los evangelios sinópticos

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Los Evangelios Sinópticos Contenidos 1. 1 Armonía en el Contenido 2. 2 Concordancia Literal 3. 3 Varias Sugerencias 4. 4 Fechas de los Evangelios Sinópticos 5. 5 Destinatarios de los Evangelios 6. 6 Solución Una cuidadosa comparación de los cuatro Evangelios revela que Mateo, Marcos y Lucas son marcadamente similares, mientras que Juan es bastante diferente. Los tres primeros Evangelios concuerdan mucho en lenguaje, en el material que incluyen y en el orden de los hechos y comentarios registrados de la vida de Cristo. ( Sin Embargo, el orden cronológico no se sigue con mucha rigurosidad en ninguno de los Evangelios). Debido a esta similitud, a esos tres libros de les llaman Evangelios Sinópticos (del griego sínopsis: syn= con y opsis=vista; de modo que es "ver en conjunto"). Armonía en el Contenido Para un ejemplo véase: Mt 9:2-8; Mr 2:3-12; Lc 5:18-26 Mateo 9:2-8 Marcos 2:3-12 Lucas 5:18-26

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Page 1: Los Evangelios Sinópticos

Los Evangelios Sinópticos

 Contenidos

1. 1 Armonía en el Contenido

2. 2 Concordancia Literal

3. 3 Varias Sugerencias

4. 4 Fechas de los   Evangelios   Sinópticos

5. 5 Destinatarios de los Evangelios

6. 6 Solución

  Una cuidadosa comparación de los cuatro Evangelios revela que Mateo, Marcos

y Lucas son marcadamente similares, mientras que Juan es bastante diferente. Los tres primeros Evangelios concuerdan mucho en lenguaje, en el material que incluyen y en el orden de los hechos y comentarios registrados de la vida de Cristo. ( Sin Embargo, el orden cronológico no se sigue con mucha rigurosidad en ninguno de los Evangelios). Debido a esta similitud, a esos tres libros de les llaman Evangelios Sinópticos (del griego sínopsis: syn= con y opsis=vista; de modo que es "ver en conjunto").

Armonía en el Contenido

    Para un ejemplo véase: Mt 9:2-8; Mr 2:3-12; Lc 5:18-26

 Mateo 9:2-8  Marcos 2:3-12  Lucas 5:18-26

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 2. Y sucedió que le trajeron un paralítico, tendido sobre una cama; y al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Ten ánimo, hijo; tus pecados te son perdonados.3. Entonces algunos de los escribas decían dentro de sí: Este blasfema.4. Y conociendo Jesús los pensamientos de ellos, dijo: ¿Por qué pensáis mal en vuestros corazones?5. Porque, ¿qué es más fácil, decir: Los pecados te son perdonados, o decir: Levántate y anda?6. Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados (dice entonces al paralítico): Levántate, toma tu cama, y vete a tu casa.7. Entonces él se levantó y se fue a su casa.8. Y la gente, al verlo, se maravilló y glorificó a Dios, que había dado tal potestad a los hombres.

 3. Entonces vinieron a él unos trayendo un paralítico, que era cargado por cuatro.4. Y como no podían acercarse a él a causa de la multitud, descubrieron el techo de donde estaba, y haciendo una abertura, bajaron el lecho en que yacía el paralítico.5. Al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados.6. Estaban allí sentados algunos de los escribas, los cuales cavilaban en sus corazones:7. ¿Por qué habla éste así? Blasfemias dice. ¿Quién puede perdonar pecados, sino sólo Dios?8. Y conociendo luego Jesús en su espíritu que cavilaban de esta manera dentro de sí mismos, les dijo: ¿Por qué caviláis así en vuestros corazones?9. ¿Qué es más fácil, decir al paralítico: Tus pecados te son perdonados, o decirle: Levántate, toma tu lecho y anda?10. Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados (dijo al paralítico):11. A ti te digo: Levántate, toma tu lecho, y vete a tu casa.12. Entonces él se levantó en seguida, y tomando su lecho, salió delante de todos, de manera que todos se asombraron, y glorificaron a Dios, diciendo: Nunca hemos

 18. Y sucedió que unos hombres que traían en un lecho a un hombre que estaba paralítico, procuraban llevarle adentro y ponerle delante de él.19. Pero no hallando cómo hacerlo a causa de la multitud, subieron encima de la casa, y por el tejado le bajaron con el lecho, poniéndole en medio, delante de Jesús.20. Al ver él la fe de ellos, le dijo: Hombre, tus pecados te son perdonados.21. Entonces los escribas y los fariseos comenzaron a cavilar, diciendo: ¿Quién es éste que habla blasfemias? ¿Quién puede perdonar pecados sino sólo Dios?22. Jesús entonces, conociendo los pensamientos de ellos, respondiendo les dijo: ¿Qué caviláis en vuestros corazones?23. ¿Qué es más fácil, decir: Tus pecados te son perdonados, o decir: Levántate y anda?24. Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados(dijo al paralítico):A ti te digo: Levántate, toma tu lecho, y vete a tu casa.25. Al instante, levantándose en presencia de ellos, y tomando el lecho en que estaba acostado, se fue a su casa, glorificando a Dios.26. Y todos, sobrecogidos de asombro, glorificaban a Dios; y llenos de temor, decían: Hoy hemos visto maravillas.

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visto tal cosa.

Concordancia Literal

     Un caso se encuentra en Mt 10:22a; Mr 13:13a; Lc 21:17.

 Mateo 10:22a  Marcos 13:13a  Lucas 21:17 22. Y seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre; mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo.

13. Y seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre; mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo. 

17. y seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre. 

    Una comparación matemática muestra que 91 % del Evangelio de Marcos está contenido en Mateo, mientras que 53% de Marcos se encuentra en Lucas. Tales preguntas constituyen lo que se conoce como el Problema Sinóptico. 

1. ¿Dependien los autores de una fuente común? 2. ¿Se comunicaron en sí?

  

Varias Sugerencias

Varias sugerencias para su solución salen a la luz:

    1. El uso de la tradición oral. Algunos opinan que la tradición se había vuelto tan estereotipada o rutinariamente repetida que se convirtió en una fuente común de la que sacaron todos los escritores de los Evangelios.

    2. El uso de cualquier Evangelio primitivo. Hay quienes postulan que todos los escritores de los Sinópticos tuvieron acceso a un Evangelio anterior, ahora perdido. 

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    3. El uso de fragmentos escritos. Otros dan por sentado que había fragmentos escritos tocantes a varios sucesos de la vida de Cristo y que usaron los autores de los Sinópticos.   

    4. Dependencia mutua. Otros sugieren que los escritores de los Sinópticos quizás tomaron el uno del otro, por lo que el resultado de sus escritos a menudo es casi similar.

    5. El uso de dos fuentes principales. El punto de vista más común en la actualidad es que, para la mayoría de los materiales incluidos en sus Evangelios, Mateo y Lucas utilizaron el Evangelio de Marcos y un posible documento que recopilaba especialmente los dichos de Jesús. No existen reproducciones de este documento que los expertos llaman Quelle ("fuente" en alemán) o Q.

    6. La prioridad y el uso de Mateo. Otro criterio sugiere que en los otros dos sinópticos se usó Mateo como su fuente principal.  

      7. Una combinación de gran parte de los anteriores. Esta teoría da por sentado que los autores de los Evangelios Sinópticos usaron la tradición oral, los fragmentos escritos, la dependencia mutua de los demás escritores sinópticos o de sus Evangelios y el testimonio de testigos presenciales  

Fechas de los   Evangelios   Sinópticos

 MARCOS                               MATEO                LUCAS

MARCOS  /  MATEO  /  LUCAS 

 Suposición AMateo y Lucas usaron Marcos como principal fuente

        Primer punto de vista        Marcos se escribió en la década del 50 o a    principios de la del 60            1) Mateo se escribió a finales de la década del 50 o del 60            2)Lucas se escribió  en 59-63

        Segundo punto de vista

 Suposición B Mateo y Lucas no usaron Marcos como fuente

    Primer punto de vista    Marcos quizá se escribió en cualquier momento

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        Marcos se escribe en 65-70            1) Mateo se escribió en la década del 70            2) Lucas se escribió en la década del 70

    Segundo punto de vista    Marcos se escribió en 65-70        1)Mateo se escribió en la década del 50         2) Lucas se escribió en 59-63

Destinatarios de los Evangelios Mateo    Muchos elementos en el Evangelio de Mateo indican que sus principales lectores eran judíos. 1) Mateo pone gran énfasis en el cumplimiento del Antiguo Testamento, al cual se refiere con más frecuencia que cualquier otro autor del Nuevo Testamento. 2) Comienza la genealogía de Jesús mencionando a David y Abraham (1:1). 3) No considera necesario explicar las costumbres judías (sobre todo en contraste con Marcos). 4) Usa la terminología judía, por ejemplo, la frase "el reino de los cielos" (en vez de "el reino de Dios"), que refleja la preferencia de los judíos de no usar el nombre de Dios. 5) Subraya la función de Jesús como "Hijo de David" (1:1; 9:27; 12:23; 15:22; 20:30-31; 21:9, 15; 22:41). Sin embargo, nada de esto significa que Mateo limitara su mensaje a los judíos. Nótese, por ejemplo, que solo él cuenta la llegada de los "sabios" (que no eran judíos) para adorar al niño Jesús (2:1-12). Además, termina el libro con la Gran Comisión (28:18-20), lo cual demuestra que su punto de vista es universal.

Marcos     La evidencia sugiere que este Evangelio fue dirigido a la iglesia de Roma o al menos a lectores gentiles. Marcos explica las costumbres judías (7:2-4; 15:42), traduce palabras arameas (3:17; 5:41; 7:11, 34; 15:22) y hace énfasis en la persecución y el martirio (8:34-38; 13:9-13), que eran asuntos de mucho interés para los creyentes romanos. Si esta interpretación es correcta, se explica fácilmente la aceptación casi inmediata de este Evangelio y su rápida difusión. 

 Lucas    El Evangelio de Lucas está específicamente dirigido a Teófilo (1:3). Como el nombre significa "que ama a Dios", algunos han pensado que es una referencia general a todos los creyentes, pero casi con certeza se refiere a una persona en particular. El uso de "excelentísimo" apoya esta interpretación y sugiere que Teófilo era un oficial romano, o al menos que ocupaba un alto puesto y gozaba de buena posición económica.

 Juan    Algunos intérpretes han considerado que el objetivo de Juan era el presentar una versión del mensaje cristiano que atrajera a los pensadores griegos. Otros sugieren que el autor deseaba suplementar (o corregir) los Evangelios sinópticos o combatir algún tipo de herejía. En realidad, el escritor mismo declara su propósito principal: "Estas cosas se han escrito para que ustedes crean que Jesús es el Cristo, el

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Posiblemente fuera el patrón de Lucas, en cuyo caso su responsabilidad consistía en respaldar la obra y asegurarse de que fuera copiada y distribuida.  

Hijo de Dios, y para que al creer en su nombre tengan vida" (20:31). Tal vez el autor haya tenido otros propósitos en mente, algunos de los cuales estaban expuestos a influencia herética, pero su intención primordial era evangelística      

Solución   OBSERVACIÓN.    Es el punto clave del estudio Inductivo de la Biblia, y debería ser el punto clave de cualquier estudio Bíblico. Consiste simplemente en OBSERVAR EL TEXTO, y de esa observación sacar conclusiones, es ver los hechos, las evidencias, lo que está escrito. 

    En las sugerencias a las Solución del Problema Sinóptico, las más razonable es el punto siete (7), con el énfasis enfocado en: 

        1) El AUTOR. ÉL fue quien recibió la inspiración del Espíritu Santo. Dios utilizó su carácter y su personalidad, estas no fueron alteradas por Él, lo utilizó en totalidad para la inspiración. Por eso debe ser siempre tomado en cuenta y respetado el autor del libro.

        2) EL PROPÓSITO. ¿Por qué el autor escribe?, ¿Cuál es su mensaje?, ¿Qué es lo que quiere comunicar?. Esto tiene que ser tomado en cuenta para tener una comprensión más amplia de cada uno de los Evangelios.

        3) LOS DESTINATARIOS. Ellos son el motivo y el por que el autor escribe. Los cuatro evangelios tienen destinatarios diferentes, y por eso el enfoque no es el mismo. Se está filtrando todo entre el carácter del autor y en el quienes son los destinatarios. 

