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Semana del 10 al 16 de Junio [E. Libro] [E.M.T] [R. Servicio] [Atalaya] Haciendo clic en alguno de los anuncios, colaboras a los gastos del hostin y servidor. www.ayudatj.com Gracias [Cántico 114][E. Libro] [Inicio] [14][15][16][17][18][19] cap. 10 párrs. 14-19 JEREMÍAS ALIMENTÓ SU CORAZÓN CON CONOCIMIENTO 14. ¿Cómo sabemos que Jeremías investigó la historia del pueblo de Dios? [14] [Textos] Jeremías estaba muy al tanto de que necesitaba el ‗conocimiento de Dios‘ para responder a la pregunta: ―¿Dónde está Jehová?‖ (Jer. 9:24). Es claro que investigó la historia del pueblo de Dios mientras componía los libros conocidos como 1 y 2 de Reyes, pues aludió concretamente a ―el libro de los asuntos de Salomón‖, ―el libro de los asuntos de los días de los reyes de Israel‖ y ―el libro de los asuntos de los días de los reyes de Judá‖ (1 Rey. 11:41; 14:19; 15:7). Por consiguiente, llegó a entender cómo había manejado Jehová varias situaciones, qué le complacía y cuál era su parecer sobre las decisiones del pueblo. En aquel entonces también disponía de escritos inspirados, como los de Moisés, Josué, Samuel, David y Salomón. Indudablemente, Jeremías conocía bien a los profetas de antaño y a sus contemporáneos. ¿Cómo lo benefició su estudio? 15. ¿De qué le sirvió a Jeremías estudiar la profecía de Elías? [15] [Textos] Jeremías escribió el relato acerca de Jezabel, la malvada consorte del rey Acab de Samaria, en el que Elías profetizó que los perros se la comerían en la parcela de Jezreel (1 Rey. 21:23). Sabemos que, en cumplimiento de esta profecía, unos catorce años después Jezabel fue echada por una ventana, hollada por las caballerías de Jehú y devorada por los perros (2 Rey. 9:31-37). Estudiar la profecía de Elías y los detalles de su cumplimiento tiene que haber fortalecido la fe de Jeremías en la palabra de Dios. De hecho, tras su perseverante labor profética se escondía una fe alimentada por el estudio de las obras de Jehová. 16, 17. ¿Por qué pudo perseverar Jeremías en su comisión de advertir a los reyes malvados de su día? [16] [Textos] Pensemos en otro ejemplo. ¿Qué hizo que Jeremías pese a la persecuciónsiguiera advirtiendo a reyes malvados como Jehoiaquim y Sedequías? Una razón fundamental fue que Jehová lo hizo como ―una ciudad fortificada y una columna de hierro y muros de cobre‖ ante los reyes de Judá (Jer. 1:18, 19). Pero no hay que olvidar que Jeremías estudió a fondo los reinados de los anteriores soberanos de Judá e Israel. Tomó buena nota de que Manasés había edificado ―altares a todo el ejército de los cielos en dos patios de la casa de Jehová‖, había sacrificado a su propio hijo en el fuego y había derramado muchísima sangre inocente (2 Rey. 21:1-7, 16; léase Jeremías 15:4). Además, sabía que cuando Manasés se humilló y siguió orando a Jehová, ―Él se dejó rogar‖ y restauró al rey en el trono (léase 2 Crónicas 33:12, 13). [17] [] En sus escritos, Jeremías no menciona la misericordia que Jehová le demostró a Manasés. Pero este rey había muerto solo unos quince años antes de su nombramiento como profeta, por lo que él debió de saber qué sucedió cuando el monarca se arrepintió de sus malvados actos anteriores. Conocer la deplorable conducta de Manasés y el resultado de su arrepentimiento debió de grabar en Jeremías la importancia de seguir instando a reyes como Sedequías a buscar la misericordia y la bondad inmerecida de Jehová. Incluso un rey famoso por su idolatría y derramamiento de sangre era capaz de arrepentirse y obtener el perdón. Si hubiéramos estado en el lugar de Jeremías, ¿nos habría animado el caso de Manasés a perseverar en nuestra comisión durante el gobierno de otros reyes malvados? APRENDAMOS DE LA EXPERIENCIA 18. ¿Qué pudo aprender Jeremías de lo que le pasó a Uriya, y cómo lo sabemos? [18] [Textos] Durante su vida de profeta, Jeremías aprendió observando cómo actuaron sus contemporáneos en determinadas situaciones. Uno de ellos fue Uriya. Durante el reinado de Jehoiaquim, este profetizó contra Jerusalén y Judá; sin embargo, por

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Semana del 10 al 16 de Junio

[E. Libro] [E.M.T] [R. Servicio] [Atalaya]

Haciendo clic en alguno de los anuncios, colaboras a los gastos del hostin y servidor.

www.ayudatj.com

Gracias

[Cántico 114][E. Libro] [Inicio]

[14][15][16][17][18][19]

cap. 10 párrs. 14-19

JEREMÍAS ALIMENTÓ SU CORAZÓN CON

CONOCIMIENTO

14. ¿Cómo sabemos que Jeremías investigó la

historia del pueblo de Dios?

[14] [Textos] Jeremías estaba muy al tanto de que

necesitaba el ‗conocimiento de Dios‘ para responder a la

pregunta: ―¿Dónde está Jehová?‖ (Jer. 9:24). Es claro

que investigó la historia del pueblo de Dios mientras

componía los libros conocidos como 1 y 2 de Reyes,

pues aludió concretamente a ―el libro de los asuntos de

Salomón‖, ―el libro de los asuntos de los días de los

reyes de Israel‖ y ―el libro de los asuntos de los días de

los reyes de Judá‖ (1 Rey. 11:41; 14:19; 15:7). Por

consiguiente, llegó a entender cómo había manejado

Jehová varias situaciones, qué le complacía y cuál era

su parecer sobre las decisiones del pueblo. En aquel

entonces también disponía de escritos inspirados, como

los de Moisés, Josué, Samuel, David y Salomón.

Indudablemente, Jeremías conocía bien a los profetas

de antaño y a sus contemporáneos. ¿Cómo lo benefició

su estudio?

15. ¿De qué le sirvió a Jeremías estudiar la profecía

de Elías?

[15] [Textos] Jeremías escribió el relato acerca de

Jezabel, la malvada consorte del rey Acab de Samaria,

en el que Elías profetizó que los perros se la comerían

en la parcela de Jezreel (1 Rey. 21:23). Sabemos que,

en cumplimiento de esta profecía, unos catorce años

después Jezabel fue echada por una ventana, hollada

por las caballerías de Jehú y devorada por los perros

(2 Rey. 9:31-37). Estudiar la profecía de Elías y los

detalles de su cumplimiento tiene que haber fortalecido

la fe de Jeremías en la palabra de Dios. De hecho, tras

su perseverante labor profética se escondía una fe

alimentada por el estudio de las obras de Jehová.

16, 17. ¿Por qué pudo perseverar Jeremías en su

comisión de advertir a los reyes malvados de su

día?

[16] [Textos] Pensemos en otro ejemplo. ¿Qué hizo

que Jeremías —pese a la persecución— siguiera

advirtiendo a reyes malvados como Jehoiaquim y

Sedequías? Una razón fundamental fue que Jehová lo

hizo como ―una ciudad fortificada y una columna de

hierro y muros de cobre‖ ante los reyes de Judá (Jer.

1:18, 19). Pero no hay que olvidar que Jeremías estudió

a fondo los reinados de los anteriores soberanos de

Judá e Israel. Tomó buena nota de que Manasés había

edificado ―altares a todo el ejército de los cielos en dos

patios de la casa de Jehová‖, había sacrificado a su

propio hijo en el fuego y había derramado muchísima

sangre inocente (2 Rey. 21:1-7, 16; léase Jeremías

15:4). Además, sabía que cuando Manasés se humilló y

siguió orando a Jehová, ―Él se dejó rogar‖ y restauró al

rey en el trono (léase 2 Crónicas 33:12, 13).

[17] [] En sus escritos, Jeremías no menciona la misericordia que Jehová le demostró a Manasés. Pero este rey había muerto solo unos quince años antes de su nombramiento como profeta, por lo que él debió de saber qué sucedió cuando el monarca se arrepintió de sus malvados actos anteriores. Conocer la deplorable conducta de Manasés y el resultado de su arrepentimiento debió de grabar en Jeremías la importancia de seguir instando a reyes como Sedequías a buscar la misericordia y la bondad inmerecida de Jehová. Incluso un rey famoso por su idolatría y derramamiento de sangre era capaz de arrepentirse y obtener el perdón. Si hubiéramos estado en el lugar de Jeremías, ¿nos habría animado el caso de Manasés a perseverar en nuestra comisión durante el gobierno de otros reyes malvados?

APRENDAMOS DE LA EXPERIENCIA

18. ¿Qué pudo aprender Jeremías de lo que le pasó

a Uriya, y cómo lo sabemos?

[18] [Textos] Durante su vida de profeta, Jeremías

aprendió observando cómo actuaron sus

contemporáneos en determinadas situaciones. Uno de

ellos fue Uriya. Durante el reinado de Jehoiaquim, este

profetizó contra Jerusalén y Judá; sin embargo, por

temor al rey huyó a Egipto. El monarca mandó a sus

hombres que se lo trajeran y se le diera muerte (Jer.

26:20-23). ¿Aprendió Jeremías de lo que le sucedió a

Uriya? El hecho de que siguiera advirtiendo a los judíos

de la inminente calamidad —incluso en la zona del

templo— demuestra que sí. Jeremías no perdió el valor,

y Jehová nunca lo abandonó. Dios debió de motivar a

Ahiqam, hijo de Safán, para que lo protegiera (Jer.

26:24).

19. ¿Qué aprendió Jeremías de la persistencia de Jehová en enviar profetas a su pueblo?

[19] [Textos] Jeremías también aprendió de sus vivencias personales mientras Jehová lo usó para advertir al pueblo. En el cuarto año de Jehoiaquim, Jehová le mandó escribir todas las palabras que le había hablado desde los días de Josías hasta ese momento. ¿Con qué objetivo? Animar a los judíos a que se volvieran de su mal camino y así pudieran recibir el perdón (léase Jeremías 36:1-3). Jeremías, quien madrugaba para proclamar los mensajes de Dios, hasta les rogó que dejaran sus prácticas detestables (Jer. 44:4). Por experiencia propia, Jeremías entendió que Dios había enviado a los profetas movido por la compasión. ¿No habrá engendrado esto en él una compasión semejante? (2 Cró. 36:15.) Ahora comprendemos por qué dijo lo siguiente al sobrevivir a la destrucción de Jerusalén: ―Son los hechos de bondad amorosa de Jehová el que no nos hayamos acabado, porque sus misericordias ciertamente no terminan. Son nuevas cada mañana‖ (Lam. 3:22, 23).

¿Cómo debió de influir en Jeremías haber estudiado la relación de Dios con su pueblo y haber meditado en sus propias experiencias y en las de otros? ¿Qué aprendemos nosotros de ello?

[E.M.T] [Inicio]

[P.S] [Nº1] [Nº2] [Nº3]

[P.S] Lectura de la Biblia: Hechos 1 a 4

Respuestas a preguntas bíblicas:

2:44-47; 4:34, 35. ¿Por qué vendieron los creyentes sus posesiones y distribuyeron el producto de sus ganancias? Muchos de los que se hicieron creyentes habían venido de lugares lejanos y no tenían suficientes provisiones para alargar su estadía en Jerusalén. Sin embargo, deseaban quedarse más tiempo allí para seguir aprendiendo acerca de su nueva

fe y dar testimonio. A fin de ayudarlos, algunos cristianos vendieron sus propiedades y distribuyeron los fondos a los necesitados.

