ELEL ROSACRUZ ROSACRUZ

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No. 380 Volumen trimestral Octubre - Noviembre - Diciembre 2020

Fecha de impresión:21 de Septiembre del

2020

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Ejemplar c/u: $ 5.00 USD Ejemplar c/u: $ 5.00 USD más gasto de envío más gasto de envío

®Director: José Francisco Botello

www.rosacruz.org

índice

La utopía rosacruzFrater Claudio Mazzucco

Transformación, ¡llegar a ser luz! Frater José Botello

El origen de las costumbres de navidad Frater Ralph M. Lewis

Necesidad de consistencia Frater Dr. H. Spencer Lewis

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LA UTOPÍA LA UTOPÍA ROSACRUZROSACRUZ

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“Dos cosas que cada vez nos maravillan y asombran mientras más frecuente e intensamente pensamos en ellas: el cielo estrellado encima de

mí, y la ley moral dentro de mí.”

LA UTOPÍA LA UTOPÍA ROSACRUZROSACRUZ

Claudio Mazzucco, F.R.C.

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Estas palabras, de la Crítica de la Razón Práctica de Immanuel Kant, uno de los trabajos más importantes del gran filósofo de la Era de la Iluminación, pueden ser consideradas como la síntesis perfecta de la manifestación sagrada en la mente humana.

La idea de lo Sagrado es uno de los conceptos más fundamentales, un pilar sobre el cual nuestra Orden reposa. Al explorar este sujeto, estamos haciéndoles homenaje a todos los Maestros del pasado, cuya luz nos alumbro el Camino. También estamos elogiando los misterios de

la encamación y el descenso del alma hacia esta dimensión del planeta, mientras tratamos de entender conceptos que eran ocultos a nuestro propio entendimiento. Con este fin, tenemos que provocar el sentido de asombro y agradecimiento que comienza con el estudio de la mente racional y continua con la exploración de las dimensiones del alma.

Para llegar a este lugar interior especial, les invito a que me sigan en esta travesía con su propia mente e imaginación. Discutiremos la historia de nuestro universo y la encarnación del Alma Universal en

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la materia. Por favor escuchen con cuidado, lo que sigue es nuestra propia historia, como se experimenta dentro de la mente de la Divinidad:

Imaginen un instante en el tiempo tan remoto que no se puede describir por el sistema de coordenadas de tiempo y espacio que conocemos. En este momento, que está localizado en el no-espacio y en el no-tiempo, comienza nuestro universo. Es el punto cero, o singularidad, que marca el principio de todo. Este es el principio de nuestra propia historia, conocido por la ciencia como el “Big-Bang.” Ocurrió hace 13.7 billones de años.

Usamos las expresiones “no-espacio” y “no-tiempo” porque el espacio en si no existía todavía. Y para existir, no tomo tiempo alguno, ya que el tiempo como tal no existía todavía.

El término “Big-Bang” sugiere una gran explosión, y sin embargo esto es solo una imagen mental que no define correctamente lo que ocurrió. De hecho, ya que no había tiempo ni espacio, no podía haber una explosión. Por definición, una explosión es una expansión rápida y fuerte de gas y materia a través de un espacio preexistente durante un momento determinado en el tiempo.

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Para ayudar a nuestra visualización, imagínense un globo siendo inflado. Sin embargo, justo antes de empezar a inflar el globo, usted se da cuenta de que él no tiene dimensiones. No está allí. Pero entonces, en cuanto empieza a soplar en él, este se materializa y expande con cada aliento. Ahora imagine que este globo abarca a toda la realidad, y que nada existe afuera de él o de otra manera, debiéramos decir que fuera del nunca ha existido un lugar. Justo antes de empezar a inflarlo, el globo todavía no estaba allí, pero existía en potencialidad, pues sabemos que “porque de la nada no puede originarse algo”.

La conciencia de lo Divino

se proyecta a si misma por toda la manifestación fundamental de la materia, descendiendo por la escalera de las vibraciones cósmicas hasta que alcance el nivel más bajo de frecuencias. Esto ocurrió de acuerdo a la ciencia en un periodo de aproximadamente doscientos segundos, y así nació la primera forma de materia. Los primeros átomos fueron capaces de separarse de la antimateria. Fue esta infinitésima pequeña cantidad de átomos los que permitieron la manifestación de todas las estructuras subsiguientes.

E n e s t o s i n s t a n t e s primordiales, la energía era la principal característica de nuestro

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universo . De acuerdo a las ecuaciones de Einstein, esta energía empezó a convertirse en materia y a expresar las leyes de la Creación en una manera admirablemente precisa, geométrica y matemática. ¡Como enseñó Pitágoras, en el principio “Dios geometrizó”!. Nosotros simbolizamos esta Geometría Sagrada al caminar en ángulos rectos dentro del Templo.Nuestro paso honra la creación y expresa su balance y armonía.

La materia anula a la antimateria, que fue también creada en los primeros instantes del universo. La asimetría sutil entre la materia y la antimateria produce un pequeño exceso de materia. Sin esta asimetría en otras palabras, sin esta

infinitésima diferencia cuantitativa que hizo posible que prevaleciera una pequeña acumulación de materia, nada en nuestro universo, ni nosotros mismos, existiríamos. Así es como la Mente Divina comenzó su forma en forma, experimentando a cada una de ellas, formándolas y empujándolas hacia una complejidad incremental. Después del primer átomo de Hidrógeno, el átomo del Helio t amb ién fue c r eado , y a s í sucesivamente, adhiriéndose a relaciones matemáticas precisas y a armonías geométricas constantes.

¡Si quisiéramos resumir estos instantes iniciales, podríamos sencillamente decir “Luz”!.

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La combinación de la Luz y la Energía fue la cualidad esencial manifestada por el universo en esos momentos iniciales. De hecho, de acuerdo a la ciencia, la luz apareció primeramente en nuestro universo hace aproximadamente trescientos ochenta mil años después del “Big Bang”. Antes de ese momento, el universo era tan denso que la luz no podía viajar ni ser reflejada. Una inmensa energía empujó a los átomos unos contra otros y generó fusiones atómicas engendrando estructuras cada vez más complejas. De acuerdo con los principios de termodinámica, y según se expandió el universo, también comenzó a enfriarse, similar a un globo cuando se infla. Su

temperatura inicial de 10 grados Celsius al 13 grado en otras palabras, billones, billones y billones de grados decrecieron gradualmente.

Según el universo se expandió y se enfrió, la condensación de gases generó estrellas y planetas. También se formaron galaxias: hay aproximadamente doscientos billones de ellas en nuestro universo visible, incluyendo a nuestra propia Vía Láctea. ¡Pero puede haber más, tal vez trescientos o hasta quinientos billones de ellas! Cada una de estas galaxias contiene alrededor de cien billones de estrellas similares a nuestro sol, que generan luz

por fusión nuclear, e irradian su luz

a través del universo.

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Nuestro planeta nació hace aproximadamente cuatro billones de años. En el principio, daba vueltas tan nítidas que un día duraba solo unas horas.

En esa época, la superficie del planeta no era habitable para la vida como la conocemos. Factores como el calor, la composición atmosférica y la luz solar sin filtración con un alto contenido de luz ultravioleta prevenía que la vida emergiera. Además, tremendos terremotos sacudían al planeta, y lagos de lava tan vastos como continentes eran emitidos de las profundidades del planeta.

