reseña historica talara

6
RESEÑA HISTORICA TALARA Hablar de la historia de Talara, es en cierta forma hablar del petróleo peruano. Es hablar de una riqueza que permaneció por siglos ignorada y que de repente a mediados del siglo XIX y en el siglo XX, irrumpe repentinamente en la economía de muchos pueblos, determinando giros profundos en su vida, para bien o para mal.Las empresas petroleras se convirtieron en las más poderosas de la tierra y no pocas guerras tuvieron como origen principal la posesión de los pozos petrolíferos. La historia del petróleo peruano se inicia en un pequeño yacimiento de brea, que los tallanes explotaron para fines doméstico, llamándola copé. Durante la colonia, fue entregada a concesionarios que explotaban su producto para calafatear barcos y embetunar el interior de botijas.Entre el pueblo de Amotape en el río Chira y el río Tumbes, existe una extensa y desolada, zona de tablazos áridos cortados por algunas quebradas que daban un poco de verdor al despoblado en las épocas de lluvias. En las primeras décadas del siglo XVII, esa dilatada región, por la que nadie se interesaba y que pertenecía a la corona de España, fue adquirida por el capitán Benito de las Heras y por su esposa María Ramírez de Arellano. Se les llamó haciendas de Máncora y Pariñas, por las dos principales quebradas que la cruzaban.Con mucho esfuerzo, el capitán de las Heras logró formar una próspera ganadería utilizando los pastos naturales y los algarrobales. Como la pareja no tenía hijos, donaron las dos haciendas al hospital de Belén de Piura, de propiedad de la Beneficencia, y que era administrado por las monjitas de la congregación de Belén; las que explotaron las haciendas, mediante arrendatarios. Pasaron los años y en 1815 asumió la Dirección de la Beneficencia de Piura don José Lama, que aprovecho, para que le fuera entregada por arriendo enfitéutico de 150 años la hacienda Máncora. Cuando se hizo la escritura, logró Lama que agregasen también en el contrato a la hacienda Pariñas. Posteriormente, logró Lama la propiedad de la pequeña mina de brea de cerro Prieto. Es decir que Lama controló el suelo de la extensa región y una pequeña mina del subsuelo. En 1850 murió Lama y dejó la hacienda Máncora a su hijo Diego Lama Farfán de los Godos y la hacienda Pariñas la repartió

Upload: sharon

Post on 02-Oct-2015

9 views

Category:

Documents


0 download

DESCRIPTION

historia de talara

TRANSCRIPT

RESEA HISTORICA TALARA

Hablar de la historia de Talara, es en cierta forma hablar del petrleo peruano. Es hablar de una riqueza que permaneci por siglos ignorada y que de repente a mediados del siglo XIX y en el siglo XX, irrumpe repentinamente en la economa de muchos pueblos, determinando giros profundos en su vida, para bien o para mal.Las empresas petroleras se convirtieron en las ms poderosas de la tierra y no pocas guerras tuvieron como origen principal la posesin de los pozos petrolferos.La historia del petrleo peruano se inicia en un pequeo yacimiento de brea, que los tallanes explotaron para fines domstico, llamndola cop. Durante la colonia, fue entregada a concesionarios que explotaban su producto para calafatear barcos y embetunar el interior de botijas.Entre el pueblo de Amotape en el ro Chira y el ro Tumbes, existe una extensa y desolada, zona de tablazos ridos cortados por algunas quebradas que daban un poco de verdor al despoblado en las pocas de lluvias. En las primeras dcadas del siglo XVII, esa dilatada regin, por la que nadie se interesaba y que perteneca a la corona de Espaa, fue adquirida por el capitn Benito de las Heras y por su esposa Mara Ramrez de Arellano. Se les llam haciendas de Mncora y Parias, por las dos principales quebradas que la cruzaban.Con mucho esfuerzo, el capitn de las Heras logr formar una prspera ganadera utilizando los pastos naturales y los algarrobales. Como la pareja no tena hijos, donaron las dos haciendas al hospital de Beln de Piura, de propiedad de la Beneficencia, y que era administrado por las monjitas de la congregacin de Beln; las que explotaron las haciendas, mediante arrendatarios.Pasaron los aos y en 1815 asumi la Direccin de la Beneficencia de Piura don Jos Lama, que aprovecho, para que le fuera entregada por arriendo enfitutico de 150 aos la hacienda Mncora. Cuando se hizo la escritura, logr Lama que agregasen tambin en el contrato a la hacienda Parias. Posteriormente, logr Lama la propiedad de la pequea mina de brea de cerro Prieto. Es decir que Lama control el suelo de la extensa regin y una pequea mina del subsuelo.En 1850 muri Lama y dej la hacienda Mncora a su hijo Diego Lama Farfn de los Godos y la hacienda Parias la reparti entre su esposa doa Luisa Farfn de los Godos y su hija Josefa. Para facilitar esto, dividi a Parias en las haciendas Parias y al sur para Josefa la hacienda La Brea.En 1859 el norteamericano Jhon Drake, perfor en Estados Unidos el primer pozo de petrleo y de inmediato se produjo en el mundo entero el boom del petrleo. Los Lama se dieron cuenta de la gran riqueza que posean, pero Diego tena 13 hijos, doa Luisa muri y Josefa qued como nica propietaria de la Brea y Parias.Primero don Diego Lama y luego sus hijos entraron en tratos con diversos empresarios extranjeros. Fue as como surgieron la Petrolera Zorritos de la familia Piaggio y la petrolera Lobitos.En cambio doa Josefa, dej como heredero de la Brea y Parias a su primo y amante Juan Genero Helguero Lama, el que usando mtodos vedados logr sanear la propiedad y venderla en 1888 al extranjero Herbert Tweddle por 18.000 libras esterlinas, suma que era enorme en esa poca. Tweddle fund la empresa petrolera London para explotar los yacimientos de la Brea y Parias. Al iniciarse el siglo 1900, era Guillermo Keswick el propietario de la London, el que en 1915 arrend la empresa a la International Petroleum y C (IPC)Pero es el caso que desde 1910, se descubri que la London haba estado dejando de pagar una gran cantidad de impuestos y lo mismo pasaba con la IPC. Se haba acumulado una suma fantstica, que ni los Keswick ni la IPC reconocieron, solicitando el apoyo de Estados Unidos y de la Gran Bretaa, los dos pases ms poderosos del mundo en esa poca..All es cuando naci el llamado problema de la Brea y Parias que lleg a comprometer la soberana nacional.En 1922, en tiempos del presidente Augusto Legua, el Per se vio obligado aceptar el llamado Laudo Arbitral de Paris, que lesion nuestra soberana. El problema sigui hasta el gobierno de Belande y culmin en el mandato del general Juan Velasco Alvarado, que expulso a la IPC de Talara.En forma paralela al crecimiento de la explotacin del petrleo en la provincia de Talara, fue tambin producindose la aparicin y poblamiento acelerado de campamentos, pueblos y ciudades. Eso oblig a la creacin de distritos y finalmente de la provincia de Talara.El 30 de marzo de 1861 se cre el departamento de Piura, con tres provincias: Piura, Payta y Ayabaca con capital Huancabamba. En eso poca y hasta 1900, Payta se escriba con y griega. La provincia de Payta comprenda a los distritos de Payta, Coln, Tumbes, Amotape, La Huaca, Sullana y Querecotillo.Cuando en 1876 se realiz un censo nacional; Tumbes haba dejado de ser distrito de Payta y se haba convertido en provincia Litoral. Payta tena un nuevo distrito que era El Arenal.El distrito de Amotape era muy extenso y comprenda todo lo que ahora es la provincia de Talara. En la zona rural, el mayor centro poblado rural era el casero Pampa de Tamarindo con 714 habitantes que con el tiempo dara origen al distrito de Tamarindo. Le segua la Hacienda de Monte Abierto con 587 habitantes. Mncora, la Brea y Parias figuraban como haciendas con muy poca poblacin. De igual modo Talara figuraba como hacienda con slo 22 habitantes. En el censo no se menciona Negritos.Con la explotacin del petrleo, los campamentos se haban convertido en ciudades y en 1905 Talara haba dejado de ser la modesta pequea caleta de pescadores y era ya una poblacin pujante con varios miles de habitantes. Fue por eso, que el 14 de noviembre de 1908 se cre el distrito de Mncora, segregndolo del distrito de Amotape. El nuevo distrito tena como capital al pueblo de Talara y ocupaba la misma extensin que hoy tiene la provincia de Talara. Tras un largo batallar, Talara logra liberarse de la IPC y del tutelaje extranjero, pero tambin los pozos se estaban agotando y la industria petrolera decayendo.Tras la catstrofe de El Nio de 1983, se logr se diera la Ley del Canon que permita una participacin de la riqueza extrada, pero el centralismo piurano se hizo presente y fue el mas beneficiado.Con la Ley N 28277 llamada Ley Carrasco, por haber sido su gestor y defensor el congresista Dr. Jos Carlos Carrasco Tvara, se restableci el derecho de Talara. Luego y casi de inmediato, se dio otra ley que aseguraba que la empresa nacional Petroper y la refinera de Talara, no seran privatizados.

