las actividades del sector terciario en espaÑa

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LAS ACTIVIDADES DEL SECTOR TERCIARIO EN ESPAÑA. EL SECTOR TERCIARIO. Definición. El Sector Terciario, también llamado sector servicios, acoge todas las actividades económicas que no produce materias primas u objetos elaborados, sino que proporciona servicios; en cambio, el sector primario (agricultura, ganadería, pesca, minería) extrae y produce materias primas, y el sector secundario (industria) las transforma y convierte en productos elaborados. El sector terciario está formado por actividades como la sanidad, las finanzas, el comercio, la seguridad, etc. En las últimas décadas, la importancia del sector terciario ha aumentado extraordinariamente en la economía mundial, de tal manera que el peso de las actividades terciarias en la economía de un país se considera un indicador de su grado de desarrollo. Actualmente, en España, el sector terciario supone un 76,3% de la ocupación y un 76,6% del PIB, cifras muy similares a las de otros países de la UE. El crecimiento del sector terciario comenzó en España hacia 1970 y se debe a diferentes factores. El desarrollo de los otros dos sectores económicos, que a su vez impulsó los servicios de finanzas y de transportes; además, el proceso industrial se está terciarizando (incorpora mucho trabajo de gestión y no tanto de producción). Los cambios políticos, como la extensión del “estado del bienestar”, que proporciona más servicios a los ciudadanos, la implantación del estado de las autonomías, que ha hecho crecer mucho la administración pública (la administración autonómica), y la entrada de España en la UE, que también ha generado actividades relacionadas con la administración europea. Los cambios sociales, como el aumento del nivel de vida, el envejecimiento de la población o la incorporación de la mujer al mercado de trabajo, circunstancias todas ellas que han hecho crecer la demanda de servicios (cuidadores, guarderías, turismo, gimnasios…) CARACTERÍSTICAS El sector terciario es muy heterogéneo: engloba numerosas y muy diversas actividades económicas, por lo que resulta muy difícil hacer una clasificación que recoja toda su variedad. Utilizaremos, por eso mismo, dos criterios muy amplios.

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Page 1: LAS ACTIVIDADES DEL SECTOR TERCIARIO EN ESPAÑA

LAS ACTIVIDADES DEL SECTOR TERCIARIO EN ESPAÑA.

EL SECTOR TERCIARIO.

Definición. El Sector Terciario, también llamado sector servicios, acoge todas las

actividades económicas que no produce materias primas u objetos elaborados, sino que

proporciona servicios; en cambio, el sector primario (agricultura, ganadería, pesca, minería)

extrae y produce materias primas, y el sector secundario (industria) las transforma y convierte

en productos elaborados. El sector terciario está formado por actividades como la sanidad, las

finanzas, el comercio, la seguridad, etc.

En las últimas décadas, la importancia del sector terciario ha aumentado

extraordinariamente en la economía mundial, de tal manera que el peso de las actividades

terciarias en la economía de un país se considera un indicador de su grado de desarrollo.

Actualmente, en España, el sector terciario supone un 76,3% de la ocupación y un 76,6% del PIB,

cifras muy similares a las de otros países de la UE.

El crecimiento del

sector terciario comenzó en

España hacia 1970 y se debe

a diferentes factores.

El desarrollo de los

otros dos sectores

económicos, que a su

vez impulsó los

servicios de finanzas

y de transportes;

además, el proceso

industrial se está

terciarizando

(incorpora mucho

trabajo de gestión y no tanto de producción).

Los cambios políticos, como la extensión del “estado del bienestar”, que proporciona más

servicios a los ciudadanos, la implantación del estado de las autonomías, que ha hecho

crecer mucho la administración pública (la administración autonómica), y la entrada de

España en la UE, que también ha generado actividades relacionadas con la administración

europea.

Los cambios sociales, como el aumento del nivel de vida, el envejecimiento de la población

o la incorporación de la mujer al mercado de trabajo, circunstancias todas ellas que han

hecho crecer la demanda de servicios (cuidadores, guarderías, turismo, gimnasios…)

CARACTERÍSTICAS

El sector terciario es muy heterogéneo: engloba numerosas y muy diversas actividades

económicas, por lo que resulta muy difícil hacer una clasificación que recoja toda su variedad.

Utilizaremos, por eso mismo, dos criterios muy amplios.