Todavía hay intensos debates sobre cómo comenzó

la vida en la Tierra. Un número de teorías sugieren que formas antiguas de vida bacteriológica alcanzaron al planeta transportadas por meteoritos. Sin embargo, la pregunta continua: ¿Cómo pudieron reacciones químicas entre materia inanimada, átomos que chocaban formando moléculas complejas, y estructuras moleculares cada vez más complejas, finalmente lograr establecer una estructura capaz de alimentarse y reproducirse, y a la misma vez, reaccionar a estímulos externos?

S i n e m b a r g o , h a c e aproximadamente tres billones de años, las primeras formas de vida aparecieron finalmente en el agua de los océanos del planeta. Mientras

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experimentaba con estos nuevos organismos, la Conciencia Divina las formó y adaptó a las condiciones y necesidades que continuamente emergían. En su eterno movimiento y desarrollo, El Ser se expandió.

Formas de vidas primitivas, carentes de la conciencia del Ser, pero movidas por la Ley del Amor, anhelaban expresar la Voluntad que habitaba dentro de ellas. El impulso de expresar la Ley Cósmica, engendró formas de vida más y más complejas y capaces de percibir estímulos externos con una precisión cada vez mayor. Al mismo tiempo, al ser formas de vida en evolución, sus

actividades y existencia modificaron su propio entorno externo. Por ejemplo, consideren a las algas marinas, que, por medio de la fotosíntesis, producen el oxígeno que modificó progresivamente a la atmosfera. A través del tiempo, este proceso produjo una capa de ozono en la estratosfera que filtro la luz ultravioleta, permitiendo que aparecieran nuevas formas de vida.

Según cada ciclo de vida llegaba a su final, el Alma Universal se deleitaba en lo que se estaba creando. Al experimentar con todas las formas posibles, esas que no podían evolucionar más fueron

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abandonadas, mientras que las más prometedoras fueron mejoradas y perfeccionadas para convertirse en recipientes de la voluntad de la Divinidad, el propio creador del proceso entero.

De esta manera es que la vida en la Tierra continuó evolucionando en múltiples formas, expresando la inteligencia cósmica y el Alma Universal con cada vez más complejidad. Por ejemplo, los peces comenzaron a desarrollar órganos para la respiración y para lograr sobrevivir en la tierra. Así es como los primeros anfibios nacieron y eventualmente evolucionaron hasta convertirse en reptiles y

dinosaurios.

H a y u n denominador común que

conecta a todas las

f o r m a s v i v i e n t e s . Me refiero a una molécula muy especial llamada e l ADN. Desde la primera forma viviente, desde los dinosaurios hasta los seres humanos, la vida siempre ha estado basada en la combinación de solo

cuatro moléculas que, cuando están unidas, forman la típica cadena del doble hélix del ADN. Cada célula de nuestro cuerpo contiene la cadena del ADN que se estima ser de dos metros de largo, y que solo es formada con diez átomos. Si pudiéramos atar a todas las moléculas del ADN de nuestro cuerpo, el resultado sería un hilo que cabría en la palma de nuestra mano. Sin embargo, si fuéramos a desenroscar ese hilo, seria suficientemente largo como para rodear a nuestro sistema solar entero dos veces esto es ciertamente una verdadera relación del microcosmo con el macrocosmo.

Francis Crick, uno de los científicos que descubrió el ADN y que fue premiado con el Premio Nobel por este descubrimiento, era un conocido agnóstico con una inclinación fuerte hacia el ateísmo. A pesar de sus creencias, se reportó que él dijo una vez que parecía muy improbable que un mecanismo tan complejo hubiera podido ocurrir por

casualidad.

En cada átomo de esta molécula especial, igua1 que en todos 1os otros átomos del universo,

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la Divinidad se proyectó a sí misma como el Amor, y con la meta de conocer a su propia creación. De esta proyección nosotros sabemos, o más precisamente, nosotros percibimos a la Inteligencia que permea a todo el universo y a toda la naturaleza. Los Rosacruces le llamamos el Cósmico.

E l A l m a U n i v e r s a l continua su trabajo de amor hasta que construyó una estructura que fuera capaz de observar a la creación y a la vez le permitiera observarse a sí mismo(a) como un ser separado. Y a través de esto, la Divinidad hizo su primera invocación. Cuando nació el primer ser humano, el miró

al Sol y se reconoció a sí mismo como el reflejo del Arquitecto de toda la creación.

Hemos llegado ahora al tiempo presente y a esta dimensión. No tengo que ir más allá con esta historia, ya que ya es su propia historia en estos momentos. Sin embargo, hay otra cosa que necesito discutir. Todos ustedes han llegado al portal de nuestra Orden utilizando su libre albedrio. Nadie las forzó, ustedes eligieron por si mismos siguiendo un llamado interno, la voz de su Maestro Interior. Esa voz les está diciendo que el trabajo no ha sido completado todavía, y que su

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conclusión depende de los que han comprendido el significado detrás de esta historia. Hay páginas que todavía esperan por escribirse que formaran el desenlace de la historia completa.

Hoy en día la Naturaleza es explotada y hasta se le niega su propósito. Al considerarla simplemente como el telón de fondo en nuestras vacaciones, abandonamos el único medio que tiene el poder de enfrentarnos cara a cara con las preguntas fundamentales de quienes somos, y de por qué estamos aquí. Como Rosacruces, tenemos que recuperar este camino

para restaurar el propósito verdadero de la Naturaleza, no como una forma de proceder sino como la meta en sí. Tenemos que apreciarla no solo como un lugar de descanso, sino como el lenguaje que nos dirige hacia la eternidad dentro de la más pequeña estructura, adentro y afuera de nosotros.

En el camino, aprendemos a ver más allá de las apariencias para percibir la transcendencia de cada individuo. Comprendemos que el universo entero está por detrás de cada sonrisa y de cada cara, y que el Alma Universal se refleja a sí misma en los ojos de cada ser,

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anhelando experimentar la vida.

Estos son tiempos difíciles para los místicos. Los humanos tratan de retrasar el encuentro para el cual fuimos creados y se rehúsan a reconocer el significado simbólico de la naturaleza y del universo. La tecnología está formando una realidad donde las cosas existen como meros instrumentos, en otras palabras, sin ningún valor intrínseco. Nosotros entendemos a la Naturaleza como un almacén de mercancía creado para satisfacer a nuestras necesidades físicas, y no como un santuario, donde los misterios del Ser son revelados a ellos que son capaces de acercarse.

Es importante entender que todo lo que existe no fue creado para ser explotado, sino como el resultado de una larga travesía que comenzó hace casi catorce billones de años, cuando el Alma Universal comenzó a reflejarse a sí misma. Tenemos que mantener esto en nuestros pensamientos, o no vamos a poder entender que lo Sagrado corresponde al punto de vista único de aquellos que son capaces de acercarse a la Naturaleza, a otros y al Ser, completamente conscientes de que se acercan a un misterio. Este es un misterio al que no podemos darle la espalda ya que se origina en nosotros y termina en nosotros.

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Ustedes son ahora los ministros de estos conocimientos sagrados; e l universo en s i cuenta con ustedes. Nadie puede rehusarse a esta responsabilidad. La celebración de este misterio requiere que todos hagan su parte. Cada uno de nosotros es llamado a preservar el fuego sagrado, a propagar la Luz, y a enfrentarse a la vida con una conciencia renovada. Con este fin, tenemos que recordamos que el paradigma básico de nuestra era de poder y dominación presente está terminando y debe ser reemplazado con una nueva idea, una nueva actitud un paradigma de un nivel más elevado basado en la idea de la solidaridad. A través de los siglos hemos conquistado, subyugado y acumulado, respondiendo a una forma de pensamiento basada en el miedo.

