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  • 7/31/2019 Terapiadel duelo

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    MANUAL DE PSICOLOGCA CLNICA (COMPENDIO) UTEC/2008

    TERAPIA DEL DUELO

    Licda. Weil Nuila

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    LA TERAPIA DEL DUELO

    EL TRABAJO DEL DUELO

    1. Cargas Propias del Duelo

    Son los componentes -sntomas y signos- propios de la afliccin: dolor, angustia, rabiadesesperacin, sensacin de vaco, soledad, ansiedad de separacin, etc.

    2. Cargas no intrnsecas al proceso

    Se trata de los obstculos que entorpecen y dificultan el desarrollo del proceso del dueloy que estn directamente relacionados con la afliccin y la prdida: falta de

    informacin, evitacin, represin, aislamiento, rechazo, entorno conflictivo no sano parael desarrollo del duelo, etc.

    3. Asuntos Pendientes

    Son todas aquellas cosas relacionadas con prdidas previas de todo tipo (adems de losasuntos pendientes por la prdida actual) y que no fueron adecuadamente resueltas en sumomento, generando una impronta en la situacin actual y/o alterando la capacidad dela persona para resolver la prdida actual.

    4. Crisis concurrentes

    Se trata de los obstculos que entorpecen, dificultan y retrasan el desarrollo del procesodel duelo y que no estn directamente relacionados con la afliccin y la prdida:problemas econmicos, obligaciones mltiples, enfermedad de otro familiar,desplazamientos, violencia, etc.

    ESCALA DE EVALUACIN DEL TRABAJO DEL DUELO

    La Escala de Evaluacin del Trabajo del Duelo es un diseo personal del autor y no ha sidovalidado ni homologado; su nica utilidad es obtener una impresin global del trabajo del duelo dela persona en particular.

    Al analizar el Trabajo del Duelo todo lo que debe hacer y a todo lo que se tiene que enfrentar para

    recuperarse de la prdida de su ser querido- encontramos varias cosas que pueden hacerle ms pesado odifcil su trabajo de recuperacin. En las siguientes preguntas encontrar algunas de ellas. Le rogamosresponda lo ms sinceramente posible que pueda si considera que ese problema en especial le genera mso menos problemas para su recuperacin en base a la escala siguiente:

    0: No (no me genera problema)

    1: Un poco

    2: Bastante

    3: Mucho

    I. Cargas Propias del Duelo (ponga en la casilla de enfrente el nmerocorrespondiente):

    1. Incredulidad ( )

    2. Negacin ( )

    3. Aceptacin ( )

    4. Inquietud ( )

    5. Crisis de angustia ( )

    6. Pesadillas ( )

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    MANUAL DE PSICOLOGCA CLNICA (COMPENDIO) UTEC/2008

    TERAPIA DEL DUELO

    Licda. Weil Nuila

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    7. Miedo ( )

    8. Temor al muerto ( )9. Boca seca ( )

    10. Suspiros frecuentes ( )

    11. Debilidad muscular ( )

    12. Llanto ( )

    13. Rabia ( )

    14. Temblor incontrolable ( )

    15. Perplejidad ( )

    16. Trastornos del sueo ( )

    17. Cambios del apetito ( )

    18. Manos fras y sudorosas ( )

    19. Nuseas ( )

    20. Orinadera ( )

    21. Diarrea ( )

    22. Bostezos ( )

    23. Palpitaciones ( )24. Mareos ( )

    25. Disminucin de laconcentracin ( )

    26. Trastornos de memoria ( )

    27. Ansiedad de separacin ( )

    28. Sensacin de vaco ( )

    29. Prdida de control ( )

    30. Estrs prolongado ( )

    31. Buscar al ser querido entodas partes ( )

    32. Culpa ( )

    33. Sentir la presencia delmuerto ( )

    34. Aislamiento ( )

    35. Fatiga ( )

    36. Debilidad ( )

    37. Repasar lo sucedido una yotra vez ( )

    38. Soledad ( )

    39. Necesidad de sueo ( )

    40. Desesperacin ( )

    41. Desamparo ( )

    42. Impotencia ( )

    43. Reasumir el control de lapropia vida ( )

    44. Abandonar roles anteriores ()

    45. Buscar un significado a losucedido ( )

    46. Perdonar ( )

    47. Aprender a vivir sin esapersona ( )

    48. Otro (especifique):

    Puntuacin: _____ Promedio: ______

    II. Cargas no intrnsecas al proceso (ponga en la casilla de enfrente el nmerocorrespondiente):

    1. Falta de informacin ( )

    2. Evitar sentir ( )

    3. No pensar ( )

    4. Reprimir los sentimientos ( )

    5. Llorar solo ( )

    6. Entorno represivo ( )

    7. Aislarse de otros ( )

    8. Rechazar los sentimientos ( )

    9. Ansiedad ( )

    10. Depresin ( )

    11. Soledad ( )

    12. Otros (especifique):

    Puntuacin: _____ Promedio: ______

    III. Asuntos Pendientes (ponga en la casilla de enfrente el nmerocorrespondiente):

    1. Muerte del pap ( )

    2. Muerte de la mam ( )

    3. Divorcio o separacin de lospadres ( )

    4. Encarcelamiento de uno oambos padres ( )

    5. Muerte de un familiar queviva en la misma casa ( )

    6. Enfermedad/incapacidadgrave en pap, mam o hermano( )

    7. Abusos sexuales en lainfancia ( )

    8. Llegada de un nuevomiembro a la familia ( )

    9. Cambios importantes a niveleconmico ( )

    10. Muerte de un amigo ntimo ()

    11. Discusiones frecuentes delos padres ( )

    12. Hermano/a abandona hogarpor matrimonio o estudio ( )

    13. Cambio de residencia

    (mudanza) ( )

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    14. Cambio a una escuela nueva( )

    15. Muerte de una mascota ( )

    16. Prdida de objetos amadospor robo ( )

    17. Prdida de objetos amadospor incendio ( )

    18. Prdida amorosa ( )

    19. Prdida de ao escolar ( )

    20. Violencia intrafamiliar ( )

    21. Violencia en el barrio,ciudad o pueblo ( )

    22. Miseria econmica ( )

    23. Desplazado de otro pueblo odentro de la ciudad ( )

    24. Haber sufrido amputacionesde alguna extremidad ( )

    25. Haber sufrido quemadurasvisibles (p.ej., en cara) ( )

    26. Haber sufrido cirugasvisibles (p.ej., en cara) ( )

    27. Muerte sin despedida ( )

    28. No haberle dicho que le

    amaba ( )

    29. No haberle dicho ( )

    30. No haberle pedido perdn ()

    31. No haber hecho ( )

    32. No haber sido mejor padre,madre, hijo/a, hermano/a,amigo/a, esposo/a, etc. ( )

    33. No haber cumplido susdeseos ( )

    34. No haber estado all en esemomento ( )

    35. No haber hecho las paces ()

    36. Otras (especifique):

    Puntuacin: _____ Promedio: ______

    IV. Crisis concurrentes (ponga en la casilla de enfrente el nmerocorrespondiente):

    1. Pobreza ( )

    2. Leves dificultades econmicas ( )

    3. Moderadas dificultades econmicas ( )

    4. Graves dificultades econmicas ( )

    5. Obligaciones mltiples ( )

    6. Sufre de enfermedad grave ( )

    7. Ciruga pendiente ( )

    8. Enfermedad de otro familiar ( )

    9. Desplazamientos ( )

    10. Violencia local ( )

    11. Violencia intrafamiliar ( )

    12. Abandono ( )

    13. Ambiente familiar conflictivo ( )

    14. Otro (especifique):

    Puntuacin: _____ Promedio: ______

    PUNTUACION TOTAL: _____ PROMEDIO TOTAL: _____

    Generalidades de la Consulta-Consejera en Duelo

    Con los trminos de "benvola neutralidad", "neutralidad afectiva" y "separacin

    compasiva", a los que pueden aadirse "universalismo" y "determinacin funcional", se

    puede llamar la postura del profesional ante la persona en duelo; no obstante, y si bien

    se han escrito numerosos artculos y libros proponiendo programas innovadores y

    creativos para instruir a psiclogos, mdicos y estudiantes sobre la muerte y el proceso

    del duelo asociado, la experiencia lleva a pensar que casi siempre la preparacin es

    muy pobre (o nula) en comparacin con las demandas que plantean las personas en

    duelo. Ciertamente existen tensiones inevitables entre las demandas organizacionales,los valores y responsabilidades profesionales y las necesidades individuales.

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    En la asistencia a la persona afligida, el profesional ha de intentar descubrir que

    significan los sntomas para el deudo, cmo los experimenta, cuales son los fenmenos

    resultantes de la muerte (efectos de la muerte en su mundo) y cuales son las molestias

    que siente a causa de estos. Ya no se trata de curar esta situacin de duelo, sino de

    acompaarle y hacerle llevadero y soportable el sufrimiento derivado del mismo

    proceso de duelo. Esto significa que los sntomas y el impacto de la prdida sobre su

    mundo no deben ser objetivados sino subjetivizados por el propio deudo y no por el

    mismo profesional, ya que sus quejas pueden cobrar diversos significados.

    Enfrentarse a una persona que ha perdido un ser querido hace a todos los individuos

    que le rodean conscientes de su propia fragilidad y vulnerabilidad; algunos son

    susceptibles a la depresin que esto evoca, otros a la prdida de la auto-estima

    provocada por la incapacidad para curar el dolor de la prdida y la sensacin de

    impotencia que les invade. Ciertamente no es fcil encarar positivamente las

    circunstancias particulares de un deudo, combinando la tristeza natural o el disgusto

    por la inevitabilidad de la muerte y el dolor observado en la persona. Como personas

    sensibles, es necesario darle una salida regular y constructiva a la afliccin, y

    mantener un equilibrio que permita seguir actuando efectivamente. Aceptar las propias

    limitaciones como uno ms, coherentemente, facilita la comunicacin de persona a

    persona.

