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1 77 PARA MAYOR GLORIA DE DIOS IMPRIMATUR: +RAFAEL BELLO RUIZ ARZOBISPO DE ACAPULCO, GRO. VOCAL DE LA CEAL PARA EL M.R.C.C.E.S.

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177

PARA MAYOR GLORIA DE DIOS

IMPRIMATUR:

+RAFAEL BELLO RUIZARZOBISPO DE ACAPULCO, GRO.

VOCAL DE LA CEAL PARAEL M.R.C.C.E.S.

2

El Espíritu Santo en laIglesia

Autor

Exmo. Mons.Carlos Talavera Ramírez

3

1. El Espíritu Santo nos guía hasta la verdad completa 2

2. El Espíritu hace nuestra comunión con el Padre y con el Hijo 8

3. El Espìritu Santo da inicio a la iglesia que fundó Jesús 14

4. María, en el Espíritu, Madre del Cuerpo de Cristo 20

5. El Espíritu Santo alma de la Iglesia 23

6. El Espíritu Santo da unidad a la Iglesia 29

7. El Espíritu Santo hace Santa a la Iglesia 35

8. El Espíritu da carismas y ministerios a la Iglesia 41

9. El Espíritu hace la comunidad de salvación Universal 45

10. La Iglesia es Catolica en la plenitud del Espíritu 50

11. El Espíritu hace Apostólica a la Iglesia 57

12. La Iglesia evangeliza en el poder del Espíritu 63

13. El Espíritu Santo agente principal de la evangelización 69

14. El Espíritu Santo nos recuerda y nos enseña lo

que Jesús nos dijo 75

15. El Espíritu y los Apóstoles dan testimonio de Jesús 81

16. Los que son Guiados por el Espíritu Santo

evangelizan con eficacia 87

17. El Espíritu y la Esposa dicen: ¡Ven! 92

I N D I C E

4

1. El Espíritu Santo nosGuía Hasta La Verdad

Objetivo:Verémos cual es la Verdad Completa a la que nosguía El Espíritu Santo y decidiremos vivir siemprecon El para conocer la Verdad que nos hacelibres.

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1. REVISIÓN DEL TRABAJO PERSONAL

EXPONDREMOS CÓMO CUMPLIMOS EL TRABAJO PERSONAL DURANTELA SEMANA Y QUÉ EXPERIENCIAS TUVIMOS AL CUMPLIRLO.

2. PARTIR DE LA EXPERIENCIA Y REVIVIRLA.

HABLAREMOS VOLUNTARIAMENTE DE NUESTRAS EXPERIENCIAS.

1. ¿Cuál es la ‘verdad completa’ a la que nos guía el Espíritu Santo?

2. ¿Cómo nos guía el Espíritu Santo a la verdad?

3. ¿Cómo sabemos que ‘somos de la verdad’?

3. DOCTRINA O CONTENIDO DEL TEMA.LECTURA PARTICIPADA Y COMENTADA. CADA UNO DE NOSOTROS LEERÁ EN VOZALTA UN PÁRRAFO Y AL FINAL HAREMOS COMENTARIOS.

“Cuando venga Él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad completa: pues nohablará por su cuenta, sino que hablará lo que oiga, y os anunciará lo que ha de venir. Elme dará gloria, porque recibirá de lo mío y os lo anunciará a vosotros. Todo lo que tiene elPadre es mío. Por eso he dicho: Recibirá de lo mío y os lo anunciará a vosotros” (Jn 16,13-15).EL GUÍA Y ‘ANUNCIADOR’.

Con esas palabras, Jesús nos hace saber que el Espíritu Santo, que procede delPadre y del Hijo y que es un solo Dios con ellos, es el que nos guiará hasta queposeamos la verdad completa.El Espíritu Santo “no hablará por su cuenta”, al igual que Jesús que dijo: “Las palabrasque os digo, no las digo por mi cuenta” (Jn 14,10). Ninguna de las tres divinasPersonas hacen algo ‘por su cuenta’ porque son perfecta unidad en la que elPadre, que es el origen, tiene siempre la iniciativa; por eso todo lo que es del Padrees también del Hijo y del Espíritu Santo. Así es como el Hijo y el Espíritu Santosiempre quieren y hacen lo que el Padre quiere y hace.El Espíritu Santo, después de la salida de Jesús de este mundo, siempre “recibe” delo de Jesús, es decir, siempre continúa lo que el Padre ha querido dar a los hombresy lo que Jesús ya nos ha dado. Por eso el Espíritu Santo “hablará lo que oiga”, comoJesús, que ‘nos ha dado a conocer todo lo que ha oído a su Padre’ (cf Jn 15,15), yle “dará gloria” porque nos hará valorar lo que ya dijo Jesús y nos hará penetrar ensu enseñanza.

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Cómo se llega a ‘la verdad completa’.Jesús había dicho pocos momentos antes a los Apóstoles: “Mucho tengo todavía quedeciros, pero ahora no podéis con ello” (Jn 16,12), por eso ‘la verdad completa’ es loque el Espíritu Santo hará comprender a los Apóstoles, especialmente elanonadamiento de Jesús en su pasión y muerte: el escándalo de la cruz eraincomprensible para los Apóstoles. También es imposible para nosotros comprenderel misterio de Cristo. Sólo se puede aceptar por la fe.A la verdad completa, se llega en la fe y mediante la fe. El hombre no puedenaturalmente llegar a la verdad completa, necesita abrir su corazón por la fe. Laguía del Espíritu Santo para hacer que el hombre llegue a la verdad consiste ensuscitar la fe en el hombre: ésta es fruto de Su acción en el hombre. El misterio deCristo exige la fe, nadie puede llegar a él por la sola inteligencia humana. La verdadde Dios y de lo que Él hace no se encuentra en las ideas, sino en la existencia, enla vida, en las relaciones que tengan entre sí las personas. ¡El Espíritu nos guía ala vida!La fe nos introduce a la verdad de la vida, no sólo a las ideas ni sólo a aprender lasenseñanzas de doctrina. Cada parte de esa verdad completa tiene que llegar a serpara nosotros una manera de tratar con Dios y con los demás. La verdad completaconsiste en alcanzar a vivir con Dios de manera que nos llene de su mismo ser, desu santidad. La verdad completa es Dios mismo y todo lo que Dios ha hecho ensus criaturas.La Verdad es Dios mismo en su Trinidad Santísima: ella es la plenitud de la Verdad,crea verdad y comunica verdad; para nosotros Dios llega a ser Verdad cuandonuestro trato con cada una de las Personas Divinas, va transformando nuestrasvidas. Antes de esta relación Dios es para nosotros solamente una idea.Es verdad la gran empresa del amor al hombre que es la Encarnación, la vida,pasión, muerte, resurrección y ascensión al cielo de Jesús, que es “La Verdad” reveladaal hombre en el hombre-Dios. Todo hombre que llega a este mundo tiene quedescubrir esta Verdad. Así como para los discípulos Jesús se hizo verdad cuando losiguieron, así Él se hace Verdad para nosotroscuando lo tomamos en serio y libremente lo admitimos como Salvador para querealice nuestra liberación del pecado.El Espíritu Santo, “Señor y dador de vida”, llega a ser Verdad para nosotros cuando,en docilidad a su acción, lo dejamos habitar en nosotros, transformarnos y darnosla experiencia de la libertad y de la santidad.En la Verdad completa está también la realidad del hombre pecador. Por eso elEspíritu Santo viene a “convencer al mundo de pecado”. También es verdad que lajusticia exige que Jesús vuelva al Padre después de haber realizado su obra desalvación del hombre; por eso el Espíritu convence al mundo de justicia. Y esverdad también que el Príncipe de este mundo, que engañó al hombre y lo indujoal pecado, ya está condenado; el Espíritu convence al mundo de ‘juicio’ condenatoriodel Diablo.

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La verdad del hombre será ‘nuestra’ verdad cuando aceptemos todo el amor queDios nos tiene y dejemos de estimarnos con criterios mundanos. Vivir la verdaddel hombre es aceptar nuestra realidad de pecadores amados por Dios, llamadosa la santidad con la que Dios es santo. ‘Probemos’ la verdad de que somos ‘capacesde Dios’, dejando a Dios que llene nuestra vida y permitiéndole hacer todo lo quele plazca en nuestra vida.El Espíritu Santo nos guía por el camino que lleva a la Verdad plena que encontramosrevelada en el señor Jesús.

4. ENCUENTRO CON LA PALABRA DE DIOS.

NOS PONEMOS DE PIE PARA ESCUCHAR LA PALABRA DE DIOS.Jn 16,13-15

5. SILENCIO Y REFLEXIÓN.

DEJEMOS QUE LA PALABRA DE DIOS NOS TRANSFORME. GUARDAREMOSSILENCIO DURANTE ALGUNOS MINUTOS PARA ACOGER EN NUESTROINTERIOR LA PALABRA DE DIOS.

6. COMPARAR NUESTRA REALIDAD CON LO QUE NOS PIDE ELSEÑOR.

CONTESTAREMOS VOLUNTARIAMENTE A LAS SIGUIENTES PREGUNTAS:1. ¿Aceptas en tu vida la ‘verdad completa’ o sólo partes de la Verdad?

2. ¿Aceptas la verdad completa como algo que vives o sólo como una idea?

3. ¿Aceptas o pones obstáculo al Espíritu Santo que nos lleva a vivir la verdadcompleta?

7. ORACIÓN COMUNITARIA.

HAREMOS ENTRE TODOS UNA ORACIÓN COMUNITARIA ALABANDO YDANDO GRACIAS AL SEÑOR QUE NOS DA LA GUÍA DEL ESPÍRITU SANTOPARA LLEGAR A LA VERDAD COMPLETA.

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8. RESUMEN.

El Espíritu Santo tiene el encargo de llevarnos a “la Verdad completa” y parahacerlo “no hablará por su cuenta”, sólo “dirá lo que oiga” y “dará gloria” a Jesús,haciendo conocer, apreciar y vivir lo que enseñó.A “la verdad completa” se llega sólo por la fe. Ésta es fruto de la acción delEspíritu Santo y de la respuesta del hombre a su acción divina. Con la fe elEspíritu Santo nos hace vivir la verdad, porque la verdad completa no se conocecon las solas fuerzas del entendimiento. Él tiene el encargo de guiarnos hasta laVerdad completa, hasta que vivamos plenamente la realidad de Dios en nuestrarealidad humana. La verdad tiene que llegar a ser una manera de existir y unamanera de tratar con Dios y con los demás.Dios uno y trino se nos hace verdad cuando nos relacionamos con cada una delas tres Personas conforme a su lugar en la Trinidad. Jesús llega a ser verdaderopara nosotros cuando lo dejamos ser nuestro Salvador y Señor; el Espíritu Santoes verdad para nosotros cuando lo admitimos en nuestra vida y le permitimoscambiarnos conforme a lo que Dios quiere hacer de nosotros.También necesitamos vivir en serio la verdad de nosotros mismos, como parte de“la verdad completa”: somos pecadores amados por Dios y destinados a la santidaden la eternidad. El Espíritu que nos guía hasta la verdad completa convence almundo de pecado, de juicio y de justicia. El Diablo está condenado; Jesús está enel cielo. Viviremos la verdad no teniendo nada que ver con el Diablo yentregándonos al Señor Jesús que en su mismo ser nos conduce hasta el Padre.

9. CANTO.

10. LEE, MEDITA Y ACTÚA.

Día 1 1 Jn 3,16-24 Conocemos que somos de la verdad sicumplimos los mandamientos, especialmenteel amor.

Día 2 1 Jn 2,18-28 Ungidos por el Espíritu Santo tenemos laverdad cuando lo seguimos dócilmente.

Día 3 2 Jn 1-13 La vida en la verdad es una vida diferente a lavida sin ella.

Día 4 1 Jn 1,5-10 Dios, Jesús y el hombre llegan a ser verdadcuando los hacemos parte de nuestra vida.

Día 5 1 Jn 2,3-6 La verdad está en quien realiza en su vida losmandamientos

Día 6 Rm 1,18-23 Aprisionan la verdad en la injusticia los quela conocen y no la practican.

Día 7 Jn 18,38 Todo el que es de la verdad escucha la verdad.

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11. MEMORIZA:

“EL ESPÍRITU DE LA VERDAD OS GUIARÁ HASTA LA VERDAD COMPLETA”(JN 16,13)

12. REPITE FRECUENTEMENTE:

“Si os mantenéis en mi Palabra seréis verdaderamente mis discípulos,conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres” (Jn 8, 31-32)

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2. El Espíritu Santo hace nuestraComunión con

El Padre y con El Hijo.

Objetivo:Conocerémos la acción del Espíritu Santo ennosotros para hacernos participar de Lacomunión con el Padre y con el Hijo; decidirémosser dóciles a su obra y a sus Inspiraciones.

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1. REVISIÓN DEL TRABAJO PERSONAL

EXPONDREMOS CÓMO CUMPLIMOS EL TRABAJO PERSONAL DURANTELA SEMANA Y QUÉ EXPERIENCIAS TUVIMOS AL CUMPLIRLO.

2. PARTIR DE LA EXPERIENCIA Y REVIVIRLA.

HABLAREMOS VOLUNTARIAMENTE DE NUESTRAS EXPERIENCIAS.1. ¿Qué hace el Espíritu Santo en nosotros para que estemos en comunión conDios?2. ¿Cómo hace el Espíritu Santo nuestra comunión con los demás sereshumanos?3. ¿Qué nos toca hacer para estar siempre en comunión con el Padre y con elHijo?

3. DOCTRINA O CONTENIDO DEL TEMA.

LECTURA PARTICIPADA Y COMENTADA. CADA UNO DE NOSOTROSLEERÁ EN VOZ ALTA UN PÁRRAFO Y AL FINAL HAREMOS COMENTARIOS.Jesús dijo: “Aquel día comprenderéis que yo estoy en mi Padre y vosotros en mí y yoen vosotros’ (Jn 14,20). También oró al Padre pidiéndole: “que todos sean uno.Como tú, Padre, en mí y yo en ti, que ellos también sean uno en nosotros, para que elmundo crea que Tú me has enviado”. (Jn 17,21)En qué consiste la ‘comunión’.Las palabras de Jesús que hemos leído, nos iluminan para explicar lo que es la‘comunión’. Esas palabras nos hacen ver que ella consiste en la participación de lamisma vida divina. Todo lo que es y vive el Padre lo es y lo vive el Hijo; y todo loque son y viven el Padre y el Hijo, lo es y lo vive el Espíritu Santo: los tres son unsolo Dios.La comunión que viven las tres divinas personas no consiste simplemente en‘estar juntos’ o en ‘tener reuniones para ponerse de acuerdo’, sino en ‘ser uno’, en‘tener la misma vida’. Y esto significa tener un mismo pensar, querer lo mismo,actuando cada uno en todo según lo propio. Dios Padre participa de la vidadivina como Padre y origen de todo; el Hijo participa como engendrado eternodel Padre, y el Espíritu Santo como amor del Padre y del Hijo.Nuestra comunión con Dios.La vida de los miembros de nuestro cuerpo nos ofrece una semejanza de lo que esla comunión: todos los miembros son diversos y distintos, pero todos tienen lamisma vida del único cuerpo. Todos los miembros tienen diferentes funciones,pero cada uno por su parte está bien armonizado con los demás para hacer unamisma obra.

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Dios nos hace participar de su misma vida en cuanto nuestra naturaleza humanaes capaz de tenerla. Dios nos une a Él de tal manera que llegamos, en la medida denuestra docilidad y fidelidad, a ser uno con Dios. Hemos sido creados paraparticipar así de la naturaleza divina. Con esta gracia de comunión Dios nosconcede una verdadera y profunda participación en su misma vida divina, demodo que podamos ver las cosas como Dios las ve, pensar como Él piensa, quererlo que Él quiere y hacer lo que Él quiere, como Jesús, que con su naturalezahumana siempre estuvo unido al Padre e hizo lo que a Él le agrada.Nuestra comunión con los demás.De la primera comunidad cristiana se escribió: “La multitud de los creyentes no teníasino un solo corazón y una sola alma. Nadie llamaba suyos a sus bienes, sino que todo eraen común entre ellos” (Hch 4,32).La armonía que todos tenían en relación a los bienes materiales y a las cosasexteriores procedía, pues, de la armonía y de la unidad de alma y de corazón.Cuando el hombre saborea la comunión con Dios satisface una necesidad funda-mental que Dios le dio en la creación: la comunicación plena con otro, especialmentela profunda relación con su Creador. A partir de esto el hombre tiene necesidadde hacer que otros tengan también esa comunión y logran una convivencia antesno conocida. El hombre encuentra así el camino de una sana relación con loshombres: el camino para la unidad con los demás es la unión con Dios.La acción del Espíritu Santo.Cuando el Espíritu Santo viene a un ser humano llega al ‘corazón’, al lugar dondeel hombre hace sus decisiones y desde donde dirige su vida. Es en ese lugar dondeel hombre se abre a otros para darse y para recibir.Ese lugar es su conciencia, y es el lugar propio de Dios en cada hombre. Cuandoel Espíritu Santo ‘entra’ en nuestro corazón nos enriquece con su propio ser, sacianuestros deseos y nos dispone a abrirnos a los demás. Cuanto más abrimos elcorazón, más profundamente penetra el Espíritu Santo, más nos da de su propioser y más sacia nuestra necesidad de comunicación. La Eucaristía, los demássacramentos, la Sagrada Escritura y la oración nos abren más al Espíritu Santo.El hombre ‘en el Espíritu’ abre entonces su corazón a los demás para enriquecerloscon su propio ser y con todo lo que tiene, sin por ello empobrecerse, y paraenriquecerse con el ser de los otros hombres ‘en el Espíritu’. Con esto aprende lanueva relación con las cosas materiales y aprende a usarlas para el bien de todos.Así la comunión con Dios que hace el Espíritu Santo en los corazones individualesse manifiesta también en las relaciones que los hombres establecen entre sí; Élmismo nos regala la comunión entre los hombres.

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4. ENCUENTRO CON LA PALABRA DE DIOS.

NOS PONEMOS DE PIE PARA ESCUCHAR LA PALABRA DE DIOS.1 Jn 1,1-4

5. SILENCIO Y REFLEXIÓN.

DEJEMOS QUE LA PALABRA DE DIOS NOS TRANSFORME.GUARDAREMOS SILENCIO DURANTE ALGUNOS MINUTOS PARAACOGER EN NUESTRO INTERIOR LA PALABRA DE DIOS.

6. COMPARAR NUESTRA REALIDAD CON LO QUE NOS PIDE ELSEÑOR.

CONTESTAREMOS VOLUNTARIAMENTE A LAS SIGUIENTES PREGUNTAS:1. ¿Aprecias la importancia de la comunión con los demás para mantener lacomunión con Dios?

2. ¿Entiendes que la comunión con Dios nos hace capaces de la comunión con losdemás?

3. ¿Agradeces a Dios la comunión con los demás, que no es sólo tratarlos bien,sino tener ‘un solo corazón y una sola alma?

7. ORACIÓN COMUNITARIA.

HAREMOS ENTRE TODOS UNA ORACIÓN COMUNITARIA ALABANDO YDANDO GRACIAS AL ESPÍRITU SANTO QUE NOS QUIERE LLENAR DE SÍMISMO PARA QUE LLEGUEMOS A LA PLENA COMUNIÓN CON ÉL YTENGAMOS UN SOLO CORAZÓN Y UNA SOLA ALMA CON LOS DEMÁS.

