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LOS SABERES AMBIENTALES
COMO REFERENTE EN
EDUCACIÓN AMBIENTAL PARA
LA CONSTRUCCIÓN DE IDENTIDA
Y COMUNIDAD
Manuel Alejandro Morales-Rivera
Felipe Reyes-Escutia
Eje Temático: EAS, interculturalidad y procesos bioculturales
Noviembre 2016
“Versión web provisional. Memoria en proceso de elaboración. Se tramitará ISBN” 2
LOS SABERES AMBIENTALES COMO REFERENTE EN EDUCACIÓN AMBIENTAL PARA LA CONSTRUCCIÓN DE IDENTIDA Y COMUNIDAD
Manuel Alejandro Morales-Rivera
Felipe Reyes-Escutia
Laboratorio-Taller de Educación Ambiental y sustentabilidad
Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas
ÁREA TEMÁTICA: 3. EAS, interculturalidad y procesos bioculturales
RESUMEN
Se presentan resultados y aprendizajes logrados en la recuperación de saberes
ambientales manifiestos en adultos mayores y jóvenes de una comunidad de la
Costa de Chiapas para sustentar propuestas pertinentes de Educación ambiental,
congruentes con los rasgos territoriales, históricos y culturales locales. El trabajo
siguió un enfoque cualitativo dialogante con herramientas etnográficas. Se
reconoció el proceso histórico de configuración de las realidades presentes en la
comunidad, una descripción actual sobre la vida comunitaria a través de sus
visiones de mundo, de sus procesos productivos y sus formas de convivencia; así
como el reconocimiento de las aspiraciones de futuro de sus jóvenes y sus
implicaciones para la sustentabilidad comunitaria. En esta comprensión se
identifican procesos problemáticas educativa-ambientales que deben ser
atendidas para fortalecer las identidades, saberes y utopías comunitarias y
minimizar riesgos de migración y abandono de la vida campesina, de deterioro del
patrimonio biocultural colectivo y de empobrecimiento humano de sus integrantes.
Palabras clave: sustentabilidad, patrimonio biocultural, adultos mayores, jóvenes.
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INTRODUCCIÓN. Los valores y las prácticas de toda comunidad humana incorporan principios de
racionalidad ecológica, a través de las formaciones ideológicas que determinan los
procesos de significación, las estructuras de percepción y los modelos de uso de
entidades y sistemas naturales socialmente asumidos, precisados culturalmente.
Tréllez (2004), define los saberes ambientales como conocimientos fundamentales
y prácticos que forman parte de una cosmovisión específica, producto de
prolongadas observaciones, experimentaciones e investigaciones, comunicadas
intergeneracionalmente y base de la alimentación, la salud, la tecnología y el
desarrollo de las comunidades campesinas –mestizas e indígenas-. Se
transforman sintonizadas con la transformación de las comunidades que los
construyen. Emergen así los saberes locales como sustancia y rumbo de los
procesos educativos y comunicativos como dimensión fundamental de
construcción social. En este sentido, los saberes ambientales juegan un papel
importante como factores a considerar para trazar estrategias de educación
ambiental para comunidades en áreas naturales protegidas, permitiendo realizar
cambios y transformaciones necesarias en las comunidades a través de la
participación y el reconocimiento de su realidad de los habitantes.
Antecedentes Los saberes locales se ha tratados desde diferentes ópticas: cognitiva,
epistemológica, etnobiológica o antropológica (Beltran, 1959; Gomez-Pompa,
1987; Nahed et al., 2000; Bello et al., 2003; Estrada-Lugo et al. 2003; Mariaca,
2003); desde las taxonomías primitivas y la conservación de la biodiversidad hasta
la política de territorialidad y los movimientos sociales (Cen Montuy, 2006; Boege,
2003; Tréllez, 2004). Aun así, es necesario entenderlos como referente educativo,
pues expresan la relación que cada pueblo establece en sus formas de
convivencia, significación y uso de territorios en proyectos comunitarios concretos
(Morales-Rivera, 2015, Reyes-Escutia et al., 2014, Trujillo, 2008, Pérez, 2008).
