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Nuevas perspectivas de investigación

en Historia Moderna: Economía, Sociedad, Política y Cultura en el Mundo

Hispánico

Mª Ángeles Pérez Samper y José Luis Betrán Moya

(eds.)

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ISBN: 978-84-949424-0-2

© Los autores

© De esta edición: Fundación Española de Historia Moderna, Madrid, 2018.

Editores: Mª Ángeles Pérez Samper y José Luis Betrán Moya.

Colaboradores: Alfonso Calderón Argelich y Francisco Fernández Izquierdo

Fotografía de cubierta: Vista de Barcelona, de Anton van den Wyngaerde (1535).

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Créditos

DIRECTORES

María Ángeles Pérez Samper • José Luis Betrán Moya

SECRETARIOS

Alfonso Calderón Argelich • Iván Jurado Revaliente • María Aguilera Fernández • Ricard Torra Prat

• Cristian Palomo Reina • Diego Sola García • Isaac García-Oses• Iván Gracia Arnau

COMITÉ CIENTÍFICO

Dr. Eliseo Serrano Martín (Universidad de Zaragoza) • Dr. Juan José Iglesias Ruiz (Universidad de Sevilla) •

Dr. Francisco Fernández Izquierdo (Consejo Superior de Investigaciones Científicas) • Dra. Virginia León

Sanz (Universidad Complutense de Madrid) • Dr. Félix Labrador Arroyo (Universidad Rey Juan Carlos) • Dr.

Francisco García González (Universidad de Castilla-La Mancha) • Dr. Manuel Peña Díaz (Universidad de

Córdoba) • Dra. Ángela Atienza López (Universidad de La Rioja) • Dr. José Luis Betrán Moya (Universidad

Autónoma de Barcelona) • Máximo García Fernandez (Universidad de Valladolid) • Antonio Jiménez Estrella

(Universidad de Granada)

COMITÉ ORGANIZADOR

Ricardo García Cárcel (UAB) • Doris Moreno Martínez (UAB) • Bernat Hernández Hernández (UAB) •

Jaume Dantí Riu (UB)

EVALUADORES

Dra. Rosa María Alabrús Iglesias (Universidad Abad Oliba) • Dra. Ángela Atienza López (Universidad de la

Rioja) • Dr. José Luis Betrán Moya (Universidad Autónoma de Barcelona) • Dra. Mónica Bolufer Peruga

(Universidad de Valencia) • Dr. Miguel Ángel de Bunes Ibarra (CSIC) • Dr. Juan Jesús Bravo Caro

(Universidad de Málaga) • Dr. Manuel F. Fernández Chaves (Universidad de Sevilla) • Dr. Máximo García

Fernández (Universidad de Valladolid) • Dra. María Soledad Gómez Navarro (Universidad de Córdoba) • Dr.

Ricardo García Cárcel (Universidad Autónoma de Barcelona) • Dr. José Ignacio Gómez Zorraquino

(Universidad de Zaragoza) • Dr. Miguel Fernando Gómez Vozmediano (Universidad Carlos III) • Dr. Juan

Hernández Franco (Universidad de Murcia) • Dr. Manuel Herrero Sánchez (Universidad Pablo de Olavide) •

Dr. Juan José Iglesias Rodríguez (Universidad de Sevilla) • Dra. María del Carmen Irles Vicente (Universidad

de Alicante).Dr. Josep Juan Vidal (Universidad de Mallorca) • Dr. José Manuel Latorre Ciria (Universidad de

Zaragoza ) • Dra. Virginia León Sanz (Universidad Complutense de Madrid) • Dra. Mª Victoria López-

Cordón Cortezo (Universidad Complutense de Madrid) • Dr. Miguel Luis López-Guadalupe Muñoz

(Universidad de Granada) • Dr. Roberto López Vela (Universidad de Cantabria) • Dr. Tomás Antonio

Mantecón Movellán (Universidad de Cantabria) • Dr. José Martínez Millán (Universidad Autónoma de

Madrid) • Dr. Miquel Àngel Martínez Rodríguez (Universidad de Barcelona) • Dr. Miguel Ángel Melón

Jiménez (Universidad de Extremadura) • Dr. Juan Francisco Pardo Molero (Universidad de Valencia) • Dr.

José Pardo Tomás (CSIC) • Dra. María José de la Pascua Sánchez (Universidad de Cádiz) • Dr. Manuel Peña

Díaz (Universidad de Córdoba) • Dr. María José Pérez Álvarez (Universidad Autónoma de Madrid) • Dr.

Rafael M. Pérez García (Universidad de Sevilla) • Dra. María Ángeles Pérez Samper (Universidad de

Barcelona) • Dr. Juan Postigo Vidal. (Universidad de Zaragoza) • Dra. Ofelia Rey Castelao (Universidad de

Santiago de Compostela) • Dr. Manuel Rivero Rodríguez (Universidad Autónoma de Madrid) • Dr. José

Javier Ruiz Ibáñez (Universidad de Murcia) • Dr. Porfirio Sanz Camañes (Universidad de Castilla - La

Mancha) • Dra. Margarita Torremocha Hernández (Universidad de Valladolid) • Dr. Xavier Torres i Sans

(Universidad de Girona) • Dra. Susana Truchuelo García (Universidad de Cantabria).

