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San Ireneo y la doctrina de la reconciliación Hay puntos, en la teologia de san Ireneo, tratados 'ad nauseam sobre los cuales vuelve todo el mundo y con pare cido éxito. Otros, estudiados con parsimonia. De estos ùltimos es v.gr. el dogma de la redención. Algunos por fin no han merecido atención; ninguna atención. Entre ellos el de ahora. Tal vez los crfticos le han englobado con el tema de la redención, recapitulación, satisfacción... ο en estudios parti culares de exegesis. A fiarnos de criterios meramente cuantitativos, bien poco promete el estudio de la reconciliación en san Ireneo. Unas pocas citaciones del Apóstol, al margen de otras ideas1; parà frasis dispersas, una pàgina en torno a Col l,21s perdida entre muchas diversamente orientadas, es todo lo que hay. Tema que aparece tan de soslayo, ,-podria interesar la nervatura de la soteriologia ireneana? Sobre todo, ^cuando la reconciliación preocupó tan poquita cosa a sus habituales adversarios? tQué significa para Marción, Apeles y otros la καταλλαγή de Cristo, en contraste con el pecado de Adàn? Los marcio nitas comienzan por negar, a titulo de axioma, toda relación entre los dos Adàn. Los gnósticos, a excepción del Evangelio segùn Felipe2 ignoran este aspecto. Al transgredir el mandato del Demiurgo (Gen 2,17), Adàn se dejó llevar de la Sabiduria de Dios, que hablaba por boca de la serpiente3. Lejos de pecar, hizo lo que 1 Màs ο menos relacionadas con la soteriologia. Prescindimos de luga res corno Mt 5,24: « EHmitte munus tuum ad altare, et vade primum recon ciliari fratri tuo, et tunc reversus offeres munus tuum », segun Iren., adv. haer. IV, 18,l,10ss. De una vez para siempre, en las citas de los libros III, IV y V del adv. haer., se anotan el libro (IV), capitulo (18), pàrrafo (1) y linea ο lineas (lOss) de la ed. de Sources chrétiennes. 1 Véase mi Cristologia gnóstica I, Madrid 1976, 302ss 333ss. 3 Iren., 1,30,7 (ofitas); Hipóstasis de los arcontes 137,31ss; UW (tra tado sin titulo) 166,28ss; Testimonium veritatis (NH C X, 1) 45,23ss; PS. Anastasio SinaIta, In Hexaemeron lib. X (PG 89,1021 BC). Véanse

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  • San Ireneo y la doctrina de la reconciliacin

    Hay puntos, en la teologia de san Ireneo, tratados 'ad nauseam sobre los cuales vuelve todo el mundo y con pare cido xito. Otros, estudiados con parsimonia. De estos ltimos es v.gr. el dogma de la redencin. Algunos por fin no han merecido atencin; ninguna atencin. Entre ellos el de ahora.

    Tal vez los crfticos le han englobado con el tema de la redencin, recapitulacin, satisfaccin... en estudios parti culares de exegesis.

    A fiarnos de criterios meramente cuantitativos, bien poco promete el estudio de la reconciliacin en san Ireneo. Unas

    pocas citaciones del Apstol, al margen de otras ideas1; par frasis dispersas, una pgina en torno a Col l,21s perdida entre muchas diversamente orientadas, es todo lo que hay. Tema

    que aparece tan de soslayo, ,-podria interesar la nervatura de

    la soteriologia ireneana? Sobre todo, ^cuando la reconciliacin

    preocup tan poquita cosa a sus habituales adversarios?

    tQu significa para Marcin, Apeles y otros la de Cristo, en contraste con el pecado de Adn? Los marcio

    nitas comienzan por negar, a titulo de axioma, toda relacin

    entre los dos Adn.

    Los gnsticos, a excepcin del Evangelio segn Felipe2 ignoran este aspecto. Al transgredir el mandato del Demiurgo (Gen 2,17), Adn se dej llevar de la Sabiduria de Dios, que hablaba por boca de la serpiente3. Lejos de pecar, hizo lo que

    1 Ms menos relacionadas con la soteriologia. Prescindimos de luga res corno Mt 5,24: EHmitte munus tuum ad altare, et vade primum recon

    ciliari fratri tuo, et tunc reversus offeres munus tuum , segun Iren., adv. haer. IV, 18,l,10ss. De una vez para siempre, en las citas de los

    libros III, IV y V del adv. haer., se anotan el libro (IV), capitulo (18),

    prrafo (1) y linea lineas (lOss) de la ed. de Sources chrtiennes. 1 Vase mi Cristologia gnstica I, Madrid 1976, 302ss 333ss. 3 Iren., 1,30,7 (ofitas); Hipstasis de los arcontes 137,31ss; UW (tra

    tado sin titulo) 166,28ss; Testimonium veritatis (NH C X, 1) 45,23ss; PS. Anastasio SinaIta, In Hexaemeron lib. X (PG 89,1021 BC). Vanse

    33:53 PM

  • 6 ANTONIO ORBE, S. I.

    le inspir el Espiritu de Dios. iQu sentido tendria, segn eso, la reconciliacin (!) con el Demiurgo, en quien obr de con formidad con la Sabiduria?

    Dos veces recurre la palabra en el Evangelio de los egip ctos4, con un alcance csmico, perfectamente compatible con

    la ideologia comn heterodoxa, al margen de la conducta de Adn. Alude a la Restitucin final de la Iglesia pneumtica, dispersa un tiempo en el mundo material, al Mundo divino (del Pleroma).

    Y sin embargo, a pesar del alcance equivoco que entre marcionitas y gnsticos tuviera la reconciliacin, Ireneo la define en polmica con ellos. El anlisis de las pocas lineas

    consagradas por el Santo en exegesis a Col l,21s indicar el camino para restituirla fuera de todo apriorismo.

    Et propter hoc escribe Ireneo Apostolus in ea epistola quae est ad Colossenses ait: Et vos cum esse tis aliquando alienati et inimici cogitationi ejus in ope ribus malis, nunc autem reconcliati5 in corpore carnis ejus per mortem ejus6 exhibere vos sanctos et castos et

    sine crimine in conspectu ejus . In corpore, ait reconc liati carnis ejus: hoc quoniam justa caro reconciliavit eam carnem quae in peccato detinebatur et in amicitiam ad

    duxit Deo7.

    W. C. van Unnik, Der Neid in der Paradiesgeschichte nach einigen gnosti schen Texten, en Essays on the Nag Hammadi texts in honour of A. Bohlig, ed. . Krause, Leiden 1972, 120ss; Kl. Koschorke, Die Polemik der Gnosti ker gegen das kirchliche Christentum, Leiden 1978, 148ss.

    4 NH C III, 2 p. 63,9 = C IV, 2 p. 74,24 mediante la reconciliacin del mundo, C 111,2, p. 63,16 = C IV, 2 p. 75,3-4 mediante una (resp. la) reconciliacin del mundo con el mundo . Cf. A. Bohlig - Fr. Wisse

    (en Nag Hammadi Studies, IV : Leiden 1975) 192. Nada en A. Lindemann, Paulus im ltesten Christentum, Tiibingen, 1979.

    5 D* F G y entre los it d,e,ge, m, la versin Gtica; 75 77 ; Ps. Aug. spe 90 (606,10): nunc autem reconciliati in sanguine carnis eius per mortem ipsius. [Pel] Casp 5,4,2 (119,13): nunc autem

    reconciliati in corpore carnis eius per mortem eius. 6 .... Vase . J. Frede, Vetus latina (24/2 Epistulae ad

    Philippenses et ad Colossenses), Freiburg, 1966, 374-375 ; J. B. Lightfoot, Epistles to the Colossians and to Philemon*, London 1976, 251-252.

    7 Iren., adv. haer. V, 14,2,49-56.

    33:53 PM

  • SAN IRENEO Y LA DOCTRINA DE LA RECONCILIACIN 7

    Recoge Ireneo con especial inters la clusula in corpore re conciliati carnis ejus del Apstol, para sobre ella cargar el argumento.

    Reconciliados () en el cuerpo de Su carne 8.

    Afade Ireneo a modo de exegesis: Esto (lo dice el Aps tol) porque la Carne justa (del Sefior) ha reconciliado aquella carne que era detenida en el pecado; y la trajo a la amistad para Dios .

    Comienza por despejar una incgnita. El cuerpo de Su carne ( ) , de que habla san Pablo, no es la Iglesia, cuerpo de Cristo9; sino la Carne crucificada del Sefior; de natura substancia (carnai) corno la detenida, desde Adn, en el pecado10.

    Nuevo paso. Ireneo es demasiado consciente de la forma personal, en masculino, empleada por el Apstol:

    Si enim cum essemus inimici, reconciliati sumus Deo per mortem Filii ejus, multo magis reconciliati, salvi eri mus in vita ipsius (Rom 5,10)... unus et idem est Jesus Christus Filius Dei, qui per passionem reconciliavit nos Deo et resurrexit a mortuis u.

    Jesucristo nos ha reconciliado mediante su pasin y muerte. con frmula de sesgo paulino, pero netamente ireneana, inspirada en Col 1,20 y 22:

    Manifeste ipsum ostendit Deum, quem in primo quidem Adam offendimus, non facientes ejus praeceptum, in se cundo autem Adam reconciliati sumus ()1' obaudientes usque ad mortem facti. Neque enim alteri

    8 Cf. Fr. BUchsel, en ThWNT voi. I . 255-259 ( ~ en el NT).

    9 Vase ms tarde, a propsito de Marcin, p. 9-12. 10 Vase a propsito del corpus humilitatis nostrae de Fil 3,21 Iren.,

    adv.haer. V, 13,3,63ss Quod igitur est humilitatis corpus quod transfigu rabit Dominus conformatum corpori gloriae suae? Manifestum est quo niam corpus quod est caro, quae et humiliatur cadens in terram ; V,

    13,4,82s Quoniam autem non de alio quodam corpore sed de corpore carnis dicit haec .

    11 adv. haer. Ili, 16,9,305ss 322ss. u El mismo verbo que en Col 1,20 y 22 y con igual sentido (cf. en

    cambio Ef 2,16). Vase s. Hilamo, In Ps 91,9 (352,28): nunc autem reconci

    liati sumus corpore carnis eius; In Ps 1493 (868,7): reconciliati enim

    sumus per corpus et sanguinem Christi ex inimicis in filios Deo .

    33:53 PM

  • 8 ANTONIO ORBE, S. I.

    cuidam eramus debitores, sed illi cujus et praeceptum transgressi fueramus ab initiou.

    Fuimos nosotros quienes en Adn transgredimos el precepto

    de Dios, y Le ofendimos, quedando en deuda con El. Y noso tros tambin quienes fuimos reconciliados en el Segundo Adn con Dios, hechos obedientes hasta la muerte.

    El masculino plural, en su alcance obvio, mira a las per sonas. Y no obstante en V, 14,2 Ireneo deja caer la nota

    personal, la mencin de los reconciliados () ,

    para urgir el instrumento de la reconciliacin ( in corpore carnis ejus ). Le interesa subrayar que nuestra tuvo lugar en el cuerpo de Su carne ( ) .

    I - Doctrina heterodoxa

    tA qu obedece semejante empefio? La respuesta es muy

    simple: los sectarios, contra quienes escribe, no leian in

    corpore carnis suae (Col 1,22), si lo leian otorgaban a la

    expresin un sentido totalmente diverso.

    Marcin omitia el genitivo ; y dejaba la cosa en in corpore suo ( ) , con portillo abierto para la exegesis in corpore suo, quod est Ecclesia . Era ya signi

    ficativa su lectura de Ef 2,13-16:

    At nunc in Christo ( Jesu?) vos, qui eratis (aliquando?) longe, facti estis prope in sanguine ejus. 14 Ipse (enim) est pax nostra, qui fecit duo unum soluto medio pariete inimicitiae in carne14, 15 legem praeceptorum [in] sen tentiis 15 vacuam fecit, ut duos conderet in semetipso in unum novum hominem, faciens pacem, 16 ut reconciliet ambos deo in uno corpore, cum interfecisset inimicitiam in eo per crucem 16.

    El heresiarca excluia del organismo de Cristo la carne y san

    gre comunes. Las substituia por una carne y sangre celeste,

    13 adv. haer. V, 16,3,48ss. 14 Omitido sua (' in carne sua '),

    ' carne ' va con ' inimicitiae

    15 ' Sententiis ' (), eliminado el ' in adquiere valor instrumen

    tai: con las doctrinas actuales cristianas . 16 Cf Tert., Marc. V, 17,12-15. Vase Harnack, Marcion2 p. 117*.

