alexander jiménez. el imposible país de los filósofos. san ... de... · ediciones de perro azul,...

4
Alexander Jiménez. El imposible país de los filósofos. San José: Ediciones de Perro Azul, 2002, 310 pp. La metáfora migrante. Metafísica y política en El imposible país de los filósofos 1. Hace rato que la filosofía en Costa Rica superó la etapa de la normalización donde la filo- sofía era la filosofía europea sin más. Y hace ra- to que la filosofía participa en la constitución e invención de lo que somos y queremos ser. Aho- ra, la filosofía quiere ser el resultado de la forma- ción, los estudios y las convicciones. En este sentido, el libro del Dr. Alexander Ji- ménez que tenemos el privilegio de presentar ofreciendo interpretación, se inscribe en una tra- dición ya consolidada en el país. Pero, en el mis- mo movimiento de inscribirse en una tradición, este libro se levanta contra un modo de pensamos a nosotros mismos y que el autor llama "naciona- lismo étnico-metafísico": El nacionalismo étnico-metafísico construye una falsa universalidad. Da la espalda a las diferencias de clase, de género, de raza, y a las condiciones materiales de existencia. Está constituido por metafísicos obsesiona- dos con el "ser de la nacionalidad costarricense". Al fi- nal terminan anulando las determinaciones históricas, políticas y sociales. Esta anulación de determinaciones conserva un cierto parecido con la dimensión abstrac- ta de la noción de ciudadanía. Pero la semejanza es su- perficial e irrelevante. 1 Con esta denominación, Jiménez arremete contra una serie de pensadores costarricenses- y lo hace desde una posición que he elegido nom- brar como la posición de la metáfora migrante. La migración que asume y propone Jiménez es el tránsito que iría del filósofo metafísico al fi- lósofo democrático. Este último no añadiría más que un modo de organización y unificación a aquello que ya está pensado popularmente. En el filósofo democrático hay un saber que no corres- ponde a una voluntad individual sino que, y por el contrario, su pensar es producto de un impulso cultural colectivo. Obviamente, también la política forma parte de ese impulso cultural pero la política lo hace en términos de cohesión social, de consentimiento y de consenso. Jiménez lo hace desde la posibili- dad de unificación de la crítica. Entonces no hay conceptos arbitrariamente construidos. Las metá- foras, de las que se hace uso y abuso, dicen su origen, dicen la tradición de donde provienen y de algún modo son susceptibles de formar parte de un entramado que se pretende racional. Jiménez construye una metáfora migrante para separarse de los discursos inmóviles o esen- cialistas propios de la metafísica y señala con lu- cidez y apasionamiento el movimiento de la filo- sofía vinculada a determinadas actividades cultu- rales o grupos de problemas. Pero no quiere ser preciso. Las metáforas migrantes son posibles porque no se inventaron las equivalencias perfectas. De allí que la metá- fora migrante pueda ser trabajada como una "equivalencia imperfecta" si se me permite esta contradictio in adjecto. Equivalencia imperfecta que se presta a ser el puente de traductibilidad entre cultura, saberes y poderes. Metáfora es un concepto migrante porque las metáforas tienen la posibilidad de ingresar problemáticamente en los más diversos ordena- mientos conceptuales. Pueden usarse con carac- teres débiles e inespecíficos o adquirir connota- ciones dramáticas. La metáfora migrante le da potencia al discur- so de Jiménez. Pero esta potencia está pensada, Rev. Filosofía Univ. Costa Rica, XL(102), 149-152, EXTRAORDINARIO, Diciembre 2002

Upload: others

Post on 19-Mar-2020

3 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: Alexander Jiménez. El imposible país de los filósofos. San ... de... · Ediciones de Perro Azul, 2002, 310 pp. La metáfora migrante. Metafísica y política en El imposible país

Alexander Jiménez. El imposible país de los filósofos. San José:Ediciones de Perro Azul, 2002, 310 pp.

La metáfora migrante. Metafísica ypolítica en El imposible país

de los filósofos

1. Hace rato que la filosofía en Costa Ricasuperó la etapa de la normalización donde la filo-sofía era la filosofía europea sin más. Y hace ra-to que la filosofía participa en la constitución einvención de lo que somos y queremos ser. Aho-ra, la filosofía quiere ser el resultado de la forma-ción, los estudios y las convicciones.

