hacia la erradicacion de la desnutricion infantil en al y el caribe

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WFP

PMA

CONFERENCIA REGIONAL MINISTERIAL

SANTIAGO DE CHILE, 2008

Gobierno de Chile Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (PMA)

Oficina Regional para Amrica Latina y el CaribeNaciones Unidas

Hacia la erradicacin de la desnutricin infantil en Amrica Latina y el Caribe

Programa Mundial de Alimentos

Edicin a cargo del Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (PMA) Oficina Regional para Amrica Latina y el Caribe Avenida Gaillard, Calle Vicente Bonilla Edificios No. 124 y 125 Clayton, Ciudad del Saber Apartado 0819-10846, Zona 6 El Dorado, Panam Rep. de Panam Tel. (507) 317-3900 Fax: (507) 317-3903 www.wfp.org/spanish Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (PMA) Todos los derechos reservados Primera edicin: 2008 Compilacin, edicin y traduccin: Carlos Guevara Mann Direccin general: Pedro Medrano Supervisin: Mara Eugenia Pino Coordinacin: Judith Thimke, Moy de Toh Apoyo tcnico: Eduardo Atalah, Alfredo Solari Revisin: Carol Montenegro Equipo periodstico: Anglica Beas, Paulina Marn, Violeta Giraldes Diseo y diagramacin: Jhoram Moya Fotografas: Programa Mundial de Alimentos (PMA) por Alejandro Lpez-Chicheri, Elias Romero, David Parra Monica San Martn, Elio Rujano, Sabrina Quezada ISBN: 978-9962-8950-0-8

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...el hambre no es parte del destino manifiesto de la humanidadMichelle Bachelet Presidenta de Chile

...erradicar la desnutricin infantil en nuestra regin es absolutamente posibleJos Miguel Insulza Secretario General de la Organizacin de los Estados Americanos (OEA)3

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CONTENIDO

PREFACIOJosette Sheeran

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PRESENTACINPedro Medrano

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PRIMERA PARTE: APROXIMACIONES POLTICAS A LA LUCHA CONTRA LA DESNUTRICIN INFANTIL EN AMRICA LATINA Y EL CARIBEMichelle Bachelet: Tenemos que hacer algo! Jos Miguel Insulza: El combate al hambre y la gobernabilidad democrtica Paula Quintana: La equidad: factor fundamental en la lucha contra la desnutricin infantil Mirta Roses: La lucha contra la desnutricin en la Agenda de Salud de las Amricas Rebeca Grynspan: Un llamado urgente y decidido a la accin Marcela Suazo: Igualdad de oportunidades para romper el ciclo del hambre Sheila Sisulu: La caresta de los alimentos: crisis y oportunidades Enrique Ganuza: El aporte del Sistema de Naciones Unidas al combate a la desnutricin infantil Cristina Lazo Vergara: La cooperacin chilena y la Cooperacin Sur-Sur Declaracin de Santiago 15 19 23 25 27 29 31 35 37 39

SEGUNDA PARTE: LA ERRADICACIN DE LA DESNUTRICIN INFANTIL EN CHILECaptulo 1: La desnutricin infantil en Chile: polticas y programas que explican su erradicacinSumario Introduccin Transicin demogrfica y nutricional Aspectos generales de las polticas para la erradicacin de la desnutricin infantil Principales polticas en los mbitos institucionales, programticos y legislativos 45 46 47 52 55

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Conclusiones y recomendaciones de poltica Referencias Anexo estadstico

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Captulo 2: La experiencia chilena en la erradicacin de la desnutricin infantil: una visin integralSumario Mara Soledad Barra: La estrategia del sector de la salud en la lucha hacia la erradicacinde la desnutricin infantil Eduardo Abedrapo: La experiencia chilena en la erradicacin de la desnutricin infantil 77 79 85

TERCERA PARTE: APROXIMACIONES TCNICAS A LA DESNUTRICIN INFANTIL EN AMRICA LATINA Y EL CARIBECaptulo 1: Desnutricin, pobreza y crecimiento econmicoSumario Jos Graziano da Silva: Estado de la desnutricin infantil en la regin: razones para erradicarla Juan ngel Rivera Dommarco: La serie Lancet sobre desnutricin materna e infantil Rodrigo Martnez: Impacto social y econmico de la desnutricin infantil 93 95 99 103

Captulo 2: Seguimiento y evaluacin de los programas sociales para combatir la desnutricin infantilSumario Jere Behrman: Prioridades en la inversin en nutricin en la infancia temprana Juan ngel Rivera Dommarco: Reflexiones sobre el ejercicio de evaluacin de polticasy programas de nutricin David Bravo: Doce aspectos importantes sobre el seguimiento y la evaluacin de programas de nutricin 111 113 125 131

Captulo 3: Marcos tericos y prcticos para preservar la nutricin en momentos de crisisSumario Fitzroy Henry: Esfuerzos para preservar la nutricin durante momentos de crisis: la experiencia caribea 135 137

Captulo 4: Una aproximacin integral a los esfuerzos por erradicar la desnutricin infantilSumario 147

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Onaur Ruano: Una aproximacin integral a los esfuerzos por erradicar la desnutricin infantil: acciones para reducir la pobreza y la desigualdad de ingreso en Brasil Mara Roquebert: Una aproximacin integral a los esfuerzos por erradicar la desnutricin infantil en Panam

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Captulo 5: La Cooperacin Sur-Sur en el combate a la desnutricin infantilSumario Mara Dolores Martn: La cooperacin espaola en Amrica Latina ante la crisis de los alimentos Germn Valdivia: NUTRINET.ORG: un instrumento para el fortalecimiento de la Cooperacin Sur-Sur y el trabajo en redes temticas Nils Kastberg: La Cooperacin Sur-Sur en el combate a la desnutricin infantil Patricio Meller Bock: La seguridad alimentaria y nutricional y su impacto en la equidad Manuel Espinoza: La relacin pblico-privada en los programas de alimentacin escolar 163 165 167 171 177 183

CUARTA PARTE: RECONOCIMIENTOS Y AGRADECIMIENTOSSumario Fernando Monckeberg: xitos en la lucha contra la desnutricin infantil en Chile Francisco Mardones Restat: La transmisin del conocimiento en la lucha contra la desnutricin infantil Agradecimientos 187 188 189 191

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PREFACIOLa alimentacin es tan esencial al crecimiento humano que negarla equivale a negar la vida misma. He escuchado decir que hay slo siete comidas entre la civilizacin y la anarqua: despus de la sptima comida perdida, todo comienza a derrumbarse y los seres humanos se ven reducidos a la lucha por la ms elemental supervivencia. Asegurar el acceso a una alimentacin y nutricin adecuada y accesible es, sin duda, una de las tareas principales del gobierno yciertamentede la propia civilizacin. El sistema mundial de suministro de alimentos sufre en la actualidad el impacto de una demanda creciente, el elevado costo de los insumos, prdida de cultivos como resultado de sequas, inundaciones y oscilaciones climticas extremas, y una ascendente presin encaminada al uso de los alimentos para la generacin de energa y otros fines. Esta crisis de los alimentos es un tsunami silencioso que afecta a la poblacin ms vulnerable del planeta, 80 por ciento de la cual est constituida por mujeres y nios. Adicionalmente, 130 millones de personas enfrentan el hambre y la subnutricin como consecuencia del incremento del precio de los alimentos ms all de sus posibilidades econmicas. Los efectos de la caresta de los alimentos son devastadores. En algunos pases en desarrollo, hay familias que se han visto obligadas a gastar entre 50 y 80 por ciento de su dinero en alimentos. El aumento en los precios ha obligado a muchos hogares a disminuir sus inversiones en salud y educacin. Simultneamente, deben elegir productos alimenticios ms baratos y menos nutritivos. Inclusive, algunos se ven en la difcil situacin de tener que reducir el nmero de comidas diarias. En la Cumbre del Milenio convocada por las Naciones Unidas, que reuni en el ao 2000 a los lderes del mundo, la comunidad internacional se comprometi, en el primer Objetivo de Desarrollo del Milenio (ODM), a lograr en 2015 la reduccin, a la mitad, de la proporcin de personas que sufren hambre. No podemos permitir que ste se convierta en el ODM olvidado. El dramtico aumento en los precios de los alimentos que hemos presenciado en el ltimo ao ha reforzado la conciencia de que la disponibilidad de alimentos no debe y no puede presumirse como un hecho. Tambin hemos despertado a la realidad de que la cadena de suministro de alimentosdesde las importaciones a la siembra, cosecha, procesamiento, almacenamiento y entrega, lo mismo que todas las estructuras de mercado, desde el acceso al crdito, la mitigacin del riesgo, las bolsas de productos, los peritajes de cultivos y el acceso al aguason vitales para la estabilidad y la prosperidad mundial. En este ambiente de desafos, la Conferencia Regional Ministerial Hacia la erradicacin de la desnutricin infantil en Amrica Latina y el Caribe, celebrada en Santiago de Chile, el 5 y 6 de mayo de 2008, represent una oportunidad para destacar la importancia de los programas nacionales de proteccin social dirigidos al combate al hambre, especialmente entre las nias y nios; enfatizar la relevancia de las intervenciones clave para proteger la nutricin infantil; e insistir en la necesidad de salvaguardar los adelantos ya logrados hacia el cumplimiento de los ODM en la regin. La conferencia proporcion un foro para compartir experiencias exitosas, promover la Cooperacin SurSur, fortalecer las redes profesionales entre los Estados de Amrica Latina y el Caribe y desarrollar mecanismos de apoyo para los pases de la regin.

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La reunin de Santiago, auspiciada por el Gobierno de Chile y el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (PMA), constituy un llamado a la accin. Este libro da seguimiento a dicho llamado. Al igual que durante la conferencia, en los captulos que siguen se exhorta a las sociedades y Gobiernos de la regin a priorizar la lucha contra el hambre, colocando la erradicacin de la desnutricin infantil a la cabeza de la agenda de polticas pblicas, promoviendo oportunidades para el dilogo a nivel nacional e internacional y fomentando iniciativas de cooperacin. El libro presenta experiencias exitosas en la erradicacin de la desnutricin infantilcomo la de Chileen un esfuerzo por motivar a otros pases hacia el mismo objetivo. Invita a las partes clave de la cooperacin internacional a aunar esfuerzos y catalizar acciones coordinadas para eliminar el hambre entre nias y nios. Si los Gobiernos nacionales y la comunidad internacional actan ahora en apoyo de intervenciones nutricionales dirigidas a erradicar el hambre, la regin de Amrica Latina y el Caribe podra convertirse en la primera en superar la crisis de los alimentos y alcanzar la meta de eliminacin del hambre para 2015 del primer Objetivo de Desarrollo del Milenio. A pesar de la crisis de los alimentos, existen condiciones favorables que facilitan el cumplimiento del primer ODM, particularmente en lo que atae a la erradicacin de la desnutricin infantil. La regin experimenta el cuarto ao consecutivo de crecimiento econmico por encima del 5 por ciento. A lo largo de la regin, hay una boyante industria agrcola que, en 2006, export productos alimenticios valorados en 55 mil millones de dlares. Y el sistema democrtico florece en Amrica Latina y el Caribe. Amartya Sen ha dicho: En la historia del mundo, nunca ha ocurrido una hambruna en una democracia funcional. Derrotar el hambre es posible, especialmente en Amrica Latina y el Caribe. Hagamos realidad las palabras de la poetisa chilena Gabriela Mistral cuando escribi: El hambre es el ayer.