    Escuchar y comprender son los ms apropiados procedimientos teraputicos que se han

    de emplear. La compasin deber ser valorada en su propio derecho y no considerada

    como una cualidad extra para aquel que la posee; la capacidad para funcionar bien a

    pesar de los diversos problemas empieza con el reconocimiento de que la prdida de unser querido es inevitable para todos y que el temor a la muerte es normal y aceptable.

    En relacin a la persona en duelo, es muy importante que los profesionales sean

    conscientes y controlen sus propios sentimientos y que no se confundan ni se

    atemoricen por los problemas fundamentales que pueden presentarse; el profesional

    debe demostrar, por su comportamiento, que est preparado para compartir los

    problemas con el deudo; debe percibirse como una persona segura y confiable, alentar

    la expresin de sentimientos, evitar las negaciones cuando sea apropiado, aceptar

    enojos y reconocer la vivencia de prdida del deudo.

    CONDUCTAS Y TCNICAS DE ENTREVISTA

    Las discusiones sobre la orientacin de la asistencia al proceso del duelo son antiguas

    y habitualmente reflejan ms actitudes religiosas, emocionales e irracionales, que

    hechos de comprobacin cientfica o clnica. Como afirmaba Freud, frente a la persona

    que tiene que morir (y frente a aquella que est de duelo) se reacciona de una manera

    especial, como para alguien que tiene que realizar una tarea difcil.

    Hay muchas personas, tanto deudos recientes como si no, que esperan que su duelo

    ocurra rpidamente y que se enteren de ella muy pocas personas, a veces incluso ni

    ellos mismos; otros sencillamente no quieren percatarse de que estn de duelo y se

    entregan constantemente, o al menos as lo creen, a la huida y al rechazo cuando se les

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    hacen patentes algunos signos en ese sentido. Finalmente hay otros que luchan por

    sobrevivir adaptativamente, y quieren entablar dilogos diversos acerca de su

    recuperacin, cualquiera que sea su concepcin de la misma. El foco de atencin

    consiste precisamente en captar los signos de la persona en duelo a este respecto, o lo

    que es lo mismo, en percibir los sentimientos que ella intenta expresar a travs de su

    modo de hablar, de su silencio o sus gestos (comunicacin infra verbal).

    De esta forma, la relacin entre el deudo y quien le asiste debe por consiguiente

    caracterizarse por un comn escuchar: "la paciencia de concederle al otro realmente el

    que sea l mismo" de Sporken o el "ayudarle a vivir su propio duelo", modificando la

    lectura de Rilke. La asistencia y el acompaamiento a la persona en duelo no son en el

    fondo algo diverso de la ayuda a la vida, es ms, es precisamente durante el proceso de

    recuperacin cuando la persona ms asistencia requiere en su volver a vivir su vida

    tras la muerte del ser querido.

    Evidentemente no podemos "curar" al deudo de su dolor y tampoco podemos

    afligirnos por l. En su lugar, podremos acompaarle en su dolor, en su tragedia, y

    esto supone una serie de consideraciones:

    (1) No esperar lo imposible; no hacemos milagros ni tenemos las respuestas a todas laspreguntas.

    (2) Asistir a una persona en duelo supone admitir la propia vulnerabilidad y exponerse adespertar la propia ansiedad, los duelos no resueltos y favorecer la depresin y la

    tristeza. Si somos sinceros con nosotros mismos y lo preguntamos, veremos comonuestros sentimientos son idnticos a los de otros. Por otra parte, y si bien el duelopuede llegar a volverse una rutina para el profesional, ciertamente es algo nuevo para eldeudo: es la primera vez que l pierde a ese ser querido y esto es nico y diferente

    para l.

    (3) No existe un solo modelo de edad, tipo de muerte, circunstancias familiares u otroindicador en el que poder confiar para decidir lo que se va a comunicar al deudo. Noobstante, si que existe un modelo de conducta frente al deudo y su familia: elmantenimiento de una va de comunicacin permeable.

    (4) No somos inmunes al dolor del otro; en el momento en que construyamos una"coraza protectora" perdemos nuestra capacidad de "asistir", de "compasin", auncuando conservemos un manejo adecuado y cientficamente elaborado de la tcnica.

    (5) La adaptacin del acompaamiento a cada persona en duelo es una necesidadevidente puesto que este deudo en particular es diferente de los dems; la flexibilidad yla adaptabilidad de los comportamientos debe ser la nica norma comn.

    (6) La esencia misma de los cuidados al deudo es acompaar, y no "quitar el dolor"; sipartimos de la idea de que acompaar es igual a quitar el dolor, viviremos el duelo de lapersona como un fracaso, circunstancia que a su vez repercute en la manera de tratar ala persona. Por otro lado, "no hacer nada" es un factor fuertemente creador de ansiedad;

    para cada situacin existe siempre un momento determinado para "hacer" y otro para

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    "escuchar". Solo cuando el deudo es rechazado porque su forma de expresar el dolor dela prdida es inaceptable, el "no hacer nada" llega a ser angustiante.

    (7) Es preciso reconocer que las necesidades del deudo y su familia cambian con eltiempo. Como fenmeno vivencial, el proceso del duelo intrafamiliar es un casoespecial de prdidas diversas en una constelacin familiar, y sus estados representan

    el modelo dinmico de adaptacin emocional a cualquier prdida real, sea manifiesta,oculta o ambigua.

    (8) Las respuestas a los distintos problemas que pueden originarse en el trabajo conpersonas en duelo deben buscarse en el mismo contexto en el cual se dieron origen; losrecursos propios, de equipo, y estos 10 principios tanatolgicos son los elementos queconstituyen la base en la cual encontrar las respuestas ms aproximadas a las distintas

    demandas que puedan presentarse, matizadas por el sentido comn y la empata tannecesaria en este trabajo.

    (9) Puede ser difcil darse cuenta cuando es necesario callarse y cuando es necesarioestar all. Esto pide conocer a la persona en duelo, comprender sus reacciones y asistirleel tiempo suficiente como para objetivar qu pertenece a l y qu es propio de nuestrasreacciones ante su dolor y tragedia.

    (10) Aunque la respuesta a la prdida pueda incluir rebelda y negacin en algunos, yestoicismo en otros, no hay un nico patrn de respuesta ni deber anticiparse oanimarse a que ocurra de una forma particular. Como en el caso de los enfermos

    terminales, la persona en duelo es el maestro, y ser l quien nos dar sus directrices.

    Aspectos generales

    Cmo puede establecerse con los deudos una relacin personal como la que se necesitapara una adecuada asistencia al proceso del duelo?

    Un principio rector de nuestra actitud tica es la consideracin de que la persona que haperdido un ser querido es un individuo normal, sometido a una circunstanciaprofundamente perturbadora y estresante, y que responder a ella de acuerdo a suverdadera y especfica historia personal y a su propia circunstancia bio-psico-socio-familiar y funcional; en el rea de la experiencia real, los deudos son los profesores,mientras que aquellos que les acompaan siempre tienen algo que aprender.

    El dilogo con el deudo presupone en principio las condiciones psicolgicas de todobuen dilogo, y estas son, entre otras, la actitud de respeto a la interioridad del otro, elescuchar realmente lo que se dice y lo que no se dice expresamente, el intentarcomprender de que trasfondo emocional proviene lo dicho y cul es el autntico valorque entonces cobra, el ayudar al otro a que perciba por s mismo sus problemas y a quedescubra la direccin de una solucin.

    Las conductas y tcnicas de entrevista, de hecho, pueden aprenderse; el mejor mtodoes sin duda el de un adiestramiento tcnico bien planteado, aun cuando para muchos

    resultar difcil sino imposible lograrlo. Existen algunos elementos particularmentedeseables y algunas habilidades peculiares que son condiciones para el establecimiento

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    de cualquier relacin humana y profesional con una persona que ha perdido un serquerido, matizadas por la flexibilidad que rige a todo intercambio bidireccional: laautenticidad (real, natural, honesta y sincera), su calidez (espontnea, acogedora ypreocupada) y su empata.

    En las conversaciones con los deudo no se trata de hacer "formulaciones razonables", de"ofrecer soluciones", exponer teoras o de darle consejos sobre como ha de contemplarlas cosas, sino mas bien de articular las sensaciones que en el fondo le preocupan y quel no ve expresamente o no es capaz de manifestar mediante la palabra, y ofrecerle as laoportunidad de dar expresin a sus sentimientos con el objeto de que pueda integrarlosms fcilmente.

    Lo que se espera del profesional no es "que diga algo de lo que el deudo pueda sacar

    provecho", sino el que asuma el sentimiento en el que se hizo la manifestacin: el dolor,el miedo, el resentimiento, el desasosiego, la preocupacin, etc., pueden y deben confrecuencia ser afirmados. As, uno de los aspectos ms importantes en lasconversaciones con los deudos es el llegar a hablar tanto de los hechos que ataen alcurso del duelo como, y muy especialmente, de las propias experiencias del deudo.Muchas personas temen no ser capaces de encontrar las palabras apropiadas en elmomento oportuno, hecho que, de por s, debe ser desaconsejado. Tal temor tiene quever con la concepcin muy generalizada de que las personas que asisten al proceso delduelo tienen que decir "aquello" o al menos "algo"; concepcin que es, por supuesto,errnea. No slo por que en ocasiones las preguntas ms expresas no se formulan comodemanda de una respuesta sino como expresin de una sensacin, sino porque

    prcticamente todos los estudios empricos enfatizan la capacidad para escuchar porencima de la capacidad para decir algo.

