subsidio corpus christi 2010

77
  1 T  T T  T  omen, esto omen, esto omen, esto omen, esto es mi es mi es mi es mi C C C C uerpo uerpo uerpo uerpo Clausura Año Sacerdotal Clausura Año Sacerdotal Clausura Año Sacerdotal Clausura Año Sacerdotal Corpus Corpus Corpus Corpus 2010 2010 2010 2010 

Upload: hernanbuenosaires

Post on 08-Jul-2015

135 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: Subsidio Corpus Christi 2010

5/10/2018 Subsidio Corpus Christi 2010 - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/subsidio-corpus-christi-2010 1/77

 

1

T  TT  T  omen, esto omen, esto omen, esto omen, esto 

es mi es mi es mi es mi C CC C uerpo uerpo uerpo uerpo 

Clausura Año SacerdotalClausura Año SacerdotalClausura Año SacerdotalClausura Año Sacerdotal

CorpusCorpusCorpusCorpus

2010201020102010 

Page 2: Subsidio Corpus Christi 2010

5/10/2018 Subsidio Corpus Christi 2010 - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/subsidio-corpus-christi-2010 2/77

 

2

Índice

1. Para que los frutos del año sacerdotal permanezcan entrenosotros.

Pag. 3

2. Mensajes del Papa Benedicto XVI Pag. 43. Eucaristía, sacerdocio y comunión eclesial Pag. 224. 4- La Eucaristía está en el Corazón de la espiritualidad del

sacerdote.Pag. 26

5. La Eucaristía y el Sacerdote Pag. 296. Misa en cárcel comunista Pag. 347. Textos de San Alberto Hurtado sobre el Sagrado Corazón de

JesúsPag. 35

8. Oración al sagrado Corazón de los sacerdotes Pag. 419 Oración por los sacerdotes Pag. 43

10. Clausura del Año Sacerdotal Pag. 4511. La Adoración Eucarística Pag. 4812. Maestros Espirituales de la devoción a la Eucaristía Pag. 5713. El origen del Sagrario Pag. 7214. Oraciones ante Jesús Sacramentado Pag. 7415. Oración al Corazón Eucarístico de Jesús Pag. 77

Page 3: Subsidio Corpus Christi 2010

5/10/2018 Subsidio Corpus Christi 2010 - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/subsidio-corpus-christi-2010 3/77

 

3

1- Para que los frutos del año sacerdotalpermanezcan entre nosotros. 

l Año del Sacerdotal llegó en un momento en el que la Iglesia sufre condolor, unida su Pastor, las consecuencias de numerosos escándalos quehan llevado a que la imagen de la santidad del sacerdocio se haya

desfigurado; imagen que, probablemente, tardará generaciones en repararse.Este año no ha querido ser en absoluto un intento de desviar la atención sinouna oportunidad para toda la Iglesia a dar pasos en el camino que permitacentrarse en la verdadera identidad del sacerdote, celebrando el don y elmisterio de su vocación en la Iglesia; también una oportunidad para abordardiversas cuestiones en sus raíces más profundas.El mismo Papa Benedicto describió como objetivo del año: "Este año desea

contribuir a promover el compromiso de renovación interior de todos lossacerdotes, para que su testimonio evangélico en el mundo de hoy sea másintenso e incisivo… y animar a los sacerdotes en su lucha por la perfecciónespiritual de la que, sobre todo, la eficacia de su ministerio depende”.Si bien en forma oficial el año sacerdotal llega a su fin, no terminan lasmotivaciones profundas que tuvo Benedicto XVI al convocarlo, muy por elcontrario comienzan: Ayudar a los sacerdotes a ser verdaderamente santo, ysantos sacerdotes, ardiendo de amor por Dios y los que están a su cuidado " Por eso ofrecemos este subsidio para la reflexión serena y gozosa sobresacerdocio y para invitar a la renovada y fervorosa oración de todo el PuebloSanto de Dios por los sacerdotes, rezando por la fidelidad de los ministrostoda la Iglesia se asegura su propia identidad sacerdotal de la cual lospresbíteros y los obispos son su genuinos promotores e iniciadores.

E

Page 4: Subsidio Corpus Christi 2010

5/10/2018 Subsidio Corpus Christi 2010 - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/subsidio-corpus-christi-2010 4/77

 

4

2- Mensajes del Papa Benedicto XVIonvertirse en la Eucaristía: que este sea nuestro deseo constante y elcompromiso! Para que la oferta del Cuerpo y la Sangre del Señor que

hacemos sobre el altar puede ser acompañado por el sacrificio de nuestrospropias vidas. Todos los días sacamos del Cuerpo y la Sangre del Señor el amor libre ypuro que nos hace dignos ministros de Cristo y testigos de su alegría. Lo que los fielesesperan de un sacerdote es el ejemplo de la auténtica devoción a la Eucaristía. Aellos les gusta verle pasar largos períodos de silencio y de adoración ante Jesús,como lo hizo el santo 'Cura de' Ars quien nos recordará especialmente durante el AñoSacerdotal inminente "... Benedicto XVI

Carta del Sumo Pontífice Benedicto XVI para la

convocatoria del año sacerdotal con ocasión 150aniversario del dies natalis del Santo Cura de Ars..

Queridos hermanos en el Sacerdocio:

He resuelto convocar oficialmente un “Año Sacerdotal” con ocasión del 150aniversario del “dies natalis” de Juan María Vianney, el Santo Patrón de todos lospárrocos del mundo, que comenzará el viernes 19 de junio de 2009, solemnidad delSagrado Corazón de Jesús –jornada tradicionalmente dedicada a la oración por lasantificación del clero–.Este año desea contribuir a promover el compromiso derenovación interior de todos los sacerdotes, para que su testimonio evangélico en el

mundo de hoy sea más intenso e incisivo, y se concluirá en la misma solemnidad de2010.

“El Sacerdocio es el amor del corazón de Jesús”, repetía con frecuencia el SantoCura de Ars. Esta conmovedora expresión nos da pie para reconocer con devoción yadmiración el inmenso don que suponen los sacerdotes, no sólo para la Iglesia, sinotambién para la humanidad misma. Tengo presente a todos los presbíteros que conhumildad repiten cada día las palabras y los gestos de Cristo a los fieles cristianos yal mundo entero, identificándose con sus pensamientos, deseos y sentimientos, asícomo con su estilo de vida. ¿Cómo no destacar sus esfuerzos apostólicos, su servicioinfatigable y oculto, su caridad que no excluye a nadie? Y ¿qué decir de la fidelidad

entusiasta de tantos sacerdotes que, a pesar de las dificultades e incomprensiones,perseveran en su vocación de “amigos de Cristo”, llamados personalmente, elegidosy enviados por Él?

Todavía conservo en el corazón el recuerdo del primer párroco con el que comencémi ministerio como joven sacerdote: fue para mí un ejemplo de entrega sin reservasal propio ministerio pastoral, llegando a morir cuando llevaba el viático a un enfermograve. También repaso los innumerables hermanos que he conocido a lo largo de mivida y últimamente en mis viajes pastorales a diversas naciones, comprometidosgenerosamente en el ejercicio cotidiano de su ministerio sacerdotal.

Pero la expresión utilizada por el Santo Cura de Ars evoca también la herida abiertaen el Corazón de Cristo y la corona de espinas que lo circunda. Y así, pienso en lasnumerosas situaciones de sufrimiento que aquejan a muchos sacerdotes, porque

"C

Page 5: Subsidio Corpus Christi 2010

5/10/2018 Subsidio Corpus Christi 2010 - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/subsidio-corpus-christi-2010 5/77

 

5

participan de la experiencia humana del dolor en sus múltiples manifestaciones o porlas incomprensiones de los destinatarios mismos de su ministerio: ¿Cómo no recordartantos sacerdotes ofendidos en su dignidad, obstaculizados en su misión, a vecesincluso perseguidos hasta ofrecer el supremo testimonio de la sangre?

Sin embargo, también hay situaciones, nunca bastante deploradas, en las que laIglesia misma sufre por la infidelidad de algunos de sus ministros. En estos casos, esel mundo el que sufre el escándalo y el abandono. Ante estas situaciones, lo másconveniente para la Iglesia no es tanto resaltar escrupulosamente las debilidades desus ministros, cuanto renovar el reconocimiento gozoso de la grandeza del don deDios, plasmado en espléndidas figuras de Pastores generosos, religiosos llenos deamor a Dios y a las almas, directores espirituales clarividentes y pacientes. En estesentido, la enseñanza y el ejemplo de san Juan María Vianney pueden ofrecer unpunto de referencia significativo. El Cura de Ars era muy humilde, pero consciente deser, como sacerdote, un inmenso don para su gente: “Un buen pastor, un pastorsegún el Corazón de Dios, es el tesoro más grande que el buen Dios puede conceder auna parroquia, y uno de los dones más preciosos de la misericordia divina”. Hablaba

del sacerdocio como si no fuera posible llegar a percibir toda la grandeza del don yde la tarea confiados a una criatura humana: “¡Oh, qué grande es el sacerdote! Si sediese cuenta, moriría… Dios le obedece: pronuncia dos palabras y Nuestro Señor bajadel cielo al oír su voz y se encierra en una pequeña ostia…”. Explicando a sus fieles laimportancia de los sacramentos decía: “Si desapareciese el sacramento del Orden, notendríamos al Señor. ¿Quién lo ha puesto en el sagrario? El sacerdote. ¿Quién harecibido vuestra alma apenas nacidos? El sacerdote. ¿Quién la nutre para que puedaterminar su peregrinación? El sacerdote. ¿Quién la preparará para comparecer anteDios, lavándola por última vez en la sangre de Jesucristo? El sacerdote, siempre elsacerdote. Y si esta alma llegase a morir [a causa del pecado], ¿quién la resucitará yle dará el descanso y la paz? También el sacerdote… ¡Después de Dios, el sacerdote loes todo!... Él mismo sólo lo entenderá en el cielo”. Estas afirmaciones, nacidas delcorazón sacerdotal del santo párroco, pueden parecer exageradas. Sin embargo,revelan la altísima consideración en que tenía el sacramento del sacerdocio. Parecíasobrecogido por un inmenso sentido de la responsabilidad: “Si comprendiéramos bienlo que representa un sacerdote sobre la tierra, moriríamos: no de pavor, sino deamor… Sin el sacerdote, la muerte y la pasión de Nuestro Señor no servirían de nada.El sacerdote continúa la obra de la redención sobre la tierra… ¿De qué nos serviríauna casa llena de oro si no hubiera nadie que nos abriera la puerta? El sacerdotetiene la llave de los tesoros del cielo: él es quien abre la puerta; es el administradordel buen Dios; el administrador de sus bienes… Dejad una parroquia veinte años sinsacerdote y adorarán a las bestias… El sacerdote no es sacerdote para sí mismo, sinopara vosotros”.

Llegó a Ars, una pequeña aldea de 230 habitantes, advertido por el Obispo sobre laprecaria situación religiosa: “No hay mucho amor de Dios en esa parroquia; usted lopondrá”. Bien sabía él que tendría que encarnar la presencia de Cristo dandotestimonio de la ternura de la salvación: “Dios mío, concédeme la conversión de miparroquia; acepto sufrir todo lo que quieras durante toda mi vida”. Con esta oracióncomenzó su misión. El Santo Cura de Ars se dedicó a la conversión de su parroquiacon todas sus fuerzas, insistiendo por encima de todo en la formación cristiana delpueblo que le había sido confiado.

Queridos hermanos en el Sacerdocio, pidamos al Señor Jesús la gracia de aprendertambién nosotros el método pastoral de san Juan María Vianney. En primer lugar, sutotal identificación con el propio ministerio. En Jesús, Persona y Misión tienden acoincidir: toda su obra salvífica era y es expresión de su “Yo filial”, que está ante el

Page 6: Subsidio Corpus Christi 2010

5/10/2018 Subsidio Corpus Christi 2010 - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/subsidio-corpus-christi-2010 6/77

 

6

Padre, desde toda la eternidad, en actitud de amorosa sumisión a su voluntad. Demodo análogo y con toda humildad, también el sacerdote debe aspirar a estaidentificación. Aunque no se puede olvidar que la eficacia sustancial del ministeriono depende de la santidad del ministro, tampoco se puede dejar de lado laextraordinaria fecundidad que se deriva de la confluencia de la santidad objetiva delministerio con la subjetiva del ministro. El Cura de Ars emprendió en seguida estahumilde y paciente tarea de armonizar su vida como ministro con la santidad delministerio confiado, “viviendo” incluso materialmente en su Iglesia parroquial: “Encuanto llegó, consideró la Iglesia como su casa… Entraba en la Iglesia antes de laaurora y no salía hasta después del Angelus de la tarde. Si alguno tenía necesidad deél, allí lo podía encontrar”, se lee en su primera biografía.

La devota exageración del piadoso hagiógrafo no nos debe hacer perder de vista queel Santo Cura de Ars también supo “hacerse presente” en todo el territorio de suparroquia: visitaba sistemáticamente a los enfermos y a las familias; organizabamisiones populares y fiestas patronales; recogía y administraba dinero para sus obrasde caridad y para las misiones; adornaba la iglesia y la dotaba de paramentos

sacerdotales; se ocupaba de las niñas huérfanas de la “Providence” (un Instituto quefundó) y de sus formadoras; se interesaba por la educación de los niños; fundabahermandades y llamaba a los laicos a colaborar con él.

Su ejemplo me lleva a poner de relieve los ámbitos de colaboración en los que sedebe dar cada vez más cabida a los laicos, con los que los presbíteros forman unúnico pueblo sacerdotal y entre los cuales, en virtud del sacerdocio ministerial, estánpuestos “para llevar a todos a la unidad del amor: ‘amándose mutuamente con amorfraterno, rivalizando en la estima mutua’ (Rm 12, 10)”. En este contexto, hay quetener en cuenta la encarecida recomendación del Concilio Vaticano II a lospresbíteros de “reconocer sinceramente y promover la dignidad de los laicos y lafunción que tienen como propia en la misión de la Iglesia… Deben escuchar de buenagana a los laicos, teniendo fraternalmente en cuenta sus deseos y reconociendo suexperiencia y competencia en los diversos campos de la actividad humana, parapoder junto con ellos reconocer los signos de los tiempos". 

El Santo Cura de Ars enseñaba a sus parroquianos sobre todo con el testimonio de suvida. De su ejemplo aprendían los fieles a orar, acudiendo con gusto al sagrario parahacer una visita a Jesús Eucaristía. “No hay necesidad de hablar mucho para orarbien”, les enseñaba el Cura de Ars. “Sabemos que Jesús está allí, en el sagrario:abrámosle nuestro corazón, alegrémonos de su presencia. Ésta es la mejor oración”.Y les persuadía: “Venid a comulgar, hijos míos, venid donde Jesús. Venid a vivir de Élpara poder vivir con Él…”. “Es verdad que no sois dignos, pero lo necesitáis”. Dicha

educación de los fieles en la presencia eucarística y en la comunión eraparticularmente eficaz cuando lo veían celebrar el Santo Sacrificio de la Misa. Losque asistían decían que “no se podía encontrar una figura que expresase mejor laadoración… Contemplaba la ostia con amor”. Les decía: “Todas las buenas obrasjuntas no son comparables al Sacrificio de la Misa, porque son obras de hombres,mientras la Santa Misa es obra de Dios”. Estaba convencido de que todo el fervor enla vida de un sacerdote dependía de la Misa: “La causa de la relajación del sacerdotees que descuida la Misa. Dios mío, ¡qué pena el sacerdote que celebra como siestuviese haciendo algo ordinario!”. Siempre que celebraba, tenía la costumbre deofrecer también la propia vida como sacrificio: “¡Cómo aprovecha a un sacerdoteofrecerse a Dios en sacrificio todas las mañanas!”.

Esta identificación personal con el Sacrificio de la Cruz lo llevaba –con una solamoción interior– del altar al confesonario. Los sacerdotes no deberían resignarse

Page 7: Subsidio Corpus Christi 2010

5/10/2018 Subsidio Corpus Christi 2010 - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/subsidio-corpus-christi-2010 7/77

 

7

nunca a ver vacíos sus confesonarios ni limitarse a constatar la indiferencia de losfieles hacia este sacramento. En Francia, en tiempos del Santo Cura de Ars, laconfesión no era ni más fácil ni más frecuente que en nuestros días, pues el vendavalrevolucionario había arrasado desde hacía tiempo la práctica religiosa. Pero élintentó por todos los medios, en la predicación y con consejos persuasivos, que susparroquianos redescubriesen el significado y la belleza de la Penitencia sacramental,mostrándola como una íntima exigencia de la presencia eucarística. Supo iniciar asíun “círculo virtuoso”. Con su prolongado estar ante el sagrario en la Iglesia,consiguió que los fieles comenzasen a imitarlo, yendo a visitar a Jesús, seguros deque allí encontrarían también a su párroco, disponible para escucharlos yperdonarlos. Al final, una muchedumbre cada vez mayor de penitentes, provenientesde toda Francia, lo retenía en el confesonario hasta 16 horas al día. Se comentabaque Ars se había convertido en “el gran hospital de las almas”. Su primer biógrafoafirma: “La gracia que conseguía [para que los pecadores se convirtiesen] era tanabundante que salía en su búsqueda sin dejarles un momento de tregua”. En estemismo sentido, el Santo Cura de Ars decía: “No es el pecador el que vuelve a Diospara pedirle perdón, sino Dios mismo quien va tras el pecador y lo hace volver a Él”.

“Este buen Salvador está tan lleno de amor que nos busca por todas partes”.

Todos los sacerdotes hemos de considerar como dirigidas personalmente a nosotrosaquellas palabras que él ponía en boca de Jesús: “Encargaré a mis ministros queanuncien a los pecadores que estoy siempre dispuesto a recibirlos, que mimisericordia es infinita”. Los sacerdotes podemos aprender del Santo Cura de Ars nosólo una confianza infinita en el sacramento de la Penitencia, que nos impulse aponerlo en el centro de nuestras preocupaciones pastorales, sino también el métododel “diálogo de salvación” que en él se debe entablar. El Cura de Ars se comportabade manera diferente con cada penitente. Quien se acercaba a su confesonario conuna necesidad profunda y humilde del perdón de Dios, encontraba en él palabras deánimo para sumergirse en el “torrente de la divina misericordia” que arrastra todocon su fuerza. Y si alguno estaba afligido por su debilidad e inconstancia, con miedoa futuras recaídas, el Cura de Ars le revelaba el secreto de Dios con una expresión deuna belleza conmovedora: “El buen Dios lo sabe todo. Antes incluso de que se loconfeséis, sabe ya que pecaréis nuevamente y sin embargo os perdona. ¡Qué grandees el amor de nuestro Dios que le lleva incluso a olvidar voluntariamente el futuro,con tal de perdonarnos!”. A quien, en cambio, se acusaba de manera fría y casiindolente, le mostraba, con sus propias lágrimas, la evidencia seria y dolorosa de lo“abominable” de su actitud: “Lloro porque vosotros no lloráis”, decía. “Si el Señor nofuese tan bueno…   pero lo es. Hay que ser un bárbaro para comportarse de estamanera ante un Padre tan bueno”. Provocaba el arrepentimiento en el corazón de lostibios, obligándoles a ver con sus propios ojos el sufrimiento de Dios por los pecados

como “encarnado” en el rostro del sacerdote que los confesaba. Si algunomanifestaba deseos y actitudes de una vida espiritual más profunda, le mostrabaabiertamente las profundidades del amor, explicándole la inefable belleza de vivirunidos a Dios y estar en su presencia: “Todo bajo los ojos de Dios, todo con Dios,todo para agradar a Dios… ¡Qué maravilla!”. Y les enseñaba a orar: “Dios mío,concédeme la gracia de amarte tanto cuanto yo sea capaz”.

El Cura de Ars consiguió en su tiempo cambiar el corazón y la vida de muchaspersonas, porque fue capaz de hacerles sentir el amor misericordioso del Señor. Urgetambién en nuestro tiempo un anuncio y un testimonio similar de la verdad del Amor:Deus caritas est (1 Jn 4, 8). Con la Palabra y con los Sacramentos de su Jesús, JuanMaría Vianney edificaba a su pueblo, aunque a veces se agitaba interiormente porque

no se sentía a la altura, hasta el punto de pensar muchas veces en abandonar lasresponsabilidades del ministerio parroquial para el que se sentía indigno. Sin

Page 8: Subsidio Corpus Christi 2010

5/10/2018 Subsidio Corpus Christi 2010 - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/subsidio-corpus-christi-2010 8/77

 

8

embargo, con un sentido de la obediencia ejemplar, permaneció siempre en supuesto, porque lo consumía el celo apostólico por la salvación de las almas. Seentregaba totalmente a su propia vocación y misión con una ascesis severa: “Lamayor desgracia para nosotros los párrocos –deploraba el Santo– es que el alma seendurezca”; con esto se refería al peligro de que el pastor se acostumbre al estadode pecado o indiferencia en que viven muchas de sus ovejas. Dominaba su cuerpo convigilias y ayunos para evitar que opusiera resistencia a su alma sacerdotal. Y semortificaba voluntariamente en favor de las almas que le habían sido confiadas ypara unirse a la expiación de tantos pecados oídos en confesión. A un hermanosacerdote, le explicaba: “Le diré cuál es mi receta: doy a los pecadores unapenitencia pequeña y el resto lo hago yo por ellos”. Más allá de las penitenciasconcretas que el Cura de Ars hacía, el núcleo de su enseñanza sigue siendo encualquier caso válido para todos: las almas cuestan la sangre de Cristo y el sacerdoteno puede dedicarse a su salvación sin participar personalmente en el “alto precio” dela redención.

En la actualidad, como en los tiempos difíciles del Cura de Ars, es preciso que los

sacerdotes, con su vida y obras, se distingan por un vigoroso testimonio evangélico.Pablo VI ha observado oportunamente: “El hombre contemporáneo escucha más agusto a los que dan testimonio que a los que enseñan, o si escucha a los que enseñan,es porque dan testimonio”. Para que no nos quedemos existencialmente vacíos,comprometiendo con ello la eficacia de nuestro ministerio, debemos preguntarnosconstantemente: “¿Estamos realmente impregnados por la palabra de Dios? ¿Es ellaen verdad el alimento del que vivimos, más que lo que pueda ser el pan y las cosasde este mundo? ¿La conocemos verdaderamente? ¿La amamos? ¿Nos ocupamosinteriormente de esta palabra hasta el punto de que realmente deja una impronta ennuestra vida y forma nuestro pensamiento?”. Así como Jesús llamó a los Doce paraque estuvieran con Él (cf. Mc 3, 14), y sólo después los mandó a predicar, también ennuestros días los sacerdotes están llamados a asimilar el “nuevo estilo de vida” queel Señor Jesús inauguró y que los Apóstoles hicieron suyo.

La identificación sin reservas con este “nuevo estilo de vida” caracterizó ladedicación al ministerio del Cura de Ars. El Papa Juan XXIII en la Carta encíclicaSacerdotii nostri primordia, publicada en 1959, en el primer centenario de la muertede san Juan María Vianney, presentaba su fisonomía ascética refiriéndoseparticularmente a los tres consejos evangélicos, considerados como necesariostambién para los presbíteros: “Y, si para alcanzar esta santidad de vida, no seimpone al sacerdote, en virtud del estado clerical, la práctica de los consejosevangélicos, ciertamente que a él, y a todos los discípulos del Señor, se le presentacomo el camino real de la santificación cristiana”. El Cura de Ars supo vivir los

“consejos evangélicos” de acuerdo a su condición de presbítero. En efecto, su pobreza no fue la de un religioso o un monje, sino la que se pide a un sacerdote: apesar de manejar mucho dinero (ya que los peregrinos más pudientes se interesabanpor sus obras de caridad), era consciente de que todo era para su iglesia, sus pobres,sus huérfanos, sus niñas de la “Providence" sus familias más necesitadas. Por eso “erarico para dar a los otros y era muy pobre para sí mismo”. Y explicaba: “Mi secreto essimple: dar todo y no conservar nada”. Cuando se encontraba con las manos vacías,decía contento a los pobres que le pedían: “Hoy soy pobre como vosotros, soy uno devosotros”. Así, al final de su vida, pudo decir con absoluta serenidad: “No tengonada… Ahora el buen Dios me puede llamar cuando quiera”. También su castidad erala que se pide a un sacerdote para su ministerio. Se puede decir que era la castidadque conviene a quien debe tocar habitualmente con sus manos la Eucaristía y

contemplarla con todo su corazón arrebatado y con el mismo entusiasmo ladistribuye a sus fieles. Decían de él que “la castidad brillaba en su mirada”, y los

Page 9: Subsidio Corpus Christi 2010

5/10/2018 Subsidio Corpus Christi 2010 - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/subsidio-corpus-christi-2010 9/77

 

9

fieles se daban cuenta cuando clavaba la mirada en el sagrario con los ojos de unenamorado. También la obediencia de san Juan María Vianney quedó plasmadatotalmente en la entrega abnegada a las exigencias cotidianas de su ministerio. Sesabe cuánto le atormentaba no sentirse idóneo para el ministerio parroquial y sudeseo de retirarse “a llorar su pobre vida, en soledad”. Sólo la obediencia y la pasiónpor las almas conseguían convencerlo para seguir en su puesto. A los fieles y a símismo explicaba: “No hay dos maneras buenas de servir a Dios. Hay una sola: servirlocomo Él quiere ser servido”.Consideraba que la regla de oro para una vida obedienteera: “Hacer sólo aquello que puede ser ofrecido al buen Dios”.

En el contexto de la espiritualidad apoyada en la práctica de los consejosevangélicos, me complace invitar particularmente a los sacerdotes, en este Añodedicado a ellos, a percibir la nueva primavera que el Espíritu está suscitando ennuestros días en la Iglesia, a la que los Movimientos eclesiales y las nuevasComunidades han contribuido positivamente. “El Espíritu es multiforme en susdones… Él sopla donde quiere. Lo hace de modo inesperado, en lugares inesperados yen formas nunca antes imaginadas… Él quiere vuestra multiformidad y os quiere para

el único Cuerpo”. A este propósito vale la indicación del Decreto Presbyterorumordinis: “Examinando los espíritus para ver si son de Dios, [los presbíteros] han dedescubrir mediante el sentido de la fe los múltiples carismas de los laicos, tanto loshumildes como los más altos, reconocerlos con alegría y fomentarlos con empeño”.Dichos dones, que llevan a muchos a una vida espiritual más elevada, pueden hacerbien no sólo a los fieles laicos sino también a los ministros mismos. La comuniónentre ministros ordenados y carismas “puede impulsar un renovado compromiso de laIglesia en el anuncio y en el testimonio del Evangelio de la esperanza y de la caridaden todos los rincones del mundo”. Quisiera añadir además, en línea con laExhortación apostólica Pastores dabo vobis del Papa Juan Pablo II, que el ministerioordenado tiene una radical “forma comunitaria” y sólo puede ser desempeñado en lacomunión de los presbíteros con su Obispo. Es necesario que esta comunión entre lossacerdotes y con el propio Obispo, basada en el sacramento del Orden y manifestadaen la concelebración eucarística, se traduzca en diversas formas concretas defraternidad sacerdotal efectiva y afectiva. Sólo así los sacerdotes sabrán vivir enplenitud el don del celibato y serán capaces de hacer florecer comunidades cristianasen las cuales se repitan los prodigios de la primera predicación del Evangelio.

El Año Paulino que está por concluir orienta nuestro pensamiento también hacia elApóstol de los gentiles, en quien podemos ver un espléndido modelo sacerdotal,totalmente “entregado” a su ministerio. “Nos apremia el amor de Cristo –escribía-, alconsiderar que, si uno murió por todos, todos murieron” (2 Co 5, 14). Y añadía:“Cristo murió por todos, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para el que

murió y resucitó por ellos” (2 Co 5, 15). ¿Qué mejor programa se podría proponer aun sacerdote que quiera avanzar en el camino de la perfección cristiana?

Queridos sacerdotes, la celebración del 150 aniversario de la muerte de San JuanMaría Vianney (1859) viene inmediatamente después de las celebraciones apenasconcluidas del 150 aniversario de las apariciones de Lourdes (1858). Ya en 1959, elBeato Papa Juan XXIII había hecho notar: “Poco antes de que el Cura de Arsterminase su carrera tan llena de méritos, la Virgen Inmaculada se había aparecidoen otra región de Francia a una joven humilde y pura, para comunicarle un mensajede oración y de penitencia, cuya inmensa resonancia espiritual es bien conocidadesde hace un siglo. En realidad, la vida de este sacerdote cuya memoriacelebramos, era anticipadamente una viva ilustración de las grandes verdadessobrenaturales enseñadas a la vidente de Massabielle. Él mismo sentía una devociónvivísima hacia la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen; él, que ya en 1836

Page 10: Subsidio Corpus Christi 2010

5/10/2018 Subsidio Corpus Christi 2010 - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/subsidio-corpus-christi-2010 10/77

 

10

había consagrado su parroquia a María concebida sin pecado, y que con tanta fe yalegría había de acoger la definición dogmática de 1854”. El Santo Cura de Arsrecordaba siempre a sus fieles que “Jesucristo, cuando nos dio todo lo que nos podíadar, quiso hacernos herederos de lo más precioso que tenía, es decir de su SantaMadre”.

Confío este Año Sacerdotal a la Santísima Virgen María, pidiéndole que suscite encada presbítero un generoso y renovado impulso de los ideales de total donación aCristo y a la Iglesia que inspiraron el pensamiento y la tarea del Santo Cura de Ars.Con su ferviente vida de oración y su apasionado amor a Jesús crucificado, JuanMaría Vianney alimentó su entrega cotidiana sin reservas a Dios y a la Iglesia. Que suejemplo fomente en los sacerdotes el testimonio de unidad con el Obispo, entre ellosy con los laicos, tan necesario hoy como siempre. A pesar del mal que hay en elmundo, conservan siempre su actualidad las palabras de Cristo a sus discípulos en elCenáculo: “En el mundo tendréis luchas; pero tened valor: yo he vencido al mundo”( Jn 16, 33). La fe en el Maestro divino nos da la fuerza para mirar con confianza elfuturo. Queridos sacerdotes, Cristo cuenta con vosotros. A ejemplo del Santo Cura de

Ars, dejaos conquistar por Él y seréis también vosotros, en el mundo de hoy,mensajeros de esperanza, reconciliación y paz.

Con mi bendición.

Vaticano, 16 de junio de 2009

Benedicto XVI: Homilia en la Inauguración del AñoSacerdotal

Queridos hermanos y hermanas:En la antífona del Magníficat dentro de poco cantaremos: "El Señor nos ha acogido ensu corazón"- "Suscepit nos Dominus in sinum et cor suum". En el Antiguo Testamentose habla 26 veces del corazón de Dios, considerado como el órgano de su voluntad:en referencia al corazón de Dios, el hombre es juzgado. A causa del dolor que sucorazón siente por los pecados del hombre, Dios decide el diluvio, pero después seconmueve ante la debilidad humana y perdona. Luego hay un pasaje del AntiguoTestamento en el que el tema del corazón de Dios se expresa de manera totalmenteclara: se encuentra en el capítulo 11 del libro del profeta Oseas, donde los primerosversículos describen la dimensión del amor con el que el Señor se dirige a Israel en laaurora de su historia: "Cuando Israel era niño, yo le amé, y de Egipto llamé a mi hijo"

(v. 1). En realidad, a la incansable predilección divina, Israel responde con indiferenciae incluso con ingratitud. "Cuanto más los llamaba --constata el Señor--, más sealejaban de mí" (v. 2). Sin embargo, Él no abandona Israel en las manos de losenemigos, pues "mi corazón -dice el Creador del universo-- está en mí trastornado, y ala vez se estremecen mis entrañas" (v. 8).

