nuevo gran concursoufdcimages.uflib.ufl.edu/ca/03/59/90/22/00194/00180.pdfcausa de la obscuridad. se...

1
48 PAGINAS 5 CENTAVOS EL DIARIO DE v /< t iv \SLSS? I tw 48 PAGINAS 5 CENTAVOS » LA MAÑANA i i EL MUNDO, SAN JUAN, P. R. DOMINGO 10 DE JULIO DE 1938. CONFIDENCIAS Y LENITIVOS SENTIMENTALES Hombres y mujeres que precipitadamente rompen un matrimonio para anudar otro hallan que muy pronto el hechizo del nuevo amor se ha desvanecido Por KATHLEEN NORRIS 1 Si cité usted locamente enamo- rada da un hombre que no es li- bre para catarse con usted, si se encuentra usted en ese estado de ciego embeleso en que el mundo está reducido a un a'sola persona, si todo lo que concierne a esa per- sona es trascendental para usted y lo que no enteramente indiferente, .si está' usted enferma del alma y angustiada del corazón por esa si- tuación sin esperanzas y cree que 'lo que no puede cambiarse puede ser cambiado, si se encuentra us- ted en ese trance entonces es muy recomendable que eche usted una mirada a la lista de personas c,ue usted conoce o de quienes ha oído que pasaran por circunstancias se- mejantes. Me refiero a la lista de hombres y mujeres que atados por otros compromisos o lazos matrimonia- les han tirado todo lo que hablan edificado en sus vidas, quebrado po- nzoñes, desparramado a sus hijos de . cualquier manera, hombres y mujeres que se han casado por se- cunda o tercera vez tras de haber- se divorciado. ¿Ve usted en esas vidas de hov algo que signifique dignidad, feli- cidad o estabilidad? ¿No prueban ellos ahí a su vista que el proble- ma de un amor desgraciado debo yas vidas y dicha dependen de mil otras cosas fuera del amor apasio- nado y de los besos. Cuando usted está profundamen- muchacha Hudson. Pero ¿qué tie- ne que decir usted de Laura y de Diana? Las dos se divorciaron y se casaron con los hombres que HOY DOMIWiO A lo uno menos cuarto do la tarda (12:45a LOOP. M.) por la estación WKAQ Hablará sobre LA BELLEZA Y EL SOL l na mujer que ae habla nutrido durante meaea de éxtasis con la secreta seguridad de que poseía un encan- to misterioso negado a toda otra mujer, la mujer cuya vida habla «Ido tornada en exquisita con florea, ré- talos, citas y besos furtivos está destinada a darse cuenta muy pronto de que el gran conquistador con quien ae ha casado no es máa que un hombre Uso y llano... ser resuelto con valor y con abne- gación en vez de escapar de él con una verdadera fuga? Los más hechizados amantes de algunos años atrás han cambiado mucho después que se ha pasado por el divorcio, cuando los arre- glos y desarreglos están ya un año atrás. El hechizo que adornó las citas secretas en el campo o en el pequeAo restaurante se ha desva- necido. Puede que todavía se amen y que todavía se avengan, que es lo más importante. Pero la pasión se ha ido. He ahí simple- mente un hombre y una mujer cu- te enamorada le disgusta pensar en estas cosas asi con esta frialdad. Pero cuando ese amor es secreto » ilícito es asi como debe usted ra- elcionar. Su excusa én estos momen- tos de locura están en que lo que usted siente es algo tan absorben- te, profundo y único que nadie en el mundo lo experimentó antes asi. "Bien, dirá usted, Sara se di- vorció de Jorge para casarse con Pedro y a los dos anos se divorció de éste. Asi Sara ni cuenta. Y B a r- ta se divorció de Arturo para ra- sarse con Ernesto, que muy pronto se divorció para casarse con esa =.:=: las traían locas y sin embarco, nin- guna de las dos se ha suicidado ni ha corrido a divorciarse otra \cz. Es cierto. No se han suicidado ni se han divorciado. Laura y To- más son conspicuamente felices, ruidosamente, demasiado ruidosa- mente felices. Diana y Felipe, si bien todos sus íntimos saben que \a no se aman mucho, maniiencn una fachada de suficiente rucha matrimonial. Pero yo no he predl- cho que sobrevendría necesaria- mente el suicidio u otro divorcio. Si usted ahonda un poquito más en estos casos o en mil otros qu* ' - i r ocurren en nuestros tiempos en- contrará usted un hecho que os común a todos y perfectamente universal. Sea que se trate de una dama de gran fortuna y de alta cultura