recuperando la economía

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recuperando la economia

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RECUPERANDO LA ECONOMA: ENTRE LA CUESTIN SOCIAL Y LA INTERVENCIN SOCIAL

Jos Luis Coraggio- Ins ArancibiaEl carcter abierto de la cuestin social en Argentina y su relacin con la economaqu hacer?), la cuestin social no podra ser definida por intelectuales inorgnicos pues de hecho es - un producto social y una construccin simblica, que no puede ser concebida y situada sin la participacin de los actores colectivos, No sera lo mismo si la economa moral de las masas reclamara:(a) que los trabajadores sean reintegrados como consumidores pobres -por la va del reparto estatal de medios de vida o el subsidio de ingreso-;(b) que, aunque sea precariamente, sean reintegrados al rgimen de trabajo con patrn, o(c) que se redistribuyan recursos para poder asumir la autogestin de las condiciones de reproduccin que el mercado capitalista niegala definicin de la cuestin social es, una tarea pendiente. no puede limitarse a convertirla en pura oportunidad poltica para exigirle algunas ventajas al capitalla cuestin social se comprende de otra manera cuando se la anticipa como una resultante de una etapa todava no sedimentada.Como una construccin an no plenamente actuada en la escena pblica nacionalParece difcil definirla mediante una construccin social democrtica mientras persista el empobrecimiento masivo y la autonomizacin del mercado respecto a regulaciones sociales y polticas.en Argentina, existe una economa popular, de la supervivencia, lado oculto de la economa, -orientada hacia la reproduccin ampliada de la vida, segn su grado de desarrollo. Esa economa popular debe ser reconocida en toda su magnitud y su potencial como parte de otra economa.ya sea como construccin social, o como materialidad, la cuestin social no puede ser separada de la cuestin econmica. Ni la poltica social ser vista como el apndice pblico que remienda los efectos indeseados de la economa. en las sociedades modernas, las relaciones sociales,econmicas, polticas y culturales no estn separadas en la realidad. (Coraggio, 2004b; Polanyi,la cuestin social no se puede demarcar de lo econmico.Ello impide la comprensin de lo actual y la anticipacin de lo posible. Y contribuye al vaciamiento de la poltica.Reencajar la economa, en otra sociedadel neoliberalismo ha internalizado una dosis letal de autonomizacin/liberacin del mecanismo de mercado capitalista, Esto implic desarticular el movimiento sindical, que era el principal exponente de los lmites sociales y comprar o dar una inyeccin de realismo oportunista a la clase poltica gobernante plantearse la necesidad de regresar a una situacin en que la economa es encuadrada por la poltica y la sociedad organizada. la gran tarea social, o el trabajo social en sentido amplio, que tendramos que emprender no es bajar los costos polticos o sociales de esa autonomizacin del proceso de acumulacin sin lmites del capital privado, sino ir avanzando en el proceso de reabsorber la economa en la sociedad y la poltica reactivando la voluntad de darle la forma que decidamos concientemente.Es preciso, hacer una doble precisin: a) no tenemos una sociedad y un Estado estabilizados, de transicin, la relacin entre economa, poltica y sociedad no se resuelve haciendo que la actual sociedad y la actual poltica definan y apliquen limites al mercado,; b) esta sociedad y esta poltica , son el resultado de un proceso de desestructuracin y corrupcin de los sistemas de la democracia de baja intensidad que tenamos y del saqueo y desguace del Estado de Bienestar que alcanzamos a construir en nombre de la justicia social.Esa sociedad y esa cultura, incluido el sentido comn legitimador del sistema de mercado no pueden ser los que recuperen el control sobre la economa. Tampoco puede garantizar el sistema de derechos humanos este Estado, este sistema poltico, no democrtico, delegativo, constituido en base a un frreo aparato poltico clientelar de distintos partidos- que reduce derechos a favores, y a un sentido comn que genera rechazos simblicos y espordicos desde la sociedad a la poltica, pero a la vez conductas adaptativas en nombre de la necesidad de sobrevivir.se trata de intervenir en esta economa para transformarla desde la base, ganando espacios pblicos para poder utilizar el principio de redistribucin, no slo para aliviar la pobreza sino para generar otra economa que constituya lazos sociales y un nuevo habitus.La economa, esa caja negra y alienanteMarx plante que la economa capitalista y su mercado tenan la capacidad de invertir las representaciones de la realidad, ocultando la explotacin sistemtica del trabajo ajeno tras la apariencia formal del intercambio de equivalentes. qu entendemos por la economa real y su relacin con lo social La economa, es el sistema que se da una comunidad o una sociedad de comunidades e individuos, para definir, generar y administrar recursos a fin de determinar y satisfacer las necesidades legtimas de todos sus miembros. El sistema de necesidades de la vida humana en sociedad es entonces lo que constituye el sentido universal de la actividad econmica.Las necdsidads Se constituyen como construccin colectiva y son gestionadas y definidas domstica, comunitaria y socialmente. Un sistema poltico democrtico -participativo y reflexivo- es el mejor encuadre para determinar la legitimidad de las necesidades.Se trata de que se satisfagan las necesidades de todosEsto tiene un fuerte componente de redefinicin de las relaciones Norte-Sur y de las tendencias al belicismo hoy imperantes.definir colectivamente la cuestin social, quiere decir, pasar de la accin micro social para la sobrevivencia a acciones polticas colectivas de orden societal, que incluyen construir otra economa.partir de la realidad para transformarla y de respetar los tiempos que esa transformacin requiere. Esto Supone diferenciar entre la economa popular realmente existente - subordinada a la cultura, valores y poderes de la sociedad y el Estado capitalistas-, y la posibilidad que contiene de devenir una economa del trabajo por oposicin a la economa del capital. requiere pasar de la competencia individualista por sobrevivir - desde una unidad domstica, desde un barrio, desde una red particular o desde una localidad- a la accin asociativa en totalidades complejas. La efectivizacin de esa posibilidad es inseparable del desarrollo de toda la sociedad y del cambio de toda la economa. supone una construccin poltica desde las bases de la sociedad y desde un Estado democratizado,.

