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Sumario

Miguel Viloria

57Desescribir

Sum

ario 26

1223

33

Política y gestión cultural en el Estado Revolucionario

Notas para Jugar a la arqueología de los olores

La cultura manganimé en latinoamérica y Venezuela

Cabimas, donde todo comenzó

Poemas

Poemas

Déjame hablarte al oído

PETROLEOGRAFÍAS del Chino Fonseca

Poemas. Juan Pablo Sáenz

Ángel Oroño García

Isneira Huerta

Egli Dorantes

36

Edwin Rosario López

Yorwin Balza

41

Ferkys Romero 45

48Nilson González Castro 51

53

54

Edgar Méndez

Edison Díaz

55Autores

La joroba de papá Sosa

Por Miguel Viloria

Por Mario Fernández

[email protected]

Dominios dominios

@revista_dominios

Dominios está adscrita al Vicerrectorado Académico, conjuntamente con el Departamento de Lengua y Literatura del Programa Educación.

Debió ser. Roald Hoffmann

Editorial

Pablo BarbozaJuan Sotillo Álvaro SilvaRelaciones Públicas:Mirla UbanJefa de prensa:María Alejandra Ochoa

Director:Miguel ViloriaEquipo Editorial:Yorwin BalzaAldemaro FonsecaJuan Carlos SotilloÁngel OroñoCorrección y Estilo:Yorwin BalzaAsesores:Isneira HuertaJosé LárezMercedes ReyPortada: Aldemaro Fonseca Diseño Fondo Editorial UNERMB: Jorge VidovicHilario AtienzoJesús Mata RomeroIlustraciones:Hilario AtienzoColaboradores:Egli DorantesIsneira HuertaÁngel OroñoEdwin RosarioYorwin BalzaÉdison DíazMiguel ViloriaFerkys RomeroNilson GonzálezMario FernándezEdgar MéndezFotografias:Aleanis AndradesAlejandro VásquezMireya FerrerAldemaro Fonseca

Texto tecleado
Coordinador: Prof. Jorge Vidovic Correo: [email protected]
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Por cómplice tradición del disimulo, las escrituras de editoriales de revistas se han envuelto, y se revisten, en un santuario de esbozos políticos espurios que no asumen verdaderos relieves en el cuerpo social, en la dinámica orgánica y dialéctica de la vida. Todo queda, parece ser, en elefantismo blanco. Simples frescos falsarios. El ceño sigue fruncido, no hay cariz. La crítica se distiende sin arrebatos posibles. Solo anhelan el discurso transcendentalista, solo se reiteran en un estilo desprovisto de calle. La realidad de la calle posee un ritmo que los barrotes de la academia tradicional no permiten ver, ni mucho menos sentir. Solo, en efecto, los pasillos son amenizados por inolvidables vedetismos culturales, académicos. Flores se lanzan a la carroza mientras los caramelos son pisoteados por los agolpados pies. Gozan de misericordia por la fe que han puesto en la tradición. La permanente carrera del entusiasmo vital, que únicamente cuajan en grupúsculos proyectos, no brota y no se hace cuerpo sin la entrega de las voces de la plaza pública. No podemos negarnos, en síntesis, a un proyecto cultura. El bazar nos es impuesto.

Necesario, ante el paisaje desprovisto del debate cultural y literario, es crear y fortalecer espacios de invención y reflexión en nuestra Universidad. La literatura y la cultura están reservadas para los lectores y creadores de la palabra, no para los funcionarios culturosos. Urge, a pesar de

UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL“RAFAEL MARÍA BARALT”

Consejo de Dirección

RectorDr. Lino Morán

Vicerrector AcadémicoDr. Johan Méndez

Vicerrector AdministrativoDr. Leonardo Galbán

Secretaria MSc. Victoria Martínez

Directores de Programas

AdministraciónDr. Jorge Nava

IngenieríaIng. Henry Orozco

PosgradoDra. Luz Mendoza

InvestigaciónLcdo. Nandy García

Editorial

EducaciónMsc. Rosalyn Scandela

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las vocingleras detractoras, la reedición de la Revista Dominios. Se trata de recrearnos desde lo local, ello implica, ver la cultura desde nuestra territorialidad, desde otros ámbitos, desde la diversidad de los brotes y las rupturas de las sociedades en emergencias. Vernos también quiere decir cómo nos miran los demás y cómo nos miramos en ellos.

dinámico, transformador y participativo que permita la articulación permanente de los poderes creadores del pueblo en la cual la Universidad, la calle, lo popular, sean uno solo en torno a la ruptura con la erróneamente llamada cultura petrolera y la cultura capitalista en general. Se debe buscar la consolidación de un nuevo pacto social para la vida. Vernos, o sea, como multiplicidad heterogénea en donde establecemos uniones y relaciones.

Ciertamente, el discurso que nos hacemos sobre la cultura nos configura, valga, en las cosas que hacemos, en lo que creamos y creemos. Habitamos en ella y somos sometidos a su hábitat. Por un tiempo se impuso el modelo de “las bellas artes” y las cortinas musicales clásicas europeas. Pero, dialécticamente, esas cosas creadas nos hacen. Lo demás es guiñol, máscara. El proyecto cultural no ha de ser de guiñoles. Las cosas creadas deben

Llegamos del algebra como desbordados por una caída de agua que nos encaminaba al vórtice. Eternos y silenciosos como filosos bloques de palabras, glorias de

sosiego agrupadas como logaritmos flotantes que emulan antiguos colosos de incierto origen a las puertas de una ciudad imaginaria. Palabras crudas, desgajadas como restancia de las huellas distantes en la memoria, como posibilidad de lo imposible. El tablero se muestra plenamente y el trago rueda quemando las entrañas 1. d4 Cf6 2.c4 g6 3. Cc3 Ag7 4. e4 d6 5. Ad3 e5 6. d5 a5 7. Cge2 Ca6 8. f3 Cd7 9. Ae3 Ah6 10. Dd2 Axe3 11. Dxe3 c6.

La dama en sigilo descubre su final y ante la poca lucidez

frente a la muerte, su mirada fragmentó cada trozo de realidad meticulosamente recordada. Al final de la tarde, murió entre compases de alegros, sin ninguna certeza de haber vivido.

Siempre ocurría un hecho curioso ya que algunas palabras se escondían viéndose como reflejo de sí mismas, lejos de lo que decían al ser nombradas. En cambio; otras, se aproximaban sin ninguna cautela dentro del tablero y entre cosas fuera del texto, se desnudaban como signos que se remiten al mundo de las rutinas. Asisitos sensibles de

Desescribir Por Egli Dorantes“Ninguna certeza es absoluta”

E.D.

expresar nuestro ser social y cultural orgánico. De ellas, devenimos. De modo que la cultura está muy vinculada con la creación, en términos de amplitud, de diversidad. Nuestras prácticas culturales, desde una perspectiva históricamente definida, tienen sus raíles en las cosas por las cuales nos movemos. La cultura nos dibuja, nos rizomátiza y, paradójicamente, nos enajena e incluso nos cerca. Sin embargo, nuestra naturaleza se propaga hacia el rebrote permanente y vital. Nuestro proyecto cultural ha de surgir, ha de ir hacia los poderes creadores del pueblo.

Aquí somos universo para el frondoso follaje.

Equipo Editorial

Foto de Aleanis Andrades

desescribir egli dorantes

Disquisiciones

Concebimos, en tal sentido, la revista Dominios no como fuente de saber hegemónico, sino como fuerza articuladora y dinamizadora del poder popular y de la comunidad universitaria. Es decir, como un conjunto de interconexiones heterogéneas del sistema. De modo, pues, la palabra Dominios adquiere una nueva dimensión. Se asume como un proceso comunicacional,

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los argomelines, traídos por la luna de Abedulia.

Los puntos no caóticos de nuestras palabras, casi siempre eran especies de semitonos, Heberto los llamó Menusica. Primero adagios, variaciones evanescentes que se reencuentran frecuentemente. Luego, música barroca, esas formas binarias o ternarias siempre modulantes. Un área tonal cercana a la principal, con un esquema general siempre convergente, que inicia y termina en el mismo tono.

Áreas tonales con cinco tonos vecinos de primer grado; es decir, el relativo, el tono una quinta por encima y su relativo, y el tono una quinta por debajo y su relativo. Es como una conversación incierta en medio de un sueño, alguien difuso que habla sobre la cosmovisión de un pueblo, pero jamás recordamos qué sucedió al final, o cuál era el pueblo. Un silencio de espejos, Julio y su charango, los libros y noctambulerías, Carpentier, Rudolf Carnap, San Juanitos, tangos, Piazzola. Caifás, ese trago en la ventana del arte, la encrucijada perpetua del alquimista. Del otro lado, Antonio meditando sobre los problemas de Hilbert, ejecutando su guitarra. Mi ballestilla en el horizonte de las caminerías de los antiguos viajes, los cuales circundan en la consciencia humana, dramáticamente en el giroscopio mental que ajusta nuestra orientación en el tablero. Girando, girando como sufíes en medio de Los paraguas de Cherbury, El verano del 42 y El pasajero de la lluvia.En medio de ese cielo al revés y el alarido del baleado, me despierto en sana paz. No hay sarna en el cerebro, ni fecalomas en esos bichos que salen de mi memoria. Hay mucha dignidad en esta desdicha, sedienta de espacio, de aniquilar la jaula genealógica de los asaltos nocturnos en medio del baile y los preámbulos reverenciales, hasta monásticos de los eunucos, los prosocefálicos y los encrucijados. El mismo hielo que invade de terror en las librerías, sin poder comprar un libro suculento. Pero eso es más comprensible que la muerte de T, nadie fue a sus rezos porque la capilla velatoria se llena en proporción al estatus del difunto; cómo iba T a producir una gran caravana. Lo menos es sentir placer en medio de la tragedia, es una manera de carcajear sin disimulo y de escapar a lo más lejano de los signos y los códigos secretos envueltos entre las hojas de guayaba y los alfeñiques. La vida y la mente jamás se encuentran, es como el exutorio de los fuegos de nuestros fuegos. Los fragmentos de las circunstancias nos rodean, disuelven casi todo. Contrariamente, aquellos

seres anhedónicos tan ineluctables, ascendían como prebostes por oficinas enormes, en procesión intermitente como tribus nómadas, manchas diminutas en el inmenso desierto o la profunda conjetura de las galaxias.

La unidad no existe, uno para siempre serán muchos, para bien o para mal como estrellas de mar o nemátodos fastidiosos en la sala de sus casas oblicuas. Silvia nos miró fijamente y con voz contundente dijo: “Vosotros sois la sal de la tierra”. No podía imaginar remotamente porque la digresión era una manera casi favorita y permanente de escabullirse de cualquier discusión. Una conversa menos, parecía ser un hecho oportuno como salida de emergencia en cualquier madriguera. Su caso era laberíntico, no hay manera de que no lo fuese. Priva en primer término lo de su nacimiento, fue el único parto de pie registrado por los Fiorino Herrera; ustedes saben: esos misterios de vida que irremisiblemente formaron parte de casi todos los acontecimientos diarios, de estos rompecabezas parciales que tratan de armar, ese monumental conjunto de piezas tan dispersas, quizá

Foto de Alejandro Vásquez

extraviadas, de destinos poco gloriosos, pero narrables al fin y al cabo de troncos no comunes (comunes), ocultos por lo peligroso que resulta la verdad.Esas situaciones, presumiblemente, eran un patrón común para las personas del relato; estas adquirían

razones para que tal circunstancia la invadiera. En primer lugar, una espesa sombra sobre el pueblo que impedía ver claramente como el pueblo se movía febrilmente entre vendimias, carricoches, mercachifles, músicos y visitantes a ambos lados de la avenida y el otro motivo, el señor de los caminos.Siempre íbamos temprano a casa de Doña Pura a repasar lo de los aguinaldos y la abuela visitaba a Ernesto Brito para revisar su porvenir y traerse los inciensos para que lo bueno entre a la casa y las morcillas y el puerco se vendan en mayor cuantía. Generalmente, la sopa de patas de chivo era el plato de navidad, comíamos otros manjares cuando por misericordia de Dios, las familias de lejos nos honraban con turrones, bolitas de cacao, cabellos de ángel, bienmesabe, alguna ropita sin estropeo para estrenar lo usado. Pese a todo, ya comenzó la serenata de los Pérez y Alirio se pone de acuerdo con el Cojo Riera para la selección de aguinaldos.La abuela preparaba su menjurje secreto con bicuyes y el olor alborotaba hasta los loros. Sorbía grandes tragos de vino y su radio turquesa adquiría una condición de rocola alemana. Un gentío entraba y salía de la casa y me sentaba en un pote de leche a ver la carita de Petunia y el cuadro de Don Pedro en el zaguán del mar de las historias. Virginia León se asomaba a la Guzmán con su bola chimó en una boca sin dientes, con miles de arrugas y esa corporeidad de búho, que la convertía en un espeluznante personaje de leyendas.Ciertamente, no recuerdo dónde fue a parar la espada española que abuela me obsequió y que en alguna pared de la casa quedó tapiada. Ni las balas de cañón y morteros, sobrevivieron a la incertidumbre de los tiempos. Asimismo, los argomelines y los niños del patio murieron cuando Abedulia cerró sus puertas a la fantasía. El viejo Almendro llora la ausencia del radio colgado en sus ramas y las garrafas que Belén y Margot compartieron por siempre. La Chimpolera aun atrapa los borrachos que como espitas que implotaban sus recuerdos. El Negro Luis, Chevio Pernalete, pasaron como fantasmas y en esas romanceras de la lejanía, se escucha la voz de Mery León, sucumbiendo ante el encuentro del talento y la pobreza. Ese era el viento que Dresde miraba desde la ventana, mientras la vieja de la cueva soplaba la ventolera sobre Campanero y sus playones de la pelota criolla.Aun están allí, los patéticos árboles petrificados del abrazador verano o el mañanero gavilán devorando una serpiente en un horcón. Imaginen ustedes cuántas

