investigación de las condiciones de vida y trabajo del alto paraná

58
y •. R E P TI B L 1 e A A R G E N '1'1 , BOLETÍN OEL DEPARTAMENTOKACI()NAL DEL TliABAJ() N." 26.-ABRIL 30 DE ]914 ----f------ IMPRENTA .ALSINA» VICTOlUA. 1287 1914

Upload: mariaines-sgrazzutti

Post on 10-Mar-2016

248 views

Category:

Documents


8 download

DESCRIPTION

Informe del Departamento del Trabajo sobre las condiciones de vida y trabajo en los obrajes y establecimientos yerbateros

TRANSCRIPT

Page 1: Investigación de las condiciones de vida y trabajo del Alto Paraná

y •. R E P TI B L 1 e A A R G E N '1'1 ,

BOLETÍNOEL

DEPARTAMENTOKACI()NAL

DEL TliABAJ()

N." 26.-ABRIL 30 DE ]914

----f------

IMPRENTA .ALSINA» VICTOlUA. 1287

1914

Page 2: Investigación de las condiciones de vida y trabajo del Alto Paraná

~UMAlUO

El presente número del BOLETÍK DEL DEPARTAMENTO NACION_\L

2?~LTRABAJo)la sido íntegramente dedicado a la investigación rela-cionada con las condicione vida y de traba' o del Alto Paraná,que se divi e en los capítulos siguientes:

Antecedentes de esta investigación . . .A manera de introducción . . . . .Síntesis de la cuestión obrera . . . .Puertos y establecimientos 'índústr.iales del Alto Paraná

Territorio ArgentinoTerritorio Paraguayo .Territorio Brasileño _

El Conchabo _'I'ransporte de peones hacia los lugares de trabajoConcepto legal sobre el anticipo . . . . . . .Las dos grandes formas de los trabajo-s del Alto Paraná : establecimien-

tos yerbateros . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .Las dos grandes fo-rmas en los trabajos del Alto Paraná : el obrajeEl trabajador del Alto ParanáAlimentación . . _ . . . . . . .Habitación obrera. . ..Los salarios . . .Coste de vida. . . . . .Las enfermedades ...Reglamentos de trabajoDescanso dominicalTrabajo de mujeres y niñosHechos delictuosos . . . .E: caso de Puerto Segundo . . . . . . .Conclusión . . . . . .Apéndice ..

PÁG.

]

1321,293139445·16]67

87 _11]]25]35]39H515916517]178]83]87]99229235

Page 3: Investigación de las condiciones de vida y trabajo del Alto Paraná

ANTECEDENTESDE ESTA lNVESTIGACIOK

~I

Page 4: Investigación de las condiciones de vida y trabajo del Alto Paraná

BOLETí~DEL

DEPART:~~lE~TO ~AClO~AL DEL TRABAJON.o 26 BUENOS AlRES ABRIL 30 DE 1\)14

Nota de la inspección elevando al presidente del Departamento. Nacional del Trabajo, el informe sobre la investigación realizadu

en el Alto Paraná.

Buenos Aires, abril 25 de J9J.f.

Al señor presidente del Depariamenio Nacional del Trabajo. doc-ior Julio B. Lezana:

.v,Tengo el agrado de elevar al señor presidente el informe que el

inspector don José E lías Niklison ha presentado a esta Inspec-eión, relacionado con la comisión de investigación y estudio de lascondiciones de vida y trabajo de los obreros del Alto Paraná. Creoconveniente indicar algunos antecedentes sobre este asunto, parala mejor inteligencia del mismo.

1. Sin afirmado, indico mi creencia personal de que fué en el año] 907 ~uando 'por vez primera comenzaron a realizarse' publicacio-nes, en un órgano de nuestra prensa diaria, relacionadas con las \condiciones de vida de los obreros de la referencia. En aquella épo-ca, recientemente fundado el Departamento Nacional del Trabajo,ni tenía recursos ni inspectores. Coincidieron aquellas primeras pu-blicaciones con la instalación de este Departamento, por cuya razón_la investigación no pudo hacerse. Desde 1907 hasta 1912, el temafué tocado, muy de tarde en tarde, por uno o dos diarios de la Ca-pital Federal. Cuando en 1912 se creó la División de Inspección, elinspector RllÍZ Moreno fué comisionado por el que subscribe, para, jOadquirir los datos previos relacionados con la zona norte del país. J[ "

a, fin de elaborar un plan de estudio y de investigación. Ya el ins-pector ·Rl{iz 'Jloreno h'izo notar en su informe la existencia de los

Page 5: Investigación de las condiciones de vida y trabajo del Alto Paraná

BOLETÍS DEL D"P.\R'L\~lE:\TÚ :\.\CI01\AL DE.L l'R...\lHJO

\COnCh~badores, .~ intermediarios ~n. la celebración del contrato detrabajo , y refiriéndose a las condiciona, propicias que Posadas pre-senta para el uso y abuso de la contratación de peonadas, hacía no-tar que en aquella ciudad existían 48 boliches y almacenes al menu-deo, de los que 120 se encontraban situados en la zona portuaria oBajada Vieja. «Gasas con un capital de $ 50 a $ 500-decía-con-siguen satisfacer $ 70 como patente y 200 en concepto global deimpuestos municipales». Y agregaba: «Existen en el puerto también,un sinnúmero de casas de prostitución clandestinas, con sus corres-pondientes despachos de alcohol y baratijas. Explícase así el anhelodel peonaje por los anticipas. Careciendo de nociones de economía yactuando en un ambiente falto de moral, lógico es suponer que enesos lugares los exploten».

II. A esta información preliminar siguió un informe requeridopor este Departamento, del señor gobernador del Territorio de Mi-siones. En noviembre de 1913, el referido funcionario se expedía enla nota que a continuación se transcribe:

«. . . . . . . . . . . . .. mI cálculo aproximado de la población obreradel territorio, en la cual están comprendidos no tan sólo los obrerospropiamente dichos, sino también los jornaleros o mensualeros, comolos puntos 2.°, 3.° Y 5.° que van consignados en la planilla adjunta, lacual está confeccionada a base de los datos recopilados por las auto-ridades departamentales, por considerar a éstos más habilitados parasuministrarlos. En cuanto al punto 6.° que considero de importancia,

llas industrias principales que existen en el territorio, son la yerba-~ tera y la forestal. Para el desarrollo y explotación de estas indus-

trias, los capitalistas-que están reducidos a dos o tres, incluso losarrendatarios de los yerba les fiscales-reclutan la peonada por lo

lgeneral en esta capital por medio de conehabadores encargados decontratar los hombres, previo un anticipo determinado, siendo in-mediatamente embarcados para el Alto Paraná con destino a losobrajes y yerbales. Es él el punto digno de ser tomado en conside-ración y que a juicio de esta gobernación puede ser objeto, sino deuna legislación especial, por lo menos de tenerse en cuenta para serincluido en la reglamentación de la ley número 9148. Esos hombres,que como he dicho, han recibido un anticipo que por lo general varíade $ 200 a $ 3üO y cuya cantidad no siempre se entrega toda enefectivo sino .que la mitad va en mercaderías (pues todos los eapita-Iistas tienen su casa de comercio que los provee), son en¡¡barca dosen chatas o vapores de la carrera, munidos ya de la libreta donde

5

figura su debe. Llegados a destino son desem barcados y distribuidosen los distintos trabajos, internados en la selva, en donde ya esca-pan del amparo de las autoridades, por más que en ese sentido sehan distribuido las policías lo más convenientemente posible, enten-diéndose que ellas no intervienen para a-poyar contratos entre em-presarios y peones, sino para llenar su verdadera misión, quedandopor consiguiente bajo el solo imperio de los patrones o~sus capataces.Si el peón ya internado desea volver a su punto de partida no ue-

_de hacerla si .su atrón no desea, pues son dueii.os de los vapores dela carrera y no los embarcan hasta que hayan cubierto la deudacontraída, con el trabajo-cuya contabilidad llevada por. la admi-nistración del establecimiento no es controlada, por ahora, por nin-guna autoridad. Para garantir en lo posible a estos hombres-anal-fabetos la mayor parte-la gobernación opina que la DirecciónGeneral del Trabajo debiera tomar una intervención directa en lacontratación de las peonadas destinadas al Alto Paraná, abriendo alefecto un registro especial, en el cual se consignara: nombr-e y ape-llido del dueño del obraje o yerbal, etc ..; nombre y apellido delpeón-trabajo a que se destina-jornal que ganará, alimentación yen libro aparte, si es posible, la consignación de formal compro-miso de parte de la casa, de restituir al peón a su destino cuandoasí lo desee y la prohibición absoluta de dar anticipes en ningunaforma, como asimismo, contratar menores de 22 años. Esta medidatraerá como consecuencia que la Dirección General del 'I'rabajo sepaen todo momento el número de obreros que trabajan en el Alto Pa-raná y sus destinos, lo que hoy se' ignora, por no haber un controlque, dentro de lo posible, ponga al amparo de las autoridades esaspeonadas que en la actualidad y una vez internadas en la .selvaq uedan a merced de sus patrones-menos mal cuando ellos son unpoco escrupulosos. Convendría también disponer las inspeccionescontinuas hechas por empleados de la Dirección General del Tra-bajo para controlar las libretas de salarios y gastos para garantir alpeón de no ser explotado por aquellos que, poco escrupulosos, abu-san de su ignorancia, No es un sólo caso sucedido ya que los peonespara rehuir el compromiso contraído, se han fugado de los mismosbuques en que eran conducidos, tirándose al agua con peligro de lavida. Respecto del punto 8.° siempre faltarán brazos, sobre todopara los ohrajes, habiendo recientemente un obrajero de esta loca-lidad traído cincuenta peones de la Colonia Glorinda y otro trajoochenta de esa Capital Federal, contratados con la intervención de la

Page 6: Investigación de las condiciones de vida y trabajo del Alto Paraná

6

Dirección General de Inmigración. Sobre el punto 9.° esta gobernación opina que las mejores perspectivas que podrían ofrecerse parala radicación o explotación de industrias sería: 1.0 el ofrecimiento aagricultores con familia de un área de tierra determinada, y 2.° ,)t01'-garle de inmediato su título provisorio de propiedad »

}. / In. En el mes de octubre de 1913, el Departamento Nacional del'I'rabajo preparaba el envío de un inspector a la zona del Alto Pa-raná, cuando--coincidiendo en deseos-la inspección recibió ordendel entonces señor ministro del interior doctor don Indalecio Gómez,de despachar inmediatamente un inspector a la región de la refe~rencia. Entiendo, sin llegar a afirmado, que la resolución del se-ñor ministro fué tomada a raíz de un viaje que personalmente reali-zó a los territorios del norte.

El subseripto encargó de dicha investigación al inspector don JoséElía.s Niklison. Verhalmente le fueron indicados los procedimientosque en el desempeño de su comisión debía seguir, y por escrito sele determinaron los puntos concretos a que habría de ajustar su in-forme.

Es en cumplimiento de aquella orden que el inspector Niklisondesempeñó, en forma que satisface plenamente los deseos del subs-eripto, la investigación del Alto Paraná, saliendo de Buenos Airesel 26 de octubre de 19] 3 Y regresando el 5 de marzo de 19H:. Eltiempo empleado en esta comisión no puede considerarse excesivo,ya que las dificultades de la misma quedan de relieve con sólo in-dicar que el trayecto que media desde Posada" (punto de partida deuno de los viajes) a Puerto España (Brasil, estación terminal deuno de los viajes) es de (ida y vuelta) 280 leguas. Siguiendo la-órdenes precisas de esta inspección, el comisionado, en cada obraje,ha debido internarse varias leguas, costa afuera, para llegar a lossitios de trabajos y ponerse en contacto con los peones, cuyas in-formaciones convenía recoger. Acaso la comisión hubiese duradomenos tiempo, si el inspector Niklison no se hubiese demorado variosdías en Posadas-s-por orden del subscripto-para investigar el asun-to de Puerto Segundo, materia ocasional, que constituye un capí-tulo de esta información, y que en su época dió motivo a una seria,campaña periodística en esta capital.

Debo agregar, todavía, que las referencias que el inspector Nikli-son me ha traído respecto de la ayuda que de las autoridades para-guayas ha recibido, me permite suponer la existencia de un buenambiente, propicio a la idea de una acción conjunta de parte de los

7

gobiernos argentino, paraguayo y brasileño para mejorar las condi-ciones comunes de trabajo de la zona del Alto Paraná.

En 10 que respecta a la parte económica, debe mencionarse elhecho de que esta investigación no ha costado .ino la suma que im-porta el estipendio de $ 10 diarios, pasados al referido inspectorcomo único viático para toda clase de gastos.

El informe que con la presente nota elevo, se aparta, en determi-nados párrafos, del tilo que deben guardar los documentos oficia-les. He respetado, sin embargo, todas las apreciaciones del firmante,convencido de que sus modos de expresión traducen impresionespersonales que ayudan a. la mejor comprensión del problema que eltrabajo plantea en el Alto Paraná.

IV. He tratado de encontrar antecedentes de investigaciones an-teriores, y he encontrado a este respecto un gran vacío. E.1 doctorJuan Bialet Massé, en la investigación que realizó en 1904 sobre el«estado de las clases obreras en el interior de la República Argen-tina» no se ocupa sino del obraje del Chaco, sin mencionar los delAlto Paraná. El doctor J Han A. Alsina, en ,su obra «El obrero en laRepública Argentina» (tomo 1, pág. 331) consagra a este asunto laslíneas que siguen: «Los obreros que se ocupan de la explotación demaderas están radicados en los suburbios de Posadas, en Candelaria,Cerro-Corá, y Santa Ana; se eonchaban para una temporada queno baja de seis meses. recibiendo como anticipo una cantidad quevaría de $ 50 a $ 100, so pretexto de dejar recursos a la familia yaprovisionarse de ropa. Desgraciadamente, la mayor parte de estosanticipas se invierten en orgías en los días que preceden al embar-que. en los vapores que hacen la carrera del Alto Paraná. Pues hayque tener presente que lo' obrajes de maderas están situados en lamargen del Alto Paraná, desde cuarenta hasta ochenta leguas de Po-sadas, que ir por tierra y volver, es imposible, constituyendo elobraje un destierro del cual no se puede salir sin que medie la in-tervención del patrón para dar pasaje a bordo de los 'buques de lacarrera ¡internarse en los bosques es exponerse a sufrir mil penu-rias y hasta morirse de hambre.

«Estos obreros 'e suhdi viden en tres clases: volteadores, labrado-res y mensual eras.

«Los volteadores derriban los árboles y abren picadas para aca-rrear las vigas. Le pagan a razón de $ 5 a $ 6 nacionales los 100metros de picada maestra de 4 a 5 metros de ancho, y a razón de" 2 a : 3 nacionales por picada secundaria de 2 a 3 metros de ancho.

Page 7: Investigación de las condiciones de vida y trabajo del Alto Paraná

8

«·Los labradores cuadran las vigas a razón de 30 a 40· centavos lavara_ (medida local que equivale a un pedazo de viga de Om866 porOm2v de costado), es deci r. a razón de ;) a 7 * de metro cúbico deliga.

«A los volteadores y labradores el patrón presta la~ herramientasy les vende la comida; charque, maíz, porotos y grasa, a cuenta desus trabajos. Como en estas condiciones no hay competencia entrevendedores, el precio de dichos alimentos es algo caro, so pretexto de-que 10.s fletes de conducción de dichos alimentos a los bosques es el e--ado.

«En Posadas el charque vale de * 2.50 a $ 3.00 los diez kilos;el maíz, de 0.50 a 0.80 centavos; poroto s, de $ 1.00 a 1.50.

«En los bosques dichos artículos valen al menos el doble; se lesvende igualmente ropa, calzados, bebidas y golosinas en las mismas:condiciones.

«Los mensualeros se conchaban a razón de 18 a 25 $ mensuales, yreciben como alimentación; charque, maíz, porotos, y algunas veces:fariña de mandioca. Trahajan los domingos con un sobresueldo de$ 1 por cada domingo o día de fiesta. Se les emplea en acarrear ma-deras con mulas y embalzarlas en el río Paraná.

«Unos y otros deben permanecer en el obraje seis meses para te-ner derecho a un pasaje de regreso; el pasaje de ida lo paga igual-mente el patrón. El pasaje de regreso no les es acordado si debenal patrón por compra de ropas o alimentos y no pueden regresar-sino después de saldar su cuenta.

«El alojamiento consiste en abrigos provisorios,«Algunos volteadores y labradores vuelven a los seis meses con

$ 200 a $ :iOO de economía, y oteas regresan a los 2 años sin un cen-tavo.

«Todos son criollos, paraguayos o brasileños».Parece que no hay inconveniente, pues, en afirmar que esta inves-

tigación ordenada por el Departamento Nacional del Trabajo, es la:más completa de cuantas hasta el presente se han realizado.

V. Desde esta ciudad, la inspección ha procurado, por todos losmedios a su alcance, reunir todos los datos concretos relacionadoscon la investigación de la referencia. Cada vez que ha llegado a lavista del subscripto algún suelto sobre las condiciones del trabajoen el Alto Paraná, se ha bu-cado la. procedencia del mismo a objetode allegar Huevos datos Desgraciadamente no se ha conseguido nin-guna cooperación eficaz ni directa. Un diario de la tarde publicó un

.\:\TECEDE:'\TES DE ES'l'.\ l:'\\'Es'rIGACJÓ~ 9

interesante reportaje hecho a los obreros recientemente llegados delos· obrajes; pero dicho diario no pudo suministrarms el domicilio oparadero de los denunciantes. Ningún obrero se ha presentado aeste Departamento a denunciar hechos relacionados con el Alto Pa-raná, ni ninguna persona ha aportado, ni siquiera en forma anónima, su colaboración a esta obra civilizadora.

En el día en que elevo este informe, veo en un diario matutino.dos artículos firmados, relacionados con las condiciones de vida de10.5 obrajes. Los firmantes han sido invitados, sin contestación, hastaahora, a deponer todo lo que sepan respecto de sus denuncias. Si-guiendo esta misma norma de conducta, el inspector Niklison, a suarribo a Posadas, solicitó personalmente de todos los directores dediarios y de los corresponsales, denuncias, vagas o concretas, sobrehechos delictuosos. No ha recibido ninguna.

VI. El informe que elevo al señor presidente, es, sin duda, am-plio y completo. De su lectura atenta se desprende el convencimientode que la situación de traba.jo de los obreros del Alto Paraná, es no- \toriamente deficiente. En presencia de los hechos constatados, y de-jando de lado lo que refiere a delitos, materia de policía y de j usti-cia ajena a la esfera de acción de este Departamento, surge la nece-sidad de preparar una ley que ponga remedio a la situación actualde los obreros. Trataríase de una legislación regional y típica, yaque regional y típica es la industria del obraje y de la yerba. Ciertoes que en el territorio nacional del Chaco (informe del inspectorRaffo) la situación del obrajero exige igualmente la adopción demedidas de protección, pero no menos cierto es que, por la diversidadde condiciones y circunstancias una debe ser la: legislación para los.obrajes del Chaco y otra para los del Alto Paraná. Una legislaciónregional sobre los trabajadores del Alto Paraná, debe ser seguida deotra legislación, para los obreros del Chaco y empleo de indígena.s enlos ingenios azucareros de Salta y Jujuy. Esta inspección espera lallegada del inspector Vidal (actualmente en jira de inspección porel Chaco) para pasar a la División de Legislación los elementos dehecho necesarios para los proyectos enunciados.

VII. En lo que respecta a una ley de trabajo en 105; o;¡rajes delAlto Paraná, me permito presentar como. anteproyecto, el borradorsiguiente : «Artículo 1.0 Treinta días después de la sanción de lapresente ley, ningún dueño, empresariq o arrendatario de obraje.sde madera, o establecimiento yerbatero, situado en la zona argentinadel Alto Paraná, podrá emplear peones u obreros, nacionales o ex-o

Page 8: Investigación de las condiciones de vida y trabajo del Alto Paraná

]0 BOLEl'Ix DEL DEPAR1'.\i\[EX1·O XACTOX.\L DEI, 'I'R,\B.\J()

tranjeros, que no estén provistos de libretas de trabajo. En la clasi-ficación de establecimientos se encuentra comprendida toda empre-sa industrial que emplee más de diez trabajadores. En la clasifica-ción de peones u obreros, se comprenden los trabajadores de los esta-blecimientos mencionados, que se dediquen a cualquiera de los tra-bajos que a continuación se expresan: en el obraje: peones de puer-to, jangaderos, carreras, volteadores, labradores de madera, picade-ros, carpinteros, herreros, rosaderos y pindoceros. En el yerbal: peo-nes de puerto, capataces de comitiva, urúes, guainos, tariferos, tra-peros.

«Art, 2.° Fíjase el plazo de seis meses, a contar desde la sanciónde la presente ley, para que los peones a que antes se ha hecho refe-renciase provean de la libreta de trabajo.

«Art. 3.° La libreta de trabajo contendrá: 1.° Nombre v filiacióndel peón u obrero, a cuyo nombre se extienda; 2.° Fecha d~ su expe-dición; 3.° Anotación del contrato de trabajo celebrado entre el cm-presar:o o su representante legal y el obrero; 4.° Un resumen de lasleyes argentinas que protejen al obrero y la indicación de los nom-bres y residencia de las autoridades policial es y judiciales del te-rritorio, ante quienes pueden interponerse denuncias o quejas porincumplimiento del contrato, inobservancia de leyes y malos tra-tos.

«Art. 4.° La anotación del contrato de trabajo deberá contener:1.0 Nombre de los contratantes; 2.° Fecha en que comienza y en quetermina el contrato; 3.° Sueldo o salario convenido, con todas las es--pecificaeiones 'que sean necesarias; 4.° Épocas y formas de pago;b.O En el caso de que el racionamiento sea por cuenta del patrón,detalle de cantidad y calidad de los víveres; 6.° Si es por cuenta delobrero, precio máximo a que los artículos de consumo indispensa-bles, serán expedidos en la proveeduría durante todo el tiempo dela duración fija al contrato.

«Art. 5.° La libreta de trabajo, contendrá, además, diversas pági-nas en blanco, en las que se anotarán los salarios devengados, por elobrero y abonados por el patrón, las liquidaciones de sueldo, saldosy demás asientos que permitan conocer en cualquier momento la 8i-·tuación de los contratantes respecto del salario.

eAr-t. 6.° La libreta de trabajo será expedida gratuitamente por elinspector regional del Departamento Nacional del Trabajo, depen--diente de la Inspección del mismo, y cuyas funciones serán: 1.0 Ex-pedir las libretas de trabajo; 2.° Suministrar a los obreros y a los

____________________________________ J

AX1'ECEDEX1'ES DE ESTA lXVES1'lGAClÓK ]1

patrones todos los informes que le sean requeridos; 3.° Visitar unavez al año, por lo menos, cada uno de los obraje' de la zona, a objetode verificar el cumplimiento de los contratos de locación de servicios,las condiciones del trabajo, y recibir de los obreros las quejas o de-nuncias que quieran formular. Si se trata de quejas por malos tra-tos, el inspector regional levantará un sumario que entregará a lasautoridades policiales del territorio; 4.° Asesorar y patrocinar antela justicia, todo reclamo o demanda por alarios, accidentes del tra-bajo, incumplimiento de contrato, etc.: 5.° Vigilar el cumplimientode esta ley y de las restantes sobre el trabajo, levantando en ~aso deinfracción las constancias necesarias para su comprobación .

«Art. 7.° Cuando la investigación recaiga sobre malo' tratos o cual-quier otra clase de delitos, el inspector regional del DepartamentoNacional del 'I'rabajo quedará equiparado a comisario de policía,siempre que el asiento de la autoridad policial diste más de cincoleguas. En la instrucción de los sumar-ios tendrá los mismos dere-chos y atribuciones que los empleados policiales de tal gerarquía.

«Art. 8.° Declárase que los obrajes y establecimientos yerbateros,quedan equiparados a los establecimientos industriales y comercia-les a que se refiere la ley 8999 y por consiguiente le serán aplicables,en especial, los artículos 4.° y 8.° de la citada ley.

«Art. 9.° La contratación de peones para obrajes o establecimien-tos yerbateros situados 'en la zona argentina del Alto Paraná, no po-clrá hacerse sino en Posadas y exclusivamente por intermedio delinspector regional. Las personas que después del término fijado parala vigencia de esta ley, celebraren directamente, en el carácter deconchabadores o intermediarios, contratos de trabajo sin la inter-vsnción del inspector regional serán pasibles de una multa de $ 500a $ 1.000, o de arresto equivalente, multa que será doblada en casode reincidencia. Las denuncias podrán ser hechas por cualquier per-sona ante el juez letrado del territorio.

«Art. 10. Será pasible de un multa de $ 100 o arresto equivalente.doblada en casos de reincidencia, todo patrón, arrendatario, contra-tista, sub contratista de obraje o establecimiento yerbatero, que per-mita trabajar a un peón sin que esté provisto de su libreta de tra-bajo.

«Art. 11. 'roda patrón o empresario de obraje o establecimientoverbatero, deberá tener un botiquín provisto de los elementos nece-sarios para las primeras curas.

«Art. 12. Es ohligación de los patrones y empresarios dotar de vi-

Page 9: Investigación de las condiciones de vida y trabajo del Alto Paraná

12 BOLETíN DEL DEPAR~'D[E:."TO )¡ACJOX.\L DEL TR.\BAJO

viendas y de lechos a los obreros. La vivienda puede ser de caña olona, rancho o carpa, y en su construcción y ubicación se atenderánlas órdenes o instrucicones que dé el inspector regional. El lechoconsistirá, por lo menos, en un catre y colchoneta.

«Art. 13. En la aplicación de las penas que esta ley determina en-tenderá el juez letrado del territorio.

«Art. 14. Para el cumplimiento de esta ley queda autorizado elPoder Ejecutivo a crear una inspección regional del ..cUto Paraná,dependiente del Departamento Nacional del Trabajo.»

Sus fundamentos, constan en el informe del inspector Niklison, ysi bien es cierto que en dicho anteproyecto no se tocan puntos dig-nos de ser legislados (duración de la jornada, salario, higiene, se-guridad, prevención de accidentes, etc.), débese ello a que el subs-eripto piensa que una legislación de mayor detalle exigiría-pararequerir su cumplimiento efectivo-la existencia de un numerosocuerpo de inspectores, permanentemente destacado en los obrajes yestablecimientos yerbateros, Piensa que sobre la base de los línea-mientas generales del anteproyecto que antecede, este Departamen-to debe preparar un proyecto de ley, solicitando del Poder Ejecutivo_u remisión al Honorable Congreso.

Saludo atentamente al señor presidente.

ALE.LmDRO 1I. UNSAIK,

Jefe de inspección.