En este sentido, el libro del Dr. Alexander Ji-ménez que tenemos el privilegio de presentarofreciendo interpretación, se inscribe en una tra-dición ya consolidada en el país. Pero, en el mis-mo movimiento de inscribirse en una tradición,este libro se levanta contra un modo de pensamosa nosotros mismos y que el autor llama "naciona-lismo étnico-metafísico":

El nacionalismo étnico-metafísico construye una falsauniversalidad. Da la espalda a las diferencias de clase,de género, de raza, y a las condiciones materiales deexistencia. Está constituido por metafísicos obsesiona-dos con el "ser de la nacionalidad costarricense". Al fi-nal terminan anulando las determinaciones históricas,políticas y sociales. Esta anulación de determinacionesconserva un cierto parecido con la dimensión abstrac-ta de la noción de ciudadanía. Pero la semejanza es su-perficial e irrelevante. 1

Con esta denominación, Jiménez arremetecontra una serie de pensadores costarricenses- ylo hace desde una posición que he elegido nom-brar como la posición de la metáfora migrante.

La migración que asume y propone Jiménezes el tránsito que iría del filósofo metafísico al fi-lósofo democrático. Este último no añadiría más

que un modo de organización y unificación aaquello que ya está pensado popularmente. En elfilósofo democrático hay un saber que no corres-ponde a una voluntad individual sino que, y porel contrario, su pensar es producto de un impulsocultural colectivo.

Obviamente, también la política forma partede ese impulso cultural pero la política lo hace entérminos de cohesión social, de consentimiento yde consenso. Jiménez lo hace desde la posibili-dad de unificación de la crítica. Entonces no hayconceptos arbitrariamente construidos. Las metá-foras, de las que se hace uso y abuso, dicen suorigen, dicen la tradición de donde provienen yde algún modo son susceptibles de formar partede un entramado que se pretende racional.

Jiménez construye una metáfora migrantepara separarse de los discursos inmóviles o esen-cialistas propios de la metafísica y señala con lu-cidez y apasionamiento el movimiento de la filo-sofía vinculada a determinadas actividades cultu-rales o grupos de problemas.

Pero no quiere ser preciso. Las metáforasmigrantes son posibles porque no se inventaronlas equivalencias perfectas. De allí que la metá-fora migrante pueda ser trabajada como una"equivalencia imperfecta" si se me permite estacontradictio in adjecto. Equivalencia imperfectaque se presta a ser el puente de traductibilidadentre cultura, saberes y poderes.

Metáfora es un concepto migrante porquelas metáforas tienen la posibilidad de ingresarproblemáticamente en los más diversos ordena-mientos conceptuales. Pueden usarse con carac-teres débiles e inespecíficos o adquirir connota-ciones dramáticas.

La metáfora migrante le da potencia al discur-so de Jiménez. Pero esta potencia está pensada,

Rev. Filosofía Univ. Costa Rica, XL(102), 149-152, EXTRAORDINARIO, Diciembre 2002

Page 2: Alexander Jiménez. El imposible país de los filósofos. San ... de... · Ediciones de Perro Azul, 2002, 310 pp. La metáfora migrante. Metafísica y política en El imposible país

150 ROBERTO FRAGOMENO

por un lado, en términos horizontales como elpasaje de conceptos por diversos ámbitos: litera-rios, políticos y filosóficos y, por otro, en un sen-tido vertical. De arriba abajo o viceversa. Así, laposibilidad de la migración en el sentido verticalsupone una división en el uso y la expresión delos bienes culturales en donde es posible pensarla transmutación de los temas en sus versionespopulares, políticas y filosóficas.

Por eso Jiménez emplea, por momentos, elconcepto de metáfora como un equivalente dementira y delirio cuando, en manos de un partidopolítico y de algunos filósofos, se emplea comosanción del agotamiento de lo social, como inte-rrupción de la historia viva, como el congelarnien-to y la reducción de la filosofía a mero mecanismoy cuando desplaza a la sociedad como conflicto ala sociedad como técnica policial y/o clientelar.

En un caso, los partidos políticos y la filoso-fía pueden ser vistos como metáforas de la cultu-ra en la medida en que se sitúan, se apropian ytrabajan en el sentimiento y con los pensamien-tos populares. En el otro caso, que es el caso don-de Jiménez centrará su trabajo demoledor, mue-ren como partidos y como filosofía toda vez quese traslapan a técnicas de control, a país imposi-ble, a armonía atornillada, como se deja ver en labellísima portada que presenta este libro.

Y, para esta situación, ha muerto también laidea de que una metáfora sea un momento y unrecurso significativo en la transmisión de conoci-mientos en el interior de una organización social.

2. El nacionalismo étnico-metafísico no pa-rece explicarse por la excelencia de sus contribu-ciones (en verdad, muy discretas) sino por su ca-pacidad para inventar una vertiente de la opinióncolectiva que reclama fijeza, cristalización y fon-do incontaminado. No ofrece un integrado haz desoluciones para los problemas contemporáneospero reclama una inspiración precisa para alcan-zarlos. Toma sus esquemas básicos de interpreta-ción del pasado, de la misma fuente a lo que de-be lo más significativo de sus nociones políticas:el nacionalismo hispánico, la blancura y sus ale-daños en la derecha española.

