néstor godofredo taipe campos - educar divirtiendo: la función pedagógica de los relatos orales...

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1 Educar divirtiendo: La función pedagógica de los relatos orales 1 Néstor Godofredo Taipe Campos Introducción Toda sociedad tiene sus instrumentos educativos, a través de los cuales transmiten conocimientos diversos y, al mismo tiempo, buscan hacer interiorizar un conjunto de normas y valores que rigen la vida social. Si de entrada nos ubicamos en la educación axiológica, los relatos orales son apenas uno de los mecanismos que coexisten junto con el ejemplo directo y las formas de halagar o ridiculizar, de aprobar o reprobar, de premiar o castigar. Este trabajo puede contribuir para que los hermanos mayores, los padres, los abuelos y los docentes de educación inicial y primaria utilicen los relatos para educar divirtiendo a los niños. Presentaré primero las características socioculturales de las comunidades donde fueron acopiados los cuentos maravillosos, las fábulas y los mitos, luego abordaré el sentido del relato oral, después expondré los valores y la simbología en cada relato. 1. El contexto sociocultural de los relatos El corpus de los relatos ha sido acopiado en la década de los '90, en dos comunidades quechuas (Pongollo y La Loma) en el norte de Tayacaja, provincia ubicada en el departamento de Huancavelica, en los Andes Centrales del Perú. Estas comunidades tienen un pasado muy marcado por el sistema de haciendas tradicionales (situación que cambió con la Reforma Agraria del gobierno de Juan Velasco Alvarado - 1968-1975). La Loma y Pongollo fueron haciendas. Los lomeños tienen hasta hoy el apelativo de qolo lomas, porque el hacendado marcaba al vacuno cortando parte de la oreja de los animales. Pongo significa siervo de hacienda, era el hombre que por turno hacía servidumbre en la casa hacienda o en la casa citadina del hacendado. Las vejaciones de las que eran víctimas los indios pongos inspiró a Arguedas a escribir el cuento “El sueño del pongo” (Arguedas, 1974). Ahora ambas son comunidades campesinas con personería jurídica, La loma mantuvo su nombre, Pongollo adoptó la nominación de Santa Cruz de Pueblo Libre como queriendo liberarse del estigma y pasar del status de siervo al status de hombre libre. Ambas poblaciones dejaron de ser hacienda-runas (siervos de hacienda) y ahora son común-runas (comuneros libres). Se trata de sociedades inmersas subordinadamente en la lógica global, que no tienen purezas culturales, tradicionales ni identitarias; sino, son sociedades que manteniendo mucho de los suyo, han incorporado diversos aportes de las otredades culturales. Son sociedades, como diría García Miranda (1993), inmersas dentro de una macro-sociedad y que en sus diferentes esferas están interrelacionadas con la totalidad dinámica. Estas sociedades que ya no son puramente ágrafas, sino que la tradición oral convive con la escritura, que la costumbre que imponía una regulación consuetudinaria coexiste subordinadamente con el predominio de la ley, que lo sagrado objetivado en el pensamiento mágico religioso coexiste con el pensamiento profano racional, que la tecnología tradicional se mezcla con una tecnología industrial dependiente, que el colectivismo está siendo erosionado por el individualismo, el status va cediendo paso a lo contractual, la solidaridad por semejanza está mezclada con la solidaridad por interdependencia, la sociedad rural empieza a burocratizarse. La presencia de la tradición oral en estos poblados aun pone en vigencia la diferencia de lo ágrafo y lo no-ágraf0 (lo oral y lo escrito). Como propone Havelock (1998), ágrafa u oralismo caracterizan a sociedades enteras que se han basado en la comunicación oral sin la utilización de la escritura, y se las contrasta con la cultura escrita. Sin embargo, esta contrastación es bastante relativa. Es un error considerarlos mutuamente excluyentes. Al contrario, entre ellos hay una relación de tensión creativa recíproca y una dimensión histórica, puesto que las sociedades con cultura escrita han 1 Publicado en Alteritas, Revista de Estudios Socioculturales Andino Amazónicos, Año 1, N° 1, II Semestre, Ayacucho, 2012.

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Toda sociedad tiene sus instrumentos educativos, a través de los cuales transmiten conocimientos diversos y, al mismo tiempo, buscan hacer interiorizar un conjunto de normas y valores que rigen la vida social. Si de entrada nos ubicamos en la educación axiológica, los relatos orales son apenas uno de los mecanismos que coexisten junto con el ejemplo directo y las formas de halagar o ridiculizar, de aprobar o reprobar, de premiar o castigar.Este trabajo puede contribuir para que los hermanos mayores, los padres, los abuelos y los docentes de educación inicial y primaria utilicen los relatos para educar divirtiendo a los niños. Presentaré primero las características socioculturales de las comunidades donde fueron acopiados los cuentos maravillosos, las fábulas y los mitos, luego abordaré el sentido del relato oral, después expondré los valores y la simbología en cada relato.

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    Educar divirtiendo: La funcin pedaggica de los relatos orales1

    Nstor Godofredo Taipe Campos

    Introduccin

    Toda sociedad tiene sus instrumentos educativos, a travs de los cuales transmiten conocimientos diversos y, al mismo tiempo, buscan hacer interiorizar un conjunto de normas y valores que rigen la vida social. Si de entrada nos ubicamos en la educacin axiolgica, los relatos orales son apenas uno de los mecanismos que coexisten junto con el ejemplo directo y las formas de halagar o ridiculizar, de aprobar o reprobar, de premiar o castigar.

    Este trabajo puede contribuir para que los hermanos mayores, los padres, los abuelos y los docentes de educacin inicial y primaria utilicen los relatos para educar divirtiendo a los nios. Presentar primero las caractersticas socioculturales de las comunidades donde fueron acopiados los cuentos maravillosos, las fbulas y los mitos, luego abordar el sentido del relato oral, despus expondr los valores y la simbologa en cada relato.

    1. El contexto sociocultural de los relatos

    El corpus de los relatos ha sido acopiado en la dcada de los '90, en dos comunidades quechuas (Pongollo y La Loma) en el norte de Tayacaja, provincia ubicada en el departamento de Huancavelica, en los Andes Centrales del Per.

    Estas comunidades tienen un pasado muy marcado por el sistema de haciendas tradicionales (situacin que cambi con la Reforma Agraria del gobierno de Juan Velasco Alvarado - 1968-1975). La Loma y Pongollo fueron haciendas. Los lomeos tienen hasta hoy el apelativo de qolo lomas, porque el hacendado marcaba al vacuno cortando parte de la oreja de los animales. Pongo significa siervo de hacienda, era el hombre que por turno haca servidumbre en la casa hacienda o en la casa citadina del hacendado. Las vejaciones de las que eran vctimas los indios pongos inspir a Arguedas a escribir el cuento El sueo del pongo (Arguedas, 1974).

    Ahora ambas son comunidades campesinas con personera jurdica, La loma mantuvo su nombre, Pongollo adopt la nominacin de Santa Cruz de Pueblo Libre como queriendo liberarse del estigma y pasar del status de siervo al status de hombre libre. Ambas poblaciones dejaron de ser hacienda-runas (siervos de hacienda) y ahora son comn-runas (comuneros libres).

    Se trata de sociedades inmersas subordinadamente en la lgica global, que no tienen purezas culturales, tradicionales ni identitarias; sino, son sociedades que manteniendo mucho de los suyo, han incorporado diversos aportes de las otredades culturales. Son sociedades, como dira Garca Miranda (1993), inmersas dentro de una macro-sociedad y que en sus diferentes esferas estn interrelacionadas con la totalidad dinmica.

    Estas sociedades que ya no son puramente grafas, sino que la tradicin oral convive con la escritura, que la costumbre que impona una regulacin consuetudinaria coexiste subordinadamente con el predominio de la ley, que lo sagrado objetivado en el pensamiento mgico religioso coexiste con el pensamiento profano racional, que la tecnologa tradicional se mezcla con una tecnologa industrial dependiente, que el colectivismo est siendo erosionado por el individualismo, el status va cediendo paso a lo contractual, la solidaridad por semejanza est mezclada con la solidaridad por interdependencia, la sociedad rural empieza a burocratizarse.