A ~1ANERA DE TNTRODUCCION

Page 10: Investigación de las condiciones de vida y trabajo del Alto Paraná

Señor docto}' Alejandro frl. Unsain, jefe de fa División de Inspec-ción y Vt:gilancia:

El pliego de instrucciones que me diera el Departamento Nacionaldel Trabajo al partir para cumplimentar la doble investigación or-denada sobre el Alto Paraná (1), llevóme, sin mayores esfuerzos ala concepción y adopción del plan de trabajo más conveniente a sucabal desempeño. Pero si fácil fué concebir el plan y abarcarlo, asíen sus detalles como en la integridad de su conjunto, no resultó lomismo la inmediata tarea de conducirlo a la práctica bajo severasformas de ordenación y de riguroso método. Posadas, la capital delterritorio de ::\Iisiones, que necesariamente debía constituir el centro-o eje de la in vestigación a realizar, ofrecía, según pude aperci birmeapenas inciados los primeros tanteos de orientación definitiva, difi-cultades de todo orden, que, por un momento, al constatarlas en ladolorosa evidencia de la realidad, llegaron a hacerm.e desconfiar deléxito completo que yo ansiaba para mi comisión. Ciudad surgida deimproviso, casi espontáneamente en los confines del país, impuestapor el trabajo primitivo y libre de una vasta región que por muchosaños permaneció substraída a esas altas influencias de ponderación--de gobierno" de orden, de control social-que plasman, inspiran ydirigen las comunidades de mejor origen, presenta, en efecto) ca-racterísticas y modalidades en su comercio, en su industria-en gran'parte de las manifestaciones de su conjunto social-e-que loa singula-rizan, en la actualidad, entre los otros centros de población y de-progreso argentinos. El interés de empresa o el personal exclusivo,profundamente egoísta, reune, liga y mueve allí, como en inmensamáquina, a los diférentes componentes de esa sociedad, que desea yquiere a veces . el' altruista, pero que las conveniencias personales,enlazadas siempre unas a otras, según ya lo he dicho, en mecánico

. (J) Este pl iego, fechado el 22 (le octubre de 19J 3, daba, en efecto, a la-com isión un doble carácter,

Page 11: Investigación de las condiciones de vida y trabajo del Alto Paraná

~----------~----------~----~~I~~lti I:OJ,ETÍX DEI, DEPA[(,f.\ME'\TO X.\C'IOS.\L DEL l'R.\IEJO

engranaje, jamás se lo consienten. Es así como el procedimiento dela encuesta que yo traté de aplicar creyendo indispensable al íntimoconocimiento de la compleja cuestión obrera del Alto Paraná, fra.casó en Posadas vergonzosamente. Los cuestionarios .que distribuíquedaron sin respuesta, a excepción de algunos pocos subscriptos porla policía y por amigos, y hubo individuos de esos que en cómodoapostolado, en esferas protegidas por la irresponsabilidad y al pa-recer extraños a las partes en conflicto, declaran, en la intimidar!confidencial o al amparo de complacencias periodísticas, su amor porlas clases inferiores u oprimidas de la sociedad, que, terniéndolos,débiles ante la posible asunción de imaginarias responsabilidadesevitaron mi presencia. He decidido no consignar aquí ciertos casostípicos que hubieran afirmado el concepto anterior, por cuanto alhacerla daría caracteres de permanencia a algo que piadosamentees menester olvidar. A cada paso-insisto a los efectos de que conste-en mi larga peregrinación por esas lejanas tierras de ensueño y detrabajo, encontré hombres que dijéronme al oído, en voz baja, persi-guiendo mezquinos y mal encubiertos fines personales, inquietanteshistorias del Alto Paraná, pero pocos, muy pocos, que se hallarandispuestos a rubricar, con viril y noble gesto, una declaración formaly categórica sobre el más interesante de los asuntos de la región (1).

Se comprenderá, pues, después de lo que queda consignado laatención prolija ? el cuidado personal que era necesario dedicar a

(1) Durante mi conus.on en el Alto Paraná, la prensa del país, en particularla de Buenos Aires, ha acogido sin beneficio de inventar-io, ccmentán dolas entodos los tonos, diversas noticias referentes al maltrato de que son víctimas, porparte de sus patrones, los peones de aquella región. En forma vaga, imprecisa,ha llegado a hablarse de crímenes horrendos, de asesinatos a mont6n... Undiario de los Estados Unidos, publicó un telegrama que le dirigiera su correspon-sal en Buenos Aires, asegurando «que el inspector Niklison había comprobadotreinta homicidios perpetrados por un industrial del Brasil» ... y la propaganda

'que revela acentuados carácteres de canspaña sistemática y firme, continúarlesarrol lándns« por los mismos procedimientos.

Sorprende esta facil idad para divulgar noticias graves que no se prec isan,'r¡ue nunca se concretan y que sin embargo, perjudican el buen nombre del paísrn el exterior. El funcionario que subscribe, ha hecho todo cuanto le ha sidoposible para verificar algún caso que pudiera fundamentar esa propaganda yno ha conseguido sino la denuncia que con visos de seriedad, presenta al Depar-tau.ento, Esto no obstante, lo rE'pite,-ha desplegado todos sus recursos y empe-ños 611 procura de hechos de comprobación. En Posadas, una de mis prirueras

.atenciones, fllé visitar las redacciones de los diarios locales, para suplscarlcs me

"~il

A ~L\SER.\. DE lSl'RODl'CCIÓX ]7

la investigación y el tiempo que ella reclamaba en consagracion fir-me excluyente y única. La tan debatida cuestión obrera regionalimponía, para poder llegar a conclusiones más o menos exactas, unminucioso estudio de los factores de intervención directa o indirecta,y, más que eso, su dominio completo realizado desde un plano supe-rior de observación permanente. Aislado, solo a mi pesar, frente alproblema <le la investigación complicada y sin duda difícil, com-prendí que el recurso a la mano más indicado para obtener resul-tados efectivos, era el de la exploración clínica de la cuestión y conperseverante voluntad me dediqué a auseultarla atentamente. A

'través de cuatro meses de permanencia en Posadas y en los lugaresde trabajo de Misiones, Paraguay y Brasil, tomé a diario lo que po-dría llamarse la temperatura del ambiente obrero regional, anotandoen mi cartera todo cuanto consideré indicio, síntoma o manifestaciónreveladora del estado general. Y a la virtud de este método, apli-cado con entusiasta fe, debo el estudio y la anotación detallada deuna serie de hechos producidos a lo largo de este tiempo y que porsí solos denotan y comprueban, en forma clara, la verdadera situa-ción de los obreros, de los capitalistas y de los factores intermediosen las zonas del Alto Paraná.

He declarado mi situación de aislamiento ante el cúmulo de laborrepresentada por la investigación a mi cargo, y es bueno aclarar un

11

I~ .

pusieran en' contacto con los obreros que conocieran, 01 cond.cones de formular'denuncias sobre vejámenes, malos tratos, etc., pues estaba autorizado paraj omarlas en forma de acta con los fines que son de suponer. Los directores de«La Tarde», «El Pueblo» y «El Notic.ero», señores Leiva, Rocha y Cortés, recrbieron personal y deferentcmente el pedido, pero no pudieron, quizás, sat isf'a-cerlo, por cuanto no obtuve, ,por tan indicado y seguro intermedio la presenta-ción de un sólo peón. El agente y corresponsal del diario soc.alista de la Capi-tal Federal «La Vanguardia», señor Jacinto Cosa, a quien por sus vincuiacio-nes con la gente de trabajo y la confianza y simpatías que me dispensó, lo creí'~simismo en s'tuación de cooperar eficazmente a la realización de mis propósitos,bolicitado en igual sentido, tan.poco le fué dado encontrarlos. La policía de Mi-

. siones, la Sub-prefectura drl puerto y el cónsul del Paraguay en Posadas, sabentambién; y podrán dar fe de la decisión puesta y demostrada por mí en el eurn-plimieuto de esa parte del programa que se me bahía trazado ...

y todo lo anterior sumado a la pesquisa personal y directa realizada en lolugares frecuentados por los obreros del Alto Paraná, en la ciudad de Posadas,pesquisa en la que más de una vez fuí amablemente acompañado por el joven¡.ecretario de la Municipalidad don Pedro Rebollo}' por mi particular amigo,el 'caballero JY['guel Snredn .

1\

2

Page 12: Investigación de las condiciones de vida y trabajo del Alto Paraná

]8 BOLE1'jN DEL DEPARTAME:-;TO :-U('lO:-;.~L DE!, TR.\/).\.'O

concepto, que, como el precedente, podría quizás, presentarse a in-terpretaciones equívocas. El gobierno del territorio, dirigido por elcoronel Gregario López,-gobierno recto y honesto que cuenta conel concurso eficaz de colaboradores distinguidos, tales como el co-mandante Bianqui, secretario de la Gobernación v el comandanteCordero, jefe de policía,-me prestó, con el auspicio de sus simpa-tías. al objeto de mi comisión, el concur~o oficial a su alcance. con-curso forzosamente limitado, que se exter.orrzó, prévia solicitud demi parte, en dos informes de la policía agregados a estas notas y enun pasaje de Posadas a Puerto Artaza, en el Brasil, utilizado en elviaje que en el mes de diciembre realicé al Estado de- Paraná. Los

industriales de Misiones, Paraguay y Brasil, pusieron, sin limitaciónalguna,-en forma que obliga mi recuerdo y gratitud.c--todos susestablecimientos bajo la visual de mi observación, y las autoridadesparaguayas de la parte de oriente, facilitaron notablemente el de-sempeño de las tareas que debía cum:plir. El aislamiento de que hehablado, es el del funcionario que desconocido en sus antecedentes,en su capacidad y tal vez en el objetivo de sus empeños,-en el mediohostil ya des cripta-se ve precisado a obtenerlo todo con su propioesfuerzo y recursos, en la escala completa de la investigación, desde

Vaya esta nota, a manera de respuesta, leal-y franca, a una parte de la prensaque se manifiesta extrañada de que el funcionario no haya visto los crímenesy cadáveres que ella tampoco vió, como posiblemente no fueron vistos por losque al ínforrnarla no supieron concretar casos ni puntualizar hechos ... El fun-cionario cumpliendo una gra"e misión superior, solidario y responsable de su obra,no puede de ninguna manera recoger y presentar al gobierno absolutamente nadade lo que no le sea permitido responsabilizarse en todos los terrenos. Los obrerosdel Alto Paraná' soportan un trabajo, que en sus formas actuales, equivale aUDa esclavitud a cuyo sostenimiento ellos mismos contribuyen; viven en unestado de ignorancia y de embrutecimiento que es indispensable suprimir; sonexplotados de todas maneras y no se les dispensa una sola de las consideracionesy comodidades a que todo hombre es acreedor. Es eso, que sin duda no tiene«color de cielo),-según la frase corriente.c=Io que ha visto y comprobado enlos lugares mismos de la labor excepcional del Alto Paraná: y lo que él creeexpresar al gobierno sencillameute. Y su obra, que es de patriotismo y honradez,abonada pOI' antecedentes de que se siente satisfecho, tiende así claramente afacilitar una tarea de legislación prudente, de reglamentación necesaria, y decontrol útil, y no a herir el crédito del país, presentando a un pedazo de su'tenitorio-celosa y honestamente gobernado-s-por medio de bajas intrigas yridículas patrañas, corno desprovisto de las más elementales garantías que todasociedad medianamente organizada ofrece a la "ida y a los derechos de todossus miembros.

.•• 'l.~XERA DE J:-<TRODUCC16:-<

la simpatía y voluntad de los empresarios, hasta la amistad y con--fianza de los trabaj adores.

Al dar por terlllinada~ las gestione, oficiales que me llevaron al\ lto Paraná y volver naturalmente la vista hacia el distante punto

:le partida, experimento la s~tisfa~ci~n de quien ha cumplido con eldeber, sin omitir esfuerzos ni sacrificios para ello.

Yo creo Y espero aportar al gobierno que me envió, con el presentetrahajo, el conocimiento de la cuestión, de su interés, como asimismotodos los elementos de juicio que le son necesarios para cimentaruna acción previsora, saludable, enérgica y pronta, que regularicela marcha del trabajo en el Territorio de. Xlisiones que salvaguardelos agentes de su progreso, y, sobre todo, que ampare. y proteja la"ida, la salud y la penosa labor de los infelices obreros de la región,tan dignos di' mejor suerte.

Page 13: Investigación de las condiciones de vida y trabajo del Alto Paraná

R[~TESIS DE LA CUESTION OBRERA

Page 14: Investigación de las condiciones de vida y trabajo del Alto Paraná

La cuestión obrera que desde un tiempo a esta parte viene preo-eupando hondamente al gobierno, a la prensa y a la sociedad en,"enel'al del país, es una compleja y difícil cuestión que por máse-

de treinta anos se ha mantenido sin que nadie intentara, ni mu-cho menos afrentara, con fines prácticos, su estudio y solución.

Las explotaciones forestales y yerbateras del Alto Paraná, co.•1:,el1Za1'onmal, desordenadamente, y en el transcurso de los años,los defectos y vicios de la iniciación no corregidos, han ido to-mando mayores proporciones, agravandüel problema y hacién-dolo cada día más difícil.

Los que por primera vez se lanzaron a la conquista de la selva,lo hicieron, como es natural, con el único propósito ~ enrique-cerse pronto y escap-ar a sus miserias y peligros. El mismo carác-ter de la empresa que habían de realizar, en el medio casi deseo-uocido de entonces, revela el temperamento y tendencias de aque-110s hombres rudos, obsesionados por el lucro, que hay que tomary considerar, planteando el problema, como uno de los factores

, de importancia. o

Reclutados por ellos los peones en Corrientes, en las Bajas Mi-o sienes y en el Paraguay, las cuadrillas que los acompañaron enlos trabajos iniciales, fueron semi-salvajes. A esos peones se lestrató, sin asomos de resistencia o de protesta por su parte, comoelementos de producción material, exclusivamente. Se les condu-jo por todos los medios, aún por los más violentos, a la produc-ción desmedida dentro del costo mínimo. Era la manera de ama-sar grandes fortunas en breve término. En .el cálculo de gananciasde los empresarios entró, pues, el salario reducido, la alimenta-c:ón escasa y las abrumadoras jornadas impuestas a los trabaja-dores, y, poco después, entró también la 'substracción que serealizó por medio ,de proveedurías deshonestas, de injustas multas,de evidentes estafas al peón.

Por 'otra parte, las nuevas empresas no requerian capital para;,cometer sus operaciones, dada la tendencia de los fundadores odir.ectores. Según éstos. el tra baio debía hacerse sin desembolso.sin aporte o riesgo pecuniario, y así fué en efecto, obligándose a

Page 15: Investigación de las condiciones de vida y trabajo del Alto Paraná

:U BOLETÍX DEL DEPAR'l'AMEXTO ]\""CIOXAL DEL 'fR.\B.\JO

J?S oh,1'eros, como hasta hoy se les obliga, a proveerse ellos mismosae los útiles y herramientas de trabajo. Así se echaron las basesde las empresas primitivas del Alto Paraná; de sus sistemas detrabajo y de sus procedimientos en las obligadas relaciones con losinfelices hombres a cuyo esfuerzo, jamás recompensando ni agra-decido, debieron en su tiempo el más lisonjero éxito.

Aislados en la selva, en la región casi ignota, libres de todocuanto pudiera importar el control o el ejercicio de una fuerzacontraria al cumplimiento de sus programas de trabajo y de ganan-cias, las empresas continuaron por largas décadas extrañas al pro-greso general, y sin que sobre ellas gravitaran las leyes regulado-ras de la producción y de la industria, del capital y del trabajo.y así, con honrosas excepciones, han llegado hasta hoy, en un

asombroso primitivismo de sistemas y en una lamentable despreo-cupación del elemento obrero.

Este, con sus condiciones especiales de vida, de constitución, decarácter, y sobre todo de ignorancia, ha facilitado la obra de lospatrones, haciendo posible su mantenimiento por tantos años, enlas formas de la iniciación.

Hombres organizados para la sumisión y la obediencia pasivas,acostumbrados desde niños a soportar las asperezas de la existen-cia nómada en la e1va o en los campos de Corrientes, de }[i"ionesy del Paraguay, sin ambiciones, por atavismo de raza, sin las nece-sidades de los trabajadores de otro orígen y sin apego al dinero,",1 que no les asignan su verdadero valor por desconocimiento delas comodidades y ventajas de todo orden que él produce, han veni-do hasta aquí contribuyendo, :nconcientemente, al sostenimiento delestado anormal de cosas que se nota en toda la vasta región delAlto Paraná.

Los 'empresarios y patrones no han pensado en ofrecerles casa,comida y jornales suficientes, porque ellos, ignorantes, descuidadosy desunidos, no se les han impuesto; no han pensado en dotar a losestablecimientos de máquinas y medios de transporte que simpli-fiquen y hagan rnenos penoso el trabajo, porque ellos, desplegandobrutales energías en aniquiladores esfuerzos sin recompensa, gra-tuitos, re·emplazándolas, las han descalificado económicamente enel concepto de los primeros. .

La influencia de los patrones ha sido permanente y decisivasobre los peones, entregados por entero a su autoridad ornnimoda.al imperio de su voluntad en los centros de. trabajo. El ernbrute-

SíXTESIS DE L.\ CUESTIÓ~ OBRERA 25

cimiento de la clase obrera ha continuado, porque así convenía alGS intereses de los únicos que hubieran podido modificarla pormedio de una prudente acción educativa, y quizás, suprirnirla a

la larga.S: la cuestión se ha agravado en los últimos tiempos, si "e ha ex-

teriorizado en las perturbadoras manifestaciones que la imponen¡¡ la preocupación gener.al, ello se debe al abuso pertinaz de los pa-trones Y a la intervención de otros nuevos factores, tales como elde los conchabadores, que tentados por las facilidades de buenasg'anancias ofrecidas por la explotación directa del trabaj ador y la:ndirecta de las empresas o industriales, practicada por su inter-llledio, la complican dándole raros aspectos.

En el Alto Paraná, se vive hoy ,en un permanente estado dede.,;órden, de intran.quildad, de guerra entre- el capital y el trabajo.y esa guerra es perjudicial, dañina cual ninguna otra, porque notiene objetivos determinados y claros, porque no es dirigida conhabilidad y 110 tiene plan ni método en sus operaciones, porque nopersigue fines verdaderamente prácticos ni útiles. Las empresas,con las pequeñas excepciones que ya se han marcado, explotan alneón : lo explotan de manera inícua, defendiéndose, según dicen." , .Los peones defendiéndose asimismo, defraudan a las empresas, y~e alzan, cada vez que pueden hacerla, con los anticipas recibidos acambio de servicios que no están dispuestos a prestar .. Esa es lasituación -.

~Ie he referido de paso al anticipe y es indispensable detenerseen él, porque sin duda alguna juega un rol de importancia suma enla cuestión que a grandes trazos se bosqueja.

Operación natural y necesaria en otros países de sociedadesdefinitivamente constituidas, organizadas y cultas, en el nuestro,e- decir, en Miaiones, es operación inmoral, atentatoria a la liber-tad del obrero y a la seguridad del capital. Existe en las populosasciudades mari.timas ' de Europa y de América, donde se r eclutanlas tripulaciones para los ).argos viajes ; existe en las explotaciones~orestales de Alemania, de los Estados Unidos, del Canadá; existe,(;11 fin, en todos aquellos centros en que se contratan hombres para1:1 ejecución de trabajos a donde deban ir solos, y permanecer, por11]] tiempo alejados de la f'amilia y de la sociedad, pero su sx isteu-eia no la determina ni la mantiene el desorden, la smbriaguez .v la(orgía, sino por el contrario, nobles necesidades de hogar y defamilia.

Page 16: Investigación de las condiciones de vida y trabajo del Alto Paraná

BOLE~'íx DEL DEP"\!{TAMEXTO X.\CIOXAL DEL TR.\BAJO

El trabajador se aleja temporariamente de los seres que viven asu amparo, madre, mujer o hijos y es indispensable que los proveade cuanto puedan necesitar en su ausencia. Por eso pide y obtiene elanticipo, por eso existe como una práctica regular y legítima. Otracosa. Ese anticipo lleva al hombre al trabajo "JT a la 'respetuosa consi-

1deración de su patrón, nunca a la disimulada esclavitud, a la priva-ción de libertad que implica el nuestro.

El anticipo de Misiones se practica con los más inconfesables fi-nes, por parte de muchos patrones y de la generalidad de los traba-jadores. E,l patrón y su agente en Posadas y en los demás centros deconchabo argentinos, conceden anticipas al peón porque les conviene,a pesar de todo, manténerlo embrutecido, ignorante y relajado, paradisfrutado, exprimido mejor en los largos periodos de su vida en la

\

selva ¡ el trabajador lo solicita o exige porque es libertino, corrom-pido, absolutamente amoral. Muy rara vez el anticipo satisface ne-cesidades de familia u otra noble necesidad cualquiera. La suma depoderosas energías que él representa, va íntegra, convertida en di-nero, a sumirse en la codicia de despreciables traficantes o a costearlos placeres canallezcos de la crápula.

De los factores que intervienen en la cuestión obrera del Alto Pa-•raná, 'que se han expresado, el primero, constituído por la acción delos patrones, debe merecer la mayor atención del gobierno, cuandoresuelto a resolverla en forma que consulte los intereses generales,legisle sobre el trabajo de la región y lo reglamente definitivamente.Lo cual no obsta para que el factor obrero y el intermedio de los con-chabadores, sean descuidados en su incuestionable importancia.

Dígase lo que se quiera en contrario, es lo cierto que la tendenciaal abuso, demostrada por los patrones, es tendencia tan perjudicialcomo violenta y firme. Sólo la ley, atenta y celosamente vigilada ensu cumplimiento, será capaz de contener-la. Impelidos por la .actitudde defensa asumida a su manera por los trabajadores, a la acciónsolidaria y colectiva, dieron no ha mucho en establecer una oficinade conchabo, con el nombre de «Oficina Informativa». En ella, des-tinada a atender y satisfacer la" necesidades' y pedidos de brazosde todos los establecimientos, se llevó un registro prolijo de los peo-nes de la región, identificados y prontuariadospor los mismos proce-dimientos en uso en las oficinas antropométricas polieiales. Púsoseentonces de manifiesto el pensamiento colectivo de los patrones, enun contrato de locación deservicios que se puede clasificar como elmás torpe de los agravios inferidos a las ideas humanitarias de la

Síl\TESlS DE LA CUES'l'IÓX OBRERj. 27

época. Copio por vía de demostración y en ,caráctel: de antecedente,alO"unas cláusulas de ese contrato que en formula Impresa he obte-ni~lo: «Art. 3.° 'rodo peón que abandone el trabajo sin permiso del

atrón, ausentándose del establecimiento, incurre en una responsa-~:lidad por los perj uicios que ocasiona; en cuyo caso será consideradocomo prófugo, y el patrón queda autorizado a perseguirlo por lasautoridade.s o comisiones para hacerlo cumplir su compromiso. Si elpeón perdiera su libreta tendrá que someterse a los. da~~s que arr,o-jan los libros del astablecimiento». «Art. 5.° Es obhgaclOn. ~el peontrabajar todos los días que el patrón o mayordomo habilite paraello, sin excluir domingos, días feriados o lluviosos, como asimismode noche, siempre que la inclemencia del tiempo impidiera hacerla dedía. El peón que trabajara día domingo tiene derecho a cobrar unpeso ~ c/l, por día». «Art. 6.° La falta de uno o dos artículos demanutención no da derecho al peón a negarse a continuar el trabajo,siéndosele admi:sible con carencia total». «Art. 7.° Si por falta devoluntad alegase enfermedad a fin de no trabajar, sobre todo en díadomingo, 'pagará por la comida cincuenta centavos diarios, des con-tándosele a más el sueldo». «Art. 9.° La falta de cumplimiento alartículo 3.°, por parte del peón subscripto, será considerada comoestafa, sujetándose a la pena que par-a ella aplique la autoridad».

El contrato aludido no se mantuvo el tiempo que sus autores hu-bieran deseado. Las circunstancias lo vencieron, cayó en desuso,pero la idea que le diera forma quedó ahí marcando la tendencia delos compromisos verbales que le ,sucedieron, de los compromisos ac-tuales, más humanos en cuanto a algunos detalles, como el de des-canso dominical-hoy en práctica en todos los obrajes argentinosy paraguayos-c-pero siempre leoninos.

Luezo atendiendo el factor obrero, debe procurarse moralizar,educal~ ~n lo posible a la clase trabajadora, ejerciendo sobre ella unatutela que la redima y a la vez controle severamente en sus relacio-nes con el capital, haciéndolas serias y honradas. Toda iniciativa quese dirija a fomentar la radicación de los obreros en los lugares detra bajo, a acercarlos a los' vínculos de familia, y al ahorro previsor,;.;el'á siempre saludable y digna de los mejores ausrpicios, como loserá aismismo cualquier medida que se dicte contra las actuales for-mas de anticipo y contra la intervención actual de los conehabadores,que si por el momento no fuera posible suprimir, podría por lo menosreglamentarse, eli minando de tal modo, algo de lo que perturbamayormente el trabajo e impide el progreso industrial .Y el bienestareponómico de Misiones.

Page 17: Investigación de las condiciones de vida y trabajo del Alto Paraná

¡ •

PUERTOSy . ESTABLECIMIl~NTOS INDUSTRIALES

,

DEL ALTO PARAKA

Page 18: Investigación de las condiciones de vida y trabajo del Alto Paraná

TERRITORIO ARGENTINO

1. Rosetti.-}laJ'tín E)'/'ecabolide.-Obraje.-Buen concepto deempresa seria. Población obrera en éste y siguiente establecimiento,170 hombres. El trabajo se desarrolla bajo formas primitivas.

n. Jiartín Errecaborde en Un¿guay.-De la misma propiedad.-Obraje.

III. PUCi'¿O Scgund~.-Compafiía Tierras y Maderas dd Igttaz'Ú(sociedad anónima). Franklin Herrera, Linritada.c=Obrujei-e-Es-tablecimiento modelo y como se consigna en el mapa, el mejor delos argentinos. Dirigido y administrado por el ingeniero señor Luisl'astoriza,-quien tiene como segundo, en el centro de los trabajos,al ingeniero Walter Rastoff,-la administración y las diversas 'la-bores que en él se realizan llevan el ello de un criterio superior yde una aptitud de organización verdaderamente rara. En Puerto:Segundo se construye el primer ferrocarril de los obrajes de Mi-sienes, obra costosa y difícil que ha de mejorar en gran parte las.condiciones generales del trabajo, realizado ahora bajo formasprimitiv·as casi en la totalidad de los establecimientos de esarica zona del país. En la fecha de mi visita de inspección,-finesde enero de 1913,-la locomotora llegaba al kilómetro 4, pero hoy<1ebealcanzar al kilómetro 14, pues la obra en lo referente a des-montes, terraplenes y puentes estaba entonces terminada hasta esadistancia. )Jo faltaba sino tender los rieles sobre los durmientes.La planimetría de la línea y una rápida gira por los trabajos, exhi-ben el trazado del ferrocarril más ondulante que puede imaginarse.Es una línea serpentina, «arte nuevo», debido a la necesidad dei1provechar en aquel terreno, tan lleno de accidentes, las pocas yrelativas facilidades que podía ofrecer a una obra de esa natura-leza. Los trabajos del obraje se extienden sobre una zona cuyo f'on-~?no, baja de siete leguas, a contar desde el puerto. El ferrocarrilHa mas lejos, y la dirección de la empresa alienta la esperanza de

Page 19: Investigación de las condiciones de vida y trabajo del Alto Paraná

BOLETil\ DEL DEP.\RTAMEN'fO N.-\.CIO)1AL DEL TRABAJO

hacerla rebasar los límites de su primitivo trazado, para llevarlohasta la frontera del BrasiL Y las yerbas brasileñas que hoy vienenconducidas a lomo de mula para ser embarcadas en el vecinopuerto, a través de cuarenta y seis leguas de distancia (contando lasdiez y ocho que separan al campamento de la frontera) y veintedías de viaje, llegarían al de la Compañía de l\Iaderas del Iguazú,en algunas horas, libres de todo riesgo, absolutamente seguras. LaCompañía tiene asimismo el proyecto de colonizar, en condicionesque hagan posible la colonización en esas ricas pero remotas tie-rras, una importante zona, en fajas paralelas a la de la líneaférrea. 'Las construcciones de Puerta Segundo, talleres, pabellonesde administraeión, casas para empleados, etc., aunque casi todasde madera, tienen un carácter de estabilidad, de solidez, que impre-siona bien, en una región donde todo lo que se hace es frágil, mez-quino, transitorio ... Ya se ha comenzado a fabricar ladrillo demuy buena calidad (1), con destino al alcantarillado del ferroca-rril y en breve se alzarán en el puerto. a la vista del viajero, ele-gan tes edificios.