    33:53 PM

  • SAN IRENEO Y LA DOCTRINA DE LA RECONCILIACIN 9

    hecha visible11. El Apstol escribe, segn Marcin, a los cris tianos de Laodicea18, convertidos del paganismo. Vosotros, los un tiempo tan distantes, os habis allegado in sanguine ejus ( = Christi) . En virtud de una sangre

    ' sui generis no venida de mujer.

    Porque E1 es la paz nuestra, el que hizo de ambos

    (pueblos hebreo y gentil) uno solo, y deshizo el muro de

    separacin (que los distanciaba) en la carne de la ene~ mistad ( & ) .

    Era la carne pecadora la que separaba a unos de otros. La

    carne para unos circuncisa, y para los otros en prepucio. Roto

    ese muro divisorio, pudo Cristo reconciliar a los dos pueblos, judio y gentil, con el verdadero Dios, in uno corpore ( vi

    ), a saber, en el cuerpo nico (espiritual) de la Iglesia, dando muerte en l a la enemistad (anterior) por medio de la cruz .

    Le ha bastado a Marcin eliminar el genitivo (en Ef 2,14 in carne sua ), e introducir un hiprbaton algo violento

    ( inimicitiae in carne ), para referir la expresin cruciai ( in carne ) a los cristianos, miembros de la Iglesia; y no a Cristo.

    Con esto y la omisin del in ( ) en el v. 15 situa la reconciliacin de los dos pueblos con Dios in uno

    corpore .

    En la Iglesia, Cuerpo de Cristo, corno en organismo alen tado por la caridad, da muerte el Salvador a la enemistad

    fundada en la carne (prepuciada circuncisa) que separaba antes a los dos pueblos, de Dios y entre si.

    Reteniendo el in sanguine ejus (v. 13), con alcance pr ximo al normal ", el heresiarca elimina por completo las dos

    claras alusiones de Ef 2,14 ( in carne sua ) y Ef 2,16 ( in eo

    se. corpore) al cuerpo crucificado y muerto. Refiere la caro

    del v. 14 a la circuncisa prepuciada de judios y gentiles, motivo de enemistades mutuas y con Dios; y el corpus del

    v. 16 a la Iglesia, cuerpo de Cristo20.

    17 Vase Cristologia gnostica I. 384ss. '8 Cf. Tert., Marc. V, 17,1. Harnack, Marcion7 p. 172s. " Prximo al normal, por el docetismo marcionita. Aun ensenando

    la crucifixin sensible de Cristo, y su efusin de sangre, el hereje le

    atribuia una substancia celeste, de carne y sangre ' sui generis Harnack,

    Marcion2 p. 124s. 20 Lo ltimo reaparece en el Ambrosiastro, ad Ephesios 2,16 (CSEL 81

    33:53 PM

  • 10 ANTONIO ORBE, S. I.

    Anloga manipulacin delata Tertuliano en la lectura mar cionita de Col 1,22. E1 texto del escritor africano resulta aqui mas explicito:

    Cui denique reconciliat omnia in semetipsum (cf. Col 1,20), pacem faciens per crucis suae sanguinem, nisi quem of fenderant universa, adversus quem rebellaverant per trans

    gressionem, cujus novissime fuerant? Conciliari enim ex traneo possent, reconciliari vero non alii quam suo21. Ita et nos quondam alienatos et inimicos sensu in malis ope ribus creatori redigit in gratiam (cf. Col 1,21), cujus ad miseramus offensam, colentes conditionem adversus crea torem. Sicubi autem et ecclesiam corpus Christi dicit esse ut hic ait (cf. Col 1,24) adimplere se reliqua pres surarum Christi in carne pr corpore ejus, quod est ec clesia non propterea et in totum mentionem corporis transferens a substantia carnis. Nam et supra (Col 1,22) reconciliari nos ait in corpore ejus per mortem; utique in eo corpore in quo mori potuit per carnem mortuus est, non per ecclesiam, piane propter ecclesiam corpus commutando pr corpore, carnale pr spirituali22.

    Las lineas ltimas esconden una omisin de verdadera nequi cia. En vez de nunc autem reconciliavit in corpore carnis

    ( ) ejus per mortem (Col 1,22), Marcin lee nunc...

    ed. . I. Vogels . 84,23s) : membra efficerentur unius corporis novi, cuius caput Christus est ; Ecumenio, ad Ephesios 2,14-18 (PG 118, 1197 CD). Vase H. Schlier, Der Brief an die Epheser, Dusseldorf 1958, 135.

    ti Est frmula, sobre que llama la atencin R. Braun, Deus christia

    norum1, Paris 1977, 516s queda al aire frente a las premisas marcioniti cas. Por otro camino va la antitesis reconciliare / conciliare en Pelagio, Expos. in Rom. 5,10 (ed. Souter 44,21ss): Peccatores inimici sunt contemnendo, sicut dicit Apostolus (Jac 4,4) :

    ' Nescitis quia amicitia huius mundi inimica est Deo? quicumque ergo voluerit amicus fieri huic

    saeculo, inimicus Dei constituitur ', inimici ergo actibus, non natura : reconciliati autem ideo qui conciliati naturaliter fueramus . Con verda dera habilidad, desde su plataforma naturalista, lanza Pelagio, frente a la reconciliatio () paulina, la conciliatio () estoica; corno si ambos trminos y conceptos fueran correlativos. Notable la peli grosa substitucin pelagiana de la re-conciliacin del Apstol, por la restitucin de la primigenia del hombre. Para el concepto estoico de conciliatio, Crisipo, apud Diog. Laerc., Vitae VII, 85; Cic., de fini bus 111,5; Sneca, epla. 121,14. Vase E. Elorduy, El Estoicismo II, Ma drid 1972, 80ss. M. Pohlenz, Die Stoa I, Gottingen 1964, 459-461 pasa por alto la antinomia de Pelagio,

    Marc. V, 19,5-6.

    33:53 PM

  • SAN IRENEO Y LA DOCTRINA DE LA RECONCILIACIN II

    in corpore ejus per mortem . E1 silencio de cambia totalmente el sentido23.

    Hay en Cristo, segun el Apstol, dos cuerpos: a) el cuerpo de la carne (in corpore carnis ejus Col

    U2) y b) el cuerpo Suyo que es la Iglesia ( pr corpore ejus,

    quod est Ecclesia Col 1,24)24. ^A cul de ellos alude san Pablo? En infinidad de ocasiones25, indica la Iglesia, Cuerpo de Cristo. Marcin, tan lleno de prejuicios contra la en Cristo, corno desaprensivo en el trato de la letra misma del Apstol, la adoba del mejor modo posible para substituir el cuerpo carnai por el mistico. El fenmeno se dej sentir en Ef 2,13ss; y se repite asimismo en Col 1,22.

    El propio Apstol ensena la reconciliacin de los dos pue blos, judio y gentil, con Dios, mediante la muerte, en un solo

    cuerpo , a saber, en la Iglesia (Ef 2,16).

  • 12 ANTONIO ORBE, S. I.

    Poco adelanta Marcin, viene a decir Tertuliano, con omitir el genitivo carnis ( ), para hacer del paulino cuerpo de la carne el espiritual mistico. El heresiarca retiene el per mortem ( ). Eso basta para contradecirse.

    Cristo nos reconcili mediante la muerte. Si mediante la

    muerte, en cuerpo que pudo morir. Tal no puede ser la Iglesia.

    Luego. El argumento de Tertuliano, al parecer apodictico, tenia

    fcil respuesta. Marcin habria podido aducir en contra Ef 2,16. El problema no estaba en si Cristo muri pudo morir cruci fcado en cuerpo no carnai. Estaba en si nos reconcili en el

    cuerpo nico de la Iglesia (Ef 2,16), y adems en virtud de su cuerpo de carne (Col 1,22).

    La exegesis marcionita esclarece ' a contrario ' la del obispo

    de Lin. Y todavia mas el conocimiento de la exegesis gnstica. Est por desgracia no ha llegado a nosotros. Al menos que

    yo sepa. Antes empero de darla por perdida conviene saber

    si los escritos gnsticos conservan algn vestigio, no tanto de

    corrupcin textual los gnsticos respetaban el texto de la

    Escritura cuanto de una exegesis ' gnstica

    ' de los trminos

    paulinos ( in corpore carnis ejus , ). ' Salvo meliori ', es relativamente fcil, a la luz de otras

    parecidas, restituir la valentiniana de Col l,21s. Dos pistas se ofrecen con probabilidades de xito: la exe

    gesis del corpus mortale de Rm 8,11; el significado de

    . Exegesis del corpus mortale (Rom 8,11). La apunta

    san Ireneo:

    Et iterum Romanis ait (Apostolus):

    ' Si autem Spiritus ejus qui suscitavit Jesum a mortuis habitat in vobis, qui suscitavit Christum a mortuis vivificabit et mortalia cor pora vestra' (Rom 8,11). Quae sunt ergo mortalia cor pora7 Numquidnam animae? Sed incorporales animae, quantum ad comparationem mortalium corporum28... Sed

    2 Cf. Fausto de Riez, De Spirita sancto 11,1 ed. Engelbert p. 132,14s : Crassitudini enim exterioris hominis comparata anima incorporea dici

    potest ; Juan Casiano, Collat. VII, 13,1 Habent enim (animae) secundum

    33:53 PM

  • SAN IRENEO Y LA DOCTRINA DE LA RECONCILIACIN 13

    neque spiritum possunt dicere mortale corpus. Quid igi tur superest dicere corpus mortale, nisi plasma, hoc est caro, de qua et sermo est ei quoniam vivificabit eam Deus?29.

    Segn el Apstol arguye Ireneo el Dios que resucit a Cristo de entre los muertos, vivificar asimismo los cuerpos mortales ( - ) de sus fieles.

    Los cuerpos mortales , a que alude s. Pablo, no pueden

    ser las almas, ni los espiritus. El alma, porque incorporea; ' a fortiori el espiritu del hombre. Solo pueden ser los cuerpos visibles; el plasma carne.

    Tal discurso, por evidente, resulta casi ridiculo al hodierno lector. Ireneo se ve en cambio constreido a l, porque sus adversarios mas fuertes, los valentinianos, declaraban de otra forma el verso paulino.

    Escribe un annimo valentiniano:

    De aqui vino la divisin de escuelas entre ellos (= los de Valentin): la una se denomina segn ellos escuela orientai; la otra itlica. Los provenientes de Italia, a los que pertenecen Heraclen y Tolomeo, dicen que el cuerpo

    se corpus quo subsistunt, licet multo tenuius quam nostra sunt corpora . A proposito de los ngeles, escribe Clemente Al. (Exc. ex Theod. 113): * Asi corno en comparacin con los cuerpos de acd, tales corno las estrellas

    ( . ) son incorpreos y sin forma ( ), mas en comparacin con el Hijo ( 6 ) resultan cuerpos medidos y sensibles; asi tambin el Hijo en comparacin con el Padre . poco despus (Exc. ex Theod. 14,1): Los demonios se dicen incorpreos, no porque no tengan cuerpo tienen incluso figura y por eso tambin son sensibles al castigo , sino porque en comparacin con los cuerpos espirituales que se salvan vienen a ser sombra (inconsistente); Kerygma Petri (apud Origen., de

    princ., praef. 8) In hoc enim libello incorporeum daemonium dixit, pr eo quod ipse ille quicumque est habitus vel circumscriptio daemonici

    corporis, non est similis huic nostro crassiori et visibili corpori... (sed) tale corpus quale habent daemones, quod est naturaliter subtile et velut aura tenue et propter hoc vel putatur a multis vel dicitur incorporeum . Otros testimonios en H. Fin, Die Terminologie der Jenseitsvorstellun

    gen bei Tertullian, Bonn 1958, 75s; Antropologia de san Ireneo, Madrid

    1969, 440ss; Pardbolas evanglicas en san Ireneo II, Madrid 1972, 394ss.

    Au contraire escribe receloso A. Rousseau en NRT 99 (1977) 849 le

    mouvement de la pense (!) invite comprendre tout simplement de la

    fagon suivante: "

    Quels sont les 'corps mortels ' dont parie Paul? Se

    raient-ce par hasard les mes? Mais c'est impossible, car les mes sont

    incorporelles, l'inverse des (!!) 'corps mortels ' en question

    " . adv. haer. V, 7,l,6ss. Insuficiente el anlisis de F. Aliermath,

    Du corps psychique au corps spirituel, Tubingen 1977, 84ss y 94.

