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EL MUNDO, SAN JUAN, P. R. DOMINGO 26 DE JUNIO DE 1938. b< 9 LA CORTE SUPREMA DE PUERTO RICO Por ROBERTO H. TODD El nombramiento del Hon. Ángel R. de Jesús, juez dt distrito do San Juan, para ocupar el cargo de juez asociado del Tribunal Supremo de Puerto Rico, ha sido motivo de ge- neral aplauso, tanto por parte del público como por sus compañeros los abogados de toda la Isla. El nombre del juez De Jesús figuraba en una terna que habia elevado a manos del Presidente de los Estados Unidoa el Colegio de Abogados de Puerto Rico, como resultado de un referéndum llevado a cabo entra loa abogados colegiados, y este es otro motivo de satisfacción para el foro puertorriqueño. Con este acertado nombramiento, los ojos de todo el país se vuelven hacia la Corte Suprema de Puerto Rico, la cumbre del foro y la que, por sus sabias actuaciones, ha me- recido el respeto y la consideración del pueblo en general. Los cincuenta y dos volúmenes qut contienen sus sentencias, son la mejor exposición de lo que significa para nuestras libertades y para nuestros intereses, la Corte Suprema de Puerto Rico. Con sólo cuarenta anos de haber si- do establecida, ha sabido, por sus juiciosas y sabias interpretaciones de la ley, constituirse en Ja roca mes fuerte de nuestros derechos ciu- dadanos. Y a la verdad que Puerto Rico i lede estar orgulloso de sus Cortes de justicia y sobre todo de su Corte Suprema, a la que no ha llegado ningún abogado por asalto ni sor- presa. Los nombramientos de los jueces del alto tribunal, desde su fundación, han sido siempre prece- didos de un cuidadoso estudio del candidato, y de ahí el éxito obte- nido. Cuando en otros países de la Amé- rica Latina se hacen acusaciones di- rectas por voceros de los Colegios de Abogados, citando nombres pro- pios de miembros de la judicatura de cometer actos Inmorales, de con- ducta Impropia, etc., Puerto Rico puede enorgullecerse de tener una judicatura que le honra por su sa- piencia y por vida honesta. Nuestars Cortes merecen y tienen el respeto general. La Corte Suprema se estableció primeramente por la Orden General Núm. 19, de diciembre 2 de 1898, da- da por el mayor general John R. Brooke, comandante del Departa- mento, siendo secretarlo de Justi- cia don Juan Hernández López, pa-' ra sustituir la antigua Audiencia Territorial. Véase lo que estatuía dicha Orden en su primer Inciso: "La Suprema Corte de Justicia, constituida en Sala de Justicia com- puesta de siete magistrados, inclu- yendo el Presidente, conocerá de todoa los recursos llamados de ca- sación, asi pendientes de resolución romo de los que se establezcan en lo sucesivo y autoricen las leyes de Enjuiciamiento Civil y Criminal, los cuales en el anterior régimen espa- ñol correspondían al Tribunal Supre- mo de Madrid, cuya jurisdicción res- pecto de esta Isla quedó extinguida por consecuencia del Protocolo de la Paz." Y cuyos siete magistrados fueron: don José Severo Quiñones, presiden- te; don José Conrado Hernández, presidente de sala; y los magistra- dos don Juan Morera Martínez, Jo- sa de Diego. José María Figueras, Rafael Nieto Abeillé, Luis de Ealo y Domínguez, cubanos los dos últi- mos. Estos abogados elegidos para for- mar la primera Corte Suprema de Puerto Rico, se consideraban estar a la cabeza de la profesión, y más tarde, en 7 de agosto, 1899, y siendo secretario de Justicia don Herminio Díaz Navarro, por la Orden Gene- ral Núm. 114, el general George W. Davis, comandante del Departamen- to de Puerto Rico, y a propuesta de la Junta Judicial, constituyó la SHEAFFERS c/juáheAioueh RESPONDE INSTANTÁNEAMENTE El Platino en lo punto F6ATHERTOUCH facilito ol flujo de la tinta y lo da un tacto suavo como una caricia. Escribo do los dos coral: fino O . mediano en su posición natural y oxtroílno por ol dorso. Su Equilibrio porfocto evita cansancio ol escribir. Llenador do -' pistón o de paloneo do efecto Inmediato. 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En primero de mayo de 1900 se estableció el Gobierno Ovil de Puer- to Rico y a Presidente de los Es- tados Unidoa nombró miembros de la Corte Suprema a loa mismos se- ñores escogidos por el general Davis, menos al señor Morera Mar- tínez, en cuyo lugar nombró a Mr. Louis Sulzbacher, de Kansas City, Missouri, en t de junio de 1900. Utas tarde, en 1901. renunció el cargo el juez asociado Nieto Abeillé para marchar a su patria a ocupar un puesto en 1.- judicatura de Cuba y entonces el Presidente nombró para sustituirle a Mr. James H. McLeery, de Texas, quien se encontraba en Puerto Rico ejerciendo el cargo de subsecretario de Puerto Rica Co- mo dato de conocimiento personal, debo decir que cuando vacó el car- go de juez asociado que ocupaba el señor Nieto Abeillé, el goberna- dor Alien, quien se preparaba pa- ra retirarse definitivamente de Puer- to Rico, solicitó autorización del Ledo. Manuel F. Rossy para presen- tar su nombre al Presidente de los Estados Unidos para cubrir dicha vacante. El gobernador Alien dijo al señor Rossy que quería demos- trar su gratitud al Partido Republi- cano Puertorriqueño por los servi- cios que le habla prestado al esta- blecerse el Gobierno Civil y que siendo el señor Rossy el presidente de dicho partido, tendría él mucho gusto en poder obtener para el se- ñor Rossy dicho nombramiento. El señor Rossy no aceptó la oferta del gobernador Alien, manteniéndose en la excusa de que ocupaba el hon- roso cargo de presidente de la Pri- mera Cámara de Delegados de Puer- to Rico, honor que él conceptuaba más alto que eL.de miembro de la Corte Suprema. El gobernador Alien Insistió en su demanda, llegando hasta decir que podía conseguir del presidente McKlnley la reorganiza- ción del Tribunal Supremo y que cayese la presidencia del mismo en la persona de don Manuel F. Rossy. El señor Rossy se mantuvo firme en su negativa. A él le halagaba más el puesto representativo que osten- taba por elección popular y no creía que un nombramiento, por alto que fuese la persona que nombraba, pu- diera igualarse a una elección por el pueblo. Conocemos estos detalles por haber sido el Intérprete da la conversación entre el gobernador Alien y don Manuel F. Rouy. Asi las cosas, quedó franco el campo para el nombramiento del señor Me Leary. Al morir el presidente Quiñones, en 2 de marzo de 1909, fué elevado al cargo de presidente, para susti- tuirle, el juez asociado don José Conrado Hernández y para sustituir a éste en el cargo que quedaba va- cante de juez asociado, el Presiden- te nombró en 9 de abril de 1909, a don Emilio del Toro Cuabas, quien ocupaba entonces, de una manera distinguida, el cargo de juez de día trito de la Corte de San Juan. El juez Sulzbacher, siendo juez asociado del Tribunal Supremo, fué nombrado con el mismo cargo para la Corte Suprema de Nuevo Méjico y renunció el cargo de Puerto Rico y el presidente Theodore Roosevelt, de los Estados Unidos, nombró pa- ra sustituirle, en 13 de diciembre de 1904. a Mr. Adolph G. Wolf, del dis- trito de Columbla. En diciembre de 1910 renunció el juez asociado don José María Figueras y para susti- tuirle fué nombrado el Hon. Pedro de Aldrey, en 16 de enero de 1911, quien ocupaba a la sazón, con el aplauso general, el puesto de juez de la Corte de Distrito de San Juan. Con esta vacante del juez Figue- ras ocurrió algo que nos ha revela- do el Ledo. Juan Hernández López. Se encontraba en Washington el juez Me Leary cuando ocurrió la muerte del juez Flgueraa y