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...y habita «entre nosotros» ...y habita «entre nosotros» La peregrinación más deseada La peregrinación más deseada NACIONAL SEMANARIO DE INFORMACIÓN RELIGIOSA Nº 203/30-III-2000 NACIONAL SEMANARIO DE INFORMACIÓN RELIGIOSA Nº 206/30-III-2000

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...y además

La foto 8

Criterios 9

Usted tiene la palabra 10

Aquí y ahoraComienza el Año Santo en Liébana.Congreso europeo Pro vida 12-13

Iglesia en Madrid100 años del Colegio San José.La voz del cardenal arzobispo 12-13

Testimonio 14

El día del Señor 15

RaícesExposición Jubilar en el Museodiocesano de Sigüenza 16-17

EspañaLos obispos españoles en el Concilio ypostconcilio, según monseñor Cirarda 18

MundoEl mundo, ante la petición de perdón del Papa.Monseñor O´Connor, nuevo arzobispocatólico de Westminster 20-21

Pequealfa 24-25

Desde la feEntrevista al sacerdote Pablo d´Ors, escritor.Graham Greene vuelve a las pantallas.Libros.Televisión 26-31

Contraportada 32

3-7Peregrinación del Santo Padrea Tierra Santa

En portada

España

19Las desgravaciones fiscales por los donativosa la Iglesia católica

11«Haré lo mejor para servirles»,dice el nuevo Nuncio Apostólico en España, monseñorManuel Monteiro de Castro

En este número

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Etapa II - Número 206 - Edición Madrid

LA EDICIÓN NACIONAL DE ALFA Y OMEGAES POSIBLE GRACIAS AL MECENAZGO DE LA

FUNDACIÓN UNIVERSITARIA SAN PABLO-CEUUNA OBRA DE LA

ASOCIACIÓN CATÓLICA DE PROPAGANDISTAS

-Delegado episcopal: Alfonso Simón Muñoz -Redacción: Pza. del Conde Barajas,1. 28005 Madrid. Horario de Secretaría: 8.30 a 15h. Téls: 91 365 18 13 - 91 366 78 64 Fax: 91 365 11 88 -E-Mail: [email protected]

-Director: Miguel Ángel Velasco Puente -Redactor Jefe: José Francisco Serrano Oceja -Redactores: Inmaculada Álvarez Mira, Ricardo Benjumea, Benjamín R. Manzanares, Jesús Colina Díez (Roma)-Director de Arte: Francisco Flores Domínguez - Secretaría de Dirección: Sonsoles de la Vega Cabrera -Documentación: Dora Rivas Fernández

-Imprime y Distribuye: Prensa Española, S.A. - Depósito legal: M-41.048-1995. -Dirección de internet: http://www.archimadrid.es/alfayomega.htm

Edita: Fundación San Agustín. Arzobispado de Madrid

Aquí y ahora

Foto

EFE

-EPA

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Han sido momentos de una intensidad yfuerza imposibles de imaginar en la vi-

gilia. El paso lento del Pontífice peregrinoha llevado a la opinión pública a sumergirseen los lugares en los que Cristo nació, vivió,murió y resucitó. De hecho, ha sido el viajeque ha suscitado el mayor interés de los me-

dios de comunicación (superando incluso lasexpectativas que suscitó la histórica visita aCuba). Nunca en toda su Historia había ha-bido tantos periodistas en Israel. Nunca losperiódicos de todo el mundo habían dedica-do tantas primeras páginas a un obispo deRoma...

El culmen lo vivió sin duda en la basílica delSanto Sepulcro, la Madre de todas las iglesias (de-finición que tomó prestada de san Juan Da-masceno), el templo que recuerda la crucifi-xión, la sepultura y la resurrección de Jesús.Sus muros recogen el misterio que da sentido alcristianismo, pues si Cristo no resucitó –decíaPablo– la fe de sus seguidores es vana.

El sucesor de Pedro entró conmovido en elrecinto sagrado. De rodillas besó la piedra ypermaneció en oración. La tumba está vacía –di-jo después–: es un testigo silencioso del aconteci-miento central de la Historia humana. Y, dirigién-dose a todos los cristianos, especialmente a losde Tierra Santa, que viven en situaciones demarginación, pronunció las palabras de Jesúsque más ha repetido en este pontificado: Notengáis miedo, e invitó a todos los cristianos allevar el Evangelio a todos los confines de laTierra: ¡Jesucristo ha resucitado!

PRIMER PAPA EN EL CENÁCULO

El momento más íntimo y místico se verificóen el Cenáculo, el mismo lugar en el que, an-tes de la Pasión, Cristo celebró la Última Cenacon los doce apóstoles. Ni siquiera Pablo VI,en 1964, pudo celebrar la Eucaristía en este lu-gar, considerado como la sede de la Iglesia na-ciente. En el edificio, en cuyo piso alto Jesúsinstituyó el sacerdocio, hoy día hay un Museodel Holocausto, una Escuela Rabínica y una si-nagoga, pues se dice –sin ningún documentoarqueológico que lo testimonie– que allí se en-cuentra la tumba de David. El Estado de Israel,que administra el lugar, hizo una excepción sig-nificativa y permitió al Papa, a su séquito y a losPatriarcas de Tierra Santa concelebrar en eselugar. Fue un momento realmente emocionan-te. La homilía que pronunció el Santo Padre fueintensa. Hoy –dijo–, en cierto sentido, Pedro y losapóstoles, en la persona de sus sucesores, han re-gresado al Cenáculo para profesar la fe perenne de laIglesia: «Cristo ha muerto, Cristo ha resucitado,Cristo volverá». La presencia sacramental deCristo en la Eucaristía es la mayor riqueza de laIglesia, añadió el Papa visiblemente conmovido.La Eucaristía es quien la edifica. Al final, el Pa-pa firmó la Carta a los sacerdotes para el JuevesSanto de este año; allí, en el Cenáculo, donde lavocación de todo presbítero encuentra su ra-zón de ser. La gran noticia llegó después. Losfrailes franciscanos de la Custodia de TierraSanta revelaron que en estos momentos se en-cuentran muy avanzadas las negociaciones conIsrael para que el Cenáculo vuelva a ser un lu-gar de culto cristiano. El Gobierno se ha dichodisponible para cederlo a los católicos.

Al Muro de las Lamentaciones y al Memorialdel Holocausto el Papa llegó como peregrinode paz, y quiso que su visita sirviera tambiénpara sellar el proceso de reconciliación entrecristianos y judíos impulsado de manera deci-siva por el Concilio Vaticano II. Pasarán a laHistoria dos fotografías conmovedoras de estasemana: la primera retrata al Santo Padre anteel Muro de las Lamentaciones, erigido por Hero-des como contención de la explanada del Tem-plo. Es el lugar sagrado por excelencia para losjudíos, quienes rezan y lloran en recuerdo delantiguo esplendor de Jerusalén. El Pontífice se

Los momentos más emocionantes de la histórica peregrinación del Papa a Tierra Santa

Una semana inolvidableDe Jordania, a Jerusalén. Juan Pablo II ha podido finalmente realizar el viaje –élha preferido hablar de peregrinación– más soñado de todo su pontificado. Noera una visita como las otras noventa que había realizado anteriormente, enestos 21 años que ya han pasado desde su elección como obispo de Roma.Después de pisar el Monte Sinaí (Egipto), en febrero pasado, aterrizaba el 20 de marzo en Ammán con un objetivo muy claro, repetido en cada una de lasetapas: guiar la peregrinación (espiritual o física) de los cristianos, durante elGran Jubileo del año 2000, por esos lugares en los que la presencia de Dioscambió para siempre la historia de la Humanidad. Sin perjuicio de que Alfa yOmega ofrezca más adelante los textos del Papa en este viaje, vale la pena hacerun balance de esta peregrinación a través de las instantáneas más emocionantesde esta semana inolvidable

El Papa, en la Gruta de Belén

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dirigió solo hacia el Muro y allí oró unos mi-nutos. En voz baja leyó una oración que traía.Después, ante la sorpresa de todo Israel, al igualque han hecho durante siglos millones de ju-díos, la introdujo en una de las hendiduras delmuro. El papel contenía un pasaje de la plega-ria que leyó el 12 de marzo en Roma, en la quepedía perdón por los sufrimientos causadospor los hijos de la Iglesia a los judíos. Una pe-

tición de perdón que quiere ser también uncompromiso a favor de la auténtica fraternidadcon el pueblo de la Alianza. El gesto, que noestaba programado, fue mucho más eficaz quemil palabras. Todas las polémicas que le habíanprecedido sobre la amplitud del mea culpa delPapa enmudecieron. Israel asistió con emocióny agradecimiento. El rabino Michael Malchiorreconoció ante el Papa en ese momento: Hoycomienza una nueva era en la que todos nosotrosalzamos los ojos al cielo y nos comprometemos en elcamino de la paz entre todas las religiones y todos loscreyentes: judíos, cristianos y musulmanes.

MOVIDO POR EL EVANGELIO

Para comprender el espíritu de este gesto,es necesario remontarse a la visita que el Papahizo tres días antes al Memorial del Holocaus-to, en Jerusalén. Allí avivó la llama perenne querecuerda el exterminio de los hebreos ante lasinscripciones de los 21 campos de concentra-ción nazis, y ante la urna que contiene las ceni-zas de hebreos que murieron en hornos cre-matorios en Auschwitz. Como obispo de Roma ysucesor del apóstol Pedro –dijo–, aseguro al pueblojudío que la Iglesia católica, motivada por la leyevangélica de la verdad y del amor, y no por consi-deraciones políticas, se siente profundamente en-tristecida por el odio, los actos de persecución y lasmanifestaciones de antisemitismo contra los judíospor parte de los cristianos en todo tiempo y lugar.La Iglesia rechaza cualquier forma de racismo queconsidera una negación de la imagen del Creadorintrínseca a cada ser humano.

Antes de leer el discurso, de pie, con evi-dentes muestras de emoción, el Papa había es-cuchado la lectura de la carta de una judía po-laca deportada a Asuchwitz, que confiaba suhijo a una amiga católica. El pequeño sería mástarde asesinado en el mismo campo de con-centración. Se encontró también con algunosjudíos polacos supervivientes de los camposde concentración, entre ellos su amigo de in-fancia, Jerzy Kluger, y Edith Zirer, la mujer ju-día originaria de su mismo pueblo natal, Wa-dowice, que, según ella testimonia, le debe la vi-da a Karol Wojtyla, quien, al ser ella liberadadel campo de concentración, la llevó a hom-bros en 1945 hasta la estación de ferrocarril máscercana.

En este lugar de la memoria –confesó con emo-ción el Papa–, la mente, el corazón y el alma sien-ten una gran necesidad de silencio. Silencio en elque recordar. Silencio en el que intentar dar sentidoa los recuerdos que regresan con impetuosidad. Si-lencio porque no existen palabras lo bastante fuertespara deplorar la terrible tragedia del Holocausto.

Explicó los motivos por los que la Humani-dad no puede olvidar la Shoah hebrea: Quere-mos recordar pero por un motivo, esto es, para ase-gurar que nunca jamás prevalecerá el mal. ¿Cómopudo el hombre despreciar tanto al hombre? Porquehabía llegado al extremo de despreciar a Dios. Sólouna ideología sin Dios podía programar y llevar a ca-bo el exterminio de un pueblo entero.

Al discurso del Papa respondió el PrimerMinistro, Ehud Barak, quien citó las palabrascon las que el Papa se suele referir al Holo-causto, la larga noche de la Shoah, y se estremecióante el drama que sufrió el pueblo judío y suspropios familiares (sus abuelos murieron enDachau). Parecía que no podía haber espacio para laesperanza en Dios o en el mundo, constató. Re-cordó a estos gentiles justos, como son llamadosen Israel, que en secreto arriesgaron la vida para sal-var la vida de los demás. Sus nombres estarán im-presos siempre en nuestro corazón. Entre estos jus-tos, Barak puso a Juan Pablo II: Usted ha hecho

El Papa con el Gran Rabino de Jerusalén, y en el Memorial del Holocausto

El fituchde Juan Pablo IIÉste es el texto del trozo de papel que Juan Pablo II introdujo en una de las

hendiduras del Muro de las Lamentaciones:

Dios de nuestros padres, tú has elegido a Abraham y a su descendencia para que tu Nombre fuera da-do a conocer a las naciones: nos duele profundamente el comportamiento de cuantos, en el curso de

la Historia, han hecho sufrir a éstos tus hijos; y, a la vez que te pedimos perdón, queremos comprometernosen una auténtica fraternidad con el pueblo de la Alianza. Por Cristo nuestro Señor.

Jerusalén, 26 de marzo de 2000Joannes Paulus II

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más que nadie para aplicar el histórico cambio de laIglesia hacia el pueblo hebreo, cambio iniciado con elbuen Papa Juan XXIII.

BELÉN Y LOS REFUGIADOS

Pero la peregrinación del Papa quería dartambién un fuerte impulso al diálogo y a la co-operación con el mundo musulmán, desafío és-te considerado por muchos expertos como unode los grandes retos del siglo XXI. Al hablar dediálogo con el mundo musulmán, la primeracuestión que necesariamente hay que poner so-bre el tapete es la de Palestina. Y la ciudad pa-lestina por antonomasia es, sin duda, Belén. Noes casualidad que Yasser Arafat, esperando lasolución de la cuestión de Jerusalén, haya ins-talado aquí la residencia presidencial. La visitadel obispo de Roma a la ciudad en la que nacióJesús se convirtió en la ocasión para recordarla necesidad urgente que tiene esta región depaz, y para reafirmar ante el mundo el derechonatural del pueblo palestino a tener una patria ya vivir en paz y tranquilidad con los demás pueblosde la región. Nadie puede ignorar todo lo que ha te-nido que sufrir el pueblo en las décadas recientes–dijo con firmeza Juan Pablo II, al ser recibidocon todos los honores por Arafat–. Vuestro tor-mento está ante los ojos del mundo. Y ya ha duradodemasiado tiempo.

La Eucaristía presidida por el Papa en la Pla-za del Pesebre, situada cerca de la Gruta de laNatividad se convirtió en una auténtica fiestapara todas las comunidades cristianas de TierraSanta. El Papa quiso renovar la esperanza paralos cristianos de esta tierra. Belén (Beth-lehem),en hebreo la casa del pan, donde Dios se esconde enun Niño; y donde el tiempo se convirtió en eternidad;la divinidad se esconde en el Pan de Vida. Desdeun palco coronado por una gigantesca estrella,Juan Pablo II invitó a los diez mil fieles reunidosy a todos los cristianos de la región a no tenermiedo: Hoy, desde la Plaza del Pesebre, proclama-mos con fuerza en todo tiempo y lugar a toda perso-na: «La paz esté con vosotros». No tengáis miedode preservar vuestra presencia y vuestro patrimo-nio cristiano en el lugar mismo en el que nació elSalvador.

Al final de la homilía, el Papa guardó un pro-longado silencio para permitir que el almué-dano llamara a la oración desde la mezquitaque se alza sobre la misma plaza. El Patriarca la-tino de Jerusalén, monseñor Michel Sabbah,improvisando, explicó que con la invocaciónde paz del Papa y la oración del almuédano,cristianos y musulmanes testimoniaban anteDios su deseo de concordia.

Pero donde Juan Pablo II recibió más aplau-sos en toda su visita fue en el campo de refu-giados de Deheisheh, en las afueras de Belén. Lo

más increíble es que la inmensa mayoría de losrefugiados eran musulmanes. En esta área deun kilómetro cuadrado viven más de diez milpalestinos, la mitad de ellos con menos de 16años. Recibieron de pie al Papa en el salón deuna escuela en el que no cabía ni una sola per-sona más. Esta tierra no será nunca la Tierra Pro-metida hasta que los derechos de nuestros refugiados,el derecho a nuestra libertad, sean aplicados, le dijoal Papa, gritando para imponerse al ruido dela sala, el representante de los diez mil refu-giados.

Deheisheh surgió en 1949 para acoger a losrefugiados de los alrededores de Belén y delárea occidental de Jerusalén, cuyos pueblos ha-bían sido destruidos durante el primer conflic-to entre árabes e israelíes. Las condiciones hi-giénicas en Deheisheh son bastante precarias, aligual que los servicios asistenciales. Los refu-giados viven en un estado deplorable. El SantoPadre reconoció que su situación es difícilmen-te tolerable y exigió de la Comunidad interna-cional un esfuerzo mayor para encontrar solu-ciones al problema.

¡Queridos refugiados!, les dijo el Papa, la Igle-sia estará a vuestro lado para apoyar vuestra causaante el mundo. ¡Que Dios os bendiga! Entoncesestalló el delirio. Los presentes gritaron ¡viva! alPapa. Las fuerzas de seguridad perdieron du-rante algunos instantes el control de la situa-

LA POSICIÓN DE ISRAELJuan Pablo II se encontró con el Primer Ministro israelí, Ehud Barak, quien

declaró que la visita del Papa a Israel tiene una inmensa importancia histórica.Es el mayor paso dado para la reconciliación entre judíos y musulmanes, su-brayó. El encuentro, que duró poco más de un cuarto de hora, tuvo lugar jun-to a la Iglesia de las Bienaventuranzas, frente al mar de Galilea. Según dijoBarak, intercambiaron impresiones sobre algunos aspectos humanitarios delos procesos de paz que Israel mantiene abiertos con palestinos y sirios.

El Papa ha traído un elevado mensaje sobre la paz, la tolerancia y la com-pasión, no sólo entre los seres humanos, sino también entre las naciones, se-ñaló el jefe del Gobierno de Israel.

LA POSICIÓN PALESTINALa dirección de la Autoridad Palestina, reunida en la noche entre el 24 y el

25 de marzo, consideró que la peregrinación de Juan Pablo II a Tierra Santa ya los territorios palestinos es una visita histórica. Apreciamos mucho la visitahistórica del Papa y las posiciones que expresó en Belén y en el campo de (re-fugiados de) Dheicheh.

El Organismo que dirige los territorios palestinos autónomos destaca que elPapa apoyó la justa causa y los derechos del pueblo palestino a nivel interna-cional. Asimismo, agradece su apoyo a los refugiados y el haber subrayado lanecesidad de aplicar las resoluciones internacionales referidas al pueblo pa-lestino.

Un impulso a la pazJuan Pablo II ha logrado un acuerdo más en el camino hacia la paz en Oriente Medio: el Gobierno de Israel

y la Autoridad Palestina concuerdan: la visita ha servido para estimular ese proceso

El Papa, en el Santo Sepulcro, y con las principales autoridades religiosas

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ción. Todos querían estrechar la mano o al me-nos tocar al Papa amigo. El más feliz de todosobviamente era el mismo Arafat.

CON LOS JÓVENES

El tercer objetivo pastoral de esta visita pa-pal era el de dar esperanza a los cristianos queviven en Tierra Santa. Desde hace décadas hanemprendido un angustiante éxodo, pues al serminoría en Israel –300.000, de todos los ritos–y en los países árabes, los conflictos los hanarrinconado en la marginación. Sus posibili-dades para prosperar, para encontrar un em-pleo o educación para sus hijos han ido men-guando ya desde antes de la segunda guerramundial.

Momento muy significativo fue la Eucaris-tía que el Papa celebró en el Monte de las Bie-

naventuranzas, donde celebró el aconteci-miento cristiano más grande de la historia deIsrael. Sólo el funeral de Isaac Rabin ha reuni-do a tanta gente en este país. Miles de jóvenespasaron toda la noche bajo la lluvia y el fríohelador. Los que pudieron se refugiaron en losautobuses, las escuelas, o incluso en los kibutz.Cuando llegó el Papa, eran unos cien mil. Du-rante la espera, Kiko Argüello, iniciador delCamino Neocatecumenal, cantaba y tocaba laguitarra junto a un grupo de jóvenes que leacompañaba. Grupos de chicos y chicas baila-ban en círculo. El comentarista de la televisióndel Estado de Israel se preguntó: ¿Por qué hanvenido todos estos jóvenes a ver al Papa?

La mitad, unos 50 mil, eran miembros de lascomunidades neocatecumenales de todo elmundo. El Camino ha creado en estas colinas laCasa de Galilea, un gran centro de formación pa-

ra sacerdotes y seminaristas que fue inaugura-do en ese viernes por el Papa. La otra mitaderan chicos y chicas de otros movimientos einstituciones eclesiales, como Comunión y Li-beración, los Focolares, o el Opus Dei, así comode numerosas parroquias y diócesis del mundo.En total, se encontraban representados ochen-ta países. Con su presencia allí, Juan Pablo IIquería lanzar este mensaje al mundo: la paz enOriente Medio necesita una nueva generación.La gran sorpresa fue la significativa participa-ción de cristianos ortodoxos, judíos y musul-manes, que conviven con las comunidades cris-tianas locales.

El escenario no podía ser más adecuado. Enesta misma colina, Jesús proclamó el gozo dela salvación: Bienaventurados los pobres; los hu-mildes; los perseguidos..., una Ley que sólo sepuede entender con el amor. Juan Pablo II re-pitió este mensaje y los jóvenes le respondie-ron con esa generosidad que siempre ha carac-terizado sus encuentros con este Papa. En esedía los cristianos dejaron de ser extraños para laopinión pública de Israel. En vísperas de la vi-sita del Papa, un sondeo realizado por la agen-cia internacional Gallup revelaba que los habi-tantes del país no tienen información sobre la vi-da de la Iglesia. El 60 por ciento no estaba en-terado del gesto de petición de perdón que hizoel 12 de marzo el Papa en Roma. Menos del 20por ciento de la gente está informada sobre lospasos que ha dado la Iglesia desde el ConcilioVaticano II para promover la reconciliación conlos hermanos mayores.

Donde la situación de los cristianos es par-ticularmente difícil es en los países de mayo-ría musulmana. La visita que hizo el Papa a Jor-dania es realmente significativa. Todo el paísse volcó para darle la bienvenida, en un paísen el que los cristianos son un ínfima minoría.

Los católicos de Oriente Medio se reunieronen torno Juan Pablo II en lo que fue la ceremo-nia más imponente de todo su pontificado enun país islámico. La Eucaristía congregó a se-senta mil personas en el Estadio de Ammán.Venían de todos los rincones de la región: deSiria, del Líbano e incluso de Irak. Allí el SantoPadre repitió las mismas palabras que hizo re-sonar Juan el Bautista en el desierto: En Cris-to, Hijo de Dios, se cumple la promesa hecha a Abra-

Don Karol me salvó la vidaLa visita de Juan Pablo II al Memorial del Holocausto de Jerusalén fue uno de los momentos más

emocionantes de toda su peregrinación a Tierra Santa. Allí le esperaba Edith Zirer, una mujer judíade 69 años que vive desde hace décadas en Haifa, pero que nació en Polonia, para agradecerle al Papa elque le hubiera salvado la vida a finales de la segunda guerra mundial.

