cinco notas al texto de las naturales quaestiones de seneca-libre

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CINCO NOTAS AL TEXTO DE LAS NATURALES QUAESTIONES DE SÉNECA José-Román BRAVO DÍAZ IES Sofía Casanova (Ferrol) Resumen: Cinco notas críticas al texto de las Cuestiones naturales de Séneca: II 2, 2; II 54, 3; V 4, 1; V 12, 5; VII 23, 1. Palabras clave: Séneca, Cuestiones naturales, crítica textual, filosofía, ciencia. Five notes on the text of Seneca’s Naturales Quaestiones Abstract: Five critical notes on the text of Seneca’s Natural Questions: II 2, 2; II 54, 3; V 4, 1; V 12, 5; VII 23, 1. Keywords: Seneca, Natural Questions, textual criticism, philosophy, science. Pese a los enormes esfuerzos realizados a lo largo del último siglo por numerosos estudiosos para mejorar el texto de las Naturales Quaestiones, la peor transmitida de las obras de Séneca, que culminaron recientemente con la publicación de las ediciones de Hine (1996) y Parroni (2002), todavía son numerosos los pasajes de esta obra que plantean dificultades y reservas de todo tipo. En este breve artículo que queremos ofrecer a Javier Iso, con motivo de su jubilación, como muestra de reconocimiento y aprecio, analizaremos cinco pasajes controvertidos, tratando de aportar nuestro granito de arena a la mejora del texto de esta magnífica y generalmente poco conocida obra de Séneca. Quid sit hoc (sc. unitas)… scies si… dixero esse aliquid continuum aliquid commissum. Continuatio est partium inter se non intermissa coniunctio, unitas est sine commissura continuatio et duorum coniunctorum inter se corporum tactus. (II 2, 2) No hay duda de que la última parte del texto (unitas… tactus), tal como se nos ha transmitido, es corrupta 1 pero ninguna de las numerosas enmiendas propuestas, minuciosamente reseñadas por Hine (1981: 151-159), resulta totalmente satisfactoria. A mi juicio, la clave para la enmienda del pasaje ha de pasar necesariamente por Sen. Epist. 102, 6, donde, de acuerdo con la doctrina estoica, Séneca clasifica los cuerpos de la naturaleza en tres apartados: (i) cuerpos ‘formados por elementos separados’ (ex distantibus), como un ejército, 1 Para explicar el concepto de unitas, Séneca comienza contraponiendo los términos continuum y commissum, que pasa a definir a continuación. Pero tras la definición de continuatio, en lugar de la esperada definición de commissura, nos encontramos de repente con una doble definición de unitas, extraña en su primera parte (unitas est sine commissura continuatio) y que, en su segunda parte (duorum coniunctorum inter se corporum tactus) parece corresponderse más con el concepto de commissura que con el de unitas.

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Estudo elaborado por Jose Roman Bravo Diaz o mais recente tradutor de Seneca para o espanhol.

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  • CINCO NOTAS AL TEXTO DE LAS NATURALES QUAESTIONES DE SNECA

    Jos-Romn BRAVO DAZ IES Sofa Casanova (Ferrol)

    Resumen: Cinco notas crticas al texto de las Cuestiones naturales de Sneca: II 2, 2; II 54, 3; V 4, 1; V 12, 5; VII 23, 1.

    Palabras clave: Sneca, Cuestiones naturales, crtica textual, filosofa, ciencia.

    Five notes on the text of Senecas Naturales Quaestiones Abstract: Five critical notes on the text of Senecas Natural Questions: II 2, 2; II 54, 3; V 4,

    1; V 12, 5; VII 23, 1.

    Keywords: Seneca, Natural Questions, textual criticism, philosophy, science.

    Pese a los enormes esfuerzos realizados a lo largo del ltimo siglo por numerosos estudiosos para mejorar el texto de las Naturales Quaestiones, la peor transmitida de las obras de Sneca, que culminaron recientemente con la publicacin de las ediciones de Hine (1996) y Parroni (2002), todava son numerosos los pasajes de esta obra que plantean dificultades y reservas de todo tipo. En este breve artculo que queremos ofrecer a Javier Iso, con motivo de su jubilacin, como muestra de reconocimiento y aprecio, analizaremos cinco pasajes controvertidos, tratando de aportar nuestro granito de arena a la mejora del texto de esta magnfica y generalmente poco conocida obra de Sneca.