    La presencia de la tradicin oral en estos poblados aun pone en vigencia la diferencia de lo grafo y lo no-graf0 (lo oral y lo escrito). Como propone Havelock (1998), grafa u oralismo caracterizan a sociedades enteras que se han basado en la comunicacin oral sin la utilizacin de la escritura, y se las contrasta con la cultura escrita. Sin embargo, esta contrastacin es bastante relativa. Es un error considerarlos mutuamente excluyentes. Al contrario, entre ellos hay una relacin de tensin creativa recproca y una dimensin histrica, puesto que las sociedades con cultura escrita han

    1 Publicado en Alteritas, Revista de Estudios Socioculturales Andino Amaznicos, Ao 1, N 1, II Semestre, Ayacucho, 2012.

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    surgido de la tradicin oral, y que la primera est superpuesta a una oralidad en la que nacieron y que an gobierna gran parte de su vivencia.

    Se dice que el ser humano natural no es escritor ni lector, sino hablante y oyente y que la escritura... es un fenmeno advenedizo, un ejercicio artificial, una obra de la cultura, y no de la naturaleza, impuesta al hombre natural (Havelock, 1998).

    Las sociedades donde fue acopiado el corpus de los relatos, son quechua hablantes con diversos grados de bilingismo quechua-espaol, con tradicin y prctica contempornea de una oralidad aun importante. Aun cuando todas las comunidades, desde los '70 en adelante, ya tienen instituciones educativas de educacin inicial y primaria, algunas cuentan tambin con instituciones educativas secundarias (como La Loma), en las cuales, las personas estn aprendiendo a leer y escribir, su vida cotidiana sigue dominada por la oralidad. Adems, los grados de escolaridad no son ptimos y los ndices del analfabetismo siguen siendo considerables (ver Taipe, 1998a y 1998b).

    Estas sociedades son esencialmente agropecuarias. Todas las comunidades tienen territorios que se caracterizan por su rpida elevacin topogrfica, accediendo a climas fros, templados y clidos, lo que permite que los comuneros accedan a parcelas pequeas ubicadas en diversos pisos, condicionando la variabilidad de su produccin agrcola. Por otra parte, la mayor parte de las tierras siguen siendo comunales, aunque existen algunas parcelas de propiedad privada y hay una tendencia estatal a privatizarlas a aquellas usufructuadas por los comuneros. Al mismo tiempo tienen acceso a aguas, pastos, bosques y otros recursos naturales.

    En estas comunidades, la reciprocidad y los lazos de parentesco todava siguen siendo esenciales, son la base de la estructura de sus sociedades. Por otra parte, la tecnologa agropecuaria ya no es puramente tradicional. Los campesinos no tendrn dificultades para seguir roturando el suelo con arado de pie o arado mecnico, pueden seguir abonando naturalmente sus cultivos o pueden incorporar abonos y remedios qumicos. Pueden seguir usando el hacha para hacer lea pero tambin pueden utilizar mquinas aserradoras para tumbar rboles y hacer madera. All donde slo hay caminos se desplazarn a pie o en acmilas, donde hay carreteras harn uso de coches, motocicletas y bicicletas. Estn inmersas en la lgica del mercado. Los campesinos acuden al mercado de productos (ferias rurales), donde venden barato los excedentes productivos y compran caro algunos productos industrializados.

    Su religiosidad es sincrtica. Cada comunidad tiene una capilla y un santo patrn. Pero tambin en ellos estn presentes los rituales de propiciacin ganadera mediante el culto al dios montaa (Wamani), con plegarias a la Madre Tierra (Pachamama), el culto a los muertos y a las dolos (illas, conopas y otros). A las comunidades le son indiferentes que unos sean catlicos y otros evanglicos, al final logran una convivencia relativamente armnica.

    2. El relato oral

    Las prcticas culturales se materializan en prcticas semitico-discursivas. Lo semitico es entendido como el funcionamiento simblico en la dimensin no verbal, y lo discursivo en la materialidad verbal (Haidar, 1994: 119). Una consecuencia lgica de esta propuesta es que el relato se halla subsumido en las prcticas semitico-discusivas.

    Roland Barthes escribe que innumerables son los relatos del mundo. Ante todo, hay una variedad prodigiosa de gneros, distribuidos entre sustancias diferentes, como si toda materia fuese buena para el hombre para confiarle sus relatos: el relato puede estar sustentado por el lenguaje articulado, oral o escrito, por la imagen, fija o inmvil, por el gesto y por la mezcla ordenada de todas estas sustancias: est presente en el mito, la leyenda, la fbula, el cuento, la novela corta (...), la epopeya, la historia, la tragedia, el drama, la comedia, la pantomima, el cuadro pintado (...), la vidriera, el cine, los cmics, las noticias periodsticas, la conversacin (1993: 163).

    Helena Beristin (1995) enfatiza que el relato son estructuras discursivas y puede adoptar la forma de narracin o representacin. La narracin puede ser literaria (novela, cuento, epopeya, fbula, leyenda y mito) y no literaria (noticiosa e histrica).

    Algirdas J. Greimas y J. Courts (1982) aclaran que el vocablo relato pertenece al lenguaje comn y que es usado para referir al discurso narrativo de carcter figurativo. Pero esta descripcin puede tambin llevarnos hacia la diversidad de las formas narrativas, frente al infinito de relatos (de hecho as lo hace).

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    Por tanto, resulta conveniente usar la denominacin de relato oral como una especificidad entre ambas generalidades y que, adems, por su validez instrumental, es aceptado dentro del lenguaje cientfico de los antroplogos, semilogos y otros.

    Las comunidades estudiadas tienen una riqusima tradicin oral: Las plegarias, los conjuros y las frmulas rituales, la poesa, las canciones, las paremias, las adivinanzas, los refranes, las mximas, los dichos, los aforismos, los chistes, los apodos, las historias orales, las leyendas, el rumor, los chismes, los cuentos, las fbulas, los mitos, etc., cuya transmisin intergeneracional est garantizada, como sostiene J. A. Gonzlez (1997), porque buena parte de su ethos cultural participa de ese texto tradicional. Y esta tradicin estructura las prcticas socioculturales, transmitiendo conocimientos, informacin y opinin, haciendo internalizar normas y valores.

    3. Los valores, los smbolos y lo formativo en los relatos

    Los textos en espaol que presentamos como el corpus de este estudio, son el resultado de su traduccin libre de su versin original en quechua.

    3.1. La nia con una estrella en la frente: Fue narrado en quechua por Laura Quispe, en la comunidad Pongollo.

    Una nia hurfana viva con su madrastra. La madrastra la haca sufrir mucho porque la odiaba. Su madre, antes de morirse, le haba dado una ovejita. Cuando su padre se volvi a casar, la madrastra la mandaba a pastar un rebao, entre el cual estaba la oveja que su madre la regal. Un da, la madrastra dio un velln a la nia, para que la hilara. La pobre nia llor con el velln en mano: Qu voy a poder hilar este velln? dijo. Entonces la oveja habl: No llores. Cuando yo coma el velln, la lana hilada saldr por mi potito y t la ovillars.

    En efecto, la oveja trag toda la lana. La nia se preocup: Mi oveja se la comi todo, qu har sino sale la lana hilada por su potito?. Luego llor. La oveja dijo: Espera, cuando el hilado salga por mi potito, t la ovillars. En efecto, empez a salir la lana hilada por el ano de la oveja, y la nia la fue ovillando.

    Por la tarde, la nia entreg a la madrastra el velln hilado. sta se preguntaba cmo la hizo. Al siguiente da, la madrastra le encarg que hilara otro velln y la espi. Por la tarde fingi que estaba enferma y dijo a la nia: Me he enfermado porque me dio antojo. Quiero comer la carne de tu oveja.

    Luego la madrastra mat a la oveja. Pero el animalito haba dicho a la nia: Lavars a mis tripas. Cuando la nia estuvo lavando las tripas, a una de ellas se la llev el agua de la acequia.

    La nia empez a buscar la tripa acequia abajo. Se encontr con un leador a quien pregunt si haba visto a la tripa. Cuando el leador dijo que no, continu acequia abajo hasta encontrarse con un rey, a quien tambin le pregunt si haba visto a la tripa. Este dijo que no, pero le pidi a la nia que barriera su casa. La nia barri la casa hasta dejarlo muy limpia.

