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Semana del 22 al 28 de Diciembre
2014
[E. Libro] [E.M.T] [R. Servicio] [Atalaya]
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[Cántico 15 ][E. Libro] [Inicio]
[ 17 ][ 18 ][ 19 ][ 20 ][ 21 ][ 22 ][ 23 ]
cl cap. 17 párrs. 17-23 y recuadro de la pág. 177
(30 min.)
Jehová es “solo sabio”
[ 17 ] [Textos] Ante tales pruebas, es natural que la
Biblia señale el carácter superlativo de esta cualidad de
Jehová. Dice, por ejemplo, que él es “solo sabio”
(Romanos 16:27), así como la fuente de toda sabiduría
verdadera, pues nadie más la posee en sentido absoluto
(Proverbios 2:6). Por ello, pese a que Jesús era la
criatura más sabia, nunca hablaba basándose en sus
propias ideas, sino en las de su Padre (Juan 12:48-50).
[ 18 ] [Textos] Notemos cómo destacó el apóstol Pablo
la singularidad de este atributo de Jehová: “¡Oh la
profundidad de las riquezas y de la sabiduría y del
conocimiento de Dios! ¡Cuán inescrutables son sus
juicios e ininvestigables sus caminos!” (Romanos 11:33).
Al abrir el versículo con la interjección “oh”, Pablo dejó
ver la intensidad de sus emociones, en este caso, gran
temor reverencial. El término griego que usó para
“profundidad” está emparentado con la voz traducida
“abismo”. De esta manera, transmitió una imagen muy
gráfica con sus palabras: meditar sobre la sabiduría
divina es como observar un abismo insondable, un
ámbito tan profundo y amplio, que nos resulta imposible
entender su inmensidad y mucho menos trazar sus
rasgos con detalle (Salmo 92:5). ¿No nos infunde
humildad esta idea?
[ 19 ] [Textos] Jehová es “solo sabio” en otro sentido:
es el único con la capacidad de conocer el porvenir.
Recordemos que él utiliza al águila, de vista perspicaz,
como símbolo de su sabiduría. Aunque el águila real
quizás no pese más de cinco kilos, sus ojos son
mayores que los de un hombre adulto, y posee una
sorprendente agudeza visual que le permite divisar
presas diminutas a centenares de metros de altura y tal
vez a kilómetros de donde se encuentra. El propio Dios
dijo de esta ave: “Lejos en la distancia sus ojos siguen
mirando” (Job 39:29). De igual modo, él puede ver “lejos
en la distancia” temporal, es decir, en el futuro.
[ 20 ] [Textos] La Biblia contiene múltiples pruebas de
este hecho, entre ellas centenares de profecías, o sea,
relatos históricos escritos de antemano. Las Escrituras
predijeron, a veces con siglos de antelación, el resultado
de guerras, el ascenso y caída de potencias mundiales
e incluso la estrategia de algunos militares (Isaías
44:25–45:4; Daniel 8:2-8, 20-22).
[ 21 ] [Textos] Ahora bien, ¿implica lo anterior que
Dios ya ha previsto las decisiones que adoptaremos en
la vida? Así lo creen algunos defensores de la
predestinación. Sin embargo, tal idea atenta contra la
sabiduría de Jehová, pues supone que él no puede
controlar su capacidad de conocer el futuro. Para
ilustrarlo: si usted tuviera una voz de belleza sin par,
¿estaría obligado a cantar todo el tiempo? Sería
absurdo. De igual modo, Jehová posee la capacidad de
preconocer el porvenir, pero no la emplea en todo
momento. Si lo hiciera, podría violar nuestro libre
albedrío, un don inestimable que nunca nos quitará
(Deuteronomio 30:19, 20).
[ 22 ] [Textos] Lo que es peor, el citado concepto de
predestinación implica que la sabiduría divina es fría,
implacable, carente de empatía y compasión. ¡Nada
más falso! La Biblia enseña que Jehová es “sabio de
corazón” (Job 9:4). Claro, no es que posea dicho órgano
literal. Este término se emplea en las Escrituras para
referirse al yo más recóndito, que incluye los motivos y
sentimientos, entre ellos el amor. Por consiguiente, la
sabiduría de Dios, como sus demás cualidades, se rige
por el amor (1 Juan 4:8).
[ 23 ] [Textos] Como es lógico, la sabiduría de Jehová
es digna de total confianza. Y es tan inmensamente
superior a la nuestra, que la Palabra de Dios nos hace
esta amorosa exhortación: “Confía en Jehová con todo
tu corazón, y no te apoyes en tu propio entendimiento.
En todos tus caminos tómalo en cuenta, y él mismo hará
derechas tus sendas” (Proverbios 3:5, 6). Así pues,
profundicemos en la sabiduría infinita de Jehová para
acercarnos más a él.
Preguntas para meditar
Job 28:11-28 ¿Qué valor encierra la sabiduría divina, y qué beneficio obtenemos al reflexionar sobre ella?
(Job 28:11-28) Ha represado los lugares de donde fluían suavemente los ríos, y saca a la luz la cosa oculta. 12 Pero la sabiduría... ¿dónde puede hallarse, y dónde, pues, está el lugar del entendimiento? 13 El hombre mortal no ha llegado a conocer su valoración, y no se halla en la tierra de los vivientes. 14 La profundidad acuosa misma ha dicho: ‘¡No está en mí!’. El mar también ha dicho: ‘¡No está conmigo!’. 15 Oro puro no se puede dar en cambio por ella, y plata no se puede pesar como precio suyo. 16 No se puede pagar con oro de Ofir, con la rara piedra de ónice y el zafiro. 17 Oro y vidrio no se pueden comparar con ella, ni es cambio por ella vaso alguno de oro refinado. 18 Coral y cristal de roca mismos no se mencionarán, pero una bolsa llena de sabiduría vale más que [una llena de] perlas. 19 El topacio de Cus no se puede comparar con ella; no se puede pagar ni aun con oro en su pureza. 20 Pero la sabiduría misma... ¿de dónde viene, y dónde, pues, está el lugar del entendimiento? 21 Ha estado escondida aun a los ojos de todo viviente, y a las criaturas voladoras de los cielos ha estado oculta. 22 La destrucción y la muerte mismas han dicho: ‘Con nuestros oídos hemos oído un informe acerca de ella’. 23 Dios es Aquel que ha entendido el camino de ella, y él mismo ha conocido su lugar, 24 porque él mismo mira hasta los mismos cabos de la tierra; bajo los cielos enteros él ve, 25 para hacer un peso al viento, mientras ha repartido las aguas mismas por medida; 26 cuando hizo para la lluvia una disposición reglamentaria, y un camino para el tronador nubarrón de tempestad, 27 entonces fue cuando vio [la sabiduría] y procedió a informar acerca de ella; la preparó y también la escudriñó completamente. 28 Y pasó a decir al hombre: ‘¡Mira! El temor de Jehová... eso es sabiduría, y apartarse del mal es entendimiento’”.
Salmo 104:1-25 ¿Cómo se manifiesta en la creación la sabiduría de Jehová, y qué sentimientos suscita en nosotros?
(Salmo 104:1-25) Bendice a Jehová, oh alma mía. Oh Jehová Dios mío, te has mostrado muy grande. Con dignidad y esplendor te has vestido, 2 al envolverte en luz como en una prenda de vestir, y extender los cielos como una tela de tienda, 3 Aquel que edifica sus cámaras de arriba con vigas en las aguas mismas, que hace de las nubes su carro, que anda sobre las alas del viento, 4 que hace a sus ángeles espíritus, a sus ministros un fuego devorador. 5 Él ha fundado la tierra sobre sus lugares establecidos; no se le hará tambalear hasta tiempo indefinido, ni para siempre. 6 Con una profundidad acuosa precisamente como una prenda de vestir la cubriste. Las aguas estaban situadas por encima de las montañas mismas. 7 A tu reprensión empezaron a huir; al sonido de tu trueno se les hizo ir corriendo en pánico 8 —montañas procedieron a ascender, llanuras-valles procedieron a descender— al lugar que tú has fundado para ellas. 9 Un límite fijaste, más allá del cual no deberían pasar, para que no volvieran a cubrir la tierra. 10 Él está enviando manantiales en los valles torrenciales; entre las montañas siguen yendo. 11 De continuo dan de beber a todas las bestias salvajes del campo abierto; las cebras con regularidad apagan su sed. 12 Por encima de ellos posan las criaturas voladoras de los cielos; de entre el espeso follaje siguen emitiendo sonido. 13 Él está regando las montañas desde sus cámaras de arriba. Con el fruto de tus obras la tierra queda satisfecha. 14 Él está haciendo brotar hierba verde para las bestias, y vegetación para el servicio de la humanidad, para hacer salir alimento de la tierra, 15 y vino que regocija el corazón del hombre mortal, para hacer brillar el rostro con aceite, y pan que sustenta el mismísimo corazón del hombre mortal. 16 Los árboles de Jehová están satisfechos, los cedros del Líbano que él plantó, 17 donde los pájaros mismos hacen nidos. En cuanto a la cigüeña, los enebros son su casa. 18 Las montañas altas son para las cabras monteses; los peñascos son un refugio para los damanes. 19 Él ha hecho la luna para tiempos señalados; el sol mismo conoce bien dónde se pone. 20 Tú causas oscuridad, para que se haga de noche; en ella todos los animales salvajes del bosque se ponen en movimiento. 21 Los leoncillos crinados están rugiendo por la presa y por buscar su alimento de Dios mismo. 22 El sol empieza a brillar... se retiran, y se echan en sus propios escondites. 23 Sale el hombre a su actividad y a su servicio hasta el atardecer. 24 ¡Cuántas son tus obras, oh Jehová! Con sabiduría las has hecho todas. La tierra está llena de tus producciones. 25 En cuanto a este mar, tan grande y ancho, allí hay cosas movientes sin número, criaturas vivientes, pequeñas así como grandes.
Proverbios 3:19-26 ¿Cómo influye en nuestra vida diaria el hecho de que meditemos y apliquemos la sabiduría de Jehová?
(Proverbios 3:19-26) Jehová mismo con sabiduría fundó la tierra. Afirmó sólidamente los cielos con discernimiento. 20 Por su conocimiento las profundidades acuosas mismas fueron partidas, y los cielos nublados siguen goteando lluvia ligera. 21 Hijo mío, no se escapen de tus ojos. Salvaguarda la
sabiduría práctica y la capacidad de pensar, 22 y resultarán ser vida a tu alma y encanto a tu garganta. 23 En tal caso andarás con seguridad por tu camino, y ni siquiera tu pie dará contra cosa alguna. 24 Cuando quiera que te acuestes, no sentirás pavor; y ciertamente te acostarás, y tu sueño tendrá que ser placentero. 25 No tendrás que temer ninguna cosa pavorosa repentina, ni la tempestad sobre los inicuos, porque viene. 26 Pues Jehová mismo resultará ser, de hecho, tu confianza, y él ciertamente guardará tu pie de captura.
Daniel 2:19-28 ¿Por qué se llama a Jehová Revelador de secretos, y cómo debemos reaccionar ante la sabiduría profética de su Palabra? (Daniel 2:19-28) Entonces fue cuando a Daniel, en una
visión de la noche, le fue revelado el secreto. Por
consiguiente, Daniel mismo bendijo al Dios del cielo. 20 Daniel respondía y decía: “Que el nombre de Dios
llegue a ser bendito de tiempo indefinido aun hasta
tiempo indefinido, porque la sabiduría y el poderío...
porque pertenecen a él. 21 Y él cambia tiempos y
sazones, remueve reyes y establece reyes, da sabiduría
a los sabios y conocimiento a los que conocen el
discernimiento. 22 Revela las cosas profundas y las
cosas ocultas, y sabe lo que está en la oscuridad; y con
él de veras mora la luz. 23 A ti, oh Dios de mis
antepasados, doy alabanza y encomio, porque sabiduría
y poderío me has dado. Y ahora me has hecho saber lo
que solicitamos de ti, porque nos has hecho saber el
asunto mismo del rey”. 24 Debido a esto, Daniel mismo
fue a Arioc, a quien el rey había nombrado para destruir
a los sabios de Babilonia. Fue, y esto fue lo que le dijo:
“No destruyas a ninguno de los sabios de Babilonia.
