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1 UNIVERSIDAD INCA GARCILASO DE LA VEGA FACULTAD DE ESTOMATOLOGÍA PREVALENCIA DE COMPLICACIONES POSTOPERATORIAS EN LA EXODONCIA DE TERCEROS MOLARES INFERIORES SEGÚN LA CLASIFICACIÓN DE PELL Y GREGORY Y WINTER EN PACIENTES DE 17-27 AÑOS DE LA SECCION DE MEDICINA ORAL Y CIRUGIA MAXILOFACIAL DE LA FAP. TESIS PARA OPTAR AL TITULO DE CIRUJANO DENTISTA AUTORA: CÉSPEDES HERRERA, Marly Grisel LIMA-PERÚ 2010

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UNIVERSIDAD INCA GARCILASO DE LA VEGA

FACULTAD DE ESTOMATOLOGÍA

PREVALENCIA DE COMPLICACIONES POSTOPERATORIAS EN LA EXODONCIA DE TERCEROS MOLARES INFERIORES SEGÚN LA CLASIFICACIÓN DE PELL Y GREGORY Y WINTER EN PACIENTES DE 17-27 AÑOS DE LA SECCION DE MEDICINA ORAL Y CIRUGIA MAXILOFACIAL DE LA FAP.

TESIS PARA OPTAR AL TITULO DE CIRUJANO DENTISTA

AUTORA: CÉSPEDES HERRERA, Marly Grisel

LIMA-PERÚ

2010

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DEDICATORIA

A Dios, por estar conmigo en cada paso que doy, por fortalecer mi corazón e iluminar mi mente y por haber puesto en mi camino a aquellas personas que han sido mi soporte y compañía durante todo el periodo de estudio. A mi mamita Mari por su esfuerzo, sacrificio y apoyo incondicional para cumplir mis metas. A mi padre Eusebio y mi tío Antonio quienes desde el cielo me protegen, guían mi camino y desarrollo académico. A mi hermano Fernando por su frescura e inspiración en cada paso que doy, para seguir adelante en todo. A mi familia, porque a pesar de la distancia el cariño, ánimo, alegría y apoyo incondicional que me brindan me dan la fortaleza necesaria para seguir adelante

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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AGRADECIMIENTOS

Con gran admiración y por ser un ejemplo a seguir al Dr. Javier Moncada Ameghino,

por su amistad, motivación y guía en la culminación de la presente Investigación.

Al Dr. Lorenzo Marroquín García, por su paciencia, colaboración y apoyo brindados

desde siempre para la ejecución del presente trabajo.

Al Dr. Hernán Horna Palomino por su desinteresada colaboración en la

estructuración del presente trabajo de investigación.

A todos los doctores de la facultad de Estomatología de la Universidad Inca

Garcilaso de la Vega que en toda mi etapa universitaria me brindaron todos sus

conocimientos y experiencias.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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INDICE

PÁGINAS PRELIMINARES Hoja de Respeto i Dedicatoria ii Agradecimiento iii Indice iv Resumen viii Palabras Clave viii INTRODUCCION 1 CAPITULO I: PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA 3 1.1 Descripción de la Realidad problemática 3 1.2 Formulación del problema 4 1.2.1 Problema general 4 1.2.2 Problemas específicos 4 1.3 Objetivos de la Investigación 5 1.3.1 Objetivo general 5 1.3.2 Objetivos específicos 5 1.4 Justificación de la Investigación 6 1.5 Limitaciones del estudio 7 1.6 Viabilidad del estudio 7 1.7 Aspectos éticos 8 CAPITULO II: MARCO TEORICO 9 2.1 Antecedentes de la Investigación 9 2.2 Bases teóricas 2.2.1 Erupción de los dientes permanentes 13 A) Terceros molares inferiores 14 2.2.2 Etiopatogenia 15 A) Factores locales 15 B) Malposición primaria del germen dentario 16 C) Factores sistémicos 18 D) Factores endocrinos 18 2.2.3 Etiología 18 A) Condiciones embriológicas 18 B) Condiciones Anatómicas 20 2.2.4) Clasificación del tercer molar inferior 21 A) Clasificación de Pell y Gregory 21 B) Clasificación de Winter 23 2.2.5) Patogenia 23 A) Teoría Mecánica 23 B) Teoría de Capdepont 24 C) Teoría neurológica 25 2.2.6) Complicaciones del tercer molar inferior 25

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A) Complicaciones infecciosas 25 a) Pericoronaritis 25 B) Complicaciones tumorales 30 a) Granuloma 30 b) Quistes paradentales 30 c) Quistes radiculares 31 d) Quistes foliculares o dentígeros y Queratoquistes 31 e) Ameloblastomas y tumores malignos 32 C) Complicaciones mecánicas 33 a) Ulceración yugal o lingual 33 b) Lesiones en el segundo molar 33 c) Desplazamientos dentarios 34

d) alteraciones de la articulación temporomandibular 38 D) Complicaciones Nerviosas 39 a) Alteraciones sensitivas 39 b) Alteraciones motoras 40 c) Trastornos secretores 41 d) Trastornos trófico cutáneo-mucoso 41 E) Correlación clínica con la posición del tercer molar 41 2.2.7) Estudio Radiológico 42 A) Acceso 42 B) Posición y profundidad 43 C) Estudio de las raíces 45 D) Estudio de la corona 47 E) Estudio del hueso 48 F) Segundo molar 51 G) Conducto dentario inferior 52 2.2.8) Tratamiento quirúrgico de terceras molares inferiores 54 A) Indicaciones para la extracción de terceros molares inferiores 56 B) Preparación del entorno operatorio 57 c) Anestesia local 59 D) Técnicas de incisión y preparación del colgajo 61 a) Prevención de isquemia 61 b) Prevención del desgarro del colgajo 62 c) Prevención de dehiscencia 64 E) Despegamiento del colgajo sobre un plano óseo 64 F) Osteotomía 65 G) Ostectomía 65 H) Odontosección y extracción 66 I) Revisión del campo operatorio 69 J) Hemostasia 70 K) Reposición del colgajo y sutura 71 2.2.9) prevención y tratamiento de las complicaciones más comunes en cirugía oral 76 A) Complicaciones postoperatorias 77 a) Hemorragias 78 b) Parestesia 80

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c) Hematoma 84 d) Alveolitis 85 e) Formación de secuestros 90 f) Trismus 91 g) Patología periodontal 92

2.3) Definiciones Conceptuales 94 2.4) Formulación de Hipótesis 95

2.4.1) Hipótesis General 95 2.5) Variables y Operacionalización de Variables 95

CAPITULO III: METODOLOGIA 98

3.1) Diseño Metodológico 98 3.1.1) Diseño 98 3.1.2) Nivel 98 3.1.3) Enfoque 98

3.2) Población y muestra 98 3.2.1) Población 98 3.2.2) Muestra 99

3.2.3) Criterios de selección de muestra 100 3.3) Técnica de recolección de datos 101 3.3.1) Descripción de instrumentos 103 A) Recursos humanos 103 B) Recursos materiales 104 C) Recursos institucionales 104 3.3.2) Validez de los instrumentos 104 3.4) Técnica para procesar la información 105

CAPITULO IV: RESULTADOS 106

• Tabla N°1: Frecuencia de complicaciones Postoperatorias 106

• Gráfico N°1-A Complicaciones postoperatorias al 100% 107

• Gráfico N° 1-B Distribución del 25.5% de complicaciones postoperatorias 108

• Tabla y Gráfico N° 2: Frecuencia según clasificación de Pell y Gregory 109

• Tabla y Gráfico N° 3: Frecuencia según clasificación de Winter 110

• Tabla N° 4: Frecuencia de complicaciones postoperatorias según clasificación de Pell y Gregory 111

• Gráfico N° 4: Frecuencia de complicaciones postoperatorias según clasificación de Pell y Gregory 112

• Tabla N° 5: Frecuencia de complicaciones postoperatorias según la clasificación de Winter 113

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• Gráfico N° 5: Frecuencia de complicaciones postoperatorias según la clasificación de Winter 114

• Tabla N° 6: Frecuencia de terceros molares inferiores según la clasificación de Pell y Gregory y grupo etareo 115

• Gráfico N° 6: Frecuencia de terceros molares inferiores según la clasificación de Pell y Gregory y grupo etareo 116

• Tabla y Gráfico N° 7: Frecuencia de terceros molares inferiores según la clasificación de Winter y grupo etareo 117

• Tabla N°8: Frecuencia de complicaciones postoperatorias según grupo etareo 118

• Gráfico N°8: Frecuencia de complicaciones postoperatorias según grupo etareo 119

• Tabla y Gráfico N°8-A: frecuencia de complicaciones postoperatorias según grupo etareo: 17-21 años 120

• Tabla y Gráfico N°8-B: frecuencia de complicaciones postoperatorias según grupo etareo: 22-27 años 121

• Tabla N° 9: Frecuencia de complicaciones postoperatorias según sexo 122

• Gráfico N° 9: Frecuencia de complicaciones postoperatorias según sexo 123

CAPITULO V: DISCUSION, CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES 124

5.1) Discusión 124 5.2) Conclusiones 126 5.3) Recomendaciones 127

FUENTES DE INFORMACION 128

Fuentes bibliográficas 134 Fuentes hemerográficas 135 Fuentes electrónicas 139

ANEXOS 140 Ficha de Recolección de datos Hoja de codificación Tablas y Gráficos secundarios Consentimiento informado

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RESUMEN

Se realizó un estudio descriptivo prospectivo transversal donde el objetivo de

esta investigación fue determinar la frecuencia de las complicaciones

postoperatorias de la exodoncia de terceras molares inferiores según la

clasificación de Winter y de Pell y Gregory así como su distribución según sexo y

grupo etareo.

Se determinó la frecuencia de las posiciones del tercer molar inferior según las

clasificaciones de Winter y de Pell y Gregory en pacientes de 17-27 años de

edad atendidos en el servicio de Medicina Oral y Cirugía Maxilofacial del Hospital

central de la Fuerza Aérea del Perú durante el período Mayo-Julio 2010.

Siguiendo los criterios de inclusión y exclusión del estudio se seleccionaron y

revisaron 41 Historias Clínicas y se estudiaron sus respectivas radiografías

panorámicas de donde se obtuvieron 55 terceras molares inferiores para medir

las variables de la investigación.

Los datos recolectados fueron digitalizados y procesados en un ordenador

siendo analizados en el programa estadístico SPSS versión 18, obteniendo

como resultado que el 25.5% de las terceras molares inferiores intervenidas

quirúrgicamente presentaron algún tipo de complicación postoperatoria como

Equimosis (12.7%), Trismus (9.1%), Hemorragia y alveolitis (1.8%).

Estas complicaciones en una población de 17-21 años se presentó en un 18.91%

y el sexo femenino presentó mayor frecuencia de complicaciones (20%).

Según su posición y de acuerdo a la clasificación de Winter la que presentó

mayor complicación fue la posición mesioangular (18.18%). Y de acuerdo a la

clasificación de Pell y Gregory fue la clase IIA (9.1%).

Palabras Claves: Tercer molar inferior, complicaciones postoperatorias, clasificación de pell y Gregory y Winter.

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INTRODUCCIÓN El problema planteado en la presente investigación fue la falta de conocimiento

sobre la prevalencia de complicaciones postoperatorias en exodoncia de terceras

molares inferiores según la clasificación de Pell y Gregory y Winter en pacientes

de 17 a 27 años de la sección de Medicina Oral y Cirugía Maxilofacial del

Hospital Central de la Fuerza Aérea del Perú en el período Mayo- Julio 2010.

Existen estudios como los realizados por RODRIGUEZ G. MARTINEZ E.

DUQUR F. LONDOÑO L. (2007) quienes realizaron un estudio observacional

descriptivo retrospectivo de 2120 exodoncias de terceros molares practicadas en

1072 pacientes, donde se observaron complicaciones postoperatorias en sólo el

2.8% de extracciones, siendo alveolitis 0.9%, infecciones 0.9%, trismus 0.5%,

hemorragia 0.3%, alteración del nervio dentario y/o lingual 0.2%. Con respecto a

la frecuencia de complicaciones postoperatorias según la posición radiográfica

del tercer molar, se observó que los que más se complicaron fueron los que

estaban en una posición mesioangular y en una clasificación IIB, de acuerdo a

las clasificaciones de Winter y de Pell y Gregory.5.

La dificultad en la erupción de terceros inferiores, se debe a su formación tardía

y a la evolución filogenética que ha sufrido la mandíbula y que da como resultado

la falta de espacio disponible para que los molares puedan erupcionar

normalmente. Por tanto, es importante realizar un cuidadoso examen clínico y

radiográfico en la etapa preoperatoria, una técnica quirúrgica meticulosa en la

etapa operatoria y medicación e indicaciones adecuadas para cada paciente en

la etapa postoperatoria, hechos estos que disminuyan la presencia de

complicaciones.

La extracción del tercer molar, tiene riesgo de presentar ciertas complicaciones

postoperatorias, como hemorragia, Equimosis, hematoma, alveolitis, formación

de secuestros, trismus, patología periodontal, pudiendo cada una de las

anteriores representar una alteración temporal o permanente.

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La frecuencia de estas complicaciones aumenta, si la posición del diente

representa mayor dificultad quirúrgica, como en pacientes mayores de

veinticinco años, cuando la realización del procedimiento toma mayor tiempo

quirúrgico y si se requiere hacer un colgajo muy amplio.

La mayoría de las complicaciones en la cirugía de terceros molares resultan de

errores de evaluación, del mal uso de instrumentos, de aplicación de fuerza

inadecuada por parte del operador y del incumplimiento de indicaciones

postoperatorias por parte del paciente.

Por tanto, es preciso extremar las medidas para evitarlas, resolverlas cuando

ocurran y que en ningún momento pongan en riesgo la vida del paciente.

El propósito de este estudio fue analizar la Prevalencia de complicaciones

después de la extracción quirúrgica de terceros molares en pacientes de 17 a 27

años de edad y valorar la asociación entre la aparición de complicaciones con

edad, sexo, posición, angulación y grado de inclusión del tercer molar (según la

clasificación de Pell y Gregory y Winter).

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CAPITULO I: PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

1.1. DESCRIPCIÓN DE LA REALIDAD PROBLEMÁTICA

En la actualidad existen muchos errores en la interpretación radiográfica,

evaluación clínica, programación, acto quirúrgico e indicaciones

postoperatorias de la cirugía de terceros molares inferiores.

Existen factores que se deben relacionar como; la edad, que es importante

porque el complejo hueso maxilar, diente y ligamento periodontal, maduran

durante el transcurso del tiempo, lo que indica que las cirugías de terceros

molares inferiores pueden provocar complicaciones postoperatorias, cuanto

mayor edad tenga el paciente. Y la ubicación de terceros molares inferiores,

donde sobretodo es importante la ubicación en el espacio de los terceros

molares inferiores, la posición de la corona con respecto a la cara distal del

segundo molar, la distancia del borde anterior de la mandíbula a la cara distal

del segundo molar, la disposición de las raíces del tercer molar inferior y su

relación con el nervio dentario inferior.

El desconocimiento de la anatomía normal, como la línea oblicua externa que

es extremadamente compacta y gruesa, la línea oblicua interna que es

compacta pero delgada, existiendo fenestraciones lo que facilitaría la fractura

de la tabla lingual por el exceso de fuerza en la manipulación y como

consecuencia pueden provocar la instalación de complicaciones

postoperatorias.

Es necesario considerar estos aspectos porque el estudio establece que las

complicaciones postoperatorias de la exodoncia de terceros molares inferiores

tienen relación con una adecuada interpretación radiográfica, evaluación

clínica, programación del acto quirúrgico e indicaciones postoperatorias.

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1.2. FORMULACIÓN DEL PROBLEMA

1.2.1 General:

¿Cuál es la Prevalencia de complicaciones postoperatorias en exodoncia

de terceras molares inferiores según la clasificación de Pell y Gregory y

Winter en pacientes de 17 a 27 años de la sección de Medicina Oral y

Cirugía Maxilofacial del Hospital Central de la Fuerza Aérea del Perú?

1.2.2 Específicos:

1. ¿Cuál es la frecuencia de la posición de las terceras molares inferiores

según la clasificación de Pell y Gregory y Winter?

2. ¿Qué tipo de complicaciones postoperatorias de la exodoncia de terceros

molares inferiores se presentan con mayor frecuencia en el servicio de

Medicina Oral y Cirugía Maxilofacial del Hospital Central de la Fuerza

Aérea del Perú?

3. ¿Cuál es el grado de relación que se presenta entre las complicaciones

postoperatorias de la exodoncia de terceros molares inferiores y la

clasificación de Pell y Gregory en el servicio de Medicina Oral y Cirugía

Maxilofacial del Hospital Central de la Fuerza Aérea del Perú?

4. ¿Cuál es el grado de relación que se presenta entre las complicaciones

postoperatorias de la exodoncia de terceros molares inferiores y la

clasificación de Winter en el servicio de Medicina Oral y Cirugía

Maxilofacial del Hospital Central de la Fuerza Aérea del Perú?

5. ¿Cuál es la frecuencia de complicaciones postoperatorias en la

exodoncia de terceras molares inferiores de acuerdo a la clasificación de

Pell y Gregory y Winter según edad?

6. ¿Cuál es la frecuencia de complicaciones postoperatorias en la

exodoncia de terceras molares inferiores de acuerdo a la clasificación de

Pell y Gregory y Winter según sexo?

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1.3 OBJETIVOS DE LA INVESTIGACIÓN

1.3.1 Objetivo General:

Determinar la prevalencia de complicaciones postoperatorias en la

exodoncia de terceras molares inferiores según la clasificación de Pell y

Gregory y Winter en pacientes de 17 a 27 años de la sección de

Medicina Oral y Cirugía Maxilofacial del Hospital Central de la Fuerza

Aérea del Perú durante el periodo Mayo-Julio del 2010.

1.3.2 Objetivos Específicos:

1. Determinar la frecuencia de la posición de las terceras molares inferiores

según la clasificación de Pell y Gregory y Winter.

2. Determinar el tipo de complicaciones postoperatorias de la exodoncia de

terceros molares inferiores que se presentan con mayor frecuencia en el

servicio de Medicina Oral y Cirugía Maxilofacial del Hospital Central de la

Fuerza Aérea del Perú.

3. Determinar el grado de relación que se presenta entre las

complicaciones postoperatorias de la exodoncia de terceros molares

inferiores y la clasificación de Pell y Gregory en el servicio de Medicina

Oral y Cirugía Maxilofacial del Hospital Central de la Fuerza Aérea del

Perú.

4. Determinar el grado de relación que se presenta entre las complicaciones

postoperatorias de la exodoncia de terceros molares inferiores y la

clasificación de Winter en el servicio de Medicina Oral y Cirugía

Maxilofacial del Hospital Central de la Fuerza Aérea del Perú.

5. Determinar la frecuencia de complicaciones postoperatorias en la

exodoncia de terceras molares inferiores de acuerdo a la clasificación de

Pell y Gregory y Winter según edad.

6. Determinar la frecuencia de complicaciones postoperatorias en la

exodoncia de terceras molares inferiores de acuerdo a la clasificación de

Pell, Gregory y Winter según sexo.

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1.4 JUSTIFICACIÓN DE LA INVESTIGACIÓN

Toda operación puede estar seguida por diferentes complicaciones

postoperatorias desde leves a graves y en el caso de la exodoncia de

terceros molares son hemorragia, parestesia, hematoma, alveolitis, formación

de secuestros, trismus, patología periodontal, pudiendo cada una de las

anteriores representar una alteración temporal o permanente y en ocasiones

poner en riesgo la vida del paciente. La frecuencia de éstas complicaciones

aumenta si la posición del diente representa mayor dificultad quirúrgica como

en pacientes mayores de 25 años, cuando la realización del procedimiento

toma mayor tiempo quirúrgico, y si se requiere hacer un colgajo muy amplio,

por eso se exige un diagnóstico oportuno y plan de tratamiento adecuado y

específico para cada paso, con el fin de evitar la instalación de

complicaciones post operatorias ya mencionadas.

La finalidad que persigue la presente investigación es generar una base de

datos que permita reducir la prevalencia que pudiera existir y beneficiar a los

pacientes que acuden al Servicio de Medicina Oral y Cirugía Maxilofacial del

Hospital Central de la Fuerza Aérea del Perú.

Los resultados se diseminaran con la entrega de un ejemplar a la Jefatura

correspondiente o recomendar su publicación mediante los canales

correspondientes.

1.5 LIMITACIONES DEL ESTUDIO

1.5.1 Delimitaciones Prácticas: A) Lugar: Servicio de Medicina Oral y Cirugía Maxilofacial del Hospital

Central de la Fuerza Aérea del Perú.

B) Temporalidad: Mayo – Julio 2010.

C) Edad: 17- 27 años.

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1.5.2 Limitaciones de recursos humanos: No existieron por contar con la amplia colaboración del personal

odontológico del Servicio de Medicina Oral y Cirugía Maxilofacial del

Hospital Central de la Fuerza Aérea del Perú.

1.5.3 Limitaciones económicas: No hubo mayor requerimiento y las que se presentaban fueron asumidas

por la investigadora.

1.6 VIABILIDAD DEL ESTUDIO

Esta investigación además fue viable al no requerir la utilización de material

adicional, puesto que es un estudio epidemiológico de complicaciones

postoperatorias de la exodoncia de terceros molares inferiores, para lo que se

dispone de conocimientos científicos y metodológicos.

El hecho de contar con total apoyo del servicio de Medicina Oral y Cirugía

Maxilofacial del Hospital Central de la Fuerza Aérea del Perú, el acceso de la

investigadora a las instalaciones, ambientes y servicios del hospital y estar

realizando una pasantía contribuyeron a la factibilidad de la investigación.

1.7 ASPECTOS ÉTICOS Los pacientes involucrados al estudio fueron informados de los exámenes,

tratamientos y controles que se les realizó y del propósito de éstos para la

realización de este trabajo de Investigación y firmaron una hoja de

consentimiento informado, donde autorizaron la intervención quirúrgica y

controles postoperatorios.

Los operadores que realizaron la cirugía fueron los especialistas del servicio

de Medicina Oral y Cirugía Maxilofacial y el procedimiento quirúrgico se realizó

en un ambiente adecuado con el instrumental necesario y respetando las

normas de bioseguridad.

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Asimismo se garantizó la confidencialidad de los resultados y proteger su

identificación e imágenes en caso de proceder a su publicación.

CAPITULO II: MARCO TEÓRICO

2.1. ANTECEDENTES DE LA INVESTIGACIÓN

GARCÍA F, TORO O, VEGA M, VERDEJO M. (2009). Refieren que las

complicaciones de exodoncia tienen una incidencia a nivel mundial, para todos

los casos se reportan desde niveles que varía desde 0.5% hasta 68.4%

encontrando en los niveles más altos de incidencia el caso de terceros

molares inferiores.1.

PEÑALOZA U. (2009). Es su estudio de complicaciones de la exodoncia de

los terceros molares incluidos reportó que el 10,8% de 16127 exodoncias

tuvieron algún tipo de complicación. Halló que la frecuencia de complicaciones

infecciosas post-exodoncia fue de 13,2%, siendo alveolitis la más frecuente.2.

CASAS DEL VALLE L. APARICIO P. URIBE F. ALCOCER D. (2009) Realizaron un estudio clínico prospectivo,

A las 48 horas observaron: Disminución de abertura bucal 17.62%, dolor

1.27%, edema 1,2%.

A los 07 días observaron: Disminución de abertura bucal 7.04%, dolor 0.47%,

edema 0.23%.3.

HERNÁNDEZ L, RAIMUNDO E. (2008). Realizaron un estudio retrospectivo,

descriptivo y transversal en una muestra de 257 pacientes a quienes se les

realizaron un total de 270 intervenciones quirúrgicas por dientes retenidos.

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Como resultado de la misma encontraron que el sexo femenino con 53,7%

predominó en la muestra; la intervención quirúrgica que más se realizó en el

tratamiento de dientes retenidos fue la exéresis quirúrgica con un 95,6%; los

terceros molares retenidos y las complicaciones postoperatorias más

frecuentes encontradas en su estudio fueron: trismo mandibular (10.3%),

disfunción de ATM (7.4) y alveolitis (3%). 4.

RODRIGUEZ G. MARTINEZ E. DUQUE F. LONDOÑO L. (2007) Realizaron

un estudio observacional descriptivo retrospectivo de 2120 exodoncias de

terceros molares practicadas en 1072 pacientes, el 70.2% de historias clínicas

seleccionadas arrojaron información de 38.3% exodoncias de terceros

molares superiores y 61.6% en terceros molares inferiores.

Con respecto a las complicaciones postoperatorias observaron que el 93,3%

no presentaron complicaciones postoperatorias, sólo el 2.8% tuvo algún tipo

de complicación, siendo alveolitis 0.9%, infecciones 0.9%, trismus 0.5%,

hemorragia 0.3%, alteración del nervio dentario y/o lingual 0.2%.

Con respecto a la frecuencia de complicaciones postoperatorias según la

posición radiográfica del tercer molar, observaron que los que más se

complicaron fueron los que estaban en una posición mesioangular y en una

clasificación IIB, de acuerdo a las clasificaciones de Winter y de Pell y

Gregory.5.