Me acuerdo perfectamente –recuerda Edith–. Me encontraba allí; era una niña de trece años, sola, en-ferma, débil. Había pasado tres años en un campo de concentración alemán, a punto de morir. Y KarolWojtyla me salvó la vida; me dio de beber y de comer y después me llevó en sus espaldas unos cuatro ki-lómetros, en la nieve, hasta el tren hacia la salvación. Edith Zirer narra el episodio como si hubiera su-cedido ayer. Era una fría mañana de primeros de febrero de 1945. La pequeña judía, que todavía no eraconsciente de ser el único miembro de su familia que sobrevivió a la masacre nazi, se dejó llevar en losbrazos de un seminarista de casi 25 años. Edith tiene dos hijos y vive en una hermosa casa ubicada en lascolinas del Carmelo, en la periferia de Haifa. Reconstruyó su vida en Israel, donde llegó en 1951, cuan-do todavía padecía las lacras de la tuberculosis y los fantasmas de la guerra alteraban sus sueños.

El 28 de enero de 1945 los soldados rusos liberaron el campo de concentración de Hassak, donde ha-bía estado encerrada durante casi tres años trabajando en una fábrica de municiones. Llegó hasta unaestación ferroviaria entre Czestochowa y Cracovia. Estaba convencida de llegar al final de mi viaje.Me eché por tierra, en un rincón de una gran sala donde se reunían decenas de prófugos que en su ma-yoría todavía vestían los uniformes con los números de los campos de concentración. Entonces Wojty-la me vio. Vino con una gran taza de té, la primera bebida caliente que había podido probar en las úl-timas semanas. Después me trajo un bocadillo de queso, hecho con pan negro polaco, divino. Pero yo noquería comer, estaba demasiado cansada. Él me obligó. Después me dijo que tenía que caminar para co-ger el tren. Lo intenté, pero me caí al suelo. Entonces, me tomó en sus brazos, y me llevó durante muchotiempo. La nieve seguía cayendo. Recuerdo su chaqueta marrón, la voz tranquila que me reveló la muer-te de sus padres, de su hermano, la soledad en que se encontraba, y la necesidad de no dejarse llevar porel dolor y de combatir para vivir. Su nombre se grabó indeleblemente en mi memoria.

Juan Pablo II ante el Muro de las Lamentaciones

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ham, y la ley entregada a Moisés. Jesús es la reali-zación de la promesa. Su muerte en la Cruz y suResurrección llevan a la victoria definitiva de la vi-da sobre la muerte.

Los cristianos de Tierra Santa se han prepa-rado para el Jubileo del año 2000 con un Sínodoespecial que ha durado cinco años. Juan PabloII recordó que este segundo Sínodo de la Iglesiaen estos parajes, después del primero que ce-lebraron los primeros apóstoles, ha dejado muyclaro que vuestro futuro está en la unidad y en la so-lidaridad. Éstos fueron precisamente los dosgrandes objetivos que planteó el obispo de Ro-ma a los cristianos de Jordania y de toda Tie-rra Santa: ¡Que los recursos de la Iglesia –las fa-milias, las parroquias, las escuelas, las asocia-ciones de laicos, los movimientos juveniles–pongan la unidad y el amor como objetivo supremo!No existe una manera más eficaz para participar so-cial, profesional y políticamente en la obra de justi-cia, de reconciliación y de paz.

En la ceremonia, dos mil niños –que simbo-lizaban también los años que han pasado des-de el nacimiento de Cristo– recibieron la Pri-mera Comunión. Algunos de ellos directamentede manos del Papa.

El momento más bello de este diálogo entre elmundo musulmán y cristiano tuvo lugar du-rante la despedida que tributó Jordania al Papa.En el aeropuerto internacional de Ammán, elrey Abadalá II y su bella esposa, la reina RaniaYassin, de origen palestino, tuvieron muestrasexquisitas de cariño y cercanía para el Papa. Elclima fue sencillo. Cuando Juan Pablo II subió lospeldaños de la escalerilla, antes de entrar alavión, se giró para saludar al joven monarca.Abadalá se llevó en ese momento la mano al co-razón para expresar de manera gráfica el lugaren el que guardaría para siempre el recuerdo deaquellas 26 horas que el Papa pasó en su país.

Jesús Colina. Roma

La cartade una

madre judíaque estremecióa Juan Pablo IIÉste es el texto de la carta que arrancó lágrimas

a Juan Pablo II en el Memorial del Holo-causto. Fue escrita el 23 de septiembre de 1943por una mujer polaca para confiar su hijo a unaamiga polaca. Con ello, la madre quería evitarla persecución que sufrían los judíos en aquellosmomentos de dominación nazi. Un año después,la madre y el niño morirían en el campo de ex-terminio de Auschwitz: Querida señora Bronia:Me es muy difícil escribirle. Últimamente hansucedido cosas terribles. La vida es tan cruel...Cuando vino aquí, señora Bronia, no logré ex-presar mis sentimientos. Se lo pido: cuide a mi hi-jo. Sea para él una madre. Tengo miedo de quecoja frío: es tan débil y enfermizo... Querida Bro-nia, haga por él todo lo posible, le quedaré agra-decida hasta mi último día.

Él es muy inteligente y tiene un corazón muybueno. Estoy segura de que sabrá amarlo. Cadadía rezo a Dios desde lo profundo de mi sufri-miento para que, por el contrario, usted tengaun futuro feliz y no tenga que separarse de sus hi-jos, para que pueda amarlos y cuidarlos. ¿Pue-de comprender mi tortura? Bronia, esta carta esun grito que sale del corazón. Michael tiene quecomer, hacerse fuerte, ser capaz de soportar lossufrimientos. Por favor, es necesario vestirlo conropa caliente, que lleve calcetines... No puedoseguir escribiendo. Hasta las lágrimas se me hansecado. Que Dios les proteja a los dos. Genya.

Entre los judíos que han seguido de cerca la visitade Juan Pablo II a Israel destaca un ingeniero de

Beer Sheba (Negev), Eliahu Wajcer, un supervi-viente del ghetto de Varsovia, que en días pasadosenvió al presidente del Parlamento, Avraham Burg,una carta muy amplia con fotocopias de una vieja re-vista y con una petición: Proclamar a Karol Wojty-la Justo entre las Naciones, el reconocimiento máselevado que ofrece el Estado de Israel a quienes hi-cieron todo lo posible para salvar a los judíos del ge-nocidio.

Wajcer escribía en su misiva que Juan Pablo II hahecho más que nadie para reconciliar a la Iglesiacon el pueblo judío. Y añade: Ofrecerle el recono-cimiento de «Justo» permitiría abrir una nueva pá-gina de la historia entre judíos y cristianos.

Hasta ahora, ni el presidente del Parlamento ni eldel Memorial del Holocausto, Yad va-Shem, hancomentado la iniciativa. La proclamación de un Jus-to requiere serias investigaciones históricas, testi-monios directos, meses de trabajo... Wajcer, quienfue compañero en el campo de concentración de

Buchenwald del escritor Elie Wiesel y de IsraelMeir Lau, actual gran rabino asquenazí de Israel,sigue interesándose por la cultura polaca. Por ello,se va con frecuencia a la biblioteca para ojear re-vistas de historia contemporánea, entre las que se en-cuentra Zank, publicación editada en Varsovia. Enel número de mayo-junio de 1988, el escritor Sta-nislav Krajewski describió con detalle una histo-ria relativa a Karol Wojtyla, explica Wajcer. Se tra-ta de informaciones que no son nuevas, pero queen Israel no eran de dominio público. Wajcer reco-ge el caso de una pareja de judíos de Cracovia que,en 1942, al sentir en peligro su vida a causa de laspersecuciones antisemitas, entregó su hijo de dosaños a amigos católicos. Al terminar la guerra, és-tos constataron que los padres naturales del niñohabían muerto. Mientras tanto se habían encariña-do con el niño y deseaban bautizarlo. Pidieron con-sejo al sacerdote Karol Wojtyla. Ante la sorpresade la pareja católica, el padre Wojtyla les dijo que siésta era la voluntad de sus padres, el niño tenía queser educado en la fe judía. La pareja hizo compli-

cadas investigaciones para buscar a otros familiaresdel niño. Al final encontraron a unos parientes en Es-tados Unidos que aceptaron recibirle. Aquel niñose convirtió en un judío ortodoxo, revela Wajcer.Según el ingeniero, con este gesto, Wojtyla sor-prendió a un rabino polaco, Israel Spira, llamadoEl justo de Lubishev. Dios tiene caminos misterio-sos para mostrar su voluntad –dijo el rabino Spiraa sus discípulos comentando su ejemplo–. Quiensalva un alma de Israel es como si salvara al mun-do entero. Este sacerdote es digno de convertirseen un Papa.

Lo más interesante es que la respuesta que dio elfuturo Papa a la familia que quería bautizar al niñono hace más que repetir lo que siempre ha dicho laIglesia católica a través de su historia. Ya el Conci-lio de Toledo estableció que mientras un niño ju-dío no alcanza el uso de razón no puede ser bauti-zado en contra de la voluntad original de sus pa-dres, aunque éstos hayan fallecido. Esta enseñanzafue retomada por santo Tomás de Aquino en la Su-ma Teológica, III, cuestión 68, artículo 10.

La propuesta llega al Parlamento de Israel

Juan Pablo II, ¿Justo entre las naciones?

Juan Pablo II llega a la colina de las Bienaventuranzas

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Nº 206/30-lII-2000 La foto8 ΑΩ

El secreto de la paz

Por derecho propio, JuanPablo II ha sido el gran

protagonista de la actualidadcon su peregrinación a TierraSanta. Para calificarla, todo

adjetivo se queda corto.Seguramente, la diferenciacualitativa respecto a otros

protagonistas esté en que, alcontrario que ellos, el Papa no

supedita la religión a lapolítica, sino exactamente alrevés. Quienes se preguntan

dónde está su secreto, lotienen muy fácil

reflexionando ante estamaravillosa foto, ante la cual,

el pobre irresponsable delSunday Times, que en

vísperas de este viaje daba aJuan Pablo II prácticamente

por inútil, se habráavergonzado, sin duda, de símismo. En esta intensidad

interior, de rodillas en el lugardonde Dios se hizo hombre,está todo el secreto. Tambiénel de los tres mil muchachos y

dos mil muchachas de losciento cincuenta mil que sereunieron en torno a él en la

colina de lasBienaventuranzas –quealgunos han llamado el

Woodstock de la fe– dijeron síal sacerdocio o a la vida

consagrada

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Criterios Nº 206/30-lII-2000 9ΑΩ

Eso de pedir perdón,y tan reiteradamen-

te como ha hecho últi-mamente el Papa, ha in-dignado a no pocos. Peroeste Año Jubilar, ¿no eraprecisamente el del per-dón? Además, ¿no nosenseña la Iglesia a pedirperdón cada día, al co-menzar la Misa? Pedirperdón a quien hay quepedírselo, evidentemen-te, a Dios, presente de unmodo eminente en todoser humano, que es ima-gen suya. Es el caminopara participar de esagrandeza divina que esla misericordia, el únicocamino realmente hu-mano que cambia elmundo, en todos sus as-pectos –en lo político, enlo económico, en lo so-cial–, a la medida delhombre. Decirlo así declaro seguramente lesparecerá a muchos has-ta delirante. Sin embar-go, pocas cosas puedenconsiderarse tan verda-deras.

Montado en un borri-quillo, como estabaanunciado en los profe-tas, entró Jesús en Jeru-salén. La grandeza delSalvador se mostraba asíen un gesto de humildadimpresionante. Comoimpresionante ha sido lagrandeza que Juan PabloII ha mostrado en suscontinuos pequeños ges-tos durante su peregri-nación a Tierra Santa.Los carros de combatemás poderosos del mun-do no hubieran podidotraer la Paz que monta-ba sobre aquel borriqui-llo; ni la han podido tra-er a lo largo de los siglos;ni la podrán traer ahorani nunca. Evidentemen-te, como el de Jesús, elpaso de Juan Pablo II porJerusalén ha sido una pe-regrinación religiosa, nouna estrategia política.¿Pero existe política en elmundo más eficaz paratraer a la Humanidaduna Paz así, con mayús-culas, que este gesto re-ligioso del Papa?

Cada vez –y han sido

muchas veces– que elSanto Padre, del MonteNebo a Belén, de Naza-ret y el Monte de la Bie-naventuranzas hasta Je-rusalén, ha pronunciadola palabra paz, no ha de-jado de calificarla, anteso después, de justa. Laverdadera paz no es talsi no es fruto de la justi-cia. La fragilidad de lapaz en esa región delmundo que es Palestinay todo el Medio Orienteha motivado reunionesy conferencias, esfuerzospolíticos y diplomáticoscontinuos... Sin embar-go, ¿qué clase de pazpuede ser la supeditadaa intereses mil, por legí-timos que parezcan, si semargina el único verda-dero interés que justificatodos los demás: el serhumano, en toda la gran-deza de su dignidad sa-grada? ¿Qué clase de pazpuede existir cuando losbarriles de petróleo, o losmercados de valores, o elprestigio puramente ex-terno de razas, puebloso instituciones está porencima de un solo serhumano, aun del máspobre y miserable? El delPapa, ciertamente, no hasido un viaje político, pe-

ro no es menos cierto quetoda política, y toda eco-nomía, toda acción socialy cultural, del tipo quesea, que olvide esa ele-mental justicia que bro-ta de la religión auténticaestá abocada, en un pla-zo más corto o más lar-go, pero irrevocable-mente, al más rotundofracaso. ¿No lo ha de-mostrado amplísima-mente, una y mil veces,nuestra Historia, y par-ticularmente la del últi-mo siglo?

En la pasada semana–como sucediera en la vi-da terrena de Jesús y, trassu resurrección, en lapredicación de los após-toles– Jerusalén ha sidopunto de llegada y, almismo tiempo, de parti-da del viaje del Vicariode Cristo y, con él, de to-da la Iglesia. En su hu-manísima peregrinación,Juan Pablo II ha hecho yha dicho lo justo, ni másni menos que lo que te-nía que decir y que ha-cer. Con frecuencia seacusa a la religión de serun factor de discordia, yhasta se habla de ¡gue-rras de religión! Si asífuera, no puede profa-narse la palabra religión

más gravemente. Si lasreligiones no son facto-res de paz, y con ello lacondición indispensablede toda acción política ysocial, han perdido suesencia misma. El SantoPadre lo ha proclamadocon toda la fuerza de sudebilidad y desde su hu-milde grandeza, hacien-do actual, actualísimo, alPríncipe de la Paz. Surespeto a toda religiónno sólo evita despreciar-la –más bien él mismosufre los desprecios co-mo propios–, sino que lemuestra su más hondaverdad, la que se con-templa en nuestra porta-da de este número: elVerbo que se hizo carne,y habita entre nosotros.

Diálogosincero

sAmar a los propios hermanos y

a las propias hermanas impli-ca una actitud de respeto y com-pasión, gestos de solidaridad, coo-peración al servicio del bien co-mún. Por tanto, la preocupaciónpor la justicia y por la paz no esextraña al campo de la religión, si-no que es realmente un elementoesencial.

Cuando amamos a nuestro pró-jimo, mostramos amor a Dios, ycuando le ofendemos, ofendemos aDios. Esto significa que la religiónes enemiga de la exclusión y de ladiscriminación, del odio y de la ri-validad, de la violencia y del con-flicto. La religión no es y no debeconvertirse en un pretexto para laviolencia, en particular, cuando laidentidad religiosa coincide con laidentidad étnica y cultural. ¡Reli-gión y paz están unidas! La creen-cia y la práctica religiosas no sepueden separar de la defensa de laimagen de Dios en todos los sereshumanos.

Debemos hacer todo lo posiblepara transformar la conciencia delas ofensas y de los pecados delpasado en una firme determinacióna edificar un nuevo futuro en el queno haya sino una cooperación fe-cunda y respetuosa entre nosotros.

La Iglesia católica desea em-prender un diálogo inter-religiososincero y fecundo con los miem-bros del judaísmo y con los segui-dores del Islam. Este diálogo no esun intento de imponer nuestrospuntos de vista a los demás; exigeque todos nosotros, fieles a lo quecreemos, escuchemos con respetoal otro, tratemos de discernir todolo que hay de bueno y santo en lasenseñanzas de cada uno de los de-más y cooperemos en el sosteni-miento de todo lo que favorece lapaz y la comprensión recíprocas.

Los niños y los jóvenes judíos,cristianos y musulmanes presen-tes aquí son un signo de esperanzay un incentivo para nosotros.

Si las diferentes comunidadesreligiosas en la Ciudad Santa y enTierra Santa consiguen vivir y tra-bajar juntas en amistad y en armo-nía, aportarán beneficios enormesno sólo para ellos mismos, sinotambién para la causa de la paz enesta región. Jerusalén será real-mente una Ciudad de Paz para to-dos los pueblos.

Juan Pablo IINotre Dame of Jerusalem

Center, 23-III-2000

ΑΩLa indispensable

política del perdón

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Nº 206/30-lII-2000 Usted tiene la palabra10 ΑΩ

CARTAS AL DIRECTOR

Soluciones éticas

Recoge el diario El Mundo que dos matri-monios españoles fueron detenidos en Co-

lombia cuando uno de ellos gestionaba el pa-saporte de un bebé para sacarlo del país. Porcontraste, en ese periódi-co y en el mismo día de-dican una página a infor-mar de dos medicamen-tos (?) abortivos. Algochirría en la vida social.Por una parte, unos ma-trimonios que desean ybuscan ansiosamenteadoptar niños. Por otra,unas madres gestantesque no los desean y bus-can despiadadamente eli-minarlos. Pienso que espreciso buscar solucioneséticas a esta inquietanteparadoja. Existen asocia-ciones que tratan de hacerlo ayudando a lasmujeres embarazadas, facilitando la adopción,etc., pero su alcance es muy limitado. Como es-tamos ante un problema común a muchos ciu-dadanos, opino que un Gobierno responsabledebería tomar cartas en el asunto.

Tanto los numerosos padres adoptantes co-mo los nascituri estarían, señorías, enormementeagradecidos a esta legislatura que comienza.

Rafael Campoamor. Elche

El funcionario público

El hombre y la mujer que trabajan en el sec-tor público tienen que estar convencidos

de que a ellos obliga con mayor exigencia elcumplimiento de la normatividad ética, por ra-zón de su cargo.

El gobernante probo encamina su gestión alograr que todo su equipo de trabajo tenga latransparencia, el afán de servicio, la entregaque demanda toda labor en función de lo co-mún. No puede dejar al azar o a la sola inter-pretación de las personas la línea de conductaesperada durante el ejercicio de su mandato.

Desde ya, quienes se preparan a ofrecer sunombre a consideración de sus conciudadanoselectores tienen que delinear, a manera de cuer-po de deberes, las actitudes o comportamientosque esperarán de quienes les acompañarán ensu gestión. Ese cuerpo de deberes hará énfasisen aquellos valores y principios básicos que eladministrador considera prioritarios para eléxito de su trabajo por el bien común. Cifrará sumayor empeño ya en la probidad, ya en la pru-dencia, ya en la justicia, ya en la templanza, yaen la idoneidad, ya en la responsabilidad, pe-ro desde ellas buscará un gran respeto a los de-rechos humanos, un especial trato a las mino-rías, una mayor conciencia ecológica y, sobretodo, un gran respeto a la dignidad humana,como lo escribiera el ministro español de Ad-ministraciones Públicas Mariano Rajoy Brey.En el funcionario público es en quien la comu-nidad delega la administración de su bien, porlo que el aspirante a orientar el talento humanodel Estado y sus empresas debe mostrar, en su

plan programático, su intención de servir y ser-vir con honestidad. ¡Y cumplirlo!

Hernán Saldarriaga. ColombiaSobre el Folleto de orientación sexual

La actuación del Defensor del Menor en lapromoción de un Folleto sobre orientación se-

xual para adolescentes pone sobre el tapete unasunto de mucho más calado. ¿De quién es res-ponsabilidad la educación de los niños y ado-lescentes? ¿Tenemos los padres derecho a edu-car a nuestros hijos según nuestros criterios?¿Es competencia del Estado fomentar campa-ñas en las que se marcan directrices morales anuestros hijos?

Lo ocurrido en España en los últimos años esde una gravedad preocupante. Los Gobiernos,sean del signo que sean, se dedican a impartira nuestros hijos consignas y a inculcarles prin-cipios de tipo moral , cuanto menos opinables,sin que los padres hayamos intervenido en ellopara nada. Desde las campañas de fomento dela promiscuidad por medio del póntelo, pónselodel PSOE hasta las más burdas si cabe del PP: Site lías que no te líen, con el dinero de los padreslos gobernantes se dedican a instruir a nues-tros hijos en lo que deben o no hacer, en lo queestá bien y lo que está mal.

El Folleto de orientación sexual escrito por uncolectivo de homosexuales y lesbianas se diri-ge directamente a nuestros hijos, y entre otraslindezas se les indica que la familia no sueleser el mejor lugar para aclarar sus dudas. Lafamilia es el sitio ideal para formar a los jóvenes,es el sitio ideal para formarles con cariño y to-tal entrega y altruismo, y las familias necesita-mos ayuda para estar al día y poder educar anuestros hijos. Las familias debemos exigir alDefensor del Menor y a quien lo nombró, laAsamblea de la Comunidad de Madrid (conmayoría absoluta del PP), que cuando quieradirigirse a nuestros hijos lo haga a través desus padres.

Desde estas líneas lanzo una propuesta a lanueva mayoría absoluta del señor Aznar, al se-ñor Ruiz Gallardón, al señor Pedroche y a donJavier Urra: inviertan nuestro dinero en dar for-mación a los padres, de la misma manera que seinvierte tanto dinero en formación profesional,inviértanlo en cursos para formar padres pre-parados. Dar formación a los padres de familiapara tener éxito como educadores es una in-versión de futuro y de prevención de muchos

problemas. Al fin y al cabo ser padres puedeser una profesión apasionante.

Aníbal Cuevas. Madrid

El aborto atenta contra la soberaníapopular

Toda sociedad democrática moderna debecaracterizarse por la soberanía popular

efectiva (todos decidimos lo que a todos afecta)y por la existencia de una serie de derechos ina-lienables (Estado de Derecho). Los ateniensesilustrados definían su democracia no como unsistema de soberanía popular, sino como unapolis donde gozaban de isegoría (igualdad pa-ra hablar) e isonomía (igualdad de derechos).La soberanía de los ciudadanos era conse-cuencia de esta igualdad de derechos mínimos,no a la inversa.

