josé rivero : educador, consejero y líder latinoamericano

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José Rivero Educador, Consejero y líder latinoamericano

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  • Jos RiveroEducador,Consejero ylder latinoamericano

  • JOS RIVERO, EDUCADOR, CONSEJERO Y LDER LATINOAMERICANOSetiembre 2015

    PresidenteHugo Daz Daz

    Secretaria ejecutivaNanci Torrejn Muante

    Redactor del textoGuillermo Snchez - Moreno Izaguirre

    Cuidado de edicinMarjorie Torero Benavides

    Consejo Nacional de EducacinAv. De la Polica 577, Jess MaraLima PerTelfono 261-4322www.cne.gob.pe

    Correccin de estiloAlfredo Elejalde Flores

    Diseo, diagramacin e impresinOfis Impresser SAC

    Este documento puede reproducirse para difusin y debate siempre y cuando se mencione la fuente.

    Hecho en el Depsito Legal en la Biblioteca Nacional del Per N xxxx

  • CONTENIDO

    PRESENTACIN......................................................................................................................................4

    JOS RIVERO, EDUCADOR, CONSEJERO Y LDER LATINOAMERICANO..........................................5

    Primeros aos profesionales..................................................................................................................6

    Direccin General de Extensin Educativa.............................................................................................8

    Oficina Regional de Unesco en Santiago de Chile...............................................................................10

    El retorno a la patria.............................................................................................................................16

    Educacin de adultos...........................................................................................................................16

    Educacin de la infancia.......................................................................................................................19

    Magisterio............................................................................................................................................21

    Educacin Pblica.................................................................................................................................25

    TESTIMONIOS ESPECIALES...................................................................................................................27

    Jos Rivero, mi Alumno, mi Maestro, mi Amigo..................................................................................27

    Huellas de un Maestro.........................................................................................................................33

    Los Hijos y El Sacerdote........................................................................................................................34

    PUBLICACIONES...................................................................................................................................38

    AGRADECIMIENTOS.............................................................................................................................41

  • El Consejo Nacional de Educacin (CNE), desde su reincorporacin al Ministerio de Educacin en 2002, tiene un rol orientador en la educacin nacional peruana gracias al Proyecto Educativo Nacional que elabor, despus de varios aos de estudios y debates, y en el que participaron ex-pertos, especialistas, maestros y, sobre todo, los integrantes del CNE.

    Esta orientacin se ha mantenido a travs de los aos, en los distintos perodos de gestin del Consejo Nacional de Educacin, hasta su conso-lidacin actual. Por esta razn, el CNE ha llegado a tener una voz autorizada en las diferentes Re-giones del pas y las ha podido articular en torno a la educacin.

    En este tiempo, el conocimiento, experiencia, valores, trayectoria y pluralidad de los diferentes integrantes del Consejo Nacional de Educacin han constituido su mayor riqueza. Algunos de sus miembros se nos han adelantado en el cami-no de la vida y ya no estn fsicamente con noso-tros, pero no podemos olvidar su legado.

    El compromiso, la lucidez, la experiencia, la vi-sin, la vehemencia o la ecuanimidad segn sus personalidades y su bsqueda por una me-jora de calidad en la educacin peruana, tanto en la etapa bsica como en la superior, nos hacen ser deudores de lo que sembraron sin prisa y sin pausa Ricardo Morales, Jess Herrero, Luis Jaime Cisneros, Constantino Carvallo y Edwin Uribe.

    Jos Rivero, Pepe, como todos le decamos, par-ti hace pocos meses en plena actividad y en la plenitud de su vida. Sin embargo, la repercusin

    que tuvo su deceso en las redes sociales y en Amrica Latina fue impresionante. Ni las edades, (el maestro Soler con sus 92 aos plenamente lcidos), ni los pases (Chile, Ecuador, Colombia, Venezuela, Nicaragua, Mxico, El Salvador y Ar-gentina), ni las diferentes profesiones (pedago-gos, socilogos, educadores, psiclogos, artistas, antroplogos y polticos) quedaron en silencio. Todos fueron impactados y as lo expresaron en las redes sociales y en sus artculos.

    En esta poca, en que la solidaridad no es desta-cada, en que la educacin parecera dejar lugar al tecnicismo, en que se desdibuja la singularidad profesional del maestro, y en el que la cultura del descarte deja de lado al analfabeto, al pobre y al anciano, necesitamos tener referentes que nos muestren lo que significa ser educador, lo que implica ser consejero, y lo que requiere ser lder comprometido en el Per y en Latinoamrica.

    Por ello, el Comit Directivo del Consejo tom la decisin excepcional de dedicarle esta publi-cacin que presenta la riqueza, compromiso, vi-sin e ideas que Pepe fue forjando a lo largo de la vida que comparti con nosotros.

    El Consejo Nacional de Educacin del Per agra-dece de esta manera a Pepe su testimonio como educador y consejero comprometido con los mu-chas veces olvidados. Lima, 27 de agosto de 2015

    Hugo Daz DazPresidente del Consejo Nacional de Educacin

    PRESENTACIN

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    Jos Rivero, educador, consejero y lder latinoamericano

  • JOS RIVERO, EDUCADOR, CONSEJERO Y LDER LATINOAMERICANO1

    El 27 de mayo de 2015 no fue un da cualquiera. Desde las 10 de la maana, los celulares empe-zaron a sonar y en las redes sociales se difunda la noticia: Jos Rivero nos ha dejado. El Consejo Nacional de Educacin y el Grupo Impulsor por la infancia manifestaban su profundo dolor porque despedan a un gran educador, consejero y ami-go, tan cercano a todos nosotros que, por ello, solo le decamos Pepe cuando hablbamos de l o con l y a un querido amigo y miembro de este movimiento ciudadano. El Consejo de Edu-cacin de Adultos de Amrica Latina - Per tam-bin senta lo mismo: Te quedas con nosotros por tu calidez e integridad como ser humano, y por tu compromiso y pasin por la educacin como derecho humano fundamental. Tambin Foro Educativo, sus amigos peruanos y latinoa-mericanos estaban consternados: Qu gran tristeza me ha provocado esta noticia declaraba Rosa Mara Torres, la ex ministra de Educacin de Ecuador; Mara Eugenia Letelier, la Coordi-nadora del SIMEYC para jvenes y adultos del Ministerio de Educacin de Chile, deca: Esta-mos de luto en este grupo, Amrica Latina toda y se preguntaba Cmo vivir sin la presencia de Pepe en Amrica Latina; en Uruguay, el educa-dor Miguel Soler, cono en ese pas, escriba: Se me ocurre que tal vez ahora, ya incorporado al memorial de los grandes de Amrica Latina, po-dramos convenir en que toda comunicacin que intercambiramos en la Comunidad Educativa y en GLEACE, llevara al principio la leyenda: 2015,

    ao de Jos Rivero ; Ana Mara Mndez, desde Mxico, propuso que CREFAL publicase su sem-blanza este ao; Miriam Camilo, desde Repblica Dominicana, record la experiencia que tuvo con l en el CEAAL y como directora de Educacin de Jvenes y Adultos, porque siempre cont con su apoyo y solidaridad; en Venezuela, Lucio Segovia dijo: Cre que ganaba la batalla por su salud. En todo caso, s triunfo en una guerra, la ms im-portante: la de trascender; y el director del Con-servatorio Nacional de Msica y de la Orquesta Sinfnica Nacional peruana, condecorado con las Palmas Magisteriales en el grado de Amauta, Ar-mando Snchez Mlaga, escribi: El fallecimien-to prematuro de este reconocido maestro es una prdida lamentable para la educacin en el Per y un trance doloroso para sus colegas y amigos que tanto lo apreciamos.

    Cmo fue la vida de Jos Rivero, Pepe, educa-dor peruano, miembro del Consejo Nacional de Educacin, caballero, modesto, sencillo y cor-dial, sabio, ecunime, generoso, apacible, conci-liador como lo describen sus amigos ecuatoria-nos?

    _____________________________________1Notas para el lector.Al leer esta publicacin del Consejo Nacional de Educacin se debe tener en cuenta lo siguiente:- Lo que aparece en cursiva en color marrn ha sido dicho o escrito por Jos Rivero. Se toma

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  • textualmente de las entrevistas que le hicieron - tanto Cyrielle Brun, en Entretien avec Jos Ri-vero, LOrdinaire des Amriques, como Piragua. Se toman tambin textos de sus artculos y li-bros. La relacin de las entrevistas y de los textos se encuentra al final de esta publicacin.

    - Se presentan en cursiva, en color negro, y entre-comilladas, las citas textuales expresadas en los correos de sus amigos, familiares o personas que trabajaron con l. La relacin de ellas, en orden alfabtico, se presenta en los agradecimientos que se encuentran al final de este documento.

    - La sigla CEAAL significa Consejo de Educacin de Adultos para Amrica Latina; la sigla GLEACE significa Grupo Latinoamericano de Especialistas en Alfabetizacin y Cultura Escrita.

    Primeros aos profesionales

    Jos Rivero Villanueva y Rebeca Herrera Ben-dez, padres de Pepe, lo reciben en Nazca el 1 de julio de 1940. Cuando tena ocho aos se trasladan todos a Arequipa y lo matriculan en la Escuela de Aplicacin de la Escuela Normal de Varones que dirigan los Hermanos de La Salle. En ella, realiza su educacin escolar, as como su formacin como profesor de Primaria; despus, estudia en la Universidad Nacional San Agustn. Mi pap estudi en Arequipa -recuerda su hija Charo. Su promocin del colegio se llam Los in-mortales, un bello nombre para un ser hermoso, justo y luminoso, por su enorme capacidad de

    amar la vida.

    Pepe es fruto de una educacin bsica y superior ofrecida con calidad por el Estado. Gracias a ella vivi, desde joven, valores y libertades, experi-ment confrontaciones y debates, y se prepar para ser, a lo largo de su vida, un oyente paciente y un conciliador de diferencias, sin renunciar por ello a sus principios. Tal vez por ello, fue un tenaz defensor de la escuela pblica de calidad.

    Despus de trabajar como profesor en Nazca y Arequipa, se traslada a un programa de la refor-ma agraria, en la sierra central, para conducir un centro de capacitacin campesina en La Quinua. Esto le permiti acoger a otros jvenes universi-tarios que, por su compromiso social, trabajaban por esos lares apoyando el desarrollo campesino, como le ocurri a Dante Crdova, posteriormen-te ministro de Educacin, que fue varias veces hospedado por Pepe en su escuela. En esta refor-ma agraria, se haban expropiado doscientas mil hectreas de la hacienda Algoln; en este ncleo de comunidades, se organiz un centro de capa-citacin campesina cuya conduccin fue confia-da a Pepe. En ese entonces, tena entre 24 y 25 aos y era su primera experiencia de trabajo con campesinos. Como parte de su trabajo, suba de su casa hasta los 4000 metros de altura para con-versar con ellos y persuadirles de que bajasen a estudiar en el Centro que diriga. Este trabajo no fue fcil, como apreciamos en el relato de su hija Charo: Mi vida casi no empieza en la sierra cen-tral peruana donde mi mam estuvo a punto de

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  • reforma peruana. Pepe particip primero en la etapa de capacitacin de los entrenadores de la reforma educativa, que la replicaran en el mbi-to nacional. Luego, cuando se cre la direccin general de Extensin Educativa, fue convocado para conducirla.

