bicentenario de la diplomacia argentina

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Rosendo Fraga, Director del Centro de Estudios Unión para la Nueva Mayoría y Miembro del Comité Ejecutivo del CARI    M   e    d    i   o   s  ,     M   a   r   c   o    R   e   g   u    l   a    t   o   r    i   o   y    L    i    b   e   r    t   a    d    d   e    P   r   e   n   s   a   e   n    R   u   s    i   a    P    O    R    R    I    C    A    R    D    O     T    O    R    R    E    S Las opiniones expresadas en esta publicación son exclusi- va responsabilidad de sus autores y no reflejan nece- sariamente el pensamiento del CARI. Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales Uruguay 1037, 1º piso C1016ACA Buenos Aires Argentina Tel: ++54 (11) 4811- 0071 al 74 Fax: ++54 (11 4815- 4742 [email protected] Bicentenario de la Diplomacia Argentina MAYO 2010 Quién era Matías de Irigoyen El 29 de mayo se ha cumplido el Bicentenario de la diplomacia argentina. Es que ese día de 1810, la Primera Junta designó a Matías de Irigoyen como enviado diplomático ante la Corte de Inglaterra y el gobierno de España. No habían pasado cuatro días de la instalación del pri- mer gobierno patrio, cuando éste pone en marcha su primera acción diplomática con objetivos precisos. Irigoyen, nacido en Buenos Aires el 25 de febrero 1781, hijo de español y porteña (Ignacio Iri- goyen y Francisca de la Quintana y Riglos), se había formado como marino en España. En 1798 es designado alférez y en 1802 asciende alférez de fragata. Algunos autores sostienen que estuvo en la batalla de Trafalgar en la que fue tomado prisionero, logrando la libertad al día siguiente; otros sostienen que no participó en esta acción militar.  Volviendo a su ciudad natal en 1808, año de la invasión francesa a la Península Ibérica, es designado en el Apostadero Naval del Río de la Plata. En el Cabildo Abierto del 22 de mayo se suma al voto de Juan José Castelli a favor de la depo- sición del Virrey. Participa activamente en las reuniones patriotas que tienen lugar en las casas de Rodríguez Peña y Martín Rodríguez y en el cuartel de los Patricios.  Antes de ello, en el momento crítico de la semana de Mayo, concurre con su hermano Miguel al Cuartel de Patricios el 18 de mayo y ofrecen aportar la suma de 4.000 pesos plata para dar una buena cuenta a la tropa de los batallones 1 y 2. Historiadores dicen que ganar la voluntad de los soldados no era el objeto de Irigoyen, ni el de Saavedra y Viamonte -Jefe y Segundo Jefe de Patricios que aceptaron la donación-, sino solamente seguir la antigua costumbre mili- tar española de abonar el sueldo al soldado antes de entrar en batalla. La entrega del dinero se hizo efectiva al día siguiente. Su hermano Miguel, en el Cabildo de 22 de mayo, se sumará al voto de Saavedra, de que debía suspenderse el mando del Virrey, mientras se designaba la Junta que iba a sustituirlo. Tres me- ses después, el 19 de agosto, es arrestado junto con Antonio de Escalada por orden del Presi- dente de la Junta, siendo conducidos a una de las guardias de frontera  por sus ideas exaltadas  y pretender la inmediata decl aración de la indepen dencia . El 25 de mayo de 1810 se instala el primer gobierno patrio. Que el Presidente de la Primera Junta, Cornelio Saavedra, sus dos secretarios, Manuel Belgrano y Mariano Moreno, y cuatro de los seis vocales que la integraban fueran nacidos en el país, en mi opinión no deja duda sobre el significado y alcance del movimiento que se ponía en marcha.  Actos fundacionales del estado argentino  El 28, la Junta firma una circular dirigida a Lord Strangford, representante diplomático ingles en Río de Janeiro; al representante español en la misma capital, marques de Casa Irujo; al Vi- rrey del Perú; al Capitán General de Chile y al Presidente de Cusco. En ella se explican los motivos por los cuales se ha instalado el nuevo gobierno de Buenos Ai- res, se pide la cooperación de cada una de ellos y se les remite copia de las resoluciones adop- tadas por las autoridades que han reemplazado al Virrey en los días precedentes.  Al día siguiente tiene luga r lo que, en mi opinión, es la fundación del Estad o argentino. Es que 1 

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  • Rosendo Fraga, Director del Centro de Estudios Unin para la Nueva Mayora y Miembro del Comit Ejecutivo del CARI

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    Las opiniones expresadas en esta publicacin son exclusi-va responsabilidad de sus autores y no reflejan nece-sariamente el pensamiento del CARI.