parece que por insinuación suya, y asi se lo hizo saber más tarde cuando vol- vió de los Estados Unidos, le sugi- rió al presidente Taft el nombre de dpn Juan Hernández López pa- ra sustituir al Ledo. Figueras en el puesto de juez asociado. Dice don Juan que una mañana recibió aviso de la oficina del gobernador Colton de que éste le suplicaba que le visitase en ese mismo día, pues tenia algo importante que comuni- carle y que al llegar al despacho del Gobernador, éste le mostró un cablegrama que habla recibido del general Mclntyre, jefe del Nego- ciado de Asuntos Insulares, diclén- dolé que el Presidente quería que le pidiera autorización a don Juan Hernández López para nombrarlo juez asociado del Tribunal Suprema Dice Hernández López que aquello le cogió de sorpresa, pues no habla autorizado a nadie a hacer gestión alguna a ese fin,'ni lo habla hecho él personalmente. En aquellos días Hernández Lopes tenia un bufete bien movido y el cuidado de cuan- tiosos intereses, incluyendo los de la Iglesia Católica, a la que represen- taba en varios asuntos. Además, el sueldo de $4,500 que disfrutaban entonces los jueces asociados del Tribunal Supero, no era incenti- vo para un abogado con un media- no bufete. Sin embargo, pidió al Gobernador un término de 24 horaa para pensarlo y consultarlo con sus amigos. Al dia siguiente se reunía la Junta de Gobierno del Colegio de Abogados, de la cual formaba parte Hernández López, y ante ella presentó el asunto y aunque algu- nos opinaron que no debía aceptar, prevaleció la opinión de que si de- bía aceptar dicho cargo. Dice don Juan que salló con dirección a la Fortaleza para decirle al goberna- dor Colton que aceptaba, pero algo le ocurrió mientras caminaba en di- rección a la Fortaleza —algo que nos ha revelado pero que no desea hacer público— que le indujo de una manera decisiva a decirle al gobernador Colton, cuando llegó a su presencia, que sentía mucho no poder aceptar el puesto que se le ofrecía. Entonces fué nombrado el juez Pedro de Aldrey. Cuando más tarde volvió al país el Juez Me Leary, Increpó amistosamente a Hernández Lopes por no haberle complacido aceptando el cargo. Por la muerte del jues Me Leary, acaecida en Washington en 5 de ene- ro de 1914 el presidente Wilson, en 6 de abril del mismo,ano, nom- bró para sustituirle a Mr. H. Me Leary Hutchlson, quien a la sazón Don José Conrado Hernández mu- el Derecho Civil Español, y hablen* rió el 30 de junio de 1932. José Marín Figueraa y Chiquea. ocupaba el cargo de jues de la Corte! = «• «"«/ querido magistrado puer- de Distrito de Mayagüez. I torriquefto. empezó n ejercer su ca- La próxima vacante en la Corte rrw * « n el *• d * W7 * 1 ha N* ndo iprema no ocurrió hasta el 7 de estudiado y graduado en la Unlver. Suprema diciembre de 1931. cuando el juez presidente, don José Conrado Her- nández presentó la renuncia del car- go y el presidente Hardlng, en 17 de enero de 1922. elevó a dicho puesto al Juez asociado don Emilio del Toro, quien actualmente presti- gia dicho cargo. En la vacante de Juez asociado dejada por el ascen- so del juez Del Toro, el presiden- te Harding nombró al señor Carlos Franco Soto, de Cabo Rojo, en 2 de abril de 1932. Por el fallecimien- to del Juez Franco Soto ocurrido el sldad de Santiago de Compostela y en, seguida que volvió al país fué nombrado sustituto del P r o m o t or Fiscal de Catedral en esta ciudad. En 1882 fué nombrado abogado fis- cal de San Juan. En 8 de noviem- bre, 1898 fué nombredo magistrado de la Suprema Corte de Justicia por al general Brooke. Antes de Ingresar en la carrera judicial, desempeñó en propiedad los cargoa de Juez de paz y .juez mu- nicipal y los de juez de primera instancia, abogado fiscal, magistra- do cursado leyes también en Ale- mania. El juez-Sulzbacher hablaba el castellano bastante bien y tenia empeño en asi hacerlo. Su carácter afable, sincero y atrayente, le con- quistó muchos amigos dentro de la profesión. Rafael Nieto Abeillé. Este cubano vino a Puerto Rico nombrado juez de primera instancia de Catedral el 36 de febrero de 1896 y más tarde ejerció el cargo de abogado fiscal. Fué también juez de primera ins- tancia de algunas poblaciones de la Isla incluyendo.de Catedral en San Juan, y en 2 de noviembre 1898, fué nombrado magistrado de la Audien- cia Territorial y más tarde de la Suprema Corte de Justicia. En 1S de julio de 1899, fué nombrado Pro- Conrado Hernández, el presidente Harding nombró al jues Del Toro para sucederle en 17 de enero de 1933. Tiene el honor el juez Del Toro de ser el tercer presidente que ha tenido la Corte Suprema de Puerto Rico. Y en los diez y seis anee en que ha ocupado dicho puesto, le ha dado prestigio y mantenido la mis- ma dignidad y honor que Impri- mieron a la presidencia los dos jue- ces anteriores. SI hubiéramos de re- lacionar los otros cargos que ha ejercido el señor Del Toro, todos honoríficos, en los cuales imprimió el sello de su personalidad vigoro- sa y marcadamente recta en todos sentidos, se haría muy larga esU corta biografía de los señores Jue- ces del Tribunal Supremo. Loa cinco magistrados que Integran actualmente el Tribunal Supremo de Puerto Rlro. De Izquierda a derecha: Martin Travieso, Adolph G. Wolf, Emilio del Toro (preoidente), H. M. Hutchlnaon y Ángel R. de Jeeús. 31 de octubre de 1927, el presiden- te Coolldge nombró para sustituirle a don Jacinto Texldor y Alcalá del Olmo, de Guáyame, en enero 34 de 1928. Con la muerte del juez aso- ciado señor Texldor, ocurrida en Barcelona el 6 de octubre de 1931, el presidente Hoover nombró para cubrir ese puesto al Hon. Félix Cór- dova Dávila. en 23 de marzo de 1932, y, habiendo el juez asociado señor Aldrey renunciado el cargo de juez asociado en 17 de enero de 1936, el presidente Franklln Delano Roose- velt nombró al señor Martin Tra- vieso y Nieva, de MayagUez, en 19 de marzo de 1936. El último nombramiento hecho para la Corte Suprema fuá el del señor Ángel R. de Jesús, de Cíales, en 10 de junio de 1938, quien a la sazón era juez de distrito de San Juan, para llenar la vacante dejada por renuncia que en febrero 28, 1938. presentara del cargo el jues señor Córdova Dávila. Veamos ahora qué experiencia profesional y jurídica tenia cada uno de estos jueces cuando llegó a la Corte Suprema. Examinando la his- toria de todos ellos, hemos llegado a la conclusión de que, con muy raras excepciones, todos hablan te- nido experiencia en cargos judicia- les que hablan desempeñado y, mu- chos de ellos, durante un largo nú- mero de años. Don José Severo Quiflonee, quien fué llevado a la presidencia de este tribunal, estaba considerado en el pala, tanto por sus compañeros, co- mo por el público en general, como la cumbre más alta de la aboga- cía. Sus servicios profesionales eran solicitados en los asuntos de mayor importancia y su bufete era uno de los mejores. Era en la época en que no sólo se ganaban pleitos y do suplente y teniente-fiscal de la Audiencia Terirtorial. En 1892 fué nombrado relator de la Audiencia y más tarde secretario de la mis- ma, cuyos puestos desempeñó has- ta 1894; de 1894 a 1895 fué fiscal de la Audiencia de Manila, desem- peñando también el mismo cargo en la de Santiago de Cuba; de 1895 a 1897 fué Juez de primera instancia de MayagUez y abogado fiscal de la Audiencia de la Habana; de 1897 a 1898 ocupó el cargo de magistra- do de la Audiencia de lo Criminal de MayagUez, cargo que ocupaba cuando ocurrió el cambio de.sobe- ranía. En 1898 el general Wllson lo nombró