    Direccin General de Extensin Educativa

    La extensin educativa en la reforma peruana de los 70 responda a la idea de que la educacin no se daba solo en la escuela. La educacin no formal se sustentaba en la idea de que era tan importante como la formal, y de que deba desa-rrollarse en y con la comunidad. Pepe se compro-meti con ella y, poco a poco, durante los cinco aos que van de 1972 a 1977, lo fue logrando. Ms tarde dira que no recuerda haber tenido ningn problema para llevar adelante esta idea y desatar fuerzas en materia de educacin no formal. Para l, esta forma de educacin era anloga a lo que la reforma planteaba en la or-ganizacin de los Ncleos Educativos Comunales (NEC), en el que participaban docentes, padres de familia y comunidad. Tambin reconoca la importancia de la escuela en la educacin inicial y bsica, y aada que era muy importante ha-cerlo tambin con la educacin no formal, en la que los medios de comunicacin social y la co-munidad cumplen un rol clave canalizado a tra-vs de la extensin educativa. As, esta abra las puertas y ventanas del sistema educativo para impulsar la educacin permanente de la pobla-cin, actualizar sus conocimientos, mejorar sus

    perderme por la altura en la que nos encontr-bamos. Haba que darle dignidad y esperanzas a los campesinos explotados de esa zona a travs de la alfabetizacin. Los sueos y esencialmente las acciones de mi papi por una vida digna para todos acompaan mis recuerdos desde siempre.

    Armando Ruiz, compaero en estos afanes, re-cuerda hoy que Pepe empieza su trayectoria y su encuentro con la Educacin de Adultos en 1965, uno o dos aos despus de haberse graduado como docente, cuando asume la direccin del Centro de Capacitacin Campesina de la Quinua (Cerro de Pasco), del Programa Sierra Central de la Oficina Nacional de la Reforma Agraria, de ese entonces. Este Centro se encargaba de capacitar a los dirigentes campesinos que iban a ser los adjudicatarios del proceso de Reforma Agraria. () Es aqu donde ambos empezamos a descubrir que en la educacin campesina ms se recibe de los participantes, que lo que se les da. Cada vez que conversaba con l, coincidamos en afirmar que esta experiencia fue nuestra verdadera es-cuela. Aqu se inicia como director y empieza a desarrollar sus capacidades en gestin, adems de las de educador de adultos.

    En la dcada de 1970, se preparaba en el Mi-nisterio de Educacin peruano la reforma edu-cativa, que fue, a decir de Pepe muchos aos despus, una reforma educativa que hicieron bsicamente educadores peruanos, sin inter-vencin de agencias financieras internaciona-les, ni de la UNESCO; ms bien, sta bebi de la

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  • capacidades y conseguir una toma de conciencia sobre su papel en la transformacin de la socie-dad. Esto se desarrolla dentro de un Gobierno militar atpico que tena una cpula que quera el cambio, como consecuencia de la experiencia que haban tenido con las guerrillas y pobreza de los campesinos.

    Los primeros das de la Reforma de la Educacin de los aos setenta -escriba Armando Snchez Mlaga, quien trabaj con Pepe en esa poca- eran das de grandes esperanzas para el cambio educativo con el que se haba comprometido un grupo notable de maestros, filsofos e inte-lectuales, como los recordados Ricardo Morales Basadre y Augusto Salazar Bondy, quienes con-formaron la Comisin de Reforma de la Educa-cin. En los grupos de trabajo, encontr a Pepe y a otros especialistas con los cuales participamos en diferentes actividades, como el recordado pri-mer Curso de entrenadores para la Reforma (CE-PRE 1), realizado en el campus de la Normal de Monterrico en un ambiente creativo y fraternal. En esos trajines, se inici nuestra amistad, que luego se acrecent al integrarme en 1974 a su equipo de colaboradores en la Direccin General de Extensin Educativa.

    Pepe -contina Snchez Mlaga- era una per-sona infatigable en el trabajo y con una notable capacidad emprendedora y creativa. Con todos nosotros, estableci un dilogo continuo, cor-dial y democrtico, del cual salieron tareas que abran caminos novedosos en la lnea de nues-

    tras actividades, que abordaban el campo de la extensin educativa, la comunicacin, la capaci-tacin y revaloracin de la mujer, la difusin del arte y la cultura, as como la difusin de la ciencia y la tecnologa a travs del Museo Dinmico de Ciencia y Tecnologa. Una de las tareas a las que Pepe dedic especial inters fue la organizacin de actividades de difusin artstica en el Teatro Felipe Pardo y Aliaga, entre las que destacaron las semanas de cine temtico como las dedicadas a la educacin, a la mujer, a la Segunda Guerra Mundial, y a las cinematografas de pases eu-ropeos y latinoamericanos con la colaboracin de sus embajadas. Fue impresionante la convo-catoria que tuvo entre el pblico que formaba largas colas alrededor del edificio del Ministerio de Educacin. A partir de ese xito y los ingresos que permitieron crear un fondo especial, surgi la idea de establecer la cinemateca del Minis-terio de Educacin, () proyecto que Pepe pre-sent con el mayor entusiasmo y esperanza. Las semanas cinematogrficas en el Teatro Felipe Pardo y Aliaga se alternaban con la presentacin de conjuntos dedicados a la cancin testimonial como Tiempo Nuevo y Korillacta, al lado de gru-pos dedicados a la msica y danzas tradicionales del Per y de los conjuntos artsticos del Instituto Nacional de Cultura. El Teatro Pardo y Aliaga se convirti entonces en un centro de difusin arts-tica y educativa en el corazn de Lima.

    Desde la direccin general de extensin educati-va, Jos Rivero logra concretar y dar vida a Uni-taria, movimiento que imitaba, en los Centros

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  • Educativos Locales en poca de vacaciones (de noviembre a marzo), el modelo de los Ncleos Educativos Comunales. Acudan al local de la escuela zapateros, sastres y amas de casa y se convertan en docentes. Este movimiento exito-so funcion durante tres aos. Otra innovacin fue lograr el buen uso de los medios de comuni-cacin social, promoviendo sesiones de audiovi-sin crtica en las que padres de familia y alum-nos analizaban telenovelas y series. Con el canal del Estado pudo hacer, como l lo dice, pro-gramas de televisin dedicados a nios hechos con personajes peruanos, donde el superhroe era cuestionado como en aqul donde el pueblo haba sido inundado y pedan que venga el su-perhroe de los cielos, pero como no llegaba, un da un comunero dice: Bueno, organicmonos, se organiza la comunidad y logra hacer frente a la inundacin. Cuando llega el superhroe, ya no le hacen caso. Este tipo de diversiones donde el eje era la organizacin popular, la dignidad de las personas, fue pan de cada da. Esto no se ha vuelto a repetir en el pas.

    Tambin impuls lo artstico y lo intersectorial. Snchez Mlaga recuerda: Creo que es impor-tante recordar tambin el trabajo realizado en convenio con otros ministerios. Con el Ministerio de Transportes y Comunicaciones, Pepe impuls la educacin vial y con el Ministerio de Pesquera, la educacin del consumidor en la utilizacin de los recursos hidrobiolgicos, con el fin de mejo-rar los niveles de alimentacin de la poblacin de menores recursos. En ambos casos, se realizaron

    campaas educativas que comprendan la elabo-racin de material informativo y diversas activi-dades de capacitacin.

    Jos Rivero no se arrog la autora de este traba-jo, pues para l era el resultado de un esfuerzo colectivo. Por eso, cuando le preguntaron por qu no aparecieron los nombres de quienes lo-graron estos resultados en los relatos que narran la historia de la Reforma, respondi: El piso nuestro era el piso dieciocho y era un ncleo in-telectualmente muy potente, con mucha gente, muy libre pensadora. Tenamos tres unidades: una de comunicacin social, otra de trabajo con ncleos, y otra de promocin de valoracin de la mujer, promocin de fascculos, etctera. () Sin embargo, pasaron los aos y varias de estas per-sonas han tenido un rol esencial. Por ejemplo Ra-fael Len es el principal cronista turstico del pas. Tuvimos personas, como Juan Larco, que dirigi durante veinte aos la revista Quehacer de DES-CO; Rafael Drinot, intelectual que vive hoy en da entre Paris y Londres; Armando Snchez Mlaga, posteriormente director de la Orquesta Sinfnica Nacional; Juan Acevedo, uno de los mejores cari-caturistas del Per. Este ncleo docente y varias personas ms trabajaron en Extensin Educativa y ramos muy jvenes en aquel entonces.

    Sin embargo, y a pesar de todo lo logrado, esta experiencia se cort abruptamente. Las autori-dades del Ministerio, preocupadas por las ideas polticas que se gestaban en el mbito de esta direccin general, pidieron a Pepe que despida a

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  • dieciocho personas. No lo hizo y, al da siguiente, present su renuncia. Al narrar ms tarde este episodio dice: Me sal, fue terrible porque tena cuatro hijos y sin trabajo. Para m es un orgullo haber trabajado en esta reforma educativa. El gran problema es que esta reforma se aplic solo tres aos y despus vino la desfiguracin de la reforma.

    Lo vivido en estos aos le sirvi para cimentar las ideas que despus habra de cultivar y pro-fundizar con la mirada puesta en la educacin de adultos, la alfabetizacin, la educacin poltica y la ocupacional. Manuel Valdivia dice que Man-tuvo este espritu cuando integr los equipos de la Oficina Regional de la UNESCO para Amrica Latina, cuya sede estaba en Chile, pas donde bullan con mucha fuerza las ideas de un cambio estructural de las sociedades.

    Esta experiencia en la historia de la educacin peruana qued registrada en el tomo que Jos Rivero escribi para la Coleccin Pensamiento Educativo Peruano, de la Derrama Magisterial, titulado Inventarios educativos y prolegmenos de reforma, 1956-1968, presentada en la Feria Internacional del Libro el 17 de julio de 2015 en Lima.

    Oficina Regional de Unesco en Santiago de Chile

    Oscar Jara, presidente del Consejo de Educacin Popular para Amrica Latina (CEAAL), escribi

    desde Costa Rica al conocer el deceso de Jos Ri-vero: Cuntos recuerdos y cunto le debemos, como amigo, como pensador, como educador que supo abrir de par en par el espacio de la Unes-co para la Educacin Popular en su momento!. Pepe cuenta en una entrevista cmo ingres a la Oficina Regional de Unesco de Santiago: A fin de cuentas me llam la UNESCO para escribir sobre la parte no formal de la reforma educativa (La formacin de recursos humanos en la Reforma Educativa Peruana en 1978) y entonces inici una vida internacional fuera del pas. Ah encontr la posibilidad de tener un mirador de la realidad continental, y la oportunidad de conocer perso-nas insatisfechas con la educacin que se ofreca en la educacin de adultos y comprometidas con la alfabetizacin en Amrica Latina.