La comunidad. El Ejido Río Arriba Salvación pertenece al municipio de Villa Comaltitlán, Chiapas;
se encuentra dentro del área de amortiguamiento y conservación de la Reserva de
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la Biosfera La Encrucijada -Figura 1- (REBIEN, 2006). Ocupa una superficie de
454. 350 378 Ha, de las cuales el 95% son destinadas para actividades
productivas y el 5% restante para asentamientos humanos
(http://phina.ran.gob.mx:8080/phina2/Sessiones). Predominan tres tipos de
actividades económicas: la agricultura, la ganadería y la pesca; la principal es el
cultivo de la palma africana y en menor escala la captura y comercialización del
camarón (INE, 1999). Tiene una población de 474 habitantes, con 52% de mujeres
y 48% hombres. El 22.86% de la población con 15 años o más es analfabeta
(INEGI, 2005).
OBJETIVOS Objetivo general
! Recuperar saberes ambientales manifiestos en una comunidad rural en la
costa de Chiapas como referente para la construcción educativa ambiental
correspondiente con los rasgos territoriales, históricos y culturales locales.
Objetivos específicos 1. Identificar saberes ambientales manifiestos en adultos mayores y jóvenes
de la comunidad.
2. Reconocer el sentido productivo, social y cultural de los saberes
reconocidos, en los procesos educativos comunitarios.
ESTRATEGIA METODOLÓGICA
Este trabajo siguió un enfoque cualitativo (Sandoval, 2002). Se emplearon
herramientas etnográficas, entrevistas semiestructuradas, observación
participativa, entrevistas a profundidad, diario de campo y taller investigativo, para
aplicar el modelo de investigación. Se trabajó con dos grupos representativos de la
comunidad: 1) con adultos mayores; 2) con jóvenes estudiantes de telesecundaria.
RESULTADOS Configuración histórica de la comunidad
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Memoria histórica del ambiente. Los adultos mayores se refieren al ambiente
como “montaña” de árboles de troncos, follajes y altura grandes, con muchas
especies de plantas y animales, con los cuales interactuaba constantemente la
comunidad.
La montaña les proporcionaba un clima templado y regular, a diferencia del
calor de ahora; les gustaba porque tenían mucho, accesible y muy variado
alimento, solo implicaba salir a cazar, pescar o recolectar. Solo ocupaban lo
necesario (“no agarraban de más”); excederse no era viable porque no podían
conservar por largo tiempo los alimentos ni tenían la intención de venderlos;
aunque sí los compartían con otras familias y los intercambiaban con otras
comunidades por otros productos.
De la montaña reconocen personajes fantásticos, identificados como
“espantos”, “dueños” o “el malo”, con quienes, de cierta manera, regulaban y
compartían el lugar, la montaña, los caminos o los horarios a lo largo del día,
particularmente durante la noche.
Los cambios ambientales reconocidos por la comunidad son las
modificaciones sufridas por el río Vado Ancho desde los años 1980´s a raíz del
Plan hidrológico de la costa de Chiapas, que transformó la vida comunitaria y que
actualmente representa un fuerte problema regional por arrastre de residuos de
poblaciones y fincas, inundaciones y azolvamiento que se acumula en los
sistemas lacustres.
El paisaje y la vegetación de selva se han transformado para dar paso a
cultivos de maíz, frijol, calabaza, melón, sandía, tomate, ajonjolí, yuca, camote,
arroz; pastizales y palma africana, debido a programas gubernamentales de
apoyo al campo.
Visiones de los jóvenes sobre la naturaleza y la sustentabilidad comunitaria. Los jóvenes también destacan que el paisaje era dominado por la montaña y
existían pocas casas, a diferencia de la realidad actual. Existen marcadas diferencias en las labores realizadas por las y los jóvenes
(Figura 2). Las más reportadas por mujeres son: hogar (82%), comercio (4%),
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agricultura (4%) y extracción de leña (4%). Los mayores registros en hombres son:
agricultura y hogar (32%, cada uno), labores extractivas (16%), ganadería (16%).
En agricultura mencionan la milpa, la palma, el plátano o chapar el monte; en el
hogar, los hombres trabajan fuera de la casa y las mujeres, dentro-.
Visión de los jóvenes sobre el futuro en la comunidad
El 82% de los jóvenes quiere estudiar o seguir estudiando alguna carrera -
maestro(a) doctora, enfermera, ingeniero y licenciado; el 8% quisiera ser policía,
militar o marino; el 4% futbolista y el 6% restante no contestó. Ninguno de ellos
afirmó querer seguir siendo agricultor o pescador.
Una pregunta que define muy bien su visión futura sobre su comunidad, fue
¿cómo te imaginas a tu comunidad dentro de 15 años? Al momento de analizar
sus respuestas encontramos que su visión de comunidad (Figura 3) tiende hacia el
modelo urbano moderno, el 32% lo refiere concretamente a una ciudad y el 29%
más grande, y otros conceptos relacionados: sin árboles ni animales,
contaminado, con más servicios públicos.