        4) LA HISTORIA. La evidencia de que los hechos narrados realmente sucedieron, y son evidencias de nuestra interpretación 

        5) EL TEXTO. De donde se basa todo, en la Observación, ¿Qué es lo que está escrito? 

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¿Cuál es la misión integral de la iglesia?por Isau Chavez en > Comentario bíblico, bosquejo ó sermón (7.1), > Preguntas y respuestas (15.2)

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¿Cuál es la misión integral de la iglesia?

1- Bases bíblicas de la misión integral de la iglesia

v  Concepto de misión

El vocablo misión significa que alguien es enviado por alguien, viene del latín missio (la acción de

enviar), que puede corresponder al griego apostello (enviar). La misión no es invento del ser

humano, sino que es la iniciativa de Dios como parte de su plan soberano de salvación para la

humanidad.

v  Según la teología bíblica, al abrir las Escrituras se nos presenta a un Dios misionero.

¿Cuál es el fin principal de la misión de Dios? Es la auto-revelación de su gloria.

Pero Dios Hijo es también un Dios misionero.

“El Espíritu de Dios está sobre mi porque me eligió y me envió para dar buenas noticias a los

pobres, para anunciar libertad a los prisioneros, para devolverles la vista a los ciegos, para

rescatar a los que son maltratados y para anunciar a todos que: Este es el tiempo que Dios eligió

[para darnos salvación”](Lucas 4:16-20).

v  Toda la misión de la iglesia la vemos en la vida y acción de nuestro Señor Jesucristo. (Mateo

9:35-10:1)

Page 8: Los Evangelios Sinópticos

En la oración sacerdotal Jesús dijo: «Como tú me enviaste al mundo, así yo los he enviado al

mundo» (Juan 17:18).

Después de su resurrección, la oración se vuelve un mandato misionero: «Como me envió el

Padre, así también yo los envío» (Juan 20:21)

v  La iglesia primitiva nunca usó el término misión integral, sin embargo la practicó en todas sus

dimensiones. (Hechos 4:32-37)

Evangelizaban, tenían comunión unos con otros, adoraban a Dios, eran edificados con la Palabra

de Dios y servían con sus bienes a los necesitados.

 

“Así que no había entre ellos ningún necesitado; porque todos los que poseían heredades o casas,

las vendían, y traían el precio de lo vendido”. V. 35.

Atendían a las viudas en sus necesidades básicas. (Hechos 6: 1-7)

Dorcas es un buen ejemplo de buenas obras y limosnas a los necesitados. (Hechos 9:36)

II- ¿En qué consiste la misión integral de la iglesia?

La misión integral de la iglesia tiene que ver con áreas específicas de ministerio como son:

Laproclamación del evangelio, la vivencia de una verdadera comunión, la práctica de

una adoraciónprofunda a Dios, el desarrollo de un proceso de discipulado y el servicio social para

aliviar las múltiples necesidades de los empobrecidos.

v  La iglesia que practica la misión integral es aquella que aprende de la Palabra de Dios, practica

la koinonía, adora, evangeliza y practica la acción social. (John Stott)

v  La misión integral implica tomar en serio el encargo de Jesucristo de proclamar todo el

evangelio, incluyendo sus implicaciones espirituales, físicas y sociopolíticas y agrega que la iglesia

tiene un llamado a la adoración, evangelización y la responsabilidad social. (Valdir Stehuernagel)

III- La iglesia necesita de un crecimiento integral Una iglesia que practica la comunión, crece en compañerismo. Una iglesia que adora, crece en fuerza. Una iglesia que proclama, crece en número. Una iglesia que discipula, crece en profundidad. Una iglesia que practica la responsabilidad social, crece en testimonio. (Rick Warren)

v  Dicotomía

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Siempre ha habido la tendencia de separar lo espiritual de lo material. Esta idea viene de los

griegos quienes consideraban el alma buena y el cuerpo malo. Ha habido en la historia de la iglesia

grupos que han enseñado que todo lo que se hace dentro del templo es espiritual y lo que se hace

afuera es material y hasta mundano.

v  Cierto es que al evangelio le falta visibilidad si nos limitamos a predicarlo, y falta credibilidad si

los que lo predicamos sólo mostramos interés en el alma y no nos preocupamos en el bienestar

corporal de la gente, ni por sus circunstancias o su situación comunitaria. (John Stott)

IV- Un llamado a practicar el servicio social y la acción social

v  El servicio social es brindar asistencia a las necesidades humanas, son acciones filantrópicas,

en procura de servir a los individuos y familias, son obras de bien.

v  La acción social busca eliminar las causas de las necesidades o de la pobreza, desarrollo de

actividades políticas y económicas, procura transformar las estructuras sociales, y defiende la

justicia. (Manfred Grellert)

v  El contenido de un evangelio sin demandas en términos de justicia, paz y equidad evoca a un

Jesús que apacigua la conciencia, con una cruz que no causa tropiezo, un reino ubicado en el más

allá, un espíritu privatizado, un Dios de bolsillo, una Biblia espiritualizada y una iglesia escapista.

Su meta es lograr una vida feliz, cómoda y exitosa, disponible a través del perdón de una

pecaminosidad abstracta por medio de la fe en un Cristo  histórico. (Orlando Costas, 1982:80)

a. Dos opciones

v  Escapismo: Que significa dar la espalda a las necesidades de este mundo, rechazarlo, lavarse

las manos como Pilato, es endurecer el corazón al clamor agónico de quienes piden ayuda.

v  Compromiso: Significa volverse a los necesitados de este mundo, es ensuciarse, gastarse en el

servicio y sentir en lo más profundo de nuestro corazón el impulso del amor de Dios. (Manfred

Grellert)

b. Algunas marcas que deben animar nuestra diaconía

¨       Nuestra sociedad vive una crisis de ética y de valores morales

¨       Agudización de la pobreza

¨       Corrupción e injusticia social

¨       Crimen organizado

¨       Violencia intrafamiliar, callejera y pandilleril

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¨       Desintegración de la familia

¨       Alto índice de consumo de drogas

¨       Prostitución, homosexualismo

¨       Violaciones sexuales.

V- La deuda pendiente de la iglesia Defender el derecho a la vida El deber de promover la justicia social La responsabilidad por la creación La promoción de una cultura de paz Aliviar el sufrimiento producido por la pobreza. Frenar el deterioro familiar que impacta a toda la sociedad

VI- Conclusiones

§  Para cumplir con la responsabilidad  de la misión integral,  la iglesia no necesita, ni el abandono

de la evangelización, ni la adopción de una teología liberal o no evangélica.

§  Los cristianos debemos encontrar la forma de encarnar nuestra fe en la realidad de nuestra

sociedad, sin perder nuestra identidad cristiana.

§  Revisar la forma como se ha venido haciendo la misión, en procura de responder a la nueva

realidad que nos presenta el mundo.

§  La iglesia debe imitar el modelo de misión de Jesús, el cual se enfocó en la satisfacción de las

necesidades integrales del ser humano.

§  Debemos como cristianos explorar nuevas formas de servicio a partir de las múltiples

necesidades que enfrentan nuestras  comunidades.

“Nuestra generación no se habrá lamentado tanto de los crímenes de los perversos, como

del estremecedor silencio de los bondadosos”.

(Martin Luther King)

 

Bibliografía

Valdir R. Steuernagel, Al servicio del Reino en América Latina, 1991

Manfred Grellert, Los Compromisos de la Misión, 1991

Page 11: Los Evangelios Sinópticos

David J. Bosch, Misión en Transformación, 1991

Isaú Chávez, Monografía sobre un programa de capacitación de misión integral, 2002

Rick Warren, Una vida con propósito, 2004

 

Isaú Chávez

Coordinador Regional de Canales de Esperanza

Visión Mundial

Correo electrónico: j_isau @hotmail.com

ObreroFiel.com – Se permite reproducir este material siempre y cuando no se venda.

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EL IMPACTO DE LA TEOLOGíA DE LA MISIÓN INTEGRAL �EN LA IGLESIA EVANGÉLICA LATINOMERICANA

Un análisis del "impacto producido", durante las tres últimas décadas, por la reflexión sobre la Palabra de Dios, desde

un sector de la Iglesia protestante en el contexto latinoamericano y enmarcada dentro de la denominada Teología de la

Misión Integral. Se observan los alcances de esta teología en la vida de la Iglesia latinoamericana así como los retos

que aún se erigen en el proceso de formación, difusión e incorporación de dicha teología.

  EL IMPACTO DE LA

  TEOLOGí �A DE LA

  MISIÓN INTEGRAL

  EN LA IGLESIA

  EVANGÉLICA

  LATINOAMERICANA

 

  Mauricio Solís Paz

 

Con este trabajo pretendemos analizar el impacto producido, durante las tres últimas décadas, por la reflexión sobre la

Palabra de Dios, desde un sector de la Iglesia protestante en el contexto latinoamericano y enmarcada dentro de la

denominada teología de la Misión Integral. Pretendemos observar los alcances de esta teología en la vida de la Iglesia

latinoamericana así como los retos que aún se erigen en el proceso de formación, difusión e incorporación de dicha

teología.

Esta forma de teologizar se originó en la inconformidad con las fórmulas teológicas repetitivas, espiritualizadas e

individualistas que se habían venido utilizando por décadas en el continente y que frecuentemente hacían caso omiso a

las situaciones de miseria, empobrecimiento, corrupción, indignidad, exclusión e injusticia de nuestras sociedades. El

movimiento de la Misión Integral surgió como un camino de reflexión y práctica comprometidas con Dios y con el

mundo, con la esperanza de crear nuevos espacios de fe por donde las generaciones actuales y las venideras pudiesen

transitar promoviendo el Reino de Dios. Hoy se debe reconocer que sin lugar a dudas su presencia en el continente ha

marcado indeleblemente la historia de la Iglesia.

LA TEOLOGíA DE LA MISIÓN INTEGRAL�La teología de la Misión Integral con identidad latinoamericana ha surgido del esfuerzo de muchos teólogos, pastores y

lideres eclesiales que, viendo la necesidad de una expresión teológica autóctona y consecuente con el contexto de las

necesidades del pueblo latinoamericano, se han volcado a la tarea de reflexionar sobre el texto bíblico y la aplicación de

su verdad a la vida cotidiana contemporánea en todos sus aspectos. Partió del hecho de observar a un pueblo de Dios

espiritualizado, culto-céntrico y escapista que, con interpretaciones dualistas sobre su responsabilidad ante el mundo,

postergó el accionar del cambio y la apertura de expresiones de esperanza para miles de personas en necesidad.

Encontró frecuentemente un mundo latinoamericano ávido de preguntas pero vacío de respuestas, y tomó conciencia

de la necesidad de un cambio de percepción acerca de la identidad de la Iglesia. Como diría René Padilla, «el cambio

que se requiere para que la idea de la Misión Integral se encarne en la vida de la iglesia tiene que ver con la manera de

concebir la relación de la Iglesia con el mundo».

Page 13: Los Evangelios Sinópticos

Con una nueva conciencia eclesial, surge entonces la urgencia de responder bíblicamente a un mundo que gime

«esperando la manifestación [libertadora] de los hijos de Dios» (Ro 8:18-24). Nos damos cuenta de que somos «la

esperanza del mundo» sólo cuando nos preguntamos, conocemos y respondemos adecuadamente acerca de lo que

real y concretamente el mundo espera de nosotros. Dicho en lenguaje popular, «la Iglesia necesita rascar donde pica».

Los tiempos y contextos han ido cambiando y también las actitudes. Nos lo comenta el mismo Padilla cuando dice que

poco a poco se va superando la idea de que la misión cristiana puede definirse exclusivamente en términos del

mandato a evangelizar con el propósito de "salvar almas" y plantar iglesias. Ya no sorprende que, por lo

menos de labios para afuera, en dichos círculos se admita que la misión apunta a la restauración de la

Creación de Dios en todas sus dimensiones y que consecuentemente incluye lo espiritual y lo material, lo

personal y lo social, lo privado y lo público.

Igualmente, Samuel Escobar afirma que

para cumplir con la responsabilidad social de la iglesia no es necesario ni el abandono de la evangelización, ni

la adopción de una teología liberal o no evangélica. Se trata simplemente de llevar nuestras creencias hasta

las últimas consecuencias.... es hablar de estar en el mundo sin ser del mundo; de ser luz del mundo y sal de

la tierra.

