danzine, número 8

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Vol 8 Hermosillo, Sonora, México 26 de abril de 2012 Publicación de Un Desierto para la Danza danzine www.undesiertoparaladanza.gob.mx Para ver video: www.streamingdance.net www.streamingdance.net C onstante. La danza como proyecto vital. Bailar, dirigir, inventar. Miguel Mancillas ejerce el oficio de la creación a partir de los temas que le obsesionan. Y se hace la luz desde las ideas. Desde cualquier parte del país donde se ejer- za la danza, nomás al voltear a Sonora saben que Antares es institución, Miguel Mancillas es autor intelectual de lo que ocurre desde esta compañía; con él, esta conversación: –¿Qué te significa llegar a los veinte años del Desierto para la Danza siendo protagonista? Antares vio nacer el festival, creo que fue per- tinente que surgiera. La actividad dancística en Sonora ha sido relevante a nivel nacional cuando menos, desde hace treinta años. Es un festival que significa muchos bailarines que han dejado parte de su vida en él, un gran es- fuerzo de instituciones e iniciativa privada y el compromiso del público, que ha sabido estar presente y ser testigo de una manifestación ar- tística tan diversa e inquietante como lo es la danza contemporánea. Nosotros no siempre hemos participado en él, lo hacemos solamente cuando tenemos un programa que consideramos, cumple con el perfil de un festival internacional de danza. –¿Cómo prevés el rumbo de este festival en aras de enriquecerlo? El festival debe fortalecer su presencia en la comunidad que lo alberga, debe mantener una congruencia y seguir siendo pertinente, ampliar sus posibilidades de convocatoria tanto en la diversidad estética de su programación como en sus espectadores y lugares de presentación. –¿Cuál fue la primera coreografía que montaste, que dirigiste,cómo se llamaba y cuál era el tema? Fue en 1980, Dzulum, por influencia de Balún Canan, un texto de Rosario Castellanos (creo que tal vez duraría unos seis minutos). La idea era sobre una mujer que jugaba con la frontera entre la realidad y el sueño, una especie de an- sias por morir. Al mismo tiempo hice Cables, un dueto de unos ocho minutos que bailamos Da- vid Barrón y yo, el punto de partida fue el amor y la vulnerabilidad, utilizamos las obras de algunos artistas plásticos para desarrollar las acciones. Siete años después, ya con Antares, esa coreografía entró al repertorio del grupo. Creo que esos argumentos han sido una cons- tante y siguen presentes en mis trabajos ac- tuales. –¿A la distancia cómo era el trabajo que se ha- cía en esos años y cómo es ahora? Me parece muy difícil hacer una comparación entre el antes y el ahora, pues ha sido mi es- fuerzo que lo que haga, sea respuesta a lo que estoy viviendo en lo individual, y en lo social. Así que te podría decir que es igual, sin em- bargo no dejo de notar que hay una tendencia a que el artista, el nombre y apellido, sea más importante que la obra que hace o incluso pue- de llegar a sentirse que son irrelevantes las ra- zones por las que se convoca a un espectador. –¿Qué es para ti la danza, cómo lo explicas, cómo te lo explicas? La danza es arte y el arte una poderosa acción humana, reveladora y de una capacidad trans- formadora que no podemos eludir, que cruza tiempos, gustos, modas, egos. Celebro a diario haber caído en este camino, trato de honrar con todas mis capacidades el privilegio de dedicarme a la danza e intento no perder la posibilidad de admirarme ante el día a día. La danza te enfrenta cotidianamente a que exis- tes y no nomás transitas. Anoche después de What they are instead of, me di cuenta de los alcances que puede tener la danza sin dejar de serlo. Es una forma de llevar a escena una nueva comprensión del individuo. Al mirar la función se me ocurrió que esto es como la máxima occidentalización del yoga. El pranayama es el yoga de la respiración, es tomar el prana de aire, alimentarse de él. Cuando aparece una pareja, respirando al mismo ritmo, la misma intensidad y en permanente contacto físico se convierte en una sola. Gradinger - Schubot, ejecuta la representación de una pareja. Así nada más, una pareja y su dinámica, su tránsito por la vida juntos, y lo que pasa en los momentos en que deja de respirar al unísono y entra el conflicto. Pero la decisión siempre es retomar el ritmo, para continuar siendo un solo ser. Están pegados, no hay fronteras y finalmente como dice el programa de mano, hay todo un discurso filosófico que corresponde a las inquietudes de nuestros días. Habría que preguntar a los organizadores del festival, si fue una acción deliberada programarlos justamente después de “Lamb”, porque bien podría ser la continuación en la línea de tiempo de la historia espiritual que nos presentó Lux Boreal. Y después...... Manuel Ballesteros con “NORTEarte”, una fiesta, la fiesta del Meño, que develó una placa de 200 representaciones. El espectáculo multisciplinario creado por Manuel Ballesteros es una pieza que no le pertenece a él, nos pertenece a todos los mexicanos que identificamos nuestra cultura para (seamos honestos), reírnos de nosotros mismos. No quiero decir que El Meño represente la identidad de todos en este país pero si del norte, es un hombre sonorense, con la ideología y los vicios existentes de frontera a frontera. Por supuesto, siempre se agradece ver a un bailarín intérprete con el nivel y la versatilidad necesaria para hacer de lo extremadamente popular, una verdadera obra de arte. Muchas felicidades a Ballesteros, por llegar a este momento de manera tan profesional y entregada, por crear un personaje desde el corazón y un espectáculo que el público no va a dejar morir. Miguel Mancillas Y EL ARTE UNA PODEROSA ACCIÓN HUMANA LA DANZA ES ARTE Carlos Sánchez “La noche de inspiración alemana y expiración sonorense” Alejandra Monroy Foto: Miguel Galaz