Josette Sheeran

Directora Ejecutiva Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (PMA)

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PRESENTACIN

En Amrica Latina y el Caribe, la lucha contra el hambre y la desnutricin infantil adquiere, da a da, creciente importancia: una importancia que se acenta precisamente en el momento actual, de crisis alimentaria. Aunque la regin tiene acceso a suficientes recursos alimenticios para garantizar la adecuada nutricin de todos sus habitantesespecialmente las nias y los nioscerca de nueve millones de menores padecen desnutricin crnica y unos cuatro millones sufren de desnutricin global. En respuesta a esta realidad, los Gobiernos de la regin han comenzado a incorporar el combate frontal a la desnutricin infantil dentro de sus agendas. Como resultado de este significativo adelanto, hay un creciente nfasis en la necesidad de garantizar la mayor efectividad posible de los programas encaminados a erradicar el hambre y la desnutricin. Este libro, que recoge los principales aportes efectuados en la Conferencia Regional Ministerial Hacia la erradicacin de la desnutricin infantil en Amrica Latina y el Caribe (Santiago de Chile, 5 y 6 de mayo de 2008), aspira a contribuir a la lucha regional contra ese flagelo de la niez latinoamericana y caribea mediante la difusin de orientaciones tericas y mejores prcticas acumuladas tras aos de gestin social en distintos pases de la regin. A tales efectos, el libro presenta, en primera instancia, una aproximacin poltica al tema, con aportes de la Excelentsima Seora Michelle Bachelet, Presidenta de Chile; Jos Miguel Insulza, Secretario General de la Organizacin de los Estados Americanos; Paula Quintana, Ministra de Planificacin de Chile; Mirta Roses, Directora de la Organizacin Panamericana de la Salud (OPS); Rebeca Grynspan, Directora Regional del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Amrica Latina y el Caribe; Marcela Suazo, Directora Regional del Fondo de Poblacin de las Naciones Unidas en Amrica Latina y el Caribe; Sheila Sisulu, Directora Ejecutiva Adjunta del Programa Mundial de Alimentos; Enrique Ganuza, Coordinador Residente de las Naciones Unidas en Chile; y Cristina Lazo Vergara, Directora Ejecutiva de la Agencia de Cooperacin Internacional de Chile (AGCI). La segunda parte ofrece un valioso anlisis de la experiencia chilena en la erradicacin de la desnutricin infantil. Se trata del estudio titulado La desnutricin infantil en Chile: polticas y programas que explican su erradicacin, preparado por encargo del Gobierno de Chile. Dicho estudio sirvi como el principal documento de respaldo a la Conferencia Regional Ministerial de Santiago. Seguidamente, se presentan las contribuciones hechas por Mara Soledad Barra, Ministra de Salud y Eduardo Abedrapo Bustos, Subsecretario de Planificacin y Cooperacin de Chile. La tercera parte del libro contiene los aportes de especialistas a la lucha contra la desnutricin infantil desde cinco perspectivas distintas. El propsito de esta parte es ofrecer al lector una aproximacin integral al combate a la desnutricin que afecta a nias y nios en la regin, a fin de contribuir a difundir prcticas que ayuden a mejorar la

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calidad, el alcance y la efectividad de los programas para combatirla, como tambin para superar la crisis alimentaria que enfrentan, en la actualidad, los pases del mundo. La cuarta parte de esta publicacin constituye un homenaje a los doctores Fernando Monckeberg Barros y Francisco Mardones Restat, pioneros de la lucha contra la desnutricin infantil en Chile. Una estrecha cooperacin entre los pases de Amrica Latina y el Caribe ofrece la oportunidad de concentrar recursos materiales e intelectuales hacia intervenciones que promuevan el desarrollo social equitativo, el bienestar nutricional y la superacin de la crisis alimentaria. Asegurar la efectividad y eficiencia de las intervenciones dirigidas a mejorar la situacin nutricional de las nias y los nios de la regin es clave para lograr los resultados que todos esperamos. Para coadyuvar a ese objetivo, el PMA se complace en presentar esta compilacin de trabajos, con la esperanza de que el texto provea guas tiles a funcionarios de gobierno, administradores de iniciativas sociales y partes interesadas en la erradicacin de la desnutricin infantil en Amrica Latina y el Caribe.

Pedro Medrano

Director Regional para Amrica Latina y el Caribe Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (PMA)

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Primera Parte APROXIMACIONES POLTICAS A LA LUCHA CONTRA LA DESNUTRICIN INFANTIL EN AMRICA LATINA Y EL CARIBE

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Tenemos que hacer algo!Michelle BacheletPresidenta de la Repblica de Chile

El poeta espaol Miguel Hernndez deca en uno de sus versos memorables que el hambre es el primero de los conocimientos. Cmo quisiramos que ningn nio, en ninguna parte del planeta, tuviera que pasar por ese conocimiento! Cmo quisiramos que en nuestra regin, ningn nio pasara por ese duro aprendizaje!La humanidad ha avanzado prodigiosamente en muchos terrenos, pero desgraciadamente el hambre yespecficamentela desnutricin infantil, estn lejos de desaparecer como problema para millones de seres humanos. Por tanto, cuando Pedro Medrano me invit hace unos meses atrs a participar en la Conferencia Regional Ministerial Hacia la erradicacin de la desnutricin infantil en Amrica Latina y el Caribe, me pareci importante concurrir y participar como Presidenta, como mujer, como madre y como pediatra, con formacin salubrista, en un tema tan trascendental. Creo, adicionalmente, que la actual coyuntura agrava an ms la situacin. La profunda preocupacin por los precios de los alimentos ha irrumpido en la agenda internacional. El alza del petrleo y el encarecimiento del transporte, unidos a la mayor demanda de alimentos, al alza de los precios de alimentos bsicos como los cereales y a los efectos de sequas e inundaciones hacen que hoy enfrentemos un panorama complejo, mucho ms que lo que se esperaba en el ao 2000, cuando las 189 naciones firmaron los Objetivos de Desarrollo del Milenio, comprometindose a reducir a la mitad el nmero de personas afectadas por el hambre y la pobreza hacia el ao 2015. Todo ello explica la gran importancia de la Conferencia Regional Ministerial y la excelencia de sus expositores. La tendencia al alza en el precio de los alimentos puede aumentar con crueldad la brecha entre los ms pobres y los ms ricos. Slo en los ltimos 18 meses, el promedio de alimentos comprados por los habitantes de las zonas rurales de Amrica Latina y el Caribe, se contrajo a la mitad. La ingesta nutricional de todas estas personas tambin ha quedado a medias, con todas las consecuencias que eso implica. Ya los expertos han revelado el drama de los nueve millones de nios y nias que padecen desnutricin crnica y que exigen una respuesta. La pregunta es: Podemos hacer algo? La respuesta ma es: Tenemos que hacer algo! Porque la verdad es que el hambre no es parte del destino manifiesto de la humanidad. Porque la verdad es que no se trata de una fatalidad que debamos aceptar como parte del orden natural de las cosas. Es una circunstancia que muchos pases han hecho crnica, pero que con polticas adecuadas se puede derrotar. El hambre se puede erradicar con decisiones oportunas, aun cuando demore tiempo en que esto tenga un efecto ms masivo. Al respecto es vlido mostrar el ejemplo de Chile. No para vanagloriarnos de cifras que puedan ser mejores que las de otros pases, sinopor el contrariosin arrogancia, con orgullo, pero, por sobre todo, con certeza, para decir que es posible superar la desnutricin. Chile prcticamente ha erradicado la desnutricin infantil. En el ao 2007, la cifra de desnutricin global en menores de seis aos fue de 0,7 por ciento, contra un 37 por ciento que exista en 1960. En ese sentido, podemos calificarnos de privilegiados. Pero esto no ha sido casual, no ha sido gratuito.

Presidenta de la Repblica de Chile

Michelle Bachelet

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Quienes en el marco de la Conferencia Regional Ministerial recibieron un reconocimiento son parte muy importante de este proceso. Si hay algo en lo cual importa el liderazgo es en temas como ste y el liderazgo de personas como los mdicos, profesores y maestros es, justamente, el haber tenido la claridad y la tenacidad para concretar estas polticas en logros reales, con objetivos claros. En Chile conseguimos transformar este liderazgo en una poltica de Estado sostenida en el tiempo y no se abandon siquiera con vaivenes polticos. El primer Programa Nacional de Alimentacin Complementaria en Chile data de 1924. Y la verdad es que fue el primer paso en esta poltica de Estado orientada a garantizar a todos los nios la satisfaccin de sus necesidades nutricionales. Desde el punto de vista de la prevencin de enfermedades, de las capacidades cognitivas y del desarrollo intelectualas como tambin de la productividad futurala nutricin de un nio es crucial. Sobre el particular, no tengo que convencer a nadie. Pero no podemos, por obvio, olvidarlo. No es posible concebir polticas pblicas de desarrollo sin ocuparse de este aspecto en forma prioritaria. En el ao 1953 se inici el Programa de Distribucin de Alimentos a la madre y al nio o nia. Y un mdico Presidente, como yo, instaur el recordado Programa del Medio Litro de Leche Diario para cada nio en Chile. En su momento hubo discusiones. Incluso alguna gente dijo: esta leche la van a usar para rayar canchas de ftbol. La verdad es que estos programas, de la mano del desarrollo de una institucionalidad fuerte de la salud pblica, de la mano de programas de educacin de la gente, han sido extremadamente exitosos. Adicionalmente a la entrega de alimentos en consultorios, se implementaron planes nutricionales en las escuelas, lo cual ha sido determinante. Y hoy da, 2,200,000 raciones son entregadas gratuitamente cada da en establecimientos de educacin pblica, beneficiando a un nmero muy importante de escolares.