Estas ideas son aceptadas ampliamente en este tiempo, pero no fue así unas décadas atrás.

Estos cambios de actitud y comportamiento también tienen que llevarnos a reconocer que esta es todavía una teología

latinoamericana en proceso de conformación. Es una teología joven que poco a poco se ha ido enriqueciendo y

transformando. Se inició más como una tarea propia de teólogos, pero ha ido incorporando un carácter cada vez más

interdisciplinario con los aportes de las nuevas generaciones profesionales del continente. No hay duda de que sirve de

referencia para el camino, aunque también es cierto que aún necesita ser más sistematizada, enriquecida y esparcida

en estratos sociales que tienen menos formación intelectual.

LA MISIÓN INTEGRAL

La reflexión teológica con tinte latinoamericano nos ha llevado definitivamente a una nueva manera de concebir la

misión de la Iglesia. La Misión Integral obedece al llamado de Dios a la Iglesia en cumplimiento de su propósito de

restaurar a toda la Creación en Cristo y para Cristo en cada contexto sociocultural e histórico de manera que todas las

áreas de la vida sean afectadas positivamente por medio de la proclamación del evangelio de Cristo, el discipulado, el

servicio, la adoración, la pastoral y la unidad. Es a su vez el intento de cumplir el llamado «mandato cultural» (Gn 1:28),

según el cual Dios bendijo al hombre y la mujer delegándoles el «fructificar y señorear la tierra».

El cumplimiento de esa misión hoy es planteado como un estilo normal de vida para todo aquel que «ha nacido de

nuevo» en América Latina, lo cual le permite crecer y ser transformados en todo, con la dirección y el orden de Dios,

hasta alcanzar la vida plena. La obediencia a este mandato implica ser crítico, reflexivo y practicante en el uso de todos

los dones y talentos que Dios ha dado a su Iglesia. La teología de la Misión Integral reconoce que la Iglesia es el agente

del Reino y contiene en si misma las capacidades e instrumentos necesarios para cumplir la tarea por el poder del Espí-

ritu Santo. Sin embargo, también reconoce que no es el único medio que Dios usa para traer su gracia a la Creación

caída.

René Padilla también aquí nos aclara:

Desde la perspectiva de la Misión Integral, con su insistencia en la unidad del ser, el hacer y el decir de la

Iglesia, el mensaje se dirige a la totalidad de la persona en comunidad. Lo que se busca es la transformación

de la persona en todas las dimensiones de su vida, según el propósito de Dios, ahora y para siempre.

 

Page 14: Los Evangelios Sinópticos

MISIÓN INTEGRAL, CREACIÓN Y SALVACIÓN

La teología de la Misión Integral engrana la teología de la Creación, que define el propósito eterno de Dios para con sus

criaturas, con la teología de la historia de la Salvación, que muestra el propósito redentor de Dios con dicha Creación.

Es una suerte de puente entre ambas teologías y presenta al Creador, que escoge a un pueblo y le delega una vivencia

y un estilo de vida que sirven de instrumento de redención. Nos ayuda a entender el balance existente entre el propósito

soteriológico y el propósito político de establecer el señorío de Jesucristo sobre todas las cosas en este tiempo. Nuestra

misión es, entonces, la promoción de la salvación en Cristo, pero también la de su señorío con sus implicaciones. La

Misión Integral presenta a Cristo como el Señor de la totalidad de la vida, y a la Iglesia como la expresión práctica y

concreta de la experiencia de esa vida. La Iglesia lo expresa en su experiencia social y comunitaria cuando encarna en

su vivencia valores del Reino tales como la justicia, paz, el amor, la transformación y la verdad.

La teología de la Misión Integral ha ayudado al entendimiento de la realidad presente del Reino de Dios en América

Latina, ya que el Reino tiene una dimensión histórica específica: se manifiesta parcialmente en el presente y culminará

con la segunda venida de Cristo. El Reino es concebido en esencia como una realidad que se expresa históricamente

por medio de una comunidad de fe, esperanza y amor; una comunidad de servicio; una comunidad que celebra los

actos transformadores de Dios en medio y por medio nuestro en un contexto histórico y sociocultural específico. Un

logro de esta teología, por lo tanto, es mostrar cómo se construye hoy «una realidad histórica y cultural diferente».

EL PROCESO HISTÓRICO

Con el desarrollo de la teología de la Misión Integral se ha abierto una nueva forma de ver al continente

latinoamericano. Ya no se lo ve solamente como un «campo blanco» para la siega y la cosecha de «almas» sino

también como el espacio geográfico y cultural donde nos corresponde promover expresiones de vida plena para todos,

aquí y ahora. La cultura latinoamericana es el «caos» donde el Espíritu de Dios se mueve y donde primero tenemos que

observar lo que él está haciendo para luego co-participar con su fuerza liberadora y transformadora. Aquí y ahora se

cumple el efecto de una Iglesia que contempla la gloria de Dios como en un espejo, para luego reflejarla con su actuar

en la medida que va siendo transformada por la acción del Espíritu. (2Co 3:18).

Ver con nuevos ojos a América Latina nos ha llevado a reconocer, como lo hizo el Pacto de Lausana, que « si la

salvación que decimos tener no transforma la totalidad de nuestras responsabilidades individuales y sociales, no es la

salvación de Dios». Como lo expresara más específicamente el Congreso sobre la Misión Mundial de la Iglesia en junio

de 1998:

La realidad presente en América Latina incluye: a) un creciente pluralismo religioso y cultural, con sus

consecuentes tensiones, conflictos y oportunidades, b) la radical profundización de la pobreza y la exclusión

social por razón de un mercado global y fuerzas económicas sin control, c) prácticas discriminatorias profundas

y difundidas ampliamente en contra de comunidades indígenas y poblaciones de descendencia africana, de

mujeres, de niños y poblaciones empobrecidas. En este contexto, anunciar que Dios en Cristo venció por

nosotros la muerte, requiere de un compromiso inflexible para con las personas necesitadas, esfuerzos en pro

de la unidad del pueblo de Dios y un acercamiento misionero con espíritu de acompañamiento y participación.

También nos ayuda a reconocer que el compromiso cristiano frente a estas realidades demanda, más que palabras,

análisis y razonamientos ordenados sobre las causas de los problemas latinoamericanos o lo que debe hacerse para

resolverlos. Nos invita a una acción impostergable.

Esta visión del continente y de la Palabra en nuestra teología nos muestra que Dios ha estado en América Latina desde

siempre; que ninguna de nuestras expresiones eclesiales lo «trae», como si todavía no estuviera presente. La teología

de la Misión Integral invita a la Iglesia a redescubrir a Dios en su actuar dentro de nuestras culturas latinoamericanas. El

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es quien nos «trae» a nosotros a un contexto de necesidad de redención y de influencia para poner en evidencia el

poder de su Evangelio. La Misión Integral es planteada como un acto de obediencia.

En este descubrimiento de América Latina con ojos más «integrales» han jugado un papel importante los diferentes

eventos promovidos por distintas organizaciones teológicas, pastorales y de servicio entre las cuales se destaca la

Fraternidad Teológica Latinoamericana (FTL). Originada en el Primer Congreso Latinoamericano de Evangelización

(CLADE I), que se realizó en Bogotá, Colombia, en noviembre de 1969, adoptó como uno de sus objetivos la reflexión

teológica contextual. Los tres CLADEs posteriores (el II en 1979, el III en 1992 y el IV en 2000) han marcado

definitivamente la ruta de la reflexión sobre la Misión Integral. Y decenas de encuentros locales, regionales y

continentales organizados por la FTL durante las tres últimas décadas han servido para forjar mentes renovadas,

compromisos ampliados e interacciones transformadoras.

Nuevas entidades y promotores han ido uniéndose a esta tarea de tejer vínculos de acción y reflexión. Mucha literatura,

material educativo, videos, programas y proyectos han ido emergiendo para fortalecer a este movimiento. Y muchos

procesos de desafío, investigación, intercambio, coordinación y movilización están en desarrollo.

LA MISIÓN INTEGRAL DESDE LA IGLESIA

Esta teología también ha generado una nueva misionología y ha ayudado a redimensionar el llamado a la Iglesia. La

misión tiene su origen en Dios. Es la iniciativa de Dios en respuesta al caos en el mundo. Se inicia con el envío del Hijo

de Dios encarnado y con el ministerio del Espíritu Santo. Se inicia con Dios, que escoge a un pueblo y es la razón de

ser de ese pueblo, su meta y su motor. La Iglesia es la comunidad constituida en función de la práctica del amor, la

reconciliación, el perdón, el servicio, la restauración de la Creación y la exaltación de Dios inherentes a su naturaleza.

Desde esta perspectiva, todos los ministerios de la Iglesia tienen una dimensión misionera y afectan todas la

dimensiones de la vida. La Misión Integral no es una actividad; es el estilo normal de vida de todos aquellos que han

nacido de nuevo, lo que les permite crecer y ser transformados en todo, según la dirección y el orden de Dios, hasta

alcanzar la vida plena. Los medios incluyen la proclamación verbal, la acción compasiva, la oración, la vida comunitaria,

la adoración, la denuncia responsable, la cooperación justa, el cambio social, la liberación sobrenatural y la solidaridad.

VISION DE UNA IGLESIA TRANSFORMADA PARA TRANSFORMAR

En el documento final de la Consulta sobre Misión Integral del CLADE IV, realizado en Quito en el año 2000,

encontramos evidencia de que la teología de la Misión Integral definitivamente ha contribuido a traer una nueva visión

acerca de lo que es la Iglesia y de lo que ésta necesita para ser fiel a su llamado. Dice, entre muchas otras cosas:

Visualizamos la posibilidad de que nuestras comunidades sean transformadas en una Iglesia que tenga una

vivencia del Evangelio según los valores del Reino, que ejerza intencionalmente la tarea de reconciliar al ser

humano con Dios y con la totalidad de la Creación. Anhelamos una Iglesia insertada, encarnada y

comprometida con la comunidad, que sea un centro de consolación, transformación y restauración: una

comunidad de la esperanza y para la esperanza.

La Iglesia transforma al mundo cumpliendo con el propósito de Dios a través de todo lo que es, lo que hace y lo que

dice en su interacción con la sociedad. La teología de la Misión Integral nos ha dado nuevas formas de entender lo que

es la Iglesia.

Lo que la Iglesia es: Es una comunidad de personas unidas y apartadas por Cristo y para Cristo, que han sido

redimidas por medio de la gracia y el sacrificio de Cristo y restauradas por la obra transformadora del Espíritu Santo,

convirtiéndose así en el cuerpo visible de Cristo y en pueblo de Dios, para traer salvación, sanidad y restauración al

mundo por medio de la vivencia del mensaje del Evangelio. La Iglesia es esperanza en Dios para el mundo. Es un

grupo de personas comprometidas en obediencia con los principios, los valores y la enseñanza de Cristo para la

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extensión de su reino, de manera que su estilo de vida refleje el amor y la justicia de Dios. Es una comunidad que

promueve, acepta y genera unidad en la diversidad.

La Iglesia practica el «sacerdocio de todos los creyentes». Todos y cada uno de los que somos parte de ella somos

convocados para colaborar en la misión con los carismas que Dios reparte a cada uno conforme a su gracia. La Iglesia

es el agente promotor del Reino. Es una comunidad cristocéntrica que responde al llamado de Dios en el contexto de la

sociedad, pero responde con más que palabras. Como dice Padilla:

El evangelio no es una fórmula doctrinal para la salvación del individuo, sino las Buenas Nuevas de la acción

de Dios por medio de Jesucristo con miras al cumplimiento de su propósito para toda la raza humana. Y estas

buenas nuevas se comunican, no sólo en palabras, sino en acciones; no sólo por lo que se dice y se hace,

sino por lo que se es.

Lo que la Iglesia dice: La Iglesia es portadora de un mensaje, el mensaje de la reconciliación que encontramos en la

Palabra de Dios, donde se expresa que el Padre quiere restaurar toda la Creación en Cristo. El quiere devolver la

armonía a las relaciones del ser humano y Dios, consigo mismo, con su prójimo y con la Creación.

La Iglesia es llamada a ser la voz de denuncia del pecado y anuncio de la esperanza. La voz de Dios en la Iglesia se

hace carne en la vivencia cotidiana de su pueblo, pues la Iglesia tiene un mensaje pero es a la vez el Mensaje.