Aprendimos que debemos perseguir el éxito, participar en la competencia, y dedicamos a ganar, pero nos olvidamos que por cada ganador, tiene que haber un perdedor. Hemos conquistado el espacio, las profundidades de los océanos, y las tierras más remotas y sus gentes. Ahora nos estamos dando cuenta que esta travesía nos ha alejado de la meta esencial que estamos supuestos a alcanzar. Sin embargo, fue una experiencia necesaria, y gracias a los conocimientos que hemos adquirido, ahora encontraremos una

ruta nueva.

P o d r í a m o s e m p e z a r aceptando que nada que nos rodea es hostil o adverso, y que no hay trampas en nuestra contra esperándonos en el universo; hay solamente una Ley operando en planos diferentes de la realidad. Esta Ley se llama el Amor. El Universo se contempla así mismo a través de nuestros propios ojos, y se perfecciona de acuerdo a lo que ve a través de nosotros. La Conciencia Cósmica fluye adentro de nosotros. Como la fuente y la fundación de todo lo que existe, nos mueve hacia la Unidad original. Por lo tanto, los exhorto a que piensen sobre la nueva actitud mental que todos tenemos que adoptar, que es todo relacionado con el “cuidado”. En otras palabras, el cuidado del planeta, de sus habitantes y de nosotros mismos.

A l f ina l de l camino evolutivo, la Conciencia Cósmica completará su jornada a través de los ciclos de la materia, desde el principio hasta el final, y el propósito de nuestro planeta será cumplido. Para entonces, la expresión “¡Que Así Sea!” alcanzara su máximo potencial, y todas sus facetas serán develadas. Y finalmente, el Ser le hablara al ser.

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TRANSFORMACIÓN, TRANSFORMACIÓN,

¡LLEGAR A SER LUZ!¡LLEGAR A SER LUZ!

Comité de Ayuda Espiritual

Edificio Administrativo de la Gran Logia AMORC (GLH) León, Gto., México.

El Comité de Ayuda Espiritual de la Gran Logia AMORC Jurisdicción de Habla Hispana para las Américas, imparte ayuda metafísica desde el Gran Templo, de lunes a viernes a las 12:00 hrs. tiempo central de México (11:00 hrs. A.M. tiempo astronómico), a través de un grupo de miembros locales que trabajan en esta humanitaria labor, siguiendo las instrucciones indicadas por el Imperator para todas las Grandes Logias de la Orden.

Los miembros estudiantes de AMORC visitantes en la sede de esta Gran Logia, pueden unirse y participar en dicho Comité, siempre que acrediten su afiliación activa. Quienes deseen hacerlo así desde otras localidades, pueden unirse al Comité de Ayuda Espiritual, a cualquier hora del día, desde sus lugares de residencia, integrándose así a este noble trabajo a través del Consejo del Silencio.

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TRANSFORMACIÓN, TRANSFORMACIÓN,

¡LLEGAR A SER LUZ!¡LLEGAR A SER LUZ!

José Botello, F.R.C.

“La Alquimia espiritual es una forma de alquimia que constituye uno de los fundamentos de la filosofía y define el camino que debemos seguir para llevar a cabo nuestra evolución interna”. Christian Bernard.

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Como bien sabemos la alquimia espiritual es una forma de transformación .Según los alquimistas, las leyes de la naturaleza son universales, funcionan y se manifiestan en forma simultánea en todos los planos de la creación. A través del sendero alquímico los aspirantes se esfuerzan por unirse con la mente divina, lo cual les permite tomar parte consciente en la Gran Obra. La alquimia enseña, que el Universo es el producto de fuerzas cósmicas buscando expresarse lo manifestado.

E l q u i n t o p r i n c i p i o hermético expresado en el Kybalion

nos dice: “Todo fluye y refluye, todo asciende y desciende; la oscilación pendular se manifiesta en todas las cosas; la medida del movimiento hacia la derecha es la misma que la de la oscilación a la izquierda; el ritmo es la compensación”.

El principio del Ritmo nos muestra que todo en el Universo se encuentra en constante transformación y movimiento, y dentro de él nada está inmóvil o estancado. El principio del ritmo, junto con el de polaridad, mantiene el proceso de la vida. Los antiguos egipcios creían que la vida se caracterizaba por el

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devenir constante, en otras palabras, no existe el estado estático. Este flujo y reflujo lo representaban con el escarabajo, símbolo de la transformación. Simbólicamente el ciclo de la vida del escarabajo involucra la idea de las etapas del crecimiento, pues el insecto pasa una serie de cambios, de huevo a larva y a ninfa hasta c o n v e r t i r s e e n escarabajo.

El concepto de la transformación no es nada nuevo, ya lo s an t iguos egipcios explicaban este concepto hace más de 4500 años. El libro egipcio de los muertos se refiere a Khepera (Khepri) como el dios Sol, auto creado, símbolo de la vida eterna; e r a l a i m a g e n de l a cons t an t e transformación de la existencia. Su nombre significa “El que llega a ser (por sí mismo)”. Fue representado como un escarabajo empujando al disco solar por el cielo. Según un antiguo manuscrito el Sol

sale en el amanecer como Khepera, la luz se manifiesta con toda su potencialidad como RA y se pone en la noche como Atón. Atón es todo absorción, la Luz retrocediendo hacia los reinos ocultos de donde vino. Este mismo sol durante el día, muy alto por arriba de la tierra, es RA, el poder visible generando

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energía, fuerza y luz, los elementos necesarios para mantener la vida. Por lo tanto, para los antiguos egipcios La Luz fue un dios trino, es decir es su Alfa y el Omega.

Conforme nacemos y llegamos a existir experimentamos en toda su plenitud el poder de Khepera, ya que toda forma de vida es potencialidad, todas las lecciones que nos da la vida en su infinito flujo y reflujo, no es otra cosa, de que la vida es crecimiento, cambio y desarrollo, aunque esto nos traiga un gran conflicto interno. En muchos casos el dolor de la transformación se acepta como algo temporal y necesario, siempre con la esperanza

de regresar al pasado. El cambio es algo muy doloroso e incómodo, especialmente cuando lleva al extremo nuestro concepto de la realidad o cuando rompe nuestras más profundas ilusiones. Es muy difícil comprender que la incertidumbre y la duda son parte del proceso y que normalmente aceptamos a la necesidad transformación cuando comprendemos el conflicto.

D e s d e u n p u n t o d e vista místico, el encendido de la vela es la representación de la existencia del ser e ilustra una gran ley de la naturaleza, la ley de la transformación. Si observamos cuidadosamente veremos que la

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llama de la vela y la luz son el resultado de cambios químicos o alquímicos invisibles y visibles. Un antiguo manuscrito egipcio tiene a Isis interrogando al Sol. ¿Quién eres? Y el sol responde: Soy Khepera en la mañana, Ra al mediodía y en la tarde Atón. Es decir, nacemos como un ser lleno de potencialidad (Luz), a lo largo de la vida difundimos nuestra luz (Vida) y nuestro poder creador a todo lo que tocamos como es el caso de nuestra profesión, familia, amigos, etc. Al atardecer, muerte o transición, llevamos la luz propia a un lugar oculto y desconocido el reino de Atón (Amor) para luego convertirnos en Khepera nuevamente. No olvidemos

que el propósito de la doctrina de la reencarnación es explicar que el propósito de renacer es desarrollar la consciencia del ser y lograr este propósito a través de la ley del triángulo, Luz, Vida y Amor.