Foto de Alejandro Vásquezgran semejanza con una enorme oficina postal, sobres sin abrir jamás, otros devueltos una y otra vez por dirección fallida, entregas desechadas por muerte del destinatario. Combinaciones, variaciones y permutas, con nombre y apellido, viajeros todos de su propio río de historias, apretados entre armarios y enormes bultos de papel. Frente a una enorme destructora de papel; es decir, de cada individuo en alguno de los agujeros de aquella colmena monumental, de ese panóptico del cual aun soy parte.Dresde pensó que el día se había detenido y anduvo preocupada durante todo el día previo a la misma. Sin embargo, Silvia la colocó frente la ventana grande y los transeúntes la observan con dulzura al pasar. Dresde había tenido un presentimiento terrible desde el amanecer y sin lugar a dudas existían poderosas

desescribir egli dorantesdominios n 18 (octubre 2017): 7 - 11°

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no admite dudas: un derrame de petróleo, ustedes pudieran ver cómo se desperdicia, sabrían por qué Carlos Contramaestre escribió “Cabimas Zamuro”.La mañana ya no tiene tampoco la estrafalaria figura de Mr. Stewens, dueño de la “Shell” y amo de todas las fantasías que una educada locura, puede ofrecerle al contertulio de turno en esos largos tramos de tuberías. La mañana tampoco tiene a Dioby contándome cuando le robaron el rostro y su nombre. El poeta del trueno, la mano que custodia el mito de Mateo Manaure, en la inmensidad de la sierra lejana, con sus duendes variopintos, esos de Enrique Arenas.Cómo imagina uno que la vida pueda despedirse de quienes te brindaron la fortuna de un libro, la aventura de una palabra el gesto de un genio vendedor de loterías que te conducía de mañana a leer a Whitman, Tolstoi o Tolkien, en un pueblo como Bachaquero que se asombra que los hombres lean, pese a que tiene petróleo. La carretera cada día es una historia, la máquina de Wells, la eterna lucha dibujada en el Fausto o la garganta oscura de un chubasco de mañana

cosas escucho mientras avanza la madrugada hacia maravilloso encuentro con el sol o con una de esas mañanas en que el camino parece conducirme a un lugar encantado, con olores increíbles de los fogones lejanos que trasladan entre el humo de la leña, el papelón para el guarapo, el quemadito de las arepas en la leña, y las vacas caminando hacia el ordeño junto al jopeo de los niños y adultos, al inicio de la nueva jornada.Después del canal del Sibaragua, a veces me remonto a la vieja casa donde Belén contemplaba a diario sus bromelias, aquellos brillantes paticos de agua, junto a Abedulia, donde los argomelines tienen su tierra sagrada para los sueños. Allí, en medio del silbido del chuchube, de la mata de almendrones y las tapatapas, cuántas cosas no se arrimaron a la orilla de una historia, como una querella permanente en busca de espacio, de papel y tinta, para escribir lo lejos que está aquí de todas partes. La carretera está allí todos los días, pero mucha se fue y no está. Murieron dos veces, los entierran a diario. En ocasiones el vapor liberado por una tubería te hace girar y te trae a la realidad que

sin sol, con ese ventarrón acompañado de nostalgias.Esas mañanas en el solar de Petra León, con su extrañísima anatomía casi de mochuelo, con su sonrisa llena chimó y su delantal lleno de tizne, alargando la mano para ese exquisito café que la leña nos depara. Desagregar tanta cosa metida en las mañanas de esta carretera, a veces resulta la conquista de los recuerdos que los años de pronto borran. Mañana por la mañana, también será mañana, con un nombre menos o muchos nuevos más. Con la cara de alguna muchacha en la salida del pueblo, esperando llegar a su destino.Hace dos horas que transcurren los kilómetros que siempre llegan al cruce de cuatro bocas. Bachaquero, un pueblo en tres espacios: la madera, el agua y el petróleo. Donde doña Ramona Olivares de Bracho, la centenaria repentista le sonríe a la mañana con sus cuartetas jocosas y su voz melodiosa que nos abraza con una esperanza del color de sus trinitarias, de los recuerdos de los jornales madereros cuando sus padres llegaron por la ribera, en sus bongos de vela. Luego las maporas, palmeras, lianas y maderas, construyeron la segunda estación del pueblo. La plancha de palafitos desapareció con un voraz incendio, ella aun recuerda como organizaban la gaita en diciembre, y sus mañanas de juegos y asombros a las orillas del lago.Silvia se fue de aquí a todos les mintieron el por qué. Casi todo era una mentira igual a esta. No sé qué hicieron a Dresde, pero todos esos rincones me enseñaron a descubrir la alegría. Se murió aquella historia, pero seguiremos construyendo otras. Ernesto, el duende amable y la esencia de sus prímulas que nos entregó la poción milenaria para derrotar la soledad que acompaña a la quimera y devolverle al pueblo el raudo vuelo de sus canciones, el regreso de sus alegrías que duermen en la Quebrada del Muerto. El hombre buscaba una puerta, le era desconocida, no tenía una pista cierta sobre su ubicación. Salió muy temprano, se detuvo por un café y caminó presurosamente por las estrechas calles que lo llevarían al centro de la ciudad. Solo se preguntó en una ocasión por lo de la puerta. Frente un gran bazar de baratijas, se percató de la extraña aventura de salir a lo de la puerta (salto de escena, la mujer de la esquina). Ineluctablemente, las calles y los ríos de gente, le eran indiferentes y acaso se vio como un demófago rumiando miedos por entre los vagones y los tahúres que bordeaban cada mañana suya al trabajo.La estación era un mar de seres, naufragó en sus predios y se repetía intempestivamente: la puerta. Logró asirse al fin hacia el interior del vagón y en ese drama

diario que supone saltar por entre muchedumbres, sucumbió en el silencio salobre de su imagen en la ventanilla. Trató de centrarse con esfuerzos vanos en esas emociones en cascada de la última semana. Le ayudaron a mostrarse sereno, como los seres normales que toman a diario su ruta a destinos infinitesimales y fue así como pudo percatarse que el suyo era transfinito.Fijó mirada al cristal lleno de luces y amorfas figuras. Allí estaba, la mujer que por muchos días veía en diferentes puntos de la ciudad. Con una mirada fija e indiferente; con una mueca indescifrable en el rostro, era ella, no había duda alguna. Volteó su mirada y la buscó tras de sí, no estaba, solo una anciana y una joven, pero no la mujer. Tras varios minutos de travesía, su mente dibujaba rutas de acceso al remoto lugar donde imaginó estaría la puerta. Bajó hasta el “boulevard” cercano y sin vacilar avanzó hasta los Almendros por entre Álamos y Alcázar, viró al norte y se detuvo en la fuente de Los Encantos, y allí estaba ella. Una ciudad desconocida. Se colocó frente a su etérea corporeidad y la atravesó ipso facto: había encontrado el vórtice. De vuelta al mandala, Diofanto le legó la transposición y la simplificación, comprendió que era el montón y dio cuerda al reloj de Murakami, culminando al fin la crónica que da solución al plateado químico de los espejos del silencio.

Foto de Mireya Ferrer

desescribir egli dorantesdominios n 18 (octubre 2017): 7 - 11°

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Política y gestión cultural en el Estado RevolucionarioPor Isneira Huerta“La revolución es cultural o reproducirá la dominación”Carlos Lanz, 2004

Mercedes Rey

IntroducciónLa categoría cultura ha sido abordada desde enfoques y paradigmas diversos. Nosotros nos ubicamos entre quienes la entienden como un tipo particular de producción cuyo fin es comprender, reproducir y transformar la estructura social y luchar por la hegemonía1 . La asumimos como las formas de relacionarse los seres humanos entre sí, con el medio creado y con la naturaleza, el sistema de valores y los modos de producción simbólica y material de una comunidad (Gramsci, 1975; García Canclini, 1987; Vargas y Sanoja, 2004; Ley Orgánica de Cultura, 2014). Esta concepción de cultura es contraria a la construida desde el paradigma conservador-elitista, que la concibe como las “bellas artes”, como saber enciclopédico. Para nosotros no es solo la expresión del hecho artístico, sino la expresión de la conciencia de los ciudadanos, así como sus costumbres, sus maneras de ser y de participar en el mundo. Desde nuestra postura, la cultura toma expresión

en los procesos políticos e ideológicos de los pueblos en tanto estos van a orientar un tipo determinado de cultura, esto es, la cultura no podrá ignorar las particularidades e idiosincrasia de los pueblos y será expresión de ellas. La cultura la asumimos como un hecho ético-político-histórico, perspectivas necesarias para la transformación cultural, la cual demanda un saber sobre el pasado que sirve para proporcionarle a los grupos una perspectiva histórica, lo que es fundamental para la construcción de las identidades (Lanz, 2004; Amodio, 2006; Calzadilla, 2011). En el caso venezolano, y considerando el Estado Revolucionario2 orientado desde 1999 por los presidentes Hugo Chávez y Nicolás Maduro, la formación de la política pública cultural que examinamos en este trabajo, concibe la cultura como derecho social y político del pueblo. No obstante, la consolidación de la política cultural3 ha presentado obstáculos que limitan su avance. En el contexto político-ideológico, donde la cultura es determinante para el desarrollo de un nuevo

hombre que responda a los valores del socialismo, Lanz (2004) identifica “la cultura puntofijista” como uno de esos obstáculos. Al respecto, señala el autor, que esa cultura entraña desarraigo, individualismo competitivo, egoísmo posesivo, predominio del pragmatismo y el sectarismo, enfoques superficiales y reproducción de las relaciones de producción, desarrollo de la burocracia, el burocratismo y la burocratización, descrédito y desencanto en torno a la política, atomización y burocratización de la administración pública. La cultura heredada del puntofijismo redujo la cultura venezolana a las expresiones de las bellas artes, como ya enunciamos anteriormente. Con esa visión reducida en mente sobre lo que es la cultura, resulta casi imposible hoy día que los/as venezolanos/as comprendamos qué tienen de cultural nuestras actitudes hacia el trabajo, nuestra falta de solidaridad social, nuestra vergüenza étnica, nuestro comportamiento cotidiano en el tráfico, nuestros hábitos políticos, nuestro desconocimiento de la historia (Vargas y Sanoja, 2004).Esa cultura heredada se fue desarrollando gracias a la noción de que las clases dominantes para lograr precisamente la dominación, imponen como únicos válidos y posibles, sus ideas, conceptos y modos de ver el mundo, su conciencia que se convierte para los dominados en falsa conciencia. Nació de esta manera, un nuevo estilo de vida artificial, que se fundamentó

en nuevas pautas y valores culturales ajenos a las tradiciones y manifestaciones nacionales. Se empleó la importación, imitación y difusión de “nuevos estilos culturales y formas de vida”, ajenos a la idiosincrasia y valores culturales propios del venezolano para consolidar lo que aquí llamamos la cultura del puntofijismo (Massiani, 1977; Vargas y Sanoja, 2004). De este modo, en el proceso de desarrollo de nuestro pueblo, se fueron perdiendo lentamente valores culturales. Valores que, por razones de alienación, fueron rechazados o violentamente negados, siendo sustituidos por otros que no son el resultado de un proceso de renovación natural, sino que han sido incorporados a la vida del país mediante mecanismos de dependencia cultural. Así, la asimilación de valores culturales exógenos, cuando responde a necesidades nacionales, enriquece el patrimonio propio. Cuando el proceso es solo yuxtaposición amorfa de influencias, desvirtúa y adultera la imagen de un pueblo hasta llegar a borrar su rostro colectivo (Massiani, 1977). Durante el desarrollo del Estado revolucionario se han realizado esfuerzos por vencer la cultura puntofijsta a través de la formación de una política cultural, cuya orientación y contenido privilegian la diversidad cultural, la promoción de la cultura popular y la identidad nacional, sin desconocer la interculturalidad como escenario para la igualdad de las culturas. En el plano de la gestión, se le otorga

°

Foto Aldemaro Fonseca

política y gestión cultural en el estado revolucionario isneira huertadominios n 18 (octubre 2017): 12 - 22°

Disquisiciones

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preponderancia a la participación ciudadana.Otro de los aspectos que formalmente entraña la política cultural durante la revolución, tiene que ver con la cultura comunal, entendida como el conjunto integrado de saberes, creencias, expresiones y prácticas pacíficas de conducta solidaria, fraterna y democrática dadas en la comuna, incluyendo los usos, costumbres, mecanismos y medios materiales de autogobierno comunal, de los cuales se sirven los miembros para comunicarse entre sí y resolver las necesidades colectivas. Como proceso, la cultura comunal fomenta la sensibilización colectiva, cuya esencia se fundamenta en la acción del sujeto histórico consciente, en la ética participativa y que protagónicamente rompe con la lógica capitalista en pos de la consolidación activa del socialismo del siglo XXI (Ley Orgánica de Cultura, 2014).Actualmente, la política cultural en lo formal y en lo real ha sido cuestionada. Algunas de las críticas provienen de investigadores vinculados al pensamiento conservador quienes cuestionan la carga política-histórica-ideológica en la orientación de la política (Bermúdez y Sánchez, 2009). Frente a este tipo de crítica, Gramsci (1975) resalta el papel político de la cultura, la cual, según el autor, es el verdadero fabricante de la hegemonía. Además agrega, refiriéndose a la cultura: es la organización, disciplina del yo interior, conquista de superior conciencia por lo

cual se llega a comprender el valor histórico que uno tiene, su función en la vida, deberes y derechos.La gestión también es criticada por su escaso accionar en la materialización del hecho cultural como campo potencial para el desarrollo económico sustentable y además por la actuación desatinada de algunos actores gubernamentales quienes solo visibilizan, promueven y financian “la tarima” el “espectáculo público” “alquiler de sonido, toldos y sillas” y no la música como inspiración cultural (Romero, 2015).Los investigadores de pensamiento crítico también identifican problemas relacionados a la gestión de la política. En este sentido, Vargas y Sanoja (2004) refieren que “…la política cultural de Estado de la IV República ignoró crasamente los museos de historia venezolana, congruente con su política de desnacionalización de nuestro país, favoreciendo la creación y desarrollo de los museos de plástica o de arte en general. La política cultural de la V República, continúa obviando el papel fundamental que deben jugar los museos de historia en la construcción del proyecto político bolivariano, en la mediación entre la cultura y la historia para consolidar la ideología del cambio revolucionario.Sobre los asuntos de la gestión cultural en Venezuela, Kozak (2015) ha dicho que no se dispone de encuestas de consumo cultural confiables y sistemáticas que

den cuenta de la creación de nuevos públicos para la cultura acordes con la gigantesca cantidad de objetos producidos, la gratuidad o bajo costo de dichos eventos y la presencia de la gestión cultural estatal en las bases de la sociedad durante los 14 años de gestión cultural del Gobierno revolucionario. Ante las críticas y problemas de la realidad cultural venezolana, consideramos necesario examinar la política y la gestión cultural promovida por el Estado revolucionario.2. Orientación y rasgos de las políticas culturales en VenezuelaComo ya hemos dicho, la orientación de la política cultural en Venezuela se vincula con la diversidad cultural y la promoción de la cultura popular. La diversidad cultural alude a la multiplicidad de formas en las que se expresan las culturas de los grupos y sociedades. Estas expresiones se transmiten dentro y entre los grupos y las sociedades. La diversidad se manifiesta no solo en las distintas formas en las que se expresa, enriquece y transmite el patrimonio cultural mediante la variedad de expresiones culturales, sino también a través de disímiles modos de creación artística, producción, difusión,

distribución y disfrute de las expresiones culturales, cualesquiera que sean los medios y tecnologías utilizados (Centro de la Diversidad Cultural/Ministerio del Poder Popular para la Cultura, 2009).

Las culturas populares, otra de las orientaciones de la política, son el resultado de procesos de apropiación desigual del capital económico y cultural de una nación por parte de sus sectores subalternos, y por la comprensión, reproducción y transformación, real y simbólica, de las condiciones generales y propias de trabajo y de vida (García Canclini, 1987).

En el caso venezolano, las culturas populares son un símbolo de resistencia de los pueblos que han tenido que convivir, asimilando rasgos ajenos, aportando los propios y perdiendo algunos (Prieto Laya, 2006). Esta dialéctica ha generado una producción de nuevos hechos sociales que con el tiempo se hicieron costumbres y se han arraigado en cada uno de ellos. Estos rasgos comunes, marcan la diferencia entre cada grupo social. Esto hace que en nuestro país converjan diversas culturas populares. En lo concreto, la orientación de la política se expresa en el respaldo otorgado por el ejecutivo a la cultura popular tradicional,

Foto Alejandro Vásquez

foto Pablo Barboza

política y gestión cultural en el estado revolucionario isneira huertadominios n 18 (octubre 2017): 12 - 22°

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Cuadro 1: Tipos de políticas culturales y su materialización

Tipos de políticas MaterializaciónPolítica Cul-tural para el Cine y Au-diovisuales

La Villa del Cine, Amazonia Films; Canales de televisión: Ávila, Vive, Colombeia y TVES. Radio ALBA FM, Financiamiento a 74 proyectos cinematográficos, entre ellos 17 lar-gometrajes, 6 mediometrajes y 18 cortometrajes, por un monto de Bs. 60.813.928,01. Concurso de Cine y Video Comunitario. Creación de salas regionales de la Cinemateca Nacional en 16 estados país. 24 premios internacionales al cine nacional. (Calzadilla, 2011).

Política cultural para el Libro y Lectura

Feria Internacional del Libro, Editorial “El Perro y la Rana” (distribución gratuita de “Don Quijote de la Mancha” en todo el país, textos de fácil acceso); bienales literarias: Orlando Araujo, en Barinas; Gustavo Pereira, en Margarita; Rafael Zárraga, en Yaracuy; Julián Padrón, en Maturín y Ramón Palomares, en Boconó, Estado Trujillo. Red de Librerías Kuai-Mare; Sistema Masivo de Revistas: “A Plena Voz”, “La Roca de Crear”, “Así Somos”, “Se Mueve”, “Arte de Leer”, “Memorias de Venezuela”, “Buen Vivir” y “La Revuelta”, festivales de poesía (Kozak, 2015). Bibliotecas comunales, Periódico: Independencia 200. Programa: Leyendo juntos, Plan Nacional de lectura: “Todos por la Lectura”, La colección Bicentenario: Proyecto leer, Plan Nacional de Alfabetización: “Misión Robinson”, El Correo del Orinoco va a la escuela, Plan Revolucionario para la Lectura (Nava y Huerta, 2015)

Entrega del Premio Internacional de Novela Rómulo Gallegos (XVII edición, ganador: Ricardo Piglia de Argentina, por la obra “Blanco Nocturno”), el Premio Internacional de Poesía Víctor Valera Mora (III edición, ganador: Gustavo Pereira de Venezuela, por el libro “Los cuatro horizontes del cielo y otros poemas”), el Premio Internacional de Ensayo Mariano Picón Salas (III edición, ganador: Roberto Méndez, Cuba, por la obra “El tiempo dorado de El Nilo” (Calzadilla, 2011).