4:13. ¿Eran Pedro y Juan hombres analfabetos y sin instrucción? No, no lo eran. Se les llamó ―iletrados y del vulgo‖ porque no habían asistido a las escuelas rabínicas para recibir formación religiosa.

Lecciones para nosotros:

1:8. La obra mundial de predicar que efectúan los siervos de Jehová no se puede realizar sin la ayuda del espíritu santo.

4:36–5:11. José de Chipre recibió el sobrenombre de Bernabé, que significa ―Hijo del Consuelo‖. Los apóstoles tal vez lo llamaron así porque era afectuoso, amable y servicial. Debemos ser como él, y no como Ananías y Safira, quienes recurrieron al fingimiento, la hipocresía y el engaño.

[Nº1] Núm. 1: Hechos 1:15–2:4

15 Ahora bien, durante estos días Pedro se levantó

en medio de los hermanos y dijo (la muchedumbre de personas era en conjunto como de ciento veinte): 16

―Varones, hermanos, era necesario que se cumpliera la escritura, que el espíritu santo habló de antemano por boca de David acerca de Judas, que se hizo guía de los que arrestaron a Jesús,

17 porque él había sido contado

entre nosotros y obtuvo participación en este ministerio. 18

(Este mismo hombre, por tanto, compró un campo con el salario de la injusticia, y cayendo de cabeza, reventó ruidosamente por en medio, y todos sus intestinos quedaron derramados.

19 También llegó a ser conocido

de todos los habitantes de Jerusalén, de modo que aquel campo fue llamado en su lenguaje Akéldama, es decir, Campo de Sangre.)

20 Porque está escrito en el

libro de los Salmos: ‗Quede desolado su alojamiento, y no haya morador en él‘, y: ‗Su puesto de superintendencia tómelo otro‘.

21 Por lo tanto, es

necesario que de los varones que se reunieron con nosotros durante todo el tiempo en que el Señor Jesús entró y salió entre nosotros,

22 comenzando con su

bautismo por Juan y hasta el día en que fue recibido arriba de entre nosotros, uno de estos hombres llegue a ser testigo, con nosotros, de su resurrección‖.

23 De modo que propusieron a dos: a José llamado

Barsabás, que tenía por sobrenombre Justo, y a Matías. 24

Y oraron y dijeron: ―Tú, oh Jehová, que conoces los corazones de todos, designa cuál de estos dos hombres has escogido,

25 para que tome el lugar de este

ministerio y apostolado, del cual Judas se desvió para ir a su propio lugar‖.

26 De modo que echaron suertes

sobre ellos, y la suerte cayó sobre Matías; y él fue contado junto con los once apóstoles.

2 Ahora bien, mientras estaba en progreso el día [de la fiesta] del Pentecostés, todos se hallaban juntos en el mismo lugar,

2 y de repente ocurrió desde el cielo un

ruido exactamente como el de una brisa impetuosa y fuerte, y llenó toda la casa en la cual estaban sentados.

3 Y lenguas como de fuego se les hicieron visibles y

fueron distribuidas en derredor, y una se asentó sobre cada uno de ellos,

4 y todos se llenaron de espíritu santo

y comenzaron a hablar en lenguas diferentes, así como el espíritu les concedía expresarse.

[Nº2] Núm. 2: ¿De qué bendiciones futuras se

disfrutará gracias al rescate? (rs pág. 324 párr. 2–pág.

325 párr. 1)

¿De qué bendiciones futuras se disfrutará gracias al rescate?

Rev. 5:9, 10: ―Cantan una canción nueva, diciendo: ‗Digno eres [el Cordero, Jesucristo] de tomar el rollo y de abrir sus sellos, porque fuiste degollado y con tu sangre compraste para Dios personas de toda tribu y lengua y pueblo y nación, e hiciste que fuesen un reino y sacerdotes para nuestro Dios, y han de gobernar como reyes sobre la tierra.‘‖ (El rescate fue un factor vital en abrir el camino a la vida celestial para los que han de gobernar con Cristo. Dentro de poco todos los gobernantes del nuevo gobierno que regirá la Tierra estarán en sus tronos celestiales.)

Rev. 7:9, 10: ―¡Miren! Una grande muchedumbre, que ningún hombre podía contar, de todas las naciones y tribus y pueblos y lenguas, de pie delante del trono y delante del Cordero [Jesucristo, quien murió como cordero de sacrificio], vestidos de largas ropas blancas; y había palmas en sus manos. Y siguen clamando con voz fuerte, diciendo: ‗La salvación se la debemos a nuestro Dios, que está sentado en el trono, y al Cordero.‘‖ (El que ejerzan fe en el sacrificio de Cristo es un factor clave en la supervivencia de esta gran muchedumbre durante la gran tribulación.)

Rev. 22:1, 2: ―Y me mostró un río de agua de vida, claro como el cristal, que fluía desde el trono de Dios y del Cordero por en medio de su camino ancho. Y de este lado del río y de aquel lado había árboles de vida que producen doce cosechas de fruto, dando sus frutos cada mes. Y las hojas de los árboles eran para la curación de las naciones.‖ (Por tanto, la aplicación del valor del sacrificio del Cordero de Dios, Jesucristo, es una parte importante de la provisión que Dios hizo para curar de todos los efectos del pecado a la humanidad y permitirle disfrutar de vida eterna.)

Rom. 8:21: ―La creación misma [la humanidad] también será libertada de la esclavitud a la corrupción y tendrá la gloriosa libertad de los hijos de Dios.‖

[Nº3] Núm. 3: ¿Por qué se compara la forma de pensar

mundana con un aire muy tóxico? (Efes. 2:1, 2)

(Efesios 2:1, 2) Además, a ustedes [Dios los vivificó] aunque estaban muertos en sus ofensas y pecados,

2 en

los cuales en un tiempo anduvieron conforme al sistema de cosas de este mundo, conforme al gobernante de la

autoridad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de la desobediencia.

Consulta en jw.org

[R. Servicio] [Inicio]

Cántico 85

10 min: La importancia del contacto visual.

Discurso basado en el libro Benefíciese, de la

página 124, párrafo 1, a la página 125, párrafo 3.

Presente una escenificación breve en la que un

publicador le predica a una persona sin mirarla a

la cara. Luego, repita la escenificación; pero esta

vez el publicador mantiene un buen contacto

visual con la persona.

Lección 13 Contacto visual ¿Qué implica? Mirar por unos instantes a los ojos de quienes le están escuchando, si lo permiten las costumbres de la comunidad. Ver personas, no simplemente un grupo. ¿POR QUÉ ES IMPORTANTE? En muchas culturas se considera el contacto visual una señal de interés en el interlocutor, así como una prueba de que se está convencido de lo que se dice. LOS ojos comunican actitudes y sentimientos. Pueden indicar sorpresa o temor, transmitir compasión o amor y, a veces, revelar incertidumbre o dolor. Un señor mayor dijo respecto a la gente de su nacionalidad, que había sufrido mucho: “Hablamos con los ojos”. Los demás pueden sacar conclusiones sobre nosotros y lo que decimos basándose en dónde fijamos la vista. En muchas culturas se tiende a confiar en quienes miran a los ojos con expresión amistosa, pero se duda de la sinceridad o competencia de quienes miran al suelo o algún objeto en vez de a su interlocutor. En otras culturas, la mirada fija y sostenida revela una actitud descarada, agresiva o desafiante, sobre todo ante alguien del otro sexo, un jefe u otra persona de rango superior. Y en algunas zonas se considera una falta de respeto que un joven mire directamente a los ojos de un adulto al dirigirle la palabra. No obstante, en los lugares donde no es ofensivo, el que se mire a los ojos cuando se hace una afirmación

importante subraya lo que se dice y se interpreta como señal de convicción. Note la respuesta de Jesús cuando sus discípulos, muy sorprendidos, le preguntaron: “¿Quién, realmente, puede ser salvo?”. La Biblia indica: “Mirándolos al rostro, Jesús les dijo: ‘Para los hombres esto es imposible, pero para Dios todas las cosas son posibles’” (Mat. 19:25, 26). Las Escrituras también muestran que el apóstol Pablo observaba con atención las reacciones de la gente. En una ocasión se encontraba entre su auditorio un hombre cojo de nacimiento. Hechos 14:9, 10 relata: “Este estaba escuchando hablar a Pablo, el cual, mirándolo fijamente, y viendo que tenía fe para recibir la salud, dijo con voz fuerte: ‘Levántate erguido sobre tus pies’”. Sugerencias para el ministerio del campo. Cuando se dirija a la gente en el servicio del campo, sea amigable y afectuoso. Si es oportuno, [125]haga preguntas que inviten a la reflexión para iniciar un diálogo sobre un tema que pueda ser de interés mutuo. Procure establecer contacto visual desde el principio, o al menos mire a su interlocutor a la cara de forma respetuosa y cordial. Una sonrisa cálida, acompañada de una mirada que irradia gozo, resulta muy atractiva. Tal expresión facial le dice mucho al amo de casa sobre el tipo de persona que es usted y contribuye a que se relaje mientras le escucha. Donde sea apropiado, observe la expresión de los ojos de la persona, pues pudiera indicarle cómo tratar la situación. Posiblemente capte si el amo de casa está enojado, no tiene interés o no le comprende. También notará si se está impacientando o, por el contrario, si sigue sus palabras con vivo interés. De la expresión de sus ojos puede deducir que debe hablar más despacio o más deprisa, tratar de que intervenga en la conversación, concluir esta o proseguir con una demostración de cómo estudiar la Biblia. Sea que esté dando testimonio público o dirigiendo un estudio bíblico, esfuércese por mantener contacto visual con su interlocutor de manera respetuosa. No clave la vista en él, pues hará que se sienta incómodo (2 Rey. 8:11). Más bien, mírele a menudo a la cara con naturalidad y simpatía, lo cual en muchos países denota interés sincero. Por supuesto, si está leyendo la Biblia u otra publicación, tendrá la vista fija en la página impresa, pero cuando desee hacer hincapié en una idea, puede mirar a la persona, aunque brevemente. Al levantar la vista alguna que otra vez, también le será posible observar su reacción a lo que le está leyendo. Si al principio por su timidez le resulta difícil mirar a los ojos, no se rinda. Con la práctica logrará hacerlo de

forma natural, lo cual le ayudará a comunicarse con mayor eficacia. Al pronunciar un discurso. La Biblia nos dice que cuando Jesús se disponía a pronunciar el Sermón del Monte, “alzó los ojos sobre sus discípulos” (Luc. 6:20). Siga su ejemplo. Antes de hablar en público, dirija la vista al auditorio unos segundos; en muchos lugares incluso se puede mirar a los ojos de algunos de los presentes. Esta breve demora le ayudará a usted a superar su nerviosismo inicial, y a sus oyentes, a asimilar la actitud o sentimiento que revele su rostro. [126]También les brindará a estos la oportunidad de acomodarse y prepararse para prestarle atención. Durante el discurso mire al auditorio. No se limite a abarcar a todo el grupo con la mirada; más bien, procure dirigirla a los asistentes por separado. En casi todas las culturas se espera que el orador mantenga cierto contacto visual. Mirar al auditorio implica más que simplemente hacer un movimiento ocular rítmico de lado a lado. Mire con respeto a los ojos de algún asistente y, si procede, dígale una oración completa. Entonces pase a otra persona y diríjale una o dos oraciones. No se quede mirando tanto tiempo a alguien que lo haga sentir incómodo, ni se concentre solo en unos cuantos de los presentes. Siga moviendo así la vista por el auditorio, pero cada vez que se dirija a una persona, hable de verdad con ella y observe su reacción antes de pasar a otra. Debe tener sus notas en el atril, la mano o la Biblia, de forma que pueda echarles un vistazo con tan solo mover los ojos. En caso de que necesite mover la cabeza, recuerde que el contacto con el auditorio resultará afectado. Fíjese en la frecuencia con que ojea las notas y en el momento en que lo hace. Si las está mirando cuando alcanza un punto culminante en el discurso, no solo le será imposible ver la reacción de sus oyentes, sino que su exposición perderá fuerza. De igual modo, si las consulta constantemente, no podrá mantener el contacto con el auditorio. Cuando le lanza una pelota a alguien, se fija en si la atrapa. A lo largo de su disertación, usted va “lanzando” ideas a los presentes. Si estos responden con un gesto de asentimiento, una sonrisa o una mirada atenta, significa que las han “atrapado”. Manteniendo un buen contacto visual se asegurará de que el auditorio capta sus ideas. En caso de que esté leyendo ante la congregación, ¿debe esforzarse por mirar a los presentes? Si están