    El rey dijo a la nia: Cuando ests de retorno, si canta un gallo, mirars hacia el cielo. Si oyes un rebuzno, vers hacia el suelo.

    En efecto, cuando oy un rebuzn, la muchachita mir hacia el suelo y cuando cant un gallo mir hacia el cielo, entonces en su frente apareci una estrella.

    La madrastra envidiosa, al ver la frente con estrella de la entenada, mand a propsito a su hija ociosa a pastar ovejas. Luego mat a una de ellas y la envi a lavar las tripas. La muchacha a propsito dej que el agua se llevara a una tripa y luego se dirigi en su busca acequia abajo. Se encontr con un leador y le pregunt con soberbia si haba visto a la tripa. El leador respondi que no haba visto nada. Ms abajo se encontr con el rey y le pregunt si haba visto a la tripa. ste dijo que no haba visto nada. El rey le pidi que barriera su casa. La muchacha acept pero se la barri mal.

    Para que la muchacha retorne, el rey le dijo: Si oyes un rebuzno, vers hacia el cielo. Si canta el gallo, vers hacia el suelo.

    Cuando la muchacha estaba en medio camino hacia su casa, escuch el canto de un gallo, entonces vio hacia el suelo; y, cuando oy un rebuzno, mir hacia el cielo; entonces, el pajarito (el pene) del

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    burro apareci pegado en la frente de la chica.

    Despus el rey busc a la nia que tena la estrella en la frente. Pero la madrastra, que odiaba a la entenada, cubri la frente de las dos. Y entreg al rey a su hija. El rey, en su casa, descubri la frente y vio que era la muchacha con el pajarito del burro; entonces la devolvi a su madre. La madrastra escondi debajo de una vasija a la muchacha con estrella en la frente, pero el perrito de la muchacha dijo al rey: La chica de la frente con estrella est debajo de esa vasija. Entonces se la trajo para su novia, para que se casen.

    La madrastra haba roto al espejito milagroso del rey y por eso ste se enferm. En ninguna parte podan curarle. Cuando la pobre muchacha estaba llorando, un gorrin le dijo: Dame un poco de maz y yo te dir cmo la sanars. Cuando le dio el maz, el gorrin dijo: Mi pluma y mi caquita lo sanarn. Hars una pasta con mi pluma y mi caquita y le hars un emplasto. En efecto el rey san y despus se cas con la muchacha de la frente con estrella.

    a. La trama del cuento

    La trama de este cuento maravilloso consiste en la transformacin de una nia infeliz (disjunta de la felicidad) a nia feliz (conjunta con la felicidad). No obstante, la transformacin de la disjuncin a la conjuncin est mediada por una serie actancial de oponentes y adyuvantes.

    b. Los actantes del cuento

    Los adyuvantes: La oveja, el perillo y el gorrin.

    Los oponentes: La madrastra y la hermanastra.

    c. Lo axiolgico y simblico en el cuento

    El odio de la madrastra a la hijastra es la trama que teje la urdimbre del conjunto de los valores en el cuento referido. El odio hace que la madrastra obligue a la entenada a apacentar un rebao de ovejas. Implcitamente a su hija no la hace trabajar. En consecuencia, la hijastra es obligada a la laboriosidad, mientras que la hermanastra es inducida a la ociosidad.

    Pero la nia no slo es encargada a apacentar a las ovejas sino que, adicionalmente, es obligada a hilar un velln ntegro durante el da, tarea que rebasa a la capacidad de cualquier mujer adulta. Aqu es donde concurre la funcin actancial de una ovejita, que se traga el velln y la defeca hilado.

    El descubrimiento de la ovejita mgica acrecienta la maldad de la madrastra que, fingiendo estar enferma, pide comer la carne del animalito. La falsedad se relaciona con la mentira y el engao de los que es vctima la nia.

    Como consecuencia de haber hecho llevar una tripa de la oveja degollada con el agua de la acequia, la nia se encuentra con un rey que le pide que barra a su casa. La nia la deja limpia. En recompensa, por consejo del rey, la nia, al regresar, al escuchar un rebuzno mir hacia el suelo y cuando oy el canto de un gallo mir hacia el cielo, entonces, en su frente apareci una estrella.

    La madrastra envidiosa manda a pastar ovejas a su hija, luego mata una de ellas y la manda a lavar a las tripas. La hija finge hacerlo y hace llevar con el agua a una de las tripas. Con soberbia pregunta a un leador. Igual se encuentra con el rey que le pide que barra a su casa. La nia barre mal, la deja sucia. En recompensa, por consejo del rey, la nia, al regresar, al escuchar el canto del gallo mir hacia el suelo y cuando oy rebuznar a un burro mir hacia el cielo, entonces, en su frente apareci pegado el pene del burro.

    La soberbia de la hija se opone a la humildad (implcita) de la entenada con que preguntan sobre la tripa al leador. La limpieza de sta se opone a la suciedad de aquella. Asimismo, la limpieza aparece relacionada con el canto del gallo, con el cielo (arriba) y con la estrella; en contraste, la suciedad aparece relacionada con el rebuzno, con la tierra (abajo) y con el pene del burro. Los primeros son signos positivos, los segundos negativos. Las marcas estrella y pene del burro se oponen radicalmente. La primera representa y rebela cualidades positivas de las cuales nadie se avergenza y que al contrario sera un orgullo mostrarlos (como la frente con estrella), el segundo representa y rebela cualidades negativas de las cuales nadie se sentira orgulloso mostrarlos y que al contrario hay que esconderlo (como al pene pegado en la frente).

    Contina el engao. La madrastra cubre la frente de su hija y la entenada y entrega a la primera al rey. El descubrimiento del engao hace que, con intervencin de un ayudante mgico (el perrillo de la nia de la frente con estrella), el rey contrae nupcias con la nia. Pero la maldad (el romper el

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    espejito mgico del rey) de la madrastra provoca una enfermedad mgica, que por la bondad de la nia que, con intervencin de un gorrin, realiza una cura mgica, mediante el emplasto de las plumas y heces de la avecilla. As se arriba a la realizacin y conjuncin de la nia con la felicidad.

    d. Lo formativo en el cuento

    Los consumidores (oyentes) del relato aprenden a diferenciar el amor del odio, la laboriosidad de ociosidad, la indiferencia de la envidia, la humildad de la soberbia, la sinceridad de la falsedad, la veracidad de la mentira, la sinceridad del engao, la limpieza de la suciedad, el orgullo de la vergenza, y la salud de la enfermedad.

    3.2. Sobre el borriquito que caga plata: Fue narrado en quechua por Feliciano Palomino, en la comunidad Pongollo.

    Dicen que eran tres hermanos. Los tres fueron en busca de trabajo. El mayor tena tres hijos, el siguiente tena cuatro y el menor seis.

    Los tres juntos dicen que haban conversado: Cmo vamos a estar as? Si slo estamos en nuestras casas nunca tendremos ningn bien. Haban dicho: Trabajemos en cualquier lugar!.

    Los tres hermanos fueron en busca de trabajo. Cuando iban viajando se encontraron con un hombre y ste dijo: Que uno de ustedes trabaje conmigo. Con cul de ustedes iremos? pregunt.

    El mayor dijo: Conmigo. Contigo no. Te ves un poco raro dijo. Entonces le hizo un guio al hermano menor. Bueno ir a ganarme algo dijo el ms joven.

    Ese hombre le haba dicho: En medio del camino me esperars. Cuando estuvo esperando, al pie de un cerro le sorprendi la noche. Cansado se qued dormido en el suelito, envuelto en su frazada. Muy entrada la noche, oy que los cerros conversaban. El joven levantndose se fue. En un lugar apartado vio una sola casita que perteneca a una anciana. All se aloj.

    Al da siguiente contino su viaje pensando encontrar trabajo?. Se encontr con la persona que le pidi trabajar para l. Dicen que trabaj durante un mes. Luego su patrn le dijo: Ya trabajaste un mes, ahora te pagar un borriquito. Con ese borriquito pasars tu vida. 'Borriquito, borriquito, ahora quisiera plata llena de mi manta' dirs, entonces, el borriquito cagar plata en tu manta.

    El joven retorn muy contento conduciendo a su borriquito. Dicen que anocheci cuando estaba cerca de la casa de la anciana que antes le aloj y nuevamente se qued a dormir all.

