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por MONICA LEZCANO LAVANDERA [email protected] fotos ABEL ROJAS BARALLOBRE CUANDO se cuenta la historia de Cuba es imposible dejar de mencionar a la Base Aérea de San Antonio de los Baños. Esta Unidad de Aviación de la Guardia Playa Girón, Orden Antonio Maceo, de las Fuerzas Armadas Revolu- cionarias (FAR) fue fundada el 5 de sep- tiembre de 1959 por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz. Ella ha sido protagonista de hazañas disímiles, en las que ha primado siempre el compromiso con la defensa del país y, sobre todo, la entrega de hombres y muje- res que ven en ese lugar un espacio imprescindible en sus vidas. Así lo siente el teniente coronel de la reserva Alfredo Domenech Valdés, quien como integrante de esta unidad ha sabido cumplir con todas las tareas encomendadas. Tanto él, como sus compañeros, recuerdan los hechos que marcaron su primera prueba de fuego, cuando esta unidad fue blanco de los bombardeos del 15 de abril de 1961, pero sus pilo- tos dieron una contundente respuesta a los mercenarios, durante el rechazo a la invasión por Playa Girón. Ese abril cum- plieron 72 misiones combativas, hundie- ron 12 embarcaciones de diferentes tipos y derribaron diez aviones enemi- gos, además de dar cobertura aérea a las fuerzas que combatían en tierra con- tra el invasor. Allí entregaron sus vidas seis de los valerosos combatientes que, sin pensar- lo dos veces, defendieron el suelo patrio con la entereza que encomendó Fidel. Esos aprendizajes sirvieron para que sus integrantes supieran cómo actuar ante la movilización, instruida también por el Comandante en Jefe, a la que fue- ron llamados durante la Crisis de Octu- bre, en la que tenían la misión de actuar en caso de agresión directa de la avia- ción de Estados Unidos. TRASCENDIENDO FRONTERAS El teniente coronel de la reserva Libre Manuel Quintero Vera es uno de esos hombres que tienen anécdotas para contar por horas y horas. Pero las que más le apasionan son las de sus años como combatiente internacionalista. Recuerda aquella etapa de lucha incondicional, en especial en la Repúbli- ca de Angola, donde durante 17 años los combatientes de la Isla devinieron solda- dos defensores de la independencia y soberanía de aquella tierra, en la que sobresalen las acciones de Cuito Cuana- vale, Sumbe, Cangamba y Calueque. «Tenía solo 21 años cuando cumplí mi primera misión como piloto de combate, pero no por eso dejé de asumirlo con la madurez que se necesitaba. Cuando se acomete este tipo de tareas se necesita una gran preparación física y sicológica, que consolidamos con el paso de los días», explica. Era muy común sentir miedo —refiere Quintero—, pero hubo que aprender a controlarlo. «Orientarse desde el cielo era complejo, porque Angola de día es muy verde y de noche todo es negro. No obstante, pudimos adaptarnos y superar ese y otros obstáculos». Las relaciones de amistad fueron un pilar decisivo, pues siempre se necesita el apoyo de los compañeros para salir adelante, igual que el de la familia, con quienes nos comunicábamos por corres- pondencia, indica el piloto. Libre Quintero terminó su misión jus- to cuando en la base sucedía otro acon- tecimiento que engrandeció la labor de los combatientes cubanos. Para 1989 en la unidad se recibieron los restos de más de 2 000 mujeres y hombres que lucharon por la soberanía e integridad territorial para darles honro- sa sepultura. Así, la Operación Tributo, daba cumplimiento a lo expresado por el General de Ejército Raúl Castro Ruz, en 1976, cuando señaló: «De Angola nos llevaremos la entrañable amistad que nos une a esa heroica nación y el agra- decimiento de su pueblo y los restos mortales de nuestros queridos herma- nos caídos en el cumplimiento del deber…». Bárbaro Valdés Rivera se desempeña- ba entonces como trabajador civil de las FAR. Era el encargado del aseguramiento y la alimentación de los hombres que cumplían la misión de recibir los