    No podemos suprimirle al deudo el sentimiento de "estar slo en su dolor" y el "dolorde la prdida " que va ligado a la prdida de un ser querido, pero si compartimos con lesos sentimientos mediante una relacin adecuada y en conversaciones sinceras,podremos sin duda abrir entre ellos y nosotros un camino que, gracias a esa solidaridad,se le haga soportable su soledad.

    Algunos de elementos que debemos tener en cuenta en las entrevistas con losdeudos son:

    (1) Es importante que la consulta sea aceptada antes de iniciar. Las consultas sorpresano siempre son bienvenidas; cuando vea al deudo, saldelo como normalmente lo hara,busque una silla y sintese cerca de l; en lugar de preguntar cmo est?, preguntecmo se siente hoy?, cmo va el da? Es mejor evitar tpicos como "todo va bien","pronto estar mejor", "tiene que confiar en Dios ",el tiempo cura todas las heridas, etc.

    (2) Enfoque la visita en el deudo; conceda suficiente atencin a sus sntomas, a su dolor,a su desesperacin, de lo contrario puede reflejar un rechazo general a preguntar sobresntomas o problemas que el profesional no puede modificar.

    (3) Una forma de entrevista tranquila, no preocupada, es importante, aun cuando laconsulta pueda ser corta. Estas primeras conversaciones a veces pueden consistir

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    exclusivamente en acompaar en silencio a esa persona mientras relata lo sucedido(tcnica narrativa), de manera que el deudo, al experimentar nuestra cercana, cobre elnimo y la confianza de participarnos de todas sus preocupaciones. Sin embargo, noolvide que el deudo "elige un interlocutor" entre todos aquellos que le visitarn, al cualparticipa de las mismas y no a otros; por lo tanto, no se desanime. Recuerde que notodos los deudos quiere hablar acerca de su tragedia todo el tiempo; es humano querercallar e ignorar las realidades ms serias por cortos perodos de tiempo: deporte,poltica, moda msica y noticias acerca de amigos son a menudo buenos tpicos queofrecen la oportunidad de un intercambio mutuo. La conducta que se tome ante el deudodebe ser apropiada: una actitud jovial superficial, la cual parece negar la seriedad de lasituacin, no es apropiada. El abatimiento y la tristeza tampoco son bienvenidos. Laaproximacin al deudo debe mostrar respeto y preocupacin por la situacin, y reflejar

    la voluntad de compartir intereses u otros aspectos de la vida del deudo sin enfocarseslo en la prdida. Un acompaamiento no ansioso es el tipo de interaccin requerida,siendo sensible al humor de la persona.

    (4) No subestime el dolor del deudo ante la muerte de su ser querido; si el profesionalno es consciente de ello e intenta alentarlo respecto a sus angustias y temores, puede noser credo. Por ello es necesario desconfiar de la tendencia que tenemos de hablarespontneamente con los deudos que abiertamente sealan su recuperacin slo unosdas despus de acecina la muerte.

    (5) Es imperativo que una vez que el acompaamiento haya sido ofrecido y aceptado, lapromesa de la misma sea mantenida; malograr tal contacto sera una violacin seria a la

    confianza de la otra persona. Deber tambin ser asegurado, aunque sea evidente, quecualquier cosa que se diga en el curso de las entrevistas es personal y privado. Lapreocupacin (inters) es uno de los atributos ms altamente valorados, junto con lacompasin; pocas cosas pueden molestar ms a los deudos que el compromiso fingido.Por otra parte, apiadarse slo del deudo no representa para l ninguna ayuda; lacapacidad para estar a gusto con una persona que ha perdido un ser querido es unacualidad muy valorada.

    (6) En principio, deber indicarse la frecuencia de las consultas y apegarse al horarioestablecido; la frecuencia y duracin de las mismas depender de la situacin del deudoy, por supuesto, de su demanda. En gran parte, es el deudo quien decide el momento de

    tales entrevistas. Lo principal es estar disponible y no hacerse el sordo. Esta actitudevita imponer una entrevista a un deudo que no est bien dispuesto. En los casos demuerte por enfermedad aguda, decir solamente al deudo "estoy aqu" puedereconfortarle. La consistencia y la perseveracin son fundamentales, as como la calidaddel tiempo es ms importante que su cantidad. No haga promesas -el deudo tambin esun experto en "promesas rotas"-, de apoyo efectivo.

    (7) En el transcurso de la primera entrevista, la actitud esencial es la de escuchar(tcnica narrativa). Debe dejarse que el deudo tome la iniciativa en la conversacin. Seaun buen oyente y no se incomode por los intervalos en la conversacin. No tiene quepensar que tiene que decir algo. Si el deudo confa en usted, se comunicar

    abiertamente.

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    (8) Toda comunicacin hablada envuelve un lenguaje no verbal, comunicacin quesuele ser la ms honesta. Por otra parte, el afecto fsico como comunicacin tambin esimportante: una palmadita en el brazo, un ademn, un guio, una sonrisa o coger lamano a menudo transmiten un entendimiento y una tranquilidad importante que nopueden ser expresados con palabras.

    (9) Los aspectos que se originan en el curso de las consultas pueden, en verdad, serinfinitos y estar matizados por diversos elementos "distorsionadores" (entorno,creencias religiosas, temores, etc.). Debe enfatizarse que nada de lo que la persona digacarece de inters, no es importante o es indiferente; se deber estar muy atento, inclusopara aquello que parece irrelevante. Debe tratarse de recordar cualquier cosa enparticular que el deudo haya dicho; es ms, las cosas que no haya dicho tambindebern ser registradas. El deudo debe tener la oportunidad de verbalizar toda laansiedad de lo que est en su cabeza, hablar acerca de temas religiosos, acerca del temoral castigo, de los sentimientos d culpa, del resentimiento y de la esperanza deexpiacin. Uno debe ser capaz de expresar, cuando sea el caso, una creencia en la vidaeterna o una conviccin de que despus de la muerte no hay nada. Aunque la filosofadel deudo y sus creencias religiosas deban ser respetadas, es tambin importante queuno sea honesto si se le pregunta acerca de las propias ideas y creencias; esta es unapregunta que muestra que el profesional aprecia el punto de vista del deudo aunque steno sea compartido.

    (10) En el curso de estas entrevistas es necesario respetar los mecanismos de defensa,dejar al deudo que muestre sus sentimientos, ser un nio si lo desea, o estar agresivo. La

    negacin con frecuencia es un modo efectivo de tratar un problema aparentementeinsoluble; slo cuando el deudo est utilizando sin xito la negacin debe el profesionalintentar ser ms franco. Si el deudo tiene xito en la negacin, no escuchar lo que se ledice o incluso se negar a mantener la conversacin.

    (11) El no tener una visin exacta del curso del duelo y, en consecuencia, de no poderacomodarse suficientemente a la situacin y sentimientos del deudo, es un obstculocon el que puede tropezarse el profesional poco experimentado o que demanda desde unprincipio el "tener todas las respuestas" sin antes conocer al propio deudo. Quiendetermina si un miembro del equipo acta o no de forma responsable son las autnticasdemandas del deudo al que ha de atender, y no el que asiste.

    Si se han de tener en cuenta todas las demandas del deudo, es preciso que cada

    profesional involucrado en su cuidado reconozca los lmites de su propio rol y los

    servicios alternativos de sus compaeros de asistencia. La necesidad de uno u otro

    miembro del equipo sanitario generalmente tambin es determinada por el propio

    deudo y/o su familia. Lo importante es estar siempre disponibles.

    Finalmente es importante sealar que los anlisis que han sido hechos, las bases que se

    han establecido y los requerimientos que se han descrito no deben ser considerados

    ms que como informaciones indispensables, sin las cuales los cuidados a los deudos

    descansaran en malentendidos. El contenido mismo de los cuidados parte

    esencialmente de la investigacin de los equipos asistenciales.

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    ELEMENTOS DE LA CONSULTORA

    La valoracin en duelo (consultora) es un proceso de diagnstico multidimensionaldestinado a cuantificar las capacidades y/o problemas o alteraciones relacionadas conlas esferas de la realidad, sentido de la vida y personalidad de las personas en duelo,para conseguir un plan racional de tratamiento y seguimiento a largo plazo.

    De lo anterior, cabe destacar como elementos de la consultora:

    1. Proceso de diagnstico

    2. Multidimensional

    3. Destinado a

    4. Cuantificar

    5. Capacidades

    6. Problemas

    7. Alteraciones

    8. Esfera de la realidad

    9. Esfera del sentido de vida

    10. Esfera de la personalidad

    11. Para conseguir

    12. Plan racional de tratamiento

    13. Seguimiento a largo plazo

    Proceso de diagnstico

    Proceso organizado y orientado a la obtencin de datos subjetivos -provenientes de laanamnesis- y datos objetivos -de la exploracin social- que tiene como propsito lavaloracin conjunta de los resultados obtenidos con el fin de proceder a formular undiagnstico. Es a travs de este proceso que podemos identificar problemas que puedenprevenirse, resolverse o minimizarse mediante actividad interdependientes ymultidisciplinarias.

    Multidimensional

    Implica la valoracin de las tres esferas o dimensiones de intervencin: realidad, sentidode vida y personalidad.

    Destinado a

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    La consultora en duelo est bsicamente destinada y orientada al deudo como serindividual, autnomo e independiente, y al sujeto como ente familiar, social einterdependiente.

    Cuantificar

    El propsito de la consultora no es describir o enumerar el nmero de incapacidades deldeudo, sino ms bien cuantificar sus potencialidades en todas las esferas o dimensiones,y a valorar el peso global de los obstculos para conseguir el mximo de suscapacidades.

