la patria del criollo

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LA PATRIA DEL CRIOLLO (Severo Martínez Peláez) 1 Universidad de San Carlos de Guatemala Centro Universitario Metropolitano CUM Escuela de ciencias Psicológicas Curso: Introducción a la Psicología Social Licda. Liliana Álvarez Cuarto Semestre Jornada Vespertina “ANÁLISIS DE LA PATRIA DEL CRIOLLO” 201315879 Heidi Noemí Ocoix Ortiz Guatemala 21 de octubre del 2014

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Historia de la colonización de América, con una aproximación de la realidad actual en Guatemala.

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LA PATRIA DEL CRIOLLO (Severo Martínez Peláez)

1

Universidad de San Carlos de Guatemala

Centro Universitario Metropolitano CUM

Escuela de ciencias Psicológicas

Curso: Introducción a la Psicología Social

Licda. Liliana Álvarez

Cuarto Semestre

Jornada Vespertina

“ANÁLISIS DE LA PATRIA DEL CRIOLLO”

201315879 Heidi Noemí Ocoix Ortiz

Guatemala 21 de octubre del 2014

LA PATRIA DEL CRIOLLO (Severo Martínez Peláez)

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LA PATRIA DEL CRIOLLO (Severo Martínez Peláez)

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INTRODUCCIÓN

El estudio de Martin Peláez, sobre la vida colonial guatemalteca es un ensayo de

interpretación, que es de suma importancia por su contenido, porque recoge

vívidamente las inquietudes académicas del autor y su momento histórico. Así

mismo ha sido un hito importante para la historiografía latinoamericana. Sin

embargo como el autor lo titulo se trata de una propuesta posible de ser mejorada

como todo en la ciencia. América central ha necesitado desde hace tiempo un

intérprete con imaginación que sea un especialista en la rama de la historia y sepa

reconocer la importancia de la misma para un desarrollo intelectual y cultural del

ser humano; siendo el profesor Martínez Peláez el gran propulsor del panorama

mencionado con anterioridad, al plasmar en su obra un análisis de la psicología

de la elite y de la vida de las masas de la región, por su puesto cabe mencionar

que su hipótesis y el determinismo económico de su abordaje creara muchas

controversias por muchos años por venir.

La obra sale a luz pública en 1970, se convierte en texto oficial en la Universidad

de San Carlos, único texto de lectura común en carreras social humanísticas.

Definió como se lee la historia en Guatemala y fue un texto usado en la formación

de maestros y profesionales de esas generaciones. Realizo en gran medida la base

conceptual histórico del movimiento revolucionario en esas décadas de los 70 y

80. Se trata de un análisis histórico de la estructura social guatemalteca desde la

perspectiva marxista de la lucha de clases como un intento genuino de rehabilitar

la capacidad explicativa del conocimiento histórico de la realidad socio-política de

Guatemala. La Patria del Criollo desde el principio, fue un análisis de la Colonia a

partir de la Recolección Florida, de Francisco Antonio de Fuentes y Guzmán, pero

que al mismo instante se amplió al estudio de otros cronistas coloniales

Severo afirma “Este libro ensaya hacer historia de Guatemala bajo principios

metodológicos que se aplican por primera vez al estudio de nuestro desarrollo”, la

obra no es solo una visión del pasado, sino una perspectiva de explicación de la

realidad.

LA PATRIA DEL CRIOLLO (Severo Martínez Peláez)

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BREVE BIOGRAFÍA DEL AUTOR

José Severo Martínez Peláez (Quetzaltenango, 16 de febrero de 1925 - Puebla de

Zaragoza, 14 de enero de 1998) fue un historiador guatemalteco. Estudio en la

Facultad de Humanidades de la Universidad de San Carlos de Guatemala, y

participó en la Revolución de Octubre de 1944.

Exiliado a raíz del derrocamiento de Jacobo Arbenz en 1954 a México donde

continuó sus estudios de doctorado en historia en la Universidad Nacional

Autónoma.

Regresó a su país en 1957 y se dedicó a la docencia en la Universidad de

San Carlos de Guatemala, entidad que le otorgó una beca para investigación

en el Archivo General de Indias en 1967. Para 1979 salió nuevamente al

exilio y continuó su labor investigativa y formativa en la Benemérita

Universidad Autónoma de Puebla. Fue nombrado Doctor Honoris Causa por

la Universidad de San Carlos el año 1992.

Entre sus obras destacan "Motines de Indios. La violencia colonial en

Centroamérica y Chiapas" (1985) y principalmente "La Patria del Criollo”.

LA PATRIA DEL CRIOLLO (Severo Martínez Peláez)

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LOS CRIOLLOS

(Capítulo I)

Es interesante y de suma importancia el

énfasis que el autor le da a su obra, al

incluir como personaje principal a

Francisco Antonio de Fuentes y Guzmán,

cuando se habla de dominancia del

criollo, porque es una pieza clave de la

explotación oligarca sobre las demás

personas que no poseemos una clase

social alta, ya que nos fue arrebatada.

Pero es justificable la actitud de Antonio

de Fuentes y Guzmán, hasta podríamos

decir que de cierta manera también lo es

la de algunos españoles participes en la

conquista, ya que si nos percatamos todo

tiene un porqué de su comportamiento

con los demás, en el caso de este criollo

desde su infancia le formaron esquemas

incorrectos de los población indígena,

llenándolo de prejuicios y

discriminaciones ante individuos diferentes a su cultura y posición social;

recordemos que como dice “John Locke”, todo niño es una tabula rasa (una

pizarra en blanco), que absorbe cuanto el adulto quiere ensenarle.

