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LEYENDASURBANASILUSTRADAS

ALBERTO GRANADOS - RAL PAlACIOEYENDASURBANASILUSI'RADAS

2009, Alberto Granados 2009, de las ilustraciones, Ral Palacio De esta edicin:2010, Santillana Ediciones Generales, S. L.Torrelaguna, 60. 28043 MadridTelfono 91 744 90 60Telefax 91 744 90 93 www.aguilar.es aguilar@santillana.esDiseo de cubierta e interiores: Ral PalacioIlustraciones de cubierta e interiores: Ral PalacioPrimera edicin: febrero de 2010ISBN: 978-84-03-10033-6Depsito legal: M-383-2010Impreso en Espaa por Fernndez Ciudad, S. L. (Pinto, Madrid) Printed in SpainQueda prohibida, salvo excepcin prevista en la ley, cual- quier forma de reproduccin, distribucin, comunicacin pblica y transformacin de esta obra sin contar con autori- zacin de los titulares de la propiedad intelectual. La infrac- cin de los derechos mencionados puede ser constitutiva de delito contra la propiedad intelectual (art. 270 y ss. del Cdigo Penal).El hombre que tiene miedo sin peligro inventa el peligro para justificar su miedo.EmilE ChartiEr alain .

ndicePrlogo .................................................................................................... 11El rbol del cementerio ......................................................................... 15El ltimo reportaje ................................................................................ 25La Costurera .......................................................................................... 37Un cadver con sorpresa ....................................................................... 47El adorable perrito................................................................................. 55Las luces de carretera ............................................................................ 63La fbrica del demonio .......................................................................... 71El examen final ...................................................................................... 77El perro maldito .................................................................................... 83Araas .................................................................................................... 91Una noche especial ................................................................................ 99Michael Jackson ..................................................................................... 109La chica de la curva ............................................................................... 115La chica de la curva versin brasilea ................................................... 125El regalo de cumpleaos ....................................................................... 131Vernica ................................................................................................. 141La cazadora ............................................................................................ 153Salvada por la mascarilla........................................................................ 161Halloween .............................................................................................. 167El ahorcado ............................................................................................ 171El vecino aterrorizado ........................................................................... 177La soga ................................................................................................... 183La mirada perdida.................................................................................. 191Robo en Las Vegas ................................................................................ 199Agradecimientos ....................................................................................... 207

Prlogouchos proyectos e ideas se han gestado en los lugares ms inve- rosmiles e insospechados, y ste es el caso del libro que ests hojeando en estos momentos. Todo surgi en unos vestuariosmientras me preparaba para jugar al ftbol con unos amigos. All, antes de salir al campo, intercambibamos comentarios y nos ponamos al da de los proyectos que muchos de nosotros tenemos o simplemente esperamos tener en algn momento.Aquel da mientras me ajustaba los guantes de portero, Teo Rodrguez me coment que haba pensado ilustrar algunos de sus relatos de terror. Fue entonces cuando comenc a madurar la idea de ponerle cara a las Leyendas urbanas que haba escrito y que tan buena acogida haban tenido, con segu- ridad entre muchos de vosotros.Ya me imaginaba el rostro de la chica de la curva, de los vigilantes de la fbrica del demonio o la mirada perdida de la chica del metro... Pero, obviamente, para que una idea fructifique, y ms en este difcil sector de las editoriales, necesitas que alguien recoja el guante y quiera llevar el pro- yecto a buen puerto. Tuve la suerte de poder contar con Santos Lpez y con Rosa de la editorial Aguilar a los que enseguida el proyecto les ape- teci y corrieron el riesgo, ya que no haban publicado nada parecido hasta el momento.Todo se iba poniendo a mi favor. Tena la idea, las historias, la edito- rial... Slo faltaba el ilustrador! Y curiosamente tambin sali de los ves- tuarios!11

