martos, denes - las nueve nobles virtudes

5/26/2018 Martos, Denes - Las Nueve Nobles Virtudes

1/44

DENES MARTOS

LAS NUEVE NOBLES VIRTUDES

Si no est bien, no lo hagas.

Si no es verdad, no lo digas.

Marco Aurelio

Emperador de Roma

La Editorial Virtual

Buenos Aires 2007

INDICE

Introduccin

Honor

Verdad

Lealtad

Disciplina

erse!erancia

Tra"a#o

Li"ertad

Valent$a


2/44

Solidaridad

Introduccin

Durante bastante tiempo he estado soportando cierto disgusto ante la casiuniversal reiteracin de aquello de tenemos una crisis de valores.

No es que est en desacuerdo. Lo que me molesta es que, en la enorme mayorade los casos, las personas que se quean amargamente de la ausencia de valoresen nuestro mundo postmoderno tampoco se toman el trabao de especi!icar decuales valores est"n hablando. Dan por sobreentendido lo que !alta. Laconsecuencia inevitable de eso es que las personas a quienes eso les !alta notienen ni idea de qu se habla en absoluto.

#ste modesto trabao pretende, de alg$n modo, llenar % al menos en parte % esehueco. &ero entend"monos' lo que aqu propongo no es una serie de reglas ynormas a seguir sino un conunto de conceptos para meditar. Lo que he hecho

aqu es considerarlos, re!le(ionar sobre ellos y sacar mis conclusiones. )esentira muy halagado y m"s que satis!echo si eso sirviera para que alguno deustedes haga lo mismo.

*unque llegue a conclusiones di!erentes.

*dem"s de esta observacin preliminar, tambin tengo que ser honesto, tantoconmigo mismo como con todos ustedes, y citar mis !uentes. No !ui yo quiendescubri las Nueve Nobles +irtudes. ampoco !ui yo el que las recopil.&rovienen de un trabao reali-ado por ohn /eo0ell y ohn 1ibbs23ailey

quienes, all" por los a4os 567 del 8iglo 99, sistemati-aron el cdigo tico ymoral de los pueblos del Norte de #uropa a partir de las tradiciones contenidasen el :avamal del #dda &otico, las sagas de ;slandia y el !ol


3/44

reconvertir en religin. #n otras palabras' se puede reconstruir un cdigo morala partir de una religion= lo que no creo que se pueda hacer es reconstruir esareligin a partir de su cdigo moral. )ucho menos una religin muerta. / esoes porque una religin, cualquier religin, es muchsimo m"s que su cdigomoral y siempre ser" posible reconstruir la parte a partir del todo peroreconstruir el todo a partir de una de sus partes me parece una empresacondenada a un margen de error tan grande que, en este "mbito, conlleva unriesgo que % al menos para m % es inaceptable.

&or otra parte, tampoco veo que haya ninguna necesidad de hacerlo. #lcristianismo histrico y la ;glesia como institucin pueden merecer, por cierto,unas cuantas crticas. De hecho, las m"s duras y pro!undas que cono-coprovienen de sus propios !ieles y no tanto de sus adversarios. &ero en ning$nlugar he encontrado nada que haga incompatible las Nueve Nobles +irtudes conlas ense4an-as y el mensae de es$s de Na-aret. No creo que ning$n cristianosincero y autntico tenga que avergon-arse de ser honorable, vera-, leal,disiplinado, perseverante, laborioso, independiente, valiente o solidario. >omoque tampoco veo incongruencia alguna entre estos valores y las tradicionalescuatro virtudes cardinales cristianas de prudencia, usticia, !ortale-a ytemplan-a. ? las tres teolgicas de @e, #speran-a y >aridad.

&ero, aparte de la cuestin teolgica en si, es muy posible que el amalgamartodos estos valores en un gran y comprensivo sistema tico y moral, en ellenguae de nuestro tiempo, comprensible para las personas de nuestro tiempo,aplicable en el entorno de nuestra poca, sea una asignatura pendiente a la que

bien valdra la pena dedicarse. &or desgracia, dadas mis limitaciones, creo quetendr que dear esa sntesis a otros m"s cali!icados.

Aui-"s a alguno de ustedes.

3uenos *ires, @ebrero de B776.

HONOR

El honor es aquello que prohbe

las acciones que la ley tolera.

Sneca


4/44

El honor es la conciencia eterna,

y la conciencia, el honor interno.

Arthur Schopenhauer

En un espritu corrompido

no cabe el honor.

!cito

No se me escapa que hablar de honor en los das que corren es casi algo ascomo un anacronismo. Decididamente, el honor no es algo que est de moda. #sun valor que hemos olvidado casi por completo. La palabra honor ya casi ni sepronuncia. 8in embargo, es harto !recuente observar como muchas personas sellenan la boca perorando sobre la dignidad humana. *parte de que que cadauno entiende esta dignidad a su manera % generalmente para e(igir alg$nreclamo % nadie se toma tampoco el trabao de e(plicar e(actamente en quconsiste y cmo se !undamenta esa dignidad.

#n lo !undamental, el concepto del honor descansa sobre el respeto. )uyb"sicamente, el honor de una persona consiste en ser lo que es y en serreconocido y respetado por lo que es. )i honor reside en ser lo que soy y en quemis semeantes me recono-can y me respeten por lo que soy. #l corolarionecesario de esto es que toda persona debe tener un comportamiento que lehaga posible respetarse a si mismo, asumiendo al mismo tiempo el compromisode respetar a quienes se respetan.

*s y todo, sera un error con!undir el honor con la reputacin, con la !ama, ocon la notoriedad. #n una persona realmente ntegra, la reputacin no es sino laconsecuencia de una honorabilidad intrnseca reconocida por sus semeantes. *las personas de reputacin intachable se las honra= a las que se destacan por unahonorabilidad e(cepcional se les rinden honores. / esto corresponde aunquesean adversarios o hasta enemigos declarados. >uando en la &rimer 1uerra)undial los brit"nicos consiguieron derribar a )an!red von Cichtho!en % m"sconocido como el legendario 3arn Coo alem"n por el color de los avionesque piloteaba % los mismos brit"nicos lo sepultaron con todos los honoresmilitares. 8u ata$d !ue cargado por seis miembros del escuadrn B7 ingls ysoldados australianos presentaron armas y lan-aron tres salvas en su honor. #nla l"pida de su tumba, que a$n hoy est" en el mismo lugar en que cay, susenemigos hicieron grabar las siguientes palabras' "Aqu yace un valiente, unnoble adversario y un verdadero hombre de honor. #ue descanse en pa$".

8ucede que el honor no slo se a!irma sobre el respeto sino que impone respetoy, en las personas con honor, este respeto trasciende todas las !ronteras y todaslas lneas divisorias. No hay barreras para el reconocimiento del honor a$nentre personas de escalas de valores di!erentes. #l caballero teutnico o el

gentilhombre espa4ol le habran rendido honores al samurai apons a$n sincompartir el cdigo de honor de este $ltimo que le impona el suicidio ritual a lamuerte de su 8e4or. #l pobre respetar" al rico si ste es honrado y el rico


5/44

respetar" al pobre si ste es honrado. #ntre personas de honor, dbiles ypoderosos se respetar"n mutuamente porque el honor trasciende condicionessociales, niveles econmicos y erarquas establecidas. :onor y respeto son

valores que no se dean embretar en estructuras convencionales. #st"n m"s all"de cualquier estructura social, econmica o poltica porque son inherentes a laparte m"s noble de la condicin humana. / esa noble-a impone unreconocimiento a$n entre personas de distintas culturas o civili-aciones.

La $nica verdadera ;nternacional es la de los :ombres de :onor.

/ no es que los miembros de esa co!rada sean iguales en el sentido que eligualitarismo actual le otorga al trmino. *ntiguamente se hubiera dicho queson pares. #l honor no nos hace iguales. Nos hace igualmente respetables.

#n buena medida, la di!icultad de e(plicar y de!inir el honor reside en que es unvalor !uertemente autore!erencial. ? bien se e(plica por si mismo, o bien resultamuy di!cil de describir. ratar de e(plicarle el honor a un corrupto o a uncodicioso eglatra es como tratar de e(plicarle los colores a un ciego, o la m$sicaa un sordo. Dado esto, se comprende por qu todo lo relativo al honor se vuelver"pidamente circular' somos dignos de respeto si nos comportamos con honor ynos hacemos honorables respetando nuestra propia dignidad.

Ena de las cosas importantes es comprender que la dignidad no es un atributoautom"ticamente adudicable a cualquier persona como muchos sostienen o, almenos, pretenden sostener. La pura y triste verdad es que hay personasindignas. &orque a la dignidad hay que eercerla= al respeto primero hay quemerecerlo y luego ganarlo. #s muy encomiable eso de que hay que respetar a losdem"s y respetar la dignidad de los dem"s. &ero Fqu hacemos con quienes nose respetan ni a si mismosG FAu dignidad vamos a respetar en quienes notienen dignidadG F*caso es posible rendirle honores a alguien que no tienehonorG

?tro aspecto importante es que el honor, como muchos de los dem"s valoresque veremos luego, constituye una avenida de doble mano. #s un valor que est"en uno mismo y que se reconoce en el otro. 8in embargo, aun si la avenida es dedoble mano, la circulacin no es autom"tica. #l valor est" en uno mismo slo sise lo cultiva y se lo eerce. / se reconoce en el otro slo si el comportamiento deeste otro permite in!erir o deducir un valor similar. En honor sin elcomportamiento correspondiente es pura !an!arronera vaca de contenido real.8i me descuelgo con el proverbial hi%o mo, ha$ lo que te digo y no lo que yohago estar dando, qui-"s, un buen conseo. &ero no por ello lo que hago se vaa convertir en un comportamiento honorable.

8i todos tenemos % o no % la misma capacidadpara ser honorables, eso es algoque admite el debate y puede discutirse. &ersonalmente, debo con!esar que nocreo que eso sea cierto, por m"s antip"tica que resulte la a!irmacin. :econocido en mi vida personas tan indignas y tan vacas hasta de la m"s


6/44

elemental nocin del honor que ni a$n con la meor buena voluntad del mundohe conseguido imaginarme cmo podran haber seguido un camino di!erente.:ay quienes a!irman que el honor y la dignidad son producto de la educacin ydel medioambiente. No lo creo. Cealmente no lo creo. #n todo caso, o biennuestra educacin es un !racaso colosal, o bien muy poco es lo que puede o sabehacer en materia de honor y dignidad. #lian ustedes la opcin que m"spre!ieran, pero la corrupcin y la deshonestidad generali-adas que hoy e(istenen nuestra civili-acin % y de las cuales todos se quean amargamente % son unaprueba bastante palmaria de que, en materia de decencia, con nuestros sistemaspedaggicos no hemos logrado gran cosa.