8. RESUMEN.

La ‘comunión’ se da cuando varios seres distintos tienen, sin embargo, la mismavida. Consiste, pues, en que muchos sean uno. Dios es uno y a la vez es trespersonas; así también, al modo humano, los miembros de la primera comunidadcristiana eran muchos pero ‘tenían un solo corazón y una sola alma’.La comunión nos da una profunda participación en la misma vida de Dios, noshace ver las cosas como Él las ve, pensar como Él piensa, querer lo que Él quierey hacer su voluntad. Es un reflejo de lo que vivió Jesús en la tierra con su naturalezahumana: siempre estuvo unido al Padre e hizo lo que a Él le agrada.La armonía interior que viene de la comunión con Dios nos lleva a la comunióncon otras personas que también viven ‘en el Espíritu’ y produce la comunión conlos hermanos. Esta comunión da una profunda unidad ente los hombres, sin destruirlas diferencias propias de la personalidad de cada uno. Esta comunión nos da larecta convivencia con los demás y nos ayuda a usar rectamente de las cosasmateriales.

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Cuando abrimos nuestro corazón al Espíritu Santo, Él nos comunica su ser divino,en la medida en que es capaz nuestra naturaleza humana; Él es, pues, el que nosda la comunión con Dios. Pero también Él es el que nos impulsa a abrir nuestroscorazones a los demás y a apreciar las cosas materiales sólo en lo que valen. Élnos da, pues, la comunión con los hermanos.

9. CANTO.

10. LEE, MEDITA Y ACTÚA.

Día 1 1 Co 1,4-9 Dios nos ha llamado a la comunión con Él ynos llena de todos los bienes.

Día 2 1 Jn 1,5-7 La comunión con Dios nos hace caminar enla luz y tener comunión con los hermanos.

Día 3 1 Co 10,14-22 La Eucaristía nos da la comunión con Jesús ynos la aumenta.

Día 4 Hch 2,42-47 La comunidad ‘acudía a la comunión’, que erala entrega libre de bienes para los demás.

Día 5 Ef 4,1-16 El Espíritu nos da la unidad con Dios y conlos hermanos hasta llegar a la perfección.

Día 6 Flp 2,1-11 La comunión con Jesús y sus sentimientosnos lleva a la comunión con los demás.

Día 7 Hch 4,23-35 La comunidad estaba llena de Dios y enperfecta unidad entre sus miembros.

11. MEMORIZA:

“QUE ESTÉIS EN COMUNIÓN CON NOSOTROS. Y NOSOTROS ESTAMOS EN COMUNIÓN CON EL PADRE Y CON

SU HIJO, JESUCRISTO” (1 Jn 1,3)

12. REPITE FRECUENTEMENTE:

” SI ESTAMOS EN LA LUZ, ESTAMOS EN COMUNIÓN UNOS CON OTROS”(1 Jn 1,7).

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3. El Espíritu Santo da inicio a laIglesia que fundó Jesús.

Objetivo:Conoceremos en qué consistió la acción delEspíritu Santo sobre la Iglesia el día dePentecostés. Decidiremos vivir en la Iglesia paragozar de la certeza de la acción santificadora delEspíritu Santo.

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1. REVISIÓN DEL TRABAJO PERSONAL

EXPONDREMOS CÓMO CUMPLIMOS EL TRABAJO PERSONAL DURANTELA SEMANA Y QUÉ EXPERIENCIAS TUVIMOS AL CUMPLIRLO.

2. PARTIR DE LA EXPERIENCIA Y REVIVIRLA.

HABLAREMOS VOLUNTARIAMENTE DE NUESTRAS EXPERIENCIAS.1. ¿Fue Pentecostés un regalo para los Apóstoles o un don a la Iglesia?

2. ¿Cuál es la misión propia del Espíritu Santo en la Iglesia?

3. ¿Qué cosa da el Espíritu Santo a los laicos para bien de toda la Iglesia?

3. DOCTRINA O CONTENIDO DEL TEMA.

LECTURA PARTICIPADA Y COMENTADA. CADA UNO DE NOSOTROS LEERÁEN VOZ ALTA UN PÁRRAFO Y AL FINAL HAREMOS COMENTARIOS.“Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en un mismo lugar. De repentevino del cielo un ruido como el de una ráfaga de viento impetuoso, que llenó toda la casaen la que se encontraban. Se les aparecieron unas lenguas como de fuego que serepartieron y se posaron sobre cada uno de ellos; quedaron todos llenos del Espíritu Santoy se pusieron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les concedía expresarse”. (Hch2,1-4).Pentecostés fue el don del Espíritu a la Iglesia.Estaban pues ‘todos’ los Apóstoles, los elegidos por Jesús. Ellos formaban, conotros más, la primera comunidad en la que tendría principio la vida de la Iglesia.Del mismo modo que Jesús, al principio de su vida pública, recibió el EspírituSanto una vez bautizado, para llevar a cabo su misión, así también el día dePentecostés el Espíritu Santo vino sobre los Apóstoles para dar principio a la viday la misión de la Iglesia.El Espíritu Santo no vino a gente aislada, sin relaciones de unas con otras, sino alas personas que estaban unidas por el encargo que Jesús les había hecho: “Id,pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y delHijo y del Espíritu Santo” (Mt 28,19).El Espíritu Santo fue dado a la Iglesia para iniciar su misión de predicar a todo elmundo. Ese mismo día, como parte de la ‘venida del Espíritu Santo’ los Apóstolespor primera vez predicaron: Pedro, con los Once, comenzaron a dar testimoniode Jesús y a decir a los reunidos: ‘Convertíos... hacéos bautizar… recibiréis elEspíritu Santo’.La era de la Iglesia comenzó con la venida del Espíritu sobre los Apóstoles reunidosjunto con María, la Madre del Señor. El Espíritu desplegó un fuego y un poderextraordinarios que encendía a las multitudes y dio a los Apóstoles la certeza y laconfianza en el poder del Espíritu Santo para realizar la tarea de llamar a todas lasgentes a la conversión, a la entrega a Jesucristo por la fe y a la recepción delEspíritu Santo.

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El Espíritu Santo, guía invisible de la Iglesia.Desde Pentecostés el Espíritu Santo asumió la guía invisible de la Iglesia. La unióndel Espíritu Santo y de la Iglesia es interna; el Espíritu Santo no ‘ayuda’ a la Iglesia;constituye y hace la Iglesia; sin Él no habría Iglesia.En Pentecostés llenó con su ser a los primeros miembros de la Iglesia, los Apóstolesy los ‘laicos’. Les dio la experiencia hablar movidos por Él, les dio capacidad deservir a los demás con sus carismas, les hizo saber que, siendo débiles y cobardes,Él los hacía obedientes y valientes para predicar al Señor Jesús. Y Pentecostés seperpetúa en la Iglesia con los sacramentos de la Confirmación y del Orden: en elloslos cristianos reciben el Espíritu Santo y la fortaleza.El Espíritu Santo sigue guiando a la Iglesia a toda la verdad. La sigue enriqueciendocon nuevos cristianos que se entregan plenamente a Jesús; la llena de Su presencia;la santifica en cada uno de sus miembros ayudándoles a ser dóciles, dándolesdones jerárquicos y diversos carismas con los que les da el derecho y la obligaciónpara actuar en la Iglesia y los capacita para servirla. Y al mismo tiempo, el EspírituSanto, como constructor de la Iglesia, da unidad a toda la Iglesia. Él, el dador de vida,la mantiene viva, unida en un solo Cuerpo con su Cabeza, Jesús, con una misma yúnica vida. La Iglesia es así un “misterio de comunión” por obra del Espíritu Santo.Él está presente y actúa en todos y en cada uno de los sacramentos de la Iglesia: hacela Eucaristía, se da en el Bautismo y en la Confirmación, ‘es el perdón de lospecados’, se da a los esposos en el Matrimonio, es infundido por el sacramento delOrden y se hace presente en quien recibe la Unción de los Enfermos.El Espíritu Santo, además, ‘pone como vigilantes, para pastorear a la Iglesia de Dios’ (cf.Hch 20,28) a algunos a los que capacita para el desempeño de su misión y losacompaña y fortalece en el desempeño de su tarea.“La comunidad cristiana está integrada por hombres que, reunidos en Cristo songuiados por el Espíritu Santo en su peregrinar hacia el Reino del Padre y hanrecibido la buena nueva de la salvación para comunicarla a todos. La Iglesia porello se siente intima y realmente solidaria del género humano y de su historia»(Concilio Vaticano. Gaudium et Spes 1)

4. ENCUENTRO CON LA PALABRA DE DIOS.

NOS PONEMOS DE PIE PARA ESCUCHAR LA PALABRA DE DIOS.Hch 22,1-13.

5. SILENCIO Y REFLEXIÓN.

DEJEMOS QUE LA PALABRA DE DIOS NOS TRANSFORME. GUARDAREMOSSILENCIO DURANTE ALGUNOS MINUTOS PARA ACOGER EN NUESTROINTERIOR LA PALABRA DE DIOS.

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6. COMPARAR NUESTRA REALIDAD CON LO QUE NOS PIDE ELSEÑOR.

CONTESTAREMOS VOLUNTARIAMENTE A LAS SIGUIENTES PREGUNTAS:1. ¿Crees que el Espíritu Santo está presente en toda la Iglesia, formada por sacerdotesy laicos?

2. ¿Al recibir algún sacramento piensas que en él vas a recibir el Espíritu Santo?

3. ¿Cuánto le toca al Espíritu Santo hacer la unidad de la Iglesia y cuánto anosotros?

7. ORACIÓN COMUNITARIA.

HAREMOS ENTRE TODOS UNA ORACIÓN COMUNITARIA ALABANDO YDANDO GRACIAS AL ESPÍRITU SANTO QUE HACE TAN ADMIRABLE A LAIGLESIA.

8. RESUMEN.

El día de Pentecostés vino el Espíritu Santo al grupo de los Apóstoles unidos porel encargo de Jesús de ir a predicar a todas las naciones. Estaban con María enoración, para recibir la Promesa del Padre.Ese mismo día comenzó la predicación de la Iglesia con el discurso de Pedro y delos Once ante la multitud que se había reunido al oír el ruido que produjo elviento impetuoso. Los Apóstoles quedaron transformados y experimentaron elpoder del Espíritu Santo que a ellos, débiles, ignorantes y cobardes, les dio poderpara hablar con entereza ante todo el pueblo.Desde ese día el Espíritu Santo es el guía de la Iglesia. Él está en todos sus miembros,sacerdotes y laicos, y al les da unidad; les da dones que los hacen dóciles a suacción y les da carismas, que son capacidades para actuar en la Iglesia, que les danderecho y obligación de trabajar en ella y de dar a conocer a Jesús.El Espíritu Santo siempre está dando la garantía de que la Iglesia permanecerá enla verdad, porque Él “nos llevará hasta la verdad completa”. El asegura también launidad de toda la Iglesia, dándonos la única vida divina y haciéndonos una sola“comunión”. Él actúa y se da a Sí mismo en cada uno de los sacramentos y a losque Él decide los pone como Pastores que la apacienten y nutran. En toda su vida,la comunidad de la Iglesia se siente así solidaria con todos los hombres y secompromete a dar a conocer a su Salvador y a su Espíritu que hacen la grantransformación de la humanidad.

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9. CANTO.

10. LEE, MEDITA Y ACTÚA.

Día 1 Hch 2,14-36 La primera predicación de la Iglesia, inspiraday dirigida por el Espíritu Santo.

Día 2 Hch 5,21-33 Los Apóstoles dan testimonio con el EspírituSanto acerca de Jesús.

Día 3 Hch 4, 23-31 El Espíritu Santo fortalece y alienta a laprimera comunidad cristiana para predicar.

Día 4 Hch 6,1-7 El Espíritu Santo prepara a los diáconosllenándolos de Sí mismo.

Día 5 Hch 7,51-60 Esteban ‘lleno de Espíritu Santo’ dice lo queel Espíritu pone en su corazón.

Día 6 Hch 10,34-48 El Espíritu Santo es el principal agente de laevangelización.

Día 7 Hch 15,22-29 Así se gobierna la Iglesia: ‘Hemos decidido elEspíritu Santo y nosotros”

11. MEMORIZA:

“NO PODÍAN RESISTIR A LA SABIDURÍA Y AL ESPÍRITU CON QUE HABLABA” ESTEBAN. (Hch 6,10)

12. REPITE FRECUENTEMENTE:

“RECIBIRÉIS LA FUERZA DEL ESPÍRITU SANTO, QUE VENDRÁ SOBRE VOSOTROS Y SERÉIS MIS TESTIGOS

… HASTA LOS CONFINES DE LA TIERRA” (Hch 1,8)

21

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4. María, en El Espíritu, Madre delCuerpo de Cristo.

Objetivo:Conoceremos la participación de María santísimaen la Iglesia, como Madre; renovaremos yprofundizaremos nuestra relación filial con María,la madre de la Iglesia.

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1. REVISIÓN DEL TRABAJO PERSONAL

EXPONDREMOS CÓMO CUMPLIMOS EL TRABAJO PERSONAL DURANTELA SEMANA Y QUÉ EXPERIENCIAS TUVIMOS AL CUMPLIRLO.

2. PARTIR DE LA EXPERIENCIA Y REVIVIRLA.

HABLAREMOS VOLUNTARIAMENTE DE NUESTRAS EXPERIENCIAS.1. ¿Qué queremos decir prácticamente cuando decimos que María es Madre de laIglesia?

2. ¿El Espíritu Santo hizo a María Madre de Jesús, la hizo también Madre de laIglesia?

3. ¿Qué es lo que María nos ha dado para ser Madre de nosotros, que somos laIglesia?

3. DOCTRINA O CONTENIDO DEL TEMA.

LECTURA PARTICIPADA Y COMENTADA. CADA UNO DE NOSOTROS LEERÁEN VOZ ALTA UN PÁRRAFO Y AL FINAL HAREMOS COMENTARIOS.Son varias las verdades que nos llevan a saber que María ha sido constituidaMadre de la Iglesia.María, Madre de la Cabeza y de los miembros.Por obra del Espíritu Santo, María fue hecha Madre de Dios: así concibió y dio aluz al Hijo de Dios. Pero su Hijo no fue un hombre más, otro entre tantos, unocualquiera, sino el hombre que es ‘Cabeza de la Humanidad’.Esto nos permite decir que, como Jesús es uno con todos los que se le unen porel bautismo, cuando María concibe y da a luz a su Hijo divino, con Él tambiénconcibe y da a luz a todos nosotros que nacemos, vivimos, morimos y resucitamosen Él y con Él. Teniendo presente esta verdad, San Basilio llama a la Navidad el«día natalicio de la humanidad». Así como los miembros no tienen subsistencia siestán separados de su cabeza, así también nosotros no seríamos nada si nohubiéramos nacido, con nuestra Cabeza, de su Madre María. Toda la Iglesia tiene,pues, como Madre a María, la Madre de Jesús.Permanece en el misterio de la Encarnación.Además, hecha Madre, nunca dejó de vivir en la misma actitud que tuvo cuandoel Ángel le dio el anuncio de la Encarnación, la actitud de acogida constante yplena a cada venida del Espíritu Santo. Y así también vive siempre en el poder dela anunciación, esperando la venida del Espíritu Santo que la hizo Madre del Hijode Dios y que ahora la sigue haciendo Madre de los miembros del Cuerpo de suHijo. Madre en la Cruz y en el Cenáculo.

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4. ENCUENTRO CON LA PALABRA DE DIOS.

NOS PONEMOS DE PIE PARA ESCUCHAR LA PALABRA DE DIOS.Jn 19,25-27

5. SILENCIO Y REFLEXIÓN.

DEJEMOS QUE LA PALABRA DE DIOS NOS TRANSFORME. GUARDAREMOSSILENCIO DURANTE ALGUNOS MINUTOS PARA ACOGER EN NUESTROINTERIOR LA PALABRA DE DIOS.

6. COMPARAR NUESTRA REALIDAD CON LO QUE NOS PIDE ELSEÑOR.

CONTESTAREMOS VOLUNTARIAMENTE A LAS SIGUIENTES PREGUNTAS:1. ¿Crees que María es Madre tuya y de la Iglesia, o crees que es sólo una frasehermosa?

2. ¿Tu fe en que María es nuestra Madre es sólo un sentimiento o es una convicción?

3. ¿Cómo vives con María, Madre tuya y Madre de la Iglesia?

7. ORACIÓN COMUNITARIA.HAREMOS ENTRE TODOS UNA ORACIÓN COMUNITARIA ALABANDO Y DANDOGRACIAS AL SEÑOR QUE NOS DIO A MARÍA COMO MADRE DE CADA UNO Y DE LAIGLESIA.

8. RESUMEN.

9. CANTO.

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10. LEE, MEDITA Y ACTÚA.

Día 1 Mt 12,46-50 María es Madre de Jesús, es dócil a la voluntad del Padre y quiere enseñarlos a serlo.

Día 2 Hch 1,4-14 María, como Madre, acompaña a la Iglesianaciente a recibir y tratar al Espíritu Santo.

Día 3 Lc 2,8-20 María, la Madre, guarda en su corazón susexperiencias como Madre de Jesús.

Día 4 Lc 1,39-45 Guiada por el Espíritu Santo, María, comoMadre, comunica vida y une al Espíritu Santo.

Día 5 Lc 2,22-35 A María se le anuncia que acompañará aJesús en el sufrimiento por salvar a loshombres.

Día 6

Día 7

11. MEMORIZA:

Prueba

12. REPITE FRECUENTEMENTE:

Prueba

26

5. El Espíritu Santo Almade La Iglesia.

Objetivo:Valoraremos la acción del Espíritu Santo en la Iglesiay viviremos con grande alegría su presencia continua enla Iglesia.

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1. REVISIÓN DEL TRABAJO PERSONAL

EXPONDREMOS CÓMO CUMPLIMOS EL TRABAJO PERSONAL DURANTELA SEMANA Y QUÉ EXPERIENCIAS TUVIMOS AL CUMPLIRLO.

2. PARTIR DE LA EXPERIENCIA Y REVIVIRLA.

HABLAREMOS VOLUNTARIAMENTE DE NUESTRAS EXPERIENCIAS.1. ¿Por qué se dice que el Espíritu Santo es “alma de la Iglesia”?

2. ¿Qué acciones nos hace realizar el Espíritu Santo?

3. ¿Qué pasa con los miembros de la Iglesia que no viven con el Espíritu Santo?

3. DOCTRINA O CONTENIDO DEL TEMA.

LECTURA PARTICIPADA Y COMENTADA. CADA UNO DE NOSOTROS LEERÁEN VOZ ALTA UN PÁRRAFO Y AL FINAL HAREMOS COMENTARIOS.

Con frecuencia decimos que alguien es «el alma» de algo, de una institución, deun grupo, etc. Y lo que queremos decir con ello es que sin esa persona la institucióno el grupo no tendría la fuerza y el ánimo de que goza.La comparación está tomada del ser humano, que tiene alma y cuerpo: el cuerposin el alma es un cadáver, carece de vida, no puede moverse. Con el alma, encambio, el cuerpo tiene fuerza y energía y el hombre realiza las actividadespropiamente espirituales del entendimiento y de la voluntad.Alma de la Iglesia.En primer lugar, el Espíritu Santo es “alma de la Iglesia” porque así como el cuerpoestá muerto si no tiene su alma, así el Espíritu Santo, el “dador de vida”, haceque la Iglesia tenga vida. La vida de Dios es la única vida de la Iglesia, y esta vidala tiene por la acción del Espíritu Santo. Cuando Jesús terminó su obra en la tierra,fue enviado el Espíritu Santo el día para santificar a la Iglesia hasta el fin de lostiempos y para que en él tengamos acceso al Padre por medio de Cristo (cf. Ef 2,18). El dador de vida hace en nosotros la “comunión”, esa participación de la vidamisma del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.El es la fuente de agua que salta hasta la vida eterna (cf. Jn 4,14;7,38-39). Por Él, elPadre nos da vida, y nos la seguirá dando hasta que Él nos resucite en nuestroscuerpos mortales en Cristo (cf. Rm 8, 10-11) .En Pentecostés el Espíritu Santo bajó sobre los discípulos para permanecer conellos para siempre; desde entonces, la Iglesia se manifiesta públicamente; ese díacomenzó la difusión del Evangelio por la predicación entre los paganos.En segundo lugar, el Espíritu Santo es alma de la Iglesia porque es su guía. Desdeel día de Pentecostés el Espíritu Santo, que Jesús pidió al Padre que nos lo diera“para que esté con nosotros para siempre” (cf. Jn 14,16), ha sido el guía de laIglesia. Él la guía a toda verdad.

