danzine 26 de abril

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Vol 7 Hermosillo, Sonora, México 26 de abril de 2013 Publicación de Un Desierto para la Danza danzine www.undesiertoparaladanza.gob.mx A noche ocurrió la comunicación vía bai- larines y espectadores. En el Teatro de la Ciudad de Casa de la Cultura, en el marco de Un Desierto para la Danza, produc- ciones la lágrima presentó la coreografía He- llo, bajo la dirección de la australiana Becky Hilton. “Y más que una comunicación, diría un sen- tido de compartir”, apunta Adriana Castaños, directora de la lágrima. Y acota: “Y creo que esa sintonía que muchos de los que estuvi- mos allí la sentimos, y valió la pena. Ahora nos preguntamos: ¿Qué sigue de esto? Bueno, tenemos muchos proyectos y esos proyectos giran en derredor de cuál es nuestra responsa- bilidad como artistas, cómo generar alertas de que seguimos siendo seres sociales, humanos, afectuosos”. Después de la clase matutina, en la Universi- dad de Sonora, Adriana Castaños para conver- sar respecto de Hello, y los saldos. --¿Qué pasó anoche? --Yo todavía estoy con esa sensación de haber podido compartir no sólo la danza, sino a la gente que asistió al teatro. Fue, por lo menos en mi experiencia, un espacio muy generoso de recibo - doy, y también doy y recibo. Me quedo con una sensación de comunidad, de compartir. --Compartir, palabra clave, Becky Hilton es quien dirige la coreografía de anoche, y es la coreógrafa invitada por la lágrima. --Fue bastante casual, nos conectamos a tra- vés del Festival de la Ciudad de México, que tenía planes de intercambio artístico con Aus- tralia, que al final se hizo a medias y nosotros fuimos uno de los proyectos que cortaron, pero desde que nos vimos para trabajar juntas, la empatía fue instantánea. Creo que no es una sola vía, no es que los bai- larines de la lágrima están a disposición de Becky, ni ella viene a decirnos qué hacer, lo realmente valioso en la propuesta y se nota, me parece, en la puesta en escena, es que las dos visiones geográficas se pusieron en un campo de exploraciones, el cómo nos vemos desde dos polos opuestos, Becky lo planteaba incluso como desde dos generaciones opues- tas, con bailarines muy jóvenes, de cómo los veo yo con respecto a mi generación, y desde una situación de qué tan cerca y qué tan lejos estamos, básicamente la otra parte que que- da como un subtexto dentro de la obra, me parece es esta cosa de la identidad: ¿qué es ser mexicanos ahorita con veintitantos años, en este mundo sistema planetario donde los intercambios van y vienen?, ¿qué es ser? --Uno vive preso de la mezquindad del pro- tagonismo, de pronto asisto al teatro y me encuentro con una coreografía de la lágrima dirigida por otra persona, ¿cómo lograr eso? --Tener coreógrafos invitados es como ir a funciones de danza de otros, te enriquece el pensamiento, crecemos juntos, yo no lo veo como la obra de otros que se incrusta en la lágrima, lo veo como un crecimiento de todos. Ha habido una larga vocación de colabora- ción con otros artistas, lo que pasa es que lo que se ve como tú dices este afán protagónico que heredamos de la publicidad y de la te- levisión, pone en primer plano al coreógrafo, pero trabajamos constantemente con artistas como Jesús Maldonado, Germán Noriega, ar- tistas que nos enriquecen mucho solamente que no están en la cartelera, pero yo no lo veo diferente. Hace dos años, con Benito González, hicimos Hymen Vorgos, entonces viene de esta sed de colaborar, de ponernos, decir aquí estamos y qué pasa si lo hacemos juntos. Y no es que los coreógrafos traigan ideas preconcebidas, son las personas las que hacen las cosas, no las ideas, en el caso de la danza. --Anoche el espectador se sintió inmerso en la coreografía, porque pudo participar. Por el bien de los espectadores, ¿esto debería ocu- rrir más seguido? --Todos aspiramos a que ocurra todos los días, no creo que ningún coreógrafo, o bailarines, quieran mantenerse al margen de la comuni- cación con el espectador, lo que está en juego es cómo lo hacemos, y bajo qué circunstan- cias, yo insisto en que en un momento en que la vida se ha estetizado y la publicidad es tan arte como una pintura, pues nos tenemos que replantear el arte para qué y cómo, en qué sentido lo produces, creo que esta cosa de desespectacularizar el arte, en este caso la danza, en un mundo tan espectacularizado, tie- ne sentido, un sentido político, no solamente estético. un campo de exploraciones Hello Texto y foto: Carlos Sánchez Castaños Adriana

