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Introducción. Muchas personas viven sus vidas sin haber tenido un encuentro del amor de Dios de una manera práctica. Tal vez están esperando una invitación a la iglesia o que alguien haga oración por ellos en algún momento de necesidad para entonces buscar a Dios. Actividad: Es tiempo de dejar nuestra comodidad a un lado y demostrar Su amor en formas más evidentes, no solo en la iglesia, también en la fila que hacemos para pagar el súper y en nuestro interactuar diario con las personas. Veamos algunas formas de compartir a Dios y que sea realmente el Amor la marca que nos distinga como discípulos de Jesús. Pasaje Bíblico de la semana: Juan 13:35 Estudio: El arte de aprender cómo amar. No importa cuánto vivas, nunca vas a acabar de aprender, cada minuto del día trae nuevas oportunidades para aprender algo nuevo. Y mientras estemos abiertos a recibir, Dios continuará enseñándonos. -Yo estoy aprendiendo y sé que lo seguiré haciendo. Lo que Dios me enseña del amor cada día sigue cambiando mi vida. He llegado al punto en el que puedo decir: Señor, quita de mi vida todo lo que me esté deteniendo o alejando de caminar en amor y encontrar el verdadero propósito en mi vida. – El amor se adapta y se ajusta Una de las facetas que debemos aprender del amor es que debe ser incondicional, la Biblia lo describe como el amor que está dispuesto a sacrificar sus propios deseos por los de otros. El verdadero amor siempre se va a adaptar a las necesidades de otras personas. La marca del verdadero discípulo

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Introducción. Muchas personas viven sus vidas sin haber tenido un encuentro del amor de Dios de una manera práctica. Tal vez están esperando una invitación a la iglesia o que alguien haga oración por ellos en algún momento de necesidad para entonces buscar a Dios.

Actividad: Es tiempo de dejar nuestra comodidad a un lado y demostrar Su amor en formas más evidentes, no solo en la iglesia, también en la fila que hacemos para pagar el súper y en nuestro interactuar diario con las personas. Veamos algunas formas de compartir a Dios y que sea realmente el Amor la marca que nos distinga como discípulos de Jesús.

Pasaje Bíblico de la semana: Juan 13:35

Estudio: El arte de aprender cómo amar.

No importa cuánto vivas, nunca vas a acabar de aprender, cada minuto del día trae nuevas oportunidades para aprender algo nuevo. Y mientras estemos abiertos a recibir, Dios continuará enseñándonos.

-Yo estoy aprendiendo y sé que lo seguiré haciendo. Lo que Dios me enseña del amor cada día sigue cambiando mi vida. He llegado al punto en el que puedo decir: Señor, quita de mi vida todo lo que me esté deteniendo o alejando de caminar en amor y encontrar el verdadero propósito en mi vida. –

El amor se adapta y se ajusta

Una de las facetas que debemos aprender del amor es que debe ser incondicional, la Biblia lo describe como el amor que está dispuesto a sacrificar sus propios deseos por los de otros. El verdadero amor siempre se va a adaptar a las necesidades de otras personas.

La marca delverdadero discípulo

Una vez que te propones caminar en amor no tendrás problema para mantener relaciones saludables con los demás, tus hijos, esposo, amigas, suegra, el jefe, etc. Aprenderás que el verdadero amor se trata de sacrificio y el egoísmo quedara atrás.

Consejo: El mundo está buscando algo real en lo que puedan creer, hagamos algo más que usar joyería cristiana, pegar calcomanías en los carros de “Jesús te ama”, traer la más nueva aplicación de la Biblia o estudios devocionales y publicar en nuestras redes sociales el versículo del día.

Mejor, saquemos el amor de Jesús a la calle con nosotros y demostrémoslo a los demás. Sugerencia de estudio: Piensa cómo puedes hacer que servir a Dios y amar a otros sea algo importante en tu vida diaria. No temas cambiar tu rutina del día para ayudar a alguien en necesidad y pídele a Dios oportunidades para hacerlo.

Tomado de: Joyce Meyer Ministries

Es imposible para quienes caminan en amor ser egoístas, Dios les ha enseñado cómo ser adapt-ables a otros. Las personas egoístas por otra parte, tienen corazones endurecidos. Es muy difícil para ellos aprender sobre el amor especialmente si esto incluye sacrificar sus propios deseos. En lugar de ajustarse a los demás, ellos esperan que todos los demás se ajusten a ellos y a sus necesi-dades.

Todos conocemos a alguna persona así, que exige conseguir todo lo que desea a su manera en el momento que lo quiere, y si no lo consigue se enojan, se frustran, viven inconformes con todo, no son agradecidos con nada y son muy infelices.

Compasión es un deseo en el corazón de anteponer las necesidades de alguien más a las mías. Cuando aprendemos a caminar en amor, nos volvemos más sensibles a adaptarnos a las necesi-dades de los demás y no solo a las propias.