    Consejo Argentino para las Relaciones

    Internacionales Uruguay 1037, 1 piso

    C1016ACA Buenos Aires

    Argentina

    Tel: ++54 (11) 4811-0071 al 74

    Fax: ++54 (11 4815-4742

    [email protected]

    Bicentenario de la Diplomacia Argentina

    MAYO 2010

    Quin era Matas de Irigoyen

    El 29 de mayo se ha cumplido el Bicentenario de la diplomacia argentina. Es que ese da de 1810, la Primera Junta design a Matas de Irigoyen como enviado diplomtico ante la Corte de Inglaterra y el gobierno de Espaa. No haban pasado cuatro das de la instalacin del pri-mer gobierno patrio, cuando ste pone en marcha su primera accin diplomtica con objetivos precisos.

    Irigoyen, nacido en Buenos Aires el 25 de febrero 1781, hijo de espaol y portea (Ignacio Iri-goyen y Francisca de la Quintana y Riglos), se haba formado como marino en Espaa. En 1798 es designado alfrez y en 1802 asciende alfrez de fragata. Algunos autores sostienen que estuvo en la batalla de Trafalgar en la que fue tomado prisionero, logrando la libertad al da siguiente; otros sostienen que no particip en esta accin militar.

    Volviendo a su ciudad natal en 1808, ao de la invasin francesa a la Pennsula Ibrica, es designado en el Apostadero Naval del Ro de la Plata.

    En el Cabildo Abierto del 22 de mayo se suma al voto de Juan Jos Castelli a favor de la depo-sicin del Virrey. Participa activamente en las reuniones patriotas que tienen lugar en las casas de Rodrguez Pea y Martn Rodrguez y en el cuartel de los Patricios.

    Antes de ello, en el momento crtico de la semana de Mayo, concurre con su hermano Miguel al Cuartel de Patricios el 18 de mayo y ofrecen aportar la suma de 4.000 pesos plata para dar una buena cuenta a la tropa de los batallones 1 y 2. Historiadores dicen que ganar la voluntad de los soldados no era el objeto de Irigoyen, ni el de Saavedra y Viamonte -Jefe y Segundo Jefe de Patricios que aceptaron la donacin-, sino solamente seguir la antigua costumbre mili-tar espaola de abonar el sueldo al soldado antes de entrar en batalla. La entrega del dinero se hizo efectiva al da siguiente.

    Su hermano Miguel, en el Cabildo de 22 de mayo, se sumar al voto de Saavedra, de que deba suspenderse el mando del Virrey, mientras se designaba la Junta que iba a sustituirlo. Tres me-ses despus, el 19 de agosto, es arrestado junto con Antonio de Escalada por orden del Presi-dente de la Junta, siendo conducidos a una de las guardias de frontera por sus ideas exaltadas y pretender la inmediata declaracin de la independencia.

    El 25 de mayo de 1810 se instala el primer gobierno patrio. Que el Presidente de la Primera Junta, Cornelio Saavedra, sus dos secretarios, Manuel Belgrano y Mariano Moreno, y cuatro de los seis vocales que la integraban fueran nacidos en el pas, en mi opinin no deja duda sobre el significado y alcance del movimiento que se pona en marcha.

    Actos fundacionales del estado argentino

    El 28, la Junta firma una circular dirigida a Lord Strangford, representante diplomtico ingles en Ro de Janeiro; al representante espaol en la misma capital, marques de Casa Irujo; al Vi-rrey del Per; al Capitn General de Chile y al Presidente de Cusco.

    En ella se explican los motivos por los cuales se ha instalado el nuevo gobierno de Buenos Ai-res, se pide la cooperacin de cada una de ellos y se les remite copia de las resoluciones adop-tadas por las autoridades que han reemplazado al Virrey en los das precedentes.

    Al da siguiente tiene lugar lo que, en mi opinin, es la fundacin del Estado argentino. Es que

    1

  • 2 el 29 de mayo se realizan dos actos fundacionales: el inicio de la diplomacia y de las fuerzas armadas.

    Matas de Irigoyen es designado ese mismo da, mediante un Decreto de la Junta, como enviado ante la Corte de Inglaterra y el Gobierno de Espaa.

    El nombre de Irigoyen, que entonces tena 29 aos, haba sido sugerido por Belgrano. La Junta, en un oficio, expli-ca al gobierno britnico con bastante detalle lo que haba sucedido. Desconoce la autoridad de la Junta de Regencia de Espaa, que sustitua al Rey, y solicita al gobierno britnico que proteja la conducta de Buenos Aires y la auxilie con los medios que necesita para hacerse respetar y sostener su alianza con Inglaterra.