Page 2: LAS ACTIVIDADES DEL SECTOR TERCIARIO EN ESPAÑA

Desde el punto de vista de la titularidad y fines, podemos hablar de:

-Servicios públicos, que son aquellos de interés general, que tienen como objeto

garantizar el bien público y cuya oferta y garantía corresponde a las administraciones públicas

(Estado, Comunidades Autónomas, Diputaciones, Ayuntamientos), que aunque la gestión directa

pueda ser entregada a empresas privadas o compartida por unos y otros; como sucede por

ejemplo en la enseñanza o la sanidad, en la que hay centro públicos, privados y concertados (es

decir, privados sostenidos con fondos públicos), pero no en otros servicios como la justicia, las

fuerzas armadas y policiales (que tienen el monopolio de la violencia), la emisión de moneda…

-Servicios privados son aquellos que dependen exclusivamente de la iniciativa empresarial,

que persigue siempre obtener un beneficio monetario, y son gestionados por empresas o

particulares.

Desde el punto de vista de la función, distinguimos entre:

- Servicios administrativos (que contribuyen a la organización del estado).

- Financieros (los que realizan las operaciones monetarias).

- De transporte, información y comunicación.

- Relativos al ocio, turismo y comercio.

- Servicios personales, como la asesoría, gestión, bienestar…

- Servicios sociales: educación, sanidad y seguridad.

El sector terciario tiene en España una estructura muy contrastada, aunque presenta algunos

rasgos predominantes:

- La mano de obra tiene grandes contrastes, entre trabajadores muy cualificados y

trabajadores muy poco o nada cualificados, pero en general predomina esta segunda

característica y está muy feminizada.

- Hay empresas grandes y pequeñas, pero, como siempre en la economía española,

predominan las PyMES; las grandes empresas operan sobre todo en el terreno de las

finanzas. Además, en este sector es muy frecuente la economía sumergida.

- En cuanto a la importancia de la tecnología, hay un gran contraste entre actividades en

las que la tecnología no tiene poco o ningún peso (cuidados personales, turismo…) y otras

muy tecnificadas.

La localización de estas actividades depende directamente del volumen y nivel de renta de la

población y de la presencia de transportes y comunicaciones. Por eso, los servicios se concentran

en las grandes ciudades, donde hay más demanda y mano de obra, si bien, desde 1970, como ha

subido tanto el precio del suelo, hay una tendencia a trasladar determinados servicios

(universidades, residencias de ancianos, centros comerciales y de ocio…) a las coronas

metropolitanas de las ciudades).

Madrid, Baleares y Canarias son las Comunidades Autónomas que tienen más de un 80% de la

ocupación y del PIB en el sector servicios.

EL TRANSPORTE.

Page 3: LAS ACTIVIDADES DEL SECTOR TERCIARIO EN ESPAÑA

Transportar es mover o trasladar personas o mercancías de un lugar a otro. El transporte

y la movilidad son esenciales para la Geografía porque articulan y cambian el paisaje y porque

facilitan las demás actividades económicas.

El transporte en España está condicionado por una serie de factores que en general

podemos considerar desfavorables:

-El relieve español es especialmente accidentado: España es el segundo país europeo por

altura media sobre el nivel del mar y uno de los tres más montañosos, lo que dificulta la

construcción y mantenimiento de las infraestructuras del transporte.

-Además, las regiones costeras están separadas de las regiones del interior por cadenas

montañosas, lo que limita el papel del transporte marítimo. La existencia de dos archipiélagos

(Canarias y Baleares), con once islas habitadas, aumenta la dispersión de nuestras vías de

comunicación.

- El clima predominante (mediterráneo continentalizado) se caracteriza por la

irregularidad de las precipitaciones, que en general con más escasas que moderadas, lo que no

favorece la utilización de los ríos como vías de transporte ni la construcción de canales con el

mismo fin.

-Por causas casi

exclusivamente políticas (desde

principios del siglo XVIII, España ha

sido un estado centralizado), la red

de transportes española es radial,

con centro en Madrid; es verdad que

hay otros ejes que podían articular el

territorio (eje del Mediterráneo, eje

Cantábrico-Mediterráneo, la antigua

Ruta de la Plata, los corredores

paralelos al Duero y al Tajo) pero

están en desarrollo y no pueden

competir con la inercia centralista de

siglos pasados.

El transporte ferroviario.