Adentrémonos al tema que es de nuestro interés, empezando con el tema herencia

de poder y sangre, este descendiente de conquistadores poseía grandes riquezas

gracias a sus ancestros, porque desde el periodo de colonización se empezó a

hacer grandes fortunas a costa de la población indígena, la cual dicho criollo

gozaba sin que le hubiera costado absolutamente nada. Hablando un poco de la

terminología designado por los mismos indios a los españoles (criollos), podemos

deducir diferentes connotaciones; estaban los criollos nuevos, que eran los recién

llegados y estaban los criollo viejos de abolengo indiano que eran los

descendientes de los conquistadores. Los recién llegados por su inmediata

procedencia de España, utilizaban este termino con una connotación despectiva, y

es que se daba un grado de superioridad ya que entre más español se fuera,

mayor poder se tendría ante los indios, ellos creían que era por motivos raciales

que su superioridad, pero no es cierto ya que la diferencia de desarrollo era el

resultado del proceso histórico y no de causa biológicas. Lamentablemente una

cosa que si no podemos negar de los españoles es su ventaja de superioridad ante

LA PATRIA DEL CRIOLLO (Severo Martínez Peláez)

6 los indios, ya que era un país súper desarrollado, gracias a las aportaciones de

otros continentes. España tenía un crecimiento económico bastante diferenciado,

instrumentos y armas avanzadas, caballos especiales para guerras y lo más

importante una cultura enriquecida por parte de otras civilizaciones, aunque todo

esto era reservado para el poder aristócrata, muchos conocimientos y habilidades

eran de dominio popular; un ejemplo de esto fue el acontecimiento sucedido en la

derrota de los de los quiches por Pedro de Alvarado, donde él encontrándose en

desventaja en las montañas, llevo a los indios hacia la planicies y los venció; se

muestra aquí el hecho de que la superioridad de desarrollo tecnológico conlleva

una superioridad intelectual “siendo estas ideas planteadas por Fray Bartolomé de

la Casas”. La conquista suele verse como un evento bélico, porque tenemos una

visión falsa de lo que realmente sucedió, debemos entender que los indios no

fueron conquistados por ser derrotados, esto solo fue el primer paso, pero no su

consumación; es evidente que a pesar de la matanzas y combates que se dieron

entre indígenas y españoles, ellos no se dieron por vencidos, sino hasta que

destruyeron completamente todas sus tierras y esclavizaron a toda la población, es

que se logró un sometimiento económico e ideológico por parte de los criollos. La

correcta comprensión de la conquista es muy compleja, en el cual el momento

económico es determinante y decisivo para poder describir este suceso; luego de

ello los indios fueron obligados a tributar, siendo sometidos a la esclavitud y

después a la servidumbre, lo que conllevo a una inferioridad tecnológica y por

ende cultural general, sometimiento económico y conversión del indio como fuente

de riqueza; lo cual lo coloco (al indio) en una inferioridad, por las condiciones

reducidas en la que quedaron. Para finalizar debemos de mencionar que los

criollos no poseían completamente las tierras y los indios que conquistaban, si no

que debían de proporcionarles un porcentaje de las ganancias de la tierra

trabajada, a los miembros de la Corona Española, quien era la encargada de

administras tales riquezas, la situación aquí era que la oligarquía del reino

español poseía grandes ganancias de la tierra explotada y aumentaba su economía

a costa del trabajo forzado de terceros e incluyendo a los mismos conquistadores.

LA PATRIA DEL CRIOLLO (Severo Martínez Peláez)

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LAS DOS ESPAÑAS

(Capítulo II)

Durante la colonia corría un proverbio que describía a la perfección la rivalidad de

los criollos, con los funcionarios de la Corona Española; gachupin con criollo,

gavilán con pollo. Se refería a la enemistad de los españoles peninsulares con los

españoles americanos y donde los primeros insinuaban cierta ventaja sobre los

segundos. Este situación mencionada con anterioridad circulaba entre la

población media de mestizos y mulatos, quienes expresaban un gran desprecio por

los dos grupos dominantes. Son abundantes las pruebas que se pueden presentar

sobre el gran desprecio y rivalidad entre estos dos grandes abusadores del poder

durante la colonia; e inclusive Fuentes y Guzmán, enfatiza en su crónica

Recordación Florida sobre este hecho; podemos mencionar que tal acontecimiento

hizo que el propio criollo tuviera en su menta la España dividida en dos: Una era

la España conquistada, que a él se le presenta gloriosa, llena de hidalguía y de

elevadas miras; otra era la España mezquina, representada por funcionarios de

espíritu calculador y por gran cantidad de emigrantes que ambicionaban una

parte del Nuevo Mundo. La primera aparece embellecida e idealizada y la segunda

era motivo de amargura para el cronista y la empequeñece. Para Fuentes y

Guzmán existen numerosos motivos para admirar y engrandecer a los

conquistadores y su descendientes, colocando a los nuevos españoles debajo de

ellos; porque a los verdaderos criollos, le debe la gran fortuna y posición

económica que el gozaba, sin ningún esfuerzo ni costo. Recordando que el

engrandecer los méritos de la conquista era un modo de reforzar los derechos y

merecimientos de los

descendientes de los

conquistadores que según él la

Corona debía rendirles gratitud y

proporcionarles las tierras e

indios que los criollos se

merecían por su arduo trabajo en

la conquista. La deformación de

la conquista de Guatemala

alcanzó su punto más extremado

y grosero en la idealización de

Pedro de Alvarado. Este

personaje sanguinario (“este

infelices malaventurado tirano”

como lo llama en algún lugar

Fray Bartolomé de las Casas) se

convirtió, por obra de la

LA PATRIA DEL CRIOLLO (Severo Martínez Peláez)

8 admiración de los criollos, en un semidiós adornado con virtudes que nunca tuvo.