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El “gasto cortesano” como nueva perspectiva de estudio a través de las cuentas de Nicolás de Cardona y

Lope Pereira (1637-1642)

The Court expenses between 1637-1642: The paymaster accounts of Nicolás de Cardona and Lope Pereira

Miriam Rodríguez Contreras

(IULCE-UAM)

RESUMEN:

A la llegada de Felipe IV, la situación hacendística era preocupante y esto provenía del llamado déficit flotante, procedimiento que se utilizó para el sostenimiento económico de las casas reales, desde el reinado de Felipe II, y que había dado lugar a un cúmulo de deudas y atrasos que afectaban a todo el egreso, incluyendo a la familia real. En los primeros años de su reinado, hubo un continuo intento de racionalizar el gasto, comenzando por su Casa, con el objetivo de reducir la deuda que se había contraído anteriormente. Sin embargo, la irregularidad de los pagos era constante, del mismo modo que la presentación de las cuentas de los distintos tesoreros de las casas reales. A través de unas cuentas concretas, las de los maestros de la cámara, observamos datos imprescindibles para el conocimiento del funcionamiento y la organización del servicio palatino-doméstico; y sus dimensiones como fuente de obtención de recursos fiscales y financieros del monarca. También nos ayuda a valorar económicamente la Casa de Borgoña como centro de consumo, en el que había una importante demanda de bienes y servicios. El objetivo de este trabajo es analizar las cuentas manejadas por los dos maestros de la cámara que sirvieron al mismo tiempo, Nicolás de Cardona y Lope Pereira, entre los años de 1639 a 1643, teniendo en cuenta que no sólo manejaban caudales para los ordinarios de la familia real sino también diversos egresos que se destinaban para otro tipo de gastos cortesanos.

PALABRAS CLAVE:

Corte, casa real, gasto cortesano, maestro de la cámara, crédito.

ABSTRACT:

Upon arrival of Philip IV of Spain, the economic situation was worrying and this came from the déficit flotante, procedure was used for the financial support of the royal houses (since the reign of Philip II) and had led to an accumulation of debts. These delays afected all egress, including the household. In the early years of his reign, there was an ongoing attempt to rationalize spending. However, irregular payments was constant, just as the presentation of the accounts of the treasurers of royal houses. Through the paymaster accounts, we can observe essential data for understanding the organization of the palatial-domestic service. The objetive of this paper is to analyze the accounts used by the two paymasters: Nicolás de Cardona and Lope Pereira, between 1639-1643, considering that not only handled flows for ordinary of the royal family but also various expenses that were destined for other court costs.

KEYWORDS:

Court, household, court expenses, paymaster, loan.

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Introducción

La historiografía liberal del siglo XIX encontró en la crisis del siglo XVII el origen de la

decadencia de la Monarquía española1. Diversos autores denunciaron el desmesurado lujo

de la corte austriaca como Colmeiro2, Piernas Hurtado3 o Martin Hume4. Ya en el siglo XX

encontramos aún algunos autores, como Trevor Roper, que continúan tildando al derroche

cortesano como una de las principales causas de la crisis del siglo XVII5. No fue hasta la

publicación de la Sociedad cortesana de Norbert Elias, cuando se produjo un cambio

sustancial en la forma de ver la corte. Posteriormente se llevaron a cabo otros estudios

donde ésta empezó a ocupar un lugar central en la renovación de los paradigmas sobre los

que se asienta el conocimiento histórico de la Edad Moderna. Así pues la Corte, como

lugar de encuentro entre el Príncipe y los súbditos, llevó a un estudio alternativo de las

relaciones políticas; no de manera institucional como se hacía hasta entonces, sino de tipo

personal, a través del juego del patronazgo y el clientelismo.

De esta manera, a partir de la década de los 70, en la historiografía inglesa se empezaron

a realizar estudios de las relaciones no-institucionales a fin de observar la construcción de

las monarquías europeas durante la Edad Moderna a través de nuevas estructuras de

poder6. Fue a través de estos planteamientos fundamentales cuando se comenzó a

interpretar la corte como instancia fundamental desde donde se articulaba el poder por

todo el reino. En este sentido, los estudios más destacados son los que comenzaron con

David Starkey7, seguidos por los de R. Asch y A. M. Birke8 y el de A. G. Dickens9. El

primero trata sobre la corte inglesa desde el siglo XV al siglo XVII; el segundo sobre

diferentes aspectos de la corte en distintas zonas geográficas; y el tercero sobre la corte

durante la Edad Moderna. Una década más tarde, en los 80, aparecieron otros estudios

como el de M. Cattini y M. A. Romani10, o los de D. Loades11 y J. F. Solnon12, entre otros.

En España, los estudios sobre la corte partieron desde el análisis de las élites de poder

que fueron introduciéndose dentro de las distintas instituciones de la Monarquía como

Consejos, Chancillerías o Audiencias, a fin de permanecer más próximos al Rey. Así destaca

por ejemplo el artículo de J. Martínez Millán sobre las élites de poder durante el reinado de

1CÁNOVAS DEL CASTILLO, ANTONIO: Historia de la decadencia de España desde el advenimiento de Felipe III al trono hasta la muerte de Carlos II (Madrid, 1910). PRO RUIZ, JUAN: “La imagen histórica de la España imperial como instrumento político del nacionalismo conservador”, en REYERO HERMOSILLA, CARLOS y MARTÍNEZ