¡El corazón de Dios se estremece de compasión! En la solemnidad del SagradoCorazón de Jesús, la Iglesia presenta a nuestra contemplación este misterio, elmisterio del corazón de un Dios que se conmueve y ofrece todo su amor a lahumanidad. Un amor misterioso, que en los textos del Nuevo Testamento se nosrevela como inconmensurable pasión de Dios por el hombre. No se rinde ante laingratitud, ni siquiera ante el rechazo del pueblo que ha escogido; es más, con infinitamisericordia envía al mundo a su unigénito Hijo para que cargue sobre sí el destino delamor destruido; para que, derrotando el poder del mal y de la muerte, pueda restituir la

Page 11: Subsidio Corpus Christi 2010

5/10/2018 Subsidio Corpus Christi 2010 - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/subsidio-corpus-christi-2010 11/77

 

11

dignidad de hijos a los seres humanos esclavizados por el pecado. Todo esto a caroprecio: el Hijo unigénito del Padre se inmola en la cruz: "habiendo amado a los suyosque estaban en el mundo, los amó hasta el extremo" (Cf. Juan 13, 1). Símbolo de esteamor que va más allá de la muerte es su costado atravesado por una lanza. En estesentido, un testigo ocular, el apóstol Juan, afirma: "uno de los soldados le atravesó elcostado con una lanza y al instante salió sangre y agua" (Cf. Juan 19,34).

Queridos hermanos y hermanas: gracias, pues respondiendo a mi invitación, habéisvenido en gran número a esta celebración en la que entramos en el Año Sacerdotal.Saludo a los señores cardenales y a los obispos, en particular al cardenal prefecto y alsecretario de la Congregación para el Clero, junto a sus colaboradores, y al obispo deArs. Saludo a los sacerdotes y a los seminaristas de los colegios de Roma; a losreligiosos y religiosas y a todos los fieles. Dijo un saludo especial a Su Beatitud IgnaceYoussef Younan, patriarca de Antioquía de los Sirios, venido a Roma para visitarme ymanifestar públicamente la "ecclesiastica communio" [comunión eclesial, ndt.] que lehe concedido.

Queridos hermanos y hermanas: detengámonos a contemplar juntos el Corazóntraspasado del Crucificado. Una vez más acabamos de escuchar, en la breve lecturatomada de la Carta de san Pablo a los Efesios, que "Dios, rico en misericordia, por elgrande amor con que nos amó, estando muertos a causa de nuestros delitos, nosvivificó juntamente con Cristo - por gracia habéis sido salvados y con él nos resucitó ynos hizo sentar en los cielos en Cristo Jesús" (Efesios 2,4-6). Estar en Cristo Jesússignifica ya sentarse en los cielos. En el Corazón de Jesús se expresa el núcleoesencial del cristianismo; en Cristo se nos revela y entrega toda la novedadrevolucionaria del Evangelio: el Amor que nos salva y nos hace vivir ya en la eternidadde Dios. Escribe el evangelista Juan: "Tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijoúnico, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna" (3,16).Su Corazón divino llama entonces a nuestro corazón; nos invita a salir de nosotros

mismos, y a abandonar nuestras seguridades humanas para fiarnos de Él y, siguiendosu ejemplo, a hacer de nosotros mismos un don de amor sin reservas.

Si es verdad que la invitación de Jesús a "permanecer en su amor" (Cf. Juan 15, 9) sedirige a todo bautizado, en la fiesta del Sagrado Corazón de Jesús, Jornada deSantificación Sacerdotal, esta invitación resuena con mayor fuerza para nosotrossacerdotes, en particular esta tarde, solemne inicio del Año Sacerdotal, que heconvocado con motivo del 150° aniversario de la muerte del santo Cura de Ars. Meviene inmediatamente a la mente una hermosa y conmovedora afirmación, referida enel Catecismo de la Iglesia Católica: "El sacerdocio es el amor del Corazón de Jesús"(n. 1589). ¿Cómo no recordar con conmoción que directamente de este Corazón ha

manado el don de nuestro ministerio sacerdotal? ¿Cómo olvidar que nosotros,presbíteros, hemos sido consagrados para servir, humilde y autorizadamente, alsacerdocio común de los fieles? Nuestra misión es indispensable para la Iglesia y parael mundo, que exige fidelidad plena a Cristo y una incesante unión con Él; es decir,exige que busquemos constantemente la santidad como hizo san Juan María Vianney.En la carta que os he dirigido con motivo de este año jubilar especial, queridossacerdotes, he querido subrayar algunos aspectos que califican nuestro ministerio,haciendo referencia al ejemplo y a la enseñanza del santo Cura de Ars, modelo yprotector de todos los sacerdotes, y en particular de los párrocos. Espero que estetexto mío os sea de ayuda y aliento para hacer de este año una ocasión propicia paracrecer en la intimidad con Jesús, que cuenta con nosotros, sus ministros, para difundir y consolidar su Reino, para difundir su amor, su verdad. Y, por tanto, "a ejemplo del

santo cura de Ars, dejaos conquistar por Él y seréis también vosotros, en el mundo dehoy, mensajeros de esperanza, reconciliación y paz".

Page 12: Subsidio Corpus Christi 2010

5/10/2018 Subsidio Corpus Christi 2010 - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/subsidio-corpus-christi-2010 12/77

 

12

¡Dejarse conquistar totalmente por Cristo! Este fue el objetivo de toda la vida de sanPablo, al que hemos dirigido nuestra atención durante el Año Paulino, que seencamina ya hacia su conclusión; esta ha sido la meta de todo el ministerio del santocura de Ars, a quien invocaremos particularmente durante el Año Sacerdotal; que éstesea también el objetivo principal de cada uno de nosotros. Para ser ministros alservicio del Evangelio es ciertamente útil y necesario el estudio con una atenta ypermanente formación pastoral, pero todavía es más necesaria esa "ciencia del amor",que sólo se aprende de "corazón a corazón" con Cristo. Él nos llama a partir el pan desu amor, a perdonar los pecados y a guiar al rebaño en su nombre. Precisamente por este motivo no tenemos que alejarnos nunca del manantial del Amor que es suCorazón atravesado en la cruz.

Sólo así seremos capaces de cooperar eficazmente con el misterioso "designio delPadre", que consiste en "hacer de Cristo el corazón del mundo". Designio que serealiza en la historia en la medida en que Jesús se convierte en el Corazón de loscorazones humanos, comenzando por aquellos que están llamados a estar más cercade él, los sacerdotes. Nos vuelven a recordar este constante compromiso las

"promesas sacerdotales", que pronunciamos el día de nuestra ordenación y querenovamos cada año, el Jueves Santo, en la Misa Crismal. Incluso nuestras carencias,nuestros límites y debilidades deben volvenos a conducir al Corazón de Jesús. Si esverdad que los pecadores, al contemplarle, deben aprender el necesario "dolor de lospecados" que los vuelve a conducir al Padre, esto se aplica aún más a los ministrossagrados. ¿Cómo olvidar que nada hace sufrir más a la Iglesia, Cuerpo de Cristo, quelos pecados de sus pastores, sobre todo de aquellos que se convierten en "ladronesde ovejas" (Juan 10, 1 y siguientes), ya sea porque las desvían con sus doctrinasprivadas, ya sea porque las atan con los lazos del pecado y de muerte? También paranosotros queridos sacerdotes se aplica el llamamiento a la conversión y a recurrir a laMisericordia Divina, e igualmente debemos dirigir con humildad incesante la súplica alCorazón de Jesús para que nos preserve del terrible riesgo de dañar a aquellos a

quienes debemos salvar.

Hace poco he podido venerar, en la Capilla del Coro, la reliquia del santo cura de Ars:su corazón. Un corazón inflamado de amor divino. Que se conmovía ante elpensamiento de la dignidad del sacerdote y hablaba a los fieles con tonos tocantes ysublimes, afirmando que ¡"después de Dios, el sacerdote lo es todo!... Él mismo no seentenderá bien sino en el cielo" (Cf. Carta para el Año Sacerdotal , p. 2). Cultivemosqueridos hermanos, esta misma conmoción, ya sea para cumplir nuestro ministeriocon generosidad y dedicación, ya sea para custodiar en el alma un verdadero "temor de Dios": el temor de poder privar de tanto bien, por nuestra negligencia o culpa a lasalmas que nos han sido confiadas o de poderlas dañar. ¡Que Dios no lo permita! LaIglesia tiene necesidad de sacerdotes santos; de ministros que ayuden a los fieles aexperimentar el amor misericordioso del Señor y sean sus testigos convencidos. En laadoración eucarística, que seguirá a la celebración de las Vísperas, pediremos alSeñor que inflame el corazón de cada presbítero con esa caridad pastoral capaz deasimilar su personal "yo" al de Jesús sacerdote, para así poderlo imitar en la máscompleta entrega de uno mismo. Que nos obtenga esta gracia la Virgen Madre, dequien mañana contemplaremos con viva fe el Corazón inmaculado. El santo cura deArs vivía una filial devoción por ella, hasta el punto de que en 1836, anticipándose a laproclamación del dogma de la Inmaculada Concepción, ya había consagrado suparroquia a María "concebida sin pecado". Y mantuvo la costumbre de renovar amenudo esta ofrenda de la parroquia a la santa Virgen, enseñando a los fieles que"basta con dirigirse a ella para ser escuchados", por el simple motivo que ella "desea

sobretodo vernos felices". Que nos acompañe la Virgen santa, nuestra Madre, en elAño Sacerdotal que hoy iniciamos, para que podamos ser guías firmes e iluminadospara los fieles que el Señor confía a nuestros cuidados pastorales ¡Amen!

Page 13: Subsidio Corpus Christi 2010

5/10/2018 Subsidio Corpus Christi 2010 - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/subsidio-corpus-christi-2010 13/77

 

13

Audiencia general (24-Jn): "Que el año sacerdotal sirvapara reforzar la conciencia del don inmenso que suponeel ministerio ordenado" 

Queridos hermanos y hermanas:El pasado viernes 19 de junio, solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús y Jornadatradicionalmente dedicada a la oración por la santificación de los sacerdotes, tuve laalegría de inaugurar el Año sacerdotal, convocado con ocasión del 150° aniversariodel "nacimiento para el cielo" del cura de Ars, san Juan Bautista María Vianney. Y alentrar en la basílica vaticana para la celebración de las Vísperas, casi como primergesto simbólico, visité la capilla del Coro para venerar la reliquia de este santopastor de almas: su corazón. ¿Por qué un Año sacerdotal? ¿Por qué precisamente enrecuerdo del santo cura de Ars, que aparentemente no hizo nada extraordinario?La divina Providencia ha hecho que su figura se uniera a la de san Pablo. De hecho,mientras está concluyendo el Año paulino, dedicado al Apóstol de los gentiles,modelo de extraordinario evangelizador que realizó diversos viajes misioneros paradifundir el Evangelio, este nuevo año jubilar nos invita a mirar a un pobre campesinoque llegó a ser un humilde párroco y desempeñó su servicio pastoral en una pequeñaaldea. Aunque los dos santos se diferencian mucho por las trayectorias de vida quelos caracterizaron —el primero pasó de región en región para anunciar el Evangelio;el segundo acogió a miles y miles de fieles permaneciendo siempre en su pequeñaparroquia—, hay algo fundamental que los une: su identificación total con su propioministerio, su comunión con Cristo que hacía decir a san Pablo: "Estoy crucificado conCristo. Ya no vivo yo, sino que es Cristo quien vive en mí" (Ga 2, 19-20). Y san JuanMaría Vianney solía repetir: "Si tuviésemos fe, veríamos a Dios escondido en elsacerdote como una luz tras el cristal, como el vino mezclado con agua".

Por tanto, como escribí en la carta enviada a los sacerdotes para esta ocasión, esteAño sacerdotal tiene como finalidad favorecer la tensión de todo presbítero hacia laperfección espiritual de la cual depende sobre todo la eficacia de su ministerio, yayudar ante todo a los sacerdotes, y con ellos a todo el pueblo de Dios, a redescubriry fortalecer más la conciencia del extraordinario e indispensable don de gracia que elministerio ordenado representa para quien lo ha recibido, para la Iglesia entera ypara el mundo, que sin la presencia real de Cristo estaría perdido.No cabe duda de que han cambiado las condiciones históricas y sociales en las cualesse encontró el cura de Ars y es justo preguntarse cómo pueden los sacerdotesimitarlo en la identificación con su ministerio en las actuales sociedadesglobalizadas. En un mundo en el que la visión común de la vida comprende cada vezmenos lo sagrado, en cuyo lugar lo "funcional" se convierte en la única categoría

decisiva, la concepción católica del sacerdocio podría correr el riesgo de perder suconsideración natural, a veces incluso dentro de la conciencia eclesial. Confrecuencia, tanto en los ambientes teológicos como también en la práctica pastoralconcreta y de formación del clero, se confrontan, y a veces se oponen, dosconcepciones distintas del sacerdocio.A este respecto, hace algunos años subrayé que existen, "por una parte, unaconcepción social-funcional que define la esencia del sacerdocio con el concepto de"servicio": el servicio a la comunidad, en la realización de una función... Por otraparte, está la concepción sacramental-ontológica, que naturalmente no niega elcarácter de servicio del sacerdocio, pero lo ve anclado en el ser del ministro yconsidera que este ser está determinado por un don concedido por el Señor a través

de la mediación de la Iglesia, cuyo nombre es sacramento" (J. Ratzinger, Ministerio yvida del sacerdote, en Elementi di Teologia fondamentale. Saggio su fede eministero, Brescia 2005, p. 165). También la derivación terminológica de la palabra

Page 14: Subsidio Corpus Christi 2010

5/10/2018 Subsidio Corpus Christi 2010 - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/subsidio-corpus-christi-2010 14/77

 

14

"sacerdocio" hacia el sentido de "servicio, ministerio, encargo", es signo de esadiversa concepción. A la primera, es decir, a la ontológico-sacramental estávinculado el primado de la Eucaristía, en el binomio "sacerdocio-sacrificio", mientrasque a la segunda correspondería el primado de la Palabra y del servicio del anuncio.Bien mirado, no se trata de dos concepciones contrapuestas, y la tensión que existeentre ellas debe resolverse desde dentro. Así el decreto Presbyterorum ordinis delconcilio Vaticano II afirma: "Por la predicación apostólica del Evangelio se convoca yse reúne el pueblo de Dios, de manera que todos (...) se ofrezcan a sí mismos como"sacrificio vivo, santo, agradable a Dios" (Rm 12, 1). Por medio del ministerio de lospresbíteros se realiza a la perfección el sacrificio espiritual de los fieles en unión conel sacrificio de Cristo, único mediador. Este se ofrece incruenta y sacramentalmenteen la Eucaristía, en nombre de toda la Iglesia, por manos de los presbíteros, hastaque el Señor venga" (n. 2).Entonces nos preguntamos: "¿Qué significa propiamente para los sacerdotesevangelizar? ¿En qué consiste el así llamado primado del anuncio?". Jesús habla delanuncio del reino de Dios como de la verdadera finalidad de su venida al mundo y suanuncio no es sólo un "discurso". Incluye, al mismo tiempo, su mismo actuar: los

signos y los milagros que realiza indican que el Reino viene al mundo como realidadpresente, que coincide en último término con su misma persona. En este sentido, espreciso recordar que, también en el primado del anuncio, la palabra y el signo soninseparables. La predicación cristiana no proclama "palabras", sino la Palabra, y elanuncio coincide con la persona misma de Cristo, ontológicamente abierta a larelación con el Padre y obediente a su voluntad.Por tanto, un auténtico servicio a la Palabra requiere por parte del sacerdote quetienda a una profunda abnegación de sí mismo, hasta decir con el Apóstol: "Ya novivo yo, sino que es Cristo quien vive en mí". El presbítero no puede considerarse"dueño" de la palabra, sino servidor. Él no es la palabra, sino que, como proclamabasan Juan Bautista, cuya Natividad celebramos precisamente hoy, es "voz" de laPalabra: "Voz del que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor, enderezad

sus sendas" (Mc 1, 3).Ahora bien, para el sacerdote ser "voz" de la Palabra no constituye únicamente unaspecto funcional. Al contrario, supone un sustancial "perderse" en Cristo,participando en su misterio de muerte y de resurrección con todo su ser:inteligencia, libertad, voluntad y ofrecimiento de su cuerpo, como sacrificio vivo (cf.Rm 12, 1-2). Sólo la participación en el sacrificio de Cristo, en su kénosis, haceauténtico el anuncio. Y este es el camino que debe recorrer con Cristo para llegar adecir al Padre juntamente con él: "No se haga lo que yo quiero, sino lo que quierestú" (Mc 14, 36). Por tanto, el anuncio conlleva siempre también el sacrificio de sí,condición para que el anuncio sea auténtico y eficaz.Alter Christus, el sacerdote está profundamente unido al Verbo del Padre, que al

encarnarse tomó la forma de siervo, se convirtió en siervo (cf. Flp 2, 5-11). Elsacerdote es siervo de Cristo, en el sentido de que su existencia, configuradaontológicamente con Cristo, asume un carácter esencialmente relacional: está alservicio de los hombres en Cristo, por Cristo y con Cristo. Precisamente porquepertenece a Cristo, el sacerdote está radicalmente al servicio de los hombres: esministro de su salvación, de su felicidad, de su auténtica liberación, madurando, enesta aceptación progresiva de la voluntad de Cristo, en la oración, en el "estar unidode corazón" a él. Por tanto, esta es la condición imprescindible de todo anuncio, queconlleva la participación en el ofrecimiento sacramental de la Eucaristía y laobediencia dócil a la Iglesia.El santo cura de Ars repetía a menudo con lágrimas en los ojos: "¡Da miedo sersacerdote!". Y añadía: "¡Es digno de compasión un sacerdote que celebra la misa de

forma rutinaria! ¡Qué desgraciado es un sacerdote sin vida interior!". Que el Añosacerdotal impulse a todos los sacerdotes a identificarse totalmente con Jesús

Page 15: Subsidio Corpus Christi 2010

5/10/2018 Subsidio Corpus Christi 2010 - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/subsidio-corpus-christi-2010 15/77

 

15

crucificado y resucitado, para que, imitando a san Juan Bautista, estemos dispuestosa "disminuir" para que él crezca; para que, siguiendo el ejemplo del cura de Ars,sientan de forma constante y profunda la responsabilidad de su misión, que es signo ypresencia de la misericordia infinita de Dios. Encomendemos a la Virgen, Madre de laIglesia, el Año sacerdotal recién comenzado y a todos los sacerdotes del mundo.Saludos Saludo cordialmente a los fieles de lengua española aquí presentes. En particular, alos peregrinos de la arquidiócesis de Tulancingo, con su arzobispo, monseñorDomingo Díaz Martínez, y de la diócesis de Alcalá de Henares, con su obispo,monseñor Juan Antonio Reig Pla, así como a los demás grupos venidos de España,Honduras, México y otros países latinoamericanos. Os aliento para que en este Añosacerdotal encomendéis de un modo especial a todos vuestros sacerdotes.Queridos jóvenes, os deseo que en la amistad con Jesús halléis la fuerza necesariapara estar siempre a la altura de las responsabilidades que os esperan. A vosotros,queridos enfermos, os exhorto a considerar los sufrimientos y las pruebas diariascomo oportunidad que Dios os ofrece para cooperar en la salvación de las almas. Y avosotros, queridos recién casados, os invito a manifestar el amor del Señor en la

fidelidad recíproca y en la acogida generosa de la vida.

Audiencia general (5-VIII-09): "De la santidad dependela credibilidad y la eficacia misma de la misión de todosacerdote"

Queridos hermanos y hermanas:En la catequesis de hoy quiero recorrer de nuevo la vida del santo cura de Ars

subrayando algunos de sus rasgos, que pueden servir de ejemplo también para lossacerdotes de nuestra época, ciertamente diferente de aquella en la que él vivió, peroen varios aspectos marcada por los mismos desafíos humanos y espiritualesfundamentales. Precisamente ayer se cumplieron 150 años de su nacimiento para elcielo: a las dos de la mañana del 4 de agosto de 1859 san Juan Bautista MaríaVianney, terminado el curso de su existencia terrena, fue al encuentro del Padrecelestial para recibir en herencia el reino preparado desde la creación del mundo paralos que siguen fielmente sus enseñanzas (cf. Mt 25, 34). ¡Qué gran fiesta debió dehaber en el paraíso al llegar un pastor tan celoso! ¡Qué acogida debe de haberlereservado la multitud de los hijos reconciliados con el Padre gracias a su obra depárroco y confesor! He querido tomar este aniversario como punto de partida para laconvocatoria del Año sacerdotal que, como es sabido, tiene por tema: "Fidelidad de

Cristo, fidelidad del sacerdote". De la santidad depende la credibilidad deltestimonio y, en definitiva, la eficacia misma de la misión de todo sacerdote. Juan María Vianney nació en la pequeña aldea de Dardilly el 8 de mayo de 1786, en elseno de una familia campesina, pobre en bienes materiales, pero rica en humanidad yfe. Bautizado, de acuerdo con una buena costumbre de esa época, el mismo día de sunacimiento, consagró los años de su niñez y de su adolescencia a trabajar en elcampo y a apacentar animales, hasta el punto de que, a los diecisiete años, aún eraanalfabeto. No obstante, se sabía de memoria las oraciones que le había enseñado supiadosa madre y se alimentaba del sentido religioso que se respiraba en su casa.Los biógrafos refieren que, desde los primeros años de su juventud, trató deconformarse a la voluntad de Dios incluso en las ocupaciones más humildes.Albergaba en su corazón el deseo de ser sacerdote, pero no le resultó fácil realizarlo.Llegó a la ordenación presbiteral después de no pocas vicisitudes eincomprensiones, gracias a la ayuda de prudentes sacerdotes, que no se

Page 16: Subsidio Corpus Christi 2010

5/10/2018 Subsidio Corpus Christi 2010 - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/subsidio-corpus-christi-2010 16/77

 

16

detuvieron a considerar sus límites humanos, sino que supieron mirar más allá,intuyendo el horizonte de santidad que se perfilaba en aquel joven realmentesingular. Así, el 23 de junio de 1815, fue ordenado diácono y, el 13 de agostosiguiente, sacerdote. Por fin, a la edad de 29 años, después de numerosasincertidumbres, no pocos fracasos y muchas lágrimas, pudo subir al altar del Señor yrealizar el sueño de su vida.El santo cura de Ars manifestó siempre una altísima consideración del don recibido.Afirmaba: "¡Oh, qué cosa tan grande es el sacerdocio! No se comprenderá bienmás que en el cielo... Si se entendiera en la tierra, se moriría, no de susto, sinode amor" (Abbé Monnin, Esprit du Curé d'Ars, p. 113). Además, de niño habíaconfiado a su madre: "Si fuera sacerdote, querría conquistar muchas almas" (Abbé Monnin, Procès de l'ordinaire, p. 1064). Y así sucedió. En el servicio pastoral,tan sencillo como extraordinariamente fecundo, este anónimo párroco de una aldeaperdida del sur de Francia logró identificarse tanto con su ministerio que se convirtió,también de un modo visible y reconocible universalmente, en alter Christus, imagendel buen Pastor que, a diferencia del mercenario, da la vida por sus ovejas (cf. Jn 10,11). A ejemplo del buen Pastor, dio su vida en los decenios de su servicio sacerdotal.

Su existencia fue una catequesis viviente, que cobraba una eficacia muy particular cuando la gente lo veía celebrar la misa, detenerse en adoración ante el sagrario opasar muchas horas en el confesonario.El centro de toda su vida era, por consiguiente, la Eucaristía, que celebraba yadoraba con devoción y respeto. Otra característica fundamental de estaextraordinaria figura sacerdotal era el ministerio asiduo de las confesiones. En lapráctica del sacramento de la Penitencia reconocía el cumplimiento lógico y natural delapostolado sacerdotal, en obediencia al mandato de Cristo: "A quienes perdonéis lospecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos"(Jn 20, 23).Así pues, san Juan María Vianney se distinguió como óptimo e incansableconfesor y maestro espiritual. Pasando, "con un solo movimiento interior, del altar al

confesonario", donde transcurría gran parte de la jornada, intentó por todos losmedios, en la predicación y con consejos persuasivos, que sus feligresesredescubriesen el significado y la belleza de la Penitencia sacramental, mostrándolacomo una íntima exigencia de la Presencia eucarística (cf. Carta a los sacerdotespara el Año sacerdotal).Los métodos pastorales de san Juan María Vianney podrían parecer pocoadecuados en las actuales condiciones sociales y culturales. De hecho, ¿cómopodría imitarlo un sacerdote hoy, en un mundo tan cambiado? Es verdad que lostiempos cambian y que muchos carismas son típicos de la persona y, por tanto,irrepetibles; sin embargo, hay un estilo de vida y un anhelo de fondo que todosestamos llamados a cultivar. Mirándolo bien, lo que hizo santo al cura de Ars fue suhumilde fidelidad a la misión a la que Dios lo había llamado; fue su constante

abandono, lleno de confianza, en manos de la divina Providencia.Logró tocar el corazón de la gente no gracias a sus dotes humanas, ni basándoseexclusivamente en un esfuerzo de voluntad, por loable que fuera; conquistó lasalmas, incluso las más refractarias, comunicándoles lo que vivía íntimamente, esdecir, su amistad con Cristo. Estaba "enamorado" de Cristo, y el verdadero secretode su éxito pastoral fue el amor que sentía por el Misterio eucarístico anunciado,celebrado y vivido, que se transformó en amor por la grey de Cristo, los cristianos, ypor todas las personas que buscan a Dios.Su testimonio nos recuerda, queridos hermanos y hermanas, que para todo bautizado,y con mayor razón para el sacerdote, la Eucaristía "no es simplemente unacontecimiento con dos protagonistas, un diálogo entre Dios y yo. La Comunión

eucarística tiende a una transformación total de la propia vida. Con fuerza abrede par en par todo el yo del hombre y crea un nuevo nosotros" (Joseph Ratzinger,La Comunione nella Chiesa, p. 80).

Page 17: Subsidio Corpus Christi 2010

5/10/2018 Subsidio Corpus Christi 2010 - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/subsidio-corpus-christi-2010 17/77

 

17

Así pues, lejos de reducir la figura de san Juan María Vianney a un ejemplo, aunquesea admirable, de la espiritualidad católica del siglo XIX, es necesario, al contrario,percibir la fuerza profética, de suma actualidad, que distingue su personalidad humanay sacerdotal. En la Francia posrevolucionaria que experimentaba una especie de"dictadura del racionalismo" orientada a borrar la presencia misma de los sacerdotes yde la Iglesia en la sociedad, él vivió primero -en los años de su juventud- una heroicaclandestinidad recorriendo kilómetros durante la noche para participar en la santamisa. Luego, ya como sacerdote, se caracterizó por una singular y fecunda creatividadpastoral, capaz de mostrar que el racionalismo, entonces dominante, en realidad nopodía satisfacer las auténticas necesidades del hombre y, por lo tanto, en definitiva nose podía vivir.Queridos hermanos y hermanas, a los 150 años de la muerte del santo cura de Ars,los desafíos de la sociedad actual no son menos arduos; al contrario, tal vezresultan todavía más complejos. Si entonces existía la "dictadura delracionalismo", en la época actual reina en muchos ambientes una especie de"dictadura del relativismo". Ambas parecen respuestas inadecuadas a la justaexigencia del hombre de usar plenamente su propia razón como elemento distintivo y

constitutivo de la propia identidad. El racionalismo fue inadecuado porque no tuvoen cuenta las limitaciones humanas y pretendió poner la sola razón comomedida de todas las cosas, transformándola en una diosa; el relativismocontemporáneo mortifica la razón, porque de hecho llega a afirmar que el ser humano no puede conocer nada con certeza más allá del campo científicopositivo. Sin embargo, hoy, como entonces, el hombre "que mendiga significadoy realización" busca continuamente respuestas exhaustivas a los interrogantesde fondo que no deja de plantearse.Tenían muy presente esta "sed de verdad", que arde en el corazón de todo hombre,los padres del concilio ecuménico Vaticano II cuando afirmaron que corresponde alos sacerdotes, "como educadores en la fe", formar "una auténtica comunidadcristiana" capaz de preparar "a todos los hombres el camino hacia Cristo" y

ejercer "una auténtica maternidad" respecto a ellos, indicando o allanando a losno creyentes "el camino hacia Cristo y su Iglesia", y siendo para los fieles"estímulo, alimento y fortaleza para el combate espiritual" (cf.Presbyterorumordinis, 6).La enseñanza que al respecto sigue transmitiéndonos el santo cura de Ars es que enla raíz de ese compromiso pastoral el sacerdote debe poner una íntima unión personalcon Cristo, que es preciso cultivar y acrecentar día tras día. Sólo enamorado deCristo, el sacerdote podrá enseñar a todos esta unión, esta amistad íntima con eldivino Maestro; podrá tocar el corazón de las personas y abrirlo al amor misericordioso del Señor. Sólo así, por tanto, podrá infundir entusiasmo y vitalidadespiritual a las comunidades que el Señor le confía.Oremos para que, por intercesión de san Juan María Vianney, Dios conceda a suIglesia el don de santos sacerdotes, y para que aumente en los fieles el deseo desostener y colaborar con su ministerio. Encomendemos esta intención a María, a laque precisamente hoy invocamos como Virgen de las Nieves.

Audiencia general (12-VIII-09): María, Madre de todoslos sacerdotes

Queridos hermanos y hermanas:Es inminente la celebración de la solemnidad de la Asunción de la santísima Virgen, el

sábado próximo, y estamos en el contexto del Año sacerdotal; por eso deseo hablar del nexo entre la Virgen y el sacerdocio. Es un nexo profundamente enraizado enel misterio de la Encarnación. Cuando Dios decidió hacerse hombre en su Hijo,

Page 18: Subsidio Corpus Christi 2010

5/10/2018 Subsidio Corpus Christi 2010 - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/subsidio-corpus-christi-2010 18/77

 

18

necesitaba el "sí" libre de una criatura suya. Dios no actúa contra nuestra libertad. Ysucede algo realmente extraordinario: Dios se hace dependiente de la libertad, del "sí"de una criatura suya; espera este "sí". San Bernardo de Claraval, en una de sushomilías, explicó de modo dramático este momento decisivo de la historia universal,donde el cielo, la tierra y Dios mismo esperan lo que dirá esta criatura.El "sí" de María es, por consiguiente, la puerta por la que Dios pudo entrar en elmundo, hacerse hombre. Así María está real y profundamente involucrada en elmisterio de la Encarnación, de nuestra salvación. Y la Encarnación, el hacersehombre del Hijo, desde el inicio estaba orientada al don de sí mismo, aentregarse con mucho amor en la cruz a fin de convertirse en pan para la vidadel mundo. De este modo sacrificio, sacerdocio y Encarnación van unidos, yMaría se encuentra en el centro de este misterio.Pasemos ahora a la cruz. Jesús, antes de morir, ve a su Madre al pie de la cruz yve al hijo amado; y este hijo amado ciertamente es una persona, un individuomuy importante; pero es más: es un ejemplo, una prefiguración de todos losdiscípulos amados, de todas las personas llamadas por el Señor a ser "discípuloamado" y, en consecuencia, de modo particular también de los sacerdotes.

