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San Ireneo y la creacin de la materia

La verdadera perspectiva de las doctrinas de san Ireneo

requiere el estudio previo de sus grandes adversarios. La doc trina de la creacin no sale de la regia. Ninguno la ha exami nado en serio modernamente1 entre los gnsticos2. A juzgar

por el significado obvio de sus mitos, todos ellos serian ema natistas.

Ultimamente un estudioso de san Ireneo ha creido ver la clave del pensamiento de san Ireneo frente a los gnsticos en

el dogma de la creacin3. Sacrifico para otra ocasin su anlisis entre los sectarios

del siglo II, y me limito a los elementos indispensables. Ni si

Asi por ej. E. W. Moller, Geschichte der Kosmologie in der grie chischen Kirche bis auf Origenes, Halle, 1860 (pp. 193ss 222ss 237ss 429ss); H. Jonas, Gnosis und spatantiker Geist I, Gottingen, 1954 resultan dema siado elementales; H.-Fr. Weiss, Untersuchungen zur Kosmologie des hel lenistischen und palstinischen Judentums (TU 97) Berlin, 1966 aporta innumerables noticias para estudios paralelos sobre el judaismo helenista y palestino (a lo largo de toda la Parte I. . 11-166).

2 Sigue de positivo inters, no obstante su antigiiedad, I. de Beausobre, Histoire de Maniche et du Manichisme I, Amsterdam, 1739, 143-370.

3 H. Lassiat, Promotion de l'homme en Jsus-Christ d'aprs Irne de Lyon, Tours, 1974. Significativo lo que escribe (p. 480) sobre los puntos de desacuerdo con mi Antropologia de san Ireneo, Madrid, 1969. L'ori gine profonde des divergences dice tient la notion que l'on a du

dogme de la cration ex nihilo. C'est pour n'avoir pas compris ce dogme, affirme Irne, que les gnostiques ont commis leurs plus grosses erreurs. C'est dans le cadre de cet article de foi qu'il faut toujours analyser la pense de l'Evque de Lyon. Le P. Orbe n'a pas jug bon de com mencer sa recherche par l'tude de ce dogme... Un fait est certain: comme nous l'avons longuement dmontr (?), c'est du dogme de l'uni verselle cration ex nihilo qu'Irne tire sa vision des tres en gnral et de l'homme en particulier .

Sin embargo, omite Lassiat el estudio sobre la creacin (resp. de

miurgia) entre los gnsticos en si misma, no en su presentacin ire neana , y no deslinda previamente en dogma tan fundamental, segn l los dos campos. Dentro mismo del estudio sobre Ireneo, confunde fcilmente las fronteras entre la rigorosa creacin primera (= de la ma

teria) y la demiurgia; y se extiende sobre est secunda, cuando lo que mas importa corno dogma especifico de la fe cristiana es ante todo la primera.

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quiera estudio la creacin en general, sino solo la ' creatio pri

ma E1 punto de la demiurgia es demasiado conocido. E1 trmino

' creatio prima

' no es ireneano, ni corno tal

interesa. Importa solo para evitar malentendidos. Creacin pri mera u origen de la materia, tanto da, aunque en rigor no pue dan confundirse. La ' creatio prima

' denota el origen del pri mum esse: el cual, dentro de la mentalidad del siglo II, puede tambin convenir a un substrato invisible.

Prcticamente empero la aparicin del primum esse inte resa por la materia, principio inmediato del cosmos terreno.

Dando por conocido el trnsito de la materia creada a la

demiurgia, urge solo entender el salto primerisimo a la mate ria, segn el obispo de Lin.

El estudio ir en dos partes: I - problemtica de san Ire neo; II - soluciones gnsticas; ideas paralelas en san Ireneo.

Parte primera

PROBLEMATICA DE SAN IRENEO

Ireneo se inspira de ordinario en la Escritura. Ni a l ni

a sus adversarios se les ocurre plantear los grandes temas des

de el punto de vista filosofico. De la materia informe hablaba Sap 11,18. Del trnsito de todas las cosas al ser ( ) Sap 1,144. De la aparicin ex nihilo 2 Me 7,285. 'Grosso modo' sectarios y eclesisticos admitian la creacin, a raiz de Gen l,ls6.

La carta de la Iglesia de Lin7, al hablar de Blandina, de muestra conocer 2 Me 7,28. influy ms sobre Ireneo una clusula de Hermas. El Santo la introduce alguna vez, corno de Escritura:

Bene igitur scriptura quae dicit (Herm., Mand I, l)8: ' Primo omnium crede quoniam unus est Deus, qui omnia

4 Cf. Weiss, Untersuchungen zur Kosmologie 26-35. 5 Cf. Weiss, o. c. 59-74. 6 La tesis pagana la formula sobriamente Cicern (de divinatione II,

16,37): Non ergo ... erit aliquid quod aut ex nihilo oriatur aut in nihilum subito occidat. Quis hoc physicus dixit umquam? Vase testimonios anlogos, desde Parmnides hasta los estoicos, en A. St. Pease, ad loc.

t Eusebio, Hist. Eccl. V, 1,55. 8 Nada en H. Holstein, Les formules du Symbole dans l'oeuvre de

saint Irne: Rech. Se. Rei. 34 (1947) 454-461. Algo en Weiss, Untersuchun gen zur Kosmologie 139 142s 154s,

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SAN IRENEO Y LA CREACIN DE LA MATERIA 73

constituit et consummavit et fecit ex eo quod non erat

ut essent omnia (

), omnium capax et qui a nemine capiatur '9.

E1 togion de Hermas pasa a la ' regula veritatis con leves cam

bios redaccionales frente a los gnsticos:

Quum teneamus autem nos regulam veritatis, id est, quia sii unus Deus omnipotens, qui omnia condidit per Ver bum suum et aptavit et fecit ex eo quod non erat ad

hoc ut sint omnia10, quemadmodum Scriptura dicit (Ps 32,6): 'Verbo enim Domini caeli firmati sunt, et Spiritu oris eius omnis viitus eorum 'n. Et iterum (Io 1,3):

' Om nia per ipsum facta sunt, et sine ipso factum est nihil Ex omnibus autem nihil subtractum est; sed omnia per ipsum fecit Pater, sive visibilia sive invisibilia, sive sen sibilia sive intelligibilia, sive temporalia propter quandam dispositionem sive sempiterna et aeonia. Non per angelos, neque per virtutes aliquas abscissas ab eius sententia; nihil enim indiget omnium Deus, sed et per Ver bum et

Spiritum suum faciens et disponens et gubernans et om

nibus esse praestans. Hic qui mundum fecit etenim mundus ex omnibus , hic qui hominem plasmavit, hic Deus Abraham et Deus Isaac et Deus Iacob, super quem

alius Deus non est, neque Initium (= Principatus) neque Pleroma. Hic Pater Domini nostri Iesu Christin.

Igual inters presenta el testimonio en la Epideixis:

... el Ser eterno es Dios, y est sobre todas cosas creadas;

todo se halla sometido a El, y todo cuanto se le somete

lo cre El, en manera que Dios no tiene autoridad ni se

fiorio sobre lo ajeno, sino sobre lo propio, y todas cosas son de Dios; y por est razn Dios es todopoderoso, y toda cosa viene de Dios. Porque, necesariamente, las cosas creadas traen el origen en su existencia de alguna causa grande, y el principio de todas (cosas) es Dios;

9 adv. haer. IV, 20,2,24ss. Tambin Orgenes se inclina a dar por

inspirado el Pastor de Hermas (ad Romanos comm. X, 31). Cf. igualmente de princ. 1,3,3; II, 1,5: in Joh I 193; XXXII 187. Vase M. Simonetti, I Princpi, Torino, 1968, 167.

10 Los ultimos editores (Harvey y Stieren) omiten la referencia. 11 Cf. Weiss, o. c. 246,5 et passim. 12 adv. haer. 1,22,1. Cf. II, 30,9.

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pues El no fu creado por nadie, sino que por E1 toda cosa fu creada. Por tal motivo (segn Hermas, Mand I,

1), '

ante todas cosas conviene creer que hay un Dios, el Padre, que creo y organiz el conjunto de las cosas e hizo existir lo que no existia, y conteniendo el conjunto de las cosas solo El es incapaz de ser contenido Ahora

bien, en ese conjunto se halla igualmente el mundo que nos concierne; y en el mundo, el hombre ,3.

El Dios es uno ( ) , dice Hermas. Agrega Ireneo a modo de glosa: el Padre (epid.), omnipotente (1,22,1). Hermas silencia al Logos, y asigna a Dios (Padre) los tres verbos (' qui omnia constituit et consummavit et fecit... ') Ireneo introduce en la ' regula veritatis

' al Logos (' qui omnia condidit per Verbum suum') [1,22,1],

Sus inserciones las viene a justificar el Santo en la Epi deixis cuando escribe:

Un solo Dios Padre increado, invisible, creador del uni verso, encima del cual no hay otro Dios, y despus del cual no hay otro Dios. Dios es racional () ; por serio, la creacin de las cosas fu obra de razn (). Dios es espiritu; por serio, orden tambin todas las cosas con el espiritu, segn dice el profeta (Ps 32,6)...14.

Se advierte un proceso en el modo de expresar la doctrina

de la creacin. Una primera frmula dementai: la de Hermas,

que aplica al Dios nico los tres verbos ( ). El Dios nico cre fund, consum, e hizo todas las cosas, trayndolas del no ser al ser. Ese Dios es, segn Ireneo, el Padre.

Segunda formulacin. El Dios ( Padre) omnipotente cre mediante su Verbo, organiz e hizo todas las cosas ... Intro duce al Logos, instrumento del Padre, en la creacin.

Tercera. Dios (Padre), dotado de Razn y de Espiritu, me diante el Verbo y el Espiritu fund, disposo e hizo todas las cosas... Introduce al Verbo y al Espiritu, corno intermediarios propios de Dios en la creacin del universo.

13 epid 3-4. 14 epid 5. Muy bien J. Smith, St. Irenaeus. Proof of the Apostolic

Preaching, Westminster (Maryl.), 1952, 138 s.

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Sin sacrificar la unicidad de Dios, Ireneo se siente libre, con fundamento en el logion de Hermas, para asignarle, corno instrumento personal, el Logos {Io 1,3); tambin el Logos y el Espiritu (Ps 32,6) personales. No sin atribuir a cada una de las tres personas su eficacia peculiar, con arreglo a los tres

participios. Ni el Verbo ni el Espiritu Santo ponen en peligro, con su

existencia personal con su eficacia tambin personal, la in dole nica del Padre, creador de todas las cosas. Asi corno el desdoblamiento del Verbo, en Logos y en Espiritu, no com

promete, por su distincin personal ni por su eficacia, la in dole unica del Hijo, mediador y demiurgo de todas las cosas.

Es la razn por que Ireneo presenta, sin reparo, al Padre corno autor nico ingnito del universo, sin mencionar Sus ma nos. El que manipula corno hombre, opera con sus manos. La

mencin del Verbo {Io 1,3) va solo implicita en Gen l,3ss. Por igual motivo, al mencionar a Dios con el Verbo, no ex

cluye al Espiritu personal. El Logos, ' mano nica de Dios ',

tiene doble eficacia, demirgica y perfectiva, asignable al Ver bo, corno tal,

' Forma del Padre ', y a su Espiritu, ' Espiritu

del Verbo y Semejanza del Padre '. Asi corno Dios, en su uni cidad divina, posee Verbo y Espiritu; asi el Verbo, en su uni cidad mediadora (resp. demirgica), posee adems Espiritu. Basta ir de lo implicito a lo explicito para asignar a Dios en la creacin la asistencia de las otras dos personas. Basta

asimismo venir de lo tcito a lo expreso para atribuir al Logos de Dios la asistencia personal del Espiritu, salido de l.

