22-07-2012 literaria

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SAN MIGUEL DE TUCUMAN, DOMINGO 22 DE JULIO DE 2012 5 a SECCION -¿Se define como un escritor comprometido con la realidad de su tierra? - Evidentemente sí. Por ahí aparece la miseria, la necesidad, el desamparo y el desarraigo; y son los momentos más difíciles. Los momentos en que todos deberíamos mirar la hoja en blanco con mayor lucidez. Entiendo que mi compromiso se hace presente en la prosa. Es cuestión de detectarlo. - Su actividad en el medio se remonta a 40 años atrás. ¿A par- tir de qué momento dijo “soy escritor” y cómo relacionó la lite- ratura y el periodismo? - Nunca dije o digo “soy escritor” porque creo que desde esa frase me equivoco. Lo conceptual se va modificando a través del tiempo. No tengo complejo de escritor, literato y nada referente a este oficio; me gusta escribir y me gusta que la obra salga como un exocet al lector. Nunca relacioné la literatura y el periodismo, no tienen puntos confluentes. - Tuvo el privilegio de crecer al lado de una generación de ta- lentosos, tales como Francisco Galíndez, Mario Casacci, Juan Jo- sé Hernández, Ernesto Dumit, Aurelio Salas, Gerardo Ramos Gu- cemas, Oscar Nóbile, por mencionar sólo a algunos. ¿Considera que se produjo alguna renovación en la cultura local o que todo tiempo pasado fue mejor? - Se dijo alguna vez que nos juntábamos, todos los ilustres que menciona, en una confitería de la época, pero eso es un mito. Sí recuerdo haberlo hecho con María Eugenia Valentié; era muy jo- ven. Con respecto a la renovación en la cultura local, ¡claro que se renovó! La cultura en sí misma es puro movimiento; revive constantemente. Todo tiempo pasado, es pasado, y se vuelve a él sólo para homenajearlo y retroalimentarnos, nada más. Estamos en la espera, en constante espera. - ¿Es relevante para la carrera de un escritor del interior la mi- rada de Buenos Aires? ¿El escritor es universal? - Un escritor no pertenece a ningún lugar, es un vagabundo. No entiendo eso de las regiones y, a esta altura de mi vida, no espero aprobaciones. Las esperé alguna vez. De alguna mane- ra siempre es interesante la mirada, no sólo de la Capital, si- no del mundo, siempre y cuando no venga obnubilada de pre- juicios. - A lo largo de su camino, ¿observa cambios positivos en cuan- to a la relación presupuesto-cultura? - No he visto cambios. Todos son amagues. - Samuel Beckett dijo que la palabra es todo lo que tenemos. ¿Está de acuerdo? Pienso en sus últimos libros y en el uso deli- berado de recursos literarios. ¿Utiliza esto como una metodolo- gía de trabajo? ¿Cuál género literario prefiere? - Estoy de acuerdo con Beckett: la palabra es todo lo que tene- mos, no la lengua, cuidado con las diferencias. Mi metodología de trabajo es variada y la cambio continuamente; no es la misma para la novela, el cuento o la poesía. En cuanto a los géneros, soy un irrespetuoso, pero ya que debo elegir me quedo con el cuen- to breve por una cuestión de economía. - Recomiéndenos alguno de sus libros y cierre esta entrevista. - De mis libros recomiendo la novela El Ángel, por su humor, y Ajuste de cuentos, porque es un caleidoscopio adaptable a lecto- res con necesidades diferentes. Es un libro muy querido porque es una síntesis de mi vida, creo, y lo editó la Secretaría de Exten- sión de la Universidad Nacional de Tucumán. En cuanto a cerrar la entrevista, hay un pensamiento que ronda mi cabeza: la vida es un hermoso grito de amor, interrumpido. © LA GACETA El destacado escritor tucumano, y viejo colaborador de estas páginas, murió el domingo pasado. Pocos meses antes, el autor de El hombre que yo inventé decía que el escritor es un vagabundo, alguien que no pertenece a lugar alguno. También recomendaba, dentro de los libros que integran su obra, la novela El Angel y, además, Ajuste de cuentos, compilación a la que definió como una síntesis de su vida. Por Mónica Cazón PARA LA GACETA - TUCUMÁN Se fue Leda Valladares -foto- y su inagotable talento artístico es rescatado en una sentida evocación de Lucía Piossek Prebisch. En su último libro, titulado -precisamente- Provocaciones, Mario Bunge sostiene que Heidegger no fue filosóficamente nazi. 2 4 LA ÚLTIMA ENTREVISTA A O SV A L D O F A S O LO “La vida es un hermoso grito de amor, interrumpido” MICRORRELATOS * POR OSVALDO FASOLO Deseo Quería ser pez; era pescado. Corazón imbécil Tengo el corazón imbécil. Para colmo…crece. Sueños Soñaba que lo estrangulaban. Despertó. Era cierto. * De su libro Ajuste de cuentos. EL HOMBRE QUE YO INVENTÉ * POR OSVALDO FASOLO Compré un par de zapatos, le puse un par de piernas, luego el torso, los brazos, el cuello, la cara completa, el pelo, y tuve el hombre. Pero un hombre desnudo con zapatos únicamente, únicamente es ridículo. Entonces le puse pantalones, camisa, corbata. - ¡Habla! - le dije, y habló. Me miró (me asusté). - ¡Inventé un hombre! - grité, “inventé una vida”, pensé, y tuve miedo de que me dijeran loco y no me creyeran. Por eso, miré la corbata otra vez, hice un nudo distinto, y apreté, apreté. * Publicado en LA GACETA Literaria el 11 de noviembre de 1973. PERFIL Osvaldo Fasolo nació y murió en Tucumán. Fue escritor, periodista y crítico de espectáculos. Estuvo presente en la radiofonía desde el año 1970 y condujo el programa Perdidos en el paraíso, emitido por Radio Universidad Tucumán. Colaboró en LA GACETA Literaria, La Nación y El Litoral, entre otros medios. Recibió el Primer Premio Bienal de Literatura del ex Consejo Provincial de Difusión Cultural y la Medalla de Oro de la SADE de Tucumán. El año pasado, la Secretaría de Extensión de la UNT bautizó con su nombre una sala del Centro Cultural Virla y fue distinguido con el Broche institucional del Museo de la Casa Histórica. Entre sus libros se destacan El hombre que yo inventé; Iván el yugoslavo; El Ángel y Ajuste de cuentos. SU ÚLTIMO LIBRO UNA PROSA QUE NOS TRANSPORTA A UN COSMOS MISTERIOSO Por César Di Primio Para LA GACETA – TUCUMÁN Ajuste de cuentos (UNT, 2010) nos trae una selección de microrrelatos, de cuentos y de poemas; escritos varios cuya redacción data de los años 70. De anteriores volúmenes pertenecientes al autor, como El hombre que yo inventé o De mil amores, los opúsculos conservan un carácter común, como si se tratara de textos pertenecientes a un único volumen. Algunos curiosamente anecdóticos, otros impactantes, teñidos de crueldad, de historias cotidianas y terribles, los relatos nos abren las puertas extrañas de un mundo extraño, pero real. Valga como ejemplo la experiencia de mundos paralelos que se entrecruzan en Las Manchas, uno de los cuentos; cargado de situaciones comunes y de diálogos de entrecasa, pero narrado con magnética fuerza. El autor despliega una prosa certera, minimalista en algunos casos, florida y populosa en otros. Siempre efectiva. El universo en que suceden las historias es una especie de cosmos misterioso y simple, o viceversa. Con lo cual el lector obtiene resplandores del campo y de la pobre ciudad. El lector ingresa en un tiempo y un espacio sólo recuperable mediante el obstinado recuerdo, o el recuerdo de historias legadas por la tradición. El desenlace trágico, con su espíritu griego y un rostro criollo, acecha permanentemente tras los recodos de las historias. Personajes postrados parecen obsesionar al autor: una cama sudorosa o un pobre padre con los “pulmones enfermos”. En tono siniestro, una broma, un descuido, un juego pueden siempre iniciar un derrotero fatal. El estilo variable del libro, a veces en extremo seco, justo, mínimo pero suficiente, se combina con fraseos largos pero no pesados. La acción en las historias marcha a buen ritmo, ágil, terrible, como en los cuentos de Flannery O’Connor, o como en ese presuroso río de sucesos que ingenuamente llamamos realidad. © LA GACETA

