tomo x chimborazo

Upload: maria-sol-plaza-varea

Post on 16-Jul-2015

1.004 views

Category:

Documents


1 download

TRANSCRIPT

LA CULTURA POPULAR EN EL ECUADORTOMO X CHIMBORAZO

Coordinador de la investigacin: Marcelo Naranjo Villavicencio

Centro Interamericano de Artesanas y Artes Populares, CIDAP P.O.Box. 01.01.1943 E-mail: [email protected] Hermano Miguel 3-23 (La Escalinata) Telfono (593-7) 840919 / Fax 831450 Primera Edicin, Julio de 2002 Tiraje 500 ejemplares ISBN: 9978-85-012-0 Esta publicacin corresponde al departamento de Publicaciones del CIDAP. La presente Publicacin corresponde al informe de la Investigacin de la Cultura Popular en el Ecuador, tomo X provincia de Chimborazo, realizada en el ao 2002-2003 siendo Director Ejecutivo del CIDAP el Dr. Claudio Malo Gonzlez. El trabajo de campo lo realiz el Dr. Marcelo Naranjo V. con su equipo de investigadores Nancy Burneo, Victoria Novillo, y Jeannette Ypez. Los textos fueron preparados por Marcelo Naranjo V.

LA PRESENTE PUBLICACIN ES SUBVENCIONADA POR EL MINISTERIO DE ECUACIN Y CULTURA DEL ECUADOR

NDICE GENERAL Pgina Agradecimientos 1. Introduccin 2. Caracterizacin ecolgica provincial y criterios de zonificacin sociocultural 2.1. Caractersticas socio geogrficas generales 2.2. Criterios de zonificacin socio cultural 2.2.1. Zona de adscripcin mestiza: norte de Chimborazo 2.2.2. Zona de adscripcin indgena: centro y sur de la provincia 2.2.3. Zona de adscripcin mestiza con influencia costea 2.2.4. Zona de adscripcin mestiza: sur de la provincia 2.2.5. Zona de intercambios culturales intensos 2.2.6. Zona de los enclaves de resistencia cultural 3. Historia 3.1. Aspectos generales 3.2. Pobladores ancestrales 3.3. La ocupacin incsica 3.4. Conquista y coloniaje espaol 3.4.1. El sistema econmico en la Colonia: encomiendas y obrajes 3.4.2. Las sublevaciones 3.5. poca republicana 3.5.1. Las reformas liberales y el ferrocarril 3.6. poca contempornea 4. Economa 4.1. Aspectos generales 4.2. Estructura agraria provincial 4.3. Produccin agrcola 4.4. Actividad ganadera 4.5. Industria, pequea industria y artesana 5. Organizacin social 5.1. Aspectos generales 5.2. Individuo y sociedad 5.2.1. Ritos de paso 5.2.2. La familia 5.2.2.1. Divisin sexual del trabajo al interior de la familia 5.2.3. Familia y comunidad 5.2.4. El compadrazgo 5.3. Organizacin poltica 5.3.1. Organizacin poltica al interior de las comunidades indgenas 6 8 17 17 22 24 25 26 27 27 28 30 30 30 37 39 44 46 47 50 52 55 55 57 59 66 68 71 71 72 72 78 79 81 83 85 86

5.3.2. Organizaciones de Segundo Grado 5.3.3. Los municipios alternativos 6. Produccin artesanal 6.1. Aspectos generales 6.2. Artesana textil 6.2.1. Antecedentes histricos 6.2.2. Tejido de ponchos, bayetas, anacos y fajas 6.2.3. Alfombras 6.3. Batanera 6.4. Tejido en fibras 6.4.1. Artesanas de totora 6.4.2. Artesanas de la cabuya 6.4.3. Artesanas en zuro 6.4.4. Artesanas en paja de pramo 6.5. Artesana en cuero 6.5.1. Chompas y artculos de cuero 6.5.2. Talabartera 6.6. Alfarera utilitaria 6.7. Artesana en bronce 6.8. Artesana en tagua 6.9. Artesana en cacho 6.10. Artesana en piedra 6.11. Otras artesanas 6.11.1. Pelotas de mano 6.11.2. Colchas de toros 6.11.3. Globos y caretas 6.11.4. Nuevas artesanas 7. Religiosidad popular 7.1. Aspectos generales 7.2. El panten sacro de la religiosidad popular: un puente hacia el milagro 7.2.1. Los santos patronos, las devociones marianas y los santos familiares 7.2.2. Grandes manifestaciones devocionales de Chimborazo 7.2.2.1. El Nio Rey de Reyes 7.2.2.2. La Semana Santa 7.3. El culto a los muertos 7.3.1. El Da de los Difuntos 8. Fiestas 8.1. Aspectos generales 8.2. Fiestas religiosas 8.2.1. Fiestas religiosas patronales 8.2.1.1. El priostazgo 8.2.1.2. Descripcin de las fiestas religiosas patronales 8.2.1.3. La bajada y quema de chamizas en Penipe

90 92 96 96 97 97 99 100 102 103 103 104 105 106 107 107 109 110 112 115 116 117 118 118 118 119 120 122 122 126 127 131 131 134 140 142 144 144 146 146 146 149 153

8.2.2. La Fiesta del Nio Rey de Reyes en Riobamba 8.2.2.1. Antecedentes histricos 8.2.2.2. Fundadores y priostes 8.2.2.3. Descripcin de la fiesta 8.2.3. La Fiesta de la Candelaria 8.2.4. Semana Santa 8.3. Fiestas cvicas 8.4. Otras fiestas populares 8.4.1. El Carnaval 8.4.1.1. Reyes y embajadores: el priostazgo de Carnaval 8.4.1.2. Descripcin de la fiesta 9. Tradicin oral 9.1. Aspectos generales 9.2. Leyendas de naturaleza religiosa 9.3. Tradicin oral y fiesta religiosa 9.4. Tradicin oral sobre elementos de la naturaleza 9.5. Personajes mticos recogidos por la tradicin oral 9.6. Leyendas 9.7. Poesa popular 9.8. Fbulas 9.9. Creencias, supersticiones, dichos, refranes y adivinanzas 9.10. Toponimia 10. Msica y danza 10.1. Aspectos generales 10.2. Antecedentes histricos 10.3. Msica y danza en el siglo XX 10.3.1. rea urbana 10.3.1.1. Las bandas de pueblo 10.3.2. rea rural 10.3.2.1. Cantos de enamoramiento y matrimonio 10.4. Msica popular contempornea 11. Cocina popular 11.1. Aspectos generales 11.2. Alimentacin cotidiana 11.2.1. El pan de cada da 11.2.2. Las sopas tradicionales 11.2.3. El cebiche de chochos 11.2.4. Los secos 11.2.5. Las bebidas 11.3. Los platos especiales: manjares y dulces 11.4. Alimentacin festiva 11.4.1. El consumo de carnes y granos 11.4.2. Las bebidas festivas

155 155 156 158 160 162 163 164 164 165 166 170 170 171 173 177 182 186 190 192 196 197 199 199 200 203 203 204 206 206 207 209 209 211 212 213 215 216 218 220 221 222 224

12. Actividades ldicas 12.1. Aspectos generales 12.2. Juegos tradicionales de la cotidianidad 12.3. Juegos tradicionales de las festividades 12.3.1. Los toros de pueblo 12.3.2. El Gallo Pitina 12.3.3. Juegos funerarios y juegos de finados 12.4. Actividades ldicas contemporneas 12.5. Juegos infantiles 13. Medicina popular 13.1. Aspectos generales 13.2. Agentes de salud en la medicina popular 13.2.1. Limpiadores 13.2.2. Fregadores 13.2.3. Curanderos brujos 13.2.4. Parteras 13.3. Enfermedades: diagnstico y tratamiento 13.3.1. Enfermedades del campo 13.3.1.1. Mal aire 13.3.1.2. Cogido del cerro 13.3.1.3. Espanto 13.3.1.4. Mal ojo 13.3.1.5. Arco Iris 13.3.1.6. Mal hecho o brujera 13.3.2. Enfermedades de Dios 13.3.2.1. Tuberculosis 13.3.2.2. Anemia 13.3.2.3. Reumas 13.3.2.4. Parsitos intestinales 13.3.2.5. Dolores estomacales 13.3.2.6. Fracturas o lesiones en los huesos 13.3.2.7. Otras enfermedades 13.3.3. Embarazo, parto y post parto 13.3.3.1. Atencin pre natal 13.3.3.2. Atencin del parto 13.3.3.3. Atencin post parto 13.4. Platas medicinales 14. Arquitectura popular 14.1. Aspectos generales 14.2. Caractersticas de la arquitectura popular en Chimborazo 14.3. Vivienda tradicional indgena 14.3.1. Las casas de hacienda 14.4. Arquitectura urbana tradicional

226 226 227 229 229 231 232 234 235 236 236 238 238 239 240 240 242 242 242 243 244 245 246 246 247 248 248 249 249 249 250 251 251 251 252 253 254 256 256 257 259 263 264

11.5. Arquitectura popular urbana contempornea 11.6. Arquitectura popular religiosa

265 268

Bibliografa

271

Anexo N 1: Anexo N 2: Anexo N 3: Anexo N 4: Anexo N 5: Anexo N 6:

Zonas ecolgicas homogneas de Chimborazo Composicin social de los cacicazgos Divinidades andinas Sublevaciones indgenas, siglos XVIII al XX Cronologa y resumen de las causas de las sublevaciones indgenas en Chimborazo, siglos XVIII y XIX Listado de informantes

281 282 283 284 285288

1. INTRODUCCIN Como ya lo anotbamos en otro volumen de esta coleccin (La Cultura Popular en la Provincia de Manab), sera inoficioso el que nos empeemos en realizar una documentada defensa en relacin con la existencia de la Cultura Popular, ya que sta es una realidad comprobada y verificable a lo largo del pas1. Nuestro esfuerzo reflexivo estar encaminado a destacar las especificidades que la Cultura Popular manifiesta en la provincia de Chimborazo, ya que, somos de la idea de que cualquier nocin en relacin con el tema que nos ocupa, trasciende el aspecto formal del concepto, y se vincula con una praxis social en donde son fundamentales los actores sociales, y los procesos histrico sociales que les fueron dando un contenido especfico a las manifestaciones de naturaleza cultural. El trmino Cultura Popular, en cierto sentido, es ambiguo, dada la polisemia de cada uno de los trminos que lo componen (Cuche, 1999). Por otro lado, cuando a este trmino se lo analiza en distintos contextos y regiones, nos percatamos de que no son ni totalmente autnomas, ni pura imitacin, ni pura creacin, pero que son por definicin, culturas de grupos sociales subalternos, ya que se construyen en relaciones de dominacin (Ibid). Siendo as, es lgico pensar que: la Cultura Popular son las prcticas que tienen un mbito de produccin y realizacin entre los sectores populares urbanos y rurales (Ibarra, 1997: 79). La situacin referida por los autores citados es plenamente aplicable a la realidad de la provincia de Chimborazo, en donde la emergencia de la Cultura Popular, en buena medida, se ha producido a travs de relaciones de dominacin. Ms all del alcance conceptual que le demos al trmino, una de las derivaciones fundamentales del debate sobre su contenido es que la incorporacin de la Cultura Popular como tema de las ciencias sociales, ha promovido una verdadera revalorizacin de los sectores populares y tnicos como productores de cultura, capacidad que en muchas ocasiones se les haba negado. Desde ese punto de vista ya no interesa tanto su supuesta o real capacidad emancipatoria, sino su propia trascendencia cultural.

