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Nuevas perspectivas de investigación

en Historia Moderna: Economía, Sociedad, Política y Cultura en el Mundo

Hispánico

Mª Ángeles Pérez Samper y José Luis Betrán Moya

(eds.)

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ISBN: 978-84-949424-0-2

© Los autores

© De esta edición: Fundación Española de Historia Moderna, Madrid, 2018.

Editores: Mª Ángeles Pérez Samper y José Luis Betrán Moya.

Colaboradores: Alfonso Calderón Argelich y Francisco Fernández Izquierdo

Fotografía de cubierta: Vista de Barcelona, de Anton van den Wyngaerde (1535).

Créditos

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¿Concebido con pecado original?: órganos y organistas en el convento de Santa Catalina virgen y

mártir de Barcelona en el siglo XVIII

Conceived with original sin?: organs and organists in the priory of Saint Catherine virgin and martyr of Barcelona in the eighteenth century

Alejandro J. López Ribao

Universidad Autónoma de Barcelona

Dominik Jurczak

Pontificio Ateneo San Anselmo de Roma

RESUMEN:

La música jugaba un papel esencial en la liturgia que se llevaba a cabo en los conventos y monasterios de la Orden de Predicadores y especialmente en el convento de Santa Catalina virgen y mártir de Barcelona. Es por ello que uno de los elementos más importantes era el órgano de su gran iglesia conventual. Siendo precisos no deberíamos hablar de el órgano sino de los órganos ya que fueron varios los que a lo largo del siglo XVIII se fueron sucediendo. Analizadas las fuentes se puede concluir que la cuestión del órgano fue un verdadero dolor de cabeza que acompañó a aquella comunidad durante todo el siglo. En este escrito queremos reseguir los diferentes instrumentos que se construyeron para aquel fin así como las características que solía tener la figura del fraile encargado de tañerlos.

PALABRAS CLAVE:

Orden de Predicadores, Dominicos, Barcelona, Santa Catalina virgen y mártir, órgano, organistas.

ABSTRACT:

Music played an essential role in the liturgy of the convents and monasteries of the Order of Preachers and especially in the convent of Saint Catherine virgin and martyr of Barcelona. That is why one of the most important elements was the organ of his great church. Being precise we should not speak about the organ but of the organs since there were several throught the eighteenth century. Analyzed the sources can be concluded that the question of the organ was a real headache that accompanied that community around the century. In this paper we want to review the different instruments that were built for that purpose as well as the characteristics that used to have the figure of the friar organist.

KEY- WORDS:

Order of Preachers, Dominicans, Barcelona, Saint Catherine virgin and martyr, organ, organists.

Quisiéramos agradecer especialmente al Dr. Miquel González la ayuda recibida en la redacción de este trabajo.

¿Concebido con pecado original?: órganos y organistas en el convento de Santa Catalina virgen y mártir de Barcelona en el siglo XVIII

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La música jugaba un papel esencial en la liturgia que se llevaba a cabo en los conventos

y monasterios de la Orden de Predicadores y muy especialmente en el convento de Santa

Catalina virgen y mártir de Barcelona. Fundado en 1219 fue desde su comienzo uno de los

más importantes de la ciudad de condal, prominente entre los cenobios dominicanos del

Principado y sobresaliente en el conjunto del orbe blanquinegro.

El oficio divino y la misa conventual eran actos comunitarios solemnes en los cuales la

comunidad cantaba las melodías gregorianas propias del oficio litúrgico de la orden,

sutilmente diverso en cuanto a su calendario y rito del romano1.

Además la música era un elemento siempre presente, central y destacado en las

procesiones y pequeñas o grandes celebraciones que se desarrollaban en su templo. Dos

ejemplos ilustrativos de dicha importancia son las fiestas de san Raimundo de Peñafort (7

de enero), hijo del convento, tercer Maestro de la Orden y uno de los patrones de

Barcelona y santo Tomás de Aquino (7 de marzo). La primera de ellas era una de las

jornadas más destacadas, debido a la implicación ciudadana, institucional y conventual en el

evento. La víspera la capilla de música de la catedral cantaba, junto con la comunidad, los

maitines propios del santo. Al día siguiente, tras la misa de pontifical en la catedral el clero

de la Seu y la Ciutat acudían en procesión al templo cateriniano donde se cantaban vísperas

y un dominico, pagado por la Ciutat, predicaba el solemne sermón. La jornada se concluía

con el canto de las completas2. La fiesta de santo Tomás de Aquino tenía también un

importancia singular por ser una fecha que agrupaba en torno a sí diversos colectivos e

instituciones conventuales y extra conventuales de primer orden, como era el caso de los

miembros de la Academia de Santo Tomás, la comunidad académica de la ciudad y los

padres y frailes estudiantes del cenobio. También revestía una fuerte carga identitaria al ser

la teología del Aquinate una de las banderas doctrinales de la orden frente a la demás

escuelas teológicas. De la misma manera que en la celebración anterior se cantaba el oficio

acompañado por la capilla de la catedral3, pero además la misma solía interpretar oratorios

y villancicos4.