Y Fuentes y Guzmán, llego al extremo de presentarlo animado de una actitud

amorosa y piadosa hacia los indios. Los avisos y embajadas que enviaba Alvarado

a los indios antes de hacerles guerra y los famosos requerimientos, eran una

formalidad legal enderezada a justificar la violencia y la esclavización de prisiones,

y los interpreta como pruebas de que el capitán agotaba todos los recursos para

evitar la lucha, según eran sus inclinaciones dulces y piadosas. Durante el

proceso de la colonización se originó el desarrollo de dos instituciones la

encomienda y el repartimiento, el cual fue implantado por Cristóbal Colon. La

primera institución era en realidad un pretexto para repartirse a los indios y

explotarlos, hasta llegar a la aniquilación y el repartimiento consistía en repartir

tierras y también indios para trabajarlas; y con esto se justificaba diciendo que los

indígenas eran entregados para que el favorecido velase por su cristianización.

Los conquistadores se las arreglaron para obtener permiso de esclavizar, con base

legal, a aquellos indígenas que presentaran una terca resistencia armada. Este

hábil truco se complementó con el célebre Requerimiento de Palacios Rubios, que

debía leerse a los indios para llamarlos a aceptar pacíficamente la soberanía del

monarca español. Se le explicaba el contenido del documento a unos indios que

estuviesen a mano y se les mandaba a explicarlo, con suficientes días de

anticipación, a los indígenas de los pueblos. Había habido tiempo para entenderlo,

para reflexionar y decidirse, y el conquistador podía atacar inmediatamente a su

llegada. Este macabro truco legal sirvió para encubrir las violaciones y ruina para

los nativos. La voz más poderosa en defensa de los indios salió de la orden

religiosa de Santo Domingo, de aquella que se hallaba más vinculada al trono de

España y más identificada con los intereses de la corona; como también lo fue,

Fray Bartolomé de las Casas al atreverse a gritar que la conquista era injusta, y

que la corona se perjudicaba en lo económico al permitir los abusos de los

conquistadores; lamentablemente era un espejismo su defensa al indio y lo

podemos observar en estas palabras: “los indios son una preciosa fuente de

riqueza que el rey; no está aprovechando; son vasallos que deben tributar al rey,

no deben tolerarse su exterminio. Aunque se le debe reconocer el hecho de que

supo hallar el punto de contacto entre el mejoramiento de la condición de los

indios y el mejoramiento de las entradas del rey. Así nació el importantísimo

cuerpo jurídico que se llamó desde entonces “Leyes Nuevas”, promulgado en

noviembre de 1,542. Se establecía en ellas que todos los indios eran vasallos

libres, tributarios del rey. Se le quitaban todos los indios a quien los tuviera sin

título a la vista. A quién teniendo títulos, se le reducirían a número razonable. A

quien, le daba mal trato, se le quitarían todos sin más averiguación.

LA PATRIA DEL CRIOLLO (Severo Martínez Peláez)

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LAS DOS ESPAÑAS “Continuación”

(Capítulo III)

Las leyes nuevas traían la nueva institución que iba nacer porque aunque el rey

decía que los indios iban hacer libres, querían premiar a los conquistadores

cediéndoles una parte de los tributos que los pueblos indígenas tenían que dar al

rey, lo cual fue un premio para los conquistadores al que le llamaron encomienda,

los criollos deseaban hacer gestiones para que la nueva encomienda fuera

hereditaria y que su descendencia pudiera gozar lo que ellos habían trabajado (en

otras palabras lo que los indios le habían proporcionado con su arduo trabajo), y

lo lograron por medio del quebrantamiento a la ley, como método de disimulación

o de composición, la corona callo estas anomalías porque recibía una gratificación

económica a cambio de su silencio. Que forma tan denigrante era este tipo de

leyes que beneficiaban a los conquistadores y perjudicaban a los indígenas, que

hasta se llegó al punto de sentirse ofendidos cuando la Corona Española le daba

encomiendas a personas que no las tenían merecidas y que además no conocían al

indio, para los descendientes de la conquista los nuevos españoles no merecían

absolutamente nada, ya que el premio solo era para ellos (así le llamaban los

criollos a la explotación del indio “premio”). La nueva encomienda aunque fue un

avance en comparación con la primera, siguió siendo una fuente de abusos y

desorden pero con más estilo. Mucho más importante que la nueva encomienda

fue el repartimiento de indios, sistema que obligaba a los nativos a trabajar por

temporadas en las haciendas, retornando con estricta regularidad a sus pueblos

para trabajar en su propio sustento y en la producción de tributos. El

repartimiento fue el mecanismo dentro del cual quedó conquistado el indio, es

decir el mecanismo que garantizó su sujeción y su explotación, y por ende su

posición de inferioridad; siendo la pieza clave del sistema económico de la colonia.

Las órdenes religiosas exigieron que se les pagara por mantener indoctrinados a

los indios; quedando así instituido el sínodo, nombre que se le dio a la cuota luego

de una batalla de 85 años. Sin embargo hubo encomenderos que no se negaron a

pagar la cuota desde el principio, ya sea porque sabían que la labor que realizaban

los frailes era imprescindible para ellos o porque se previeron que los frailes al

final ganarían; uno de estos encomenderos fue el abuelo, de Fuentes y Guzmán a

quien considero como un hombre sensato por haber pagado el sínodo a tiempo ya

que le ahorro haber pagado una fuerte suma de dinero de un solo golpe. Los

criollos al ver la importancia de la labor de los frailes para los intereses

económicos de la clase terrateniente cambiaron su opinión al juzgar a la orden de