o de una modesta emplea- das u obrera, el matrimonio des- pués del divorcio pierde casi ins- tantáneamente lo único que lo pro- dujo. El "grande amor" se torna en misma vieja y bien conocida atracción que la Naturaleza usa en animales, plantas y seres hu- manos para su propio recreo. No sobrevive nunca al matrimonio. I .a mujer que habla sido nutrida du- rante meses de éxtasis con la se- creta seguridad de que ella poseía un encanto misterioso negado a toda otra mujer, la mujer cuya vi- da habia sido tornada en exquisi- ta con flores, regalos, citas, besos furtivos, está destinada a darse cuenta muy pronto de que el gran conquistador con quien se hi casa- do no es máa que un hombre liso y llano. Un hombre a veces gene- roso y a veces egoísta, grande en algunas cosas y pequeAo en otras, cariñoso cuando los negocios van bien y se le alimenta bien, adusto y critico cuando el dinero no llega o tiene hambre. Asi la mujer referida se da cuen- ta de que si quiere hacer un éxito de este segundo matrimonio, <¡e verá forzada a imponerse los mis- mos sacrificios y a realizar los mismos ajustes y someterse a las mismas exigencias que rehuso con- siderar en su primer matrimonio. Puede que Manuel no sea Ismael en todas las imperfecciones moles- tas de éste; pero Manuel tiene siempre sus propios defectos <iue pueden resultar tanto o más difí- ciles de sobrellevar que los de Is- mael. Y eso no es todo. SI hay hijos no tienen fin las agonías que una madre divorciada y vuelta a ca- sarse sufre. Ve que de todas ma- neras el carácter y la felicidad de sus hijos ha sido para siempre es- tropeada. SI no hay hijos siempre se irá formando en el corazón de esa mujer el demoledor sentimien- to de que todo lo entregó por la felicidad de un amor; y cuando esa felicidad fracasa de*ja en el alma un terrible sedimento de 'le- solación. Loa nuevamente casa- dos no tienen gran respecto y esca- sa fe uno en el otro y esa es i-na situación que siempre lleva a la Lloyd George, buscando alojamiento se halló con cinco Lloyd George (De "L'Humour", París). Esta' divertida anécdota se ha atribuido a David Lloyd. George. Una vez que iba en auto por Ga- les, Lloyd George se vló obligado a detenerse en una pequeña aldea, a causa de la obscuridad. Se puso, entonces, a buscar un hotel: pero no encontró ninguno. Por último, se paró frente a un gran edificio, se bajó del coche y tocó la campa- nilla de la puerta. Pronto se abrió la pesada puerta. —Señor dijo al hombre que salló de uniforme—, ¿no podrían darme alojamiento por esta noche? —¿Alojamiento, aquí? repli- có, asombrado, si portero—. ¿No sabe usted dónde está. Este es un manicomio. —No importa. Yo tengo que dor- mir en alguna parte. Soy Mr. Lloyd George. —;.Lloyd George? dijo, son- riendo el portero—. Está bien, que- rido, ya tenemos cinco Lloyd Geor- ge entre nuestros locos. Siempre hay cabida para un»«exto. v " pérdida de fe y respeto en si mis- mos también. Asi pues, Guillermina. Juana y María No lo hagan. Sacrifi- quen ésa que creen su felicidad. Háganse el ánimo. Bueno, dígan- se, seguiré esta vida chata, conti- nuaré cocinando y vistiéndome pa- ra un hombre que no me mira si- quiera ni me halaga. Me sacrifi- caré hasta el fin por unos hijos que parecen agradecerlo. Parece muy duro pero no lo es. A la vuel- ta de algunos años la ilusión de que existe eso que se cree una pa- sión ardorosa y duradera se hanrá desvanecido. Y ustedes se sentirán más fuertes y felices y sabias. Y ve- rán y apreciarán todo lo que hay de dicha confortable en" convivir ion el hombre que primero eligieron y su familia. Todo lo cual viene al caso con motivo de una carta que recibí de 'una mujer de 43 años que pasó por ese trance y optó por el mal ca- mino. Se divorció y se casó con el Adonis de su pasión. "A los pocos meses", me escribe, "empecé a dar- me cuenta de que algo horrible pa- saba Era tarde, mi propia ma- no habla tronchado la felicidad que disfrutaba para embarcarme en una aventura absurda y trágica". Me escribe, dice, para que su ejem- plo pueda salvar a otras que se encuentren frente al fa'so miraje que causó la catástrofe de su