Leyenda s ur ba na s iLust r a da sRal Palacio era el encargado de ametrallarme a balonazos cada par- tido, verlo acercarse al rea y preparar el tiro a puerta era para m un reto difcil de superar, porque sinceramente, daban ganas de salir corriendo. l tambin haba estado presente en aquella conversacin con Teo y nos sor- prendi asegurndonos que dibujaba cmics y que podra encargarse de las ilustraciones. A la semana siguiente trajo varios bocetos que realmente nos impresionaron y tambin a la editorial; y as en un vestuario antes de jugar al ftbol surgi la idea de Leyendas urbanas ilustradas.A continuacin haba que seleccionar las historias porque este libro deba ser especial. Las ilustraciones parecan adecuarse mejor a las histo- rias ms terrorficas y sas fueron las que empec a elegir. Obviamente me resista a que muchas de las conocidas no estuvieran en el proyecto Cmo publicar un libro de leyendas urbanas sin La chica de la curva o Ver- nica?, pero tambin haba que dar paso a nuevas historias e incluso hacer- nos eco de la actualidad.Por ejemplo, la muerte de Michael Jackson marc la eleccin de una de las historias. Me apeteca escribir un captulo dedicado a las leyendas sobre personajes famosos. Historias inventadas en su mayora, que circulan de email en email para desprestigiar a numerosos rostros conocidos de la pequea pantalla.Mi admiracin por el Rey del pop hizo que recogiera un montn de leyendas que sus detractores haban inventado sobre l, y que Ral las di- bujara. Era nuestro personal homenaje a un gran artista que se ha conver- tido en protagonista de numerosas leyendas urbanas.No slo eso, tambin nos hicimos eco de alguna noticia realmente sorprendente que tuvimos que recoger a la fuerza en este libro, como la que descubrimos el 16 de octubre de 2009 y cuyo titular publicado por la Agencia EFE sealaba: Confunden el cadver de un vecino con decoracin de Halloween. No me lo poda creer! Se haca cierta una de las leyendas urbanas que haba escrito en el libro anterior Leyendas urbanas, entre la rea- lidad y la supersticin (Aguilar, 2007) y que haba titulado El ahorcado, en la que se recreaba cmo una mujer que se haba ahorcado en el jardn de la casa de una urbanizacin era confundida por sus vecinos con un mueco de decoracin para la fiesta de Halloween. La historia fue actualizada y dibu- jada, y se incluye en este libro que tienes entre manos.Por si todas estas historias no fueran suficientes el mercado nos impo- na nuevos temas que actualmente eran reclamados por los nuevos lectores: relatos que tenan como protagonistas a zombies y vampiros. Tambin12

PrLo goindagamos para recoger alguna de estas leyendas que pudieran asombrar a los amantes de estos gneros, las hemos encontrado y son terrorficas.En resumen, hemos intentado revitalizar el mundo de las leyendas ur- banas aportando nuestra visin, poniendo imagen a muchas historias sor- prendentes, que en algunos casos sobrecogen, pero que en definitiva perte- necen ya al folclore urbano y que seguirn transmitindose de generacin en generacin con un objetivo claro: Atemorizar!albErto Granados martnEz13

La muerte os espera en todas partes; pero si sois prudentes, en todas partes la esperis vosotros.San Bernardo

Fernando le encantaban las historias de miedo y estaba obsesionado con los cementerios, aunque no comprenda muy bien el porqu. Siempre que realizaba un viaje procuraba visitar el camposanto dela ciudad o del pueblecito en el que estuviera. Conoca un montn de his- torias relacionadas con muertes, con sepulturas, con enterramientos...En aquella ocasin Fernando haba decidido visitar Mxico con un viaje organizado, pero se las haba ingeniado para dar esquinazo al grupo, coger un taxi y acercarse al cementerio de Beln, un pueblecito situado a unos pocos kilmetros de donde estaban alojados. Prefiri cambiar la excursin que los llevara a conocer varios monumentos de la zona por vi- sitar las lpidas del cementerio de esta localidad.En media hora estar de vuelta! le indic Fernando al taxista.No se preocupe, doctor! Usted no tenga prisa le contest el con- ductor, pero tenga en cuenta que en una media hora aqu anochece.S, s, en media hora regreso.La pesada verja de la entrada chirri mientras Fernando la empujaba. Algunos pjaros volaron asustados, lo que provoc que le recorriera un escalofro por el cuerpo. Misteriosamente la temperatura comenz a des- cender y se levant una ligera brisa que arrastraba las hojas secas del cam- posanto.17

Leyenda s ur ba na s iLust r a da sMientras paseaba por el cementerio Fernando tuvo la extraa sensacin de que alguien lo observaba desde la lejana. Seguramente ser el taxista, pens.Sigui observando las lpidas que se encontraba a su paso. De pronto le llam la atencin una de ellas. Estaba en una esquina del cementerio y pareca haber sido apartada del resto deliberadamente. Era una tumba sencilla con una losa de piedra y una pequea lpida erosionada por el tiem- po. Lo ms extrao es que junto al borde de sta haba crecido un impo- nente rbol que ahora mova sus ramas con furia por el aire. Fernando deba de llevar un buen rato porque en ese momento comenz a anochecer.18

eL r boL deL cementer ioDon Jorge Miguel de Acua!