Santo Domingo. Las viejas familias herederas de la conquista fueron perdiendo

terreno en lo económico y en lo político y la nueva generación de criollos logro

enriquecerse y retener la posición que había correspondido a antiguos criollos. Los

inmigrantes españoles presionaban sobre criollos y la lucha de estos

defendiéndose dio por resultado, la renovación de la clase criolla con nuevos

LA PATRIA DEL CRIOLLO (Severo Martínez Peláez)

10 elementos y su conservación como tal clase social. Los criollos viejos fueron

lentamente desplazados del primer plano por españoles que vinieron después,

pero que, al convertirse en terratenientes se asimilaron a la estructura de clases

preexistentes. El fraile, Tomas Gage, en muchos pasajes de su libro de viajes habla

acerca de esto, y se refiere a los españoles como advenedizos, habla de que los

españoles usaban ante los criollos el mismo prejuicio que ellos usaban con los

indios. Así como los criollos hablaban de que su sangre española era superior a

los indios, los peninsulares decían que vivir tanto tiempo en América los hacía

perder todo lo bueno que los podía haber influido tener sangre española.

Antonio de Fuentes, que era criollo no soportaba a los advenedizos, y habla de que

ellos critican todo lo americano, pero siguen viviendo allí y aprovechándose de sus

recursos. Pero aunque habla de esto, se puede ver que los criollos tenían miedo,

ya que como consideraban mejor todo lo español y los peninsulares conocían

mejor eso, en cierta forma se sentían inferiores. En Guatemala iban apareciendo,

relaciones económicas de carácter mercantil. Se empezó a exportar productos, y la

tierra se usaba en negocios de compra y venta, y también como hipoteca sobre

préstamos; todo eso amenazaba la estabilidad de las relaciones feudales, y a los

criollos no les gustaba esto, debido a eso la producción mercantil no prospero en

Guatemala durante la colonia. Los españoles que venían con la mentalidad

mercantilista terminaban convertidos en terratenientes, y dejaban la iniciativa de

inmigrantes convirtiéndose en hacendados. Así se fue rehaciendo la clase social de

los criollos, los advenedizos desplazaban a los criollos viejos y se convertían en

criollos a su vez. Las viejas familias ricas, pasaron a ser de segundo y tercer orden

dentro de su clase (criollos de mediana riqueza, criollos empobrecidos).

LA PATRIA DEL CRIOLLO (Severo Martínez Peláez)

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TIERRA MILAGROSA

(Capítulo IV)

La Recordación Florida de Antonio Fuentes y Guzmán, es un complejo de historia,

crónica, geografía, etnografía, discusión de problemas económicos y de

administración pública que se desarrolla en el escenario de un paisaje. Debemos

de tener en cuenta que no todas las descripciones de un país se pueden tomar con

la connotación de paisaje, ya que debe poseer tanto elementos subjetivos de la

tierra, como la subjetividad añadida por el autor al redactar la belleza que vive y

observa en su entorno. Vamos a detenernos un poco en la descripción que el

criollo Fuentes y Guzmán hace de la tierra, la cual para él es la fuente de interés

durante la colonización, no era solo elemento de la agricultura, sino también el

principal motivo de violencia, e intrigas, litigios y tramites. En el desarrollo de la

crónica rige un principio que podríamos llamar “de interacción subjetiva”, lo cual

es causa de que en ella se confunden diversos asuntos bajo un mismo tratamiento

y en secuencias que pueden parecer desordenadas; por ejemplo, el autor en su

relato del asiento y construcción de la primera ciudad de Santiago en el Valle de

Almolonga, interrumpe la descripción para hacer un comentario del primer viaje

de Alvarado a España, luego regresa a la construcción, e intercala una descripción

del volcán de Agua. El viaje de Alvarado sale a recordar que su ausencia no lo

desligo de la construcción de la ciudad, sino que al contrario, el conquistador

había ido a España a gestionar beneficios para la provincia que dejo sometida. La

descripción del volcán tiene por varios motivos: primero por haber sido la ruptura

de su cráteres la causa de la destrucción de la ciudad en 1541, segundo, porque el

volcán era un lugar de recreo para los moradores, y tercero, porque este llego

incluso a ser símbolo de la ciudad. Uno de los de los principales problemas de la

sociedad guatemalteca es la mala administración de las tierras, ya que rodas están

adueñadas por muy pocas personas, de las cuales casi ninguna se dedica a la

agricultura; por lo tanto los agricultores no tienen tierra para trabajar. Existen 5

principios que normaron la política agraria:

El principio fundamental de la política indiana en lo relativo a la tierra es la

teoría del señorío que ejercía la corona de España sobre las tierras de las

provincias conquistadas en su nombre.

Con base en el principio anterior, el Estado español desarrollo un segundo

principio de su política agraria en Indias: el principio de la tierra como un

aliciente. Ya hemos visto que la corona de España, imposibilitada para

sufragar las expediciones de conquista corno empresas del Estado, las

estimuló como empresas privadas con el aliciente de ofrecerles a los

conquistadores una serie de ventajas económicas en las provincias que

conquistasen.

LA PATRIA DEL CRIOLLO (Severo Martínez Peláez)

12 Una generación de colonizadores había echado raíces en las colonias: había

erigido ciudades, tenían tierras en abundancia, disponían del trabajo

forzado de los indios, muchos de ellos tenían encomiendas, había fundado

familias y tenían descendientes. Tomando en cuenta esta situación, la

monarquía se halló en condiciones de aplicar con provecho un nuevo

principio: La tierra como frente de ingresos para las cajas reales bajo el

procedimiento de la "composición de tierras".