• Política para las artes

Escénicas y Musicales

Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela, creación promoción de eventos públicos masivos, tales como: conciertos de música clásica, Corazón llanero, Corazón Salsero, Corazón Urbano. Festival municipal de teatro, Festi-val de Magia y Circo, Festival de Música Urbana, Festival Latinoamericano de Música: “SUENA Caracas”.

Política cultural para el Pensamiento, Patri-

monio y Memoria

Encuentros internacionales de intelectuales: Premio Libertador al Pensamiento Críti-co (VI edición, ganadores: los autores españoles Carlos Fernández y Luis Alegre por su obra “El orden de El Capital”); Foro de Filosofía: Estado, Revolución y Construcción de Hegemonía, Centro Nacional de Historia, Museo de Arquitectura, Mausoleo del Libertador, Instituto Museo de las Culturas del Llano, recuperación y puesta en valor de la Casa Natal del Libertador, restauración de la colección textil y metal de los Mu-seos Bolivarianos; Registro del Patrimonio cultural (este recoge aquello que la propia comunidad reconoce como patrimonio); Encuentros de la diversidad cultural (hace un registro de las manifestaciones culturales populares)

Política cultural para la diversidad

“Foro de los 100 días”: escenario que durante los períodos de septiembre a diciem-bre de cada año dinamiza intensas actividades de intercambio cultural y fomento de procesos de reflexión y construcción colectiva de ideas y conocimientos entre los ve-nezolanos y venezolanas, acerca de la condición multiétnica y pluricultural de nuestra sociedad. Actividades de gran impacto socio-cultural como “El Caribe: Eje de la Diver-sidad Cultural”

Política cultural de las artes plásticas

Exposiciones de artistas plásticos, escultores y artesanos, Feria Nacional de Artesanía.

Política cultural para la formación

Creación de La Universidad de las Artes (UNEARTES), del Instituto de Artes Escénicas y Musicales (IAEM), de la Misión Cultura Corazón Adentro, Misión Socialista, que tiene como principal objetivo desarrollar el trabajo comunitario desde la cultura, logrando procesos participativos y de integración en las comunidades con el propósito de pre-servar y difundir lo más auténtico de la cultura venezolana, latinoamericana y univer-sal, defendiendo valores que impulsan la identidad nacional.

3. La política formal en materia cultural. El caso venezolanoLa política cultural formalmente establecida encuentra sus objetivos y orientaciones en distintos instrumentos jurídicos:

En la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela de 1999, donde se promueve la política cultural con especial énfasis en cuatro de sus artículos: el 98, 99, 100 y 101. En general, estos artículos aluden a la libertad que ha de tener la creación cultural. Esa libertad comprende el derecho a la inversión, producción y divulgación de la obra creativa, científica, tecnológica y humanística, incluyendo la protección legal de los derechos del autor o de la autora sobre sus obras. Asimismo, la Carta Magna consagra los valores de la cultura como un bien irrenunciable del pueblo venezolano y un derecho fundamental. Importancia vital le otorga a las culturas populares constitutivas de la venezolanidad, reconociéndolas y respetando la interculturalidad bajo el principio de igualdad de las culturas. Garantiza además la emisión, recepción y circulación de la información cultural.

En la Ley aprobatoria de la Convención sobre la Protección y Promoción de la Diversidad de las Expresiones Culturales (2007), destinada a garantizar el respeto a la diversidad, la cual se manifiesta en la originalidad y la pluralidad de las identidades que caracterizan a los grupos y las sociedades que componen a la humanidad, desde una interacción y convivencia armoniosa de personas y grupos con identidades culturales diferentes, múltiples y a la vez únicas, que apuntan hacia la cohesión social, la vitalidad de la sociedad y el equilibrio para las relaciones nacionales e internacionales (Centro de la Diversidad Cultural/Ministerio del Poder Popular para la Cultura, 2009).

En la Ley de los Consejos Comunales (2009), en su artículo 28 donde establece la creación de distintos comités a través de la asamblea de ciudadanos y ciudadanas, de manera de fomentar la participación popular, en el marco de estas disposiciones, se promueve la creación del “Comité de Educación, Cultura y Formación Ciudadana”. Del mismo modo, en el artículo 28, se dispone sobre los pueblos y comunidades indígenas, por lo que se prevé la creación de un “Comité de educación Propia, Educación Intercultural Bilingüe e Idiomas Indígenas”; lo cual deja claro el respeto y valoración del Estado revolucionario por las culturas originarias.

En la Ley Orgánica de Educación (2009), el tema de la política cultural toma expresión en varios artículos a saber: el 3, 4, 5, 15 y 27. En este articulado, se concibe la cultura como inmanente a la educación y necesaria a sus fines: la promoción de una cultura de paz, una educación intercultural y pluricultural, el desarrollo de una nueva cultura política fundamentada en la participación protagónica y el fortalecimiento del poder popular, así como un realce a la educación intercultural, la cual ha de transversalizar al Sistema Educativo, creando condiciones para su libre acceso a través de programas basados en los principios y fundamentos de las culturas originarias de los pueblos.

En la Ley Orgánica del Plan de la Patria (2013), se contempla el desarrollo de la cultura como una cuestión medular para la construcción del socialismo y alcanzar la suprema felicidad social del pueblo. En este sentido, encontramos entre sus orientaciones sobre política cultural un conjunto de objetivos y estrategias de gestión, entre las que destacan: potenciar las expresiones culturales liberadoras del pueblo, aumentar los espacios y la infraestructura cultural a disposición del pueblo que permitan el desarrollo local de las artes, impulsar y ampliar la red de intelectuales, artistas, cultores, cultoras y la organización de redes comunitarias culturales, desarrollar investigaciones sobre las tradiciones culturales que impulsen el conocimiento y práctica cultural (Ley Orgánica Plan de la Patria, 2013). Como se desprende de los objetivos plasmados en esta ley, el contenido de la política cultural está orientado hacia las mayorías representadas por el pueblo, con énfasis en lo local, de manera que cada pueblo conserve y se exprese con base a sus particularidades culturales. Especial atención se le otorga a la investigación en esta materia.En la Ley para el Desarrollo y la Creación Artesanal (2013), constituido de 33 artículos donde se reivindica la actividad artesanal, la cual durante años se ha realizado en el país y que representa a un sector de la economía (Agencia Venezolana de Noticias (AVN, 2013).En la Ley Orgánica de Cultura (2014), el Estado revolucionario destina todo un cuerpo legal a una serie de aspectos vinculados a la política cultural, entre estos se distinguen los siguientes: identidad y diversidad cultural venezolana, cultura venezolana en el exterior, fomento de la economía e infraestructura cultural, las cuales están compuestas por 33 artículos y fue sometida a un proceso de consulta pública acogiendo las opiniones que permitieron formular la política.

urbana y aborigen, a la animación cultural juvenil y a las muy diversas formas del arte de calle (Kozak, 2015).

A continuación presentamos los tipos de políticas

culturales promovidas y materializadas durante el avance del Estado Revolucionario.

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4. Gestión de la política cultural en VenezuelaPor gestión de la política cultural vamos a entender al conjunto coordinado de procesos, procedimientos y acciones llevadas a cabo por el Estado en materia cultural (Ley Orgánica de Cultura, 2014).

Como hemos dicho en apartados precedentes, uno de los rasgos que caracteriza la gestión de la política cultural ha sido la participación que en diferentes instancias ha protagonizado el pueblo venezolano. Sobre este particular, señala el Centro para la Diversidad Cultural/Ministerio del Poder Popular para la Cultura (2009:7): “… la alta participación de los cultores en eventos académicos y procesos de consulta que se han producido, durante los últimos años, en diferentes instancias del Ministerio del Poder Popular para la Cultura: Congresos de Cultura, Foro de los 100 días, encuentros por la diversidad cultural, exposiciones, intercambio de saberes, talleres, concursos, censo de patrimonio cultural, declaratoria de portadores patrimoniales, entre otros”.

Otro rasgo de la gestión de la política cultural es una de sus estrategias organizativas, la cual privilegia lo colectivo, la obra de las comunidades, sus creadores e intérpretes. Se trata de impulsar una acción cultural enraizada en el protagonismo popular y generadora de transformaciones en nuestras formas de vivir, como una dimensión central para la construcción de una sociedad más humana (Calzadilla, 2011). Para materializar el protagonismo cultural la política pública prevé la elaboración del Plan Nacional de Cultura con la participación de los Consejos Populares de Cultura y la comunidad cultural organizada (Ley Orgánica de Cultura, 2014).

A pesar del carácter transformador contenido formalmente en la política cultural, en la práctica, su gestión ha venido mostrando limitaciones. Una de ellas tiene que ver con la baja promoción e impacto de la política cultural en las comunidades y parroquias del interior del país; es decir, la política no logra concretarse en lo local, sino en las principales capitales y regiones de tradición cultural.

Por otra parte, un estudio de Consumo Cultural en Venezuela de la Universidad Católica Andrés Bello (2010) realizado en 2008 para analizar la gestión cultural, arrojó las siguientes cifras: el 85% de los entrevistados no visitaba museos y galerías de arte, el 91% no asistía a conciertos de música

clásica y el 75% tampoco a conciertos de música popular, 69% de la población no entraba nunca a una librería y el 74% tampoco a una biblioteca. Estos porcentajes, según la fuente, coinciden con los sectores económicamente menos favorecidos, gran objetivo en principio de la gestión cultural oficial.

Estos problemas vinculados a la gestión demandan su superación por cuanto estos se materializan negativamente en la vida cotidiana de las comunidades, haciéndolas susceptibles de alienación o al abandono de sus prácticas culturales.

4.1. Institucionalidad culturalEl Estado revolucionario, en aras de gestionar las políticas formuladas, ha ido creando durante dieciocho años una nueva institucionalidad que le permita implementar lo formalmente establecido: la creación del Ministerio del Poder Popular para la Cultura en el año 20054 y la organización de las plataformas culturales que se definen por actividades relacionadas como Cine y Audiovisual, Libro y Lectura; Pensamiento, Patrimonio y Memoria, Artes Escénicas y Musicales, Artes de la Imagen y Espacio (Kozak, 2015). Esta institución está orientada a formular políticas culturales de amplio contenido social que abren un nuevo panorama para el futuro del desarrollo cultural de nuestro país.

Otros espacios de gestión, son los Gabinetes estadales de Cultura, la Universidad de las Artes, la Misión Cultura (donde se dicta la Licenciatura en Educación, mención Desarrollo Cultural) y el Ministerio del Poder Popular de Asuntos Indígenas, entre cuyas líneas está al reforzamiento y la protección cultural de estas comunidades.

La Fundación Centro de la Diversidad Cultural, organismo que asume el reto y la responsabilidad de rectoría y coordinación nacional de la política pública en materia de protección de la Diversidad de las Expresiones Culturales. Derivado de este se tiene la Red de las Casas de la Diversidad Cultural a nivel nacional (Centro de la diversidad cultural/Ministerio del Poder Popular para la cultura, 2009).

El Estado también ha promovido la creación de espacios culturales, los cuales no representan las instituciones que formalmente conocemos; no obstante, constituyen espacios para el diseño y ejecución de la política cultural; es decir, son estrategias organizativas propias de la política cultural. Tales son los casos de:

a) Los Consejos populares de Cultura, los cuales son expresión de lo nacional, regional, municipal, comunal y las demás formas de organización territorial del poder popular en lo cultural (Ley

Orgánica de Cultura, 2014). b) El Sistema Nacionales de las Culturales Populares, como dependencia directa del Ministerio del Poder Popular para la Cultura, el cual tiene la finalidad de profundizar las manifestaciones culturales de las comunidades, a través de la integración de instituciones, agrupaciones y colectivos del hecho cultural.

c) Las Mesas Técnicas con Comunidades, que constituyen espacios para la reflexión con las propias personas provenientes de diversos campos de la acción social y ciudadana (Centro de la diversidad cultural/Ministerio del Poder Popular para la cultura, 2009).

4.2. Sujetos vinculados a la política cultural Con respecto a los sujetos que ejecutan políticas públicas, el presidente Chávez, expresó su preocupación por la ausencia de una verdadera conciencia revolucionaria en los funcionarios que supuestamente respaldaban el proceso de cambio histórico. En este sentido, el Presidente realizó grandes esfuerzos para estimular un cambio en la mentalidad de esos funcionarios para vencer la indiferencia mostrada ante el incumplimiento de las tareas que les imponía su participación en la revolución bolivariana (Vargas y Sanoja, 2004; Lanz, 2004). Sin embargo, nos ha resultado complejo desarrollar esa conciencia revolucionaria que demandada el socialismo, prevaleciendo en muchos casos la cultura puntofijsta con su carga de burocratismo y corrupción, aunado a las confabulaciones de la burguesía interna y el ataque imperial que frenan el avance de las políticas, en este caso, las culturales.

En este contexto, el papel de los sujetos en la formulación y ejecución de la política cultural, es clave para lograr impactar el sector, pero más allá de eso, es clave para resolver los problemas que en la realidad aquejan a los productores, creadores y consumidores del hecho cultural.

Durante el desarrollo del Estado revolucionario en Venezuela, se han venido visibilizando a los

sujetos vinculados al sector cultura, es así como la Ley Orgánica de Cultura (2014) identifica y define a un conjunto de estos, entre los que se tienen:

• Creadores y creadoras. Son aquellas personas que en contacto con los estímulos de su entorno genera bienes y productos culturales, a partir de la imaginación, la sensibilidad, el pensamiento y la creatividad. Las expresiones creadoras como manifestaciones libres del pensamiento humano, crean identidad, sentido

de pertenencia y enriquecen la diversidad cultural del país (Ley Orgánica de Cultura, 2014).• Cultor y cultora: son las personas naturales que asumiendo la condición de creador o creadora, en

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comunidad trabaja según las particularidades de su oficio, labor y quehacer cultural en el sostenimiento y desarrollo de alguna manifestación cultural o en la producción de bienes y servicios culturales, sobre el intercambio de haceres y saberes tangibles e intangibles (Ley Orgánica de Cultura, 2014).• Trabajador y trabajadora cultural: es toda persona natural que se asume artista, cultor o cultora,

creador o creadora y que se dedique a una o varias de las disciplinas del hacer cultural, con dependencia o no de otra persona en el proceso social del trabajo.

Del mismo modo, se han visibilizado a los gestores culturales, además de la formación que a escala nacional se les impartió a través de la Misión Cultura, Corazón Adentro. También ha sido

Gestores Evento Lugar/escenario Institución pro-motora

Beneficiarios/

asistentes/pú-blico

Año

Freddy Ñañez Festival de Teatro de Caracas

Teatros Nacional, Municipal, Catia y Teresa Carreño.

Espacios no tradicionales para el teatro: espacios públicos, bulevares, nuevos ur-banismos, corredores de la Gran Misión

Barrio Nuevo Barrio Tricolor

Fundarte/Alcaldía del municipio

Libertador.

750.000

(Fuente: Freddy Ñañez. Fundarte,

2017)

Abril-mayo 2017

Reinaldo Itu-rriza

Movimiento Na-cional de Teatro

para Niños, Niñas y Jóvenes César

Rengifo

Caracas, Maracaibo, Barquisimeto, Can-taura y San Felipe.