PEREZ Y, CARDENAS E, MORALES P, CEPERO F, QUINTERO Y. (2007). Realizaron un estudio observacional descriptivo realizando 172 intervenciones

quirúrgicas y encontraron que la frecuencia de aparición de complicaciones

mediatas fue 44.18%, presentándose absceso subperióstico 12.79%, trismo

mandibular 11.62%, disfunción de ATM 11.62%, hemorragia alveolar 3.49%,

alveolitis 1.16%, parestesia y/o disestesia 1.16%.6

.

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QUIJADA F. (2006) Estudiaron las complicaciones postoperatorias dentro de

la primera semana, donde a las 24 horas observaron un caso de parestesia, a

los 07 días 3 casos de alveolitis y dolor post operatorio estuvo ausente en la

mayoría de los procedimientos.7.

MICÓ J, SATORRES M, GARGALLO J, ARNABAT J, BERINÍ A, GAY C. (2006). Realizaron un estudio donde intervinieron quirúrgicamente 40 terceros

molares inferiores y refieren que las complicaciones postoperatorias se

presentaron entre el 2° y 7° día postoperatorio y entre éstas destacan; dolor

(50%) y trismus (28%).8.

CHAPARRO A, PÉREZ S, VALMASEDA E, BERINI L, GAY C. (2005). Realizaron un estudio retrospectivo de 390 extracciones de terceros molares

superiores e inferiores en 173 pacientes entre 12 y 18 años de edad,

intervenidos bajo anestesia loco regional en el año 2000 en el Máster de

Cirugía Bucal e Implantología Bucofacial de la Universidad de Barcelona. Los

pacientes fueron divididos en tres grupos (A: 12-14 años, B: 15-16 años, C:

17-18 años). Como resultados se obtuvo que la mayoría de pacientes

intervenidos fueron del sexo femenino (66,9%), y el grupo de edad en la que

se realizó el mayor número de extracciones (62,8%) fue en el grupo C (17-18

años). Se observó una incidencia del 15,6% de complicaciones

postoperatorias tras la extracción de 390 terceros molares. En el grupo A el

riesgo de complicaciones fue de 17,4%, en el grupo B de 19% y en el grupo C

de 13,7%. Todas las complicaciones fueron reversibles y de corta duración

como dolor y inflamación persistente, infección, trismo y equimosis. Se

presentó un caso de parestesia del nervio dentario inferior y un caso de

parestesia del nervio lingual que remitieron a los 2 meses y al mes

respectivamente.9.

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PÉREZ S. et al. (2005) Examinaron a 1172 pacientes donde presentaron

complicaciones tras la extracción quirúrgica de terceros molares en un

15.93%; siendo 13.3% en terceras molares inferiores y 2.6% en terceras

molares superiores, dichas complicaciones fueron dolor 4.35%, tumefacción

4.35%, infección 2.9%, trismo 2.1%, hematoma 1.8%, parestesia 0.5%.

Dentro de sus resultados también encontraron que según la clasificación de

Winter la posición II presentó complicación postoperatoria en un 10.7%, la

posición III 5.5%, la posición I 3%, mientras que según la clasificación de Pell

y Gregory el grado de inclusión C presentó complicación postoperatoria en un

11.1%, el grado B 6.6%, el grado A 1.5%.10.

TORRES D, ROSENDE O, GONZÁLEZ M. (2004). Realizaron un estudio

donde intervinieron quirúrgicamente a 10 pacientes para la extracción de

terceros molares inferiores, cuyas edades oscilan entre 27 y 37 años de

ambos sexos y dentro de sus resultados refieren como complicaciones

postoperatorias dolor, edema y hematoma o equimosis en un 70% y 30% en

el sexo masculino y femenino respectivamente.11

LOPEZ M, SIAM R, SANTIESTEBAN M, LORENZO D, RODRÍGUEZ G. (2003). Realizaron una investigación donde intervinieron quirúrgicamente a 66

pacientes y precisaron; que el mayor número de pacientes remitidos por

terceros molares retenidos estuvo comprendido en el rango de edades de 18 a

24 años (53.9%), y de 25 a 31 años (39.4%). La posición vertical del tercer

molar incluido fue la más frecuente con 32.89%, seguida de la mesioangular

con 30.26%. Las complicaciones postoperatorias a las 48 horas fueron:

Edema leve 46.05%, moderado 40.78%, intenso 10.52%. Dolor leve 38.15%,

moderado 53.97%, intenso 6.57%. Trismo leve 52.63%, moderado 35.52%,

intenso 5.28%. Y como complicaciones postoperatorias a los 07 días se

presentó: Edema leve 5.26%, moderado 2.63%. Dolor leve 10.52%, moderado

5,26%. Trismo leve 34.21%, moderado 9.21%.12

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20  

ARTEAGOITIA et AL. (2002). Identificaron 64 artículos, seleccionaron 29

publicaciones y de ellas 11 respondieron al criterio de ensayos clínicos

aleatorizados, En su grupo de estudio se concluyó que la alveolitis seca es

una de las complicaciones infecciosas precoces más frecuentes de la cirugía

del tercer molar inferior. 13

PEÑARROCHA D. et AL. (2000). Realizaron un estudio donde intervinieron

quirúrgicamente 139 terceros molares inferiores, donde obtuvieron que el

edema es la complicación postoperatoria más frecuente, presentándose en un

8.9%, y la menos frecuente Parestesia del nervio lingual, presentándose en un

0.5%.14

MOREJON F. LOPEZ H. MOREJON T. RODRIGUEZ M. (2000) Realizaron un

estudio donde refieren que el procedimiento quirúrgico de terceros molares

retenidos constituyen una de las actividades operatorias más frecuentes

dentro del marco de cirugía maxilofacial y a partir de la cual pueden aparecer

complicaciones postoperatorias, siendo en este caso alveolitis 29.6%, celulitis

facial 22.7%, hemorragia 18.2%, trismo mandibular 13.7%, trastorno de ATM

4.54%, parestesia 4.54%, exostosis lingual 4.54%, comunicación bucosinusal

2.27%.15

2.2. BASES TEÓRICAS 2.2.1. LA ERUPCIÓN DE LOS DIENTES PERMANENTES

La erupción de los dientes permanentes forma parte de una compleja

serie de acontecimientos controlados genéticamente. A través de

estos fenómenos, un germen se desarrolla y el diente erupciona en la

arcada en su posición funcional, según los tiempos establecidos. Sin

embargo, durante este proceso evolutivo pueden producirse

numerosos acontecimientos que pueden interferir en la erupción

dentaria, provocando la inclusión, que es un cuadro clínico muy

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frecuente. Los estudios epidemiológicos realizados sobre dientes

incluidos relevan una incidencia media del 20% en las poblaciones

desarrolladas, con una ligera preponderancia en el sexo femenino. El

tercer molar inferior es el diente que con más frecuencia se presenta

incluido, seguido por el tercer molar superior y por el canino superior,

con menor frecuencia les siguen los caninos inferiores y los otros

dientes.17.

El proceso eruptivo está íntimamente relacionado con factores

hormonales y de desarrollo somático que afectan, sobre todo, a la

salida de los dientes permanentes. En la raza negra, la dentición se

completa antes que en la raza blanca; en regiones cálidas la erupción

es más precoz que en zonas de clima frío.

También se ha comparado que dentro del mismo medio la erupción

se adelanta en familias con buena nutrición e higiene. El sexo influye

poco en la erupción de dientes temporales y en la salida de los

incisivos y primeros molares permanentes. Sin embargo hay una

notable diferencia en el recambio de los dientes posteriores, según el

sexo; el segundo grupo de dientes permanentes (caninos y

bicúspides) hacen erupción un año antes en niñas que en varones, y

no es raro encontrar chicas de 10-11 años con toda la dentición

permanente presente en boca. Por el contrario los terceros molares

erupcionan antes en los varones que en la mujer.18.

A) TERCEROS MOLARES INFERIORES

La erupción del tercer molar en la población caucásica se produce en

el inicio de la vida adulta (18-25 años) por este motivo se le denomina

muela del juicio, molar de la cordura o cordal. Este nombre es

atribuido a Hieronimus Cardus, quién habló de "dens sensus et

sapientia et intellectus" en clara referencia a la edad que suele

erupcionar.

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22  

La edad media de erupción de los cordales en los varones es de 19,9

años y de 20,4 años en las mujeres. Se acepta como normal que

pueda existir un retraso de la erupción de aproximadamente dos años.

El tercer molar es el último diente en erupcionar, por lo que fácilmente

puede quedar impactado o sufrir desplazamientos, si no hay espacio

suficiente en la arcada dentaria. Howe demostró que el 65,6% de los

individuos con una edad promedio de 20 años tenía de 1 a 4 cordales

incluidos, divididos de igual manera entre los cuatro cuadrantes.19.

Dachi y Howell examinaron 3.874 radiografías de pacientes mayores

de 20 años y encontraron que el 17% tenía al menos un diente

incluido; de entre éstos, el 47,4% correspondían a terceros molares

(29,9% superiores y 17,5% inferiores) que eran susceptibles de ser

extraídos ya sea por motivos terapéuticos o profilácticos.

Para Bjork, el 45% de los pacientes de una clínica odontológica

presenta los cordales incluidos y de ellos el 75% presenta patología

que requiere tratamiento quirúrgico. Es por esto que su exodoncia es

uno de los procedimientos más importantes de Cirugía Bucal y que se

lleva a cabo con mayor frecuencia en la praxis diaria del odontólogo.20,

21.

2.2.2. ETIOPATOGENIA. Las inclusiones dentarias son debidas, desde el punto de vista

etiopatogénico, a factores locales y sistémicos.

A) Factores locales. Extracción de los dientes deciduos. Si las extracciones son

efectuadas muy precozmente (dos años antes de la fecha fisiológica

de erupción del diente permanente correspondiente), pueden

ocasionar retrasos en la erupción de los dientes permanentes, como

una reducción de sus longitudes radiculares.

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23  

Secuelas de caries en los dientes deciduos.

Si existe un proceso carioso sin signos de Inflamación periapical se

produce un retraso de exfoliación. Si, por el contrario, existe una

lesión periapical, esta se retrasa en el 75% de los casos la

exfoliación, mientras en el 25% de los casos, si el techo óseo sobre

el diente permanente es destruido por el proceso inflamatorio, la

acelera.

En los molares deciduos superiores, el área de osteólisis secundaria

a un proceso inflamatorio periapical puede crear un lugar de

resistencia ósea que con frecuencia causa la erupción ectópica del

diente permanente.

B) Malposición primaria del germen dentario. En algunos casos, a pesar de que el eje de erupción sea correcto, el

diente cuyo germen está mal posicionado debe recorrer una distancia

mayor para alcanzar su posición normal en la arcada, por lo que es

probable que detenga el empuje eruptivo antes de haber alcanzado

su posición. En otros casos, la posición y la orientación del germen

son desde el comienzo incompatibles con la correcta erupción del

diente.

Falta de espacio en la arcada para una correcta erupción. La inclusión dentaria está a menudo relacionada con la discrepancia

entre las dimensiones de Los maxilares (y, por tanto, de los procesos

alveolares) y las de la arcada dentaria. De hecho en la evolución de la

especie humana es posible observar una progresiva disminución del

aparato estomatognático,

Caracterizado tanto por la reducción de la dentición como por la

contracción de los maxilares. Este último proceso parece estar más

avanzado, por lo que es frecuente que ocasione apiñamientos e

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inclusiones dentarias. También la situación de macrodoncia, que

acentuará la discrepancia dentoalveolar, puede predisponer a la

inclusión dentaria.

Presencia de un obstáculo en el trayecto eruptivo.

El obstáculo puede estar representado por un elemento

supernumerario o por una capa ósea formada tras la extracción

prematura de un diente deciduo. También las secuelas cicatrizantes

en los pacientes afectados por fisura labiopalatina y sometidos a

intervención quirúrgica suelen causar inclusiones dentarias. En fin,

numerosos tumores odontogénicos puede ser la causa de la inclusión

del diente interesado y de los elementos contiguos.

Anquilosis. La anquilosis de un diente deciduo puede ocasionar la

inclusión del correspondiente elemento dentario permanente y

también puede ser la causa primaria de la habitual inclusión en el

primer y segundo molares inferiores.

Alteraciones en el folículo. El defecto funcional del folículo dentario,

característico de la amelogénesis imperfecta, está asociada a

menudo con inclusión dentaria. También es habitual la asociación

entre dientes incluidos y quistes foliculares. El diente implicado con

más frecuencia en esta asociación es el tercer molar inferior, seguido

por el tercer molar superior, el canino superior y el segundo premolar

inferior.

C) Factores sistémicos Genéticos. Los gemelos monocigóticos presentan una concordancia

del 90 % en sus características de erupción. Además, se ha

demostrado que los retrasos de erupción superiores a dos

desviaciones estándar están relacionados con un carácter

autosómico dominante. Las enfermedades genéticas que implican el

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catabolismo óseo, y en particular la actividad osteoclástica, como la

osteopetrosis y la displasia cleidocraneal, están caracterizadas por

graves retrasos y defectos en los procesos de erupción.

D) Factores endocrinos. El hipopituitarismo, el hipotiroidismo y el

hipoparatiroidismo inducen un marcado retraso en la erupción

dentaria.17, 21.

2.2.3. ETIOLOGÍA La frecuencia de patología inducida por el tercer molar es muy elevada, y

en nuestro medio sobre todo el cordal inferior, debido a condiciones

embriológicas y anatómicas singulares.

A) Condiciones Embriológicas Los terceros molares nacen de un mismo cordón epitelial, pero con la

característica de que el mamelón del tercer molar se desprende del

segundo molar, como si de un diente de reemplazo se tratara. La

calcificación de este diente comienza a los 8-10 años, pero su corona no

termina la calcificación hasta los 15-16 años; la calcificación completa de

sus raíces no sucede hasta los 25 años de edad, y va a realizarse en un

espacio muy limitado, El hueso, en su crecimiento, tiene, tendencia a tirar

hacia atrás las raíces no calcificadas de este molar. Todo esto explica la

oblicuidad del eje de erupción que le hace tropezar contra la cara distal

del segundo molar. El tercer molar inferior normalmente evoluciona

siempre de abajo arriba y de atrás hacia delante, siguiendo la dirección

del "gubernaculum dentis". Así pues, la evolución normal se hace según

una línea curva de concavidad posterior.

El germen del tercer molar inferior nace al final de la lámina dentaria.

Esta región del ángulo mandibular va a modificarse durante la formación

del molar, por alargamiento óseo de la misma hacia atrás, arrastrando

con él las partes del diente que aún no se han calcificado. Este

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fenómeno acentúa su oblicuidad primitiva y le obliga, para alcanzar su

lugar normal en la arcada por detrás del segundo molar, a efectuar una

curva de enderezamiento cóncava hacia atrás y hacia arriba (curva de

enderezamiento de Capdepont). La evolución de este diente se efectúa

en un espacio muy limitado, entre el segundo molar y el borde anterior de

la rama ascendente y entre las dos corticales óseas, de las cuales la

externa es espesa y muy compacta, por lo que se desvía más bien hacia

la cortical interna, con lo que termina implantándose hacia lingual, si es

que lo logra. El enderezamiento del diente termina, por lo general, a los

18 años; sin embargo, estos obstáculos suelen ser origen de

impactaciones y anomalías de posición en la arcada dentaria. Así, la

corona del cordal debe normalmente reflejarse en la cara distal del

segundo molar, enderezarse y seguir su erupción hasta llegar al plano

oclusal. Este proceso es poco predecible y son posibles las evoluciones

de todo tipo.

Para Hattab el tercer molar inferior pierde capacidad de erupción a partir

de 25-30° de inclinación respecto al eje vertical, presentando buen

pronóstico mientras la inclinación no sobrepase los 5-10°.

Sewerin y Von Wowern demostraron que los terceros molares inferiores

suelen cambiar su posición entre los 18 y 25 años.

Debe recordarse que la agenesia de los terceros molares se presenta

aproximadamente en un 5 al 30% de los pacientes dependiendo de la

raza. Esto debe considerarse como una disminución de su potencial vital,

es decir que el tercer molar inferior podría considerarse como un órgano

vestigial sin propósito o función.24, 20, 22, 25.

B) CONDICIONES ANATÓMICAS

La evolución normal del tercer molar es alterada a menudo por las

condiciones anatómicas; así, debemos destacar el insuficiente espacio

retromolar, que produce la inclusión del tercer molar inferior. El espacio

retromolar ha ido disminuyendo progresivamente durante el desarrollo

mandibular a lo largo de la evolución filogenética, mientras que las

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dimensiones dentarias permanecen sensiblemente iguales que en los

orígenes. Así, en la mandíbula del hombre neolítico, existía un espacio

importante entre la cara posterior del tercer molar y el borde anterior de

la rama ascendente. Este espacio, actualmente, ha desaparecido

completamente y por ello el tercer molar inferior no tiene espacio

suficiente para erupcionar queda parcialmente enclavado en la rama

ascendente y se ve obligado a desarrollarse en situación ectópica,

generalmente en la cara interna de esta rama ascendente mandibular.

La falta de espacio como factor etiológico de la inclusión de los terceros

molares inferiores es incontestable; la distancia punto Xi-segundo molar

es mayor en individuos con dentición completa que en aquellos que

tienen el tercer molar inferior incluido.

Graber considera que la dirección y la cantidad de crecimiento

mandibular son determinantes de primer orden en la impactación o

erupción del tercer molar. La inclusión del tercer molar inferior parece ser

más frecuente en pacientes con crecimiento condilar en dirección

vertical, con poco crecimiento alveolar, rama ascendente mandibular

larga, longitud mandibular corta y una mayor inclinación mesial.

Las referencias anatómicas empeoran aún más el problema provocado

por la falta de espacio óseo. Estas son:

Delante. El segundo molar limita el enderezamiento del tercer molar que

puede traumatizarlo a cualquier nivel.

Debajo. El tercer molar está en una relación más o menos estrecha con

el paquete vásculo-nervioso contenido en el conducto dentario inferior.

Esta proximidad es el origen de distintas alteraciones reflejas.

Arriba. La mucosa, laxa y extensible, no se retrae con el tercer molar

inferior, con lo que se puede formar, detrás del segundo molar, un fondo

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de saco donde los microorganismos pueden multiplicarse y provocar una

infección.

El tercer molar está situado en una zona estratégica -encrucijada o

"carrefour"- que hace comunicar entre ellos, los espacios celulares

vecinos.

Por fuera: las regiones maseterina, geniana y vestibular.

Por detrás: espacio temporal, región pterigomaxilar, pilar anterior del velo

del paladar, el espacio periamigdalino y el velo del paladar. 20, 22, 23, 25, 26.

2.2.4 CLASIFICACIÓN DEL TERCER MOLAR INFERIOR Para el estudio de las posibles localizaciones de los terceros molares

inferiores, usaremos la clasificación de Pell y Gregory y de Winter. 17, 20,

21, 44, 45.

A) CLASIFICACIÓN DE PELL Y GREGORY:

La clasificación se basa en una evaluación de las relaciones del tercer

molar inferior con el segundo molar y con la rama ascendente de la

mandíbula, y con la profundidad relativa del tercer molar en el hueso.17,

20, 21, 44, 45.

a) RELACIÓN DEL TERCER MOLAR INFERIOR CON RESPECTO A LA RAMA ASCENDENTE DE LA MANDÍBULA Y EL SEGUNDO MOLAR

Clase I. Existe suficiente espacio entre la rama ascendente de la

mandíbula y la parte distal del segundo molar para albergar todo el

diámetro mesiodistal de la corona del tercer molar.

Clase II. El espacio entre la rama ascendente de la mandíbula y la parte

distal del segundo molar es menor que el diámetro mesiodistal de la

corona del tercer molar.

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Clase III. Todo o casi todo el tercer molar está dentro de la rama de la

mandíbula.17, 20, 21, 24, 44,

b) PROFUNDIDAD RELATIVA DEL TERCER MOLAR EN EL HUESO Posición A. El punto más alto del diente incluido está al nivel, o por

arriba, de la superficie oclusal del segundo molar.

Posición B. El punto más alto del diente se encuentra por debajo de la

línea oclusal pero por arriba de la línea cervical del segundo molar.

Posición C. El punto más alto del diente está al nivel, o debajo, de la

línea cervical del segundo molar.

La clase C también determina, en este caso, una menor

accesibilidad, puede precisar una mayor ostectomía y aumenta la

dificultad de la avulsión.

Las clases I, II y III, y A, B y C de Pell y Gregory se pueden

combinar entre sí, así como las diferentes inclinaciones en sentido

sagital y vestíbulo lingual, determinando diferentes grados de

dificultad en la extracción de un tercer molar incluido inferior. 17, 20, 21,

24, 44,

B) CLASIFICACIÓN DE WINTER Winter propuso otra clasificación valorando la posición del tercer molar en

relación con el eje longitudinal del segundo molar:

a) Mesioangular.

b) Horizontal.

c) Vertical.

d) Distoangular.

e) Invertido.

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Para autores como Licdholm y cols., y Krutsson y cois, los terceros

molares inferiores en posición mesioangular tienen de 22 a 34 veces más

posibilidades de provocar patología que un tercer molar erupcionado o

en inclusión intraósea completa. La posición distoangular tiene un riesgo

de 5 a 12 veces mayor de dar patología.

Es también interesante conocer la relación del tercer molar inferior con

las corticales externa e interna del hueso mandibular, ya que dicho diente

puede estar en vestibuloversión o en linguoversión. 17, 20, 21, 24, 44,

2.2.5 PATOGENIA

A) TEORÍA MECÁNICA La irritación y la inflamación son debidas a la falta de espacio, a la dureza

de la encía y a la resistencia del hueso.

Esta patogenia mecánica explica también que las presiones del tercer

molar contra el segundo molar y contra el grupo incisivo-canino

produzcan desplazamientos dentarios (apiñamiento anterior) y

alteraciones de la oclusión (contactos prematuros y patología

disfuncional de la articulación temporomandibular).20, 26.

B) TEORÍA DE CAPDEPONT

Esta teoría atribuye un papel esencial a la existencia de la cavidad

pericoronaria y a la retención microbiana que se produce en el interior de

esta cavidad.

La oblicuidad del tercer molar inferior entraña la rotura de la pared del

saco pericoronario contra el segundo molar. Si el contacto tiene lugar por

debajo del cuello del segundo molar, el saco está cerrado. Al contrario, si

tiene lugar en cualquier punto de la corona, el saco comunica fue

precisamente Dechaume quien utilizó esta idea para definir el concepto

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de inclusión. Esta existe pues cuando el saco pericoronario no está en

comunicación con la cavidad bucal, después de la edad normal de

erupción. Si existe esta comunicación, se habla entonces de inclusión

submucosa.

La existencia del fondo de saco retromolar y el repliegue mucoso

favorecen aún más la infección por la impactación de restos alimenticios

y por el traumatismo masticatorio que suele asociarse.

La mucosa gingival discurre en diagonal sobre las caras laterales del

segundo molar hasta su borde superior, a partir de donde se continúa

con el rodete mucoso. El tercer molar inferior evoluciona pues en un

tejido laxo, extensible, móvil, y que sigue los movimientos de la

mandíbula. Este tejido no permite que el saco pericoronario se retraiga

alrededor de la corona, como lo haría un tejido gingival normal. De todo

ello resulta la formación de un capuchón que recubre las partes superior

y posterior del diente, y que puede tardar años en desaparecer y liberar

completamente la corona. El rodete de la mucosa yugal no interfiere en la

erupción del tercer molar, pero sí que favorece la persistencia del saco

pericoronario y los fenómenos infecciosos que se asocian a ello.20, 26.

C) TEORÍA NEUROLÓCICA El tercer molar inferior evoluciona cerca del conducto dentario inferior y

es responsable de los accidentes reflejos por irritación del nervio

trigémino, y de los problemas vasomotores secundarios por las

importantes conexiones del sistema simpático que acompañan al nervio

alveolar inferior y los vasos en el conducto dentario inferior.20, 26.

2.2.6. COMPLICACIONES DEL TERCER MOLAR INFERIOR

A) COMPLICACIONES INFECCIOSAS

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Las complicaciones infecciosas que puede producir el tercer molar

pueden ser locales como la pericoronaritis que es la más frecuente,

regionales como distintos tipos de abscesos cervicofaciales y sistémicas.

Tanto las complicaciones regionales como las sistémicas suelen ser un

estadio posterior a la pericoronaritis del tercer molar inferior, es decir,

son una secuencia que puede instaurarse por tratamiento defectuoso,

disminución de las defensas del paciente, etc.17, 20, 44.

a) Pericoronaritis Es posible definir la pericoronaritis como la infección que afecta los

tejidos blandos que rodean la corona de un diente parcialmente

erupcionado; la inflamación resultante puede ser aguda, subaguda o

crónica.

Desde el punto de vista teórico, cualquier diente puede estar implicado

por este trastorno inflamatorio, pero en la práctica, el tercer molar

inferior es el afectado en la mayor parte de los casos.

Existe un espacio potencial, el "folículo", entre el capuchón de la encía

que recubre el diente parcialmente erupcionado y la corona del mismo.