Tanto da, en definitiva, presentar en la creacin del uni verso al Padre solitario, corno darle por companeros: al Hijo, ' mano nica del Padre ', tambin al Hijo y al Espiritu,

' ma nos ambas del Padre'. La fantasia dificulta el trnsito de la mano nica a las dos: porque, en Dios, no salen las dos ma nos Verbo y Espiritu del Padre tronco comn, sino la

segunda mano procede de la primera, corno expresin de su

segunda eficacia demirgica15.

15 Ireneo pasa de la ' mano ' a 'las (dos) manos y de su interven

cin genrica sobre el cosmos a la privilegiada sobre el hombre. Tales saltos se explican con recurso a las fuentes; pero sobre todo, a la diva

lencia del Logos y de su eficacia. Igual que Adn (andrgino) se con

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7 6 ANTONIO ORBE, S. I.

Solos anteriores testimonios dificilmente declaran lo que dentro de la creacin corresponde al Padre, al Hijo, al Espiritu Santo. Los verbos procedentes de Hermas, convienen en blo

que a todos Tres, han de distribuirse entre ellos?

Neque enim indigebat horum (= angelorum) Deus ad fa ciendum quae ipse apud se praefnierat fieri, quasi ipse suas non haberet Manus. Adest enim ei semper Verbum et

Sapientia, Filius et Spiritus, per quos et in quibus om nia libere et sponte fecit, ad quos et loquitur dicens (Gen 1,26):

' Faciamus hominem ad imaginem et similitudinem nostram ipse a semetipso substantiam creaturarum et

exemplum factorum et figuram in mundo ornamentorum

accipiens)6.

La " predefinicin '

{' quae Ipse apud se praefnierat fieri ') es exclusiva de Dios Padre. A l toca decidir la creacin. Unica mente para su cumplimiento dispone de las dos manos; y a ellas se dirige en Gen 1,26.

A la predefinicin corresponde tambin la iniciativa del ' fa

ciamus '. Es mas, por contraste con la demiurgia tal corno la

declaraban gnsticos y hebraizantes recurriendo a los ngeles, al praefinire paterno responde asimismo el origen de los ele

mentos necesarios para la formacin del hombre (resp. del

mundo). Ireneo habla de la plasis; no de la creacin de la humana

materia. Pero la frmula que emplea, rebasa las lindes de la

demiurgia.

Ipse a semetipso substantiam creaturarum et exemplum factorum et figuram17 in mundo ornamentorum accipiens.

vierte en dos Adn y Eva ; el Logos (origen de Sofia) pasa a ser tambin dos Logos y Sofia. Y si corno Logos sigue bivalente, me diador en lo naturai y en lo rigoroso salvifico; igual Sofia, luego de su procesin. Desde otro punto de vista, J. Mambrino, Les Deux Mains de Dieu dans l'oeuvre de saint Irne: Nouv. rev. thol. 79 (1957) 355-370; J. A. de Aldama, Maria en la patristica de los siglos I y II, Madrid, 1970, 148-155.

16 Iren IV, 20,l,15ss. Vase Fr. Loofs, Theophilus von Antiochien ad versus Marcionem (TU 46,2) Leipzig, 1930, llss; mi Antropologia de san Ireneo, Madrid, 1969, 40ss.

17 Tal vez mejor figurationem (aplicacin del paradigma a la subs tancia). Cf. 11,26,1 quoniam sua potestate et a semetipso accepit exem plum mundi fabricationis; vel si motus quis ab hoc fuerit, semper quae rendi necessitas erit unde ei qui super eum est figuratio eorum quae facta sunt, quis et numerus emissionum et substantia ipsius exempli?

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Sin echar mano a ngeles ni arcontes, toma Dios (Padre) de si propio los tres clsicos elementos, que los platnicos del

siglo II reparten en materia-paradigma-demiurgo18. La triada Padre, Hijo, Espiritu substituye, en su eficacia creadora,

a la triada platnica de los doxgrafos. Ireneo ofrece dos pa ralelos: uno biblico, representado por Dios-Verbo-Sabiduria19; otro, de sesgo platonizante, traducido por substantia-exemplum figura. E1 Hijo y el Espiritu asisten a Dios Padre en la forma cin del mundo, a titulo de

' Manos de Dios El Verbo, mano diestra, acta en vez del paradigma, corno ejemplar de todas las cosas. La Sabiduria ( = Espiritu Santo), mano izquierda, se

deja sentir corno impronta del paradigma en la materia (' fi gura in mundo ornamentorum '). Al Padre le queda, origen pri merisimo de todo, la creacin de la materia (' substantia crea turarum ')

Aparte la homologia csmica, cabe an seri alar en Iren IV, 20,1 otra antropolgica, con resonancias trinitarias. Dios Padre, de un lado; Hijo y Espiritu Santo, de otro, Imagen (subsisten te) y Semejanza (personal) del Padre. Todos tres Dios/Ima gen/Semejanza actan sobre la humana substancia terrena,

para sacar al hombre '

a imagen y semejanza de Dios

La humana plasis corrobora e ilumina la'versin otorgada

por san Ireneo, sin salir de la frmula de Hermas (mand 1,1), a la trinidad platnica en su eficacia sobre el mundo.

Los cristianos no tenemos necesidad de recurrir a una

materia, extrana al Padre, anterior a l coexistente. A titu

lo de creador primero, y origen de todas las cosas, Dios '

toma

de Si propio la substancia ( = materia) de las creaturas '.

Si autem licuit Bytho a semetipso talem figurationem Pleromatis perfi cere, quid utique Demiurgo non licuit a semetipso mundum talem fe cisse? ; II, 26,3 ipse a semetipso exemplum et figurationem eorum quae facta sunt accipiens . Apuleyo (de Platone 1,5): figurationis quali tate viduatam (materiam) .

18 Iren II, 14,3 Plato vero rursus materiam dicit et exemplum et deum . Igual Hiplito, Ref X, 7,6s y sobre todo Ref 1,19,lss (vase la nota de Wendland).

Calcidio, in Timaeum c. 307: Sunt igitur initia deus et silva et exemplum . E1 primer testigo de los tres principios, en est forma, es quiz Varrn (ap. August., De civ. Dei VII, 28). Vase H. Dorrie, Entre tiens Fondation Hardt V, 205ss y la bibliografia citada por Waszink, en comento a Calcidio, ad loc.; van Winden, Calcidius on Matter 142s; T. Gre gory, Platonismo medievale, Roma, 1958, 23s.

1' su equivalente Dios-Hijo-Espiritu Santo. Vase Loofs, o. c. llss; J. A. de Aldama, Maria en la patristica, Madrid, 1970, 148ss.

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Antes an de que intervenga el Hijo, mano de Dios, a ti tolo de paradigma (segun lenguaje platnico) de Imagen (se gn terminologia escrituraria), saca el Padre de Si la materia informe. ' A fortiori ' antes de que intervenga el Espiritu Santo, a titolo de impronta aplicacin dinmica del paradigma a la materia20.

Interesa mucho en la teologia ireneana el origen a se metipso del paradigma (Logos) y de su impronta (Espiritu) en la materia. Mas a nuestro intento, importa sobre todo de

finir lo previo a la eficacia de las manos de Dios. Lo que Dios hace sin ellas a semetipso: el trnsito del no ser a la primera ' substantia creaturarum '.

San Ireneo no gusta ordinariamente de categoras filos ficas; sin que por eso las ignore. Ms de una vez las sugiere, corno preliminares a la discusin con los gnsticos. Al escribir v.gr. (11,28,3) Ut puta, si quis interrogai: Antequam mundum faceret Deus quid agebat? haciase eco de un tema debatido entre las escuelas paganas de filosofia21. Responde a la pre

gunta desde el punto de vista teolgico n\ pero sabe muy bien que los sectarios23 pretenden resolverla sin chocar con pre misas filosoficamente a la sazn invulnerables.

Para quien lee entre lineas, Ireneo descubre mayor cono

cimiento del tecnicismo pagano, del que espontneamente revela.

20 Muy lejos nos llevaria el estudio de dos modalidades: a) la corres pondencia Dios-Verbo-Sofia y materia-paradigma-figura, donde figura hace las veces del demiurgo platonico, mejor de la demiurgia en ejercicio; b) la reduccin de la figura (= Espiritu Santo) al Demiurgo de Platn, doble mitico segn algunos comentaristas (cf. Festugire, Le Dieu cosmique, Paris, 1949, 104s) del anima mundi, en una linea que habria de repercutir entre algunos telogos del medievo. Vase T. Gregory, Pla tonismo medievale 145s.

Sobre la figura (resp. figurati) y el Espiritu personal, vase Fr. Loofs, Theophilus von Antiochien adversus Marcionem (TU 46,2), Leipzig, 1930, 14s; y mis pginas de La teologia del Espiritu Santo, Roma, 1966, 462-476.

21 Cf. Cicern, de natura deorum 1,9,21 (Ac. 2,87; 2,119); Parmnides (fr. 8,9-10 Diels); Lucrecio 5,168-175... Otros testimonios en A. St. Pease, Cic,. de nat. deor. voi. I. 187ss.

22 Parecidamente [ClemJ, Recogn Vili, 34,lss; Orgenes, de princ III, 5,3; II, 3,lss. Cf. mis Estudios Valentinianos I. 179ss; y los paralelos ecle sisticos aducidos por Pease (comm. a Cic., nat. deor 1,9,21) voi. I, 187ss. 23 Como ms tarde los maniqueos: cf. s. Agustn, de Genesi c. Manich. 1,3: dicunt (= Manichaei): Si in principio aliquo temporis fecit Deus caelum et terram, quid agebat antequam faceret caelum et terram? et quid subito placuit facere quod nunquam antea fecerat per tempora aeterna? Vase G. Pelland, Cinq tudes d'Augustin sur le dbut de la Gense, Tournai, 1972, 17s.

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Dicimus quoniam ista responsio (quaestioni: ' Antequam

mundum faceret Deus, quid agebat? ') subiacet Deo. Quo niam autem mundus hic factus est apotelestos a Deo, tem

porale initium accipiens, Scripturae nos docent; quid au tem ante hoc Deus sit operatus, nulla Scriptura manifes

tat. Subiacet ergo haee responsio Deo, et non ita stultas et sine disciplina blasphemas adinvenire velie prolatio nes, et per hoc quod putas te invenisse materiae prolatio nem, ipsum Deum qui fecit omnia, reprobare24.

Uno presume la respuesta gnostica. Antes de la creacin del mundo material, habia Dios fundado el Pleroma de los eones el mundo de la Verdad , y a raiz de un pathos ocurrido en l habia hecho aparecer, preliminar al mundo, una substan cia amorfa, abortiva (' materiae prolationem '), anterior al De

miurgo (hebreo). A Ireneo repugna semejante solucin. Mas no desde el

punto de vista filosofico, sino desde el teolgico, corno inju riosa para el Creador, a quien hace: a) posterior en el tiempo a la materia informe salida del Pleroma; b) pendiente en la

demiurgia, de las leyes y propiedades de la materia.

Mas antes de llevar por ahi el anlisis, volvamos a la doc

trina ireneana sobre el origen de la materia. La dificultad, para el Santo, no reside en la rigurosa demiurgia, a partir de ma teria preyacente. Tampoco en la indole creada de la materia.