Jesús dice a María: "Madre, ahí tienes a tu hijo" (Jn 19, 26). Es una especie detestamento: encomienda a su Madre al cuidado del hijo, del discípulo. Pero tambiéndice al discípulo: "Ahí tienes a tu madre" (Jn 19, 27). El Evangelio nos dice quedesde ese momento san Juan, el hijo predilecto, acogió a la madre María "en sucasa". Así dice la traducción italiana, pero el texto griego es mucho másprofundo, mucho más rico. Podríamos traducir: acogió a María en lo íntimo desu vida, de su ser, «eis tà ìdia», en la profundidad de su ser.Acoger a María significa introducirla en el dinamismo de toda la propia existencia —noes algo exterior— y en todo lo que constituye el horizonte del propio apostolado. Meparece que se comprende, por lo tanto, que la peculiar relación de maternidad queexiste entre María y los presbíteros es la fuente primaria, el motivo fundamental de lapredilección que alberga por cada uno de ellos. De hecho, son dos las razones de la

predilección que María siente por ellos: porque se asemejan más a Jesús, amor supremo de su corazón, y porque también ellos, como ella, estáncomprometidos en la misión de proclamar, testimoniar y dar a Cristo al mundo.Por su identificación y conformación sacramental a Jesús, Hijo de Dios e Hijo deMaría, todo sacerdote puede y debe sentirse verdaderamente hijo predilecto deesta altísima y humildísima Madre.El concilio Vaticano II invita a los sacerdotes a contemplar a María como el modeloperfecto de su propia existencia, invocándola como "Madre del sumo y eternoSacerdote, Reina de los Apóstoles, Auxilio de los presbíteros en su ministerio". Y lospresbíteros —prosigue el Concilio— "han de venerarla y amarla con devoción y cultofilial" (cf. Presbyterorum ordinis, 18).El santo cura de Ars, en quien pensamos de modo particular este año, solía repetir:"Jesucristo, cuando nos dio todo lo que nos podía dar, quiso hacernosherederos de lo más precioso que tenía, es decir, de su santa Madre" (B. Nodet, Ilpensiero e l'anima del Curato d'Ars, Turín 1967, p. 305). Esto vale para todo cristiano,para todos nosotros, pero de modo especial para los sacerdotes.Queridos hermanos y hermanas, oremos para que María haga a todos los sacerdotes,en todos los problemas del mundo de hoy, conformes a la imagen de su Hijo Jesús,dispensadores del tesoro inestimable de su amor de Pastor bueno.¡María, Madre de los sacerdotes, ruega por nosotros!

Audiencia general (1-7-09): No se puede separar el

culto del anuncio misionero, porque el fin de todopresbítero es "cultual" 

Page 19: Subsidio Corpus Christi 2010

5/10/2018 Subsidio Corpus Christi 2010 - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/subsidio-corpus-christi-2010 19/77

 

19

Queridos hermanos y hermanas:Con la celebración de las Primeras Vísperas de la solemnidad de los santos apóstolesPedro y Pablo en la Basílica de San Pablo Extramuros se ha cerrado, como sabéis, el28 de junio, el Año Paulino, en recuerdo del segundo milenio del nacimiento delApóstol de los Gentiles. Damos gracias al Señor por los frutos espirituales que estaimportante iniciativa ha aportado a tantas comunidades cristianas. Como preciosaherencia del Año Paulino, podemos recoger la invitación del Apóstol a profundizaren el conocimiento del misterio de Cristo, para que sea Él el corazón y el centrode nuestra existencia personal y comunitaria. Ésta es, de hecho, la condiciónindispensable para una verdadera renovación espiritual y eclesial. Como subrayéya durante la primera Celebración eucarística en la Capilla Sixtina tras mi eleccióncomo sucesor del Apóstol San Pedro, es precisamente de la plena comunión conCristo de donde “brotan todos los demás elementos de la vida de la Iglesia, en primerlugar la comunión entre todos los fieles, el empeño de anunciar y dar tetsimonio delEvangelio, el ardor de la caridad hacia todos, especialmente hacia los pobres y lospequeños” (Cf. Enseñanzas, I, 2005, pp. 8-13). Esto vale en primer lugar para los

sacerdotes. Por esto doy gracias a la Providencia divina que nos ofrece ahora laposibilidad de celebrar el Año Sacerdotal. Auguro de corazón que éste constituyapara cada sacerdote una oportunidad de renovación interior y, en consecuencia, defirme revigorización en el compromiso hacia la propia misión.Como durante el Año Paulino nuestra referencia constante ha sido san Pablo, así enlos próximos meses miraremos en primer lugar a san Juan María Vianney, el santoCura de Ars, recordando el 150 aniversario de su muerte. En la carta que he escritopara esta ocasión a los sacerdotes, he querido subrayar lo que resplandece sobretodo en la existencia de este humilde ministro del altar: “su total identificación conel propio ministerio”. Él solía decir que “un buen pastor, un pastor según elcorazón de Dios, es el tesoro más grande que el buen Dios puede conceder a unaparroquia y uno de los dones más preciosos de la misericordia divina”. Y casi sinpoder concebir la grandeza del don y de la tarea confiados a una pobre criaturahumana, suspiraba: “¡Oh, qué grande es el sacerdote!... si se comprendiera a símismo, moriría... Dios le obedece: él pronuncia dos palabras y Nuestro Señordesciende del cielo a su voz y se mete en una pequeña hostia”.En verdad, precisamente considerando el binomio “identidad-misión”, cadasacerdote puede advertir mejor la necesidad de esa progresiva identificación conCristo que le garantiza la fidelidad y la fecundidad del testimonio evangélico. Elmismo título del Año Sacerdotal – Fidelidad de Cristo, fidelidad del sacerdote –evidencia que el don de la gracia divina precede toda posible respuesta humana yrealización pastoral, y así, en la vida del sacerdote, anuncio misionero y culto noson separables nunca, como tampoco se separan la identidad ontológico-

sacramental y la misión evangelizadora. Por lo demás, el fin de la misión de todopresbítero, podríamos decir, es “cultual”: para que todos los hombres puedanofrecerse a Dios como hostia viva, santa, agradable a Él (Cf. Rm 12,1), que en lamisma creación, en los hombres, se convierte en culto, alabanza del Creador,recibiendo aquella caridad que estan llamados a dispensarse abundantemente unos aotros. Lo advertimos claramente en los inicios del cristianismo. San Juan Crisóstomodecía, por ejemplo, que el sacramento del altar y el “sacramento del hermano”, o,como dice, el “sacramento del pobre”, constituyen dos aspectos del mismo misterio.El amor al prójimo, la atención a la justicia y a los pobres, no son solamente temasde una moral social, sino más bien expresión de una concepción sacramental de lamoralidad cristiana, porque, a través del ministerio de los presbíteros, se realiza elsacrificio espiritual de todos los fieles, en unión con el de Cristo, único Mediador:

sacrificio que los presbíteros ofrecen de forma incruenta y sacramental en espera dela nueva venida del Señor. Ésta es la principal dimensión, esencialmente misionera y

Page 20: Subsidio Corpus Christi 2010

5/10/2018 Subsidio Corpus Christi 2010 - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/subsidio-corpus-christi-2010 20/77

 

20

dinámica, de la identidad y del ministerio sacerdotal: a través del anuncio delEvangelio engendran en la fe a aquellos que aún no creen, para que puedan unir elsacrificio de Cristo a su sacrificio, que se traduce en amor a Dios y al prójimo.Queridos hermanos y hermanas, frente a tantas incertidumbres y cansancios, tambiénen el ejercicio del ministerio sacerdotal es urgente recuperar un juicio claro einequívoco sobre el primado absoluto de la gracia divina, recordando lo queescribe santo Tomás de Aquino: “El más pequeño don de la gracia supera el biennatural de todo el universo” (Summa Theologiae, I-II, q. 113, a. 9, ad 2). La misiónde cada presbítero dependerá, por tanto, también y sobre todo de la conciencia dela realidad sacramental de su “nuevo ser”. De la certeza de su propia identidad, noconstruida artificialmente sino dada y acogida gratuitamente y divinamente,depende siempre el renovado entusiasmo del sacerdote por su misión. También paralos prebíteros vale lo que he escrito en la Encíclica Deus caritas est: “En el origen delser cristiano no hay una decisión ética o una gran idea, sino más bien el encuentrocon un acontecimiento, con una Persona, que trae a la vida un nuevo horizonte y conello la dirección decisiva” (n. 1).Habiendo recibido un tan extraordinario don de la gracia con su “consagración”, los

presbíteros se convierten en testigos permanentes de su encuentro con Cristo.Partiendo precisamente de esta conciencia interior, éstos pueden llevar a caboplenamente su “misión”, mediante el anuncio de la Palabra y la administración de losSacramentos. Tras el Concilio Vaticano II, se ha producido aquí la impresión deque en la misión de los sacerdotes, en este tiempo nuestro, haya algo másurgente; algunos creían que se debía construir en primer lugar una sociedaddistinta. La página evangélica que hemos escuchado al principio llama, encambio, la atención sobre los dos elementos esenciales del ministerio sacerdotal.Jesús envía, en aquel tiempo y ahora, a los Apóstoles a anunciar el Evangelio y lesda el poder de cazar a los espíritus malignos. “Anuncio” y “poder”, es decir,“palabra” y “sacramento”, son por tanto las dos comunes fundamentales delservicio sacerdotal, más allá de sus posibles múltiples configuraciones.

Cuando no se tiene en cuenta el “díptico” consagración-misión, resultaverdaderamente difícil comprender la identidad del presbítero y de su ministerio enla Iglesia. ¿Quién es de hecho el presbítero, si no un hombre convertido y renovadopor el Espíritu, que vive de la relación personal con Cristo, haciendo constantementepropios los criterios evangélicos? ¿Quién es el presbítero, si no un hombre de unidad yde verdad, consciente de sus propios límites y, al mismo tiempo, de la extraordinariagrandeza de la vocación recibida, la de ayudar a extender el Reino de Dios hasta losextremos confines de la tierra? ¡Sí! El sacerdote es un hombre todo del Señor,porque es Dios mismo quien le llama y le constituye en su servicio apostólico. Yprecisamente siendo todo del Señor, es todo de los hombres, para los hombres. Durante este Año Sacerdotal, que se extenderá hasta la próxima Solemnidad del

Sagrado Corazón de Jesús, oremos por todos los sacerdotes. Que se mutlipliquen enlas diócesis, en las parroquias, en las comunidades religiosas (especialmente en lasmonásticas), en las asociaciones y los movimientos, en las diversas agregacionespastorales presentes en todo el mundo, iniciativas de oración y, en particular, deadoración eucarística, por la santificación del clero y por las vocacionessacerdotales, respondiendo a la invitación de Jesús a orar “al dueño de la mies queenvíe obreros a su mies” (Mt 9,38). La oración es la primera tarea, el verdaderocamino de santificación de los sacerdotes, y el alma de la auténtica “pastoralvocacional”. La escasez numérica de ordenaciones sacerdotales en algunos paísesno sólo no debe desanimar, sino que debe empujar a multiplicar los espacios desilencio y de escucha de la Palabra, a cuidar mejor la dirección espiritual y elsacramento de la confesión, para que la voz de Dios, que siempre sigue llamando

y confirmando, pueda ser escuchada y prontamente seguida por muchos jóvenes. Quien reza no tiene miedo; quien reza nunca está solo; ¡quien reza se salva! Modelo

Page 21: Subsidio Corpus Christi 2010

5/10/2018 Subsidio Corpus Christi 2010 - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/subsidio-corpus-christi-2010 21/77

 

21

de una existencia hecha oración es sin duda san Juan María Vianney. María, Madre dela Iglesia, ayude a todos los sacerdotes a seguir su ejemplo para ser, como él,testigos de Cristo y apóstoles del Evangelio.

Page 22: Subsidio Corpus Christi 2010

5/10/2018 Subsidio Corpus Christi 2010 - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/subsidio-corpus-christi-2010 22/77

 

22

3. Eucaristía, sacerdocioy comunión eclesial

Solemnidad del Sagrado Corazón1. El legado de Juan Pablo II y la exhortación deBenedicto XVI

os eventos de la iglesia que hemos vivido durante el mes de abril de este Año dela Eucaristía (2005) han sido una gracia irrepetible en nuestra vida cristiana ysacerdotal. El Papa Juan Pablo II nos ha dejado una herencia sacerdotal con su

carta del jueves Santo a los sacerdotes, de 14 de marzo de 2005, que es una síntesisde sus documentos anteriores sobre el sacerdocio. El Papa Benedicto XVI nos ha

llamado a vivir este Año de la Eucaristía redescubriendo la amistad de Cristo y lo quees la clave de nuestra existencia sacerdotal (Discurso a los párrocos de Roma, 13 demayo de 2005).

Las exhortaciones de Juan Pablo II y Benedicto XVI pueden presentarse como unaprolongación de la invitación de Cristo mismo "permanezcan en mi amor... Ustedesson mis amigos" (Jn 15:9-14). Esta invitación tiene un sentido relacional para vivir enarmonía con la mente de Cristo, de corazón a corazón, como St. Paul dijo: "tienen lamisma mente de Cristo". (Fil 2:5).

Nuestra "existencia" sacerdotal está llamada a ser: una existencia agradecida,

dando, el tesoro inolvidable, consagrado, ofrecido a Cristo, la Eucaristía en laescuela de María (cf. Juan Pablo II, Carta del Jueves Santo de 2005).

Así, nuestra existencia sacerdotal profundamente relacionada con Cristo, esinterceptada por los medios de una experiencia de fe vivida: "de pie ante JesúsEucaristía, aprovechar, en cierto sentido, desde nuestras 'soledades' a llenarse deesta Presencia, significa dar a nuestra consagración todo el calor de la intimidad conCristo, de la que nuestra vida tiene alegría y significado "(Carta del Jueves Santo de2005, n. 6).

El secreto o la clave de la vida sacerdotal es el amor apasionado de Cristo, que traeconsigo el anuncio apasionado de Cristo “su secreto está en la pasión” que vive através de Cristo. San Pablo dice: “para mí el vivir es Cristo” (Flp 1, : 21) (Carta del Jueves Santo de 2005, n. 7).

El sacerdote descubre y vive profundamente su identidad cuando decide poner nadaantes que el amor de Cristo y hacer de él el centro de su vida. Estamos llamados a“siempre volver de nuevo a la raíz de nuestro sacerdocio. Esta raíz, como biensabemos es una sola cosa, Nuestro Señor Jesucristo” (Benedicto XVI, Discurso del 13de mayo de 2005).

Esta experiencia de una relación con Cristo significa entrar en su amistad, hasta elpunto de no poder prescindir de él, nunca sentirse solo, de no dudar de su amor. "El

Señor nos llama amigos, nos hace sus amigos, él se entrega a nosotros, se nos da ensu cuerpo en la Sagrada Eucaristía, nos confía su Iglesia. Y así deben ser

L

Page 23: Subsidio Corpus Christi 2010

5/10/2018 Subsidio Corpus Christi 2010 - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/subsidio-corpus-christi-2010 23/77

 

23

verdaderamente sus amigos, para tener con él un solo deseo, querer lo que Él quierey no querer lo que Él no quiere. Jesús mismo dice: "Ustedes son mis amigos si hacenlo que yo mando" (Jn 15:14) "(Benedicto XVI, Discurso del 13 de mayo de 2005).

2. Sacerdocio y la Eucaristía

Juan Pablo II en la encíclica Ecclesiae de Eucharistia y la exhortación apostólicaMane nobiscum Domine, establece para nosotros ciertas líneas de "espiritualidadeucarística" por todas las vocaciones. Al releer estos textos nos sentimosprofundamente conmovidos, sobre todo si hemos tenido esta experiencia ante elSagrario. Cristo sigue hablando hoy, de corazón a corazón.

Las palabras de la consagración eucarística que nos moldean y transforman son una"fórmula de vida", a través de ellas estamos "involucrados en este movimientoespiritual" de la transformación en Cristo (Jueves Santo, n. 1 y 3).

Nuestra espiritualidad cristiana y sacerdotal es relacional o de amistad, es una queincluye, en unión con la caridad del Buen Pastor, se está transformando de maneraque nos hace una señal clara del mismo Jesús, es mariana en que se acerca a laescuela de María, que es de la comunión eclesial, es ministerial o de servicio, esmisionera... Es casi siempre una actitud de acción de gracias "eucarística", de quiense siente amado por el Señor y en consecuencia, quiere amar a todos y quiere seramado por todos.

En este sentido, toda nuestra vida está centrada en la Eucaristía, el misteriopascual, que se anuncia, celebrada, vivida y comunicada a los demás. A través deeste "si la Eucaristía es centro y culmen de la vida de la Iglesia, del mismo modo, esel centro del ministerio sacerdotal. (Ecclesiae de Eucharistia, n. 31).

La consecuencia de una vida de relación de nuestra parte es muy lógico, que comotodos los fieles, estamos llamados a ser: "almas enamoradas de Él, dispuestos aesperar pacientemente para escuchar su voz y, por así decirlo, de sentir el latido desu corazón "(Mane nobiscum Domine n. 18).

Cuando entramos en la mente de Cristo, en su corazón, especialmente en lacelebración de la Santísima Eucaristía, experimentamos la llamada a continuar conesta relación íntima durante el día, sin poder excluir "pasar una cierta cantidad detiempo en el diálogo con el Señor eucarístico "(Mane nobiscum Domine, n. 30).

Si no experimentamos esta intimidad con Cristo, la identidad sacerdotal o laexistencia se desvanece y no encuentra sentido en la vida: "Jesús en el Sagrarioespera tenernos a su lado para que pueda llenar su corazón con la experiencia de suamistad, el único que da sentido y plenitud a vuestra vida "(ibidem). 

El Papa Benedicto XVI hablando a los sacerdotes el 13 de mayo, nos invitó con ciertainsistencia a considerar esta intimidad con Cristo como una "prioridad pastoral": "Eltiempo para permanecer en la presencia de Dios es una verdadera prioridad pastoral,y en definitiva, la más importante "(Benedicto XVI, Discurso del 13 de mayo de 2005).

Nuestra relación con la Sagrada Eucaristía, con la Iglesia como el Cuerpo eclesial de

Cristo. De ahí nace nuestra caridad pastoral que constituye nuestra actitudfundamental y nuestro principio de servicio, se podría decir "la oficina de amor": "elsacerdocio ministerial tiene una relación constitutiva con el Cuerpo de Cristo, en su

Page 24: Subsidio Corpus Christi 2010

5/10/2018 Subsidio Corpus Christi 2010 - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/subsidio-corpus-christi-2010 24/77

 

24

doble dimensión inseparable de la Eucaristía y Iglesia, del cuerpo eucarístico y elcuerpo eclesial. Por lo tanto nuestro ministerio es "amoris Officium"  (San Agustín, Johannes Evangelium Tractatus, 123, 5), es el oficio del Buen Pastor, que ofrece suvida por sus ovejas ( cf. Jn 10:14-15) "(Benedicto XVI, el 13 de mayo de 2005).

3. Eucaristía y sacerdocio en la "comunión eclesial"El amor de la Iglesia, como misterio de comunión a través de la misión, se aprende

del amor de Cristo mismo, "que amó a la Iglesia y se ofreció en sacrificio por ella" (Ef5:15). Citando a Juan Pablo II, cuando afirmaba que "la Santa Misa es de un modoabsoluto el centro de mi vida y todos los días" (Discurso del 27 de octubre de 1995,en el Aniversario 30 del Decreto Presbyterorum Ordinis) El Papa Benedicto XVIcomenta “de la misma manera, la obediencia a Cristo, que corrige la desobedienciade Adán, se encuentra en la obediencia eclesial, que para el sacerdote está en sutrabajo diario, sobre todo en obediencia a su obispo” (Benedicto XVI, Discurso 13 demayo 2005).

El Año de la Eucaristía (2004-2005) es por tanto una fuerte invitación a entrar en lamente de Cristo, amar a la Iglesia como él y vivir con él en la comunión de la Iglesia.El Ministerio de Pedro se ha experimentado en nuestro corazón como nunca antes enel mes de abril de este año, con dos Papas que nos han invitado a una vida centradaen Cristo en la Santísima Eucaristía, a través de la experiencia, el comer del "mismopan", en el que somos "un cuerpo" (1 Corintios 10:17).

La comunión eclesial se hace real para nosotros en esta lectura, mejor dicho,“vívida obediencia” (obaudire) en el ministerio de los Apóstoles, de los cualesformamos parte. La comunidad primitiva era "un solo corazón y un solo cuerpo"(Hechos 4:32), porque en la celebración de la «fracción del pan» (Eucaristía), que

supo "escuchar" con fidelidad en actitud de oración a la enseñanza apostólica"Acudían asiduamente a la enseñanza de los apóstoles, a la comunión, a la fraccióndel pan ya las oraciones" (Hechos 2:42).

Nuestra propia "comunión eclesial" nace del amor de Cristo y su Iglesia. Y ese amorse aprende sólo en la intimidad con el mismo Cristo, presente en la SagradaEucaristía y escondido en la palabra predicada de los Apóstoles. Por lo tanto,"comunión" está a la escucha o la obediencia amorosa, una vida efectiva y afectiva.

Cuando hemos meditado este año sobre la cuestión de Cristo a Pedro "¿me amas?" aque le comunicaran la primacía de pastoreo, nos hemos sentido más que nunca

nosotros los que están llamados personalmente, como pastores del rebaño mismo. Escomo si nuestra respuesta ha sido como la de Pedro "sabes que Te amo". De hecho, sivivimos en comunión con Aquel que "es la cabeza de la caridad universal" tambiénvivimos en comunión con Pedro y sus sucesores.

Nuestra "obediencia" vivida con amor es una parte esencial de nuestra espiritualidadsacerdotal, ya que como pastores estamos insertos en la misma eclesial "comunión",que sirve al ministerio petrino.

Si vivimos esta comunión eclesial ("un cuerpo"), en relación con el Cristo Eucarístico("un solo pan"), nuestra vida sacerdotal procede como debería. La comunión connuestro propio obispo formas parte de la Eucaristía y la vida sacerdotal misma a finde construir una fraternidad sacramental “en el presbiterio” como pidió el ConcilioVaticano Segundo (Presbyterorum Ordinis, n. 8).

Page 25: Subsidio Corpus Christi 2010

5/10/2018 Subsidio Corpus Christi 2010 - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/subsidio-corpus-christi-2010 25/77

 

25

La celebración de la Santísima Eucaristía nos une a Cristo, dejándonos transformarpor Él en su obediencia al Padre. A través de esta, nuestra obediencia "refleja laobediencia de Cristo" (Benedicto XVI, Discurso 13 de mayo 2005).

4. El testamento misionero de Juan Pablo II y elMensaje de Benedicto XVI.El Papa Juan Pablo II nos ha dejado un gran testamento misionero en su último

mensaje para la Jornada Misionera Mundial de este año (octubre de 2005), queconcluirá el Año de la Eucaristía. Firmó el mensaje el 22 de febrero la fiesta de laCátedra de San Pedro, y fue publicado a mediados de abril después de su muerte.

Es su verdadero testimonio misionero que nos invita a imitar a Cristo "pan partido",pan de vida para la vida del mundo "(Jn 6:51). Sus Apóstoles también se hacen "panpartido" por medio de la caridad pastoral y están al servicio de una comunidad quedebe hacerse "pan partido" para toda la humanidad.

En su carta del jueves Santo que nos dijo "sobre todo en el contexto de la nuevaevangelización, el pueblo tiene el derecho a presentarse a los sacerdotes con laesperanza de ver en ellos a Cristo (cf. Jn 12:21)" (Santo La carta de jueves de 2005,n. 7).

El Papa Benedicto XVI, durante la misa de inauguración en la plaza de San Pedrohizo un llamamiento a todo el mundo, recordando sin embargo al mismo tiempo "eltrabajo del pastor, como pescador de hombres". Después de haber repetido elllamamiento de Juan Pablo II, en la inauguración de su pontificado ("abierto laspuertas a Cristo"), agregó "el que deja entrar a Cristo no se nada suelto, nada que

pueda hacer la vida libre, bella y grande. ¡No! Sólo con esta amistad se abren laspuertas de la vida. Sólo con esta amistad el gran potencial del ser humanocondicionado es abierto. Sólo con esta amistad experimentamos lo que es bueno ylibre". (Benedicto XVI, Homilía 24 de abril 2005).

En verdad no hay nada más hermoso que haber sido conquistado por Cristo.Viviendo fielmente en la comunión con el carisma y el ministerio petrino, volviendo adescubrir esta realidad de nuestra vocación pastoral como fuente de la alegríapascual de Cristo en nosotros y los demás "No hay nada más bello que conocerle ycomunicar a los otros la amistad con Él. La tarea del pastor, la tarea del pescador dehombres, puede parecer a veces gravosa. Pero es gozosa y grande, porque endefinitiva es un servicio a la alegría, a la alegría de Dios que quiere hacer en elmundo "(ibidem).

Esta corazón eucarístico, sacerdotal y la vida misionera en comunión con la Iglesia seaprende viviendo en el cenáculo “con María, la Madre de Jesús” (Hechos 1:14).Ahora podemos imitar a su unidad con el corazón sacerdotal de Cristo, porque ella esnuestra madre, por el hecho de que ella es la Madre “del único Sumo Sacerdote”. Enverdad en nuestra unión a Cristo y a la Virgen, que se alimenta de aquella serenidad,encontraremos la fe de la cual todos tenemos necesidad, ya sea para nuestra laborapostólica o para nuestra existencia personal "(Benedicto XVI, el 13 de mayo de2005).

Page 26: Subsidio Corpus Christi 2010

5/10/2018 Subsidio Corpus Christi 2010 - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/subsidio-corpus-christi-2010 26/77

 

26

4- La Eucaristía está en el Corazón de laespiritualidad del sacerdote.

as catequesis que estamos desarrollando en la vida espiritual del sacerdoteespecialmente presbíteros preocupación, pero que están dirigidas a todos losfieles. En efecto, es bueno que cada uno debe saber la iglesia la doctrina sobre

el sacerdocio y lo que los deseos de aquellos que, habiendo recibido ella, sonconformes a la imagen sublime de Cristo, el Sacerdote eterno y puro víctima más delsacrificio salvífico. Esa imagen se desarrolla en la Carta a los Hebreos y en otrostextos de los apóstoles y evangelistas, y ha sido transmitida fielmente en la iglesia dela tradición de pensamiento y de vida. Hoy en día, también, es necesario que el cleroa ser fieles a esa imagen, que refleja la verdad viva de Cristo sacerdote y víctima.

La reproducción de esa imagen en los sacerdotes se logra principalmente a través desus otorgantes de la participación de la vida en el misterio eucarístico, a la que el

sacerdocio cristiano es esencialmente ordenado y vinculado. El Concilio de Trentohizo hincapié en que el vínculo entre el sacerdocio y el sacrificio proviene de lavoluntad de Cristo, que confiere a sus ministros "el poder de consagrar, ofrecer ydistribuir su Cuerpo y su Sangre» (cf. DS 1764). En esto hay un misterio de comunióncon Cristo en el ser y hacer, que deben traducirse en una vida espiritual imbuida defe y amor a la Eucaristía.

El sacerdote es muy consciente de que no puede contar con sus propios esfuerzospara lograr los objetivos de su ministerio. Más bien, él está llamado a servir comoinstrumento de la acción victoriosa de Cristo, cuyo sacrificio, hecho presente en losaltares, obtiene para la humanidad un la abundancia de los dones divinos. Sinembargo, también sabe que, con el fin digno de pronunciar las palabras de laconsagración en el nombre de Cristo - "Este es mi cuerpo... éste es el cáliz de misangre" - que debe ser profundamente unidos a Cristo y tratan de reproducir el rostrode Cristo en sí mismo. La mayor intensidad que vive en Cristo, la más auténtica quepuede celebrar la Eucaristía.

El Concilio Vaticano II recuerda: "Los sacerdotes actúan sobre todo en la persona deCristo como ministros de las cosas sagradas, sobre todo en el Sacrificio de la Misa"(PO 13) y que sin sacerdote no puede haber sacrificio eucarístico. Sin embargo,destacó que quienes celebran este sacrificio debe cumplir su papel en la íntima uniónespiritual con Cristo, con gran humildad, como sus ministros al servicio de lacomunidad. "Se les pide que tomar ejemplo de que de que se ocupen, y siempre y

cuando se celebra la misterio del Señor de la muerte del que debe mantener sucuerpo libre de desenfreno y lujuria "(PO 13). Al ofrecer el sacrificio eucarístico, lospresbíteros deben ofrecerse personalmente con Cristo, aceptando todas las renunciasy sacrificios que exija su vida sacerdotal - otra vez y siempre , con Cristo y comoCristo, sacerdos et hostia.

Si el sacerdote "escucha" esta verdad que le son propuestos y para todos los fielescomo la voz del Nuevo Testamento y la tradición, que captarán la seriedadrecomendación al Consejo: "La celebración diaria de la Misa se pideencarecidamente, ya que, aunque no puede haber presentar un número de los fieles,sigue siendo una acción de Cristo y de la Iglesia "(PO 13). La tendencia a celebrar laEucaristía sólo cuando había una asamblea de los fieles surgió en esos años. Según elcomité, aunque todo lo posible debe ser hecho para reunir a los fieles para lacelebración, también es cierto que, incluso si el sacerdote está solo, la ofrenda

L

Page 27: Subsidio Corpus Christi 2010

5/10/2018 Subsidio Corpus Christi 2010 - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/subsidio-corpus-christi-2010 27/77

 

27

eucarística que realiza en nombre de Cristo tiene la eficacia que viene de Cristo ysiempre obtiene gracias a nuevos la iglesia. Por lo tanto yo también, recomendar alos sacerdotes ya todo el pueblo cristiano que le pidan al Señor por una fe más fuerteen este valor de la Eucaristía.

El Sínodo de Obispos de 1971 asumió la doctrina conciliar, declarando: "Incluso si laEucaristía debe ser celebrada sin la participación de los fieles, no obstante, siguesiendo el centro de la vida de toda la iglesia y el corazón de la existencia sacerdotal"(cf. Ench . Impuesto Al Valor Agregado. 4, 1201).

Esta es una expresión maravillosa: "El centro de la vida de toda la iglesia." LaEucaristía hace la Iglesia, al igual que la Iglesia hace la Eucaristía. El presbítero,habiendo sido dada la encargada de construir la iglesia, lleva a cabo esta tareaesencialmente a través de la Eucaristía. Aun cuando la participación de los fieles quefalta, que colabora en la recolección de la gente en torno a Cristo en la Iglesia,ofreciendo la Eucaristía .=

El sínodo habla más de la Eucaristía como el corazón "de la existencia sacerdotal."Esto significa que el presbítero, deseoso de ser y seguir siendo personal yprofundamente comprometidos con Cristo, lo encuentra por primera vez en laEucaristía, el sacramento que da origen a esta unión íntima, abierta a un crecimientoque puede alcanzar las alturas de identificación mística.

En este nivel, también, que es la de muchos sacerdotes santos así, el alma sacerdotalno se cierra sobre sí misma, porque de una manera particular en la Eucaristía que sebasa en el amor de él "que se entrega como alimento a los fieles" (PO 13). Por lotanto, se siente llevado a darse a los fieles a quienes él distribuye el cuerpo deCristo. Es precisamente en ser alimentado por este órgano que es impulsado a ayudara los fieles a abrirse a su vez a la misma presencia, la alimentación, basándose en suinfinita caridad, a fin de extraer cada vez más ricos frutos del sacramento.

Con este fin, el presbítero puede y debe proporcionar el ambiente necesario parauna digna celebración de la Eucaristía. Es el clima de oración: la oración litúrgica, ala que el pueblo debe ser llamado y capacitado; la oración de contemplaciónpersonal, la oración cristiana del sonido tradición popular, que puede prepararsepara seguir y, en cierta medida también acompañan a la Misa, la oración de loslugares sagrados, de arte sacro, de las canciones sagradas, de la música sacra,(especialmente en el órgano). Esto es encarnado por así decirlo, en las fórmulas yritos, y continuamente inspira y eleva todo para que pueda participar en alabar aDios y espiritualmente edificante el pueblo cristiano se reunieron en la asamblea

eucarística.A los sacerdotes, el Consejo recomienda, además de la celebración diaria de la Misa,la devoción personal a la Sagrada Eucaristía, y especialmente que "coloquio cotidianocon Cristo, una visita y veneración de la Santísima Eucaristía" (PO 18). Ya en elAntiguo Testamento, leemos que Dios moraba en una tienda de campaña "(o"tabernáculo "), que se llamaba la tienda de encuentro" (Ex 33:7). La reunión fuequerida por Dios. Se puede decir que en el tabernáculo de la Eucaristía, también,Cristo está presente en la vista de un diálogo con su gente y con los creyentesindividuales. El presbítero es el primer hombre, llamado a entrar en esta tienda delencuentro, para visitar a Cristo en el tabernáculo de cualquier periódico en hablar "."