    Quid sit hoc (sc. unitas) scies si dixero esse aliquid continuum aliquid commissum. Continuatio est partium inter se non intermissa coniunctio, unitas est sine commissura continuatio et duorum coniunctorum inter se corporum tactus.

    (II 2, 2)

    No hay duda de que la ltima parte del texto (unitas tactus), tal como se nos ha transmitido, es corrupta1 pero ninguna de las numerosas enmiendas propuestas, minuciosamente reseadas por Hine (1981: 151-159), resulta totalmente satisfactoria. A mi juicio, la clave para la enmienda del pasaje ha de pasar necesariamente por Sen. Epist. 102, 6, donde, de acuerdo con la doctrina estoica, Sneca clasifica los cuerpos de la naturaleza en tres apartados: (i) cuerpos formados por elementos separados (ex distantibus), como un ejrcito,

    1 Para explicar el concepto de unitas, Sneca comienza contraponiendo los trminos continuum y commissum, que pasa a definir a continuacin. Pero tras la definicin de continuatio, en lugar de la esperada definicin de commissura, nos encontramos de repente con una doble definicin de unitas, extraa en su primera parte (unitas est sine commissura continuatio) y que, en su segunda parte (duorum coniunctorum inter se corporum tactus) parece corresponderse ms con el concepto de commissura que con el de unitas.

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    un pueblo o el senado; (ii) cuerpos compuestos (composita), formados por diversas partes unidas entre s por una fuerza externa, como una nave o una casa y (iii) cuerpos continuos (continua), que poseen una unidad natural y estructura orgnica, como el hombre o una piedra2. Se trata de una clasificacin tripartita3, que se remonta probablemente a Crisipo4 y que aparece documentada

    en numerosos textos griegos en que se expresa por medio de los trminos (i) , (ii) y (iii) , respectivamente5. De los tres miembros es este ltimo el que nos interesa especialmente pues por una parte se corresponde a continua de la clasificacin anterior pero, adems, por su propia significacin, ha de ser equivalente a los trminos unita y una, que Sneca va a emplear inmediatamente despus en el pasaje que estamos discutiendo para designar a los cuerpos dotados de unitas6. Y de todo ello se desprende de manera inequvoca la equivalencia de continua y unita (o una) por un lado y continuitas y unitas por otro, que seran un ejemplo ms de los mltiples sinnimos contextuales empleados por Sneca a lo largo de su obra7.

    Y esta constatacin tiene dos implicaciones inmediatas en la enmienda del texto: en primer lugar y sobre todo, la inoportunidad e inconveniencia de contraponer unitas y continuatio en el texto transmitido y, en segundo lugar, el carcter innecesario de la adicin de un tercer miembro (aliquid unum) a la oposicin binaria establecida por Sneca como punto de partida (dixero esse

    2 Cf. Sen. Epist. 102, 6: Quid est quod praedicere uelim? Quaedam continua corpora esse, ut hominem; quaedam esse composita, ut nauem, domum, omnia denique quorum diuersae partes iunctura in unum coactae sunt; quaedam ex distantibus, quorum adhuc membra separata sunt, tamquam exercitus, populus, senatus. Illi enim per quos ista corpora efficiuntur iure aut officio cohaerent, natura diducti et singuli sunt. 3 Sneca en el presente pasaje prescinde del tercer miembro, los cuerpos ex distantibus, seguramente por no considerarlos de inters para sus propsitos. 4 Cf. HINE (1981: 145-148). 5 Cf. SVF II 366-368; 1013; III 160, etc. Sobre la cuestin, puede verse SAMBURSKY (1959: 1-11); HINE (1981: 143-149). 6 Cf. II 2,4. 7 La equivalencia de continua y unita se puede percibir claramente en Pompon. dig. XLI 3,30 praef. tria autem genera sunt corporum, unum, quod continetur uno spiritu et graece uocatur, ut homo tignum lapis et similia; alterum, quod ex contingentibus, hoc est pluribus inter se cohaerentibus constat, quod uocatur, ut aedificium nauis armarium; tertium, quod ex distantibus constat, ut corpora plura non soluta, sed uni nomini subiecta, ueluti populus legio grex. Adems, la definicin que Sneca hace de unum inmediatamente despus en II 2, 4 (si quando dixero unum, memineris me non ad numerum referre, sed ad naturam corporis nulla ope externa sed unitate sua cohaerentis) no deja lugar a dudas sobre la equivalencia de ambos conceptos. Obsrvese que en II 2, 3 Sneca designa a estos a los cuerpos continuos o unidos negativamente como non composita.