fiscal de la Audiencia de MayagUez, cuyo puesto desempeñó hasta que fué nombrado magistrado de la Suprema Corte de Justicia y durante su desempeño marchó a Ponce en comisión especial del ge- neral Henry, para investigar un asunto muy delicado de carácter profesional entre dos prominentes abogados ya fallecidos; volviendo luego o ocupar su puesto en el Su- premo, para el que, más tarde, en 1900. fué ratificado por el presidente McKlnley. El juez Figueras era uno de los hombres más queridos en el país ror sus condiciones especiales de carácter. Murió en diciembre 7 de 1919. Juan Morera Martínez, natural de Humacao. En 3 de agosto de 1863, se graduó de licenciado en de- recho en la Universidad de Barce- lona. En 39 de diciembre, 1894, fué nombrado magistrado suplente, car- go que ejerció sin interrupción has- ta el 5 de setiembre, 1898, en que fué nombrado subsecretario del De- partamento de Hacienda durante el régimen autonómico. En 14 de di- ciembre de 1898, fué nombrado ma- gistrado de la Suprema Corte de asuntos ante la Audiencia Territo- Justicia por el mayor general rlal con citas jurídicas, sino que también habia que desplegar un gran caudal de elocuencia, y don José Severo Quiñones estaba consi- derado como el mejor orador foren- se de su época. Traía, además, un bagaje considerable y prestigioso de cargos públicos que habla ejercido. Vicepresidente de la Diputación Pro- vincial, Intendente General de Ha- cienda Pública, Jefe Superior de Ad- ministración. Secretarlo de Agricul- tura, Industria y Comercio; delega- do a la Cámara de Representantes, Consejero de Administración, Fis- cal de la Audiencia Territorial y Magistrado Suplente de la Audien- cia. En los largos años en que Quiño- nes fué presidente del Tribunal Su- premo, dio lustre y prestigio al im- portante cargo. José Conrado Hernandos, llevó al Supremo, también, un caudal de co- nocimientos adquiridos en servicios prestados en la magistratura. Se habla graduado en el año 1873 de licenciado en derecho civil y canó- nico y luego obtuvo el doctorado en teología en el Colegio Central de Salamanca. El primer cargo que, ejerció en la judicatura fué el de juez de Primera Instancia de San Germán y luego pasó a Areclbo con el mismo cargo. Fué luego Promo- tor Fiscal de Humacao, pasando más tarde a Jues de Primera Instancia de Aguadllla, luego al de Mayaguas volviendo al cargo de Promotor Fis- cal del Distrito de Catedral de San Juan. Pasó más tarde a la isla de Cuba, de Magistrado de laa Audien- cias de Pinar del Rio y de Santa Clara, marchando después a las Is- las Filipinas, donde ejerció varios cargos en la Audiencia Territorial de aquel archipiélago, volviendo a Puerto Rico en 1698, cuando aún go- bernaba España, nombrándosele Ma- gistrado de la Audiencia Territo- rial. Al juez Hernández le cupo el honor de haber sido el único puer- torriqueño que durante el Gobierno de España en Puerto Ricé desem- peñó en propiedad el cargo de Ma- gistrado de la Audiencia Terirtorial. Todos los demás puertorriqueños que ocuparon ese cargo, lo hacían interinamente, o como magistrados suplentes, como se designaba enton «"I 0 - na. curador General de Justicia, vol- viendo en abril 30 de 1900 a su puesto en el Supremo para el cual le habla designado el general Davis, y confirmado más tarde por el pre- sidente McKlnley. En 1901 el juez Nieto renunció el cargo para mar- char a Cuba, su país, a ocupar pues- tos distinguidos en la magistratu- ra. Murió en 10 de enero de 1916. James H. MacLeary-— Este juez norteamericano, aunque tenido por tejano, habia nacido en Tennessee y antes de la carrera de leyes, in- gresó en la de las armas en 1861, al lado de los insurgentes del Sur en el 5* Regimiento do Caballería de Texas, en que sirvió de soldado voluntarlo hasta 1865, en cuyo tiem- po fué herido cuatro veces. Estu- dió leyes en la Universidad de Co- lumbla, hoy Washington and Lee, graduándose con honores. El juez MacLeary tuvo una larga historia, sirviendo en su propio país y en Cuba durante la guerra de 1898. Fué miembro del Tribunal Supre- mo de Montana, en cuyo tribunal'año secretarlo de la Audiencia Te- Brooke y más tarde en 10 de agos- to, de 1899, el general Davis le con- firmó en ese puesto. Lula de Ealo y Domínguez.— En los archivos.del Tribunal Supremo no hemos podido encontrar dato al- guno de este magistrado. No tiene expediente personal y ni siquiera consta su nombre como abogado que hubiese jurado como tal ante la Real Audiencia Territorial. En el libro de matriculas del Ilus- tre Colegio de Abogados,* consta, no obstante, que este letrado se Incor- poró al Colegio el 2 de setiembre, de 1865, y que fué Diputado del Co- legio en el Partido de Areclbo, des- de 1875. Debemos a la bondad de un pa- riente político de don Luis de Ealo, estas notas que publicamos a con- tinuación: Nació Ealo en la Habana en el año de 1832, estudió leyes en España, graduándose de abogado en 1855, y en el año de 1865 vino a Puerto Rico a ocupar el cargo de promotor fiscal de Areclbo, para cuyo cargo habia sido nombrado por el Gobierno español. Desde que comenzaron laa primeras sacudidas políticas en Puerto Rico, al prln- pió de la segunda mitad del siglo pasado, cayó Ealo de lleno del lado del pala, distinguiéndose como buen liberal cuando las famosas eleccio- nes pulidas del año 1873 y en luchas sucesivas, llegando a presidir el par- tido Liberal en Areclbo por muchos años. Fué un ferviente partidario de la abolición de la esclavitud. Fué nombrado magistrado de la Supre- ma Corte de Justicia por el general Brooke, en 1898. Aunque nacido en la Habana, fué Ealo un gran puer- torriqueño. Como Jurisconsulto, fué de lo más ilustre de la Isla. Murió en Areclbo en el año de 1803. | Lula Sulzbacher. El expediente personal de este juez asociado que' existe en loa archivos de la Corte, Suprema, no arroja luz alguna en cuanto a sus ejecutorias y servicios en la carrera judicial y ni siquiera 1 existe el dato del Colegio o Unlver- 1 sldad en que se hubiese graduado. Por conocimiento personal que tu-; vimos con el Jues Sulzbacher, sin embargo, podemos afirmar que era un hombre bien entendido en asun- tos judiciales, habiendo estudiado conoció a Hunt quien, siendo secre- tario de Puerto Rico, le hizo venir a su lado nombrándolo subsecreta- rio, en cuyo puesto se hallaba cuan- do fué nombrado por el presidente Teodoro Roosevelt en 1901, Juez asociado para llenar la vacante de- jada por la renuncia del juez Nieto Abeillé. Las decisiones de la Cor- te Suprema en aquellos primeros años en que MacLeary era juez, contienen numerosas sentencias en las que el sabio magistrado impri- mió el sello de su sapiencia. El Juez MacLeary murió en Washington en 5 de enero de 1914. Adolph Grant Wolf.—Este juez se graduó de Bachiller en Derecho en la Universidad de Columbia, hoy Universidad de George Washing- ton y en 1893, obtuvo el titulo de master de derecho en la misma Universidad. Anteriormente habia estado en los años 1890 a 91 en la Universidad de Berlín. Estableció su bufete en la ciudad de Washing- ton, ejerciendo ante todas las cor- tes del Distrito de Columbla y an- te el Tribunal Supremo de los Es- tados Unidoa y en 1904, al vacar elj cargo por la renuncia del Juez Sulz- bacher, el presidente Teodoro Ro- osevelt le nombró para sustituirle. Emilio del Toro Cuehas.