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Domingo 22 de julio de 2012 Literaria LA GACETA

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Page 1: 22-07-2012 LITERARIA

SAN MIGUEL DE TUCUMAN, DOMINGO 22 DE JULIO DE 2012

5aSECCION

-¿Se define como un escritor comprometido con la realidad de su tierra?

- Evidentemente sí. Por ahí aparece la miseria, la necesidad, eldesamparo y el desarraigo; y son los momentos más difíciles. Losmomentos en que todos deberíamos mirar la hoja en blanco conmayor lucidez. Entiendo que mi compromiso se hace presente enla prosa. Es cuestión de detectarlo.

- Su actividad en el medio se remonta a 40 años atrás. ¿A par-tir de qué momento dijo “soy escritor” y cómo relacionó la lite-ratura y el periodismo?

- Nunca dije o digo “soy escritor” porque creo que desde esafrase me equivoco. Lo conceptual se va modificando a través deltiempo. No tengo complejo de escritor, literato y nada referente aeste oficio; me gusta escribir y me gusta que la obra salga comoun exocet al lector. Nunca relacioné la literatura y el periodismo,no tienen puntos confluentes.

- Tuvo el privilegio de crecer al lado de una generación de ta-lentosos, tales como Francisco Galíndez, Mario Casacci, Juan Jo-sé Hernández, Ernesto Dumit, Aurelio Salas, Gerardo Ramos Gu-cemas, Oscar Nóbile, por mencionar sólo a algunos. ¿Considera que se produjo alguna renovación en la cultura local o que todo tiempo pasado fue mejor?

- Se dijo alguna vez que nos juntábamos, todos los ilustres quemenciona, en una confitería de la época, pero eso es un mito. Sírecuerdo haberlo hecho con María Eugenia Valentié; era muy jo-ven. Con respecto a la renovación en la cultura local, ¡claro quese renovó! La cultura en sí misma es puro movimiento; reviveconstantemente. Todo tiempo pasado, es pasado, y se vuelve a élsólo para homenajearlo y retroalimentarnos, nada más. Estamosen la espera, en constante espera.

- ¿Es relevante para la carrera de un escritor del interior la mi-rada de Buenos Aires? ¿El escritor es universal?

- Un escritor no pertenece a ningún lugar, es un vagabundo.No entiendo eso de las regiones y, a esta altura de mi vida, noespero aprobaciones. Las esperé alguna vez. De alguna mane-ra siempre es interesante la mirada, no sólo de la Capital, si-no del mundo, siempre y cuando no venga obnubilada de pre-juicios.

- A lo largo de su camino, ¿observa cambios positivos en cuan-to a la relación presupuesto-cultura?

- No he visto cambios. Todos son amagues.

- Samuel Beckett dijo que la palabra es todo lo que tenemos. ¿Está de acuerdo? Pienso en sus últimos libros y en el uso deli-berado de recursos literarios. ¿Utiliza esto como una metodolo-gía de trabajo? ¿Cuál género literario prefiere?

- Estoy de acuerdo con Beckett: la palabra es todo lo que tene-mos, no la lengua, cuidado con las diferencias. Mi metodología detrabajo es variada y la cambio continuamente; no es la mismapara la novela, el cuento o la poesía. En cuanto a los géneros, soy

un irrespetuoso, pero ya que debo elegir me quedo con el cuen-to breve por una cuestión de economía.

- Recomiéndenos alguno de sus libros y cierre esta entrevista. - De mis libros recomiendo la novela El Ángel, por su humor, y

Ajuste de cuentos, porque es un caleidoscopio adaptable a lecto-

res con necesidades diferentes. Es un libro muy querido porquees una síntesis de mi vida, creo, y lo editó la Secretaría de Exten-sión de la Universidad Nacional de Tucumán. En cuanto a cerrarla entrevista, hay un pensamiento que ronda mi cabeza: la vidaes un hermoso grito de amor, interrumpido.

© LA GACETA

El destacado escritor tucumano, y viejo

colaborador de estas páginas, murió el

domingo pasado. Pocos meses antes, el

autor de El hombre que yo inventé decía

que el escritor es un vagabundo, alguien

que no pertenece a lugar alguno. También

recomendaba, dentro de los libros que

integran su obra, la novela El Angel y,

además, Ajuste de cuentos, compilación a la

que definió como una síntesis de su vida.

◆ Por Mónica CazónPARA LA GACETA - TUCUMÁN

Se fue Leda Valladares -foto- y su inagotabletalento artístico es rescatado en una sentidaevocación de Lucía Piossek Prebisch.

En su último libro, titulado -precisamente-Provocaciones, Mario Bunge sostiene que

Heidegger no fue filosóficamente nazi.

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LA ÚLT IMA ENTREVISTA A

OSVALDO FASOLO“La vida es un hermoso grito de amor, interrumpido”

MICRORRELATOS *POR OSVALDO FASOLO

DeseoQuería ser pez; era pescado.

Corazón imbécilTengo el corazón imbécil.Para colmo…crece.

SueñosSoñaba que lo estrangulaban. Despertó. Era cierto.

* De su libro Ajuste de cuentos.