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    aliquid continuum, aliquid commissum), como hacen Gercke y Parroni en sus ediciones8.

    En nuestra opinin, la mejor solucin del problema consiste en considerar la definicin de unitas (unitas est sine commisura continuatio) como una glosa escrita por alguien que pretenda aclarar la relacin de este trmino con los conceptos de commissura y continuatio, sin darse cuenta de que para Sneca continua y unita (o una) y, por tanto, continuatio y unitas eran puros sinnimos contextuales. La insercin de la glosa en el texto implic adems una alteracin del mismo y es probablemente la responsable de la desaparicin de la palabra commisura de la ltima parte de la frase, sobre la necesidad de cuya restitucin estn de acuerdo todos los editores9. La solucin de Hine, siguiendo los pasos de Badstbner, de trasponer la definicin de unitas para colocarla al final, despus de la definicin de commisura, mejora la organizacin del pasaje pero, como el propio Hine reconoce, no soluciona el problema porque el lector se queda con la impresin equivocada de que la unitas es un tipo de continuatio y que debera existir un segundo tipo de continuatio que poseera la commisura, cuando en realidad unitas y continuatio son exactamente lo mismo. Y, en consecuencia, a Hine no le queda ms remedio que concluir que Sneca lo que quiere decir es que el concepto de unitas es equivalente al de continuatio y excluye el de coniunctio. Pero esto no deja de ser una autntica simpleza, impropia de nuestro filsofo. En mi opinin, por tanto, la lectura correcta sera la siguiente: si... dixero esse aliquid continuum aliquid commissum. Continuatio est partium inter se non intermissa coniunctio, [unitas est sine coniunctura continuatio] est duorum coniunctorum inter se corporum tactus.

    ergo tonitrua hic spiritus exprimit dum aut rumpit nubes aut peruolat; uolutatio autem spiritus in nube conclusi ualentissimum est adterendi genus. (II 54, 3)

    Creemos que el significado habitualmente atribuido a peruolat atraviesa (las nubes)10 resulta insatisfactorio en este contexto. Sneca en este punto est recapitulando sobre las dos causas del trueno, explicadas detalladamente en II 27, 2-3: (i) la frotacin producida por el violento giro del aire en el interior de una nube (cf. II 27, 2 cum spiritum intra se clusere nubes, in concauis partibus earum uolutatus aer similem agit mugitibus sonum, raucum et aequalem) y (ii) la explosin de una nube por la salida brusca del aire (cf. 2, 27, 3 aliud genus est acre, acerbum talia eduntur tonitrua cum conglobata nubes dissoluitur et

    8 GERCKE escribe: aliquid continuum, aliquid commissum; PARRONI, por su parte, aliquid continuum, aliquid commissum, . 9 Es decir, debe leerse sin duda est duorum coniunctorum inter se corporum tactus. 10 Esta es la interpretacin unnime de los distintos traductores.

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    eum quo distenta fuerat spiritum emisit), causas que volver a resumir a continuacin en el mismo epgrafe del pasaje que comentamos: Tonitrua nihil aliud sunt quam citi aeris sonitus; feriri11 nisi dum aut terit aut rumpit, non potest. En nuestro texto se mencionan ambas causas en orden inverso: primero la explosin de la nube (dum rumpit nubes), y en segundo lugar la friccin (mss. peruolat). Como este trmino no puede designar por s mismo la friccin, Sneca, sin duda, se ve en la necesidad de aadir la aclaracin ulterior en la que explica que la rotacin veloz del aire en el interior de una nube es el tipo ms violento de friccin. Pero, para que dicha aclaracin tenga sentido, Sneca tiene que haberse referido anteriormente a la rotacin del aire aprisionado en el interior de la nube y esto es, precisamente, lo que nosotros creemos que ha de significar el verbo anterior. Y como dicho significado no resulta fcil de atribuir a peruolat, consideramos necesario enmendar el texto y leer peruolat, lectura que adems mejora el ritmo del final la frase, ya que nos brinda una clusula del tipo I (crtico ms troqueo).

    'Quomodo ergo' inquis 'uenti fiunt, quoniam hoc negas fieri?' Non uno modo: alias enim terra ipsa magnam uim aeris eicit et ex abdito spirat; alias cum magna et continua ex imo euaporatio in altum egit quae emiserat, mutatio ipsa halitus mixti in uentum uertitur. (V 4, 1)

    El pasaje es discutido detenidamente por Axelson (1939: 230-232), quien cuestiona las lecturas de los manuscritos ex imo y mutatio, proponiendo en su lugar e summo y luctatio, enmiendas que son aceptadas por los estudiosos y editores ms recientes13.