España tiene un tráfico

ferroviario inferior a la media europea,

tanto en transporte de pasajeros (en el

que solo crece el número de pasajeros

que utilizan el AVE y los servicios de

cercanías) y, sobre todo, en el

transporte de mercancías (solo un 5%

frente al 18 %), a pesar de que es el

medio de transporte más ecológico y económico. Además, la red ferroviaria española presenta

grandes desequilibrios que afectan a la articulación del territorio nacional.

El ferrocarril en España padece, desde sus orígenes, de una serie de condicionantes que

han afectado a su desarrollo. A las dificultades causadas por la geografía, se le sumó la falta de

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capitales y la adopción en nuestro país de un ancho de vía especial, que sólo se encuentra en la

Península Ibérica, que aumentó los costes de todo el material móvil y todavía hoy condiciona las

comunicaciones por ferrocarril con los países vecinos.

Hasta 1939 hubo en España distintas empresas ferroviarias de muy distinto tamaño;

después de esa fecha, todas esas empresas se sustituyeron por una sola empresa estatal (Red

Nacional de los Ferrocarriles Españoles, RENFE) que administraba toda la red en régimen de

monopolio. En el año 2003, con motivo de un cambio de regulación de la Unión Europea, la RENFE

se dividió en dos nuevas empresas: Administradora de las Infraestructuras Ferroviarias (ADIF),

que se encarga de la red ferroviaria, y RENFE, que ahora sólo es una comercializadora de

servicios ferroviarios sobre la red de ADIF, en posible competencia con otras empresas

comercializadoras (aunque, en esta área, la competencia aún es débil).

En España tenemos tres redes ferroviarias y distintos anchos de vías:

La red ferroviaria convencional, con trenes que circulan a menos de 200 km por hora:

tiene casi 12.000 metros de trazado, la mayoría de una sola vía, y ancho ibérico; su

trazado es casi exclusivamente radial y, desde los años 80 del siglo XX ha sufrido una

reducción importante de inversiones (es más, no se ha llegado a gastar partidas ya

asignadas) y ha sufrido el cierre progresivo de vías que eran deficitarias, pero que

cumplían un evidente papel social y eran un medio de articular el territorio (algunas se

han reconvertido en vías verdes acondicionándolas para su uso por ciclistas y peatones).

Hay tramos de esta red que están francamente descuidados y que obligan a los viajeros

a hacer recorridos muy lentos en los que no faltan las incidencias, como el trayecto entre

La Coruña y El Ferrol, entre Madrid y Soria o entre la costa levantina y Teruel.

Page 5: LAS ACTIVIDADES DEL SECTOR TERCIARIO EN ESPAÑA

La red de Alta Velocidad, con trenes que

circulan por encima de los 200 km por hora,

tiene vías de ancho internacional y un trazado

también radial. El primer tren AVE (Alta

Velocidad Española) se inauguró en 1992 con

motivo de la Exposición Universal de Sevilla.

Desde entonces, se han invertido 51.775

millones de euros, hasta conseguir la red actual

que cuenta con casi 3.250 kilómetros en servicio y 48 estaciones abiertas (el 90% de la

población española está a menos de 30 kilómetros de una estación de AVE), pero la

apertura de las nuevas líneas ha supuesto el cierre o reducción de la frecuencia de líneas

regionales o ha significado un aumento de los precios para los mismos trayectos. Además,

el coste tan elevado del AVE (prácticamente 16 millones de euros por kilómetro) ha

reducido las inversiones en las líneas de ancho tradicional español, desatendiendo el

mantenimiento de los trenes regionales y, sobre todo, de los de cercanías en las grandes

ciudades (Madrid y Barcelona, sobre todo), lo que ha provocado un deterioro evidente de

las instalaciones y protestas de los usuarios.

La tercera red es la de los trenes de vía estrecha (o de

ancho métrico), de las que el Estado gestiona una

pequeña parte, los 1.269 kilómetros de la red ferroviaria

de la cornisa cantábrica, que surgió para dar servicio a

las explotaciones mineras; también hay trenes de vía

estrecha en País Vasco, Cataluña y Comunidad valenciana,

cuya gestión está en manos de las respectivas

comunidades Autónomas.

El transporte por carretera.

