un enfoque micrososcial de los fenomenos sociales

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  • 5/11/2018 Un Enfoque Micrososcial de Los Fenomenos Sociales

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    Capitulo 2UN ENFOQUE MICROSOCIAL DE LOS FEN6MENOSSOCIALES

    .,

    Adiferencia de casi todas las demas sociologfas, que suelenconsiderar el saber de sentido cormin como una categoria re-sidual, la etnometodologia valora las creencias y loscompor-tamientos de sentido comun como los constituyentes necesa-rios de toda conducta socialmenteorganizada, Su estudiopasara, en primer lugar, por el analisis de las situaciones tri-viales. Relacionaremos esta eleccion con las recomendacionesformuladas por Erving Goffman' para explorar, dentro de 10cotidiano, 10que este ha bautizado con el nombre de com-portamientos menores:

    Apelamosa una sociologiade las circunstancias. (...) Hare-mos usode la psicologfa,pero una psicologiadesnuda y recor-tada, ajustada al estudio sociol6gicode las conversaciones,losencuentroscasuales,banquetes,procesosu ociosidades.Nonosocuparan,pues, loshombresy susmomentos,sinomas bien losmomentosy sushombres(pag.8).,ii Queda claro que la etnometodologfa no esla unica corrien-te te6rica de las ciencias sociales que se situa en el plane' delanalisis microsocial: ah f estan tambien la sociologia cognitiva,

    el interacctonismo simbolico, la fenomenologfa, Ia sociologfade la existencia y la sociologfa de 10cotidiano, as! como el en-foque dramaturgico,

    Por otra parte, la tradicional oposici6n entre analisis de losfen6menos microsociales y enfoque macrosocial, que podrfajuzgarse artificial, plantea sin embargo un cierto numero de

    1. Erving Goffman, Le s rites d'interaction, Paris, Editions de Minuit,1974, 232 pags.

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    problemas de orden teorico, metodo16gico y epistemol6gico,como se evidenci6 en el coloquio anual que la American Socio-logical Association (ASA)organiz6 en 1989, donde la discusi6nacerca de la relaci6n entre estas perspectivas se convirti6 enuno de los dos ejes principales del coloquio.'Un clasico en el debate sociologico.vque sigue planteandoproblemas importantes en la practica de lasociologfa. Los acer-camientos a un mismo problema seran radicalmente distintosen funci6n de la 6ptica escogida, como atestiguan, por ejemplo,las comunicaciones presentadas por Alan Kerckhoff y HughMehan en la edici6n de 1989de la ASA.Ambos se centraban enla creaci6n de la desigualdad en la escuela, pero mientras elprimero adoptaba una perspectiva estructural, el segundo apos-taba por un enfoque interaccionista.!Las interrelaciones que se establecen entre estos dos nivelesde analisis son sin duda complejas. Si el sentido de la macro-sociologfa parece ser objeto de facil consenso, no ocurre 10mis-mo con la definici6n de la microsociologfa.Para algunos, caracteriza los estudios basados en las interac-ciones observadas directamente por el invest igador y su equi-po. Esta expresi6n s610convendrfa a los estudios procedentesde la etnometodologfa, el interaccionismo simbolico y la feno-menologia. Desde este enfoque, cualquier investigaci6n avala-da por datos recabadospor el sistema clasico serfa identifi-cada como macrosocio16gica 0, eventualmente, no serfa ni unacosa ni la otra.Para otros, el nivel microsocial es pertinente cuando setoma al individuo como unidad basica de invest igaci6n, inde-

    2. American Sociological Association, 84th Annual Meeting, San Fran-cisco, 9 al13 de agosto de 1989. Dosfueron los temas que presidieron laclasificaci6n y organizaci6n de las comunicaciones: el primero, tradicio-nalmente emblematico de las discusiones entre sociologos (sobre todo,los americanos), hacfa referencia a las relaciones entre los niveles deanalisis microsocial y macrosocial; el segundo, al estudio de las implica-ciones sociales del SIDA.

    3. A. Kerckhoff, Creating Inequality in the Schools: A StructuralPerspective, coloquio anual de la American Sociological Association,San Francisco, 9-13 agosto 1989; Hugh Mehan, Creating Inequality: AnInteractionist Perspective, coloquio anual de la American SociologicalAssociation, San Francisco, 9-13 agosto 1989.

    U N E NF OQ UE M IC RO SO CI AL D E L OS F EN OM E NO S S OC IA LE S 33pendientemente del metodo empleado. Las dos definiciones demicrosociologfa modifican sustancialmente el debate inicial y,por ende, se yen modificadas tambien las relaciones entre losniveles micro y macrosocial.

    1. LA CRfTICA DE LAMACROSOCIOLOGiA POR LOS SOCI6LOGOS DE 10COTIDIANO

    Patricia Adler, Peter Adler y Andrea Fontana+ defienden queel desarrollo de 10que ellos denominan la sociologfa de la vidacotidiana ha contribuido a efectuar la sintesis entre los nivelesmicro y macrosocial.En el enfoque macrosocial , como en el trabajo de Parsons,se considera que el actor interioriza las normas y los valores

    de la sociedad. Es tambien un homo economicus determinadopor su clase social de procedencia, por su posicion social pre-sente y por sus aspiraciones ideo16gicas futuras. Este enfoqueha generado una visi6n pasiva del actor, cuyo mundo no serfatan complejo como para no admitir ser reducido a algunas va-riables esenciales. .

    Estudiar las interacciones en su medio naturalSegun Adler y Fontana, los sociologos de la vida cotidiana,por el contrario, han respetado la integridad de los fen6menosestudiados, considerando a los individuos en su contexto natu-

    ral. Las interacciones que se producen entre ellos se valorancomo elfundamento de lavida social , en lamedida en que gene-ran permanentemente las microestructuras que la constituyen.Elmodelo de actor cambia, y la relaci6n entre su conciencia y lainteracci6n es reflexiva: el actor se socializa a traves de la inte-raccion, la cual, a su vez, es generada por el propio actor. Porconsiguiente, la estructura social y el orden social no existen almargen de los individuos que los construyen. Como contraparti-da, las instituciones influyen en su comportamiento microsocial.4. Patricia Adler; Peter Adler y Andrea Fontana, Everyday Life So-

    ciology, Annual Review of Sociology, 13, 1987, pags. 217-235.

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    34 E TNOMETODO LOG tA Y EDUCA CI 6NEstos autores sostienen que la sociologfa existencial man-tiene algunas divergencias con respecto a perspectivas teoricasvecinas, tales como el interaccionismo simb6lico 0 la etnome-

    todologfa. Fundada sobre la filosoffa existencialista de Heideg-ger, Sartre y Merleau-Ponty, y la fenomenologia de Husserl yde Schutz, desarrolla una vision multidimensional del actor ,cuya complej idad no. se reduce a sus elementos racionales 0simbolicos. Segun Ia sociologfa de la existencia, los individuosactuan tambien obedeciendo a elementos irracionales y emo-cionales. Son libres y estan determinados al mismo tiempo: sibien se hallan bajo la influencia de imperativos estructurales,contimian siendo aptos para el cambio.Por otro lado, un cierto mimero de hallazgos efectuados porexpertos considerados como sociologos microsociales revelanuna naturaleza de ambito muy general. As!ocurre con los ana-lisis de Goffman de las formas microsociales, con los de Gar-finkel, que destacan el fundamento inevitablemente moral detodas nuestras interacciones, 0 incluso con elanalisis de la con-versacion, para el que ellenguaje natural encarna la estruc-tura social y,al misrrio tiempo, la realiza.