Lo que la Iglesia hace: La Iglesia es llamada a cumplir su misión en una forma integral de manera que se transformen

positivamente todas las áreas de la vida. «La misión se orienta a la satisfacción de las necesidades básicas del ser

humano incluyendo la necesidad de Dios, pero también la necesidad de techo, alimento, abrigo, salud física y mental y

el sentido de dignidad humana» (Padilla).

Para llevar a cabo la misión integralmente debe cumplir su rol de predicar las Buenas Nuevas de salvación en

Jesucristo. Promover un discipulado que permita la transformación del carácter de Cristo en cada creyente. Crear una

comunidad de adoración y alabanza a Dios, así como de solidaridad y de compartimiento; que sirva plenamente a las

necesidades integrales de hombres y mujeres; que denuncie el pecado, liberte a los cautivos, que anuncie el perdón y

que señale el camino de la verdad.

Obedecer a este mandato misionero implica ser críticos y reflexivos, utilizar todos los dones y talentos que

Dios ha dado a su Cuerpo.

 

UNA NUEVA ECLESIOLOGíA�La teología de la Misión Integral ha generado una nueva eclesiología latinoamericana. Ha desafiado los modelos de

creer, de ser, de hacer y decir acerca de lo que somos como Iglesia. Ha permitido ampliar el horizonte de la acción

transformadora del cristiano en la sociedad. Según Colosenses 1:20, la voluntad del Padre es la reconciliación de todo

lo creado en Jesucristo. No hay, por lo tanto, ninguna área de la esfera humana y del resto de la Creación que se quede

por fuera de la influencia del poder transformador del Evangelio de Jesucristo y, por ende, del estilo de vida de todos los

cristianos.

En palabras de John Stott,

tanto la perspectiva de la misión de la iglesia, como la misión de ésta en su totalidad, la vemos en la vida y

acción de nuestro Señor Jesucristo, en forma histórica y concreta. La perspectiva de esa misión tiene como

punto determinante y determinado la vida de nuestro Señor Jesucristo. Anticipó esa perspectiva de la misión

de la Iglesia en su oración sacerdotal e intercesora: «Como tú me enviaste al mundo, así yo los he enviado al

mundo».

Esta teología trajo nueva luz a la agenda del quehacer redentor cotidiano del cristiano en ese mundo. Definió mas

Page 17: Los Evangelios Sinópticos

ampliamente las tareas que pueden servir como marco de referencia para la acción.

LAS TAREAS INCLUIDAS EN LA MISIÓN INTEGRAL

La teología de la Misión Integral mostró el espectro de tareas que la Iglesia como expresión local del Cuerpo de Cristo

debe ejecutar para manifestar la realidad del Reino de Dios.

Para algunos la Misión Integral resulta simplemente de agregar la acción social al proceso de anunciar la llegada del

Reino de Dios y sus implicaciones. Sin embargo, la Misión Integral va más allá de la presentación del mensaje de

salvación y de las obras misericordiosas de Dios a través de su Pueblo. La Misión Integral incluye un conjunto de tareas

que certifican, centrípeta y centrífugamente desde la comunidad de fe, la identidad de pueblo de Dios, una sociedad

alternativa, una comunidad transformada y preparada para transformar. Tales tareas incluyen los siguientes elementos:

La tarea evangelizadora

La Iglesia ha sido llamada a servir a Jesucristo en la proclamación del Evangelio al mundo. Somos el Pueblo de la

Palabra. Embajadores de la palabra de reconciliación. Heraldos de la Palabra que trae la luz, la esperanza y la verdad

al mundo.

Nos empuja el anhelo de Cristo que cada persona alejada de Dios sea vista como portadora en esencia de la Imago

Dei, aunque distorsionada por el pecado y en necesidad del poder restaurador de Cristo. Evangelizamos no por estar

empeñados en la carrera «numerológica» del crecimiento, sino impulsados por la acción compasiva de un Dios que se

duele por aquellos que perdieron su dignidad y viven carentes de plenitud.

Ccmo dice John Stott:

La palabra «Misión» denota el sacrificado servicio que Dios ha mandado a su pueblo a cumplir en el mundo, e

incluye tanto la evangelización como la acción sociopolítica. Sin embargo, en el contexto de la misión

concebida en estos términos amplios corresponde a la evangelización una cierta urgencia, y por lo tanto, ha de

dársele prioridad; y la evangelización significa anunciar o proclamar las buenas nuevas de Jesús.

La teología de la Misión Integral ha redefinido en el contexto latinoamericano la proclamación de las buenas nuevas

como el anuncio no sólo de la esperanza escatológica de la vida eterna sino de la oportunidad de vivir en el «aquí y

ahora» con el gozo de saber que la vida plena es posible ya, aunque también, paradójicamente, con el llanto de quien

reconoce que todavía no hemos llegado a la paz eterna ni a la consumación de los tiempos. La tarea

discipuladora

La teología de la Misión Integral nos ha provisto de un nuevo escenario para la interpretación de la tarea educativa de la

Iglesia. Si la Misión Integral es un estilo de vida, la Iglesia debe asumir una función pedagógica mas agresiva, creativa y

pertinente que permita la transformación del carácter del discípulo.

El discipulado es un proceso formativo que guía a la persona a aprender y vivir bajo la instrucción y disciplina del Señor,

de manera que alcance la estatura de Cristo. Se basa en el soporte y alimento que provee la Palabra puesta en el

contexto de las relaciones de amistad y confianza. Afirma a la persona en una base sólida en el conocimiento de Dios y

su voluntad para con el mundo. Es un proceso que confronta a los cristianos con las demandas de Dios y los motiva a

comprometerse con él, con el prójimo y con la Creación. Es también un mandamiento del Señor como método para vivir

el Reino, que capacita para cumplir los ministerios personales y para replicar el proceso en otros asegurando la

sustentabilidad del trabajo del Espíritu en el mundo. Sin discipulado la iglesia fácilmente se acomoda, se desvía o se

muere.La tarea litúrgica

Como afirma Newbigin, «el anhelo de la misión surge a partir de una comunidad de adoración». En el reconocimiento

de lo que Dios es, ha hecho, hace y hará por nosotros y por el mundo tomamos la fuerza que se convierte en el

fermento dinámico para la acción agradecida. Hemos sido creados para celebrar, honrar y adorar a nuestro Creador.

Page 18: Los Evangelios Sinópticos

Quizás esta sea una de las tareas donde la teología de la Misión Integral ha sido menos prolija. Existen vacíos serios

que nos impelen a anhelar una música, una liturgia, un arte y una simbología que reflejen los valores de esa

transformación integral que esta teología promueve. Aún tenemos que crecer en nuestra capacidad de celebrar con el

rescate de nuestro «sabor latino» y con la búsqueda de expresiones que reconcilien nuestra cultura religiosa para el

Señor. Celebrar cultural e integralmente es un descubrimiento que nos toca asumir y practicar con más urgencia.La

tarea comunitaria

Creemos en un Dios que es la comunión eterna y esencial de tres personas que se desborda en la comunidad y

fraternidad de los creyentes. Hemos sido creados para la vida comunitaria.

En la comunidad se puede expresar la solidaridad, se pueden identificar los dones y que se puede practicar el

sacerdocio de todos los creyentes. Allí se da el espacio para la edificación mutua, el pastoreo, la exhortación, la

restauración y la enseñanza. La Misión Integral se cumple y se dinamiza en la intimidad de la vida en comunidad. La

Iglesia debe generar proactivamente el sentido de la comunión que crea espacios de solidaridad para trascender las

carencias y necesidades sociales que vivimos en la mayoría de nuestros países; para proveer el sentido de

pertenencia, protección, afirmación y respaldo; para compartir «la Palabra, la mesa y las oraciones».La tarea de servicio

La teología de la Misión Integral trajo una nueva conciencia de que «cada necesidad humana es una oportunidad de

servicio y por lo tanto un punto de contacto con el Reino de Dios, que abarca la totalidad de la vida» (Padilla).

Quizás esta sea la tarea que más ha sido reforzada a partir de la vivencia de la fe y la reflexión teológica, en respuesta

al desafío de las crecientes necesidades de la población latinoamericana. Como le escuche decir a un amigo en una

ocasión: «La acción social cristiana no es más que la fe en ropa de trabajo».

John Perkins también dice:

Indudablemente, el gobierno nacional tiene una seria responsabilidad hacia los pobres. Sin embargo, dada la

ineficacia de los resultados alcanzados sería necio pretender que el gobierno tome la delantera en la marcha

hacia una acción social creativa, constructiva y formativa. Nosotros los cristianos debemos asumir un grado de

responsabilidad mucho mayor en la creación de respuestas a las necesidades de los pobres, que sean

compasivas, efectivas y tengan una base comunitaria. Debemos ofrecer el liderazgo. Debemos

comprometernos personalmente en la tarea de promocionar servicios a los pobres de maneras que reafirmen

su dignidad y reflejen el amor y el cuidado de Dios.

Si creemos que «¡una iglesia que no sirve, no sirve para nada!", la Iglesia en América Latina debe buscar opciones

comunitarias de respuesta a cada necesidad humana en el contexto en que se inserta. La creatividad, la flexibilidad de

las estructuras y la calidad de los servicios es una clave que hay que promover en áreas tales como la salud, la

educación, el asesoramiento legal, el crédito, la consultoría técnica, la vivienda, la protección de derechos, la consejerí-

a, las becas, la generación de ingresos y de empleo, la atención a emergencias, la rehabilitación, etc. Para ello es

necesario que colaboremos continentalmente entre iglesias locales y ONGs cristianas para estimularnos a responder

efectivamente.

La Misión Integral ha despertado un interés muy importante en organismos de servicio e iglesias locales en desarrollar

acciones concretas de respuesta a las necesidades humanas. Esto ha generado excelentes oportunidades de cambio

así como muchos desafíos. Hoy es imperante la búsqueda de modelos que trasciendan al asistencialismo y la

dependencia, y que generen procesos más profundos y de largo plazo en la transformación social.

Las organizaciones de servicio más que organizaciones «paraeclesiásticas» deben ser organizaciones «pro-

eclesiásticas», como ha propuesto recientemente la Red del Camino para la Misión Integral, que surgió a partir del

CLADE IV. La Iglesia no necesita «competir» ni dividir sus esfuerzos para transformar. Muchos recursos y

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oportunidades se han perdido por causa de la lucha de territorios y «reinados» en la práctica de la misión entre iglesias

locales y organizaciones de servicio. Complementariedad, servicio mutuo, respeto y coordinación son necesidades

urgentes entre ellas. Sobre esto Padilla ha afirmado:

El agente más adecuado para llevar a cabo la Misión Integral es la iglesia local, no las entidades «paraeclesiásticas».

Para ello hay tantas razones teológicas como razones prácticas. Por un lado, la iglesia como Pueblo de Dios, Cuerpo

de Cristo y Comunidad del Espíritu ha sido constituida por Dios para encarnar en sí misma el propósito de Dios de

reconstruir la raza humana. (Stgo. 1:18). Por otro lado, toda la Iglesia está insertada en un contexto social especifico y,

por lo tanto, tiene condiciones de conocer, mejor que cualquier otra entidad, las necesidades concretas de la gente que

vive en ese contexto. Además cuenta con los recursos humanos (y a veces materiales) para responder a esas

necesidades y manifestar el amor de Dios en palabra y acción. Consecuentemente, supera a cualquier otra entidad en

su capacidad de aprovechar toda esa red de relaciones humanas en el servicio de la Misión Integral. Bíblicamente el

agente de la misión no es una organización «paraeclesiástica», sino una comunidad en el poder del Espíritu.La tarea diaconal es la metodología para la transformación social. En esta nadie que participe estará de sobra. Todos

hemos sido dotados para contribuir y para movilizar nuestros recursos de conocimiento, habilidades y posesiones.

La tarea profética

La iglesia es llamada a

cuestionar las pretensiones absolutistas de los poderes de este mundo, a desenmascarar el egoísmo y la

injusticia que caracteriza a este presente orden y a inquietar la conciencia de aquellos que viven presos de la

ignorancia y la miseria. Positivamente tiene el imperativo de anunciar el nuevo orden de Dios en Cristo, señalar

el camino del arrepentimiento y la fe como vía transformadora y creadora, interpretar las señales de justicia,

liberación y plenitud de vida que laten en el mundo.