    Esa vieja le haba dicho: Donde sea que hayas trabajado, al retornar, llegars primero a esta casa.

    La vieja pidi al joven: Seor, ve al manantial por agua, para que maana te vayas despus de desayunar. Est bien seora, pero a mi borriquito no le dirs 'dame buena plata' suplic.

    Entonces, la vieja, cuando sali el varn, cambi al borriquito que cagaba plata por otro burro comn. As, ese joven lleg a su casa con el otro burro. A su padre le dijo: Padre, aqu est el borriquito que caga plata y que lo he ganado como pago por mi trabajo.

    Su padre tendi ansioso su poncho debajo del trasero del burro, entonces su hijo dijo: Borriquito caga buena plata. Y el burro... cag lleno del poncho. Su padre grit encolerizado: Carajo! Hiciste ensuciar a mi poncho. El hijo pensaba Por qu est pasando esto?.

    Nuevamente volvi a trabajar donde el mismo seor. Llegando reclam: Me enga. El burro no cag plata. Trabaja otro mes y te pagar una mesita dijo el seor.

    As, el joven trabajo otro mes. Cuando cumpli el mes recibi por pago una mesa: Si quieres comer dirs: 'Mesita dame buena comida'.

    Cuando retornaba lleg a la misma casa de la vieja. sta nuevamente le envi por agua, entonces el joven rog: No dirs Mesilla dame buena comida!.

    Pero la vieja dijo: Ay mesita, dame buena comida. Entonces en la mesa aparecieron manjares muy deliciosos. En ese mismo instante, la vieja cambi la mesa por otra.

    El joven lleg a su casa, luego puso sobre la mesa unas florecitas, y dijo: Haber mesilla, dame buena comida. Y nada apareci sobre la mesa. Por qu me ha vuelto a engaar?, se pregunt y

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    nuevamente fue a trabajar.

    Su patrn le dijo: Nada de lo que te doy haces llegar a tu casa. Ahora trabajars para pagarte una tumbaka sortija, con ella rescatars todas tus cosas.

    Nuevamente trabaj un mes y le pag una tumbaka sortija (un ltigo, tronador). Otra vez lleg donde la vieja. sta igual que las veces anteriores le mand por agua. El joven le advirti: No dirs Tumbaka sortija!.

    Cuando apenas sali de la casa, la vieja dijo: Tumbaka sortija. Sorpresa! Entonces, el ltigo empez a castigar a la vieja. Cuando estuvo siendo castigada lleg el joven a quien le confes: Yo hice el cambio de tu borriquito y de tu mesilla. Aqu estn, puedes llevrtelos. Entonces, el joven orden: Tumbaka sortija: djalo!. Recin la vieja casi moribunda dej de ser castigada.

    El joven lleg a su casa. Padre, recin he recuperado a mi borriquito y mi mesilla. La vieja que me daba alojamiento lo cambiaba y se los quedaba. Cuando fue castigada por este ltigo, recin confes y me los devolvi.

    El borriquito, ahora s, cag mucha plata en el poncho del padre del joven. La mesa tambin hizo aparecer muchos manjares. Su padre dijo entonces: Mi hijo logr ganar esto con su trabajo.

    El joven arrodillndose exclam: Tambin los que tenemos muchos hijos tenemos suerte.

    a. La trama del cuento

    La trama de este cuento maravilloso consiste en la transformacin del hermano menor virtualmente pobre (disjunto de la riqueza) a hermano menor realizado, poseedor de riquezas (conjunto con la riqueza). No obstante, la transformacin de lo virtual a lo realizado (y de lo disjunto a lo conjunto) est mediada por una serie actancial de oponentes y adyuvantes.

    b. Los actantes del cuento

    Los adyuvantes: El patrn y los objetos mgicos (borriquito, mesa y el tronador).

    La oponente: La vieja.

    c. Lo axiolgico y simblico en el cuento

    El cuento habla de tres hermanos. El menor se va a trabajar (por un mes) y como pago recibe un borriquito que cuando le dice: Borriquito caga buena plata, defeca abundante dinero. Pero surge la funcin oponente de la vieja que le da posada, la ruindad de la vieja se conjuga opositivamente con la candidez del joven (a mi borriquito no le dirs 'dame buena plata'). La vieja al descubrir que el borriquito defeca dinero la cambia por otro burro. La ruindad le lleva al latrocinio que conjugados van perfilando la maldad de la vieja.

    Cuando el joven llega donde su padre, queda en ridculo, porque el borriquito en vez de defecar dinero, defec excremento y ensuci al poncho de su progenitor. Si la ruindad y la candidez, cualidades de la vieja y del joven, aparecen como opuestas, ninguna de ellas son buenas, tanto la ruindad como la candidez son condenables. La ruindad tendr otro tipo de sancin en el relato, pero, como vimos, la candidez conduce al ridculo. Sin embargo, si de escoger se tratara, se optara por el mal menor, es decir, la candidez, entonces aparece como una cualidad con cierto grado de positividad.

    El joven vuelve a trabajar por otro mes y a cambio recibe una mesita que cuando le pide: Mesita dame buena comida, apareca manjares sobre ella. Nuevamente surge la funcin oponente de la vieja de la posada. Con las mismas caractersticas que el episodio anterior, la vieja cambia a la mesita, lo que nos hace notar que se mueven en el escenario los mismos valores precedentes. Al llegar a la casa de su padre, no apareci ninguna comida sobre la mesa y nuevamente queda en ridculo el joven.

    Por tercera vez, el joven va a trabajar y, a cambio, recibe una tumbaka sortija. Tumbaka hace referencia a algo que derriba al suelo (de tumbar), mientras que sortija no se refiere al aro que adorna al dedo, sino hace referencia a la sortijilla que es una serpiente rojinegra o negriamarilla que viven en las quebradas clidas, en consecuencia su relacin est en que hay algunas serpientes que dicen que pegan muy fuerte con su cola. De ah que la tumbaka sortija sea un tronador mgico, con un rol de ayudante mgico para que el joven recupere los otros objetos (el borriquito y la mesita).

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    Si en los dos episodios anteriores la ingenuidad conduca a la disjuncin del sujeto y sus objetos, esta vez, adquiere un rol positivo que conducir a la juncin de ellos, al mismo tiempo que remediar las dos situaciones ridculas previas por las que haba pasado el joven ante su padre.

    La vieja, haciendo caso omiso a la advertencia del joven, dijo: Tumbaka sortija, entonces empez a ser castigada por el objeto mgico y se ve obligada a devolver al joven el borriquito y la mesita. As se arriba a la realizacin y conjuncin del joven con el dinero, comida y un instrumento justiciero.

    Habra que aadir que se puede notar que hay oposicin entre menor/mayor, ms hijos/menos hijos y riqueza/pobreza. Al menor corresponde ms hijos y la riqueza, al mayor (o los mayores) corresponde menos hijos y la pobreza.

    Las correlaciones deben ser explicadas por el hecho de que en los Andes, el wakcha es el pobre, pero tambin es el falto de parientes, en consecuencia carece de fuerza de trabajo que asegure la produccin de bienes materiales y servicios, en consecuencia se pone en peligro la subsistencia y reproduccin de la familia. En contraste, quien ms hijos tiene cuenta con abundante fuerza de trabajo y asegura la circulacin de bienes de una generacin a otra, y tienen garantizada la subsistencia y reproduccin familiar.

    De ah que, se puede entender a los objetos mgicos (el borriquito y la mesita) como metforas de la abundante fuerza de trabajo, que diciendo una cosa dice otra, pero que permite la identificacin de muchos valores.

    d. Lo formativo en el cuento

    Los consumidores (oyentes) del relato aprenden a diferenciar la juventud de la vejez, la candidez de la ruindad, la sinceridad del engao, la honestidad del latrocinio, la bondad de la maldad, y lo serio de lo ridculo.

    3.3. La pericotita de campo y su comadre pito: Fue narrado en quechua por Feliciano Palomino, en la comunidad Pongollo.

    Les voy a contar sobre la pericota del campo y del pito hembra. Fue as:

    Dicen que la pericotita reuna comida todos los das. Juntaba en las chacras maicitos y triguitos. Como cualquiera pues. Reuna ropitas y todo lo que encontraba.