    Una cr it ica radicalRandall Coll ins afirma que la microsociologfa dirige unaserie de crfticas radicales a la macrosociologia.'Para empezar; podemos considerar la microsociologfa comola (mica manifestacion empfrica directa y exclusiva de la so-ciologfa. A diferencia del uso que hace la macrosociologia deltermino empfrico, este no implica aquf elrecurso a datos nu-mericos, sino a la construcci6n cognitiva de los actores.Existen otras diferencias notables en el proceso de investi-gaci6n uti lizado por las microsociologfas: un enfoque crfticode la intervencion de los investigadores en las operaciones decodificacion, el recelo ante el uso sistematico de las estadfsti-5. Randall Collins, Micro-Translation as a Theory-Building Strategy,

    pags, 81-108, en Karin D. Knorr -Cetina y Aaron v. Cicourel (comps.), Ad -vances in Soc ial Theory and Methodology . Toward an Integration of Micro-and Macro-Sociologies, Boston, Routledge &Kegan Paul, 1981, 326 pags.

    UN ENFOQUE MICROSOCIAL DE LOS FEN6M.ENOS SOCIALES 35cas, aSI como hacia la tendencia a la generalizaci6n que com-parten los enfoques macrosociol6gicos.En efecto, la macrosociologta no toma en consideracion elaqut y ahora de las situaciones sociales, ignora los procesosimplicadosen su construcci6n y se desentiende de los desvfosprovocados por las contingencias practicas de la investigacion.Mas aun, no cues t iona la intervenci6n del experto en su cam-po de investigaci6n, la perturbacion que siempre provoca supresencia ni sus implicaciones:

    Ignora los mecanismos cognitivos que los sociologos com par-ten con el resto de actores sociales, en particular los mas impor-tantes: el caracter defcticoYla ref lexividad (pag. 85) .Destacan aquf algunas nociones centrales de la etnometo-dologfa, la cual, en opinion de Collins, debe distinguirse del in-

    teraccionismo simbolico 0 de otras fonnas tradicionales de lamicrosociologfa.Collins postula que las microsociologfas radicales han per-mitido, ante todo, demostrar por que los conceptos macroteo-ricos, por ejemplo los del funcionalismo estructural , no s610son inadecuados par no estar fundados empiricamente. sino quetambien comportan una buena parte de ideologia y de reifi~a-cion. De esta forma, los actores en su vida cotidiana, y los SOCIO-logos en sus construcciones analiticas, recurren a los mis~~sprocedimientos cognitivos y a los mismos procesos de reif i-cacion. .

    2. ESTRUCTURA SOCIAL E INTERACCION SOCIALKarin Knorr-Cetina' ' estima que, desde la decada de los se-senta un numero creciente de teorfas y metodologfas se haninteresado par el analisis de los fen6menos microsociales, ta-les como las interacciones, las practicas de clasificaci6n de los6. Karin Knorr-Cet ina. The Micro-Sociological Challenge of Macro-

    Sociology: Towards a Reconstruction of Social Theory and Methodo-logy, pags. 1-47, en Karin Knorr-Cet ina y Aaro.n V. Cicourel (cornps.),Advances in Soc ial Theory and Methodology , op. CI t.

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    36 ETNOMETODOLOGiA Y EDUCACION UN ENFOQUE MICROSOCIAL DE LOS FENOMENOS SOCIALES 37individuos en su vida cotidiana, 0 incluso el anal isis de la con-versaci6n. Aun partiendo de trasfondos te6ricos muy diferen-tes, comparten sin embargo el hecho de haber amenazado elmonopolio de las orientaciones macrosociales dominantes, en-tre las que figuran el marxismo y el funcionalismo estructural.Asimismo, les han obligado a integrar un cierto numero de re-sultados microsociales en sus metodologias y analisis,

    mente, existen conceptos institucionales que no son reducti-bles a las interacciones individuales, y ciertas conductas indi-viduales se explican s610 en relaci6n a un orden macrosocialque les da sentido. No obstante, el analisis debe hacerse desdeel punto de vista de los part icipantes, a parti r de sus perspecti-vas. Esta concepci6n hace que el metodo comparative, utilizadoen los enfoques macrosociales, resulte problematico en extre-mo, en la medida en que estes ignoran la producci6n, obtenidapor via interactiva, de los datos analizados.

    El orden social es,cognitivoEste es precisamente el caso, segun Knorr-Cetina, si tene-mos en cuenta que las teorfas macrosociales sehan visto for-zadas a enfrentarse a problemas cognitivos. Desde Durkheimhasta Parsons, la concepcion del orden social es normativa, y lasmicrosociologfas, sefiala la autora, han introducido en su con-junto una visi6n cognitiva, concediendo importancia al razo-namiento practice de los agentes sociales, que construyen lassituaciones sociales en las que se yen envueltos y negocian laasignacion de un significado para cada una de elIas. La tarea dela sociologia consiste, entonces, en analizar los procedimientosque emplean los actores en su vida cotidiana, en sus interac-ciones con sus semejantes, para otorgar un signif icado corminasu mundo:

    Una nueva definicion del problema

    Delos estudios microsc6picos de la vida social, emerge el or-den cognitivode los significadosy las descripciones (pag.7).

    Desde la aparicion y el desarrollo de las microsociologias,sefiala Knorr-Cetina, se impone reconsiderar, y quizas inclusoabandonar, algunas de las corrientes clasicas de oposici6n a lasociologia, si queremos plantear correctamente el problemaentre los niveles micro y macro. Planteamiento este que afec-tarta a la vision del individuo opuesto a la colectividad, de laaccion confrontada a la estructura, de la uniformidad de la pe-quefia escala opuesta a la complejidad de la mayor, de la neu-tralidad deesta primera frente a la extrema implicaci6n de lasegunda en terminos de poder. Knorr-Cetina prosigue en su re-flexion, sugiriendo que los polos de estas dimensiones no ~ontanto inherentes al problema considerado como una funcionde la distancia del investigador con respecto a su objeto. Por-que el nivel microsocial no es menos complejo, ni se interesamenos por los fen6menos de poder, ni se mantiene mas al mar-gen de la estructura y la colect ividad que el nivel macrosoci~l.La revelaci6n del orden social se produce a otra escala, masmicrosc6pica, y nos lleva a disponer una seria revision de losplanteamientos sociologicos anteriores y de sus metodologias.como se acostumbra a hacer en otras ciencias, como la fisica 0las ciencias naturales.Sin embargo, aunque existen profundas divergencias teori-cas entre estos dos niveles, tambien es cierto que compartenciertas preocupaciones. Collins, por ejemplo, propone e~t~n-der los fen6menos macrosociales como el producto de adicio-nes y repeticiones de muchas microexperiencias. Podriamosconsiderar, ademas, que la noci6n de habito de Bourdieu tras-

    Segun la perspectiva microsocial , el orden social no puedeseguir siendo considerado como una estructura monolitica quedispone de nuestros actos, sino que, por elcontrario, esuna co-municaci6n interactiva.La consideracion y el anal isis de los problemas cognitivosno son lasunicas caracteristicas de las microsociologlas. Tam-bien se produce un cambio de escala, que favorece el analisisde situaciones microsociales en sf mismas, y permite estudiaractos sociales visibles -directamente observables-, interaccio-nes concretas. En su version mas radical, las microsociologiasconsideran que los fenornenos macrosociales solo pueden seranal izados a traves del analisis de microsituaciones. Cierta-

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    38 ETNOMETODOLOCiA Y EDUCACI6Nciende l~ tradicional escisi6n entre micro y macro; 0sumar-nos a la Idea de Knorr-Cetina, segun la cual

    la r~a lida~ socia l se compone de microsituaciones, pero cie rtasmacrosituaciones son end6genas a dichas situaciones (pag, 31).. ~a?rfa, pues, que reconstruir, desde un punta de vista so-

    ciologico. las situaciones en las que los agentes definen sussltuacI.oneSl>, analizar el modo en que construyen sus repre-sentac~ones y estructuran sus practicas, ya sean profanas aprofesionales, Ya que, paradojicamente, la posibilidad de cap-tar los fen6menos macrosociales depende del examen del or-den microsocial.