Nuestro cuerpo, al que igual que el resto del universo, es la manifestación de estas fuerzas, que son campos de energía inteligente. Esta energía inteligente no es otra cosa que el movimiento de la consciencia cósmica, emanación del alma universal. Un cuerpo físico es el último nivel, el más bajo, el más denso de estos campos. El cuerpo físico es el resultado de la materialización transitoria de esta

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energía inteligente. Este proceso de materialización o alquimia, se manifiesta en diversos planos o densidades de acuerdo con su nivel vibratorio, desde la consciencia cósmica hasta la materia más densa.

En el ser humano, se manifiesta en forma física, mental y espiritual (sal, azufre y mercurio). Estas son solo manifestaciones ya que en realidad somos una sola y misma consciencia. Normalmente solo somos consciente de nuestra parte física y es por esta razón que no percibimos el lado espiritual. Más allá de los límites autoimpuestos por nuestra consciencia objetiva, somos un cuerpo de energía consciente. Esta energía inteligente que da forma y alimenta nuestro cuerpo físico, tiene centros precisos donde realiza el intercambio y la transformación

(alquimia espiritual).

Como seres humanos somos imperfectos, es decir, todos tenemos defectos, unos siendo aparentes y otros menos visibles. El sendero de la espiritualidad requiere que nuestros defectos y debilidades sean transmutados (alquimia), no solamente para nuestro bienestar sino para ya no imponérselas a los demás. Esta transformación no sucede instantáneamente. La verdadera espiritualidad necesita tiempo y dedicación para ser fortalecida y renovada.

Los alquimistas pensaron que esta transformación debe obedecer a un orden, ya que donde quiera que hay falta de orden, aparecen las diferencias. Sabían que el que controlara esta esencia

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tendría en sus manos el poder vital para cambiar lo que pueda bloquear el flujo de energía inteligente que nos llega de la fuente original. Según los alquimistas el ser humano para transmutar los elementos de su existencia debe tener un instrumento y ese instrumento es su propia mente. Estos sabios del pasado sabían, que la mente hace estas transmutaciones de acuerdo con ciertas valuaciones y valores de la consciencia.

E l l o s c o n o c í a n perfectamente que la mente hace estas transmutaciones de acuerdo con ciertas valuaciones y valores de la consciencia. La transformación es precisamente, ese proceso que desarrolla las facultades más elevadas de la consciencia para poder utilizarles con fines constructivos. E s t e p r o c e s o d e t r a n s f o r m a c i ó n , consiste en transmutar las imperfecciones a través de nuestra vida terrenal. P u r i f i c a r n u e s t r a persona l idad de sus cualidades negativas, implica el despertar de las virtudes del alma universal que habita en nosotros. Es una

transformación intencional es decir “consciente”, que consta de tres pasos principales y que tiene como propósito, el cambio de una cosa por otra que es mejor.

• Aceptar la idea que somos imperfectos y que tenemos defectos que corregir (Conocernos a nosotros mismos).

• Tener la voluntad de ser mejor, de corregir nuestros defectos (consciencia). Aquí es donde reside nuestra capacidad de tomar decisiones, realizar objetivos y metas

• Actuar/transformación. E m p e z a r e l

proceso de

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transmutación, no combatiendo el defecto, más bien apartarse de él y trabajar para adquirir la cualidad opuesta. (Una persona demasiado orgullosa debe trabajar sobre la humildad).

Cuando el místico transmuta todos sus defectos en las cualidades opuestas, alcanza la última etapa de la alquimia espiritual, el estado de Maestro. La espiritualidad no es so lo l a adquisición de credos y r i tos f o r m a l e s , e n verdad, debemos d e s p e r t a r l a s f a c u l t a d e s d e n u e s t r a a l m a , l a s c u a l e s corresponden a las virtudes que tantos, místicos, filósofos y sabios han hablado.

S i u n huevo se rompe por una fuerza e x t e r i o r , l a v i d a t e r m i n a , en cambio sí se rompe por una fuerza interior, la vida comienza. La misma ley opera en nuestra

consciencia, los grandes cambios en la vida empiezan desde adentro hacia afuera. Si el aspirante persiste en el sendero alquímico de la transformación, los métodos que se le siguen revelando lo conducen a fundirse con todas las expresiones del uno y ha de convertirse en Luz.

EL ORIGEN DE LAS EL ORIGEN DE LAS COSTUMBRES COSTUMBRES DE NAVIDADDE NAVIDAD

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EL ORIGEN DE LAS EL ORIGEN DE LAS COSTUMBRES COSTUMBRES DE NAVIDADDE NAVIDAD

En todos los períodos de la historia el hombre ha esperado la llegada de una era dorada en la que se eliminaran las deficiencias que parecen existir en su vida. Tal época sería testigo de la realización de sus sueños y aspiraciones más íntimos. Profetas, sacerdotes y sabios presagiaron desde hace mucho tiempo el advenimiento de dicha era, pero no hubo un acuerdo en cuanto a cuándo y dónde se iniciaría.

Ralph M Lewis, F.R.C.

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Los profetas tribales y los videntes religiosos afirmaban que la era iluminada sería anunciada por la llegada de un Mesías. El solo título Mesías hacía referencia a una persona extraordinaria. El habría de ser el salvador de la humanidad, nombrado por Dios para que empezara una nueva era. En esta esperanza había verdaderamente un anhelo subconsciente, revelando que los hombres deseaban poseer un poder superior que los ayudara a superar su reconocida debilidad.

La palabra Mesías proviene del hebreo y su traducción literal quiere decir “ungido”, alguien consagrado y dotado de un poder divino para cumplir algún propósito.

En el Antiguo Testamento a cada rey judío se le llama “Señor ungido”. Entre los esenios, el jefe espiritual era conocido como el Maestro de la Rectitud y se le consideraba un Mesías.

En el Antiguo Testamento al Mesías se le asocia casi siempre con el linaje de David: se pensaba que en la Casa de David nacería el Mesías, quien salvaría a la humanidad de los pecados del mundo. La palabra Cristo en el griego Septuaginta es el equivalente de la palabra Mesías del Antiguo Testamento.

En vista de que esta palabra ha sido asociada con las enseñanzas de los esenios, será oportuno que

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consideremos brevemente quiénes formaban esta secta. Los esenios fueron una secta secreta que primero adquirió prominencia a lo largo de las riveras del Mar Muerto, pero se afirma que tuvo su origen en Egipto. Posteriormente, las legiones Romanas dispersaron hacia otras áreas a la colonia del Mar Muerto.

Los Esenios preveían la llegada de un gran salvador, creyendo que nacería dentro del rebaño de su propia organización y que sería la reencarnación de uno de sus antiguos jefes. Con frecuencia se les llamó gentiles. Un Gentil es aquel que no es judío ortodoxo, como no lo fueron los esenios. De hecho, cualquiera persona que no es

ortodoxa en su religión puede ser llamada apropiadamente un gentil.

