llegan los exámenes finales - fertiberia · las vacaciones de verano. es por tanto en estas fechas...

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29 CAMPO Domingo 28·06·20 www.campocyl.es el apunte Q uizá nadie haya reparado to- davía en ello, pero la vida de un cultivo herbáceo tiene en Castilla y León la misma duración que el curso al que se debe someter un estudiante: desde las expectativas de un -a veces- ilusionante mes de octubre hasta el final de año, previo a las vacaciones de verano. Es por tanto en estas fechas cuando el agricultor recibe su boletín de no- tas, con una nota media más cercana al suspenso o a la matrícula de honor en función de cómo haya aprovecha- do sus aptitudes. Un buen campo de juego Este año hemos contado con un cam- po de juego que se ha mantenido en unas condiciones ‘casi’ excelentes. Si no lo han sido del todo ha sido por los diez o quince días de la segunda quin- cena de mayo en los que se han regis- trado temperaturas muy elevadas. Todos los cultivos de secano lo su- frieron, en mayor o menor medida, con la diferencia respecto a otros años de que en esta ocasión la planta no estaba acostumbrada a sufrir: había gozado de condiciones de temperatu- ra y humedad excepcionales, y entre otras cosas no había desarrollado un sistema radicular adecuado. De ahí se va a deducir una pérdida de producción y calidad cuya dimen- sión todavía no podemos conocer. ¿Por qué esas diferencias dentro de un mismo pueblo? Veníamos de un año casi perfecto y a partir de ahí todos los factores que el agricultor ha controlado adecuada- mente han sumado al resultado de su explotación, mientras que lo que ha hecho mal ha restado. Por eso, como otras veces, dentro de un mismo mu- nicipio y con un mismo suelo vamos a encontrar cebadas de 3.500 kilos por hectárea y otras de 6.000. Mucho tie- ne que ver en ese resultado dispar el trabajo del agricultor, que en el caso de la fertilización habrá beneficiado a quien haya sido capaz de amoldar- se a las condiciones del año. Ese es el profesional que este año conseguirá la rentabilidad de su explotación a pesar los precios bajos. Es el que ha acertado escogiendo la variedad en función de su genética, el que ha sabido realizar un tratamien- to en el momento adecuado… porque aún hay quien no trata un cultivo determinado porque en su pueblo nunca se hace. Pero es que este año no es como los demás y a lo mejor era evidente que había que hacer esa aplicación. También es el agricultor que ha acertado con la rotación de cultivos y el que ha dividido la fertilización en- tre el abonado de fondo y las coberte- ras: el que a la vista de cómo venía el año ha sabido ajustar las coberteras y acertar con la formulación del nitro- genado. Esa diferencia también se ha notado en relación con la carencia de nutrientes considerados secundarios que se ha detectado en muchos luga- res; elementos que el agricultor no ha aportado y que la planta no ha encon- trado en el suelo. La importancia de la calidad Decimos que los precios no están ahora mismo en su mejor momento, y por eso debemos volver la mirada hacia un capítulo fundamental como es la calidad. Ahora que se está cosechando la cebada se han podido ver pesos espe- cíficos de 58, pero también de 70. En ese sentido hay que tener en cuenta que si perseguimos obtener un peso específico elevado debemos prestar atención a macronutrientes como el fósforo y el potasio, pero también a esos otros microelementos que no dejan de ser importantes. Al mismo tiempo, si en el cereal deseamos obtener proteína debemos, lógicamente, escoger una variedad con ese fin, pero también, y de forma muy especial, tendremos que prestar atención al manejo del nitrógeno. La eficiencia es la clave Otra clave reside en la eficiencia. En el partido que podemos sacar a cada euro invertido. Porque un plantea- miento inteligente, bien documen- tado, de nuestra actividad nos de- mostrará que hacer bien las cosas no tiene por qué significar un gasto más allá de lo razonable. Más bien al con- trario, significa tomar las mejores de- cisiones y escoger el fertilizante más adecuado para aplicarlo de la mejor manera, en el momento óptimo. Por- que la clave de la agricultura no reside en cuánto me gasto, sino en cómo in- vierto eso que me gasto. ¿Y los regadíos? En cuanto al regadío, esa calurosa segunda quincena de mayo les ha venido muy bien a los cultivos, espe- cialmente a ese segundo momento de siembra que llegó tras las lluvias; las elevadas temperaturas permitie- ron que el suelo se orease y que el agricultor completara las siembras. También vino bien para las siembras tempranas, puesto que esa radiación solar dio un empujón considerable a las plantas. En ambos casos, hay que recordar la importancia del nitrógeno directa- mente disponible. Tenemos en la fer- tilización una magnífica herramienta para acelerar o retener el crecimiento de las plantas. Para adecuar el cultivo a su ciclo: aquel agricultor que realizó un correcto abonado de fondo pue- de ahora ajustar la planta a su estado más deseable mediante abonos nitro- genados directamente disponibles. Llegan los exámenes finales “En cebada se están viendo pesos específicos de 58, pero tam- bién de 70” José Ángel Cortijo Responsable zona Noroeste de Fertiberia “En fertilización ha ganado aquel se ha amoldado a las características del año”

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Page 1: Llegan los exámenes finales - Fertiberia · las vacaciones de verano. Es por tanto en estas fechas cuando el agricultor recibe su boletín de no-tas, con una nota media más cercana

29CAMPODomingo 28·06·20www.campocyl.es

el apunte

Quizá nadie haya reparado to-davía en ello, pero la vida de un cultivo herbáceo tiene en

Castilla y León la misma duración que el curso al que se debe someter un estudiante: desde las expectativas de un -a veces- ilusionante mes de octubre hasta el final de año, previo a las vacaciones de verano.