>reo que al cultivo y al eercicio del honor lo promovera mucho m"s un buensistema de premios y castigos que una so!isticada teora educativa. / no estoypensando en castigos inhumanos, !lagelaciones p$blicas, penas de muerte, o

barbaridades por el estilo. #n lo que pienso es en un sistema que promueva lahonorabilidad y le ponga barreras pr"cticamente in!ranqueables a ladeshonestidad. )ientras premiemos a los especuladores, a los arribistas y a losoportunistas sin escr$pulos con los puestos m"s altos de la escala social ymientras castiguemos a los simples honrados pro!esionales y trabaadores conlos $ltimos puestos, poca esperan-a tengo de que consigamos construir unasociedad basada en el honor y en el respeto a la verdadera dignidad. 8er" unaopinin muy personal ma, pero creo m"s en un buen criterio de seleccin queen la supuestamente in!inita educabilidad del ser humano.

*ntiguamente se a!irmaba que el honor se posee porque es un patrimonio delalma= pero el individuo puede perderlo al mancharlo con sus actos siendo queel "rbitro, el otorgador y el protector del honor es Dios. 8imult"neamente, sehaca la distincin entre honor y honra, a!irmando que esta $ltima es un

bien que se adquiere y hasta se hereda siendo su "rbitro, dador y protector elCey.

Coque 3arcia, en su Diccionario de 8innimos >astellanos deca todava hacia!ines del 8iglo 9;9' &... el honores una honra de sentimiento presente,nuestra. Es el caudal que hemos de legar a nuestros hi%os. 'a honraes un

honor tradicional, hist(rico, heredado) es el caudal que nos legaron nuestrospadres. *e modo que elhonores una virtud. 'a honraviene a ser una ra$(n

de estado, casi una %erarqua. El honor se tiene. 'a honra se hereda. HIJ

De lo dicho creo que se desprende con bastante claridad que el honor no es unaposesin garanti-ada. No es algo que se tiene, sin importar lo que uno haga en la

vida. &uede perderse y, de hecho, las generaciones pasadas opinaban que escomo la virginidad' se tiene o no se tiene y se puede perder una sola ve-. :oy enda qui-"s no seramos tan estrictos. >onsiderando como est"n las cosas en elmundo, creo que deberamos ser algo m"s indulgentes y admitir que hasta una

persona honorable puede tener un momento de debilidad, o cometer un errorgrave del que no se sentir" precisamente orgulloso por el resto de su vida. &ero,
http://www.laeditorialvirtual.com.ar/Pages/MartosDenes/NueveNoblesVirtudes/NueveNoblesVirtudes.htm#_edn1http://www.laeditorialvirtual.com.ar/Pages/MartosDenes/NueveNoblesVirtudes/NueveNoblesVirtudes.htm#_edn1


7/44

de todos modos, tampoco e(ageremos demasiado con eso de la indulgencia y latolerancia. &orque lo cierto es que la deshonestidad es un tobog"n por el cual,una ve- que alguien se dea desli-ar, resulta muy di!cil volver para atr"s. Denustedes un paso hacia la corrupcin y la deshonestidad y, si consiguen deshacerel camino inmediatamente, qui-"s logren continuar siendo personas con honor.&ero si llegan a dar el segundo paso muy probablemente habr"n perdido elhonor para siempre. #l deshonor es un po-o sin !ondo del que no se sale. &or lomenos, no sin ayuda. Cecuerden lo que diimos acerca de quin es el que, seg$nla tradicin, otorga el honor.

/ esto es as porque, una ve- perdido el honor se pierde tambin el respeto poruno mismo y por los dem"s. /, habiendo perdido ese respeto, las personaspierden su dignidad. #ntre otras ra-ones, por eso les deca antes que haypersonas indignas. Ena persona deshonesta no es digna de respeto y unapersona que no es digna de respeto es una persona indigna. #l ra-onamiento esde hierro y no hay escapatoria. #s in$til perorar sobre una dignidad humanaque se presupone en cualquiera por el slo hecho de ser un miembro de la clase-oolgica denominada homo sapiens. :ay personas que han tirado esa dignidada la basura, o ni siquiera tienen nocin de que e(iste en absoluto, y la sociedadno gana absolutamente nada siendo tiernamente condescendiente con ellas. #sm"s' la e(periencia actual % e incluso I7.777 a4os de :istoria % demuestranque ese criterio solamente sirve para disparar una decadencia que muy!"cilmente puede llegar a volverse irreversible.

#ntindase bien' no es cuestin de ser inhumanamente crueles con las personasindignas. La cuestin es bloquearles terminante y de!initivamente los puestosm"s altos de la estrati!icacin social, especialmente los relacionados conaquellas !unciones que a!ectan a todo el organismo social o, al menos, a unconunto importante de seres humanos. No creo que el corrupto y el deshonestomere-can necesaria y !or-osamente la lapidacin, la horca o el garrote vil. &eros creo que merecen el desprecio que generan y por cierto que no creo que hastamere-can ser premiados con los niveles de statusm"s altos de nuestracivili-acin. #specialmente no con aquellos niveles en dnde pueden luegotomar decisiones que nos a!ectar"n a todos.

/ por $ltimo hay una interrelacin que no podemos pasar por alto. #s la quee(iste entre el honor y el deber.

>umplir con nuestras obligaciones no es lo mismo que cumplir con nuestrodeber. #l cumplir con una obligacin es una cuestin de responsabilidad.>umplir con un deber es una cuestin de honor. Las personas responsablescumplen con sus obligaciones= las personas de honor cumplen con su deber.

La di!erencia es enorme, aunque no lo pare-ca a simple vista. Ena obligacin es

algo que le debemos a los dem"s. #l deber nos lo debemos a nosotros mismos.La obligacin puede e(igirse y muchas veces tiene contrapartida ocontraprestacin. #l deber es lo que se espera de uno m"s all" de si hay % o no %


8/44

una contrapartida o contraprestacin. #s lo que uno hace porque s. &orqueuno es como es, y es lo que es. ? lo que se abstiene de hacer porque una personade honor no hace esas cosas. La norma del deber es nuestra propia conciencia.La norma de la obligacin son las leyes, los usos, las costumbres y loscompromisos asumidos.

&or ello es que 8neca deca que el honor es aquello que prohbe las accionesque la ley tolera+. &orque el sentido del deber es mucho m"s amplio y muchom"s imperativo que la obligacin. / no slo en el sentido restrictivo en el que la!rase de 8neca lo !ormula sino en el mucho m"s importante de e(igirpositivamente determinada actitud o determinado comportamiento. &ara elhonor, es generalmente mucho m"s importante lo que el deber comanda que loque prohbe.

&ara el mdico, tratar de curar al en!ermo es un deber. :acerlo a concienciaseg$n sus meores conocimientos y tomando todos los recaudos adecuados esuna obligacin. &ero tambin es su deber ver en el paciente a un ser humanoque su!re y no slo una oportunidad para cobrar honorarios por consultasin$tiles. No obstante, mantener el secreto pro!esional es su obligacin.

De cualquier modo, el honor reside siempre en aquello de lo cual nos sentimosorgullosos o de lo cual creemos que nos podemos sentir orgullosos. No pararestreg"rselo bao la nari- a todo el mundo haciendo una ostentacin taninnecesaria como improcedente de nuestro orgullo. #s simplemente aquello queconstitutivamente nos pertenece y nos satis!ace= nos describe y nos place comonos describe= nos representa y encontramos adecuado que nos represente.

Nuestro honor est" en lo que autnticamente somos. De!ine cmo deseamosvernos a nosotros mismos y como deseamos ser percibidos, reconocidos,respetados y tratados por los dem"s, al mismo tiempo en que de!ine tambincmo deseamos percibir a los dem"s para reconocerlos, respetarlos y tratarlosdignamente.

#l honor es lo que convierte a las mueres en damas y a los hombres encaballeros.

/ esas categoras, digan lo que digan, no dependen de las modas.

8on condiciones que am"s pasar"n de moda.

VERDAD


9/44

#u es la verdad-

/oncio /ilato a 0es1s de 2a$aret3

0uan 45675

'a verdad es lo que es,

y sigue siendo verdad

aunque se piense al revs.

Antonio Machado

Resulta imposible atravesar una muchedumbre

con la llama de la verdad

sin quemarle a alguien la barba.

8eorg 9hristoph 'ichtenberg

>uando &oncio &ilato tuvo ante si a es$s de Na-aret, despus de escucharledecir' :o para esto he nacido y para esto he venido al mundo6 para dartestimonio de la verdad+,HBJde pronto pregunt' u es la verdad-+. #ldramatismo de la escena reside en que la tena all, ante sus propios oos. &erono la vio. No la reconoci en una persona que encarn la +erdad hasta el puntode dearse cruci!icar por ella.

/, sin embargo, de alguna manera la entendi, al menos en cierta medida,porque, de otro modo, no se e(plica que luego de la pregunta % qui-"s dicha enun tono algo sarc"stico y escptico % saliese a decirles a los udos' ":o noencuentro ning1n delito en l+. >on lo cual &ilato termin diciendo una verdadconcreta porque, como sabemos, el reo cuya cruci!i(in le e(igan era porcompleto inocente.

oda persona de honor tiene el deber de atenerse a la verdad. De ser vera-. / elser vera- no necesariamente presupone conocer y entender la verdad absolutade todas las cosas. 8igni!ica, simplemente, reconocer, aceptar y a!irmar lo que

es. &oncio &ilato no capt la +erdad teolgica representada por es$s deNa-aret. &ero percibi la verdad de su inocencia y !ue vera- al proclamarla. 3ienes cierto que despus cedi a las presiones, pero eso ya pertenece a un conte(toque no corresponde aqu y que he tratado en otra parte HKJ. #l hecho es queatenerse a la verdad signi!ica atenerse a lo que es, tal cual es= sin aditamentos nirestricciones= en la total y completa integridad con la que se nos mani!iesta.

)e doy cuenta de que esto se contrapone a la opinin mayoritaria actualmentevigente. Lo que sucede es que en la actualidad hay una tendencia al relativismoabusivo. #s como si una e(trapolacin ilcita de la teora de la relatividad

usti!icase una relativi-acin de todo lo que conocemos y percibimos. :asta laverdad misma. *ndr )aurois lleg a decir que la $nica verdad absoluta es que
http://www.laeditorialvirtual.com.ar/Pages/MartosDenes/NueveNoblesVirtudes/NueveNoblesVirtudes.htm#_edn2http://www.laeditorialvirtual.com.ar/Pages/MartosDenes/NueveNoblesVirtudes/NueveNoblesVirtudes.htm#_edn2http://www.laeditorialvirtual.com.ar/Pages/MartosDenes/NueveNoblesVirtudes/NueveNoblesVirtudes.htm#_edn2http://www.laeditorialvirtual.com.ar/Pages/MartosDenes/NueveNoblesVirtudes/NueveNoblesVirtudes.htm#_edn3http://www.laeditorialvirtual.com.ar/Pages/MartosDenes/NueveNoblesVirtudes/NueveNoblesVirtudes.htm#_edn2http://www.laeditorialvirtual.com.ar/Pages/MartosDenes/NueveNoblesVirtudes/NueveNoblesVirtudes.htm#_edn3


10/44

la verdad es relativa. / es !also, por m"s que lo repitan algunos intelectuales ypor m"s que est de moda sostenerlo como una especie de prueba de

benevolente tolerancia.