de lactancia, que entregan diferentes cantidades de leche, segn las necesidades de cada caso. Esto se considera un bien pblico y, por lo tanto, es independiente de si las madres pertenecen al sistema de salud pblico o privado. Quiero insistir: son cifras felices, pero no son casuales. Lo que quiero decir con esto y, tal vez, mi nico gran mensaje, es que es posible derrotar el hambre. Que Chile lo ha hecho en poco ms de cuatro dcadas. Lo ha hecho con planificacin, con efectividad, con constancia, con claridad en el objetivo. Pero, sobre todo, con voluntad poltica y con prioridad en la infancia. Otras experiencias, como las de Cuba o Costa Rica, tambin han tenido excelentes resultados. Lamentablemente, no podemos decir lo mismo de todos los pases de nuestra regin, que producen suficientes alimentos, pero donde se sigue padeciendo hambre. Y esto claramente es una paradoja. La produccin de alimentos en Amrica Latina y el Caribe ms que triplica los requerimientos energticos de la poblacin. Sin embargo, existen 53 millones de personas que carecen de alimentos suficientes. El 7 por ciento de los nios menores de cinco aos tiene un peso inferior al normal y 16 por ciento presenta un dficit de talla para su edad. Hoy, la falta de acceso a los alimentos tiene menos que ver con la escasez y ms con el bajo poder adquisitivo de la poblacin de escasos recursos, a lo cual se aade como agravante el alza de los precios de los alimentos. En datos como stos vemos el verdadero impacto de la desigualdad. Una desigualdad que se inicia en el vientre, que merma las posibilidades de vida, de crecimiento y desarrollo intelectual pleno de una persona an antes del nacimiento. Y que, desgraciadamente, sigue mantenindose en la mayora de las sociedades como un circuito nefasto durante toda la vida de las personas. En ese sentido, una reflexin: Pedro Medrano hizo el llamado a hacerse cargo de este tema moral, tico, cueste lo que cueste. S que hay muchos ministros, viceministros, jefes de programa a los que probablemente les toca lidiarsobre todo a la hora de definir los presupuestos en el pascon otros criterios, con personas que van a colocar otras prioridades arriba de la mesa porque, sin duda, en un pas muchas cosas son necesarias. Pero quiero decirles que el costo para un pas es infinitamente mayor si no se asume esto. El costo de la prdida de muchas capacidades de las personas, de los nios, as como el costo de las enfermedades asociadas, son infinitamente mayores a todo lo que uno pueda gastar para sacar a los nios del hambre. Incluso si uno lo mira desde la ptica de un pas que quiere crecer en la economa, que quiere ser competitivo, el tener una poblacin sana, desarrollada, con plena capacidad, tambin es un factor de competitividad y desarrollo.

El pas logr derrotar este flagelo con perseverancia y con esfuerzo. Y as llegamos a las cifras de hoy.Pero hay ms: la lactancia materna es un importante factor de prevencin contra la malnutricin. Y por eso tambin hemos estimulado este proceso, que es fundamental en el desarrollo humano y hoy tenemos casi un 50 por ciento de lactancia materna exclusiva hasta el sexto mes. Otro factor central es la influencia de la nutricin de la madre en el peso de los hijos. Eso est clnicamente demostrado y ha sido tambin tomado en cuenta en los planes de salud y nutricin, que incluyen alimentacin complementaria para embarazadas y mujeres en etapa 16

Todos los que estamos aqu creemos que hay un compromiso moral fundamental con nuestros nios. Como nos deca Gabriela Mistral: El futuro de los nios es siempre hoy.

Todos los que estamos aqu creemos que hay un compromiso moral fundamental con nuestros nios. Como nos deca Gabriela Mistral: El futuro de los nios es siempre hoy. Es decir, hoy da tenemos que preocuparnos para tener nios sanos, jvenes y adultos adecuados. Pero ms all de esto, tambin desde la ptica del desarrollo econmico de un pas, ste es un elemento central. Cada cinco segundos, un nio muere por hambre en el planeta. Y sta es una realidad dramtica que nos interpela a todas las naciones. Lamentablemente no es una realidad lejana. Esto pasa aqu, en nuestra regin. Esta situacin se hace an ms crtica en el caso de los nios y nias indgenas y de ascendencia africana. Al respecto, un solo ejemplo: El 90 por ciento de los 150 millones de personas afro-descendientes de Amrica Latina y el Caribe es pobre. Y, lgicamente, concentra tambin los ms altos ndices de desnutricin. Esa poblacin es vctima de la desigualdad, de la exclusin social dentro de los pases. Pero, a la vez, en muchas ocasiones quedan fuera de las prioridades de cooperacin internacional, por haber nacido en pases con ingresos medios. Es decir, sufren una doble exclusin. La falta de acceso a los alimentos por falta de dinero, genera, como hemos visto adems, graves conflictos sociales. Un pueblo que no puede tener alimentos es un pueblo con urgencia, con impaciencia, un pueblo con justo enojo y un pueblo, adems, desencantado con la democracia.

Frente a esta tremenda situacin de desigualdad, no es posible cruzarse de brazos. Tenemos que responder como continente. Debemos comprometernos a hacer todo lo que est a nuestro alcance para derrotar ese flagelo. Y esto implica, como se ha dicho ac, un esfuerzo tcnico serio y sostenido. Implica cooperacin y solidaridad, pero, por sobre todas las cosas, implica voluntad poltica. Qu es lo que Chile, desde su experiencia en combatir la desnutricin, ha hecho y hace para contribuir a frenar este terrible flagelo, en materia internacional? En noviembre del ao pasado, durante la Cumbre Iberoamericana que se realiz en Chile, me compromet a la creacin de un Fondo para la Proteccin de la Infancia en Iberoamrica, que ser implementado durante este ao. A travs de la accin conjunta con el Fondo de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentacin (FAO) nos hemos comprometido con la rehabilitacin agrcola y forestal de Hait, proyecto en el que est trabajando un grupo de tcnicos chilenos de alto nivel, lo que es fundamental para el desarrollo de la agricultura y mejorar la produccin y disponibilidad de alimentos. Tambin en Hait, la Junta Nacional de Jardines Infantiles de Chile (JUNJI) est apoyando al Gobierno en la formulacin de una poltica de proteccin de la infancia. Pero, adems, muy especialmente, hemos emprendido el diseo y puesta en marcha de centros de atencin educativa, cuidados y alimentacin de 180 nios de dos a cinco aos en el sur de Hait.

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A travs de la FAO hemos enviado un nmero de profesionales a Guatemala, como parte del Programa Especial de Seguridad Alimentaria. Adicionalmente, como Presidenta, pertenezco a la Red Global de Lderes, que busca disminuir significativamente la mortalidad infantil y materna, los Objetivos 4 y 5 de Desarrollo del Milenio y, por cierto, apoyo con mucha fuerza tambin el Objetivo 1 del Milenio, el que ayuda a reducir la mortalidad que resulta, en la mayora de los casos, de la malnutricin y la falta de condiciones sanitarias mnimas para la subsistencia. A nivel operativo, esta red tiene su contraparte en la as llamada Partnership for Maternal, Newborn and Child Health,1 que trabaja en coordinacin con la Organizacin Mundial de la Salud (OMS). En septiembre de este ao se efectuar en Chile el lanzamiento regional de esta iniciativa, actividad que estamos trabajando conjuntamente con Noruega y Brasil, como parte de nuestro inters en fortalecer la colaboracin en el rea de la salud nutricional. En diciembre se reunirn en Oslo los representantes de los lderes mundiales que conducen la lucha contra la mortalidad infantil y materna, con el fin de coordinar polticas que agilicen la reversin de estas cifras en el planeta.1

Todo ello, entre otras muchas iniciativas, es parte del compromiso de Chile con la equidad, por un lado y con la justicia, por el otro. Y la verdad es que la desnutricin y la pobreza son lastres de muchos siglos en nuestra regin. Superarlos puede tomar unas pocas dcadas, pero slo suceder si ponemos en tensin las capacidades conjuntas de todos los pases. La Conferencia Regional Ministerial puso el acento en la proteccin integral de la familia, en el fortalecimiento de las polticas sociales, en la voluntad de garantizar a todos los habitantes del continente su alimentacin bsica. Todo aquello no puede esperar; debe empezar a implementarse de inmediato. Chile es parte de ese compromiso y har lo que le corresponde hacer. Queremos ayudar en la medida de nuestras posibilidades. Queremos ser parte de este compromiso de derrotar el hambre y la desnutricin en la regin. Nada es ms importante que salvar las preciosas vidas de muchos nios y nias que estn esperando nuestra solidaridad. Y en esto, ustedes pueden contar con nosotros y con esta Presidenta.

Alianza para la Salud Materna, del Recin Nacido y del Nio (nota del editor).

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El combate al hambre y la gobernabilidad democrticaJos Miguel InsulzaSecretario General de la Organizacin de los Estados Americanos (OEA)

El tema que en mayo de 2008 convoc a la Conferencia Regional Ministerial de Santiago de Chile es de la mayor importancia y, lamentablemente, tambin de la mayor gravedad. El drama del hambre y la inseguridad alimentaria, que de una u otra manera hoy afecta a todas las regiones del mundo, se siente principalmente en los pases y los segmentos sociales ms pobres de la poblacin mundial y, entre ellos, de manera especialmente cruel entre los nios.Es un problema moral para toda la humanidad. En un mundo de riqueza, abundancia y avances cientficos sin parangn, es ticamente inadmisible que mueran alrededor de 25 mil personas por da por causas vinculadas a deficiencias nutricionales. La Conferencia Regional Ministerial se realiz en un momento muy crucial, cuando el tema de los alimentos alcanza primera plana en toda la prensa del mundo. Los tcnicos estn an encontrando explicaciones diversas al acelerado aumento de los precios de alimentos bsicos como el trigo, arroz y maz. Lo concreto, sin embargo, es que el precio de los alimentos ha aumentado en todo el mundo de manera exagerada, al grado que en los tres ltimos aos prcticamente se ha duplicado. Esta situacin est condenando a mantenerse en o a volver a la pobreza a millones de personas en el mundo entero. Y har sentir sus efectos no slo en las posibilidades de desarrollo de muchos pases, sino tambin en su estabilidad poltica y en su fortalecimiento democrtico. Cuando la desesperacin individual ocasionada por el hambre y la incapacidad para proveer de alimentos a los hijos se convierte en un problema colectivo, puede conducir a manifestaciones de descontento social capaces de desestabilizar a los gobiernos de los pases afectados. En nuestra regin esa situacin ya se est viviendo en Hait, pas al cual es preciso ayudar en todas las formas posibles porque es el primer caso en nuestra regin en que el problema de la escasez de alimentos se manifiesta de una manera crtica. El Presidente del Banco Mundial seal recientemente que al menos 33 pases estn en riesgo de enfrentar dificultades sociales a causa de la falta de alimentos. Si bien la mayora de estos pases se encuentra en frica, en nuestro hemisferio debemos estar alerta ante un fenmeno que podra tener efectos negativos en nuestros esfuerzos encaminados a combatir la pobreza y fortalecer la democracia. La crisis alimentaria amenaza con deteriorar una situacin en la que si bien han existido progresivos avances, an presenta serias dificultades. Me refiero al hecho de que en nuestra regin ms de cincuenta millones de personas an no tienen acceso a una alimentacin adecuada. La desnutricin infantil, con sus negativas secuelas biolgicas, sociales y econmicas, afecta hoy a ms de nueve millones de nios.