    Manuel Valdivia, al recordar a Pepe, dice: El co-nocimiento directo de las diversas realidades in-equitativas, de los desalentadores resultados de la investigacin, la participacin en eventos re-gionales y mundiales, el trabajo con pensadores de todos los pases y la reflexin personal, siem-pre preocupada por las sombras de la injusticia que campeaban en esta Amrica Nuestra como la llamaba Henrquez Urea- comenzaron a dar frutos en ponencias, artculos, comentarios y li-bros que l escribira con una perseverancia ad-mirable.

    La riqueza de su personalidad, y su singular mo-destia, provocaban admiracin y respeto en per-sonalidades educativas latinoamericanas que

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  • trabajaron con l, a tal punto que Miguel Soler Roca, maestro de maestros cataln-uruguayo escribi hace poco en la red Comunidad Educa-tiva: Pepe empez siendo mi alumno y termin siendo mi maestro. Por eso, Cuando se habla de alfabetizacin, en la UNESCO y OEI, sale el nombre de Jos Rivero Pepe, experto con alma y convicciones, no tcnico seco, escribi en Twitter Yvelisse Prats, ex ministra de educacin de Repblica Dominicana, quien lo conoci en 1984, cuando iniciaba lo que ella consideraba la accin ms importante de su gestin: el Pro-grama Especial de Educacin Ciudadana (PEEC), Jornada de Alfabetizacin de Adultos. Haba pre-sentado antes el Programa, en la VI Asamblea de UNESCO, y Amadou-Mahtar MBow, director general del Organismo, se mostr interesado y se comprometi a apoyarlo. As lleg Jos Ri-vero al pas, con sus varios ttulos y certificados, su experiencia como maestro y cientista social, y su rango como especialista principal en UNES-CO, en el tema de la Educacin de Adultos. Eso mostraba su hoja de vida, pero Pepe Rivero no caba en un currculo, le quedaba chico y fue cre-ciendo en su humanidad omniabarcante, en su clido acercamiento a nuestras desigualdades nacionales, en su amistoso talante, en su involu-cramiento, como latinoamericano entraable en lo dominicano y en los dominicanos. Nunca pu-dimos mirarlo ni tratarlo como un tcnico seco: era uno de nosotros, simplemente ms sabio, ms experimentado, enormemente ms modes-to, compaero, y por eso, indiscutiblemente, un lder. () Usbamos muchas palabras parecidas,

    inclusin, equidad, justicia social, y las insertba-mos sin empacho alguno en debates que dejaban de ser exclusiva, casi metafsicamente, pedag-gicos, y se convertan como debe ser, en anlisis sociolgico y poltico de la educacin. Pepe () entenda los lazos inextricables que existen entre ideologa, poltica y educacin. Por eso, su mira-da de cientfico social se posaba no solo en las fa-lencias y carencias de los sistemas educativos del continente, sino en las causas raigales de ellas, la inclusin, la desigualdad y la segmentacin so-cial que nos divide abruptamente a pases desa-rrollados y subdesarrollados y a ricos y pobres en una misma nacin. Una de sus obras, Educacin y Exclusin en Amrica Latina, trata estos temas con honda preocupacin.

    Otros expertos le deben el haberse iniciado en el tema de la educacin de adultos, entre ellos Rosa Mara Torres, ex ministra de Educacin en Ecuador y consultora internacional: Muchos de nosotros conocimos a Pepe en los ochentas, tra-bajando en la UNESCO en Santiago y al frente de la red de alfabetizacin de adultos, la REDALF, una de las redes del Proyecto Principal de Educa-cin para Amrica Latina y el Caribe (1980-2000) coordinado por la UNESCO. Una red de poca, sin internet a la vista, que supona viajes, eventos, presencialidad, contacto cara a cara, debates, conversaciones y risas a granel. Fue gracias a l y a esa red que muchos de nosotros nos conocimos e hicimos amistades de por vida. Fue gracias a l y en esa red de ideas y afectos que muchos de nosotros nos formamos, aprendimos a construir

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    juntos identidad y movimiento. () El me introdu-jo profesionalmente al campo de la educacin de adultos. Me integr a actividades de la REDALF, lo que me llev a conocer muchos pases de Am-rica Latina y a participar en el seguimiento del Proyecto Principal, en las famosas reuniones de PROMEDLAC. El me anim a aceptar el cargo de directora pedaggica de la Campaa Nacional de Alfabetizacin Monseor Leonidas Proao en el Ecuador; terminada la campaa, me con-trat para escribir un libro sobre la experiencia, al que dediqu ms de un ao de trabajo, entre Quito y Nueva York Ms adelante, se integr a todas las iniciativas que emprend: el Pronuncia-miento Latinoamericano por una Educacin para Todos, la comunidad virtual Comunidad Educati-va, y el Grupo Latinoamericano de Especialistas en Alfabetizacin y Cultura Escrita (GLEACE)

    Miriam Camilo, de Repblica Dominicana, tiene el mismo sentimiento: En principio, compar-timos en el marco del CEAAL, a nivel regional de Amrica Latina y el Caribe; tambin, y sobre todo, mi experiencia en el Estado. He sido direc-tora de Educacin de Jvenes y Adultos en dos oportunidades en el Ministerio de Educacin y siempre cont con su apoyo y solidaridad; incluso hay intervenciones y conferencias que, me imagi-no, solo las tenemos en Repblica Dominicana. Ese apoyo no solo fue a distancia, sino tambin presencial. Es por ese motivo que, en febrero de 2015, nos acompa en el seminario sobre Ins-titucionalidad de la Educacin de Personas J-venes y Adultas. Lo ms reconfortante para el

    futuro inmediato es que, despus del seminario, nos envi un documento sobre la perspectiva del subsistema de EDPJA en el pas. Su experiencia de trabajo con los Gobiernos en UNESCO le daba una gran autoridad para posicionar el tema y plantear recomendaciones al ms alto nivel del Ministerio. Recuerdo que, en octubre de 1997, abord de manera enftica la necesidad de fi-nanciamiento para las acciones de alfabetizacin de jvenes y adultos, aspecto que siempre ha sido crtico en la mayora de nuestros pases, por razones diversas, pero particularmente, por falta de comprensin y de priorizacin de las polticas pblicas a favor de la igualdad de oportunidades y del ejercicio del derecho a la educacin. Su sa-bidura y firmeza me acompaarn siempre en las acciones que impuls en EDPJA.

    Mara Eugenia Letelier, de Chile, confiesa que tie-ne muchas deudas con l, la principal fue su va-loracin del trabajo de alfabetizacin de base, en plenos aos ochenta, en el Chile de la dictadura, cuando su reconocimiento y apoyo fueron esen-ciales. Desde ayer me vengo haciendo la misma pregunta: Cmo vivir sin la presencia de Pepe en Amrica Latina? Tal vez por esto, Lola Cen-dales, colombiana especialista en educacin po-pular, escribi: Siento la partida de Pepe, como la partida de un educador comprometido con la alfabetizacin y la educacin de personas jve-nes y adultas. l gener espacios (La REDALF fue un ejemplo), propici debates, y articul esfuer-zos que contribuyeron a hacer conciencia tanto personal como institucional de la importancia de

  • este campo especfico de la Educacin.

    Y Yadira Rocha, de Nicaragua, narra como Pepe no fue un consultor de Unesco de saco y corba-ta, sino que estaba presente en lo que se nece-sitaba, aunque solo fuese empujar la camioneta atascada: Cuando fui directora de alfabetizacin durante la Revolucin Popular Sandinista en los ochenta, l -se refiere a Pepe-, solidario, puesto a toda prueba en los lgidos momentos de bloqueo que vivimos en Nicaragua, tuvo que despojarse de su lmpido traje de consultor de UNESCO para empujar el vehculo en los caminos lodosos de Nicaragua por donde bamos a ver los proyectos, los colectivos de alfabetizacin y educacin de adultos.

    Luis Oscar Londoo, colombiano asesor en la Unesco en educacin de adultos, recuerda que Desde la dcada de los ochenta, tuve la feliz oportunidad de trabajar, compartir y debatir con l en varios pases de la regin, especialmente en mi pas Colombia, y conocer su grandeza y su co-herencia como educador y su compromiso con la educacin de jvenes y adultos.

    Amigos del CEAAL resaltan su amistad: Pepe tuvo la enorme grandeza que acompaa a las personas nobles, supo combinar compromiso, sensibilidad y capacidad. Cre una enorme red de amistad y trabajo, nos vincul dando sentido y calidez a esta gran casa latinoamericana. Nun-ca olvid sus races, su compromiso forjado en las comunidades populares en los aos setenta.

    Fue un hombre de su tiempo, de trayectoria en la educacin popular que coloc a servirla en los cargos directivos en la UNESCO, en las consulto-ras en la OEI y en tantas otras organizaciones y Gobiernos. Fue un gran contador de historias, lector y recomendador de libros y pelculas, con vocacin de analista poltico y lcida capacidad para descifrar los detalles del contexto. Pepe fue una persona sencilla, querible, grato, leal. Nos vimos la ltima vez en febrero de este ao en un evento en la Repblica Dominicana organizado por Miriam Camilo. Nos remos mucho, la pasa-mos muy bien, hablamos de hijos y nietos. Abue-lo feliz. Compartimos muchas veces fotos; padres orgullosos, abuelos chochos.

    Y Marco Ral Meja, a su vez, manifest desde Colombia: Pepe seguir en nuestros trabajos, con sus aportes, pero, ante todo, con su caballe-rosidad y diplomacia en las discusiones

    Uno de los medios que us Pepe para continuar su contacto amical y cercano con la enorme red de amigos latinoamericanos que haba construi-do fue el Twitter. La presentacin de Pepe en esta red deca que era un educador con expe-riencia en UNESCO, y que las polticas pblicas y un mundo ms justo y humano eran parte de sus quehaceres y propsitos. Al respecto, Rosa Mara Torres escribi: Es lo que eligi como per-fil pblico para calzar en el reducido espacio que ofrece Twitter. De ese perfil nos nutrimos quie-nes tuvimos la suerte de cruzarnos con Pepe en nuestras vidas. Durante los ltimos cuatro aos,

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  • Pepe y yo estuvimos cerca, a la distancia, gracias a Twitter. Fui yo quien le convenci de abrirse una cuenta; un ao despus, me lo agradeca. Se volvi tuitero consumado. Al inicio de bajo perfil, fue ganando en pericia para meter en 140 caracteres informacin y comentarios atinados sobre todos los temas imaginables del Per y del mundo. Le brome un da dicindole que en Twi-tter haba encontrado su vocacin periodstica. Me contest diciendo que efectivamente era as. Amaba el buen periodismo y podra haber sido uno de los buenos. En cuatro aos public 38 654 tuits y lleg a tener 2 666 seguidores. A su vez, l segua a 504 personas, entre ellas algunos viejos colegas del mundo de la educacin. Entre sus 156 tuits favoritos me emocion encontrar algunos mos. Tambin agradecimientos y alabanzas que l, en su modestia, prefiri conservar fuera de la mirada pblica. l y yo tuitebamos a diario. Am-bos conocamos nuestros respectivos horarios, rutinas, temas, estilos. De vez en cuando cruz-bamos preguntas, comentarios, miniconversa-ciones. Not que se haba ausentado unos das, pero asum que estaba de viaje e incomunicado. Pocos das antes habamos comentado sobre las penurias de sacar una visa a Londres, desde Lima y Quito, respectivamente. Asum que andaba pa-sndola bien por all. El 10 de mayo tuite: Vuel-vo feliz a casa luego de 22 das internado en cl-nica limea. Conmocionado y fortalecido por las muestras de amor y amistad recibidas. Le escri-b de inmediato. Dos das despus me contest: Nunca he estado tan cerca de irme. Tratamiento rehabilitador ser largo. Carios. Sigui tuitean-

    do, menos que lo usual. Volvimos a intercambiar algo sobre la prueba PISA en el Per. Eso fue lo ltimo, el 22 de mayo. El 27 reciba la amarga noticia desde Lima. En los das siguientes a su muerte, Twitter se llen de mensajes dedicados a l, que a l le habra encantado leer. De colegas, amigos y gente conocida, y tambin de personas que le seguan, le haban ledo o saban de l sin conocerle personalmente.