La legislación colonial de las tierras, tanto la general contienda en la

Recopilación como la contienda en Cédulas e instrucciones especiales para

la Audiencia de Guatemala expresa de manera insistente y clarísima el

interés de la monarquía en que los pueblos de los indios tuvieran tierras

suficientes. Pero desde entonces, la posición de la monarquía, como ya

habíamos mencionado, es clara: los pueblos deben tener suficientes tierras

comunes para sus siembras. Deben tener sus ejidos; a los indios que por

composición quieran adquirir tierras debe dárseles trato profesional, y en

ningún caso debe admitirse a composición a quien haya usurpado tierras de

indios, ya se trate de tierras comunales o de propiedad de algunos indios en

particular.

Lo llamaremos principio del bloqueo agrario de los mestizos. Las leyes de

indias en lo tocante a tierras no hacen discriminación de la gente mestiza,

sino más bien ofrecen puntos de apoyo para que ellos también las puedan

obtener por los procedimientos usuales. Sin embargo dado que los mestizos

eran un contingente humano en crecimiento y de escasos recursos, era de

esperarse que el gobierno colonial, a nivel peninsular o a nivel de provincia,

tomara las providencias necesarias para proporcionarles tierras,

considerándolos como un grupo económicamente diferenciado y muy

necesitado de aquel recurso fundamental.

Sobre las tierras de los pueblos de los indios es preciso hacer algunas indicaciones

en relación con los orígenes del latifundismo especialmente al estudiar la

estructura del pueblo indio, se puede hacer mención de dos tipos de tierras

existentes para la población indígena; en primer lugar se da los ejidos, que eran

los pastos, montes y pastajes donde habitaba el indio y las tierras comunales, que

eran administradas por el cabildo o Ayuntamiento de Indios y era el problema

agrario de ese tiempo (latifundio y minifundio).

"el, problema de la tierra" no es otra cosa que el problema de la lucha de clases en

torno a la apropiación de ese medio de producción.

En 1810 se redactó el documento "Apuntamientos sobre Agricultura y Comercio

del Reino de Guatemala", en el cual se trataba básicamente el comercio, el cual

LA PATRIA DEL CRIOLLO (Severo Martínez Peláez)

13 tiene gran valor como fuente histórica referida a la agricultura, ya que expresa

puntos de vista que no son de los dueños de la tierra.

Entre ambos sectores los intereses eran opuestos, ya que mientras la prosperidad

de los dueños de la tierra se daba gracias a la explotación y miseria de los indios y

ladinos pobres, los comerciantes necesitaban que se elevara la capacidad de

compra de la mayoría, que eran los pobres. Para lograr esto se requerían reformas

tales como la distribución de tierra en propiedad a los indios y pobres, lo cual

apoyaban los comerciantes, pero sin independencia, mientras los terratenientes sí

deseaban una independencia a su conveniencia, ya que querían que la población

dependiera de ellos. Dentro del documento hay un proyecto de reforma agraria,

que trata temas referentes a las grandes extensiones de tierra sin uso en posesión

de los hacendados, que serían útiles para los indios y pobres, esto es considerado

como origen de los atrasos que existían en la agricultura y sugiere que las tierras

estén repartidas en muchas manos. El proyecto de los comerciantes proponía que

toda tierra que no estuviera siendo utilizada, y por consiguiente no produjera nada

en beneficio de la población, debería de ser obligatorio venderlas a precios

razonables si había comprador. La idea principal del proyecto era dar tierra a

indios y ladinos por igual en parcelas de acuerdo a sus necesidades y al número

de hijos, para motivarlos a ser verdaderos agricultores. Además aconsejan adoptar

el salario libre y abolir el trabajo forzado. En resumen, desde el tiempo de la

colonia existe en Guatemala mala distribución de la tierra.

LA PATRIA DEL CRIOLLO (Severo Martínez Peláez)

14

EL INDIO

(Capítulo V)

Podremos observar las diferentes clases de familias criollas unos con mucha

fortuna, otros que simplemente viven bien, pero un detalle muy curioso e

importante es que aparece el indio, pero viene de ultimo humillado, cansado,

explotado y sin valor, y era precisamente el indio el centro de la vida en este

tiempo fue el la razón de los colonizadores para tratar de conquistar este territorio

ya que el indio era una persona trabajadora, por momentos incansable y también

por su ingenuidad fácil de explotar aunque en el documento de Fuentes y Guzmán

trate de describirlo como un ser enojado, holgazán, malicioso y desconfiado

aunque en la misma crónica se observan muchas contradicciones acerca de este

personaje. Los indígenas no adoptaron plena y exclusivamente las creencias de la

religión católica, sino las cambiaron con creencias suyas y desarrollaron una

religión mixta, y que un factor de primer orden tiene que haber sido la tendencia

de los indios a mantener vivas sus tradiciones así mismo debió haber jugado un

papel muy importante la circunstancia de que el catolicismo que se les administro

a los indígenas, presentaba mucha similitud con aspectos muy importantes de la

religiosidad prehispánica. La supervivencia del paganismo y el rechazo del

catolicismo eran fenómenos derivados del odio que los indios sentían hacia sus

explotadores.