Secretario General de la Organizacin de los Estados Americanos (OEA)

Jos Miguel Insulza

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Los logros alcanzados en el combate a la pobreza y la indigencia tambin podran sufrir reveses. Sabemos por la Comisin Econmica para Amrica Latina y el Caribe (CEPAL) que en 2006 un 36,5 por ciento de la poblacin viva en condicin de pobreza y un 13,4 por ciento en la indigencia, los que sin duda son porcentajes muy altos. Al mismo tiempo, 15 millones de personas haban salido de la condicin de pobreza y diez millones lo haban hecho de la condicin de indigencia ese ao. Por primera vez desde 1990, el nmero total de personas que vivan en condicin de pobreza en nuestra regin se situaba debajo de los doscientos millones. Ese avance est en riesgo por la amenaza que representa la caresta de los alimentos. La propia CEPAL ha advertido que la pobreza y la indigencia aumentarn de no tomarse medidas urgentes para aminorar los efectos de las fuertes alzas en esos precios. De acuerdo con sus clculos, un incremento de 5 por ciento en el precio de los alimentos eleva la indigencia en casi un punto. Dados los aumentos que actualmente estamos sufriendo, esas cifras significan que alrededor de diez millones de personas se encontraran en riesgo de caer en la indigencia en nuestra regin y un nmero similar podra engrosar las filas de la pobreza. Esto es claramente un retroceso, inaceptable en relacin a los esfuerzos realizados para avanzar hacia sociedades ms equitativas, justas y democrticas.

Sin embargo, la crisis que hoy se vive puede representar tambin una oportunidad. No debemos olvidar que esta inequidad ocurre a pesar de que, a nivel global, Amrica Latina y el Caribe es la regin que menos alimentos importa. El 26,7 por ciento de los alimentos que se consumen en Amrica Latina y el Caribe son importados, lo cual se compara favorablemente con todas las dems regiones del mundo: 38,6 por ciento en Amrica del Norte; 53,5 por ciento en Europa; 52,5 por ciento para el Asia Pacfico; y ms de un 70 por ciento para el frica Subsahariana y el Medio Oriente. Algunos de nuestros pases son potencias mundiales en la produccin y exportacin de cereales, granos, frutas y carnes. Amrica Latina y el Caribe tienen, entonces, a travs de polticas agrcolas ms justas e inclusivas, una mejor oportunidad de erradicar completamente la desnutricin, a la vez que contribuir a aliviar la situacin de hambre en el mundo en desarrollo y mejorar la condicin de vida de sus poblaciones rurales, donde radica generalmente la mayor condicin de pobreza. Bien sabemos, sin embargo, que ello no depende solamente de llamados para aumentar la produccin. Existen tambin factores internos que tienen que ver con la concentracin de la propiedad agrcola improductiva, con la carencia de polticas de asistencia tcnica y crediticia a los pequeos y medianos agricultores, con el proteccionismo en el cual persisten los pases ms desarrollados de Amrica del Norte y Europa y, desde luego, con la muy injusta distribucin del ingreso a nivel global, que pone a ms de un tercio de la humanidad an por debajo de la lnea de pobreza y a ms de mil millones en la indigencia.

La meta de erradicar la desnutricin infantil en nuestra regin es absolutamente posible. Por eso es importante destacar el compromiso a nivel poltico que existe en torno a la necesidad de atender con urgencia este flagelo. Durante estos ltimos aos se percibe una mayor conciencia social y poltica en la regin, relativa a la necesidad de atender y combatir la pobreza, no slo por cuestiones ticas y econmicas, sino porque la gobernabilidad democrtica se hace insostenible si no se enfrentan estos problemas. Por otra parte, la democratizacin y estabilidad poltica experimentadas en los ltimos diez aos son un logro tambin digno de considerar con relacin a este tema, dado que han sentado las bases para un crecimiento econmico sostenido, generando adems las capacidades institucionales para enfrentar de manera ms efectiva la pobreza, la exclusin social y sus efectos ms perversos como el hambre y la desnutricin. Con tal motivo y en el marco de nuestro compromiso permanente con el desarrollo integral y la gobernabilidad democrtica, hemos buscado alianzas estratgicas que nos permitan avanzar hacia sociedades ms justas. En ese contexto se inserta el reciente Acuerdo de Cooperacin que la OEA ha firmado con el Programa Mundial de Alimentos (PMA), orientado a disear y ejecutar proyectos conjuntos e intercambiar experiencias en temas de asistencia humanitaria, especialmente en lo referente al fortalecimiento de las capacidades nacionales para la erradicacin del hambre y la desnutricin en la regin.

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Aprovecho esta oportunidad para felicitar a la Dra. Josette Sheeran, Directora Ejecutiva del Programa Mundial de Alimentos, por sus incansables esfuerzos para crear conciencia en la opinin pblica sobre la crisis alimentariael tsunami silencioso, como ella lo ha llamadoy por impulsar a los gobiernos y organismos internacionales a actuar para evitar lo que puede llegar a ser una catstrofe mundial. Otra expresin de nuestro compromiso con la necesidad de enfrentar este grave problema fue la incorporacin del tema del hambre y la desnutricin infantil como uno de los cuatro aspectos centrales de la Primera Reunin de Ministros y Altas Autoridades de Desarrollo Social que se celebr entre el 9 y 10 de julio en Chile, en el mbito de los foros ministeriales de la OEA y bajo la responsabilidad organizativa del Ministerio de Planificacin de Chile. Histricamente, los conductos institucionales para llegar a los ms necesitados con ayuda y suplementos alimentarios han sido los sistemas sanitarios y educativos, adems de la tradicional labor que en esta materia han desempeado las iglesias y organizaciones de la sociedad civil. Actualmente se ensayan con xito en la regin diversos programas que atacan la pobreza desde una perspectiva integral,

tales como los programas basados en las transferencias monetarias condicionadas, desarrollados principalmente por los Ministerios de Desarrollo Social de reciente creacin. La reunin ministerial en Chile permiti analizar las posibilidades de integrar aspectos alimentarios a estos nuevos programas de combate a la pobreza. Agradezco a la Ministra de Planificacin, Paula Quintana, por los esfuerzos desplegados en la preparacin de este evento. Debo reiterar que la regin tiene mucho que hacer todava respecto de la desnutricin y el hambre infantil. Ese esfuerzo se puede ver facilitado si se unen los recursos y las voluntades polticas nacionales con las capacidades tcnicas de organismos internacionales como el PMA, con el compromiso poltico que se puede concertar en foros como la OEA y con el apoyo financiero que puede aportar la banca internacional. Seguramente se ver fortalecido si se logra la asociacin y el permanente contacto con organizaciones de la sociedad civil y una alianza con el sector privado y productivo, al objeto de asegurar la sustentabilidad de los programas y la generacin de fuentes de ingreso para las familias.

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La equidad: factor fundamental en la lucha contra la desnutricin infantilPaula QuintanaMinistra de Planificacin de Chile

Fue un gran honor para Chile ser pas anfitrin de la Conferencia Regional Ministerial de mayo de 2008, necesario y oportuno debate orientado a la erradicacin de la desnutricin infantil en Amrica Latina y el Caribe. Las experiencias y conocimientos compartidos en ese espacio constituyeron una efectiva contribucin al desarrollo de los nios y nias, as como al desarrollo de nuestra regin.Un mayor y ms equitativo desarrollo econmico, social y ambiental a lo largo de todo el territorio nacional ha sido el anhelo que por muchos aos ha guiado a la sociedad chilena. Hemos sidoentre muchos aspectosmuy exitosos en materia de crecimiento, empleo y disminucin de la pobreza, as como tambin en la reduccin de la desnutricin infantil. Hemos avanzado sustantivamente en salud, educacin, infraestructura econmica y social, tal como lo demuestran distintos indicadores y lo reconoce la totalidad de los organismos internacionales. No obstante, tenemos un taln de Aquiles y ste es la desigualdad, factor que en definitiva podra ser la diferencia entre un pas que crece y uno que cruza el umbral del desarrollo. Para vencer las desigualdades no basta la determinacin. Es necesario, adems, entender su origen. La desigualdad se manifiesta en los primeros aos de la vida de la persona, contina con las oportunidades de educacin, se profundiza con las discriminaciones y se consolida con la adversidad. La desigualdad se da en las oportunidades y en los resultados, se reproduce diariamente y se profundiza cada vez que poderosos intereses particulares se imponen sobre el inters general, ya sea en los negocios o en las decisiones polticas. La historia de nuestras polticas sociales y los avances de los ltimos diecisiete aos de democracia nos dan una base slida para enfrentar el prximo desafo: articular en Chile un verdadero sistema de proteccin social basado en derechos, capaz de garantizar igualdad de oportunidades y cobertura de los principales riesgos que amenazan a las familias y a las personas de menores recursos a lo largo de la vida. En el transcurso de los gobiernos de la Concertacin hemos transitado desde el dominio de las polticas asistenciales a la construccin de las bases de una red de proteccin social fundada en derechos garantizados. Ello ha sido posible gracias a una consistente reduccin de la pobreza, a la ampliacin de acceso a las ms importantes prestaciones sociales, al impacto distributivo del gasto social y a enmiendas legales para combatir la discriminacin de diversos grupos de la sociedad, ya sea por su condicin tnica o de gnero, su origen social o territorial, o por la orientacin sexual. Sin embargo, este proceso se ha producido con desigualdades derivadas de una inequitativa distribucin del ingreso, que si bien ha estado histricamente presente en la sociedad chilena, se hace ms intolerable actualmente ante la vivencia de una inclusin desigual que no se explica en funcin de los mritos, sino por el origen socioeconmico y cultural y la falta de oportunidades.

