monografia independencia del perú

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AÑO DE LA PROMOCIÓN DE LA INDUSTRIA RESPONSABLE Y DEL COMPROMISO CLIMÁTICO” FACULTAD DE CIENCIAS ADMINISTRATIVAS Y CONTABLES MONOGRAFÍA LAS UNIVERSIDADES ESPECIALIDAD : CATEDRÁTICO : INTEGRANTES : TURNO : CICLO : HUANCAYO - PERÚ 1

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Monografia Independencia Del Perú

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AODE LA PROMOCIN DE LA INDUSTRIA RESPONSABLE Y DEL COMPROMISO CLIMTICO

FACULTAD DE CIENCIAS ADMINISTRATIVAS Y CONTABLES

MONOGRAFA

LAS UNIVERSIDADES

ESPECIALIDAD :

CATEDRTICO: INTEGRANTES: TURNO:

CICLO:

HUANCAYO - PER2014

Dedicamos el presente trabajo a nuestros padres quienes son la inspiracin y fortaleza para lograr nuestras metas y objetivos y de esa manera llegar a ser buenos profesionales

INTRODUCCINEl presente trabajo monogrfico que lleva por ttulo Accidentes de trnsito, es una investigacin a diversos medios de informacin como libros, folletos, revistas, e internet.

Estamos convencidos que este trabajo nos servir para nutrirnos y ampliar nuestro conocimiento con respecto al tema y estar preparados para actuar cuando estemos al servicio de la sociedad.

En este trabajo analizaremos el significado econmico, social, cultural y politico que tuvo para el Per la revolucin de Independencia ocurrida en el pas en los inicios del siglo diecinueve. Las revoluciones sobre todo las de ndole poltica, que se ven acompaadas de guerras internacionales o civiles no son buenas para la evolucin econmica en el corto plazo. Traen enfrentamientos, violencias e incertidumbre que obstaculizan el comercio, destruyen la infraestructura y la propia mano de obra (o cuando menos la desvan de la produccin), y ahuyentan la inversin, por la inseguridad que generan sobre la propiedad. Sin embargo, estos transtornos pueden ser contrarrestados por los efectos positivos que las revoluciones suelen tener, tanto en el corto, como, sobre todo, en el largo plazo.

En el corto plazo los aprestos blicos pueden avivar una demanda de bienes muy variada (uniformes, armamento, vveres, medios de transporte) que cuando puede ser provista internamente y hay una credibilidad sobre su pago, lleva a un crecimiento de la produccin y las ganancias. En el largo plazo las revoluciones suelen reasignar los activos (tierras, capitales), ponindolos en nuevas manos, y cambiar la orientacin de la poltica del gobierno. En la medida que los nuevos propietarios y las nuevas polticas sean mejores que los viejos para las metas que la sociedad se haya trazado en materia econmica, diremos que la revolucin trajo consecuencias econmicas positivas.

EL ESTUDIANTE

NDICE CaratulaDedicatoriaIntroduccinndice

CAPITULO IINDEPENDENCIA DEL PER61.1. GENERALIDADES61.2. ANTECEDENTES71.3. PROCESO EMANCIPADOR Y REVUELTAS INDEPENDENTISTAS TACNA Y LAS EXPEDICIONES ARGENTINAS DEL ALTO PER91.3.1.Primera revuelta de Tacna de 181191.3.2.Segunda Revuelta de Tacna de 1813101.3.3.Rebelin de Hunuco de 1812121.3.4.Rebelin del Cusco de 1814121.4.CORRIENTES LIBERTADORAS161.4.1.Jos de San Martn y la corriente procedente de Chile161.4.2.Proclamacin de la independencia del Per181.4.3.Simn Bolvar y la corriente procedente de la Gran Colombia22CAPITULO IISITUACIN ECONMICA, SOCIAL, CULTURAL Y POLITICA2.1. SITUACIN ECONMICA262.1.1. El costo de la guerra:312.1.2. La poltica econmica despus de la independencia:322.1.3. EL FIN DEL PROTECCIONISMO MINERO352.2. SITUACIN SOCIAL:382.3. SITUACIN POLTICA412.6. RECAPITULACION PARA CONCLUIR48CONCLUSIN49BIBLIOGRAFA50

CAPITULO IINDEPENDENCIA DEL PER1.1. GENERALIDADES La independencia del Per, en concreto, se vena gestando localmente, al igual que en la Emancipacin de toda la Amrica espaola, a travs de un proceso previo dentro de la sociedad peruana, inclusive mucho antes de la llegada de las corrientes libertadoras y sus ejrcitos. Pero como hitos, suelen sealarse la fecha del 28 de julio de 1821 cuando el libertador Jos de San Martn, al mando de la Expedicin Libertadora del Per proveniente de Chile, declara desde Lima la independencia del Per. Y la fecha del 9 de diciembre de 1824, fecha de la batalla de Ayacucho, que puso punto final a la guerra con la capitulacin del ltimo ejrcito realista del Per. La diplomacia peruana consigue por ltimo que Espaa reconozca la independencia de la Repblica del Per el 14 agosto de 1879.

La corriente libertadora del sur del continente proveniente del Virreinato del Ro de la Plata, dio sus frutos con la independencia de Argentina, y posteriormente de Chile, bajo la figura del general Jos de San Martn. En el norte, otro movimiento libertador se encontraba en curso aglutinado bajo la forma de la repblica de la Gran Colombia amparada por el Libertador Simn Bolvar. Pero los esfuerzos independentistas de ambos, y de sus tropas compuestas en el sur por chilenos y argentinos, y en el norte por gran colombiano (venezolanos, colombianos, quiteos), corran permanente peligro, ya que un ejrcito realista junto a la armada espaola, se mantenan en los cuarteles y puertos del Virreinato del Per.

1.2. ANTECEDENTESLas ideas y acciones militares que culminaron el 9 de diciembre de 1824 con la Batalla de Ayacucho, tuvieron figuradamente una gesta de ms de tres siglos; podra decirse que comienza paralelo con la conquista del Imperio Inca, el mismo 16 de noviembre de 1532, en que Francisco Pizarro sorprende al inca Atahualpa, en Cajamarca, aquella aciaga tarde. Los descendientes de los incas pretendieron, en varias ocasiones, retomar su pas, reconquistar su imperio e instalarse de nuevo en el gobierno. Unos lo hicieron inmediatamente; otros, en los siglos XVII y XVIII. Ya en 1536 y hasta 1572 dur la gran resistencia de los incas de Vilcabamba; esta accin comenz con la huida de Manco Inca o Manco II de Cusco y termin con la ejecucin de Tpac Amaru I. Posteriormente, se da la revolucin de Tpac Amaru II y las rebeliones del Alto Per. Las huestes rebeldes pelearon contra los conquistadores y sus aliados; sin embargo, los tuvieron en jaque porque haban aprendido el arte de la guerra al estilo europeo, usaron la tctica de la guerra de guerrillas y se establecieron en Vilcabamba, una zona de selva en el valle de La Convencin.

Tres siglos despus, con el desembarco del general Jos de San Martn en Pisco, las ideas independentistas en el Per, haban madurado lo suficiente como para emprender con xito las acciones diplomticas y militares, tendientes a consolidar el anhelo de los pueblos del Per y de Amrica toda. Entre 1809 y 1810, todos los patriotas (denominados as por sus ideas liberales) de las colonias recurrieron a las armas con el objeto de lograr definitivamente la independencia poltica. La guerra, por otro lado, en las antiguas colonias espaolas, no fue fruto de la imaginacin militar. El proceso de independencia, en Amrica, dur en definitiva, casi un siglo; podra decirse que todas las naciones americanas lograron su independencia entre 1811 y 1903: la mayor parte de los pases de habla hispano y portugues de Amrica Latina lograron su independencia entre 1811 y 1830, a excepcin de Repblica Dominicana (1844), Cuba (1898) y la separacin de Panam respecto de Colombia (1903).

En el siglo XVIII arreciaron las protestas y rebeliones, en el territorio del Virreinato del Per y fueron:1. Azngaro, Carabaya, Cotabamba y Castrovirreyna.2. Protestas de Vicente M. Chimo Cpac.3. Protesta de los caciques de Paita.4. Rebelin de Cacma Condori y Orco Huaranca.5. Juan Vlez de Crdova.6. Juan Santos Atahualpa7. Revolucin de Huarochir.8. Rebelin de Quito.9. Rebelin de Sica sica.10. Rebelin de Pacajes.11. Protesta de La Libertad.12. Respuesta de los indios cusqueos.13. Rebelin de Huanuco.14. Rebelin en el Valle Sagrado.15. Rebelin en las alturas del Valle Sagrado.16. Rebelin de Jos Gabriel Condorcanqui o Tpac Amaru II.