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Un Desierto para la Danza

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Page 1: danzine, número 8

Vol 8 Hermosillo, Sonora, México 26 de abril de 2012Publicación de Un Desierto para la Danza

danzinewww.undesiertoparaladanza.gob.mx

Para ver video: www.streamingdance.netwww.streamingdance.net

Constante. La danza como proyecto vital. Bailar, dirigir, inventar. Miguel Mancillas ejerce el oficio de la creación a partir de

los temas que le obsesionan. Y se hace la luz desde las ideas.

Desde cualquier parte del país donde se ejer-za la danza, nomás al voltear a Sonora saben que Antares es institución, Miguel Mancillas es autor intelectual de lo que ocurre desde esta compañía; con él, esta conversación:

–¿Qué te significa llegar a los veinte años del Desierto para la Danza siendo protagonista?

Antares vio nacer el festival, creo que fue per-tinente que surgiera. La actividad dancística en Sonora ha sido relevante a nivel nacional cuando menos, desde hace treinta años. Es un festival que significa muchos bailarines que han dejado parte de su vida en él, un gran es-fuerzo de instituciones e iniciativa privada y el compromiso del público, que ha sabido estar presente y ser testigo de una manifestación ar-tística tan diversa e inquietante como lo es la danza contemporánea.

Nosotros no siempre hemos participado en él, lo hacemos solamente cuando tenemos un programa que consideramos, cumple con el perfil de un festival internacional de danza. –¿Cómo prevés el rumbo de este festival en aras de enriquecerlo?

El festival debe fortalecer su presencia en la comunidad que lo alberga, debe mantener una

congruencia y seguir siendo pertinente, ampliar sus posibilidades de convocatoria tanto en la diversidad estética de su programación como en sus espectadores y lugares de presentación.

–¿Cuál fue la primera coreografía que montaste, que dirigiste, cómo se llamaba y cuál era el tema?

Fue en 1980, Dzulum, por influencia de Balún Canan, un texto de Rosario Castellanos (creo que tal vez duraría unos seis minutos). La idea era sobre una mujer que jugaba con la frontera entre la realidad y el sueño, una especie de an-sias por morir. Al mismo tiempo hice Cables, un dueto de unos ocho minutos que bailamos Da-vid Barrón y yo, el punto de partida fue el amor

y la vulnerabilidad, utilizamos las obras de algunos artistas plásticos para desarrollar las acciones. Siete años después, ya con Antares, esa coreografía entró al repertorio del grupo. 

Creo que esos argumentos han sido una cons-tante y siguen presentes en mis trabajos ac-tuales.

–¿A la distancia cómo era el trabajo que se ha-cía en esos años y cómo es ahora?

Me parece muy difícil hacer una comparación entre el antes y el ahora, pues ha sido mi es-fuerzo que lo que haga, sea respuesta a lo que estoy viviendo en lo individual, y en lo social. Así que te podría decir que es igual, sin em-bargo no dejo de notar que hay una tendencia a que el artista, el nombre y apellido, sea más importante que la obra que hace o incluso pue-de llegar a sentirse que son irrelevantes las ra-zones por las que se convoca a un espectador.

–¿Qué es para ti la danza, cómo lo explicas, cómo te lo explicas?

La danza es arte y el arte una poderosa acción humana, reveladora y de una capacidad trans-formadora que no podemos eludir, que cruza tiempos, gustos, modas, egos. Celebro a diario haber caído en este camino, trato de honrar con todas mis capacidades el privilegio de dedicarme a la danza e intento no perder la posibilidad de admirarme ante el día a día. La danza te enfrenta cotidianamente a que exis-tes y no nomás transitas.