Ministra de Planificacin de Chile

Paula Quintana

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La necesidad de un sistema de proteccin social tambin se fundamenta en los cambios acelerados vividos por nuestras sociedades, que generan vulnerabilidades asociadas a nuevos riesgos, tales como el surgimiento de una pobreza moderna y su alta rotacin, la existencia de empleos precarios e inestables, la creciente participacin laboral de las mujeres y su impacto en la estructura social, el envejecimiento de la poblacin y los nuevos patrones migratorios. Estas vulnerabilidades trascienden la poblacin en condiciones de pobreza y amenazan a determinados segmentos no pobres (especficamente a la poblacin infantil), a personas con discapacidades, adultos mayores, madres adolescentes y mujeres jefas de hogar, comunidades y personas indgenas, y tambin a los inmigrantes. Un buen sistema de proteccin social acompaa a las personas a lo largo de su ciclo vital, protegiendo sus primeros pasos, asegurando el acceso a las oportunidades de educarse y trabajar y cubriendo los riesgos de enfermedad e invalidez garantizando una vejez digna. Un buen sistema de proteccin social reconoce los problemas de las personas y les permite mantener un mayor control sobre sus vidas. Los primeros aos son cruciales en el desarrollo de competencias y capacidades clave que acompaan a las personas a lo largo de su vida. La estimulacin y la socializacin que reciben los nios y nias en esta etapa determinan en gran medida sus capacidades para enfrentar perodos posteriores de aprendizaje, asegurar el desarrollo de sus vidas fsica y psicolgicamente sanas y construir proyectos laborales, familiares y sociales satisfactorios en la etapa adulta. En este contexto, el sistema de proteccin social de la infancia Chile crece contigo, actualmente en fase de ejecucin en Chile, constituye un avance significativo en el diseo e implementacin de un sistema de proteccin social, al contribuir a transformar a Chile en un pas ms equitativo, justo y seguro, al posibilitar que se potencien igualmente las oportunidades de que disponen las personas desde la cuna. ste constituye un desafo central de este gobierno. En materia de desnutricin infantil, los avances en Chile han sido significativos y es por ello que, junto con mantener los resultados orientados a su erradicacin, es necesario avanzar hacia desafos mayores, tales como que el comienzo de la vida, el origen socioeconmico u otras dimensiones no constituyan factores de inequidad, exclusin, pobreza, o vulnerabilidad en el futuro. Los logros que la sociedad chilena ha obtenido en la reduccin de la desnutricin in-

fantil son producto de la articulacin de polticas integrales y de largo plazo, orientadas a la prevencin, tratamiento y control. La experiencia chilena ha demostrado que el consenso tcnico y poltico a partir de los aos cuarenta, la continuidad de los programas a lo largo del tiempo, la integralidad de las intervenciones y el contar con un sistema de seguimiento han sido fundamentales para lograr los resultados que hoy tenemos como sociedad en materia de desnutricin infantil. Asimismo, cumplir la meta establecida en los Objetivos de Desarrollo del Milenio vinculados con la superacin del hambre y la disminucin de los factores de riesgo asociados con la desnutricin infantil impone el desafo de articular, de manera integral, acciones que den cuenta de la multiplicidad de causas asociados a los problemas de desnutricin. El sistema de proteccin integral a la primera infancia Chile crece contigo, iniciado el ao 2007 y con cobertura en todo el pas a partir de este ao (2008), jugar un rol central en la materia que nos convoca al tener como propsito atender las necesidades y apoyar al desarrollo de los nios y nias en cada etapa de la primaria infancia. El sistema promueve las condiciones bsicas necesarias para el desarrollo infantil, influyendo simultneamente en aspectos biolgicos, fsicos, psquicos y sociales de los nios y nias en su entorno. Otros esfuerzos que se han realizado en la regin han ayudado y llevado a una disminucin importante de la desnutricin en algunos pases y su erradicacin en otros, como es el caso de Cuba, Costa Rica, Argentina y Chile. El problema no slo contina siendo un tema relevante para Amrica Latina y el Caribe, sino queademscoyunturas como la actual, relativa a la crisis alimentaria mundial, nos obliga a ser muy proactivos en funcin de disponer de polticas internas y acuerdos globales oportunos, orientados a garantizar el acceso a alimentos por parte de la poblacin ms vulnerable o de menores ingresos y que nos permitan evitar retrocesos importantes en la desnutricin y en los niveles de pobreza e indigencia en la regin. De este modo, reuniones como la Conferencia Regional Ministerial de Santiago, celebrada en mayo de 2008, representan importantes espacios de reflexin, dndonos la oportunidad de compartir experiencias y logros para erradicar el hambre y la desnutricin en nuestros pases y en nuestros nios y nias, as como tambin para compartir el gran desafo de construir sociedades ms justas y ms solidarias.

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La lucha contra la desnutricin en la agenda de salud de las AmricasMirta RosesDirectora de la Organizacin Panamericana de la Salud (OPS)

El tema abordado en la Conferencia Regional Hacia la erradicacin de la desnutricin infantil en Amrica Latina y el Caribe no es un asunto aislado sino que representa uno de los puntos ms visibles y sensibles del ser humano y su desarrollo. La salud y la nutricin van de la mano y es inaceptable que en una regin que tiene conocimientos y recursos humanos, materiales y financieros suficientes para todos sus habitantes, an persistan nueve millones de nios y nias que sufren de desnutricin crnica.Los efectos y daos de la desnutricin son irreversibles y pueden surgir desde la concepcin del ser humano. Peor an: se transmiten de generacin en generacin. Estos daos no slo afectan al ser humano como individuo, sino que impactan a la sociedad en su conjunto, produciendo prdidas enormes a nuestros sistemas de salud y seguridad social. En este sentido, la Agenda de Salud de las Amricas aprobada por los pases en 2007 establece que stos deben esforzarse por garantizar una proteccin efectiva desde la atencin prenatal, priorizando acciones especficas para reducir la mortalidad materna, la mortalidad infantil y la desnutricin infantil. Igualmente, la Agenda de Salud de las Amricas propone disminuir las desigualdades en salud entre los pases y las inequidades al interior de los mismos, por lo cual es importante que los pases intensifiquen la Cooperacin Sur-Sur en reas temticas relacionadas con la salud y la nutricin y, adems, que concentren sus esfuerzos en fortalecer las capacidades nacionales y de gestin de programas para alcanzar aquellos grupos de mayor vulnerabilidad. Dando seguimiento a esta Agenda y a los acuerdos alcanzados en foros y reuniones ministeriales y de jefes de Estado en cuanto a maximizar los esfuerzos por erradicar la desnutricin infantil, es necesario que los pases reunidos en Santiago, en mayo de 2008, renueven este compromiso y prioricen el hambre y la desnutricin en las agendas pblicas de todos los pases. Hacemos un llamado a la comunidad internacional para que se una a este esfuerzo de los pases y acompaen a los mismos, dando prioridad al combate de la desnutricin infantil como parte de sus dilogos de cooperacin y fomentando el intercambio de conocimiento entre instituciones y pases.

Directora de la Organizacin Panamericana de la Salud (OPS)

Mirta Roses

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Un llamado urgente y decidido a la accinRebeca GrynspanDirectora Regional del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Amrica Latina y el Caribe

Sin duda la erradicacin de la desnutricin infantil, que afecta ms de nueve millones de nios y nias en nuestra regin, es un tema de la mxima importancia para todos nuestros Gobiernos. Se requiere, con mayor razn ahora que vivimos un ciclo de grandes aumentos en los precios de los alimentos y los combustibles, reenfocar los esfuerzos de la regin para evitar que an ms nios y nias y ciudadanos latinoamericanos sufran el flagelo del hambre y la desnutricin. El hecho de que 33 pases de la regin se encontrasen representados al ms alto nivel en la Conferencia Regional Ministerial de Santiago de Chile habla del compromiso existente para combatir la desnutricin infantil as como de la necesidad, por todos sentida, de compartir informacin y experiencias, lo mismo que de encontrar soluciones y vas ms efectivas para enfrentar este gran reto.La realizacin de este evento estuvo enmarcada en una coyuntura particular y crucial que requiere de nuestro compromiso y trabajo desde cada una de nuestras organizaciones. Atravesamos hoy uno de los peores momentos de nuestra historia reciente, en relacin a la crisis alimentaria, debido al alza de los precios de los alimentos. El Secretario General de las Naciones Unidas ha realizado recientemente un llamamiento para tomar medidas inmediatas, as como para realizar acciones de mediano y largo plazo para atender esta problemtica. La magnitud de esta crisis puede poner en riesgo los avances que ha conseguido la regin en materia de reduccin de la pobreza y de otros Objetivos del Milenio estrechamente vinculados, como son la desnutricin infantil y los objetivos de reducir la mortalidad materna e infantil. Creemos que hoy, ms que nunca, Amrica Latina y el Caribe estn en condiciones de enfrentar este reto y de poner en ejecucin medidas de poltica econmica y social que protejan a los grupos ms vulnerables de la poblacin de los efectos devastadores que puede tener una escalada de precios en los productos de la canasta bsica alimentaria. Necesitamos programas que, por un lado, incrementen los ingresos y el acceso a los alimentos de las poblaciones vulnerables y, por otra parte, mejoren la oferta y distribucin de alimentos, especialmente de los pequeos agricultores. El desafo que nos reuni en Santiago no es responsabilidad exclusiva de una sola institucin o de un solo Gobierno. Hay que tomar acciones al nivel global, regional y nacional. Hay que poder accionar mecanismos de cooperacin externos e internos que permitan atacar este problema desde sus mltiples dimensiones. Necesitamos de una frrea voluntad poltica y de una firme determinacin para evitar que esta vez, a diferencia del pasado, los ciclos econmicos a los que est sujeta la economa mundial sumen a millones de ciudadanos latinoamericanos en la desesperacin y la indigencia. No debemos permitir 27

Directora Regional del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Amrica Latina y el Caribe

Rebeca Grynspan

que se materialicen los posibles efectos que esta crisis puede tener sobre los nios y las nias de la regin, y volver a profundizar los ciclos perversos de transmisin intergeneracional de la pobreza que convierten pobreza coyuntural en pobreza estructural. As, Latinoamrica y el Caribe tienen la oportunidad de probarse a s mismos en esta coyuntura y demostrar que pueden evitar la mayor injusticia que azota a nuestro continente: que un nio o nia est destinado a ser pobre porque sufre de desnutricin crnica y, por tanto, antes de los dos aos, antes de comenzar a tomar ninguna decisin propia, sin siquiera haber comenzado la escuela, su destino est sellado por la sentencia de haber nacido en un hogar pobre y determinado o, peor an, por haber nacido en un momento de crisis en los precios de los alimentos a la que no se le dio respuesta.

A lo largo de la Conferencia Regional Ministerial Hacia la erradicacin de la desnutricin infantil en Amrica Latina y el Caribe hubo oportunidad para compartir valiosas experiencias e informacin que contribuirn a la identificacin de estrategias para atender esta problemtica, como tambin para hacer un llamado urgente y decidido a una accin concertada y al compromiso de todas las instancias nacionales e internacionales para este objetivo. Desde el PNUD reiteramos nuestro compromiso en trabajar conjuntamente para continuar apoyando los esfuerzos en esta direccin.