Nacimiento virginal

Se pensó que muchos Mesías del pasado (aquellos que fueron avatares) habían tenido un nacimiento virginal. Como lo señaló el Dr. H. Spencer Lewis en sus escritos, India tuvo muchos mensajeros divinos cuya tradición relata que nacieron a través de la concepción divina. Uno de ellos lleva el nombre de Krisna, o Chrishma el salvador. Se dice que nació de una virgen llamada Devaki, quien por su pureza fue seleccionada para ser la madre de Dios.

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Existen incluso relatos de que Gautama Buda nació en realidad de una virgen llamada Maya. Tailandia tiene un Dios-Salvador llamado Codom, quien nació de una virgen. En algunas crónicas se dice que Horus nació de la virgen Isis. De igual manera, Zoroastro de Persia nació de una virgen; su madre concibió mediante una luz divina que descendió sobre ella.

Que los conceptos del nacimiento virginal no son novelas está evidenciado por muchos ejemplos. Se ha dicho que Ciro, rey de Persia, tenía origen divino. Se le llamaba Cristo, el hijo ungido de Dios. Recordemos que Cristo es

un título, no un nombre.

Aún Platón, nacido en el Siglo V a. de C., fue considerado por el vulgo como un hijo divino de Dios. Se dijo que su madre, llamada Perictione, era virgen. Sabemos también que Apolonio, quien vivió durante la primera parte de la vida de Jesús, nació de una virgen. Durante un sueño recibió el anuncio de que daría a luz a un mensajero de Dios. En el mundo occidental, los mayas de Yucatán tuvieron un dios llamado Zama nacido de una virgen y relacionado con otro dios principal, Quetzalcóatl. Zama significa “hijo único engendrado por un dios supremo”.

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El mesías cristiano

Para los cristianos, Jesús el Cristo es el Mesías aceptado. Existen diversas declaraciones acerca de dónde nació Jesús. El evangelio sinóptico de Mateo dice que Jesús nació en una casa, no en un pesebre; “Y cuando entraron en la casa, vieron al niño con María”. (Mat. 2:11). El Dr. Lewis señala que Eusebio, el primer historiador eclesiástico de renombre, dice que Jesús nació en una cueva. Así lo dijo también Jerónimo, escritor cristiano del Siglo IV. Las crónicas tradicionales de los Rosacruces y de los esenios dicen que el niño nació de María en un grotto esenio cerca de Belén. Por supuesto, la referencia

a grotto podría corresponder a la narración histórica de la cueva.

Hay muchas opiniones divergentes entre las autoridades exegéticas sobre el nacimiento de Jesús. Por ejemplo, el Libro de Mateo nos informa que Jesús nació en los días del rey Herodes. El escritor del Libro de Lucas dice que Jesús nació cuando Cirineo era gobernador de Siria, o más tarde. Las autoridades exegéticas o bíblicas dicen que probablemente Cirineo fue gobernador de Siria dos veces (del año 4 al 1 A.C. y en el 5 D.C.) y durante su administración se realizó un censo de los judíos con el propósito de cobrar impuestos.

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Con respecto a la confusión de las fechas, no nos olvidemos de que el Nuevo Testamento mismo, el cual nos relata la historia del nacimiento de Jesús, no dio una decisión final al respecto hasta el Siglo IV, es decir, alrededor de cuatrocientos años después del nacimiento de Jesús. Durante este largo período, hubo muchas oportunidades para una posible confusión de fechas.

Los reyes magos

Entre tejidos en la historia del nacimiento de Jesús hay hechos, fantasías y mitos. Comúnmente se dice muy poco acerca de quiénes fueron los Reyes Magos que trajeron regalos a Jesús. En realidad, el término Mago apareció primero en

las escrituras cuneiformes, esto es, en escrituras antiguas en forma de cuña encontradas en un peñasco de Behistún. Tal fue la escritura durante el reinado de Darío, rey persa que vivió cinco siglos antes de Cristo.

Los Magos fueron una casta distinguida de los medos, una de las tribus persas. Sin embargo, pertenecían a la clase sacerdotal, es decir, eran una casta de sacerdotes de la tribu. Eran considerados videntes y profetas; podríamos decir que fueron comparables a los brahmanes de la India, una clase religiosa intelectual. La huella de los Magos se remonta a más de seiscientos años antes de Cristo, en la antigua Judea.

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De hecho, la palabra magia se derivó del nombre Mago. Los magos fueron famosos por su habilidad en la adivinación y en la interpretación de los sueños. Estos sacerdotes también fueron notables por su conocimiento de la astronomía y de la astrología; predecían sucesos mirando las estrellas. Parte de las enseñanzas de los Magos anunciaban la reencarnación del hombre en una futura vida sagrada después de la presente. Por supuesto, todo esto sucedió muchos siglos antes del nacimiento de Jesús.

Todos sabemos la historia bíblica de la estrella del oriente y lo que se dice que significa. Esta estrella es

conocida en la astronomía como una aparición helíaca, una estrella que aparece poco antes de la salida del Sol y es invisible en el atardecer. Tal fenómeno se ha conocido durante siglos antes del nacimiento de Jesús. Es un evento natural, no sobrenatural.

Los antiguos egipcios observaron la aparición helíaca de Sirio, y en sus crónicas relatan esto. Sirio es la más brillante de las estrellas fijas. La aparición de Sirio ocurre cada 365 días y seis h o r a s . L a c a u s a

d e l

fenómeno de una estrella helíaca

es su aparición en el meridiano del Sol. La luz de

los rayos solares la hacen invisible a medida que avanza la mañana.

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Se dice que los antiguos egipcios orientaron gran número de sus templos de acuerdo con la posición de esta estrella helíaca.

M u c h o s a s t r ó n o m o s creyeron que fue esta estrella la que vieron los pastores nómadas de la historia bíblica. En todo caso, los impresionó tanto como lo hizo con los Reyes Magos. En realidad, mucho antes del tiempo de Jesús era costumbre entre los Magos predecir que nacería un avatar siempre que aparecía un gran cometa. Las antiguas crónicas mitraicas nos hablan de que cuando ocurría algún fenómeno celestial, los pastores aclamaban el nacimiento de un niño de origen divino.

Jesús no ostenta el mismo título para toda la gente. La palabra Mesías significa Cristo en griego. Sin embargo, para los griegos no tiene un significado semejante ni la misma importancia que tiene para los judíos. Para los griegos, Mesías o Cristo no era más que un título, como por ejemplo, Jesús, el Cristo. Los discípulos de Jesús le llamaban en arameo Maran, que significa Maestro. Los griegos le asignaban también el título de Kirios, que significa Señor. No obstante, el título Señor se confirió con mucha anterioridad a diversas deidades de Egipto, Siria y Asia Menor.

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Jesús educado en Egipto

Es interesante conocer algo sobre la educación de Jesús. Cuando era aún muy niño, aprendió a leer los libros sagrados escritos en hebreo. El idioma de su madre fue el arameo, lengua vernácula de la gente de Galilea. La primera religión que influyó en la vida de Jesús fue, en parte, el judaísmo, compuesta por la ley de los profetas y la interpretación de las escrituras. En ese tiempo los fariseos eran una secta intelectual de los judíos; eran los profesores distinguidos. Fueron los fariseos con quienes Jesús entabló a menudo largas polémicas.