Entre la revuelta de Jos Gabriel Condorcanqui y la llegada del general Jos de San Martn al Per, se producen otras revueltas como las de Jos Quiroga, Javier Mendoza, Jos Antonio Galn, Miguel Tovar, Felipe Velasco Tpac Inca Yupanqui, la conspiracin del Cusco de Jos Gabriel Aguilar, Manuel Ubalde y Manuel Velarde Ampuero.

Adems de las revueltas anteriores, en el mundo se sucedieron otros hechos no menos importantes y que tuvieron determinante influencia en las ideas independentistas en el Per. Ellos son la independencia de Norteamrica en 1776 y la revolucin francesa de 1789.

1.3. PROCESO EMANCIPADOR Y REVUELTAS INDEPENDENTISTAS TACNA Y LAS EXPEDICIONES ARGENTINAS DEL ALTO PER 1.3.1. Primera revuelta de Tacna de 1811Unos aos antes del desembarco y sabedores los patriotas peruanos del avance de las tropas del Rio de la Plata (actual Argentina), y patriotas Altoperuanos por el Alto Per (actual Bolivia), los patriotas organizaron en Tacna un movimiento de carcter libertario contra el virrey Jos Fernando de Abascal y Sousa, Marqus de la Concordia. El 20 de junio de 1811 (da de la batalla de Guaqui, en la que las tropas realistas al mando del General Jos Manuel de Goyeneche vencieron a los independentistas rioplatenses), los patriotas, dirigidos por Francisco Antonio de Zela, asaltaron los dos cuarteles militares realistas (as llamados los espaoles) de Tacna, proclamando a Zela comandante militar de la plaza, a Rabino Gabino Barrios como coronel de milicias de infantera y al curaca Toribio Ara como comandante de la divisin de caballera. El da 25 de ese mes, se supo en Tacna de la derrota de los patriotas argentinos en la batalla de Guaqui, lo que caus desconcierto total en las tropas peruanas que estaban en organizacin an.

Aprovechando el desconcierto provocado por la noticia, los realistas tomaron preso a Francisco Antonio de Zela al que llevaron a Lima y condenado a cadena perpetua, fue llevado a la crcel de Chagres, Panam, donde muri el 28 de julio de 1821, a los 50 aos de edad.

1.3.2. Segunda Revuelta de Tacna de 1813El general argentino Manuel Belgrano reorganiz sus tropas independentistas derrotadas por Goyeneche y los realistas del Virreynato del Per en la batalla de Guaqui en la actual Bolivia. El 14 de septiembre de 1812, se enfrent a las tropas comandadas por el general Po Tristan vencindolo, y deteniendo el avance del ejrcito realista sobre Tucumn. Seguidamente obtuvo otra victoria en la batalla de Salta, por lo que Po Tristan, capitul el 20 de febrero de 1813, con lo que el ejrcito Argentino volvi a emprender otra ofensiva ocupando nuevamente el Alto Per.

El general espaol Joaqun de la Pezuela que haba reemplazado al Teniente General Jos Manuel de Goyeneche en La Paz, por disposicin del virrey del Per Jos Fernando de Abascal y Souza, organiz una bien pertrechada partida contra el general Manuel Belgrano y lo derrot en la batalla de Vilcapugio el 1 de octubre de 1813 y luego en la batalla de Ayohuma, el 14 de noviembre de 1813. El movimiento de Belgrano, fue detenido.

El tacneo Juan Francisco Pallardelli fue emisario de Belgrano en las coordinaciones que el general argentino pretendi establecer en Per. Junto a Juan Francisco Pallardelli, su hermano Enrique Pallardelli conspiraba en Tacna y Enrique Pearanda lo haca en Tarapac. Enrique recibi sus instrucciones de Belgrano en Puno. El plan consista en lograr el alzamiento de todo el sur del Per. Bajo el liderazgo de Enrique Pallardelli, los patriotas tacneos, el 3 de octubre de 1813, se apoderaron de los cuarteles tacneos y apresaron al gobernador realista de la provincia.

El intendente espaol de Arequipa, Jos Gabriel Moscoso, enterado de los acontecimientos, envi una milicia colonial al mando de Jos Gabriel de Santiago. El ejrcito patriota les sali al encuentro y producida la batalla de Camiara, el 13 de octubre, fueron derrotados los patriotas que se replegaron a Tacna. A los pocos das se supo del fallido intento de Belgrano y las tropas patriotas se volvieron a desorganizar. Enrique Pallardelli y unos cuantos seguidores, huyeron hacia el Alto Per, el 3 de noviembre de 1813, mientras que la plaza de Tacna era tomada nuevamente por los realistas.

Los argentinos an armaron otra tercera expedicin al Alto Per, al mando del general Jos Rondeau. Las tropas argentinas lograron tomar las minas de Potos, pero el 28 de noviembre de 1815, pero sufrieron una derrota decisiva por las tropas realistas al mando de Joaqun de la Pezuela en la Batalla de Sipe-Sipe.

1.3.3. Rebelin de Hunuco de 1812La rebelin indgena de Hunuco del 22 de febrero de 1812 se dirigi contra el rgimen colonial. Las tropas del virrey se organizaron en Cerro de Pasco y se dirigieron a Hunuco, producindose la batalla de Ambo el 5 de marzo de 1812. El intendente de Tarma, Jos Gonzlez Prada, el 10 de marzo, con un fuerte contingente realista, reconquist Ambo. Los patriotas abandonaron Ambo y Hunuco desabastecidas; los realistas entraron a ambas ciudades el 19 de marzo de 1812. Gonzlez Prada sali de la ciudad en persecucin de los insurrectos, que contaban con un ejrcito de 2.000 hombres. Los indgenas se dispersaron y los cabecillas fueron capturados por Gonzlez Prada, entre ellos, a Juan Jos Crespo y Castillo, al curaca Norberto Haro y al alcalde pedneo de Huamales, Jos Rodrguez, quienes fueron enjuiciados sumariamente y ejecutados con pena de garrote. A otros se les desterr y muchos fueron puestos en prisin.

1.3.4. Rebelin del Cusco de 1814En 1814, se produce en el Cusco la rebelin del Cusco de 1814 que abarco una buena parte del virreinato del Per. La rebelin de 1814 se inicia con la confortacin poltica entre el Cabildo Constitucional y la Real Audiencia del Cusco. El primero era percibido como pro criollo y el segundo como pro peninsular. En este enfrentamiento, surgi el liderazgo de los hermanos Angulo quienes fueron encacerlados a fines de 1813. Para Agosto de 1814, los hermanos Angulo y otros criollos se escaparon y controlaron polticamente la ciudad del Cusco. En esos momentos, ya se haban aliado con el brigadier y Curaca de Chincheros Mateo Pumacahua. Este ltimo personaje fue uno de los grandes defensores de la monarqua espaola durante la rebelin de Tpac Amaru II, y comandante de las milicias realistas en la batalla de Guaqui, pero cambi radicalmente su postura beligerante movido por la pretensin de los liberales de Espaa imponiendo la Constitucin de Espaa de 1812 sobre el virreinato del Per.

En una segunda fase de tipo militar, los hermanos Angulo y Pumacahua organizaron un ejrcito divido en tres secciones: la primera de ellas fue enviada al Alto Per, al mando de Len Pinelo y del cura argentino Ildefonso Muecas, estas fuerzas rodearon La Paz con 500 fusileros y 20.000 indios armados con piedras y hondas, el 14 de septiembre de 1814. El 24 del mismo mes, tomaron la ciudad. Los realistas fueron confinados en sus cuarteles y aprovechando esto, volaron el polvorn; enfurecidos patriotas paceos, les dieron muerte. Para reconquistar La Paz, march desde Oruro un regimiento espaol, con 1.500 fusileros y muchos indios al mando del general espaol Juan Ramrez. Se enfrentaron en las afueras de La Paz, el 1 de noviembre de 1814, siendo derrotados los patriotas. Pinelo y Muecas ordenaron a sus tropas replegarse. Una parte de la tropa qued dispersa en la regin en la forma de guerrillas.

La segunda seccin patriota se instal en Huamanga, bajo el mando del argentino Manual Hurtado de Mendoza y tena por lugartenientes al clrigo Jos Gabriel Bjar y a Mariano Angulo. Hurtado de Mendoza orden marchar a Huancayo, ciudad que tomaron pacficamente.