Lo que hace posible al nacionalismo étnico-metafísco es ser cada vez menos una corriente

historiográfica y cada vez más una construcciónde metáforas respectivas destinadas a dotar de al-curnia tradicional a posiciones políticas.

Pero así la filosofía se muere (y no de risa)por entregarse a una actividad que es más mito-poiética que histórica. Y tampoco hay rescate dela historiografía por la metafísica.

Ciertamente, los partidos políticos quierenque se les ofrezca un entronque privilegiado conel pasado nacional y a los que solo se trata deconfortar con hechos y metáforas seleccionadascon ese propósito. Y mientras la demanda por ta-les producciones se mantenga, sin duda no falta-rán filósofos que se apresuren a satisfacerlas.

Los propósitos del nacionalismo étnico-metafísico no son explorar la estructura y el rit-mo de la historia costarricense sino individuali-zar, en una etapa de ella, un modelo estático pa-ra el presente y el futuro que se ofrezca comoalternativa al progresismo. Se ofrece el aval dela etnicidad para fortalecer la democracia proce-dimental, formal, fría y vacía y, al mismo tiem-po, legitimar un modo de inserción de Costa Ri-ca en el mercado mundial.

Así, el nacionalismo étnico-metafísico creeser un enérgico toque de trompeta que contienelas fuerzas de la Costa Rica plebeya y se asumeen la tarea de ser guía moral de la Costa Ricaeterna, blanca y democrática.

El filósofo Alexander Jiménez los desenga-ña. Y el desengaño es rápido y duro. En manosdel nacionalismo étnico-metafísico la democra-cia no es una manera de distribuir poder políticoen una sociedad. Es un fenómeno ideológicopomposamente llamado metafísica que funcionacomo un profiláctico que hace de la democraciauna vida desapasionada.

Los filósofos del nacionalismo étnico-meta-físico son los que han confiscado la democracia yhan mediatizado al pueblo incluyendo agitacio-nes xenófobas entre sus instrumenta regni.

En el fondo, la metafísica aísla la problemá-tica política de toda clave social haciendo de lademocracia blanca el misterio gozoso de su con-tribución teórica. No hay problemas en este im-posible país: el refugio en la etnicidad es algomás que un expediente temporario. Es un reduc-to inspirador de curiosidades históricas y, según

Page 3: Alexander Jiménez. El imposible país de los filósofos. San ... de... · Ediciones de Perro Azul, 2002, 310 pp. La metáfora migrante. Metafísica y política en El imposible país

EL IMPOSIBLE PAÍS DE LOS FILÓSOFOS

Jiménez, son sus comunes inconsistencias lasque le dan más coherencia al nacionalismo étni-co-metafísico.

Una de estas curiosidades históricas, nuncaacompañada de un análisis serio de las realidadeseconómicas, es la exaltación de la época colonialy el resultado de sus aparentes paradojas del tipo:"nuestra pobreza es nuestra riqueza" o aquelladonde la democracia costarricense es heredera, ala vez de la colonia y de la guerra del 48. En me-tafísica todo se vale: las instituciones son moder-nas, los fundamentos son ante-diluvianos, pro-vienen de los fondos numinosos de la Costa Ricacuasi-eterna. En metafísica el método es el ar-caísmo sistemático.

Si en sus formulaciones doctrinarias el nacio-nalismo étnico-metafísico ha estado muy cercadel Partido Liberación Nacional será porque éstepostula un liderazgo que integra en su séquito atodos los grupos sociales de alguna significacióny, a la vez, los mediatiza enérgicamente estable-ciendo una identificación más estrecha entre lasclases trabajadoras y los consumidores urbanos.

Esta es una tesis fuerte de Jiménez y no ten-go elementos parajuzgarla en toda su dimensión,pero se me antoja incompleta porque falta esaotra corriente cuya influencia se revela más fácilde analizar, aunque Jiménez no la menciona, yque es esa mixtura tan costarricense del catolicis-mo social como versión moderada de lo que, enotros países de América Latina, se conoció comocatolicismo integrista, cuya estrategia política fa-vorece la presencia del estatuto tradicional delcatolicismo en la vida nacional.

Mi sugerencia sería la siguiente: Partido Li-beración Nacional, Iglesia Católica, nacionalis-mo étnico-metafísico y dimensión económica dellazo con el mercado internacional son las cuatropatas del entramado donde hacen sintagma lasmetáforas usadas, la reproducción simbólica dela sociedad y las realidades prosaicas de las desi-gualdades económicas y la dominación política.

Entramado éste que acepta la intervenciónde otros partidos políticos pero que resiste la vi-sualización de la injusticia social y las seduccio-nes de la perspectiva revolucionaria.