Autoridades judaicas, así

como Rosacruces y otras fuentes, señalan que Jesús estudió en Egipto. El Talmud judaico dice que Jesús estuvo en Egipto durante su temprana juventud. Indudablemente, también fue educado por los esenios. Como saben los eruditos, muchas de las doctrinas de Jesús están relacionadas con pensamientos y prédicas más antiguos, no son enteramente originales. Después que los Romanos arrestaron a Juan, Jesús regresó a Galilea. Entonces declaró que había llegado su momento, el momento de su misión. Habló a las multitudes a orillas del lago y en las colinas. La muchedumbre llamó a Jesús Rabí, un título apropiado para quien es sabio y venerado por la gente.

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Naturalmente, la navidad es la fiesta de la natividad. ¿Cómo o por qué se decidió celebrar esta festividad el 25 de diciembre? Los antiguos cristianos creyeron que el mundo tuvo su origen en ocasión del equinoccio de primavera y que, por lo tanto, el nacimiento de Jesús pudo haber ocurrido nueve meses más tarde, o sea, en diciembre. Es interesante notar que algunos de los antiguos pensadores creían que los nacimientos de Osiris y Adonis, el dios griego, ocurrieron el 25 de diciembre.

La fecha de la navidad

Sin embargo, las primeras celebraciones de la navidad se

llevaron a cabo el 6 de enero, Esta costumbre fue sustituida en Roma en el Siglo IV por el Papa Liberio, quien la cambió al 25 de diciembre. No obstante, el 6 de enero se conservó como fiesta de la epifanía o fiesta del bautismo. De allí en adelante el 6 de enero se celebró la navidad en constantinopla en el oriente, y el 25 de diciembre en occidente.

Hay todavía otra razón muy importante del porqué se decidió celebrar la navidad el 25 de diciembre. La Iglesia Cristiana deseaba distraer la atención de sus fieles de la llamada festividad pagana Sol Invictus. Esto significa Sol Invisible y es

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una antigua celebración mitraica. Esta celebración se llevaba a cabo alrededor del 25 de diciembre. Además, había la celebración romana de la Saturnalia, la Fiesta de Saturno, que se clausuraba aproximadamente el 24 de diciembre. Los cristianos deseaban celebrar la navidad al mismo tiempo para competir. Finalmente, en el Siglo V uno de los famosos concilios cristianos seleccionó definitivamente la media noche del 24 de diciembre como el comienzo de la navidad.

Costumbres navideñas

Muchas de las costumbres que ahora asociamos con la navidad no son del todo de origen

cristiano. La cuna de Cristo, que tan notablemente se ve en las celebraciones de navidad en Europa y América Latina, fue adoptada de la costumbre del culto de Adonis. Se dijo que Adonis había nacido en una cueva y su cuna jugó un papel predominante en los ritos antiguos.

E l f e s t i v a l ro m a n o de la Saturnalia proporcionó el modelo para la mayoría de nuestras costumbres de navidad. La saturnalia se celebraba entre

el 17 y 24 de diciembre. Era una ocasión de júbilo y regocijo general. Las escuelas se cerraban durante la fiesta; no había castigo para los criminales. Se hacían a un lado todas las distinciones de clases, y se dice

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que a los esclavos se les permitía sentarse a la mesa de sus señores durante la fiesta. Todas las clases sociales intercambiaban regalos, siendo los más comunes velas de cera y muñecas de arcilla para los niños. La gente portaba sombreros cónicos, cirios encendidos y comía alimentos dulces.

La pascua de navidad

Otros aspectos de la navidad se originaron en las tierras del norte. La fiesta de navidad se celebraba en los países teutónicos y era conocida en las leyendas islandesas. Las festividades del sur de Escandinavia y Alemania se guardaban durante el solsticio de invierno, alrededor del 21 de diciembre. Este período fue considerado como el fin del año a causa de la oscuridad, y se pensaba que durante la noche vagaban monstruos y espíritus. Más tarde, sin embargo, estos seres imaginarios se transformaron en personajes cómicos para la celebración.

En la Inglaterra antigua, las costumbres que se siguieron fueron las mismas de la Saturnalia romana. La gente encendía grandes velas en sus hogares y también arrojaban a la chimenea un tronco llamado tronco navideño. Después de las oraciones se tocaba música, comían manzanas y nueces confitadas, bailaban y se divertían con juegos como el de

la gallinita ciega. Los hogares y las iglesias eran encubiertas con adornos de plantas siempre verdes, especialmente muérdago, que era una reliquia de la religión céltica.

E l u s o d e l p i n o decorado no se remonta más allá del Siglo XVII. Sin embargo, la gente teutónica y escandinava rendía culto a los árboles: creían que estos poseían espíritu, y que ciertos árboles siempre verdes eran sagrados, por lo que s iempre los decoraban; es ta idea es quizás la causante principal de los arbolitos d e n a v i d a d de nuestros d í a s . L o s a l e m a n e s celebraban también su gran f iesta d e

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navidad en honor a la ardiente rueda del sol. Este festival tenía una duración de doce noches, entre el 25 de diciembre y el 6 de enero.

Nuest ro Santa Claus en realidad tuvo su origen en un santo popular de la Iglesia Romana llamado San Nicolás. Fue Obispo de Mira durante el Siglo IV D.C. y tomó parte en el Concilio de Nicea. Su popularidad se basa en muchos milagros que tradicionalmente se le atribuyen. Fue el protector especial de los jóvenes, de los escolares, oficinistas y marineros. En el arte siempre se le representa vistiendo t ú n i c a s e p i s c o p a l e s , llevando tres bolsas para regalos. Fue la cercanía de la celebración de la Fiesta de San Nicolás y la de navidad lo que

finalmente resultó en la combinación de ambas.

Las palabras Santa Claus son en

r e a l i d a d una

tergiversación del nombre que se emplea en holandés para San Nicolás. El término Santa Claus fue traído a América por los holandeses, quienes dijeron que Santa Claus, o sea, San Nicolás, daba regalos en Navidad. Sin embargo, en Inglaterra no se usa ese nombre; en su lugar emplean el término “Papá Navidad”.

El uso del acebo

El uso del acebo y otras plantas como decoración, es una remembranza de la Saturnalia y de las prácticas teutónicas. Los teutones fueron un pueblo forestal por excelencia. En el interior de sus moradas colgaban plantas siempre verdes, ya que creían que estas los amparaban de los espíritus que habitaban en los bosques. En la antigua Inglaterra, al acebo espinoso se le llamaba “él” y al sin espinas “ella”.

En la antigua Bohemia, durante diciembre se acostumbraba amasar pan blanco y el corte y distribución de manzanas. Los árboles frutales eran envueltos con tela blanca para asegurar un año favorable, esto es, una buena cosecha. Encender velas en la Noche Buena se deriva de la antigua costumbre del Día de Todos los Santos. Se pensaba que en la noche de aquel día los muertos visitaban

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NECESIDAD DENECESIDAD DE

CONSISTENCIACONSISTENCIA

las casas de sus parientes, así que en los hogares dejaban velas encendidas para ellos, mientras la gente iba a la iglesia.

Con frecuencia en el idioma inglés se usa la letra X con el sufijo mas para abreviar la palabra Christmas, Navidad en español. La razón es que los griegos usaron la X por mucho tiempo para simbolizar

el término Cristo. En este uso, la X es en realidad la letra griega Chi. Como hemos dicho, la palabra Cristo viene de la palabra griega Christos. Por ello, la abreviación en inglés de Christmas (Navidad) es la letra X. El monograma de Cristo es una X grande con una P atravesando el centro. Las dos letras pertenecen al alfabeto griego, Chi y Rho.