1 Un estudio histórico de la liturgia de la Orden de Predicadores, sus orígenes y particularidades se puede consultar en GONZÁLEZ FUENTE ANTOLÍN: La vida litúrgica en la Orden de Predicadores. Estudio en su legislación 1216-1980, Roma, Ad S. Sabinae, 1981; BONNIWELL, WILLIAM R.: A history of the domincan Liturgy 1215-1945, Nueva York, Joseph F. Wagner, 1945; y MORTIER, ANTONIN: La Liturgie Dominicaine. Idées historiques-Commentaires généraux, Lille, 1921 2 Cfr. BUB, Lumen Domus o annals del convent de Santa Catharina verge y màrtir de Barcelona, Orde de Predicadors, vol. 3, ms. 1007, p. 158 o p. 333 y cfr. AMAT I DE CORTADA, RAFAEL D': Costums i tradicions religiosos de Barcelona "Calaix de sastre", MARTÍ I BONET, JOSEP MARIA; BONET I ARMENGOL, LLUIS y JUNCOSA I GINESTÀ, ISABEL (eds.): Barcelona, Arxiu Diocesà de Barcelona, Biblioteca Pública Episcopal de Barcelona, Akribos Edicions, 1987, p. 52. 3 Cfr. BUB, Lumen Domus..., ms. 1007, pp. 8-10 o p. 232 y p. 251-252. 4 Conservamos algunas de sus letras dadas a la imprenta en la época, entre otras podemos nombrar: Villancicos que se cantaron en el real convento de Santa Catalina martyr de esta... ciudad de Barcelona en las fiestas que tributan y consagran los academicos discipulos à su Angelico maestro Santo Thomas de Aquino... cantòlos la capilla de la iglesia cathedral siendo maestro... Francisco Valls, Barcelona, Rafael Figuerò, 1701; Villancicos que se cantaron en el real convento de Santa Catalina martyr de esta... ciudad de Barcelona, entre los festivos obsequios que atentos los academicos discipulos rendidamente consagran à las aras de su Angelico maestro Santo Thomas de Aquino... cantólos la capilla de la iglesia cathedral, siendo maestro... Francisco Valls, Barcelona, Rafael Figuerò, 1705 o Villancicos que se cantaron en el Real Convento de Santa Cathalina... de esta... ciudad de Barcelona en las fiestas que tributan y consagran los academicos discipulos à... Santo Thomas de Aquino con assistencia de nuestro catolico monarca Carlos Tercero... siendo mayorales... el Dr. ioseph Xipell..., Narcis Colomer..., Ioseph Clavell... cantòlos la capilla de la Iglesia Cathedral, siendo maestro... Francisco Valls, Barcelona, Rafael Figuerò, 1707. No eran estas las únicas ocasiones en que se cantaban ocasiones en el templo conventual y así a la altura de julio de 1798 vemos como el barón de Maldà escribe en su diario: "segons m'ha


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En todo este universo musical, que iba más allá de las meras necesidades litúrgicas de la

comunidad gozando de una repercusión en la sociedad y cultura de la época en Barcelona,

jugaba un papel manifiesto el órgano del templo conventual. Era una de las piezas más

importantes de la iglesia de Santa Catalina y constituía un elemento muy significativo para

la vida de la comunidad, tanto por su finalidad litúrgica como por ser una valiosa fuente de

prestigio para el convento5. Se emplazaba en el lado del Evangelio sobre la sexta capilla

lateral a la cual robaba una parte considerable de su altura6.

Siendo precisos no deberíamos hablar de el órgano sino de los órganos ya que fueron varios

los que a lo largo del siglo XVIII se fueron sucediendo. El hecho no se debió a un deseo de

perfeccionamiento sino, en muchos casos, a la necesidad de reparación o simplemente de

remplazo a causa de la ruina manifiesta de los precedentes. Analizadas las fuentes se puede

concluir que la cuestión del órgano fue un verdadero dolor de cabeza que acompañó a la

comunidad de Santa Catalina durante todo el siglo XVIII.

El problema venía de lejos. Ya en 1604 un fraile dominico portugués, llamado fray

Jorge Mendoça y que en aquel momento contaba con 74 años, recibió el encargo de

construir el órgano de la iglesia conventual. Al mismo tiempo estaba trabajando en el

órgano de la nueva iglesia del monasterio de Montserrat consagrada en 1592. Opuestos

fueron los resultados finales, y así mientras el órgano de Montserrat duró casi un siglo el de

Santa Catalina tuvo que sustituirse al cabo sólo de siete años7:

"1614. Ítem vuy dia de sant Hierònim del present. Han enderrocat lo nostre orga nou que

pocs anys ha se era fet en nostra iglésia. Y per no aver reexit com era rahó y per afear-nos

dita iglésia lo pare prior nostre ha determinat donar-lo a fer a mestre Francesch Bordons,

natural de Solsona, gran official y de fama y experièntica"8.