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Periodico diario

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Page 1: Danzine 26 de abril

Vol 7 Hermosillo, Sonora, México 26 de abril de 2013

Publicación de Un Desierto para la Danza

danzinewww.undesiertoparaladanza.gob.mx

Anoche ocurrió la comunicación vía bai-larines y espectadores. En el Teatro de la Ciudad de Casa de la Cultura, en el

marco de Un Desierto para la Danza, produc-ciones la lágrima presentó la coreografía He-llo, bajo la dirección de la australiana Becky Hilton.

“Y más que una comunicación, diría un sen-tido de compartir”, apunta Adriana Castaños, directora de la lágrima. Y acota: “Y creo que esa sintonía que muchos de los que estuvi-mos allí la sentimos, y valió la pena. Ahora nos preguntamos: ¿Qué sigue de esto? Bueno, tenemos muchos proyectos y esos proyectos giran en derredor de cuál es nuestra responsa-bilidad como artistas, cómo generar alertas de que seguimos siendo seres sociales, humanos, afectuosos”.

Después de la clase matutina, en la Universi-dad de Sonora, Adriana Castaños para conver-sar respecto de Hello, y los saldos.

--¿Qué pasó anoche?--Yo todavía estoy con esa sensación de haber podido compartir no sólo la danza, sino a la gente que asistió al teatro. Fue, por lo menos en mi experiencia, un espacio muy generoso de recibo - doy, y también doy y recibo. Me quedo con una sensación de comunidad, de compartir.

--Compartir, palabra clave, Becky Hilton es quien dirige la coreografía de anoche, y es la coreógrafa invitada por la lágrima.--Fue bastante casual, nos conectamos a tra-vés del Festival de la Ciudad de México, que tenía planes de intercambio artístico con Aus-tralia, que al final se hizo a medias y nosotros fuimos uno de los proyectos que cortaron, pero desde que nos vimos para trabajar juntas, la empatía fue instantánea.

Creo que no es una sola vía, no es que los bai-larines de la lágrima están a disposición de Becky, ni ella viene a decirnos qué hacer, lo realmente valioso en la propuesta y se nota, me parece, en la puesta en escena, es que las dos visiones geográficas se pusieron en un campo de exploraciones, el cómo nos vemos desde dos polos opuestos, Becky lo planteaba incluso como desde dos generaciones opues-tas, con bailarines muy jóvenes, de cómo los veo yo con respecto a mi generación, y desde una situación de qué tan cerca y qué tan lejos estamos, básicamente la otra parte que que-da como un subtexto dentro de la obra, me parece es esta cosa de la identidad: ¿qué es ser mexicanos ahorita con veintitantos años, en este mundo sistema planetario donde los intercambios van y vienen?, ¿qué es ser?

--Uno vive preso de la mezquindad del pro-tagonismo, de pronto asisto al teatro y me encuentro con una coreografía de la lágrima dirigida por otra persona, ¿cómo lograr eso?--Tener coreógrafos invitados es como ir a funciones de danza de otros, te enriquece el pensamiento, crecemos juntos, yo no lo veo como la obra de otros que se incrusta en la lágrima, lo veo como un crecimiento de todos. Ha habido una larga vocación de colabora-ción con otros artistas, lo que pasa es que lo que se ve como tú dices este afán protagónico que heredamos de la publicidad y de la te-levisión, pone en primer plano al coreógrafo, pero trabajamos constantemente con artistas como Jesús Maldonado, Germán Noriega, ar-tistas que nos enriquecen mucho solamente que no están en la cartelera, pero yo no lo veo diferente.

Hace dos años, con Benito González, hicimos Hymen Vorgos, entonces viene de esta sed de colaborar, de ponernos, decir aquí estamos y qué pasa si lo hacemos juntos. Y no es que los coreógrafos traigan ideas preconcebidas, son las personas las que hacen las cosas, no las ideas, en el caso de la danza.