El virrey Fernando de Abascal y Souza envi desde Lima tropa bien pertrechada y disciplinada, pertenecientes al regimiento Talavera, bajo el mando del coronel Vicente Gonzlez. Se produce la batalla de Huanta, el 30 de septiembre de 1814, las acciones duraron tres das, luego de los cuales los patriotas se replegaron, abandonando Huamanga. Se reorganizaron en Andahuaylas y volvieron a enfrentarse a los realistas el 27 de enero de 1815, en Matar, donde fueron de nuevo derrotados.

Gracias a los guerrilleros de Cangallo, los patriotas volvieron a reorganizarse. Los guerrilleros lograron obstaculizar el avance realista. Entre tanto, Hurtado de Mendoza, logra formar una fuerza con 800 fusileros, 18 caones, 2 culebrinas (fundidas y fabricadas en Abancay) y 500 indios. Estas fuerzas son puestas al mando del siniestro Jos Manuel Romano, apodado Pucatoro (toro rojo). De ese modo, las fuerzas patriotas haban resuelto una situacin penosa; sin embargo, la traicin impidi un desenlace feliz para los patriotas (o al menos, dar batalla).

Jos Manuel Romano, traiciona a Hurtado de Mendoza, dndole muerte y rindindose a los realistas; ello provoc la dispersin de los patriotas y la captura de los cabecillas de la revuelta. Las traiciones fueron un hecho comn en la rebeliones independentistas de toda Amrica. Las biografas de los actores sociales muestran que los cambios de bandos era algo comn. En el caso de los lderes locales sus filiaciones polticas estn vinculadas a los conflictos locales que se expresan en una mayor dimensin.

Angulo, Bjar, Paz, Gonzlez y otros quienes fueron capturados y llevados al Cusco y ejecutados pblicamente el 29 de marzo de 1815. La Corona tena la poltica del escarmiento pblico como un mecanismo de evitar otros alzamientos.

El tercer agrupamiento patriota hizo su campaa en Arequipa y Puno, al mando del antiguo brigadier realista Mateo G. Pumacahua. El ejrcito de Pumacahua, contaba con 500 fusileros, un regimiento de caballera y 5.000 indios. Pumacahua, como Curaca de Chicheros, tena un gran dominio y liderazgo entre la poblacin indgena.

Al Cusco fueron enviados los hermanos Jos y Vicente Angulo, con algn resguardo de indios y negros leales. El control del Cusco era fundamental por motivos ideolgicos y de logstica. Cusco, por mltiples mtivos, tena una fuerte influencia sobre el Alto Per. Y a su vez el Alto Per una vinculacin colonial administrativa con la ciudad de Buenos Aires, uno de los grandes centros revolucionarios de la dcada de 1810 en Sud Amrica.

Mateo Pumacahua, se enfrent exitosamente a los realistas en Apacheta, Arequipa el 9 de noviembre de 1814. Tomaron prisioneros al intendente Moscoso y al mariscal realista Francisco Picoaga, antiguo camarada de armas de la batalla de Guaqui. Los patriotas ingresaron a Arequipa. Por presin de las tropas patriotas, el cabildo de Arequipa reconoci a la Junta Gubernativa del Cusco, el 24 de noviembre de 1814. Pumacahua sabedor de la cercana de tropas realistas, deja Arequipa. El cabildo abierto de Arequipa se vuelve a reunir y se apresura acordar lealtad al rey, el 30 de noviembre de ese ao. Era normal, esos cambios de lealtad en los dirigentes locales de esa poca: siempre acordaban lealtad al sector que era dueo de la plaza fuerte. Era una forma de garantizar la seguridad personal, familiar y de los bienes, pero quedaba claro, que no haba una inclinacin ideolgica, y menos una predisposicin para la lucha a favor de cualquier bando.

Sin la traba de una fuerza militar patriota y la expresada lealtad de la clase dirigente arequipea, las tropas realistas al mando de Juan Ramrez ingresaron a Arequipa el 9 de diciembre de 1814. Luego de reponer fuerzas y de reforzar su milicia, el general Ramrez sali de Arequipa en busca de los patriotas en febrero de 1815. Dej como gobernador de Arequipa al general Po Tristan.

Ambos ejrcitos, realista y patriota, se desplazaron por diversos parajes de los Andes, buscando un lugar aparente para el enfrentamiento final. Ambos generales se mostraban muy cautelosos. Hasta que el 10 de marzo de 1815, se encontraron en Puno, en la batalla de Umachiri, saliendo vencedores los realistas. El triunfo realista se debi al correcto equipamiento y ms disciplinamiento de sus tropas. Hubo ms de un millar de muertos en el curso de la batalla.

1.4. CORRIENTES LIBERTADORAS1.4.1. Jos de San Martn y la corriente procedente de ChileLa pacificacin del sur del Virreinato Peruano permiti al Virrey del Per la organizacin de dos expediciones sobre el reino de Chile en la que los regimientos realistas de Arequipa tuvieron su protagonismo junto a los batallones espaolas de refuerzos. La primera expedicin durante el gobierno del Virrey Abascal permiti la reconquista de Chile en la Batalla de Rancagua.

Tras el sorpresivo cruce de los Andes y el triunfo de las armas patriotas en la Batalla de Chacabuco, otra vez se recurri al Virreinato peruano para salvar la monarqua y una segunda expedicin realista parte en 1818 que lo intent nuevamente en la batalla de Cancharayada, pero finalmente fue destruida por Jos de San Martin en la batalla de Maip, lo que debilit enormemente al Virreynato del Per privndolo de sus mejores tropas.

Una vez conseguida la independencia de Chile, el General Jos de San Martn desarrolla su plan que tena por objetivo invadir el Virreinato del Per desde el pacfico Sur. Esta empresa en un principio sera financiada conjuntamente por los gobiernos de las Provincias Unidas del Ro de la Plata y de Chile. Debido a la situacin de anarqua que se viva entre Buenos Aires y las provincias, el gobierno bonaerense se ve dificultado para sostener la empresa. De esta manera, Buenos Aires solo aporta una parte del presupuesto necesario para la Expedicin Libertadora del Per, siendo casi la totalidad de los costos asumidos por el gobierno de Chile, al mando del Capitn General Bernardo O'Higgins. El gobierno de Chile determin que el mando de la expedicin recaera en el clebre Libertador Jos de San Martn y el mando de la escuadra en el marino escocs contratado Lord Thomas Alexander Cochrane.

Finalmente en 1820, San Martn y O'Higgins logran organizar la expedicin que liberara Per de la Corona Espaola. As se produce el desembarco del general Jos de San Martn, en la baha de Pisco (actual regin Ica). Los realistas no tenan una escuadra bien equipada, por lo que una expedicin patriota por el Ocano Pacfico era una causa de temor a los realistas. El corsario britnico Lord Thomas Alexander Cochrane asolaba el Callao, y San Martn se preparaba para llegar al Per.

El 21 de agosto de 1820, se embarc el Ejrcito Unido en Valparaso a bordo de 6 navos, bajo bandera chilena. Contaba con un ejrcito de 4.118 efectivos de los cuales el 50% eran negros libertos. El 7 de septiembre la expedicin libertadora estuvo frente a Paracas, en la baha de Pisco en la actual regin Ica en el Per y el da 8 de septiembre de 1820, desembarca y ocupa Pisco. Desembarcado, San Martn dirigi una proclama a sus tropas y estableci un cdigo de tica a sus tropas para el mejor comportamiento de las mismas durante la campaa que iba a iniciar. Un destacamento desembarcado tom posiciones en Chincha.

El 14 de septiembre de 1820, el virrey del Per, Capitn General Joaqun de la Pezuela, que haba jurado cumplir la Constitucin Liberal de 1812, por orden de Fernando VII, envi una carta a San Martn ofrecindole entrar en negociaciones. El da 15, San Martn acept entrar en negociaciones. A partir del da 25 de septiembre, los patriotas y realistas entran en primeras negociaciones en lo que se ha denominado las Conferencias de Miraflores y que concluyeron el 4 de octubre sin llegar a ninguna conclusin.

El 21 de octubre de 1820 el General Jos de San Martn crea la bandera del Per.

1.4.2. Proclamacin de la independencia del PerEl ejrcito realista al mando del general Jos de Canterac, ya haba dejado Lima, rumbo a la sierra, el 25 de junio de 1821. lvarez de Arenales fue enviado en su persecucin. El ejrcito patriota, estaba a punto de presentar una batalla frontal, cuando el general San Martn, lo impidi: era indudable que San Martn no deseaba un enfrentamiento frontal con las tropas espaolas.