Hoy, con el aborto, las sociedades democrá-ticas ejercen su poder tiránicamente anulandoel derecho esencial, mínimo e inalienable –¡a lavida!– de sus individuos más indefensos, dé-biles y sin voto. Con la píldora abortiva RU-486 llevamos el asesinato legal a su mayor refi-namiento. A partir de ahora se va a poder abor-tar tomando una simple pastilla, al igual quenos quitamos una dolor de cabeza con una as-pirina. Hemos llamado a la muerte, y se ha que-dado a vivir en nuestra sociedad. Nuestro gritoes a favor de la vida; y pedimos que no se en-mascare a la muerte en alas de la libertad (noshemos acostumbrado a llamar libertad al li-bertinaje). Que se ofrezca toda la información dela píldora abortiva RU-486, que se muestre queno es la solución, y sobre todo que la ley, la so-ciedad y la democracia nunca pueden justifi-car la muerte de una vida.

Joaquín Gallegos Tejeda; José Antonio Ro-dríguez Nieto; Ángel Alonso Muñoz Pérez;

Rodrigo Martín GonzálezEstudiantes de Ciencias Políticas

de la Universidad Complutense

Las cartas dirigidas a esta sección deberán ir firmadas y con DNI, y tener una extensión máxima de 20 líneas. Alfa y Omega se reserva el derecho de resumir su contenido

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Aquí y ahora Nº 206/30-lII-2000 11ΑΩ

Su inicial saludo, en la palabray en la oración, estuvo acom-

pañado de mis mejores deseos, mismejores votos por la celebración, conalegría, del año de gracia del Jubileodel 2000, que nos va ayudar a vivirmejor. Al no haber presentado aúnlas cartas credenciales, su mensajese centró en garantizar al pueblo es-pañol que haré lo mejor de mí mismopara servirles. Preguntado si cono-cía España, no dudó en comentar:¡Cómo no voy a conocer España! Vivíno muy lejos de aquí; he estudiado conlos libros de texto españoles; me sien-to muy en casa. Ustedes pueden leer-lo en mí mismo.

Buen conocedor de la realidaduniversal de la Iglesia, insistió, an-te interpretaciones pesimistas so-bre la descristianización, que nun-ca la Iglesia católica ha tenido tantossacerdotes diocesanos como ahora. És-ta es una señal. Ya sé que podríamoshacer una distinción respecto a los pa-íses. Pero, en general, aumentamos.Lo que queremos es llevar un mensajede conversión personal, para sentir-

nos todos hijos de Dios y realizar unamisión, haciendo el bien a los demás.

En el recibimiento al nuevoNuncio Apostólico estuvieron pre-sentes el Secretario General de laConferencia Episcopal Española,monseñor Juan José Asenjo; el ar-zobispo de Toledo y Primado deEspaña, monseñor Francisco Ál-varez; el arzobispo de Tarragona,monseñor Luis Martínez Sistach;el obispo auxiliar de Madrid, mon-señor Fidel Herráez, en represen-tación del cardenal arzobispo; ylos obispos de Alcalá de Henares,monseñor Jesús Esteban Catalá; yde Ávila, monseñor Adolfo Gon-zález Montes.

Monseñor Manuel Monteiro de Castro, Nuncio Apostólico en España y Andorra

«Haré lo mejor para servirles»Estoy en España con mucho gusto. Intentaré hacer mi misión lo mejor posible por España y por los españoles. Son lasprimeras palabras de monseñor Manuel Monteiro de Castro, Nuncio Apostólico en España, que han dejado traslucir el

carácter pastoral de su persona y de su misión, dentro de la sala de autoridades del aeropuerto de Barajas, en su primercontacto con la prensa.

Yporque los signos significan,cuando monseñor Manuel Mon-

teiro de Castro tiende su mano, su ani-llo episcopal nos muestra las encru-cijadas de la biografía de un pastor alservicio de la Iglesia. Son los espo-sorios de una vida entregada al servi-cio de la Sede Apostólica, repleta deviajes, de misiones, de encuentros, depersonas, de lugares diferentes, decostumbres ancestrales. Todo por elEvangelio. Todo por llevar el mensa-je de paz, de amor y de esperanza atantos pueblos que le han hecho sen-tir el corazón del hombre que anhelala salvación. Sólo el anillo. Con suanillo, nos basta. En el centro, el cor-dero. Emmanuel, Dios con nosotros.Su nombre de pila, el nombre del sen-tido pleno, de la raíz de sus desvelospastorales: Dios con los hombres. Enel margen derecho, la Virgen Inma-culada, la imagen que se venera en el

santuario de Nuestra Señora de Sa-meiro, en el que, de niño, aprendió a

rezar, la Madre de sus oraciones in-fantiles y juveniles; de sus ilusiones

sacerdotales; de sus desvelos episco-pales, que ha llevado consigo por lastierras más lejanas, y que le ha acom-pañado en los momentos de soledadhumana. La rúbrica de su alianza es-tá sellada con su escudo episcopal. Elmar, duc in altum; la montaña, quelleva en su apellido, naturaleza mar-cada por la ley del Creador; sus raí-ces familiares..., y en el lema, la ora-ción: Quédate con nosotros, Señor.Cuando monseñor Monteiro de Castrotiende su mano, presenta sus más ge-nuinas credenciales. No hay más quedejarse guiar por sus gestos, por suespontánea sonrisa; por su bondadmanifiesta. Éstas son las armas de sudiplomacia, que nacen de un corazónentregado a hacer el bien, a sembrarpaz, a proponer esperanza. Dios per-manece con nosotros.

José Francisco Serrano

Monseñor Monteiro de Castro, junto con los obispos (de izquierda a derecha)monseñor Francisco Álvarez, arzobispo de Toledo Primado de España; FidelHerráez, auxiliar de Madrid; y Jesús Catalá, obispo de Alcalá de Henares

Pastor bueno

Monseñor Monteiro, con su madre, hermanos y sobrinos

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Nº 206/30-lII-2000 Iglesia en Madrid12 ΑΩ

BrevesIV Semana Social

Del 4 al 7 de abril, el centro universitarioFrancisco de Vitoria celebra, por cuarto

año consecutivo, su Semana Social, con elfin de animar la acción caritativa de alumnosy profesores, y servir de foro para que losgrupos de voluntariado pongan en común susexperiencias. El Centro organiza además nu-merosos encuentros con instituciones carita-tivas, así como diversos actos culturales.

Información: Tel. 91 709 14 00.

Ejercicios espirituales

Los Clubs de Matrimonios organizan unosEjercicios Espirituales del 10 al 13 de

abril, de 19.15 a 21.30 h en la Casa de la Fa-milia (plaza Conde Barajas, 1. 1º), dirigidospor el padre Pedro Cura Lluvia.

Del 14 al 16 de abril, en el mismo lugar yhorario y con el mismo director, habrá otratanda para universitarios.

Información: Tel. 91 435 32 07.

Encuentros en jueves

La Asociación Católica de Propagandistasorganiza hoy a las 20 h., después del en-

cuentro para la Oración en común, que co-mo cada último jueves de mes se celebra en laCapilla del Santísimo, del Edificio San Pa-blo (Isaac Peral, 58) a las 19:15h., una con-ferencia-coloquio, dentro de sus ya habitualesEncuentros en jueves, sobre Cristianismo yotras religiones: ¿relativismo religioso?, acargo del doctor don José Antonio Sayés.

Jubileo de la Vicaría I

La Vicaría I celebra el Jubileo, en la cate-dral de la Almudena, presidido por el car-

denal arzobispo, el próximo fin de semana:el día 1 las parroquias de la ciudad, a las 19 h.;y el día 2, a las 12 h., las de los pueblos.

Visita Pastoral

El cardenal arzobispo de Madrid clausura elpróximo sábado 1 de abril, en Los Moli-

nos, en el convento de las Hermanitas de losPobres (carretera Virgen del Espino) la VisitaPastoral al arciprestazgo de Cercedilla, de laVicaría VII-Oeste, con un encuentro, a partirde las 11 h., con los consagrados y consagra-das, los profesores cristianos, los ConsejosPastorales y los jóvenes. A la 13 h. se cele-brará la Eucaristía.

Sobre la inmigración

La asociación Profesionales por la éticaorganiza una charla-coloquio, que tendrá

lugar el próximo 4 de abril, a las 20 h. en elHotel Mindanao, sobre Inmigración, ¿opor-tunidad o amenaza?, a cargo de la periodistaCristina López Schlichting.

El colegio de San José, fun-dado por las Hermanas

Franciscanas de la PurísimaConcepción, celebra este añosu primer centenario. Son cienaños llenos de historia, quehan visto crecer una ciudad ysu barrio con ella, pasando dever pasar las ovejas cerca de supuerta, en el medio del cam-po, a verse rodeadas de coches,M-30, casas, Pasillo verde…Será todo un año de fiesta.

El madrileño –escribía PíoBaroja en su obra La Busca, pu-blicada en 1904– que alguna vez,por casualidad, se encuentra enlos barrios pobres próximos alManzanares, hállase sorprendidoante el espectáculo de miseria ysordidez, de tristeza e inculturaque ofrecen las afueras de Madrid.Un día de junio de 1900 seapeó de un tren, de la estaciónde Atocha, la madre Paula Gilde Jesús. Venía de Murcia, y te-

nía 50 años. En Cartagena ha-bía fundado la Congregaciónde las Hermanas de CaridadFranciscanas de la Purísima,para cuidar y atender a los máspobres. Ya había fundado mu-chas casas: en Murcia, Valde-peñas, Mazarrón, Pego, He-rencia, Mora, Martos, Archi-dona… y venía a Madrid afundar un colegio para niñospobres.

En el colegio, en esa fecha,sólo había dos salas, en don-de se juntaban muchos niños.La madre Paula había afirma-do: Enseñar al que no sabe esuna grandísima obra de miseri-cordia. Quiero preparar a las ni-ñas y niños para ser buenos cris-tianos y útiles a la Iglesia y a lasociedad.

Han cambiado mucho lascosas desde la inauguración.Ahora el colegio está en mediode la ciudad, junto a la M-30,y se ha visto rodeado de casas,sobre todo después de la cons-trucción del Pasillo verde. Pe-ro la sencillez de la fundadorasigue presente, y cada año uncentenar de jóvenes católicossalen del colegio para enfren-tarse a una nueva vida.

C. M.

El Colegio San José cumple 100 años

El colegiode los arrabales

Centro juvenil diocesanoEn la presentación del Proyec-

to de evangelización para losjóvenes en Madrid, el sábado 11de marzo, además del señor car-denal y de monseñor César Fran-co, obispo auxiliar de Madrid, in-tervino el delegado diocesano deJóvenes, Gregorio Roldán, quiendijo que una de las propuestasconcretas que se está estudiando,en orden a favorecer las directricesde este proyecto, es la creación deuno o de varios centros perma-nentes de atención pastoral de jó-venes. De hecho, se está buscandoun templo céntrico en Madrid atener abierto las veinticuatro horasdel día, sobre todo pensando enel fin de semana, de manera queen la noche juvenil pueda haberun espacio de acogida, de oración,de encuentro, de formación, de ta-ller, y de atención personal paralos jóvenes. Si las autoridades pú-blicas como la Comunidad de Ma-

drid están ya pensando en abrirlos polideportivos y las bibliotecaspor la noche para ofrecer alter-nativas al alcohol y las drogas,con más razón nosotros debería-mos abrir también las iglesias. Setrataría de ampliar el número delos templos que ya están abiertosen Madrid toda la noche, como eltemplo eucarístico de San Martíno el centro de los carismáticos dela iglesia de las Reparadoras, apor-tando estos servicios pastoralespara la juventud.

Monseñor César Franco insis-tió en la necesidad de apostar poruna pastoral de jóvenes decidida,y no de mero entretenimiento, ydijo que en Madrid lo que más ur-ge es un buen acompañamientode los jóvenes que ya están en lasparroquias, así como vencer latentación de recluirse en el pro-pio ámbito y abrirse al espíritu decomunión entre todos los impli-

cados en esta pastoral, desde elconocimiento mutuo; y no desdela uniformidad, sino desde la uni-dad, porque, como dijo Paul Clau-del, los que se parecen a Cristose asemejan entre sí con una ad-mirable diversidad.

Infomadrid

El cardenal Rouco en la Almudena con los alumnos del Colegio San José

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Iglesia en Madrid Nº 206/30-lII-2000 13ΑΩ

Ha sido un aconteci-miento singular en la

Historia de la Iglesia. Sepuede afirmar con todaverdad. Aunque Pablo VIhabía hecho un viaje a Tie-rra Santa en tiempos delConcilio, y muy conmove-dor, el carácter total y tota-lizador de la peregrinaciónde Juan Pablo II a todos losLugares santos, los del An-tiguo Testamento y los delNuevo Testamento, y elGran Jubileo han dado aesta visita una nota de sin-gularidad y de excepcio-nalidad no conocida hastaahora.

Fui testigo directo, en elMonte de las Bienaventu-ranzas, con miles y milesde jóvenes llegados de to-do el mundo para encon-trarse con el Papa. Allí seha construido una Casa deGalilea, por iniciativa, porcierto española, del Cami-no Neocatecumenal. Fueun día intensísimo; el Pa-pa gozó muchísimo y ha-bló a los jóvenes con unafuerza singular, desde el al-ma misma de lo que es laexperiencia cristiana, queculmina en el Sermón delas Bienaventuranzas. Erael punto culminante deuna Historia que había co-menzado muy atrás y quehabía tenido un puntotambién sobresaliente en elSinaí, con la entrega deDios a Moisés de las Tablasde la Ley. Hizo una aplica-ción bellísima a la vida, enforma de alternativa: ¿Que-réis estar a favor de la justi-cia, de la paz, de los limpiosde corazón, de la pobreza, dela humildad, o queréis pone-ros del lado de los que opri-men, de los que matan, de losque tienen el corazón lleno demaldad?

Fue una jornada muybella, aunque marcada poruna lluvia y un frío que,entre otras cosas, le dejó lagarganta hecha polvo.Cuando, al día siguientede su regreso a Roma, yoacababa de celebrar la Mi-sa en el Santo Sepuclcro,me contaba el padre Guar-dián que el Santo Padre, latarde del domingo, de unamanera particular y priva-da, y sin conocimiento delos medios de comunica-ción, volvió a la basílica delSanto Sepulcro para subiral Gólgota, una subida conunas escaleras muy incli-nadas y muy difíciles. Vi-no, se recogió en oración,una media hora, en el lu-gar de la crucifixión del Se-ñor.

En Belén, la homilía fuede una fuerza extraordina-ria. Contó que él quiso ve-nir a Belén la primera Na-vidad de su pontificado,para iniciar así su servicioa la Iglesia y al mundo, enel año 1978, pero entoncesno lo pudo realizar, por lasconocidas circunstanciaspolíticas de la región. Aho-ra ha podido.

En fin, creo que no hayninguno de los actos y mo-mentos de la visita del San-to Padre a los Santos Lu-gares que no se pueda gus-tar y saborear con un grangozo espiritual, pastoral, yyo diría también, en el sen-tido más noble de la pala-bra, humano.

LA RAÍZ COMÚNDE LA FE

La apariencia (del SantoPadre) es quebradiza: an-da con dificultad, etc.; perono por falta de fuerza físi-ca. Por ejemplo, el tono devoz con que ha realizadotodos sus discursos ha si-

do de un vigor y una fuer-za y, diría yo, calidez, si va-le el sustantivo, humana yespiritual enorme. Yo le heencontrado mejor quenunca en los últimos años.

En cuanto a los frutosde este viaje del Papa, unacosa es la esencia, el alma,y otra cosa es la corteza, laexpresión y los efectos ex-ternos, sociales, culturales,políticos. El alma de la vi-sita del Santo Padre tieneque ver con su condiciónde sucesor de Pedro, de Vi-cario de Cristo que visitalos Lugares donde aconte-cieron los grandes hechosde la Salvación, sobre todoese hecho indiscutible, in-superable, culminante deJesucristo: el lugar dondesu madre recibió el anun-cio del ángel; donde Él na-ció; donde se bautizó; don-de predicó el mensaje delReino, que culmina en elSermón de las Bienaven-turanzas; el monte Tabor,donde se transfiguró; yluego Jerusalén, donde pa-deció la Pasión, murió en

la Cruz y resucitó. Eso esel meollo del viaje del San-to Padre, y de ahí ha sali-do la fuerza de esta pere-grinación para toda la Igle-sia. De ahí naturalmente sededucen efectos y conse-cuencias en el orden, porejemplo, ecuménico: estemisterio de Jesucristo es elfundamento de la unidadentre los cristianos. Y, evi-dentemente, el efecto parael diálogo interreligioso esclaro.

El venir como peregri-no que anuncia a Jesucris-to, que no divide, sino querecuerda dónde está la raízcomún, que es la fe enDios, el Dios santo, el DiosUno, misericordioso, queda al hombre la Ley y lesalva. Todo eso tiene unaimportancia enorme. Des-pués surgen frutos de pazy de comprensión parapueblos que aquí se en-cuentran, para la ciudad deJerusalén, que es el símbo-lo máximo de la religión delos judíos, el Lugar santopara los musulmanes y el

Lugar por excelencia cris-tiano. Es decir, podemosno sólo vivir en paz, sinobuscar el camino de la uni-dad que se funda en la ver-dad de Dios y en la salva-ción del hombre. Todo hasido clara consecuencia dela visita del Santo Padre.

Creo que ha dado ex-traordinarios y riquísimosfrutos, intraeclesiales enprimer lugar, que tienenque ver con la fe de la Igle-sia; también con la partici-pación viva y plena en losmisterios de su nacimien-to, de Su vida pública, deSu Pasión, muerte y resu-rrección. La Iglesia, con laperegrinación del Papa aTierra Santa, sale rejuve-necida por haberse baña-do de nuevo en las aguasprimeras y más limpias desu origen: en primer lugar,rejuvenecida con el frutode la renovación de la fir-meza y del gozo de creeren Jesucristo. Aquí, la en-carnación se conoce pasoa paso, se experimenta unacercanía emocionante, seve cómo la transmisón dela Palabra y del Testimo-nio de Jesucristo, Verboencarnado, fue cuidadadesde el primer momentocon mimo, por toda la ge-neración de los discípulos,desde los doce y, en pri-mer lugar, desde Pedro, ypor toda la comunidadcristiana hasta hoy mismo:la fe realmente encarnadaen las personas, en la vida.Luego, el fruto también decontribuir a abrir el hori-zonte, con concreción di-recta de testigo que vieneaquí para un diálogo ecu-ménico. Y asimismo el diá-logo interreligioso yo creoque ha salido enorme-mente enriquecido de es-te viaje.

Nosotros (la comunidaddiocesana) vamos a parti-cipar, como toda la Iglesia,de los frutos de la peregri-nación del Papa. Me pare-ce que sería muy bueno su-brayar la confirmación dela verdad histórica de latransmisión de la fe, de lostestimonios de la fe en Je-sucristo, la alegría y el go-zo de saberse inundadospor la Palabra, que se harevelado y que se ha hechocarne. Y luego también porla voluntad de vivir el cris-tianismo con sencillezevangélica y con estiloevangélico, inspirado en elSermón de las Bienaven-turanzas.

+ Antonio Mª Rouco Varela

La voz del cardenal arzobispo

sobre la peregrinación del Papa a Tierra Santa

«La Iglesia salerejuvenecidade esta visita»

El cardenal arzobispo de Madrid, que ha sido testigo privilegiadode la histórica peregrinación del Papa a Tierra Santa, la valora así:

Un momento del encuentro del Papa con los jóvenes en el Monte de las Bienaventuranzas

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En muchos lugares y momen-tos se puede celebrar el Jubi-

leo, y la Iglesia en esto es generosay abierta. Pero hay lugares y mo-mentos que tienen una improntay sello propios. Y Santo Toribio tie-ne su originalidad y característi-cas propias. La celebración del Ju-bileo en este monasterio data delsiglo XVI (el Papa Julio II lo reco-noce oficialmente, y es confirma-do el 10 de julio de 1515 por LeónX). Pero en documentos pontifi-cios de dicho siglo se dice que esde tiempo inmemorial.

El monasterio está ubicado enun entorno natural impresionante:en el corazón de los Picos de Euro-pa. Pero la razón, la fuerza y el mo-tivo principal de la celebración delJubileo está en el tesoro que aquí seguarda, el Lignum Crucis, el trozomás grande de la cruz donde Cris-to murió. Más de mil años llevaguardándose y venerándose en es-te lugar. Si la finalidad de todo Ju-bileo es encontrarse con el Dios aco-gedor y generoso al perdón, el sig-no de la Cruz es la expresión másclara de lo que Dios es y quiere serpara nosotros. El Jubileo de SantoToribio pretende ayudarnos a des-cubrir que Dios sabe amar en ver-dad y en serio. Mucho más que to-das las palabras y discursos, la Cruzresulta un lenguaje universal y cla-ro. Éste podría ser el mensaje jubi-lar que brota de la Cruz:

Que Dios sabe amar. Queapuesta por nosotros, nos toma enserio. La Cruz nos abre el corazónde Dios de par en par. Nuestro co-razón enmudece y sólo desde elsilencio somos capaces de intuirque este amor es verdadero. Se en-tregó por nosotros hasta vaciarse: es-ta realidad tiene en la Cruz su má-xima expresión.

La Cruz también nos hablade un Dios fiel; mejor dicho, de lafidelidad en su amor. Dios no esalguien de la historia pasada, queun día pudo preocuparse de no-sotros, pero que ahora estamos de-jados de la mano de Dios. Él no seretira de este empeño de amar-nos. La Cruz es el sello de su fi-delidad.

La Cruz es un canto gozoso ala vida, es señal de que el amor esmás fuerte que la muerte. El quemurió en ésta ha resucitado. Poreso el peregrino puede intuir que elJubileo es encontrarse con este Diosde la vida. Si Cristo no hubiera re-sucitado, estaríamos alimentandouna fatal y triste esperanza. Peronuestra fe confiesa y quiere vivir ycelebrar que la Cruz no es signo defracaso y derrota, sino victoria,triunfo del Amor sobre la muerte,también tu muerte y la mía.

