inventarios, catalogos razonados e hª del a

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  • 7/31/2019 Inventarios, catalogos razonados e H del A

    1/10

    Introduccin

    En ocasin de las polmicas surgi-

    das a raz de los proyectos de catalo-

    gacin de las colecciones del Museo

    Nacional de Bellas Artes con motivo

    del Bicentenario de la Revolucin de

    Mayo, consideramos oportunas algu-

    nas reflexiones al respecto. Ellas no se

    refieren a dilucidar a quines les

    corresponde hacer el inventario ni

    quines participarn del mismo. Para

    esas decisiones existen mecanismos

    institucionales de convocatorias abier-

    tas que permiten evitar estriles con-

    frontaciones. Por lo tanto, nada cabe

    agregar a ese tema salvo el deseo de

    que en estos casos se cumplan dichas

    instancias institucionales reguladoras

    de la convivencia social y del xito de

    la empresa pblica.

    Intentaremos, en cambio, aportar

    algunas reflexiones sobre la naturaleza

    intrnseca y diferente de un inventario,

    de una catalogacin razonada y de una

    Historia de Arte. Trminos que son utili-

    zados, con frecuencia, indistintamente,

    y generalmente con poca propiedad.

    Nuestras reflexiones no se basarn

    en el significado etimolgico de cada

    trmino, segn su definicin en el dic-

    cionario de la Real Academia. Partire-

    mos, en cambio, de la experiencia real

    de nuestra historia y de la suerte de los

    inventarios emprendidos sobre el

    patrimonio cultural y artstico nacional.

    El precedente ms importante y mejor

    ESPACIOS24

    Inventarios, catlogos razonadose Historia de ArteDistintos niveles de anlisis e interpretacin

    Bozidar Darko Sustersic

    Prof. Consulto y Director del Instituto Payr, FFyL,

    UBA. Investigador principal, CONICET

    1. Crucifijo yacente, catedral de Corrientes.

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    conocido es el Inventario de bienes

    muebles del Patrimonio Artstico Nacio-

    nalde la Academia Nacional de Bellas

    Artes que es, hasta ahora, sin duda, el

    emprendimiento ms serio, constante

    y amplio llevado a cabo en nuestro

    pas, en materia de inventarios de

    patrimonios culturales.

    La primera etapa de ese inventario,

    que redund en un valioso volumen

    dedicado a la Provincia de Corrientes,

    fue el inicio de una larga serie que ya

    llega a los cinco tomos. Se trata de un

    primer nivel del estudio de nuestros

    bienes culturales. Los inventarios de la

    Academia Nacional de Bellas Artes han

    sido un gran aporte al conocimiento

    de nuestro patrimonio y de nuestra

    cultura de los siglos pasados. Pero,

    termina all la tarea de la investigacin

    de un patrimonio cultural? Dara la

    impresin de que ese emprendimien-

    to tendra la prioridad indiscutible y

    suficiente con respecto al conocimien-

    to de ese patrimonio. Actualmente la

    mayora est convencida de ello y los

    funcionarios encargados de la cultura

    y los directores de los museos general-

    mente estn persuadidos de que

    inventariar es la responsabilidad ms

    importante que a ellos les compete.

    Los presupuestos se asignan principal-

    mente a los equipos de inventariado-

    res y muy escasamente a los investiga-

    dores que intentan profundizar los

    conocimientos de esos bienes ya

    inventariados. Es aqu que nos referi-

    mos al segundo nivel de la investiga-

    cin de un patrimonio. En qu consis-

    te ese segundo nivel? Se trata de los

    catlogos razonados que tienen la

    misin de revisar los informes de los

    inventarios, corrigiendo o apoyando

    sus conclusiones y profundizando los

    conocimientos enunciados en aquella

    primera aproximacin.

    Un catlogo razonado suele ser ms

    restringido que un inventario y delimita

    un campo ms acotado de las investi-

    gaciones. El inventario de la Academia

    abarca los bienes muebles sean ellos

    cuadros o estatuas, muebles u objetos

    de arte, de uso religioso o profano. En

    cambio la catalogacin razonada lleva-

    da a cabo por nuestro proyecto

    UBACyT comprendi exclusivamente a

    la imaginera procedente de las Misio-

    nes Jesuticas Guaranes.1

    Finalmente, a partir de los conoci-

    mientos logrados en esas dos instan-

    cias previas, de los inventarios y de los

    catlogos razonados, se impone revisar

    las Historias de Arte actualmente en

    vigencia, corrigindolas o escribindo-

    las nuevamente, de ser ello necesario.