Llévame delante del rey, para mostrar la interpretación
misma al rey”. 25 Entonces fue cuando Arioc, de prisa,
llevó a Daniel delante del rey, y esto fue lo que le dijo a
este: “He hallado a un hombre físicamente capacitado
de los desterrados de Judá que puede hacer saber al
rey la interpretación misma”. 26 El rey respondía y decía
a Daniel, cuyo nombre era Beltsasar: “¿Eres lo
suficientemente competente como para hacerme saber
el sueño que contemplé, y su interpretación?”. 27 Daniel
respondía delante del rey y decía: “El secreto que el rey
mismo pide, los sabios, los sortílegos, los sacerdotes
practicantes de magia [y] los astrólogos mismos no
pueden mostrarlo al rey. 28 No obstante, existe un Dios
en los cielos que es un Revelador de secretos, y él ha
hecho saber al rey Nabucodonosor lo que ha de ocurrir
en la parte final de los días. Tu sueño y las visiones de
tu cabeza sobre tu cama... esto es:
[E.M.T] [Inicio]
[P.S] [Nº1] [Nº2] [Nº3]
[P.S] Lectura de la Biblia: Josué 9 a 11 | Puntos
Sobresalientes.
Respuestas a preguntas bíblicas:
10:13. ¿Cómo es posible tal fenómeno? “¿Hay cosa alguna demasiado extraordinaria para Jehová”, el Creador de los cielos y la Tierra? (Génesis 18:14.) Si así lo decide, él puede alterar el movimiento de nuestro planeta de modo que, desde la óptica de un observador terrestre, parezca que el Sol y la Luna están inmóviles. O puede dejar que la Tierra y la Luna prosigan su movimiento y refractar la luz del Sol y la Luna de forma que sigan brillando. Sea como fuere, “ningún día ha resultado ser como aquel” en toda la historia humana (Josué 10:14).
10:13. ¿Qué es el libro de Jasar? El libro se vuelve a mencionar en 2 Samuel 1:18 con referencia a un poema llamado “El arco”, una canción de duelo por el rey Saúl de Israel y su hijo Jonatán. El libro era probablemente una colección de canciones y poemas sobre temas históricos, y parece que los hebreos lo conocían bien.
Lecciones para nosotros:
9:15, 26, 27. Debemos tomar en serio los acuerdos que hacemos y cumplir nuestra palabra.
[Nº1] Josué 9:16-27
16 Y aconteció que al cabo de tres días, después que hubieron celebrado un pacto con ellos, llegaron a oír que estos se hallaban cerca de ellos y que era en su vecindad donde moraban. 17 Entonces los hijos de Israel partieron, y llegaron a las ciudades de ellos al tercer día, y sus ciudades eran Gabaón y Kefirá y Beerot y Quiryat-jearim. 18 Y los hijos de Israel no los hirieron, porque los principales de la asamblea les habían jurado por Jehová el Dios de Israel. Y toda la asamblea empezó a murmurar contra los principales. 19 Ante esto, todos los principales dijeron a toda la asamblea: “Nosotros, por nuestra parte, les hemos jurado por Jehová el Dios de Israel, y ahora no se nos permite lastimarlos. 20 Esto es lo que les haremos a la vez que dejarlos vivir, para que no venga sobre nosotros indignación con motivo del juramento que les hemos hecho”. 21 De modo que los principales les dijeron: “Que vivan y que lleguen a ser recogedores de leña y sacadores de agua para toda la asamblea, tal como les han prometido los principales”.
22 Josué ahora los llamó y les habló, y dijo: “¿Por qué nos embaucaron, diciendo: ‘Estamos muy lejos de ustedes’, cuando moran precisamente en medio de nosotros? 23 Y ahora son ustedes gente maldita, y nunca será cortado de ustedes el estar en condición de esclavo y ser recogedores de leña y sacadores de agua para la casa de mi Dios”. 24 Entonces contestaron a
Josué y dijeron: “Fue porque a tus siervos se les informó claramente que Jehová tu Dios había mandado a Moisés su siervo que les diera a ustedes toda la tierra y aniquilara a todos los habitantes de la tierra de delante de ustedes, y llegamos a tener mucho miedo por nuestras almas a causa de ustedes. Por eso hicimos esta cosa. 25 Y ahora, aquí estamos, en tu mano. Tal como sea bueno y recto a tus ojos hacer con nosotros, hazlo”. 26 Y él procedió a hacer así con ellos y a librarlos de la mano de los hijos de Israel, y no los mataron. 27 Por consiguiente, Josué los constituyó en aquel día recogedores de leña y sacadores de agua para la asamblea y para el altar de Jehová, hasta el día de hoy, en el lugar que él escogiera.
[Nº2] El hombre no tiene una parte espiritual que
sobreviva cuando él muere (rs pág. 138 párr. 6–pág.
139 párr. 3)
¿Hay en el hombre una parte espiritual que sobreviva a la muerte del cuerpo?
Eze. 18:4: “El alma que esté pecando... ella misma morirá.” (Las versiones VV (1977), Str, TA y NC vierten la palabra hebrea ne′phesh “alma” en este versículo, y así indican que es el alma lo que muere. Algunas traducciones que vierten ne′phesh “alma” en otros pasajes usan las expresiones “el hombre” o “aquel” en este versículo. De modo que ne′phesh, el alma, es la persona, no una parte inmaterial de esta que sobreviva cuando el cuerpo muere.) (Véase la sección titulada “Alma” para más detalles.)
Sal. 146:4: “Sale su espíritu, él vuelve a su suelo; en ese día de veras perecen sus pensamientos.” (La palabra hebrea que se traduce “espíritu” aquí es un derivado de ru′ach. Algunos traductores la vierten “aliento”. Cuando esta ru′ach —o fuerza vital activa— sale del cuerpo, los pensamientos de la persona perecen; no continúan en otra región o esfera.)
Ecl. 3:19-21: “Hay un suceso resultante con respecto a los hijos de la humanidad y un suceso resultante con respecto a la bestia, y ellos tienen el mismo suceso resultante. Como muere el uno, así muere la otra; y todos ellos tienen un solo espíritu, de modo que no hay superioridad del hombre sobre la bestia, porque todo es vanidad. Todos están yendo a un solo lugar. Todos procedentes del polvo han llegado a ser, y todos están volviendo al polvo. ¿Quién hay que conozca el espíritu de los hijos de la humanidad, si está ascendiendo hacia arriba; y el espíritu de la bestia, si está descendiendo hacia abajo a la tierra?” (Debido a que heredan el pecado y la muerte de Adán, todos los humanos mueren y regresan al polvo, al igual que los animales. Pero ¿tiene cada ser humano un espíritu que continúe viviendo como una personalidad inteligente después que cesa de funcionar en el cuerpo? No; el versículo 19 contesta que los humanos y las bestias “tienen un solo espíritu”. Con base sencillamente en la observación humana, nadie puede contestar con autoridad la pregunta que se hace en el versículo 21 respecto al
espíritu. Pero la Palabra de Dios contesta que no hay nada que los humanos tengan como resultado del nacimiento que, al morir, los haga superiores a las bestias. Sin embargo, debido a la provisión misericordiosa de Dios mediante Cristo, a los humanos que ejercen fe se les ha ofrecido la perspectiva de vivir para siempre, pero no a los animales. Para muchos de la humanidad esto se realizará mediante la resurrección, cuando la fuerza vital activa procedente de Dios les imparta vigor de nuevo.)
Luc. 23:46: “Jesús llamó con voz fuerte y dijo: ‘Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu [pneu′ma′ en griego].’ Cuando hubo dicho esto, expiró.” (Note que Jesús expiró. Cuando su espíritu salió, él no se puso en camino al cielo. No fue sino hasta el tercer día cuando Jesús fue resucitado de entre los muertos. Entonces, como indica Hechos 1:3, 9, pasaron otros 40 días antes que ascendiera al cielo. Por lo tanto, ¿qué quiso decir Jesús al momento de su muerte? Estaba diciendo que sabía que, cuando muriera, sus perspectivas futuras de vida quedaban enteramente en las manos de Dios. Para otros comentarios respecto al ‘espíritu que regresa a Dios’, véase la página 35, en la sección titulada “Alma”.)
[Nº3] Cariño. Mantengamos una relación afectuosa con
Jehová y con quienes lo aman (it-1 pág. 429)
CARIÑO
Intenso apego afectuoso, como el que existe entre amigos verdaderos.
La palabra hebrea ja·scháq, traducida ‘mostrar afecto’ en Deuteronomio 7:7, tiene el significado básico de “apegarse a”. (Gé 34:8.) El verbo griego fi·lé·ō se traduce ‘tener cariño’, ‘gustar’, ‘tener afecto’ y ‘besar’. (Mt 10:37; 23:6; Jn 12:25; Mr 14:44.) ‘Tener cariño’ expresa un vínculo muy estrecho, como el que existe en una familia unida. Jesús sintió este gran cariño por su amigo Lázaro, de modo que “cedió a las lágrimas” cuando este murió. (Jn 11:35, 36.) Se usa la misma expresión para denotar el fuerte apego afectuoso que Jehová tiene a su Hijo y a los seguidores de este, así como el afecto de estos por el Hijo de Dios. (Jn 5:20; 16:27; compárese con 1Co 16:22.)
Debe notarse que hay una diferencia entre los verbos griegos fi·lé·ō y a·ga·pá·ō, aunque muchos traductores no hagan una distinción entre ellos. (Véase AMOR.) Sobre esta desemejanza, F. Zorell (Lexicon Graecum Novi Testamenti, París, 1961, col. 1402) dice: “[A·ga·pá·ō] significa una clase de amor, por alguien o algo, que nace libremente y con nuestro consentimiento debido a razones claramente perceptibles; [fi·lé·ō] difiere en que indica una clase de amor tierno y afectuoso como el que surge de forma espontánea en nuestra alma por parientes y amigos, o por cosas que consideramos agradables”.
Es digno de mención el uso de estos dos verbos en Juan 21. Jesús usó el verbo a·ga·pá·ō cuando en dos
ocasiones le preguntó a Pedro si lo amaba. Las dos veces Pedro afirmó encarecidamente que le tenía cariño, para lo que usó la palabra más íntima fi·lé·ō. (Jn 21:15, 16.) Por fin, Jesús le preguntó: “¿Me tienes cariño?”, y Pedro de nuevo le aseguró que así era. (Jn 21:17.) De este modo demostró el apego afectuoso y personal que le tenía a Jesús.
Todos los que pertenecen a la congregación cristiana deberían tener amor fraternal (gr. fi·la·del·fí·a, literalmente, “cariño al hermano”). (Ro 12:10; Heb 13:1; véase también 1Pe 3:8.) Así, las relaciones dentro de la congregación deberían ser íntimas, fuertes y afectuosas, como en una familia natural. Aunque ya manifiesten amor fraternal, se insta a los que forman parte de la congregación a que lo hagan en medida más plena. (1Te 4:9, 10.)
La palabra griega fi·ló·stor·gos, cuyo significado es “que tiene tierno cariño”, se emplea para referirse a una persona que disfruta de una relación íntima y afectuosa con otra. Una de las raíces de este término compuesto, stér·gō, se usa con frecuencia para denotar cariño natural, como el que existe en la familia. El apóstol Pablo animó a los cristianos a cultivar esta cualidad. (Ro 12:10.) También indicó que los últimos días se caracterizarían por personas ‘sin cariño natural’ (gr. á·stor·goi) que merecerían la muerte. (2Ti 3:3; Ro 1:31, 32.)