siguiendo la lectura en su Biblia, la mayoría no se dará cuenta de si usted levanta la vista o no; pero el hecho de mirarlos le ayudará a infundir vida a la lectura, pues le mantendrá al tanto de su reacción. Y en caso de que algunos asistentes se hayan distraído y no estén usando la Biblia, el contacto visual con usted quizá los incite a concentrarse de nuevo en el pasaje escrito. Obviamente, solo podrá levantar la vista un instante, y con cuidado para no tropezar en la lectura. Con ese fin, es mejor sostener la [127]Biblia en la mano y no bajar la barbilla, sino mantener la cabeza erguida. A veces se invita a los ancianos a dar discursos leídos en las asambleas de distrito. Para hacerlo con eficacia, se necesita experiencia, preparación cuidadosa y mucha práctica. Por supuesto, al tener que leer el discurso, el contacto visual con el auditorio se ve limitado, pero si el orador se ha preparado bien, podrá mirar a los presentes de vez en cuando sin perderse en la lectura. De esa forma los mantendrá atentos, lo cual resultará en que se beneficien plenamente de la importante instrucción espiritual presentada.

PUNTOS QUE DEBE TENER PRESENTES Sea natural y amigable, y demuestre verdadero interés en sus oyentes. Cuando lea, sostenga la publicación o los papeles en la mano y mantenga la barbilla levantada, de modo que solo tenga que bajar la vista, y no la cabeza.

10 min: ¿Qué hemos logrado? Análisis con el

auditorio a cargo del secretario. Mencione lo que

se logró durante la temporada de la

Conmemoración y felicite a la congregación. Pida

a los presentes que relaten experiencias

animadoras que hayan tenido al distribuir las

invitaciones para la Conmemoración o al servir

de precursores auxiliares.

10 min: “¿Estamos dispuestos a adaptarnos?”

Preguntas y respuestas.

¿Estamos dispuestos a

adaptarnos?

1. ¿Qué debemos hacer en vista de los cambios en

el escenario mundial?

1 Según 1 Corintios 7:31, el mundo es como un

escenario teatral, en el que decorados y actores

cambian constantemente. Esos cambios en el

escenario mundial exigen que de vez en cuando

modifiquemos nuestros métodos de predicación,

nuestro horario y nuestras presentaciones. Ahora

bien, ¿estamos dispuestos a hacerlo?

(1 Corintios 7:31) y los que hacen uso del mundo, como los que no lo usan a plenitud; porque la escena de este mundo está cambiando.

2. ¿Qué debemos hacer para mantenernos al paso

de la organización de Jehová?

2 Nuestros métodos de predicación. La congregación

cristiana siempre ha sido adaptable. Cuando Jesús

envió a sus discípulos a predicar, primero les dijo que

no llevaran alforjas ni dinero (Mat. 10:9, 10). No

obstante, sabiendo que serían objeto de ataques y

que la obra se extendería a otros lugares, más tarde

modificó esas instrucciones (Luc. 22:36). Durante el

pasado siglo, la organización de Jehová fue adaptando

sus métodos de predicación según las necesidades de

la época. Por ejemplo, llegaron a utilizarse tarjetas de

testimonio, programas de radio y vehículos con

equipo de sonido. Actualmente hay muchos lugares

en donde es difícil encontrar a las personas en su

hogar; así que cada vez se da más énfasis a predicar

informalmente y en lugares públicos para

complementar el ministerio de casa en casa. Y a fin de

hallar a quienes trabajan todo el día, se ha sugerido

predicar al anochecer. Sin duda, el carruaje celestial

de Jehová va modificando su rumbo. ¿Lo seguimos y

nos mantenemos al paso? (Ezeq. 1:20, 21.)

(Mateo 10:9, 10) No consigan oro, ni plata, ni cobre para las bolsas de sus cintos,

10 ni alforja para el viaje, ni

dos prendas de vestir interiores, ni sandalias, ni bastón; porque el obrero merece su alimento.

(Lucas 22:36) Entonces les dijo: ―Mas ahora, el que tiene bolsa, tómela, así mismo también la alforja; y el que no tiene espada venda su prenda de vestir exterior y compre una.

(Ezequiel 1:20, 21) Adondequiera que el espíritu se inclinaba a ir, ellas iban, [inclinándose] el espíritu a ir allí; y a las ruedas mismas se las alzaba cerca de ellas, al lado, porque el espíritu de la criatura viviente estaba en las ruedas.

21 Cuando iban, estas iban; y cuando se

detenían, estas se detenían; y cuando se las alzaba de la tierra, a las ruedas se las alzaba cerca de ellas, al lado, porque el espíritu de la criatura viviente estaba en las ruedas.

3. ¿Qué podemos hacer para que nuestro

ministerio sea más eficaz?

3 Nuestras presentaciones. ¿Qué le preocupa ahora a

la gente del territorio? ¿La economía? ¿La familia?

¿Las guerras? Estar al tanto de lo que sucede y de las

circunstancias más comunes de la gente nos ayudará

a preparar presentaciones más eficaces (1 Cor. 9:20-

23). Cuando las personas se expresen, en vez de dar

una respuesta automática y seguir con nuestra

presentación, es mucho mejor adaptarnos a lo que les

preocupa y hablar de eso.

(1 Corintios 9:20-23) Y por eso a los judíos me hice como judío, para ganar a judíos; a los que están bajo ley me hice como bajo ley, aunque yo mismo no estoy bajo ley, para ganar a los que están bajo ley.

21 A los que

están sin ley me hice como sin ley, aunque yo no estoy sin ley para con Dios, sino bajo ley para con Cristo, para ganar a los que están sin ley.

22 A los débiles me hice

débil, para ganar a los débiles. Me he hecho toda cosa a gente de toda clase, para que de todos modos salve a algunos.

23 Pero hago todas las cosas por causa de las

buenas nuevas, para hacerme partícipe de ellas con [otros].

4. ¿Por qué debemos adaptarnos rápidamente?

4 Muy pronto bajará el telón de la última escena de

este mundo y comenzará la gran tribulación. “El

tiempo que queda está reducido.” (1 Cor. 7:29.) Por

tanto, es urgente que nos adaptemos a los cambios.

Solo así lograremos hacer todo lo posible en el poco

tiempo que queda.

(1 Corintios 7:29) Además, esto digo, hermanos: el tiempo que queda está reducido. En adelante, los que tienen esposas sean como si no tuvieran,

Cántico 74 y oración

[Cántico 37][Atalaya] [Inicio]

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5][16][17][18][19][20][21][22]

UTILICE LA BIBLIA PARA SU

BENEFICIO

Y EL DE LOS DEMAS

“He considerado rectas todas las órdenes

respecto de todas las cosas.” (SAL. 119:128)

Cántico 92

¿QUÉ RESPONDERÍA? * ¿Cómo puede dar buen uso a las Escrituras en su enseñanza? * ¿Qué quiso decir Pablo cuando habló de “rectificar las cosas”? * ¿Qué significa para los ancianos y los padres “disciplinar en justicia”? 1. ¿Por qué debemos tener plena confianza en la

Biblia?

[1] [Textos] CUANDO los ancianos cristianos

analizan si un estudiante de la Biblia reúne los

requisitos para participar en el ministerio del campo,

se preguntan: “Al expresarse, ¿muestra la persona

que cree que la Biblia es la Palabra inspirada de

Dios?”. * En el caso de quienes desean ser

publicadores del Reino —y, de hecho, en el de todos

los siervos de Dios?—, la respuesta debe ser un

rotundo sí. ¿Por qué? Porque si confiamos en la Biblia

y le damos buen uso en el ministerio, ayudaremos a

los demás a conocer a Jehová y salvarse.

2. ¿Por qué debemos “continuar en las cosas que

aprendimos”?

[2] [Textos] El apóstol Pablo destacó la importancia

de la Palabra de Dios cuando le escribió a Timoteo:

“Continúa en las cosas que aprendiste y fuiste

persuadido a creer”. “Las cosas” que Timoteo

aprendió son las enseñanzas bíblicas que lo llevaron

a confiar en las buenas nuevas. Tales enseñanzas han

tenido el mismo efecto en nosotros hoy y siguen

ayudándonos a hacernos “sabio[s] para la salvación”

(2 Tim. 3:14, 15). A menudo usamos las palabras que

Pablo escribió en el versículo siguiente para mostrar

que la Biblia viene de Dios. Sin embargo, para

nosotros encierran otros beneficios (lea 2 Timoteo

3:16). Analicemos dichas palabras más de cerca, pues

así se fortalecerá nuestra confianza en que todas las

enseñanzas de Jehová son “rectas” (Sal. 119:128).

“PROVECHOSA PARA ENSEÑAR”

3-5. a)?¿Cómo respondió una multitud al discurso

de Pedro en Pentecostés, y por qué? b)?¿Por qué

aceptaron la verdad muchas personas de

Tesalónica? c)?¿Qué deja impresionada a la gente

cuando le predicamos?

[3] [Textos] Jesús dijo a los israelitas: “Les envío

profetas y sabios e instructores públicos” (Mat.

23:34). Él se refería a sus discípulos, a los que enseñó

a usar las Escrituras en su ministerio. En el

Pentecostés del año 33, uno de esos “instructores

públicos”, el apóstol Pedro, se dirigió a una multitud

en Jerusalén y citó varios pasajes de las Escrituras

Hebreas. Al oírlo, muchos “se sintieron heridos en el

corazón”. Arrepentidos de sus pecados, unos tres mil

de ellos le pidieron perdón a Dios y se hicieron

cristianos (Hech. 2:37-41).

[4] [Textos] Otro instructor público, el apóstol Pablo,

predicó las buenas nuevas muy lejos de Jerusalén. En

la ciudad macedonia de Tesalónica habló a los

miembros de una sinagoga. “Por tres sábados razonó

con ellos a partir de las Escrituras, explicando y

probando por referencias que era necesario que el

Cristo sufriera y se levantara de entre los muertos.”

¿Con qué resultado? “Algunos de ellos se hicieron

creyentes”, y también “una gran multitud de los

griegos” (Hech. 17:1-4).

[5] [Textos] A muchas personas hoy día les

impresiona la forma en que los siervos de Dios usan

la Biblia. Cuando un señor suizo oyó a una Testigo

leer un texto bíblico, le preguntó: “¿A quiénes

representan ustedes?”. Ella respondió: “Mi

compañera y yo somos testigos de Jehová”. A lo que él

dijo: “Ya me parecía a mí. ¿Quién si no iba a venir a mi

casa a leerme la Biblia?”.

6, 7. a)?¿Cómo pueden dar buen uso a la Biblia

quienes enseñan a la congregación? b)?¿Cómo

podemos dar buen uso a las Escrituras al dirigir

estudios bíblicos?

