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ORGANIZACIÓN Y ECONOMÍA POPULAR Emilio Pérsico Juan Grabois NUESTRA REALIDAD Cuadernos de formación para trabajadores, militantes, delegados y dirigentes de organizaciones populares 1

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Emilio PérsicoJuan Grabois

NUESTRAREALIDADCuadernos de formación para trabajadores,

militantes, delegados y dirigentes de organizaciones populares

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NUESTRAREALIDAD

Por una sociedad sin esclavos ni excluidosPor una economía al servicio del pueblo

Por la unidad de los trabajadores y los humildes

¡ Sin poder popular no hay justicia social !

Page 3: 1 NUESTRA REALIDAD

NUESTRA REALIDADPRIMER CUADERNO

Cuadernos de formación para trabajadores, militantes, delegados y dirigentes de

organizaciones populares

Ilustraciones: Esteban Videla Rocher

ISBN 978-987-3711-01-5 (Cuaderno I)ISBN : 978-987-3711-00-8 (Obra Completa)

1era. Edición

Abril 2014

Diseño gráfico: Tomás Vallone

Se termino de imprimir en Buenos Aires

por cooperativa gráfica Punto Sur

Pérsico, Emilio Miguel Angel Organización y economía popular : nuestra realidad Emilio Miguel Angel Pérsico y Juan Grabois. - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : CTEP - Asociación Civil de los Trabajadores de la Economía Popular, 2014.v. 1, 79 p. ; 0x0 cm.

ISBN 978-987-3711-01-5 1. Política Argentina. I. Grabois, Juan II. TítuloCDD 320.82

Page 4: 1 NUESTRA REALIDAD

INTRODUCCIÓN ............................................................................. Pág 1

1 - LA LÓGICA QUE MUEVE AL MUNDO ................................. Pág. 5

2- UN POCO DE HISTORIA SOCIAL ........................................... Pág. 8

3- EL ROSTRO DE LA INJUSTICIA SOCIAL HOY ..................... Pág. 14

4- EXPLOTACIÓN INDIRECTA ..................................................... Pág. 18

5- UNA ECONOMÍA A TRES VELOCIDADES: .......................... Pág. 21

EN AVIÓN, EN TREN Y EN CHANCLETAS

6- LA FRAGMENTACIÓN DE LA CLASE .................................. Pág. 24

TRABAJADORA: EL AGUA, LA LECHE Y LA CREMA

7- LOS TRABAJADORES DE LA .................................................... Pág. 27

ECONOMÍA POPULAR Y SUS CUATRO FRACTURAS

8- LA ECONOMÍA POPULAR DE CERCA .................................. Pág. 31

9- UNIDAD PRODUCTIVA POPULAR ........................................ Pág. 33

10- OFICIOS POPULARES:

NUESTRA CULTURA DEL TRABAJO .......................................... Pág. 37

DATOS IMPORTANTES ................................................................. Pág. 55

RESÚMEN VISUAL .......................................................................... Pág. 58

ANEXO .............................................................................................. Pag. 60

ÍNDICE

Page 5: 1 NUESTRA REALIDAD

INTRODUCCIÓN

Estamos convencidos de que el capitalismo ha entrado en

una nueva etapa, una etapa en la cual el trabajo asalariado ha

dejado de ser la relación social predominante del sistema

socioeconómico. La globalización excluyente que depreda la

madre tierra, todo lo privatiza y le quita el alma, ha llevado la

injusticia social a tal extremo que ser explotado en las

condiciones legales vigentes es un verdadero privilegio.

Las conquistas del movimiento obrero son casi piezas de

museo, patrimonio de una porción cada vez más pequeña de la

clase trabajadora. La mayoría de nuestros compañeros no tienen

un patrón que quiera comprar su fuerza de trabajo a cambio de

un salario relativamente digno. Sin embargo, estos compañeros

de algo viven y no precisamente del aire o la caridad de los

poderosos. No se trata únicamente de la magra asistencia y los

miserables subsidios que el Estado reparte para contener a esta

masa de hermanos marginados de todo; nuestros compañeros se

inventaron su propio trabajo, allá en el barrio, en el subsuelo de

la Patria, en las periferias olvidadas por todos.

Muchos changuean, trabajan por cuenta propia, en familia y

hasta en cooperativas que los sectores populares fuimos

construyendo en los últimos años. Otros, con peor suerte, son

sometidos a nuevas formas de esclavitud porque sólo la

superexplotación del trabajo permite algun nivel de ganancia

para las empresas tecnológicamente atrasadas.

Al menos dos generaciones de argentinos no conocen la vida

de la empresa, la fábrica, el taller, nunca gozaron de un sueldo

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Page 6: 1 NUESTRA REALIDAD

digno, vacaciones, aguinaldo, obra social ni un sindicato que los proteja de los abusos. No conocen el concepto de huelga porque nuestra lucha está en las calles y los piquetes, en las fábricas quebradas y tierras tomadas. No se trata ya de disputar la plusvalía de tal o cual empresario sino de arrancarle al conjunto de los ciudadanos socialmente integrados el mero derecho a la subsistencia.

La contradicción fundamental en nuestra sociedad es cada

día más clara: están los que caben y los que sobran. Los

integrados y los excluidos. Los que son útiles para el proceso de

acumulación capitalista por un lado; los “residuos sociales” que

ensucian y amenazan la civilización burguesa por el otro. Los

que comen en la mesa y los que juntan las migajas.

Estos cuadernos están dedicados, inspirados y dirigidos a

los excluidos, a los marginados, a "los que sobran", a los últimos

de la fila... A esos compañeros que sufren en su carne las

injusticias del capitalismo y a quienes dedicamos toda nuestra

militancia. Los compañeros que tuvieron que salir a inventarse

el trabajo, revolver la basura en la noche fría para juntar plástico,

papel y cartón, pasar noches en vela para recuperar la empresa

quebrada, vender baratijas en trenes y colectivos, aprender a

producir artesanías para subsistir, tirar la manta en la calle frente

a la mirada adusta de la policía, bancar la parada en la feria, salir

con el carro a caballo a fletear, subirse a la moto arriesgando la

vida para llevar mensajes y encomiendas, cultivar la tierra frente

a la amenaza constante del agronegocio, sostener un

emprendimiento familiar ante la competencia de los capitalistas,

pintar una escuela o barrer las calles por un mísero subsidio,

cuidar chicos en el barrio, cocinar en los comedores, trabajar en

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Page 7: 1 NUESTRA REALIDAD

3

espacios comunitarios… Todos estos compañeros fueron creando, desde esos basurales sociales, ejemplos de trabajo, organización, lucha y dignidad. Lo que nosotros llamamos “Economía Popular”.

La economía popular no está aislada de la economía global

de mercado. Los puntos de conexión son múltiples tanto a nivel

de la producción como del consumo. La propaganda incesante

nos arrastra al consumismo y muchas actividades populares

integran cadenas de valor de grandes empresas. Incluso el sector

financiero concentrado se beneficia de los intereses usurarios

que los pobres pagan por los préstamos personales.

Sin embargo, la economía popular tiene una característica

que la distingue: los medios de producción, los medios de

trabajo, están en manos de los sectores populares. De ahí que nos

atrevemos a soñar con un proceso de auto-organización de

nuestros compañeros que permita erradicar las tendencias

patronales del seno de nuestro pueblo pobre y construir una

economía popular comunitaria, solidaria, fraterna, socialmente

integradora.

La economía popular fue creciendo como hierba silvestre o,

si se quiere, como un árbol torcido. Basta ver las ferias de La

Salada, los talleres clandestinos o los galpones de reciclado para

notarlo. En general, prima la ley de la selva. Los de abajo

reproducimos la lógica de los de arriba. Estamos convencidos

que sólo la intervención consiente, constante y comprometida de

la militancia popular puede enderezar el árbol, disputando en el

territorio, en las unidades productivas y en el propio Estado

para avanzar en las conquistas sociales de nuestros compañeros.

Page 8: 1 NUESTRA REALIDAD

4

En este proceso de trabajo, organización y lucha, si Dios

quiere, iremos sembrando en la conciencia, el corazón y la

experiencia de todos nosotros la semilla del hombre nuevo, de

un nuevo paradigma social para enfrentar al “dios dinero”,

superar el capitalismo y construir una sociedad de hermanos,

libres e iguales.

Lo que tenés en tus manos no es más que una pre-edición de

una colección de Cuadernos de Economía Popular que

redactamos para aportar en este proceso. Son meros borradores

que mandamos a la imprenta para llegar a distribuirlos durante

el “Taller Latinoamericano de Organizaciones de Trabajadores

Informales / Populares” que se realizará en la sede nacional de la

Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP)

entre el 19 y el 21 de marzo 2014 de cara a la discusión de la 103ª

reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo (CIT - OIT)

dedicada a “La transición de la economía informal a la economía

formal”.

Con las necesarias disculpas por las innumerables

omisiones, errores de ortografía, redacción, datos estadísticos,

etc. les dejamos esta edición preliminar de los Cuadernos.

Aunque los textos se basan en la experiencia Argentina, en

particular en la de la CTEP, esperamos sean de utilidad para los

compañeros y organizaciones de los hermanos países de la Patria

Grande.

Buenos Aires, 17 de marzo de 2014Juan Grabois

Page 9: 1 NUESTRA REALIDAD

1LA LÓGICA QUE MUEVE

AL MUNDO

Casi todas las cosas que se producen en el mundo, desde los

alimentos hasta los autos, desde las remeras hasta las

computadoras, desde las películas hasta la música, desde la

cerveza hasta la cocaína, desde los medicamentos hasta los

libros, todas esas cosas que se producen, se consumen y se

descartan, se producen, se consumen y se descartan bajo la lógica

del capitalismo.

Esto no quiere decir que algunas mercancías no sean

necesarias, útiles o bellas; pero está claro que se producen sólo en

la medida que generen ganancia para los capitalistas. Ellos, a

través de la propaganda, nos arrastran al consumismo, es decir, a

comprar compulsivamente mercancías que no necesitamos, que

incluso nos hacen mal. También nos lavan la cabeza con marcas,

modas y conductas que sólo sirven para que ellos acumulen

dinero.

El capitalismo hoy es una compleja red global de empresas

multinacionales, bancos, medios de comunicación y grupos

económicos que de una manera u otra se apropiaron del grueso

de las riquezas naturales o artificiales- que los trabajadores,

nuestros padres, abuelos, bisabuelos, tatarabuelos creamos o

conservamos durante siglos de trabajo y sacrificio. Aunque

hemos perdido la memoria histórica, no hay que olvidar que

todo los que hay fue construido o cuidado por los pueblos del

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Page 10: 1 NUESTRA REALIDAD

mundo durante milenios.

El 1% de los habitantes de la tierra, una verdadera

oligarquía internacional, acumula hoy el 70% de la riqueza existente. Nosotros somos el 99% restante, los Pueblos de todo el mundo. Sobrevivimos compitiendo ferozmente entre nosotros para quedarnos con una parte mayor de ese 30% restante y así, muchos de nosotros, más de dos mil millones de hermanos nuestros de todas las naciones pobres viven en la miseria.

¿Sabías que 85 personas ricas, sólo 85 personas, tienen más

riquezas que 3.000.000.000 millones de personas pobres? Con

repartir lo que tienen estos señores no habría más hambre, ni

faltaría trabajo ni vivienda para nuestros compañeros.

¿Sabías que 147 grupos económicos controlan las 49.000

empresas transnacionales más grandes del mundo? Aunque

veamos distintas marcas -Gillete, Wallmart, Carrefour,

McDonalds, Disney, Esso, Shell- ¡todas estas empresas están

interconectadas y la plata se la llevan los mismos grupos!

Estas horribles desigualdades, esta espantosa concentración

de la riqueza, tiene su causa en el pecado original del

capitalismo: la idolatría del dinero.

¿Qué quiere decir esto? Que los poderosos hacen lo que sea

para obtener el mayor beneficio económico con el menor costo

posible. No importa si hay que echar empleados, no importa si

hay que explotar obreros, tampoco importa esclavizar

migrantes, no importa si se destruye el medio ambiente, no

importa si se arrebata tierras a los campesinos e indígenas, no

importa nada. Solo importa ganar, ganar, ganar dinero.