Si en efecto, fuera ingnita () corno Dios, seria igual a Dios. En eso discurre corno Tefilo Antioqueno:

tQu hay de grande en que Dios haga el mundo de ma

teria subyacente ( ) ? Tambin un artifice humano, con tornar de algo la materia, hace de ella cuanto gusta. El poder de Dios se manifesta en que hace cuanto quiere, a partir de lo que no es ( ) ... Asi corno en todo esto Dios es mas poderoso que el hombre, asi tambin en hacer de lo que no es, y en haber hecho los seres, cuantos quiere y corno quiere25.

2* Iren 11,28,3. 25 ad Autol. 11,4. Vase ibid. II, 10; s. Basilio, In Hexaemeron, hom

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Imagina uno que, corno eclesistico, Ireneo se detendria a es

clarecer lo que le separa del pensamiento pagano: el origen de la materia, previo a su fabricacin.

Era decisivo el recurso a Gen 1,1-2: desconcertante por va

rios capitulos: a) el empieo (univoco, segiin unos; equivoco, segiin otros) de la tierra en ambos versos 26; b) el v. 2, no con

tento con presentar la materia amorfa, parece distinguir varios elementos algo genricos, pero diferenciados ya (' tierra in visible e impreparada ',

' oscuridad ', ' abismo ',

' agua ',

' Espi

ritu de Dios ') que, entre gnsticos, se prestaban a especu laciones peligrosas v. Es probable que Ireneo rehuyera invocar lo, para no verse comprometido a justificar los elementos, se gregados no, en l contenidos. Nunca le aduce, por cuenta

propia. Ni siquiera al modo de Tefilo Antioqueno 28.

11,2; Calcidio, In Timaeum c. 278 ed. Waszink 283,11-14. Cf. J. C. van Win den, Calcidius on matter, Leiden, 1959, 65s y sobre todo J. Ppin, Tho logie cosmique et thologie chrtienne, Paris, 1964,48ss.

26 Ya desde Hermgenes, segun Tertuliano, adv. Herm. 25,1: Vult igitur duas proponi terras in ista scriptura, unam quam

' in principio deus fecit ', aliam materiam ex qua fecit, de qua dictum sit

' terra autem erat invisibilis et rudis '. Vase ltimamente J. Ppin, Echos de thories gnostiques de la matire au dbut de l'Exameron de saint Ambroise, en Mlanges Waszink 262-264 270-271 (notas). E1 articulo, muy bueno, le con sidera gnstico a Hermgenes. Rigorosamente no lo fu, corno tampoco Marcin ni el presunto valentiniano Droserio (que en el Dialog. de recta in Deum fide IV resucita errores hermogenianos). Ningn gnstico en sefi la coeternidad de la materia con el Dios Sumo, sino slo su coexis tencia (' non ab aeterno ') con el demiurgo. Vanse mis Estudios Valen tinianos I, Roma, 1958, 259-265.

22 Cf. Iren 1,30,1 (ofitas): Sub his autem Spiritum sanctum esse et sub superiori Spiritu segregata elementa aquam, tenebras, abyssum, chaos super quae ferri Spiritum dicunt (cf. Gen 1,2). Sobre anloga concepcin rabinica Genesis r. 19 vase M. Friedlander, Der vor christliche jiidische Gnosticismus, Gottingen, 1898, 111.

Por otra linea, igualmente equivoca, iban los valentinianos de Iren 1,18,1: Et invisibile autem et absconditum eius manifestantem dicere (Moysen, Gen 1,2): 'Terra autem erat invisibilis et incomposita'. Secun dam autem Quaternationem, progeniem primae Quaternationis, sic eum dixisse volunt, abyssum nominantem et tenebras, in quibus sunt et aquae et qui ferebatur super aquas spiritus .

28 ad Autol. II, 10 fin: Asi pues, para que el verdadero Dios fuese conocido mediante las obras, y (se viese) que en virtud de su Verbo habia hecho Dios el cielo y la tierra y lo contenido en ellos, dijo (Gen 1,1):

' En el Principio (= Verbo) hizo Dios el cielo y la tierra'. Despus, a propsito de su creacin, nos declara (Gen 1,2): 'Mas la tierra era invisible e impreparada, y la obscuridad encima del abismo, y el Espiritu de Dios era llevado sobre el agua '. Con est doctrina se abre la divina Escritura: (declarando) de alguna forma la materia creada, una vez hecha por Dios, a partir de la cual hizo Dios y fabric el mundo ('

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Moiss describe mas bien la materia informe; no dice de dnde, ni cmo vino de Dios.

Hoc autem idem et de substantia materiae dicentes, non peccabimus, quoniam Deus eam protulit. Didicimus enim ex Scripturis principatum tenere super omnia Deum. Unde autem vel quemadmodum emisit eam, neque Scriptura ali qua exposuit, neque nos phantasmari oportet, ex opinio nibus propriis infinita coniicientes de Deo; sed agnitio nem hanc concedendam esse Deo... In eo autem quum

quaerimus quae sunt super nos, et in quae attingere no

bis non est, nunc in tantam audaciam venire, uti panda mus Deum, et quae nondum inventa sunt, quasi iam in

venerimus, per emissionum vaniloquium ipsum omnium factorem Deum, et de defectione et ignorantia asserere substantiam habuisse, et sic impium adversus Deum fin gere argumentum29.

E1 origen de la materia ha preocupado a la filosofia gentil30. Ireneo lo sabe. Mas en vano tratan los hombres de resolverlo.

No est al alcance del humano intelecto. Es problema teol

gico, y corno tal, solo se resuelve con ayuda de la revelacin.

Ahora bien, la Escritura ensefia el absoluto dominio de Dios sobre todas las cosas. Si sobre todas, tambin sobre la

materia, de que proviene el mundo. Vale pues afirmar, en ar monia con la Escritura, que Dios profiri el substrato de la materia: el hecho de su aparicin por obra de Dios.

En ningtin lado se pronuncia la Escritura sobre el origen

inmediato, ni sobre su modo. He ahi las dos incgnitas funda mentales:

1 - unde... emisit (Deus) eam (substantiam materiae) 2 - quemadmodum ... emisit (Deus) eam (substantiam ma

teriae) . Extrana la actitud de Ireneo.


Respondo. Para la impostacin y trminos del problema, Ireneo se inspira

" a contrario ' en Tolomeo:

Eam collectionem et substantiam fuisse materiae ( ) dicunt, ex qua hic mundus constai32.

Lo ratifica Tertuliano en el lugar paralelo:

Ago nunc discant Pythagorici, agnoscant Stoici Plato ipse, unde materia, quam innatam volunt, et originem et sub

stantiam traxerit in omnem hanc struem mundi33.

El obispo de Lin rechaza la solucin valentiniana. Mas por su lado admite el problema; con la distincin obvia entre Dios, creador de la materia informe, y el origen inmediato de ella. El Creador la profiere, aunque no de Su propia substancia. ^De dnde la saca?

Dios hizo el cosmos sensible, a partir de una materia amorfa (Sap 11,18: ). La materia amorfa, ide dnde la hizo? icmo la hizo?

Que sea Dios el autor ( ' ) de la substantia materiae salta a la vista. El Santo vuelve repetidas veces sobre elio.

Qui (valentiniani) non credunt quidem quoniam ipsam ma teriam, quum sit potens et dives in omnibus Deus, crea

vit, nescientes quantum potest spiritalis et divina sub stantia; credentes autem quoniam mater ipsorum (Acha

moth), quam feminam a femina vocant, a praedictis pas sionibus emisit tantam conditionis materiam; et quae rentes quidem unde suppeditavit Fabricatori conditionis substantia... (4) Attribuere enim substantiam eorum, quae

336,13) Muy bien van Winden, Calcidius on matter 221: Hence substantia has the following meanings: 1) substantia=essentia=natura (), cp. 345,2 (p. 173); 2) substantiaexistence () cp. 345,11; 368,1 (p. 174 and 219); 3) substantia=substratum (), cp. 368,9). In the first case one speaks of the substantia silvae; in the second: matter gives existence to the species and vice versa, in the third: matter is the subs tratum of the species .

En Iren 11,28,7 la substantia materiae responde al tercer caso, e in dica el substratum previo a toda especie y forma; aunque con mucha probabilidad para su vocabulario particular, inspirado en el gnostico el trmino por l empleado sea tambin y no .

32 Iren 1,4,2. 33 adversus Valentinianos 15,1. Puede verse A. Marastoni, ad loc.; I. de

Beausobre, Hist. de Maniche II. 167.

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facta sunt, Virtuti et Voluntati eius qui est omnium Deus, et credibile et acceptabile et constans et in hoc bene di cetur: quoniam (Le 18,27)

' quae impossibilia sunt apud

homines, possibilia sunt apud Deum Quoniam homines quidem de nihilo non possunt aliquid tacere, sed de ma teria subiacenti; Deus autem, quam homines hoc primo melior, eo quod materiam fabricationis suae, quum ante non esset, ipse adinvenit34.

A diferencia de los hombres (y dems racionales), que requie ren materia subyacente para fabricar algo, Dios es capaz de hacer la propia

' substancia de la materia Dios tiene poder absoluto: quum sit potens et dives in

omnibus 3S. Poderoso y rico en todo, lo es tambin en la vo luntad. Igualmente

' rico y en muchedumbre ' (III, 10,6) se pre

senta el Verbo al servicio del Padre: a titulo de demiurgo, mas no autor de la propia materia. Solo pues el Padre merece, en exclusiva, el poder sobre la substantia materiae.

Digase otro tanto de la frase: nescientes (valentiniani) quantum potest spiritalis et divina substantia . Ni por espiri tual ni por divina, puede la substancia divina dar origen a la materia informe. Espiritual y divina es la substancia en el Verbo

y el Espiritu; poderosa en ambos para modelar consumar la materia, no para conferirle el ser.

tPor qu solo Dios Padre tiene riqueza y poder, substan cia espiritual y divina, idneos para la creacin primera?

Sin formular semej ante pregunta, responde Ireneo prcti camente a ella con las particulas causales que asigna a las tres

personas la Escritura. Dios autor primero (' ) hizo el cielo y la tierra: en su primer ser. Todas las cosas fueron

hechas mediante el Verbo mediador instrumento (' ) :

Iren II, 10,34. Vase mi Antropologia de san Ireneo, Madrid, 1969, 44ss.

35 Cf. Ili, 10,6,90s multus enim et dives Pater ; Ili, 16,7,243ss Per quod manifestum est quoniam omnia quae praecognita erant a Patre, ordine et tempore et hora praecognita et apta perfecit Dominus noster, unus quidem et idem exsistens, dives autem et multus. Diviti enim et multae voluntati Patris deservit ; IV, 14,2,60ss Vere enim multae aquae Spiritus Dei, quoniam dives et quoniam magnus est Pater ; IV, 20,11, 279ss Et ipse autem interpretator Patris Verbum, utpote dives et multus

exsistens, non in una figura neque in uno charactere videbatur viden tibus eum ; V, 32,l,16ss Dives enim in omnibus Deus, et omnia sunt

ejus. Oportet ergo et ipsam conditionem redintegratam ad pristinum sine prohibitione servire justis .

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en su forma. Los seres todos los hiciste, oh Dios, en la Sabi duria (= Espiritu Santo) consumador ( ) : en su or nato final perfeccin. La eficacia atribuida al Padre (' , ); al Hijo Verbo (Si' ); al Espiritu Sabiduria (v ) indican lo caracteristico de cada persona. Los tres actan se

gun su indole personal: 1 - Dios Padre, corno Ser primero e infinito; 2 - el Hijo, corno Medida Forma del Infinito (IV. 4,2); 3 - el Espiritu Santo, corno Virtud dinmicamente per fectiva u Ornato de la Forma del Infinitox.