    Entonces, en poca de escasez, la comida del pito se haba acabado; por eso, haba enviado a su hijo donde su comadre encargando as: Que mi comadre me venda, pues, su comida. Mis hijos se estn muriendo de hambre. No hay nada para que coman.

    Por eso su ahijado, hijo del pito, haba dicho a la pericotita: Que no sea as por favor. Tu comadre te ruega: Mi comadre de mantilla gris, cola de soga, orejas desnudas, dientes de estaca y de barbas ralas te dar su comida.

    Su madrina la pericota siempre le haca cargar al ahijado abundantes alimentos. Por eso dice que su comadre Pito continuamente mandaba a su hijo por comida donde la ratoncita. sta un da respondi: Con cunta dificultad habr reunido la comida para mis hijos. En ese y este morro: Ajay, wajay! Ajay, wajay! en vez que ande diciendo, tu madre debi reunir comida. Picoteando al suelo, votando el trasero para arriba: Mochqet! Mochqet! en vez que picotee, debi reunir comida. No puedo darte.

    Encolerizada, la pericotita no dio nada a su ahijado. Por eso dicen que ste retorn muy apenado.

    a. Los actantes de la fbula

    Los actantes son:

    El mio ukucha o purun ukucha en quechua, haapa ukush o aysha ukush en huanca, pericote del campo en su nombre comn y Mus muculus en su acepcin cientfica (Lara, 1981).

    El akakllu o pito en quechua (Soto, 1976), akaklluy o pito en huanca (Cerrn, 1976), pjaro carpintero en su nombre comn y Colapates rupicula puna en su acepcin cientfica (Lara, 1981).

    b. Lo axiolgico y simblico en la fbula

    La construccin de estos personajes es consecuencia del pensamiento analgico (ver Guiraud, 1989;

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    Torres, 1995), analoga mediante la cual compara, funcional y sustancialmente, al hombre laborioso con una pericota del campo, al hombre ocioso con un pito. As surge la distincin y oposicin entre laborioso/ocioso y pericota/pito. Mas la pericota y la laboriosidad, el pito y la ociosidad pertenecen a contextos culturales diferentes; entre stos no existe relacin intrnseca previa alguna:

    Pericota = contexto zoolgico

    Laboriosidad = contexto productivo

    Pito = contexto zoolgico

    Ociosidad = contexto productivo

    Pero la convencin cultural establece arbitrariamente entre estos contextos dismiles una relacin metafrica o de representacin simblica (Leach, 1989), entonces:

    La pericota: smbolo de laboriosidad / El pito: smbolo de ociosidad.

    Relatos semejantes han sido registrados por Oregn (1984), Gutirrez (s.f.), Pardo (1992) y Granadino/Jara (1996). Semejante contenido tiene la fbula de la hormiga y la cigarra.

    La construccin de los personajes en el relato referido, tambin, est asociada con el rol femenino vigente en los Andes. La mujer administra los recursos alimentarios en la economa domstica; por tanto, de su clculo depender la escasez o presencia constante de alimentos en sus hogares.

    Por otro lado, la pericota no tienen alas; en cambio, el pito tiene alas y est en el aire o en el cielo; entonces todo lo que vuela simboliza la ociosidad.

    c. Lo formativo en la fbula

    Moraleja: No seas perezoso, trabaja para alimentar a tu familia.

    Los consumidores del relato aprenden a diferenciar la laboriosidad de la ociosidad y sus correspondientes implicaciones.

    3.4. El puma y el zorro: Narrado por Albina Janampa, en la comunidad La Loma.

    Dicen que cierta vez un puma haba cazado a una hermosa y gran llama. Se lo comi, despus de llenarse enterr la sobra para comrselos en la hora de la cena.

    Sin embargo, un zorro, que vena moribundo y hambriento, encontr a la carne de la llama que el puma haba escondido y muy glotonamente se lo comi todo.

    Por la tarde, cuando al puma le dio hambre, ste fue a buscar la carne enterrada, y al no hallarlo se encoleriz mucho. Por qu ha desaparecido mi comida? se interrog furioso.

    El puma que conoca la conducta ladronesca del zorro, se dirigi directo hacia la cueva de ste y lo encontr haciendo la siesta. El puma recogi un poquito de paja y con ella le jug muy suavemente a la nariz del zorro.

    El zorro sin abrir los ojos, sin darse cuenta de lo que suceda, crey que alguna mosca la estaba fastidiando. Entonces con su cola las espantaba diciendo: Moscas no me fastidien! Djame descansar en paz! Estoy echando una siesta despus de comer la carne que el puma escondi.

    Entonces, el puma cogi por el cuello al zorro y lo ahorc por haberle robado su comida.

    a. Los actantes de la fbula

    Los actantes son:

    El puma, osqo en quechua, y Felis concolor Lineo en su acepcin cientfica.

    El zorro, atoq en quechua, y Canis colpaeus en su acepcin cientfica.

    b. Lo axiolgico y simblico en la fbula

    Nuevamente, estamos ante el producto del pensamiento analgico que compara ciertas cualidades de los animales con el de los humanos. La caza del puma puede ser homologada con el trabajo y por extensin con la laboriosidad de ciertos hombres y lo silencioso del felino (como buen cazador) puede ser homologado con la humildad de algunos hombres. En contraste, el hurto del zorro puede

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    ser homologado con el latrocinio de otros hombres y lo jactancioso del cnido puede ser homologado con conducta semejante de otros hombres.

    Mas el puma, la laboriosidad y la humildad; el zorro, el latrocinio y lo jactancioso, pertenecen a contextos culturales diferentes; entre stos no existe relacin intrnseca previa alguna:

    Puma = contexto zoolgico

    Laboriosidad = contexto productivo

    Modestia = contexto moral

    Zorro = contexto zoolgico

    Latrocinio = contexto moral

    Jactancia = contexto moral

    Pero la convencin cultural establece arbitrariamente entre estos contextos dismiles una relacin metafrica o de representacin simblica (Leach, 1989), entonces:

    El puma: smbolo de laboriosidad / El zorro: smbolo de latrocinio.

    El puma: smbolo de la modestia / El zorro: smbolo de la jactancia.

    Como se podr notar el puma y el zorro aparecen en la fbula con funciones actanciales opuestos y portadores de cualidades tambin opuestas. Semejante relato fue registrado por Adolfo Vienrich (2006) en Tarma.

    c. Lo formativo en la fbula

    Moraleja: El jactancioso hablador por su boca se condena (Adolfo Vienrich, 2006).

    El relato se orienta a educar poniendo de relieve que la ociosidad, el latrocinio y la jactancia pueden conducir a la muerte, como en el caso del zorro muerto por el puma. En cambio ensea a valorar la laboriosidad, la honradez y la modestia.

    3.5. De por qu aparecen los gusanos de la papa: Fue narrado en quechua por Cristina Enciso Reginaldo, en la comunidad La Loma.

    Una anciana tuvo un hijo. ste ya tena su mujer y vivan lejos de su madre. En la poca de cosecha, el hijo y la nuera fueron a cosechar papas. Entonces su madre, pensando en las penurias que estaran pasando su hijo y la nuera, fue llevando chicharrones para que coman ambos. Mi hijo est haciendo watya [papas asadas con piedras calientes] Diciendo fue.

    El hijo vio a su madre cuando sta daba la vuelta por un morro. Entonces dijo a su mujer: La vieja, mi madre, estar viniendo a pedir papas. Se escondi detrs de la ruma de los tubrculos y se hizo cubrir con las hojas y tallos de la papa.

    La anciana lleg y pregunt a su nuera por su hijo. sta respondi: Al verte venir se escondi detrs de la ruma de papas y est cubierto por los follajes. Al or esto la madre se puso a llorar de tristeza.

    Cuando su mujer se acerc detrs del montn de la papa, para avisarle que su madre estaba llorando, y destap el follaje de papa, no estaba el hombre, se haba convertido en gusanos. Esos gusanos haban terminado a toda la papa cosechada.

    Su madre dijo: Por esconderse de m, mi hijo se convirti en gusano de papa, y retorn muy entristecida.

    a. La etiologa del mito

    El mito da cuenta de porqu aparecieron los gusanos de la papa.

    b. Lo axiolgico y simblico en el mito

    En este mito encontramos la transgresin de valores sociales fundamentales y un castigo mtico en forma de metfora de retorno del orden cultural al orden natural.