1

Para estudios pormenorizados sobre el tema consltese: Aretz, Isabel. Folklore y cultura popular. Equvocos, en Revista del IADAP N 13. Quito: IADAP, 1991; Garca Canclini, Nstor. Las Culturas Populares en el Capitalismo. Mxico: Editorial Grijalvo, 1974; Malo, Claudio. Arte y Cultura Popular. Cuenca: Universidad del Azuay, CIDAP, 1996; Martnez, Carlos. Sobre el Concepto de Cultura. Barcelona: Editorial Brique, 1984, entre otros.

En la provincia de Chimborazo el trmino popular2, histricamente arrastraba una serie de ideas peyorativas, y, junto a ellas, obviamente que se manifestaban actitudes y conductas de la misma naturaleza. Por esa razn, la Cultura Popular naci estigmatizada, no solo desde el punto de vista de su contenido intrnseco, sino tambin desde la dimensin de los actores sociales quienes la producan. Escobar (2002: 3) hace una aclaracin muy pertinente respecto del vocablo popular, l manifiesta: el trmino popular se refiere, en general, a la situacin desventajosa de ciertos sectores explotados, oprimidos, marginados o simplemente diferentes y alternativos al sistema hegemnico. Esta definicin caracteriza lo popular en cuanto carencias: a partir de las diferentes formas de subordinacin de las grandes mayoras y de las minoras excluidas de una participacin plena y efectiva, ya sea en lo social, lo econmico, lo cultural o lo poltico. En el mismo sentido se han expresado los sectores indgenas del pas (FEPE, 1990) cuando sealan que las manifestaciones culturales que provienen de los sectores populares y de las nacionalidades, han sido subestimadas por los sectores hegemnicos de la sociedad. Si acudimos al registro histrico provincial, podemos observar que en Chimborazo, hasta muy entrados los aos 60s del siglo XX, la estructura social presentaba una drstica clasificacin entre indios, mestizos y blancos, divisin que obedeca a una serie de procesos vividos en este espacio territorial. Hasta esa poca las fronteras intertnicas, para utilizar el concepto de Fredrik Barth (1976), eran imposibles de cruzar. La heterogeneidad social mostraba una drstica jerarquizacin que podra graficarse en forma de pirmide, en donde una minora autoconsiderada blanca ocupaba el segmento superior, aunque con pocos miembros, el intermedio de la pirmide estaba ocupado por una poblacin mestiza (a momentos quizs blanco-mestiza), con un numeroso grupo de personas, y la base de la pirmide era ocupada por una masa de indgenas, desposeda de cualquier poder y subordinada de hecho y de derecho por los otros grupos sociales. Nos es indispensable mencionar esta tradicional tipologa social mantenida en la provincia, puesto que, a travs de ella, y de todos los cambios, vicisitudes y matices que ha ido adquiriendo en su devenir histrico, nos va a permitir analizar el fenmeno de la Cultura Popular con mayor propiedad, profundizando en las especificidades que le caracterizan, y le

Como se podr apreciar de forma clara en el captulo relativo a la historia provincial, en Chimborazo desde pocas histricas se reinvindicaban sentimientos de nobleza (cuyos fundamentos no han sido nunca aclarados), por parte de ciertos sectores de la poblacin, y esta tradicional forma de mirar al mundo, pona en entredicho la existencia e importancia de una Cultura Popular.

2

dan un carcter de nica, ya que, el contenido de las expresiones culturales est inexorablemente ligado al problema de la etnicidad, as como al de la dinmica social. Cuando hacemos alusin a cualquier manifestacin de naturaleza cultural, necesariamente debemos referirnos a un (unos) grupo (s) humano (s) en particular, el mismo que va a ser no solo el depositario de tradiciones de orden cultural, sino el verdadero hacedor consciente de esas manifestaciones en su cotidianidad y a travs de su prctica diaria. Dicindolo de otro modo, no hay cultura, en cualquiera de sus acepciones, sino encontramos como contraparte a un grupo humano que sea el portaestandarte de esas prcticas culturales. En este sentido la Cultura Popular no podra ser una excepcin, ella se deber anclar en un segmento social que la sustente y la proyecte histricamente. Si retomamos la estructura social tradicional de Chimborazo, podramos destacar que el grupo de mestizos era el conglomerado social ms opcionado para ser el portador de los contenidos de la Cultura Popular, ya que es en l donde histricamente se ha producido un proceso de construccin y recreacin de significados que no solamente han sustentado dicha expresin cultural, sino que le ha dotado de nuevos contenidos. Esos segmentos sociales fueron los que han vivido ms activamente la parte performativa de la Cultura Popular. An ms, si damos una mirada panormica y retrospectiva a lo ocurrido en las provincias centrales de la serrana ecuatoriana, las manifestaciones de la Cultura Popular se han producido y madurado en ese segmento social, a travs de una serie de sincretismos y prestaciones de carcter cultural que se operaron, al interior de dichos grupos. En este sentido Chimborazo no poda ser una excepcin, y esa tendencia en algn momento estuvo vigente en esta provincia. La nota distintiva, y que le da un carcter especial a la provincia de Chimborazo, en cuanto a las manifestaciones de la Cultura Popular, se configura a partir de una serie de cambios estructurales que se van dando en el mbito provincial, hechos que van a dar un giro muy significativo en relacin con los actores primados de esta expresin cultural. Concretamente, con la agresiva presencia del capitalismo en el agro, el rgimen cuasi feudal que desde antao haba vivido Chimborazo se ve seriamente afectado, por cuanto surgen nuevas reglas del juego, las mismas que van a cambiar la naturaleza de las relaciones entre los distintos segmentos sociales. No es que esta coyuntura por ella misma haya mejorado las condiciones en las cuales los distintos actores sociales se ponan en contacto, sino que, a la supresin de las formas precarias de produccin (precapitalistas), y el advenimiento del dinero como medio nico de transaccin, las relaciones de servidumbre terminan y la otrora monoltica jerarqua social

comenz a permitir a que los distintos conglomerados sociales puedan, de algn modo, entrar en una distinta modalidad de relacin. Una de las consecuencias del fenmeno mencionado fue la disolucin del sistema hacendatario que cambi las condiciones estructurales bajo las cuales haba venido viviendo la provincia, lo que coloc al indgena en un verdadero proceso de transicin en su periplo a incorporarse de modo total a la produccin capitalista. Por este motivo, la situacin de contraste y/o confrontacin, tpica del escenario chimboracense, ha cambiado su modalidad, al transformarse, precisamente, las relaciones de produccin antao existentes, lo cual, a su vez motiv nuevos procesos de naturaleza cultural (Vallejo, 1998). Por otro lado, el advenimiento y vigencia de una organizacin poltica indgena con gran poder de movilizacin, tiene el gran efecto de reducir la invisibilidad a la que haba estado sometido este grupo social, desde pocas de la colonia, y los primeros aos de la repblica. Insistimos en este trmino (invisibilizacin), por cuanto este conglomerado social siempre estuvo all, aunque nunca fue tomado en cuenta. Un tercer elemento digno de tomarse en cuenta, y que tambin va a tener un efecto muy significativo dentro del fenmeno de la Cultura Popular, es la nueva organizacin socio productiva que va emergiendo, la cual se consolida por la presin que ejercen paulatinamente los grupos indgenas en su proceso de recuperacin de tierras, que para ellos significa mucho ms que ello, y se convierte en el punto de encuentro de su identidad como indios y como campesinos (Quintero y Silva, 1995: 119). Otro factor digno de considerarse es el advenimiento de ciertos elementos de modernidad, que aunque en forma tmida, s llegaron a Chimborazo, modernidad que debera ser entendida en el sentido que lo usa Kingman (1992: 47, citando a Garca Canclini, 1989: 92): ...modernidad que debe asumirse ms bien como una fronterizacin del mundo actual, como asimilacin de cdigos culturales diversos (y en mucho contradictorios): el cruce de repertorios mltiples y la utilizacin obligada de vas de comunicacin heterogneas. Finalmente, el gran impacto de la migracin tanto indgena como blanco mestiza, ya sea hacia el exterior o dentro de la propia repblica, representar un cambio sustancial en la creacin y recreacin de la Cultura Popular. Con todas esas dinmicas y procesos que se van viviendo, Chimborazo aparece como un escenario en donde la antigua y tradicional estructura social y cultural se ve afectada de forma directa, y, aquel grupo de mestizos hacedores y depositarios casi exclusivos de la Cultura Popular, dejan de serlo, ya que se han operado una serie de transformaciones. Los indgenas, a

travs del proceso de cholificacin3 pugnan, y varias veces lo consiguen pasar a ser mestizos. Algunos mestizos pudieron dar el paso hacia el estadio social superior y fungen de blancos, transmutacin de estatus que es vivida obviamente ms al interior de su imaginario que en la realidad misma, ya que el tratamiento discriminatorio que estos segmentos sociales sufren por parte del mismo grupo blanco, se manifiesta en cualquier momento, y en una multiplicidad de contextos; otros, especialmente por razones de naturaleza econmica, se mantuvieron como mestizos e inclusive se desclasaron. Las lites terratenientes abandonaron la provincia y migraron a las grandes ciudades del pas en donde invirtieron el dinero de la venta de sus haciendas en actividades no agrcolas; los mestizos urbanos por las cclicas crisis econmicas que ha vivido el pas, se han empobrecido de forma notoria. Como consecuencia de todos estos procesos, los contenidos de la Cultura Popular han sido apropiados y resignificados por otros actores sociales, producindose una serie de intercambios culturales (a nivel de contenidos) que han alterado por completo la anterior estructura sociocultural provincial. Manuel Espinosa (n/d: 28), en una visin panormica del pas respecto de este proceso nos comenta: ... los elementos culturales hispnicos adoptados [por las clases subalternas], son en su mayora apropiados antes que impuestos, especialmente cuando la hispanizacin se asume como estrategia de ascenso social. Esta apropiacin se lleva a efecto gracias a una serie de acciones y maniobras que burlan las prescripciones coloniales y los mecanismos discriminatorios. La fiesta de carnaval es un ejemplo muy ilustrativo de lo que venimos diciendo4. La matriz de esta festividad es de origen europeo, e histricamente fue acogida fundamentalmente por un grupo mestizo que lo hizo suya. Actualmente es La Fiesta, la celebracin ms emblemtica del mundo indgena de Chimborazo, con sus originalidades, prestaciones, readecuaciones, etc. Aunque de forma distinta, el carnaval sigue siendo tambin celebrada por la poblacin mestiza, bajo distintas modalidades, desde el juego con agua, como un acto fundamentalmente ldico, llevado a cabo en la ciudad de Riobamba y otras cabeceras cantonales, hasta ciertas manifestaciones de carcter ritual, con contenidos que denotan una mezcla de cierta tradicionalidad, con curiosas innovaciones contemporneas, como el celebrado en la poblacin de Guamote.