Aquella fuerte voz que provena de su espalda asust a Fernando, que casi se desmaya de la impresin.Heyyy, doctor! No se asuste! Soy Martn Gonzlez, el cuidador de este cementerio.Fernando respir con intensidad intentando recuperar el color perdido.Qu susto, por Dios! Estaba concentrado leyendo lo que pona en la tumba y no lo he escuchado llegar, perdneme... Qu deca? le pre- gunt Fernando tembloroso.Le deca que el seor que est ah enterrado se llamaba Jorge Miguel de Acua y su asesinato an es recordado por todos los habitantes de esta zona, que han ido trasladando la historia de padres a hijos. El mo me trajo una noche cuando yo tena 9 aos y me relat lo que le haba sucedido a este hombre y crame que nunca se me olvidar.Mi padre me cont que este seor era un rico hacendado que viva en una mansin a pocos kilmetros de aqu. De hecho todava quedan en la actualidad las ruinas de aquella impresionante casona colonial. Este hombre haba hecho su fortuna en Europa. Se rumoreaba que era un marqus que provena de Rumana. Tena unas extraas costumbres: vesta siempre de negro y le gustaba pasear solo justo despus de que hubiera anochecido.19

Leyenda s ur ba na s iLust r a da sLa gente que tena a su servicio continu narrando el cuidador del cementerio apenas coincida con l porque siempre se levantaba cuando la luz del da se escapaba. Nadie se quedaba en su casa a dormir y segn parece trabajaba bajo la luz de las velas hasta el amanecer.Fernando volvi a sentirse incmodo. El aire ruga cada vez con ms fuerza y la oscuridad era acechante.Siga, siga... Me tiene intrigado! orden Fernando a su inespe- rado gua.Al poco tiempo de llegar el extrao personaje a la zona comenzaron a aparecer animales degollados, gatos, ovejas e incluso ratas y los cadveres aparecan sin una gota de sangre... Imagnese!El miedo comenz a cundir entre los campesinos de la zona que al llegar la noche se encerraban en sus casas, temerosos de que algo malo le ocurriera a alguno de los suyos. A veces observaban escondidos tras las cor- tinas cmo el marqus paseaba enfundado en su capa.20

eL r boL deL cementer ioEl cuidador del cementerio encendi un quinqu que llevaba para que tuvieran algo de luz. Fernando intentaba hacerse el valiente pero estaba aterrorizado con la historia que el responsable del cementerio le estaba con- tando.... uno de los campesinos, que tena catorce hijos, comprob horrori- zado que le faltaba la ms pequea, una nia de 7 aos. Se arm de valor y fue a avisar a algunos vecinos que con antorchas comenzaron a buscarla por todo el pueblo presagiando lo peor.La nia no apareci y los aldeanos acusaron al extrao marqus de ser el asesino de la pequea. Juntos caminaron hasta su casa y lo sacaron a ras- tras. Todos los que all estaban comenzaron a apalearle hasta que entre gritos de dolor don Jorge muri.21

Leyenda s ur ba na s iLust r a da sFernando deseaba que se terminara ya aquella historia. Estaba conge- lado por el aire glido que azotaba y atemorizado de verse en medio de aquel camposanto bajo la luz del quinqu con ese siniestro individuo. Espero que el taxista an me est esperando, pens.Y en este lugar es donde lo enterraron? pregunt para intentar que se acabara la historia de una vez...

S, aqu fue. Lo curioso es que a las dos semanas de que estuviera enterrado volvieron a aparecer algunos animales muertos y desangrados. Los vecinos ya no saban qu pensar hasta que alguien sugiri desenterrar al muerto y clavarle una estaca en el pecho como si se tratara de un vampi- ro. Todos estuvieron de acuerdo y comenzaron a desenterrar el cadver de don Jorge.Imagnese! La gente se qued aterrorizada. En ese mismo momento colocaron una estaca de madera sobre su pecho y la golpearon con fuerza con una maza.22

eL r boL deL cementer ioDios mo! Qu historia ms terrible exclam Fernando atemori- zado.Desde luego, seor; adems se cuenta que despus del segundo en- tierro del marqus y aunque al pueblo regres la tranquilidad comenz a crecer este rbol junto a su lpida.La leyenda asegura que el da que este rbol sea cortado o sus races rompan por completo la lpida de piedra el marqus regresar para vengar- se de todos aquellos que provocaron su muerte.Joder! Bueno, seor, me tengo que marchar... Gracias por todo! Fernando no se lo pens dos veces y a pasos agigantados se dirigihacia la puerta del cementerio donde lo esperaba el taxista. El cuidador del cementerio golpe fuertemente la puerta de un cobertizo cercano, el es- truendo que hizo provoc que Fernando saliera corriendo a toda velocidad. El sepulturero no pudo reprimirse y lanz una tremenda carcajada mientras gritaba:Malditos gringos cagones!23

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