&or de pronto y en primer lugar, la verdad se sostiene a si misma. No dependede opiniones. No depende de que alguien la descubra, la proclame o la acepte.Ni siquiera le a!ecta que alguien la niegue. &ara dar un eemplo muy burdo yseguramente no del todo apropiado' dos m"s dos seguir"n siendo cuatro a$n sinadie en todo el mundo se da cuenta de ello y a$n a pesar de que a alguno se led por insistir machaconamente en que la cuenta da cinco. Lo que es, nonecesita m"s que su propia condicin para ser. #l relativismo pretende hacernoscreer que todo el Eniverso no es m"s que un conunto de !enmenos relativos yla realidad indica que los !enmenos % al menos algunos % podr"n ser relativos,pero el Eniverso esa pesar de esa relatividad y seguira siendo ese mismoEniverso porque no hay otroM si los !enmenos se relacionaran de otra !orma.

/o mismo, con otra educacin, con otro entorno, habiendo nacido y vivido enotro pas, seguramente sera distinto. &ero no sera otra persona. 8era la mismapersona que soy. 8implemente qui-"s % y slo qui-"s % lo sera de un mododi!erente.

#n segundo lugar, la verdad absoluta e(iste. #so que hoy se llama verdadrelativa no es m"s que una e(presin incorrecta para indicar una interpretacinpersonal, o un conocimiento parcial, o hasta podra ser una percepcinequivocada de la verdad absoluta. De hecho, si se lo piensa con seriedad, nocuesta demasiado comprender que, de no e(istir la verdad absoluta, las

verdades relativas no e(istiran tampoco. /, a$n e(istiendo, no tendranning$n sentido porque no tendramos contra qu contrastarlas. En Eniversoabsolutamente relativo sera un Eniverso absolutamente ininteligible.

sas que hoy llamamos verdades relativas % insisto' de un modo bastanteimpropio porque casi nunca queda claro el ne(o relacional Frelativas a quGM %no son sino apro(imaciones, m"s o menos per!ectas, m"s o menos logradas, om"s o menos imper!ectas y parciales, a esa verdad absoluta que, es cierto, en lageneralidad de los casos compleos o pro!undos se nos escapa.

#l reconocer que la verdad e(iste= el aceptar la presencia de la verdad y a!irmarla verdad tan como sta se nos presenta, es ustamente lo que nos permite ser

veraces.

*hora bien= puesto que, como ya vimos, para ser veraces no es indispensableconocer la verdad absoluta de todas las cosas, el ser vera- no signi!ica estar librede todo error posible. &ero esto tampoco signi!ica que la veracidad, paraadquirir carta de ciudadana y aceptacin social, necesariamente tenga dedisimularse % o relativi-arse % con adetivos posesivos. La verdad no necesita

que pidamos perdn por e(presarla dis!ra-"ndola de nuestra verdad, como sila misma !uese un trae austable a la medida de cualquiera. >omo si !ueseposible que e(ista mi verdad, tu verdad, su verdad y los plurales


11/44

respectivos respecto de una misma cuestin. &or simple y elemental lgicamatem"tica, si * es igual a la 3 de uan y la 3 de uan es igual a >, entonces la 3de &edro, si no es igual a la 3 de uan, tampoco ser" igual ni a *, ni a >. #sposible, por supuesto, que tanto la 3 de &edro como la 3 de uan constituyan ore!leen aspectos parcialesde * o >. &ero, en ese caso, lo incorrecto es elpunto de partida y no se debera decir que * es iguala la 3 de &edro o de uan.

:oy se utili-a mucho este tipo de minimi-acin por adetivo posesivo como unaespecie de actitud de prudencia y humildad. :acer eso es simple cobardacuando no tan slo hipocresa bastante mal encubierta. Nunca deberamos pedirperdn por ser veraces. &orque ser vera- no signi!ica m"s que reconocer,aceptar y a!irmar lo que es, tal como se lo entiende y conoce, sin preuicios,precondiciones, omisiones ni agregados. 8er vera- signi!ica mani!estar larealidad tal cual uno la ha vivido, conocido y e(perimentado. No hay motivoalguno para disculparse o auto2disminuirse por eso.

No e(iste duda alguna de que, a$n siendo veraces, podemos equivocarnos. &erodisculparse de entrada por la posibilidad de que, en una de sas, podemos llegara cometer un error no tiene ning$n sentido y slo sirve para desmerecernuestras propias convicciones. &orque las personas autnticamente veracesest"n comprometidas con la verdad y, por ello, no tienen ninguna di!icultadpara enmendar y corregir sus errores con otra verdad superior a la original. &orel contrario, es a la mentira a la que generalmente hay que tratar de ocultar odisimular mediante un dis!ra- de !alsa modestia y, cuando la mentira correpeligro de derrumbarse y hay que apuntalarla, el mtodo usual y casi inevitablees el de recurrir a mentiras adicionales a$n mayores que la primera. >on lo cualel error, en lugar de disminuir, se agrava.

*dmito desde ya que puedo cometer errores. &ero eso no me preocupademasiado porque, estando comprometido con la verdad, en el momento en quedescubra mi error, o alguien me lo haga ver, lo corregir inmediatamente y sinsubter!ugios. )e preocupara si estuviese comprometido con la mentira.&orque, cuando se descubra esa mentira, no me va a quedar m"s remedio quetratar de de!enderme agrandando la mentira y agreg"ndole argumentos para

seguir hacindola creble.#ntre varias otras cosas por eso tambin es que, como deca 8!ocles, la verdadpuede m"s que la ra-n= o bien, como coincida Enamuno, el tener verdad esmuchsimo m"s importante que el tener ra-n. &orque, como ya lo saban losso!istas griegos, la ra-n puede resultar bastante enga4osa a la hora de la verdadpuesto que siempre se podr"n encontrar muy buenos argumentos para de!enderuna mentira. Los so!istas % al menos gran parte de ellos % !ueron e(pertos ende!ender tesis !alsas con argumentos impecables. &or eso es que quien tienera-n no por ello es tambin necesariamente vera-. &uede tener ra-n pero no

necesariamente tiene verdad.


12/44

#n consecuencia, si bien el deber de una persona de honor para con la verdad norequiere el conocimiento total de la +erdad absoluta= implica, eso s, laobligacin de no recurrir a la !alacia para tener ra-n. &oncio &ilato orden lacruci!i(in de es$s de Na-aret cediendo a las presiones polticas a las queestaba sometido. se !ue su crimen o, si ustedes quieren, su !alta grave. &ero loproclam inocente y orden la cruci!i(in de un inocente deando bastante bienen claro que el acusado era inocente. No comprendi la envergadura y laimportancia de la persona que estaba u-gando. &ero tampoco recurri a la!alacia de declararlo culpable para usti!icar su accin. se !ue su mrito.

*lgunos cristianos ortodo(os consideran santos a &ilato y a su esposa >laudia&rcula. &ersonalmente, creo que eso es algo e(agerado= pero no cuestademasiado entender el ra-onamiento que hay detr"s del criterio.

No somos veraces recin cuando hemos accedido a una verdad universal. Losomos cuando honesta y sinceramente damos testimonio de nuestras vivencias yde los conocimientos que hemos e(trado de ellas. &or el contrario, somos!alaces cuando nuestro testimonio no se condice con nuestra vida o es contrarioa nuestras reales convicciones.

Ena persona de honor, comprometida con la verdad, simplemente no predicaaquello en lo que no cree, no se adudica mritos por lo que no hi-o, ni secomporta en !orma contraria a lo que pregona.

>omo pueden apreciar, es di!cil. Aui-"s hasta duro.

&ero no es tan complicado.

LEALTAD

'o que el amor no ata, est mal atado.

: lo que la lealtad no ampara,no lo protege tampoco ning1n %uramento.

Ernst M. Arndt

*(nde hay honor la lealtad es siempre sagrada.

/ublilio Siro

'ealtad y verdad guardan al rey,

y por la %usticia sostienen su trono.

/roverbios ;


13/44

'a lealtad de los perros no nos sorprendera tanto

si la de los hombres =uese ms =recuente.

Sigmund 8ra=

La lealtad es el la-o invisible pero indestructible que une entre si a las personasde honor comprometidas con la verdad.

#n general, es !recuente que se suponga que la lealtad es una !idelidad que eler"rquicamente in!erior le debe a sus superiores. De hecho, puede ser esotambin= pero de ning$n modo es solamente eso. La lealtad no es slo uncompromiso de los dirigidos= tambin es un deber de los dirigentes. ?bliga alconducido a cumplir !ielmente las directivas del conductor pero, e(actamentepor el mismo principio, obliga al conductor a compartir el destino de laspersonas a las que conduce hacindose personalmente responsable por lasdecisiones que ha tomado y por las directivas que ha hecho cumplir.

*s, tambin la lealtad es una avenida de doble mano. #s muy cierto que el e!e,el patrn, el gerente, el superior responsable en suma, puede y debe e(igirlealtad de parte de sus subordinados, empleados, o colaboradores. &ero nomenos cierto es que slo puede y debe hacerlo si l tambin sabe ser leal conquienes conduce y !rente a quienes tiene asumida la responsabilidad de dirigir.

&or otra parte, la lealtad es tambin la hermana mayor de la !idelidad. #n

trminos muy amplios, la !idelidad es una pr"ctica constante de la lealtad.Decimos de una persona que es !iel cuando es constantemente leal= cuando hallegado a hacer de la lealtad todo un estilo de vida. La di!erencia reside en que lalealtad es una actitudque nace del sentido del honor mientras que la !idelidades un comportamientoacorde con dicha actitud. #n otras palabras' la lealtades un imperativo tico= la !idelidad es el valor moral correspondiente. Enapersona de honor es leal por principio y !iel a sus responsabilidades moralesasumidas por deber.

La otra gran di!erencia es que, mientras la lealtad es un la-o y un compromisoentre personas, la !idelidad es un vnculo que puede establecerse entre personaspero tambin puede darse entre una persona y una idea, una religin, un cdigomoral, una promesa dada, as como con instituciones= por eemplo, la nacin, el#stado, la comunidad. &or eso, quienes viven de acuerdo a los preceptos de una;glesia se llaman los !ieles de esa ;glesia y constituyen su !eligresa. / por esotambin, de una persona que se mantiene !irme en sus cdigos, se dice que es!iel a sus convicciones.

#n el "mbito de una !amilia, la !idelidad implica sostener y mantener laspromesas dadas al !undarla. )uchas personas creen que esto se limita arestringir la se(ualidad a las dos personas que han contrado matrimonio.


14/44

8i bien hay muy buenos argumentos para sostener que la monogamia basada enla !idelidad se(ual presenta varias ventaas pr"cticas, en una !amilia lae(clusividad se(ual no es ni el principal ni el $nico !actor que sostiene ymantiene al n$cleo humano constituido por padres e hios. No obstante, paraentender eso en pro!undidad, lo primero que hay que aclarar es que parea,matrimonio y !amilia no son trminos intercambiables. #sas palabras nosigni!ican lo mismo. Los conceptos que representan no son iguales niequivalentes.