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Page 11: 1 NUESTRA REALIDAD

El resultado de este paradigma de la ganancia es, fue y será

la injusticia social. En los últimos años, la situación fue de mal en peor. Así, desde mediados de la década de 1970, cuando el capitalismo entro en su fase neoliberal, la parte de la torta que se quedan los ricos aumentó a costa del pedacito que nos dejan a los demás.

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Page 12: 1 NUESTRA REALIDAD

2UN POCO DE HISTORIA SOCIAL

La tierra, sus frutos y todos los bienes que existen en el

mundo, están allí o, si se quiere, han sido creados para que los

seres humanos los cuidemos, compartamos y disfrutemos como

hermanos. Sin embargo, hemos visto que a lo largo de la historia

de la humanidad, un pequeño sector, una minoría, se apropia y

encanuta la mayor parte de estos bienes, por la violencia, la

represión o por la explotación de nuestro trabajo. Esa minoría

pretende imponer una cultura, una mentalidad, una forma de

Estado, un modelo económico.

Sin embargo, a lo largo de la historia, también ha habido

luchas y resistencias de las mayorías populares para que la tierra

y los bienes se repartan mejor, con más equidad. Los

trabajadores siempre lucharon por mejorar sus condiciones de

labor y su parte en el injusto reparto de las riquezas. Los pobres

siempre lucharon por su dignidad, aunque sus luchas fueron

silenciadas a sangre y fuego.

En distintas etapas algunos se animaron a soñar una

sociedad totalmente fraterna, de paz y justicia, donde cada uno

aporte según su capacidad y reciba según su necesidad. Esta fue,

es y será nuestra utopía.

Para los cristianos, el Reino de los Cielos es la forma en que

el Evangelio llama a ese estado de justicia, paz y hermandad que

debería reinar entre los hombres después de la vuelta de Jesús.

Esto no quiere decir que debamos quedarnos de brazos cruzados

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Page 13: 1 NUESTRA REALIDAD

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hasta que eso suceda: Dios nos convoca a empezar a construir el Reino aquí y ahora.

No hace falta ser cristiano, sin embargo, para luchar por la

igualdad. Personas de distintas culturas e ideas pelearon por esta

utopía, de acuerdo a las características de su tiempo y lugar.

En la antigüedad, por ejemplo, los esclavos lucharon por su

libertad. La revolución espartaquista, un levantamiento de

esclavos liderado por Espartaco, fue el ejemplo más conocido.

Después de sangrientas batallas, consiguieron que los traten

mejor, e incluso que en muchas partes deje de haber esclavos y

amos. Se transformaron en campesinos libres o siervos.

Luego, durante la época feudal, los siervos, campesinos,

artesanos y comerciantes, incluso algunos mercaderes ricos, se

unieron para terminar con la nobleza. Los nobles, aunque no

tenían esclavos, sí tenían el control de la tierra y las armas,

asfixiaban a los campesinos con los impuestos e impedían el

desarrollo de la industria en las ciudades. La revolución francesa

fue el momento más importante de la lucha de los pueblos contra

el feudalismo. Su lema era: igualdad, libertad, fraternidad. Sin

embargo, los mercaderes y empresarios ricos traicionaron la

revolución y se transformaron en la burguesía capitalista.

También en nuestros tiempos existieron otros movimientos

que plantearon este objetivo de igualdad, esta vez junto a los

obreros, contra los capitalistas. Durante los siglos IX y XX, los

socialistas, anarquistas y comunistas, con distintos matices,

proclamaron la necesidad de distribuir los bienes y el trabajo de

manera equitativa para que dejen de existir distintas “clases

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sociales”. Para lograrlo, reclamaban que los obreros industriales se unan para liberarse de la explotación capitalista.

En algunos países, estas ideas tuvieron un gran éxito. En

1917 la revolución rusa de octubre, liderada por Vladimir Lenin,

instauró el primer estado socialista en el mundo. La experiencia

duró muchos años y se expandió a otros tantos países. En 1943 se

produjo la gran revolución china, liderada por Mao Tse Tung y

ya un tercio de la humanidad vivía en países que querían

construir una sociedad sin clases. En América Latina, Fidel y el

Che lideraron la revolución cubana. Sin embargo, por errores,

crímenes, corrupción y traiciones de algunos de sus dirigentes, y

por el ataque de las potencias imperialistas, la mayoría de los

países socialistas se derrumbaron y volvieron al régimen

capitalista.

En esa misma época, hubo también hombres y pueblos que

creyeron se podía lograr una sociedad justa sin necesidad de

terminar con las clases sociales. La lucha de los sindicatos

permitió grandes reformas sociales que se concretaron en los

llamados “estados de bienestar” que durante muchos años

permitieron la vida feliz para los trabajadores y sus familias.

Seguía habiendo clases sociales pero los obreros y los humildes

tenían un piso de derechos que nadie les podía quitar. Incluso, se

distribuyeron tierras entre los campesinos.

En nuestro país, el movimiento peronista se propuso como

objetivo alcanzar la justicia social, es decir, que aún en una país

con empresarios y obreros, personas más ricas y otras más

humildes, existiera un equilibrio que permitiera que todo el

pueblo de la nación viva en condiciones dignas, de paz y

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prosperidad para todos. Para eso, nuestra patria debía ser económicamente y políticamente independiente de las grandes potencias como EEUU e Inglaterra.

Para el “justicialismo”, la doctrina de Perón, salud,

educación, vivienda, salarios dignos, jubilaciones decentes,

tierra para los campesinos y un cuidado prioritario de los niños

eran un requisito indispensable para la convivencia social. La

consigna era: “donde hay una necesidad nace un derecho” ¡Y

nuestro pueblo llegó a lograrlo!

Sin embargo, en la década de 1970, los capitalistas se

pusieron de acuerdo y comenzaron una ofensiva contra los

pueblos del mundo. Inventaron el neoliberalismo, privatizaron

todo lo público, destruyeron las leyes laborales, sacaron la plata

de las fábricas y la pusieron en los bancos dejándonos sin laburo.

Todo esto pudieron hacerlo reprimiendo la resistencia de los de

abajo, pero nos ganaron la pulseada.

Cuando todo parecía perdido y los de arriba anunciaban “el

fin de la historia”, como diciendo, “ya está, ya ganamos, a joderse

y bancarse el capitalismo para siempre”, nosotros nos

empezamos a mover de nuevo. La rebelión zapatista en 1994

(México) y el levantamiento del Movimiento Bolivariano

Revolucionario en 1999 (Venezuela) preanunciaban la marea

popular que se avecinaba.

El Siglo XXI se abrió con grandes cambios. La rebelión

popular argentina del 20 de diciembre de 2001, el surgimiento de

gobiernos populares en nuestra América Latina, el crecimiento

del movimiento “antiglobalización” en el primer mundo, la

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crisis financiera internacional y el desempleo masivo en los países ricos cambiaron el panorama.

También vimos terribles guerras, la violencia expandida, el

narcotráfico reinante, la exclusión social, la trata de personas, el

trabajo esclavo, la destrucción del medio ambiente, todas

realidades que amenazan la subsistencia de la Madre Tierra.

Todas estas novedades nos muestran que se está

escribiendo un nuevo capítulo en la historia de la humanidad, un

capitulo que nos convoca a ser protagonistas y redoblar

esfuerzos en la lucha por la justicia social y la liberación de los

Pueblos.

En el próximo capítulo, vamos a ver más en detalle cómo nos

golpea esta lógica de la ganancia que mueve al mundo, como se

expresa hoy la injusticia social.

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Page 18: 1 NUESTRA REALIDAD

3EL ROSTRO DE LA

INJUSTICIA SOCIAL HOY

Dijimos que la exclusión es la cara de la injusticia social hoy.

Excluir es dejar afuera de algo: el capitalismo hoy nos deja afuera

a muchos de la posibilidad de disfrutar una vida social plena, nos

roba la posibilidad de construir un proyecto de vida insertos en

una comunidad, ser parte de un pueblo, tener Patria.

Tradicionalmente, la vida social se ordena sobre la base del

trabajo. Uno piensa en su existencia, su familia, la educación de

los pibes, la vivienda, todo, sobre la base del trabajo. Incluso, la

organización popular siempre estuvo vinculada al trabajo.

Entonces, al robarnos el trabajo digno, sacarnos todo lo demás es

mucho más fácil. Compañeros: para entender lo que pasa, ¡El

trabajo es la clave!

Pero si dijimos que los capitalistas necesitan explotar

obreros para “maximizar la ganancia” ¿Por qué en vez de

explotarnos nos dejan afuera? ¡Es que los capitalistas ya no nos

necesitan a todos! y mucho menos pagando buenos sueldos...

Ahora sobramos, no nos quieren ni siquiera para explotarnos.

Para ellos sería mejor que directamente nos extinguiéramos

como los dinosaurios, sería mejor si una bomba nuclear arrasara

con todas las barriadas pobres del mundo… por lo menos que

nos quedáramos mansitos en la villa, en el barrio, viviendo como

podamos, con asistencia social, changueando y matándonos con

el vino, la cerveza, el paco, la merca o a los tiros. Pero nosotros

aunque no les guste creamos, trabajamos, nos organizamos,

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Page 19: 1 NUESTRA REALIDAD

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hacemos deporte y luchamos por nuestros derechos.

Los capitalistas no nos necesitan como obreros porque con el

desarrollo tecnológico -la automatización, la robótica, la

cibernética, la informática y la biotecnología- se pueden producir

muchísimos bienes sin necesidad de tantos trabajadores.

Nuestros ancestros fabricaron máquinas que pueden hacer

muchas cosas que antes requería trabajo humano, pero en vez de

usarse para que todos tengamos más tiempo para disfrutar en

familia, se pusieron únicamente al servicio del Capital. Un

empresario estadounidense muy importante lo dijo clarito: “la

industria que no se automatiza, desaparece porque pagando

sueldos deja de ser competitiva”.

Las cosas no son más como antes. Por ejemplo: hoy para

producir 500 hectáreas de soja transgénica se requiere un sólo

puesto. ¡Antes, esas 500 hectáreas necesitaban el trabajo de 150

personas! Para producir un auto se requiere ¡la mitad de obreros

que hace 50 años!

La ecuación es simple: cuando una empresa incorpora más

capital constante (maquinaria) y mejora la tecnología, aumenta

la productividad. Esto lleva a que la empresa produzca más por

cada trabajador, generando una mayor plusvalía per cápita y

aumentando los niveles de concentración económica.

+ CAPITAL + TECNOLOGÍA + PRODUCTIVIDAD=

- TRABAJO + PLUSVALÍA + CONCENTRACIÓN

Ley de acumulación económica

Page 20: 1 NUESTRA REALIDAD

¿Qué es la plusvalía?

Es la parte que los empresarios se quedan del trabajo de los

obreros para tener ganancia. En una fábrica, dos costureros trabajan digamos ocho horas y les pagan 200 pesos por día a cada uno, más 50 que se van en cargas sociales. En esas ocho horas fabrican entre los dos 50 remeras (25 cada uno) que se vende a 20 pesos. El costo de la tela y el hilo para cada remera es de 10 pesos. Además, cada día consume 200 pesos de electricidad, gas, etc. ¿Cuánto gana el patrón? 50 remeras x20 pesos: 1000 pesos. 1000 pesos 200 de gasto 400 de salario 100 de cargas sociales = 300 pesos ¡Esa es la plusvalía! Son 150 pesos diarios que gana por cada obrero (plusvalía por capita). Ahora, imagínate que el patrón consigue una máquina mejor permite hacer el doble de remeras (100) por día… ¡el patrón va a pagarle lo mismo a los obreros y gana el doble de plata! Pero eso no es lo peor, imagínate que no tiene a quien venderle las 50 remeras adicionales, ¿sabés lo que va a hacer? Va a echar a un costurero y el otro va a producir las 50 remeras con la nueva máquina en ocho horas. Si se queja, por ahí le tira un aumentito… Pero siempre aumenta más la plusvalía, disminuye el trabajo, el sueldo con suerte aumenta poco. ¡Eso pasa con las mejoras tecnológicas en el capitalismo!