Ministerio del Po-der Popular para

la cultura

17.200

espectadores en 13 presentacio-

nes

(Fuente, Pedro Lander, Noticias

24, 2015)

Julio 2015

Pedro CalzadillaGran

Explosión Cultural Bicentenaria

En los niveles municipal, estatal y nacional se organizaron 13.047 espacios de re-

flexión (foros, talleres,

conferencias, cursos), 6.840 tomas cultu-rales, 4.326

actividades de promoción de lectura (dis-tribución

gratuita de libros, maratones de lectura, vigilias,

encuentros literarios, recitales y presenta-ciones de

libros), 5.065 cine-foros sobre el tema bicentenario,

1.969 exposiciones de artistas plásticos, escultores y

Artesanos

Ministerio del Po-der Popular para

la cultura

2.875.797

personas en todo el país (Calzadilla, Pedro. En Minis-terio del Poder Popular para la cultura 2011)

Octubre 2011

Francisco

(Farruco) Sesto

Feria Internacio-nal del Libro de

VenezuelaCaracas, Barinas, Zulia

Ministerio del Po-der Popular para

la cultura

180.071

visitantes en 2011, edición de

Caracas.

81.079

en 2010

74.980

en 2009,

58.095

en 2008

2008-2011

Cuadro 2. Espacios, eventos e impacto de la política cultural

premiado y distinguido el trabajo de intelectuales.

En el plano empírico, identificamos un conjunto de sujetos que han incidido en la formulación y ejecución de la política cultural venezolana, tal es el caso de los ministros de cultura que han operado esta cartera, entre los que tenemos a: Francisco Sesto Novas (2005-2008), Héctor Soto Castellano (2008-2010); Francisco Sesto Novas (2010-2011); Pedro Calzadilla (2011-2013), Fidel Barbarito (2013-2014), Reinaldo Iturriza (2014-2016); Freddy Ñáñez (2016-2017); Adán Chávez (2017).

En cada una de estas gestiones ,se han venido ejecutando un conjunto de políticas, las cuales, en mayor o menor medida han impactado la realidad cultural venezolana. Entre estas se tienen las referidas en el cuadro 2: Espacios, eventos e impacto de la política cultural.

6. Reflexiones finales.En el caso venezolano, las políticas públicas culturales tienen un contenido incluyente, participativo y de respeto a la diversidad cultural, lo que promueve el desenvolviendo de cada pueblo en forma autónoma.

En el plano de la gestión, los rasgos que asume la política cultural en Venezuela están vinculados a la participación popular en la implementación de la política.

Otro rasgo está representado en la descentralización. Esta descentralización no es concebida como estrategia para limitar la responsabilidad del Estado y favorecer al sector privado, sino para que la política sea asumida por el poder popular organizado. Esto se materializa en la política cultural venezolana a través de la transferencia de la administración de las infraestructuras culturales al poder popular organizado, a fin de que se ejerza una gestión compartida de los espacios públicos y la autogestión cultural. No obstante, esta aspiración no se ha concretado.

Es necesario superar desvíos de la política vinculados a la gestión, sobre todo en materia de difusión y promoción de actividades culturales y en el acercamiento de la política a las comunidades.

Notas1. La hegemonía aquí está referida al liderazgo cultural ejercido por la clase dirigente (Gramsci, 1975).2. El Estado Revolucionario se constituye por los nuevos gobernantes que acceden al poder y por una nueva sociedad política, que incluye nuevas relaciones, instituciones y procesos que vinculan a la Nación y al pueblo con el Estado. Suele ser producto de un proceso constituyente, legitimado por la voluntad popular

soberana, que genera una transformación social y una transición política (Moreno Collado, s/f).3.Asumimos aquí las políticas públicas culturales como el conjunto de decisiones realizadas por el Estado y los grupos comunitarios organizados, a fin de orientar el desarrollo simbólico, satisfacer las necesidades culturales de la población y promover la transformación social.4. Este ministerio ha venido desarrollando un interesante trabajo, es así como en el año 2011 promovió la creación del Sistema Nacionales de las Culturales Populares con la finalidad de profundizar las manifestaciones culturales de las comunidades, a través de la integración de instituciones, agrupaciones y colectivos del hecho cultural. Esta nueva Institución propuso; en primer lugar, la creación de cinco programas estratégicos para facilitar la transmisión y multiplicación de artes y saberes, por parte de los artistas a toda la población especialmente a niños y jóvenes; en segundo lugar, ampliar el registro y visibilizarían de las expresiones de las culturas populares y tradicionales encarnadas en sus artistas y cultores; en tercer lugar, promover y difundir las culturas populares y tradicionales organizando muestras y representaciones y contribuyendo a resolver los principales problemas logísticos, referidos a la proyección de las artes, tanto en el país, fuera de él; en cuarto lugar, contribuir a asentar desde el Estado la base eficaz de una economía cultural productiva, que sostenga y retribuya el esfuerzo de los artistas y cultores a fin de que puedan tener una vida digna; en quinto lugar, darle apoyo puntual a nuestros creadores que tengan ocasionalmente alguna dificultad, por razones de salud, de edad o por cualquier otra causa accidental. El aporte inicial de este Sistema fue de 300 millones de bolívares, cuyo 200 millones serían provenientes de los dividendos del Banco de Venezuela, mientras que los restantes 100 millones provendrán de las ganancias que ha arrojado la empresa estatal Bolivariana de Puertos (Romero, 2015). A él se adscriben las siguientes dependencias de Archivo General de la Nación de Venezuela, Fundación Museos Nacionales, Fundación Biblioteca Ayacucho, Fundación Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos, Instituto Autónomo Biblioteca Nacional y de Servicios de Bibliotecas, Fundación Casa del Artista, Fundación Cinemateca Nacional, Fundación Centro Nacional de la Fotografía, Fundación Centro Nacional de la Historia, Fundación Casa Nacional de las Letras Andrés Bello, Fundación Vicente Emilio Sojo, Fundación Imprenta de la Cultura, Instituto del Patrimonio Cultural de Venezuela, Instituto Centro Nacional del Libro, Instituto de las Artes de la Imagen y el Espacio, Instituto de las Artes Escénicas y Musicales, Distribuidora Venezolana de la Cultura, Monte Ávila Editores Latinoamericana, Editorial el Perro y la Rana, Fundación Librerías del Sur, Compañía Nacional de Teatro, Compañía Nacional de Música, Compañía

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arqueología de los olores. ángel oroño garcía

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Notas para Jugar a la arqueología de los olores.

“Antes mucho antes nos juntábamos varios para jugar, solo la tierra era necesaria un patio con arena sin límites,

señales que vaticinen lluvias/lo único que me queda en las manos es el cascarón de tu cuerpo/la escayola rota de tu olor”.

Este arqueólogo desentierra restos cubiertos por la bruma de los recuerdos. Son cuerpos

aunque próximos, inconclusos, fragmentarios, dejados a la

intemperie de los deslaves del olvido. El lenguaje hace de

instrumento; el poema sirve de pala, pico y de buril que

desempolva, raspa y barre, punza y escudriña vetas

y capas que va configurando el rompecabezas-

mosaico armado a partir de los

olores. Desmantelar las

capas sólidas que guardan

fósiles, piezas, vestigios y cuerpos desparramados

en inentendibles posiciones implica un esfuerzo hermenéutico del poeta-

arqueólogo, pues no basta con el reencuentro de los segmentos faltantes (algunos sobrantes), sino que conlleva reconstruir, desde minúsculas osamentas dormidas, una arquitectura verbal, verosímil e imaginaria del esqueleto aromático. El arqueólogo escarba entre los cuerpos de las mujeres que lo sostienen, como él mismo lo preámbula en su

Aceptar la invitación del juego de la poética de los olores que nos hace el poeta, Luís Ángel Barreto, es abandonar las formas acostumbradas de oler y abrir las puertas para “ver” a partir de la memoria odorífica. La lectura de los poemas de la “Arqueología de los olores” publicada por la Fundación Editorial El Perro y la Rana en el año 2006, al ritmo del azar, encontramos cuerpos cercanos y seguidamente rastreamos sus aromas que trascienden las fronteras del papel y de la memoria. No hay arqueólogo que no padezca en los avatares de su oficio de perpetua búsqueda-develamiento. Es una arqueología de constante rastreo que invita a sufrir un cambio en las maneras convencionales de oler y, por supuesto, de existir en los aromas. Como aturdidos por los sonidos diarios, este arqueólogo no olvida rastrear los aromas que lo hacen y así escudriña en las zonas obligadas a ser ignoradas, presa del aturdimiento cotidiano de los olores comunes y conocidos: “Cuando el aire es polvo/ y se forma un musgo reseco en la garganta/cuando más se necesitan

Nacional de Danza, Fundación Teatro Teresa Carreño; Caracas: Escuela Superior de Música José Ángel Lamas; Caracas: Escuela de Música Lino Gallardo; Caracas: Escuela de Música Juan Manuel Olivares; Caracas: Escuela de Música José Reyna; Caracas: Escuela de Música Pedro Nolasco Colon; La Grita: Escuela de Música Santa Cecilia; Rubio: Escuela de Música Francisco J. Marciales; San Cristóbal: Escuela de Música Miguel Ángel Espinel; Vargas: Escuela de Música Pablo Castellanos; Aragua: Conservatorio de Música del Estado Aragua; Carabobo: Conservatorio de Música de Carabobo; Caracas: Conservatorio Nacional de Música Juan José Landaeta; Lara: Conservatorio Vicente Emilio Sojo, Centro Nacional de Cinematografía, Centro de la Diversidad Cultural, Misión Cultura Corazón Adentro.

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dominios n 18 (octubre 2017): 12 - 22°

Disquisiciones

Por Ángel Oroño García

el mundo era infinito hacia abajo”. Luís Ángel Barreto

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arqueología de los olores. ángel oroño garcíadominios n 18 (octubre 2017): 23 - 25°

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poemario. Esta arqueología de la palabra nos invita a desenterrar nuestra memoria nasal y partir de los cuerpos más etéreos que de ella exudan. Se trata de una arqueología del tiempo y de la memoria, una arqueología inasible de las cosas que menos nombre tienen: los olores. Es una arqueología que se desvanece en tanto se perciben los mundos enterrados por el olvido; otros sostenidos y presagiados por los recuerdos. Es una arqueología fundada desde lo efímero para atraer lo no perecedero, para rastrear los cuerpos invisibles de la memoria, para escarbar en el barro del tiempo, para descubrir a partir del olor, para hacer visible con el olfato lo invisible, para comulgar con los nombres fantasmas de las sombras: “Desaparecieron los postes altos/ya no hay luz para resolver crucigramas/ya no hay signos, manchas o residuos tuyos/Nada/Tal vez algún día regrese en logartimos”

Esta poética de la tierra nos invita a jugar, a enterrar la nariz en los orificios de los cuerpos, a penetrar en sus aromas, a husmear desde el adentro de la sombras de los recuerdos. Para ello el arqueólogo se sujeta a las herramientas metafóricas del discurso, escrito evocando “vapores del subsuelo” y “radículas de la superficie”. Así, ironía, despido, melancolía: hacen que el polvo de la casa (sombras domésticas) se quiebre en palabras, en noches cortas sostenidas por insomnios. El arqueólogo teje su trama de movimientos en los que reconoce sus olores, los levantan, los reencuentra, los burla, los enmascara y hasta los quema. La arqueología de los olores es la arqueología del humo y de las fragancias, del mundo leve, inasible y rememorable. La arqueología del olor es la arqueología de las sombras del olfato de la memoria. Es la arqueología zurcida en las capas de los aromas, deshilachada en las costras de los recuerdos y en los nombres de las “desapariciones terribles” (como dejó escrito otro poeta zuliano), pero también en las apariciones hermosas y efímeras: “Déjame oler tu aparición en la ventana/ Abro mi hocico y saco la lengua/Espero respuesta”. Es la arqueología que pierde su peso cuando nombra, cuando busca su propio cuerpo en el reflejo de los otros cuerpos. Una arqueología del reflejo, del agua de saliva, de perlas ocultas debajo de las lenguas, de los nombres que inventamos y nos inventan. Es la arqueología de los perfumes desechos por la curtiembre de los días. Es la arqueología del sueño: “Despiertos nos hemos convertido en

soñadores y en moribundos..”, sentencia el poeta Luís Barreto como si el despertar fuese la agonía, el destiempo, el desamparo y la mortandad: “Ahora pertenecéis a la sombra arrojada en la tierra”.El arqueólogo desentierra a fuerza de latido, se abstiene, cava en los ombligos profundos, percibe en ellos las despedidas, se deja arrastrar, conforme el tiempo de las nubes, desaparece ante el aroma de la mujer. Convierte a los cuerpos aromáticos en vidrios, esfera, hélice, vaso escondido, en cuencas sin ojo y sin gusano, en gota de agua, en punto, en cero, en grito.

Se hunde en las fricciones de la neblina que lo duermen, suprime sus gargantas, los lleva a la cima de las torres desoladas, los carga en procesión, se vuelve creyente, vuelve sagrado los cuerpos, las calles, las veredas. Pone el acento en sus incertidumbres, como si buscara un esqueleto de sal en la playa. El poeta Barreto, cree en sus orificios como si desde ello se deshiciera los hilos del pasado. Un olor, un aroma, está en tiempo pasado atraviesa los relieves del terreno del arqueólogo, deshace sus herramientas en lo sólido y los desvanece en el aire.

Escarbar en los olores es hacerlo en los cuerpos que aparecen cóncavos, vaciados, convertidos y desechados como cáscaras. El juego consiste en escarbar en lo invisible, en escudriñar en cuerpos que dejan de serlo cuando se nombran. La poesía del arqueólogo de los olores atraviesa las palabras en aromas de nuestros órganos mortales; así el juego consiste en la invención de una palabra hígado para que comande las pasiones biliares, las percepciones amargas; una palabra intestinal, para subvertir el orden desparramado de los miedos; unas palabras riñones para disolver las sales de la tristeza, de la desesperanza; unas palabras corazón que orienten los hilos sanguíneos del mundo que nos une; una palabra pulmón para encontrar oxígeno en la batalla. Los cuerpos narrados en la poética de los olores son cuerpos que juegan y anuncian que el mundo no se clausura, ni en exilio, ni en la desesperanza. El oficio arqueológico de Luís Barreto busca deshacer témpanos gigantes de salitre y develar recuerdos subterráneos. Su poética llega para abrigar los recuerdos como “pájaros de fuego” apagados por el barro del olvido.

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El objetivo de esta nota es dar algo de luz al qué, el cuándo, cómo y por qué de un fenómeno mediático y social que se ha estado gestando desde hace nada menos que 40 años, proceso que nos ha estado en-volviendo de a poco, furtivamente, y que a pesar del largo tiempo, sigue siendo poco visible al día de hoy. Cuando surge el tema de conversación, las personas suelen no estar muy convencidas de que esta realidad lleve con nosotros tanto tiempo, hasta que dices algu-nas palabras “mágicas” como son: Marco, Mazinger Z (ver imagen), Fujimaru del Viento, Astroboy, Meteoro , Kimba, La Abeja Maya, Heidy, Candy Candy, Robo-tech, La Princesa Caballero, Saber Rider, Fuerza G, Dai Apollon, Kamui, Voltron, Centella, y un largo etcétera: fueron series animadas televisadas que traen consigo la nostalgia cuando se las nombra a miembros de toda una generación anterior a la del autor del presente texto.

¿Y de qué estamos hablando, entonces? Del univer-so del ánime (se considera válido escribirlo y pronun-ciarlo también como anime, o animé), o la animación japonesa. Vale aclarar, el porqué de este término pro-veniente de Japón: nació en referencia a todo tipo de animación, independientemente de su fuente de ori-gen, pero fuera de los límites del país oriental, es una categoría que suele asociarse a la animación exclusiva-mente japonesa.

Pero, entre otras cuestiones, lo que se quiere expresar en estas líneas es que el anime no ha arribado por sí solo a Occidente: ha ido llegando acompañado de cada vez más de elementos como el manga (los cómics/caricaturas) y la música comercial, el pop (j-pop) y rock (j-rock) japoneses, o el solo gusto por los openings y endings, que son las canciones con las que se abren y cierran los capítulos mientras se muestran los créditos

LA CULTURA MANGANIMÉ EN LATINOAMÉRICA Y VENEZUELA

Por Edwin Rosario López

de la serie con escenas de las mismas.