    33:53 PM

  • 14 ANTONIO ORBE, S. I.

    de Jess vino a ser psiquico30; y por eso en el Bautismo descendi, conio paloma, el Espiritu, a saber, el Verbo de la Madre superior, la (Primera) Sabidura y se le ubi al (cuerpo) psiquico, y lo resucit de entre los muertos. Esto es dice (el annimo) lo afrmado (en Rom 8,11):

    ' El que despert a Cristo de entre los muertos, vivifcar asimismo vuestros cuerpos mortales esto es psiquicos ( - , ). Pues el barro (el cuerpo visible, el plasma) incurri en maldicin. '

    Porque tierra dice (Gen 3,19) eres y en tierra pa rars En cambio los provenientes de la escuela orien tai, a que pertenecen Axinico y (B)ardesianes, dicen que el cuerpo del Salvador era pneumtico...31.

    Los valentinianos (itlicos) leen Rom 8,11 igual que el obispo de Lin. Pero entienden diversamente el cuerpo mortai. El Apstol no puede referirse al plasma, que por caido en mal dicin (segun Gen 3,19) est condenado a volver definitiva mente a la tierra de origen.

    ' Cuerpo mortai ( )',

    equivale, segun ellos, a ' substancia () mortai

    ' substancia psiquica ', fisicamente intermedia entre la hyle y el pneuma, y por ende, capaz de morir corromperse corno la hyle si se le allega libremente, de no morir ni corromperse corno el pneuma, si se orienta hacia l32.

    Adoptaban los itlicos un vocabulario parecido al de la Estoa: cuerpo () por substancia (). Aplicado a la substancia racional y libre ( ) el cuerpo de la psique acentuaban su aptitud para vivir y para morir; de donde,

    ' substancia mortai ', capaz de vivir y de morir (resp. resurgir de entre los muertos).

    A los hombres psiquicos que se comporten segn el Evan

    gelio, Dios que suscit al Cristo (psiquico) de entre los muer tos33, los resucitar tambin, substancias cuerpos tan mor

    30 De indole, no material ni carnai, sino psiquica; invisible en si, pero hecho visible merced al arte inefable del Demiurgo, a impulsos de Sofia, en el seno de la Virgen. Vase Iren., adv. haer. 1,6,1; Exc. ex Theod. 59,4 - 60.

    31 Hiplito, Ref VI, 35,5-7 (Wendland 165,4ss). Vase mi art. La En carnacin entre los valentinianos, en Gregorianum 53 (1972) 201-234.

    Cf. Iren., adv. haer. 1,6,1-2; Exc. ex Theod. 56,3; Hip., Ref VI,32,8ss; Tert., adv. Valent. 29,2. Vase La mediacin entre los valentinianos, en Studia Missionalia 21 (1972) 269ss.

    33 Cf. Cristologia gnstico II, Madrid 1976, 496ss.

    33:53 PM

  • SAN IRENEO Y LA DOCTRINA DE LA RECONCILIACIN 15

    tales corno resucitables, para una vida y ' salus sui generis

    '

    definitiva. Tertuliano registra igualmente, entre sus adversarios, la

    exegesis corpus animale = alma; est vez en torno a 1 Cor 15,44:

    Sed corpus animale animam quidem argumentantur, ut illum a carne avocent recidivatumM.

    En pugna con Marcin se hace eco de la misma igualdad:

    Et si habet aliquod proprium corpus anima vel spiritus, ut possit videri corpus animale animam significare et cor pus spiritale spiritum, non ideo animam dicit in Resurrec tione spiritum futuram...35.

    En resumen, para los valentinianos itlicos, el corpus mortale de Rom 8,11 se refiere a la psique racional u hombre

    psiquico, de natura libre (y mortai). Al relacionarlo ' ex professo '36 con el Cristo (resp. psiquico)

    resucitado por Dios de entre los muertos, ensefiaban indi rectamente que el Cuerpo (visible) clavado en la cruz

    y muerto, y bajado al sepulcro, no era terreno ni carnai, sino de natura psiquica. Exactamente la doctrina impugnada ahora

    por Ireneo, en exegesis a Col 1,22 in corpore carnis ejus . Con grandisima probabilidad, para los adversarios del obis

    po de Lin los discipulos de Valentin respetuosos siem

    pre de la letra de la Escritura, la frase in corpore carnis

    ejus tenia alcance anlogo al de corpus mortale (Rom 8,11). El Apstol dirian no escribe in corpore carnis , sino in corpore carnis ejus ( ). Da a enten der delicadamente que la carne de Cristo era diversa de la de los dems hombres. En armonia con el misterio de su

    Encarnacin, gracias a la substancia cuerpo37 de Su singu larisima carne nos reconcili el Senior mediante Su muerte

    en cruz.

    34 res. mori. 53,1. adv. Marc. V, 10,5. Altermath, o. c. 136ss. * en Hipol., Ref VI, 35,6. 37 Tambin ellos sabian identificar corpus = substantia ( >= )

    Cf. . Pohlenz, Die Sfoa I, Gottingen 1964, 64ss.

    33:53 PM

  • 16 ANTONIO ORBE, S. I.

    Significado de caro sua (resp. ). He aqui la

    segunda coordenada. Los gnsticos no recelaban de expresiones,

    por muy taxativas que pudieran parecer. Los discipulos de Valentin asignaban al Salvador una ver

    dadera sarx. Verdadera en sentido platnico, frente a la umbrtil e inconsistente de la tierra38, podia ser la substancia

    del espiritu que el Apocalipsis de Elias (3,91) denomina carne () de espiritu 39 la natura de la psique .

    Los valentinianos, est vez, de la escuela orientai acentua

    ron en su lugar el trmino : no caro, sino quasi ca

    ro w. Era el cuerpo espiritual, asumido por el Salvador en

    el seno de la Virgen (Le 1,35) y devuelto por El en la cruz al Padre (Le 23,46)41, corno primicias de la Iglesia de los hombres

    espirituales n. Al padecer muerte en cruz, el Salvador reconciliaba en

    virtud de ese a toda la Iglesia. Tambin los orientales, con su vocabulario, venian a indicar que la reconciliacin (Col 1,22) en el cuerpo de Su carne reclamaba en el Sal

    vador crucifcado una carne ' sui generis ', de indole espiritual, de la misma substancia de aquellos por quienes se ofrecia al Padre.

    He ahi claramente dibujada la dimensin verdadera de la muerte en cruz del Senor: con cuerpo visible, pero de natura

    pneumtica, crucifcado para bien de la Iglesia asimismo pneu mtica.

    Resumiendo, tanto por analogia con Rom 8,11 ('corpus mortale ' = anima), corno por el significado del car ne pneumtica , en que segn la escuela orientai se dej ver (y fu crucifcado) el Salvador, se comprende la idea de los discipulos de Valentin sobre in corpore carnis ejus (Col

    58 Vase lo largamente dicho en Cristologia gnostica I. 396-403 (' La verdadera carne ).

    39 Vase Adversarios annimos de la Salus carnis, en Gregorianum 60 (1979) 30.

    90 Segun un modo de hablar, sensible en el propio Cicern, relativo a los dioses: Quoniamque deos beatissimos esse constat, beatus autem esse sine virtute nemo potest, nec virtus sine ratione constare, nec ratio usquam inesse nisi in hominis figura, hominis esse specie deos confiten dum est. Nec tamen ea species corpus est sed quasi corpus, nec habet sanguinem sed quasi sanguinem (de nat. deorum I. 48-49).

    41 Vase Exc. ex Theod. 1,1. Cf. La Encarnacin entre los valentinianos, en Gregorianum 53 (1972) 205-207.

    42 Exc. ex Theod. 26,1.

    33:53 PM

  • SAN IRENEO Y LA DOCTRINA DE LA RECONCILIACION 17

    1,22). Un cuerpo de carne verdadera, con la verdad del Espi ritu, consubstancial con la Iglesia (pneumtica) para cuya re conciliacin con Dios Padre fu llevado a la cruz.

    La lectura marcionitica de Ef 2,13-16 y de Col 1,22; y la

    muy probable exegesis valentiniana de Col 1,22 confluencia de su ideologia sobre el corpus mortale (de Rom 8,11) y del

    cuerpo espiritual del Salvador explican la actitud de Ireneo en exegesis a Col l,21s.

    Haciendo caso omiso de la reconciliacin, en cuanto tal, acenta la indole carnai del cuerpo en que, segn el Apstol, tuvo cumplimiento:

    In cor por e ait (Col 1,22) reconciliati carnis ejus , hoc quoniam justa caro reconciliavit eam carnem quae in peccato detinebatur et in amicitiam adduxit Deo43.

    Ireneo distingue muy bien corpus de caro, en la citacin Pau lina. Corpus () es trmino genrico, aplicable lo mismo a la substancia de la psique, que a la de la sarx. El alma, segn el obispo de Lin, tiene un cuerpo, con lineamentos parecidos a los del organismo carnai44; un sma psiquico. Caro () es trmino especiico, solo aplicable al cuerpo de substancia

    terrena, corruptible, crasa.

    Al decir el Apstol reconciliati in corpore carnis ejus ,

    limita la extensin genrica del corpus. Reconciliados no en el cuerpo substancia del Espiritu, ni en el del alma; ni si

    quiera en el Cuerpo mistico (= Iglesia); sino en el sma ca racteristico de Su carne, organismo de carne y sangre4S.

    adv. haer. V, 14,2,54-56. 44 adv. haer. II, 34,1. Vase lo dicho largamente en Parbolas evan

    glicas en san Ireneo II, Madrid 1972, 406ss. 45 Igual inters por evitar confusiones entre corpus y caro se advierte

    en Adamancio, Dialog. de recta in Deum fide V, 3 (Bakhuyzen 178, 15ss): Pablo te adoctrinar con lucidez sobre la diferencia entre cuerpo y carne ( ) :

    ' Asi tambin voso tros erais un tiempo dice enemigos de Dios y extranos a la pro mesa de los testamentos. Ahora en cambio (os) reconcili en el cuerpo de Su carne (v ) '. Da a entender Clara mente haber El asumido cuerpo y carne (

    ) ... s. JerNIMO, Contra Joannem Hieros. c. 27fin.: De

    nique Apostolus in epistola sua ad Colossenses, volens corpus Christi

    33:53 PM

  • 18 ANTONIO ORBE, S. I.

    Es improcedente definir una cosa por solo el gnero. Y en nuestro caso eliminar el genitivo carnis ( ) que carac teriza al corpus . La reconciliacin per mortem ejus se funda en la justicia de la Carne de Cristo ( justa caro ), ma nifiestamente definida por el Apstol; frente a la impureza de la carne, detenida en cautiverio y enemistada con Dios.

    Una y otra carne discurre Ireneo son de la misma

    natura: la de Cristo y la nuestra. Con una disimilitud: la de Cristo inocente, con aptitud para reconciliar; la nuestra peca dora, necesitada de reconciliacin.

    El problema con los sectarios no radica en la santidad de la Caro Domini. Tanto la exageraban, que hasta le atribuian natura extrana a la del hombre comn. El problema est en

    que, por diversificarse de la de Adn (e hijos), es inepta para reconciliarnos.

    De ahi el afn, en Ireneo, de probar cmo el Apstol alude a una caro de la misma natura que la nuestra, plasma venido del polvo.

    Si quis igitur secundum hoc alteram dicit Domini carnem a nostra carne, quoniam illa quidem non peccavit

    ' neque

    inventus est dolus in anima ejus ' nos autem peccatores,

    recte dicit47.

    Hay titulos varios de distincin entre la caro nuestra y la

    del Sefior. Una, fundada en lo moral.

    La carne del Sefior no pec; la nuestra falt en Adn y falta a Dios en nosotros. En tal sentido, una es la inocente

    y justa de Cristo; otra '

    altera ' la nuestra pecadora.

    carneum, et non spirituale aereum tenue demonstrare, significante! lo cutus est dicens : ' Et vos cum essetis aliquando alienati a Christo, et inimici sensus ejus in operibus malis, reconciliavit in corpore carnis suae per mortem Rursumque in eadem epistola (Col 2,11): 'In quo circumcisi estis circumcisione non manu facta in exspoliatione corporis carnis '. Si corpus carnem solum significat, et non est nomen ambiguum, nec ad diversas intelligentias trahi potesti satis superflue corporeum et carneum dicit, quasi caro non intelligatur in corpore . Cf. Alter math, o.c. 225s.