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Igualdad de oportunidades para romper el ciclo del hambreMarcela SuazoDirectora Regional del Fondo de Poblacin de las Naciones Unidas (UNFPA) en Amrica Latina y el Caribe

El mundo enfrenta hoy la peor crisis alimentaria de los ltimos aos, debida al alza intensa y persistente de los precios de los alimentos, situacin que afecta a la regin de Amrica Latina y el Caribe, la cual se caracteriza por la inequidad y la pobreza. En Amrica Latina y el Caribe, unas 35 millones de personas viven en extrema pobreza y otras 190 millones viven en pobreza. De no tomarse acciones efectivas, la crisis podra empujar a la pobreza extrema a un estimado de ms de diez millones de personas que requeriran asistencia urgente, en tanto que otros diez millones de personas caeran debajo de la lnea de la pobreza y en el lmite de la subsistencia.El hambre y todas sus manifestaciones, incluyendo la desnutricin infantil, afectan particularmente a las personas pobres, entre las cuales estn sobre-representadas las mujeres y sus hijos e hijas, en particular las mujeres que viven en zonas rurales o urbano-marginales y con poca o ninguna educacin, lo mismo que las poblaciones indgenas y afro-descendientes. El Fondo de Poblacin de las Naciones Unidas (UNFPA) tiene la certeza de que el xito de las acciones frente a esta crisis depende de considerar a las personas integralmente, atendiendo y respetando sus derechos, su condicin de ser mujeres u hombres y sus necesidades, las cuales incluyen su salud reproductiva, que contribuye de forma significativa a disminuir el bajo peso al nacer y la desnutricin infantil. En este punto, quisiera reflexionar sobre el rol clave para romper el ciclo del hambre y la pobreza que desempean las mujeres a lo largo del ciclo de vida en sus familias, comunidades y sociedades. Sabemos que si las mujeres mejoran su condicin social y econmica, inmediatamente mejora las de sus familias e hijos, por lo que parte de las respuestas efectivas al hambre, incluida la desnutricin infantil, deben encaminarse a fortalecer polticas pblicas que apoderen las mujeres, que erradiquen la violencia de gnero, que faciliten el acceso de las mujeres, nias y jvenes a la educacin y servicios de salud de calidad, y que incorporen a los hombres y varones jvenes en acciones de apoyo al mejoramiento de la condicin de las mujeres y las nias. Como Sistema de Naciones Unidas y como Fondo de Poblacin renovamos nuestro compromiso con los pases de la regin para reducir estas brechas a travs de apoyo y asistencia tcnica en la formulacin de polticas e implementacin de estrategias nacionales y, en particular, promoviendo el derecho de cada mujer, hombre, nia y nio a disfrutar de una vida sana, con igualdad de oportunidades para todos.

Directora Regional del Fondo de Poblacin de las Naciones Unidas (UNFPA) en Amrica Latina y el Caribe

Marcela Suazo

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La caresta de los alimentos: crisis y oportunidadesSheila SisuluDirectora Ejecutiva Adjunta del Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (PMA) Traduccin de Carlos Guevara Mann

Nos hemos reunido aqu en un momento crtico. El mundo se encuentra en las fases iniciales de una crisis alimentaria mundial que pone en riesgo el bienestar de decenas de millones de las personas ms vulnerables del planeta. Lo cierto es que las instituciones internacionales de la postguerra nunca han enfrentado una crisis humanitaria alimentaria similar, en magnitud, complejidad y alcance geogrfico. En menos de dos aos, los precios internacionales de los alimentos han aumentado, en promedio, en un 83 por ciento. Segn los indicios que poseemos, dichos precios no slo podran seguir incrementando, sino adems permanecer altos durante muchos aos.La Comisin Econmica para Amrica Latina y el Caribe (CEPAL) ha estimado que los niveles actuales de precios podran empujar a unas diez millones de personas a la pobreza extrema o indigencia. Al mismo tiempo, podramos esperar aumentos equivalentes en los niveles de morbilidad, como resultado del debilitamiento fsico de las poblaciones pobres a causa del hambre. Sin cuidados especiales, podramos presenciar un aumento en el nmero de muertes relacionadas con el hambre, particularmente en la niez. Adicionalmente, otros diez millones podran caer en situaciones de hambre y desnutricin, como resultado de cualquier alza futura en los precios de los alimentos. En resumen, la crisis alimentaria no slo amenaza con generar condiciones catastrficas para millones de personas, sino tambin con anular los importantes adelantos logrados a travs de los programas de desarrollo. Sabemos que la desnutricin puede causar daos mentales y fsicos irreversibles en las nias y nios desde su nacimiento hasta la edad de tres aos. Tambin sabemos que estos daos tienen un impacto profundo en la vida productiva de las nias y nios y limitan sus aportes a la sociedad. El ao pasado, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y la CEPAL publicaron un estudio de seis pases centroamericanos y la Repblica Dominicana que demostr que el costo promedio de la desnutricin infantil equivale a ms del 6 por ciento del producto interno bruto (PIB). La actual crisis alimentaria tiene potencial para incrementar significativamente ese porcentaje. Simultneamente, hemos sido testigos de la inestabilidad social causada por el alza en los precios de los alimentos. Hait recientemente se sum a la lista de pases donde se han producido violentas protestas como resultado de la caresta de los productos de consumo bsico. No se requiere demasiado discernimiento para concluir que, en el futuro, pueden ocurrir disturbios semejantes, lo que a su vez podra tener graves consecuencias econmicas y polticas y prdidas innecesarias de vidas. Nuestro desafo hoy es identificar los medios ms idneos para proteger a las poblaciones pobres con hambre y asegurar que se destinen recursos necesarios a esa tarea. Con esto quiero destacar que la manera usual de operar no ser ya suficiente. La comunidad internacional tendr que asumir un papel crtico en el suministro de recursos financieros a los organismos de la cooperacin internacional, como el PMA, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), el Fondo de las 31

Directora Ejecutiva Adjunta del Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (PMA)

Sheila Sisulu

Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentacin (FAO) y la Organizacin Panamericana de la Salud (OPS). Los pases de la regin, a su vez, tendrn que implementar acciones enrgicas y sin precedentes. Si hemos de evitar una tragedia sin sentido, nuevas prioridades programticas y presupuestarias tendrn que ser adoptadas. Los Gobiernos tendrn que tomar difciles decisiones que implicarn otorgar menor importancia a proyectos redituables desde una ptica poltica y conceder prioridad al alivio de la crisis alimentaria y nutricional que gradualmente avanza en la regin. Si los Gobiernos no actan de manera convincente frente al alza en los precios de los alimentos en las fases iniciales de esta crisis, podran verse inhabilitados para responder a las consecuencias que se desencadenarn en etapas posteriores. Para contribuir a nuestro plan de trabajo actual, el PMA ha solicitado aportes adicionales de los Gobiernos donantes por la suma de 756 millones de dlares. Estos 756 millones de dlares adicionales nos permitiran cerrar la brecha entre el costo original estimado de nuestras operaciones para alimentar a setenta millones de personas y el costo actual. Esta suma no toma en cuenta las necesidades de poblaciones adicionales que necesitarn ayuda como resultado de nuevas emergencias o porque los altos precios de los alimentos les impiden acceder a un consumo calrico mnimo. En estos momentos estamos evaluando las necesidades adicionales y examinando, con nuestros aliados y asociados, planes para proveer respuestas ms amplias. Como es sabido, el Presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, ha convocado a la implementacin de un nuevo Plan Marshall y una respuesta coordinada de las instituciones de Bretton Woods y agencias clave del Sistema de Naciones Unidas. Debemos reaccionar a esta gran escala si queremos tener xito en nuestras gestiones para erradicar el hambre. En adicin al alza en los precios de los productos bsicos, Amrica Latina y el Caribe enfrentan la posibilidad de un aumento en el nmero de situaciones de emergencia causadas por desastres naturales. La ms reciente temporada de huracanes tuvo mayor duracin que las anteriores y fue particularmente severa. La temporada inici con dos tormentas excepcionales, de categora 5 y un gran nmero de eventos adicionales a lo largo del perodo. Adems de graves daos a los cultivos y la actividad agrcola, estos fenmenos acentan la inseguridad alimentaria y la vulnerabilidad de ms y ms personas especialmente mujeres, nias y niosy amenazan con revertir los logros de la regin en materia de desarrollo. De acuerdo con un pronstico de la Universidad del Estado de Colorado (Colorado State University), habr en la regin por lo menos ocho huracanes en 2008, cuatro de ellos de categora 5. En el PMA, lo mismo que en otras agencias de las Naciones Unidas, nuestra principal preocupacin es el impacto de la crisis alimentaria en el deterioro de las condiciones nutricionales de nias, nios, mujeres embarazadas y madres lactantes. En tanto que los Gobiernos de Amrica Latina y el Caribe ejecuten acciones inmediatas para atender los efectos de la actual crisis, esta situacin brinda una 32

oportunidad para fortalecer las redes de seguridad social, las intervenciones nutricionales y de salud materno-infantiles y los programas de alimentacin escolar que priorizan el bienestar nutricional de grupos vulnerables y renuevan el compromiso y la determinacin de la regin de erradicar la desnutricin infantil. De acuerdo con la FAO, la Organizacin para la Cooperacin y el Desarrollo Econmico (OCDE), el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) y el Banco Mundial, los precios de los alimentos permanecern altos en 2008 y 2009. Es ms, es probable que hasta por lo menos el 2015 los precios de la mayora de los cultivos comestibles se siten por encima de los niveles alcanzados en 2004. Debemos asegurar que frente a esta crisis, los adelantos logrados en la regin, en lo que respecta a la reduccin de la desnutricin infantil, sean salvaguardados y que los grupos vulnerables reciban proteccin adicional contra estas dificultades. El Instituto Internacional de Investigacin de Polticas Alimentarias (International Food Policy Research Institute, IFPRI) ha hecho un llamado a la implementacin de medidas comprensivas de proteccin social e iniciativas alimentarias y nutricionales para responder a las necesidades de los pobres a corto y mediano plazo, lo mismo que a la ejecucin de polticas agrcolas y comerciales a largo plazo para enfrentar el desafo. Entre tanto, el Banco Mundial ha determinado que debe drsele alta prioridad a la aplicacin de polticas que eviten los impactos nutricionales negativos que la caresta de los alimentos producir en los ingresos reales de las familias ms pobres. A su vez, este desenlace podra afectar la efectividad de los programas de alimentacin complementaria y reducir el acceso a la salud y las medicinas, lo que agravara las condiciones nutricionales de algunos sectores. Todas y todos los que en mayo de 2008 asistimos a la Conferencia Regional Ministerial de Santiago de Chile tenemos una funcin muy importante que desempear hacia el logro de la misin que tenemos por delante. Pido a cada participante que persuada a su Gobierno acerca de la necesidad de adoptar una conducta activa a nivel internacional. Necesitaremos su apoyo, especialmente en la esfera diplomtica. Es necesario desplegar esfuerzos intensos para convencer a los pases donantes acerca de la importancia de involucrarse plenamente en esta lucha lo ms pronto posible. Debe quedar muy claro que ste no es un asunto fugaz o momentneo. Mientras los precios permanezcan exageradamente altos, se necesitar apoyo financiero sostenible. Los Gobiernos tambin tendrn que adoptar una conducta activa a nivel nacional. Esta es una regin rica en experiencias en el combate a la desnutricin infantil. Muchos de sus pases ya han implementado polticas y programas slidos que han puesto redes efectivas y bien focalizadas de seguridad social al alcance de poblaciones vulnerables. La situacin mundial actual destaca la importancia y relevancia de estas redes.