Pongamos otro ejemplo: En 1960, la industria azucarera

ocupaba a unos 41.000 trabajadores para producir un millón de toneladas anuales. A partir de la mecanización del 78% de la cosecha de la caña de azúcar, hoy produce el doble (dos millones de toneladas por año) y ocupa 23.000 trabajadores registrados menos. Aunque las condiciones de trabajo de estos compañeros siguen siendo muy malas, han mejorado sensiblemente a partir de la mecanización de la industria ¡pero los demás se cayeron del mapa!

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Page 21: 1 NUESTRA REALIDAD

Esto nos pone ante dos paradojas: la de la productividad y la del crecimiento.

La primera paradoja, la de la productividad, es que el

desarrollo de las fuerzas productivas, es decir, el aumento de la productividad del trabajo mediante la incorporación de tecnología, permite mayores volúmenes de producción en menor tiempo, genera más ganancias con menores costos, y hasta mejores salarios para los trabajadores. Pero del mismo modo destruye puestos de trabajo y arroja a miles de compañeros a la exclusión.

La segunda paradoja, la del crecimiento, es que el

crecimiento del total de lo que se produce en el país (PBI) en el actual modelo de desarrollo, si bien refleja la incorporación de tecnología, el aumento de las inversiones, una mejora en la productividad y buenos rendimientos para las empresas, tampoco garantiza trabajo para todos. Por eso decimos:

DESAROLLO Y CRECIMIENTO

no es igual a

TRABAJO Y DIGNIDAD

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4EXPLOTACIÓN INDIRECTA

Cuando decimos que el Capital no nos quiere ni para

explotarnos, decimos una verdad a medias. En realidad, sólo nos

expulsa del trabajo formal con plenos derechos, pero a muchos

nos explota de manera indirecta.

¿Cómo hace para explotarnos sin que siquiera nos demos

cuenta? Lo que sucede es que aunque nos nieguen los derechos

laborales, ¡nosotros trabajamos! Y casi siempre, nuestro trabajo

termina beneficiando a las grandes empresas.

Veamos algunos ejemplos prácticos:

• Los cartoneros aportan materia prima para la industria

del cartón (Zucamor), papel (Smurfit) y plástico (Danone)

a precios bajísimos. Esta materia prima se utiliza luego

para la producción de grandes marcas como Coca Cola.

• Los trabajadores de la agricultura familiar proveen el

fruto de la tierra y el trabajo a las grandes empresas

tabacaleras (Philip Morris), yerbateras (Rosamonte),

lácteas (La Serenísima), etc. que luego los industrializan y

distribuyen los productos, quedándose con la parte del

león.

• Los trabajadores costureros de talleres clandestinos son

sometidos a extensas jornadas de trabajo para beneficio

18

Page 23: 1 NUESTRA REALIDAD

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de las grandes marcas (Kosiuko, Nike, Adidas, Mimo, Levis, Cheeky) pues el taller se queda con una pequeña porción de las ganancias y, aunque verdugos de nuestros compañeros, son a la vez explotados por los de arriba.

• Los vendedores ambulantes distribuyen masivamente

productos de primeras marcas multinacionales: café,

helado, gaseosas, golosinas y casi todo lo que venden

nuestros compañeros en la vía pública termina en los

bolsillos de las grandes empresas.

Como vemos, los trabajadores de la economía popular

producen un excedente que, por pequeño que sea, es

reapropiado por el mercado capitalista a través de mecanismos

de explotación indirecta.

Podría decirse que hay muchos compañeros que no

integran ninguna de las cadenas de valor de las grandes

empresas: los artesanos, por ejemplo, que con piedras y

alambres, cartón o madera, hilo o tela, hacen hermosas

artesanías. También de todos los servicios que nuestros cumpas

proveen en los barrios: peluquería, cuidado de niños,

preparación de comidas, no integran estas monstruosas cadenas.

Del mismo modo, los trabajadores de programas sociales

tampoco generan ganancia para las grandes empresas. ¡Es cierto,

pero lo que no te sacan haciéndote trabajar sin derecho, te lo

sacan haciéndote comprar caro o pagar intereses usurarios!

Así, lo poquito que ganamos o los subsidios que le

arrancamos al Estado en la lucha se nos escapan entre los dedos

cuando vamos a comprar unas zapatillas, un yogurt, pañales, un

Page 24: 1 NUESTRA REALIDAD

20

electrodoméstico o necesitamos un préstamo personal en una financiera para resolver alguna urgencia.

¿Sabías por ejemplo que mientras más pobre sos más altos

son los intereses que pagás? Ridículo, pero así los grandes

bancos terminan robándote el monedero sin que te des cuenta.

Podemos decir entonces que la explotación indirecta son los

mecanismos que tienen el Capital, ya sea a través de la

apropiación de tu trabajo como de la apropiación de tus ingresos,

para chuparte la sangre sin siquiera pagarte un salario.

Page 25: 1 NUESTRA REALIDAD

5UNA ECONOMÍA A TRES VELOCIDADES:EN AVIÓN, EN TREN Y EN CHANCLETAS

Dijimos que el crecimiento no garantiza trabajo y dignidad

para todos. Que al aumentar la productividad, se pierden

puestos de trabajo. Que el desarrollo del capitalismo

contemporáneo nos excluye del trabajo con derechos.

Hasta hace pocos años, todos los políticos repetían la “teoría

del derrame”. Decía que si los poderosos podían ganar más, de

uno u otra forma, su prosperidad iba a fluir hacia abajo y que

todos nosotros podríamos sobrevivir con lo que derramara del

plato de los satisfechos. La verdad que derramaba muy poco,

aun cuando el Gobierno metía la mano en el plato y nos tiraba un

poco para que no hagamos lío (derrame inducido).

Lo cierto es que cuando el país crece (se dice que crece el PBI

o Producto Bruto Interno) los poderosos ganan muchísimo y

nosotros con suerte estamos un poquito mejor. Pero cuando el

país se estanca o entra en “recesión”, los primeros que caemos en

la miseria somos nosotros. ¡Somos socios en las pérdidas, pero

nunca en las ganancias!

Para peor, el poder económico fue dividiendo la economía

en tres: una que va en avión, otra que va en tren y otra que va a

pata. Cuando las cosas andan mal, el avión sigue volando, el tren

empieza a fallar y los peatones nos caemos todos en el barro.

Veamos cuales son estas tres velocidades de la economía:

21

Page 26: 1 NUESTRA REALIDAD

B) - Nacional y local (PyMEs): La mayor parte de los

empleos son, sin embargo, producto de una gran cantidad

de PyMEs orientadas al mercado interno o a proveer

servicios tercerizados a las grandes empresas. A pesar de

una gran heterogeneidad en su nivel de desarrollo, están

siempre subordinadas a las decisiones macroeconómicas

de los sectores monopólicos. Ofrecen en general

condiciones de trabajo asalariado precario, inestable,

tercerizado y parcialmente registrado.

En la economía nacional y local, los medios de

producción están en manos de empresarios

nacionales, en general son de clase media y media alta.

EN

AVIÓN

EN

TREN

22

A) - Moderno y trasnacional (corporaciones trasnacionales, monopolios y grandes empresas). Compuesto principalmente por una red de empresas trasnacionales y sus subsidiarias. Ocupan a una porción pequeña de la mano de obra, con salarios elevados y plenos derechos laborales. Aquí trabaja una verdadera “aristocracia obrera” que cada vez es menos solidaria con los trabajadores pobres. Los dueños son grandes grupos económicos, en general bancos.

En este sector, el más avanzado, los medios de

producción están en manos de unos pocos grandes

bancos y grupos económicos globales.

Page 27: 1 NUESTRA REALIDAD

C) - Popular (unidades de trabajo sin capital e infra-productivas): Se trata de emprendimientos individuales

o colectivos con mínima tecnología, baja productividad, ingresos inadecuados para los trabajadores y condiciones muy malas de labor. En general, en el sector popular somos muy competitivos y egoístas, nos explotamos unos a otros. Así, podríamos decir que más que popular es un capitalismo residual o “peri-capitalismo”. Sin embargo, existen valiosas formas de organización cooperativa del trabajo impulsadas por los movimientos populares.

En la economía popular, los medios de producción están

en manos de los sectores populares, en las villas, en los

barrios, en las calles, en las periferias urbanas y rurales.

¿Y el sector público? ¿Y el Estado? Bueno, el Estado a veces

va en avión, a veces en tren y a veces a pata, depende la ventanilla

que te toca. Por ejemplo, si entraste en Aerolíneas Argentinas vas

a ganar bien, si te dieron un contrato en Administración

Ferroviaria vas a ganar más o menos, y si te dieron un plan

“Argentina Trabaja” en Desarrollo Social no llegás a fin de mes ni

tenés vacaciones.

EN

CHANCLETAS

23

Page 28: 1 NUESTRA REALIDAD

6LA FRAGMENTACIÓN DE LA CLASE

TRABAJADORA: EL AGUA, LA LECHE Y LA CREMA

Dijimos el sistema capitalista fue dividiendo la economía en

tres…. Y ¿cómo quedamos los trabajadores? Adivinaste,

¡divididos! Si hay algo que caracteriza la situación actual de la

clase trabajadora es su fragmentación. En la argentina, existen 20

millones de trabajadores, pero su situación varía tanto que a

veces parece que se tratara de clases sociales distintas.

Lo primero que podemos ver es que existe un amplio sector

de la clase trabajadora que sufre el trabajo precario: ingresos

insuficientes, inestabilidad, reducción de derechos. Lo llamativo

es que el trabajo precario viaja en chancletas, pero también en

tren (en el furgón) y a veces en avión! (en el portaequipajes).

¿Qué quiere decir esto? Que en todos los sectores

económicos, trasnacional, nacional, popular- tenemos

compañeros que pueden darle a sus hijos sólo agua, algunos

leche y otros también crema.

Los trabajadores precarizados (sin derechos o con menos

derechos) no están únicamente en el "sector popular" de la

economía sino que podemos verlos en todos los sectores.

En el avión de las multinacionales, el problema más grande

es la tercerización o externalización del trabajo: están los

24

Page 29: 1 NUESTRA REALIDAD

25

compañeros efectivos que ganan muy buenos sueldos, pero también los tercerizados que ganan muchísimo menos y los externos que ganan menos aún.

En el tren de las PyMEs el problema más grande es el trabajo

en negro o informal, los compañeros no son registrados y así, las

empresas no cumplen con la legislación laboral. Las PyMEs

tienen un 38% de sus trabajadores "no registrados"! Y después,la

Cámara de la Mediana Empresa (CAME) se queja de los

manteros y vendedores ambulantes por "competencia deselal"!

Los que andamos en chancletas en la economía popular

tenemos todos estos problemas juntos: estamos afuera de las

empresas, no estamos registrados, no tenemos derechos y

además, no tenemos posibilidades de progresar por falta de

tecnología y recursos.

En el Estado, supuesto garante de los derechos laborales, el

trabajo precario abunda. Un 29% de los estatales están

“contratados”, es decir no gozan de estabilidad laboral o bien

son empleados municipales que no llegan al Salario Mínimo

Vital y Móvil en virtud de una ley de la dictadura militar llamada

“Estatuto del Empleado Municipal”. Ni que hablar de los

programas sociales donde supuestamente somos trabajadores

pero en realidad nos pagan monedas y no les importa demasiado

si trabajamos o no.

Pero además de la precarización, se da otro fenómeno

recontra injusto. Ya no se paga la misma remuneración por la

misma tarea. Podés hacer el mismo trabajo que otro, laburar la

misma cantidad de horas, pero te pagan la mitad… Un

Page 30: 1 NUESTRA REALIDAD

26

Tarea A

Trabajador A Trabajador B Trabajador C

Salario A Salario B Salario C

Derechos A Derechos B Derechos C

El Agua, la Leche y la Crema en la Clase Trabajadora

compañero que recolecta residuos en la capital gana el doble que un compañero que recolecta en el conurbano que a su vez gana el triple que un compañero que lo hace en un pueblo del interior.

Por eso, los hijos de algunos trabajadores pueden tomar un

yogurt cremoso, otros la leche chocolatada y los menos

favorecidos, sólo agua o mate cocido.

Page 31: 1 NUESTRA REALIDAD

7LOS TRABAJADORES DE LAECONOMÍA POPULAR Y SUS

CUATRO FRACTURAS

Ya dijimos que algunos compañeros, aunque sus hijos sólo

puedan tomar agua, trabajan en el “tren” y a veces hasta en el

“avión”, porque laburan en grandes empresas o en PyMEs. Son

trabajadores en relación de dependencia, asalariados que están

“precarizados”.