    Pide tambin la proteccin contra cualquier invasin extranjera, aludiendo a la francesa y que se impidan los proyectos de la Corte de Portugal, instalada entonces en Brasil, para ocupar la Banda Oriental del Ro de la Plata. Adems, expresa que desea adquirir pertrechos y armas para mantener la integridad de sus dominios, combatir a Napolen y defender los derechos de Fernando VII, en cuyo nombre ejerca la autoridad.

    El mismo 29 de mayo que se firma el Decreto designando a Irigoyen como enviado diplomtico a Londres, y se firma el que da origen al Ejrcito.

    La Junta dispone elevar los batallones de infantera exis-tentes a 1.116 hombres, dejando para ms adelante resol-ver sobre la Artillera y Caballera.

    Ordena una rigurosa leva -incorporacin obligatoria- que comprenda a todos los vagos y hombres sin ocupacin y desde los 18 a los 40 aos, y que volvieran al servicio de las armas quienes haban estado incorporados con motivo de las invasiones inglesas y no estuvieran ejer-ciendo algn arte mecnico o servicio pblico.

    Dispona que el nico vocal de la Junta que era militar, Miguel de Azcunaga, se hiciera cargo de la ejecucin de este Decreto, ante quien deban dar cumplimiento los alcaldes de barrio.

    Semanas despus, sobre esta organizacin militar en ges-tacin se envan los contingentes hacia el Alto Per y Paraguay, destinados a imponer en el interior la autori-dad de la Junta, que era resistida.

    Que a cuatro das de la instalacin del nuevo gobierno se haya puesto en marcha la actividad diplomtica y militar, confirma que no se haba tratado solamente de un cam-bio de gobierno, sino de rgimen poltico.

    Pero adems, en mi opinin, esa fecha pone la piedra fundacional del Estado argentino. Lo que caracteriza a un Jefe de Estado es que ejerce ambas funciones, la conduc-cin de las relaciones exteriores y el mando de la fuerza militar, pudiendo delegar de acuerdo al sistema poltico otras funciones de gobierno.

    Y es la creacin del Estado el 29 de mayo de 1810 el hecho que confirma la intencionalidad de gestar una nueva Nacin, por parte de quienes protagonizaron el 25 de mayo hace doscientos aos.

    Los objetivos de la misin Irigoyen

    Volviendo a la misin diplomtica encomendada a Irigo-yen, el poltico, historiador, escritor y diplomtico argen-tino y ex canciller del Presidente Arturo Frondizi, Miguel ngel Crcano, en su obra La poltica internacional en la historia argentina dice que hasta la invasin napolenica a Espaa, Gran Bretaa haba impulsado la independen-cia de las colonias espaolas en Amrica, pero que desde 1808 pasa a aliarse con la Junta de Regencia que asume el gobierno en la pennsula y en consecuencia cambia su poltica, buscando apoyarla para que dichas colonias no pasen al control del Imperio Francs.

    La diplomacia britnica en el Ro de la Plata, conducida por el representante en Ro de Janeiro, Lord Strangford, donde se encontraba el Rey de Portugal, es el principal ejecutor de esta poltica que de acuerdo a las circunstan-cias, apoyar a los revolucionarios de Buenos Aires para obtener ventajas comerciales, otras veces defender los intereses espaoles buscando reestablecer los vnculos entre la metrpoli y las colonias sublevadas, y en general -no siempre- evitar que Portugal ample sus posiciones americanas a costa de las espaolas.

    Frente a la nota de la Junta del 28 de mayo, dando cuen-ta de la instalacin del nuevo gobierno, quien reacciona de inmediato es el representante diplomtico espaol en Ro de Janeiro, el Marqus de Casa Irujo, quien frente a la instalacin de la Junta de Buenos Aires, amenaza con un llamamiento a los chilenos, peruanos y los dems pueblos de Amrica para combatir las maquinaciones domesticas o extranjeras, para preparar los nimos, con proyectos detestables y parricidas. Casa Irujo expresa a Strangford que era evidente que la Junta de Buenos Aires haba usurpado la autoridad con un acto de violencia y le peda su colaboracin para establecer el bloqueo comple-to de su puerto, invocando la alianza anglo-espaola.

    El Virrey del Per, Fernando de Abascal y Souza, al reci-bir la noticia, condena el escandaloso atentado de esos

    BICENTENARIO DE LA DIPLOMACIA ARGENTINA SERIE DE ARTICULOS Y TESTIMONIOS - N 64

  • 3 abominables monstruos, que intentan la desorganizacin, la anarqua y el desorden. Amenaza reprimir la revolu-cin portea como ha hecho con las de Quito y la Paz y ordena que las provincias del Virreinato del Ro de la Plata se agreguen al del Per para aislar a los rebeldes perversos al corto recinto de la ciudad que oprimen.