Por proceso de cholificacin entendemos una etapa dentro del paso de transformacin tnica de los indgenas hacia la categora blanco mestiza. Generalmente l est dado por una mejora en su condicin econmica. Si transita exitosamente por este nuevo estadio dentro de la estructura social, probablemente, en una segunda generacin, ya sea considerado como mestizo. En este punto bien valdra la pena mencionar la tipologa social descrita por Burgos (1970: 59): En general se presentan solamente dos grupos tnicos definidos [en Chimborazo]: el grupo indio y el grupo mestizo o no indio, aunque este ltimo se subdivide en los tipos cholo, chagra y mestizo de la ciudad. 4 En el captulo correspondiente se har un anlisis exhaustivo respecto de este acontecimiento festivo de gran trascendencia en el mbito provincial.

3

El caso contrario tambin se ha operado, es decir, sectores mestizos han asumido lineamientos y contenidos culturales que algn momento pudieron haber sido diagnsticos del mundo indgena, como bien lo seala Espinosa (n/d: 77): En rigor, los elementos de la cosmovisin mestiza constituyen una versin matizada de los elementos de la cosmovisin quichua, pues ambas comunidades comparten las mismas concepciones centrales. Debido a la incidencia de vivencias histricas comunes. Y en otro momento (Ibid: 109) seala: Si se tiene en cuenta que en Indoamrica las poblaciones mestizas se han originado por continuos desprendimientos de la poblacin indgena, no resultara extrao constatar que en el caso de la comunidad mestiza ecuatoriana, sus principales tradiciones culturales son compartidas por el grupo indgena quichua del cual proceden la mayora de sus integrantes.... Lo mencionado a propsito del carnaval solo representa un ejemplo del proceso que se vive actualmente y que muy bien podra ser ampliado, ya que esa es la tendencia. Lo que deseamos destacar es la inconveniencia y manifiesta imposibilidad de asignar a un solo conglomerado social el ser depositario de las prcticas de la Cultura Popular, ya que hay un constante ir y venir de contenidos, apropiaciones y resignificaciones entre los diversos grupos sociales que constituyen la trama social de la provincia de Chimborazo. Otro elemento digno de destacarse en la provincia de Chimborazo, en relacin con el tema que venimos tratando, es el relativo al desplazamiento espacial que la cultura va teniendo, fenmeno que dice relacin al proceso de recuperacin del territorio por parte de los indgenas. En este sentido la formacin pueblo5 es el ejemplo ms destacado de esta situacin. En l se han reubicado los indgenas, pero en su viaje de retorno, a nivel cultural, han amalgamado en similares trminos [trminos culturales], sus races vernculas puruhaes6, con los contenidos emblemticos de la cultura mestiza, dando como resultado que estos sitios en donde ellos se han reasentado, se constituyan en verdaderos centros en donde se vive una nueva Cultura Popular, la misma que ha sido acuada a travs de una serie de intercambios y prestaciones recprocas con otros grupos sociales y otros contenidos culturales. Precisamente, es en estos lugares en donde, en los actuales momentos, podemos encontrar manifestaciones de CulturaCuando hablamos de la formacin pueblo, hacemos alusin fundamentalmente a las cabeceras parroquiales a donde han regresado los indgenas, ya sea porque han ejercido presin por esas tierras frente a un conglomerado mestizo absolutamente depauperado, o porque este ltimo ha salido de dichas jurisdicciones a travs del fenmeno de la migracin. Es tan fuerte este fenmeno en Chimborazo, que varios de los gobiernos locales gestionados por los indgenas, precisamente, se han dado en estos espacios. 6 La nocin de una identidad Puruh est en el imaginario de amplios sectores indgenas, pero ms bien como un referente ideolgico que como un conocimiento de su significado particular. Es una expresin que se la repite con bastante frecuencia, pero a la cual no sigue una internalizacin clara y precisa de su contenido e implicaciones. Desde este punto de vista, coincidimos con lo que manifiesta Aguil (1978: 192) con relacin al tema: El Puruh tiene un dficit radical de conciencia de su propia identidad como grupo tnico o clase social explotada.5

Popular ms significativas, por cuanto ambas matrices culturales, activamente y con contenidos explcitos, han aportado a su constitucin. Insistentemente nos hemos referido al proceso migratorio que se ha presentado en la provincia. En este xodo humano, el grupo mestizo es el que ha aportado con ms elementos. No es que los indgenas no hayan migrado (nos estamos refiriendo a la migracin internacional, fundamentalmente), sino que su migracin ha sido de menor intensidad. Los que quedaron recogieron la posta de la Cultura Popular, a la que le adicionaron una serie de elementos, pero tambin le restaron otros. En este sentido, el proceso migratorio cre vacos y desencuentros. Vacos en el sentido que se produjeron rupturas de las matrices originales de estas manifestaciones culturales, y desencuentros en el sentido que varias generaciones, especialmente de jvenes, sufrieron el desarraigo cultural que en palabras del gran poeta Cubano Nicols Guilln les convierte en socios sin sociedad7, en el sentido que si bien su membresa social est ligada a un pueblo o a una localidad determinada, sus manifestaciones culturales nada tiene que ver con ella8. La migracin, como ya qued dicho, ha sido un fenmeno de gran trascendencia en el mbito provincial, y ella a abierto una serie de interrogantes an no resueltos. En este sentido Carola Lentz (1985: 215) hace una interesante observacin: ...Sin embargo, la relacin entre migracin y etnicidad lanzara la hiptesis de que la migracin lleva a una redefinicin e incluso reforzamiento de la diferencia cultural antes que una aculturacin, es tan importante y a la vez compleja, que merece un tratamiento ms detallado. De nuestra experiencia en la provincia, estaramos inclinados a pensar que el proceso migratorio ha producido los dos efectos: por un lado, ha servido de plataforma de lanzamiento de un proceso aculturativo en el cual la nica referencia demarcatoria es el factor econmico, perdindose el inters y la importancia por seguir marcando las barreras culturales, pero, por otro, ha servido para reforzar la diferencia cultural entre los distintos colectivos sociales que interactan en Chimborazo, ya que la migracin alinea a sus actores alrededor de la etnicidad y, concomitantemente, refuerza las especificidades y membresas culturales. En uno y otro caso, la direccionalidad que haya

Nicols Guilln trataba de ilustrar la condicin de varios ciudadanos de Puerto Rico quienes haban perdido los lazos con su patria de origen, y, al mismo tiempo, no eran aceptados como norteamericanos, quedando en una situacin de verdaderos parias culturales. 8 Desde el punto de vista de la investigacin fue muy interesante el observar en la poblacin de Guasuntos, cantn Alaus, como, a propsito de sus fiestas patronales (San Luis Rey de Francia), una gran cantidad de jvenes que residen en los Estados Unidos haban regresado al pueblo, pero al mismo tiempo se viva la paradoja que ellos hacan uso de los ms grotescos estereotipos de la cultura norteamericana. Era obvio concluir que el proceso migratorio en estos conglomerados sociales, en trminos de contenidos culturales, haban tenido efectos devastadores.

7

tomado el fenmeno analizado tendr una profunda incidencia a nivel de los contenidos de la Cultura Popular. Por todos los procesos sealados, se puede observar que el escenario que ofrece la provincia de Chimborazo, en trmino de manifestaciones culturales, es ciertamente paradjico, ya que, y como tendencia general, los blancos voluntariamente salieron de la provincia con su cultura y sus bienes materiales. Los mestizos migraron forzados por las circunstancias econmicas, y los que quedaron siguen viviendo un proceso galopante de pauperizacin, no obstante ello, continan manteniendo conductas dominadoras frente a los indgenas, aunque la parte material de sus manifestaciones culturales est en serio retroceso. Los indgenas tambin migraron, pero algunos de ellos, precisamente gracias al envo de remesas de dinero a sus familiares, han ido adquiriendo una capacidad econmica que anteriormente no tuvieron, y reivindican con xito prcticas culturales que antao les fueron negadas, precisamente por su condicin de indgenas, no nos olvidemos que en Chimborazo, quizs de forma ms notoria que en otros sitios, las manifestaciones de naturaleza cultural estuvieron signadas por una difcil relacin de grupos hegemnicos frente a grupos subalternos, aunque, y siguiendo el pensamiento de Escobar (2002: 4), que es plenamente aplicable a la realidad de Chimborazo: lo subordinado puede oponerse a lo hegemnico tanto como apropiarse de sus smbolos, cruzar terrenos suyos y compartir con l formas y conceptos. En todo este proceso de encuentros y desencuentros de naturaleza social y cultural, se han generado otro tipo de dinmicas que complejizan de forma singular el tema de la Cultura Popular en Chimborazo9. Como hemos venido analizando a lo largo de esta introduccin, el camino que le ha tocado recorrer a la Cultura Popular, por todos los procesos reseados, ha sido largo y complejo, no obstante eso, es una realidad con la que todava se cuenta a nivel provincial. Por otro lado, esta manifestacin cultural ha servido de base para que en torno suyo se construyan, se mantengan, o se modifiquen identidades socio culturales10. Como bien lo manifiesta Pujadas (1993: 2,9

Dentro de estos problemas necesariamente deberemos mencionar a los rescatadores culturales quienes a nivel oficial, o de motu propio, han emprendido una verdadera cruzada encaminada a dotar de contenidos culturales, que desde su punto de vista son importantes, a ciertos conglomerados sociales, en contextos en los cuales dichas prcticas nada tienen que ver con una tradicin cultural que se pretende rescatar, dando como resultado verdaderos engendros culturales, de dudoso contenido, y de nefastas derivaciones. Para solo mencionar un ejemplo, se nos invit a una comunidad en el sector de Flores (Puchaguayavn), en donde una ONG trabajaba, a la celebracin del carnaval, fiesta emblemtica y de gran importancia simblica y ritual, a nivel campesino. Con profundo desagrado fuimos testigos que en el programa de fiestas se daba todo tipo de actividades, desde campeonato de ftbol hasta presentacin de danzantes trados de Quito, pero los rescatadores ni se haban enterado que en esa fecha se celebraba el entierro de taita carnaval, hecho que obviamente no fue contemplado dentro del programa. 10 Ivette Vallejo (1998), asigna un papel importante a la Iglesia catlica, en la lnea de la teora de la liberacin, as como a las iglesias protestantes, dentro del proceso de construccin de nuevas identidades. El tema es interesante y polmico, pero sale de nuestro inters particular.

citado en Vallejo, 1998: 486): debemos entender a la identidad como el resultado de la objetivacin y de la autoconciencia de los grupos humanos en situacin de contraste y/o confrontacin con otros grupos, y de sus diferencias socio-culturales. La realidad provincial en esta materia es que existe un alineamiento de varios conglomerados sociales con los contenidos explcitos de la Cultura Popular, y este proceso de identificacin se ha convertido en un soporte de mltiples y heterogneas identidades, en donde las dicotomas tradicionalmoderno; subordinado-hegemnico; rural-urbano; indio-mestizo; rico-pobre, han sido largamente superadas por la naturaleza de los hechos y la praxis de sus mltiples actores, consideradas en una dimensin diacrnica y sincrnica. Solamente en este amplio espectro de acontecimientos es que podramos entender el fenmeno de la Cultura Popular en la provincia de Chimborazo.