Sin embargo, nosotros, los trabajadores de la economía

popular, viajamos siempre en chancletas y tenemos que

aprender a luchar “hambreados y en pelotas” para que se

respeten nuestros derechos.

Veamos un ejemplo para entender la diferencia entre los

trabajadores en relación de dependencia y los trabajadores de la

economía popular: ¿Hay diferencia entre alguien que trabaja

terciarizado en McDonalds, alguien que trabaja en negro en el

Restaurante Don Ramón y un compa que atiende un puesto de

panchos en la plaza? Sí y no.

No hay diferencia por cuanto los tres son trabajadores, los

tres están precarizados y los tres tienen que unirse y luchar. Pero

los dos primeros tienen patrón y por eso tienen sindicatos que

deberían protegerlos para que se cumplan las leyes y para que se

indemnice a todos los compañeros cuando éstas se violan. Si la

empresa quiebra, hasta se pueden quedar con el local y las

27

Page 32: 1 NUESTRA REALIDAD

28

máquinas formando cooperativas (“empresas recuperadas”). Si echan a todos, pueden tomar el lugar y así presionar a los patrones para que cumplan. También pueden reclamar en un “juzgado laboral”.

En cambio, los trabajadores de la economía popular no

tenemos a quien reclamar cuando perdemos el trabajo o

ganamos menos del mínimo vital y móvil. Por ejemplo, el compa

del puesto de panchos, en cambio, no tiene patrón. Si el puestito

es de él no se puede hacer juicio a sí mismo, si lo alquila al vecino

o pone un ayudante, tal vez podría, pero lo cierto es que tampoco

le va a hacer una demanda. Todo queda en el barrio, esa es la

verdad. ¿Eso quiere decir que no puede luchar? ¡Todo lo

contrario! Hay que redoblar la lucha. Sin dejar de aspirar a la unidad de los trabajadores, de todos

los trabajadores, no importa cuánto ganen, tenemos que

entender nuestra situación particular para poder organizarnos.

Entonces ¿Qué tipo de trabajadores somos?

¿Somos informales? Sí, pero esa es una idea engañosa.

Parece un problema de "formas" cuando en realidad es de

contenidos. Si estuviéramos registrados pero en las mismas

condiciones, nada cambiaría más que en las estadísticas.

Además, tenemos que distinguir los trabajadores no registrados

que laburan en una empresa privada dónde el patrón no los pone

en blanco (eso es trabajo en negro) de los que trabajamos en

unidades productivas populares, esas que andan en chancletas,

que ni siquiera están registradas como empresas.

¿Somos precarizados? Sí, pero además, si así siguen las

Page 33: 1 NUESTRA REALIDAD

29

cosas, estamos condenados a serlo para siempre, porque no es lo mismo una empresa privada dónde el patrón terciariza, flexibiliza o trampea (eso es fraude laboral) que una unidad productiva popular que no puede darle a sus trabajadores plenos derechos laborales porque si no se funde. ­­­Y el Estado ni siquiera reconoce nuestros sindicatos !!!

¿Somos autónomos? A veces directamente no, porque en

muchas unidades productivas populares puede que también

trabajemos para otro como empleados, peones o ayudantes. Pero

aun cuando trabajamos totalmente por cuenta propia, igual

somos dependientes del mercado y de la economía en general

para vivir.

¿Somos improductivos? Definitivamente no, porque

producimos nuestra vida, nuestro trabajo, nuestra dignidad. Sin

embargo, es cierto que como no tenemos capital, somos infra-

productivos o deficitarios desde el punto de vista económico. Es

decir, nuestras actividades no dan ganancia como para comprar

nuevas máquinas o progresar, a los sumo el pan de cada día y con

mucha suerte un cachito para ahorrar. Nuestro trabajo es de

subsistencia.

En fin, somos informales, precarios, externalizados y de

subsistencia. Somos trabajadores excluidos de los derechos, de

las instituciones, nadie se responsabiliza por nosotros y nuestras

unidades productivas no pueden garantizarnos condiciones

dignas y estables de trabajo.

Podemos decir que, después de la paliza que nos dio el

neoliberalismo, hoy nos atraviesan estas cuatro fracturas:

Page 34: 1 NUESTRA REALIDAD

30

A) - Fractura en los derechos: cuando nos quitan los

derechos básicos del trabajo, cuando no tenemos trabajo

decente, podemos decir que estamos "precarizados". ¡En

la argentina casi el 50% de los trabajadores están

precarizados! Y los trabajadores de la economía popular

somos los más precarios de todos.

B) - Fractura institucional: cuando las intuiciones no nos

reconocen y no existimos para el estado, podemos

decir que somos "informales". Casi un 30% de los

compañeros que tienen patrón son informales, porque

no los han registrado. Pero nosotros que no tenemos

patrón, más del 80% somos informales porque no estamos

en el monotributo social ni en ningún otra categoría.

C) - Fractura en la responsabilidad empresarial: cuando

los capitalistas no se hacen cargo de nuestra situación, ni

nos pagan un salario, aportes, jubilación, indemnización

p o r d e s p i d o , p o d e m o s d e c i r q u e e s t a m o s

“externalizados”. Eso le pasa a los terciarizados, pero en

mayor medida a nosotros.

D) - Fractura de productividad: cuando nuestro trabajo

no rinde por falta de máquinas, materia prima,

capacitación o herramientas, podemos decir que somos

“infra-productivos”, o mejor aún, “infra-capitalizados”

porque si tuviéramos las máquinas, produciríamos

mucho mejor que los capitalistas. Pero como ellos miden

todo por el dinero, dicen que somos directamente

improductivos, inviables, inservibles, desechables.

Page 35: 1 NUESTRA REALIDAD

31

8LA ECONOMÍA POPULAR DE CERCA

Hemos dicho que la Economía Popular es el sector

económico que anda en chancletas. En verdad, la Economía

Popular es en primer lugar la economía de los excluidos, pues

está conformada por todas las actividades que surgieron como

consecuencia de la incapacidad del mercado capitalista para

ofrecernos a todos un trabajo digno y bien remunerado como

obreros en una fábrica o trabajadores de una empresa.

La economía popular es el conjunto de actividades laborales

que el pueblo se inventó para sobrevivir afuera del mercado

formal. Es cierto que siempre hubo compañeros que, en vez de

laburar en una fábrica, se ponían un kiosko o un tallercito para

venderles a los obreros, pero esas eran opciones individuales

antes, ahora no queda otra que inventarse el trabajo.

Todos los trabajos que realizamos, los hacemos en lo que

vamos a denominar “unidades productivas”. Las unidades

productivas son el conjunto de los medios de trabajo

necesarios para generar ingresos. Pueden ser muy sencillos: con

un trapito podemos ganarnos el pan estacionando autos o más

complejos, para recuperar residuos necesitamos un carrito, un

camión, bolsones. Incluso pueden ser grandes fábricas, como el

caso de las "empresas recuperadas".

Page 36: 1 NUESTRA REALIDAD

32

La Economía Popular tienen una característica que las distingue: los medios de trabajo están en el seno del Pueblo, en el barrio, en la calle, entre los vecinos, en la naturaleza, no son propiedad de ningún capitalista.

En general, estos medios de trabajo están en manos del Pueblo porque los ganamos luchando, pero la mayoría de las veces, porque a los capitalistas no les interesan. La economía popular en general tiene:

• Muy poco capital constante, es decir, muy pocas máquinas o infraestructura, a veces nada de eso, por ejemplo las compañeras que cuidan niños.

• Tecnología obsoleta: cuando hay máquinas, son viejas o ya no se usan.

• Baja productividad: como tenemos pocas maquinas, y las pocas que tenemos son viejas, no podemos competir con las unidades productivas de la economía nacional o trasnacional.

• Informalidad en el intercambio: las transacciones entre nosotros en general no están registradas, no tienen boleta, es todo de palabra.

• Condiciones precarias de trabajo: trabajamos mal, muchas horas, ganamos poco, no tenemos un sueldo mínimo, ni vacaciones pagas, ni aguinaldo, ni asignaciones familiares, ni obra social, ni seguro de accidentes.

¡Y con esto nos ganamos la vida! Porque somos creativos y

queremos trabajar.

Page 37: 1 NUESTRA REALIDAD

33

9UNIDAD PRODUCTIVA POPULAR

Dijimos que las unidades productivas son el conjunto de los

medios de trabajo necesarios para generar ingresos.

Para clasificar y entender las Unidades Productivas

Populares tenemos que tener en cuenta cuatro elementos:

espacio de trabajo, rama de actividad económica, situación de los

trabajadores y forma legal.

A) - Espacio de Trabajo: es el espacio más importante donde funciona la unidad productiva.

Puede ser nuestra casa, un campo, un taller, una fábrica, una cooperativa, la feria, el puesto, el semáforo, la manta, la salita, el bachillerato popular, el quiosco, el vehículo o incluso nosotros mismos como trabajadores por cuenta propia.

El espacio de trabajo, claro, está en disputa. A veces es una lucha entre nosotros, pero casi siempre es una lucha contra el Estado o los empresarios, o los dos al mismo tiempo.

La distinción más importante es entre espacio rural o urbano. Podemos también distinguir el distrito o la provincia dónde está la unidad productiva.

B) - Rama de actividad económica o sector

Es la actividad más importante que realiza la unidad

productiva.

Page 38: 1 NUESTRA REALIDAD

34

Una unidad productiva puede realizar varias actividades a la vez, por ejemplo, un artesano produce sus artesanías, pero también las vende, pero la actividad principal es la producción artesanal. Una cooperativa de cartoneros también hace transporte, pero la actividad principal es el reciclado.

La rama es la actividad económica principal de la Unidad Productiva. La clasificación oficial de las ramas es la siguiente:

SECUNDARIAPRIMARIA TERCIARIA

A)- Agricultura, ganadería, caza, silvicultura, y

B)- Pesca.

C)- Explotación de minas y canteras,

D)- Industria manufacturera,

E)- Suministro de electricidad, gas y agua,

F)- Construcción e Infraestructura

G)- Comercio al por mayor y al por menor, H)- Hoteles y restaurantes, I)- Transporte, almacenamiento y comunicaciones, J)- Intermediación financiera,K)- Servicios inmobiliarios, empresariales y de alquiler, L)- Administración pública, defensa y seguridad social, M)- Educación, N)- Servicios sociales y de salud, O)- Servicios comunitarios, sociales y personales, P)- Servicios a los hogares y servicio doméstico,

Page 39: 1 NUESTRA REALIDAD

35

C) - Relaciones Laborales: las relaciones laborales es la manera en que se da en la realidad la relación entre las personas que trabajan en una unidad productiva. Pueden ser de autonomía, de cooperación o de explotación.

• Trabajo independiente (familiar o por cuenta propia):

cuando el que trabaja lo hace de manera totalmente

individual, sin empleados, superiores o compañeros de

trabajo. También puede ser encarado por el grupo

familiar, siempre y cuando no haya explotación infantil ni

abusos del jefe de hogar.

• Trabajo comunitario (colectivo, cooperativo o

asociativo): cuando se trabaja en grupo pero sin que uno

explote al resto. Las relaciones entre los trabajadores

pueden ser igualitarias cuando todos trabajan por igual y

cobran por igual. También pueden ser equitativas cuando

c a d a c u a l c o b r a c o n f o r m e s u c a t e g o r í a ,

responsabilidades, experiencia o antigüedad. Decimos

que es colectivo cuando todos trabajan para el mismo fin y

asociativo cuando cada uno trabaja por su cuenta pero

usando la infraestructura común.

• Trabajo patronal (para terceros, explotados o

esclavizados): cuando unos viven a costa del trabajo de

otros por el sólo hecho de ser más fuertes, poseer el

espacio de trabajo, tener las máquinas. Hay distintos

grados de explotación, algunas veces se llega hasta la

esclavitud, otras son más tolerables y se les llama trabajo

dependiente.

Page 40: 1 NUESTRA REALIDAD

36

D) - Forma Legal: las Unidades Productivas Populares

en general son totalmente informales aunque a veces se

inscriben como monotributistas, cooperativas,

asociaciones civiles y otras formas jurídicas.