El folículo se comunica con la cavidad bucal a través de una fístula que

pasa por los tejidos blandos. En el examen clínico se demuestra

colocando una sonda por la fístula, y notaremos el diente en la base.

Como dice Archer, este tejido blando que cubre parcial o totalmente el

cordal es una excelente "estufa de cultivo", ya que debajo de esta

mucosa existe protección, nutrición, calor y oscuridad con lo que se

produce un ambiente adecuado para la proliferación bacteriana.

La infección se produce en los restos del folículo comprendido entre la

corona del diente incluido, el hueso circundante y el tejido gingival.

Cuando la infección sólo afecta el tejido gingival que cubre el cordal, se

denomina operculitis.

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La pericoronaritis es una situación muy común que aparece por igual en

ambos sexos y su frecuencia va en aumento. Puede afectar a pacientes

de cualquier edad; pero lo más frecuente es entre los 16 y 30 años de

edad y la incidencia máxima es entre los 20 y 25 años.

Para Lopes y cols, la pericoronaritis fue el motivo para justificar la

extracción del 37,5% de los casos incluidos en su estudio.

Se cree que entre los estados que predisponen a la pericoronaritis

están las infecciones de vías respiratorias altas, el estrés emocional y el

embarazo (en el segundo trimestre). No hay pruebas que demuestren

que la menstruación tenga alguna relación con el origen de la

pericoronaritis.

La presencia de un diente superior extruido es un hallazgo común en

los pacientes con pericoronaritis; éste puede ser un factor

desencadenante, y no hay duda de que, al aplastar el capuchón de

encía de recubrimiento (opérculo) durante la masticación o al cerrar la

boca, se intensifica y prolonga el cuadro. Los microorganismos

causales más frecuentes son estreptococos, estafilococos y

espiroquetas, habitantes normales de la cavidad bucal.17, 20, 28, 29, 44.

Pericoronaritis aguda serosa o congestiva Existe un dolor espontáneo en la región retromolar que se acompaña de

molestias a la masticación. En el examen intrabucal, veremos por

detrás del segundo molar una mucosa enrojecida, edematosa, con

indentaciones de las cúspides de los molares antagonistas y que

recubre una parte de la corona del tercer molar inferior.

La presión de la mucosa pericoronaria es dolorosa y produce la salida

de una serosidad turbia, seropurulenta o de sangre.

La evolución de esta pericoronaritis es variable. Espontáneamente o

bajo la influencia del tratamiento, el dolor desaparece y la pericoronaritis

evoluciona hacia la remisión. Una nueva crisis es posible a más corto o

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largo plazo (6-12 meses). Pero esta inflamación puede evolucionar

hacia una pericoronaritis supurada. 17, 20, 28, 29, 44.

Pericoronaritis aguda supurada

La pericoronaritis aguda o supurada se caracteriza por existir la clínica

inflamatoria típica: Dolor, tumor, rubor y calor. Destacamos la clínica

más característica:

Dolor intermitente, palpitante e intenso que aumenta con la masticación

y que puede producir insomnio. Existe irradiación hacia distintas zonas

faciales en especial hacia el oído.

Trismo, que normalmente es poco intenso y es un efecto antiálgico.

Disfagia y dificultad a la masticación que suele ser el testimonio de la

propagación de la inflamación hacia el velo del paladar o a la zona

amigdalina (pilar anterior), que están enrojecidas y edematosas.

Supuración en la zona del tercer molar. Al comprimir el capuchón

mucoso se expulsa pus. La encía está tumefacta y dolorosa, y puede

existir ulceración o descamación en la zona del opérculo, que puede

mostrar signos de indentación del diente superior e incluso mordeduras

de la zona yugal. Puede notarse fetidez bucal (halitosis).

La encía ha cambiado su color normal y se presenta rojiza o rojo

violáceo y cubierto de abundante saburra, restos alimenticios y

coágulos de sangre. La vasodilatación local ocasiona un aumento de la

temperatura de la región.

Aparición de adenopatías cervicales en especial de las zonas

submaxilar y goniana.

Signos generales: incremento de la temperatura (fiebre), pulso y

frecuencia respiratoria aumentada, astenia, anorexia, etc.

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La evolución puede seguir dos caminos:

Regresión total, que es menos frecuente que en la forma congestiva.

Mientras exista capuchón mucoso debe pensarse en que se producirán

recidivas. Es muy frecuente la presentación clínica en forma de brotes

de agudización que remiten en el plazo de unos días, con o sin

tratamiento, que son seguidos por un período asintomático o de leves

molestias hasta el nuevo brote.

Progresión de la pericoronaritis, hacia los tejidos cercanos, empezando

por la formación de un absceso submucoso. Esta infección

odontogénica puede avanzar hasta producir complicaciones mucosas,

ganglionares u óseas.

Puede existir una pericoronaritis subaguda en la que la alteración

sistémica sea menor y la pirexia exista en contadas ocasiones. Los

signos locales son más suaves pero permanece un capuchón mucoso

inflamado, adenopatías submaxilares dolorosas, etc. 17, 20, 28, 29, 44.

Pericoronaritis crónica La persistencia del absceso submucoso, por no existir drenaje,

producirá una pericoronaritis crónica en la que los síntomas están

atenuados, aunque existe una molestia local, no un verdadero dolor,

con irradiación hacia la zona auricular, y con algunos períodos de

limitación de la apertura bucal. La exploración nos muestra una mucosa

eritematosa y la supuración (seropurulenta) del capuchón es crónica, al

igual que la adenopatía submaxilar que además es indolora. Existe un

dolor sordo o molestias leves que duran más o menos un día y que se

espacian con remisiones a lo largo de varios meses.

Es muy raro que un paciente presente pericoronaritis bilateral por lo que

deben descartarse, ante esta eventualidad, otros cuadros como una

gingivitis ulcerativa.

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36  

En la pericoronaritis crónica juegan un papel muy importante la

persistencia en la impactación de restos alimenticios y el traumatismo

dentario durante la masticación o al cerrar la boca. En estas

condiciones tenemos un nicho ecológico favorable para el desarrollo de

ciertos microorganismos de la cavidad bucal, especialmente

estreptococos, estafilococos, etc. 17, 20, 28, 29, 44.

Esta pericoronaritis crónica puede acarrear distintos problemas, de los

que destacamos los siguientes:

Gingivitis crónica.

Alteraciones periodontales del segundo molar.

Halitosis.

Alteraciones digestivas.

Astenia.

Hiperplasia amigdalina con faringitis crónica.

Amigdalitis.

B) COMPLICACIONES TUMORALES Se deben en la mayoría de los casos a la infección crónica del saco

pericoronario, a la infección apical, a la periodontitis y a la aparición de

quistes del folículo dentario, porque el tercer molar no ha podido

erupcionar correctamente.20, 24, 27, 44.

Por orden de importancia, distinguiremos:

a) Granulomas El proceso infeccioso crónico local puede inducir la formación de tejido

de granulación que se encuentra sobre todo en la cara posterior del

tercer molar aunque también puede aparecer en sus caras vestibular,

mesial y lingual.

En la radiografía se evidencia un simple engrosamiento del saco

pericoronario que traduce la existencia de este espesamiento o

membrana, más o menos gruesa, de tejido de granulación que deberá

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37  

ser eliminada al hacer la extracción del tercer molar. Es también

frecuente la aparición de granulomas apicales en el tercer molar,

cuando éstos están afectados por caries extensas.20, 27, 30, 44.

b) Quistes paradentales Pueden aparecer granulomas marginales en las zonas anterior o

posterior que son considerados por algunos autores como quistes

laterocoronarios, quistes inflamatorios colaterales o paradentales.

Se trata de procesos osteolíticos que producen imágenes

radiotransparentes, como se creía hasta hace pocos años, a expensas

de la vascularización o proliferación epitelial de los restos celulares del

saco pericoronario.

Actualmente se acepta que el origen de estos quistes paradentales es

el ligamento periodontal (restos epiteliales de Malassez) del tercer

molar. En la radiografía veremos una rarefacción ósea bien delimitada

que cubre el borde anterior de la rama ascendente, dando el aspecto de

"croissant" alrededor de la cara distal del tercer molar inferior. Esta

imagen radiotransparente puede estar situada en la cara mesial del

tercer molar, cuando está en mesioversión.

Estas lesiones anteriores pueden destruir el hueso alveolar interdentario

situado por detrás del segundo molar.

Algunas otras lesiones granulomatosas pueden evolucionar a quísticas,

que, según su situación, serán quistes posteriores, laterales o

anteriores.

Estos últimos pueden producir la rizolisis de la raíz distal del segundo

molar.

Estos quistes y granulomas son indicación formal para la exodoncia,

puesto que aparecen siempre molestias como dificultad al cerrar la

boca, dolor, trismo, traumatismo de la mucosa inferior por el tercer

molar superior, etc. 20, 27, 30, 31, 44.

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38  

c) Quistes radiculares La infección puede propagarse al ápice dentario y provocar la formación

de granulomas perirradiculares, pero igualmente pueden aparecer

quistes directamente o sobre un granuloma previo. El estímulo de los

restos epiteliales periapicales puede acarrear la aparición de un quiste

que rodea la raíz dentaria. 20, 27, 30, 31, 44.

d) Quistes foliculares o dentígeros y queratoquistes El tercer molar inferior es el diente que participa con mayor frecuencia

en la formación de quistes foliculares.

Cuando el tercer molar inferior está completamente incluido, pueden

aparecer quistes a expensas del folículo dentario. Estos quistes pueden

alcanzar dimensiones considerables, llegar al ángulo y a la rama

ascendente mandibular, e intruir o distalizar el cordal. La mayoría de

autores consideran que un folículo dentario de 2-3 mm de grosor con

bordes bien definidos en la radiografía periapical o de 5 mm en la

ortopantomografía, nos debe orientar al diagnóstico de quiste dentígero.

La prevalencia de quistes foliculares en dientes incluidos varía entre el

0,81% (Stanley y cois.), el 4,5% (Nordenram y cois.), hasta el 10 o 20%

de imágenes radiolúcidas compatibles con este diagnóstico. En

cualquier caso es imprescindible el estudio histopatológico para

establecer el diagnóstico de certeza. Los quistes foliculares pueden

infectarse y dar procesos supurativos de gravedad variable, capaces

incluso de producir osteítis y osteomielitis. Muchas veces estas lesiones

permanecen asintomáticas largo tiempo y mientras tanto van creciendo.

A menudo se descubren en un examen radiográfico de rutina, pero en

otros casos pueden causar tumefacción intrabucal o facial, dolor, etc.

Está indicado extirpar el quiste folicular del tercer molar inferior y

extraer el molar incluido. No se recomienda en estos casos efectuar

técnicas de marsupialización del quiste.

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39  

En algunas ocasiones el tejido dentario que debe formar el tercer molar

evoluciona hacia la formación de un quiste primordial. En estos casos

no observaremos la presencia del tercer molar inferior en la placa

radiográfica sino que veremos una imagen quística radiotransparente.

Los quistes primordiales presentan una importante queratinización por

lo que se conocen como queratoquistes. Otros quistes maxilares como

el quiste dentígero o el quiste radicular pueden tener también una

membrana quística más o menos queratinizada. 20, 27, 30, 32.

e) Ameloblastomas y tumores malignos El tercer molar puede estar implicado en la aparición de

ameloblastomas y tumores malignos, en la mayoría de los casos a

expensas de quistes foliculares y queratoquistes. Los quistes foliculares

y pericoronarios del tercer molar y los quistes primordiales, después de

una exéresis incorrecta, pueden recidivar como ameloblastomas; esto

implica que, siempre que efectuemos la extracción de un cordal y

obtengamos un tejido sospechoso, debamos remitirlo al

anatomopatólogo para su estudio histológico. El ameloblastoma suele

dar una imagen radiotransparente uni o multilocular. Como vemos, en la

región del cordal pueden formarse neoplasias benignas y malignas,

tanto de partes blandas como óseas, pero también pueden aparecer en

ella metástasis de tumores con predilección ósea. No debemos dejar

nunca un tercer molar, si con ello se compromete la extirpación correcta

de una lesión neoplásica.

Además, nunca se debe dejar un diente incluido en una zona que habrá

de ser irradiada con posterioridad, por el peligro de aparición de una

osteorradionecrosis. Al contrario, si se ubica en un hueso ya irradiado,

generalmente es mejor dejarlo intacto a menos que aparezca

sintomatología grave, debido igualmente al riesgo de que la

osteorradionecrosis complique la exodoncia. Cuando el procedimiento

quirúrgico es indispensable, deberá efectuarse con el mínimo

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traumatismo de los tejidos blandos y del hueso, y con una prolongada y

potente cobertura antibiótica pre y postextracción. 20, 27, 30, 33, 44.

C) COMPLICACIONES MECÁNICAS

a) Ulceración yugal o lingual

Cuando el tercer molar se encuentra en linguoversión o en

vestibuloversión, puede traumatizar la mucosa yugal o lingual y producir

una ulceración banal, pero este micro trauma repetido puede inducir

una leucoplasia, que incluso puede llegar a transformarse en un

carcinoma de células escamosas. Este hecho es muy raro pero no es

aconsejable esta irritación constante, además de que, normalmente,

esta ulceración es motivo de preocupación por parte del paciente y

puede ocasionar sintomatología: dolor, quemazón, etc. 20, 27, 30.

b) Lesiones en el segundo molar

Cuando el tercer molar inferior está en mesioversión u horizontal,

hecho muy frecuente, éste ejerce una presión importante sobre la cara

distal del segundo molar, que según sea por encima o por debajo del

cuello dentario, implicará una lisis o caries a nivel del cuello o la corona

dentaria o una rizolisis de la raíz distal. Debe tenerse la precaución de

no confundir estas lesiones con las sombras, que producen en las

radiografías la superposición de los molares por angulación horizontal

incorrecta del cono de rayos X o por la vestibuloversión del tercer molar

incluido.

Las lesiones en el cuello o corona dentaria pueden conducir a una

caries con afectación dentinaria e incluso pulpar con las complicaciones

habituales que esto puede implicar.

La reabsorción radicular del segundo molar se suele observar

preferentemente en hombres jóvenes menores de 30 años (Nitzan y

cois.). Se trata de una patología con una baja incidencia, entre el 1-5%

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de los pacientes. Este tipo de problemas, en especial en las

destrucciones por debajo del cuello dentario, puede comportar la

extracción de este segundo molar y del tercer molar inferior que, por su

inclinación no podrá ser aprovechado; no obstante, en los pacientes

jóvenes si el tercer molar no está demasiado inclinado, puede dejarse

que siga su evolución a la espera de que su fuerza eruptiva le haga

adoptar una posición funcional en la cavidad bucal. 20, 27, 30

c) Desplazamientos dentarios Los desplazamientos dentarios son producidos por la presión y empuje

que ejercen los terceros molares sobre los otros dientes y en especial

en el sector anterior (llamado apiñamiento terciario por Van der

Linden). Cuando todos los dientes están erupcionados en la arcada

dentaria, la presión de los terceros molares inferiores es bilateral y

perturba la correcta alineación del grupo incisivo- canino, al separar los

puntos de contacto, si bien este hecho es motivo de gran controversia.

Pueden existir distintos tipos de movimientos:

• Rotación de los incisivos.

• Malposición de todo el grupo incisal.

• Acabalgamiento de los incisivos.

• Retrusión de los incisivos con respecto a los caninos que están

en vestibuloversión.

Estas anomalías incisivo-caninas favorecen la aparición de caries

interproximales y de enfermedad periodontal.

Así pues, un grupo importante de autores está de acuerdo en este

concepto y defiende que los terceros molares inferiores generan una

fuerza anterior que es causa de apiñamiento. Abogan por la extracción

profiláctica de los terceros molares para evitar el apiñamiento. Así ya en

1934, Bowdler describió una intervención quirúrgica para efectuar la

extracción de dichos gérmenes en una edad temprana, y para decidir si

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la cirugía estaba indicada, utilizaba un complicado sistema de medidas

obtenidas a partir de radiografías.

Laskin, en 1971, hizo una encuesta a 600 ortodoncistas y a 700

cirujanos bucales, y el 65% opinó que los terceros molares eran la

causa del apiñamiento anterior. Por este motivo eran partidarios de la

exodoncia temprana de los gérmenes de los terceros molares con la

finalidad de prevenir el apiñamiento terciario. Sólo el 35% defendía que

no existía ninguna evidencia científica que permitiera admitir la relación

causa-efecto entre la presencia de los terceros molares y la aparición

de problemas ortodóncicos.

No cabe duda de que frecuentemente, cuando ocurre el apiñamiento

anterior, se está produciendo la erupción del tercer molar, y por tanto

éste debería proyectar una fuerza anterior que produciría un

desplazamiento anterógrado de todos los dientes posteriores, y así la

fuerza llegaría a los incisivos. Pero para Laskin, el lugar más probable

de la disrupción del contacto debería ser la región canina y el hecho de

que la relación entre los dientes posteriores superiores e inferiores no

se altere y el apiñamiento sólo afecte a los incisivos le hace dudar del

papel de la erupción del tercer molar inferior y la instauración de este

proceso.

Otros autores matizan esta idea como Dowey que expuso que hay más

apiñamiento en el área incisal cuando el tercer molar está erupcionado

que cuando está incluido.

Un grupo destacable de autores defiende la idea contraria y afirma que

los terceros molares no son causa de apiñamiento incisal sino que la

etiología es el inadecuado crecimiento mandibular. La recidiva del

tratamiento ortodóncico es debida probablemente a la forma mandibular

y a su tamaño y posición en el espacio. Así pues, estos movimientos

dentarios no tienen relación con la presión que ejercen los terceros

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molares inferiores, sino que están motivados por el patrón

morfogenético, los cambios evolutivos de la forma y tamaño mandibular,

por su posición incremental y su crecimiento direccional. Hay que contar

además con que el desplazamiento anterior es normal y se debe a la

fuerza de la oclusión sobre los dientes inclinados en dirección mesial y

no a la fuerza de la erupción.

Los estudios de Bishara y cois, indican que la discrepancia óseo-

dentaria se incrementa con la edad. La disminución de la longitud de la

arcada dentaria que se produce con los años es de 2,7 mm en los

hombres y de 3,5 mm en las mujeres.

En otros casos, la explicación del apiñamiento anterior puede

encontrarse en una mayor labilidad del hueso alveolar y de los

ligamentos periodontales que acompaña a los cambios hormonales que

acontecen durante la adolescencia. Los incisivos inferiores están en

una situación relativamente precaria en la cresta alveolar, en equilibrio

entre las fuerzas de la lengua y del labio; así, todo aumento de la

plasticidad del periodonto puede acarrear fácilmente la desviación de

los dientes.

Otros factores que contribuyen al apiñamiento incisal son la restricción

del crecimiento hacia delante del arco mandibular por una sobremordida

excesiva y por la tendencia natural de los incisivos superiores a

verticalizarse a medida que avanza la edad. Por último, en algunos

pacientes tratados con ortodoncia, el apiñamiento puede representar

una recidiva por haber dejado los incisivos en una posición

fisiológicamente insostenible. Motivados por esta polémica, que aún

perdura, distintos autores como Kaplan (1974), y otros, compararon

varios grupos de pacientes: pacientes con ambos terceros molares

inferiores erupcionados, pacientes con ambos terceros molares

inferiores incluidos y pacientes con agenesia bilateral del tercer molar y

no se encontró ninguna correlación entre el apiñamiento incisal y estos

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tres grupos. Para estos autores el apiñamiento terciario o tardío de los

incisivos inferiores en antiguos pacientes ortodóncicos es un problema

casi generalizado que no se puede relacionar con técnicas terapéuticas,

procedimientos retentivos, extracciones terapéuticas o factores

eruptivos de los terceros molares.

Ades y cols, tampoco encontraron diferencias estadísticamente

significativas entre arcadas dentarias con presencia o no de cordales,

en relación al apiñamiento incisivo tardío. Esta discordancia de criterio

referenciada ampliamente en la literatura hace difícil definir una

conducta rígida. No obstante, debemos aceptar -de acuerdo con las

observaciones de la práctica clínica diaria y con los estudios de

numerosos autores- que existe una interrelación entre terceros molares

y apiñamiento anterior; es más, incluso hay que admitir la

responsabilidad de los terceros molares si bien compartida en

movimientos que afectarán tanto a premolares como a los otros

molares. No obstante, la extracción de los terceros molares inferiores

no consigue la realineación espontánea de los incisivos.

Recientemente, las predicciones basadas en el uso de computadoras

para pronosticar el crecimiento han reavivado el interés por extraer los

terceros molares en fase de germen. Si bien podrían existir razones

ortodóncicas convincentes para recomendar la germenectomía de los

terceros molares inferiores, esto no se puede aconsejar con estudios de

predicción efectuados a los 7 ó 9 años. Es una conducta quirúrgica que

inspira controversia sobre su eficacia y razón de ser; por ello creemos

que debe actuarse con prudencia y, como mínimo, esperar que el tercer

molar tenga al menos un tercio de las raíces formadas; el paciente

tendrá como mínimo alrededor de 16 años.

Como conclusión podríamos decir que el apiñamiento incisivo terciario

en adultos jóvenes es un hecho fisiológico resultante de la acción

concomitante, simultánea y sincrónica de varios procesos: la erupción

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del tercer molar, la reducción de la longitud de arcada, la acción de los

tejidos blandos perfórales, etc. En las conferencias de consenso del

National Instituto of Dental Research (1979) y de la American

Association of Oral and Maxillofacial Surgery (1993) se destaca que la

extracción de los terceros molares inferiores no puede justificarse como

prevención o disminución del apiñamiento incisivo-canino inferior

terciario. 20, 27, 30.

d) Alteraciones de la articulación temporomandibular La aparición de patología de la articulación temporomandibular (ATM),

que puede ir desde un simple problema muscular a una grave

disfunción discal, se relaciona con las alteraciones que el tercer molar

produce en la oclusión dentaria (apiñamiento anterior, desplazamientos

de molares, contacto prematuro del cordal en erupción, etc.) y con

alteraciones reflejas articulares. En este último caso principalmente

aparece dolor articular sobre todo en pacientes distónicos y pitiáticos. 20,

27, 30.

D) COMPLICACIONES NERVIOSAS

Suelen aparecer normalmente asociadas a complicaciones infecciosas

aunque pueden presentarse de forma aislada lo que dificultaría su

diagnóstico. En estos casos, a menudo sólo al efectuar la extracción del

tercer molar, podremos demostrar la relación causa-efecto.

Gorlin y Goldman indicaron que el dolor referido se debía a que el diente

comprime el nervio dentario inferior. La gran cantidad de casos en que no

hay contacto entre estas estructuras a pesar de la presencia de este

dolor y los casos en que las raíces se introducen en el conducto pero no

hay dolor hacen que esta explicación no parezca satisfactoria. Sin

embargo, es cierto el hecho de que algunos pacientes experimentan un

alivio sintomático tras la extracción de estos dientes. 20, 27, 30.

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a) Alteraciones sensitivas Algias faciales La aparición de dolor en la región del tercer molar o referido a otras

zonas de cabeza y cuello suele ser consecuencia de la existencia de

pericoronaritis, reabsorción radicular, patología periapical, etc. Sin

embargo, algunos pacientes presentan dolor aunque en el examen

clínico y radiológico no se evidencia otra anormalidad que la presencia

de un tercer molar inferior incluido que no tiene comunicación con la

cavidad bucal. Podemos encontrarnos con todo tipo de dolores

bucofaciales:

Dolor mandibular. Es frecuente encontrarnos con algias por irritación del

nervio dentario inferior con aparición de dolores vivos en el ángulo

mandibular a la presión de la zona.

Algias de tipo neurálgico. Pueden aparecer dolores que simulan una

neuralgia facial esencial, con un dolor permanente de fondo con

episodios paroxísticos nocturnos. Estos se irradian a distintas zonas

cervicofaciales:

Sínfisis, zona laterocervical, zona pre auricular, etc. En estos casos el

cuadro adquiere características similares a una neuralgia de trigémino,

con episodios cortos de dolor violento, desencadenados, por ejemplo,

por movimientos de la mandíbula, siempre con un fondo doloroso

permanente.

Algias linguales. Es menos frecuente, pero también se han descrito

casos de dolores linguales en relación con la presencia de un tercer

molar inferior incluido.

Algias diversas asociadas a trastornos vasomotores y reflejos, como las

algias referidas a la articulación temporomandibular. 20, 27, 30.

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Alteraciones de la sensibilidad Disminución de la sensibilidad pulpar a los agentes térmicos, en

comparación con el lado que no presenta un tercer molar incluido.

Trastornos de la sensibilidad mentoniana, que pueden presentarse

como un déficit discreto, una pérdida o disminución de la sensibilidad

térmica o como alteraciones de la sensibilidad táctil.

Hiperestesia cutánea en la zona de emergencia del nervio suboccipital

de Arnold. 20, 27, 30.

b) Alteraciones motoras

Pueden presentarse trastornos de tipo motor como tics, espasmos

labiales, trismo (musculatura masticatoria), parálisis facial ipsilateral

(musculatura facial), blefaroptosis o blefaroespasmo (musculatura

palpebral), y alteraciones motoras oculares como la midriasis ipsilateral.