El sustantivo griego fi·lí·a (amistad) solo se emplea una vez en las Escrituras Griegas Cristianas, cuando Santiago advierte que “la amistad con el mundo es enemistad con Dios. [...] Cualquiera, por lo tanto, que quiere ser amigo [gr. fí·los] del mundo está constituyéndose enemigo de Dios”. (Snt 4:4.)
Amor al dinero. Se puede llegar a tener amor al dinero (gr. fi·lar·gy·rí·a, literalmente, “cariño a la plata”), con el consiguiente perjuicio personal. (1Ti 6:10, Int.) Los fariseos del siglo I E.C. eran amadores del dinero, y esta sería una característica de la gente en los últimos días. (Lu 16:14; 2Ti 3:2.) El modo de vivir del cristiano, por el contrario, debería estar “exento del amor al dinero” (gr. a·fi·lár·gy·ros, literalmente, “sin cariño a la plata”). (Heb 13:5.) Por otra parte, uno de los requisitos para servir de superintendente en la congregación cristiana era no ser “amador del dinero”. (1Ti 3:3.)
Tiernos cariños (tiernas compasiones). Las emociones fuertes suelen repercutir en el cuerpo. Por ello, la palabra griega para intestinos (splág·kjna) se usa con frecuencia para denotar “tiernos cariños” o “tiernas compasiones”. (Véase 2Co 6:12; 7:15; Flp 2:1; Col 3:12; Flm 7, 12, 20; 1Jn 3:17; véase PIEDAD.)
[R. Servicio] [Inicio]
Cántico 119
5 min. Necesidades de la congregación.
25 min. “La Escuela del Ministerio Teocrático del año
2015 nos ayudará a mejorar nuestra enseñanza.”
Análisis con el auditorio a cargo del
superintendente de la Escuela del Ministerio
Teocrático. Puede pedir que se lean algunos párrafos
antes de analizarlos. Destaque los cambios que habrá
en la asignación número 1, en los tiempos asignados a
los puntos sobresalientes de la Biblia y en el consejo
que dará el superintendente de la escuela. Pida a
alguien que lea el párrafo 7 y, tras analizarlo con el
auditorio, presente una demostración modelo en la
que un anciano estudia con su esposa e hijo la
información de la página 14 del folleto Introducción a
la Palabra de Dios. Anime a todos a sacar el máximo
provecho de la excelente educación teocrática que
nos brinda la escuela y a utilizar plenamente el libro
Benefíciese de la Escuela del Ministerio Teocrático.
La Escuela del Ministerio Teocrático del año
2015 nos ayudará a mejorar nuestra
enseñanza
1 David escribió: “Que los dichos de mi boca y la
meditación de mi corazón lleguen a ser placenteros
delante de ti, oh Jehová, mi Roca y mi Redentor” (Sal.
19:14). Nosotros también queremos que nuestras
palabras agraden a Jehová y valoramos el privilegio
de hablar de la verdad en la congregación y el
ministerio. Para prepararnos para la predicación,
Jehová usa, entre otras cosas, la Escuela del
Ministerio Teocrático. Este curso se imparte
semanalmente en más de 111.000 congregaciones de
todo el mundo y ha ayudado a personas de toda
condición a convertirse en ministros capacitados
para enseñar las buenas nuevas con persuasión, tacto
y valor (Hech. 19:8; Col. 4:6).
2 En el programa de la escuela para el 2015 se
analizará información tomada del folleto
Introducción a la Palabra de Dios y de la obra
Perspicacia. Otra novedad es que se ha reducido el
tiempo disponible para presentar los puntos
sobresalientes de la lectura de la Biblia y para la
asignación número 1. Repasemos a continuación
estos cambios y las instrucciones sobre cómo se
deben presentar las distintas asignaciones de la
escuela.
3 Puntos sobresalientes de la Biblia. Los hermanos
a cargo de esta asignación dispondrán de dos
minutospara destacar un punto interesante y práctico
de la lectura de la Biblia asignada para esa semana. A
fin de explicar un punto útil para la congregación en
el tiempo asignado será necesario prepararse bien.
Después, como es habitual, los presentes dispondrán
de seis minutos para ofrecer comentarios de un
máximo de treinta segundos sobre aspectos de la
lectura bíblica que les hayan parecido interesantes.
Ofrecer comentarios significativos en treinta
segundos o menos requiere buena preparación y ser
disciplinados. Sin embargo, este es un buen ejercicio
y, además, permite que más hermanos dispongan de
tiempo para comentar y compartir el fruto de su
investigación.
4 Asignación número 1. Se ha reducido a tres
minutos o menos el tiempo asignado para la lectura
de la Biblia, que ahora será más breve. Los que
reciban esta asignación deben ensayar la lectura
varias veces en voz alta y prestar atención a la
pronunciación y la fluidez, a fin de que las ideas se
entiendan debidamente. Todos los testigos de Jehová
debemos esforzarnos por leer bien, pues la lectura es
una parte importante de nuestra adoración. De
seguro nos da alegría ver que tantos niños en
nuestras congregaciones saben leer bien. Y los padres
que se preocupan por ayudar con cariño a sus hijos a
convertirse en buenos lectores merecen que los
felicitemos.
5 Asignación número 2. Una hermana presentará
una demostración que durará cinco minutos. La
hermana debe desarrollar el tema asignado. Cuando
la asignación se base en el folleto Introducción a la
Palabra de Dios, debe presentar la información de
manera realista y práctica, adaptándola a algún
aspecto del ministerio y al territorio de la
congregación. Cuando se base en una entrada de
Perspicacia sobre un personaje bíblico, la estudiante
leerá la información, elegirá las citas bíblicas que
considere apropiadas y destacará las lecciones que
aprendemos de ese personaje. Además, puede incluir
versículos adicionales que estén relacionados con el
tema. El superintendente de la escuela le asignará
una ayudante.
6 Asignación número 3. Esta asignación tendrá una
duración de cinco minutos y podrá presentarla una
hermana o un hermano. En el caso de las hermanas,
seguirán las instrucciones correspondientes a la
asignación número 2. En el caso de los hermanos, si la
información se basa en una entrada de la
obraPerspicacia sobre un personaje bíblico,
pronunciarán un discurso dirigido al auditorio. El
estudiante desarrollará el tema, empleará las citas
bíblicas que considere apropiadas y mostrará lo que
podemos aprender del ejemplo del personaje.
7 Una nueva manera de presentar la asignación
número 3. Cuando la información asignada esté
marcada con un asterisco, un hermano presentará
una demostración en el marco de un estudio de
familia o del ministerio del campo. Por lo general, el
superintendente de la escuela escogerá un ayudante
y un marco de circunstancias. El ayudante deberá ser
un miembro de la familia del estudiante u otro varón
de la congregación. En la presentación se podrán
incluir otros versículos que destaquen los principios
bíblicos relacionados con el tema. En ocasiones, se
encargará esta asignación a un anciano, quien podrá
elegir a su ayudante y el marco. Sin duda será muy
animador para la congregación observar cómo
demuestran los ancianos el arte de enseñar con un
miembro de su familia u otro hermano.
Aceptar los consejos que nos den y ponerlos en
práctica nos ayudará a progresar
8 Consejo. El superintendente de la escuela dedicará
dos minutos después de cada asignación para animar
al estudiante y ofrecerle algún consejo útil tomado
del libro Benefíciese. Cuando el superintendente de la
escuela introduzca una intervención, no mencionará
en qué aspecto de la oratoria se centrará el
estudiante. Sin embargo, tras cada asignación dirigirá
algunas palabras sinceras de elogio al estudiante y
mencionará el aspecto que tenía asignado. Además,
explicará con detalle cómo manifestó esa cualidad de
la oratoria o indicará con tacto por qué debería darle
más atención a ese punto.
9 Los estudiantes pueden hallar la lista de
aspectos de la oratoria en las páginas 79 a 81 de
su ejemplar del libro Benefíciese. Al finalizar la
reunión, una vez que un estudiante haya presentado
su asignación, el superintendente de la escuela
anotará lo que corresponda en el libro del estudiante
y le preguntará en privado si hizo los ejercicios del
aspecto de la oratoria en cuestión. También puede
aprovechar ese momento, u otro momento
apropiado, para darle encomio y ofrecerle otros
consejos constructivos. Es importante que todos los
estudiantes vean las observaciones que les haga el
superintendente de la escuela como algo que los
ayudará a progresar espiritualmente (1 Tim. 4:15).
10 Si un estudiante se pasa del tiempo asignado, el
superintendente de la escuela o un ayudante le hará
una señal, tal vez haciendo sonar un timbre o dando
golpecitos con el lápiz sobre una superficie, para
indicarle con discreción que se le ha agotado el
tiempo. En esos casos, el estudiante debe terminar la
frase que esté pronunciando y bajar de la plataforma
(ver el libro Benefíciese, página 282, párrafo 4).
11 Se anima a todos los que cumplan con los
requisitos establecidos a que se matriculen en la
Escuela del Ministerio Teocrático (ver el libro
Benefíciese, página 282, párrafo 6). La enseñanza que
suministra esta escuela ha preparado al pueblo de
Dios para proclamar y enseñar las buenas noticias del
Reino con convicción, dignidad y amor. Sin duda a
Jehová le complace que usemos la instrucción
teocrática que recibimos para alabarlo (Sal. 148:12,
13; Is. 50:4).
Cántico 117 y oración
Cántico 70 [Atalaya] [Inicio]
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22 ][ 23 ][ 24 ][ 25 ]
La resurrección de Jesús: ¿por qué es tan
importante?
“Ha sido levantado.” (MAT. 28:6)
Cántico 57
¿QUÉ CONTESTARÍA? •¿Por qué fue la resurrección de Jesús diferente de las anteriores? •¿Qué pruebas tenemos de que Jesús resucitó y está vivo? •¿Por qué es importante para nosotros la resurrección de Jesús?
1, 2. a) ¿Qué querían saber algunos líderes
religiosos? b) ¿Qué les contestó Pedro? (Vea la
ilustración del principio.) c) ¿Cómo es que Pedro
pudo responder con tanta valentía?
[ 1 ] [Textos] POCOS días después de morir Jesús, el
apóstol Pedro tuvo que enfrentarse a un grupo de
poderosos líderes religiosos que le exigían una
explicación. Eran los mismos líderes judíos que
habían tramado la muerte de Jesús. Pedro acababa de
curar a un hombre que había nacido paralítico, y ellos
quisieron saber quién le había dado el poder para
hacerlo. Con valor, les contestó: “Jesucristo el
Nazareno, a quien ustedes fijaron en un madero, pero
a quien Dios levantó de entre los muertos, por este se
halla este hombre de pie aquí sano delante de
ustedes” (Hech. 4:5-10).
[ 2 ] [Textos] Pedro, poco antes, había negado tres
veces conocer a Jesús porque sentía miedo (Mar.
14:66-72). ¿Cómo es que ahora pudo responder con
tanta valentía? Por un lado, gracias al espíritu santo,
pero también porque estaba convencido de que Jesús
había resucitado y estaba vivo. Pero ¿por qué estaba
tan seguro? ¿Y por qué podemos estarlo nosotros?
3, 4. a) ¿Qué resurrecciones hubo antes de los
apóstoles? b) ¿Qué resurrecciones hizo Jesús?
[ 3 ] [Textos] Mucho antes de que nacieran los
apóstoles de Jesús, ya había habido resurrecciones.
Así que la idea de que los muertos pudieran volver a
vivir no era nueva para ellos. Por ejemplo, sabían que
los profetas Elías y Eliseo habían resucitado a
muertos gracias al poder de Dios (1 Rey. 17:17-24; 2
Rey. 4:32-37). Un hombre incluso volvió a vivir
cuando, después de que lo arrojaran a la tumba de
Eliseo, su cuerpo tocó los huesos de este (2 Rey.