[6] [Textos] ¿Cómo podemos usar aún más la Biblia

al enseñar? Si usted tiene el privilegio de dirigirse a la

congregación desde la plataforma, utilice referencias

bíblicas específicas. En vez de solo mencionar los

textos claves o leerlos en una hoja impresa o en una

pantalla, abra la Biblia y léalos de ella, y anime a los

presentes a hacer lo mismo. A fin de ayudarlos a

acercarse a Jehová, dedique tiempo a mostrar su

aplicación. Y en lugar de recurrir a comparaciones

complicadas y experiencias que simplemente sean

entretenidas, emplee el tiempo para explicar la

Palabra de Dios.

[7] [Textos] Asimismo, al dirigir estudios bíblicos

con una de nuestras publicaciones, tenga cuidado de

no pasar por alto las referencias bíblicas. Anime al

estudiante a leerlas todas cuando se prepare y

ayúdelo a entenderlas. Más bien que dar largas

explicaciones que conviertan el estudio en una serie

de discursos, pídale que se exprese. Y en vez de

decirle lo que debe creer o hacer, plantee preguntas

bien pensadas que lo guíen a las conclusiones

correctas. *

Cuando Jesús ensenaba, sol ıa preguntar: “¿Qué les parece?”. Y entonces

esperaba la respuesta (Mat. 18:12; 21:28; 22:42).

“PROVECHOSA [...] PARA CENSURAR”

8. ¿Qué lucha interna tenía Pablo?

[8] [Textos] Con frecuencia pensamos que los únicos

que pueden censurar son los ancianos cristianos. Y,

por supuesto, ellos tienen el deber de censurar “a las

personas que practican el pecado” (1 Tim. 5:20; Tito

1:13). Pero la autocensura también es importante.

Pablo fue un cristiano ejemplar que servía a Dios con

conciencia limpia (2 Tim. 1:3). Aun así, escribió:

“Contemplo en mis miembros otra ley que guerrea

contra la ley de mi mente y que me conduce cautivo a

la ley del pecado”. Un examen del contexto de estas

palabras nos permitirá comprender mejor su lucha

por dominar la inclinación al pecado (lea Romanos

7:21-25).

9, 10. a)?¿Contra qué posibles debilidades

luchaba Pablo? b)?¿Qué es probable que hiciera

Pablo para luchar contra el pecado?

[9] [Textos] ¿Contra qué debilidades luchaba el

apóstol? No las mencionó específicamente, pero sí le

escribió a Timoteo que había sido un “hombre

insolente” (1 Tim. 1:13). Antes de su conversión

había atacado con ferocidad a los cristianos. De

hecho, admitió que estaba “sumamente enojado

contra ellos” (Hech. 26:11). Y aunque aprendió a

dominar su mal genio, quizás le costara a veces

controlar sus emociones y palabras (Hech. 15:36-39).

¿Qué le ayudó a conseguirlo?

[10] [Textos] A los cristianos corintios les explicó lo

que hacía para autocensurarse (lea 1 Corintios 9:26,

27). Por así decirlo, le daba golpes espirituales bien

dirigidos a su naturaleza humana imperfecta. Muy

probablemente buscaba consejos en las Escrituras, le

suplicaba a Jehová que lo ayudara a aplicarlos y se

esmeraba por mejorar. * Su ejemplo nos es muy útil,

ya que nosotros libramos una lucha similar contra

nuestras malas tendencias.

Las cartas de Pablo nos animan mucho a vencer la tendencia al pecado (Rom.

6:12; Gal. 5:16-18). Es lógico pensar que el mismo pusiera en práctica los

consejos que daba (Rom. 2:21).

11. ¿Cómo puede uno ponerse a prueba para ver

si está andando en la senda de la verdad?

[11] [Textos] Respecto a su adoración a Dios, nunca

baje la guardia. Más bien, póngase a prueba

continuamente para asegurarse de que está andando

en la senda de la verdad (2 Cor. 13:5). Al leer textos

como Colosenses 3:5-10, pregúntese: “¿Combato con

todas mis fuerzas las malas inclinaciones, o me estoy

debilitando en sentido moral? Si navegando en

Internet encuentro una página inmoral, ¿salgo de

ella? ¿Busco en la red sitios de contenido indecente?”.

Seguir los consejos de la Palabra de Dios en aspectos

tan íntimos lo ayudará a quedarse despierto

espiritualmente y conservar su buen juicio (1 Tes.

5:6-8).

“PROVECHOSA [...] PARA RECTIFICAR LAS COSAS”

12, 13. a)?¿Cuál debe ser nuestro objetivo al

“rectificar las cosas”, y cómo podemos seguir el

ejemplo de Jesús a este respecto? b)?¿Qué tipo de

expresiones no debemos usar para “rectificar las

cosas” con los demás?

[12] [Textos] La palabra griega que se traduce

“rectificar las cosas” significa “enderezar, reparar,

restablecer o corregir”. A veces tenemos que

enderezar las cosas cuando otras personas

malentienden lo que decimos o hacemos. Por

ejemplo, los líderes religiosos judíos se quejaron de

que Jesús trataba con bondad a “los recaudadores de

impuestos y pecadores”. Jesús les respondió: “Las

personas en salud no necesitan médico, pero los

enfermizos sí. Vayan, pues, y aprendan lo que esto

significa: ‘Quiero misericordia, y no sacrificio’” (Mat.

9:11-13). Él explicaba con paciencia y bondad los

mensajes divinos, y por eso los humildes aprendieron

que Jehová es “un Dios misericordioso y benévolo,

tardo para la cólera y abundante en bondad amorosa

y verdad” (Éx. 34:6). Gracias al esfuerzo del Hijo de

Dios por “rectificar las cosas”, muchos llegaron a

tener fe en las buenas nuevas.

[13] [Textos] El ejemplo de Jesús nos enseña cómo

ayudar al prójimo. Alguien que está enojado pudiera

decir bruscamente: “¡Vamos a poner las cosas

claras!”. Pero esa no es la intención de las palabras

que leemos en 2 Timoteo 3:16. Las Escrituras no nos

autorizan a regañar a nadie. Al igual que “las

estocadas de una espada”, las expresiones hirientes

suelen provocar mucho dolor y pocas veces producen

beneficios (Prov. 12:18).

14-16. a)?¿Qué pueden hacer los ancianos para

“rectificar las cosas” cuando los hermanos tienen

problemas? b)?¿Por qué es tan importante usar la

Biblia para “rectificar las cosas” al educar a los

hijos?

[14] [Textos] Entonces, ¿cómo podemos demostrar

paciencia y bondad a la hora de “rectificar las cosas”?

Suponga que un matrimonio le pide ayuda a un

anciano cristiano para poner fin a sus frecuentes

riñas. ¿Qué hará el anciano? Sin tomar partido, puede

razonar con ellos sobre algunos principios bíblicos,

tal vez los mencionados en el capítulo 3 del libro El

secreto de la felicidad familiar. Mientras el anciano

dirige la conversación, cada uno de los cónyuges

puede pensar en los principios que debería aplicar a

mayor grado. Posteriormente, el anciano podría

preguntarles cómo van las cosas y ofrecerles más

ayuda si es preciso.

[15] [Textos] ¿Cómo pueden los padres “rectificar

las cosas” de tal modo que se fortalezca la

espiritualidad de sus hijos? Imagine que usted desea

ayudar a su hija adolescente a evitar alguna amistad

poco recomendable. Primero debería averiguar todos

los hechos. Luego, si hay motivo de preocupación,

podría hablar con ella, quizás expresando ideas

tomadas del libro Lo que los jóvenes preguntan.

Respuestas prácticas (volumen 2). En los días

siguientes podría pasar más tiempo con ella y fijarse

en su actitud al salir a predicar o divertirse en familia.

Si usted la trata con paciencia y bondad, su hija

notará su amor e interés. Probablemente se sienta

impulsada a seguir sus consejos y así se libre de las

desastrosas consecuencias de elegir los amigos

equivocados.

Al emplear con bondad la Biblia para “rectificar

las cosas”, los padres ayudan a sus hijos a ahorrarse muchos sufrimientos (Vea el párrafo

15)

[16] [Textos] Con la misma paciencia y bondad

podemos animar a quienes están preocupados por su

salud, desalentados por haber perdido su empleo o

confundidos en cuanto a alguna enseñanza bíblica. En

efecto, emplear la Palabra de Dios para “rectificar las

cosas” nos trae grandes beneficios a los siervos de

Jehová.

“PROVECHOSA [...] PARA DISCIPLINAR EN

JUSTICIA”

17. ¿Por qué debemos agradecer la disciplina?

[17] [Textos] “Ninguna disciplina parece por el

presente ser cosa de gozo, sino penosa; sin embargo,

después, a los que han sido entrenados por ella, da

fruto pacífico, a saber, justicia.” (Heb. 12:11.) La

mayoría de los cristianos adultos admiten que la

disciplina que recibieron de sus padres creyentes les

hizo bien. Y aceptar la disciplina de Jehová, que él

imparte a través de los ancianos cristianos, nos

mantiene en el camino de la vida (Prov. 4:13).

18, 19. a)?¿Por qué es tan importante para

“disciplinar en justicia” el principio expresado en

Proverbios 18:13? b)?¿Cuál suele ser el resultado

cuando los ancianos tratan con apacibilidad y

amor a los pecadores?

[18] [Textos] Disciplinar de tal modo que produzca

beneficios es un arte. Jehová nos mandó a los

cristianos que disciplináramos “en justicia” (2 Tim.

3:16). ¿Qué significa eso? Que debemos guiarnos por

los principios bíblicos, como el que hallamos en

Proverbios 18:13: “Cuando alguien responde a un

asunto antes de oírlo, eso es tontedad de su parte y

una humillación”. Así pues, cuando los ancianos

tienen que hablar con un hermano acusado de un

pecado grave, deben investigar el caso para conocer

todos los detalles (Deut. 13:14). Solo así podrán

“disciplinar en justicia”.

[19] [Textos] Además, la Palabra de Dios les dice a

los ancianos cristianos que corrijan “con

apacibilidad” (lea 2 Timoteo 2:24-26). Puede que

alguien haya deshonrado el nombre de Jehová y

herido a personas inocentes. Aun así, si un anciano lo

aconseja estando enojado, no podrá ayudarlo. Pero si

imita “la cualidad bondadosa de Dios”, quizás lo

mueva a arrepentirse (Rom. 2:4).

20. ¿Qué principios tienen que aplicar los padres

al corregir a sus hijos?

[20] [Textos] Los padres tienen que aplicar los

principios bíblicos para criar a sus hijos “en la

disciplina y regulación mental de Jehová” ( Efe. 6:4).

No deben castigarlos basándose en una sola versión

de la historia. Y los arranques de ira no tienen cabida

en una familia cristiana. “Jehová es muy tierno en

cariño, y misericordioso”, y los que tienen la

responsabilidad de corregir a los niños y jóvenes

deben esforzarse por manifestar esas cualidades

(Sant. 5:11).

EL INAPRECIABLE REGALO QUE JEHOVÁ NOS HA

HECHO

21, 22. ¿Qué expresión del Salmo 119:97-104

refleja mejor lo que usted siente por la Palabra de

Jehová?

[21] [Textos] Un hombre fiel reveló en cierta ocasión

por qué amaba la ley de Jehová (lea Salmo 119:97-

104). Estudiándola se hizo sabio y pudo comprender

las cosas de modo claro y profundo. Al seguir sus

consejos, no cometió los errores en los que mucha

gente caía. Para él, examinar las Escrituras era una

actividad grata y enriquecedora. Estaba decidido a

obedecer a Dios, pues sus instrucciones le habían

dado muchísimas ventajas en la vida.

