSTRUCCIONES PARA LA TALADRADORA

La mayoría de accidentes en el taladrado se producen debido al giro de la pieza por no estar bien sujeta. Indistintamente del tamaño del agujero a taladrar, la pieza debe estar perfectamente amarrada mediante mordaza, bridas, pernos o cualquier otro sistema que garantice su inmovilidad frente a las fuerzas que le imprime la herramienta.

¿Qué peligros comporta taladrar una pieza sujetada con la mano?

Tal como mencionamos, cuando la broca -girando rápidamente- penetra en la pieza, le transmite parte de su impulso de giro. Las manos -por fuertes que sean- no pueden mantener una sujeción suficientemente segura para evitar que dicho impulso produzca el giro de la pieza. El resultado: cortes y desgarros más o menos considerables en la/s mano/s del operario, acompañados del lanzamiento incontrolado de la pieza hacia algún punto del taller, pudiendo producir lesiones a cualquier operario confiado que encuentre en su trayectoria. Por tanto, a la pregunta ¿cómo debe sujetarse la pieza en la taladradora para su taladrado?, la respuesta está clara:

mediante mordazas, mediante bridas, pernos y/o cualquier otro sistema que garantice su inmovilidad frente a las fuerzas que le imprime

la herramienta.

Distintos tipos de mordaza

Si sujetamos la pieza a taladrar en una mordaza, ¿ésta debe amarrarse a la mesa mediante tornillos?

Siempre que sea posible, la mordaza debe sujetarse a la mesa mediante pernos adecuados, esto es: diámetro ajustado a la

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entalla de la base de la mordaza dispuesta para ello, y adecuada calidad del material del perno. De esta forma evitaremos el ya mencionado lanzamiento incontrolado de la pieza, la inutilización de la misma, la rotura de la broca... o lo más habitual, una malograda combinación de varias complicaciones.

Así pues, en la medida de lo posible, no se debe intentar aguantar la mordaza con la mano.

Cuando no es posible sujetarla mediante tornillos, ¿cómo se debe amarrar la mordaza en la mesa de la taladradora?

Aunque son contadas las ocasiones en las que no se puede sujetar la mordaza a la mesa, tampoco en estos casos es justificable su sujeción con la mano, puesto que la fuerza de la broca aplicada al brazo de palanca que va desde el centro hasta el punto de agarre por parte del operario, puede vencer la fuerza de éste.

No siendo muy ortodoxo, a la mordaza se le puede procurar un apoyo firme poniéndola en contacto con la columna de la máquina, de modo que la dirección del giro le obligue a presionar contra dicha columna.+

¿Por qué el operario debe llevar el cabello corto, recogido o cubrirse la cabeza? Para evitar que los mechones de cabello queden agarrados en el husillo portabrocas, en algún elemento de transmisión o

con las virutas largas que se producen durante el taladrado, lo que producirá -en el mejor de los casos— serios desgarros en el cuero cabelludo. Si la potencia de la máquina es importante, los daños suelen aumentar en el mismo orden.

¿Por qué es tan importante para la segundad del operario que la indumentaria sea la adecuada? Muchos accidentes se han generado como consecuencia de las mangas largas sin ajustar, corbatas sueltas y delantales

desatados. Es necesario, para la propia seguridad, enrollarse las mangas hasta más arriba del codo, quitarse la corbata y mantener las

tiras del delantal bien atadas por detrás. Ni qué decir tiene que sobran anillos, relojes, colgantes y pulseras. ¿Una broca embotada puede ser causa de accidente? Una broca embotada no corta; así que, el operario inexperto aumenta la presión en el avance confiando que así logrará la

penetración de la broca en la pieza, pero, en realidad, lo que sucede es que la broca se rompe. Esta rotura puede presentarse de distintas formas; en alguna de ellas los fragmentos pueden saltar como metralla y causar serias lesiones.

¿Qué se debe hacer si la pieza, con la broca introducida, es arrastrada por ésta? Primero, parar la máquina inmediatamente. Cuando ya no haya ningún tipo de movimiento, con la pieza introducida en su

alojamiento, hacer girar a mano la broca hacia atrás (al revés). ¿Cómo debe sacarse una broca de mango cónico del husillo de la taladradora? Si la máquina no dispone de un sistema propio de extracción, las brocas de mango cónico o los manguitos cónicos deberá

sacarse mediante un extractor de brocas en forma de cuña.

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Se producen muchas lesiones cuando se usan herramientas improvisadas. No usar punzones, limas, cinceles, ni cuñas

destinadas a otras funciones; empleando estos utensilios, la broca, el husillo o el manguito pueden quedar permanentemente deformados. También el mango roto de una lima puede causar lesiones.

¿Cómo se coloca adecuadamente el mango cónico de la broca dentro del husillo de la

taladradora? Primero, con un trapo y no con los dedos, límpiese el mango de la broca y el agujero cónico del husillo. Después de

asegurarse de que la lengüeta de arrastre de la broca está correctamente alineada, introdúzcase la broca en el husillo con un empuje manual un poco fuerte -para que se produzca el enclavamiento-.

Nunca debe introducirse la broca con un martillo, porque lo mismo la cabeza de éste que la punta de aquélla están tem-plados; la punta de la broca se partirá y saltarán partículas muy finas y microscópicas de acero duro que pueden clavarse en cualquier parte de los brazos, cara, etc. con el riesgo importante de llegar al flujo sanguíneo, lo que desembocaría en una extrema gravedad.

Lengüeta de arrastre RESUMEN DE INSTRUCCIONES PARA TRABAJAR CON SEGURIDAD EN LA

TALADRADORA Pensar en lo que se está haciendo y prestar toda la atención al trabajo. Usar la vestimenta adecuada teniendo en cuenta la seguridad. Despojarse de anillos, relojes, brazaletes, colgan

tes y corbatas. Enrollarse las mangas por encima de los codos.

Amarrar adecuadamente a la mesa la pieza o la mordaza. Antes de iniciar el taladrado, desalojar la mesa de útiles, bridas, llaves, etc. Inmediatamente después de usarlos, retirar el extractor de brocas del husillo, o la llave del portabrocas, si estamos

utilizando un modelo de fijación por llave. Afilar correctamente la broca para el material que ha de cortar. Sustituir o afilar la broca cuando empieza a mostrar señales de desgaste -dificultad para el corte, calentamiento

desproporcionado, etc.-, Si la broca se rompe una vez iniciado el agujero, esto es, estando ya dentro de la pieza, eliminar el avance y retirar. Comprobar que la máquina está parada para la realización de cualquier maniobra -sea del tipo que sea, antes de

medir o alinear la pieza-. Una vez parada la máquina, usar el cepillo (también aire comprimido a baja presión) para quitar las virutas y el

exceso de refrigerante.