—El ac- tual presidente de la Corte Supre- ma estudió leyes en la Universidad de la Habana, graduándose de li- cenciado en derecho el 30 de di- ciembre de 1897. El 19 de noviem- bre, 1898, fué nombrado teniente fiscal del Distrito de San Juan; fué también nombrado fiscal de los dis- tritos de Humacao y de MayagUez. En 13 de julio de 1901 ocupó el puesto de fiscal auxiliar general nombrado por el procurador gene- ral Harían. Más tarde fué nom- brado fiscal del Tribunal Supremo y ejerció ese cargo desde 1901 al 1904, después el de juez de distri- to de San Juan, del 1904 al 1909 y ocupando ese puesto en 9 de abril, 1909, fué nombrado juez asociado del Tribunal Supremo. Habiendo renunciado el cargo de presidente de dicho Tribunal el honorable José Henry MacLeary Hutchlson.—Fué admitido a postular ante la Corte Suprema de Texas en 7 de mayo de 1902, y vino a Puerto Rico estable- ciéndose en MayagUez. En setiem- bre primero de 1911, fué nombrado juez de distrito de Guáyame por el gobernador Colton. Y en octubre 25, 1913, ejerció el mismo cargo en el distrito de MayagUez. En la vacante que dejara el Juez MacLeary, el juez Hutchlson fué nombrado para cubrirla en 6 de abril de 1914. Pedro de Aldrey y Montollo.—Li- cenciado en derecho de la Univer- sidad de Barcelona. Lo encontra- mos ejerciendo la profesión de abo- gado en 5 de enero, 1891. Fué nom- brado oficial de sala de la Audien- cia Territorial en 26 de mayo de 1894. Y en 32 de diciembre del mis- mo año, fue nombrado secretario interino de dicha Audiencia. En 30 de mayo de 1898 fué nombrado Juez de primera instancia de Guáyame y en 28 de octubre de ese mismo rritoríal. En 17 de febrero de 1899 ocupó el puesto de abogado fiscal de la Audiencia. En el año de 1903, fué a ejercer la notarla a Humacao,. sustituyen- do a su hermano Antonio, quien se habla trasladado a la Península. En 39 de junio de 1904, fué nom- brado fiscal de Areclbo y más tar- de vino a San Juan a ocupar el car- go de juez de distrito de San Juan. En enero 16 de 1911 fué nombrado Juez asociado del Tribunal Supre- mo, habiendo presentado la renun- cia de dicho alto cargo, por motivos de salud, en 17 de enero de 1936. Carlos Franco Soto.—Lo encon- tramos de secretarlo de la Corte de Distrito de MayagUez. Más tarde en 1899, de secretarlo de la Corte Su- prema de Puerto Rico y luego ocu- pando el cargo de juez municipal de San Juan y poco tiempo después el puesto de juez de la Corte de Distrito Ponce, asi como el mis- mo cargo en Areclbo y para cubrir la vacante que dejara en la Corte Suprema de Juez asociado el señor Emilio del Toro Cuebas, fué nom- brado en 3 de abril, 1933. Tam- bién el señor Franco Soto fué miembro de la Cámara de Delega- dos de Puerto Rico en el año 1904. Murió el 31 de octubre de 1937, Félix Córdova Dávila.—Antes de ser nombrado juez de la Corta Su- prema el señor Córdova Dávila ha- Uno campaña dt anuncio on un buen periódico puedo re- bajar considerablemente IU gasto do renta. EL MUNDO Teléfono 2222 S. J. s»# HOTELES preferentes on NEW YORK En ti tmmp* HOTEL HABANA Stamford, N. Y. En I* tmulméi HOTEL LA ESTRELLA Netamente espenoL Ambiente Situado en lo esas sito, sano y familiar. Céntricamente situado, pintoresco de las Montana! de Amplias habitaciones. Ascensor. 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El señor Córdo- va Dávila ostenta los diplomas de bachiller en leyes y de master en leyes de la Universidad Nacional de Washington, donde hizo sus es- tudios. Jacinto Texldor y Alcalá del Ol- mo.—Se graduó de licenciado en derecho en la Universidad de Ma- drid el 7 de mayo de 1883. Al venir al país fué a residir a su pueblo natal. Guáyame, donde le encon- tramos de registrador de la propie- dad Interino. En 1888 ocupó el pues- to de juez municipal en la pobla- ción de Guáyame. En 1903 fué jues asociado del distrito de San Juan, del Tribunal Colegiado, y en 1917 juez de distrito de Sen Juan. El señor Texldor ocupó con no- table distinción y por muchos años el puesto de profesor de leyes en la Universidad de Puerto Rico. Y en 24 de enero de 1928 fué nom- brado juez asociado del Tribunal Supremo. Murió en Barcelona en 6 de octubre de 1931. Martin Travieso y Nieva,—Este magistrado se graduó de bachiller en Leyes en la Universidad de Cor- nell en 1903 y fué admitido a pos- tular en la Corte Suprema de Nue- va York, división de apelaciones, en noviembre primero de 1904. Ha- biendo vuelto al país, fué nombra- do en 15 de agosto de 1906, fiscal del distrito de Mayagüez. Poco des- pués de este nombramiento fué nombrado miembro del Consejo Ejecutivo de Puerto Rico, trasla- dando su residencia a la capital. Al terminar este mandato, el señor Travieso .fué nombrado secretarlo de Puerto Rico, durante la admi- nistración del gobernador Yager y fué el primer portorriqueño a quien le cupo la distinción de actuar co- mo Gobernador interino en ausen- cia del Gobernador titular. Después de esto el señor Travieso cambió su residencia para la ciudad de Nueva York, en donde ejerció con distinción y éxito su noble profe- sión de abogado habiendo desempe- ñado cargos de confianza por nom- bramiento del Gobierno de Wash- ington. Máa Urde volvió a Puerto Rico abriendo su Importante bufe- te y ocupando el puesto de honor de vicepresidente del Colegio de Abogados de Puerto Rico, cuando se fundó éste en el año 1834. En 19 de marzo de 1938, y para llenar la vacante dejada por la re- nuncia del Juez Aldrey, el presiden- te Roosevelt le nombró Juez anecia- do del Tribunal Supremo. Asurel R. de Jeaús.—Esta nueva adquisición para la Corte Suprema de Puerto Rico, estudió leyes y se graduó de bachiller de derecho en la Universidad de Cornell en el año de 1913. Le encontramos en el año de 1915 ocupando el puesto de Jues municipal de Juana Díaz y el mis- mo cargo en la Corte Municipal de Coamo, en 1916. Vino luego a San Juan y fué nombrado jues de quie- bras de la Corte Federal y más tar- de el Gobernador de Puerto Rico le nombró Juez de distrito de San Juan, cargo que ejercía con distin- ción cuando el presidente Roosevelt lo designó en 10 del actual mt de junio para llenar la vacante que en la Corte Suprema habla deja- do por renuncia el Jues asociado Félix Córdova Dávila. Como habrá visto el lector,' a la Corte Suprema no ha llegado nin- gún abogado por asalto o sorpresa. Con solamente dos excepciones, to- dos los jueces llevaron al Supre- mo un caudal de experiencia adqui- rida en el desempeño de cargos ofi- ciales en la Judicatura, tanto, du- rante esta nueva era, como cuando regia los destinos de la Isla la ma- dre España. Creemos que ese ha sido el motivo principal del rotun- do éxito que ha tenido en sus cua- renta años de existencia nuestro más alto tribunal. ¡Quiera Dios, para bien de nues- tra Isla, que continúe ese éxito: (') Aunque el señor De Diego fué nombrado'miembro de la Suprema Corte de Justicia por el. general Brooke y llegó a tomar posesión del cargo, nunca sirvió el mismo, pues al dia siguiente fué nombrado por el propio general Brooke presiden- te de la Audiencia de lo Criminal de Mayagüez, cargo que fui't'des- empeñar Inmediatamente. I¡CANASI! Desaparecen con ZHYNGAjfo No mancha. Se usa con laa manos. Fabricante: F. TORRES. Box 157 Juana Días, P. Jt ¡GRATIS! Nutvo y Vadoso Fofcto de Recita* Cafearlt. "LA COCINA CRIOLLA" Recetes Criollas favoritas . .. mejoradas y probadas por expertos de cocina ROYAL, Cede recete ee de uso práctico en su propia cocina. Asegure la bondad de estos platos deliciosos uñando ROYAL, el polvo de hornear a base de Crémor Tártaro. 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  • EL MUNDO, SAN JUAN, P. R. DOMINGO 26 DE JUNIO DE 1938. b< 9