20, 27, 30.

c) Trastornos secretores Suelen tener un origen vasomotor y están en relación normalmente con

las glándulas salivales; pueden aparecer:

• Sialorrea, hiposialia o asialia. • Tumefacción de las glándulas salivales, preferentemente de la

parótida y/o la submaxilar. 20, 27, 30.

d) Trastornos trófico cutáneo-mucosos Se han descrito distintos tipos de estos trastornos:

• Congestión de la encía.

• Hipertermia cutáneo-mucosa.

• Eritemas cutáneos.

• Acné rosácea.

• Herpes en la región del nervio mentoniano. 20, 27, 30

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E) CORRELACIÓN DE LA CLÍNICA CON LA POSICIÓN DEL TERCER MOLAR Todos estos datos clínicos expuestos pueden relacionarse con la

posición del tercer molar inferior:

Cuando el saco pericoronario del tercer molar está por debajo del cuello

anatómico del segundo molar pueden aparecer trastornos reflejos y

patología referida a la ATM.

Si el saco pericoronario del tercer molar está en contacto con la corona

del segundo molar, produce principalmente problemas infecciosos.

Cuando el tercer molar está erupcionado pero está cubierto en mayor o

menor grado por el capuchón de encía, aparecen fundamentalmente

problemas del tipo de pericoronaritis.

Si el tercer molar está bien erupcionado pero con lesión del rodete

gingival, existirá patología en el fondo de saco retromolar. 20, 27.

2.2.7 ESTUDIO RADIOLÓGICO Es imprescindible realizar siempre un estudio radiológico preciso que

muestre todo el tercer molar incluido y las estructuras que lo rodean.

Para ello, debe efectuarse una ortopantomografía, que nos dará una

visión general, y las radiografías periapicales estándar que sean precisas

para valorar los detalles locales.

Con estas placas radiográficas se hace un estudio detallado de la corona

y las raíces del tercer molar inferior, del hueso, del conducto dentario

inferior, de las relaciones con el segundo molar. Asimismo, podemos

detectar la posible presencia de patología asociada, por ejemplo de tipo

quística. Con el estudio clínico y radiológico será posible establecer la

complejidad de la extracción del tercer molar, dato muy importante para

el odontólogo; además debe tenerse presente que, si no efectuamos

correctamente este estudio, podremos vernos implicados en problemas

médico legales.20

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Con una correcta interpretación de las radiografías podemos diagnosticar

la mayoría de los factores locales que intervienen en la mayor o menor

dificultad de la extracción del tercer molar inferior.

Destacamos los siguientes puntos, referidos principalmente al tercer

molar inferior:

A) ACCESO

Para determinar la accesibilidad del tercer molar, debe estudiarse la

inclinación de la línea radiopaca producida por la cresta oblicua externa;

el acceso es deficiente si la línea es vertical, mientras que es excelente si

es horizontal.

La accesibilidad del tercer molar inferior puede también valorarse midiendo

la distancia entre el segundo molar y la rama ascendente de la mandíbula,

que es de hecho el espacio en el cual debe llevarse a cabo la intervención

quirúrgica.20

B) POSICIÓN Y PROFUNDIDAD Se establece la posición y profundidad del tercer molar incluido en la

mandíbula con el método descrito por George Winter en 1926. Se trazan

tres líneas imaginarias sobre una radiografía estándar; para facilitar su

estudio, las líneas imaginarias reciben los nombres de colores diferentes

y se llaman "blanca u oclusal", "ámbar o alveolar" y "roja o

perpendicular", respectivamente:

a) Línea blanca Se extiende a lo largo de las superficies oclusales de los molares

erupcionados y se prolonga posteriormente por encima de la región del

tercer molar. De inmediato se hace evidente la inclinación de la

inclusión; así, la superficie oclusal del cordal incluido en posición

vertical es paralela a la línea "blanca" y cuando la inclusión es

distoangular, la superficie oclusal del diente incluido y la línea "blanca"

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convergen por delante del tercer molar. También es posible calcular la

relación de la superficie oclusal del diente incluido con las de los

molares erupcionados utilizando la línea "blanca", la cual nos

proporcionará una indicación de la profundidad a la que se encuentra el

diente en el maxilar.20

b) Línea ámbar Se traza la segunda línea imaginaria, llamada por conveniencia

"ámbar", desde la superficie del hueso localizado por distal del tercer

molar inferior a la cresta del tabique interdentario entre el primer y

segundo molar. Para evitar errores al trazar la línea, es indispensable

diferenciar la sombra producida por la cresta oblicua externa y la que

resulta del hueso situado por distal del tercer molar. La línea "ámbar"

indica la zona de hueso alveolar que encierra o cubre al tercer molar

incluido.20

c) Línea roja Se utiliza la tercera línea o línea "roja" para medir la profundidad a la

que está el diente incluido en la mandíbula y corresponde a una

perpendicular trazada hacia abajo desde la línea "ámbar" hasta un

punto imaginario de aplicación para un botador. Con la única excepción

de las inclusiones distoangulares, se utiliza la unión amelocementaria

de la cara mesial del diente incluido para ese fin. Conforme aumenta la

profundidad del diente en el hueso, la línea "roja" es más larga y más

complicada será la extracción.

La experiencia clínica demuestra que cada vez que la longitud de la

línea "roja" aumenta 1 mm, la extracción se hace tres veces más difícil,

incluso ignorando otros factores. Para Hooley y Whitacre, cuando esta

línea mide 5 ó más milímetros, el cordal debe ser extraído por un

odontólogo especialista en Cirugía Bucal. Cuando se calcula la

profundidad de las inclusiones distoangulares, se debe trazar la línea

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perpendicular "roja" hacia la unión amelocementaria de la cara distal del

molar incluido.

Para poder establecer si un cordal incluido está en posición lingual o

vestibular, es necesario hacer una radiografía oclusal. Si la superficie

oclusal del tercer molar está orientada hacia la lengua, se dice que

existe una oblicuidad lingual, mientras que, si la superficie oclusal se

dirige hacia la zona yugal, está en desviación vestibular. La posición

lingualizada aumenta la dificultad de la extracción y la vestibularización

la disminuye. Es de destacar que la mayor parte de los cordales

inferiores incluidos está con oblicuidad lingual. Muchas veces se puede

distinguir entre los dos tipos utilizando la radiografía periapical estándar

y así nos evitamos la necesidad de efectuar una radiografía oclusal. La

definición de la posición del diente más cercana a la película siempre es

más precisa y radioopaca; por tanto, y después de compensar la

diferencia en las densidades del esmalte y el cemento, si se observa

que la corona del tercer molar está más claramente definida y es más

radioopaca, dicho molar está en oblicuidad lingual, y en desviación

vestibular si los ápices son su porción mejor definida.

En primer lugar, debemos valorar en la radiografía el eje longitudinal del

diente incluido, como horizontal, vertical o con inclinación mesial o

distal; por tanto etiquetaremos la inclusión de vertical, horizontal,

mesioangular o distoangular, respectivamente.

Cuando existe una inclusión vertical, la anchura anteroposterior del

tabique interdentario ubicado entre el segundo y tercer molar es similar

a la del existente entre el primero y segundo molar. Sin embargo, si

existe una inclusión distoangular, el espacio que se encuentra entre el

segundo y tercer molar es mucho menor que el existente entre el primer

y segundo molar.20

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C) ESTUDIO DE LAS RAÍCES Ningún molar tiene características parecidas a las que presenta el tercer

molar inferior, en lo que respecta a número, forma, tamaño, disposición y

anomalías de las raíces. En su conjunto, las raíces del tercer molar

pueden asemejarse a un cono de base superior, que coincide con el

cuello dentario.

Por lo general el tercer molar inferior es birradicular. La raíz mesial

puede ser bífida y está aplastada en sentido mesiodistal; es algo más

ancha en su porción vestibular que en la lingual. La raíz distal tiene

características parecidas, aunque por lo general su dimensión

mesiodistal es menor que la de la raíz mesial.

Son también frecuentes los terceros molares con ambas raíces unidas o

fusionadas formando una única raíz de forma cónica. Pero en algunos

casos nos encontramos con tres, cuatro y cinco raíces que dan lugar a

una disposición radicular caprichosa que escapa a toda norma. Es

posible encontrar raíces supernumerarias, con enanismo o gigantismo,

que se acoplan a cualquiera de las raíces. El estudio radiográfico de la dirección y tamaño radicular configura un

problema importante, puesto que las maniobras destinadas a la

extracción del tercer molar tienen que vencer el anclaje de las raíces en

el hueso y por tanto las fuerzas y movimientos que apliquemos deben

hacerles recorrer la vía de menor resistencia. Es necesario examinar la

radiografía con una buena fuente de luz para poder establecer la

cantidad y forma de las raíces y detectar la posible existencia de

hipercementosis. Es posible localizar pequeñas raíces secundarias con

inclinación vestibular o lingual con el uso de una lupa de mano; no

obstante estas pequeñas raíces pueden estar superpuestas y no ser

visibles en la placa radiográfica.

Cuando la parte apical de una raíz adquiere una súbita flexión en

dirección de los rayos X, muchas veces parece como si tuviera un

extremo chato y redondeado en las radiografías; en estos casos debe

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hacerse un estudio más meticuloso. La presencia de raíces cuyas

direcciones de salida para la extracción se contraponen entre ellas, o

respecto a la corona dentaria, indica la odontosección.

Puede existir una serie de factores que tiendan a inducir a error:

Técnica radiográfica deficiente. Una mala aplicación de las técnicas

radiográficas puede inducir a interpretaciones incorrectas. Las imágenes

al alargarse o achatarse modifican la realidad y así las raíces aparecen

con distinta forma, tamaño, estructura y relaciones. En las radiografías

periapicales, el aparato de rayos X debe colocarse de manera que el

rayo central sea paralelo a la superficie oclusal del segundo molar y pase

a través de sus cúspides distales en ángulo recto en relación con la

película. Si la angulación es correcta, se obtiene una radiografía en la

que las cúspides linguales y vestibulares del segundo molar se

superponen.

Insuficiente proyección distal de la película. Si ésta no alcanza

distalmente a cubrir toda la anatomía del tercer molar, pueden dejarse de

ver problemas que asientan en la zona radicular. Cuando el examen

clínico muestra que la inclusión del cordal es horizontal, debe colocarse

la película más distal para, de ese modo, poder examinar la región apical.

Anomalías radiculares no visibles en la radiografía. Algunas de ellas,

dilaceraciones hacia vestibular o lingual, curvatura de los ápices, etc.,

pueden no estar exactamente reproducidas en la radiografía, por

superposición de planos o distorsiones.20.

D) ESTUDIO DE LA CORONA La corona del tercer molar incluido puede presentar distintas variedades

de forma, tamaño y estado que es preciso conocer. A pesar de que la

forma de la corona del tercer molar inferior incluido raras veces es

motivo de dificultades para su extracción, es más difícil extraer molares

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con coronas cuadradas grandes y cúspides prominentes que los que

tienen coronas cónicas pequeñas y cúspides planas. La corona del tercer

molar puede ser tri, tetra o multicuspídea y poseer lóbulos, tuberculoso

cúspides adicionales.

La forma de la corona y de las cúspides es muy importante cuando la vía

de extracción del tercer molar queda completamente obstruida por el

segundo molar. En estos casos, las cúspides del tercer molar inferior se

superponen a la superficie distal del segundo molar en la radiografía

intrabucal; en esta circunstancia, aplicar fuerza sobre la cara mesial del

diente incluido puede implicar la lesión de las estructuras de soporte del

segundo molar e incluso su luxación.

Cuando existe torsión del tercer molar, éste presentará una cavidad

pulpar más pequeña u obliterada, y el esmalte perderá su contorno nítido

en comparación con las características de otro molar que se encuentre

en posición normal.20

E) ESTUDIO DEL HUESO La textura del hueso que recubre y/o rodea el tercer molar puede variar

entre los individuos, así como con la edad y los diferentes tipos de hueso

del mismo sujeto; el hueso tiende a hacerse más esclerótico y menos

elástico conforme la persona envejece y es posible establecer con

precisión la calidad y cantidad de hueso por medios radiográficos bien

estandarizados en los métodos de exposición y revelado. Debemos

identificar el tamaño de los espacios medulares y la densidad de la

estructura ósea. Si los espacios son grandes y la estructura ósea es fina,

el hueso es generalmente elástico, mientras que es esclerótico si los

espacios son pequeños y la estructura ósea densa. Nos interesa definir y

describir someramente, aunque con precisión, el hueso peri alveolar o

pericoronario de la región. 20

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a) Hueso mesial Es la porción ósea que se encuentra entre la cara distal del segundo

molar y la cara mesial del tercer molar, dispuesta de tal modo que cubre

parcial o totalmente esta última haciéndola accesible o inaccesible al

instrumental de extracción.

La extracción que exige efectuar ostectomía del hueso pericoronario se

logra, en el caso del hueso mesial, tras la eliminación de la porción

vestibular y el vértice de este hueso mesial, para permitir en un tiempo

posterior el apoyo en ellos del instrumental quirúrgico. El hueso mesial

fue llamado "interseptum" por Winter, tiene la forma de una pirámide de

base inferior y cuatro caras de las cuales la cara externa o vestibular y

el vértice superior son de interés quirúrgico. En este vértice podemos

encontrar distintos tipos de patología (osteítis, granulomas, quistes,

etc.).20

b) Hueso vestibular Es el hueso que cubre la cara vestibular del tercer molar incluido,

representa una amplia zona de hueso comprendida entre el molar y la

cortical externa, es sumamente sólido y resistente, y de distinto espesor

dependiendo del tipo de inclusión del tercer molar inferior; su

eliminación exige el uso de fresa quirúrgica.

El estudio radiográfico es poco útil para su estudio, pues la mayor

densidad radiográfica de la corona del tercer molar incluido resta nitidez

y exactitud a su imagen. La radiografía oclusal proporciona mayores

detalles, referidos más a su espesor que a la estructura del hueso

vestibular.20

c) Hueso distal Es la porción de hueso que cubre la cara distal del tercer molar;

mediante el estudio radiológico es posible determinar su forma,

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dimensión, extensión y consistencia, todo ello de gran interés para la

cirugía de la zona.

El hueso distal es de una arquitectura sólida y se describe como una

ancha planicie deprimida en su centro, pero en múltiples ocasiones en

esta zona se presentan numerosos procesos patológicos originados

casi siempre a expensas del saco pericoronario (quistes foliculares) o

del ligamento periodontal (quistes paradentales).

La ostectomía practicada en el hueso distal permite una correcta vía

para la extracción del tercer molar inferior, al poder dirigirlo hacia la

rama ascendente.20

d) Hueso lingual Es el hueso que cubre la cara lingual del tercer molar; tiene una

consistencia débil por su escaso espesor y poca resistencia, por lo que

es fácil que se fracture. En ocasiones, como consecuencia de procesos

patológicos, el hueso lingual ha desaparecido, y ha sido reemplazado

por el saco pericoronario o por tejido de granulación. Este

adelgazamiento o fragilidad del hueso lingual explica la alta frecuencia

de complicaciones en esta zona: fractura ósea, lesión del nervio lingual,

desplazamiento de raíces o del tercer molar al suelo de la boca por

debajo de la inserción del músculo milohioideo, etc.

Sólo las radiografías oclusales pueden ofrecernos alguna información

sobre el estado y la forma de la cortical ósea lingual.20

e) Hueso oclusal Es la porción ósea que cubre la cara oclusal del tercer molar inferior

incluido en mayor o menor grado, dependiendo del tipo de inclusión. Su

forma, consistencia y extensión pueden ser estudiadas

radiográficamente. Está formado por dos corticales de hueso compacto

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que contienen una cantidad variable de hueso esponjoso. El hueso

oclusal puede estar íntegro, o sea cubrir totalmente al tercer molar, o

bien estar abierto en parte, en cuyo caso presenta una fenestración que

relaciona el saco pericoronario con el tejido gingival.20

f) Hueso basal Es la porción ósea situada por debajo del tercer molar; su consistencia

y extensión son variables según el tipo de inclusión. Está constituido por

hueso esponjoso de trama amplia y suele ser asiento de diversos

procesos dependientes de infecciones del saco pericoronario o de

problemas apicales del tercer molar inferior. Este hueso basal está

surcado de distal a mesial a una altura variable por el conducto dentario

inferior, y puede establecerse distintas relaciones con el tercer molar

incluido. Es también importante valorar la cercanía del diente incluido

con el borde inferior de la mandíbula, dado que la cantidad de hueso

existente debajo de las raíces podrá implicar una conducta quirúrgica

muy cuidadosa o podrá hacernos prever posibles complicaciones

(fracturas óseas) en el postoperatorio. Esta valoración del espesor de la

mandíbula debe hacerse especialmente en los pacientes ancianos que

presentan una mandíbula delgada, desdentada y con un tercer molar

incluido, y que al efectuar la intervención quirúrgica pudiera fracturarse

si se realizan maniobras violentas.20

g) Hueso interradicular El tabique óseo interradicular, denominado "septum" por Winter; es la

porción de hueso situado entre las raíces del tercer molar incluido Es

hueso esponjoso, de forma variable en relación directa con la posición y

disposición de sus raíces y representa un sólido anclaje del tercer molar

inferior que es preciso considerar al planear su extracción. Debe

valorarse adecuadamente la posible existencia de trastornos del hueso

como osteodistrofias o neoplasias óseas lo cual complicaría aún más la

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intervención quirúrgica, pero generalmente este tipo de patología es

muy rara y fácilmente demostrable en las radiografías.20

F) EL SEGUNDO MOLAR Es muy importante estudiar la posición y disposición radicular del

segundo molar pues estas características pueden dificultar la extracción

del tercer molar incluido. La inclinación distal del eje longitudinal del

segundo molar puede crear o incrementar la retención del tercer molar

inferior incluido. Si el segundo molar sólo tiene una raíz cónica, es

posible luxarlo con facilidad durante la extracción del tercer molar

utilizando un botador aplicado en su cara mesial, sobre todo si falta en

la arcada dentaria el primer molar. 20

G) CONDUCTO DENTARIO INFERIOR El conducto dentario inferior aloja el paquete vásculo-nervioso dentario

inferior; se inicia en la cara interna de la mandíbula en el agujero

mandibular (limitado por delante por la espina de Spix) y recorre el hueso

hasta la altura de los premolares inferiores, es decir, hasta el agujero

mentoniano. El conducto dentario inferior está protegido por una cortical,

que le es propia, y que en la radiografía se identifica como dos líneas

radioopacas. El conducto suele ser inferior y externo (vestibular) con

respecto a las raíces, en la gran mayoría de los casos, aunque la relación

entre conducto dentario inferior y raíces del tercer molar puede variar, y

ser más o menos estrecha.

Sicher y Dubrul han señalado tres tipos de relación del conducto dentario

inferior con las raíces de los molares inferiores:

• El conducto está en contacto con el fondo del alvéolo del tercer

molar.

• Existe una franca distancia entre el conducto y los ápices de los

molares inferiores.

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• Todos los molares inferiores se relacionan con el conducto.

En muchas ocasiones, las raíces del tercer molar incluido están en íntimo

contacto con el conducto, presentando incluso un surco en su cara

vestibular o en la superficie radicular lingual. Esta última posibilidad es

destacada por Howe, como la más frecuente.

Parant cree que ocurre en aproximadamente uno de cada 2.000

pacientes. Excepcionalmente se han descrito raíces atravesadas por un

túnel por donde discurre el conducto dentario inferior.

Radiográficamente, el hueso denso que forma el techo y el piso del

conducto dentario inferior queda representado por dos líneas

radioopacas paralelas que encierran una zona de mayor

radiotransparencia. Cuando el conducto dentario inferior se superpone a

la porción radicular del tercer molar o está excavado por los elementos

del paquete vásculo-nervioso, la imagen radiográfica mostrará un

arqueamiento en dirección apical del conducto debido a su contacto con

el molar (modificación de su recorrido) o radiotransparencia por

disminución del tejido dentario (modificación en intensidad) producida por

la excavación del conducto en la raíz del tercer molar. Puede también

detectarse la interrupción de la continuidad de una o ambas líneas

radioopacas conforme cruzan por la raíz del tercer molar. En los casos

en que el contenido del conducto dentario perfora la raíz, se observa un

estrechamiento característico en la banda radiotransparente por pérdida

de las líneas blancas.

Si comprobamos que el tercer molar incluido tiene una relación estrecha

con el conducto dentario inferior y su contenido, deberemos exprimir al

máximo la exploración radiográfica y sería conveniente tenerlo bien

localizado mediante tomografía computadorizada. Antes de la

intervención quirúrgica deberemos advertir al paciente de la posibilidad

de que presente una parestesia postoperatoria del nervio dentario inferior

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con alteraciones más o menos importantes en la sensibilidad labial.

Igualmente este dato nos hará adoptar una serie de medidas quirúrgicas

encaminadas a evitar la lesión del paquete vasculonervioso como puede

ser realizar mayor ostectomía vestibular, efectuar odontosección

estratégica, legrado cuidadoso del fondo del alvéolo, no usar la

electrocoagulación, etc.20

2.2.8 TRATAMIENTO QUIRÚRGICO DE TERCERAS MOLARES INFERIORES La extracción del cordal incluido cuando existe patología es el

tratamiento etiológico del cuadro y por tanto es la conducta de elección,

con algunas excepciones: pacientes cuyo estado de salud general es tan

precario que tal procedimiento quirúrgico no sería conveniente; pacientes

de edad avanzada para los que, en presencia de un molar asintomático,

esta intervención resultaría innecesaria o no aconsejable.

En vista de los múltiples problemas que ocasionan los terceros molares

incluidos, la cuestión de su extracción profiláctica merece una

consideración muy cuidadosa. La experiencia clínica nos enseña que la

mayoría de dientes incluidos, incluso los situados de forma intraósea

profunda, acaba provocando alguna complicación más pronto o más

tarde. Como los problemas operatorios y postoperatorios son muy poco

importantes si no hay un proceso patológico presente en el cordal

incluido, y puesto que la morbilidad quirúrgica aumenta con la edad, se

recomienda extraer estos molares apenas se tiene la evidencia de que

no hay suficiente espacio o están en una posición que no les permitirá

hacer una erupción normal. Como el crecimiento maxilar se completa

entre los 16 y 18 años, la decisión debería adoptarse en este momento.

A esta edad las raíces se han formado aproximadamente la mitad o las

dos terceras partes y esto facilita su extracción, de la misma forma que la

capa de hueso que cubre el tercer molar no es excesivo y su dureza no

es tan marcada como en un adulto.

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Algunos autores llegan a afirmar que en estos días de excelente

asistencia dental, el individuo que recibe buena terapéutica odontológica

debería tener todos los cordales extraídos antes de los 18 años. Para

este paciente no importa si el tercer molar está impactado o retenido; es

simplemente buena Odontología preventiva. No es común que los

terceros molares adopten una oclusión adecuada y en cambio

frecuentemente son foco de todo tipo de complicaciones. Es más fácil

extraer un cordal en un individuo joven, puesto que tolera mejor la

intervención quirúrgica, la cirugía es menos extensa que en el adulto, se

recupera más rápidamente y la posibilidad de complicaciones por la

cirugía es muy pequeña.20

Por todo ello creemos recomendable adoptar una postura profiláctica y

hacer la extracción de los terceros molares en frío, es decir, sin presencia

de patología, en un momento favorable para el paciente, por ejemplo en

período de vacaciones y en una edad comprendida entre los 16 y 25

años.

La extracción profiláctica de los cordales en vías de desarrollo antes de

que se inicie la mineralización o antes de que las cúspides calcificadas

se hayan unido (6 a 9 años) o cuando sólo se ha formado la corona (10 a

16 años), es un procedimiento que algunos autores recomiendan.20.

Aunque esta conducta tiene la ventaja de que reduce la morbilidad y

preserva mejor el hueso alveolar, la falta de precisión para prever la

posibilidad de inclusión y no saber cuál será el futuro estado bucal del

paciente hacen que no sea aconsejable en la mayoría de los casos.20.

La extracción del tercer molar es una intervención a veces difícil,

laboriosa y minuciosa, que requiere una técnica reglada y correcta junto

con un estudio previo cuidadoso. A medida que se realizan más

intervenciones de este tipo, la técnica parece más fácil, el tiempo de

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ejecución es menor y sobre todo las complicaciones postoperatorias

disminuyen.24.

Comprende una serie de pasos quirúrgicos con un orden establecido.

Debido a las múltiples variedades de situación y posición del diente y a

su distinta morfología radicular, es imposible establecer un tipo único de

intervención Existen diversas clasificaciones donde se manejan

diferentes parámetros: posición del molar (angulación), situación más o

menos profunda y relación con la rama mandibular para predecir la

dificultad de la extracción y la necesidad de una mayor ostectomía u

Odontosección o no.21, 24.

A) INDICACIONES PARA LA EXTRACCIÓN DE LOS TERCEROS MOLARES INFERIORES

La extracción de terceros molares inferiores que no presentan síntomas o

signos patológicos estaría indicada en:

• Cordales con riesgo de infección, mucho más frecuente en los

enclavados que en los incluidos.