2. CARACTERIZACIN ECOLGICA PROVINCIAL Y CRITERIOS DE ZONIFICACIN SOCIOCULTURAL 2.1. Caractersticas socio geogrficas generales Un territorio como el de la provincia del Chimborazo (y en general, cualquiera que ste sea), no puede desligarse de las formas culturales de vida que en l se gestan. Su existencia como entorno fsico habitado por grupos humanos, hace de l un espacio al que se dota de una identidad, asociada a su vez a los usos, desarrollo econmico y evolucin cultural de sus respectivos habitantes. No obstante, todas estas variables requieren de un escenario para poder materializarse como producciones humanas. De aqu la necesidad de realizar una caracterizacin del entorno geofsico y sociocultural dentro del cual desarrollamos la presente investigacin. Tal caracterizacin responde a la necesidad que tuvimos desde un principio, de abordar el tema general de la Cultura Popular, no desde la perspectiva del investigador solamente, sino acogiendo la realidad que se nos ofreca a la vista y cuyas particularidades nos era preciso tratar, es por ello que hemos recurrido a la zonificacin del espacio fsico, mas bien como un recurso didctico que nos permita una ubicacin contextual de los fenmenos socioculturales que se ofrecen a lo largo de este trabajo, asumiendo que esta divisin zonal es primero una propuesta antes que un axioma que deseche las posibilidades futuras de perfectibilidad. Por otro lado, al constatar una vez ms como las divisiones geopolticas oficiales rara vez acogen las realidades socioculturales del territorio que delimitan (Naranjo, 2002), hemos priorizado a estas ltimas con el fin de hacer emerger a los actores sociales, quienes resultan ser los portadores, constructores y transmisores de lo que aqu entendemos por Cultura Popular. Cabe resaltar, que al hacer referencia a estos actores dentro del contexto de la provincia de Chimborazo, nos posicionamos enseguida en un escenario en el que la diversidad social, econmica, productiva y el intercambio cultural son una constante de vida. Quienes hacen posible tal realidad habitan una provincia cuyo territorio tiene una extensin de 7.743 kilmetros cuadrados y que se encuentra situada en la parte central de la Sierra ecuatoriana, formando un rectngulo casi perfecto. Chimborazo limita al norte con la provincia de Tungurahua, al sur con la provincia de Caar, al este con la provincia de Morona Santiago y al Oeste con la provincia de Bolvar y una parte de la del Guayas (Romero, 1980).

Segn los resultados preliminares del VI Censo de Poblacin y V de Vivienda del ao 2001, Chimborazo tiene aproximadamente 403.000 habitantes, agrupados segn la divisin poltica oficial en 10 cantones: Guano, Penipe, Riobamba, Chambo, Colta, Guamote, Pallatanga, Cumand, Alaus y Chunchi. La diversidad tnica en estos cantones es manifiesta y se sabe que de acuerdo a las estimaciones de CODENPE / SIISE, en 1995 el 37% de la poblacin provincial era indgena y habitaba principalmente los cantones de Guamote, Colta, Riobamba y Alaus, en porcentajes que fluctuaban entre el 59% y 95%11 (Consejo Provincial de Chimborazo, 2002: 9). Pero no solamente la poblacin es marcadamente diversa, sino tambin el contexto fsico en general, que posee una variedad de altitudes y climas a los cuales se encuentran adaptados los habitantes chimboracenses. La variedad climatolgica y productiva de esta provincia tiene como principal modificador al sistema orogrfico en el que se encuentra ubicada12. Al ser una provincia de potencial eminentemente agrcola, las diversas altitudes de su suelo, que van desde los 300 m.s.n.m. hasta las alturas de las montaas andinas que superan los 5 y 6 mil metros, nos ofrecen una gran variedad de sistemas ecolgicos y microclimas13 (Romero, 1994), como lo veremos a continuacin. a. Zona de los pramos andinos Constituye un piso bitico altitudinal comprendido entre los 3.000 a 4.000 metros de altura; esta zona se halla sobre los lomos de los Nudos de Sanancajas - Igualata, al Norte; el Nudo del Azuay, al Sur; la Cordillera Occidental, al Oeste; y la Cordillera Central, al Este. La temperatura media anual de esta zona oscila entre los 11 y 6 grados centgrados, pudiendo llegar en ocasiones a los 0 grados; su topografa es sumamente irregular y presenta reas onduladas y planas limitadas por fuertes pendientes. Segn la clasificacin de Koppen esta zona presenta el subsistema climtico denominado pastizal de pramo. La pluviosidad de esta zona oscila entre 1.000 y 2.000 mm. Se puede considerar la presencia de dos estaciones lluviosas: una larga y principal y otra corta o secundaria, e igualmente una seca larga y otra seca corta. A esta altura la vegetacin es escasa; hay pajonales, pastos naturales y algunosDebido a factores modificadores como la migracin hacia el interior y hacia el extranjero, estos datos deben haberse modificado. Por desgracia no se cuenta con un estudio actualizado que d cuenta de este tipo de cambios en la provincia del Chimborazo. 12 Chimborazo se encuentra conformada por las hoyas de Riobamba y Alaus. A juzgar por su ecologa caracterstica, son las hoyas que ms perfectamente corresponden al modelo tpico de la depresin encuadrada por dos cordilleras laterales y dos nudos que las entrelazan (Burgos, 1971: 27). 13 En el anexo N 1 al final de esta obra ofrecemos informacin de carcter tcnico acerca de los diversos climas de la provincia.11

animales de monte. No obstante, como veremos ms adelante, algunas comunidades indgenas fueron empujadas hacia estos niveles de altitud, generando estrategias que les permitieran sobrevivir an en estas difciles condiciones. En la actualidad, se procura aprovechar el paisaje de altura con fines tursticos, iniciativa que se ha desarrollado en forma incipiente y que se encuentra a la espera de inversiones que la apoyen (Ibid, 1980). b. Zona de las praderas andinas La altura de esta zona est comprendida entre los 2.500 y 3.000 metros de altura. En Chimborazo esta zona se encuentra localizada en los altiplanos que se yerguen entre la Costa y el Oriente, pero sin colindar directamente con estas dos regiones, ya que lo hace por medio de las brechas formadas por los ros Chambo, que rompe la Cordillera Central, y el Chanchn, que se abre paso por la Cordillera Occidental. Es una zona que ocupa reas de gradientes muy pronunciadas, debido a que da comienzo en el descenso de los pramos y avanza hasta los valles que encierran las Hoyas del Chambo y del Chanchn. Conforme a la clasificacin de Koppen el subtipo climtico corresponde al Templado, lluvioso, con estacin seca y verano fro. La temperatura oscila entre los 6 y 18 grados, con una pluviosidad anual que va desde los 1.000 a los 1.500 mm. Presenta una estacin seca, una estacin lluviosa principal y una estacin lluviosa secundaria. Aproximadamente el 50% de la poblacin de la provincia se encuentra ubicada en esta zona, en la que los cultivos principales corresponden a cereales como maz, trigo y cebada. Adems se produce tubrculos, hortalizas y legumbres. En la actualidad la actividad agrcola se encuentra seriamente afectada por dos procesos: el primero tiene que ver con el uso del suelo, caracterizado por la prdida de especies nativas, la deforestacin y el aumento del nmero de minifundios, lo que genera expansin continua de la frontera agrcola. Al ser una de las zonas de la provincia ms intensamente cultivadas, mediante prcticas poco adecuadas, efectuadas inclusive en laderas, junto a los defectuosos sistemas de riego, se ha producido el desgaste acelerado y an la prdida de la capa vegetal, originndose a consecuencia de esto, profundas, amplias y extensas crcavas. El segundo proceso que ha afectado gravemente al desarrollo agrcola de la zona que fue el granero del Ecuador, es la agudizacin de la migracin de los campesinos, tanto a las zonas urbanas, como hacia el extranjero, provocndose un decrecimiento poblacional acelerado que ha afectado, entre otros campos, al de la produccin agrcola (Romero, 1980; Consejo Provincial de Chimborazo, 2002).

c. Zona seca y baja interandina Los lmites altitudinales de esta zona son variables y oscilan entre los 1.500 y 2.800 metros de altura, por lo que comparte ciertas caractersticas con la zona anterior, ya que comprende la porcin central seca de las dos hoyas de la provincia. Segn la clasificacin de Koppen, en esta rea tenemos diversidad de climas que corresponden a las denominaciones de Estepa Caliente, Sabana Tropical y Estepa Fresca, las mismas que guardan relacin con la temperatura media anual de cada seccin que oscila entre los 17 y 25 grados centgrados. La precipitacin anual vara entre los 300 y 700 mm. anuales. Dentro de esta rea se encuentran los valles de Pallatanga y Cumand, La Isla y la zona de Huigra y Bucay en el trayecto de la lnea frrea. En estos sitios se puede apreciar todava la gran influencia que tuvo el ferrocarril en la poca de su apogeo, no solamente como medio de intercambio comercial, sino como portador de una serie de insumos culturales que se fueron intercambiando entre la Sierra y la Costa, como veremos en varios de los captulos de esta obra. En cuanto a la produccin, en esta zona se dio con mucha intensidad el cultivo del tomate, adems de otros productos de clima costeo tales como frutas variadas, entre las que destacan la naranja, mandarina, papaya, pltano, adems del caf, yuca, camote y caa de azcar. En estos lugares, adems, se cultivan como sitio privilegiado productos de la sierra como papas, maz y frjol. Parte de la zona tambin se dedica a actividades ganaderas (Romero, 1980). d. Zona de los declives externos de la Cordillera de los Andes Esta zona est constituida por las dos fajas comprendidas entre los 1.000 y 3.000 metros de altura, que no tienen uniformidad ni continuidad, pues estn interrumpidas por las abras y fisuras que dan paso a los ros Chambo y Chanchn en su direccin hacia el Oriente y la Costa, respectivamente. Esta rea estara considerada dentro de un tipo climtico Mesotrmico, con perodos hmedos y secos, establecindose su temperatura media anual, entre los 12 y 22 grados centgrados. La topografa en esta zona es una de las ms irregulares por razn de la estructura muy compleja de los dos ramales andinos, no obstante, por tratarse de una zona que corre paralela a las dos anteriores, comparte con ellas ciertas caractersticas a nivel de suelos con la diferencia de que esta rea correspondera a los suelos turbosos de bosque, procurndose en la actualidad, crear una cadena de reforestacin que ayude a completar el crculo natural de tipos de suelo, que complementaran y coadyuvaran a mejorar y recuperar la fertilidad de los suelos de las dos zonas anteriores (Ibid).

