Adrian Camilo Cabrera Solarte

Referencia bibliográfica: Barbé, Esther (1995) Relaciones Internacionales. Madrid: Editorial Tecnos, Capítulos 3 – La Disciplina de las Relaciones Internacionales: Génesis y Marco Académico -.

La autora divide este capítulo en 2 sesiones – primero “la guerra como problema social, o el origen de la disciplina” y segundo “historia diplomática y derecho internacional” -.

En la primera sesión, toma que el nacimiento de la disciplina tiene origen en la Universidad de Gales, donde en 1919 se crea la catedra Woodrow Wilson, con relación al término de la primera guerra mundial, la cual había dejado más de nueve millones de víctimas en el campo de batalla. Así como las sociedades habían superado algunas plagas, como enfermedades, hambrunas y demás, ahora se enfrentaban a una mucho más fuerte. La guerra. Esta como mentalidad del cambio dominante, dando un cambio a las ciencias sociales desde el siglo XIX y tomando cierto interés en este fenómeno. Esa voluntad de cambio, vinculado a la era del progreso que afecta a las sociedades en conjunto, toma fuerza y surge entonces una disciplina – Las Relaciones Internacionales (RI) – la cual va a tener como preocupación principal la guerra. Entonces las aproximaciones teóricas en las RI se asocian a esta – la guerra- como (conflictos étnicos, crisis energéticas, y demás), propiciando que se cree una agenda de investigación – vinculando la teoría (idea) y practica (hechos) -.

La academia anglosajona y norteamericana son las dominantes en la disciplina. Pero antes que esta se instaurara como tal, ya había estudiosos que toman a la guerra como un “problema social”. Estas academias están marcadas por un pensamiento liberal – marcado por las guerras de Crimea y la franco-prusiana -. Así, el pensamiento liberal y el marxista coinciden desde un punto donde identifican a la sociedad como víctima de guerras legitimas llevadas a cabo por los Estados. Las soluciones para estas líneas teóricas, los liberales proponen una reforma a los mecanismos diplomático-militares y democratización de la actividad internacional mediante participación pública, mientras los marxistas presentan una actitud radical anti-sistema. Dos exponentes de estas líneas son; Woodrow Wilson con sus “catorce puntos” en 1918 – influenciado por la concepción del orden mundial, del grupo pacifista liberal – y Lenin con su “informe para la paz” en 1917 – formado en el pacifismo de la Segunda Internacional -, los cuales a un futuro serían las bases ideológicas del Liberalismo y Socialismo. En este punto se toca el carácter normativo de misma, Alfred Zimmern un nuevo contenido para las RI, rechazando lo interestatal, tradicional en el estudio de la sociedad internacional por el derecho internacional y la historia diplomática.

Lo anterior es el punto principal de la segunda sesión. Las RI nacen “desde” y “contra” dos disciplinas tradicionales; la historia diplomática y el derecho internacional. La primera ubicada en el siglo XIX la cual desgajo la tradicional historia de los tratados, y la segunda, nació en el siglo XVII, ligado al sistema de estados que surgió en Europa desde de la paz de Westfalia. La influencia de la historia en la RI es una evidencia. Truyol nos indica, que no se debe olvidar el peso de la historia en RI, tanto en el terreno histórico-genético como en lo metodológico. En el primer terreno apunta “la historia diplomática contribuye a fomentar el estudio de relaciones internacionales […] la explicación de la historia es individualizadora; la política de la política y la sociología es generalizadora o tipificada”. Y en lo metodológico, apunta “la historia es ante todo, disciplina auxiliadora de política y sociología”. También, el derecho internacional es una disciplina que gesta el desarrollo de las RI. Según Arenal “los Estados se presentan como fines en sí mismo, y el derecho internacional como un instrumento a su servicio, lo que va en detrimento de la consideración de sociedad internacional”. La impronta del derecho internacional, que desde la paz de Westfalia hasta la primera guerra mundial ha monopolizado el estudio de la sociedad internacional, principalmente la academia de la Europa continental. Así entonces, desde 1919 hasta nuestros días va a desarrollarse dos debates: el debate entre los teóricos y la realidad internacional.