EL PELIGRO DE JUZGAR INDEBIDAMENTE

TEXTO Mateo 7:1-5 (Lucas 6:37-42)

Introducción

2016 – elecciones.

Políticos – siempre critican a los demás; se presentan como los más justos.

Nos hace pensar en los fariseos. Se presentaban como los más puros (religiosamente); sin embargo, la realidad era otra (ver Mateo 12:14; Marcos 3:6).

Cristo está hablando a Sus discípulos (Mat 5:1-2; cotejar Lucas 6:17-20). No quiere que se contagien de la actitud de los fariseos. Por eso dijo estos versículos.

Las Escrituras son una tremenda bendición de Dios…

Pero también constituyen un peligro, porque pueden ser “torcidas” (2 Ped 3:16).

En el v.1 tenemos una exhortación del Señor Jesús que ha sido “torcida” y mal usada.

Muchos usan este versículo para enseñar que el creyente nunca debe juzgar a nada y a ni nadie. Pero, ¿estaba diciendo eso el Señor?

El v.6 parece negarlo, porque implica un acto de juicio. También el v.15.

Para evitar el mal uso de este verso, tenemos que entenderlo en su contexto.

El Señor está advirtiendo del peligro de “juzgar” en cierta manera, con ciertos propósitos (que veremos a continuación).

Para entender bien lo que el Señor está diciendo, debemos notar TRES puntos principales:

1. UNA PREGUNTA DESAFIANTE (v.3-4)

Realmente son dos preguntas en una. Las dos preguntas apuntan a la clase de “juicio” que el Señor tiene en mente (en el v.1); la clase de juicio que Él desaprueba.

a. “¿Por qué miras en forma distorsionada?” (v.3)

Hay espejos que distorsionan. Hace que lo pequeño se vea grande (espejos cóncavos), y lo grande, pequeño (espejos convexos).

¡Todos tenemos ojos un poco así!

Sabemos que hay pecados en nuestras vidas; que luchamos con ciertas cosas. Pero tenemos la tendencia de excusarlos y minimizarlos. Por otro lado, vemos algunos pecados en la vida de otras personas, y tenemos la tendencia de agrandarlos y condenarlos.

La “paja” es algo pequeño – una ASTILLA (un pequeñísimo pedazo de madera); una “viga” es algo muy grande (en comparación).

El Señor desafía a Sus discípulos preguntando, “Por qué no echas de ver la viga” (griego, “considerad”; mirar con detenimiento; ver Lucas 12:24, 27).

¿Por qué somos así? ¿Por qué nos fijamos en pequeñeces en la vida de otros, mientras pasamos por alto tremendos pecados en nuestras propias vidas?

Es que nuestra naturaleza pecaminosa nos hace así…nuestro deseo de sentirnos bien…nuestro deseo de hacer quedar mal a otros, para que yo quede bien.

¡ASÍ SON LOS POLÍTICOS!

Tenemos que estar dispuestos a reconocer esta tendencia.

PELIGRO: ¡!!Ya estamos pensando en cómo esto se aplica a otra persona!!!!!

b. ¿Por qué quieres ayudar a tu hermano y no te ayudas a ti mismo? (v.4)

El problema no es sólo como miramos, sino lo que queremos hacer con lo que vemos. Por alguna razón muchos de nosotros nos sentimos muy preocupados por “ayudar” a otros a sacar “la paja” de sus ojos, pero no nos interesa tanto sacar la tremenda “viga” que tenemos en nuestro ojo.

El verbo, “sacar”, es ‘ekballo’, que significa ‘echar fuera’ (ver v.22; Mat 8:12), “arrancar”. Indica el uso de cierta fuerza.

¿Por qué somos así?

Porque es muy difícil quitarnos la tremenda viga que está en nuestro ojo.

EJEMPLO: Una persona que tiene un carácter fuerte. ¡Cuánto le cuesta reconocerlo!

Damos la impresión que queremos ayudar a otros a mejorar su vida porque la verdad es que es más fácil animar a otro a hacer lo que yo no quiero hacer….

EJEMPLO: Ordenar el escritorio o cuarto.

REFLEXIÓN: Evaluemos nuestro propio corazón…

2. UNA RECOMENDACIÓN IMPORTANTE (v. 5)

Ante esta tendencia muy humana, que el Señor seguramente vio por todos lados (especialmente entre los líderes religiosos; los fariseos), el Señor dio a los discípulos una recomendación muy importante.

Antes de ver esa recomendación, veamos como el Señor la introduce. Usa un término bastante fuerte: “Hipócrita” (v.5a). ¿Qué significa?

La palabra en griego viene del mundo del teatro; indica “un actor”; alguien que usa una máscara para esconder su verdadero rostro.

El problema con las personas descritas en los vv.3 y 4 es que pretenden ser muy espirituales; pero en realidad, su espiritualidad es sólo una máscara. Cubre lo que realmente son por dentro.

El Señor parece tener en mente a los fariseos, a quienes varias veces llamó, “Hipócritas” (Mat 6:2, 5, 16; 15:7; etc.). Ellos pretendían ser muy pegados a la ley; pero en realidad eran violentos (ver Mateo 12:14; Marcos 3:6).

Al formar los líderes de Su futura Iglesia, el Señor quería evitar ese gran peligro de la hipocresía espiritual.Por eso el Señor hace una recomendación muy importante: “saca primero la viga de tu ojo”. ¿Qué implica eso? Dos cosas:

i. Reconocer que esa “viga” existe en nuestra vida.

ii. Hacer un esfuerzo por quitar esa “viga”.

El argumento del Señor es que si logras identificar y sacar la “viga” de tu ojos, estarás en

mejores condiciones para sacar la “paja” del ojo de tu prójimo.

EJEMPLO: Juan 8: 3-11a

Interesante lo que pasó. Primero, reconocieron su propia pecaminosidad; en segundo lugar, habiéndolo hecho decidieron retirarse. ¡No se sentían dignos de quitar la “paja” en el ojo de la obre mujer!

3. UNA ADVERTENCIA INQUIETANTE (v.2)

Aunque el Señor habla en forma bastante fuerte (especialmente, “¡Hipócrita!”), en realidad es motivado por amor. Por eso les da una advertencia bastante inquietante: “con el juicio con que juzgas, seréis juzgados” (v.2).

¿Qué quiso decir con eso? Que Dios está mirando los criterios con que juzgamos; y Él usará los mismos criterios para juzgarnos a nosotros. Es decir, si nosotros miramos un pequeño pecado en la vida de otra persona, y le condenamos rotundamente; entonces un día Dios nos juzgará de la misma manera.

Si no tuvimos misericordia al juzgar a otro, Dios tampoco tendrá misericordia de nosotros.

Si no consideramos todas las circunstancias en la vida de la otra persona, Dios tampoco considerará todas las circunstancias de nuestras vidas; etc.

EJEMPLO: Los dos deudores (Mat 18:23-35).

Conclusión

Ahora estamos en condiciones de entender bien el v.1. ¿Qué debemos hacer? Debemos amarnos mutuamente, apoyarnos, ayudarnos, animarnos…Si hacemos eso, descubriremos que los demás harán eso con nosotros (esp. Dios).