    Qu es una Historia de Arte y qu

    no llega a ser un inventario ni un cat-

    logo por ms razonado que sea? Qui-

    zs sea este el interrogante ms difcil

    para las actuales circunstancias en que

    se priorizan los inventarios y se poster-

    gan, desatienden e incluso desmere-

    cen las tareas del historiador de arte.

    Lo ilustra una ancdota que me viene

    a la memoria y que se aplica al tema.

    Recientemente, ante mis crticas a

    una presunta restauracin de piezas de

    Artes 25

    1. UBACYT 1995-1997 - TL48. Catalogacin razo-

    nada de la escultura de las Misiones Jesuticas en

    Iglesias y Museos de la Repblica Argentina.

    2. Crucifijo yacente, detalle del perfil, catedral

    de Corrientes.

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    un museo de arte misionero, la promo-

    tora cultural que contrat esos trabajos

    declar: Sustersic no puede opinar por-

    que es un historiador de arte y no un

    restaurador. Con lo cual quera signifi-

    car que la presunta restauradora que

    ella eligi y trajo, que de arte misionero

    saba muy poco, pues recin llegaba al

    pas, y ocho ayudantes jvenes improvi-

    sados que tampoco saban ni de arte, ni

    de restauracin, que estaban rasquete-

    ando y repintando antiguas imgenes

    misioneras, ellos s podan opinar pues

    manejaban bisturs y pinceles, pero un

    historiador de arte que consagr una

    vida profesional al tema, deba guardar

    silencio ante los daos que se desarro-

    llaban ante sus ojos. Si la consultramos

    sobre cul crea ella que era la tarea

    especfica del historiador de arte, pro-

    bablemente no sabra darnos ninguna

    respuesta. Se trata evidentemente de

    una comprensin muy primaria del

    tema, pero que es ilustrativa del con-

    senso general de cada trmino, y una

    muestra de la ignorancia sobre lo que

    es una Historia de Arte.

    Ese es el tema de nuestra pesquisa

    y meditacin: qu es la Historia de

    Arte?, cul es la diferencia de la mis-

    ma con los inventarios, catalogaciones

    y restauraciones?, tiene todava algn

    sentido la tarea del estudioso del arte

    frente a las actividades de los especia-

    listas en inventarios, de los expertos en

    reconocimientos de las maderas de las

    imgenes o de los anlisis qumicos de

    los colores, etc.? En teora, ellos deber-

    an colaborar con el historiador de arte

    y no intentar desplazarlo y sustituirlo

    como suele ocurrir actualmente.

    El historiador de arte no solamente

    investiga las piezas individuales sino

    que intenta conectarlas entre s, relacio-

    nndolas por sus caractersticas comu-

    nes en familias mayores, segn sus esti-

    los que descubren redes de parentesco

    que explican una poca, una cultura y

    un modo de pensar y sentir comn de

    una sociedad. Pero, del mismo modo

    como los anlisis estilsticos han sido

    postergados y desplazados por los an-

    lisis sociolgicos y antropolgicos,

    cuando estos debieran completarlos,

    fue as, tambin, que la Historia de Arte

    fue desplazada por los inventarios no

    importa cun primarios ellos sean.

    Las tres instancias, la de los inventa-

    rios, la de los catlogos y la ltima de

    una Historia de Arte son claramente

    identificables y no deben ser confundi-

    das, ni tratar de sustituirse la una a la

    ESPACIOS26

    Inventarios, catlogos razonados e Historia de Arte

    3. y 4. Crucifijo yacente, catedral de Corrientes. Arriba,

    detalle de la cuerda en el antebrazo derecho; abajo,

    detalle del pao de pureza.

  • 7/31/2019 Inventarios, catalogos razonados e H del A

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    otra. El ejemplo elegido de nuestra his-

    toria reciente nos permite definir las

    caractersticas y lmites de cada uno de

    esas tres instancias o niveles.

    Hemos seleccionado para ello el

    mbito de la imaginera misionera, que

    es quizs la parte ms interesante y

    caracterstica del patrimonio cultural

    de la provincia de Corrientes, cuyo

    estudio transit por dichos niveles. El

    relato y la historia de esos casos puede

    ejemplificar dichos niveles a los que

    nos referimos, adems de caracterizar

    a esas tres etapas y definir los concep-

    tos en que se basan, los que hoy son

    utilizados arbitrariamente, con poca o

    ninguna propiedad.

    Los ejemplos elegidos son tres: un

    Cristo yacente de la Catedral de

    Corrientes, el Crucifijo de San Miguel y

    la Inmaculada de San Roque, ambos

    de la misma provincia.