    El entrelazado micro-macroThomas Wilson," par su parte, considera que la interacci6n

    y la estructura social estan entrelazadas, y que es imposibletrat~~ por separado la estructura social y el individuo. La inte-raccion y la estructura, en efecto, son independientes: la es-tructura social constituye un recurso para la interacci6n lacualla reproduce. B r

    Es:e hecho se hace mas patentecuando se analizan las se-cu:~c~as de ~na conversaci6n. Wilson da tres ejemplos de esteanalisis -un mtercambio durante una audiencia en un tribu-nal, y dos. ~lamadas de urgencia-, en el que se demuestra que,e~ ~agesnon de sus asuntos cotidianos y en su lenguaje, los in-~hv~duos apelan constantemente a la estructura social, recursoll1dlspens~~le de cara al desarrollo de los intercambios y de lac?mprenSlOn m~tua ..Este recurso es un signa de su competen-CIa en la comunicacion can sus semejantes; los individuos norec~ean la sociedad en cada nueva interaccion, sino que estanobhgados a apoyarse en un orden social cornun, al tiempo que

    7: Th.~mas P. Wilson, Social S tructure and Socia l Int eraction, co-murucacion presentada en la International Conference on Ethnometho-dology and Conversa tion Analysis , Universidad de Boston agosto 1985

    8. Este ~unto de vista se acerca al de Bourdieu, segu~ eI cual Ia es~tructura social queda disimulada en las interacciones.

    UN ENFOQUE MICROSOCIAL DE LOS FEN6MENOS SOCIALES 3910 llevan a cabo. Par 10 tanto, la sociedad se ve reproducida parla interacci6n, pero tambien le es externa y constrictiva.Este aspecto ha sido desarrollado especialmente par el analisisde la conversaci6n.

    3. EL ANAuSIS DE LACONVERSACION:iUN ENFOQUE MACROSOCIOLOGICO?

    A primera vista, el analisis de la conversaci6n que, segun suspromotores. se situa incontestablemente en el campo de la so-ciologfa, parece ser el enfoque microsocial mas radical." Cier-tamente, no cabe imaginar un marco de analisis menor que elque se produce en las interacciones verbales que mantenemosen el curso ordinaria de nuestra vida cotidiana.

    Considerada en ocasiones como un terreno aut6nomo, sepa-rado dela etnometodologia par mantenerse alejado de la pro-blematica habitual de la sociologia, el analisis de la conversa-ci6n constituye en la actualidad el programa mas avanzado dela etnometodologfa. Constituye, en todo caso, uno de sus cam-pos mas ricos y desarrollados, par lomenos en los EstadosUnidos.10

    9. En las multiples conversaciones amistosas que mantuvimos conEmanuel Scheglof f en UCLA, pr imavera de 1988, 0 con ocasion de su es-tancia en la Universidad de Paris VIII, en junio de 1991, este nos confir-mo que la cuestion no radicaba en saber si su practica del analisis de laconversaci6n Ie proyectaba fuera de los lfrni tes tradicionalmente admit i-dos por la sociologia. Estaba convencido de seguir s iendo un sociologo depleno derecho. 10 cual no parece haber sido discutido por la mayoriade sus colegas de profesi6n. Algunos de e llos, como Goffman, han l lega-do a rendirle homenaje (vease E. Goffman, Les; moments et leurs hommes,t extos recopilados y presentados por Yves Winkin, Pari s, Le Seuil/Mi-nuit, 1989,252 pags, [trad. cast.: Los momentos Y sus hombres , Barcelo-na, Paidos, 1991]).10. Remftase e ll ec tor , para una informacion suc inta , a nues tra obrade introducci6n a la etnometodologia: Alain Coulon, L'etlmonu!thodologie,op. cit., en especi al las pags. 65-70. Para una presen tac ion mas comple tade l ana lis is de la conversacion. vease e l t raba jo de John Heri tage, Garfin-kel and Ethnomethodology, Cambridge, Pol ity Press , 1984,336 pags., dedi-cando part icula r a tenc i6n al capitulo 8. En frances , se han publicado lasnotas tomadas por Gail J ef ferson en e l curso de las conferenc ias brinda-,

    tr

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    40 ETNOMETODOLOCIA Y EDUCACI6N UN ENFOQUE MICROSOCIAL DE LOS FEN6MENOS SOC IALES 41El analisis de la conversaci6n es una corriente inaugurada

    por Harvey Sacks y Emanuel Schegloff a principios de los afiossesenta, orientada en parte por ciertas consideraciones te6ri-cas de la etnometodologfa. Pese a que ellenguaje se halla per-manentemente en el coraz6n del problema de la recogida dedatos, curiosamente la sociologfano 10ha erigido en uno de sustemas de estudio. Sacks y Schegloff, por el contrario, convier-ten las interacciones verbales en eltema central de sus investi-gaciones, y estudian las estructuras y propiedades formales dellenguaje. Esta practica es esencial en la medida en que, por elfin mismo de sus estudios sobre los intercambios verbales ysobre las conversaciones ordinarias, va dirigida a otros ambitosde las ciencias sociales y humanas. Tiene par objeto el analisisdellenguaje natural, un sistema social en sfmismo y externo alindividuo, que 10 utiliza para hacer cosas, En cualquier caso,el analisis de la conversaci6n no se centra en el analisis lin-gufstico de las interacciones verbales, sino en evidenciar las pro-piedades elementales de la acci6n social, esto es, de que modolos participantes de una interacci6n verbal llevan a cabo local-mente la organizaci6n social.

    EIlenguaje natural se convierte en un objeto de estudio situa-cional y trascendente. S610se manifiesta en la interacci6n, pe-ro, al mismo tiempo, obedece a la estructura social subyacenteen todo intercambio social, revelandola, Por ello, elanalisis dela conversa~i6n pone especial atenci6n en estudiar las mues-tras recogidas durante las interacciones verbales naturales, lasque se producen espontaneamente en la vida cotidiana.

    No nos proponemos presentar aquf la riqueza de los estu-dios originados por el analisis de la conversaci6n, aunque de-

    jaremos constancia de su reivindicaci6n, a primera vista para-dojica, de constituir una perspectiva macrosocial.