Con el pasar de los años y las décadas, la juventud latinoamericana y venezolana ha realizado una serie de globalizaciones que, en la perspectiva de autores como De Sousa Santos (2009, p. 230) o Giddens (citado por Cobos, 2010, s/p), representa una serie de procesos por los que unas prácticas sociales o identidades culturales locales se extienden por el globo, instalándose en una entidad o condición social adversa, para reconstruirse como una nueva localidad de dicha entidad/condición. En dicha globalización del anime, la juventud ha ido apropiándose de esta localidad llegada de Japón para ir expandiéndola, al añadir más aspectos, influenciado por otras regiones de Latinoamérica o de los EEUU. Estos otros agregados o expansiones son el pop coreano (k-pop), el baile o la coreografía de los grupos k-pop, los fanfics (historias ficticias hechas por fans) y los fanarts (dibujar a mano o crear por computadora los personajes de alguna serie, también hecho por

Toei Animation. Monkey D. Luffy, figura central de “One Piece” considerada una de series las ‘herederas’ del legado de “Dragon Ball Z”. Fuji TV 1999

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“fans”), y el arte manganimé que damos por hecho como el más complejo de todos, el cosplaying, que resulta ser la mayor proyección o caracterización posible de un personaje en específico, y con “mayor”, me refiero no solamente a la representación semi-teatral del mismo, sino también (y siendo hasta lo más importante y visible) al diseño o adquisición de la vestimenta del personaje representado.

Cuatro décadas de anime en Latinoamérica.Pero todos los elementos comentados no han llega-do a la vez, sospecho, precisamente porque las series no llegaron juntas tampoco. López Moraga (2011, p. 10), utiliza el término “oleadas” para denominar los tres períodos en que el anime fue arribando a Latinoa-mérica, aunque la distinción de este autor se limita a los tiempos, a los distintos momentos en que fueron llegando las series a nuestras pantallas. En cambio, acá proponemos otra serie de características de cada una de estas eras: las mencionadas al principio de esta nota fueron transmitidas en señal abierta por televiso-ras públicas y privadas en los años 70s y 80s, siendo la primera de las tres eras, caracterizada por otros varia-dos elementos esenciales:• A diferencia de las generaciones posteriores, esta primera se trató única y exclusivamente del ani-me; el manga y el resto de elementos locales japone-ses se tomarían su tiempo en llegar. • Si las series animadas tuvieron algún acom-pañante, serían las series animadas provenientes de EEUU, por lo que los horarios infantiles televisivos compartían espacio incluyendo series de un país y otro. • Quienes veían anime en estas primeras déca-das, desconocían el término ánime’ y que estas series provenían de Japón o que representaran a una cultura sumamente diferente. • La latinización del anime (Cobos, 2010, s/p). Es un proceso particular de desterritorialización y poste-rior reterritorialización, en este caso de un producto cultural como lo es el anime, que reconfigura nuevas identidades. Esa relocalización de toda una industria cultural, trae consigue consigo otras tres característi-cas de esta primera era:a) Doblaje. Es lógico pensar que las series sean traducidas al español para ser transmitidas, pero la autora enfatiza en que este acto también se traduce en la inclusión de regionalismos, a veces referidos úni-

camente al país en que se hace el doblaje (predomi-nantemente, México). b) Alteración del video. Se refiere sencillamente a la censura, el modificar video para evitar mostrar elementos que puedan ser considerados ofensivos o poco apropiados para ser observados por niños y ni-ñas. Esta edición puede observarse en la modificación de unas imágenes en lugar de otras, en el ocultar (des-nudos o sangre, por ejemplo), o en el directamente eliminar alguna imagen. Esto se aplica también en la ligera modificación o en el total cambio de un opening o ending. c) Criterio de audiencia. En Latinoamérica, y aun-que tendríamos que “tomar con pinzas” el expresarlo en tiempo pasado, las series anime se las consideraba única y exclusivamente para niños y niñas bajo la úni-ca excusa de ser “animadas”, muy a pesar de que en Japón, algunas de las series televisadas se considera-ban para adolescentes o incluso adultos. d) Traducción. Un cuarto elemento que podría-mos incluir, más al que Cobos (2010) no hace referen-cia, es la traducción de los nombres de las series; si bien muchas mantenían un nombre traducido fiel al original japonés, en otros ciertos casos, los nombres eran modificados para que su consumo fuera más lla-

Toei Animation. Dragon Ball Z, casi seguramente la serie anime más reconocida en el mundo. Fuji TV 1989-1996

mativo. Por ejemplo, el nombre original de Astroboy es Tetsuwan Atomu, que se traduciría como “Átomo, el brazo poderoso”. Otro caso emblemático es el de Los Caballeros del Zodíaco, serie de los años noventa, la cual no solo no era una traducción literal, sino inclu-so errada; el nombre original era “Seinto Seiya”, que se traduciría como “Seiya, “El Santo” / El Santo Seiya”, pero el término “santo” fue eliminado de la serie pues podría resultar ofensivo para la comunidad cristia-no-católica; en su lugar, se empleó el término “caba-llero” para denominar a los guerreros de la serie. Sin embargo, el nombre resultaba errado puesto que los caballeros del zodíaco habrían de ser los 12 caballeros dorados, quienes representaban las 12 constelaciones del zodíaco, mientras que el nombre se refería a los 5 secundarios, quienes nada tenían que ver con tales constelaciones (Seiya, el protagonista, era el pegaso, mientras que las demás constelaciones eran el Cisne, Fénix, Dragón y Andrómeda).

Tanto el desconocimiento del término anime como la latinización del mismo, se verían aún presentes en la segunda oleada, la cual aparece a mediados de los no-ventas siendo la de menor duración, puesto que po-demos ubicarla, aproximadamente, entre 1993 o 1995

hasta 2003 (López Moraga, 2011, p. 10), aunque para un servidor, la serie que inaugura esta etapa no es ni animada, ni enteramente creada en Japón: se trató de Mighty Morphin Power Rangers, una serie de acción real (personas representando papeles) creada en Ja-pón bajo el nombre de “Super Sentai”, y que en EEUU fue editada para presentar personajes estadouniden-ses de diversas etnicidades, ello bajo un título distinto. Asimismo, Súper Sentai, creada en los 70s, está ínti-mamente relacionada al género mecha (personas pi-loteando robots) del anime.Detrás de los Rangers, vinieron Supercampeones, Dragon Ball, Sailor Moon, Los Caballeros del Zodíaco, Evangelion, Las Guerreras Mágicas, Ranma ½, Poké-mon, Digimon, Samurai X, Slam Dunk, Inuyasha, Yu-Gi-Oh!, Shaman King, BeyBlade, Medabots o Sakura Card Captor. Esta segunda generación presenta unas carac-terísticas que la hacen ver como el perfecto puente entre la primera y tercera:

• Como se comentaba antes, comparte con la pri-mera oleada el hecho de que la juventud de te-levidentes no conocían el término anime, o que estas series viniesen de Japón, además de todo el proceso de latinización. Sin embargo, y en referen-cia a esto último, ya es a partir de esta generación que empezamos a observar más y más series man-teniendo un nombre no traducido o manteniendo un título anglosajón, haciendo de series como Ca-balleros del Zodíaco o Guerreras Mágicas, casos poco comunes en este tiempo.

• Sin negar el hecho de que los jóvenes en la prime-ra era hicieran dibujos, este elemento parece ya algo más común durante esta segunda etapa.

• Es a partir de este momento que llega la mercancía y las primeras tiendas dedicadas al mundo anime, incluyendo en ello los primeros mangas importa-dos de España.

• Lo anterior traería consigo el mundo del coleccio-nismo anime: mangas, figuras de acción (ver ima-gen), ropa, “chapas”, cualquier mercancía podríar susceptible de ser coleccionable.

• Las series eran transmitidas ya no exclusivamente de forma abierta, sino que también llegaron a tra-vés de la televisión por cable.

• Este grupo incluyó varias temporadas de las se-ries, como son las secuelas de Dragon Ball (Dragon Ball Z y Dragon Bal GT) o las varias temporadas de

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Supercampeones, Caballeros del Zodíaco o Sailor Moon. En la primera generación, fueron muy es-casas las series transmitidas que tuvieran más de una temporada y que estas también se transmitie-ran, como el caso de Robotech o Mazinger.

• En este punto se dan también las primeras conven-ciones anime, y con ellas, los primeros cosplays.

• Los openings y endings de algunas series se con-vierten en especie de “himnos” para grupos de fans. Tal vez los casos más ejemplares en Venezue-la sean “Chala, head-chalá”, el tema inicial de Dra-gon Ball Z, y “Butterfly” de Digimon.

• Asimismo, algunos intérpretes de openings y en-dings se convierten en especie de celebridades de las convenciones y de los fans del anime. Similar caso ocurre con los actores y actrices de doblaje, encargados de hacer voces de los personajes. Tan-to cantantes como dobladores se convierten en piezas claves de toda convención manganime rea-lizada, siendo (casi) siempre la principal atracción de los mismos.

• La tercera y actual generación anime llega con el pro-pio arribo de Internet a los cibercafés y cada vez a más hogares de la región y el país. A partir de aquí se vuelve prácticamente inútil nombrar series puesto que la world wide web se encargaría de que casi toda animación salida a la luz en Japón estuviera disponi-ble, aunque algunas llegaron a volverse tan populares que lograron trascender el género y atraer público que nunca vio anime, sirviendo estas de “carnada” para atraer a nuevos fanáticos del género. En ese caso ha-blaríamos de Death Note, las reciente Shingeki no Kyo-jin y One Punch Man, Mirai Nikki o lo que podríamos llamar la tríada del shounen (género de acción dirigido a adolescentes), Naruto, Bleach y One Piece.

La principal característica de esta nueva generación es el actual conocimiento de que las series son japo-nesas-producto de no verlas proyectadas en idioma español, sino en su original japonés y subtituladas al español-. Además, ya no existe la pasividad de espe-rar que las compañías decidan qué transmitir, sino que cada entusiasta del anime puede decidir qué serie ver o cuándo y por cuánto tiempo verla, pero esto ha ve-nido directamente relacionado al fenómeno de la pi-ratería, puesto que la gran mayoría de las páginas web que tienen las series a su disposición, las poseen de forma ilegal.

Esta generación tampoco ha tenido que vivir con una latinización impuesta del anime, sino que la juventud ha sido la encargada de decidir qué elementos asimilar, de cuáles apropiarse. En tal caso, tal vez ya no estemos hablando de un anime latinizado, sino de identidades “japonizadas” u “orientalizadas” si consideramos que también existe influencia de la República de Corea. Esta generación tampoco ha tenido que vivir con una latinización impuesta del ánime, sino que la juventud ha sido la encargada de decidir qué elementos asimilar, de cuáles apropiarse. En tal caso, tal vez ya no estemos hablando de un anime latinizado, sino de identidades “japonizadas” u “orientalizadas” si consideramos que también existe influencia de la República de Corea. Para quien escribe, uno de los ejemplos más resaltantes de ello, es el uso de vocablos o términos japoneses para expresarse, como decir kawaii para aquello que resulta lindo o tierno, o el llamar kokoro al corazón cuando de emociones se trata. Asimismo, las convenciones anime cuentan con concursos de danza en los que resulta de gran asombro ver cómo las personas bailan de forma casi idéntica a la de sus grupos k-pop (pop coreano) favoritos, y el cómo son capaces de hacerlo casi al unísono, aun si se trata de chicos y chicas que no se conocen, pero que les une el sonido reproducido en un lugar y momento dado. Sobre lo anterior, vale resaltar el hecho de que las series no han dejado del todo de transmitirse en las pantallas televisivas, aunque ciertamente el número de estas se redujo considerablemente con el paso de los años. Sin embargo, producto de la propia latinización y del tiempo tomado en transmitirse, los jóvenes suelen preferir la Internet para visualizarlas. Concretamente, con esto nos referimos a:• La censura. Se prefiere ver las series sin ningún tipo de censura o edición.• El doblaje y la traducción. De igual forma, es preferible ver las mismas en su idioma original, incluyendo sus chistes o juegos de palabras propios que puedan hacerse en el japonés. Algunos fansubs (grupos de fans que trabajan haciendo la traducción y subtitulado de las series, para publicarlas sin coste alguno) se encargan de explicar los términos con un pie de página cuando crean que haga falta. Asimismo, se conocen los nombres verdaderos de las series. • Con todos los matices que ello pueda tener (la atención de los padres y madres sobre lo que observan sus hijos e hijas), los jóvenes eligen qué ver, pensando únicamente en sus gustos e intereses, y no tanto en sí la serie aplica a su grupo de edad.

• Las series toman demasiado tiempo en llegar, o no llegan en lo absoluto. Esto es entendible dado lo gigantesco de la maquinaria anime japonesa, pro-duciendo decenas y decenas de series y películas al año. Sin embargo, aun algunas muy populares pare-cen estar lejos de las pantallas latinoamericanas. Otro buen ejemplo es Naruto Shippuden, la cual reciente-mente terminó en Japón, alcanzando los 500 capítu-los y, a pesar de estar al aire japonés por dos décadas distintas, en Latinoamérica apenas se ha adquirido y traducido hasta el capítulo 113 de la misma. Ante tal diferencia, no resulta extraño que los fans de la misma quieran estar al día y buscar observar las aventuras de

su héroe por la web.

Resumiendo un poco, de lo que hemos sido testigos, sin estar demasiado atentos, es que una serie de productos culturales tocaron a nuestras puertas y nos han estado rodeando, y los hemos estado asimilando, apropiándonos de ellos sin percatarnos. La comunidad otaku, nom-

bre dado a los fans del manga y anime, es casi invisible a la luz pública, hasta que

surge algún espacio temporal en que los jóvenes y no tan jóvenes miembros

de esta comunidad pueden expresarse, ya sea en casa de amistades para ver se-ries/películas o bailar/ensayar k-pop, ya sea para una convención, lugar que sirve para reunirse y hacerse más visibles que en cualquier otro momento, sobre todo por los cosplays.

Ahora, si bien es aún temprano para lle-gar a tal conclusión, no se puede descartar la idea que una cuarta generación se esté gestando, formada por los valores, los ideales, más también por los memes de la era actual, puesto que el anime también se ha visto como blanco comunicacional

de estos, utilizados ampliamente a día de hoy para ex-presar ideas a través del humor. Hacemos la acotación a los memes en este punto dado que en algunos de ellos, se ha ido expresando más y más la intención de los jóvenes de hoy de mostrar a sus futuros hijos e hi-jas las series que ellos y ellas han conocido, por lo que se puede entrever que existe una intención educativa

de forman a la próxima generación en los valores que han construido gracias al anime. Además de esto, y conformado en buena parte por jóvenes de hoy, en Maracaibo se creó la Academia Goen, para enseñar el idioma y parte de la cultura japonesa a toda aquella persona que lo desee. Entonces, podríamos prever una próxima generación otaku que sea predominante-mente consumidora televisiva del anime (por no decir que ya lo es la actual) y que incluso maneje un poco más el idioma nipón.

La Narrativa en la Animación JaponesaResulta altamente llamativo que la sociedad latinoamericana se haya visto influenciada por otra sumamente lejana, no solo en lo concretamente geográfico, que no es poca cosa, sino por el propio elemento cultural, y es que las tradiciones japonesas no podrían ser más opuestas a lo occidental, a lo que basta centrarse en algunas características narrativas:• Los personajes de las series anime más extensas pueden contar con cientos de caracteres, pero el número no es lo resaltante, sino el hecho de que podemos llegar a conocer a profundidad a todos y cada uno de los principales y secundarios, sus historias y motivaciones, a sus padres o miembros familiares, sus ideales y valores. Esto abre la posibilidad de que el espectador tenga mayores posibilidades de identificarse con alguno de los mismos, ya sea con sus expresiones emocionales, sus experiencias de vida, o con su toma de decisiones. • La cronología. La narrativa japonesa hace mucho uso del flashback,-el recuerdo-, o el flashforward-el vistazo al futuro-. El uso de estas opciones, sobretodo de la primera, genera historias que son poco lineales, resultando incluso confusa por momentos. Esto conlleva algunas historias con tendencias a narrar sucesos aún más del pasado conforme más avanza la historia. Este hecho puede resultar llamativo puesto que resulta necesario ver más y capítulos para saber más y más acerca del pasado de los personajes. • Visiones del bien y el mal. La figura del villano o héroe animado japonés no siempre es del todo

Vegeta, antagonista de “Dragon Ball Z”. Fuji TV 1989-1996

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clara, viéndose esto en, por ejemplo, la búsqueda de venganza del héroe o el dar a conocer que el villano se convirtió en tal debido a la vida de sufrimiento que pasó, o que sus planes negativos a primera vista, puedan tener unos ideales de paz y justicia de fondo. Esto trae como resultado protagonistas que puedan ser rechazados por el espectador, y villanos que podrían ser el personaje favorito de la historia. • Diversidad. Si bien en el anime no existe mayor diversidad étnica (explicado precisamente por la homogeneidad étnica de la p o b l a c i ó n japonesa), sí resulta común encontrar gran diversidad de personajes y roles, desde historias abiertamente sobre homosexualidad-sea masculina o femenina-, hasta gran cantidad de animaciones en las que la mujer es la heroína, siendo incluso todo un género anime altamente establecido. Esto abre aún más las posibilidades de que las mujeres o minorías sexo-diversas poco visibilizadas en la sociedad, se interesen en dichas historias también. • Muerte. Es otro elemento común en el anime el hecho de que el/la protagonista muera o lo hagan alguno de los roles secundarios, esto con el fin de hacer crecer y madurar a otros personajes que le rodean, sean familiares, discípulos, parejas o amistades. Para el espectador, resulta en un punto para conectarse emocionalmente con la historia, haciéndola más llamativa. • La adolescencia como período de mayor importancia. Sin importar si las historias son sobre amor y romance, acción, sexo, asesinatos, etc., resulta altamente curioso ver cómo la gran mayoría de series son protagonizadas por adolescentes, aún si el diseño de personajes o su toma de decisiones no los hace ver como tales. No hace falta explicar entonces el porqué es la juventud el grupo poblacional más atraído a observar estas historias.