Es por tanto en estas fechas cuando el agricultor recibe su boletín de no-tas, con una nota media más cercana al suspenso o a la matrícula de honor en función de cómo haya aprovecha-do sus aptitudes.

Un buen campo de juegoEste año hemos contado con un cam-po de juego que se ha mantenido en unas condiciones ‘casi’ excelentes. Si no lo han sido del todo ha sido por los diez o quince días de la segunda quin-cena de mayo en los que se han regis-trado temperaturas muy elevadas.

Todos los cultivos de secano lo su-frieron, en mayor o menor medida, con la diferencia respecto a otros años de que en esta ocasión la planta no estaba acostumbrada a sufrir: había gozado de condiciones de temperatu-ra y humedad excepcionales, y entre otras cosas no había desarrollado un sistema radicular adecuado.

De ahí se va a deducir una pérdida de producción y calidad cuya dimen-sión todavía no podemos conocer.

¿Por qué esas diferencias dentro de un mismo pueblo?Veníamos de un año casi perfecto y a partir de ahí todos los factores que

el agricultor ha controlado adecuada-mente han sumado al resultado de su explotación, mientras que lo que ha hecho mal ha restado. Por eso, como otras veces, dentro de un mismo mu-nicipio y con un mismo suelo vamos a encontrar cebadas de 3.500 kilos por hectárea y otras de 6.000. Mucho tie-ne que ver en ese resultado dispar el trabajo del agricultor, que en el caso de la fertilización habrá beneficiado a quien haya sido capaz de amoldar-se a las condiciones del año. Ese es el profesional que este año conseguirá la rentabilidad de su explotación a pesar los precios bajos.

Es el que ha acertado escogiendo la variedad en función de su genética, el que ha sabido realizar un tratamien-to en el momento adecuado… porque aún hay quien no trata un cultivo determinado porque en su pueblo nunca se hace. Pero es que este año no es como los demás y a lo mejor era evidente que había que hacer esa aplicación.

También es el agricultor que ha acertado con la rotación de cultivos y el que ha dividido la fertilización en-tre el abonado de fondo y las coberte-ras: el que a la vista de cómo venía el año ha sabido ajustar las coberteras y

acertar con la formulación del nitro-genado. Esa diferencia también se ha notado en relación con la carencia de nutrientes considerados secundarios que se ha detectado en muchos luga-res; elementos que el agricultor no ha aportado y que la planta no ha encon-trado en el suelo.

La importancia de la calidadDecimos que los precios no están ahora mismo en su mejor momento, y por eso debemos volver la mirada hacia un capítulo fundamental como es la calidad.

Ahora que se está cosechando la cebada se han podido ver pesos espe-cíficos de 58, pero también de 70. En ese sentido hay que tener en cuenta que si perseguimos obtener un peso específico elevado debemos prestar atención a macronutrientes como el fósforo y el potasio, pero también a esos otros microelementos que no dejan de ser importantes.

Al mismo tiempo, si en el cereal deseamos obtener proteína debemos, lógicamente, escoger una variedad con ese fin, pero también, y de forma muy especial, tendremos que prestar atención al manejo del nitrógeno.

La eficiencia es la claveOtra clave reside en la eficiencia. En el partido que podemos sacar a cada euro invertido. Porque un plantea-miento inteligente, bien documen-tado, de nuestra actividad nos de-mostrará que hacer bien las cosas no tiene por qué significar un gasto más allá de lo razonable. Más bien al con-

trario, significa tomar las mejores de-cisiones y escoger el fertilizante más adecuado para aplicarlo de la mejor manera, en el momento óptimo. Por-que la clave de la agricultura no reside en cuánto me gasto, sino en cómo in-vierto eso que me gasto.

¿Y los regadíos?En cuanto al regadío, esa calurosa segunda quincena de mayo les ha venido muy bien a los cultivos, espe-cialmente a ese segundo momento de siembra que llegó tras las lluvias; las elevadas temperaturas permitie-ron que el suelo se orease y que el agricultor completara las siembras. También vino bien para las siembras tempranas, puesto que esa radiación solar dio un empujón considerable a las plantas.

En ambos casos, hay que recordar la importancia del nitrógeno directa-mente disponible. Tenemos en la fer-tilización una magnífica herramienta para acelerar o retener el crecimiento de las plantas. Para adecuar el cultivo a su ciclo: aquel agricultor que realizó un correcto abonado de fondo pue-de ahora ajustar la planta a su estado más deseable mediante abonos nitro-genados directamente disponibles.

Llegan los exámenes finales

“En cebada se están viendo pesos específicos de 58, pero tam-bién de 70”

José Ángel CortijoResponsable zona

Noroeste de Fertiberia

“En fertilización ha ganado aquel se ha amoldado a las características del año”