    La competencia social de miembro de una sociedad semanifiesta en ellenguajeDentro del ambito del lenguaje como en los otros, descubri-mos en el analisis de la conversaci6n la preocupaci6n cons-

    tante de la etnometodologta: describir los procedimientos queempleamos para construir el orden social. El analisis de laconversacion revela como se establece, en la mas llana cotidia-nidad, nuestra competencia y nuestro conocimiento arrt'pliadoydetallado de la estructura social. AIdescribir y analizar losprocedimientos que utilizamos para exhibir socialmente nues-tra competencia en tanto que miembros-ordinarios-de-la-so-ciedad, la cual nos perrnite comunicar con nuestros semejan-tes el analisis de la conversaci6n apunta hacia la relaci6n quees posible trazar entre las perspectivas micro y macrosocial.

    Esta afirmaci6n aparece, a simple vista, como una provoca-cion, ya quepodriamos valorar el analisis de la conversac~6n.c~-mo la microsociologia mas radical, frontera Ultimade la discipli-na, mas alla de la cual se abandona el espacio de la ambici6nsociol6gica. Vamos, pues, a presentar los argumentos que apo-yan esta tesis, segun la cual la sociedad puede _rep_roducirs,en-tera y fielmente en un grana de arroz, consiguiendo aSIunaperfecta integraci6n de los niveles micro y macro.

    La relaci6n entre micro y macro segun Schegloffdas por Harvey Sacks ent re 1964 y 1972, en Arguments e thnome thodolo-giques, Revue d'epistemologie en sciences sociales, 3 (Maison des Sciencesde l 'HommelCNRS) , pags. 138-144; vea se tambien , en este mismo nume-ro, el a rt iculo de Berna rd Conein, Lenque te soc io logique e t l 'ana lyse dulangage : les formes l ingu is tiques de la conna issance soc ia le, pags. 5 -30;0t ambien , deB.Conein, Langage ordinaire et conversation: recherches so-ciologiques en analyse du discours, Mots, 7,1983, pags. 124-142; BernardConein, Les actions politiques sont accomplies localement et temporelle-ment, Raison presente, 82, 1987, pags. 59-63. Ve as e t ambi en: Be rnardConein, Miche l de Forne l y Louis Que re (comps. ), Les formes de fa conver-sation, Paris, CNET; 1991,2 vols. , 282 pags, y 294 pags.

    Para Schegloff, la interacci6n verbal es una forma de orga-nizaci6n social. IIOrganiza acciones sociales y actores, y estesrealizan conjuntamente, cualquiera que sea el contenido de suintercambio, algo que puede asimilarse a una accion, que com-

    11. Emanuel A. Scheg loff, Be tween Mic ro and Macro : Contexts andOther Connect ions, en J. Alexande r.B. Gie sen, R. Munch y N.J. Smelser(cornps.), The Micro-Macro Link, Berkeley, University of California Press,1987,400 pags.

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    42 ETNOMETODOLOGiA Y EDUCACI6N UN ENFOQUE MICROSOCIAL DE LOS FENOMNOS SOCIALES 43

    porta una estructura ordenada con propiedades descriptib~es,como por ejemplo.sen teorfa, un turno de palabra alternative.Cuando los sociologos hablan de organizaci6n social, noacostumbran a pensar en la interacci6n verbal. Sin embargo,para Schegloff esta constituye la apoteosis de la organizacionsocial (pag. 208). La interacci6n verbal organiza los inter-. cambios entre los individuos, coordina sus comportamientos,y se halla en la base de las instituciones sociales mas elaboradas.En tanto que conjunto coherente de practicas 0 reglas socia-les la conversaci6n const ituye una estructura de accion, por10 ~ue escapa a la polaridad entre 10 individual y 10 colectivo.Aunque esconveniente relativizar los terminos micro y ma-cro y entenderlos como un continuum, podemos empezar porsituar el analisis de la conversaci6n en el extremo micro de laescala, sibien, est ima Schegloff, no queda claro que recurra ensu proceder al microanalisis, Efectivarnente, el hecho de quelos interlocutores construyan sus intercambios en el seno deun marco social es tenido en cuenta, y aunque los resultadosmas insistentes revelan una organizaci6n local de la interac-ci6n, el lo no impide en modo alguno considerar seriamente laobjetividad de sus analisis. Basandose en tres ejemplos, Sche-gloff se propone mostrar las posibles relaciones entre los nive-les micro y macro, y al mismo tiernpo evidenciar las dificulta-des de este aparato te6rico.

    neral, fuera del marco de Occidente, este comportamiento seencuentra en contextos macrosociales tan distintos como un nu-cleo rural de Tailandia (Michael Moerman), 12 una isla del Paci-fico Sur (Niko Besnier)" 0 los altiplanos de Guatemala (IreneDadenj.!' Este hecho nos ensefia que, por encima de contextossociales absolutamente diferentes, el fen6meno de la repara-ci6n es relativamente invariable. En consecuencia, se convier-te en fen6meno social , en un objeto de estudio sociol6gico ubi-cado en el seno de las interacciones que 10 originan.

    clnterrumpen los hombres a las mujeres?EI segundo ejemplo que nos proporciona Schegloff trata delempleo, durante la conversacion, de atributos asociados des-de el punto de vista sociologico al nivel macrosocial, como por

    ejemplo la clase social, el sexo 0 la raza. West" y Zimmerman"creyeron poder mostrar que las interrupciones en el cursu deuna conversaci6n provenian con mayor frecuencia de los hom-bres que de las mujeres. De este modo, una variable general,transituacional, tendria una influencia masiva en los inter-cambios conversacionales entre los individuos. Podemos en-

    EIprimer ejemplo alude a la forma organizada en que efec-tuamos reparaciones cuandosurge un problema en el cursude una conversacion. El problema puede consist ir tanto en unerror a la hora de elegir una palabra como en un lapsus, un vo-cabin que se nos resiste en un momenta preciso, un malenten-dido, etc. El emisor se dispone siempre a rectif icar , a corregirsu error, y aunque algun otro se le adelante con la intencion deefectuar la correccion, terminasiendo el mismo el que la cul-mina. La reparacion es uno de los maximos exponentes de lacomprension mutua durante la interaccion y facilita especial-mente la identificacion y posterior resoluci6n de desacuerdosy conflictos. Fuera de los Estados Unidos y, de forma mas ge-

    12. Michael Moerman, The Preference for Self-Correction in a TaiConversational Corpus, Language, 53, 4, 1977, pigs. 872-882; MichaelMoerman, Talking Culture. Ethnography and Conversation Analysis, Fila-delfia, University of Pennsylvania Press, 1988,212 pigs.

    13. Niko Besnier, Repairs and Errors in Tavaluan Conversation,conferencia pronunciada en el departamento de Lingufstica de la Univer-sidad del Sur de California, 1982.14. Irene Daden, Bargaining in Guatemalan Highland Quiche-MayanMarket, tesis doctoral, departamento de Antropologia de la Universidadde California, Los Angeles (UCLA), 1982.

    15. C.West, Against Our Will: Male Interruptions of Females in Cross-Sex Conversation, Annals of the New York Academy of Sciences, 327,.1979, pigs. 81-97.

    16.Don H. Zimmerman y C. West, Sex, Roles, Intenuptions and Si-lences in Conversation, en B. Thorne y N. Henley (comps.), Language andSex: Difference and Dominance, Rowley (MA), Newbury House, 1975;vease tambien C.West y D. H. Zimmerman, Women's Place in EverydayTalk: Reflections in Parents-Child Interaction, Soc ial Problems, 24,1977,pags.521-529.

    La reparacion

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    44 ETNOMETODOLOGlA Y EDUCACICNtonces considerar las interrupciones como un sfrnbolo de ladiferencia de poder entre los sexos.