    Estos ejemplos figuran en el Inven-

    tario de la Academia de Bellas Artes,

    gracias al cual ha sido posible identifi-

    carlos en sus lugares actuales de cus-

    todia y exhibicin de la provincia.

    Las investigaciones del primer nivel,

    de los inventarios de la Academia

    Nacional de Bellas Artes, sobre el Patri-

    monio de la provincia de Corrientes,

    donde figuran las tres imgenes men-

    cionadas, han sido publicadas en 1982.

    Las investigaciones siguientes, de los

    catlogos razonados, sobre las mismas

    imgenes, fueron publicadas en dos

    trabajos, en 1995 y 1997. Las del tercer

    nivel, correspondiente a la Historia deArte de las Misiones vienen siendo

    anticipadas en varios de mis trabajos, a

    partir de 2007 y en una Historia gene-

    ral del Arte de las misiones, en prepa-

    racin actualmente. Analizaremos a

    continuacin cmo se articularon y

    complementaron estos tres niveles de

    investigacin.

    El primer nivel: los Inventarios

    1. Veamos lo que nos informan los

    inventariadores de la Academia, Iris Gori

    y Sergio Barbieri, sobre el Crucifijo yacen-

    te de la Catedral de Corrientes, adems

    de ilustrar sus textos con una fotografa,

    que al igual que la pintura en escorzo

    del Cristo muerto, de Andrea Mantenga,

    crea y aumenta notablemente y cree-

    mos que errneamente, un dramatismo

    que la imagen no posee.

    Cristo yacente. Imagen de tres cla-

    vos articulados en los hombros por

    medio de dos trozos de cuero. La figu-

    ra de Cristo muerto est tratada de

    modo tan expresivo que supera el

    nivel de la realidad, deformando y

    acentuando msculos, venas, rasgos,

    movimiento del pao de pureza y tor-

    sin del nudo que lo sujeta.2

    Es una pieza de gran calidad plsti-

    ca, a la que ni los repintes modernos

    logran empobrecer.

    Madera tallada; policroma moderna.

    Altura mxima, 172 cm.

    Misiones Jesuticas, siglo XVIII.3

    2- Sobre el Crucifijo de San Miguel, en

    un texto ilustrado por varias y esplndi-

    das fotografas, los autores escribieron:

    Crucifijo. Imagen de tres clavos.

    Talla de Cristo muerto de gran belleza

    formal y expresiva, que denota un gran

    conocimiento de la anatoma. El pao

    de pureza, sujeto con un cordn, se

    pliega con gracioso movimiento al

    frente y sobre el costado del cuerpo y

    se ajusta en un elaborado nudo. La

    Cruz es lisa y moderna.

    Es esta una de las piezas de ms

    plasticidad y valor esttico del patri-monio correntino.

    Madera tallada; policroma no originaria.

    Altura mxima, 200 cm; altura del Cristo, 150 cm.

    Corrientes, siglo XVIII.4

    3- Sobre la Inmaculada de San Roque,

    el informe del inventario dice:

    Asuncin de la Virgen. Es una talla

    barroca que por su calidad se coloca

    entre las mejores y ms importantes

    que enriquecen el patrimonio artstico

    correntino.

    Artes 27

    Bozidar Darko Sustersic

    2.Todas estas condiciones surgen de la fotografa

    en fuerte escorzo, pero no se dan en la realidad

    de una lnguida imagen italiana a la que los apor-

    tes correntinos, como la peluca real, los repinta-

    dos de sangre, dientes reales, etc., acentuaron

    considerablemente en su dramatismo.

    3. Academia Nacional de Bellas Artes, Patrimonio

    Artstico Nacional. Inventario de bienes muebles. Pro-

    vincia de Corrientes. Buenos Aires, 1982, p. 29, fig. 46.

    4. Ibdem, pp. 184-186, fig. 568.

    5. Crucifijo, San Miguel de Iber, Corrientes.

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    Aunque en esta advocacin se repi-

    ten los elementos iconogrficos conoci-

    dos, estos estn tratados con tal gracia

    y soltura de forma que la convierten en

    una excelente imagen.

    Sin duda, se trata de la Asuncin

    que aparece en los inventarios de 1887

    y de 1912.

    Madera tallada; policroma moderna.

    Altura mxima, 170 cm.