Ena parea es sencillamente la unin o coincidencia de dos personas. Dos sereshumanos que deciden vivir untos % o compartir toda o parte de sus vidas dealguna !orma % se aparean y, por consiguiente, !orman una parea. #n estesentido, el ser humano no se di!erencia de muchsimos animales que tambin seaparean= algunos ocasionalmente= otros hasta que se desarrolla la cra=conocindose incluso especies que !orman pareas mongamas permanentes.8in embargo, la monogamia animal no es tan estricta como muchosrom"nticamente llegan a creer. #studios genticos mediante el an"lisis del *DNdemuestran que en varios casos se habla de m"s de un K7OM la cra de pareasde animales reputados de mongamos demostr proceder de un padre distintoal que las cuidaba desde el nacimiento HPJ.

Lo que sucede es que el matrimonio humano es mucho m"s que una parea. #sla unin de dos seres que se han hecho promesas mutuas. &romesas en lascuales cada uno debera poder con!iar. Dadas estas promesas, cada uno hacomprometido su deber en toda una serie de obligaciones que pueden variar deuna cultura a la otra, de una comunidad a otra, o de una congregacin a otra, yque % dadas estas di!erencias etnoculturales % pueden incluir o noM unae(clusividad se(ual pero que, en todo caso, van mucho m"s all" de lo se(ual. #sun tremendo error creer que aquellas religiones que admiten la poligamia, comopor eemplo el ;slam, e(imen de toda responsabilidad al hombre que tiene

varias mueres.

#n el matrimonio, los cnyuges se prometen ayuda mutua= asistencia mutua=cuidados mutuos. *parte por supuesto del amor, el matrimonio como

institucin est" !undado sobre promesas' promesas de proteccin, decomprensin, de tolerancia, de buena voluntad. La verdadera in!idelidad en elmatrimonio es el incumplimiento de alguna o varias de estas promesas. >onsisteen !allarle a la otra persona y, por eso, esencialmente, es un acto de deslealtad.;ncumplir la promesa dada, !altar a la palabra empe4ada, es lo que en realidadconstituye eso que llamamos generalmente in!idelidad. / ser" tanto m"s gravemientras m"s sagrada haya sido la promesa= es decir' mientras m"s con!ian-auna persona haya podido depositar en la palabra dada por el car"cterconsagrado que tuvieron los compromisos matrimoniales asumidos.

/ sin embargo, a$n con toda su importancia y a$n con el car"cter sacramentalque posee, el matrimonio todava no equivale a una !amilia. &orque una !amilia
http://www.laeditorialvirtual.com.ar/Pages/MartosDenes/NueveNoblesVirtudes/NueveNoblesVirtudes.htm#_edn4http://www.laeditorialvirtual.com.ar/Pages/MartosDenes/NueveNoblesVirtudes/NueveNoblesVirtudes.htm#_edn4


15/44

es un matrimonio con hios. >on lo cual, lo primero que sucede es que losdeberes y las obligaciones aumentan y se multiplican. >on los hios se asume eldeber de alimentarlos, cuidarlos, protegerlos, educarlos, criarlos, orientarlos yayudarlos a desarrollarse armnicamente. / la enumeracin est" a a4os lu- deser e(haustiva. #l matrimonio, cuando se convierte en !amilia, dea de ser uncompromiso entre dos para convertirse en un compromiso entre varios.

&ara ponerlo de alg$n modo' a las pareas les basta una habitacin= a losmatrimonios les alcan-a una vivienda. Las !amilias necesitan un hogar.

/ en la construccin y el mantenimiento de ese hogar hay todo un c$mulo decompromisos % e(plcitos e implcitos % cuyo cumplimiento slo es posible entrepersonas esencialmente leales y que, por ser leales, tambin saben ser !ieles aesos compromisos.

&asando a otro tema y en otro orden de cosas, con todo lo que llevamos dicho noes muy di!cil ver que la lealtad es el !undamento m"s slido de eso que,genricamente hablando, llamamos con!ian-a. 8i bien pueden haber % y dehecho hay % varios otros !actores que tambin generan con!ian-a,probablemente la lealtad es el sustrato b"sico sobre el que todos ellos descansande alg$n modo u otro.

/ la con!ian-a % eso que los anglosaones llaman trust % es un elementoindispensable para todo organismo social, incluso m"s all" de la e(istencia oausencia de un coherente y e(haustivo sistema de cdigos y leyes escritas. :asta@rancis @u


16/44

letra de un contrato o un acuerdo= a lo largo del tiempo % y en el mundo actual,a veces en sorprendentemente poco tiempo % los hechos reales puedenconvertirlo en inaplicable con e(trema !acilidad. #ntre otras cosas, por ello estambin que &latn a!irmaba que la meor rep$blica no es aquella que tienemuchas leyes sino aquella que !unciona ra-onablemente bien con muy pocas.&orque si cada comportamiento esperado tiene que ser escrito, descripto yre!rendado con toda minuciosidad, algo realmente tiene que estar muy mal conlos seres humanos de quienes se espera dicho comportamiento. #n la enormemayora de los casos, si una persona no se comporta de determinada manerapor propia iniciativa, no sirve de gran cosa el escribir una ley para que lo haga.

Aui-"s sea necesario escribirla igual.

&ero no cometamos el error de esperar gran cosa de ella.

&orque, para!raseando a *rndt, lo que el honor, la verdad y la lealtad noamparan, no lo proteger" tampoco ninguna ley, ni ning$n contrato.

DISCILINA

Al mundo se le predican tanta =alsedades porquehoy todos hablan del derecho a la libertad de conciencia

sin haberse sometido a =orma alguna de disciplina.

Mahatma 8andhi

0ustamente la disciplina es lo que distingue a la

sociedad de la anarqua) precisamente la disciplina es

lo que determina la libertad.

Anton S. Ma@aren@o

#uien vive sin disciplina,muere sin honor.

/roverbio rlands

>omencemos con algo obvio' en un mundo que coquetea con el permisivismohasta el punto de bordear los lmites de la anarqua, el concepto de disciplina sehalla !uertemente devaluado. La palabra disciplina hasta genera recha-o en lagran mayora de las personas. / sin embargo, tarde o temprano la realidad seencarga de ense4arnos que toda conquista de obetivos compleos % tanto lospersonales como los de toda una cultura o civili-acin % resulta por completo


17/44

imposible sin disciplina. &uede haber muchas maneras de hacer algo= pero laenorme mayora de las cosas no se puede hacer de cualquier modo.

La disciplina no es la suecin !or-ada y constante a la voluntad m"s o menoscaprichosa de otra persona. #n lo esencial y en principio, la disciplina no es m"sque un mtodo. En mtodo de accin o, si ustedes quieren, un procedimiento.>ontrariamente a lo que suelen a!irmar algunos tericos militares, serdisciplinado no consiste esencialmente en cumplir a raatabla con alguna rdenimpartida por un superior er"rquico. #so, en rigor, sera tan slo ser obediente

y, de hecho, lo que la disciplina militar ense4a es, m"s que nada, a obedecer.*lgo muy necesario, $til y hasta imprescindible en el "mbito militar= pero nonecesariamente trans!erible as como as a la vida civil.

8er disciplinados, en un sentido genrico y amplio, no es m"s que ser metdicosy ordenados en nuestras acciones. #n esencia, la disciplina no es sino un mtodode accin= una regla de comportamiento.

?riginalmente el concepto de disciplina proviene del "mbito pedaggico y est"relacionado con el proceso de ense4ar y aprender. La idea detr"s del concepto esque el maestro le se4ala al alumno un camino que ste debe recorrer en !ormaordenada y por etapas hasta alcan-ar el conocimiento, la aptitud o la habilidadque se ha propuesto aprender.

/ esto que durante m"s de I7.777 a4os !uncion ra-onablemente bien en lasescuelas de todas las culturas, !unciona igual de bien en la vida cotidiana. Auienno se pone obetivos vivir" sencillamente a la deriva. / quien no quiere vivir algarete y se impone obetivos muy pronto descubrir" que la enorme mayora deesos obetivos % en especial los compleos y los m"s preciados % no se puedenalcan-ar de cualquier !orma.

8iempre hay un modo, una !orma, de hacer las cosas. #s cierto que puedenhaber varias !ormas, varios caminos, para alcan-ar un obetivo dado. &ero, decualquier manera que sea, la cantidad de esos caminos am"s es ilimitada y laspostas de cualquiera de esos caminos no est"n dispuestas en !orma caprichosa.

*dem"s y por lo general, entre los varios y posibles mtodos, siempre hayalguno m"s e!ica-, o m"s e!iciente, o meor adaptado a nuestras posibilidades,talentos o aptitudes. /, por $ltimo, para toda una serie de obetivos compleoshasta el da de la !echa tenemos un, y slo un, camino aunque m"s no sea por lasencilla ra-n de que todava nadie ha descubierto otro meor. #n esto, la buenanoticia es que todava quedan amplios espacios para investigar y descubrir=

varios caminos para e(plorar o construir. La mala noticia, sin embargo, es que lainvestigacin, la e(ploracin y el descubrimiento tampoco son posibles sindisciplina.

#s cierto que muchas veces los caminos se hacen al andar. &ero novagabundeando para cualquier lado, sin norte ni rumbo.


18/44

:oy la disciplina suena a algo desagradable. #n parte, esto nos puede venir delsistema de premios y castigos que pr"cticamente siempre est" asociado a ladisciplina. #l maestro que lleva, o conduce, a su alumno por un camino % seaahora este maestro un docente, un padre, o un gua de otro orden % no tienem"s remedio que implementar alguna !orma de castigo si el alumno se desva yalguna !orma de premio si se mantiene dentro del carril indicado. #n especialesto es as cuando el alumno es todava un ni4o que no tiene uso de ra-n.#nse4arle a un ni4o de dos a4os que debe mantenerse a una distancia prudente

y a no tocar nunca una estu!a caliente puede, dado el caso, requerir que % enuna situacin muy bien controlada % uno tenga que dear que el peque4o sequeme un dedo alguna ve-. No es que no haya otra !orma pero, dado el caso,sta puede ser la m"s terminante y e!ectiva.

Durante un invierno en que nuestro hio mayor tena m"s o menos dos a4os, mimuer y yo tuvimos que estar constantemente alertas. #l peque4o atorrante cadatanto insista en tocar esa bendita estu!a que irradiaba un calor tan agradable. /como la terquedad es, al parecer, heredable, mi hio result por lo menos tancabe-a dura como su padre' no hubo !orma de hacer que abandonara la idea.:asta que una noche me cans. Lo v al enanito venir con el dedo ndiceapuntando a un costado de la susodicha estu!a y me die' si la llega a tocar, sequema el dedo. &ues m"s vale que se queme el dedo y no la mano entera o, peortodava, la cara. *s que, tragando saliva, lo de venir. #va, mi muer, me mircon cara de Fest"s seguro de lo que est"s haciendoG pero la tranquilic con lamirada sin demasiado (ito, por supuestoM y segu deando que las cosas

siguieran su curso. &ues sucedi lo que tena que suceder' mi hio se dio por !inel gusto de tocar la maldita estu!a y naturalmente, peg un alarido que nosparti el alma. &ero en el instante mismo en que l se quemaba el dedo yo salt,lo ale del arte!acto, y le die' R>alienteS.