EL HOMBRE QUE YO INVENTÉ *POR OSVALDO FASOLO

Compré un par de zapatos,le puse un par de piernas,luego el torso,los brazos,el cuello,la cara completa,el pelo,y tuve el hombre.Pero un hombre desnudocon zapatos únicamente,únicamente es ridículo.Entoncesle puse pantalones,camisa,corbata.- ¡Habla! - le dije,y habló.Me miró(me asusté).- ¡Inventé un hombre! - grité,“inventé una vida”, pensé,y tuve miedo de que me dijeran locoy no me creyeran.Por eso,miré la corbata otra vez, hice un nudo distinto,y apreté,apreté.

* Publicado en LA GACETA Literaria el 11 de noviembre de 1973.

PERFILOsvaldo Fasolo nació y murió en Tucumán. Fue escritor, periodista y crítico deespectáculos. Estuvo presente en la radiofonía desde el año 1970 y condujo elprograma Perdidos en el paraíso, emitido por Radio Universidad Tucumán. Colaboróen LA GACETA Literaria, La Nación y El Litoral, entre otros medios. Recibió el PrimerPremio Bienal de Literatura del ex Consejo Provincial de Difusión Cultural y la Medallade Oro de la SADE de Tucumán. El año pasado, la Secretaría de Extensión de la UNTbautizó con su nombre una sala del Centro Cultural Virla y fue distinguido con elBroche institucional del Museo de la Casa Histórica. Entre sus libros se destacan Elhombre que yo inventé; Iván el yugoslavo; El Ángel y Ajuste de cuentos.

SU ÚLTIMO LIBROUNA PROSA QUE NOS TRANSPORTA A UN COSMOS MISTERIOSO

Por César Di PrimioPara LA GACETA – TUCUMÁN

Ajuste de cuentos (UNT, 2010) nos trae una selección de microrrelatos,de cuentos y de poemas; escritos varios cuya redacción data de losaños 70. De anteriores volúmenes pertenecientes al autor, como Elhombre que yo inventé o De mil amores, los opúsculos conservan uncarácter común, como si se tratara de textos pertenecientes a un únicovolumen. Algunos curiosamente anecdóticos, otros impactantes, teñidosde crueldad, de historias cotidianas y terribles, los relatos nos abren laspuertas extrañas de un mundo extraño, pero real. Valga como ejemplo laexperiencia de mundos paralelos que se entrecruzan en Las Manchas,uno de los cuentos; cargado de situaciones comunes y de diálogos deentrecasa, pero narrado con magnética fuerza.El autor despliega una prosa certera, minimalista en algunos casos,florida y populosa en otros. Siempre efectiva. El universo en quesuceden las historias es una especie de cosmos misterioso y simple, oviceversa. Con lo cual el lector obtiene resplandores del campo y de lapobre ciudad. El lector ingresa en un tiempo y un espacio sólorecuperable mediante el obstinado recuerdo, o el recuerdo de historiaslegadas por la tradición. El desenlace trágico, con su espíritu griego y unrostro criollo, acecha permanentemente tras los recodos de lashistorias. Personajes postrados parecen obsesionar al autor: una camasudorosa o un pobre padre con los “pulmones enfermos”. En tonosiniestro, una broma, un descuido, un juego pueden siempre iniciar underrotero fatal.El estilo variable del libro, a veces en extremo seco, justo, mínimo perosuficiente, se combina con fraseos largos pero no pesados. La acciónen las historias marcha a buen ritmo, ágil, terrible, como en los cuentosde Flannery O’Connor, o como en ese presuroso río de sucesos queingenuamente llamamos realidad.

© LA GACETA

Page 2: 22-07-2012 LITERARIA

LITERARIA2 LA GACETA

DOMINGO 22 DE JULIO DE 2012

L A N Z A M I E N T O S / L A G A C E T A L I T E R A R I A / L O S M A S L E I D O S / L A G A C E T A L I T E R A R I A / C R Í T I C A D E L I B R O S / L A G A C E T A L I T E R A R I A

No v e d a d e s

LA CIUDAD Y LOS PERROSMario Vargas LlosaALFAGUARA (743 PÁGINAS)EDICIÓN CONMEMORATIVA DEL CINCUENTENARIOSe llamó inicialmente Los impostores y obtuvo en 1962en España el Premio Biblioteca Breve y el Premio de laCrítica en 1964. Las sucesivas reimpresiones y nuevasediciones lo convirtieron en un clásico deslumbrante.

FRAGMENTOS DE UN REGALOThomas Merton – Victoria OcampoSUR (368 PÁGINAS)El libro recopila las cartas entre Merton y Victoria y lasintercala cronológicamente con las reseñas inicialessobre la obra del estadounidense aparecidas en Sur, yluego, cuando Merton ya es un colaborador de larevista, con los artículos con los que él contribuye.

LABERINTOS DE LA MEMORIA Y DEL OLVIDOCelia AiziczonDE LOS CUATRO VIENTOS (64 PÁGINAS)“La belleza está presente en los versos de este libro(supo describir María Eugenia Valentié), pues labelleza puede encontrarse en el amor y en la muerte,en Eros y Thánatos, en la soledad del mundo o en lacompañía amada”.

CINCUENTA SOMBRAS DE GREYE.L. JamesGRIJALBO (544 PÁGINAS)A la estudiante de letras Anastasia Steele le encarganentrevistar al exitoso empresario Christian Grey. Lapareja inicia una apasionada relación y las peculiaresprácticas eróticas de Grey desconciertan a Ana, quedescubre los límites de sus propios y oscuros deseos...

UNA FORMA DE VIDAAmélie NothombANAGRAMA (150 PÁGINAS)La novelista recibe una carta de uno de sus lectores. Setrata de un soldado norteamericano, Melvin Mapple,que le escribe desde el frente. En Irak, Mapple contraeuna enfermedad, común entre los soldados. Ese cuerpopadeciente será el protagonista absoluto de esta obra.

UN RETRATO PARA DICKENSArmonía SomersEL CUENCO DE PLATA (128 PÁGINAS)Se basa en una fotografía reproducida en el libro. “Esde una niña muy especial, fotografía que su modelo meregaló ya en la edad adulta. La autora enfermó no bienestuvo publicada. La modelo murió seis meses después.Una especie de maldición faraónica”, relató la autora.

LA VACA DE HUMAHUACAMaría Elena WalshALFAGUARA INFANTIL (32 PÁGINAS)Reedición de una colección ilustrada, a todo color,pensada para que los chicos comiencen a leer con laobra de la entrañable María Elena Walsh. Incluye Lavaca estudiosa, Parece que en Japón había un mono...,Estaciones, Canción de tomar el té y El gato confite.

MANUELITA LA TORTUGAMaría Elena WalshALFAGUARA INFANTIL (32 PÁGINAS)Otro de los títulos de la colección de la poeta, escritora,música, cantautora, dramaturga y compositoraargentina. Entre canciones y poemas, incluye En elfondo del mar, una tonina..., Canción tonta, Saben porqué la garza colorada y La Mona Jacinta.