13:20, 21). Los primeros cristianos creían que estos
relatos eran ciertos, tal como nosotros creemos que
lo que dice la Palabra de Dios es cierto.
[ 4 ] [Textos] ¿Verdad que a todos nos conmueven
las resurrecciones que hizo Jesús? Recordemos, por
ejemplo, la ocasión en que devolvió la vida al único
hijo de una viuda. ¿Imaginamos la cara de asombro
de ella? (Luc. 7:11-15.) Jesús también resucitó a una
niña de 12 años. ¡Qué alegría sintieron sus
desconsolados padres al ver que estaba viva de
nuevo! (Luc. 8:49-56.) Y pensemos en los que vieron
a Lázaro salir de la tumba en perfecto estado. ¡Qué
emocionante! (Juan 11:38-44.)
LA RESURRECCIÓN DE JESÚS FUE DIFERENTE
5. ¿En qué se diferenció la resurrección de Jesús
de las anteriores?
[ 5 ] [Textos] Los apóstoles sabían que la
resurrección de Jesús era diferente de las anteriores.
Hasta entonces, quienes habían resucitado lo habían
hecho con un cuerpo de carne y hueso y, finalmente,
murieron de nuevo. Pero a Jesús se le dio un cuerpo
espiritual incorruptible, que no puede deteriorarse ni
morir (lea Hechos 13:34). Pedro escribió que Jesús
había muerto “en la carne” y resucitado “en el
espíritu”. Lo que es más, añadió que estaba “a la
diestra de Dios” en el cielo y que “ángeles y
autoridades y poderes fueron sujetados a él” (1 Ped.
3:18-22). Las resurrecciones anteriores fueron
extraordinarias, pero la de Jesús fue sin duda el
mayor milagro de la historia.
6. ¿Qué efecto tuvo la resurrección de Jesús en sus
discípulos?
[ 6 ] [Textos] La resurrección de Jesús tuvo un
profundo efecto en sus discípulos. A diferencia de lo
que creían sus enemigos, Jesús ya no estaba muerto.
Ahora era un poderoso espíritu al que ningún
hombre podía hacer daño. Además, su resurrección
había demostrado que era el Hijo de Dios. Como
resultado, sus discípulos dejaron de sentir tristeza y
miedo, y se llenaron de alegría y valor. Podían
proclamar las buenas nuevas con convicción. ¡Jesús
estaba vivo y el propósito de Jehová se cumpliría sin
falta!
7. a) ¿Qué está haciendo Jesús actualmente? b)
¿Qué preguntas vamos a contestar?
[ 7 ] [Textos] Los siervos de Jehová sabemos que
Jesús no fue solo un buen hombre que hizo cosas
sorprendentes. Actualmente está dirigiendo la
predicación mundial de las buenas nuevas. Y, como
Rey del Reino de Dios, pronto limpiará la Tierra de
toda maldad y la transformará en un paraíso donde la
gente vivirá para siempre (Luc. 23:43). Si Jesús no
hubiera resucitado, nada de esto sería posible. Ahora
bien, ¿qué razones tenemos para creer que resucitó y
está vivo? ¿Y por qué es importante para nosotros su
resurrección?
JEHOVÁ TIENE PODER SOBRE LA MUERTE
8, 9. a) ¿Por qué querían los líderes religiosos
judíos que se vigilara la tumba de Jesús? b) ¿Qué
pasó cuando las mujeres llegaron?
[ 8 ] [Textos] Tras la muerte de Jesús, los sacerdotes
principales y los fariseos se presentaron ante Pilato y
le dijeron: “Señor, hemos recordado que ese impostor
dijo mientras todavía estaba vivo: ‘Después de tres
días he de ser levantado’. Por lo tanto, manda que se
asegure el sepulcro hasta el día tercero, para que
nunca vengan sus discípulos, y lo hurten, y digan al
pueblo: ‘¡Fue levantado de entre los muertos!’, y esta
última [mentira] será peor que la primera”. Pilato
accedió y les dejó poner guardias para vigilar la
tumba (Mat. 27:62-66).
[ 9 ] [Textos] El cuerpo de Jesús estaba en una tumba
excavada en la roca y sellada con una gran piedra.
Allí, muerto y enterrado, es donde los líderes
religiosos querían que se quedara. Pero Jehová tenía
otra cosa en mente. Cuando, al tercer día, María
Magdalena y la otra María fueron a la tumba, se
encontraron con que la piedra había sido retirada y
un ángel estaba sentado sobre ella. El ángel les dijo
que miraran dentro de la tumba para comprobar que
estaba vacía. “No está aquí —les aclaró—, porque ha
sido levantado.” (Mat. 28:1-6.) ¡Jesús estaba vivo!
10. ¿Qué pruebas sobre la resurrección de Jesús
mencionó Pablo?
[ 10 ] [Textos] Lo que sucedió durante los siguientes
cuarenta días confirmó que Jesús, en efecto, había
resucitado. En su primera carta a los cristianos de
Corinto, el apóstol Pablo mencionó algunas pruebas
de ello. Escribió: “Les transmití, entre las primeras
cosas, lo que yo también recibí: que Cristo murió por
nuestros pecados según las Escrituras; y que fue
enterrado, sí, que ha sido levantado al tercer día
según las Escrituras; y que se apareció a Cefas,
entonces a los doce. Después de eso se apareció a más
de quinientos hermanos de una vez, de los cuales la
mayoría permanece hasta ahora, pero algunos se han
dormido en la muerte. Después de eso se apareció a
Santiago, luego a todos los apóstoles; pero último de
todos también se me apareció a mí como si fuera a
uno nacido prematuramente” (1 Cor. 15:3-8).
CUATRO RAZONES POR LAS QUE SABEMOS QUE
JESÚS RESUCITÓ
11. ¿En qué sentido ocurrió “según las Escrituras”
la resurrección de Jesús?
[ 11 ] [Textos] La resurrección de Jesús ocurrió
“según las Escrituras”. La Palabra de Dios había
predicho que Jesús resucitaría. Por ejemplo, David
habló de alguien, a quien llamó “leal”, que no sería
dejado “en el Seol”, en la tumba (lea Salmo 16:10). ¿A
quién se refería? En el Pentecostés del año 33 de
nuestra era, el apóstol Pedro dejó claro que se refería
a Jesús, pues dijo: “David [...] vio de antemano y habló
respecto a la resurrección del Cristo, que ni fue
abandonado en el Hades ni su carne vio corrupción”
(Hech. 2:23-27, 31).
12. ¿Quiénes vieron a Jesús resucitado?
[ 12 ] [Textos] Muchas personas vieron a Jesús
resucitado. Durante los cuarenta días que siguieron
a su resurrección, Jesús se apareció a sus discípulos
en el jardín donde estaba su tumba, en el camino a
Emaús y en otros lugares (Luc. 24:13-15). En ciertas
ocasiones habló con una sola persona —por ejemplo,
con Pedro— y en otras se dirigió a varias. De hecho,
¡una vez se apareció a más de quinientas! Desde
luego, nadie puede dudar de lo que vieron tantos
testigos.
13. ¿Cómo demostraron los discípulos que
estaban convencidos de que Jesús había
resucitado?
[ 13 ] [Textos] Los discípulos de Jesús predicaron
con convicción que él había resucitado. Muchos
fueron perseguidos, sufrieron o incluso murieron por
proclamar que Jesús estaba vivo. Recordemos que
Pedro defendió su resurrección ante los líderes
religiosos que odiaban a Cristo y que habían tramado
su ejecución. ¿Habría arriesgado su vida por una
mentira? Tanto Pedro como los demás discípulos
estaban seguros de que Jesús vivía y dirigía la
predicación. Es más, su resurrección les garantizó
que ellos también serían resucitados. Así sucedió con
Esteban, quien murió convencido de que volvería a
vivir (Hech. 7:55-60).
14. ¿Qué lo convence a usted de que Jesús está
vivo?
[ 14 ] [Textos] Tenemos pruebas de que Jesús está
gobernando como Rey y es Cabeza de la
congregación cristiana. El cristianismo verdadero
está floreciendo. ¿Sería así si Jesús no estuviera vivo?
Si no hubiera resucitado, quizá nunca habríamos oído
hablar de él. Pero tenemos pruebas convincentes de
que está vivo y encabeza la predicación de las buenas
nuevas en toda la Tierra.
POR QUÉ ES IMPORTANTE PARA NOSOTROS LA
RESURRECCIÓN DE JESÚS
15. ¿Por qué nos da valor para predicar saber que
Jesús resucitó?
[ 15 ] [Textos] Saber que Jesús resucitó nos da
valor para predicar. Los enemigos de Dios llevan
dos mil años haciendo todo lo posible por detener la
predicación de las buenas nuevas. Han usado contra
nosotros un sinfín de armas: apostasía, burlas,
ataques violentos, prohibiciones, torturas y
ejecuciones. Pero la Biblia predijo: “Sea cual sea el
arma que se forme contra ti, no tendrá éxito” (Is.
54:17). Así que los agentes humanos de Satanás no
nos asustan. Jesús está de nuestro lado y nos apoya,
tal como prometió (Mat. 28:20). ¡No hay razón para
tener miedo! Por mucho que lo intenten, nunca
lograrán silenciarnos.
ILUSTRACIÓN 2 (click para ver)
Saber que Jesús resucitó nos da valor para
predicar (Vea el párrafo 15)
16, 17. a) ¿Cómo demuestra la resurrección de
Jesús que todo lo que enseñó es verdad? b) Según
Juan 11:25, ¿qué poder le ha dado Jehová a Jesús?
[ 16 ] [Textos] La resurrección de Jesús
demuestra que todo lo que enseñó es verdad. El
apóstol Pablo dijo que, si no fuera cierto que Cristo
resucitó, la fe del cristiano y la predicación no
tendrían ningún sentido. Un comentarista bíblico
escribió: “Si Jesús no fue resucitado, [...] los cristianos
no son más que unos pobres ingenuos que se han
creído una enorme mentira”. De hecho, lo que
cuentan los Evangelios sería tan solo la triste historia
de un hombre bueno y sabio que acabó siendo
asesinado por sus enemigos. Pero Jesús sí resucitó. Y
eso confirma que todo lo que enseñó, incluido lo que
dijo sobre el futuro, es absolutamente cierto (lea 1
Corintios 15:14, 15, 20).
[ 17 ] [Textos] Jesús dijo: “Yo soy la resurrección y la
vida. El que ejerce fe en mí, aunque muera, llegará a
vivir” (Juan 11:25). Esta emocionante declaración sin
duda se hará realidad. Jehová le dio poder a Jesús
para devolver la vida a los que reinarán con él en el
cielo y a millones de personas que vivirán para
siempre en la Tierra. El sacrificio de Jesús y su
resurrección garantizan que la muerte desaparecerá.
¿Verdad que esto nos anima a aguantar las pruebas y
hasta a enfrentarnos con valor a la muerte?
18. ¿Qué garantía nos da saber que Jesús
resucitó?
[ 18 ] [Textos] La resurrección de Jesús nos
garantiza que seremos juzgados de acuerdo con
las amorosas normas de Jehová. Notemos lo que
Pablo le dijo a un grupo de personas en Atenas:
“[Dios] se propone juzgar la tierra habitada con
justicia por un varón a quien ha nombrado, y ha
proporcionado a todos los hombres una garantía con
haberlo resucitado de entre los muertos” (Hech.
17:31). En efecto, Jesús es el Juez nombrado por
Jehová, y podemos estar seguros de que nos juzgará
de manera justa y amorosa (lea Isaías 11:2-4).
19. ¿Qué efecto tiene en nosotros creer en la
resurrección de Jesús?