    En el primer caso argumenta que en contraposicin al anterior ex abdito, ex imo no puede designar la superficie de la tierra, a la que indudablemente se refiere, y propone corregirlo por ex summo sobre la base de IVb 13, 8 donde ambas expresiones (ex abdito y e summo) aparecen contrapuestas14. Pero lo que no observa Axelson, ni ninguno de sus seguidores, es que, en la mente de

    11 Recordaremos que feriri es enmienda de AXELSON (1923: 42-43), aceptada por HINE (1981: 423-424); otros editores prefieren la lectura de d, qui fieri. 12 Ya GERCKE haba conjeturado peruolutat (cf. ThLL X.1, 1885, 31), lectura incluida, sin ulteriores explicaciones, por Brok (1995) en su edicin. Sin embargo, aunque la corrupcin de esta forma activa resulta ms fcil de explicar paleogrficamente, en nuestra opinin tiene dos inconvenientes: se trata de un verbo transitivo (cf. Cic. De orat. I 158; Att. V 12, 2), que slo en voz pasiva admite el valor intransitivo (cf. Apul. Met. VIII 14, 2) y, adems, peruolutat produce un deficiente tipo de clusula. El uso de uolutari para describir la rotacin desesperada del aire que queda encerrado en el interior de algn lugar es habitual: cf. II 27, 2; II 57, 3; VI 15, 1. 13 La enmienda de AXELSON ha sido defendida calurosamente por GROSS (1989: 212), adems de ser aceptada por HINE (1996) y PARRONI (2002) en sus ediciones. 14 Quae (sc. nix) non e summo tollitur sed, ut uim maiorem habeat et pertinacius frigus, ex abdito effoditur.

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    Sneca, ex imo ms que a ex abdito se contrapone al inmediato in altum de su misma frase. Naturalmente, la superficie de la tierra puede calificarse de summum por oposicin a las profundidades, pero, por la misma razn, puede calificarse de imum en contraposicin a las alturas del aire, como es aqu el caso. Un ejemplo muy claro es VII 22, 2 numquam cometes in imum usque demittitur neque appropinquat solo; pero cf. tambin VI 13, 1: haec (euaporatio) ab infimo edita et in quantum potuit elata, donde con infimum se designa la parte de baja del interior de la tierra contrapuesta con la alta, sin mayores precisiones (sin consideracin de exterior o interior). Consideramos, por tanta, innecesaria la correccin de Axelson y satisfactorio el texto de los manuscritos.

    En cuanto a mutatio, Axelson cree tambin corrupta la lectura de los cdices, proponiendo leer luctatio y entendiendo que Sneca indica como causa del viento la lucha de las dos exhalaciones. A favor de su propuesta aduce VII 9, 2 uentorum inter ipsos luctatio y V 12, 5 in exitum nitentis (sc. spiritus) luctatio. Pero, en primer lugar, se trata de pasajes que no tienen ninguna relacin con el presente: en VII 9, 2 Sneca explica el origen del tornado (turbo) como producto de la lucha de varios vientos entre s (nempe efficit turbinem plurium uentorum inter ipsos luctatio); y en V 12, 5 se mencionan los esfuerzos desesperados por salir de una corriente de aire encerrada en los agujeros de una nube15. Y, en segundo lugar, Sneca nunca explica el origen del viento como producto de una lucha de las dos exhalaciones, sino como desplazamiento horizontal de la acumulacin de partculas (tanto hmedas como secas) exhaladas por la tierra, bien por desbordamiento, al no caber en el lugar en que se concentran, bien por dilatacin debida al calor del sol.

    En consecuencia muy preferible a luctatio nos parece la enmienda de Madvig nutatio, fcil de explicar paleogrficamente y que responde a esta concepcin del viento que acabamos de exponer. Vottero, que es el nico de los editores modernos, que acepta esta enmienda, aduce a su favor V 5, 2, un pasaje donde Sneca, exponiendo la doctrina epicrea del viento, lo describe como

    15 Pasaje citado y comentado a la siguiente nota crtica. El proceso de formacin de ese viento es explicado en V 12, 2 His interuallis (sc. nubium) tenuis includitur spiritus, qui maius desiderat spatium, cum euerberatus cursu parum libero incaluit et ob hoc amplior fit, scinditque cingentia et erumpit in uentum..., donde se ve claramente que no tiene nada que ver con la heterogeneidad de la exhalacin terrestre. GROSS (1989: 212-213) a los pasajes sealados por AXELSON aade VII 8, 1 Quicquid umidi aridique terra efflauit, cum in unum coit, ipsa discordia corporum spiritum uersat in turbinem. Pero, Sneca no dice que la lucha de exhalaciones produzca el viento, sino que convierte el viento (spiritus) en tornado (turbo) y, adems, se trata de la teora de Epgenes, rechazada por Sneca.