Aclarando que estas no son las únicas características del anime, lo anterior está comentado con el fin de tratar de dar alguna explicación sobre el porqué preferir estas historias cuando son discursos de una cultura tan diferente a la propia. Sin embargo, está en proceso la apertura de todo un campo de investigación prácticamente sin explorar en Venezuela y, con ello, una serie de proyectos que den pie a ampliar o corregir las actuales respuestas, y a contestar otras preguntas

que puedan surgir en el camino, camino que desconocemos a dónde nos llevará.

Después de todo, si siguen surgiendo más y más generaciones

de espectadores y consumidores

manganimé, será cada vez más difícil ignorar esta realidad y negar que lleve

tanto tiempo con nosotros, tal como indicábamos en

las primeras líneas, por lo que resultará necesario estar

atentos a esa continua reconstrucción de

identidades orientalizadas en lugar de un anime

latinizado.

Referencias BibliográficasCobos, T. (julio, 2010). Anima-ción japonesa y globalización: La latinización y la subcultura otaku en América Latina.

Razón y Palabra, 72. Recuperado de www.razonypalabra.org.mx/N/N72/Varia_72/32_Cobos_72.pdfLópez Moraga, M. (2011). Los fans de la animación japonesa en el Gran Santiago (Tesis para optar al grado de Licenciado en Sociología). Universidad Academia de Humanismo Cristiano. Santiago, Chile. Recuperada de http://bibliotecadigital.academia.cl/bitstream/hand-le/123456789/129/Tesis%20final.pdfSousa Santos, B. (2009). Una epistemología del sur: La reinvención del conocimiento y la emancipación social. México: Siglo XXI.

Cabimas, donde todo comenzó.Por Yorwin Balza

El film de Jacobo Penzo, “Cabimas donde todo comenzó”, plantea por un lado, las vivencias de Carlos y sus amigos, quienes intentan realizar un documental sobre los sucesos sobrevenidos a partir del 14 de diciembre de 1922 en uno de los municipios emblemáticos de la Costa Oriental del Lago de Maracaibo, como lo es Cabimas, la ciudad donde estalló el pozo Barroso II en La Rosa. Por otro lado, está lo relacionado con el documental en sí como objeto del protagonista para ilustrarnos sobre el entorno: perfil sociocultural del cabimense en relación con el petróleo.

La actividad de documentar ha venido perfeccionándose a medida que el tiempo transcurre y se concibe la obra como vehículo para muchos otros objetivos propuestos por sus realizadores. Esto se hace evidente al observar el film “Cabimas, donde todo comenzó”, obra donde se advierte una tentativa de mezclar varios géneros con el propósito de ofrecer una experiencia informativa más rica a través de las vivencias de sus investigadores.

La obra da inicio con un monólogo, donde el entrevistado principal Miguel Ángel Campos, narra a manera de flash back el viaje que emprende su madre a la tierra prometida bendecida por el petróleo.

Y es a partir de este momento donde los periodistas y protagonistas principales: Carlos (Carlos Carrero), Diego (Diego Penzo) y Raúl (Raúl Medina) quienes se encargarán de registrar las historias fragmentadas,

interpretar los difusos mensajes inscritos en la memoria colectiva y experimentar en carne propia los efectos de esa entrada a la ciudad.

Al comienzo, el periodista hace un recorrido por la ciudad e indaga en las personas, a la vez que realiza un extenso ejercicio reflexivo con una “voz en off” sobre los rasgos más característicos que asaltan su percepción: “énfasis en el carácter desértico, asimétrico, irregular, vago, de este lugar donde el comercio, los juegos de

azar y la superstición se presentan como medios de subsistencia”. Más adelante, se describe a Cabimas como “un ente inhóspito conformada por gente de paso al que solo la necesidad los obligo a quedarse”; actitud que ha configurado el carácter efímero y banal del lugar como entidad y a ratos se puede percibir que la idea del director es hacer evidente la contradicción de una ciudad, la cual a pesar de haber convertido a nuestra región en una Venezuela saudita por más de 50 años, hoy día se encuentra en estado deplorable.

Acto seguido, y para darle un toque más objetivo, se entrevista a figuras como Régulo Rincón, Pedro Estrada y Robinson Mavárez, quienes resaltan los hechos cronológicos más representativos de la historia de Cabimas, desde sus comienzos bucólicos hasta el cambio dramático que supuso el estallido del Barroso II; todos estos sucesos ilustrados con dramatizaciones para ubicar al espectador en el

Pierrot. Naruto, protagonista del anime “Naruto” (TV Tokyo 2002-2007) y “Naruto: Shippūden” (TV Tokyo 2007-2017)

cabimas, donde todo comenzó yorwin balzadominios n 18 (octubre 2017): 26 - 32°

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contexto de lo sucedido, hasta hacer énfasis en el carácter improvisado de la planificación de la ciudad.

Existe un elemento importante y es la intervención del profesor Miguel Ángel Campos, quien armado con los instrumentos sociológicos y antropológicos,

hace una disección a la psique de los habitantes de la ciudad y elabora un perfil psicológico: “la falta de perspectivas, la limitada capacidad de abstracción, la corta vista, la poca densidad con el paisaje, la desmemoria y la falta de identidad; lo que conlleva a la aptitud desprendida y su facilidad para desarraigarse”.

Más adelante, a medida en que el reportero y el entrevistado caminan por las calles, el escritor declama frases tan lapidarias como “Cabimas es un campamento”, “el fenómeno humano es casi inercial, puramente biológico” mientras que el director realiza un recorrido de cámara sobre calles desoladas y escogidas para resaltar el carácter de asimetría,

vacuo de las personas que conforman la ciudad.

El tercer acto introduce el tono subjetivo de la obra y, a manera de película dentro de una película, se narran los cuentos que son vivenciados por los periodistas.Terminando de elaborar su tesis sobre el perfil psicológico

de Carlos, quien no pudo terminar el documental a raíz del hurto de su cámara, el infortunio de Raúl, quien quedó arruinado producto de su adicción a los juegos de envite y azar, además de Diego quien bajo una responsabilidad forzada termina llevándose a Ana embarazada-en todas ellas se hace evidente que es, en estos desenlaces vividos por los protagonistas, donde se usan estas historias para relatar el carácter negativo de la ciudad y presentarla como un sitio de mal agüero, donde las personas que llegan, sellan su destino de manera fatídica.

Es difícil no compartir la afirmación de que el autor lanza dardos envenenados de sentimientos negativos sobre Cabimas, desde develar un perfil sociocultural negativo de sus habitantes, hasta presentar imágenes de una ciudad despoblada y abandonada. Paralelamente a esto, se retrata el carácter negativo de Cabimas, como si fuese una especie de campo psíquico oscuro, donde se ve a los protagonistas como sobrevivientes de un episodio surreal.

Finalmente, esta obra concluye con el episodio

donde Carlos, solitario y pensativo, en medio de la urbanidad, se encuentra arando, sembrando, como alegoría a la acuñada metáfora de Arturo Uslar Pietri: “Hay que sembrar el petróleo”; lo que sugiere la vuelta al desarrollo de la actividad agrícola.

Tal vez se pueda intuir alguna buena intención detrás de lo que representa el film: un espejo para vernos reflejados como sociedad y mostrar el estado desde donde debemos partir para establecer las coordenadas hacia dónde queremos llegar como población. Además resulta meritorio destacar el hecho de que denunció el estado de abandono de la ciudad y la indolencia por parte de sus gobernantes y en general de sus habitantes, por lo que tiempo después de la proyección de la película en cines nacionales e internacionales se produjo un hecho importante y trascendente en la historia del Municipio como lo fue la remodelación y saneamiento de la cuna del petróleo: La plaza el Barroso.

del cabimense, el periodista aborda la festividad de San Benito, evento cultural que se realiza anualmente en honor a un sacerdote que vivió en Palermo (Italia), quien representa un sincretismo de elementos paganos, católicos y cuya vivencia es expresada por los habitantes de manera violenta, vulgar y caótica, para después llegar a contrastarla con la misma festividad que se realiza en Europa-esta última con un matiz más divino y religioso-para hacer tal vez la clásica distinción progresista entre civilización y barbarie.

Y es en esta fase final, donde el tono subjetivo llega a su máxima expresión: los protagonistas experimentan vivencias desagradables-la desventura

cabimas, donde todo comenzó yorwin balzadominios n 18 (octubre 2017): 33 - 35°

Foto “Cabimas, donde todo comenzó”

Foto “Cabimas, donde todo comenzó”

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poemas de edgar méndezdominios n 18 (octubre 2017): 36 - 40°

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La poesía de Edgar Méndez es minimalista en su forma, con un tono reflexivo, intimista y melancólico. Está enmarcada dentro de un haiku local más abierto a la sugerencia que a

lo concreto. Considera la ausencia como parte de la obra y se nos presenta

como una especie de antítesis al horror

vacui de los literatos occidentales.

Selección y nota de Yorwin Balza

Poemas de

Edgar Méndez (Venezuela, Cabimas, 1955)

Ilustración : Hilario Atienzo

Un pájaro se desvela

Hunde su picoen el aire

Abre sus alashasta borrar a Dios

Lejana noche

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poemas de edgar méndezdominios n 18 (octubre 2017): 36 - 40°

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Quiénsi no el tiempo

Me arrancarálos ojos

un día

Uno se aísla

Se mira nuevamenteen el espejo

Se proclama reyentre los muertos

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poemas de edison díaz

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dominios n 18 (octubre 2017): 36 - 40°

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Un día seré memoria

Muerte blanca

Ángel que miradesde la otra orilla

Poemas de

Edison Díaz

Además de poeta, Edison Díaz, es colorista, cantor. Su texto rememora la ingenuidad perdida de la poesía oral de las plazas. Deviene del canto hecha voz colectiva. Su voz poética está desprovista de mera simbología literaria occidental. Más bien, brota del fragor de su contexto común: Cabimas con sus calles y sus voces. Su mirada se extiende y se fundamenta, como una pátina, sobre las cosas que nos hacen. Las cosas no pierden sus alusiones y referencias plurales.

Selección y nota de Miguel Viloria.

Ilustración : Hilario Atienzo

(Venezuela, Cabimas, 1944)

Lejana noche

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poemas de edison díazdominios n 18 (octubre 2017): 41 - 44°

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Barrio mío

Ayer mi barrio estaba silente… amodorrado

Guardado entre sus sábanas… yo adivinaba

Tantos tereques acumulado en viejos escaparates

…sus ratas …sus sabandijas

el cocuy de penca añejado con ramas

aromáticas

y… en empolvadas libretas oraciones

contra el maldeojo … o para conquistar

al ser amado…

…o una antigua biblia heredada de los abuelos

¡ah carajo …no alborotó el perro de Chinca…

Ni trajinó la chica de la cara almidonada

ni la brollera del sector que deambula

como ánima en pena

y… en contubernio sus corroídos postes

danzaron y bailaron cantos espectrales.

¡¡ Qué estará pasando en mi barrio

que la luna ocultó su cara … será que sus brujas

lo negociaron al más allá…

y por eso no quiere saber del evangelio…

¡Será que se murió la alegría

y tendré que imaginar que aquel gato que

paseaba hacía temblar la tierra

¡Será que su boca esta cosida con alambre

de púa … estará ensalmado con cóctel

de noche obscura… o por sus venas

traficaron con marihuana…

Hoy mi barrio despertó con alborozo

con ladridos de perro

con bostezos de noche embriagada.

Hoy mi barrio amaneció con cantío de pájaros

y luz de sol…

y…en un lugar secreto al doblar

de un recodo colgaba las pantaletas

coralinas de una chica que hizo el amor

con él.

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la joroba de papá sosa ferkys romero

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dominios n 18 (octubre 2017): 41 - 44°

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II

Soy barco abandonado

Soy madero

Soy fierro

Soy puerto donde la blanca ola viene

a morir

y se puebla de gaviotas .

LA JOROBA DE PAPÁ SOSA

Era una montaña enmarañada, había algunos limpios de grandes terrenos sembrados de maíz, plátano, yuca y frijoles, cuyos dueños eran quienes sembraban en él y escogieran el lugar para vivir, luego se fue formando sin forma de pueblo ni ciudad, con calles de tierra, rodeada de ranchos y unas que otras casitas muy distantes unas de otras. El espacio, que mucho después sería la plaza Bolívar, era un terreno grande enmontado, de árboles gigantescos, que daba al patio de lo que fue la segunda escuela; la primera escuela estaba en frente de una redoma donde se inició la ciudad, pero la gente dice, y está escrito que todas esas montañas pertenecían a un hato llamado Las Morochas, que empezaba desde Ulé hasta el caño La O y más allá.En el terreno, que sería más adelante la plaza Bolívar, n a c i e r o n m u c h a s h i s t o r i a s , alrededor de ese lugar donde las familias botaban y q u e m a b a n la basura, y que muchos e s c o g i e r o n para vivir, por ser el más cercano a la avenida principal, para salir del caserío y cruzarlo, llegar a las orillas del lago o a las morochas, o para viajar hacia Cabimas, Maracaibo, Bachaquero y Mene Grande. Pasado el tiempo, estaban asfaltadas dos calles, las principales donde se encontraban los balancines, había unas granjas, todavía hay algunas de

ellas que quedan a orillas de las calles principales, que partían desde la antigua calle N, ahora calle Vargas, y cruzaba La L, que era por donde había más balancines y tanques de petróleo. La “L” apenas estaba asfaltada con petróleo casi puro, que aun sin calentar bien el sol, se le pegaba en los zapatos de la gente que por ahí caminara.Después del macabro incendio de la vieja Lagunillas de agua, sospechoso incendio, por decreto de un pendejo presidente y para la pena de muchos la llamaron Ciudad Ojeda en honor al verdugo opresor, como decía mi papá. La situación Post Segunda Guerra de Europa, trajo muchos inmigrantes, italianos, españoles, y

p o r t u g u e s e s , a parte de los demás extranjeros que ya había, aquel pueblito estaba lleno de gringos, a l e m a n e s , h o l a n d e s e s , y muchos, los más, venidos de otras partes del país, andinos, margariteños, corianos, de todo había aquí, de todo. Eso me contó mi papá, porque se me hacía

extraño que mi papá saludara a señores y señoras cuyos diálogos yo no lograba descifrar, y siempre le preguntaba las cosas que yo no entendía. Papá Sosa era una de esas personas a las que mi capacidad gramatical tardaba en descifrar. Papá Sosa era el padre de tío Agustín, el esposo de mi tía Petra.