La Cruz nos presenta a Dioscon los brazos abiertos. Dios no ex-cluye a nadie en su empeño deamarnos. La imagen de un Diosduro, que mete miedo, no es com-patible con el Dios que aparece enla Cruz. Dios nos ama tal y comosomos, con nuestras miserias,aciertos y errores. Dios te respetatal como eres: no te obliga a ser cre-yente ni a seguir un estilo de vidaporque está mandado. Antes detodo eso, quiere pedirte permiso

para amarle: puedes decirle sí opuedes decirle no. Dios es el maestro de la tolerancia y del res-peto auténtico a todos, porque pri-mero Dios me respeta a mí, meacepta y me ama tal como soy. Ycuando esto descubra, todo lo de-más tendrá sentido.

LUZ Y ESPERANZA

El privilegio que tiene Santo To-ribio no tienen en otros lugares.Poder venerar y besar la reliquiade la Santa Cruz es un privilegiocasi exclusivo de aquí. Es un mo-mento de honda emoción que mu-chos expresan con lágrimas en losojos. La verdad es que emocionael pensar que estás tocando y be-sando el leño de la cruz dondeCristo nos regaló la vida. Pero an-tes hay que señalar que el verda-dero sentido de este beso no se tra-ta de besar un trozo de madera nide alimentar magias, sino de pre-cisar el sentido que tiene el beso.

La madera no salva, ningún objetotiene poder de salvar. Sencilla-mente el beso quiere ser y tieneque ser un gesto de agradeci-miento al que nos ama. Es decirlea Dios gracias porque me amas así,aunque no me entere mucho.

La celebración del Jubileo noconcluye cuando se ha finalizadola ceremonia. Salimos con la nece-sidad de comentar esa vivencia,de extender la Buena Noticia. ElAño Jubilar en Santo Toribio, co-mo en otros lugares, es una Bue-na Noticia que podré vivir en casa,en el trabajo y en toda clase de ta-reas y diversiones. Imprimiendo acada momento un talante gozoso yde nueva ilusión, seremos así losauténticos mensajeros de lo bienque Dios hace las cosas, sembra-dores de la Buena Noticia: que laCruz es fuente de luz y de esperan-za, tal como reza el lema de nuestroAño Jubilar. Os esperamos a todos.

Victorio Zabalgojeaskoa

El 16 de abril comienza el Año Santo Lebaniego

La Cruz nos habla, dos mil años después

Cuatro lugares en el mundo tienen la gracia de poder celebrar un Jubileo propio: Roma,Jerusalén, Santiago de Compostela y el que, aunque eclipsado por el Gran Jubileo,acoge el que se inaugura el domingo 16 de abril: Santo Toribio de Liébana. Este monasterio, centro espiritual de la pequeña comarca de Liébana, en los Picos de Europa cántabros, guarda el mayor fragmento que se conserva de la Cruz de Cristo. Escribe el Prior del monasterio

Arriba, el Lignum Crucis; abajo, entrada principal al monasterio de Santo Toribio de Liébana

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Congreso Europeo de movimientos Pro vida en Granada

Europapor la vida

La ciudad de la Alhambra se convertirá lospróximos días 7 al 9 del presente mes enla capital europea por la vida. Más de dosmil congresistas se reunirán, en el Palacio

de Congresos, para participar en éste, que lleva el título, La Evangelium

vitae en el III milenio. Este encuentrose enmarca dentro de los actos del Gran Jubileo del año 2000.

Ofrecemos a continuación íntegramenteel programa de las jornadas:

VIERNES 7 DE ABRIL

10,00.- Saludo inaugural (monseñor AntonioCañizares Llovera, arzobispo de Granada ymonseñor Juan Antonio Reig Plá, Presidente dela Subcomisión para la Familia y la Defensa dela Vida de la Conferencia Episcopal Española)

10,45.- La defensa de la vida, desafío de la huma-nidad para el siglo XXI, (cardenal Alfonso LópezTrujillo, Presidente del Consejo Pontificio pa-ra la Familia)

11,20.- La defensa de la vida en América Latina,el «Día del niño por nacer» (doctor Carlos SaúlMenem, ex-Presidente de la República Ar-gentina)

11,40.- PAUSA

12,10.- Atentados diversos contra la vida del niñoconcebido (doctor Dudolf Ehmann, Presidentede Human Life International, de Suiza)

13,30.- PAUSA

16,30.- La defensa de la vida, desafío para los polí-ticos (don Federico Trillo Figueroa, Presidentede la Mesa Permanente del Congreso de losDiputados, de España)

MESA REDONDA

17,30.- Los desafíos en los foros internacionales(profesor monseñor Michel Schooyans, de Bél-gica)

17,50.- Los movimientos pro-vida y su relación enla defensa internacional (doctor John Smeaton,Director Nacional de la SPUC, de Inglaterra)

18,10.- La ley al servicio de la vida (doctor An-drés Ollero Tassara. Diputado, de España)

20,00.- FIN DE LA SESIÓN.

SÁBADO 8 DE ABRIL

10,00.- Familia y vida en el Sínodo para Europa(cardenal Thomas Joseph Winning, arzobispode Glasgow, Escocia)

10,45.- La globalización y los desafíos de la familiay la vida (doctor Bellisario Betancur, ex-Presi-dente de Colombia)

11,30.- PAUSA

12,00.- Cairo + 5 (monseñor Renato RaffaeleMartino, Observador Permanente de la San-ta Sede ante la ONU)

12,30.- Políticos y legisladores en Europa (doctorCarlo Casini, Presidente del Movimento per lavita, de Italia)

13,30.- PAUSA

16,30.- La vida del no nacido y la relación familia-médico (doctor Giuseppe Noia, UniversidadCatólica del Sacro Cuore, de Italia)

MESA REDONDA

17,30.- Estatuto jurídico del embrión (profesorRodolfo Carlos Barra, Presidente de la Audi-toría General de la Nación, de Argentina)

17,50.- La mujer, maternidad y presencia en la so-ciedad (doctora Janne Haaland Matlary, de No-ruega)

18,10.- Estrategia para un desafío parlamentario(profesora Alicja Grzeskowiak, Presidente delSenado de Polonia)

20,00.- FIN DE LA SESIÓN

DOMINGO 9 DE ABRIL

10,00.- La eutanasia: ¿respeto de la vida? (doctorKarel F. Gunning, World Federation of DoctorsWho Respect Human Life, de Holanda)

10,45.- La defensa de la vida en el Catecismo de laIglesia católica (monseñor Antonio CañizaresLlovera, arzobispo de Granada)

11,30.- PAUSA

12,00.- Recomendaciones: lectura, modifica-ciones y aprobación.

12,45.- Fin del Congreso

13,00.- Celebración eucarística

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Qué quedara del personalismo de Mounieren el siglo XXI? Se trata de una cuestión

abierta y de difícil solución. Los escenarios de lafilosofía –y, en general, de la cultura– europea ymundial han sido modificados profundamen-te: aquel relativo primado que la filosofía ha-bía logrado reconquistar en el período de en-treguerras en Europa, tras el fin de las ilusio-nes cientifistas de finales del siglo XIX, se hadisuelto en gran medida bajo los golpes de lasciencias exactas y de la técnica, hasta el puntode poner en crisis la misma autoconciencia de lafilosofía en cuanto búsqueda de la verdad, ysobre todo de la verdad sobre el hombre. La ca-tegoría de persona ha ido debilitándose teóri-camente, en el marco de una casi generalizadadesconfianza por la categoría misma de lo hu-mano. Los grandes interlocutores históricos delpersonalismo, sobre todo el existencialismo y elmarxismo, aparecen casi como una herenciadel pasado, con la cual se le confronta cada vezmenos: con el riesgo de considerar, si no el per-sonalismo como filosofía, la misma búsquedade la persona como una especie de reducto delpasado.

Nada o casi nada queda, por tanto, del climacultural en el que se generó el pensamiento deMounier, de quien se celebró el 23 de marzo el50 aniversario de su muerte. Y, sin embargo,vuelve a asomarse aquella pasión de la personaque representa la gran y siempre insatisfechapregunta del persona-lismo; la persona sub-siste como exigencia,o quizás sólo como an-gustia, o como nostal-gia.

Quizás la deriva dela persona –anunciadaya por las filosofías dela segunda mitad delsiglo XX– está apenasen los comienzos y elproceso de desmoro-namiento y de corrosión de lo humano conoz-ca, en el futuro, mayores aceleraciones. Peroprecisamente por eso parece necesario repro-poner el valor de la persona y prepararse parauna necesaria refundación: empresa en vistade la cual el pensamiento de Mounier puedeser, a pesar de sus límitesy de algunas incerte-zas teóricas, un válido compañero de camino.

Merecen ser recogidas y reactualizadas, ba-jo este punto de vista, algunas páginas pococonocidas del último Mounier, como las dedi-cadas a una preocupada reflexión sobre el des-tino del hombre en el contexto del emergenteEstado del bienestar. ¿La sociedad escandinava de1949 (y después la europea, según un movi-miento que Mounier consideraba imparablesalvo por una tercera guerra mundial) era y se-ría una sociedad de la felicidad, o más bien de unbienestar que potencialmente presagia la infe-licidad?

Para un hombre como Mounier, que habíahecho del rescate de las masas populares y de ladestrucción de la pobreza uno de los objetivosde su vida, un viaje a Escandinavia –lo que sededuce de las notas del diario que en aquella

ocasión fueron redac-tadas por él– repre-sentó una exigenciade reexaminar sus an-tiguas posiciones decara a la relación en-tre desarrollo y vidapersonal y superaciónde los condiciona-mientos negativosejercitados sobre ellapor la falta de los bie-nes materiales necesa-

rios para la vida. Lo que le había parecido has-ta entonces un éxito casi necesario –un mayordesarrollo de la vida personal en relación a lasuperación de los obstáculos de la miseria y laignorancia– se le presentaba en su dimensiónproblemática. En la quieta, eficiente, bien or-ganizada y pacífica Suecia de 1949 él veía rea-lizadas muchas de las aspiraciones por las cua-les tanto tiempo y tan apasionadamente se ha-bía empeñado: el pleno empleo y salarios de-corosos; un Estado social eficiente quegarantizaría la asistencia sanitaria, las pensio-nes, las estructuras de ocio y tiempo libre, laenseñanza gratuita y generalizada. Pero para-dójicamente, frente a los éxitos de esta especiede exitosa revolución (y sin derramamiento desangre), no llegaba a esconder sus inquietudes,sobre todo en orden al tipo de hombre que ha-bría sido el fruto de esta silenciosa transforma-ción.

Así tras haber analizado la experiencia socialdemócrata sueca –e incluso subrayando cómoaquel socialismo serio, tenaz, constructor fuesetan lejano a los esquematismos y también a laarrogancia de los socialismos europeos– Mou-nier se preguntaba qué espacio, en aquel tipo desociedad, quedaría finalmente para la persona.El riesgo que Mounier ya entreveía –el riesgoque en muchas partes del Occidente relativa-mente opulento de finales de siglo se había con-vertido en muchos casos en realidad– es el deun Estado social que ha erradicado la miseria ylas enfermedades que derivan de ella, pero queno sabe afrontar no superar las enfermedades delbienestar, y sobre todo, el gran riesgo de la des-personalización, de una existencia privada delriesgo pero también del espíritu de la aventura,de la angustia pero también de la creatividad,de las incertezas y también de la fantasía.

Los viejos problemas han quedado a nues-tras espaldas, y los antiguos males han sido eli-minados; pero nuevos interrogantes se abrenante nuestro futuro. La sociedad del bienestar noes, no podrá ser nunca la sociedad de la felicidad.

Darse cuenta de esto significa pasar del mun-do de las cosas al mundo de la persona, y, por tan-to, a interrogarse sobre el futuro de un Occi-dente que se ha convertido en prisionero de lascosas y que se ha olvidado del sentido y del va-lor de la persona. Es necesario, por tanto, volvera la persona, desde la perspectiva abierta porMounier, confiando al siglo que viene la tareade continuar una búsqueda que nunca podrátener fin, siendo la persona, por definición, ina-gotable.

Giorgio CampaniniAvvenire–Alfa y Omega

Nº 206/30-lII-2000 Testimonio14 ΑΩ

Mounier junto a su esposa, que muestra la revista Esprit

La sociedad del bienestarno es, no podrá ser nuncala sociedad de la felicidad.

Darse cuenta de esto significapasar del mundo de las cosas

al mundo de las personas

A los cincuenta años de la muerte de Emmanuel Mounier

La persona, ¿a la deriva?Con motivo del cincuentenario de Mounier, la Fundación en España que lleva su nombre ha convocado los PremiosEmmanuel Mounier de Pensamiento (ensayo libre sobre el tema) y Praxis (exposición inspirada en el personalismo), para evocar su figura, resaltar la vigencia de su pensamiento y alentar propuestas para el mundo actual inspiradas en el personalismo que él impulsó. Información y presentación de trabajos y candidaturas (hasta el 30 de junio): Fundación Emmanuel Mounier. calle Melilla, 10 - 8ºD. 28005 Madrid

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El Día del Señor Nº 206/30-lII-2000ΑΩ 15

Este evangelio es unainvitación a mirar a

Cristo, puesto que la fe tie-ne mucho que ver con lamirada. La vida cristianaes una carrera –dice la car-ta a los Hebreos– con losojos fijos en Aquel que iniciay consuma nuestra fe. Se tra-ta de correr con la miradapuesta en Cristo, como co-rría Pablo de Tarso des-pués de su conversión. Nonecesitaba más luz que laque venía del Señor. Asíhan vivido quienes se hansalvado. Miró el buen la-drón a Cristo, y se salvó,robándole en su agonía elparaíso. Miró Pedro a Je-sús, y lloró de arrepenti-miento. Miró Juan el se-pulcro donde Jesús habíaestado colocado y creyó, a

pesar de su ausencia. Des-pués, iluminado por la fe,lo vio en la orilla del lago,cuando confesó: Es el Se-ñor.

Pero si alguno vio real-mente a Cristo y confesósu divinidad, fue un cie-go. Había nacido sin ver,lo que se dice ciego de na-cimiento. Y Jesús le abriólo ojos, como prueba de loque acababa de decir:Mientras estoy en el mundo,yo soy la luz del mundo. Conun poco de barro, untadoen sus ojos, y el agua deSiloé que anunciaba elbautismo le abrió los ojosa la luz. Pero vio muchomás de lo que aparecía aprimera vista. Vio y con-fesó que Jesús venía deDios: Si este hombre no vi-

niera de Dios no podría ha-cer nada. Después, cuandose encontró con Jesús, leconfesó Señor, y se postróante Él. Sus ojos se abrie-ron a la Luz que tenía de-lante: Jesús, el Hijo deDios.

Muchos allí presentestambién vieron a Cristo,pero no creyeron. Su mi-rada vivía de la oscuri-dad. Cerca como estabande la luz, no se dejaroniluminar por ella y Jesúslos declara ciegos, hijosde las tinieblas: Para unjuicio he venido a este mun-do: para que los que no ven,vean; y los que ven, se vuel-van ciegos. En realidad,como dice aquí Jesús aNicodemo, el juicio estáen la luz, que es el mismo

Cristo. Se trata de mirar-le bien, de contemplar elamor que le sostiene, arri-ba, muy arriba, en lo altode la cruz. Y ver que nohay mayor luz ni claridadque la que brota de su en-trega. Por eso, Jesús nosinvita a mirarlo, alzadoen la cruz, como plenocumplimiento de la ser-piente de bronce, levan-tada por Moisés en el de-sierto. Aquellos que, mor-didos por las serpientesvenenosas, la miraban

con fe, eran curados. Laelevación de Cristo sobrela cruz es el nuevo estan-darte de la salvación.Dios eleva a su Hijo so-bre la tierra para que elhombre pueda mirar confe a quien otorga la vida.Así lo cantará la Iglesia eldía de Viernes Santo: Mi-rad el árbol de la cruz dondeestuvo clavada la salvacióndel mundo.

+ César FrancoObispo auxiliar de Madrid

Cuarto Domingo de Cuaresma

Fijos los ojos en Él

En aquel tiempo dijo Jesús a Nicodemo: Lo mismo que Moisés elevó la serpien-te en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del hombre, para que todo el que

cree en él tenga vida eterna.Tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Hijo único, para que no perezca nin-

guno de los que creen en él, sino que tengan vida eterna. Porque Dios no mandó a suHijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo se salve por él. Elque cree en él, no será condenado; el que no cree, ya está condenado, porque no ha cre-ído en el nombre del Hijo único de Dios.

Ésta es la causa de la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres pre-firieron la tiniebla a la luz, porque sus obras eran malas. Pues todo el que obra per-versamente detesta la luz, y no se acerca a la luz, para no verse acusado por susobras. En cambio, el que realiza la verdad se acerca a la luz, para que se vea quesus obras están hechas según Dios.

Juan 3,14-21

Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reu-nidos en un mismo lugar. De repente vino del cie-

lo un ruido como el de una ráfaga de viento impetuo-so, que llenó toda la casa en la que se encontraban. Seles aparecieron unas lenguas como de fuego que serepartieron y se posaron sobre cada uno de ellos; que-daron todos llenos del Espíritu Santo y se pusieron a ha-blar en otras lenguas, según el Espíritu les concedíaexpresarse. Había en Jerusalén hombres piadosos, detodas las naciones que hay bajo el cielo. Al producir-se aquel ruido la gente se congregó y se llenó de estu-por al oírles hablar cada uno en su propia lengua. Es-tupefactos y admirados decían: ¿Es que no son galileostodos estos que están hablando? Pues ¿cómo cadauno de nosotros les oímos en nuestra propia lenguanativa? Partos, medos y elamitas; habitantes de Me-sopotamia, Judea, Capadocia, el Ponto, Asia, Frigia,Panfilia, Egipto, la parte de Libia fronteriza con Cirene,

forasteros romanos, judíos y prosélitos, cretenses yárabes, todos les oímos hablar en nuestra lengua lasmaravillas de Dios. Se decían unos a otros: ¿Qué sig-nifica esto? Otros decían riéndose: ¡Están llenos demosto! Entonces Pedro, presentándose con los Once,levantó su voz y les dijo: Judíos y habitantes todos deJerusalén: No están éstos borrachos, como vosotros su-ponéis, pues es la hora tercia del día. Israelitas, es-cuchad: A Jesús, el Nazareno, acreditado con mila-gros, prodigios y señales que Dios hizo por su medioentre vosotros, como sabéis, a éste, vosotros le ma-tasteis clavándole en la cruz por mano de los impíos;a éste, Dios lo resucitó, de lo cual todos nosotros somostestigos. Sepa, pues, con certeza toda la casa de Isra-el que Dios ha constituido Señor y Cristo a este Jesúsa quien vosotros habéis crucificado.

Al oír esto, dijeron: ¿Qué hemos de hacer, her-manos? Pedro les contestó: Convertíos y que cadauno de vosotros se haga bautizar en el nombre deJesucristo, para remisión de vuestros pecados; y re-cibiréis el don del Espíritu Santo.

Hechos de los Apóstoles 2, 1-38

Año de GraciaAño de Gracia

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l misterio del hombre se ilumina y es-clarece, a la luz del Verbo encarnado.Las piezas reunidas para Memoriade su presencia son testigo de estosveinte siglos de historia cristiana. Elpórtico de la planta baja del mu-seo introduce ya al visitante en elhilo conductor de esta exposición:el Angelus y su traducción a la his-toria de la salvación. Aquí, semuestran dos hermosas esculturasgóticas de Adán y Eva, del sigo XV.

En la primera sala, siete her-mosas obras nos muestran cómoDios sale al encuentro del hombre,en el tiempo; y cómo los días y losaños contemplaron la plenitud delos tiempos cuando el Ángel anun-ció a María. Aquí vemos la res-puesta de los hombres a los pla-nes y a la economía salvadora deDios con piezas como las tallas po-licromadas renacentistas del reyDavid y sacerdote hebreo, o el óleosobre lienzo de san Juan Bautista,del siglo XVII. Entre todas, sobre-sale el excepcional lienzo de la ca-tedral de Sigüenza, La Anunciación,de El Greco (a la derecha de estaslíneas).

Ante Dios, el hombre está lla-mado a responder. En la segundasala, con seis obras y en la que seglosa la respuesta de la Virgen Ma-ría en la Anunciación: He aquí la es-clava del Señor, la obra más desta-cada es la Inmaculada niña, de Zur-barán (en la página siguiente, aba-jo a la izquierda).

La siguiente sala versa sobre elmisterio de la Encarnación. En-trando Dios en la criatura, ésta en-tra en la vida de Dios. Por eso, el

Nº 206/30-IIl-2000 Raíces16 ΑΩ

Memoria de su prensecia, esel título de la extraordinariaexposición con motivo delGran Jubileo del año 2000,que se encuentra abierta des-de el inicio de este Año San-to y hasta el 6 de enero de2001, en el Museo diocesa-no de Arte Sacro de Sigüenza(plaza del Obispo don Ber-nardo, de martes a domin-go, de 11 a 14 y de 16 a 19h.) Organizada por la comi-sión Jubileo Año 2000, esteMuseo y la delegación dio-cesana de Patrimonio Cultu-ral, la exposición conmemo-ra el dos mil aniversario dela Encarnación y Natividadde Jesús, a través de 51obras artísticas, repartidas alo largo de cinco salas

Exposición Jubilar en el Museo diocesano de Sigüenza

Una Presencia que no tiene fin

E

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Verbo se hizo hombre. Un bellísimoNacimiento, del siglo XVIII, atri-buido a Salzillo (en la página an-terior, arriba), es la obra maestrade esta tercera sala, que se com-pleta con ocho piezas, entre ellasuna pintura sobre cobre barrocade La Sagrada Familia, o una Ado-ración de los Magos, pintura sobretabla protorrenacentista.

Los hombres y las mujeres deesta tierra han hecho posible laprolongación de aquel milagro dela Palabra que habita entre nosotros.La cuarta sala quiere dar respues-ta a la pregunta de cómo la Iglesiadiocesana de Sigüenza-Guadala-jara ha recibido a lo largo de los si-glos el misterio de la Encarnación.Diez signos ilustran esta respues-ta, entre los que destacan: unacampana gótica, una talla policro-mada, del siglo XVII, del primersanto canonizado en esta Iglesiaparticular, san Pascual Bailón, ocartas autógrafas de san Marcia-no, el último y más reciente de lossantos de esa diócesis.

Por último, a nosotros ya sólonos queda adherirnos a la graciay el júbilo de la Redención, quenos ha sido regalado en la vida

de la Iglesia. En la quinta sala, através de dieciocho obras, se ex-presa la tarea de la Iglesia de ofre-cer la salvación mediante la pre-dicación, el pastoreo y los sacra-mentos. Destacan, en esta sala,dos representaciones de La Pie-dad (debajo de estas líneas, a laderecha, la de Luis de Morales),

una espléndida pila bautismal ro-mánica, un entierro de Cristo, delmaestro de Pozancos (sobre estaslíneas), y una pintura sobre tablarenacentista de san Roque, unode los santos más populares enesta diócesis.