Esta es una regin rica en experiencias en el combate a la desnutricin infantil. Muchos de sus pases ya han implementado polticas y programas slidos que han puesto redes efectivas y bien focalizadas de seguridad social al alcance de poblaciones vulnerables.Durante la Conferencia Regional Ministerial se nos present el reto de desarrollar un inventario de experiencias y mejores prcticas derivadas de programas de nutricin infantil implementados hasta la fecha; establecer una red de instituciones y gestores responsables de la implementacin de programas contra la desnutricin infantil en la regin; identificar reas de Cooperacin Sur-Sur y colaboracin triangular en apoyo de programas nacionales para erradicar la desnutricin infantil; y adoptar un mecanismo para facilitar la transferencia de conocimientos, experiencias y mejores prcticas. El PMA est preparado para trabajar con los concurrentes a la Conferencia Regional Ministerial de Santiago de Chile. Nuestra Iniciativa Regional Hacia la Erradicacin de la Desnutricin Infantil en Amrica Latina y el Caribe ha recibido apoyo poltico al ms alto nivel, promovido intercambios tcnicos a nivel regional y nacional y convocado a ejecutores de polticas y programas en eventos como ste. Tambin hemos desarrollado metodologas y herramientas para apoyar a los Gobiernos en la erradicacin de la desnutricin infantil, tales como los Estudios del Costo del Hambre y el Atlas del Hambre y la Desnutricin; suministrado apoyo tcnico para combatir insuficiencias de vitaminas y minerales; y, en conjunto con gobiernos y 33 otras partes interesadas, diseado una plataforma de administracin del conocimiento y creacin de redes para promover la Cooperacin Sur-Sur y la colaboracin triangular en respaldo de polticas nutricionales y programas basados en alimentos. Entre otras tareas, podemos ayudar a disear mecanismos mejorados de respuesta a emergencias. Podemos tambin aprovechar esta crisis para dar seguimiento efectivo a la implementacin de la Iniciativa Regional Hacia la Erradicacin de la Desnutricin Infantil en Amrica Latina y el Caribe. Abrigo la esperanza de que esta Conferencia conducir al desarrollo de un plan de accin de rpida implementacin en este momento urgente, en que no podemos postergar el combate al hambre.

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El aporte del sistema de Naciones Unidas al combate a la desnutricin infantilEnrique GanuzaCoordinador Residente de las Naciones Unidas en Chile

Para el Sistema de Naciones Unidas en Chile, a travs de las 15 organizaciones representadas en Santiago, fue de la ms alta importancia colaborar con el Gobierno de Chile en la organizacin de la Conferencia Regional Ministerial Hacia la erradicacin de la desnutricin Infantil en Amrica Latina y el Caribe.Las actividades del Sistema de Naciones Unidas en Chile se enmarcan en la estrategia de alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM). Lderes de todos los pases del mundo pactaron alcanzar los ODM para el ao 2015, a fin de garantizar un mundo con menos pobreza, hambre y enfermedades; nias y nios mejor educados; ms igualdad de gnero; mayores posibilidades de supervivencia materna e infantil; y un medio ambiente ms sano. A menos de diez aos para llegar al 2015, an se plantean grandes desafos para el futuro, aunque hay signos de progreso. Trabajos recientes, basados en modernas tcnicas de anlisis y un grupo de casi veinte pases (que cubren prcticamente toda la poblacin y el Producto Interno Bruto regional) indican que la regin, suponiendo que las polticas vigentes permanezcan inalteradas, parece estar bien encaminada hacia el logro de las metas asociadas pero que se necesitan esfuerzos adicionales (Vos et al). Con la excepcin de Chile y Cuba, en que las metas parecieran alcanzarse con las polticas y los esfuerzos actuales, los dems pases necesitan aumentar su gasto social entre 2 y 6 por ciento del PIB por ao, hasta 2015, para asegurar que las mismas se cumplan. Al mismo tiempo, se requiere ms crecimiento del empleo y menos desigualdad para lograr el objetivo de reduccin de la pobreza. Posiblemente en todos los casos deber considerarse una combinacin de estrategias de financiamiento, en donde reformas tributarias se complementen con acceso a mayores recursos internos y externos. El mensaje central a los Gobiernos de la regin es que se necesita perseverar y aumentar los esfuerzos, que probablemente sea conveniente tener una perspectiva ms all del ao 2015 y que las polticas pblicas debern manejar e integrar la poltica macroeconmica con las polticas sociales sectoriales. Como tema prioritario en las actividades de la mayora de nuestras instituciones, la desnutricin infantil es uno de los desafos asumidos como Sistema, en la Declaracin de los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Desde su firma, el ao 2000, Naciones Unidas ha trabajado por cumplir la meta de reducir la proporcin de poblacin que sufre hambre a la mitad para el ao 2015, partiendo de los niveles alcanzados en 1990. Sin embargo, si no se realizan esfuerzos especiales para atacar los problemas nutricionales de la niez, el cumplimiento del conjunto de los ODM se ver seriamente afectado. Pese a que los pases de Amrica Latina y el Caribe cuentan con suficientes alimentos para cubrir las necesidades de su poblacin, el 16 por ciento de los menores de cinco aos sufre de desnutricin crnica, un indicador ms de las desigualdades sociales que persisten.

Coordinador Residente de las Naciones Unidas en Chile

Enrique Ganuza

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La desnutricin en los nios y nias aumenta su riesgo de muerte, inhibe su desarrollo cognitivo y afecta su estado de salud de por vida. Atender a este problema es fundamental para asegurar su derecho a la supervivencia, as como para garantizar el desarrollo de los pases. Gracias a polticas sostenidas de salud, alimentacin, educacin y saneamiento ambiental, Chile ha combatido con gran eficacia este problema de salud, logrando que menos del 2 por ciento de la poblacin se encuentre hoy con algn grado de desnutricin. Por el contrario, en la actualidad el principal problema de malnutricin que tiene Chile es la obesidad. Chile tiene hoy uno de los ndices de obesidad ms elevados del mundo. La Organizacin Mundial de la Salud (OMS) estima que actualmente existen 3,4 millones de personas obesas en Chile, cifra que va en aumento y que de sumarse a la poblacin con sobrepeso (casi 4,7 millones de personas) significa que se alcanzara un total de 9 millones de chilenos afectados por sobrepeso para el bicentenario (2010). Naciones Unidas trabaja para abordar este tema, convertido hoy en un problema de salud pblica, gracias a la labor conjunta de la Organizacin Panamericana de la Salud (OPS/OMS) y el Ministerio de Salud de Chile, que ha permitido implementar la creacin de la Oficina de Estrategia Global contra la Obesidad (EGO), la cual ha desarrollado y difundido campaas de publicidad sobre estilos de vida, nutricin, actividad fsica y salud, entre otros. Pero mientras el principal problema de malnutricin en Chile es la obesidad, en otros pases de Amrica Latina y el Caribe lo es la desnutricin crnica. Por ello, la Oficina Regional de la FAO para Amrica Latina y el Caribe, con sede en Santiago, brinda apoyo tcnico a proyectos nacionales de seguridad alimentaria y nutricional desde la edad preescolar, impulsando la Iniciativa Amrica Latina y Caribe sin Hambre, que promueve el Derecho a la Alimentacin para todos y el desarrollo de programas de nutricin y educacin, como las huertas familiares, entre otras iniciativas. La alta participacin de las diversas Agencias de Naciones Unidas en la Conferencia sobre la Erradicacin de la Desnutricin Infantil en Amrica Latina y el Caribe dej en evidencia no slo el inters que concita el combate a la desnutricin infantil sino tambin la

importancia que le asignan dichas organizaciones a la Cooperacin Sur-Sur. De hecho, el Gobierno de Chile y el Sistema de Naciones Unidas han acordado hacer de la Cooperacin Sur-Sur una de las reas prioritarias de su plan de trabajo 2007-2010. En efecto, esta Conferenciaen cuya preparacin y seguimiento el Programa Mundial de Alimentos (PMA) ha jugado un rol central constituy una oportunidad nica de explorar reas de inters comn, de establecer alianzas regionales y de compartir buenas prcticas y experiencias exitosas en programas y polticas de seguridad alimentaria y nutricional, aplicadas con xito en muchos pases de la regin para erradicar la desnutricin infantil. Ejemplo de ello es el acuerdo adoptado entre los pases participantes en la Conferencia que consisti en la realizacin de un catastro de pases demandantes y pases oferentes de apoyo que est siendo canalizado a travs de la Agencia de Cooperacin Internacional (AGCI) de Chile. Esta iniciativa establecer una agenda de Cooperacin Sur-Sur y la posibilidad de triangular en apoyo a los pases facilitando la produccin de respuestas rpidas y adecuadas. Para avanzar hacia el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, es vital el trabajo colectivo y coordinado entre las agencias de Naciones Unidas y las instituciones nacionales. Es as como acogemos el llamado de esta Conferencia a las agencias especializadas de la ONU para reforzar el apoyo a los planes y programas formulados por los gobiernos de la regin, as como el de respaldar los esfuerzos para impulsar los mercados locales de produccin y comercializacin de alimentos. Polticas integrales, mancomunadas y los intercambios de experiencias y aprendizajes conseguirn que la desnutricin y la malnutricin puedan ser superadas en plazos razonables, mejorando la calidad de vida de las personas.

ReferenciasVos R, Ganuza E, Logfren H, Snchez M, Daz Bonilla C. Polticas Pblicas para el Desarrollo Humano. Santiago de Chile: Uqbar, por publicarse.

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La cooperacin chilena y la Cooperacin Sur-SurCristina Lazo VergaraDirectora Ejecutiva de la Agencia de Cooperacin Internacional de Chile (AGCI)

La magnitud de los desafos y la urgencia de las medidas que se deben tomar para poder erradicar la desnutricin infantil en nuestra regin hacen necesario recurrir a todas las posibilidades, capacidades y herramientas disponibles.