La red de carreteras española concentra la mayor parte del

transporte, tanto de viajeros (90%) como de mercancías (70%). Su

estructura radial apareció ya en su primer trazado, en el siglo XVIII, bajo

el reinado de Carlos III, y se consolidó aún más en los años 60 del siglo

XX, si bien en el presente siglo se ha insistido en la creación de ejes

transversales de comunicación y en la articulación de redes regionales de

transporte.

La red de carreteras española tiene esta estructura:

La red estatal (Red de Carreteras del Estado) están administradas

por el Ministerio de Transportes y recogen el 51,7% del tráfico total y el

64,6% del tráfico pesado. En esta red se incluyen las vías que forman parte de los

principales itinerarios de tráfico internacional, las que dan acceso a un puerto o

aeropuerto de interés general, las que sirven de acceso a los principales pasos fronterizos

o las que enlazan las distintas Comunidades Autónomas.

En esta red estatal hay autopistas de peaje (aquellas cuya construcción y gestión

temporal ha sido encargada a la iniciativa privada y que cobran un canon por ello, que

llamamos peaje, sea pagado por los usuarios o sea pagado por el Estado, a través de un

Page 6: LAS ACTIVIDADES DEL SECTOR TERCIARIO EN ESPAÑA

canon), hay autovías (que disponen de más

de un carril por sentido, pero cuyo uso es

gratuito porque han sido construidas por el

Estado) y carreteras nacionales, con dos

carriles, uno en cada sentido.

Además, hay una red de carreteras

autonómicas, gestionadas por las

Comunidades Autónomas, que también están

formadas por autovías, autopistas de peaje y

carreteras con un solo carril por sentido.

Y por fin hay una red de carreteras

provinciales, que mantienen las

correspondientes diputaciones, y que consisten sobre todo en carreteras, algunas de las

cuales no tienen separación de carriles en ambos sentidos.

La red española de autovías y autopistas no ha hecho más que aumentar desde 1990, cuando

contábamos en nuestro país con 4.976 kilómetros de vías de alta capacidad: en 2000 tenía 9.049

kilómetros, en 2005 11.432 kilómetros y en 2010, 14.262 kilómetros, ocupando en este momento

ya el primer lugar a nivel europeo. La construcción de nuevas autovías y autopistas se ha frenado

en los dos últimos años, no solo por la crisis sanitaria, sino también porque en algunos casos, como

el de las autopistas radiales de Madrid, el Estado había hecho concesiones para la construcción

de autopistas que no tenían suficiente demanda y más del 50% entraron en situación de quiebra.

En general, la red de carreteras española es bastante densa y nuestro territorio disfruta

de una alta accesibilidad por carretera, pero hay desequilibrios importantes entre las CCAA con

alta densidad de carreteras (Cataluña, Comunidad Valenciana y Madrid) y otras con una densidad

muy baja, como las dos Castillas y Extremadura.

El transporte marítimo.

El transporte marítimo en España tiene una importancia estratégica por la longitud del

litoral español y por la posición de la Península, puente entre Europa y África y Europa y América.

Sin embargo, no todos los puertos españoles están suficientemente modernizados y adaptados a

los nuevos estándares, lo que provoca graves desequilibrios regionales. Esta situación se complica

porque la gestión de los grandes puertos comerciales sigue en manos del Estado (y sus

correspondientes autoridades portuarias), pero a las comunidades autónomas se les ha

transferido la gestión de los pequeños puertos, tanto comerciales como pesqueros o deportivos.

El tráfico de viajeros es muy escaso, y sólo juega un papel destacado aquel que se realiza

a través del Estrecho de Gibraltar (sobre todo, con Algeciras y Ceuta) y el transporte interior

entre los archipiélagos de Baleares y Canarias. El turismo también aporta viajeros al tráfico

marítimo (cruceros, enlaces de la Península con las Baleares…) pero no tanto como podía

esperarse del volumen de turistas por la competencia del avión.

Page 7: LAS ACTIVIDADES DEL SECTOR TERCIARIO EN ESPAÑA

El transporte de mercancías es importante, sobre todo porque buena parte del transporte

de petróleo y sus derivados se realiza por barco desde los países productores hasta las

refinerías, situadas en las costas españolas, y desde éstas a los puntos de distribución y venta

dentro y fuera de España. Mientras tanto, la crisis económica de los últimos años ha reducido el

volumen del transporte de lo que se conoce como graneles

sólidos (carbón, cereales, cemento, productos

siderúrgicos…), aunque ha visto crecer el de las

mercancías en general, sobre todo por medio de los

contenedores (o containers), cuyo uso está cada vez más

extendido. Los principales puertos españoles son

Algeciras, Valencia, Barcelona, Bilbao y Las Palmas de Gran

Canaria.