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La era de la Iglesia empezó cuando la Promesa del Padre, que es el Espíritu de laverdad, llegó con toda su fuerza y evidencia sobre los apóstoles, y realizó elnacimiento de la Iglesia. Desde entonces la primera comunidad cristiana tuvo laconciencia de que el Espíritu Santo había asumido la guía invisible —pero encierto modo «perceptible»— de todos los que, después de la partida del SeñorJesús, se sentían profundamente huérfanos.Desde entonces esta presencia y guía del Espíritu Santo no ha faltado a la Iglesiajamás. Lo vemos en las primeras decisiones de los Apóstoles y en los últimosConcilios, enseñanzas y decisiones de los que “ha puesto el Espíritu Santo paraguiar a la Iglesia” (cf. Hch 20,28).El Espíritu Santo, que dio luz y fortaleza a sus Apóstoles, las sigue dando a laIglesia, mediante sus sucesores. La gracia que habían recibido la dieron a suscolaboradores con la imposición de las manos, y ésta sigue siendo transmitida enla ordenación episcopal. Los Obispos, a su vez, con el sacramento del Orden daneste don espiritual a los ministros sagrados y, mediante el sacramento de laConfirmación, dan fortaleza a todos los renacidos por el agua y por el Espíritu; así,en cierto modo, se continúa siempre en la Iglesia la gracia de Pentecostés.En tercer lugar, “el Espíritu habita en la Iglesia y en el corazón de los fielescomo en un templo (cf. 1 Co 3,16;6,19), y en ellos ora y da testimonio de suadopción como hijos (cf. Ga 4,6; Rm 8,15-16.26)” (Concilio Vaticano II).El Espíritu Santo no está ‘fuera de’ la Iglesia, sino en su interior, como el alma en elcuerpo. Por eso la Iglesia canta: “Sin tu divinidad, nada hay en el hombre, nada que sealimpio”. La Iglesia sería nada sin el Espíritu Santo; sólo Él nos hace ser Iglesia y tenervida.Él está muy activo en cada miembro de la Iglesia y en toda ella: toda la oraciónque se hace en la Iglesia procede del Espíritu Santo; todo testimonio acerca deJesucristo procede del Espíritu Santo; toda invocación y toda afirmación verdaderaacerca de Jesús, vienen también de Él.Así como el alma da unidad al cuerpo y cuando ella falta el cuerpo se desintegra,así el Espíritu Santo unifica a la Iglesia y continuamente trabaja para sea unasola, un solo Cuerpo de Cristo.También El la gobierna con diversos dones jerárquicos la provee de diversosdones carismáticos. Todos ellos son diversos, pero todos tienen que ayudar a launidad y la riqueza de la Iglesia. Así, el Espíritu embellece a la Iglesia con susfrutos (cf. Ef 4,11-12; 1 Co 12,4; Ga 5,22).El Espíritu, “alma de la Iglesia”, la rejuvenece con la fuerza del Evangelio, la renuevaincesantemente, le da vigor para luchar, la alegra en la esperanza y la conduce a launión consumada con su Esposo Jesús.

4. ENCUENTRO CON LA PALABRA DE DIOS.

NOS PONEMOS DE PIE PARA ESCUCHAR LA PALABRA DE DIOS.Ef 4,1-16.

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5. SILENCIO Y REFLEXIÓN.

DEJEMOS QUE LA PALABRA DE DIOS NOS TRANSFORME. GUARDAREMOSSILENCIO DURANTE ALGUNOS MINUTOS PARA ACOGER EN NUESTROINTERIOR LA PALABRA DE DIOS.

6. COMPARAR NUESTRA REALIDAD CON LO QUE NOS PIDE ELSEÑOR.

CONTESTAREMOS VOLUNTARIAMENTE A LAS SIGUIENTES PREGUNTAS:1. ¿Has pensado y gozado del hecho de que todos en la Iglesia tengamos un soloEspíritu?

2. ¿Has reflexionado en que tus carismas son para servir a otros y los de otrospara tu servicios?

3. ¿Piensas con frecuencia que nuestras actividades forman una sola Iglesia con unsolo Espíritu?

7. ORACIÓN COMUNITARIA.

HAREMOS ENTRE TODOS UNA ORACIÓN COMUNITARIA ALABANDO YDANDO GRACIAS AL SEÑOR QUE NOS DA UNA SOLA VIDA EN UNA SOLAIGLESIA.

8. RESUMEN.

En el hombre, el alma da vida al cuerpo. Así en la Iglesia, que es un solo Cuerpo,el Espíritu Santo, el “dador de vida”, mediante la comunión da a la Iglesia lavida divina. Sin el Espíritu Santo la Iglesia estaría muerta; pero el Espíritu Santola ha hecho vivir por dos mil años y estará con nosotros hasta el fin de lostiempos. Es la fuente de agua viva que brota para la vida eterna (cf. Jn 4,14).El Espíritu además, es guía de la Iglesia; la conduce a toda verdad. Desde el díade Pentecostés empezó su trabajo de guía dando a los Apóstoles y a la primeracomunidad cristiana, la certeza de su fuerza y de su guía. Esto lo vieron los Apóstolesen sus enseñanzas y en sus decisiones, y lo seguimos viendo en las enseñanzas ylas decisiones que ahora toma la Iglesia en los concilios y en los diversos actos deguía y gobierno que realizan los que el mismo Espíritu ha puesto como pastores.También el donde Pentecostés continúa dándose a todos, como los Apóstoles lodieron a sus sucesores, éstos, que son los obispos, lo han venido dando a otros ya sus colaboradores, los presbíteros; y de modo especial lo dan a los laicos medianteel sacramento de la confirmación.

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Además, el Espíritu habita en la Iglesia y en el corazón de los fieles comoen un templo. Allí el Espíritu hace que la Iglesia ore y dé testimonio de quesomos hijos de Dios. Y también el Espíritu da y construye la unidad de laIglesia. Como a todo cuerpo vivo, le da la unidad necesaria, partiendo de lamultiplicidad de dones jerárquicos y carismáticos con los que enriquece a suIglesia.Así el Espíritu Santo embellece a la Iglesia, la rejuvenece, la renueva, le da vigorpara la lucha, la alegra en la esperanza y la conduce a la unión consumada con suEsposo.

9. CANTO.

10. LEE, MEDITA Y ACTÚA.

Día 1Día 2Día 3Día 4Día 5Día 6Día 7

11. MEMORIZA:

Prueba

12. REPITE FRECUENTEMENTE:

Prueba

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32

6. El Espíritu Santo da Unidada La Iglesia.

Objetivo:Conocerémos como el Espíritu Santo trabajaen la Iglesia para darle unidad y decidiremos viviresa unidad que es garantía de la presencia delEspíritu.

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1. REVISIÓN DEL TRABAJO PERSONALEXPONDREMOS CÓMO CUMPLIMOS EL TRABAJO PERSONAL DURANTE LA SEMANA YQUÉ EXPERIENCIAS TUVIMOS AL CUMPLIRLO.

2. PARTIR DE LA EXPERIENCIA Y REVIVIRLA.

HABLAREMOS VOLUNTARIAMENTE DE NUESTRAS EXPERIENCIAS.1. ¿De veras la Iglesia es una o hay mucha división en la Iglesia?2. ¿En qué consiste la unidad de la Iglesia y cómo se logra?3. ¿Qué hace el Espíritu Santo para lograr la unidad de la Iglesia?

3. DOCTRINA O CONTENIDO DEL TEMA.

LECTURA PARTICIPADA Y COMENTADA. CADA UNO DE NOSOTROS LEERÁEN VOZ ALTA UN PÁRRAFO Y AL FINAL HAREMOS COMENTARIOS.A veces pensamos que la unidad de la Iglesia la hacemos con nuestra buenavoluntad y tratándonos bien. Estas cosas, desde luego son importantes, pero nohacen la unidad de la Iglesia, sólo ayudan a conservarla.La unidad de la Iglesia no es exterior ni superficial; el buen trato sólo es algoexterno, pero la unidad de la Iglesia es como la unidad que tienen el Padre, el Hijoy el Espíritu Santo. Las tres Personas Divinas no sólo se tratan bien, sino que sonun solo Dios.La acción del Espíritu Santo en la Iglesia tampoco consiste en ‘ayudarla’ o en ‘darleluces’ para que haga su trabajo. Esa acción hace la Iglesia, de tal modo que sin suacción no habría Iglesia. Sólo Él es el constructor de la Iglesia.La Iglesia es un misterio de comunión.La Iglesia es un misterio; no la entendemos plenamente. No es un simple agregadode personas; no es una sociedad más; no es sólo un grupo que influye políticamentepor sus costumbres y sus valores; no consiste en que todos tengamos una misma‘creencia’; no es, ni siquiera, una gran multitud que tienda a un mismo fin. Todasestas cosas las tiene la Iglesia, pero aunque las tiene ella no es eso.La Iglesia es ante todo ‘un cuerpo vivo’. Y esto no lo vemos con los ojos decarne, ni sabemos cómo es que todos somos un solo Cuerpo Místico (misterioso)de Cristo. Somos el cuerpo vivo de Jesús, Él es nuestra Cabeza. Y esto quiere decirque Jesús y nosotros somos uno, y que nosotros también somos uno entre nosotroscon Jesús.Y cada cuerpo vivo es uno precisamente porque tiene vida. La vida de Dios sellama y es “comunión”. La comunión en Dios es su unidad, es su mutua entrega ydonación. Y la comunión en Dios, la unión del Padre y del Hijo, es el EspírituSanto. El que hace la unidad de Dios hace también la unidad de los hombres enCristo.

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La misma Iglesia, por tanto, no es principalmente una obra humana. Por eso hatenido la garantía de existir a lo largo de veinte siglos y durará hasta el fin de lostiempos. Ningún ser humano podrá decir que la existencia de la Iglesia se debesólo a un hombre o a un grupo de ellos; unidad de la Iglesia, por tanto, no la hacenlos hombres, sino el mismo Espíritu Santo.Bautizados en el mismo Espíritu.Cada uno al ser bautizado se convierte en templo del Espíritu Santo y Éste lo llenade su presencia, lo santifica y pone en él la relación con cada una de las divinasPersonas y con los demás miembros de la Iglesia. Además, le comunica su amor(el mismo con el que ama al Padre y al Hijo) y lo hace capaz de realizar cosassegún Dios.Haciendo esto en cada uno, el Espíritu Santo va haciendo el Cuerpo de Cristo ysu unidad. No hemos sido bautizados en varios ‘espíritus’, sino “en un solo Espíritupara ser un solo Cuerpo” (1 Co 12,13). El Espíritu Santo es el único que hace laIglesia y al mismo tiempo el que hace su unidad.Y Él, que hace la unidad del Padre y del Hijo, es el mismo que hace nuestraunidad. Por eso el Concilio dice, con las palabras de San Cipriano, que la Iglesia es“un pueblo reunido por la unidad del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”.El Espíritu Santo nos da el verdadero amor.En la unidad interna que el Espíritu Santo da a la Iglesia nosotros tenemos algoque hacer: nos toca vivir y ejercitar esa unidad y, por tanto, mantenerla; porque, sibien no somos los autores de la unidad si podemos vivirla y mantenerla, perotambién podemos destruirla. Para vivir, ejercitar y mantener esa unidad el EspírituSanto nos da su mismo ser, que es el AMOR, pero el amor divino, el amor con elque se ama Dios a sí mismo y con el que nos ama a nosotros.Nosotros pues, colaboramos con la obra del Espíritu Santo en la construcción dela unidad de la Iglesia ejercitando “el amor de Dios que ha sido derramado en nuestroscorazones por el Espíritu Santo que se nos ha dado” (Rm 5,5).La unidad de la Iglesia es una cosa tan importante que constituyó una parte de laoración de Jesús en la última cena: “Padre, que todos sean uno, como Tú, Padre en míy Yo en Ti, así también ellos sean uno en nosotros. Yo les he dado la gloria que Tú me distepara que sean uno, como nosotros somos uno” (Jn 17,21-22).Y si el Espíritu hace la unidad de las personas cristianas, también hace la unidad delas Iglesias particulares. En todas ellas está el Espíritu Santo construyendo el Cuerpode Cristo y su unidad. La comunión que une a la Iglesia se manifiesta entre lasIglesias por su comunión con la Iglesia de Roma, encomendada a Pedro y a sussucesores.Mantenerse en la comunión no es cosa de sumisión disciplinaria, es más bien unadecisión de permanecer en la unidad de la vida de Cristo en nosotros. La comunióncon el Obispo en la Diócesis y de las diócesis con el Papa es obra del EspírituSanto ya la que colaboramos, en la fe, con nuestro amor.

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4. ENCUENTRO CON LA PALABRA DE DIOS.

NOS PONEMOS DE PIE PARA ESCUCHAR LA PALABRA DE DIOS.Jn 17,20-23

5. SILENCIO Y REFLEXIÓN.

DEJEMOS QUE LA PALABRA DE DIOS NOS TRANSFORME. GUARDAREMOSSILENCIO DURANTE ALGUNOS MINUTOS PARA ACOGER EN NUESTROINTERIOR LA PALABRA DE DIOS.

6. COMPARAR NUESTRA REALIDAD CON LO QUE NOS PIDE ELSEÑOR.

CONTESTAREMOS VOLUNTARIAMENTE A LAS SIGUIENTES PREGUNTAS:1. ¿Por qué Jesús no nos mandó tener unidad entre nosotros, sino sólo la pidióal Padre?

2. ¿Qué podemos hacer nosotros por la unidad de la Iglesia?

3. ¿Con qué fe vemos a la Iglesia, a sus miembros, a sus cualidades y defectos?

7. ORACIÓN COMUNITARIA.HAREMOS ENTRE TODOS UNA ORACIÓN COMUNITARIA ALABANDO Y DANDOGRACIAS AL SEÑOR QUE NOS DA UNA UNIDAD CON ÉL Y ENTRE NOSOTROS SUPERIORA CUALQUIER UNIDAD QUE LOS HOMBRES PUEDAN PENSAR.

8. RESUMEN.

La unidad de la Iglesia es ante todo un hecho interior de su vida misma. Estáformada por la unidad de vida que Dios le da. Proviene de la unidad de Dios, quees tres personas y un solo Dios. Esta unidad no la podemos hacer los hombres. Lahace el Espíritu Santo que es quien hace la unión del Padre y del Hijo.La unidad de la Iglesia se llama “comunión” y es una prolongación de la comuniónque hay entre las tres Divinas Personas. La comunión nos hace tener la mismavida y lo que tiene una misma vida, como los diversos miembros y células de uncuerpo, tiene una unidad interior.La unidad de la Iglesia no es por tanto unidad disciplinaria, ni de simple obedienciaexterna, ni, mucho menos, de imposición. Es la unidad que hay entre la Cabeza ylos miembros de un Cuerpo (el de Cristo) y de los miembros entre sí. El autor deesta unidad es el mismo Espíritu Santo.Al ser bautizados, cada cristiano se transforma en templo del Espíritu Santo: habitaen él, lo llena de su divinidad, santidad y plenitud divina. Y como Dios es Amor, elEspíritu Santo nos llena del verdadero amor a Dios y a los hombres.

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El hombre tiene que poner su parte en esta unidad de la Iglesia. Aunque no es elautor de la unidad, tiene que vivirla, ejercitarla y mantenerla. Lo que de veras haydentro de nosotros tiene que manifestarse en el exterior. Así es como la obra delEspíritu Santo, que es la Iglesia, se entiende como “un pueblo reunido por la unidad delPadre, del Hijo y del Espíritu Santo”. Ser miembro de la Iglesia implica el ejercicio dela fe que nos hace ver, por encima de las cualidades y defectos de sus miembros,la unidad que el Espíritu Santo realiza entre nosotros con Dios.

9. CANTO.

10. LEE, MEDITA Y ACTÚA.

Día 1 Jn 17,9-24 La unidad de los que pertenecen a Jesús esun don del Padre realizado por el Espíritu Santo.

Día 2 Hch 2,42-47 El Espíritu Santo recibido hace la comunidadde un solo corazón y una sola alma.

Día 3 Ef 2,11-22 El Espíritu Santo nos rescata de las obrasmuertas a la unidad en Cristo Jesús.

Día 4 Ef 4,1-6 Vivir en la Iglesia es vivir la fe en la unidadque nos da el Espíritu Santo dentro de ella.

Día 5 Ga 3,23-29 “Vosotros sois uno en Cristo Jesús” por obra delEspíritu Santo.

Día 6 Hch 2,1-13 El Espíritu Santo viene a cada uno delos Apóstoles pero los hace un solocolegio apostólico.

Día 7 Rm 12,3-21 La vida en el Espíritu ejercita y mantiene launidad que nos da el Espíritu Santo.

11. MEMORIZA:

“Todos hemos bebido de un solo Espíritu” (1 Co.12,13)

12. REPITE FRECUENTEMENTE:

“La Iglesia es “un pueblo reunido por la unidad del Padre, del Hijo y del EspírituSanto” (Concilio Vaticano II)

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7. El Espíritu Santo hace Santa aLa Iglesia.

Objetivo:Conoceremos como el Espíritu Santo Santificaa La Iglesia y decidiremos ser Dóciles a su AcciónSantificadora.

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1. REVISIÓN DEL TRABAJO PERSONAL

EXPONDREMOS CÓMO CUMPLIMOS EL TRABAJO PERSONAL DURANTELA SEMANA Y QUÉ EXPERIENCIAS TUVIMOS AL CUMPLIRLO.

2. PARTIR DE LA EXPERIENCIA Y REVIVIRLA.

HABLAREMOS VOLUNTARIAMENTE DE NUESTRAS EXPERIENCIAS.1. ¿En qué consiste la santidad de la Iglesia?

2. ¿Cómo se hace santos a los miembros de la Iglesia?

3. ¿Qué hace el Espíritu Santo para santificar a la Iglesia?

3. DOCTRINA O CONTENIDO DEL TEMA.

LECTURA PARTICIPADA Y COMENTADA. CADA UNO DE NOSOTROS LEERÁEN VOZ ALTA UN PÁRRAFO Y AL FINAL HAREMOS COMENTARIOS.Qué es la santidad de la Iglesia.La santidad de la Iglesia consiste en la comunión que ella tiene con la SantísimaTrinidad, es la misma santidad de Dios. La Iglesia la recibe de Dios, no la hacen loshombres, no es una cualidad propia del hombre. Gustosa, generosa y gratuitamentela da Dios a su Iglesia. Ella es santa desde que comenzó a existir, el día dePentecostés: ese día el Espíritu Santo formó e hizo santo a ese cuerpo misteriosode Cristo. En ese Cuerpo, que es la Iglesia, Dios, que es el único santo, reúne a loshombres para hacerlos santos y en ella Él está presente.Santo, especialmente, es el Espíritu de Dios porque Él es el que viene a habitar enla Iglesia y en cada uno de sus miembros. El Espíritu Santo es la misma “comunión”del Padre con el Hijo, de Jesús con los hombres, y de la Iglesia con el Padre. Poreso dice San Pablo que “por Él (por Cristo) unos y otros tenemos libre acceso al Padreen un mismo Espíritu” (Ef 2,18)El Espíritu Santo, por tanto, es el que hace santa a la Iglesia uniendo a los hombrescon Dios. Así como el Espíritu Santo santificó y consagró el cuerpo de carne deJesucristo el día en que fue bautizado en el Jordán, así ahora el mismo EspírituSanto santifica y consagra al “Cuerpo místico” de Cristo, que es su Iglesia.La santidad de la Iglesia es, pues, Dios mismo; no son los hombres los que hacensanta a la Iglesia. La santidad indica sobre todo el ser de Dios, no la santidad quelos hombres tenemos que adquirir y ejercitar viviendo la vida misma de Dios.La santidad de la Iglesia es para los hombres.El Espíritu Santo ha hecho la Iglesia para que ‘congregue’ a los hombres, losconvoque, los reúna: la palabra ‘Iglesia’ significa ‘convocación’ La Iglesia santacomunica a los hombres la naturaleza de Dios, su misma vida divina. La santidadde los miembros de la Iglesia consiste en participar de la naturaleza divina. LaIglesia comunica la santidad de Dios uniendo a los hombres a sí misma.