Page 28: Subsidio Corpus Christi 2010

5/10/2018 Subsidio Corpus Christi 2010 - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/subsidio-corpus-christi-2010 28/77

 

28

Por último, quiero recordar que, más que ningún otro, el presbítero está llamado acompartir la disposición fundamental de Cristo en este sacramento, es decir, laacción de gracias ", del cual toma su nombre. Uniéndose a Cristo sacerdote y víctima, las cuotas de presbítero no sólo su oferta, sino también sus sentimientos, sudisposición de agradecimiento al Padre por los beneficios que ha dado a lahumanidad, a cada alma, para el mismo sacerdote, a todos aquellos que en el cielo yen la tierra han sido les permite compartir la gloria de Dios. Gratias tibi magnamagimus propter gloriam tuam. . . . . .

Por lo tanto, para contrarrestar las manifestaciones de denuncia y protesta contraDios, que a menudo se oyen en el mundo, el sacerdote ofrece el coro de alabanza ybendición, que se eleva por los que puede reconocer en el hombre y en el mundo lossignos de una bondad infinita.

Juan Pablo II, Audiencia General, 09 de junio 1993

DS Denzinger-Schonmetzer

Presbyterorum Ordinis (Decreto sobre el ministerio y la vida de los presbíteros)

Page 29: Subsidio Corpus Christi 2010

5/10/2018 Subsidio Corpus Christi 2010 - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/subsidio-corpus-christi-2010 29/77

 

29

5- La Eucaristía y el Sacerdote: unidosinseparablemente por el amor de Dios

El sacerdote, responsable de la Eucaristía

a fiesta del Sagrado Corazón de Jesús nos invita a contemplar el amor, que surgede la fuente inagotable de Cristo y se difunde a toda la humanidad, por mediodel "don por excelencia" que es la Eucaristía. La reciente Encíclica de Juan

Pablo II atrae nuestra atención acerca del valor de este don, que es totalmenteexcepcional. El don divino ha sido destinado a nosotros los sacerdotes en una maneraparticular y, con nuestra acogida, llevamos la responsabilidad de la eficacia de laEucaristía en el mundo.

Grito de fe

A cada celebración del divino Sacrificio, el sacerdote, después de haber consagradoel pan y el vino, para que se conviertan en el cuerpo y en la sangre de Cristo,exclama: "Este es el sacramento de nuestra fe"; es una maravilla que suscitaadoración, aunque a los ojos terrenos parece que nada ha cambiado. En la Encíclica el Santo Padre manifiesta el deseo de colocarse con nosotros " en adoración delantede este Misterio: Misterio grande, Misterio de misericordia" (11). Añade: "¿Qué máspodía hacer Jesús por nosotros? Verdaderamente, en la Eucaristía nos muestra unamor que llega " hasta el extremo " ( Jn 13, 1), un amor que no conoce medida ".

La Misa es el memorial del sacrificio de la cruz, "La Iglesia vive continuamente delsacrificio redentor, y accede a él no solamente a través de un recuerdo lleno de fe,

sino también en un contacto actual, puesto que este sacrificio se hace presente,perpetuándose sacramentalmente en cada comunidad que lo ofrece por manos delministro consagrado. De este modo, la Eucaristía aplica a los hombres de hoy lareconciliación obtenida por Cristo una vez por todas para la humanidad de todos lostiempos. En efecto, " el sacrificio de Cristo y el sacrificio de la Eucaristía son, pues,un único sacrificio "(12).

La Eucaristía es sacrificio en sentido propio y, en primer lugar, don de Cristo alPadre: "sacrificio que el Padre aceptó, cambiando esta total donación de su Hijo, quese "hizo obediente hasta la muerte" (Filp. 2,8), con su paterna donación, esto es conel don de la nueva vida inmortal en la resurrección. "Al entregar su sacrificio a laIglesia, Cristo ha querido además hacer suyo el sacrificio espiritual de la Iglesia,

llamada a ofrecerse también a sí misma unida al sacrificio de Cristo " (13)

Más particularmente, el Sumo Pontífice subraya que " el sacrificio eucarístico no sólohace presente el misterio de la pasión y muerte del Salvador, sino también elmisterio de la resurrección, que corona su sacrificio. En cuanto viviente y resucitado,Cristo se hace en la Eucaristía " pan de vida " ( Jn 6, 35.48), " pan vivo " ( Jn 6, 51)".

La ofrenda del sacrificio es pues fuente de una nueva vida. La eficacia salvadora delsacrifico se realiza en plenitud en la comunión: «le recibimos a Él mismo, que se haofrecido por nosotros; su cuerpo, que Él ha entregado por nosotros en la Cruz; susangre, "derramada por muchos para perdón de los pecados" (Mt 26,28)» (16).

" Por la comunión de su cuerpo y de su sangre, Cristo nos comunica también suEspíritu " (17). «"Fortalecidos con el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo y llenos de su

L

Page 30: Subsidio Corpus Christi 2010

5/10/2018 Subsidio Corpus Christi 2010 - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/subsidio-corpus-christi-2010 30/77

 

30

Espíritu Santo, formemos en Cristo un sólo cuerpo y un sólo espíritu ".(29) Así, con eldon de su cuerpo y su sangre, Cristo acrecienta en nosotros el don de su Espíritu,infundido ya en el Bautismo e impreso como "sello" en el sacramento de laConfirmación».

Además las palabras "en la espera de su venida" nos ofrecen la oportunidad dedescubrir mejor las perspectivas escatológicas de la Eucaristía: "La Eucaristía estensión hacia la meta, pregustar el gozo pleno prometido por Cristo (cf. Jn 15, 11);es, en cierto sentido, anticipación del Paraíso y "prenda de la gloria futura"".

Estas perspectivas, que abren la comunión con la Iglesia celeste – que debe estarsiempre en nuestra mente y en nuestro corazón – pueden parecer todavía muylejanas, pero estimulan "nuestro sentido de responsabilidad respecto a la tierrapresente", "poniendo una semilla de viva esperanza en la dedicación cotidiana decada uno a sus propias tareas" (20).

La llamada al sentido de responsabilidad vale para todos. En nosotros sacerdotes

encuentra una especial resonancia. Cada celebración eucarística está destinada adespertar la conciencia de aquellos que participan en ella. Para el sacerdotedespierta la responsabilidad hacia un mundo que se debe transformar, transfiguradopor la Eucaristía. Pronunciado u oyendo las palabras "este es el sacramento denuestra fe", el sacerdote entiende mejor que este grito de fe lo empuja hacia unmundo, en el que Cristo opera maravillas y siente urgir dentro de sí el sentidoimprorrogable misionero de extender su reino por todas partes.

Recibe una nueva luz acerca de la propia misión sacerdotal, que le ha sido confiada ysobre el papel, que debe asumir para que la fuerza de la Eucaristía pueda producirtodos los efectos en cada existencia humana. El sacerdote ha sido investido de la

responsabilidad de la edificación de una nueva sociedad en Cristo. Másconcretamente, tiene la posibilidad de dar un testimonio de fe en la nuevapresencia, que nace de cada consagración, que cambia el pan y el vino en el cuerpo ysangre del Señor.

La maravilla de esta presencia abre la puerta en el alma del sacerdote a una nuevaesperanza, que supera todos los obstáculos que se acumulan en la vida de suministerio, tantas veces en medio luchas y de pruebas.

Edificación de la Iglesia y adoración contemplativa 

La Encíclica desea mostrar toda la riqueza espiritual de la Eucaristía; de una parteilumina la contribución esencial a la edificación de la Iglesia, de la otra atrae laatención sobre el valor del culto a la presencia real fuera de la Santa Misa. Y es unaspecto muy precioso y fecundo que hay que recordar a los fieles y a nosotros.

El Concilio Vaticano II, en armónica continuidad con el magisterio precedente,enseña que la celebración eucarística está al centro de todo crecimiento en laIglesia. Explica cómo crece el reino de Cristo en el mundo: "Cada vez que el sacrificiode la cruz con el que Cristo, nuestro cordero pascual, es inmolado (I Cor . 5,7) sobreel altar, se realiza la obra de nuestra redención. Y juntamente con el sacramento delpan eucarístico, se representa y se produce la unidad de los fieles, que constituyenun solo cuerpo de Cristo" (cf. I Cor . 10,17).

Page 31: Subsidio Corpus Christi 2010

5/10/2018 Subsidio Corpus Christi 2010 - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/subsidio-corpus-christi-2010 31/77

 

31

Ya en los orígenes aparecía un influjo causal de la Eucaristía con referencia aldesarrollo de la Iglesia, como es evidente en la última cena: los gestos y las palabrasde Jesús "fundaron la nueva comunidad mesiánica, el Pueblo de la nueva Alianza"."Desde aquel momento, y hasta al final de los siglos, la Iglesia se edifica a través dela comunión sacramental con el Hijo de Dios inmolado por nosotros" (21).

De esta manera se manifiesta el papel constructivo del sacerdote, quien ha sidocomprometido por Cristo en la obra más importante de transformación del mundo,que se realiza con la potencia de la Eucaristía. A este papel está unido otrocompromiso del sacerdote, el de acoger la presencia eucarística con la miradacontemplativa de adoración y con un trato de extrema delicadeza.

" El culto que se da a la Eucaristía fuera de la Misa es de un valor inestimable en lavida de la Iglesia" (25). La responsabilidad del sacerdote en este culto se recuerda deesta manera: "Corresponde a los Pastores animar, incluso con el testimonio personal,el culto eucarístico, particularmente la exposición del Santísimo Sacramento y laadoración de Cristo presente bajo las especies eucarísticas".

El Sumo Pontífice no sólo anima a todo sacerdote a que manifieste este testimonio,sino es él mismo quien nos comunica su propio testimonio: "es hermoso estar con Ély, reclinados sobre su pecho como el discípulo predilecto (cf.  Jn 13, 25), palpar elamor infinito de su corazón. Si el cristianismo ha de distinguirse en nuestro tiemposobre todo por el " arte de la oración ", ¿cómo no sentir una renovada necesidad deestar largos ratos en conversación espiritual, en adoración silenciosa, en actitud deamor, ante Cristo presente en el Santísimo Sacramento? ¡Cuántas veces, mis queridoshermanos y hermanas, he hecho esta experiencia y en ella he encontrado fuerza,consuelo y apoyo!"

Se trata de una experiencia que ha sido vivamente recomendada por el constanteMagisterio y por el ejemplo de numerosísimos Santos. El testimonio personal delVicario de Cristo anima a todos los sacerdotes, lectores de la Encíclica, a dar aconocer y a estimar los momentos secretos de la gracia, que llegan por medio de laadoración al Santísimo. De esta manera la Eucaristía llega a ser fuente decontemplación santificante y fructuosa.

Eucaristía y sacerdocio ministerial

El sacrificio eucarístico tiene absoluta necesidad del sacerdocio ministerial. LaEncíclica recuerda que para la celebración eucarística no es suficiente el sacerdociocomún. Según el Concilio Vaticano II, "los fieles, en virtud del sacerdocio real deCristo, concurren a la oblación de la Eucaristía", pero es el sacerdocio ministerial que"cumple el sacrificio eucarístico in persona Christi y lo ofrece a Dios en nombre detodo el pueblo" (Lumen gentium 10). Este ministerio implica la sucesión apostólica, osea " es decir, la serie ininterrumpida que se remonta hasta los orígenes, deordenaciones episcopales válidas" (28). La expresión "en la persona de Cristo"significa: "en la específica y sacramental identificación con el Sumo y EternoSacerdote, que es el autor y el principal sujeto de este su propio sacrificio y que, enverdad, no puede ser substituido por nadie".

"La asamblea que se reúne para celebrar la Eucaristía necesita absolutamente, paraque sea realmente asamblea eucarística, un sacerdote ordenado que la presida. Por

otra parte, la comunidad no está capacitada para darse por sí sola el ministroordenado. Éste es un don que recibe a través de la sucesión episcopal que se remonta

Page 32: Subsidio Corpus Christi 2010

5/10/2018 Subsidio Corpus Christi 2010 - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/subsidio-corpus-christi-2010 32/77

 

32

a los Apóstoles. Es el Obispo quien establece un nuevo presbítero, mediante elsacramento del Orden, otorgándole el poder de consagrar la Eucaristía" (29).

La necesidad de un ministro ordenado pone un problema en el campo de lasrelaciones ecuménicas. "Las Comunidades eclesiales separadas, dice el Vaticano II(Unitatis redintegratio

, 22), aunque les falte la unidad plena con nosotros quedimana del bautismo, y aunque creamos que, sobre todo por defecto del sacramentodel Orden, no han conservado la sustancia genuina e íntegra del Misterio eucarístico,sin embargo, al conmemorar en la santa Cena la muerte y resurrección del Señor,profesan que en la comunión de Cristo se significa la vida, y esperan su venidagloriosa"".

Así pues se impone un regla: "Los fieles católicos, por tanto, aun respetando lasconvicciones religiosas de estos hermanos separados, deben abstenerse de participaren la comunión distribuida en sus celebraciones, para no avalar una ambigüedadsobre la naturaleza de la Eucaristía y, por consiguiente, faltar al deber de dar untestimonio claro de la verdad".

"De manera parecida, no se puede pensar en reemplazar la santa Misa dominical concelebraciones ecuménicas de la Palabra o con encuentros de oración en común concristianos miembros de dichas Comunidades eclesiales, o bien con la participación ensu servicio litúrgico"

En las comunidades católicas, la falta de sacerdotes puede impedir la celebracióneucarística. La Encíclica da a entender "lo doloroso y fuera de lo normal que resultala situación de una comunidad cristiana que, aún pudiendo ser, por número yvariedad de fieles, una parroquia, carece sin embargo de un sacerdote que la guíe...Cuando la comunidad no tiene sacerdote, ciertamente se ha de paliar de alguna

manera, con el fin de que continúen las celebraciones dominicales y, así, losreligiosos y los laicos que animan la oración de sus hermanos y hermanas ejercen demodo loable el sacerdocio común de todos los fieles, basado en la gracia delBautismo. Pero dichas soluciones han de ser consideradas únicamente provisionales,mientras la comunidad está a la espera de un sacerdote" (32).

A esta situación existe solamente un remedio: "el hecho de que estas celebracionessean incompletas desde el punto de vista sacramental ha de impulsar ante todo atoda la comunidad a pedir con mayor fervor que el Señor "envíe obreros a su mies"(Mt 9, 38); y debe estimularla también a llevar a cabo una adecuada pastoralvocacional, sin ceder a la tentación de buscar soluciones que comporten unareducción de las cualidades morales y formativas requeridas para los candidatos al

sacerdocio".

Delante de las comunidades que, por falta de sacerdotes, no pueden asegurar lacelebración eucarística, el sacerdote llega a ser más consciente del valor de su labory de la necesidad de su presencia. Debe tener más conciencia que con la oración ycon una clara adhesión a su identidad ontológica – manifestada lógicamente enformas externas – es responsable del nacimiento y del crecimiento y de la fidelidadde las vocaciones sacerdotales. Con su testimonio de alegre adhesión a la propiaidentidad y a su acción apostólica, puede contribuir a la eficacia de la pastoralvocacional; aunque otros se dediquen directamente a esta pastoral, cada sacerdotedebe favorecer personalmente la multiplicación de las vocaciones.

Eucaristía y comunión eclesial 

Page 33: Subsidio Corpus Christi 2010

5/10/2018 Subsidio Corpus Christi 2010 - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/subsidio-corpus-christi-2010 33/77

 

33

La Encíclica, en un capítulo especial, desarrolla el tema de la comunión eclesial. Esun tema central, porque toda la dirección del documento es poner en primer plano lacontribución de la Eucaristía a la edificación y al crecimiento de la Iglesia. Lacomunión que caracteriza a la Iglesia debe entenderse desde su significado másprofundo: " La Iglesia, mientras peregrina aquí en la tierra, está llamada a mantenery promover tanto la comunión con Dios trinitario como la comunión entre los fieles"(34). "La Eucaristía se manifiesta, pues, como culminación de todos los Sacramentos,en cuanto lleva a perfección la comunión con Dios Padre, mediante la identificacióncon el Hijo Unigénito, por obra del Espíritu Santo". " "Dios se une a nosotros con launión más perfecta". Precisamente por eso, es conveniente cultivar en el ánimo eldeseo constante del Sacramento eucarístico ".

La comunión eclesial de la asamblea eucarística es comunión con el propio Obispo,principio visible y fundamento de la unidad en su Iglesia particular; como tambiénunión con el Romano Pontífice, y podemos añadir: con el Orden episcopal, con todoel clero y con todo el pueblo (39).

Entre las consecuencias de esta comunión debemos notar una apertura más amplia enel campo ecuménico, debida al hecho de que los hermanos Orientales son máscercanos a la Iglesia Católica. Cuando piden recibir la Eucaristía de parte de unministro católico y están bien preparados, se debe acoger su petición con posibilidadde reciprocidad.

"Es motivo de alegría, dice la Encíclica Ut unum sint, recordar que los ministroscatólicos pueden, en determinados casos particulares, administrar los sacramentosde la Eucaristía, de la Penitencia, de la Unción de enfermos a otros cristianos que noestán en comunión plena con la Iglesia católica..." (46) y esto en manera recíproca.

Esta disposición no tiene como objetivo la realización de una intercomunicación, sinode proveer a una grave necesidad espiritual para la salvación eterna del fiel. Erasuficiente que existiera un acuerdo suficiente sobre la doctrina de la Iglesia y aquellasobre la Eucaristía.

Con la fe de María

No podemos maravillarnos que al final de la Encíclica el Papa orienta la mirada haciala Virgen María.

Si la Eucaristía es misterio de fe, este misterio fue propuesto a la fe de la VirgenMaría y de su parte fue acogido de la manera más perfecta. Dividiendo con nosotrossacerdotes su fe, María Santísima nos ayuda a asumir nuestra responsabilidad endifundir la Eucaristía para la vida de la Iglesia y nos exhorta: haced aquello que osdirá" ( Jn. 2,5).

Congregación para el clero

Page 34: Subsidio Corpus Christi 2010

5/10/2018 Subsidio Corpus Christi 2010 - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/subsidio-corpus-christi-2010 34/77

 

34

6- Misa en cárcel comunista

Cardenal Van Thuan

an Thuan, el arzobispo vietnamita que estuvo años en prisión, hoy cardenal dela Iglesia Católica, da testimonio sobre cómo logró celebrar la misa en uncampo de concentración comunista.

"Cuando me arrestaron, tuve que marcharme enseguida, con las manos vacías.Al día siguiente me permitieron escribir a los míos, para pedir lo más necesario:ropa, pasta de dientes... Les puse: Por favor, enviadme un poco de vino comomedicina contra el dolor de estómago. Los fieles comprendieron enseguida. Meenviaron una botellita de vino de misa, con la etiqueta: medicina contra el dolor deestómago, y hostias escondidas en una antorcha contra la humedad.

La policía me preguntó:- ¿Le duele el estómago?- Sí.

- Aquí tiene una medicina para usted.Nunca podré expresar mi gran alegría: diariamente, con tres gotas de vino y

una gota de agua en la palma de la mano, celebré la misa. ¡Éste era mi altar y éstaera mi catedral! Era la verdadera medicina del alma y del cuerpo: Medicina deinmortalidad, remedio para no morir, sino para vivir siempre en Jesucristo, comodice Ignacio de Antioquía.

A cada paso tenía ocasión de extender los brazos y clavarme en la cruz conJesús, de beber con Él el cáliz más amargo. Cada día, al recitar las palabras de laconsagración, confirmaba con todo el corazón y con toda el alma un nuevo pacto, unpacto eterno entre Jesús y yo, mediante su sangre mezclada con la mía. ¡Han sido lasmisas más hermosas de mi vida!"

V

Page 35: Subsidio Corpus Christi 2010

5/10/2018 Subsidio Corpus Christi 2010 - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/subsidio-corpus-christi-2010 35/77

 

35

7- Textos de San Alberto Hurtado sobreel Sagrado Corazón de Jesús

La fiesta del Sagrado corazónCharla a Universitarios - Fiesta del Sagrado Corazón(Extracto de un texto más largo)

veces la fiesta del Sagrado Corazón está desfigurada por estatuas poco felices,lenguaje demasiado dulzarrón, revelaciones particulares que ocupan demasiadositio...

Pero lo que ella es en sí, es un llamado al amor que languidece entre los cristianos.Para ello Jesús nos pone de manifiesto su infinito amor hacia nosotros. El amor quenos tiene desde toda eternidad, antes que el mundo fuera. Como Dios que es nosamó y nos ama y no ha podido apartar ni un instante nuestro ser de su ser. Esteamor es la causa de nuestro ser. Por Él con Él y en Él valemos.

Toda su vida fue un acto de amor: nace pobre para consolar a los pobres; huye alEgipto para que los 50 millones de expatriados que ahora han tenido que abandonarsu Patria por prejuicios raciales y políticos pudieran hallar consuelo sabiendo queDios también fue desterrado; trabaja como obrero, para que los proletarios delmundo entero supieran que Dios tomó también la forma de proletario y conoció susdolores, sus fatigas, sus humillaciones; conoció las persecuciones de los poderosos,de los fanáticos, de los vividores para aliento de los que después de Él han queridodar testimonio de la verdad; quiso aparecer vencido, humillado, fracasado, para queni aún en estos supremos momentos de dolor nos falte la mirada amorosa del Dios

que también conoció esas tristezas; ni aun la muerte quiso eludirla para darnosánimo en esa hora suprema y para testimoniarnos que partía para prepararnos unlugar en la Casa del Padre y para poder enviarnos el Espíritu Consolador.

Su vida toda estuvo como impregnada de amor: amor a los niños inocentes a quienesdefiende, acaricia, bendice; amor a los pobres, sus privilegiados, a quienes consagrasu primera bienaventuranza y a quienes evangeliza antes que a nadie; amor a lospecadores: y allí están, Magdalena, la adúltera, el ladrón, Pedro…

El amor de Cristo está lleno de ternura, de solicitud no sólo por nuestra alma sinotambién por nuestro cuerpo, por las dolencias físicas que sana aun sin que se lerueguen; por la tristeza de sus amigos, por el hambre de los pobres que se apresura a

satisfacer, y con qué delicadeza defiende a sus hambrientos discípulos cuando sealimentan de las espigas, con qué ternura les prepara el desayuno después de lanoche de pesca.

Y este amor de Cristo, este amor del Hijo de Dios, este amor de Jesús es el quehonramos en la devoción al Sagrado Corazón. Y esta devoción si siempre ha sidoamable es hoy la devoción salvadora. ¿Qué es lo que más necesita el mundo en elmomento actual? Lo que necesita el mundo hoy es una generación que ame, queame de verdad, que realice la idea del amor: querer el bien, el bien de otro antesque el propio, el bien de otro a costa del propio bien de la vida; el bien de todos, elbien del pobre y del modesto empleado, el bien de la pobre viuda que no estásindicalizada, de los niños del arroyo; el bien de la prostituta...

A

Page 36: Subsidio Corpus Christi 2010

5/10/2018 Subsidio Corpus Christi 2010 - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/subsidio-corpus-christi-2010 36/77

 

36

Amor es lo que el pobre mundo moderno necesita. Sus dolores son tan inmensoscomo nunca lo había sido. Y aquí está nuestro deber: darle ese amor. A nosotros nostoca reivindicar lo que es nuestro, lo que constituye la grandeza aun de los errores:lo que es más nuestro, la caridad, el amor de Cristo.

Pero que nuestro amor no sean discursos, libros, preciosas páginas. Ni siquiera quenos contentemos con esgrimir las encíclicas y pastorales: la verdad que hay en ellases demasiado hermosa y nadie nos la achacará; lo que nos achacan es no haberlesdado cumplimiento.

Lo que el mundo requiere son obras, obras como las de Francisco de Asís; de PedroClaver, de Damián de Veuster… Y cuáles serían, en concreto, esas obras de caridad,de amor.

Despertar en nosotros un hambre y sed de justicia. Hambre y sed de la verdad total.Hambre y sed de Cristo: conocerlo, conocer su doctrina, estudiarla en susconsecuencias sociales. Desarrollar la inquietud social, afectarnos por el sufrimiento

sobre todo del pobre. Aumentar el sentido social. No descansar cuando vemos elmal; ser inconformistas... que no nos contentemos con ofrecer el cielo a los demás,mientras nosotros poseemos cómodamente la tierra que es la más brutal y amarga delas ironías.

Dar algo que es muy necesario, amor, caridad, comprensión. Estamos tan divididos ynecesitamos tanto de amarnos, de comprendernos. Terminar con esas sospechas,desconfianzas, recelos mutuos. Abrazarnos en Cristo. Y si los problemas soncontingentes ¿por qué no podríamos opinar? El respeto a la persona humana es algobásico en el cristianismo. Con tal que obedezcamos la jerarquía y mantengamos launidad en lo esencial.

Unidos en Cristo, unidos con Cristo. Más unidos entre nosotros. La medida denuestra unión será la de nuestra unión en Cristo y con Cristo. Unirnos en lo único quepodemos estar unidos, en Cristo. Mañana todos en el Corazón de Cristo. En la Misaponer en el Corazón de Cristo a todos los hombres.

DEVOCIÓN AL SAGRADO CORAZÓN

La devoción al Sagrado Corazón de Jesús en su más íntimo sentido es tan antiguacomo el cristianismo. Tiene como libro fundamental los Evangelios, en particular el

de San Juan donde el Corazón de Cristo se expansiona con ternura infinita. Es ladevoción al amor de Cristo, al amor increado del Dios eterno y al amor creado de lapersona adorable de Cristo, amor que se simboliza en su corazón, como la Patria sesimboliza en su Jefe o en su Embajador o en su bandera. Así el amor en lo que elsentir popular siempre ha tenido como órgano del amor, el corazón, que por estar enla persona de Cristo íntimamente unido a la divinidad puede con estricta propiedadser adorado como merece serlo Dios mismo.

Pero a tiempos difíciles, grandes remedios. Por eso la Providencia divina en estoúltimos siglos, en que tanto se ha resfriado la caridad entre los hombres, ha queridohacerles un nuevo y sublime llamamiento poniendo de relieve en Cristo el atributoque más puede conmover una época como la nuestra, el de su amor. Y así enmultitud de revelaciones privadas y en el sentir general del Espíritu Santo que haimpulsado una corriente poderosa, se ha propuesto en mil formas este ideal. Jesús es

Page 37: Subsidio Corpus Christi 2010

5/10/2018 Subsidio Corpus Christi 2010 - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/subsidio-corpus-christi-2010 37/77

 

37

el amor que no cesa de amar a los hombres a pesar de las ingratitudes con que ellosretornan su amor. Esta idea encontró admirable expresión en el pensamiento tantasveces repetido por el mismo Cristo en sus apariciones de Paray le Monial. "He aquíeste Corazón que tanto ha amado a los hombres y no recibe de ellos sinoingratitudes como correspondencia a su amor". 

El amor de Cristo...Dios nos ha amado desde toda eternidad, mejor dicho me ha amado, no lo olvidemos,me ha amado... Él me amó, y si estoy sobre la tierra es porque Él resolvió crearmepara darme su vida como vida mía, para hacerme participante de su eterna alegría,para que mi pensamiento lo conozca íntimamente y me revele sus secretos másíntimos y me los revelará siempre nuevos... por toda una eternidad. Mi voluntad,sedienta de amor, ha sido creada, no para ser perpetuamente atormentada, sinopara sumirse en la posesión de Dios que aspira a dárseme totalmente y entregarse amí, como jamás una esposa se ha entregado con tanto cariño a su esposo, ni unamigo con tanta lealtad de espíritu a su amigo.

Ese es el plan eterno de Dios sobre mí, el único que Dios podía concebir, el únicodigno de Él. Y para que pudiese amarlo libremente me dio fuerzas abundantes, mereveló su vida, envió al mundo profetas que me enseñaran el camino, habla Él mismoen el fondo del alma humana con voces secretas que llamamos la voz de laconciencia y las inspiraciones del espíritu. Y como todos estos medios no bastaronpara levantar al hombre, a todos los hombres, se decide a la suprema muestra deamor, a darnos su propio Hijo para que se hiciese hombre, como nosotros, y muriesepor nosotros en la cruz. Y todo esto por el hombre, por mí.

Esta idea es la que volvía loco el corazón generoso de San Pablo. Me amó y seentregó a la muerte por mí.... también por mí. El Dios inmenso me amó. ¡Si lomeditara, cómo debería vibrar con entusiasmo mi corazón! Los hombres nos damospoco, pero Cristo se dio por entero.

¿Quién es esta criatura amada por Cristo? ¿Serán sólo las almas escogidas, algunos deesos héroes de la santidad? Puede que ellos tengan derecho a pensar que Cristo losame, pero ¿y los demás? ¿Y nosotros? ¿Y los pobres pecadores atrapados en elpecado? ¿Los habrá amado Cristo también a ellos?

Sí, también a ellos Cristo los amó. El los ama a todos, aun a los más miserables delos hombres, los pecadores, los desamparados, los abandonados del mundo, lospublícanos y salteadores, todos ellos son amados por Cristo, y a semejanza de aquel

buen ladrón cuando quieren oír la palabra de Cristo, se transforman en santos.

Hay y ha habido siempre grupos de personas en todos los países, en todas lascondiciones sociales y en todas las edades para quienes la vida tiene sentido en elamor. Hay vidas para quienes su primer valor es Cristo, su doctrina, que hacen en lamedida de sus fuerzas del amor de Cristo, la suprema aspiración de su vida... A esosvenimos a agregarnos nosotros. Y este es el sentido de nuestra consagración quevamos a renovar ahora.

Esta consagración, hermanos, que no sea una fórmula más que venga a agregarse aotras; que no sea un rezo más que venga a incrementar las prácticas de piedad...No, por favor, que no sea ese su sentido último. Nuestra piedad ordinaria padece,por desgracia, de ese defecto. Es un todo formado de multitud de piedras aisladasque carece de unidad. Son devociones, mandas, santos, actos aislados de piedad,

Page 38: Subsidio Corpus Christi 2010

5/10/2018 Subsidio Corpus Christi 2010 - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/subsidio-corpus-christi-2010 38/77

 

38

todos ellos necesarios o al menos útiles. Pero que no falte lo esencial, el alma de lacual sacan su valor todas estas prácticas. Esa alma es el amor apasionado a Cristo.

La consagración no es una fórmula que se recita, no es un escapulario más que seagrega a otros, ni una imagen más que viene a adornar nuestro hogar. No, todo esoes muy secundario. La consagración es la entrega de nuestra vida entera, de nuestroquerer, ser y poseer a Cristo. Nuestra consagración significará para ustedes uninteresarse por todo lo que Cristo se interesó, amar lo que Cristo amó, y se traduceen esta sublime fórmula, en vivir ahora, como viviría Cristo si estuviese en mi lugar.

Esta consagración significa, por tanto, interesarse por la cosa pública como Cristo seinteresaría, esto es inscribirse en los registros electorales, no desinteresarse de losgrandes intereses de la Nación por egoísmo, pesimismo o lo que es más común pormonstruosa apatía e indiferencia a todo lo que no le atañe a él. La consagración traeconsigo una actitud de paz, de caridad, de amor entre los hombres que aman aCristo, sin odios, sin rencillas, sin susceptibilidades. La consagración significa unaactitud ante los pobres de comprensión de su situación, de interés por sus almas y

por sus cuerpos, de sacrificio de todo lo superfluo por amor a Cristo en nuestroshermanos. La consagración trae consigo sacrificar de las propias comodidades lonecesario para hacer vivir a los demás.La consagración significará en todos esa valorización de los espiritual por encima dela materia, del amor de Cristo por sobre los bienes del mundo y se resumirá en unaentrega de todas nuestras vidas a Cristo para no tener otro ideal hacer lo que haríaun maestro.