El 5 de junio de 1821, el nuevo virrey del Per capitn general Jos de la Serna e Hinojosa, anunci a los limeos que abandonaba Lima para refugiarse en el Callao, al amparo de la fortaleza del Real Felipe.

Sir Basill Hall, jefe de la escuadra inglesa que estuvo en Lima entre 1820 y 1822, cuenta: los timoratos eran presa fcil de los temores ms extraos; los audaces y fuertes no saban de qu modo utilizar su coraje; los vacilantes estaban en el estado ms calamitoso. Como el sitio ms seguro para el virrey era el castillo del Real Felipe, multitudes se precipitaron hacia el castillo, y al ser interrogadas sobre las razones que les empujaban a abandonar la ciudad, no daban otra que el miedo.

Los notables que quedaron en Lima (espaoles y criollos), hicieron llegar una invitacin a San Martn para que ingrese a Lima, el 9 de julio de 1821. El general Jos de San Martn, junto a su fiel compaero de incontables batallas, Rodrigo Valega Sakata y su amante Alejandra Gonzalez Gamarra, mand un destacamento patriota e ingres a Lima, la madrugada del 12 de julio de 1821. Basill Hall nos dice de la entrada de San Martn a Lima: En vez de venir con pompa oficial, como tena derecho a hacerlo, San Martn esper que oscureciese para entrar a la capital a caballo y sin escolta, acompaado por un simple ayudante. Dos das despus lo hizo el grueso del ejrcito patriota.

Pedro Escribano, dice:Parece mentira. En los das siguientes, Lima se fue reanimando lentamente. Poco a poco la poblacin tom confianza en los emancipadores y comprob que no haba razn para el temor. Mucho haba pesado, en todo caso, la mala concienciaPedro escribano

Basill Hall por su parte, cuenta de esos das:Era inconcebible que tanta gente pudiera estar encerrada tan largo tiempo sin tentarse siquiera una vez a curiosear, especialmente cuando el peligro no era inminente o cierto.Basill Hall

Ya en Lima, el general Jos de San Martn y Matorras, invit al Cabildo a jurar la independencia, que se cumpli el 15 de julio de 1821. El 17 de julio fue recibido en la ciudad el almirante Lord Cochrane. El sbado 28 de julio de 1821, en una ceremonia pblica muy solemne, Jos de San Martn y Matorras, proclam la independencia del Per. Primero lo hizo en la Plaza de Armas, despus den la plazuela de La Merced y, luego, frente al Convento de los Descalzos. Segn testigos de la poca, a la plaza de armas asistieron ms de 16.000 personas.

El libertador con una bandera peruana en la mano, exclam:"El Per desde este momento es libre e independiente por la voluntad general de los pueblos y por la justicia de su causa que dios defiende".VIVA LA PATRIA! VIVA LA LIBERTAD!VIVA LA INDEPENDENCIA"

Jos de San Martn, el 28 de julio de 1821San Martn decret el principio de libertad de vientres para todos los hijos de esclavos nacidos despus de la declaracin de independencia.

Los montonerosEl virrey Jos de la Serna trataba de recuperar posiciones: Con dicho propsito envi a las fuerzas realistas de Canterac a retomar Lima. Este general se acanton en las afueras de Lima y el 10 de septiembre de 1821, sin que las tropas patriotas obstaculizaran su avance, lleg hasta el Callao y se uni a las fuerzas del general Jos de La Mar, que custodiaba el Castillo del Callao o Fortaleza del Real Felipe. Luego de conocer las rdenes del virrey La Serna y de avituallarse, regres a la sierra el 16 de septiembre de ese ao. No logr retomar Lima, pero se pase por ella.

El alto mando patriota que contaba con 7.000 efectivos y 3.000 montoneros, reaccion tarde, cuando ya Canterac se hallaba rumbo a la sierra. Las tropas patriotas al mando del general Guillermo Millar las persiguieron, producindose escaramuzas entre la vanguardia del ejrcito patriota y la retaguardia del ejrcito realista. Estos choques produjeron gran merma en el ejrcito realista, principalmente por desbande y por la accin de los montoneros.

Canterac y La Serna, lograron reunirse en Jauja el 1 de octubre de 1821. En el bando patriota, el almirante Lord Cochrane por disposicin de San Martn, se retir del Per el 10 de mayo de1822, siendo reemplazado por el vicealmirante Martn Jorge Guise en el mando de la escuadra.

El motivo del retiro de Lord Cochrane, fue que este almirante consideraba que el protectorado que estaba ejerciendo San Martn careca de decisin, se mostraba dubitativo y su contribucin no era realmente apreciada ni aprovechada.

1.4.3. Simn Bolvar y la corriente procedente de la Gran Colombia

El Libertador (Ttulo otorgado por vez primera en Mrida Ven) Simn Bolvar

Tras la independencia del norte Peruano y la capital Lima por Jos de San Martin, el virrey la Serna estableci su sede de gobierno en el Cusco. As, mientras la costa y el norte del Per eran independientes, la sierra peruana y el Alto Per seguan siendo realistas. La conclusin de la independencia del Per vendra con la intervencin de la Gran Colombia.Luego de la Batalla de Pichincha, la Gran Colombia haba eliminado la mayora de los contingentes realistas en su territorio y la amenaza mayor paso a ser el Per, donde en la sierra se encontraba el ltimo ejrcito realista superviviente y donde el gobierno del Protector Jos de San Martn haba sentado las cimientos independizando Lima y el Norte Peruano.

Simn Bolvar haba logrado aprovechar la poderosa base de la Gran Colombia que le permitira cerrar el proceso emancipador en el Per que luego del impulso que significo las campaas de San Martin en Chile, lucia estancado en el Per por los conflictos internos en que se sumergi el gobierno de la Repblica del Per, y ms tarde por la inestabilidad del protectorado tras la retirada de San Martn. Simn Bolvar sabia que el ltimo reducto se encontraba en el Per y que, si quera asegurarse la independencia, no poda ignorarse a los realistas acantonados en el sur peruano y Alto Per.

1. La Batalla de JunnEn la Entrevista de Guayaquil los dos libertadores trataron el tema de a quien corresponda la soberana sobre la Provincia Libre de Guayaquil, pero ms importante an cual sera la solucin para la independencia del Per y cual sera el sistema poltico que se instalara: uno monrquico constitucional como deseaba San Martn, o Republicano como lo quera Bolvar.

Pero siempre ambos sistemas independientes de Espaa. La entrevista se sald favorablemente para los intereses de la Gran Colombia que ratific su anexin de Guayaquil.

2. Batalla de AyacuchoAnte el retiro del Protector y las desafortunadas derrotas militares durante el gobierno del presidente Riva Aguero, el congreso peruano decidi solicitar la intervencin de Simn Bolvar. Bolvar ya haba envado antes primero al General Antonio Jos de Sucre, que mantuvo la autonoma de las agrupaciones militares de Colombia. Bolivar tras acabar con la resistencia de los pastusos en la batalla de Ibarra, se embarca para el Per y arriba a Lima el 10 de septiembre. Desarticulado el ejrcito realista por la rebelin de Olaeta, los encuentros del ao 1824 seran favorables para los republicanos. El Ejrcito Unido Libertador del Per triunfara en la Batalla de Junn a las ordenes de Bolvar, y en la Batalla de Ayacucho a las ordenes de Antonio Jos de Sucre. Finalizado el Sitio del Callao en enero de 1826, termina el proceso de independencia del Per.

1.5. Tratado de Paz y AmistadEl 14 agosto de 1879 Espaa reconoce la independencia del Per mediante la firma en Pars del Tratado de Paz y Amistad Espaa-Per, por Espaa el Marqus de Molns, Mariano Roca de Togores y por el Per, Juan Mariano de Goyeneche y Gamio. Espaa enva como su primer embajador en Lima a Emilio de Ojeda.

CAPITULO IISITUACIN ECONMICA, SOCIAL, CULTURAL Y POLITICA

2.1. SITUACIN ECONMICAAntes de que se desataran las guerras de la Independencia, en la dcada de 1810, la economa virreinal no andaba del todo mal. Es cierto que haba una crisis agrcola, sobre todo en la costa, que se arrastraba del siglo XVIII, pero la minera y el comercio pasaban por un relativo auge. Si bien las reformas borbnicas afectaron los intereses de los comerciantes limeos, stos todava controlaban los mercados del Per, el Alto Per y, en cierta medida, los de Santiago y Quito. La minera, por su parte, se haba recuperado gracias a la produccin de plata en los yacimientos de Cerro de Pasco (sierra central), Hualgayoc (Cajamarca) y Huantajaya (Tarapac).