Anoche después de What they are instead of, me di cuenta de los alcances que puede tener la danza sin dejar de serlo. Es una forma de llevar a escena una nueva comprensión del individuo. Al mirar la función se me ocurrió que esto es como la máxima occidentalización del yoga. El pranayama es el yoga de la respiración, es tomar el prana de aire, alimentarse de él.

Cuando aparece una pareja, respirando al mismo ritmo, la misma intensidad y en permanente contacto físico se convierte en una sola. Gradinger - Schubot, ejecuta la representación de una pareja. Así nada más, una pareja y su dinámica, su tránsito por la vida juntos, y lo que pasa en los momentos en que deja de respirar al unísono y entra el conflicto. Pero la decisión siempre es retomar el ritmo, para continuar siendo un solo ser. Están pegados, no hay fronteras y finalmente como dice el programa

de mano, hay todo un discurso filosófico que corresponde a las inquietudes de nuestros días.

Habría que preguntar a los organizadores del festival, si fue una acción deliberada programarlos justamente después de “Lamb”, porque bien podría ser la continuación en la línea de tiempo de la historia espiritual que nos presentó Lux Boreal.

Y después......

Manuel Ballesteros con “NORTEarte”, una fiesta, la fiesta del Meño, que develó una placa de 200 representaciones.

El espectáculo multisciplinario creado por Manuel Ballesteros es una pieza que no le pertenece a él, nos pertenece a todos los mexicanos que identificamos nuestra cultura

para (seamos honestos), reírnos de nosotros mismos. No quiero decir que El Meño represente la identidad de todos en este país pero si del norte, es un hombre sonorense, con la ideología y los vicios existentes de frontera a frontera.

Por supuesto, siempre se agradece ver a un bailarín intérprete con el nivel y la versatilidad necesaria para hacer de lo extremadamente popular, una verdadera obra de arte.

Muchas felicidades a Ballesteros, por llegar a este momento de manera tan profesional y entregada, por crear un personaje desde el corazón y un espectáculo que el público no va a dejar morir.

Miguel Mancillas

y el arte una poderosa acción humana

LA DANZA ES ARTECarlos Sánchez

“La noche de inspiración alemana y expiración sonorense”Alejandra Monroy

Foto

: Mig

uel G

alaz

Page 2: danzine, número 8

danzineVol 1. Hermosillo, Sonora, MéxicoCoordinación: Doris Arenas / Edición: Edith Cota / Colaboraciones: [email protected] Diseño: Argelia Juárez / Corrección: Rosy Orozco

26 de abril de 2012

UN DESIERTO PARA LA DANZA 2012

Mañana en el Desierto

Foto

: Edi

th C

ota

AcercaDE

Jared Gradinger y Angela Schubot  presentaron en El Desierto su primera producción de larga duración: What they are instead of. La fisicali-

dad extrema y un trabajo de respiración complejo ofrecen una lectura sobre relaciones. La relación del movimiento con la respiración, del espacio propio con el del otro, del impulso con la fuerza, y la constancia de ser con el estar en el escenario. 

El dueto equilibra la ejecución de los in-térpretes con la acción sucedida en el foro, del cual participa la audiencia por el simple hecho de estar tan cerca. La partitura del movimiento y la respiración, generan el acompañamiento so-noro para What they are instead of. Pueden leerse aspectos de la intimidad, la codependencia, los alcances del yo en el otro, el reflejo de la necesi-dad de un espacio personal compartido con otro alguien. Como espectador, me siento invasor de este espacio hipnotizado por el sonido de cada exhalación. Los golpes de las cargadas y caídas, la manera en que intercalan el dominio sobre el otro intermitentemente pero sin caer en un rit-mo regular, imágenes que justo cuando están a punto de agotarse son transformadas por un mo-vimiento constante y un juego en la respiración que se antoja difícil de lograr, respiran al unísono a veces, otras son como pistones que alternan el manejo del aire con una coordinación casi espec-tacular.

En lo que a mí respecta esto es danza expe-rimental. Explorar con la respiración, temporali-dad y la acción física extrema a la que apuesta Gradinger-Schubot, requiere horas de explora-ción, ensayo, prueba y error. Hay un momento en que la obra regresa a la posición inicial. Todo

comienza de nuevo. Idéntico. Exactamente igual hasta que después de un lift con una suspensión provocando el esperado silencio (ahora sí que pausa dramática), realizan variaciones subiendo la intensidad de la puesta hacia el final marcado por un oscuro.