Valdir Steuernagel dice que

La tarea de la iglesia es, precisamente, ser la iglesia, vivir el evangelio y, al hacerlo, traer las marcas de las

señales del Reino de Dios. Es tarea de la iglesia compartir el evangelio y también ministrar proféticamente en

términos de denuncia, de búsqueda de la verdad, de servicio a las viudas, a los huérfanos, a los niños de la

calle...

La Misión Integral plantea el reto de recuperar el sentido de la «indignación» ante el mal imperante en muchos de

nuestros contextos. Hoy, en tiempos del capitalismo globalizante, la Iglesia necesita sacar a la luz los conceptos de

compasión y justicia como ejes conductores de comportamiento en una sociedad ambiciosa y egoísta.

La tarea liberadora

La dimensión de la Misión Integral también toca la esfera de lo espiritual y lo sobrenatural, donde nuestra lucha «no es

contra carne y sangre», donde se plantea la necesidad de que la Iglesia afirme la soberanía del Reino de Dios para

sujetar todo «principado y potestad». Como Jesucristo, sus discípulos somos llamados a traer libertad a los cautivos de

las opresiones espirituales de maldad. Esta es una tarea ineludible de todo discípulo. Luchar contra el «espíritu de este

siglo» tiene dimensiones sociales, políticas, económicas y sobrenaturales para las que la Iglesia debe prepararse

también teológicamente.

El pueblo de Dios investido del poder del Espíritu Santo es llamado a promover la libertad. Sólo en la libertad hay

plenitud de Vida. Somos portadores de la Verdad que nos hace verdaderamente libres. Quizás esta sea otra tarea

donde la teología de la Misión Integral aún necesita profundizar y traer su luz. Desconocer este tema sería dejar

postergada (con sus consecuencias) una dimensión que el Reino de Dios ya debe someter bajo su autoridad en este

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continente.

La tarea pastoral

Una misión que es integral precisa de una pastoral que conciba a la persona como un ser con necesidades que deben

ser abordadas integralmente. La teología de la Misión Integral ha traído cambios en la pastoral tratando de promover

una pastoral menos eclesiocéntrica, más comunitaria, menos individualista. Ha promovido el velar por la salud del

pueblo de Dios en sus dimensiones más amplias. Ha fomentado el cambio del rol del liderazgo pastoral y de sus

estructuras, y el ejercicio del sacerdocio de todos los creyentes.

La Iglesia tiene una responsabilidad pastoral para con el ser humano como criatura de Dios a quien Dios se ha

propuesto reconciliar consigo por medio de Cristo y liberarlo del pecado y la muerte. La actividad pastoral es

complemento de lo que Dios está haciendo en la historia, dentro y fuera de la Iglesia. Sin pastoral la teología se trunca.

La Misión Integral plantea que la dimensión pastoral trasciende al ambiente eclesial para trastocar las esferas de la

comunidad secular. Parafraseando a Emilio Castro diremos que el cuidado pastoral debe enfocarse en las siguientes

áreas dentro de la congregación: comprender e interpretar el contexto, clarificar las motivaciones y actitudes, explicar la

obra liberadora de Dios, desafiar a los discípulos a participar y luego guardar silencio en espera de la respuesta. Pero

Castro plantea también que la pastoral en la esfera secular implica accionar sobre la solidaridad, la interpretación del

mejor camino para la sociedad, la reconciliación, la presencia pastoral en grupos de avanzada y la intercesión.

Ante los desafíos del posmodernismo, la Iglesia debe velar por la integridad de la doctrina y de la hermenéutica bíblica.

La tarea aquí es todavía incipiente y hay mucho camino por recorrer.

CONCLUSIONES

Con una nueva manera de ver el contexto, los actores, los métodos y las tareas, la contribución de la teología de la

Misión Integral al desarrollo de la Iglesia y a la extensión del Reino de Dios ha sido remarcable. Hoy, cientos de

comunidades cristianas se enfilan y movilizan para atender las necesidades de mujeres, hombres, ancianos y niños

presentando un evangelio integral en formas que permitan la transformación del ser integral y la Creación.

Aportes

A manera de resumen queremos resaltar los siguientes aportes de la teología de la Misión Integral:

1. Ha provisto una nueva manera de ver y construir la historia latinoamericana con la influencia de la iglesia local en el

entorno social. Construyendo una nueva historia construimos una nueva cultura latinoamericana permeada con los

valores del Reino de Dios.

2. Nos ha dado herramientas para ver a Latinoamérica con ojos y motivaciones diferentes. Nos ha ayudado a ver su

geografía y su cultura como territorio para la expresión de la vida plena aquí y ahora.

3. Nos ha hecho encontrar una nueva misionología que promueve el ministerio cristiano restaurador y generador de

vida a todas las dimensiones de la Creación.

4. Nos ha dado la oportunidad de hacer una nueva eclesiología. Tenemos la opción, basada en la lectura de la Palabra

con ojos latinoamericanos, para repensar la Iglesia. Nos ha definido tareas como ejes de acción: proclamación,

discipulado, pastoral, liturgia, diaconía, rol profético, liberación y vida comunitaria.

5. Ha generado una forma de cumplir con el sacerdocio de todos los creyentes. La Iglesia a sido dotada de los dones

necesarios para que, de manera «interdisciplinaria», influyamos en todas las dimensiones de la vida. Esto, por ende, ha

generado nuevos modelos de liderazgo basados en el servicio y nuevos modelos de estructuras organizativas.

6. Ha traído nuevas dinámicas de intercambio, cooperación y unidad dentro de los diferentes miembros del Cuerpo de

Cristo.

7.Ha generado nuevas iniciativas de inserción social y de servicio en respuesta a las necesidades humanas y ha

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generado la creación de nuevas organizaciones y programas sociales.

8. Ha ayudado a complementar, escudriñar o balancear a otras teologías (creación, liberación, salvación, prosperidad,

etc.)

9. Ha generado un sentido de desapropiación, de solidaridad, de sencillez en el estilo de vida y de sensibilidad ante los

necesitados.

10. En medio de un entorno de transición en que la globalización, la posmodernidad y el capitalismo voraz, dicha

teología ha servido como escudo, como brújula y como estandarte para guiar y proponer una ruta alternativa donde el

Reino de Dios pueda prevalecer en integridad por medio de la promoción del balance de la compasión con la justicia.

Por ser teología en proceso aun necesita refinar elementos de su praxis que respondan más concretamente a modelos

de intervención menos asistencialistas y más transformadores.

11. Ha levantado a la iglesia local en muchísimos casos como referente ante otros sujetos sociales como el Estado, la

empresa privada, las organizaciones no gubernamentales para proponer alternativas de solución a los problemas

sociales.

Retos

La teología de la Misión Integral enfrenta, entre otros, los siguientes desafíos:

1. El de ser asumida como estilo de vida y no como una abstracción o ejercicio reflexivo. Se hace imperativo el

desarrollo de una espiritualidad que enriquezca ese estilo de vida especialmente en el ámbito comunitario eclesial.

2. El de convertir la teología de la Misión Integral en un concepto accesible a la mayoría de la población evangélica del

continente. El nivel de escolaridad y la escasez de una teología en «versión popular» son barreras reales que enfrenta

nuestro pueblo entre los desposeídos no solo materialmente sino de conocimiento e información.

3. El de generar espacios creativos de distribución de los conceptos de la Misión Integral. Estimular el trabajo en una

Misión Integral implica preparación para la tarea, para lo cual hay necesidad de capacitación sobre el tema.:

Identificar el recurso humano disponible para el programa de capacitación.

Elaborar material educativo con perspectivas integrales sobre temáticas tales como: familia, discipulado,

evangelización, acción social, liturgia, organización política, justicia y derechos humanos, atención a niños en

riesgo, personas con discapacidades, economía, protección del medio ambiente, ética cristiana, comunión

cristiana, etc.

Desarrollar eventos de capacitación local, regional, nacional y continental.

Permear a las instituciones de formación teológica de América Latina con el tema de la Misión Integral. Habrá

Misión Integral cuando cada uno de nosotros sea un "misionero integral".

4. El de trascender la inclusión de la responsabilidad social de la iglesia como complemento de la tarea evangelizadora.

Necesitamos que nuestras comunidades eclesiales sean comunidades vivas e influyentes que atraigan, atiendan y

acojan a quienes buscan una respuesta en Dios. Necesitamos coherencia entre lo que la Iglesia anuncia y lo que la

Iglesia vive.

5. El de promover la unidad de la Iglesia. Ningún esfuerzo transformador de la sociedad será suficientemente

impactante si no se caracteriza por la unidad de la Iglesia «para que el mundo crea». Nuestra teología de la Misión

Integral debe promover la unidad en la diversidad y no servir de excusa intelectual para generar nuevos guetos.

6. El de difundir modelos de trabajo. Ante la búsqueda de maneras efectivas de hacer la misión se hace necesario

documentar y difundir modelos de Misión Integral que inspiren y testifiquen de la transformación comunitaria y el

involucramiento constante de más congregaciones a este movimiento.

7. El de establecer puentes efectivos, masivos y funcionales que permitan el fortalecimiento de relaciones y el

Page 22: Los Evangelios Sinópticos

intercambio de recursos.

8. El de estimular el intercambio de recursos. Uno de los principios de la Misión Integral es el compartir para fortalecer y

para crecer. Por ello es necesario identificar las necesidades de recursos para el desarrollo, implementación y

fortalecimiento de la Misión.

9. El de crear redes de trabajo. Las diferentes necesidades y oportunidades que plantea la realidad latinoamericana

abren las posibilidades a mecanismos organizativos flexibles como las redes de trabajo que permitan la interacción,

coordinación, intercambio y el trabajo conjunto en la promoción de la unidad y el surgimiento de voces proféticas de

denuncia y de anuncio de propuestas desde la perspectiva de nuestra fe.

10. El de desarrollar una pastoral liberadora y una liturgia latinoamericana que expresen la vocación integral de la

Misión Integral y que enriquezcan la vida comunitaria.

En resumen, el reto permanente es que todo nuestro «verbo» se encarne.

 

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Page 24: Los Evangelios Sinópticos

Historia del Protestantismo

El Protestantismo es un término que procede de la protesta de los estados

luteranos del Sacro Imperio, en la dieta de la Spira de 1529, contra la decisión

de Carlos V de restringir la libertad religiosa. Hoy en día, cerca de 700

millones de personas se declaran protestantes. Engloba a los distintos grupos que

se separaron de la Iglesia católica mediante la Reforma Protestante del siglo

XVI y se presenta como una Iglesia de aspectos múltiples, cuya unidad se basa en

tres afirmaciones fundamentales.

Lutero, uno de los padres del Protestantismo

Por un lado, proclama la autoridad soberana de la Biblia en materia de fe y

se rechaza todo aquello que pertenezca a la tradición humana. Con esto los

protestantes querían poner fin a las bulas papales y a los mandatos procedentes

desde Roma, a la vez que querían potenciar y dar más poder a los textos

sagrados. En este aspecto, también hay que destacar la importancia que tuvo la

Page 25: Los Evangelios Sinópticos

traducción de la biblia, lo que posibilitó la creación y la práctica de la fe

completamente al margen de la Iglesia.

Por otro lado, la segunda afirmación habla de la salvación del ser humano a

través de la fe. Para los protestantes, las buenas obras no son la causa de la

salvación, sino su consecuencia. Al contrario que los católicos, los protestantes

piensan que para alcanzar el cielo, deben ganárselo en la tierra. Es una de las

ideas principales que, a lo largo de la historia, han sido la causa de que los

pueblos que adoptaron esta mentalidad, aumentaran su productividad y eficiencia

laboral.

Y la tercera base sería que la fuerza del testimonio interior del Espíritu Santo,

por la cual el creyente comprende el espíritu de la palabra de Dios, que se

expresa en los libros sagrados y no en los mandatos de la Iglesia. Fue una

de las formas que idearon para separarse por completo del yugo al que estaban

sometidos desde la capital italiana.

El protestantismo se puede expresar normalmente en distintos tipos de

movimientos o de congregaciones. Existen iglesias históricas de carácter nacional

como el anglicanismo, el luteranismo y el calvinismo que proliferaron en el

norte y en el centro de Europa. También hay congregaciones como las iglesias

evangélicas y ciertos movimientos marginales que no han tenido demasiada

trascendencia hasta nuestros días. Todas disponen de amplias doctrinas, entre las

que destacan “las cinco solas”.