    En el relato, la madre aparece demostrando el amor a su hijo. En el contexto de las sociedades

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    estudiadas, las madres, desde que alumbran hasta que las fuerzas la abandonen, asumen una actitud protectora de sus hijos, los ayuda en todo lo que puedan. Los hijos tambin estn en la obligacin moral de corresponder al cario de sus progenitores. Aun cuando estn viviendo lejos de ellos, los hijos siempre velan por sus progenitores, los visitan, les envan alguna cosa, intentan que no les falte nada.

    Algunos hijos adultos y su pareja viven en una misma casa con sus padres (residencia patrilocal o matrilocal). Entonces comen juntos, comparten un conjunto de tareas, se ayudan. Las ancianas quedan cuidando a los pequeos, vigilan y alimentan a los animales menores. Hay otros hijos que se independizan y viven fuera de sus padres (residencia neolocal), pero aun en esos casos la relacin y los lazos de solidaridad son muy estrechos.

    Si existen ancianas que viven con alguno de sus hijos, las hay tambin quienes quedan solas, porque sus hijos emigraron a las ciudades o a la selva, entonces, aquellos que logran establecerse en las ciudades, intentan llevarse con ellos a sus padres, pero casi nadie de los ancianos acepta o si van no se acostumbran y retornan a sus lugares de origen. En situaciones excepcionales hay ancianos de ambos sexos abandonados por sus hijos y quedan en una condicin de desamparo y mendicidad.

    Entre parientes existe el ideal de la armona, pero no siempre es as, siempre surgen algunos hijos ingratos, que en algunos casos pueden inclusive odiar a sus padres. En algunos casos la relacin entre nuera y suegra son buenas pero en otros son de rivalidad y conflicto.

    En el mito comentado, el hijo aparece con la cualidad mezquina, egosta que no quiere compartir la cosecha con su madre. Por eso adopta una actitud falsa, se esconde detrs de la ruma de papas y se cubre con los follajes de las plantas, y pide que su mujer diga a su madre que su hijo no est.

    La actitud del hijo est quebrantando los lazos primordiales de solidaridad intergeneracional y hace poner en peligro a la subsistencia de su progenitora. Esa transgresin de las reglas y valores fundamentales provoca la transformacin, por un castigo mtico, del hombre en gusano de la papa (Promnotripes solani P.).

    Cuando hay gusanos en exceso merman la productividad y hacen pasar hambre a las familias, los hombres que no comparten sus productos con los que no tienen, igual que el gusano, hacen pasar hambre a los otros. De ah los lazos analgicos e icnicos entre el gusano y el hijo mezquino. Es decir, el gusano se constituye en smbolo de la mezquindad.

    c. Lo formativo en el mito

    Si el relato mtico analizado explica el origen del gusano de la papa, tambin el mito proyecta sus propiedades normativas de las prcticas y actitudes socioculturales de los hombres. De ah que mediante la presentacin de castigos mticos, se inculque hacia la interiorizacin de las cualidades de la nobleza, la probidad y el amor. Normativamente, el valor axiomtico que subyace en el relato, es la solidaridad intergeneracional, que garantiza la produccin y reproduccin familiar (los ancianos necesitan la proteccin de los adultos).

    3.6. De cmo aparecen los piojos y las pulgas: Fue narrado en quechua por Cristina Enciso Reginaldo, en la comunidad La Loma.

    Hubo una vieja que tena dos nietos, varoncito y mujercita. Al varoncito le mand por agua. Hasta que reciba agua con dificultad, a su hermanita la mat. El varoncito al no poder traer agua regres trayendo lea y fue castigado por su abuela, luego sta se sent en la entrada a la cocina, no permitiendo que el nio ingrese a ella.

    El nio pregunt: Dnde est mi hermanita?. La abuela respondi: No s. La ociosa no est aqu. Estar jugando por all.

    Por eso el varoncito se fue a buscar a su hermanita. Mientras tanto la abuela ingres a una habitacin. Esto aprovech el varoncito e ingres a la cocina y vio con horror que el cuerpo de su hermanita estaba hirviendo en una olla: Turiy [hermano], tiw, tiw, tiw. Turiy, tiw, tiw, tiw diciendo. Entonces, el nio sac de la olla la cabeza de su hermanita y se fue. Pero la abuela empez a perseguirlo.

    Cuando el nio escapaba, se encontr con un cndor que estaba en el cerro, a quien el nio le pidi que lo ocultara.

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    El cndor le pregunt por qu hua y supo que la vieja haba matado a la hermanita del nio y que por eso estaba haciendo escapar a su cabeza y que era perseguida por la vieja. Entonces, el cndor escondi al nio debajo de sus grandes alas.

    La vieja lleg hasta el lugar donde estaba el cndor y luego pregunt si haba visto pasar a su nieto. El cndor respondi que hace varias horas haba pasado por all un nio.

    La vieja se fue apresurada, pero en su persecucin fue sorprendida por la noche y llam hasta dos veces: Esprenme, esprenme. Aunque sea ser piojo o pulgas. Lleg a una cueva de un zorro, y durmi all. Pero, mientras dorma, la vieja se transform en piojos y pulgas. Cuando el zorro regreso a dormir a su cueva, los piojos y las pulgas llenaron su cuerpo y los mordieron hasta dar muerte al pobre zorrito.

    a. La etiologa del mito

    El mito da cuenta de porqu aparecieron los piojos y las pulgas.

    b. Lo axiolgico y simblico en el mito

    En el relato mtico encontramos la transgresin de los valores y, semejante que al relato anterior, un castigo mtico metafrico de regresin del orden cultural al orden natural.

    En el relato la abuela aparece portadora de las cualidades negativas de la maldad, la mentira y el engao. Mediante el engao, la mujer separa a la nieta del nieto, la asesina y la cuece, lo que por razonamiento implcito proyecta la antropofagia de la mujer.

    Cuando el nio pregunta por su hermanita, la vieja le miente que no la vio, pero aprovechando un descuido, el nio ingresa a la cocina y con horror ve que su hermanita hierve en una olla, toma su cabeza y empieza a huir.

    La vieja le persigue, pero surge un adyuvante mgico, el cndor que oculta al nio entre sus alas. Cuando la oponente, la vieja, pregunta al cndor si vio pasar al nio, el ave le responde que s, que hace mucho rato haba pasado el nio por all. En este contexto narrativo, la mentira del cndor adquiere las caractersticas positivas, lo que ilustra empricamente que los valores no tienen cualidades estticas, sino que pueden cambiar de acuerdo a circunstancias determinadas.

    La vieja, al ser sorprendida por la noche, duerme en la cueva de un zorro, pero cuando est durmiendo se transforma en pulgas (Pulex irritans) y piojos (Pediculus humanus), que devoran al zorro cuando regresa a su madriguera.

    c. Lo formativo en el mito

    Si el relato mtico explica el origen de las pulgas y los piojos, tambin el mito proyecta sus propiedades normativas de las prcticas y actitudes socioculturales de los hombres. De ah que mediante la presentacin de castigos mticos, se inculque hacia la interiorizacin de las cualidades de la bondad, la veracidad, y la certeza. Normativamente, el valor axiomtico que subyace en el relato, es la solidaridad intergeneracional, que garantiza la produccin y reproduccin familiar (los nios necesitan de la proteccin de los mayores, aun cuando estos sean ancianos).

    3.7. De por qu hay pumas y peones: Fue narrado por Alejandra Ramos, en la comunidad Pongollo.

    Dicen que una mujer rica era muy egosta y de muy mal carcter. Entonces, una persona haba llegado donde esa mujer. No haba sido gente, nuestro mismo Dios haba sido.

    Nuestro Dios haba venido con su perrito. A su perrito ya le haba dado hambre. Seora, reglame un poco de lechecita para mi perrito haba pedido.

    Entonces, la mujer no acept darle leche para que alimente a su perrito. Qu? No tengo leche para el perro. Se secara pues la ubre de mi vaca. Cmo podra ordear para tu perro?.

    El hombrecillo pregunt: No me dars entonces seora?

    Esa mujer no sospech, pues, que se trataba de nuestro Dios, por eso reiter: No hay! Si ordeo para el perro se secara la ubre de la vaca.