En cuanto a sus caractersticas orogrficas, la provincia del Chimborazo es conocida y reconocida por sus habitantes como la regin de las cumbres andinas. Al encontrarse cruzada de lleno por la Cordillera de los Andes, este lugar es prolfico en cuanto a la presencia de cumbres elevadas, como lo vemos en el siguiente cuadro (Romero, 1980: 400-461):PRINCIPALES ELEVACIONES DE LA PROVINCIA DE CHIMBORAZO Cordillera oriental Cordillera Central Cordillera Occidental Quilimas: 4.719 metros Altar: 5.319 metros Sangay: 5.323 metros Cubilln: 4.455 metros. Quilmas: 4.711 metros Toldo: 4.412 metros Chimborazo: 6.310 metros. Carihuairazo: 4.990 metros

Adems de estas grandes elevaciones, encontramos otros cerros dispersos por casi toda la provincia, como los Yaruques, donde est localizado el cerro de Cacha y cuya parte ms elevada se llama Chuyug. El cerro de Cacha se extiende en direccin de Oeste a Este y termina en las faldas del cerro Tulabuc, situado entre las parroquias de Licto y Punn, esta ltima visitada por cientficos y turistas de diversas partes del extranjero. Este complejo sistema orogrfico tiene adems profundas races histricas y simblicas, pues muchos de estos montes fueron en tiempos preincaicos considerados como deidades sagradas protectoras. Por otro lado, la antropologa ha develado como los pobladores andinos han conjugado a los montes con su cosmovisin y modo de vida, haciendo de estas ltimas, fuente de diversas prestaciones culturales, como veremos a lo largo de este trabajo. Complementando las caractersticas geofsicas de esta provincia, tenemos los sistemas hidrogrfico y lacustre. En cuanto al primero, se puede decir que se caracteriza por dos redes principales: la del Ro Chambo y la del Ro Chanchn. El Chambo conforma un ramal fluvial que nace en la Cordillera Central y que tiene como afluentes a los ros Guamote, Columbe, Pulucate, Chipu, Chibunga, Guano, Puela y ro Blanco, adems de otros afluentes secundarios como el ro Alao, el ro Pungal y el ro Quimiag. Robustecido as su caudal, el Chambo se une al ro Patate y avanza hasta el Oriente para formar el Pastaza, ro que desemboca en el Amazonas (Ibid). El ro Chanchn, en cambio, corre paralelo y forma el principal sistema hidrogrfico de la hoya del mismo nombre, que se encuentra al Sur de la Provincia. Cabe advertir previamente que los ros de esta zona toman el nombre de los lugares donde recorren, as: el ro Alaus, nace en los

pramos de Atapo y toma ms adelante el nombre de Chanchn, el que aumenta su caudal con los siguientes afluentes: el Zula, que luego toma el nombre de Achupallas y desemboca en el Chanchn con el nombre de ro Guasuntos; el ro Sibambe, los ros Guabalcn, Guataxi, Socarte y Chunchi. Todos estos afluentes forman el Chanchn, que desemboca en el Chimbo, ro que va hacia el Yaguachi, el cual es uno de los principales afluentes del Guayas14 (Ibid). Otra caracterstica geogrfica de esta provincia es la presencia de lagunas, entre las cuales citamos a la de Colay Cocha, la laguna de Colta, las lagunas de Roncn y las de Pisbahuia, Mactalln, Yana Cocha, Verde Cocha, Mangn, Zuac y el sistema lacustre de Ozogoche (Ibid). Cabe mencionar, que adems del magnfico aporte que estas lagunas prestan al paisaje, muchas de ellas procuran alternativas econmicas a sus habitantes, que como en el caso de Colta, aprovechan de los totorales, o como ocurre en Ozogoche, posibilitan fomentar sistemas alternativos como el de la cra de truchas, entre otros. Por otro lado, la mayora de estas lagunas remiten sus orgenes a tiempos mticos conservados por la tradicin oral, como tendremos oportunidad de abordar en el captulo correspondiente. Como hemos podido observar, a lo largo de este breve recorrido por el entorno fsico de la provincia del Chimborazo, cada uno de los lugares en donde posamos nuestros ojos, nos remiten a una serie de procesos vividos en forma particular por los distintos grupos humanos distribuidos en las distintas zonas productivas y climatolgicas. Al estar nuestro principal objetivo ligado con la produccin de la Cultura Popular, se nos hace necesario tambin ofrecer una caracterizacin sociocultural, que nos permita asociar los insumos aportados por la geografa, historia y economa con la realidad observada en estos pueblos, como lo veremos a continuacin. [Foto N 50: Laguna de Colta en las estribaciones cordilleranas] 2.2. Criterios de zonificacin sociocultural Como lo expusimos al inicio de este captulo, la zonificacin que aqu ofrecemos responde a una necesidad metodolgica de cara al anlisis. Se trata de una propuesta, y, en ese sentido no podr ser tomada como una suerte de imposicin de criterios. Es fundamental destacar que en una investigacin como sta, es menester dar a conocer la realidad acerca de la manera en que

14

Como podemos observar, el origen de estos ros localizado en los Andes y sus recorridos, comprometen un sentido simblico que ha sido traducido en el Escudo Nacional de la Repblica del Ecuador, en donde se observa al ro Guayas nacer del mismo Chimborazo, lo que representara los lazos de hermandad entre dos regiones, unidas por los conos cvicos antes que por las realidades que el movimiento identitario de la cultura evidencian.

los actores sociales viven la divisin del territorio en el que habitan, no solamente desde un punto de vista oficial o poltico, sino simblico e histrico. A primera vista, Chimborazo se nos presenta como una dicotoma entre lo rural y lo urbano; entre lo indgena y mestizo. No obstante, este enfoque binario nos resulta insuficiente a la hora de enfrentarnos a la morfologa de intercambios constantes que se viven en esta provincia. Nada evidencia mejor este fenmeno que las distintas ruralidades y urbanidades que materializan lo hasta aqu expresado. En este sentido, nos toca dar cuenta de un fenmeno que se extiende por casi todas las reas de la provincia y que se caracteriza por la adquisicin de bienes inmuebles en las cabeceras cantonales por parte de familias indgenas que ahora tienen acceso a los mismos, debido al dinero enviado por sus familiares que han migrado, en su mayora, al exterior. De esta forma, lo que antes fuera un conjunto espacial simblico de quien susceptible de ser habitado por la minora tnica dominante, es ahora patrimonio tenga el dinero para acceder a l, en este caso, las familias de los migrantes. Tal fenmeno hace que estos pueblos tomen una nueva forma, no solamente fsica, sino tambin cultural15, debido a los usos y costumbres que sus nuevos habitantes traen consigo. Sin embargo, se da tambin el caso de que los nuevos dueos de estos inmuebles, prefieran continuar llevando su vida cotidiana de la misma manera, es decir, en el campo, en cuyo caso la nueva casa adquirida se mantiene cerrada, siendo visitada con regularidad por sus nuevos dueos, con el fin de darle algn mantenimiento. Como podemos observar, la realidad del Chimborazo vuelve complejo un intento de caracterizacin, debido a que la variable de intercambios culturales prima sobre cualquier criterio de agrupacin homogeneizadora16. Sin embargo, esta intensa movilidad de la cultura en Chimborazo no oculta algunas constantes que, sobre todo a nivel identitario, nos permite reconocer ciertas estrategias en torno a las cuales los actores sociales se agrupan con el fin de construir un piso slido sobre el que desenvolvern su cotidianidad e intereses, los mismos que se conjugan dentro de una abigarrada mixtura y de un terreno que, como veremos, desborda los lmites impuestos por el juego de la poltica oficial.Esta manifestacin de movilidad social no solamente se evidencia dentro de las zonas rurales, sino tambin en las urbanas. En Riobamba, por ejemplo se sabe que las comunidades procuran comprar terrenos o casas muy cercanas entre s o en el mismo barrio. De esta manera, se traslada a la urbe la nocin de comunidad y las formas de vida a ella asociadas. 16 Para clarificar este punto de referencia, remitimos al lector a la Introduccin de esta obra, en donde se desarrolla esta propuesta de forma ms extensa.15

2.2.1. Zona de adscripcin mestiza: norte de Chimborazo Corresponde a los cantones de Guano, Penipe, Riobamba y Chambo. Estas reas se presentan a nuestros ojos como copartcipes de una dinmica histrica que afianz un modo de relacin vertical evidente, entre una faccin dominadora, compuesta generalmente por mestizos hacendados y sus familias, y otra que sufri la dominacin: los indgenas17. Otra constante apreciable es el mantenimiento de las fronteras fsicas y simblicas entre el grupo de dominadores y el de los dominados, estos ltimos siempre empujados hacia las zonas de altura y de menor productividad. De esta manera, en las tierras de las haciendas, debido a sus condiciones de suelo, regado, clima, etc. se posibilitaba una gran produccin agrcola, mientras que en las tierras altas se procuraba sembrar lo que la tierra buenamente diese. En vista de esta fronterizacin, en la presente zona se vive en el marco de una estrategia de invisibilizacin del indgena18 que se hace evidente, tanto en el discurso, cuanto en la actitud. Por ello, se podra hablar de un mestizaje en el que lo indio est ausente todava y esto se hace evidente, toda vez que las manifestaciones culturales en el mbito de la medicina, la religiosidad, las fiestas, la msica, tpicas de la Cultura Popular (como se vern in extenso en esta obra), se reivindican en esta zona como de raigambre mestiza. Es ms, en el discurso de los habitantes de Penipe, por ejemplo se realza el hecho de que en esta tierra nunca hubo indios. Es una tierra en la que nuestros antepasados fueron espaoles y aunque la historia corrobore la presencia y un rpido exterminio de la mayora de indgenas de este cantn, no es menos cierto que las prestaciones culturales a nivel del idioma y de otras manifestaciones se han dado, pero dentro de un marco identitario al cual se adscriben y que les permite mirarse a s mismos como mestizos puros. Esta forma de enfocar su realidad, les posibilita decir con certeza que, al menos por el momento, no van a haber aqu alcaldes indgenas. Las autoridades siguen siendo nuestras19.

17

Como lo veremos en forma ms clara en el captulo correspondiente a Historia, el rea que hoy corresponde a Riobamba y Chambo (culturalmente la delimitacin de Chambo como cantn separado de Riobamba no se justificara) se configur desde la poca de la Colonia como el enclave de los grandes obrajes en la Sierra Central, de tal suerte que la dinmica general se centraba en las relaciones de dominacin que ejercan las autoridades espaolas y criollas de aquel tiempo. Con la llegada de la Repblica, este modo de relacin vertical no cambi en el fondo, pero s en la forma, y en lugar del patrn y los obrajeros se poda apreciar un modelo de hacendados y conciertos. 18 Se trata de un grupo humano del cual no se hablaba como tal, sino hasta bien entrado el siglo XIX, y an en estas pocas, como nos lo revela el estudio sobre la Identidad Nacional realizado por Martha Traverso Ypez, todo lo relacionado con los indgenas era considerado, valga la redundancia, como el problema indgena (1980: 132). 19 Sobre el tema de las autoridades actuales y tradicionales se hablar en el captulo a cerca de la organizacin social.