    Para ese momento, solo la Junta de Caracas ha desafiado con xito el poder de las autoridades espaolas. Irigoyen lleva una nota dirigida al gobierno ingls, fir-mada el 1 de junio, en la cual se explican los hechos de manera que estos no generen un problema para su reco-nocimiento, al enfatizar su apoyo al rey espaol cautivo. Concretamente, solicita el apoyo britnico contra las amenazas extranjeras, ya se trate de las aspiraciones francesas o las portuguesas, ratificando la alianza con Gran Bretaa, aliada de Espaa.

    Tambin lleva notas de la Junta para Fernando VII y las autoridades espaolas que acababa de desconocer. Algu-nos historiadores sostienen que stas formaban parte de una simulacin para facilitar a Gran Bretaa el reconoci-miento del nuevo gobierno, dado que no era posible en-tregar documento alguno al Rey cautivo y tampoco a las autoridades espaolas que haba desconocido. El hecho que finalmente Irigoyen limitara su misin solo a Gran Bretaa sin trasladarse a Espaa, dara la razn a dicha hiptesis.

    Embarca en un Bergantn de la flota inglesa el 21 de ju-nio.

    Las fuentes para el conocimiento del desarrollo de la misin

    Los documentos que tenemos para reconstruir la gestin diplomtica de Irigoyen son:

    -La mencionada nota dirigida al Rey de Espaa por la cual se comunica la instalacin de la Junta y la designa-cin de Irigoyen (29 de mayo).

    -La nota firmada el mismo da por los miembros de la Junta, dirigida al Comandante del Apostadero de Monte-video, informando que Irigoyen se traslada a Cdiz va Londres y ordena se le facilite el viaje.

    -La que firma la Junta el 21 de junio, en la cual ratifica la adhesin al gobierno de Espaa e informa sobre la confinacin del ex Virrey Cisneros y miembros de la Au-diencia a las islas Canarias y acusa a los oficiales navales de Montevideo, que han desconocido a la Junta y pedido la intervencin portuguesa, de crear un clima de anar-qua que favorece a los franceses.

    -Irigoyen enva entre agosto y octubre cuatro notas a la Junta, informando sobre el desarrollo de su gestin. En la primera, fechada en Londres el 27 de agosto, da cuenta de haber llegado el 6 de agosto a Gran Bretaa. Informa que ha decidido cancelar el viaje a Espaa por no tener en ese momento un gobierno claramente constituido. Menciona una nota que envi el 13 de agosto que no ha tenido respuesta. Informa que en su entrevista con el Marques de Wellesley, titular de relaciones exteriores, ha podido percibir que las miras de este gabinete correspon-den a nuestros deseos e intereses del momento, habindo-se acordado que los portugueses no avanzarn sobre el Ro de la Plata. Richard Wellesley es un experimentado diplomtico que ejerce el cargo entre 1809 y 1812. Su funcin anterior haba sido como representante diplom-tico en Espaa, razn por la cual conoca muy bien el problema que tena entre manos. Adems, su hermano menor, Henry, haba pasado a reemplazarlo en su cargo anterior, con lo cual su informacin con lo que suceda en la Pennsula. Ambos, a su vez, eran hermanos del Art-hur Wellesley, el despus Duque de Wellington, quien en ese momento es jefe del ejrcito anglo-hispano-lusitano, que para mediados de 1810 se encuentra replegado en Portugal. El mayor de los cuatro hermanos Wellesley haba sido Secretario del Almirantazgo hasta el ao an-tes. Sobre la adquisicin de armas, dice que las buscar de particulares o de los EEUU si no las logra del gobierno britnico, como cree que suceder. Informa haberse en-contrado con dos delegados del reino de Caracas que tie-nen una misin anloga, agregando que las autoridades espaolas han dispuesto el bloqueo de Venezuela. Se muestra pesimista sobre la accin anglo-espaola contra los franceses en la pennsula. Da cuenta que Wellesley le ha dicho el 22, que en cuanto tenga la respuestas a las peticiones de la Junta de Buenos Aires, un buque estar listo para enviarla a dicha capital. Irigoyen reconoce que las circunstancias lo obligaron a ampliar sus facultades. -La nota que presenta formalmente al Ministro de Rela-ciones Exteriores de Gran Bretaa el 12 de agosto a su requerimiento, dice que procura conciliar intereses de su pas, Espaa y el Virreinato. Combina pedir piedad gene-rosa y amistad, con las fatales consecuencias a que que-dan expuestos aquellos pueblos, al ver burlados sus de-seos y esperanzas de encontrar un reconocimiento justo en su proceder y una amistad nada equivoca en la Nacin Britnica. Fija en tres puntos la peticin: 1) Que se impi-da el avance portugus. 2) Que se les permita a las pro-vincias del Ro de la Plata proveerse de armas, porque de lo contrario sera una amistad incompleta. 3) Que ayudar a Espaa en la emergencia, no es incompatible con sus

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  • 4 propsitos.