Por Ferkys Romero

foto de Juan Carlos Sotillo

Lugares imaginados

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la joroba de papá sosa ferkys romerodominios n 18 (octubre 2017): 41 - 44°

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Él era de escaso pelo muy blanco y bigotes blancos también, con una amplia y brillante frente que le llegaba casi hasta la nuca. Tenía el ojo marrón chiquito y alegre con una pizca de lejanía, la nariz puntiaguda, labios finos y sonrisa de bebé, bajito, de piel muy blanca y gruesa. Caminaba muy despacio como si la grande popora que llevaba como una bola por dentro de la franelilla en la espalda le pesara cien kilos, nada más.Yo pasaba horas observándole, le seguía por todas partes, para mí era como un ser etéreo, de otro planeta, no tanto por su idioma, que era decir bastante, sino por todo él. Desde que lo conocí, siempre era iigual, no cambió su imagen ni se puso más viejo, todo el tiempo yo andaba detrás de él, averiguando lo que hacía, me burlaba de él, de su forma de hablar, le hacía muecas y muchas travesuras. Mi mayor asombro era la capacidad de aguante que tenía en su estómago, comía sin parar. Mi tía le servía un rebosante plato de avena todas las mañanas, y él después se iba al patio y se comía por lo menos diez mangos. En el almuerzo, mi tía le servía un plato súper lleno de sopa, arepas; y el segundo plato, rebosante también, le ponía una jarra de jugo de

lechosa, melón o lo que fuera, que se tomaba toda casi completa. Cuando terminaba de comer, se levantaba, se iba para el patio, debajo de cualquier mata y pelaba una lechosa, se la comía entera y remataba con mango. La guayaba solamente le gustaba en jugo. Después buscaba la sombra debajo de cualquier árbol, colocaba un bloque y sobre el bloque una tabla larga, que quedaba apoyada al suelo por el otro extremo formando una especie de rampa y se acostaba sobre ella para reposar. A la hora de la cena era igual, comía mucho, y antes de dormir, remataba con un plato de atol, fororo, o avenas, un guarapito de manzanilla, un vaso de agua, tres golpecitos en la barriga, decía, y a dormir. Los domingos se vestía tempranito después del desayuno, para ir a misa, ahí era donde su transformación pasaba, asombrosamente, de la franelilla sudada, las cotizas y pantalones esmirriados, enrollados a veces hasta la pantorrilla, y arrastrando la otra, hacia la franelilla limpia y blanquita debajo de la camisa pulcramente planchada. Pantalones nuevos y filosos, sostenidos fielmente con tirantes y correa, a veces usaba saco de gabardina también, y el toquecito mágico: un pequeño sombrero marrón a lo José

Gregorio, que junto a su bigotico blanco, cuadradito y bien afeitado hacía que se pareciera a un verdadero santo. Mi atención no se limitaba, al asombro que me producía su angelical transformación, o a su ilimitado apetito, era algo más allá de la tentación que pudiera resistir yo ante el hecho de dar oídos a sus fantásticos relatos.Se había venido porque tenía el proyecto con un amigo -quien era su socio de fundar en Caracas un gran negocio-. Vendió todo lo que tenía, lo poco que le quedaba a la familia tras las ruinas de la guerra, la esposa y los hijos menores se quedaron allá, esperando por él, esperando que fuera por ellos. Se vino con los hijos mayores y el amigo. Llegaron primero a Mene Grande y empezó a trabajar construyendo las casas de los campos, después en los mismos contratos para las trasnacionales se vinieron a Lagunillas y luego para lo que sería después Ciudad Ojeda, trabajó sin descanso como pocos lo hacen. Un día, su amigo levantando un excesivo peso, se fracturó la columna. Al caer enfermo, este, tuvo que trabajar el doble con sus hijos, un hijo se quedó en Mene Grande, otros se fueron para Caracas y los otros se quedaron con él, entre ellos el tío Agustín, quien se casó muy joven con la tía de mi madre, Petra. Así fue como Papá Sosa, llegó aquí, donde reinaba el desorden, el descontrol y la bullaranga de gente venida de todas partes hacia un intento de pueblo que emergía de la flagelación de la tierra a causa de la explotación petrolera, aquí seguramente encontraría muchas oportunidades para él y sus hijos. Muchas tardes en que mi curiosidad dominaba la impertinencia que me caracterizaba, me sentaba a su lado debajo del árbol aquel para escuchar con mucha paciencia y atenta sus relatos. A medida que pasaba el tiempo fui entendiendo cada vez más sus palabras, y era curioso que cuando me hablaba en cualquier otro momento que no fuera ese, me costaba mucho entenderle, solamente en esos

instantes de camaradería, de complicidad, era cuando nos llevábamos mejor, a él le gustaba ser escuchado, siempre estaba sonriente, y a mí me encantaba seguir el hilo de su voz que empezaba enmarañado y se iba soltando cada vez más claro ante mis oídos. Me contaba cosas realmente maravillosas, del hogar en medio del

azul profundo que se pierde y difumina con el verde vivo de la hierba, las múltiples flores y las montañas nubladas que emanan el frio suave y tranquilo, fuerte y agresivo algunas veces, pero siempre en contraste con las bravas olas que golpeaban fuerte en verano y se llevaban a la gente; del olor del atlántico, las cosas y las personas amadas que quedaron allá en Madeira, el pueblo

evocado, de los duendes, y las brujas que volaban y saltaban en los techos, de hombres y mujeres que se transformaban en las noches, convirtiéndose en animales o en brujas también. Cuando él era niño, cinco o seis años tal vez, escuchó un canto que se convirtió en llanto, se acercó lo más que pudo por la curiosidad y vio en medio del océano sobre unas rocas a lo lejos una figura de mujer, no pudo observar sus rostros, puesto que solo se reflejaba con el sol de la tarde el brillo de sus cabellos alborotados que cubrían su espalda, por un momento se movió y se puso casi de perfil, miraba a lo lejos, perdida, parecía melancólica. Esta figura en el mar despertó su curiosidad y fue asustado, corriendo, por los hermanos mayores, regresó con ellos al lugar después de rogarles para convencerlos que lo acompañaran, que vinieran a ver, estos al llegar apenas vieron la figura sumergiéndose apresurada, le dijeron que tal vez sería una ballena, un pez grande o un pescador borracho que se lanzó al mar por una pena de amor y se echaron a reír, al llegar a casa sus padres no dijeron nada ante aquel relato, pero su abuela que escuchaba atenta en la cocina, le miró, sonrió y le picó el ojo, lo llamó hasta donde la leña arde, se dobló y acercó sus labios hasta sus oídos diciéndole en susurro, viste una sirena.

foto de Juan Carlos Sotillo

foto de Juan Carlos Sotillo

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la joroba de papá sosa ferkys romerodominios n 18 (octubre 2017): 41 - 44°

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No sé por qué me vi caminando por estas calles tan frías de la ciudad y asomándome de pronto a un café de un teatro farandulero. Entré moviéndome confundido entre la gente y actores por el angosto pasillo y alargado que da al café. Entre gentes, actores que corren de aquí para allá, distingo a un tipo color cafeconleche, que fijamente me mira. Andaba vestido con una camisa de cuadro rojo y gris y un pantalón kaki, colgaba una cámara fotográfica a su hombro. Intento pasar evadiendo su mirada, pero, cuando estoy frente a él, me alarga su brazo y me detiene, sujetándome por mi mano. Yo lo miro desde abajo, sé que en su mirada me reconoce. Sé, además, que es un viejo compañero de estudios o de infancia de mi pueblo. Sé, además, que esta noche no terminará bien. Imagino, por un momentos detenido, que me va a hablar del pasado: que si te acuerdo de esto, de aquello, de lo otro. Yo, me digo: ¡lo voy a mandar a la mierda! Si a alguien no quería ver, era precisamente a este tipejo. Yo lo observo con rabia reservada. Él me pasa la mano por el hombro casi como si yo fuera un perrito pequinés, como si sus sentimientos fueran contrarios a los mío. “¿Vas al café? Vamos”. Me siento y, dejándome llevar, comienzo a ver, entre olores de pan tostado, a pasta boloñesa, la calle a través de la ventana. “Sabes que he olvidado cómo era que te decían”. Bueno, bueno,

Déjame hablarte al oídoPor Miguel Viloria

en la casa me decía Pipe, ya en la calle, Pipo, Pepe”. Ah, ya recuerdo el Pepe, parecido al del mesonero del Club Petrolero, aquel donde íbamos.” Sí, sí, como el de el mesonero que fumaba como una puta” “je, je, je.” “Que por cierto vos fuiste el que desvirgaste a su hijita.” No, no, lo que pasaba es que esa coñita lo tenía muy cerrado y a todo el mundo quería joder con eso. Parece que lo tenía como esas flores carnívoras, que se abre luego se cierra como si nada hubiera pasado. Incluso hasta Pepe, el padre, se la mandó.” “Creo que él si fue el primero. Yo vi una fotografía donde él estaba saliendo de un hotel, de esos que vinieron con

el petróleo”. “Sí, sí, recuerdo esa foto, casi gana un premio el fotógrafo, creo. Je je je , ¡qué vaina!”

Bajé la cabeza recordando la imagen.

Sin darme cuenta, cuando volví de mi mutismo, mi amigo se había ido, creo, al baño. Entonces, con ganas de marcharme, me dejé llevar a través del vidrio oblongo a la calle: había unos policías con unos pantaloncitos cortos cremas que parecían muchachos que van de excursión. Intentaban con altavoces

controlar vanamente el tránsito, la marcha. ¿Quién le iba a hacer caso con esos chorcitos afeminados?, me dije. Aparecieron unos bomberos y, simulando llevar una larga manguera, lograron controlar todo. De pronto, aparece mi amigo que hasta ahora no sé cómo se llama ni sé lo voy a preguntar, y se sienta sin darse cuenta lo que está pasando en la calle. También aparecen a través de la ventana unas carrozas, unos niños como si fueran pajecitos, reyecitos, tirando caramelos y serpentinas. Mujeres bailan unos tambores; viejas moviendo caderas y a punto de darle

foto de Alvaro Silva

un no sé qué. Es todo una fiesta. De un sacudón, le digo a mi contertulio que mire hacia atrás. “Es lo que estaba esperando, Pepe” Mejor, dime Pipo o Pipe, como me decían antes”. “Sabes que vine a estudiar y a tomar fotos de ese baile, sabes que soy sociólogo, sabes Pipo”. “Ellos van a entrar al teatro y van a ser transmitido a todo el país por este canal”. “Sabes una cosa, ahora no me interesa si es así la cosa, je je je” “A mí tampoco. Déjame tomarle unas fotos”Me enseñó, riéndose de las fotos, y en verdad que se veía mejor que en la realidad, le dije: “Tienes razón

con lo de la foto, un perro todo sucio, mugriento, se ve mejor en la foto. Creo que lo que ve uno es la foto, no al perro.” Se volvió reír de forma irónica. Yo lo imité casi servilmente. De inmediato, me volvió a tomar el brazo y me dijo a quemarropa: “Vámonos de esta vaina. “¿Pa’ dónde?” “No sé, salgamos de esta mierda”.

Salimos a empujones a la calle, pues la gente, en la taquilla y a las afueras, estaba embrutecida para entrar. Yo, en cambio, me sentía feliz, triunfal de haber salido de ese pequeño infiernillo. En la empinada calle, mi amigo sin nombre: sabes Pipo, Pepe, Pipe tú has tenido varios verdaderos nombres, pero cuál es el último. Imagino que empieza por… ¡P!. ¿Dime cuál es? Yo me reí a carcajadas por un rato mientras escuchaba el rugir acuosos de un remolcador petrolero atravesando el lago. Por momentos me sentí feliz con este loco sin saber a dónde íbamos y como terminaría todo esto cuando la noche ya aparecía con nuestro andar por estas calles arrugadas, envejecidas. Me reí con la pregunta: ¿Quieres que te diga cuál es mi último nombre? Asintió con la cámara a punto de tomarme uno foto. Mi último nombre es por la letra P de… p o e t a. Se rio y dijo: !!!Páralo¡¡¡ De inmediato, soltó clic.

Subimos, echando el cuerpo hacia atrás y como halados por un cordón invisible, varias calles. Yo iba a sugerir un bar de viejos amigos, cerca del atracadero de la ciudad, pero dejé que mi experto guía soplara a donde él quisiera. ¡Algo bueno iba a pasar montado en su carabela! Cuando llegamos a una de las avenidas más decrépitas de la ciudad, me dijo: ¿has estado en Sigfrido? Creo que ese fue el nombre: Sigfrido. Le dije que nunca había escuchado un sitio con tal nombre. Se rio. La avenida era amplia o se extendía en la medida en que la observaba, la detallaba. De

Lugares imaginados

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petroleografías del chino fonseca nilson gonzález castro

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dominios n 18 (octubre 2017): 41 - 44°

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una carrera, él pasó al otro extremo lejano. Levantó la mano, diciéndome, “ven Pipo, ven Pepe, ven Pipe, ven Poeta, aquí es la cosa”. Reconozco que lo veía como diluido en el aire, como si estuviera viendo una película francesa en blanco y negro. Noté en lo alto, justo al lado de la casa, una estatua de un inmenso sapo uniformado con su casco de bronce sulfatado sosteniendo, cual un atlante, a un elefante cuya trompa barría la acera. Imaginé que era parte de una fotografía que había visto en una exposición. Algo me decía que esa calle no era de esta ciudad. Yo la conocía bien. Cuántas veces no había arrumbado por ella en el día y, sobre todo, en las madrugadas. Hoy me parecía ajena, descuidada.

No sé cómo me vi parado al otro lado de la calle y mirando la casucha que bien parecía como cansada, como resistiendo aún el moliente tiempo y el desganos de los buenos días idos. Si no fuera por los cimientos musculosos, ese amasijo se viniera al piso de un tajo. Mi amigo aguardaba en la puerta alargada, desconchada y cochambrosa casa. Ascendimos por una estrecha e iluminada escalera. Una viejecita alta vestida de harapos, nos abrió la puerta de hierro sin mediar palabras. Estaba como callada, ausente. Él pasó muy familiar sin mirar a los lados; en cambio, yo detallé como, detrás una taquilla corroída, una grisácea mujer, mirándome como un animal nocturno, callada, se alisaba su cabello largo con una peineta. Daba la impresión que estaba aún esperando a unos invitados al convite teatral o viendo un reality show. Su aspecto rezumaba el glamur teatral de las actrices intelectuales.Llegamos, finalmente, a una pequeña sala de espera. Justo en ese momento, sabía que me hallaba en una casa de citas, pues a través de una ventanilla ovalada, desfilaban mujeres jovencitas desnudas a medios torsos. Mi amigo le preguntó a un hombre calvo y de enrarecida barba cuál era el precio de las habitaciones o, mejor, de las chicas. De inmediato, no le dijo el precio, sino que me fijó su mirada vidriosa de maniquí. Alzó los ojos y le increpó que había de 30 y 60. “Deme la de sesenta”. Yo lo miré, diciéndole no tengo dinero. “Perdón son dos”. Se rio, mientras miraba, a través de la ventana, revolotear a las jovencitas eternizadas en un jardín edénico. Yo sentía que la casucha era como un viejo barco encallado, fondeando tranquilamente mar adentro, hundido en un pasado remoto de piratas y arrecifes, pero que de vez en cuando era ondeado por las olas y disponible a los placeres.

Entré al viejo, descuidado y hundido arrecife. Las paredes estaban tapizadas de escandalosas imágenes, luces de neón, espejos donde se reflejaban recuerdos latentes, antiguos clientes, situaciones eternizadas de la historia patria. Vi a mi amigo impreso en esos espejos caminando con una mujer pálida, pero hermosamente fatal. Iba distraído, pero sentía que me guiñaba el ojo un antiguo presidente afrancesado quien degustaba un coñac. Por segundos, me vi yo mismo viéndome en otra época, más joven, con un traje de mesonero, con una mirada atenta, dispuesto a complacer a quien me pidiera un trago. Vi limpiabotas de iglesias, lustrándole los zapatos a un cura. Por último, pude notar, al calvo con un balde en la mano intentando afeitarse, mientras la chica de la taquilla desprovista de ropa le sostenía una toalla blanca. Me reí fuertemente por dentro. No sentía contacto con el piso, mi único sentido era la vista.