    Misiones Jesuticas, siglo XVIII.5

    Antes de 1982, estas tres piezas, sal-

    vo alguna cita espordica, no haban

    sido mencionadas teniendo en cuenta

    su valor artstico y patrimonial. Este

    inventario podemos decir que las ha

    descubierto y dado a conocer en elmbito de nuestra cultura.

    El segundo nivel: los catlogos

    razonados

    En 1995, los miembros del Proyecto

    UBACyT-Catalogacin Razonada de la

    imaginera de las Misiones Jesuticas

    Guaranes del territorio de la Repblica

    Argentina, cuyo director entonces era

    el prof. Hctor H. Schenone, emprendi-

    mos un viaje a la provincia de Corrien-

    tes para conocer las piezas misioneras

    ms destacadas, mencionadas por el

    inventario de la Academia Nacional de

    Bellas Artes.

    Este viaje se constituy, por lo tan-

    to, en una segunda instancia a partir

    de los inventarios de la Academia. Ella

    es un claro ejemplo de las coinciden-

    cias en la misma tarea de los primeros

    inventarios con las catalogaciones

    razonadas que las siguen, y de una

    Historia de Arte posible a partir de las

    dos instancias previas. Se trat de

    fechas definidas 1982-1995, 2009,

    separada cada etapa, la una de la otra,

    por trece aos.

    Ante todo llam la atencin a los

    estudiosos que en el caso del inventa-

    rio del Crucifijo de San Miguel no se

    haya asignado su origen a las misiones

    jesuticas, sino a Corrientes, siendo que

    esta imagen de taller misionero desta-

    ca la mentalidad guaran de su autor, y

    que en cambio a la otra, la de la Cate-

    dral de Corrientes, mucho ms acad-

    mica, se le adjudic dicha procedencia

    con absoluta certeza, siendo que es

    misionera solo geogrficamente por-

    que, como se constat, proviene de

    mano europea. Pero llama ms la aten-

    cin todava que no se repar en la

    cuerda que ambas imgenes llevan en

    sus muecas. Adems de la cuerda

    muchos otros elementos relacionan a

    ambas tallas: el perfil muy parecido del

    rostro del Crucifijo con el yacente, la

    barba recortada, el pao de pureza

    con pliegues geomtricos en zig-zag,

    la cuerda que lo ata a la cintura con ungran moo, la anatoma del cuerpo,

    pies y manos, etc.

    Todas estas caractersticas comunes

    en los dos Cristos, pasadas por alto en el

    inventario de la Academia, fueron des-

    cubiertas en este viaje de 1995 y dadas

    a conocer en dos trabajos separados:

    en 1995 en el de Sustersic y en 1997 en

    el de Auletta, Serventi y Saavedra.

    La primera de esas dos publicacio-

    nes estudia la autora del yacente de la

    catedral de Corrientes, estableciendo

    ESPACIOS28

    Inventarios, catlogos razonados e Historia de Arte

    5.Ibdem, pp. 188-189, fig. 577.

    6. Crucifijo, detalle del perfil, San Miguel de Iber,

    Corrientes.

  • 7/31/2019 Inventarios, catalogos razonados e H del A

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    que corresponde al Hermano jesuita

    Jos Brasanelli y que fue originaria-

    mente un Crucifijo de algn pueblo de

    las misiones, posiblemente Loreto,

    siendo transformado en Corrientes en

    un Cristo yacente.6 Dicha investiga-

    cin, a mi cargo, estableci tambin

    que varios crucifijos ms siguieron

    ese modelo de Brasanelli. Fue una cir-

    cunstancia feliz el haber participado

    de ese viaje pues haca cinco aos

    que me hallaba estudiando, en Brasil

    y Paraguay, las obras y el estilo del

    Hermano Brasanelli.7

    La segunda investigacin, desarro-

    llada por las colegas que participaron

    del mismo viaje histrico a Corrien-

    tes, en 1995, en el que se hicieron tan

    decisivos descubrimientos, profundi-

    z el estudio de las relaciones del

    Crucifijo yacente de Corrientes con el

    Crucifijo de San Miguel guardado en

    el pueblo de San Miguel de la laguna

    de Iber.8 Lo mejor de ese trabajo

    permite descubrir la presencia y

    caractersticas de la mentalidad gua-

    ran de un escultor excepcional, que

    dej su profunda impronta en ese

    crucifijo, a pesar del estmulo e inspi-

    racin recibida del Crucifijo yacente

    de Brasanelli guardado en la catedral

    de Corrientes, tal como se aprecia en

    las imgenes 5, 6 y 7.