Es posible construir una economa centrada en el despliegue y desarrollo de las capacidades del trabajo humano en sociedad -desde lo local y lo global, mediante las iniciativas del Estado y de la Sociedad-. deber coexistir gestionando necesidades y conflictos internos, a la vez que compitiendo con el sector de economa organizado como empresas capitalistas, y disputando el sentido de la economa del Estado, generadora de bienes pblicos indispensables para el desarrollo de las sociedades. su sentido poltico est marcado por esa transformacin interna y esa interrelacin conflictiva con la lgica de acumulacin del capital y la lgica de acumulacin del poder poltico, Este programa pude ser efectivamente asumido, desde un Estado que ve los lmites de consolidar mecanismos de asistencia compensatoria eterna.en cualquier caso se requieren agentes hbiles para promover y acompaar un proceso de esta diversidad, novedad y duracin.El Trabajo Social como intervencin socioeconmicaSupone un compromiso con las personas, colectivos e instituciones con que se trabaja, Supone plantearse caminos para avanzar cuando el juego de fuerzas es desfavorable para los trabajadores:es fundamental superar el disciplinarismo y la divisin del trabajo de intervencin entre quienes se dedican a promover lo econmico, y los que se ocupan de lo social. la intervencin social como socio-poltico, como socioeconmico y cultural. Y su compromiso va ms all de las personas con que interacta (los beneficiarios): es portador, con otros, de un proyecto de otra sociedad, de otra comunidad, de otros ciudadanos.Hacia una posible estrategia para el Trabajo Social Para una profesin como sta, las crticas y auto-crticas, el reconocer la necesidad de encarar nuevos desafos, no son planteos nuevos Pero muchas de estas reconceptualizaciones pueden haberse vaciado de sentido en la realidad de las prcticas no acadmicas pautadas por prolongadas polticas de Estado neoliberales.porqu es necesario renovar esa lnea de pensamiento crtico en este momento?qu sera lo nuevo, lo no ya-dicho? La respuesta tiene que ver con la incursin en lo econmico y con la necesidad de una estrategia consecuente que enmarque las intervenciones.La respuesta ante la emergencia, no puede sustituir a la estrategia. Quienes han atendido a una poblacin golpeada por un desastre natural saben que, temporalmente, todas las relaciones sociales cambian, se reorganiza el espacio pblico y el privado, surgen situaciones de solidaridad as como situaciones de violencia y corrupcin. Pero la nueva cuestin social, por responsabilidad, hace que ya no sea suficiente (ni posible) dar una respuesta a la emergencia que no est enmarcada en una perspectiva de transformacin social en el mediano y largo plazo.La realidad que diagnosticamos y en la que intervenimos ha cambiado. Y las universidades y los profesionales son parte de la realidad,. Pero no es lo mismo cambiar por arrastre que constituirse en uno de los agentes colectivos impulsores de las transformaciones que exige esta sociedad. Hay que tomar conciencia de que el capitalismo perifrico continuar teniendo una fuerte insuficiencia dinmica para integrar a la poblacin a travs del trabajo asalariado.si no hacemos algo distinto, la pobreza y la exclusin del trabajo por parte de las empresas capitalistas y el Estado seguirn siendo de escala masiva y en condiciones inditas de degradacin de la vida humana y la sociabilidad. Hay capitales de provincia que dependen casi totalmente del empleo pblico improductivo, y no hay programas de desarrollo previstos y efectivos por la va de la inversin pblica o privada.El papel de los intelectuales orgnicos de un movimiento, an magmtico, es fundamental para contribuir a identificar otro tipo de alternativas posibles y a construir sus condiciones de viabilidad en la interaccin cotidiana con las organizaciones sociales y los sectores pblicos en cada lugar.Las estrategias de las unidades domsticas (principalmente familias, pero tambin formas asociativas solidarias), que vienen siendo recuperadas y potenciadas por la propuesta de una economa social y solidaria, no son slo reactivas y emergentes sino muchas veces proactivas y resultantes del juego de proyectos y propuestas de diversos actores pblicos, polticos y sociales. Y el Gobierno ha redefinido recientemente su poltica social como la promocin de la economa social y el desarrollo local. Estas son seales de que la cuestin social misma esta siendo redefinida por los actores sociales y polticos, por esas estrategias familiares, y especialmente por la accin de organizaciones y movimientos con otra perspectivalas condiciones de cada lugar o regin, o de diversos segmentos populares, estn altamente diferenciadas como resultado de la globalizacin y la retirada del Estado durante el perodo ms crudamente neoliberal. Los trabajadores sociales, deben desarrollar una nueva versatilidad tctica para trabajar, de manera integradora, con sectores de alta heterogeneidad social y de expectativas, habilidad agregada a la que siempre los caracteriz por su carcter de mediadores de diversas polticas sociales en el terreno concreto, donde la realidad se manifiesta como compleja y no sectorial.El Trabajo Social est siendo desafiado, a) porque estn ocurriendo transformaciones mayores en la economa y en los objetivos y los medios del conjunto de las polticas pblicas,b) porque las estrategias familiares de reproduccin han dejado de ser un refugio temporal al desempleo y se vuelven una va alternativa no slo de sobrevivencia sino de construccin de otras formas socioeconmicas duraderas, lo que demanda asistencia para consolidar esas alternativas,c) porque las instituciones del Estado han sido y siguen siendo resignificadas en la pugna entre intereses particulares, y peridicamente se producen cambios en las directivas, aparecen o se extinguen programas, y esto exige respuestas rpidas sin un proceso de comprensin de su sentido, claridad sobre la perdurabilidad de los programas y una limitada capacitacin por parte del mismo Estado.d) porque los viejos actores colectivos se desdibujan o resignifican y emergen otros nuevos que se posicionan con diversos comportamientos reactivos o propositivos ante los cambios en la economa y en las polticas pblicas,Esas transformaciones demandan adecuaciones en los estilos y sentidos de la intervencin, que se experimentan en el ejercicio mismo de todas las profesiones que tienen que trabajar con los sectores populares.El problema es si, frente a estos nuevos comportamientos, desde el Trabajo Social se reacciona recortando su espacio de intervencin hacia lo ya conocido, hacia lo ya practicado y consensuado (terica y metodolgicamente) dentro del campo profesional, o si eso detona nuevas formas de intervencin. As, en la medida en que los Trabajadores Sociales:(a) ayuden a que los trabajadores, sus familias y sus comunidades, puedan priorizar y resolver sus necesidades inmediatas, sin dejar de articularse con el Estado en sus distintos niveles -como garante de sus derechos sociales y polticos-,(b) acompaen el desarrollo de estructuras colectivas reflexivas y mecanismos ms sustentables y articuladores para la economa popular, y (c) no se limiten a administrar la distribucin ms eficiente de programas focalizados en los indigentes,podrn contribuir a cambiar desde abajo las estructuras que generan esta emergencia masiva.