Page 26: Los Evangelios Sinópticos

Ramas del Protestantismo

Las principales ramas del protestantismo son los luteranos, en Alemania y

Escandinavia; los anglicanos, en el Reino Unido; los calvinistas, en el Reino

Unido, los Países Bajos, los Estados Unidos, Corea del Sur, Latinoamérica y el

África Subsahariana; los metodistas, en el Reino Unido, los Estados Unidos y el

África subsahariana; los bautistas, principalmente en los Estados Unidos y

Latinoamérica; y los pentecostales, en los Estados Unidos, Latinoamérica, el

África subsahariana y Corea del Sur.

La base sobre la que se produjo la escisión de las distintas iglesias fueron las 95

tesis de Martín Lutero. En ellas, se condenaba la avaricia y el paganismo en

la Iglesia católica y se proponía un debate teológico sobre las

mismas. Lutero criticó al papa León X por la venta de indulgencias para poder

realizar la construcción de la Basílica de San Pedro. Estas ideas y planteamientos

causaron que el monje fuera excomulgado el 3 de enero de 1521.

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Page 27: Los Evangelios Sinópticos

Descifran un nuevo fragmento de los Rollos del Mar Muerto

El Papa Celestino V no fue asesinado

Belleza en la censura escrita en el RenacimientoComentarios

1. Jan Hus, el reformador religioso checo | Red Historia  dice:6 julio, 2015 a las 12:15

[…] Hus escribió una obra conocida como ‘Eclessia‘, en la que manifestaba críticas frente al sistema católico romano de la época. Para él, Cristo era la cabeza de la Iglesia y no los Papas y Cardenales, escritos que serían la semilla del Protestantismo. […]

2. Biografía de Miguel Servet  dice:3 marzo, 2013 a las 16:16

[…] trabajos innovadores dentro del campo de la medicina y de la religión. Aunque estaba a favor de la Reforma protestante, el desarrollo de una cristología contraria a la Santísima Trinidad hizo que ganase enemigos en […]

3. Modelo ideológico americano, uno de los pilares de la Guerra Fría  dice:

Page 28: Los Evangelios Sinópticos

18 febrero, 2013 a las 00:29

[…] modelo posee varias fuentes ideológicas desde las que se sustenta. Por un lado, el protestantismo es una de las bases de su sociedad. La idea de que el hombre puede triunfar con su trabajo y […]

4. Biografía de Lutero  dice:2 noviembre, 2012 a las 15:24

[…] Lutero es el principal teólogo del protestantismo. Su oposición a la Iglesia Católica y a sus anticuados métodos, acabó por crear una escisión […]

Page 29: Los Evangelios Sinópticos

1. Iglesia Primitiva 

Historia Eclesiástica es el estudio de la historia de la Iglesia Cristiana desde el final del Nuevo Testamento hasta el principio del movimiento evangélico.  Se pone énfasis en el sacrificio de los mártires, las controversias doctrinales, el desarrollo del catolicismo, los precursores de la reforma, Martín Lutero y la Reforma Protestante.

AÑOS 1 -100

La tarea asignada por Cristo. — Ideas religiosas y filosóficas. — Testigos en Jerusalén. — San Pablo. — El primer combate en Roma. — Últimos días de San Pablo. — Últimos días de

San Pedro. — Jacobo. — Destrucción de Jerusalén. — Juan, el Apóstol.

———

La tarea asignada por Cristo.

Pasado el asombro que la resurrección de Cristo había producido en el ánimo de los primeros discípulos, éstos se pusieron de nuevo a pensar en la marcha que seguiría el reino de Dios en el mundo. Siempre abrigando la idea de que Cristo iba a librar a Israel del poder de sus dominadores, le dirigieron esta pregunta: "Señor, ¿restaurarás el reino a Israel en este tiempo?" Pregunta que, como alguien ha dicho, revela más bien el patriotismo y particularismo judaico de los discípulos, que un conocimiento de la universalidad y espiritualidad de la obra del evangelio. El señor les respondió: "No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola potestad; pero recibiréis, poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra". Hechos 1; 6, 7.

San Lucas, que relata este diálogo, dice que Jesús, habiendo dicho estas cosas, fue alzado, y una nube le recibió y le quitó de los ojos de los discípulos.

La misión de los cristianos no sería la de especular sobre acontecimientos; no les tocaba enredarse en cuestiones de fechas, de años, meses y días. La misión que se les encomendaba era la de ser testigos. Tenían que ser testigos de lo que Cristo había sido en el mundo; testigos de su vida santa y de su pureza perfecta; testigos de las señales, prodigios y maravillas que había obrado; y sobre todo testigos de su gloriosa resurrección de entre los muertos.

Este testimonio lo darían no sólo en el suelo natal. Franqueando los límites de Judea y de Samaria, tenían que ir a todos los pueblos del mundo, y hasta lo último de la tierra, para predicar el evangelio a toda tribu y en toda lengua.

Detengámonos ahora para lanzar una mirada sobre el mundo de aquel entonces, y recordar brevemente cuáles eran las ideas religiosas y filosóficas más populares de los pueblos ante quienes tenían que ser testigos.

Page 30: Los Evangelios Sinópticos

Ideas religiosas y filosóficas

En materia religiosa, los judíos eran los más adelantados del mundo. Poseían los divinos oráculos del Antiguo Testamento. El culto mosaico era la expresión religiosa más perfecta a que habían llegado los hombres. Los profetas habían anunciado el advenimiento de un Mesías, y la esperanza de Israel estuvo durante largos siglos fija en el cumplimiento de esta promesa.

El judaísmo se hallaba dividido en tres ramas: fariseísmo, saduceísmo y esenismo.

Los fariseos eran los ortodoxos de la nación. Para ellos la religión consistía en el cumplimiento estricto y legal de ritos y ceremonias. Sumamente orgullosos de la posición que asumían, se ligaban a prácticas externas, murmuraban sus oraciones, multiplicaban sus ayunos, ensanchaban las filacterias, es decir, las cintas con textos bíblicos escritos que se ceñían en la frente, y hacían gran alarde de una piedad que estaban muy lejos de poseer interiormente. Tenían mayoría en el Sanedrín, el congreso de los judíos, y ejercían más influencia sobre el pueblo que otros partidos.

Los saduceos, o discípulos de Sadoc, formaban la minoría de oposición. Rechazaban las tradiciones que imponían los fariseos, así como los libros de los profetas, admitiendo sólo los cinco libros de la Ley. Negaban la vida futura, la inmortalidad del alma, y la existencia de ángeles y espíritus. Eran poco numerosos y de poca influencia.

Los esenios eran una especie de monjes que, unos dos siglos antes de Cristo, buscaron en las soledades del Mar Muerto un refugio donde estar al abrigo de la corrupción reinante. De ahí se extendieron también a otros de Palestina. Vivían en el celibato, sumidos en un profundo misticismo, llevando una vida contemplativa y en completo antagonismo con la sociedad. Sin suprimir en absoluto la propiedad individual, vivían en comunidad. Eran industriosos, caritativos y hospitalarios.

Por otra parte estaba el mundo pagano. Grecia y Roma aun en los mejores días de su gloria no pudieron librarse del culto grosero que se denomina paganismo. Este culto variaba mucho según las épocas y los países que lo profesaban, de modo que se requerirían muchos volúmenes para describirlo. En los días de los apóstoles y en los países donde ellos iban a actuar, consistía en la adoración de dioses imaginarios que representaban por medios de estatuas a las que el vulgo y los sacerdotes atribuían poderes sobrenaturales.

En Grecia la divinidad principal era Zeus a quien llamaban padre de los dioses, y fecundador de la tierra. Residía en las nubes y en el Olimpo junto con una multitud de semidioses y héroes.

En Roma era Júpiter el que ocupaba el primer lugar. Lo miraban como al dios del cielo y de la tierra y creían que de su voluntad dependían todas las cosas.

La idea de la moral no estaba para nada en el culto pagano. Los dioses eran solamente hombres y mujeres de gran tamaño y dotados de mucha fuerza. Eran grandes en poder y también grandes en crímenes y pasiones. Júpiter era adúltero e incestuoso. Venus era la personificación de la voluptuosidad y de la belleza carnal. Baco representaba las ideas del placer, de la alegría, de las aventuras, y de los triunfos ganados con facilidad. Tertuliano, escribiendo a los paganos, les dice que el infierno está poblado de parricidas, ladrones, adúlteros, y seres hechos a semejanza de sus dioses.

Cada nación y cada provincia tenían sus dioses favoritos. Había dioses de las montañas y de los llanos; dioses de los mares y la tierra; dioses de los bosques y de las fue'ntes; dioses celestiales, terrenales e infernales.

Page 31: Los Evangelios Sinópticos

En Roma se adoraban las imágenes de los emperadores. Se levantaban templos y altares para conmemorar sus grandezas. Calígula, el infame, se proclamó a sí mismo un dios, y Roma lo adoraba como tal. Finalmente Roma se adoraba a sí misma, y se hacía adorar por los pueblos que subyugaba. Era a la vez idólatra e idolatrada.

Pero en medio de este desorden hubo algunos filósofos que alcanzaron a entrever cosas mejores. No todos se contentaron con las viandas mal servidas del paganismo. Recordemos aquí algunos de estos sabios:

SÓCRATES. Fue el más sabio y el mejor de los filósofos paganos. Tal vez ningún otro gentil estuvo tan cerca de la verdad como él. Tenía un profundo y sincero sentimiento de su ignorancia. Le animaba una sublime resignación, y en los momentos tristes de su vida disfrutó de la calma que produce la esperanza de la vida futura. No hubo pagano que tanto se acercara al espíritu del Evangelio que Cristo predicó cuatro siglos después.

PLATÓN. Este ilustre discípulo de Sócrates, intelectual -mente remontó a alturas nunca sospechadas ni aun por su maestro. Supo juntar los elementos producidos por la brillante inteligencia de Sócrates, y combinándolos con los suyos propios, formó el sublime sistema de filosofía universal que figura como el esfuerzo más heroico hecho por la mente humana. Enseñó que el bien supremo reside en la divinidad y que el alma humana puede ponerse en contacto con ella.

ARISTÓTELES. Creó un sistema que tuvo gran influencia y contribuyó grandemente a difundir estos conocimientos, elevando el nivel intelectual de su época. Fue el último de los grandes filósofos y con su muerte se extinguió aquel foco de sabiduría que durante varios siglos estuvo encendido en la antigua Grecia.

Cuando San Pablo dice que la sabiduría de este mundo es necedad para con Dios, no se refiere a los sabios del tipo que hemos mencionado, sino a los numerosos sofistas y hombres superficiales, que alimentan el orgullo de una vana filosofía.

Los cristianos, pues, tenían que ser testigos de su Señor y Maestro en medio del formalismo, del orgullo judaico, y en un mundo sumido en el más grosero y absurdo paganismo.

Ese era el inmenso campo de batalla donde pelearía la buena pelea de la fe.

Testigos en Jerusalén.

Era menester empezar a dar testimonio en la ciudad que, enfurecida, había pedido la muerte del Hijo de Dios. "Los enemigos —ha dicho Adolfo Monod— se jactaban de haber desterrado a Cristo para siempre jamás; pero he aquí que reaparece en la escena, se pasea por las calles, visita el templo, cura los enfermos y perdona los pecados." Era en las personas de los suyos que el Señor se manifestaba de nuevo en la ciudad donde había sido desechado.

Cristo ascendió a los cielos desde Betania, la aldea de Lázaro, de Marta y de María, y de ahí sus discípulos se fueron a Jerusalén para esperar "la promesa del Padre", es decir, la venida del Espíritu Santo.

Diez días permanecieron juntos, hombres y mujeres, orando y velando. El día de Pentecostés, cincuenta días después de la muerte del Señor, vino un estruendo del cielo y la casa donde estaban reunidos se llenó como de un viento recio que corría, y se les aparecieron lenguas como de fuego que se asentaron sobre la cabeza de cada uno de ellos. Era la manifestación del Espíritu Santo asumiendo la forma de los elementos más poderosos de la naturaleza: el viento y el fuego.