    Capacidades

    La valoracin de las capacidades del deudo significa determinar todo aquello que elindividuo todava puede hacer desde sus dimensiones (lo que queda de ellas); con ello(una vez identificadas) conseguiremos fortalecer sus puntos dbiles y potenciar suspuntos fuertes, logrando as maximizar sus habilidades.

    Problemas

    El proceso de identificacin de los problemas del deudo no es de ningn modo diferenteal realizado en otras poblaciones, la diferencia ms importante reside en el impacto quedeterminados problemas que no afectan de forma trascendental a otros individuos sipueden hacerlo en los deudos. Por otra parte, existen problemas que se presentan conms frecuencia en esta poblacin o se asocian a ella. Un factor muy importante a tener

    en cuenta -que no suele presentarse en otras situaciones clnicas de forma tanpronunciada- es la presencia de los estereotipos relacionados con el duelo (p.ej., no lloreque no lo deja descansar).

    Alteraciones

    Debido a que el lmite entre lo fisiolgico y lo patolgico es muy difcil de establecer,las alteraciones que se presentan en el deudo pueden llegar a ser muy difciles devalorar.

    Esfera de la realidad

    Incluye la valoracin de todos los aspectos relacionados con el efecto de la prdidasobre la realidad, es decir, sobre las personas con que se vive, la rutina diaria, lasconversaciones con otros, la forma de reaccionar a las cosas, los proyectos, ilusiones,etc.

    Esfera del sentido de vida

    Incluye la valoracin, directa o indirecta, del efecto de la prdida sobre todos losaspectos relacionados con el sentido de vida, es decir, sobre las personas con las que seconvive, los sueos, planes, ilusiones, deseos, las actividades y conversaciones que setenan con la persona fallecida, etc.

    Esfera de la personalidad

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    Incluye la valoracin de todos los aspectos relacionados con los efectos ocasionadossobre la personalidad como consecuencia de la prdida. Incluye tambin la valoracinde todos los aspectos relacionados con el sujeto como organismo social, que existe enun ambiente social y es aceptado por el mismo, de su proceso de adaptacin y saludmental.

    Para conseguir

    Como todo proceso de diagnstico, el objetivo ltimo de la consultora en duelo esconseguir situar al deudo en el nivel adecuado y documentar su mejora (evaluacin deresultados) con el paso del tiempo (mantenimiento de los objetivos).

    Plan racional de tratamiento

    Cada nivel de intervencin y evaluacin (realidad, sentido de vida y personalidad) debeproporcionar un plan racional de tratamiento acorde con las capacidades reales deldeudo (recursos internos) y los servicios sociales comunitarios y el entorno familiar, esdecir, los recursos externos.

    Seguimiento a largo plazo

    Cada nivel de evaluacin (realidad, sentido de vida y personalidad) debe estar sujeto aun seguimiento a largo plazo como nica medida de valorar el xito de la intervencin.Debido a que el equilibrio dinmico de las tres esferas o dimensiones es muy frgil, esteseguimiento deber ser acordado entre los elementos que componer la interface

    profesional/paciente/familia/recursos externos comunitarios.

    FACILITANDO EL DUELO NORMAL EN EL ADULTO

    Aunque la mayora de las personas afligidas se recuperan de sus prdidas sin ningunaasistencia profesional, el conocimiento de las fases del duelo, con sus sntomas yreacciones particulares, posibilita a la persona a prestarse ayuda, a facilitar su duelo e

    identificar sus reacciones, permitindole a su vez poner en marcha de forma precozdistintas estrategias para disminuir la probabilidad de complicaciones futuras o patronesdisfuncionales.

    Las condiciones ms favorables para el desarrollo de un duelo sano son:

    1. Informacin

    Es decir, educacin en duelo: qu es el duelo, cmo se presenta, qu me puede pasar,qu puedo hacer, qu pueden hacer otros por mi, etc.). Debemos recordar que unasituacin ser tanto ms angustiante cuanto ms la desconozcamos. Se trata de laprimera de las tareas del duelo.

    2. Compaa

    Mi entorno familiar y social inmediato como interlocutores de mi dolor, que conozcantanto del duelo como yo, llenos de paciencia y que sepan acompaarme y escucharme:

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    si tanto me quieren como para acompaarme, deberan aprender del duelo, tanto o

    quizs ms que yo.

    3. Conversacin

    Una de mis tareas ms importantes es el hablar, hablar y hablar de m ser querido, deldolor, de lo que le acompaa, de mis angustias, del colapso de mi futuro, de mi rabia yde mi desesperacin.

    En la medida en que se rompe la construccin de la realidad, el sentido de la vida y la

    identidad propia despus del fallecimiento, la capacidad del individuo de reasignar

    responsabilidades en dichas reas y la disponibilidad de recursos alternativos son

    fundamentales para su proceso de adaptacin a una vida sin el fallecido. Sea cual fuesela relacin de los deudos con el difunto, hay un consenso general de que todo ajuste

    positivo despus de una prdida slo se puede lograr si los deudos llevan a cabo lo que

    se ha dado en llamar "trabajo de congoja" (trabajo de la afliccin o trabajo del duelo).

    La idea de "trabajo" viene al caso porque la adaptacin normal a una prdida implica

    considerable dolor y esfuerzo antes de poder reconocer la realidad de la misma,

    aceptar que la persona muerta ya no est ms y buscar otras relaciones o vas de

    interaccin social productiva. Este ejercicio ubica de manera clara en el pasado las

    relaciones y experiencias con el difunto; si el deudo no se mueve de una relacin

    idealizada, puede llegar a ser incapaz de afligirse por la persona real. Sabemos que los

    muertos no se olvidan sino que se ubican en el pasado, en tanto que su recuerdo se

    incorpora a la realidad del presente: por medio del trabajo de congoja es posible poner

    a los difuntos en una perspectiva histrica y emocional.

    Algunas personas encontrarn consuelo por la prdida de un ser querido acudiendo a

    su sacerdote de confianza, a sus amigos, al ejercicio fsico o aumentando sus horas de

    trabajo diario; para otros podr ser til estar en un grupo de auto-ayuda o acudir a los

    especialistas en duelo. En esto casos, siempre se acercar mucha gente que querr

    arreglar nuestras vidas: Escuchmosles y dmosles gracias por su inters. El alcoholo las drogas no son la forma ms sana o apropiada de encontrar consuelo; esto solo

    nos aadir ms problemas.

    En este modelo de adaptacin a la prdida o "trabajo de congoja", se pueden

    identificar varias tareas que deben emprenderse en el curso del duelo y adaptacin a

    un mundo donde el difunto ya no existe. Estas tareas son tanto emocionales como

    instrumentales: el superviviente debe aprender tanto a enfrentarse con los sentimientos

    de angustia, soledad y desesperacin como a poner una instalacin elctrica para una

    bombilla, arreglar un fogn o pagar los impuestos; son relativamente simples y de

    carcter progresivo, y constituyen los elementos en los cuales se apoya el asistentepara su labor de facilitacin del duelo normal. El duelo no es pues un fenmeno

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    pasivo, sino, por el contrario, muy activo, en donde el deudo participa

    intensamente en cada una de estas tareas.

    Estas TAREAS, son

    PRIMERA TAREA: Educacinen Duelo

    Uno de los aspectos ms importantes para facilitar nuestra recuperacin es buscarinformacin acerca de lo que es y lo que se siente durante el duelo, cunto dura, qufactores modifican o alteran el proceso de recuperacin, cmo puedo ayudarme, de quforma otros pueden ayudarme, etc., en definitiva, EDUCACIN EN DUELO. Estoevita muchos tipos de interpretaciones errneas y angustias innecesarias.

    SEGUNDA TAREA: Ventilacin

    Como hemos visto, durante los primeros das o semanas despus del fallecimiento elsuperviviente permanece en un estado de shock adaptativo y defensivo, caracterizadopor un aturdimiento continuo, incredulidad, confusin y preocupacin por la imagen delmuerto; durante este lapso an no habr sentido todo el impacto de la prdida. Almismo tiempo, el deudo generalmente cuenta con el apoyo de familiares y amigosquienes habitualmente se dedican a los arreglos prcticos relacionados con elfallecimiento (certificado de defuncin, registro, arreglos del funeral, cobertura de

    gastos, etc.). Al ser organizados y protegidos por otros, la oportunidad de enfrentarse oexperimentar la realidad de su prdida se ve as reducida; la realidad y el sentido de lascosas se suspenden temporalmente, en tanto que todo sucede a su alrededor.

    Si bien las actividades de la vida diaria pueden continuar su curso normal, pierden susentido derivado del intercambio con otros. Aun cuando la atencin de familiares yamigos, el funeral y las actividades y arreglos relacionados con el fallecimientoimpliquen que alguien ha muerto, suelen ser percibidos como irreales y alejados de laexperiencia personal: es casi como si todo ocurriera a otras personas, parece unapesadilla, un mal sueo.

    Gradualmente, y por la naturaleza de las reacciones de los dems -sus visitas, lascondolencias y consuelos, el llanto-, una creciente consciencia de que el muerto ya noest presente confirman y fortalecen la realidad de la prdida; se accede a sureconocimiento intelectual aun cuando emocionalmente no se acepte.