Acaso por esta cohesin de identidad, en esta zona el fenmeno de la migracin ha tomado sus propios matices. Quienes han abandonado sus lugares natales, son en su mayora miembros de las comunidades indgenas aledaas, puesto que las personas de poblados como Chambo han encontrado una alternativa de supervivencia en la fabricacin de ladrillos y tejas, por lo que los bienes inmuebles del pueblo todava se encuentran en manos de dueos mestizos, quienes adems han generado estrategias para evitar la apropiacin del pueblo por parte de los indgenas, como ya ha sucedido en otros lados20. En lugares como Guano y Penipe, otrora centros pujantes de artesanas textiles el primero y emporio de la produccin de manzanas, el segundo, la poblacin mestiza sufre una pauperizacin econmica que toma tintes dramticos. En estas zonas el campesino y el artesano tambin han tenido que migrar, no obstante lo cual estos poblados continan manteniendo firme su adscripcin identitaria y su deseo de evitar en lo posible la toma de sus pueblos por parte de los indgenas. 2.2.2. Zona de adscripcin indgena: centro y sur de la provincia Correspondera a la realidad observada en Colta, Guamote y la parte indgena de Alaus. A nivel socio productivo, una de las constantes que cohesiona a esta zona es la produccin de cebada, maz, trigo y otros productos que se expenden todava por el sistema de ferias. Otra de las constantes que caracteriza a esta zona tiene que ver tambin con la frontera entre dominadores y dominados21. Sin embargo, a diferencia de la zona que vimos anteriormente, en esta regin de la provincia la presencia de un gran porcentaje de poblacin indgena ha puesto en serio riesgo la estrategia de la invisibilizacin de estos ltimos22. Lo propio ha sucedido en pueblos como Tixn y Palmira, en donde los indgenas han desplazado casi por completo a los mestizos. Pero a este fenmeno no slo han contribuido los cambios logrados en el mbito poltico, sino sobre todo a nivel socio econmico. Y una vez ms debemos referirnos a la migracin. En un pas que se ha convertido en expulsor de mano de obra, quienes ms pronto parten son aquellos que logrando gestionarse los costos del viaje, realizan ingentes sacrificios a nivel econmico y emocional, con el fin de enviar dinero a sus

20 21

Sobre este fenmeno hablaremos ms adelante en este mismo acpite. En esta zona tambin se evidencia la marca histrica de la existencia del sistema de haciendas huasipungueras. 22 La historia pone de manifiesto que ya desde el siglo XVIII los indgenas de Colta, Guamote y Columbe, protagonizaron constantes alzamientos por la reivindicacin de sus derechos, de tal suerte que la evolucin poltica del movimiento indgena ha favorecido en la actualidad la conquista de los poderes locales, a tal punto que las Alcaldas, Juntas Parroquiales y organizaciones de base, son consideradas como gobiernos alternativos viables y merecedores de reconocimiento por parte de varios movimientos polticos de ideologa progresista.

familiares desde el extranjero23. En la zona que estamos caracterizando, los habitantes mestizos de los poblados migraron durante la dcada de los 60s y 70s hacia ciudades como Quito, Guayaquil y Cuenca, por lo que para la dcada de los 80s y 90s la poblacin que protagoniza la agudizacin de la migracin hacia el extranjero es mayoritariamente indgena. Este fenmeno, unido a las reivindicaciones polticas logradas, dan como resultado que los capitales enviados por los migrantes sean utilizados en la compra de bienes inmuebles dentro de los poblados. De esta manera, se observa en esta zona una tendencia evidente hacia la configuracin de una regin de prestaciones culturales en la cual lo indgena, contrario a lo que suceda en la zona anterior, deja de ser discurso vergonzante para emerger como alternativa cierta. Tal es as, que si en Chambo se deca que no habra autoridades indgenas en los gobiernos locales, en Guamote y Colta difcilmente se volver a ver un alcalde mestizo, por lo menos de aqu a varios perodos24. 2.2.3. Zona de adscripcin mestiza con influencia costea Corresponde a los cantones de Pallatanga, Cumand, y la zona de clima clido de Alaus, especialmente Huigra, reas en las que se encuentran productos de la Sierra, como tubrculos, frjol, maz y otros de la Costa, como frutas tropicales, caf y caa de azcar. En cuanto a las caractersticas de su adscripcin identitaria como mestiza, se observara un proceso similar al de la zona norte, en cuanto a la invisibilizacin de la poblacin indgena25. Lo que caracterizara a esta parte del Chimborazo seran los intercambios culturales con la Costa, que han promovido una serie de particularidades como el dialecto, la dieta diaria y el acervo gentico del que muchos habitantes de estos sitios se sienten orgullosos, al punto de transmitir a travs de su discurso cotidiano una posicin que est ms identificada con la Costa antes que con la Sierra. Pero no solamente el discurso est impregnado de elementos costeos, sino tambin la vestimenta, festividades, gustos musicales e historia de la gente, todava marcada por los lazos que tendi el ferrocarril ecuatoriano. Este influjo se mezcla con los caracteres culturales propios de la serrana, dando como resultado una mixtura riqusima en todo tipo de matices.

23

Damos testimonio que al momento de la realizacin de esta investigacin, el segundo rubro que sostiene las arcas fiscales del Ecuador, despus de la exportacin del petrleo, es el dinero que envan los migrantes, el mismo que le est costando al pas una desestructuracin familiar y social sin precedentes en su historia. 24 Esta tendencia ser tratada con mayor propiedad en el captulo que corresponde a Organizacin Social. 25 No obstante esta estrategia tambin tiene sus matices, pues en Pallatanga el actual Alcalde es indgena, pese al descontento de muchos mestizos del lugar.

2.2.4. Zona de adscripcin mestiza: Sur de la provincia Corresponde a los cantones de Alaus y Chunchi, zonas agrcolas y ganaderas por excelencia y en donde se cra ganado lanar, porcino y vacuno, adems del ganado de lidia que hizo famosas a varias haciendas de Chunchi. En cuanto a los rasgos de cohesin identitaria, stos son compartidos con la zona mestiza del norte en cuanto al borramiento estratgico del Otro indgena, sobre todo en Chunchi, en donde las ideas con respecto a los poderes locales y la presencia del indigenado son compartidas en su mayora con sus similares de la parte norte del Chimborazo. En Alaus, actualmente, esta estrategia se encuentra moderada por influencia de la participacin mestiza en Pachakutik, partido que es el brazo poltico de las organizaciones indgenas. Sin embargo, a diferencia de lo que sucede en Guamote, en Alaus una autoridad local de esta tienda poltica no ha significado la garanta, a nivel cultural, de la aceptacin total del indgena, por lo que la adscripcin identitaria contina siendo mayoritariamente mestiza. Esta identificacin se ve reforzada con el intercambio de elementos culturales provenientes de las provincias del Caar y Azuay en el austro ecuatoriano. Esta influencia marcar el tono de hablar de los habitantes de Chunchi y algunos de Alaus; tambin la gastronoma, las festividades y ciertos gustos musicales se ven enriquecidos por este influjo austral que le presta sus rasgos particulares al mestizaje del sur de la provincia de Chimborazo. 2.2.5. Zona de intercambios culturales intensos Adems de las zonas hasta aqu mencionadas y que pueden estar asociadas hasta cierto punto a la delimitacin poltica oficial, existen otras que desbordan del todo este criterio y que merecen una mencin aparte. Se trata de aquellos lugares que se caracterizan por ser sitios de trnsito de una gran multiplicidad de factores socioeconmicos y profunda diversidad cultural. Nos referimos a la Cuenca del Chancn y a la zona de colonizacin de Cumand. En cuanto a la primera, se trata de un foco de irradiacin que, gracias a su ubicacin geogrfica cntrica, toma y presta caractersticas culturales de los cuatro puntos cardinales de la provincia. De esta manera, esta cuenca fluvial se encuentra asociada a las caractersticas que vimos evidenciadas en el cantn Colta, al que a travs de esta cuenca le llegan influencias de la

costa ecuatoriana, al punto de que se sabe que lugares como Gatazo-Zambrano, llegan a convertirse en autnticas sucursales de Naranjito en tiempos de zafra (Angel Bonilla, comunicacin personal, 2002). De igual modo, las manifestaciones culturales se comunican por esta va que se conecta hacia el suroccidente con Cumand, las mismas que se encuentra en el rea de influencia costea; hacia el suroriente con Atillo que enriquece a Chimborazo con rasgos culturales propios de las provincias del oriente y por ltimo, a travs de este gigantesco filtro de mixturas, se cuelan tambin los elementos culturales de la zona influenciada por el austro ecuatoriano. Todos estos insumos culturales realizan una suerte de viaje de ida y de vuelta, otorgndole a la provincia los matices diversos que la hacen tan particular. Algo similar sucede con el Cantn Cumand, considerado un punto estratgico en el cual convergen las vas de transporte de cinco provincias: Chimborazo, Guayas, Caar, Bolvar y Los Ros. Sin embargo, a diferencia de la Cuenca del Ro Chanchn que es una regin catalizadora de rasgos culturales que alimentan una mixtura que perdura en el tiempo, en Cumand se podra decir que las manifestaciones culturales que llegan, resultan fugaces. Esto se debe a que este cantn presenta las caractersticas de una zona de colonizacin, es decir, que se encuentra formada en su mayora por poblacin migrante de distintas provincias de la sierra y de la costa, quienes ocuparon estos territorios en forma ms bien reciente. Otro factor que ha impedido la consolidacin de una estructura cultural que perdure en el tiempo, ha sido una migracin exacerbada, al punto de que Cumand es considerado un cantn expulsor de poblacin y mano de obra por excelencia (Plan Estratgico de Desarrollo Econmico y Social 2.0022.012, 2002: 10). Es por ello, que a pesar de las mltiples influencias que atraviesan esta zona, stas todava se encuentran en proceso de configuracin, por lo que para el momento de la presente investigacin, la produccin humana que coadyuva a la manifestacin de los fenmenos de la Cultura Popular, est a la espera de un escenario temporal y econmicamente estable, dentro del cual los actores sociales puedan desenvolverse en el marco de su propia historia. 2.2.6. Zona de los enclaves de resistencia cultural Esta zona tambin desbordara los lmites oficiales ya que a ella se encontraran adscritas las poblaciones y comunidades indgenas que habitan la zona de los Pramos Andinos y algunas que ocupan las partes altas de la zona de las Praderas Andinas. El criterio que las agrupara es

el de compartir una actitud de defensa cultural que impide y selecciona rigurosamente los elementos exgenos que pudieran llegar. Tal estrategia se encontrara asociada al aislamiento progresivo que han sufrido los habitantes de las zonas ms altas de la provincia del Chimborazo, empujados a sobrevivir en condiciones extremas y cultivando suelos de productividad casi nula. Esta influencia tan directa del modelo de dominacin hacendataria, ha promovido una suerte de amurallamiento en las actitudes y formas de vida de estos pobladores, que en muchas ocasiones ha sido superficialmente comprendido y asociado con adjetivos de connotacin negativa26. En el contexto que nos ocupa, cabe resaltar que en estas zonas se mantienen todava costumbres vernculas, asociadas a la sobrevivencia de patrimonios intangibles, como la lengua, la tradicin oral y otros como el vestuario, la medicina y las concepciones religiosas. Puesto que el proceso histrico de estas manifestaciones culturales tienen una raigambre que las vuelve parte ms bien de lo que hemos llamado cultura tradicional, no nos referiremos a ellas en forma especfica, pero s en los momentos en que sea pertinente citarlas, como parte del proceso de retroalimentacin de los fenmenos que hacen parte de la Cultura Popular, tal como ha quedado comprendida desde la introduccin de esta obra.

26

Es comn escuchar que los pobladores de zonas altas son recelosos, rencorosos, cerrados y en ocasiones hasta se los tilda de peligrosos.