Page 32: Los Evangelios Sinópticos

El estruendo producido por el ímpetu del viento, atrajo una multitud al sitio donde estaban congregados. Como eran los días de una de las grandes solemnidades, se hallaban reunidos en Jerusalén judíos venidos de todos los países. Los discípulos habían recibido el don de lenguas, y la multitud estaba perpleja oyéndolos hablar idiomas desconocidos en Galilea y en Judea. Los más serios se detenían a pensar sobre lo que podía significar ese hecho tan raro, pero los frívolos se contentaban con decir que estaban llenos de mosto.

Pedro tomó la palabra, y este mismo hombre que tan pusilánime se había mostrado cuando negó a Cristo, lleno de poder y de vida, expuso a la multitud lo que aquel hecho significaba, recordándoles que el Cristo, al cual habían entregado y crucificado, había sido levantado por Dios, conforme a lo que los profetas habían hablado.

La multitud, compungida de corazón al oír sus palabras clamó diciendo: "Varones hermanos, ¿qué haremos?" Pedro entonces les señala el camino del arrepentimiento, y tres mil almas en aquel día aceptan y confiesan a Cristo. Así nació la iglesia de Jerusalén, iglesia llamada a tener una corta pero gloriosa carrera.

La vida de esta iglesia la tenemos narrada por San Lucas en estas palabras:

"Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones.

"Y sobrevino temor a toda persona; y muchas maravillas y señales eran hechas por los apóstoles. Todos los que habían creído estaban juntos, y tenían en común todas las cosas; y vendían sus propiedades y sus bienes y lo repartían a todos según la necesidad de cada uno.

"Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos" (Hechos 2:42, 47).

La primera iglesia cristiana era, como vemos, una iglesia que aprendía la doctrina escuchando la enseñanza de los apóstoles; una iglesia que vivía en comunión, celebrando sus cultos en los que eran la parte principal el rompimiento del pan y las oraciones; una iglesia que practicaba la fraternidad haciendo que los más pobres participasen de los bienes de los más afortunados. En la actividad exterior esta iglesia no cesaba de dar testimonio a los inconversos, y el poder de Dios se manifestaba obrando diariamente conversiones que venían a aumentar el número de los que componían la hermandad. En esta iglesia se ve en forma admirable: la vida religiosa, en su trato con Dios; la vida fraternal, en su trato con los hermanos, y la vida misionera, en su trato con el mundo.

Las pruebas destinadas a intensificar el fervor de los nuevos convertidos no se dejarían esperar mucho tiempo. A raíz de la curación de un cojo de nacimiento a las puertas del templo, y de la predicación que siguió a este milagro, Pedro y Juan son encarcelados, y al día siguiente tienen que comparecer ante el Sanedrín. Este era un tribunal judío que funcionaba en Jerusalén y el cual los romanos habían respetado. Lo componían setenta y un miembros, de entre los ancianos, escribas y sacerdotes, bajo la presidencia del sumo sacerdote. Era el mismo tribunal ante el cual había comparecido el Señor. Pedro, lleno de Espíritu Santo, habló a este cuerpo, y allí levantó al Cristo, anunciando que "en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos".

El Sanedrín les intimó que guardasen silencio, prohibiéndoles hablar en el nombre de Jesús, a lo que ellos contestaron que no era justo obedecer a los hombres antes que a Dios, y que no podían dejar de hablar de aquellas cosas que habían visto y oído.

Page 33: Los Evangelios Sinópticos

Poco tiempo después es Esteban quien comparece ante el Sanedrín. Su testimonio fue noble, juicioso y brillante, pero la furia de los judíos se desencadenó sobre él. Arrastrado fuera de la ciudad fue apedreado por la turba inconsciente. Después de haber invocado a Jesús e implorado que no les fuese imputado ese crimen a sus verdugos, "durmió".

El nombre Esteban significa corona. Hay una perfecta analogía entre el nombre que llevó en la tierra y la corona de la vida prometida por el Señor a los que son fieles hasta la muerte. Esteban fue el protomártir del cristianismo; primicias de aquella multitud que en todos los siglos y en todos los países moriría por el testimonio de Jesucristo.

El martirio de Esteban fue la primera señal de una violenta persecución que desoló a la iglesia de Jerusalén. Sus miembros, salvo los apóstoles, fueron esparcidos por las tierras de Judea y de Samaria.

Saulo de Tarso asolaba a la iglesia, entrando por las casas de los creyentes y encarcelando a hombres y mujeres.

Jacobo, hermano de Juan, murió mártir, cayendo bajo el cuchillo de Herodes.

Pero a pesar de todo, Lucas pudo escribir estas líneas alentadoras: "Pero la palabra del Señor crecía y se multiplicaba". Hechos 12:24.

Nada de exageración hay en las palabras del historiador Schaff cuando dice que San Pablo fue "el hombre que ha ejercido mayor influencia sobre la historia del mundo".

Este apóstol nació en la ciudad de Tarso de Cilicia. Sus padres eran judíos y se ignora desde qué época se hallaban habitando la culta ciudad helénica.

Si cuando Saulo se convirtió tenía, como es probable, unos treinta años, y si este hecho ocurrió alrededor de los años 36 ó 37 de la era cristiana, podemos fijar la fecha de su nacimiento, más o menos por el año 7, cuando Jesús contaba unos 10 u 11 años de edad, y vivía en Nazaret con sus padres.

El nombre Saulo significa deseado, de lo que algunos han inferido que su nacimiento fue objeto de anhelos que tardaban en realizarse. El nombre Pablo era probablemente el nombre latino con que era conocido entre los paganos de la ciudad.

La familia de Saulo militaba en las filas del fariseísmo, y el niño fue destinado a seguir la carrera de rabino. Con este fin se confió su preparación intelectual y religiosa al judío más ilustre de su tiempo, el célebre Gamaliel, a quien sus compatriotas llamaban "el esplendor de la ley". Tenía en Jerusalén una escuela que contaba con 1.000 discípulos; 500 que estudiaban la ley del Antiguo Testamento, y 500 literatura y filosofía. El consejo prudente que dio al Sanedrín, cuando comparecieron los apóstoles (Hechos 5:34-40), es un rasgo de la sabiduría que le caracterizaba. Pablo nos da cuenta de su educación a los pies del gran maestro, para quien siempre conservó la mayor veneración y estima. (Hechos 22:3.)

Además de sus estudios teológicos, Saulo tuvo que aprender un oficio manual. El mismo Gamaliel decía que el estudio de la ley, cuando no iba acompañado del trabajo, conducía al pecado. Los rabinos tenían que hallarse en condición de enseñar gratuitamente cuando fuese necesario, y por eso siempre adquirían un oficio con el cual poder ganar la vida. Saulo aprendió a coser tiendas, y sabemos cuan útil le fue este conocimiento cuando se vio privado de las riquezas terrenales que abandonó por amor a Cristo.

Page 34: Los Evangelios Sinópticos

Varias expresiones de sus epístolas (por ejemplo, Tito 1:12), y su discurso en el Areópago de Atenas, demuestran que estaba familiarizado con la literatura griega que se leía y comentaba en sus días.

Su origen judaico, el ambiente helénico que le circundó en su infancia, y la ciudadanía romana que poseía por nacimiento (Hechos 22:25), le abrían todas las puertas y podía dirigirse a los sabios del más al LO tribunal de Atenas, a los venerables ancianos del Sanedrín de Jerusalén, y a los soberbios romanos que componían el gran tribunal de Nerón, sin ser para ellos extranjeros.

Cuando Saulo estaba en todo el esplendor de su ardiente fariseísmo, la iglesia de Jerusalén llenaba la ciudad de la doctrina del Salvador. Saulo, furioso como un león rugiente, se constituyó en instrumento de la persecución. Lucas en los Hechos, y Pablo mismo en sus Epístolas, nos dan un cuadro vivo de la actividad inquisitorial del joven fariseo.

Cuando Esteban era apedreado, Saulo estaba presente. Lucas dice que Saulo "asolaba la iglesia, y entrando casa por casa, arrastraba hombres y mujeres, y los entregaba en la cárcel''. (Hechos 8:3.) Recordando su triste pasado, dice Pablo a los judíos: "Yo ciertamente había creído mi deber hacer muchas cosas contra el nombre de Jesús de Nazaret: lo cual también hice en Jerusalén; y yo encerré en cárceles a muchos de los santos, recibida potestad de los príncipes de los sacerdotes; y cuando eran matados yo di mi voto". (Hechos 26:9, 10.) De la frase "yo di mi voto" muchos intérpretes han deducido que Saulo era miembro del Sanedrín. Otros creen que es lenguaje figurado y que sólo alcanza a significar que aprobaba lo que se hacía. Estos actos fueron repetidos con frecuencia, pues él mismo dice: "Y muchas veces castigándolos por todas las sinagogas''. El odio al Salvador y el carácter violento de sus persecuciones se ve en estas palabras: "Los forcé a blasfemar; y enfurecido sobremanera contra ellos, los perseguí hasta en las ciudades extrañas". Su fama de perseguidor era notoria aun fuera de Jerusalén. Ananías en Damasco pudo decir: "Señor, he oído de muchos acerca de este hombre, cuántos males ha hecho a tus santos en Jerusalén; y aun aquí tiene autoridad de los principales sacerdotes para prender a todos los que invocan tu nombre." (Hechos 9:13-14.) En la Epístola a los Calatas dice: "que perseguía sobremanera a la iglesia de Dios, y la destruía". (Gal. 1:13.) En Filipenses 3:6, se llama a sí mismo "perseguidor de la iglesia".

Digamos, sin embargo, con F. Godet, que Saulo "persiguió con maldad, pero no por maldad. Le animaba la mejor intención del mundo, y creía estar sirviendo a Dios cuando defendía la teocracia, la ley y el templo.

Yendo Saulo ocupado en su tarea de perseguidor de los santos, Jesús le salió al encuentro en el camino de Jerusalén a Damasco, y le dijo: "Saulo, Saulo; ¿por qué me persigues?" Una luz superior a la del sol lo envolvió y él cayó herido de ceguera a causa del gran resplandor que había visto. Al caer Saulo, cayó juntamente todo el edificio de su fariseísmo, y la ceguedad que le hirió, dijo Crisóstomo, "fue necesaria para que pudiese alumbrar al mundo".

La conversión repentina de Saulo es una de las grandes pruebas del cristianismo. La crítica racionalista ha ensayado todas las explicaciones imaginables, pero tanto el genio y sutileza de Renán, como el de todos los que han pensado como él, han tropezado con dificultades nunca sospechadas, y se han visto vencidos por la realidad incontestable de un milagro evidente, hasta tener que llegar a la conclusión del alemán Baur quien dijo: "No se llega por ningún análisis psicológico ni dialéctico a sondear el misterio del acto por el cual Dios reveló su Hijo a Pablo".

El tímido redil del Señor no podía creer que el león se había convertido en cordero, pero la oportuna intervención de Bernabé hizo que Saulo fuese recibido por los apóstoles y reconocido como uno de los que habían pasado de muerte a vida.

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Saulo estuvo algunos días con los discípulos en Damasco, luego pasó un período de tres años en Arabia, volvió a Damasco, visitó a Jerusalén y a Tarso, y después le hallamos en Antioquia, de donde irradiaría la luz suave y bienhechora del evangelio a todas partes del imperio romano.

San Lucas nos da cuenta de sus viajes atrevidos, largos, y frecuentes. En completa sumisión al Señor, iba Pablo, de ciudad en ciudad, predicando a Cristo crucificado. A veces su permanencia en un lugar era cosa de días, a veces de años enteros. Bernabé, Silas, Marcos, Timoteo, Lucas y otros le acompañaban en estas expediciones misioneras. Lo hallamos en Tesalónica, en Corinto, en Atenas, en Efeso, en Jerusalén, y finalmente en Roma. Las sinagogas de sus compatriotas, ya en aquel tiempo numerosas en todos los grandes centros de población, le presentaban la oportunidad de anunciar, "al judío primeramente", que no habiéndoles sido posible ser justificados por las obras de la ley, podían ahora creer en el Mesías que había sido crucificado, el justo por los injustos, y ser justificados por la fe. Pero como apóstol de los gentiles, de la sinagoga pasaba a las calles, a las casas, a los mercados, a las escuelas, y anunciaba aquella perfecta salvación que predicaba por mandato divino. Los azotes, las cárceles, los tumultos, las turbas enfurecidas, no le hacían desmayar, y como desafiando a todos estos obstáculos, seguía fielmente en su misión, sabiendo que era Dios quien le había encargado esa tarea, lo que le hacía exclamar: "¡Ay de mí si no anunciare el evangelio!" El poder de Dios acompañaba su predicación, y las almas se agrupaban en torno suyo para oír la verdad que defendía con tanta vehemencia. Muchos judíos se convertían, rompiendo con el yugo de la ley, y muchos gentiles arrojaban a los topos y a los murciélagos sus ídolos de plata y de oro para convertirse y servir al Dios vivo y verdadero y esperar a su Hijo de los cielos. Por todas partes se organizaban iglesias, a las cuales Pablo cuidaba desde lejos por medio de sus oraciones y de la enseñanza que les comunicaba en las epístolas que enviaba por mano de sus fieles colaboradores. Jamás hombre alguno supo estas en tantos lugares al mismo tiempo y extender su influencia a regiones tan dilatadas.