    LA CORTE SUPREMA DE PUERTO RICO Por ROBERTO H. TODD

    El nombramiento del Hon. ngel R. de Jess, juez dt distrito do San Juan, para ocupar el cargo de juez asociado del Tribunal Supremo de Puerto Rico, ha sido motivo de ge- neral aplauso, tanto por parte del pblico como por sus compaeros los abogados de toda la Isla. El nombre del juez De Jess figuraba en una terna que habia elevado a manos del Presidente de los Estados Unidoa el Colegio de Abogados de Puerto Rico, como resultado de un referndum llevado a cabo entra loa abogados colegiados, y este es otro motivo de satisfaccin para el foro puertorriqueo.

    Con este acertado nombramiento, los ojos de todo el pas se vuelven hacia la Corte Suprema de Puerto Rico, la cumbre del foro y la que, por sus sabias actuaciones, ha me- recido el respeto y la consideracin del pueblo en general. Los cincuenta y dos volmenes qut contienen sus sentencias, son la mejor exposicin de lo que significa para nuestras libertades y para nuestros intereses, la Corte Suprema de Puerto Rico. Con slo cuarenta anos de haber si- do establecida, ha sabido, por sus juiciosas y sabias interpretaciones de la ley, constituirse en Ja roca mes fuerte de nuestros derechos ciu- dadanos.

    Y a la verdad que Puerto Rico i lede estar orgulloso de sus Cortes de justicia y sobre todo de su Corte Suprema, a la que no ha llegado ningn abogado por asalto ni sor- presa. Los nombramientos de los jueces del alto tribunal, desde su fundacin, han sido siempre prece- didos de un cuidadoso estudio del candidato, y de ah el xito obte- nido.

    Cuando en otros pases de la Am- rica Latina se hacen acusaciones di- rectas por voceros de los Colegios de Abogados, citando nombres pro- pios de miembros de la judicatura de cometer actos Inmorales, de con- ducta Impropia, etc., Puerto Rico puede enorgullecerse de tener una judicatura que le honra por su sa- piencia y por vida honesta. Nuestars Cortes merecen y tienen el respeto general.

    La Corte Suprema se estableci primeramente por la Orden General Nm. 19, de diciembre 2 de 1898, da- da por el mayor general John R. Brooke, comandante del Departa- mento, siendo secretarlo de Justi- cia don Juan Hernndez Lpez, pa-' ra sustituir la antigua Audiencia Territorial. Vase lo que estatua dicha Orden en su primer Inciso:

    "La Suprema Corte de Justicia, constituida en Sala de Justicia com- puesta de siete magistrados, inclu- yendo el Presidente, conocer de todoa los recursos llamados de ca- sacin, asi pendientes de resolucin romo de los que se establezcan en lo sucesivo y autoricen las leyes de Enjuiciamiento Civil y Criminal, los cuales en el anterior rgimen espa- ol correspondan al Tribunal Supre- mo de Madrid, cuya jurisdiccin res- pecto de esta Isla qued extinguida por consecuencia del Protocolo de la Paz."

    Y cuyos siete magistrados fueron: don Jos Severo Quiones, presiden- te; don Jos Conrado Hernndez, presidente de sala; y los magistra- dos don Juan Morera Martnez, Jo- sa de Diego. Jos Mara Figueras, Rafael Nieto Abeill, Luis de Ealo y Domnguez, cubanos los dos lti- mos.

    Estos abogados elegidos para for- mar la primera Corte Suprema de Puerto Rico, se consideraban estar a la cabeza de la profesin, y ms tarde, en 7 de agosto, 1899, y siendo secretario de Justicia don Herminio Daz Navarro, por la Orden Gene- ral Nm. 114, el general George W. Davis, comandante del Departamen- to de Puerto Rico, y a propuesta de la Junta Judicial, constituy la

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    Corte Suprema de Puerto Rico con el siguiente personal: presidente, Jos Severo Quiones; jueces aso- ciados: Jos Conrado Hernndez, Jos Mara Figueras, Rafael Nieto Abeill y Juan Morera Martnez.

    En primero de mayo de 1900 se estableci el Gobierno Ovil de Puer- to Rico y a Presidente de los Es- tados Unidoa nombr miembros de la Corte Suprema a loa mismos se- ores escogidos por el general Davis, menos al seor Morera Mar- tnez, en cuyo lugar nombr a Mr. Louis Sulzbacher, de Kansas City, Missouri, en t de junio de 1900. Utas tarde, en 1901. renunci el cargo el juez asociado Nieto Abeill para marchar a su patria a ocupar un puesto en 1.- judicatura de Cuba y entonces el Presidente nombr para sustituirle a Mr. James H. McLeery, de Texas, quien se encontraba en Puerto Rico ejerciendo el cargo de subsecretario de Puerto Rica Co- mo dato de conocimiento personal, debo decir que cuando vac el car- go de juez asociado que ocupaba el seor Nieto Abeill, el goberna- dor Alien, quien se preparaba pa- ra retirarse definitivamente de Puer- to Rico, solicit autorizacin del Ledo. Manuel F. Rossy para presen- tar su nombre al Presidente de los Estados Unidos para cubrir dicha vacante. El gobernador Alien dijo al seor Rossy que quera demos- trar su gratitud al Partido Republi- cano Puertorriqueo por los servi- cios que le habla prestado al esta- blecerse el Gobierno Civil y que siendo el seor Rossy el presidente de dicho partido, tendra l mucho gusto en poder obtener para el se- or Rossy dicho nombramiento. El seor Rossy no acept la oferta del gobernador Alien, mantenindose en la excusa de que ocupaba el hon- roso cargo de presidente de la Pri- mera Cmara de Delegados de Puer- to Rico, honor que l conceptuaba ms alto que eL.de miembro de la Corte Suprema. El gobernador Alien Insisti en su demanda, llegando hasta decir que poda conseguir del presidente McKlnley la reorganiza- cin del Tribunal Supremo y que cayese la presidencia del mismo en la persona de don Manuel F. Rossy. El seor Rossy se mantuvo firme en su negativa. A l le halagaba ms el puesto representativo que osten- taba por eleccin popular y no crea que un nombramiento, por alto que fuese la persona que nombraba, pu- diera igualarse a una eleccin por el pueblo. Conocemos estos detalles por haber sido el Intrprete da la conversacin entre el gobernador Alien y don Manuel F. Rouy. Asi las cosas, qued franco el campo para el nombramiento del seor Me Leary.

    Al morir el presidente Quiones, en 2 de marzo de 1909, fu elevado al cargo de presidente, para susti- tuirle, el juez asociado don Jos Conrado Hernndez y para sustituir a ste en el cargo que quedaba va- cante de juez asociado, el Presiden- te nombr en 9 de abril de 1909, a don Emilio del Toro Cuabas, quien ocupaba entonces, de una manera distinguida, el cargo de juez de da trito de la Corte de San Juan.

    El juez Sulzbacher, siendo juez asociado del Tribunal Supremo, fu nombrado con el mismo cargo para la Corte Suprema de Nuevo Mjico y renunci el cargo de Puerto Rico y el presidente Theodore Roosevelt, de los Estados Unidos, nombr pa- ra sustituirle, en 13 de diciembre de 1904. a Mr. Adolph G. Wolf, del dis- trito de Columbla. En diciembre de 1910 renunci el juez asociado don Jos Mara Figueras y para susti- tuirle fu nombrado el Hon. Pedro de Aldrey, en 16 de enero de 1911, quien ocupaba a la sazn, con el aplauso general, el puesto de juez de la Corte de Distrito de San Juan.