Visión de los jóvenes sobre la biodiversidad Muestran escasa profundidad en el valor de la biodiversidad para la
sustentabilidad de su comunidad. Sobre la importancia del conocimiento de
plantas y animales en su territorio (Figura 4) 56% de jóvenes se refirió a su
protección; 27% no contestó, el 11% se refirió a su conservación y manejo; el 4%
solo a conocerlos y el 2% a su exhibición.
En cuanto a su opinión sobre la conservación del ambiente, el 96% no
contesto la pregunta y el 4% respondió: “porque protegen”. No mostraron una idea
clara del significado de la palabra conservación, no en los términos estipulados en
los planes de manejo, en las biopolíticas o en los libros de Biología; aunque sí
realizan actividades encaminadas a conservar los recursos que tienen disponibles;
aunque realizan acciones discordes con la conservación, quemando terrenos
agrícolas, tirando basura en sus calles o solares, matando animales o cortando
plantas sin justificación, entre otras acciones.
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DISCUSIÓN
Como lo menciona Reyes-Escutia et al (2014), la problemática ambiental debe ser
entendida a partir de su complejidad, de sus conexiones e interconexiones
presentes, de su transformación histórica vigente; de su definición y
conceptualización como constructo cultural. Comprender la complejidad es
fundamental para construir realidades sustentables. Aspiración en la que está
inscrita la conservación de la biodiversidad así como el desarrollo social, a través
de la educación ambiental para la sustentabilidad, reconociendo a esta como un
proceso político-pedagógico e histórico que prepara para el cambio (Guevara,
2013). En este sentido, en acuerdo con el Movimiento Mundial por los Bosques
Tropicales (2005). Buscar la autonomía política y el acceso seguro a los recursos
naturales por parte de las comunidades (Haen, 2006), así como de los procesos
históricos, culturales y sociales que construyen sus realidades.
Actualmente, la comunidad de estudio está bajo un proceso de
transformación constante, al igual que su entorno, siendo diferentes las
condiciones ecológicas, sociales y culturales para las nuevas generaciones,
pertenecientes a los nietos y bisnietos de aquellas que vivieron los fundadores de
la comunidad. En ella, se ha creado una brecha generacional no solo en el
espacio físico, sino en lo comprensivo, siendo la educación uno de los principales
factores de cambio, seguido por los medios informativos, tecnológicos, la
migración, entre otros factores. Por lo que resulta fundamental e imprescindible la
recuperación y reapropiación de los saberes ambientales en las comunidades
campesinas, como con la que aquí se trabajó, para fortalecer su identidad cultural,
la conservación de sus ecosistemas, y la sustentabilidad comunitaria (Reyes-
Escutia et al., 2014; Morales-Rivera, 2015).
Al igual que Barrasa (2013), se considera de sumo interés el registro y
revalorización del saber tradicional de poblaciones campesinas, especialmente de
las poblaciones que viven en condiciones de pobreza y con limitado acceso a
servicios básicos pues este cocimiento y uso de los recursos naturales se puede
tornar como una solución complementaria a parte de los problemas que afectan a
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las comunidades rurales marginadas y actualmente está en riesgo de perderse
pues muchas de estas recetas ya no se usan, al acudir a la medicina moderna
para el tratamiento de sus dolencias.
Trujillo (2008) menciona que el saber albergado relativo a los usos
medicinales de la fauna es escaso y mayormente representado en los adultos
mayores. Es importante mencionar que dicho saber se ha ido degradando,
menciona siete especies reconocidas donde las más frecuentes fueron el
armadillo, la cascabel y el sapo, mismos que se encuentran mencionados en esta
investigación al igual que el mono, el zorro y el zorrillo. En el caso de las plantas
con valores medicinales, Pérez (2008), encontró que los adultos mayores y las
mujeres campesinas aportaron más datos específicos e importantes en la
preparación de remedios caseros a base de plantas silvestres localizadas en la
comunidad y los hombre campesinos principalmente, son los que han mencionado
plantas que se usan como materiales para la construcción en las viviendas.