    -La carta confidencial que enva a Manuel Belgrano -quien promovi su designacin- el 10 de septiembre des-de Londres, da cuenta que al llegar el gobierno britnico, acababa de reconocer al Consejo (a veces denominado Junta) de Regencia de Espaa, pese a lo cual prosigui con su misin. Informa de las reuniones mantenidas con Wellesley el 8 y 10 de agosto. Reconoce que realmente me he excedido de mis instrucciones, porque solo estaba autorizado a pedir frenar la accin portuguesa y no de cualquier otra amenaza extranjera. Dice que Gran Breta-a an conserva esperanza de liberar a Espaa y que por eso su llegada ha sido ms celebrada por el pueblo ingls que por el gobierno, que hubiera preferido que la deposi-cin de las autoridades espaolas hubiera ocurrido ms tarde, para no tener que contemporizar con espaoles y americanos al mismo tiempo. Dice que esa nota la pre-sent a Wellesley el 12 de agosto sin recibir contestacin hasta la fecha. Dice que en Londres se ha publicado que el gobierno de Buenos Aires ha reconocido al Consejo de Regencia, lo que no es cierto. Informa de una cuarta reu-nin con el Jefe de la diplomacia britnica del 8 de se-tiembre, pero dice que sigue demorndose la respuesta. Informa sobre la situacin europea, siendo muy escptico sobre la posibilidad de vencer a Napolen en la pennsula ibrica. Manda diarios con material favorable a las ideas liberales. Dice que el gobierno ingls no proveer armas, pero que las procurar por otros medios.

    -La segunda nota es un memorando que enva Irigoyen a la Junta dando cuenta de su gestin. Reitera conceptos e informaciones de su primera nota y de la carta confiden-cial a Belgrano. Insiste en que se ha excedido al solicitar no solo la proteccin contra la amenaza portuguesa, sino contra cualquier otra, pero se justifica. Informa de las reuniones con Wellesley del 8 y 10 de agosto. Informa que le pide una nota con las pretensiones de la colonia sublevada, como ha solicitado a los representantes de Caracas. Dice que Wellesley plantea que quiere ms bien promover una reconciliacin entre Espaa y las colonias, pero que si esto es difcil, igualmente Gran Bretaa le dar proteccin contra Francia. Informa de la nota al Ministro de Relaciones Exteriores de Gran Bretaa del 12 de agosto. Dice que procura conciliar intereses de su pas, Espaa y el Virreinato. Wellesley le pregunta de si tiene instrucciones para pasar a Francia de no lograr sus pro-psitos. Irigoyen dice que no con una risa sardnica. Le pregunta cmo tomaran en Buenos Aires la negativa, respondiendo el enviado que l no puede dar una res-puesta, al que le pide su opinin personal. Wellesley le

    pregunta sobre qu auxilios el Virreinato ha dado a Espa-a. Explica sobre el sistema impositivo entre la metrpoli y las colonias y el dinero que le deja a Espaa. Informa que el 12 de agosto present la nota pedida. Wellesley dice que adelanta verbalmente lo que ser la respuesta: que la alianza con Espaa es muy firme; que propondra la reconciliacin; que mantendra la amistad hacia Bue-nos Aires y que la protegera de la amenaza francesa y pregunta qu tipo de ayuda se solicita. Irigoyen dice que fusiles y Wellesley responde que no puede, por haberse ya consumido 300.000 en Espaa. Todo ello ocurre en presencia del representante secretario de la representa-cin diplomtica espaola en Londres. Irigoyen, como final, dice que en su opinin el objetivo real ingls es la independencia de Hispanoamrica y ello lo demuestra la participacin de Miranda en Venezuela.

    -La tercera nota que enva Irigoyen a la Junta es del 10 de septiembre. Informa que el da anterior ha visitado a Wellesley para pedirle la respuesta que se demora. Este le adelanta la respuesta de palabra: que ofreca una protec-cin declarada contra Francia; interposicin amistosa contra cualquier otro poder que intentase molestar, ofre-cindose tambin para mediar; colaboracin para enviar auxilios a Espaa. Irigoyen argumenta que tena la inten-cin de pasar a Espaa, pero que no lo hizo por la ilegiti-midad del Consejo de Regencia.