3. HISTORIA 3.1. Aspectos Generales27 Chimborazo es un nombre que se presta para reflexionar sobre su carga simblica y que nos recuerda que la influencia del entorno andino en estos territorios fue muy fuerte. Tal es as que, an sabiendo que los aspectos geoespaciales no determinan mecnicamente el desarrollo de los fenmenos culturales, no podemos ignorar que las particularidades topogrficas del terreno, contribuyeron con mucho a la gnesis de una identidad marcada por los intercambios culturales y sus respectivos contrastes. Se trata de un territorio con una profundidad temporal que pareciera demandar que se lo entienda y se lo mire siempre ms all de lo evidente. Es por ello, que en esta versin de los aspectos histricos de la provincia de Chimborazo, procuraremos alimentar cada poca con matices episdicos, antes que lineales, con la finalidad de acercarnos de mejor forma a nuestro objeto de estudio. Para responder a esta demanda, a lo largo de este captulo nos serviremos de los datos ms fidedignos posibles28, asociados a variables socio-econmicas, polticas, religiosas y simblicas, con el fin de vislumbrar el proceso vivido por los pueblos ancestrales hasta desembocar en el mestizaje, cuna y matriz de lo que aqu entendemos por Cultura Popular29. Adems, tomaremos en cuenta la postura de Segundo Moreno Ynez (1996: 31), en cuanto a que el concepto de rea histrico-cultural no se entiende como la simple superposicin mecnica de una cultura sobre cualquier territorio, sino que se refiere a la solucin dialctica generada entre los grupos sociales y su medio ambiente. 3.2. Pobladores ancestrales Los arquelogos han determinado cuatro perodos esenciales durante los cuales se desarrollaron las diversas civilizaciones en el Ecuador. Con el fin de ilustrar de manera ms27

Advertimos que el presente captulo no pretende cubrir en forma exhaustiva todos los aspectos de la extensa historia de la provincia de Chimborazo. Nuestro objetivo es ms bien ofrecer un recuento que sirva de base para la comprensin del devenir de la actual configuracin de la Cultura Popular en el rea de nuestro estudio. 28 En la literatura de carcter histrico dentro de la provincia de Chimborazo se encuentran algunas publicaciones cuyo valor cientfico es altamente cuestionable, no slo por su falta de fuentes confiables, sino por un afn de dramatizar hechos, y realizar conjeturas respecto a ciertos acontecimientos. 29 Entindase esta matriz, desde la perspectiva dada en la introduccin a esta obra y no desde la postura de adscribir gratuitamente a un solo grupo de actores sociales la carga del fenmeno de la Cultura Popular.

clara los ejes temporales de los que nos serviremos en el tratamiento de este acpite, nos remitimos al siguiente cuadro, en el que hemos dado prioridad al rea de nuestro estudio30:PERIODOS Paleoindio o Precermico31 10.000 - 6.000 a C CULTURAS PRINCIPALES RASGOS Economa de caza, recoleccin y pesca Utilizacin de artefactos lticos Organizados en grupos u hordas Cerro Narro. Aparece alrededor del 1.200 a C y cubre el rea de Chimborazo Etapa de predominio agroalfarero: cultivos agrcolas organizados y aplicacin de tcnicas decorativas en alfarera. Vida sedentaria Formas aldeanas de poblamiento La agricultura es la actividad de produccin bsica. Perfeccionamiento de tcnicas de cultivo y aplicacin del calendario agrcola. Utilizacin de la coca con fines ceremoniales. Surgimiento de la orfebrera. Aparecimiento de centros urbanos Formacin de confederaciones con marcada estratificacin social. Intercambio comercial. Desarrollo de la orfebrera. Manifestacin del dualismo andino en las representaciones religiosas.

Formativo 6.000 - 500 a C

Desarrollo Regional 500 a C - 500 d C

Tuncahun. Territorios de Chimborazo y Bolvar Cerro Narro. Avanzan a Caar, Azuay y Loja

Integracin 500 d C - 1.500 d C

Cosanga-Pllaro. Adems de parte del territorio de Chimborazo, ocuparon Carchi, Imbabura, Tungurahua y Napo Puruh. Cultura que ocup Chimborazo, Tungurahua y Bolvar

Fuente: Enciclopedia del Ecuador Ocano. Quito: Editorial Ocano, 2000, p. 406

A partir de lo aqu expuesto, y apoyados en los datos arqueolgicos, observamos que el rea de la sierra sur andina empieza a poblarse ya bien entrado el perodo formativo32. Estos primeros habitantes, considerados como la cultura Alaus o Narro, recibieron innegables influencias de

30

Cabe acotar que el rea a la que nos referimos no abarca de forma exclusiva la superficie geogrfica demarcada polticamente de la actual provincia de Chimborazo, sino tambin aquellas reas aledaas que posibilitaron el acceso a recursos y el desarrollo de la vida en esa zona y en aquella poca. 31 Para no desubicarnos del objetivo de este acpite, no trataremos el perodo paleoindio, sino en esta breve mencin. 32 A nivel del territorio ecuatoriano, fueron las culturas de la Costa las que mayor auge y desarrollo tuvieron desde el principio de este perodo.

la cultura Chorrera33, las mismas que se pueden verificar en las tcnicas de agricultura utilizadas en sectores como Alaus, Cashaloma, Narro y Azogues (Ortiz, 1981). Con el aparecimiento de la agricultura como eje de la economa, surge tambin el sedentarismo y la posibilidad de organizarse en aldeas. Pocos son los datos exactos acerca de la forma de vida de estos primeros habitantes andinos pero se puede inferir que no se trataba de grupos aislados puesto que utensilios cermicos como las ollas esfricas y delgadas y ciertas vasijas con cuarzo decorativo, dan cuenta de un intercambio cultural de tcnicas de alfarera provenientes de las culturas de la costa (Porras, 2000; y Herrera, 2002). Con respecto a la organizacin social, se sabe que en dichos poblados la unidad domstica viene a ser la unidad bsica y que el parentesco, a travs de los linajes, regula las relaciones sociales de produccin (Ontaneda y Fresco, 2002: 14). En cuanto al culto religioso, se infiere que la mayora de pueblos durante este perodo, posiblemente practicaron rituales ligados a la fertilidad de la tierra y que iniciaron sus primeras exploraciones empricas con vistas a la estructuracin de una cosmovisin en la que los grandes nevados andinos seran objeto de asombro y respeto. Adems ya desde esta temprana poca, existen testimonios de la presencia de concha Spondylus o mullo34, objeto elevado a la calidad de smbolo y que tuvo importantes fines rituales desde los Andes septentrionales hasta los meridionales (Porras, 2000). Y es que los Andes no fungan como una simple presencia orogrfica sino que hacia el final del Perodo Formativo, se producen tanto en la Sierra Central como en la Sierra Norte, varias erupciones volcnicas, que impidieron una ocupacin continua y permanente de los territorios abarcados por la cultura Alaus35 (Ontaneda y Fresco, 2002: 13). Fue tal la magnitud y frecuencia de estas erupciones y otros fenmenos como terremotos y aluviones, que cualquier vestigio arqueolgico que aporte datos fidedignos sobre esta fase de la historia de la actual provincia de Chimborazo, ha quedado borrado (Ontaneda y Fresco, 2002).33

La cultura Chorrera (3.400 - 2.500 a. C.) condensara la interaccin entre los diversos grupos sociales que habitaron en los variados ecosistemas del litoral, de la Sierra y seguramente tambin de la Amazona (Porras, en Enciclopedia del Ecuador Ocano, 2000: 409). 34 La concha Spondylus fue intercambiada desde pocas tempranas por los valdivianos con productos de las comunidades andinas o de las que habitaban en la ceja de la montaa (Porras, en Enciclopedia del Ecuador Ocano, 2000: 408). 35 Carrera coincide en que el vaco cronolgico entre el 500 a.C. y el 950 d.C. posiblemente se debe a una intensificacin de la actividad volcnica en la sierra central y norte, la que tuvo como consecuencia una fuerte mengua demogrfica que dur hasta finales del primer milenio de la era presente, poca a la que correspondera nuevas migraciones (Moreno, 1996: 90).

No obstante estas alteraciones del entorno fsico, durante el perodo que corresponde al Desarrollo Regional, se afianza el desarrollo de la agricultura, a tal punto que la domesticacin de plantas y la diversificacin de la produccin se convierten en un referente con sus propias particularidades. Segn Jrgen Golte (1992), la productividad relativamente baja de la agricultura andina llev a que los habitantes de estos territorios impulsaran una solucin adecuada, consistente en la exploracin, observacin y adaptacin de una gran variedad de especies vegetales, entre las que figuraron de manera especial el maz, las papas y el frjol, entre otras. Lo propio sucedi en el rea de Chimborazo, en donde por las particularidades de la zona, se dio tambin la domesticacin del cuy y la utilizacin de auqunidos, tanto como complemento alimenticio cuanto para iniciar el desarrollo textil. Este ltimo se vio impulsado gracias al aparecimiento de la trama y la urdimbre, artefactos que corresponden a una tecnologa textil. En otras palabras, el desarrollo demogrfico dado en esta fase histrica, viene acompaado de lo que Ortiz llama una nueva caracterizacin cultural. En ella subsistirn las semejanzas identitarias pero tambin las diferencias, en vista del aparecimiento de nuevas prcticas econmicas y de un nuevo orden social. En el primer caso, nos referimos al sistema de trueque, del mismo que se tienen pruebas arqueolgicas, como los hallazgos en la Costa de espejos de obsidiana, mineral originario de la regin Sierra y que da testimonio de la dinmica compartida por estos pueblos (Ibid). La sociedad que vivi la estructuracin de estas nuevas fuentes de subsistencia, vio tambin crecer el nmero de sus habitantes y modificar sus modos de vida, pese a las amenazas de la naturaleza. Lo que comenz siendo una tierra nueva de asentamiento durante el perodo formativo, es ahora un espacio impregnado de simbolismos y vitalidad. Los volcanes, montes, nevados y la tierra misma son para la cosmovisin andina, personajes con vida; deidades que interactan con los seres humanos en un proceso de cooperacin que se ver como la precondicin necesaria para la reproduccin del agricultor familiar y la evolucin de nuevas formas de organizacin socio-poltica (Golte, 1992). Nos referimos al afianzamiento de la reciprocidad y al crecimiento de los ayllus36, unidades de organizacin social compuestas aproximadamente por unas doscientas personas y que se

36

Ayllu es un trmino quichua (quiz de origen cuzqueo) empleado para designar a una organizacin social que respondi -como afirma Segundo Moreno- a la progresiva organizacin del propio grupo, a travs de la

mantenan unidas por la nocin de linaje y asociaciones de parentesco (Porras, Mara Elena en Enciclopedia del Ecuador Ocano, 2000). Quienes as vivan, aceptaban ser dirigidos por un jefe, cuya designacin se basaba en el prestigio adquirido gracias a su habilidad en la resolucin de conflictos, su conocimiento acerca de las deidades y su destreza en el manejo de la economa andina. Con el pasar del tiempo y la complejizacin de las sociedades, estos jefes fueron adquiriendo importancia y poder. Su perfil de hombres generosos y poseedores de saberes ir afianzndose hasta desembocar en la figura del cacique, que de aqu en adelante ser un referente de importancia indiscutible. De acuerdo a las investigaciones promovidas por el Banco Central del Ecuador, a partir del perodo de Integracin (alrededor del 700 d.C.) se consolidan en el rea fsica de nuestro estudio, los cacicazgos o seoros tnicos37. Esta forma de organizacin socio-poltica, coincidi en el Chimborazo con la expansin de la etnia Puruh38, de cuya existencia y modo de vida dan cuenta los Cronistas de Indias y varios documentos del siglo XVI (Tern, 2000). El desarrollo de los puruhaes se dio al interior de dos grandes ejes de organizacin: polticamente se constituyeron como un Seoro que se extenda desde las estribaciones septentrionales del nudo de Sanancajas-Igualata, hasta el nudo llamado de Tiocajas, al sur39, mientras que econmicamente vivieron en el esquema concebido por Salomon como la microverticalidad andina, es decir, que los habitantes de un pueblo podan tener sus campos de cultivo en distintos pisos ecolgicos y, gracias a su proximidad, podan realizar los intercambios necesarios y volver a su lugar de residencia40 (Moreno, 1996; Ontaneda y Fresco, 2002).