Directora Ejecutiva Agencia de la Cooperacin Internacional de Chile (AGCI)

Cristina Lazo Vergara

Aunque la Cooperacin Sur-Sur no ha estado ajena a los esfuerzos que cada pas ha emprendido para terminar o, por lo menos, atenuar este flagelo, las distintas acciones emprendidas y las experiencias habidas no han tenido una adecuada articulacin entre los actores ni han obedecido a una sistematizacin de estos esfuerzos. Pareciera ser ms bien una confluencia de voluntades individualessiempre valiosas y necesariaspero que no estn insertas o no son correspondientes a una decisin institucional ms amplia y abarcadora. Ello es fundamental para pasar de intervenciones espordicas, siempre necesarias a un plan de cooperacin ms organizado, que pueda responder con resultados muy concretos y medibles a las necesidades de los pases que demandan cooperacin. A treinta aos de la Declaracin de Buenos Aires sobre Cooperacin Sur-Sur (1978), lo cual marc indudablemente un antes y un despusespecialmente en nuestra reginse hace necesario sistematizar y rescatar todas las buenas prcticas, experiencias exitosas y, sobre todo, las personas calificadas en cada uno de nuestros pases para poder compartir sus conocimientos y aprendizajes con sus pares en la temtica de la Conferencia que nos convoc en Santiago de Chile. Esta sistematizacin y articulacin es necesaria porque necesitamos cada vez ms recurrir a nuestros propios recursos de toda ndole y al acervo que hemos logrado construir en nuestros pases. En este acervo no ha estado ausente la cooperacin tradicional de los donantes histricos, cuyos aportes los hemos internalizado, adoptado y adaptado a cada realidad peculiar, constituyendo en la actualidad una amalgama con las propias capacidades que hemos desarrollado. La desnutricin infantil y todas las terribles secuelas que encierra equivalen a hipotecar y cercenar una buena proporcin de la reserva humana y biolgica de nuestros pases. La cooperacin internacional y, especialmente, la Cooperacin Sur-Sur, por su carcter ms solidario y consensuado, es una eficaz herramienta de apoyo a los esfuerzos que cada pas est realizando, no tan slo para cumplir con los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) en 2015, sino para evitar la muerte de millones de nias y nios, no solo en nuestra regin, sino tambin en buena parte del mundo SurSur. De all que los esfuerzos de cooperacin deban ser cada vez ms integrados e integradores. La desnutricin infantil es un tema que en cada pas debe ser responsabilidad de la sociedad en su conjunto, cada uno desde el rol que le compete. Como lo vimos durante la Conferencia Regional Ministerial de Santiago (mayo de 2008), la desnutricin ya dej de ser un problema de salud pblica para convertirse en un problema que transita por prcticamente toda la temtica social: exclusin, marginalidad, mujeres, grupos indgenas, afro descendientes, vivienda, educacin, empleo, desarrollo rural armnico, productividad y alimentacin escolar, por citar slo algunos temas.

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Chile, a travs de su Programa de Cooperacin Sur-Sur, no ha estado ausente de los desafos sealados precedentemente. En la medida de nuestras posibilidades, hemos tratado de compartir nuestras experiencias en el campo de la nutricin infantil con el resto de los pases de la regin que as lo han solicitado. Desde los inicios del Programa de Cooperacin Sur-Sur del Gobierno de Chile a travs de la Agencia Chilena de Cooperacin Internacional (AGCI)en 1992 el tema de la desnutricin infantil ha estado presente de manera intermitente en las demandas de los pases adscritos al Programa de Cooperacin ya citado. Articular ofertas y demandas con las necesidades y capacidades existentes en el pas sigue siendo una de las tareas principales de la Agencia. Muchas de las acciones promovidas y apoyadas por AGCI en sus inicios continuaron a nivel de instituciones pares a travs de mecanismos distintos de la cooperacin administrada por nuestra Agencia. De tal manera, se formaron redes especializadas en las diferentes temticas que en la actualidad operan como mecanismos intergubernamentales. De aqu que tambin sea pertinente y oportuno que cada institucin especializada, cualquiera sea su naturaleza, asuma los roles que le competen en un esfuerzo trascendente que debemos organizar para terminar con la desnutricin infantil. De este modo quien tenga es-

tudios, mapas de bolsones de pobreza, experiencias exitosas en el nivel ms local posible, quienes tengan polticas y programas cohesionados y con resultados probados, quienes tengan los tcnicos, profesionales y actores de las propias comunidades, quienes tengan los recursos de cualquier ndole, debemos hacer el esfuerzo, ponerlos sobre la mesa y articular un Sistema Regional de Cooperacin queen este casonos permita erradicar la desnutricin infantil y que puede constituirse en una buena prctica de la solidaridad y colaboracin entre nuestros pueblos. Nuestro pas, a travs de la AGCI tiene la mejor de las intenciones de asumir los roles que sean concurrentes a nuestra misin y objetivos y estamos dispuestos a constituir una fuerza de tarea junto a los pases que estn disponibles para esta iniciativa. La Agencia de Cooperacin Internacional de Chile, consecuente con su presencia de 16 aos en la regin, est dispuesta a seguir prestando su concurso y apoyo, para que nuestros pases y nuestro hemisferio pueda cumplir con los ODM, lo cual significa ni ms ni menos que hemos contribuido a salvar las vidas de muchas nias y nios de nuestra regin. Estamos invirtiendo en la reserva biolgica, moral, intelectual y productiva de cada una de las naciones representadas en la Conferencia Regiobal Ministerial de Santiago y ello merece lo mejor y ms denodado de nuestros esfuerzos.

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Declaracin de SantiagoAcordada en Santiago de Chile, el 6 de mayo de 2008El Vicepresidente de Guatemala, los Ministros, Viceministros y representantes oficiales de los Gobiernos de los pases de Amrica Latina y el Caribe, participantes en la Conferencia Regional Hacia la Erradicacin de la Desnutricin Infantil en Amrica Latina y el Caribe, celebrada en la Ciudad de Santiago de Chile el 5 y 6 de mayo de 2008,3. La desnutricin en menores de cinco aos, en particular en los menores de tres, impacta sobre el bienestar individual y colectivo por comprometer definitivamente su desarrollo humano, su salud, el aprendizaje y la productividad; por disminuir la cohesin social y perpetuar la pobreza; y por frenar el desarrollo social y el crecimiento econmico de las naciones. 4. La desnutricin crnica (retraso de talla) en los nios y nias menores de tres aos es particularmente devastadora ya que se produce en la etapa crtica del crecimiento y desarrollo psicomotor y cognitivo, por lo que se requieren medidas de prevencin y control para evitar daos irreversibles durante el resto de la vida. 5. Existen los conocimientos y, en ocasiones, tambin los recursos necesarios para revertir esta situacin, pero las limitaciones en la capacidad de gestin y de focalizacin en las poblaciones ms vulnerables, desde el punto de vista nutricional, disminuyen la efectividad de las intervenciones de prevencin y control de la desnutricin infantil. 6. El aumento sostenido en los precios de los alimentos durante los ltimos tres aos ha agravado la situacin nutricional mediante dos efectos: i) el aumento de la pobreza y la indigencia en veinte millones de personas por ao (CEPAL); y ii) el agravamiento de la inseguridad alimentaria y nutricional de los hogares con menores ingresos (ms de la mitad de la poblacin).

Reconociendo que:1. Pese a haber mejorado su situacin en las ltimas dcadas los pases de la regin an presentan importantes problemas nutricionales: i) la inseguridad alimentaria y nutricional manifestada por la desnutricin infantil crnica que afecta a nueve millones de nias y nios; ii) las deficiencias de micronutrientes como el hierro, que resulta en un 50 por ciento de los menores de dos aos con anemia y que afecta tambin, a las mujeres en edad frtil, en particular a las embarazadas; y iii) la creciente prevalencia del sobrepeso y la obesidad desde la infancia. 2. Entre los factores determinantes de la desnutricin estn la inequidad y la exclusin social, cultural, econmica y poltica de segmentos de la poblacin como las comunidades rurales, indgenas y afro-descendientes (exceptuando el Caribe), por lo que los promedios nacionales y regionales ocultan disparidades significativas.

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7. La estabilizacin de los precios de los alimentos, por tratarse de un fenmeno mundial que responde a mltiples y complejos factores (comerciales, climticos, financieros, etc.), escapa en gran medida al mbito unilateral de los Gobiernos de la regin por lo que la respuesta debe ser mltiple, incluyendo mecanismos de proteccin social, de estmulos a la produccin, de optimizacin del recurso hdrico, y la comercializacin transparente de los alimentos. 8. En el marco del cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio y de las polticas de seguridad alimentaria y nutricional, muchos pases de la regin, apoyados por el PMA, FAO, OPS, UNICEF, BID, Banco Mundial, INCAP, OEA y otros organismos, han elaborado

programas a mediano y largo plazo de erradicacin de la desnutricin infantil. 9. Los pases han establecido mecanismos bilaterales y multilaterales de Cooperacin Sur-Sur, como una herramienta eficaz para compartir buenas prcticas y experiencias exitosas, los que han recibido el reconocimiento y el apoyo de organismos internacionales, como lo evidencia el reciente Acuerdo de Cooperacin entre la OEA y el PMA, que estableci una agenda de Cooperacin Sur-Sur y triangular en apoyo a los pases.

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Manifestamos nuestra determinacin de:1. Continuar considerando la seguridad alimentaria y nutricional como una urgencia nacional, regional y universal por lo que debe seguir estando al ms alto nivel de la agenda poltica, se le debe otorgar la mayor prioridad en las estrategias nacionales de reduccin de la pobreza y de proteccin social, asignndole los recursos financieros correspondientes y se deben articular diversas polticas pblicas como base para una accin intersectorial efectiva. 2. Fortalecer la lucha contra la desnutricin en la perspectiva de derechos humanos, mediante mltiples estrategias: i) formulando o reforzando planes integrales de accin, basados en evidencia cientfica, posibles de ser evaluados, que permitan garantizar la seguridad alimentaria y nutricional de los grupos ms vulnerables de la poblacin, especialmente de las poblaciones rurales, de grupos tnicos marginados y que viven en pobreza extrema; ii) incluyendo intervenciones nutricionales como uno de los ejes fundamentales de los programas de proteccin social, sobre todo las dirigidas a nias y nios menores de tres aos, a mujeres en edad frtil, a embarazadas, a madres lactantes y a otros grupos con necesidades nutricionales especiales; iii) estimulando la mayor produccin de alimentos, en particular por parte de pequeos agricultores en reas rurales y facilitando su acceso a los mercados consumidores; iv) promoviendo polticas que aseguren el transparente funcionamiento de los mercados de alimentos a nivel nacional e internacional; v) fomentando la apropiacin de este desafo alimentario y nutricional por parte de las comunidades y familias afectadas, mediante los mecanismos que adopten los pases, como pueden ser la participacin popular y el control social de las intervenciones; y vi) promoviendo estrategias de comunicacin social que fomenten los cambios de comportamiento necesarios y el mantenimiento del tema nutricional en la agenda pblica de la regin. 3. Considerar que, segn la evidencia obtenida por los pases de la regin, la prevencin y el control efectivos de la desnutricin infantil requiere: i) adoptar la estrategia de atencin integral de la familia, con sensibilidad cultural y enfoque de gnero que incluya acciones alimentario-nutricionales de carcter preventivo y multisectorial (atencin primaria de salud, fomento de la lactancia materna, desarrollo social, salud sexual y reproductiva, agricultura familiar, agua y saneamiento bsico, finanzas, educacin integral, otros);