Son muchas las personas queya han visitado esta magnífica ex-

posición, que aguarda la visita demuchas más, en este Año SantoJubilar, en el que celebramos quehace dos mil años el Verbo se hizocarne y acampó entre nosotros. Dosmil años de una Presencia que notiene fin.

Benjamín R. Manzanares

Raíces Nº 206/30-IIl-2000ΑΩ 17

iene fin

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Nº 206/30-lII-2000 España18 ΑΩ

Cuanto monseñor José María Cirarda nos dijo,a fuer de Padre conciliar, sobre el Vaticano II

en la entrevista que titulamos «De baluarte a fer-mento» («Alfa y Omega» del 9 de marzo), se referíaa lo que el Concilio supuso para la Iglesia univer-sal. Ahora nos dice algo más concreto sobre el epis-copado español en el Concilio y en el postconcilio.

Se ha dicho que los obispos españoles fue-ron al Vaticano II sin demasiada preparación...

Es verdad y no lo es. Tras nuestra guerra ci-vil, España vivió un aislamiento grande conrespecto al resto de Europa. Nunca faltaron es-pecialistas en ciencias sagradas que estudiaronen Roma y en Universidades de Centro-Europa.Pero la Iglesia que está en España vivió bas-tante alejada de los grandes movimientos que,a lo largo de la primera mitad del siglo XX, fue-ron madurando iniciativas que encontrarían suquicio en el Concilio. Y los obispos, yo el pri-mero, pagamos el tributo de dicha descone-xión. Es comprensible, en consecuencia, quenuestro episcopado no pudiera brillar en el Va-ticano II como brillaron otros obispos españolesen el Concilio de Trento y en el Vaticano I.

Fueron muchos, sin embargo, los obisposespañoles miembros de las comisiones pre-conciliares...

Cierto. Hago mención sólo de tres; el carde-nal Quiroga, arzobispo de Santiago, que parti-cipó en la comisión central; monseñor Casimi-ro Morcillo, arzobispo de Madrid, que llegó aser Vicesecretario del Concilio; y monseñor JuanHervás, que perteneció a la comisión precon-ciliar de Liturgia. Ellos y otros más aportaron sumucho saber y su prudencia pastoral a la ela-boración de los 70 esquemas que se prepara-ron para canalizar la actividad del Concilio. Ta-les esquemas recogían con mucha fidelidad elpensar de la Iglesia antes del Vaticano II. Éseera un campo en que los Padres y los teólogosespañoles podían aportar mucho bueno. Peronos encontramos impreparados cuando el Es-píritu sacudió a la Iglesia como en un nuevoPentecostés. Nos costó incluso comprender elplanteamiento de algunas actitudes dominan-tes entre los Padres conciliares, cuando se tra-taba de adquirir conciencia de problemas plan-teados por un mundo nuevo naciente, que exi-gían respuestas claras desde el Evangelio.

Pero hubo intervenciones de algunos obis-pos españoles que llamaron la atención...

Hubo algunos despistes de nuestros obis-pos en temas importantes como el de la cole-gialidad episcopal, pero también muchas in-tervenciones que llamaron mucho la atención.Señalo unas pocas que me parecieron especial-mente importantes: una del cardenal BuenoMonreal al abrirse el debate sobre el ser y lamisión de los laicos, en la que dijo que ya erahora de que los seglares encontraran su sitio dentrode la Iglesia, se proclamara lo específico de su santi-dad dentro de la universal vocación a la misma y sesubrayara su misión propia en la animación cris-tiana del orden temporal; otra, de monseñor Gon-zález Martín, obispo de Astorga entonces y car-denal arzobispo de Toledo después, sobre elsacerdocio, de la que se dijo que había impre-sionado mucho al Papa Pablo VI, que seguíalos debates conciliares por un circuito cerrado

de televisión; una tercera, de monseñor Gue-rra Campos, que tomó parte en las últimas con-gregaciones conciliares como obispo auxiliarde Madrid, y asombró a la Asamblea con unaexposición magistral, en los debates sobre laGaudium et spes, acerca de las relaciones mar-xismo-cristianismo. Y, por no alargarme de-masiado, haré mención también de una inter-vención de monseñor Pildáin, obispo de Cana-rias, que alcanzó la unaminidad de los Padres alpedir que el Concilio pidiera a todos los Jefes deEstado con algún derecho histórico o concor-datorio a intervenir en el nombramiento deobispos, que renunciaran a él para bien de laIglesia.

Algunos obispos solían hablar en nombrede todos los obispos de su nación. ¿Hubo in-tervenciones así de parte de nuestro episco-pado?

Los padres brasileños y franceses utiliza-ron frecuentemente ese procedimiento comu-nitario para hacer valer sus pareceres. Re-cuerdo que un día se levantó monseñor Rup,obispo único de Mónaco, y tras dos interven-ciones así, abrió la suya diciendo: En nombrede todo el episcopado de Mónaco, defiendo que...Todos nos reímos, demostrando que estába-mos atentos y que el humor es siempre bue-no: también en un Concilio. Ningún obispoespañol habló nunca en nombre de todo nues-tro episcopado. Y es ello tanto más notable,cuanto que estudiábamos los temas colegial-mente. Sólo un día, que yo recuerde, monseñorJubany, entonces obispo de Gerona, y un ser-vidor, auxiliar de Sevilla, hablamos el año 63en nombre de 12 obispos españoles: él paradefender la colegialidad episcopal, y yo su sa-cramentalidad.

¿Cuáles fueron los temas conciliares quemás sorprendieron a nuestro episcopado?

Todos los obispos –los españoles, como losdemás– nos sorprendimos cuando Juan XXIIIseñaló al Concilio, en su discurso de apertura,como su principal tarea, no el repetir verdades

de siempre garantizándolas con anatemas, sinopresentar al rostro amable de la Iglesia y pre-pararla para poder dialogar con otras comuni-dades cristianas, con otras religiones y con elmundo. Nosotros vivimos con sumo interés losdebates sobre la sacramentalidad y la colegia-lidad del episcopado. Pero lo que más sor-prendió a nuestro episcopado fue la doctrinade la Gaudium et spes sobre las relaciones de laIglesia con el mundo económico y el socio-po-lítico, y más todavía el planteamiento de la li-bertad religiosa no como un derecho de la ver-dad, sino como el derecho de la persona y las co-munidades a la libertad social y civil en materia re-ligiosa. Se comprende que fuera así porque esos

temas planteaban retos muy serios a la situa-ción socio-política que existía en España porlos años sesenta.

¿Y cuál fue la actitud de nuestro episcopa-do en el postconcilio?

Mereció un amplio sobresaliente. El 8 de di-ciembre de 1965 se clausuró el Concilio. Conesa misma fecha los obispos españoles publi-camos una carta colectiva, la primera despuésde la que apareció en 1937 con ocasión de laguerra civil; y el mero repaso de los títulos desus distintos apartados manifiesta la decididavoluntad de nuestro episcopado de llevar a lavida eclesial las directrices renovadoras delConcilio. Se afirma que éste había sido un don deDios a la Iglesia; y, tras afirmar, llegado el momentode la acción, y advertir contra dos peligros: el in-movilismo y el afán de novedades, pasa a urgir unarenovación interior, para ir aplicando lo que éstarequiere de obispos, presbíteros, religiosos y laicos,y fiando, en el dinamismo de nuestra fe, abordadecididamente cuestiones cruciales en la reali-dad española como las relaciones entre la Igle-sia y los no católicos, las exigencias de la libertadreligiosa y la necesidad de llevar adelante, co-mo pide el Vaticano II, el diálogo con el mundode hoy.

Alfa y Omega

Monseñor Cirarda habla del episcopado español en el Vaticano II y el postconcilio

Una Iglesia en diálogo

Un momento del Concilio Vaticano II

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En el apartado 5 del artículo IIdel Acuerdo para Asuntos

Económicos, entre la Santa Sede yel Estado español, de 3 de enerode 1979, la Iglesia católica declarasu propósito de lograr por sí mismalos recursos suficientes para la aten-ción de sus necesidades, sin perjui-cio de que, llegada esta fecha, semantengan otras formas de cola-boración económica entre la Iglesiacatólica y el Estado. Un elementoesencial para que la Iglesia puedaalcanzar esta etapa final en su fi-nanciación son los donativos quereciba, tanto de las personas físi-cas como de las sociedades y de-más entidades jurídicas. Nuestroordenamiento tributario vigentetiene establecidas importantes de-ducciones para estimular estos do-nativos. A continuación, se resu-me el contenido de la deducciónen cada uno de los dos impuestosa que pueden afectar y los requi-sitos que deben ser cumplidos pa-ra tener derecho a ella.

1. LA DEDUCCIÓNEN LA CUOTA DEL IRPF

En relación con este impuesto,hay que partir de la declaraciónque contiene el apartado 2 del ar-tículo IV del Acuerdo para Asun-tos Económicos. Este apartado dis-pone:

Las cantidades donadas a los enteseclesiásticos enumerados en este artí-culo y destinados a los fines expresadosen el apartado C), darán derecho a lasmismas deducciones en el Impuestosobre la Renta de las Personas Físicasque las cantidades entregadas a enti-dades clasificadas o declaradas bené-ficas o de utilidad pública.

Los fines a que se refiere el apar-tado C) son el culto, la sustenta-ción del clero, el sagrado aposto-lado y el ejercicio de la caridad. Es-tos fines compendian, práctica-

mente, toda la actividad de la Igle-sia, por lo que cualquier donativoque se haga a ésta habrá de consi-derarse incluido en ellos.

El acuerdo remite, por tanto, eneste aspecto a la regulación delIRPF, contenida hoy en la Ley40/1998, de 9 de diciembre y enlas normas que la desarrollan. Asu vez, el artículo 55.3.a) de estaLey remite a la ley reguladora delas fundaciones, la Ley 30/1994,de 24 de noviembre, permitiendoque, para determinar la cuota lí-quida del impuesto, se deduzcande la cuota íntegra las deduccio-nes previstas en esta última Ley,cuyo Título II, Capítulo II, lleva eltítulo de Régimen tributario de lasaportaciones efectuadas a entidadessin fines lucrativos y en cuyos artí-culos se regulan por separado losdonativos realizados por perso-nas físicas y por las personas jurí-dicas.

Este régimen se declara, expre-samente, aplicable a la Iglesia ca-tólica y a otra serie de entidades,por la Disposición Adicional Sextade la Ley, y sus principales carac-terísticas pueden resumirse así: Esaplicable a las donaciones que pue-dan considerarse incluidas en al-gunos de los supuestos que enu-mera el artículo 59 de la Ley30/1994, que son:

Donaciones de bienes queformen parte del Patrimonio His-tórico Español, que estén inscritosen el Registro General de Bienesde Interés Cultural o incluidos enel Inventario General a que se re-fiere la Ley 16/1985, de 25 de ju-nio, del Patrimonio Histórico Es-pañol.

Bienes que deben formar par-te del activo de la entidad donata-ria y que contribuyan a la realiza-ción de las actividades que efectú-en en el cumplimiento de sus fi-nes.

Cantidades donadas para larealización de las actividades quela entidad donataria efectúe encumplimiento de los fines previs-tos en el artículo 42.1.a), o para laconservación, reparación y res-tauración de los bienes que for-men parte del Patrimonio Histó-rico Español. Los donativos enmetálico, que será el caso más fre-cuente de los que se realicen a laIglesia, tienen plena cabida en es-te supuesto.

La deducción será del 20 por100 de la cantidad donada (el por-centaje se eleva al 25 por 100, cuan-do los donativos se destinen parafines que las leyes de Presupues-tos Generales del Estado hayan de-finido como actividades y progra-mas prioritarios de mecenazgo).

La base de la deducción tieneun límite cuantitativo máximo,que es el 10 por 100 de la base li-quidable, y que es conjunto paraestos donativos y las inversionesen bienes de interés cultural. Estono significa que no se puedan ha-cer donativos por un importe su-perior, sino que el importe de losmismos que exceda de este límiteno da derecho a la deducción.

Ha de tratarse de donacionespuras y simples, y que tengan ca-rácter irrevocable.

Para tener derecho a la de-ducción será necesario tambiénque se acredite la efectividad de ladonación mediante certificaciónexpedida por la entidad percepto-ra de la donación. La Orden de 30de julio de 1999 aprobó el modelo(Modelo 182) que deben utilizarlas entidades donatarias para su-ministrar la información de los do-nativos recibidos. Es importanteque las entidades donatarias pre-senten este modelo y, para esto,que los donantes les suministrenlos datos personales que deben ha-cer figurar en ellos.

2. EL CÓMPUTO COMOGASTOEN EL IMPUESTO SOBRESOCIEDADES

La Sección 2ª del Capítulo II delTítulo II de la Ley de Fundacionesregula el beneficio derivado de losdonativos realizados por las per-sonas jurídicas a las entidades aco-gidas a la Ley 30/1994 y, en con-secuencia, a la Iglesia católica. Lavigente Ley del Impuesto sobre So-ciedades, la Ley 43/1995, de 27 dediciembre, mantiene la posibilidadde seguir aplicando este beneficioen el apartado Dos.22 de su Dis-posición Derogatoria, y en su Dis-posición Final Primera.

En este caso, no se trata de unadeducción en la cuota, sino que elincentivo consiste en que el im-porte de los donativos se conside-ra como partida deducible paradeterminar la base imponible delImpuesto sobre Sociedades.

El objeto de las donaciones de-be ser alguno de los descritos alhablar del IRPF.

La deducibilidad no puede ex-ceder del 10 por 100 de la baseimponible del ejercicio en el quese realice la deducción, salvo enel supuesto de donativos de bie-nes que formen parte del Patri-monio Histórico Español, en elque el límite se eleva al 30 por100. El artículo 63.3 de la Ley30/1994 permite, sin embargo,que las sociedades donantes op-ten por considerar como límite,en vez del que acabo de señalar,el 1 por 1.000 o el 3 por 1.000, desu volumen de ventas, respecti-vamente, sin que, en ningún ca-so, la aplicación de estos porcen-tajes pueda determinar una baseimponible negativa. Estos lími-tes se elevarán en cinco puntosporcentuales en el supuesto dedonaciones para programas prio-ritarios de mecenazgo.

Para poder computar este gastola sociedad donante tendrá queacreditar la efectividad de la do-nación mediante una certificaciónexpedida por la entidad donatariaque acredite los datos necesariospara identificar al donante y la do-nación y, expresamente, el carác-ter irrevocable de la misma.

Desde el punto de vista econó-mico, las desgravaciones descritassuponen que el Estado soportaráuna parte importante del coste delos donativos, la que correspondaa los impuestos que se ahorran losdonantes en virtud de las deduc-ciones, o, dicho de otro modo, queéstos últimos pueden beneficiar ala entidad eclesiástica donatariaen un importe muy superior al sa-crificio económico que para ellossuponen los donativos.

Félix de Luis

El beneficio de darEl beneficio de dar

Las desgravaciones fiscales por los donativos a la Iglesia católica

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Nº 206/30-lII-2000 Mundo20 ΑΩ

Un gesto profético. Una revo-lución copernicana. Una pro-

vocación. Un signo de humildad.El mundo de los medios, de todaslas orientaciones ideológicas, hainformado y comentado la cere-monia en la que el 12 de marzopasado Juan Pablo II pidió perdónpor los pecados pasados y pre-sentes de los hijos de la Iglesia.Como suele suceder, la noticia hasido dada según los presupues-tos ideológicos del medio en cues-tión, sin embargo no han faltadopositivas sorpresas, y alguna queotra crítica descontada.

JERUSALÉN

En Jerusalén, las expectativaseran grandes y las reacciones hansido esencialmente positivas, aun-que con algunas reservas. Los ex-ponentes más representativos delmundo hebreo, como el gran ra-bino Meir Lau, reconocieron queel gesto del Papa es sumamentepositivo, aunque deploraron queno se mencionara expresamenteal Holocausto. Un editorial del in-fluyente Jerusalem Post –el coti-diano editado en inglés– recono-ció la actitud de acercamiento dela Iglesia que ha llevado a una cla-ra mejoría de las relaciones con elpueblo hebreo. En concreto, citael Simposio internacional convo-cado en el Vaticano por el Comitépara el Jubileo del año 2000 en1997, en el que se analizaron lasraíces del antijudaísmo. Recuer-da, además, que la Santa Sede yase pronunció sobre el Holocaus-to, al año siguiente, cuando pu-blicó el documento de la Comi-

sión vaticana para las relacionescon el hebraísmo Nosotros recorda-mos: una reflexión sobre la Shoah. ElJerusalem Post pone de manifiestoademás que la petición de perdóndel Papa tenía lugar en una cere-monia solemne, de modo que es-te acto de contrición ha pasado aformar parte de la misma liturgiade la Iglesia católica.

En nombre del Gobierno is-raelí, se pronunció el Secretariodel Gabinete, Isaac Herzog, quiendefinió el acontecimiento comohistórico, subrayando el valor edu-cativo y la importancia que teníaen vísperas de la visita papal.

NUEVA YORK

El New York Times ha escrito: Alinicio de su pontificado, los gestosmás valientes de Juan Pablo II tuvie-

ron lugar en el frente político, cuandoel Papa tomó posiciones contra el co-munismo de la Unión Soviética, enEuropa del Este, en América Latina,así como contra las violaciones de losderechos humanos y las injusticiaseconómicas del capitalismo. Esta pe-tición de perdón, hecha en la últimafase de su pontificado, es mucho más

atrevida a nivel teo-lógico. Su esfuerzo de purificar la con-ciencia de la Iglesia para prepararlaal nuevo milenio ha suscitado críti-cas, pero con toda seguridad marcaráprofundamente su herencia.

Todos los medios de comuni-cación de Estados Unidos, desdelos canales de televisión hasta losperiódicos, dieron mucho espacioa la iniciativa del Pontífice, pre-sentándola en primera página. Lohicieron el Washington Post, LosAngeles Times y el Wall Street Jour-

nal, mientras la CNN colocó elacontecimiento en sus titulares deapertura de los telediarios.

Esta Misa –escribió el Washing-ton Post– es considerada como unode los actos más importantes en los21 años de pontificado de Juan PabloII. Y, según estudios de opinión rea-lizados por

los me-dios de comunicación, la mayor partede los sesenta millones de católicosestadounidenses ha compartido la ini-ciativa.

BERLÍN

Alemania ha analizado la peti-ción del perdón como un paso quenecesariamente ayudará al pro-greso del diálogo ecuménico y en-tre los creyentes de las diferentesreligiones. Es un hecho histórico,único y valiente, afirmó el Presi-

Ver al Papa pedir perdón por los males que los cristianos han cometido, gol-peado como Cristo profeta y humillándose por toda la Iglesia, me con-

mueve profundamente, como les ha ocurrido a tantos otros en estos días.Nos cuesta comprender la importancia del gesto papal, que podría fácil-

mente verse reducido a los esquemas del revisionismo histórico. Sin embar-go, no es una finalidad política o propagandística lo que mueve al papa Wojty-la. Juan Pablo II, provocado por una circunstancia favorable –la celebraciónde los dos mil años de la Encarnación–, ha querido mostrar la verdad de Cris-to y de la Iglesia, que llevan consigo hombres de carne y hueso, ya que Diosha elegido un método para darse a conocer en la Historia. El Misterio, que deotro modo sería desconocido, se comunica utilizando el factor humano: Diosvino al mundo como un niño en el seno de una joven hebrea, naciendo en lacarne exactamente igual que todos nosotros. Por eso ninguna desproporción,límite o error humano pueden ser objeción para el cristianismo. El límiteexistencial –que la Biblia llama pecado–, del que todo hombre tiene expe-riencia, no impide que el cristianismo se transmita y se plasme en la Historia,porque ninguna miseria podrá superar la paradoja del instrumento –el factorhumano– que Dios ha elegido para darse a conocer. La Iglesia es una realidaddonde se encuentran personas indignas, gente tosca y que cuenta poco, a ve-

ces violenta, hombres frágiles o presuntuosos, padres desprevenidos e hijos re-beldes. Pero la Iglesia no es el lugar de los fariseos y los sin pecado. El cris-tiano sabe que es pecador, y precisamente la conciencia de serlo es el primerpaso y el más honesto que puede dar ante sí mismo y los demás, si no quere-mos volvernos pretenciosamente intolerantes y violentos.

La petición de perdón a Dios por parte de los hombres es el acto más pu-ro para quien cree en Él. Por tanto, el hombre pide perdón para afirmar algopositivo, la bondad de Cristo presente y vencedor en la Historia. Y para queesta positividad sea para todos, el Papa se pone de rodillas, cargando con lasculpas de todos y de cada uno. No juzgándolas en nombre de una moral abs-tracta o de leyes dictadas por los hombres, sino renovando la dinámica propiade la conversión y el perdón, que no es debilidad, sino fuerza que recrea de nue-vo lo humano puesto ante la Presencia divina. He ahí la diferencia.

El Papa de rodillas no es una imagen que me sugiera debilidad. Más bienme recuerda al antiguo Espartaco que se levanta con toda su estatura humanarealizando un gesto de libertad y que se ofrece como un ejemplo para la feli-cidad que desea siempre cualquier hombre.

Don Luigi Giussani. La Repubblica, 15-III-2000

La gran fuerza del perdonar

El mundo, ante la petición de perdón del Papa

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El júbilo y la esperanza inva-dieron una abarrotada cate-

dral de Westminster el miércoles22 de marzo pasado, bajo un solde primavera, al celebrarse la to-ma de posesión de monseñor Cor-mac Murphy-O´Connor como ar-zobispo de Westminster. La cabe-za visible de los más de cuatro mi-llones de católicos de Inglaterra yGales dijo, dirigiéndose a los fie-les de su nueva diócesis, que, a pe-sar de estar triste por dejar su an-tigua diócesis de Arundel y Brigh-ton –en la que ha servido durantelos pasados 22 años–, llego a voso-tros como vuestro nuevo pastor conun sentido de alegría y esperanza.

En su homilía, transmitió su de-seo de compartir su lema de Gau-dium et spes (Alegría y esperanza)con toda la comunidad, y recordóque el cristianismo no está hechode meras reglas prácticas a seguir.Desde luego que hay retos al mirar alfuturo, dijo. No creo que éstos seantiempos tristes para la Iglesia católicaen nuestro país. Cuando el cielo estáoscuro, la luz parece más brillante.