Los Hechos terminan con la llegada de Pablo a la ciudad de los Césares, donde, a pesar de estar preso, supo llenarlo todo del evangelio de Cristo, consolar a los que venían a verle, y proseguir su actividad literaria, produciendo las páginas más sublimes que hayan sido escritas por la mano del hombre.

La historia de los últimos años de la vida de San Pablo, es decir, desde su llegada a Roma hasta su muerte, se halla envuelta en la niebla de la tradición, y el historiador no teniendo ya a un Lucas que le guíe, tiene que seguir a tientas por el camino cuyo plano desea trazar.

Dejemos aquí a nuestro héroe para volver a él más adelante.

El primer combate en Roma.

Nunca ha podido comprobarse quienes fueron los primeros que sembraron en Roma la simiente del evangelio, pero como esta ciudad era el centro a donde iban a parar todas las cosas buenas y malas que producía el mundo, no está fuera de lugar suponer que algunas personas que conocieron el camino de la vida en Oriente, habiéndose radicado en Roma, por razones de comercio y de trabajo, fueron los primeros en dar testimonio y ser el principio de la fundación de una iglesia cristiana.

Los sostenedores del papado han hecho esfuerzos para demostrar que San Pedro llegó a Roma por el año 42, siendo Claudio emperador, donde hubiera permanecido 25 años, y atribuyen a sus trabajos apostólicos el origen de la iglesia en esa ciudad: "La mayoría de los escritores católicos, serios —dice F. Godet— e independientes, combaten hoy día la idea de la permanencia de Pedro en Roma bajo el reinado de Claudio."

Page 36: Los Evangelios Sinópticos

Duchesne, en su obra famosa puesta en el índice, a pesar de su predisposición al romanismo, como fiel historiador dice: "¿Por qué manos fue arrojada la simiente divina en esta tierra (Roma), en la cual tenía que dar frutos tan prodigiosos? Probablemente siempre lo ignoraremos. Cálculos muy poco fundados para merecer el sufragio de la historia, conducen al apóstol Pedro a Roma a principios del gobierno de Claudio en el 42 o bajo Calígula (39)."

Como dice un antiguo testimonio, la fe cristiana se arraigó en Roma "sin ningún milagro y sin ningún apóstol".

La Epístola de San Pablo a los Romanos es una prueba de que Pedro no fue el fundador de la iglesia en esa ciudad y de que no residía en Roma cuando la Epístola fue dirigida. San Pablo, que tenía por norma no edificar sobre ajeno fundamento, no hubiera escrito esa Epístola de carácter doctrinal a una iglesia que fuera el fruto de los trabajos de su colega, y mucho menos hubiera dejado de mencionarlo en las salutaciones que figuran en el último capítulo.

Sin la intervención de Pedro, ni de Pablo, ni de ninguno de los apóstoles; sin clero, sin jerarquías, sin autoridades eclesiásticas, la iglesia en Roma florecía y daba un testimonio poderoso de la fe que profesaba. Por todas partes se extendía su fama, y una propaganda activa se llevaba a cabo en aquel foco de idolatría y corrupción.

La llegada de Pablo, aunque prisionero, contribuyó a que muchos fuesen ganados al Señor, lo que le permitió que desde el pretorio pudiese escribir estas palabras a los cristianos de Filipos: "Las cosas que me han sucedido, han redundado más bien para el progreso del evangelio." Renán describe así los adelantos del cristianismo en Roma: "Los progresos eran extraordinarios; hubiérase dicho que una inundación, largo tiempo detenida, hacía al fin su irrupción. La iglesia de Roma era ya todo un pueblo. La corte y la ciudad empezaban ya seriamente a hablar de ella; sus progresos fueron algún tiempo la conversación del día".

"En cuanto al populacho —agrega el mismo autor— soñaba con hazañas imposibles para ser atribuidas a los cristianos. Se les hacía responsables de todas las calamidades públicas. Se les acusaba de predicar la rebelión contra el Emperador y de tratar de amotinar a los esclavos. El cristianismo llegaba a ser en la opinión lo que fuera el judío en la Edad Media: el emisario de todas las calamidades, el hombre que no piensa más que en el mal, el envenenador de fuentes, el comedor de niños, el incendiario. En cuanto se cometía un crimen, el más leve indicio bastaba para detener a un cristiano y someterlo a la tortura. En repetidas ocasiones, el nombre de cristiano bastaba por sí solo para el arresto. Cuando se les veía alejarse de los sacrificios paganos, se les insultaba. En realidad la era de las persecuciones estaba ya abierta."

Los romanos hasta entonces no se habían levantado contra los cristianos. Para ellos el cristianismo era una secta judía, y como el judaísmo era lícito, no hallaban motivos para molestar al nuevo partido. Pero bien pronto las cosas cambiarían de tono. Vemos los acontecimientos que precedieron y prepararon la violenta tempestad que iba a desencadenarse sobre la iglesia de Roma.

El año 54 subió al trono Nerón, cuando sólo contaba diecisiete años de edad. Las intrigas de su madre Agripina le pusieron al frente de los destinos del mundo. Desde un principio reveló un carácter extravagante que ha permitido que se dijera de él, que era un personaje carnavalesco, una mezcla de loco y de bufón, revestido de la omnipotencia terrenal y encargado de gobernar al mundo. Para él la virtud era una hipocresía, y en el mundo no había oirá cosa de valor sino el teatro, la música y las artes. Era un desgraciado embriagado de su propia vanagloria, consagrado a buscar los aplausos de una multitud de aduladores. Formó la compañía llamada de los "caballeros de Augusto'' cuya misión era la de seguir al loco emperador a todos sus actos de exhibición, y aplaudir cualquier travesura que imaginase. Roma vio a su emperador ocupado en la tarea de conducir carros en el circo; cantar y declamar en las tribunas, y disputarse los premios musicales. Salía a pescar con redes de oro y cuerdas de púrpura, y para ganar mayor popularidad

Page 37: Los Evangelios Sinópticos

hacía viajes por las provincias con el único fin de exhibir en los teatros sus dotes de artista y declamador.

A estos actos de locura hay que añadir otros de crueldad, tales como el asesinato de su propia madre Agripina y el de su esposa Octavia, y la muerte de la bella Popea, a la que mató de un puntapié en el vientre.

El pueblo, por su parte, seguía entusiasta las locuras de Nerón. Ya no se contentaba con oír a los artistas declamar sobre cosas obscenas; quería verlas representadas en cuadros vivos, y las multitudes de Roma, hombres y mujeres, llenaban los centros de espectáculos escandalosos. La corrupción no podía ser más espantosa. La gloria del teatro llegó a ser, en aquellos días de decadencia, la mayor gloria a que podían aspirar los romanos. El circo, donde luchaban hombres y fieras, era el centro de la vida. El resto del mundo sólo había sido hecho para dar mayor esplendidez a los torneos. El soberano presidía todas las fiestas, y consideraba que ésa era su principal ocupación y su mayor gloria. En Roma sólo se hablaba de la fiesta que había terminado y de la que seguiría inmediatamente. La vida era para todos sólo una larga y fuerte carcajada.

Pero Nerón tenía también gusto artístico, y aspiraba a transformar la ciudad. Sus planes eran tan vastos que todo lo que había le estorbaba. Quería hacer una ciudad nueva que marcase una nueva época en la historia, y que llevase su nombre: Nerópolis.

La morada imperial la encontraba muy estrecha. Deseaba verla desaparecer, pero no pudiendo llegar a tanto, se ocupó en transformarla. Quería sobrepasar a los palacios fabulosos de las leyendas asirías. La llenó de parques inmensos, y de pórticos de dimensiones increíbles, y de lagos rodeados de ciudades fantásticas. Pero todo eso no le bastaba y quería que su morada pu-diese ser llamada "la casa de oro".

Para llevar a Roma la idea que ardía en su candente imaginación, tenía que hacer desaparecer templos que eran mirados como sagrados, y palacios históricos que jamás Roma hubiera permitido  tocar.   ¿Cómo  hacer   desaparecer   esos   obstáculos? Nerón concibió la tremenda idea de incendiar la ciudad.

Un voraz incendio, que se manifestó simultáneamente en muchas partes de la ciudad, convirtió a Roma en una inmensa hoguera, el 19 de julio del año 64. Las llamas, devorando todo lo que encontraban, subían las colinas y descendían a los valles. El Palatino, el Velabro, el Foro, los Cariños, sufrieron los desastrosos efectos del incendio. El fuego seguía su marcha atravesando la ciudad en todas direcciones, y durante seis días y siete noches caían miles de edificios que quedaban reducidos a escombros. Los montones de ruinas detuvieron el fuego, pero volvió a reanimarse y prosiguió tres días más. Los muertos y contusos eran numerosísimos.

Nerón, que se había ausentado para alejar las sospechas que caerían sobre él, regresó a tiempo para ver el incendio. Se dijo que desde las alturas de una torre, y vestido con traje teatral contempló el espectáculo, y cantó con la lira una antigua elegía. Si esto es leyenda, tiene el mérito de pintar el carácter diabólico de este hombre siniestro.

Nadie se preguntaba quién era el autor del incendio. Las pruebas que hacían al emperador responsable eran más que evidentes. Roma estaba indignada a la vez que cubierta de luto. Todo lo quesería de grande y sagrado había desaparecido o estaba carbonizado. Las antigüedades más preciosas, las casa de los padres de la patria, los objetos sagrados, los arcos de triunfo, los trofeos de las victorias, el templo levantado por Evandres, el recinto sagrado de Júpiter, el palacio de Numa, en una palabra, todo se hallaba perdido o inutilizado.

Nerón pensó entonces en hacer caer sobre otros la culpa que la opinión unánime hacía caer sobre él. Necesitaba víctimas, y su mente diabólica pensó en los cristianos. El público estaba

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predispuesto a cualquier acto hostil a la iglesia, de modo que Nerón sólo tuvo que encender la mecha para que estallara la bomba bien repleta de odio a los cristianos. Las clases cultas no creían que eran éstos -los autores del incendio, y de entre el populacho muy pocos lo creyeron; pero el mal no tenía remedio, de manera que había que conformarse con sacar el mejor partido posible, y nada más oportuno que hacer descargar el odio contra la secta despreciada. ¿No habían visto a los cristianos mirar con indiferencia los monumentos del paganismo? ¿No decían éstos que todo estaba corrompido y que todo sería destruido por fuego? El pueblo desencadenó su furia contra los mansos y humildes discípulos del Salvador. Nunca se conocerá el número de víctimas que perecieron en esta persecución. ^Actos de la más brutal crueldad se llevaron a cabo con hombres y mujeres. Tácito, el historiador romano, ha descrito en sus Anales el salvajismo y crueldad que deleitaron a la población. Los cristianos eran envueltos en pieles de animales y arrojados a los perros para ser comidos por éstos; muchos fueron crucificados; otros arrojados a las fieras en el anfiteatro, para apagar la sed de sangre de cincuenta mil espectadores; y para satisfacer las locuras del emperador se alumbraron los jardines de su mansión con los cuerpos de los cristianos que eran atados a los postes revestidos de materiales combustibles, para encenderlos cuando se paseaba Nerón en su carro triunfal entre estas antorchas humanas, y la multitud delirante que presenciaba y aplaudía aquellas atrocidades.

Concluyamos estos renglones diciendo con Tertuliano, que basta saber que Nerón haya despreciado al cristianismo, para estar cierto de que es bueno... porque Nerón despreció todo lo bueno.

 

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