lección 11 - testigo, juez y abogado

7/29/2019 Leccin 11 - Testigo, juez y abogado

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D.T.G. Pg. 181

Leccin, Sbado 16 de Marzo del 2013


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Apocalipsis 1:5 y 3:14; Testimonios para los Ministros, pg. 111

Y de JESUCRISTO EL TESTIGOFIEL, el primognito de losmuertos, y el soberano de losreyes de la tierra. Al que nos

am, y nos lav de nuestrospecados con su sangre. Yescribe al ngel de la iglesia enLaodicea: He aqu el Amn, eltestigo fiel y verdadero, elprincipio de la creacin deDios.Juan escribe: Gracia sea convosotros, y paz del que es yque era y que ha de venir, y delos siete Espritus que estn

delante de su trono; y deJESUCRISTO, EL TESTIGO FIEL,el primognito de los muertos,y prncipe de los reyes de latierra.



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Apocalipsis 3:15, 17; CBA, tomo 7, pg. 972; MS, tomo 1, pg. 418

El Testigo fiel dice de una iglesia fra, sinvida y sin Cristo: Yo conozco tus obras,que ni eres fro ni caliente. Ojal fuesesfro o caliente!. Pero por cuanto ERES

TIBIO, y no fro ni caliente, te vomitarde mi boca. Porque t dices: Yo soyrico, y me he enriquecido, y de ningunacosa tengo necesidad; y no sabes que teres un desventurado, miserable,pobre,ciegoydesnudo.

El mensaje para la iglesia laodicense esaplicable para todos los que han tenidogran luz y muchas oportunidades, y sinembargo no las han apreciado.Aqu se representa a aquellos que se

enorgullecen de s mismos por suposesin de conocimiento y ventajasespirituales. Pero no han respondido alas bendiciones inmerecidas que Diosles ha conferido.



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7/15Apocalipsis 3:18.; JT, tomo 1, pg. 42; MS, tomo 1, pgs. 419, 420

www.iglesiadetrujillo.blogspot.com Od el consejo del Testigo fiel: Portanto, yo te aconsejo que de mcompres oro refinado en fuego, paraque seas rico, y vestiduras blancas

para vestirte, y que no se descubra lavergenza de tu desnudez; y unge tusojos con colirio, para que veas. Hacedalgn esfuerzo. Estos tesorospreciosos no descendern sobrenosotros sin esfuerzo alguno de

nuestra parte. Debemos comprar, sercelosos y arrepentirnos de nuestroestado de tibieza. Debemosdespertarnos para ver nuestrosmales, buscar nuestros pecados y

arrepentirnos celosamente de ellos.Hagamos caso del consejo del Testigofiel. Ninguno de nosotros est llenode prejuicios como estuvieron los

judos.


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9/15Juan 5:22, 26, 27, 30; DTG, pg. 181; JT, Tomo 3, pg. 383

Porque el Padre a nadie juzga, sino quetodo el juicio dio al Hijo. Porque como elPadre tiene vida en s mismo, as tambinha dado al Hijo el tener vida en s mismo; y tambin le dio autoridad de

hacer juicio, por cuanto es el Hijo delHombre. No puedo yo hacer nada por mmismo; segn oigo, as juzgo; y mi juicio es

justo, porque no busco mi voluntad, sinola voluntad del que me envi, la del

Padre.Y Dios le ha dado potestad de ejecutarjuicio, por cuanto l es Hijo del hombre.Porque gust las mismas heces de laafliccin y tentacin humanas, ycomprende las debilidades y los pecados

de los hombres; porque en nuestro favorresisti victoriosamente las tentacionesde Satans y tratar justa y tiernamentecon las almas. Y Cristo ha sido hechonuestro Juez. No es el Padre el Juez.



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11/15Juan 3:17, 18; 12:47; DTG, pgs. 181, 40, 654

Porque no envi Dios a su Hijo al mundopara condenar al mundo, sino para que elmundo sea salvo por l. El que en l cree, noes condenado; pero el que no cree, ya hasido condenado. Al que oye mis palabras, y

no las guarda, yo no le juzgo; porque no hevenido a juzgar al mundo, sino a salvar almundo.La misin de Cristo no era juzgar, sino salvar.No envi Dios a su Hijo al mundo para que

condene al mundo, mas para que el mundosea salvo por l. Y delante del Sanedrn,Jess declar: El que oye mi palabra, y creeal que me ha enviado, tiene vida eterna; yno vendr a condenacin, mas pas demuerte a vida.Dijo Jess, habis de ver al Hijo del hombresentado a la diestra de la potencia de Dios.l, el Seor de la vida y la gloria, estarasentado a la diestra de Dios. Sera el juez detoda la tierra.



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13/151 Juan 2:1; Romanos 8:34; CBA, tomo 7, pg. 960; TM, pg. 121

Si alguno hubiere pecado, ABOGADOtenemos para con el Padre, a Jesucristo el

justo. Quin es el que condenar? Cristo esel que muri; ms aun, el que tambinresucit, el que adems est a la diestra de

Dios, el que tambin intercede pornosotros.Satans est a nuestra diestra paraacusarnos, y nuestro Abogado est a ladiestra de Dios para rogar por nosotros. l

nunca ha perdido un caso que le ha sidoentregado. Podemos confiar en nuestroAbogado porque presenta sus propiosmritos en favor de nosotros.En todos nuestros actos de verdaderadevocin fijamos los ojos de nuestra fe ennuestro Abogado, que intercede entre elhombre y el trono eterno, y quien esperapara tomar nota de todo esfuerzo nuestro ypara ayudarnos por su Espritu a lograr unconocimiento ms perfecto de Dios.



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15/15Hebreos 4:16; Mensajes Selectos, tomo 1, pgs. 386, 391

Acerqumonos, pues, confiadamente altrono de la gracia, para alcanzarmisericordia y hallar gracia para eloportuno socorro.Habis de venir a Dios como un pecador

arrepentido, mediante el nombre de Jess,el divino Abogado, a un Padremisericordioso y perdonador, creyendoque cumplir lo que ha prometido. Todoslos que deseen la bendicin de Dios,

llamen al trono de la misericordia yesperen con firme seguridad diciendo: T,oh Seor, has dicho: Todo aquel que pide,recibe; y el que busca, halla; y al que llama,se le abrir.Slo mediante Jess, a quien el Padre dio

por la vida del mundo, puede encontraracceso a Dios el pecador. Slo Jess esnuestro Redentor, nuestro Abogado yMediador. Cristo es la fragancia, el inciensosanto (se acepta la peticin).


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