Su optimismo se dirigió tam-bién hacia el ecumenismo: por al-go, durante 16 años, el Papa le haconfiado el ser co-Presidente de laComisión Internacional católica ro-

mana y anglicana. Mi trabajo ecu-ménico me ha hecho estar más con-vencido de mi catolicidad, añadió.

Refiriéndose al encuentro deJuan Pablo II con líderes de la Igle-sia anglicana y de la Iglesia inde-pendiente, en la catedral de Can-terbury hace 18 años, pensé que asíes como debería ser, así es como lasenemistades, los malentendidos, lasheridas del pasado deben acabar, enuna comunión que es real, y en un tes-timonio común al único Cristo en elcual ya somos uno. Aunque admi-tió que hay obstáculos en el cami-no a la unidad total de los cristia-nos, es un camino sin vuelta atrás.

Aparte de los fieles, sacerdotesy obispos procedentes de todas lasdiócesis, entre los asistentes a laceremonia, retransmitida en di-recto por la BBC, estaban repre-sentantes de la Familia Real comola duquesa de Kent (católica), y delos distintos partidos políticos, co-mo la esposa del Primer Ministro,Chery Blair, también católica, em-barazada de su cuarto hijo, conquien el nuevo Primado católicoestuvo hablando durante algunosminutos.

Benjamín R. Manzanares,enviado especial

Mundo Nº 206/30-lII-2000 21ΑΩ

Diversidadlegítima

Es fuente de gran alegría saberque los Jefes de las

Comunidades cristianas en laCiudad Santa de Jerusalén seencuentran a menudo paraafrontar cuestiones de interéscomún para sus fieles. Aquí enJerusalén las palabras de Cristoresuenan con especial resonancia:para que todos sean una solacosa...; para que el mundo crea queTú me has enviado.

En los años transcurridoshemos aprendido que el caminohacia la unidad es una sendadifícil. Esto no debedesanimarnos. Hay que tenerpaciencia, perseverar y continuaradelante sin vacilar.

Existe una diversidad legítimaque no es de manera algunacontraria a la unidad del Cuerpode Cristo, sino que más bienrefuerza el esplendor de la Iglesia.No hay que perder ninguna deestas riquezas de cara a la unidadplena a la que aspiramos.

Sólo estando reconciliadosentre sí, los cristianos puedendesarrollar plenamente su papelhaciendo de Jerusalén la Ciudadde la Paz para todos los pueblos.En esta Ciudad tendría que serposible sobre todo para cristianos,judíos y musulmanes vivir juntosen fraternidad y libertad, endignidad, justicia y paz.

Mi intención ha sido dar unadimensión claramente ecuménicaa las celebraciones de la Iglesiacatólica del Año Jubilar 2000. Éstees para nosotros un tiempoprovidencial para dirigirnos alSeñor, para pedir perdón por lasheridas que los miembros denuestras Iglesias se han provocadounos a otros a lo largo de lossiglos.

(25-III-2000)

HABLA EL PAPA

bb

n del Papadente de la Conferencia Episco-pal Alemana, el arzobispo KarlLehmann, en nombre de los ca-tólicos de Alemania. Ahora –di-jo Hans Joachim Maier, presi-dente del Comité central de loscatólicos alemanes– es necesariocontinuar por la senda emprendidapor el Pontífice.

La Iglesia protestante alemanatambién ha reaccionado positi-vamente. Es un gesto que debe seracogido con gran respeto y gratitud,afirmó el jefe de la Iglesia evan-gélica alemana, Manfred Kock,que representa a 28 millones defieles. El obispo luterano de Ber-lín, Wolfgang Huber, fue másallá: Es un paso muy importantepara toda la cristiandad.

Los israelitas alemanes lo aco-gieron también positivamente,aunque algunos –como MichaelFriedman, Vicepresidente delComité central de los hebreos enAlemania– polemizaron porqueno se hubiera pronunciado ex-plícitamente el Holocausto.

ROMA

Italia es quizá el país en el quela reacción de los medios ha sidomás inesperada. Grandes perio-distas –muchos de ellos intér-pretes del mundo cultural de iz-quierdas– aplaudieron las pala-bras del Papa. Lo curioso es quealgunos, como Eugenio Scalfari,fundador de La Repubblica, o GadLerner, influyente columnista ydirector de programas televisi-vos, reconocieron que la mane-ra en que el Papa pronunció laspalabras de petición de perdóndemuestra que no esconden nin-gún interés, sino simple y llana-mente espíritu evangélico. En es-te sentido, Luigi Pedrazzi escri-bía en el diario romano Il Mes-saggero: Un gran cristiano (elPapa) trata de decir a todos que enla lógica de una nueva humildad yde la misericordia, puede abrirse pa-ra todos un futuro nuevo, en ciertosentido impensable, diferente de loque el pasado entrega al presente decada uno. En Il Corriere della Sera,Claudio Magris explica que ges-tos como éste suscitan con frecuen-cia amargura, pues en el momentoen el que se pide perdón, nunca essuficiente y todos se echan encima. Yconcluye: Éste es el mecanismo delmundo y Juan Pablo II, que ha de-mostrado que es capaz de manio-brarlo con consumada y desenvuel-ta habilidad, parece decirnos que enel fondo le traen sin cuidado estasinterpretaciones.

J. C. Roma

Toma de posesión de monseñor O´Connor,nuevo arzobispo católico de Westminster

Un caminoirreversible

El nuevo arzobispo de Westminster, monseñor O´Connor, saludando a los fieles

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Nº 206/30-lII-2000 La vida22 ΑΩ

Don Vincenzo Paglia, fundador de la Comunidad de San Egidio, ha si-do nombrado por el Papa obispo de la diócesis italiana de Terni.

Los 30 millones de fieles católicos que viven en Colombia, podrán se-guir pronto, en mayo, los programas de la primera emisora de TV católi-ca en el país, se llama: Televida, y su eslogan es El canal de la familia.Emitirá 5 horas diarias y su director es don Francisco Pérez Gil.

Monseñor Javier Osés, obispo de Huesca, acaba de celebrar sus Bodasde Oro sacerdotales, aunque la celebración con su comunidad diocesanala realizará en junio, con otros sacerdotes que también celebran, unos sus25 y otros sus 50 años de servicio a la Iglesia.

Don Enrique Trigueros Castillo es el nuevo abad del monasterio deSan Isidoro de Dueñas (Palencia), de la Orden cisterciense. Tiene 58 años,nació en Barcelona, y ha sido Superior en monasterios de México y Cór-doba.

El cardenal Carles, arzobispo de Barcelona, ha presidido la Misa declausura del encuentro del Comité Católico Internacional Gitano, y la vi-sita de los participantes a Barbastro, al lugar donde fue martirizado, en1936, el beato Ceferino Jiménez Maya, gitano, conocido por El Pelé.

Don Ismael Sánchez Bella, tras 14 años de Presidente de la AsociaciónAmigos de la Universidad de Navarra, ha dejado al frente de ella al has-ta ahora Vicepresidente primero, don José Ignacio Uclés.

En la ordenación sacerdotal del joven de 28 años Bernard Fraser,concelebrará un sacerdote muy especial: su padre, también sacerdote,Daniel Fraser, que se hizo monje trapense al fallecer su esposa en 1996.

El arzobispo de Granada, monseñor Antonio Cañizares, al firmar unconvenio de colaboración para la puesta en marcha de una serie de rutas cul-turales por lugares estrechamente vinculados con la vida del emperador Car-los V, ha afirmado: Hablar de Carlos V sin considerar su dimensión cris-tiana, es hablar de un personaje de leyenda que no ha existido jamás.

Thomas Ferebee, el soldado americano que lanzó la primera bombaatómica de la Historia sobre Hiroshima, al final de la segunda guerramundial, ha muerto a los 81 años de edad, en Windermere, suburbio de laciudad norteamericana de Orlando.

La Sala de Cultura del Seminario de Sevilla alberga la exposición fo-tográfica Edith Stein, una vida para la verdad, que muestra la vida y la per-sonalidad de la santa de Auschwitz. Ha clausurado la exposición el obis-po auxiliar de Madrid, monseñor César Augusto Franco, quien ha habladosobre La palabra de Dios en la vida del cristiano.

El Apostolado de la Oración acaba de editar las ponencias de su asam-blea nacional en un libro titulado Revitalizar el Apostolado de la Ora-ción, con la presentación de la asamblea a cargo del nuevo director nacional,el jesuita padre Rafael de Andrés. La obra está prologada por el subdi-rector del Secretariado Nacional, José Ramón Bañares.

Con el deseo de que la animación misionera tenga en España comofundamento el mejor conocimiento de lo que son las Obras Misionales Pon-tificias, su director nacional, monseñor José Luis Irízar, ha iniciado la pu-blicación de unos interesantes Cuadernos de animación misionera.

Nombres propios

La dirección de la semanaOfrecemos esta semana la dirección donde puede consultarse

todo lo relativo al reciente encuentro en Galilea de jóvenes delCamino Neocatecumenal con el Papa. Asimismo, en la páginase ofrece información sobre la Casa de Galilea que está constru-yéndose en el monte de las Bienaventuranzas.

Dirección: http://www.domusgalilaeae.org

INTERNET

http://www.domusgalilaeae.org

Campaña de oración por la paz

La paz está en tus manos es el lema de la campaña de oración que han lan-zado los jóvenes estudiantes y profesionales que agrupa Rosario vivo pa-

ra buscar la paz en España a través de la oración, y cuyo objetivo es generar unanueva corriente de ilusión y de esperanza, frente al trágico problema del te-rrorismo, para cuya transformación los medios exclusivamente humanos semuestran realmente incapaces. La campaña empezó el 25 de marzo y termi-nará el 20 de abril, Jueves Santo, Día del amor fraterno, y consiste en rezar elRosario en familia, participar diariamente en una misa por la paz, y ofrecer elpropio trabajo y sufrimiento. Con el fin de realizar un seguimiento de la cam-paña, se ruega que las misas que se celebran por la paz, así como cualquier otrainiciativa, sean confirmadas al teléfono: 630 474 930.

Jubileo 2000 en Sisante

Del 24 de marzo al 2 deabril, tiene lugar en Si-

sante (Cuenca) la celebra-ción del Año Jubilar 2000,con la excepcional salidaprocesional de la imagen denuestro Padre Jesús Naza-reno, del convento de lasHermanas Clarisas, nom-brado santuario jubilar parael año 2000. Esta imagenveneradísima, sólo sale delconvento, como manda latradición, cada 100 años.Excepcionalmente saldrácon motivo del Jubileo deeste Año Santo, pasado ma-ñana sábado, día 1 de abril.

Dramática situación en Mozambique

El presidente de Cáritas Española, señor Sánchez-Faba, tras una visita de unasemana a Mozambique, ha denunciado las penosas condiciones en que

sobreviven miles de personas damnificadas por las peores inundaciones que hasufrido el país en los últimos cincuenta años. La situación –ha dicho– es dra-mática e incluso desesperada para miles de personas que no reciben alimen-tos a causa de la enorme dificultad que existe para hacérselos llegar. La si-tuación de emergencia se va a prolongar durante meses. Unas 650.000 perso-nas siguen necesitando ayuda con la mayor urgencia. 400 organizaciones so-ciales han denunciado la falta de generosidad del mundo rico con Mozambique.Los países más poderosos se han limitado a conceder una moratoria para el pa-go de una deuda externa que supera los 1,3 billones de pesetas, para un país quetiene un 70% de su población bajo el llamado umbral de la pobreza. Hay cuen-tas corrientes abiertas en las principales entidades bancarias y en todas las Cá-ritas diocesanas. El teléfono de información y de donaciones Cáritas con Mo-zambique es el 902 33 99 99, o la página web: www.caritas-espa.org

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La vida Nº 206/30-lII-2000 23ΑΩ

Introducir el amor en el amor. El amorentendido como don. El amor com-

prendido desdesus más profundasraíces antroplógi-cas, teológicas,morales. El amorque es gracia, quees donación, quees camino y meta.Estas ideas son só-lo algunos lazos derazón y de pensa-miento de KarolWojtyla. La edito-rial Palabra tiene elacierto indudablede traer a nuestras

lecturas una gavilla de escritos, hasta aho-ra inéditos en nuestra lengua, que tienenel matrimonio y la familia como núcleoesencial. El libro, que tiene el título El dondel amor, recoge un amplio espectro de laproducción teológica del, entonces, ar-zobispo de Cracovia. No podemos olvi-dar que la pastoral fue el punto de parti-da de su ministerio sacerdotal y episco-pal, mientras que la filosofía era su pun-to de llegada. Si Karol Wojtyla es unfilósofo, lo es para ser mejor teólogo, yasí, ser aún mejor sacerdote. Muestra deello son las deliciosas páginas dedicadasa la verdad de la Humanae vitae, o a lasprofundidades espirituales de la relaciónentre el Inmaculado Corazón de María yla transmisión de la vida. Una joya, quehará sentirnos más humanos y más cris-tianos.

No es sorprendente que Ediciones B,del grupo Zeta, publique un esplén-

dido libro so-bre Juan PabloII? Bienvenidosea todo lo quenos haga buce-ar en las pro-fundidades deuno de loshombres in-discutiblemen-te más rele-vantes denuestra histo-

ria contemporánea, a fuer de sucesor dePedro, maestro de la fe, vínculo de la ca-ridad. Jo García-Cobb ha descrito los mo-mentos fundamentales de una biografíacompleta de Juan Pablo II en el libro grá-fico Juan Pablo II. El valor indiscutible deeste texto radica en las fotografías, en eldiseño, en la historia retratada de segun-dos con sabor de eternidad. Aunque, pa-radojas de la denominada aceleración dela Historia, el valor del libro permanecependiente del pasado, mientras que JuanPablo II es fundamentalmente presente yfuturo. Y, así, se tendrán que añadir a es-te texto, en una inmediata edición, los mo-mentos de su peregrinación jubilar a Tie-rra Santa, que compendian mucho de loque se anticipa en este lustroso texto.

J.F.S.

Libros de interés

El chiste de la semana

Máximo, en El País

El Papa en Fátima el 13 de mayo

Monseñor Crescencio Sepe, respon-sable máximo del Jubileo del Año

Santo 2000, ha confirmado, según Ze-nit, que Juan Pablo II ha aceptado la in-vitación del obispo de Fátima para ce-lebrar la beatificación de los dos pastor-cillos que vieron a Nuestra Señora, Ja-cinta y Francisco, en Cova d’Iría. La otravidente es sor Lucía, que acaba de cum-plir 93 años en un monasterio de clau-sura en Coimbra. El Santo Padre llegaráel viernes 12 de mayo al santuario, y el13 presidirá la celebración eucarísticade beatificación en la explanada.

El 8 de octubre próximo, Juan PabloII confiará a María la Iglesia del tercermilenio, también ante la imagen de laVirgen de Fátima, que con este motivoserá trasladada durante unos días a Ro-ma, en coincidencia con el Jubileo delos Obispos de todo el mundo. La idea deque la imagen de Fátima esté en Romaesos días, ha sido del propio Pontífice.Sin duda, será uno de los momentos ma-rianos más fuertes de todo el Jubileo.

La Iglesia en Taiwán

Los obispos católicos de Taiwán acaban de pronunciarse sobre el resultado de las recientes eleccionesque han dado la victoria a Chen Shiu-Bian, un joven abogado de 49 años, líder del Partido Democrático

Progresista, de línea independentista frente a la China comunista. El cardenal Presidente de la ConferenciaEpiscopal de Taiwán ha afirmado: Esperamos que el futuro Presidente sea un hombre honrado, que sepamejorar los asuntos internos en Taiwán, no sólo a nivel material, sino también espiritual, promoviendoen la sociedad valores éticos, morales, espirituales. Debe ser un hombre de gran apertura mental, que es-tablezca un gran contacto con Pekín, use el diálogo y encuentre una solución pacífica para las relacio-nes con China, sin pensar en la guerra.

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Nº 206/30-III-2000 Desde la fe24 ΑΩ

Textos: A. Llamas. Ilustraciones: Pablo Bravo

EEEE llll ppppeeeeqqqquuuueeeeaaaallllffffaaaaAAbbrriill::1166,, DDoommiinnggoo ddee RRaammooss;; 2200,, JJuueevveess SSaannttoo,, DDííaa ddeell AAmmoorr FFrraatteerrnnoo;; 2211--2233,, VViieerrnneess,, SSáábbaaddoo SSaannttoo yy DDoommiinnggoo ddee RReessuurrrreecccciióónn

Había una vez un burrito que se llamaba Ti-pitón. Había nacido en un establo muy pe-

queñito y su mamá había hecho muchos es-fuerzos cuando él nació, porque el establo eratan pequeño que casi no podía tumbarse. Tantosesfuerzos hizo su mamá, que después de dar aluz a Tipitón ya no pudo volver a andar. Asíque los dueños de Tipitón, que eran muy po-bres y trabajaban en el campo, tuvieron queechar mano de él para arar las tierras y cargar to-dos los bultos casi desde que empezó a andar. (Yya sabéis que los animales aprenden a andarmucho antes que nosotros).

A Tipitón no le importaba trabajar porquesus dueños eran muy buenos y los quería mu-cho. Además veía la necesidad en aquel hogar ysabía que su ayuda era fundamental. Pero cuan-do salía del establo de madrugada, para ir alcampo, no soportaba dejar a su madre sola,tumbada en la paja, porque sabía que nadieiba a verla hasta que él llegaba por la no-che. Ése era su mo-mento preferido deldía. Llegaba cansadoy con frío, y su madre lehabía prepara-do bien la camay una buena ce-na. Tipitón lecontaba lo quehabía hecho du-rante el día ysu mamá leescuchabasonriente, co-mo sólo sonrí-en las mamás asus hijos. A ve-ces Tipitón sedormía mien-tras habla-ba, y hastase olvida-ba de masticar lacomida de la boca.¿Se puede estar más cansa-do?

Así pasaban los días y Tipitón se iba hacien-do mayor. Cuando todos se dieron cuenta, Ti-pitón ya era un señor burrito, pero su mamá eracada vez más anciana. Aun así, seguía escu-chándole pacientemente todas las noches, y dán-dole consejos sobre la vida.

Pero no sólo eran los burritos los que cam-biaban con los años. Con el tiempo, la familiacon la que vivían Tipitón y su mamá comenzó atener buena suerte con las cosechas. Tanto fue

así, que decidieron comprar un tractor que lesahorrase el esfuerzo físico. Era un tractor fan-tástico, Tipitón lo observaba estupecfacto desdela ventanita de su establo, y le contaba a su ma-má cómo era, ya que ella no podía levantarsehasta la ventana.

Como la familia salía todas las mañanas consu tractor, Tipitón dejó de ir con ellos porqueya no les hacía falta. El joven burrito se sentía unpoco triste porque ya no era útil para nadie. Tantriste le vió su mamá, que le recomendó que co-giese sus cosas y se decidiese a viajar, a irse untiempo, porque no podía quedarse para siempre

en el establo.Yo estarébien, no tepreocupes

–ledecía su mamá a Tipitón–

pero debes irte porque tienes muchascosas que aprender. Cosas que no verás ni oi-rás si te quedas aquí, en este lugar tan pequeño.

A Tipitón no le hacía ninguna gracia eso de ir-se por ahí, sin un rumbo fijo. Nunca se habíaseparado de su madre. Además, siempre habíaestado protegido por la familia con la que viví-an, y tenía miedo de las demás personas, quesiempre le llamaban burro como si fuera un in-sulto, y se reían de él. Pero a él nunca le habíaimportado eso porque sabía que pronto estaríacon su mamá, que le escucharía y le sonreiríacon un amor infinito.

A pesar de que no le gustaba la idea, Tipitónno quiso hacer enfadar a su madre, y sin saber

que ésta sufría por su marcha, un día se levan-tó temprano y se fue. Y caminó, y caminó. Elburrito avanzaba con paso firme por pueblos yciudades. En su viaje conoció a otros animali-tos como él, a quienes sus padres les habían re-comendado que viajasen y conociesen otros lu-gares.

Tipitón estuvo viajando durante años. Alprincipio sólo pensaba en volver, porque se acor-daba mucho de su madre, pero después se diocuenta de la cantidad de cosas que uno podíaver si tenía los ojos bien abiertos. Podía ver, porejemplo, cómo los hombres discuten y se dejande hablar sólo por tener cosas materiales, quecon el tiempo siempre se acaban estropeando.Tipitón aprendió a entender que, a pesar de las

miles de lenguas y colores que tienen los hu-manos, al final todos lloran por los mis-

mos motivos. En su viaje conoció a mu-chos animalitos y personas. Algunos

de ellos se reían cuando veían susenormes orejas. Tipitón apren-

dió a sonreírles. Pero otros lo-graron mirar primero a sus

ojos y, una vez observa-dos, se acercaban a Tipi-tón y le hablaban, y lecontaban cosas. Tipitónles escuchaba como solíahacer su mamá con él,pues se acordaba de lomucho que le gustaba aél sentirse escuchado. Y

la gente y los ani-males a los

que escu-chó se loagradecí-

an, vaya si se lo agrade-cían… Aunque no le de-cían nada, se marcha-ban con una sensacióntan agradable que Tipi-

tón se volvía inolvidable para ellos.Después de mucho tiempo, el burrito Tipi-

tón decidió volver a su hogar. Pero su mamá yano estaba. Al principio sintió deseos de llorar, detirar abajo el pequeño establo que había obli-gado a su mamá a no poder caminar durantetanto tiempo. Sin embargo, su imagen refleja-da en un pequeño espejo le hizo pensar: ¡Cómose parecía a su madre! Tipitón no lloró. Se diocuenta de que su madre había estado dentro deél desde el momento en que decidió escuchara los demás como su mamá había hecho con él.Cada minuto dedicado a ellos había sido un mi-nuto junto a su madre.

EEssccuucchhaarrccoommoo mmaammáá

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Desde la fe Nº 206/30-III-2000 25ΑΩ

Para celebrar el Jubileo del 2000,es decir, celebrar que hace 2.000

años que nació Jesús, Juan PabloII quiso hacer un viaje a los lugaresque vieron crecer a Jesús cuandoera niño y luego cuando fue ma-yor. Esos lugares son Israel, Jorda-nia y los territorios palestinos. Fueuna peregrinación que duró seisdías, y comenzó el 20 pasado demarzo.

En estos lugares que visitó elPapa viven cristianos, pero haymuchas personas de distintas re-ligiones, como los musulmanes ylos judíos.

El viaje del Papa a Tierra Santafue un amplio recorrido por mu-chos sitios que aparecen en la Bi-

blia, como el Monte Nebo, dondeMoisés vio antes de morir la Tie-rra Prometida a su pueblo; la ba-sílica de la Natividad, en Belén; elMonte de las Bienaventuranzas,donde se reunieron con el Papacien mil jóvenes, en Galilea , cercadel Lago de Tiberiades; y el lugarde Encarnación, donde la VirgenMaría dijo sí al ángel, en Nazaret; ytambién el lugar de la Última Ce-na, en Jerusalén.