MILLÁN, JOSÉ (eds.): El siglo de Carlos V y Felipe II: la construcción de los mitos en el siglo XIX (Madrid: Sociedad Estatal para la Conmemoración de los Centenarios de Felipe II y Carlos V, vol. II), pp. 217-236. 2COLMEIRO, MANUEL: Historia de la economía política española (Madrid, ed. de 1986, vol. II), pp. 524-532. 3PIERNAS HURTADO, JOSÉ MANUEL: Tratado de hacienda pública y examen de la española, 1885, pp. 73-74. 4HUME, MARTÍN: La Corte de Felipe IV, la decadencia de España, 1905. 5TREVOR ROPER, H. R.: “The general crisis of the 17th century”, Past and Present, nº 16, vol. 1, (1959), pp. 31-64. 6MARTÍNEZ MILLÁN, JOSÉ: “La Corte de la Monarquía Hispánica”, Studia Histórica, Historia Moderna, 28 (2006), pp. 17-61, p. 21. 7STARKEY, D: The English Court from the Wars of the Roses to the Civil War. Londres, 1987. 8ASCH, R. G. y BIRKE, A. M. (eds.): Princes, Patronage, and the Nobility. The Court at the Beginning of the Modern Age, c. 1450-1650. 9DICKENS, A. G.: The Courts of Europe, Londres, 1977. 10CATTINI, M. y ROMANI, M. A.: La Corte in Europa, Brescia, 1983. 11LOADES, D.: The Tudor Court, Londres, 1986. 12SOLNON, J. F.: La cour de France, Paris, 1987.

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El “gasto cortesano” como nueva perspectiva de estudio a través de las cuentas de Nicolás de Cardona y Lope Pereira (1637-1642)

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Carlos V13 o durante el de su hijo, Felipe II14. A partir de estos y otros trabajos, se empezó

a analizar la corte desde el reinado de los Reyes Católicos hasta los Borbones por medio de

una nueva metodología. No obstante, dentro de estos estudios se examinó sobre todo una

parte de sus instituciones más básicas: la Casa del Rey. Entre ellos podemos encontrar

trabajos como la Corte de Carlos V15, La Monarquía de Felipe II: La Casa del Rey, La Monarquía

de Felipe III, o el recientemente publicado La corte de Felipe IV (1621-1665): Reconfiguración de

la Monarquía Católica. Para el ámbito de los Borbones tenemos el libro coordinado por J.

Martínez Millán y M. Luzzi Traficante La Corte de los Borbones: Crisis del modelo cortesano,

publicado en 2013. También contamos con un ensayo sobre la corte de los Habsburgo,

publicado en 2014 y dirigido por R. Vermeir y J. E. Hortal Muñoz16, y otro sobre la Casa de

Borgoña dirigido por J. E. Hortal Muñoz y F. Labrador Arroyo, publicado en el mismo

año17.

Dentro de las investigaciones que estudian diferentes aspectos de la economía de las

Casas Reales tenemos un artículo de Ladero Quesada sobre el asentamiento económico de

la corte y la casa real durante el reinado de los Reyes Católicos18. También existen varios

artículos de Carlos J. de Carlos Morales sobre la configuración y mantenimiento de la casa

real entre los reinados de Carlos V y Felipe III19. Por otro lado, la tesis doctoral de Jurado

Sánchez, expone la evolución y características del gasto de las casas reales durante toda la

Edad Moderna20. Para los reinados de Felipe III y Felipe IV existe otra doctoral, inédita,

13MARTÍNEZ MILLÁN, JOSÉ: “Las élites de poder durante el reinado de Carlos V a través de los miembros del Consejo de Inquisición (1516-1558)”, Hispania: Revista española de historia, v. 48, nº 168 (1988), pp. 103-168. 14MARTÍNEZ MILLÁN, JOSÉ: “Élites de poder en tiempos de Felipe II (1539-1572), Hispania: Revista española de historia, v. 49, nº 171 (1989), pp. 111-149. 15MARTÍNEZ MILLÁN, JOSÉ (coord.): La corte de Carlos V, III tomos, 5 vols., Madrid, 2000. 16VERMEIR, R.; RAEYMAEKERS, D. y HORTAL MUÑOZ, J. E. (dirs.): A Constellation of courts. The households of Habsburg Europe, 1555-1665 (Louvain: Leuven University Press, Collection: Avisos de Flandes 15, 2014). 17HORTAL MUÑOZ, JOSÉ ELOY y LABRADOR ARROYO, FELIX (dirs.): La Casa de Borgoña: La Casa del Rey. Louvain, Leuven University Press, Collection: Avisos de Flandes 14, 2014. 18LADERO QUESADA, MIGUEL ÁNGEL: “L’ Hotel du roi et la Cour comme institutions économiques au temps des Rois Catholiques (1480-1504)” en La cour comme institution économique, ed. M. Aymard y A. Romani (Paris) pp. 43-49. 19CARLOS MORALES, CARLOS JAVIER DE: “La cuestión de la financiación de la corte y la defensa del modelo de la casa castellana durante las Comunidades” en MARTÍNEZ MILLÁN, JOSE (dir.): La corte de Carlos V, 5 vols., Madrid, 2000, vol. I, pp. 190-197. Sobre las reformas de las casas reales en los primeros años del reinado de Carlos V: CARLOS MORALES, CARLOS JAVIER DE: “Las reformas de las casas reales en 1522-1525” en ibídem, pp. 226-234. Para el reinado de Felipe II, tenemos un artículo suyo donde habla sobre el sostenimiento económico de las casas reales: CARLOS MORALES, CARLOS JAVIER DE: “El sostenimiento económico de las casas de Felipe II” en MARTÍNEZ MILLÁN, JOSÉ y FERNÁNDEZ CONTI, SANTIAGO (dirs.): La Monarquía de Felipe II. La Casa del Rey, Fundación Mapfre, Madrid, 2005, vol. I, pp. 78-119. Para el reinado de Felipe III tiene un artículo que habla sobre el soporte económico de las casas reales y su financiación: CARLOS