    Me ir pues. Maana ordears mucha leche! sentenci el viejito. Enseguida, nuestro Dios se fue. En tu corral amanecern muchos becerros. Ordears tambin harta leche.

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    Acaso tienes poderes para que me digas as! exclam la mujer.

    Seguidamente se fue camino arriba. Lleg donde la vecina de la mujer. Esta no tena nada. Su vaquita tambin era una sola. Inclusive se alimentaba slo rebuscando restos de cosechas.

    Seor, lo que he reunido si hay. Maicillos hay. Esa mujer qu te va dar algo pues. Siendo adinerada es muy egosta. A la gente pobre qu va a vernos ya. Yo cocinar en un ratito. Seor, mi vaquita, aunque solita, si hay. La ordear para tu perrito dijo.

    Entonces cocin alguna comidita. Despus de cocinar le sirvi a nuestro Dios. A su perrito tambin, despus de ordear, le dio leche.

    Cuando dijo: Te servir seor, come. l respondi: Yo no como seora. A m slo dame flores. Treme tus florecitas.

    Si hay flores diciendo las trajo. Entonces, Dios solamente aspir el aroma de las flores. Por qu razn no come? se interrogaba la mujercita.

    Haba sido una mujer de mal carcter. No quiso darme ni su leche. Ser buena mujer, diciendo he entrado. Maana llorar. Ordear a las vacas en cantidad. Cuando entre temprano, sus becerros sern muchos. Segn vayan dando la vuelta, las vacas de esa mujer se transformarn en piedras sentenci.

    T habas sido una buena persona. Con tu bondad ests salvando a tu vecina. Si t no hubieras sido bondadosa, entonces a esa mujer la hubiese hecho dar vueltas en el agua dijo nuestro Dios.

    Tienes una olla nueva? pregunt. Si tengo seor diciendo trajo una ollita.

    Coloc una florcita en el interior de la ollita nueva. Dicen que la pobre mujercita no tena nada, hasta se alimentaba slo rebuscando restos de cosechas, nada, ni papa ni maz tena. Se trataba de una mujer muy pobre. Hasta su vaquita era una sola pero con una cra.

    Maana temprano, este becerro amanecer con su cra, la vaca madre tambin estar preada. Despus, de verdad, su becerro amaneci con su cra y la vaca madre estaba preada. Lo mismo suceda cada maana.

    En cambio de esa mujer egosta, cuando vio por la maana, su corral estaba lleno de pumas. Madrecita! Qu acab con mis becerros? se pregunt.

    Cuando vio, sus vacas iban dando la vuelta a un morro, Ma, ma, ma! diciendo. Pero despus de voltear, las vacas se transformaron en distintos peones de colores grises, negros y moteados.

    Qu cosa voy hacer? Ya no hay mis vacas! coment angustiada a su vecina. Nuestro Dios andaba el da de ayer. Debiste haberle servido. No le diste nada por ser una mujer egosta reproch.

    Debiste avisarme. Eres una envidiosa. Acaso no pudiste haberme advertido? se lament. Cmo deb advertirte? Le hubieras servido pues. En cambio yo, aunque no tengo nada, siempre doy algo a los caminantes. Pero t eres egosta toda la vida. Haba sido nuestro Dios pues! dijo la otra mujer.

    La mujer llor. En su casa ya no haba nada. En cambio de la otra mujercita, sus cosas siempre amanecan en abundancia, ni maz, ni papas la faltaba ni se acababan.

    a. La etiologa del mito

    El mito da cuenta de porqu existen los pumas y los peones.

    b. Lo axiolgico y simblico en el mito

    En el relato mtico encontramos la transgresin de una serie de valores sociales y la presencia de sanciones mticas y recompensas que a su vez explican los orgenes de ciertos elementos naturales.

    Dos mujeres, una rica y otra pobre, constituyen los soportes de valores encontrados: la primera est caracterizada por la maldad, la soberbia, la mezquindad, la no-hospitalidad, la avaricia, la aspereza. En contraste la segunda se caracteriza por la bondad, la humildad, nobleza, la generosidad y la benevolencia. En cambio, el anciano (Dios) es poseedor de poder y las mujeres carentes de l.

    La mujer rica se niega a dar leche para el perrito del anciano, negacin que hace surgir las

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    cualidades negativas en ella. Sin embargo, aqu existe una paradoja con otra creencia mtica que norma la costumbre de no dar leche de vaca a los perros, porque todos dicen que la ubre de la vaca se secara y no habra ms leche. Igual sucede cuando la leche rebalsa y se pierde entre la brasa y la ceniza del fogn o cuando por algn motivo la leche se derrama al suelo. En cambio s existe la prctica de dar el suero (lquido que queda despus de hacer el queso) a los perros.

    Sin embargo, en el relato analizado, el pedido del anciano puede estar justificado, porque precisamente anda buscando poner a prueba la bondad de las gentes. Probando hasta dnde pueden someterse las personas a sacrificar ciertas costumbres en beneficio de la hospitalidad y la compasin.

    La mujer rica recibe un castigo mtico que a su vez explica el origen de los pumas y de los peones, los becerros se transforman en felinos, por otro lado, las vacas se transforman en peones de colores grises, negros y moteados.

    En cambio la mujer pobre ofrece una comida al anciano y ordea leche de su nica vaca para el perrillo. En recompensa, mediante el uso de objetos mgicos (la flor y la olla nueva) hace que la mujer tenga en abundancia maz y papas, pero tambin hace que su vacuno se multiplique mgicamente.

    En el relato surgen una serie de signos que revelan el poder sobrenatural del anciano: la conversin de los animales en piedras, la determinacin que no le faltar productos y la multiplicacin de vacunos a la mujer pobre.

    Tambin, la bondad de una aparece como salvadora de la mujer portadora de la maldad, porque de lo contrario a esa mujer la hubiera hecho dar vueltas en el agua. Esto nos conduce a correlacionar este relato con las aldeas sumergidas, en el cual, tambin aparece un dios andariego, que despus de comprobar la maldad de sus habitantes, los inunda como castigo mtico (ver Morote, 1988).

    c. Lo formativo en el mito

    Si el relato mtico explica el origen de los pumas y los peones, tambin el mito proyecta sus propiedades normativas de las prcticas y actitudes socioculturales de los hombres. De ah que mediante la presentacin de castigos mticos, se inculque hacia la interiorizacin de las cualidades de la bondad, la humildad, la nobleza, la generosidad, la benevolencia, la hospitalidad y la compasin. El valor axiomtico que subyace en el relato es la hospitalidad con los forasteros.

    3.8. De por qu hay piedras en los terrenos de cultivo: Fue narrado por Teodor Reyes Reginaldo, en la comunidad La Loma.

    Dicen que en poca de siembra haba un caminante, un viejecito harapiento. Acercndose a una siembra, ste pregunt a un hombre: Qu ests sembrando?. El hombre que trabajaba la chacra era de mal carcter, aburrido, y le respondi: Estoy sembrando piedras. Ah... dijo el viejecito y se fue. Se acerc a otra chacra y tambin pregunt a otro hombre: Qu ests sembrando?. Estoy sembrando piedras respondi el hombre soberbio.

    Despus, el viejito lleg al terreno de otro hombre humilde y pregunt: Qu ests sembrando?. Estoy sembrando maicito y papita seor, respondi con amabilidad y cortesa.

    Entonces, cuando se fue el viejito, en las chacras de los que haban respondido que estaban sembrando piedras, al da siguiente aparecieron piedras en sus terrenos. En cambio, en el que respondi que estaba sembrando maz y papas, su terreno apareci con maizales y papales a punto de ser cosechados.

    Por la descortesa de los hombres malos con el anciano forastero, ahora hay muchas piedras en nuestros terrenos que dificultan los trabajos. Si hubieran respondido con humildad, como hizo el tercero, entonces nuestras chacras hubieran sido nopedregosas.

    a. La etiologa del mito

    El mito da cuenta de porque existen piedras en los terrenos de cultivo.

    b. Lo axiolgico y simblico en el mito

    En este relato mtico encontramos tambin la transgresin de un conjunto de valores sociales y la presencia de castigos y premios mticos, que a su vez explican el origen de las piedras en los campos

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    de cultivo, es decir, de las chacras pedregosas.