#l peque4n anduvo un buen tiempo con la ampolla en su dedo, mostr"ndoselaa medio mundo y tratando de decir caliente en su especial erga in!antil. &eroa partir de ese da nuestro sistema educativo se vi muy simpli!icado en lo queal riesgo trmico se re!iere. 3ast con se4alar la plancha, la cocina o la parrilla ydecir caliente para que a nuestro hio ni en sue4os se le ocurriese tocarlos.

:ubo que dear que hiciese su e(periencia. / aprendi, como dicen losanglosaones' &the hard Bay+= por el camino duro. &ero aprendi.

8e podr" argumentar que el mtodo es cruel. #l contra2argumento es que la vidareal puede llegar a ser mucho m"s cruel todava. #l ni4o que no aprendi arespetar el !uego y el calor, es el candidato puesto al ni4o que se vuelca encimala olla de agua hirviendo, o que se pone a ugar con !s!oros y terminaprendindole !uego a toda la casa. / por !avor no me digan que estoye(agerando. 8oy analista de riesgos y tendr la de!ormacin pro!esional detodos los colegas del gremio, lo admito= pero esas cosas han sucedido y, por

desgracia, siguen sucediendo. / con mucha mayor !recuencia de la que se


19/44

supone. 8i no me quieren creer, vayan tan slo al ;nstituto del Auemado HTJypregunten.

La verdad es que quien no se austa a una disciplina, se e(pone a quemarse lasmanos y m"s de una ve-. / la disciplina e(igida por un maestro que ense4a conmtodo siempre ser" muchsimo m"s benigna y menos cruel % por m"s severa yestricta que pare-ca % que la implacable disciplina que la vida terminar"imponiendo de una !orma o de otra.

:ay muchas !ormas de vivir la vida. &ero acaso la peor y m"s in!ructuosa detodas es tratar de hacerlo cediendo constantemente al capricho del momento.

#n cierta !orma, tanto como para evadir el sabor desagradable que el conceptode disciplina tiene en la actualidad, muchos sostienen $ltimamente que laverdadera disciplina % la supuestamente buena disciplina % sera laautodisciplina= es decir' aquella disciplina que uno mismo, voluntariamente, seimpone y a la cual uno mismo, otra ve- voluntariamente, se sueta. #n relacincon esto mi recomendacin sera' no desechen la idea, pero tampoco seentusiasmen demasiado con ella. #n el !ondo se trata de un subter!ugio que,

bien mirado, resulta bastante transparente. Lo que la mayora de las veces haydetr"s de esta prdica es la especulacin con que % puesto que nadie es tanobtuso ni tan masoquista como para castigarse a si mismo o por lo menos muypocas personas lo sonM % el incumplimiento de la !amosa autodisciplinapermitira esquivar el castigo correspondiente a la indisciplina. #l que cree esose enga4a a si mismo y no hace m"s que convertir la autodisciplina en unautoenga4o.

&or supuesto, no es cuestin de negar que e(iste la posibilidad concreta de queuno se imponga un mtodo y un orden como norma de comportamiento. &eroquien crea que sa es una versin light de la disciplina se equivoca porcompleto. *nte un acto de indisciplina, la pena impuesta por un superior o porun maestro ser" alguna sancin. #n el caso de la autodisciplina la pena queimpone la vida es el !racaso.

La disciplina tiene que ver con mtodo y con rden= no con quien e(ige esemtodo y ese rden. 8ea un maestro, sea un superior er"rquico o sea unomismo, la esencia del mtodo y del rden no cambiar" en lo m"s mnimo. /quien se comporte sin mtodo y sin rden, !racasar" en nueve de cada die-intentos de lograr un obetivo.

La autodisciplina como un eercicio arbitrario de libertad personal es, en lamayora de los casos, un enga4o porque, tarde o temprano, de un modo o deotro, la vida se encarga siempre de castigar a quienes no la respetan y creen quepueden enga4arla soslayando sus reglas y sus leyes con alg$n subter!ugio. Nohay ue- ni hay verdugo m"s implacable que la vida misma cuando se la o!endegravemente atentando contra su propia naturale-a.
http://www.laeditorialvirtual.com.ar/Pages/MartosDenes/NueveNoblesVirtudes/NueveNoblesVirtudes.htm#_edn6http://www.laeditorialvirtual.com.ar/Pages/MartosDenes/NueveNoblesVirtudes/NueveNoblesVirtudes.htm#_edn6http://www.laeditorialvirtual.com.ar/Pages/MartosDenes/NueveNoblesVirtudes/NueveNoblesVirtudes.htm#_edn6


20/44

No e(iste, pues, una disciplina mala impuesta por los dem"s y una disciplinabuena impuesta por uno mismo. La disciplina es una y la misma, sin importarquien la impone o quien la e(ige. 8u valor est" dado, en primer lugar por losobetivos que persigue y, en segundo lugar, por la e!icacia y la e!iciencia con laque se llega a esos obetivos.

ERSEVERANCIA

'a mayora de las veces, suerte no es sinoun concepto genrico para incluir capacidad,

inteligencia, empeCo y perseverancia.

9harles Dettering

Si te caes siete veces, levntate ocho.

/roverbio chino

Si aCades un poco a lo poco

y lo haces as con =recuencia,

pronto llegar a ser mucho.esodo

#uien se empeCa en pegarle

una pedrada a la luna no lo conseguir)

pero terminar sabiendo mane%ar la honda.

/roverbio rabe

)ientras la disciplina tiene que ver con el mtodo y el rden en la conquista deobetivos, la perseverancia tiene que ver con la constancia en la persecucin deesos obetivos. #n otras palabras' comportarse sin rden ni mtodo es serindisciplinado= cambiar de obetivo caprichosamente a cada rato es serinconstante.

La di!erenciacin es importante porque muchas veces se con!unde disciplinacon perseverancia y viceversa. *unque convengamos que hasta cierto punto lacon!usin se usti!ica porque con !recuencia ambas virtudes van untas, al igualque sus respectivos vicios. Ena persona disciplinada, por lo general, tambin esconstante y una persona inestable di!cilmente sea disciplinada. 8in embargo, en


21/44

esto como en tantas otras cosas, el hecho que los !enmenos sean m"s o menoscorrelativos no signi!ica que se trate del mismo !enmeno.

Decidirse por un mtodo y un orden de procedimientos para alcan-ar unobetivo es importante. &ero alcan-ar y cumplir ese obetivo no lo es menos. Noolvidemos que la disciplina es siempre tan slo un mtodo, un camino, unasenda transitable que, con mayores o menores obst"culos, conduce a unobetivo. #l mantenerse !irmemente en esa senda signi!ica estar en el buencamino. Lo cual ya es mucho= pero, con ser mucho, est" leos de ser todo.&orque al buen camino hay que recorrerlo. Desde el principio hasta el !inal.&ara ello es que hace !alta la perseverancia, la constancia, la persistencia. #sacualidad del bulldog de morder el hueso y no soltarlo hasta no haberlo triturado.#l estar en el buen camino, o en un buen camino, no sirve de mucho si no sellega nunca a la meta porque cambiamos de meta a cada rato.

#n teora y en principio hay muchos de estos buenos caminos para recorrer ycada uno de ellos puede conducir a un obetivo que consideramos valioso odeseable. #l problema se presenta cuando tenemos que admitir que es imposiblerecorrerlos a todos en el lapso de una sola vida por lo cual, !or-osamente, enalg$n momento tenemos que tomar la decisin de optar. /, como todos ustedessaben, cualquier opcin casi siempre implica e(clusiones.

&or eemplo, cuando optamos por una pro!esin inevitablemente desechamostodas las dem"s pro!esiones por las cuales, al menos en principio, podramoshaber optado tambin. 8i decidimos ser carpinteros habremos desechado sermec"nicos, marmoleros y electricistas. 8i optamos por la medicina habremose(cluido la agronoma, las ciencias e(actas, el Derecho y todas las dem"scarreras no comprendidas por la medicina. Lo verdaderamente serio % y a veceshasta dram"tico % es que, a medida en que vamos tomando decisiones yeligiendo opciones a lo largo de la vida, las posibilidades se van estrechando yreduciendo. &or eso, las primeras decisiones son casi siempre las m"simportantes de la vida y es realmente una l"stima que nuestra cultura actual nosprepare tan pobremente para tomarlas.

Eno de los errores m"s tremendos y !unestos a los que nos ha conducido eligualitarismo es el de hacernos creer que todas las opciones est"n disponiblespara todo el mundo= que, en principio, cualquiera puede o debera poderM ser ohacer cualquier cosa. #n esto lo que se con!unde % por regla en virtud de unademagogia tan grosera como perversa % es que una cosa es que ciertos o!icios,actividades o posiciones estn acaparadospor un sector social y, por lo tanto,prohibidos% de hecho o de %ure% a todos los dem"s= y otra cosa muy distintaes a!irmar que, puesto que todas las alternativas est"n permitidas, cualquierapuede optar por la que se le d la gana.

&or de pronto, es mentira que todas las opciones pueden estar permitidas.*unque m"s no sea porque no hay civili-acin ni cultura que no prohbaaquellas que le hacen da4o o que, al menos, no desaliente aquellas que


22/44

considera peligrosas para el organismo social. 8omos animales sociales ytomamos nuestras decisiones dentro de un conte(to social= y en ese conte(tosocial siempre habr" opciones consideradas lcitas o ilcitas % sea cual !uereahora el criterio utili-ado para u-gar o establecer lo lcito.

&ero, adem"s de eso, tambin es mentira que % a$n dentro de lo lcito %cualquiera puede optar por cualquier obetivo de vida. / es mentira porque hayalgo llamado talento, vocacin, predisposicin natural, o como se lo quierallamar, que, ya sea de una !orma o de otra, le pone lmites a lo que podemosllegar a ser o hacer.

#s cierto que la enorme mayora de las personas, aust"ndose a la disciplinacorrespondiente, puede llegar a tocar el piano. #s muy posible que, digamos, elUQO de nosotros podra llegar a tocar el &/ara Elisa+de 3eethovenpasablemente bien. &ero quien crea que, tecleando m"s o menos decentementeel &/ara Elisa+,ya es un pianista que interpreta a 3eethoven no hace m"s queenga4arse a si mismo y no tardar" mucho en darse cuenta del enga4o. Le

bastar" con intentar el primer movimiento del concierto NV Q para darse cuentade todo lo que le !alta. / en cuanto pruebe con el NV K de Cachmanino!!seguramente se encontrar" con toda una serie de decisiones a tomarconsiderando los lmites personales de cada uno. Lo cual nos conduce a algoque, en realidad, todos sabemos' es posible que, estadsticamente hablando,todos podemos llegar a tocar el piano. &ero no todos podemos ser pianistas. / aquienes no podemos, si por!iamos en el intento, lo m"s probable es que nos paselo que a aquella oven de buena !amilia burguesa que trat de impresionar a>hopin eecutando su &Fals del Minuto+y, cuando termin, el )aestro, con sumeor sonrisa y con su meor amabilidad, le agradeci el delicioso cuarto dehora que le haba hecho pasar...