MORALES, CARLOS JAVIER DE: “Gasto y financiación de las casas reales de Felipe III” en MARTÍNEZ MILLÁN, JOSÉ y VISCEGLIA, Mª ANTONIETTA (dirs.): La Monarquía de Felipe III: la casa del rey, 4 vols., Fundación Mapfre, Madrid, 2008-2009, vol. I, pp. 1227-1257. Además tiene un estudio sobre la Casa de Borgoña como institución económica analizada entre los reinados de Carlos V hasta Felipe IV en CARLOS MORALES, CARLOS

JAVIER DE: “La Casa de Borgoña como institución económica, 1517-1665” en HORTAL MUÑOZ, JOSÉ ELOY y LABRADOR ARROYO, FÉLIX (dirs.): La Casa de Borgoña: La Casa..., pp. 73-98. 20JURADO SÁNCHEZ, JOSÉ: El gasto de la Casa Real, su financiación y sus repercusiones hacendísticas y económicas, Instituto de Estudios Fiscales, Madrid, 2000. También tiene un artículo sobre los ingresos y gastos de las casas reales durante el siglo XVII:“El coste de la Casa Real en el siglo XVII: cuantía, estructura, funciones estatales, efectos económicos e importancia hacendística del gasto de una institución de Estado”, Cuadernos de Estudios Empresariales, nº 9, 1999.

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también centrada en el análisis de sus ingresos y gastos21. Por último, recientemente se ha

publicado un artículo sobre la Hacienda real durante el reinado de Felipe IV en el que se

analiza la financiación y gasto de las casas reales en su conjunto22.

En lo que se refiere al presente artículo, nuestro objetivo pasa por examinar las cuentas

de los maestros de la cámara durante el periodo comprendido entre 1637-1642, para ver si

manejaban cantidades únicamente al servicio de las casas reales, o destinaban algunas

sumas a otros menesteres dentro de la corte. En segundo lugar, trataremos de advertir ver

la diferencias entre los importes manejados por Nicolás de Cardona y Lope Pereira durante

esos años y explicar el por qué, si existiera razón, de la disminución de los gastos

cortesanos en este periodo respecto al anterior: ¿se trató de una época marcada por la

guerra y la insuficiencia de la Real Hacienda como para poder hablar realmente de crisis

económica durante este momento del siglo XVII? ¿O más bien de una reconfiguración

económica por parte de la Monarquía?

La financiación de la corte.

Tras la bancarrota de 1627 el volumen de deuda no dejó de crecer. A partir de la década

de los 30 la situación de la Hacienda Real se fue agravando debido a la guerra y provocando

un aumento, como sabemos, de la presión fiscal. Debido a la insuficiencia de sus ingresos,

desde finales del siglo XVI la Monarquía seguía buscando la forma de obtener otros nuevos

debido a la exigencia de su política imperial.

La carencia de unos ingresos fijos y regulares provocó un déficit crónico que venía

padeciéndose desde el siglo XVI, y que afectaba a una de sus secciones más importantes, la

Casa Real. Desde los últimos años del reinado de Felipe II, la Monarquía se las ingenió para

ir buscando diversas fuentes de financiación y conseguir caudales de una forma más

estable. De tal manera, esta institución fue dependiendo cada vez más de las rentas

extraordinarias, sobre todo con la negociación de asientos y, ya a partir de la década de los

30, de los servicios de Millones23: ambos se convirtieron en los medios más rápidos para

obtener capital y la renta más segura para el suministro de las casas reales24.

Así, en el periodo que aquí analizamos, los préstamos se realizaban con asentistas y

prestamistas particulares y se cobraban directamente de las tesorerías de millones las

cantidades que se precisaban25. Entre 1639 y 1641 los ingresos de la Real Hacienda

sumaron 6.782.088 miles de maravedíes, obtenidos a través de diferentes rentas26. Sin

embargo, para las provisiones de 1639 sólo se habían obtenido 3.820.000 ducados y

21GILES TREWINNARD, RICHARD: The household of the Spanish Monarch: Structure, cost and personnel, 1606-1665, Cardiff, University of Wales, 1991. 22GIL MARTÍNEZ, FRANCISCO: “La hacienda de la casa real durante el reinado de Felipe IV. Estudio y perspectivas de investigación” en MARTÍNEZ MILLÁN, JOSÉ y HORTAL MUÑOZ, JOSÉ ELOY (dirs.): La Corte de Felipe IV (1621-1665). Reconfiguración de la Monarquía católica, Polifemo, Madrid, 2015, Tomo I, vol, 2, pp. 1267-1289. 23 Para saber más sobre el servicio de millones durante esta centuria: ANDRÉS UCENDO, JOSÉ IGNACIO: “El servicio de millones durante el siglo XVII”, Hacienda pública española, nº 134, 1995, pp. 33-47; ANDRÉS

UCENDO, JOSÉ IGNACIO: La fiscalidad en Castilla en el siglo XVII: los servicios de millones, 1601-1700, Bilbao, Universidad de Bilbao, 1999. 24GIL MARTÍNEZ, FRANCISCO: “La hacienda de la casa real …”, p. 1273. 25GILES TREWINNARD, RICHARD: The household of the Spanish Monarch …, p. 189. 26ANDRÉS UCENDO, JOSÉ IGNACIO y LANZA GARCÍA, RAMÓN: “Estructura y evolución de los ingresos de la Real Hacienda de Castilla en el siglo XVII”, Studia Histórica, Historia Moderna, nº 30, 2008, p. 176.

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El “gasto cortesano” como nueva perspectiva de estudio a través de las cuentas de Nicolás de Cardona y Lope Pereira (1637-1642)

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escudos para las de carácter ordinario, mientras que las de carácter extraordinario

montaban 2.750.000 ducados y escudos27. En esas provisiones no había una cantidad que se

destinara a las casas reales, por lo que se tuvieron que negociar a través de asientos.