    Nuevamente estamos ante la presencia de un anciano andariego que pregunta a dos personas sobre qu estn sembrando. Este es el motivo que hace surgir las cualidades negativas de la soberbia y la aspereza. Los dos primeros hombres le responden que estn sembrando piedras. En cambio el tercero aparece como portador de las cualidades de la humildad y la benevolencia, estoy sembrando maicito y papita seor respondi.

    El castigo mtico se realiza cuando en las chacras de los que respondieron que sembraban piedras, aparecieron piedras en sus terrenos. En contraste, en el terreno del que dijo que sembraba maz y papas, aparecieron los cultivos listos para ser cosechados.

    c. Lo formativo en el mito

    El mito est explicando el origen de los terrenos pedregosos y de la dificultad que implica trabajar en ellos, pero al mismo tiempo est reflejando sus propiedades normativas de las prcticas socioculturales de los hombres, induciendo a que la gente sea humilde y benevolente.

    3.9. De por qu el perro es domstico: Fue narrado por Antonio Palomino, en la comunidad Pongollo.

    Hace muchsimo tiempo, el perro andaba solitario por el monte. Por eso dice que pens: Cmo voy estar as? Buscar un amigo para vivir con l. As se encontr con el zorro. El perro dijo: Amigo zorro, quieres que vivamos los dos? Viviramos en armona, muy alegres.

    El zorro respondi: Est bien amigo perro, viviremos los dos.

    Por la noche, los dos animales durmieron dentro de una cueva. Entonces, el perro oy un ruido y empez a ladrar. Por eso el zorro dijo: No ladres perro. De lo contrario el oso podr escucharnos advirti.

    Entonces, el perro pens: El zorro teme al oso. El oso tendr ms fuerza, y se fue selva adentro en busca del oso, y encontrndolo le dijo: Hermano oso, quiero que vivamos los dos. El oso respondi: Est bien!.

    Empezaron a vivir los dos en una sola cueva. Cierta noche, el perro al escuchar un ruido empez a ladrar, razn por la cual el oso dijo: No ladres; sino el puma nos escuchar, entonces, viniendo nos arrebatar nuestra comida.

    Entonces el perro pens: Oso cobarde le teme al puma. El puma ser ms fuerte que el oso. Nuevamente el perro se fue. Camin en toda la selva hasta encontrar al puma, y le dijo: Hola amigo puma. Quiero vivir contigo amigo. Tengo miedo de vivir solo. El puma respondi: Est bien, viviremos los dos.

    As, ambos dorman en la noche, entonces el perro escuch un ruido y empez a ladrar. Por eso el puma dijo: No ladres. El hombre puede venir armado y darnos muerte advirti. El perro pens: Hasta el puma teme al hombre. El hombre ser ms poderoso que el puma.

    Entonces el perro encontrando al hombre dijo: Oye hombre, quiero vivir contigo. Estoy solitario. El hombre respondi: Est bien!.

    Con el hombre dorman por la noche, nuevamente el perro sinti ruido y empez a ladrar. El hombre, levantndose de lo que dorma, sacando su arma dijo: Qu pasa! exclam, y sali a ver.

    Qu ha sido ese ruido? Por qu est ladrando este perro?. Qu pasa! dijo el hombre sin mostrar temor alguno. Por eso el perro pens: Este s no teme a ningn animal. En ningn lugar vi a nadie con semejante valor. Con el hombre s me quedar por siempre decidi.

    Desde entonces, pues, el hombre y el perro viven juntos. El perro ya no volvi a separarse del hombre, van juntos a dnde sea.

    a. La etiologa del mito

    El mito da cuenta de por qu el perro es domstico.

    b. Lo axiolgico y simblico en el mito

    En el relato encontramos la valoracin de algunas cualidades como la valenta y la cobarda, el

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    poder y el no-poder, la lealtad y la deslealtad, y al mismo tiempo explica mticamente la domesticacin del perro.

    El perro busca con quien convivir, as comprueba que entre el zorro, el oso y el puma existe una cadena de temores, que el perro los califica como cobarda, hasta que da con el hombre y comprueba que ste no teme a nada, por ello decide quedarse a vivir con el hombre. El perro aparece desleal con los otros animales, mientras que es leal con el hombre, as el mito explica la domesticacin del can.

    c. Lo formativo en el mito

    El trasfondo subyacente al mito, es la visin antropocntrica que el hombre tiene de s, como el que tiene poder sobre los animales (y la naturaleza en general), y la expresa a travs de la boca del perro.

    3.10. De por qu el guila se alimenta de los pollos: Fue narrado por Antonia Palomino, en la comunidad Pongollo.

    En tiempos muy antiguos, un guila haba contrado una deuda con el padre Sol. Por eso dice que, cada maana, el ave iba a buscarle para poder cumplir con su obligacin.

    El padre Sol nunca reciba al guila. Debers encontrarme antes que salga a recorrer al mundo. Entonces podrs pagarme en forma total lo que me debes haba dicho.

    Por eso el guila, apenas rayaba el alba, iba en busca el Sol. Pero nunca le alcanzaba en su casa. Siempre le encontraba cuando ya estaba saliendo puntualmente a recorrer al mundo. Por eso no le reciba el Sol. El guila tena que retornar sin poder saldar su deuda.

    El guila preocupada por pagar su deuda, en la Tierra, pregunt a varios animales cmo podra alcanzar al Sol antes que saliera a recorrer al mundo. Nadie supo darle razn. Sin embargo, cuando ya estaba perdiendo esperanzas, un elegante y gallardo gallo dijo: Te dir como hallar al Sol descansando todava. Pero la condicin ser que cuando te pregunte quin te dijo cmo encontrarle an al interior de su casa, no le dirs que fui Yo. Est bien! respondi contenta el guila.

    Partirs en busca del Sol despus de mi primer canto. As podrs alcanzar al padre Sol antes que se levante y salga a recorrer al mundo. Te recibir y podrs pagar tu deuda recomend el gallo.

    Fue as como el guila, con el primer canto del gallo, alz su majestuoso vuelo y se dirigi velozmente en direccin de la morada del padre Sol. As el guila encontr al Sol apenas cuando empezaba a vestirse con sus hermosas y resplandecientes prendas de oro. ste no pudo negarse a recibir la cancelacin de la deuda que le tena el guila.

    Pero el Sol, muy molesto, pregunt cmo era que haba podido llegar temprano hasta su lejana morada. El guila, recordando su promesa con el gallo, no respondi. Por eso el Sol dijo: No importa que guardes silencio. Pero el que te haya dicho cmo encontrarme temprano se escapar y esconder de ti por siempre. En cambio t y tu especie los buscarn para que se alimenten de l y su prole.

    Por eso hasta ahora, pues, el gallo, la gallina y sus pollos huyen y se esconden de las guilas, que cuando pueden los cazan y se alimentan de ellos.

    a. La etiologa del mito

    El mito da cuenta de por qu el guila se alimenta de los pollos.

    b. Lo axiolgico y simblico en el mito

    En el relato encontramos un conjunto de valores que discurren contraponindose los unos a los otros: la lealtad y deslealtad, la honorabilidad y el deshonor, lo entrometido y lo cauto y la puntualidad y la impuntualidad, adems del poder y no-poder.

    La cadena del poder se proyecta de modo decreciente de Sol, al guila y sobre las aves domsticas. El sol aparece como el acreedor, el guila es deudora, el gallo es adyuvante. El relato proyecta la honorabilidad del guila, pero tambin la cualidad de entrometido del gallo.

    Asimismo, se percibe la lealtad del guila a su promesa de no decir quin dijo cmo hallar al padre Sol antes que salga de su morada a recorrer el mundo. Aqu es donde se identifica el origen mtico

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    de porqu el guila se alimenta de las aves de corral.

    c. Lo formativo en el mito

    Adems de permitir a los consumidores del relato la interiorizacin de cualidades axiolgicas como la lealtad y deslealtad, la honorabilidad y el deshonor, lo entrometido y lo cauto y la puntualidad y la impuntualidad, adems del poder y no-poder; el relato da excelente oportunidad para pensar el tiempo.

    El futuro para el Sol est adelante, el futuro para el guila est atrs. Esto recuerda que awpa espacialmente designa el adelante, pero temporalmente designa el pasado. En cambio, qipa espacialmente designa el atrs, pero temporalmente designa el futuro.

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