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La comunicación de esta naturaleza santa de Dios a los hombres la hace la Iglesiamediante la “comunión” misma. El apóstol San Juan dice “La vida eterna se manifestó,y nosotros la hemos visto y damos testimonio y os anunciamos la Vida eterna, que estabavuelta hacia el Padre y que se nos manifestó. Lo que hemos visto y oído, os lo anunciamos,para que también vosotros estéis en comunión con nosotros. Y nosotros estamos encomunión con el Padre y con su Hijo, Jesucristo” (1 Jn 1,2-3)Esta ‘comunión’ de Dios con el hombre no es una cosa externa, sino que tocaprofundamente a la persona y la cambia, la transfigura y la consagra y de estemodo le comunica la santidad de Dios en lo más profundo de su ser.El hombre así ‘tocado’ por Dios tiene la santidad básica, primera. Esta santidad sedesarrolla después por medio del ejercicio de la fe y con las cosas santas, es decir,los sacramentos, la Palabra de Dios, los carismas, las prácticas de las virtudes,especialmente de la caridad. Así, con la acción del Espíritu Santo en nuestro ser ycon nuestra respuesta dócil a sus inspiraciones, convertidos ya “conciudadanos delos santos y familiares de Dios”, vamos “siendo juntamente edificados, hasta ser moradade Dios en el Espíritu” (Ef 2,18,22).‘Vamos siendo edificados’ significa que vamos siendo purificados, nos ‘convertimos’para que de veras brille en nuestras vidas la santidad misma de Dios. Así lasantidad moral, a la que todo cristiano está llamado, va siendo realizada por elEspíritu Santo con la colaboración nuestra. Por eso escribió San Cirilo de Jerusalén:“Desde Pentecostés la Iglesia está llena de santos”. “Él, el Espíritu Santo, es, enefecto, el Santo que santifica, ayuda y amaestra a la Iglesia.La Iglesia es ‘la Comunión de los Santos’.La Iglesia, “llena de santos”, es la “comunión” de todos ellos. Esto significa que lasantidad misma que es Dios, está en todos ellos; significa también que toda lariqueza de santidad que hay en los miembros de la Iglesia nos beneficia a todossus miembros. Somos, pues, parte de un pueblo de santos.Esto no quiere decir que en la Iglesia no haya pecadores; no sólo somos personasque llevan en sí la capacidad de pecar, sino que, de hecho, tenemos la experienciadel pecado. Pero junto con él tenemos la experiencia de la salvación del pecado,y ésta es fruto de la acción del Espíritu Santo en nuestras vidas.

4. ENCUENTRO CON LA PALABRA DE DIOS.

NOS PONEMOS DE PIE PARA ESCUCHAR LA PALABRA DE DIOS.1 Pe 2,1-10

5. SILENCIO Y REFLEXIÓN.

DEJEMOS QUE LA PALABRA DE DIOS NOS TRANSFORME. GUARDAREMOSSILENCIO DURANTE ALGUNOS MINUTOS PARA ACOGER EN NUESTROINTERIOR LA PALABRA DE DIOS.

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6. COMPARAR NUESTRA REALIDAD CON LO QUE NOS PIDE ELSEÑOR.

CONTESTAREMOS VOLUNTARIAMENTE A LAS SIGUIENTES PREGUNTAS:1. ¿Respetas la santidad que Dios te ha dado y la cultivas en la docilidad al EspírituSanto?

2. ¿Te das cuenta de que Dios quiere hacer contigo, unido a tus hermanos, elpueblo santo?

3. ¿Ves cómo los pecadores, dentro de la Iglesia se purifican y transforman ensantos?

7. ORACIÓN COMUNITARIA.

HAREMOS ENTRE TODOS UNA ORACIÓN COMUNITARIA ALABANDO YDANDO GRACIAS AL SEÑOR ESPÍRITU SANTO QUE TRABAJAINCESANTEMENTE PARA HACER SANTOS A TODOS LOS MIEMBROS DE LAIGLESIA.

8. RESUMEN.

La santidad de la Iglesia es la santidad misma de Dios, que es el único santo. Lasantidad de Dios es su mismo ser. De modo especial llamamos ‘santo’ al Espíritude Dios, que es el lazo de unión del Padre y del Hijo. Él también es el lazo de uniónde los hombres con Dios y de los hombres entre sí. El Espíritu de Dios nos une alúnico Dios dándonos lo que Él es, la Caridad, que es Dios mismo y es la unión delPadre y del Hijo.La santidad que Dios da a su Iglesia por el Espíritu Santo tiene como fin que loshombres adquieran la santidad, la naturaleza de Dios, uniéndose a ella. Al hacersu Iglesia Dios la ha dotado de todo lo que necesitan los hombres para llenarse deDios y así ser santos. La Iglesia es una ‘convocación’ y por eso congrega a loshombres con el único fin de darles la vida de Dios. La Iglesia, nos dice el ConcilioVaticano, es “signo e instrumento de la unión íntima con Dios y de la unidad detodo el género humano”. Esta unión que da la Iglesia no es una invención humanani una ‘dinámica de integración’, sino es la “comunión del Padre, y del Hijo y delEspíritu Santo”, comunión que nos da el mismo Espíritu Santo.Esta “comunión” que se nos da y es la santidad de Dios, tenemos que ejercitarla,para llegar nosotros “al estado de hombre perfecto” (Ef 4,13), cooperando así a lagracia que nos da el Espíritu Santo. La comunión no es un don que no se mueve,por el contrario, es vida que se muestra en el movimiento. La comunión es paraejercitarse y vivirse. Al hacerlo así llegamos a mostrar de una manera menosimperfecta la santidad de Dios en nuestras vidas, en nuestra conducta y en nuestrasrelaciones.La Iglesia es “la comunión de los santos”. Y con estas palabras se quiere decir que

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toda la santidad que Dios da a la Iglesia, toda la santidad que tienen los miembrosde la Iglesia, todo lo bueno que ellos hacen, es un tesoro que comparten todos losque forman parte de la Iglesia. Cualquier miembro de la Iglesia que responde alEspíritu santificador, ayuda a todos los demás miembros de la Iglesia a llegar a lasantidad. Esto no quiere decir que en la Iglesia no haya pecadores; éstos están enla Iglesia para recibir la santidad que Dios da a la Iglesia y para experimentar laobra de la salvación que hizo Jesús y el Espíritu Santo aplica a nuestras vidas.

9. CANTO.

10. LEE, MEDITA Y ACTÚA.

Día 1 Ap 4,1.11 La visión que Juan tuvo del trono de Diostres veces santo.

Día 2 1 Co 1,1-3 Dios nos llama a la Iglesia, que es santa, paraque lleguemos a ser santos.

Día 3 Os 11,1-9 Dios es santo, por eso no actúa como loshombres contra el pecador.

Día 4 Mc 1,21-27 Jesús es “el santo de Dios”.Día 5 Ef 1,3-14 Dios nos eligió para hacernos santos en la

Iglesia por obra del Espíritu Santo.Día 6 Ef 4,1-6 Hemos recibido por el bautismo en la Iglesia

el llamado a vivir la santidad de Dios.Día 7 1 Ts 4,1-8 Llamados a la santidad, como conviene para

agradar a Dios santo.

11. MEMORIZA:

“Santo, Santo, Santo, Señor, Dios Todopoderoso, Aquel que era, que es y que va avenir” (Ap 4,8)

12. REPITE FRECUENTEMENTE:

“PONIENDO EMPEÑO EN CONSERVAR LA UNIDAD DEL ESPÍRITU CON EL VÍNCULO DE LA PAZ” (EF

4,3)

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8. El Espíritu da Carismas yMinisterios a La Iglesia.

Objetivo:Conoceremos qué son los carismas y losministerios y los apreciaremos como regalos delEspíritu Santo a su Iglesia.

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1. REVISIÓN DEL TRABAJO PERSONAL

EXPONDREMOS CÓMO CUMPLIMOS EL TRABAJO PERSONAL DURANTELA SEMANA Y QUÉ EXPERIENCIAS TUVIMOS AL CUMPLIRLO.

2. PARTIR DE LA EXPERIENCIA Y REVIVIRLA.

HABLAREMOS VOLUNTARIAMENTE DE NUESTRAS EXPERIENCIAS.1. ¿Para qué sirven los carismas en la Iglesia?

2. ¿Qué ministerios conoces en la Iglesia y para qué son?

3. ¿Qué carismas o ministerios tienes tú y cómo los usas?

3. DOCTRINA O CONTENIDO DEL TEMA.

LECTURA PARTICIPADA Y COMENTADA. CADA UNO DE NOSOTROS LEERÁEN VOZ ALTA UN PÁRRAFO Y AL FINAL HAREMOS COMENTARIOS.Qué son los carismas.Los carismas son gracias que Dios da gratuitamente a todos los miembros de laIglesia para que sirvan a la comunidad. Son, por tanto, capacidades que Diosregala a las personas, “muy conformes y útiles a las necesidades de la Iglesia” yson, por tanto, para servirla.No hay que pensar que los carismas son sólo para unos cuantos; son para todoslos fieles y Dios los da a cada cristiano con su bautismo. Y estos carismas son losque nos hacen responsables de la vida de la Iglesia. Los carismas son “talentos”que todos tenemos y debemos utilizar para hacer crecer la vida de la Iglesia.El Concilio Vaticano II nos dice que Dios, además de santificar a la Iglesia con lossacramentos y las virtudes, “«distribuye sus dones a cada uno según quiere» (1Co 12,11), reparte entre los fieles de cualquier condición incluso gracias especiales,con que los dispone y prepara para realizar variedad de obras y de oficiosprovechosos para la renovación y más amplia edificación de la Iglesia según aquellaspalabras: «A cada uno se le otorga la manifestación del Espíritu para comúnutilidad» (1 Co 12,7)”.No son por tanto ‘dones’ naturales con los que nacen las personas, siempre sondones especiales concedidos por Dios. Él da, por tanto, los carismas con unafinalidad clara: el servicio a la santificación de la Iglesia; no son regalos para provechode la personas que los reciben, sino para que quienes los reciben los utilicen alservicio de “la renovación y la edificación” de toda la Iglesia.

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El uso de los carismas.La enseñanza que nos da el Concilio nos hace ver la responsabilidad que tienenlos fieles de usar los carismas: “De la recepción de estos carismas, incluso de losmás sencillos, procede a cada uno de los creyentes el derecho y la obligación deejercitarlos para bien de los hombres y edificación de la Iglesia, ya en la Iglesiamisma, ya en el mundo, en la libertad del Espíritu Santo, que «sopla donde quiere»(Jn 3,8).Pero el uso de los carismas nunca debe ser aislado de los demás miembros de laIglesia, sino “en unión con los hermanos en Cristo, sobre todo con sus pastores, aquienes pertenece el juzgar su genuina naturaleza y su debida aplicación, no porcierto para que apaguen el Espíritu, sino con el fin de que todo lo prueben yretengan lo que es bueno (Cf. 1 Ts 5,12; 19,21)”. (A. A. 3)Aunque son siempre dones especiales, unos carismas son más ordinarios y otrosson más bien de tipo extraordinario.Los Ministerios en la Iglesia.

4. ENCUENTRO CON LA PALABRA DE DIOS.

NOS PONEMOS DE PIE PARA ESCUCHAR LA PALABRA DE DIOS.

5. SILENCIO Y REFLEXIÓN.

DEJEMOS QUE LA PALABRA DE DIOS NOS TRANSFORME. GUARDAREMOSSILENCIO DURANTE ALGUNOS MINUTOS PARA ACOGER EN NUESTROINTERIOR LA PALABRA DE DIOS.

6. COMPARAR NUESTRA REALIDAD CON LO QUE NOS PIDE ELSEÑOR.

CONTESTAREMOS VOLUNTARIAMENTE A LAS SIGUIENTES PREGUNTAS:

7. ORACIÓN COMUNITARIA.

HAREMOS ENTRE TODOS UNA ORACIÓN COMUNITARIA ALABANDO YDANDO GRACIAS AL SEÑOR QUE TRABAJA INCESANTEMENTE PARA HACERSANTOS A TODOS LOS MIEMBROS DE LA IGLESIA.

8. RESUMEN.

9. CANTO.

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10. LEE, MEDITA Y ACTÚA.

Día 1Día 2Día 3Día 4Día 5Día 6Día 7

11. MEMORIZA:

Prueba

12. REPITE FRECUENTEMENTE:

Prueba

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9. El Espíritu hace La Comunidadde Salvación Universal

Objetivo:Aprenderemos que el Espíritu Santo siguehaciendo comunidad a todos los que llama a laSalvación y los envía a predicar. Aceptaremos laAcción del Espíritu Santo en nuestras vidas y loobedeceremos.

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1. REVISIÓN DEL TRABAJO PERSONAL

EXPONDREMOS CÓMO CUMPLIMOS EL TRABAJO PERSONAL DURANTELA SEMANA Y QUÉ EXPERIENCIAS TUVIMOS AL CUMPLIRLO.

2. PARTIR DE LA EXPERIENCIA Y REVIVIRLA.

HABLAREMOS VOLUNTARIAMENTE DE NUESTRAS EXPERIENCIAS.1. ¿Por quiénes se interesa o a quiénes dirige su acción el Espíritu Santo?

2. ¿Cómo hace el Espíritu Santo para salvar a todos los hombres en la Iglesia?

3. ¿Has sentido llamados del Espíritu Santo para salvar a otros en la Iglesia?

3. DOCTRINA O CONTENIDO DEL TEMA.

LECTURA PARTICIPADA Y COMENTADA. CADA UNO DE NOSOTROS LEERÁEN VOZ ALTA UN PÁRRAFO Y AL FINAL HAREMOS COMENTARIOS.Cómo hace Dios nuestra salvación.La salvación no es un acto mágico de Dios ni un acto repentino ni improvisado; lagracia que Dios nos da es poderosa, pero con ella Dios nunca violenta o aplastanuestra libertad. Por eso la salvación que Dios nos da requiere siempre quenosotros la queramos, que la hagamos propia y que en la práctica la experimentemosy la veamos actuar.Es verdad que no vemos la salvación en sí misma; pero así como no podemos ver‘la salud’, sino los cuerpos sanos, así también podemos ver hombres que estánviviendo la salvación, aunque a ésta no la podamos ver directamente.En la vida diaria es donde experimentamos la salvación; ésta se va haciendorealidad, nos la vamos aplicando mediante los actos libres concretos, ya libres deldominio del pecado y llenos de la presencia del Espíritu Santo, que realizamos. Allívamos viendo la acción de Jesús que nos va salvando mediante la actividad delEspíritu Santo en nuestras vidas.El Espíritu hace la Iglesia para salvarnos.La salvación que hace Dios se realiza en personas concretas que tienen queejercitar su libertad para aceptarla; pero la obra de salvación no es una acciónpuramente individual, ni mucho menos ‘individualista’.El Espíritu Santo penetra en las personas, les ayuda a recibir la salvación y vauniéndolas entre sí en el Cuerpo de Cristo, que es la Iglesia. Él prepara a loshombres “con su gracia para atraerlos a Cristo, les manifiesta a Jesús resucitado,les recuerda su palabra y abre su mente para entender su Muerte y su Resurrección.Les hace presente el misterio de Cristo, sobre todo en la Eucaristía parareconciliarlos, para conducirlos a la Comunión con Dios, para que den “muchofruto” (Jn 15,5.8.16)” (CIC 737).En la Iglesia, pues, el Espíritu Santo da a cada uno la participación en la vida divinay hace que entre en la “comunión con el Padre y con el Hijo” (1 Jn 1,3) y esta

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comunión es la vida misma de la Iglesia, lo que da la unidad y la constituyepropiamente en Iglesia. El Espíritu Santo hace la Iglesia salvando a los hombres ysalva a los hombres haciendo la Iglesia.Más aún, el Espíritu Santo, que es el autor de la Iglesia, habita en ella como en untemplo, se vale de ella para que, como cuerpo, por su unidad y su vida comunitaria,llegue a las mentes y a los corazones de la gente y acepten la salvación que Élquiere dar a todos.La Iglesia es comunidad de salvación universal.La salvación, por tanto, es la obra divina que convierte en comunidad a los hombresque viven dispersos por el pecado. Cuando el hombre sale de la esclavitud delpecado naturalmente se une a todos los que van teniendo la misma experienciaque él ha tenido; en la medida en que va quedando libre del pecado, más se vahaciendo parte de la Iglesia, pero sin dejar de vivir en el mundo ni abandonar lasactividades propias de esta vida terrena en la que nos encontramos. La salvaciónno es evasión del mundo en que Dios nos puso, sino el logro de una vida terrenasin pecado y llena de Dios, una vida en el mundo que tiende a hacer presente aDios en todo, tal como Él la planeó para el hombre.La Iglesia, por tanto, obra del Espíritu Santo, es una comunidad que está llamadaa presentar y a hacer atractiva a los hombres, con su estilo de vida, la salvación.Así, es “en Cristo, como un sacramento o señal e instrumento de la íntima unióncon Dios y de la unidad de todo el género humano”. La Iglesia, hechura delEspíritu Santo llega a ser signo de la unidad de los hombres con Dios y de loshombres entre sí.En la Iglesia Dios reúne a los hombres que han sido alcanzados por su poder, lostransforma, los hace un solo Cuerpo de Cristo, les da la misma misión de Cristo,los asiste en este trabajo de evangelizar al mundo y, haciendo que tengan unidady que aparezcan como una sola con Él, les da el poder de realizar la obra salvadorade Cristo Jesús, que es la obra del Padre “que quiere que todos los hombres sesalven y lleguen al conocimiento de la verdad” (1 Tm 2,4). Dios hizo a la Iglesia lagran aliada de todo hombre.

4. ENCUENTRO CON LA PALABRA DE DIOS.

NOS PONEMOS DE PIE PARA ESCUCHAR LA PALABRA DE DIOS.Hch 1,4-9

5. SILENCIO Y REFLEXIÓN.DEJEMOS QUE LA PALABRA DE DIOS NOS TRANSFORME. GUARDAREMOS SI-LENCIO DURANTE ALGUNOS MINUTOS PARA ACOGER EN NUESTRO INTERIORLA PALABRA DE DIOS.

6. COMPARAR NUESTRA REALIDAD CON LO QUE NOS PIDE ELSEÑOR.

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CONTESTAREMOS VOLUNTARIAMENTE A LAS SIGUIENTES PREGUNTAS:1. ¿Has imaginado la grandeza de la obra salvadora que el Espíritu quiere hacer através de ti?

2. ¿Has sentido algún llamado del Espíritu Santo para salvar a otros trayéndolos ala Iglesia?

3. ¿Te esfuerzas por vivir en comunidad, en la Iglesia, para salvar al mundo?

7. ORACIÓN COMUNITARIA.HAREMOS ENTRE TODOS UNA ORACIÓN COMUNITARIA ALABANDO Y DANDOGRACIAS AL SEÑOR QUE NOS HA LLAMADO A SER COMUNIDAD EN LA IGLESIAPARA QUE EL MUNDO SE SALVE A TRAVÉS DE VER NUESTRA VIDA DE IGLESIA.