• En una fase previa a la radioterapia para evitar mucositis u

osteorradionecrosis.

• Pacientes desdentados que van a utilizar una prótesis removible o

fija que va a ser soportada sobre el segundo molar.

• En los casos de mordisqueo o ulceraciones de la mejilla debido a

la erupción incompleta del tercer molar inferior.

• Por indicación ortodóncica, en casos de maloclusión del sector

posterior como puede ser el en clavamiento del segundo molar y si

es necesario conseguir espacio distal en estos casos siempre se

seguirán las indicaciones del especialista que asume el

tratamiento.

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• Antes de la cirugía ortognática (osteotomías sagitales de la

mandíbula o extracción de los terceros molares superiores en el

caso de osteotomía de Lefort I).

• En algunos casos ante la existencia de una fractura del ángulo

mandibular, cuando el molar se encuentra en la línea de fractura, y

no sea necesario para la fijación de los fragmentos.

• Cuando el tercer molar inferior está involucrado en el área de

extirpación de una lesión tumoral.21, 24, 34.

La exodoncia en terceros molares inferiores sintomáticos se realiza en:

• Aparición de accidentes infecciosos reiterados (mucosos,

celulares o ganglionares).

• Caries profundas en el propio diente o en distal del segundo

molar.

• Lesión periodontal acusada entre segundo y tercer molar.

• Presencia de quistes pericoronarios, dentígeros, queratoquistes o

ameloblastomas.

• Ante procesos neurológicos o febriles de origen desconocido que

no obedecen a otro tipo de tratamiento. 21, 24, 34.

B) PREPARACIÓN DEL ENTORNO OPERATORIO: INSTRUMENTAL, PACIENTE Y CIRUJANO

Una intervención de cirugía oral prevé, por definición, una solución de

continuidad de la barrera mucosa que pone en contacto los tejidos

profundos con el entorno bucal, siempre colonizado por diferentes tipos

de gérmenes. La penetración de gérmenes puede exponer al paciente a

un riesgo de infección local o externa.

El objetivo de una correcta preparación es minimizar este riesgo de

infección respetando una serie de normas que intentan:

Reducir el número de gérmenes presentes en la cavidad oral y sobre los

tegumentos exteriores de los pacientes.

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Impedir la aportación desde el exterior de gérmenes a través de los

cirujanos o el instrumental quirúrgico.

El distinto riesgo infeccioso en casos de preparaciones preoperatorias

iguales depende también del tipo de intervención a realizar. Las

intervenciones superficiales y de corta duración exponen, obviamente, a

riesgos infecciosos menores que las intervenciones más invasivas y

prolongadas.

El porcentaje de complicaciones infecciosas es bajo, siempre que se

respeten los correctos protocolos de preparación del entorno operatorio,

del paciente, del instrumental y de los cirujanos. Las cuatro fases

principales para la reducción de los agentes contaminantes son:

descontaminación, detersión, desinfección y esterilización.17, 24.

a) Preparación limpia

La preparación limpia está indicada (en pacientes aparentemente

sanos) en la mayoría de las intervenciones de cirugía oral, en particular

en las que no son muy invasivas y prolongadas, corno la extracción de

elementos dentarios erupcionados o incluidos, pequeños traumatismos

alveolodentarios, cirugía endodóntica, cirugía pre protésica menor,

biopsias, enucleación de pequeños quistes, etc.

La preparación del entorno prevé la detersión y desinfección de las

superficies, así como el recubrimiento con paños estériles de la bandeja

donde se apoya el instrumental quirúrgico. En los pacientes

considerados de riesgo de transmisión de infecciones cruzadas

(hepatitis, etc.) está indicado recubrir los objetos en un radio de

aproximadamente 3 mt. con películas plásticas desechables limpias

pero no estériles, que se retirarán al final de cada intervención. De

hecho, durante las maniobras odontológicas, la utilización de

instrumental rotatorio o de chorros de aire o agua puede producir

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nebulizaciones que se dispersan en el ambiente hasta un radio de 3 mt.

alrededor del paciente.17, 24.

La preparación del instrumental prevé el posicionamiento del

instrumental esterilizado sobre paños. Para disminuir el riesgo de

contaminación y mejorar la ergonomía es preciso disponer de unos

equipos de instrumentos preparados. La falta de instrumental comporta

una mayor pérdida de tiempo y el riesgo de contaminar el campo

operatorio y los objetos circundantes.17, 24.

La preparación del paciente prevé el enjuague con colutorios de

clorhexidina al 0,12 % o al 0,2 % que se efectuarán justo antes de la

intervención, durante aproximadamente 1 minuto, para disminuir la

carga bacteriana intraoral. El paciente debe entrar en el entorno

operatorio con calzas limpias por encima de los zapatos, con un gorro

limpio que recoja el pelo y recubierto por paños limpios no estériles.17,

24.

La preparación del cirujano prevé la utilización de calzas cubre

zapatos desechables o de calzado especifico que se utilicé solo en

quirófanos, de un gorro o mascarilla no estériles, la detersión de las

manos con jabón especifico, la utilización de una pijama limpia y de

guantes desechables.

Las gafas de protección puedes estar indicadas para la seguridad del

cirujano.17, 24.

C) ANESTESIA LOCAL: TÉCNICAS ESPECÍFICAS POR REGIONES ANATÓMICAS Las anestesias locales, desde un punto de vista técnico-práctico, se

dividen en:

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a) Anestesia por contacto: consiste en la aplicación de la sustancia

anestésica directamente sobre la mucosa en forma de pomada o

aerosol.

b) Anestesia por refrigeración: consiste en la aplicación de sustancias

hipotermizantes, como el cloruro de etileno, directamente sobre la

mucosa en forma de aerosol.

c) Anestesia por infiltración: consiste en la inyección de anestésico por

debajo de la mucosa.

Anestesia infiltrativa: infiltración del anestésico local en proximidad de

las terminaciones nerviosas, se obtiene inyectando el anestésico por

debajo de la mucosa, se utiliza donde no es posible o no sea necesario

alcanzar un tronco nervioso.

Anestesia de conducción o troncular: bloqueo directo de la conducción

por inyección de anestésico local en un tronco nervioso, incluso con

dosis bajas, se consigue un bloqueo completo de la sensibilidad de

todo el territorio de inervación de un tronco nervioso.

Anestesia intraligamentosa: infiltración le sustancia entre el elemento

dentario y la encía, se utiliza normalmente como refuerzo de las otras

dos modalidades precedentes para la avulsión de elementos

dentarios.17, 35.

El otro aspecto a analizar brevemente es la elección entre anestésicos con y sin vasoconstrictores. La presencia de un vasoconstrictor tiene

la ventaja de reducir el sangrado intraoperatorio y prolongar el efecto

anestésico. Las potenciales desventajas pueden estar representadas

por una menor difusión y por la inyección accidental de un

vasoconstrictor, como adrenalina, que puede desencadenar efectos

sistémicos sobre el sistema cardiocirculatorio (isquemia, taquicardia,

etc.).

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En particular, el uso de adrenalina es generalmente desaconsejable en

pacientes que presentan riesgo de isquemia cardíaca y en

hipertiroideos. En realidad, se ha observado que la presencia de dolor

relacionado con la utilización de anestésicos sin vasoconstrictores a

causa de su más corto tiempo de acción, puede provocar la secreción

de unas dosis de catecolaminas endógenas superiores a las que se

pueden inyectar con las soluciones anestésicas locales. El efecto final

sobre el paciente podría ser, por tanto, peor. Según las actuales orientaciones, el uso de una mezcla de anestésicos y vasoconstrictores resulta indicado en la mayoría de los casos. En

pacientes de riesgo (hipertiroideos, que padecen o predispuestos a la

isquemia miocárdica), el vasoconstrictor debe ser utilizado a dosis

moderadas y posiblemente asociado a ansiolíticos.17, 35,

D) Técnicas de Incisión y de preparación del colgajo

El objetivo principal de la incisión de los tejidos durante una intervención

quirúrgica es el de obtener un acceso a la entidad patológica mediante la

creación de colgajos de tejidos que se separarán durante el acto

operatorio. La preparación de un colgajo debe tener tres objetivos

fundamentales:

a) Prevención de la isquemia

Cualquier incisión determina una interrupción, aunque parcial, de la

vascularización del colgajo, que está constituido por una parte libre y

por un pedículo nutritivo. Por tanto, se deben conocer los principios de

vascularización de los colgajos, con el fin de garantizar una suficiente

aportación hemática.

Pueden distinguirse dos tipos principales de vascularización de los

colgajos: axial y random.

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Los colgajos tienen una vascularización axial cuando su aportación

hemática está sustentada por un vaso arterial principal que penetra

directamente en el colgajo a través del pedículo y después se ramifica.

En estos casos, el pedículo puede ser estrecho y el colgajo muy largo

sin riesgos de isquemia y la consiguiente necrosis. En la cavidad oral

este tipo de colgajo está limitado prácticamente al colgajo del

mucoperiostio palatino realizado sobre la arteria palatina mayor.

Los colgajos tienen una vascularización random cuando no existe un

eje vascular principal que Penetra en el colgajo, sino que sólo están

presentes ramificaciones arteriales múltiples pero secundarias y de

pequeño calibre. En estos casos, que representan la casi totalidad de

los colgajos en cirugía oral, la base del pedículo debe tener una

dimensión mayor o por lo menos igual que la parte libre, de modo que

esta última siempre esté lo suficientemente vascularizada. Un pedículo

demasiado estrecho puede provocar una necrosis parcial o total del

colgajo.17, 24, 44.

b) Prevención del desgarro del colgajo

Respecto a su vascularización, un colgajo debe ser trazado de forma

que consiga un despegamiento y una separación que permitan un

adecuado acceso al objetivo patológico subyacente y una adecuada

visibilidad. El desgarro del colgajo es una complicación que se produce

cuando el acceso quirúrgico es insuficiente con respecto a las

necesidades requeridas por el campo operatorio. 17, 24, 44.

Los colgajos pueden distinguirse, según su forma, en:

Colgajos sin incisiones de descarga (o en sobre) Están constituidos por una única incisión Lineal. Ofrecen la máxima

aportación hemática, ya que la vascularización está interrumpida sólo

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69  

en un lado, pero presentan mayor dificultad en su abertura con respecto

a los colgajos con incisiones de descarga: por tanto, necesitan de un

trazo más largo para obtener la misma amplitud de campo operatorio.

Están particularmente indicados sobre superficies cóncavas, como la

vertiente palatina del maxilar o la lingual de la mandíbula. Las ventajas

son una sutura más fácil y, generalmente, un sangrado menor.

Sobre superficies convexas, pueden resultar indicados para evitar

incisiones de descarga en zonas donde están presentes estructuras

anatómicas importantes. 17, 24,35, 36, 37, 44.

Colgajos con una incisión de descarga (o triangulares) Están constituidos por una incisión lineal asociada a una vertical. La

incisión vertical consigue un despegamiento más fácil del colgajo, con

menor tensión y un menor riesgo de desgarro. Ya que la

vascularización terminal de los tejidos blandos que recubren los

procesos alveolares de los maxilares tiende a distribuirse desde distal

hacia mesial, es una buena norma realizar las incisiones de descarga

en la extremidad mesial del colgajo. El ángulo que se forma entre la

incisión lineal y la descarga no debería ser nunca inferior a 90º, para

evitar problemas de isquemia en el margen del colgajo. En el caso de

pacientes dentados, la incisión de descarga no debería caer sobre la

bisectriz de las papilas interdentarias, sino que debe estar trazada o

mesialmente o distalmente. 17, 24,35, 36, 37, 44.

Colgajo con dos incisiones de descarga (o trapezoidales) Están constituidos por una incisión lineal asociada a dos verticales,

mesial y distal. Ofrece máxima visibilidad del campo operatorio y un

despegamiento más fácil. Sin embargo, reduce la aportación sanguínea

sólo al pedículo.

Los ángulos formados entre incisión lineal y descargas deben ser

siempre divergentes (nunca inferiores a 90°). 17, 24,35, 36, 37, 44.

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70  

Colgajo semilunar Se obtiene mediante una incisión lineal en semicírculo con el pedículo

hacia arriba en el maxilar y hacia abajo en la mandíbula. Es un colgajo

utilizado, aunque raramente, en cirugía endodóntica para el tratamiento

de lesiones periapicales de pequeñas dimensiones. 17, 24,35, 36, 37, 44.

c) Prevención de la dehiscencia Con el fin de prevenir la dehiscencia del colgajo (separación entre los

márgenes de la herida quirúrgica) durante la fase de curación, es muy

importante:

• Suturar por encima de un tejido sano y bien vascularizado.

• Obtener una sutura sin tensiones.17, 24, 44.

E) Despegamiento del colgajo sobre un plano óseo

El instrumental específico está formado por los despegadores (o

periostótomos), cuyas formas son muy variables. La elección depende de

preferencias personales o de exigencias anatomoquirúrgicas específicas.

En general, es conveniente utilizar un despegador recto o curvo, con un

lado romo y otro cortante. Durante el despegamiento, los colgajos deben

ser sujetados con unas pinzas quirúrgicas, anatómicas o con ganchos.

El despegamiento puede realizarse según dos planos distintos:

subperióstico y supraperióstico. 17, 24, 44.

a) El despegamiento subperióstico: Corresponde a la realización de un colgajo en espesor total: es el

colgajo clásico para acceder a las estructuras óseas subyacentes. El

despegamiento subperióstico protege de las lesiones neurovasculares y

permite obtener un colgajo bien vascularizado y resistente al desgarro.

Además, el campo operatorio será más limpio, con una mayor

visibilidad. Para realizar correctamente el despegamiento de los tejidos,

es posible empezar por las papilas interdentales, o bien insertar el

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71  

despegador en la incisión y levantar el tejido mucoso utilizando el tejido

óseo como punto de apoyo. Este detalle es muy importante cuando la

cortical ósea está erosionada, como puede ocurrir durante la

intervención. 17, 24, 44.

b) El despegamiento supraperióstico expone a todos los riesgos

implicados en una intervención en un plano abundantemente

vascularizado y recorrido por terminaciones nerviosas. Por tanto, sólo

está indicado en casos particulares (colgajos de reposición apical en

cirugía periodontal, preparación de lechos receptores para injertos

mucosos, cirugía pre protésica) principalmente el edema y puede

provocar la laceración del colgajo. 17, 24, 44.

F) Osteotomía: Una operación en la que se practican cortes en un hueso, de forma que

el cirujano puede efectuar cambios en su posición.

G) Ostectomía Durante las intervenciones de cirugía oral puede ser necesario eliminar el

tejido óseo con el fin de acceder al área a tratar, por ejemplo, un quiste

intraóseo o un elemento dentario incluido.

La ostectomía tiene por finalidad la exposición de la corona dentaria y la

liberación de su cara vestibular y distal.

Se pueden efectuar una serie de perforaciones con fresa redonda que

luego se unen entre sí, levantando la «tapa» ósea resultarte o bien, lo

que es más frecuente, directamente con una fresa redonda grande se

elimina el tejido óseo que cubre la corona dentaria. Posteriormente, con

una fresa redonda o de fisura, se libera la cara posterior y vestibular del

diente, tratando de no lesionar el segundo molar. 17, 24, 38, 44.

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72  

Este procedimiento, llamado Ostectomía, debe ser realizado minimizando

él traumatismo al tejido óseo circundante.

Pueden utilizarse dos métodos principales:

a) La Ostectomía con pinzas gubias: Está indicada especialmente cuando la pared ósea resulta estrecha

(p.ej., como consecuencia de la erosión por un quiste) o para

regularizar los márgenes de una Ostectomía realizada con instrumentos

rotatorios. 17, 24, 44.

b) La Ostectomía con instrumentos rotatorios:

Es la técnica utilizada con más frecuencia. La refrigeración es de

fundamental importancia, ya que el tejido óseo es muy sensible a las

agresiones técnicas: si se alcanza y se mantiene durante más de un

minuto la temperatura de 47-50° C , se produce una necrosis ósea. Con

el fin de reducir la fricción y evitar este incremento de calentamiento, se

utilizan instrumentos rotatorios de baja. Las fresas deben tener una

buena capacidad de corte para conseguir una eliminación delicada del

tejido óseo, sin necesidad de ejercer una presión excesiva. Durante el

proceso de Ostectomía, la fresa y el tejido óseo deben estar irrigados

continuamente con solución fisiológica estéril o solución de Ringer pre

refrigerada (4-10 °C). La irrigación puede efectuarse utilizando unas

bombas conectadas directamente a la pieza de mano o bien con unas

jeringas desechables. 17, 21, 24, 38, 39, 40, 44.

H) Odontosección y Extracción: No debemos intentar la luxación del tercer molar, hasta que tengamos la

seguridad de que hay espacio hacia donde desplazarlo (vía de salida), lo

que se habrá logrado con una ostectomía adecuada. Pero esto también

se puede facilitar con la odontosección.55

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73  

La odontosección consiste en la separación de las distintas partes de un

diente (corona, cúspides, raíces), incluido o erupcionado, con el fin de

facilitar la avulsión reduciendo el traumatismo sobre el tejido óseo.

La odontosección se realiza con la misma metódica utilizada para la

Ostectomía.

Respecto a la odontosección es necesario advertir que la fresa no debe

profundizar hasta seccionar la superficie opuesta del molar; es menos

traumático y peligroso para las estructuras adyacentes terminar la

fractura del diente con la fuerza de palanca de la punta del elevador

introducida en la ranura.

En lo que se refiere a los cordales verticales, si las raíces no están muy

incurvadas, una vez realizada la ostectomía del hueso que cubre la

corona, en distal y en vestibular, se extraen fácilmente practicando una

«muesca» en la cara vestibular del molar, introduciendo en ella la punta

de un elevador de Winter; apoyándose en la cortical externa, el diente se

luxa hacia arriba.

Si las raíces son divergentes o convergentes, la sección vertical y la

extracción por separado de ambas raíces facilita la exodoncia.

En los cordales inclinados hacia mesial, los más frecuentes, la

realización de un sizce o corte en la cara mesial facilita

extraordinariamente su extracción. Una vez eliminado el fragmento

mesial, se aplica un elevador y con maniobras de apalancamiento desde

mesial se consigue la extracción facilitada por la ostectomía del hueso

distal al molar.

En ocasiones, una vez situado el diente en posición vertical, se aplica un

elevador de Winter en la bifurcación radicular, con lo que el diente es

expulsado fácilmente hacia arriba. Otras veces puede estar indicado

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realizar la odontosección en la cara distal del molar y una amplia

ostectomía del hueso distal.

Los cordales inclinados hacia distal suelen ser los que más

inconvenientes acarrean, sobre todo cuando no existe espacio suficiente

para la introducción del elevador entre la cara distal del segundo molar y

la mesial del tercero. En estos casos, la ostectomía distal en plena rama

ha de ser mayor. La odontosección de la superficie distal no siempre es

suficiente, puesto que el diente, al ser luxado, tiende a ir hacia atrás y a

introducirse cada vez más contra la rama. Por ello, la mayoría de las

veces es necesaria la odontosección transversal del molar. Si las raíces

están separadas, conviene dividirlas y extraerlas independientemente.

Los cordales en posición horizontal exigen siempre una odontosección

transversal con fresa de fisura que separe la corona de las raíces. La

mayor dificultad radica a veces en practicar la sección con una fresa

montada en pieza de mano recta debido al difícil acceso al diente. El

contraángulo facilitaría la maniobra, pero carece de la potencia

necesaria. Lo ideal sería la fresa fina y larga de diamante montada en

contraángulo de turbina, siempre que ésta se mantuviera estéril y no

proyectara agua ni aire hacia la zona operatoria. Una vez extraída la

corona, se elimina el hueso que cubre la parte superior de las raíces y,

practicando en la raíz distal una «muesca» con una fresa redonda

pequeña, se aplica la punta del elevador de Winter para desplazar

aquéllas hacia delante en la cavidad creada por la eliminación de la

corona.

Si las raíces están separadas y ofrecen dificultad a la luxación, se dividen

longitudinalmente y se extraen por separado.

La extracción propiamente dicha comprende como primer paso

importante la completa liberación de la cara mesial, obstáculo primordial

en toda extracción. Según la posición del molar (vertical, mesioangular,

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distoangular, horizontal, etc.), la técnica variará y exigirá odontosección o

no. Debe seguirse siempre la sugerencia de que «es más conveniente

dividir el diente que se debe extraer mediante las odontosecciones

oportunas que abusar de una amplia ostectomía». La falta de la

adecuada ostectomía mínima indispensable y de la odontosección

necesaria implica la realización de apalancamientos bruscos y fuertes

presiones, con los accidentes que esto conlleva.

A este respecto, quizá convenga advertir de la conveniencia de utilizar en

principio el elevador recto en vez del Winter cuando no se tiene mucha

experiencia, dada la mayor potencia que desarrolla este último elevador.

Otra alternativa es el elevador angulado de Pott. 17, 21, 24, 38, 40, 44.

I) Revisión del campo operatorio Tras la eliminación del tercer molar incluido, se hará una limpieza

cuidadosa, tanto de las partes blandas como del alvéolo y del hueso más

próximo a la zona.

El hueso se debe regularizar, y no hay que dejar espículas óseas ni

fragmentos de hueso sueltos; para ello utilizaremos una pinza gubia, una

lima de hueso o bien una fresa de acero inoxidable redonda de mayor

diámetro (números 18 al 40) que las utilizadas para la ostectomía.

En las partes blandas se hará un Friedrich muy moderado (recortar los

bordes de la herida dejándolos cruentos y que se puedan afrontar

convenientemente); eliminaremos los restos del saco folicular

pericoronario y de tejido inflamatorio, tanto periapical como pericoronal,

con especial hincapié en la cara distal del segundo molar, utilizando las

cucharillas quirúrgicas acodadas o rectas y haciendo su prensión con

una pinza hemostática tipo mosquito fina, curva y sin dientes. Es

importante que con la cureta o cucharilla comprobemos que el alvéolo y

toda la zona operatoria están limpios, pero sin lesionar el contenido del

conducto dentario inferior o el nervio lingual.

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76  

Por último, y con la herida bien limpia y los bordes redondeados y

alisados, se irrigará generosamente la herida con suero fisiológico o agua

destilada estériles, con aspiración constante. Se revisará especialmente

el fondo vestibular del colgajo mucoperióstico, lugar donde es frecuente

el acumulo de desechos óseos (virutas de la ostectomía, fragmentos de

hueso sueltos, etc.). Numerosos autores discuten la cuestión de saber si

es necesario colocar algún tipo de material o medicamento dentro del

alvéolo tras la extracción del tercer molar. Algunos preconizan colocar un

relleno con gasas impregnadas con yodo u otros desinfectantes, otros

depositan antibióticos en su interior, etc. Nuestra posición es contraria a

esta actitud y recomendamos no colocar nada dentro del alvéolo, salvo

en el caso que exista un sangrado importante.

Actualmente se preconiza rellenar el alvéolo con PRP (plasma rico en

plaquetas) o con PRFC (plasma rico en factores de crecimiento) ya que

favorecen la epitelización de la herida quirúrgica. Los estudios publicados

aportan datos contradictorios de su efecto sobre la regeneración ósea,

aunque en todos queda patente que el PRP y el PRFC mejoran el curso

postoperatorio (mejor cicatrización de la mucosa bucal, etc.). 17, 20, 24, 44.

J) Hemostasia El sistema más sencillo es la compresión o taponamiento del área

sangrante con gasas estériles mojadas en solución fisiológica. No se

deben utilizar gasas secas, ya que al retirarlas absorberían la sangre

removiendo el coágulo en fase de formación.

La compresión debe ser mantenida por lo menos durante dos minutos

para conseguir la formación del coágulo. Esta maniobra es

especialmente eficaz en el caso de sangrado venoso o de pequeños

vasos arteriales. Representa de todas formas una operación

indispensable para maniobras de electrocoagulación o de ligadura de un

vaso, para conseguir la identificación de éste.

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En el caso de que la compresión resulte insuficiente, se puede proceder

al taponamiento con materiales hemostáticos reabsorbibles, como la

esponja de fibrina o la celulosa oxidada y regenerada. Estos materiales

son particularmente útiles para la hemostasia de vasos intraóseos (por

ejemplo; en el sangrado de la arteria alveolar inferior), donde la

diatermocoagulación o la ligadura están desaconsejadas o no son

realizables. En el caso de sangrado más abundante, un sistema muy

eficaz es la diatermocoagulación del vaso. Disponemos de dos sistemas:

Coagulación monopolar.

Coagulación bipolar. 17, 24, 44.

K) Reposición del colgajo y sutura

Antes de suturar la incisión quirúrgica, afrontamos los bordes de la herida

comprobando su correcta reposición; si no es así, recortamos los bordes

para conseguir un correcto afrontamiento.

Asimismo, si vemos que el lecho óseo sangra excesivamente, es el

momento de colocar un apósito reabsorbible de colágeno texturado,

verificando antes de la sutura que se ha producido la hemostasia.20

La fase final de la intervención quirúrgica es la sutura del colgajo. El

material y el método deben seleccionarse con el fin de proporcionar la

mejor curación posible.