    -La cuarta nota de Irigoyen a la Junta est escrita desde Londres el 13 de octubre, en la cual informa que sigue sin recibir la respuesta formal britnica. Dice que las no-ticias que van llegando de Buenos Aires y entre ellas la oposicin de Liniers en Crdoba, han originado la demo-ra en la respuesta britnica. Resume lo dicho en las tres notas anteriores y se explaya sobre la negativa a sumi-nistrar armas y diciendo que la respuesta es que no las hay para Espaa, para Caracas, que tambin las ha pedi-do, ni para Portugal, que ha presentado la misma peti-cin. Informa que se ha puesto en contacto con un fabri-cante particular, del cual podra adquirir una pequea cantidad de fusiles. Pide se abra crdito en una casa de comercio de Londres y menciona que podra adquirir 2.000 fusiles. Remite copia de la respuesta formal entre-gada a Caracas y menciona la nota enviada a Belgrano, dando cuenta de la situacin europea, en la cual se sigue mostrando pesimista sobre la liberacin de Espaa.

    -Por nota del 9 de enero de 1811, la Junta informa a Iri-goyen que ha cesado su misin, habiendo designado co-mo representante ante Gran Bretaa a Mariano Moreno.

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  • 5 Le ordena regresar y agradece los distinguidos servicios y fatigas.

    Logros y fracasos del primer diplomtico.

    En resumen, surge que el diplomtico argentino mantiene varias entrevistas con el Marqus de Wellesley, Ministro de Relaciones Exteriores britnico, quien se compromete a intentar una mediacin con las autoridades espaolas y a detener las pretensiones de Portugal y de cualquier otra potencia que propusiera atacar a Buenos Aires. Respecto a la compra de armas, el gobierno ingls permiti final-mente que una partida de 8.000 fusiles y 6.000 sables que haban sido comprados por el embajador espaol en Londres por encargo del Virrey Cisneros, llegaran a Bue-nos Aires.

    La misin inclua trasladarse despus a Espaa, para in-formar a las autoridades de la pennsula sobre lo sucedi-do y neutralizar acciones militares hostiles, pero Irigoyen regresa sin cumplir esta gestin, dada la crisis poltica en la cual se encontraban las autoridades espaolas.

    Es recibido en Londres por el Secretario de Estado, Mar-qus de Wellesley, logrando una gestin satisfactoria, ya que incluso puede comprar fusiles para las fuerzas patrio-tas, embarcndolos y conducindolos hasta Buenos Aires.

    Crcano, en su obra citada, dice que Irigoyen era un apa-sionado partidario de la Revolucin. Audacia y confianza en s mismo revelaba el joven diplomtico (). Tuvo la impresin de que el ministro Wellesley era muy circuns-pecto para no romper con Espaa, pero que ntimamente deseaba que toda Amrica se haga independiente (). Haba logrado uno de los objetivos de su misin: la ga-ranta de la integridad del territorio dada por Gran Breta-a () para impedir la invasin portuguesa ().

    Para Crcano, la mediacin que propone el jefe de la di-plomacia britnica era un instrumento flexible en manos expertas. Significaba para Gran Bretaa mantener cordia-les relaciones con su aliada Espaa y con los nuevos go-biernos de Amrica. Le permita, con sus mltiples va-riantes y matices, sin recelos ni sospechas, apoyar, cuan-do le convena y siempre en provecho propio, los inter-eses de una y otra parte. Para satisfacer a Espaa, su aliada, procurara detener los apresurados deseos de inde-pendencia de los patriotas, y para proteger a stos pro-pondra al Consejo de Regencia que les concediera un rgimen liberal y el gobierno propio dentro del imperio, defendindolos as de la poltica absorbente del Consejo de Regencia. No apoyara la independencia de las colo-nias. Les bastaba el gobierno propio. Los americanos le

    quedaran agradecidos por haber logrado esta ventaja y compensaran al pas amigo con franquicias comerciales; era esta una forma prctica de combatir las pretensiones de los monopolios de Cdiz.

    Para el diplomtico, poltico e historiador, la mediacin autorizaba a Gran Bretaa a continuar interviniendo en los negocios del Plata, con una situacin preeminente, para defenderse de las intrigas de Francia, de los EEUU y tambin de Portugal, procurando al mismo tiempo que el gobierno de Buenos Aires no cayera en excesos jacobinis-tas.

    En carta a su hermano y embajador en Espaa, Henry Wellesley, el jefe de la diplomacia britnica, le deca que si la mediacin era rechazada por los rebeldes, no renun-ciara al intercambio comercial con ellos y tampoco pro-porcionara a los espaoles auxilios militares para some-terlos.

    Por momentos, Irigoyen -quien no hablaba ingls- se siente decepcionado. Tan es as que su amigo britnico, David Curtis De Forest, quien lo acompa en las gestio-nes y hbil hombre de negocios vinculado a su padre y socio de Juan Larrea, le escribe dicindole que el gobier-no de Buenos Aires se iba a tener que bastar a s mismo para concretar el propsito que haba emprendido. De Forest tendr un rol clave para organizar el envo extra-oficial de las armas mencionadas.