La población obrera en Puerto Segundo, el 28 de enero, era de~)30 hombres, distribuidos en la siguiente forma:

270 ocupados como mensualeros y jornaleros en trabajos di-versos.

180 en la construcción ferroviaria, con jornales de $ 1.50 a $ 2.00Y manutención por cuenta de la empresa.

80 que trabajaban por un tanto, en labranza y aserraje de ma-deras, picadas, cultivos, etc.

Se consigna el jornal de los peones ferroviarios a título de ser eseel jornal máximo de la región. De los otros me ocupo en la notaespecial sobre jornales y salarios.

Las horas de trabajo para mensualeros y jornaleros son de 5 a. m.a 6.30 p. m., con los intervalos siguientes:

DeEa~nl1o.Almuerzo: y siesta.Mate ...

7 a 7.30 a. 111,

]] a 2 p. 111.

3 a 3.30 p. m.

% hora3 horas

V2 hora

La empresa de Puerto Segundo ha, roto el régimen rutinario de

(J) En Mis ionr s hay tierras qne como las de San Ignacio son inaptas para laf'abr icac'ón de ese material.

PUERTOS Y ES'l'AllLEClllllEl\TOS l)\,DUS'l'RlALES 33

la alimentación 'obrera, reemplazando el famoso «revirado», tannoei"o para la salud de los trabajadores, por el café, que a los men-sualeros Y jornaleros se les sirve a. la mañana con «ocho galletas»,algunas de las cuales se reservan para acompañar el mate de latarde. Nótese que es éste el único establecimiento que aporta, sinrecargo, este artículo de primera necesidad para la comida de lospeones.

Las picadas del obraje son hermosas, cómodas, perfectamenteniveladas y-detalle sugerente-la línea del teléfono con que laa clmÍlüstración central se comunica con todos, aún con los másavanzados puestos de trabajo, corre a lo largo de ellas, como unaamable sensación de cultura y de progreso.

Los artículos de consumo son buenos. Botiquín completo. Asis-tencia prolija a 10,3 enfermos. Severa disciplina en los trabajos.Personal culto y bien remunerado en la administración.

IV. Puerto ESoperanza.-NÚJiez y Gibaja.-Embarque de yerbasdel Brasil.-Las yerbas que salen por este puerto proceden de losyerbales de Campoaré, más allá de Barracón, arrendados por Nú-ñez y Gibaja y por Diego P. Krieger. Los primeros trabajan en laactualidad a una distancia aproximada de 18 leguas del límite ar-gentino, y los productos vienen al puerto, como ya se ha dicho, alomo de mula. La mayor parte de los peones que trabajan en losyerba les de Campoaré, se contratan en Barracón argentino o enBarracón brasileño, que &,on en realidad dos barrios de un mismopueblo, divididos por un diminuto arroyuelo, y que constituyenunidos. el único centro obrero de las Altas Misiones, de escasa 'im-portancia por cierto. He oído a algunos expeones de la primerade dichas empresas, quejarse de la presión que ejercen sobre losobreros, las autoridades brasileñas a pedido del encargado de lostrabajos en los yerbales en explotación. 25 tropas de mulas-23 dela empresa y 2 particulares,-hacenel servicio de trasporte desdelos «campamentos~ al puerto,--46 leguas, 28 dentro del territorio¡ll'gentino y 18 en el del Brasil. El viaje de ida y vuelta se hacegeneralmente en mes y medio, empleándose 20 días, si el tiempoes bueno en 1 dueei , d 1 b< 1 ' a con UCClOn e a yer a desde los lugares del trabajoel punto d be ern arqueo Cada tropa se compone de 28 o 30 mulas y!'iU pers 1 1 . . . 'un ona o ecnstituyen invat-iablements 3 hombres: un capatazin peón. '1 Y un «madrmero», muchacho casi siempre. Este sistema

(e trasport d ,.s' e e yerba y mercaderías, exclUSIVO hasta ahora en Mi-,10nes al' '1' uqui 8.. destruye por igual a hombres y a bestias. El pe-

3

Page 20: Investigación de las condiciones de vida y trabajo del Alto Paraná

BOLE'rix DEL DEP.\R'r.U1E~'l'O X.\CIOXAL DEl, TR.\BAJO

nosisimo trabajo de los hombres ya ha' sido descripto en todos susdetalles en otra nota, como asimismo el esfuerzo a que están conde-nadas' las mulas que cargan en. un par de «bruacas» 170 kilos deyerba y aún más, como he tenido oportunidad .de comprobar-lo enlos registros de la administración del puerto, donde exi ten anota-ciones de 186, 190, 200, 201, 206 y hasta de 220 kilos! El personalde Puerto Esperanza se descompone así:

Un encal'gauo, un dependiente y seis peones.

Personal de tropas. . . . . . . . . . .Total 8

» 75

Total. .

No ha sido posible conocer con exactitud el número de peones.que trabajan en el Brasil, por cuanto, según queda dicho, la mayorparte de ellos se contratan lejos, en Barracón, pero la administra-ción cree que ese número 110 bajará de 80, cantidad que unida ala anterior hace un total de 163 hombres.

Puerto Esperanza embarcó en 1913, 654.892 kilos de yerba.Las necesidades del trabajo imponen el horario de la jornada

en el puerto. Lo común es trabajar de sol a sol, con U11 descanso

Iintermedio de tres horas para el almuerzo: 11 a. m. a 2 p. m.

V. Puerto K1'iegm·.-Diego P. K1'iegel'.-Análogo al anterior.4 Yerbales de Carnpoaré.c=Explotación en menor escala.c-Tguales

formas de trabajo y medios de transporte.-Se calcula una pobla-cióu de 120 a 130 obreros.

I VI. Puerto Pampa Pimy.-Alfonso Guardile y Portalis y Oía.-Yerbas argentinas.-Los yerbales llamados de San Pedro y SanAntonio, hacia la parte central y oriental de las Altas ~Iisione3,son explotadas, desde 1895 por la Empresa de Buerto Pampa Pi-ray, que en el transcurso de esos años ha girado bajo distintasfirmas. La producción yerbatera de lVIisiones ha decrecido sensi-hlementc en los últimos tiempos, a tal punto que las campiñas deAmérica que en 1899, en la primera zafra, produjeron 120.000 kilos,hoy no alcanzan a producir 40.000. Y en esa proporción se man-tiene la producción de los otros yerbales. Es opinión general enMisiones, que la falta de una fiscalización severa por parte delgobierno sobre los yerbales del Estado, ha ocasionado la disminu-ción apuntada; pues ella ha perruitido las zafras inconsideradas ydestrneto ras. El trabajo de la yerba se realiza en -Ia parte argen-

PUERTOS Y ES'l'.\HLECDlIENl'OS INDUSTRIALES

. le acuerdo al reglamento en vigencia, durante los meses coin-[ma, ( .li los de marzo a agosto inclusive. 1\0 he presenciado su cortepreulIl ..

,. elaboración sino en el Paraguay, donde empieza antes y en el~31'asil donde por lo general es permanente, pero las formas del tra-bai son iguales o muy semejantes en toda la región del Altoajo, . . .panmá. En Puerto Pampa Piray y en San Pedro, en la fecha de

. v isi ta fines de febrero de 1914. se aprestaban ocho «comiti-JIU ,, nar-a iniciar las labores próxi mas, siete trabajarían en Sanvas~/ •

Pedro Y una en San Antonio. Las «comitivas» son organizadas, di-ligielas y pagadas por «habilitados» quienes reciben de la empresa,como remuueración única, la cantidad de $ 1.30 por arroba de 11 V2kilos de yerba «canchada» puesto en «nO{lue». Cada una de estas«comitivas», cuenta regularmente con un personal de 18 a 20 hOl11- .

bres y sus jornales o salarios podrán verse en el capítulo corres-'pondiente. Hasta hace poco, 30 tropas de mulas hacían el transpor-te la yerba en 17 leguas de recorrido; en la actualidad trabajan,,610 8 ;-con 20 o 22 cargueros=-S de la empresa y 5 de sus habili-tados. Las distancias entre las zonas de trabajo de San Pedro y elpuerto. se cubre por éstas en seis jornadas. Cuando el trasporte dela yerba lo hacen las tropas de 103 «habilitados», la empr esa lespaga en tal concepto $ 0.80 por cada arroba de 11 % kilos. El esta-blecimiento de Puerto Pampa Piray goza de merecidos prestigiosentre los trabajadores del Alto Paraná y en general entre todaslas gentes de la región. Alfonso Guerdile, uno de los más antiguosindustriales de Misiones,-su propietario,-ha sabido organizarloy mantenerlo a una altura que le honra. Es afable, generoso, pa-tern al con los hombres que de él dependen en el trabajo. El boti-quin, mejor dicho. la farmacia de Puerto Pampa Pir ay, es la mejorSl11'tida, la más completa del Alto Paraná, desde Posadas al I guazú.Los servicios que ella presta salen de los límites del propio estable-cimiento para espandirse en muchas leguas a la redonda. Estandoallí, vi llegar a ua peón de Pampa Alvez en solicitnd de asistenciay (le remedios. y pude constatar que fué atendido con prontitud ysincera complacencia por el encargado del Puerto, Juan Ramírez,.1Oven compatriota, sumamente estimado en la región.

COlltando el personal al servicio de la administración 'Y delPuerto. el de las tropas y el de los' yerbales, la población obreradel establecimiento asciende a un .total de 197 hombres ..~ Vn. f'ana!l'jas.-.Yúñez y Gibaja.-Obraje.-Trabajos al fondo a.). 6 Y 7 leguas de la costa.-Establecimiento primitivo, bajo cual-

Page 21: Investigación de las condiciones de vida y trabajo del Alto Paraná

IJOLETí.'>i DEL DEP.\R1'A~IE~'l'O' ¿;AClO¿;AL DEL 'l'RAB.\JO

l'I

quier punto de vista que se le observe. Carece hasta de un pequeñobotiquín. Se trabaja con orden pero sin que el personal esté some-tido a la férrea disciplina de otros obrajes ni a las arbitrariedadesde malos directores. Los encargados y capatace tratan bien a lospeones y entre unos y otros existe un afectuoso compañerismo quéimpresiona agradablemente. En cumplimiento del deber y a espe-cial solicitud del señor Lázaro Gibaja,-uno de los propietarios,-visité el establecimiento en toda la extensión de sus trabajos, y enambiente propicio a la confidencia, en completo aislamiento conlos trabajadores, los interrogué cuidadosamente. Todos se mani-festar.on contentos, satisfechos de sus superiores, en particular deladministrador Venancio Baez y del encargado del centro, o comi-saría San Juan, N. Centurión.

El personal de este obraje se distribuye en la forma siguiente:

Administración. . . . . . .J angaderos. . . . .Comisaría San Juan. . . . .Exploradores. . .Carpinteros. . . . . . . . .Rozaderos , . . . . . . . . . .Picaderos mensualeros (2 comitivas).

» por un tanto (1 com itiva }.Volteadores (3 «yuntas» ) .Labradores (8 «yuntass ) . . . . . .3 carrerías (] 2 hombres cada una).Piudoceros ,

4

7333

30]6

66

163612

Total. ]42 hombres

Horario del trabajo: desde el amanecer a la puesta del sol, conun descanso de dos horas y media para el almuerzo-de 11 a. m.a 1.30 p. m. Los artículos de proveeduría son de mediana clase ydada su calidad, de subido precio. No hay en Canalejas otro medi-camento que las pildoras Brandet.

Estas se venden a $ 1.20 la caja (48 píldoras).VIII. Puerto Panupa. - Leoncio Alvez. - Yerbas del Brasil. -

Leoncio Alvez, arrienda los yerbales de Pepirí y los explota por supropia cuenta. Establecimiento similar al de Esperanza y Krieger,no exige nota especial. Por la picada de Barracón, Fraccram y SanPedro, vienen las yerbas canehadas de Pepirí a Pampa,-a lomo demula.e=y desde allí se las transporta a Posa das. Los peones se ma-

PUERTOS Y ESTABLECHIlEX'l'OS l~DUS'l'RlALES 37

)Jifestan descontentos de los sistemas de trabajo, así como. del tra-tamiento que reciben de la empresa, en los centros de produccióndel Brasil.

Las deserciones son frecuentes, haciéndose notar, por extraño, elcasO de fuga de una «comitiva» completa, ocurrida en agosto oseptiembre de 1913; no se sabe fijamente el número de hombresque forman la población obrera de la Empresa, pero es dable creerque ella no sobrepase la de Krieger: 130 hombres.

IX. San L01·enzo.-Se le designa con el mismo nombre de la co-lonia paraguaya situada del otro iado del río, al pequeño punto detránsito, donde un viejo morador de esos parajes, cultiva algunasfrutas Y hortalizas .que hacen el regalo de los pobladores de los al-rededores, improductivos y desolados por la inercia y el abandonoprove~'bial de la gente de la región.

X. Puerto Haack.-Misiones, Land ci«, Obraje.s=Escasa im-portancia en la actualidad. .Oasi inactivo. Poblaoión obrera 26hombres.

XI. Puerto Echagiie o Camguatay.-Misiones, Lomd Cía.;Obraje.-En iguales condiciones al anterior.-Yerbales de cultivoen formación.-Dos quejas; la de Gottliel Hein y la de VirgilioCruz, por demora de la empresa en la exigida liquidación de sushaberes. La población obrera no es mayor que la de Haack, puesreunidos se les asignan 50 hombres.

XII. Puerto Avellaneda.-Misiones, Ltuul. Cia., Obraje.-Escasotrabajo. En lo que respecta a la forma de trabajo, régimen de ali-mentación y jornales, no se distingue entre los establecimientosde su clase. Población obrera: 120 hombres.

XIII. Puerto Pamnay.-Nú1iez y Gibaja.-Obraje.~Segnndo yúltimo obraje de la antigua empresa de Misiones. De menor impor-tancia que Canalejas, su organización administrativa y sistemas deexplotación son, no obstante, idénticos. Las maderas de Paranay setrabajan a 4 % leguas al interior. Limitación transitoria en losobrajes. Població~ obrera el 16 de febrero de 1914: 83 hombres(población mínima).

XIV. Puerto Pamna!).-Escalada.-Ca1·los ESC(1,lada.-Yerbas':l·gentinas. Paralizado en la fecha de la visita, ausente el personal<[e la administración, no fué posible obtener datos precisos refe-rentes a los trabajos y población obrera del establecimiento. El 14de enero ocurrió en Paran ay un hecho de sangre. A raíz de un al-tercado entre el encargado del puerto, Xarciso Martes Juárez y el

Page 22: Investigación de las condiciones de vida y trabajo del Alto Paraná

IJOLE1'ÍN DEIJ DEP.IRTAME)/'JO .'-:.IC108AL DE.IJ 'l'RAB.IJO

tropero Damasio Olivera, el menor Antonio Martes Juál'ez -her-,mano de aquél,-lhizo, a sus espaldas, tres disparos de revólversobre el tropero, hiriéndole en el brazo izquierdo y en el cuerpo.La policía y. el juzgado letrado del territorio intervinieron a Sl1

debido tiempo. El caso se marca a título de antecedente, pues el18 del mes siguiente, otro peón del mismo establecimiento. SantiagoMelgarejo, formuló la denuncia, que en forma de acta, se agrega alos documentos de otro capítulo.

X-V. Puerto 3 de Mayo.-PBdl·O C. Labat.-Obraje.~Poblaciónobrera: 60 hombres.

XVI. Puerto Garuapé.-Ped¡·o C. Lnbat.-Obraje.-Actualmenteparalizado.

XVII. Colonia San AZbe1'to.-Se iniciaron en este punto cultivosque no han prosperado. Pocos pobla·dores. Sin importancia.

XíVlIII. PUe1'to León.-Misiones, Land Cio., Obraje.c-Aserrade-1'0 a vapor. Establecimiento moderno. Chatas y remolcadores parael transporte de la madera de propiedad de la empresa. Buena or-ganización. Población obrera: 105 hombres.

XIX. Puerto Tnbay Alvez.-l1inda de Alvez e hijos.,-Y.erbas

1\ argentinas. Trabajos en yerbales fiscales. Población obrera 100

hombres.XX. Puerto Tabay Arrechea.-AZ¡'on.so Arl'echea.-Ylerbas argen-

tinas. Trabajos en yerbales fiscales. Operaciones en limitada esfera.Población obrera: 30 hombres.

XX'I. Puerto Tabay Domus=-Dcmus Hennanos.-Obrajel.~Po-blación obrera: 140 hombres.

XXII. Santo Pipó.-Da1nlls H e¡'1nanos.-Obraje.-Este y el obra-je anterior, son mirados con particular simpatía por el elementoobrero de la región. Una simple investigación en los centros deconchabo lo comprueba. Son los obrajes más próximos a Posadas.Los peones,-dentro de las formas de vida peculiares del Alto Pa-raná-son bien tratados y alimentados. Población .obrera . 130hombres.

XXlIII. Cm'pus.-CoZonia.-Cultivo de poroto, mandioca, bananas,arroz, caña de azúcar, maní -.yerba mate y tabaco.

XX'IV. San Ignacio.~En torno de las ruínas de esta antigua re-ducción jesuítica, se extienden los yerbales de cultivo más impor-tantes del teritorio de Misiones. Dos grandes empresas, Martín yCompañía y «La Plantadora», han acometido con el mayor en tu-

.siasmo, desde tiempo atrás, la importante obra de repoblar de

PUERTOS Y ES'l'ABLECIMIEN'fOS HWUS'l'RJALES 39

}el'bales a Misiones, asegurando así una fuente de inagotablesrÍlluezas. La primera de esas empresas, ya ha elaborado yerbas decultivo, y se calcula que en pocos años más, la producción de los

yerbales de, San Ignacio, sobrepasará a la de los silvestres de todala zona. Las plantaciones se han hecho por «mudas»-plantas pe-{lueñas traídas de los manchones cercanos-o por ejemplares devireros, pues la yerba e reproduce perfectamente de semilla, ycasi todas ellas se desarrollan al amparo del monte, limpio de male-zas: El impulsor principal e inteligente director de las plantacio-nes, ha sido y es en la actualidad el ingeniero agrónomo francésPablo Allain, de la empresa Martín y Cía., en la iniciación de lostrabajos, Y hoy de «La Plantadora». San Ignacio es también centrode conchabo, aunque de menor importancia.

XXv. Santa Ana.-Ayudantía.-Colonia y pueblo, una legua alinterior. Cultivos generales de la región. Centro de conchabo.

XXVI. «La Mina».-A. Perasso y Cín.-Aserradero a vapor, fá-brica de casas y construcciones en general de madera desmontabley pequeño astillero. Establecimiento provisto de modernos y per-feccionados elementos de trabajo. Simpático exponente de progresoindustrial. Organización, régimen interno, horario, jornales y sala-rios iguales a los del mejor establecimiento de cualquiera de losgrandes centros industriales de la República. El trabajo tempora-riamente reducido, con escaso personal de talleres. «La Mina» haIlegado a tener hasta 230 hombres. entre empleados, operarios ypeones.

XXlVII. Cnndela¡'ia.-Aoyudantía.-Colonia y pueblo a una leguaal interior, a la vista de Posadas. Diversos cultivos. Centro de('(lnchabo.

TERRITORIO PARAGUAYO

1. Puato Espa1ia.-l!icto/'iano Benítez.-Ultimo puerto a que 11e-:gall los vapores de la carrera del Alto Paraná, desde Posadas enaderante. Elaboración de yerbas en pequeña escala. En los trabajosse emplean indios, casi con exclusividad.. n. Puerto Al1wlia,-Del establecimiento contiguo de Espinosa yAllica P d' de receoci , d ... unto e arribo de peones y e recepclOn e prOVISl?nes .

Page 23: Investigación de las condiciones de vida y trabajo del Alto Paraná

BOLE'IÍ); DEL DEP,\RTA:llE);TO );.\CJQ);.\L DEL '.rR.\B,\JO

lII. PUM'tO .ddela.-Espinosa y Allica (Daniel) .-Obraje y explo-tación de yerbas. De este establecimiento arranca el camino a Mat-to Grosso. Población obrera calculada: 200 hombres.

IV. Puerto Iten1Jbey.-J1.isiones, Lancl Cía.-Qbraje.-Punto deembarque de las yertas elaboradas por Parody Hermanos.

V. Puerto Santa l'eresa.-Sucesión Dioverti.-Obraje y explota-ción de yerbas.

VI. Puerto Sáenz Períia.-Portaiis y Cía.-Obmje.-En liquida-ción. Escaso personal ocupado en traer al puerto la madera tra ba-jada y embalsada.

VII. Puerto Las Palmas.-Ayala y Vega.-Yerbas. Excelente pro-dncción.

VIII. PUM'tO Tocurú-Pucú.s-La industria; Pamgllaya. S. A.-Yerbas.-Por este puerto y por los siguientes de Embalse y Miseria{] Flor de Lis, tiene salida buena parte de la producción yerbaterade la piás grande de las empresas paraguayas en el ramo. Funda-da en 1887, en no interrumpida marcha próspera, ha ido ensan-chando paulatinamente la zona de su dominio y trabajos. Los trespuntos nombrados forman, sobre el río, el extremo oriental del pa-,ralelógramo que pone en fácil comunicación con los grandes mer-cados, a una buena parte de las 1.150 leguas cuadradas de propie-dad de la empresa, y que se extienden, con breves interrupciones,desde las sierras de Mibaraeayú-Amambay hasta el centro del terri-torio paraguayo, por ese lado. Son pocas las acciones de La Indus-trial Paraguaya que no hayan sido adquiridas por la empresafi-nanciera y de negocios sudamericanos presidida por 1\1. PercivalFarquhar, que piensa ampliar considerablemente sus operaciones.Los trabajadores de esta empresa son en su totalidad paraguayos.contratados en los centros de conchabo del mismo país y algunosindios guayanás, cangüá o teyhy, del interior y de la fronterabrasileña. La población obrera es de las más numerosas y aunqueno se conoce bien su número, se supone que él no baja de 3.000 a3.500 hombres. La Industrial Paraguaya, entrega anualmente alconsumo 10.000.000 de kilos de yerba; elaborada en sus molinos deAsunción, Corrientes y Rosario de Santa Fe. En la segunda de di-chas ciudades posée también un poderoso aserradero a vapor: Sis-temas de trabajo y jornales en los yerbales. análogos a los del restode la región. Como medio de transporte para la yerba la empresaemplea, entre otros, el especial de carritos tirados por bueyes. Es-

'tos, carritos cargan 80 arrobas en caminos regulares y hasta 120en los buenos.

i~1

PCERTOS y EST.\BLECDIIE);'l'OS l);,DUS'l'RLlLES 41

IX y X. Puedo Em,balse y Puerto I!'101'de Lis o MliseJ'ia.-La In:dust?'ial Paroquaua. S. A.-Obraje y embarque de yerbas, el primero.Obraje solamente el segundo. Véase la referencia VIII.

XI. Puerto .María Luisa.-De la propiedad del doctor Bertoni, enla desembocadura del Río Monday, Por dicho río salen al AltoParaná las maderas de los obrajes interiores de A. Perasso y Cía.

XII. Puerto F'lo?'es.~De la misma propiedad.XUI. Puerto Bert01bi.-Dooto?' M-oisés Bertoni.~Colonia expe-

rimental agronómica. Importantísimos cultivos definitivos y deensayo.

XIV. Puerto Bertoni o pú'á.Pnitáj Reto Berioni y A. Perasso yCía.- Yerbas.-En el establecimiento de los segundos trabajan, bajolas formas usuales. alrededor de 400 indios guayanás.

.XV. Puerto P(~ranambú.-A. Perasso y Cía.-Obraje. Paralizado.XVI. Puerto ltá 1pité-c-Doniinqo Bal'the.- Y erbales de culti vo

ClI formación. Véase la referencia siguiente.XVII. Puerto Ñacnnday.-Domingo Bal·¿he.~~Iaderas y yerbas.

-'1'res obrajes y un yerbal dependen de la administración de Xa-cuuday, que abarca la parte Yorte-52 leguas cuadradas, 2 X 26-de otra de las zonas de propiedad particular más vastas del Pa-raguay: 412 leguas. Los obrajes son: el «Maroma»' a 2 112 leguasal interior, sobre el precioso río ~-Tacunday, el «Boca» a 4 leguasy el «Tigre»-obraje y yerbal-a 7 leguas. Creación de Jorge Bar-the, cuidadosamente pensada en conjunto yen detalle, será alrabo de algunos años-vencidos ciertos obstáculos que dificultan oentorpecen su avance, una obra industrial de positivo mérito. Laadministración general del establecimiento está a cargo de donRoque Rojas, viejo trabajador de la región, hombre de limpio cri-terio y de bondadosos sentimientos, a quien los peones respetan yquieren de veras. Los sistemas de trabajo y formas de producciónSon hasta ahora los que desde el comienzo de las explotaciones enel Alto Paraná se mantiqnen en uso,p~ro ellos se encuentran suavi-zados por detalles que 101; hacen más aceptables.

Al solicitar en Ñacunday el dato de su población obrera, se meproporcionó la gratísima sorpresa de presentárseme en un censo,r .eC1entemente levantado en todas sus dependencias, censo en que

la operación aparece clasificada por sexos y dividida en mayoresy 111enores de 14 años. No existe en la región otro establecimientoqUe lo tenga. Y a la fecha, es muy posible que Ñacunday ofrezcaotra nota rara y fuertemente simpática; una escuela elemental

Page 24: Investigación de las condiciones de vida y trabajo del Alto Paraná

42 BOLE'l'fK DEL DEPAR'l'.UIEN'l'O X.\ClOX.\L DEL TR.\BAJO

para los hijos de los obreros radicados allí. Durante mi visita, enenero del año pasado, se construía el edificio de madera en que había

-de instalarse, para iniciar los cursos el T.v de marzo. Tengo enten-dido que el personal docente será costeado, en parte por el gobiernoparaguayo, y en parte por la empresa. Se proyecta la instalaciónde grandes talleres y de máquinas destinadas a transformar lostorpes y primitivos sistemas de las labores actuales. A unos pasos-del puerto y de la administración, se precipitan desde treinta yseis metros de altura, en extensa línea uniforme, las aguas del ríoÑaeuuday, y es esa potente caída la que ha de utilizarse como fuer-

za motriz para los talleres y máquinas.Existe en Ñacunday una vía de acero de 4 kilómetros, en la pri-

mera parte de la gran picada que liga los obrajes y el yerbal de-pendientes de la administración. El servicio de transporte se haceen esa vía por medio de zorras tiradas por mulas y más adelante, . ,por carros polacos iguales a los de Santa Elena. Se produce abun-dantemente yerba de cultivo; hay en viveros 250.000 plantas deun año, y trasplan tadas en lugar definitivo (ejemplares de dos'años) más de 10.000 plantas. La población obrera, dentro de las-divisiones del censo a que he aludido se detalla así;

Administración, maestranza y diversos servicios, 78 homhres.