    Dos tipos de estrategias facilitan el reconocimiento y aceptacin de la prdida:

    a. Recordar todos los eventos relacionados con la muerte, es decir, las circunstanciasalrededor de la misma; esto significa que una de las mejores cosas que podemos hacer

    es hablar, hablar y hablar. Al repetir una revisin de la muerte o notificacin de lamisma, la realidad se hace ms clara y ms detalles acuden a la conciencia, al mismo

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    tiempo que el deudo experimenta recuerdos relacionados al difunto. Cada repeticin,aunque muy dolorosa, permite una mayor descarga de angustia y dolor; as, segn sedice, duelo que no se habla, es duelo que no se cura. De esta forma es que el revivir la

    experiencia facilita la integracin de la realidad de la prdida. El hablar de lo sucedido,de lo que sentimos, de lo que nos pasa, de lo que pensamos de nuestro futuro, de losdems y de cualquier otro tema que en ese momento nos apetezca, tambin puededarnos pie para permitir una apertura hacia la resolucin de asuntos pendientes con elser querido fallecido (si es que qued alguno o algunos). El hablar, como terapia deduelo, me permite pues reconocer la realidad de lo sucedido, descargar dolor, establecerlos primeros pasos para un cambio en la relacin (hablar en pasado y no en presente,cambiar de relacin fsica a simblica) y extender mi red social de apoyo.

    b. Evitar la negacin: el objetivo es referirse al difunto como ya muerto, hablandodirectamente de lo que ha sucedido, utilizando los verbos en su tiempo apropiado yresponder a sus dudas o inquietudes de tal manera que confirmen la realidad; esteproceso no debe ser brutal o desatento, sino suavemente correctivo mientras elacompaante responde con seguridad en una forma que confirma y no elude la realidadde la prdida total o irreversible.

    TERCERA TAREA: Curacin

    Abordar o coger cada uno de los componentes de nuestro dolor y realizar las actividadesnecesarias para favorecer su cicatrizacin:

    a. Respecto al dolor biolgico, es decir, al dolor del cuerpo, deberemos acudir a nuestromdico de confianza para que estudie y/o trate nuestro dolor y nos aconseje al respecto.Si permitimos que este dolor contine sin ninguna atencin mdica, puede llegar aabsorber mucha de nuestra atencin y retrasar nuestro proceso de recuperacin, sinolvidar que puede relacionarse con una enfermedad de mayor o menor gravedad quetambin retrasara nuestra recuperacin.

    b. En cuanto al dolor psicolgico, debemos recordar lo ms detalladamente posiblenuestra vida con el ser querido perdido. Este ejercicio (que puede utilizar todo tipo deartificios como fotografas y objetos familiares) tiene como propsito ayudarnos acontinuar, separar y establecer los lmites apropiados que nos diferencien del serquerido, confirmando as nuestra identidad personal y recuperando la confianza ennosotros mismos. Es decir, esto ayuda al proceso de emancipacin emocional de lasuniones de apego con el difunto. Para ello, aquellos que acompaan al deudo debenestar dispuestos y preparados para escuchar y participar con estmulos que ayuden aldeudo a relatar la historia ms completa del difunto y de su vida juntos. Este ejercicioposee adems dos ventajas adicionales:

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    (1) Visualizacin del difunto como lo que realmente fue: cuando el deudo puedehablar acerca de cmo se conocieron y de algunos hechos de su vida juntos, muchasemociones son experimentadas y empezar a ver al difunto como una persona ms realy no como la idealizacin de las fases inciales ("un santo que muri); sin embargo, estoen ocasiones le puede crear conflictos si su interlocutor no comprende el propsito deeste ejercicio. Muchas personas consideran saludable que el deudo hable en formapositiva del difunto, pero tienen menos humor y paciencia para escuchar susexpresiones de enojo y culpabilidad por una relacin largamente ambivalente yconflictiva; esto es especialmente verdad para aquellos que conocieron al difunto ydesean conservar su propia imagen del fallecido, prefiriendo olvidarse de contrariedadesy conflictos que en su opinin ya no tienen remedio. Con frecuencia, y por temor a ser

    "desleal con el muerto" o a alejar a sus amigos y familiares, el individuo puede sentirseinhibido para exteriorizar su enojo con el difunto.

    (2) Favorece la autoestima: El recuerdo de aspectos buenos y productivos, y laconfirmacin de haber logrado algo provechoso y madurativo, favorece la autoestima,atena la hostilidad y enojo y nivela la culpabilidad que se atribuye al difunto con lapropia, llegando a un trmino medio en el cual se reconoce lo bueno y lo malo de surelacin.

    c. Para tratar con el dolor social (el dolor por la sociedad y su forma de ser), debemos

    deshacernos de forma constructiva de toda nuestra rabia y odio (de una forma que seasana para nosotros y no produzca dao a otros), de tal forma que no sea un obstculopara nuestro proceso de recuperacin. Podremos utilizar todo tipo de artilugios, talescomo una almohada, un cojn, un saco de boxeador, una pelota contra una pared, jugaral tenis u otros deportes parecidos que impliquen una intensa actividad fsica de tirar ogolpear una pelota contra una pared. Una vez descargada esta pesada y dolorosa carga,ya podremos mirar con otros ojos y pensar cul puede ser nuestra contribucin para quela sociedad en que vivimos sea un poco mejor.

    d. Para el dolor familiar, es decir, el dolor de nuestros otros seres queridos, debemos

    tratar de recuperar una de las funciones ms importantes de la familia, la de apoyo ysoporte mutuo, mediante una buena comunicacin y utilizando la terapia o tcnica delhombro-odo-abrazo: es decir, prestando nuestro hombro y pecho al dolor del otro ynuestro odo a su angustia y dolor a travs de un escuchar sin interrumpir; adems,como en toda situacin angustiante, un abrazo familiar y carioso ser siempre un buenacompaante.

    e. Respecto al dolor espiritual (el dolor de nuestra alma), la fe y el consejo espiritualpodrn ser la alternativa ms apropiada.

    f. En relacin con el dolor que el pasado nos produce, debemos nuevamente recordar loms detalladamente posible nuestra vida con el ser querido perdido, actividad que

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    realizaremos siempre con el mayor nmero posible de nuestros familiares presentes,cada uno aportando sus propios recuerdos, dificultades, ancdotas y curiosidades eintentado realizar la biografa ms completa del ser querido (volumen de historias quepodr ser consultado cuando as se desee). Podemos utilizar igualmente fotografas yobjetos familiares para lograr una mayor reconstruccin. Este ejercicio tiene comopropsito llegar a establecer un sentimiento de reconciliacin, paz y gratitud con eserico pasado vivido con nuestro ser querido perdido, confirmando as nuestra identidadfamiliar y estableciendo las bases para un futuro diferente y nuevo.

    g. El analgsico que necesitamos para calmar el dolor que el presente nos produce slopodemos encontrarlo en la intimidad de nuestra familia, en sus fuerzas de apoyo y

    soporte y en la tcnica del hombro-odo-abrazo. Es ella quien nos infundir seguridady confianza y nos proporcionar un modelo de estabilidad y continuidad al no desistiren el contacto mutuo ni dejarse abrumar por la ausencia aparente de soluciones a losdistintos problemas.

    h. Finalmente, para el dolor que el futuro nos produce, no hay mejor analgsico que lafamilia: si logramos alcanzar un sentimiento de reconciliacin, paz y gratitud con eserico pasado vivido con nuestro ser querido perdido, confirmar nuestra identidad familiary lograr de la familia la seguridad y la confianza y el modelo de estabilidad ycontinuidad necesarios, estaremos estableciendo las bases necesarias para un futuro en

    comunidad con nuestra familia y nuestro dolor.

    El superviviente empezar a mostrar su aceptacin de la prdida al hablar del difunto enfuncin de su muerte y de su propia soledad; cuando de esta manera la prdida se vuelvereal, el dolor de estar solo y vivir cada da sin el difunto empezar a sentirse yexpresarse.

    Un aspecto importante para facilitar esta tarea es que tenemos que reconocer que haypoco consuelo posible cuando una persona enfrenta su futuro sin el ser amado perdido.No obstante, aquellos que le rodean si que pueden ofrecerle un sentido de estabilidad,

    continuidad y confiabilidad en un mundo que para ellos es catico y carente designificado y propsito. Slo en esta forma es posible que algn consuelo puedacomunicarse y aceptarse.

    CUARTA TAREA: Reconstruccin

    Recuperar nuestra realidad, nuestro sentido de la vida, nuestra personalidad ntegra y laconfianza en el mundo puede llegar a ser una de las tareas ms difciles de larecuperacin. Esto significa, entre otras cosas, enfrentarse con la desorganizacin y laadaptacin a un entorno sin el ser querido. Es tambin uno de los factores que hace que

    el proceso de recuperacin tome tanto tiempo como 3-4 aos si no existencomplicaciones.

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    Debido a que cada ser humano participa en mayor o menor intensidad de nuestrarealidad, de nuestro sentido de la vida, de nuestra personalidad ntegra y de nuestraconfianza en el mundo, un primer paso es establecer qu tanto de cada uno de estoselementos (realidad, sentido de la vida, personalidad y confianza) estaba absorbido poro dependa del ser querido fallecido. Una vez alcanzado este objetivo, debemosentonces utilizar lo que queda de cada una de estas tres esferas como elemento o base

    para su reconstruccin. Ms nfasis deberemos poner en aquellos aspectos que msseriamente se vean afectados por su dependencia del ser querido.

    Cmo recuperar nuestra realidad:

    La realidad que sirve como base a todas nuestras acciones, interacciones y expectativas(es decir, la rutina diaria, nuestras conversaciones con otros, nuestra forma dereaccionar a las cosas, nuestros proyectos, ilusiones, etc.) puede hacerse pedazos enmayor o menor medida segn participase en ella nuestro ser querido. Si logramosclarificar lo que nos queda de ella en cada uno de sus elementos (rutina diaria,conversaciones con otros, nuestras reacciones, proyectos, ilusiones, etc.) utilizaremosestos desechos como elementos para su reconstruccin. Esto significa que debemosestablecer cules son cada uno de los elementos que componen nuestra realidad yrealizar el ejercicio con cada uno de ellos. Esta tarea podemos hacerla solos, con laayuda de un terapeuta o, ms apropiadamente, con la ayuda de nuestros familiares.