    Desde la 6pticade la sociologfa, este resultado no es tan sor-prendente y,sin embargo, Schegloff detecta en el un problema.En su opinion, la identificaci6n de un interlocutor como miem-bro del sexo masculino 0femenino depende en mayor medidade la pericia analitica de los investigadores que deIa existencia demecanismos conversacionales que la hagan posible, dado quelos interlocutores no disponen de recursos para referirse a susexo durante la conversacion.'? El resultado que se obtiene, se-gun Schegloff, es una proyecci6n de una variable macrosocialpreexistente y abstracta en una situaci6n microsocial real.

    Por 10 tanto, nos verfamos autorizados aquf a concluir quela relaci6n entre micro y macro es artificial, que no se halla enlos datos, sino que es obra del sociologo. Mas aun, el estudio mi-nucioso de los datos revela que la resoluci6n de un encabalga-miento en la conversacion, que origina su interrupcion, no pro-cede de los atributos de los interlocutores como tales. Ahorabien, continua Schegloff, tampoco se trata de negar que lasmujeres sean con mas frecuencia objeto de interrupciones quecausantes de ellas. Pero 10 cierto' es que la resoluci6n de esteconflicto conversacional se efectua en un tiempo real, es decir,en el curso mismo del intercambio y parece poco probableque, dentro de esa limitaci6n temporal, pueda establecerse conclaridad la relaci6n entre formas microsociales y atributosmacrosociales. Buena muestra de ella son las transcripcionesde las conversaciones mantenidas por el entonces presidenteRichard Nixon con sus consejeros, a quienes cedia la palabraregularmente, pese a su rango inferior, siempre que se produ-cia un solapamiento en la conversaci6n. Queda probado queno es valido recurrir sistematicamente a una categorfa macro-social como el poder, evocada en este Ultimo ejemplo, para dar

    17. Tenga en cuenta ellector que la reflexi6n de Schegloff s610es vali-da en el marco de una lengua que disponga de un sistema muy pobre 0nulo de expresi6n del genero gratnatical en la conversacion, como ocu-nina con el ingles, al que sin duda alguna hace referencia Schegloff. Ca-sos como el castellano 0 incluso el frances no entrarian dent ro de estacategoria, por 10que la conclusi6n del ejemplo citado no es generaliza-ble. [N. del T.]

    L ~ &_ .~.. k.J ElUN ENFOQUE MICROSOCIAL DE LOS FENCMENOS SOCIALES 45

    explicaci6n a las formas microsociales que adoptan los inter-cambios.

    Entre micro y macro: elcontextoEl tercer ejemplo de un dialogo posible entre micro y ma-

    cro esla referencia a 10 que denominamos el contexto. En oca-siones, se ha invocado el contexto como un posible nivel inter-medio entre las estructuras de la sociedad y las interaccionesindividuales: contexto institucional, burocratico, legal, medico,contexto del aula, etc. EI problema esta en que existe un mime-ro infinito de descripciones posibles de esos marcos sociales yde las acciones que los individuos llevan a cabo en ellos. Ahorabien, es tarea del investigador establecer una relaci6n. entre lapertinencia de 10 que aventura y las caracterfsticas de los acto-res implicados en el intercambio. Lo que Schegloff califica depertinencias internas del dispositive deben ser tomadas co-mo restricciones por el investigador:

    EI hecho de que una conversaci6n tenga lugar en un hospitalno implica instantaneamente que la caracterizaci6n de este mar-co deba considerarse pertinente; el discurso de los participantessera elque nos revele, ante todo paraellos, si el marco hospitales pertinente, y cuando 10 es (pag. 219).De hecho, los participantes construyen juntos, durante la

    interlocucion, la pertinencia del contexto y selecciorian los ele-mentos que necesitan en ese preciso momento.

    Conel contexto ocurre 10 mismo que con elturno de palabra:este no se decide con antelaci6n ni viene determinado a prioripor un modelo, sino que se ejecuta localmente,en elaquf y aho-ra de la conversaci6n.

    La conversaci6n nace de los individuos, pero esexterna a eliosDe las consideraciones anteriores, podemos concluir que el

    analisis de la conversaci6n se presenta como un analisis obje-tivo del modo en que los actores efectuan sus intercambios,

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    46 ETNOMETODOLoatA Y EDUCACl6N UN ENFOQUE MICROSOCIAL DE LOS FEN6MENOS SOCIALES 47pero que trata la conversacion como agente extemo a los indi-viduos. En este aspecto, adopta algunos de los caracteres aso-ciados tradicionalmente a la investigacion macrosocial. Tomaincluso algunos rasgos del metodo experimental, en la medidaen que presenta la posibilidad -yen ella reside, entre otras co-sas, su interes- de poder realizar una y otra vez sus analisis so-bre infinidad de casos identicos, 10 cual le permite evaluar lavalidez de sus resultados. En este sentido, elanalisis de la con-versacion constituirfa la forma mas lograda de enfoque micro-social, y serfa artifice al mismo tiempo de la transici6n con lascaracterfsticas del enfoque macrosocial. Asi, por ejemplo, Sackssefialo el lazo que los dispositivos de categorizacion de losmiembros mantienen, por una parte, con las actividades quedichas categorfas describen y,por otra, con la estructura insti-tucional.Debido a su caracter radical, el analisis de la conversaci6nconstituye sin lugar a dudas, para los sociologos partidariosdel enfoque macrosocial, la base que ha de permitirles funda-mentar sus analisis estructurales en observaciones efectuadasen el curso de interacciones microsociales.

    E l d if ic il p er o i nd is pe ns ab le d id lo go m ic ro -m a cr o

    4. HACIA UNA INTEGRACIONMICRO-MACRO

    Losexpertos que analizan microinteracciones sociales,0 frag-mentos de conversaciones extraidos de su contexto de produc-cion, estima Cicourel, no tienen en cuenta que dichas accionesse producen en el interior de marcos institucionales mas am-plios. Existe una tension entre el analisis de un fragmento deconversacion y el analisis mas global de su marco social. queha sido objeto de una observaci6n activa desde dentro. Los ana-listas de la conversacion realizan un excelente trabajo detec-tando las sutiles estrategias que los individuos despliegan paraconseguir el tumo de palabra, pero hacen caso omiso del con-texto etnografico y organizativo del que proceden los datos. Laconsecuencia de esta actitud es que el contenido de la conver-saci6n deja de ser tema de estudio, para convertirse en fuentetacita que informa la logica de los Intercambios. Todose desa-rrolla como si la informaci6n utilizada fuese evidente para todoel mundo, como si los enunciados tuviesen en sf mismos unsentido. Pues bien, segun Cicourel, no basta con que el analisisde la conversaci6n identifique las estructuras formales de la con-versacion. Hay que admitir que descansa tacitamente sobreniveles de analisis mas complejos." Tambien el etnografo, porsu parte, encuentra niveles de complejidad que sobrepasan elmarco local de la acci6n estudiada: no obstante, y con la ayu-da de sus datos de campo, construye fronteras que le legitimanpara evitar la evocacion y el uso de datos demograficos 0 so-ciales de base mas amplia.Para Cicourel, queda claro que las microsociologias no pue-den prescindir del hecho de que las interacciones se desarro-nan en un marco social global, asf como las macrosociologfasno pueden ignorar los microprocesos. Si la investigaci6n basa-da en marcos microsociales hace referencia tacita a marcos so-ciales mas amplios, no es menos cierto que el estudio'rnacro-social de organizaciones, 0 de movimientos hist6ricos, refiereindirectamente a las microactividades de la vida social que loscomponen.