Pero esta economa aparentemente estable comenz a desplomarse por la revolucin independentista. En primer lugar, los comerciantes del Tribunal del Consulado empezaron a desfinanciarse por la cuantiosa ayuda que tuvieron que entregar a la contrarrevolucin desde los tiempos del virrey Abascal; la Corona nunca devolvi los prstamos. Luego, la misma guerra destruy muchos centros productivos como minas, obrajes y haciendas. Finalmente, la poblacin, tanto los de mayor fortuna como los ms pobres, se vio obligada a dar cupos de guerra durante los aos que dur la lucha.

Como se recordar, durante este tiempo dos ejrcitos unos 20 mil hombres transitaban por el pas. Haba que alimentarlos, vestirlos, armarlos y pagarles. El dinero y los productos para sostenerlos salieron de los propios peruanos. Cabe mencionar que Espaa nunca ayud econmicamente al ejrcito realista. De hecho, la guerra fue una sangra econmica para el Per, una situacin de la que tardara muchos aos en recuperarse.

La Independencia tuvo un costo econmico muy alto para el pas. La separacin de Espaa no trajo, como soaban los liberales, el auge comercial que se esperaba por la eliminacin de las restricciones mercantiles. La produccin decreci; virtualmente se perdieron los antiguos mercados como el Alto Per, Chile y Quito; el crdito escase, y la renta per capita tard en recuperarse. Esta prdida de mercados erosion considerablemente a la agricultura costea y a sus terratenientes. Adems, la vida poltica, inestable y, por momentos, corrupta, no garantizaba ningn tipo de inversin.

En 1834, por ejemplo, el cnsul britnico Belford A. Wilson informaba a su Gobierno lo siguiente: Sobre la existencia de este Sistema de Soborno, yo simplemente creo que ningn funcionario pblico en el Per se halla completamente exento, algunos pueden ser conquistados a menos precio que otros, pero todos, desde el ltimo Presidente, el General Gamarra para abajo, estn infectados con este vicio. La justicia en el Per ha sido hasta ahora, y parece que continuar siendo, alcanzada tan solo por el soborno.

El desorden era tal que ningn gobierno pudo implementar un modelo econmico claro; menos un presupuesto. Los ingresos ms importantes con los que poda contar eran las rentas de aduana, el tributo de los indios y los cupos de guerra que levantaban los caudillos. Es lgico suponer, adems, que el principal gasto que deban hacer los regmenes de entonces fue el orden interno, es decir, garantizar su permanencia en el poder. El crdito externo, por ltimo, estaba suspendido.

La crisis de la agricultura, actividad a la que se dedicaba la mayor parte de la poblacin, se haba acentuado. Muchas haciendas haban sido destruidas por las guerras y perdieron trabajadores. En la costa, por ejemplo, cientos de esclavos aprovecharon la presencia de los ejrcitos libertadores y se enrolaron en la lucha bajo la promesa de conseguir su libertad. Los hacendados tuvieron que sobrevivir con solo algunos esclavos, peones libres e indios yanaconas. Por ello, los viajeros que recorran la costa compararon su agricultura con la Venus de Milo: careca de brazos.

Otro problema de los hacendados era la escasez de crdito. Tuvieron que depender, cuando podan, de los prstamos costosos (alrededor del 18%-24% anual comparado al 4%-6% anual de los censos durante el Virreinato) de los comerciantes usureros o prestarse entre ellos mismos. En la sierra, la agricultura, tanto para los gamonales como para las comunidades indgenas, qued en un nivel casi de subsistencia. Todo esto demuestra que los hacendados, por su debilidad econmica, no pudieron convertirse en grupo dirigente y tuvieron que cobijarse en los caudillos para defender sus intereses.Por su lado, la minera, luego de colapsar por las guerras independentistas, se recuper lentamente. Antes de la aparicin del guano, fue el sector ms importante de la economa y, al igual que en los tiempos virreinales, la plata su principal producto de exportacin. Pronto se reabrieron las minas de Cerro de Pasco, Hualgayoc y otras ms pequeas en Puno y Arequipa. La produccin de Cerro de Pasco era la ms importante, con cerca del 70% del total nacional entre 1840 y 1843, su momento ms auspicioso, cuando lleg prcticamente a igualar los niveles ms altos de la produccin tardo-colonial. Pero, al igual que los agricultores, los mineros tuvieron que sufrir el problema de la escasez de capital. No hubo, como en el Virreinato, bancos de rescate (instituciones de crdito a largo plazo formadas con proteccin estatal y administrados por el gremio minero) que apoyaran a las minas. Tuvieron que depender del crdito usurero de los comerciantes. Pero los mineros solo reciban crdito a corto plazo de los prestamistas de Lima, y nicamente para la comercializacin del mineral. La inversin a largo plazo en la minera no era parte de las actividades financiadas por los comerciantes. Dicha inversin era esencialmente autofinanciada por los mineros.

Otro problema fue el suministro de mercurio, insumo bsico para la purificacin de la plata: a partir de 1830 tuvo que ser importado de Espaa, porque las minas de Huancavelica haban cerrado. Esto encareca aun ms los costos de produccin. Los mineros tambin tuvieron que recurrir a los militares para defender sus intereses y se vieron obligados sistemticamente a dar cupos de guerra.Los comerciantes, bsicamente los de origen extranjero, fueron los nicos que gozaron de una situacin relativamente cmoda. En un inicio, los traficantes britnicos aprovecharon la Independencia e inundaron el mercado peruano con sus mercancas. Pero hacia 1825 y 1827 el mercado se satur y las importaciones se estancaron. Los britnicos perdieron cerca de un milln de libras esterlinas en su primera aventura con el mercado peruano. Muchos se desalentaron y quebraron. Solo las casas comerciales con experiencia y solidez previas, como la Casa Gibbs & Sons, instalada desde antes de la Independencia (1818), subsistieron.

Las cifras que conocemos nos indican que en 1824 haba solo 240 ingleses residentes en Lima, 20 casas comerciales de esa nacionalidad en la capital y 16 en Arequipa. Estos nmeros se redujeron en los prximos aos. Los pocos comerciantes que se quedaron se beneficiaron de la importacin de artculos de lujo y, sobre todo, prestando dinero, con altos intereses, a los mineros, a los hacendados y al propio Estado. Entre 1830 y 1860, por ejemplo, tuvieron los mejores ingresos, pues sus ganancias se incrementaron entre un 50% y un 60%.

Por ltimo, si hablamos de regiones, solo Arequipa y la sierra sur tuvieron una economa expectante. All, comerciantes nativos y extranjeros, terratenientes y ganaderos, lograron establecer una economa regional slida gracias a la exportacin de lana de oveja y de auqunidos al mercado britnico por el puerto de Islay. El control de este capital mercantil le dio a la lite arequipea una importante capacidad econmica y poltica. No en vano muchas de las luchas entre los caudillos se resolvan en los alrededores de la Ciudad Blanca. Por ello, esta regin y su lite se desarrollaron independientemente y, con frecuencia, en oposicin a Lima. Esto explica el apoyo de Arequipa a la Confederacin Per-Boliviana, proyecto que ampliaba su mercado y su influencia poltica.

2.1.1. El costo de la guerra:Una independencia tarda y forzada conllevaba un mal presagio para la evolucin econmica y social de la nueva nacin. Las mejores oportunidades que abra la nueva situacin podran estar ya tomadas por otras naciones, mientras la falta de conviccin interna por la decisin impuesta poda reflejarse en la desconfianza de los potenciales inversionistas y hombres de negocios hacia el pas. En cierta forma, estos presagios se cumplieron: Buenos Aires y Valparaso, plazas portuarias cuyas elites se adelantaron a la de Lima-Callao en materia de emancipacin, terminaron de inclinar en su favor el papel de eje redistribuidor de las mercancas europeas en la Amrica andina, dejando a la plaza del Callao, sin mercado, sin barcos y casi tambin sin comerciantes. El arribo de comerciantes de otras naciones europeas fue pequeo y no compens este vaco; adems, porque operaban con distintas modalidades, poco conectadas a los sectores productivos como la minera.24 Pero en el largo plazo ese pecado de nacimiento poda ser compensado con enrgicas polticas desplegadas por el nuevo Estado.