    Entre los mltiples y diarios tuits de Pepe, hemos escogido cuatro que, en sus doce ltimos das de vida, muestran la variedad de temas que trataba y su vital personalidad: el 22 de mayo l rebot una informacin de @ensustrece: La Southern con dos minas en el Per gana ms que en Mxi-co con ocho. Su ganancia diaria en Per es de 6 800 000 US (@ensustrece). El 19 de mayo, trans-cribi una informacin educativa del IEP: Per recupera 100 aos de ilustracin para nios en la Muestra Mi casa es linda (IEP). El 18 de mayo expres su opinin, como fiel simpatizante de la U (equipo de ftbol local), sobre su tradicio-nal rival Alianza Lima: Bochornosa expulsin de aliancistas. No requirieron gas pimienta, la pu-sieron ellos. Bien expulsados. Y, el 15 de mayo, inform a la red sobre una actividad de arte: Es-treno absoluto de Nabucco, pera de Giuseppe Verdi en el Gran Teatro Nacional.

    Uno de los varios trabajos importantes que reali-z en la OREALC fue participar en la elaboracin, aprobacin y concrecin del Proyecto Principal de Educacin en 1981. Este fecundo periodo de

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  • su vida latinoamericana como funcionario re-gional de Unesco permiti a Rosa Mara Torres escribir de l, para el homenaje que el PIIE de Santiago le rindi, lo siguiente: Pepe fue un edu-cador comprometido con ese mundo ms justo y ms humano. Hizo de la educacin de adultos su plataforma de despegue y su eje de operaciones. Si bien para muchos qued asociado a este cam-po, sus quehaceres y propsitos, como l los lla-ma, fueron mucho ms all. Su trayectoria y sus escritos testimonian su crecimiento profesional, la ampliacin de horizontes, la integracin de sa-beres, la multiplicacin de frentes. De los adultos pas a los jvenes y a los nios, a los educadores, y a una visin no solo de sistema escolar, sino de sistema educativo, siempre desde una mirada macro y un corazn peruano-latinoamericano.

    Csar Guadalupe, miembro del Comit Directi-vo del Consejo Nacional de Educacin del Per, evocando el trabajo que Pepe realiz en la ORE-ALC, escribi: Las dos dcadas en las que Pepe trabaj en la Oficina Regional de Educacin para Amrica Latina y el Caribe de la UNESCO (OREALC UNESCIO/Santiago) coincidieron con el desarrollo de una de las iniciativas regionales ms importantes que tuvieron los ministros de Educacin: el Proyecto Principal de Educacin. De hecho, su ltima actividad importante en la UNESCO fue participar en la reunin de cierre del Proyecto Principal en Cochabamba a inicios del 2001. Durante esas dos dcadas, Pepe se convir-ti en un referente obligado para los educadores de la regin, en especial en temas vinculados a

    alfabetizacin y educacin de adultos; adems, desempe un rol clave en la formacin del nue-vo personal que se incorporaba a la UNESCO en esos aos y lleg a estar encargado de la Direc-cin de la Oficina. La presencia regional de Pepe, construida en esas dos dcadas, se percibe an en la gratitud y el afecto de centenares de educa-dores de toda la regin.

    El retorno a la patria

    Por su propia decisin regresa al Per, nos cuenta su hija Charo: A pesar de tener una vida hecha, calma y cmoda en Santiago, con hijos y nietos y grandes amigos, decidi una vez jubilado volver al Per, pues saba que, como dice Vallejo, Hay, hermanos, muchsimo que hacer. Ese amor por el Per y ese deseo de seguir apostando por la educacin hicieron que tambin retornara junto a Ricardo, mi esposo. Dejamos tambin una vida hermosa, calma y exitosa, y retornamos a traba-jar a un pas adolorido por la injusticia y la des-igualdad. Han pasado trece aos desde entonces y hemos podido realizar un bello trabajo, que por supuesto nunca es suficiente, por los nios y ni-as, desde las polticas pblicas y tambin desde lo privado.

    Sin embargo, no deja de prestar su experien-cia a otros pases latinoamericanos. Pepe en el Per fue un animador protagnico en el mbi-to educativo: se incorpor a Foro Educativo; fue miembro del Consejo Nacional de Educacin en dos perodos; aport experiencia y conocimien-

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  • tos asesorando al Ministerio de Educacin en el campo de la educacin de adultos, de desarro-llo docente, y de la escuela pblica; particip en la creacin y desarrollo del Grupo Impulsor de la Primera Infancia; y se dio tiempo para incor-porarse al Movimiento de Ciudadanos para el Cambio. Tal vez por ese serio compromiso con la niez y el magisterio, el consejero Len Trahtem-berg escribe al recordarlo: Pienso que las hue-llas de Pepe se sentirn al trabajar en la agenda los temas de infancia y docencia a los que dedic mucho de su quehacer profesional, aunque no se evoque su nombre. Pepe ayud en la colocacin, en los andamios de las prioridades nacionales, de la sensibilidad y urgencia para actuar sobre esos temas, y cada vez que eso ocurra, Pepe estar presente. Fue importante para m haberlo cono-cido, interactuado con l y apreciado su calidad humana.

    Educacin de adultos

    Desde Foro Educativo, como vocal de su Comit Directivo, particip en la organizacin de la Con-ferencia Nacional que reuni ms de 500 parti-cipantes. l, con Manuel Iguiiz, presidente de Foro, visitaron a los lderes polticos para sensi-bilizarlos en el tema de la conferencia y, al ha-blar con el Dr. Valentn Paniagua, presidente del Gobierno de Transicin, le dicen: Si cree conve-niente no asistir, porque no van los otros lderes, lo comprenderemos. Despus de una pausa, el presidente contest: Aunque no asista ningn lder, yo estar. Fue el espaldarazo al esfuerzo

    realizado.

    En julio de 2009, en su artculo Los nuevos con-textos y la complejidad de la alfabetizacin, analiza el programa de alfabetizacin del Go-bierno aprista, PRONAMA, que dispona de gran resonancia meditica y recursos financieros. El artculo comienza explicando la importancia de la alfabetizacin en la vida de una persona. Sin pretenderlo nos da la clave por la que la alfabe-tizacin fue para l fundamental. La alfabetiza-cin es el primer paso en la conquista del dere-cho a educarse y a participar en la construccin democrtica. Proporcionar a un individuo, a un grupo social, el acceso a la lectura y a la escritura equivale a dotarlo de medios de expresin polti-ca y de los instrumentos bsicos necesarios para que pueda participar en las decisiones que le co-rresponden tomar respecto a su existencia y a su futuro. La alfabetizacin no solo es un derecho humano bsico, sino, adems, un activo crucial para vencer la pobreza, mejorar la salud y enfren-tar cualquier abuso a los derechos humanos. Una persona sin estudios dispone de menos recursos para protegerse de las enfermedades graves o procurar sustento a su familia. La alfabetizacin es, tambin, un requisito indispensable para la participacin plena de las personas, en calidad de ciudadanas, en la sociedad democrtica.

    Encuentra en el PRONAMA inconsistencias en cifras y en acciones. Alfabetizar representa una tarea mucho ms compleja y demandante que la adquisicin mecnica de signos alfabticos. Ms

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  • all de la inobjetable buena intencin que pueda tener el Gobierno de Alan Garca para aportar a la equidad social enfrentando el analfabetismo, cabe preguntarse si tendr la disposicin y la po-sibilidad de asumir la alfabetizacin en toda su complejidad, dando respuestas integrales para evitar que en el futuro se reproduzcan cclica-mente las campaas alfabetizadoras. El manejo de las cifras por parte de los directivos del PRO-NAMA () ha sido frecuente y contradictorio. Al inicio de las actividades, fue notorio el contras-te en el manejo oficial de las cifras respecto al nmero de analfabetos que haba en el pas. () Que las declaraciones oficiales de las mximas autoridades gubernamentales difirieran en un milln no fue buen augurio respecto a la serie-dad en el manejo posterior de cifras. Segn Farid Matuk, ex jefe del Instituto Nacional de Estads-tica e Informtica (INEI), () la metodologa que el INEI haba desarrollado de manera indepen-diente hasta el 2006 fue modificada, a partir del 2007, en coordinacin con el MED, desde donde se proporciona el texto que la persona censada debe leer para detectar as, de mejor manera, si es o no analfabeta; mas, al aplicar la misma pregunta en los censos de poblacin, se toma como vlida cualquier respuesta. Para Pepe no era posible llegar a alfabetizar a 850 mil, como se anunciaba, porque los analfabetos estaban dis-persos, no tenan aliciente econmico, hablaban diversos quechuas y lenguas amaznicas y se les proporcionaba un mismo tipo de material. Deca que, si la alfabetizacin que logr el Programa Alfin de la Reforma Educativa de los setenta, tras

    cuatro aos de trabajo y de tener un programa consolidado de movilizacin y voluntariado, ape-nas lleg a 241 216 personas alfabetizadas, no era posible anunciar que se haban alfabetizado 850 mil sin todos esos apoyos.