Un cristianismo que tome todo el hombre

Extracto de un texto más largo llamado “Elementos de vida espiritual”Al comparar el Evangelio con la vida de la mayor parte de nosotros, los cristianos, sesiente un malestar... La mayor parte de nosotros ha olvidado que somos la sal de latierra, la luz del mundo, la levadura de la masa... (Mt 5,13-15). El soplo del Espírituno anima a muchos cristianos; un espíritu de mediocridad nos consume. Hay entrenosotros activos, y más que activos, más aún, agitados, pero las causas que nosconsumen no son la causa del cristianismo.Después de mirar y volver a mirarse a sí mismo y lo que uno encuentra en torno a sí,tomo el Evangelio, voy a San Pablo, y allí encuentro un cristianismo todo fuego, todovida, conquistador; un cristianismo verdadero que toma a todo el hombre, rectificatoda la vida, agota toda actividad. Es como un río de lava ardiendo, incandescente,

que sale del fondo mismo de la religión.En nuestro tiempo, se hace de la Religión una formalidad mundana, unsentimentalismo piadoso, una policía pacífica (...) Un cristiano sin fuego y sin amor,de gente tranquila, de personas satisfechas, de hombres temerosos, o de los quegozan con mandar y desean ser obedecidos. Un cristianismo así no hace falta.Pero, felizmente, se encuentran en todas partes grupitos de cristianos que hancomprendido el sentido del Evangelio. Jóvenes deseosos de servir a sus hermanos;sacerdotes que llevan abierta la herida que no cesa de sangrar al ver tanto dolor,tanta injusticia, tanta miseria; hombres y mujeres que nos prolongan la presencia deCristo entre nosotros, bajo una sotana, un uniforme de trabajo, o un traje de fiesta.Son luminosos como Cristo, y bienhechores como Él. Cristo está en ellos, y esto nosbasta. No podemos menos de amarlos, nos tomamos de su mano y por ellos entramosen ese Cuerpo inmenso que anima el Espíritu.

Page 39: Subsidio Corpus Christi 2010

5/10/2018 Subsidio Corpus Christi 2010 - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/subsidio-corpus-christi-2010 39/77

 

39

Estos son los cristianos verdaderos, aquellos en los cuales Cristo ha entrado a fondo,ha tomado todo en ellos, ha transformado toda su vida; un cristianismo que los hatransfigurado, que se comunica, que ilumina. Son el consuelo del mundo. Son laBuena Nueva permanentemente anunciada. Todo predica en ellos: la palabra, sinduda, pero también la sonrisa y la bondad, y la mano tendida, la resignación, laausencia total de ambición, la alegría constante.Van siempre adelante, rotos quizás en su interior, abrazándose serenamente a lasdificultades, olvidados de sí mismos, entregados... Nada los detiene: ni elmenosprecio de los grandes, ni la oposición sistemática de los poderosos, ni lapobreza, ni la enfermedad, ni las burlas. ¡¡¡Aman y eso les basta!!! Tienen fe,esperan. En medio de sus dolores, son los felices del mundo. Su corazón, dilatadohasta el infinito, se alimenta de Dios.Son la Iglesia naciente entre nosotros. Son Cristo viviente entre nosotros y de Él lesviene su nobleza, de Él, al cual se han entregado al entregarse a sus hermanosdesgraciados. El haber comprendido que los otros eran también hijos de Dios,hermanos de Cristo, eso los ha hecho crecer. Entre ellos, Dios, Cristo y los otros, hayahora un vínculo definitivo. Ellos comprenden que su misión es ser el puente hacia el

Padre, puente para todos. Todos juntamente, todos los hijos del Padre, llevados porel Hijo Jesucristo, todos por Él llegando al Padre, y esto mediante nuestra acción, lade cada uno de nosotros. Toda la humanidad trabajando en esta obra, ayudados porlos militantes de ayer, que en la tarde de su trabajo recibieron ya su recompensa.¿Cómo puede ser que no vivamos más en esta perspectiva? Al sabernos consagrados aDios, no podemos seguir viviendo inclinados sobre nosotros mismos, ni sobre nuestrosméritos, ni siquiera sobre nuestros pecados... sino en imitar al Salvador, enérgico ydulce, que “amó a los hombres hasta el extremo” (Jn 13,1).Una condición para que el cristianismo tome todas nuestras vidas es conoceríntimamente a Cristo, su mensaje, y conocer a los hombres de nuestro tiempo a loscuales va este mensaje.Conocimiento hondo de Cristo. La teología en píldoras de tesis no puede bastar. La

sabiduría se impone. La mirada del humilde que se acerca a fuerza de pureza a lamirada de Dios; la mirada del contemplativo sobre Cristo, en quien todo se resume,esperanza de nuestra salvación. El apóstol debe integrar su acción en el plan deCristo sobre nuestro tiempo; conocer bien a Cristo y conocer bien nuestro tiempopara acercarlos con amor. Ahí está todo (esto supone esa inmensa humildad que esla que dispone para recibir las gracias de lo alto).Espiritualidad sana que no consiste sólo en prácticas piadosas, ni ensentimentalismos, sino de los que se dejan tomar enteros por Cristo que llena susvidas. Espiritualidad que se alimenta de honda contemplación, en la cual aprende aconocer y amar a Dios y a sus hermanos, los hombres del propio tiempo. Estaespiritualidad es la que hará de la Iglesia la levadura del mundo.

En el Aniversario de la Congregación SagradosCorazones. Estadio Universidad Católica, 14 de Diciembre de1946.

Con razón decía un pagano al mirar la estatua del Corazón Sagrado de Jesús, con susbrazos abiertos, su corazón en llamas, y su mirada de bondad: el día que loscristianos realicen en sus vidas el gesto de amor que significa la estatua de su Dios,todo el mundo sería cristiano. Nadie podrá resistirse al poder de semejante amor. Ya

lo decía Jesús: de los mansos, de los bondadosos, de los que aman, de ellos es nosólo el cielo sino también la tierra.

Page 40: Subsidio Corpus Christi 2010

5/10/2018 Subsidio Corpus Christi 2010 - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/subsidio-corpus-christi-2010 40/77

 

40

Con nuestra mirada fija en el Corazón de Cristo, pidámosle fuerzas, entereza,santidad, para realizar en el mundo una gran revolución, la revolución del Amor queÉl vino a predicarnos y enseñarnos con su vida y su muerte; que seamos dignos deencender en la tierra una gran hoguera, la hoguera de una ardiente caridad. Estostestigos serán los que darán a conocer al mundo el amor de Cristo.

Page 41: Subsidio Corpus Christi 2010

5/10/2018 Subsidio Corpus Christi 2010 - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/subsidio-corpus-christi-2010 41/77

 

41

8- Oración al sagrado Corazónde los sacerdotes

ame, Señor, un corazón pobre semejante al tuyo.Tú ha sido despojado de todo. Naciste pobre en la cueva de Belén, viviste máspobre sin tener donde reclinar la cabeza, y moriste pobrísimo en la cruz,

despojado incluso de tus vestiduras. Y solamente una actitud brotaba de tu corazón:la obediencia y el amor al Padre. Dame, Señor, un corazón que se reconozca unmendigo ante Dios. Un corazón que se reconozca miserable y necesitado de tu amor.Sólo así podré poseer el reino de los cielos, cuando ninguno de los bienes de estatierra me interesen, cuando sólo importes tú.

Jesús, haz mi corazón semejante al tuyo.Dame, Señor, un corazón manso semejante al tuyo.Tú eres Jesús, manso y humilde de corazón. En tu vida, Jesús, has sido manso de

corazón. Una mansedumbre que no era fruto de debilidad o de cobardía, sino frutode la unión con Dios. Soportaste las acusaciones injustas y no te defendiste. Fuistevíctima de gente violenta y no huiste. Insultado, ultrajado y despreciado, pero de tino salió una palabra de rechazo, de odio, de condenación. Haz mi corazón mansocomo el tuyo que sepa soportar, aguantar, renunciar, perdonar. Sólo así podré poseerla tierra, la herencia que nos tienes prometida. Hazme pacífico, que sea amante dela concordia, del diálogo, de la tranquilidad. Que no haga la guerra, que no busque elconflicto, que siempre sea una persona de paz. Así seré llamado hijo de Dios.

Jesús, haz mi corazón semejante al tuyo.Dame, Señor, un corazón que sepa llorar.Un corazón que sabe llorar es un corazón capaz de compasión, de dolerse por lasdesdichas ajenas. ¿Cuántas veces has llorado Jesús? ¿Cuántas veces te has dolido porla enfermedad de los otros, por la muerte, por la cerrazón a tu mensaje? Haz que micorazón sea compasivo, un corazón misericordioso. Que sepa dolerse y compadecersede los otros, incluso de aquellos que nada tienen que ver conmigo o que me quierenmal. Enséñame a perdonar, a no llevar cuenta del mal que me hacen. Sólo así podréser consolado con tu amor, con tus caricias, con tu paz. Sólo así podré hallarmisericordia ante ti.

Jesús, haz mi corazón semejante al tuyo.Dame, Señor, un corazón hambriento y sediento de justicia.Tú eres el Dios justo, pero una justicia que va siempre en beneficio de los más

débiles y oprimidos. Tú, Jesús, has sido el justo, el que sin cometer pecado cargastecon la culpa de la humanidad. Tú, Jesús, fuiste sediento de justicia, no para ti, sinopara aquellos que la injusticia humana había condenado a la desdicha y a la muerte:los pecadores, los leprosos, los niños… Hazme sediento de justicia. Que mi corazóntenga sed de ti, de tu justicia. Que me comprometa en la defensa de losinjustamente apartados de la sociedad: ancianos, enfermos, niños indefensos,pobres, marginados… Sólo así podré ser saciado ante las injusticias que se sufro yo.

Jesús, haz mi corazón semejante al tuyo. Dame, Señor, un corazón limpio. Un corazón cálido, sencillo, puro. Un corazón quesea espejo de tu corazón, Jesús. Dame un corazón libre de manchas e impurezas, dehipocresía, de engaño, de malas intenciones, de lujuria, de deshonestidad, de

maledicencia... Purifica mi corazón que como una fuente interior de agua cristalina

D

Page 42: Subsidio Corpus Christi 2010

5/10/2018 Subsidio Corpus Christi 2010 - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/subsidio-corpus-christi-2010 42/77

 

42

riegue todas mis acciones, mis palabras, mis pensamientos. Solo con el corazónlimpio, purificado de toda suciedad, podré verte cara a cara.

Jesús, haz mi corazón semejante al tuyo. 

Page 43: Subsidio Corpus Christi 2010

5/10/2018 Subsidio Corpus Christi 2010 - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/subsidio-corpus-christi-2010 43/77

 

43

9- Oración por los sacerdotes1.

esús, Buen Pastor que en un impulso de incomparable amor a los hombres,

tus hermanos, hiciste brotar de Tú Sagrado Corazón el Sacerdocio Cristiano,dígnate continuar derramando sobre tus ministros los torrentes vivificantes delAmor Infinito. Vive en Tus Sacerdotes, transformándolos en Tí, hazlos por tu gracia,instrumentos de Tú misericordia. Obra en ellos y por ellos y que, después de haberserevestido totalmente de Tí, por la fiel imitación de Tus adorables virtudes, cumplanen Tú nombre y por el poder de Tú Espíritu, las obras que Tú mismo realizaste para lasalvación del mundo. Revive Señor en tus sacerdotes, obra por ellos y pasa de nuevopor el mundo, enseñando, perdonando, consolando, sacrificando y renovando loslazos sagrados del amor entre el corazón de Dios y el corazón del hombre. Amén.

2.

e damos gracias Padreporque con la unción del Espíritu Santoconstituiste a Tu Hijo

Sacerdote Eternoy determinaste que su único sacerdociocontinuara en el tiempo,porque El con amorelige a algunos hombres en la Iglesiapara hacerlos participes de su sacerdocio ministerial,a fin de que guíen a tu pueblo santo,lo alimenten con tu Palabra,lo fortalezcan con tus sacramentosy renueven el sacrificio redentor.Dios y Padre Bueno que nuestros sacerdotesal entregar su vida por Vosy por la salvación de todos,se esfuercen en reproducir la imagen de Cristoy den testimonio constante de fidelidad.Mira también con ojos de bondad, Padre,a los sacerdotes que partieron hacia el cielo,para que puedan gozar de tu presencia eternamente.Amén.

3.

esús, Buen Pastor,que has querido guiar a tu pueblomediante el ministerio de los sacerdotes:

¡gracias por este regalo para tu Iglesia y para el mundo!Te pedimos por quienes has llamado a ser tus ministros:cuídalos y concédeles el ser fieles.Que sepan estar en medio y delante de tu pueblo,siguiendo tus huellas e irradiando tus mismos sentimientos.Te rogamos por quienes se están preparandopara servir como pastores:

que sean disponibles y generosospara dejarse moldear según tu corazón.

J

T

J

Page 44: Subsidio Corpus Christi 2010

5/10/2018 Subsidio Corpus Christi 2010 - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/subsidio-corpus-christi-2010 44/77

 

44

Te pedimos por los jóvenes a quienes también hoy llamas:que sepan escucharte y tengan el coraje de responderte,que no sean indiferentes a tu mirada tierna y comprometedora,que te descubran como el verdadero Tesoroy estén dispuestos a dar la vida "hasta el extremo".Te lo pedimos junto con María, nuestra Madre de Luján,y San Juan María Vianney, el Santo Cura de Ars.Amén.

4.

e damos gracias Padre nuestroporque por la unción del Espíritu Santo,constituiste a tu Hijo Unico como Sacerdote de la nueva alianza.

Gracias Dios nuestroporque el sacerdocio de Jesús permanece en la Iglesiaa través de la elección de amor

que El hace a algunos hombreshaciéndolos partícipes de su ministerio.Te pedimos que nuestros sacerdotesfomenten la caridad en tu Pueblo Santo,lo alimenten con la Palabra,lo fortifiquen con los sacramentos,renueven el sacrificio redentor,y así consagrando su vida para la salvación de todosse esfuercen por reproducir la imagen de Jesúsdando un constante testimonio de fidelidad.Mira, Padre Santo, con ojos de bondad,a los sacerdotes que partieron hacia el cielo,

que puedan celebrar eternamente tus misericordias.Amén.

T

Page 45: Subsidio Corpus Christi 2010

5/10/2018 Subsidio Corpus Christi 2010 - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/subsidio-corpus-christi-2010 45/77

 

45

10- Clausura del Año Sacerdotal

Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús

Misa

Ambientación:

Guía: Llegamos hoy al fin del Año Sacerdotal convocado por el Santo PadreBenedicto XVI con el fin de promover el compromiso de renovación interior detodos los sacerdotes, para que su testimonio evangélico en el mundo de hoy

sea más intenso, de dar gracias por el sacerdocio católico como don para laIglesia y orar intensamente por los sacerdotes del mundo entero. En esta misapidamos al Corazón Sagrado de Jesús que esto se arraigue en la comunidadcristiana para siempre.

Rito Penitencial

Cel.: Queridos hermanos en este día en que el Año Sacerdotal llega a su finpidamos perdón a Dios por nuestros pecados y supliquemos el don de laIndulgencia Plenaria concedida por el Papa.

-  Jesucristo nuestro Buen Pastor ResucitadoSeñor ten piedad.

-  Jesucristo mediador entre Dios y los hombresCristo ten piedad.

-  Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote.Señor ten piedad.

Cel.: Dios todopoderoso y eterno tenga misericordia de nostros perdonenuestros pecados y nos lleve a la vida eterna.Amén.

Lecturas

Guía: El Corazón de Jesús es la expresión del amor del Dios a la criaturahumana, el sacerdocio en la Iglesia es para prolongar en la historia ese amor.

Oración de los fieles.

Guía: A cada intención respondemos rezando: Señor, danos Sacerdotessantos. 

Page 46: Subsidio Corpus Christi 2010

5/10/2018 Subsidio Corpus Christi 2010 - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/subsidio-corpus-christi-2010 46/77

 

46

-  Para que todos busquemos la santidad del Padre Celestial:-  Para que la Eucaristía sea celebrada por la vida del mundo:-  Para que Jesús se haga presente en nuestra historia:-  Para que el Evangelio sea proclamado fielmente y sin descanso:

-  Para que tu perdón y misericordia sea fuente de paz y felicidad:-  Para que tu misericordia se extienda constantemente entre nosotros:-  Para que toda vida humana sea protegida y defendida como sagrada:-  Para que todo el que te busca encuentre padres en el espíritu que los

acompañen y guíen:-  Para que los doloridos encuentren esperanza y paz:

Cel.: Dios de misericordia y santidad, escucha a tu pueblo que te suplica tenersacerdotes santos que les guíen. Llena sus corazones con fervor luminoso a finde que puedan desempeñarse dignamente en tu presencia, sean siempreleales a tu Iglesia, y alcancen amarte con un amor eterno. Por JesucristoNuestro Señor.

Ofrendas

Guía: El pan y el vino son ofrecidos en el altar de Cristo por las manossacerdotales y Dios al recibirlos nos vuelve a entregar a su Hijo fuente deamor y misericordia para todos.

Comunión

Guía: Al comulgar damos gracias a Jesús Sumo y Eterno Sacerdote por el dondel sacerdocio en la Iglesia, por este regalo tenemos el regalo mayor de supresencia en nosotros en cada comunión.

Oración para el momento de la acción de gracias después de la comunión.

Estando todos sentados o de rodillas el sacerdote rezará en voz alta:

Señor Jesús en este momento de silenciosa e intima oración después dehaberte ofrecido y recibido en comunión delante del pueblo que me has

confiado al cuidado amoroso quiero pedirte que me concedas el ardor y laverdad del corazón a fin de que pueda dirigirme a tu bondad haciendo mía lasuplica de San Juan María Vianney:

-  Te amo, mi Dios, y mi solo deseo es amarte hasta el último respiro demi vida. Te amo, Dios infinitamente amable, y prefiero morir amándoteantes que vivir un solo instante sin amarte. Te amo, Señor, y la únicagracia que te pido es aquella de amarte eternamente. Dios mío, si milengua no pudiera decir que te amo en cada instante, quiero que micorazón te lo repita tantas veces cuantas respiro.Te amo, mi Dios Salvador, porque has sido crucificado por mí, y metienes acá crucificado por Ti. Dios mío, dame la gracia de morir

amándote y sabiendo que te amo - Amén ”

Page 47: Subsidio Corpus Christi 2010

5/10/2018 Subsidio Corpus Christi 2010 - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/subsidio-corpus-christi-2010 47/77

 

47

-  Y a ustedes queridos hermanos e hijos les pido que recen intensamentepor mí para que así pueda vivir y morir.

Canto: salmo 109 (Tu eres sacerdote para siempre)

Page 48: Subsidio Corpus Christi 2010

5/10/2018 Subsidio Corpus Christi 2010 - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/subsidio-corpus-christi-2010 48/77

 

48

11- La Adoración Eucarística José Maria Iraburu

Centralidad de la Eucaristíaesde el principio del cristianismo, la Eucaristía es la fuente, el centro y elculmen de toda la vida de la Iglesia. Como memorial de la pasión y de laresurrección de Cristo Salvador, como sacrificio de la Nueva Alianza, como

cena que anticipa y prepara el banquete celestial, como signo y causa de la unidadde la Iglesia, como actualización perenne del Misterio pascual, como Pan de vidaeterna y Cáliz de salvación, la celebración de la Eucaristía es el centro indudable delcristianismo.Normalmente, la Misa al principio se celebra sólo el domingo, pero ya en los siglos IIIy IV se generaliza la Misa diaria.

La devoción antigua a la Eucaristía lleva en algunos momentos y lugares a celebrarlaen un solo día varias veces. San León III (+816) celebra con frecuencia siete y aúnnueve en un mismo día. Varios concilios moderan y prohiben estas prácticasexcesivas. Alejandro II (+1073) prescribe una Misa diaria: «muy feliz ha deconsiderarse el que pueda celebrar dignamente una sola Misa» cada día.

Reserva de la Eucaristía

En los siglos primeros, a causa de las persecuciones y al no haber templos, laconservación de las especies eucarísticas se hace normalmente en forma privada, ytiene por fin la comunión de los enfermos, presos y ausentes.Esta reserva de la Eucaristía, al cesar las persecuciones, va tomando formas externas

cada vez más solemnes.Las Constituciones apostólicas -hacia el 400- disponen ya que, después de distribuirla comunión, las especies sean llevadas a un sacrarium. El sínodo de Verdun, del sigloVI, manda guardar la Eucaristía «en un lugar eminente y honesto, y si los recursos lopermiten, debe tener una lámpara permanentemente encendida». Las píxides de laantigüedad eran cajitas preciosas para guardar el pan eucarístico. León IV (+855)dispone que «sólamente se pongan en el altar las reliquias, los cuatro evangelios y lapíxide con el Cuerpo del Señor para el viático de los enfermos».Estos signos expresan la veneración cristiana antigua al cuerpo eucarístico delSalvador y su fe en la presencia real del Señor en la Eucaristía. Todavía, sin embargo,la reserva eucarística tiene como fin exclusivo la comunión de enfermos y ausentes;pero no el culto a la Presencia real.

La adoración eucarística dentro de la Misa

Ha de advertirse, sin embargo, que ya por esos siglos el cuerpo de Cristo recibe delos fieles, dentro de la misma celebración eucarística, signos claros de adoración,que aparecen prescritos en las antiguas liturgias. Especialmente antes de lacomunión -Sancta santis, lo santo para los santos-, los fieles realizan inclinaciones ypostraciones:«San Agustín decía: "nadie coma de este cuerpo, si primero no lo adora", añadiendoque no sólo no pecamos adorándolo, sino que pecamos no adorándolo» (Pío XII,Mediator Dei 162).Por otra parte, la elevación de la hostia, y más tarde del cáliz, después de laconsagración, suscita también la adoración interior y exterior de los fieles. Hacia el

D

Page 49: Subsidio Corpus Christi 2010

5/10/2018 Subsidio Corpus Christi 2010 - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/subsidio-corpus-christi-2010 49/77

 

49

1210 la prescribe el obispo de París, antes de esa fecha es practicada entre loscistercienses, y a fines del siglo XIII es común en todo el Occidente. En nuestro siglo,en 1906, San Pío X, «el papa de la Eucaristía», concede indulgencias a quien mirepiadosamente la hostia elevada, diciendo «Señor mío y Dios mío» (Jungmann II,277-291).

Primeras manifestaciones del culto a la Eucaristía fuerade la Misa

La adoración de Cristo en la misma celebración del Sacrificio eucarístico es vivida,como hemos dicho, desde el principio. Y la adoración de la Presencia real fuera de laMisa irá configurándose como devoción propia a partir del siglo IX, con ocasión de lascontroversias eucarísticas. Por esos años, al simbolismo de un Ratramno, se oponecon fuerza el realismo de un Pascasio Radberto, que acentúa la presencia real deCristo en la Eucaristía, no siempre en términos exactos.Conflictos teológicos análogos se producen en el siglo XI. La Iglesia reacciona con

prontitud y fuerza unánime contra el simbolismo eucarístico de Berengario de Tours(+1088). Su doctrina es impugnada por teólogos como Anselmo de Laón (+1117) oGuillermo de Champeaux (+1121), y es inmediatamente condenada por un buennúmero de Sínodos (Roma, Vercelli, París, Tours), y sobre todo por los ConciliosRomanos de 1059 y de 1079 (Dz 690 y 700).En efecto, el pan y el vino, una vez consagrados, se convierten «substancialmente enla verdadera, propia y vivificante carne y sangre de Jesucristo, nuestro Señor». Poreso en el Sacramento está presente totus Christus, en alma y cuerpo, como hombre ycomo Dios.Estas enérgicas afirmaciones de la fe van acrecentando más y más en el pueblo ladevoción a la Presencia real.Veamos algunos ejemplos. A fines del siglo IX, la Regula solitarium establece que los

ascetas reclusos, que viven en lugar anexo a un templo, estén siempre por sudevoción a la Eucaristía en la presencia de Cristo. En el siglo XI, Lanfranco, arzobispode Canterbury, establece una procesión con el Santísimo en el domingo de Ramos. Enese mismo siglo, durante las controversias con Berengario, en los monasteriosbenedictinos de Bec y de Cluny existe la costumbre de hacer genuflexión ante elSantísimo Sacramento y de incensarlo. En el siglo XII, la Regla de los reclusosprescribe: «orientando vuestro pensamiento hacia la sagrada Eucaristía, que seconserva en el altar mayor, y vueltos hacia ella, adoradla diciendo de rodillas:"¡salve, origen de nuestra creación!, ¡salve, precio de nuestra redención!, ¡salve,viático de nuestra peregrinación!, ¡salve, premio esperado y deseado!"».En todo caso, conviene recordar que «la devoción individual de ir a orar ante el

sagrario tiene un precedente histórico en el monumento del Jueves Santo a partir delsiglo XI, aunque ya el Sacramentario Gelasiano habla de la reserva eucarística en estedía... El monumento del Jueves Santo está en la prehistoria de la práctica de ir aorar individualmente ante el sagrario, devoción que empieza a generalizarse aprincipos del siglo XIII» (Olivar 192).

Aversión y devoción en el siglo XIII

Por esos tiempos, sin embargo, no todos participan de la devoción eucarística, ytambién se dan casos horribles de desafección a la Presencia real. Veamos, a modode ejemplo, la infinita distancia que en esto se produce entre cátaros y franciscanos.

Cayetano Esser, franciscano, describe así el mundo de los primeros:«En aquellos tiempos, el ataque más fuerte contra el Sacramento del Altar venía departe de los cátaros [muy numerosos en la zona de Asís]. Empecinados en su dualismo

Page 50: Subsidio Corpus Christi 2010

5/10/2018 Subsidio Corpus Christi 2010 - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/subsidio-corpus-christi-2010 50/77

 

50

doctrinal, rechazaban precisamente la Eucaristía porque en ella está siempre eníntimo contacto el mundo de lo divino, de lo espiritual, con el mundo de lo material,que, al ser tenido por ellos como materia nefanda, debía ser despreciado. Poroportunismo, conservaban un cierto rito de la fracción del pan, meramenteconmemorativo. Para ellos, el sacrificio mismo de Cristo no tenía ningún sentido.«Otros herejes declaraban hasta malvado este sacramento católico. Y se habíaextendido un movimiento de opinión que rehusaba la Eucaristía, juzgando impurotodo lo que es material y proclamando que los "verdaderos cristianos" deben vivir del"alimento celestial". «Teniendo en cuenta este ambiente, se comprenderá por qué,precisamente en este tiempo, la adoración de la sagrada hostia, comoreconocimiento de la presencia real, venía a ser la señal distintiva más destacada delos auténticos verdaderos cristianos. El culto de adoración de la Eucaristía, que enadelante irá tomando formas múltiples, tiene aquí una de sus raíces más profundas.Por el mismo motivo, el problema de la presencia real vino a colocarse en el primerplano de las discusiones teológicas, y ejerció también una gran influencia en laelaboración del rito de la Misa. «Por otra parte, las decisiones del Concilio de Letrán[IV: 1215] nos descubren los abusos de que tuvo que ocuparse entonces la Iglesia. El

llamado Anónimo de Perusa es a este respecto de una claridad espantosa: sacerdotesque no renovaban al tiempo debido las hostias consagradas, de forma que se lascomían los gusanos; o que dejaban a propósito caer a tierra el cuerpo y la sangre delSeñor, o metían el Sacramento en cualquier cuarto, y hasta lo dejaban colgado en unárbol del jardin; al visitar a los enfermos, se dejaban allí la píxide y se iban a lataberna; daban la comunión a los pecadores públicos y se la negaban a gentes debuena fama; celebraban la santa Misa llevando una vida de escándalo público», etc.(Temi spirituali, Biblioteca Francescana, Milán 1967, 281-282; D. Elcid, Clara de Asís,BAC pop. 31, Madrid 1986, 193-195).Frente a tales degradaciones, se producen en esta época grandes avances de ladevoción eucarística. Entre otros muchos, podemos considerar el testimonioimpresionante de san Francisco de Asís (1182-1226). Poco antes de morir, en su

Testamento, pide a todos sus hermanos que participen siempre de la inmensaveneración que él profesa hacia la Eucaristía y los sacerdotes: «Y lo hago por estemotivo: porque en este siglo nada veo corporalmente del mismo altísimo Hijo deDios, sino su santísimo cuerpo y su santísima sangre, que ellos reciben y sólo ellosadministran a los demás. Y quiero que estos santísimos misterios sean honrados yvenerados por encima de todo y colocados en lugares preciosos» (10-11;Admoniciones 1: El Cuerpo del Señor). Esta devoción eucarística, tan fuerte en elmundo franciscano, también marca una huella muy profunda, que dura hastanuestros días, en la espiritualidad de las clarisas. En la Vida de santa Clara (+1253),escrita muy pronto por el franciscano Tomás de Celano (hacia 1255), se refiere unprecioso milagro eucarístico. Asediada la ciudad de Asís por un ejército invasor de

sarracenos, son éstos puestos en fuga en el convento de San Damián por la virgenClara: «Ésta, impávido el corazón, manda, pese a estar enferma, que la conduzcan ala puerta y la coloquen frente a los enemigos, llevando ante sí la cápsula de plata,encerrada en una caja de marfil, donde se guarda con suma devoción el Cuerpo delSanto de los Santos». De la misma cajita le asegura la voz del Señor: "yo siempre osdefenderé", y los enemigos, llenos de pánico, se dispersan» (Legenda santæ Claræ21).La iconografía tradicional representa a Santa Clara de Asís con una custodia en lamano.

Santa Juliana de Mont-Cornillon y la fiesta del Corpus

Christi

Page 51: Subsidio Corpus Christi 2010

5/10/2018 Subsidio Corpus Christi 2010 - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/subsidio-corpus-christi-2010 51/77

 

51

El profundo sentimiento cristocéntrico, tan característico de esta fase de la EdadMedia, no puede menos de orientar el corazón de los fieles hacia el Cristo glorioso,oculto y manifiesto en la Eucaristía, donde está realmente presente. Así lo hemoscomprobado en el ejemplo de franciscanos y clarisas. Es ahora, efectivamente, haciael 1200, cuando, por obra del Espíritu Santo, la devoción al Cristo de la Eucaristía vaa desarrollarse en el pueblo cristiano con nuevos impulsos decisivos.A partir del año 1208, el Señor se aparece a santa Juliana (1193-1258), primeraabadesa agustina de Mont-Cornillon, junto a Lieja. Esta religiosa es una enamoradade la Eucaristía, que, incluso físicamente, encuentra en el pan del cielo su únicoalimento. El Señor inspira a santa Juliana la institución de una fiesta litúrgica enhonor del Santísimo Sacramento. Por ella los fieles se fortalecen en el amor aJesucristo, expían los pecados y desprecios que se cometen con frecuencia contra laEucaristía, y al mismo tiempo contrarrestan con esa fiesta litúrgica las agresionessacrílegas cometidas contra el Sacramento por cátaros, valdenses, petrobrusianos,seguidores de Amaury de Bène, y tantos otros.Bajo el influjo de estas visiones, el obispo de Lieja, Roberto de Thourotte, instituyeen 1246 la fiesta del Corpus. Hugo de Saint-Cher, dominico, cardenal legado para

Alemania, extiende la fiesta a todo el territorio de su legación. Y poco después, en1264, el papa Urbano IV, antiguo arcediano de Lieja, que tiene en gran estima a lasanta abadesa Juliana, extiende esta solemnidad litúrgica a toda la Iglesia latinamediante la bula Transiturus. Esta carta magna del culto eucarístico es un himno a lapresencia de Cristo en el Sacramento y al amor inmenso del Redentor, que se hacenuestro pan espiritual.Es de notar que en esta Bula romana se indican ya los fines del culto eucarístico quemás adelante serán señalados por Trento, por la Mediator Dei de Pío XII o por losdocumentos pontificios más recientes: 1) reparación, «para confundir la maldad einsensatez de los herejes»; 2) alabanza, «para que clero y pueblo, alegrándosejuntos, alcen cantos de alabanza»; 3) servicio, «al servicio de Cristo»; 4) adoración ycontemplación, «adorar, venerar, dar culto, glorificar, amar y abrazar el Sacramento

excelentísimo»; 5) anticipación del cielo, «para que, pasado el curso de esta vida, seles conceda como premio» (DSp IV, 1961, 1644).La nueva devoción, sin embargo, ya en la misma Lieja, halla al principio no pocasoposiciones. El cabildo catedralicio, por ejemplo, estima que ya basta la Misa diariapara honrar el cuerpo eucarístico de Cristo. De hecho, por un serie de factoresadversos, la bula de 1264 permanece durante cincuenta años como letra muerta.Prevalece, sin embargo, la voluntad del Señor, y la fiesta del Corpus va siendoaceptada en muchos lugares: Venecia, 1295; Wurtzburgo, 1298; Amiens, 1306; laorden del Carmen, 1306; etc. Los títulos que recibe en los libros litúrgicos sonsignificativos: dies o festivitas eucharistiæ, festivitas Sacramenti, festum, dies,sollemnitas corporis o de corpore domini nostri Iesu Christi, festum Corporis Christi,

Corpus Christi, Corpus...El concilio de Vienne, finalmente, en 1314, renueva la bula de Urbano IV. Diócesis yórdenes religiosas aceptan la fiesta del Corpus, y ya para 1324 es celebrada en todoel mundo cristiano.