A pesar del substrato espiritual y divino, comn al Verbo y al Espiritu, y del poder y voluntad que, en su linea creativa, les corresponde, Ireneo atribuye nicamente al Padre el pri mum esse substancia del universo.

Leiamos poco ha:

Attribuere enim substantiam eorum quae facta sunt, Vir tuti et Voluntati eius qui est omnium Deus, et credibile et acceptabile et constane ... (est)37.

La clusula se presta a dos interpretaciones: a) la substancia

(o primer substrato) de las cosas creadas aun de las hoy existentes conviene al Querer y Virtud de Dios (Padre). Asi corno la forma (resp. especie) de las creaturas corresponde al

Verbo, Forma ejemplar de todas.

b) el substrato de la creacin, la materia informe anterior

a la demiurgia. Lo mismo que a las pocas lineas: eo quod materiam fabricatwnis suae, quum ante non esset, ipse adin venit .

En consonancia con IV, 20,1 (' ipse a semetipso substantiam creaturarum... accipiens '), yo me inclino a la primera. Ambas, en rigor, se completan: por ser el Padre, autor exelusivo de la substancia informe, es tambin quien con su Virtud y Querer sostiene todas las cosas en su ser primero.

36 Vase Estudios Valeniinianos II, Roma, 1955, 166ss 191ss; J. Ppin, Thologie cosmique 348-366 (' thorie des causes et choix des prposi tions '); G. Scarpat, La lettera 65 di Seneca, Brescia, 1965, 91-155 (' Il pro blema delle cause'); Weiss, o. c. 269ss.

37 Iren II, 10,4.

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Pero hay mas. Los sectarios, amigos de enaltecer la emi

nencia del Dios bueno, desprecian al Creador inmediato del mundo.

Et ut putentur posse enarrare unde substantia materiae non credentes quoniam Deus ex his quae non erant,

quemadmodum voluit, ea quae facta sunt ut essent omnia

feoit, sua Voluntate et Virtute substantia usus sermones

vanos collegerunt38.

E1 Santo les acusa de dos cosas: falta de fe en la Voluntad y Poder del Creador (hebreo), capaz, segiin ellos, de configurar la materia informe, mas no de conferirle su primer ser; atrevi miento y vanidad en sus teologias, hasta exponer con indepen dencia del Demiurgo (del Gnesis) el origen de la materia. A lo primero les conduce lo segundo; por creerse capaces de

explicar el origen de la ' substantia materiae desprecian al

Creador.

Et per hoc quod putas te invenisse materiae prolationem, ipsum Deum qui fecit omnia reprobare39.

Se comprende por reaccin el recurso de Ireneo a la Escritura. Mientras no se funden en ella, las humanas especulaciones son

vanas. Hay que atenerse a los datos de la revelacin, y '

con

ceder ' a Dios lo que no quiso manifestar a los hombres.

Si por la Escritura ignoramos los creyentes ' de dnde viene

la substancia de la materia ', por la fe entendemos se vali Dios para crearla corno de substrato propio de Su Voluntad

y Poder: sua Voluntate et Virtute substantia () usus .

Tanto vale decir que para otorgar a las cosas su primer

ser, ech mano Dios de su Virtud y Querer; y aun ahora las sustenta en l de igual forma. No que las creaturas se susten ten, corno en propio substrato causa material, en la Voluntad

y Poder divinos; sino en aquello que para sustento propio les

otorgan el Poder y Voluntad de Dios. Muy poco, si algo, adelantan unas lineas del mismo lib. II

' adversus haereses

3 Iren II, 10,2. 39 Iren 11,28,3.

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Ipse a semetipso fecit libere et ex sua potestate et dispo suit et perfecit omnia, et est substantia omnium voluntas eius; solus hic Deus invenitur, qui omnia fecit, solus omni potens et solus Pater condens et faciens omnia et visi bilia et invisibilia, et sensibilia et insensata, et caelestia et terrena ' Verbo Virtutis suae ' (Heb 1,3); et omnia aptavit et disposuit Sapientia sua; et omnia capiens, solus autem a nemine capi potest (cf. Herm., Mand I, l)40.

Dios hizo las cosas a semetipso... et ex sua potestate. La formula sua Voluntate et Virtute substantia usus explica la substan

tia omnium Voluntas eius . Acenta Ireneo la soberania per

fecta del Dios ingnito en la creacin. Todo lo hizo por cuenta

propia (' libere et ex sua potestate '), con su Querer, sostn

primero y ltimo de todas las cosas41.

El demiurgo {inmediato) de gnsticos y marcionitas, igual que el de Hermgenes, no era autor de la materia. La vela

frente a si. Llamado nicamente a fabricarla, hallbase sujeto a las limitaciones de la materia.

El Demiurgo de Ireneo, antes que demiurgo, es autor sobe rano de toda substancia. La materia depende de l, y no vice

versa. El Santo se adelanta a las frmulas de Hierocles 42,

mejor Ammonio, y de Orgenes 43.

El simple est sometido a las limitaciones del substrato que configura. El autor primero decide, sin otras

Iren II, 30,9. 41 Cf. Iren II, 34,3: Quemadmodum enim caelum, quod est super nos,

firmamentum et sol et luna et reliquae stellae et omnia ornamenta ipso rum, quum ante non essent, facta sunt et multo tempore perseverant secundum voluntatem Dei: sic et de animabus et de spiritibus et omnino de omnibus his quae facta sunt cogitans quis minime peccabit: quando omnia quae facta sunt initium quidem facturae suae habeant, perseverant autem quoadusque ea Deus et esse et perseverare voluerit ; ibid. 4 Deo itaque vitam et perpetuam perseverantiam donante, capit et animas pri mum non exsistentes dehinc perseverare, quum eas Deus et esse et sub sistere voluerit .

De providentia, segn Focio (Bibl. cod. 214, 241): porque basta el Querer de aquel para sostn de las cosas ( ) . Vase .-. Weber, Origenes der Neuplato niker, Miinchen, 1962, 91ss; E. Elorduy, El pecado originai, Madrid, 1977, 460s 634s.

43 De princ 1,2,6: Et ideo ergo arbitrar quod sufficere debeat volun tas Patris ad subsistendum hoc quod vult Pater. Volens enim non alia via utitur, nisi quae Consilio voluntatis profertur . Puede verse mi Antro pologia de san Ireneo 44ss.

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fronteras que las de la propia Voluntad, la indole de la subs tancia creada.

Ni en su primer ser, ni en la forma que adquiere luego la creacin, decide la materia. Venida libremente de Dios, y segn su Querer, estar siempre suj et a la Voluntad divina.

Principari enim debet in omnibus et dominari Voluntas Dei; reliqua autem omnia huic cedere et subdita esse et in servitium dedita44.

No vale invocar las leyes fisicas contra Dios. Superior a toda

natura, corno autor y origen de ella, las define con su Querer

y Poder; lo mismo que funda la substancia de la materia:

Deus enim melior () est quam natura, habens

apud semetipsum velie, quoniam bonus est; et posse, quo niam potens est; et perficere, quoniam dives et perfec tus est45.

Segn eso cabria graduar asi la doctrina de san Ireneo:

1 - Didicimus... ex Scripturis principatum tenere super omnia Deum (Iren 11,28,7);

2 - Principari enim debet in omnibus et dominari Volun tas Dei (II, 34,4);

3 - Attribuere (licet) substantiam eorum quae facta sunt, Virtuti et Voluntati eius qui est omnium Deus (II, 10,4);

4 - Deus ex his quae non erant, quemadmodum voluit, ea

quae facta sunt ut essent omnia fecit, sua Voluntate et Virtute

substantia usus (II, 10,2).

A pesar de todo, anade el Santo taxativamente (11,28,7):

Unde autem vel quemadmodum emisit (Deus) eam (sub stantiam materiae), neque Scriptura aliqua exposuit, neque

44 Iren 11,34,4. 45 Iren II, 29,2. Cf. Orgenes, de princ. II, 3,6: Sane hoc quod

dicunt quidam (palude a Ireneo?) de hoc mundo, quoniam corruptibilis quidem est ex eo quod factus est, nec tamen corrumpitur, quia corrup tione fortior et validior est voluntas Dei qui fecit eum et continet eum ne ei corruptio dominetur ... .

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nos phantasmari oportet... sed agnitionem hanc conceden

dam esse Deo.

Y venimos al tema. Dnde ve misterio el Santo? Si la Volun tad y Poder divinos bastan para la creacin primera, la qu buscarle otro origen?

El problema se complica por el contexto. Acaba de tornar

posicin Ireneo frente a los herejes en lo trinitario. Los gns ticos recurrian a largas especulaciones para la processin del

Hijo, Verbo del Padre y Salvador de los hombres. El Santo reacciona, negndose a declarar el origen del Verbo. Mas an,

condena en nombre de la Escritura la posibilidad de deco rarlo:

Et propheta quidem ait de eo (Is 53,8): ' Generationem

eius quis enarrabit? '

Vos autem generationem eius ex Pa

tre divinantes, et verbi hominum per linguam factam pro lationem transferentes in Verbum Dei, iuste detegimini a vobis ipsis, quod neque humana neque divina noveritis. (6) Irrationabiliter autem inflati, audaciter inenarrabilia Dei mysteria scire vos dicitis ... Si quis itaque nobis dixe rit: Quomodo ergo Filius prolatus a Patre est? dicimus ei, quia prolationem istam sive generationem, sive nuncu

pationem, sive adapertionem, aut quolibet quis nomine

vocaverit generationem eius inenarrabilem exsistentem, nemo novit. Non Valentinus, non Marcion... nisi solus qui

generavit Pater et qui natus est Filius...46.

Las elucubraciones valentinianas sobre la generacin del Verbo,

por querer enarrar lo inenarrable, estn '

a priori '

desautori

zadas por la Escritura (Is 53,8). Y agrega Ireneo:

Hoc autem idem et de substantia materiae dicentes, non peccabimus (11,28,7).

Hay estrecha analogia entre el misterio de la generacin inena rrable del Logos, y el origen de la

' substantia materiae Como sobre el imo el otro no dice nada la Escritura, toda especu lacin est condenada al fracaso47.

Iren 11,28,5-6. 47 En el judaismo palentinense, y sobre todo entre los rabinos, lo

referente a los origenes del mundo se consideraba ' doctrina secreta '

(Macase bereschit). Weiss, Untersuchungen zur Kosmologie 79-86. Tal vez

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La relacin establecida entre los dos misterios delata su

importancia. Inenarrable la prolacin del Hijo a Patrew, y tam bin la emisin de la substantia materiae.

En el primer caso, sbese por la Escritura que el Verbo fu

directamente engendrado del Padre; que procede de Su misma substancia. En la aparicin de la substantia materiae, enten demos igualmente intervino la Voluntad y el Poder de Dios; pero ignoramos de dnde sali inmediatamente.

Segn los eclesisticos prenicenos, a fiarnos de sus expo nentes mas explicitos, el proceso trinitario pertenece a la Eco

nomia de la Salud. Orgenes no tiene reparo en incluir entre todas las cosas () hechas mediante el Logos (Io 1,3), al Espiritu Santo. Con una diferencia: mientras el Espiritu Santo es configurado a partir de la substancia divina en ma teria divina los dems seres lo son en materia creada ex

nihilo49. Para Tertuliano, el Hijo procede corno tal por deci* sin del Padre. El origen por Voluntad y Poder de Dios le es comn con la materia50. Mas si el Hijo nace de la substancia

misma del Padre, la materia salta al ser en substancia creada.