    Vamos a examinar a continuaci6n otro intento de integrarlos dos niveles de analisis, a cargo de Cicourel."

    Segun Cicourel, nuestras actividades sociales cotidianas con-llevan varios niveles decomplejidad, e integran tanto datos mi-crosociales como macrosociales. En parte, las diferencias quesolemos hacer entre las micro y las macrosociologias se debena que los especialistas eligen situarse en uno u otro nivel de com-plejidad de la realidad social, y a que utilizan metodos de in-vestigacion que generan un determinado tipo de datos. Amboscampos ponen enjuego estrategias para ignorar al otro, cuan-do es posible, en opinion de Cicourel, integrar los dos niveles.

    18. Aaron V.Cicourel, Notes on the Integration of Micro-and Macro-Level s of Analysis , pags. 52-80, en Karin D. Knorr-Cetina y Aaron V.Ci-courel (comps.), Advances in Social Theory and Methodology, op. cit.

    19. A.Cicourel , Three Models of Discourse Analysis; The Role of So-cial Structure, Discourse Analysis, 1980, pags, 101-131. donde podemoshall ar un desarrollo de este pun to de vist a.

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    48 E TNOMETODO LOG tA Y EDUCA CI ON U N E N FO QU E M IC RO SO CI AL D E L OS F EN OM EN OS S OC IA LE S 49De este modo, los expertos que basan sus analisis en en-cuestas estan obligados a olvidar que las respuestas reales queproporcionan los encuestados, inmersos en la logica de su co-t idianidad y con sus propias perspectivas, no correspondenforzosamente a las preguntas formales que se les plantean y alas intenciones que subyacen en ellas. Dehecho, si se quiere es-tablecer una relaci6n entre las respuestas de los individuos ylos items contenidos en un cuestionario, es necesario eliminarlas condiciones contextuales y locales en las que responden losencuestados, mientras que el tomarlas en consideraci6n con-tribuirfa a que la evidencia cIarificase sus perspectivas.

    cesario evaluar el trabajo que en ellas se esta llevando a cabo.El estudio de estos procesos ayuda, ademas, a comprender elmodo en que operan los agentes encargados de dicha evalua-cion, y c6mo su actividad real se traduce en informes: los mi-croacontecimientos se convierten en macroestructura:

    Las actividades interactivas contribuyen a la obtenci6n de losproductos, considerados comoindicadores estructurales de los ob-jetivos y fines complejos delas instituciones u organizaciones(pag.67).

    La integraci6n de los dos niveles en los marcos socialescotidianos

    La propuesta de Cicourel para una integraci6n micro-macroconsistiria, pues, en estudiar el modo en que la toma de deci-siones rutinarias, que son necesarias para el buen funciona-miento de una organizaci6n, contribuye a lacreaci6n de ma-croestructuras.Toda organizaci6n social, estima Cicourel, se caracteriza porla integraci6n de los niveles micro y macro en su marco cotidia-no. La burocracia, por ejemplo, noci6n cornunmente asociadaa la macroestructura, implica llamadas telef6nicas, citas diarias,notas escritas, informes, toda una serie de interacciones perso-nales que la alimentan. Se pretende que todas esas acciones selleven a cabo de forma racional y,de hecho, su racionalidad haside con frecuencia objeto de estudio. Dichas practicas burocra-t icas, en el seno de una organizaci6n, sirven de base a latoma deciertas decisiones, tales como los ascensos del personal. De igualmodo, los profesores evaluan los trabajos de sus alumnos, lesatribuyen una calificaci6n y anotan apreciaciones en sus expe-dientes academicos.Todas estas pract icas const ituyen la rutina de cualquier or-ganizaci6n social . Forman parte del entorno, es decir , son algomas que meras entelequias. Estan organizadas culturalmen-te y descansan sobre un sinftn de microacontecimientos que ja-lonan la vida cotidiana de los miembros de la organizaci6n encuesti6n. Dichos microacontecimientos, que representan la vidade la organizaci6n, la funci6n que esta debe cumplir; muestranal mismo tiempo el trabajo de los agentes, que es consignado,referido y evaluado.En estas organizaciones, ya sean escolares, judiciales 0 sa-ni tarias, la integracion micro-macro se produce porque es ne-

    L a . movilidad social es uri doble fen6menoTomemos como ejemplo el tema de la movilidad social, tra-dicionalmente investigado por la macrosociologfa y las teorfasde la estrat if icaci6n social . Los estudios sobre la movilidadtratan en su mayorfa sobre el empleo y la escolaridad de ungrupo de personas y de sus padres, y miden variaciones de mo-vilidad intergeneracional . Pero hay aun otras cuestiones quecabria examinar, como el desarrollo de la trayectoria de los in-dividuos, 0 el modo en que se han tomado las decisiones encada uno de los momentos importantes de la orientaci6n esco-lar y profesional de los interesados.Por ejemplo, las valoraciones y evaluaciones emitidas porel cuerpo docente influyen directamente en la carrera de unalumno. Este t ipo de preocupaciones supone que, en calidadde investigador, uno no haya establecido previamente hip6te-sis acerca de la movilidad y la estrati ficaci6n sociales, que pa-sarian a ser verificadas sobre una muestra de campo, sinoque estudie como fen6menos de pleno derecho las actividadescotidianas en las cIases, la utilizaci6n de tests estandarizados ylas decisiones tomadas por todo el personal escolar. Entoncespodra probarse como los microacontecimientos de Laclase y de

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    50 ETNOMETODOLOGtA Y EDUCACION UN ENFOQUE MICROSOCIAL DE LOS FENOMENOS SOCIALES 51la escuela se convierten en macroinformaciones que forjaran eldestine escolar del alumno. La cuest i6n de la movil idad so-cial habrfa de replantearse en los siguientes terminos: lc6moinfluyen las practicas burocrat icas de la organizaci6n escolaren la 'movilidad social de los individuos?Los numerosos documentos que recogen las diferentes si-tuaciones de evaluaci6n en las escuelas son fuentes desatendidaspor los soci6logos de la educaci6n. Sin embargo, serfa indis-pensable senalar en que medida estan concebidos como indi-cadores objetivos gel exito 0el fracaso escolares. El estudio delos microfen6menos evidenciarfa las dificultades con el len-guaje, la influencia de profesores y consejeros de orientaci6n,la de los padres 0 la de la propia clase, sobre la movilidad so-cial futura del alumno.Frente a este tipo de trabajos, aquellos que optan por un ni-vel macrosocial de analisis no nos ayudan a comprender losprocesos concretos de selecci6n que se desarrollan en el aula.Asf, gran mimero de estudios han mostrado que una precozclasificaci6n y orientaci6n de los alumnos tiene como conse-cuencia la aplicaci6n de un trato diferente a cada uno de ellosy,por 10tanto, la imposibilidad de proporcionarles las mismasoportunidades 'de exito, AI insistir s6lo en el aspecto de la se-lecci6n objetiva ordenada de dichas clasificaciones, los estu-dios macrosocio16gicos no contribuyen a la comprensi6n delos procesos de clasif icaci6n, que sin embargo ayudan a escla-recer las decisiones que se tomaran mas adelante.