    En cuanto a la Inmaculada de San

    Roque, una primera inspeccin desta-

    c su autora, que era evidentemente

    la de un autor europeo. La direccin

    de su mirada, hacia lo alto y a laizquierda, el plegado agitado de su

    ropaje y el gesto de su brazo derecho

    son tpicos de una concepcin del

    espacio barroca. Mientras el anlisis

    estilstico sealaba el origen europeo

    de su autor la consulta a los archivos,

    las cartas anuas y la correspondencia

    jesutica no ofrecan ni el ms mnimo

    dato a las pesquisas, salvo dos men-

    ciones de inventarios de 1887 y 1912

    que consignaran los inventariadores

    de la Academia.

    Tercer nivel: la Historia de Arte

    Sin embargo, pasados diez aos,

    mediante el anlisis de todos los ele-

    mentos disponibles fue posible llegar a

    nuevas conclusiones, relacionadas no

    solamente con estos Cristos y los casi

    diez de la serie que presiden y tambin

    de la Inmaculada de San Roque, sino

    sobre el arte de las misiones, en gene-

    ral, de donde ellos proceden y con el

    cual se relacionan e integran.

    Fue posible as retomar varios inte-

    rrogantes que quedaron sin responder

    entonces. Uno de los cuales se refiere a

    la causa que determin que la casi

    docena de los ejemplos de la serie que

    siguieron al Crucifijo yacente de Brasane-

    lli en realidad se guiaron por el Crucifijo

    del escultor guaran guardado en San

    Miguel y no, como se supona hasta

    ahora, por el modelo del maestro euro-

    peo. Cmo podemos asegurarlo?

    Todos los Crucifijos, incluso los ms dis-

    tantes como el de Santa Rosa de Cala-

    muchita de la provincia de Crdoba, o

    el de Trinidad del Paraguay, tienen una

    extraa cuerda en la mueca del brazo

    izquierdo, como el del pueblo correnti-

    no de San Miguel, y no en el brazo

    derecho como elyacente de Brasanelli

    Artes 29

    Bozidar Darko Sustersic

    6. Sustersic, Bozidar Darko, Una antigua devocin

    que perdura en el tiempo: el Seor Yacente de

    Corrientes, en VI Jornadas de Teora e Historia de las

    Artes: El arte entre lo pblico y lo privado . CAIA.

    Universidad de Buenos Aires. Buenos Aires, 1995,

    pp. 51-62.

    7. Sustersic, Bozidar Darko, Jos Brasanelli: escul-

    tor, pintor y arquitecto de las misiones jesuticas

    guaranes, enJornadas ODUCAL. Universidad del

    Salvador, Buenos Aires, presentado en 1992 y

    publicado en 1993, pp. 267-277.

    8. Auletta, Estela; Serventi, Mara Cristina; Saave-

    dra, Mara Ins, Las cabezas de series en el arte

    jesutico-guaran: el caso del Cristo yacente de la

    Catedral de Corrientes (Argentina), en Estudios e

    Investigaciones. Instituto de Teora e Historia del

    Arte Julio E. Payr. Facultad de Filosofa y Letras,

    Universidad de Buenos Aires, Buenos Aires, 1997,

    N 7, pp. 21-28.

    7. Crucifijo, detalle de la cuerda en el antebrazo

    izquierdo, San Miguel de Iber, Corrientes.

  • 7/31/2019 Inventarios, catalogos razonados e H del A

    7/10

    de la Catedral! La nica excepcin es la

    del Museo de las Teresas de Crdoba

    que la lleva en ambos brazos.

    Existe otra caracterstica comn y es

    la barba recuadrada de todos ellos. El

    Cristo de Brasanelli de la Catedral la lle-

    va notablemente larga mientras el

    escultor de San Miguel la acort a

    menos de la mitad de su largo original.

    Pues bien, todos los crucificados de

    esta gran serie tienen sus barbas acor-

    tadas, como la del Crucifijo de San

    Miguel de Corrientes, el que fue evi-

    dentemente el modelo de todos. Inclu-

    so del Cristo mutilado del Museo de

    So Miguel, de Rio Grande do Sul, Bra-

    sil, que es uno de los ms admirados

    crucifijos de las Misiones, cuya barba

    recuadrada y pequea permite recono-

    cerlo como integrante de la misma

    serie, como se aprecia en la imagen 8.