    Pepe no se limit a sealar lo que estaba mal, sino que trabaj para proponer lo que se deba hacer. Por ello, Armando Ruiz, en ese tiempo director general de Educacin Bsica Alternati-va, escribe: Me resulta extremadamente difcil hacer una resea de lo que fue y signific Pepe para la Educacin de las Personas Jvenes y Adultas (EPJA). En primer lugar, por la profunda amistad que me ligaba a l, que me impide hacer a un lado mis afectos, por lo que de antemano solicito tolerancia. En segundo lugar, porque la Educacin de Adultos para l fue toda su vida profesional, desde que egresa hasta sus ltimos das. En esta trayectoria no hay un antes ni un despus; lo que puede establecerse s es una ac-tuacin antes de la UNESCO y en el perodo en el que estuvo en esta institucin. l, Pepe, impulsa con mayor decisin la educacin no formal, fuera de las escuelas, en los parques, teatros, locales sindicales, locales parroquiales y otros con las, en ese entonces llamadas, organizaciones socia-les de base. Frente a la inestabilidad poltica, y despus de hacer una consultora corta en Boli-via, siempre en educacin de adultos, asume el cargo de Especialista Regional de Educacin de Adultos de la OREALC-UNESCO, Santiago, Chile. Las impactantes ideas de Paulo Freire dinamizan el accionar de la UNESCO en lo que educacin de

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  • adultos se refiere, y es aqu donde () Pepe se encuentra en su salsa y se convierte en impulsor de esta modalidad en la regin de Latinoamri-ca y el Caribe. Desde Mxico hasta Chile, Brasil y Trinidad y Tobago, en todas las ciudades de estos pases, promovi, como agenda principal para el debate, la Educacin de Personas Jvenes y Adultas, desarrollada a travs de diversos even-tos: seminarios, talleres, congresos y apoyo a in-vestigaciones. Esto gener todo un movimiento regional impulsado infatigablemente por Jos Rivero, desde la OREALC UNESCO. Despus de un largo perodo en Santiago, Chile, () a seguir desde su casa siempre impulsando la educacin de adultos, a travs de constantes consultoras, respondiendo a los requerimientos de los distin-tos pases de la regin.

    En 2006, en el Per, el Ministerio de Educacin le encarga coordinar un equipo para desarrollar las ideas rectoras de la educacin bsica alterna-tiva. Las resume en el libro La otra educacin, en el que propone crear condiciones para que los ms olvidados tengan posibilidad de enfrentar y superar sus condiciones adversas y para que la Educacin Bsica a ellos dirigida sea real alter-nativa en cuanto a mejores oportunidades para educarse con calidad suficiente.

    Posteriormente viaja a Argentina para participar, en 2014, en el Encuentro Latinoamericano: la Educacin de Jvenes y Adultos en Amrica La-tina, cuya finalidad fue aportar al diagnstico de la situacin de la educacin de jvenes y adultos

    en Amrica Latina y, en particular, en la Argenti-na, tanto desde una perspectiva socio-histrica como en sus desafos y problemticas actuales. En este encuentro, ayuda a reflexionar, junto a un panel de destacados especialistas, sobre la necesidad de recuperar, sistematizar y repensar la experiencia desarrollada por la Direccin Na-cional de Educacin del Adulto (DINEA / 1973-1975).

    Esta trayectoria explica por qu, para el colec-tivo peruano del Consejo de Educacin Popular para Amrica Latina, del cual fue permanente y desinteresado asesor en la educacin de jvenes y adultos, fue un Educador popular que contri-buy con sus reflexiones en el CEAAL, apostando por la Educacin de Jvenes y Adultos, compro-metido con el Per justo y democrtico, y por una buena educacin transformadora para todos y todas.

    Educacin de la infancia

    La preocupacin por la educacin y la infancia fue una constante en su vida y, segn sus hijos, se acrecent siendo abuelo. En julio de 1996, mucho antes de que se cree el Grupo Impulsor, como representante de la Unesco para Amri-ca Latina, resumi en Colombia el papel funda-mental del educador infantil en el III Congreso Mundial de Educadores Infantiles, de 0 a 6 aos, en el Centro de Convenciones Cartagena de In-dias. Pidi a docentes y directores de escuelas que no pierdan de vista que la mayor parte de

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  • la educacin no gira en torno a la escuela y, por lo mismo, se necesita que reconozcan y acepten su nivel simblico en lo infantil, sin desconocer el papel que tienen los padres y otros profesio-nales en la formacin de estos pequeos. Seal los peligros que existen en la escuela primaria, que tienen que ver con la estandarizacin de los contenidos que no respetan la diversidad cultu-ral, y el carcter rgido del sistema educativo. Los programas de educacin, deca, deben permitir que el nio se desarrolle en un ambiente infor-mal que facilite la comunicacin y el aprendizaje.

    En el Per, fue uno de los fundadores del Gru-po Impulsor Inversin en la Infancia, iniciativa ciudadana que promueve mejorar la calidad de vida y las oportunidades de los nios y nias del Per. Activo propulsor de iniciativas para llamar la atencin al Gobierno y a la sociedad, se pre-guntaba Qu hombre, qu mujer y por lo tanto qu nio y nia queremos ayudar a ser y a cre-cer en nuestro Per? Un sujeto autnomo, libre, con confianza en s mismo y en su entorno, en sus propias competencias para pensar y elabo-rar estrategias a su nivel para la resolucin de obstculos, problemas y conflictos, un ser abierto y sensible, comunicado y solidario? O bien Nos contentamos con un ser obediente, dependiente de la autoridad y sometido al reconocimiento permanente del otro, temeroso al castigo y an-helante del premio, un ser competitivo, exitista, rivalizando para alcanzar el xito o el primer puesto?.

    En su artculo La inversin en la infancia tiene que ser intangible, escribi: Todo parece indi-car que la bonanza econmica que ha tenido el pas durante todos estos aos comienza a tener algunas dificultades, en la medida que bajan los precios de los minerales y otros factores, lo que puede derivar en algunos ajustes presupuesta-les. En el Grupo Impulsor Inversin en la Infancia, creemos que es indispensable que la inversin presupuestal destinada a la primera infancia ten-ga que ser intangible, no deba tocarse. Un po-sible recorte presupuestal no debe afectar a un ncleo fundamental para el pas: los nios de 0 a 5 aos.

    Y, en Reflexiones sobre la infancia, sustent las razones de este pedido: en primer lugar, afirm que La infancia es el tesoro ms valioso que tie-ne un pas. Debe ser la piedra angular de todo desarrollo y de todo esfuerzo por reducir sustan-tivamente la pobreza y la desigualdad; en se-gundo lugar, propuso que Afrontar demandas de una mejor y ms justa sociedad es asumir que ella se funda en los primeros aos de vida; en tercer lugar, asever que No se trata de que haya ms educacin, sino mejor educacin. No es una tarea de tres, cuatro o cinco aos, es una ta-rea de dcadas; tambin dijo que Tenemos que unir a todos los actores de la sociedad para tener ms y mejores docentes comprometidos con la educacin; eso significa mejores salarios, mayor capacitacin, ms incentivos para su trabajo, y contar con infraestructura mnima que permita a los docentes, los estudiantes y los padres de fa-

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  • milia tener garantas de contar con un ambiente escolar adecuado; en quinto lugar, argument que Tener ms de un milln de nios con anemia y ms de 400 mil con desnutricin crnica es in-admisible. Si hablamos religiosamente, diramos que esto es un pecado social enorme; en sexto lugar, escribi que Los altos niveles de anemia y desnutricin infantil significan un acentuamiento de la exclusin, significan que nos hemos olvida-do de los ms pobres, de los que no tienen re-cursos; finalmente, sostuvo que Tenemos que unir esfuerzos y articular el trabajo que se viene realizando desde el Estado y la sociedad civil por el bien de los nios de nuestro pas.

    Con este compromiso, refuerza decididamente el rol de la familia y lo escribe en sus Reflexiones sobre la infancia: No ser posible superar este agudo problema de desigualdad de oportunida-des si no se identifican y abordan otros proble-mas que influyen o acentan bajos rendimientos escolares. As, debe considerarse el significativo aumento de nios criados en hogares monopa-rentales, la violencia verbal y el castigo fsico en hogares. Afrontar demandas de una mejor y ms justa sociedad es asumir que ella se funda en los primeros aos de vida. La clave de la solucin a la desigualdad no slo est en un necesario ma-yor gasto pblico, en un programa integral que nos devuelva mejores y ms motivados docentes, sino en entender tambin que la familia es la c-lula bsica en la formacin del futuro ciudada-no y del capital humano, y las polticas pblicas deben contribuir a reforzar su estructura. Slo si

    hay una primera infancia focalizada en la accin pblica, social y familiar, podrn ser fecundos los esfuerzos realizados a travs de las redes educa-tivas pblicas y privadas.

    Magisterio

    En el tema docente los aportes de Pepe fueron centrales. De regreso a su patria, el Ministerio de Educacin le encarga en 2002 un estudio sobre el magisterio. Para ello, rene diecinueve especia-listas, a los que dividi en tres equipos: el prime-ro, coordinado por la sociloga Julia Alba, deba elaborar una propuesta de carrera magisterial, poltica salarial, sistema de pago y sistemas de incentivos y sanciones. El segundo, coordinado por la educadora Luisa Pinto, recibi el encargo de proponer los perfiles de nuevos docentes y sistema de seleccin, incorporacin, permanen-cia y acreditacin de profesores en el sector. Finalmente, el tercero, bajo la coordinacin del psiclogo Manuel Bello, deba elaborar un siste-ma de acreditacin de instituciones y programas formadores de profesionales de la educacin. Con recursos obtenidos por l de la cooperacin internacional y nacional, se realiz un semina-rio internacional y varios seminarios nacionales. Con la informacin recogida y trabajada escribi el libro Propuesta Nueva docencia en el Per que proporcion, algunos aos ms tarde, las ideas que se desarrollaran parcialmente en la Ley de Carrera Pblica Magisterial.

    Al respecto, Julia Alba le escribe a Pepe: Tuviste

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  • la gentileza de solicitarme colaboracin, como en el caso de la Carrera Pblica Magisterial de Ex-celencia, cuyos lineamientos generales resumiste en forma magistral en un libro que muchos maes-tros deben leer y conservar aun cuando la ley no tom en cuenta ese esfuerzo de tantos maestros e intelectuales experimentados que formaron el equipo que trabaj unos seis meses realizando una bsqueda minuciosa de antecedentes, for-mando grupos de trabajo orientados a reflexio-nar sobre la problemtica educativa, las polticas pblicas, la Carrera Magisterial, la Educacin Pblica de Calidad , la acreditacin de los esta-blecimientos educativos a todos los niveles des-de la inicial hasta las universidades. Lo que fue ms importante fue la realizacin de seminarios internos con docentes peruanos de las Regiones, de un seminario internacional al que fueron invi-tados Mxico, Colombia, Chile, Uruguay, Argenti-na y Paraguay, cuyos representantes aportaron ideas y experiencias de sus respectivos pases. Finalmente estos trabajos de grupo y seminarios nacionales e internacionales hicieron posible un Informe que fue presentado al ministro de Edu-cacin, autoridades y profesionales responsables del trabajo. T, Pepe, te tomaste luego el trabajo de condensar en un excelente volumen todo el esfuerzo intelectual que representaba el trabajo colectivo al que nos hemos referido.

    Luis Guerrero cuenta que, a mediados del 2009, cuando Pepe ya no era consejero, el CNE orga-niz el primer Congreso Nacional para someter a discusin pblica con los maestros los prime-

    ros lineamientos del Marco de Buen Desempeo Docente () ah estuvo Pepe Rivero en primera fila y se ofreci como voluntario para apoyar () escuch con paciencia mi relatora y fue tejiendo despus, con su clsica parsimonia, una sntesis muy juiciosa de todo lo que le present.