A JUGAR CON EL SAPO RUPERTORoy BerocayALFAGUARA INFANTIL (32 PÁGINAS)Ruperto, el sapo más famoso del arroyo Solís Chico, teinvita a leer y a jugar. Como Ruperto piensa quedivertirse es muy importante, en este libro encontrarás:un cuento, juegos con los personajes de esta historia yuna canción sobre el derecho de los niños a jugar.

RUPERTO ROCANROL Y OTRAS BOBADASRoy BerocayALFAGUARA INFANTIL (56 PÁGINAS)Incluye El increíble caso del cangrejo pirulo, que sólopodría resolver el sagaz sapo detective. Además trae unaedición especial del diario La voz del charco, con lasintimidades de los festejos del cumpleaños de Ruperto, yreportajes a sus amigos y enemigos.

HAY PALABRAS QUE LOS PECES NO ENTIENDENMaría Fernanda HerediaALFAGUARA JUVENIL (200 PÁGINAS)El tímido Julián tiene 15 años y trabaja en la tienda demascotas de su abuelo. Un día es visitado por Franciscaque, muy triste, le pide que encuentre el mejor dueñopara su cachorro: sus padres le impiden quedarse conél. A partir de ese momento, ellos empezarán a construirla más tierna historia de amor y de amistad.

CAPTURADOS EN FOTOGRAFÍAAdaptado por John GreenALTEA (112 PÁGINAS)Cuando Candace encuentra una cámara de tránsito queha capturado las locas aventuras de Phineas y Ferb,está feliz. ¡Ahora puede probar que siempre estántramando algo! Sin embargo, Perry el Ornitorrincoquiere esa misma cámara, ¡porque contiene evidenciade que es el Agente secreto P!

$99

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5$

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Ra n k i n g

FICCIONCINCUENTA SOMBRAS DE GREYE.L. James

FESTÍN DE CUERVOSGeorge Martin

CARTAS MARCADASAlejandro Dolina

JUEGO DE TRONOSGeorge Martin

EL ENIGMA SPINOZAIrvin Yalom

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NO FICCIONENCUENTROSGabriel Rolón

EVITA, JIRONES DE SU VIDAFelipe Pigna

ALMEYDA - ALMA Y VIDADiego Borinsky

LOS HIJOS DE LOS DÍASEduardo Galeano

BIENVENIDO DOLORPilar Sordo

12345

Ra n k i n g

FICCIONCARTAS MARCADASAlejandro Dolina

22/11/63Stephen King

EL ENIGMA SPINOZAIrvin Yalom

JUEGO DE TRONOSGeorge Martin

TORMENTA DE ESPADASGeorge Martin

12345

NO FICCIONENCUENTROSGabriel Rolón

EVITA, JIRONES DE SU VIDAFelipe Pigna

LOS HIJOS DE LOS DÍASEduardo Galeano

STEVE JOBSWalter Isaacson

BIENVENIDO DOLORPilar Sordo

12345

T U C U M A N

LIBRE

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DEL

LIBRO

A R G E N T I N A

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Mario Bunge es filósofo venidodesde la física. Su obra sobreteoría de la ciencia es vasta, pe-netrante y ampliamente difundi-da. En ella se advierte inmedia-tamente al pensador creativo ysumamente ordenado, leíble confacilidad y crítico impiadoso dealgunos temas como la filosofíaacadémica, la universidad lati-noamericana, el psicoanálisis ola pseudo ciencia. Se puede dis-crepar o estar de acuerdo consus ideas, con frecuencia autén-ticas provocaciones, pero resultadifícil negarle originalidad a susplanteos.

Este volumen reúne 40 escri-tos breves donde el blanco cen-tral de sus provocaciones sonlos profesores de filosofía, lasuniversidades latinoamerica-nas y algunas ideologías políti-cas.

Me detendré en sus críticas alos filósofos. Cualquier lectordesprevenido pero interesadoen acercarse a la filosofía, que-dará debidamente informadoque hay dos opiniones vigentesen las facultades de humanida-des sobre quién es el mayor fi-lósofo del siglo XX: Wittgens-tein (según la tradición an-gloamericana) y Heidegger (se-gún la tradición europea) Y sinembargo ambos filósofos hancreado abundante chatarra in-telectual que es alimentada co-mo una hoguera por pensado-res que preceden o continúan aambos próceres filosóficos delsiglo XX.

En la implacable lista de Bun-ge figuran Hegel, Husserl, Ga-damer, Arendt, Derrida, o loslocales Carlos Astrada y Genta,

por ejemplo, entre muchosotros más.

Repetir sin pensarEl mal radical de las faculta-

des de humanidades consiste enrepetir más que en pensar. Ladocencia repite textos como sifuesen libros sagrados y la lla-mada investigación hace lo mis-mo. En consecuencia, no hay ac-titud filosófica entre los filósofosprofesionales.

Me detengo, para mostrar el

estilo del libro, un instante en es-te escrito de Bunge: Heideggerno fue un filósofo nazi. ¿Porqué? Porque aunque fue un “na-zi fervoroso y afiliado al partidodesde el ascenso de Hitler al po-der hasta su suicidio” (p 73) enrealidad su “existencialismo noservía a la causa nazi porque noera heroico sino quejumbroso ynecrófilo…había heredado delprimer existencialista, el teólogoy periodista Soren Kierkegaard,la obsesión por el ‘miedo y el

temblor’, ajenos a los criminalesde guerra que pretendían adies-trar los nazis”.

Destaco, finalmente, cierto airetestimonial (ausente en el restode su obra) que asumen estos es-critos cuando hace referencia asus experiencias como académi-co en Canadá, Argentina o Méxi-co. O cuando alude a su padre ya científicos argentinos, a susvínculos con ellos y con su obra.

© LA GACETA

AUTÉNTICO. Se puede acordar o discrepar con las ideasde Bunge, pero no puede negársele originalidad.

En el universo social que habita-mos puede observarse la vulgari-zación que se hace de la familia ysus vínculos toda vez que se pre-tende describirla. La mención abu-siva de sentimientos de cuya no-bleza no se debe dudar, las pseu-dos reflexiones buscando el impac-to, las cumbias literarias donde elamor sólo baila con la imagen, hoyson pan comido para los paladaresdegradados en el lugar común.

Por eso nos sorprende la exce-lente tarea de Noemí Carrizocuando ilumina, describe y pro-fundiza la dinámica humana en laestructura familiar. Lo hace inteli-gentemente al modo de cuentos

cortos -experiencias únicas y porlo tanto universales-, mostrandola tupida conflictiva familiar, tantoen su desarrollo evolutivo comotraumático.