El tema relacionado con el indio es grande

y complejo, pero también está lleno de

contradicciones en la Recordación Florida;

Fuentes y Guzmán en relación con el

tema del indio tienen una actitud

negativa, inclinada siempre a restarle

valor a este grupo social, los grandes

prejuicios del criollo era que los indios

vivían bien en la pobreza, ricos en la

desgracia. La defensa del repartimiento

implicaba una lucha por evitar la libre

contratación y el salario, aunque una cosa

implicaba la otra, los criollos sólo querían

que vieran una parte del problema. En

sus peticiones decían que era necesario

que se conserven los repartimientos de

indios; pero no querían Pagar salarios

libres. Si los indios no eran obligados a

trabajar, habría que atraerlos e

interesarlos con el salario, y no acudirían

sino hasta que les fuera ofrecido el doble, o más, de lo que se les daba como paga

LA PATRIA DEL CRIOLLO (Severo Martínez Peláez)

15 forzosa de repartimiento. El trabajo libre significaba un encarecimiento de la mano

de obra y era lo que los criollos tenían que evitar; y debido a esto se conservaron

los tres prejuicios criollistas que tenían la misma finalidad: adelantarse,

interceptar, salirse al paso a la consideración de que los indios trabajarían de

buena gana y vivirían en mejores condiciones si tuvieran la posibilidad de

contratar libremente el precio de su fuerza de trabajo. Los tres prejuicios servían

para impedir el planteamiento de esta última posibilidad. Los criollos no hubieran

llegado a tener el arraigo que alcanzaron en la mente criolla, si no hubiera estado

de por medio la necesidad de justificar el trabajo forzado.

El indio estaba obligado a acudir al trabajo de las haciendas y labores coloniales

bajo la presión del sistema de repartimientos; y también tenía que trabajar para

producir tributos, que fue una cuota obligatoria para todos los indios de la

América española, pagadera al rey como reconocimiento de su señorío, además

tenía que trabajar para sostenerse a sí mismo y a su familia. El único campo en el

que el indio común podía desarrollar cierto interés por el trabajo, era el de los

jornales libremente contratados y el del trabajo por tarea, el cual era prueba de

que los indios aceptaban una posibilidad de aumentar sus ingresos multiplicando

su esfuerzo. Los negros esclavos, los mestizos y los mulatos, estaban librados del

pago de tributo.

En la recordación aparecen expresiones adversas para los indios, en las que se

niegan o se ocultan sus valores, se les calumnia y ponen de manifiesto perjuicios

criollos, y aparecen expresiones de conmiseración y hasta de defensa del indio y se

puede sostener que Fuentes era, muy en el fondo y a pesar de todo un "defensor"

de los indios, el criollo siempre le reprocha a las autoridades, por una parte, no

evitar la destrucción de los indio, pero por otra también, no evitar que algunos de

ellos alcancen cierta libertad económica. El criollo se lamenta "por los indios

desconfiados" y la realidad dice: "pobres los indios cuando confían".

LA PATRIA DEL CRIOLLO (Severo Martínez Peláez)

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EL MESTIZAJE Y LAS CAPAS MEDIAS

(Capítulo VI)

Las capas medias conformaron la tercera parte de la población al llegar la colonia

a su fin, fueron conformadas principalmente por los primeros mestizos que

nacieron justo después de la conquista, en el periodo de las sublevaciones

indígenas. El rapto y violación de las mujeres indígenas fue un fenómeno muy

frecuente.

Los conquistadores cohabitaron con las indias que les servían junto a sus hijos

mestizos entretanto que llegaban las mujeres de España. Las leyes españolas no

prohibían el matrimonio entre indígenas y españoles, sino que lo autorizaban y

fomentaban, para que siguiera creciendo la población y pudieran seguir

explotándolos y abusando de ellos, y así incrementar sus riquezas (que

repugnante era este acto por parte de la clase dominante, tanto era su maldad que

no les importo el dolor que le ocasionaban al indígena), originando así un tipo de

mestizaje feudal, al surgir la servidumbre en la colonia. El mestizaje se desarrolló

al margen del matrimonio, el incremento del número de mestizos se debió a la

multiplicación de los mestizos entre sí. Luego los mestizos se tuvieron que buscar

un lugar en la sociedad, ya que había una estructura muy definida; los mestizos

no eran indios siervos, ni tampoco podían ser señores, tenían que encontrar

trabajo útil en la sociedad, formando parte de las capas medias. Al introducirse las

Leyes Nuevas se introdujeron también los esclavos africanos a la sociedad colonial

guatemalteca. Surgieron otros dos tipos de mestizo, el mulato (español más negro)

y el zambo (negro más indio). Procreando así seres de fórmulas étnicas

variadísimas, que constituyeron el elemento humano de las capas medias.

En las ciudades se conformaron tres capas medias, todas integradas por mestizos;

la plebe, los artesanos y la capa media alta urbana. La plebe fue una capa pobre y

heterogénea; económicamente importante’, pero que no es considerada una clase

social al igual de los ladinos rurales pobres, debido a la disparidad de función

económica de sus integrantes.

La clase artesanal proveedora, eran los encargados de producir los artículos

necesarios para la vida cotidiana. Ahora bien, los artesanos funcionaban de una

forma peculiar y compleja, para empezar nunca se observaron de parte de estas

sublevaciones como con los indios y los negros ni se veían en ellos la violencia

existente en la plebe, lo cual se debe principalmente a su estructura. Esto origino

el aparecimiento de los primeros obreros guatemaltecos por la formación de

pequeños talleres o fabricas no artesanales que empleaban mano de obra

asalariada y por ultimo pero no menos importante podemos mencionar a la capa

media alta urbana, que fue desarrollo y resultado del coloniaje y participe de la

independencia.

LA PATRIA DEL CRIOLLO (Severo Martínez Peláez)

17 Hablando un poco de los ladinos se encontraba dispersos en los pueblos

indígenas. La estructura colonial determinó una política de ladinos, y esa política

determinó que mucho de éstos, para no caer en la miseria, tuvieran que

arrebatarle algo a los indios.

El proceso de consolidación de los ladinos fue largo y complejo. Según Cortés y

Larraz, la penetración de ladinos en los pueblos arruinaba a los indios en lo

material. En los pueblos se determinó que la supervivencia y el éxito económico de

los ladinos dependía de lo que consiguieran usurpar, alquilar o comprar la tierra

de los indígenas y se convirtieran, a la larga en explotadores de indios ellos

también.