A titulo pues remoto, el acto soberano de Dios '

por Vo

luntad y Poder suyos ' es comn a las dos procesiones divinas

(' ex substantia Dei '), y a la de la materia creada. Muda el titulo inmediato. A venir la materia (' substantia materiae ') directa mente de la substancia de Dios, seria tan espiritual y divina corno el substrato del Verbo y del Espiritu.

El vocabulario tiene aqui su importancia. Ireneo habla de ' substantia materiae ' (II, 10,2; 28,7), ' materia subiacente, mate

ria fabricationis ' (II, 10,4), ' ipsa materia

' (II, 10,3); no de subs

tancia (resp. materia) espiritual, celeste, animica... Solamente

para el substrato mas humilde, plantea, por analogia con la

generacin del Verbo, el tema del origen y modo de proce dencia.

Ireneo no ve reparo en que el Verbo proceda de la subs

tancia espiritual de Dios (' unde... emisit eum Deus ') Le tiene

por reaccin a los ' Minim Cf. Friedlander, Der vorchristliche jiidische

Gnosticismus 46ss. Yo 110 creo que la actitud de Ireneo denuncie influjos rabinicos; aunque posiblemente responde a preocupaciones anlogas.

48 II, 28,6 Quomodo ergo Filius prolatus a Patre est? . 49 In Iohannem II 77. Vase Estudios Valentinianos II p. 17. 50 adv. Praxean 5,6-6,1 y los testimonios invocados por K. WOlfl, Das

Heilswirken Gottes durch den Sohn nach Tertullian, Roma, 1960, 165ss.

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en el modo corno tal substancia paso de Dios al Verbo; en el

misterio de la inenarrable generacin. En cambio, a propsito de la materia amorfa, tan distante

en natura y propiedades de la substancia del Padre, est intri

gado, antes que por el modo de procesin, por la substancia de que inmediatamente proviene.


Ex hoc fecit (opera mundi) , escribe Tertuliano. Muy su

perior a la pretendida materia eterna de los platonizantes, ella

explica, entre otras cosas, las propiedades buenas de la crea

cin material53.

Ireneo sugiere alguna vez est solucin, hablando del mun do sensible:

Et talem vel tantam dispositionem non per... ea quae ex ignorantia et labe facta sunt sed per ea quae ex sapientia et virtute Patris ejus substantiam habuerunt...54 illud so lum verum est Ecclesiae praeconium, quoniam propria conditio, quae ex virtute et arte et sapientia Dei substitit, portavit eum: quae quidem secundum invisibilitatem a Patre portatur, secundum visibile autem e contrario portat ejus Verbum55.

Las cosas de la creacin visible no proceden, corno piensan los valentinianos, ex ignorantia et labe de la ignorancia y de feccin del en Sofia ; sino que adquieren el primer ser ex

sapientia et virtute Patris (resp. ' ex virtute et arte et sapientia

Dei'). Son invisiblemente sostenidas por el Padre56. Mas que la substitucin de la frmula

' Voluntate et Vir tute ', por

' Sapientia et Virtute ',

' Virtute et arte et Sapien tia ', llama la atencin la particula ex. Dios Padre se sirve corno de materia propia, de su Poder y Sabiduria, para sostener las cosas en su ser primero. Como si tambin Ireneo viese en la

Sabiduria divina, la ' materia materiarum ', con igual titulo que

en el Querer y Poder.

Hay aqui, literariamente, una antitesis bastante clara. Frente

a la materia informe valentiniana procedente de la defeccin ( ) del en Sofia, la Virtud (resp. el Arte) de Dios; y frente al aborto proveniente de la ignorancia ( ) del en Sofia, la Sabiduria del Padre. La ignorancia del en Sofia (!)

53 Cf. adv. Herm. 17,2: Porro si de aliqua operatus est, necesse est ab ea ipsa acceperit et consilium et tractatum dispositionis... Pro qua litate enim rei operari habuit et secundum ingenium materiae . Y algo despus (20,2) : et si ex materia facturus fuisset, ante in Sophia cogi tando et disponendo iam fecerat . Vase J. Ppin, Mlanges Waszink 269 n. 13; van Winden, Calcidius on matter 57s 126ss.

5t adv. haer. V, 18,l,lss. 55 Ibid. 24ss. 55 Vase tambin epid. 32 init. iDe dnde pues viene la substancia

de la primera creacin? De la voluntad y de la sabiduria de Dios, y de una tierra virgen . Cf. Aldama, Maria en la patristica 149s.

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cede el puesto a la Sabiduria de Dios Padre. Asi corno la de feccin de Sofia, al Poder virtud de Dios57.

No seria dificil hallar en otros eclesisticos frmulas pa recidas, al margen de la controversia antignostica58. Tampoco creo que en el obispo de Lin, la forma ex sapientia exceda en mucho al pensamiento y modo de discurrir

' ad hominem '

de Tertuliano con su Sophia, ' materia de materias '. Asi corno

aparece, desaparece dando lugar a otras anlogas59.

Non est numerus dicere universae fabricationis quae est

secundum membra hominis, quae non alias facta est sed

ex magna sapientia Dei ( ). Quae autem sapientiam participant Dei, participant et virtutem ejus. Non igitur exsors est caro sapientiae et virtutis Dei

( ... ) : nam virtus ejus quae vitam praestat in infrmitate perfcitur, hoc est in carne60.

Ni la conjuncin ' sapientia et virtus Dei ni la versin lati

na ' ex magna sapientia Dei ' en desacuerdo con el griego, dicen

cosa especial. Ireneo se refere aqui a la Sabiduria demirgi ca, no a la Sabiduria, fuente ex qua del substrato primero. Orquesta libremente lo que las mas veces con recurso al Logos

y Sofia (resp. Hijo y Espiritu Santo), ' manos del Padre ' en la

plasis del organismo fiumano. Resumiendo. El llamamiento a la Sabiduria, a la manera

de Tertuliano en adv. Hermogenem, al modo de Ireneo, aun

bajo la forma literaria ex sapientia, no resuelve el problema sobre el origen inmediato de la materia informe. Que en l estn

interesadas la bondad, el querer, el poder, el arte, y tambin la sabiduria de Dios, no significa que el Padre haya sacado la

57 Cf. J. . Lightfoot, Epistl. to the Colossianst, London, 1876, 268ss; y mi Cristologia gnostica I. 393ss.

58 Vase OrIgenes, de princ 11,1,4 (ante finem): aut alterius generis materiam facturus esset Deus, quam ex sua virtute et sapientia profere bat, ut esset quae ante non fuerat? .

5' Cf. adv. haer. Ili, 25,5,62ss hoc initium et causam fabricationis mundi constituens bonitatem Dei, sed non ignorantiam nec aeonem (= So phiam) qui erravit nec labis fructum nec Matrem plorantem et lamen tantem . Puede verse E. P. Meijering, God Being History, Amsterdam, 1975, [201 [26], La

' bondad ' de Dios, causa de la gnesis del mundo, es pensamiento de Platn (Tim 29 e), que se deja sentir en s. Justino (1 pol 10,2) y otros. Weiss, Untersuchungen zur Kosmologie 51s. Y antes en Filn, Cher 127; opif. mundi 21.

e Iren V, 3,2-3.

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materia, directa e inmediatamente, de Su sabiduria (esencial), corno sac por el contrario la substancia del Hijo, de Su propia substancia.

Menos an vale acudir a la Sabiduria personal, Espiritu Santo. La tercera persona (SapientiaSpiritus Sanctus)61, pos terior al Verbo, tiene con l una misin demirgica, y solo in terviene constituida la materia en su primer ser, y aun con formada segun el Logos. Es origen del ornato dinmico, per fectivo, de la creacin; no del substrato inicial.

Segundo conato de solucin: el recurso a Ps 103 (104),24: Omnia in sapientia fecisti . Antes de aparecer la

' substantia materiae ', habia Dios ideado jerrquicamente en Su sabidu ria todas las cosas: primero la materia informe, luego las for mas especies, por ltimo el ornato y consumacin dinmica.

t'No basta eso para hacer de la existencia '

intencional '

de los

seres en la sabiduria de Dios, el origen inmediato de la propia materia62?

Sintomtico un fenmeno. Mientras Orgenes aduce y co menta infinidad de veces Ps 103 (104),2463, ninguno de los an teriores a l lo cita64, en una poca en que el platonismo me dio65 parecia reclamarlo a gritos66.

Para la identidad SophiaSpiritus puede verse J. Lebreton, Histoire du dogme de la Trinit II5 513 y 567; Fr. Loofs, Theophilus von Antiochien llss; G. Kretschmar, Studien zur friihchristlichen Trinittstheologie, Tu bingen, 1956, 43ss.

62 Por ahi fueron muchos medievales. Vase T. Gregory, Platonismo medievale 73-96 ('l'origine del mondo').

63 De princ. 1,2,10; 4,5; 11,9,4; In Iohannem I 113-115 244s 289s; II 90; VI 188; XIX 147... Vase J. Rius-Camps, El dinamismo trini tario en la divinizacin de los seres racionales segn Origenes, Roma, 1970, 134s.

64 A. Rousseau (Sourc. chrt. voi. 153 p. 48) descubre en V, 3,2,57 una alusin al verso. Ni la versin latina (' non alias facta est sed ex magna sapientia Dei '), ni mucho menos el griego, conservado entre los Sacra

parallela del Damasceno, lo consienten. Vase J. Ppin, Thologie cosmique 506-510. 66 Decepciona igualmente el poco recurso del judaismo (helenista y

palestino) a Ps 103,24; a pesar de la enorme importancia por l otorgada a la figura, y aun hipstasis, de Sofia. Cf. U. Wilckens, Weisheit und

Torheit, Tubingen, 1959, 100-139; Weiss, Untersuchungen zur Kosmologie 188-211.

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Seria fcil explicar el sigilo de Ireneo por el abuso que del verso hacian sus adversarios con la doble Sofia: el en, origen intencional ( ), y su aborto, origen real ( ).

Pero ocurre que tambin los gnsticos guardan silencio so bre Ps 103,24: Todas las cosas las hiciste en la Sabiduria 61.

Si por aqui, literariamente, en exegesis al verso del sal

mista, no hay recurso, le hay doctrinalmente, invocando los dos estadios de los seres en la Sabiduria de los gnsticos.

El mito de Sophia, muy general68, suele seguir, entre los

grandes sectarios, dos grandes etapas: el discurso concepcin

ideal del universo futuro, y su proyeccin real a modo de ger men. Tolomeo se extiende largo en Iren 1,2,2-3 (para la pri mera), y en Iren 1,4,1-2 (para la segunda).

La existencia ideal va ligada al pathos desorden del en, corno fenmeno ocurrido an en la mente de Dios (entre los eo

nes del Unignito Pleroma). El principio de la existencia real, al pathos desorden del aborto, corno fenmeno habido fuera de la mente de Dios.

Solo a raiz del segundo pathos apareci la materia informe, germen virtual no simplemente ideal de los seres conce

bidos en el en. Ireneo rechaza en bloque el mito, para no verse

obligado a profesar el origen de la materia ex ignorantia So

phiae Dei (!) . Prunicos (entre los oftas de Ireneo 1,30,3), Achamoth (en

tre los valentinianos) y Sofia (en el Apocryphon Johannis) ex

presan prcticamente lo mismo: a) la ideacin en la Sabi duria del Hijo de las substancias y formas del futuro uni

verso; b) el inicio de su cumplimiento real, en virtud de la emisin abortiva (= creacin primera del universo).

Se opone Ireneo al salto del ideal divino a su existencia real? El Santo le impugna, en su explicacin mitica, corno fruto de un pathos (' ignorancia, defeccin, aborto ... ') de igno rantia, atribuido a la Sabiduria del Hijo.