    46 1 Pe 2,22. La variante en anima es desconocida. E1 arm. lee con el texto normal en consonancia con la lectura del propio Ireneo en adv. haer. IV, 20,2,43ss ut, quemadmodum in caelis principatum habuit Ver bum Dei, sic et in terra haberet principatum quoniam homo justus

    ' qui

    peccatum non fecit neque inventus est dolus in ore ejus principatum autem habeat eorum quae sunt sub terra, ipse

    ' primogenitus mortuo

    rum ' factus ... . 47 adv. haer. V, 14,3,57ss.

    33:53 PM

  • SAN IRENEO Y LA DOCTRINA DE LA RECONCILIACIN 19

    La contraposicin afecta a la caro. Ella es la que en Cristo no pec (' quoniam illa quidem non peccavit '), y en nosotros si. La reconciliacin afectar por lo mismo a la caro, no a la psique.

    E1 obispo de Lin podria haberse contentado con escribir: quoniam illa quidem non peccavit [neque inventus est dolus in anima ejus], nos autem peccatores ; eliminando la cita de 1 Pe 2,22. Inserta la cita, i. r is jj,7. 49 de anima 40,2 Nam etsi caro peccatrix, secundum quam incedere

    prohibemur, cuius opera damnantur concupiscentiis adversus spiritum,

    33:53 PM

  • 20 ANTONIO ORBE, S. I.

    A juicio de Ireneo ocurre al revs. Solo peca el cuerpo, aunque reclame para todos sus actos el ministerio del alma.

    En la actividad del hombre, prima siempre el cuerpo. Es la caro la que pec en Adn y sus hijos; y la que por su ino cencia en Cristo fu capaz de reconciliarnos con el Padre. Quien por ese capitulo distingue la Carne de Cristo, de la nuestra pecadora, dice bien.

    Es ilicito en cambio llevar la distincin por via de substan cia: corno si la Caro del Senor fuese de ima substancia, y la nuestra de otra. Ireneo atiende a la ideologia de Marcin y de Valentin (y discipulos): quienes no contentos con la distin cin cualitativa carne inocente en Cristo, pecadora en Adn (e hijos) propugnan ima caro celeste (Marcin) psiquica (valentinianos itlicos) pneumtica (valentinianos orientales) para Cristo, y otra hilica, terrena, para Adn (e hijos).

    Si autem alteram substantiam carnis Domino affingit, jam non constabit illi reconciliationis sermo50.

    Tal ideologia es incompatible con la palabra de reconcilia cin . con el ministerio de la reconciliacin51, objeto del men

    saje encomendado a san Pablo. Y lo prueba Ireneo:

    Reconciliatur enim illud quod fuit aliquando in inimici tia. Si autem ex altera substantia carnem attulit Dominus, jam non illud reconciliatum est Deo quod per transgres sionem factum fuerat inimicum52.

    ob quam carnales notantur, non tamen suo nomine caro infamis. Neque enim de proprio sapit quid aut sentit ad suadendam vel imperandam peccatelam... (3) Adeo nulla proprietas hominis in choico, nec ita caro homo tamquam alia vis animae et alia persona, sed res est alterius piane substantiae et alterius condicionis, addicta tamen animae ut sup pellex, ut instrumentum in officia vitae. Caro igitur increpatur in scrip turis, quia nihil anima sine carne in operatione libidinis gulae... ceteris que carnalibus non sensibus, sed effectibus .

    ' Grosso modo ' lo mismo ensefia en De res. mori. 16: ms addante notas 110 y 111.

    50 adv. haer. V, 14,3,60ss. 51 Segn 2Cor 5,18-19: Omnia autem ex Deo, qui nos reconciliavit

    sibi per Christum: et dedit nobis ministerium reconciliationis. Quoniam quidem Deus erat in Christo mundum reconcilians sibi, non reputane illis delieta ipsorum, et posuit in nobis verbum reconciliationis ( ) IVulg. 1. No citado en la primerisima anti giiedad, a no ser aqui.

    52 adv. haer. V, 14,3,62ss.

    33:53 PM

  • SAN IRENEO Y LA DOCTRINA DE LA RECONCILIACIN 21

    Se reconcilia lo un tiempo enemistado. Pero enemistada estuvo nicamente la carne de Adn (y sus hijos). Luego est sola se reconcilia. Mas el Sefior es la hiptesis de marcionitas

    y gnsticos valentinianos asumi carne de substancia diversa de la de Adn, nunca enemistada. Luego en virtud de los misterios de la vida y muerte del Sefior la carne de Adn

    sigui en su primera inimicicia. En otros trminos, para una rigorosa reconciliacin de

    Adn por Cristo, requeriase igualdad de substantia en el imo

    y en el otro. De lo contrario, la de Adn continuarla enemiga de Dios, por la transgresin; y la de Cristo se le substituiria fuera de toda estricta reconciliacin.

    San Pablo es taxativo. El Sefior reconcili segn Col

    1,22 al hombre con Dios Padre, a causa de la comunin de substancia entre nosotros {resp. Adn nuestro padre) y El; a causa del cuerpo de Su carne, igual al nuestro. Asi corno segn Ef 1,7 le redimi con Su sangre, de la misma substancia que la nuestra:

    Nunc autem per eam quae est ad se comunicationem, reconciliavit Dominus hominem Deo Patri, reconcilians nos sibi per corpus carnis suae et sanguine suo redimens

    nos, quemadmodum Apostolus Ephesiis ait (1,7): 'In quo habuimus redemptionem per sanguiner ejus, remissio nem peccatorum 'M.

    El pensamiento grava sobre la premisa antropolgica de la

    reconciliacin, la consubstancialidad entre reconciliante y re

    conciliado, entre Cristo y Adn (resp. el hombre). Per eam

    quae est ad Se communicationem , merced a la comunin de

    substancia entre el hombre y El. Condicin previa a la humana Salud, e indispensable para

    la mediacin entre Dios y los hombres. Uno y otro deben

    tener la misma terrena caro. Ms an, Cristo ha de incorpo rale a la familia de Adn, tornando de la misma substancia

    de l ( non ex altera substantia ). Seria insuficiente para el

    53 adv. haer. V, 143,66ss. 54 Cf. adv. haer. III, 18,7,169ss Oportet enim Mediatorem Dei et ho

    minum per stiam ad utrosque domesticitatem in amicitiam et concordiam

    utrosque reducere, et facere ut et Deus adsumeret hominem et homo

    se dederet Deo. Qua enim ratione filiorum adoptionis ejus participes

    esse possemus, nisi per Filium eam quae est ad ipsum recepissemus ab

    eo commuttionem, nisi Verbum ejus communicasset nobis caro factum? .

    33:53 PM

  • 22 ANTONIO ORBE, S. I.

    Mediador, fundar nuevo linaje, paratelo al de Adn, con igual naturaleza. Se te impone asimismo la fliacin de Adn, por mujer venida de l. Solo asi garantiza la perfecta solidaridad con la familia detenida por el pecado en cautiverio, y enemis tada con Dios.

    II - Doble reconciliacin

    Despejada la incgnita previa a la rigorosa , ocu rre preguntar:

  • SAN IRENEO Y LA DOCTRINA DE LA RECONCILIACIN 23

    ciliavit sibi -- per Christum ), la omite aqui (Co/ 1,22: nunc autem reconciliati in corpore carnis ejus ). ,-Con qu derecho la introduce el obispo de Lin?

    No cabe atentado en l contra la letra cannica. Tampoco

    el recurso a una variante; Ireneo omite el sibi en la cita literal

    (V, 14,2,52). Tampoco el afn por descubrir en el Apstol las

    propias ideas. La solucin es mas simple. Ireneo compendia los dos ver

    siculos (Col 1,20 y 22); toma del primero el sibi y lo aplica ' ad sensum ' al segundo, con absoluta fidelidad al argumento paulino:

    Col 1,20: et per eum (= Christum) reconciliare omnia in ipsum ( ), pacificane per sanguinem crucis ejus, sive quae in terris, sive quae in caelis sunt [Vulg.~[ Col 1,22: Nunc autem reconciliati [sibi = in ipsum ex v. 20] in corpore carnis ejus per mortem ejus exhibere vos sanctos et castos et sine crimine in conspectu ejus

    tPudo Ireneo traducir in conspectu ejus (resp. i.c. Sui) delante de Si por sibi? Mucho ms naturai es que

    haya leido corno Tertuliano ( = in semetipsum ) en el v. 20 y lo haya acomodado, sin mudar sentido, al v. 22

    bajo la forma equivalente sibi58. Dentro de la ms ortodoxa exegesis paulina esclarece Ireneo

    la clusula del v. 22 (reconciliati in corpore carnis ejus), alusiva a la humana reconciliacin in ipsum (Tert., in se

    metipsum v. 20) , con una frase tan simple corno clara:

    reconcilians nos sibi per corpus carnis suae .

    El Sefior, previamente a la reconciliacin con Dios Padre,

    nos reconcilia a Si mediante el cuerpo de Su carne.

    Pero i dnde y corno tuvo lugar semejante ? Las

    clusulas paulinas orientarian, al parecer, hacia la muerte en

    cruz: al juntar la reconciliacin con la pacificacin mediante

    56 No citado por Ireneo. Aludido en cambio por Tert., adv. Marc.

    V, 19,5 Cui... reconciliat omnia in semetipsum, pacem faciens per crucis

    suae sanguinerei, nisi quem offenderant universa?. 57 Segn Iren., V, 14,2,51ss. 58 Cf. s. Hilario, In ps. 119,23 (558,23): pacifcans ipse in semet quae

    in caelis et in terra sunt; HYM Hib 232,15 (303): 18/ per sanguinerei

    sibi cuncta quae in caelo et in terra sancta pace sociavit (citado por

    H. J. Frede, Vetus latina 24/2 p. 372b ad Col 1,20). Para el sentido

    reflexivo de (. 20), J. . Lightfoot, ad Col. 1,20 p. 160.

    33:53 PM

  • 24 ANTONIO ORBE, S. I.

    la sangre de Su cruz (Col 1,20), situarla en el drama de Su rnuerte ( per mortem ejus Col 1,22).

    Ireneo que habla por cuenta propia deja caer la muerte

    la cruz, y hace valer nicamente el titulo antropolgico, dis

    tinguindole del de la redencin:

    Reconcilians nos sibi per corpus carnis suae59 et san

    guine suo redimens nos60.

    Cristo nos reconcilia a causa de (resp. mediante) el cuerpo de Su carne, y nos redime con su sangre. Son frases distintas.

    Que nuestra con Dios Padre tenga lugar me

    diante la muerte de Cristo (resp. efusin de sangre), salta a la vista. iPero la reconciliacin con Cristo?

    Por el modo de hablar ireneano, se cumple en la Encar nacin, al momento de asumir el Hijo de Dios nuestra carne, de madre virgen. Es el titulo sobre que insiste, frente a los sectarios. In corpore... reconciliati carnis ejus... quoniam justa caro (lin. 54s), per eam quae est ad Se communica

    tionem (lin. 66s). En la propia Encarnacin habria lugar a dos aspectos. La

    de la substantia carnis (resp. corpus carnis suae ), 1 - por comunin personal con el Verbo; 2 - por origen ex virgine .

    Por lo primero, el Senor nos reconciliaria slo corno substantia carnis hipostticamente santificada. Por lo se

    gundo, lo haria tambin vi originis , corno duefio de una carne virginal que no pec .

    Ireneo no aduce los titulos de santidad de la carne de

    Cristo. Los supone, interesado en llevar la eficacia de la recon

    ciliacin, no de persona a persona lo cual seria peligrosi simo, en pugna con los gnsticos , sino de substancia a substancia. concretamente de la carne justa del Sefior a

    la pecadora de Adn (e hijos). Si le importan poco los re conciliados en masculino de san Pablo (Col 1,22 reconciliati

    ) y muy mucho lo reconciliado , la natura

    reconciliada; tampoco le preocupa demasiado el reconcilia

    59 Cf. V, 14,2,54ss Hoc quoniam justa caro reconciliavit eam carnem

    quae in peccato detinebatur et in amicitiam adduxit Deo . Vase ms

    tarde, a propsito de adv. haer. IV, 20,2,37ss. > V, 14,3,68s.

    33:53 PM

  • SAN IRENEO Y LA DOCTRiNA DE LA RECONCILIACIN 25

    dor la persona del Sefior , y si mucho la substancia cuerpo de Su carne .