Lo que se desprende de lo anterior es importante a la hora de evaluar el valor dela perseverancia. #l que persevera en un obetivo para el cual no tiene talento niaptitud se arriesga a hacer papelones y a pasarse la vida persiguiendo un sue4oque, al menos para l, resultar" imposible de reali-ar. No con!undamosperseverancia con terquedad, o con obstinacin. No dar el bra-o a torcer y no

claudicar ante el primer obst"culo es una virtud. >hocar constantemente contrauna pared y terminar rompindose la cabe-a contra ella es, como mnimo, unareverenda tontera.

#l secreto de la di!erencia reside en la virtud de la veracidad aplicada a unomismo. ? bien y dicho en otras palabras' en el ser sinceros con nosotros mismosen primer lugar. #n alg$n punto de nuestras vidas tenemos que ser honestos!rente a nuestra propia conciencia y admitir que tenemos aptitud para ciertascosas y no la tenemos para varias otras. &or lo cual, nunca todaslas opcionesestar"n abiertas.

F:ar" !alta repetir aquello de 8an )artn que deca' &sers lo que debes ser osino no sers nada+G


23/44

/ tampoco caigamos en el error de creer que, siempre y necesariamente, todo esuna cuestin de gustos. No siempre e in!aliblemente tenemos tambin talentopara lo que nos gusta. 8in bien en la generalidad de los casos las inclinaciones opre!erencias personales est"n de alg$n modo relacionadas con nuestrostalentos, esto no siempre ni necesariamente es as.

#l anterior eemplo del piano y el pianista no lo eleg al a-ar. #n nuestrasociedad actual, por eemplo, los medios masivos de di!usin distorsionan % a

veces groseramente % los obetivos que se les presentan a los venes. Enaenorme cantidad de ellos siente inclinacin hacia la m$sica pero, una ve-anali-ada en pro!undidad, la atraccin no queda dada tanto por el arte en si sinopor la !ama, la notoriedad, la aceptacin y el dinero que rodean como un auram"gica a las publicitadas !iguras del roc


24/44

cualquier manera que sea, lo verdaderamente importante no es ser m$sico,mdico, electricista, abogado o alba4il. Lo realmente importante es ser un buenm$sico, buen mdico, buen electricista, buen abogado o buen alba4il.

/ eso se logra $nicamente con perseverancia. Cecorriendo el camino de ladisciplina desde el principio hasta el !inal. 8in ataos y sin trampas. +enciendoobst"culos con es!uer-o y constancia. #(plotando al m"(imo nuestros talentos ynuestras verdaderas aptitudes. >ranme' no hay otro camino. Auien les diga locontrario, miente. #(istir"n los genios natos que avan-an saltando por encimade los obst"culos con envidiable !acilidad. &ero hasta los genios tienen querecorrer su camino y hasta un brillante investigador como Cen @avaloro soladecir que los logros se obtienen con un I7O de inspiracin y un 7O detranspiracin.

/ si es por el dinero, la !ama o el prestigio, mi humilde recomendacin es que, sillegan a ser realmente buenos en lo que hacen, no tendr"n tampoco motivospara preocuparse demasiado. >ono-co a m"s de un buen mec"nico que gana eltriple de lo que cobra un abogado mediocre y hasta podra contar la historia delelectricista de una muy importante empresa que tena m"s prestigio y respetoque el imbcil del e!e de @"brica % todo un ingeniero l % a quien todava lecostaba entender que era su!iciente con intercambiar dos cables para invertir elsentido de giro de un motor tri!"sico.

#st" bien' concedido. se !ue un caso e(tremo, digno de !igurar en el 1innes o,por lo menos, en el cralo o no de Cipley. &ero el statusinmerecido es unenorme trampoln del cual quienes se tiran muy pronto descubren que la piletaen la cual habr"n de caer no tiene agua.

TRABA%O

'a recompensa al traba%o bien hecho

es la oportunidad de hacer

ms traba%o bien hecho.

0onas E. Sal@

El traba%o es un ttulo natural

para la propiedad del =ruto del mismo,

y la legislaci(n que no respete ese principio


25/44

es intrnsecamente in%usta.

0aime Galmes

!raba%a en algo, para que el diablo

te encuentre siempre ocupado.

San 0er(nimo

Soy un gran creyente en la suerte)

pero he descubierto que,

mientras ms duro traba%o,

ms suerte tengo.

Stephen 'eacoc@

#(iste por all un muy vieo a!orismo socialista que dice' &toda persona tiene laobligaci(n de producir por lo menos el equivalente de lo que consume+.

8iempre me pareci un buen a!orismo aunque concedo que, en la pr"ctica, suaplicacin presenta toda una serie de di!icultades porque, con !recuencia, sehace condenadamente di!cil establecer esa equivalencia= as como hay muchas!ormas de producir y tambin muchos y muy di!erentes productos.Decididamente' no es !"cil llevar el a!orismo al mundo real. &ero, a$n con todos

sus bemoles, no dea de ser un e(celente principio porque, en lo esencial, lo quenos est" diciendo es tan slo que nadie tiene el derecho a ser un par"sito.

#n principio, y en un sentido estricto, el trabao comprende la actividadmediante la cual una persona provee a su propio sustento y al de los suyos. #notras palabras, desde el &araso errenal para ac", el trabao es lo que nospermite sostener y mantener a una !amilia.

Lo que sucede es que esta concepcin del trabao, con ser cierta, resultademasiado estrecha= sobre todo si consideramos la enorme compleidad de las

estructuras socioeconmicas del mundo en el que hoy vivimos.

&or eemplo, si anali-amos el trabao desde una perspectiva socioeconmica, laconclusin sorprendente es que, en realidad, nunca % o casi nunca % trabaamospara nosotros mismos sino para los dem"s. :agan una cosa' sintense encualquier habitacin y observen bien lo que vean a su alrededor. Ena ve- que lohan observado todo, h"ganse tan slo las siguientes dos preguntas'

IM2 F>u"ntas de las cosas que ven han sido hechas por ustedes mismosG

BM2 F>u"ntas personas intervinieron para producir cada una de las cosas quevenG


26/44

8i hacen el eercicio a conciencia, les garanti-o que se sorprender"n delresultado. De hecho, lo m"s probable es que nunca llegar"n a hacer la listacompleta.

FNo me lo creenG :agamos un eercicio con un caso simple' tomemos la cortinade la ventana. / hasta les voy a dar una ventaa' voy a suponer que esa cortina!ue hecha y colocada por alguno de ustedes. 3ien' tenemos al que hi-o esacortina. &ero Fquin tei la telaG= Fcu"ntos trabaaron en la hilandera que!abric el hiladoG= Fcu"ntos intervinieron en el te4ido y el estampadoG. 8i elhilado es natural, Fquin sembr el algodnG= Fquin lo cosechG= Fquin lotransport hasta la hilanderaG. / si el hilado es sinttico' Fquin hi-o la me-claqumicaG= Fquin supervis el procesoG= Fquin construy la m"quina queconvirti al compuesto qumico en hiladoG= Fquin empaquet el ovilloG

/ voy a parar aqu porque no quiero cansarlos, pero podra seguir preguntandopor quin construy la caa de cartn en la que se empaquetaron los ovillos=quin !abric el camin en el que esas caas se transportaron hasta la teedura yhasta podra preguntar quin construy y mantuvo el camino por el cual circulese camin. * veces resulta casi increble, pero hasta para una cosa tan sencillacomo la cortina de una ventana interviene el trabao organi-ado y coordinado dequi-"s decenas de miles de personas y centenares de o!icios di!erentes. Ena ve-,con un amigo nos propusimos hacer la lista de todo lo que hace !alta para quecualquiera de nosotros pueda viaar en colectivo. uvimos que abandonar. Lalista se haca tan larga y se complicaba tanto que en poco tiempo se volviimposible de manear.

FAu demuestra estoG #n realidad, algo muy simple' que no slo vivimostrabaando para los dem"s sino tambin consumiendo el trabao de los dem"s.Los tiempos del artesano que haca sus propias herramientas, que se conseguasu materia prima, y que reali-aba ntegramente el obeto de su o!icio han pasadopara siempre. / a$n en relacin con este artesano, si lo miramos bien, prontodescubriramos que trabaaba para quienes lo rodeaban porque no guardaba lascosas para si mismo sino que provea de ellas a los miembros de su comunidad.

#n las sociedades contempor"neas este !enmeno se encuentra multiplicado en!orma e(ponencial. #l trabao de cada uno se interrelaciona con, y depende de,muchos otros trabaos reali-ados por un sinn$mero de otras personas. Loconcreto es que no trabaamos para nosotros mismos, a$n cuando lo hagamospara proveer a nuestro sustento y al de nuestra !amilia, o al de las personas que,por una ra-n u otra, dependen de nosotros. Lo concreto es que en nuestraglobali-ada sociedad postmoderna a lo que hemos llegado es a que todosdependan de todos los dem"s, y esto % entre varias otras cosas % hace que laorgani-acin social sea in!initamente m"s delicada, complea y sensible de loque la mayora de la gente se imagina siquiera.

odo lo anterior no invalida el concepto b"sico del trabao como actividadorientada a cubrir nuestras propias necesidades. )"s bien todo lo contrario, le


27/44

otorga una importancia todava mayor desde el momento en que, por lo quellevamos visto, las personas que de una !orma u otra dependen de nuestrotrabao son muchas m"s que las que !orman el n$cleo de nuestrasresponsabilidades inmediatas. *l "mbito personal del trabao se le agrega un"mbito social o bien, dicho de otra manera' la es!era del trabao personal sehalla insertada en una es!era social que la trasciende.

&or otra parte, el concepto del trabao hasta va m"s all" del criterio deproduccin econmica. >omo virtud y valor el acento est" m"s en lo quepodramos llamar laboriosidad, u ocupacin. 8i me permiten ustedes el

uego de palabras, dira que es lo que hace que sea pre!erible estar ocupado en lasolucin a un problema al estar preocupado por la e(istencia del problema en si.#ste concepto amplio del trabao puede llegar a ser importante porque incluyemuchas actividades que el criterio economicista dea a!uera. &or eemplo, esrelativamente !recuente que a una persona oven se le haga la pregunta' &Hstedestudia o traba%a-+. )"s de una ve-, en mi uventud, comet la des!achate- derepreguntar' &/or qu- Acaso el estudio es %uerga-+. #st" bien= lo con!ieso'no us en su momento la palabra uerga= pero obviemos los vulgarismos!olualquiera que haya estudiadomedianamente en serio sabe que estudiar no signi!ica estar de !arra las

veinticuatro horas del da. Cequiere, como cualquier otra ocupacin, una buenadosis de dedicacin, es!uer-o, disciplina y perseverancia. #n lo esencial, elestudio, el arte, la !iloso!a, la teologa, y todo un montn de otras actividades nodemasiado econmicamente redituables constituyen una ocupacin % una

labor % como cualquier otro o!icio coti-able en el mercado laboral. rabao, enun sentido amplio y pro!undo, es toda actividad concreta reali-ada tendiente alograr un obetivo. #s el 7O de transpiracin del que hablaba @avaloro y que senecesita para alcan-ar cualquier logro.