67 A no ser, entre los ltimos escritos de Nag Hammadi, en Dianoia (NH C VI. 47,17s): ya que estn dispuestos en la sabiduria () .

68 Cf. G. W. MacRae, The Jewish Background of the Gnostic Sophia Myth, en: Nov. Test. 2, 1970, 86ss.

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E1 hecho de referir a Sofia fuera de todo mito irreve rente la aparicin de la substancia informe, origen inmedia to de las esencias creadas (espiritual, animai, hilica) es com

patible con su atribucin remota al Padre.

Este dios ( = el demiurgo animai, Yahv) sera inferior al Dios perfecto y a Su justicia (= bondad), por ser engen drado y no ingnito: pues uno solo es el Padre ingnito, del cuoi (vienen) todas las cosas [1 Cor 8,6: , ], porque todas las cosas dependen a su manera () de El (' ). Y superior, de otro lado, al Adversario ...69.

Tolomeo conjuga el origen de todas las cosas (entre ellas, de la ' substantia materiae '): inmediato de Sofia (resp. del aborto del en), y remoto de Dios Padre.

Ireneo admite esto ltimo, no lo primero. Ensefia asimis mo el origen ex sapientia, mas no al modo gnostico. Tambin l conserva escrupuloso el tecnicismo causai. A Dios Padre, agente principal, le corresponde la particula (resp.

' volun tate et virtute '). Y juntamente, corno a origen primerisimo de todo, la particula ex:

Judicabit autem et eos qui sunt a Valentino omnes, quia lingua quidem conftentur unum Deum Patrem et ex hoc omnia (cf. 1 Cor 8,6), ipsum autem qui fecit omnia ( = Creatorem) defectionis sive labis fructum esse dicunt70.

Y no mucho despus:

Omnia enim ei Constant: et (in) unum Deum omnipo tentem, ex quo omnia ( ), fides integra; et in Filium Dei Christum Jesum Dominum nostrum, per quem omnia (' ), et dispositiones ejus, per quas homo factus est Filius Dei, assensio firma, quae est in Spiritu Dei...71.

tHabria aplicado Ireneo a la Voluntad, Poder y Sabiduria (esen cial) del Padre las dos causalidades: principal (' ) y quasi material ( ), corno mas tarde san Ambrosio72? Posible

69 Tolomeo, carta a Flora 7,6. 70 Iren IV, 33,3,51ss. 71 IV, 33,7,129ss. 72 Exameron 1,6,19: et ad Romanos de Patre ait (apostolus): 'quo

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mente, mas no piensa desde luego en el '

Querer y Poder y Sa

biduria ' al encomendar a Dios, corno misterio humanamente insondable, las dos incgnitas: origen inmediato y modo, para la substantia materae. Entiende bien que segn 1 Cor 8,6

todas las cosas, y entre ellas el substrato suyo primero, pro vienen ex Deo Patre y juntamente a Deo Patre73. Lo que no

entiende, aunque asi lo crea por la fe, es crno todo sin

excluir la materia informe proviene de Dios corno de ma

teria ex qua; a qu ech mano Dios para sacar de Si la substan cia de la materia.

Parte segunda

SOLUCIONES GNSTICAS

Advertiamos arriba74 que el planteamiento (de 11,28,7) afec ta a la substantia materiae, no al substrato del universo en ge neral. Fiel a otros principios, Ireneo da por escriturariamente inconcuso que las dems substancias (celeste, anglica...), su periores a ella en physis, se ordenan a la substancia terrena. Dentro de la economia histrica de la creacin, no funda Dios

la materia, en beneficio de los ngeles, astros, espiritus crea

dos... sino al revs. Asi corno tampoco orienta la economia del

hombre terreno hacia el ngel, sino la del ngel hacia el hombre.

A Dios le interesa '

per se '

la creacin sensible; y corno

preliminar siempre segun Ireneo la aparicin de la ma

niam ex ipso et per ipsum et in ipsum omnia' (Rotti 11,36). Ex ipso principium et origo substantia universorum, id est ex voluntate eius et potestate omnia enim ex eius voluntate coeperunt, quia

' unus deus Pater ex quo omnia

' (1 Cor 8,6); etenim tamquam ex suo fecit, qui unde

voluit fecit, per ipsum continuatio, finis in ipsum. Ex ipso ergo mate ria, per ipsum operatio, quae ligavit atque constrinxit universa, in ipsum quia et quamdiu vult omnia eius virtute manent atque consistunt et finis eorum in dei voluntatem recurrit et eius arbitrio resolvuntur . Cf. J. Ppin, Thologie cosmique 348ss.

73 En Ireneo no apunta la distincin agustiniana ex ipso y de ipso. Escribe s. Agustn en De natura boni 27: Ex ipso autem (cf. Rom 11,36) non hoc significat quod de ipso. Quod enim de ipso est potest dici ex ipso, non autem omne quod ex ipso est recte dicitur de ipso. Ex ipso enim caelum et terra, quia ipse fecit ea; non autem de ipso, quia non de substantia sua . Vase en cambio Tertuliano, con alusin al alma del hombre (adv. Prax. 5,5) : qui es animai rationale, a rationali scilicet artifice non tantum factus sed ex substantia ipsius animatus .

p. 89.

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teria amorfa. De ahi el planteamiento con absoluto silencio

para el origen del primerisimo substrato celeste, anglico... Entre los grandes autores, tanto corno lo explicito importa

a veces lo que callan. El silencio ireneano para otras substancias

no materiales, ^obedece nicamente a su omisin por la Es

critura: a que el Gnesis habla de la creacin visible, no de la

anglica; corno si a Moiss le apremiara el origen del mundo material?

Yo no lo creo. El Santo, amigo de disimular sus conoci mientos de filosofia, entiende sobradamente el clsico reparo a la creacin de la materia. Danzar al ser una materia amorfa,

para formar luego con ella el cosmos visible, equivalia en la linea de Hermgenes, gnsticos y dems platonizantes a atribuir a Dios una substancia muy poco digna de Su bondad; mas an, positivamente indigna del Dios Bueno.

El problema unde autem et quemadmodum (deus) emisit eam (substantiam materiae) interferia de lleno con el pro blema

' unde malum '. En tiempos de Eusebio, se conservaban

an dos escritos de un contemporneo de san Ireneo, Maxi

mo ' Sobre el problema del origen del mal ' y

' De cmo la ma teria es creada ', problema famosisimo entre los herejes 75.

Ambos, muy ligados entre si. Ireneo mismo habia dirigido una carta a Florino

' Sobre la monarquia

'

' Que Dios no es autor de los males ', ya

que, al parecer escribe Eusebio {Hst. Ecl. V, 20,1) Florino

defendia est opinion, seducido adems por el error de Va

lentin ... 76.

Nadie se pregunta en el s. II sobre el origen de la substan

75 Hist. Eccl. V, 27. Pero la noticia de Eusebio inspira poca con fianza, por la confusin del pretendido MAximo en Praep. evang. VII, 22 con Metodio de Olimpo (Bonwetsch, Meth.od.ius voti Olympus I, 1891, 15 ss). Cf. Th. Zahn, en Zeitschr. f. Kirchengesch. 9, 1888, 224-229; Weiss, Unter suchungen zur Kosmologie 156 s.

76 Entre los escritos de Hiplito, mencionados en la estatua, figura uno enteramente perdido . Un fragmento armenio In Valentinianos, atribuido a Hiplito, est consagrado al ori

gen del mal: Pitra, Analecta sacra IV. 68-70 y 335-336. Entre los filsofos paganos, es conocido el tratado de Plotino -r (Enn 1,8). Vase tambin Calcidio, In Timaeum c. 297 con las notas de Waszink (p. 299) y el comento de J. C. M. van Winden, Calcidius on matter 112-114; E. W. Moller, Geschichte der Kosmologie 561-564; H. J. Kramer, Der

Ursprung der Geistmetaphysik, Amsterdam, 1964, 333 s; Weiss, o.c. 61 s; y ltimamente C.-A. Keller, Das Problem des Bosen in Apokalyptik und

Gnostik, en Nag Hammadi Studies Vili, Leiden, 1977, 70-90; esp. 85 ss.

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eia celeste, ngeles, espiritus creados. Para Orgenes la unica

creacin condigna de Dios era la intelectiva, sin materia ni

principio de mal. La substancia pura, inmaterial, no compro mete la bondad de Dios. Solo a raiz de una culpable defeccin de los intelectos ()2 creados por Dios, habia hecho su apa ricin la materia; a salvo de toda responsabilidad para el creador.

tCmo admitir, en cambio, el origen inmediato, por Dios, de una materia que manifestada en el hombre sensible ha de conducirle espontneamente al delito?

Ireneo no formula el problema unde malum?, ni le rela ciona expresamente con el unde materia? Pero en atmosfera

dominada lo mismo entre paganos que entre cristianos

por ambas interrogantes, no pudo eludirlas.

Tampoco se enfrenta con todos los errores interesados en

resolver simultneamente el origen de la materia y del mal. San Ireneo impugna a los grandes gnsticos: ofitas (Iren I,

30), barbelognsticos (1,29), basilidianos (1,24) y sobre todo va lentinianos. Todos los cuales coincidian en dos cosas: 1 - en explicar por sucesivas degradaciones miticas de la substancia divina la aparicin de la materia; 2 - en unir los dos temas ' unde malum? ' y

' unde materia? ' dando por sabida su inter

dependencia. El Santo condena ambas, en la persuasin de que tambin

la materia procede de Dios; y no solo a Patre, sino ex atre,

igual que las dems creaturas, aun espirituales. El mal, vin

culado siempre por los sectarios a la materia, hizo tambin

su aparicin entre ngeles inmateriales; y debe por ende su

origen a otra causa.

Yo no s si algn critico ha llamado la atencin sin salir de 11,28,7 sobre dos paralelos: el primero71 entre las dos procesiones: del Verbo, engendrado por Dios, y de la

' sub stantia materiae ', creada por El. Una y otra igualmente ine narrables;

el segando entre el origen de la ' substantia materiae ' y

la indole varia de los espiritus creados: transgresores unos y apstatas de Dios, fieles otros y servidores Suyos continuos.

Segn acaba de establecer Ireneo, el misterio sobre el ori gen y modo de proceder de la materia hay que dejarlo a la

77 Subrayado arriba . 88 s.

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ciencia de Dios; igual que el misterio de la generacin del Ver bo. Y afiade:

Similiter autem et caussam propter quam, quum omnia a Deo facta sint, quaedam quidem transgressa sunt et

abscesserunt a Dei subjectione; quaedam autem, immo plurima, perseveraverunt et perseverant in subjectione eius qui fecit: et cuius naturae sunt quae transgressa sunt,

cuius autem naturae quae perseverant, cedere oportet Deo

et Verbo eius ...78.

El tercer enigma que conviene ' ceder a Dios ', corno inasequi

ble al hombre, mira a los ngeles, y abraza dos puntos: a) la causa por que unos transgredieron y apostataron de Dios; b) la naturaleza de los unos y de los otros79.

En otros trminos. El proceder diverso de los ngeles plan tea dos enigmas: a) el motivo que dio pie a la transgresin de los unos y a la obediencia de los otros. Por la Escritura enten demos al motivo de la transgresin de Adn; no asx lo que

determin la suerte varia de los ngeles. b) la naturaleza de unos y otros. Los transgresores ^te

nian una naturaleza (resp. propiedades fisicas), y los fieles otra?

De la misma eran Cain y Abel; y no obstante el uno se

apart de Dios y el otro le fu fiel. ^Ocurri lo propio entre los ngeles?