poligamia, la descendencia bilateral, la vigencia de normas exogmicas patrilineales o la dualidad en el ordenamiento de sus territorios, de sus grupos familiares o de sus concepciones religiosas (Porras, 2000: 409). 37 Un cacicazgo o seoro tnico es una unidad cultural, compuesta por diferentes llajtakuna, las mismas que estaban integradas por distintas parcialidades, dentro de las que se encuentran los ayllus que son unidades familiares o linajes (Ontaneda y Fresco, 2002: 15). 38 Mencionamos que los datos utilizados en este acpite sobre la etnia Puruh, han debido ser minuciosamente escogidos, en vista de la gran cantidad de falsedades y tergiversaciones de algunos historiadores con mucho fervor cvico pero escaso criterio cientfico. 39 Un seoro tnico no implica la existencia de un territorio demarcado con fronteras fijas, pues en la estructuracin de estos sistemas sociales todava las relaciones de parentesco y la conciencia de pertenencia a una unidad tnica juegan un papel ms importante que la existencia de una base territorial delimitada (Salomon, 1980: 28-29; Moreno, 1981: 96). 40 Este sistema es considerado por Golte (1992) como la solucin andina, al problema de la baja productividad de los suelos, que sin embargo ofrecan una variedad muy grande de microclimas y especies posibles de ser adaptadas.

Estos dos grandes ejes, configuraron la realidad de un pueblo, cuya autoridad principal era el Seor Etnico, quien normalmente juntaba cualidades de buen guerrero, redistribuidor de recursos y conservador e intrprete simblico y ritual. El poder del Seor tnico se afianzaba tambin en que era considerado un lder espiritualmente protegido por los ancestros, puesto que el cargo se transmita por lnea hereditaria y de linaje (Moreno, 1996). A nivel de su desarrollo econmico y cotidianidad, los puruhaes de Chimborazo y Bolvar se dedicaron principalmente a la agricultura, especialmente la del maz, tubrculos y plantas de gave. Fueron tambin pastores de llamas y se sabe que la produccin de carne y sobre todo de lana fue abundante. Se considera que la actividad pastoril constituy un determinante para que el pueblo Puruh se consagrara como guerrero (Ibid). Por otra parte, los puruhaes se desenvolvieron en un contexto de constantes flujos intertnicos, favorecidos, por un lado, por la aparicin de comerciantes especialistas conocidos como mindalaes y por otro, debido a los intercambios de sal con la etnia Chimbo, en la zona de Tomavela, conocida actualmente con el nombre de Las Salinas, en la provincia de Bolvar. Los Chimbos se provean de maz y llamas de la zona puruh y stos, cuando las heladas los desabastecan, acudan para llevar productos que les permitieran sobrevivir. Este tipo de intercambio sustent y afianz las relaciones con la etnia chimbo, con quienes se sabe compartieron tambin otros rasgos religiosos y culturales (Ontaneda y Fresco, 2002: 19). Pero los contactos intertnicos no se centraron nicamente hacia la zona de la actual provincia de Bolvar, sino que gracias al sistema de camayukkuna41, se diversificaron los intercambios con los grandes seoros de la costa, los cacicazgos dispersos de la sierra sur y norte y probablemente tambin con los yumbos del oriente (Moreno, 1996). La poblacin en general senta en esta poca los estragos de la desigualdad social42, debido al afianzamiento de las castas sacerdotal, guerrera y aquella ligada directamente a los gobernantes. Se sabe que en las relaciones de produccin durante esta poca, la reciprocidad se deterioraba y que el trabajo agrcola fue repartido con preferencias para las clases dominantes. El grueso del pueblo pagaba un tributo en forma de trabajo colectivo, modalidad que acaso fue el origen de la minga y de la mita (Ortiz, 1981).

41 42

Los camayukkuna eran especialistas artesanos. Ver grfico en el anexo N 2 para tener una idea global de la estratificacin social de los cacicazgos.

En cuanto a su apariencia, hombres y mujeres tenan su modo de vestir, as los varones tenan quenlanes, camisetas sin mangas elaboradas en algodn o en fibra de cabuya, que les llegaban a media pierna; y tambin mantas de algodn. Las mujeres vestan anacos y llicllas de lana. Los caciques y la gente ms pudiente usaba ropa bordada. Llevaban el cabello muy largo y trenzado, sostenido en la frente con una cinta de cabuya (Ontaneda y Fresco 2002: 37). En cuanto a la religin, los puruhaes adoraban a los volcanes Chimborazo y Tungurahua, aquel era considerado como varn y progenitor de la etnia y este como su esposa, adems de adorar a estas huacas principales, el sol y la luna recibieron tambin un culto especial. La dimensin y complejidad de estos cultos sorprendieron a muchos espaoles, que dejaron consignados en sus crnicas la gran cantidad de rituales y dioses demonacos adorados por los puruhaes43 (Naranjo, 1992). Como nos dejan vislumbrar los datos hasta aqu expuestos, los antiguos habitantes de la actual provincia de Chimborazo vivieron en un sistema de cacicazgos o llaktas supremas, en las que an no exista una configuracin estatal, lo cual no significa que no hayan tenido un sistema de gobierno; si bien es cierto, no se puede hablar de clases sociales, haba, sin embargo, marcadas diferencias entre castas; y por ltimo, an cuando no exista la propiedad privada, las desigualdades en los sistemas de retribucin empezaban a tomar forma (Moreno, 1996). En este contexto general, se desarrollaba una poblacin, que distaba mucho de ser homognea, debido a los intercambios intertnicos y que se encontraba en vas de un intenso crecimiento demogrfico con tendencias a fortalecer a la urbe como espacio de centralizacin de poder. Este ltimo adems estara configurado de tal modo, que se poda hablar de las miras expansionistas de los guerreros puruhaes y de contactos entre los grandes seoros y pequeos y medianos cacicazgos. Ser durante el desarrollo de esta dinmica que los pueblos andinos sentirn los estragos de la invasin y conquista inca, que para el caso del rea de Chimborazo, tuvo sus propias particularidades44.

43 44

Ver grfico en el anexo N 3 en donde se ejemplifica la jerarqua de las divinidades andinas. A la luz de los datos aportados por investigaciones serias, comprobamos que la historia de los pueblos ancestrales del Chimborazo, distan mucho del aura pica y legendaria con que hasta hoy se alimenta irresponsablemente el imaginario cvico. Para realizar un acercamiento ms minucioso y crtico, otorgndole a esta parte de la historia su verdadera dimensin, se sugiere revisar: Moreno Ynez, Segundo. Formaciones Polticas Tribales y Seoros tnicos, en Nueva Historia del Ecuador, poca Aborigen II, Volumen 2. Quito: Corporacin Editora Nacional, 1996.

3.3. La ocupacin incsica Segn historiadores y arquelogos, el perodo inca en el Ecuador comienza alrededor de 1480 con la incursin de los ejrcitos de Tpac Yupanqui a la zona de los paltas, a los cuales domina rpidamente en la batalla de Saraguro. Despus, tras sofocar la resistencia caari, se apodera tambin de estos territorios (Ontaneda y Fresco, 2002). En la segunda incursin, el territorio puruh se ve asediado; Tpac Yupanqui conquista primeramente la zona del Chanchn, el Sanancajas, la cordillera de los Yaruques y las llajtakuna ubicadas junto al sistema hidrogrfico del Chambo. Sigue hacia el norte y establece una segunda frontera provisional en la zona de Quito, de donde regresa nuevamente al Cuzco. En la tercera incursin, esta vez ya al mando de Huayna Cpac, se tiene que consolidar el dominio sobre el seoro puruh, pues ante la ausencia del Inca se haba recuperado parte del territorio45 (Ibid). Tras los combates de Achupallas y Guano, los incas pudieron hacer uso de sus caminos ya terminados y de sus tambos ya establecidos, lo que indica que la zona estaba ya pacificada. No obstante, la conquista inca no slo se circunscribi a un plan militar, sino que se implementaron una serie de estrategias polticas y culturales con miras a la consolidacin del Tahuantinsuyo bajo una bandera ideolgica y religiosa. El resultado fue que varios lugares del seoro puruh, como Guano y la banda oriental del ro Chambo, fueron ocupados por mitmakuna trados del Cuzco, a la vez que se ubicaron varios grupos de mitimaes a lo largo del camino real incaico, desde Tiocajas al sur, pasando por Riobamba, Chuquipoguio y Mocha. Las transformaciones demogrficas, consecuencia de la instauracin del mencionado sistema, unidas al evidente proceso de aculturacin durante el incario, determinaron que las noticias conservadas en la tradicin acerca de esta poca resulten escasas46 (Ontaneda y Fresco, 2002; Moreno, 1996).

45

Para Espinosa Soriano, esta costumbre de los incas de conquistar territorios, sin llegar a asegurarlos del todo, contribuy a hacer ms pesarosas las campaas de conquista pero sobre todo, permiti una consolidacin demasiado frgil, que no pudo soportar la arremetida de los espaoles, cuyo cometido no se habra logrado de no haber sido por los grandes grupos disidentes y opositores al sistema incsico (Espinoza Soriano, 1986). 46 De aqu que se deba tener especial cuidado con ciertas fuentes que han de ser tratadas en contextos diferentes al histrico. Entre ellas, la obra de Juan de Velasco, la misma que form parte de un proyecto poltico tendiente a sentar las bases del nacionalismo criollo, de tal suerte que varios de sus datos, que hoy se reconocen ms anclados en la mitografa, fueron concebidos como autnticos por historiadores posteriores, que sacrificaron la rigurosidad cientfica para dar paso a dudosas reconstrucciones historiogrficas.

No obstante, existen testimonios arqueolgicos de construcciones incaicas, tales como tambos y pucaraes, que han sido detectadas en Huigra, Palmira, Achupallas, Ozogoche, Zula, Tixn, Guamote y Chambo. Incluso en las faldas del Chimborazo se encontraron algunas estructuras que parece que servan como refugio para los guardianes de hatos de llamas dedicados a la deidad de la montaa47 (Ontaneda y Fresco, 2002). Lo cierto es que inclusive ms all de estos testimonios fsicos, los incas lograron realizar una refuncionalizacin de las estructuras socio-polticas, religiosas y lingsticas de los seoros tnicos. De este modo, se instituy la mita, que consista en un tributo de mano de obra, enviada por los diversos caciques, con el fin de servir al estado central, en la persona del Inca. Se dio preeminencia a la deidad solar, con las consiguientes modificaciones en los cultos religiosos y por ltimo, debido a la introduccin de poblacin del sur del Tahuantinsuyo por medio de los mitmakuna, se produjo una amplia expansin del quechua como lengua oficial del imperio. Sin embargo, la institucin cacical no se resignaba a su papel de poder subordinado al inca y aunque superficialmente todo pareciera marchar sobre ruedas, al interior de cada poblacin se alimentaba un profundo resentimiento, sobre to