La ternura -sentimiento supre-mo en proceso de extinción- es tra-tada en el texto como articuladorque crea y armoniza el escenariovincular. Y además con la certezade su objetivo logrado, lo sepa o noel destinatario.

El arte de la autora parece estaren la integración conseguida entrela constante interpelación a la quese somete a sí misma y la observa-ción de sus interlocutores centra-les –casi siempre los hijos.

Conocer y comprender, y luegoescribirlo tal cual fue vivido, hacende estas columnas-libro una parti-cular estética espiritual. Desdedonde se mira está lo que se ve. Y

al mirar los roles familiares “seaprende a ser hijo cuando se espadre y a ser padre cuando se esabuelo”.

Los itinerarios vitales que atra-viesan las etapas de tener, mante-ner y perder, en relación a los hi-jos, harán que la autora vuelva a lacarga diciendo “juntos o lejanos,pegados o desprendidos, arraiga-dos o dependientes, padres e hijoscomponemos la fórmula humanatotal y sin desmedro y sin desmayoy sin claudicaciones, valga lo quevalga y cueste lo que cueste”.

El texto ofrece espacios paraamplias reflexiones. Encontraranlugar ahí los felizmente equivoca-dos como los trágicamente acerta-dos. El problema, entonces, no esel nido vacío sino el nido vaciado,donde los responsables del latroci-nio, los llamados padres, cometen

el error de no pensar a los hijos.No es un libro de autoayuda; aquíno se indica cómo ser sino, másprecisamente, cómo son las cosas.

Un interesante ejemplo, obser-vable en escasas ocasiones, dondeel pensamiento se vuelve filosofía.

© LA GACETA

JORGE ESTRELLA ◆

Ideologías, universidades yfilósofos en el blanco de Bunge

el autor afirma que Heidegger no fue filosóficamente nazi

ENSAYOPROVOCACIONESMARIO BUNGE(Edhasa - Buenos Aires)

ENSAYOEL NIDO VACÍONOEMI CARRIZO(Lea – Buenos Aires)

Las relaciones entre los padres y los hijos

SORPRESA. Noemí Carrizo habla de lafamilia sin caer en lugares comunes.

INFORMATEACA.COM

OSVALDO AIZICZON ◆

Page 3: 22-07-2012 LITERARIA

LITERARIA 3LA GACETA

DOMINGO 22 DE JULIO DE 2012

Temas y personajes: papeles deperiodista recopila artículos y en-trevistas publicadas por el autoren el diario La Prensa, en su ma-yoría, durante largos años en queejerció el periodismo. Sus notaspresentan el doble valor de la tes-timonialidad y de la importanciade los hechos y protagonistas. Así,la llegada del hombre a la luna y el

escalofriante relato de la masacrede Ezeiza, al regreso de Perón en1973, conviven con anécdotas deviajeros por lugares como PearlHarbor, Galicia o Trieste, o las delcatalán que tocó por primera vezel tango en París y las del últimoorganillero de Buenos Aires. Notasimperdibles.

No menos interesantes y valio-

sos son sus reportajes a notablesescritores en la segunda parte dellibro: Borges, Sabato, González Tu-ñón, Marco Denevi, Juana de Ibar-

bourou, Neruda, Camilo José Cela,Arciniegas, García Márquez, Au-gusto Monterroso, Luisa Bombal,José Donoso, Antonio Machado,Clarice Lispector, Ionesco e ItaloCalvino, entre otros.

Papeles de periodista rescatadosde entre arcones con olor a tinta,plenos de recuerdos, de aventurasy de vida; obras de un eximio pe-

riodista y escritor publicados comotestamento para la posteridad ydeleite de los lectores.

Un libro para leer tomando asorbos un café en un día de lluvia,habitados por el asombro, la refle-xión o la nostalgia.

© LA GACETA

Un joven abogado, soltero, espe-cializado en casos de divorcio, seencuentra casualmente con unhombre de mediana edad, profesorde lenguas muertas, e inician undiálogo extenso y variado. ¿De quéhablan dos desconocidos? Ese es elcuerpo de la novela, porque hablande todo... aparentemente. Sólo apa-rentemente. Uno encarna la libertady el desprejuicio; el otro, la mesuray la tradición. Como todos los te-mas, hablen de lo que hablen estosdos hombres, terminan remitiéndo-los a la vida y al amor. Surgen allídos pensamientos antagónicos querozan las costumbres y la moral.Uno defiende lo descartable de lasrelaciones ligeras; el otro, detesta elcarácter frívolo que ha tomado la vi-da. “El matrimonio es para pocos yabruma a la mayoría”, sostiene elmás joven. “Los sueños del futurosólo pueden ser pesadillas, al menospara quienes ya se horrorizan anteel presente” sentencia el más viejo.

Es un texto dialógico que, en defi-nitiva, habla de filosofía pero, lejosde lo que puede suponerse, es su-mamente entretenido, casi imposi-ble de dejar.Allí el mérito de MarkusWerner, que retoma cierta tradiciónde la literatura suiza sustentada enel diálogo, y que tuviera en su com-patriota Friedrich Dürrenmatt auno de sus autores más destacados.

Dos sociedadesPugnan aquí representantes in-

voluntarios de dos sociedades dife-

rentes, que son la misma pero dedistintas épocas: la sociedad de lobanal, por un lado; y la de la sobre-exigencia, por el otro. A partir deesa dicotomía, parece tomar cuer-po la frase de Novalis: “Cuando ve-as un gigante, examina antes la po-sición del Sol; no vaya a ser la som-bra de un pigmeo.”

El atrapante diálogo entre estosdos desconocidos ocupa casi todo ellibro, salvo la tercera parte (la másbreve), donde, a partir de los datosaportados en las dos anteriores, de-riva hacia una suerte de novela po-

licial de tipo deductivo. Eso haceque sintamos el deseo de volveratrás en la novela, para releer algu-nos pasajes desde esa óptica: la po-licial, la que descifra el enigma.

El enigma sempiternoEn la pendiente es la séptima no-

vela del suizo Markus Werner. Setrata de un texto que da cabida auna gran multiplicidad de temasdentro del diálogo de sus protago-nistas: desde las políticas educati-vas hasta la pornografía, desde elmiedo al fracaso hasta el momento

(parece un chiste, pero no lo es) enque el bóxer reemplaza al slip en laropa interior de los hombres. Y porsobre todo ello, un tema insoslaya-ble: el enigma de la naturaleza fe-menina.

En definitiva, este libro (entrete-nidísimo) es un verdadero duelo deideas entre dos individuos muy di-ferentes que, tal vez, tengan máspuntos en común que los que este-mos dispuestos a aceptar.

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¿Cómo definiría su estilo? Es la primera pregunta. Seco, cortante, el nove-lista contesta:

- Un realismo disparatado.