Durante su estancia en TierraSanta, Juan Pablo II vivió momen-tos muy bonitos, como cuando lle-gó a Belén y besó el lugar dondenació el Hijo de Dios.

Hoy en Tierra Santa los mu-sulmanes y los judíos tienen pro-

blemas para vivir juntos en unmismo territorio. A pesar de queJesús dijo: La paz esté con vosotros,de que intentase que todos vivié-semos unidos como hermanos,hoy los hombres seguimos te-niendo recelo del contrario. Tantolos judíos como los palestinos dereligión musulmana quieren queJerusalén sea su capital, su ciu-dad. Dos pueblos distintos luchanpor un mismo territorio. Y tododentro de los lugares donde vivióJesús, que sólo hablaba, y siguehablando, de amor entre todos loshombres.

Ojalá pronto podamos saber deuna Tierra Santa sin luchas ni su-frimientos. La paz esté con vosotros.

LLaa ppaazz eessttééccoonn vvoossoottrroossLLaa ppaazz eessttéé

ccoonn vvoossoottrroossEl Papa Juan Pablo II visitó desde el 20 de marzo, durante seis días,lo que llamamos Tierra Santa, los lugares donde vivió y murióJesús, y donde resucitó para estar siempre con nosotros

Unextraterrestremuy valienteAutor: Fernando LalanaTítulo: El viaje de Doble–PEditorial: Magisterio Casals(Madrid)

Alguna vez os habíaispreguntado cómo vería

nuestra vida en la tierra unextraterrestre? ¿Qué pensaríade cosas que para nosotros sontan normales como la lluvia, lanieve… o las vacas?

Doble-P es un habitante deJijo (un asteroide que gira alre-dedor de Venus) que desea contodas sus fuerzas hacer un viajeal planeta Tierra. En Jijo, todoslos habitantes se aburren sobe-ranamente porque nunca pasanada. Doble-P es el único jijenseque nunca se aburre porque tie-ne su casa llena de libros con losque recorre innumerables aven-turas sin moverse del sitio; sim-plemente leyendo.

Doble-P ha leído muchas co-sas sobre el planeta Tierra ypiensa que es un lugar fantásti-co (lleno de colores y cosas di-vertidas) así que decide arreglarbien su platilleta y embarcarseen un peligroso viaje hacia laTierra. Cuando llega conoce ados amigos, Nicolás y Margari-ta, que le ayudarán a descubrircosas sorprendentes sobre loshumanos y nuestro planeta. To-do ello lo irá apuntando en sulibreta de notas.

Un libro que nos ayuda adarnos cuenta de que todoaquello que nos ocurre con fre-cuencia no deja de ser extraor-dinario por mucho que nosacostumbremos a verlo.

LLiibbrrooss

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Nº 206/30-lII-2000 Desde la fe26 ΑΩ

Quizá la primera pregunta puede resultarvulgar: ¿Qué hace un sacerdote como tú,

escribiendo cosas como ésta?Escribo por vocación. Me siento llamado a

hacerlo. Escribo por necesidad, por deseo, por-que creo que es de las pocas cosas que hagocon decencia. Y, ciertamente, lo que yo intentoes emocionar y provocar interés. Creo que todoproducto artístico, y mi literatura quiere serlo,tiene que tener dos cualidades: la emoción y elinterés. Y ciertamente busco hacer pensar, ybusco hacer reír. Creo que la risa es de lomás catártico que existe, y el humor essiempre necesario. Quizás hoy más quenunca. Yo creo que nada de lo humano tie-ne que ser ajeno al hombre de Dios, alhombre religioso, y tampoco al clérigo. Porotra parte, el clérigo es el hombre del culto;por tanto tiene que ser hombre de cultura,a mi modo de ver, y tiene que ser hombrede la palabra. Este ministerio de la palabraescrita no tendría por qué sernos ajeno.

Desde Charles Moëller, con su Litera-tura del siglo XX y cristianismo, la distan-cia entre estos dos conceptos ha sido la cau-sa del olvido de este mundo.

Sí. Y es una lástima. Ciertamente, ese bi-nomio es el mío. Me encantaría ser un poco elcontinuador, el heredero de este hombre quehas citado, que fue un analista, un crítico li-terario y un cristiano que ha reflexionado muybien sobre este binomio. De hecho, mi tesisdoctoral versa precisamente sobre el cruce en-tre lo teológico y lo literario; la he titulado Teopoética, una teología de la experiencia literaria.Entonces reflexioné, fundamentalmente en cla-ve teórica, sobre el hecho de la creatividad, dela escritura, de la lectura, de la obra de arte, delcreador. Ahora llevo un par de años, con muchahumildad, tenacidad y constancia, haciendo unanálisis literario, teológico, de algunos de losautores de las obras que yo considero capita-les de la historia del pensamiento. Doy unasclases de dramaturgia en la Escuela de ArteDramático, de la Complutense, donde vuelcotodo ese estudio que estoy realizando.

Pero, ¿cuál era la idea motriz de la tesis?Era la de la afinidad entre la experiencia es-

tética y la experiencia estática y, por tanto, lascoordenadas afines que existen entre la religióny el arte. Esto lo ilustro con el arte literario. Ana-lizo los paralelismos, la analogía, entre la ex-periencia religiosa y la experiencia artística.Partiendo de Aristóteles, con su Poética, ilumi-no el hecho creativo con algunos datos teoló-gicos, como puede ser la creación por parte deDios, con lo que eso implica, y tantas otras co-sas.

Me parece extraño que perteneciendo a lageneración de sacerdotes que se ha volcadoen la pastoral tengas una preocupación tanacusada por la estética de la fe, por el pensa-miento en relación con la literatura.

Los hombres de fe, por lo tanto los sacerdo-tes, tendríamos que ser hombres de culto y decultura. No sólo pasa esta idea por ser hom-bres de cultura, sino por estar en las institucio-nes de la cultura y, por tanto estar, comohombre de

Iglesia, en clave de evangeliza-ción, en un régimen de igualdad. Para publi-car mi libro El estreno he peleado como cual-quier otro escritor de mi generación por estar enuna editorial de prestigio. Cuando tú, un hom-bre de Iglesia, estás en régimen de igualdadcon los demás, los demás te respetan. Yo mesiento muy respetado en los contextos en losque me muevo.

UNA BENDICIÓN Y UN ESTIGMA

Apellidarse d´Ors supone ser custodio deuna herencia difícilmente administrable.

Es una bendición y un estigma. Lo llevo conmucho orgullo, porque creo que Eugenio d'Orsfue uno de los dos o tres verdaderos intelec-tuales de este siglo. Es un estigma, en el sentidode que difícilmente se es escritor apellidándo-se d'Ors y no llamándose Eugenio, como es micaso. Porque el paradigma de Eugenio, mi abue-lo, está ahí como un fantasma. Yo te diría queme puede haber ayudado en algún momentode mi vida, aunque también me puede haber

perjudicado. No sé qué decir; en todo casome siento muy orgulloso de pertenecer a lafamilia a la que pertenezco.

Has hecho referencia a la talla intelec-tual de tu abuelo, un figura perdida en lasinrazón de los intereses espúreos.

Una figura incómoda y difícil, precisa-mente porque era un hombre extraordina-riamente original. Con ello no quiero decirque buscase la originalidad a cualquier pre-cio, sino que pensaba por sí mismo. Portanto, a él no le importó en su tiempo defi-nirse como imperialista, algo que no toleró,ni tolera, la izquierda; y tampoco le im-portó definirse como sindicalista, lo quehizo que no le aceptara la derecha. Fue unhombre sui generis, con una potencia depensamiento sobrecogedora y con un es-tilo literario bellísimo, uno de los pilaresde la literatura española contemporánea.

¿Qué papel juega el catolicismo en elpensamiento de Xenius?

Jugó un papel muy importante, en elsentido de que era un gran defensor dela tradición y de alguno de los pilaresmás clásicos del pensamiento católico,como puede ser la jerarquía, el dog-ma… Él hablaba siempre muy favora-blemente de todas estas cosas. Tienealgunas glosas, algunos escritos dedi-cados al pensamiento teológico, enconcreto a la figura de María y a losángeles. Yo creo que la principal apor-

tación teológica de mi abuelo es su angeleolo-gía, compendiada en un librito pequeño, perosublime, que se llama Introducción a la vida an-gélica. Cartas a una soledad.

Aunque no conociste a tu abuelo, seguroque algo de lo que ha escrito lo escribió pa-ra ti.

Hay una frase suya, que no es la que todo elmundo cita: Todo lo que no es tradición es plagio;otra, que a mí me ha servido un poco como delema en mi vida: Hay que volar por todos los ma-res, pero hay que procrear en un nido.

José Francisco Serrano

Entrevista con Pablo d´Ors, nieto de Eugenio d´Ors

La estética de la fe, o el ministeriode la palabra escrita

Capellán de la Universidad Autónoma, escritor infatigable, creador de estéticas humanas y divinas, Pablo d´Ors se ha salido de la fila de su generación sacerdotal para dedicarse

a crear belleza, pensamiento. No en vano, la potente editorial Anagrama acaba de publicar su primera pequeña gran obra El estreno. Aunque se lamente de que en esta entrevista

no se ha hablado de su libro, hemos conversado sobre su vida. A modo de estreno

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Desde la fe Nº 205/23-lII-2000 27ΑΩ

Es el famoso cineasta Neil Jor-dan (Michel Collins) el res-

ponsable de que Graham Greenevuelva a las pantallas con la historiapoetizada de su propio adulterio.Para ello ha contado con tres acto-res muy especiales: Ralph Fiennes(El paciente inglés) que representa aMaurice Bendrix, el adúltero nove-lista inspirado en Greene; la siem-pre profunda y genial Julianne Mo-ore, que ha sido nominada para losOscars por esta interpretación, co-mo ya lo fue por Boogie Nights, yque encarna a Sarah Miles, la espo-sa de un aburrido alto funcionariobasada en Catherine Walston, mu-jer casada a la que amó GrahamGreene, y el norirlandés StephenRea, que ha hecho siete películascon Jordan, representa magistral-mente a Henry Miles, el engañadomarido de esta historia. Hay unmaravilloso cuarto personaje, in-terpretado por Ian Hart (Tierra y li-bertad) que desempeña el papel dedetective investigador y testigo deesa tremenda historia de amor y ce-los.

El adulterio es el medio paraafrontar el problema de la fe y laincreencia desde categorías muytípcas del escritor inglés. Pero elfilm no termina ahí. También noshabla de cómo es Dios, de cómose manifiesta, de sus signos, y, so-bre todo, de su amor.

Sarah Miles representa a unamujer que reza a Dios y es escu-chada. A partir de ese aconteci-miento ella concibe su vida comouna relación –por cierto, nada

complaciente– con ese Tú que undía le respondió. Caí en las redes dela fe como en las del amor. Ella, bau-tizada católica, de padre judío yde tradición no practicante, chocacon el ateísmo beligerante de suamante Bendrix que va haciendocrecer su odio a la religión, a me-dida que en Sarah crece la fe.

Lejos de querer plantear unahistoria milagrera y piadosa, la pe-lícula pone su acento en la liber-tad y debilidad humanas, ingre-dientes imprescindibles en la rela-ción con Dios. Pero lo más notablees la dilucidación que se hace delamor. Desde un amor de fuertecarga sexual, los personajes vanpasando a un amor sin carnalidad,para llegar al amor de la Caridadverdadero. La gente ama a Dios todala vida sin verlo, afirma Sarah. Perolo cierto es que ella ve a Dios enlos signos de su vida: Las cosas noson casualidades; Dios está en las pe-queñas cosas. Esta forma de mirarla realidad irrita a Bendrix que em-pieza a odiar a Dios, pero... paraodiarlo es necesario reconocerlo:Te odio como si existieras.

Aunque el cineasta ha tratadode mostrar otras otras cosas, talescomo un romance vivido desde dospuntos de vista diferentes, o la irra-cionalidad de la protagonista; lo cier-to es que la película ha ido muchomás allá, como la propia novela, ynos habla del amor y del milagrocomo categorías últimas de la rea-lidad, signo máximo de Dios.

Juan Orellana

Graham Greene vuelvea las pantallas

Se acaba de estrenar El fin del romance, la última gran adaptación cinematográfica del novelista católico Graham Greene.Se trata de una de sus novelas más autobiográficas, donde lleva a cabo una indagación moral y antropológica –másantropológica que moral– en torno a la experiencia de un adulterio cometido en el Londres de la segunda guerra mundial

Naturaleza en «La 2»Con ocasión del XX aniversario de la muerte del

naturalista burgalés, La 2 de TVE emitió un pro-grama documental dirigido por Borja Cardelás, con-memorativo de la valiosísima tarea realizada duran-te años por Félix Rodríguez de la Fuente, apasiona-do por la naturaleza e incansable investigador.

Rodríguez de La Fuente fue el pionero en TVE enla creación de un espacio dedicado a la divulgacióndel medio natural, a través del programa El hombrey la tierra, que además de captar de forma especta-cular la belleza y el misterio de la naturaleza en sumanifestación animal, hizo que el mensaje de con-servación de la tierra y de la necesidad de mantenerel equilibrio de los distintos sistemas biológicos lle-gara a toda una generación.

Todo el trabajo realizado, destinado a fomentar

el conocimiento de las distintas especies animales,tanto de España como de Iberoamérica, logró susfrutos; y aquellos que podemos considerar los usua-rios del medio, como agricultores, pescadores y ca-zadores, llegaron a alcanzar un alto grado de con-ciencia de la importancia vital del respeto por losanimales, contradiciendo en ocasiones creenciasarraigadas a través de generaciones.

El constante mensaje de protección quizá hayacontribuido a la conservación de determinadas es-pecies en peligro de extinción. Los niños, especial-mente vulnerables a las imágenes, fueron otro de loscolectivos influidos por la elocuencia de El Hombrey la tierra.

Tras la repentina desaparición de su creador, ungrupo de personas continuaron su labor de creación

de una conciencia ecológica y dieron lugar a distin-tos espacios televisivos con objetivos similares. Asísurgió la llamada Unidad de Naturaleza de TVE,heredera de esta pasión por la vida, que realizó pro-gramas como El Arca de Noé, Los frutos de El Do-rado, La España Salvaje, o Silencio Roto...

Hay que agradecer a TVE que haya continuado es-ta tradición de estudio de los animales y de su medio,y que haya preservado en su programación un espa-cio para transmitir regularmente estos documenta-les, que permiten a los telespectadores conocer unmundo que resulta difícilmente accesible.

Estos programas invitan a la contemplación, através de la admiración de la naturaleza creada.

Patricia López Schlichting

Fotograma de la película

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Nº 206/30-lII-2000 Desde la fe28 ΑΩ

Diez años después dela tragedia de El Sal-

vador, el asesinato de seisjesuitas y dos mujeres en1989, el jesuita RobertMarialay publica, en Edi-ciones Mensajero, este li-bro, que no pretende serun monumento funerario,ni una evocación retros-pectiva, sino continua-ción de la causa que ins-piró aquellas vidas y pro-vocó su muerte.

Los nuevos tiemposdemandan una pa-

rroquia valiente, decidi-damente apostólica, queno se limite a la conser-vación de los pocos –omuchos– que acuden a lamisa dominical. Ésta esla tesis que desarrolla, alo largo de 220 páginas,el padre Jesús HiguerasFernández en Hacia laparroquia del tercer mi-lenio (Edibesa).

Nada que ver tieneeste Razón de la es-

peranza, de Gonzalo Re-dondo, con un libro-fo-lleto al uso sobre autoa-yuda. Este libro, publi-cado por Eunsa, buscaen las Sagradas Escritu-ras y en el Magisterio dela Iglesia el sentido de lavida, que es al fin y al ca-bo de lo que nos habla,y nos alienta, la espe-ranza.

Siguiendo la máximade Juan Pablo II: No

existe renovación, inclu-so social, que no partade la contemplación, elpadre Enrique Cambón,en La Trinidad, modelosocial (Ciudad Nueva),muestra cómo la relacióncon el Dios Uno y Trinoimpulsa a la auténticacon los demás, en todoslos campos: economía,política, sanidad...

LIBROS

Gerard Manley Hop-kins, ¿poeta teólogo

o teólogo poeta? En So-ledades y sonetos terri-bles, Leopoldo Durán sesumerge en la obra delgenial autor inglés, ins-pirada por el revulsivoque supuso su conversiónal catolicismo, y trata dedesgranar el significadoque nos quiere transmitirel poeta en cada verso.Edita PPC.

En este libro (de Edi-ciones Yakkianas),

Juan José Tomás Marco,periodista y abogado, alhilo de sus recuerdos,desde los primeros enYecla, ciudad natal deAzorín, hasta sus másíntimas vivencias, vahilvanando todo un mo-do de ser y de pensarconforme a los criteriosde su profunda religio-sidad cristiana.

Las cuatro firmas deeste libro lo dicen

ya todo: J. Ratzinger, H.U. von Balthasar, L.Giussani y J. H. New-man. Son cuatro versio-nes, espléndidas, de latradicional práctica cris-tiana que es el Vía Cru-cis (Ediciones Encuen-tro) para seguir de cer-ca, con el afecto y laplegaria, el misterio dela Pasión de Cristo.

Aspectos como la dro-ga, las notas o la fa-

milia aparecen en este li-bro, Constitución, demo-cracia y enseñanza reli-giosa (Colección Tau),donde también se analizala enseñanza de la Reli-gión escolar en países con-fesionales europeos, asícomo en Estados Unidos.Escrito por el jurista, es-critor y educador JesúsLópez Medel.

AFederico Volpini,como él mismo

cuenta en Diario de unreportero, que acaba deeditar FOCA, le cupo eltriste honor de ser el úl-timo periodista en en-trevistar a monseñorOscar Arnulfo Romero.Y lo cuenta, aún con-movido, con el mismogarbo periodístico conque cuenta sus innume-rables reportajes.

Una frase de un libro,los aerolitos de hielo

que cayeron sobre Espa-ña, una oración... Lasfuentes de inspiración sonde lo más variado y seplasman en este profun-do y ameno libro del sa-cerdote y escritor MiguelRivilla San Martín (Tel.916105391). El nexo co-mún a todas las historiaslo resume el título: Dios,lo primero en tu vida.

Esta obra, que editaGrijalbo, serena, in-

timista, amena, y al mis-mo tiempo perspicaz pa-ra identificar los anhelosinsatisfechos, las falaciasy los miedos de la socie-dad de hoy, reivindica,contra viento y marea, elvalor del matrimonio.Marta Brancasticano di-rige estas páginas al me-nor de sus siete hijos, ylas ofrece al público.

Testimonio fecundo Conversaciones con Dios Contra viento y marea

El camino de la Cruz

Sumergirse en Hopkins La parábola eterna

La enseñanza religiosa Relatos de una vida

Teología es igual a práctica

Redescubrir la parroquia Cristo, razón de la esperanza

Está usted a punto devivir una extraordi-

naria experiencia; demantener una conversa-ción con Dios. Con estassugerentes palabras co-mienza su libro (ed. Gi-raldo Mondadori) NealeDonald Walsch. Una re-lación personal e íntimacon Dios, una conversa-ción en el sentido literalde la palabra es lo queaquí se transcribe.

Y al final, sólo Dios importa

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Desde la fe Nº 206/30-lII-2000ΑΩ

No podemosolvidar a Jerusalén

Que se me pegue la lengua al paladar sime olvidare de ti, Jerusalén. Estas pa-

labras del salmista ilustran un poco el senti-miento de todos los que hemos vivido estos díasen Israel. Todos tenemos el presentimiento deque, de ahora en adelante, las cosas van a serdistintas en este rincón del mundo. La presenciaaquí de Juan Pablo II va a obligar a replantear-se muchas cosas a muchas personas y a muchasinstituciones. Son muchos los problemas queexisten en esta tierra: de justicia, de paz, de en-tendimiento religioso, de desarrollo, etc. El Pa-pa ha sido claro: tan sólo desde el respeto a cadauno se puede construir un futuro de paz, justi-cia y esperanzas. Los caminos son largos y tor-tuosos, pero no por ello vamos a dejar de cami-narlos. La comunidad judía ha visto, por prime-ra vez en su historia, a un Papa rendir homena-je a sus difuntos masacrados durante elHolocausto. Ha visto y oído una declaración fir-me y decidida en la cual se condena el racismo yel antisemitismo como un gran pecado contra elser humano y, por tanto, contra Dios. Ha visto aun Papa colocar una petición a Dios en el Murode los Lamentos, una petición de perdón por eldaño hecho a los hijos de Abrahám. La comuni-dad palestina, presente y sufriente en este país,ha escuchado la llamada de Juan Pablo II paraque cese pronto su sufrimiento y puedan dispo-ner de una Patria. La comunidad cristiana havisto reforzada su presencia aquí y ha escucha-do el llamamiento a la unidad desde la propiadiversidad y desde el respeto. La juventud de to-do el mundo se ha visto retada a construir unmundo mejor que el de sus mayores. Las Biena-venturanzas son el modelo a seguir en esta cons-trucción de la nueva civilización.

La regla de oro de las tres religiones que sereparten Jerusalén ha sido recordada: No ha-gas a otro lo que no deseas te hagan a ti.

La última jornada ha transcurrido en formasencilla, no exenta de momentos difíciles y deli-cados. A primeras horas de la mañana el Papavisitó las mezquitas de la explanada del Templo,el segundo lugar sagrado del Islam. Allí dialogócon sus autoridades. Escuchó sus penas, exigen-cias y deseos. Intercambió regalos. Después seacercó al Muro de los Lamentos, y tras brevesmomentos de oración, realizó el gesto de todoperegrino a Jerusalén: depositó su petición aDios: un gesto de perdón y de reconciliación.Después, se ha dirigido a la basílica del SantoSepulcro. Allí celebró la Misa. En la tarde, salióde Israel, dando por concluido el viaje.

No podemos olvidar a Jerusalén. Un poco laciudad símbolo de nuestra civilización. Jerusa-lén, la ciudad de la Paz, la cual ha sido destruidadieciseis veces y ha sido reconstruida diecisiete,invita, reta de nuevo a la paz. Desde aquí, el Pe-regrino de la Paz nos ha invitado a ello.

En el Talmud de Babilonia se afirma: Diezmedidas de belleza descendieron sobre el mundo;nueve recibió Jerusalén, y una, el resto del mun-do. Quizás parezca exagerada tal afirmación anuestros ojos. Pero si contemplamos lo ocurridoen ella, no sólo en estos días, sino a lo largo delos tres mil últimos años, no lo parecerá tanto.