Muchas veces esas formas legales no tienen nada que ver

con la realidad, por eso vemos tantas cooperativas falsas o

truchas que se utilizan sólo para hacer una factura o

conseguir subsidios, pero dónde no existen relaciones de

cooperación sino de explotación.

Page 41: 1 NUESTRA REALIDAD

37

10OFICIOS POPULARES:

NUESTRA CULTURA DEL TRABAJO

Hablamos de las Unidades Productivas como el conjunto de

medios de trabajo que permite producir un bien o un servicio. Es

importante distinguir los conceptos de rama de actividad y de

oficio.

A diferencia de la rama -que es la actividad económica

principal de la unidad productiva- el oficio es el trabajo puntual

que desarrolla cada compañero dentro de la unidad productiva.

Como dijimos, adentro de una unidad productiva puede

haber varios oficios. En una cooperativa de reciclado, la mayoría

recupera residuos en la calle (oficio de cartonero o recuperador),

pero otros compañeros tienen oficio de choferes, clasificadores,

clarquistas, enfardadores, hasta administrativos.

Veamos, por ejemplo, los datos oficiales del gobierno sobre

oficios tradicionales que desarrollan los 3.2 millones de

trabajadores por cuenta propia en la Argentina:

Page 42: 1 NUESTRA REALIDAD

38

SECUNDARIAOFICIO

* Verdulero / Panadero / Carnicero / Kiosquero

CANTIDAD

* Albañil / Pintor / Plomero / Electricista / Gasista

* Carpintero / Herrero / Artesano / Tejedor

* Mecánico / Chapista / Gomero

* Taxista / Remisero / Camionero / Fletero

* Profesor Particular / Danza / Idioma

* Vendedor Calificado

* Técnico Electromecánico / Audio / TV

* Enfermero / Terapéuta / Mecánico Dental

900.000 trabajadores (28,00 %)

540.000 personas (18,00% )

27.000 trabajadores (9,00%)

22.400 trabajadores (7,00%)

16.000 trabajadores (5,00%)

9600 trabajadores (3,00%)

16.000 trabajadores (5,00%)

6.400 trabajadores (2,00%) Audio / TV

672.000 trabajadores ( 21,00%)

La estadística también incluye “Rubros de Subsistencia”

(21,00%) es decir 672.000 trabajadores que son, básicamente,

nuestros oficios. Este número sólo incluye a los cuenta propistas

y es realmente bajo. En realidad, sabemos que entre trabajadores

independientes, trabajadores cooperativos y trabajadores

dependientes de unidades productivas informales somos más

Page 43: 1 NUESTRA REALIDAD

de 5 millones, ¡y estos son datos oficiales de la Organización

Internacional del Trabajo!

A nosotros nos interesan principalmente, estos oficios

populares. Algunos son viejos y existen hace cientos de años,

otros producto de los nuevos tiempos. Veamos algunos de los

más típicos oficios de nuestros compañeros.

39

Page 44: 1 NUESTRA REALIDAD

CAMPESINO

• Característica del oficio: llamamos campesino a todos

los compañeros que trabajan la tierra o crían animales con

sus propias manos sin un patrón, sea esta tierra suya, sea

comunitaria o sea arrendada. También se los llama

agricultores familiares y a veces pequeños productores. A

los compañeros que están bajo patrón se les llama “peones

rurales”. El trabajo se desarrolla típicamente en lotes

familiares, comunidades, comunidades campesinas,

montes y bosques, todo en el espacio rural.

• Cantidad de trabajadores: 250.000 (argentina) 1.100 millones (en el mundo)

• Oficios Relacionados: pescador, tarefero, horticultor,

leñador, hachero, ajero, ladrilleros.

40

Page 45: 1 NUESTRA REALIDAD

CARTONERO

• Característica del oficio: llamamos cartonero a todo

trabajador que con sus propias manos recupera residuos

sólidos urbanos de las calles o de los basurales. También

se los llama recuperadores urbanos, recicladores de base

y tienen distintas denominaciones en otros países. El

trabajo, en general, se desarrolla en el espacio público

urbano, bajo las formas de trabajo independiente o

cooperativo, aunque lamentablemente existen muchos

casos de trabajo para otros y explotación infantil.

• Oficios Relacionados: carrero, ciruja, botellero, recortero, reciclador, clarquista, galponero, enfardador.

• Cantidad de trabajadores: 100.000 (argentina) 92 millones (en el mundo)

41

Page 46: 1 NUESTRA REALIDAD

VENDEDOR AMBULANTE

• Característica del oficio: llamamos vendedor

ambulante a todo trabajador que se dedica a la venta de

artículos generalmente industriales y de bajo costo en la

vía pública, trasporte público y plazas.

• Oficios relacionados: mantero, cafetero, heladero,

pochoclero, panchero, vendedor de estadios deportivos,

vendedor de sistemas piramidales o por catálogo.

• Cantidad de trabajadores: 182.000 (argentina) 87

millones (mundo)

42

Page 47: 1 NUESTRA REALIDAD

ARTESANO

• Característica del oficio: llamamos artesano a todo

trabajador que fabrica con sus propias manos y de manera

artística distintos objetos que luego vende personalmente

en la vía pública o ferias.

• Oficios relacionados: orfebre, platero, alfarero,

juguetero, tejedor.

• Cantidad de trabajadores: 28.000 (argentina) 22

millones (mundo)

43

Page 48: 1 NUESTRA REALIDAD

FERIANTE

• Característica del oficio: llamamos feriante a todo

trabajador que desarrolla el trabajo de venta de artesanías

o artículos industriales en ferias francas, ferias

artesanales, paseos de compra y ferias comerciales a cielo

abierto.

• Oficios relacionados: armador, carretero.

• Cantidad de trabajadores: 29.000 (argentina) 18 millones (mundo)

44

Page 49: 1 NUESTRA REALIDAD

MOTOQUERO

• Característica del oficio: llamamos motoquero a todo

trabajador que realice por cuenta propia el trabajo de

transportar mensajes, encomiendas o mercancías en una

moto.

• Oficios relacionados: mensajero, cadete, fletero.

• Cantidad de trabajadores: 67.000 (argentina)

45

Page 50: 1 NUESTRA REALIDAD

OBRERO DE EMPRESA RECUPERADA

• Característica del oficio: no se trata de un oficio en sí,

tampoco de una rama de actividad económica, más bien

es un “grupo ocupacional”. Sin embargo, como las

empresas recuperadas tienen un origen común, vale la

pena agrupar a los trabajadores de este sector en el mismo

rubro. El obrero de empresa recuperada es todo

trabajador que se desempeña en una unidad productiva

que perteneció a un capitalista y que, tras su quiebra

fraudulenta, los compañeros lograron recuperarla y

ponerla nuevamente a producir.

• Cantidad de trabajadores: 12.000 (argentina)

46

Page 51: 1 NUESTRA REALIDAD

47

TRABAJADORESCANTIDADRUBRO

Metalúrgicas

Gráficas

Textiles

Gastronomía

Vidrio

Químicas

Plástico

Industria de la carne

Astilleros

Alimenticia

Construcción

Industria del cuero

Salud

Educación

Hotelería

Armas deportivas

Maderera /aserradero

Combustible

Papelera

Calzado

Transporte

Logística y mantenimiento

Medios de comunicación

Caucho

Comercio

48 1971

16 503

13 470

4 72

7 264

3 158

5 85

13 1368

2 62

26 640

12 764

5 481

10 431

4 118

5 243

1 13

4 74

5 95

2 71

4 520

6 375

3 316

4 181

1 23

2 95

Page 52: 1 NUESTRA REALIDAD

TRABAJADORES DOMÉSTICOS Y DEL CUIDADO

• Característica del oficio: son aquellos trabajadores -en

general mujeres- que desarrollan distintos trabajos

relacionados al hogar, la familia y el cuidado de las

personas como cuidado de niños y ancianos, limpieza y

también amas de casa.

• Oficios relacionados: niñera, cuidadora, asistente

terapéutica.

• Cantidad de trabajadores: 910.000 (argentina) 105

millones (mundo)

48

Page 53: 1 NUESTRA REALIDAD

COSTUREROS

• Característica del oficio: son aquellos trabajadores - en

general mujeres- que se desempeñan produciendo

distintas prendas que requieren costura. Este sector se

destaca por tener altísimos niveles de trabajo esclavo,

fundamentalmente de trabajadores migrantes. También

existen casos de cooperativas y asociaciones de

trabajadores a domicilio que han funcionado muy bien.

• Oficios relacionados: todo tipo de trabajadores de la

indumentaria, fundamentalmente los que desarrollan su

labor bajo la modalidad de trabajo a domicilio.

• Cantidad de trabajadores: 180.000 (argentina) 188

millones* (mundo) incluye otras actividades de

indumentaria y afines realizadas a domicilio.

49

Page 54: 1 NUESTRA REALIDAD

LIMPIAVIDRIOS Y TRAPITOS

• Característica del oficio: limpiavidrios son aquellos

trabajadores que se desempeñan en los semáforos

limpiando vidrios cuando estos están en rojo. Reciben

muchos maltratos y para lograr sus clientes a veces tienen

que asumir actitudes agresivas. Los trapitos son los que

trabajan como ayudantes de estacionamiento, también se

los denomina cuidacoches.

• Oficios relacionados: cuidacoches, limpiacoches.

• Cantidad de trabajadores: 15.000 (argentina)

50

Page 55: 1 NUESTRA REALIDAD

TRANSPORTE INFORMAL

• Característica del oficio: son aquellos trabajadores que

se dedican al trasporte de personas u objetos sin

autorización de la autoridad correspondiente ya sea por

el mal estado de los vehículos o por otros motivos. En

general esto se realiza en colectivos, autos y camiones

viejos, pero en algunos países incluso se realiza con

caballos ¡y hasta personas!

• Oficios relacionados: remisero, chofer del trucho,

carrero, fletero.

• Cantidad de trabajadores: 19.000 (argentina) 120

millones (mundo)

51

Page 56: 1 NUESTRA REALIDAD

AUTOCONSTRUCCIÓN DE VIVIENDAS POPULARES

• Característica del oficio: son aquellos trabajadores que

sin tener patrón trabajan en la construcción de viviendas

populares para sí o para terceros de manera individual,

grupal o cooperativa.

• Oficios relacionados: cooperativistas de vivienda,

pintores, techistas.

• Cantidad de trabajadores: 80.000 (argentina)

52

Page 57: 1 NUESTRA REALIDAD

MEJORAMIENTO BARRIAL Y CUIDADO DEL HÁBITAT

• Característica del oficio: son aquellos trabajadores que

sin tener patrón se desempeñan en tareas de

mejoramiento barrial (cordón cuneta, zanjeo, desagües,

etc.) o en el cuidado del hábitat (limpieza de arroyos,

recolección de residuos).

• Oficios relacionados: trabajadores de programas

sociales, trabajadores de arroyos.

• Cantidad de trabajadores: 250.000 (argentina)

53

Page 58: 1 NUESTRA REALIDAD

MICROEMPRENDIMIENTOS

• Característica del oficio: tampoco es un oficio sino un

“grupo ocupacional” pero nos sirve para agrupar a todos

los compañeros que se desempeñan en un

emprendimiento individual o de no más de cuatro

personas y que en general cuenta con algún tipo de

subsidio estatal.

• Oficios relacionados: microemprendedores, herreros,

panaderos, trabajadores de bloqueras, carpintería.

• Cantidad de trabajadores: 500.000 (argentina)

54

Page 59: 1 NUESTRA REALIDAD

55

DATOS IMPORTANTES

• 85 personas ricas, sólo 85 personas, tienen más riquezas que

3.000 millones de personas pobres que viven con menos del

equivalente a 2 dólares (16 pesos argentinos) por día.

• El 1% de los habitantes más ricos de la tierra acumula 70% de la

riqueza existente mientras el 80% más pobre sobrevive con el

10% de la riqueza total.

• 147 grupos económicos controlan las 49.000 empresas

transnacionales más grandes del mundo y cada vez compran

más empresas independientes.

• 500 millones de pibes pasan hambre.

• El 75% de los trabajadores del mundo, el “precariado”, están

sometidos a alguna forma de precariedad laboral.