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    movimiento horizontal de partculas16: nascitur uentus, cum illa quae colluctabantur17 incubuere et diu fluctuata ac dubia inclinauere se. Ms interesantes y probatorios resultan, sin embargo, otros pasajes en que Sneca explica por su propia cuenta el origen del viento. As, por ejemplo, V 5, 1, en que Sneca, recapitulando, dice:

    Quid ergo? Hanc solam esse causam uenti existimo, aquarum terrarumque euaporationes; ex his grauitatem aeris fieri, deinde solui impetu, cum quae densa steterant, ut est necesse, extenuata nituntur in ampliorem locum?

    V 8, 1-2, donde Sneca aplica dicha explicacin al origen de un viento particular, el enkolpas o brisa del golfo:

    quicquid ex se paludes et flumina remittunt per diem solis alimentum est, nocte non exhauritur et montibus inclusum in unam regionem colligitur. Cum illam impleuit et iam se non capit, exprimitur aliquo et in unam partem procedit; hic uentus est. Itaque eo incumbit quo liberior exitus inuitat et loci laxitas, in quam coaceruata decurrant. Huius rei argumentum est quod prima noctis parte non spirat; incipit enim fieri illa collectio, quae circa lucem iam plena est; onerata quaerit quo defluat et eo potissimum exit ubi plurimum uacui est et magna ac patens area

    y, finalmente, V 14, 3 donde Sneca, hablando del origen de los vientos subterrneos, dice:

    necesse est et illud aera onerari [con las exhalaciones producidas por las aguas subterrneas] oneratumque incumbere et uentum propulsu suo concitare.

    Las expresiones incumbere, se inclinare, niti in ampliorem locum, exprimi aliquo, in unam procedere partem, defluere utilizadas en estos pasajes para describir el origen del viento, reproducen con mnimos matices diferenciales la misma idea expresada por nutatio18.

    facit ergo uentum resoluta nubes, quae pluribus modis soluitur: nonnumquam conglobationem illam spiritus rumpit, nonnumquam inclusi et in exitum nitentis luctatio, nonnumquam calor, quem modo sol facit modo ipsa arietatio magnorumque inter se corporum atritus. (V 12, 5)

    16 Que esto es lo que significa la palabra nutatio lo demuestra VI 21, 2, donde con nutare Sneca describe el tipo de terremoto horizontal, designado como inclinatio: inclinatio, qua in latera nutat terra alternis nauigii more. 17 Podra parecer que este verbo justifica en algn sentido la propuesta de AXELSON, pero no es as. En primer lugar, porque no se trata de la heterogeneidad de exhalaciones, sino del amontonamiento de partculas que se estorban en su movimiento unas a otras; en segundo porque es una teora rechazada radicalmente por Sneca a continuacin. En todo caso, creemos que la descripcin del viento como desplazamiento lateral de estas partculas, vale para el pasaje que estamos comentando. 18 Consideramos tambin desacertada la conjetura iactatio propuesta por WATT (1994: 194), sobre la base de pasajes como II 18 aeris diducentis se iactatio; II 58, 1 (aer) fortius ipsa iactatione se accendit; VI 28, 3 uentorum iactatio, dado que en ninguno de dichos pasajes se habla del origen del viento como resultado de la iactatio de los corpsculos exhalados por la tierra, sino de los efectos de la iactatio del viento ya constituido.

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    Que la lectura de los cdices resulta insatisfactoria, pese a ser aceptada, un poco sorprendentemente, por Gercke y Oltramare en sus ediciones19, es algo que los editores han visto claro desde antiguo. Tradicionalmente, hasta la edicin de Haase (1852) inclusive, se ha venido aceptando la enmienda de Fortunato que soluciona las dificultades eliminando el segundo nonnumquam y leyendo, por tanto: nonnumquam conglobationem illam rumpit spiritus inclusi et in exitum nitentis luctatio, nonnumquam calor, con lo que Sneca enumerara tres causas de la disgregacin de la nube: (i) la lucha por salir del aire encerrado en su interior, (ii) el calor producido por el sol, o (iii) por el choque y friccin de la masa de aire y la nube20.