- ¿Reconoce algún antecedente?- Hasta hace poco, reconocía an-

tecedentes, pero después de anali-zarlo mucho comprendí que eranlos críticos quienes me habían he-cho creer en esas influencias. Hoylos únicos antecedentes que reco-nozco son los cuentos que me con-taba mi abuela.

Hay algo de agresivo en las res-puestas y en el tono de su voz. Lo que confirma mi impresión. Es la agresividad de los tímidos. Le pregunto entonces si la transfor-mación operada en los últimos años, especialmente en América Latina, tiende a renovar aspectos formales, o pretende además re-flejar una nueva visión de la rea-lidad.

- Los novelistas como Cortázar,Carpentier, Guimaraes Rosa, Var-gas Llosa y yo mismo -contesta-nos estamos dando cuenta de laverdadera realidad latinoamerica-na y para poder expresarla tene-mos que experimentar nuevas for-mas, que tienden a resaltar másacertadamente esa realidad. Creo

que escribir novelas es contar lascosas que le pasan a la gente. An-tes se daba más importancia alpaisaje, ahora queremos profundi-zar en los caracteres y en eso vaincluido todo: el paisaje, las psico-logías individuales, la situación po-lítica y social. Usted ve que ya nose hacen panfletos, ahora se escri-ben novelas.

-¿Eso quiere decir que la novela es un sucedáneo del libelo?

-No -responde rápidamente-. Lanovela no es un sucedáneo, pero lo

incluye. Una novela auténtica, enestos momentos, necesariamentedebe constituir un testimonio socialy político, pero implícitamente: a

través del hombre, no como se ha-cía antes.

- ¿Cree que puede alcanzar tras-cendencia una novela que se escri-be hoy en América, con una es-tructura y una expresión tradicio-nales, a espaldas de las experi-mentaciones de la novelística ac-tual?

- Yo no niego la novelística ante-rior. Los defectos de que podía ado-lecer no eran el tratamiento, losprocedimientos estilísticos, que noeran malos: había una forma dis-tinta de ver las cosas.

-¿Qué consejo le daría a un joven escritor latinoamericano con voca-ción de novelista?

- Que escriba mucho. El principalproblema de los escritores latino-americanos es que son escritoresde domingo. No se dedican de llenoa la creación.

- De acuerdo -lo interrumpo-, pero tenga en cuenta que mu-chos escritores, aún importantes, deben trabajar en otra cosa para vivir, para dar de comer a su fa-milia…

- No niego que existan esas pre-siones económicas, pero es nece-sario romper con todo, hacer dela literatura el trabajo principal, yde lo demás el secundario. Elgran ejemplo es Cortázar. Los tra-bajos forzados que realizó parasubsistir fueron siempre secun-darios. A un escritor auténtico ledebe importar más su obra quecomer.

* Publicada en La Prensa,junio de 1967

C R I T I C A S D E L I B R O S / L A G A C E T A L I T E R A R I A / C R I T I C A S D E L I B R O S / L A G A C E T A L I T E R A R I A / C R I T I C A S D E L I B R O SC R I T I C A S D E L I B R O S / L A G A C E T A L I T E R A R I A / C R I T I C A S D E L I B R O S / L A G A C E T A L I T E R A R I A / C R I T I C A S D E L I B R O S /

El subtítulo del libro es Eldesafío del emotivismo. Emo-tivismo es la teoría moral delempirista David Hume (1711-1776), escocés cordial y ex-trovertido, amante de la bue-na mesa, solterón codiciado,que entre fiesta y fiesta se hi-zo tiempo para revolucionar

la filosofía occidental, como dice Pablo da Silveira. Para Hume haydos tipos de conocimiento: las relaciones de ideas y las cuestionesde hecho. Y las últimas no son reductibles a las primeras.

Al abordar la moral (y Hume, según Kemp Smith, llega a la filo-sofía por la puerta de la moral), el escocés escribe que la razón esesclava de las pasiones -esto es, de los sentimientos y emociones-y su oficio es obedecerlas. De modo parecido pensaba su granamigo Adam Smith. No dice Hume que tal sea el único oficio de larazón, la razón tiene su oficio en otros campos.

Al empirismo de Hume, el más brillante de la filosofía moderna,se suma en el siglo XX la filosofía analítica, cuyo lema es: la pri-mera tarea del filosofar consiste en la aclaración y dilucidación dellenguaje. Así surge el empirismo analítico, clima conceptual enque Zavadivker elabora su obra, interesante y minuciosa, con cla-ra versación en el tema. Examina el subjetivismo axiológico deHume; luego el primer Wittgenstein, para quien en el mundo nohay valores y por ende no hay proposiciones éticas; a su turno Al-fred Ayer sostiene que los juicios morales no son juicios sobre he-chos, solo expresan emociones.

La tesis expresivista tiene su gran exponente en BertrandRussell, uno de los mayores filósofos británicos del siglo XX y pre-mio Nobel de Literatura en 1950. Con un ejemplo del propioRussell, La belleza es el bien se puede traducir por ¡Ojalá todos losseres humanos amaran la belleza!. La ética, dice, no contieneaserciones que sean verdaderas o falsas sino que expresa un de-seo, de algún modo universal, de los seres humanos… y de los dio-ses, ángeles y demonios, si existen. John Leslie Mackie a su vez hadado el giro ontológico del subjetivismo.

Zavadivker estudia también el asunto desde un lenguaje de se-gundo orden, la metaética. Asume como fecunda la tradición delempirismo analítico, pero confía para ello no en la sintaxis ni enla semántica sino en la pragmática del lenguaje. La argumenta-ción moral, dice, no es mera retórica y es posible hablar de razo-namientos morales válidos e inválidos. El libro está dedicado a lamemoria del recordado filósofo Samuel Schkolnik.

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NOVELAEN LA PENDIENTEMARKUS WERNER(Manantial – Buenos Aires)

CONSEJO PARA EL JOVEN AUTOR. “Qué escriba mucho. El principal problema de los escritores latinoamericanos es que son escritores de domingo”.

FILOSOFÍALA ÉTICA Y LOS LÍMITES DELA ARGUMENTACIÓN MORALNICOLAS ZAVADIVKER(Facultad de Filosofía y Letrasde la UNT - Tucumán)

“Ya no se hacen panfletos: se escriben novelas”

“Una novela auténtica, en estos momentos,necesariamente debe constituir un testimonio social ypolítico, pero implícitamente: a través del hombre”.

CORIOLANO FERNÁNDEZ ◆

Interesante y minuciosaobra acerca de la ética

LA SÉPTIMA NOVELA. Werner retoma cierta tradición de la literatura suiza que se encuentra sustentada en el diálogo.