Tomás del Valle

LIBROS

¿Fin, o principio del romance?

En nuestra página de cine de este mismo nú-mero de Alfa y Omega, pueden nuestros lec-

tores leer el juicio crítico sobre la película a laque esta novela de Graham Greene ha dado elguión. No sé lo que el director de la películahabrá hecho con él, pero la novela, que acaba deeditar Edhasa, es un texto valiente y provoca-dor, un testimonio lacerante que invita a la re-flexión, y que cala dentro. No será fácil que ladensidad y la fuerza literaria de Graham Gree-ne hayan pasado a la pantalla: hay hondurasque sólo los maestros de la literatura saben ex-plicar, y que para reflejarlas en imágenes hayque ser muy maestro del cine. Greene (1904-1991), que se convirtió al catolicismo en 1927, loque supuso un cambio radical en su obra lite-raria, es ya un clásico del siglo XX que ha sabi-do aunar como nadie una profunda compren-sión del ser humano con la intriga y la tensiónnarrativa. El tema es muy duro: el autor se po-ne en la piel de Maurice Bendrix, escritor deéxito, y narra la historia de una mujer a la que surecién descubierta fe católica en Dios le hacereplantearse su vida de adúltera y su infidelidadmatrimonial. La lucha que el ser humano libraentre el mal y el bien, el conflicto entre el peca-do y las exigencias de la fe son los temas defondo de esta novela, en la que el autor llega aconfesar: He pillado la fe como una enfermedad. Hecaído en la fe como otros caen en el amor. Luché con-

tra la fe más de lo que había luchado contra el amor,pero ya no me quedan fuerzas para luchar. Las úl-timas cuatro líneas de la novela son: Dios, yahas hecho bastante, ya me has quitado bastante, es-toy demasiado viejo y cansado para aprender a amarde nuevo, ¡déjame en paz de una vez!

Si un lector, o la película, se quedaran en lamiseria del adulterio, sin acabar de entrar enesta profundidad del sentirse herido por elamor de Dios, sería una verdadera lástima.

Sed de Dios

La sala noble que guarda los fondos biblio-gráficos más antiguos y valiosos del museo

arqueológico nacional, ha sido un lugar difí-cilmente superable para presentar en Madridla Poesía completa de Alfonso Albalá, editadapor el Ayuntamiento de Coria, la ciudad nataldel poeta, cuando se cumplen 25 años de sumuerte.

Hoy, y siempre, –escribió Albalá en sus No-tas para un ensayo sobre la armonía, porque elpoeta era además novelista, ensayista, filó-sofo, periodista, y antes que todo eso un ex-cepcional ser humano y padre de familia– elarte fue y es una evasión del Misterio, de lotrascendente, de Dios en nosotros. El granmisterio sobre el que bucean y escarban las poéti-cas no cristianas es siempre eso: misterio. Los po-etas de Cristo son los únicos que pueden horadarel ancho tabique de la pleamar del Misterio. Elhombre es sólo un regreso hacia Dios pasando porsu sí mismo.

Josefina, la viuda de Alfonso Albalá, y sushijas Gracia, María José y Paloma han ido re-cogiendo con la lógica ternura y mimo todos ycada uno de los versos de Alfonso Albalá, al-gunos de ellos todavía inéditos. Y, como muybien dice en el prólogo de esta edición el aca-démico Manuel Alvar, Dios es el blanco al queapunta la saeta de todas las nostalgias de Albalá,que acertó a identificar su sed de Dios con la de su

tierra extremeña. Toda poesía que lo es de veras, yalo decía Dámaso Alonso, es una búsqueda de Dios,y Alfonso Albalá lo resume así de inmejorabla-mente: «El amor es el gran vencedor de todo».

M. A. V.

DE

VISTA

PUNTO

29

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«Debo confesar que cuando se anunció el acto de humildad del Papa, no me sentímuy satisfecho; más bien, desazonado e inquieto. Me preocupaban dos cosas. Laprimera, no estimar necesaria ni aconsejable la petición de perdón por errores opecados colectivos cometidos en tiempos pretéritos. Pero al leer la precisión con queel Pontífice, en su homilía del 12 de marzo, empieza por desgajar la Verdadencarnada por la Iglesia de las posturas equivocadas de sus hijos, al paso que sudoble afirmación –petición de perdón, de una parte, y otorgamiento de perdón,de otra–, he vuelto a comprobar la razón, sin duda asistida por el Espíritu, quesiempre ha animado las iniciativas desconcertantes del Santo Padre».

«Puede que el documento de perdón por los pecados de la Iglesia cree malestar enciertas personas, pero es un gesto lúcido, valiente. El que se humilla será enaltecido enel otro mundo, dice el evangelio. Y aunque pueda decirse que esa recompensa no seencontrará en este mundo, también nos dice que la verdad os hará libres. Además, esun documento que lo protagoniza un Papa de probada fortaleza; y lo presentadespués de un estudio ponderado. No es fruto de un arranque emocional, sinode un proceso muy serio. Hay muchos matices. Es la confesión de lo que se hahecho mal. Es verdad que no se puede juzgar el pasado con ojos actuales, pero sinos vanagloriamos de los santos y mártires, nos hemos de responsabilizar de lo queha hecho la Iglesia».

«Vivimos una etapa muy competitiva, y esto lleva a veces, no siempre, a situacionescrispadas. No debe ser así. La concentración de medios en grandes empresas, quea veces coinciden incluso con grandes bloques de línea política, suponeinevitablemente la desaparición de determinadas opiniones y contenidos. ÁngelHerrera, cuando le decían: Haga usted un gran periódico católico, contestaba: Vamosa hacer un gran periódico, que sea católico. Lo fundamental, lo sustantivo, es hacer ungran periódico; «católico» es el adjetivo. El objetivo no sería hacer un gran periódicocristiano, sino que los cristianos hicieran un gran periódico».

GENTES

Joan Carrera, obispo auxiliar de Barcelona

Alejandro Fdez Pombo, Pte. de la Asoc. de la Prensa de Madrid

Carlos Seco Serrano, de la Real Academia de la Historia

Hace unas semanas, las personas con sentido ético y es-tético sufrimos con la noticia de que en España una ca-

dena de TV convencional y otra digital iban a emitir el pro-grama Gran Hermano, ese invento que consiste en meter anueve personas en una casa durante tres meses, vigilados porcámaras omnipresentes que recogen todos sus actos, entodos los sitios, durante todo el día... Ese programita, queen Alemania ha tenido ya sus primeras víctimas (un con-cursante tuvo que abandonar, pues sufría graves transtornospsicosomáticos), está producido por Gestmusic Endemol,líder de las productoras audiovisuales en Europa. Tal em-presa ha sido adquirida recientemente, por una cifra de-sorbitante de millones, por Telefónica. La noticia, recogi-da en la sección de Economía de los diarios, tiene en uno deellos el siguiente titular: El negocio de los contenidos, cla-ve en el futuro de las telecomunicaciones.

Clave... ¿Para qué? ¿Para una mayor libertad y un ma-yor pluralismo? ¿Para una mayor calidad de la informa-

ción?... No. Clave, única y exclusivamente, para un mayornegocio de la cada vez mayor concentración mediática.Así, los mismos que construyen y poseen las autopistas,ponen también los coches y la gasolina...

Pero sucede que, como ha recordado Eulogio López, nose pueden fabricar productos informativos como se fa-brican salchichas. El único criterio empresarial de la in-dustria cultural no puede ser el beneficio. Es bueno quelo recordemos. Y que sepamos abrir nuevos senderos delibertad en el mundo de la comunicación y de la infor-mación. La madre Angélica nos ha dado ejemplo. Hayque tomar conciencia de lo que se lee en la Christifideleslaici: En el uso y recepción de los instrumentos de co-municación urge una labor educativa del sentido críticoanimado por la pasión por la verdad. En ello nos jugamosla libertad.

Gabriel Galdón

Autopista, coches y gasolinaTELEVISIÓN

Nunca es tarde paraarrepentirse, oímos con

frecuencia en lenguaje cristiano,porque sabemos que Dios andasiempre con ganas de perdonar;como que después de tantos añosde practicar con el hombre y lamujer ha aprendido el oficio y nodebe de saber hacer otra cosa,como si fuera palabra de Dios.

Está el Papa Juan Pablo con elpropósito de limpiar la Iglesia deJesús de todos los lastreshistóricos que arrastra. Quiereentrar en el tercer milenio con unnuevo rostro de la Esposa deCristo, que es su Iglesia; la quieredejar guapa con un repasohumilde, sincero y profundo de sudevenir histórico y pecador. Es unbuen gesto que nos alegra a loscreyentes y nos estimula a unaconversión general. Con que loscristianos lo hagamos, sepurificará el ambiente en quevivimos, ya que somos una buenaparte de la sociedad en España.Asumimos nuestros errores,nuestros, o sea, de nuestra Iglesia,y cargamos con ellos, sí señor, quetampoco somos mucho mejoresque los cristianos que nosprecedieron (papas, fieles,sacerdotes, pueblo, obispos, reyes,grandes, pequeños..., así conminúscula, porque el pecado nosachica y rebaja los humos atodos). No pongamos excusas.Cristo llevó una pesada cruz y erala nuestra.

No hagamos comparaciones, noexijamos que pidan perdón otros,los de allá, los de acá, los alejados,los que atacan sistemáticamente ala Iglesia, los que nos denigran, losque nos acusan, y a veces conrazón; con que pidamos perdónnosotros, convencidos, ya es algo;es echarse por delante sincomplejos, con el almatransparente, como si Dios nosviera, no esperemos más. Nadiehay inocente del todo, y la Iglesia,institución y comunidad, tampocolo es. ¿Por qué vamos a disimular?¿O es que acaso porque tengadefectos nuestra madre, vamos aquererla menos? ¡¡¡Pero si notenemos otra!!! Nada perdemos ynos ponemos a bien con loshombres, nuestros hermanos. Síque somos ciudadanos del Cielo,pero por estos barrios de la tierraandamos fritos y bien colados porel pecado. Estudia, hermano, laHistoria y verás. Mira tu historiay comprenderás mejor.

Javier Serna del Campo

Tu Iglesiapide perdón;y tú ¿qué?P

UN

TO DE VISTA

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Por lo que leo en El País –único medio alque, por lo visto, le sigue interesando lo quediga ese tristemente famoso teólogo de la li-beración- Leonardo Boff ha estado hace pocopor Madrid dando una humilde conferenciasobre ética mundial. Previamente había esta-do presidiendo el jurado del Festival del Cinede Friburgo (Suiza), donde fue entrevistadopor El País. Ya se sabe, estos que se autocalifi-can de abanderados de la Iglesia de los po-bres, se pasan la vida de festival en conferen-cia, en la Iglesia de los que ellos consideranricos… Leonardo Boff debe de ser uno de lospocos seres humanos que quedan a los quetodavía les parece que el Papa no ha pedidosuficientemente perdón. Ahora considera queel Papa le tiene que pedir perdón a él, y aKung y a otros teólogos importantes de la Iglesia.Lo de importantes también lo dice él, claro. Nisiquiera se le pasa por la cabeza la posibili-dad de que ya va siendo hora de que los quepidan perdón al Papa sean ellos, empezando,naturalmente, por sí mismo, que habla, entreotras cosas, de los abortos como de los dece-sos antes de nacer, ¿comprenden ustedes? Pa-ra Leonardo Boff, un aborto provocado es undeceso antes de nacer; algo así como si a la ig-nominiosa ejecución de un ser humano lo lla-máramos una interrupción de la respiración. Enfin, que, muy tristemente, una vez más, el se-ñor Boff y su mariachi de El País confirman yavalan con sus palabras el acierto de la Igle-sia al relevar a este señor de cualquier misióndocente en nombre de la Iglesia. Mejor que sesiga dedicando a sus festivales y a sus bien re-

muneradas conferencias, que ya sólo intere-san a El País. Ese periódico puede seguir ha-ciendo el ridículo todo lo que quiera y publi-cando fotos subliminales del Papa en TierraSanta, con la cabeza hundida entre los hom-bros. No hace más que contribuir, le guste ono, a poner de relieve la grandeza de un JuanPablo II cuya fuerza está precisamente en sudebilidad.

¿Se acuerdan ustedes de que hace po-co ha habido unas Elecciones Generales en Es-paña? Desde entonces a hoy, ¡qué prodigiosodesfile de chaquetas cambiadas en las diver-sas tribunas públicas y semi-públicas, oigan!¡Y qué bien lo ha visto Martínmorales en la vi-ñeta que ilustra estas líneas!

Gonzalo de Berceo

NO ES VERDAD

Al pobre Juan de la Cruz, secuestrado porsus hermanos frailes, lo encerró el prior

Maldonado, temeroso de que fray Juan esca-pe, en una celda de castigo improvisada, colo-cando un cerrojo al retrete del salón de hués-pedes. Mal conocía el prior a su cautivo tra-yéndole promesas de comodidad, de abun-dancia, si cede. Un día Maldonado rematólos halagos ofreciéndole como regalo una cruzde oro, valiosa. Fray Juan la rechazó: Padre,quien busca a Cristo desnudo no ha menester jo-yas de oro. Los dos, carmelitas; pero Maldo-nado y fray Juan habitan planetas distintos. Elaposento era un retrete, sin otros muebles queel bacín utilizado como letrina. Le añadieroncuatro tablas por camastro; y un taburete don-de apoyar su breviario; la luz desde la trone-ra llegaba tan floja en días de invierno quefray Juan se subía de pie sobre el taburete pa-ra acercar su breviario al ventanuco. Ni unabocanada de aire puro, ni un retazo de hori-zonte, ni un rayo de sol. Podrida la camisa,sucio el hábito, comido de insectos y piojos,supongo. Y el prior le ofrece una cruz deoro…

Un jarrito de vino, hubiera agradecido frayJuan. Pan le daban, dos mendrugos al día; unjarro de agua; sardina y media de ración. Si almenos en días de fiesta le hubieran pasado unchorrito de vino… Pan y vino, los materialesimprescindibles para celebrar la Eucaristía.Me pregunto si en aquellos tiempos hubiera

osado fray Juan saltarse las ordenanzas litúr-gicas celebrando misa sin la pompa ritual. Sa-cerdotes hubo en los sótanos stalinianos de laLubianka que consagraron un dedito de vinoy un pellizco de pan.

No le dejaban celebrar misa, mi pobrecillofray Juan. El Evangelio nos prohibe guardarrencor contra nadie, absolutamente; si me con-sintiera una sola excepción, yo odiaría con cua-tro siglos de retraso a los frailes Tostado y Mal-donado. No a cuenta de la celda tenebrosadonde han empapelado al pobre fray Juan; nipor el ayuno a pan y sardinas; ni a causa de lapenitencia circular que despelleja tres días porsemana las espaldas del preso. A fin de cuen-tas cumplían las costumbres de la época. Lesodiaría, el evangelio del Señor Jesús lo prohi-be, por un motivo particular que sólo puedecomprender un cura: le tuvieron casi nuevemeses privado de misa; no celebró fray Juan laEucaristía durante más de doscientos días, unotras otro, seguidos. Qué largos, doscientos días. A fray Juan de la Cruz, de quien anota elviejo biógrafo Quiroga con cuán suave piedadle veían siempre absorto ante el misterio eu-carístico.

Ya sé, estas modulaciones íntimas pertene-cen al peculiar tono psicológico del gremio sa-cerdotal.

Seguramente por tal deformación, la es-tampa de Juan Pablo II en Tierra Santa que amí me dio el latigazo ha sido verle alzando so-

bre un altar improvisado del Cenáculo el cálizconsagrado: lo alzó vigorosamente, rotando,agarrándolo por el nudo y dejando suelta laotra mano temblorosa de Parkinson. Luego alfinal, ya sin vestiduras, apoyó en la mesa losdos codos de su corpachón trastabillante paralevantarse cumplida una gran misión.

A ninguno de los curas que frecuentemen-te visitamos Israel nos han consentido jamáslas autoridades judías celebrar una misa en elCenáculo. Y digo yo, a ellos qué mas les dará.Ganas de fastidiar. Ni siquiera es apodícticala localización arqueológica. Pero la tradiciónnos afecta por referirse al misterio creyentesustancial.

Repasando con amigos increyentes el anec-dotario del viaje, hemos seleccionado tres mo-mentos significativos: Juan Pablo II pegando sufrente al muro judío de las lamentaciones; elrespetuoso silencio del Papa mientras oye almuecín cantar en lo alto de la mezquita; estebrazo alzado al cosmos con el puño del cálizconsagrado, en el recinto normalmente prohi-bido. Desde el Cenáculo, este viejito reviejoPapa trastabillante ha mostrado la permanen-cia de veinte siglos de Historia para el misteriocentral de nuestra fe cristiana. Mis amigos in-creyentes lo llaman misterio quimérico. Lesdigo que tienen razón, pero que los creyentesaceptamos la locura…

José María Javierre

Martínmorales, en ABC

El cáliz alzado

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ContraportadaΑΩ ΑΩ

lloró.Quienes le vieronde cerca lo hancontado: eran de-masiadas hondu-ras juntas, y JuanPablo II no pudoresistir más laemoción. Fue –nopodía ser en otrositio- en Nazaret,en la penumbra

de la recogida capillita de la cripta de la basíli-ca, donde la más antigua tradición y las exca-vaciones, acreditan que estaba el hogar de laSagrada Familia, y el taller donde el carpinteroy su Hijo se ganaban el pan. En esta inolvidableperegrinación del Papa, se ha cuidado muchodejarlo solo, un rato, en oración, en los más San-tos Lugares: en la gruta de Belén, en el Cená-culo, en el Santo Sepulcro –única religión lanuestra cuyos fieles visitan un sepulcro que sa-ben gozosamente vacío-; y, claro, en Nazaret.Las cámaras de televisión que nos han hechoperegrinar con él por esa sucesión de colinas,desiertos y murallas que hacen soñar a las ge-neraciones desde hace siglos, no pudieron cap-tarlo: era un momento de plena intimidad; pe-ro, cuando los más cercanos se acercaron, alconcluir el Papa su oración, advirtieron que susojos, estos días más brillantes, estaban hume-decidos por la emoción.

Se palpa aún en el ambiente de la cripta deNazaret, el asombro de la Muchacha virgen y elmisterio: allí empezó todo. Se notan todavía,invisibles, los infinitos pájaros del aire, sorpren-didos ante las palabras del ángel del Señor: Dioste salve, María. Y el temblor atónito de su res-puesta trascendental: Hágase en mí según tu pa-labra. ¿Cómo no iba a conmoverse Juan Pablo II?Seguro que rezó: Santa María, Madre de Dios, to-tus tuus… soy todo tuyo. ¿Cómo no iba a llorar deemoción, no amargamente, como Pedro aque-lla madrugada que cantó el gallo, sino serena-mente? Estuvo un rato de rodillas; se levantó, yase iba, pero volvió a arrodillarse: le costabaarrancarse de allí, y allí dejó un ramo de floresy su alma.

En realidad, más que un largo viaje, esta pe-regrinación intensísima del Papa a la Tierra enla que Dios quiso plantar su tienda entre loshombres, ha sido una permanente, conmove-dora plegaria. Eso es lo esencial. Todo lo de-más, el tejer la paz, el perdonar sin olvidar elHolocausto, el exigir la renuncia a la venganzay al odio... es el fruto de eso.

Había peregrinado espiritualmente a Ur deCaldea, la tierra de Abrahám, y físicamente alSinaí, el monte santo de la zarza ardiendo. Ha-bía pedido un prodigioso, humilde, sorpren-dente, universal, contagioso, convincente, cris-tianísimo perdón histórico en este Año Jubilarde penitencia y reconciliación; un viento bíbli-co soplaba cuando mojó sus manos en el aguabautismal, allá en Betania, al otro lado del Jordán,donde Juan estaba bautizando, en Wadi Al Kha-rrar (el Valle del murmullo del agua); se habíaarrodillado ante la Estrella de Belén, que desdehace 2.000 años sigue iluminando nuestro po-

bre mundo; pidió una silla y su breviario, y seensimismó en oración. Ha pisado las viejas pie-dras de Jerusalén donde el Señor habló, sudó,rió, lloró, fue salvajemente azotado y crucifi-cado, y murió por darnos la vida. Y resucitó.Ha consagrado el pan y el vino en el Cenáculo,donde hace veinte siglos el Hijo de Dios habíadeseado ardientemente celebrar la Pascua con lossuyos. Y este venerable anciano, de permanentejuventud por dentro, encorvado por el peso desu propia grandeza, que había deseado ar-dientemente dar aquí la Paz, levantó –las manostemblorosas, pero firme el alma– el Cuerpo y laSangre del Señor, y firmó, sobre el altar en elque por vez primera se decía una misa desdeentonces, su carta a los sacerdotes para el Jue-ves Santo de este Año Jubilar, digamos su tes-tamento sacerdotal.

Y subió al monte de las Bienaventuranzaspara decirles a los jóvenes, ávidos de paz y dejusticia, con la misma voz poderosa de su pri-mer No tengáis miedo, dónde está el secreto y elsentido y la fuerza de la vida, y de la felicidad.Y así en Cafarnaúm, y en la casa de Pedro, yen Getsemaní, junto a los olivos que el carbono14 ha dictaminado que tienen 2.500 años y que

fueron testigos de aquel sudor de sangre, deaquella infinita soledad desolada. Y en el Gól-gota, al que volvió de incógnito la tarde del do-mingo, a solas, sin cámaras. Y junto al sepul-cro nuevo, en el que nadie había sido enterrado, y an-te el cual se callan todas las filosofías, ideologías,políticas y diplomacias, para dejar paso al Mis-terio y a la gracia.

Déjenme confiarles una pena que me ha que-dado dentro: he echado mucho de menos unpesquero en el lago de Tiberiades, como aquelde Pedro, con olor a redes y a escamas, y a sa-litre, en el que el sucesor del pescador de Gali-lea hubiese podido decirle al del timón: Duc inaltum: ¡a alta mar, echa la red! No sé por quéme parece que Juan Pablo II, en la foto, se haquedado con las ganas…, antes de volver a laalta mar del mundo, a lavar los pies de los her-manos el próximo Jueves Santo, y a llevar lacruz el Viernes en el Coliseo, y a acompañar a laMadre en su soledad del Sábado, a la esperade la eterna madrugada de Resurrección, cum-pliendo, hora tras hora, el mandamiento nuevo:Amaos los unos a los otros, como yo os he amado.

Miguel Ángel Velasco

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