«Obraje Maroma»

Varones mayores de 14 años.Mujeres » »»»Niños de 6 a :t4 años.

» menores de 6 años. . . .

9535]923

Total. . 172

«Obraje Boca»

Varones ma.yores de 14 años .Mujeres » »» »....Niños de 6 a 14 años .

» menores de 6 años.

80221828

Total. . . .

PUER'l'OS y ES'l·AHI~E<-I~IIJ:::\'l·USIKDUS'l'RI.\ LES 43

«Obraje y yerbal Tigre»

Varons s n.ayoras de 14 a ñcs ,

Mujeres » »»»Xiños de 6 a J4 años.

» menores de 6 años ,

137

552431

Total. 2H

Dos comitivas no censadas, de 35 hombres c/u. 70

Total de la población general de Ñaeunday : 715 hombres, mu-jeres y niños.

XVIII. Puerto Yaclly.-DO?1ÚHgo Barü. e.-Obraje.-Del tipo desus similares de la rnisma propiedad.

XIX. Puedo 7 de agosto.-(Antigno) Domingo Bcwthe.-Obraje.-.-..:Paralizado.

XX. Puerto 7 de agosto.-(Nuevo) Dorniuqo Badlle.-Ohraje.-Se clasifica dentro del tipo primitivo.

. XXI. Colonia San Lorenzo-c-Dominqo Ba1'the.-De reciente f'or-mación.-El propietario se ha propuesto, con la fundación dede esta colonia, fomentar el progreso de la zona e impulsar la cre-ciente valorización de sus tierras. Ha destinado 20 leguas cuadra-

,das de 1875 hectáreas para asiento de la Colonia.La situación es buena y la tierra es rica. cubierta de bosques. La

'administración general está confia da a José Ambrosio Scholler,consocio de los concesionarios Raverchon y Scholler fundadoresde la colonia Hohenaw, situada más abajo: casi frente a Corpus.La nueva colonia ha sido fraccionada en chacras de 30 hectáreas.Y todas tienen agua,-arroyos o manantiales.-Las primeras 30<:hacras se ofrecen gratis a los colonos que quieran establecerse enellas y las otras se venderán a * 6 o/s .. la hectárea. No se entrega oVende tierra sino a los agricultores con familia. La empresa ofrece,Persiguiendo el objetivo ,de su particular interés ya expresado,toda, clase de facilidades a los colonos, tales como fletes y pasajesreducidos' en eus vapores, alojamiento' gratis por 14 días en lacasa de inmigración, plantas de yerba y naranjas, etc., pero hastaah01'a la obra se mantiene en estado de embrión.. XXII Puerto San Rafad.-'-Dmningo Ba1ille.-Y.erbas.-Traba-JO", en la forma corriente de los demás establecimientos de la re-~ión y de la misma propieda d.

Page 25: Investigación de las condiciones de vida y trabajo del Alto Paraná

BOLETfx DEL DEP.\Rl'.UIENTO ?HCIONAL DEL TRAB,\JO

~XIII. Puerto Yatitay.-Domingo Bal'the.-Obraje.~XIV. Puerto T~mbey.-Domingo Barthe.-Obraje.XXv. PUC1'tOTnllnfo.-Dorningo Barthe.-Obraje.XXiVI. Pue rto Pirayuy.-Dorningo Bal.the.-Obraje.xxvrr Puedo EdeLira.-Dmningo Ba1"the.-Obraje.-Primer

puerto de la propiedad cuyas dimensiones han sido expresadas enla referencia XVII. De Puerto Edelira partirá el ferrocarril -pro-y.ectado,-que llegará a Ñacu nday, cruzando la selva a distancia desiete ~eguas de la costa línea media de la propiedad y en recorridoaproximado de 150 kilómetros. Los presupuestos presentados porcasas francesas, alemanas y norteamericanas son para un ferroca-rril de 0.75 de trocha.

. XXVIII. Colonia Mayntzhusen.-Fundada hace años, por un ani-moso empresario alemán, no ha progresado; pequeño centro ag.rí-cola de cultivos regionales, se mantiene estacionario.

XXIX. Ptu;;rto Yagnrazapá.-PedTo C. Labat.-Obraje.XXX. Puerto Carendus-s-Pedro C. Labat.-Obraje.XXXI. Puerto Lafontaine.-(Pirapó) Lafontaine .!J Cía.-Obra-

je.-Se inicia actualmente la organización de este establecimientoque promete descollar entre los de su clase. Los trabajos abarcan50 leguas de bosque. Se hacen importantes construcciones insta-lándose asimismo un poderoso aserradero a vapor. La poblaciónobrera de éste y de los obrajes de Pedro C. Labat,-que ha contra-tado la ejecución de algunas obras para la empresa de Puerto La-lontaine,-era, en enero último, de 400 hombres en conjunto.

XXXII. Puerto Mbo1'Oré.-Leiia.-Sin importancia.XXXIII. Colonia Hohenav.~Núcleo de población agrícola dig-

no de mención. Cultivos intensivos, inteligentemente dirigidos. Co-lonos brasileños, alemanes emigrados de Río Grande.

XXXIV: L(~ Cantera.- Yerbales de cultivo.-H errera 11ega.-Grandes VIveros y plantíos que parecen prolongar sobre el Para-guay, los expléndidos cultivos argentinos de San Jgria cio. Esta-blecimiento moderno. Empresa bien conceptuada.

TERRITORIO BRASILEÑO

1. Puerto Artaza.-J1&Lio T. AUica.-Yerbas.-Produce alrededorde 1.500.000 kilos anuales. 500 a 600 obreros. Establecimiento moder-no, excelente organización. J.10S trabajos se' realizan, en parte sobre

PCERl'OS y ESTABLECIII'IlE~l'OS lK,DUS'l'RIALES 45

tierras de propiedad particular, y en yerbales fiscales arrendados alEstado de Paraná. Varias hectáreas libres de monte dedicadas a di-"er30S cultivos. La limpieza de cada hectárea-volteo destronque, ,etc.-la obra más completa de la región-cuesta, según cálculos delpropietario, &; 55.

n. Pontón Aragóll, de la empresa Laranqeira, l11énclezy Cia.-Yerba s.-Trabajos en el Estado de :\I'atto Grosso, al oriente del Es-tado de Paraná y norte del Paraguay. Exporta por esta vía fluvialde ;) a 6.000.000 de kilos por año. Difícil es saber exactamente la po-blación obrera de ISUS yerbales, pero basándose en el dato obtenidosobre el número de su personal de transporte, puede calcularse aque-lla en algunos miles de hombres, en tiempo de producción intensa .La empresa por medio de agentes especiales contrata la mayor partede su personal en los departamentos del centro y nortc 'Paraguayoy por caminos de la frontera, se les interna en los lugares del tra-bajo. Hasta hace algunos años, el gran mercado de brazos de Posa-das suministraba un buen contingente de obreros a dicha empresa,pero en la actualidad son muy pocos los que contratados allí, llegana Pontón. Los conchabadores hacen toda clase de esfuerzos y recu-rren a todos los medios, aun al del engaño, como lo comprueba elcaso ocurrido en el puerto, en los primeros días de enero, caso en elcual intervino el señor cónsul del Paraguay en Posadas don Elías

. Baldobino, y que debidamente documentado se presenta en otra par-te de estas notas. No hay empresa que en el acto del conchabo ofrezcamayores anticipes a los obreros (alcanzan hasta quinientos pesos mo-neda argentina) y ninguna, a la vez, que sea más temida 'Por ellos.

;";0 trato de formular cargos a una empresa, que como la de La-rangeira, Uéndez y Cía., me es desconocida, peor no haber llegadoa sus dominios, sino de apuntar, en cumplimiento. del deber, una no-table modalidad del ambiente obrero regional.

De,de el Pontón, los hombres contratados en Posadas, Candelaria,Santa Ana, etc., son conducidos en chatas remolcadas por lanchasa nafta-de propiedad de la empresa-hasta Puerto San Juan, atre~ leguas de Aírtaza en línea recta, más o menos, pero en realidada cinco por las grandes curvas que describe el río a' esa altura. Puer-to San Juan es el punto de arranque de un ferrocarril de la mismampresa-,--actualmente en construcción-e-que lo unirá a puerto. Mon-

gOlí, ya sobre el famoso salto del Guayrá, 40 kilómetros. La navega-ci(ín desde Pontón a Puerto San Juan, se hace con elementos exclu-..~iv()s de la empresa, lo mismo que desde puerto l\Iongoli en adelante,

Page 26: Investigación de las condiciones de vida y trabajo del Alto Paraná

46

en muchas leguas de extensión. El trayecto entre los mencionadospuntos lo hacen los peones, en la parte de vías construidas, en zorrastiradas por mulas y desde allí ,-iedirigen a pie o se transportan en eha-tas, si lo exigiera la distancia, a las zonas de labor. El trabajo de laelaboración de yerbas es continuo en el Estado de Matto Gro-so. Se-gún informaciones suministradas 'por algunos ex obreros de la eOl11-

pañía .r por corredores de hacienda que operan en la región. estatiene establecido, desde tiempos atrás como tipo único de remunera-ción el sueldo mensual de cien pesos moneda paraqutu)« .IJ la comidapara todos los trabajadores cualquiera sean las tareas a que se dedi-quen. La alimentación es buena, quizás mejor que en los otros esta-blecimientos del Adto Paraná, pues a la mayor parte de las cuadri-llas obreras se les suministra, semanalmente, abundante provisiónde carne fresca. En los casos de en fermedad, de imposibilidad fisicatemporaria para el trabajo, a los obreros se les descuenta el día y ~eles carga el valor de los alimentos. En las dependencias de la compa-ñía no existe el descanso dou: inical. '

A propósito de esta fuerte compañía y de los procedimientos detrabajo en los yerhales de Xlatto Grosso, conviene consignar la im-presión favorable producida por una .1' otros en el ánimo del dipu-tado al Congreso d: aquel Estado, señor Víctor de Araujo, que enel mes de enero del corriente año llegó a Posadas, después de unalarga jira de inspección ordenada por el gobierno de su pais, sobrelos yerbales y trabajos de refer-encia. El diputado Araujo declaró,interrogado sobre el particular, que había visitado las, zonas deÑuverá, Santo Tomás, Puerto Mongol i. Iguatimí, Amanhav, Dora-dos, Brillante y Hierna, y que en ninguno de ellos le fué dado reco-ger la menor queja relacionada con los malos tratos que según seafirmaba recibían los peones de parte de los empresarios o encar-gados de trabajos. Dijo, asimismo, que en su ohligación de inquirirxi la empresa (Larangeira, :\féndez y Cía.) cumple o no el contratode explotación de yerbales y la f'orma de tratamiento a lo, peones, ha-bía podido comprobar que cumple <l satisfacción las obligacionescontraídas .Y que a éstos se les trata ·bien.Bn lo que re pecta al úl-timo punto, hace notar que sólo en Puerto Xlongoli se sacrifican de180 a 200 reses mensuales con destino 'a la rnanutención de las gentes(le trabajo.

Partieularizándose con la empresa, agregó que cuenta con un grantaller mecánico y fundición de hierro y hronce y con un astillerodonde se construye actualmente un vapor de ]:)0 H. P., tipo Jorbá.

PUERTOS Y ES'l'.\BLECIM1EN'l'OS lNDUS'l'RJ.\LES ±T

«Presta iinportantísimos servicios a los estados de .:\latto' Grosso vParaná por sus numero 'as vía" de comunicación, ha instalado herm~-.sos y resistentes puentes sobre los río., Iguatirní, Amarnhay, Dorados.Brillante y Hiema, habiendo construido además :1:0 kilómetros deferrocarril para unir el Alto y Bajo Guayrá»... El informe que-presentará el diputado J..raujo a su gobierno. «)Jo contendrá cargoalguno contra la empresa Larangeira, :Jléndez y Cía., por mal trato.a los peones, puesto que no ha recibido una sola denuncia. compro-obando personalmente que tiene una disciplina severa pero huma-nitaria y necesaria para mantener el orden en peonadas tan nume-rosas. La falta de desórdenes en aquellos trabajo .s y el buen com-.portamiento de los peones lo atribuye el diputado Araujo a que no-se permite en absoluto el uso de bebidas alcohólicas y a la constante vigilancia de las autoridades del Estado» (1).

lII. San Francisco o 12 de Octubl'e.-Núfiez y Gibnja.-Empresaargentina.-Yerbas. '

IV. Río Branco.-Compnñía Maderas Alto Paraná.-Obraje.-Actualmente paralizado.e=Esta compañía, poseedora de cien leguasde selva dentro de las cuales están comprendido" 103 dos obrajessiguientes, Britania y Felicidad, trabaja con un total aproximado,de 250 obreros. El concepto de la gente de trabajo le es favorable.

V. BJ'itania.-Situado en la desembocadura del río San Franci co,. que a una legua al interior, presenta la caída de aguas más irnpor-tante después de la del Iguazú y la del Guayrá.~Coll)pañía ::\[aderasAlto Paraná.-Obraje.-Establccimiento moderno, perfectamente-montado. Se construye un ferrocarril que tendrá 80 kilómetros de-extensión hacia la zona de trabajo. Importante astillero, en el cualestá en obra una chata de 500 toneladas, la primera de una 'serie de-embarcaciones en proyecto, que han de servir para el transporte de-maderas a los grandes mercados argentinos.

VI. Felicidad.-De la misma compañía.-Obraje.-Temporaria-Illente paralizado.

VII. Santa' Blena=-Domicqo Bcwthe.- Yerbas.-Establecinücntoimportante bajo todo' concepto. Muchas leguas de extensión, parte-de propiedad particular y parte arrendadas al Estado de Paraná.Excelente organización en los trabajos y en la administración. An-

--(J) 'Estas impresiones se transmitieron por telégrafo desde Posadas y fueron-

PUblicadas por «La Nación», de la Capital Federal el 27 (le enero de 19]4.

Page 27: Investigación de las condiciones de vida y trabajo del Alto Paraná

48 BOLE1'ÍK DEL DEP.\R'l'AlIlE);'l'O X.\C'lO);.\L DEL l'R.\B.\JO

chas y cómodas picadas hacia el fondo de 10$ yerbales, tan buenoscomo las de Artaza, las mejores del Alto Paraná. Las yerbas queantes se conducían al puerto a lomo de mula, se traen ahora por ellas,fácilmente, en carros polacos, introducidos en l~ región por JorgeBarthe. Estos carros, livianos, resistentes y ligeros no solo han sim-plificado y mejorado el transporte. sino también que lo han abaratadode manera considerable (1). Los rozados 'para el cultivo del maíz,poroto, etc., se hacen en Santa Elena siguiendo un plan anteriormeditado y serio, a lo largo de las picadas lo cual contribuye a dar-les, ensanchándolas, el hermoso aspecto que presentan allí y en elya citado y próximo establemiento de Julio T. Ailliea, Esmeradapreparación de tierra de cultivo. El desmonte completo de una hec-tárea, importa, según cálculos de la dirección de Santa Elena, de$ 65 a $ 70 moneda argentina, valor desigual al que se les asignaen Artaza. Los trabajos de desmonte se efectúan, generalmente,aprovechando diversas circunstancias favorables, entre los mesescomprendidos de abril a enero. Dos trabajadores de monte-una«yunta», como se dice por allá-s-pueden hacer algo más de dos hec-táreas por mes.

VIII. Ltocorá.s-sr atricio lIioleda (argentino) .-Explotación ma-deras y yerbas. La población obrera de este establecimiento, que tra-baja en menor escala, se calcula en 150 hombres.

IX. Bella Vista.-Higinio Alegl'e.-Obraje (por el momento pa-ralizado), y plantaciones de naranjos y bananos. La dirección deBella Vista está a cargo del señor Pedro Gandolfi, hombre joven deapreciables condiciones de inteligencia y corazón. Cultivos y traba-jos ordenados, serios, buen trato a los peones. Evidentes simpatíasde éstos hacia sus patrones. Precio razonables de los artículos deproveeduría. Nota singular: este establecimiento es el único del AltoParaná que no ocupa intermediarios en los centros de conchabo parasatisfacer sus necesidades de brazos: trabaja, casi exclusivamentecon los peones fugados de los otros establecí mientos. Población obre-ra: 180 a 200 hombres en épocas de trabaj o intenso.

X. Foz do Iguae'/Í..-Colonia.~La ex colonia militar del Iguazú,asiento de las únicas autoridades brasileñas del Alto Paraná, desdeel límite argentino hasta el último punto de la navegación, bajo delGuayrá, és una pequeña población de escaso movimiento comercial,tributaria de la plaza de Posadas. Aduana, fiscalía de rentas del es-

(L) Ver la nota especial referente a este género- de transporte.

PliERTOS y ESTABLEC'UIIEXTOS IKDUSTR[ALES 49

tado y federal. Desde tiempo atrás se comunica con Curytiba, la ca-pital del Estado, ~' con el resto del país por una línea telegráfica-(el telégrafo argentino llega en Misiones, por la parte del Alto Pa-raná, hasta la capital de dicho territorio solamente). Buenos cami-nos. Ferrocarril en proyecto (concesión ya acordada por el gobiernofederal) .

4

Page 28: Investigación de las condiciones de vida y trabajo del Alto Paraná

111

EL CONCHABO

Page 29: Investigación de las condiciones de vida y trabajo del Alto Paraná

El gran mercado de brazos de la region es Posadas; luego vienenlos centros secundarios de Candelaria, Santa Ana y San Ignacio,colocados, quizás, por la casualidad en orden de importancia, comolo están geográficamente a lo largo del río, subiendo hacia el Igua-zú, Se contratan también peones en Encarnación, ciudad paraguayasituada frente a la capital de Misiones y en Barracón, al extremonordeste del territorio sobre la frontera del Brasil, pero son puntosde escaso significado en el asunto de esta nota.

Posadas atrae al trabajador del Alto Paraná; lo atrae con impe-rio, irresistiblernente, como lo atrae asimismo la selva con su silen-cio, con su misterio y con sus dolores. En el trabajo, cualquiera seasu procedencia o punto de partida, piensa en ella, no la olvida porun momento, y si se desvive para saldar su cuenta con el patrón, estan solo para volver a Posadas y gozada, a su manera, en tres, cua-tro o cinco días-nunca más-de absoluta libertad. Porque la ver-dad es esta: el peón soporta la ley del más duro de los trabajos, ani-

'quila su salud en su ejercicio y sucumbe, joven aun a su peso- porla única .Yexclusiva recompensa de esos días de libertad obtenidos a

'largos intervalos!

El barrio obrero de Posadas se extiende al norte y al este de laciudad a través de un buen número de manzanas, por cuyo centrodesciende al puerto, desde la calle Buenos Aires, la línea quebradade la Bajada Vieja. Es una fatigosa e interminable sucesión de cons-trucciones de madera, mezquinas y sucias, que sirven de asiento atabernas y burdeles, más ruines aun. Las puertas, cuando se recorreel l:arrio, parecen multiplicarse, y cada una de estas deja ver el ne-goClOaparente que en ellas se efectúa: la venta de bebidas alcohóli-~:~: aparente, sí, porque en realidad es la prostitución clandestina" fuente peincipal de sus ganancias. En ese barrio, que por exten-

S10nse le designa con el nombre de Bajada Vieja, y sus prolongacio.llpe!'isobre el puerto, es donde reside el peón los días de su corta

erl11al1en.lo Cla en la ciudad y allí donde lo busca el conchabador que

asecrura la ! "He¡:¡' e para a inmediata contrata. En lOS burdeles y en las ea-Se le Ve ebrio, en el estado de inconsciencia tan propicio a, las

Page 30: Investigación de las condiciones de vida y trabajo del Alto Paraná

54 BOLETÍX DEL DEP.\RT.\M¡;;X~'O "AClO".\l" DEL TRAB.\ZO

explotaciones de que son víctimas. De los e~tablecimiento., de proce-dencia vienen sin recursos y con el único propósito de «divertirse»unos pocos días en la ciudad. El anticipo se impone entonces, y elconchabador, que conoce individualmente a los peones se los ofreceno bien desembarcan, como medio de garantir la~ pin~ües utilidadesque les proporciona el conchabo en la forma irregular de su prácticaen Misiones. .

Desde el momento de la primer entrega de dinero en calidad deanticipo, el peón le pertenece al eonchabador, que no lo pierde devista hasta su regreso y arribo al punto de destino, pues, aun dentrodel vapor que los conduce, se ejercita sobre ellos la vigilancia indi-recta del conchabador por medio de sus agentes a bordo, como severá en la nota siguiente.

Hay buenos y malos conchabadores, pero los segundos son los más.Según las informaciones de la policía, Posadas tiene diez y nueve dediferentes nacionalidades. Los que operan con más éxito son losturcos, que figuran en la lista en número de seis. Casi todos son pro-pietarios de pequeños y grandes negocios en ramos generales de co-mercio, pues ello aumenta considerablemente el renglón de sus abul-tadas ganancias.

Después de la primera entrega de dinero viene otra y otra yluego, la provisión de ropas de trabajo y de paseo, de 'p~ñuelo~ ygéneros de seda, de perfumes y baratijas para las mujeres, compa-ñeras de un momento. la mayor parte de ellas, a quienes obsequiacon generosidad.

Se cometen a veces verdaderas estafas.Conservo en mis anotaciones referentes al anticipo y sus formas,

la cuenta de un peón a quien se le cargó en su libreta la suma de$ 56, valiéndose del siguiente curioso procedimiento:

Un sombrero. . . . . . . . . . ....Saco y pantalón. . . . . . . . . . . . . .Extracto, $ 6; pañuelo seda, $ 2.50; faja, $ ].80.Un pañuelo para atar, $ 0.25. . . . . .

$ 8.50» ]2.20» ]0.00» 25.00

Total .... $ fí6.00

Nótase el e1TOT del comerciante que al trasladar a la columna delas cifras el valor del pañuelo para atar, $ 0.25, en lugar de fijarloen la segunda columna, lo hace en la primera, elevando así, por eseinvolu-ntaria ('1'/'01' el costo del artículo de veinticinco centavos a vein.ticinco pesos.

EL COXCHABO 55

y a las utilidades expresadas se deben agregar las que' se alcan-an en las sucesivas entregas de dinero en efectivo, que el peón no

~as controla porque no se encuentra habitualmente en condicionesde hacerlo.

Los conchabadores perciben de los establecimientos para los cua-les conchaban, la cantidad de $ 3.00 a $ 5.00 ~or cada peón contra-tado Y otra cantidad que varía según sean las empresas que los uti-lizan, una vez vencido el tiempo del contrato, que se dice de seis uocho meses, pero que en realidad se prolonga hasta la completa can-celación por parte del obrero, con su trabajo personal, del v-alor delanticipo recibido. Y la proporción de los trabajadores que puedencolocarse dentro de los términos de la duración del contrato, es baja,comparada con la de los demás. La Compañía de Tierras y Maderasdel Iguazú, paga a su conchabador en el concepto indicado la can-tidad de $ 10, por cada peón cumplido. Los contratos de locación deservicios no son escritos: son simplemente compromisos verbales.

No se hace ningún género de propaganda para conseguir brazosen satisfacción de las exigencias del mercado, por lo menos en Po-adas y en los centros menores de conchabo del 'I'erritorio de Mis:o-

nes.Los conchabadores ven directamente al peón y le ofrecen el an-

ticipo en la forma y condiciones ya descriptas, o son buscados y vistospor ellos mismos, lo que ocurre no pocas veces.

El conchahador es amable, casi cariñoso con el peón durante elperíodo en que éste permanece bajo su vigilancia, divirtiéndose enla ciudad, pero el día del embarque, ya a la mano y frente el vaporque ha de eonducirlo al cumplimiento del contrato, se modifica, ad-quiere actitudes y gestos de amo ,y señor. Inútiles son en esos mo-mentn, las reclamaciones o quejas. Ensoberbecidos, no los escuchaban,ni aun en simples casos de consulta, formulados en tono respetuosoy humilde.

Re observado que ciertos conflictos entre conchabadores y peones,producidos por la exigencia de aquellos y la negativa de estos al em-harque, se dirimen ante la autoridad de la subprefectura del puerto,que interviene, no sé con que criterio ni en virtud de qué facultad.

Lo, trabajadores salen pues de Posadas sin que se les haya expre-~ado la~ condiciones en que tendrán que efectuar la labor en los es-~blecünieútos de destino, ni aun la naturaleza de ésta por lo general.r o se ha estipulado nada con respecto a la duración de la jornada,a la cantidad y cardad de los alimentos que deben recibir, en una

Page 31: Investigación de las condiciones de vida y trabajo del Alto Paraná

BOLETfx DEL DEP"\RT.\MEX~'O :-<AClOXAL DEL 'fRAB.\JO

palabra, completamente ajenos a la nueva situación que les espera,y muchas veces, ajenos también, hasta la llegada a dichos estableci-mientos, de la cantidad exacta de dinero que deben al patrón enconcepto de anticipo. A propósito de esto, quiero hacer constar otraventajosa innovación introducida en las prácticas fósiles del AltoParaná por la Compañía de Tierras y Xladeras del Iguazú. Un em-

. pleado de la administración en Posadas, concurre a bordo de todoslos vapores que conducen peones para el obraje de Puerto Segundo,y allí, en presencia de cada 'Peón, controla las anotaciones hechaspor el conchabador de la empresa y solicita de aquellos-previa lec-tura y paciente explicación de las partidas cargadas en cuenta-su conformidad. Producida esta, se le entrega la libreta al interesa-do, quien emprende el viaje con la seguridad del punto a que sedirije, en primer término, y en segundo, con el conocimiento exactode su anticipo, en mercaderías y en dinero efectivo.

Es conveniente hacer notar que los agentes conchabadores de lasgrandes empresas de explotación yerbatera o forestal, con casas co-merciales en la capital del territorio, no tienen otro negocio que el dela propia agencia.

Las mercaderías y el dinero que hacen el anticipo, las entregan lasmi mas empresas, como igualmente satisfacen, en mercaderías y di-nero, los haberes anotados en la libreta de los peones de regreso, enlos casos de excepción que los contienen. Y en estas casas, como entoda' las otras, frecuentadas por los peones, los artículos se venden aaltos precios.

El movimiento de peones en Posadas es activo, como debe supo-nerse. Según un cuadro de la subprefectura que tengo a la vista, esemovimiento ha alcanzado durante el año 1913 a las siguientes ci-fras:

Entrados.Salidos.

4.3274.077

Descompuestos los anteriores totales en las cifras parciales deter-minadas por la nacionalidad de los peones, llegamos a los resultadosque van a continuación:

En el primer renglón:

Argentinos. . . .Paraguayos. . . .Brasileños. . . . . . .

2,1641.298

865

4.327

EL CONCHABO 57

En el segundo renglón:

Argentinos. . . .Paraguayos. . . .Brasileños. . . . .