[ 19 ] [Textos] Creer que Jesús resucitó nos
motiva a hacer la voluntad de Dios. Si no fuera por
su sacrificio y resurrección, no tendríamos ninguna
posibilidad de liberarnos del pecado y la muerte
(Rom. 5:12; 6:23). Seguramente diríamos lo mismo
que la mayoría: “Comamos y bebamos, porque
mañana hemos de morir” (1 Cor. 15:32). Sin
embargo, nosotros no vivimos centrados en los
placeres de la vida. Como sabemos que habrá una
resurrección, estamos resueltos a obedecer a Jehová
en todo.
20. ¿Cómo demuestra la resurrección de Jesús la
grandeza de Jehová?
[ 20 ] [Textos] La resurrección de Jesús
demuestra la grandeza de Jehová, quien
recompensa a los que lo buscan con empeño (Heb.
11:6). ¿Hemos pensado alguna vez en el poder y la
sabiduría que Jehová demostró al resucitar a su Hijo
como un espíritu inmortal? La resurrección de Jesús
dejó claro que Dios tiene la capacidad de cumplir
todo lo que promete. Jehová había predicho que una
“descendencia” tendría un papel clave en defender su
soberanía. Para que se cumpliera esta profecía, Jesús,
la Descendencia prometida, tenía que morir y ser
resucitado (Gén. 3:15).
21. ¿Por qué es especial para usted la esperanza
de la resurrección?
[ 21 ] [Textos] ¡Cuánto le agradecemos a Jehová la
esperanza de la resurrección! El apóstol Juan escuchó
esta fascinante promesa: “‘¡Mira! La tienda de Dios
está con la humanidad, y él residirá con ellos, y ellos
serán sus pueblos. Y Dios mismo estará con ellos. Y
limpiará toda lágrima de sus ojos, y la muerte no será
más, ni existirá ya más lamento ni clamor ni dolor.
Las cosas anteriores han pasado’. Y Aquel que estaba
sentado en el trono dijo: [...] ‘Escribe, porque estas
palabras son fieles y verdaderas’”. Pensemos: ¿quién
le dio a Juan esta revelación? ¡El propio Jesucristo ya
resucitado! (Rev. 1:1; 21:3-5.)
Textos del Libro
Párrafo 17
(Romanos 16:27) a Dios, solo sabio, sea la gloria mediante Jesucristo para siempre. Amén.
(Proverbios 2:6) Porque Jehová mismo da la sabiduría; procedentes de su boca hay conocimiento y discernimiento.
(Juan 12:48-50) El que me desatiende y no recibe mis dichos tiene quien lo juzgue. La palabra que he hablado es lo que lo juzgará en el último día; 49 porque no he hablado de mi propio impulso, sino que el Padre mismo, que me ha enviado, me ha dado mandamiento en cuanto a qué decir y qué hablar. 50 También, sé que su mandamiento significa vida eterna. Por lo tanto, las cosas que hablo, así como el Padre me [las] ha dicho, así [las] hablo”.
Párrafo 18
(Romanos 11:33) ¡Oh la profundidad de las riquezas y de la sabiduría y del conocimiento de Dios! ¡Cuán inescrutables [son] sus juicios e ininvestigables sus caminos!
(Salmo 92:5) ¡Cuán grandes son tus obras, oh Jehová! Muy profundos son tus pensamientos.
Párrafo 19
Párrafo 20
(Isaías 44:25-45:4) [Estoy] frustrando las señales de los de habla vacía, y [soy] Aquel que hace que los adivinos mismos actúen locamente; Aquel que vuelve a los sabios al revés, y Quien torna hasta el conocimiento de ellos en tontedad; 26 Quien hace que se realice la palabra de su siervo, y Quien lleva a cabo por completo el consejo de sus propios mensajeros; Aquel que dice de Jerusalén: ‘Será habitada’, y de las ciudades de Judá: ‘Serán reedificadas, y levantaré sus lugares desolados’; 27 Aquel que dice a la profundidad acuosa: ‘Evapórate; y secaré todos tus ríos’; 28 Aquel que dice de Ciro: ‘Es mi pastor, y todo aquello en que me deleito él lo llevará a cabo por completo’; aun en [mi] decir de Jerusalén: ‘Será reedificada’, y del templo: ‘Te será colocado tu fundamento’”.
45 Esto es lo que ha dicho Jehová a su ungido, a Ciro, a quien he asido de la diestra, para sojuzgar delante de él naciones, para que yo desciña hasta las caderas de reyes; para abrir delante de él las puertas de dos hojas, de modo que las puertas mismas no estén cerradas: 2 “Delante de ti yo mismo iré, y enderezaré las protuberancias del terreno. Las puertas de cobre haré pedazos, y cortaré las barras de hierro. 3 Y ciertamente te daré los tesoros que están en la oscuridad y los tesoros escondidos que están en los escondrijos, para que sepas que yo soy Jehová, Aquel que [te] llama por tu nombre, el Dios de Israel. 4 Por causa de mi siervo Jacob y de Israel mi escogido, hasta procedí a llamarte por tu nombre; procedí a darte un nombre de honra, aunque tú no me conocías.
(Daniel 8:2-8) Y empecé a ver en la visión; y aconteció, mientras estaba viendo, que estuve en Susa el castillo, que está en Elam el distrito jurisdiccional; y procedí a ver en la visión, y sucedió que yo mismo estaba junto a la corriente de agua del Ulai. 3 Cuando levanté los ojos, entonces vi, y, ¡mire!, un carnero parado delante de la corriente de agua, y tenía dos cuernos. Y los dos cuernos eran altos, pero el uno era más alto que el otro, y el más alto fue el que subió después. 4 Vi al carnero dando cornadas al oeste y al norte y al sur, y ninguna bestia salvaje se mantuvo de pie delante de él, y no había nadie que librara de su mano. E hizo según su voluntad, y se dio grandes ínfulas. 5 Y yo, por mi parte, seguí considerando, y, ¡mire!, había un macho de las cabras que venía del poniente sobre la superficie de toda la tierra, y no tocaba la tierra. Y en lo que respecta
al macho cabrío, había un cuerno conspicuo entre sus ojos. 6 Y siguió viniendo hasta el carnero que poseía los dos cuernos, el cual yo había visto parado delante de la corriente de agua; y vino corriendo hacia él en su poderosa furia. 7 Y lo vi entrar en contacto estrecho con el carnero, y empezó a mostrar amargura hacia él, y procedió a derribar al carnero y a quebrar sus dos cuernos, y resultó que no hubo poder en el carnero para mantenerse firme delante de él. De modo que lo arrojó a la tierra y lo holló, y resultó que el carnero no tuvo quien lo librara de su mano. 8 Y el macho de las cabras, por su parte, se dio grandes ínfulas hasta el extremo; pero en cuanto se hizo poderoso, el gran cuerno fue quebrado, y procedieron a subir conspicuamente cuatro en lugar de él, hacia los cuatro vientos de los cielos.
(Daniel 8:20-22) ”El carnero que tú viste que poseía los dos cuernos [representa a] los reyes de Media y Persia. 21 Y el macho cabrío peludo [representa] al rey de Grecia; y en cuanto al gran cuerno que estaba entre sus ojos, [representa] al primer rey. 22 Y puesto que ese fue quebrado, de modo que hubo cuatro que finalmente se levantaron en lugar de él, hay cuatro reinos de [su] nación que se pondrán de pie, pero no con su poder.
Párrafo 21
(Deuteronomio 30:19, 20) De veras tomo los cielos y la
tierra como testigos contra ustedes hoy, de que he
puesto delante de ti la vida y la muerte, la bendición y la
invocación de mal; y tienes que escoger la vida a fin de
que te mantengas vivo, tú y tu prole, 20 amando a
Jehová tu Dios, escuchando su voz y adhiriéndote a él;
porque él es tu vida y la longitud de tus días, para que
mores sobre el suelo que Jehová juró a tus antepasados
Abrahán, Isaac y Jacob que les daría”.
Párrafo 22
(Job 9:4) Él es sabio de corazón y fuerte en poder. ¿Quién puede mostrarle terquedad y salir ileso?
(1 Juan 4:8) El que no ama no ha llegado a conocer a Dios, porque Dios es amor.
Párrafo 23
(Proverbios 3:5, 6) Confía en Jehová con todo tu
corazón, y no te apoyes en tu propio entendimiento. 6 En
todos tus caminos tómalo en cuenta, y él mismo hará
derechas tus sendas.
Textos Atalaya
Párrafo 1
(Colosenses 2:8) 8 Cuidado: quizás haya alguien que se
los lleve como presa suya mediante la filosofía y el vano
engaño según la tradición de los hombres, según las
cosas elementales del mundo y no según Cristo;
Párrafo 2
(Colosenses 2:20-23) 20 Si ustedes
murieron junto con Cristo para con las cosas
elementales del mundo, ¿por qué, como si
vivieran en el mundo, se sujetan aún a los
decretos: 21 “No toques, ni gustes, ni
palpes”, 22 respecto a cosas que están
destinadas, todas, a la destrucción por el
uso, de acuerdo con los mandatos y
enseñanzas de los hombres? 23 Esas
mismísimas cosas, en verdad, tienen una
apariencia de sabiduría en una forma
autoimpuesta de adoración y humildad
[ficticia], un tratamiento severo del cuerpo;
pero no son de valor alguno en combatir la
satisfacción de la carne.
(Colosenses 3:2) 2 Mantengan la mente
fija en las cosas de arriba, no en las cosas
sobre la tierra.
(Colosenses 1:4-5) 4 puesto que oímos de
su fe relacionada con Cristo Jesús y del amor
que les tienen a todos los santos 5 a causa
de la esperanza que está reservada para
ustedes en los cielos. De esta [esperanza]
oyeron antes por la declaración de la verdad
de esas buenas nuevas
Párrafo 3
(Romanos 8:14-17) 14 Porque todos los
que son conducidos por el espíritu de Dios,
estos son los hijos de Dios. 15 Porque
ustedes no recibieron un espíritu de
esclavitud que ocasione temor de nuevo,
sino que recibieron un espíritu de adopción
como hijos, espíritu por el cual clamamos:
“¡Abba, Padre!”. 16 El espíritu mismo da
testimonio con nuestro espíritu de que
somos hijos de Dios. 17 Pues, si somos
hijos, también somos herederos: herederos
por cierto de Dios, pero coherederos con
Cristo, con tal que suframos juntamente
para que también seamos glorificados
juntamente.
(Juan 10:16) 16 ”Y tengo otras ovejas,
que no son de este redil; a esas también
tengo que traer, y escucharán mi voz, y
llegarán a ser un solo rebaño, un solo pastor.
Párrafo 4
(Lucas 10:25-27) 25 Entonces, ¡mira!,
cierto hombre versado en la Ley se levantó,
para probarlo, y dijo: “Maestro, ¿qué he de
hacer para heredar la vida eterna?”. 26 Él le
dijo: “¿Qué está escrito en la Ley? ¿Cómo
lees?”. 27 Contestando, este dijo: “‘Tienes
que amar a Jehová tu Dios con todo tu
corazón y con toda tu alma y con todas tus
fuerzas y con toda tu mente’, y, ‘a tu
prójimo como a ti mismo’”.
(1 Pedro 2:21) 21 De hecho, ustedes
fueron llamados a este [curso], porque hasta
Cristo sufrió por ustedes, dejándoles
dechado para que sigan sus pasos con sumo
cuidado y atención.
(2 Corintios 10:5) 5 Porque estamos
derrumbando razonamientos y toda cosa
encumbrada que se levanta contra el
conocimiento de Dios; y ponemos bajo
cautiverio todo pensamiento para hacerlo
obediente al Cristo;
Párrafo 5
(Mateo 6:21) 21 Porque donde está tu
tesoro, allí también estará tu corazón.