    El enfrentar la desorganizacin y la adaptacin a un entorno sin el difunto suele ser latarea ms difcil para los deudos e incluso para aquellos que le acompaan en su duelo.El mundo se ha convertido en un lugar poco seguro y confiable -y la confirmacin de laidentidad personal a travs de esa persona se ha interrumpido , la realidad supuesta seha hecho aicos y las relaciones con otros tienen ahora que re-establecerse sobre unabase completamente diferente.

    Distintos y complejos problemas debe ahora afrontar el superviviente:

    a. Reconstruir y recuperar su confianza en un mundo donde puede suceder cualquiercosa;

    b. Continuar, separar y establecer los lmites apropiados que le diferencien del difunto,confirmando as su identidad personal y recuperando la confianza en s mismo;

    c. Darle un nuevo sentido a la realidad y a la vida;

    d. Manejar la interaccin social ahora que ha perdido al ser tal vez ms importante de suvida;

    e. Abordar en solitario distintos problemas prcticos (econmicos, vivienda, hijos, etc.).

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    Para facilitar este difcil proceso, aquellos que acompaan a una persona en duelopueden:

    (1) Infundir seguridad, confianza y proporcionar un modelo de estabilidad; esto esespecialmente importante, como hemos visto, cuando el mundo se ha llegado a percibircomo inseguro e inestable y cuando los amigos y familiares lejanos han empezado aretirar su apoyo o no saben cmo ayudar de forma adecuada y efectiva; al abordar yaceptar con un sentido de seguridad sus diversos problemas, aquel que acompaa -mssu presencia- le transmiten un sentido de control y dominio.

    (2) Establecer un marco de continuidad al no desistir en el contacto ni dejarse abrumarpor la ausencia aparente de soluciones a los distintos problemas.

    (3) Nuestros familiares, amigos, un terapeuta o nuestro grupo de duelo, pueden actuartemporalmente como "sustitutos interinos" (es decir, como una compaa pasajeramientras pasamos la fase aguda y nos sentimos capaces de reanudar nuestras otrasamistades) con el fin de contribuir a la confirmacin de nuestra identidad (es decir, aque seamos capaces de reconocer lo que es nuestro y no del ser querido perdido) y anuestra auto-estima, y participar de nuestra interaccin social durante el tiempo queprecise el seguimiento del duelo. Adems, tambin pueden ayudarnos a abordar y

    manejar diferentes problemas prcticos (econmicos, vivienda, hijos, etc.); para ello se

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    requiere que se acepte a los deudos como individuos y no como una categora depersonas difciles de abordar.

    (4) Se puede facilitar la interaccin social al anticipar a los deudos lo que puede ocurriren su entorno social y la forma en que reaccionan tanto ellos como el entorno a loscambios previstos; facilitar su integracin al ayudarles a entender estos problemas comonaturales y propios de sus circunstancias individuales. Despus de cada paso tentativo,el individuo adquiere ms confianza, aprende nuevas formas de manejar la interaccin yestablece relaciones sobre una base nueva y realista.

    A pesar de ello, son inevitables los fracasos temporales, decepciones y retrocesos. Alevaluar individualmente la naturaleza de las aparentes dificultades, y al discutir losmtodos para abordarlas, se minimiza la confusin y se establecen metas realistas.Aprender nuevos roles y recuperar el sentido de la propia identidad es un proceso lento,gradual y a veces desalentador; cada paso alcanzado da la oportunidad al acompaantepara fortalecer la autoestima y confianza en s mismo, animndoles a dar el pasosiguiente. El objetivo no es aconsejar a los deudos sobre cmo manejar sus problemas,sino en darles la oportunidad de anticipar y comprobar varias estrategias paraabordarlos, guiando la discusin en lugar de explicar qu es lo que est bien y qu loque est mal.

    Cmo recuperar nuestro sentido de la vida:El sentido de la vida que sirve como base a nuestra relacin diaria con otros y con elmundo, y a nuestros propsitos del presente y planes para el futuro, puede igualmentehacerse pedazos en mayor o menor medida segn participase en l nuestro ser querido.Si logramos clarificar lo que nos queda de ese sentido de la vida en cada uno de suselementos (propsitos del presente, planes para el futuro, etc.) utilizaremos estosdesechos como elementos para su reconstruccin. Esto significa que debemosestablecer cules son cada uno de los elementos que le dan sentido a nuestra vida yrealizar el ejercicio con cada uno de ellos. Esta tarea podemos hacerla solos, con la

    ayuda de un terapeuta o, ms apropiadamente, con la ayuda de nuestros familiares.

    Parte de este trabajo de recuperar el sentido de la vida, aunque ms tardamente,implica reinvertir en una relacin tan significativa como la que se ha perdido, es decir,formar nuevas relaciones y construir un nuevo sentido de la vida en el cual podr o noparticipar mayormente esta nueva relacin. Aquel que acompaa al deudo puede ayudara ste a establecer diferentes contactos a los de la familia; para facilitar esto deberevaluar conjuntamente con el superviviente las cualidades propias de su entorno, susintereses y habilidades sociales, y las incapacidades actuales. La familia del deudopuede ocasionalmente requerir ayuda para entender la importancia de establecer nuevas

    relaciones como una tarea apropiada del proceso de afliccin normal del adulto. En elcaso de la prdida del cnyuge, es importante discutir posibles sentimientos de

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    "deslealtad" con el difunto cuando una nueva relacin significativa se percibe como unposible "sustituto". Esta tarea de re-invertir en una nueva relacin involucrasocializacin con nuevos compaeros y nuevos patrones de vida, y movimiento haciauna identidad nueva.

    Cmo recuperar nuestra personalidad:

    Es verdad que nuestra personalidad depende de muchas variables, si bien, cuandoconvivimos muchos aos con una persona llega uno a tal grado de intimidad que unopuede no saber que es realmente de uno y que era del otro, creando una forma deconfusin entre nuestras personalidades. As, si logramos clarificar lo que realmentepertenece a nosotros en cada uno de los elementos de nuestra personalidad, utilizaremosesto como elemento para reconstruirla. Esto significa que debemos establecer cules soncada uno de los elementos que la componen y que no pertenecan al otro; es, de algunaforma, como volver a descubrir qu somos y para dnde vamos.

    El objetivo final no es aconsejar a los deudos sobre cmo manejar sus problemas, sinoen darles la oportunidad de anticipar y comprobar varias estrategias para abordarlos(enfrentarlos), guiando la discusin en lugar de explicar qu es lo que est bien y qu loque est mal.

    Durante este proceso de recuperacin debemos, adems, considerar:

    1. Intervenciones precoces antes de que se establezcan patrones disfuncionales (es decir,formas no muy adecuadas para enfrentar el duelo o que pueden generarle a la personams dificultades que beneficios).

    2. Intervencin sintomtica:

    a. Confrontar con la realidad la culpabilidad hacia uno mismo y hacia los otros(diferenciar entre culpa racional e irracional);

    b. Ayudar a corregir las negaciones y distorsiones;

    c. Trabajar el enfado y la rabia (orientacin constructiva);

    d. Confrontar la sensacin de traicin y abandono con la realidad;

    e. Explorar fantasas de futuro (efecto de la prdida sobre el propio futuro);

    f. Manejo grupal del estigma y la vergenza por las caractersticas de la muerte.

    3. Intervencin relacional:

    a. Explorar las funciones de rol y la vivencia de fracaso del mismo.

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    b. Confrontar la necesidad de encontrar una justificacin racional a la muerte(una causa medianamente aceptable).

    4. Establecer un ritual de despedida.

    5. Terapia individual y terapia grupal.

    Para dar una mayor factibilidad al proceso de recuperacin, el deudo debe considerar:

    1. La institucin ms importante para podernos recuperar de la prdida de un serquerido es NUESTRA PROPIA FAMILIA (el duelo es un asunto de familia). Las

    fortalezas de soporte y apoyo que posee la familia son nicas, y nunca mejor aplicadasque en el caso de la prdida de uno de sus miembros. No debemos olvidar que la familiaes especialmente buena es para los momentos malos, ms que para los llamados

    bueno (fiestas, cumpleaos, etc.). Adems de la familia como grupo de apoyo

    principal (F), debemos contar con al menos dos grupos alternos: (1) Uno o ms gruposde apoyo (F1) en nuestra comunidad (de amigos, grupo de oracin, de tertulia, de juegode cartas, gastronmico, etc.) y (2) Un grupo de duelo (F2) local o itinerante comorecursos para la recuperacin.

    2. Es preciso recuperar la comunicacin que se ve tan afectada por la muerte, que silloro delante del otro tambin le estoy dando permiso de que lo haga conmigo, de que suangustia es slo el reflejo de la mscara que se quita y que esconda ante nuestrapresencia y, finalmente, que puedo aplicar ese viejo y sabio adagio de la sabidurapopular que dice que unapena compartida es media pena, y que mejor forma quehacerlo en familia.