8. RESUMEN.

Dios nos salva con su acción propia pero haciéndonos participar con nuestrapropia actividad. Dios respeta nuestra libertad y por eso no nos salva sin nuestravoluntad. Tenemos, pues, que quererla, hacérnosla propia y experimentarla. En larealización de nuestros actos libres de cada día es donde vamos aplicando lasalvación a nuestra vida y donde vamos viendo la acción salvífica de Jesús.Al ir salvando a los hombres, el Espíritu Santo los va uniendo en un solo Cuerpo,que es la Iglesia. Ésta continúa la misión de Cristo. El Espíritu Santo se vale de laspersonas que se van salvando y de la comunidad de los cristianos, del CuerpoMístico de Cristo que es la Iglesia, para llevar a cabo su obra de salvación.La Iglesia tiene como vida la comunión que cada uno recibe del Espíritu Santo yesa comunión es la que el Espíritu Santo va comunicando a los hombres que venen la Iglesia en qué consiste la vida en la comunión con Dios y palpan cómo sevive en comunidad reunida por la vida de Dios. El Espíritu Santo hace la Iglesiasalvando a los hombres y salva a los hombres haciendo la Iglesia. La salvación, portanto, es la obra divina que convierte en comunidad a los hombres que vivendispersos por el pecado.

9. CANTO.

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10. LEE, MEDITA Y ACTÚA.

Día 1 Hch 10,34-48 El Espíritu Santo se vale de la Iglesia para quelos hombres reciban al Espíritu y se salven.

Día 2 Hch 2,41-47 La comunidad de cristianos eran muyapreciados por todos y así llamaban a lasalvación.

Día 3 Hch 1,4-8 Jesús antes de subir al cielo manda a losApóstoles ser Iglesia para evangelizar.

Día 4 Hch 4,24-31 Dios protege a la comunidad de salvaciónuniversal.

Día 5 Ef 2,11-21 Dios nos llama a la reconciliación y aconstituir un solo Cuerpo en el Espíritu

Día 6Día 7

11. MEMORIZA:

Prueba

12. REPITE FRECUENTEMENTE:

Prueba

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54

10. La Iglesia es Católica en LaPlenitud del Espíritu

Objetivo:Conoceremos por qué y cómo es católica la Iglesiaque fundó Jesús; agradeceremos haber sidollamados a ella y decidiremos vivir el catolicismo.

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1. REVISIÓN DEL TRABAJO PERSONAL

EXPONDREMOS CÓMO CUMPLIMOS EL TRABAJO PERSONAL DURANTELA SEMANA Y QUÉ EXPERIENCIAS TUVIMOS AL CUMPLIRLO.

2. PARTIR DE LA EXPERIENCIA Y REVIVIRLA.

HABLAREMOS VOLUNTARIAMENTE DE NUESTRAS EXPERIENCIAS.1. ¿Cuándo la gente oye decir “Iglesia católica”, en qué piensa?

2. ¿Qué es lo que hace católica a la Iglesia?

3. ¿Por qué eres ‘católico’?

3. DOCTRINA O CONTENIDO DEL TEMA.

LECTURA PARTICIPADA Y COMENTADA. CADA UNO DE NOSOTROS LEERÁEN VOZ ALTA UN PÁRRAFO Y AL FINAL HAREMOS COMENTARIOS.

Dos significados de “Iglesia Católica”.“Católico” es una palabra griega que literalmente significa “según la totalidad”. Yeste significado tiene dos maneras de aplicarse a la Iglesia Católica: un significadose refiere a la calidad y se aplica a la totalidad de lo que Jesús nos da en la Iglesia.El otro significado va más bien a la cantidad y se aplica a la totalidad del génerohumano.Aplicada al interior de la Iglesia, significa que Jesús nos da en ella todo lo que Él,“en quien reside la Plenitud de la Divinidad corporalmente” (Col 2,9), tiene que darnos.La plenitud de Dios, que está en Jesús, está también en la Iglesia: Él es cabeza de laIglesia y no está con sólo una parte de su ser, sino está completo en ese Cuerpo.En este sentido la Iglesia es “católica” porque en ella está la plenitud deJesucristo: su salvación, su vida, su poder, su santificación.En la Iglesia está la plenitud de los medios de salvación que Jesús ha queridodar a la humanidad. Por esto la Iglesia es “católica” desde que fue iniciada el díade Pentecostés por el Espíritu Santo, que la hace “católica”; así, nunca ha dejadode ser “católica” ni dejará de serlo.Pero también la Iglesia es “católica” en el otro sentido: es ‘universal’ por sumisión. Jesús la ha enviado “hasta los confines de la tierra” (Hch 1,8), a “hacer discípulosa todas las gentes” (Mt 28,19) “Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva atoda la creación” (Mc 16,15).“Todos los hombres están invitados al Pueblo de Dios. Por eso este pueblo, uno yúnico, ha de extenderse por todo el mundo a través de todos los siglos para queasí se cumpla el designio de Dios, que en el principio creó una única naturalezahumana y decidió reunir a sus hijos dispersos...” (LG 13)

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La universalidad de la Iglesia es un don del mismo Señor. No es ante todo unadecisión humana, es divina. El Espíritu Santo hace universal a la Iglesia. Y por esoella tiende siempre y eficazmente a reunir a la humanidad entera. La Iglesia noexiste para construir una fuerza universal, sino presentar a todos los hombres lasalvación de Jesús.Cada diócesis es “católica”.Cada diócesis recibe el nombre de “Iglesia Particular”, porque no es la totalidadde la Iglesia, pero tiene las características de la Iglesia Universal: en ella está laplenitud de Jesucristo y la plenitud de los medios de salvación; y tambiéncada diócesis está llamada a “ir por todo el mundo”, a “hacer discípulos a todas lasgentes”, empezando en su propio lugar. La misión universal que Jesús dio a suIglesia es para cada uno de sus miembros y para toda la Iglesia. Es decir, en cadaIglesia Particular existe la única y una Iglesia Católica.Cada Iglesia Particular es plenamente “católica” por la comunión que tiene con laIglesia de Roma, que es “la que preside en la caridad”. La Iglesia no universal queJesús dio a su Iglesia es para cada uno de sus miembros y para toda la Iglesia. Esdecir, en cada Iglesia Particular existe la única y una Iglesia Católica.Cada Iglesia Particular es plenamente “católica” por la comunión que tiene con laIglesia de Roma, que es “la que preside en la caridad”. La Iglesia no consiste en lasuma o la ‘federación’ de todas las Iglesias Particulares. Esto sería considerar a laIglesia como algo externo a los seres humanos. La Iglesia, como hemos dicho, esuna comunión, es una unión vital, de tal modo que las Iglesias Particulares sonpartes vivas de un único cuerpo. Cada cuerpo vivo es uno, único, y tiene una solavida, tanto si es pequeño como si es grande.Por otra parte, la vida de la Iglesia se realiza en todas las culturas y en todos losmodos de ser de los hombres. La Iglesia es “católica” porque abarca la totalidadde los hombres en sus diversas situaciones. Por esta razón encontramos variasculturas, ritos y costumbres dentro de la única Iglesia católica. Todos ellosmanifiestan una gran riqueza de pensamiento, espiritualidad y culto de la únicaIglesia católica.El Espíritu Santo es el autor de esta gran variedad de Iglesias Particulares y de launidad de todas ellas en la única Iglesia “Católica”, que es verdaderamente univer-sal, porque está dirigida a todos los hombres. El Espíritu Santo reúne en la Iglesiaa todos los hombres: Él es el único que puede hacer esta obra maravillosa porquesólo Él puede reunirnos en una misma familia.Los miembros de la Iglesia, por tanto, tenemos que abrirnos a todos los hombrespara que puedan conocer la obra de unidad que realiza el Espíritu en nosotros yasí obtengan el beneficio de la salvación y de la unidad que el mundo necesita yen vano busca realizar fuera de Jesucristo, único Salvador del mundo.

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4. ENCUENTRO CON LA PALABRA DE DIOS.

NOS PONEMOS DE PIE PARA ESCUCHAR LA PALABRA DE DIOS.Jn 11,49-52

5. SILENCIO Y REFLEXIÓN.

DEJEMOS QUE LA PALABRA DE DIOS NOS TRANSFORME. GUARDAREMOSSILENCIO DURANTE ALGUNOS MINUTOS PARA ACOGER EN NUESTROINTERIOR LA PALABRA DE DIOS.

6. COMPARAR NUESTRA REALIDAD CON LO QUE NOS PIDE ELSEÑOR.

CONTESTAREMOS VOLUNTARIAMENTE A LAS SIGUIENTES PREGUNTAS:1. ¿Tienes suficiente cuidado de la ‘comunión’ que el Espíritu Santo te da paravivir en la unidad?

2. ¿Aprecias el ser “católico”, con la plenitud de Jesucristo y para la plenitud de lahumanidad?

3. ¿Amas de veras a tu Iglesia Particular y vives la comunión con tu obispo y losdemás católicos?

7. ORACIÓN COMUNITARIA.

HAREMOS ENTRE TODOS UNA ORACIÓN COMUNITARIA ALABANDO YDANDO GRACIAS AL SEÑOR QUE NOS HA LLAMADO A SER CATÓLICOS,POSEEDORES DE TODOS LOS MEDIOS DE SALVACIÓN Y A FORMAR UNAFAMILIA CON TODA LA HUMANIDAD.

8. RESUMEN.

“Católico” significa ‘según la totalidad’. La Iglesia es católica porque tiene la totalidadde los medios de salvación que Jesús ofrece a los hombres: ella tiene como Cabezaa Jesús, en quien “habita la Plenitud de la Divinidad corporalmente”; y también escatólica porque está llamada a llegar a la totalidad de los hombres, porque “Diosquiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento pleno de la verdad” (1Tm 2,4). La Iglesia, por tanto, es universal (“católica” en este sentido) por voluntadde Dios.

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Las Iglesias Particulares también son “católicas” porque en ellas está tambiénJesús, con la “Plenitud de la Divinidad, corporalmente”; porque cada diócesistiene la plenitud de los medios de salvación y porque toda diócesis tiene tambiénel mandato de “ir por todo el mundo a hacer discípulos a todas las gentes”. Pero,además, cada Iglesia Particular es “católica” por su comunión con la Iglesia deRoma. La Iglesia es un ser vivo con la vida de Dios y sólo teniendo la vida queDios ha puesto de manera principal en la Iglesia de Roma, la Iglesia del sucesor dePedro, tenemos la vida divina en nosotros.La Iglesia abarca a todos los hombres y a todas sus culturas. No hay ningunacultura que no esté llamada al conocimiento del Dios verdadero y a recibir lasalvación que Él ha puesto en Jesucristo. Los “católicos” tenemos que estar abiertosa todos los seres humanos para presentarles la salvación que Jesús trajo a la tierray para alentarlos a experimentar esa misma salvación.

9. CANTO.

10. LEE, MEDITA Y ACTÚA.

Día 1 Hch 15,5-12 La salvación que ofrece la Iglesia no es obrahumana, es “la gracia del Señor Jesús”.

Día 2 Ga 5,1-12 El que busca salvación a través de cosashumanas se hace un esclavo; Jesús es la salvación.

Día 3 Hch 14,19-28 Dios abre a todos la puerta de la fe pormedio de la actividad de los cristianos.

Día 4 Hch 10,34-48 “Dios no hace acepción de personas”; en laIglesia, que es católica, da la salvación a todos.

Día 5 Hch 13,32-52 La salvación es anunciada a judíos y apaganos; Dios quiere que todos se salven.

Día 6 1 Co 2,1-16 El anuncio del Evangelio no es con el poderhumano, sino “una demostración del Espíritu”.

Día 7 2 Tm 8-13 El cristiano anuncia a Jesús con entereza yfidelidad.

11. MEMORIZA:

“Dios quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento pleno del a verdad” (1 Tm2,4).

12. REPITE FRECUENTEMENTE:

“Que alcancen la salvación que está en Cristo Jesús” (2 Tm 2,10).

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11. El Espíritu Santo haceApostólica a la Iglesia.

Objetivo:Conoceremos porque la Iglesia es Apostólica ydecidiremos permanecer libremente unidos a lossucesores de los Apóstoles.

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1. REVISIÓN DEL TRABAJO PERSONAL

EXPONDREMOS CÓMO CUMPLIMOS EL TRABAJO PERSONAL DURANTELA SEMANA Y QUÉ EXPERIENCIAS TUVIMOS AL CUMPLIRLO.

2. PARTIR DE LA EXPERIENCIA Y REVIVIRLA.

HABLAREMOS VOLUNTARIAMENTE DE NUESTRAS EXPERIENCIAS.1. ¿Qué significa que la Iglesia es apostólica?

2. ¿Qué significa el dicho que “la Iglesia está construida sobre el fundamento delos Apóstoles”?

3. ¿Qué nos da a nosotros la comunión con los Apóstoles?

3. DOCTRINA O CONTENIDO DEL TEMA.

LECTURA PARTICIPADA Y COMENTADA. CADA UNO DE NOSOTROS LEERÁEN VOZ ALTA UN PÁRRAFO Y AL FINAL HAREMOS COMENTARIOS.La comunión con los Apóstoles.La comunión de la Iglesia con la Santísima Trinidad y la comunión de los fielescristianos con los Apóstoles no se redujo a los tiempos en que vivieron los Apóstoles;la comunión con ellos dura a través de los siglos hasta el final de los tiempos. ElEspíritu Santo, el día de Pentecostés, fue el autor de esta comunión de la Iglesianaciente con la Santísima Trinidad y el mismo Espíritu Santo sigue hoy haciendoesa comunión de la Iglesia y de sus fieles con Dios uno y Trino. Por esto, creer enla Iglesia apostólica es creer en el Espíritu Santo que hace apostólica a la Iglesia.Jesús dijo a sus Apóstoles antes de padecer: “el Paráclito, el Espíritu Santo, que elPadre enviará en mi nombre, os lo enseñará todo y os recordará todo lo que yo os hedicho” (Jn 14,26). Estas palabras de Jesús nos aseguran que el Espíritu Santo inspirala predicación actual del Evangelio, pero también que nos ayuda a comprender laspalabras y el mensaje de Jesús.El mismo Espíritu Santo, que hace nuestra comunión actual con los Apóstolesnos proporciona también la fidelidad de la Iglesia a la doctrina revelada porJesús a los Apóstoles y transmitida por ellos. Por tanto, gracias al Espíritu Santopodemos estar seguros de que la doctrina que recibimos en la Iglesia es la mismaque Jesús predicó y la que, con nuestra fe, nos dará la salvación que Jesús vino atraer al mundo.Apostólica es toda la Iglesia.De dos maneras realiza el Espíritu Santo su acción a lo largo de los siglos en laIglesia, manteniéndola en la comunión con la Santísima Trinidad: por una partehace apostólica a toda la Iglesia y, por otra, asegura la sucesión apostólica.En primer lugar, todos los bautizados, al recibir el sacramento de la Confirmación,mediante la imposición de las manos, reciben el Espíritu Santo de parte de suobispo, que a su vez lo ha recibido en el sacramento del orden.

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Con su acción discreta, silenciosa, invisible, llena de amor al hombre, el EspírituSanto lleva a la Iglesia, en cada etapa de la historia, hasta sus fuentes, a Jesús, a suspalabras y a la comprensión de lo que Él dijo e hizo. Esto quiere decir que, sicreemos, si ejercitamos la fe, podemos escuchar y ver lo que escucharon y vieronlos Apóstoles y la gente que se acercaba a Jesús. Con la enseñanza que nos dan lossucesores de los Apóstoles que a su vez son inspirados por el mismo EspírituSanto, recibimos lo que ellos recibieron y lo que transmitieron. El Espíritu Santo,nos hace parte de la Tradición, haciéndonos receptores de esa ‘entrega’ de ladoctrina y de la vida de Jesús.El Espíritu Santo, además, recuerda a la Iglesia a dónde va, al final de la historia dela humanidad, a lo último, al Reino de Dios que ya inició la Iglesia. El EspírituSanto nos va impulsando, moviendo, fortaleciendo, para que promovamos el reinode la verdad, de la vida, de la justicia, del amor y de la paz, que es lo propio delReino que Jesús trajo a la tierra. El Espíritu Santo, pues, no sólo nos hace escuchara Jesús, sino que nos da lo necesario para ponerlo en práctica.Podemos, pues, decir que el Espíritu Santo hace apostólica a toda la Iglesia, haceque cada cristiano, si posee y vive la verdad transmitida por los apóstoles, sea‘apostólico’.El Espíritu Santo hace la sucesión apostólica.En segundo lugar, el mismo Espíritu Santo hace que el carisma de los Apóstolessiga presente en la Iglesia en sus sucesores, que son los obispos que están encomunión con el sucesor de Pedro. La gracia que los Apóstoles recibieron en Pentecostés sigue siendo recibida porlos Obispos mediante la imposición de las manos a través del sacramento delorden que reciben. Esa gracia les da el carisma propio de los obispos: enseñar,santificar y guiar al pueblo de Dios. Y este carisma, como todos los carismas, esdado por el Espíritu Santo para edificar a la Iglesia, una y única. A este carismaque tienen los obispos, por tanto, están subordinados todos los demás carismas,porque el carisma de los obispos incluye la construcción de la unidad.Además, el Espíritu Santo nos reúne a todos los cristianos en torno a los obispos,con sus presbíteros, en la celebración de la Eucaristía. El Espíritu Santo hacepresente hoy el misterio de Cristo en la Eucaristía, para construcción de la Iglesia.

4. ENCUENTRO CON LA PALABRA DE DIOS.NOS PONEMOS DE PIE PARA ESCUCHAR LA PALABRA DE DIOS.

Ef 2,19-22

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5. SILENCIO Y REFLEXIÓN.

DEJEMOS QUE LA PALABRA DE DIOS NOS TRANSFORME. GUARDAREMOSSILENCIO DURANTE ALGUNOS MINUTOS PARA ACOGER EN NUESTROINTERIOR LA PALABRA DE DIOS.

6. COMPARAR NUESTRA REALIDAD CON LO QUE NOS PIDE ELSEÑOR.

CONTESTAREMOS VOLUNTARIAMENTE A LAS SIGUIENTES PREGUNTAS:1.- ¿Te das cuenta de que estás ‘edificado(a) sobre los Apóstoles’ como cimientode tu fe?

2.- ¿Te das cuenta de lo que significa estar fuera de ese cimiento?

3.- ¿Valoras el no estar aislado, sino ser parte de un templo, ‘la morada de Dios enel Espíritu?

7. ORACIÓN COMUNITARIA.

HAREMOS ENTRE TODOS UNA ORACIÓN COMUNITARIA ALABANDO YDANDO GRACIAS AL SEÑOR QUE NOS HA DADO A LOS APÓSTOLES Y ALOS OBISPOS PARA DAR SEGURIDAD A NUESTRA VIDA DE FE.

8. RESUMEN.

Jesús, siguiendo la voluntad del Padre, ha querido fundar su Iglesia sobre el cimientoque Él mismo ha puesto: los Apóstoles. La Iglesia, por eso, es apostólica. El EspírituSanto hizo el día de Pentecostés la ‘comunión’ de la Iglesia con la Santísima Trinidady la comunión de los cristianos con los Apóstoles. Esta misma comunión la siguehaciendo el Espíritu Santo en la Iglesia y continuará haciéndola hasta el fin de lostiempos.La promesa de Jesús de que el ‘Espíritu Santo nos enseñaría todo y nos recordaríatodo lo que Él dijo’, nos aseguran que el Espíritu Santo nos hace conocer laenseñanza verdadera y nos ayuda a comprenderla; pero también esta promesanos asegura que permaneciendo en la comunión con los Obispos, sucesores delos Apóstoles, tendremos la fidelidad a las enseñanzas de Jesús.El Espíritu Santo, en primer lugar, hace ‘apostólica’ a toda la Iglesia, a cada uno delos fieles, dándose a ellos mediante el sacramento de la Confirmación. Ejercitandola fe que recibimos por los sacramentos, el Espíritu Santo lleva a toda la Iglesiahasta sus orígenes: nos hace escuchar al mismo Jesús en las enseñanzas de losApóstoles y de sus sucesores y nos hace capaces de vivir lo que hemos aprendido.