Para el año de 1639, los Fúcares aún no se habían comprometido a realizar las

provisiones ordinarias para las casas reales, por lo que hubo que utilizar otros medios para

abastecerlas, negociando para este fin tres asientos particulares con las tesorerías de

millones28. El primero de ellos, de 60.000 ducados con el tesorero de millones de Toledo,

Pedro García del Águila, para los ordinarios de las casas reales; el segundo de 50 cuentos de

maravedíes, concertado con el tesorero de millones de la ciudad de Madrid, Diego

Rodríguez de Acosta29, persona con la que se negociaría otro asiento más de 7.242.000

maravedíes para el mismo destino. El último fue acordado con Juan Antonio de la Fuente,

tesorero de Sevilla, por 150.000 ducados30. Aparte de estos asientos, del servicio de 4

millones se obtuvieron 260.000.000 de maravedíes para los presidios, 36.707.500

maravedíes para la artillería y 73.250.000 maravedíes para entregar al asentista portugués

Alonso Cardoso31. Para el resto de consignaciones se necesitó obtener a través de otro tipo

de ingresos como la imposición de conservas, que destinó 4.250.000 maravedíes de los

62.000.000 maravedíes que se entregaron para los salarios de los criados de las casas reales;

más 6.150.522 maravedíes que por la misma renta se entregaron para la Casa de Castilla, de

18.750.000 maravedíes que se iba a conceder a dicha casa32.

Para un año después, las provisiones generales ordinarias fueron de un total de

3.030.000 de escudos, mientras que las extraordinarias montaron 3.321.000 escudos33. Sin

embargo, para este año tampoco se había realizado un suministro para las casas reales,

estimado en 124.053.676 maravedíes, teniendo que obtener caudales mediante otras formas

de financiación. De esta manera, se volvieron a negociar asientos con los tesoreros del

servicio de 24 millones de ese año, Diego Acosta y Pedro García del Águila, del que se

quedaría fuera Antonio de la Fuente, negociando un total de 211.000 ducados para la Casa

Real (el primero de 250.000 ducados y el segundo de 60.000 ducados)34.

Los fondos de la Monarquía se distribuían según la importancia que tuvieran. Por este

motivo, las diversas casas reales fueron uno de los gastos prioritarios. No obstante, a partir

de 1630 pasaron a un segundo plano, debido al esfuerzo bélico exterior. De esta manera, y

con la intención de obtener más capital para destinarlo a la guerra, Felipe IV intentó

realizar reformas dentro de su Casa Real a fin de poder disminuir el gasto. De esta manera,

intentó primero en la década de 1630 reglamentar la cámara y, a partir del decreto

27DOMÍNGUEZ ORTIZ, ANTONIO: Política y hacienda de Felipe IV, Madrid, Pegaso, 1983 (2ª ed.), p. 55. 28Ibídem, p. 143. 29 De esos 50 cuentos de maravedíes se destinaron 12.599.478 maravedíes para la Casa de Castilla y 37.400.522 para la de Borgoña. AGS, CJH, 795. 30 AGS, CJH, leg. 806. Las condiciones acordadas en los tres asientos eran de 8% de intereses y 5% de adehalas. Según Domínguez Ortiz, dichos requisitos eran de mayor suma que los que se solían negociar con los Fúcares. DOMÍNGUEZ ORTIZ, ANTONIO: Política y hacienda…, p. 143. 31 AGS, CJH, leg. 795. 32 AGS, CJH, leg. 795. 33DOMÍNGUEZ ORTIZ, ANTONIO: Política y hacienda…, p. 57. 34 Diego de Acosta volvió a negociar otro asiento de 200.000 ducados que entregaría a la tesorería general para el servicio del rey. En el documento no específica que destino tendría una vez fueron entregados a la tesorería. AGS, CJH, leg. 806.

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promulgado por Felipe IV de 7 de abril de 1638, también ajustar los gastos relativos a su

despensa35. Un año más tarde, como se seguía sin una economía saneada, se abordó la

reforma de los oficios y gastos de la casa de la reina con el mismo fin. La reducción de los

gastos de las Casas Reales afectaba particularmente a sus servidores, tal y como se puede

observar en una consulta del conde de Altamira al Consejo de Hacienda de 24 de agosto de

1640, donde intentaba describir los problemas de la caballeriza de la reina y el urgente

remedio para solucionarlo.

“Señor, en diferentes consultas e representado a VM el estado que tienen las cossas de la

caballeriça de la reyna nuestra señora y con la nobedad que oy se a ofrecido de no auer

quedado en ella cochero ni moço de suerte que ni a auido quien lebante las camas ni limpie

ni de de comer al ganado ni se a allado de fuera quien lo quiera hacer con oyr decir se les

deben seis meses de gaxes y auer llegado a desconfiar de la paga […]36”.

Sin embargo, al mismo tiempo que se incrementaba la dificultad de conseguir los

ingresos necesarios para mantener los diversos gastos de la Monarquía, a partir de 1640 y

sobre todo después del estallido de las sublevaciones de Cataluña y Portugal, los gastos de

las casas reales aumentaron, debido –en buena parte– a la jornada de Aragón que realizó

Felipe IV al estar en juego el prestigio de la Monarquía. Esto llevó a un aumento de la

presión fiscal, sobre todo de la hacienda castellana. En este momento, los servicios de

millones no eran capaces de recaudar las sumas que la corona necesitaba y las remesas de

Indias llegaban de forma muy irregular, sin contar con que parte de ellas ya estaban

vendidas37; por lo que a partir de 1643, debido a los atrasos de la Real Hacienda, se tuvo

que recurrir a otros medios de financiación como las alcabalas38, los diversos unos por

ciento, los donativos o la media anata, entre otros.