Uno de los protagonista en la historia del órgano de Santa Catalina en el siglo XVIII fue

fray Tomàs Ripoll. En sus años como prior mandó construir el instrumento con el que el

cenobio inauguró el siglo. Es en una de sus necrológicas manuscritas e inéditas donde

sorprendentemente encontramos la descripción más detallada de las vicisitudes sufridas con

dicho instrumento y sus sucesivos. En ella se recuerda que a parte de la nueva biblioteca

una de las obras más importantes que llevó a cabo aquel futuro Maestro de la Orden:

"Fue fabricar un nuevo órgano tan cabal y cumplido que no havía otro igual en la ciudad y

Principado. Se hizieron nuevos los secretos y toda la flautería menos las contras y flautado

de la cara, qual por ser tan bueno sólo se dio el permisso al maestro para añadir metal a

todas sus flautas para darles aquella entonación necessaria de 28 palmos. Puso mano a la

dit lo Sr. Joan Mas (...) se fa en est any novenari nou a Sant Domingo –fundador de la iglésia de Santa Caterina– ab rosaris, siestas o oratoris, no altres que la música de la catedral" AMAT I DE CORTADA, RAFAEL

D':Calaix de sastre (volum quart:1798-1799), Barcelona, Biblioteca Torres Amat, Curial, 1990, p. 72. 5 Representativo de ello es que el barón de Maldà, cuando describe las diversas iglesias de Barcelona, habitualmente dedica unas líneas a comentar y evaluar su correspondiente órgano. Cfr. AMAT I DE CORTADA, RAFAEL D': Viles i ciutats de Catalunya, Barcelona, Editorial Barcino, 1994, pp. 89-130. 6 Cfr. BARRAQUER Y ROVIRALTA, CAYETANO: Las casas de religiosos en Cataluña durante el primer tercio del siglo XIX, Barcelona, Imprenta de Francisco J. Altés y Alabart, 1906, vol. 2 p. 18. 7 Cfr. BONASTRE, FRANCESC: Mestres de l'escolania de Montserrat. Vol XI: Narcís Casanoves, Obres completes I, Barcelona, Departament de Cultura de la Generalitat de Catalunya, Monastir de Montserrat, 1984, p. IX. 8 Biblioteca de la Universitat de Barcelona [BUB], Lumen Domus o annals del convent de Santa Catharina verge y màrtir de Barcelona, Orde de Predicadors, vol. 1, ms. 1005, f. 282v. También se puede consultar BALDELLÓ, FRANCESC: "Órganos y organeros en Barcelona (siglos XIII-XIX)", Anuario Musical, 1 (1946), p. 225.


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obra el maestro llamado Jayme Guilla y un hermano Sebastián Guilla, ambos naturales de la

villa de Trem. Trabajaron todo el maderamen de secretos, flautas de madera, etcétera.

Dos religiosos legos del convento, llamados el uno fray Juan Soler el otro fray Juan Martí,

éste aún vive en Roma en servicio del padre reverendísimo general, y dos carpinteros

seglares más. Diosse el maestro tan buena maña que en poco más de año y medio tuvo la

obra concluida. Y con tal acierto y aplauso como firmaron en una certificatoria los

maestros de capilla de la cathedral Barter y Valls con los organistas de santa María y del

Pino, ambos de los mejores de su tiempo; pudiendo fabricar órganos por todo el mundo

con la fe y bonificación que todos 4 hizieron y firmaron en dicha certificatoria.

Con que nuestro padre prior se libró de disgustos y se grangeó repetidas norabonas y

aplausos por el buen desempeño del dicho maestro. (...) Todos los días venían organistas a

gustar de ohir y tañer el órgano y más frequente era el de San Agustín, singular por la

claredad con que tocava, llamado el padre fray N. Crest, qual manifestava con su agrado lo

mucho le gustava"9.

En efecto el Lumen Domus, crónica manuscrita del convento,recuerda este mismo hecho

aunque de manera significativamente más breve:

"Dia 29 de desembre 1701. Diferents mestres organistas tocaren y provaren la obra de

l'orga ha fet aquest convent. És de saber, en lo pertocant a l'orga, que de vell se ha fet nou

casi tot (exeptat las caxas de la cadireta y cara, algunas flautas grans de las de estany) ab lo

secret portavents y registres. La obra de tot ell, vuy en dita de tots los organistas de esta

ciutat y de alguns forasters que lo han tocat, és tingut per boníssim y ben acabat (...). Ítem

és de saber que lo matex mestre que féu lo orga de la iglésia, com està notat en esta plana,

també acomodà lo organet de la capella de Sant Ramon, que apenas podia tocar, renovadas

las manxas y compost lo demés"10.

La descripción que se nos da del instrumento es impresionante y lo situaba sin duda a la

cabeza de los órganos de la ciudad de Barcelona y el Principado:

"Fue esta fábrica compuesta de los registros siguientes: la cara, flautado de madera, dos

octavas, dozena, quinzena, diezinovena, veintidozena, tolozana doble, cimbalet de a 4, lleno

de a 5, dos nazardos, dos tapadillos y la corneta maestra de a 7, todo flautaría. De lengua:

trompas reales, dos clarines, de los quales uno para los ecos, tenor de xirimía, bajoncillos.