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En segundo lugar, el Espíritu Santo asegura que los sucesores de los Apóstolestengan el carisma propio de los Apóstoles. Para ello, Él mismo se da a los obispospor medio del sacramento que reciben en su ordenación y reciben ese sacramentode otro obispo que esté en comunión con el sucesor de Pedro. Así poseen elcarisma de los Apóstoles, que es el de enseñar, santificar y guiar al pueblo de Dios.Este carisma, como todos los carismas, es para construir la Iglesia, que es una yúnica. Por eso los obispos tienen gracia especial para propiciar la unidad de laIglesia. Además, ellos son los que reúnen a toda la Iglesia en la celebración de laEucaristía, mediante la cual el Espíritu Santo nos reúne en un solo Cuerpo, que esla Iglesia.

9. CANTO.

10. LEE, MEDITA Y ACTÚA.

Día 1 Ef 3,1-21 El Espíritu revela a los Apóstoles los misterios yéstos los dan a conocer a los fieles.

Día 2 Hch 15,3-35 Los apóstoles, guiados por el Espíritu Santo,orientan a la Iglesia según Dios lo pide.

Día 3 Hch 1,15-26 Los apóstoles ‘estuvieron juntos todo el tiempoque Jesús convivió con ellos’.

Día 4 Hch 4,32-37 Los apóstoles daban testimonio con poder ygozaban de gran simpatía.

Día 5 Ef 4,1-16 Los Apóstoles tienen carisma para promover launidad de la Iglesia.

Día 6 Col 1,24-29 Los Apóstoles tienen el encargo de hacer pleno elmisterio de Jesucristo entre los fieles.

Día 7 1 Ts 1,2-10 La obra de un Apóstol en la fundación de unaIglesia.

11. MEMORIZA:

“Edificados sobre el cimiento de los apóstoles y los profetas, siendo la piedraangular Cristo mismo”. (Ef 2,20)

12. REPITE FRECUENTEMENTE:

“El Espíritu Santo os lo enseñará todo y os recordará todo lo que yo os he dicho”.(Jn 14,26)

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12. La Iglesia Evangelizaciónen el Poder del Espíritu.

Objetivo:Aprenderemos que el Espíritu santo es elprincipal evangelizador, conoceremos cuál esnuestra parte en la evangelización y seremosdóciles a la acción con la que El nos evangeliza ynos envía a evangelizar.

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1. REVISIÓN DEL TRABAJO PERSONAL

EXPONDREMOS CÓMO CUMPLIMOS EL TRABAJO PERSONAL DURANTELA SEMANA Y QUÉ EXPERIENCIAS TUVIMOS AL CUMPLIRLO.

2. PARTIR DE LA EXPERIENCIA Y REVIVIRLA.

HABLAREMOS VOLUNTARIAMENTE DE NUESTRAS EXPERIENCIAS.1. ¿Qué hace el Espíritu Santo en las personas cuando reciben la evangelización?

2. ¿Qué realiza el Espíritu Santo en las personas que evangelizan?

3. ¿Cuál es el papel del Espíritu Santo en la evangelización?

3. DOCTRINA O CONTENIDO DEL TEMA.LECTURA PARTICIPADA Y COMENTADA. CADA UNO DE NOSOTROS LEERÁ ENVOZ ALTA UN PÁRRAFO Y AL FINAL HAREMOS COMENTARIOS.

¿Qué pasa en un hombre cuando se evangeliza.?Cuando un ser humano es evangelizado, Dios mismo llega a su corazón y, sinforzar su libertad, le cambia su vida, lo libera de estar esclavizado al pecado, lehace vivir la vida misma de Dios y lo hace su hijo. Esta es, ante todo, obra de Dios;pero el hombre tiene que poner su parte en ella, porque todo lo que Dios hace, lorealiza valiéndose de la colaboración de los hombres.Dios pone todos los medios necesarios para que salvar a alguien: escoge la ocasiónpropicia, mueve a su Iglesia para que le lleve la salvación, designa a la persona quele ha de ayudar a encontrar a Dios, pone las palabras correctas en la boca delevangelizador y le dispone el corazón para que escuche con apertura y con paz.El Espíritu Santo actúa en el que evangeliza.Dios evangeliza con su Iglesia: en ella se vale de alguna o algunas personas. Éstastienen que ser conscientes de que no producen el cambio de vida del evangelizado;solamente aportan lo que saben, enseñan lo que dice la Palabra de Dios, dan conviveza su experiencia como testimonio de lo que Dios ha hecho en sus propiasvidas y acompañan al evangelizado para que no oponga obstáculos a la acción deDios.Por tanto, las personas que evangelizan no son los que de veras cambian loscorazones. Ellos son humanos como los demás hombres. Pero ya viven en con-tinua docilidad a Dios y realizan en todo momento Su voluntad divina, sin tratarde hacer lo que a ellos les parezca bueno hacer.El ejemplo de esta conducta nos lo dio el mismo Señor Jesús que, habiendo recibidoel Espíritu Santo el día de su bautismo en el Jordán, “fue llevado por el Espíritu aldesierto” (Mt 4,1) y “volvió a Galilea por la fuerza del Espíritu” e “iba enseñando en lassinagogas” (Lc 4,14-15).Jesús no evangelizó porque a Él se le ocurrió que debía hacerlo, sino porque elEspíritu Santo dirigía sus pasos, sus obras y sus palabras. “Las palabras que os digo,

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no las digo por mi cuenta” (Jn 14,10), el Espíritu Santo le comunicaba de parte delPadre las palabras que debía decir. Así se procede también en la Iglesia.Y también en el que es evangelizado.Dios despierta la acción de los evangelizadores para que nos anuncien la salvaciónque los hombres necesitamos, la cual está en Jesús, el Hijo del Dios que nos ama.El Espíritu Santo nos lleva a entregar nuestra vida a Jesús, a hacerlo Señor nuestroy a formar parte de la Iglesia, que es su Cuerpo. En la Iglesia recibimos sacramentosque nos hacen vivir en Dios. Así obra el Espíritu Santo en los hombres.El Espíritu Santo actúa en nuestros corazones disponiéndonos a recibir lasalvación. Actúa suave pero firmemente, sin violencia y sin reprensiones. Noshace sentir el peso del pecado y la incapacidad en que estamos para liberarnos denuestras esclavitudes, nos ayuda a abrir el oído a las palabras que nos traen la‘Buena Noticia’, nos hace entender esas palabras de verdad, nos ayuda a vencerlas dificultades que sentimos para aceptarla; así, sin violentar su voluntad ni forzarnuestra decisión, nos ayuda a apropiarnos de la salvación que Jesús nos trajo.Con esta progresiva acción del Espíritu Santo en su vida, cada hombre, a sumanera y según su temperamento, llega a experimentar la paz que es Dios y queÉl da; así empieza a experimentar la alegría profunda de la verdadera libertad. Esentonces cuando el hombre ‘siente’ en su vida otra manera de ser hombre, algoque antes no había conocido, ni sospechaba: es la experiencia de la Nueva Vida enCristo Jesús. A partir de ese momento la vida de ese hombre cambia. No sólo ‘seva a portar bien’, sino que ha llegado a conocer a Jesucristo y ha entrado enuna sana relación con Él.El “Protagonista de la Evangelización”Con esto podemos ver que la acción de los hombres que evangelizan es necesaria,pero nunca podrá sustituir al Espíritu Santo. Él es el principal actor de laevangelización, es el “protagonista”, porque Él hace la acción principal. “No habránunca evangelización posible sin la acción del Espíritu Santo” (EN 75),escribió el Papa Paulo VI en su Encíclica sobre la Evangelización.

4. ENCUENTRO CON LA PALABRA DE DIOS.

NOS PONEMOS DE PIE PARA ESCUCHAR LA PALABRA DE DIOS.Ef 1,13-14

5. SILENCIO Y REFLEXIÓN.

DEJEMOS QUE LA PALABRA DE DIOS NOS TRANSFORME. GUARDAREMOSSILENCIO DURANTE ALGUNOS MINUTOS PARA ACOGER EN NUESTROINTERIOR LA PALABRA DE DIOS.

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6. COMPARAR NUESTRA REALIDAD CON LO QUE NOS PIDE ELSEÑOR.

CONTESTAREMOS VOLUNTARIAMENTE A LAS SIGUIENTES PREGUNTAS:1. ¿Has pensado y agradecido la manera como llegaste a la fe y a participar de lavida divina?

2. ¿Has pensado y agradecido a la Iglesia y a quienes te ayudaron y ayudan aencontrar a Dios?

3. ¿Estás dispuesto a colaborar con Dios cuando Él te llame a servir a quienes nolo conocen?

7. ORACIÓN COMUNITARIA.

HAREMOS ENTRE TODOS UNA ORACIÓN COMUNITARIA ALABANDO YDANDO GRACIAS AL SEÑOR QUE NOS HA LLAMADO DE MANERAMISTERIOSA ALA FE Y QUE TAMBIÉN QUIERE QUE COLABOREMOS CON ÉLPARA QUE EL MUNDO SE SALVE.

8. RESUMEN.

El Espíritu Santo actúa en el corazón de cada hombre para que alcance la salvaciónque necesita, sin la cual no puede llegar a ser hombre en plenitud. El EspírituSanto toca profundamente la conciencia del ser humano para que pueda aceptarla salvación que necesita. La Iglesia y cada hombre tiene que poner su parte; tantoel que es evangelizado como el que, cumpliendo la voluntad de Dios, es llamado aevangelizar a otros, tienen que colaborar con Dios a su gracia.En el que evangeliza el Espíritu Santo dispone su voluntad para hacer la voluntaddel Padre “que quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento plenode la verdad” (1 Tm 2,4). Ejemplo de cómo evangelizar nos lo dio el primerevangelizador, Jesús: lleno del Espíritu Santo, fue dirigido por Él en todo lo quehizo en su vida pública. Nunca fue a alguna parte o dijo alguna palabra que nofuera inspirada por el Espíritu Santo. Así el que evangeliza tiene que ser conscientede que colabora con Dios y no tiene que dar su propia palabra o inventar suspropias acciones.Con una sabiduría inigualable, el Espíritu Santo va tocando las diversas áreas de lavida de cada uno hasta que finalmente se abre libremente el corazón para pedir yrecibir la salvación que Jesús nos trajo. Esta obra es exclusiva del Espíritu Santo.Sin Él es imposible en cualquier tiempo realizar una verdadera evangelización. Éles el “protagonista de la Evangelización”.Y cuando el Espíritu Santo ha hecho su obra evangelizadora en una persona, laayuda a entregarse plenamente a Jesús, la llena de su paz y alegría y le sigueayudando toda la vida para que llegue “al pleno conocimiento de Dios y de su hijoJesucristo”.

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9. CANTO.

10. LEE, MEDITA Y ACTÚA.

Día 1 1 P 1,1-5 “Con la acción santificadora del Espíritu” hemosllegado a la fe y en ella nos mantenemos.

Día 2 1 Ts 1,4-8 La Iglesia evangeliza con el poder del EspírituSanto y los evangelizados van a evangelizar.

Día 3 2 Co 3,1-6 La capacidad del hombre para evangelizar vienede Dios, del Espíritu Santo.

Día 4 Rm 15,17-21 Pablo evangeliza “en virtud del Espíritu de Dios”.Día 5 2 Co 4,1-7 La obra de la Iglesia al evangelizar es predicar a

Jesús, no a sí misma.Día 6 1 Co 2,1-5 La evangelización es “una demostración del

Espíritu y del poder”.Día 7 Hch 16,6-10 El Espíritu Santo guía a los Apóstoles de la Iglesia

a los lugares que deben visitar.

11. MEMORIZA:

“Recibiréis la fuerza del Espíritu Santo y seréis mis testigos”(Hch 1,8)

12. REPITE FRECUENTEMENTE:

“Tras haber creído en el Evangelio, fuisteis sellado con el Espíritu Santo de laPromesa” (Ef 1,13)

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13. El Espíritu Santo agenteprincipal de la Evangelización

Objetivo:Conoceremos como actúa El Espíritu Santo en loshombres para su Evangelización y responderemosagradecidos a su acción sobre nosotros.

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1. REVISIÓN DEL TRABAJO PERSONALEXPONDREMOS CÓMO CUMPLIMOS EL TRABAJO PERSONAL DURANTE LA SE-MANA Y QUÉ EXPERIENCIAS TUVIMOS AL CUMPLIRLO.

2. PARTIR DE LA EXPERIENCIA Y REVIVIRLA.HABLAREMOS VOLUNTARIAMENTE DE NUESTRAS EXPERIENCIAS.

1. ¿Qué hace el Espíritu Santo para que los hombres sean evangelizados?

2. ¿En qué consiste la acción del hombre que evangeliza?

3. ¿Qué relación tiene la acción evangelizadora y la del Espíritu?

3. DOCTRINA O CONTENIDO DEL TEMA.

LECTURA PARTICIPADA Y COMENTADA. CADA UNO DE NOSOTROS LEERÁEN VOZ ALTA UN PÁRRAFO Y AL FINAL HAREMOS COMENTARIOS.Juan Pablo II, nos dice: “El Espíritu es también para nuestra época el agente principalde la nueva evangelización. Será por tanto importante descubrir al Espíritu comoAquel que construye el Reino de Dios en el curso de la historia y prepara suplena manifestación en Jesucristo, animando a los hombres en su corazón y haciendogerminar dentro de la vivencia humana las semillas de la salvación definitiva quese dará al final de los tiempos”. (TMA 45).La acción de los evangelizadores.Cuando los seres humanos evangelizan realizan una acción importante y necesaria,una acción querida por Dios para la cual Él mismo los prepara. Esta acción es ladel ‘pregonero’: los pregoneros eran, en la antigüedad, los encargados de ir a lospueblos y en las plazas públicas se ponían a leer los escritos que se lesencomendaban; proclamaban de viva voz los mensajes y decretos de los gobernantes.Ellos no eran los autores de los mensajes, sólo los anunciaban. Así losevangelizadores son los pregoneros que anuncian el Reino y la salvación que estáen Cristo Jesús; pero no son sus autores.Los pregoneros llevaban una identificación que garantizaba que iban en nombredel gobernante y por tanto, que se podía creerles. Así también es claro que nocualquiera puede anunciar a Jesús como salvador, sino sólo el que ha tenido laexperiencia de la salvación. Estas son las personas a la que se puede creer queJesús es el salvador del mundo. Pero aún así, ellos no son los que dan la salvación,sólo anuncian a todos que Jesús puede y quiere salvarlos a todos.El Evangelizador puede en primer lugar dar testimonio de que Jesús es el únicoSALVADOR. Tiene en seguida que decir quién es Jesús, Hijo de Dios hecho hombre,que vivió en este mundo, murió por nuestra salvación en la cruz, resucitó, subióal cielo, envió al Espíritu Santo y que vendrá a juzgar a vivos y muertos. Tendráque anunciar que es necesaria la conversión y que hay que recibir el bautismopara el perdón de los pecados.

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Pero toda esta acción no produce la salvación: ésta se realiza cuando el EspírituSanto toca el fondo del corazón del hombre y éste libremente dice «sí» a la accióndel Espíritu. San Pablo hizo todo esto, y lo hizo muy bien, en Atenas; sin embargo,cuando llegó al momento de anunciar la resurrección, los atenienses se rieron deél y le dijeron «en otra ocasión te oiremos hablar de esto» (Hch)La acción del evangelizador es necesaria; los evangelizadores tienen que prepararsedebidamente para evangelizar, “las técnicas de la evangelización son buenas, peroni las más perfeccionadas podrían reemplazar la acción discreta del Espíritu. Lapreparación más refinada del evangelizador no consigue absolutamente nada sinÉlLa acción del Espíritu SantoSólo el Espíritu puede despertar en las personas y en las sociedades la esperanzade la salvación; sólo Él puede cambiar los corazones y los pensamientos yaspiraciones de los seres humanos. Los predicadores pueden dar ideas y moverde alguna manera los sentimientos; pero ningún predicador puede cambiar loscorazones.El Espíritu Santo es ante todo unificador: Él es el lazo de unión del Padre y delHijo; y Él es también el autor de la unidad de los hombres en el Cuerpo de Cristoque es la Iglesia. La unidad que da el Espíritu Santo es la «comunión», es la que dael Espíritu Santo es la «comunión», es la participación de la misma vida de Dios,uno en tres Personas.Por tanto, el Espíritu Santo es el único que hace que cada miembro de la Iglesiaviva verdaderamente la solidaridad. La fuente de la salvación para la situación porla que pasa la humanidad está en la recepción del Espíritu Santo. Nadie puedecambiar el mundo de egoísta a solidario si no es el Espíritu Santo con su acciónpropia que lleva a cabo en la evangelización.El mundo, sin saberlo claramente, está en busca del Espíritu Santo a través de susafanes de justicia y de solidaridad. No bastan los esfuerzos humanos para producirese profundo cambio que la humanidad requiere para lograr su desarrollo.Si los cristianos no viven la solidaridad es porque aún no están debidamenteevangelizados; y todos podemos pedir Espíritu Santo para que su acción nos vayatransformando hasta llegar a una plena evangelización.La Iglesia, obra del Espíritu Santo, está destinada a producir la unidad de lahumanidad en Cristo. Su vocación es la universalidad. El Gran Jubileo del TercerMilenio es un fuerte llamado a que todos respondamos a la vocación cristiana a launiversalidad, para que el mundo se salve.

4. ENCUENTRO CON LA PALABRA DE DIOS.

NOS PONEMOS DE PIE PARA ESCUCHAR LA PALABRA DE DIOS.Hch 2,1-13

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5. SILENCIO Y REFLEXIÓN.

DEJEMOS QUE LA PALABRA DE DIOS NOS TRANSFORME. GUARDAREMOSSILENCIO DURANTE ALGUNOS MINUTOS PARA ACOGER EN NUESTROINTERIOR LA PALABRA DE DIOS.

6. COMPARAR NUESTRA REALIDAD CON LO QUE NOS PIDE ELSEÑOR.

CONTESTAREMOS VOLUNTARIAMENTE A LAS SIGUIENTES PREGUNTAS:1. ¿Qué produjo el Espíritu Santo en los apóstoles al venir sobre ellos en Pentecostés?

2. ¿Qué has recibido tú del Espíritu Santo cuando vino primero y sigue despuésviniendo a ti?

3. ¿Has sido dócil para vivir los cambios que el Espíritu Santo ha hecho en tu vida?

7. ORACIÓN COMUNITARIA.

HAREMOS ENTRE TODOS UNA ORACIÓN COMUNITARIA ALABANDO YDANDO GRACIAS AL SEÑOR ESPÍRITU SANTO QUE NOS EVANGELIZA YNOS HACE HOMBRES NUEVOS CON SU ACCIÓN INSUSTITUIBLE.

8. RESUMEN.

El Espíritu Santo es el agente principal de la nueva evangelización. Es importantedescubrir que el Espíritu construye el Reino de Dios en el curso de la historia y esquien prepara su plena manifestación en Jesucristo. Él anima a los hombres en sucorazón y hace germinar dentro del corazón humano las semillas de la salvacióndefinitiva, de tal manera que hace que los hombres vivan una vida nueva.La acción evangelizadora de los hombres es una acción necesaria, pero nuncapodrá ser la obra principal. Ésta está reservada al Espíritu Santo. Los hombres sonsólo como los pregoneros que anuncian lo que el Espíritu les manda decir a loshombres; pero la salvación misma no la dan ellos, es el Espíritu que trabaja dentrodel corazón del hombre el que pone a Jesucristo en esos corazones. Losevangelizadores tienen que prepararse debidamente, tienen que orar, pero todasu acción es incapaz de transformar al hombre si no hay acción del Espíritu Santo.La acción propia del Espíritu Santo es la de dar al hombre, con toda suavidad y sinviolentar la libertad humana, la vida misma de Dios. Esta vida divina unifica, porqueDios, que es tres Personas, es un solo Dios. En la Trinidad, el Espíritu Santo es ellazo de unión del Padre y del Hijo. También entre los hombres, el Espíritu Santo, aldarnos la vida divina, nos une entre nosotros y con Dios. Esta unión la hace conla «comunión», que es la vida divina.Al unirnos, el Espíritu Santo nos hace solidarios. La fuente de la solidaridad que elmundo necesita está en Dios. Por eso, en los afanes de justicia, de paz, de mutuaayuda, el mundo mismo está, sin saberlo, pidiendo con urgencia el don del EspírituSanto.