exis- tencia. Calería ¿le artista» hispanoamericanos RAMIRO GÓMEZ (Tenor cubano) Por ANTÓN CABALLERO Ramiro Gómez, es el nombre con que los empresarios estaduniden- ses, que estiman el nombre como parte del éxito de un artista, lo han bautizado en Nueva York. Sin embargo, como periodista, escritor y poeta, se le conoce como Gómez Kemp. Porque Ramiro Gómez, Ramón Gome*, tenor y poeta. además de tenor de excelente voz, es también todo eso. Fué periodista en Cuba, la bella tierra que lo viera nacer, y en las páginas del Importante rotativo ha- banero "El País", fué dejando día a dia ios frutos de su clara inte- ligencia. Su enjundia de escritor la ha dejado sentada en distintos ensayos y folletos que circularen por Cuba, sobre todo en la época de la dictadura del general Macha- do. . Como poeta, din a luz un libro de poemas titulado "Acento Negro", que prologó el destacado Intelec- tual cubano señor Marínelo. Su padre, un. distinguido ciruja- no especialista, operó a Lucrecia Borl, salvándole la voz con que tanto habia de maravillar después a los públicos norteamericanos. La gran artista, reconocida, mantuvo siempre una gran devoción por el padre, que ahora ha trasmitido al hijo. —¿Cómo se te ocurrió hacerte cantante? —le preguntamos a Gó- mez Kemp. Y nos contesta: —Ni yo mismo lo sé. Estudiaba derecho en la universidad de La Habana, cuando las luchas estu- diantiles contra Machado no sola* menta nos cerraron las puertas de la universidad, sino también pu- sieron en peligro nuestras vidas. Aquello quebró las esperanzas de buena parte de nuestra juventud, que de repente se-encontraba ante la trágica realidad del porvenir tronchado, sin tener ante si más perspectiva que la de la bomha o la ametralladora. —En aquellos días aciagos yo me consolaba de mi tragedia y la de mi patria... cantando. No es que debutara en el "Nacional" co- mo tenor de ópera, ni que recorrie- ra el pala dando conciertos. Era, simplemente, que en mis horas de mayor consuelo cogía la guitarra y entonaba aquellas canciones sen- timentales que mejor podian refle- jar mi estado de ánimo. Cuando cayó Machado, uno de los ¿oblarnos revolucionarlos que lo sucedieron lo env'ó a Surame- rico. como delegado de la Secreta- rla de Educación, para que estudia- ra, en Perú, las bibliotecas. Allí Gómez Kemp se dejo oír entr* zru- pos. de amigos y un día, sin saber cómo, se encontró cantagdo por una estación de radio. Y el éxi- to que obtuvo fué tan completo que inmediatamente le ofrecieron un tentador contrato que el mu- chacho, con Indudable vocación ar- tística, no pudo rechazar. Asi em- pezó a cantar para el pirtrtico. y asi siguió triunfando hasta el pun- to da recibir Una oferta de Bue- nos Aires, a donde se trasladó y en donde permaneció más de un año cantando en los principales teatros y en las más' afamadas es- taciones de radio. —¿Y por qué abandonaste Bue- nos Aires, donde tan bien te iba? . —Perqué siempre hay una mujer que nos endulza o nos complica la existencia. Por causa de una de ellas tuve yo que salir de Buenos Aires cssi con lo que tenia pues- to. Gómez Kemp volvió al Perú, y del Perú a La Habana. Por último, decidido a seguir la carrera del ar- te, aceptó un contrato para actuar en Nassau y más tarde arribó en la ciudad de los rascacielos. Aquí ha firmado un contrato de cuatro áflos con la National Broad- eastlng Company, y en estos me- mentos es el único cantante hispa- no que actúa en sus emisoras. Gómez Kemp es alto, guapo, bien plantado, Y en su cabello bruno y ensortijado se hs enredado ya el corazón de más una "girl" = NUEVO GRAN CONCURSO DE LAHOUD FORMIDABLES INC. UN LUJOSO AUTOMÓVIL UNA GRAN NEVERA ELÉCTRICA UNA LUJOSA RADIOELECTROLA UNAPRECIOSA INQUINA-GABINETE DE COSER Pronto se anunciarán las respectivas marcas de dichos artículos. Compre los afamados Productos LAHOUD - BEBATI - PARATI i * * ' * y guarde sus correspondientes envases. f/" Oportunamente daremos a conocer los detalles de este interesante Concurso. 4 1 4. -. .*

Upload: others

Post on 06-Apr-2020

1 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

  • 48 PAGINAS 5 CENTAVOS • EL DIARIO DE

    v /