[22] [Textos] ¿Valora usted la Biblia? Con ella puede

fortalecer su fe en que Dios cumplirá su propósito.

Sus consejos divinamente inspirados lo protegen de

las mortales consecuencias de practicar el pecado. Y

si la explica hábilmente, ayudará a su prójimo a

emprender el camino a la vida y permanecer en él.

Utilice la Palabra de Dios de todas estas formas al

servir a Jehová, el Dios de amor y sabiduría infinita.

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Textos del Libro

Párrafo 14

(Jeremías 9:24) ―Pero el que se gloría, gloríese a causa de esta misma cosa: de tener perspicacia y de tener conocimiento de mí, que yo soy Jehová, Aquel que ejerce bondad amorosa, derecho y justicia en la tierra; porque en estas cosas de veras me deleito‖, es la expresión de Jehová.

(1 Reyes 11:41) En cuanto al resto de los asuntos de Salomón, y todo lo que hizo, y su sabiduría, ¿no están escritos en el libro de los asuntos de Salomón?

(1 Reyes 14:19) Y el resto de los asuntos de Jeroboán, cómo guerreó y cómo reinó, allí están escritos en el libro de los asuntos de los días de los reyes de Israel.

(1 Reyes 15:7) En cuanto al resto de los asuntos de Abiyam y todo cuanto hizo, ¿no están escritos en el libro

de los asuntos de los días de los reyes de Judá? También hubo guerra entre Abiyam y Jeroboán.

Párrafo 15

(1 Reyes 21:23) Y también respecto a Jezabel ha hablado Jehová, diciendo: ‗Los perros mismos se comerán a Jezabel en la porción de terreno de Jezreel.

(2 Reyes 9:31-37) Y Jehú mismo entró por la puerta. Ella ahora dijo: ―¿Le fue bien a Zimrí, el que mató a su señor?‖.

32 Ante eso, él alzó el rostro hacia la ventana y

dijo: ―¿Quién está conmigo? ¿Quién?‖. Inmediatamente dos o tres oficiales de la corte miraron abajo, a él.

33 Por

lo tanto él dijo: ―¡Déjenla caer!‖. Entonces la dejaron caer, y parte de su sangre fue salpicando sobre la pared y sobre los caballos; y él ahora la holló.

34 Después de

eso pasó adentro y comió y bebió, y entonces dijo: ―Ustedes, por favor, encárguense de esta maldita y entiérrenla, porque es hija de rey‖.

35 Cuando fueron a

enterrarla, no hallaron nada de ella sino el cráneo y los pies y las palmas de las manos.

36 Cuando volvieron y

se lo informaron, él pasó a decir: ―Es la palabra de Jehová que él habló por medio de su siervo Elías el tisbita, cuando dijo: ‗En la porción de terreno de Jezreel los perros se comerán la carne de Jezabel.

37 Y el

cuerpo muerto de Jezabel ciertamente llegará a ser como estiércol sobre la faz del campo en la porción de terreno de Jezreel, para que no puedan decir: ―Esta es Jezabel‖‘‖.

Párrafo 16

(Jeremías 1:18, 19) Pero en cuanto a mí, aquí he hecho de ti hoy una ciudad fortificada y una columna de hierro y muros de cobre contra todo el país, para con los reyes de Judá, para con sus príncipes, para con sus sacerdotes y para con la gente de la tierra.

19 Y de

seguro pelearán contra ti, pero no prevalecerán contra ti, porque: ‗Yo estoy contigo —es la expresión de Jehová— para librarte‘‖.

(2 Reyes 21:1-7) Doce años de edad tenía Manasés cuando empezó a reinar, y por cincuenta y cinco años reinó en Jerusalén. Y el nombre de su madre era Hefziba.

2 Y él procedió a hacer lo que era malo a los

ojos de Jehová, conforme a las cosas detestables de las naciones que Jehová había expulsado de delante de los hijos de Israel.

3 Así que volvió a construir los lugares

altos que Ezequías su padre había destruido, y erigió altares a Baal e hizo un poste sagrado, tal como había hecho Acab el rey de Israel; y se puso a inclinarse ante todo el ejército de los cielos y a servirles.

4 Y edificó

altares en la casa de Jehová, respecto a la cual Jehová había dicho: ―En Jerusalén pondré mi nombre‖.

5 Y pasó

a edificar altares a todo el ejército de los cielos en dos patios de la casa de Jehová.

6 E hizo pasar a su propio

hijo por el fuego, y practicó la magia y buscó agüeros e hizo médium espiritistas y pronosticadores profesionales de sucesos. Hizo en gran escala lo que era malo a los

ojos de Jehová, para ofenderlo. 7 Además, puso la

imagen tallada del poste sagrado, que él había hecho, en la casa de la cual Jehová había dicho a David y a Salomón su hijo: ―En esta casa y en Jerusalén, que he escogido de entre todas las tribus de Israel, pondré mi nombre hasta tiempo indefinido.

(2 Reyes 21:16) Y hubo también sangre inocente que Manasés derramó en grandísima cantidad, hasta que hubo llenado a Jerusalén de extremo a extremo, además de su pecado con que hizo pecar a Judá haciendo lo que era malo a los ojos de Jehová.

(Jeremías 15:4) Y ciertamente los daré para trepidación a todos los reinos de la tierra, a causa de Manasés hijo de Ezequías, el rey de Judá, por lo que hizo en Jerusalén.

(2 Crónicas 33:12, 13) Y tan pronto como esto le causó angustia, él ablandó el rostro de Jehová su Dios, y siguió humillándose mucho a causa del Dios de sus antepasados.

13 Y siguió orando a Él, de modo que Él se

dejó rogar por él y oyó su petición de favor y lo restauró en Jerusalén a su gobernación real; y Manasés llegó a saber que Jehová es el Dios [verdadero].

Párrafo 18

(Jeremías 26:20-23) ‖Y también sucedió que hubo un hombre que estaba profetizando en el nombre de Jehová, Uriya hijo de Semaya de Quiryat-jearim. Y siguió profetizando contra esta ciudad y contra este país conforme a todas las palabras de Jeremías.

21 Y el rey

Jehoiaquim y todos sus hombres poderosos y todos los príncipes llegaron a oír sus palabras, y el rey empezó a buscar que se le diera muerte. Cuando Uriya llegó a oír [esto], al instante le dio miedo, y huyó, y entró en Egipto. 22

Pero el rey Jehoiaquim envió hombres a Egipto, a Elnatán hijo de Acbor y otros hombres con él a Egipto. 23

Y procedieron a sacar a Uriya de Egipto y llevarlo al rey Jehoiaquim, quien entonces lo derribó a espada y echó su cuerpo muerto en el cementerio de los hijos del pueblo‖.

(Jeremías 26:24) Además, resultó que la mano de Ahiqam hijo de Safán estuvo con Jeremías, para que no fuera dado en la mano del pueblo para que se le diera muerte.

Párrafo 19

(Jeremías 36:1-3) Ahora bien, en el año cuarto de Jehoiaquim hijo de Josías, el rey de Judá, aconteció que a Jeremías le ocurrió esta palabra de parte de Jehová, que dijo:

2 ―Toma para ti un rollo de un libro, y tienes que

escribir en él todas las palabras que te he hablado contra Israel y contra Judá y contra todas las naciones, desde el día en que te hablé, desde los días de Josías, hasta el mismo día de hoy.

3 Quizás los de la casa de

Judá escuchen toda la calamidad que estoy pensando hacerles, a fin de que se vuelvan, cada uno de su

camino malo, y de que yo realmente les perdone su error y su pecado‖.

(Jeremías 44:4) Y les seguí enviando todos mis siervos los profetas, madrugando y enviando, diciendo: ―No hagan, por favor, esta clase de cosa detestable que he odiado‖.

(2 Crónicas 36:15) Y Jehová el Dios de sus antepasados siguió enviando [avisos] contra ellos por medio de sus mensajeros, enviando vez tras vez, porque sentía compasión por su pueblo y por su morada.

(Lamentaciones 3:22, 23) Son los hechos de bondad amorosa de Jehová el que no nos hayamos acabado, porque sus misericordias ciertamente no terminan. 23

Son nuevas cada mañana. Es abundante tu fidelidad.

Textos Atalaya

Párrafo 1

Párrafo 2

(2 Timoteo 3:14-15) Tú, sin embargo, continúa en las cosas

que aprendiste y fuiste persuadido a creer, sabiendo de qué

personas las aprendiste, 15

y que desde la infancia has

conocido los santos escritos, que pueden hacerte sabio para la

salvación mediante la fe relacionada con Cristo Jesús.

(2 Timoteo 3:16) Toda Escritura es inspirada de Dios y

provechosa para enseñar, para censurar, para rectificar las

cosas, para disciplinar en justicia,

(Salmos 119:128) Por eso he considerado rectas todas las

órdenes respecto de todas las cosas;toda senda falsa he

odiado.

Párrafo 3

(Mateo 23:34) Por eso, miren, les envío profetas y sabios e

instructores públicos. A algunos de ellos ustedes los matarán y

fijarán en maderos, y a algunos los azotarán en sus sinagogas

y los perseguirán de ciudad en ciudad;

(Hechos 2:37-41) Ahora bien, cuando aquellos oyeron esto se

sintieron heridos en el corazón, y dijeron a Pedro y a los

demás apóstoles: ―Varones, hermanos, ¿qué

haremos?‖. 38

Pedro les [dijo]: ―Arrepiéntanse, y bautícese cada

uno de ustedes en el nombre de Jesucristo para perdón de sus

pecados, y recibirán la dádiva gratuita del espíritu

santo. 39

Porque la promesa es para ustedes y para sus hijos y

para todos los que están lejos, para cuantos llame a sí Jehová

nuestro Dios‖. 40

Y con muchas otras palabras dio testimonio

cabal y siguió exhortándolos, diciendo: ―Sálvense de esta

generación torcida‖. 41

Por lo tanto, los que abrazaron su

palabra de buena gana fueron bautizados, y en aquel día unas

tres mil almas fueron añadidas.

Párrafo 4

(Hechos 17:1-4) Entonces viajaron a través de Anfípolis y

Apolonia y llegaron a Tesalónica, donde había una sinagoga

de los judíos. 2Así que, según tenía por costumbre Pablo, pasó

adentro a donde ellos, y por tres sábados razonó con ellos a

partir de las Escrituras, 3explicando y probando por referencias

que era necesario que el Cristo sufriera y se levantara de entre

los muertos, y [decía]: ―Este es el Cristo, este Jesús que yo les

estoy publicando‖. 4Como resultado, algunos de ellos se

hicieron creyentes y se asociaron con Pablo y con Silas, y una

gran multitud de los griegos que adoraban [a Dios], y no pocas

de las mujeres prominentes, lo hicieron.

Párrafo 5

Párrafo 6

Párrafo 7

(Mateo 18:12) ‖¿Qué les parece? Si cierto hombre llega a

tener cien ovejas y una de ellas se descarría, ¿no dejará las

noventa y nueve sobre las montañas y emprenderá una

búsqueda por la que anda descarriada?

(Mateo 21:28) ‖¿Qué les parece? Un hombre tenía dos hijos.

Dirigiéndose al primero, dijo: ‗Hijo, ve, trabaja hoy en la viña‘.

(Mateo 22:42) ―¿Qué les parece del Cristo? ¿De quién es

hijo?‖. Le dijeron: ―De David‖.

Párrafo 8

(1 Timoteo 5:20) Censura delante de todos los presentes a las

personas que practican el pecado, para que los demás

también tengan temor.