    El nuevo Gobierno nacional que se inici en 2011 tom la decisin poltica de derogar la ley de la carrera y reemplazarla con otra. El Ministerio pi-di a Pepe ideas para una ley concebida como desarrollo magisterial. l consider necesaria esta ley para resolver el problema de la vigen-cia de dos leyes paralelas que haca imposible el desarrollo de una poltica de gestin magisterial. Esperaba que, si la ley era aprobaba, el Ministe-rio de Educacin no repetira los errores de apli-cacin y gestin que tuvo en la Carrera Pblica Magisterial, y no la convertira en un enfrenta-miento con el magisterio, sino en una opcin que lo convocara. Sugiri que la nueva ley debera re-saltar la autonoma de los centros educativos y debera darle importancia al director como lder de cada institucin educativa.

    El ao 2014, como miembro del Consejo Nacio-nal de Educacin y coordinador de la Comisin de Desarrollo Docente, contina y perfecciona la elaboracin de la Encuesta Nacional de Profe-sores, y obtiene recursos para poderla aplicar. l narra esta historia en su artculo La educacin inconclusa: El Consejo Nacional de Educacin, con apoyo financiero del Minedu y la accin eje-cutiva de equipo especializado de la Universidad

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  • 4. Comisin de Desarrollo Magisterial 2008 20143. Con Secretario Ejecutivo del Acuerdo Nacional

    1. Consejeros en primera etapa del Consejo Nacional de Educacin 2002.

    2. Construccin del Proyecto Educativo Nacional 2004.

  • 6. Videoconferencia sobre desarrollo docente. MIDD del CNE- Unesco 2013.

    7. Instalacin del Comit Directivo del Consejo Nacional de Educacin 2014 - 2016

    8. Homenaje del PIIE en Santiago - 2015

    5 Convenio CNE con la Derrama Magisterial 2013.

    4. Comisin de Desarrollo Magisterial 2008 20143. Con Secretario Ejecutivo del Acuerdo Nacional

    1. Consejeros en primera etapa del Consejo Nacional de Educacin 2002.

    2. Construccin del Proyecto Educativo Nacional 2004.

  • Nacional de Ingeniera, ha aplicado en el segun-do semestre de 2014 una importante encuesta nacional docente. Han sido 9 702 los docentes de instituciones pblicas y privadas de todas las regiones del pas los que han participado en ella. Sus resultados estn procesndose y darn luces sobre el sentir y opinin del docente de base acer-ca de polticas educativas pblicas, sus requeri-mientos de capacitacin, sus condiciones de vida, sus vnculos con nuevas tecnologas de informa-cin y comunicacin, y otros importantes rubros. La difusin de los resultados de esta importante encuesta y, sobre todo, el anlisis de los mismos darn luces para una mejor relacin Estado-do-centes y para la revisin o el fortalecimiento de estrategias en curso. Al respecto, el consejero Jorge Jaime escribe: Nos volvimos a encontrar, tiempo despus, en la Mesa de Desarrollo Docen-te del CNE, y muy en especial en el trabajo de la Encuesta Nacional Docente 2014. Maestro dado a la reflexin y al humor inteligente, con quien se poda aprender en una exposicin, como tam-bin en una conversacin. Fue expositor principal en actividades de la Derrama Magisterial. Perte-nece a esa plyade de grandes maestros perua-nos, que son la fortaleza intelectual y moral de nuestro querido pas.

    En el artculo La educacin inconclusa, pide que la docencia sea una profesin moral e inte-lectual y no simplemente tcnica, que se forme para ello y que en el ejercicio profesional de la misma se acte con responsabilidad: Una visin renovada de la docencia se debe asociar a la ne-

    cesidad de contar con maestros y maestras re-conocidos como una comunidad profesional con capacidad para intervenir en la crtica y la trans-formacin de la escuela. Para ello, se requiere que sean formados como profesionales, con lo intelectual directamente asociado a lo tico y lo cultural; asimismo, es necesario alentarlos a asu-mir la responsabilidad por sus acciones y decisio-nes en el aula y la escuela. Se aspira tambin a que lleguen a ser creadores de saber pedaggico referido a su quehacer profesional. De acuerdo con esta visin, se asume que la docencia es una profesin moral e intelectual, y no slo una pro-fesin tcnica, y que la enseanza es, adems, una actividad construida sobre bases emociona-les e intelectuales.

    Se preocup de la imagen del maestro y relati-viz el impacto inmediato de la evaluacin y de los incentivos econmicos sobre ellos: Todo lo anterior -contina en el mismo artculo- tiene una premisa indispensable: levantar la actual autoestima del profesorado, alentar sus mejores prcticas y pugnar porque en cada centro edu-cativo se constituyan equipos docentes con lide-razgos reconocidos de directores solventes. La profesionalizacin docente no se consigue solo con evaluaciones peridicas y algunos estmulos econmicos, es tarea de mediano y largo plazo en la que la formacin continua debe dejar de ser remedial y convertirse en anticipatoria.

    Analizando las polticas pblicas que ataen al magisterio, escribi: Con referencia al magis-

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  • terio, una tarea indispensable ser contar con estrategias que devuelvan la confianza en el Es-tado a los docentes. La Ley de Reforma Magiste-rial, aprobada en 2012, tena este 2013 como el ao en el que deba concluirse tanto el concurso para plazas de directores y subdirectores como los concursos voluntarios para reubicacin en el nuevo escalafn de la mayora procedente de la antigua Ley del Profesorado; por una serie de circunstancias, ambos procesos no se llevarn a cabo sino en 2014. Garantizar fondos para la Ley de Reforma Magisterial en cuanto a nmero de plazas por reubicar ser clave. Por ello le preo-cup el financiamiento de solo 50 mil plazas para concursar, en la Carrera Magisterial, a escalas su-periores a la tercera.

    Educacin Pblica

    Pepe hizo sus estudios escolares y universitarios en instituciones del Estado, y siempre consider que era la mejor manera de integrar a los perua-nos y a los latinoamericanos. Desde la Oficina Re-gional de UNESCO en Santiago se preocup por la educacin pblica; por ello escribi, en 1999, su libro Educacin y exclusin en Amrica Lati-na. Reforma en tiempos de globalizacin, en el que afirma que Durante estos ltimos aos, la educacin ha ganado terreno; las iniciativas por asumir la educacin como principal desafo se dan incluso en aquellos lugares donde antes slo haba rutina. Es posible afirmar que hoy se cono-ce en Amrica Latina lo que hay que hacer. Cabe preguntarse, entonces, por qu no se hizo hasta

    ahora? Sigue siendo enorme la brecha entre, por un lado, la capacidad de realizar diagnsticos, detectar necesidades e imaginar los cambios po-sibles, y, por otro lado, la capacidad para llevar a la prctica esas salidas o soluciones. La brecha de la inequidad es an mayor (). En una inves-tigacin regional llevada a cabo en Latinoamri-ca, se lleg a la conclusin de que si se esperaba que la educacin ayudase a las personas pobres a salir de la pobreza, primero habra que sacar a la propia educacin de la pobreza. El fortaleci-miento de la educacin pblica y la generacin de estrategias mltiples para su mayor eficacia y pertinencia devienen tareas perentorias. () La construccin y la restauracin de los principios de equidad y del bien comn son una asignatura pendiente

    De retorno al Per, no perdi ocasin para lla-mar la atencin sobre el abandono presupuestal y normativo en el que ella se encontraba. En su artculo La agona de la escuela pblica, escri-bi: La educacin peruana lleva tres dcadas de deterioro progresivo. Los principales problemas son la baja calidad de la enseanza y los magros resultados en materia de aprendizaje de los es-tudiantes y de los egresados. La terca apuesta de los padres de familia porque sus hijos tengan acceso a una educacin adecuada contrasta con un sistema cuyo fin ltimo no es el alumno. La escuela pblica fue hasta fines del siglo pasado el gran referente para la inmensa mayora del pueblo peruano, particularmente el de la con-siderable masa conformada por pobres, pobres

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  • extremos y clase media baja. Hoy est dejando de serlo.

    Al analizar el trasvase de la matrcula pblica a la privada, opin en el mismo artculo: Las huel-gas docentes, varias de ellas prolongadas artifi-cialmente, constituyen factor clave para explicar el xodo de alumnos de la educacin pblica a la privada. Algunos movimientos huelgusticos caracterizados por violentas escenas de maes-tros en las calles han ayudado decisivamente a que en familias populares se convenzan de que el ao escolar, por lo menos, no se va a perder en centros privados. Pepe detect que los me-dios amplifican sistemticamente las debilidades de la educacin dada en la escuela pblica: Las evaluaciones hechas al magisterio tuvieron parti-cular gravitacin. Sus desastrosos resultados y la publicidad que sirvi de eco en diarios y medios alientan la idea de que el magisterio es el gran culpable del desastre educativo. A esto se unen los resultados en pruebas censales nacionales y la incmoda situacin de estar entre los ltimos en pruebas como PISA para ayudar activamente a ahondar la mala imagen de la escuela pblica. Estos mismos medios no difunden de la misma manera los logros de ella: Los medios de comu-nicacin tan proclives a acusar a la educacin y a los docentes respecto a anteriores evaluaciones comparadas, esta vez -con ocasin de la ltima evaluacin internacional- relegaron la noticia -del significativo incremento de rendimiento en los resultados de aprendizaje en las escuelas p-blicas- sin darle la importancia que tiene para

    una educacin que han ayudado injustamente a calificar como la peor del mundo.. Al mismo tiempo, es consciente que esa escuela pblica dista mucho de lo que debe ser. Su apoyo no es ciego, por eso escribe en La educacin inconclu-sa: Sin embargo, estos resultados no debieran impedir asumir que los alumnos que tuvieron mejor desempeo provenan de colegios priva-dos y que la educacin pblica tiene todava mu-cho que avanzar.

    Este compromiso con la educacin le permite identificar los errores de las estrategias y polti-cas realizadas por los diferentes Gobiernos: El desencuentro de la clase poltica con la educa-cin ha sido una constante. () Los resultados de la evaluacin censal 2011 son clara expresin de tal inequidad: se amplan las brechas entre los muy pobres rendimientos rurales y los an po-bres resultados urbanos.

    Por lo que vivi y aport al Per y a Latinoam-rica, en la educacin y desarrollo humano de los olvidados, cuando la preocupacin y solidaridad con ellos no se considera relevante, la vida del consejero Jos Rivero, educador comprometido, se convierte en un referente para la educacin nacional y latinoamericana que el CNE del Per cree necesario difundir.