(Mateo 6:22) 22 ”La lámpara del cuerpo es
el ojo. Por eso, si tu ojo es sencillo, todo tu
cuerpo estará brillante;
(Mateo 6:19-20) 19 ”Dejen de acumular
para sí tesoros sobre la tierra, donde la
polilla y el moho consumen, y donde
ladrones entran por fuerza y hurtan. 20 Más
bien, acumulen para sí tesoros en el cielo,
donde ni polilla ni moho consumen, y donde
ladrones no entran por fuerza y hurtan.
(Mateo 6:24) 24 ”Nadie puede servir como
esclavo a dos amos; porque u odiará al uno
y amará al otro, o se apegará al uno y
despreciará al otro. No pueden ustedes
servir como esclavos a Dios y a las Riquezas.
Párrafo 6
(Romanos 7:21-25) 21 Hallo, pues, esta
ley en el caso mío: que cuando deseo hacer
lo que es correcto, lo que es malo está
presente conmigo. 22 Verdaderamente me
deleito en la ley de Dios conforme al hombre
que soy por dentro, 23 pero contemplo en
mis miembros otra ley que guerrea contra la
ley de mi mente y que me conduce cautivo a
la ley del pecado que está en mis miembros.
24 ¡Hombre desdichado que soy! ¿Quién me
librará del cuerpo que está padeciendo esta
muerte? 25 ¡Gracias a Dios mediante
Jesucristo nuestro Señor! Así pues, con [mi]
mente yo mismo soy esclavo a la ley de
Dios, pero con [mi] carne a la ley del
pecado.
(Romanos 13:12-13) 12 La noche está
muy avanzada; el día se ha acercado. Por lo
tanto, quitémonos las obras que pertenecen
a la oscuridad y vistámonos las armas de la
luz. 13 Como de día, andemos
decentemente, no en diversiones
estrepitosas y borracheras, no en coito ilícito
y conducta relajada, no en contienda y celos.
(1 Corintios 9:27) 27 antes bien, aporreo
mi cuerpo y lo conduzco como a esclavo,
para que, después de haber predicado a
otros, yo mismo no llegue a ser desaprobado
de algún modo.
(Hebreos 11:6) 6 Además, sin fe es
imposible ser[le] de buen agrado, porque el
que se acerca a Dios tiene que creer que él
existe y que llega a ser remunerador de los
que le buscan solícitamente.
Párrafo 7
(Génesis 12:2) 2 y haré de ti una nación
grande y te bendeciré y de veras haré
grande tu nombre; y resulta ser tú una
bendición.
(Génesis 12:5) 5 Así que Abrán tomó a
Sarai su esposa y a Lot el hijo de su
hermano y todos los bienes que ellos habían
acumulado y las almas que habían adquirido
en Harán, y procedieron a salir para ir a la
tierra de Canaán. Por fin llegaron a la tierra
de Canaán.
(Génesis 12:10) 10 Ahora bien, surgió un
hambre en el país, y Abrán procedió a bajar
hacia Egipto para residir allí como forastero,
porque era grave el hambre en el país.
(Génesis 13:18) 18 De modo que Abrán
continuó viviendo en tiendas. Más tarde vino
y moró entre los árboles grandes de Mamré,
que están en Hebrón; y allí se puso a edificar
un altar a Jehová.
(Génesis 14:10-16) 10 Ahora bien, la
llanura baja de Sidim era pozo tras pozo de
betún; y los reyes de Sodoma y Gomorra se
dieron a la fuga y fueron cayendo en estos, y
los que quedaron huyeron a la región
montañosa. 11 Entonces los vencedores
tomaron todos los bienes de Sodoma y
Gomorra y todo su alimento y se fueron por
su camino. 12 También tomaron a Lot, hijo
del hermano de Abrán, y sus bienes, y
siguieron su camino. En aquel entonces él
moraba en Sodoma. 13 Después de eso, un
hombre que había escapado vino y se
lo informó a Abrán el hebreo. Él residía
entonces entre los árboles grandes de
Mamré el amorreo, el hermano de Escol y
hermano de Aner; y ellos eran confederados
de Abrán. 14 Así llegó a oír Abrán que su
hermano había sido llevado cautivo. En
seguida juntó en formación militar a sus
hombres adiestrados, trescientos dieciocho
esclavos nacidos en su casa, y fue en
persecución de ellos hasta Dan. 15 Y de
noche se puso a dividir sus fuerzas, él y sus
esclavos, contra ellos, y así los derrotó y
siguió persiguiéndolos hasta Hobá, que está
al norte de Damasco. 16 Y procedió a
recobrar todos los bienes, y recobró también
a Lot su hermano, y sus bienes, y también a
las mujeres y a la gente.
(Hebreos 11:8-12) 8 Por fe Abrahán,
cuando fue llamado, obedeció, y salió a un
lugar que estaba destinado a recibir como
herencia; y salió, aunque no sabía adónde
iba. 9 Por fe residió como forastero en la
tierra de la promesa como en tierra
extranjera, y moró en tiendas con Isaac y
Jacob, herederos con él de la mismísima
promesa. 10 Porque esperaba la ciudad que
tiene fundamentos verdaderos, cuyo
edificador y hacedor es Dios. 11 Por fe
también Sara misma recibió poder para
concebir descendencia, aun cuando había
pasado más allá del límite de la edad, puesto
que estimó fiel al que había prometido.
12 Por lo tanto, también, de un solo
[hombre], y este como si estuviera muerto,
nacieron [hijos] como las estrellas del cielo
en multitud y como las arenas que están a la
orilla del mar, innumerables.
(Hebreos 11:15) 15 Y sin embargo, si
verdaderamente hubieran seguido
acordándose de aquel [lugar] de donde
habían salido, habrían tenido la oportunidad
de volver.
Párrafo 8
(Génesis 15:6) 6 Y él puso fe en Jehová; y
él procedió a contárselo por justicia.
(Génesis 15:5) 5 Entonces lo sacó afuera y
dijo: “Mira hacia arriba, por favor, a los
cielos, y cuenta las estrellas, si es que se te
hace posible contarlas”. Y pasó a decirle:
“Así llegará a ser tu descendencia”.
(Génesis 21:1-2) 21 Y Jehová dirigió su
atención a Sara tal como había dicho, y
ahora Jehová hizo para con Sara tal como
había hablado. 2 Y Sara quedó encinta y
entonces le dio a luz un hijo a Abrahán, en la
vejez de él, al tiempo señalado del cual le
había hablado Dios.
Párrafo 9
(2 Pedro 3:13) 13 Pero hay nuevos cielos
y una nueva tierra que esperamos según
su promesa, y en estos la justicia habrá de
morar.
(Hebreos 11:10) 10 Porque esperaba la
ciudad que tiene fundamentos verdaderos,
cuyo edificador y hacedor es Dios.
(Romanos 4:3) 3 Porque, ¿qué dice la
escritura? “Abrahán ejerció fe en Jehová, y le
fue contado por justicia.”
Párrafo 10
(Hechos 7:22) 22 Por consiguiente, Moisés
fue instruido en toda la sabiduría de los
egipcios. De hecho, era poderoso en sus
palabras y hechos.
Párrafo 11
(Hebreos 11:24-27) 24 Por fe Moisés, ya
crecido, rehusó ser llamado hijo de la hija de
Faraón, 25 escogiendo ser maltratado con el
pueblo de Dios más bien que disfrutar
temporalmente del pecado, 26 porque
estimaba el vituperio del Cristo como riqueza
más grande que los tesoros de Egipto;
porque miraba atentamente hacia el pago
del galardón. 27 Por fe dejó a Egipto, pero
sin temer la cólera del rey, porque continuó
constante como si viera a Aquel que es
invisible.
Párrafo 13
(Hechos 7:23-25) 23 ”Ahora bien, cuando
estaba cumpliéndose el tiempo de su año
cuadragésimo, le vino al corazón el
inspeccionar a sus hermanos, los hijos de
Israel. 24 Y cuando alcanzó a ver a alguien
a quien se trataba injustamente, lo defendió,
y ejecutó venganza a favor del maltratado,
derribando al egipcio. 25 Suponía que sus
hermanos comprenderían que por su mano
Dios les daba salvación, pero ellos no [lo]
comprendieron.
(Proverbios 15:33) 33 El temor de Jehová
es disciplina hacia la sabiduría, y antes de la
gloria hay humildad.
Párrafo 14
(Números 12:3) 3 Y el hombre Moisés era
con mucho el más manso de todos los
hombres que había sobre la superficie del
suelo.
(Éxodo 18:26) 26 Y ellos juzgaban a la
gente en toda ocasión apropiada. La causa
que fuera difícil se la traían a Moisés, pero
toda causa pequeña ellos mismos la
manejaban como jueces.
(Revelación 7:14) 14 De modo que le dije
inmediatamente: “Señor mío, tú eres el que
sabe”. Y me dijo: “Estos son los que salen de
la gran tribulación, y han lavado sus ropas
largas y las han emblanquecido en la sangre
del Cordero.
(1 Pedro 2:17) 17 Honren a [hombres] de
toda clase, tengan amor a toda la asociación
de hermanos, estén en temor de Dios, den
honra al rey.
Párrafo 15
(2 Timoteo 3:1) 3 Mas sabe esto, que en
los últimos días se presentarán tiempos
críticos, difíciles de manejar.
(1 Tesalonicenses 5:6-9) 6 Pues bien,
entonces, no sigamos durmiendo como los
demás, sino quedémonos despiertos y
mantengamos nuestro juicio. 7 Porque los
que duermen acostumbran dormir de noche,
y por lo general los que se emborrachan
están borrachos de noche. 8 Pero en cuanto
a nosotros los que pertenecemos al día,
mantengamos nuestro juicio y llevemos
puesta la coraza de la fe y el amor, y como
yelmo la esperanza de la salvación;
9 porque Dios no nos asignó a la ira, sino a
la adquisición de salvación mediante nuestro
Señor Jesucristo.
Párrafo 16
(1 Pedro 2:12) 12 Mantengan excelente su
conducta entre las naciones, para que, en la
cosa de que hablan contra ustedes como
[de] malhechores, ellos, como resultado de
las obras excelentes de ustedes, de las
cuales son testigos oculares, glorifiquen a
Dios en el día para la inspección [por él].
(Romanos 3:23) 23 Porque todos han
pecado y no alcanzan a la gloria de Dios,
(1 Timoteo 6:12) 12 Pelea la excelente
pelea de la fe, logra asirte firmemente de la
vida eterna para la cual fuiste llamado y
presentaste la excelente declaración pública
enfrente de muchos testigos.
Párrafo 17
(Filipenses 2:5) 5 Mantengan en ustedes
esta actitud mental que también hubo en
Cristo Jesús,
(Marcos 1:38) 38 Pero él les dijo: “Vamos
a otra parte, a las villas cercanas, para que
predique también allí, porque con este
propósito he salido”.
(Marcos 13:10) 10 También, en todas las
naciones primero tienen que predicarse las
buenas nuevas.
(Juan 7:16) 16 Jesús, a su vez, les
contestó y dijo: “Lo que yo enseño no es
mío, sino que pertenece al que me ha
enviado.
(Juan 8:28) 28 Por lo tanto, dijo Jesús:
“Una vez que hayan alzado al Hijo del
hombre, entonces sabrán que yo soy [ese], y
que no hago nada por mi propia iniciativa;
sino que hablo estas cosas así como el Padre
me ha enseñado.
Párrafo 18
(Filipenses 2:9-11) 9 Por esta misma
razón, también, Dios lo ensalzó a un puesto
superior y bondadosamente le dio el nombre
que está por encima de todo [otro] nombre,
10 para que en el nombre de Jesús se doble
toda rodilla de los [que están] en el cielo y
de los [que están] sobre la tierra y de los
[que están] debajo del suelo, 11 y
reconozca abiertamente toda lengua que
Jesucristo es Señor para la gloria de Dios el
Padre.
(1 Corintios 15:28) 28 Pero cuando todas
las cosas le hayan sido sujetadas, entonces
el Hijo mismo también se sujetará a Aquel
que le sujetó todas las cosas, para que Dios
sea todas las cosas para con todos.