• Uno de cada tres trabajadores en el mundo sobrevive junto

con sus familias con unos ingresos inferiores al umbral de

pobreza de dos dólares diarios.

• El 50% de los trabajadores del mundo son trabajadores con

empleos informales.

• 168 millones de niños trabajan en el mundo.

• 21 millones de personas están sometidas a trabajo esclavo.

• En la Argentina el 32.1% del trabajo urbano se desarrolla en

unidades productivas de la economía popular.

Page 60: 1 NUESTRA REALIDAD

56

• Más del 50% de los trabajadores argentinos estamos en situación de informalidad.

• En América Latina, 47,7% del trabajo es informal.

• Son 670 mil jóvenes, el 22% del segmento de entre 18 y 24 años, los que no estudian ni trabajan. De ellos, 63% son mujeres y casi el 80% viven en villas y asentamientos.

• En toda América Latina, el 16% de las y los jóvenes de entre 15 y 29 años no están insertos en el sistema educacional ni en el mercado de trabajo.

• En argentina un 17,6% -más de 2 millones de hogares, 10 millones de compatriotas - tiene problemas de vivienda.

• Las villas miseria en el mundo son más de 200.000 en el mundo, albergan entre 1300 y 1500 millones de compañeros.

• En la Ciudad de Buenos Aires hay 120.000 desocupados mientras 16.000 personas viven en la calle.

• Las pequeñas y medianas empresas explican el 82% del empleo privado registrado en Argentina: las empresas de menos de 10 trabajadores (pequeñas) representan el 69% del empleo; los establecimientos de entre 10 y 49 trabajadores (medianos), el 13% de los puestos de trabajo; las empresas de 50 trabajadores o más (grandes), el 18% restante. Similar en toda América Latina.

• Los trabajadores “por cuenta propia” representan el 28,7% del total de los trabajadores en América Latina; y a su vez en cada

Page 61: 1 NUESTRA REALIDAD

57

país de la región: desde el 16,5% en la Argentina hasta el 42,8% de

Honduras.

• Cinco grandes empresas controlan el 55% de la exportación de

granos en la Argentina, cuatro son extranjeras.

• En la Provincia de Buenos Aires, los Barrios Cerrados para los

ricos ocupan 400 km2, lo que representa el doble de la superficie

que la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

• En la Argentina entre 1987 y 2008 la superficie de bosques

autóctonos se redujo en un 12 por ciento.

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58

RESÚMEN VISUAL

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Page 64: 1 NUESTRA REALIDAD

ANEXO: “LA MATRIZ EXCLUYENTE DELCAPITALISMO FINANCIERO”

(Fragmentos de la ponencia "Capitalismo de exclusión, periferias sociales y

movimientos populares” presentada por Juan Grabois en la jornada “La emergencia

de los excluidos” organizada por la Pontificia Academia de Ciencias en la Ciudad de

Vaticano en diciembre de 2013)

La matriz excluyente del capitalismo financiero

La exclusión no es producto de la naturaleza ni de una fatalidad

histórica. No es el resultado de un exceso de población, de limitaciones

territoriales o de escasez de recursos. Es la consecuencia de estructuras

humanas injustas, una aberración insoportable que surge de las entrañas del

sistema económico-financiero global. El vertiginoso proceso de

concentración de la riqueza en manos de un puñado de grupos trasnacionales

y la miseria escandalosa de millones de personas son hijos de la misma madre,

frutos de la misma matriz. Se hace necesario, entonces, analizar el capitalismo

en su fase actual, señalando sus características esenciales y describiendo los

nuevos antagonismos sociales que genera.

Pese a la proliferación de estudios y estadísticas, los pensadores del

mundo no logran elaborar una teoría coherente y mucho menos señalar

formas de superación del actual paradigma. Los herederos de las tradiciones

filosóficas ilustradas dominantes durante el siglo XX el liberalismo y el

marxismo- no han producido un diagnóstico certero. Esto es así, al menos en

parte, porque las tensiones de clase propias del siglo pasado, sin terminar de

desaparecer, abrieron paso a una nueva y más terrible contradicción social

que no terminamos de dimensionar: la que existe entre integrados

autosuficientes y excluidos descartables, tanto a escala de los Pueblos de cada

nación como de las naciones entre sí.

El desquicio entre variables poblacionales (crecimiento demográfico,

flujos migratorios) y socio-territoriales (distribución poblacional,

posibilidades de empleo) se presenta a nivel de fenómeno percibido como la

60

Page 65: 1 NUESTRA REALIDAD

principal amenaza para la “estabilidad” social. Sobre esta base, desde los

centros mundiales de poder reverdece una amplia variedad de ideologías

neo-maltusianas, algunas más sutiles, otras más explícitas, que en última

instancia pretenden responsabilizar a los pobres de su propia situación y

hasta planificar científicamente su exterminio. No es osado decir que el

hambre, el narcotráfico, la muerte de miles de migrantes, la indiferencia frente

al sufrimiento humano más descarnado, son formas de terrorismo de estado

por omisión. El concepto de "superpoblación" reaparece bajo distintos

ropajes. Así, el hecho escandaloso de que en este sistema hay personas que

sobran se eleva a la categoría de verdad absoluta.

Por su parte, los pueblos comienzan a buscar con mayor empeño una

comprensión global de la situación, a ensayar respuestas a las nuevas

preguntas que plantea la crisis en ciernes, a señalar no sólo las consecuencias

sino las causas de la injusticia contemporánea. En cualquier caso, ya nadie

habla del fin de la historia, las protestas se extienden en todo el globo y han

desaparecido las pretensiones triunfalistas del “pensamiento único”. El

recuerdo de los graves errores de la experiencia del socialismo real y el

rechazo a un materialismo deshumanizante ya no basta para contener el

profundo deseo de remplazar este sistema por otro más justo, fundado en

valores que se encuentran bien lejos de los del mercado: la verdad, la justicia,

el amor, y muy especialmente, la dignidad y los derechos de todos los seres

humanos.

Resulta entonces imprescindible describir las relaciones entre la

arquitectura económico-financiera global y la realidad de las masas excluidas.

En este sentido, es posible señalar cinco aspectos que me parecen

característicos de esta forma de globalización para analizarlas críticamente a

la luz de sus devastadores efectos sociales:

1.- La dictadura de la ganancia

La búsqueda de una mayor productividad y eficacia, siempre

subordinada al imperativo de la ganancia, no es un rasgo nuevo del

capitalismo pero se manifiesta en esta etapa histórica en la fragmentación

física y geográfica del ciclo productivo: cada componente de una mercancía se

61

Page 66: 1 NUESTRA REALIDAD

produce donde sea más barato, es decir, donde se puedan pagar salarios más

bajos y menos impuestos. De este modo, desocupación y sobreexplotación se

convierten en variables interdependientes.

En el mismo sentido los avances tecnológicos, la robotización y la

automatización no se aplican para aliviar el esfuerzo humano y permitir su

desarrollo integral sino para reducir la “magnitud variable del capital” y

aumentar los beneficios de los empresarios. La menor necesidad de trabajo

humano no se traduce en una reducción de la jornada laboral sino en salarios

más bajos y menos empleos.

Se produce así una dinámica caóticamente organizada en beneficio

de unos pocos. Como dicen los obispos latinoamericanos “En la globalización,

la dinámica del mercado absolutiza con facilidad la eficacia y la

productividad como valores reguladores de todas las relaciones humanas.

Este peculiar carácter hace de la globalización un proceso promotor de

inequidades e injusticias múltiples.”

2.- El triunfo de la usura

La globalización ha permitido la extensión insospechada de la

posibilidad de obtener por medio de la especulación financiera ganancias

infinitamente superiores a las que se obtienen por medio de la actividad

productiva. La interconexión informática de los mercados permite que en

cuestión de segundos una minúscula elite de especuladores haga negocios de

magnitudes delirantes a partir de sutiles diferencias entre tasas de interés,

tipos de cambio, cotizaciones bursátiles, precios de comodities, etc.

Las consecuencias de esta “realidad virtual” que domina las finanzas

mundiales han sido señaladas en múltiples oportunidades, antes, durante y

después de la crisis bancaria de 2009. La iglesia latinoamericana señala con

acierto que “la actual concentración de renta y riqueza se da principalmente

por los mecanismos del sistema financiero. La libertad concedida a las

inversiones financieras favorecen al capital especulativo, que no tiene

incentivos para hacer inversiones productivas de largo plazo, sino que busca

el lucro inmediato en los negocios con títulos públicos, monedas y derivados”

62

Page 67: 1 NUESTRA REALIDAD

Sin embargo, lejos de poner freno a esta verdadera timba global, los

Gobiernos del mundo parecen rendir pleitesía a los grupos financieros,

permitiendo el crecimiento de burbujas especulativas y descargando sobre

los Pueblos los platos rotos. Así, en los últimos años presenciamos esta

increíble paradoja: escandalosas sumas de fondos públicos se invertían en el

“salvataje” de los grandes bancos mientras familias enteras padecían hambre,

desempleo y desalojos. Francisco lo ha dicho con claridad: “La tragedia no son

los bancos, son las familias”.

El crédito productivo o hipotecario, mientras tanto, lejos de estar al

alcance de los sectores populares, se ha convertido en una pieza de museo. A

los pobres, el sistema financiero les ofrece usurarios préstamos personales

para incentivar el consumo compulsivo de bienes innecesarios o “banquitos

de la buena fe” para financiar emprendimientos que sucumbirán frente a la

competencia de la gran industria. Se ha hablado incluso de la

“financierización de la economía informal” como mecanismo de explotación

indirecta mediante el cual se reabsorben los magros ingresos de los excluidos

e incluso las trasferencias de ingreso que reciben en algunos países.

3.- La cultura del descarte

Miles de millones de hombres, mujeres y niños arrojados a la

vorágine frenética del consumo dan testimonio del “éxito” del Capital en

transformar la adquisición compulsiva de bienes y servicios banales,

innecesarios y superfluos en la aspiración fundamental de la sociedad

moderna. El impresionante desarrollo de sofisticadas técnicas de marketing

publicitario, verdadera maquinaria de manipulación en masa, traspasa

cualquier barrera ética o cultural bombardeando a los pueblos con espejitos

de colores modernos mediante una red ultraconcentrada de medios de

comunicación.

Lejos de premiar a los más productivos como sostiene el credo liberal,

el sistema premia a los más mentirosos, a los que logran posicionar mejor sus

marcas, los semidioses del capitalismo contemporáneo, la representación

gráfica de las necesidades inoculadas por la propaganda incesante que nos

reduce a una "servidumbre voluntaria".

63

Page 68: 1 NUESTRA REALIDAD

Este fenómeno constituye una de las novedades más relevantes del

capitalismo contemporáneo, es producto de una estrategia deliberada de los

sectores económicos concentrados. Ya en 1955, Victor Lebow prescribía:

"Nuestra economía enormemente productiva... pide que hagamos del

consumo nuestra forma de vida, que convirtamos la compra y uso de los

bienes en un ritual, que busquemos nuestra satisfacción espiritual, nuestra

satisfacción del ego, en consumo... necesitamos cosas consumidas, quemadas,

reemplazadas y descartadas a paso acelerado"

En efecto, las cosas duran cada vez menos, se vuelven obsoletas en

cuestión de segundos, se desechan y se reemplazan a un ritmo asombroso

(obsolescencia programada y percibida). Las consecuencias socioeconómicas

de esta verdadera cultura del descarte son pasmosas: se ama a las cosas y no a

las personas, nuestros hermanos son descartables al igual que nuestros

objetos, saturamos la tierra de basura y enterramos los residuos en las mismas

periferias donde se confina a los excluidos.

La superación de la actual situación de desequilibrio planetario es

impensable sin combatir esta cultura que reduce a las personas a meros

consumidores convirtiendo una suerte de hedonismo obsesivo y excluyente

en la filosofía obligatoria del buen ciudadano.

4.-La usurpación de la Creación

Los recursos naturales, bienes comunes de la humanidad, deberían

ser sustentablemente utilizados para la felicidad de los Pueblos, en un marco

de profundo respeto por la Creación. Sin embargo, como dicen los obispos

latinoamericanos, “Las industrias extractivas internacionales y la

agroindustria, muchas veces, no respetan los derechos económicos, sociales,

culturales y ambientales de las poblaciones locales y no asumen sus

responsabilidades”. La Creación, cuyo cuidado es responsabilidad de la

humanidad, ha sido usurpada por el capital.