Que Ireneo alude a los ngeles espiritus creados, salta

a la vista por lo que agrega lineas despus:

Quoniam quidem transgressoribus ignis aeternus prae paratus est80, et Dominus manifeste dixit, et reliquae de

78 Iren 11,28,7. Cf. Orgenes, de princ. I praef. 6 De diabolo et angelis ejus con

trariisque virtutibus ecclesiastica praedicatio docuit quoniam sunt qui dem haec; quae autem sint aut quomodo sint non satis clare exposuit. Apud plurimos tamen ista habetur opinio: quod angelus fuerit iste dia

bolus, et apostata effectus quamplurimos angelorum declinare persuaserit, qui et nunc usque angeli ipsius nuncupantur . E1 gran alejandrino, mucho mas cauto al parecer que Ireneo en lo relativo al Angeldia blo, principe de la apostasia, sobre que tantas veces vuelve el Santo

(cf. I. M. Sans, La envidia primigenia del diablo segn la patristica primi tiva, Madrid, 1963, 43-51) olvid muy pronto su reserva, comprometiendo la distincin entre ngeles y hombres. Cf. de princ. 1,62 et passim.

80 Alusin clara a Mt 25,41. Cf. Iren III, 23,3,71 ss: Hoc idem autem et Dominus in Evangelio his qui a sinistris inveniuntur ait:

' Abite male dicti in ignem aeternum, quem praeparavit Pater meus diabolo et angelis

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monstrant Scripturae. Et quoniam praesciit Deus hoc fu

turum, similiter demonstrant Scripturae, quemadmodum et ignem aeternum his qui transgressuri sunt praeparavit ab initio: ipsam autem caussam naturae81 transgredien tium, neque Scriptura aliqua retulit, nec apostolus dixit, nec Dominus docuit. Dimittere itaque oportet agnitionem hanc Deo82.

Ireneo, sin echarlo quizs de ver, se hace eco de la reserva del

propio Platn, en torno a los daemones83. Reserva que paso, en trminos anlogos, a los comentaristas. No porque el tratar

de ellos sea ajeno a la filosofia dice Calcidio , sino por que excede la

' Physica ', y se eleva a la

' Epoptica

' (resp. doc

trina metafisica)84. En realidad, el propio Calcidio indica el origen de los dmones85.

El obispo de Lin es bastante mas cauto. El tema, segun

l, no pertenece a la filosofia, sino a la revelacin. La Escri tura ofrece datos indirectos. Los ngeles todos, racionales y libres corno eran, se vieron ante una opcin. Ignrase lo que de

termin la actitud contraria de irnos y otros. Ni se ve claro

fll'a indole misma de los ngeles. No estaban determinados a

eius significans quoniam non homini principaliter praeparatus est aeter nus ignis, sed ei qui seduxit et offendere fecit hominem et... principi abscessionis et his angelis qui apostatae facti sunt cum eo .

81 Tal vez mejor, caussam et naturam, de acuerdo con los dos pun tos senalados antes por el propio Ireneo (' et caussam propter quam ... et cuius naturae sunt ').

82 Iren II, 28,7. 83 Timeo 40 D: Hablar empero de los otros dmones y entender

(su) origen es cosa superior a la humana ( ' ) .

8* In Timaeum c. 127 (Waszink 170,6 ss): At vero naturae daemo num praestare rationem maius esse opus dicit (Tim 40 D 6 s) quam ferre valeat hominis ingenium. Non quo disputatio haec a philosophis aliena sit quibus enim aliis magis competat? , sed quod inquisitio istius rei primariae supervectaeque contemplationis sit, quae appellatur epopti ca, altior aliquanto quam physica, proptereaque nobis, qui de rerum natura nunc disputamus, nequaquam conveniens esse videatur .

85 In Timaeum c. 120 (165,4ss): Quem quidem tractatum, quod sit elatior et ultra naturae contemplationem, necessario differt et ait deum post generationem stellarum ratarum, cum unaquaeque earum divinum animai esset utens corpore misto ex sincerissimis materiis quatuor et ex maiore parte ignis sereni, coruscum quoddam animai et formatum in modum sphaerae infixisse summo cum modulamine aplani globo eum que omnem huius modi luminibus exornasse... . Cf. Filn, de opif. mundi 122; Leg. alleg. 1,2; Lydus II, 12; Macrob., in Somm. Scrip. 1,6,81; y los dems lugares citados por Waszink ad loc.

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natura los unos para la transgresin y los otros para la obe

diencia86. Pero tampoco, corno mas tarde los puros intelectos

() de OrIgenes, igualmente constituidos sin diferencia al guna. Ireneo piensa en los ngeles que comerciaron carnal

mente con las hijas de los hombres (Gen 6,2ss)87, diversos tal vez, en su natura, de otras jerarquias anglicas; y por lo mis mo, mas fciles que ellas para la transgresin88.

La Escritura no se pronuncia sobre lo que motiv la acti tud de unos espiritus y otros, corno en el caso del primer hom bre. Tampoco defne el constitutivo de los ngeles (resp. espi ritus creados); ni autoriza a saber si influy en la decisin de los ngeles su mayor menor dignidad de natura.

Ireneo en definitiva reserva al conocimiento de Dios tales dos circunstancias.

Volvamos a lo que interesa. qu viene mencionar el enigma anglico, a continuacin de la incgnita sobre el ori gen y modo de procesin en la

' substantia materiae '?


y lo que es peor, apostataron para siempre de Dios. Antes de

elucubrar sobre el origen inmediato de la substantia materiae

(' unde et quemadmodum emisit eam Deus '), convendria haber

despejado el enigma de los ngeles: cmo, no obstante su na tura de espiritus, cayeron en un pecado mucho mas grave que

el simplemente material (resp. carnai). El caso de los ngeles trata pues,

' salvo meliori ', de barrer los prejuicios gentiles heredados sin escrupulo por los sectarios del siglo II, contra la materia.

No conviene involucrar, segn Ireneo, con ajenas preven ciones el planteamiento sobre el origen e indole de la creacin material. Hay que desuncir el tema del mal, del de la mate ria; antes an que entre hombres, habian transgredido hasta con apostasia el diablo y sus ngeles, pese a la constitucin no terrena.

La postura de Orgenes, la declara desde ahora inoperante el obispo de Lin. Nada remedia la creacin de un mundo in telectivo. Aun en l sobreviene el pecado, mientras en el cos mos sensible perseveran muchos en el servicio de Dios y mere cen encumbrarse a Su altura.

No reside el obstculo en la materia. Su creacin por el Dios bueno es tan factible corno la del mundo de los espiritus anglicos. Ni la

' substantia materiae ' conduce al pecado, ni lo intelectivo puro se libra necesariamente de l.

Viceversa, si lo sensible no lleva al delito, menos ser fruto de transgresin {resp. ignorancia, defecto). Tambin la mate ria amorfa proviene de Dios {' ex Deo ') con Su Querer y Poder.

Los gnsticos juntaban lo uno y lo otro. La materia amorfa

(resp. aborto), origen primero del universo creado, que llevaba en confusin las substancias del cosmos, era a la vez fruto de un desorden, y causa de los males inherentes a lo sensible. Ve nida de un pathos miticamente divino, daba origen a todas las humanas pasiones.

En cambio, para Ireneo la ' substantia materiae ' no era

fruto de pasin ni origen de ella. Incontaminada en su apari cin, podia y aun debia mantenerse pura, singularmente en el hombre terreno; llamada desde su creacin, corno tierra vir

gen, a la virginidad e incorruptela de la substancia de Dios.

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Tal solucin, derechamente teolgica, rompe con el preju cio bsico de todos los herejes. Ireneo no ataca a los gnsticos en el campo de la filosofia. Ni estima conveniente inquirir los principios sobre que asientan sus especulaciones.

Toca a nosotros descubrirlos. Me gustaria volver alguna vez

con detenimiento sobre el tema, tan digno de atencin corno

poco estudiado. Indico por el momento varias trayectorias.

Cristo y la sombra

Hay en Ireneo una noticia de sumo inters, tocante a Va lentn:

El Cristo ( = el Hijo) empero no ha emanado a partir de los eones del Pleroma89, sino que la Madre extra (plero mtica) le dio a luz, segun la memoria de los mejores, con una sombra ( ). Este (= el Cristo), por ser masculino, corto de si la sombra para regresar al Pleroma. Mientras la Madre abandonada con la sombra,

y destituida de la substancia espiritual, profiri otro hijo. Y este (segundo hijo) es el demiurgo, a quien (Valentn) llama asimismo, (el) todopoderoso de las cosas subyacen tes ( = materia informe) 90.

Por su atribucin al fundador de la escuela, el fragmento tiene singular precio. Inaugura y aun rsum la solucin valenti

niana.

La Sabiduria de Dios, proyeetada fuera de Dios (2 ), compendia los dos grandes estratos de la economia: imo,

el de la Luz Verdad, resumido en el Cristo (= Hijo de Dios), primognito de la creacin; y otro, el de la Sombra, origen del demiurgo y de todo lo rigorosamente creado91.

Cristo (Luz) es fruto de una altisima concepcin de la Ma dre, Sabiduria de Dios.

' El recuerdo de los mejores ' le ha

bastado a Sophia para proyectarlo corno Hijo perfecto de Dios, sintesis de las perfecciones ideales92. En otros trminos, la Sa biduria (esencial) esposa de Dios Padre, tan pronto corno aco

89 Como en la noticia de Tolomeo (Iren 1,2,6) de Marcos (6,14,1). 9" Iren 1,11,1. Cf. F. Sagnard, La gnose valentinienne et le tmoignage

de saint Irne, Paris, 1947, 369. 419. 543. 91 Puede verse mi Cristologia gnostica I. 392-3%. 92 Para la eficacia secundum memoriam meliorum , vase lo dicho

largamente en La teologia del Espiritu Santo, Roma, 1966, 626 ss.

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gi en su seno las ideas grmenes paternos depositados en

l, les confiri subsistencia en su comn Hijo, primognito (= engendrado antes) de la creacin.

Hubo mas. Al nacer Cristo de su Madre, arrastr una som

bra ( ). Los discipulos de Valentn la denomi nan ' aborto ' (resp. hysterema, kenoma...).

E1 universo creado micia su existencia con est sombra. E1 termino no disimula su sesgo platnico. Sombra del Primog nito Cristo, es la dimensin no-divina, rigorosamente creada, de lo divino compendiado en El.

E1 alma pura, ensefiaban pitagricos y platnicos, no hace sombra ( ); la impura arrastra una som bra ( )93. A estar nicamente en juego la con cepcin y gnesis del Unignito, ^habria aparecido el Verbo Sal vador con una sombra? Interesaba explicar la interrelacin entre el Logos y el universo, entre el Salvador y el mundo lla

mado a la salud. El origen simultneo de la Luz y de la representa la aparicin conjunta del Paradigma el Hijo de Dios y de la materia.

La sombra de la luz ( ... ) escribe una vez Clemente Alejandrino no son tinieblas, sino iluminacin 94. Una luz no puede hacer sombra. Y sin embargo Cristo luz venida de Luz produce sombra, con promesa de ilumina

cin, dando consistencia a lo infradivino, luminosamente di bujado en El.

La antitesis luz/sombra ofrece aspectos varios: a) corno

simple analogia95, acenta la simultaneidad de ambas. Lo que la sombra es al cuerpo contemporneo, no consubstancial

es la substancia creada al Verbo Lo que la sombra al cueipo

Porfirio, Sententiae 29 (Mommert 15,1). Cf. J. Bidez-Fr. Cumont, Les Mages Hellniss II, Paris, 1938, 78 n. (25).