LA PATRIA DEL CRIOLLO (Severo Martínez Peláez)

18

PUEBLOS DE INDIOS

(Capítulo VII)

La colonia se basaba en el trabajo de los indígenas y en los pueblos cercanos a la

ciudad. La abolición de la esclavitud contó con la resistencia de conquistadores y colonos que veían cómo los indios ya no les tributaban sino sólo la mitad. Con las

Leyes Nuevas el panorama se afianzó para los indios, luego de una explotación sin medida, ya que ahora se debía pagar por el trabajo realizado, la llamada paga que

luego se llamó salario. Los defensores supervisaban que todo se hiciera y los indios se hicieron conscientes de los campos positivos para ellos. Se inició la fundación de pueblos de nativos con materiales sencillos, y se debieron abandonar

las amplias áreas de tierra, ya que ahora eran del rey. La existencia de los pueblos de indios sirvió para este efecto, para tener familias nativas a disposición, las cuales debían trabajar sin paga, o por una muy mala. Esta fue una forma legal de

explotación colonial. Aparte de producir artesanías, frutos y tejidos, los indígenas podían vender su fuerza de trabajo, pero después de cumplir con el repartimiento.

Siendo así el trabajo forzoso, semi forzoso o de mala paga. La idea era tener pueblos concentrados, libres de la injerencia de ladinos. Éste fue el régimen de pueblos. Fue así que la idea de cambiar a los indígenas a “vasallos libres” fracasó.

A la vez, la situación precaria de los indios se debió a que España no facilitaba “tecnología” a sus colonias, ya que podían dejar de serlo, por lo que los indígenas

sólo podían manejar azadones, machetes, siendo sus ganancias insignificantes e impidiendo la consolidación de la colonización. El trabajo forzado era en haciendas, minas, talleres. En Guatemala el inicio del repartimiento tuvo varias

formas como la coerción, para favorecer las necesidades de criollos; la rotación, que establecía “turnos” semanales y el pago forzado, que iba de 4 reales/semana a 1/día. En el siglo XVIII se consagró definitivamente el repartimiento por Cédula

Real. Al ser revisada la libertad indígena se vio como mito, pero lo legal establecía que sólo se podía retener a los indios por un tiempo y luego devolverlos a sus

pueblos; se les debía pagar en moneda y sólo los varones debían prestar servicio y no se podían retirar antes de la semana. Fuentes y Guzmán escribe que a veces había pocos habitantes en los pueblos para suplir a las haciendas, por lo que se

daban indios y ladinos asalariados.

El terror hacia el indígena para someterlo adoptó varias formas, entre ellas la de cerrar posibilidades de superación, castigando toda muestra de rebelión con

muchos azotes; uso de indígenas en posición líder para explotar a sus congéneres y tolerar el ultraje a los indígenas, respondiendo todas estas situaciones a mantener dominado al indígena. El castigo podía venir no sólo de los hacendados,

sino de variedad de personas que actuaban con impunidad, siendo el Corregidor el más emblemático, los cuales vigilaban, dirigían los pueblos y cobraban los tributos. Es de señalar que este régimen de sometimiento debía ser cruel, si

querían lograr su objetivo de someter a un grupo que era numéricamente mayor y persistió durante toda la colonia. En la colonia los indios vivían alrededor de las

ciudades, en campos comunales, para que estuvieran disponibles para las haciendas. Había indios ricos que servían en recolectar los tributos de los nativos para darlos al Corregidor. Este es el nuevo repartimiento. Estos indios ricos

LA PATRIA DEL CRIOLLO (Severo Martínez Peláez)

19 ocupaban a veces las alcaldías, las cuales se convertían en focos de corrupción y explotación, en contubernio con el Corregidor.

LA PATRIA DEL CRIOLLO (Severo Martínez Peláez)

20

LA COLONIA Y NOSOTROS

(Capítulo VIII)

Nos habla sobre la discriminación a los indios y como en Guatemala todavía la

mitad de los ciudadanos son indios; esto quiere decir que sigue habiendo

discriminación hacia las personas. Los grupos sociales que tomaron poder en

determinados momentos de la situación colonial fueron los criollos y los

terratenientes medios en crecimiento, ellos no transformaron nada, solo se

beneficiaron con la estructura colonial. Las colonias se unieron con grupos de

españoles a quienes tuvieron que tolerar como colaboradores y cómplices de la

explotación de nativos. La dictadura criolla nunca estuvo de acuerdo con la

situación; cuando tomo el poder se dedicó a explotar a los indios sin que los

extranjeros pudieran opinar. Suprimió muchas cosas, como el comercio y el

tributo. La Dictadura Criolla de los 30 años fue en pocas palabras un desarrollo

colonial sin metrópoli. También nos habla sobre situaciones favorables para los

ladinos pero no tanto para los indios. Los liberales tomaron poder en Guatemala

con terribles dictaduras. En el curso de 50 años se exporto grana en reemplazo de

añil, y después café en reemplazo de la grana. Gracias a esto los terratenientes

medianos y pequeños mejoraron en su economía. Lograron gobernar a los indios,

haciéndolos trabajar para ellos y producir más café. Tenían que acudir

forzosamente a las fincas cafetaleras cuando se les llamara. También se les

enviaba a romper piedra a los caminos sin pagarles nada. Por ese motivo rogaban

porque les dieran trabajo en las fincas para no trabajar en los caminos. En el año

1945 fue suprimida por el Congreso de la

Republica esa forma de trabajar por otra

forma obligatoria. Mucho después a los

indios se le abonaban salarios muy bajos,

en diferencia a los de los ladinos por

realizar las mismas labores. El que en la

actualidad todavía la mitad de la

población guatemalteca viva en carencias

es por el pasado tan injusto que tuvieron

los indios, esto quiere decir que su

pobreza es desde hace siglos. También es

de años las rivalidades entre indios y

ladinos. Las dictaduras cafetaleras fueron

la realización plena y radicalizada de la

patria criolla. La condición de criollidad no

dependió nunca en absoluto de factores

raciales. El indio fue un resultado

histórico de la opresión colonial. La

explicación del indio consiste en mostrar

LA PATRIA DEL CRIOLLO (Severo Martínez Peláez)

21 como la conquista y el régimen colonial transformó a los nativos prehispánicos en

los indios. Al suprimirse la servidumbre, que es algo reciente, pasaron a ser los

indios lo que hoy son: los semiproletarios y proletarios agrícolas que todavía

conservan las costumbres y la mentalidad que fueron propias del siervo colonial.