Una de las consecuencias más evidentes es que el espacio rural ha

dejado de ser el ámbito de desarrollo de los proyectos de vida de las familias

campesinas para convertirse en el receptáculo de capitales insaciables que no

64

Page 69: 1 NUESTRA REALIDAD

dudan en destruir el ambiente, desplazar poblaciones enteras, arrasar con

culturas milenarias para exprimir la renta de la naturaleza. El avance de los

agronegocios, la megaminería contaminante, la deforestación salvaje, la pesca

depredadora no responden a las necesidades de la humanidad sino a la

voracidad capitalista. En general, los países exportadores de materia prima,

lejos de desarrollarse gracias a sus riquezas naturales, se ven sometidos a las

peores formas de dependencia y saqueo.

En el mismo sentido, las catástrofes derivadas del cambio climático

afectan fundamentalmente a los más vulnerables, que pese a no utilizar

combustibles fósiles en su vida cotidiana, pagan las consecuencias de las

emisiones contaminantes de los países ricos y las grandes empresas. En los

últimos años hemos evidenciado una serie de catástrofes climáticas que, sin

excepción, golpearon principalmente a los excluidos. Para peor, ya es

tendencia que después de semejantes tragedias el poder económico

aprovecha el shock para el desarrollo de negocios inmobiliarios y grandes

proyectos de “reconstrucción” que desplazan las poblaciones damnificadas.

A esta perversa forma de hacer negocios con la tragedia se la ha llamado

“capitalismo del desastre”.

5.- La claudicación del estado

Frente a esta globalización excluyente, los estados nacionales van

cediendo su rol como garantes del bien común. Traicionan la herencia de

generaciones de patriotas que amaron su suelo, entregando a sus pueblos a la

voracidad del capital y la violencia del crimen organizado; la búsqueda de la

armonía social deja de ser prioridad y los Gobiernos se contentan con

contener a los sectores más postergados, administrando la pobreza a través de

planes miserables de asistencia; las clase dirigente se desliga de las más

mínimas pautas éticas para venerar a la “diosa coima”, entregarse a la

corrupción y asociarse a las mafias del narcotráfico, la trata de personas y el

juego.

Los estados, gobernados de esta forma, aceptan dócilmente los

planes de ajuste de organismos perversos como el Banco Mundial y el Fondo

Monetario Internacional o el carroñeo por parte del capital especulativo.

65

Page 70: 1 NUESTRA REALIDAD

Dicen los obispos de Aparecida: "Las instituciones financieras y las empresas

transnacionales se fortalecen al punto de subordinar las economías locales,

sobre todo, debilitando a los Estados, que aparecen cada vez más impotentes

para llevar adelante proyectos de desarrollo al servicio de sus poblaciones,

especialmente cuando se trata de inversiones a largo plazo y sin retorno

inmediato".

La claudicación del estado también se expresa en la privatización de

bienes y servicios elementales: salud, educación, vivienda social, alimentos,

transporte, saneamiento, agua potable, electricidad, comunicaciones. Al

subordinar la provisión de estos bienes y servicios a la lógica del mercado, se

subvierten los criterios de equidad a punto tal que las cosas no llegan adonde

más se las necesita sino donde mejor se las paga y para quien pueda pagarlo.

Existen, desde luego, excepciones a esta regla, países que resisten y

sociedades que defienden la visión de que el estado debe ser una herramienta

de, por y para el pueblo. Cada vez que esta resistencia se transforma en

decisiones políticas populares, las represalias mediáticas, económicas y hasta

militares sobre los gobiernos que las toman son brutales.

Desde las periferias: trabajadores excluídos y asentamientos informales

Los elementos enunciados en el apartado precedente configuran una

matriz que se expresa en una compleja y multifacética sucesión de crímenes

sociales aberrantes. Las distantes imágenes de un documental o las cifras frías

de las estadísticas, principal punto de contacto entre “dos ciudades” permiten

observar parcialmente el fenómeno sin correr riesgos, sin embarrarse, sin

tocar la carne viva que muchas veces está a la vuelta de la esquina. Es

necesario penetrar en el corazón de la injusticia, descender al subsuelo de la

Patria humana, para "contemplar los rostros de quienes sufren", para

encontrarnos con nuestros hermanos más golpeados en su dignidad, con

nuestra propia carne mancillada, y comprender la insoslayable obligación de

cambiar este orden de cosas.

La guerra, el hambre, el analfabetismo, los desastres ambientales, la

66

Page 71: 1 NUESTRA REALIDAD

esclavitud moderna, el tráfico humano, la explotación infantil, la violencia

criminal, la represión institucional, las adicciones, las pandemias, las

violaciones más aberrantes de la dignidad humana, afectan principalmente a

los últimos de la fila, a los descamisados del presente, los que fueron

expulsados de la fiesta consumista, los marginados de la “cultura del

bienestar”: los excluidos. Entre ellos, los que más sufren son los dos “polos de

exclusión” que señala Francisco insistentemente: los niños y los ancianos.

El proceso de exclusión determina un mundo atravesado por una

dualidad evidente: “centros” para los integrados, que ofrecen seguridad,

comodidad y “satisfacción” a quienes se zambullen en el festín de la

abundancia y se enlistan en el “ejército de los distraídos”; “periferias” para los

excluidos, vulnerables, donde la vida es dura, difícil, llena de privaciones.

¡Tenemos que ir a las periferias para reencontrarnos como pueblo!

El proceso de exclusión se asemeja pavorosamente al tratamiento de

los residuos. La civilización global arroja a los que sobran a un enorme basural

social donde se “gestiona” el residuo humano. Esta gestión, además de

neutralizar para que no estorbe, brinda muchas “oportunidades de negocio”

laterales: la administración del “relleno sanitario”, el “reciclado” del residuo

humano reutilizable, la “destrucción” de los residuos que se consideran

peligrosos. Sin embargo, dentro de esos infernales botaderos de personas,

junto con situaciones terribles de degradación humana, vemos todos los días

ejemplos heroicos de resistencia, solidaridad y amor fraterno.

Hay dos dimensiones en las que se desarrolla centralmente la

existencia de nuestros compañeros más humildes en su lucha por el techo

digno y el trabajo decente en las periferias sociales modernas: la dimensión

laboral y la dimensión territorial. Paradójicamente, son campos cada vez más

unificados. Se ha dicho incluso que “el barrio es la nueva fábrica” porque en

gran medida, el lugar de trabajo de millones de excluidos se ha trasladado al

hogar o a los espacios públicos.

2.1. La dimensión laboral de la exclusión: trabajadores excluidos

A veces, la periferia llega al centro, lo "invade" para llevarse una

67

Page 72: 1 NUESTRA REALIDAD

partecita de su bienestar a sus hogares humildes, se adueña del espacio

público por algunas horas, como para recordarle a los satisfechos que existe

otro mundo y que, tarde o temprano, va a emerger.

Cada día, en todas las ciudades del mundo, cualquiera que no quiera

hacerse el distraído puede verlos, con amor, con temor o con desprecio:

cartoneros, vendedores ambulantes, mensajeros, trapitos, limpiavidrios,

feriantes. Caminando, en bicicleta, a caballo, en camiones destartalados, en

familia, con los hijos a cuestas o a veces tan chicos que apenas se ven las

cabecitas asomando detrás de los bolsones llenos de cartón. Van a ganarse el

pan de cada día con su trabajo, con el trabajo que el sistema les dejó. Son

muchos, es cierto, pero son sólo la punta del iceberg, la vanguardia visible de

un fenómeno que se oculta en su verdadera magnitud en los basurales, en

talleres clandestinos, en maquiladoras, en las grandes ferias, y

fundamentalmente, en el interior de los asentamientos informales.

El trabajo asalariado, registrado y estable ya no es la relación laboral

predominante en las modernas urbes ni una perspectiva realista para los

trabajadores. Los obreros industriales son una minoría decreciente y el

creciente sector de servicios no ofrece puestos suficientes para compensar el

déficit de empleo. En cualquier caso, las formas institucionalizadas de trabajo

no logran absorber ni a la mitad de las personas con necesidad de trabajar y la

tendencia se profundiza. De cada dos, una se queda afuera. Sobra. Está de

más. Es superflua. Sin embargo, pese a estar excluidas de las oportunidades

de la globalización, son las más expuestas a sus amenazas.

Es evidente que el sistema no ofrece posibilidades de empleo

productivo para todos las habitantes del planeta en las condiciones de

dignidad adquiridas al precio de ríos de sangre. Son precisamente estas

condiciones laborales las que los ideólogos del neoliberalismo llamaron a

flexibilizar con las consecuencias que todos conocemos. Ahora, pese al

retroceso de los estándares legales, pese a esa nivelación hacia abajo de las

condiciones laborales hasta pisos de precarización antes impensables, se hace

evidente que el problema no son las regulaciones sino algo más profundo: este

sistema no integra en condiciones elementales de humanidad a todos los que

vivimos bajo su influjo.

68

Page 73: 1 NUESTRA REALIDAD

De esto se derivan dos posibles conclusiones: sobra gente o el sistema

no funciona. Desde una perspectiva cristiana, o de un humanismo básico, la

primera de las posibilidades queda éticamente descartada - aunque bajo

distintas formas, ha dominado el pensamiento de la civilización occidental

desde la Revolución Industrial hasta hoy.

Uno de los “clásicos” del pensamiento excluyente es sin duda

Thomas Malthus. El pensador británico asentaba su principio de la población

en la idea de que existen límites objetivos de espacio y alimento para la

reproducción de la vida humana. De esto se derivan una serie de recetas

políticas que son, sin duda, un muestrario de la crueldad en masa como la

esterilización compulsiva o directamente el exterminio. De manera sutil, ese

pensamiento continúa vigente en el establishment internacional.

En el capítulo XXIII de El Capital, Karl Marx introduce el tema de la

superpobalción y desarrolla una formidable crítica al pensamiento

maltusiano. Marx indica que en el proceso de acumulación de capital la

demanda de trabajo decrece progresivamente a medida que aumenta el

capital global. El sobrante poblacional -que Malthus suponía un producto de

la reproducción “geométrica” de pobres lujuriosos e irresponsables- nunca es

absoluto sino relativo a las necesidades del capital.

La existencia de una superpoblación relativa, pensaba Marx, no sólo

es funcional al sistema sino que opera como palanca del proceso de

acumulación capitalista. Los sobrantes integran un “ejercito industrial de

reserva” que responde a la mayor demanda de trabajo en los periodos de alza

del ciclo industrial y mantiene la presión sobre la oferta de trabajo inhibiendo

las demandas salariales por competencia entre los propios obreros. En el

mundo globalizado, sin embargo, aun en los periodos de mayor crecimiento,

un segmento creciente de la población permanece desintegrado del proceso

productivo formal.

Así lo percibieron distintos pensadores del llamado tercer mundo.

José Nun, sociólogo argentino, desarrolla el concepto de “masa marginal”.

Sostiene que el capital supera su etapa competitiva para entrar en una fase

monopolísitica. En ese contexto, se desarrolla esta categoría particular de la

69

Page 74: 1 NUESTRA REALIDAD

superpoblación relativa que se diferencia de las restantes por una razón: no

forma parte de ninguna reserva industrial, es población que no resulta

funcional al proceso de acumulación capitalista; por el contrario, puede

convertirse en una seria amenaza a su estabilidad. De esta forma, el sistema se

enfrenta al desafío de gestionar sus “residuos poblacionales” para que no

estorben, a veces reprimiendo, a veces conteniendo. En algún punto, tanto el

control policial como el asistencialismo "figura entre los faux frais [gastos

varios] de la producción capitalista, gastos que en su mayor parte, no

obstante, el capital se las ingenia para sacárselos de encima y echarlos sobre

los hombros de la clase obrera y de la pequeña clase media”.