    Esta lectura, sin embargo, es rechazada por Axelson (1923: 230-232) en razn del orden de palabras resultante y, sobre todo, por la conviccin de que a las palabras spiritus rupit, que forman una clusula del tipo I (crtico, yambo), deba corresponderle una posicin final en un miembro de la frase. Para solucionar el problema, propone leer conglobatio en vez de conglobationem, suponiendo que el primitivo nominativo habra sido transformado en acusativo por asimilacin con illam, asimilacin facilitada por la posibilidad de entender spiritus (que propiamente sera genitivo dependiendo de luctatio) como nominativo. El texto resultante sera, por tanto: nonnumquam conglobatio illam (sc. nubem) spiritus rumpit, nonnumquam inclusi et in exitum nitentis luctatio, nonnumquam... Es decir, Sneca enumerara cuatro y no tres causas de la disgregacin de la nube, ya que a las tres anteriores se sumara una cuarta causa, enunciada en primer lugar: su propia composicin o, ms precisamente, la heterogeneidad de su estructura.

    En mi opinin esta enmienda que es aceptada por los editores ms recientes21, resulta insatisfactoria: (i) porque, pese al optimismo de Axelson, la estructura resultante tampoco resulta muy afortunada ya que resulta duro tener que sobrentender spiritus en el segundo miembro, con la particularidad de que este trmino tendra dos valores diferentes cuando se expresa y cuando se elide:

    19 La traduccin de OLTRAMARE, en todo caso, resulta insatisfactoria: En effect, lamoncellement de nuages est rompu tantt par le courant dair; tantt par la lutte de lair emprisonn qui fait effort pour sortir. La oposicin entre la corriente de aire y el aire encerrado carece de sentido; adems resulta difcil de admitir que haya que sobrentender la palabra spiritus cuando se elide en distinto caso que cuando aparece: cf. AXELSON (1923: 69). GERCKE, por su parte, debi de sentir ciertas dudas, como lo demuestra la (insatisfactoria) conjetura que hace en su aparato crtico: conglobationem illa spiritus. 20 Este es el sentido que ha de tener la expresin magnorum corporum: cf. OLTRAMARE (1929: II 225, n. 2). Cf. tambin II 27, 4 donde Sneca aplica la designacin de magna a las nubes que con su choque producen el trueno. Consideramos, por tanto, innecesario corregir magnorum en uagorum, como hacen HINE y otros editores, siguiendo a GERCKE. 21 CODOER (1979-1980), VOTTERO (1989), HINE (1996) y PARRONI (2002).

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    en el primer caso sera sinnimo de exhalacin que forma la nube, en el segundo sera el aire encerrado en su interior22; pero, adems, (ii) porque, pese a los esfuerzos de Gross (1989: 221) por demostrarlo, pues Axelson no explica nada, Sneca en ninguna parte dice que sea la estructura heterognea de la nube la responsable de su ruptura23 sino el viento encerrado en los huecos producidos por la heterogeneidad de su composicin24.

    Por consiguiente, a efectos de sentido consideramos suficiente y preferible la enmienda de Fortunato que se limita a suprimir el segundo numquam, con lo que el sentido sera: La nube se desintegra por muchas causas: unas veces la acumulacin de partculas la rompe la lucha del soplo encerrado, que se esfuerza por salir, otras veces el calor. Entendemos, por tanto, que conglobationem illam es una descripcin de la nube, formada, segn la teora de Sneca, por la acumulacin de partculas exhaladas por la tierra25 y que Sneca enumera slo tres y no cuatro causas de su desintegracin y formacin del viento26.

    Es posible, sin embargo, que sta no sea la lectura originaria. Axelson, como hemos dicho, considera con razn que spiritus rumpit representan un excelente final de clusula (tipo I). Si tenemos en cuenta que d omite nonnumquam inclusi et in exitum nitentis luctatio, podramos conjeturar que dicho texto, omitido por el copista en el arquetipo o subarquetipo y, posteriormente, escrito entre lneas o al margen, fue aadido en lugar incorrecto por posteriores copistas. Antes, sin embargo, ya se haba regularizado el texto con la adicin del primer numquam, necesario para el sentido de la frase. De acuerdo con esta hiptesis, la lectura original sera conglobationem illam nonnumquam inclusi et in exitum nitentis luctatio spiritus rumpit, nonnumquam calor... El sentido, en todo caso, no vara en relacin con la enmienda de Fortunato.