restos. «Recuerdo que aquella operación fue perfectamente organizada, estuvimos más de 20 días sin salir de la unidad, y no hubo ningún contratiempo. Era una misión muy sensible, porque se trataba directamente de los restos de los com- pañeros caídos en el cumplimiento de misiones internacionalistas», señala Val- dés Rivera. El teniente coronel Iván Vargas Rodrí- guez fue testigo de los días previos a los cortejos fúnebres llevados a cabo en todo el país aquel 7 de diciembre de 1989. «Fue una época de lluvia, de mucho frío, y se necesitaba que estuvié- ramos con fuerzas para acometer la tarea», comenta. Esa disciplina con que sucedió la Operación Tributo permitió que cada familia pudiera rencontrarse con sus hijos. Como expresara el Comandante en Jefe el día de la ceremonia: «A esta hora, simultáneamente, en todos los rin- cones de donde procedían, se da sepul- tura a los restos de los internacionalis- tas que cayeron en el cumplimiento de su noble y gloriosa misión». UN PASO A LA INMORTALIDAD Uno de los recuerdos que con más pasión atesora el pueblo de Cuba, es el del 12 de julio de 1997, cuando arriba- ron a suelo patrio los restos de Ernesto Che Guevara y sus compañeros de lucha, cuyo hallazgo en Bolivia puede considerarse una verdadera proeza de nuestra ciencia. El teniente coronel Jorge Fidel Delgado Reinoso y el teniente coronel de la reser- va Alfredo Domenech Valdés estuvieron entre los que prepararon la base de San Antonio de los Baños para el recibimien- to. Para ellos fue un honor haber sido par- te de tan solemne acontecimiento. «Todos estábamos seguros de lo que teníamos que hacer. Aunque no conocía- mos exactamente para qué estábamos alistando la base, sabíamos que era para una ocasión especial», explica Do- menech. «Fue un alto compromiso el que asu- mimos con la Revolución. Tener el honor de recibir los restos del Che y los otros combatientes, cuenta como uno de los días más gloriosos que hemos podido vivir aquí, además de la presencia de Fidel, de Raúl, y de toda la dirección del país», dice Jorge Fidel Delgado. Con el sonido de las salvas de artille- ría que honraron las glorias de estos héroes latinoamericanos, la unidad aérea se inscribía una vez más en los capítulos de la historia, porque recibió a aquellos combatientes, de quien dijera Aleida Guevara March: «Hoy llegan a nosotros sus restos, pero no llegan ven- cidos; vienen convertidos en héroes, eternamente jóvenes, valientes, fuertes, audaces. Nadie puede quitarnos eso; siempre estarán vivos junto a sus hijos, en el pueblo». En sus seis décadas, el reconoci- miento a la base ha estado siempre pre- sente, pues al cumplirse 15 años de la primera gran derrota del imperialismo yanqui en América, el propio líder de la Revolución Cubana entregó la bandera que acredita a la Brigada de la Aviación con el título de «Unidad de la Guardia Playa Girón», y el 5 de septiembre de 2014, el General de Ejército Raúl Castro Ruz les impuso la Orden Antonio Maceo, en el aniversario 55 de su fundación. CONSTANCIA SIEMPRE La experiencia que transmiten estos hombres y mujeres que fueron testigos de aquellos años a la nueva generación, les permite aferrarse más a su consigna de defensa de la soberanía nacional. Son el trabajo constante, el esfuerzo y la disciplina algunas de las claves para alcanzar el éxito en el ejercicio del deber. «La base es mi vida, es mi historia, sin ella no sería el hombre que soy hoy» afir- mó Libre Quintero, quien sabe que aún le quedan muchos capítulos por escribir a la Unidad de Aviación de la Guardia Pla- ya Girón Orden Antonio Maceo. Una vida, una unidad aérea, una historia A 60 años de fundada oficialmente, la Base Aérea de San Antonio de los Baños continúa siendo parte indispensable de la vida de la nación JUEVES 05 DE SEPTIEMBRE DE 2019 NACIONAL 04 juventud rebelde El trabajo constante, el esfuerzo y la disciplina son algunas de las claves que mantienen las nuevas generaciones para alcanzar el éxito en el ejercicio del deber.