El transporte aéreo.

El transporte por vía aérea en España juega un papel destacado en la economía y en la red

de transportes española, a causa del incremento del turismo (muchos de los visitantes llegan a

nuestro país por avión), la proliferación de las compañías aéreas de bajo coste y la política

desarrollada en el último medio siglo de dotar de un aeropuerto propio a todas las ciudades

españolas que fuesen capital de Comunidad Autónoma o que tuviesen una elevada población; como

resultado de esta política, en España se han construido, sobre todo en los años previos a la crisis

económica de 2008, un gran número de aeropuertos hasta sumar 49.

El incremento de tráfico en los aeropuertos españoles ha crecido mucho en los últimos

años y solo ha descendido como consecuencia de la crisis sanitaria que se inició en marzo de

2020.

Pero el tráfico aéreo está repartido de una forma muy desigual. La red de aeropuertos

españoles tiene una estructura radial, de manera que casi todas las conexiones entre vuelos se

realizan en Madrid Barajas (en el que operan 144 compañías aéreas comerciales) y Barcelona-El

Prat (donde operan 174 compañías comerciales). Les siguen, muy por detrás, los aeropuertos de

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Palma de Mallorca, Málaga-Costa del

Sol, Alicante-Elche, Gran Canaria,

Tenerife Sur, Ibiza, Lanzarote y

Valencia.

En cambio, algunos de los

aeropuertos españoles no tienen uso

(como los de Castellón o Ciudad Real),

o tienen un uso tan reducido que

dependen de la única línea aérea que

opera en esa ciudad y sólo pueden

sostenerse con ayudas públicas y con

subvenciones encubiertas a los

pasajeros para evitar su cierre y.

El transporte multimodal o intermodal.

Llamamos transporte multimodal al que combina

diferentes modos de transporte para un mismo recorrido. Ha

experimentado un crecimiento notable en los últimos años, sobre

todo en los movimientos pendulares (entre la periferia y el

centro de las grandes ciudades) y en el entorno de los

aeropuertos.

La UE europea fomenta el uso del transporte multimodal

para compensar a importancia del transporte por carretera, pero

por ahora solo tiene un éxito relativo en el transporte de

mercancías, gracias sobre todo a la proliferación de centro

logísticos y de los puertos secos, un tipo de centro logístico que, en el interior del país, está

conectado por tren con un puerto marítimo importante y desde el que se gestiona la distribución

de los contenedores de mercancías. En el transporte de pasajeros ha crecido gracias a la

construcción de intercambiadores en las grandes ciudades, pero tiene una importancia más

modesta y ha reducido poco la preponderancia del transporte por carretera.

EL TURISMO EN ESPAÑA.

Definición

Llamamos turismo a cualquier desplazamiento provisional del lugar de residencia habitual

que se prolonga al menos durante menos de un año y más de 24 horas con motivo de ocio, trabajo

o estudio.

El turismo tiene en España una importancia extraordinaria: ocupa la tercera posición

mundial en número de turistas recibidos (si bien una posición muy próxima a la segunda) y la

segunda posición mundial en ingresos generados por el turismo, compensando generosamente el

Page 9: LAS ACTIVIDADES DEL SECTOR TERCIARIO EN ESPAÑA

déficit de nuestra balanza de pagos. Esto no deja de ser un defecto de la economía española,

pues tiene una gran dependencia de una actividad que, como se está viendo en este año, puede

entrar en una profunda crisis.

Podemos hablar de distintos tipos de turismo:

-De sol y playa (o turismo litoral), que busca en la proximidad del mar, por su condición de

regulador térmico, un clima más agradable y unas vacaciones más animadas. Es, sin duda, el más

practicado por los turistas en todo el mundo. Un ejemplo es Benidorm.

-De montaña, que busca la bondad del clima de alta montaña en las temporadas calurosas.

Conviene no olvidar que en esta categoría se incluye el turismo de quienes practican deportes de

invierno (esquí...) que es muy numeroso en determinadas zonas y temporadas, como en los Pirineos

en la temporada invernal.