ROGELIO RAMOS SIGNES ◆

Vertiginoso duelo de ideas en una novela

YOPASOLAVOZ.COM

KULTUR-ONLINE.NET

E N T R E V I S T A A G A B R I E L G A R C Í A M Á R Q U E Z *

Testimonios, anécdotas, ejercicio del periodismo y grandes escritores

COMPILACIÓNTEMAS Y PERSONAJESANTONIO REQUENI(Proa Amerian - Buenos Aires)

HORACIO SEMERARO ◆

el reportaje es un fragmento publicado en el libro Temas y personajes, de Antonio Requeni

Page 4: 22-07-2012 LITERARIA

LITERARIA4 LA GACETA

DOMINGO 22 DE JULIO DE 2012

Mi destino era Vermont. Pe-ro había una escala inelu-dible en Newark, uno delos aeropuertos de NuevaYork. Durante infinitas

noches pensé en la silueta en blanco ynegro de la ciudad. Durante días nubla-dos y fríos imaginé los senderos, las ca-lles imborrables, las notas sincopadas delos conciertos de jazz.

Durante semanas recordé dos esce-nas imposibles de Manhattan, la pelícu-la de Woody Allen que empieza con unadíscola voz en off que confiesa su devo-ción por la ciudad de Nueva York. Cuan-do aterrizamos en Newark la expectati-va reluciente y devota se estrelló. El ae-ropuerto era un mero fantasma de ace-ro y metal, una sombra dilatada y anó-nima.

Mi estadía en Newark no escapó a losdictámenes de las visitas aburridas enlos aeropuertos. Pasé varias horas hastaque el avión despegó hacia Burlington,capital del Estado de Vermont.

La noche antes del vuelo a USA, LuisChitarroni me había revelado que enVermont Hitchcock había filmado Quiénmató a Harry, esa película que narra,con inigualable humor negro, la pesqui-sa tras la aparición de un cadáver que seresiste a descansar en una tumba sin elnombre del asesino. Chitarroni no solome dijo eso, sino que además agregó: co-mo Hitchcock llegó a filmar en la esta-ción equivocada, pidió que le pinten losárboles para que estén acordes con elproyecto original de la película. De modoque Vermont, sin nada a cambio, ya medeparaba una felicidad: pensar en los ár-boles pintados del Mozart del cine.

Cuando el avión salió de Newark, recu-peré el paraíso perdido. Desde el aire, ybajo el color luminoso de un cielo protec-tor, pude ver los meandros de un mapainsólito: Nueva York era un árbol de aguaoscura, con innumerables ramas líquidasy de cemento. Cuando las ruedas del pe-queño avión se elevaron, vi, con una lu-pa incierta e incomparable, los puentes y

los senderos de agua. Desde el aire diá-fano, la ciudad era un laberinto cuyocentro ínfimo y verde era la estatua de lalibertad.

Tal vez ese árbol impensado era el an-ticipo de los árboles de Hitchcock, enVermont. Tal vez ese anagrama de aguay cemento era un anticipo de los múlti-ples árboles silentes de Middlebury.

Al llegar a la solitaria y tranquila ciu-dad, me encontré con Nicholas Durrell,un afable taxista con una pasión escondi-da. Yo no conocía a Nicholas y menosaún esperaba que fuera un elegante ciu-dadano del Imperio Británico que habíavisto la película de Carlos Saura en unescondido cine de una ciudad perdida. Nibien apoyé mi cansado cuerpo en elasiento de su taxi, me habló de las bon-dades del “tiango” y de los difíciles pasosde baile. Luego mencionó que sabía sue-

co y pronunció, risueño, una curiosa fra-se en la áspera lengua nórdica, irrecono-cible.

Nicholas era risueño y lento al hablar,de modo que yo podía seguir sus frasesdesplegadas en un inglés limpio y llenode matices. Con el alto sol en la cara, ha-bló del suelo norteamericano como sifuera un Thoreau del siglo XXI: elogió los

verdes parajes del mundo rural y reme-moró su pasado inglés como si fuera elantecedente único de la gloria actual. Mi-ró una y otra vez por la ventanilla paracontemplar las “vistas” parciales y ro-mánticas del esplendente lago y elogió lalenta vida entre las apacibles montañasde la campiña.

Pero lo que me llamó la atención no fuesu ardua apología del campo. Lo que mesorprendió fue que yo me encontraba un9 de julio fuera del país, y que iba poruna ruta solitaria en el taxi del inglés Ni-cholas Durrell, orgulloso ciudadano bri-tánico.

En medio de la ruta, Nicholas se bajódel auto y compró un paquete de snacks.En ese intervalo existencial, pensé en laindependencia argentina, en la ignoran-cia del pueblo sobre ese pormenor y enlas agitadas discusiones en la casa de Tu-

cumán. Nicholas regresó al auto y me in-vitó las papas saladas. Yo no acepté.

Cansado del monótono color del asfal-to, le pregunté por sus lecturas. Devora-do por la pasión, Nicholas detalló susgustos en materia de arte y me recomen-dó visitar el museo de Shelburne, ciudadde nombre inglés en la que vivía y que,por supuesto, le recordaba su antiguo

abolengo. En ese momento, no quiso ono pudo hablar de sus lecturas.

Cuando nos detuvimos en un super-mercado para que yo hiciera las com-pras, observé, de reojo, que Nicholas lle-vaba al lado de la palanca de cambios,un libro en inglés titulado Estación detrenes. Una historia social. Solo tuve quepreguntar sobre su nombre para que éldesgranara su afición por los trenes ypor las cautivantes historias que se es-conden en los rieles y en las vías. Hablóde las conexiones entre Ana Karenina ylos paseos en la nieve rusa, de Emile Zo-la, de las películas Extraños en un tren eIntriga internacional, de Hitchcock (otravez se aparecía el fantasma del inglés), yde algunas novelas contemporáneas quese demoran en evocar las tragedias enlas ruedas de acero.

Hacia el final de la tarde, ya cuando elsol posaba sus rayos cansados sobre losenormes y silenciosos árboles de Middle-bury, Nicholas soltó una frase: la Argen-tina de Perón tiene mucho que ver conlos trenes.Yo pensé en los trenes inglesespero no dije nada: lo dejé seguir, como sisu redacción oral fuera menos importan-te que lo que mi memoria estaba arman-do en secreto. Mientras Nicholas evocabala materia noble de las máquinas duran-te el gobierno de Perón, yo pensé: ¿sabráNicholas que hoy es 9 de julio? ¿Sabráque los trenes ingleses de su boca sonuna lejana sombra de la independenciaabatida que hoy se festeja en un lejanopaís del cono sur?

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Fabián Soberón – Escritor. Profesor deTeoría y Estética del Cine de la EscuelaUniversitaria de Cine.