(Mateo 28:19) 19 Vayan, por lo tanto, y
hagan discípulos de gente de todas las
naciones, bautizándolos en el nombre del
Padre y del Hijo y del espíritu santo,
(Gálatas 6:10) 10 Realmente, pues,
mientras tengamos tiempo favorable para
ello, obremos lo que es bueno para con
todos, pero especialmente para con los que
están relacionados con [nosotros] en la fe.
Párrafo 19
(Hebreos 12:1) 12 Pues, entonces, porque
tenemos tan grande nube de testigos que
nos cerca, quitémonos nosotros también
todo peso, y el pecado que fácilmente nos
enreda, y corramos con aguante la carrera
que está puesta delante de nosotros,
(Colosenses 3:23-24) 23 Cualquier cosa
que estén haciendo, trabajen en ello de toda
alma como para Jehová, y no para los
hombres, 24 porque ustedes saben que es
de Jehová de quien recibirán el debido
galardón de la herencia. Sirvan como
esclavos al Amo, Cristo.
Cántico 15
La creación revela la gloria de Jehová
(Salmo 19)
1. Oh Dios, los cielos cuentan tu poder,
tu omnipotencia dan a conocer.
De día en día, con silente voz,
a coro elevan un himno en tu honor.
De día en día, con silente voz,
a coro elevan un himno en tu honor.
2. Al ver el firmamento, oh Señor,
la hermosa Luna y el radiante Sol,
nos maravilla que atención le des
al ser humano en su pequeñez.
Nos maravilla que atención le des
al ser humano en su pequeñez.
3. Tu ley es santa, pura y veraz;
al que la cumple recompensa das.
Su brillo el oro no podrá igualar,
ni su dulzura, la miel del panal.
Su brillo el oro no podrá igualar,
ni su dulzura, la miel del panal.
(Véanse también Sal. 12:6; 89:7; 144:3; Rom. 1:20.)
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Cántico 119
Ven a recibir ánimo
(Hebreos 10:24, 25)
1. La gente del mundo anda en oscuridad,
vagando en total confusión;
mas hoy a nosotros nos guía Jehová,
nos brinda su iluminación.
En nuestras reuniones nutrimos la fe
con una esperanza real;
cobramos valor para hacer siempre el bien
y ánimo para aguantar.
Por nada en la vida queremos dejar
de estar en la congregación,
y menos ahora que tan cerca está
el día de la salvación.
2. Si estás abatido, ven a recibir
el ánimo que nos da Dios.
Recuerda que debes el tiempo adquirir
a fin de escuchar su instrucción.
Los buenos pastores de ti cuidarán
y bien te sabrán orientar.
No olvides que siempre a tu lado estará
la fiel y amorosa hermandad.
Si somos leales, podremos vivir
en un paraíso de amor;
por eso, vayamos gozosos a oír
la sabiduría de Dios.
(Véanse también Sal. 37:18; 140:1; Pro. 18:1; Efe. 5:16;
Sant. 3:17.) volver
Cántico 117
Necesitamos la instrucción divina
(Isaías 50:4; 54:13)
1. Si tienes sed de que reine la justicia,
si quieres ver un mañana mejor,
busca a tu Padre, sacia tu anhelo,
bebe del agua de la salvación.
2. Nuestras reuniones jamás abandonemos:
en ellas, Dios nos da sabia instrucción,
y unos a otros nos animamos
a obrar el bien y a tener más amor.
3. Las dulces voces del coro de los mansos
cantan un himno en honor de su Dios;
ruegan humildes que los eduque,
que nunca deje de ser su Instructor.
(Véanse también Heb. 10:24, 25; Rev. 22:17.) volver
Cántico 70
Asegúrate de lo más importante
(Filipenses 1:10)
1. Hoy es vital saber distinguir
la verdad de la falsedad,
saber también a qué cosas quiere Jehová
que des prioridad:
que odies el mal y ames el bien,
que seas fiel
y no descuides jamás la oración,
que oigas su voz
y a diario leas su justa ley.
2. ¿Qué puede ser de más importancia
que hablar del Reino de Dios
y hallar a las ovejas perdidas
llevándoles salvación?
Deben oír y conocer
qué han de hacer
para obtener libertad de Satán
y disfrutar
de la amistad del Señor Jehová.
3. Si prestas atención a lo que es primordial,
tu fe crecerá,
la paz de Dios, que el mundo no alcanza a entender,
te protegerá.
Líbrate ya de la inquietud,
sigue a Jesús,
miles de amigos y hermanos tendrás.
Y en su bondad,
tu Dios, Jehová, velará por ti.
(Véanse también Sal. 97:10; Mat. 22:37; Juan 21:15-17;
Hech. 10:42.) volver
Cántico 57
“La meditación de mi corazón”
(Salmo 19:14)
1. Las puertas de mi corazón
te abro, Dios, de par en par.
Deseo que mi reflexión
te sea grata, oh Jehová.
A veces veo amanecer
tras largas horas sin dormir,
mas calma logro mantener
al meditar con fe en ti.
2. Mi mente quiero concentrar
en la bondad y la virtud,
en la justicia y la verdad;
así podré hallar quietud.
Tus pensamientos, mi Señor,
¡qué bellos y valiosos son!
En tu Palabra de amor
meditará mi corazón.
(Véanse también Sal. 49:3; 63:6; 139:17, 23; Fili. 4:7, 8;
1 Tim. 4:15.) volver
Josué 9 a 11
9 Y aconteció que en cuanto oyeron esto todos los reyes que estaban del lado del Jordán en la región montañosa y en la Sefelá y a lo largo de toda la costa del mar Grande y enfrente del Líbano, los hititas y los amorreos, los cananeos, los perizitas, los heveos y los jebuseos, 2 todos ellos empezaron a juntarse para guerrear unánimemente contra Josué e Israel.
3 Y los habitantes de Gabaón oyeron lo que Josué había hecho a Jericó y a Hai. 4 De modo que, aun de su propia cuenta, actuaron con sagacidad y fueron y se abastecieron de provisiones y tomaron sacos gastados para sus asnos, y odres de vino gastados y reventados y atados, 5 y sandalias gastadas y remendadas sobre los pies, y sobre sí prendas de vestir gastadas, y todo el pan de sus provisiones se hallaba seco y desmigajado. 6 Entonces se dirigieron a Josué en el campamento, en Guilgal, y les dijeron a él y a los hombres de Israel: “Es de una tierra distante de donde hemos venido. Y ahora celebren un pacto con nosotros”. 7 Ante esto, los hombres de Israel dijeron a los heveos: “Quizás sea en nuestra vecindad donde ustedes moran. ¿Cómo, pues, podríamos celebrar un pacto con ustedes?”. 8 A su vez, ellos dijeron a Josué: “Somos tus siervos”.
Entonces les dijo Josué: “¿Quiénes son ustedes, y de dónde vienen?”. 9 Ante esto, le dijeron: “Es de una tierra muy distante que han venido tus siervos con respecto al nombre de Jehová tu Dios, porque hemos oído de su fama y de todo lo que hizo en Egipto, 10 y de todo lo que hizo a los dos reyes de los amorreos que estaban al otro lado del Jordán, a saber, Sehón el rey de Hesbón y Og el rey de Basán, que estaba en Astarot. 11 Por eso nuestros ancianos y todos los habitantes de nuestra tierra nos dijeron esto: ‘Tomen en sus manos provisiones para el viaje y vayan al encuentro de ellos, y tienen que decirles: “Somos siervos de ustedes. Y ahora celebren un pacto con nosotros”’. 12 Este pan nuestro, caliente estaba cuando de nuestras casas lo tomamos como provisiones nuestras el día en que salimos para venir acá a ustedes, y ahora, ¡miren!, está seco y se ha desmigajado. 13 Y estos son los odres de vino que llenamos nuevos, y, ¡miren!, se han reventado, y estas prendas de vestir y sandalias nuestras se han desgastado debido a lo muy largo del viaje”.
14 Con eso, los hombres tomaron de las provisiones de ellos, y no inquirieron de la boca de Jehová. 15 Y Josué se puso a hacer la paz con ellos y a celebrar un pacto con ellos para dejarlos vivir, y así los principales de la asamblea les juraron.
16 Y aconteció que al cabo de tres días, después que hubieron celebrado un pacto con ellos, llegaron a oír que estos se hallaban cerca de ellos y que era en su vecindad donde moraban. 17 Entonces los hijos de Israel partieron, y llegaron a las ciudades de ellos al tercer día, y sus ciudades eran Gabaón y Kefirá y Beerot y Quiryat-jearim. 18 Y los hijos de Israel no los hirieron, porque los principales de la asamblea les habían jurado por Jehová el Dios de Israel. Y toda la asamblea empezó a murmurar contra los principales. 19 Ante esto, todos los principales dijeron a toda la asamblea: “Nosotros, por nuestra parte, les hemos jurado por Jehová el Dios de Israel, y ahora no se nos permite lastimarlos. 20 Esto es lo que les haremos a la vez que dejarlos vivir, para que no venga sobre nosotros indignación con motivo del juramento que les hemos hecho”. 21 De modo que los principales les dijeron: “Que vivan y que lleguen a ser recogedores de leña y sacadores de agua para toda la asamblea, tal como les han prometido los principales”.
22 Josué ahora los llamó y les habló, y dijo: “¿Por qué nos embaucaron, diciendo: ‘Estamos muy lejos de ustedes’, cuando moran precisamente en medio de nosotros? 23 Y ahora son ustedes gente maldita, y nunca será cortado de ustedes el estar en condición de esclavo y ser recogedores de leña y sacadores de agua para la casa de mi Dios”. 24 Entonces contestaron a Josué y dijeron: “Fue porque a tus siervos se les informó claramente que Jehová tu Dios había mandado a Moisés su siervo que les diera a ustedes toda la tierra y aniquilara a todos los habitantes de la tierra de delante de ustedes, y llegamos a tener mucho miedo por nuestras almas a causa de ustedes. Por eso hicimos esta cosa. 25 Y ahora, aquí estamos, en tu mano. Tal como sea bueno y recto a tus ojos hacer con nosotros, hazlo”. 26 Y él procedió a hacer así con ellos y a librarlos de la mano de los hijos de Israel, y no los mataron.
27 Por consiguiente, Josué los constituyó en aquel día recogedores de leña y sacadores de agua para la asamblea y para el altar de Jehová, hasta el día de hoy, en el lugar que él escogiera.
10 Y aconteció que en cuanto Adoni-zédeq el rey de Jerusalén oyó que Josué había tomado a Hai y entonces la había dado por entero a la destrucción, que tal como había hecho a Jericó y su rey, así había hecho a Hai y su rey, y que los habitantes de Gabaón habían hecho la paz con Israel y continuaban en medio de ellos, 2 le dio mucho miedo, porque Gabaón era una ciudad grande, como una de las ciudades reales, y porque era mayor que Hai, y todos sus hombres eran poderosos. 3 Por consiguiente, Adoni-zédeq el rey de Jerusalén mandó decir a Hoham el rey de Hebrón y a Piram el rey de Jarmut y a Jafía el rey de Lakís y a Debir el rey de Eglón: 4 “Suban a mí y ayúdenme, e hiramos a Gabaón, porque ha hecho la paz con Josué y los hijos de Israel”. 5 Por lo cual se reunieron y procedieron a subir, cinco reyes de los amorreos: el rey de Jerusalén, el rey de Hebrón, el rey de Jarmut, el rey de Lakís, el rey de Eglón, estos y todos sus campamentos; y se pusieron a acampar contra Gabaón y a guerrear contra ella.
6 En esto, los hombres de Gabaón mandaron a decir a Josué, al campamento en Guilgal: “No dejes aflojar tu mano de con tus esclavos. Sube a nosotros rápidamente y de veras sálvanos y ayúdanos, porque todos los reyes de los amorreos que habitan la región montañosa se han juntado contra nosotros”. 7 De modo que Josué subió de Guilgal, él y toda la gente de guerra con él, y todos los hombres valientes y poderosos.