Por lo que respecta a los materiales, deben valorarse los siguientes

aspectos de un hilo de sutura. 17, 24, 41, 44.

a) Material y estructura del hilo. Los materiales que constituyen los hilos de sutura se distinguen en

reabsorbibles y no reabsorbibles.

Los hilos reabsorbibles se utilizan para suturas submucosas y

localizadas en zonas difíciles para la eliminación de los puntos.

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78  

Los hilos pueden ser de origen animal (como el catgut) o sintéticos

(como el ácido poliglicólico, los copolímeros del ácido glicólico y láctico):

cada uno presenta características particulares relacionadas

principalmente con el tiempo de reabsorción y la tensión del nudo.

Por tanto, la elección no sólo se efectuará según las preferencias

individuales, sino también según la importancia de mantener los tejidos

enfrentados con eficacia hasta la formación de una cicatriz

suficientemente resistente a la tracción. Las suturas reabsorbibles son

más reactivas que las no reabsorbibles, es decir, pueden provocar con

más facilidad una reacción inflamatoria local y retrasar el proceso de

curación de la herida.

Los hilos no reabsorbibles pueden subdividirse en naturales o

sintéticos.

Entre los primeros, el más utilizado hasta el momento es la seda, que

presenta buenas propiedades mecánicas (estabilidad del nudo), así

como una elevada elasticidad, flexibilidad y facilidad de utilización.

Entre los segundos, se pueden utilizar el nailon, el poliéster, el

polipropileno o el politetrafluoroetileno expandido (e-PTFE). que causan

una menor reactividad local pero una mayor rigidez y menor estabilidad

del nudo.

Por lo que respecta a la estructura, el hilo puede ser monofilamento o

multifilamento. Los hilos multifilamento (como la seda o el poliéster)

presentan la ventaja de ser más resistentes con respecto a los

monofilamentos, pero también más abrasivos sobre los tejidos y más

expuestos a la contaminación bacteriana.

Los hilos monofilamento (como el polipropileno, el nailon y el e-PTFE)

presentan características opuestas.

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79  

También las suturas no reabsorbibles determinan cierto grado de

actividad tisular. La seda provoca una reacción inflamatoria más intensa

que el poliéster, el nailon y, seguramente, el e-PTFE, que tal vez es el

menos reactivo. En las situaciones en las que sea importante minimizar

la reacción inflamatoria de los tejidos, el nailon o el polipropileno son los

materiales de elección. 17, 24, 41, 44.

b) Diámetro de hilo Los hilos de sutura presentan distintos diámetros (habitualmente,

fracciones de milímetros).La codificación internacional actual de los

diámetros, expresada en números ceros, prevé un incremento de sus

números al disminuir el diámetro (por ejemplo; un hilo de 0,3 mm

corresponde al código 3/0, mientras el hilo de 0,2 mm al código 4/0).

En cirugía oral están habitualmente indicados hilos de un diámetro

reducido (entre 3/0 y 6/0). Un hilo más fino presenta las ventajas de una

menor superficie de contaminación y una cicatriz más reducida, y las

desventajas de una menor resistencia a la tracción. Como se ha

explicado con anterioridad, los colgajos deben suturarse sin ninguna

tensión: un hilo de diámetro reducido debería, por tanto, ser suficiente.

Sólo en caso de la ligadura de vasos arteriales puede ser necesario un

diámetro mayor. 17, 24, 41, 44.

c) Diámetro y radio de curvatura de la aguja de sutura Las agujas pueden ser de acero inoxidable y con un diámetro

proporcional al hilo de sutura. Las agujas con un diámetro reducido

presentan la ventaja de un menor traumatismo de los tejidos, pero su

fragilidad es mayor.

La curvatura puede ser más o menos acentuada (1/4, 3/8, 1/2 o 5/8 de

círculo). Una curvatura más acentuada simplifica la sutura de los tejidos

blandos; una curvatura reducida está Particularmente indicada en el

caso de puntos interdentales. 17, 24, 41, 44.

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80  

d) Sección de la aguja Las agujas de sección circular (agujas no traumáticas) o triangular

agujas traumáticas. Las circulares son menos traumáticas para los

tejidos pero penetran con menos facilidad en los tejidos blandos;

obviamente las de sección triangular presentan características

contrarias.

No existen indicaciones absolutas en la elección, que depende sobre

todo de las preferencias individuales.

Una variación interesante de las agujas está representada por la

sección triangular, en la que se distingue una sección triangular con

dorso cortante de la punta y una sección circular del cuerpo. 17, 24, 44.

e) Técnicas de sutura Los tejidos y la aguja se manejan utilizando, respectivamente, una pinza

quirúrgica o anatómica y una porta agujas. Para obtener un mejor

control de la aguja y una correcta inserción en el tejido es necesario

coger la aguja con el porta agujas aproximadamente a dos tercios de

distancia desde la punta, de modo que la inserción en el tejido sea lo

más perpendicular posible.

La elección de la sutura más apropiada es esencial para que se

produzca una rápida curación de la herida y una correcta restauración

de la morfología tisular. El conocimiento y el dominio de las diferentes

técnicas de sutura resulta, por tanto, fundamental para afrontar las

distintas situaciones clínicas.

Las suturas se distinguen, según el tipo de puntos, en revertidas, en

las que los bordes del colgajo se revierten, y en invertidas, en las que

los márgenes del colgajo se invierten en el interior de la herida. La

sutura con puntos revertidos es la más utilizada en cirugía oral para

suturar los pianos superficiales mucoso y cutáneo. La estabilidad de la

sutura está garantizada por los nudos. Si se utilizan hilos con buen

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mantenimiento del nudo (p. ej., la seda), son suficientes tres nudos (los

dos primeros en el mismo sentido y el tercero en sentido contrario). Si

se emplean hilos con una menor estabilidad del nudo (hilos

monofilamento, corno el nailon), puede estar indicado realizar 4 o 5

nudos, siempre alternando el sentido del nudo.

Las suturas pueden diferenciarse después en suturas continuas y de

puntos individuales, que a su vez, se dividen en puntos simples, en «U»

horizontal y en «U» vertical. 17, 24, 44.

Sutura con puntos individuales. Es la sutura utilizada más

frecuentemente en cirugía oral. Con respecto a la sutura continua,

garantiza una curación suficiente incluso en los casos de caída o

aflojamiento de alguno o más puntos. Está indicada en el caso de

colgajos apoyados en tejido subyacente bien vascularizado y cuando el

cierre de la sutura sea importante pero no indispensable como, por

ejemplo, tras la extracción de elementos dentarios erupcionados o

incluidos, la extirpación de quistes. 17, 24, 44.

Sutura en «U». Está particularmente indicada cuando el cierre de la

sutura sea indispensable (p. ej., en cirugía pre protésica después del

injerto de biomateriales de relleno) o cuando el colgajo no esté

apoyando en tejido bien vascularizado (p. ej., en el caso de colgajos

suturados por encima de cavidades con déficit óseos producidos por la

extirpación de quistes o elementos dentarios incluidos). 17, 24, 44.

Suturas de colchonero vertical y horizontal. Utilizadas

principalmente en cirugía periodontal, encuentran su indicación también

en cirugía oral, actuando como sutura compresiva sobre los tejidos

gingivales.

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Consiguen no sólo el acercamiento de las papilas de los colgajos en los

espacios interdentales, sino también el mantenimiento de estas últimas

estrictamente en contacto con el plano óseo subyacente. 17, 24, 44.

Sutura continua. Está indicada particularmente en el caso de

incisiones lineales sin descargas. Presenta la ventaja de una mayor

rapidez de ejecución, pero tiene la desventaja de que en el caso de

aflojamiento de un nudo puede producirse una dehiscencia de toda la

sutura. 17, 24, 44.

f) Eliminación de la sutura En la cavidad oral, las suturas suelen mantenerse in situ en la gran

mayoría de las intervenciones durante un periodo medio de 6-8 días.

Sólo en casos particulares, las suturas pueden mantenerse durante

más tiempo (10 días). 17, 24, 41, 44.

2.2.9 PREVENCIÓN Y TRATAMIENTO DE LAS COMPLICACIONES MÁS COMUNES EN CIRUGÍA ORAL. Una complicación puede definirse como un "evento desagradable" que

ocurre durante o después de una intervención quirúrgica. Si este suceso

no es advertido, no es tratado o su tratamiento es incorrecto provocará

serias consecuencias o secuelas al paciente.

Las complicaciones durante la extracción del tercer molar son,

básicamente, las mismas que las que pueden acontecer extrayendo

cualquier otro diente; pero por la complejidad de la técnica de extracción

de un diente incluido, y por las relaciones anatómicas propias del tercer

molar son más frecuentes y tendrán unas características peculiares.

La aparición de complicaciones tras la extracción quirúrgica de un tercer

molar inferior retenido oscila alrededor del 10% (Preshaw y Fisher).

Chiapasco y cois, encontraron un 2,6% de complicaciones en pacientes

de 9 a 16 años, un 2,8% en pacientes de 17 a 24 años, mientras que en

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pacientes de más de 24 años la frecuencia aumentaba hasta el 7,4%. En

un estudio que hemos efectuado nosotros (Pons y cois.) observamos un

6,4% de complicaciones tras la extracción del tercer molar en pacientes

entre 13 y 16 años de edad.20.

Cualquier intervención quirúrgica realizada incluso por manos

expertas puede exponerse a una serie de improviso y complicaciones

intra y postoperatorias.

Los requisitos para una considerable reducción de los posibles

accidentes pueden esquematizarse como sigue:

Atento análisis médico de los pacientes.

Adecuado conocimiento de la anatomía local.

Atento análisis y planificación preoperatoria.

Intervenciones realizadas con una técnica quirúrgica limpia y poco

traumáticas.

Las complicaciones pueden dividirse en intraoperatorias y

postoperatorias.

A) Complicaciones postoperatorias Desencadena tanto una serie de alteraciones locales, originadas en los

tejidos directamente afectados por la intervención, como una respuesta

general, proporcional a la intensidad de la intervención efectuada. La

cirugía bucal no es inocua, ni está exenta de complicaciones; por tanto,

es preciso extremar las medidas para evitarlas, resolverlas cuando

ocurran y que en ningún momento pongan en riesgo la vida del

paciente.

El tratamiento no puede representar para el sujeto un daño mayor que el

beneficio. El profesional tiene que conocer lo que debe hacer, lo que no

debe hacer y el momento adecuado, de ahí que una historia clínica

exhaustiva, las pruebas pertinentes, la preparación del paciente y una

técnica quirúrgica meticulosa ayudarán a limitar en gran medida el riesgo

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de complicaciones o posibles fenómenos adversos que sobrevienen

durante un acto operatorio o después de éste.

a) Hemorragias Es una de las principales causas por las que acude el paciente a la

urgencia hospitalaria, en especial tras la realización de una exodoncia;

por ello es necesario comprender cómo responde el organismo frente a

la agresión, desde el momento en que perforamos la mucosa para

realizar la anestesia hasta finalizar la cirugía.

La hemorragia se inicia por la rotura del revestimiento subendotelial

vascular y la salida de sangre a los espacios extravasculares, debido a

traumatismos, procesos patológicos o al realizar una intervención

quirúrgica.

La hemorragia tras una extracción dentaria es lógica, pero puede llegar

a ser abundante, sin cohibición espontánea, bien de manera inmediata,

en la misma intervención, bien tardíamente, transcurridos unos días.

Puede pasar de ser una complicación leve a convertirse en muy grave

con peligro para la vida del paciente. Dentro de sus causas locales cabe

mencionar; la destrucción del coágulo por el uso indebido de enjuagues

con agua oxigenada, acción vasodilatadora de los agentes

vasoconstrictores, infección de la herida y erosión de los vasos por el

tejido de granulación.

En condiciones normales, el organismo reacciona deteniendo esta

salida de sangre a través del proceso denominado hemostasia.

La hemostasia sanguínea es el proceso por el cual cesa la hemorragia.

Comprende un conjunto de mecanismos encargados de mantener la

integridad del sistema vascular limitando la pérdida de sangre al regular

de forma precisa una serie de interacciones entre los componentes de

la pared vascular, las plaquetas y las proteínas plasmáticas.

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85  

El sistema hemostásico normal previene la pérdida de sangre tras una

lesión, asegurando, por una parte, la formación del tapón hemostásico

y, por otra, que éste no perdure más tiempo del necesario para

restablecer la continuidad del vaso, arterial o venoso.

La sección de los vasos sanguíneos origina hemorragias de distinta

importancia, acorde con la importancia de aquéllos, sobre todo en su

calibre, y también referida a los tejidos a los que pertenecen: gingivales,

lengua, paladar, hueso, si bien, y de manera general, se cohíben con

cierta facilidad cuando los mecanismos hemostásicos no están

alterados y la técnica quirúrgica ha sido adecuada.17, 21, 24.

Etiología. La mayoría se producen por:

Esquirlas o espículas óseas que permanecen entre la herida y son un

factor irritativo.

Fractura de hueso interradicular o fragmentos óseos atrapados en el

alvéolo.

Resto radicular o ápice fracturado que no se retiró.

Granulomas apicales que no se han legrado.

Presencia de cuerpos extraños en el alvéolo (partículas de esmalte,

cálculo, material de restauración).

Proximidad con lesiones muy vascularizadas:

angioma, granuloma de células gigantes. Sería aconsejable realizar el

tratamiento de dichas lesiones previamente o al mismo tiempo.

Infección secundaria. 17, 21, 24.

Tratamiento En primer lugar, se puede intentar una compresión mediante el

taponamiento del área sangrante con gasas estériles mojadas en

solución fisiológicas.

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86  

En el caso de sangrado arterial prolongado, se debe reabrir el

acceso quirúrgico, localizar la fuente del sangrado y proceder a las

maniobras de hemostasia más adecuadas.

En el caso de hemorragias abundantes, la intervención más segura,

aunque más complicada, es la ligadura del vaso. La ligadura (le un

vaso está indicada para vasos de calibre mayor y, en particular, para los

vasos arteriales (p. ej., la arteria facial y sus ramas principales o la

arteria palatina mayor), donde la simple compresión o

diatermocoagulación podrían revelarse ineficaces. La ligadura del vaso

puede efectuarse antes de su sección (p. ej., cuando se encuentra en el

campo operatorio y obstaculiza la prosecución de la intervención), o

bien cuando la hemorragia ya se ha producido.

En el primer caso, el vaso debe ser identificado, aislado y ligado con

dos suturas no reabsorbibles o de reabsorción lenta. En el segundo

caso, el vaso sangrante debe ser previamente identificado y, después,

pinzado con una pinza hemostática a unos 2-3 mm de distancia de la

interrupción, suturando justo detrás de la pinza hemostática e

implicando a la menor cantidad posible de tejido circundante. 17, 21, 24.

b) Parestesia

Se define como la detección y percepción anómala de estímulos,

percibida como desagradable, aunque no suele ser dolorosa. La

detección de estímulos puede estar aumentada o disminuida y puede

no afectar a los receptores de dolor y vibración.

La sensación descrita por el paciente es de hormigueo,

adormecimiento, quemazón o picor, tensión, sensación de frío o calor o

incluso, a veces, como dolor.

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87  

Es una lesión infrecuente al realizar una exodoncia, pero que se puede

dar sobre todo en la región del nervio dentario inferior. El traumatismo

operatorio puede provocar la sección, aplastamiento o desgarro del

tejido nervioso; esto puede ocasionar parestesias o anestesias de las

regiones inervadas por dichos troncos nerviosos.

En ocasiones, los desgarros se deben a un curetaje excesivo e

intempestivo sobre el alvéolo de un diente muy cercano al nervio.20, 21,

42, 43.

Nervio dentario inferior

El nervio alveolar o dentario inferior está contenido en el conducto

mandibular o dentario inferior, que es oval, con una media de ancho de

2,9 ± 0,7 mm por 2,5 ± 0,6 mm de altura. Suele tratarse de un conducto

único pero en un 0,95% de casos existen conductos bífidos.

Es susceptible de ser lesionado a nivel del tercer molar inferior, con el

cual a menudo tiene relaciones anatómicas muy estrechas. La relación

es variable dependiendo de distintos factores: posición del cordal,

longitud de las raíces, altura y espesor del cuerpo mandibular. También

puede aparecer este tipo de complicaciones tras extracciones de

primeros y segundos molares inferiores.

Pueden producirse contusión, compresión, estiramiento o una simple

herida del nervio, lo que acarreará una anestesia dolorosa pasajera,

pero es también posible la sección, cuando este molar es atravesado

por el nervio; entonces la anestesia será permanente o en todo caso,

durará de 1 a 3 años. En estos casos puede existir una "anestesia

dolorosa" que se exagera con el frío. Estos problemas tienen tendencia

a atenuarse, especialmente los dolores, persistiendo la insensibilidad

labial con hormigueos a los cuales el paciente va dando cada vez

menos importancia aunque en algunos casos pueden quedar neuralgias

secundarias.

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Este tipo de accidente es generalmente previsible por los datos

radiográficos, pero en algunos casos es inevitable; por ello debe

prevenirse al paciente antes de la intervención quirúrgica, la cual

deberá ejecutarse con la máxima prudencia. Esto se puede producir

porque a veces los datos radiográficos son contradictorios o la posición

presumible de las raíces respecto al nervio dentario inferior no

coinciden con la situación real.

La lesión del nervio dentario inferior produce la anestesia del hemilabio

inferior, de la piel del mentón, de la mucosa gingival y de los dientes del

lado afectado. La anestesia del hemilabio inferior es conocida en la

literatura francesa como Signo de Vincent.

Ante la lesión consumada caben distintas actitudes de acuerdo a su

magnitud. Si es una compresión, debe eliminarse el agente irritante,

óseo, dentario o la zona de fibrosis, que la causa. Si es un desgarro por

estiramiento, es probable la recuperación entre 6 semanas y 6 meses.

Si la recuperación no se produce, es posible que exista un

desplazamiento de las paredes óseas con compresión nerviosa; esto

puede indicar la necesidad de realizar una descompresión quirúrgica. Si

se ha formado un neuroma traumático, éste puede escindirse para,

después, reanastomosar o colocar un injerto nervioso. Cuando hay un

arrancamiento, la anestesia es permanente y sólo podrían intentarse

técnicas de microcirugía nerviosa.

Al desaparecer la anestesia, puede quedar una anestesia parcial o, al

revés, un dolor neurálgico moderado o grave. Por paradójico que

parezca, se dan casos en que existe a la vez dolor y anestesia parcial.

Así puede estar abolida la reacción a los cambios físicos, tales como el

tacto, el calor y el frío, mientras persiste la sensación de dolor.

Los dientes quedan entumecidos y no perciben los cambios térmicos,

aunque si se efectúa un tallado en estos dientes el dolor es

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pronunciado, lo que demuestra que conservan su vitalidad, y con el

tiempo hasta recobran su sensibilidad normal.20, 21, 42, 43.

Nervio lingual

La manipulación de la zona lingual del tercer molar inferior puede ser

peligrosa por las estrechas relaciones existentes con el nervio lingual;

por ello debemos ser cuidadosos en esta región, y así por ejemplo, no

pondremos suturas profundas que puedan lesionarlo. Al contrario, las

colocaremos a poca distancia del borde del labio interno de la herida

operatoria.

En ocasiones, este problema se ha relacionado con la existencia de un

pequeño foco de necrosis localizado en la vecindad de la espina de

Spix, inducido por las soluciones anestésicas con adrenalina u otros

vasoconstrictores usados en la anestesia troncular. No obstante

remarcamos nuevamente que lo más frecuente es que esta anestesia

provenga de un traumatismo operatorio.

La sección del nervio lingual producirá la anestesia de la hemilengua,

en la parte anterior a la V lingual, lo que se traduce sobre todo en

graves autolesiones que se producen por la mordedura involuntaria de

la lengua que pueden ser, en ocasiones, de tal magnitud que obliguen a

efectuar una glosectomía parcial.

La lesión del nervio (no sección) producirá hipoestesia, disestesia y/o

hiperestesia que tardarán más o menos en regresar según la gravedad

de la lesión histológica. También habrá trastornos de la gustación que

posiblemente pasarán inadvertidos ya que también implican una

determinada área (la misma) lingual. Sólo se pueden poner de

manifiesto con una exploración dirigida del tipo gustometría química o

bien electrogustometría.

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En ningún caso existirá trastorno alguno de la movilidad, ya que

básicamente ésta se debe al nervio hipogloso, prácticamente imposible

de dañar en cualquier técnica de Cirugía Bucal. Tampoco habrá

trastornos de tipo trófico asimismo propios de la lesión del nervio

hipogloso.20, 21, 42, 43.

c) Hematoma

Se define como la presencia de una colección hemática entre diferentes

planos de partes blandas o entre éstas y un plano óseo. Representa

una complicación postoperatoria relativamente frecuente; se produce

por la difusión de la sangre siguiendo la disposición anatómica de los

planos musculares y fascias cervicofaciales, o bien por la menor

resistencia que le oponen a su paso los tejidos próximos al área

quirúrgica, incluso, en ocasiones, se deslizan hacia el cuello y la zona

esternal. Se caracterizan porque la piel va cambiando de color, primero

es rojo vinoso y se hace más tarde violeta y amarillo; este cambio es

debido a la degradación o descomposición sanguínea de la

hemoglobina. El cambio de color dura varios días y termina por

resolverse generalmente a los 8 o 9 días, siendo inusual que un

hematoma sobrepase los 14 o 15 días sin reabsorberse

espontáneamente. Si se infectan pueden producir abscesos que

precisan tratamiento antibiótico e, incluso, drenaje. La infección y la

organización son las dos principales complicaciones del hematoma. Las

coagulopatías pueden favorecer su aparición, sobre todo si se realiza

una mala hemostasia. Como medida preventiva podemos aplicar frío a

intervalos de 10 minutos, posteriormente a la exodoncia , durante un

máximo de 12-24 horas. Es habitual que, en las exodoncias complejas

o en las que se han empleado técnicas quirúrgicas, se produzcan

hematomas.

Los hematomas suelen ser más frecuentes en las personas de edad

avanzada, porque existe un aumento de la fragilidad capilar y porque

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sus tejidos son más laxos. En estos casos la equimosis o coloración de

la piel producida por la infiltración de sangre en el tejido celular

subcutáneo puede llegar a ser muy aparatosa. 17, 24, 40.

d) Alveolitis La alveolitis u osteítis alveolar es una infección reversible y localizada

de forma superficial; es de aparición tardía (de 2 a 4 días después de la

extracción).58.

Schwartz la considera un estado necrótico del proceso alveolar o de los

septos óseos que, ante la ausencia de vasos sanguíneos, no permite la

proliferación de capilares ni de tejido de granulación para organizar el

coágulo sanguíneo.

El coágulo, al no organizarse se desintegra.16,20.

La frecuencia varía entre el 1 y 4 % de todas las extracciones dentales,

1-3 y puede llegar del 20 al 30 % en terceros molares mandibulares.1-5

Es más frecuente en el sexo femenino y la mayoría de los casos se

observan entre la tercera y cuarta décadas de la vida.45.

Se describe como la complicación más frecuente de la extracción dental 46, 47 y la causa más común de dolor en el posoperatorio tardío 48 de las

consultas de urgencias.

Diagnóstico Se realiza mediante el interrogatorio y el examen clínico y se confirma

al pasar una cureta dentro del alvéolo seco y encontrar hueso desnudo

con gran sensibilidad o coágulo necrótico, que al ser irrigado y

desplazado, muestra las paredes desnudas e hipersensibles.

Etiología Aunque no existe actualmente un conocimiento concreto de cuál es la

etiología del proceso.46.

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92  

Se considera como una afección multifactorial. Definirla es difícil, pero

se consideran algunos factores que aumentan su frecuencia como:

aporte vascular disminuido del hueso, pacientes, con hueso esclerótico,

traumas excesivos de los bordes del alvéolo, de la encía y

aplastamiento óseo, extracción de dientes con procesos periodontales o

periapicales agudos, mala higiene bucal, permanencia de cuerpos

extraños en el alvéolo, restos radiculares, de quistes y granulomas.45, 49.

El uso de anestésicos locales y vasoconstrictores compromete la

irrigación del alvéolo de extracción. La isquemia ha sido referida como

una de las causas fundamentales de alveolitis, aunque se han

reportado casos en pacientes a los que se les ha realizado exodoncia

bajo anestesia general.

El tabaco también influye en su aparición, al producir la nicotina,

vasoconstricción de los vasos periféricos6 y después de la exodoncia

se suma el efecto mecánico debido a la succión durante la aspiración

del humo, que puede determinar un desplazamiento del coágulo.

Los contraceptivos orales son otra posible causa de aparición de las

alveolitis, ya que estas hormonas predisponen a la trombosis

intravascular, también durante la menstruación, debido a que durante

este período existe un pico hormonal.

Un último factor sospechado recientemente es la posible disminución de

la capacidad defensiva y regenerativa, por una causa endógena. Se

puede hablar en tal caso de un déficit inmunitario o más genéricamente

de la llamada disreactividad hística.46.

En la actualidad la incidencia de alveolitis según la literatura y estudios

realizados en otros países varía entre 20% y 30%, siendo esta una

complicación postquirúrgica de magnitud considerable y de etiología

desconocida; por tal razón es importante conocer aquellos factores

propios de cada paciente como lo son edad, sexo, anatomía y fisiología

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del paciente, tabaquismo, etilismo, entre otros, que pueden influir en la

formación de una alveolitis.