--Anoche el espectador se sintió inmerso en la coreografía, porque pudo participar. Por el bien de los espectadores, ¿esto debería ocu-rrir más seguido?--Todos aspiramos a que ocurra todos los días, no creo que ningún coreógrafo, o bailarines, quieran mantenerse al margen de la comuni-cación con el espectador, lo que está en juego es cómo lo hacemos, y bajo qué circunstan-cias, yo insisto en que en un momento en que la vida se ha estetizado y la publicidad es tan arte como una pintura, pues nos tenemos que replantear el arte para qué y cómo, en qué sentido lo produces, creo que esta cosa de desespectacularizar el arte, en este caso la danza, en un mundo tan espectacularizado, tie-ne sentido, un sentido político, no solamente estético.

un campo de exploracionesHello

Texto y foto: Carlos Sánchez

CastañosAdriana

Page 2: Danzine 26 de abril

danzineVol 7. Hermosillo, Sonora, MéxicoCoordinación: Doris Arenas / Edición: Carlos Sánchez Diseño: Argelia Juárez / Corrección: Rosy Orozco

26 de abril de 2013

UN DESIERTO PARA LA DANZA 2013

Mañana en el DesiertoSÁBADO 27 DE ABRIL

1996Compañía Andanza / Michoacán

Primer Desierto que me tocó cubrir y a partir de ahí, han sido 18 años consecutivos.

La foto se tomó con una cámara de 35 mm, en asa 400, cuando el rollo máximo era de 36 exposiciones y no veíamos lo que tomábamos con la facilidad de ahora.

Era una fascinación salir del teatro a revelar las fotos y una satisfacción saber que de las 36, cinco salían bien.

Y creo que esta es una de las que sí salió bien.

Miguel Galaz

20:00 horas, Teatro de la Ciudad Accidens (ce qui arrive) Groupe Entorse / FRANCIA Coreógrafo: Samuel Lefeuvre

Me tocó uno de los 200 lugares que se vendieron para la función de HELLO, de la coreógrafa aus-

traliana Becky Hilton con producciones la lágrima. Una obra que se construyó a distancia, utilizando las redes sociales y otros medios como Vimeo, Youtube, Sky-pe, mensajes de texto y correos electró-nicos.

Primero subimos al escenario, “no big deal”, pensé yo, algo común... pero luego, ah, luego entonces la magia sucedió. Co-mencé a interesarme por lo que estaba presenciando en el mismo instante en que me topé con Jéssica Félix bailando en un espacio que se antojaba personal, había otros tres escenarios íntimos con-tenidos en el Teatro de la Ciudad donde cuatro bailarines altamente entrenados en mente y cuerpo, ejecutaban acciones de movimiento con alta precisión pero dotadas de una naturalidad impecable. El público decidía qué ver y dónde po-nerse, podía además transitar de un es-pacio a otro con el único inconveniente del obligado «compermiso, compermiso, golpe avisa».

Cada uno de los intérpretes tenía dis-tintos gadgets electrónicos en su espa-cio, aparatos con los que acompañaba su presentación, laptop, iphone, ipod, smartphone, bocinas de distintos dise-ños y tamaños que transmitían textos y música para lo que cada bailarín hacía.

El primer cuadro de Félix, era con mo-vimientos y acciones desprovistas de toda emocionalidad, no así de energía y proyección. Parecería que no tomaba en cuenta al público, sin embargo era evi-dente la percepción de que estábamos allí, siendo integrados a su performance. El manejo de la atención y el dominio

para dirigir la energía y el foco son so-bresalientes en los cuatro intérpretes de Hello.

Cuando sonó la campana seguí caminan-do para encontrarme con el bailarín Mar-co Iván Ochoa y sus muchas camisetas con leyendas en otros muchos idiomas. Marco en su escena usaba el texto ade-más del movimiento, “me gusta el pastel de chocolate” dijo, y luego, simplemente se comió una pieza del pastel (literal), alguien muy acomedido, vio que había platos y cucharas desechables, quiso to-mar del pastel y terminó huyendo hacia otro cuadro. Sonó la campana. “Ahora sí, ¿quién quiere pastel?” entre risas, los que estaban cerca y les apetecía, tomaron una rebanada.

El cuadro de otro bailarín, Emmanuel Pacheco, tenía otro ambiente, un poco más “pop”. En algún momento sonó la campanilla y realizando secuencias téc-nicamente complejas, sucesiones, ais-lamientos más que precisos, fueras de centro, hinge, pitch, etc... todo con senda handycam en la mano, grababa al públi-co a su alrededor. En seguida estaba el espacio de la bailarina Alejandra López, con un loop memorable de enveloppes (que en la charla nos enteramos era su nombre en uno de las propuestas para la composición coreográfica creada por Trisha Brown) previo, leímos los textos en el ipod que reposaba en el abdomen de la artista mientras ella en posición supina dejaba escapar una lágrima sin mayor aspaviento.