    "ismo modo, cuando un encuestado responde a nuestras pre-guntas, la forma en que este resume su experiencia anterior 0movil iza y reorganiza su biograffa para damos una contesta-ci6n nos resulta inaccesible.El modelo interactivo debe asumir que varias fuentes de in-formaci6n han de ser activadas en paralelo, como ocurre con lalectura, que pone simultaneamente en movimiento informaci6nde tipo lexico, sintactico y contextual. Es necesario integrar unagran cantidad de microacontecimientos cada vez que se inten-tan producir macroinformaciones.N6tese que la noci6n de tiempo es de gran relevancia en estecontexto. La integraci6n de los fen6menos microsociales exigesiempre tener en cuenta acontecimientos pasados: en este sen-tido, la macroestructura es la movilizaci6n activa, y sin lugar adudas selectiva, de microacontecimientos sedimentados.

    5. DlFERENCIAS EN LOS METODOS

    El modelo interactive

    Si los soci6logos se muestran en ocasiones ret icentes a ad-mitir la asunci6n de los niveles micro y macro, el actor socialordinario, en contrapartida, se ve forzado a aprehenderlos si-rnultaneamente en su vida cotidiana. Los objetos que Ierodean,los hechos que le acontecen, su vida psico16gica interior, susexperiencias mas insignificantes, han de ser constantementeafiadidos a niveles mas amplios de la vida social y determinis-mos macroestructurales que pueden tener lugar en ella. Pero,lc6mo se aprehende toda la riqueza del proceso? Ouizas, yante todo, recurriendo a la descripci6n.

    Cicourel estima conveniente tomar de la psicologfa cogniti-va el concepto de modelo interactivo para concebir las inte-racciones entre los niveles micro y macro, cuya integraci6nes analoga alproceso de comprensi6n. Laevaluaci6n de un alum-no por su profesor, por ejemplo, integra un mimero considera-ble de pequefios datos y observaciones a los que este no habfaprestado una especial atenci6n, pero que estan presentes en elmomenta de la evaluaci6n. En concreto, no nos preguntamos,durante el proceso mismo de evaluaci6n, acerca del modo enque se han creado los documentos en los que se apoya. Del

    Describir: un imperative"La descripci6n cientffica del mundo social se enfrenta a unadificultad esencial: al ser una actividad social de caracter cien-tffico, cae en la trampa dellenguaje, como ocurre con cual-20. Rescat amos est a expresi6n del t it ulo de l a pub li caci6n que e l Cen-

    tre d'Etudes des Mouvements Sociaux edit6 en 1985, a rafz de un colo-quio organizado en diciembre (13 al 15) de 1984: Werner Ackermann,

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    52 ETNOMETODOLOGtA Y EDUCACION UN ENFOQUE MICROSOCIAL DE LOS FEN6MENOS SOCIALES 53quier descripci6n ordinaria y profana, por 10que termina inte-rrogandose acerca de su propio estatus cientffico, Ademas, elmundo social posee esa extraordinaria capacidad de describir-se a sfmismo, mision que seve cumplida en todo momenta porsus actores. Desde luego, ella no significa que no quepa pregun-tarse desde elpunto de vista cientffico sobre su descripcion, nitampoco que sea imposible basar una actividad cientfficaen des-cripciones prestadas. Es cierto que la descripci6n cientfficaimpone exigencias especificas que la distinguen de las descrip-ciones profanas; la tradici6n afirma que debe reunir las si-guientes cualidades: ser valida, neutra y completa.

    No obstante, los problemas que suscitan tales caractertsti-cas son muchos. Ast, la noci6n devalidez vaunida a la deobje-tividad. lOue autoridad cientffica superior, externa al marco deanalisis 0, 10que es 10mismo, tanto a la sociologfa como alaacci6n descrita, tomara la decisi6n de que una descripci6n esvalida, es decir, adecuada al objeto? lEs posible la neutralidad,que implica abstenerse de todo juicio de valor, cuando la acti-vidad misma de describir supone la elecci6n del enfoque, delos terminos a emplear y de una reglamentaci6n que no es im-parcial? Para terminar, lcabe concebir una descripci6n comple-ta, cuando toda descripcion arrastra siempre una carga virtualincalculable?

    sis. Esta marcada por los conocimientos previos del investi-gador, los cuales utiliza en detrimento de la descripci6n delobjeto. Por ella nos conviene volver a la simple descripcion, a lamanera en que

    la gramatica no dice c6mo debe ser construido ellenguaje paracumplir su prop6sito, para influir de tal 0 cual manera en las per-sonas. Tan s610 describe, y de ningun modo explica, el uso de lossignos."

    Una e tn o gr af ia s em io lo gi ca

    No debe confundirse la descripci6n con el relato, que norinde cuentas de la naturaleza interna de las cosas, sino que laexpresa, mientras que la descripci6n, por estar basada en unapresuposici6n hermeneutica, constituye un modo de presenta-cion que, al mostrar su reglamentaci6n interna, permite cap-tar su sentido. La presuposici6n es ese algo sin 10cual nopuede darse.la dimensi6n interpretativa, que nos capacita, porejernplo, para describir una cultura ajena, porque nunca esto-talmente extrafia a la nuestra, ya que comparte ese algoquehace que podamos percibir de ella al menos ciertos rasgos.

    Sin embargo, la idea deWittgenstein no es producir una des-cripci6n pura, desembarazada de sus antecedentes empiristase ingenuos, sino que consiste en consagrarse a la descripci6n .delos signos del orden descrito 0, mas exactamente, ala descrip-ci6n de su uso. Asi, una sociologia -todavia por inventar- basa-da en la concepci6n de Wittgenstein recibirfa el nombre de so -c io lo g ia s em io lo g ica p rd c ti ca , 0 incluso e tnograf ia s emio log ica , yestarfa estrechamente emparentada con la s oc io lo gi a d e l as r ea li -zac iones p ract i ca s que Garfinkel bautiz6 finalmente con el nom-bre de etnometodologfa. En cualquier caso, se debera aplicareste programa al acto mismo de describir, ya que describir estambien hacer uso de signos con los que evocamos otros signos.Frente a este umbral cntico, ala circtilaridad que tiene atrapa-do al experto, es preciso reconocer la imposibilidad de la des-cripci6n trascendental: siempre depende del lenguaje, porquebasicamente somos, como muy bien sefialo Jacques Lacan, se-res dotados de lenguaje, entes parlantes, somos hablantes.

    Este serta elmomenta de escuchar a Ludwig Wittgenstein,segun el cual llega un momento en elque hay que pasar de laexplicaci6n ala mera descripci6n. Sabemos que la recomen-daci6n de Wittgenstein s610 es parad6jica en apariencia, yaque plantea una cuesti6n fundamental de las ciencias sociales:la relaci6n entre explicaci6n y descripci6n de las actividadeshumanas y, por ende, su hermeneutica. Para Wittgenstein, laexplicaci6n es demasiado incierta, no esmas que una hipote-Bernard Conein, Chr isti ane Guigues, Lou is Ouere y Daniel Vidal, Decrire:un imperatif? Description, explication, interpretation en sciences sociales,Paris, Ecole des Hautes Etudes en Sciences Sociales, 1985, 2 vols., 230pags. y 250 pags,

    21. Ludwig Wittgenstein, Philosophische Untersuchungen [trad. cast.:Investigaciones filos6ficas, Barcelona, Crftica, 1988], Gerard Guest en De-crire: un imperatifi. op. cit., pag. 126.