-De naturaleza, que busca disfrutar de los espacios naturales mejor conservados, como

los Parques Nacionales, como ocurre con algunos de España (Doñana, Monfragüe, etc.). Aquí

podemos incluir el turismo rural, que busca, además del contacto con la naturaleza, las ventajas

de la vida rural. En España este turismo rural se está convirtiendo en uno de los más activos y

atractivos para los turistas nacionales.

-Artístico y cultural, que elige el destino de sus vacaciones por el patrimonio artístico,

cultural o histórico de los lugares que visita. Algunas ciudades, como Granada o toledo, se cuentan

entre las más conocidas y visitadas gracias a esta modalidad turística.

-Comercial, tanto en la vertiente de quienes viajan para visitar ferias y certámenes

comerciales en todo el mundo, como en la de quienes acuden a determinados centros turísticos

buscando bajos precios o exenciones de impuestos (Canarias, Ceuta y Melilla).

-Religioso, que es el que impulsa a personas de todo el mundo a acudir en sus vacaciones a

lugares santos de las distintas religiones, como Santiago de Compostela.

La evolución del turismo en España.

Entre 1960 y 1975, coincidiendo con la etapa desarrollista, el turismo creció muchísimo

en España, debido sobre todo a que los países de Europa occidental experimentaron un

crecimiento económico tan grande que sus trabajadores pudieron empezar a disfrutar de

vacaciones pagadas, lo que, acompañado de un gran desarrollo de los transportes, puso a

Page 10: LAS ACTIVIDADES DEL SECTOR TERCIARIO EN ESPAÑA

España, un país mucho más atrasado y barato, al alcance de su mano. Además, los

gobiernos tecnócratas de esta etapa devaluaron la peseta, pusieron en marcha una

campaña de promoción en el exterior (con el

lema “Spain is different”) y dieron muchas

facilidades a los empresarios que construyeran

hoteles y servicios para los turistas. A esto se

sumaba la bondad del clima y de los parajes

costeros españoles.

El turismo que se fomentó en la España de

aquellos años fue un turismo de masas,

centrado en el litoral mediterráneo (“sol y

playa”), destinado a turistas con poco poder

adquisitivo, a precios bajos y muy depredador

del paisaje y de los recursos naturales, lo que

se tradujo en una construcción masiva y vertical en los destinos más emblemáticos:

Benidorm, Mallorca, Torrevieja…

Desde 1975 hasta 1985 hubo una crisis en el sector del turismo, debido a causas

económicas (la crisis del petróleo incrementó el desempleo y redujo los salarios de los

trabajadores europeos e hizo subir los precios del transporte y de todas las mercancías),

pero hubo también causas políticas y sociales, pues en estos años de transición de la

dictadura a democracia aumentó en España la conflictividad social. A esto se sumaba el

deterioro de los enclaves turísticos, masificados y muy alterados por el turismo de sol y

playa de la época anterior, y la incorporación de países como Yugoslavia, Túnez o Turquía,

más competitivos, al mercado turístico.

A partir de 1985, se produjo una recuperación del turismo en España, como consecuencia

de varios factores: la plena integración de España en la Comunidad Económica Europea, la

crisis política en otros destinos mediterráneos de sol y playa que ofrecían competencia

(guerra de Yugoslavia, atentados islamistas en Turquía o el norte de África…) y el

crecimiento exponencial del turismo interno.

En esta etapa, el turismo se ha diversificado, ampliándose a más temporadas que la

veraniega, a distintos colectivos (no centrado en las familias europeas con poco poder

adquisitivo) y a otras ofertas (turismo cultural, rural…), así como más sostenible y

respetuosos con el medio ambiente.

Pero con todo, el turismo en España sigue siendo un turismo de masas y con carácter

estacional: aunque crecen otros destinos turísticos como la costa cantábrica y gallega o las

ciudades del interior, lo hacen sobre todo gracias a turistas españoles; los extranjeros siguen

viniendo preferentemente en verano y siguen acudiendo a los mismos destinos: costa

mediterránea (sobre todo a Barcelona, Alicante y Málaga), Canarias y Baleares.

No es todavía un turismo de calidad. Aunque los ingresos por turismo han estado cerca de

los 90.000 millones de euros (el doble de la factura de las importaciones energéticas), el gasto

de dinero por turista y día está descendiendo en los tres últimos años.