    Wellesley, aunque no responde formalmente a la Junta, al recibir a su enviado le reconoce carcter de interlocu-tor. Extiende a Irigoyen una carta de recomendacin ante Lord Strangford, firmada el 19 de enero de 1811, que le ser muy til.

    Haba logrado el objetivo de la proteccin frente a Portu-gal y ello se pone en evidencia poco despus, cuando Strangford impide la ocupacin por parte de los portu-gueses del actual Uruguay, que se concreta ms tarde.

    Dada la importancia que tena para la Junta la relacin con Londres, despus de designado Irigoyen son nombra-dos Juan Agustn Aguirre y Thomas Crompton como co-rresponsales permanentes en Londres, encargndose de abrir crditos para el nuevo gobierno y enviar noticias peridicas, siendo autorizados para adquirir cualquier tipo de pertrechos de guerra.

    Moreno, como Secretario de la Junta, le escriba a Lord Strangford dicindole que no poda negarle el socorro que le solicitaba un pueblo que concilia su prosperidad, estrechando sus recprocas conveniencias con el comercio

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  • 6 britnico. Insista en obtener el apoyo britnico y ante la falta de resultado de la gestin Irigoyen, promueve la designacin de Hiplito Vieytes con cuarto enviado. No puede realizar el viaje y es designado el mismo Moreno, al quedar fuera de la Junta al incorporarse los diputados del interior.

    Irigoyen se embarca en el Bergantn ingls Pitt con cartas de recomendacin para Lord Strangford. Irigoyen regresa con las armas y al pasar por Ro de Janeiro el represen-tante diplomtico espaol, pide al gobierno portugus que se lo detenga por transportar armas. Pero Lord Strangford lo impide, gracias a la mencionada carta de recomendacin.

    Al pasar su buque por Montevideo, est a punto de ser detenido nuevamente por orden del Virrey Elio, requi-riendo al almirante jefe de la estacin naval britnica en el Ro de la Plata su detencin. Pero el jefe naval siguien-do rdenes de Strangford lo deja continuar el viaje junto con las armas que trae.

    Irigoyen como hombre pblico

    De ah en ms, Irigoyen mantendr lo que en mi opinin es la caracterstica del cuerpo diplomtico: la dedicacin exclusiva al servicio pblico.

    Al regreso a Buenos Aires es nombrado teniendo coronel del cuerpo de Artillera Volante. Con esta unidad se in-corpora a las fuerzas sitiadoras de Montevideo el 13 de noviembre de 1812. Cuando dos meses despus se produ-ce el conflicto con Artigas, quien desconoce el mando militar de Sarratea, Irigoyen se manifiesta a favor de bus-car un acuerdo.

    Al mando de toda la Artillera del sitio se encuentra en la batalla de Cerrito y dems acciones militares, siendo as-cendido a Coronel de Artillera el 6 de septiembre de 1813. Dos aos despus asciende a Coronel Mayor y es designado Comandante General de Marina, de Matricula y Capitn de Puerto. En 1816 se lo designa jefe de la es-cuadrilla que debe operar con las fuerzas directoriales que, al mando del General Daz Vlez, marchan a sofocar la insurreccin de Santa Fe, bajo la influencia de Artigas.

    Es tomado prisionero el 9 de agosto de ese ao en la ac-cin de Arroyo Negro, quedando en libertad poco tiempo despus.

    Juan Martn de Pueyrredn, ya a cargo del Directorio, lo designa representante diplomtico ante la Corte portu-guesa de Ro de Janeiro, para reclamar por la permanen-cia de las tropas que haban entrado en la provincia de la

    Banda Oriental.

    Al regreso de esta misin, a comienzos de 1817, Pueyrre-dn lo designa Ministro de Guerra y Marina, con reten-cin del mando de esta ltima fuerza. Desde este cargo colabora con los esfuerzos de San Martn, que ya se en-cuentra en Chile para terminar con el dominio espaol en dicho pas y con la organizacin de la expedicin al Pe-r. El 20 de abril de ese ao firma el ascenso de San Martn a Brigadier de los Ejrcitos de la Patria.

    Durante tres aos realiz una accin eficaz. Uno de sus primeros decretos fue la creacin del Estado Mayor del Ejrcito. Durante su gestin se otorgaron numerosas pa-tentes de corso para actuar contra los buques espaoles. Redact un reglamento para el corso, cuyo cumplimiento verific personalmente, interviniendo en los procesos que se abren contra Bouchard y Brown. Organiz el personal civil del Ministerio, las condiciones para los cadetes -los aspirantes a oficiales- de los cuerpos militares, determin los premios para quienes se distinguieran en combate, la sanidad, la vacunacin, etc. En 1819 organiz un cuerpo de veteranos costeado por los estancieros para defender la frontera interna.