Los gastos cortesanos entre 1637-1642 a través de las cuentas de los maestros de la

cámara.

Los desembolsos manejados por los maestros de la cámara estaban condicionados por

los pagos efectuados por parte del Tesorero General, siendo de carácter irregular. Para este

periodo, Giles Trewinnard defiende que los ingresos obtenidos desde la tesorería general

eran mayores respecto a otras rentas, cantidad que Francisco Gil ha calculado que estaría

cerca del 50%39. Sin embargo, que fueran mayores no significaba que fueran regulares. La

discontinua obtención de capitales producía un constante déficit flotante, en el cual el

maestro de la cámara sólo podía ir satisfaciendo en ejercicios posteriores al no poder

desembolsar más de lo que se había ingresado en cada ejercicio.

35MARTÍNEZ MILLÁN, José: "Corte y casa reales en la monarquía hispana: la imposición de la casa de Borgoña", Obradoire de Historia Moderna, 20 (2011), p. 38. 36 AGS, CJH, leg. 808. 37ANDRÉS UCENDO, JOSÉ IGNACIO y LANZA GARCÍA, RAMÓN: “Estructura y evolución de los ingresos…” p. 161. 38 Para este año, las alcabalas recaudaron unos 14 millones de maravedíes. GILES TREWINNARD, RICHARD: The household of the Spanish Monarch …, pp. 365-371. 39Ibídem, p. 184. GIL MARTINEZ, FRANCISCO: “La hacienda de la casa real…,” p. 1271.

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El “gasto cortesano” como nueva perspectiva de estudio a través de las cuentas de Nicolás de Cardona y Lope Pereira (1637-1642)

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Años Datas maestro de la cámara

1623-1624 338.056.516,0

1625-1628 636.044.399,0

1629-1633 640.608.318,0

1634-1637 558.295.646,0

1637-1638 432.101.619,0

1639-1640 472.336.486,0

1641-1642 301.823.704,0

1643-1644 344.267.313,00

Datos extraídos de AGS, TMC 188-195.

A través de los caudales que entraban en su poder podemos observar que no sólo se

destinaban a costear diferentes dependencias de la casa real y sueldos, sino que también era

el encargado de pagar otros gastos cortesanos. Para el periodo que aquí estudiamos

tenemos que tener en cuenta las cantidades manejadas por dos maestros de la cámara. Por

un lado, Nicolás de Cardona, hijo de Tomás de Cardona, que también había servido en el

mismo cargo desde 1623, hasta su muerte en 163740. Por otro lado, el asentista portugués

Manuel López Pereira, consejero de finanzas de Olivares, que obtuvo el cargo en 163941.

El tesorero general, Mateo Ibáñez de Segovia, había entregado para los ordinarios de la

casa del rey, de 1639, un total de 93.395.280 maravedíes42. Por su parte, Nicolás de Cardona

había obtenido el cargo de maestro de cámara por merced real el 16 de enero de 163743.

Cuando entregó las cuentas en 1641 para su comprobación durante los años de 1637-1638,

de lo que la maestría de cámara había ingresado –432.275.874 maravedíes–, Cardona

efectuó pagos por un valor de 432.101.619 maravedíes. De ese total, hay que tener en

cuenta que pagó 1.257.048 maravedíes, atrasados, para las vestimentas con la que iban

pertrechados los diferentes servidores de la casa real con motivo del luto de la infanta

Isabel en 162744. Al respecto en 1643 Lope Pereira entregó 49.603 maravedíes de vellón

para recibir el cuerpo del cardenal infante y un año después 3.003.687 maravedíes más, en

la misma moneda, para el entierro de la reina45.

El maestro de la cámara también manejaba cantidades dirigidas alhospedaje de

visitantes extranjeros que venían a Madrid. La corte se encargaba del suministro, posada y

servicio de su servicio para asistir a sus huéspedes durante su estancia.

40 Sobre Tomás de Cardona como maestro de la cámara: RODRÍGUEZ CONTRERAS, MIRIAM: “Los gastos de la corte entre 1621-1633. Las cuentas de Tomás de Cardona” en Máximo García Fernández (ed.) III Encuentro de Jóvenes Investigadores de la FEHM. Familia, cultura material y formas de poder en la España Moderna. Valladolid 2 y 3 de julio de 2015, 2016, pp. 773-785. 41ELLIOTT, J. H.: El Conde-Duque de Olivares. El político en una época de decadencia, Barcelona, Austral, 2014 (1ª ed.), p. 566. 42 AGS, CJH, leg. 799. 43 Su padre, Tomás de Cardona, había presentado un memorial al rey el 1 de enero de ese año rogando a Felipe IV que entregase dicho cargo. AGP, Personal, Cª 16754. 44 AGS, TMC, leg. 193. 45 AGS, TMC, leg. 195.

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Elaboración propia a partir de los datos de AGS, TMC, 188-195.

A dichos efectos, el tesorero general entregaba caudales que en ocasiones no pasaban

por las manos del maestro de la cámara, como por ejemplo algunos de los ordinarios de la

princesa de Carignano durante su visita a la corte madrileña46. Las viviendas que sirvieron

de posada a sus criados –también elegidos y mantenidos por las casas reales–, tuvieron un

coste entre 1638 a enero de 1640 de unos 448.800 maravedíes aproximadamente47.