No todas las personas necesitan lo mismo de nosotras. Por ejemplo, uno de mis hijos puede necesitar más de mi tiempo para escucharlo y el otro tal vez solo necesita ser animado más seguido. Nuestras amigas son diferentes y tienen diferentes necesidades, una podrá necesitar que la acompañe al doctor, otra puede necesitar que le cuide a sus hijos por un rato, otra tal vez solo necesita que le envíe un mensaje de cariño por el celular, pero todas necesitan VER el amor de Jesús en nuestras vidas, no solamente OIRLO.

¿Necesito yo también que me animen y que me escuchen? ¡Claro! Todas necesitamos de vez en cuando ser escuchadas y animadas, pero si caminas en amor, solo basta con recordarte a ti misma -Dios me da la gracia para lo que sea, para cuidar de mis necesidades y de las de los demás- entonces podrás sentirte muy bendecida de saberte amada y confortada por tu Dios para amar y confortar a los que te rodean.

Decirle a la gente –te quiero- no es suficiente, tenemos que ir más allá de las palabras y hacer algo para realmente ayudarlos.

Introducción. Muchas personas viven sus vidas sin haber tenido un encuentro del amor de Dios de una manera práctica. Tal vez están esperando una invitación a la iglesia o que alguien haga oración por ellos en algún momento de necesidad para entonces buscar a Dios.

Actividad: Es tiempo de dejar nuestra comodidad a un lado y demostrar Su amor en formas más evidentes, no solo en la iglesia, también en la fila que hacemos para pagar el súper y en nuestro interactuar diario con las personas. Veamos algunas formas de compartir a Dios y que sea realmente el Amor la marca que nos distinga como discípulos de Jesús.

Pasaje Bíblico de la semana: Juan 13:35

Estudio: El arte de aprender cómo amar.

No importa cuánto vivas, nunca vas a acabar de aprender, cada minuto del día trae nuevas oportunidades para aprender algo nuevo. Y mientras estemos abiertos a recibir, Dios continuará enseñándonos.

-Yo estoy aprendiendo y sé que lo seguiré haciendo. Lo que Dios me enseña del amor cada día sigue cambiando mi vida. He llegado al punto en el que puedo decir: Señor, quita de mi vida todo lo que me esté deteniendo o alejando de caminar en amor y encontrar el verdadero propósito en mi vida. –

El amor se adapta y se ajusta

Una de las facetas que debemos aprender del amor es que debe ser incondicional, la Biblia lo describe como el amor que está dispuesto a sacrificar sus propios deseos por los de otros. El verdadero amor siempre se va a adaptar a las necesidades de otras personas.

Una vez que te propones caminar en amor no tendrás problema para mantener relaciones saludables con los demás, tus hijos, esposo, amigas, suegra, el jefe, etc. Aprenderás que el verdadero amor se trata de sacrificio y el egoísmo quedara atrás.

Consejo: El mundo está buscando algo real en lo que puedan creer, hagamos algo más que usar joyería cristiana, pegar calcomanías en los carros de “Jesús te ama”, traer la más nueva aplicación de la Biblia o estudios devocionales y publicar en nuestras redes sociales el versículo del día.

Mejor, saquemos el amor de Jesús a la calle con nosotros y demostrémoslo a los demás. Sugerencia de estudio: Piensa cómo puedes hacer que servir a Dios y amar a otros sea algo importante en tu vida diaria. No temas cambiar tu rutina del día para ayudar a alguien en necesidad y pídele a Dios oportunidades para hacerlo.

Tomado de: Joyce Meyer Ministries

Es imposible para quienes caminan en amor ser egoístas, Dios les ha enseñado cómo ser adapt-ables a otros. Las personas egoístas por otra parte, tienen corazones endurecidos. Es muy difícil para ellos aprender sobre el amor especialmente si esto incluye sacrificar sus propios deseos. En lugar de ajustarse a los demás, ellos esperan que todos los demás se ajusten a ellos y a sus necesi-dades.

Todos conocemos a alguna persona así, que exige conseguir todo lo que desea a su manera en el momento que lo quiere, y si no lo consigue se enojan, se frustran, viven inconformes con todo, no son agradecidos con nada y son muy infelices.

Compasión es un deseo en el corazón de anteponer las necesidades de alguien más a las mías. Cuando aprendemos a caminar en amor, nos volvemos más sensibles a adaptarnos a las necesi-dades de los demás y no solo a las propias.

No todas las personas necesitan lo mismo de nosotras. Por ejemplo, uno de mis hijos puede necesitar más de mi tiempo para escucharlo y el otro tal vez solo necesita ser animado más seguido. Nuestras amigas son diferentes y tienen diferentes necesidades, una podrá necesitar que la acompañe al doctor, otra puede necesitar que le cuide a sus hijos por un rato, otra tal vez solo necesita que le envíe un mensaje de cariño por el celular, pero todas necesitan VER el amor de Jesús en nuestras vidas, no solamente OIRLO.