    nullis ignibus ordinariis et caelestibus iter flexum est: sideris proprium est ducere orbem. (VII 23, 1)

    Entre los argumentos que utiliza Sneca para demostrar que los cometas son astros y no simples meteoros atmosfricos, como pensaban, entre otros, Aristteles y los estoicos, incluye el de que los cometas, a diferencia de los

    22 Ya Alexander (1948: 305), aun aceptando la argumentacin de Axelson, haba sealado la dureza del orden conglobatio illam spiritus rumpit que pretenda mejorar leyendo conglobatio spiritus rumpit illam (clusula tipo III: dos troqueos ms slaba anceps), aunque su propuesta no ha sido aceptada por los editores. 23 A la estructura heterognea le achaca simplemente los huecos en la composicin de la nube: cf. V 12, 1. Cf. tambin la nota crtica anterior a V 4, 1 sobre mutatio, que AXELSON propone enmendar en luctatio. 24 Cf. V 12, 2. 25 Cf. II 12, 1. 26 Como pretenden, entre otros, OLTRAMARE (1929: II 225, N. 2) y GROSS (1989: 221).

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    meteoros, describen, como los astros, una trayectoria circular. Esta idea es la que expresa inequvocamente el segundo miembro del texto citado (sideris proprium est ducere orbem). Pero qu dice el primero? Ms exactamente, a qu se refiere Sneca con la expresin ignibus ordinariis et caelestibus? A los fuegos atmosfricos o a los astros? Por la primera interpretacin se inclinan, por ejemplo, Vottero y Parroni, quienes en sendas notas al pasaje precisan expresamente que se trata de los meteoros estudiados por Sneca en el libro I y, consecuentemente, traducen ninguno de los fuegos atmosfricos describe una trayectoria circular27.

    Me resisto, sin embargo, a aceptar que la expresin ignis ordinarius et caelestis pueda aplicarse a un fenmeno atmosfrico, no slo porque en el marco de la contraposicin entre fenmenos sublunares y supralunares en que Sneca se mueve en este pasaje caelestis debera mantener su sentido especializado aplicado al mundo supralunar28, sino, sobre todo, porque difcilmente cabe calificar de ordinarius (regular) a un fenmeno atmosfrico que, precisamente, se caracteriza por lo contrario, por su carcter aparentemente irregular y fortuito29. Con dicha expresin, Sneca debera referirse, por tanto, a lo astros30. Pero, cmo compaginar dicho significado con la predicacin que se le atribuye? Es evidente que una frase como ningn astro tiene una trayectoria circular no tiene sentido. La nica solucin que conocemos consiste en entender que flexum no significa circular, sino sinuoso, serpenteante, zigzagueante31. Y este es el sentido que da al adjetivo, por ejemplo, Hine en su

    27 Cf. VOTTERO (1989: 707) Nessuno del fuoci che normalmente appaiono in cielo segue un percorso curvilineo; proprio degli astri descrivere unorbita; PARRONI (2002: 455) Nessuno dei fuochi comuni o celesti compie un percorso curvo; invece proprio degli astri descrivere unorbita. 28 Cf., por ej., II 1, 1 Omnis de uniuerso quaestio in caelestia, sublimia, terrena diuiditur. Para ms ejemplos y precisiones ulteriores, cf. BRAVO DAZ (1995: 10-11). 29 Recordaremos que en Sneca, con frecuencia, ordinarius adquiere el significado de principal, de primera clase por oposicin a secundario (subsiciuus, inferioris notae, etc.): cf. Epist. 53, 9 Exercet philosophia regnum suum; dat tempus, non accipit; non est res subsiciua; ordinaria est, domina est, adest et iubet; 110, 1 Sepone in praesentia quae quibusdam placent, unicuique nostrum paedagogum dari deum, non quidem ordinarium, sed hunc inferioris notae ex eorum numero quos Ovidius ait 'de plebe deos'. Cf. tambin Nat. VII 39, 2 donde ordinarius (con el sentido de regular, principal) se aplica directamente, a los astros: cometen non esse ordinarium sidus sed falsam sideris faciem. 30 Esta interpretacin es avalada por la interpretacin de AXELSON (1923: 100) y ALEXANDER (1948: 326), en su comentario a II 23, 2 aunque ninguno de los dos se pronuncia sobre el sentido completo de la frase. Cf. tambin ThLL IX 2, 933, 36-37. 31 Es decir, darle a flexum el sentido que aparentemente tiene flexuosus, aplicado al spiritus, en II 58,2. Pero HINE (1981: 436) seala, con razn, que no est claro lo que quiere decir eso de que el spiritus es flexuosus.