    En este tercer nivel de Historia de

    Arte es posible ya desarrollar fundados

    juicios de valor. Aunque los inventarios

    tambin destacaban los valores plsti-

    cos del Cristo del pueblo de Iber, hoy

    podemos comparar la calidad de la

    ejecucin de un escultor formado en

    Europa como Brasanelli con los santo-

    apohava guaranes. Si la imagen del

    pueblo de San Miguel de Iber tallada

    por un indgena se equipara con el

    modelo de Brasanelli, los expertos

    acuerdan en que la del Museo de So

    Miguel, Brasil, tambin de mano ind-

    gena, lo supera ostensiblemente.

    Cmo fue posible que entre los escul-

    tores guaranes surgieran genios que

    superasen tan manifiestamente a sus

    maestros europeos? Se trata de un

    tema muy controvertido en el que la

    Historia de Arte puede arrojar una luz

    decisiva y que no depende de los

    escritos jesuitas de la poca, ni de las

    polmicas de los siglos siguientes. El

    arte es un testimonio que no palidece

    con los siglos y sus informes estn

    siempre disponibles para el que est

    ejercitado en profundizar sus estudios

    y ejercitar sus lecturas. Pero ello es solo

    posible desarrollando los anlisis y

    estudios en los tres niveles menciona-

    dos porque para acceder a los juiciosde valor es indispensable poseer antes

    toda la informacin accesible en los

    dos niveles precedentes.

    La Historia de Arte debe tambin

    resolver otros problemas que no siem-

    pre son los estilsticos. Uno de ellos es

    el interrogante de saber cmo llegaron

    esas tres imgenes excepcionales a la

    provincia de Corrientes.

    Fue en 1817, cuando las tropas de

    Gaspar Rodrguez Francia, cruzando el

    Paran, quemaron y saquearon las

    ESPACIOS30

    Inventarios, catlogos razonados e Historia de Arte

    8. Crucifijo mutilado, Museo de San Miguel, Brasil.

  • 7/31/2019 Inventarios, catalogos razonados e H del A

    8/10

    misiones del Paran: Corpus, San Igna-

    cio Min, Loreto, Santa Ana y Candelaria.

    Parece que fueron los lauretanos los

    que se trasladaron, junto con algunas

    imgenes, huyendo de noche, detrs

    de la laguna de Iber. Los dos Crucifijos

    tuvieron como primer destino los dos

    pueblos fundados por ellos: Loreto y

    San Miguel. Posiblemente los correnti-

    nos deslumbrados por el Crucifijo de

    Brasanelli lo llevaron a su Catedral,

    transformndolo en Yacente para las

    procesiones de la Semana Santa, como

    se ve en las imgenes 1 a 4. Para ello

    articularon sus brazos con bisagras de

    cuero, lo dotaron de peluca natural y

    dientes reales en su maxilar superior,

    todo lo cual es prueba de la gran esti-

    ma que le tenan. Para completar el

    simulacro o el trampontajoal modo

    de las imgenes coloniales espaolas

    slo le faltaba un gran pao de pureza,

    el cual escondi durante siglo y medio

    los pliegues caractersticos de los paos

    tallados por Brasanelli. Fue as que dicha

    imagen qued incorporada a la culta y

    civilizada ciudad capital de Corrientes,

    mientras el otro Cristo del pueblo de

    San Miguel qued all, autntico, sin

    ninguna agresin ni cambio, en la

    comunidad de los pretendidamente

    salvajes guaranes misioneros (imge-

    nes 5 a 7). El ilustre gobernador de

    Corrientes Pedro Ferr, para tranquilizar

    la conciencia de algunos blancos des-

    pus de masacrar a la poblacin guara-

    n de San Roquito, y para justificar sus

    expolios territoriales, declaraba:As como Santa Fe con los guaycu-

    res, Buenos Aires, Crdoba y Mendo-

    za con los pampas, Santiago con los

    abipones, yo me dispuse a sujetar a los

    guaranes a todo trance.9

    Al igual que el yacente de la Catedral

    de Corrientes, tambin en el caso de la

    Inmaculada de Concepcin, hoy en San

    Roque (Corrientes), ha sido posible

    establecer su autora y proveniencia

    misionera. Su autor fue Brasanelli, en

    una fecha posterior a su residencia en

    Santa Mara de Fe, Paraguay, entre 1692

    y 1696, y la estada en San Borja, Brasil,

    de 1696 a 1705. Se trata de su tercer

    destino en Concepcin, hoy Concep-

    cin de la Sierra, Misiones, Argentina, en

    los aos 1705-1710? 1715?

    La autora de Brasanelli es atestigua-

    da por el sugestivo parecido de la

    Inmaculada de San Roque 1710?, con la

    Inmaculada de Santa Mara de Fe, 1694?