Celebración del Corpus y exposiciones del Santísimo

La celebración del Corpus implica ya en el siglo XIII una procesión solemne, en la quese realiza una «exposición ambulante del Sacramento» (Olivar 195). Y de ella vanderivando otras procesiones con el Santísimo, por ejemplo, para bendecir loscampos, para realizar determinadas rogativas, etc.

Por otra parte, «esta presencia palpable, visible, de Dios, esta inmediatez de supresencia, objeto singular de adoración, produjo un impacto muy notable en lamentalidad cristiana occidental e introdujo nuevas formas de piedad, exigiendo

Page 52: Subsidio Corpus Christi 2010

5/10/2018 Subsidio Corpus Christi 2010 - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/subsidio-corpus-christi-2010 52/77

 

52

rituales nuevos y creando la literatura piadosa correspondiente. En el siglo XIV sepracticaba ya la exposición solemne y se bendecía con el Santísimo. Es el tiempo enque se crearon los altares y las capillas del santísimo Sacramento» (Id. 196).Las exposiciones mayores se van implantando en el siglo XV, y siempre la patria deellas «es la Europa central. Alemania, Escandinavia y los Países Bajos fueron loscentros de difusión de las prácticas eucarísticas, en general» (Id. 197). Al principio,colocado sobre el altar el Sacramento, es adorado en silencio. Poco a poco vadesarrollándose un ritual de estas adoraciones, con cantos propios, como el Aveverum Corpus natum ex Maria Virgine, muy popular, en el que tan bellamente se unela devoción eucarística con la mariana.La exposición del Santísimo recibe una acogida popular tan entusiasta que ya hacia1500 muchas iglesias la practican todos los domingos, normalmente después del rezode las vísperas -tradición que hoy perdura, por ejemplo, en los monasteriosbenedictinos de la congregación de Solesmes-. La costumbre, y también la mayoríade los rituales, prescribe arrodillarse en la presencia del Santísimo.En los comienzos, el Santísimo se mantenía velado tanto en las procesiones como enlas exposiciones eucarísticas. Pero la costumbre y la disciplina de la Iglesia van

disponiendo ya en el siglo XIV la exposición del cuerpo de Cristo «in cristallo» o «inpixide cristalina».

Las Cofradías eucarísticas

Con el fin de que nunca cese el culto de fe, amor y agradecimiento a Cristo, presenteen la Eucaristía, nacen las Cofradías del Santísimo Sacramento, que «se desarrollanantes, incluso, que la festividad del Corpus Christi. La de los Penitentes grises, enAvignon se inicia en 1226, con el fin de reparar los sacrilegios de los albigenses; y sinduda no es la primera» (Bertaud 1632). Con unos u otros nombres y modalidades, lasCofradías Eucarísticas se extienden ya a fin del siglo XIII por la mayor parte de

Europa.Estas Cofradías aseguran la adoración eucarística, la reparación por las ofensas ydesprecios contra el Sacramento, el acompañamiento del Santísimo cuando esllevado a los enfermos o en procesión, el cuidado de los altares y capillas delSantísimo, etc.Todas estas hermandades, centradas en la Eucaristía, son agregadas en unaarchicofradía del Santísimo Sacramento por Paulo III en la Bula Dominus noster JesusCristus, en 1539, y tienen un influjo muy grande y benéfico en la vida espiritual delpueblo cristiano. Algunas, como la Compañía del Santísimo Sacramento, fundada enParís en 1630, llegaron a formar escuelas completas de vida espiritual para los laicos.Su fundador fue el Duque de Ventadour, casado con María Luisa de Luxemburgo. En1629, ella ingresa en el Carmelo y él toma el camino del sacerdocio (E. Levesque,

DSp II, 1301-1305).Las Asociaciones y Obras eucarísticas se multiplican en los últimos siglos: la Guardiade Honor, la Hora Santa, los Jueves sacerdotales, la Cruzada eucarística, etc.Atención especial merece hoy, por su difusión casi universal en la Iglesia Católica, laAdoración Nocturna. Aunque tiene varios precedentes, como más tarde veremos, ensu forma actual procede de la asociación iniciada en París por Hermann Cohen el 6 dediciembre de 1848, hace, pues, ciento cincuenta años.

La piedad eucarística en el pueblo católico

Los últimos ocho siglos de la historia de la Iglesia suponen en los fieles católicos un

crescendo notable en la devoción a Cristo, presente en la Eucaristía.

Page 53: Subsidio Corpus Christi 2010

5/10/2018 Subsidio Corpus Christi 2010 - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/subsidio-corpus-christi-2010 53/77

 

53

En efecto, a partir del siglo XIII, como hemos visto, la devoción al Sacramento se vadifundiendo más y más en el pueblo cristiano, haciéndose una parte integrante de lapiedad católica común. Los predicadores, los párrocos en sus comunidades, lasCofradías del Santísimo Sacramento, impulsan con fuerza ese desarrollo devocional.En el crecimiento de la piedad eucarística tiene también una gran importancia ladoctrina del concilio de Trento sobre la veneración debida al Sacramento (Dz 882.878. 888/1649. 1643-1644. 1656). Por ella se renuevan devociones antiguas y seimpulsan otras nuevas.La adoración eucarística de las Cuarenta horas, por ejemplo, tiene su origen enRoma, en el siglo XIII. Esta costumbre, marcada desde su inicio por un sentido deexpiación por el pecado -cuarenta horas permanece Cristo en el sepulcro-, recibe enMilán durante el siglo XVI un gran impulso a través de San Antonio María Zaccaria(+1539) y de San Carlos Borromeo después (+1584). Clemente VIII, en 1592, fija lasnormas para su realización. Y Urbano VIII (+1644) extiende esta práctica a toda laIglesia.La procesión eucarística de «la Minerva», que solía realizarse en las parroquias losterceros domingos de cada mes, procede de la iglesia romana de Santa Maria sopra

Minerva.Las devociones eucarísticas, que hemos visto nacer en centro Europa, arraigan demodo muy especial en España, donde adquieren expresiones de gran riqueza estéticay popular, como los seises de Sevilla o el Corpus famoso de Toledo. Y de Españapasan a Hispanoamérica, donde reciben formas extremadamente variadas yoriginales, tanto en el arte como en el folclore religioso: capillas barrocas delSantísimo, procesiones festivas, exposiciones monumentales, bailes y cantos, poesíasy obras de teatro en honor de la Eucaristía.El culto a la Eucaristía fuera de la Misa llega, en fin, a integrar la piedad común delpueblo cristiano. Muchos fieles practican diariamente la visita al Santísimo. En lasparroquias, con el rosario, viene a ser común la Hora santa, la exposición delSantísimo diaria o semanal, por ejemplo, en los Jueves eucarísticos.

El arraigo devocional de las visitas al Santísimo puede comprobarse por laabundantísima literatura piadosa que ocasiona. Por ejemplo, entre los primerosescritos de san Alfonso María de Ligorio (+1787) está Visite al SS. Sacramento e aMaria SS.ma, de 1745. En vida del santo este librito alcanza 80 ediciones y estraducido a casi todas las lenguas europeas. Posteriormente ha tenido más de 2.000ediciones y reimpresiones.En los siglos modernos, hasta hoy, la piedad eucarística cumple una funciónprovidencial de la máxima importancia: confirmando diariamente la fe de loscatólicos en la amorosa presencia real de Jesús resucitado, les sirve de ayudadecisiva para vencer la frialdad del jansenismo, las tentaciones deistas de uniluminismo desencarnado o la actual horizontalidad inmanentista de un secularismo

generalizado.

Congregaciones religiosas

Institutos especialmente centrados en la veneración de la Eucaristía hay muyantiguos, como los monjes blancos o hermanos del Santo Sacramento, fundados en1328 por el cisterciense Andrés de Paolo. Pero estas fundaciones se producen sobretodo a partir del siglo XVII, y llegan a su mayor número en el siglo XIX.«No es exagerado decir que el conjunto de las congregaciones fundadas en el sigloXIX -adoratrices, educadoras o misioneras- profesa un culto especial a la Eucaristía:adoración perpetua, largas horas de adoración común o individual, ejercicios de

devoción ante el Santísimo Sacramento expuesto, etc.» (Bertaud 1633).Recordaremos aquí únicamente, a modo de ejemplo, a los Sacerdotes y a las Siervasdel Santísimo Sacramento, fundados por san Pedro-Julián Eymard (+1868) en 1856 y

Page 54: Subsidio Corpus Christi 2010

5/10/2018 Subsidio Corpus Christi 2010 - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/subsidio-corpus-christi-2010 54/77

 

54

1858, dedicados al apostolado eucarístico y a la adoración perpetua. Y a lasAdoratrices, siervas del Santísimo Sacramento y de la caridad, fundadas en 1859 porsanta Micaela María del Santísimo Sacramento (+1865), que escribe en una ocasión:«Estando en la guardia del Santísimo... me hizo ver el Señor las grandes y especialesgracias que desde los Sagrarios derrama sobre la tierra, y además sobre cadaindividuo, según la disposición de cada uno... y como que las despide de Sí en favorde los que las buscan» (Autobiografía 36,9).Es en estos años, en 1848, como ya vimos, cuando Hermann Cohen inicia en París laAdoración Nocturna.En el siglo XX son también muchos los institutos que nacen con una acentuadadevoción eucarística. En España, por ejemplo, podemos recordar los fundados por elvenerable Manuel González, obispo (1887-1940): las Marías de los Sagrarios, lasMisioneras eucarísticas de Nazaret, etc. En Francia, los Hermanitos y Hermanitas deJesús, derivados de Charles de Foucauld (1858-1916) y de René Voillaume. Tambiénlas Misioneras de la Caridad, fundadas por la madre Teresa de Calcuta, secaracterizan por la profundidad de su piedad eucarística. En éstos y en otros muchosinstitutos, la Misa y la adoración del Santísimo forman el centro vivificante de cada

día.

Congresos eucarísticos

Émile Tamisier (1843-1910), siendo novicia, deja las Siervas del SantísimoSacramento para promover en el siglo la devoción eucarística. Lo intenta primero enforma de peregrinaciones, y más tarde en la de congresos. Éstos serán diocesanos,regionales o internacionales. El primer congreso eucarístico internacional se celebraen Lille en 1881, y desde entonces se han seguido celebrando ininterrumpidamentehasta nuestros días.

La piedad eucarística en otras confesiones cristianasYa hemos aludido a algunas posiciones antieucarísticas producidas entre los siglos IXy XIII. Pues bien, en la primera mitad del siglo XVI resurge la cuestión con losprotestantes y por eso el concilio de Trento, en 1551, se ve obligado a reafirmar la fecatólica frente a ellos, que la niegan:«Si alguno dijere que, acabada la consagración de la Eucaristía, no se debe adorarcon culto de latría, aun externo, a Cristo, unigénito Hijo de Dios, y que por tanto nose le debe venerar con peculiar celebración de fiesta, ni llevándosele solemnementeen procesión, según laudable y universal rito y costumbre de la santa Iglesia, o queno debe ser públicamente expuesto para ser adorado, y que sus adoradores son

idólatras, sea anatema» (Dz 888/1656).El anglicanismo, sin embargo, reconoce en sus comienzos la presencia real de Cristoen la Eucaristía. Y aunque pronto sufre en este tema influjos luteranos y calvinistas,conserva siempre más o menos, especialmente en su tendencia tradicional, un ciertoculto de adoración (Bertaud 1635). El acuerdo anglicano-católico sobre la teologíaeucarística, de septiembre de 1971, es un testimonio de esta proximidad doctrinal(«Phase» 12, 1972, 310-315). En todo caso, el mundo protestante actual, en suconjunto, sigue rechazando el culto eucarístico.En nuestro tiempo, la encíclica Mysterium fidei (1965) de Pablo VI volvía a reafirmarla doctrina de la Iglesia en referencia a la Eucaristía, y decía que no se puede«insistir tanto en la naturaleza del signo sacramental como si el simbolismo, queciertamente todos admiten en la sagrada Eucaristía, expresase exhaustivamente el

modo de la presencia de Cristo en este sacramento. Ni se puede tampoco discutirsobre el misterio de la transustanciación sin referirse a la admirable conversión de

Page 55: Subsidio Corpus Christi 2010

5/10/2018 Subsidio Corpus Christi 2010 - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/subsidio-corpus-christi-2010 55/77

 

55

toda la sustancia del pan en el cuerpo de Cristo y de toda la sustancia del vino en susangre, conversión de la que habla el concilio de Trento, de modo que se limitanellos tan sólo a lo que llaman transignificación y transfinalización. Como tampoco sepuede proponer y aceptar la opinión de que en las hostias consagradas, que quedandespués de celebrado el santo sacrificio, ya no se halla presente nuestro SeñorJesucristo» (4).Las Iglesias de Oriente, en fin, todas ellas, promueven en sus liturgias un sentido muyprofundo de adoración de Cristo en la misma celebración del Misterio sagrado. Perofuera de la Misa, el culto eucarístico no ha sido asumido por las Iglesias orientalesseparadas de Roma, que permanecen fijas en lo que fueron usos universales duranteel primer milenio cristiano. Sí en cambio por las Iglesias orientales que viven lacomunión católica (Mysterium fidei 41). En ellas, incluso, hay también institutosreligiosos especialmente destinados a esta devoción, como las Hermanas eucarísticasde Salónica (Bertaud 1634-1635).

Bibliografía.Ritual de la Sagrada Comunión y del culto a la Eucaristía fuera de la Misa, Comisión episcopal

española de Liturgia, Madrid 1979.Angot, M-B., Las casas de adoración, Herder, Barcelona 1995; Arnau, R., La oración ante elSantísimo Sacramento como comportamiento eclesial, «Teología Espiritual» 26 (1982) 85-98;Bertaud, É., Dévotion eucharistique; esquisse historique, DSp IV, 1621-1637; Bourbonais, G.,L'adoration eucharistique aujourd'hui, «Vie Consacrée» 42 (1970) 65-88; Crocetti, G.,L'adorazione a Cristo Redentore presente nell'Eucaristia, «La Scuola Cattolica» 110 (1982) 3-28; Fortún, F. X., OSB, El Sagrario y el Evangelio, Rialp, Madrid 1990; González, C., Laadoración eucarística, Paulinas, Madrid 1990; González, ven. M., Qué hace y qué dice elCorazón de Jesús en el Sagrario, EGDA, Madrid 198612; Iraburu, J. M., La adoracióneucarística nocturna, A. N. E. Pamplona, 1999; Molien, O., Adoration, DSp I, 210-222;Jungmann, J. A., El sacrificio de la Misa, BAC 68, Madrid 19593; Longpré, É., Eucharistie etexpérience mystique, DSp IV, 1586-1621; Olivar, A., El desarrollo del culto eucarístico fuerade la Misa, «Phase» 135 (1983) 187-203; Ramos, M. - Tena, P. - Aldazábal, J., El culto

eucarístico, Cuadernos «Phase», CPL, Barcelona 1990; Roche, J., Le culte du Saint-Sacrementhors Messe, «Esprit et vie» 92 (1982) 273-281; Sadoux, D.-Gervais, P., L'adorationeucharistique, «Vie consacrée» (1983) 85-97; Sayés, J. A., La presencia real de Cristo en laEucaristía, BAC 386, Madrid 1976; Solano, J., Textos eucarísticos primitivos, BAC 88 y 118,Madrid 19782 y 19792; Tena, P., La adoración eucarística. Teología y espiritualidad, «Phase»135 (1983) 205-218; Tena, P. - González, C. - Alvarez, L. F. - Dalla Mutta, R. - Sirboni, S. -Morin, G., Adorar a Jesucristo eucarístico, Cuadernos «Phase», CPL, Barcelona 1994; VanDoren, Dom Rombaut, La réserve eucaristique, «Questions Liturgiques» 63 (1982) 234-242;Vassali, G. - Núñez, E. G. - R. Fortin, R., Culte de la Présence réelle et Magistère, DSp IV,1637-1648.

Page 56: Subsidio Corpus Christi 2010

5/10/2018 Subsidio Corpus Christi 2010 - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/subsidio-corpus-christi-2010 56/77

 

56

12- Maestros Espiritualesde la devoción a la Eucaristía

l más grande teólogo de la devoción a la Eucaristía es santo Tomás de Aquino(1224-1274). Según datos históricos exactos, sabemos que santo Tomás era en sucomunidad dominica «el primero en levantarse por la noche, e iba a postrarse

ante el Santísimo Sacramento. Y cuando tocaban a maitines, antes de que formasenfila los religiosos para ir a coro, se volvía sigilosamente a su celda para que nadie lonotase. El Santísimo Sacramento era su devoción predilecta. Celebraba todos losdías, a primera hora de la mañana, y luego oía otra misa o dos, a las que servía confrecuencia» (S. Ramírez, Suma Teológica, BAC 29, 1957,57*).Él compuso, por encargo del Papa, el maravilloso texto litúrgico del Oficio delCorpus: Pange lingua, Sacris solemniis, Lauda Sion, etc (Sisto Terán, Santo Tomás,poeta del Santísimo Sacramento, Univ. Católica, Tucumán 1979). La tradición

iconográfica suele representarle con el sol de la Eucaristía en el pecho. Un cuadro deRubens, en el Prado, «la procesión del Santísimo Sacramento», presenta, entre variossantos, a santa Clara con la custodia, y junto a ella a santo Tomás, explicándole elMisterio. Sobre la tumba de éste, en Toulouse, en la iglesia de san Fermín, unaestatua le representa teniendo en la mano derecha el Santísimo Sacramento.Desde el siglo XIII, los grandes maestros espirituales han enseñado siempre la relaciónprofunda que existe entre la Eucaristía -celebrada y adorada- y la configuraciónprogresiva a Jesucristo. Recordaremos sólo a algunos.Guiard de Laon, el doctor eucarístico, relacionado con Juliana de Mont-Cornillon y elmovimiento eucarístico de Lieja, publica hacia 1222 De XII fructibus venerabilissacramenti. San Buenaventura (+1274) expresa su franciscana devoción eucarística en

De sanctissimo corpore Christi, partiendo de los seis grandes símbolos eucarísticosanticipados en el Antiguo Testamento. El franciscano Roger Bacon (+1294), laterciaria franciscana santa Ángela de Foligno (+1309), los dominicos Jean Taulero(+1361) y Enrique Suso (+1365), el canciller de la universidad de París, Jean Gerson(+1429), Dionisio el cartujano, el doctor extático (+1471), se distinguen también porla centralidad de la devoción eucarística en su espiritualidad. La Devotio moderna,tan importante en la espiritualidad de los siglos XIV y XV, es también netamenteeucarística. Podemos comprobarlo, por ejemplo, en el libro IV de la Imitación deCristo, De Sacramento Corporis Christi.Esta relación de maestros espirituales acentuadamente eucarísticos podría alargarsehasta nuestro tiempo. Pero aquí sólamente haremos mención especial de algunossantos de los últimos siglos.

En el XVI, pocos hacen tanto por difundir entre el pueblo cristiano el amor alSacramento como san Ignacio de Loyola (1491-1556). En seguida de su conversión,estando en Manresa (1522-1523), en la Misa, «alzándose el Corpus Domini, vio con losojos interiores... vio con el entendimiento claramente cómo estaba en aquelSantísimo Sacramento Jesucristo nuestro Señor» (Autobiografía, 29).Recordemos también las visiones que tiene de la divina Trinidad, con tantas lágrimas,en la celebración de la Misa, y «acabando la Misa», al «hacer oración al CorpusDomini», estando en el «lugar del Santísimo Sacramento» (Diario espiritual 34: 6-III-1544).No es extraño, pues, que san Ignacio fomentara tanto en el pueblo la devoción a laEucaristía. Así lo hizo, concretamente, con sus paisanos de Azpeitia. En efecto,cuando Paulo III, en 1539, aprueba con Bula la Cofradía del Santísimo Sacramentofundada por el dominico Tomás de Stella en la iglesia dominicana de la Minerva, SanIgnacio se apresura a comunicar esta gracia a los de Azpeitia, y en 1540 les escribe:

E

Page 57: Subsidio Corpus Christi 2010

5/10/2018 Subsidio Corpus Christi 2010 - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/subsidio-corpus-christi-2010 57/77

 

57

«ofreciéndose una gran obra, que Dios N. S. ha hecho por un fraile dominico, nuestromuy grande amigo y conocido de muchos años, es a saber, en honor y favor delsantísimo Sacramento, determiné de consolar y visitar vuestras ánimas in SpirituSancto con esa Bula que el señor bachiller [Antonio Araoz] lleva» (VIII/IX-1540). Losjesuitas, fieles a este carisma original, serán después unos de los mayores difusoresde la piedad eucarística, por las Congregaciones Marianas y por muchos otros medios,como el Apostolado de la Oración.Santa Teresa de Jesús (1515-1582), en el mismo siglo, tiene también una vidaespiritual muy centrada en el Santísimo Sacramento. Ella, que tenía especialdevoción a la fiesta del Corpus (Vida 30,11), refiere que en medio de sus tentaciones,cansancios y angustias, «algunas veces, y casi de ordinario, al menos lo más continuo,en acabando de comulgar descansaba; y aun algunas, en llegando a el Sacramento,luego a la hora quedaba tan buena, alma y cuerpo, que yo me espanto» (30,14).Confiesa con frecuencia su asombro enamorado ante la Majestad infinita de Dios,hecha presente en la humildad indecible de una hostia pequeña: «y muchas vecesquiere el Señor que le vea en la Hostia» (38,19). «Harta misericordia nos hace atodos, que quiere entienda [el alma] que es Él el que está en el Santísimo

Sacramento» (Camino Esc. 61,10).La Eucaristía, para el alma y para el cuerpo, es el pan y la medicina de Teresa:«¿pensáis que no es mantenimiento aun para estos cuerpos este santísimo Manjar, ygran medicina aun para los males corporales? Yo sé que lo es» (Camino Vall. 34,7; +elpan nuestro de cada día: 33-34).Ella se conmueve ante la palabra inefable del Cantar de los Cantares, «bésame conbeso de tu boca» (1,1): «¡Oh Señor mío y Dios mío, y qué palabra ésta, para que ladiga un gusano de su Criador!». Pero la ve cumplida asombrosamente en laEucaristía: «¿Qué nos espanta? ¿No es de admirar más la obra? ¿No nos llegamos alSantísimo Sacramento?» (Conceptos del Amor de Dios 1,10). La comunión eucarísticaes un abrazo inmenso que nos da el Señor.Para santa Teresa, fundar un Carmelo es ante todo encender la llama de un nuevo

Sagrario. Y esto es lo que más le conforta en sus abrumadores trabajos de fundadora:«para mí es grandísimo consuelo ver una iglesia más adonde haya SantísimoSacramento» (Fundaciones 3,10). «Nunca dejé fundación por miedo de trabajo,considerando que en aquella casa se había de alabar al Señor y haber SantísimoSacramento... No lo advertimos estar Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre,como está, en el Santísimo Sacramento en muchas partes, grande consuelo nos habíade ser» (18,5). Hecha la fundación, la inauguración del Sagrario es su máximo premioy gozo: «fue para mí como estar en una gloria ver poner el Santísimo Sacramento»(36,6).Por otra parte, Teresa sufre y se angustia a causa de las ofensas inferidas alSacramento. Nada le duele tanto.

Mucho hemos de rezar y ofrecer para que «no vaya adelante tan grandísimo mal ydesacatos como se hacen en los lugares adonde estaba este Santísimo Sacramentoentre estos luteranos, deshechas las iglesias, perdidos tantos sacerdotes, quitados lossacramentos» (Camino Perf. Vall. 35,3)... «parece que le quieren ya tornar a echardel mundo» (ib. Esc. 62,63; +58,2).Pero aún le horrorizan más a Teresa las ofensas a la Eucaristía que proceden de losmalos cristianos: «Tengo por cierto habrá muchas personas que se llegan al SantísimoSacramento -y plega al Señor yo mienta- con pecados mortales graves» (ConceptosAmor de Dios 1,11).En la España de ese tiempo, la devoción eucarística está ya plenamente arraigada enel pueblo cristiano. San Juan de Ribera (1532-1611), obispo de Valencia, en una cartaa los sacerdotes les escribe: «Oímos con mucho consuelo lo que muchos de vosotros

me han escrito, afirmándome que está muy introducida la costumbre de saludarse

Page 58: Subsidio Corpus Christi 2010

5/10/2018 Subsidio Corpus Christi 2010 - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/subsidio-corpus-christi-2010 58/77

 

58

unas personas a otras diciendo: Alabado sea el Santísimo Sacramento. Esto mismodeseo que se observe en todo nuestro arzobispado» (28-II-1609).En Francia, en el siglo XVII, las más altas revelaciones privadas que recibió santaMargarita María de Alacoque (1647-1690), religiosa de la Visitación, acerca delSagrado Corazón se produjeron estando ella en adoración del Santísimo expuesto.Y como ella misma refiere, esa devoción inmensa a la Eucaristía la tenía ya de joven,antes de entrar religiosa, cuando todavía vivía al servicio de personas que le eranhostiles: «ante el Santísimo Sacramento me encontraba tan absorta que jamás sentíacansancio. Hubiera pasado allí los días enteros con sus noches sin beber, ni comer ysin saber lo que hacía, si no era consumirme en su presencia, como un cirio ardiente,para devolverle amor por amor. No me podía quedar en el fondo de la iglesia, y porconfusión que sintiese de mí misma, no dejaba de acercarme cuanto pudiera alSantísimo Sacramento» (Autobiografía 13).De hecho, la devoción al Corazón de Jesús, desde sus mismos inicios, ha sido siempreacentuadamente eucarística, y por causas muy profundas, como subraya el Magisterio(Pío XII, 1946, Haurietis aquas, 20, 35; Pablo VI, cta. apost. Investigabiles divitias 6-II-1965).

En el siglo siguiente, en el XVIII, podemos recordar la gran devoción eucarística desan Pablo de la Cruz (+1775), el fundador de los Pasionistas. Él, como declara en suDiario espiritual, «deseaba morir mártir, yendo allí donde se niega el adorabilísimomisterio del Santísimo Sacramento» (26-XII-1720). Captaba en la Eucaristía de talmodo la majestad y santidad de Cristo, que apenas le era posible a veces mantenerseen la iglesia: «decía yo a los ángeles que asisten al adorabilísimo Misterio que mearrojasen fuera de la iglesia, pues yo soy peor que un demonio. Sin embargo, laconfianza en mi Esposo sacramentado no se me quita: le decía que se acuerde de loque me ha dejado en el santo Evangelio, esto es, que no ha venido a llamar a losjustos, sino a los pecadores» (Diario 5-XII-1720).En cuanto al siglo XIX, recordemos al santo Cura de Ars (1786-1859). Juan XXIII, en laencíclica Sacerdote Nostri primordia, de 1959, en el centenario del santo, hace un

extenso elogio de esa devoción: «La oración del Cura de Ars que pasó, digámoslo así,los últimos treinta años de su vida en su iglesia, donde le retenían sus innumerablespenitentes, era sobre todo una oración eucarística. Su devoción a nuestro Señor,presente en el Santísimo Sacramento, era verdaderamente extraordinaria: Allí está,solía decir» (16).Otro gran modelo de piedad eucarística en ese mismo siglo es san Antonio MaríaClaret (1807-1870), fundador de los Misioneros del Inmaculado Corazón de María, losclaretianos. En su Autobiografía refiere: cuando era niño, «las funciones que más megustaban eran las del Santísimo Sacramento» (37). Su iconografía propia lerepresenta a veces con una Hostia en el pecho, como si él fuera una custodiaviviente.

Esto es a causa de un prodigio que él mismo refiere en su Autobiografía: el 26 deagosto de 1861, «a las 7 de la tarde, el Señor me concedió la gracia grande de laconservación de las especies sacramentales, y tener siempre, día y noche, elSantísimo Sacramento en el pecho» (694). Gracia singularísima, de la que él mismono estaba seguro, hasta que el mismo Cristo se la confirma el 16 de mayo de 1862, demadrugada: «en la Misa, me ha dicho Jesucristo que me había concedido esta graciade permanecer en mi interior sacramentalmente» (700). El Señor, por otra parte, lehace ver que una de las devociones fundamentales para atajar los males queamenazan a España es la devoción al Santísimo Sacramento (695).

Frutos de la piedad eucarísticaEl desarrollo de la piedad eucarística ha producido en la Iglesia inmensos frutos

espirituales. Los ha producido en la vida interior y mística de todos los santos; porcitar algunos: Juan de Ávila, Teresa, Ignacio, Pascual Bailón, María de la

Page 59: Subsidio Corpus Christi 2010

5/10/2018 Subsidio Corpus Christi 2010 - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/subsidio-corpus-christi-2010 59/77

 

59

Encarnación, Margarita María, Pablo de la Cruz, Eymard, Micaela, Antonio MaríaClaret, Foucauld, Teresa de Calcuta, etc. Ellos, con todo el pueblo cristiano,contemplando a Jesús en la Eucaristía, han experimentado qué verdad es lo que dicela Escritura: «contemplad al Señor y quedaréis radiantes» (Sal 33,6).Pero la devoción eucarística ha producido también otros maravillosos frutos, que sedan en la suscitación de vocaciones sacerdotales y religiosas, en la educacióncristiana de los niños, en la piedad de los laicos y de las familias, en la promoción deobras apostólicas o asistenciales, y en todos los otros campos de la vida cristiana. Es,pues, una espiritualidad de inmensa fecundidad. «Por sus frutos los conoceréis» (Mt7,20).Hoy, por ejemplo, en Francia, los movimientos laicales con más vitalidad, y aquellosque más vocaciones sacerdotales y religiosas suscitan, como Emmanuel, secaracterizan por su profunda piedad eucarística.En las Comunidades de las Bienaventuranzas, concretamente, compuestas en sumayor parte por laicos, se practica la adoración continua todo el día. Iniciadas hacia1975, reunen hoy unos 1.200 miembros en unas 70 comunidades, que estándistribuidas por todo el mundo. Y recordemos también la Orden de los laicos

consagrados (Angot, Las casas de adoración).

¿Deficiencias en la piedad eucarística?