    Al asumir la carne, de mujer del linaje de Adn, paso a tener por suyo el Logos un cuerpo de carne, aun fisicamente

    justo { justa caro ). En el mismo punto nos reconcili con

    sigo; sac la carne nuestra del pecado y la levant a la amistad con Dios, en Su propia carne. Siempre en la Encarnacin, y con una reconciliacin limitada al misterio de Cristo, previa a la definitiva de los hombres con Dios.

    Tal afecta ciertamente a la carne de Adn; mas no, todavia, en Adn y en sus hijos, sino en el Hijo del hombre.

    b) Nuestra reconciliacin con Dios

    La primera con Cristo se ordena a est segunda. Lo indica la diferencia gramatical entre el participio y el indicativo: Reconciliavit Dominus hominem Deo Patri, reconcilians nos sibi per corpus carnis suae .

    De la segunda habla Rom 5,10: Si enim cum essemus

    inimici, reconciliati sumus Deo per mortem Filii ejus, multo

    magis reconciliati, salvi erimus in vita ipsius 61. la rsum el obispo de Lin: Unus et idem est Jesus Christus Filius Dei,

    qui per passionem reconciliavit nos Deo a. con lujo de elementos:

    Per quae ipsum ostendit (Dominus) Deum, quem in primo Adam ojfendimus, non facientes ejus praeceptum, in se

    cando autem Adam reconciliati sumus, oboedientes usque ad mortem facti. Neque enim alteri cuidam eramus de

    bitores, sed illi cujus et praeceptum transgressi fueramus

    ab initio".

    La responde a la ofensa. En el primer Adn ofen

    dimos a Dios, al no cumplir Su mandamiento; y en el segundo

    nos reconciliamos con El, hechos obedientes hasta la muerte.

    A la ofensa por desobediencia se opone la reconciliacin por obediencia hasta la muerte.

    Segun Iren., adv. haer. III, 16,9,305ss. Ibid. III, 16,9,322s. adv. haer. V, 16,3,47ss. Vase Antropologia de san Ireneo, Madrid

    1969, 285.

    33:53 PM

  • 26 ANTONIO ORBE, S. I.

    Lo repite Ireneo con anlogas expresiones, sin el trmino reconciliacin (o derivados):

    Cujus {= Patris) et praeceptum transgredientes inimici facti sumus Ejus. Et propter hoc in novissimis tempo ribus in amicitiam restituit nos Dominus, per suam incar nationem ' mediator Dei et hominum ' (1 Tim 2,5) factus, propitians quidem pr nobis Patrem in quem peccavera mus et nostram inoboedientiam per suam oboedientiam consolatus64.

    Denuncia el Santo las dos reconciliaciones, preliminar con Cristo, y definitiva con el Padre. El Sefor dice nos res tituy en los tiempos ltimos a la amistad (con Dios Padre), cuando, constituido mediador entre Dios y los hombres en virtud de su Encarnacin65 he ahi la previa del hombre con Cristo propici por nosotros al Padre contra

    quien habiamos pecado he ahi la definitiva reconciliacin con el Padre, en la cruz.

    Habiamos faltado al Padre, cuando transgredimos Su man dato en el primer Adn. somos reconciliados con El, por nuestra obediencia en el Segundo Adn.

    Fuera imposible est ltima reconciliacin, a no habcr precedido la primera. Hubo de hacerse el Hijo previamente por la Encarnacin

    ' mediador entre Dios y los hombres ',

    para luego por la muerte en cruz propiciar al Padre y reconciliarnos con El66.

    Ili - Reconcliase la persona la natura?

    Es el punto de mayor inters. A quines reconcilia el

    Senor consigo y con el Padre: a los hombres, en sus personas, al Hombre, en su natura?

    Que reconcilia a los hombres, nadie lo discute. Quem in

    64 adv. haer. V, 17,l,4ss. 65 No punto, corno equivocadamente lo hice en Antropologia de san

    Ireneo 291 ; y corno supone el editor ltimo (Sourc. chrt. 153 p. 221 y 223). Leo asi : ... in amicitiam restituit nos Dominus per suam incarnatio nem ' mediator Dei et hominum ' factus propitians quidem... .

    66 A la reconciliacin con Dios Padre aluden tambin Tertuliano, spect 29,1; pud 8,4 (cf. R. Braun, Deus christianorum 517) y s. Cipriano, ad Demetrian. 26.

    33:53 PM

  • SAN IRENEO Y LA DOCTRINA DE LA RECONCILIACIN 27

    primo quidem Adam offendimus... in secundo autem Adam reconciliati sumus 67.

    E1 reparo viene despus. Infunde sospechas el trnsito del masculino plural del Apstol (Col 1,22 reconciliati) al singular (' eam carnem quae in peccato detinebatur ')

    El Senor nos reconcili viene a decir en el cuerpo de Su carne , porque:

    Justa caro (Domini) reconciliavit eam carnem quae in peccato detinebatur et in amicitiam adduxit Deo68.

    Urge san Ireneo la eficacia de la Carne (inocente) de Cristo sobre la carne nuestra pecadora. Como si la reconciliacin fuera de Carne a carne, de plasma a plasma. Y todavia con

    mayor nfasis:

    Reconciliatur enim illud quod fuit aliquando in inimicitia. Si autem ex altera substantia carnem attulit Dominus, jam non illud reconciliatum est Deo quod per transgres sionem factum fuerat inimicumm.

    El trnsito de los alienati... inimici... reconciliati paulinos al neutro reconciliatum (resp.

    ' reconciliata caro '), lo funda

    Ireneo sin titubeos en el propio Apstol. Los hombres no

    serian reconciliados por Cristo en sus personas, sino en su

    plasma. Como tampoco los reconciliaria Cristo, en Su persona,

    sino in corpore carnis ejus . Su carne, directamente, recon

    ciliaria la carne nuestra pecadora.

    Distingue el Santo, por un lado, el autor de la reconcilia cin (' Dominus ') y el titulo de la misma (' in corpore carnis

    ejus '); por otro, el sujeto beneficiario de la reconciliacin

    (' vos ') y el titulo de la misma (' illud quod fuit aliquando in

    inimicitia '). Ha de haber correlacin, fundada en substancia, entre el que reconcilia y el reconciliado.

    En el paulino in corpore carnis ejus no acenta Ireneo

    el in corpore , enteramente equivoco, y aplicable en la

    linea de Marcin al Cuerpo mistico, Iglesia de Cristo; sino in corpore carnis ejus . En la hiptesis origeniana del

    ' hom

    bre alma ', habriamos sido lgicamente reconciliados in cor

    V, 16,3,48-50. 68 V, 14,2,55s. 69 adv. haer. V, 14,3,62ss.

    33:53 PM

  • 28 ANTONIO ORBE, S. I.

    pore animae ejus , en la substancia de su alma. En la hip tesis valentiniana del ' hombre = espiritu lo habriamos sido in corpore spiritus ejus , en la substancia de su espiritu.

    Sin que lo diga ' expressis verbis

    ' el obispo de Lin, dis curre corno si la enemistad con Dios afectara directamente

    al plasma de Adn, no a su persona (resp. psique, pneuma). Solo el plasma debia corno humana substancia ser derecha mente reconciliado, para indirectamente extender la a sus individuos. Frente al pecado de natura, la reconciliacin de natura. Contra la carne enemiga, la Caro amiga.

    Dos modos habria de concebir la reconciliacin del hombre,

    por el Hijo, con el Padre: 1 - el Hijo, causa principal, se valdria del ministerio del

    corpus carnis ejus causa instrumentai para reconciliar al hombre (resp. carne pecadora);

    2 - la Caro Domini (resp. Caro Filii, Verbi ) recon ciliaria directamente, corno causa principal, a la carne pecadora de Adn (e hijos).

    En el segundo caso, la eficacia personal de Persona (di vina) a individuos (humanos) vendria

    ' in obliquo la Carne

    del Senor reconciliaria a la carne de los hombres. Al modo corno la Carne gloriosa del Verbo santifica la carne de Sus

    hermanos, con la infusin de Su propio Espiritu; corno la Carne de Cristo, en la Eucaristia, deifica a la de los comulgantes.

    Al lector ajeno a todo prejuicio las lineas del obispo de Lin le orientan decididamente por lo segundo.

    Nemo enim alter poterat neque in caelo, neque in terra,

    neque sub terra aperire paternum librum, neque videre eum ( Apoc 5,3), nisi agnus qui occisus est (Apoc 5,12) et sanguine suo redemit nos (cf. Apoc 5,9), ab eo Deo qui omnia Verbo fecit et Sapientia adornavit accipiens om num potestatem quando Verbum caro factum est

    (Jo 1,14): ut, quemadmodum in caelis principatum habuit Verbum Dei, sic et in terra haberet principatum quoniam homo justus, qui peccatum non fecit neque inventus est dolus in ore ejus (1 e 2,22), principatum autem habeat eorum quae sunt sub terra, ipse primogenitus mortuorum (Col 1,18) factus; et ut viderent omnia, quemadmodum praediximus, suum Regem; et ut in car

    33:53 PM

  • SAN IRENEO Y LA DOCTRINA DE LA RECONCILIACIN 29

    nem Domini nostri occurrat paterna lux, et a carne ejus rutila veniat in nos, et sic homo deveniat in incorrupte* lam, circumdatus paterno lumine70.

    E1 paralelo entre la eficacia de la Caro Domini en orden a la reconciliacin, y en orden a la incorruptela (resp. infusin de la paterna lux), salta a la vista.

    Distingue Ireneo tres poderes, imperios principados en el Hijo de Dios:

    a) sobre los cielos (resp. ngeles y espiritus celestes), en cuanto Verbo de Dios (con eficacia puramente divina);

    b) sobre la tierra (resp. hombres), en cuanto hombre justo que no hizo pecado ni hallse dolo en su boca (1 e 2,22);

    c) sobre los infiernos (resp. almas separadas), con su alma en cuanto primognito de los muertos (Col 1,18).

    De los tres principados interesa particularmente el segundo. El Sefior no lo tiene en cuanto Verbo de Dios, corno sobre los

    ngeles; ni en su alma, corno sobre los infiernos, adonde des ciende a titulo de primognito de los muertos . Lo posee (y ejercita) en cuanto Hombre justo.

    Por si no bastase el paralelo del actual Homo justus con la justa Caro (de V, 14^2,55), lo confirma su explicacin con recurso a IPe 2,22 exactamente igual que en V, 14,3,358s:

    IV, 20,2 V, 14,3

    quoniam homo justus, qui pec- quoniam illa quidem (justa ca

    catura non fecit neque inven- ro) non peccavit neque inven

    tus est dolus in ore ejus. tus est dolus in anima ejus.

    Declara Ireneo el poder sobre todas las cosas, derivado del Padre a raiz de la Encarnacin. Desde la Encarnacin le tenia

    el Corder, que fu luego sacrificado en la Cruz y nos redimi con su sangre.

    Al poder universal recibido en cuanto hombre, se afiade el de iluminar corno Caro Domini advirtase la misma

    expresin en IV, 20,2,49s71 y en V, 14,3,57s72 la carne del hombre y disponerla a la final incorrupcin.

    adv. haer. IV, 20,2,37ss. 71 Ut in carnem Domini nostri occurrat paterna lux, et a carne ejus

    rutila... . 72 Alteram dicit Domini carnem a nostra carne .

    33:53 PM

  • 30 ANTONIO ORBE, S. I.

    Y venimos al punto. A titulo de Homo justus , adquiri el Hijo el poder de reconciliar la carne pecadora, igual que el de glorificarnos, de Carne a carne ( a carne ejus rutila ... in nos ). Ireneo urge la efcacia principal de la Caro Domini en la reconciliacin nuestra.

    Corder de Dios , dotado del poder de abrir el libro

    (Apoc 5,3), lo abri en virtud del sacrifcio de la cruz. Hombre

    justo , con principado absoluto sobre la tierra, infundi e infundir sobre los hombres la Luz recibida del Padre.

    Lo propio ocurre en nuestro caso. A titulo de Verbo En

    carnado, tuvo la Carne santa (cf. 1 Pe 2,22) poder de reconciliar nuestra carne pecadora con Dios, muriendo por ella, y en ella.

    Autor inmediato y principal de la humana fu, en definitiva, el corpus carnis suae . Con un gnero de causalidad anlogo al del corpus gloriae suae sobre el cor

    pus humilitatis nostrae , en la final consumacin73. La Carne

    justa del crucificado, por haber recibido de Dios, a raiz de la

    Encarnacin, el poder de reconciliar con El la carne pecadora

    de Adn (e hijos), la reconcili de hecho mediante la muerte en cruz.