    3. La terapia del Hombro-Odo-Abrazo: la terapia ms importante para recuperarnosde la prdida de un ser querido es tan antigua que la hemos olvidado; se nos ha olvidadoque los seres humanos somos puro afecto, ms afecto que cerebro, que necesitamos

    tocarnos (cosa que ya casi no hacemos), que el rgano del cuerpo que ms necesitamosde otra persona para recuperarnos no es precisamente su boca (no necesitamos undiscurso), su cerebro o su corazn; el rgano del cuerpo ms importante para ayudar a

    otra persona a recuperarse de la prdida de un ser querido est precisamente a amboslados de la cabeza, se llama odos; es decir, que nos escuchen una y otra vez decir elmismo curso (nos tenemos que volver cansones con el tema ese es el tema msimportante en nuestra vida ahora-, sin que nos interrumpan con esas frustrantes frasesde otra vez con el mismo cuento, otra vez llorando). Necesitamos odos que tenganla paciencia de escuchar nuestra angustia, dolor, desesperacin rabia y tristeza una yotra vez, sin interrumpirnos (nosotros hablamos y ellos escuchan), prestndonos, eso

    s, sus hombros para recostar nuestra afligida existencia porque no hay nada como este

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    dolor. Y, finalmente, que nos den el mejor de los remedios para el duelo: un abrazo.Ms no es un abrazo cualquiera, es un abrazo de 20-30 segundos, y al menos cada 4horas.

    4. Realizar entre todos una BIOGRAFA del Ser querido, pues ese ser querido eratodo un personaje, un protagonista, un hroe en nuestra familia, quien amerita, comohomenaje y recuerdo, la biografa ms completa de su vida, no slo para nosotros sinopara futuras generaciones.

    5. Puesto que el duelo no se resuelve con la razn ni con la inteligencia, sino con el

    corazn, no se trata tanto de pensar o razonar qu hacer para recuperarse: lo que se

    debe hacer, bsicamente, es SENTIR Y EXPRESAR lo que de nuestro coraznproviene. As, no se trata de reprimir los sentimientos, ms bien de articularlos enpalabras (hablar), en papel (escribir), en sonidos (gritar o cantar) o con el ejerciciofsico.

    6. Visitas al cementerio. A pesar de ser una opcin absolutamente personal (solo yosiento el dolor, solo yo se si me sirve) y de formar parte de los rituales del duelo, lavisita al cementerio aporta, adems: (1) Libertad de expresin: Se trata de un lugardonde puedes hacer cualquier cosa (llorar, gritar, patalear, hablar con una pared, etc.)sin que nadie te diga nada pues es un lugar propicio para hacer este tipo de cosas. (2)

    Aplicar la tcnica (modificada) de la silla vaca: El hablar con el cuerpo del ser queridodetrs de un pequeo muro, imaginndose que est all, escuchndonos -y an sinhacerlo as-, es una forma muy adecuada de descargar tensin, dolor y angustia.

    El proceso de recuperacin de la prdida de un ser querido consume gran cantidad deenerga, tanto por el proceso en s como por lo que el deudo invierte en informar a otrosen cmo ayudarle (pedagoga del duelo). Por ello, las instituciones y/u organizacionesdeben invertir en la pedagoga del duelo de forma que la persona en duelo no gaste tantaenerga en educar a otros sobre el cmo deben ayudarle y apoyarle.

    Con frecuencia, a muchas personas no les gusta hablar mucho de lo sucedido, del serquerido muerto, de lo que siente y lo que piensan, por no despertar su dolor o porsentirse incomprendidos.

    Sabemos que el escribir, escribir y escribir (una bitcora o diario de duelo) es tambinuna alternativa excelente. Entre las virtudes del escribir, estn:

    1. Permite guardar y evaluar los progresos.

    2. Ayuda a la aceptacin.

    3. Expresar y descargar emociones y pensamientos.

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    4. Facilita el llorar.

    5. Sentir presente al que muri.

    6. Acompaarse.

    7. Resolver asuntos pendientes.

    8. Clasificar y registrar.

    9. Me escucho....

    10. Permite objetivizar.

    11. Honrar al difunto.

    12. Mejorar la comunicacin.

    13. Ubicacin de la realidad.

    14. Mejora el conocimiento de s mismo.

    15. Es el mejor de los oficios.

    16. Es ms ntimo.

    Puesto que el duelo no se resuelve con la razn ni con la inteligencia, sino con elcorazn, no se trata de pensar tanto o razonar cmo tiene uno que recuperarse: lo que sedebe hacer es sentir y expresar el dolor, la angustia, la desesperacin y los demsmolestos sntomas del duelo. Para recuperarnos es preciso curar el dolor (los distintostipos de dolor) y recuperar nuestro mundo (en sus tres grandes esferas). Estas son las 2grandes tareas del duelo.

    Al analizar el trabajo del duelo todo lo que debe hacer y a todo lo que se tiene queenfrentar para recuperarse de la prdida de su ser querido- encontramos varias cosas que

    pueden hacerle ms pesado o difcil su trabajo de recuperacin y que cada persona debeevaluar individualmente para de esta forma dirigir sus mayores esfuerzos hacia aquellasreas ms conflictivas (ver dibujo):

    1. Cargas Propias del Duelo

    Son los componentes -sntomas y signos- propios de la afliccin: dolor, angustia, rabiadesesperacin, sensacin de vaco, soledad, ansiedad de separacin, etc.

    2. Cargas no intrnsecas al proceso

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    Se trata de los obstculos que entorpecen y dificultan el desarrollo del proceso del dueloy que estn directamente relacionados con la afliccin y la prdida: falta deinformacin, evitacin, represin, aislamiento, rechazo, entorno conflictivo no sano parael desarrollo del duelo, etc.

    3. Asuntos Pendientes

    Son todas aquellas cosas relacionadas con prdidas previas de todo tipo (adems de losasuntos pendientes por la prdida actual) y que no fueron adecuadamente resueltas en sumomento, generando una impronta en la situacin actual y/o alterando la capacidad dela persona para resolver la prdida actual.

    4. Crisis concurrentes

    Se trata de los obstculos que entorpecen, dificultan y retrasan el desarrollo del procesodel duelo y que no estn directamente relacionados con la afliccin y la prdida:problemas econmicos, obligaciones mltiples, enfermedad de otro familiar,desplazamientos, violencia, etc.

    Una parte importante del trabajo del duelo consiste en ubicar a la persona u objetoperdido en el rea de los afectos; para ello es preciso "extraerlos" del afuera y ubicarlosdentro de uno mismo.

    Manejo de los tiempos en el duelo como parte del proceso derecuperacin.

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    LA FAMILIA COMO FACILITADORA DE CUIDADOS

    Las formas en las cuales las familias cuidan de s mismas son mltiples y muy variadas.Cada familia segn su historia, organizacin y estructura posee su propia jerarqua deprioridades que abordar de manera ms o menos efectiva.

    Bien es cierto que las familias no se agotan tanto fsica y emocionalmente si puedenparticipar de algn modo en el cuidado de cada uno de sus integrantes; tal colaboracin

    y el hecho de formar parte del grupo de ayuda-mutua pueden serles til en su propioproceso de duelo al permitirles reflexionar, no slo sobre el apoyo que su presenciasupone sino tambin en la comodidad y bienestar que proporcionan con sus cuidados.

    Entre las formas de apoyo provisto por las familias destacan:

    1. Disposicin de apoyo emocionalEs el ms abstracto si bien el ms inmediato e imponente de los roles de la familia;adems, constituye la principal fuente de estrategias de afrontamiento externas para susmiembros. Aunque alguno de los miembros de la familia puede verse muy quebrantadopor el fallecimiento, de ellos se espera, tanto por parte de ellos mismos como de otros,

    que sean capaces de contener sus sentimientos y funcionar soportivamente hacia los

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    dems, situacin que con frecuencia es sobre estimada por ciertos especialistas y porotros allegados de la familia.

    2. Responsabilidad compartida en la toma de decisionesEl duelo produce complejas e inmediatas tomas de decisiones en la familia,especialmente en el deudo principal, en un momento en el que ste quiz sea menoscapaz de tomarlas; habitualmente las familias dan un paso en este sentido,comprometindose y formando en ocasiones el punto de enlace necesario para evaluar yexplorar un paquete de nueva y difcil informacin.

    3. Disposicin de cuidados concretosEn este sentido se confirma la importancia de la familia como un miembro activo de

    soporte y apoyo, particularmente cuando las ayudas domiciliarias no existen y el deudoprincipal (por ejemplo, una viuda con hijos pequeos) requiere de urgentes cuidadosconcretos en el domicilio.

    4. Disponer un marco de continuidadAdems de todos los problemas que la familia ha de algn modo soportar y de las variastareas que simultneamente ha de cumplir, debe llenar y reemplazar la prdida del rol ycontribucin del miembro fallecido, afrontar antiguas y nuevas demandas, satisfacer lasnecesidades emocionales de los dems miembros de la familia que se ven sbitamenteaumentadas por la crisis del duelo y continuar adaptndose a las multitudinariasfunciones para las cuales era previamente responsable (alimentacin, educacin,

    crianza, economa familiar, etc.). Este mantenimiento de la estabilidad en medio delcambio puede ser una de las tareas ms agotadoras para los miembros de la familia,precisamente en un momento en que sus estrategias de afrontamiento estn siendofuertemente tensionadas. Aunque estas tareas no pueden ser llamadas "cuidado directodel duelo" si que son esenciales para su bienestar.

    EL TRABAJO CON LOS FAMILIARESAproximacin centrada en la familia

    La incertidumbre y las mltiples demandas difciles, propias del duelo, comnmente

    crean dificultades en las relaciones y funcionamiento de la familia aun cuando su

    respuesta al duelo haya sido apropiada y adaptativa. Es improbable que los miembrosdel grupo puedan resolver tales dificultades si, en primer lugar, disponen de

    informacin poco clara o adecuada respecto a su propia manera de funcionar y de lo

    que es y cmo se manifiesta el duelo.

    Desde la perspectiva del sistema familiar, toda esta presentacin de quejas no slo son

    problemas nicos en su propio derecho, sino que tambin claramente marcan la

    disfuncin familiar. Evaluar slo los problemas que se presentan abiertamente puede

    ser insuficiente debido a que estos son alimentados por una ms profunda dinmica

    familiar.