Depende de factores coyunturales: a principios de siglo, se vio favorecido por la crisis

económica y social en Grecia, y la inestabilidad política y los ataques terroristas del islamismo

integrista en países mediterráneos como Turquía, Egipto o Túnez…. Actualmente, con la crisis

Page 11: LAS ACTIVIDADES DEL SECTOR TERCIARIO EN ESPAÑA

sanitaria, ha sido el sector económico que más ha retrocedido en España y eso ha repercutido en

toda la economía nacional.

Los espacio turísticos:

Como consecuencia de los anterior y a la vista del mapa, en España podemos distinguir

espacios turísticos de alta densidad, que son sobre todo los de sol y playa de Baleares, Canarias

y la costa mediterránea peninsular, y las ciudades de Madrid y Barcelona, que acaparan el turismo

de negocios y cultural; también hay áreas de media densidad, como algunos tramos de la costa

mediterránea (Granada, Almería o Castellón) y el litoral gallego y cantábrico. Podemos hablar

también de puntos turísticos asilados, como las ciudades históricas (Granada, Toledo, Santiago)

y algunas estaciones de esquí de los Pirineos (Cerler, Panticosa)

Las repercusiones del turismo:

Demográficas: en general son positivas, porque las áreas turísticas costeras crece el

número de jóvenes en busca de trabajo y en las de turismo rural se ha frenado el éxodo

de población, pero durante la temporada alta, el número de residentes aumenta de forma

desproporcionada en los destinos más demandados.

Ha tenido gran impacto sobre el poblamiento, convirtiendo en auténticas ciudades lo que

antes eran pequeños pueblos (es el caso de Benidorm), en muchas casos muy densas, con

construcciones verticales masivas, y ha favorecido la aparición de conurbaciones urbanas.

En algunos pueblos del interior, ha fomentado la rehabilitación de viviendas y edificios

visitables.

Tiene enormes repercusiones económicas: supone el 11 % del PIB, cubre sobradamente el

déficit comercial y proporciona el 12% de la ocupación, si bien lo hace con empleos en su

mayoría precarios y con salarios bajos. La llegada de turistas provoca un aumento de los

precios que perjudica mucho a la población local y en algunas ciudades como Madrid o

Page 12: LAS ACTIVIDADES DEL SECTOR TERCIARIO EN ESPAÑA

Barcelona, donde han proliferado los

pisos turísticos, ha provocado un

incremento del precio de los

alquileres que ha expulsado en

muchos casos a los vecinos y los

pequeños comerciantes de los

barrios en los que residían y

trabajaban hasta entonces. Además,

la economía española depende mucho

del turismo, como se ha podido

advertir en la crisis sanitaria que

estamos atravesando.

En principio, el turismo facilita la

modernización de las costumbres y a

la apertura cultural, pero también contribuye a la aculturación (el desplazamiento de los

valores y costumbres propios en favor de los ajenos) y la pérdida de identidad cultural,

algo que se experimentó de forma muy brusca en la España de los años 60 y 70.

Las consecuencias medioambientales son sobre todo negativas: construcciones masivas,

contaminación del suelo, del aire y acústica, destrucción de ecosistemas, generación de

residuos, agotamiento de recursos (sobre todo el agua, tan escasa en las regiones

costeras mediterráneas), si bien es cierto que, en algunas zonas, con vistas al turismo, se

han recuperado algunos parajes y espacios naturales.

EL COMERCIO EN ESPAÑA

Definimos comercio como el intercambio de bienes o servicios entre productores,

intermediarios y consumidores a través de dinero (si no interviene el dinero, hablamos de

trueque). El comercio es importante porque:

-Impulsa la economía, pues la mayor parte de los productos se destinan a la venta.

-Pone en contacto las áreas donde se producen los bienes con aquellas donde residen los

consumidores, lo que origina flujos de mercancías, capital e información.

Page 13: LAS ACTIVIDADES DEL SECTOR TERCIARIO EN ESPAÑA

-Genera gran cantidad de puestos de trabajo, pues, aunque algunas formas comerciales

intentan reducir su número de empleados para ahorrar costes (autoservicio y telecompra), aún

predomina el contacto personal con el cliente.

Hay dos tipos de Comercio: interior y exterior.

El comercio interior en España.

El comercio interior es aquel en el que el

comprador y el vendedor residen en el mismo país, el

intercambio se produce dentro de sus fronteras y

ambos están sujetos a la misma jurisdicción.