    Con esta vacante del juez Figue- ras ocurri algo que nos ha revela- do el Ledo. Juan Hernndez Lpez. Se encontraba en Washington el juez Me Leary cuando ocurri la muerte del juez Flgueraa y parece que por insinuacin suya, y asi se lo hizo saber ms tarde cuando vol- vi de los Estados Unidos, le sugi- ri al presidente Taft el nombre de dpn Juan Hernndez Lpez pa- ra sustituir al Ledo. Figueras en el puesto de juez asociado. Dice don Juan que una maana recibi aviso de la oficina del gobernador Colton de que ste le suplicaba que le visitase en ese mismo da, pues tenia algo importante que comuni- carle y que al llegar al despacho del Gobernador, ste le mostr un cablegrama que habla recibido del general Mclntyre, jefe del Nego- ciado de Asuntos Insulares, dicln- dol que el Presidente quera que le pidiera autorizacin a don Juan Hernndez Lpez para nombrarlo juez asociado del Tribunal Suprema Dice Hernndez Lpez que aquello le cogi de sorpresa, pues no habla autorizado a nadie a hacer gestin alguna a ese fin,'ni lo habla hecho l personalmente. En aquellos das Hernndez Lopes tenia un bufete bien movido y el cuidado de cuan- tiosos intereses, incluyendo los de la Iglesia Catlica, a la que represen- taba en varios asuntos. Adems, el sueldo de $4,500 que disfrutaban entonces los jueces asociados del Tribunal Supero, no era incenti- vo para un abogado con un media- no bufete. Sin embargo, pidi al Gobernador un trmino de 24 horaa para pensarlo y consultarlo con sus amigos. Al dia siguiente se reuna la Junta de Gobierno del Colegio de Abogados, de la cual formaba parte Hernndez Lpez, y ante ella present el asunto y aunque algu- nos opinaron que no deba aceptar, prevaleci la opinin de que si de- ba aceptar dicho cargo. Dice don Juan que sall con direccin a la Fortaleza para decirle al goberna- dor Colton que aceptaba, pero algo le ocurri mientras caminaba en di- reccin a la Fortaleza algo que nos ha revelado pero que no desea hacer pblico que le indujo de una manera decisiva a decirle al gobernador Colton, cuando lleg a su presencia, que senta mucho no poder aceptar el puesto que se le ofreca. Entonces fu nombrado el juez Pedro de Aldrey. Cuando ms tarde volvi al pas el Juez Me Leary, Increp amistosamente a Hernndez Lopes por no haberle complacido aceptando el cargo.

    Por la muerte del jues Me Leary, acaecida en Washington en 5 de ene- ro de 1914 el presidente Wilson,

    en 6 de abril del mismo,ano, nom- br para sustituirle a Mr. H. Me Leary Hutchlson, quien a la sazn

    Don Jos Conrado Hernndez mu- el Derecho Civil Espaol, y hablen* ri el 30 de junio de 1932.

    Jos Marn Figueraa y Chiquea. ocupaba el cargo de jues de la Corte! = "/ querido magistrado puer- de Distrito de Mayagez. I torriquefto. empez n ejercer su ca-

    La prxima vacante en la Corte rrw* n el * d* W7*1 haN*ndo iprema no ocurri hasta el 7 de estudiado y graduado en la Unlver. Suprema

    diciembre de 1931. cuando el juez presidente, don Jos Conrado Her- nndez present la renuncia del car- go y el presidente Hardlng, en 17 de enero de 1922. elev a dicho puesto al Juez asociado don Emilio del Toro, quien actualmente presti- gia dicho cargo. En la vacante de Juez asociado dejada por el ascen- so del juez Del Toro, el presiden- te Harding nombr al seor Carlos Franco Soto, de Cabo Rojo, en 2 de abril de 1932. Por el fallecimien- to del Juez Franco Soto ocurrido el

    sldad de Santiago de Compostela y en, seguida que volvi al pas fu nombrado sustituto del P r o m o t or Fiscal de Catedral en esta ciudad. En 1882 fu nombrado abogado fis- cal de San Juan. En 8 de noviem- bre, 1898 fu nombredo magistrado de la Suprema Corte de Justicia por al general Brooke.

    Antes de Ingresar en la carrera judicial, desempe en propiedad los cargoa de Juez de paz y .juez mu- nicipal y los de juez de primera instancia, abogado fiscal, magistra-

    do cursado leyes tambin en Ale- mania. El juez-Sulzbacher hablaba el castellano bastante bien y tenia empeo en asi hacerlo. Su carcter afable, sincero y atrayente, le con- quist muchos amigos dentro de la profesin.

    Rafael Nieto Abeill. Este cubano vino a Puerto Rico nombrado juez de primera instancia de Catedral el 36 de febrero de 1896 y ms tarde ejerci el cargo de abogado fiscal. Fu tambin juez de primera ins- tancia de algunas poblaciones de la Isla incluyendo.de Catedral en San Juan, y en 2 de noviembre 1898, fu nombrado magistrado de la Audien- cia Territorial y ms tarde de la Suprema Corte de Justicia. En 1S de julio de 1899, fu nombrado Pro-

    Conrado Hernndez, el presidente Harding nombr al jues Del Toro para sucederle en 17 de enero de 1933.

    Tiene el honor el juez Del Toro de ser el tercer presidente que ha tenido la Corte Suprema de Puerto Rico. Y en los diez y seis anee en que ha ocupado dicho puesto, le ha dado prestigio y mantenido la mis- ma dignidad y honor que Impri- mieron a la presidencia los dos jue- ces anteriores. SI hubiramos de re- lacionar los otros cargos que ha ejercido el seor Del Toro, todos honorficos, en los cuales imprimi el sello de su personalidad vigoro- sa y marcadamente recta en todos sentidos, se hara muy larga esU corta biografa de los seores Jue- ces del Tribunal Supremo.

    Loa cinco magistrados que Integran actualmente el Tribunal Supremo de Puerto Rlro. De Izquierda a derecha: Martin Travieso, Adolph G. Wolf, Emilio del Toro (preoidente), H. M. Hutchlnaon y ngel R. de Jees.

    31 de octubre de 1927, el presiden- te Coolldge nombr para sustituirle a don Jacinto Texldor y Alcal del Olmo, de Guyame, en enero 34 de 1928. Con la muerte del juez aso- ciado seor Texldor, ocurrida en Barcelona el 6 de octubre de 1931, el presidente Hoover nombr para cubrir ese puesto al Hon. Flix Cr- dova Dvila. en 23 de marzo de 1932, y, habiendo el juez asociado seor Aldrey renunciado el cargo de juez asociado en 17 de enero de 1936, el presidente Franklln Delano Roose- velt nombr al seor Martin Tra- vieso y Nieva, de MayagUez, en 19 de marzo de 1936.

    El ltimo nombramiento hecho para la Corte Suprema fu el del seor ngel R. de Jess, de Cales, en 10 de junio de 1938, quien a la sazn era juez de distrito de San Juan, para llenar la vacante dejada por renuncia que en febrero 28, 1938. presentara del cargo el jues seor Crdova Dvila.

    Veamos ahora qu experiencia

    profesional y jurdica tenia cada uno de estos jueces cuando lleg a la Corte Suprema. Examinando la his- toria de todos ellos, hemos llegado a la conclusin de que, con muy raras excepciones, todos hablan te- nido experiencia en cargos judicia- les que hablan desempeado y, mu- chos de ellos, durante un largo n- mero de aos.

    Don Jos Severo Quiflonee, quien fu llevado a la presidencia de este tribunal, estaba considerado en el pala, tanto por sus compaeros, co- mo por el pblico en general, como la cumbre ms alta de la aboga- ca. Sus servicios profesionales eran solicitados en los asuntos de mayor importancia y su bufete era uno de los mejores. Era en la poca en que no slo se ganaban pleitos y

    do suplente y teniente-fiscal de la Audiencia Terirtorial. En 1892 fu nombrado relator de la Audiencia y ms tarde secretario de la mis- ma, cuyos puestos desempe has- ta 1894; de 1894 a 1895 fu fiscal de la Audiencia de Manila, desem- peando tambin el mismo cargo en la de Santiago de Cuba; de 1895 a 1897 fu Juez de primera instancia de MayagUez y abogado fiscal de la Audiencia de la Habana; de 1897 a 1898 ocup el cargo de magistra- do de la Audiencia de lo Criminal de MayagUez, cargo que ocupaba cuando ocurri el cambio de.sobe- rana. En 1898 el general Wllson lo nombr fiscal de la Audiencia de MayagUez, cuyo puesto desempe hasta que fu nombrado magistrado de la Suprema Corte de Justicia y durante su desempeo march a Ponce en comisin especial del ge- neral Henry, para investigar un asunto muy delicado de carcter profesional entre dos prominentes abogados ya fallecidos; volviendo luego o ocupar su puesto en el Su- premo, para el que, ms tarde, en 1900. fu ratificado por el presidente McKlnley.