La sagrada Eucaristía es en la Iglesia el misterio más grandioso, es el misterio porexcelencia: mysterium fidei. Excede absolutamente la capacidad intelectual de losteólogos, que balbucean cuando intentan explicaciones conceptuales. Y también esinefable para los más altos místicos, que se abisman en su luz transformante.No es, pues, extraño que, al paso de los siglos, las devociones eucarísticas hayanincurrido a veces en acentuaciones o visiones parciales, que no alcanzan a abarcararmoniosamente toda la plenitud del misterio. No se trata en esto de erroresdoctrinales, pero sí de costumbres piadosas que expresan y que inducenacentuaciones excesivamente parciales del misterio inmenso de la Eucaristía. Escribeacerca de esto Pere Tena:«"El Espíritu de verdad os guiará hasta la verdad completa" (Jn 16,13)... Desde laprimitiva comunidad de Jerusalén, que partía el pan por las casas y tomaba alimentocon alegría y simplicidad de corazón (Hch 2,46), hasta la solemne misa conclusiva deun Congreso Eucarístico internacional, pasando por las asambleas dominicales de lasparroquias y por las prolongadas adoraciones eucarísticas de las comunidadesreligiosas especialmente dedicadas a ello, la realidad de la Eucaristía se ha vistoconstantemente profundizada, y continúa siendo fuente renovada de vigor cristiano.«Esto no significa que en todo momento haya habido, o haya en la actualidad incluso,una armonía perfecta de los diversos aspectos (...) Un aspecto legítimo de la

Eucaristía puede, en determinadas circunstancias espirituales, adquirir tal intensidady tal valoración unilateral, que llegue casi a relegar a un segundo plano los aspectosmás fundamentales y fontales del misterio. Pero estas desviaciones de atención noniegan el valor de acentuación que tal aspecto concreto representa para lacomprensión de la Eucaristía, ni pueden ser relegados al olvido tales aspectos en lapráctica histórica de la comunidad eclesial, una vez han entrado a formar parte delpatrimonio de las expresiones de la fe cristiana» (205-206).Es una trampa dialéctica, en la que ciertamente no pensamos caer, decir: «cuantomás se centren los fieles en el Sacramento, menos valorarán el Sacrificio»; «cuantomás capten la presencia de Cristo en la Eucaristía, menos lo verán en la Palabradivina o en los pobres»; etc. Un san Luis María Grignion de Montfort, por ejemplo, yaconoció ampliamente este tipo de falsas contraposiciones -«a mayor devoción aMaría, menos devoción a Jesús»-, y las refutó con gran fuerza.

Page 60: Subsidio Corpus Christi 2010

5/10/2018 Subsidio Corpus Christi 2010 - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/subsidio-corpus-christi-2010 60/77

 

60

No. En la teoría y también en la práctica, es decir, de suyo y en la inmensa mayoríade los casos, «a más amor a la Virgen, más amor a Cristo», «donde hay mayordevoción al Sacramento, hay más y mejor participación en el Sacrificio», «a máscaptación de la presencia de Cristo en la Eucaristía, mayor facilidad para reconocerloen la Palabra divina o en los pobres».¿Cómo puede contraponerse en serio, concretamente, devoción a Cristo en laEucaristía y devoción servicial a los pobres? ¿Qué dirían de tal aberración Micaela delSantísimo Sacramento, Charles de Foucauld o Teresa de Calcuta?... Son trampasdialécticas sin fundamento alguno doctrinal o práctico. Pablo VI, por el contrario,afirma que «el culto de la divina Eucaristía mueve muy fuertemente el ánimo acultivar el amor social», y explica cómo y por qué (Mysterium fidei 38).Siempre se ha entendido así. El artículo 15 de los Estatutos de la Compañía delSantísimo Sacramento, fundada en Francia el 1630, dispone que «el objeto de lacaridad de los hermanos serán los hospitales, prisiones, enfermos, pobresvergonzantes, todos aquellos que están necesitados de ayuda», etc. (DSp II/2, 1302).El venerable Alberto Capellán (1888-1965), labrador, padre de ocho hijos, miembrode la Adoración Nocturna, en la que pasa 660 noches ante el Santísimo, escribe:

«Dios me encomendó la misión de recoger a los pobres por la noche». Hace unrefugio, y desde 1928 hasta su muerte acoge a pobres y les atiende personalmente(G. Capellán, La lucha que hace grande al hombre. El venerable Alberto CapellánZuazo, c/ Ob. Fidel 1, 26004 Logroño, 1998).La madre Teresa de Calcuta refiere en una ocasión: «En el Capítulo General quetuvimos en 1973, las hermanas [Misioneras de la Caridad] pidieron que la Adoraciónal Santísimo, que teníamos una vez por semana, pasáramos a tenerla cada día, apesar del enorme trabajo que pesaba sobre ellas. Esta intensidad de oración ante elSantísimo ha aportado un gran cambio en nuestra Congregación. Hemosexperimentado que nuestro amor por Jesús es más grande, nuestro amor de unas porotras es más comprensivo, nuestro amor por los pobres es más compasivo y nosotrastenemos el doble de vocaciones» («Reino de Cristo» I-1987).

Ahora bien, ¿significa todo eso que la devoción eucarística, al paso de los siglos, dehecho, no ha sufrido deficiencias o desviaciones? Por supuesto que las ha sufrido, ymuchas, como todas las instituciones de la Iglesia. Pero ¿el monacato, la educacióncatólica, las misiones, la misma celebración de la Misa, el clero diocesano, la familiacristiana, no han sufrido deficiencias y desviaciones muy graves en el curso de lossiglos? «El que de vosotros esté sin pecado, arroje la piedra el primero» contra lapiedad eucarística (Jn 8,7).El monacato, por ejemplo, ha conocido en su historia desviaciones o deficiencias muyconsiderables. En la historia del monacato ha habido ascetismos asilvestrados,vagancias ignorantes, erudiciones sin virtud, semipelagianismos furibundos,condenaciones maniqueas de la vida seglar, romanticismos del claustro y del

desierto, etc. Pero no por eso dejamos de considerar la vida monástica como unaforma maravillosa de realizar el Evangelio. Nada nos cuesta admitir que en esa formade vida admirable han florecido santos de entre los más grandes de la Iglesia. Y no senos ocurre decir de la vida monástica lo que alguno ha dicho de la piedad eucarística:que «aunque legítima, está fundada en una visión parcial del misterio» cristiano, porlo que «está expuesta a tambalearse por sí sola, si se pone en contraste con formasde vida cristiana más plenas», sobre todo cuando «se funda más en el sentimientoque en la razón». Por el contrario, nosotros decimos simplemente y con todasinceridad que la vida monástica -aunque no ignoramos sus diversas deficienciashistóricas- es una de las maneras más bellas y santificantes de vivir el Evangelio.

Hubo deficiencias

Page 61: Subsidio Corpus Christi 2010

5/10/2018 Subsidio Corpus Christi 2010 - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/subsidio-corpus-christi-2010 61/77

 

61

Pues bien, es evidente que en la historia de la devoción eucarística, según tiempos ylugares, se han dado desviaciones, acentuaciones excesivamente unilaterales, inclusoerrores y abusos, unas veces en las exposiciones doctrinales, otras en las costumbresprácticas. Y por eso ahora, al tratar aquí de la espiritualidad eucarística, esnecesario que señalemos esas deficiencias, al menos las que estimamos másimportantes.En efecto, una acentuación parcial de la Presencia real eucarística ha llevado enocasiones a devaluar otras modalidades de la presencia de Cristo en la Iglesia: en laPalabra, por ejemplo, o en los pobres o en la misma inhabitación.Otras veces la devoción centrada en la Presencia real ha dejado en segundo planoaspectos fundamentales de la Eucaristía, entendida ésta, por ejemplo, comomemorial de la pasión y de la resurrección de Cristo, como actualización delsacrificio de la redención, como signo y causa de la unidad de la Iglesia, etc.Los fieles, entonces, más o menos conscientemente, consideran que la Misa secelebra ante todo y principalmente para conseguir esa presencia real de Jesucristo.Olvidando en buena medida que la Misa es ante todo el memorial del Sacrificio de laredención, «la Eucaristía se ha transformado en una epifanía, la venida del Señor,

que aparece entre los hombres y les distribuye sus gracias. Y los hombres se hanreunido en torno al altar para participar de estas gracias» (Jungmann I,157).En esta perspectiva, no se relaciona adecuadamente la presencia real de Cristo y lacelebración del sacrificio eucarístico, de donde tal presencia se deriva.No siempre se ha entendido tampoco, como se entendía en la antigüedad, que lareserva de la Eucaristía se realiza principalmente para hacer posible fuera de la Misala comunión de enfermos y ausentes.Esto ha dado lugar, en ocasiones, a una multiplicación inconveniente de sagrarios enuna misma casa, orientando así la reserva casi exclusivamente a la devoción.En algunos tiempos y lugares la veneración a la Presencia real se ha estimado enforma tan prevalente que las Misas más solemnes se celebran ante el Santísimoexpuesto (+Jungmann I,164).

Con relativa frecuencia, por otra parte, la solemnización sensible de la presencia realde Cristo en el Sacramento -cantos, órgano, número de cirios encendidos, uso delincienso- ha sido notablemente superior a la empleada en la celebración misma delSacrificio.Y a veces, en lugar de exponer la sagrada Hostia sobre el altar, según la tradiciónprimera, que expresa bien la unidad entre Sacrificio y Sacramento, se ha expuesto elSantísimo en ostensorios monumentales, muy distantes del altar y mucho más altosque éste.

Deficiencias del lenguaje piadoso

Otra cuestión, especialmente delicada, es la del lenguaje de la devoción a laEucaristía. También aquí ha habido deficiencias considerables, sobre todo en laépoca barroca.«¡Oh, Jesús Sacramentado, divino prisionero del Sagrario! Acudimos a Vos, que en eltrono del sagrario te dignas recibir el rendimiento de nuestra pleitesía», etc.No debemos ironizar, sin embargo, sobre estas efusiones eucarísticas piadosas, tanfrecuentes en los libros de Visitas al Santísimo y de Horas santas. Son perfectamentelegítimas, desde el punto de vista teológico. Merecen nuestro respeto y nuestroafecto. Han sido empleadas por muchos santos. Han servido para alimentar eninnumerables cristianos un amor verdaderamente profundo a Jesucristo en laEucaristía. Y más que expresiones inexactas, son simplemente obsoletas.Por lo demás, los cristianos de hoy, en lo referente a la devoción eucarística, no

estamos en condiciones de mirar por encima del hombro a nuestros antepasados. Alatardecer de nuestra vida, vamos a ser juzgados en el amor, más bien que por la

Page 62: Subsidio Corpus Christi 2010

5/10/2018 Subsidio Corpus Christi 2010 - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/subsidio-corpus-christi-2010 62/77

 

62

calidad estética y teológica de nuestras fórmulas verbales o de nuestros signosexpresivos.Pero tampoco debemos ignorar que, no pocas veces hoy, la sensibilidad de loscristianos, por grande que sea su amor a la Eucaristía, suele encontrarse muydistante de esas expresiones de piedad. Hoy, quizá, el sentimiento religioso, almenos en ciertas cuestiones, está bastante más próximo a la Antigüedad patrística ya la Edad Media o al Renacimiento, que al Barroco o al Romanticismo. También en lasdevociones eucarísticas.Recordemos, por ejemplo, la ternura tan elegante de la devoción franciscana haciael Misterio eucarístico. Recordemos el temple bíblico y litúrgico, así como laprofundidad teológica y la altura mística de las oraciones eucarísticas de santo Tomáso de santa Catalina de Siena... Por eso, entre los autores del siglo XX, las expresionesdevocionales de mayor calidad teológica y estética hacia la Eucaristía las hallamosjustamente en aquellos autores, como los benedictinos Dom Marmion o Dom Vonier,que están más vinculados a la inspiración bíblica y litúrgica, y a la tradición teológicay mística de la Edad Media.

Deficiencias históricas

Pero, volviendo a la cuestión central, todas éstas son deficiencias históricas -que enseguida veremos corregidas por la renovación litúrgica moderna-, y en modo algunonos llevan a pensar que la piedad eucarística es en sí misma deficiente. Alguno, sinembargo, arrogándose la representación del movimiento litúrgico, se expresa como silo fuera:«El movimiento litúrgico ha reconocido que [la piedad eucarística] se trata de unapiedad legítima, fundada empero en una visión parcial del misterio de la eucaristía;por esto mismo dicha piedad está expuesta por sí sola a tambalearse cuando se lacontrasta con cualquier forma de espiritualidad que ofrezca una visión completa delmisterio de Cristo, del mismo modo que están expuestas a perder actualidad otrasdevociones que tengan una visión parcial de la historia de la salvación, sobre todo lasque se fundan más en el sentimiento que en la razón [sic; querrá decir que en la fe]»(subrayados nuestros).¿Cómo se puede decir que la devoción eucarística, la devoción predilecta deFrancisco y Clara, de Tomás e Ignacio, de Margarita María, de Antonio María, deFoucauld o de Teresa de Calcuta, la mil veces aprobada y recomendada por elMagisterio apostólico, la piedad tan hondamente vivida por el pueblo cristiano en losúltimos ocho siglos, está fundada en una visión parcial del misterio de la fe, se apoyamás en el sentimiento que en la fe, y en sí misma se tambalea? Y por otra parte, ¿quéfin cauteloso se pretende al declarar legítima una devoción que se juzga de tan malacalidad?

Renovación actual de la piedad eucarísticaEl movimiento litúrgico y el Magisterio apostólico, por obra como siempre del EspírituSanto, al profundizar más y más en la realidad misteriosa de la Eucaristía, hanrenovado maravillosamente la doctrina y la disciplina del culto eucarístico.Por lo que al Magisterio se refiere, los documentos más importantes sobre el temahan sido la encíclica de Pío XII Mediator Dei (1947), la constitución conciliarSacrosanctum Concilium (1963), la encíclica de Pablo VI Mysterium fidei (1965), muyespecialmente la instrucción Eucharisticum mysterium (1967) y el Ritual para lasagrada comunión y el culto a la Eucaristía fuera de la Misa, publicado en castellanoen 1974. Y la exhortación apostólica de Juan Pablo II, Dominicæ Cenæ (1980). La

devoción y el culto a la Eucaristía, en fin, es recomendada a todos los fieles en elCatecismo de la Iglesia Católica (1992: 1378-1381).

Page 63: Subsidio Corpus Christi 2010

5/10/2018 Subsidio Corpus Christi 2010 - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/subsidio-corpus-christi-2010 63/77

 

63

Diversas modalidades de la presencia de Cristo en suIglesia

El Concilio Vaticano II, en su constitución sobre la liturgia, Sacrosanctum Concilium,da una enseñanza de suma importancia para la espiritualidad cristiana:«Cristo está siempre presente a su Iglesia, sobre todo en la acción litúrgica. Estápresente en el sacrificio de la Misa, sea en la persona del ministro, "ofreciéndoseahora por ministerio de los sacerdotes el mismo que entonces se ofreció en la cruz"[Trento], sea sobre todo bajo las especies eucarísticas. Está presente con su virtuden los sacramentos, de modo que cuando alguien bautiza, es Cristo quien bautiza [S.Agustín]. Está presente en su palabra, pues cuando se lee en la Iglesia la SagradaEscritura, es Él quien habla. Está presente, por último, cuando la Iglesia suplica ycanta salmos, el mismo que prometió: "donde están dos o tres congregados en minombre, allí estoy yo en medio de ellos" (Mt 18,20)» (7).Pablo VI, en su encíclica Mysterium fidei, hace una enumeración semejante de losmodos de la presencia de Cristo, añadiendo: está presente a su Iglesia«que ejerce las

obras de misericordia», a su Iglesia «que predica», «que rige y gobierna al pueblo deDios» (19-20). Y finalmente dice: «Pero es muy distinto el modo, verdaderamentesublime, con el que Cristo está presente a su Iglesia en el sacramento de laEucaristía... Tal presencia se llama real no por exclusión, como si las otras no fueranreales, sino por antonomasia, porque es también corporal y sustancial, ya que porella ciertamente se hace presente Cristo, Dios y hombre, entero e íntegro» (21-22;+Ritual 6).Y aún se podría hablar de otros modos reales de la presencia. La inhabitación deCristo en el justo que le ama es real, según Él mismo lo dice: «si alguno me ama...vendremos a él, y en él haremos morada» (Jn 14,23).En cuanto a la presencia de Cristo en los pobres, fácilmente se aprecia que es de otroorden. Tanto les ama, que nos dice: «lo que les hagáis, a mí me lo hacéis» (+Mt

25,34-46). En un pobre, sin embargo, que no ama a Cristo, no se da, sin duda, esapresencia real de inhabitación.Pues bien, la configuración de una espiritualidad cristiana concreta se derivaprincipalmente de su modo de captar las diversas maneras de la presencia de Cristo.Desde luego, toda espiritualidad cristiana ha de creer y ha de vivir con verdaderadevoción todos los modos de la presencia de Cristo. Pero es evidente que cadaespiritualidad concreta tiene su estilo propio en la captación de esas presencias. Hayespiritualidades más o menos sensibles a la presencia de Cristo en la Escritura, en laEucaristía, en la inhabitación, en los sacramentos, en los pobres, etc. Ahora bien, sila presencia de Cristo por antonomasia está en la Eucaristía, toda espiritualidadcristiana, con uno u otro acento, deberá poner en ella el centro de su devoción.

El fundamento primero de la adoración

La Iglesia cree y confiesa que «en el augusto sacramento de la Eucaristía, después dela consagración del pan y del vino, se contiene verdadera, real y substancialmentenuestro Señor Jesucristo, verdadero Dios y hombre, bajo la apariencia de aquellascosas sensibles» (Trento 1551: Dz 874/1636).La divina Presencia real del Señor, éste es el fundamento primero de la devoción ydel culto al Santísimo Sacramento. Ahí está Cristo, el Señor, Dios y hombreverdadero, mereciendo absolutamente nuestra adoración y suscitándola por la accióndel Espíritu Santo. No está, pues, fundada la piedad eucarística en un puro

sentimiento, sino precisamente en la fe. Otras devociones, quizá, suelen llevar en suejercicio una mayor estimulación de los sentidos -por ejemplo, el servicio de caridada los pobres-; pero la devoción eucarística, precisamente ella, se fundamenta muy

Page 64: Subsidio Corpus Christi 2010

5/10/2018 Subsidio Corpus Christi 2010 - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/subsidio-corpus-christi-2010 64/77

 

64

exclusivamente en la fe, en la pura fe sobre el Mysterium fidei («præstet fidessupplementum sensuum defectui»: que la fe conforte la debilidad del sentido; Pangelingua).Por tanto, «este culto de adoración se apoya en una razón seria y sólida, ya que laEucaristía es a la vez sacrificio y sacramento, y se distingue de los demás en que nosólo comunica la gracia, sino que encierra de un modo estable al mismo Autor deella.«Cuando la Iglesia nos manda adorar a Cristo, escondido bajo los velos eucarísticos, ypedirle los dones espirituales y temporales que en todo tiempo necesitamos,manifiesta la viva fe con que cree que su divino Esposo está bajo dichos velos, leexpresa su gratitud y goza de su íntima familiaridad» (Mediator Dei 164).El culto eucarístico, ordenado a los cuatro fines del santo Sacrificio, es culto dirigidoal glorioso Hijo encarnado, que vive y reina con el Padre, en la unidad del EspírituSanto, por los siglos de los siglos. Es, pues, un culto que presta a la santísimaTrinidad la adoración que se le debe (+Dominicæ Cenæ 3).

Sacrificio y Sacramento

Puede decirse que «para ordenar y promover rectamente la piedad hacia el santísimosacramento de la Eucaristía [lo más importante] es considerar el misterio eucarísticoen toda su amplitud, tanto en la celebración de la Misa, como en el culto a lassagradas especies» (Ritual 4).Juan Pablo II insiste en este aspecto: «No es lícito ni en el pensamiento, ni en lavida, ni en la acción quitar a este Sacramento, verdaderamente santísimo, sudimensión plena y su significado esencial. Es al mismo tiempo Sacramento-Sacrificio,Sacramento-Comunión, Sacramento-Presencia» (Redemptor hominis 20).Ya Pío XII orienta en esta misma dirección su doctrina sobre la devoción eucarística(cf. Discurso al Congreso internacional de pastoral litúrgica, de Asís (A.A.S. 48, 1956,

771-725).Esta doctrina ha sido central, concretamente, en la disciplina renovada del culto a laEucaristía. «Los fieles, cuando veneran a Cristo presente en el Sacramento,recuerden que esta presencia proviene del Sacrificio y se ordena al mismo tiempo ala comunión sacramental y espiritual» (Ritual 80).Lógicamente, pues, «se prohibe la celebración de la Misa durante el tiempo en queestá expuesto el santísimo Sacramento en la misma nave de la iglesia» (ib. 83).Esa íntima unión entre Sacrificio y Sacramento se expresa, por ejemplo, en el hechode que, al final de la exposición, el ministro «tomando la custodia o el copón, haceen silencio la señal de la Cruz sobre el pueblo» (ib. 99). El Corpus Christi de lacustodia es el mismo cuerpo ofrecido por nosotros en el sacrificio de la redención: elmismo cuerpo que ahora está resucitado y glorioso.

Devoción eucarística y comunión

La presencia eucarística de Cristo siempre «se ordena a la comunión sacramental yespiritual» (Ritual 80). En efecto, la Eucaristía como sacramento estáintrínsecamente orientada hacia la comunión. Las mismas palabras de Cristo lo hacenentender así: «tomad, comed, esto es mi cuerpo, entregado por vosotros».Consiguientemente, la finalidad primera de la reserva es hacer posible,principalmente a los enfermos, la comunión fuera de la Misa. En el sagrario. como enla Misa, Cristo sigue siendo «el Pan vivo bajado del cielo».En efecto, «el fin primero y primordial de la reserva de las sagradas especies fuera

de la misa es la administración del Viático; los fines secundarios son la distribuciónde la comunión y la adoración de Nuestro Señor Jesucristo, presente en el

Page 65: Subsidio Corpus Christi 2010

5/10/2018 Subsidio Corpus Christi 2010 - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/subsidio-corpus-christi-2010 65/77

 

65

Sacramento. Pues la reserva de las especies sagradas para los enfermos haintroducido la laudable costumbre de adorar este manjar del cielo conservado en lasiglesias» (Ritual 5).Según eso, en la Eucaristía, Cristo está dándose, está entregándose como pan vivoque el Padre celestial da a los hombres. Y sólo podemos recibirlo en la fe y en elamor. Así es como, ante el sagrario, nos unimos a Él en comunión espiritual. En laadoración eucarística Él se entrega a nosotros y nosotros nos entregamos a Él. Y en lamedida en que nos damos a Él, nos damos también a los hermanos.«En la sagrada Eucaristía -dice el Vaticano II- se contiene todo el tesoro espiritual dela Iglesia, es decir, el mismo Cristo, nuestra Pascua y Pan vivo, que, mediante sucarne vivificada y vivificante por el Espíritu Santo, da vida a los hombres,invitándolos así y estimulándolos a ofrecer sus trabajos, la creación entera y a símismos en unión con él» (Presbiterorum ordinis 5).La adoración eucarística, por tanto, ha de tener siempre forma de comuniónespiritual. Y según eso, «acuérdense [los fieles] de prolongar por medio de la oraciónante Cristo, el Señor, presente en el Sacramento, la unión con él conseguida en laComunión, y renovar la alianza que les impulsa a mantener en sus costumbres y en su

vida la que han recibido en la celebración eucarística por la fe y el Sacramento»(Ritual 81).

Adoración eucarística y vida espiritual

La piedad eucarística ha de marcar y configurar todas las dimensiones de la vidaespiritual cristiana. Y esto ha de vivirse tanto en la devoción más interior como en lamisma vida exterior.En lo interior. «La piedad que impulsa a los fieles a adorar a la santa Eucaristía loslleva a participar más plenamente en el Misterio pascual y a responder conagradecimiento al don de aquel que, por medio de su humanidad, infunde

continuamente la vida en los miembros de su Cuerpo. Permaneciendo ante Cristo, elSeñor, disfrutan de su trato íntimo, le abren su corazón por sí mismos y por todos lossuyos, y ruegan por la paz y la salvación del mundo. Ofreciendo con Cristo toda suvida al Padre en el Espíritu Santo, sacan de este trato admirable un aumento de sufe, su esperanza y su caridad. Así fomentan las disposiciones debidas que lespermiten celebrar con la devoción conveniente el Memorial del Señor y recibirfrecuentemente el pan que nos ha dado el Padre» (Ritual 80).Disfrutan del trato íntimo del Señor. Efectivamente, éste es uno de los aspectos máspreciosos de la devoción eucarística, uno de los más acentuados por los santos y losmaestros espirituales, que a veces citan al respecto aquello del Apocalipsis: «miraque estoy a la puerta y llamo -dice el Señor-; si alguno escucha mi voz y abre lapuerta, yo entraré a él, cenaré con él y él conmigo» (Ap 3,20).

En lo exterior, igualmente, toda la vida ordinaria de los adoradores debe estarsellada por el espíritu de la Eucaristía. «Procurarán, pues, que su vida discurra conalegría en la fortaleza de este alimento del cielo, participando en la muerte yresurrección del Señor. Así cada uno procure hacer buenas obras, agradar a Dios,trabajando por impregnar al mundo del espíritu cristiano, y también proponiéndosellegar a ser testigo de Cristo en todo momento en medio de la sociedad humana»(Ritual 81; +Dominicæ Coenæ 7).

Adoración y ofrenda personal

Adorando a Cristo en la Eucaristía, hagamos de nuestra vida «una ofrenda

permanente». Los fines del Sacrificio eucarístico, como es sabido, son principalmentecuatro: adoración de Dios, acción de gracias, expiación e impetración (Trento: Dz

Page 66: Subsidio Corpus Christi 2010

5/10/2018 Subsidio Corpus Christi 2010 - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/subsidio-corpus-christi-2010 66/77

 

66

940. 950/1743. 1753; +Mediator Dei 90-93). Pues bien, esos mismos fines de la Misahan de ser pretendidos igualmente en el culto eucarístico. Por él, como antes nos hadicho el Ritual, los adoradores han de «ofrecer con Cristo toda su vida al Padre en elEspíritu Santo» (80). Pío XII lo explica bien: «Aquello del Apóstol, "habéis de tener losmismos sentimientos que tuvo Cristo Jesús" (Flp 2,5), exige a todos los cristianos quereproduzcan en sí mismos, en cuanto al hombre es posible, aquel sentimiento quetenía el divino Redentor cuando se ofrecía en sacrificio; es decir, que imiten suhumildad y eleven a la suma Majestad divina la adoración, el honor, la alabanza y laacción de gracias. Exige, además, que de alguna manera adopten la condición devíctima, abnegándose a sí mismos según los preceptos del Evangelio, entregándosevoluntaria y gustosamente a la penitencia, detestando y expiando cada uno suspropios pecados. Exige, en fin, que nos ofrezcamos a la muerte mística en la cruz,juntamente con Jesucristo, de modo que podamos decir como san Pablo: "estoyclavado en la cruz juntamente con Cristo" (Gál 2,19)» (Mediator Dei 101).

Adoración y súplica

En el Evangelio vemos muchas veces que quienes se acercan a Cristo, reconociendoen él al Salvador de los hombres, se postran primero en adoración, y con la máshumilde actitud, piden gracias para sí mismos o para otros.La mujer cananea, por ejemplo, «acercándose [a Jesús], se postró ante él, diciendo:¡Señor, ayúdame!» (Mt 15,25). Y obtuvo la gracia pedida.Los adoradores cristianos, con absoluta fe y confianza, piden al Salvador, presente enla Eucaristía, por sí mismos, por el mundo, por la Iglesia. En la presencia real delSeñor de la gloria, le confían sus peticiones, sabiendo con certeza que «tenemos unabogado ante el Padre, Jesucristo, el Justo. Él es la víctima propiciatoria pornuestros pecados, y no sólo por los nuestros, sino también por los del mundo entero»(1Jn 2,1-2).

En efecto, Jesús-Hostia es Jesús-Mediador. «Hay un solo Dios, y también un soloMediador entre Dios y los hombres, Cristo Jesús, hombre también, que se entregó aSí mismo como rescate por todos» (1Tim 2,5-6). Su Sacerdocio es eterno, y por eso«es perfecto su poder de salvar a los que por Él se acercan a Dios, y vive siemprepara interceder por ellos» (Heb 7,24-25).

Adoremos a Cristo, presente en la Eucaristía

Al finalizar su estudio sobre La presencia real de Cristo en la Eucaristía, José AntonioSayés escribe: «La adoración, la alabanza y la acción de gracias están presentes sinduda en la trama misma de la "acción de gracias" que es la celebración eucarística y

que en ella dirigimos al Padre por la mediación del sacrificio de su Hijo. «Pero laadoración, que es el sentimiento profundo y desinteresado de reconocimiento yacción de gracias de toda criatura respecto de su Creador, quiere expresarse comotal y alabar y honrar a Dios no sólo porque en la celebración eucarística participamosy hacemos nuestro el sacrificio de Cristo como culmen de toda la historia desalvación, sino por el simple hecho de que Dios está presente en el sacramento...«Por otra parte, hemos de pensar que la Encarnación merece por sí sola serreconocida con la contemplación de la gloria del Unigénito que procede del Padre (Jn1,14)... La conciencia viva de la presencia real de Cristo en la Eucaristía,prolongación sacramental de la Encarnación, ha permitido a la Iglesia seguir siendofiel al misterio de la Encarnación en todas sus implicaciones y al misterio de lamediación salvífica del cuerpo de Cristo, por el que se asegura el realismo de nuestra

participación sacramental en su sacrificio, se consuma la unidad de la Iglesia y separticipa ya desde ahora en la gloria futura» (312-313).

Page 67: Subsidio Corpus Christi 2010

5/10/2018 Subsidio Corpus Christi 2010 - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/subsidio-corpus-christi-2010 67/77

 

67

- Adoremos, pues, al mismo Cristo en el misterio de su máximo Sacramento.Adorémosle de todo corazón, en oración solitaria o en reuniones comunitarias,privada o públicamente, en formas simples o con toda solemnidad.- Adoremos a Cristo en el Sacrificio y en el Sacramento. La adoración eucarísticafuera de la Misa ha de ser, en efecto, preparación y prolongación de la adoración deCristo en la misma celebración de la Eucaristía. Con razón hace notar Pere Tena: «Laadoración eucarística ha nacido en la celebración, aunque se haya desarrollado fuerade ella. Si se pierde el sentido de adoración en el interior de la celebración,difícilmente se encontrará justificación para pomoverla fuera de ella... Quizá estaconsideración pueda ser interesante para revisar las celebraciones en las que lossignos de referencia a una realidad transcendente casi se esfuman» (212).-Adoremos a Cristo, presente en la Eucaristía: exaltemos al humillado. Es un deberglorioso e indiscutible, que los fieles cristianos -cumpliendo la profecía del mismoCristo- realizamos bajo la acción del Espíritu Santo: «él [el Espíritu Santo] meglorificará» (Jn 16,14). En ocasión muy solemne, en el Credo del Pueblo de Dios,declara Pablo VI: «la única e indivisible existencia de Cristo, Señor glorioso en loscielos, no se multiplica, pero por el Sacramento se hace presente en los varios

lugares del orbe de la tierra, donde se realiza el sacrificio eucarístico. La mismaexistencia, después de celebrado el sacrificio, permanece presente en el SantísimoSacramento, el cual, en el tabernáculo del altar, es como el corazón vivo de nuestrostemplos. Por lo cual estamos obligados, por obligación ciertamente gratísima, ahonrar y adorar en la Hostia Santa que nuestros ojos ven, al mismo Verbo encarnadoque ellos no pueden ver, y que, sin embargo, se ha hecho presente delante denosotros sin haber dejado los cielos» (n. 26).-Adorando a Cristo en la Eucaristía, bendigamos a la Santísima Trinidad, como lohacía el venerable Manuel González: «Padre eterno, bendita sea la hora en que loslabios de vuestro Hijo Unigénito se abrieron en la tierra para dejar salir estaspalabras: "sabed que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo".Padre, Hijo y Espíritu Santo, benditos seáis por cada uno de los segundos que está

con nosotros el Corazón de Jesús en cada uno de los Sagrarios de la tierra. Bendito,bendito Emmanuel» (Qué hace y qué dice el Corazón de Jesús en el Sagrario, 37).-Adoremos a Cristo en exposiciones breves o prolongadas. Respecto a las exposicionesmás prolongadas, por ejemplo, las de Cuarenta Horas, el Ritual litúrgico de laEucaristía dispone: «en las iglesias en que se reserva habitualmente la Eucaristía, serecomienda cada año una exposición solemne del santísimo Sacramento, prolongadadurante algún tiempo, aunque no sea estrictamente continuado, a fin de que lacomunidad local pueda meditar y orar más intensamente este misterio. Pero estaexposición, con el consentimiento del Ordinario del lugar, se hará sólamente si seprevé una asistencia conveniente de fieles» (86). «Póngase el copón o la custodiasobre la mesa del altar. Pero si la exposición se alarga durante un tiempo

prolongado, y se hace con la custodia, se puede utilizar el trono o expositorio,situado en un lugar más elevado; pero evítese que esté demasiado alto y distante»(93).Ante el Santísimo expuesto, el ministro y el acólito permanecen arrodillados,concretamente durante la incensión (97). Y lo mismo, se entiende, el pueblo. Es elmismo arrodillamiento que, siguiendo muy larga tradición, viene prescrito por laOrdenación general del Misal Romano «durante la consagración» de la Eucaristía (21).Y recuérdese en esto que «la postura uniforme es un signo de comunidad y unidad dela asamblea, ya que expresa y fomenta al mismo tiempo la unanimidad de todos losparticipantes» (20).-Adoremos a Cristo con cantos y lecturas, con preces y silencio. «Durante laexposición, las preces, cantos y lecturas deben organizarse de manera que los fieles

atentos a la oración se dediquen a Cristo, el Señor». «Para alimentar la oracióníntima, háganse lecturas de la sagrada Escritura con homilía o breves exhortaciones,

Page 68: Subsidio Corpus Christi 2010

5/10/2018 Subsidio Corpus Christi 2010 - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/subsidio-corpus-christi-2010 68/77

 

68

que lleven a una mayor estima del misterio eucarístico. Conviene también que losfieles respondan con cantos a la palabra de Dios. En momentos oportunos, debeguardarse un silencio sagrado» (Ritual 95; +89).-Adoremos a Cristo, rezando la Liturgia de las Horas. «Ante el santísimo Sacramento,expuesto durante un tiempo prolongado, puede celebrarse también alguna parte dela Liturgia de las horas, especialmente las Horas principales [laudes y vísperas].«Por su medio, las alabanzas y acciones de gracias que se tributan a Dios en lacelebración de la Eucaristía, se amplían a las diferentes horas del día, y las súplicasde la Iglesia se dirigen a Cristo y por él al Padre en nombre de todo el mundo» (Ritual96). Las Horas litúrgicas, en efecto, están dispuestas precisamente para «extender alos distintos momentos del día la alabanza y la acción de gracias, así como elrecuerdo de los misterios de la salvación, las súplicas y el gusto anticipado de lagloria celeste, que se nos ofrecen en el misterio eucarístico, "centro y cumbre detoda la vida de la comunidad cristiana" (CD 30)» (Ordenación general de la Liturgiade las Horas 12).-Adoremos a Cristo, haciendo «visitas al Santísimo». En efecto, como dice Pío XII,«las piadosas y aún cotidianas visitas a los divinos sagrarios», con otros modos de

piedad eucarística, «han contribuido de modo admirable a la fe y a la vidasobrenatural de la Iglesia militante en la tierra, que de esta manera se hace eco, encierto modo, de la triunfante, que perpetuamente entona el himno de alabanza aDios y al Cordero "que ha sido sacrificado" (Ap 5,12; +7,10). Por eso la Iglesia no sóloha aprobado esos piadosos ejercicios, propagados por toda la tierra en el transcursode los siglos, sino que los ha recomendado con su autoridad. Ellos proceden de lasagrada liturgia, y son tales que, si se practican con el debido decoro, fe y piedad, engran manera ayudan, sin duda alguna, a vivir la vida litúrgica» (Mediator Dei 165-166).