Terminó la “instalación” y fuimos lleva-dos a la sala, sonaron de nuevo las cam-panillas que se integraron a una pieza por Kanye West y Terrence Thornton. Los bailarines en perfecta conexión y uníso-no hacían una secuencia con una sereni-dad que no delataba la alta complejidad técnica de su ejecución, y sin embargo, resultaba hipnótica. El manejo del mo-vimiento, calidad exquisita, dominio del tiempo, volumen, dinámica, intención espacial y densidad incuestionable. El compromiso de estos artistas con la obra, la escena, su entrenamiento y la danza, queda de manifiesto esta noche con He-llo.

Ya desde la presentación de produccio-nes la lágrima en el ciclo MARTesDanza de la Universidad de Sonora, en noviem-bre pasado, se vio una evolución en los integrantes hacia la excelencia, ahora, con Hello, queda más que probada. Pro-ducciones la lágrima se afirma como un colectivo de artistas maduros, prepara-dos y con un trabajo personal profundo que enriquece la escena de Un Desierto para la Danza 21.

Al final, sucedió algo que me llamó la atención, la mayoría del público se que-dó a la charla y ha sido esta presentación la que más participación del público ha tenido en el festival. Supongo que todo mundo quería saber por qué nos queda-mos...

El programa dice: Hello es una insta-lación, una exhibición, una función de danza (donde, para los puristas, sí hay danza, sí bailan), y también es una serie de encuentros con los artistas de produc-ciones la lágrima.

Para mí, Hello, es arte. Un reflejo de la cultura actual, de esa sociedad en que vivimos con tal necesidad de conocernos que al mismo tiempo nos aleja de un contacto y conocimiento personal más profundo en la cultura de la pantalla. He-llo, Un must see de la danza actual.

Silvia Salazarwww.dan-son.blogspot.com

Hello Producciones La lágrima

arte actualHello es una instalación, una exhibición, una

función de danza (donde, para los puristas, sí hay danza, sí bailan), y también es una

serie de encuentros con los artistas de producciones la lágrima.

Carlos Sánchez

Escalar al escenario, cumplir uno de mis sueños, irrumpir en la obra, sentirme parte de.

Anoche en un cuadro de nomás de cuatro por cuatro de diámetro, tuve la oportunidad de acudir a la intimidad, ver esos detalles que habita una buhardilla, escuchar una rola de arrabal en una tableta como acordeón.

Tragos de amargo licor es la rola, y entonces para sumergirme en las cantinas que cotidianamente visitaba cuando me vestía de bolero, a cinco pesos la chaineada de dos zapatos. El afán de la bailarina, por dar con las notas de esa rola, me movió a la infancia y la perseverancia. Muchos encuentros para conmigo mismo. Luego vino lo de la canción aquella del Chúntaro estay, y ver el cuerpo en movimiento, con la frescura lúdica en la mirada.

Estuve por demás feliz, porque los espectadores nosotros en derredor de los bailarines ellos, ambos necesitándonos, o lo que es más preciso, ambos construyendo la coreografía.

Lo demás también importa, y mucho. Decir por ejemplo que en la escenografía sólo bastaron unos calcetines y un cepillo de dientes para saber que estamos dentro de una recámara, dentro de un baño, es preciso, el minimalismo, la sugerencia. La gratitud por la construcción del espacio, aparte de esa apertura a la cercanía con la mirada de lo que en el escenario ocurre.

Muchos son los temas, básicamente la desnudez de los bailarines, esa desnudez a partir de la información de lo que se es y se prefiere, en la ilustración de textos proyectados al fondo del teatro.

Tienen estos bailarines, esta coreografía, el tino de la juventud, la preocupación de lo que acontece, la vuelta de tuerca en la propuesta inicial, porque si al principio digamos que el cuerpo estuvo para mostrar las rutinas de cada uno de los bailarines, al partirse la obra y una vez nosotros como espectadores en las butacas, el apoyo del discurso, el mismo movimiento corporal, nos entregó fotografías del pensamiento, de los intereses, de los sueños, la vocación de perseguirse en la vida. Encontrarse.

Allí la diversidad del pensamiento, la misma generación como eje rector, similares herramientas tecnológicas, coincidencias en la manera de vestir. Y todos, es decir, los cuatro bailarines, para empaparme, empaparnos, de su energía y esa capacidad de sonreír sin máscaras.

La trascendenciade un Hello

DesiertoRETRO