  • 636 Jos-Romn BRAVO DAZ

    traduccin: None of the regular, celestial fires has a winding course32. Pero esta interpretacin tiene dos inconvenientes: en primer lugar el propio Sneca utiliza en VII 7, 3 el mismo trmino para describir la rbita circular de los cometas: Atqui uarie cucurrerunt, alii in ortum, alii in occasum, omnes in flexum; quod iter non daret uentus; en segundo lugar afirmar que ningn astro tiene movimiento serpenteante implica que ese es el movimiento propio de los meteoros, lo que, aun pudiendo ser cierto de alguno de ellos33, en ningn caso puede generalizarse34.

    En consecuencia, dado que no cabe afirmar que los astros no siguen una trayectoria curva, en mi opinin, la nica solucin posible pasa por la insercin de nisi en el texto, entendiendo el segundo miembro de la frase como simple uariatio del primero. El texto, pues, debera ser: Nullis ignibus ordinariis et caelestibus iter flexum est: sideris proprium est ducere orbem. Y la traduccin: Ningn fuego, salvo los regulares del cielo, sigue una trayectoria curva; es propio de los astros trazar un crculo.

    32 Cf. HINE (2010: 128). Aparentemente tambin OLTRAMARE (1929: II 324) que traduce: Aucun des feux rguliers et clestes ne suit une rout inflexie. 33 A lo sumo, podra serlo de los rayos, si admitimos que obliquus en II 58,2 significa zigzagueante, (HINE 1981: 436). Coincidimos, sin embargo, con PARRONI (2002: 526) en que obliquus en este pasaje no tiene dicho sentido sino simplemente el de oblicuo (inclinado respecto a la vertical), en cuanto el movimiento de un rayo es el resultado de la interaccin de dos fuerzas diversas: la natural hacia arriba propia de todo fuego atmosfrico y una segunda externa que lo empuja hacia abajo. 34 Cuando Sneca precisa el movimiento de los fuegos atmosfricos, lo describe como un movimiento ascensional que puede verse alterado por una fuerza externa que lo hace descender: cf. II 23, 1; II 24, 1. En el pasaje inmediatamente anterior al que estamos comentamos (VII 23, 1) Sneca ha caracterizado de la misma manera el movimiento de los meteoros gneos.

  • Cinco notas al texto de las Naturales Quaestiones de Sneca 637

    BIBLIOGRAFA ALEXANDER, W. H. (1948): Seneca's Naturales Quaestiones. The Text Emended and

    Explained, Berkeley-Los Angeles. AXELSON, B. (1923): Seneca-Studien. Kritische Bemerkungen zu Senecas Naturales

    Quaestiones, Lund. AXELSON, B. (1939): Neue Seneca-Studien. Kritische Bemerkungen zu Senecas Naturales

    Quaestiones, Lund. BRAVO DAZ, J. R. (1995): Aer, aether, caelum, sublimis: estudios del vocabulario tcnico

    utilizado para designar el cielo en las Naturales Quaestiones de Sneca y otros escritores cientficos, Voces 6, 9-39.

    BROK, M. F. A. (1995): Naturwissenschaftliche Untersuchungen = Naturales quaestiones. L. Annaeus Seneca, Darmstadt.

    CODOER, C. (1979-1980): Sneca. Cuestiones Naturales, 2 vols., Madrid. GROSS, N. (1989): Senecas Naturales Quaestiones. Komposition, Naturphilosophische

    Aussagen und ihre Quellen, Stuttgart. HINE, H. M. (1981): An Edition with Commentary of Seneca Natural Questions Book Two,

    Nueva York.

    HINE, H. M. (1996): L. Annaei Senecae Naturalium quaestionum libri, Stuttgart/Leipzig. HINE, H. M. (introd. trad. y notas) (2010): Seneca, Natural Questions, Chicago. OLTRAMARE, P. (1929): Snque. Questions naturelles, 2 vols., Pars. PARRONI, P. (2002): Seneca. Ricerche sulla natura, Miln. SAMBURSKY, S. (1959): The Physics of Stoics, Londres. VOTTERO, D. (1989): Seneca. Questioni naturali, Turn. WATT, W. S. (1994): Notes on Seneca, Epistulae and Naturales Quaestiones, CQ 44, 185-

    198.