Me olvidava otro de flautas pequeñes de a 4 que hazía cascaveles que cumplen número de

22"11.

Los organeros Jaime Guilla y su hermano Sebastián Guilla habían realizado, entre otros,

el órgano de la iglesia parroquial de Santa Eulalia de Berga12 y el aún conservado

9 Archivo Histórico de la Provincia Dominicana de Aragón [AHPDA], Llibre de les professions dels religiosos de Santa Catherina de Barcelona des de lo any 1531 fins a 1683, ms. 63, p. 45. El nombre completo del mencionado organista del convento de San Agustín era fray Rafael Crest. 10 BUB, Lumen Domus o annals del convent de Santa Catharina verge y màrtir de Barcelona, Orde de Predicadors, vol. 3, ms. 1007, p. 147. 11 AHPDA, Llibre de les professions dels religiosos..., p. 45. 12 Cfr. BADAL, FERRAN y GRENZING, GERHARD: "L'orgue de Sant Pere: un romàntic a punt de solfa", L'Erol,27 (1989), p. 42.


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actualmente de San Pedro apóstol de Torredembarra13. Sin embargo, poco pudo disfrutar la

comunidad de tan magna obra:

"Por fin grande órgano. Pero duró poco, no por falta del maestro si del convento, pues

vino aquel al cabo del año para refinarle y darle la última mano y se bolvió sin executarlo

porque no quisieron darle machador. Quedó el órgano algo desafinado por faltarle la última

mano, passando assí dos o tres años hasta que el organista aragonés que havía en el

convento, llamado padre fray Manuel Haiza14, buelto de su locura, tuvo el permisso (no sé

cómo, sí de quien) para afirnarle contra lo que el maestro havía encargado al convento de

no dexar las llaves a nadie y muchos menos afinar con cuchillo ni tixeras el órgano, lo que

él executó por los años 1707 y 8 contra toda regla y sin principio alguno, con que vino a

descomponerle y deteriorarle mucho"15.

La Guerra de Sucesión causó previsibles daños en el instrumento, desafinándolo por el

estruendo de las bombas y por el impacto de cascotes en su estructura. Por ese motivo, a

principios de noviembre de 1715, se llamó a un fraile lego de Gerona con el objetivo de

que lo reparara:

"Otro menoscabo grande tuvo el dicho órgano, executado por un lego de Gerona, llamado

fray Pasqual. Y fue que para hazer los ecos (quales se hazían ya con un movimiento que se

hazía con el pie) fabricó un medio teclado, el qual compuso del registro de los ecos de

clarines y de tres flautas, sacó de la corneta magna por tecla dexándola muy flaca, con las

tres vozes menos por tecla. A más desto hundió los dos registros de lengua, tenor de

chirimía y bajoncillos, con que se iva disminuyendo el órgano en lugar de acrecentarlo"16.

El autor anónimo de la nota necrológica no duda en apuntar quién fue el responsable

último de la ruina de tan magnífico instrumento:

"Quien le arruhinó del todo fue Joseph Boscá, organero, padre del que actualmente lo

fabrica, Dios le dé mejor acierto que a su padre. Este, haviendo concertado con muy

reverendo padre provincial componerle y afinarle bien añadiendo un registro de madera de

Olanda por el precio de 800 escudos cumplió tan mal como todos saben"17.

Josep Boscà era originario de Valencia aunque desarrolló una gran actividad en el

Principado hasta su muerte en Barcelona el año 1733. Entre otros había acondicionado o

construido los órganos de Cadaqués (1689), la catedral de Barcelona (1698), Santa María de

Montblanc (1703), la Seo de Manresa (1723) y de las iglesias barcelonesas del las carmelitas

descalzas (1709), Santos Justo y Pastor (1715) y San Severo (1721)18.

13 Cfr. ESCOLANO, JOSEP MARIA: L'orgue a Catalunya: història i actualitat, Barcelona, Generalitat de Catalunya, 2000, p. 63. 14 No sabemos en qué debía consistir la locura de fray Manuel Haiza o Aysa ya que en BUB, Lumen Domus..., ms. 1007, p. 245 lo único que se da a entender es que había abandonado el convento antes de enero de 1713 por un tiempo de ocho meses viviendo en una rectoría. 15 AHPDA, Llibre de les professions dels religiosos..., p. 45-46. 16 AHPDA, Llibre de les professions dels religiosos..., p. 46. El mencionado lego organista de Gerona era fray Pascual Cervelló. En el año 1714 estaba llevando a cabo un órgano para el convento de Santo Domingo de Puigcerdá y lo volvemos a registrar años más tarde, en 1720, en el pueblo rosellonés de Tuïr construyendo otro órgano para aquella iglesia parroquial. 17 AHPDA, Llibre de les professions dels religiosos..., p. 46. 18 Cfr. CORTADA, MARIA LLUÏSA: Anselm Viola. Compositor, pedagog, monjo de Montserrat (1738-1798), Barcelona, Publicacions de l'Abadia de Montserrat, 1998, p. 174.