Para la segunda vuelta de la secuencia, mu-chos Danzines estaban siendo leídos, pero sólo una persona abandonó su asiento para, diez mi-nutos después volver a ocuparlo. Con Lola Lin-ce y su danza experimental de influencia Butoh, alrededor de 20 personas abandonaron la sala; lo mismo ocurrió con Rubberbandance Group y su constante movimiento acrobático. Aquí nadie dejó su lugar. Independientemente del gusto por una estética o estilo de movimiento determina-dos seguimos sentados hasta el final.

El trabajo tiene una factura impecable, un planteamiento humano común (el yo y el otro) tomado por el dueto para su análisis y explora-ción en movimiento. “¿Cómo podemos coexistir?” pregunta que aparece en el programa de mano, “¿cuánto necesito?”. La experimentación para esta composición se antoja fundamental y el resulta-do es este programa que tiene lo necesario para mantener el interés y provocar el debate (puertas afuera), en un público que no se deja impresionar fácilmente.

Gradinger-Schubot “mezcla la práctica física con discursos filosóficos y esotéricos”; y sí. Me quedo con alguna reflexión respecto a la búsque-da de la unidad incondicional. ¿Simbiosis a través de la pertenencia? ¿Disolución del yo? ¿Y cuánto necesito? ¡Pero... qué manera de respirar!

Todo comienza con un silencio; en él se re-sume la pregunta por el movimiento y la música, mientras el cuerpo se revela como el protagonista de una experiencia cotidiana. Dos intérpretes en un escenario de trabajo, su encuentro es físico, su propuesta se traduce en la exposición de una serie de movimien-tos que van de lo erótico a lo cómico, de la pertenencia al extrañamiento. La exploración de los cuerpos provoca en escena reminiscen-cias del acto sexual, él y ella se manipulan, se apoderan uno del otro, se persiguen y se dominan. Durante treinta minutos iniciales, él emite un jadeo intenso que le otorga ritmo a la coreografía, ella lo acompaña, aunque su respiración es sutil. El paso de lo erótico a lo cotidiano recuerda las míticas escenas de Po-lanski, donde se expone una situación cotidia-na que al perdurar se vuelve extraña y a su vez lanza la intermitente pregunta sobre el sujeto: cómo se configura y se construye la identidad, cómo se desvanece el sujeto en el encuentro pasional.

Como si fuera una serie de fotografías, los cuerpos se van mostrando en diversas posicio-nes, se autoexploran y al hacerlo construyen una unidad donde la violencia tiene cabida, donde el cuerpo se muestra más humano, por su intimidad expuesta. What they are instead of enfrenta a los espectadores con el cuerpo, la danza se produce en la experiencia pura-mente física, donde la música y la parafernalia se minimizan para dar lugar a una reflexión sobre el movimiento, y por qué no, sobre las relaciones interpersonales.

La carcajada del público recuerda aque-llas sentencias aristotélicas que dicen que la comicidad emerge cuando el público se des-cubre en el escenario. Aquí, el estrujamiento constante, los movimientos gimnásticos, el jadeo rítmico nos muestra cómo dos cuerpos pueden entenderse, y en ese entendimiento volverse absurdos. Dos intérpretes que jue-gan con su cuerpo, que construyen una ficción que indaga en el sentir al otro tan cerca, en el sentir al otro en sus impulsos. Y así como lo dice Pluchart, la conciencia se vuelve física, se piensa al sentirla, se vive al presenciarla. Esa conciencia de que el sujeto es un ser jamás develado y siempre expuesto.

18:00 y 20:00 horas, Teatro de la Ciudad “Brins” (programa infantil) / Tumàka’t / MÉRIDA, MÉXICO

27 de abril

“Mediante el sufrimiento y el riesgo el cuerpo se proyecta como conciencia

del ser, es pensamiento puro”

Francois Pluchart

La intimidad expuesta: Gradinger-Schubot

Magdalena Frías

Gradinger-Schubot. Unidad incondicionalPor Silvia Salazar

Me imaginaba algo más frío, estoy un poco im-pactada, porque no esperaba para nada este tra-bajo, se me hizo muy violento, muy fuerte e inte-resante. Rosa ViláActriz

Es un ejercicio muy difícil, fue una propuesta muy buena, puede avanzar o la gente puede decir no me gustó. Grecia Romo Estudiante de Artes Escénicas

Muy buena, original, propositiva, es de las mejores propuestas que me ha tocado ver. Leonel LópezDiseñador

Hay un trabajo de exploración interesante, más allá de la connotación salvaje y sexual, me venía la idea del último aliento y en general un contexto de relación. Hay momentos de fragilidad, de impulso; pero también llegan a momentos muy sutiles.Ana SordoLicenciada en Artes

de Gradinger-SchubotWHAT THEY ARE INSTEAD OF

Es algo diferente, está muy bien el manejo de la energía, interesante que nos llegue algo nuevo. Luis FeriaEstudiante de Danza