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    54 ETNOMETODOLOGlA Y EDUCACION UN ENFOQUE MICROSOCIAL DE LOS FENOMENOS SOCIALES 55Las categorias descritas son fuentes y temas al mismo tiempo t iles: en medio de una secuencia de palabras, aparecen las image-nes de los objetos (pag, 8).Harvey Sacks, por su lado, ha planteado el problema de Iadefinicion y de la operatividad de la descripcion en sociolo-gfa.22 En tanto que actividad cientffica, la sociologia trata dedescribir los fenomenos que estudia, y asi se enfrenta a la des-cripcion del mundo social, es decir, a describir las descripcionesque los actores hacen del mundo social. La labor de la sociolo-gfa no consiste en emitir un juicio sobre esas descripciones, nitampoco en clarificarlas, sino solo en describirlas. En el traba-jo sociologico, todo objeto debe estar descrito; pero no siemprees asf, y si no 10esta, no puede formar parte del aparato des-criptivo que utiliza la sociologfa. Sacks ilustra esta afirmaciontomando como ejemplo la obra mas celebre de la sociologfa anivel mundial: L e suicide.En opinion de Sacks, nada resulta mas trdgico (pag, 3) parala historia de la sociologfa que considerar la obra de Durkheimcomo un modelo de la investigacion sociologica, El problemano radica en que Durkheim haya uti lizado estadfsticas oficia-les, continua Sacks, sino en haber pasado por alto que la ex-presion suicidio es una categorfa perteneciente al lenguajenatural:

    Lo que es preciso resolver es que la sociologia tome comorecursos las categorfas de sentido cormin, en lugar de conver-ti rlas en tema de sus reflexiones y analisis. La diferencia entrelas descripciones de sentido cormin de los actores y las descrip-ciones cientfficas de los sociologos, segun Sacks, estriba no s610en el afan de validez y neutralidad de la descripcion, sino yante todo, en el interes que el sociologo presta necesariamentea la clausula et caetera, a la que debe recurrir para acordardefinitivamente la descripcion, con el fin de remediar la in-completi tud fundamental de toda descripcion de un o~jeto. Acambio, un lector de esa descripcion debe poder recurnr tam-bien a una clausula etcaetera equivalente a fin de compren-der 10 que se le describe, aunque esta no sea estrictamenteidentica a la precedente: incluso en presencia del objeto 0 su-ceso descrito, no basta con disponer simultaneamente de estey de su descripcion. Hay que poder reconciliarlos mediantela produccion de la clausula."

    Esto desencadena una serie de problemas practices, tales como,por ejemplo, explicar ciertos suicidios concretos 0 indices de sui-cidio. ( ...) EI error de Durkheim reside en no haber estudiado ladiversidad de los atestados de suicidio ( ... ) La tarea preliminarde la sociologfa consiste en investigar como setoma la decisi6n deque se trata efect ivamente de un suicidio, c6mo debe percibirseun suceso para que hablemos de el en terminos de suicidio. AIdescribir los procedimientos de construcci6n y de clasif icaci6ndel suicidio, puede ocurrir que la categorfa y la rnetodologfaque se Ieaplica se conviertan en el verdadero problema sociol6gi-co de interes, (...) En tanto en cuanto no se describa la categorfasuicidio y el procedimiento activado para atribuirle determina-dos casos, la categorfa en cuest i6n no formara parte del aparatosociologico. Utilizar una categorfa no descrita esta en la misma li-nea que las descripciones que suelen utilizarse en los libros infan-

    Par ultimo, ver aquello en 1 0 que no reparamosIndudablemente, estas consideraciones tienen consecuen-cias directas de importancia en la practica de la investigacion,como veremos en la presentacion de nuestro trabajo acerca dela entrada en la vida universitar ia (vease Capitulo Cuarto)."

    La eleccion de situamos en el nivel microsocial -incluyendoaquf el de las instituciones intemas ~el centro- res~onde a lavoluntad de comprender c6mo se actrvan los mecamsmos quehacen del ingreso en la ense?anza superior un juego de tiro al

    22. Harvey Sacks, Sociological Description, Berkeley Journal of So-ciology, VIII, 1963, pags. 1-16.

    23. La existencia de la clausula et caetera resulta particularmenteevidente para cualquiera que escuche en Iaradio la retransmisi6n de unpartido de futbol. Si el periodista depo.~ivo .no hiciese uso ~~ella y eloyente no Ieaplicase una constante movilizacion, la retransml~16n no se-r ia posibIe,ya que la narraci6n careceria por completo desent ido, .24. Alain"Coulon, Le metier d'etudiaru. Approches ethnomethodologz-que et institutionnelle de l'entree dans la vie universitaire, tesis doctoral,Universidad de Paris VITI,enero 199q, 3 vols., 1.130pags.

    Lr

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    56 ETNOMETODOLOCIA Y EDUCACI6N UN ENFOQUE MICROSOCIAL DE LOS FEN6MENOS SOCIALES 57blanco. Yaque, para que la explicacion y la interpretacion pue-dan praducirse, esprecisa empezar par observar y describir. Ellonos obliga a convertirnos en testigos directos de los fen6menosque nos ocupan. S610asf podremos adoptar la postura indis-pensable que hace posible el descubrimiento de las cosas vistas,pero no percibidas, en terminos de Garfinkel, y que concedea los sucesos ordinarios, vividos dia a dfa pol' los estudiantescomunes, la misma atenci6n que la sociologfa suele otorgar alos acontecimientos extraordinarios.

    En cualquier caso.Ja elecci6n deliberada de una perspecti-va de analisis que favorece el nivel micro del fenomeno ob-servado no nos exime de asumir la complejidad del problema,en elque intervienen, comoya han seiialadolos expertosen otrascircunstancias, un gran numero de parametres generalmenteubicados en el nivel macro, como los determinantes economi-cos y sociales del exito escolar de los individuos. A la inversa,los analisis, tan conocidos hoy, que han explicado el fracasoescolar y la reproducci6n de las clases sociales a partir del fun-cionamiento del sistema escolar, han descuidado la cuesti6nde losprocesos individuales, como las interacciones a nivel lo-cal del aula 0 del anfiteatro.Al tomar partido por una u otra perspectiva, ambas co-rrientes se han quedado al margen del proceso mismo del fra-caso que, en tanto que construcci6n social, 10es tanto a nivelinteractivo como estructural. No basta con decir que Ia inte-racci6n genera la estructura que subyace en ella para crearla impresi6n de haber considerado el nivel individual y des-velado la alquimia secreta que opera en su interior. El nivelmicro no queda enteramente reabsorbido por el nivel macro,asf como este no resulta de la suma de los fen6menos y suce-sos observados a nivel micro. Resultarfa, pues, infructuosopretender dar cuenta de la complejidad de un fen6meno par-tiendo de un unico nivel de analisis, como demostr6 JacquesArdoino acunando la noci6n de multirreferencialidad en elcontexto de la investigaci6n en educacion." La multirreferen-

    cialid~d, conce~to que abarca diversas disciplinas, metodos yparadigrnas, e mc1uso enfoques contradictorios, permite do-blar el cabo de las disciplinas monorreferenciales, con objetode acceder a una mejor comprensi6n de los fen6menos estu-diados.

    25. Jacques Ardoino , prefacio a l a obra de Miche l Lobrot , La pedago-gie institutionnelle, Paris, Gauthier-Villars (