¿Necesito yo también que me animen y que me escuchen? ¡Claro! Todas necesitamos de vez en cuando ser escuchadas y animadas, pero si caminas en amor, solo basta con recordarte a ti misma -Dios me da la gracia para lo que sea, para cuidar de mis necesidades y de las de los demás- entonces podrás sentirte muy bendecida de saberte amada y confortada por tu Dios para amar y confortar a los que te rodean.

Decirle a la gente –te quiero- no es suficiente, tenemos que ir más allá de las palabras y hacer algo para realmente ayudarlos.

La marca delverdadero discípulo

Introducción. Muchas personas viven sus vidas sin haber tenido un encuentro del amor de Dios de una manera práctica. Tal vez están esperando una invitación a la iglesia o que alguien haga oración por ellos en algún momento de necesidad para entonces buscar a Dios.

Actividad: Es tiempo de dejar nuestra comodidad a un lado y demostrar Su amor en formas más evidentes, no solo en la iglesia, también en la fila que hacemos para pagar el súper y en nuestro interactuar diario con las personas. Veamos algunas formas de compartir a Dios y que sea realmente el Amor la marca que nos distinga como discípulos de Jesús.

Pasaje Bíblico de la semana: Juan 13:35

Estudio: El arte de aprender cómo amar.

No importa cuánto vivas, nunca vas a acabar de aprender, cada minuto del día trae nuevas oportunidades para aprender algo nuevo. Y mientras estemos abiertos a recibir, Dios continuará enseñándonos.

-Yo estoy aprendiendo y sé que lo seguiré haciendo. Lo que Dios me enseña del amor cada día sigue cambiando mi vida. He llegado al punto en el que puedo decir: Señor, quita de mi vida todo lo que me esté deteniendo o alejando de caminar en amor y encontrar el verdadero propósito en mi vida. –

El amor se adapta y se ajusta

Una de las facetas que debemos aprender del amor es que debe ser incondicional, la Biblia lo describe como el amor que está dispuesto a sacrificar sus propios deseos por los de otros. El verdadero amor siempre se va a adaptar a las necesidades de otras personas.

www.masvida.org

Una vez que te propones caminar en amor no tendrás problema para mantener relaciones saludables con los demás, tus hijos, esposo, amigas, suegra, el jefe, etc. Aprenderás que el verdadero amor se trata de sacrificio y el egoísmo quedara atrás.

Consejo: El mundo está buscando algo real en lo que puedan creer, hagamos algo más que usar joyería cristiana, pegar calcomanías en los carros de “Jesús te ama”, traer la más nueva aplicación de la Biblia o estudios devocionales y publicar en nuestras redes sociales el versículo del día.

Mejor, saquemos el amor de Jesús a la calle con nosotros y demostrémoslo a los demás. Sugerencia de estudio: Piensa cómo puedes hacer que servir a Dios y amar a otros sea algo importante en tu vida diaria. No temas cambiar tu rutina del día para ayudar a alguien en necesidad y pídele a Dios oportunidades para hacerlo.

Tomado de: Joyce Meyer Ministries

Es imposible para quienes caminan en amor ser egoístas, Dios les ha enseñado cómo ser adapt-ables a otros. Las personas egoístas por otra parte, tienen corazones endurecidos. Es muy difícil para ellos aprender sobre el amor especialmente si esto incluye sacrificar sus propios deseos. En lugar de ajustarse a los demás, ellos esperan que todos los demás se ajusten a ellos y a sus necesi-dades.

Todos conocemos a alguna persona así, que exige conseguir todo lo que desea a su manera en el momento que lo quiere, y si no lo consigue se enojan, se frustran, viven inconformes con todo, no son agradecidos con nada y son muy infelices.

Compasión es un deseo en el corazón de anteponer las necesidades de alguien más a las mías. Cuando aprendemos a caminar en amor, nos volvemos más sensibles a adaptarnos a las necesi-dades de los demás y no solo a las propias.

No todas las personas necesitan lo mismo de nosotras. Por ejemplo, uno de mis hijos puede necesitar más de mi tiempo para escucharlo y el otro tal vez solo necesita ser animado más seguido. Nuestras amigas son diferentes y tienen diferentes necesidades, una podrá necesitar que la acompañe al doctor, otra puede necesitar que le cuide a sus hijos por un rato, otra tal vez solo necesita que le envíe un mensaje de cariño por el celular, pero todas necesitan VER el amor de Jesús en nuestras vidas, no solamente OIRLO.

¿Necesito yo también que me animen y que me escuchen? ¡Claro! Todas necesitamos de vez en cuando ser escuchadas y animadas, pero si caminas en amor, solo basta con recordarte a ti misma -Dios me da la gracia para lo que sea, para cuidar de mis necesidades y de las de los demás- entonces podrás sentirte muy bendecida de saberte amada y confortada por tu Dios para amar y confortar a los que te rodean.

Decirle a la gente –te quiero- no es suficiente, tenemos que ir más allá de las palabras y hacer algo para realmente ayudarlos.

La marca delverdadero discípulo