2.1.2. La poltica econmica despus de la independencia:En los aos previos algunos investigadores han aportado ideas valiosas acerca de la poltica aplicada por el Estado peruano en sus primeros decenios. Alfonso Quiroz postul, por ejemplo, que esta perjudic el desenvolvimiento econmico, al desproteger al sector minero, que haba sido el eje del modelo econmico colonial, as como al destruir el sistema de crdito, tanto pblico como privado, heredado de la poca virreinal. Paul Gootenberg estudi los esfuerzos del Estado peruano por recomponer a partir de 1821 unas finanzas que le permitieran sobrevivir como nacin libre y soberana. Las medidas de emergencia que debi tomar entonces, terminaron, empero, condicionando el desarrollo posterior. Venta de privilegios, de descuentos en los derechos de aduana y de un acceso privilegiado a los negocios del Estado, como por ejemplo la recaudacin de impuestos, crearon un tramado de relaciones ambiguas entre la elite del pas y las finanzas pblicas nada auspicioso para el progreso econmico y social. La poltica de comercio exterior se volvi imprevisible y con tendencia al proteccionismo hasta mediados del siglo. Pero un proteccionismo estril, porque la avalancha inicial de importaciones y el contrabando terminaron hundiendo la industria textil representada por los arcaicos obrajes.

Sus trabajos criticaron los enfoques anteriores, que interpretaron la Independencia como un simple hecho poltico, que en el terreno de lo econmico no hizo ms que facilitar la transicin de una dominacin colonial formal ya decadente, a una dominacin neocolonial (el imperialismo informal de Gallagher y Robinson) pujante y renovadora. La Independencia, para estos enfoques, haba significado para el Per, dejar de ser una colonia espaola para convertirse en una neocolonia britnica. Desmembrarse de una metrpoli atrasada y segundona, para pasar a servir a una ms adelantada y poderosa, poda todava parecer un buen negocio, pero no ayudaba a forjar un desarrollo nacional. Segn Quiroz y Gootenberg la Independencia s trajo cambios econmicos importantes. El nuevo Estado independiente plante otras prioridades en materia de fomento econmico, introdujo otras prcticas e instituciones y el mismo hecho de ser una nacin con gobierno, leyes y moneda propios permitira al pas replantear sus relaciones econmicas con el resto del mundo. En sintona con estos nuevos planteamientos veamos cules fueron estos cambios, tomando como referencia el medio siglo que sigui a la independencia.

Los cuadros siguientes nos muestran la evolucin demogrfica, comercial y fiscal del Per en el lapso que media entre las dcadas finales del siglo XVIII y las mismas dcadas del XIX. El cuadro uno muestra que a pesar del desorden poltico y el estancamiento econmico que signific la revolucin de Independencia en la primera mitad del siglo XIX, el pas continu el proceso de recuperacin demogrfica iniciado en la poca colonial tarda. La notable diferencia entre las tasas de incremento anual entre los perodos 1791-1827 y 1827-1876 debe tomarse, ciertamente, como solo referencial, dada la fragilidad de las cifras (sobre todo la del censo de 1827), pero en cualquier caso estara expresando el efecto de la prolongada guerra de independencia. La tasa de incremento anual de 1.18 por ciento entre 1827-1876 puede considerarse alta en el contexto de una economa preindustrial y con solamente un pequeo flujo inmigratorio (representado principalmente por el de los cooles chinos, que vinieron a reemplazar a los antiguos esclavos africanos).Cuadro 1: Evolucin de la poblacin del Per, 1791-1876AosPoblacin total% de indgenasTasa de crecimientoanual de lapoblacin total respecto del dato previoCiudad de Lima% de negrosoesclavos en LimaTasa de crecimientoanual deLima respecto del dato previo

17911.239,1975850,68826.6

18271.516,693620.5654,902*10.50.20

18762.699,106581.18101,1569.11.34

1791-18760.920.80

Cuadro 2: Produccin de plata, comercio exterior y recaudacin fiscal en el Per, 1780-1869

DcadasProduccin de plata (promedio anual,toneladas)Exportaciones totales (promedio anual, millones de pesos)Importaciones totales (promedio anual, millones de pesos)Recaudacin fiscal (promedio anual, millones de pesos)

1780-8983.711.28.15.8

1790-99125.17.74.55.4

1800-09112.56.83.95.9

1810-1992.67.53.9n.d.

1820-2936.44.44.23.9

1830-3984.65.7 (3.8)6.4 (4.3)3.3 (2.2)

1840-4999.66.0 (4.0)5.0 (3.4)5.6 (3.8)

1850-5977.012.0 (8.0)10.6 (7.1)13.7 (9.2)

1860-6980.029.8 (20.0)16.0 (10.9)28.2 (18.9)

Grfico 1: Produccin de plata en el Per

140120

100

Toneladas mtricas80Plata

6040200

1780-89 1790-99 1800-09 1810-19 1820-29 1830-39 1840-49 1850-59 1860-69

Fuente: Cuadro 2

El cambio de la tendencia econmica comenz a gestarse en los aos cuarenta gracias a la explotacin del guano de las islas, al que pronto se sum el salitre del desierto de las provincias del sur. Ambos eran abonos para la agricultura y el xito de su exportacin fue tan completo y rpido que ni los hombres de negocios ni el Estado tuvieron nimo ni necesidad de ocuparse en la restauracin de los campamentos mineros del interior. Una suerte de enfermedad holandesa se instaur en la economa peruana a raz del xito de la exportacin de fertilizantes.

2.1.3. EL FIN DEL PROTECCIONISMO MINEROLa minera metlica fue en verdad uno de los sectores que peor sorte la transicin de la independencia, como lo revel el mismo cuadro.Hasta que termin el siglo XIX no se descubrieron campamentos nuevos de alguna importancia, mientras los heredados del rgimen virreinal (Cerro de Pasco, Hualgayoc) languidecieron hasta caer en el prctico abandono (Huancavelica). Esta decadencia de la minera fue tan marcada que ha llevado a algunos historiadores a plantear que su auge durante el perodo colonial obedeci solamente a que ella absorba los excedentes de otros sectores econmicos, en virtud de las presiones polticas ejercidas por el Estado colonial. Desprovista de las coacciones extra econmicas en su favor, la minera se derrumb; sin trabajo forzado, sin insumos a crdito (con tasas de inters iguales a cero y cuyos principales en ocasiones ni siquiera llegaban a cobrarse) y sin un sistema de administracin y transporte que garantizase al productor minero la dotacin de los insumos necesarios para producir la plata, todo ello provisto gracias al Estado, la economa minera qued condenada durante la post independencia a una penosa subsistencia. Y la que subsisti fue precisamente la minera indgena, los clebres pallaqueros, capchas o humaches de los asientos mineros andinos, quienes aunque carecan de capital, contaban con la red conocimiento local que les permita proveerse de insumos y mano de obra sin el auxilio del Estado. Podra ser esta la explicacin de la fortaleza demogrfica indgena? El crecimiento del consumo campesino fue el premio obtenido por abdicar de la proteccin al sector minero, dejndolo que compita por los recursos?

La frialdad extica frente a la minera, como denomin un observador del Cerro de Pasco a la actitud del Estado peruano respecto de este sector, hacia 1848, no deja, sin embargo de ser interesante de ser estudiada.39 Una vez que se consolidaron las exportaciones de guano hacia 1850, se entiende que el Estado peruano no concentrase su preocupacin en cuanto a poltica de fomento en la recuperacin de los centros mineros, pero en el primer cuarto de siglo que sigui a la independencia no debera el Estado haber desarrollado una ms activa, casi desesperada, estrategia a favor de la minera? Como recuerda Magdalena Chocano, algunas medidas ocurrieron: intentos de reemplazar la abolida mita con presidiarios, exoneracin del pago del tributo indgena a los operarios de minas y reduccin del impuesto sobre la produccin, pero, a ms de las contramarchas que tuvieron, resultaron poco eficaces. Recin en 1877 hubo una modificacin parcial de la legislacin borbnica, que abri a los extranjeros la posibilidad de ser titulares de la propiedad minera e instituy un registro unificado de los denuncios vigentes que facilit su flujo entre los empresarios, pero un nuevo cdigo de minera no fue aprobado hasta1900, cuando la bonanza del guano y el salitre haba pasado. Cmo explicar entonces la desatencin de la minera de la plata durante las primeras dcadas de la repblica? Mero afn de contradecir la poltica colonial heredada? Mera desorganizacin? Es difcil pensar que se haya tratado simplemente del triunfo de polticas pro indigenistas o pro campesinas.