Leda fue uno de los seres más origi-nales que he conocido. Tuve el privi-legio de compartir con ella años in-tensos de mi adolescencia y juven-tud, cuando estudiábamos la mismacarrera en la Facultad de Filosofía yLetras, cuando fundamos el Coro

Universitario, cuando cantábamos en el cuartetovocal a capella juntamente con las hermanas Loza-da: Dora y Susana. Pude apreciar de cerca su talen-to artístico inagotable, su tenaz capacidad de traba-jo y su obsesión por la calidad.

Leda viajó por el mundo y el país muchas veces,llevando sus canciones, entre los años 1945 y 1992.Y recibió más de una veintena de premios discerni-dos en nuestro país y en el exterior.

Pero yo querría presentar a Leda con sus propiaspalabras. Para ello hay un documento invalorable:su Autopresentación, texto delicioso, un modelo de

inteligencia, profundidad, gracia inimitable y ter-nura redactado, y leído en nuestro Teatro San Mar-tín, en 1977.

“Todo empezó en el sonajero. Me cobijaba comoel ruido de las puertas y el crujido del mimbre. Des-de la cuna, yo navegaba en los sonidos y su mar deondulaciones, porque antes de mirar al mundo mepuse a oírlo conducida por el sorbo de las cañeríasy los resumideros atragantados. El cencerro de lavaca que venía cada siesta a la puerta de mi casame rodeaba de un caliente resplandor; esa casa dela calle Monteagudo, de número 82, donde el mis-terio zumbaba en sus patios y sus resonantes bal-dosas. Cuando la vaca llegaba con su cencerro, undulce olor a mamadera impregnaba la siesta. A esahora yo estaba en los brazos de mi madre, mi ma-dre en los brazos de la hamaca y el mundo enterohamacado por el balanceo de la vaca y su cencerro.En esas siestas la vaca era diosa de las calles pro-vincianas, madre de los tambos y amparo de loschicos a biberón”.

A partir de 1948, Leda empieza a irse corporal-mente de Tucumán: “A los dos días de recibirme enFilosofía, en el año 48, me embarcaba para Europapor un viaje de seis meses que en realidad duraríaocho años. Ese viaje significó la embriaguez delmundo, el descubrimiento de Europa y mi aterriza-je en la América profunda”.

Francia y los vallesEl segundo viaje a Europa es decisivo. Nace el dúo

Leda y María (María Elena Walsh), que les da famainternacional a ambas. Recuerdo que Daniel Alber-to Dessein, de vuelta por entonces de uno de sus

viajes a Francia, nos contó que en calles de París ha-bía oído tararear y silbar canciones del famoso dúo.

A Leda no le bastaba el solo canto. Fue com-prendiendo que su labor era también la de inves-tigar en los lugares mismos en que se guardan yse elaboran tales tesoros de música y poesía. “Re-vuelvo los Valles Calchaquíes para oír sus gargan-tas abismales. Desciendo más y más a su enigmay comprendo que es música de otras regiones delser, aún secretas, por arcaicas sumergidas. [...]Las grandes academias de canto están en los Va-lles Calchaquíes. Otra medida de la expresión.Otra captación sagrada de la voz y el universo”,dice Leda.

Quizá la Leda más esencial sea la que componesu propia música y escribe poesía con una modali-

dad estética a la que ella misma llamó “estética delvacío”. Estética del rigor, perfeccionista, intransi-gente; de la autenticidad personal y del respetopasmado ante la inmensidad enigmática del mun-do y de los seres humanos, estética ya prefigurada,o mejor dicho, ya nacida y entera en su primer li-bro de poemas, Se llaman llanto o abismo, publica-do cuando apenas era estudiante en nuestra Uni-versidad de Tucumán.

Leda cierra su Autopresentación con estas pala-bras: “Siempre escribí de un solo modo, sin pasarpor modas literarias. No soy consciente de in-fluencias pero debo tenerlas. Sólo sé que Residen-cia en la tierra, de Neruda, revolucionó mis sen-saciones. He perseguido un laconismo sustancialy sé que cada palabra es un tacto en la tiniebla,

una pelea a muerte por un rayo de luz, por unagota de certeza. Y la misión del poema es acompa-ñar en lo inconsolable. Desde la infancia se recibela quemadura metafísica y uno la sigue llevandohasta el fin de sus días. La quemadura del infini-to sonoro y mirable que aparece en cada tarde, encada mirada, ese infinito que sucede ‘entre dosmiradas que se tiemblan’. El rito de vivir es unmirar oyendo sagradamente. Así seguirán misacechanzas hasta que la vejez vaya extendiendosus velos, y pueda entrar, con otros radares, anuevos universos.”

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Lucía Piossek Prebisch –Profesora emérita de la UNT.

“Tal vez ese árbol impensadoera el anticipo de los árboles deHitchcock, en Vermont. Tal vezese anagrama de agua y cementoera un anticipo de los múltiplesárboles silentes de Middlebury”.

L A L E J A N A I N D E P E N D E N C I A

Leda Valladares

“No soy consciente de influencias,pero debo tenerlas. Sólo sé queResidencia en la tierra, de Neruda,revolucionó mis sensaciones”.

La talentosa tucumana, colaboradora fundacional de este suplemento, impregnó a Europa con su música, rescató las voces profundas de

nuestros valles y plasmó una estética rigurosa en sus libros. En 1951, publicaba su primer poema en estas páginas.

POZOS DEL CORAZÓN *POR LEDA VALLADARESPara LA GACETA – PARÍS

Alma a solas con tu muerte:como si escribiendo los huesos te mostraransu locura,su antiguo escalofrío de centinelas.Como si violándote el vacíosaliera lo que sabe a piedray a imposible llanto.

Alma extraviada en tu infinito;has escrito lluvias,soledades a tientasy tristísimas quietudes,como si escribiendo se llorara y se murieray se escuchara la eternidad de un solo horror.

* La GACETA Literaria, 1956.

POEMA *POR LEDA VALLADARESPara LA GACETA – Tucumán

Hace hondo,hace alma,hace amor a llantoy un olvido de mundo.

Yo siempre,en la lluvia,yo, desde la vida.

Hace alma,y destila.Un desatino de brazos,un algo de mundode nuevo entre la muerte.

Hace siempre,hace,solamente hace.Y yo,desde la vida.

* LA GACETA Literaria, 1951.

Miró una y otra vez por la ventanilla para contemplar las“vistas” parciales y románticas del esplendente lago yelogió la lenta vida entre las apacibles montañas de lacampiña. Pero lo que me llamó la atención no fue suardua apología del campo. Lo que me sorprendió fue

que yo me encontraba un 9 de julio fuera del país, y queiba por una ruta solitaria en el taxi del inglés Nicholas

Durrell, orgulloso ciudadano británico.

◆ Por Fabián SoberónPARA LA GACETA - VERMONT (EE.UU.)

RECORDANDO A

◆ Por Lucía Piossek PrebischPARA LA GACETA - TUCUMÁN