Desde 1980, el comercio interior ha aumentado y

cambiado mucho en España: tanto la oferta como la

demanda se han diversificado, con nuevas modalidades de

venta (por internet, en centros comerciales, etc.),

dirigida a un público más amplio y diverso (no solo a amas

de casa), asociada al ocio, influida por la publicidad y con

mecanismos de protección para el consumidor.

Dentro del Comercio Interior podemos distinguir

el Comercio Mayorista, o al por Mayor, y el Comercio

Minorista, o al por Menor o Detall.

El Comercio Mayorista es el que se realiza entre el productor y el distribuidor, en grandes

cantidades y sin que el comprador sea el consumidor final del producto.

El Comercio Minorista es el que se realiza entre un distribuidor o comerciante y un

consumidor final, y siempre en pequeñas cantidades. Tradicionalmente, los comercios eran

tiendas a pie de calle en las que había una gran superficie destinada a almacén y el resto estaba

abierto al público, con dependientes que atendían tras los mostradores; ahora muchas de esas

tiendas han sido sustituidas por comercios modernos, en los que gran parte de la mercancía está

expuesta y el consumidor la examina y paga en caja. Además, han aparecido nuevas formas de

comercio al margen de las tiendas, tanto en establecimientos (franquicias, supermercados,

hipermercados, outlets, grandes superficies especializadas, centros comerciales….) como sin

establecimiento (venta por catálogo, televenta, máquinas expendedoras, y, sobre todo,

internet…).

Actualmente, las formas de comercio con establecimiento están en crisis, tanto las

tiendas tradicionales (muchas de las cuales han tenido que cerrar), como los hipermercados y

grandes almacenes (El Corte Inglés). En cambio, las grandes cadenas de supermercados, gracias

sobre todo a las marcas blancas (Mercadona, Día, Ldl…), y todas las formas de comercio por

internet están en auge. Este cambio en las formas de comercio ya se advertía en 2019, antes de

la crisis sanitaria, que solo ha servido para agudizar el problema.

El comercio exterior.

El comercio exterior es el comercio (intercambio de bienes o servicios entre productores,

intermediarios y consumidores a través de dinero) entre compradores y vendedores de países

Page 14: LAS ACTIVIDADES DEL SECTOR TERCIARIO EN ESPAÑA

diferentes. Está regulado mediante aranceles (o impuestos a la importación), cuotas, controles

de calidad y acuerdos comerciales.

Cuando compramos un bien tangible en un país extranjero y lo traemos a nuestro país

hablamos de importación, y si vendemos a un residente en el extranjero un bien que hemos

producido en nuestro país, lo llamamos exportación. Al balance de las importaciones y

exportaciones lo conocemos como balanza comercial, que es un registro de las importaciones e

importaciones de un país en un determinado periodo.

El comercio exterior, tanto en

exportaciones como en importaciones, no ha

dejado de crecer desde 1960, gracias a un

proceso general de liberalización de la

economía, es decir, la desaparición de aranceles

y cuotas para el comercio exterior. El proceso

comenzó tímidamente con los primeros

acuerdos aperturistas de los años 50, aún en el

franquismo, y avanzó mucho con la entrada de

España en la CEE (hoy UE) en 1986 (que

establece el intercambio libre de mercancías y

servicios entre los países miembros, sin

aranceles ni cuotas) y la globalización. Además,

desde los años 60 del siglo XX, el aumento del

nivel de vida y la demanda no han hecho más que

crecer.

España ha sido siempre un país con un sector exterior débil y nuestras exportaciones

siempre han estado lejos de compensar las cuantiosas importaciones, sobre todo en los productos

energéticos y en maquinaria, además del pago de patentes y royalties que son la consecuencia de

una investigación, desarrollo e innovación insuficientes que nos obliga a depender

tecnológicamente del extranjero. Los países de los que más productos importamos son Alemania,

Francia, Italia y China y los países a los que más productos exportamos son los de la Unión

Europea.

Desde 2008, nuestras exportaciones crecieron notablemente, sobre todo en bienes de

equipo (maquinaria), medios de transporte (automóviles), calzado y alimentos, pero también lo

hicieron las importaciones con lo que déficit comercial español está volviendo a crecer; el primer

responsable de este déficit comercial es el sector energético, que representa el mayor

porcentaje de nuestro desequilibrio comercial.