2.039] .223

815

4.077

Diferencia a favor del primero: 250.Las cantidades que se consignan no son las exactas en cuanto al

número de obreros qne entran y salen de Posadas, pues ellas com-prenden solamente la de los pasajeros de a- clase, y desde un tiempoa esta parte, no son pocos los peones que pagando el doble del valorde sus habituales pasajes, viajan en 1.0. clase. Yo creo que un aumen-to de 10 % en esas cantidades, acercaría, en discreta aproximación,a la realidad del movimiento que ellas expresan.

El centro de conchabo de ,Candelaria, que es de los centros argen-tinos el inmediato a Posadas, tuvo durante el mismo año, a estar alas planillas de la Ayudantía del Puerto, el movimiento siguiente:

Entrados.Salidos. .

398436

Por nacionalidades, en el orden establecido:Primer renglón:

Al'gentinos.Paraguayos.Brasileños.

2659439

398

Segundo renglón:

Argentinos.Paraguayos.Brasileños. . . . . .

2979841

436

Diferencia a f.avor del segundo renglón: 38.La diferencia de Candelaria es contraria como se ve a la de PO!'<l'

das .. Candelaria tiene dos conchabadores.

Page 32: Investigación de las condiciones de vida y trabajo del Alto Paraná

58 sor.srtx DEL DEP.\R'r.\lIlEX'l'O X.\ 'LOXAL DEL, 'rR.IB.IJO

11I1

Santa Ana, el 'tercer centro, viene despué , con el movimiento quese fija exactamente en conjunto y detalla en lo posible, por cuantolas planillas que lo contienen no dan en todas las líneas la naciona-lidad de los obreros. Esta aparecerá, pue , en cálculo aproximado,hecho a base de proporcionalidad -obre los datos conocidos.

:'1 Entradas (según planilla).Salidas » »

30018-!

Primer renglón:

Argentinos.Paraguaycs ,Brasileños. . . . .

2029

89

300Segundo renglón:

Argentinos. .Paraguavos . .Brasi lr ñcs , . . . . . . . . . .

1142

68

184

En Santa Ana, se restablece, en mayor proporcion, la diferenciaen favor de las entradas que se nota en Posadas. Esta diferencia esde 116.

Deben haberse deslizado errores, indudablemente, en las planillasde que se toman estos datos y sobre las cuales se hacen los cálculosque los complementan. Lo peones son poco escrupulosos al formu-lar, obligados a ello, declaraciones sobre su estado, edad, nacionali-dad, etc. Por otra parte, esas mismas planillas revelan deficiencia-de forma muy marcadas. Las correspondientes al movimiento de pa-sajeros de Santa Ana, presentan, en importantes columnas, semi-bles claros. Para llenar la información que se suministra, ha sidonecesario establecer el porcentaje de los e:;c3.SOSobreros clasificadospor nacionalidad. sobre las cifra' totales del movimiento, y conseguirasí el número aproximado de los no clasificados.

,En Santa Ana, figuran tres conchabadores-do,; argentinos y unbrasileño-que contratan peones para los establecimientos de Do-mingo Barthe en el Paraguay y para el de Diego P. Kr:eg r en l\1i-sione .

EL CONCHABO

Los [nd ustriales se 'quejan en general de la acción que ejercitanciertos conchabadores sin conciencia. La consideran perturbadora('Liando no delietuosa. Los peones sujetos a 'u influencia, dicen, sonlos CJue ocasionan las enormes pérdidas experimentadas por los es-ta blecinúentos de la región, en concepto de anticipes de dinero he-cho; a individuos que si llegan a los lugares de trabajo a que se lesdestina. es para rugar a los pocos uias, en la primera oportunidad.aconsejados por ellos, que no tardan en obtenerle un nuevo contratopara repetir la lucrati 1"<1 operación. Es difícil comprobar la influen-cia a que responden los peones al fugar, sobre todo en lo que res-pecta a la de los concha badores, sigilosa y secreta necesariamente.si existe, pero es lo cierto que los casos de fuga de peones reciénc:ontratados son numerosos.

.San Ignacio, la antigua reducción jesuítica, es también centro deconc:habo. El movimiento de pasajeros no se registra, pues no tieneayundantía. Después de la de Santa Ana, no queda otra hasta la dePuerto Aguire, en el Iguazú, ·punto extremo del territorio. En anIgnacio existen dos conchabadores.

Se opina que como mercado de brazos es de menor importanciaque los dos anteriores.

Algunos peones llevan consigo, cuando .~e dirigen a los estable-cimientos donde deben cumplir su contratos, mujeres y niños, yotros se asocian en ellos, en las breves uniones de que ya me he ocu-pado. Tomando por base la población obrera censada en :Racunday,estableeimiento paraguayo de explotación yerbatera y forestal, yen el cual sobre un total de 715 personas, figuran 112 mujeres y 143niños. tendremos que los peones con mujeres o «familia» aparecen enel total que acusa el movimiento de conchabo en los centros obreroscle Xlisiones, durante un año-4.947 hombres contratados y 5.275de regreso-xdándole a San Ignacio, que carece de estadística, segúnsu importancia, una entrada y salida igual de 250 peones-e-tendré-mos. repito, un porcentaje, en' el sólo renglón de los contratados, de13 peones con familia sobre los que no la tienen.

El movimiento de entrada y salida de trabajadores es casi igualdurante todo el año en Posadas y en los otros centros menores de(·onchabo. Uña pequeña proporción de aumento se nota en el tiein-"[lO qne precede y sigue al de la zafra en los yerbales: de marzo aagosto en 'la Argentina y de enero a agosto en el Paraguay. En elHril. il no tiene tiempo determinado: el trabajo en los yerbales e~

(·ontinno.

Page 33: Investigación de las condiciones de vida y trabajo del Alto Paraná

TRAKSPORTE DE PEOXESHACIA LOS LUGARES DE TRABAJO

Page 34: Investigación de las condiciones de vida y trabajo del Alto Paraná

'I'res empresas de navegacion, las de Domingo Barths, Núñez yGibaja Y Juan B. }Iola, con cuatro vapores, el «E delira», el «Espa-ña», el (~Salta» y el «lb erá» , hacen el servicio de pasajeros y de car-gas en el Alto Paraná.

El servicio, que es regular en cuanto al cumplimiento de los díasy fechas designados para la salida de los vapores, adolece, sin em-bargo, de graves defectos, principalmente en lo que se relaciona conla conducción de pasajeros de segunda clase, que como se sabe, esen la que viajan los peones,costeándose ellos mismos los pasajes.

Barcos medianos, del tipo corriente, empleado en la navegación denuestros ríos, a excepción del «Tberá», que por su gran rueda deimpulsión a popa recuerda a los de la carrera del Nilo, para la quefué construí do muchos años atrás, tienen todo el mismo escaso caladoy el mismo sistema de cubiertas y puentes simples.

La bodega de estos barcos, casi sin profundidad, no admite la. cantidad de carga que se puede y desea conducir. Se habilita en-tonces con el objeto indicado, la cubierta, y es allí precisamente don-

. de se coloca a los peones, cualquiera sea su número y la duración delviaje que han de realizar: 1, 2, 3, 4 o 5 días.

y la carga es siempre abundante, excesiva, a punto de comprome-ter al estabilidad del barco, y con ella la vida de sus tripulantes ypasajeros.' En esto como en todo,se marca la más aliente de lascaracterísticas del ambiente regional: el afán del lucro sin medida,sin límites, sin control. Son de suponer, pues, las condiciones enque viajan los infelices obreros, pu~s, de pie o tendidos sobre las dosgrandes estibas que invariablemente se levantan sobre cubierta aproa y popa, hacinados, confundidos hombres, mujeres y niños, enrepugnante promiscuidad. No se les proporciona cama ni abrigo deninguna clase, -y recuerdo 'que cierto día, a bordo del «Edelira» seprodujo un amotinamiento de peones porque se les negaban cucha-ras para el mezquino «rancho» que constituye su comida.

Los conchabadores tienen establecido en todos los vapores un ser-Vicio especial de agentes que vigilan a los peones a través de la na-Vegflción. previendo 10., casos de fuga, numerosos según se ha dicho,

Page 35: Investigación de las condiciones de vida y trabajo del Alto Paraná

64 BOLETíN DEL DEPART.\MEX~'O X.\CroXAL DEL 'fRML\;:'O

en los viajes de ida a los lugares de trabajo. Estos, para fugarseaprovechan la noche y la proximidad de algún puerto favorable ala realización de sus planes. En uno de los viajes que hice a bordodel «España», presencié la fuga de tres peones frente a Encarna-ción, al salir de Posadas, y de dos, a la vista 'de Puerto Segundo, lanoche del 24 de diciembre.

Tanto los peones que fugan de a bordo, como los que lo hacen delos obrajes se trasladan de un puerto a otro por tierra, practicandoen la selva pequeños piques con sus inseparables machetes, o por elrío, valiéndose de Guaviroas, (piraguas hechas con troncos de ár-boles, socabados a fuego) que ellos obtienen misteriosamente, pues noexisten en los puertos del trayecto y los vapores de la carrera apresana todas las que sin gobierno, abandonadas a la corriente, encuentranen sus viajes. Se utilizan también al efecto maderos flotantes y di-minutos balsines, construidos de tacuara, sumamente peligrosos comolo demuestran casos de muerte que han sido posible comprobar.

,Se ha hablado con insistencia de la refinada crueldad de la gentede a bordo para con los trabajadores que conducen en sus barcos. Asus capitanes se les ha llamado repetidas veces «negreros». Con res-pecto a algunos que conozco personalmente, entre los cuales me esgrato recordar a los capitanes del «España» y del «Iberá», señoresJuan Francisco Deimonaz y Ricardo González, la acusación es in-justa, gratuita. Ellos no ofrecen a los peones lo que no pueden ma-terialmente ofrecerles en los barcos que comandan. Ni pueden ensan-charlas, ni dotados de comodidades de que carecen, como lo he di-'cho, en absoluto. Los elementos y reglamentos son de las empresas yno de sus empleados. Y las empresas ganan mucho más de lo nece-sario para realizar esmerado' servicios. Un solo vapor, el «España»,produce a la de Núñez y Gibaja, alrededor de $ 50..000 líquidos por'año, y tengo entendido que las utilidades del «Iberá», de Juan B.Mola, son mayores, como asimismo, que el renglón de ganancias, enel concepto indicado, de la empresa Domingo Barthe es el más alto,dentro de la natural relativididad, de sus múltiple' negocios.

Llegados a los puertos de destino y recibidos por sus encargadoso administradores, los peones, tras breve permanencia en ellos, soninternados en la zona de trabajo, sino se les destina a las tareas delos mismos puertos. En pocos establecimientos hacen el viaje, poralgunas leguas, en carros; en los más se trasladan a pie, muchasveces hasta los yerbales de Campoaré y Pepirí, del otro lado de Mi-siones, hacia el Uruguay. Y con los que llegan, pasa lo mismo que

TRAXSPORTE DE PEOXES 65

con los que se alejan de los establecimientos. No se les proporciona nisiquiera el amparo del techo en la corta estadía. En uno de los. me-'ores establecimientos paraguayos ví, por cuatro días consecutivos,Ja "arios peones con mujeres y niños que esperaban a la intemperie-jnnto a un depósito de yerba aislado en el puerto, soportando el solde enero y los rocíos copiosos de la región-al vapor que había deconducidos a Posadas.

. .

5

Page 36: Investigación de las condiciones de vida y trabajo del Alto Paraná

CONCEPTO LEGAL SOBHE EL Al\TICIPO..

Page 37: Investigación de las condiciones de vida y trabajo del Alto Paraná

Es corriente entre obrajeros y conchabadores la opinión de que elpeón que recibe un anticipo y se niega luego a concurrir en día yhora determinado al lugar de embarqee desde donde ha de ser con-ducido al sitio de trabajo, comete el delito de estafa que nuestroCódigo Penal castiga. La misma calificac-ión y alcance suele darsea la decisión tomada por un peón de ausentarse de un obraje, cuan-do aun no ha saldado el anticipo o las deudas que, por cualquierotro concepto ha contraído con el' patrón o empresario. En este últi-mo caso una frase consagrada por el uso exterioriza gráficamente elconcepto que de la interrupción del contrato de locación de serviciosse tiene. Se habla del peón «fugado» y unánimemente el vocablo«fugar» reemplaza a cualquier otro término que con mayor propie-dad gramatical expresase el abandono voluntario del trabajo, yasea antes del término fijado para su duración ya en cualquier tiem-po, con un saldo deudor. Como particularidad curiosa cabe indicarque los mismos 'peones están convencidos de que, en las circunstan-

. cias apuntadas, lo que realizan es un acto de fuga.En lo que se refiere al concepto legal que del anticipo se tiene,

he de evitar todo comentario, careciendo de conocimientos jurídicosque me autoricen, con suficiente conocimiento de causa, a sostenerque se trata de simples deudas cobrables por la vía de los procedi-miento.s civiles y no del delito de estafa que, para sumas menores de$ 500, castiga nuestro Código Penal con prisión de 1 a 3 años. Locierto es que en el año 1913-para no referir esta investigación afechas anteriores-el concepto de la estafa daba lugar, en el juzgadoletrado de la gobernación de Músione , al trámite de las causas que,a título ilustrativo de esta cuestión legal, transeribo íntegramente aCOntinuMión:

Causa núm. 282, iniciada en 14 de agosto de 1913, por estafa,c?ntra don Pedro Cabaña.-En Posadas, capital del territorio na-clonal de l\I·isiones, a los trece días de agosto de mil novecientost1':ce, siendo las nueve ante meridiano, compareció ante el infras-~1'1Pto comisario inspector de servicio en el departamento central.e Policía una persona que prestó juramento en forma de decir ver-

Page 38: Investigación de las condiciones de vida y trabajo del Alto Paraná

70 BDLETíx DEL DEPAR1'AMEXTO X.\CIOX.\L DEL 1'RABAJO

dad e impuesta de las penas en que incurren los que se producencon falsedad; dijo llamarse Juan B. Acuña, ser argentino, de cua-renta y tres años de edad, casado, industrial y domiciliado acciden-talmente en el América Hotel de esta localidad y quien hizo la si-guiente denuncia: Que el día cinco del corriente bajó del Alto Pa-raná el peón Pedro Cabaña que trabajaba en 103 obrajes de don Da-niel Allica, quien se presentó en la casa de comercio del señor JorgeSimón, de esta localidad, solicitando dinero y mercaderías como an-ticipo para regresar nuevamente a trabajar en el citado obraje; queel señor Jorge Simón le dió C0l110 anticipo, entre dinero en efectivoy mercaderías, la suma de ciento setenta y cinco pesos con diez cen-tavos moneda nacional, con el compromiso de embarcarse p~a dichoobraje en el día de ayer, lo que no hizo, fugándose: que entoncesdon Jorge Simón practicó algunas averiguaciones y dió con el pa-radero de éste; que el aludido Cabaña manifestó que no se embar-caba y menos reconocía el anticipo que Jorge Simón le había hecho;que esta mañana el denunciante, como representante y administra-dor de los obrajes del señor Daniel AIEca lo hizo llamar a la casade Jorge Simón, a Pedro Cabaña, para interrogarlo sobre su proce-der, y 'que al hacerlo éste se le insolentó manifestando que para quéle habían dado ese dinero y mercaderías; que él no se embarcaríani menos pagaría esa suma de dinero; que cuando el aludido Cabañale manifestó lo que acaba de 'exponer, se encontraban presentes don.Jorge Simón, Fidel Servando y varios empleados de la casa del pri-mero; que el señor Jorge Simón le hizo el anticipo ya citado, porcuenta y orden del señor Daniel AJWca, de quien se encuentra au-tonizado para el efecto, que justifica haber hecho entrega de esasuma con los libros de comercio del señor J urge Simón .Y lo avalúaen la suma precitada en daño ocasionado. Preguntado: Si tiene algoque agregar, enmendar o quitar a lo que dej-a dicho dijo: Que no.Con lo que terminó este acto y previa lectura que se le dió, se rati-ficó en todas sus partes y firmó con el comisario inspector que sus-cribe. Firmado: Juan B. ACll'iia.-Firmado: Venancio Cambeiro, co-misario inspector.

I.Jo anterior es copia fiel de su original que obra.a los folios cientonoventa y seis, noventa y siete y noventa y ocho del libro respectivo:para elevado al señor jefe de policía extraigo el presente en el lugary fecha de su encabezamiento. F'irrnado : Venancio Cambeiro, co-misario inspector. '

CO"NCEPTO LEGAL SOBRE EL AXTlCIPO 71

Posadas, agosto ] 3 de ] 913.

1 señor subcomisar io Juan L. Sureda para que instruya elpase a 1 1 1 - . 1" orre.spondiente y dése cuenta de hec 10 a senor JUPz e-

surna110 c . . l' ,d 1 territorio.-Flrlnado: Cordero, Jefe de po icia.trado e

Posadas, agosto 13 de 19] 3.

P cibido en In fecha, dése cumplimiento a! decreto que anteco-01' re dili . 1

de . .:\ómbrase para que actúe c~mo secretario, en e5t~s I 1genc~as aibi te ~cardo J Calvo quien re1'tendara las mismas. Con~te.-escn ien '- . '..

Firmado: Juan S Iireda, subcornisario.En la misma fecha se dió cumpli miento al decreto que antecede.

Conste.-Firmado: Riw1'do J. Calvo, secretario.

Posadas, agosto ] 3 de ] 9] 3.

Cítese a las personas que figuran a deponer como testigos d~n. J 01'-

ge Simón, :B"idel Servando y demás personas 'que .t,engan c~noClmlentoen esta causa, a efectos de que presten declaración y detengase pre-ventivamente al sujeto Pedro Cabaña, acusado de este hecho. Cons-te.-Firmado: J. Sureda, subcom.sario.

En la misma fecl~a se dió cumplimiento al decreto que antecede.Conste.-Firmado: Bicardo J. Calvo, secretario.

Posadas, agosto 13 de ]913.

Seguidamente, compareció ante mí, subcomisario de policía y se-cretario de actuación una persona eitada a declarar en esta causa,quien dijo llamarse Jorge Simón. Advertido de las penas con q~cla ley castiga a los que se producen con falsedad en sus declaracio-11e'; juró decir verdad en todo lo que supiere y le fuere interroga~~.Preguntado.: Por su nombre y demás circunstancias personales. D1Jollnmarse como queda dicho, ser argentino naturalizado, casa.do, c~-merciante de Cuarenta años de edad, con veinte y seis de residenciaen el país' y domiciliado en la calle Félix Azara es.q;uina San Martínde esta ciudad. J?l'eguntado: Si conoce la causa en la cual va a de-clarar, la que se le enseña en este acto, como también a Juan A. Acu-ña, FidelServando y Pedro Cabaña y ú para con alguna de estasle comprenden las genera les de la ley, explicadas que le fueron.D'ijo que conoce el hecho, como a las personas que se le nombran de

Page 39: Investigación de las condiciones de vida y trabajo del Alto Paraná

72 BOLETÍX DEL DEPART.IAlEXTO XACIOXAL DEL TRABAJO

ill

vista y no le afectan para declarar. Preguntado: Para que diga sies cierto que el declarante dió dinero y mercaderías al sujeto PedroCabaña en su casa, diga cuando y hasta qué suma. Dijo: 'que sí escierto dió dinero y mercaderías al sujeto de referencia por la canti-dad de ciento setenta y cinco pesos con diez centavos moneda na-cional, haciendo de esto unos diez días de la fecha. Preguntado: Paraque diga, cómo y en qué forma el que declara cedió el dinero y mer-caderías al sujeto Cabaña dijo: que le entregó el dinero y mer-caderías a Cabaña con el compromiso de regresar al Alto Paraná,en los obrajes del señor Daniel Allica. Preguntado: Si el q~e decla-ra está autorizado por el señor Alliea a anticipar dinero y mercade-rías a 'personas que trabajan en los obrajes del Alto Paraná queposee dicho señor en el mismo. Dijo: Que está autorizado por elseñor AJlica a efectuar anticipas en la forma ya referida, como lohizo con Pedro Cabaña. Preguntado- Si es cierto que el administra-dor y representante de los trabajos del señor Allica en el AUo Pa-raná, don Juan B. Acuña, llamó esta mañana a la casa de comerciodel declarante al sujeto Pedro Cabaña porque ayer había sabido eldeclarante que pretendía fugarse por no haber dado cumplimientoal embarque que debía hacerla ay-er mismo. Dijo: Que sí es cierto,esta mañana llamó Acuña al peón Cabaña; que como le preguntarala manera en que procedía, se disgustó Cabaña manifestando queél no había recibido del declarante anticipo alguno y palabras gro-seras decía que no tenía obligaciones. Preguntado: Para que digaque otras personas se encontraban presentes. Dijo: Que recuerdahaber estada Juan B. Acuña, Fidel Servando o Serrudo, un depen-diente del declarante de apellido Lemi, no recordando de otros.Preguntado: Para que diga si sabe o le consta al que declara quePedro Cabaña haya pretendido fugarse con el anticipo recibidopor el declarante. Dijo: Que sabe y le consta, por averiguacionespracticadas por cuyo motivo no se embarcó el día de ayer, y portal causa comunicó al señor Acuña, representante del señor Allica.Preguntado: Si tiene algo que agregar, quitar o modificar en su pre-sente declaración. Dijo: Que no." Con lo que terminó el acto, previalectura de la misma se ratificó en su contenido, firmando por antemí y secretario de actuación de que certifico.-Firmado: J. Súnón.-Pirmado . Juan. Sureda, subcomisario.-FUrmado: Ricardo J. Calvo,ecretario.

COXCEPTO LEGAL SOBRE EL AXTICIPO 73

Posadas, agosto ]3 de 19]3.

1 fecha tnvo entrada el sujeto Pedro Cabaña, en calidad deEn a . .id l·ncomunicado. Conste.c=F'irrnado : J. Sureda, subcorrnsario.detelll o

En la misma fecha se dió cumplimiento al decreto que antecede.

Conste.-Firmad.o: Ricardo J. Ca~vo, secretario.

Posadas, agosto ] 3 de 1913.

Figurando en autos un tal Lemi, a deponer en las. ~resentes actuaciones, cítese a éste a efectos de que- preste declaración. Conste.-Firmado: J. Sureda, subcomisario.

. En la misma fecha se dió cumplimiento al decreto que antecede.Conste.-Firmado: Rica1'do J. CalvO.

Seguidamente compareció ante mí" subcomisario de policía y se-cretario de actuación: una .persona citada a declarar 'en esta causa,quien dijo llamarse León Abecasis, español, de veinte y cuatro añosde edad casado, empleado de comercio y domiciliado en la calleFélix A~ara esquina San Martín de esta ciudad. Advertido del laspenas con que la ley castiga a los que se producen con falsedad ensus declaraciones; juró decir verdad en todo lo que supiere y lefuere interrogado. Preguntado: Si conoce el hecho en el cual va a'declarar el que se le hace conocer en este acto, como a las personas.que se le nombran y que en él figuran y sí,para con alguna de estasle comprenden las generales de la ley, -expl.icadas que le fueron,dijo: Que conoce el hecho, como a las personas que se le nombran,de vista y no le afectan para declarar, con excepción de Jorge Si-món, 'que es su patrón, y que dirá ve~dad en mérito del jur-amentoprestado. Preguntado: 'Para que diga si esta mañana tuvo ocasiónde presenciar el que declara en la casa de comercio de Jorge Simónque el sujeto Pedro Cabaña, fué interrogado por Juan .B. Acuña,con respecto a la conducta que observaba en cuanto a obligacionesque debría cumplir. Dijo: Que sí presenció, como oyó cuando Acuñale dijo a Cabaña por qué causa no se había embarcado ayer para lostrabajos del señor Anica en el AHo Paraná, a lo que le contestó Ca.-baña que no se embarcó porque no quiso, como también no pagaría laCl1enta. Preguntado: ;Si sabe o le consta al que declara que J orgeSimón haya dado anticipo en dinero y mercaderías al sujeto PedroCabaña en su casa, diga cuándo y ha~ta qué suma. Dijo: Que leconsta al que declara que el sujeto Cabaña recibió dinero y mercado-

Page 40: Investigación de las condiciones de vida y trabajo del Alto Paraná

BOLETíx DEL DEP.\RT.\MEXTO XAClOX"\L DEL TR.\B"\JO

rías de Jorge Simón por la suma de ciento setenta y cinco pe,S03moneda nacional porque el declarante es el encarzado de entrezar

'" odinero y mercaderías a los peones, que para el efecto se anticipan.Preguntado: Para que diga si el sujeto Cabaña fué anticipado paralos trabajos del señor Allica que posee en el Alto Paraná en su casa,diga, cómo y en qué forma. Dijo: Q-ue sí, y como lo tiene autorizadoJorge Simón por el señor Allica de anticipar a peones para sus tra-bajos. Preguntado: Para que diga si ayer tenía que em:barcarse elsujeto Cabaña a fin de dar cumplimiento a su compromiso y si ésteen vez de hacerlo fugó, de ello. Dijo: Que sí sabe que se fugó por-que no se presentó en la casa de comercio ni tampoco en e~puerto deesta capital, donde debía efectuarse dicho embar-que, que más tardesupo por referencias de su patrón Simón que 'Cabaña se había fu-gado, eludiendo así el compromiso. Preguntado: Para que diga siel que declara conoce a Pedro Cabaña y SI es el mismo que se lemuestra en este momento. Dijo: Que sí es el mismo. Preguntado: Sitiene algo que agregar, quitar o modificar en su presente declaración.Dijo: Que no. Con lo que terminó el acto; previa lectura de la mismase ratificó, firmando por ante mí y secretario de actuae.ón de queeertiflco.c=F'irrnado : Leá-a Abecasis.-Firmado: J tian Sureda, sub-comisario.-Firmado: Ricardo J. Calvo, secretario.

Acto seguido hice comparecer ante mí, subcomisaro de policía ysecretario de actuación, una persona citada a declarar en esta causa,quien dijo llamarse Fidel V. Serrudo. Advertido de las penas conque la ley castiga a los que se producen con falsedad en sus decla-raciones, juró decir verdad en todo lo que snpiere y le fuereinterrogado. Preguntado: Por su nombre y demás circunstanciaspersonales, dijo: Llamarse como queda dicho, ser argentino, deveinte y nueve años de edad, soltero, y domiciliado en la calleEntre Ríos y Tres de Febrero de esta ciudad. Preguntado: Si cono,ce el hecho que se investiga del cual se le dan noticias en este acto,como también a las personas que se le nombran y que en él figuran,y si para con alguna de aquellas le comprenden las generales de laley, explicadas que le fueron, dijo: Que conoce el hecho en parte,corno a las personas que se le nombran, de vista, y no le afectan paradeclarar. Preguntado: Para que diga todo cuanto sepa, para el es-clarecimiento del hecho que se investiga, dijo: Que hoy a la ma-ñana, no recordando la hora, encontrándose el declarante en la casade comercio de don Jorge Simón, en compañía de éste, un emplea-do de la misma, que no sabe como se llama, Juan B. Acuña y Pedro

(OX( EPTO LEG.\I. SOBRE EL AXTICIPO 75

~ oyó cuando Acuña le dijo por qué no se había embarcado yCabana, f'ué ."lía su compromiso, contestando Cabaña que no ue m 11'1a, quecump . , lo si . ás d t

t el declarante se retiró con su velucu o sin precisar mas e a-a es o - ibidlles. Preguntado: Para que diga si sabe que Ca.bana 1:aya reei I oanticipo del señor Jorge Simón y en su casa,. diga cuando y hasta

, ¡TIa D,iJ'o: Que no sabe. PreO'untado: Si sabe, el que declara,que su . "". . ..que Cabaña haya fugado después de recibir algún anticipo. DIJo:Que ignora. Que esto es cuanto sabe y puede d.eclarar sobre lo ~ue, se

1regunta. ton lo que terminó el acto, previa lectura se ratificó y

ep . d ., d '"'firmó por ante mí, subcom:sario y se~etarlO e actuación, e quecertifico.-Firmado: Pide! V. Serrudo.-Firmado: Jwo» Suredo.,subcomisario.-Firmado: Bicardo J. Calvo, secretario.