    Decir que nos reconcili el Verbo, igual que anunci el mensaje de salud a las almas en los infiernos, es quedar a

    medio camino. Ireneo es muy explicito: el principado sobre la

    tierra lo tuvo quoniam Homo justus 74. Actu sobre los hom

    bres (resp. la humana carne pecadora), corno principe, no corno

    ministro siervo. A titulo de rey, con plenos poderes. En la caro de los predestinados se deja sentir la incorrup

    tela de la Carne gloriosa del Verbo, por participacin univoca,

    uniforme, en la Gloria de Cristo (cf. Fil 3,20s). La Reconciliacin, en mayscula, de la Carne inocente del Sefior se revela pareci

    73 Cf. adv. haer. V, 13,3,58ss Et rursus ad Philippenses (3,20s) ait : ' Nostra autem conversatio in caelis est, unde et Salvatorem exspecta mus Dominum Jesum, qui transfigurabit corpus humilitatis nostrae con

    forme corpori gloriae suae ita ut possit secundum operationem virtutis suae Quod igitur est humilitatis corpus quod transfigurabit Dominus conformatum corpori gloriae suae? Manifestum est quoniam corpus quod est caro, quae et humiliatur cadens in terram. Transfiguratio autem ejus, quoniam cum sit mortalis et corruptibilis, immortalis fit et incorrupti bilis, non secundum propriam substantiam, sed secundum Domini ope rationem, qui potest mortali immortalitatem et corruptibili circumdare incorruptibilitatem .

    74 adv. haer. IV,20,2,45.

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  • SAN IRENEO Y LA DOCTRINA DE LA RECONCILIACIN 31

    damente a raiz de Su muerte en cruz en la hasta entonces

    carne pecadora de Adn (e hijos). Ireneo no se contenta con la efcacia de Cristo, en cuanto

    Verbo, sobre el hombre. En la humana primera plasis actu de esa suerte, a titulo de Imagen (substancial) del Padre; y continu en su ejercicio, corno Logos, origen inmediato del

    Espiritu de profecia sobre la humana caro. En la plenitud de los tiempos todo cambi a raiz de la Encarnacin. Constituido Homo justus , justa Caro , naci y se bautiz y subi a la cruz y muri hombre; y hombre reconcili al hombre; asi corno hombre sellar en la consumacin la obra salvifica, de rramando la propia Luz recibida del Padre sobre la humana carne.

    Tal doctrina ataja de raiz todo intento de cargar sobre la persona del Hijo la mediacin salvifica entre Dios, y los hom bres. Como si pudiera el Hijo, en cuanto tal, llevar adelante la obra iniciada a titulo de Creador de Autor del Espiritu proftico. Adoptando a lo ms, corno instrumento, la Carne

    para actuar visible sobre los hombres visibles, con la efcacia con que se manifestaba de Verbo a carne a lo largo del

    A. T. Por este camino, habrian justificado muy bien los mar cionitas y los discipulos de Valentin su docetismo. Si a la substantia carnis no le incumbe, corno tal, la reconciliacin

    activa, ipor qu le ha de incumbir la pasiva? Si importa solo reconciliar a los individuos, de Persona a persona, qu signi fican los misterios de la vida y muerte del Sefior, vinculados a Su carne?

    El lenguaje de Ireneo es sintomtico. En el extravio hu

    mano hay ' el que se pierde ', y hay lo que se pierde.

    Nunc autem quod fuit qui perierat homo, hoc salutare factum est Verbum, per semetipsum eam quae esset ad

    eum communionem et exquisitionem salutis ejus eflciens.

    Quod autem perierat sanguinem et carnem habebat. Li

    mnm enim de terra accipiens Deus plasmavit hominem, et propter hunc omnis dispositio adventus Domini. Habuit

    ergo et ipse carnem et sanguinem, non alteram quandam,

    sed illam principalem Patris plasmationem in se recapi tulans, exquirens id quod perierat (cf. Le 19,10)75.

    75 adv. haer. V, 14,2,39ss. Para el nuevo testigo armenio, vase Ch.

    Renoux, Patr. Orient. t. XXXIX fase. 1 pp. 112 y 113.

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  • 32 ANTONIO ORBE, S. I.

    Sea por instinto teolgico, sea por conciencia de la distincin entre el masculino expresin de lo personal y el neutro distintivo de la natura el Santo nunca los contunde.

    Lo que fu ( era) el hombre que habia perecido, eso se hizo saludable el Verbo, para llevar a cabo por Si la comu nin con aquel , y buscar su salvacin 76.

    El Verbo hizose carne (segn Jo 1,14); lo que era Adn, el que se perdio. No

    ' alma ', ni menos ' espiritu hombre

    psiquico pneumtico. Y da la razn. Solo hecho carne, substancia cuerpo de

    carne, podia cumplir directamente por si las dos cosas a que venia:

    a) en Si, la comunin de la caro con el Verbo, esto es, la perfecta communio physica del plasma con el Hijo en la Carne rutila (gloriosa) de Cristo;

    b) en los dems, la bsqueda eficaz salvifica de la natura extraviada.

    A tal fin, no basta la Encarnacin, la comunin personal de la carne con el Verbo. En su virtud: por venir la caro de

    madre Virgen77, reconcili en Si la carne del primer Adn, e hizo de ella una caro justa , libre de pecado (cf. 1 Pe 2,22); por comunin personal con el Hijo es Caro Verbi (resp. Do mini) . Mas por ninguno de los dos titulos, deja de tener las

    propiedades y limitaciones fisicas de la substantia carnis . A pesar de la Encarnacin, en su natura y actividad es total

    mente inepta para santificar fisicamente la carne de Adn

    (e hijos). Es preciso que adquiera, por nuevo titulo, las cualidades

    fisicas del Espiritu de Dios, hasta comulgar enteramente con

    El; y, hecho en carne perfecto (Heb 2,10s; 5,9), con eficacia inmediata santificar la carne de Sus hermanos. Lo uno se cum ple al resucitar de entre los muertos; cuando reviste la forma de Dios, y pasa a ser, en carne, dios. En substancia carne, en cualidad Espiritu (resp. dios). Lo segundo, a lo largo del

    16 ... Exquisitionem (no " inventionem " corno Iren. arm.) salutis ejus

    efficiens , en armonia con la lin. 48 exquirens id quod perierat . 77 adv. haer. III, 21,5,130s quoniam non ex voluntate viri erat qui

    nascebatur... 7,164ss hoc est non operante in eum Joseph, sed sola Maria

    cooperante dispositioni ... uti non ex voluntate viri, sed ex voluntate Dei (Jo 1,13) adventum ejus qui secundum hominem est intellegamus .

    Vase I. de la Potterie, La Mre de Jsus et la conception virginale du Fils de Dieu, en Marianum 40 (1978) 69ss.

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  • SAN IRENEO Y LA DOCTRINA DE LA RECONCILIACIN 33

    . T. con la eficacia deificante de la Caro gloriosa del Hijo sobre los hermanos de adopcin.

    Resumiendo, en virtud de la Encarnacin, el Verbo se hace lo que era en natura el que se perdio (Adn). Hecho carne, levanta la propia caro al modo de ser (y actuar) divino, a raiz de la Resurreccin de entre los muertos, vistindola de la claridad y forma de Dios. Desde entonces la Caro rutila del Verbo acta con eficacia salvifica sobre la carne de Sus hermanos.

    Los misterios de la vida terrena del Hijo miran a deificar primero la Carne de Jesus; y despus, por su medio, la de Adn y sus hijos. A disponer la Caro Domini para su eficacia santificante sobre la caro Adae. Y en la economia del pecado de Adn: a disponer la Caro (justa, innocens) Domini para su eficacia sobre la caro (injusta, quae peccavit) Adae.

    El capitulo de la reconciliacin , supuesto el delito de la Caro Adae, acenta la inocencia de la Caro Domini. Representa un aspecto de la economia de la Salus carnis, y deja a salvo el axioma fundamental: la Salvacin de una carne natura carnai por otra; la de la caro hominis { Adae) por la Caro Domini.

    El pensamiento ireneano podria en absoluto fluctuar de un libro a otro del adversus haereses. Tales fluctuaciones no existen. Hasta el vocabulario se mantiene idntico: en el libro V

    y en el libro III. Basta perseguir sus alusiones a la parbola de la oveja perdida.

    A] en el libro Quinto:

    Non enim aliud est quod moritur et aliud quod vivi ficai ur, quemadmodum neque aliud quod perii et aliud quod invenitur; sed illam quae perierat ovem venit Do minus exquirens. Quid ergo erat quod moriebatur? Utique carnis substantia, quae amiserat afflatum vitae, et sine spiramento et mortua facta. Hanc itaque Dominus venit vivificaturus, uti quemadmodum in Adam omnes morimur quoniam animales, in Christo vivamus quoniam spiritales

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  • 34 ANTONIO ORBE, S. I.

    (cf. 1 Cor 15,22), deponentes non plasma Dei, sed concu piscentias carnis, et assumentes Spiritum sanctum78.

    A los neutros, repetidos sin fatiga ( quod moritur... quod vivificatur... quod perit... quod invenitur ), sucede su traduc cin: carnis substantia . No se perdio ni muri el individuo en masculino , sino la natura, el plasma substantia carnis . Y por lo mismo, tampoco el Sefior vino en busca de los individuos, para vivificarlos, sino de la carnis substantia .

    El vocabulario es tanto mas sintomtico, cuanto que Ireneo

    evoca la clusula paulina de 1 Cor 15,22: Et sicut in Adam omnes moriuntur, ita et in Christo omnes vivificabuntur .

    La versin ireneana en neutro es demasiado intencionada.

    Fiel al pensamiento de Pablo, quiere denunciar su contenido. Acata la letra paulina que ofrece puntualmente ( uti quem admodum in Adam omnes morimur... in Christo vivamus... ). Y declara su significado. Pues corno en Adn todos mueren en su plasma substantia carnis asi tambin en

    Cristo sern todos vivificados . Ni todos los hombres murie ron en la persona de Adn; ni sern todos vivificados en la persona de Cristo. Todos murieron en el plasma natura de

    Adn, y sern todos vivificados en el cuerpo substantia carnis de Cristo.

    Seria absurdo salvarse, en virtud de la eficacia de Cristo, deponiendo el plasma sin resurreccin carnai corno puras almas intelectos subsistentes. Perdise el plasma; ha de sal

    varse l. Asi corno nos perdio el plasma de Adn, nos salv

    el de Cristo, y l tambin nos vivificar en plasma.

    Quod enim in ventre plasmare praetermisit artifex Ver bum, hoc in manifesto adimplevit, uti manifestentur opera Dei in ipso (= plasmate) [Jo 9,3] nec jam alteram requireremus manum per quam plasmatus est homo neque alterum Patrem, scientes quoniam quae plasmavit nos initio et plasmai in ventre manus Dei, haec in novissimis temporibus perditos exquisivit nos, suam lucrifaciens et super humeros assumens ovem perditam et cum gratula tione in cohortem restituens vitae79.

    " adv. haer. V, 12,3,47ss. Vase Pardbolas evanglicas en san Ireneo II, Madrid 1972, 168ss.

    " adv. haer. V, 15,2,74ss. Vase Pardbolas ... II. 171ss.

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  • SAN IRENEO Y LA DOCTRINA DE LA RECONCILIACIN 35

    E1 plasma ocupa el centro de la atencin80. E1 lodo informe

    pasa a ser hombre, cuando el Verbo, Mano del Padre, lo con

    figura a Su propia Imagen. De donde lodo + forma (' ) = plasma = homo.

    B] en el libro Tercero:

    Propter hoc et ipse Dominus dedit nobis signum... in profundum, in altitudinem sursum, quod non postulavit homo, quia nec speravit Virginem praegnantem fieri posse quae erat Virgo et parere filium et hunc partum Deum

    esse nobiscum, et descendere in ea quae sunt deorsum

    terrae quaerentem ovem quae perierat (Le 15,4ss) quod quidem erat proprium ipsius plasma et adscendere in altitudinem, offerentem et commendantem Patri eum ho minem qui fuerat inventus, primitias resurrectionis ho minis in semetipso faciens81.

    Desde el libro III discurre Ireneo con iguales categorias. La

    oveja perdida era el hombre; en su natura, corno plasma de Dios. El Sefior vino para encumbrarla en Si propio a las alturas del Padre, ofrecrsela en Su propia Carne glorificada corno

    primicias de la resurreccin, y encomendrsela a El. Es la misma ideologia del libro Quinto.