La Orden Rosacruz AMORC, presente en todo el mundo, es una fraternidad no sectaria de hombres y mujeres dedicados a la investigación, estudio y aplicación práctica de las leyes naturales y espirituales. El propósito de la Organización es ayudar a todos para vivir en armonía con las fuerzas cósmicas creativas y constructivas, para el logro de salud, felicidad y paz. La Orden es conocida internacionalmente como la Antigua y Mística Orden Rosae Crucis y tanto en América como en otros continentes, constituye la única forma de actividades Rosacruces integradas en una sola institución. La AMORC (por sus iníciales) no vende sus enseñanzas. Las da libremente a sus miembros afiliados junto con otros beneficios. Para información completa acerca de las ventajas de la afiliación Rosacruz, escriba una carta al domicilio citado abajo o por correo electrónico a la siguiente dirección glh@rosacruz.org y pida el folleto gratuito titulado «El Dominio de la Vida».

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NECESIDAD DENECESIDAD DE

CONSISTENCIACONSISTENCIA

Espero me dispensen la repetición que voy a hacer aquí de una historieta muy antigua, más lo hago para ilustrar mejor un punto importante. Me refiero al muchacho que alardeaba de no tenerles miedo a los fantasmas y que valerosamente cruzó el cementerio por la noche silbando un alegre son.

Dr. H Spencer Lewis, F.R.C.

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Pertenecía, indudablemente, al mismo tipo de personas como aquellas que rodeaban a la niña que preguntó a sus amiguitos si creían en hadas y demás, y un pequeño le contestó diciendo: “No, yo no creo en eso pero no hables tan fuerte porque pueden oírte”.

Una cosa es tener una creencia superficial en la fe y otra es vivir la fe. En el correr de los años he tenido la oportunidad de analizar los pensamientos más íntimos de miles de personas que me han escrito sobre sus problemas individuales, o discutido sus creencias y principios

r e l i g i o s o s y

filosóficos, y he llegado a la conclusión de que el problema más serio que confronta hoy la mayoría de la gente perpleja y confundida

es su falta de consistencia tanto en pensamiento como en acción.

Entre la gente educada e ilustrada, y esto es casi universal, como entre la que lo es parcialmente, hay una creencia fundamental en la inmortalidad del alma, o inmortalidad del real y verdadero ser del hombre. Según parece, esto es puramente superficial.

Se habla volublemente sobre ello y se repite en el ritualismo, p legar ias y conversac iones religiosas y filosóficas, pero no hay ahí nada profundo, ni constituye una convicción. No forma parte esencial en la verdadera fe de la

mayoría de estas personas. A la menor provocación, y c o n c a d a

incidente más o menos serio de

la vida, esta creencia en la

inmortalidad repentinamente s e v u e l v e m o t i v o d e

controversia, o se pone en tela de juicio,

como si se tratara de una cosa problemática aún

no probada.

Es bien sabido que la creencia en la inmortalidad es parte

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básica de las creencias y doctrinas de los cristianos, judíos, budistas, musulmanes y de varias otras sectas religiosas. La mayoría de las naciones más civilizadas del mundo sigue la religión cristiana o judía y, sin embargo entre esas mismas personas este principio de la inmortalidad, en vez de ser una convicción fundamental que debería guiarlos e influir en todo lo que piensan y hacen, es meramente una vaga esperanza, seriamente cuestionada y puesta en duda o desechada en la consideración de cualquier p r o b l e m a importante.

Una persona q u e c r e a con la más p r o f u n d a convicción que el alma o ser interno del hombre es inmortal y ha de vivir de nuevo en alguna parte del más allá reflejará ese colorido en todos los asuntos de su vida y, ciertamente, su pensamiento analítico, en relación con muchos problemas de la vida, será afectado por esta convicción fundamental.

Si hay en nosotros una parte que es inmortal y vivirá por siempre deberá ser más importante, más real y más omnipotente que la personalidad exterior. En otras palabras, la creencia en la doctrina de la inmortalidad debe descansar en el convencimiento de que el hombre es dual y que una parte de él es material, corruptible, cáscara mortal, mientras que la otra es divina e incorruptible, teniendo como esencia la vida eterna. Con

tal firme fe y convicción el

hombre debe, ciertamente, mirar su vida y asuntos presentes bajo

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un ángulo enteramente distinto de cómo los vería si creyera que todo lo que a él se refiere es lo que palpa objetivamente con sus sentidos, que es mortal, corruptible y de temporal existencia terrena.

El hecho de que la parte real del hombre viva de nuevo es indicación de que esta existencia terrenal constituye un estado transitorio, y que las experiencias y tribulaciones que pasamos aquí no son el propósito último de la vida. Indica, asimismo, que el hombre tiene u n o b j e t i v o mayor que el de simplemente m o r a r e n l a tierra, tendiendo a revelarnos que se puede obtener un estado ideal en el que debe haber justicia, amor, piedad, y la adecuada recompensa por pensar y vivir rectamente.

Todo el plan de nuestra vida en la Tierra y de nuestras experiencias y desarrollo se explica bajo una nueva luz, muy distinta, si tenemos una firme convicción en la doctrina de la inmortalidad. Mas a pesar de que la mayoría de las religiones del mundo enseñan esta doctrina, y de que sus seguidores

la aceptan como parte de su comprensión de la vida, dejan a un lado esa creencia en todas sus más importantes consideraciones.

Actitudes personales

Tomemos, por ejemplo, una carta que está ante mí de una señora que no es miembro de AMORC pero que ha estado leyendo

nuestra literatura por espacio de varios años a fin de comprender algunos de nuestros principios. Dice que comprende bien la religión cristiana y que e s u n a f i r m e creyente en todos l o s p r i n c i p i o s m e t a f í s i c o s

enseñados por nuestra organización y por otras similares. En esta carta desea demostrarme cómo fueron contestadas sus oraciones al Cósmico, o sus súplicas personales al Dios del Universo y a Jesucristo, en momentos críticos para ella.

Declara que en los días recientes en que tuvo que hacer frente a una operación muy necesaria e importante en un hospital cuidadosamente seleccionado, asistida por un doctor competente, de pronto pensó que si su transición

...Nuestras experiencias y

desarrollo se explica bajo una nueva luz, si tenemos una firme

convicción...

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ocurría durante la operación su hijita quedaría sola en el mundo. Deseaba impedir tal cosa, de ser posible por medio de la oración. Fue así que según su carta llevó su Biblia consigo al hospital y durante los días anteriores a la operación leyó constantemente el Salmo 23. Y agrega: “Mientras me sometía a la anestesia seguí repitiendo: No temeré el mal”.

Indudablemente que sus amigos cristianos y aún el dirigente de su iglesia verían esto como un hermoso ejemplo de fe religiosa. Pero ¿lo era así? ¿Pero por qué seleccionó entre todos los hermosos pensamientos expresados por Jesús, que se encuentran en el Antiguo y en

el Nuevo Testamento de la Biblia Cristiana, el que proclamaba que no temía el mal?.

Si cada uno de nosotros esperara la hora de acostarse en la misma actitud en que muchos esperan la hora de su transición, nos acometería una especie de frenesí por la noche. Cada persona trataría de arreglar sus asuntos tomando acciones decisivas y dando instrucciones a otros respecto a éstos para que se ocuparan de ellos a la mañana siguiente. Disolveríamos las ataduras terrenales a fin de que otros asumieran nuestros puestos y poderes. No hacemos tal, sin embargo, a causa de la fe que tenemos en la vida y en

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su continuidad. Creemos que seguiremos viviendo por la mañana.