Posadas, agosto 13 de ]9~:l.

Hágase comparecer al detenido Pedro Cabaña a efectos de reci-birle declaración indagatoria. Conste.-Firmado: J. Suredo, subco-

misario.En la misma fecha se dió cumplimiento al decreto que antecede.

Conste.-Firmado: Ricardo J. Calvo, secretario.

Acto continuo compareció ante mí, snbeomisario de policía y se-cretario autorizante, una persona detenida por esta causa, a, quienle hice saber que se le iba a tornar declaración indagatoria y quetenía el derecho de declarar o no hacerlo y habiendo man'festadoestar dispuesto, 'fué interrogado por su nombre, apodo, sobrenom-bre, si los tuviere y demás circunstancias personales. Dijo: LlamarsePedro Cabaña, no tener apodo ni sobrenombre, ser argentino, deveinte y un años de ,edad, soltero, jórnalero, domiciliado en el AltoParaná y accident~lmente en esta capital. Preguntado: Donde seencontraba el que declara, esta mañana, poco antes de la misma.Dijo: Que se encontraba en la casa de don .Iorge Simón. Pregunta-do: Por qué personas se acompañaba, quiénes eran é5tos y qué ha-cían. Dijo : Qué se acompañaba con Juan B. Acuña, Jorge Simón yotros dos que no sabe como se llaman, en cuyas circunstancias semudaba de alguñas ropas que tiene en la misma casa, Preguntado:Para que diga si el que declara fué interrogado por Acuña con mo-tivo de su conducta que observaba en cuanto al compromis.o que de-bía cumplir en el Alto Paraná. Dijo: Que sí lo observó Y se disgustóCOn el declarante. Preguntado: Si el que declara recibía anticipo en

Page 41: Investigación de las condiciones de vida y trabajo del Alto Paraná

76 BOLETíN DEL DEP_\RTAME~TO NACIONAL DEL TRABAJO

"

dinero y mercaderías de Jorge Simón por cuenta del señor Allica enpago de su trabajo personal en los obrajes que posee dicho señor enel Alto Paraná. Dijo: Que recibió dinero y mercaderías del citadoSimón por recomendación del señor Allica, por. ser éste su patrón.Preguntado: Para que diga qué cantidad de anticipo recibió, dijo:Que no recuerda a qué suma habrá alcanzado. Preguntado: Paraque diga por qué no dió cumplimiento al compromiso contraído.Dijo: Que fué porque tenía que ir a visitar a su hermano que seencontraba en la cárcel. Preguntado: Para que diga, por qué causa,el que declara, no se embarcó en el día de ayer, en vez de haeerlofugó de ello. Dijo: Que no se embarcó porque quería antes ~rlo a suhermano, el cual lo nombra en la pregunta anterior. Preguntado:Para que diga donde tiene el dinero y ropas o mercaderías que reci-bió como anticipo. Dijo: Que el dinero lo gastó, en cuanto a las mer-caderías -deben estar en la casa de comercio de Jorge Simón. Pre-guntado: Si es de su voluntad hacer entrega de las mismas a efectosde recabadas. Dijo: Que sí. Preguntado: Si tiene algo que agregar,quitar o modificar en su presente declaración. Dijo: Que no. Pregun-tado: Si ha sido procesado en alguna otra ocasión. Dijo: Que no fuéprocesado. En este estado se le hace saber que se encuentra deteni-do, por supuesto delito de estafa. Con lo que terminó el acto, previalectura de la misma, se ratificó en su contenido, firmando por antemí, sub comisario y secretario de actuación de que certifico.-Firma-do: Pedro Cabcdia.-Firmado: Juan Sureda, subcomisario.-Firma-do: Ricardo J. Calvo, secretario.

Posadas, agosto 13 de 1913.

En la misma fecha se le levantó la incomunicación que pesaba enel detenido Pedro Cabaña. Conste.-Firmado: Juan Sureda, subco-misario. '

En, la misma fecha se dió cumplimiento al decreto que antecede.Conste.-Firmado: Ricardo J. Calvo, secretario.

Posadas, agosto ] 3 de ] 913.

Vi-sto la declaración del detenido Pedro Cabaña, ser de su volun-tad entregar las mercaderías que recibió como anticipo y encon-trándose estas en la casa de comercio del señor Jorge Simón, recá-bese de éste, comisionándolo para el efecto al cabo Estanislao 1\10-raíz. Conste.-Firmado: Juan Sureda, sub-comsarío.

CONCEPTO LEGAL SOBRE EL ANTICIPO 77

En la misma fecha se dió cumplimiento al decreto que antecede.Conste.-Firmado: Ricardo J. Calvo, secretario.

En la misma fecha regresó el cabo Estanislao Moraiz, de la comi-sión confiada y después de jurar en forma de ley, e impuesto de laspenas en que incurren los que se producen con falsedad en sus de-claraciones, manifestó llamarse como queda dicho, ser argentino, detreinta Y cinco años de edad, soltero y domiciliado en esta capital,haciendo entrega de un baúl, que fué recabado de la casa de comer-cio del señor Jorg~ Simón y perteneciente al detenido Pedro Caba-ña, el que en este acto se procede a una revisación, en presencia deldetenido nombrado y cabo de policía oto~ante,í componiéndose éstede tres camisas de color, idem una de trabajo, una camiseta, dos cal-zoncillos, un pantalón imitación casimir, un 'par medias y un pañue-lo listado, todo lo cual pertenece al anticipo recibido el expresadoCabaña por don Jorge Simón. Con lo que terminó el acto, previalectura de la misma se ratificó en Sl{ contenido labrando la presentepara constancia yen prueba de lo cual la suscriben por ante mí ysecretario de actuación de que certifico.-Firhlado: Pedro Cabctfía.-Firmado: Eeiomislao Al o1"aiz.-Firmado: Jiuin. Suceda, sub-comisa-rio.-Firmado: Ricardo J. Calvo, secretario.

Posadas, agosto ] 3 de ] 9] 3.

No habiendo más diligencias que practicar a juicio del instructorque suscribe y considerando llenado el mismo, con las ánformacionesproducidas, elévese. las presentes actuaciones al señor jefe de poli-cía, haciéndose constar que se encuentra detenido en esta jefaturay a disposición de V. S. el sujeto Pedro Cabaña por supuesto delitode estafa. Igualmente se hace constar que se encuentra en esta repar-tición un baúl con ropas de propiedad c1'"eldetenido de referencia ycuyo contenido consta a fojas diez vuelta de las presentes actuacio-lles.-Firmado: Juan Sw'eda, subcomisario.-Firmado: Ricardo J.Calvo, secretario.

Fecha ut supra ..Elévese al señor juez letrado del territorio con oficio de estilo, re-

IhÍtase los objetos que se especifican a fojas 10 vuelta y póngase a sudisposición al detenido Cabaña.-Firmado: Cordero, jefe de policía.

Page 42: Investigación de las condiciones de vida y trabajo del Alto Paraná

7",) }}OLE'fí~ DEL DEPAR'fAMEX'J'O KACIOXAL DEL 'J'R.\BAJO

Posada", agosto 14 de ] 9] 3.

Señol' juez letrado del terriiorio :

• En 11 fojas útiles elevo a V. S. el sumario instruído por el sub-comisario don Juan L. Sureda con motivo de la denuncia formula-da por el señor Juan B. Acuña contra Pedro Cabaña por defrauda-ción.

Se remiten los objetos especificados a fajas 10 vuelta de las actua-cienes que figuran en la misma como antecedentes del hecho.

Cabaña se encuentra detenido en esta policía y a la disposición deese juzgado.' 4

Saluda a V. S. atte.-Firmado: Alf redo Cordero, jefe de policía.

Posadas, agosto ] -4 de ] 913.

Por recibido, prosígase la instrucción del presente sumario con in-tervención fiscal; hágase comparecer al detenido a prestar declara-ción indagatoria en la audiencia de hoy.-Firmado: González.-Fir-mado : Ante mi: F, S. G-irnénez.

Seguidamente notifiqué al fiscal suplente, doy fe.-Firmado: Cao.-Firmado: Giménee,

En la misma fecha se hizo comparecer a presencia de S. S. y se-cretario autorizante a una persona detenida, a quien se le hizo saber

./

que se le iba a tomar declaración indagatoria y que tenía el derechode nombrar defensor, manifestando a esto último no tener a quiennombrar como defensor.

Preguntado: Por su nombre y demás circunstancias personales,dijo: Llamarse Pedro Cabaña, de veinte y un años, soltero, argen-tino, peón de. obrajes y domiciliado en Puerto Adela, Alto Paraná.Preguntado si la declaración de fajas 8 'que se le da lectura essuya, si se ratifica en su contenido y si tiene algo que agregar, qui-tar o modificar, contestó: Que dicha declaración es suya y se ratificaen su contenido sin tener nada que agregar, quitar ni modificar.Preguntado: Si el declarante está dispuesto a cumplir con el corn-premiso contraído, contestó: Que sí, que lo hará en la primera opor-tunidad que le sea posible.

En este estado se le hace saber que se encuentra procesado porestar acusado por defraudación y que tiene el derecho de leer porsí esta su' exposición, manifestando que defería la lectura al sefiorsecretario. Con lo que terminó el acto y previa lectura y ratificación

COXCEPTO LEGAL SOBRE El, A)/'!'lCIPO 79

firmó el declarante después de S. S. por ante mí de que doy fe.--Firmado: Severo González.-Firmado: Pedro Gabaiia.-Ante mÍ.-Firmado: P. S. Giménee;

Posadas, agosto 14 de 19]3.

Autos Y vistos: Encontrándose reunidos los requisitos del ar-tículo 366 del Código de Procedimiento Criminal en el presente su-mario instruí do eontsa Pedro Cabaña por estafa, conviértese en pri-sión preventiva su detención y ofíciese para 3U traslado a la cárcel.

Nómbrase defensor del procesado a don Xlanuel G. Suárez, some-tiéndose su aceptación al actuario y vista al ~scal.-F'irmado: SeveroGonzález.-Ante mí. Firmado: F. S. Giménez.

lÜ diez y nueve de Agosto, notifiqué al procesado Pedro Cabañay firmó. Doy fe.-Firmado: Ped1'o Gaba1ta.-Firmado: Girnénez.

En diez y ocho del mismo notifiqué al señor ::\'lJanuel G. Suárez,quien prévio juramento que prestó en forma manifestó que aceptabael cargo, obligándose a desempeñado fielmente firmó doy fe.-Fir-mado : M. G. Snár·ez.-Firmado: Giménez,

En la misma fecha notifiqué al fiscal' doy fe.-Firmado: Gao.-Firmado: Giménez,

Posadas, agosto 14 de] 9]3.

Se/tM [uez letrado del Territorio .Vacional de Misiones, (Posadas).

Comunico a V. S. haber recibido de la policía al detenido por esta-fa Pedro Cabaña, quedando a su disposición.

Dios guarde a V. S., firmado: Manuel Permdás.-Director.

Posadas, agosto J 6 de ]9]3.

Agréguese a la causa.-Firmado: GOllzález.-Ante mi, Firmado:.P S. Giménez,

Señor juez: .Resultado de la denuncia de fajas una un préstamo, y la aCClOn

que corresponde sería una civil, aún admitiendo que hubiera unapresunción de presunción en presente caso no puede prosperar por-que está pendiente de un contrato y en el momento de que existe elP.ropósito de cumplido, esa presunción desaparece. Por lo que soli-CIto. que se sobresea provisionalmente esta causa.-Firmado:. AngelCao.. .

i

Page 43: Investigación de las condiciones de vida y trabajo del Alto Paraná

80 BOLETfx DEL DEPARTAME.'\"ro KAClOX.\.L DEL l'RABAJO

. '11'1

Devuelto hoy diez y nueve de Agosto, siendo las 10 a. m. Conste .-Firmado: Giménez.

Posad~s, agosto 20 de 1913.

¡il¡

Autos y vistos: No estando conforme el infrascripto con el dictamenque precede, de acuerdo al artículo 460 (última parte del Código deProcedimientos Criminales) designase fiscal especial a don José 1\1.López, sometiéndose la aceptación del cargo por ante el actuario ycórransele estos autos en vista al secretario Oosta.-Firmado: ~eve.1'0 González.-Ante mí, Firmado: Cruz E. Costa.

En veinte y uno de agosto notifiqué al fiscal suplente, doy fe.-Firmado: Cao.-Firmado: C. E. Costa.

En veintidós de agosto, notifiqué al señor José 1\'(. López, aceptóel cargo prestando juramento de fiel cumplimiento, doy fe.-Fir-mado : López.-Firmado: C. E, Cos-ta.

El veintitres de agosto notifiqué al defensor Suárez, doy fe.-Fir-mado : Suár'cz.-Firmado: C. E. Costa.

Señ01' juez:De las constancias del "lunario resultan indicios suficientes de ha-

berse cometido' por el detenido Cabaña un delito previsto por la leyy en consecuencia opino que debe elevarse la causa a plenario.-Fir-mado : José M, López.-Septiembre 15 de 1913.

Posadas, septiembre 17 de ]9]3.

Se eleva a plenario la causa y pase al fiscal ad-hoc para que for-mule acusación .eomo corresponda. Procede el infrascripto por au-sencia del titular, ley 4162.-Firmado: Maeiel Pé1'ez.-Ante mí.Firmado: C1'UZE. Costa.

S eñor juez letrado:

De las constancias del proceso resulta comprobado el delito deestafa cometido por el procesado Pedro Cabaña según su propia de-claración de fajas 8 vuelta.

Tal delito es el penado o previsto por el artículo 202 del CódigoPenal desde que resulta demostrado que se ha valido de simulacióny engaño para conseguir dinero y mercaderías, negándose luego acumplir su compromiso.

CONC'EP1'O LEGAl, SOBRE EL AN'!'IC'IPO 81

En mérito a ello solicito de V . .s. se le aplique la pena establecidapor el artículo 23 de la ley 4189.

Será justicia.-Firmado: José M. López.Presentado en diciembre dos, año mil novecientos trece. a las nue-

ve a. m. Conste.-Firmado: Torres Fria«.

Posadas, diciembre 5 de ]9]3.

Al defensor para que formule su alegato. Firmado: Gonzálcz.-Ante mí. Firmado: Domingo Torres Frias, secretario.

En nueve del mismo, notifique al señor ~cal ad-lioc, doy fe.F'irmado : José M. López.-Firmado: Ton'es Frías.

X'ota-A esta altura se encontraba la causa el día 16 de diciembrede 1913.

Causa núm. 356, iniciada en octul:Jre 10 de 1913 contra MartínAyala, por estafa.-:Señor juez letrado : Pedro C. Labat, constitu-yendo domicilio legal en la calle Félix Azara y Arvenida R{j'que Pé-rez, a V. S., como mejor proceda me presento y digo .

Que vengo a acusar por estafa a Martín Ayala, detenido por lasuprefectura de este puerto, quien se contrató conmigo bajo pro-mesa verbal, para trabajar en mis obrajes de corte y elaboración de

. maderas, recibiendo por el concepto de adelanto para pasajes y gas-. tos, etc., la suma de sesenta y cuatro pesos con treinta y cinco cen-

tavos moneda nacional de curso legal.Llegado aquí se niega a seguir viaje a los obrajes donde debía

trabajar, pretextando mil patrañas, con el sólo objeto de ver si en-cuentra otros patrones que le den mayores adelantos.

Lo expuesto caracteriza perfectamente el delito de estafa, con lacircunstancia agravante de que también se niega a pagar los ade-lantos hechos.

De la simple exposición de los hechos, resulta, claro el delito deestafa, porque acuso, siendo superfluo agregar más para fundar laacción.

Por tanto:' a V. S. pido Que por admitida esta denuncia se dignedarle el trámite de ley, condenando al autor al máximum de la penaestablecida en el inciso l,D del artículo 2,3 de la ley núm. 4187 (Có-digo Penal). .'

. Quiera V. S. así proveerlo que sérá justicia.-Firmado: PedroC. Labat.

6

Page 44: Investigación de las condiciones de vida y trabajo del Alto Paraná

82 BOLETíK DEL DEPARTAMEN'l'O KAClOXAL DEL 'l'RABAJO

Presentado en octubre 10, año del sello (1913), a las 8 a. m.-Firmado: Costa.

Posadas, octubre 10 de ] 9J3.

Hágase comparecer al detenido en la audiencia de mañana a pri-mera hora para que preste indagatoria. Intervenga el fiscal.-Fir-mado : González.-Ante mí. Firmado: Cruz E. Costa.

'En la misma fecha notifique al señor fiscal y firma, doy fe.En Posadas, a once de octubre de mil novecientos trece compareció

a presencia de S. S. y secretario autorizante una persona detenidaa quien se le hizo saber el derecho que tiene de declarar o no y denombrar defensor, y observándose que sólo habla el idioma guaraníse le nombró intérprete a don Pedro Herrera, quien prestó juramentoen forma de fiel desempeño.

Interrogado el detenido por intermedio del intérprete si está dis-puesto a declarar dijo: Que sí y que no tiene defensor a quien norn-brar,

Interrogado por intermedio del intérprete por su nombre y demáscircunstancias personales dijo llamarse Martín Ayala, de veinte ycinco años de edad, paraguayo, con tres años de residencia en elpaís, soltero, jornalero, domiciliado en F'ormosa y accidentalmenteen esta ciudad.

Preguntado diga como se encuentra en esta localidad y con qué ob-jeto, contestó: Que se encuentra en esta ciudad por haber sido con-tratado en Formosa por un señor que no sabe su nombre, para tra-bajar en el Alto Paraná en los obrajes del señor Pedro C. Labat,quien le abonó desde aquella localidad a ésta el pasaje, conjunta-mente con su concubina.

Preguntado: Diga el que declara cuanto recibió como anticipo acuenta de su trabajo, contestó: Que del comisionado del señor La-bat ni de este recibió suma alguna de dinero en efectivo.

Preguntado si el declarante cumplió el compromiso de trabajaren los obrajes del señor Labat, eontestó r Que no cumplió el compro-misa contraído de trabajar al señor Labat por no haber cumplidota{¡.¡bién éste con lo que le prometió su comisionado, pues aquel leofreció la suma de cien pesos nacionales al subir en el vapor, lo queno ha recibido.

Preguntado: Diga si el declarante devolvió el importe de los pa-sajes hasta esta ciudad al señor Labat, contestó: Que no ha devuelto,

COXCEP'l'OLEGAI, SOBRE EL ,\KTICIPO 83~

pero que deyolverá tan pronto como reciba dinero del conchabadorChivaler. de la casa Barthe, quien le ha prometido conchabarlo ypagar su cuenta al señor Labat.

Preguntado diga qué anticipo le prometió o recibió del eonehaba-dor Chila vert a cuenta de su trabajo, contestó: Que no sabe lo que11:' ha prometido, pues el declarante no ha conversado con Chivaliert,únicamente Mufioz, quien le dijo que aquel los tomaba a su trabajoy que él como representtnte de el que declara y todos sus compañe-ros habían aceptado conchabarse con la casa Barthe y no trabajarcon La bat por no haber cumplido éste con lo prometido para conill~. ,

Preguntado si ha sido procesado en alguna otra ocasión, por quécausa, que juez intervino en ella, y si cumplió la pena que se le im-puso. Contestó: Que n unca ha estado procesado, siendo ésta la pri-mera vez.

En este estado se le hace saber que' se halla detenido por supuestodelito de defraudación al señor Labat y que tiene el derecho de leersu exposición. Contestó que se le diera lectura por no saber leer.

Con lo que terminó el acto y previa lectura 'que se le dió se ratificóen su contenido y manifestando no saber firmar lo hace el intérpretedespués de S. S. por ante mí.-Doy.-Firmado: Severo González.-F'irmado . Pedro R. H en'era.-Ante mí.-Firmado: Cruz E. Costa.

Posadas, octubre 11 de ] 913.

Autos y vistos : Resultando indicio" suficientes de la existencia deldelito de defraudación contra los intereses de don Pedro C. Labat ymateria para ereérsele responsable del hecho a :Jlartín Ayala queprestó indagatoria, decrétase su prisión preventiva en la cárcel pú-hli<;<1de esta localidad y ofíciese.

lnten.enga el defensor de encausados.Vista al fiscal.-Firmado: Sccero González.-Ante mí. Firmado:

('I'/IZ E. Costa.l:)egnidamente notifiqué al fiscal, oficiándose además como está

o['denado._Doy fe. Firmado: Costa.Seguidamente notifiquji al procesado y manifestando no saber fir-

Jnar lo ha.ce a su ruego los testigos don Daniel Zarza y don ManuelSnárez._D~y fe.~Firmado: ·M. G. Sua1'ez,-Daniel Za1·za.-Costa.

Srfio)' ,[uez :Bstudiando los antecedentes y fundamentos de la querella, oído el

Page 45: Investigación de las condiciones de vida y trabajo del Alto Paraná

8-1 BOLETíx DEL DEPARTAMEN'l'O XAClOXAL DEL TRAB.\JO

¡tiquerellado en la indagatoria prestada ante S. S., este ministeriopiensa que don Pedro C. Labat, ha celebrado un contrato con elprocesado, quien parece no haber cumplido pero en presencia delvacío de nuestra legislación no cabe dentro de las acciones puniblespor vía criminal soy, pues, de opinión que. debe sobreseerse de-cretándose la libertad del prevenido.-Posadas, Octubre 14j913.-Firmado: A. 1I1aciel Pérez,

Presentado en Octubre catorce año mil novecientos trece, a las12 a. m. conste.

'"111 Posadas, octubre ] 4 de ] 913.

Autos y vistos: Atento a Io solicitado por el señor agente fiscalen su dictamen precedente, sobreseese definitivamente la presentecausa incoada al prevenido Martín Ayala por defraudacióu deacuerdo al artículo 434, del Código de Procedimientos en lo Cri-minal

Ofíciese a la cárcel para la libertad del prevenido sin más trámitecon noticia del querellante.-Firmado: Severo González.-Ante mí.Firmado: Cruz E. Costa.

Seguidamente notifiqué al fiscal y firmó. Doy fe.-Firmado: Costa.Enseguida notifiqué al procesado Martín Ayala y manifestando

no saber firmar lo hace a su ruego y. como testigo don Jorge Simóny como también como testigo don Teodoro Calvo y firman.-Doy fe.-Firmado: Costa.

Seguidamente notifiqué al señor Labat manifestando su conformi ..dad y firma.-Doy fe.-Firmado: Labat.-Firmado: Costa.

Posadas, octubre ] O de ] 9] 3.

Seño» juez letrado del Territorio Nacional de Misiones, Posadas'.

.Comunico a V. S. haber recibido de la policía al detenido porestafa, Mlartín Ayala, quedando a su disposición.

Dios guarde a V. S.-Firmado: Manuel F'en'ad,ás, Director.

Posadas, octubre 1] de ] 913.

Agréguese.-Firmado: GOllzález.-Ante mí. Firmado: Costa.

CONCEPTO LEG~\1. SOBRE EL AX'l'lCIPO 85

Posadas, octubre 15 de 1913.

Sefío!' juez let1~do del Territorio ~Tacional de Misiones, Posada.s.

SjD.

Comunico a V. S., que en la fecha fué puesto en libertad, el dete-nido :Jf:artín Ayala, dando así eumplimiento+a lo ordenado en suoficio número 1285.

Dios guarde a V. S.--i'irmado: Ma1¡,uel F'erradás.-Director.

Posadas, octubre 16 de ] 913.

Agréguese a la causa y archívese.-Firmado: González.

Causa iniciada en la suprefectura en'9 de octubre de 1913, con-tra varios peones.-En la ciudad de Posadas, capital del TerritorioNacional de Misiones, República Argentina, a nueve días del mes deoctubre del año mil novecientos trece, siendo las cuatro pasado meri-diano, compareció por ante mí, oficial de guardia de esta subprefec-tura el señor Pedro C. La;bat,comerciante de la localidad, argentino,mayor de edad, a quien conozco de que certificó y expuso: Que ha-biendo traído desde F'ormosa, cincuenta 'peones convenidos en pasardirectamente al obraje en que debían emprender los trabajos. conve-nidos, y como se negasen a cumplir el trasbordo y pidieran se les ba-jaran a la capitanía para ratificar el convenio verbal. obre las condi-ciones arregladas para el trabajo mencionado así se hizo, y un vez enla suprefectura no solamente se negaron a seguir viaje, sino que seresisten a devolver el dinero que han recibido, así como los pasajesy gastos efectuados para traerlos a cada uno de ellos : Que como estoconstituye el delito de estafa clara y concisa, penado por nuestrasleyes y causándole graves perjuicios, pidió la detención de ellos,hasta tanto se tramite los escritos que al efecto presentará mañanadiez de Octubre al juzgado letrado del Territorio, haciendo la acu-sación correspondiente.L!)ída que fué por el exponente y estandoconforme con su contenido se ratifi-ca y la firma por ante mí de queeertifico.-Firmado: Pedro C. Labat.-Firmado: A Echevan·ía.-Oficial de' servicio. -

La prese~teaenuncia es copia fiel del original que obra a f'ólio(:iento setenta y dos del libro de actos públicos que 311 efecto llevaesta subprefech~ra.-Firmado: L. Saconé.-Hay un sello.

Page 46: Investigación de las condiciones de vida y trabajo del Alto Paraná

86 BOLETíK DEL N;PAR!l'.\MENTO XACJOXAL DEI~ ~'RAB.\~O

Posadas, octubre 10 de ] 913.

Señor juez letrado del Territorio Nacional de Misiones, Posadas.

111,1111

Adjunto tengo el honor de elevar para conocimiento de V. S. unaexposición levantada por el señor Pedro C. Labat, con motivo de queunos pasajeros de segunda clase llegados por el vapor «Dorado», yque según el señor Labat los traía contratados para trabajo de obra-jes, se negaron seguir viaje donde los traían destinados, cuyos peo-nes en número de cincuenta se encuentran en esta subprefeetura,hasta tanto V. S. resuelva lo que eorresponda.c=F'irmado . LorenzoSacone.

Recibida en Octubre 10 a las 8 antes meridiano. Conste.-Firmado.-Costa.

Posadas, octubre 13 de ] 9h'1.

Agréguese.-Firmado: Gonzá1ez.-Ante mÍ.-Firmado: Crue E;Costa.