    Cuando los problemas o creencias implcitas son hechos explcitos, y las diferenciasentre el pasado y el presente son sealadas, pueden ser ms fcilmente manejadas, la

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    tensin suele disminuir y el comportamiento llega a ser ms apropiado. Cuando no lo

    son, causan un estrs continuo en la familia y dificultades de manejo. En otras

    ocasiones, por el contrario, como en tantos otros aspectos de la consejera, la mejor

    opcin puede ser dejar evolucionar espontneamente y vigilantemente la maduracin

    del proceso sujeto a evaluacin, que el tratar de modificar unas estrategias de

    afrontamiento por molestas que estas puedan parecer.

    En cualquier caso, es indispensable que toda la familia cuente con la oportunidad de

    discutir y aclarar la naturaleza y las manifestaciones del duelo, y el curso que esta

    seguir dentro de lo previsible. Siempre que sea posible, todos los familiares cercanos

    deben participar, adems, en la discusin de los planes para decidir qu hacer con las

    cosas del fallecido y sobre el cmo cada uno actuar con el fin de que se expresen y

    resuelvan las preocupaciones individuales y generales. Una vez que se establecen y sellama la atencin sobre los aspectos comunes de su problema, es posible desarrollar

    mtodos de apoyo mutuo para los momentos de tensin que el futuro pueda deparar.

    Por otra parte, se pueden recoger patrones disfuncionales antes de que ellos alcancen

    el punto de una ruptura aguda. Reconocindoles ms tempranamente, posiblemente

    ms efectiva sea la intervencin. Con frecuencia ser preciso repasar una misma

    explicacin en varias ocasiones hasta que los familiares distingan lo que pueden

    esperar de s mismos y de otros durante el duelo.

    Para la aproximacin centrada en la familia contamos con cuatro herramientas bsicas

    y cuatro amplias reas de intervencin esquematizadas de la siguiente forma:

    EQUIPO ASISTENCIAL(Herramientas)

    FAMILIA(Intervenciones)

    Clarificacin y control: Examinar el problema directamente; proporcionar sloinformacin confiable y segura; redefinir y reducir el problema a un tamao manejable;considerar posibles y probables consecuencias de cualquier intervencin.Suministro inmediato de confort emocionalColaboracin: Compartir las preocupaciones sin compartir las angustias; considerar la

    interconsulta de otro profesional; controlar y prever la impaciencia; sugerir variasdirecciones y propsitos que reflejen la comprensin del problema.Elaboracin de un sistema ampliado de soporte (por ejemplo, grupo de duelo)Confianza directa: Animar la expresin de sentimientos reprimidos; permitir laevitacin temporal, la distraccin y el respiro; conocer las estrategias familiares quefuncionaron en el pasado; permitir la ventilacin de las dudas, recelos y confusiones.Tratar con patrones disfuncionalesEnfriamiento: Modular y apaciguar las tendencias a los extremos emocionales;favorecer la autoestima y la confianza en s mismo; enfatizar las acciones racionales,prcticas y prudentes.Educacin en duelo

    Suministro inmediato de confort emocional

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    El apoyo directo a los miembros de la familia es de alguna forma comparable en mtodoy propsito al apoyo de la familia sobre ella misma: la ayuda de unos resultar enmejora de otros.

    Estimular la expresin de sentimientos entre los miembros del grupo, legitimando,cuando est indicado, la presencia de emociones como el enojo, el resentimiento, ladecepcin, la tristeza, la impotencia y la incertidumbre es una estrategia que facilita elconfort emocional. Con bastante frecuencia, los familiares tienden a sentirse inhibidospara expresar sus sentimientos ante lo que sucede, por el temor de creer que no tienenderecho a hacerlo y de angustiarse ms as mismos o a otros. Tambin suelen pensar quesus costumbres familiares no pueden seguir siendo mantenidas debido a que estn deduelo, y que el estrs y los trastornos que estn experimentando son nicos y

    vergonzosos.Cuando lo implcito se hace explcito se proporciona una mejora inmediata de latensin interna y los miembros descubren que los trastornos y las ambivalencias soncomunes a todos, que ellos como individuos tienen derecho a necesidades complejas enestos momentos, que como familia son reconocidos y respetados y, finalmente, quetambin tienen derecho a afligirse. De esta forma se fortalece el sentido de familia y degrupo.

    Elaboracin de un sistema ampliado de soporteLas familias deben ayudarse ellas mismas desde el punto de vista emocional y prctico;

    cuatro reas importantes de intervencin han demostrado ser tiles a las familias:

    (1) Educacin prctica en duelo.(2) Suavizar la interface unidad de duelo/familia.(3) Movilizacin y suministro de ayuda social (recursos externos).(4) Restablecimiento de la comunicacin familiar.

    El colapso de la red de comunicacin intrafamiliar, el aislamiento de los miembros, laredistribucin de los roles y la confusin personal son algunas de las ms importantesdificultades que afronta la familia en duelo. El proceso de comunicacin intrafamiliarno se refiere slo a la capacidad y permisividad para hablar de los hechos relacionados

    con la muerte y el duelo, y la forma de manejar los distintos problemas que se vanpresentando, este proceso incluye la creacin de un clima apropiado que permita yanime la expresin abierta de los sentimientos individuales de cada uno de losmiembros del grupo.

    El concepto de cohesin, aspecto prioritario en el proceso de comunicacin, hacereferencia a la forma como los miembros cercanos de la familia se sienten unos conotros, que tanto apoyo/disponibilidad ofrecen, la existencia de alianzas, subgrupos otriangulaciones, y de reglas "tcitas" de la familia (p. ej., los pensamientos tristes no

    deben ser expresados, no se debe llorar delante de los dems). La comunicacinabierta y sin limitaciones tcitas en la expresin de sentimientos, as como el grado de

    sincrona que existe entre las distintas estrategias de afrontamiento desplazadas por losmiembros del grupo familiar, son los principales elementos de la cohesin familiar. Si la

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    sincrona de sus estrategias es un elemento destacable, actuar en forma sinrgica en elcontrol del estrs y la angustia; si, por el contrario, el antagonismo es un elemento almenos evidenciable, puede conducir a que los miembros se aslen unos de otros,experimenten abandono o falta de empata, cuando es, simplemente, un diferente estilode afrontamiento.

    Con frecuencia, el acompaante de duelo tendr que hacer de interprete y mediador, yexplicar a unos individuos lo que otros piensan y saben, las causas de su enojo oretraimiento y como perciben su situacin y la de otros. De esta forma se puede lograrestablecer un rea de comprensin compartida como base para continuar la interaccin,aspecto que cobra mayor relevancia si los miembros tratan de ocultarse unos a otrainformacin potencialmente angustiante, como suele ser lo habitual, a costa de una

    comunicacin abierta y espontnea.Los patrones disfuncionales hacen referencia a aspectos del funcionamiento familiar noadaptativos llevados por su estructura y que son motivo de conflictos actuales, ya seapor dificultades pre-existentes o por la crisis del duelo.

    Durante el duelo se crean una serie de "puntos de acceso" durante los cuales nuevospatrones de funcionamiento no adaptativo suelen formarse y cuya solidificacin puedeconducir a dificultades tardas; si estn recin formados, es posible alterarlos de formaconstructiva y madurativa sin necesidad de usar tcnicas especiales de terapia familiar;si lo que est ocurriendo es la cristalizacin de dificultades arrastradas de antes, puede

    ser difcil efectuar cualquier cambio sin la ayuda de una terapia familiar a largo plazo.

    Redefinir y reducir los problemas a un tamao manejable, y considerar posibles yprobables alternativas de intervencin, contando siempre con la participacin de losmiembros de la familia, junto a la estratificacin y establecimiento de prioridades, da unsentido de control y dominio que devuelve la confianza a los miembros de la familiapara la bsqueda de una solucin apropiada a sus problemas.

    Educacin en dueloEl tiempo dedicado a informar y discutir con la familia todos los aspectos relacionadoscon el duelo, la afliccin y el luto, y la forma en que estos pueden ser abordados,

    reforzados o controlados evita la formacin posterior de una espiral de malentendidos yda a la familia un sentido de dominio y control sobre las circunstancias que rodean elduelo por la muerte de su ser querido.

    Aspectos relacionados a su propio comportamiento ante el morir y la muerte, previsiblesy esperados, integrar la secuela de la forma de la muerte, dominar los retos deldesarrollo, darle al duelo y al morir un significado en la vida, desarrollo del concepto demuerte en el nio y modelos de intervencin, y, particularmente, anticipar, informar ydiscutir los aspectos relacionados al duelo integran algunos de los temas relacionados dela educacin tanatolgica necesaria en estos momentos.

    Para hacer justicia a la familia, uno debe ser capaz de considerar las complejas yalgunas veces contradictorias hiptesis, y de reconocer su labor de asistencia

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    intrafamiliar, su fortaleza, coraje, paciencia, generosidad, flexibilidad y capacidad deafrontamiento; debemos ayudar tanto al cambio como a la estabilidad; sealar yestimular las fuentes de fortaleza; replantear los conflictos de una forma constructiva yno dejarse perturbar al reconocer y manejar las fricciones y disfunciones encontradas.

    Una vez conseguida la valoracin psicosocial de la familia, el profesional que acompaaal duelo est en la delicada situacin de sopesar las diferentes aproximaciones, algunasde las cuales pueden, de hecho, ser incompatibles. Las intervenciones debern ser losuficientemente flexibles como para satisfacer el espectro de las necesidades de lafamilia, y lo suficientemente especficas como para abordar y manejar los problemasidentificados. El propsito global es aproximarse a la solucin ms adecuada al grupofamiliar entre los complejos y conflictivos requerimientos.

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