    El juez Figueras era uno de los hombres ms queridos en el pas ror sus condiciones especiales de carcter. Muri en diciembre 7 de 1919.

    Juan Morera Martnez, natural de Humacao. En 3 de agosto de 1863, se gradu de licenciado en de- recho en la Universidad de Barce- lona. En 39 de diciembre, 1894, fu nombrado magistrado suplente, car- go que ejerci sin interrupcin has- ta el 5 de setiembre, 1898, en que fu nombrado subsecretario del De- partamento de Hacienda durante el rgimen autonmico. En 14 de di- ciembre de 1898, fu nombrado ma- gistrado de la Suprema Corte de

    asuntos ante la Audiencia Territo- Justicia por el mayor general rlal con citas jurdicas, sino que tambin habia que desplegar un gran caudal de elocuencia, y don Jos Severo Quiones estaba consi- derado como el mejor orador foren- se de su poca. Traa, adems, un bagaje considerable y prestigioso de cargos pblicos que habla ejercido. Vicepresidente de la Diputacin Pro- vincial, Intendente General de Ha- cienda Pblica, Jefe Superior de Ad- ministracin. Secretarlo de Agricul- tura, Industria y Comercio; delega- do a la Cmara de Representantes, Consejero de Administracin, Fis- cal de la Audiencia Territorial y Magistrado Suplente de la Audien- cia.

    En los largos aos en que Quio- nes fu presidente del Tribunal Su- premo, dio lustre y prestigio al im- portante cargo.

    Jos Conrado Hernandos, llev al Supremo, tambin, un caudal de co- nocimientos adquiridos en servicios prestados en la magistratura. Se habla graduado en el ao 1873 de licenciado en derecho civil y can- nico y luego obtuvo el doctorado en teologa en el Colegio Central de Salamanca. El primer cargo que, ejerci en la judicatura fu el de juez de Primera Instancia de San Germn y luego pas a Areclbo con el mismo cargo. Fu luego Promo- tor Fiscal de Humacao, pasando ms tarde a Jues de Primera Instancia de Aguadllla, luego al de Mayaguas volviendo al cargo de Promotor Fis- cal del Distrito de Catedral de San Juan. Pas ms tarde a la isla de Cuba, de Magistrado de laa Audien- cias de Pinar del Rio y de Santa Clara, marchando despus a las Is- las Filipinas, donde ejerci varios cargos en la Audiencia Territorial de aquel archipilago, volviendo a Puerto Rico en 1698, cuando an go- bernaba Espaa, nombrndosele Ma- gistrado de la Audiencia Territo- rial. Al juez Hernndez le cupo el honor de haber sido el nico puer- torriqueo que durante el Gobierno de Espaa en Puerto Ric desem- pe en propiedad el cargo de Ma- gistrado de la Audiencia Terirtorial. Todos los dems puertorriqueos que ocuparon ese cargo, lo hacan interinamente, o como magistrados suplentes, como se designaba enton

    "I0- na.

    curador General de Justicia, vol- viendo en abril 30 de 1900 a su puesto en el Supremo para el cual le habla designado el general Davis, y confirmado ms tarde por el pre- sidente McKlnley. En 1901 el juez Nieto renunci el cargo para mar- char a Cuba, su pas, a ocupar pues- tos distinguidos en la magistratu- ra. Muri en 10 de enero de 1916.

    James H. MacLeary- Este juez norteamericano, aunque tenido por tejano, habia nacido en Tennessee y antes de la carrera de leyes, in- gres en la de las armas en 1861, al lado de los insurgentes del Sur en el 5* Regimiento do Caballera de Texas, en que sirvi de soldado voluntarlo hasta 1865, en cuyo tiem- po fu herido cuatro veces. Estu- di leyes en la Universidad de Co- lumbla, hoy Washington and Lee, gradundose con honores. El juez MacLeary tuvo una larga historia, sirviendo en su propio pas y en Cuba durante la guerra de 1898. Fu miembro del Tribunal Supre- mo de Montana, en cuyo tribunal'ao secretarlo de la Audiencia Te-

    Brooke y ms tarde en 10 de agos- to, de 1899, el general Davis le con- firm en ese puesto.

    Lula de Ealo y Domnguez. En los archivos.del Tribunal Supremo no hemos podido encontrar dato al- guno de este magistrado. No tiene expediente personal y ni siquiera consta su nombre como abogado que hubiese jurado como tal ante la Real Audiencia Territorial.

    En el libro de matriculas del Ilus- tre Colegio de Abogados,* consta, no obstante, que este letrado se Incor- por al Colegio el 2 de setiembre, de 1865, y que fu Diputado del Co- legio en el Partido de Areclbo, des- de 1875.

    Debemos a la bondad de un pa- riente poltico de don Luis de Ealo, estas notas que publicamos a con- tinuacin: Naci Ealo en la Habana en el ao de 1832, estudi leyes en Espaa, gradundose de abogado en 1855, y en el ao de 1865 vino a Puerto Rico a ocupar el cargo de promotor fiscal de Areclbo, para cuyo cargo habia sido nombrado por el Gobierno espaol. Desde que comenzaron laa primeras sacudidas polticas en Puerto Rico, al prln- pi de la segunda mitad del siglo pasado, cay Ealo de lleno del lado del pala, distinguindose como buen liberal cuando las famosas eleccio- nes pulidas del ao 1873 y en luchas sucesivas, llegando a presidir el par- tido Liberal en Areclbo por muchos aos. Fu un ferviente partidario de la abolicin de la esclavitud. Fu nombrado magistrado de la Supre- ma Corte de Justicia por el general Brooke, en 1898. Aunque nacido en la Habana, fu Ealo un gran puer- torriqueo. Como Jurisconsulto, fu de lo ms ilustre de la Isla.

    Muri en Areclbo en el ao de 1803. |

    Lula Sulzbacher. El expediente personal de este juez asociado que' existe en loa archivos de la Corte, Suprema, no arroja luz alguna en cuanto a sus ejecutorias y servicios en la carrera judicial y ni siquiera1

    existe el dato del Colegio o Unlver-1

    sldad en que se hubiese graduado. Por conocimiento personal que tu-; vimos con el Jues Sulzbacher, sin embargo, podemos afirmar que era un hombre bien entendido en asun- tos judiciales, habiendo estudiado

    conoci a Hunt quien, siendo secre- tario de Puerto Rico, le hizo venir a su lado nombrndolo subsecreta- rio, en cuyo puesto se hallaba cuan- do fu nombrado por el presidente Teodoro Roosevelt en 1901, Juez asociado para llenar la vacante de- jada por la renuncia del juez Nieto Abeill. Las decisiones de la Cor- te Suprema en aquellos primeros aos en que MacLeary era juez, contienen numerosas sentencias en las que el sabio magistrado impri- mi el sello de su sapiencia.

    El Juez MacLeary muri en Washington en 5 de enero de 1914.

    Adolph Grant Wolf.Este juez se gradu de Bachiller en Derecho en la Universidad de Columbia, hoy Universidad de George Washing- ton y en 1893, obtuvo el titulo de master de derecho en la misma Universidad. Anteriormente habia estado en los aos 1890 a 91 en la Universidad de Berln. Estableci su bufete en la ciudad de Washing- ton, ejerciendo ante todas las cor- tes del Distrito de Columbla y an- te el Tribunal Supremo de los Es- tados Unidoa y en 1904, al vacar elj cargo por la renuncia del Juez Sulz- bacher, el presidente Teodoro Ro- osevelt le nombr para sustituirle.