Otras causas por estafa.---<Se han revisado cuatro expedientesanálogos al que reproduce literalmente la copia que precede. Con-tienen otras tantas causas iniciadas en la misma fecha por el citadoPedro C. Labat contra los individuos Eustaquio Vallejos, Félix Al-varengo, Luciano 'I'oledo y Pedro Velázquez, a quienes acusa por eldelito de estafa. El escrito de acusación es en todos los casos igual,con la única variante de la suma de dinero' a que según él, alcanzala estafa. Aparece así defraudado en $ 44.05 % por el primero deesos individuos, en $ 205 por el segundo, en $ 91.50 % por el terceroy en $ 75 por el cuarto. Las declaraciones de los acusados concuer-dan en los puntos capitales, aunque no en ciertos detalles sugestivosy extraordinariamente' reveladores. En la indagatoria prestada anteel señor juez letrado 'por Eustaquio Vallejos al preguntársele si ha-bía recibido algún anticipo a cuenta de los trabajos que iba a efec-tuar, contesta: «que recibió la suma de cuatro pesos y él pasaje»;Félix A,lvarengo, a la misma pregunta responde: «que recibió lacantidad de quince pesos en efectivo' yel pasaje, pues la comida sela ofrecieron gratis a bordo»; LucianO Toledo declara: «que vinien-do acompañado por su mujer y tres hijos recibió del señor Silva,agente eonehabador de don Pedro C. Labat, los pasajes para él ylos suyos y a más la cantidad de seis pesos nacionales», y Pedro Ve-lázquez afirma que recibió en concepto de anticipo «veinticinco pesos,de los cuales parte gastó en F'ormosa y parte a bordo del vapor «Do-rado».

I

LAS DOS GH.ANDES FOliMAR,

DE LOS TRABAJOS DEL ALTO PAHANAESTARLgOIMIENTOS 'YERBATEROS

Page 47: Investigación de las condiciones de vida y trabajo del Alto Paraná

Establecimientos yerbateros

Durante los meses de la investigación en el Alto Paraná, en losyerbales argentinos de Misiones no se trabajaba, pues en elloshabía ya pasado el tiempo de la zafra. El período de labor en losestablecimientos extranjeros, autorizado por reglamentos oficiales,es más largo. Esa circunstancia me permitió presenciada en sussingulares aspectos y describir-la en las pequeñas notas que formanel presente capítulo. Se en tregana la información del gobiernocomo se escribieron en los mismos lugares de trabajo, bajo la in-tensa impresión de lo que por primera vez se veía. Corregirlas, in-trodueiéndolas ,dentro de una forma dada, sería, a juicio del quesubscribe, despojarlas de su sinceridad y del valor de la cosa vistay fuertemente sentida. Debe, pues, considerárselas, en la obra aque este informe propende, como documentos de observación di-recta e imparcial. El trabajo que se describe es igual al de Misio-nes y al de toda la región, lo cual le comunica el carácter de gene-ralización indispensable a los fines que se persiguen.

Verbales brasileños y paraguayo s

Los árboles de yerba en el estado de Paraná, en el Brasil y enel Paraguay, a lo largo del AJlto Paraná, desde el río Pirayuyhasta un poco más arriba del río Ñacunday, en extensión aproxi-

, lUada de ochenta kilómetros al interior (establecimientos de Do-llt¡ng-o Barthe) tienen una altura de doce, quince y más metros,€'levación que dificulta y [iaeepor demás penoso el trabajo del minero,que en la época de la zafra lo despoja de sus hojas. Al término dela larga tarea. estos hombres, completamente extenuados, presen-tan numerosas heridas y escoriaciones en el pecho, en los brazos yen las piernas producidas por el ch.on~El y el roce de las ramas enla peligrosa operación del desgaje.

Page 48: Investigación de las condiciones de vida y trabajo del Alto Paraná

90

Los yerbales brasileños de Matto Grosso y los paraguayos deSan Estanislao, San Pedro, Villa Concepción y aún los del orientede Tacurú Pucú (Industrial Paraguayaj-c-salvo limitadas excep-cienes-e-son, en oposición a aquellos, bajos, ramificados, coposos.No alcanzan por lo general, a mayor altura de cinco metros, pre-sentándoles así a los mineros las facilidades de una poda hecha casisiempre desde el suelo, como asimismo los yerbales nuevos de cul-tivo, que ya existen en condiciones productivas, en San Pedro yTacurú Pucú, y en plantaciones recientes en Ñacunday, Cante-ra, etc.

Los árboles de yerba se encuentran, en la inmensa selva. agrupa-dos en cantidades más o menos importantes. A estos grupos lláma-seles «manchones».

He visto «manchones» de medio, de uno y hasta de treinta kiló-metros cuadrados, como el yerbal «Laurel» situado a poco más decu~renta kilómetros de la desembocadura del río Ñacunday.

Donde los manehones adquieren mayor extensión es a orillas delos infinitos ríos y arroyos que en todas direcciones cruzan. en in-trincada y tupida red, la región yerbatera del Alto Paraná. Se dila-tan en fajas de cien y más metros a lo largo de estos, por ambasorillas, guarneciéndolos a través de considerables distancias. Sonasí los yerbales que acompañan a los ríos y arroyos Yñaro, Yaeuay,Yacanguazú, 'I'ambey, Pirayuy, Yacuymi, Horqueta, Macaco, Ipa-nemi e Ipané-guazú en el oriente y norte paraguayo.

Estado y producción de les yerbales

Debido al antiguo sistema de poda, que consistía en despojar losárboles de sus hojas. cada tres años y también a los frecuentesincendios de montes originados por las malezas de que han estadoy aún permanecen cubiertos, malezas que la mayor parte de lasveces están formadas por tacuapizales de fácil combustión, losmanchones no presentan en la actualidad el aspecto compacto quese asegura presentaban antes, no muchos a110s atrás. Cuatro leguascuadradas. tendiéndose sobre yerbales regularmente buenos, pro-ducen hoy alrededor de 6 a 7.000 arrobas en «mboreviré», vale de-cir canchada. Sobre la misma extensión, en los primeros tiempos dela explotación yerbatera, se canchaban 20.000 arrobas. Los indus-triales paraguayos, reaccionan en el presente ante la evidencia de

E.3T-\BLECU1LEX'l"OS 'ERIH'l'EROS 91

la producción mermada y se disponen a ordenar la poda de cincoen cinco años, con cuya medida esperan volver, en poco. tiempomás, a la abundancia de la producción anterior.

Preparativos para la zafra

El «Rancho» como se le llama en el Paraguayo el «campamento»yerbatcl'o como se le designa en el Brasil, comienza a prepararsepara la zafra, que en el primero de estos países se "inicia general-mente en enero, en los primeros días de octubre y se termina en losúltimos de diciembre. Los hombres que ejecutan sus diversas cons-

.trucciones, trabajan por cuenta de la empresa a que el «rancho»pertenece y también por cuenta propia. Por desgracia, los datosque se consignan no tienen un carácter absolutamente general,pues hoy mismo existen empresas 'que mantienen el antiguo einaudito procedimiento de obligar a los individuos de las «comiti-vas» a efectuar esta clase de tareas,~que se prolongan en cuantoa su duración en el paralelismo con el mejoramiento de los viejosy rutinarios sistemas de laboreo.e=sin otra remuneración que ladel mezquino sustento que se 'les acuerda a través de dichos tra-bajos de preparación, fuertes al igual de los otros trabajos regio-nales. La preparación del rancho. en épocas en que el inmoderadoafán de producción abundante y de fácil lucro poseía a todos losindustriales del Alto Paraná, duraba diez, doce o veinte días a losumo. Xo se necesitaba entonces mayor tiempo para levantar frá-giles construcciones. de tacuara, tacuapí, pindó. y cuero, pero amedida que esas imposiciones de los mercados consumidores operansobre el criterio de los industriales.. se acentúa la preocupación pormejorar los detalles de la elaboración, entre los cuales ocupan im-portantísimo lugar los que conciernen al Rancho: barbacuá, cilin-dro para el canehado y noque.

En la actualidad, en casi todos los establecimientos paraguayos. J' en algunos del Brasil, las construcciones del Rancho se hacen de~l1ac1eray son seguras y convenientemente aceptadas a los finesIndustriales a que se las destina.

Begún se ha dicho, los trabajos de construcción y preparaciónd:l rancho se 'hacen hoy por cuenta de las empresas-e-por admi-~Istpación y por cuenta propia de los trabajadorea-=por un tanto.

n el primero de los casos, se le paga al obrero un peso moneda ar-

Page 49: Investigación de las condiciones de vida y trabajo del Alto Paraná

92

gentina diario y la comida, y en elsegundo, a los que se ocupan enlabrar pequeñas tablas hechas con una herramienta ad-hoc- ,especie de machete, que se emplea en techos y paredes, se le abonaa razón de $ 20 el millar de piezas de cincuent,a centímetros delargo por diez o doce centímetros de ancho.

Situación y disposición del rancho o campamento

•'Designado el yerbal en que ha de trabajarse, se busca en sus in-

mediaciones un lugar a orillas de cualquier arroyo, inmediato a ély adecuado al fin propuesto.

Encontrado el lugar, se procede a limpiado completamente deárboles y malezas en un cuadrado de ciento cincuenta metros porcada costado. Los que he visto en Ñacunday se extienden en suaveplano inclinado desde los inmensos árboles de la selva, hasta lacorriente de agua que lo limita por la parte opuesta en uno de suslados.

Las c~nstrucciones se hacen, como lo he' dicho, de madera. y lasconstituye el barbacuá, el noque con cobertizo anexo destinado alcilindro de la molienda, la «comisaría» la balanza o romana y elcorral de las mulas. Próximas al barbacuá, entre éste y el noque,se levantan las viviendas para el «urú» y los «guaynos». las mejo-res sin duda del campamento obrero, por cuanto las otras, las delos «mineros», ya metidas en el bos-que aunque no muy distante dellugar descubierto del núcleo principal, son diminutas chozas depindó, .tacuapí o tacuara de una pobreza verdaderamente heróiea.

El plano adjunto ofrece una cabal idea del trazado y estructuradel «Rancho», así como también' de la disposición y dimensiones desus construcciones.

A veces, cuando el trabajo debe hacerse sobre yerbales dilatados,la comitiva se desdobla y llevada la romana a un punto interme-dio entre el «Rancho» y el extremo límite de aquél. las chozas delos «mineros» comprendidos en la división del desdoblamiento, seamontonan en torno de la romana que en 'ese caso reemplaza al«barbacuá» como lugar de recepción para los «raid os».

ESTABLECDlJEI\TOS YERB.\'l'EROS

Constitución y organización de las comitivas

En la organización actual del trabajo en los establecimientosindustriales del Alto Paraná, los yerbales dependen de la adminis-tración situada en el puerto que sirve para la carga de los produe-tos y para la recepción de los artículos de consumo, «las provistas»~según la frase original-destinadas a satisfacer las necesidadesde los mismos establecimientos por un tiempo dado .

En ese puerto desembarcan los peones contratados en Posadaspor los conchabadores. de las empresas y desde él se les envía a los«ha bilitados», de acuerdo a sus pedidos anteriores, al centro delos trabajos. No todos los individuos que forman las «corni tivas»al iniciarse las grandes faenas anuales, son de reciente arribo, pues,como ya se ha dicho, muchos «mineros» que no les ha sido posibleequilibrar el renglón de su producción y el de sus gastos en la zafraanterior, permanecen en el establecimiento hasta la zafra siguien-te, dedicados a otras tareas que les permitan llegar, más o menospronto, al ansiado equilibrio.

El trayecto entre el puerto y el punto de destino, lo hacen enparte sobre carros polacos, de uso ya muy generalizado en la re-gión, y el resto a pie. En Santa Elena, Brasil, establecimiento deDomingo Barthe, hacen un recorrido de veintidós leguas en dichoscarros, por amplias y hermosas picadas 'abiertas en la imponenteselva,,)' la distancia que media desde allí-administración o depó-sito central hasta los yerbales en explotación,-diez leguas a pie.

El ad ministrador de Santa Elena, Manuel Lizadro .. les permite€mpleal' las mulas o burros de la empresa para conducir, en laúltima etapa, sus mujeres y niños, si los tienen, y también sus equi-pajes, por lo general un pequeño baúl.

y aqui se debe fijar un detalle que evidencia la insuperable, laasombrosa resistencia del trabajador del Alto Paraná.

~atisfechas sus deudas con el establecimiento y en condicionesPOI' lo tanto de emprender el periódico viaje a Posadas, más deUna vez y a fin de no perder el embarque por e'l primer vapor dela carrera, cuyo día de escala se conoce, esos hombres de bronce,113n recorrido las treinta leguas que los separa del puerto, con SllS

equipajes a cuestas, en tres días de marcha forzada!Ya en el verbal, levantadas las construcción es constitutivas

del «Rancho» 'se procede a la organización definitiva de la «Comi-

Page 50: Investigación de las condiciones de vida y trabajo del Alto Paraná

94 BOLETj¡.¡ DEI, DEPART.UlEl\TO l\ACIOl\AL DEI, l'R.,\tlAJO

tiva» que en los vastos trabajos queda formada aSÍ, bajo la dir ección superior y vigilancia del «habilitado»: un dependiente auxi-liar del habilitado, un «urú», dos «guaynos», un capataz de tari-feros, diez tariferos, un cocinero y un «pindocerp».

Cuando la extensión del yerbal impone el desdoblamiento a queme he referido en otra nota, la comitiva del romaneo queda org:.t-nizada en la forma siguiente: un capataz, diez tariferos r un coci-nero.

Las «comitivas» al comenzar el corte y la elaboración de la yerba,forman, pues, en conjunto un total de veintiocho a treinta hom-bres. En la especial nomenclatura de las empresas yerbateras, a la«comitiva» se la designa con el nombre que el habilitado les dá enrecuerdo de hechos o circunstancias diversas o en expresión de undetalle saliente del suelo o del paisaje del mismo lugar. En SantaElena existen las comitivas «Año Nuevo», «Centenario» ~. «Oerri-to», y en Ñacnnday las «1908» y «Palmera».

El trabajo

En la oscuridad de la noche cerrada, débilmente entreabierta enel primer plano y en reducido círculo por los resplandores delbarbacuá, los puntos de un rojo opaco que se escalonan a la distan-cia marcando el lugar de las chozas obreras, se avivan ~- chispo-rrotean de pronto. Son las tres de la mañana. La vida y el trabajoempiezan en el «Rancho».

Hombres y mujeres se amontonan en torno de los fogones parasaborear, medio dormidos aún, el estimulante cimarrón, mientrasse sazona, a través de pacientes y largas manipulaciones el revirado'«revivo»-como se le' dice por 'acá-del desayuno.

~o bien las primeras luces del alba borran del paisaje los fan-tásticos aspectos que por algunas horas les diera el fulgor deincendio de los fogones, reintegrándolo a la augusta y suave notade serena armonía imperante en la selva, los trabajadores se diri-gen a sus tareas.

Los tariferos acompañados de sus mujeres-excelentes «guai-nos»-(l) emprenden la marcha hacia el «manchón» y una vez allí

(l) «Guaino», en lengua guara n í, significa muchacho, pero el] los trabajosdel Alto Pa raná se USR el término bajo la acepción de avudaute o ayudanta.

J,;!';'J'AIl[,E 1,\l.lEl\TOS YERBA'fEROS

preparan Y encienden el fuego para «zapecar» o chamuscar la yer-ba cortada y reunida el día anterior, juntamente con la leña,-mital seca y mitad verde.e=par a las llamas del «zapeco», dispuestaen pequeño rimero al alcance de 'la mano. La leña se emplea así,seca y verde, para regularizar la altura de la llama y también paradisminuir, haciéndolo posible, el trabajo de cortada, pues el fogón,c.onsume enorme cantidad de astillas.

Terminado el «zapeco» se arma el eraido» que el tarifero estáobligado a conducir sobre sus espaldas hasta una distancia de milquinientos a dos mil metros.

La obligación es esa, pero por lo general la romana de pilón o'el «barbacuá»-los dos lugares de entrega-quedan a menor dis-

, tancia de los manchones en zafra. El «raido» pesa siempre cientocincuenta, ciento ochenta y hasta doscientos kilos y la forma desu conducción representa, a mi juicio, un asombroso cuanto ani-quilador esfuerzo físico. Puesta la correa que ciñe al «raido» porel medio para pasar luego sobre la frente del condnctor,-correaque recibe el nombre de «alza»-el «tarifero» se coloca a su ladoen la posición militar de rodilla en tierra y ensaya el difícil y peli-groso ejercicio de levantarlo y equilibrarlo sobre sus espaldas,que se encorvan naturalmente, rendidas a su peso. No es de olvidar-la atormentada silueta de esos hombres,-cuyos delgados cuerposparecen crugir bajo la inquietante gravitación de un fardo que-produce, a quien lo observa con ojos humanos, el raro espejismo dealgo que se ensancha por grados, al extremo de revestir formas ':rproporciones de mole-en lenta marcha con los brazos en alto :r lasmanos entrelazadas sobre la cabeza, hacia el «barbacuá» y la ro-mana, lugares a que llega entre 9 y 10.30 de la mañana. (Corte«veinticuatro») .

En mis visitas a los establecimientos ele trabajo y a los centros-de conchabo del Alto Paraná, no he encontrado un solo «tarifero»«ue después de diez años de 'ejercicio en tan bestiales tareas, haya

'permanecido en condiciones de acometer cualquier empeño quedemande el menor empleo de energías. Físicamente deformados,Consumidos «lastimados» como ellos dicen con acento y miradasimpregnadas de profunda tristeza, quedan reducidos, en la florfle la edad" a ruinas vivientes, a verdaderos andrajos sociales. Atal altura de la vida, al «tarifero» no le queda otro recurso, sinoqniel'e mendigar el sustento o morir de hambre, que establecerse'Como bolichero en los centros de conchabo o enrolarse como coci-l1E'l'O' en las cuadrillas obreras de su' procedencia .

Page 51: Investigación de las condiciones de vida y trabajo del Alto Paraná

lJl) BOI"ET1x DEL DEl'.\R'l'.\MESTO SACIOS.\L DEL TR.\B.\JO

Advierto que me alejo involuntariamente del punto de partiday .el plan expositivo de estas notas me obliga a volver a él.

lVIomentos antes que los «tariferos» dejen sus chozas al empren-der las tareas del día, los troperos aparejan las mulas para diri-girse asimismo en el caso frecuente del desdobiamiento de «comi-tivas» de que ya me he ocupado, al «romaneo» distante y traer,sobre los lomos de aquellas, en abultados cargueros la yerba «za-pecada» al «barbacuá».

El «urú» y los «guainos» entretanto concluyen la torrefaccióncomenzada al atardecer de la víspera y desarrollada en un laborio-so proceso de doce horas, durante toda la noche, según se verá másadelante.

.A las seis de la mañana. poco más o menos, el «lUÚ», auxiliadopor sus dos «guainos», descarga las doscientas cincuenta o trescien-tas arrobas del «barbacuá», yen «ponchadas» (1) de ocho a diezarrobas 'las transporta al cilindro del canchado o molienda. El indi-viduo encargado de leste aparato,;-el «eihndreroa-c-efectúa sinextraña ayuda, absolutamente solo, la molienda y a su vez llevala yerba al «noque» (2) o «Perchel» (3) en grandes bolsas. La yer-ba se deposita suelta y se apisona, algunas veces con un pisón dediez kilos y otras con el «atacador», palo redondo y rústico queacaba en punta, de dos metros o algo más de largo y de doce ocatorce centímetros de grueso. Esta parte de la tarea, penosacomo todas las otras, es también cumplida por el cilindrero.

A las once y media de la mañana, se come el «yopará», hechopor cada uno de los individuos del «rancho» o reunidos de dos endos en fraternal compañerismo. El del «habilitado» lo prepara el«dependiente», pobre sujeto proteiforme que pesa la yerba,' vendelos artículos de la proveeduría, anota los gastos y las ganancias delos peones, lleva el libro diario de la habilitación y en los momentosde. descanso, tal vez para que no adquiera malos hábitos, se lemanda al monte .. hacha al hombro a cortar leña!

La tregua de la mitad de la jornada se prolonga hasta las trespasado meridiano, hora en que los «tariferos», en unión de susfuertes compañeras, van de nuevo al yerbal al corte de las hojas.

(1) El «poncho» Empleado al efecto, es un pedazo de arpillera de tres metroscuadrados.

(l!) Dencminación brasileña.(3) Denom inaeión paraguaya.

ESTABLECIMJEXTOS YERBATEROS '97

y el eurús-y los «guainos» a reunir la leña para el horno del «bar-bacuá»-( en los establecimientos paraguayos que conozco, se em-plea, para dicho horno, la madera de «Ibirahobí», exclusivamente,y para los fogones del «zapeco», la expresada y las de «Ibiraye-piró»,-palo pelado-«Laurel canela», «Ibirapiú»,-la «María Pre-ta» de los brasileños-e «Ibirapepé» y-que cargan con las prime-ras cincuenta o sesenta arrobas de yerba a las cinco de la tarde' yluego, durante la noche y a intervalos ;egulares de una hora, ~o~cantidades de veinte a veinticinco arrobas, hasta completar la zafradel día:, trescientas a trescientas cincuenta arrobas. La operacióndel tostado, lo repito, dura doce horas.

Es tan admirable la resi~tencia física que. ~emuestran permane~\temente los hombres y mujeres de las «comitivas» yerbateras comosu habilidad y destreza en el ejercicio de las diferentes funcionesque en ella realizan. La poda que los «mineros» efectúan a limpiotajo. de machete, es de una rapidez y precisión sorprendentes.Cuando la planta es alta.s-rtodas las que yo he visto lo son·-, eltrabajador se aproxima al tronco, cuyo volumen ya ha medido conla vista, y se coloca de tobillo a tobillo la correa en forma y demanera que ha de ayudarle a trepar ofreciéndole un buen puntode apoyo. Encaramado en la copa, en la profusión de las ramashostiles, sin detenerse y cual si llenara una función mecánica (1),blande su machete, refulgente a la luz rojiza y oblícua de la tarde,en continuado relampagueo de juego malabar. Y la espesura de lascopas se resuelve en copiosa lluvia de ramas que caen silenciosas

(J) Quiero explicar el val o!' de la ·frase. En los yerba-les paraguayos del AltoParaná, la zafra se efectúa de acuerdo a un sistema racional y previsor. Lasplantas, en la actualidad se cuidan con esmero. Se recuerda la época en que los«manchones». se diezmaban y aún desaparecían completamente bajo la tala arra-sadora de los machetes salvajes, y se establecen, como es natural, comparaconesql:e revelan las ventajas de los procedimientos en uso. La zafra es hoy opera-

. CIOU reflexiva y prudente que p-repara el árbol para las abundantes produccionesdel futuro. Los reglamentos de las empresas establecen penas,-en fO-J';l1a demultas d . . d' . 1 . "y e aecioues Jl1 lela eS,-para los brabajadores que las violen, perjud i-cando la existencia, desarrollo y producción de los áJrboles. Y estos reglamentos,-de Simple y obligada f'órrr.ula, del todo inútiles en los viejos yerbales fiscalesargentinos de nuestras Misiones,-se cumplen estrictaménte me consta en los11leucionados establecimientos paraguayos .. Es, pues, por ~so que dec;aro miasom"ro a t t b . . de' " n e un ra aJo que, sien o como en efecto· es, trabajo razouado, se".ec.uta por los «tal'iferos» con la mecánica y rápida precis'ón .descripta en la

paglna que exige la presente nota. -,

7

Page 52: Investigación de las condiciones de vida y trabajo del Alto Paraná

98 BOLEríx DEL DEPARTAMEKTO NACIOXAL DEL 'J'RABAJO

, jesparciendo en el ambiente, cargado de virginales efluvios, frescosy penetrantes aromas de sávia. Cuando el operador cuenta con elinapreciable concurso del «guaino»-la mujer-ésta,' con la mismafacilidad con que aquel efectúa el corte, arregla en el suelo los ga-jos caídos, disponiéndolos en ramas que por su 'estructura y uni-formidad simplifiquen el ezapecado» del día siguiente, y las amon-tona después, cuidadosamente, de manera que resistan el abun-dante rocío de la noche.

El reglamento o condiciones de trabajo de 10.3 establecimientosyerbateros, estampado en la primera página de la libreta de lostrabajadores, contiene, invariablemente esta cláusula sacramental:«el minero» está obligado a cortar todos los «isipó» (1) o cual-quier otra rama que estén entrelazadas con los árboles de yerba»(textual). De ahí la mayor dureza y fatiga del trabajo impuesto adicho individuo que a más de cumplir la parte de tarea que por sísola debiera constituir su obra del día, se ve impelido a batirse de-nodadamente can la lujuriosa vegetación de los «isipó», vegetaciónque cubre la selva en la inconmensurable plenitud de sus ámbitos,y en bravío y no detenido avance hacia la altura, liga, entreteje ydomina todas las copas, aún 'las más elevadas y soberbias.

El tarifero no tan sólo resulta admirable en el doble trabajo dela poda y limpieza del árbol (2), sino también y quizás aún más,en las funciones del «zapeco», 'donde pone de relieve una destrezayrapidez superiores a toda ponderación. Resguardado a medias delinsoportable calor que desarrollan las devoradoras llamas del fo-gón, por el atajo de la «trinchera»-«parapeito» le dicen los bra-sileños,-bañado en sudor, pasa y abre en el centro y a lo largo delas llamas los manojos de ramas verdes.e=cuyo volumen .es necesariomedir previamente a fin de que las hojas no guarden humedad ni .se sequen demasiado,--:-que estallan en continuo chisporroteo, consostenida e incansable prontitud.

Cae la tarde; las sombras invaden el ambiente de la selva, inten-so de paz y de misterio. El carrito vergonzante del «pindocero»

(1) «Isipó», nombre generrco de todas las plantas trepadoras de la región.(2) Se calcula en .3 a 4 arrobas, término medio, de hojas verdes, la producción

de cada planta de yerba. 'Si fijamos la zafra de los «tariferos» en el promediode 18 arrobas de hojas «zape.cadas» y descontamos el peso de jugos evaporadosen el «zapeco», tendremos el número de los árboles trabajados diar lamente porcada uno de ellos: 6 a 8 árboles.

E.~TABLECDilEXTOS YERBATEROS 9'9

chato Y feo, avanza por la picada desbordante de largas palmas,verdes y lustrosas. La preciosa carga, que trae a la mente antiguosy luminosos pasajes de historia, no viene destinada para adornarlas esbeltas columnas de un frontón griego, ni las tribunas patri-cias del foro. ni a caer cual' alfombra, en la calzada romana deanchas lozas, bajo las ruedas de bronce del carro de triunfo, sinopara servir de forraje a las pacientes mulas del «Rancho» y elpensamiento bruscamente 'sacudido, se vuelve al lugar y 3.'1 momentopara considerar el esfuerzo que ha debido realizar el conductor alderribar a hachazos, buscándolos y descubriéndolos en la espes~radel monte, a los elegantes «pindó»-ejemplares que harían la glo-ria de nuestros jardines porteños,-cuyo plumacho les ofrece diezo doce palmas, que no alcanzan a igualar en número a los centavosde la recompensa (li1Los «tariferos» aparecen también en grupospor la misma picada. Regresan con pesado y tardo paso, casi per-didos en los tonos fríos de la penumbra, al descanso de sus chozas.La comida del miserable «yipará» es breve. El movimiento decrecelas voces y ruidos se apagan, y en el silencio y la quietud emotivo~de la hora. el «barbacuá» resplandece aislado destacando con vivostoques de luz, las tres grandes figuras del campamento en reposo:«el urús y sus dos «guainos». .