(Tito 1:13) Este testimonio es verdadero. Por esta misma

causa sigue censurándolos con severidad, para que estén

saludables en la fe,

(2 Timoteo 1:3) Estoy agradecido a Dios —a quien rindo

servicio sagrado como lo hicieron mis antepasados, y con

conciencia limpia— de que nunca ceso de acordarme de ti en

mis ruegos, y noche y día

(Romanos 7:21-25) Hallo, pues, esta ley en el caso mío: que

cuando deseo hacer lo que es correcto, lo que es malo está

presente conmigo. 22

Verdaderamente me deleito en la ley de

Dios conforme al hombre que soy por dentro, 23

pero

contemplo en mis miembros otra ley que guerrea contra la ley

de mi mente y que me conduce cautivo a la ley del pecado que

está en mis miembros. 24

¡Hombre desdichado que soy!

¿Quién me librará del cuerpo que está padeciendo esta

muerte? 25

¡Gracias a Dios mediante Jesucristo nuestro Señor!

Así pues, con [mi] mente yo mismo soy esclavo a la ley de

Dios, pero con [mi] carne a la ley del pecado.

Párrafo 9

(1 Timoteo 1:13) aunque antes era blasfemo y perseguidor y

hombre insolente. No obstante, se me mostró misericordia,

porque era ignorante y obré con falta de fe.

(Hechos 26:11) Y castigándolos muchas veces en todas las

sinagogas, trataba de obligarlos a hacer una retractación; y

estando sumamente enojado contra ellos, fui hasta el extremo

de perseguirlos hasta en las ciudades de afuera.

(Hechos 15:36-39) Ahora bien, después de algunos días

Pablo dijo a Bernabé: ―Sobre todo, volvamos y visitemos a los

hermanos en cada una de las ciudades en las cuales

publicamos la palabra de Jehová, para ver cómo están‖. 37

Por

su parte, Bernabé estaba resuelto a llevar consigo también a

Juan, que se llamaba Marcos. 38

Pero a Pablo no le pareció

propio tomar consigo a este, puesto que se había apartado de

ellos desde Panfilia y no había ido con ellos a la obra. 39

Ante

esto, ocurrió un agudo estallido de cólera, de modo que se

separaron el uno del otro; y Bernabé tomó consigo a Marcos y

se embarcó para Chipre.

Párrafo 10

(1 Corintios 9:26-27) Por lo tanto, la manera como estoy

corriendo no es incierta; la manera como estoy dirigiendo mis

golpes es como para no estar hiriendo el aire; 27

antes bien,

aporreo mi cuerpo y lo conduzco como a esclavo, para que,

después de haber predicado a otros, yo mismo no llegue a ser

desaprobado de algún modo.

(Romanos 6:12) Por lo tanto, no dejen que el pecado continúe

reinando en su cuerpo mortal de modo que obedezcan los

deseos de este.

(Gálatas 5:16-18) Pero digo: Sigan andando por espíritu y no

llevarán a cabo ningún deseo carnal. 17

Porque la carne está

contra el espíritu en su deseo, y el espíritu contra la carne;

porque estos están opuestos el uno al otro, de manera que las

mismísimas cosas que ustedes quisieran hacer, no las

hacen. 18

Además, si se les conduce por espíritu, no están bajo

ley.

(Romanos 2:21) tú, sin embargo, el que enseñas a otro, ¿no

te enseñas a ti mismo? Tú, el que predicas: ―No hurtes‖,

¿hurtas?

Párrafo 11

(2 Corintios 13:5) Sigan poniéndose a prueba para ver si

están en la fe, sigan dando prueba de lo que ustedes mismos

son. ¿O no reconocen que Jesucristo está en unión con

ustedes? A no ser que estén desaprobados.

(Colosenses 3:5-10) Amortigüen, por lo tanto, los miembros

de su cuerpo que están sobre la tierra en cuanto a fornicación,

inmundicia, apetito sexual, deseo perjudicial y codicia, que es

idolatría. 6Por causa de esas cosas viene la ira de Dios.

7En

esas mismísimas cosas ustedes, también, anduvieron en un

tiempo cuando vivían en ellas. 8Pero ahora realmente

deséchenlas todas de ustedes: ira, cólera, maldad, habla

injuriosa y habla obscena de su boca. 9No estén mintiéndose

unos a otros. Desnúdense de la vieja personalidad con sus

prácticas, 10

y vístanse de la nueva [personalidad], que

mediante conocimiento exacto va haciéndose nueva según la

imagen de Aquel que la ha creado,

(1 Tesalonicenses 5:6-8) Pues bien, entonces, no sigamos

durmiendo como los demás, sino quedémonos despiertos y

mantengamos nuestro juicio. 7Porque los que duermen

acostumbran dormir de noche, y por lo general los que se

emborrachan están borrachos de noche. 8Pero en cuanto a

nosotros los que pertenecemos al día, mantengamos nuestro

juicio y llevemos puesta la coraza de la fe y el amor, y como

yelmo la esperanza de la salvación;

Párrafo 12

(Mateo 9:11-13) Pero al ver esto, los fariseos se pusieron a

decir a sus discípulos: ―¿Por qué come su maestro con los

recaudadores de impuestos y pecadores?‖. 12

Como [los] oyó,

él dijo: ―Las personas en salud no necesitan médico, pero los

enfermizos sí. 13

Vayan, pues, y aprendan lo que esto significa:

‗Quiero misericordia, y no sacrificio‘. Porque no vine a llamar a

justos, sino a pecadores‖.

(Éxodo 34:6) Y Jehová fue pasando delante del rostro de él y

declarando: ―Jehová, Jehová, un Dios misericordioso y

benévolo, tardo para la cólera y abundante en bondad

amorosa y verdad,

Párrafo 13

(2 Timoteo 3:16) Toda Escritura es inspirada de Dios y

provechosa para enseñar, para censurar, para rectificar las

cosas, para disciplinar en justicia,

(Proverbios 12:18) Existe el que habla irreflexivamente como

con las estocadas de una espada, pero la lengua de los sabios

es una curación.

Párrafo 14

Párrafo 15

Párrafo 16

Párrafo 17

(Hebreos 12:11) Es cierto que ninguna disciplina parece por el

presente ser cosa de gozo, sino penosa; sin embargo,

después, a los que han sido entrenados por ella, da fruto

pacífico, a saber, justicia.

(Proverbios 4:13) Ásete de la disciplina; no [la] sueltes.

Salvaguárdala, pues ella misma es tu vida.

Párrafo 18

(2 Timoteo 3:16) Toda Escritura es inspirada de Dios y

provechosa para enseñar, para censurar, para rectificar las

cosas, para disciplinar en justicia,

(Proverbios 18:13) Cuando alguien responde a un asunto

antes de oír[lo], eso es tontedad de su parte y una humillación.

(Deuteronomio 13:14) entonces tendrás que escudriñar e

investigar e inquirir cabalmente; y si se establece la cosa como

la verdad —esta cosa detestable se ha hecho en medio de ti—

,

Párrafo 19

(2 Timoteo 2:24-26) Pero el esclavo del Señor no tiene

necesidad de pelear, sino de ser amable para con todos,

capacitado para enseñar, manteniéndose reprimido bajo lo

malo, 25

instruyendo con apacibilidad a los que no están

favorablemente dispuestos; ya que Dios quizás les dé

arrepentimiento que conduzca a un conocimiento exacto de la

verdad, 26

y recobren el juicio fuera del lazo del Diablo, ya que

han sido pescados vivos por él para la voluntad de ese.

(Romanos 2:4) ¿O desprecias las riquezas de su bondad y

longanimidad y gran paciencia, porque ignoras que la

[cualidad] bondadosa de Dios está tratando de conducirte al

arrepentimiento?

Párrafo 20

(Efesios 6:4) Y ustedes, padres, no estén irritando a sus hijos,

sino sigan criándolos en la disciplina y regulación mental de

Jehová.

(Santiago 5:11) ¡Miren! Pronunciamos felices a los que han

aguantado. Ustedes han oído del aguante de Job y han visto el

resultado que Jehová dio, que Jehová es muy tierno en cariño,

y misericordioso.

Párrafo 21

(Salmos 119:97-104) ¡Cómo amo tu ley, sí! Todo el día ella es

mi interés intenso. 98

Tu mandamiento me hace más sabio que

mis enemigos, porque hasta tiempo indefinido es mío. 99

He

llegado a tener más perspicacia que todos mis maestros,

porque tus recordatorios me son de interés intenso. 100

Me

porto con más entendimiento que hombres de más edad,

porque he observado tus propias órdenes. 101

De toda senda

mala he restringido mis pies, con el propósito de guardar tu

palabra. 102

De tus decisiones judiciales no me he desviado,

porque tú mismo me has instruido. 103

¡Cuán suaves a mi

paladar han sido tus dichos,más que la miel a mi

boca! 104

Debido a tus órdenes me porto con entendimiento.

Por eso he odiado toda senda falsa.

Cántico 114

El libro de Dios es un tesoro (Proverbios 2:1)

1. Existe un libro que supera a todos:

nos llena el alma de esperanza y paz,

los ojos abre a quienes andan “ciegos”

y a los “muertos” nueva vida da.

Se trata, sí, de la Sagrada Biblia,

preciosa gema que Jehová nos dio.

Si bien usó la pluma de los hombres,

él es su Autor, pues fue quien la inspiró.

2. La Biblia cuenta que Dios hizo el cielo,

la fértil tierra y el inmenso mar,

y que al principio el hombre fue perfecto,

pero el pecado no tardó en entrar.

También nos habla sobre cierto ángel

que, por soberbia, contra Dios se alzó.

Su rebelión hundió al mundo en desgracia,

mas el Creador traerá liberación.

3. Vivimos hoy en tiempos tan dichosos:

¡nació por fin el Reino celestial!

La salvación ofrece Dios al hombre

que quiera obedecer Su voluntad.

Las buenas nuevas de este libro vivo

son un deleite para el corazón.

Feliz aquel que beba de sus aguas:

tendrá gran paz y eterna bendición.

(Véanse también 2 Tim. 3:16; 2 Ped. 1:21.) Volver

Cántico 85

Que Jehová te bendiga (Mateo 19:29)

1. Servir a Jehová con empeño y fervor

es fuente de satisfacción;

no obstante, Dios sabe que, a veces, también

requiere gran abnegación.

Si tú has dejado amigos y hogar,

tu Padre en los cielos lo ve.

Jehová te regala una bella hermandad

y vida en un nuevo Edén.

(ESTRIBILLO)

Que Jehová te bendiga por tu fe;

que recompense tu fidelidad;

que con sus alas te guarde él.

Jamás te abandona; es el Dios leal.

2. Algunos cristianos solteros están

por no haber hallado un amor

o por disponer de mayor libertad

a fin de servir al Señor.

En ciertos momentos pudieran sentir

invierno en su corazón.

Si ese es tu caso, aquí hallarás

cariño, amistad y calor.

(ESTRIBILLO)

Que Jehová te bendiga por tu fe;

que recompense tu fidelidad;

que con sus alas te guarde él.

Jamás te abandona; es el Dios leal.

(Véanse también Jue. 11:38-40; Rut 2:12; Mat. 19:12.)

Volver

Cántico 74

El gozo de Jehová (Nehemías 8:10)

1. ¡Es la señal! ¡El Reino está a las puertas!

Hay que anunciar Armagedón.

¡Con ilusión, alcemos la cabeza!

¡Ya llega la liberación!

(ESTRIBILLO)

¡El gozo de Dios es nuestra fuerza!

Con firme voz hay que cantar.

Felices por la esperanza que nos da,

a Jehová debemos alabar.

¡El gozo de Dios es nuestra fuerza!

Su nombre hay que proclamar.

Vayamos con decisión a pregonar

la victoria del Señor Jehová.

2. ¡Fuera el temor! Jehová es poderoso;

él nos dará la salvación.