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Este organero había trabajado con anterioridad para la Orden de Predicadores, ya que

siendo ayudante del trinitario calzado de Barcelona fray Bartomeu Triaÿ había proyectado

el órgano del convento de la Anunciación de Gerona mandado construir por el prior fray

Francesc Mirosa en 168119. Además, según un contrato firmado el 3 de enero de 1723 ante

el notario barcelonés Josep Francesc Fontana, Boscà estaba trabajando en el órgano

cateriniano y en el del ya mencionado templo de San Severo de Barcelona20.

Las razones técnicas del desastre que aporta el redactor y dominio de la materia son

sorprendentes:

"Primeramente sacó el secreto con el pretexto de ser viejo teniendo solos unos 23 años,

que corren de 1701 asta 1724, fue para que no quedara memoria del maestro Guilla.

Fabricó él otro nuevo con la flauta tan substancial como no dar las flautas sus vozes

puntuales de medio teclado abajo, subiendo el órgano todo medio punto más, estando

antes a tono y punto de capilla, puso su registro de madera bueno pero se llevó otro

nazardo que no tenía igual qual dizen es oy al órgano del Carmen"21.

La comunidad, a principios de la década de los años 40, decidió construir un nuevo

órgano o reparar en la medida de lo posible el existente debido a su notorio mal estado. En

esta ocasión la obra fue encomendada a uno de los tres hijos organeros del anterior Josep

Boscà, Josep Boscà i Espanya, augurándose una mejor conclusión:

"Assí cumplió Boscá viejo, quiera Dios que el hijo cumpla mejor y rehaga lo que hurtó su

padre, ya que prior alguno tuvo upa de pedirle tal registro. Todo lo que se nota para los

presentes y venideros, a fin de que escarmenten y no sean tan fáciles en dexar las llaves de

los secretos a quien no tengan cabal satisfacción de él etcétera"22.

Sin embargo, parece que el resultado fue aún peor. El 1 de febrero de 1745 se pudo

empezar a tocar el nuevo instrumento aunque aún estaba incompleto y se temía seriamente

que no se acabase por "la poca fidelitat de l'oficial en lo promès"23. Dos años y medio más

tarde, en noviembre de 1747, la obra continuaba inconclusa, empezando el constructor a

"posar la cadireta y los tres teclats a l'orga, per lo que no pogué tocar fins a la vigília de

santa Catharina y encara no tot, pués a l'orga major hi fàltan encara molts resistres y la

cadireta no estava acabada de posar"24. Los problemas incluyeron la falta de fondos,

dificultad que intentó superar fray Juan Tomás de Boxadors enviando para tal fin desde

Roma 400 libras en 1755, siendo determinante la muerte de Josep Boscà i Espanya25. Por

todo ello la obra quedó parada la obra.

El 15 de octubre de 1765 la comunidad resolvió arreglar el órgano y el 16 de enero de

1766 hacer una cadireta nueva. "Est orga nou fou fet per un religiós de obediència del nostre

convent de Tolosa, que’s diu fra Cavaller, y per un nebot seu que també se diu mesier

19 Cfr. MOLÍ FRIGOLA, MONTSERRAT: "Bartomeu Triaÿ, Josep Boscà i els orgues a Girona. L'orgue de Cadaqués (1689-1691) i (1706-1708)", Annals de l' Institut d'Estudis Gironins, 48 (2007), p.219. 20 Cfr. GONZÁLEZ, MIQUEL: Els orgues de les comarques de Lleida i del Principat d'Andorra, Lérida, Pagès Editors, 2007, p. 382. Es interesante mencionar que dicho contrato estipulaba la construcción de un órgano para otro cenobio de predicadores, en concreto para el convento de Santo Domingo de Tarragona. 21 AHPDA, Llibre de les professions dels religiosos..., p. 46. 22 AHPDA, Llibre de les professions dels religiosos..., p. 46. 23 BUB, Lumen Domus..., ms. 1007, p. 347. 24 BUB, Lumen Domus..., ms. 1007, p. 372. 25 Cfr. BUB, Lumen Domus..., ms. 1007, p. 391.


1037

Cavaller"26. La nueva cadireta se estrenó el primero de octubre de 1766 en ocasión de la

fiesta de la Virgen del Rosario. El resultado fue, cuanto menos, bastante controvertido. El

organero contratado, una vez trazado el órgano, dejó la obra en manos de su sobrino y

volvió a Francia. En ocasión de ello el cronista conventual consignaría que "segons las veus

dels religiosos y altres dins breus anys lo orga no valdrà res. Lo temps ho dirà"27.