Adoptando la perspectiva de género como mirada analítica podemos
diferenciar las relaciones que hombres y mujeres establecen con los recursos
naturales y los ecosistemas, pero, sobre todo, tenemos la oportunidad de distinguir
las formas de acceder al conocimiento ambiental y las actitudes respecto al uso, el
acceso, el control, los beneficios, el impacto y la conservación de y sobre los
recursos (Rocheleau et al, 1996). Espejel et al (2014) señala una tendencia que
jerarquiza posiciones binarias de masculinidad y feminidad, donde lo primero se
asocia a la fuerza y la inteligencia, mientras la segunda a la debilidad y la
pasividad, solo trae como efecto la dualización de las habilidades masculinas y
femeninas, encasillando tareas que solo los hombres o solo las mujeres “pueden”
y “deben” hacer, aceptando que hombres y mujeres pueden hacer lo que les toque
hacer para tener y mantener un mundo sano ambientalmente.
Las visiones y saberes aun presentes y vivos en los adultos mayores
mantienen el carácter campesino y pesquero de la comunidad, expresados en sus
hijos, los actuales ejidatarios y productores. Sin embargo, en la aspiración de vida
de los jóvenes no se registra en ninguno de ellos desear continuar la vida ni
agrícola ni pesquera. Es necesario conocer cómo están configurando los procesos
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educativos y comunicativos que intervienen en la comunidad –familia, escuela,
ambientes sociales- esta situación que pone en riesgo la posibilidad de lograr
sustentabilidad comunitaria, la conservación del patrimonio biocultural y la
posibilidad de vida digna de la comunidad en diálogo con su territorio.
CONCLUSIONES
Los saberes ambientales manifestados por los habitantes de la comunidad son el
fruto de la relación con su mundo desde su cotidianidad, manifestándose en la
cultura local a través del uso de recursos, desarrollo de tecnologías locales,
saberes ambientales, percepción de su ambiente, identidad comunitaria, cuentos,
mitos y leyendas, aunque las condiciones actuales presentan complicaciones para
seguir practicándolas, ya que las condiciones ambientales, sociales y culturales
han cambiado. En este proceso, la educación escolar, los medios de
comunicación y la migración constituyen factores predominantes para que las/los
jóvenes transformen, menosprecien y/o abandonen los saberes comunitarios.
Es importante procurar una estrategia de educación ambiental mediante un
proceso interno de equidad basado en la comprensión de los procesos históricos,
culturales y sociales que construyen las realidades que observamos actualmente
para fundamentar estrategias tanto de conservación de la biodiversidad como de
sustentabilidad comunitaria, muy especialmente en la construcción de modelos,
referentes, estrategias, procesos, instrumentos y espacios educativos que
correspondan con la articulación de la compleja configuración comunitaria
incomprensible para aproximaciones, enfoques, métodos y estrategias
disciplinares o insuficientemente interdisciplinares; más aún, es imprescindible
trascender la racionalidad moderna y modernizante como sustento, concepto y
praxis educativa hacia construcciones complejas interculturales y solidarias para
fundamentar identidades fuertes, procesos de diálogo equitativo y construcciones
territoriales, imaginarios y utopías que reconozcan y procuren la sustentabilidad
comunitaria, su capacidad autogestiva y su diálogo edificante con la modernidad,
sus instituciones y sujetos.
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REFERENCIAS
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COLLAHUASI/CED/GEF/PNUD. PERÚ. 51 p.
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Figura 1. Ubicación en el Estado de Chiapas de la Reserva de la Biosfera La Encrucijada, municipio de Villa Comaltitlan y la comunidad Río Arriba Salvación (Modificado de Mapa Digital de México; INEGI, 2015)
20. Trujillo, R. G. 2008. Recuperación de saberes y prácticas ligadas a la fauna
silvestre, en una comunidad de importancia estratégica para la
conservación, en la Reserva de la Biosfera La Sepultura, Chiapas. Tesis de
licenciatura. UNICACH. México. 108 p.p.
DOCUMENTO ELECTRÓNICO
1. Padrón e historial de núcleos agrarios. Registro Agrario Nacional.
http://phina.ran.gob.mx:8080/phina2/Sessiones. Consultado el 4 de abril de
2015.
FIGURAS
“Versión web provisional. Memoria en proceso de elaboración. Se tramitará ISBN” 13
Figura 2. Porcentaje de las frecuencias mencionadas para el trabajo familiar por género
Figura 3. Visión a 15 años de la comunidad por los jóvenes de la telesecundaria
0 20 40 60 80 100 120
Limpiezadelhogar
Agrícola
ExtracciónForestal
Ganaderia
NoMenciona
Comercio
H
M
T
32%
29%
15%
4%4%
2%
2% 2% 2%2%2%
2%
2%
comounaciudad másgrande másbonita
nomenciona sinárbolesysinanimales bien
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