2.2. SITUACIN SOCIAL:La independencia hizo poco para alterar las estructuras fundamentales de la desigualdad y el subdesarrollo basados en el colonialismo y neofeudalism Andina.Esencialmente, independencia represent a la transferencia del poder de los espaoles continentales (peninsulares) a sectores de la lite criolla clase, cuyo objetivo es preservar y mejorar su estatus socioeconmico privilegiado.Sin embargo, la nueva lite criolla fue incapaz de crear un orden constitucional estable, nuevo para reemplazar el monolito de la corona de la Iglesia y el Estado.Tampoco estaba dispuesto a reestructurar el orden social de manera favorable a la creacin de un gobierno republicano democrtico viable.En ltima instancia, el problema era uno de sustitucin de la legitimidad del viejo orden con una totalmente nueva, algo que muchos regmenes poscoloniales han tenido dificultades para llevar a cabo.Por otra parte, en el Per exista malestar en la poblacin indgena, cansados de la dureza del rgimen econmico, social y laboral que les haban impuesto desde la conquista, lo que se tradujo en una serie de rebeliones a lo largo del siglo XVIII. Por otra, las lites criollas de provincias dedicadas bsicamente a la minera, la agricultura y el comercio regional consideraban que una ruptura con la metrpoli le podra ser beneficiosa, ya que rompera el monopolio de los comerciantes criollos asentados en Lima, a quienes por el mismo motivo no les convena desligarse de Espaa. Asimismo hubo un crecimiento demogrfico producto de un aumento en la tasa denatalidad indgena y el arribo de espaoles y principalmente esclavos de frica.Estos y otros factores contribuyeron para que despus de 1800 se inicie una decadencia econmica, que las guerras de independencia iniciadas en la dcada siguiente contribuyeron a agravar.

Un da como hoy Lima se visti de rojo y blanco para que entre brindis, comilonas y causas rellenas, se declare por la "voluntad general de los pueblos" la libertad de todos los peruanos. La verdad era que, en ese momento, Lima estaba sitiada por las guerrillas indgenas a quienes San Martn y La Serna detestaban como enemigos ancestrales. No olvidemos tampoco que nunca hubo voluntad general porque los criollos de Lima slo aceptaron la independencia en su desesperacin por orden y paz, solo garantizados por las tropas de San Martn luego del retiro de la Serna al Cusco. El viajero ingls Basi Hall, narra el horror de los limeos realistas en aquellos das de Julio "... no era solamente de los esclavos de la plebe que tenan miedo, sino de la multitud de indios armados que rodeaban la ciudad, quienes eran guerrilleros salvajes e indisciplinados que podan entrar a la plaza tan pronto la evacuasen los espaoles. Estos indios estaban tan cerca que podamos verlos trepados en los altos cerros que caen en la ciudad..." demuestra el papel que jugo San Martn de ttere de las burguesas gaucha y chilena que, si bien crea en los principios de paz y fraternidad de la ilustracin, no quera decir que tena el propsito de liberar a la plebe india y negra ni mucho menos lograr la justicia social. Por eso el generalsimo propuso la instauracin de una monarqua constitucional para lograr el continuismo de divisin de clases. La monarqua era lo nico que les cuadraba para un Per con el "problema del indio" cuya expresin revolucionaria la haban sufrido con las rebeliones de Tpac Amaru en 1780 y de Mateo Pumacahua en 1814. Iniciada la Repblica, los criollos en el poder, con su respectiva representacin militar reconocern el 28 de Julio como el "DA DE LA INDEPENDENCIA NACIONAL" cuando fue apenas un discurso vano que nos costara tres aos ms de guerra; en todo caso el 9 de diciembre tendra ms mrito. Huelga decir que San Martn no pele ni una sola batalla porque quera ganarse a la aristocracia limea; a pesar que el mercenario Cochrane, contratado por Chile, le propuso casi hasta el cansancio la necesidad de irrumpir de manera violenta para despertar a las masas, con el nico objetivo de ver destruido Lima y Callao en beneficio de Chile y Valparaiso.

2.3. SITUACIN POLTICALos principales cambios producidos por el largo y complejo proceso de independencia se encuentran en el campo de las ideas y de los planes polticos, ms que en la realidad y en los hechos concretos. Una serie de cambios estructurales, sobre todo en el mbito poltico se vio contrastado por una serie de permanencias a nivel social que impiden llamar a la emancipacin del Per una verdadera revolucin social.El cambio ms importante fue el nuevo rgimen poltico. El congreso constituyente de 1822 y la primera constitucin poltica que se produjo en 1823 determinaron que el Per sera una repblica, con poderes ejecutivos y legislativos, basada en los principios liberales de la democracia, ciudadana, propiedad privada y derechos y garantas individuales. Las libertades que permitieron las discusiones polticas y doctrinarias, as como la libertad irrestricta de prensa produjeron largos debates sobre la libertad, la democracia y el progreso nacional. Las relaciones comerciales internacionales tampoco cambiaron con respecto a los ltimos aos de la colonia. Ya el comercio con Espaa haba cado en decadencia y los productos norteamericanos e ingleses haban inundado el menguado mercado peruano. Luego de la independencia, esta tendencia no cambi, sino se confirm y agudiz. El ingreso de productos forneos al mercado interno ante la debilidad de los antiguos comerciantes limeos fue inevitable, as como la influencia de estas nuevas potencias en los mbitos de la vida poltica nacional.

Los pocos o nulos cambios estructurales que se produjeron luego de las guerras de independencia en el Per provocaron un temprano atraso en el desarrollo de la nueva repblica. Las clases dominantes polticas no realizaron las transformaciones sustantivas que requeran los nuevos tiempos y la situacin internacional cambiante. La nueva repblica del Per naca sin la menor participacin de los sectores populares, que si bien no intervinieron mayoritariamente en las guerras de independencia, lo hicieron en mayor medida que la elite criolla limea. La configuracin de la poltica y sociedad peruana republicana poco se diferenci de su pasado colonial, dando inicio a un nuevo ciclo en la historia del Per sin los cambios estructurales necesarios para plasmar en la realidad lo que se debata en los espacios pblicos.En el vaco poltico dejado por el colapso del Imperio espaol crecido una forma particularmente virulenta de caudillismo Andina.Cabecillas del caudillo, a menudo oficiales de los ejrcitos de liberacin, lograron hacerse con el poder mediante la fuerza de las armas y la elaboracin de alianzas clientelistas extensas e intrincadas.Regla arbitraria y personalista reemplaz el Imperio de la ley, mientras que se libr una lucha prolongada y a menudo bizantina por el poder en todos los niveles de la sociedad.El resultado fue la fragmentacin poltica interna y la crnica inestabilidad poltica durante las dos primeras dcadas de la poca de Camisea.Por un conde, el pas experiment cambios de rgimen al menos veinticuatro, con un promedio de uno por ao entre 1821 y 1845, y la Constitucin fue reescrita seis veces.Eso no quiere decir que las cuestiones polticas ms grandes no inform a estos conflictos. Un revisionista estudiar por el historiador Paul Gootenberg e. muestra con gran detalle cmo la poltica de comercio (libre o proteccionistas) y regionalismo fueron central a las luchas intestinas caudillo del perodo.En esta interpretacin, las lites nacionalistas--respaldo un caudillo u otra--logr manejar y derrotar a los grupos liberales para mantener un gran proteccionista, neomercantilistic, postcolonial rgimen hasta el advenimiento del auge del guano a mediados de siglo.Esta vista se encuentra en oposicin a la interpretacin dominante de la poca, conforme a la cual sin restricciones el liberalismo y el libre comercio llevaron a la "Dependencia" de Per en la economa internacional y el oeste.Sin embargo desconcertante, la poca catica del caudillo puede dividirse en varios periodos.En la primera, Bolvar intent, sin xito, imponer un centralista y utpico gobierno liberal desde Lima.Eventos en Colombia le oblig a abandonar el poder y regresar a Bogot en 1826, su partida dej un vaco inmediato que numerosos cabecillas peruanos intentar llenar.Uno de los ms exitoso en trminos de tenencia fue el conservador General Agustn Gamarra (1829-34) de Cusco, quien logr aplastar numerosas rebeliones y mantener el poder durante cinco aos.Llevado luego a gran escala las guerras civiles a primer General Luis de Orbegoso (1834-35) y, a continuacin, General Felipe Salaverry (1835-36) en el Palacio Presidencial para plazos cortos.Las luchas de poder alcanzaron ese estado catico por mediados-1830 que el General Andrs de Santa Cruz y Calaumana march hacia Per desde Bolivia para imponer la Confederacin Per-Bolivia de 1836-39.Esta alianza perturbar el equilibrio de poder regional y caus Chile a levantar un ejrcito para derrotar a Santa Cruz y restaurar el statu quo ante, que, en efecto, signific la reanudacin del conflicto entre facciones duradera bien entrada la dcada de 1840.El descenso en la crnica inestabilidad poltica, viene inmediatamente despus de las guerras destructivas para la independencia (1820-24), haba acelerado declive econmico Camisea general del Per.Durante la dcada de 1820, minas de plata, motor tradicional del pas del crecimiento, se derrumbaron, mientras que la fuga masiva de capitales dio lugar a grandes dficits externos.A principios de 1830, la industria minera de la Plata comenz a recuperar, brevemente la escalada hacia niveles coloniales de salida en el 1840.La recuperacin econmica ms mejor en la dcada de 1840, sur de Per comenz a exportar grandes cantidades de lana, nitratos y, cada vez ms, guano.Por otro lado, la importacin a gran escala de textiles britnicos despus de independencia prcticamente destruido la produccin de artesanos nativos y obrajes, que eran incapaces de competir con sus ms tecnolgicamente avanzados y competidores de ultramar costos-eficientes.Sin embargo, en su mayor parte, la economa continu en las dcadas inmediatamente despus de la independencia a caracterizarse por un bajo nivel de excedentes comercializables de haciendas en gran medida autosuficientes y comunidades nativas.La expansin de las exportaciones durante la dcada de 1840 ayudaron, por ltimo, para estabilizar el Estado peruano, particularmente bajo el estadista, si autocrtico, liderazgo del General Mariscal Ramn Castilla (1845-51, 1855-62).Ascenso del Castilla al poder, como lo hizo en el comienzo del auge del guano, marc el inicio de una era de crecimiento econmico sin precedentes y aumentar la estabilidad poltica que termin con descenso de Camisea del pas.De hecho, para muchos observadores, Per durante la poca llamada guano (1845-70) pareca exclusivamente posicionados para emerger como el pas preeminente en toda Amrica del Sur.2.4. LA BONANZA GUANERA Y LA SIMPLIFICACIN DE LAS COSAS:La bonanza del guano un cuarto de siglo despus de la Independencia fue hasta cierto punto el factor responsable de la decadencia de la minera metlica y, con ello, hubo un cambio en relacin a la tradicional economa de exportacin de metales preciosos que caracteriz al Per colonial. Dicho cambio tuvo algunas consecuencias importantes. Lima y la regin de la costa pudieron consolidar su primaca econmica y poltica, desconectndose de la regin serrana. En la poca virreinal funcion una especie de reparto de funciones que volva complementarias a ambas regiones: en la sierra se produca el bien exportable, mientras la costa era la que organizaba su comercio y el de retorno. Ahora el Estado limeo no necesitaba de la sierra para mantener activo el comercio exterior y as pudo montar un rgimen fiscal frreamente centralista, al concentrar las ganancias del guano. Tambin pudo excluir a los grupos de poder serrano del control del Estado.