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    Jos Rivero, educador, consejero y lder latinoamericano

  • El primero es del maestro Miguel Soler Roca, na-cido en Barcelona, que vive actualmente en Uru-guay. Fue uno de los principales expertos de la OREALC y, a sus 92 aos, es considerado cono del magisterio uruguayo al que an ilumina con lucidez; l muestra la faceta del educador com-prometido. El segundo es el del Dr. Andrs Card, viceministro de Educacin del Per cuando Pepe trabajaba en ese Ministerio. Posteriormente se desempe como ministro de Educacin; dos ve-ces fue elegido presidente del Consejo Nacional de Educacin y es cofundador de Foro Educati-vo. Todo ello le permiti conocer cercanamente a Pepe. El tercero son los escritos de los hijos de Jos Rivero para el homenaje que el PIIE le hizo a Pepe en Santiago, muestran la faceta de padre y abuelo, est seguido del testimonio del sacer-dote Gastn Garatea, quien lo acompa en la ltima semana de vida.

    Jos Rivero, mi Alumno, mi Maestro, mi Amigo

    Miguel Soler Roca,

    El reciente fallecimiento del Dr. Jos Rivero He-rrera, (a quien todos conocimos como Pepe Ri-vero, con brevedad y cario), ha provocado en los mbitos educativos no solo de Per, su pas natal, sino tambin de toda Amrica Latina, la rememoracin de un perfil humano colmado de adjetivaciones positivas. Quienes lo conocimos y,

    sobre todo, quienes tuvimos ocasin de trabajar con l tuvimos el privilegio de tratar con un ser cuya caracterstica fundamental era la de ser co-herente consigo mismo, sin desfallecimientos ni perceptibles contradicciones. Vivi situado, como persona y como profesional, ante la realidad y ante los desafos que le present su condicin de educador en un continente turbulento, con fe en la vida, con fidelidad a sus principios y valo-res, con afable simpata y generosidad respecto a los dems. En estos tiempos en que los do-centes, siguiendo a Jacques Delors, sostenemos que uno de los pilares de la educacin consiste en aprender a ser, me complazco en afirmar que Pepe Rivero haba hecho ese aprendizaje desde temprano y lo haba cultivado con modesta y es-pontnea autenticidad, hasta llegar a ser todo lo que puede aspirar a ser un hombre en todos los tiempos: una buena y bella persona.

    Nuestra relacin se mantuvo exactamente du-rante medio siglo. A mediados de los aos se-senta lleg al CREFAL, en Mxico, del que yo por entonces era el director, para especializarse en Educacin para el Desarrollo Comunitario, en un curso de postgrado del que participaban profe-sionales de todos los pases de Amrica Latina. La UNESCO y el Gobierno mexicano haban querido contribuir as a la formacin de dirigentes para los diversos programas que en nuestra regin as-piraban a fundamentar terica y metodolgica-mente la lucha contra la ignorancia, la pobreza, y

    TESTIMONIOS ESPECIALES

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  • la marginalidad de nios, jvenes y adultos. Pepe result ser uno de los participantes ms lcidos de aquella promocin. Con buena formacin de base en ciencias de la educacin y con experien-cias mltiples de terreno en reas indgenas y en la Lima metropolitana, que se iba superpoblando por el surgimiento de los llamados pueblos jve-nes, aportaba su saber a los debates y prcticas a que daba lugar el curso en suelo mexicano, to-dava por entonces heredero del espritu revolu-cionario de los aos veinte. No s cunto sus pro-fesores aportamos a su crecimiento profesional, pero s recuerdo cunto ganaba el curso cada vez que Pepe tomaba la palabra, con su hermosa voz digna de un buen locutor de radio.

    Despus, seguimos en contacto peridico y siem-pre fructfero. Su pas ingres en los aos setenta en una importante transformacin poltica, eco-nmica y social, y Pepe pas a integrar los cua-dros dirigentes de la Reforma Educativa Peruana. Su Gobierno convino con la UNESCO en que una misin de seis especialistas de la Oficina Regio-nal de Educacin para Amrica Latina, (OREALC), radicada en Santiago de Chile, se trasladara a Lima durante todo el mes de mayo de 1970 para sumarse al proceso de planificacin de la Refor-ma. Como integrante de dicha misin en tanto que especialista en educacin de adultos, tuve la fortuna de compartir tareas con Pepe y un califi-cado grupo de intelectuales y educadores perua-nos, empeados en liberar al pueblo peruano de sus mltiples carencias y, a la vez, reforzar las ad-quisiciones y valores de sus culturas ancestrales,

    en particular las lenguas originales. Fue, para m, un buen aprendizaje, al que Pepe mucho aport.

    En los aos ochenta, Pepe ingres al personal de la UNESCO, primero como asesor de algunos Gobiernos centroamericanos, ms tarde sustitu-yndome en Santiago en el cargo de especialista regional en educacin de adultos. Hizo entonces la enriquecedora experiencia de conocer los pro-gramas de toda Amrica Latina, organizar inves-tigaciones y publicaciones, asistir a seminarios, cursos, congresos y conferencias, convertirse en animador de procesos, intercambios informales y redes orgnicas; pudo as dejar por doquier la impronta de su entusiasmo, su cada vez ms rica profesionalidad y su facilidad personal para anu-dar amistades. Juntos, colaboramos en la reali-zacin en Quito de la Reunin Regional Intergu-bernamental que, en 1981, propuso a los Estados de Amrica Latina y el Caribe, y a la UNESCO, la aprobacin y ejecucin de un Proyecto Principal de Educacin cuyos objetivos seran: a) asegurar la escolarizacin antes de 1999 a todos los nios en edad escolar y ofrecerles una educacin ge-neral mnima de 8 a 10 aos; b) eliminar el anal-fabetismo antes del fin del siglo, y desarrollar y ampliar los servicios educativos para los adultos; c) mejorar la calidad y eficiencia de los sistemas educativos a travs de la realizacin de las refor-mas necesarias. Con este objeto, dice la resolu-cin adoptada en Quito, los Estados miembros deberan destinar a la educacin presupuestos que lleguen a constituir gradualmente hasta el 7 u 8% de su Producto Nacional Bruto. Fue en

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  • cumplimiento de este desafiante marco de polti-ca educativa para la regin que Rivero consagr los aos siguientes, desde su cargo en la OREALC, a la extensin y mejoramiento de la educacin bsica latinoamericana. Atento a las carencias educacionales de una parte mayoritaria de la poblacin adulta, se convirti en incansable pro-motor de medidas conducentes a la eliminacin de la pobreza y a la generalizacin universal de la educacin bsica, con un talante que, lejos de ser el habitual de los llamados expertos interna-cionales, le permita llegar a los pases como un compaero ms, vido de profundizar su propio saber, de compartirlo y de someterlo a las contin-gencias especficas de cada pueblo. Esta formi-dable y siempre inconclusa tarea era cumplida, como era propio de Pepe, con su contagiosa ale-gra de vivir.

    Nos cruzbamos ocasionalmente, siempre con un enorme provecho para m. As, en octubre de 1984, estando yo ya jubilado, integramos, l como especialista de la OREALC, yo como con-sultor de la UNESCO, una misin conjunta (Go-bierno de Mxico/UNESCO) de cuatro miembros que tuvieron a su cargo la evaluacin de la coo-peracin de la UNESCO al CREFAL en el perodo 1979-1984. Ello nos reincorpor durante unos das al ambiente de Mxico y de Ptzcuaro, don-de habamos tenido anteriores estancias muy prolongadas, ambos como alumnos, y yo, aos ms tarde, como director del Centro que ahora evalubamos. Una insospechada circunstancia hizo que en esos mismos das falleciera don Lu-cas Ortiz, quien haba sido el primer director del

    CREFAL despus de haber actuado como pionero en las famosas Misiones Culturales Mexicanas de los aos veinte. El trabajo que realizbamos aquellos das se nutri as de subjetividades con races muy extensas en el tiempo y en el espacio.Otro ejemplo: recordar que entre el 22 de julio y el 1o de agosto de 1990, me brind alojamiento en su casa en Santiago de Chile para darme opor-tunidad de conocer los trabajos gubernamenta-les y privados que en el rea de la educacin se estaban haciendo a fin de cancelar la oscura eta-pa pinochetista. Buen conocedor del medio, Pepe me organiz una agenda que me permiti prove-chosos contactos con el personal de la OREALC, el proyecto El Canelo de Nos, la Sociedad Nacional de Agricultura, el Instituto de Educacin Rural, la FAO, la CEPAL, la Universidad Catlica de Vi-llarrica, la Universidad Catlica de Santiago, el equipo del Programa de las 900 Escuelas. Pude mantener as extensas entrevistas personales con educadores de la talla de Marcela Gajardo y reuniones finales de sntesis con Juan Carlos Te-desco, director de la OREALC, y con el ministro de Educacin, Ricardo Lagos. Fue, para m, y gracias a Pepe, una oportunidad de enriquecer y actuali-zar mis conocimientos sobre qu estaba pasando en nuestra regin. Pude darle difusin a estos co-nocimientos en un libro que vena preparando y que poco despus se public en Montevideo con el ttulo de Educacin y Vida Rural en Amrica Latina. Y fue tambin la ocasin de apreciar la hospitalidad de Pepe, su clida y creativa espo-sa Charo y sus hijos, que me trataron como un miembro ms de su hermosa familia.

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  • Pero nuestros contactos fueron muchos ms, en reuniones sostenidas en cualquier lugar de Am-rica Latina, y ms tarde en Pars, en Barcelona, en Montevideo. No poda hacer escala en una ciudad en la que yo residiera sin visitarme y pla-ticar largamente sobre nuestros temas comunes. As actualizaba mi conocimiento de tendencias y sucesos con los que yo, ya retirado del servicio activo, estaba quedando distanciado. Como he sealado en otras oportunidades, Rivero, a quien haba estimado en calidad de alumno, termin siendo mi maestro, por el conocimiento global que haba adquirido de las sociedades latinoa-mericanas. El ltimo de estos contactos presen-ciales, en los que nos replantebamos lo humano y lo divino, incluyendo un siempre ameno dilo-go con informaciones y juicios sobre cine y sobre literatura con mi esposa Matilde, tuvo lugar en nuestra casa en Montevideo, el 13 de setiembre de 2014, no hace todava un ao.

    Tuvimos tambin intercambio de libros, de docu-mentos, de borradores de artculos, de noticias que ltimamente nos llegaban por la va del co-rreo electrnico. A va de ejemplo, el 19 de no-viembre de 2013 me remiti un correo en que acusaba recibo de un documento de mi autora que se haba ledo en la Universidad de la Re-pblica (Uruguay) en un Congreso de Extensin Universitaria. Se titulaba Educacin y Derechos Humanos. Con su generosidad habitual hacia mi persona, me dice: Me alegra tanto que siga en la brega, reafirmando sabidura y entereza para decir las cosas por su nombre. Gracias por esta

    nueva y muy til leccin reflexiva. Y luego me cuenta de su reincorporacin al Consejo Nacio-nal de Educacin (Per), de su integracin a un movimiento de la sociedad civil a favor de una mayor inversin por la primera infancia, de su participacin en la Mesa Interinstitucional de De-sarrollo Docente, interesante experiencia dice- en la que coexisten entidades estatales y de la sociedad civil. Y todava agrega: En la noche viajar a Paraguay por pocos das para presentar los resultados de la evaluacin de un programa. No deja afuera a las familias al decir Cmo est Matilde? Cuando tenemos con Charo po-sibilidad de ver buen cine, nos asociamos a sus conocidas buenas elecciones. Agrega todava la recomendacin de un libro, para terminar anun-ciando: Como ver, siempre hay muchos temas sobre los que dialogar. Nos sigue rondando la idea de acoger su generosa oferta para visitarles en Montevideo por pocos das. Marzo pudiera ser buen mes para ello. Claro que s, querido Pepe, siempre hay muchos temas sobre los que dialo-gar. Seguir hacindolo con usted, amigo mo, y no solo en marzo, sino siempre que se trate de construir la nacin latinoamericana por la que tan duramente hemos trabajado.