El tiempo habló y no de forma positiva. El 11 de junio de 1783 el prior y el consejo

decidió:

" donar a compòndrer lo orga gran, que estaba sens casi poder tocar, a un subjecte hàbil y

molt entès en assumpto de òrgans28 que se empenyà en compòndrer-lo o fer-lo de nou per

dos pagos: lo un de 500 lliures y lo altre de 300 lliures. Vulla Déu que reisga bé, pués tantas

vegadas se ha fet y sa compost y sempre havem quedat tant mal servits en punt de orga que

apar està concebut en pecat. Las 800 liures són per sols 8 registres, después si apar se

proseguirà"29.

En esta ocasión los resultados fueron mejores y por ello, tras la finalización de los ocho

registros indicados, se decidió concluir el órgano con un coste añadido de 1.075 libras: "és a

saber 775 lliures per conclòurer la caixa gran y 300 lliures per la cadireta. Quedà conclòs tot

lo orgue per tot lo mars del present any 1785 y fou lo total de son cost 1.875 lliures"30.

Apenas cinco años más tarde el barón del Maldà describía el órgano de Santa Catalina

en los siguientes términos:

"Lo orga és modern, primorosa sa hechura, com torretas, y molta escultura, dorat tot ell y

gran, col·locat sobre de una aracada rodona y capella, ab un portal de eixida als claustros, a

la part de l'Evangelo, havent-hi una tribuna ab celosias sens dorar al costat de l'orga y

doradas tribunas ab celosias de fusta ab proa labor de escultura en las dos alas de l'altar

major, així mateix en lo presbiteri, bastant capaz, tancat ab balustrada de fusta"31.

En el momento de la exclaustración era reputado como uno de los más importantes de

la ciudad, comparable al de la catedral y al de Santa María del Mar, a los cuales igualaba y,

según testimonio de algún religioso exclaustrado, incluso superaba32.

26 BUB, Lumen Domus..., ms. 1007, p. 438. Fray Cavaller y mesier Cavaller son en realidad fray Joseph Cavaillé y Jean Pierre Cavaillé (nacido en 1743) iniciadores de la estirpe franco-catalana de organeros Cavaillé-Coll, una de las más destacadas del panorama europeo llegando a ser la empresa de órganos más importante a comienzos del siglo XX en el continente. Sus trabajos se reparten entre España, como es el caso del órgano de la catedral de Vic, y Francia, siendo su nieto, Aristide Cavaillé-Coll (1811-1899), el constructor del órgano de la basílica de Sainte-Clotilde (1859), la iglesia de Saint Sulpice (1862) y la catedral de Notre Dame (1868). Para una introducción a la saga familiar y sus vínculos con Cataluña consultar GONZÁLEZ, MIQUEL: "L'orgue Jean Pierre Cavaillé (1796-1802) de la catedral de Vic. Dades documentals per a la seva reconstrucció", AUSA, XXVI 173 (2014), pp. 1093-1152. El nuevo órgano hizo innecesarios los cuatro cuadros que servían de puertas al anterior, siendo reutilizados como cuadros para el presbiterio. Dos representaban a santo Domingo y otros dos a santa Catalina (cfr. Lumen Domus..., ms. 1007, p. 438). 27 Cfr. BUB, Lumen Domus..., ms. 1007, p. 438. 28 ¿Probablemente Josep Pujol que es el sucesor de la tradición organera en la ciudad? 29 BUB, Lumen Domus..., ms. 1007, p. 497. 30 BUB, Lumen Domus..., ms. 1007, p. 499. 31AMAT I DE CORTADA, RAFAEL D': Viles i ciutats..., p. 107. En una versión anterior del manuscrito fechada en 1782 opina en cambio que era un "orga modern y tot dorat de primor, bé que esgarrat en quant a sa flauteria, excepto la cadireta, que rehisqué bé" (p. 107 nota 87), recuérdese que en esa fecha aún no se había llevado a cabo la intervención mencionada en 1783. 32 Cfr. BARRAQUER Y ROVIRALTA, CAYETANO: Las casas de religiosos..., p. 18.


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Hablar de los órganos que a lo largo del siglo XVIII se fueron sucediendo, arreglando o

temperando en el cenobio cateriniano nos debe llevar a comentar sucintamente la figura del

religioso dominico más directamente relacionado con el instrumento: el organista de la

comunidad.

La comunidad de Santa Catalina virgen y mártir era una comunidad numerosa,

compleja, jerarquizada y en cualquiera de sus actividades cotidianas fuertemente

reglamentada. Todos los frailes vivían bajo el mismo techo y compartían la mayoría de

espacios conventuales, pero en muchos casos sus condiciones, compromisos, exenciones o

recursos económicos eran bastante diversos33. Dentro de aquel universo religioso la figura

del organista revestía unas características propias.

No podemos trazar el elenco completo de frailes organistas de Santa Catalina para el

siglo XVIII pero sí hemos localizado un buen número de ellos. Del análisis de su perfil se

constata que o eran religiosos que no habiendo finalizado sus estudios académicos se les

dispensaba de su conclusión, admitiéndoles a los exámenes de predicador y confesor, en

previsión de cumplir con su oficio de organistas, o explícitamente eran aceptados al

noviciado con el objetivo manifiesto de llevar a cabo en el futuro dicho oficio.