    Necesse ergo fuit Dominum ad perditam ovem venientem et tantae dispositionis recapitulationem facientem et suum plasma requirentem, illum ipsum hominem salvare qui factus fuerat secundum imaginem et similitudinem ejus82.

    Tanto da venir a la oveja propia corno ir en busca de su

    plasma y salvar al hombre hecho ( = plasmado) a imagen y semejanza Suya83.

    A mayor abundamiento, sin salir de la parbola de la ovis perdita, dice la Epideixis:

    80 Cf. adv. haer. V, 5,l,8ss Quandoquidem Enoch placens Deo in quo placuit corpore translatus est... et Helias sicut erat in plasmatis substan tia assumptus est... Assuetae enim erant in Adam manus Dei coaptare et tenere et bajulare suum plasma et ferre et ponere ubi ipsae vellent .

    81 adv. haer. Ili, 19,3,63ss. Vase Parbolas ... II. llss. 82 adv. haer. Ili, 23,2,lss. Vase Parbolas... II. 163ss. 83 La importancia del neutro, a lo largo de las menciones de la oveja

    perdida, se me escap en las Parbolas evanglicas de san Ireneo ; y escapa asimismo a R. M. HObner, Die Einheit des Leibes Christi bei Gregor von Nyssa, Leiden 1974, 301-311.

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  • 36 ANTONIO ORBE, S. I.

    Pues el Sefior vino a buscar la oveja perdida. E1 hombre habiase perdido. De donde no se hizo El (= el Sefior) otra carne formada ( = plasma, substantia carnis ), sino de aquella que traia origen de Adn (y) de ella conserv la semejanza84.

    Tambin ahora discurre a partir de la igualdad hombre = car ne = plasma, oveja perdida.

    Las versiones difieren algo: E perci non divenne egli una qualche altra creatura, ma da quella stessa che da Adamo

    ripeteva la sua stirpe serb la somiglianza della creatura

    (Faldati); Et, s'il ne s'est pas fait autre chair fagonne quelle qu'elle soit, mais si par cette mme (?) [vierge] qui tenait sa race d'Adam, il a conserv la ressemblance de cette

    chair fagonne (Froidevaux); And therefore He did not be come some other formation, but He likewise, of her that des cended from Adam, preserved the likeness of formation

    (Smith). Al margen de otras diferencias, todos los traducto res85 concuerdan en presentar la Encarnacin con referencia

    simultnea a Jo 1,14 y Gen 2,7: Se hizo El (= el Sefior) carne

    formada plasma; formation (' product of formation ', plas ma) ; en perfecta consonancia con V, 14,2,39ss.

    A todo lo largo de su adv. haer., y aun en la Epideixis conserva Ireneo los mdulos de V, 14,2s. Perdise el plasma, se enemist con Dios; y el mismo, substantia carnis , fu

    reconciliado con Dios. El obispo de Lin gusta del neutro, lo mismo para acentuar el pecado, que para la salud: id quod

    perierat, id quod salvatur . 0 de la carnis substantia (V, 12, 3,51), perdida en Adn y vivificada en Cristo. La versin del plural masculino del Apstol (ICor 15,22) por el neutro sin gular denuncia su pensamiento. Pec y muri la natura (plasma, substantia carnis ) y debe ella reconciliarse.

    La pgina de V, 14,2-3 no hace excepcin. Rima con la restante obra ireneana.

    84 Epid. 33. Vase Ch. Renoux, a propsito del nuevo fr. en Patr. Orient. XXXIX fase. 1 p. 131.

    85 Singularmente J. Smith, St. Irenaeus Proof oi the Apostolic Preach ing, Westminster (Maryl.) 1952, 169-171; L. M. Froibevaux, Irne de Lyon Dmonstration de la Prdication Apostolique, Paris 1959, 83-85.

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  • SAN IRENEO Y LA DOCTRINA DE LA RECONCILIACIN 37

    IV - RECONCILIACIN Y ANTROPOLOGA

    Entre los escrpulos a que da lugar semejante concepcin, uno es: ise fund Ireneo en algun lugar escriturario?

    He aqui dos lecturas en que convienen el primero y el tercer evangelista:

    Mt 18,11 Venit enim Filius hominis salvare quod perierat (x )M; Le 19,10 Venit enim Filius hominis quaerere, et salvum facere quod perierat (x ) [Vulg.].

    La frase cruciai figura ya en Ez 34,16 aludido por Tertu liano: Sic et virtus in infirmitate perficietur, quod periti sal vum faciens (cf. x Ez.), quod mortuum est

    vivificans, quod percussum est sanans, quod languit medicans,

    quod ereptum est redimens, quod famulatum est liberane, quod seductum est revocans, quod elisum est suscitane n.

    Ireneo conoce, sin citacin literal. Le 19,10 (y tal vez Mt

    18,11)M. Solo indirectamente, al parecer, Ez 34,16. Resulta empero improbable haya ido a buscar en el neutro

    lucano su inspiracin para la natura perdida y reconciliada.

    Hasta sus adversarios leian en neutro. Marcin: Venit

    enim Filius hominis salvum facere quod periti w. Tornado en sentido genrico, era aplicable el neutro a la sola psique90. La oveja, en griego x , se presta a toda clase de apli caciones. La gnosis heterodoxa, desde los simonianos91, siguien do por los valentinianos, el Evangelium Aegyptiorum93, el

    Evangelium securtdum Thomam 107hasta los Acta Tho

    mae95, supo asignar a la oveja perdida el ms alto simbolismo:

    * Las ediciones criticas omiten el versfculo para el texto griego. Lo

    Ieen D W X... syr c.p Diatessaron ... Vulg. 87 res. mori., 47,14. 88 Por su frecuente simpatia con la Koin y con D. 89 Apud Tert., adv. Marc. IV, 37,2. 90 Vase Pardbolas evanglicas... II. 140; 118ss (Marcin, Apeles). 91 Iren., 1,23,2. Infinidad de testimonios en K. Beyschlag, Simon

    Magus und die christliche Gnosis, Tubingen 1974, 128ss. 92 Iren. 1,16,1-2; 11,24,6; Evangelium Veritatis pi. 31,35ss; Iren. 1,8,4

    initio (Tolomeo); Origen., In Joh. XIII 120 (Heraclen). Vase Pardbolas...

    II 130ss NH C III pi. 63,4ss = C IV pi. 74,17ss. Vase A. Bohlig y FR. Wisse,

    en Nag Hammadi Studies IV, Leiden 1975 p. 142ss y 191ss; Pardbolas...

    II. 135s. 98 Cf. Pardbolas... II. 136ss. c. 39 y c. 57. Pardbolas... II. 138.

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  • 38 ANTONIO ORBE, S. I.

    el mitico de Sofia {= Espiriti: Santo), y el csmico de la iglesia espiritual diseminada en el mundo.

    Ni los versos sinpticos, ni menos Ez 34,16 limitaban por si solos el simbolismo a la perdicin y salud de la substantia carnis , corno tampoco a la del semen spiritus caldo y disperso en el mundo material.

    El obispo de Lin no denuncia lugar alguno concreto de la Escritura para hacer del neutro id quod perierat , la clave de su doctrina. Ni siquiera para su predileccin por el plasma. tDnde se funda para su doctrina?

  • SAN IRENEO Y LA DOCTRINA DE LA RECONCILIACIN 39

    quae in coelis sunt, idem ipse sit vitulus qui in coelis quidem non pr peccato, sed pr munere oblatus est, in terris autem ubi ab Adam usque ad Moysem regnavit peccatum, oblatus sit pr peccato97.

    Es la pacificacin (resp. reconciliacin) interpersonal de ra cionales celestes y terrenos, ngeles y hombres, que tiene lugar removido el muro de separacin entre el hombre y Dios, entre la tierra y el cielo, levantado por el delito98. En consonancia con la comunidad primigenia de

    ' intelectos ', rota por el pe cado, urge Origenes la reconciliacin entre el cielo y la tierra, interesando singularmente a los racionales ", para que vuelvan al rgimen inicial, y entregue Cristo al Padre, con la potestad de Rey, toda la creacin.

    La propia transformacin divina operada en el cuerpo de

    Cristo100, la concibe alguna vez Origenes corno paradigma de la ' reconciliacin ' de lo terreno y lo celeste, carne y Espiritu m.

    Aun entonces no disimula el sentido vertical de la recon ciliacin , de los hombres con los ngeles; frente al sentido

    horizontal, de Cristo a Adn, del cuerpo de carne de Cristo a la substantia carnis de Adn. La oveja perdida era y pec en su regin. Ella, y no el plasma, ha de reconciliarse con Dios102.

    San Jernimo hereda incautamente la exegesis origeniana de Ef 2,15ss: Et hanc totam intelligentiam ad angelos virt

    tesque caelestes et ad animas temperabit humanas: quod Chri stus in suo sanguine terrena et caelestia copularit, quae inter

    97 In Levit. Homil. 113 Puede verse la nota de J. A. AlcXin, Cauti

    verio y redencin del hombre en Origenes, Bilbao 1974, 266ss. ** Cf. In Levit. Homil. IV,4; In Gen. Homil. XIII,2. H. Schlier,

    Christus und die Kirche im Epheserbrief, Tiibingen 1930,18ss. Cf. In Rom. IV,8: PG 14,988 BC; In Rom. IX,41: PG 14,1243 BC; In

    Cant. prol. (Vili, 84,23ss); In Rom. X,9. 100 In Levit. Homil. 1,4 Convenienter ergo omnia haec, quae in cor

    pore a Salvatore gesta sunt, coelestis ignis absumpsit et ad divinitatis

    ejus naturam cuncta restituit. Lignis tamen adhibitis ignis iste succen

    ditur; usque ad lignum enim in carne passio fuit Christi. Ubi autem

    suspensus in ligno est, dispensatio carnis finita est; resurgens enim a

    mortuis adscendit ad coelum, quo iter ejus natura ignis ostendit. Unde

    et Apostolus dicebat quia ' et si cognovimus Christum secundum carnem,

    sed nunc jam non novimus '

    (2 Cor 5,16). Holocaustum namque carnis

    ejus per lignum crucis oblatum terrena coelestibus et divinis humana

    sociavit . 101 Cf. In Levit. Homil. 1X3 Vase AlcAin, o. c. 270. 102 Vase Pardbolas evanglicas en san Ireneo II. 153-161.

    33:53 PM

  • 40 ANTONIO ORBE, S. I.

    se antea dissidebant Ift3. Rufino se lo echa en rostroI04. Otro

    tanto valdria decir de Mario Victorino105.

    Ter tubano apunta algo en polmica con la lectura marcio

    nitica de Ef 2,13ss y Col l,20ss 106, y en exegesis a la parbola de la oveja perdida. Sobre esto ltimo resultan de inters unas lineas:

    Imprimis cum ad hoc venisse se dicit, ut quod periit salvum faciat (cf. Le 19,10), quid dicis perisse? Hominem sine dubio. Totumne, an ex parte? Vtique totum: siqui dem transgressio, quae perditionis humanae causa est, tam animae instinctu ex concupiscentia, quam et carnis actu ex degustatione commissa, totum hominem elogio

    transgressionis inscripsit, atque exinde merito perditionis implevit. Totus itaque salvus fiet, qui periit totus delin

    quendo; nisi si et ovis illa sine corpore amittitur, et sine corpore revocatur. Nam si caro quoque ejus cum ani ma quod pecus totum est humeris boni pastoris

    advehitur, ex utraque utique substantia restituendi homi nis exemplum est107.

    En adv. Marc, silencia el africano la relacin entre el cuerpo crucificado de Cristo y el de Adn. El hereje la denegaba 'a

    priori corno en general todo vinculo entre ambos Testamentos.

    En de resurrectione mortuorum dialoga con adversarios

    de la Salus carnis, amigos de referir por alegoria el Antiguo al Nuevo Testamento; Adn oveja perdida , a su Salvador

    Cristo.

    103 Cf. R. . HObner, Die Einheit des Leibes Christi bei Gregor von

    Nyssa 58 n. 107. Igual que OrIgenes, fg. in Ephes. 1,20-23 (J. A. F. Gregg, en JTS 3 p. 401s).