    (imagen 9), cuyos gestos de brazos y

    cabeza son iguales pero cuyo ropaje es

    menos barroco y su peana con esque-

    leto y serpiente menos espaola y ame-

    ricana que la de los querubines de la

    correntina. (imagen 10).

    Artes 31

    Bozidar Darko Sustersic

    9. Poenitz, Edgar y Poenitz, Alfredo, Misiones, Pro-

    vincia Guarantica. Defensa y disolucin. (1768-

    1830). Editorial Universitaria. Universidad Nacional

    de Misiones. Posadas, 1993, p. 243.

    9. Inmaculada, Santa Mara de Fe, Paraguay.

  • 7/31/2019 Inventarios, catalogos razonados e H del A

    9/10

    Que ella era la imagen titular de

    Concepcin, lo confirman su tamao

    mayor y la presencia en esa regin de

    una imagen domstica con idntica

    composicin a pesar de algunos cam-

    bios atribuibles a la mentalidad de su

    escultor guaran (imagen 11).

    Las imgenes domsticas, en gene-

    ral, se organizaban en el estilo tradicio-

    nal de estatuas horcones. Sin embargo,

    esta Inmaculada domstica imita, con

    su brazo derecho extendido y el

    izquierdo doblado sobre el pecho, a la

    Inmaculada Concepcin de Brasanelli.

    El excelente tallista guaran copi su

    rostro, pero dirigi su mirada al frente,

    al modo de las imgenes guaranes,

    pero su cabeza y cabellos quedaron

    cubiertos, al modo de las Vrgenes de

    Brasanelli, con un velo que imita la

    imagen patronal.

    Podemos reconstruir la historia de

    su viaje a Corrientes ubicndonos en la

    segunda dcada del siglo XIX, cuando

    el Atila de Amrica, el Mariscal de

    Chagas dos Santos, cruzando el ro

    Uruguay, invada el territorio argentino

    de las misiones, quemando los tem-

    plos y las casas de los indios. La ima-

    gen patrona, a pesar de su gran tama-

    o y peso, fue salvada y trasladada

    detrs de la laguna de Iber, permane-

    ciendo desde entonces en el distante

    pueblo de San Roque (Corrientes).

    Conclusin

    Contempladas a la distancia, estas

    tres dcadas, de 1980 a 2009, en las

    que dos grupos de investigadores tra-

    bajaron en el mismo tema, podramos

    sorprendernos de lo primario del

    inventario de 1982 y de sus numerosas

    confusiones y errores. Sin embargo, si

    recordamos que el viaje de 1995 del

    grupo del Proyecto UBACyT fue guiado

    por dicho inventario de la Academia

    cuyos informes, textos y mapas, ubica-

    cin de las piezas y excelentes fotogra-

    fas, eran constantemente consultados

    por los integrantes del grupo, es nece-

    sario entonces reconocer el enorme

    mrito de ese inventario pionero gra-

    cias al cual se pudo llevar a cabo la

    investigacin de 1995. De no contar

    con ese primer inventario, probable-

    mente los errores de la segunda apro-

    ximacin hubieran sido parecidos. El

    tercer estudio, diez aos posterior, sig-

    nific reunir todas las experiencias

    anteriores, pensadas y vueltas a pensar

    en estos aos y maduradas, no ya enun inventario, ni en un catlogo razo-

    nado sino en una historia de arte de

    las misiones de la Argentina, Paraguay

    y Brasil. All se intenta relacionar todos

    los conocimientos reunidos sobre el

    tema, no separados ya por diferentes

    estudios ni por las fronteras actuales

    de las nacionalidades de ese territorio

    y de los diferentes equipos de inventa-

    riadores,10 sino reunidos en una sola

    provincia jesutica del Paraguay o

    Paraquaria.

    ESPACIOS32

    Inventarios, catlogos razonados e Historia de Arte

    10. Vieira, Mabel Leal y Coutinho, Maria Ins,

    Inventrio da imaginria missioneira, La Salle, Porto

    Alegre, 1993. Este inventario se ubicara tambin

    en la primera etapa, no habiendo avanzado a la

    segunda ni menos a la tercera. Tampoco en Brasil,

    por lo que pude constatar, hay conciencia de lo

    elemental y provisorio de un primer inventario, y

    de la imperiosa necesidad de continuar los estu-

    dios para desarrollarlos y discutir ese trabajo ini-

    cial, para encauzarlos hacia conocimientos ms

    seguros y definitivos.

