práctica 2 de sociología
TRANSCRIPT
Práctica 2. Educación y Sociedad Mª Soledad Sánchez-Vallejo M-C
2º Magisterio de Primaria A
Reflexiona sobre un aspecto relacionado con la educación y la sociedad.
SOBRECARGA DE DEBERES EN LOS NIÑOS:
Nos encontramos ante uno de los debates que todavía no acaba de cerrarse. Los
deberes constituyen para algunos niños una fuente de aprendizaje, mientras que para
otros son una sobrecarga que les impide disfrutar de aquellas actividades que forman
parte del ocio.
Primeramente, considero que mandar deberes sobre cada una de las materias
trabajas a lo largo del día, es una buena forma, llevada a cabo por los profesores, de
reforzar aquello que los alumnos han adquirido en clase ese día; sin embargo, estimo
que no es necesario cargarlos de tantos deberes.
La sobrecarga de deberes quita un tiempo a los chicos que perfectamente podría
destinarse a mejorar tanto su desarrollo intelectual como su bienestar, por ejemplo,
ellos necesitan tiempo para jugar porque, de esta manera, podrán dar sentido al mundo
que les rodea y darse cuenta del lugar que ocupan en él y, no sólo jugar, sino también
dedicar tiempo a la lectura con el objetivo de llegar a desarrollar un pensamiento crítico;
o incluso, otras actividades de ocio como dibujar, bailar, realizar algún deporte, etc.
Desde mi propio punto de vista, los deberes mandados para casa deben ser
deberes que resulten equilibrados, atractivos para ellos y que no les lleve toda la tarde
realizarlos; también, hay que tener en cuenta que muchos niños no aprovechan en clase
el tiempo que les da el profesor para realizar los ejercicios, y al llegar a casa se ven ante
una inmensa “montaña” de deberes que hacer, es decir, se encuentran ante los ejercicios
que han podido hacer en clase pero que no han hecho cuando han tenido la oportunidad,
más los deberes que les ha mandado el profesor hacer para esa tarde. Es muy
importante que el docente se asegure, antes de mandar deberes para casa, de haber
proporcionado a sus alumnos las herramientas necesarias para realizarlos.
En definitiva, es cierto que los deberes son muy necesarios, y que pueden llegar a
ser muy beneficiosos, negativos o una oportunidad perdida dependiendo de la jornada
escolar que tenga el niño, de su edad, del tipo de deberes que le pongan y del tiempo que
dedique a realizarlos, pero hay que evitar una carga excesiva de ellos.