Sagrarios dignos en iglesias abiertas

Procuremos tener sagrarios dignos en iglesias abiertas, para que pueda llevarse a lapráctica esa adoración eucarística de los fieles. Así pues, «cuiden los pastores de quelas iglesias y oratorios públicos en que se guarda la santísima Eucaristía esténabiertas diariamente durante varias horas en el tiempo más oportuno del día, paraque los fieles puedan fácilmente orar ante el santísimo Sacramento» (Ritual 8;+Código 937). «El lugar en que se guarda la santísima Eucaristía sea verdaderamentedestacado. Conviene que sea igualmente apto para la adoración y oración privada»(Ritual 9).«Según la costumbre tradicional, arda continuamente junto al sagrario una lámparade aceite o de cera, como signo de honor al Señor» (Ritual 11; puede ser eléctrica,pero no común: Código 940).

En cada iglesia u oratorio haya «un solo sagrario» (Código 938,1). Y en los conventoso casas de espiritualidad el sagrario esté «sólo en la iglesia o en el oratorio principalanejo a la casa; pero el Ordinario, por causa justa, puede permitir que se reservetambién en otro oratorio de la misma casa» (ib. 937).

Devoción eucarística y esperanza escatológica

Adoremos a Cristo en la Eucaristía, como prenda y anticipo de la vida celeste. Lacelebración eucarística es «fuente de la vida de la Iglesia y prenda de la gloriafutura» (Vat.II: UR 15a). Por eso el culto eucarístico tiene como gracia propiamantener al cristiano en una continua tensión escatológica.

Page 69: Subsidio Corpus Christi 2010

5/10/2018 Subsidio Corpus Christi 2010 - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/subsidio-corpus-christi-2010 69/77

 

69

Ante el sagrario o la custodia, en la más preciosa esperanza teologal, el discípulo deCristo permanece día a día ante Aquél que es la puerta del cielo: «yo soy la puerta;el que por mí entrare, se salvará» (Jn 10,9).Ante el sagrario, ante la custodia, el discípulo persevera un día y otro ante Aquél«que es, que era, que vendrá» (Ap 1,4.8). El Cristo que vino en la encarnación; queviene en la Eucaristía, en la inhabitación, en la gracia; que vendrá glorioso al final delos tiempos.No olvidemos, en efecto, que en la Eucaristía el que vino -«quédate con nosotros»(Lc 24,29)- viene a nosotros en la fe, «mientras esperamos la venida gloriosa denuestro Salvador Jesucristo». Así lo confesamos diariamente en la Misa. Como hacenotar Tena, «la presencia del Señor entre nosotros no puede ser más que en laperspectiva del futuræ gloriæ pignus [prenda de la futura gloria]» (217).En los últimos siglos, ha prevalecido entre los cristianos la captación de Cristo en laEucaristía como Emmanuel, como el Señor con nosotros; y éste es un aspecto delMisterio que es verdadero y muy laudable. Pero los Padres de la Iglesia primitiva, altratar de la Eucaristía, insistían mucho más que nosotros en su dimensiónescatológica. En ella, más que el Emmanuel, veían el acceso al Cristo glorioso que ha

de venir. Y en sus homilías y catequesis señalaban con frecuencia la relaciónexistente entre la Eucaristía y la vida futura, esto es, la resurrección de los muertos:«el que come mi carne y bebe mi sangre tiene la vida eterna y yo le resucitaré elúltimo día» (Jn 6,54).Esta perspectiva escatológica de la Eucaristía no es exclusiva de los Padres primeros,pues se manifiesta también muy acentuada en la Edad Media, es decir, en lasprimeras formulaciones de la adoración eucarística. Bastará, por ejemplo, querecordemos algunas estrofas de los himnos eucarísticos compuestos por santo Tomás:«O salutaris hostia, quæ cæli pandis ostium» (Hostia de salvación, que abres laspuertas del cielo: Verbum supernum, Laudes, Oficio del Corpus).«Tu qui cuncta scis et vales, qui nos pascis hic mortales, tuos ibi comensales,coheredes et sodales fac sanctorum civium» (Tú, que conoces y puedes todo, que nos

alimentas aquí, siendo mortales, haznos allí comensales, coherederos y compañerosde tus santos: Lauda Sion, secuencia Misa del Corpus).«Iesu, quem velatum nunc aspicio, oro fiat illud quod tam sitio; ut te revelatacernens facie, visu sim beatus tuæ gloriæ» (Jesús, a quien ahora miro oculto, cumplelo que tanto ansío: que contemplando tu rostro descubierto, sea yo feliz con la visiónde tu gloria. Adoro te devote, himno atribuido a Santo Tomás, para después de laelevación).«O amantissime Pater, concede mihi dilectum Filium tuum, quem nunc velatum in viasuscipere propono, revelata tandem facie perpetuo contemplari» (Padre amadísimo,concédeme al fin contemplar eternamente el rostro descubierto de tu Hijopredilecto, al que ahora, de camino, voy a recibir velado: Omnipotens sempiterne

Deus, oración preparatoria a la Eucaristía, atribuida a Santo Tomás).La secularización de la vida presente, es decir, la disminución o la pérdida de laesperanza en la vida eterna, es hoy sin duda la tentación principal del mundo, ytambién de los cristianos. Por eso precisamente «la Iglesia y el mundo tienen unagran necesidad del culto eucarístico» (Dominicæ Cenæ 3), porque ésa es, sin duda, ladevoción que con más fuerza levanta el corazón de los fieles hacia la vida celestialdefinitiva.Y «he aquí -escribe Tena- cómo a través de esta dimensión escatológica de laadoración eucarística, reencontramos la motivación fundamental de la mismareserva: para el Viático, para que los enfermos puedan comulgar... Este pan de vidaque está encima del altar, así como procede del banquete celestial, continúaofrecido como alimento de tránsito: es un viático, sobre todo. Cada uno de los

adoradores puede pensar, en el instante de adoración silenciosa, en este momentoen que recibirá por última vez la Eucaristía: "¡quien come de este pan vivirá para

Page 70: Subsidio Corpus Christi 2010

5/10/2018 Subsidio Corpus Christi 2010 - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/subsidio-corpus-christi-2010 70/77

 

70

siempre!" (Jn 6,58). La prenda del futuro absoluto está ahí: es la presencia del Señorde la gloria, que aparece en la Eucaristía» (217).

Los sacerdotes y la adoración eucarística

Si todos los fieles han de venerar a Cristo en el Sacramento, «los pastores en estepunto vayan delante con su ejemplo y exhórtenles con sus palabras» (Ritual 80). Enefecto, los sacerdotes deben suscitar en los fieles la devoción eucarística tanto por elejemplo como por la predicación. Es un deber pastoral grave.La piedad eucarística de los fieles depende en buena medida de que sus sacerdotes lavivan y, consiguientemente, la prediquen -«de la abundancia del corazón habla laboca» (Mt 12,34)-. Por eso la Congregación para la Educación Católica, en suinstrucción de 1980 Sobre la vida espiritual en los Seminarios, muestra tanto interésen que los candidatos al sacerdocio sean formados en el convencimiento de que «elcontinuo desarrollo del culto de adoración eucarística es una de las más maravillosasexperiencias de la Iglesia». «Un sacerdote que no participe de este fervor, que nohaya adquirido el gusto de esta adoración, no sólo será incapaz de transmitirlo ytraicionará la Eucaristía misma, sino que cerrará a los fieles el acceso a un tesoroincomparable».Y por eso la Congregación para el Clero, en el Directorio para el ministerio y la vidade los presbíteros, de 1994, toca también con insistencia el mismo punto: «Lacentralidad de la Eucaristía se debe indicar no sólo por la digna y piadosa celebracióndel Sacrificio, sino aún más por la adoración habitual del Sacramento. El presbíterodebe mostrarse modelo de la grey [1Pe 5,3] también en el devoto cuidado del Señoren el sagrario y en la meditación asidua que hace -siempre que sea posible- anteJesús Sacramentado. Es conveniente que los sacerdotes encargados de la direcciónde una comunidad dediquen espacios largos de tiempo para la adoración encomunidad, y tributen atenciones y honores, mayores que a cualquier otro rito, al

Santísimo Sacramento del altar, también fuera de la Santa Misa. "La fe y el amor porla Eucaristía hacen imposible que la presencia de Cristo en el sagrario permanezcasolitaria" (Juan Pablo II, 9-VI-1993). La liturgia de las horas puede ser un momentoprivilegiado para la adoración eucarística» (50).De todo esto, ya hace años, dijo hermosas cosas el gran liturgista dominico A.-M.Roguet (L'adoration eucharistique dans la piété sacerdotale, «Vie Spirituelle» 91,1954, 11-12).

La devoción eucarística después del Vaticano II

La piedad eucarística es en el siglo XX una parte integrante de la espiritualidad

cristiana común. Por eso San Pío X no hace sino afirmar una convicción generalcuando dice: «Todas bellas, todas santas son las devociones de la Iglesia Católica,pero la devoción al Santísimo Sacramento es, entre todas, la más sublime, la mástierna, la más fructuosa» (A la Adoración Nocturna Española 6-VII-1908).¿Y después del Vaticano II? La gran renovación litúrgica impulsada por el Conciliotambién se ha ocupado de la piedad eucarística.Concretamente, el Ritual de la sagrada comunión y del culto a la Eucaristía fuera dela Misa es una realización de la Iglesia postconciliar. Antes no había un Ritual, y ladevoción eucarística discurría por los simples cauces de la piadosa costumbre. Ahorase ha ordenado por rito litúrgico esta devoción.Por otra parte, en el Ritual de la dedicación de iglesias y de altares, de 1977,después de la comunión, se incluye un rito para la «inauguración de la capilla del

Santísimo Sacramento». Antes tampoco existía ese rito. Es nuevo.

Page 71: Subsidio Corpus Christi 2010

5/10/2018 Subsidio Corpus Christi 2010 - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/subsidio-corpus-christi-2010 71/77

 

71

Son éstos, sin duda, gestos importantes de la renovación litúrgica postconciliar. Y losrecientes documentos magistrales sobre la adoración eucarística que hemosrecordado, más explícitamente todavía, nos muestran el gran aprecio que la Iglesiaactual tiene por esta devoción y este culto. Por eso, si la doctrina y la disciplina de laIglesia ha querido en nuestro tiempo podar el árbol de la piedad eucarística, lo hahecho ciertamente a fin de que crezca más fuerte y dé aún mejores y másabundantes frutos.Y por eso aquéllos que, en vez de podar el árbol de la devoción al Sacramento, locortan de raíz se están alejando de la tradición católica y, sin saberlo normalmente,se oponen al impulso renovador de la Iglesia actual.Ya en 1983 observaba Pere Tena: «sabemos y constatamos cómo en muchos lugaresse ha silenciado absolutamente el sentido espiritual de la oración personal ante elsantísimo sacramento, y cómo esto, juntamente con la supresión de las procesioneseucarísticas y de las exposiciones prolongadas, se considera como un progreso» (209).En esta línea, podemos añadir, hay parroquias hoy que no tienen custodia, y en lasque el sagrario, si existe, no está asequible a la devoción de los fieles.La supresión de la piedad eucarística no es un progreso, evidentemente, sino más

bien una decadencia en la fe, en la fuerza teologal de la esperanza y en el amor aJesucristo. Y no parece aventurado estimar que entre la eliminación de la devocióneucarística y la disminución de las vocaciones sacerdotales y religiosas existe unarelación cierta, aunque no exclusiva.Juan Pablo II, en su exhortación apostólica Dominicæ Coenæ, no sólamentemanifiesta con fuerza su voluntad de estimular todas las formas tradicionales de ladevoción eucarística, «oraciones personales ante el Santísimo, horas de adoración,exposiciones breves, prolongadas, anuales -las cuarenta horas-, bendiciones yprocesiones eucarísticas, congresos eucarísticos», sino que afirma incluso que «laanimación y el fortalecimiento del culto eucarístico son una prueba de esa auténticarenovación que el Concilio se ha propuesto y de la que es el punto central».Y es que «la Iglesia y el mundo tienen una gran necesidad del culto eucarístico. Jesús

nos espera en este sacramento del amor. No escatimemos tiempo para ir aencontrarlo en la adoración, en la contemplación llena de fe y abierta a reparar lasgraves faltas y delitos del mundo. No cese nunca nuestra adoración» (3).

Page 72: Subsidio Corpus Christi 2010

5/10/2018 Subsidio Corpus Christi 2010 - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/subsidio-corpus-christi-2010 72/77

 

72

13- El origen del Sagrario

l canon 13 del I Concilio de Nicea (325), con el cual se establecía que los

penitentes próximos a morir no debían, según una antigua y canónicadisciplina, ser privados del viático eucarístico, nos permite concluir queel uso de conservar la Eucaristía en las iglesias debía remontarse a una edadbastante remota, sino apostólica. Esto se deduce de cuanto dice San Justino (IApología, 67), que después de la celebración de la misa dominical, losdiáconos estaban encargados de llevar el Pan consagrado a los ausentes, y deanálogos testimonios de la época.Los mismos fieles gozaban de la facultad de tener la Eucaristía en sus casas.Existen testimonios de Tertuliano y San Cipriano para África, y de San Hipólitopara Roma, el cual advierte a un fiel de estar bien en guardia ut non infidelisgustet eucharistia, aut ne sorix aut animal aliud, aut ne quid cadat et pereat

de ea. (Traditio Apostolica, c. 37, ed. Botte, 1964, 84). Tertuliano, advertíaentre los inconvenientes del matrimonio de un fiel con un pagano, ladificultad para el cónyuge cristiano de comulgar en casa. (De uxore).Sabemos, pues, que las especies eucarísticas se conservaban, pero, ¿dónde?Las primeras noticias son de las llamadas Constitutiones Apostolicas, lascuales amonestan a los diáconos a llevar el sobrante de las especiesconsagradas (ambas especies) durante la Misa, a un local a propósito, llamadoPastoforio (de “pastos” = tálamo, es decir, el tálamo o lecho nupcialpreparado para el Esposo Jesucristo, como explica San Jerónimo), que enOriente se ubicaba al costado sur del altar. En Occidente se denominó

secretarium o sacrarium, y tenían sus llaves los diáconos, a los que, desde losprimeros tiempos de la Iglesia, competía la administración de la Eucaristía. Endichos locales, la Eucaristía, envuelta en un cofrecito o pequeña arca, otambién en un blanco lino, estaba dentro de un armario (conditorium) y estefue el primer tabernáculo o sagrario, y por el local en donde se ubicaba dioorigen al nombre de la «sacristía». De este modo lo reservaban también losfieles en sus casas.Después del año 1000, se distinguen varios sistemas de custodia del SantísimoSacramento:a) La sacristia, a la que nos hemos referido.b) El propitiatorium o cofrecito sobre la parte posterior del altar, y que

contenía la píxide eucarística (precursor de los modernos sagrarios) cerradocon llave y bien seguro, que se impuso sobre todo en Milán, en tiempos de SanCarlos Borromeo (s. XVI).c) La paloma eucarística, que ya se usaba en los Bautisterios para guardar elSanto Crisma, pasó a utilizarse para la reserva del Santísimo. La paloma,apoyada en un plato mayor, colgaba de unas cadenillas sobre el altar. (Está enuso, aún hoy, en la catedral de Amiens).d) El tabernáculo mural, es el más difundido, a partir del S. XIII, sobre todo enItalia y Alemania, por ser el más práctico y seguro. Se colocaba al lado delaltar (cornu Evangelii o lado norte). Muchos de estos tabernáculos se hanusado posteriormente para custodiar los óleos santos.e) Las edícolas del Sacramento, o construcciones altas cercanas al altar,iluminadas, en las que se reservaba el Santísimo en un vaso transparente,

E

Page 73: Subsidio Corpus Christi 2010

5/10/2018 Subsidio Corpus Christi 2010 - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/subsidio-corpus-christi-2010 73/77

 

73

resguardado por una reja metálica, y que respondía al deseo de los fieles decontemplar la Hostia, por lo que llegaron a ser una especie de exposiciónpermanente del Santísimo Sacramento para la adoración de los fieles.f) El tabernáculo altar, última fase antes del Concilio Vaticano II. A instanciasdel Obispo de Verona, Matteo Giberti (+1543) comenzó a colocarse el

tabernáculo directamente sobre el altar.Actualmente, se dispone que el Sagrario o tabernáculo se coloque en unaparte de la iglesia que sea digna, insigne, bien visible, decorosamenteadornada y apta para la oración (Cf. OGMR, 314). Dicho lugar, podría ser elpresbiterio, aunque, en razón del signo, es más conveniente que no estécolocado sobre el mismo altar mayor, o bien, en una capilla apta para laadoración y oración privada de los fieles, siempre unida estructuralmente a laiglesia y bien visible (Cf. OGMR, 315).Resumiendo, podríamos decir que siempre se tuvo la costumbre de reservar elSantísimo Sacramento, durante el primer milenio, más por motivo dedistribuir la comunión a los enfermos. Durante el segundo milenio, en cambio,se desarrolló más la idea del tabernáculo como tienda sagrada, como lugar dela presencia permanente de Cristo en la Hostia consagrada, y por tanto, a lacomunión de los enfermos, se agregó el motivo de la adoración.«Que nadie diga ahora: la Eucaristía está para comerla y no para adorarla. Noes, en absoluto, un «pan corriente», como destacan, una y otra vez, lastradiciones más antiguas. Comerla es-lo acabamos de decir- un procesoespiritual que abarca toda la realidad humana. «Comerlo» significa adorarle.«Comerlo» significa dejar que entre en mí de modo que mi yo seatransformado y se abra al gran nosotros, de manera que lleguemos a ser «unosólo» con Él (Gal 3, 17). De esta forma, la adoración no se opone a la

comunión, ni se sitúa paralelamente a ella: la comunión alcanza suprofundidad sólo si es sostenida y comprendida por la adoración» (J.RATZINGER, El espíritu de la liturgia. Una introducción, Ed. Cristiandad,Madrid 32001, 112).

Page 74: Subsidio Corpus Christi 2010

5/10/2018 Subsidio Corpus Christi 2010 - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/subsidio-corpus-christi-2010 74/77

 

74

14- Oraciones ante Jesús Sacramentado

Señor yo quiero creer en Ti.Siervo de Dios Paulo VI

eñor Yo Quiero Creer en Ti. Haz, Señor, que mi fe sea pura, sin reservas,y que penetre en mi pensamiento, en mi modo de juzgar las cosas divinasy las humanas.

Que mi fe sea libre. Señor, es decir, acompañada por mi elección personal,que acepte las renuncias y los riesgos que comporta, y que exprese lo que esel vértice decisivo de mi personalidad: yo creo en ti, Señor.Señor, haz que mi fe sea firme: firme por una lógica externa de pruebas y porun testimonio interior del Espíritu Santo; firme por la luz aseguradora de unaconclusión pacificadora, de una connaturalidad suya reposante: yo creo en ti.Señor, haz que mi fe sea feliz: que dé paz y alegría a mi espíritu que locapacite para la oración con Dios y para la conversación con los hombres; deforma que irradie en el coloquio sagrado y profano la original dicha de suventurosa posesión.Yo creo en ti. Señor. Oh Señor, que mi fe sea humilde: que no presumabasarse en la experiencia de mi pensar y sentir, sino que se rinda ante eltestimonio del Espíritu Santo; y que no tenga otra garanda mejor que ladocilidad a la autoridad del magisterio de la santa Iglesia. Amén.

Corpus ChristiSiervo de Dios Paulo VI

esús, tú te haces nuestro: ¿cómo y por qué? Nos atraes hacia ti presente,presente de una forma misteriosa, si, pero no más misteriosa que la delpensamiento presente en la voz y la de la voz presente en el ánimo del

auditorio; única en si y tan multiplicada cuantos son los presentes que laoyen.Presente, como el singular peregrino de Emaús, que alcanza, se acerca,acompaña, adoctrina y conforta los desconsolados viandantes en el atardecerde las esperanzas perdidas.Presente en el silencio y en la pasividad de los signos sacramentales, como siquisieras a un tiempo ocultar y revelar todo su ser, de modo que sólo el quecree y a un tiempo poner el abrigo comprende, y ofrecer todo su ser, de modoque sólo el que ama pueda de verdad recibir.Hacia ti nos atraes, paciente: paciente en la oblación de tu ser por lasalvación de los demás, para alimento de los demás; paciente al simbolizar tucuerpo separado de la sangre, es decir, como victima inmolada y desangrada;paciente hasta la media extrema del dolor, de la deshonra, del abandono, dela angustia y finalmente de la muerte, para que en la medida de la pena serevelara el grado de la culpa y de amor, de la culpa humana y de tu amor.

Quédate con nostros

S

J

Page 75: Subsidio Corpus Christi 2010

5/10/2018 Subsidio Corpus Christi 2010 - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/subsidio-corpus-christi-2010 75/77

 

75

Venerable Juan Pablo II

eñor, quédate con nosotros!Quédate con nosotros hoy,y quédate, de ahora en adelante, todos los días...

¡Quédate! Para que podamos encontrarnos contigo en la adoración y elagradecimiento, en la oración de expiación y de súplica, a la que todos losvisitantes de esta basílica están invitados.¡Quédate! Tú que a la vez estás velado en el misterio eucarístico de la fe yrevelado bajo las especies que tomaste en este Sacramento.¡Quédate! Para que se reconfirme constantemente tu presencia en estetemplo, y todos los que entren en él adviertan que es tu casa, «la morada deDios entre los hombres», y visitando esta basílica encuentren la fuente misma«de vida y de santidad que brota de tu Corazón eucarístico».La Eucaristía es el testimonio sacramental de tu primera venida, con la quequedaron reafirmadas las palabras de los profetas y se cumplieron las

esperanzas.Nos has dejado, Señor, tu cuerpo y tu sangre bajo las especies de pan y vinopara que atestigüen que se ha realizado la redención del mundo, y para quepor ellas llegue a todos los hombres tu misterio pascual como sacramento dela vida y de la salvación.La Eucaristía es, al mismo tiempo, un constante prenuncio de tu segundavenida y el signo del adviento definitivo, a la vez que la espera de toda laIglesia: «Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección, ¡ven. SeñorJesús!»Queremos, todos los días y a todas las horas, adorarte, despojado bajo lasespecies de pan y vino, para renovar la esperanza de la «llamada a la gloria»,cuyo principio eres tú con tu cuerpo glorificado «a la derecha del Padre».Un día, oh Señor, preguntaste a Pedro: «¿Me quieres?» Se lo preguntaste tresveces, y por tres veces él respondió: «Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que tequiero» La respuesta de Pedro, sobre cuyo sepulcro está erigida esta basílica,se expresa hoy mediante esta adoración de cada día y de todo el día...Todos cuantos participen de esta adoración en tu presencia eucarísticatestimonien con cada visita y hagan nuevamente resonar aquí la verdadencerrada en las palabras del apóstol: «Señor, tú lo sabes todo; tú sabes quete quiero». Amén.

¡Tú tienes Palabras de Vida Eterna!Venerable Juan Pablo II

eñor Jesús:Nos presentamos ante ti sabiendo que nos llamas y que nos amas tal comosomos. «Tú tienes palabras de vida eterna y nosotros hemos creído y

conocido que tú eres el Hijo de Dios».Tu presencia en la Eucaristía ha comenzado con el sacrificio de la última cenay continúa como comunión y donación de todo lo que eres.Aumenta nuestra FE. Por medio de ti y en el Espíritu Santo que noscomunicas, queremos llegar al Padre para decirle nuestro SÍ unido al tuyo.Contigo ya podemos decir: Padre nuestro. Siguiéndote a ti, «camino, verdad yvida», queremos penetrar en el aparente «silencio» y «ausencia» de Dios,

¡S

S

Page 76: Subsidio Corpus Christi 2010

5/10/2018 Subsidio Corpus Christi 2010 - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/subsidio-corpus-christi-2010 76/77

 

76

rasgando la nube del Tabor para escuchar la voz del Padre que nos dice: «Estees mi Hijo amado, en quien tengo mi complacencia: Escuchadlo»Con esta FE, hecha de escucha contemplativa, sabremos iluminar nuestrassituaciones personales, así como los diversos sectores de la vida familiar ysocial.

Tú eres nuestra ESPERANZA, nuestra paz, nuestro mediador, hermano yamigo. Nuestro corazón se llena de gozo y de esperanza al saber que vives«siempre intercediendo por nosotros».Nuestra esperanza se traduce en confianza, gozo de Pascua y caminoapresurado contigo hacia el Padre.Queremos sentir como tú y valorar las cosas como las valoras tú. Porque túeres el centro, el principio y el fin de todo.Apoyados en esta ESPERANZA, queremos infundir en el mundo esta escala devalores evangélicos por la que Dios y sus dones salvificos ocupan el primerlugar en el corazón y en las actitudes de la vida concreta.Queremos AMAR COMO TÚ, que das la vida y te comunicas con todo lo queeres.Quisiéramos decir como San Pablo: «Mi vida es Cristo». Nuestra vida no tienesentido sin ti. Queremos aprender a «estar con quien sabemos nos ama»,porque «con tan buen amigo presente todo se puede sufrir». En tiaprenderemos a unirnos a la voluntad del Padre, porque en la oración «elamor es el que habla» (Sta. Teresa).Entrando en tu intimidad, queremos adoptar determinaciones y actitudesbásicas, decisiones duraderas, opciones fundamentales según nuestra propiavocación cristiana.CREYENDO, ESPERANDO Y AMANDO, TE ADORAMOS con una actitud sencilla de

presencia, silencio y espera, que quiere ser también reparación, comorespuesta a tus palabras: «Quedaos aquí y velad conmigo».Tú superas la pobreza de nuestros pensamiento? sentimientos y palabras; poreso queremos aprendí a adorar admirando el misterio, amándolo tal como es,y callando con un silencio de amigo y con un presencia de donación.El Espíritu Santo que has infundido en nuestro corazones nos ayuda a deciresos «gemidos inenarrables» que se traducen en actitud agradecida y sencilla,y en el gesto filial de quien ya s contenta con sola tu presencia, tu amor y tupalabraEn nuestras noches físicas y morales, si tú está presente, y nos amas, y noshablas, ya nos bast2 aunque muchas veces no sentiremos la consolación

Aprendiendo este más allá de la ADORACIÓN, es taremos en tu intimidad o«misterio». Entonces nuestra oración se convertirá en respeto hacia el«misterio de cada hermano y de cada acontecimiento para in seriarnos ennuestro ambiente familiar y social construir la historia con este silencio activoy fecunda que nace de la contemplación.Gracias a ti, nuestra capacidad de silencio y de adoración se convertirá encapacidad de AMAR y de SERVIR.Nos has dado a tu Madre como nuestra para que nos enseñe a meditar yadorar en el corazón. Ella recibiendo la Palabra y poniéndola en práctica, sehizo la más perfecta Madre. Amén.

Page 77: Subsidio Corpus Christi 2010

5/10/2018 Subsidio Corpus Christi 2010 - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/subsidio-corpus-christi-2010 77/77

 

77

15- Oración al CorazónEucarístico de Jesús

orazón Eucarístico de Jesús,el compañero amable de nuestro peregrinar,yo te adoro.

Corazón Eucarístico de Jesús,Corazón solitario,Corazón humillado,abandonados del Corazón,olvidado del corazón,despreciado Corazón,Corazón ultrajado,

Corazón ignorado por los hombres,Corazón que ama a nuestro propio corazón;Corazón rogando por nuestro amor,Corazón para los pacientes en espera de nosotros,tan ansioso por escuchar nuestras oraciones del Corazón,tan ansioso de nuestras peticiones del Corazón,Corazón, fuente inagotable de nuevas gracias,Corazón tan silencioso, pero que desean hablar a las almas,Corazón, acogedor refugio de la vida oculta,Corazón, maestro de los secretos de la unión con Dios,Corazón de Aquel que duerme, pero mira siempre,Corazón Eucarístico de Jesús, ten piedad de nosotros.

Víctima Jesús, deseo te consuele;Me uno a Ti;Yo me ofrezco en unión con Vos.

Yo me considero nada en tu presencia. Ansio olvidar para pensar sólo en Ti,para ser despreciado y olvidado por amor a Ti. No tengo ningún deseo de sercomprendido ni amado por nadie más que vos. Voy a guardar silencio paraescuchar a ti, y yo me abandono a fin de perderme en ti.

Haz que por lo tanto puede satisfacer la sed de tu para mi salvación, tu sedardiente por mi santidad,y que una vez purificado puedo darte un amor sincero y puro. Estoy ansioso

de no cansar a Tiaún más con la espera: me lleve, me entregue a ti. te doy todas mis

acciones, mi mente para ser iluminados, mi corazón para ser dirigido, mivoluntad de ser estabilizado, mi maldad que se le relevara, mi alma y elcuerpo para se alimenta de ti.

Corazón Eucarístico de mi Salvador, cuya sangre es la vida de mi alma, ¿puedo

dejar de vivirTú solo y vive en mí. Amén.

C