    Tambin son dignas de recuerdo las llamadas telefnicas con la inconfundible voz de Pepe Ri-vero. A cualquier hora y desde cualquier lugar del mundo, me llamaba con cierta frecuencia y entablaba una extensa entrevista telefnica in-formativa sobre lo que estaba haciendo, sobre las novedades familiares, sobre su ltimo libro,

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  • que me estaba enviando, sobre el mundo ancho y ajeno. Me dejaba el estmulo de su ejemplo. Todo un privilegio para mi progresiva ancianidad.

    Como ya he dicho, escribi mucho, muchsimo, libros y artculos, y concedi entrevistas a las que la maravillosa informtica actual ha dado difu-sin. Comenz escribiendo sobre el Per y para los peruanos. Su tema inicial era la educacin de jvenes y adultos, a la que enmarcaba en diag-nsticos y polticas de carcter sociopoltico. En 1999, se public Educacin y exclusin en Am-rica Latina, reformas en tiempos de globaliza-cin, puesta al da personal de todo lo que se vena haciendo (y de lo que dejaba de hacerse) en Amrica Latina, en cada uno de los pases y en el mbito de la cooperacin internacional. En su captulo final, A modo de reflexin y balance, Pepe se muestra como educador serenamente crtico, cargado de fe en la educacin y de exi-gencias ante el incumplimiento de los objetivos adoptados dos dcadas antes. Dice en la pgina 402 de su obra: El nuevo siglo encuentra a Am-rica Latina, en lo que respecta a la educacin, en una situacin ambivalente. Es clara la dualidad entre los actuales esfuerzos por modernizar y re-formar los sistemas y el ejercicio educativo, y un dficit acumulado difcil de remontar. Se asumen los desafos nuevos sin haber cumplido satisfac-toriamente anteriores etapas de su desarrollo educativo. () Sigue siendo enorme la brecha entre la capacidad de realizar diagnsticos, de detectar necesidades y de imaginar cambios po-sibles, y la capacidad de concretar en los pases

    innovaciones o soluciones respecto a las princi-pales expresiones de crisis educativa. Cuando en la pgina 409 se refiere a los docentes, escribe que El problema ms agudo de los procesos de reforma educacional se expresa en el grave dete-rioro en las condiciones de vida y de trabajo del magisterio, y en la calidad y en los resultados de su desempeo. La no incorporacin de docentes organizados en dichos procesos y la polarizacin creciente entre gremios magisteriales, y ministe-rios y secretaras de educacin afecta su ejecu-cin. Militante de base como era, recomienda en la pgina siguiente que El nuevo estatuto ti-co del magisterio latinoamericano pasa por cons-truir cada vez mayores grados de autonoma, lo que posibilita un magisterio transformador ca-paz de reorientar su propia prctica. Asimismo, pasa por reorientar la accin y la organizacin centralizada gremial; los sindicatos y dems gre-mios docentes tendran que posibilitar, con su ac-cin, que la imagen de la maestra o el maestro no est reducida a su condicin de persona asa-lariada: el final del siglo demanda gremios que apuesten tambin por rescatar su sentido como profesionales de la educacin. Estas considera-ciones mantienen plena actualidad hoy, ya avan-zado el siglo XXI. Todava Rivero tuvo ocasin de ocuparse en profundidad de la cuestin docente en el Per, en los primeros aos de este siglo. El Gobierno peruano contrat un conjunto de con-sultores, coordinados por Pepe, que produjeron en 2003 el importante informe Propuesta, Nueva docencia en el Per.

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  • Ya para terminar, deseo referirme al ltimo de los libros que recib de Pepe, publicado en 2008, Educacin y actores sociales frente a la pobreza en Amrica Latina -digo al pasar, libro particular-mente generoso para con mi persona-. Considero que este libro es uno de esos que sintetizan una larga trayectoria personal y profesional. Desde luego, en su parte III se ocupa de La alfabetiza-cin y la educacin de personas jvenes y adul-tas como factor de igualdad educativa. Pero a su visin del quehacer educativo con los mayores, agrega el planteamiento de los deberes de la educacin para con los menores. Lo hace en la Parte II de su libro, La educacin temprana, pie-dra angular de todo desarrollo humano, escrita sobre la base de algunas ponencias anteriormen-te presentadas, con el apoyo profesional dice- de su hija, la especialista en desarrollo infantil, Mara del Rosario Rivero Prez. Se cierran as dos crculos de su existencia: en lo personal, la colaboracin intergeneracional en su propio n-cleo familiar; en lo profesional, el nfasis en la necesidad de atender educadoramente el primer tramo de la existencia humana, integrndolo a la visin de la Conferencia de Jomtien favorable a una educacin a lo largo de toda la vida. Con sus fundamentados planteamientos tericos y la presentacin de mltiples experiencias de terre-no, su lectura impacta por su atencin crtica a las realidades nacionales y su visin prospecti-va, de la que estamos tan necesitados. Su pen-samiento tiene dos grandes ejes vertebradores, que en Pepe no son obsesiones, sino conviccio-nes existenciales: la importancia de la formacin

    docente y el papel (sin duda limitado) que cabe a la educacin en el combate mundial contra la pobreza y las inequidades sociopolticas.

    Estos son algunos de los rasgos, cualidades y realizaciones del hombre que acaba de dejar-nos en pleno trabajo, en plena participacin en la tarea reconstructora. Que miremos el futuro con escepticismo sera la peor manera de rendir-le homenaje. Poner al alcance de los jvenes el ejemplo de su siempre sensato pensamiento y de su inagotable aporte a la justicia social y a una educacin para todos a lo largo de toda la vida parece ser un mejor modo de honrar su memo-ria, en Per y en la que fue su Patria mayor, la contradictoria Amrica Latina que hoy se duele por su prematura desaparicin.

    Montevideo, julio de 2015, Ao de Jos Rivero.

    Huellas de un Maestro

    Andrs Card Franco

    Especialmente quiero recordar a Jos Rivero como el sincero y entraable amigo, con cuya amistad me enriquec por la sencillez y franqueza que lo adornaron. El tema educativo predomina-ba en nuestros coloquios, y buscamos coincidir para seguir uniendo el pensamiento a la accin de los propsitos comunes que nos unieron.

    Como educador que se form a la luz de la pe-dagoga de La Salle, fue un maestro de slidos

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  • principios que orientaron su fecunda trayectoria en educacin. Sus grandes preocupaciones se centraron en la atencin a los olvidados y los ms dbiles, y en la dignificacin de los maestros.

    Quin va a poder olvidar a Pepe Rivero preocupa-do por la educacin rural intercultural, por la pri-mera infancia que tanto ha requerido y requiere del esfuerzo colectivo por ayudarles, no como un favor, sino como la atencin de un derecho no sa-tisfecho plenamente. Entre los olvidados de nues-tro pas y continente que ocuparon gran parte de la inquietud del educador Rivero estn no sola-mente los analfabetos, sino tambin los adultos sin una educacin fundamental que les mejore su nivel de vida. Todos estos anhelos que estuvie-ron en el alma de Pepe Maestro, saba que eran imposible de alcanzar sin un buen magisterio, al que dedic gran parte de su produccin y traba-jo.

    Habiendo tratado de sintetizar algo fundamen-tal en la vida del amigo y colega, quiero concluir afirmando que Pepe Rivero busc la verdad y era un hombre de fe. Por eso me permito glosarle un pensamiento del salmista: Como hombre justo creci como una palmera y se alz como un cedro en el atrio de la casa del Seor, donde lozano y frondoso dio frutos, que hoy y siempre recoge-remos.

    Lima, 27 de junio de 2015

    Los Hijos y El Sacerdote

    Los textos que escribieron los hijos de Jos Rive-ro para el homenaje que el PIIE hizo en Santiago a Pepe muestran la faceta del padre y abuelo; el del Padre Gastn Garatea, la del cristiano com-prometido.

    Charito Rivero, educadora, vive en Lima con su esposo Ricardo, y sus hijos, Lucas (11), Muriel (9) y Benicio (5).

    () De l aprend que la Educacin es un arma poderosa de transformacin y liberacin. Mi vida profesional empez desde all, acompaando a mis padres a concretar sus sueos; por eso las serranas del Per, Mjico, Bolivia, El Salvador y finalmente Chile han sido lugares en donde he podido vivir, luchar, sufrir y amar intensamente, en donde me he formado como educadora, como un acto esencial y natural de todo lo vivido junto a ellos.

    En la misa de despedida, cuando rezbamos el Padre Nuestro, la frase Venga a nosotros tu rei-no me dio el sentido de toda una vida dedicada a la Esperanza, a la conviccin de que cuando algo es necesario es posible. Mi pap trabaj incansablemente por hacer posible lo necesario. Para l la vida tena que ser bella, justa y amoro-sa. Luch con pasin y coherencia por ello, por los excluidos, por los frgiles, para que a travs de la educacin puedan encontrarse con la belle-za, con la justicia y el amor.

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  • () El ltimo tiempo de mi pap estuvo dedicado a la infancia. Los nietos tuvieron mucho que ver. Tanto en nuestros dilogos y discusiones, como en el trabajo muchas veces conjunto de docu-mentos, pude constatar algo que mencion un gran amigo: esa mezcla justa de audacia y pru-dencia al momento de actuar y decir las cosas. De l aprend a trabajar incansablemente por lo que se suea, pude constatar tambin una extra-a mezcla de realeza y humildad.

    Lucas, uno de los hijos de Charito, escribi a su abuelo: Siempre estuviste conmigo, eras amo-roso, paciente, solidario No me alcanzan las palabras! El ftbol nos una en el estadio, en tu casa, donde sea. Te preocupaste por m cuando me fractur el brazo y me romp la cabeza Estu-viste ah! Un abuelo excepcional para idolatrar. Te amo, papa!

    Jos Carlos Rivero, arquitecto, vive en Paris consu esposa Eve y sus hijos Diego (19) y Nina (17).

    () En mayo del 2015, la muerte de mi padre lle-g. Lleg por suerte relativamente tarde y en un momento en el que ya haba pagado sus cuentas con la vida, como se dice. Al menos, las princi-pales.

    Vivi por ello, sobre todo estos ltimos largos aos, en paz. Se fue en paz y en parte gracias a ello nos dej en paz con nosotros mismos, pese al dolor. Pude vivir algo en Lima, durante su velorio, entierro y das que siguieron, que