Por eso creo que la tesis política de Jiménezes incompleta pues no vincula a esa metafísica

151

con la catequización de la democracia que pro-viene de una iglesia pródiga en la creación demetáforas aún más delirantes que la de los filóso-fos pues son del tipo "creación desde la nada" o"madre virgen". Y tampoco debería pasarse poralto aquella metáfora de procedencia cristiano-medieval que relaciona la blancura con la ausen-cia de pecado.

y esto no sería incompatible con su plan-teo: la metafísica de los nacionalistas étnicosno resuelve los problemas de integración so-cial del mismo modo que no puede taparse elsol con un dedo, y Jiménez es lúcido al insis-tir en que hay que prestarle atención a una fi-losofía que se situaba por encima de las clasesy los actores sociales y culturales para subor-dinarlas a una empresa política y que se haacabado el tiempo de ignorar la supuesta ino-cencia de sus metáforas.

Metáforas que pretendieron ser las guías es-pirituales de una hazaña costarricense: la etnici-dad como madre de la democracia, el capitalismoy los trabajadores. Esta incompatibilidad políti-co-cultural, si no es evidente para los filósofosdel nacionalismo étnico-metafísico, lo es para unlector advertido como Jiménez.

Esta tarea de desmembramiento de la mito-logía oficial fue comenzada en Costa Rica por loshistoriadores críticos. Y acierta Jiménez al remi-tirse permanentemente a ellos y también aciertaal involucrar a la filosofía en esta tarea. De la ma-no de Jiménez y su destreza en el arte de la escri-tura, la caída de esta metafísica es estrepitosa yhace imposible la reconciliación entre tradicio-nes historiográficas y filosóficas costarricenses.Después de este libro no hay espacios identitariosentre los jóvenes filósofos e historiadores con losveteranos de la historia oficial. Se acabó la épocade intercambios de fatigadas cortesías.'.

Llegados a este punto quiero advertir algoimportante. La tesis de Jiménez no se identificamecánicamente con una historia continuada perosubterránea y tan antigua como la misma CostaRica. Su trabajo no tiene nada de decadentista.Refleja, en suma, el descubrimiento de que losprincipios de la terapia metafórica para salvar elorden establecido no son ya funcionales para laconstrucción de una sociedad justa, hospitalaria y

Page 4: Alexander Jiménez. El imposible país de los filósofos. San ... de... · Ediciones de Perro Azul, 2002, 310 pp. La metáfora migrante. Metafísica y política en El imposible país

ROBERTO FRAGOMENO152

libre. Lo que rastrea en el pasado no es un mode-lo para el futuro y si habrá una edad de oro paralos costarricenses, será en el porvenir.

Notas

1. Jiménez, A. El imposible país de los filósofos.San José: Ediciones Perro Azul, 2002, p. 44.

2. Entre otros, Jiménez cita a Luis Barahona, JoséA. Cordero, Guillermo Malavassi, Abelardo Bo-nilla, Hernán Peralta, Carlos Monge Alfaro,Constantino Láscaris y Amoldo Mora. Jiménezagrupa a estos pensadores pero también advier-te que no son homogéneos entre sí. Personal-mente me queda pendiente el caso de AmoldoMora. El pensamiento de este filósofo presentacaracterísticas nacionalistas y un fuerte acentoesencialista en su idea de "identidad" más cer-cana al aristotelismo que al hegelianismo, puesMora parece más preocupado por la identidadcolectiva que por la enunciación colectiva. Ar-noldo Mora parecería orientarse hacia un nacio-

nalismo de izquierda con una estrategia de tin-tes propios del revisionismo tardío: nacionalis-mo versus imperialismo, que me recuerda a losargentinos Hernández Arregui, Carlos Astrada oJ. Cooke como también al panameño RicaurteSoler. Lo que no aparece en el discurso de Mo-ra es el recurso a la etnicidad.

3. Lo que ha provocado la iracunda crítica de DoreliaBarahona en el periódico La Nación del 18 de di-ciembre de 2002 (Ver nota "El invisible sos vos").Si bien la crítica de Dorelia Barahona carece de ri-gor académico (hay párrafos que parecen dirigidospor encono personal más que por análisis serio dellibro en cuestión) creo que amerita alguna aclara-ción: heredemos los miedos, las esperanzas, lasideas, los tics nerviosos y hasta las galletitas. Haycosas que una sociedad no puede no heredar. Here-dar otorga pertenencia, contención, carácter. Perotambién se hereda la potencia de escapar a lasemociones que conjuran los escenarios culturales.y por eso es que podemos preguntamos: ¿que sen-tido tiene pasarse la posta eternamente? ¿Con quédotación genética o histórico-cultural mutan lospueblos? ¿Y el cambio, para cuando?

Roberto [email protected]

Universidad de Costa Rica