El 7 de noviembre de 1702 el Maestro de la Orden fray Antonin Cloche dispensaba al

religioso cateriniano fray Diego Nadal de finalizar sus estudios de teología, que había

abandonado para dedicarse al estudio y ejecución del órgano, con la siguiente fórmula:

"Haviéndoseme representado por parte de vuestra paternidad que con orden de los

superiores se apartó de la continuación de cursar las aulas como los demás para poder

mejor aplicarse al exercicio de tañer el órgano en que sirve al convento, y ha procurado

aprovecharse en la theología moral, desseando le dispensasse para ser admitido al examen

de confessor y predicador me ha parecido concederle como en virtud desta le concedo la

dispensación de los estudios para que por ella pueda ser admitido a dicho examen, aunque

no aya continuado y cumplido aquellos"34.

Casi 15 años más tarde, el 18 de febrero de 1716, el mismo maestro escribía al también

fraile barcelonés fray Joan Baptista Domènec para comunicarle una resolución similar a la

anterior:

"Aviéndoseme representado por parte de vuestra paternidad que para servir a esse

convento con el officio de organista dexó de conluhir sus estudios por orden de su superior

y agora se halla con alientos de exponerse al examen de confessor y predicador por tanto

en virtud desta lo habilito y dispenso para ello y que pueda ser admitido a dicho examen

aunque no aya concluhido sus estudios servatis alias de iure senvandis"35.

La promoción a un grado o categoría superior que en principio no era la que

correspondía al religioso gracias a sus habilidades en el teclado no fue práctica exclusiva de

los frailes, sino que también se constata en las monjas de clausura del monasterio

33 Al respecto es reveladora la frase de A. Domínguez Ortiz cuando indica que "no nos atrevemos a hablar de clases dentro de las órdenes, pero es evidente que había categorías bien marcadas". DOMÍNGUEZ ORTIZ, ANTONIO: La sociedad española en el siglo XVIII, Madrid, CSIC, 1970, p. 105. 34 Archivum Generale Ordinis Praedicatorum [AGOP], IV, 194a, f. 150r y cfr. AGOP, IV, 194b, f. 73v. 35 AGOP, IV, 199, f. 190v. Fray Joan Baptista Domènec, originario de Cornudella, había profesado para el cenobio barcelonés el 17 de enero de 1713 a las 10 de la mañana en el coro. Murió en el mismo convento el 15 de febrero de 1724 (cfr. AHPDA, ms. 31, f. 20v).


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dominicano barcelonés de Nuestra Señora de Montesión. En este caso se podía concretar

en que una religiosa que había profesado o se disponía a profesar para lega, cubriéndose

con el correspondiente velo blanco, podía tomar el velo negro y gozar de algunos

privilegios y precedencias. Así lo dispuso el citado maestro en una carta enviada al prior de

Santa Catalina fechada el 23 de agosto de 1699:

"Por parte de nuestro convento de Montesión de Barcelona se me representa necessitar de

organista y hallarse actualmente una donzella que dessea tomar tomar el hábito para

religiosa de la obediencia pero con velo negro, para lo qual me piden las dispense siendo

esto assí servatiservandis dispenso pro hac vice tantum declarando que no pueda por ningún

tiempo preceder ninguna religiosa de velo negro ni ser precedida de ninguna de velo

blanco"36.

Volvemos a localizar un caso similar a mediados de siglo. En el mismo se explicita aún

más las condiciones con las que era admitida a la profesión y las dispensas que gozaba al ser

la organista aún y conservando su condición de hermana lega:

"Als 13 de juny 1744 ha fet profesió sor Maria Catharina Font, religiosa de obediència y

organista de adat 23 anys complert lo dia 6 de octubre 1743. Se à obligat a haver de

ensenyar a totas las que dègan apèndrer y per so à resolt lo consell donar-li den de luego lo

quarto de dalt de la enfermaria y quant Nostre Senyor disposia de sor Mariagna Abadal se

lo donia lo que vuy abita dita sor Marianna qu·és lo de baix de la emfermaria. Sols a fi de

que ab tota quietut puga emplear-se en lo estudi nesesita per lo cumpliment de sa obligació.

À de vestir com las demés de la obediència sens ninguna diferència ni se li à de preferir

altre lloch que lo que li toquia per sa edat entra las germanas de la obediència. Sols se li ha

promès no hemplear-la en obedièncias de pes com és cuinas, refator y servir las senyores de

cor però pot la priora emplear-la en lo que sia menester com no se oposia ni la impedesca

de la prinsipal obligació com és asistir a las malaltas los ratos puga cosas semblans, y ab

estas condicions se és admesa a la profesió"37.

Como hemos antes señalado otro caso podía ser el de aceptar a la profesión a un

determinado candidato con el objetivo explícito de que cumpliese el oficio de organista.