8 Entonces Jehová dijo a Josué: “No les tengas miedo, porque en tu mano los he dado. Ni un solo hombre de ellos se mantendrá en pie contra ti”. 9 Y Josué procedió a ir contra ellos por sorpresa. Durante toda la noche había subido de Guilgal. 10 Y Jehová fue poniéndolos en confusión delante de Israel, y empezaron a derribarlos con gran matanza en Gabaón y fueron persiguiéndolos por vía de la subida de Bet-horón y derribándolos hasta Azeqá y Maquedá. 11 Y aconteció que, mientras iban huyendo de delante de Israel y estaban en la bajada de Bet-horón, Jehová arrojó sobre ellos grandes piedras desde los cielos hasta Azeqá, de modo que murieron. Fueron más los que murieron debido a las piedras de granizo que los que los hijos de Israel mataron a espada.
12 Fue entonces cuando Josué procedió a hablar a Jehová en el día que Jehová abandonó a los amorreos en manos de los hijos de Israel, y pasó a decir ante los ojos de Israel:
“Sol, tente inmóvil sobre Gabaón, y, luna, sobre la llanura baja de Ayalón”.
13 En conformidad, el sol se quedó inmóvil, y la luna de veras se paró, hasta que la nación pudo vengarse de sus enemigos. ¿No está escrito en el libro de Jasar? Y el sol se quedó parado en medio de los cielos y no se apresuró a ponerse por más o menos un día entero. 14 Y ningún día ha resultado ser como aquel, ni antes de él ni después de él, por el hecho de que Jehová escuchó la
voz de un hombre, porque Jehová mismo estaba peleando por Israel.
15 Después de aquello, Josué, y con él todo Israel, volvió al campamento de Guilgal.
16 Entretanto, estos cinco reyes huyeron y fueron escondiéndose en la cueva de Maquedá. 17 Entonces se dio informe a Josué, y se le dijo: “Se ha hallado a los cinco reyes escondidos en la cueva de Maquedá”. 18 Por lo cual Josué dijo: “Hagan rodar piedras grandes a la boca de la cueva y asignen hombres sobre ella para que los guarden. 19 En cuanto a ustedes, no permanezcan inmóviles. Corran tras sus enemigos, y tienen que herirlos en la zaga. No les permitan entrar en sus ciudades, porque Jehová el Dios de ustedes los ha dado en manos de ustedes”.
20 Y aconteció que luego que Josué y los hijos de Israel hubieron acabado de derribarlos con muy grande matanza, hasta que estos quedaron acabados, y los que de ellos sí lograron sobrevivir escaparon y fueron entrando en las ciudades fortificadas, 21 todo el pueblo entonces empezó a volver al campamento, a Josué, en Maquedá, en paz. Ni un solo hombre movió agitadamente la lengua contra los hijos de Israel. 22 Entonces Josué dijo: “Abran la boca de la cueva y sáquenme de la cueva a estos cinco reyes”. 23 Con eso, lo hicieron así, y le sacaron de la cueva a estos cinco reyes: el rey de Jerusalén, el rey de Hebrón, el rey de Jarmut, el rey de Lakís, el rey de Eglón. 24 Y aconteció que en cuanto ellos hubieron sacado estos reyes a Josué, Josué procedió a llamar a todos los hombres de Israel y a decir a los comandantes de los hombres de guerra que habían ido con él: “Salgan acá. Coloquen sus pies sobre la cerviz de estos reyes”. De modo que ellos salieron allá y colocaron los pies sobre sus cervices. 25 Y Josué pasó a decirles: “No tengan miedo ni se aterroricen. Sean animosos y fuertes, porque así hará Jehová a todos sus enemigos contra quienes estén guerreando”.
26 Y después de eso Josué procedió a herirlos y darles muerte y a colgarlos en cinco maderos, y quedaron colgados en los maderos hasta el atardecer. 27 Y aconteció que al tiempo de ponerse el sol Josué mandó, y se pusieron a bajarlos de los maderos y a arrojarlos en la cueva donde se habían escondido. Entonces colocaron grandes piedras a la boca de la cueva... hasta el día de hoy.
28 Y Josué tomó a Maquedá en aquel día y se puso a herirla a filo de espada. En cuanto a su rey, a él y a toda alma que había en ella los dio por entero a la destrucción. No dejó que quedara un solo sobreviviente. Así que hizo al rey de Maquedá tal como había hecho al rey de Jericó.
29 Entonces Josué, y con él todo Israel, pasó de Maquedá a Libná y guerreó contra Libná. 30 Por consiguiente, Jehová también dio a esta y su rey en mano de Israel, y se pusieron a herirla, y a toda alma que había en ella, a filo de espada. No dejaron que quedara en ella un solo sobreviviente. Así que hicieron a su rey tal como habían hecho al rey de Jericó.
31 En seguida Josué, y con él todo Israel, pasó de Libná a Lakís y se puso a acampar contra ella y a hacerle la guerra. 32 Por consiguiente, Jehová dio a Lakís en mano de Israel de modo que la tomaron al segundo día, y se pusieron a herirla, y a toda alma que había en ella, a filo de espada, conforme a todo lo que habían hecho a Libná.
33 Fue entonces cuando Horam el rey de Guézer subió para ayudar a Lakís. Así que Josué los hirió a él y a su pueblo hasta que no dejó que le quedara un solo sobreviviente.
34 Entonces Josué, y con él todo Israel, pasó de Lakís a Eglón y se puso a acampar contra ella y a guerrear contra ella. 35 Y lograron tomarla en aquel día y empezaron a batirla a filo de espada, y a toda alma que había en ella la dieron por entero a la destrucción en aquel mismo día, conforme a todo lo que habían hecho a Lakís.
36 Entonces Josué, y con él todo Israel, subió de Eglón a Hebrón y empezó a guerrear contra ella. 37 Y lograron tomarla, y se pusieron a herir a filo de espada a esta y a su rey y a todos sus pueblos y a toda alma que había en ella. Él no dejó que quedara un solo sobreviviente, conforme a todo lo que había hecho a Eglón. Así que a ella y a toda alma que había en ella las dio por entero a la destrucción.
38 Por fin Josué, y con él todo Israel, volvió a Debir y empezó a guerrear contra ella. 39 Y logró tomarla, y a su rey y a todos sus pueblos, y se pusieron a herirlos a filo de espada y a dar por entero a la destrucción toda alma que había en ella. No dejó que quedara un solo sobreviviente. Tal como había hecho a Hebrón, así hizo a Debir y a su rey, y tal como había hecho a Libná y a su rey.
40 Y Josué procedió a herir toda la tierra de la región montañosa y el Négueb y la Sefelá y las laderas y a todos sus reyes. No dejó que quedara un solo sobreviviente, y todo lo que respiraba lo dio por entero a la destrucción, tal como había mandado Jehová el Dios de Israel. 41 Y Josué fue hiriéndolos desde Qadés-barnea hasta Gaza y toda la tierra de Gosén y hasta Gabaón. 42 Y Josué tomó a todos estos reyes y su tierra de una sola vez, porque era Jehová el Dios de Israel quien estaba peleando por Israel. 43 Después de eso Josué, y con él todo Israel, regresó al campamento de Guilgal.
11 Y aconteció que en cuanto Jabín el rey de Hazor lo oyó, se puso a enviar [un mensaje] a Jobab el rey de Madón y al rey de Simrón y al rey de Acsaf, 2 y a los reyes que estaban al norte en la región montañosa, y en las llanuras desérticas al sur de Kinéret, y en la Sefelá, y en las serranías de Dor, al oeste, 3 a los cananeos al oriente y al oeste, y a los amorreos y a los hititas y a los perizitas y a los jebuseos en la región montañosa y a los heveos al pie de Hermón, en la tierra de Mizpá. 4 De modo que salieron, ellos y todos sus campamentos con ellos, un pueblo tan numeroso como los granos de arena que están a la orilla del mar por multitud, y muchísimos caballos y carros de guerra. 5 Entonces
todos estos reyes se reunieron por cita, y vinieron y acamparon juntos cerca de las aguas de Merom para pelear contra Israel.
6 En esto, Jehová dijo a Josué: “No tengas miedo a causa de ellos, porque mañana, como a esta hora, voy a abandonarlos en manos de Israel, todos ellos muertos. Sus caballos los desjarretarás, y sus carros los quemarás en el fuego”. 7 Y Josué, y con él toda la gente de guerra, procedió a ir contra ellos por sorpresa a lo largo de las aguas de Merom, y a caer sobre ellos. 8 Entonces Jehová los dio en mano de Israel, y estos se pusieron a herirlos y perseguirlos hasta la populosa Sidón y Misrefot-maim y la llanura-valle de Mizpé al oriente; y siguieron hiriéndolos hasta no dejar que quedara de ellos un solo sobreviviente. 9 Después de eso Josué les hizo tal como Jehová le había dicho: sus caballos los desjarretó, y sus carros los quemó en el fuego.
10 Más que eso, Josué dio la vuelta en aquel tiempo y tomó a Hazor; y derribó a espada a su rey, porque antes de eso Hazor era la cabeza de todos estos reinos. 11 Y se pusieron a herir a filo de espada a todas las almas que había en ella, dándo[las] por entero a la destrucción. No quedó cosa alguna que respirara, y él quemó a Hazor en el fuego. 12 Y todas las ciudades de estos reyes y a todos sus reyes los tomó Josué y se puso a herirlos a filo de espada. Los dio por entero a la destrucción, tal como Moisés el siervo de Jehová había mandado. 13 Solamente a todas las ciudades situadas sobre sus propios montículos Israel no quemó, salvo que Josué sí quemó a Hazor sola. 14 Y todo el despojo de estas ciudades y los animales domésticos los saquearon para sí los hijos de Israel. Fue solamente a todo el género humano a quienes hirieron a filo de espada hasta que los hubieron aniquilado. No dejaron que quedara ninguno que respirara. 15 Tal como Jehová había mandado a Moisés su siervo, así mandó Moisés a Josué, y así lo hizo Josué. No quitó una palabra de todo lo que Jehová había mandado a Moisés.
16 Y Josué procedió a tomar toda esta tierra, la región montañosa y todo el Négueb y toda la tierra de Gosén y la Sefelá y el Arabá y la región montañosa de Israel y su Sefelá, 17 desde el monte Halaq, que sube hasta Seír, y hasta Baal-gad en la llanura-valle del Líbano, al pie del monte Hermón, y tomó a todos sus reyes y se puso a herirlos y darles muerte. 18 Muchos días hizo Josué la guerra contra todos estos reyes. 19 Resultó que no hubo ciudad que hiciera la paz con los hijos de Israel, salvo los heveos que habitaban en Gabaón. Todas las demás las tomaron por guerra. 20 Pues resultó ser el proceder de Jehová dejar que se les pusiera terco el corazón, para que declararan guerra contra Israel, a fin de que él los diera por entero a la destrucción, para que no llegaran a recibir consideración favorable, sino para que los aniquilara, tal como Jehová había mandado a Moisés.
21 Además, en aquel tiempo en particular Josué fue y cortó a los anaquim de la región montañosa, de Hebrón, de Debir, de Anab y de toda la región montañosa de Judá y de toda la región montañosa de Israel. Josué los
dio por entero a la destrucción junto con sus ciudades. 22 No quedaron anaquim en la tierra de los hijos de Israel. Fue solo en Gaza, en Gat y en Asdod donde quedaron. 23 De modo que Josué tomó toda la tierra, conforme a todo lo que Jehová había prometido a Moisés, y Josué la dio entonces como herencia a Israel según las partes que les correspondían, conforme a sus tribus. Y la tierra no tuvo disturbio de guerra.
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