94 Exc. ex Theod. 18,2. Aqui mismo cita Clemente Lam 4,20: (Espi ritu de nuestro rostro, el Sefior Cristo...) a su sombra viviremos entre las gentes , que dio lugar, entre los Testimonia, a bonitas tradiciones. El propio Ireneo lo adujo en adv. haer. Ili, 10,3,99 s; y lo coment en epid 71: Y (la Escritura) Uama sombra a su cuerpo, pues corno la sombra es producida por el cuerpo, asi la carne tambin de Cristo fu hecha por su Espiritu... Vase J. Danilou, tudes d'exgse judo chrtienne, Paris, 1966, 76-95; M. Simonetti, Origene. I princpi 293,40. 95 Asi figura, corno simple analogia, en Tractatus Tripartitus p. 104, 14-16: Su proyeccin es corno una sombra (producida) por el cuerpo a que acompafia .

96 Cf. Zacaras de Mitilene, De mundi opificio: PG 85, 1077 C: Dicen efectivamente (los neoplatnicos) que, corno el cuerpo viene a ser causa

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que la produce llega a decir san Ireneo97 fu la carne de Cristo al Espiritu Suyo que la produjo.

b) mejor an que la simulianeidad en el tiempo, urge la correlacin; solo a titulo de correlativos luz y sombra coexisten:

en el tiempo, si la luz aparece en el tiempo; en la eternidad, si ab aeterno. Por ahi orientaba Orgenes la coexistencia del Hijo y del mundo. Dios, ab aeterno padre y omnipotente, ha de tener desde la eternidad un Hijo y un mundo creado (intelectivo) que Le acompanen98.

Cristo y su sombra no disimulan, en el mito de Valentn: 1 - su correlacin: corno Verbo a creacin, Salvador a iglesia terrena; 2 - su aparicin simultnea por obra del Padre; 3 - la amorfia de la sombra, llamada a la iluminacin

Sin salir del mito dan margen a la antitesis entre el Hijo de Dios Paradigma y a la vez Demiurgo universal y la subs tancia de la creacin, origen inmediato de las tres especies creadas: espiritual (umbrtil) de la Iglesia terrena, racional

psiquica, y material. He ahi la respuesta de Valentn al problema sobre el ori

gen de la materia. Dios la emiti informe, al mismo tiempo que engendr corno Forma y Demiurgo suyo al Hijo. La

' crea tio prima

' es a la generation divina del Verbo, lo que la som bra a la Luz.

La sombra, hecha consistente en substancia creada al mis mo tiempo que el Hijo en substancia divina, dar lugar ms

tarde, por decantaciones sucesivas a las tres esencias del uni verso; entre las cuales, ocupa el infimo lugar la

' substantia

materiae '. Tan eficaz fu la Sabiduria de Dios para emitir ex Seme

tipsa al Hijo, en substancia divina, corno a la sombra del Hijo, en substancia creada. No sin conjugar, aparte el Querer y Po

de la propia sombra contempornea del cuerpo es la sombra, no de su misma dignidad ;( ... ) asi tambin este mundo (sensible) acompafia a Dios ( ) que le

otorga (corno) causa el ser ; san Agustn, De civit. Dei X, 31. Vase T. Gregory, Platonismo medievale 80.

97 Vase la nota 94. '8 De princ. 1,2,10; 1,4,3 ss; Metodio, apud Focio, Bibl. cod. 235: PG

103, 1140. Vase T. Gregory, o.c. 82 ss. 99 Cf. UW (NH C II. 146,23 ss) : Este en de la verdad no tiene som

bra en su seno, por estar en l la luz ilimitada. Mas su lado externo es una sombra; la han llamado por eso tinieblas... ; Hyp. Arch. 142,10 ss; Pardfrasis de Sem 1,25 ss.

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der de Dios, la relacin causai entre la Luz (Cristo) y su som

bra; entre el Paradigma y Demiurgo primero, y su materia. E1 mito de Valentin armoniza pues las dos causalidades:

principal de Dios Padre, que otorga consistencia al Hijo y a su sombra; ejemplar (y demirgica) del Hijo, que se refleja en su propia.

El salto, desde la existencia ideal de las cosas en el Verbo a su ser real en la creacin, proviene: en ltima instancia, del Poder y Voluntad del Padre; directamente, del Paradigma (de mirgico) inherente al Hijo.

Esto ltimo habia de tener expresa orquestacin en To

lomeo, con el mito de los ngeles, satlites del Verbo Salvador. Al nacer, en efecto, Hijo de Dios, rodese Cristo de ngeles,

de su mismo linaje ()100 y aun edad ()101. Formas celestes de los hombres futuros, anticipaban corno pa

radigma de ellos, su iluminacin futura. A poco de nacer, in tervinieron corno satlites del Hijo para fecundar a Sofia

(Espiritu personal femenino), multiplicndose en otros tantos

germenes femeninos. Daban asi cuerpo con el intercambio

de ngeles a hombres a la interrelacin entre Cristo, cielo, y la

' materia ', tierra; entre el Paradigma divino y la substan

cia creada. El demiurgo de Platn cre un nmero de almas

igual al de los astros ()I02. Tolomeo descubri igual nmero de formas anglicas y de hombres (espirituales); n

geles unos del Salvador, y grmenes (humano-divinos) otros

de Sofia. Siempre, con la idea de la correlacin entre la luz

y la sombra, que preside el mito de Valentn. Generacin divina

y prolacin creacin estricta de la substancia (amorfa) si

multanean, vinculados entre si, corno typos y materia.

Solo ms tarde, el typos pasar a ser ' demiurgo

' de la subs tancia amorfa. Paradigma y demiurgo a la vez, Cristo separar previamente las esencias, todavia confundidas en la sombra, dar origen a la materia, residuo ltimo de ella, e iniciar lue

go la formacin del mundo (y hombre) sensible. Tal es, en lineas generales, la doctrina de Valentn sobre

el origen de la creacin primera (resp. de la materia). A ella se atiene, con notable afinidad, el autor de los Ex

Iren 1,8,5. Cf. . Schlier, Christus und die Kirche im Epheser brief, Tiibingen, 1930, 43 s.

Iren 1,4,5. 102 Tim 41 D. Prescindo de la verdadera exegesis.

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cerpta ex Theodoto 33,3s103. Anloga filosofia denuncia san Am brosio, cuando escribe:

Gentiles plerique, qui coaeternum deo mundum volunt

esse quasi adumbrationem ( ) virtutis divinae, adserunt etiam sua sponte subsistere. Et quam vis causam eius deum esse fateantur, causam tamen fac

tum volunt non ex voluntate et dispositione sua, sed ita

ut causa umbrae corpus est. Adhaeret enim umbra cor

pori et fulgur lumini naturali magis societate quam vo luntate arbitra104.

San Ambrosio se inspira en san Basilio 105 de quien depende

asimismo Zacaras de Miti lene, y con mucha probabilidad Fi lopono y Eneas de Gaza 106. Algo parecido se lee en Salustio

107

Siempre, con el pensamiento en la eficacia creadora, necesaria, de Dios sobre el mundo.

A diferencia de la tradicin representada por Salustio y san Basilio, Valentn piensa en la causalidad de Cristo, Hijo de Dios, sobre el mundo {resp. la Iglesia terrena). Y se allega mas bien a Filn.

Besaleel se traduce ' a la sombra de Dios ' ( ). Sombra de Dios es su Logos, del que se sirve corno de ins

trumento para crear el mundo. Est sombra y especie de reproduccin ( ) es el arquetipo de las dems cosas. Pues corno Dios es

el paradigma de la imagen, que al presente ha llamado

sombra, asi la imagen viene a ser paradigma de otros ...108.

Lo que el hebreo alejandrino aplica al Logos refiere Valentn al Cristo, Verbo y a la vez Salvador, a quien acompafia corno

la sombra al cuerpo la substancia creada, todavia informe.

Contra lo indicado por el obispo de Miln, la causalidad corno sombra no excluye la eficacia superior ex voluntate et dispositione (Dei) . Valentn admite lo uno y lo otro. La

103 Sagnard, La gnose valentinienne 543. 104 Exameron 1,5,18. Cf. J. Ppin, Thologie cosmique 278 ss. ics Hexaemeron I,7: PG 29,17 BC. 106 Lo sefiala muy bien Ppin o.c. 279 n. 2. io? de diis 7,2. Cf. A. D. Nock, Sallustius. Concerning the Gods and

the Universe, Cambridge, 1926, . lxii y siguiente. 108 Leg. alleg. Ili, 96.

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causalidad remota, principal, del Dios bueno; y la inmediata cuasi-material y paradigmatica del Cristo.

La substantia materiae venida '

corno sombra '

a partir de

la Luz Cristo, responde a una filosofia con resonancias en Plo

tino 109 y en san Agustn 110. Y aparece por vez primera entre

los cristianos, con Valentn.

Cristo y el aborto

Los valentinianos de la escuela itlica, fieles al pensamiento bsico del fundador, adoptan un esquema distinto, inspirado tal vez entre los ofitas (de Iren 1,30).

He aqui sus elementos caracteristicos, segn las noticias legadas por Ireneo m.

Despus de haber Dios concebido en Su seno al Unigni to, se decide revelarlo afuera. La revelacin es doble: de un

lado el Cristo, Hijo del Anthropos, que da forma divina al ver dadero Hombre dios consubstancial al Padre, y paradigma de los futures hombres y se constituye en Iglesia ideal; de otre

lado Prunicos (= Sophia), Hembra abortiva, amorfa, que con tiene en estado de confusin las futuras substancias (espiri tual, animai y material) del universo creado.

El Cristo y Prunicos salen, frutos de un doble parto (per fecto el primero, imperfecto y abortivo el segundo). El Cristo, corno Varn, divinamente perfecto; Prunicos, corno Hembra, divinamente imperfecta. El uno se instala, corno paradigma, en

la regin de Dios. La otra queda extramuros, a modo de ma

teria informe.

Vase cmo presentan los ofitas a Prunicos (resp. aborto), en visperas de la demiurgia:

Cf. Enti IV, 3,9,48; 10,7; VI, 3,7,8... C. Elsas, euplatonische und gnostische Weltablehnung in der Schule Plotins, Berlin, 1975, 138 ss 166 ss estudia temas similares genricos; mas no toca la filosofia de la sombra ni la del aborto. Igual le ocurre a H. J. Kramer, Der Ursprung der Geist metaphysik, Amsterdam, 1964, 238 ss 319 ss que sin embargo ofrece ele mentos paralelos.

Con el trmino e incluso denuncia Plotino el mito de la sombra, mas no lo entiende (Enn II, 9,10,25 ss). Tampoco lo senalan sus comentaristas. Vase ltimamente V. Cilento, Paideia antignostica, Firenze, 1971, 250-253; J. Zandee, Die Person der Sophia in der vierten Schrift des Codex Jung, en Le origini dello Gnosticismo (Col loquio di Messina) Leiden, 1967, 203-214.

0 de ordine II, 15,43. ni adv. haer. 1,30,2-3. Los analic, poco ha, en mi Cristologia gnstica

I, Madrid, 1976, 17 ss.

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Virtutem autem quae superebulliit ex Femina, habentem humectationem luminis, a patribus decidisse deorsum do cent, sua autem voluntate habentem humectationem lu

minis: quam et Sinistranti et Prunicon et Sophiam et mas culo-feminam vocant. Et descendentem simpliciter in aquas, quum essent immobiles, et movisse quoque eas,

petulanter

san ireneo y la creación de la materia.pdf

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