En este sentido, había algunas cantidades que no pasaban por las manos del maestro de

la cámara, pero que también se destinaban a gastos dentro de la corte. Es el caso, por

ejemplo, de los salarios de los consejos o los llamados “gastos secretos”. Ese mismo año,

1639, se había repartido, del servicio de 4 millones del reino, 200.000 ducados (75 cuentos

de maravedíes) para pagar los diferentes salarios de los Consejos, pero seguían sin

entregarse todavía al pagador de los consejos a primeros de julio48. Por su parte, el tesorero

general tenía que entregar al protonotario de Aragón, Gerónimo de Villanueva, 330.000

maravedíes de plata para gastos secretos49. Estos tipos de egreso eran librados generalmente

al secretario de Estado, y se utilizaban para librar algunas ayudas de costa, pensiones y

mercedes en la corte, entretenimientos (como representaciones teatrales y musicales),

pinturas, además de pagar algunas partidas secretas para el servicio del rey50. Entre 1641-

1642 las cantidades que se libraron a este efecto fueron 85.310.421 maravedíes (siendo

63.242.096 maravedíes de oro y plata y el resto en vellón)51.

A través de estos egresos también se podían pagar algunos salarios como, por ejemplo,

el salario de Marco Aurelio Cetorini, intérprete de la lengua arábiga, que tenía salario de 300

ducados o el sueldo que se debía a Ana Santos tras la muerte de su marido52.

46 AGS, CJH, leg. 799 para el año de 1639. 47 AGS, CG, leg. 201. 48 AGS, CJH, leg. 795. 49 AGS, CJH, leg. 799. 50 Para saber más sobre gastos secretos está el trabajo de SEIZ RODRIGO, DAVID.: La disimulación honesta. Los gastos secretos en el reinado de Felipe IV, entre la razón de estado y la merced cortesana, Madrid, Endymion, 2010. 51Ibidem, p. 182. 52 AGS, CJH, leg. 795. AGS, CJH, leg. 799.

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El “gasto cortesano” como nueva perspectiva de estudio a través de las cuentas de Nicolás de Cardona y Lope Pereira (1637-1642)

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Por las provisiones ordinarias de las casas reales también se pagaban los ordinarios de

diversos conventos como el de la Encarnación de Madrid, que tenía de ordinario, en 1639,

5.000 ducados de vellón53. También se puede ver en las cuentas de Lope Pereira, para los

años de 1643-1644, donde la suma ascendió a 1.036.334 maravedíes a este mismo efecto54.

A través de lo que se consignaba para los embajadores se apartaban diversas cantidades

para realizar diversos regalos. Por ejemplo, el 6 de febrero de 1639 se mandaba que se

entregase al guardajoyas unos 600 ducados de plata doble para que se hiciera una cadena

para Carlos Porter, hijo de un caballero inglés que estaba hospedado en la corte55. Más

tarde, el 16 de mayo se encargó al guardajoyas, también por lo consignado en embajadores,

una joya cuyo coste sería entre 2.000 a 2.500 ducados para dárselos al conde Silvio Testi

para su viaje a Italia56. Para 1640 podemos destacar los dieciséis espejos que Felipe IV

encargó traer desde Venecia para su servicio, por una orden del 27 de junio de 164057.

De los ingresos obtenidos para el año de 1640, 160.000 ducados fueron provistos por

los tesoreros de millones del partido de Sevilla para los ordinarios de las casas reales y

218.154 ducados con el tesorero de Madrid58.

Entre los gastos de ese año, se tenía que proveer dinero para entregarlo lo más rápido

posible al acompañamiento y estancia de la corte del embajador de Dinamarca, que había

llegado a Galicia en septiembre de 1640. Para que los huéspedes fueran bien atendidos,

aparte de costear los diversos gastos que ocasionaban sus hospedajes, el rey siempre solía

agasajarlos con varias literas de coches, mulas y acémilas hasta su llegada a Madrid59.

Entre las mercedes otorgadas durante este año destacan las del marqués Virgilio

Malvezi, a quien durante su asistencia en la embajada de Inglaterra de 50 escudos al mes se

le entregaron como ayuda de costa unos 3.000 escudos60. O la de José Navarro, al que se le

otorgaron 30 escudos durante su estancia en Londres, más 500 escudos como ayuda de

costa, por una vez61.

En este año de 1640 se comenzaron también a calcular los presupuestos para una

inminente salida al reino de Aragón. El 10 de agosto de 1640 se presentaba en la Junta de

vestir la casa una orden del protonotario de Aragón, Jerónimo de Villanueva, en la que se

pedían de anticipación 30.000 ducados de vellón62.

Para 1641 la duquesa de Albuquerque obtuvo una merced real de 4.000 ducados de

renta en cada año, consignados en gastos secretos63. Entre julio de 1640 y junio de 1641 los

gastos de los alquileres de las casas prestadas a los criados que servían a la princesa de

53 AGS, CJH, leg. 799. 54 AGS, CMC, 3ª época, leg. 1137. 55 AGS, CJH, leg. 799. 56 AGS, CJH, leg. 799. 57 AGS, CJH, leg. 808. 58 AGS, CJH, leg. 817. 59 Por ejemplo para el embajador de Dinamarca se ofrecieron una o dos literas de coches, 60 mulas y 20 acémilas, aparte de pagar el hospedaje desde su llegada a Galicia hasta la corte madrileña. AGS, CJH, leg. 808. 60 AGS, CJH, leg. 808. 61 AGS, CJH, leg. 808. 62 AGS, CJH, leg. 817. Sobre la junta de vestir la casa: GIL MARTÍNEZ, FRANCISCO: “Que todo es regalía de su Majestad”. La Junta para la venta de escribanías de cámara de la comisión de millones (1636), Chronica Nova, 39, 2013, pp. 323-334. 63 AGS, CJH, leg. 817.