#n consecuencia, el concepto de trabaador abarca de hecho muchas m"spro!esiones, o!icios y ocupaciones que los que le adudica una visin estrecha,me-quina y bastante tendenciosa de la laboriosidad. No slo el obrero industrialtrabaa. No slo el empleado administrativo proletari-ado trabaa. rabaantambin el supervisor, el capata-, el gerente y el director. / trabaa tambin el

artista, el dise4ador, el investigador, el !ilso!o que busca honestamente lae(plicacin a muchas cosas, el sacerdote de vocacin que atiende y sirve a su!eligresa con dedicacin y cari4o. rabaan todos los que tienen un obetivo enla vida y reali-an disciplinadamente una actividad constante para lograrlo. #ldivisionismo clasista nos ha quitado gran parte de la perspectiva en esto. odoslos que obran con disciplina y perseverancia en pos de alcan-ar un obetivoconcreto, de!inido y valioso, son, en realidad y en sentido estricto, obreros.

/, por !avor, no me vengan ahora con el argumento se de que, con este criterio,hasta los ladrones y los asaltantes trabaan. &orque no es el punto. *parte del

hecho de que muchos delincuentes al !inal terminan trabaando m"s de lo quetrabaaran si !uesen honrados, de lo que se trata aqu es de lo in$til y


28/44

contraproducente que resulta dividir, clasi!icar y erarqui-ar distintos tipos oestilos de trabao tan slo por su valor socioeconmico. )uy en el !ondo, comodeca 3oris &asterna


29/44

sino en hacer lo que se debe.

Ramon de 9ampoamor

2o busquemos

solemnes de=iniciones de la libertad.

Ella es s(lo esto6 Responsabilidad.

8eorge Gernard ShaB

Solamente la libertad

que se somete a la Ferdad

conduce a la persona humana

a su verdadero bien.

0uan /ablo

8racias a la libertad de epresi(n

hoy ya es posible decir

que un gobernante es un in1til

sin que nos pase nada.

Al gobernante tampoco.

0aime /erich

#n el Warathustra, Niet-sche, con una de esas sorprendentes precisiones quecada tanto surgan de su pluma, se4ala que hay una gran di!erencia entre ser

libre de algo y ser libre para algo. 8i me pregunto Fde qu soy libreG estoytan slo preguntando por mis impedimentos. #n cambio, si me pregunto Fparaqu soy libreG por lo que estoy preguntando es por mis posibilidades yoportunidades. La di!erencia, como pueden ver, es enorme.

:ay algo que resulta indiscutible, sea que lo consideremos desde un punto devista histrico, antropolgico, psicolgico o hasta arqueolgico ' los sereshumanos somos animales sociales. /a los seres del gnero omom"s primitivosque considera la ciencia, los seres de hace decenas de miles y qui-"s hasta demillones de a4os atr"s, vivan en grupos. No tenemos conocimiento de una solacultura, una sola civili-acin, que haya estado constituida por individuosaislados. &ens"ndolo tan slo un poco, una sociedad de anacoretas sera hasta

biolgicamente imposible.

Los ermita4os y eremitas han sido siempre y en todas partes !enmenose(cepcionales, marginales, muy aleados de la media promedio estadstica de laespecie. #l hombre solitario en la isla desierta % esa alegora tan cara a algunospensadores del 8iglo 9;9 % es una abstraccin intelectual arti!icial. #l noblesalvae de Cousseau es un personae que podr" tener muchas virtudes pero,mreselo como se quiera, posee un peque4o e insalvable de!ecto' no e(isti

am"s.


30/44

&or consiguiente, si a la libertad hemos de entenderla en trminos sociopolticosabsolutos, la conclusin a la que nos obligan por lo menos I7.777 a4os de:istoria conocida es que dicha libertad no pasa de ser una entelequia sincorrelato alguno con ninguna civili-acin ni cultura. 8i a la libertad la queremosconcebir en trminos de libres de... % libres de coercin, libres de opresin,libres de e(plotacin, libres de dependencias, etc. % a lo m"(imo que podemosaspirar es a una gradacin ra-onable y usti!icada de precisamente larestriccin, o limitacin, de una libertad total. #n trminos sociopolticos lalibertad absoluta simplemente no e(iste. / no e(iste porque no puede e(istir.Cesulta total y completamente imposible construir, no ya toda una sociedad,sino hasta la comunidad humana m"s elemental sobre la libertad absoluta detodos y cada uno de sus miembros.

#l error de en!oque que cometen todos los que e(ageran las posibilidadesconcretas de la libertad sociopoltica % y el sayo les cabe por igual y sine(cepcin a todas las doctrinas polticas que hemos heredado del 8iglo 9;9 % esel de suponer que en la sociedad hay siempre slo una instancia de mando' el#stado= y tambin slo una instancia de obediencia' el &ueblo, la sociedad= esdecir, todos los dem"s. 8eg$n este esquema mental, el #stado o quien lo ocupaMmanda y todo el resto obedece, establecindose as toda una serie de tensiones yde intenciones contrapuestas en esa relacin dialctica tan cara a los mar(istas,de las cuales surge luego la controversia acerca de temas tales como por qumandan los que mandan, por qu obedecen quienes son mandados, quincon!iere autoridad a quienes mandan, hasta qu "mbitos y hasta qu punto se

e(tiende dicha autoridad, y toda una serie bastante larga de cuestionesrelacionadas cuya sola enumeracin llevara unas cuantas p"ginas.

Lo que sucede es que el esquema est" !alseado de entrada y, por supuesto, conello toda la discusin subsiguiente entra muy pronto en el terreno de lasabstracciones puras, cuando no en el de la irracionalidad utpica inviable en lapr"ctica. / el esquema es incorrecto principalmente porque es parcial. Enasociedad civili-ada de seres humanos no es am"s tan in!antilmente simplecomo lo supusieron las teoras sociopolticas surgidas hace ya m"s de IQ7 a4os yque seguimos arrastrando con mayores o menores intentos de aggiornamento,

pretendiendo gobernar con ellas las sociedades del 8iglo 99;.La verdad es que en toda sociedad de cierto nivel de compleidad una enormecantidad de personas manda y obedece al mismo tiempo. :asta en lasrelativamente sencillas sociedades tribales de algunos centenares de miembrosse puede observar cmo el cacique puede mandar % y de hecho manda % endeterminadas circunstancias. &ero slo en determinadas circunstancias= porqueen otras obedece !ielmente las indicaciones del bruo de la tribu. / los ancianos,que obedecen en ciertos aspectos, se re$nen luego en >onseo y tomandecisiones que despus la comunidad entera obedece.


31/44

#n nuestras sociedades postmodernas el cuadro no es tan di!erente comomuchas veces se supone. >uando el mdico le diagnostica una en!ermedad almec"nico y le receta un medicamento, el mec"nico obedece' va a la !armacia,compra el medicamento y se somete al tratamiento. &ero cuando el auto delmdico se descompone, es el mec"nico el que establece la !alla, repara eldesper!ecto y le indica al mdico cmo debe manear para no volver a romper lamisma pie-a. / ahora es el mdico el que obedece al mec"nico.

Los eemplos podran multiplicarse por docenas. #l director de la empresa tomadecisiones y manda en su empresa, pero en la calle tendr" que obedecer lasindicaciones del polica que dirige el tr"nsito. * su ve-, el polica mandar" en lacalle pero tendr" que obedecer al comisario que es su superior er"rquico. #lcomisario mandar" al cabo, pero obedecer" al ue-. #l ue- dictar" sentencia ymandar" al reo a la c"rcel pero obedecer" las leyes sancionadas por el legislador.#l legislador sancionar" leyes, pero el da en que le duela una muela har" bienen seguir las indicaciones de su odontlogo. #l odontlogo podr" sereventualmente un mandn en el consultorio pero, en su casa, qui-"s la quemanda es su muer...

F&ara qu seguirG #s obvio que se podran llenar p"ginas y m"s p"ginas coneemplos para ilustrar cmo, incluso en las sociedades m"s libres que unoquiera imaginar, al !inal resulta que, de un modo u otro, todos terminamosmandando y obedeciendo simult"neamente.

8in embargo, el panorama cambia por completo si deamos de considerar a lalibertad como un derecho, o como un privilegio que nos libera de una suecino dependencia, y pasamos a considerarla como un poderque nos habilita paraacceder a determinadas opciones, posibilidades u oportunidades.

Aui-"s sorprenda a algunos pero con este criterio el orden social, en lugar dedisminuir las libertades individuales como lo presupona el en!oque anterior,por el contrario las aumenta. / lo hace por una ra-n muy sencilla' laasociacin multiplica las posibilidades del individuo aislado. &or consiguiente,al aumentar las posibilidades, aumentan tambin las opciones y alternativasdisponibles. >on lo que, al !inal de la historia, tenemos que el individuo ensociedad es mslibre que el individuo aislado porque tiene m"s oportunidadesparaelegir su alternativa entre un abanico de opciones mucho m"s amplio queel que tendra en una isla desierta y librado a sus propias !uer-as.

*qu aparece lo que en alguna oportunidad se me anto llamar la &aradoa de>rusoe.

Cobinson >rusoe % esa versin tan tpicamente brit"nica del hombre2solo2en2una2isla2desierta % era menoslibre que cualquiera de sus contempor"neoseuropeos. #se personae de !iccin, solitario, perdido en una isla deshabitada,con slo un sirviente nativo a su disposicin un gentleman ingls sin al menosun sirviente nativo es inimaginable hasta en una novelaM, tena menos


32/44

posibilidades de opcin y de accin que cualquier habitante de Londres,*msterdam, &ars, 3erln o Coma de la misma poca. &oda tirarse a dormirdnde le diera la gana, pero a la intemperie, e(puesto a lluvias y hasta ahormigas. &oda tener una vivienda= pero se la tena que construir l mismo ysin clavos, sin herraes, sin cortinas y sin vidrios. ;magnense tan slo elproblema que les representara en una isla desierta una cosa tan simple como la

bisagra de la puerta. / no se olviden de que tendran que talar un "rbol % sinherramientas so!isticadas % para conseguir la madera de esa puerta. #n !in,Cobinson >rusoe poda navegar, pero a condicin de !abricarse unaembarcacin sin poder siquiera so4ar con tener bronces, vel"menes, barnices omaderas que no proveyesen los "rboles de su isla solitaria.

La !igura de Cobinson >rusoe puede parecer muy rom"nticamente libre paraalgunos espritus so4adores, pero lo concreto es que el hombre podra habermuerto en apenas un par de das a consecuencia de una vulgar apendicitis.)renlo como quieran, dnle las vueltas que quieran' >rusoe di!cilmente hayasido m"s libre que cualquiera de nosotros.

eniendo en claro lo anterior se nos hace posible entender y precisar la libertadconcebida en trminos de autarqua o independencia.

8omos libres en la medida en que tenemos reales alternativas de opcinpudiendo concretamente elegir alguna de ellas. #l eemplo que muchas veces heusado para ilustrar el punto es' si mi cultura no ha desarrollado el avin, Fdequ me sirve que nadie me prohba volarG No tendr la libertad de volar aunquenadie me lo impida. &ero, tambin y recprocamente, si mi cultura dispone deaviones pero las compa4as areas cobran por el pasae una suma quesencillamente no puedo pagar, otra ve- estoy en la misma. ampoco en ese casotengo la real y concreta libertad de volar aunque nadie me lo prohba, e inclusoaunque haya por all alg$n artculo de la >onstitucin que ta(ativamente meotorgue el derecho a volar cuando se me d la gana.