Suele opinarse que la perduración de los idiomas indígenas hasta nuestros días,

su uso cotidiano como verdaderas lenguas maternas por una gran mayoría de

indios, pone en evidencia la conservación de un principalísimo elemento de

cultura autóctona a lo largo y a pesar de tres siglos de colonia. Las lenguas

indígenas son, se dice, un elemento autóctono de la cultura del indio. Las lenguas

perduraron porque el indio hallo en ellas un elemento de defensa en la lucha con

el explorador, y porque el explotador hallo en ellas un elemento de debilidad que

convenía de manera inmejorable al siervo. Porque al presentar el problema del

indio como un problema de cultura y al dejar en el misterio la explicación de esa

cultura, oculta las raíces económicas y estructurales del problema y empuja el

pensamiento hacia el ancho campo de las conjeturas racistas. Si la opresión

colonial hizo al indio como lo demuestra el análisis histórico, entonces las claves

significativas de su cultura tienen que hallarse en todos aquellos puntos en que la

opresión y la resistencia exhiben su choque y ponen de manifiesto la eficacia que

respectivamente tuvieron en la conformación del siervo colonial. En conclusión la

discriminación de los indios no se acaba jamás, y sus lenguas siguen siendo

usadas para mantener sus orígenes siempre en la mente y no olvidarse de quienes

son en realidad, personas trabajadoras que por un motivo u otro no tuvieron la

misma suerte que otros para sobresalir.

LA PATRIA DEL CRIOLLO (Severo Martínez Peláez)

22

CONCLUSIÓN

Para finalizar la complejidad que caracteriza esta obra resaltare tres puntos

importantes desde mi perspectiva que son: El periodo de conquista y colonización

desde el punto de vista del español, el indígena y la sociedad guatemalteca actual.

Los españoles peninsulares, los españoles Americanos, y los funcionarios de

la Corona española, fueron los principales ejes de dominio, explotación y

abusos sociales, físicos, culturales, psicológicos e ideológicos de la población

indígena; eran individuos sin escrúpulos, sin valores, materialistas,

inhumanos, dependientes, acomodados y ambiciosos, tal como decía “José

Ortega y Gasset” hombres masa. Lamentablemente la conquista y la falsa

independencia fue un sometimiento del indio y de las castas sociales, para

que el criollo, ladino y ahora la oligarquía pudiera obtener riquezas y

posición económica a costa del pueblo esclavizado. Que se puede decir el

poder corrompe al hombre y lo convierte en un ser mediocre (“José

Ingenieros”).

En una perspectiva que realmente desde mi criterio es la más importante y

la que marco a la sociedad guatemalteca, fue la posición del indio en el

periodo de la colonización, ya que no fue la resignación, ni las batallas, las

que dieron paso a la conquista del criollo ante esta población, si no fue el

hecho, de la crueldad con la cual sometieron al indígena a la esclavización,

recordemos que el español le llevaba una gran ventaja intelectual y

capacidad de armamentos de guerra al indio. La destrucción de sus aldeas,

la violación a su integridad, la desapropiación de su ideología y cultura y el

genocidio realizado por los españoles, originaron que se rindieran ante ellos

volviéndose esclavos al trabajo forzado y al maltrato como tal. Qué triste es

darse cuenta que esta población llena de cultura y capacidad de realización

personal, sea la más afecta y sometida, sin poder crecer como sociedad.

Y por último es difícil aceptar que no poseemos cultura propia, no somos

completamente libres, adquirimos costumbres y hábitos que no pertenecen

a nuestra población guatemalteca, nos avergonzamos de ser descendientes

de indígenas y cambiamos toda la riqueza que posee nuestro país, por

vanidades extranjeras y materiales ajenas a las nuestra. Lamentablemente

estamos sometidos a las posiciones dominantes que ejercen una opresión al

pueblo de Guatemala y que poseen riquezas a costa del proletariado, son

como parásitos que viven de las demás personas y no poseen esencia propia.

LA PATRIA DEL CRIOLLO (Severo Martínez Peláez)

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FUENTES DE CONSULTA

Bibliografía:

MARTÍNEZ PELÁEZ, Severo. La patria del criollo. Decimotercera edición. México D.

F. Ediciones Galaxia, enero 2011. 789 p.

INGENIEROS, José. El hombre mediocre. Décima edición. México D. F. Ediciones

Mexicanos Unidos, S.A. Enero 1992. 206 p.

ISBN: 968-15-0174-8

E-grafía:

Disponible [en línea]

http://es.wikipedia.org/wiki/Severo_Mart%C3%ADnez_Pel%C3%A1ez

(Fecha de consulta: 11 de octubre del 2014)

Disponible [en línea]

http://www.deguate.com/artman/publish/personajes_escritores/biografia-de-

severo-martinez-pelaez.shtml#.VETeISabvVI

(Fecha de consulta: 16 de mayo del 2014)