    Emilio del Toro Cuehas.El ac- tual presidente de la Corte Supre- ma estudi leyes en la Universidad de la Habana, gradundose de li- cenciado en derecho el 30 de di- ciembre de 1897. El 19 de noviem- bre, 1898, fu nombrado teniente fiscal del Distrito de San Juan; fu tambin nombrado fiscal de los dis- tritos de Humacao y de MayagUez.

    En 13 de julio de 1901 ocup el puesto de fiscal auxiliar general nombrado por el procurador gene- ral Haran. Ms tarde fu nom- brado fiscal del Tribunal Supremo y ejerci ese cargo desde 1901 al 1904, despus el de juez de distri- to de San Juan, del 1904 al 1909 y ocupando ese puesto en 9 de abril, 1909, fu nombrado juez asociado del Tribunal Supremo. Habiendo renunciado el cargo de presidente de dicho Tribunal el honorable Jos

    Henry MacLeary Hutchlson.Fu admitido a postular ante la Corte Suprema de Texas en 7 de mayo de 1902, y vino a Puerto Rico estable- cindose en MayagUez. En setiem- bre primero de 1911, fu nombrado juez de distrito de Guyame por el gobernador Colton. Y en octubre 25, 1913, ejerci el mismo cargo en el distrito de MayagUez.

    En la vacante que dejara el Juez MacLeary, el juez Hutchlson fu nombrado para cubrirla en 6 de abril de 1914.

    Pedro de Aldrey y Montollo.Li- cenciado en derecho de la Univer- sidad de Barcelona. Lo encontra- mos ejerciendo la profesin de abo- gado en 5 de enero, 1891. Fu nom- brado oficial de sala de la Audien- cia Territorial en 26 de mayo de 1894. Y en 32 de diciembre del mis- mo ao, fue nombrado secretario interino de dicha Audiencia. En 30 de mayo de 1898 fu nombrado Juez de primera instancia de Guyame y en 28 de octubre de ese mismo

    rritoral. En 17 de febrero de 1899 ocup el puesto de abogado fiscal de la Audiencia.

    En el ao de 1903, fu a ejercer la notarla a Humacao,. sustituyen- do a su hermano Antonio, quien se habla trasladado a la Pennsula. En 39 de junio de 1904, fu nom- brado fiscal de Areclbo y ms tar- de vino a San Juan a ocupar el car- go de juez de distrito de San Juan. En enero 16 de 1911 fu nombrado Juez asociado del Tribunal Supre- mo, habiendo presentado la renun- cia de dicho alto cargo, por motivos de salud, en 17 de enero de 1936.

    Carlos Franco Soto.Lo encon- tramos de secretarlo de la Corte de Distrito de MayagUez. Ms tarde en 1899, de secretarlo de la Corte Su- prema de Puerto Rico y luego ocu- pando el cargo de juez municipal de San Juan y poco tiempo despus el puesto de juez de la Corte de Distrito d Ponce, asi como el mis- mo cargo en Areclbo y para cubrir la vacante que dejara en la Corte Suprema de Juez asociado el seor Emilio del Toro Cuebas, fu nom- brado en 3 de abril, 1933. Tam- bin el seor Franco Soto fu miembro de la Cmara de Delega- dos de Puerto Rico en el ao 1904. Muri el 31 de octubre de 1937,

    Flix Crdova Dvila.Antes de ser nombrado juez de la Corta Su- prema el seor Crdova Dvila ha-

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    bia ocupado varios puestos en la Judicatura del pala. Lo encontra- mos en 1904 de Jues municipal de Cagues; de 1904 al 1808, el mismo cargo en Manat y en 1908 al 1917 juez de distrito de San Juan. Este cargo lo renunci el seor Crdova Dvila para aceptar en laa eleccio- nes de 1917, el importante cargo poltico de Comlsionsdo Residente en Washington, en el cual estuvo hasta el 33 de mayo, 1932, en que fu nombrado Jues asociado del Tri- bunal Supremo. Este importante cargo lo renunci el Juez Crdova Dvila por motivos de salud, en 38 de febrero de 1938. El seor Crdo- va Dvila ostenta los diplomas de bachiller en leyes y de master en leyes de la Universidad Nacional de Washington, donde hizo sus es- tudios.

    Jacinto Texldor y Alcal del Ol- mo.Se gradu de licenciado en derecho en la Universidad de Ma- drid el 7 de mayo de 1883. Al venir al pas fu a residir a su pueblo natal. Guyame, donde le encon- tramos de registrador de la propie- dad Interino. En 1888 ocup el pues- to de juez municipal en la pobla- cin de Guyame. En 1903 fu jues asociado del distrito de San Juan, del Tribunal Colegiado, y en 1917 juez de distrito de Sen Juan.

    El seor Texldor ocup con no- table distincin y por muchos aos el puesto de profesor de leyes en la Universidad de Puerto Rico. Y en 24 de enero de 1928 fu nom- brado juez asociado del Tribunal Supremo. Muri en Barcelona en 6 de octubre de 1931.

    Martin Travieso y Nieva,Este magistrado se gradu de bachiller en Leyes en la Universidad de Cor- nell en 1903 y fu admitido a pos- tular en la Corte Suprema de Nue- va York, divisin de apelaciones, en noviembre primero de 1904. Ha- biendo vuelto al pas, fu nombra- do en 15 de agosto de 1906, fiscal del distrito de Mayagez. Poco des- pus de este nombramiento fu nombrado miembro del Consejo Ejecutivo de Puerto Rico, trasla- dando su residencia a la capital. Al terminar este mandato, el seor Travieso .fu nombrado secretarlo de Puerto Rico, durante la admi- nistracin del gobernador Yager y fu el primer portorriqueo a quien le cupo la distincin de actuar co- mo Gobernador interino en ausen- cia del Gobernador titular. Despus de esto el seor Travieso cambi su residencia para la ciudad de Nueva York, en donde ejerci con distincin y xito su noble profe- sin de abogado habiendo desempe- ado cargos de confianza por nom-

    bramiento del Gobierno de Wash- ington. Ma Urde volvi a Puerto Rico abriendo su Importante bufe- te y ocupando el puesto de honor de vicepresidente del Colegio de Abogados de Puerto Rico, cuando se fund ste en el ao 1834.

    En 19 de marzo de 1938, y para llenar la vacante dejada por la re- nuncia del Juez Aldrey, el presiden- te Roosevelt le nombr Juez anecia- do del Tribunal Supremo.

    Asurel R. de Jeas.Esta nueva adquisicin para la Corte Suprema de Puerto Rico, estudi leyes y se gradu de bachiller de derecho en la Universidad de Cornell en el ao de 1913. Le encontramos en el ao de 1915 ocupando el puesto de Jues municipal de Juana Daz y el mis- mo cargo en la Corte Municipal de Coamo, en 1916. Vino luego a San Juan y fu nombrado jues de quie- bras de la Corte Federal y ms tar- de el Gobernador de Puerto Rico le nombr Juez de distrito de San Juan, cargo que ejerca con distin- cin cuando el presidente Roosevelt lo design en 10 del actual mt de junio para llenar la vacante que en la Corte Suprema habla deja- do por renuncia el Jues asociado Flix Crdova Dvila.

    Como habr visto el lector,' a la

    Corte Suprema no ha llegado nin- gn abogado por asalto o sorpresa. Con solamente dos excepciones, to- dos los jueces llevaron al Supre- mo un caudal de experiencia adqui- rida en el desempeo de cargos ofi- ciales en la Judicatura, tanto, du- rante esta nueva era, como cuando regia los destinos de la Isla la ma- dre Espaa. Creemos que ese ha sido el motivo principal del rotun- do xito que ha tenido en sus cua- renta aos de existencia nuestro ms alto tribunal.

    Quiera Dios, para bien de nues- tra Isla, que contine ese xito:

    (') Aunque el seor De Diego fu nombrado'miembro de la Suprema Corte de Justicia por el. general Brooke y lleg a tomar posesin del cargo, nunca sirvi el mismo, pues al dia siguiente fu nombrado por el propio general Brooke presiden- te de la Audiencia de lo Criminal de Mayagez, cargo que fui't'des- empear Inmediatamente.

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