#n resumen' la libertad no es un derecho que se garanti-a ni un permiso que seconcede. #s un poderque se eerce. 8oy libre parahacer o ser algo en lamedida en que e!ectivamente puedohacerlo o serlo. Lo dem"s es literatura.

*hora bien, las opciones y las alternativas que brinda una sociedad nodescienden sobre la misma desde las nubes. 8e construyen. / sus constructoresson los propios miembros de esa sociedad. :oy tenemos la posibilidad de volar,no por un gracioso regalo de los dioses del ?limpo, sino gracias al es!uer-o, altrabao y al talento de hombres como ?tto von Lilienthal y los hermanos Xright% entre muchsimos otros. enemos la posibilidad de curar muchasen!ermedades gracias a hombres como &asteur, Yoch, 8al


33/44

Dicho sea de paso, aunque m"s no sea por ello creo que mereceran un respeto yuna gratitud mucho mayor que la que actualmente les estamos dando.

Lo realmente hermoso es que % qui-"s en una escala menor a la de los grandesinventores, innovadores, creadores y descubridores % todos nosotros, en lapersecucin de nuestros obetivos y en la medida de nuestras capacidades,podemos contribuir a este proceso. 8i reali-amos un trabao $til, a conciencia y

bien hecho, directa o indirectamente podemos estar contribuyendo a ladisponibilidad de mayores y meores opciones para los dem"s y para lasgeneraciones que nos sigan.

/ esto no necesariamente signi!ica consolarse con logros de menor cuanta. &orun lado es absolutamente demostrable que la enorme mayora de los grandesinventos y descubrimientos termin resultando posible gracias a peque4asinnovaciones o meoras que en si mismas qui-"s parecieron modestas pero sinlas cuales el gran logro hubiera sido pr"cticamente imposible. #l motor ae(plosin no hubiera aparecido de no haberse inventado antes dispositivos alparecer tan modestos como el cigZe4al, el engranae o la polea. /, por el otrolado, Dante *llighieri tendr", indiscutiblemente, el mrito de haber escrito laDivina >omedia= pero muchas veces me he preguntado si la hubiera podidoescribir grab"ndola sobre tabletas de arcilla como hacan los sumerios.>onvengamos en que sin papel ni tinta hubiera sido un poco m"s di!cil. /adem"s, Fquin le lavaba la ropa a DanteG, Fquin le cocinaba la comidaG,Fquin lo cuid cuando estaba en!ermoG La persona que le llenaba el tintero continta, Fno contribuy acaso de alguna manera a la Divina >omediaG FNo esacaso un poco inusto que no cono-camos los nombres de todos los que, dealguna !orma, contribuyeron a hacer posible esa magn!ica obra de arteG

#s muy posible que lo sea. #s muy posible que la !ama y la usticia transiten porcarriles di!erentes a veces. &ero, de cualquier manera, lo cierto es que todoscontribuimos % o al menos podemos contribuir % al aumento de las opcionesdisponibles y, con ello, al aumento de nuestros grados reales de libertad.

/ lo meor de todo es que, en esa mediday considerando todo lo que llevamosdicho, podemos ser independientes. &orque, en este sentido, ser independiente

ya no signi!ica poder prescindir por completo de los dem"s. /a hemos visto queeso es imposible hasta en las comunidades m"s peque4as. 8er independiente,desde este punto de vista, signi!ica sencillamente no ser una cargapara losdem"s. 8igni!ica no vivir a costilla de los otros, parasitando el trabao aeno sindar absolutamente nada a cambio.

#s cierto que la independencia concretamente posible en una sociedad compleacomo la nuestra es limitada si hemos de considerarla en trminos absolutos.:asta el pro!esional m"s independiente o=ree lancetrabaa para uno o varios

clientes y depende tanto del trabao que pueda conseguir de ellos como de lo questos le pagan por sus servicios. / cranme, puedo decirlo por e(periencia en


34/44

carne propia' un cliente histrico que no sabe lo que quiere puede llegar a serdie- veces m"s insoportable que el m"s inaguantable de los empleadores.

De modo que la cuestin no es ser independiente o empleado en relacin dedependencia. odos estamos, de un modo o de otro, en relacin dedependencia y esa independencia con la que a veces sue4an los empleados es,en buena medida, pura ilusin. No es cierto que, siendo un pro!esionalindependiente, uno se organi-a la vida como le place, trabaa cuando quiere y lacantidad de horas que quiere, o se toma vacaciones cuando quiere. odo eso espura !antasa. Los clientes te citan a horas determinadas= quieren el trabao enpla-os perentorios a veces casi imposibles de cumplir= en medio del trabao tecambian los requerimientos veinte veces= te pagan cuando se les ocurre y, si noest"s ah cuando surge la necesidad, pues le dan el trabao a otro y para cuando

volviste de vacaciones hay un cliente menos en tu cartera. La independencia, talcomo se la imaginan algunos, no es m"s que una e(presin de deseos que larealidad muy pronto se encarga de destruir.

&ero, as y todo, a pesar de todo, e(iste una independencia posible y real. #s lade la persona que conoce a !ondo su o!icio o pro!esin= que es realmente buenaen lo que hace y la que, por eso, tiene ganado un slido prestigio. Ena personaas siempre tendr" trabao. &or supuesto' tendr" altibaos= crisis y momentos demayor bonan-a. No hay nada en el mundo que e!ectivamente garantice una vidasin sobresaltos. &ero alguien que es bueno en lo que hace siempre podr" proveera sus necesidades sin ser un lastre para quienes lo rodean.

&orque la e(celencia otorga independencia y permite tener lo propio pores!uer-o propio.

No podemos ser libres e independientes violentando nuestra propia naturale-ade animales sociales, ni transgrediendo las normas que posibilitan en absolutola convivencia social. &ero podemos serlo respetando esos !actores yconstruyendo nuestras propias vidas, persiguiendo nuestros propios obetivospersonales, sin depender de la limosna aena, y sin robar trabao aeno parasobrevivir.

La libertad no es un derecho que se reclama o se e(ige. #n el !ondo, ni siquieratiene mucho sentido tratar de garanti-arla por ley. La libertad es un poder queno se regala.

>omo deca 1oethe' slo es digno de libertad quien sabe conquistarla cada da.

VALENT&A


35/44

'a ecelencia moral es resultado del hbito.

2os volvemos %ustos reali$ando actos de %usticia)

templados, reali$ando actos de templan$a)

valientes, reali$ando actos de valenta.

Arist(teles

Es preciso saber lo que se quiere)

cuando se quiere, hay que tener el valor de decirlo,

y cuando se dice, es menester tener el cora%e de reali$arlo.

8eorges 9lemenceau

'a valenta no se puede simular6

es una virtud que escapa a la hipocresa.

2apole(n Gonaparte

'a valenta es como un paraguas.

2os =alta cuando ms lo necesitamos.

Iernandel

#n alg$n momento, todos tenemos miedo. #n alg$n instante de la vida todostenemos que tomar decisiones en un marco de incertidumbre. La valenta es

ustamente la capacidad de vencer miedos e incertidumbres en la persecucinde un obetivo.

:ay varias precisiones que conviene hacer en relacin con la valenta. &or depronto, lo m"s obvio' la persona valiente no es la que no tiene temor. >ualquierpersona normal tiene sus temores y sus miedos. ;ncluso e(isten miedosancestrales que act$an de un modo muy similar al instinto y que hacen quenuestra primera reaccin sea la de abstenernos, o la de dar un paso atr"s, o la dehuir de alguna !orma. :ay muchas personas que se sienten terriblementeincmodas en la oscuridad= otras tienen una !obia casi insuperable a los reptileso a las ara4as= otras no toleran las grandes alturas ni los precipicios= muchos letienen un miedo atro- a los incendios o a las inundaciones. *lgunas de estasreacciones tienen e(plicacin biolgica por eemplo el vrtigoM= otras sonatavismos propios de la especie por eemplo el temor a ciertos animalesM= otrosaparecen por compleos mecanismos psicolgicos. #l origen y la posible causade nuestros miedos es m$ltiple y variado. Las personas incapaces de sentirtemor no son valientes= son temerarias. / estas personas pueden llegar a ser

bastante peligrosas, tanto para si mismos como para los dem"s.

&or otra parte, en una cantidad nada despreciable de casos se con!unde el miedocon nuestra natural reaccin !rente a lo desconocido. / eso no es miedo' essimplemente prudencia. >uando s$bitamente nos topamos con algo que noconocemos y que no tiene un aspecto demasiado amigable o seguro, nuestro


36/44

instinto de conservacin entra autom"ticamente a !uncionar y, como mnimo,nos pone a la de!ensiva.

#n otro orden de cosas, lo que algunos llaman valenta no es m"s que puroacostumbramiento. &ongan una viga sobre el piso y caminen sobre ella. Aui-"sles cueste un poco mantener el equilibrio pero seguramente no sentir"n miedoalguno. *hora levanten la viga a, digamos, un metro de altura y ya ser"di!erente. Lev"ntenla a cuatro metros y probablemente ya no se animar"n acaminar sobre ella. &nganla en una obra en construccin al nivel del piso Q7 yno pisaran esa viga por nada del mundo.

8in embargo, entre quienes trabaan en la construccin hay algunos quecaminan sobre esas vigas todos los das. #sas personas Fson m"s valientes quecualquiera de nosotrosG No necesariamente. #s tan slo que est"nacostumbradas. 8i ustedes caminaran todos los das sobre esa viga y la elevaranprogresivamente todos los das algunos centmetros, en un par de meses o a4osmuy probablemente terminaran paseando por ella en un piso Q7 como la cosam"s natural del mundo. La primera ve- que maneamos en el tr"nsito in!ernalde una gran ciudad nos sentimos tan inseguros que pagaramos por tener ooshasta en la nuca. Die- a4os despus podemos llegar a tomar con calma elatolladero m"s !enomenal. &osiblemente voci!eremos las palabrotas propias del!ol


37/44

&ero a veces sucede algo e(traordinario' es cuando contradiciendoeseinstinto ancestral, de pronto una persona sale en de!ensa, no ya de su propia

vida, sino de la de los dem"s. #s cuando aceptamos arriesgarnos y entablamoscombate porque est" amena-ada la integridad o la seguridad de nuestros hios,nuestra !amilia, nuestra comunidad, nuestra &atria. #so ya s es valenta.

La capacidad de vencer nuestros temores e incertidumbres y tomar decisiones!irmes en situaciones de riesgo es corae. Nuestra capacidad de usar ese coraeponindolo al servicio de los dem"s es valenta. #l corae es, para decirlo dealguna manera siempre autore!erencial' es nuestracapacidad para vencernuestrosmiedos. La valenta es esa misma capacidad puesta al servicio dequienes la necesitan. #l torero, el piloto de @rmula Eno, el trapecista, son loque en lenguae coloquial llamaramos tipos coraudos. #l guerrer

martos, denes - las nueve nobles virtudes

Documents