El acceso a los yacimientos del producto de exportacin no mostr un cambio entre el Estado colonial y el republicano. Si aquel conceda la matrcula a los mineros que fueran espaoles o confiables para el Estado y se aviniesen a ser buenos contribuyentes al tesoro, este adjudic los contratos de consignacin del guano virtualmente con los mismos criterios. La nica diferencia fue que el Estado republicano abri (tras mucha resistencia y debates) la concesin a agentes extranjeros, lo que ciertamente aument los ingresos fiscales, aunque al costo de perder el apoyo de la oligarqua econmica local. Como un efecto colateral de esto, desapareci la mediacin de los comerciantes locales que, durante el perodo colonial, aviaban a los productores del bien de exportacin. El financiamiento de las operaciones de extraccin de guano era realizado ahora por casas comerciales europeas, degradando a la elite econmica local, que as perda una funcin que antao haba sido clave. La prdida de esa elite comercial que haba controlado el comercio ultramarino del pas y mantena asimismo un control financiero de las exportaciones, fue uno de los hechos ms importantes tras la Independencia del Per. Los nuevos comerciantes peruanos surgidos con la repblica hubieron de dedicarse a rubros nuevos, como la importacin de peones asiticos (caso de Domingo Elas), o convertirse a la burocracia, ingresando a la arena poltica (como en el caso de Manuel Pardo).

2.5. LA DESINTEGRACION DEL COMERCIO INTERCOLONIALOtra consecuencia de la independencia fue la ruptura de los vnculos comerciales con las naciones hispanoamericanas, que pasaron a ser reemplazadas por el comercio con el continente europeo. En el perodo 1780-1819 los mercados hispanoamericanos (entre los que destacaban Chile, el Alto Per y Buenos Aires) representaron en promedio el 52% del destino de las exportaciones del Per y el 43% del lugar de origen de sus importaciones.55 Se trataba fundamentalmente de bienes agropecuarios, como azcar, lanas, trigo, mulas, sebo, algodn y tabaco, que se caracterizaban por ocupar a una masa importante de trabajadores, a diferencia de la minera, que a finales del perodo colonial tan solo empleaba a unos nueve mil hombres en el Per. Para 1860, en cambio, solo el 21% del lugar de origen de las importaciones peruanas corresponda a pases latinoamericanos. No se tiene el dato correspondiente al lugar de destino de las exportaciones para dicho ao, pero puesto que estas estuvieron dominadas por el guano y el salitre, que se dirigan mayoritariamente a los pases europeos, se puede deducir que las naciones latinoamericanas representaran un lugar an ms reducido en dicho trfico.

La independencia desarticul la zona de comercio protegido y preferente que constituy el imperio espaol en Amrica. Para ello colaboraron la distinta legislacin aduanera y fiscal adoptada por las nuevas naciones, la fragmentacin monetaria del peso espaol y la penetracin comercial directa de las antiguas naciones extranjeras, como Gran Bretaa, Francia y los Estados Unidos.

Aunque quizs coherentes para el destino de una colonia surtidora de metales preciosos, ni el territorio ni la poblacin del Per parecan al da siguiente de la independencia, idneos para el desarrollo de una economa basada en la produccin y el intercambio comercial internos. El problema no solo era la falta de caminos o vas naturales para la comunicacin, sino la misma dificultad para construirlos. El drama no era solo la pobreza de medios de los pobladores, sino su carencia de apetitos de consumo. Probablemente las idas y venidas de la poltica econmica de nuestras repblicas en el tiempo de la post independencia, y las mismas guerras civiles e internacionales fueron el precio del gran acomodo que debi hacerse en la transicin de colonia monrquica a repblica independiente.

2.6. RECAPITULACION PARA CONCLUIRResumir las consecuencias de largo plazo de la independencia, en: decadencia de la minera de la plata y su reemplazo por la minera no metlica del guano y el salitre; descenso de la presin tributaria, no slo por la falta de organizacin y legitimidad del nuevo Estado, sino porque se consider que eso era lo que prefera la gente: menos tributos a cambio de una menor presencia del Estado; y reorientacin del comercio exterior, reemplazando el intercambio con las antiguas reparticiones coloniales vecinas, por el comercio directo con las pujantes naciones del hemisferio norte. Ello influy, a su vez, en la marginacin de la regin serrana de la vida nacional, la desconexin entre el Per de la costa y el del interior, en el marcado centralismo de las finanzas pblicas y en la dificultad para establecer alianzas polticas duraderas.

CONCLUSIN

A modo de conclusin impuesta o conseguida, la Independencia cambi la relacin entre el Estado y la sociedad, es as como el Estado colonial saba lo que tena que hacer: mantener la paz poltica y social dentro del virreinato, acreciendo, si posible, los vnculos y provechos que este poda dar al imperio. Para ello contaba con autoridades seleccionadas por la metrpoli y removidas de acuerdo a sus rendimientos. Por otro lado el republicano supuestamente deba recoger las aspiraciones mayoritarias o el proyecto que alcanzara mayor consenso entre la poblacin. Pero con aspiraciones encontradas y mal comunicadas entre la poblacin, fue comprensible que con frecuencia quedara desorientado y sometido a las fuerzas sociales y polticas, internas y externas que lo controlaran. Es difcil encontrar un programa de desarrollo econmico entre los documentos del Estado post independiente. Las ideas proteccionistas del caudillo San Romn hacia 1833, presentadas por Flora Tristn en sus Peregrinaciones de una paria, probablemente no fueron ms que una imaginacin de ella. Recin en la dcada de 1860 asomaran propuestas para desarrollar un mercado interno, sobre la base de unir el territorio con vas ferroviarias. Pero sin la claridad necesaria en torno a cules deban ser las regiones a comunicar. La cuestin del salitre y la crisis de la dcada siguiente, postergaron esos esfuerzos hasta el final del siglo, cuando recin se alcanz a plantear un programa de desarrollo nacional.

BIBLIOGRAFA

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