En diciembre del año 2001 se publicó en la Revista Cubana de

Estomatología, un artículo “Alveolitis. Revisión de la literatura y

actualización”, realizado por los Doctores.

Martín, O., Lima, M., y Zulueta, M. En dicho artículo de estudio se

determinó que la alveolitis es más frecuente cuando la cirugía se realizó

en terceros molares mandibulares, además que la etiología de la misma

es multifactorial tales como un bajo aporte vascular, traumas excesivos,

hueso esclerótico, mala higiene, el tabaquismo y los contraceptivos

orales.

En agosto del 2000 se publicó en la Revista Cubana de Estomatología,

un estudio con 680 pacientes sobre “Presentación de un estudio en 680

pacientes operados de terceros molares retenidos”. Por los Doctores

Morejón, F., López, H., Morejón, T., Córbo, M. Estudió cuales eran las

complicaciones más frecuentes luego de una cirugía de terceros

molares retenidos, para lo cual se determinó que la complicación más

frecuente era la alveolitis con 29.6% del total de los pacientes, además

que de los 680 pacientes 420 eran del sexo femenino por lo tanto dicho

sexo tiene mayor incidencia de complicaciones.17, 24, 42, 51, 52.

Alveolitis seca La alveolitis seca es una infección postextracción que presenta una

incidencia variable, entre el 1 y el 5 %, con cierta preferencia en las

mujeres.

El alveolo se presenta abierto sin coágulo y con paredes óseas

totalmente desnudas, de color grisáceo, en ocasiones .ocupado por

residuos alimentarios. El cuadro clínico de la alveolitis comprende

dolor violento, constante, perturbador y con irradiaciones, que se

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exacerba con la masticación y que impide en la mayoría de los casos la

actividad normal del paciente, especialmente el sueño. Es un proceso

inflamatorio agudo, no purulento localizado en el alvéolo, que determina

un retraso en la curación de la herida que se reagudiza al tercer o

cuarto día, acompañado por mal aliento y afección de los ganglios

regionales.

La alveolitis parece producida por una alteración de la fibrinólisis

precoz del coágulo, probablemente como consecuencia de su

contaminación bacteriana. Numerosos factores se han

correlacionado positivamente con la presentación de una alveolitis:

entre éstos se encuentran el envejecimiento, el uso de

anticonceptivos orales, el ciclo menstrual, el tabaco, el escaso nivel

de higiene oral y el aumento de dificultad de la extracción. 17, 24, 42, 51,

52.

Prevención. La reducción del riesgo de alveolitis puede obtenerse

mediante:

Control postoperatorio de la placa bacteriana mediante sesiones de

higiene profesional y enjuagues con clorhexidina en los días

precedentes a la extracción.

Eliminación o reducción del tabaco en el período postoperatorio

inmediato.

Avulsión entre el 23 ° y 25° día del ciclo menstrual en mujeres que

toman anticonceptivos orales.

Diseño óptimo del colgajo, que garantice una adecuada

vascularización en la zona interesada por la cirugía

Adecuada refrigeración de la fresa durante la fase de ostectomía y

odontosección.

Abundante irrigación del alveolo con suero fisiológico estéril antes

de la sutura.

Evitar la contaminación del alveolo por parte de la saliva durante las

fases de sutura.

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Enjuagues con soluciones de clorhexidina realizados 2 veces al día

hasta la remoción de la sutura.

Suministro de antibióticos (dosis máxima de un único día en una

única solución) 1 hora antes de la cirugía. 17, 21, 24, 42, 44, 51, 52.

Tratamiento La primera fase consiste en la irrigación del alveolo con suero

fisiológico estéril, con el fin de eliminar posibles residuos

alimentarios colonizados por placa bacteriana: en algunos casos

puede estar indicado, generalmente previa anestesia local, un

curetaje de la cavidad alveolar. En el alveolo se inserta después un

desinfectante tópico, por ejemplo una gasa yodofórmica vaselinada

o unas fibras vegetales empapadas con eugenol.

Puede ser necesario repetir la aplicación algunas veces durante los

días siguientes. Las fibras vegetales empapadas con eugenol

presentan la ventaja de que se expulsan espontáneamente de

manera gradual durante todo el proceso de curación. 17, 21, 24, 42, 44, 51,

52.

Alveolitis Húmeda o supurada Alveolitis húmeda o supurada. Inflamación con predominio alveolar

marcada por la infección del coágulo y del alvéolo, y se puede encontrar

un alvéolo sangrante con abundante exudado.

Las alveolitis húmedas suelen estar producidas por reacciones a cuerpo

extraño en el interior del alvéolo, después de haberse efectuado la

extracción dentaria. En estas ocasiones podremos encontrar esquirlas

óseas, restos de dientes fracturados, y también, a veces, restos de

obturaciones de dientes vecinos que, al hacer la exodoncia, han caído

al interior del alveolo, herida y se caracteriza, por su aparición tardía (2-

4 días después de la extracción dentaria), dolor importante e irradiado y

ausencia de los signos inflamatorios típicos (tumor, calor, rubor).

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El término "dry socket" fue usado la primera vez por Drawford en 1896.

Desde entonces se han propuesto varios nombres para la misma

entidad nosológica, tales como alveolalgia, alveolitis fibrinolítica, osteítis

alveolar, etc. 17, 21, 24, 42, 44, 51, 52.

Tratamiento Anestesia.

Lavado con suero fisiológico.

Eliminar coágulos con cucharetas.

Eliminar espículas óseas.

Provocar sangrado para formación de coágulo.

Sutura.

AINES, ATB en caso de ser necesario.

e) Formación de secuestros Si la herida quirúrgica no se desbrida correctamente, se puede formar

un secuestro que puede a su vez infectarse y ocasionar supuración y/o

la formación de tejido de granulación.

El riesgo de formación de secuestros alveolares es mayor para la

extracción de los terceros molares inferiores que para otro tipo de

intervenciones.

Diversos factores lo explican:

Las dificultades técnicas obligan a amplias ostectomías.

El hueso mandibular es muy denso.

En ocasiones se utiliza el micromotor o la turbina a altas velocidades y

sin la refrigeración adecuada.

Con relativa frecuencia aparecen fisuras, fracturas alveolares,

aplastamiento óseo por el botador, rotura del septum interradicular, etc.

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El tratamiento consistirá en abrir los márgenes de la herida para que

drene, y la eliminación del secuestro mediante un curetaje suave e irrigando la cavidad.

Laskin no recomienda retirar todo el tejido de granulación, porque con

ello sólo se retarda la curación.17, 20.

f) Trismus Es la incapacidad o dificultad de apertura normal de la boca que se

produce en algunas ocasiones después de la cirugía, en especial la del

tercer molar inferior, debido, fundamentalmente, a cuatro factores:

Técnica de anestesia inadecuada con lesión del músculo pterigoideo

interno.

Espasmo muscular debido a la inflamación producida por la

intervención quirúrgica.

Reflejo antiálgico que, debido al dolor, limita la función muscular.

Lesiones de la articulación temporomandibular por maniobras

intempestivas.

También puede ser causa del trismo el dolor postoperatorio que por vía

refleja limita la función de la musculatura de la mandíbula (reflejo

antiálgico).

El tratamiento consiste en la aplicación de calor local pasados los

primeros días, antiinflamatorios y/o analgésicos para la inflamación y el

dolor, e, incluso, antibióticos si hubiera infección. Se indicarán

pequeños ejercicios para rehabilitar la función de apertura bucal; puede

ser útil la «pinza de la ropa» intentando abrirla cada vez un poco más;

también pueden usarse «tubitos» de plástico (de los aspiradores

desechables), que se ponen entre los dientes incisivos de ambas

arcadas; se cortan con diferentes medidas y van siendo más largos a

medida que se consigue mayor apertura.49, 52, 57, 68.

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También se puede hacer con ayuda de los dedos pulgar e índice,

colocando el pulgar apoyado sobre la arcada superior y el índice sobre

los dientes inferiores. Podemos también fabricar distintos aparatos

protésicos con esta finalidad y que forman parte de la prótesis

maxilofacial. Cuando el trismo es muy importante y resistente aplicamos

otros medios fisioterapéuticos como el TENS, los ultrasonidos, el láser

blando, etc. 20, 24, 53.

g) Patología Periodontal La extracción de los cordales incluidos puede provocar secuelas

periodontales para el segundo molar (pérdida de inserción distal),

dependiendo de los factores predictivos de riesgo periodontal descritos

por Kugelberg:

Placa bacteriana en la cara distal del segundo molar.

Profundidad de sondaje mayor de 6 por distal del segundo molar.

Defecto óseo mayor de 3 mm por distal del segundo molar.

Inclinación del eje longitudinal del tercer molar mayor de 50°.

Gran área de contacto entre el tercer y el segundo molar.

Folículo del tercer molar agrandado mesialmente más de 2,5 mm.

Reabsorción de la raíz distal del segundo molar.

Paciente fumador.

Cuando un paciente tiene al menos 4 de estos 8 factores, existe un alto

riesgo de desarrollar patología periodontal, así como de presentar

secuelas periodontales postquirúrgicas graves.

Algunos autores creen que la técnica quirúrgica empleada para extraer

el tercer molar incluido influye en la aparición de patología periodontal,

aunque esta opinión no ha podido ser objetivada. Normalmente esta

complicación se produce al apoyarnos sobre la cara distal del segundo

molar para hacer palanca a la hora de extraer el tercer molar inferior. En

todos los casos debe preservarse en la medida de lo posible el hueso

de la cara distal del segundo molar, hacer una incisión que altere lo

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menos posible el margen gingival del segundo molar, separar

cuidadosamente el colgajo y tratar adecuadamente la lesión periodontal

preexistente que incluya el desbridamiento de tejidos blandos, la

osteoplastia y el cierre adecuado con la sutura.

En estos pacientes con patología periodontal previa o con riesgo de que

aparezca después de la extracción del tercer molar debe efectuarse:

Control de placa. Higiene correcta, normas dietéticas, etc.

Raspado y alisado radicular de la cara distal del segundo molar en la

misma intervención quirúrgica. Esta acción favorece la aparición de

factores compatibles con la salud periodontal (bajo índice de placa y

sangrado al sondaje).

Aplicar técnicas de regeneración tisular guiada. Reducimos los defectos

óseos residuales colocando materiales de regeneración ósea (hueso

del propio paciente, hidroxiapatita, HTR, etc.) y/o membranas

reabsorbibles o no reabsorbibles (acción barrera).

Eliminar el tabaco.

La edad es un factor que influye mucho en la posible curación de los

defectos óseos de la cara distal del segundo molar, así en los estudios

de Kugelberg y cols. La reducción de los defectos óseos pre quirúrgicos

es u n 60% mayor en los pacientes menores de 25 años. 20, 24.

2.3 DEFINICIONES CONCEPTUALES

• PREVALENCIA: mide la proporción de personas de una población que

presenta una condición determinada. Cuando el periodo de tiempo es en un

momento puntual hablamos de “prevalencia de punto”; por el contrario, si

dicho periodo es más largo hablamos de “prevalencia de periodo”.60

• COMPLICACIÓN: En el Stedman`s Medical Dictionary es “un proceso

morboso o accidente que se presenta durante una enfermedad no siendo

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parte esencial de ella, y puede ser el resultado de dicha enfermedad o de

causas independientes”. 61

• COMPLICACIÓN POSTOPERATORIA: Es aquella que aparece en el período

postoperatorio, se desarrolla como resultado de una acción quirúrgica. Una

operación quirúrgica se compone de una secuencia de acciones agresivas

sobre un paciente que presenta un específico status fisiológico en el mismo

momento de realizarse la intervención. Esta secuencia agresiva induce una

respuesta biológica, que es, en principio, un proceso biológico defensivo que

tiende al restablecimiento de la alterada homeostasis.

Las complicaciones postoperatorias aparecen en el momento que el equilibrio

homeostático se encuentra más o menos alterado.61

• DIENTE RETENIDO: aquel diente que llegada la época normal de erupción,

se encuentra detenido parcial o totalmente y permanece en el maxilar sin

erupcionar.21

• DIENTE INCLUIDO: Es aquel diente retenido en el maxilar, pero rodeado por

un saco pericoronario y de su lecho óseo intacto.21

• DIENTE IMPACTADO: Es aquel diente que ha perforado el techo óseo con

apertura o no del saco pericoronario y que puede hacer su aparición en boca o

mantenerlo submucoso.21

• DISFAGIA: Se define como una sensación de dificultad de paso de los

alimentos durante la deglución. Es ocasionada tanto por la disminución del

calibre de la luz orofaríngea o esofágica debida a una causa orgánica parietal

o extrínseca como anomalías en la función peristáltica y esfinteriana.62

• ASTENIA: Es una sensación de cansancio, descrita de forma diversa por los

pacientes como agotamiento, falta de respiración y energía, vitalidad

disminuida. Suele ir acompañada de una sensación subjetiva de debilidad y de

un imperioso deseo de descansar o dormir.63

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101  

• SESGO: Es todo aquello que puede interferir en la interpretación correcta de

los resultados de un estudio.64

• FAP: Fuerza Aérea del Perú.

2.4 FORMULACIÓN DE HIPÓTESIS

2.4.1 HIPOTESIS GENERAL La prevalencia de complicaciones postoperatorias de la exodoncia de

terceros molares inferiores está en relación a la clasificación de Pell y

Gregory y Winter.

2.5 VARIABLES Y OPERACIONALIZACIÓN DE VARIABLES

Variable Dependiente : Complicaciones postoperatorias.

Variable Independiente : Posición del tercer molar inferior

retenido.

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VARIABLE DIMENSION INDICADOR VALOR ESCALA

DEPENDIENTE

Complicaciones

Postoperatorias

INDEPENDIENTE

Posición del Tercer

Molar Inferior

Tercer Molar

Clasificación de Pell y

Gregory

Hemorragia secundaria

Parestesia

Hematoma

Alveolitis seca

Alveolitis húmeda

Formación de secuestros

Trismus

Patología Periodontal

Clase I Grado A

Clase I Grado B

Clase I Grado C

Clase II Grado A

Clase II Grado B

Clase II Grado C

Clase III Grado A

Clase III Grado B

Clase III Grado C

Presenta:

No presenta:

Presenta:

No presenta:

Presenta:

No presenta:

Presenta:

No presenta:

Presenta:

No presenta:

Presenta:

No presenta:

Presenta:

No presenta:

Presenta:

No presenta:

Presenta:

No presenta:

Presenta:

No presenta:

Presenta:

No presenta:

Presenta:

No presenta:

Presenta:

No presenta:

Presenta:

No presenta:

Presenta:

No presenta:

Presenta:

No presenta:

Presenta:

No presenta:

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103  

VARIABLE

DIMENSION

INDICADOR

VALOR ESCALA

INDEPENDIENTE

Clasificación de Winter

Mesioangular

Presenta: No presenta:

Posición del Tercer Molar Inferior

Horizontal

Presenta: No presenta:

Vertical

Presenta:

No presenta:

Distoangular

Presenta:

No presenta:

Invertido

Presenta:

No presenta:

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104  

CAPITULO III: METODOLOGIA

3.1 DISEÑO METODOLÓGICO

3.1.1 Diseño: A) En cuanto a su finalidad: Aplicada

B) Según el tipo de diseño de investigación: No experimental

C) Según su prolongación en el tiempo: Transversal

D) Según ocurrencia de hechos y registro de la información: Prospectivo

3.1.2 Nivel: Descriptivo

3.1.3 Enfoque: Mixto o Cualicuantitativo

3.2. POBLACIÓN Y MUESTRA 3.2.1 Población:

Está constituida por 126 pacientes que acudieron al servicio de Medicina

Oral y Cirugía Maxilofacial del Hospital Central de la Fuerza Aérea del

Perú durante el periodo de Mayo-Julio del año 2010.

3.2.2 Muestra: La conformaron 55 terceros molares inferiores que fueron intervenidos

quirúrgicamente en el Servicio de Medicina Oral y Cirugía Maxilofacial del

Departamento de Estomatología del Hospital Central Fuerza Aérea del

Perú en pacientes de 17 a 27 años en el período de Mayo- Julio del año

2010 y que cumplan con los criterios de inclusión y exclusión.

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105  

Para hallar la muestra teórica y real del estudio se usó la fórmula de la

muestra no Probabilística por conveniencia aplicando la siguiente

fórmula:

MUESTRA TEORICA:

n0= z 2 .p . q e

Donde: n0= Cantidad teórica de elementos de la muestra

z (Confiabilidad) = 95% =1.96

e (Margen de error) si N ≥ 10 = 0.05

q (Probabilidad de que la población no presente características del

estudio) Si N ≥ 160 q = 0.05

p (Probabilidad de que la población presente características del estudio)

Si p+q = 1 p = 0.95

Aplicación de la fórmula:

n0= 1.96 2 × 0.95 ×0.05 0.05

n0= 72.9

MUESTRA REAL:

n= n0 1+n0 N

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106  

Donde: N= Población

n0= Cantidad teórica de elementos de la muestra

n= Cantidad real de elementos de la muestra

Aplicación de la fórmula:

72.9 72.9 n0= 72.9 = 1 = 1 = 9185.4 = 46.18

1+72.9 126 + 72.9 198.9 198.9 126 126 126

n= 46.18

Sin embargo con la finalidad de prevenir existencia de sesgos en la recolección de datos se optó por estudiar una muestra conformada por 55 terceros molares inferiores.

3.2.3 Criterios de selección de la muestra

Criterios de Inclusión

1. Pacientes de 17 a 27 años de edad con presencia de algunos de los

terceros molares inferiores.

2. Pacientes que voluntariamente aceptaron ser parte de este trabajo de

Investigación.

3. Pacientes que cuenten con una adecuada y bien ejecutada Historia

Clínica.

Criterios de exclusión

1. Pacientes que no aceptaron ser parte de este trabajo de Investigación.

2. Pacientes con enfermedad sistémica no controlada.

3. Pacientes con presencia de procesos infecciosos, como pericoronaritis.

4. Pacientes con inflamación Severa.

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107  

5. Pacientes embarazadas.

6. Historias clínicas donde radiográficamente se evidencie que la tercera

molar inferior sea un remanente radicular, o que presente lesión cariosa

con destrucción de toda la corona.

7. Pacientes con disfunción de ATM.

3.3. TÉCNICA DE RECOLECCIÓN DE DATOS Los datos se recolectaron en el servicio de Medicina Oral y Cirugía

Maxilofacial del Hospital central de la Fuerza Aérea del Perú.

Se seleccionaron y revisaron las historias clínicas de pacientes que hayan

sido programados para cirugía de terceros molares inferiores y que cumplan

con los criterios de inclusión y exclusión.

Se indicó a los pacientes que firmen una hoja de consentimiento informado,

donde autoricen la intervención quirúrgica que se les realizó.

Se entrevistaron a los pacientes para informarles el plan de tratamiento que

requieren y las posibles complicaciones postoperatorias que se pudieran

presentar en la cirugía de sus terceros molares inferiores.

Los procedimientos en los pacientes fueron los siguientes:

1. Se elaboró una adecuada Historia Clínica a cada paciente.

2. El paciente pasó por una evaluación clínica oral realizada por el investigador y

especialistas del servicio de Medicina Oral y Cirugía Maxilofacial.

3. Los operadores que realizaron la cirugía son los especialistas del servicio de

Medicina Oral y Cirugía Maxilofacial.

4. El proceso de la cirugía se realizó en un ambiente quirúrgico con el

instrumental necesario.

5. El paciente previo a la intervención pasó por un proceso de asepsia y

antisepsia, luego del cual se le colocó el campo fenestrado y el equipo de

especialistas aplicando normas de bioseguridad establecidas, procedieron a

colocar la técnica de anestesia correspondiente.

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108  

6. En el acto quirúrgico se realizó incisión, decolado, osteotomía, ostectomía,

odontosección, exodoncia propiamente dicha, tratamiento del lecho quirúrgico

y sutura, luego se prescribió las indicaciones postoperatorias.

7. Se llenó la ficha de recolección de datos (ver anexo) donde se registró:

8. Datos personales del paciente:

• Nombre y número de la pieza dental.

• Técnica radiográfica estudiada.

• La posición del tercer molar inferior según la clasificación de Pell y

Gregory y Winter.

• La presencia de complicaciones postoperatorias presentes a las 24, 48 y

72 horas y a los 07días.

• Toda la ejecución de ésta intervención quirúrgica se realizó siguiendo y

respetando las normas de Bioseguridad.

CRITERIOS DE DIAGNÓSTICO Se consideró la presencia de complicaciones postoperatorias de la exodoncia

de terceros molares inferiores, cuando se observó la presencia clínica de:

1. Hemorragia secundaria.

2. Parestesia.

3. Hematoma.

4. Alveolitis seca.

5. Alveolitis Húmeda.

6. Formación de secuestros.

7. Trismus. 8. Patología periodontal.

Los criterios de evaluación postoperatoria fueron:

Subjetivos: lo que el paciente refirió.

Objetivo: lo que el operador observó.

Apreciación: comentario entre lo subjetivo y objetivo de acuerdo a la

evolución.

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109  

Pendiente: Lo que se hizo en los controles postoperatorios.

3.3.1 Descripción de Instrumentos: A) Recursos humanos:

1. Tesista de la Facultad de Estomatología de la Universidad Inca

Garcilaso de la Vega.

2. Asesor de Tesis Consultor; Docente de la Facultad de Estomatología

de la Universidad Inca Garcilaso de la Vega. Dr. Hernán Horna

Palomino.

3. Asesor de Tesis de la Facultad de Estomatología de Universidad Inca

Garcilaso de la Vega. Dr. Lorenzo Marroquín García.

4. Docentes calibrador en uso de Historia Clínica de complicaciones

postoperatorias y examen clínico intraoral del Servicio de Medicina

Oral y Cirugía Maxilofacial del Hospital Central de la Fuerza Aérea

del Perú:

Dr. Pablo Moncada Ameghino.

Dr. Queneth Del Aguila Del Castillo.

Dr. Rodolfo Bolaños Cardenas.

5. Asesor del análisis Estadístico.

B) Recursos materiales:

1. Fichas de recolección de datos:

• Complicaciones postoperatorias.

• Clasificación de pell y Gregory y Winter.

2. Historia clínica para la detección de datos personales, antecedentes

personales y patológicos.

3. Instrumental y equipo de examen

• Unidad Dental.

• Negatoscopio.

• Esterilizador.

• Autoclave.

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110  

• Instrumental quirúrgico completo para la exodoncia de terceros molares

inferiores y control postoperatorio: espejo bucal, pinza, cárpule, hoja de

bisturí, mango de bisturí, legra, botadores, fórceps.

• Pieza de Mano.

• Fresas quirúrgicas.

• 55 pares de guantes quirúrgicos.

• 55 mascarillas.

• Campos quirúrgicos.

• 02 lapiceros

• 02 rotuladores indelebles

• Computadora

• 01 algodonero

C) Recursos institucionales:

El estudio se realizó en el Servicio de Medicina Oral y Cirugía

Maxilofacial del Hospital Central de la Fuerza Aérea del Perú.

3.3.2 Validez de los instrumentos: 1. Previamente se procedió a establecer los criterios de inclusión y

exclusión, para evitar sesgos.

2. Se utilizó instrumentos estandarizados por la comunidad científica de la

especialidad:

• Clasificación de Pell y Gregory.

• Clasificación Winter.

Ambas clasificaciones se establecieron analizando e interpretando

radiografías panorámicas mediante visualización directa.

Todos estos procedimientos contaron con la asesoría y supervisión de

los especialistas del servicio de Medicina Oral y cirugía Maxilofacial del

Hospital Central de la Fuerza Aérea del Perú (JUICIO DE EXPERTOS).

3.4. TÉCNICAS PARA PROCESAR LA INFORMACIÓN

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111  

1. Se verificó la ficha de recolección de datos para identificar respuestas falsas,

contradictorias, incompletas y aquellas que no siguieron las pautas

establecidas antes de la recolección de datos con el fin de evitar sesgos de

información.

2. La información real del estudio, debidamente verificada fueron transportados a

una hoja de codificación utilizando el programa Microsoft Excel.

3. El procesamiento estadístico de los datos obtenidos se hizo utilizando el

programa estadístico SPSS versión 18.

El procesamiento estadístico de los datos obtenidos se hizo recurriendo a la

estadística descriptiva, y a la diferencia estadística no paramétrica. Y la

naturaleza cualitativa de las variables determinó las pruebas estadísticas a

usar. Para determinar si la hipótesis es verdadera o falsa se aplicó una prueba

significativa cuando p</= a 0.05. El análisis estadístico y los gráficos se

realizaron utilizando el programa SPSS V.18, también se utilizó el programa

Excel para elaborar los cuadros y diseños gráficos.