CREENCIAS Y LEYENDAS DE TALARA TEOFILO EL PESCADOR.Cuentan viejos pescadores que desde mucho tiempo atrs, del puerto de San Pedro del distrito de Parias - Provincia de Talara, todos los das y a muy tempranas horas de la madrugada numerosos pescadores se hacan a la mar en sus "balsillas"con la finalidad de pescar en especial peje blanco, cabrilla, y ojo de uva, por ser ms apreciados por su sabor, tanto para el consumo familiar como en el mercado donde alcanzaban mejores precios y por consiguiente obtenan mejores ingresos.Como era natural, por tratarse de una actividad riesgosa, por lo general tenan que afrontar serios problemas, pero a veces la situacin se les complicaba, sin embargo, para un personaje la cosa era completamente diferente. Todos los pescadores recuerdan con asombro, la gran suerte que siempre acompaaba a un pescador llamado Tefilo, que a excepcin de los dems, era el nico que lograba hacer faena, pues regresaba con su pequea balsilla cargada de pescado.Tefilo sin dar razn alguna como siempre se alejaba de ellos en direccin de la zona del cerro La Capullana. Por lo general siempre se encontraba parado sobre un peazco, dando la impresin como si se hubieran puesto de acuerdo, porque un negrito con el cordel en la mano y alzando el brazo le indicaba con gran acierto el lugar preciso donde se encontraba el banco de pescado.Comenta mucha gente que conoci a Tefilo, que esta suerte que Dios le haba concedido le acompa por muchos aos, hasta que un da la noticia de que no haba regresado sorprendi a todo el puerto. Segn parece a causa de un gigantesco remolino que se lo llev al fondo del mar. Otros afirman que fue el mar que se apoder de su cuerpo. Slo se sabe que parte de su ropa fue encontrada en el interior de una de las cuevas del cerro de La Capullana, donde el nima de Tefilo permaneci encantado por mucho tiempo.

EL NIO: DOLOR DE PARIACSEl gobierno de los Pariac's era muy diferente al de una etnia de un valle prximo dominado por las Capullanas, donde imperaba el matriarcado.Sin embargo a un soberano Pariac's le atrajo la belleza de una doncella de las Capullanas, lo cual no era del gobierno de stos.La aceptacin de la doncella al soberano Pariac's propici incomodidad entre las Capullanas, quienes no aceptaban que una de su estirpe pusiera en riesgo el rgimen de gobierno.Sin embargo el amor del soberano y la doncella pudo ms. Esta no cedi a laspresiones de su etnia,decidiendo compartir su vida fuera de su territorio donde tena ms libetad y correspondencia a sus sentimientos. Sin embargo en la etnia de las Capullanas no se admita que alguien del grupo rompiera las tradiciones que las gobernaban, decidiendo invadir el pacfico reino de los Pariac's para rescatar a la joven doncella.Las Capullanas eran reconocidas guerreras, siempre dispuestas a enfrentar cualquier situacin que afectaba su reino, por ello arremetieron en territorio delos Pariac's cercando a la dondella, quin antes de ser caoturada prefiri demostrar a su etnia su valenta, enfrentando la agresin, debido a la desigualdad, la doncella cay en batalla. Al retornar los Pariac's se quedaron atnitos de la masacre ocurridaEl soberano Pariac's al ver el cuerpo inerte de la doncella, estall en dolor y lamentacin, como un nio. Su pena y dolor empezaron a manifestarse en una incontenible tempestad en forma de rayos y torrenciales lluvias. En los meses de verano el soberano Pariac`s sintindose herido en sus sentimientos sale a recordar aquellos momentos de amargura y dolor. Este es el conocido fenmeno de El Nio que algunas veces se manifiesta en forma moderada, en otras intenso y otras ocasiones muy intenso, dependiendo del estado de nimo y nostalgia del soberano Pariac`s, quien algunas veces se anima a castigar el territorio delas Capullanas, cuando su clera se vuelve incontenible.