¡Todos en pie, con vítores y aplausos,

ovacionemos al Señor!

(ESTRIBILLO)

¡El gozo de Dios es nuestra fuerza!

Con firme voz hay que cantar.

Felices por la esperanza que nos da,

a Jehová debemos alabar.

¡El gozo de Dios es nuestra fuerza!

Su nombre hay que proclamar.

Vayamos con decisión a pregonar

la victoria del Señor Jehová.

(Véanse también 1 Cró. 16:27; Sal. 112:4; Luc. 21:28;

Juan 8:32.) Volver

Cántico 37

La Palabra inspirada de Dios (2 Timoteo 3:16, 17)

1. Tu Palabra Santa es

luz que alumbra nuestros pies;

quien tu ley ame de verdad

la libertad encontrará.

2. Inspirada por ti fue

para guiarnos en el bien;

útil es para corregir,

para enseñarnos a vivir.

3. Descubrimos tu amor

en sus páginas, Señor;

diariamente la aplicaré

y así la vida alcanzaré.

(Véanse también Sal. 119:105; Pro. 4:13.) Volver

Cántico 92

“Predica la palabra” (2 Timoteo 4:2)

1. Dios te ha confiado una misión:

pregonar las nuevas de salvación.

Prepárate para responder

a quien te pida cuenta de tu fe.

(ESTRIBILLO)

¡Ve a predicar

hasta el último confín!

Haz saber

que muy pronto viene el fin.

Anda y di

que Jesús gobierna ya.

Hazlo, sí.

¡Ve a predicar!

2. En tiempos de dificultad

nuestra voz intentarán silenciar.

Mas los fieles del supremo Dios

jamás nos callaremos por temor.

(ESTRIBILLO)

¡Ve a predicar

hasta el último confín!

Haz saber

que muy pronto viene el fin.

Anda y di

que Jesús gobierna ya.

Hazlo, sí.

¡Ve a predicar!

3. En tiempos de favor habrá

quienes la verdad querrán escuchar.

Proclama el mensaje salvador,

al manso instruye siempre con amor.

(ESTRIBILLO)

¡Ve a predicar

hasta el último confín!

Haz saber

que muy pronto viene el fin.

Anda y di

que Jesús gobierna ya.

Hazlo, sí.

¡Ve a predicar!

(Véanse también Mat. 10:7; 24:14; Hech. 10:42; 1 Ped.

3:15.) Volver

(Hechos 1:1-4:37)

Hechos de apóstoles

1 El primer relato, oh Teófilo, lo compuse acerca de

todas las cosas que Jesús comenzó a hacer y también a enseñar,

2 hasta el día en que fue tomado arriba,

después de haber dado mandamiento por espíritu santo a los apóstoles que escogió.

3 A estos también se les

mostró vivo por muchas pruebas positivas después de haber sufrido, pues fue visto por ellos por espacio de cuarenta días, y dijo las cosas acerca del reino de Dios. 4 Y estando reunido con ellos, les dio las órdenes: ―No

se retiren de Jerusalén, sino sigan esperando lo que el Padre ha prometido, acerca de lo cual oyeron de mí; 5 porque Juan, en verdad, bautizó con agua, pero

ustedes serán bautizados en espíritu santo no muchos días después de esto‖.

6 Pues bien, cuando se hubieron congregado, se

pusieron a preguntarle: ―Señor, ¿estás restaurando el reino a Israel en este tiempo?‖.

7 Les dijo: ―No les

pertenece a ustedes adquirir el conocimiento de los tiempos o sazones que el Padre ha colocado en su propia jurisdicción;

8 pero recibirán poder cuando el

espíritu santo llegue sobre ustedes, y serán testigos de mí tanto en Jerusalén como en toda Judea, y en Samaria, y hasta la parte más distante de la tierra‖.

9 Y

después que hubo dicho estas cosas, estando ellos mirando, fue elevado, y una nube se lo llevó de la vista de ellos.

10 Y estando ellos mirando con fijeza al cielo

mientras él se iba, también, ¡mira!, dos varones con prendas de vestir blancas estuvieron de pie al lado de ellos,

11 y dijeron: ―Varones de Galilea, ¿por qué están

de pie mirando al cielo? Este Jesús que fue recibido de entre ustedes arriba al cielo, vendrá así de la misma manera como lo han contemplado irse al cielo‖.

12 Entonces ellos se volvieron a Jerusalén desde una

montaña llamada el monte de los Olivos, que está cerca de Jerusalén, distante el camino de un sábado.

13 Así,

cuando hubieron entrado, subieron al aposento de arriba, donde estaban alojados, tanto Pedro como Juan y Santiago y Andrés, Felipe y Tomás, Bartolomé y Mateo, Santiago [hijo] de Alfeo y Simón el celoso, y Judas [hijo] de Santiago.

14 Todos estos persistían de

común acuerdo en oración, junto con algunas mujeres y María la madre de Jesús, y con los hermanos de él.

15 Ahora bien, durante estos días Pedro se levantó

en medio de los hermanos y dijo (la muchedumbre de personas era en conjunto como de ciento veinte): 16

―Varones, hermanos, era necesario que se cumpliera la escritura, que el espíritu santo habló de antemano por boca de David acerca de Judas, que se hizo guía de los que arrestaron a Jesús,

17 porque él había sido contado

entre nosotros y obtuvo participación en este ministerio. 18

(Este mismo hombre, por tanto, compró un campo con

el salario de la injusticia, y cayendo de cabeza, reventó ruidosamente por en medio, y todos sus intestinos quedaron derramados.

19 También llegó a ser conocido

de todos los habitantes de Jerusalén, de modo que aquel campo fue llamado en su lenguaje Akéldama, es decir, Campo de Sangre.)

20 Porque está escrito en el

libro de los Salmos: ‗Quede desolado su alojamiento, y no haya morador en él‘, y: ‗Su puesto de superintendencia tómelo otro‘.

21 Por lo tanto, es

necesario que de los varones que se reunieron con nosotros durante todo el tiempo en que el Señor Jesús entró y salió entre nosotros,

22 comenzando con su

bautismo por Juan y hasta el día en que fue recibido arriba de entre nosotros, uno de estos hombres llegue a ser testigo, con nosotros, de su resurrección‖.

23 De modo que propusieron a dos: a José llamado

Barsabás, que tenía por sobrenombre Justo, y a Matías. 24

Y oraron y dijeron: ―Tú, oh Jehová, que conoces los corazones de todos, designa cuál de estos dos hombres has escogido,

25 para que tome el lugar de este

ministerio y apostolado, del cual Judas se desvió para ir a su propio lugar‖.

26 De modo que echaron suertes

sobre ellos, y la suerte cayó sobre Matías; y él fue contado junto con los once apóstoles.

2 Ahora bien, mientras estaba en progreso el día [de

la fiesta] del Pentecostés, todos se hallaban juntos en el mismo lugar,

2 y de repente ocurrió desde el cielo un

ruido exactamente como el de una brisa impetuosa y fuerte, y llenó toda la casa en la cual estaban sentados. 3 Y lenguas como de fuego se les hicieron visibles y

fueron distribuidas en derredor, y una se asentó sobre cada uno de ellos,

4 y todos se llenaron de espíritu santo

y comenzaron a hablar en lenguas diferentes, así como el espíritu les concedía expresarse.

5 Sucedía que moraban en Jerusalén judíos, varones

reverentes, de toda nación de las que hay bajo el cielo. 6 De modo que, cuando este sonido ocurrió, la multitud

se juntó, y se azoraron, porque cada uno los oía hablar en su propio lenguaje.

7 En verdad, estaban pasmados,

y empezaron a admirarse y a decir: ―Pues miren, todos estos que están hablando son galileos, ¿verdad?

8 Y sin

embargo, ¿cómo es que oímos, cada uno de nosotros, nuestro propio lenguaje en que nacimos?

9 Partos y

medos y elamitas, y los habitantes de Mesopotamia, y de Judea y de Capadocia, de Ponto y del [distrito de] Asia,

10 y de Frigia y de Panfilia, de Egipto y de las

partes de Libia, que está hacia Cirene, y residentes temporales procedentes de Roma, tanto judíos como prosélitos,

11 cretenses y árabes, los oímos hablar en

nuestras lenguas acerca de las cosas magníficas de Dios‖.

12 Sí, todos estaban pasmados y perplejos, y se

decían unos a otros: ―¿Qué querrá decir esto?‖. 13

Sin embargo, otros se mofaban de ellos y decían: ―Están llenos de vino dulce‖.

14 Pero Pedro se puso de pie con los once y levantó

la voz y les hizo esta expresión: ―Varones de Judea y todos ustedes los que son habitantes de Jerusalén, séales conocido esto, y presten oído a mis dichos. 15

Estos, de hecho, no están borrachos, como suponen ustedes, pues es la hora tercera del día.

16 Por el

contrario, esto es lo que se dijo por medio del profeta Joel:

17 ‗―Y en los últimos días —dice Dios— derramaré

algo de mi espíritu sobre toda clase de carne, y sus hijos y sus hijas profetizarán, y sus jóvenes verán visiones y sus viejos soñarán sueños;

18 y aun sobre mis esclavos

y sobre mis esclavas derramaré algo de mi espíritu en aquellos días, y profetizarán.

19 Y daré portentos

presagiosos en el cielo arriba y señales en la tierra abajo, sangre y fuego y neblina de humo;

20 el sol será

convertido en oscuridad y la luna en sangre antes que llegue el grande e ilustre día de Jehová.

21 Y todo el que

invoque el nombre de Jehová será salvo‖‘.

22 ‖Varones de Israel, oigan estas palabras: A Jesús

el Nazareno, varón públicamente mostrado por Dios a ustedes mediante obras poderosas y portentos presagiosos y señales que Dios hizo mediante él en medio de ustedes, así como ustedes mismos lo saben, 23

a este [hombre], como uno entregado por el consejo determinado y presciencia de Dios, ustedes lo fijaron en un madero por mano de desaforados, y lo eliminaron. 24

Pero Dios lo resucitó desatando los dolores de la muerte, porque no era posible que él continuara retenido por ella.

25 Porque David dice tocante a él: ‗Tenía a

Jehová constantemente ante mis ojos; porque está a mi diestra para que yo nunca sea sacudido.

26 A causa de

esto se alegró mi corazón y se regocijó mucho mi lengua. Además, hasta mi carne residirá en esperanza; 27

porque no dejarás mi alma en el Hades, ni permitirás que el que te es leal vea corrupción.

28 Me has dado a

conocer los caminos de la vida, me llenarás de alegría con tu rostro‘.

29 ‖Varones, hermanos, es permisible hablarles con

franqueza de expresión respecto al cabeza de familia David, que falleció y también fue sepultado, y su tumba está entre nosotros hasta este día.

30 Por lo tanto,

porque era profeta y sabía que Dios le había jurado con juramento que sentaría a uno del fruto de sus lomos sobre su trono,

31 vio de antemano y habló respecto a la

resurrección del Cristo, que ni fue abandonado en el Hades ni su carne vio corrupción.

32 A este Jesús lo

resucitó Dios, del cual hecho todos nosotros somos testigos.

33 Por eso, debido a que fue ensalzado a la

diestra de Dios y recibió del Padre el espíritu santo prometido, él ha derramado esto que ustedes ven y oyen.

34 De hecho, David no ascendió a los cielos, sino

que él mismo dice: ‗Jehová dijo a mi Señor: ―Siéntate a mi diestra,

35 hasta que coloque a tus enemigos como

banquillo para tus pies‖‘. 36

Por lo tanto, sepa con certeza toda la casa de Israel que Dios lo hizo Señor y también Cristo, a este Jesús a quien ustedes fijaron en un madero‖.