En este orden de ideas, el pensador uruguayo Metol Ferrer introduce

el concepto de "desocupación disfrazada". Ilustrando la situación con el caso

uruguayo, afirma que el escaso trabajo social invertido en el agro y los altos

precios recibidos, permiten “un subsidio a una gran parte del resto de la

población activa del país, nos ha permitido mantener un ejército de

consumidores que no eran reales productores." De esta forma,

paradójicamente, "la plusvalía de la espontaneidad de nuestra producción ha

permitido aguantar la minus valía de consumidores no trabajadores. Claro

que a medida que estos últimos aumentaran proporcionalmente, el Edén se

transformaría insensiblemente en Infierno”.

Existe, sin embargo, un circuito económico periférico con “vida

propia”, una verdadera economía residual o “pericapitalista”, que explica

mucho mejor que los subsidios o la represión la forma en la que subsisten los

excluidos. En esta esfera las tendencias individualistas propias del sistema, la

tentación del delito, el clientelismo político y el poder de las mafias se enfrenta

a la vocación solidaria de los humildes y a las organizaciones populares en la

lucha cotidiana por el territorio, los recursos, el espacio público, las políticas

sociales y fundamentalmente el destino de las personas y el futuro de los

pueblos (ver 3.2 de este artículo: “La Economía Popular”)

La situación actual de los trabajadores es incomprensible sin analizar

las características de esta esfera económica sumergida y la situación de los que

en ella se ganan el pan. Frai Betto califica a los trabajadores este sector como

“pobretariado” y lo considera el sujeto social más dinámico de esta etapa

70

Page 75: 1 NUESTRA REALIDAD

histórica.

En este trabajo, caracterizamos a los compañeros que fueron

marginados del mercado laboral institucionalizado como los “trabajadores

excluidos”, los que no tienen derechos, los que el Estado no ve, los que los

empresarios desconocen, los que no participan directamente de la moderna

producción, pero que no obstante, no pierden su carácter de trabajadores.

La situación de los trabajadores excluidos se inscribe en el proceso

más amplio del retroceso nacional, regional e internacional de lo que alguna

vez conocimos como clase obrera y que golpea incluso a los compañeros con

empleos formales. Sin embargo, en mi opinión, la exclusión laboral implica un

grado más agudo de opresión donde se acumulan todas las fracturas del

mundo del trabajo: precarización, informalidad, externalidad e

infraproductividad.

2.2 La dimensión territorial: asentamientos informales

El 25% de los hombres, mujeres, niños y ancianos que habitan nuestro

planeta duerme en una casita de chapas oxidadas, cartones, alguna lona

vieja, tablones de madera, bloques de hormigón o tal vez algunos ladrillos si

tiene suerte. Esa casita que construyeron con esfuerzo, manos curtidas y

esperanza, se asienta seguramente rodeada de basura, sin desagües ni

cloacas, sobre un lote minúsculo que de una u otra forma lograron ocupar

sobre un basural, en un terreno abandonado, junto a una vía ferroviaria, a la

orilla de un río contaminado o bajo una ruidosa autopista. En los

asentamientos informales, hogar de 1.500 millones de hermanos nuestros,

cada proyecto de vida es  fuertemente limitado por pésimas condiciones

materiales y ambientales impuestas por el capitalismo de exclusión.

Durante la primera década del nuevo milenio, en algún rincón del

mundo, un recién nacido o tal vez un campesino desplazado marcó un hito

histórico: por primera vez desde que apareció el hombre sobre la faz de la

tierra, la ciudad es el ámbito geográfico humano predominante. Más del 50%

de la población mundial vive en zonas urbanas y la tendencia se acelera día

tras día. Aquel bebé nació o aquel migrante se instaló, casi con certeza, en un

asentamiento informal. Es probable que el nuevo ciudadano, uno de cada

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Page 76: 1 NUESTRA REALIDAD

millón que se suma a los asentamientos cada semana, engrose las estadísticas

del Banco Mundial sobre pobreza que hoy estiman en 3500 millones las

personas que sobreviven con menos de dos dólares diarios. Muy

probablemente también se integre en alguna de las categorías de la

precariedad laboral y se convierta en otro trabajador excluido.

Es probable, pero no seguro. Es que en el asentamiento, aunque para

el ojo civilizado es homogéneo, existe una fuerte estratificación interna. No

todos los que viven en los asentamientos son pobres o trabajadores. Tampoco

todos los asentamientos están dominados por delincuentes, narcotraficantes

o gángters. Los estereotipos creados externamente reducen la complejidad

del asentamiento a las necesidades políticas del poder. En realidad, el

asentamiento refleja, sin maquillajes, el orden injusto del capitalismo

contemporáneo.

Los asentamientos informales se masificaron con la revolución

industrial. Ya sea dentro de las ciudades o en sus periferias, una variada

topología de urbanización precaria se convirtió en la morada de la naciente

clase obrera. El trabajo asalariado absorbía masas de migrantes al interior de

cada nación a medida que avanzaba el proceso de industrialización. Con el

correr de los años y las luchas populares por la justicia social, los

asentamientos se transformaron en barrios obreros y la calidad habitacional

de los trabajadores mejoró significativamente.

Sin embargo, con la irrupción del neoliberalismo, la

desindustrialización y los programas de ajuste estructural, el panorama

cambió significativamente. El proceso de urbanización se desacopló del

desarrollo industrial. Las ciudades siguieron creciendo, la población urbana

se disparó, surgieron periferias de las periferias, pero ya no existía un

mercado de trabajo pujante que absorbiera a los recién llegados. No es el

aumento en la oferta de empleo urbano sino la reproducción ampliada de la

exclusión social lo que explica el crecimiento de los asentamientos informales. Hay, sin duda, factores de atracción y arraigo inherentes al asentamiento

urbano. Aún la periferia degradada, además de recibir reflejos mortecinos del

“brillo de las ciudades”, ofrece mejores servicios, acceso al consumo y

posibilidades de trabajo que el campo, al menos conforme a los parámetros

72

Page 77: 1 NUESTRA REALIDAD

hegemónicos. En esta etapa, sin embargo, es posible que sean más

importantes los factores de expulsión de población rural que los de atracción a

las periferias urbanas. La explotación irracional de la naturaleza que implica

el desplazamiento de poblaciones enteras es sin duda una de las causas. En los

países dependientes sobran ejemplos de áreas rurales altamente

industrializadas y áreas urbanas altamente desindustrializadas. Las guerras y

conflictos bélicos también son un factor importante de desplazamiento

forzado de gran cantidad de personas.

Los procesos de urbanización, claro está, no responden a ningún tipo

de planificación por parte de los estados. Son fruto de las fuerzas

“espontáneas” del mercado que paradójicamente tienden a excluir a las

mayorías de su propia dinámica legal y relegarlas a una periferia paralegal en

el plano habitacional del mismo modo que vimos en la dimensión laboral. En

los países periféricos, tan sólo el 20% de los nuevos hogares responden al

mercado formal de vivienda. El resto de las viviendas son producto informal

de las manos de sus moradores en áreas desprovistas de servicios,

infraestructura o saneamiento adecuado.

Las estadísticas de la ONU son elocuentes: en el África Sub Sahariana

el 71,9% de las personas vive en asentamientos informales; en América Latina

y el Caribe el 31,9 %; en Asia, alrededor del 40%; en Oceania el 24,1%. Existen

países en los que virtualmente toda la población urbana vive en

asentamientos: Etiopía (99.4 %), Chad (99.4 %), Afganistán (98.5 %), y Nepal

(92 %) son los casos extremos. Hay ciudades con 12 millones de asentados

informales como Bombay.

Los números ocultan las enormes diferencias entre asentamientos de

distintas regiones y, aún más, la estratificación interna del asentamiento,

donde los más excluidos entre los excluidos, los migrantes, los

indocumentados, los recién llegados, se ven obligados a alquilar piezas

ínfimas que alojan familias enteras. Como decía el Padre Joseph Wresinski,

que acude al término "cuarto mundo" para referirse a los bolsones de extrema

pobreza globalmente transversales, detrás de cada pobre hay otro más pobre.

Y detrás de un padre excluido, hay un niño y un abuelo más excluidos aún.

73

Page 78: 1 NUESTRA REALIDAD

Los elementos comunes que sí podemos destacar, además de la

cuestión central de inseguridad jurídica en el régimen de tenencia de la tierra,

es un gran nivel de carencia en el acceso o la calidad de los servicios públicos

elementales: salud, educación, seguridad, alumbrado, higiene urbana,

provisión de agua potable, luz eléctrica, gas natural, saneamiento y

comunicaciones. Las calles, la señalética, las plazas y espacios públicos, las

normas de seguridad vial, cuando las hay, son producto de la intervención

comunitaria de los pobladores. Por lo general, no existe ninguna instancia

administrativa o judicial al interior del asentamiento.

En el asentamiento, donde la vida interna suele ser mucho más

intensa que en los núcleos enriquecidos, donde la producción está

íntimamente ligada al territorio, el poder está en constante disputa. De nuevo,

como en el campo laboral de la exclusión, el vacío que deja el estado se llena

con formas para-estatales de regulación social y hasta de coerción. La

comunidad, organizada o espontáneamente, resiste como puede el avance de

grupos violentos de la criminalidad organizada muchas veces apoyados por

las fuerzas de seguridad oficiales.

La muchas veces señalada ausencia del estado en realidad no es más

que una delegación de sus facultades en agentes “tercerizados” que, sin

necesidad de atenerse a las garantías propias de un orden jurídico

democrático, administra el territorio, gestiona la maquinaria electoral y

gerencia los negocios cuya rentabilidad es de interés para los sectores de

poder. Paradójicamente, la proliferación de barrios cerrados (countries)

refleja el mismo proceso de privatización de la "violencia legítima" cuyo

monopolio es, según Max Weber, la esencia del estado. Tal vez por eso el

narcotráfico busca refugio en estos dos polos del orden capitalista.

La representación subjetiva del asentamiento informal varía

significativamente. En algunos casos por la posición relativa de cada cual

frente al fenómeno: el asentamiento no es lo mismo para un viejo asentado,

para un recién llegado, para un abuelo, para un joven; mucho menos para un

oficinista que vive cerca de un asentamiento, para un estudiante, un

desarrollador inmobiliario, un político. Existen sin embargo algunos relatos

principales.

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El “cuento negro” fomenta la estigmatización del asentamiento como

un lugar signado por el crimen, dominado por el narcotráfico, refugio de todo

tipo de vagos, maleantes, asesinos, rufianes y delincuentes. Por lo general,

esta línea de pensamiento muy a gusto de los grandes desarrolladores

inmobiliarios, considera que la solución a la problemática estriba en la

erradicación de los asentamientos. También es la opción preferida de los

fabricantes de armas y el lobby de la mano dura que promueven la

militarización de los asentamientos.

Su contraparte, que podríamos denominar “cuento rosa” o doctrina

del “orden espontáneo”, idealiza el asentamiento como forma libertaria de

sociedad donde la comunidad se auto-regula sin intervención del Estado. Esta

línea de pensamiento tiende a fomentar la desrregulación y ghetificación de

los asentamientos embelleciendo la indiferencia con una pose de tolerancia.

Otra variante es el pensamiento colonizador, que ve en el

asentamiento el refugio de “buenos salvajes” a la espera de ser re-educados

por los sectores civilizados. El concepto de urbanización a secas, en general,

supone un menosprecio por los sectores populares, es una mirada

irrespetuosa de su identidad y un voluntarismo teórico que casi nunca se

expresa en mejoras concretas porque los civilizadores no quieren realizar las

inversiones necesarias para concretar sus planes.

El Equipo de Sacerdotes para las Villas de Emergencia (Buenos

Aires), desde una visión comprometida con los asentados y desde adentro de

los asentamientos, lo expresa en estos términos “Si la ciudad no quiere

colonizar la villa deberá tener un corazón humilde capaz de escuchar la

palabra de inmensas barriadas que tienen mucho que decir (…) más que

urbanizar nos gusta hablar de integración urbana, esto es, respetar la

idiosincrasia de los pueblos, sus costumbres, su modo de construir, su ingenio

para aprovechar tiempo y espacio, respetar su lugar, que tiene su propia

historia”.

En cualquier caso, la descontextualización del fenómeno como

producto de la lógica interna del sistema impide avizorar escenarios

alternativos de justicia y dignidad para los compañeros. La lucha de las

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propias víctimas de este orden de cosas será, sin duda, la que permita

alumbrar un nuevo orden territorial donde haya espacio, techo y trabajo para

todos.

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