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Carignano montaron 199.193 maravedíes de vellón64. Dichas cantidades no fueron

manejadas por ninguno de los dos maestros de la cámara, siendo el tesorero general o el

protonotario de Aragón los encargados de efectuar los pagos.

Por otro lado, se compraron para este año 7 pinturas para el Alcázar de Madrid cuyo

coste fue de 206.250 maravedíes. Un año más tarde se encargaron ocho cajones de bonetes

por parte de Felipe IV para entregarlos al rey de Marruecos, cuya suma montó 14.000

ducados de vellón65.

Entre 1641-1642 hubo un gasto anual de 423.752 ducados por parte de los maestros de

la cámara. Desde 1640 se empezaron a realizar los preparativos para la jornada más

importante de esta década: la jornada de Aragón. De esta manera, el protonotario de la

corona de Aragón presuponía que se gastarían unos 60.000 ducados, de los cuales mitad

serían en plata y la otra mitad en vellón. El coste total, sin embargo, fue excesivo, sumando

un total de 74.455.347 maravedíes66. De ellos, Lope Pereira destinó, según su relación

jurada, un total de 49.852.877 maravedíes, es decir, casi 133.000 ducados. Este importe

excesivo fue provocado porque junto al rey marchó la mayoría de los servidores que

estaban en la corte. Aunque debido a las circunstancias se obtuvo un mayor número de

ingresos, el maestro de la cámara no pudo efectuar, en este término, todos los pagos67. Al

año siguiente, tan sólo el carruaje que fue sirviendo en dicha jornada desde Madrid costó

2.040.000 maravedíes, de los cuales 680.000 maravedíes tuvieron que pagarse en moneda de

plata por ser la moneda con la que se pagaba en dicho reino. A esto, habría que sumar las

dificultades de conseguir pagar en esta moneda debido al incremento del premio de la

plata68.

Por otro lado, aún en este año se seguían pagando las sumas que se habían concertado

como dote de la emperatriz de Hungría, María Ana de Austria, para su casamiento a

principios de la década de los 30. Un total que, de nuevo, sufrió un incremento debido al

crecimiento del premio de la plata69.

Primeras consideraciones

Por lo tanto, a través de las cuentas de los maestros de la cámara podemos observar la

dificultad de obtener una serie de ingresos regulares con el que se tenía que mantener tanto

la casa real como otra serie de gastos propios de la corte. Debido a la necesidad de obtener

nuevos caudales, el crédito se transformó en el medio de financiación más practicado

durante el siglo XVII, negociando asientos con diferentes banqueros, ya fueran de una

familia importante (los Fúcares o los Strata) o con personas particulares, como fue el caso

de algunos tesoreros de millones (Toledo, Madrid, Sevilla). En vez de obtener un mayor

número de ingresos, lo que provocó fue un deterioro del erario real, derrumbando el

funcionamiento de su sistema monetario.

Si el siglo XVII fue un momento de crisis o de estancamiento debido a las malas

cosechas, movimiento de precios y alteraciones monetarias, disminución demográfica, ¿por

64 AGS, CG, leg. 201. 65 AGS, CG, leg. 201. 66 Los datos son los que aporta GILES TREWINNARD, RICHARD: The household of the Spanish Monarch …, p. 377 67Ibídem, p. 378. 68 AGS, TMC, leg. 195. 69 AGS, CG, leg. 201.

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qué la Monarquía pudo seguir sosteniendo y pagando lo que autores como Domínguez

Ortiz denominaron “excesivos gastos cortesanos"70? Gastos que, por otra parte, en realidad

no fueron descomunales si tenemos en cuenta que las relaciones juradas de los maestros de

la cámara durante este periodo desembolsaron menos dinero que en la década anterior.

Ese intento de disminuir los costes dentro de las Casas Reales y gastos cortesanos, a

pesar de lo difícil que resultaba por lo que podía implicar para la imagen real, sólo pueden

significar un cambio desde la política económica, es decir, una reconfiguración. ¿Por qué?

La Monarquía en este momento debía priorizar sus gastos, pues el mantenimiento de la

Guerra de los 30 Años más la sublevación de Cataluña y Portugal hacía urgente movilizar

soldados y recursos económicos mediante nuevos ingresos o la disminución del gasto. De

esta manera, se podría considerar entonces que en vez de decadencia de la Monarquía, se

podrían haber dado los primeros indicios de desarrollo como “estado” fiscal-militar –

dentro del paradigma del sistema cortesano–, si tenemos en cuenta el libro de Jan Glete71

donde se defiende que en el siglo XVII ya existían este tipo de estados aunque su cénit no

llegaría hasta el siglo siguiente72.

70DOMÍNGUEZ ORTIZ, ANTONIO: “Los gastos de Corte en la España del siglo XVII” en Domínguez ORTIZ, ANTONIO (ed.): Crisis y decadencia de la España de los Austrias, Madrid: Ariel, 1969,pp.75-97 71GLETE, JAN: War and the state in early modern Europe: Spain, the Dutch Republic and Sweden as fiscal-military states, 1500-1600, Londres, Routledge, 2002. 72 Para saber más sobre el estado fiscal-militar se encuentran entre otros los libros de Rafael Torres Sánchez. Ver: TORRES SÁNCHEZ, RAFAEL: War, State and Development. Fiscal-Military States in the Eighteenth Century, Navarra, Eunsa, 2007; TORRES SÁNCHEZ, RAFAEL.: El precio de la guerra. El estado fiscal-militar de Carlos III (1779-1783), Madrid, Marcial Pons, 2013.