Esta práctica la podemos registrar gracias a la prohibición que el Maestro de la Orden fray

Joan Tomàs de Boxadors, encontrándose de visita canónica en las provincias españolas,

expidió desde Salamanca por medio de carta circular en la "ab lo mejor rigor prohibí a tots

los convents, aixís de frares, com de monjes, lo vestir in posterum ningún hàbit sens expressa

llicència sua. Aquest orde o decret arribà a est convent lo dia 24 de agost de 1762"38.

Desde aquel momento fue la autoridad máxima de la orden la que dispuso cuantos

novicios podía admitir cada convento y cuando podían entrar en el noviciado y emitir su

profesión. La orden, especialmente dura en sus dos primeras décadas, ahogó

demográficamente a los conventos y les hizo verse faltos de religiosos para muchos oficios,

36 AGOP, IV, 194a, f. 53v. 37 Archivo del Monasterio de Santa María de Montesión [AMSMdM], Llibre de Profesions 1646-1883, ff. 23r-23v. Su cédula de profesión se conserva en Pergaminos de profesiones, n. 37. El sermón que el prior de Santa Catalina fray Josep Mercader predicó en ocasión de su profesión se puede leer comentado en LÓPEZ RIBAO, ALEJANDO JOSÉ: "Dominus qui incepit ipse perficiat: exhortaciones de fray Josep Mercader a las monjas dominicas del monasterio de Montesión en Barcelona (1740-1745)", Scripta, Revista internacional de literatura i cultura medieval i moderna, 8 (2016), pp. 314-337. 38 BUB, Lumen Domus..., ms. 1007, p. 432.


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entre ellos el de organista39. Por ello algunos priores decidieron pedir dispensa al Maestro

de la Orden para poder admitir un candidato para cubrir la imperiosa necesidad.

El 12 de mayo de 1779 el sucesor de fray Joan Tomàs de Boxadors, el castellano fray

Baltasar de Quiñones, daba por recibida la petición del prior del convento de la

Anunciación de Gerona fray Pere Màrtir Roxer:

"Informado de que el padre organista de ese nuestro convento es de tan avanzada edad que

pasa mucho de 70 años y que en su falta no se halla ahí otro religioso nuestro que pueda

sucederle en el oficio encargo a vuestra paternidad que ofreciéndose alguno que sepa con

fundamento esa arte y que además de la vocación tenga las circunstancias necesarias para

vestir nuestro santo hábito me lo avise luego diciéndome su nombre y apellido y patria,

edad y demás calidades para que a vista de su informe pueda yo concurrir al consuelo de

esa comunidad dando licencia de admitirle"40.

Análogo caso encontramos en el cenobio barcelonés en julio de 1782 cuando el mismo

maestro hizo saber al prior provincial fray Lluís Faura que "deseando dar a vuestra

paternidad y a ese nuestro amado convento una nueva prenda de mi amor vengo por esta

mía en que puedan vestir uno para organista y a su tiempo admitirle a la profesión"41.

Por último, retomando el argumento de como pareciera en la época que la dedicación a

la teología y al solfeo eran incompatibles, quisiéramos reproducir un interesante comentario

del barón de Maldà al respecto, hablando precisamente del difunto organista del cenobio

cateriniano en marzo de 1798:

"En la [iglésia] de Santa Caterina se cantaven en esta tarda les solemnes matines a honra de

sant Tomàs d'Aquino, ab il·luminació de tota la graderia en lo retaule major i alguns ciris

encesos en lo retaule i capella del gloriós sant doctor, havent assistit la música de la

catedral. I lo cas particular és que toca aquell gran orgue un frare franciscano per haver mort

pocs dies a est un de la religió dominicana que el tocava; jove que ha mort de resulta

d'haver emprès l'estudi de la teologia, sent solfista; que són oposades tals ciències. No és

d'admirar que els tòquia l'orgue un franciscano, per la germandat que hi ha en les dos

religions, franciscana i dominicana, ab l'estreta unió que es tenien los dos patriarques i

fundadors, sant Domingo i sant Francesc, en vida"42.

En conclusión, podemos afirmar que la historia de los órganos y organistas del

convento de Santa Catalina virgen y mártir de Barcelona durante el siglo XVIII se nos

presenta como uno de sus episodios más complejos e interesantes, así como una prueba

fehaciente de la importancia singular que el convento tuvo en la sociedad y cultura

catalanas de la época.

39 Cfr. BUB, Lumen Domus..., ms. 1007, p. 432. Cotejando los datos de las décadas de los 60 y 70 para el caso de Santa Catalina virgen y mártir de Barcelona debemos dar la razón al cronista ya que respectivamente sólo encontramos 24 y 19 profesiones, número muy inferior a la media habitual para el siglo XVIII que fue de entre 50 y 75 profesiones por década (cfr. AHPDA, ms. 31, ff. 13v-76r) 40 AGOP, IV, 258b, pp. 68-69. Un año más tarde se fecha la correspondiente licencia a favor de Josep Vallcendrera (cfr. AGOP, IV, 258b, p. 252). 41 AGOP, IV, 258c, p. 86. 42AMAT I DE CORTADA, RAFAEL D’: Calaix de sastre (volum quart:1798-1799), p. 25.

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