Posibles aportes especficos del Trabajo Social para una intervencin socioeconmicaintegral.

el Trabajador Social ha tenido algn margen de libertad en su accin profesional, que ha sido objeto de continuada reflexin. Esas brechas son hoy un recurso valioso para la sociedad en el encuentro entre las experiencias concretas y particulares, a veces nicas, y las visiones y los modelos que se generan en las esferas del Estado Nacional o de los pequeos y grandes actores colectivos.Sintetizamos, a continuacin, algunas hiptesisInterviniendo en la urgencia en el marco de una estrategia.Desarrollando y orientando las herramientas aprendidas hacia intervenciones complejas y con una perspectiva ms ambiciosaParticipando en el desarrollo de las capacidades sociales para construir los nuevos sistemas de produccin y satisfaccin de necesidades.

Resignificando las polticas sociales desde lo local.Promoviendo y fortaleciendo la autonoma de los actores sociales.

Asumiendo los desafos de la transicin epocalSe trata de intervenir para contribuir a un proceso de transformacin societal, con un horizonte empricamente incierto, que por eso reclama teora relevante y rigurosidad en las sistematizaciones y aprendizajes para no perdernos en la emergencia cotidiana donde ponemos a prueba nuestros esquemas mentales. Los trabajadores sociales, por lo dems, como intelectuales y tcnicos, son parte de un sujeto en construccin que intenta ordenar ese proceso. La intervencin profesional ms apropiada ser, entonces, aquella que se asuma como parte de una prctica colectiva, orientada por la transformacin democrtica hacia otra sociedad y por la autorreflexin colectiva que acompaa esa transformacin.