    10. Inmaculada Concepcin, San Roque, Corrientes.

  • 7/31/2019 Inventarios, catalogos razonados e H del A

    10/10

    Recin entonces cobra todo su sig-

    nificado la funcin diferente de cada

    una de las tareas a llevar a cabo por la

    investigacin del Arte: primeramente

    los inventarios, despus las cataloga-

    ciones y finalmente una Historia de

    Arte. Tarea ltima para la que no todos

    poseen la preparacin y la capacidad

    para emprenderla correctamente y lle-

    varla a cabo con xito. Todo lo cual sig-

    nifica que no basta con confeccionar

    un primer inventario, sino que hay que

    fundar y sostener polticas de apoyo a

    la investigacin de largo alcance. Los

    inventarios de la Academia Nacional

    de Bellas Artes se vienen llevando a

    cabo desde hace tres dcadas, lo cual

    implica una feliz desmentida a los que

    sostienen que en nuestro pas es

    imposible implementar proyectos de

    larga duracin. Pero para que estos

    inventarios den los frutos esperados es

    necesario apoyar y sostener simultne-

    amente otros proyectos que den con-

    tinuidad a las investigaciones en nive-

    les superiores, de Historias de Arte,

    interpretativos de los datos e informes

    brindados por los inventarios y catalo-

    gaciones.

    Trasladando estas conclusiones a

    los prximos inventarios y catalogacio-

    nes del Museo Nacional de Bellas

    Artes, debemos considerar que el Insti-

    tuto Payr y la Asociacin Amigos del

    mismo museo tambin venan desa-

    rrollando estas mismas tareas de cata-

    logacin, en la medida en que los

    recursos percibidos lo permitan. En

    ese sentido, es necesario tener en

    cuenta que se publicaron ya varios tra-

    bajos que llevan las firmas de ngel

    Navarro, Cristina Serventi, Adriana van

    Deurs y Marcelo Renard. El primero de

    ellos fue publicado por el Instituto Pay-

    r, hace ms de diez aos. Se trata de

    una importante catalogacin de dibu-

    jos italianos.11 A partir de entonces se

    conform un equipo que llev a cabo

    una valiosa tarea de inventario y cata-

    logacin de obras del mismo Museo.

    Algunas de esas publicaciones, como

    las de la pintura holandesa, a pesar de

    llevar el nombre de catlogo razonado,

    parecen haber cumplido las tres eta-

    pas posibles en las circunstancias de

    nuestro Museo, y pueden servir de

    ejemplo y referencia para los actuales

    y futuros inventarios y catalogaciones

    razonadas.12 Adems, tienen el mrito

    de haber surgido en el Instituto Payr

    de la UBA, lo que significa la reunin

    del esfuerzo realizado desde el Museo

    y la Universidad, constituyendo la

    muestra del nivel alcanzado en la cola-

    boracin de ambas instituciones. Claro

    que a su lado hay secciones del museo

    que no transitaron todava la primera

    etapa de los inventarios. Pero para que

    estos nuevos inventarios y catalogacio-

    nes no signifiquen nivelar hacia abajo

    se necesita mucha idoneidad y pru-

    dencia en el anlisis de caso por caso

    del actual estado de la cuestin.

    Artes 33

    Bozidar Darko Sustersic

    11. Navarro, ngel. Dibujos Italianos (s. XVI al XVIII)

    en el Museo Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires,

    Serie Monogrfica n 2, Inst. Payr, Facultad de

    Filosofa y Letras, UBA, Buenos Aires, 1997.

    12. van Deurs, Adriana y Renard, Marcelo, La

    Escultura italiana del Museo Nacional de Bellas Artes,

    Amigos del MNBA, Buenos Aires, 2001.

    Navarro, ngel, Maestros flamencos y holandeses (s. XVI

    al XVIII) en el Museo Nacional de Bellas Artes (nuevo

    catlogo ampliado), Amigos del MNBA, Bs. As., 2002.

    Serventi, Mara Cristina, Pintura espaola (s. XVI al

    XVIII) en el Museo Nacional de Bellas Artes, Amigos del

    MNBA, Bs. As., 2003.

    Pintura Alemana e Inglesa (s. XVI al XVIII) en el

    Museo Nacional de Bellas Artes. Amigos del MNBA.

    Bs. As., 2004.

    ngel M. Navarro: La pintura holandesa y flamenca

    (Siglos XVI al XVIII) en el Museo Nacional de Bellas Artes

    de Buenos Aires. Amigos del MNBA. Bs. As., 1994.

    (Todos estos catlogos tienen su versin en ingls)

    11. Inmaculada Concepcin, Gobernador Virasoro,

    Corrientes.