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por MMOONNIICCAA LLEEZZCCAANNOO [email protected] AABBEELL RROOJJAASS BBAARRAALLLLOOBBRREE

CUANDO se cuenta la historia de Cubaes imposible dejar de mencionar a laBase Aérea de San Antonio de losBaños. Esta Unidad de Aviación de laGuardia Playa Girón, Orden AntonioMaceo, de las Fuerzas Armadas Revolu-cionarias (FAR) fue fundada el 5 de sep-tiembre de 1959 por el Comandante enJefe Fidel Castro Ruz.

Ella ha sido protagonista de hazañasdisímiles, en las que ha primado siempreel compromiso con la defensa del país y,sobre todo, la entrega de hombres y muje-res que ven en ese lugar un espacioimprescindible en sus vidas. Así lo sienteel teniente coronel de la reserva AlfredoDomenech Valdés,quien como integrantede esta unidad ha sabido cumplir contodas las tareas encomendadas.

Tanto él, como sus compañeros,recuerdan los hechos que marcaron suprimera prueba de fuego, cuando estaunidad fue blanco de los bombardeosdel 15 de abril de 1961, pero sus pilo-tos dieron una contundente respuesta alos mercenarios, durante el rechazo a lainvasión por Playa Girón. Ese abril cum-plieron 72 misiones combativas, hundie-ron 12 embarcaciones de diferentestipos y derribaron diez aviones enemi-gos, además de dar cobertura aérea alas fuerzas que combatían en tierra con-tra el invasor.

Allí entregaron sus vidas seis de losvalerosos combatientes que, sin pensar-lo dos veces, defendieron el suelo patriocon la entereza que encomendó Fidel.Esos aprendizajes sirvieron para quesus integrantes supieran cómo actuarante la movilización, instruida tambiénpor el Comandante en Jefe, a la que fue-ron llamados durante la Crisis de Octu-bre, en la que tenían la misión de actuaren caso de agresión directa de la avia-ción de Estados Unidos.

TRASCENDIENDO FRONTERASEl teniente coronel de la reserva Libre

Manuel Quintero Vera es uno de esoshombres que tienen anécdotas paracontar por horas y horas. Pero las quemás le apasionan son las de sus añoscomo combatiente internacionalista.

Recuerda aquella etapa de luchaincondicional, en especial en la Repúbli-ca de Angola, donde durante 17 años loscombatientes de la Isla devinieron solda-dos defensores de la independencia ysoberanía de aquella tierra, en la quesobresalen las acciones de Cuito Cuana-vale, Sumbe, Cangamba y Calueque.

«Tenía solo 21 años cuando cumplí miprimera misión como piloto de combate,pero no por eso dejé de asumirlo con lamadurez que se necesitaba. Cuando seacomete este tipo de tareas se necesitauna gran preparación física y sicológica,que consolidamos con el paso de losdías», explica.

Era muy común sentir miedo —refiereQuintero—, pero hubo que aprender acontrolarlo. «Orientarse desde el cieloera complejo, porque Angola de día esmuy verde y de noche todo es negro. Noobstante, pudimos adaptarnos y superarese y otros obstáculos».

Las relaciones de amistad fueron unpilar decisivo, pues siempre se necesitael apoyo de los compañeros para saliradelante, igual que el de la familia, conquienes nos comunicábamos por corres-pondencia, indica el piloto.

Libre Quintero terminó su misión jus-to cuando en la base sucedía otro acon-tecimiento que engrandeció la labor delos combatientes cubanos.

Para 1989 en la unidad se recibieronlos restos de más de 2 000 mujeres yhombres que lucharon por la soberaníae integridad territorial para darles honro-sa sepultura. Así, la Operación Tributo,daba cumplimiento a lo expresado por elGeneral de Ejército Raúl Castro Ruz, en1976, cuando señaló: «De Angola nosllevaremos la entrañable amistad quenos une a esa heroica nación y el agra-decimiento de su pueblo y los restosmortales de nuestros queridos herma-nos caídos en el cumplimiento deldeber…».

Bárbaro Valdés Rivera se desempeña-ba entonces como trabajador civil de lasFAR. Era el encargado del aseguramientoy la alimentación de los hombres quecumplían la misión de recibir los restos.