37 Ahora bien, cuando aquellos oyeron esto se

sintieron heridos en el corazón, y dijeron a Pedro y a los demás apóstoles: ―Varones, hermanos, ¿qué haremos?‖.

38 Pedro les [dijo]: ―Arrepiéntanse, y

bautícese cada uno de ustedes en el nombre de Jesucristo para perdón de sus pecados, y recibirán la dádiva gratuita del espíritu santo.

39 Porque la promesa

es para ustedes y para sus hijos y para todos los que están lejos, para cuantos llame a sí Jehová nuestro Dios‖.

40 Y con muchas otras palabras dio testimonio

cabal y siguió exhortándolos, diciendo: ―Sálvense de esta generación torcida‖.

41 Por lo tanto, los que

abrazaron su palabra de buena gana fueron bautizados, y en aquel día unas tres mil almas fueron añadidas.

42 Y

continuaron dedicándose a la enseñanza de los apóstoles y a compartir [unos con otros], a tomar comidas y a oraciones.

43 En realidad, empezó a sobrevenirle temor a toda

alma, y muchos portentos presagiosos y señales ocurrían mediante los apóstoles.

44 Todos los que se

hacían creyentes estaban juntos, teniendo todas las cosas en común,

45 y se pusieron a vender sus

posesiones y propiedades y a distribuir el [producto] a todos, según la necesidad que cualquiera tuviera.

46 Y

día tras día asistían constantemente y de común acuerdo al templo, y tomaban sus comidas en hogares particulares y participaban del alimento con gran regocijo y sinceridad de corazón,

47 alabando a Dios y

hallando favor con todo el pueblo. Al mismo tiempo, Jehová continuó uniendo diariamente a ellos los que se iban salvando.

3 Ahora bien, Pedro y Juan iban subiendo al templo

para la hora de oración, la hora nona, 2 y a cierto varón

que era cojo desde la matriz de su madre lo llevaban, y diariamente lo ponían cerca de la puerta del templo que se llamaba Hermosa, para que pidiera dádivas de misericordia a los que entraban en el templo.

3 Cuando

este alcanzó a ver a Pedro y a Juan, que estaban a punto de entrar en el templo, empezó a solicitar el recibir dádivas de misericordia.

4 Mas Pedro, junto con Juan, lo

miró con fijeza y dijo: ―Míranos‖. 5 De modo que él fijó su

atención en ellos, esperando conseguir algo de ellos. 6 Sin embargo, Pedro dijo: ―Plata y oro no poseo, pero lo

que tengo es lo que te doy: ¡En el nombre de Jesucristo el Nazareno, anda!‖.

7 Con eso, lo asió de la mano

derecha y lo levantó. Al instante se le pusieron firmes las plantas de los pies y los huesos de los tobillos;

8 y,

dando un salto, se puso de pie y echó a andar, y entró con ellos en el templo, andando y saltando y alabando a Dios.

9 Y todo el pueblo alcanzó a verlo andando y

alabando a Dios. 10

Además, empezaron a reconocerlo, que este era el hombre que solía sentarse para [pedir] dádivas de misericordia en la Puerta Hermosa del templo, y se llenaron de pasmo y éxtasis por lo que le había acontecido.

11 Entonces, mientras el hombre tenía asidos a Pedro

y a Juan, todo el pueblo, sorprendido casi fuera de sí, concurrió a ellos en lo que se llamaba la columnata de Salomón.

12 Al ver esto Pedro, dijo al pueblo: ―Varones

de Israel, ¿por qué están admirados de esto, o por qué nos miran con fijeza como si fuera por poder personal o devoción piadosa que hubiéramos hecho que él anduviera?

13 El Dios de Abrahán y de Isaac y de Jacob,

el Dios de nuestros antepasados, ha glorificado a su Siervo, Jesús, a quien ustedes, por su parte, entregaron y repudiaron ante el rostro de Pilato, cuando él había decidido ponerlo en libertad.

14 Sí, ustedes repudiaron a

aquel santo y justo, y pidieron que se les concediera de gracia un varón, un asesino,

15 mientras que mataron al

Agente Principal de la vida. Pero Dios lo ha levantado

de entre los muertos, del cual hecho nosotros somos testigos.

16 Por consiguiente, su nombre, por [nuestra] fe

en su nombre, ha hecho fuerte a este hombre a quien ustedes contemplan y conocen, y la fe que es mediante él ha dado al hombre esta completa sanidad a vista de todos ustedes.

17 Y ahora, hermanos, yo sé que obraron

por ignorancia, así como también lo hicieron sus gobernantes.

18 Pero Dios ha cumplido de esta manera

las cosas que anunció de antemano por boca de todos los profetas, que su Cristo sufriría.

19 ‖Arrepiéntanse, por lo tanto, y vuélvanse para que

sean borrados sus pecados, para que vengan tiempos de refrigerio de parte de la persona de Jehová

20 y para

que él envíe al Cristo nombrado para ustedes, Jesús, 21

a quien el cielo, en verdad, tiene que retener dentro de sí hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas de que habló Dios por boca de sus santos profetas de tiempo antiguo.

22 De hecho, Moisés dijo:

‗Jehová Dios les levantará a ustedes de entre sus hermanos un profeta semejante a mí. Tienen que escucharle conforme a todas las cosas que él les hable. 23

En verdad, cualquier alma que no escuche a ese Profeta será completamente destruida de entre el pueblo‘.

24 Y todos los profetas, de hecho, desde

Samuel en adelante y los que siguieron en sucesión, cuantos han hablado, también han declarado estos días patentemente.

25 Ustedes son los hijos de los profetas y

del pacto que Dios pactó con sus antepasados, al decir a Abrahán: ‗Y en tu descendencia serán bendecidas todas las familias de la tierra‘.

26 A ustedes primero Dios,

después de haber levantado a su Siervo, lo ha enviado para que los bendijera, apartando, a cada uno, de sus hechos inicuos.‖

4 Ahora bien, mientras los [dos] hablaban al pueblo,

se les presentaron los sacerdotes principales y el capitán del templo y los saduceos,

2 molestos porque

ellos enseñaban al pueblo y declaraban patentemente la resurrección de entre los muertos en el caso de Jesús; 3 y les echaron mano y los pusieron en custodia hasta el

día siguiente, porque ya entraba la noche. 4 Sin

embargo, muchos de los que habían escuchado el discurso creyeron, y el número de los varones llegó a ser como de cinco mil.

5 Al día siguiente se efectuó en Jerusalén la reunión

de sus gobernantes y de los ancianos y de los escribas 6 (también de Anás el sacerdote principal, y de Caifás, y

de Juan, y de Alejandro, y de cuantos eran de la parentela del sacerdote principal),

7 y los pusieron de pie

en medio de ellos y empezaron a inquirir: ―¿Con qué poder o en nombre de quién hicieron esto?‖.

8 Entonces

Pedro, lleno de espíritu santo, les dijo:

―Gobernantes del pueblo y ancianos, 9 si a nosotros

se nos examina este día, sobre la base de una acción buena hecha a un hombre enfermizo, en cuanto a por quién ha recibido la salud este,

10 séales conocido a

todos ustedes y a todo el pueblo de Israel, que en el nombre de Jesucristo el Nazareno, a quien ustedes fijaron en un madero, pero a quien Dios levantó de entre los muertos, por este se halla este hombre de pie aquí sano delante de ustedes.

11 Esta es ‗la piedra que fue

tratada por ustedes los edificadores como de ningún valor, que ha llegado a ser cabeza del ángulo‘. 12

Además, no hay salvación en ningún otro, porque no hay otro nombre debajo del cielo que se haya dado entre los hombres mediante el cual tengamos que ser salvos‖.

13 Ahora bien, al contemplar la franqueza de Pedro y

de Juan, y al percibir que eran hombres iletrados y del vulgo, se admiraban. Y empezaron a reconocer, acerca de ellos, que solían estar con Jesús;

14 y mirando al

hombre que había sido curado, de pie con ellos, no tenían nada que replicar.

15 De modo que les mandaron

salir fuera del salón del Sanedrín, y se pusieron a consultar unos con otros,

16 diciendo: ―¿Qué haremos

con estos hombres? Porque, de hecho, una señal notable ha ocurrido mediante ellos, una que les es manifiesta a todos los habitantes de Jerusalén; y no podemos negarlo.

17 Sin embargo, a fin de que no se

divulgue más entre el pueblo, digámosles con amenazas que ya no hablen sobre la base de este nombre a hombre alguno‖.

18 Con eso, los llamaron y les ordenaron que en

ningún lugar hicieran expresión alguna ni enseñaran sobre la base del nombre de Jesús.

19 Pero, en

respuesta, Pedro y Juan les dijeron: ―Si es justo a vista de Dios escucharles a ustedes más bien que a Dios, júzguenlo ustedes mismos.

20 Pero en cuanto a

nosotros, no podemos dejar de hablar de las cosas que hemos visto y oído‖.

21 Así que, habiéndolos amenazado

de nuevo, los pusieron en libertad, puesto que no hallaban en qué basarse para castigarlos, y a causa del pueblo, porque todos estaban glorificando a Dios por lo que había sucedido;

22 porque el hombre en quien se

había efectuado esta señal de curación tenía más de cuarenta años.

23 Después de haber sido puestos en libertad, ellos

fueron a su propia gente e informaron las cosas que los sacerdotes principales y los ancianos les habían dicho. 24

Al oír esto, ellos levantaron la voz de común acuerdo a Dios y dijeron:

―Señor Soberano, tú eres Aquel que hizo el cielo y la tierra y el mar y todas las cosas [que hay] en ellos,

25 y

que por espíritu santo dijiste por boca de nuestro antepasado David, tu siervo: ‗¿Por qué se pusieron tumultuosas las naciones, y los pueblos meditaron cosas vacías?

26 Los reyes de la tierra tomaron su

posición y los gobernantes se reunieron en masa como uno solo contra Jehová y contra su ungido‘.

27 De veras,

pues, tanto Herodes como Poncio Pilato con [hombres de] naciones y con pueblos de Israel realmente fueron reunidos en esta ciudad contra tu santo siervo Jesús, a quien tú ungiste,

28 a fin de hacer cuantas cosas tu

mano y consejo habían predeterminado que sucedieran. 29

Y ahora, Jehová, da atención a sus amenazas, y concede a tus esclavos que sigan hablando tu palabra con todo denuedo,

30 mientras extiendes tú la mano para

hacer curaciones y mientras ocurren señales y portentos presagiosos mediante el nombre de tu santo siervo Jesús‖.

31 Y cuando hubieron hecho ruego, el lugar donde

estaban reunidos fue sacudido; y todos sin excepción quedaron llenos del espíritu santo, y hablaban la palabra de Dios con denuedo.

32 Además, la multitud de los que habían creído tenía

un solo corazón y alma, y ni siquiera uno de ellos decía que fuera suya propia cosa alguna de las que poseía; más bien, todas las cosas las tenían en común. 33

Además, con gran poder los apóstoles continuaron dando el testimonio acerca de la resurrección del Señor Jesús; y sobre todos ellos había bondad inmerecida en gran medida.

34 De hecho, no había ningún necesitado

entre ellos; porque todos los que eran poseedores de campos o de casas los vendían, y traían los valores de las cosas vendidas

35 y los depositaban a los pies de los

apóstoles. A su vez, se efectuaba distribución a cada uno, según tuviera necesidad.

36 Así fue como José, que

había recibido de los apóstoles el sobrenombre de Bernabé, que traducido significa Hijo del Consuelo, levita, natural de Chipre,

37 puesto que poseía un

terreno, lo vendió y trajo el dinero y lo depositó a los pies de los apóstoles.

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