Son las ocho de la noche. Se descansará hasta las tres de la ma-ñana. El trabajo del día ha terminado en la parte susceptible detérmino.

dORTE DE YERBA

Síntemas o procedimientos en uso

Existen dos sistemás o maneras de 'cortar la yerba: el «Tini» (queen guaraní significa 'calor duro. o [uerie) y el «veinticuatro» Ilama-:do así porque es un corte efectuado regularmente cada veinticuatrohoras. El primero se usa generalmente en el Brasil y en muy pocosestable~imientos del Paraguay y el segundo en la mayor parte delos establecimientos de este último país.-(l) Se podrá ver en otro lugar que a los «pindoceros» se les paga s 0.80'J $ 1 por cada cien hojas puestas en el corral.

Page 53: Investigación de las condiciones de vida y trabajo del Alto Paraná

100 BOLETÍX DEL DEP_\RT_U\fE.:\'l'O SAC'lOXAL DEL 'fRABAJO

lil Sistema o procedimiento «'I'iní»

Los «macheteros» empiezan su tarea de poda o, desgaje al acla-real' el día. A esa hora los árboles están cubiertos por el copiosorocío de la zona sub-tropical. La yerba, se la lleva, pues, mojadaal lugar en que ha de ser «zapecada» o «chamuscada», cuyo lugarlo constituye un espacio de 2.50 X 2.50 metros, inmediato a losárboles podados y en el cual se improvisa el pequeño fogón que sedescribe a'l pie del dibujo adjunto. La operación de «zapecar» porel sistema de referencia comienza generalmente a las nueve de lamañana y permite al «machetero», muchas veces, después de en-tregado el primer «raido» cuyo peso oscila entre 10 y 12 arrobas,volver a lo que ellos llaman «repicar», es deeirr, reanudar la tareaanterior y aportar a la romana de pilón o al «barbacuá» algunaspocas arrobas más que aumenten un tanto la mezquina remunera-ción de su penosísimo trabajo diario. Es el descripto, el sistemapreferido por la gente de trabajo, ansiosa de una retribución quepor lo menos le permita saldar su cuenta con el patrón al términode la zafra. ya que en la mayoría de los casos, concluída esta,-que en el Paraguay es de ocho meses, de enero a agosto,-y en laArgentina de seis,-de marzo a a-gosto,-el infeliz trabajador se veobligado, por no haber alcanzado a realizar la aspiración apun-tada, debilitado y herido, a acometer la obra de los «rozados» o asentar plaza de «picadero»! El sistema «Tiní» conspira decidida-mente contra la salud del «machetero», pues aparte de las otrasdolencias a que los expone la humedad del ambiente que penetrasus ropas hasta empaparlas, como las mojaría la lluvia, la accióndel calor violento de los fogones del «zapeco», los entrega a losreumatismos agudos de que todos ellos padecen muy jóvenes aún.

Sistema -o procedimiento «veinticuatro»

Ya he dicho que la operación regula]; efectuada a traves deltérmino fijo de veinticuatro horas, le dá el nombre a este sistemapreferido por los grandes yerbateros y nue industrialmente consi-derado, es sin disputa, el mejor. El corte «veinticuatro» comienzaa las cuatro de la tarde después que los mácheteros han preparadoel fogón para el «zapeco» y se termina, por lo general. a la puestadel sol.

ES'J'.\BLECIMIENTOS YERBA'fEROS 101

El «zapecado», se hace algunas veces, cuando el tiempo es bue-,no, en las primeras horas de la noche y comunmente de cuatro acinco de la mañana. Efectuado el zapecado, se procede, como en elvistema anterior, al despunte que como es sabido, consiste en separarlas hojas adheridas a las pequeñas ramas, de los gruesos gajossustentores. Los «raidos» son conducidos a los lugares del recibo,entre 10 y 10.30 de la mañana.

Las ventajas industriales del «veinticuatro», las que han decidi-do e impuesto su implantación definitiva en la mayoría de los esta-blecimientos paraguayos, consisten en el probado mejoramientodel producto, cosechado y elaborado en las condiciones expresadassobre el producto similar, cosechado y elaborado aezún las prác-ticas de los otros sistemas.

«Barbacuá» y «noque» o «perchel»

Ha bía creído hasta aquí, apoyándome en referencias verbales yen publicaciones hechas sobre el particular, que el procedimientoparaguayo para la torrefacción de la yerba. generalizado en laactualidad sobre toclala vasta región productora. databa de untiempo anterior al de la guerra de 1865-70. Se decía y escribíaesto, estableciendo diferencias entre el procedimiento que se clasi-ficaba el del «barbacuá», en uso, de «misionero», a fuego directo,y el denominado «paraguayo», a fuego indirecto. ~ o ha sido así,sin embargo, pues viejos yerbateros del Paraguay me han asegu-rado que el «barbacuá» de hoy, único e irreemplazable por el mo-mento para el tratado de la yerba, fué ideado por el español Ra-fael Augusti, quien lo ensayó por primera vez en Villa San Pedro,al norte de la Asunción" allá por el año 1885. Consigno lo anterior,a título de antecedente curioso, ya que mi propósito es sólo el dedescribir la principal y más cuidada construcción del «Campamen-to» yerbatero.

Tres partes lo constituyen: 1a armazón que contiene la yerba enla operación del tostado, el «horno» y la «chimenea», que no es más -que IR prolongación del «cañón» o «conducto».

La armazón se levanta sobre una planta circular interrumpidaen sus extremos por el trazo de dos rectas paralelas. La aberturaque forman estas rectas, interceptadas en ambas partes por el pun-to intermedio del horcón mide en total 4 metros y entre uno yotro horcón ·~e extiende la distancia de 111Pt]'OS6.50.

Page 54: Investigación de las condiciones de vida y trabajo del Alto Paraná

.102 BOl,ETíx DEL DEPAR'rAlI1EXTO XAClOXAL DEL 1'RABAJO

La mayor anchura de la planta, la da la proporción del arco. Loshorcones tienen, por lo común, 0.80 metros de alto: metros 1.30bajo el nivel del suelo, 1 metro desde el suelo hasta la base de lahorqueta y 1.50 metros desde dicha base hasta las extremidadesde la misma. .

A ambos lados de los horcones (2 metros) corren equidistantes,los «postes de costilleras», que en «barbacuás» para 400 o 500 arro-bas, tales como los que se construyen en el Paraguay y el Bra-sil (1), alcanzan al número de nueve por cada lado, y a siete enlos de 150 a 200 arrobas, generalmente usados en los numerososyerbales de Domingo Barthe, en el Paraguay, en los del mismoseñor" y Núñez y Gibaja y Julio Allica en el Brasil y en todos losargentinos. Estos postes, de algo más de un metro de -altura, sir-ven para soportar a las «costillas» que partiendo de ellos se entre-cruzan sobre la cumbrera. Las «costillas» que a su vez sirven deasiento al tupido «envarillado» verdadero. piso del «barbacuá», seligan a los postes, al igual que las «varillas» verticales que haceu labarrera o baranda superior, por medio de ataduras de «guembepí»o «tacuapí» (se prefieren las primeras por su mayor resistencia. ala ac-ción del calor) y entre sí, para mantener mejor su equidis-tancia y adherencia a los postes, por barreras horizontales, quedescriben la misma curva de los postes. Otros dos horcones se cla-van al lado de los expresados y sobre ellos corre la cumbrera,apoyo, con la solera y contrasolera del techo del «barbacuá». Di-chos horcones tienen una altura total de 10 metros. La solera comosobre soportes de 8 metros y la contrasolera de 6 metros. Si recor-damos de la parte enterrada de los horcones es la de metros 1.30,y que la cumbrera en forma de arco del «barbacuá» mide en sumayor altura metros 3.90, tendremos que la techumbre se desarrollaa una elevación máxima de metros 3.90 sobre el «envarillado» delpiso. Se emplean como maderas de construcción en el «barbacuá»,el «guatambo», madera dura y flexible. el «Ibiranetí» y el «Ibirao-bi». El techo se hace de hojas de «pindó», (que en los días lluviososse cubre con lonas para asegurar su impermeabilidad) lo mismoque el cobertizo triangular del horno.

En el centro del «barbaeuá» se halla la abertura de la chimenea

(l) San Estanislao, San Pedro, Villa Concepción, 'I'acurú-Pucú, en el Para-guay, y en el Brasil en el Estado de Matto Grosso.

ESTABLEcnUEXTOS YERBATEROS 103

que mide en la boca 0.80 centímetros con rebordes de 0.20 metrosy 1.75 de profundidad.

El horno se construye a metros 10 de la chimenea. Mide metros2 X 1.70 de abertura, y metros 3 de profundidad. El «conducto»o «cañón» que pone en contacto las dos aberturas, recorre, en el

lana inclinado que proyecta la diferencia de niveles de las dosProfundidades anotadas, en anchura progresiva que va desde el~iámetrode metros 1 en el arranque del horno al de metros 0.75en el desemboque de la chimenea suministra calor al «barbacuá» rotros, muy frecuentes, en que un solo horno esparce calor por doschimeneas, pero no bajo los principios de economía,-l~o la econo-mía de gastar bien sino la de gastar poco-e-que Imperan entoda la región del Alto Paraná, se adopta siempre el sistema quemenor cantidad de leña y de jornales consuma.

Como lo he hecho constar en la nota anterior y según el sistemade corte «veinticuatro», sistema que tiene la virtud de metodizary regularizar todas las otras tareas de los campamentos yerbateros,la yerba permanece en el «barbacuá» tostándose, doce hor~s, du-rante las cuales el «urú» y los «guainos» no cesan de trabajar. Senecesita una larga práctica y una habilidad extrema para efectuarel pesado y delicado trabajo del «urú», que por medio de su hor-quilla lleva y trae, en continuo y acompasado vaivén, l~s hojas deyerba desde las extremidades al centro y desde el medio a la ba-'randa del «barbaeuá» hasta porierlas en el preciso punto de sazón-que exige la buena elaboración del artículo. Los patrones o habili--tados buscan con empeño a los buenos «urues», que no abundan porcierto, y Ios halagan de- todas maner~~,-aunque jau:ás se les re-compensa en la forma merecida---::;pa'fa no verse prIvad~s ~e suimportantísimo concurso. N o solamente entra en las obligacionesdel «urú» el punto de sazón que debe alcanzar el tostado de layerba, sinó también la tonalidad del color que es necesario presen-te después de la operación. Y en este detalle, como en. todo". ~osotros de la larga elabor'ación, se atienden y cumplen las HUpOSlCIO-nes de los mercados modernos.

Al observar con la mayor atención y parte por parte, los diferen-tes trabajos que se ejecutan 'en los campamentos, he creído ir des-cubriendo en la medida de mi avance informativo, a los verdade-ros héroes de las grandes jornadas, pero al terminarlo, y yaen la altura en que el conjunto se ofrece todo entero, me he con-Vencido que no es posible, so pena de caer en la parcialidad o en

Page 55: Investigación de las condiciones de vida y trabajo del Alto Paraná

10,1 BOLETíCi" DEL DEP_~RT_~~rEX1'O X_~ClOX_\L DEL TR_\B.~JO

la injusticia, establecer diferencias de medida o de grado en elpotente esfuerzo que en ellos se despliega. El «urú» y los «guainos»trabajan mucho, muchísimo, sin duda, pero no más que los infelices«tariferos».

Noque o Perchel

11"'1"

El «noque» o «perehel» ocupa generalmente en el «campamento»un rectángulo de noventa y seis metros cuadrados: metros 12 X 8.Su construcción en los establecimientos de que me ocupo, se haceen todas sus partes, paredes y techo, de madera, sobre pilotes quesostienen el piso a la altura' de un metro del suelo. ~ o tiene másque una abertura al frente: la puerta. Se procura siempre que laconstrucción resulte seca, absolutamente impermeable. Las pare-des y techo del «noque» se revisten en el interior de arpilleras quedetienen una gruesa capa aisladora de pasto seco. En los estableci-mientos donde es posible obtenerla,-centro y norte paraguayos-se emplea, para formar esa capa el «yahapé», planta que tiene ladoble ventaja de ser alta y resistente a la humedad, con lo cual,a más de lograrse el objetivo primordial, se ahorra tiempo y es-fuerzo en la obra del revestimiento. En los yerbales del mismo país,desde Tacuarú Pucú para abajo, y en los del Brasil, se usa exclu-sivamente el «tacuapí», no tan bueno pero que al fin lo reemplaza.La yerba molida en el cilindro (1), que funciona a espaldas del«noques bajo un cobertizo de metros 9 X 9. se transporta al«no que» y una vez allí libre de la bolsa, se la apisona. por medio delo, procedimientos ya detallados, para reducir su volumen y mau-tener su aroma.

",~;~,I!

(1) El cil indro para la' molienda en uso por estos parajes desde tres añosatrás, ha venido a suprimir de la tarea de los «tariferos» una de sus muy peno-sas partes: la del «canchado». Con anterioridad al tiempo indicado, esos traba-jadores estaban obligados a moler, con una especie de machete de madera, layerba que se descargaba del «barbacuá».

ESTABLECIMIECi"TOS YERB_~TEROS ]05

TRANSPORTE DE LA YERBA

Tropas de mulas

Desde el campamento o lugar de la zafra hasta las buenas pica-das el transporte de la yerba se hace a lomo de mula, en «brua-, .cas» de cuero especie. de árganas, colocadas a ambos loados del am-mal. La carga de cada mula es de 12 a 14 arrobas (138 a 161 kilos).}Ie refiero a los establecimientos paraguayos donde el animal secuida, .pues, en mi visita a Puerto Esperanza, establecimiento ar-gentino de Núñez y Gibaja, ví llegar una tropa' que conducía yerbadesde el Brasil-17 leguas al interior de Barracón (1), punto quedista 28 leguas de Puerto Esperanza, cuyos pobres animalitos sos-tenían cargueros de más de 200 kilos de peso!

Forman la tropa treinta mulas: 25 cargueras, 2 de reserva y 3para uso del' capataz, peón de tropa y madrinero. Tres hombres,pues, constituyen su personal.

El trabajo de los hombres de tropa es fuerte y complicado. Enpermanente movimiento de transporte "soportan, en las peorescondiciones, todas las inclemencias del tiempo. Antes de aclarar,en las noches oscuras y «al primer canto del gallo» en las de luna,se levantan para emprender la jornada. El madrinero,-un niñoen todas las tropas-, es el encargado de encender el fogón, calentarel agua para el mate y preparar el «reviro». Apenas toman unosmates y mientras llega a punto el desayuno tradicional, el peónse dirige por el «pique» recientemente abierto al «quichinal» pró-ximo -se les da este nombre a los lugares cubiertos de «taeuarem-,hó» (2) o de «pitinga» (3), para reunir la tropa al toque del cen-cerro de 'la madrina, empeño que realiza sin mayores inconve-nientes a no existir un burro «guaraypo»,-indócil, arisco-, queresista, como muchas veces acontece" el llamado a la congregación.

, El capataz, entretanto revisa y compone cuidadosamente todos losarreos, aparejos y quincallas de la tropa.

(1) Estas tropas emplean un mes en el viaje redondo, es decir, ida y vuelta.(2) Caña que se desarrolla extendlda, abierta, aparragada casi, en los puntos

en que le falta el apoyo de los árboles.(3) Paja alta de hojas finas y vellcsas ; constituye el forraje de monte pre·

feri(lo .por las mulas.

Page 56: Investigación de las condiciones de vida y trabajo del Alto Paraná

ESTABL¡;;CIMIEX1'OS YERBATEROS 107IUti BOLETÍX DEL DEPAR1'.UIE;s'TO XAClOX.\L DEL '['RABAJO

copiosas lluvias de la región subtropical, el alto se prolonga«hasta que serene». Preceden las jornadas de viaje las operacionesdescriptas y al punto terminal entregan la carga en la balanza yluego en el depósito,-que algunas veces está ubicado en el centrodel establecimiento, al extremo de las grandes picadas, y otras enla costa, sobre los mismos puertos de embarque. En el depósito, .elpersonal de la tropa desocupa las «bruacas» que de nuevo son lle-vadas a la balanza para descontar su peso del peso de la yerbaque conducían. Las «bruaeas» cargadas ofrecen al tacto la solidezde la piedra. Hechas de cuero, se humedecen la víspera de ocupar-las a fin de que' cedan todo cuanto sea posible a la yerba y a lapresión- del «atacador»-igna 1 al del «noque»-que la apelmaza

.para reducir su volumen.Dos y medio o tres días emplean el capataz y el peón para llenar

y alistar por completo para el transporte, los veinticinco pares de«bruacas» de una tropa.

Reunidos los animales en el «encosto» el lugar abierto sobreaguadas que sirve de asiento al pequeño campamento-el madri-nero presenta una a una las mulas al aparejo J' a la carga. opera-ción que realizan frente a la pila de las «bruacas», el capataz J' elpeón. Terminada la carga, la tropa se pone en marcha, precedidapor el madrinero que se destaca a vanguardia a una distancia decincuenta metros de la columna. Cuando las mulas no avanzan aigual paso, el capataz o el peón, uno de ellos, ocupa el centro i elotro se coloca atrás de los últimos cargueros.

A medio día se hace alto, procediéndose a la descarga de las«bruacas», lo que cuesta tanto esfuerzo como cargadas. Recuérdes~su peso. Se da principio al trabajo, descendiendo las más pesadasy sobre ellas se apilan las otras, que luego se cubren con una 10113

impermeable. Las «brnacas» al descender de los cargneros, caensobre las rodillas inclinadas del capataz o peón que las recibe, paraalzarlas en segundo y vigoroso movimiento, hasta la altura delhombro. Así, apoyadas sobre el hombro se trasladan a la pila. En-terado de lo penoso del trabajo, hice, en cierta oportunidad, descu-brir los hombros y espaldas de algunos troperos. Los tenían cu-biertos de repugnantes heridas que ellos procuraban anestesiar.ante el inevitable roce de las «bruacas» con pedazos de arpillerasucia, dobladas a manera de almohadillas.

Las tropas conducen con sus «municeras»-las «bruacas» de lasprovisiones y herramientas para el alimento y los trabajos del viaje.-una pequeña carpa, la improvisada vivienda de los hombres enlas «postas» de parada, denominación que también se le da al«encosto». Dicen los troperos que sus tardes de «posta» son de«tongo»,-de descanso-pero dicen mal, pues ellas se emplean enla apertura de piques y en la exploración de «quichinales» que nose hallen «batidos» por la voracidad de las mulas en estacionamien-tos anteriores. La obtención de forraje, más o menos adecuadoconstituye un árduo problema en la selva y los que se ven precisa-dos a encontrado pronto, tienen que dedicar mucho tiempo a latarea. '

Los capataces bautizan las «postas» con los nombres COI1 que des-pués se las conoce. Recuerdo,entre otros, los siguientes nombres,de posta: «Sara», «Mombucá», «Yatey», «Pinalcito», «Estero».«Yaeutinga», etc.

El reposo de la noche es breve. Si los días son buenos, la marchase reanuda a la hora de costumbre; si malos. en las frecuentes y.,-'

Carros polacos

Fué Jorge Barthe, distinguido joven paraguayo, el introductor detan excelente medio de transporte en los trabajos del Alto Paraná.L?~ colonos polacos que años atrás poblaron la colonia Apóstoles,hicieron conocer por primera vez en l\lisiones, el típico carro, quemás tarde había de difundirse, reportando considerables ventajas ala _industria, por toda la región de los yerbales paraguayos y brasi-leños comprendidos en la" zonas próximas a dicho río, desde Artazaal último puerto de la empresa Barthe, por el lado del Paraguay.

El ensayo se verificó en Santa Elena (Brasil), y bastó una cortaexperimentación en la práctica de los servicios a que se le dest:naba;para evidenciar su aplicabilidad provechosa, bajo el doble punto devista de la rapidez y de la economía. ', Carros chicos, livianos y ligeros, arrastrados por cuatro mulas,tienen capacidad para conducir de 900 a 1000 kilos de yerba (18 a20 bolsas de 50 kilos) por las buenas picadas que en no pocos esta-blecimientos de la región, llegan a distancias que varían entre 7 y 30leguas de la costa. Cada carro tiene, como es lógico, su conductor yéste es el encargado de cargado en el depósito central y de desear-garIo en el puerto. En algunos establecimientos. el citado de SantaElena, por ejemplo. los servicios de transporte de las «carrerías» de

Page 57: Investigación de las condiciones de vida y trabajo del Alto Paraná

]08

polacos, se hallan muy bien organizados. A distancia aproximadade ± y media leguas una de otra, a lo largo de las veintidós leguasde la gran picada, se escalonan las estaciones o «pozos» con sus res-pectivos depósitos. Cinco «carrerías» de 7 carros cada una, realizanel ,~~rvicio en conjunto, y por separado o en detalle, el de «pozo» a«pozo». La jornada de las carrerías es de igual duración y tiempo ala de las tropas, pero infinitamente menos penosa. El conductor car-

o ga su carro en un depósito y lo descarga en el otro. Conocen bien.en sus menores accidentes, el camino relativamente corto que debenrecorrer, día a día, en inmutable tarea; las estaciones o «pozos» lesofrecen abrigado techo, a la vez que los más indispensables recursosde vida. Las dificultades y responsabilidades del trabajo se reducen,pues, en lo posible.

La yerba se acondiciona en su envase definitivo-la bolsa-an-tes de ser transportada por los carros polacos. Ya sea que el servi-cio tenga que realizarse a través de varios «pozos» o ya desde elcentro directamente al puerto, la operación del envase se ejecutasiempre por individuos dedicados a esa labor especial, en el primerdepósito, al límite de la picada recorrida por los carros.

Estableciendo en 140 kilos (188 - 161 kilos) el promedio del pesoconducido ,por las mulas en 70S lugares donde se las cuida, y en 950kilos, (900 a 1.000 kilos) el de los carros 'polacos, se comprenderánfácilmente las ventajas económicas de este último sistema de tr-ans-portes, que, dentro del peso indicado, permite la supresión de tresmulas, animales cuyo precio oscila en el Alto Paraná entre la can-tidad de $ 90 a $ 100 en que se venden en Posadas y en $ 150 a $ I 80en el Brasil a la altura de la ex colonia militar del Iguazú. Remarcaaun más las expresadas ventajas, el dato, rigurosamente exacto, deque la duración del tiempo empleado en el transporte se reduce a lamitad en la práctica de dicho sistema.

REMUNERACION DEL TRABAJO

Jornales y salarios

Varían muy poco 10iS jornales y salarios en toda la enorme re,gión de trabajo conocida con el nombre de Alto Paraná. :En la es-pecialidad de las labores yerbateras, he escogido, para fijado en elpresente capítulo, por más que en carácter general ya figuren en el

ES1'ABLECIMIEK'l'OS YERBATEROS 109

de «Los Salarios», el tipo de jornales corrientes en dos importantesestablecimientos de la región, uno paraguayo ;r otro brasileño.

He aquí el tipo primero:H abilitada-Director de los trabajos, patrón directo de las «corni-

tivas» cuyos jornales corren por su cuenta. La empre a paga al ha-bilitado a razón de $ 1.20 a $ 1.30 por cada arroba de yerba can-chada puesta en <maque».

Dependiente.---Son obligaciones del dependiente: administrar elalmacén de la «comisaría», anotar, en las respectivas libretas losgastos y ganancias de los' trabajadores, llevar un libro diario y hacerlas planillas del movimiento general de las «comitivas» que mensual-mente se envían a la administración local de la empresa. Sueldo $ 60,manutención libre.

Caoatoe de J'01naneo.-Existe el puesto en el único caso del desdo-blamiento de «comitiva», cuando la, zafra realizada en vastos «man-chones», ,exige, para facilidad y rapidez del trabajo, la ubicación deuna romana en punto intermedio entre el «barbacuá» y el fondo de lazona en que se opera la zafra: Sueldo: $ 6,0, manutención libre.

Capataz de «rancho».-Desempeña análogas funciones a las delanterior. Sueldo: $ 60, manutención libre.

U1'ú.-El difícil trabajo de «nrú», ha quedado ya descrito. Debetostar de 250 a 300 arrobas de yerba, término medio, por día. Suel-do: $ 90, maaiutencuni a sn costal

Guaino.-Inseparable ayudante del «urú» (cada comiti va tienedos). Sueldo: $ 50, manutención a su costa.

Ta1'ife1'os, mineros o rnacltete1·os.-E,n 'el establecimiento en queescribo esta nota, como en todos los otros similares de la región. tra-bajan por un tanto, a destajo. Se les paga $ 30. por cada 100 arrobasde yerba «zapecada» puesta en «romaneo» o «barbacuá». Dentro delsistema de corte «veinticuatro» en práctica en el mencionado esta-blecimiento, los tariferos aportan un solo «raido» diario a los luga-res de recepción. El «raido» tiene, por lo general, de 10 a 18 arrobasde 'peso, que produciría, a ser buscado, un promedio de 14 arrobasdiarias, es decir, 42,0 arrobas mensuales. Pero teniendo en cuentatodas las cirennstaneias que conspiran contra el abundamiento dela producción, puede fijarse-juicio de viejos y expertos industrialesyerbateros-en 2,00 arrobas mensuales el razonable término mediode la capacidad productora de los «tariferos». Se hace la adverten-cia, que los mejores «tariferos» en trabajo de zafra en los mejores;rerhales, 1legan a producir hasta 300 arrobas mensuales.

Page 58: Investigación de las condiciones de vida y trabajo del Alto Paraná

] 1 O BOLE'Tí!': DEf, DEPAR'fAMEKTO NACJO!':AL DEL 'TRABA.lO

" '11'

Los gastos de manutención, a costa de los mismos trabajadores, yestos gastos excbusioamente de manutención, se mantienen entre$ 18 Y $ 25, cuando el peón es sólo, y entre $ 30 Y $ 35 cuando tienefamilia. Y la inmensa mayoría de los «tariferos» tienen compañeras,sus «guainos» en la zafra.

Quizás resulte útil hacer aquí una demostración gráfica de la si-tuación de estos hombres ante las recompensas que acuerda el capi-tal al penoso trabajo de los yerbateros, en el establecimiento de re-ferencia.

Tomo como base de demostración las 200 arrobas mensuales, quesegún autorizadas opiniones, hacen el término medio de la produc-ción de los «tariferos». Dichas 200 arrobas les producen $ 60 pormes, de cuya cantidad debe descontarse la de $ 18, que como se re-cordará, suma los gastos de manutención del «tarifero» sin familia.Hecho el descuento, la ganancia queda, pues, reducida, a $ 42 pormes con lo cual tiene que hacer frente a sus otros gastos-ropas, he-rramientas, tabaco, etc.-y a la amortización del anticipo mínimumde $ 2,25 que se le diera en el lugar del conchabo.

Cubierta en ocho meses de trabajo continuado la cantidad cono-cida del anticipo, tendremos que aun le restan $ llI-en total, esdecir, $ 13.87 1/2 por mes-8 meses-para hacer frente a los. expre-sados segundos gastos, cantidad a todas luces insuficiente.

Es por eso que se calcula en un 25 o 30 % el número de los peonesoue terminan la zafra con algunos haberes; el resto, son obreros deu-dores del establecimiento que 10.5 utiliza,hasta la completa chance-lac.ón de sus cuentas, en trabajos de «rozados», «picadas», etc.

il~1

, 1I

I¡'I'.1 '111~:I~li