«Recuerdo que aquella operación fueperfectamente organizada, estuvimosmás de 20 días sin salir de la unidad, yno hubo ningún contratiempo. Era unamisión muy sensible, porque se tratabadirectamente de los restos de los com-pañeros caídos en el cumplimiento demisiones internacionalistas», señala Val-dés Rivera.

El teniente coronel Iván Vargas Rodrí-guez fue testigo de los días previos a loscortejos fúnebres llevados a cabo entodo el país aquel 7 de diciembre de1989. «Fue una época de lluvia, demucho frío, y se necesitaba que estuvié-ramos con fuerzas para acometer latarea», comenta.

Esa disciplina con que sucedió laOperación Tributo permitió que cadafamilia pudiera rencontrarse con sushijos. Como expresara el Comandanteen Jefe el día de la ceremonia: «A estahora, simultáneamente, en todos los rin-cones de donde procedían, se da sepul-tura a los restos de los internacionalis-tas que cayeron en el cumplimiento desu noble y gloriosa misión».

UN PASO A LA INMORTALIDADUno de los recuerdos que con más

pasión atesora el pueblo de Cuba, es eldel 12 de julio de 1997, cuando arriba-ron a suelo patrio los restos de ErnestoChe Guevara y sus compañeros delucha, cuyo hallazgo en Bolivia puedeconsiderarse una verdadera proeza denuestra ciencia.

El teniente coronel Jorge Fidel DelgadoReinoso y el teniente coronel de la reser-va Alfredo Domenech Valdés estuvieronentre los que prepararon la base de SanAntonio de los Baños para el recibimien-to. Para ellos fue un honor haber sido par-te de tan solemne acontecimiento.

«Todos estábamos seguros de lo queteníamos que hacer. Aunque no conocía-mos exactamente para qué estábamos

alistando la base, sabíamos que erapara una ocasión especial», explica Do-menech.

«Fue un alto compromiso el que asu-mimos con la Revolución. Tener el honorde recibir los restos del Che y los otroscombatientes, cuenta como uno de losdías más gloriosos que hemos podidovivir aquí, además de la presencia deFidel, de Raúl, y de toda la dirección delpaís», dice Jorge Fidel Delgado.

Con el sonido de las salvas de artille-ría que honraron las glorias de estoshéroes latinoamericanos, la unidadaérea se inscribía una vez más en loscapítulos de la historia, porque recibió aaquellos combatientes, de quien dijeraAleida Guevara March: «Hoy llegan anosotros sus restos, pero no llegan ven-cidos; vienen convertidos en héroes,eternamente jóvenes, valientes, fuertes,audaces. Nadie puede quitarnos eso;siempre estarán vivos junto a sus hijos,en el pueblo».

En sus seis décadas, el reconoci-miento a la base ha estado siempre pre-sente, pues al cumplirse 15 años de laprimera gran derrota del imperialismoyanqui en América, el propio líder de laRevolución Cubana entregó la banderaque acredita a la Brigada de la Aviacióncon el título de «Unidad de la GuardiaPlaya Girón», y el 5 de septiembre de2014, el General de Ejército Raúl CastroRuz les impuso la Orden Antonio Maceo,en el aniversario 55 de su fundación.

CONSTANCIA SIEMPRELa experiencia que transmiten estos

hombres y mujeres que fueron testigosde aquellos años a la nueva generación,les permite aferrarse más a su consignade defensa de la soberanía nacional.Son el trabajo constante, el esfuerzo y ladisciplina algunas de las claves paraalcanzar el éxito en el ejercicio del deber.

«La base es mi vida,es mi historia, sinella no sería el hombre que soy hoy» afir-mó Libre Quintero,quien sabe que aún lequedan muchos capítulos por escribir ala Unidad de Aviación de la Guardia Pla-ya Girón Orden Antonio Maceo.

Una vida, una unidad aérea, una historiaA 60 años de fundada oficialmente, la Base Aérea de San Antonio de los Baños

continúa siendo parte indispensable de la vida de la nación

JUEVES 05 DE SEPTIEMBRE DE 2019NACIONAL04 juventud rebelde

El trabajo constante, el esfuerzo y la disciplina son algunas de las claves que mantienen las nuevas generaciones para alcanzar el éxito en el ejercicio del deber.