Una exangüe meretriz vestida con pétalos transparentes rosáceos me llevó por un corredor a mi tálamo. De las tres presentadas, tomé la más exquisita flor. De inmediato me corrí en ella como una anguila cuando lo tiran al mar. Salí a flote horas después, cuando pronunció uno de mis nombres: “Pepe”. Me reí, diciéndole “como me conoces”. “Sí, sí, tu trabajaste en el Club Petrolero y yo soy esa flor carnívora”. El mundo germinó y recordé mis vidas pasadas, futuras y presentes; recordaba como si regresara de un tren cuyas ventanillas dejan ver el cambiante paisaje de los caminos, las embrionarias imágenes que se vuelven contra mi concha marina de ensueños y recuerdos estacionados.

PETROLEOGRAFÍAS del Chino Fonseca

Por Nilson González Castro

El chorro…los dinosaurios. El “excremento del diablo” y la sutil poética del gesto se agolpan en mis neuro-nas…los avatares del tiempo y la escasez de viandas… la guerra avisada y pronosticada. Me miro al espejo y veo que ya no soy joven…El Chino Fonseca está como El Barroso… botando chorros a diestra y siniestra, con-jurando todos los demonios que andan sueltos. Pero, ¿y él no fue el causante de tanto barullo?¡Digo, el petróleo! ... Prieto Soto nos acorraló incisivo y siempre preguntaba: ¿Gracia o maldición, poeta?

He visto como esta mansedumbre de humano llamado Aldemaro (así lo definía mi abuelo Rafael), continúa con ese afán primigenio de jugar con estos elementos escatológicos… no ha sido el único atrevido en pintar con caca. Ya Reverón había mezclado las florecitas del mono Pancho con su aceite de linaza, pero ¿jugar con este material y

faltarle el respeto a Lucifer mismo? Porque, hasta yo recuerdo, en mi infancia uno que otro en Punta Icotea, cuando levantaba las redes llenos de ese aceite oscuro gritaba: ¡Verga!,

¡el excremento del diablo! Con un dejo de frustración y desprecio. Que imaginaba yo de

niñito brincoteando eneas, cujíes y playas de uveros con los garetes cundíos de petróleo, que ese material tan exótico, sería utilizado para expresar lo más sublime del Chi energético de mi amigo Aldemaro, a quien conocí un mediodía de 1973,

en la segunda expo callejera de Grupo Komuna 2000. De allí para acá, mucho petróleo ha

llegado y salido a estas y de estas costas para llenar arcas y bolsillos, tanques de guerra y de automóviles. Para llevar niños a la escuela y para andar quemando gasolina y enfermando el aire con esa humazón. Los niños bien y niñas bien de las urbes, de casa en casa y por hobby con sus

Nota crítica

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dominios n 18 (octubre 2017): 53° juan pablo sáenz editorial el perro y la rana. maracaibo, 2017 miguel viloria

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bonitos autos llevando brollos.Aldemaro me dice que anda expresándose con libertad (nada nuevo en él) seducido por las formas automáticas… me gustaron las manchas grises, oscuras… anda engolosinado con el chimó (al igual que el petróleo) para dejar fluir esa cualidad fálica…seminal. Cuando me habló de gestos, fluir, el nervio de cada pincelada recordé a Lin Yu Tan y su libro Teoría del Arte Chino. Al parecer, El Chino Fonseca, se retorna hacia sus ancestros, ya lejana su juventud y acercándose a los linderos de la tercera edad. Acuarela sobre papeles y cartones. Digo mejor chimorela y petrorela lavados de estos materiales, uno pueblerino y campechano, el otro tan de nobleza que tiene una organización mundial en su nombre. Lo codician reyes, emperadores y hasta imperios enteros han azotado tierras en su nombre… Aldemaro solo lo quiere para pintar cuadros, telas, papeles y hacer bocetos… Muchas imágenes vinieron a mi mente. ¿Cómo va a lidiar con esas energías vitales tan antiguas y su Chí para que el gesto sea siempre preciso y bello? Porque para mí debe andar la belleza por algún lado.Veo lavados de luz que se ensombrecen al tocarlos en el medio pictórico. Y es una metáfora. Que la llevó a las playas de Punta Icotea…y Cabimas, la cenicienta… Denoto cada vez más que El Chino se acerca a la maestría expresiva necesaria para trabajar con semejante aceitoso, brilloso y codicioso material. Las figuras han sido deformadas en esta estética y ese expresionismo nos toca. ¿Somos caricaturas en este universo del petroleum? Me indagaba. ¿Acaso nuestras vidas no han sido deformadas por este

material? ¿Y qué deconstrucción hay en este periplo? Está pintando chorros y nos muestra un cinismo estético como el de un Diógenes, “El Perro”, sentado en el Boulevard Costanero, mirando pasar barcos entre las cabrias.

Muchas veces, sentado sobre la silla y con el libro abierto, seguimos la lectura que el libro nos advierte, más si es poesía. El libro nos inquiere ser leído de una manera. La lectura emula a un cicerone: va tercamente detrás de los aparentes hallazgos significativos. Ahora, leer no solo es abrir un signo de interrogación al libro. Leer también es asistir al acto compartido de creación. Se termina de escribir el libro en nuestro torrente sanguíneo. En todo libro subyace una teoría de la lectura. El libro dice y oculta más de lo que su autor se propuso. Menos mal. Es decir, tiene su hilo de Ariadna. Un texto es un tejido. Con frecuencia, comprender, o llegar a ello, se nos es negado. El dédalo se multiplica en las miríadas. De manera que crearlo, que no es lo mismo que la explicación mecánica, es clave para el imaginario del lector. Un libro, siempre con asombro y encantamiento, se crea al leerlo, al hablar de él. De este poemario, titulado temerariamente, Poemas de Juan Pablo Sáenz, publicado por la Editorial El perro y la rana, advenido de una lectura histórica y personal, se nota la impostación de una voz que ve pasar el mundo ante sus ojos. Sus poemas son una forma de comunicarse consigo mismo. No peca en la elevación pedante de las imágenes. La glosa, cual poesía dialectal, de la calle le advierte de qué está hecho; le asoma, por lo demás, la idea de qué está construida su narrativa vida. La vida se extiende en un lecho discursivo. La poesía, muchas veces, trata de verse en ella. Abandona el discurso de círculos literarios instaurados en el imaginario del lector poco avezado de nuestra cultura poética. En esa impostación nos llega como un relieve de Amanecí de Balas del chino

Valera Mora. Entonces ,cada poema es una vida, a veces temeraria; otras, nómada y servil. Todo poema expresa, muchas veces de manera tácita, la consumación de una poética. El poema se expresa así

mismo como una urdimbre de correspondencias y síntesis. No hay cabida a los circunloquios y floripondios poéticos, siempre en boga en esta tierra de gracias. Pero, ¿Cómo es el poema para el poeta Juan Pablo Sáenz? Los poemas en Sáenz se alejan del preciosismo y de la terminología e imágenes cómodas de la tradición. Toda tradición, pues, termina siendo un mausoleo de reiteradas chatarras verbales. En estos ámbitos, la tradición, por supuesto, tiene altas resistencias. Más bien en él, sus poemas se vuelven diálogos de verso, dialéctica de memoria. El verso es una voz y, por instante, una injuria. No hay altar al canon literario. Los santuarios verbales rutilan por su ausencia. Menos mal.Ciertamente, estos poemas abren y describen una experiencia cotidiana, un ejercicio para construirse una voz en el entramado de nuestra advenediza y reiterada poesía venezolana. La plaza es muy amplia, generosa, descuidada, sin escrúpulo. Tal vez estos poemas ameriten una lectura, como los del poeta Juan Calzadilla, desde el habla, desde esa estética sabia de la oralidad familiar, desde el habla plural de la calle. El poeta se escribe e inscribe en la verticalidad del poema, en la verticalidad con la presencia del otro. Poemas tributa al bazar de voces de la plaza.

Miguel Viloria

Recensionesdominios n 18 (octubre 2017): 41 - 44°

Poemas.Juan Pablo SáenzEditorial El perro y la rana. Maracaibo, 2017

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De entrada, debo decir, que, el autor citado en el título de este texto es nuevo para mí, y es, además, Premio Nobel de ciencia en el área de la química por sus aportes en la “construcción de modelos que proveen una mejor comprensión de la reactividad de átomos y moléculas” (Encontrado en la solapa del libro Should’ve. Roald Hoffmann. Debió Ser. Editado por la Universidad de los Andes.2011). De origen ucraniano, concretamente de Zoloczew. No quise indagar sobre el personaje en cuestión –después lo haré- para no llenar mi cabeza con informaciones al respecto, que me lleven -por inducción- a repetir “como un loro” lo que otros hayan dicho. Lo cierto es que Hoffmann se presenta como un domador de la ciencia y la palabra. Algo así como la alquimia que da lugar al microscopio y el drama en un concierto que los griegos del Siglo de Pericles y los italianos del Renacimiento supieron conjugar: juntar ciencia y arte en un eclecticismo que amplía la cobertura del conocimiento y la contemplación. Verbo pronominal que supedita una causa ensambla el título de esta obra, escrita con extrema sencillez, en la que se expone de forma descarnada y directa asuntos como la bioética, la familia, el psicoanálisis, la intolerancia, la otredad, la memoria, los miedos, la soledad, el misterio, la amistad, la migración forzada por la guerra, las dudas, la egolatría, las caras de la iglesia, todo en una orquestación de suspensos desde el principio hasta el final, atrapando al lector desde el

mismo momento que abre el libro.

luces y sombras sugestivas, asistido además, por una música incidental del mismo tono narrativo presente en el argumento literario. Friedrich Wertheim se presenta como un pivote que baña cada rincón, cada momento, cada personaje, cada acto y cada escena con una encantación, que, aún desde su ausencia, tutela toda la trama de la obra: comienzo, nudos y desenlace final. Katie, Stefan y Julia están dirigidos por el peso de su personalidad, su verdad, su compromiso y su ética. La obra es de un minimalismo tal, que pudiera pecar de abundante seguir escribiendo sobre ella, que otros lo hagan desde sus miradas.

Mario Fernández Parra

Editorial La ULAMérida 2011

Egli Dorantes: Egli J. Dorantes Meléndez: Articulista, Ensayista, Narrador, Cronista municipal, Vamore Rodríguez. Miembro correspondiente Academia de la Historia del Estado Zulia. Dr. en Educación.Correo : [email protected]: http://secretariacronistavr.wix.com/crono

Isneira Huerta:Psicóloga. Especialista en Metodología de la Investigación. Doctora en Ciencias para el Desarrollo Estratégico. Docente e Investigadora de la Universidad Nacional Experimental “Rafael María Baralt”. Programa Educación. Departamento de Psicología y Orientación. Miembro del Colectivo de Investigación “Desarrollo de la Costa Oriental del Lago de Maracaibo”. PEII Nivel C. Correo: [email protected]

Angel Oroño García:Licenciado en Letras. Maestría en Antropología. Mención Antropolingüística. Doctorante en Ciencias Humanas en la Universidad del Zulia. Docente Ordinario de la Universidad Bolivariana de Venezuela. Eje Geopolítico Territorial Cacique Mara desde el 2004. Investigador adscrito al Centro de Estudios Sociales y Culturales. Investigador A1 del Programa de Estímulo a la Investigación PEII. (desde el 2011). Correo: kiyopomail.com

Edwin A. Rosario López:Psicólogo. Magíster Scientiarum en Psicología Educacional. Profesor Agregado de la Universidad Nacional Experimental “Rafael María Baralt”. Co-coordinar de la línea de investigación “Desarrollo Humano y Educación”, del Departamento de Psicología y Orientación, línea adscrita al Centro de Investigaciones Educativas (CIE) de la misma UNERMB.

Yorwin Balza:Licenciado en Educación. Licenciado en Administración. Magíster Scientiarum en Lingüística y

enseñanza de la lengua. Profesor Ordinario Agregado de la Universidad Nacional Experimental Rafael María Baralt. Coordinador de la línea de investigación en el área de la Lingüística del Centro de Investigaciones Lingüísticas y Literarias (CICLL). PEII Nivel A. Correo: [email protected]

Edison Díaz:Licenciado en Educación mención Arte. Pintor. Músico. Cantante profesional. Compositor y poeta. Correo: [email protected]

Ferkys Romero:Licenciada en Educación Integral con Áreas En Lengua y Matemática por la UNERMB, con estudios de maestría en Literatura, Mención Literatura Venezolana en la Universidad del Zulia. Maestrante en Educación Superior por la misma universidad. Promotora de lectura, Creadora y directora del “Movimiento Literario Los Búhos”. Profesora de la UNERMB. Correo: [email protected]

Miguel Viloria:Licenciado en Letras. Militante lector. Promotor y animador de la lectura-escritura. Profesor e Investigador Ordinario de la Universidad Nacional Experimental Rafael María Baralt. Coordinador del Departamento de Lengua y Literatura y Coordinador de la Sala de Lectura “Ramón Palomares” de la misma Universidad. Correo: [email protected]

Nilson González:Licenciado en Filosofía. Educador. Escritor. Artista visual, artista escénico y promotor cultural.

Mario Fernández Parra:Licenciado en Comunicador social. Poeta y escritor. Profesor e investigador Ordinario de la Universidad Nacional Experimental Rafael María Baralt. Correo electrónico: [email protected]

Autores

Recensionesdominios n 18 (octubre 2017): 54° debió ser roal hoffmann editorial la ula merida 2011 mario fernández parra

Debió serRoald Hoffmann

Digo, desde que abre el libro, lo que me lleva a pensar que una puesta en escena de este cautivador texto –posiblemente ya lo han montado- con unos actores experimentados y una escenografía adecuada, debe suscitar emociones diversas en el público que acuda, puesto que la atmósfera psicológica que cada imagen devela a lo largo del discurso dramático, seguramente se potenciará dentro de un marco de

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ZAPARAComo parte de las actividades para celebrar el XXVI Aniversario de la Escuela de Fotografía “Julio Vengoechea” en el mes de marzo, 14 fotógrafos de la comunidad académica emprendimos a comienzos de este año 2017, un registro fotográfico sobre la isla Zapara-geografía situada en el Municipio Almirante Padilla del Estado Zulia-; un gesto amistoso y familiar desde la imagen fotográfica para sus habitantes que continúan de pie enfrentando los peligrosos vientos de la piratería, sin detener sus labores comunitarias, oficios enlazados a su herencia de pescadores y tratando de sacar provecho del ritmo de la actividad turística, para contribuir al mejor porvenir de su naturaleza humana.

Rememorando “Lagóleo”, nuestra primera incursión colectiva en la investigación fotográfica, entre 1990 y 1991 sobre el sistema insular del Lago de Maracaibo surge Zapara cuyo producto, al igual que en “Lagóleo”, es una exposición itinerante compuesta por más de 75 fotografías (color y B/N), que se exhibió durante el mes de marzo en la Galería de nuestra institución de formación fotográfica, luego, gracias al apoyo logístico de la Corporación Zuliana de Turismo –CORZUTUR-, una 2da versión en la isla Zapara en el mes de abril, continuando su itinerancia en el Municipio San Francisco, concretamente en los espacios del restaurant “Miña Nai” desde el 14 de abril. Con esta iniciativa, nos proponemos incursionar nuevamente en la región insular del Lago de Maracaibo, apuntando y extendiendo la iniciativa hacia otras regiones del Estado, apoyando la difusión del patrimonio y de valores regionales y locales, ofreciéndole a la comunidad académica la oportunidad de desarrollar sus habilidades y conocimientos adquiridos en el trayecto de su formación en el campo de la comunicación visual, al mismo tiempo que actualizamos el banco de imágenes que alimenta la información visual sobre la identidad de esta región occidental venezolana.

Álvaro Silva

Agradecimiento: La revista Dominios agradece la colaboración de la Escuela de Fotografía Julio Vengoechea y a su director Álvaro Silva, quien en esta oportunidad nos entrega un registro fotográfico sobre la isla Zapara. En esta edición, publicamos algunas de esas fotografías.

ZAPARAFotografías de:

Erick GonzálezEleanis AndradeJuan José OrdoñezJosé Miguel QuinteroCarmen HernándezRosmary LabarcaRocio SilvaMireya Ferrer Jean Pierre SánchezJesús MorenoPablo BarbozaElvis RosendoAlejandro VásquezAlvaro Silva

Una producción de la Escuela de Fotografía Julio Vengoechea. Maracaibo 2017. Curaduría: Alvaro Silva.

ISSN: 1315-091x