    104 Apol. centra Hieron. I c. 40 ed. . Simonetti . 75, 32ss. 105 Ad Ephes. 2,14-16 {PL 8,1258Dss): ...'ut duo conderet in semetipso

    in uno novo homine faciens pacem '. Dixi quos duo : animas et superiora illa, aeterna scilicet et spiritalia. Quo ipse salvator qui spiritus est et

    sanctus Spiritus, in animas descendit, iunxit duo, spiritalia et animas ... ' Et ut exhiberet et reconciliaret ambos in uno corpore Deo '. Iungens,

    inquit, ut diximus, et animas et spiritum pacem fecit, ut exhiberet

    coniunctos duos illos quondam separatos et reconciliaret Deo. In uno,

    inquit, corpore, id est ut ipsa anima, iam spiritus cum esset, et ipse

    spiritus, cum iam animam sibi vindicaret, esset unum corpus, quod fuerat antea separatum ... .

    106 Arriba p. 8-12. io? res. mort. 34,1-2. Cf. Pardbolas... II. 140.

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  • SAN IRENEO Y LA DOCTR1NA DE LA RECONCILIACIN 41

    Y por eso mismo, da margen a cotejar tres exegesis: a) una,

    la de sus adversarios (en de res. mortuorum); b) otra, la propia de Tertuliano; c) tercera, la de Ireneo.

    Los adversarios, amigos de la Salus animae (resp. Di midia salus ), descubrian prob. en la oveja de la parbola el simbolo del alma ( ), muerta por el pecado y extraviada en el mundo sensible. En la futura linea de Origenes108.

    Tertuliano los impugna. La oveja perdida es simbolo de] totus homo, en cuerpo y alma. Se perdio todo l, y a todo l

    hubo de salvar el Sefior. Ireneo, en sus frecuentes alusiones a la parbola, evit

    semejante expresin. Una y otra vez, segn l, lo que se

    perdio era el plasma. Lo ms preciado (y primero) en Adn

    y sus hijos. Lo nico, derechamente asequible a la corrupcin y muerte fisicas. Lo nico tambin mencionado por el Apstol en el autor de la 109.

    Pero la pregunta afiora enseguida ies creible que la oveja perdida simbolice el plasma, el cuerpo solo?

    Los adversarios de Tertuliano se hacian fuertes en que el

    cuerpo de carne el plasma est destituido de arbitrio y voluntad propios. Es puro instrumento, a modo de vaso del

    alma. Se pierde la psique por ser ella sola responsable del

    pecado

    108 Vase Adversarios annimos de la Salus carnis, en Gregorianum 60 (1979) 31-33.

    109 Ef 2,13ss facti estis prope in sanguine Christi... solvens inimi citias in carne sua... et reconciliet ambos in uno corpore Deo per crucem, interficiens inimicitias in semetipso ; Col l,20ss pacificane per sangui nem crucis ejus... nunc autem reconciliavit in corpore carnis ejus per mortem ; Rom 5,9s multo igitur magis nunc justificati in sanguine

    ipsius... Si enim cum inimici essemus, reconciliati sumus Deo per mortem

    Filii ejus ... . no Vase Tert., res. mortuorum 16,lss Sed cum imperium animae,

    obsequium carni distribuimus, prospiciendum est, ne et hoc alia argu mentatione subvertant, ut velint carnem sic in officio animae conlocare,

    non quasi ministram, ne et sociam cogantur agnoscere. Dicent enim mi

    nistros et socios habere arbitrium ministrandi atque sociandi et potesta

    tem suae voluntatis in utrumque, homines scilicet et ipsos; idcirco cum

    auctoribus merita communicare, quibus operam sponte adcommodarint :

    carnem autem nihil sapientem, nihil sentientem per semetipsam, non

    velie non nolle de suo habentem, vice potius vasculi adparere animae,

    ut instrumentum, non ut ministerium. Itaque animae solius judicium

    praesidere, qualiter usa sit vasculo carnis, vasculum ipsum non esse sen

    tentiae obnoxium, quia nec calicem damnati, si quis eum veneno tem

    perarli, nec gladium ad bestias pronuntiari, si quis eo latrocinium fuerit

    operatus .

    33:53 PM

  • 42 ANTONIO ORBE, S. I.

    Tertuliano replica. E1 cuerpo, por comunin de natura con la psique, ayuda de tal suerte, que sin l nunca podria el alma llevar a cumplimiento sus actos111. En otros trminos. Aunque la carne de suo nihil sapit , y nada lleva a cabo per se metipsam que no se impute a la psique, es tambin respon sable de los pecados que por su ministerio hace el alma.

    El obispo de Lin arguye de otra forma. Se basa en la Escritura (Ger l,26s y 2,7). El primerisimo substrato de Adn seria el barro informe (). El segundo, el substrato

    ' aper

    sonado ', seria el plasma, conjuncin del primerisimo y de la forma (humana) a imagen y semejanza de Dios ( + ).

    He ahi constituido el hombre, en signo anterior a la infu sin de la psique (' hlito de vida ') m. El alma sobrevino para ministerio del modelado a imagen y semejanza de Dios. A la plasis inicial, imperfecta, debia seguirse otra paulatina, a lo largo de la dispensacin, que dispusiese la caro a la per feccin consumada sensible en la Carne gloriosa del Verbo

    para que la destinaba el Creador. En Ireneo se invierten los

    111 res. mortuorum c. 16,12ss Vas enim capacitatis nomine dieta est, qua animam capit et continet, homo vero de communione naturae, quae eam non instrumentum in operationibus praestat, sed ministerium. Ita et ministerium tenebitur judicio, etsi de suo nihil sapit, quia portio est ejus, quae sapit, non suppellex. Hoc et apostolus, sciens nihil carnem agere per semetipsam quod non animae deputetur, nihilominus peccatri cem judicat carnem, ne eo, quod ab anima videatur impelli, judicio libe rata credatur... Alioquin nec exprobratio conpetisset in alienam culpae nec adhortatio in extraneam gloriae: et exprobratio enim et exhortatio vacarent erga carnem, si vacaret et merces, quae in resurrectione cap tatur .

    112 Muy exacta, en esto, la formulacin de Tert., res. mort. 5,8s Ho minem autem memento carnem proprie dici, quae prior vocabulum ho minis occupavit :

    ' Et finxit Deus hominem, limum de terra jam homo qui adhuc limus (fictus) et insufflavit in faciem ejus flatum vitae, et iactus est homo id est limus in animam vivam, et posuit Deus hominem, quem finxit, in paradiso '. Adeo homo figmentum primo, dehinc totus. E1 propio Tertuliano denuncia el orden: primero el hombre

    plasma (= figmentum); luego, en consorcio con el alma, homo totus. Otros testimonios en R. Braun, Deus christianorum 301s.

    En linea asimismo ireneana se mover ms tarde Apolinar, apud Greg. Nyssen., C. Apollin. XIII 29: Porque Adn, por haber pecado, se dice alma; mientras el Hombre mezclado con Dios se denomina ente ramente (en cuerpo y alma) Espiritu, pues (1 Pe 2,22)

    ' no hizo pecado ni en su boca se hall dolo '. Mas (Apolinar) no admite tal idea, pues a su juicio aquel ( = Adn) era (plasma) de barro, (corno venido) de tierra ; por eso la animacin sigui al cuerpo modelado del polvo ( = hecho ya hombre) [ x ]

    33:53 PM

  • SAN IRENEO Y LA DOCTRINA DE LA RECONCILIACIN 43

    valores. La psique pasa al servicio del plasma; en modo alguno el plasma al servicio de la psique, corno queria Tertuliano.

    Aunque no con estos trminos, distingue muy bien el obispo de Lin dos rdenes de dignidad:

    a) el orden puramente naturai, mayor en la psique que en el plasma; superior en lo intelectivo que en lo terreno;

    b) el orden de la economia, mucho mayor en el plasma

    destinado a las alturas de la Caro rediviva de Cristo (= Caro in forma Dei), que en la substancia racional de la psique.

    En el orden puramente naturai el plasma, inferior a la

    psique, estaria llamado a su ministerio. El cuerpo al servicio del alma.

    No asi en la actual dispensacin (segn Ireneo). Destinado el plasma del hombre a la Vida misma eterna de Dios, a

    semejanza de la Carne gloriosa del Hijo, adquiere por solo su destino una dignidad fisica muy superior a la de la subs tancia puramente discursiva.

    Dos cosas deciden sobre la mayor menor dignidad del

    plasma, en Adn: a) la tierra de origen, muy inferior a la substancia racional origen de la psique; b) la forma impronta, ' a imagen y semejanza de Dios ', muy superior al orden fisico de la psique.

    La conjuncin de ambas en la Caro del hombre, la levanta en destino muy por encima de los propios ngeles;

    ' a for

    tiori' del alma. A est luz se comprende el esquema ireneano: primero en

    el tiempo y aun en dignidad de destino, la Caro, despus la

    psique. Ms an, en tanto sobreviene la psique y se introduce en el plasma, en cuanto

    puesta a su servicio le ayudar

    a disponerse para la incorruptela (Vida de Dios). Ireneo aplica al interior del hombre la antinomia adop

    tada por Dios al constituirle duefio de los ngeles; esto es, al

    hacer de los ngeles, fisicamente perfectos, servidores del hom

    bre "3. Dentro del compuesto humano, pone el alma al servicio del cuerpo.

    Importa poco que el plasma, corno destituido de vida ra

    cional, y aun de toda vida, sea incapaz de venir al acto por cuenta propia; y necesite para toda accin el concurso mi

    113 Epideixis 12 Asi que le hubo hecho al hombre duefio de la tierra

    y de toda cosa que hay sobre ella, secretamente le constituy tambin

    dueno de aquellos (= los ngeles) que en ella tienen oficio de siervos.

    Vase Antropologia de san Ireneo 134ss.

    33:53 PM

  • 44 ANTONIO ORBE, S. I.

    nisterio del alma. Aun asi, l es el verdadero homo, y con

    terminologia no empleada por Ireneo la verdadera '

    persona '

    facies del hombre; el que se sirve de la psique para merito riamente disponerse a la Salus carnis; el que subordina la

    psique, con su racionalidad y libre albedrio, al propio destino

    superior segn las exigencias del Espiritu divino. El Creador se dirige al hombre, en su dimensin bsica

    de plasma: Porque el dia en que comiereis de l del rbol

    prohibido moriris de muerte (Gen 2,17), segn la carne. Y, a raiz del pecado, dijo a la mujer:

    ' Multiplicar crecida

    mente los sufrimientos de tu gravidez; con sufrimiento parirs

    hijos '... Y al hombre dijo: ' Por cuanto escuchaste la voz de

    tu mujer, y comiste del rbol... Maldito sea el suelo por tu causa; con fatiga te alimentars de l todos los dias de tu vida; espinas y abrojos te germinar y comers la hierba del campo; con el sudor de tu rostro comers pan, hasta que tornes al

    suelo, pues de l fuiste tornado, ya que eres polvo y tornars

    al polvo '... Y expulsle Yahveh Dios del paraiso de Edn a tra

    bajai el suelo de que habia sido tornado (Gen 3,16ss). Todas las penas le alcanzan en la substancia de su carne.

    Ms que por su indole racional, el alma interesa por el

    libre albedrio. A ese titulo, la psique es tan neutra para san

    Ireneo, corno lo era para sus adversarios gnsticos. Tampoco stos entraban demasiado en cuentas con el alma (racional).

    Servianse de ella para la fase anterior a la gnosis. Venida sta,

    la superaban con la de los hijos (naturales) de Dios. La gnosis les impella, por necesidad fisica, hacia Dios, con un rgimen superior al racional. Eran espirituales, y se movian

    por encima de lo libre y racional puro. En pugna con los gnsticos, Ireneo llev el centro de gra

    vedad al plasma. El cuerpo no era libre en si, corno de natura terrena, procedente del lodo, y condenada al polvo; ni en su

    destino salvifico, corno de indole supracreatural. Sino por sola intermedia, temporal

    ' comunin con el ' soplo de Vida ' (resp.

    alma); y hasta tanto alcanzase las alturas suprarracionales del

    Espiritu de Dios. Consciente de su destino, incumbe al hom bre Caro ponerse al servicio del Espiritu, sacrificando las propias naturales exigencias a las de El. La tensin sarx/ Pneuma explica la humana existencia. A su servicio tiene, en

    tre otros medios de natura, el libre albedrio ( ), otorgado al plasma con el

    ' soplo de vida

    ' (Gen 2,7). En prin

    33:53 PM

  • SAN IRENEO Y LA DOCTRINA DE LA RECONCILIACIN 45

    cipio, cuanto mas el cuerpo se deja invadir del Espiritu, menos reclamar el concurso de la psique: y con mayor sencillez se encumbrar a la -9- del Espiri tu, por encima del albe drio del alma.

    A raiz de la resurr