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La vocación de la Iglesia, por tanto, es la universalidad: está destinada a unir atodos los hombres; es decir, a hacerlos uno en Cristo (lo cual no quiere decir quela Iglesia tenga que gobernar el mundo). Los cristianos tenemos el reto de re-sponder a la vocación que Dios ha dado a la Iglesia. Todos tenemos que tenerconciencia de estar llamados a la universalidad.

9. CANTO.

10. LEE, MEDITA Y ACTÚA.

Día 1 Hch 2,14-40 Las palabras de Pedro que evangelizan sonlas de un pregonero.

Día 2 Hch 2,38-47 La acción del Espíritu Santo transforma a losque la aceptan con sencillez de corazón.

Día 3 1 Co 2,1-5 La predicación puede ser temerosa, pero laacción del Espíritu se hace patente y espoderosa.

Día 4 Hch 20,17-36 La obra del evangelizador es importante, debeser de testimonio, pero no suple al Espíritu.

Día 5Día 6Día 7

11. MEMORIZA:

Prueba

12. REPITE FRECUENTEMENTE:

PRUEBA

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14. El Espíritu Santo nos recuerday enseña lo que Jesús nos dijo

Objetivo:Conoceremos una de las tareas que l espíritu Santorealiza en la Iglesia y decidiremos ser dóciles a susenseñanzas.

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1. REVISIÓN DEL TRABAJO PERSONAL

EXPONDREMOS CÓMO CUMPLIMOS EL TRABAJO PERSONAL DURANTELA SEMANA Y QUÉ EXPERIENCIAS TUVIMOS AL CUMPLIRLO.

2. PARTIR DE LA EXPERIENCIA Y REVIVIRLA.

HABLAREMOS VOLUNTARIAMENTE DE NUESTRAS EXPERIENCIAS.1. ¿Qué cosas sabes que hace el Espíritu Santo en el corazón de los fieles?

2. ¿Qué cree la gente que el Espíritu Santo hace en la Iglesia?

3. ¿A quiénes presta sus servicios el Espíritu Santo en la Iglesia?

3. DOCTRINA O CONTENIDO DEL TEMA.

LECTURA PARTICIPADA Y COMENTADA. CADA UNO DE NOSOTROS LEERÁEN VOZ ALTA UN PÁRRAFO Y AL FINAL HAREMOS COMENTARIOS.“Os he dicho estas cosas estando entre vosotros. Pero el Paráclito, el Espíritu Santo, queel Padre enviará en mi nombre, os lo enseñará todo y os recordará todo lo que yo os hedicho” (Jn 14,25-26).El Paráclito.Jesús llamó al Espíritu Santo el Paráclito. Y también le llamó ‘otro Paráclito’ (Jn14,16), queriéndonos decir que antes del Espíritu Santo ya estaba Jesús como elprimer Paráclito.Esta palabra griega tiene varios significados: ‘abogado’, como ya lo habíamos vistoantes en otra catequesis; y también se traduce como ‘intercesor’ y como ‘consolador’.Esta última traducción ha sido muy acogida a lo largo de la historia de la Iglesia.Jesús fue un Consolador para los Apóstoles que esperaban al Mesías; cuando loconocieron como Mesías y creyeron en Él, encontraron ”la consolación de Israel”(Lc 2,25), pero cuando Él les anunció su salida de este mundo, les dijo Jesús: “Porhaberos dicho esto vuestros corazones se han llenado de tristeza” (Jn 16,6). Por eso lesprometió y envió, de parte del Padre, el ‘otro Consolador’, el Consolador de laIglesia, que siempre está y estará en medio de ella haciendo presente y renovadala actividad misma del Señor Jesús, como maestro de la misma Buena Nueva queÉl anunció.El hombre privado de la presencia de Dios está abandonado a su pobre suerte depecador. El consuelo de los Apóstoles y de la Iglesia es ante todo la presenciacontinua de Dios; por eso Jesús aseguró a los Apóstoles “No os dejaré huérfanos”(Jn 14,18). Jesús volvió después de su resurrección a ver a sus Apóstoles, perosobre todo aseguró la presencia continua de Dios por el Espíritu Santo: “Yo pediréal Padre y os dará otro Paráclito para que esté con vosotros para siempre” (Jn 14,16).La consolación del Espíritu a la Iglesia.

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La consolación del Espíritu Santo no es un aquietamiento o apaciguamiento externo;el Espíritu Santo realiza la obra de hacer presente a Jesús en medio de nosotros.Esta consolación consiste ante todo en recordarnos sus enseñanzas. Él es ‘la me-moria viva’ de Jesús, que al recordárnoslas nos las hace vivas y las hace penetrarprofundamente en nuestras mentes y corazones. Él asegura que lo que enseñóJesús perdure en la Iglesia y siempre sea predicado a toda creatura que viene aeste mundo.Nos recuerda y nos enseña lo que dijo Jesús.El Espíritu Santo se encarga ahora no sólo de ‘repetirnos’ de manera material ofríamente lo que dijo Jesús, sino que nos ayuda a penetrar en lo que esas enseñanzasde Jesús significan y nos hace ver la importancia que ellas tienen para nuestra viday para nuestra relación con Dios. Cuando el Espíritu Santo nos ‘recuerda’ lo queJesús dijo, nos hace viva la Palabra de Jesús, nos interpela como lo hacía Jesús a lossuyos, hace vibrar nuestro corazón y penetra hasta el fondo de nuestras conciencias.El Espíritu Santo ‘enseña’, como lo prometió Jesús. Nos enseña todo lo que Jesúsdijo, porque para aprender lo que dijo Jesús no basta con leerlo u oírlo, hay queconocerlo bien, saborearlo, asimilarlo, aceptarlo y vivirlo. Todos estos pasos abarcala enseñanza que da el Espíritu Santo. Realmente Él es el ‘Consolador Magnífico’que hace presente a Jesús en nuestras vidas y nos ayuda a seguir cada uno de suspasos.Él nos da estas enseñanzas inspirando a los predicadores del Evangelio, para quesu palabra no sea solamente una exposición de lo que ellos han estudiado, sinosea la misma palabra del Espíritu Santo, que utiliza la libertad y las facultades delos hombres para enseñar a otros. Cuando los predicadores son dóciles al EspírituSanto, su enseñanza puede no ser tan llena de la sabiduría humana, pero es unamanifestación del Espíritu (cf. 1 Co 2,4) que trabaja en todos los creyentes.El Espíritu Santo continúa la acción de Jesús.La enseñanza que nos da el Espíritu Santo abarca también el trabajo que realizaen los que escuchan la palabra. Él dispone los corazones para escuchar, comprendery hacer propia la palabra que se nos predica.También, por otra parte, el Espíritu nos enseña cuando leemos y meditamos laPalabra de Dios en la Sagrada Escritura. ¡Qué bueno es saber que al leer esaPalabra no estamos solos, sino que nos acompaña y nos enseña el mismo EspírituSanto.Por todo lo dicho podemos ver que la misión del Espíritu Santo continúa lamisión de Jesús y la lleva a plenitud entre nosotros.El Espíritu Santo, el ‘Dulce Huésped del Alma’, nos ayuda a que las enseñanzas deJesús se hagan vida y obtengamos de ellas la salvación que Jesús quiere darnos acada momento.

4. ENCUENTRO CON LA PALABRA DE DIOS.

NOS PONEMOS DE PIE PARA ESCUCHAR LA PALABRA DE DIOS.Jn 14,23-26

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5. SILENCIO Y REFLEXIÓN.

DEJEMOS QUE LA PALABRA DE DIOS NOS TRANSFORME. GUARDAREMOSSILENCIO DURANTE ALGUNOS MINUTOS PARA ACOGER EN NUESTROINTERIOR LA PALABRA DE DIOS.

6. COMPARAR NUESTRA REALIDAD CON LO QUE NOS PIDE ELSEÑOR.

CONTESTAREMOS VOLUNTARIAMENTE A LAS SIGUIENTES PREGUNTAS:1. ¿Has pensado en todo el trabajo que hace el Espíritu Santo en ti para acercartea Jesús?

2. ¿Agradeces al Espíritu Santo sus enseñanzas acerca de Jesús y que te introduzcaa Él?

3. ¿Cómo tratarás en adelante al Espíritu Santo, tu Maestro?

7. ORACIÓN COMUNITARIA.

HAREMOS ENTRE TODOS UNA ORACIÓN COMUNITARIA ALABANDO YDANDO GRACIAS AL SEÑOR QUE NOS DIO TAN AMABLE MAESTRO, ELESPÍRITU SANTO.

8. RESUMEN.

Ya cerca de su salida de este mundo, Jesús nos prometió el envío del EspírituSanto para que nos enseñara y nos recordara todo lo que él nos había dicho. ElEspíritu Santo es el ‘otro Paráclito’, el Consolador de la Iglesia que nos hacepresente a Jesús, con toda su fuerza y su actividad salvadora. Él está presente enla Iglesia “para siempre” como maestro de la misma Buena Nueva que Jesús anunció,Él garantiza que lo que se enseña en la Iglesia es siempre la misma enseñanza deJesús.La Consolación del Espíritu consiste principalmente en recordarnos y enseñarnoslo que Jesús dijo. El Espíritu es ‘la memoria viva’ de la Iglesia que, al recordarnos loque Jesús dijo, hace vivas sus enseñanzas y las hace penetrar profundamente ennuestras mentes y corazones.La acción del Espíritu Santo nos descubre el sentido profundo de las enseñanzas,nos abre el corazón para recibirlas, nos ayuda a asimilarlas y a vivirlas. ¡Es unmaestro excepcional! El inspira a los predicadores para que su enseñanza sea‘una manifestación del Espíritu” y no sólo una pobre repetición de verdades frías.Por otra parte, Él dispone los corazones de los que escuchan la predicación y losde quienes leen la Sagrada Escritura. Así continúa la obra y la misión de Jesús.¡Qué bueno es saber que el Espíritu Santo está con nosotros!

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9. CANTO.

10. LEE, MEDITA Y ACTÚA.

Día 1 Hch 9,31 Las Iglesias estaban llenas de la consolacióndel Espíritu Santo.

Día 2 1 Jn 2,23-28 La ‘unción’ que enseña al cristiano es elmismo Espíritu Santo.

Día 3 2 Ts 2,13-17 La consolación del Espíritu es eterna y noslleva a toda obra buena.

Día 4 2 Co 2,1-16 El Espíritu Santo es el maestro de los que nosdan a conocer la fe.

Día 5 Rm 15,1-6 El Espíritu Santo nos consuela y enseña conla Sagrada Escritura.

Día 6 Lc 12,10-12 El Espíritu Santo enseñará lo que convienedecir.

Día 7 2 P 1,19-21 Los profetas nos enseñan movidos por elEspíritu Santo de parte de Dios.

11. MEMORIZA:

“EL ESPÍRITU SANTO OS LO ENSEÑARÁ TODO Y OS RECORDARÁ TODO LO QUE YO OS HE DICHO” (Jn14,26)

12. REPITE FRECUENTEMENTE:

“YO PEDIRÉ AL PADRE Y OS DARÁ OTRO PARÁCLITO” (Jn 14, 17)

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15. El Espíritu y los Apóstolesdan testimonio de Jesús

Objetivo:Apreciaremos la alegría con la que al Espíritu datestimonio de quienes y que hace Jesúsresucitado y nos dispondrémos a dar tambiénnosotros, llenos de alegría, testimonio de suacción en nuestras vidas.

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1. REVISIÓN DEL TRABAJO PERSONAL

EXPONDREMOS CÓMO CUMPLIMOS EL TRABAJO PERSONAL DURANTELA SEMANA Y QUÉ EXPERIENCIAS TUVIMOS AL CUMPLIRLO.

2. PARTIR DE LA EXPERIENCIA Y REVIVIRLA.

HABLAREMOS VOLUNTARIAMENTE DE NUESTRAS EXPERIENCIAS.¿Qué se entiende en general cuando se habla de ‘testimonio’, o de ‘dar testimonio’?

Si has dado testimonio ¿de qué has hablado?

¿Cuándo son verdaderos los testimonios?

3. DOCTRINA O CONTENIDO DEL TEMA.

LECTURA PARTICIPADA Y COMENTADA. CADA UNO DE NOSOTROS LEERÁEN VOZ ALTA UN PÁRRAFO Y AL FINAL HAREMOS COMENTARIOS.Cuando Jesús anunció la venida del Espíritu Santo a los Apóstoles les dijo: “Cuandovenga el Paráclito, que yo os enviaré de junto al Padre, el Espíritu de la verdad, queprocede del Padre, Él dará testimonio de mí. Pero también vosotros daréis testimonio,porque estáis conmigo desde el principio” (Jn 15,26-27).En este párrafo, Jesús llama al Espíritu Santo ‘Paráclito’, palabra griega queliteralmente significa ‘abogado’ (ad–vocatus, en latín, significa ‘llamado a estar junto’).El abogado está llamado a estar junto al acusado para que lo ayude y lo aconsejeen el proceso de un juicio.El Espíritu Santo es enviado para estar junto a nosotros y nos hable acerca deJesús. Él nos introduce a Jesús, nos lo da a conocer porque Él lo conoceperfectamente, lo trata continuamente, es persona divina como Él mismo es tambiénpersona divina, desde la eternidad siempre ha sido un mismo Dios con Él. Por esoÉl puede dar testimonio de Jesús a cada uno de nosotros, en la medida de nuestraspropias necesidades.1 ¿Qué cosa es ser testigo?.Ser testigo de Cristo es comprometerse con la Palabra de Dios para que llegue arealizar plenamente en nosotros su acción hasta que nos haga irradiarinequívocamente la presencia de Jesús que hay en nosotros hasta dar la sangrepor esa Palabra.El Espíritu Santo está plenamente comprometido con Jesús en hacer aparecer ybrillar toda su acción en cada uno de nosotros, de modo que sea evidente suacción salvadora de Jesucristo; la acción de Jesús en nosotros no la hace solo,siempre la hace acompañado por el Espíritu Santo. El Espíritu Santo no aparecemucho, siempre hace aparecer a Jesús como Salvador de todos.En nuestro caso, dar testimonio de Cristo es permitir que aparezca Cristo actuandoen nuestra vida, que sea evidente su poder para cambiar nuestra vida y que sea Él,y sólo Él, quien pueda explicar las maravillas que van apareciendo en nosotros.

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Para llegar a ser testigos, nosotros tenemos, ante todo, que vivir de manera que ledemos a Jesús resucitado la oportunidad de ir haciendo continuamente la salvaciónen nuestras vidas. Seremos testigos si nos comprometemos a permitir a Jesús quenos salve y a dejar que aparezca en nosotros su poder salvador.2. ‘Mártir’ significa ‘Testigo’.Los primeros cristianos de tal manera estaban unidos a Cristo que su testimonioera una cosa natural. Ellos tenían necesidad de dar testimonio de Jesús: su vida eramuy diferente de la de los paganos y eso no se podía ocultar. La gente pagana veíaen los cristianos algo que no comprendían bien, pero los mismos cristianos seencargaban de decir que Jesucristo los hacía tener una vida diferente. Entoncesnarraban su conocimiento y su experiencia de Jesús.Ante los paganos que querían seguir con su paganismo, esta vida cristiana lesproducía disgusto y por eso muchas veces los cristianos fueron llevados a lostribunales y fueron condenados a la cárcel y no pocas veces a muerte. El testimo-nio de los cristianos llegó hasta dar la vida por hacer conocer a Jesús. Este testi-monio en el que se entregaba la vida se llamó ‘martirio’. Los primeros cristianosconsideraron el testimonio hasta la muerte como una felicidad y una gracia y poreso se llenaban de alegría cuando a alguno le era concedida esta gracia. Y hay undicho muy importante en la Iglesia: “la sangre de los mártires es semilla de cristianos”.Ahora la palabra mártir significa alguien que sufre la muerte por alguna causanoble. Nuestra Patria ha sido bendecida con el donde muchos mártires que consencillez y con la fuerza que da el Espíritu han sufrido la muerte por ser fieles aJesús.3. El martirio, o Testimonio, de cada día.El testimonio de los cristianos no siempre es la muerte en el suplicio; pero siemprees dejar ver a Jesús como fuente de nuestra salvación. Y este tipo de testimonio lohace cada cristiano cuando se deja transformar por Jesucristo en su vida diaria.Todas nuestras acciones pueden hacer ver la salvación de Jesús si las hacemoscon Él y en ellas le dejamos realizar su presencia. Este testimonio y el de nuestrapalabra dicha ‘oportuna e importunamente’, son un ‘martirio’ o testimonio alalcance de todos. Jesús nos pide este testimonio diario a todos nosotros y nopodemos negárselo, porque sería negarlo a Él.

4. ENCUENTRO CON LA PALABRA DE DIOS.

NOS PONEMOS DE PIE PARA ESCUCHAR LA PALABRA DE DIOS.1 Jn 5,5-13

5. SILENCIO Y REFLEXIÓN.

DEJEMOS QUE LA PALABRA DE DIOS NOS TRANSFORME. GUARDAREMOSSILENCIO DURANTE ALGUNOS MINUTOS PARA ACOGER EN NUESTROINTERIOR LA PALABRA DE DIOS.

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6. COMPARAR NUESTRA REALIDAD CON LO QUE NOS PIDE ELSEÑOR.

CONTESTAREMOS VOLUNTARIAMENTE A LAS SIGUIENTES PREGUNTAS:1. ¿Has pensado en el valor que tiene tu testimonio de Jesús ante las personas queconoces?

2. ¿Has dejado de dar testimonio por miedo cuando eras impulsado por el Espíritua darlo?

3. ¿Agradeces el testimonio interior que el Espíritu Santo te da acerca de Jesús?

7. ORACIÓN COMUNITARIA.

HAREMOS ENTRE TODOS UNA ORACIÓN COMUNITARIA ALABANDO YDANDO GRACIAS AL SEÑOR QUE NOS HA DADO TESTIMONIO Y QUIEREQUE A NUESTRA VEZ LO DEMOS A OTROS.

8. RESUMEN.

El Espíritu Santo nos es dado para que esté con nosotros y nos dé testimonio deJesús. Él lo conoce muy bien porque es un mismo Dios con Él y porque el mismoEspíritu Santo es el autor de la Encarnación del Hijo de Dios.Ser testigo de Cristo es comprometerse con la Palabra de Dios para que llegue arealizar plenamente en nosotros su acción hasta que nos haga irradiarinequívocamente la presencia de Jesús que hay en nosotros y esto hasta dar lasangre por esa Palabra. El Espíritu Santo está plenamente comprometido conJesús en dar testimonio de Él hasta hacer que en nosotros aparezca plenamentesu obra salvadora.Para nosotros, dar testimonio es ante todo comprometerse a no estorbar a Jesúsque realiza su obra en nosotros y la haga llegar a su plenitud. Esto es el principiodel testimonio. Con estas experiencias es como podemos dar testimonio de Jesús.Su vida por confesar a Jesús. Entre ellos había alegría cuando alguien recibía lagracia del martirio y decían que ‘la sangre de los mártires es semilla de cristianos’.El martirio de cada día es el mejor testimonio que podemos dar y que Jesús nospide a todos: es el de dejar a Jesús hacer su salvación en nosotros. Esto se realizahaciendo cada una de nuestras obras guiados por el Espíritu y en compañía deJesús que salva, de modo que nuestras acciones manifiesten a Jesús y no a nuestra‘carne’ de pecado. También Jesús quiere que demos claramente testimonio de Él atodos los que Él nos lo pida.