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112  

CAPITULO IV: RESULTADOS

Tabla N° 1: Frecuencia de complicaciones Postoperatorias

Complicación postoperatoria Frecuencia Porcentaje

Porcentaje válido

Porcentaje acumulado

hemorragia

secundaria un día

1

1,8

1,8

1,8

Hematoma segundo día

2 3,6 3,6 5,5

Hematoma tercer día

4 7,3 7,3 12,7

Hematoma sétimo día

1 1,8 1,8 14,5

alveolitis húmeda dos días

1 1,8 1,8 16,4

trismus un día 1 1,8 1,8 18,2

trismus tercer día 3 5,5 5,5 23,6

trismus sétimo día

1 1,8 1,8 25,5

sin complicaciones

41 74,5 74,5 100,0

  

Total 55 100,0 100,0

Fuente: Hospital Central FAP

En la tabla N° 1 se observa que aproximadamente el 25.5% de las terceras molares inferiores intervenidas quirúrgicamente presentaron algún tipo de complicación

postoperatoria, de los cuales el 12.7% corresponden a Equimosis.

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113  

Gráfico N° 1-A Complicaciones postoperatorias al 100%

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114  

Gráfico N° 1-B Distribución del 25.5% de complicaciones postoperatorias

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115  

Tabla N° 2: Frecuencia según clasificación de Pell y Gregory

Clasificación Pell y Gregory Frecuencia Porcentaje

Porcentaje válido

Porcentaje acumulado

IA 4 7,3 7,3 7,3 IB 3 5,5 5,5 12,7 IIA 26 47,3 47,3 60,0 IIB 14 25,5 25,5 85,5 IIC 6 10,9 10,9 96,4 IIIA 1 1,8 1,8 98,2 IIIC 1 1,8 1,8 100,0

Total 55 100,0 100,0 Fuente: Hospital Central FAP

En la tabla N°2 se observa que el 47.3% de las terceras molares inferiores intervenidas quirúrgicamente pertenecen a la clase IIA según la clasificación de

Pell y Gregory.

Gráfico N° 2

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116  

Tabla N° 3: Frecuencia según clasificación de Winter

Clasificación de Winter Frecuencia PorcentajePorcentaje

válido Porcentaje acumulado

Mesioangulada 34 61,8 61,8 61,8

Horizontal 6 10,9 10,9 72,7

Vertical 15 27,3 27,3 100,0

Total 55 100,0 100,0

Fuente: Hospital Central FAP

En la tabla N° 3 se observa que el 61.8% de las terceras molares inferiores intervenidas quirúrgicamente pertenecen a la posición mesioangulada según la

clasificación de Winter

Gráfico N° 3

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117  

Tabla N° 4: Frecuencia de complicaciones postoperatorias según clasificación de Pell y Gregory

Complicaciones post-operatorias

Clasificación de Pell y Gregory Total IA IB IIA IIB IIC IIIA IIIC

hemorragia secundaria un día

0 0 0 0 0 0 1 1

Hematoma segunda día

0 0 0 2 0 0 0 2

Hematoma tercer día 0 1 3 0 0 0 0 4

Hematoma sétimo día 0 0 0 0 1 0 0 1

alveolitis húmeda dos días

0 0 1 0 0 0 0 1

trismus un día 0 0 0 1 0 0 0 1

trismus tercer día 1 0 1 1 0 0 0 3

trismus sétimo día 0 0 0 0 1 0 0 1

sin complicaciones 3 2 21 10 4 1 0 41

Total 4 3 26 14 6 1 1 55

Fuente: Hospital Central FAP

En la tabla N° 4 se observa que el 25.5% de terceras molares inferiores intervenidas quirúrgicamente presentaron algún tipo de complicación postoperatoria, de los cuales el 9.1% de éstas complicaciones pertenecen a la clase IIA

según la clasificación de Pell y Gregory.

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118  

Gráfico N° 4

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119  

Tabla N° 5: Frecuencia de complicaciones postoperatorias según la clasificación de Winter

Complicaciones post-operatorias

Clasificación de Winter

Total mesioangulada horizontal vertical hemorragia secundaria

un día 1 0 0 1

Hematoma segundo día

2 0 0 2

Hematoma tercer día 2 1 1 4

Hematoma sétimo día 1 0 0 1

alveolitis húmeda dos días

1 0 0 1

trismus un día 0 1 0 1

trismus tercer día 2 0 1 3

trismus sétimo día 1 0 0 1

sin complicaciones 24 4 13 41

Total 34 6 15 55

Fuente: Hospital Central FAP

En la tabla N° 5 se observa que el 25.5% de terceras molares inferiores intervenidas quirúrgicamente presentaron algún tipo de complicación postoperatoria de los cuales, el 18.18% de éstas complicaciones pertenecen a la

posición mesioangulada según la clasificación de Winter.

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120  

Gráfico N° 5

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121  

Tabla N°6: Frecuencia de terceros molares inferiores según clasificación de Pell y Gregory y grupo etareo

Edad Clasificación de Pell y Gregory

Total IA IB IIA IIB IIC IIIA IIIC 17 1 0 5 2 0 1 0 9

18 0 0 0 0 1 0 0 1 19 0 1 6 3 0 0 0 10 20 1 0 4 2 1 0 0 8 21 0 0 5 3 1 0 0 9 22 0 2 1 2 2 0 0 7 23 0 0 0 1 1 0 1 3 24 1 0 3 0 0 0 0 4 25 0 0 2 1 0 0 0 3 26 1 0 0 0 0 0 0 1

Total 4 3 26 14 6 1 1 55 Fuente: Hospital Central FAP

En la tabla N°6 se observa que el 47,3% de terceras molares inferiores intervenidas quirúrgicamente pertenecen a la clase IIA según la clasificación de Pell y Gregory y de éstas el 36.4% se presenta en una

población de 17-21 años

Pruebas de chi-cuadrado

Valor gl

Sig. asintótica (bilateral)

Chi-cuadrado de Pearson 69,332a 54 ,078Razón de verosimilitudes 49,560 54 ,646N de casos válidos 55

a. 70 casillas (100,0%) tienen una frecuencia esperada inferior a 5. La frecuencia mínima esperada es ,02.

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122  

Gráfico N°6

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123  

Tabla N° 7: Frecuencia de terceros molares inferiores según la clasificación de Winter y grupo etareo

Edad

Clasificación de Winter

Total mesioangulada horizontal Vertical 17 6 1 2 9

18 1 0 0 1 19 6 1 3 10 20 4 2 2 8 21 7 1 1 9 22 4 0 3 7 23 3 0 0 3 24 3 0 1 4 25 0 1 2 3 26 0 0 1 1

Total 34 6 15 55 Fuente: Hospital Central FAP

En la tabla N°7 se observa que el 61.81% de terceras molares inferiores intervenidas quirúrgicamente pertenecen a la posición mesioangulada según la clasificación de Winter y de éstas el 43.6% se presenta en una

población de 17-21 años.

Gráfico N°7

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124  

Tabla N°8: Frecuencia de complicaciones postoperatorias según grupo etareo

Edad

Complicaciones post-operatorias

Total

Equimosis secundaria

un día

Hematoma segunda

día Hematoma tercer día

Hematoma sétimo día

alveolitis húmeda dos días

trismus un día

trismus tercer

día trismus

sétimo día

sin complicacio

nes 17 0 0 1 0 0 0 0 0 8 9

18 0 0 0 0 0 0 0 0 1 1 19 0 1 2 0 0 0 0 0 7 10 20 0 0 0 0 0 0 0 1 7 8 21 0 0 0 0 0 0 2 0 7 9 22 0 1 1 0 0 0 0 0 5 7 23 1 0 0 1 0 0 0 0 1 3 24 0 0 0 0 1 0 0 0 3 4 25 0 0 0 0 0 1 0 0 2 3 26 0 0 0 0 0 0 1 0 0 1

Total 1 2 4 1 1 1 3 1 41 55

Fuente: Hospital Central FAP

Pruebas de chi-cuadrado

Valor Gl Sig. asintótica (bilateral)Chi-cuadrado de Pearson 105,796a 72 ,006Razón de verosimilitudes 51,903 72 ,964N de casos válidos 55

85 casillas (94,4%) tienen una frecuencia esperada inferior a 5. La frecuencia mínima esperada es ,02

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125  

Gráfico N°8

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126  

Tabla N°8-A: frecuencia de complicaciones postoperatorias según grupo etareo: 17-21 años

Edad Frecuencia de complicaciones postoperatorias

N° pacientes

17 1 9 18 0 1 19 3 10 20 1 8 21 2 9

Total 7 37

Fuente: Hospital Central FAP

En la tabla N°8-A se observa que en la población de 17-21 años de edad la frecuencia de complicaciones postoperatorias de la exodoncia de terceros

molares inferiores se da en un 18.91%

Gráfico N°8-A

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127  

Tabla N°8-B: frecuencia de complicaciones postoperatorias según grupo etareo: 22-27 años

Edad Frecuencia de complicaciones postoperatorias

N° Terceras molares

inferiores 22 2 7 23 2 3 24 1 4 25 1 3 26 1 1

Total 7 18

Fuente: Hospital Central FAP

En la tabla N°8-B se observa que en la población de 22-27 años de edad la frecuencia de complicaciones postoperatorias de la exodoncia de terceros

molares inferiores se da en un 38.88%

Gráfico N°8-B

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128  

Tabla N° 9: Frecuencia de complicaciones postoperatorias según sexo

Complicaciones post-operatorias

Sexo Total masculino femenino

Hemorragia secundaria un día

0 1 1

Hematoma segundo día 0 2 2

Hematoma tercer día 1 3 4

Hematoma sétimo día 0 1 1

alveolitis húmeda dos días 1 0 1

trismus un día 0 1 1

trismus tercer día 1 2 3

trismus sétimo día 0 1 1

sin complicaciones 24 17 41

              Total 27 28 55

Fuente: Hospital Central FAP

En la tabla N° 9 se observa que el 25.5% de terceras molares inferiores intervenidas quirúrgicamente presentaron algún tipo de complicación postoperatoria de los

cuales, el 20% de estas complicaciones pertenecen al sexo femenino

Pruebas de chi-cuadrado

Valor gl Sig. asintótica (bilateral)

Chi-cuadrado de Pearson 9,513a 8 ,301

Razón de verosimilitudes 12,273 8 ,139

N de casos válidos 55 16 casillas (88,9%) tienen una frecuencia esperada inferior a 5. La frecuencia

mínima esperada es ,49.

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129  

Gráfico N° 9

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i  

CAPITULO V: DISCUSIÓN, CONCLUSIÓN Y RECOMENDACIONES

5.1 DISCUSION Se estudiaron 55 terceros molares inferiores, de los cuales 27 (49.1%)

corresponden al sexo femenino y 28 (50.9%) al sexo masculino, indicando un

porcentaje equilibrado respecto al género sexual, lo cual difiere a los estudios

realizados por Rodriguez11, Lopez4, Torres5, Chaparro7.

La investigación realizada también permitió precisar que el mayor número de

pacientes intervenidos quirúrgicamente estuvo comprendido en el rango de

edades de 17-21 años con 37 casos (67.3%) estos resultados son similares a

los estudios realizados por Lopez4, Casas del Valle13, Morejon1.

Al observar nuestros resultados en cuanto a la relación espacial del tercer

molar inferior, según la clasificación de Winter, podemos decir que obtuvimos

con mayor frecuencia la posición mesioangular con 34 casos (61.8%) seguido

de la vertical con 15 casos (27.3%). Estos resultados corroboran los estudios

realizados por casas del Valle 13, García15, Llerena54, Quek 55 y en un estudio

realizado en Perú Mier56 encontró sobre un total de 151 casos un 31.13% en la

posición mesioangular y 28.48% en la posición vertical. Así mismo es preciso

señalar que los hallazgos que presentan en éstos estudios son inversos a los

que encontraron López4, Rodriguez11, Batained58 quienes encontraron mayor

frecuencia en la posición vertical, seguida de la mesioangular.

Con respecto al espacio disponible y nivel de profundidad del tercer molar

inferior, según la clasificación de Pell y Gregory, la que se presentó con mayor

frecuencia fue la clase IIA. Estos datos son en cierta forma similares a los que

expresa Llerena 54Hattab57.

Las complicaciones postoperatorias de la exodoncia de terceras molares

inferiores comúnmente descritas en la literatura son la aparición de alveolitis,

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ii  

trismus, hemorragia, hematoma y equimosis, lo cual coincide con lo

encontrado en esta investigación donde se encontraron 14 casos (25.5%) de

complicaciones siendo la más frecuente; equimosis 7 casos (12.7%) seguida

de trismus en 5 casos (9.1%), hemorragia en 1 caso (1.8%) y alveolitis en 1

caso (1.8%). Por otra parte estos resultados también coinciden con los

estudios realizados por Morejon1, lopez4, Torres5, Micó8, Pérez 10,

Hernandez12, Peñaloza14, Ramos16, Casas del valle13.

Con respecto a la frecuencia de complicaciones postoperatorias de la

exodoncia de terceros molares inferiores en cuanto a la relación espacial del

tercer molar inferior, según la clasificación de Winter, podemos decir que las

complicaciones se presentaron con mayor frecuencia en la posición

mesioangular con 10 casos (18.18%) seguida de la posición vertical y

horizontal con 2 casos cada una, resultados muy similares fueron los

encontrados por Rodriguez11. La mayor frecuencia de complicaciones en estas

posiciones puede deberse a que las terceras molares que se encuentran en

una posición mesioangular requieren mayor osteotomía y mayor tiempo

quirúrgico, los verticales a que presentan visibilidad limitada por la presencia

del segundo molar lo cual también aumenta el tiempo quirúrgico y por

consiguiente mayor probabilidad de complicaciones postoperatorias. También

cabe recalcar que estos estudios difieren de los que realizaron Chaparro7 y

Chiapasco59.

Con respecto al espacio disponible y nivel de profundidad del tercer molar

inferior, según la clasificación de Pell y Gregory, podemos decir que las

complicaciones se presentaron con mayor frecuencia en la clase IIA con 5

casos (9.1%) resultado que difiere de los estudios realizados por Perez6,

quien demuestra mayor frecuencia de complicaciones en la clase IIC, así

mismo Rodriguez11 de muestra mayor frecuencia de complicaciones en la

clase IIB.

5.2 CONCLUSIONES

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iii  

1. El 25.5% de los terceros molares inferiores intervenidas quirúrgicamente

presentaron algún tipo de complicación.

2. La posición más frecuente del tercer molar inferior según la clasificación de

Pell y Gregory fue la clase IIA y según la clasificación Winter fue la posición

mesioangulada.

3. La complicación postoperatoria que se presentó con mayor frecuencia

corresponde a hematoma (12.7%) seguido de trismus (9.1%), alveolitis

húmeda (1.8%), hemorragia (1.8%).

4. El grado de relación entre las complicaciones postoperatorias de la exodoncia

de terceros molares inferiores y la clasificación de Pell y Gregory es Bajo al

presentarse sólo el 9.1% de complicaciones en la clase IIA, 7.28% en la clase

IIB, 3.64% en la clase IIC y 1.8% en las clases IA, IB y IIIC.

5. El grado de relación entre las complicaciones postoperatorias de la exodoncia

de terceros molares inferiores y la clasificación de Winter es Bajo al

presentarse sólo el 18.18% de complicaciones en la posición mesioangulada,

3.63% en la posición vertical, 3.63% en la posición horizontal.

6. Las complicaciones postoperatorias de la exodoncia de terceros molares

inferiores se presentó predominantemente en pacientes mayores de 22 años

de edad, en este estudio.

7. Las complicaciones postoperatorias en la exodoncia de terceras molares

inferiores se presentó con mayor frecuencia en el sexo femenino (20%).

Page 133: UNIVERSIDAD INCA GARCILASO DE LA VEGA · clasificación de Winter y de Pell y Gregory así como su distribución según sexo y grupo etareo. Se determinó la frecuencia de las posiciones

iv  

5.3. RECOMENDACIONES

1. Resaltar la importancia de tener en cuenta la clasificación de Pell y Gregory y

Winter antes de la intervención quirúrgica de terceros molares inferiores a

pesar de su baja relación para permitir la disminución de la frecuencia de

complicaciones a su mínima expresión.

2. Ampliar la muestra o replicar investigaciones de esta naturaleza en otros

servicios de Medicina Oral y Cirugía Maxilofacial de instituciones militares y

realizar un estudio comparativo.

3. Realizar un diagnóstico oportuno y plan de tratamiento adecuado y específico

para cada paso, con el fin de evitar la instalación de complicaciones

postoperatorias ya mencionadas. 

4. En caso de ser necesario como examen complementario se recomienda

también utilizar Tomografía axial computarizada para la visualización del

nervio dentario inferior y lingual.

5. Realizar evaluación de los pasos efectuados y de los eventos acaecidos en la

cirugía, posteriormente a la salida del paciente y realice un juicio crítico de

ellos con su equipo de trabajo y anote los aspectos a mejorar.

 

 

 

 

 

 

 

 

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FUENTES ELECTRÓNICAS

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internet]. 2004 [acceso 30 de Abril del 2010].Disponible en:

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42. Sequeira C, Marín A. Relación entre los factores anatómicos, fisiológicos,

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Disponible en:

http://www.congresoacco.com/artículos/2008/INVEST%20PURA%20preco

ngrado/1.B%20Catherine%20Sequeira.pdf.

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xvii  

ANEXOS

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xviii  

ANEXO N° 1

FICHA DE RECOLECCIÓN DE DATOS

Nombre y Apellidos: _________________________________ H.C.Nº: _________________

Edad: ________ años Sexo: _______________ Fecha: _________________

Examinador: ____________________________________________________

ESTUDIO PRE-OPERATORIO

1. Nombre y número de pieza dental: ________________________

2. Técnica radiográfica estudiada: ____________________________________

3. Posición del Tercer Molar Inferior según la clasificación de Pell y Gregory:

Número de pieza dental

Clasificación de Pell y Gregory

IA IB IC IIA IIB IIC IIIA

IIIB IIIC

Número de pieza dental

Clasificación de Winter

Mesioangular

Distoan-gular

Horizontal

Vertical

Invertido

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ESTUDIO POSTOERATORIO

4. Complicaciones pos operatorias:

Complicaciones 24 horas 48 horas 72 horas

postoperatorias Presente Ausente Presente Ausente Presente Ausente

07 días

Presente Ausente

Hemorragia secundaria

Parestesia

Hematoma

Alveolitis seca

Alveolitis húmeda

Formación

de secuestros

Trismus

Patología periodontal

 

 

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ANEXO N°2

HOJA DE CODIFICACIÓN

Prevalencia de Complicaciones Post-Operatorias en Exodoncias de Terceras Molares

Nª  edad  sexo  nupiedent  clasipell  clasigregor  clasiwint  composope 1  21  1  17 2 1 1  732  24  1  32 2 1 1  93  20  2  32 2 3 1  774  19  1  17 1 2 3  95  22  2  17 1 2 1  336  22  2  32 1 2 1  97  19  1  32 2 1 2  98  17  1  17 2 1 3  99  19  2  17 2 1 1  33

10  19  2  32 2 2 1  911  22  1  17 2 1 1  912  24  1  17 2 1 1  5213  19  2  17 2 1 3  3314  19  2  32 2 1 3  915  19  2  17 2 1 1  916  19  2  32 2 1 1  917  22  2  32 2 2 3  918  24  2  17 2 1 1  919  23  2  17 2 3 1  3720  23  2  32 3 3 1  1121  18  2  17 2 3 1  922  21  2  17 2 1 1  923  21  2  32 2 1 1  924  25  2  17 2 1 3  925  23  2  32 2 2 1  926  17  1  17 1 1 3  927  17  1  32 2 1 1  928  20  1  17 2 1 2  929  20  1  32 2 1 2  930  17  1  17 3 1 2  3331  17  1  32 2 1 1  932  21  2  32 2 2 1  7333  20  1  32 2 1 1  934  20  1  17 2 1 1  935  24  1  17 1 1 3  9

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xxi  

36  20  1  32 1 1 3  937  17  1  17 2 1 1  938  17  1  32 2 1 1  939  25  2  17 2 2 2  7140  26  2  17 1 1 3  7341  22  1  17 2 3 3  942  22  1  32 2 3 3  943  21  1  17 2 1 3  944  21  1  32 2 2 1  945  20  1  17 2 2 1  946  20  1  32 2 2 3  947  22  2  17 2 2 1  3248  21  1  32 2 1 2  949  19  2  17 2 2 1  950  19  2  32 2 2 1  3251  17  2  17 2 2 1  952  17  2  32 2 2 1  953  21  2  17 2 1 1  954  21  2  32 2 1 1  955  25  1  17 2 1 3  9                       

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xxii  

Claves:

sexo masculino 1femenino 2

nupiedent numer de pieza dentalclasipell clasificación de pell clase I 1 clase II 2 clase III 3

clasigregor clasificación de gregory posición A 1

posición B 2

posición C 3

clasiwin clasificación de WinterMesioangulada 1Horizontal 2Vertical 3Distoangulada 4Invertido 5

compospe complicaciones posoperatorias hemorragia secundaria 1 un dia 11 dos dias 12 13, 17 Parestesia 2 un dia 21 dos dias 22 23, 27 Hematoma 3 un dia 31 dos dias 32 33, 37 alveolitis seca 4 un dia 41 dos dias 42 43, 47 alveolitis humeda 5 un dia 51 dos dias 52 53, 57 formación de secuestros 6 un dia 61 dos dias 62 63, 67 Trismus 7 un dia 71 dos dias 72 73, 77 patología periodontal 8 un dia 81 dos dias 82 83, 87 Sin Complicaciones 9

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ANEXO N° 3

TABLAS Y GRAFICOS

Tabla N° 10: Frecuencia según grupo etareo

Edad Frecuencia PorcentajePorcentaje

válido Porcentaje acumulado

17 9 16,4 16,4 16,4 18 1 1,8 1,8 18,2 19 10 18,2 18,2 36,4 20 8 14,5 14,5 50,9 21 9 16,4 16,4 67,3 22 7 12,7 12,7 80,0 23 3 5,5 5,5 85,5 24 4 7,3 7,3 92,7 25 3 5,5 5,5 98,2 26 1 1,8 1,8 100,0

Total 55 100,0 100,0 Fuente: Hospital Central FAP

En la tabla N° 10 se aprecia que el 67.3% de la población estudiada se encuentra entre 17-21 años

Gráfico N° 10

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xxiv  

TablaN°11: Frecuencia según sexo

Sexo Frecuencia Porcentaje Porcentaje

válido Porcentaje acumulado

masculino 27 49,1 49,1 49,1

femenino 28 50,9 50,9 100,0

Total 55 100,0 100,0

Fuente: Hospital Central FAP

En la tabla N° 11 se aprecia que los grupos según sexo, de la población estudiada, se encuentran equilibrados

Gráfico N°11

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xxv  

Tabla N° 12: Frecuencia según pieza dental intervenida

Pieza dental intervenida Frecuencia Porcentaje

Porcentaje válido

Porcentaje acumulado

tercera molar inferior izquierda

30

54,5

54,5

54,5

tercera molar inferior derecha

25 45,5 45,5 100,0

  

Total

55

100,0

100,0

Fuente: Hospital Central FAP

En la tabla N° 12 se observa que aproximadamente el 55% de las terceras molares inferiores intervenidas quirúrgicamente pertenecen al lado izquierdo

mandibular.

Gráfico N° 12

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xxvi  

ANEXO N° 4

Consentimiento Informado

• Marly Grisel Céspedes Herrera, Bachiller de Odontología y pasante del servicio de

Medicina Oral y Cirugía Maxilofacial del Hospital Central de la Fuerza Aérea del Perú, ha

solicitado mi participación en el estudio de su institución.

• El nombre del proyecto es Prevalencia de Complicaciones Postoperatorias en la

Exodoncia de Terceros Molares Inferiores según la Clasificación de Pell y Gregory y

Winter en Pacientes de 17-27 años de la sección de Medicina Oral y Cirugía Maxilofacial

De La FAP

• Me han informado de que el objetivo de la investigación es analizar la Prevalencia de

complicaciones después de la extracción quirúrgica de terceros molares inferiores en

pacientes de 17 a 27 años de edad y valorar la asociación entre la aparición de

complicaciones y la edad, el sexo, la posición, la angulación y el grado de inclusión del

tercer molar inferior.

• Mi participación incluirá; evaluación, exodoncia del tercer molar inferior y control

postoperatorio a las 24, 48, 72 horas y a los 07 días.

• Tengo conocimiento de la existencia de riesgo de efectos indeseables o malestar si

acepto participar en el estudio. Los riesgos posibles son; la instalación de algunas

complicaciones postoperatorias, tales como: hemorragia, parestesia, hematoma, alveolitis

seca, alveolitis húmeda, formación de secuestros, trismus y patología periodontal

• Tengo conocimiento de que se publicarán los resultados del estudio pero sin revelar mi

nombre o identidad.

• Tengo conocimiento, que en caso de lesiones recibiré el tratamiento o los cuidados

adecuados.

• Me han informado, que no recibiré compensación económica alguna por mi colaboración”.

• Me han informado, que cualquier pregunta sobre el proyecto de investigación o sobre mi

colaboración en él, antes o después de mi consentimiento, será respondida por la

Bachiller Marly Grisel Céspedes Herrera y/o Dr. Javier Moncada Ameghino.

_________________________________ _________________ ________________

Apellidos y Nombres Firma N°DNI