La cristiandad y muchas otras religiones enseñan que no hay muerte, y que ésta es meramente un cambio. Este cambio representa una de las más gloriosas y hermosas experiencias de la vida y algo que debería esperarse con un goce sublime o, por lo menos, considerarse como un decreto Divino que trae consuelo en la aflicción. Es el principio de una vida nueva y mejor.

¿ P o r q u é , e n t o n c e s , puede tenerle miedo a la muerte un cristiano, un budista o un musulmán? ¿Y por qué tal persona,

al sentir que posiblemente se acerca su transición, proclama que no teme el mal, con la esperanza de que sea impedida su transición y se postergue el decreto de Dios? ¿Está de acuerdo esto con la creencia en la inmortalidad del alma y con la declaración de que no hay muerte? ¿Por qué mirar la transición como un mal y proclamar falsamente “No temo el mal”, para impedir que tal cosa suceda?.

Esta persona seguramente sintió miedo a la transición o temía lo que creía ser la muerte. Su exclamación de que no temía el mal era ficticia y el intento resultaba ser el mismo que el del silbido del muchacho al pasar por

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el cementerio. No quiso decir que temía algo malo estando en manos del doctor, porque si hubiera creído que era incompetente lo habría cambiado o habría pospuesto la operación. Era más bien el miedo a lo desconocido lo que debilitó a esta buena señora en su fe religiosa, tratando de reforzar su valor en vista de sus dudas repentinas, diciéndose a sí misma una y otra vez que no temía el mal.

En los miles de te legramas y c a r t a s q u e r e c i b i m o s d e p e r s o n a s q u e están enfermas, o se han herido, y que piden ayuda inmediata, hay casi siempre la declaración de que no quieren m o r i r y q u e temen la muerte. Muchos nos han escrito sobre este temor y preguntan qué se puede hacer para dominarlo. Una de estas cartas, recibida recientemente, presenta un ejemplo típico.

Esta persona dice que teme ir a la iglesia con regularidad porque a menudo nota que otro miembro más de la congregación ha fallecido y que la ausencia de esas personas y la oratoria fúnebre que se les dedica

le recuerdan siempre que ella va envejeciendo y acercándose también a su transición, dándole escalofrío pensar que ya su vida llega al término, estando al final de su largo camino en la Tierra. Dice que aun se ha forzado buscando pretextos para no asistir a los funerales de los que son conocidos suyos, porque cada vez que contempla a alguno de ellos sin vida en el ataúd recuerda que la hora de su transición está cercana.

Este no es un caso excepcional, pero si usted lo c r e y e r a a s í , e m p i e c e a preguntar entre sus amigos y conocidos acerca de la transición y de la tal llamada muerte ; hable u s t e d d e e s o como de algo que no teme, como

si creyera realmente que es una gloriosa experiencia que deberíamos esperar con calma y libres de temor, dudas y vacilaciones. Verá inmediatamente que lo consideran como a un extraño. Se discutirá su actitud y se tomará su tranquilidad como un sacrilegio. ¿Por qué razón?.

Nos vamos a dormir cada noche tranquila y deliberadamente, y sin temor dejamos reposar nuestra

...La transición es un cambio que representa

una de las más gloriosas y hermosas

experiencias de la vida y algo que se debería esperarse con un gose

sublime...

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consciencia y todos nuestros asuntos e intereses mundanos en un estado de suspensión no sabiendo si tal estado será corto o largo, temporal o permanente. Pero tenemos la convicción de que despertaremos. Tenemos una fe arraigada de que llegará la mañana y veremos el sol para continuar nuestros asuntos como de costumbre. Hasta hacemos planes por la noche sobre lo que haremos al día siguiente. Dejamos en suspenso nuestros asuntos financieros y materiales, sin dudar que a la mañana siguiente los ajustaremos.

El período de suspensión de la noche encierra en verdad, experiencias desconocidas, y es

una condición tan ignorada para nosotros como la llamada muerte; sin embargo, no abrigamos temor al entregarnos al sueño. Si todos creyéramos en la inmortalidad tan firme y convencidamente como creemos en la continuidad de la vida día tras día confiándonos a ella dormidos y despiertos, o soñando más, veríamos llegar cualquier crisis de la vida en la misma consistente actitud de calma con la que nos prepara.

Lo inevitable

La disculpa de que la t r ans i c ión puede ha l l a rnos de sp reven idos en nues t ro s asuntos terrenales y en nuestra

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actitud mundana no es tal, sino simplemente una manifestación de nuestra inconsistencia al pensar y actuar. Si hay en nosotros una parte mortal y otra inmortal debemos entonces saber que la parte mortal, perecedera, puede quedar separada de la inmortal en cualquier momento de nuestra existencia terrenal. Podemos abrigar dudas acerca de cualquier otra cosa de esta vida, y de que todo lo demás en ella constituye un problema para nosotros. No sabremos, quizás, de dónde venimos ni a dónde vamos, pero podemos estar seguros de que la transición es inevitable, y de que la hora en que ocurra nos es desconocida, pudiendo estar cercana.

Por esta razón deberíamos ser lo suficientemente firmes en nuestras creencias, en nuestro pensamiento y fe, y estar siempre preparados para lo que sabemos que es inevitable, lo cual puede acontecer cuando menos lo esperamos. Debería ser completamente indiferente el hecho de que tal día o tal hora sea nuestro último momento sobre la Tierra. Deberíamos estar tan dispuestos a terminar completamente esta vida a cualquier hora como lo estamos para suspender nuestras labores a cualquier hora de la noche, cuando dejamos nuestros asuntos y consciencia en reposo para irnos a dormir. Deberíamos dirigir en tal forma nuestros asuntos

y mantener nuestro carácter moral de manera que la llegada de la transición, en el momento que sea, no nos encuentre atemorizados o con remordimientos.

Resulta extraño que sólo entre los místicos que han alcanzado una comprensión mística de la vida y que deliberadamente se han dedicado a perfeccionar su modo de pensar y de vivir, encontremos esta actitud de preparación y esta prontitud y disposición para la gran experiencia de la transición. A menos que seamos firmes en nuestra fe y creencias éstas no serán absolutamente de ningún valor para nosotros, porque las leyes y principios que constituyen nuestra moral, creencia religiosa y filosófica y código de vida, sólo nos servirán cuando estemos convencidos de su universalidad, entonándonos con la operación de las leyes universales y Cósmicas encontrando así calma, gozo.

Paz Profunda.

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Edificio Administrativo de la Gran Logia AMORC (GLH) León, Gto., México.

El sistema de enseñanzas Rosacruces ofrece lo que muy pocas instituciones educativas jamás han soñado lograr: un punto de vista amplio y profundo de lo ideal y lo práctico, de los misterios antiguos y las ciencias modernas, del cuerpo y el alma; todo ello está encaminado a lograr una transformación sutil y, al mismo tiempo profunda: la iluminación.

Las lecciones presentan una combinación bien balanceada de ciencia, misticismo, filosofía y metafísica, para que usted estudie los fundamentos del conocimiento de toda la humanidad. Intercalados en esta estructura intelectual de ideas, encontrará ejercicios que gradualmente irán desarrollando su consciencia física y espiritual.