9. CANTO.

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10. LEE, MEDITA Y ACTÚA.

Día 1 Rm 8,14-17 El Espíritu nos da un testimonio quenecesitamos profundamente: que somos hijos.

Día 2 Jn 15,26-16,4 El Espíritu da testimonio y nos enseña adarlo, Él nos fortalece cuando lo necesitamos.

Día 3 2 Tm 1,6-12 No te avergüences del testimonio y soportalos sufrimientos por el Evangelio.

Día 4 2 Tm 4,1-5 Proclama la palabra a tiempo y a destiempo.Día 5 Hch 18,5-11 Pablo da testimonio y el Señor le dice: “no

tengas miedo, sigue hablando”.Día 6 Hch 20,17-24 A Pablo no le interesa su vida, sino cumplir

su ministerio de dar testimonio.Día 7 1 P 2,11-17 Nuestras obras den testimonio y propicien la

alabanza a Dios.

11. MEMORIZA:

“QUIEN SE AVERGÜENCE DE MÍ Y DE MIS PALABRAS, DE ÉSE SE AVERGONZARÁ EL HIJO DEL HOMBRE”(Lc 9,27)

12. REPITE FRECUENTEMENTE:

“ESTÁ ESCRITO QUE EL CRISTO PADECIERA Y RESUCITARA DE ENTRE LOS MUERTOS AL TERCER DÍA Y SE

PREDICARA EN SU NOMBRE LA CONVERSIÓN PARA PERDÓN DE LOS PECADOS” (Lc 24,46-47)

89

90

16. Los que son guiadospor el Espíritu Santo

evangelizan con Eficacia

Objetivo:Verémos cuál es y cómo es la acción que loshombres tenemos que realizar en la evangelizacióny decidiremos unirnos más plenamente al Espíritupara cumplir con eficacia nuestra misiónevangelizadora.

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1. REVISIÓN DEL TRABAJO PERSONAL

EXPONDREMOS CÓMO CUMPLIMOS EL TRABAJO PERSONAL DURANTELA SEMANA Y QUÉ EXPERIENCIAS TUVIMOS AL CUMPLIRLO.

2. PARTIR DE LA EXPERIENCIA Y REVIVIRLA.

HABLAREMOS VOLUNTARIAMENTE DE NUESTRAS EXPERIENCIAS.1. ¿Cómo puede el hombre realizar la evangelización que sólo es posible por elEspíritu Santo?

2. ¿Qué tiene que hacer el evangelizador en su relación con el Espíritu paracumplir su misión?

3. ¿Cuál es la primera cosa que debe hacer el evangelizador antes de evangelizar?

3. DOCTRINA O CONTENIDO DEL TEMA.

LECTURA PARTICIPADA Y COMENTADA. CADA UNO DE NOSOTROS LEERÁEN VOZ ALTA UN PÁRRAFO Y AL FINAL HAREMOS COMENTARIOS.La acción del hombre en la evangelización.Si el Espíritu Santo es el principal actor en la evangelización del mundo, Él tambiénha querido no ser el único actor, sino que siempre asocia a los hombres en supropia tarea. Él nos asocia a su trabajo, además nos capacita para hacerlo y pidenuestra colaboración con Él, colaboración con la que nos llena de Sí mismo y noshace sentir con Él, comunicación con la que nos hacen ellos también muy luminososy emanan de sí nuevo brillo; así las almas que tienen en sí el Espíritu y que soniluminadas por el Espíritu llegan a ser también ellas santas y reflejan la graciasobre los otros»No se evangeliza dando solamente enseñanza de verdades generales y abstractas,sino haciendo ver prácticamente el poder del Espíritu Santo que hace presente suvida en las personas que se le entregan con sinceridad. Así los hombres sonllamados a entrar en contacto con Jesús, el único Salvador, que da a los hombressu Espíritu. Este milagro lo hace Dios mismo, pero para su realización asocia a loshombres; y si la cooperación de éstos es de gran docilidad tanto más eficaz es laevangelización.El Espíritu actúa con los evangelizadoresCon los hombres el Espíritu transmite la verdad, que es Jesús; con ellos va haciendola unidad con Dios y con los hombres; hace descubrir el verdadero sentido de‘ser católico’; realiza el diálogo de los cristianos con la sociedad y el encuentro delos grupos cristianos y de las diversas religiones.

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«La reflexión de los fieles en el segundo año de preparación deberá centrarse conparticular solicitud sobre el valor de la unidad dentro de la Iglesia, a la que tienden losdistintos dones y carismas suscitados en ella por el Espíritu. (La doctrinaeclesiológica del Concilio Vaticano II) ha subrayado expresamente que la unidaddel Cuerpo de Cristo se funda en la acción del Espíritu Santo, y está garantizada porel ministerio apostólico y sostenida por el amor recíproco (cf. 1 Co 13,1-8). Laprofundización catequética de la fe llevará a los miembros del Pueblo de Dios auna conciencia más madura de las propias responsabilidades, como también aunsentido más vivo del valor de la obediencia eclesial».El Gran Jubileo del año 2000 debe ser una ocasión privilegiada para que todosluchemos para recuperar la universalidad y la unidad de la Iglesia para que lleguea ser un verdadero signo de la unión de los hombres con Dios y de los hombresentre sí.

4. ENCUENTRO CON LA PALABRA DE DIOS.

NOS PONEMOS DE PIE PARA ESCUCHAR LA PALABRA DE DIOS.1 Co 2,1-5

5. SILENCIO Y REFLEXIÓN.

DEJEMOS QUE LA PALABRA DE DIOS NOS TRANSFORME. GUARDAREMOSSILENCIO DURANTE ALGUNOS MINUTOS PARA ACOGER EN NUESTROINTERIOR LA PALABRA DE DIOS.

6. COMPARAR NUESTRA REALIDAD CON LO QUE NOS PIDE ELSEÑOR.

CONTESTAREMOS VOLUNTARIAMENTE A LAS SIGUIENTES PREGUNTAS:1. ¿Dejo ver al Espíritu y su poder a través de mi ser?

2. ¿Cuándo evangelizo busco sinceramente que brille el Espíritu Santo y que Élevangelice?

3. ¿Se ha mostrado el poder del Espíritu Santo cuando he trabajado en laevangelización?

7. ORACIÓN COMUNITARIA.

HAREMOS ENTRE TODOS UNA ORACIÓN COMUNITARIA ALABANDO YDANDO GRACIAS AL SEÑOR QUE QUIERE QUE COLABOREMOS CON ÉLEN SU OBRA DE EVANGELIZAR Y TRANSFORMAR AL MUNDO.

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8. RESUMEN.

El Espíritu Santo es el principal actor de la evangelización, pero nos llama a colaborarcon Él, y lo primero que hace en nosotros es transformarnos y darnos su vidapara que a través de nosotros ella brille ante los hombres y puedan éstos conocerlo que Dios hace para transformarnos.Dios quiere seguir hablando a los hombres por medio de hombres, como lo hizoprimero a través del hombre verdadero llamado Jesús; y también quiere seguircongregando a los hombres en la unidad. Por eso nos asocia a su obra.La obra de Dios y la del hombre no van separadas: Dios actúa con y a través delhombre. Por eso para actuar el Espíritu llena de su misma vida al evangelizador.Éste debe abrir su corazón para ser él mismo evangelizado para poder llevar eltestimonio del Evangelio a los demás. Por eso los evangelizadores son mejores enla medida en que ellos son poseídos y guiados por el Espíritu y, en este sentido,‘espiritualizados’. No se trata de que se olviden de vivir y responsabilizarse de lavida de este mundo corporal, sino de vivirla guiados por el Espíritu.Los hombres que dejan ver al Espíritu, como los cristales transparentes, son losque comprenden la obra del Espíritu Santo y la del hombre en la evangelización:ellos sí tienen poder para evangelizar, porque no dejan ver sus personas, sino aDios.De modo especial, al comienzo del Tercer Milenio, tenemos que convertirnos enevangelizadores que ayudemos a la Iglesia completa a recuperar su ser de signo deunidad de los hombres con Dios y de los hombres entre sí.

9. CANTO.

10. LEE, MEDITA Y ACTÚA.Día 1 1 Ts 1,1-10 El proceso de evangelización de Pablo y el

proceso de la comunidad que evangeliza.Día 2 Lc 1,13-17 El ángel anuncia que Juan Bautista preparará,

con el Espíritu, la venida de Jesús.Día 3 Hch 10,1-48 Dios llama a Pedro a evangelizar, éste vence

sus ideas, va y los paganos reciben al Espíritu.Día 4 Col 1,24-29 La responsabilidad del evangelizador y su

motivación fundamental..Día 5 Hch 16,6-15 Los apóstoles están atentos para saber dónde,

cuándo y a quien quiere Dios que evangelicen.Día 6 Ga 1,1-2,2 El apóstol es obediente a Dios y está unido a

la cabeza de la Iglesia.Día 7 2 Tm 4,1-5 Las virtudes propias del evangelizador.

11. MEMORIZA:«9,16-27 Razones y actitudes para evangelizar. Ay de mí si no predicara el Evangelio»

12. REPITE FRECUENTEMENTE:PRUEBA

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17. EL Espíritu y laEsposa dicen: ¡Ven!

Objetivo:Contemplaremos con fe y admiración laspromesas del Señor y clamaremos en el Espírituy con la Iglesia, en esperanza y alegría, su ruego:¡Ven, Señor Jesús!

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1. REVISIÓN DEL TRABAJO PERSONAL

EXPONDREMOS CÓMO CUMPLIMOS EL TRABAJO PERSONAL DURANTELA SEMANA Y QUÉ EXPERIENCIAS TUVIMOS AL CUMPLIRLO.

2. PARTIR DE LA EXPERIENCIA Y REVIVIRLA.

HABLAREMOS VOLUNTARIAMENTE DE NUESTRAS EXPERIENCIAS.1. ¿Por qué la Iglesia siempre ruega diciendo “¡Ven, Señor Jesús!”?

2. ¿Por qué dice el Apocalipsis que “el Espíritu y la Esposa dicen: ¡Ven, SeñorJesús!?

3. ¿Qué actitudes tiene la Iglesia al decir con el Espíritu: ¡Ven, Señor Jesús!?

3. DOCTRINA O CONTENIDO DEL TEMA.

LECTURA PARTICIPADA Y COMENTADA. CADA UNO DE NOSOTROS LEERÁEN VOZ ALTA UN PÁRRAFO Y AL FINAL HAREMOS COMENTARIOS.El Espíritu Santo autor de esta plegaria.El Espíritu Santo actúa profundamente en toda la Iglesia y en cada uno de susmiembros. Él es el que nos descubre y muestra a Jesús y nos hace amarlo. Él nosacerca tan profundamente a Jesús que nos hace vivir en una atracción continuahacia Jesús. El que es guiado por el Espíritu está en tensión hacia Jesús, se sienteatraído y como jalado por Él y por eso no puede menos de estar deseando estarcon Él, escuchándolo y expresándole el amor que el Espíritu le ha puesto en sucorazón.Él también nos enseña a tratarlo y a hablarle, Él pone en nosotros la oraciónconveniente y Jesús con su Padre, sabe cuál es “la aspiración del Espíritu y que suintercesión a favor de los santos es según Dios” (Rm 8,27). La oración hecha bajo lainspiración del Espíritu Santo agrada a Dios y Dios se goza en que los hombres lehablen y oren así, desde el fondo de su corazón y en plena libertad,Por esto, siguiendo las últimas palabras de la Revelación, que están en el final dellibro del Apocalipsis, podemos decir que esta oración tan pequeña es sumamenteagradable a Dios y que Jesús la escucha con ánimo de darle respuesta inmediata.Un grito de amor.

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La oración que continuamente tiene la Iglesia en su corazón y en su boca es ungrito gozoso de amor. Una persona que está muy enamorada tiene profundamenteen su corazón el recuerdo y la presencia de la persona amada. Si externamenteestá lejos de ella, no está internamente alejada de la persona amada. No hayenamoramiento más verdadero que el amor con que se ama a Jesús.La Iglesia es “la esposa” de Jesús. San Pablo describía así es misterio de Cristo y dela Iglesia. Jesús “se entregó a sí mismo por ella para santificarla, purificándola medianteel baño del agua y presentársela resplandeciente a si mismo” (Ef 5,25-27). Por esto laIglesia se ve a sí misma totalmente dependiente de su esposo Jesús y por eso suenamoramiento procede de su mismo ser, de lo más profundo de su existencia. Yasí, guiada por el Espíritu, ella dice “Ven, Señor Jesús”.Una oración llena de esperanza.Esta oración de la Iglesia es ante todo un acto firme y gozoso de esperanza. LaIglesia y sus miembros esperan en Jesús, quieren estar con Jesús en su Reino ytienen la seguridad que da la esperanza, de que estarán para siempre con Jesús. Esla expresión de la Iglesia que sabe que vive en este mundo, pero que no es de estemundo; es el grito de quien camina gozoso hacia su destino y cada vez siente máscercano el encuentro con Aquél para quien existe; es el gozo de quien se deshacede todo lo que le impide llegar al encuentro de quien ama.«Unidos, pues, a Cristo en la Iglesia y sellados con el Espíritu Santo, que es prendade nuestra herencia (Ef 1,14), con verdad recibimos el nombre de hijos de Dios y losomos (cf. 1 Jn 3,1) pero todavía no se ha realizado nuestra manifestación conCristo en la gloria (cf. Col 3,4), en la cual seremos semejantes a Dios, porque loveremos tal como es (1 Jn 3,2).» (LG 48) Una oración que pide el poder de Jesús.Pero nuestra esperanza en esta vida futura no nos aleja de la vida de esta tierra.Es cierto que «mientras habitamos en el cuerpo vivimos lejos del Señor, pues caminamosen la fe y no en la visión... » 2 Co 5,6-7), pero «aunque poseemos las primicias delEspíritu, gemimos en nuestro interior (cf. Rm 8,23) y ansiamos estar con Cristo (cf.Flp 1,23). Ese mismo amor nos apremia a vivir más y más para Aquél que murió yresucitó por nosotros (cf. 2 Co 5,15). Por eso procuramos agradar en todo alSeñor (cf. 2 Co 5,9) y nos revestimos de la armadura de Dios para permanecerfirmes contra las asechanzas del demonio y resistir en el día malo (cf. Ef 6,11-13).Y como no sabemos el día ni la hora, es necesario, según la amonestación delSeñor, que velemos constantemente, para que, terminado el único plazo de nuestravida terrena (cf. Hb 9,27), merezcamos entrar con Él a las bodas y ser contadosentre los elegidos (cf. Mt 25,31-46)». (LG 48).Por eso invocamos a Jesús y le decimos con todo el corazón y llenos de confianza“Ven, Señor Jesús”. Ven a nuestra vida, ven a nuestras luchas, ven a fortalecernosen la tentación, ven a darnos tu Espíritu Santo, ven y muéstrate a través de nuestrasvidas y de nuestro trabajo.

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«La esperanza no falla, porque el amor de Dios se ha derramado en nuestros corazonespor el Espíritu Santo que nos ha sido dado» (Rm 5,5).Gustosos y llenos del Espíritu Santo y con una confianza plena, digamos con todala Iglesia y con los que no oran: “¡Ven, Señor Jesús!”

4. ENCUENTRO CON LA PALABRA DE DIOS.

NOS PONEMOS DE PIE PARA ESCUCHAR LA PALABRA DE DIOS.Ap 22,16-21

5. SILENCIO Y REFLEXIÓN.

DEJEMOS QUE LA PALABRA DE DIOS NOS TRANSFORME. GUARDAREMOSSILENCIO DURANTE ALGUNOS MINUTOS PARA ACOGER EN NUESTROINTERIOR LA PALABRA DE DIOS.

6. COMPARAR NUESTRA REALIDAD CON LO QUE NOS PIDE ELSEÑOR.

CONTESTAREMOS VOLUNTARIAMENTE A LAS SIGUIENTES PREGUNTAS:1. ¿Tienes gusto y ganas de decirle siempre a Jesús: “¡Ve, Señor Jesús!”?

2. ¿Qué le quieres decir a Jesús llamándolo a que venga?

3. ¿ Pides a Jesús que venga para ti o para toda la Iglesia y para todos los hombres?

7. ORACIÓN COMUNITARIA.HAREMOS ENTRE TODOS UNA ORACIÓN COMUNITARIA AL SEÑOR QUE NOSDICE “SÍ, VENGO PRONTO”. DIGÁMOSLE GOZOSOS “AMÉN. VEN, SEÑOR JESÚS”

8. RESUMEN.

El Espíritu Santo en el interior más profundo de nosotros nos hace orar congusto, esperanza y confianza, la oración que el Apocalipsis dice que Él y la Iglesia(la Novia) dicen: “Ven, Señor Jesús”. Él es el que pone en nosotros un atractivopara con Jesús, que nos hace estar ‘en tensión’ continua hacia Él. La oración queÉl pone en nuestros corazones y en toda la Iglesia es ciertamente ‘según Dios’.Recitarla movidos por el Espíritu Santo ciertamente nos hace entrar en comunióncon el Espíritu Santo y con Jesús.La Iglesia vive en un amor grande a Jesús porque a Él le debe lo que es, de Él harecibido su santidad y Él es quien la conduce a la felicidad eterna con Su Padre.Ella es la esposa a la que Jesús “amó se entregó a sí mismo por ella, para santificarla,purificándola mediante el baño del agua, en virtud de la palabra y presentárselaresplandeciente a sí mismo; sin que tenga mancha ni arruga ni cosa parecida, sino quesea santa e inmaculada”. (Ef 5,25-27). Por esto ora con gran gozo, movida por elEspíritu: “¡Ven, Señor Jesús!”

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Este canto de la Iglesia es la expresión de su amor que al mismo tiempo es laesperanza segura de llegar a estar con Jesús y de vivir para siempre con Él en lacerteza de que nada la separará de su amor. Es la certeza de que “seremos semejantesa Él porque le veremos tal cual es” (1 Jn 3,2).La Iglesia tiene la certeza de poseer ya la vida divina y de que todos sus miembrosson verdaderos hijos de Dios; pero también sabe que aún vamos caminando haciaÉl. Esta misma situación alienta a todos sus hijos a esforzarse por permanecer enJesús, y porque su vida en este mundo sea ya una manifestación del poder deJesucristo para la salvación de todos; por eso su esfuerzo por hacer este mejormundo.«La esperanza no falla, porque el amor de Dios se ha derramado en nuestros corazonespor el Espíritu Santo que nos ha sido dado» (Rm 5,5). Por eso con toda la Iglesia,llenos de esperanza, decimos movidos por el Espíritu Santo: “¡Ven, Señor Jesús!”.

9. CANTO.

10. LEE, MEDITA Y ACTÚA.

Día 1 Rm 8,18-27 El Espíritu Santo nos hace desear vivamentela revelación de los hijos de Dios.

Día 2 2 Co 5,1-10 Hemos recibido el Espíritu como ‘adelanto’,como enganche de todo lo que recibiremos.

Día 3 Ef 2,1-10 Dios, rico en misericordia, nos amó, nos diovida y nos resucitará.

Día 4 1 Ts 4,13-18 “Estaremos siempre con el Señor”.Día 5 Rm 8,31-39 “¿Quién nos separará del amor de Cristo?”Día 6 Flp 3,12-21 “Somos ciudadanos del cielo, de donde espera

mos como Salvador al Señor Jesucristo”.Día 7 2 Ts 2,13-3,5 “El Señor os guíe... hacia... la tenacidad en Cristo”

11. MEMORIZA:

“Iremos al encuentro del Señor y estaremos siempre con Él” (Cf. 1 Ts 4,17)

12. REPITE FRECUENTEMENTE:

“¡ Ven, Señor Jesús!” (Ap 22,20)

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