    Terminado su Ministerio, fue miembro de la Comisin Militar de cuyos sueldos hizo donacin al estado y luego fue Comandante General de Marina. Acta en el agitado ao 1820, quedando a cargo de la defensa de la ciudad de Buenos Aires despus de la batalla de Cepeda.

    Durante la guerra con el Brasil, ya con el grado de Gene-ral, reemplaza interinamente a Matas Zapiola, Coman-dante General de Marina.

    En 1829, el Gobernador Viamonte lo design miembro del Senado Consultivo y luego fue electo diputado a la legislatura de la provincia de Buenos Aires, siendo uno de los siete diputados que en 1835 se oponen a otorgarle a Juan Manuel de Rosas las Facultades Extraordinarias y la Suma del Poder Pblico. Es que formaba parte del los federales moderados o lomos negros, vencidos entonces.

    Alejado sus ltimos aos de la poltica, fallece en Buenos Aires en 1839.

    Significado del Bicentenario de la diplomacia argentina

    El Bicentenario nos encuentra con nuevos y renovados desafos. La globalizacin y la tecnologa generan nuevos escenarios para el diplomtico. Se creera que la explo-sin de Internet en sus diversas modalidades, con las te-leconferencias y la videoconferencias -como la realizada la semana pasada entre Obama, Merkel, Brown y Sarkozy

    BICENTENARIO DE LA DIPLOMACIA ARGENTINA SERIE DE ARTICULOS Y TESTIMONIOS - N 64

  • respecto a la visita de Netanyahu a Washington y sus consecuencias-, habran sustituido al representante diplomtico per-manente, que antes de vea obligado a tomar decisiones sin instrucciones, dado que en los dos o tres meses que stas po-dan tardar en llegar, la situacin poda dar un vuelco, cambiando drsticamente.

    Pero el representante diplomtico en el terreno resulta irremplazable. Sigue siendo la presencia humana permanente de un pas ante otro. Sus aciertos favorecen la imagen del pas como sus errores lo perjudican. Los intereses comerciales son importantes porque ellos crean intereses, pero la historia, la cultura en sus mltiples manifestaciones y la coincidencia de valores son los que cimentan las amistades entre los pueblos: en ello la presencia del diplomtico sigue siendo muy im-portante.

    El politlogo estadounidense Joseph Nye ha forjado el trmino de Diplomacia Pblica, la que define no como simple pro-paganda que puede ser contraproducente, sino la forja de relaciones de largo plazo que generen un contexto de respaldo a las polticas oficiales.

    Dice que el aporte de la informacin directa de los gobiernos a la hora de forjar relaciones culturales de largo plazo, vara con tres dimensiones de la diplomacia pblica: la primera son las comunicaciones diarias, que explica el contexto de las decisiones domsticas y de poltica exterior. Ello ayuda a enfrentar las crisis, ya que de haber un vaco de informacin despus de un acontecimiento, otros se apresurarn a llenarlo. La segunda es la comunicacin estratgica, que desarrolla temas simples pero constantes, como lo hace una campaa poltica o publicitaria. La tercera es el desarrollo de relaciones duraderas con individuos claves a lo largo de muchos aos o incluso dcadas, con becas, intercambios, capacitacin, se-minarios, conferencias, etc.

    Diferencia entre el poder duro -el militar- y el blando -la cultura- en sus diversas manifestaciones. Es en trminos de este ltimo donde la Argentina tiene mucho que ofrecer al mundo, y donde la personalidad del representante diplomtico jue-ga un rol decisivo a travs de su trato, sus conversaciones y sus visitas.

    La Argentina tiene una gran tradicin diplomtica, sin que ello implique negar las marchas y contramarchas, los conflic-tos y desencuentros sufridos por la Argentina en las ltimas dcadas, lo que no ha hecho fcil la tarea del diplomtico.

    Pero ello no ha impedido que los miembros del cuerpo diplomtico, an en condiciones adversas, no hayan dado siempre lo mejor de s para los intereses de la Argentina y la misin Irigoyen marc un rumbo en este sentido.

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    ARGENTINA Y BRASIL EN LA BSQUEDA DE UN NUEVO MODELO DE DESARROLLO

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    Para citar este artculo: Fraga, Rosendo (2010), Bicentenario de la Diplomacia Argentina, [en lnea], Serie de Artculos y Testimonios, N 64, Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales. Direccin URL: http://www.cari.org.ar/pdf/at64.pdf

    BICENTENARIO DE LA DIPLOMACIA ARGENTINA SERIE DE ARTICULOS Y TESTIMONIOS - N 64